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EDITADA POR LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
Nº 168 O C T U B R E AÑO 2016
TERCER MILENIO
Nº 168. OCTUBRE, 2016
TERCER MILENIO
EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
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SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS
Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41
en este número...
IGLESIA A FONDO
El 4 de septiembre fue canonizada la
Madre Teresa de Calcuta. En este Año
Jubilar ha resultado más que oportuna la
subida a los altares de esta mujer cuya vida
fue encarnación de la misericordia.
14
PRIMER PLANO
Dilma Roussef ha dejado de ser
presidenta de Brasil. El Senado
ha votado a favor de su destitución
en un juicio político calificado
de "golpe de Estado".
24
INFORME
El 23 de octubre se celebra el DOMUND
2016, que este año se presenta con el lema
"Sal de tu tierra". Toda una invitación a
seguir los pasos de nuestros misioneros,
ejemplo de una Iglesia en salida.
30
y además...
7 TRIBUNA
Feliz cumpleaños
misionero
40 ANIMACIÓN MISIONERA
45 CARISMAS
Discípulas de Jesús
10 EL OBSERVADOR
VATICANO - CHINA
ITALIA - ESPAÑA
20 ASÍ VA EL MUNDO
IRAK - R. D. CONGO
SUDÁN DEL SUR - GABÓN
46 CULTURA
De Nepal a Camboya:
libros que nos llevan
de viaje (a la realidad)
52 EN EL OBJETIVO
54 MISIÓN VIVA
36 ENTREVISTA
P. Felipe Gómez, misionero
en el Lejano Oriente
Isabel Solà, misionera
de Jesús-María
asesinada en Haití
EDITORIAL
Tras los pasos de la misión
E
l DOMUND 2016, que
se celebra el 23 de octubre y que en esta
ocasión cumple 90
años, se presenta con el lema
“Sal de tu tierra”. Toda una invitación a ir tras los pasos de los
miles de misioneros y misioneras
que un buen día decidieron dejar
un mundo de comodidades, seguridad y confort, para seguir y
anunciar a Jesús, convirtiéndose
en ejemplo y paradigma de esa
Iglesia misericordiosa y en salida
que tanto desea el papa Francisco. Lo ha dicho él mismo en el
Mensaje que ha hecho público
con este motivo: “En esta Jornada
Mundial de las Misiones, todos
estamos invitados a ‘salir’, como
discípulos misioneros, ofreciendo
cada uno sus propios talentos, su
creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la
ternura y de la compasión de
Dios a toda la familia humana”.
Se trata de un auténtico desafío que nos ha de llevar, primero,
a una reflexión interior, para darnos cuenta de todo aquello que
nos paraliza: nuestros miedos y
ataduras al dinero, al poder social
y económico, al bienestar, a la seguridad sin riesgos... Liberarnos
de estos lastres que nos esclavizan nos permitirá salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo,
y abrir los ojos al otro, para saber
de él, para conocerlo. Entonces no
podremos mirar hacia otro lado
ante el dolor del que sufre la guerra; del que se ve obligado a huir
por la violencia, el hambre, la miseria o la falta de oportunidades;
del que es perseguido injustamente; del descartado...
Hacia estos lugares donde se
palpa la impotencia de la dignidad
pisoteada es hacia donde sale el
misionero o misionera para hacerse uno más entre ellos, para hacer
feridos por Jesús, compartiendo la
fe, haciéndonos sencillos entre los
sencillos, dando voz al que no la
tiene, acompañando y ayudando a
sobrevivir al que ve su existencia
amenazada, dando esperanza a las
personas y colectivos que luchan
cada día por su dignidad.
El DOMUND de este año nos
invita a romper cadenas y clausuras, todo aquello que nos encierra;
a desprendernos de lo superfluo, e
El DOMUND de este año nos invita a romper
cadenas, para abrir las puertas de nuestras vidas,
salir de nuestra tierra e ir al encuentro del otro.
comunidad y encarnar en su vida,
en su testimonio, el Evangelio. Porque evangelizar, como en cierta
ocasión ha indicado el Santo Padre,
“no es tocar a la puerta al vecino
y a la vecina y decir: ‘¡Cristo ha resucitado!’. Es vivir la fe, es hablar
con suavidad, con amor, sin querer
convencer a nadie, sino gratuitamente. Es dar gratis lo que Dios
me ha dado gratis”. Supone rebelarse ante el atropello, el odio, el
abuso, la miseria, el hambre, la
violencia, la marginación... porque
no son de Dios, y comprometerse,
con su cuota de valentía y “locura”, por la causa del Evangelio, de
la justicia y de la paz, entrelazando nuestra vida con la de los pre-
incluso de lo necesario, para abrir
las puertas de nuestras vidas y salir de nuestra tierra al encuentro
del otro. Como ha dicho Francisco,
“el mandato del Evangelio: ‘Id,
pues, y haced discípulos a todos
los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo; enseñándoles a
guardar todo lo que os he mandado’, no está agotado, es más, nos
compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva ‘salida’ misionera”. Aceptemos el reto,
para poder clamar algún día, como el Patrón de las Misiones, san
Francisco Javier: “¡Lo dejé todo,
pero valía la pena!”.
EDITA: Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL DE OMP: Anastasio
Gil DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Rosa
Lanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán,
TERCER MILENIO
José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez, Modeste Munimi,
José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Joaquín Martínez, Juan Lázaro
Sánchez, Vicente Marqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael Santos
FOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034
IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36
TRIBUNA
Feliz cumpleaños misionero
Por D. Anastasio Gil.
E
Director Nacional de OMP
ste 2016 el DOMUND
cumple 90 años. El “Papa
de las misiones”, Pío XI,
tuvo la iniciativa de crear,
en 1926, una Jornada Mundial misionera que se celebrara anualmente en toda la Iglesia universal.
Desde entonces, en cada comunidad cristiana, al menos en la celebración de la eucaristía, se hace
memoria expresa de esta tarea
evangelizadora y los fieles son exhortados a hacerla propia como
algo que pertenece a su compromiso de fe. Es el día en que aparece con mayor atractivo la catolicidad de la Iglesia, asumida en la
responsable cooperación con la
evangelización del mundo. Cada
año el Papa envía, con motivo de
su celebración, un Mensaje para
animar a los fieles a tomar parte
en el anuncio del Evangelio.
El DOMUND nace con el fin de
dar a conocer la actividad misionera de la Iglesia, en el más amplio sentido de la palabra. No cabe hacer acepción de personas ni
de tareas. Integra tanto el compromiso evangelizador, como el
inherente al desarrollo y promoción de los pueblos. El beato Pablo VI no duda en considerar que
esta Jornada es “una oportunidad
para hacer sentir la vocación misionera de todos los fieles del
Pueblo de Dios”, porque la universalidad del DOMUND afecta a la
vida misma de cada comunidad
cristiana. No importa la historia, la
cultura o la “edad” de estas comunidades. Basta que en ellas se confiese la fe, se proclame la Palabra,
se celebre la Eucaristía y se viva la
fraternidad para que el DOMUND
se convierta en un acicate, lo mismo para las Iglesias jóvenes, que
para las de vieja fundación.
