EDITADA POR LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS Nº 168 O C T U B R E AÑO 2016 TERCER MILENIO Nº 168. OCTUBRE, 2016 TERCER MILENIO EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS C/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected] http://www.omp.es http://www.domund.org coeditores AGUSTINOS RECOLETOS Paseo de La Habana, 167. 28036 Madrid. Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚS Avda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓN Estocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA Cardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid. Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA (HERMANAS BLANCAS) Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOS Clara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERAS Ferrer del Río, 17. 28028 Madrid. 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Tel. 91 300 00 41 en este número... IGLESIA A FONDO El 4 de septiembre fue canonizada la Madre Teresa de Calcuta. En este Año Jubilar ha resultado más que oportuna la subida a los altares de esta mujer cuya vida fue encarnación de la misericordia. 14 PRIMER PLANO Dilma Roussef ha dejado de ser presidenta de Brasil. El Senado ha votado a favor de su destitución en un juicio político calificado de "golpe de Estado". 24 INFORME El 23 de octubre se celebra el DOMUND 2016, que este año se presenta con el lema "Sal de tu tierra". Toda una invitación a seguir los pasos de nuestros misioneros, ejemplo de una Iglesia en salida. 30 y además... 7 TRIBUNA Feliz cumpleaños misionero 40 ANIMACIÓN MISIONERA 45 CARISMAS Discípulas de Jesús 10 EL OBSERVADOR VATICANO - CHINA ITALIA - ESPAÑA 20 ASÍ VA EL MUNDO IRAK - R. D. CONGO SUDÁN DEL SUR - GABÓN 46 CULTURA De Nepal a Camboya: libros que nos llevan de viaje (a la realidad) 52 EN EL OBJETIVO 54 MISIÓN VIVA 36 ENTREVISTA P. Felipe Gómez, misionero en el Lejano Oriente Isabel Solà, misionera de Jesús-María asesinada en Haití EDITORIAL Tras los pasos de la misión E l DOMUND 2016, que se celebra el 23 de octubre y que en esta ocasión cumple 90 años, se presenta con el lema “Sal de tu tierra”. Toda una invitación a ir tras los pasos de los miles de misioneros y misioneras que un buen día decidieron dejar un mundo de comodidades, seguridad y confort, para seguir y anunciar a Jesús, convirtiéndose en ejemplo y paradigma de esa Iglesia misericordiosa y en salida que tanto desea el papa Francisco. Lo ha dicho él mismo en el Mensaje que ha hecho público con este motivo: “En esta Jornada Mundial de las Misiones, todos estamos invitados a ‘salir’, como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana”. Se trata de un auténtico desafío que nos ha de llevar, primero, a una reflexión interior, para darnos cuenta de todo aquello que nos paraliza: nuestros miedos y ataduras al dinero, al poder social y económico, al bienestar, a la seguridad sin riesgos... Liberarnos de estos lastres que nos esclavizan nos permitirá salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, y abrir los ojos al otro, para saber de él, para conocerlo. Entonces no podremos mirar hacia otro lado ante el dolor del que sufre la guerra; del que se ve obligado a huir por la violencia, el hambre, la miseria o la falta de oportunidades; del que es perseguido injustamente; del descartado... Hacia estos lugares donde se palpa la impotencia de la dignidad pisoteada es hacia donde sale el misionero o misionera para hacerse uno más entre ellos, para hacer feridos por Jesús, compartiendo la fe, haciéndonos sencillos entre los sencillos, dando voz al que no la tiene, acompañando y ayudando a sobrevivir al que ve su existencia amenazada, dando esperanza a las personas y colectivos que luchan cada día por su dignidad. El DOMUND de este año nos invita a romper cadenas y clausuras, todo aquello que nos encierra; a desprendernos de lo superfluo, e El DOMUND de este año nos invita a romper cadenas, para abrir las puertas de nuestras vidas, salir de nuestra tierra e ir al encuentro del otro. comunidad y encarnar en su vida, en su testimonio, el Evangelio. Porque evangelizar, como en cierta ocasión ha indicado el Santo Padre, “no es tocar a la puerta al vecino y a la vecina y decir: ‘¡Cristo ha resucitado!’