La Jornada se inserta de tal manera en la vida de la Iglesia que ha
producido el efecto transformador
de convertir octubre en un mes
la oración y el sacrificio realizado
con amor, para identificarnos con
el sentir de los misioneros; tomar
conciencia, en la segunda semana,
de lo que es y significa ser llamados a la misión y, en algunos casos, a la misión ad gentes, porque
“no hay misión sin misioneros”;
la tercera semana, preparación inmediata al DOMUND, es la oportunidad para tomar la decisión de
cooperar generosamente con las
necesidades de la misión; para
concluir, en la cuarta semana, con
En octubre resuena de modo especial el mandato
de Jesús “Id...”, o la invitación del papa
Francisco, al mostrarnos una “Iglesia en salida”.
eminentemente misionero. Arranca con la fiesta de santa Teresa
del Niño Jesús y concluye en la
recta final del año litúrgico, acercándonos a los umbrales de la solemnidad de Cristo Rey. Nada puede quedar para otro momento. En
este mes resuena de modo especial el mandato de Jesús: “Id...”, o
la invitación del papa Francisco, al
mostrarnos una “Iglesia en salida”.
Pero para salir hay que equiparse y tener bien definido el punto
de llegada. Nada hay más adverso
para el navegante que perder de
vista el faro. Así se entiende que
en el “octubre misionero” se procure fomentar, en la primera semana,
el compromiso de insertarse en
grupos y comunidades eclesiales
de inspiración misionera.
El DOMUND ha sido estos 90
años un claro indicador para el
caminar de quienes se reconocen
miembros vivos de la Iglesia universal. Desvela y promueve el lugar central de la universalidad de
la fe en cualquiera de las actividades eclesiales, formativas o celebrativas. De esta conciencia universal brota el compromiso de tomar parte activa en el quehacer
evangelizador de la Iglesia, porque
ser católico es tener conciencia de
ser Iglesia, donde no hay lugar para fronteras ni particularismos.
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misioneros 7
IGLESIA A FONDO
MADRE TERESA DE CALCUTA:
DE LOS BAJOS FONDOS, A LOS ALTARES
A la santidad,
por el camino de la
misericordia
Oportuna y certera, en este Año Jubilar, ha llegado la canonización de
esa pequeña-gran mujer, pura y dura encarnación de la misericordia,
que tuvo lugar en Roma el domingo 4 de septiembre, víspera del
19.º aniversario de su muerte. Ese día, en efecto, el papa Francisco ha
elevado a la gloria de Bernini, a la singular, admirable y famosa Agnes
Gonxha Bojaxhiu, mundialmente conocida por el nombre que adoptó
tras su consagración a la vida religiosa: Madre Teresa de Calcuta.
S
oleada y radiante amaneció, el pasado 4 de septiembre, la vaticana plaza
de san Pedro. Ese domingo,
el siempre acogedor atrio de Bernini abrió sus brazos de piedra para
reunir a los más de 100.000 pere-
grinos llegados de todos los rincones del mundo. Todos, “con invitación”. Recurso que las autoridades
utilizaron para espantar, así, el peligro de un atentado.
Allí estaba, vistiendo su característico hábito blanco listado en azul
–el sari de los intocables–, un puñado de Misioneras de la Caridad,
representando a las 5.000 religiosas
que, repartidas por todo el mundo,
tratan de emular el ejemplar testimonio de su fundadora, la Madre
Teresa de Calcuta: hacer del amor
misericordioso hacia los más pobres
entre los pobres la bandera y razón
fundamental de su existencia.
Allí, también, vestida de riguroso blanco, como le es propio en
tales ocasiones, la reina madre de
España, doña Sofía, benefactora y
amiga de las religiosas fundadas
por la nueva santa. Allí, en fin
–ocupando un lugar preferente,
cerca del altar–, 1.500 personas
menesterosas y sin hogar –“nuestros huéspedes”, les dicen las hermanas–, llegados desde los más
diversos refugios que las Misioneras tienen repartidos por toda Italia. Al cabo de la ceremonia, todos
fueron invitados por el papa Francisco a una comida a base de pizza, que organizó un acreditado
restaurante napolitano.
Con el Papa, concelebraron la
solemne eucaristía más de 1.700
sacerdotes, 400 obispos y 70 cardenales. Entre ellos, Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y
presidente de la Conferencia Episcopal Española. Sobre el altar, un relicario: sangre de la Madre Teresa en
una ampolla de cristal e incrustada
en una pequeña cruz hecha con maderas recogidas en diferentes naufragios. Allí, los pecios de tantas pateras, callado símbolo de las angustias e incertidumbres que acosan a
los más necesitados.
Fiesta en Calcuta
También hubo celebración, menos concurrida y vistosa, sí, pero no
menos alegre y emotiva, en la casa
madre que las Misioneras de la Caridad tienen en Calcuta. Allí, la tumba de Teresa, ese día, acabó oculta
La plaza de San Pedro reunió
para la ocasión a más de 100.000
peregrinos de todo el mundo.
bajo un montón de flores. Como el
lugar no da para muchos alardes,
las hermanas optaron por montar
una carpa en las proximidades, para que la gente pudiera seguir en directo, por televisión, la ceremonia
de Roma. Y, enseguida, el recinto
quedó abarrotado. Había católicos.
Pero también, musulmanes e hindúes y sijs. Madre Teresa es madre
de todos. Y de todas las religiones,
“porque siempre auxilió a todo el
mundo, sin importarle la fe que profesara cada uno”, dice Savir, un hindú que la conoció desde pequeño y
sabe de su buen hacer.
La menuda monja católica, que ni
metro y medio medía, nacida en lo
que antes era –¡ironías de la vida!– el
país más ateo del planeta, Albania,
demostró a todo el mundo que, a veces, las apariencias engañan: ese
cuerpo delicado, debilucho y flaco
atesoraba una fe, una fuerza de voNÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 15
IGLESIA A FONDO
Hoy 5.000 Misioneras de la Caridad
continúan la obra de misericordia
emprendida por Teresa de Calcuta.
luntad y una moral que resultaron gigantescas e indomables.
Y en verdad que santa Teresa de
Calcuta –que escogió su nombre religioso en memoria y homenaje a la
Patrona de las Misiones, Teresa de
Lisieux, tras leer Historia de un alma, escrita, como se sabe, por la joven carmelita y santa francesa–
hizo también honor justo y cabal a
su doble nombre original: Agnes
Gonxha. Agnes > Agnese > Inés =
“cordero”. ¿Acaso esa minúscula
mujer no sembró siempre, a diestro
y siniestro, sonrisas, gestos de paz,
mansedumbre y ternura como la
que suscitan los pacíficos corderos?
Y Gonxha, que, en albanés, quiere
decir “pequeño capullo en flor”...
16 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
Desde su minúsculo refugio de Calcuta, esparció por todo el mundo el
asombroso y cautivador perfume
de su callada y brava labor. “Ama
hasta que duela –decía–. Y si te
duele, es buena señal”.
Bien elocuente resulta, a este
respecto, el testimonio de Carlos
Fraile, un abogado madrileño de
28 años, que nada tiene de religioso y que, sin embargo, es el segundo verano que acude a Calcuta
como voluntario –“porque lo de
Calcuta engancha”–, para ayudar a
las Misioneras de la Caridad en su
misericordiosa labor. Este año le
ha tocado la casa de Kalighat.
Bien puede decirse que todo
empezó allí, en Kalighat, al sur de
Calcuta. Ese antiguo templo abandonado, dedicado a la diosa Kali,
fue el primer centro que, no sin dificultades, abrió la Madre Teresa.
Por lo espacioso del lugar, era una
verdadera “joya” en una ciudad
tan superpoblada y abigarrada como aquella. Pero, como suele ocurrir, Madre Teresa tropezó con la
absurda negativa de las autoridades. Así, hasta que el funcionario
responsable de ese departamento
cayó enfermo. Y hubo de conocer
en su propio cuerpo el buen hacer
de Teresa y sus hermanas. El hombre, eternamente agradecido tras
recuperar su salud, en 1952, facilitó los trámites y el papeleo para
que las religiosas pudieran establecerse allí.
Y, desde hace 64 años, en Kalighat, las Misioneras de la Caridad
acogen a enfermos graves y, sobre
todo, moribundos. Antes, abandonados. Ahora, a primera vista, pa-
canonización es un privilegio para
los albaneses y los musulmanes.
Ella ha transmitido paz, amor,
bondad en el mundo, igual que el
profeta Mahoma, igual que Abrahán”, decía Saliu, derviche de una
comunidad musulmana.
El español y turolense Ramiro
Moliner, nuncio en Tirana, que
también acudió a la plaza, bajo un
fuerte sol, para seguir la ceremonia, afirmó que es un gran orgullo
para toda Albania que haya llegado tan alto. Por su parte, Mirela
Kumbaro, ministra de Cultura albanesa, dijo que “es una santa que
pertenece a todo el mundo”.
Y el mundo, al cabo, hubo de
reconocer el valor de tanta labor.
Labor que Madre Teresa puso en
rece un sitio horrible, sobre todo,
por el olor; pero la verdad es que,
para los enfermos terminales, es
un paraíso. “Nada más llegar, les
lavamos –cuenta el joven jurista
madrileño Carlos Fraile–, les afeitamos y cuidamos...”. Un refugio
en el que todos mueren siempre
acompañados y con dignidad.
El trabajo en Kalighat es duro:
a todos los médicos, enfermeros y
voluntarios que allí se afanan
apenas les queda tiempo para tomar el té (chai) con galletas que
las Misioneras de la Caridad les
brindan y comparten cada día, a
media mañana, desde hace más
de medio siglo...
Y también, en Albania
Tampoco en Albania, patria chica de la Madre Teresa de Calcuta,
pasó desapercibida la proclamación de su santidad en Roma. En
Tirana, la capital, los albaneses se
sienten orgullosos y consideran
“histórica” la canonización de su
paisana.
Ese día, la ciudad se vistió con
banderas rojinegras y de blanco y
azul: los colores del mencionado
sari de los intocables. No pocos
acudieron a la plaza que lleva su
nombre en la ciudad, para seguir
la ceremonia por televisión. “Su figura honra a nuestra nación. Su
marcha en 1950. Tras cuatro años
de reflexión y discernimiento, que
dieron comienzo el 10 de septiembre de 1946, durante un decisivo viaje en tren de Calcuta a
Darjeeling, adonde acudía para
realizar su retiro anual.
El 17 de agosto de 1948 se vistió, por primera vez, con su característico sari. Teresa atravesó
las puertas de su convento de
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 17
Loreto y se perdió por los más
bajos fondos del mundo de los
pobres. El 7 de octubre de 1950
nacían, en Calcuta, las Misioneras
de la Caridad. En 1979, le fue concedido el premio Nobel de la Paz.
Y, ahora, recibe el bien merecido
premio de la santidad. Y, además,
en un tiempo récord: a los 19
años de su muerte.
Cuando, en 1985, fue invitada a
pronunciar un discurso ante la
Asamblea de las Naciones Unidas,
su entonces secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, la presentó
como “la persona más importante”
que había pasado por la ONU. A lo
que Madre Teresa, mostrando el rosario que siempre la acompañaba,
con humildad, respondió: “Yo solo
soy una pobre monja que reza”.
En su homilía, ante los cerca de
120.000 fieles que ocupaban la plaza de San Pedro y sus alrededores,
el papa Francisco presentó a la nueva santa como “dispensadora de la
misericordia divina, poniéndose a
disposición de todos por medio de
la acogida y la defensa de la vida
humana, tanto la no nacida, como
la abandonada y descartada”. Fran18 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
cisco denunció “los crímenes de los
poderosos de la tierra” y defendió
el valor de la vida de toda persona.
Como era de esperar, no todo
han sido parabienes, aplausos y
gestos de admiración para la nueva santa. También la Madre Teresa
ha levantado voces críticas, que
han disparado contra su persona y
puesto en entredicho la bondad de
su labor. No podía ser menos en
personaje tan conocido y popular:
que si los cuidados paliativos que
reciben sus enfermos son más bien
escasos; que si sus amistades, de
quienes recibía favores y donativos –y se señala a Diana de Gales,
a la familia Duvalier (dictadores
en Haití), a Ronald Reagan...– no
siempre fueron trigo limpio...
A pesar de todos los pesares,
no cabe duda de que el paso por la
vida de Madre Teresa no fue en vano. Cuantos se acerquen de cora-
Una llamada a la misericordia
edio siglo ha
cumplido ya
el Concilio
Vaticano II. Fue el
pasado 8 de diciembre. Con tal
motivo, a los 50
años de su clausura, el papa
Francisco tuvo la
iniciativa de convocar a todos los
cristianos, hasta
el próximo 20 de
noviembre –solemnidad de Jesucristo Rey del Universo–, a la celebración de un
Año Santo extraordinario, dedicado a la misericordia. Objetivo:
zarandear la conciencia de todos
los creyentes, y
despertar y avivar
esa dimensión que
atraviesa y anima
tantos documentos conciliares y
que es pieza clave
en los cimientos
de la fe cristiana:
tener un corazón
acogedor y solidario con los más
necesitados. Eso,
la misericordia.
En medio de
tal celebración,
cientos, miles, millones de seres
humanos necesitados, empujados
por la guerra, por
el hambre y la
necesidad de tener una vida más
M
zón al retorcido, duro y difícil periplo de su biografía saldrán con la
misma certeza: que esta mujer
menuda –¡menuda mujer!–, que
vino al mundo hace 106 años en
Skopje, recóndito rincón de la península balcánica, ahora capital de
la ARY (Antigua República Yugoslava) de Macedonia, fue una grande
y ejemplar mujer.