. Es vivir la fe, es hablar con suavidad, con amor, sin querer convencer a nadie, sino gratuitamente. Es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis”. Supone rebelarse ante el atropello, el odio, el abuso, la miseria, el hambre, la violencia, la marginación... porque no son de Dios, y comprometerse, con su cuota de valentía y “locura”, por la causa del Evangelio, de la justicia y de la paz, entrelazando nuestra vida con la de los pre- incluso de lo necesario, para abrir las puertas de nuestras vidas y salir de nuestra tierra al encuentro del otro. Como ha dicho Francisco, “el mandato del Evangelio: ‘Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado’, no está agotado, es más, nos compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva ‘salida’ misionera”. Aceptemos el reto, para poder clamar algún día, como el Patrón de las Misiones, san Francisco Javier: “¡Lo dejé todo, pero valía la pena!”. EDITA: Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL DE OMP: Anastasio Gil DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Rosa Lanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán, TERCER MILENIO José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez, Modeste Munimi, José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Joaquín Martínez, Juan Lázaro Sánchez, Vicente Marqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael Santos FOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36 TRIBUNA Feliz cumpleaños misionero Por D. Anastasio Gil. E Director Nacional de OMP ste 2016 el DOMUND cumple 90 años. El “Papa de las misiones”, Pío XI, tuvo la iniciativa de crear, en 1926, una Jornada Mundial misionera que se celebrara anualmente en toda la Iglesia universal. Desde entonces, en cada comunidad cristiana, al menos en la celebración de la eucaristía, se hace memoria expresa de esta tarea evangelizadora y los fieles son exhortados a hacerla propia como algo que pertenece a su compromiso de fe. Es el día en que aparece con mayor atractivo la catolicidad de la Iglesia, asumida en la responsable cooperación con la evangelización del mundo. Cada año el Papa envía, con motivo de su celebración, un Mensaje para animar a los fieles a tomar parte en el anuncio del Evangelio. El DOMUND nace con el fin de dar a conocer la actividad misionera de la Iglesia, en el más amplio sentido de la palabra. No cabe hacer acepción de personas ni de tareas. Integra tanto el compromiso evangelizador, como el inherente al desarrollo y promoción de los pueblos. El beato Pablo VI no duda en considerar que esta Jornada es “una oportunidad para hacer sentir la vocación misionera de todos los fieles del Pueblo de Dios”, porque la universalidad del DOMUND afecta a la vida misma de cada comunidad cristiana. No importa la historia, la cultura o la “edad” de estas comunidades. Basta que en ellas se confiese la fe, se proclame la Palabra, se celebre la Eucaristía y se viva la fraternidad para que el DOMUND se convierta en un acicate, lo mismo para las Iglesias jóvenes, que para las de vieja fundación. La Jornada se inserta de tal manera en la vida de la Iglesia que ha producido el efecto transformador de convertir octubre en un mes la oración y el sacrificio realizado con amor, para identificarnos con el sentir de los misioneros; tomar conciencia, en la segunda semana, de lo que es y significa ser llamados a la misión y, en algunos casos, a la misión ad gentes, porque “no hay misión sin misioneros”; la tercera semana, preparación inmediata al DOMUND, es la oportunidad para tomar la decisión de cooperar generosamente con las necesidades de la misión; para concluir, en la cuarta semana, con En octubre resuena de modo especial el mandato de Jesús “Id...”, o la invitación del papa Francisco, al mostrarnos una “Iglesia en salida”. eminentemente misionero. Arranca con la fiesta de santa Teresa del Niño Jesús y concluye en la recta final del año litúrgico, acercándonos a los umbrales de la solemnidad de Cristo Rey. Nada puede quedar para otro momento. En este mes resuena de modo especial el mandato de Jesús: “Id...”, o la invitación del papa Francisco, al mostrarnos una “Iglesia en salida”. Pero para salir hay que equiparse y tener bien definido el punto de llegada. Nada hay más adverso para el navegante que perder de vista el faro. Así se entiende que en el “octubre misionero” se procure fomentar, en la primera semana, el compromiso de insertarse en grupos y comunidades eclesiales de inspiración misionera. El DOMUND ha sido estos 90 años un claro indicador para el caminar de quienes se reconocen miembros vivos de la Iglesia universal. Desvela y promueve el lugar central de la universalidad de la fe en cualquiera de las actividades eclesiales, formativas o celebrativas. De esta conciencia universal brota el compromiso de tomar parte activa en el quehacer evangelizador de la Iglesia, porque ser católico es tener conciencia de ser Iglesia, donde no hay lugar para fronteras ni particularismos. NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 7 IGLESIA A FONDO MADRE TERESA DE CALCUTA: DE LOS BAJOS FONDOS, A LOS ALTARES A la santidad, por el camino de la misericordia Oportuna y certera, en este Año Jubilar, ha llegado la canonización de esa pequeña-gran mujer, pura y dura encarnación de la misericordia, que tuvo lugar en Roma el domingo 4 de septiembre, víspera del 19.