Nacida en 1910, Agnes Gonxha
Bojaxhiu supo ser, sin palabras,
pero con el elocuente y admirable
silencio de la más fraterna y solidaria compasión, la mejor poeta y
pregonera de la misericordia de
Dios. Gaudeamus igitur! ¡Alegrémonos, pues!
XIMENA DE ANGULO
digna, se han visto forzados a dejar su tierra y se
han lanzado, desesperados, a la
muy dura aventura de encontrar
una existencia
mejor a la otra
orilla del mar.
ayer, gracias a sus
raíces cristianas,
de la Declaración
de Derechos Humanos y de los
sistemas democráticos garantes de
la libertad más
justos, equitativos
y humanos–, ensi-
Son los refugiados y desplazados
de nuestros días.
En ese intento,
no pocos han perdido la vida por el
camino. Otros, los
más, agotados,
han llegado –¡y
continúan llegando!– para llamar a
las puertas de la
vieja y "civilizada"
Europa, donde
está ese dorado
paraíso del bienestar con el cual
sueñan.
Pero los Gobiernos –y ¿también
los gobernados?–
de esa culta y
adelantada Europa –forjadora
mismados en su
riqueza y bienestar, siguen haciendo bochornosos
oídos sordos a la
insistente llamada
de los cientos de
miles de necesitados que golpean
nuestras puertas
en busca de amparo y ayuda.
Además de necesario, el llamamiento del papa
Francisco a atizar
el virtuoso fuego
de la misericordia
ha sido certero y
oportuno. Tanto
como el haber llevado nuestras miradas al ejemplo
de Madre Teresa.
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 19
PRIMER PLANO
El 31 de agosto, Dilma Rousseff dejó
de ser presidenta de Brasil. El Senado
brasileño votó ese día a favor de su
destitución en el juicio político (impeachment) iniciado en diciembre de
2015. La mandataria, cuyas políticas habían
sido respaldadas en las urnas por 54 millones
de personas, fue sustituida por su antiguo vicepresidente Michel Temer, un dirigente de otro
partido que ya ha comenzado a recortar los exitosos programas sociales que habían sacado de la miseria a decenas de millones de personas. No son
pocos los que opinan que, más que una muestra
del buen funcionamiento de la democracia, la destitución de Rousseff ha sido en realidad un "golpe de Estado" parlamentario.
BRASIL
VOTOS ROBADOS
B
rasilia. Cámara del Senado. 13.30 horas del
pasado 31 de agosto.
Los rótulos luminosos
del hemiciclo anuncian por fin el
resultado de la votación que tiene
pendiente a todo el país. Han emitido su “veredicto” (nunca mejor
dicho, pues de un “juicio” se trata) los 81 senadores que componen la Cámara, tres por cada uno
de los 26 estados que integran la
Federación, más el distrito federal
de Brasilia. Sesenta y uno de ellos
dicen “sí” a la destitución, 20 se
oponen a ella. El resultado supera
24 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
la mayoría de dos tercios requerida. Dilma Rousseff, de 69 años, la
primera mujer en alcanzar la Presidencia de Brasil, debe, por tanto,
dejar definitivamente el cargo y
abandonar la residencia oficial en
el plazo de un mes. Una segunda
votación (42 votos a favor, 36 en
contra y tres abstenciones) resulta, en cambio, insuficiente para
inhabilitarla políticamente durante ocho años, como se pretendía.
Apenas dos horas más tarde, el
presidente interino Michel Temer
–del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), ex vi-
cepresidente en el Gobierno de
Dilma y presidente interino desde
mayo– acude a la Cámara Alta entre vítores, palmadas en la espalda y aplausos de sus correligionarios; y, tras escuchar el himno nacional, jura como cuadragésimo
presidente del país, el séptimo
desde la instauración de la democracia en 1985. Acto seguido, y
sin perder un minuto, sale corriendo para coger un avión rumbo a China, donde se celebra el
encuentro del G-20. La economía
está en crisis y le urge recabar inversión extranjera.
Dos días más tarde, el 2 de septiembre, Rousseff comparece en
rueda de prensa para repetir lo que
lleva diciendo desde hace ocho meses: que ella es una política honrada, que no ha cometido ningún delito y que su proceso de destitución es consecuencia del “caso Petrobras”, el mayor escándalo de corrupción habido nunca en Brasil,
con numerosos políticos de todos
los partidos implicados en el cobro
de comisiones millonarias. El proceso contra ella, insiste, ha sido
“un golpe de Estado” parlamentario. Y añade: “Me parece gravísimo
que se vaya a ejecutar en los próximos años un programa que no
ha sido elegido en las urnas”.
bierno como ministra. “Tengo defectos y he cometido errores, pero
no se me puede reprochar que sea
desleal y cobarde. [...] Hoy a lo único que tengo miedo es a la muerte de la democracia”, afirma.
Pero vayamos por partes. ¿Por
qué ha sido destituida exactamente la presidenta de Brasil? En teoría, y grosso modo, por “maquillar”
las cuentas públicas del Estado e
incumplir el objetivo fiscal previsto para 2015. Lo hizo al retrasar el
pago de millonarios créditos al
res de la Federación han actuado
del mismo modo este año sin consecuencia política o penal alguna.
Resulta sorprendente y hasta escandaloso, por tanto, que se la haya apartado por ello.
A Rousseff, en realidad, la han
echado por motivos políticos. “Ustedes –les dijo un diputado a los
detractores de la mandataria– han
decidido que hay un crimen y luego han buscado el delito”. Es verdad. No obstante, también es cierto que el revocatorio no habría si-
¿Mal perder político?
Algunos querrán ver en estas
declaraciones la “rabieta” de una
presidenta que, al año de ser reelegida, ya tenía la popularidad por
los suelos (solo la apoyaba el 14%
de los brasileños); el mal perder
político de una dirigente que no
supo hacer frente a la grave recesión económica, con un PIB creciendo menos de lo esperado, el
paro en un 11% y el fantasma de
una alta inflación (7% en la actualidad) asomando ya por el horizonte. Pero no es el caso. A Rousseff no le faltan argumentos de peso para opinar que la han apartado arbitrariamente y que, por tanto, ha habido un “golpe”, como
asegura. Ella, además, tampoco es
de las que no asumen responsabilidades. Siempre ha podido presumir de integridad y de valor. Al fin
y al cabo, esta hija de abogado
búlgaro, economista de formación,
sobrevivió a las torturas en las cárceles de la dictadura –“a gente que
te hacía dudar de la humanidad y
del sentido de la vida”, recuerda–
y a un cáncer linfático, este ya en
2009, durante su etapa en el Go-
El nuevo presidente, Michel Temer,
dispondrá de algo más de un año
para aplicar sus políticas de gobierno.
Banco de Brasil. ¿Está castigada
esta práctica por la ley brasileña?
Sí. ¿Se aplica alguna vez esa legislación y se castiga a quienes se
sirven de estos métodos contables
irregulares? No. Todos los presidentes anteriores lo han hecho. Es
más, según la web local Congresso
em Foco, 17 de los 26 gobernado-
do posible si su popularidad no
hubiese estado por los suelos; si
más de tres millones de personas
no se hubiesen echado a las calles
de las principales ciudades del país
en marzo para pedir su dimisión;
si su partido no estuviese carcomido por la corrupción; y si no
se hubiese quedado sin apoyos
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 25
tanto en el Congreso, como en
los medios de comunicación.
Además, los mercados reaccionaron favorablemente al enjuiciamiento político, cuando este empezó a consumarse en mayo. Y ya
se sabe que el dinero, en Brasil y
en todas partes, manda mucho.
Un Congreso corrupto
Con todo, y desde la distancia,
lo más increíble de cuanto ha sucedido en Brasil en el último año
es que una mujer sin tacha como
ella haya sido legalmente depuesta por un Congreso cuya imagen
está –y con todo merecimiento–
por los suelos. La Cámara Baja brasileña está conformada por 513 diputados. Pues bien: de ellos, 303
tienen procesos abiertos o condenas firmes en sedes judiciales o
tribunales de cuentas, según la
ONG Transparencia Internacional.
Y lo mismo sucede en el Senado,
con 49 de sus 81 miembros “tocados”. En total, el 59% de los parlamentarios brasileños han tenido
o tienen causas pendientes con la
Justicia o con otras instancias de
la Administración.
La corrupción, en efecto, está
muy instalada entre la clase política. Y afecta a todas las formaciones. En el Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma y de su mentor “Lula” Da Silva, tres de cada
cinco parlamentarios han tenido o
tienen algún tipo de proceso por
cargos judiciales o administrativos. El propio “Lula”, presidente
entre 2003 y 2011, hasta hace poco el más popular y querido de la
historia del país, está hoy acusado
de corrupción y blanqueo de capitales. Él le ha asegurado por escrito al papa Francisco que no teme
ninguna investigación y que, “si la
justicia es imparcial, las acusaciones contra mí nunca prosperarán”.
El tiempo se encargará de demos26 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
trar la veracidad o falsedad de
esas afirmaciones. En cualquier
caso, lo que no admite discusión
es que hoy un buen puñado de diputados y senadores han sido o están siendo investigados por corrupción y lavado de dinero, y que
al menos un par han estado imputados también por homicidio imprudente y hasta por tortura.
Uno de los senadores que se
pronunció sobre Rousseff es nada
menos que el ex presidente Fernando Collor de Mello. Como se
recordará, el que fuera el primer
presidente democrático del Brasil
con la nueva Constitución de
1988, fue apartado del poder por
corrupto e inhabilitado durante
ocho años. Ello ocurrió en diciembre de 1992, en el primer impeachment que conoció el país. Ocurre
que hoy el senador Collor –cuyo
padre, el también senador Arnon
de Mello, mató en 1963 de un disparo en esa misma Cámara a otro
legislador, aunque ello no fue suficiente para conducirlo a prisión–
está siendo investigado nuevamente por el presunto cobro de comisiones provenientes también de
la petrolera estatal Petrobras.
Y ¿qué decir del hasta hace poco presidente del Congreso, José
Cunha, el hombre que propició e
instigó el juicio político de Rousseff? Pues que está acusado de haber recibido nada menos que 40
millones de dólares en sobornos, y
que los cargos de corrupción y
blanqueo de capitales le obligaron
a dimitir antes incluso de que concluyera el proceso a Dilma. Hay
quien sostiene que fue la negativa
de la presidenta a bloquear con
los diputados de su partido la in-
PRIMER PLANO
que los silbidos y abucheos se dejasen oír en todo el estadio. Y es
que Temer, que de por sí ya gozaba de escasa popularidad como vicepresidente (apenas un 13%),
arrastra ahora además el sambenito de ser presidente sin haber
sido elegido por el pueblo. El 4 de
septiembre unas 100.000 personas
se lo recordaron echándose a las
calles de São Paulo para protestar
y pedir nuevas elecciones.
No parece, sin embargo, que estas vayan a ser convocadas, con lo
que Temer tiene aún por delante
más de un año para aplicar sus po-
vestigación de ese caso lo que llevó a Cunha a aceptar la denuncia
que puso en marcha el juicio político. De ser así, todo obedecería,
por tanto, a un chantaje al que
Dilma no se prestó.
Un presdente impopular
José Cunha milita en el mismo
partido que Michel Temer, cuyo
nombre también ha salido a relucir en el “caso Petrobras”. Michel
Miguel Elías Temer Lulla, el nuevo
presidente, tiene 75 años y es hijo de un inmigrante libanés. Está
casado y es padre de cuatro hijos,
fruto de un primer matrimonio.
Desde hace 12 años está casado
con su segunda esposa, a la que
saca 43 años. Las segundas nupcias las contrajo a los 62, y su mujer tenía 20. De carácter serio e introvertido –un diputado dijo de él
en una ocasión que parecía “el
mayordomo de una película de te-
rror”–, lleva 26 años en política,
los nueve últimos como líder del
citado PMDB, de orientación centrista. Las alianzas políticas le auparon a la vicepresidencia con
Rousseff, quien, sin embargo, no
dudó en calificarle de traidor
cuando, con la moción de censura,
asumió la Presidencia de manera
interina. Como tal, le tocó inaugurar los juegos olímpicos de Río el
pasado 5 de agosto. Solo tomó la
palabra al final de la larga ceremonia, y escasamente durante
diez segundos: este breve tiempo,
sin embargo, fue suficiente para
líticas. Y estas pasan por una vuelta al neoliberalismo, después de
trece años de exitoso gobierno para los pobres. “Liberamos de la miseria a más de 35 millones de personas que vivían en condiciones inhumanas, y elevamos la renta y el
consumo de otras 40 millones de
ellas, en el mayor proceso de movilidad social de nuestra historia”,
le escribía “Lula” da Silva al Papa el
pasado 30 de agosto. En esa carta
le explicaba también cómo las
fuerzas políticas conservadoras,
derrotadas en cuatro elecciones
presidenciales anteriores, habían
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 27
La crisis social y la corrupción en
el partido del Gobierno habían
debilitado a la presidenta Rousseff.
orquestado un proceso contra
Rousseff que calificaba de “arbitrario” y “estrictamente político”.
Francisco, como es lógico, no se inmiscuyó en la disputa política interna; pero sí declaró públicamente su preocupación por la situación
en Brasil, y puso en duda una hipotética visita al país en 2017 –dada hasta ahora por segura– para
conmemorar los 300 años del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de Aparecida, la patrona.
Desigualdad social
Los obispos brasileños han sido
también muy prudentes durante
todos estos meses de crisis. No obstante, el pasado mes de marzo, en
plena tormenta política, con cientos de miles de personas en las calles exigiendo la salida de la presidenta, el Comité Permanente del
Episcopado hizo público un comunicado, uno de cuyos puntos avisaba de que “cualquier solución [política] que satisfaga a la lógica del
28 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
mercado y a los intereses particulares, antes que a las necesidades de
las personas, especialmente de los
más pobres, niega la ética y se desvía de la senda de la rectitud”.
El pasado 7 de septiembre, con
ocasión del Día de la Independencia, la Conferencia Nacional de
Obispos (CNBB) dio a conocer también otro mensaje, breve pero no
menos esclarecedor. “Vivimos –se
puede leer en él– un momento
triste de nuestra historia. La ausencia de valores éticos y morales
provocó la profunda crisis política, económica y social que estamos atravesando. La histórica desigualdad social no fue superada.
Corremos el riesgo de verla agravada por la deconstrucción de políticas públicas, que se traduce en
pérdida de derechos”.
“Deconstrucción” de políticas
públicas, en efecto. El Gobierno Temer ya ha anunciado privatizaciones y recortes en educación, sanidad y derechos laborales. Así, por
ejemplo, subirá la edad de jubilación, mientras que la inversión en
universidades bajará un 45%. El
nuevo presidente ha dicho que los
planes sociales más emblemáticos
del Gobierno anterior no se van a
tocar, pero está por ver que sea
así. De hecho, el tijeretazo en el
programa “Bolsa Familia”, que garantiza la cesta básica de la compra a las familias más pobres, ha
dejado ya de beneficiar este mes a
600.000 familias.
El teólogo brasileño Leonardo
Boff se ha mostrado muy crítico
con el juicio político de Dilma, en el
que ve un intento de desmontar los
avances conseguidos por los pobres
y los olvidados en la última década.
“El golpe –ha escrito– no es solo
contra la gobernante, sino contra la
democracia de carácter participativo y social. Se trata de volver al
neoliberalismo más descarado, atribuyendo casi todo al mercado”.
Brasil, con sus 202 millones de
habitantes, es la séptima economía del mundo, pero, al mismo
tiempo, la octava nación con más
desigualdades del planeta, según
datos de la ONU de 2005. Los Gobiernos de Da Silva y Rousseff consiguieron que esa desigualdad des-
PRIMER PLANO
cendiera un 17%. Los programas
sociales que implantaron acabaron
con el hambre, y gracias a ellos 36
millones de personas lograron escapar de la pobreza, tuvieron acceso a una vivienda y pudieron enviar a sus hijos a estudiar.
¿Seguirá siendo así? Boff lo tiene claro. A partir de ahora –dice–
“lo que cuenta es el mercado.
Quien quiera salud, que se vaya al
mercado y pague. Quien quiera estudiar en la universidad, que vaya
al mercado y pague. Todas las cosas se volverán mercancía para ser
vendidas y compradas”.
JOSÉ IGNACIO RIVARÉS
DILMA, COMO LUGO
ilma Rousseff ha
corrido la misma suerte que
el presidente de Paraguay Fernando Lugo,
apartado del poder
en junio de 2012 por
el Senado de su país
mediante otro juicio
político. Este ex obispo católico tomó la
decisión de colgar los
hábitos y meterse en
política para tratar de
cambiar desde el poder la suerte de los
D
más desfavorecidos.
Pese a carecer de un
partido digno de ese
nombre y no tener
experiencia, en 2008
ganó las presidenciales, poniendo fin así a
61 años de Gobiernos
ininterrumpidos del
Partido Colorado (derecha). Su mandato,
sin embargo, fue un
calvario: pronto empezaron a salir a la
luz pública los hijos
ilegítimos que había
tenido siendo sacerdote, y su imagen cayó por los suelos. No
obstante, se mantuvo
firme en el cargo. Padeció asimismo, al
igual que Rouseff, un
cáncer linfático, que
también superó. Finalmente, cuando le
quedaban nueve meses de mandato, uno
de los partidos que
respaldaba su acción
de gobierno le retiró
el apoyo, después de
que el desalojo de
una finca ocupada
por campesinos sin
tierra se saldara con
la muerte de 17 personas, seis de ellas
policías. Fue el momento esperado. Los
poderosos, los dueños
de la tierra –en Paraguay, el 1% de la población posee el 80%
de la superficie cultivable– acusaron a Lugo de no combatir a
los "terroristas" y le
abrieron el proceso
para destituirle. "No
hay golpe", "no hay
quiebra institucional",
"la situación es legal",
insistió una y otra vez
entonces el nuevo
presidente, Horacio
Cartes, tras la destitución. La legalidad,
ya sea en Paraguay o
en Brasil, se conjura
siempre contra aquel
que intenta hacer políticas para los más
desfavorecidos. Dicho
con otras palabras:
cuando el presidente
de turno osa tocar los
intereses del grupo
dominante, el grupo
dominante toca primero, y remata después, al presidente.
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 29
INFORME
En el 90.º aniversario del
DOMUND, los 13.000 misioneros españoles muestran
cómo aquel "Sal de tu tierra"
bíblico se convierte en una
llamada a desprenderse de
sí en lo cotidiano. Un "salir"
que no solo se manifestó en
el momento en que respondieron a su vocación dejando familia, amigos y país de
origen. Esta larga marcha a
las periferias de las periferias se traduce en un vaciarse para anunciar el Evangelio y defender la dignidad
de ese nuevo hogar que encontraron junto a los últimos, a miles de kilómetros
de nuestra nación.
30 misioneros
C
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
omo Abrahán. Peregrinos.
Emigrantes. Hacia un lugar
ajeno. Ante una cultura diferente. Con una manera de expresarse y de vivir distinta. Llámese Congo, Etiopía, Colombia o Tailandia. Una aventura, a priori, a
ciegas. Pero no fruto de una locura desmedida, sino desde la pasión
que brota de una confianza plena
en un Dios que nunca falla a aquel
que inicia un éxodo vital. Ese “Sal
de tu tierra”, que sabe a promesa
cumplida, se traduce en lema para
este 90.º aniversario del DOMUND
y se concreta hoy en esa Iglesia
“en salida” que subraya una y otra
vez el papa Francisco, y que encarnan quienes hacen de la misión
ad gentes su particular GPS.
“Misioneros somos todos. Y,
desde este convencimiento, estamos llamados a salir de nuestro
yo, a descubrir que la medida de
todo no somos nosotros. Ahí radica la constante llamada de Francisco para que salgamos a las periferias, no solo entendidas como
un lugar físico, sino a las existenciales y espirituales, que exigen
romper una barrera interior todavía mayor”, comenta Rosina de
los Reyes, con más de 25 años de
entrega en África a sus espaldas.
Esta mercedaria de Bérriz de 57
años considera que, “en la medida
en la que somos capaces de abrirnos a otras realidades, estas pueden cambiar”. “Por eso creo firmemente –añade– que, si empe-
Rosina de los Reyes, misionera mercedaria de Bérriz
En la actualidad existen 1.111 territorios
de misión en todo el mundo, que
constituyen el 37% de la Iglesia católica
zamos a sembrar hoy, si desde
hoy nos comprometemos a salir
de nosotros mismos, ponemos en
marcha un camino que construye
un futuro distinto”.
Cuando apenas había cumplido 20 años, y con su título de Magisterio bajo el brazo, decidió entrar en la mencionada congregación, fundada por Margarita López de Maturana. “En el colegio
de las hermanas de la Caridad de
Santa Ana, me ayudaron a crecer
en la dimensión social y misionera. Tuvo mucho que ver una profesora de Religión que, en los
años del postconcilio, se volcó
con los más pobres de Sevilla. Su
ejemplo nos interpeló a muchos,
y pronto expresé mi deseo de ir a
misiones”. Esto y su participación
en las pascuas juveniles y campamentos hicieron el resto para dejar su hogar, su pequeña patria,
no sin ciertas resistencias: “A mi
madre le costó aceptar en un primer momento que me marchara
de casa, porque mi padre había
muerto. Además, no estaba muy
convencida de que fuera a durar
mucho...”. Aquella fue una predicción errada.
Pero tuvieron que pasar diez
años hasta que dio el salto a África; en ese tiempo se volcó como
profesora en Sevilla y Madrid.
“Fue una espera larga y, en algunos momentos, impaciente, pero
no lo vi como un sacrificio. Además, soy una convencida de que
las grandes tareas se preparan
lentamente. Y así fue”. Su desembarco en la R. D. del Congo tuvo
lugar en un pequeño pueblo: Lubudi, donde las misioneras de Bé-
rriz tenían en aquel momento un
colegio y un internado.
Hace seis años, su cometido
cambió: en el mismo país, pero de
nuevo con otro salto que la ha
conducido a aparcar muchas de
sus seguridades. Una petición del
obispo de la diócesis de Mbuji-Mayi, monseñor Bernard Emmanuel
Kasanda Mulenga, a su congregación la ha llevado a capitanear la
formación de los profesores de Religión de esta zona. “Me planteé
que esta tarea como biblista daba
un sentido nuevo a mi presencia
misionera allí: anunciar a Jesús entre aquellos que tienen que evangelizar a los suyos”, reflexiona sobre esta iniciativa, respaldada por
el Fondo Nueva Evangelización.
Volver a empezar
De alguna manera, esta aventura implicaba partir otra vez de
cero. Con otra dificultad añadida:
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 31
España, segundo país en aportación
al DOMUND, envió 13,7 millones de euros
en ayudas misioneras en 2015.
lo hacía aparentemente sola. Porque en Mbuji-Mayi, las mercedarias no tienen comunidad. “Sin embargo, no camino en soledad. Mi
congregación veló para que fuese
acogida por una comunidad de hermanas clarisas, con las que comparto casa, vida y oración. Además,
viajo todos los años a España para
seguir conectada a mi comunidad
de referencia”, detalla la misionera.
“Aunque mi primer destino era un
poblado muy humilde, sí se tenían
las necesidades mínimas cubiertas.
En cambio, no ocurre lo mismo en
esta ciudad de tres millones de personas, donde no hay agua potable
ni electricidad y tienen pocas carreteras, lo que te exige moverte en
mototaxi por los caminos de tierra
y los barrancos”.
En este tiempo, además de formar a los docentes y elaborar to32 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
dos los materiales pedagógicos
para los centros, también ha sido
profesora en el Seminario Mayor
Diocesano. Pero esta misionera no
podía quedarse ahí, y de nuevo
rompió sus propios límites. “Colaboro dando el tiempo que puedo a
Mario, un salesiano que trabaja
con niños de la calle, desde que
son bebés hasta los 18 años. Como podrá entender todo el mundo, toda la ayuda que se le brinde
en el hogar que tiene es poca”,
plantea Rosina.
Y es que los territorios de misión como Mbuji-Mayi, zonas donde las comunidades cristianas son
de reciente implantación y no tienen posibilidades de subsistir por
sí mismas, constituyen el 37% de
la Iglesia católica. Por eso, la Jornada del DOMUND, como campaña de oración y de ayuda econó-
mica, busca ser mano tendida a quienes habitan en
esos 1.111 territorios y un
respaldo a los misioneros
que, a fondo perdido, se pusieron a disposición de sus
superiores en un momento
determinado, sin saber el
destino al que serían enviados.
Este paso adelante genera en
un primer momento duda y sorpresa. “Me dije: ¡Dios santo!”. Fue
lo que se le pasó por la cabeza y el
corazón a Rosario Solachi Arzuaga
cuando le comunicaron que sería
enviada a Tailandia. “No sabía
prácticamente nada del país, más
allá de situarlo en el mapa. Sin
embargo, nuestra vocación misionera de entrega a Dios y la fuerza
de la juventud rompieron cualquier barrera y cualquier miedo”,
explica esta misionera del Sagrado
Corazón de Jesús y María, que hace dos meses dio por concluidos
sus 50 años de “exilio” voluntario
en el país asiático; tiempo más que
suficiente para calibrar si mereció
DOMUND 2016 I N F O R M E
la pena salir de su Vizcaya natal
allá por los 60. “He recibido el regalo de ver cómo aquello que humildemente sembramos hoy lo recogen religiosas nativas. He visto
con mis propios ojos la fortaleza y
madurez de estas mujeres, que toman el relevo de la misión y que
están también dispuestas a salir
Rosario Solachi Arzuaga, misionera del Sagrado Corazón de Jesús y María
allá donde se las envíe”, explica
Rosario a sus 82 años, resistiéndose a la palabra “jubilación”. “Tenemos que estar en salida permanente. Yo salí en su momento y
ahora estoy aquí, en Valencia. Pero, si la Iglesia me necesita y me
quieren mandar a otro lugar a ser
presencia, me vuelvo a marchar”.
Este ímpetu es el que ha marcado sus cinco décadas centradas
en la formación de las jóvenes tailandesas de las zonas rurales:
“Cuando veo esa maravillosa
apuesta del papa Francisco por la
mujer, redescubro el sentido de
nuestro empeño en apostar por
ellas para un cambio verdadero
de la sociedad. En unos casos, nos
centramos en proporcionarles un
oficio a través de talleres de cor-
te y confección. En
otros, las preparábamos para que accedieran a la universidad a
distancia o a cursos de
magisterio los sábados”, detalla Rosario,
que ha contemplado
cómo muchas de las
jóvenes que formaban parte
de su escuela taller empleaban
hasta cinco o seis días andando
para acudir a las clases. “Ellas
también salían de su tierra para
iniciar la aventura de aprender.
Resulta muy gratificante ver cómo
tú les enseñas un oficio y ellas regresan a sus pueblos a compartir
lo aprendido, por lo que, al final,
se beneficia toda la comunidad”.
Una hucha sin fronteras
La entrega de los misioneros
como Rosario no solo sostiene la
labor evangelizadora de la Iglesia,
sino que se erige en pulmón de
una promoción social. Este trabajo, materializado en escuelas, centros de salud, hogares de acogida
o comedores, sale adelante gracias al llamado Fondo Universal
de Solidaridad, que encauza todos
los donativos procedentes del
DOMUND. España es el segundo
país que más aporta a esta “hucha” común, cuyos fondos se distribuyen equitativamente entre
proyectos a medio y largo plazo
en los cinco continentes. Solamente en el pasado año 2016,
nuestro país envió 13,7 millones
de euros en ayudas a los territorios de misión.
Estos recursos económicos se
humanizan través de hombres y
mujeres como Valeriana García.
“Salí de mi casa justo hace ahora 53
años. Era menor de edad y mis padres tuvieron que dar su permiso.
No solo no se mostraron reticentes,
sino que recuerdo todavía hoy sus
palabras a la superiora: «Madre, el
Señor nos ha dado 14 hijos; no podemos negarle una»”. Así comenzaba el despegue de Valeriana como
consagrada, siempre ligada a la misión ad gentes. Para ella, ese “Sal de
tu tierra” se erigía como un grito
interior imposible de acallar. “La
vocación misionera es un regalo
que Dios da, y siento que la acogí desde esa gratuidad. Por eso,
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 33
INFORME
DOMUND 2016
en cuanto tuve la oportunidad,
lo solicité. Cuando se fundó la
primera comunidad filipense de las
Hijas de María Dolorosa en Colombia, ya me ofrecí voluntaria, pero
tuve que aguardar a la cuarta expedición para que me mandaran.
Esperé con cierta ansiedad, pero
con el convencimiento de que allá
donde Dios me estaba poniendo
antes de partir también era lugar
de misión para mí”. Aquel impulso
inicial se convirtió en una certeza
y, desde hace 46 años, su corazón
es más colombiano que sevillano:
“Lo cierto es que nunca me he sentido extranjera en Colombia; más
bien al contrario. Lejos de salir del
país en que nací, he experimentado cómo esta tierra era mi verdadero lugar de referencia”.
Después de diez años en el
país americano –y tras una estancia de ocho meses en Panamá– decidió solicitar a su comunidad un
permiso para tener una experiencia fuera de ella. Trabajó los diez
años siguientes en una fundación
dedicada a niños ciegos, hasta que
en 1990 se sintió llamada a crear
un centro propio para menores
con necesidades especiales: sordomudos, invidentes, síndrome de
Down, parálisis cerebral... “Aunque
hoy sigo sintiéndome profundamente religiosa filipense, salir de
la institución sí generó temores en
un principio. Pero, cuando llevas
esto una y otra vez a la oración y
escuchas a Dios en cada acontecimiento, acabas descubriendo que
la decisión que has tomado es fruto de lo que Él quiere, que estás
respondiendo a poner en marcha
una obra de sus manos”, explica.
De este modo vivió el “proceso de
duro discernimiento” para dar impulso a la primera casa hogar Luz
y Vida en Bogotá, a la que seguirían otros centros de día de ayuda
a los marginados.
34 misioneros
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
Valeriana García, misionera en Colombia
“Fue el salir definitivo de mi
tierra y de mis seguridades. Pero
sentía que solo fuera de mi comunidad podía asumir la tarea
que se me encomendaba”, comenta sobre ese primer tiempo
de incertidumbre. “Pronto empecé a experimentar que lo tenía todo, cuando aparentemente no poseía nada. Comencé recogiendo
llantas de las ruedas para poder
buscarles unos asientos más có-
Cuando la misión llama
modos a los niños”, relata sobre
aquellos primeros meses. “El verdadero miedo material que tenía
era no poder dar de comer a los
niños, teniendo en cuenta que
precisan alimentos y medicamentos muy específicos. Un día, ante
el sagrario dije: «Gracias, Señor,
por elegirme, pero desde hoy Tú
te vas a ocupar de que la despensa no esté vacía. Yo solo soy el zagalillo que reparte; el que fundas
y remueves eres Tú». Y desde
aquel día hasta hoy no me ha fallado nunca en 25 años”, señala
emocionada, sin miedo al futuro.
“Muchos me preguntan qué va a
ser de todo cuando yo no esté. Estoy segura de que Dios dará un
paso adelante para que respondan otras personas comprometidas con esta tarea, que ya las hay
a mi alrededor. De todas maneras,
a mí tampoco me preparó nadie
para esto; simplemente me llamó
y respondí”.
Quizá por eso, confiesa que vibra cada vez que escucha en una
celebración ese “Sal de tu tierra”:
“Hoy precisamente me invita a tener un corazón más amplio, que
sea capaz de marchar al encuentro
de aquellos que tienen necesidades especiales. Una está en constante salida de su tierra interior,
para amar, para desprenderse de
sí misma y entregarse por completo a lo que Dios le encomienda”, cuenta Valeriana, que tiene a
su cargo a dos de esas chicas, una
ciega y otra tetrapléjica, y que, de
vez en cuando, se deja caer por su
Écija natal. “Quiero a la tierra donde nací. De hecho, siempre que
vuelvo a casa me pongo frente al
pedregal, consciente de que ahí
comenzó todo, de que esa tierra
fue el punto de partida para otra”.
“La que yo te mostraré”, esa que
prometió Yahvé a Abrahán.
JOSÉ BELTRÁN
T
enía seis
años Paul
Schneider
cuando tuvo que salir de Estados Unidos, donde nació,
tual. Sin embargo,
este mes en Gode
me ha hecho sentirme en casa", explica
este joven sacerdote
de la diócesis de Ge-
De hecho, Paul es
consciente de la delicada situación del
país donde ha estado: "Sé que conlleva
sus riesgos".
para poner rumbo a
España. Fue su primer éxodo. Pero no
parece que vaya a
ser el último. "Cristo
está en un lugar llamado Gode", asegura. Le ha bastado un
mes de experiencia
en una recóndita
ciudad de Etiopía
para confirmar y poner nombre a un
runrún que le removía hace años: la misión ad gentes. "Este
verano se ha despertado definitivamente. Quizá nunca había dado un paso al
frente porque siempre he tenido miedo
a que mi vocación
se debilitara fuera
de mi contexto habi-
tafe, hablando de
esta pequeña urbe
en medio del desierto, donde los católicos son una minoría
entre la minoría, con
55 mezquitas y una
iglesia ortodoxa.
"Desde hace un
tiempo vengo manifestando machaconamente a mi obispo que quiero marchar a territorio misionero. Hasta el
momento simplemente pienso en un
año sabático o como
Fidei donum. Pero
puede que solo sea
el principio", explica
feliz, pero sin que
esto le impida ver
los desafíos con los
que se puede topar.
"De Etiopía me
atrae la mayoría musulmana", dice. "Esa
llamada de Abrahán,
de salir al encuentro
del diferente, me la
ha revelado Dios
con una inquietud
por aquello que era
distinto. La insistencia de Francisco, durante la JMJ de Cracovia, para abandonar la zona de confort, dejando a un
lado el sofá, y ponerme las zapatillas
para ir a los caminos, ha acentuado
este deseo". "Simplemente trato de responder a lo que
Dios me llama en
este momento de mi
vida", concluye.
NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016
misioneros 35
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