º aniversario de su muerte. Ese día, en efecto, el papa Francisco ha elevado a la gloria de Bernini, a la singular, admirable y famosa Agnes Gonxha Bojaxhiu, mundialmente conocida por el nombre que adoptó tras su consagración a la vida religiosa: Madre Teresa de Calcuta. S oleada y radiante amaneció, el pasado 4 de septiembre, la vaticana plaza de san Pedro. Ese domingo, el siempre acogedor atrio de Bernini abrió sus brazos de piedra para reunir a los más de 100.000 pere- grinos llegados de todos los rincones del mundo. Todos, “con invitación”. Recurso que las autoridades utilizaron para espantar, así, el peligro de un atentado. Allí estaba, vistiendo su característico hábito blanco listado en azul –el sari de los intocables–, un puñado de Misioneras de la Caridad, representando a las 5.000 religiosas que, repartidas por todo el mundo, tratan de emular el ejemplar testimonio de su fundadora, la Madre Teresa de Calcuta: hacer del amor misericordioso hacia los más pobres entre los pobres la bandera y razón fundamental de su existencia. Allí, también, vestida de riguroso blanco, como le es propio en tales ocasiones, la reina madre de España, doña Sofía, benefactora y amiga de las religiosas fundadas por la nueva santa. Allí, en fin –ocupando un lugar preferente, cerca del altar–, 1.500 personas menesterosas y sin hogar –“nuestros huéspedes”, les dicen las hermanas–, llegados desde los más diversos refugios que las Misioneras tienen repartidos por toda Italia. Al cabo de la ceremonia, todos fueron invitados por el papa Francisco a una comida a base de pizza, que organizó un acreditado restaurante napolitano. Con el Papa, concelebraron la solemne eucaristía más de 1.700 sacerdotes, 400 obispos y 70 cardenales. Entre ellos, Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Sobre el altar, un relicario: sangre de la Madre Teresa en una ampolla de cristal e incrustada en una pequeña cruz hecha con maderas recogidas en diferentes naufragios. Allí, los pecios de tantas pateras, callado símbolo de las angustias e incertidumbres que acosan a los más necesitados. Fiesta en Calcuta También hubo celebración, menos concurrida y vistosa, sí, pero no menos alegre y emotiva, en la casa madre que las Misioneras de la Caridad tienen en Calcuta. Allí, la tumba de Teresa, ese día, acabó oculta La plaza de San Pedro reunió para la ocasión a más de 100.000 peregrinos de todo el mundo. bajo un montón de flores. Como el lugar no da para muchos alardes, las hermanas optaron por montar una carpa en las proximidades, para que la gente pudiera seguir en directo, por televisión, la ceremonia de Roma. Y, enseguida, el recinto quedó abarrotado. Había católicos. Pero también, musulmanes e hindúes y sijs. Madre Teresa es madre de todos. Y de todas las religiones, “porque siempre auxilió a todo el mundo, sin importarle la fe que profesara cada uno”, dice Savir, un hindú que la conoció desde pequeño y sabe de su buen hacer. La menuda monja católica, que ni metro y medio medía, nacida en lo que antes era –¡ironías de la vida!– el país más ateo del planeta, Albania, demostró a todo el mundo que, a veces, las apariencias engañan: ese cuerpo delicado, debilucho y flaco atesoraba una fe, una fuerza de voNÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 15 IGLESIA A FONDO Hoy 5.000 Misioneras de la Caridad continúan la obra de misericordia emprendida por Teresa de Calcuta. luntad y una moral que resultaron gigantescas e indomables. Y en verdad que santa Teresa de Calcuta –que escogió su nombre religioso en memoria y homenaje a la Patrona de las Misiones, Teresa de Lisieux, tras leer Historia de un alma, escrita, como se sabe, por la joven carmelita y santa francesa– hizo también honor justo y cabal a su doble nombre original: Agnes Gonxha. Agnes > Agnese > Inés = “cordero”. ¿Acaso esa minúscula mujer no sembró siempre, a diestro y siniestro, sonrisas, gestos de paz, mansedumbre y ternura como la que suscitan los pacíficos corderos? Y Gonxha, que, en albanés, quiere decir “pequeño capullo en flor”... 16 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 Desde su minúsculo refugio de Calcuta, esparció por todo el mundo el asombroso y cautivador perfume de su callada y brava labor. “Ama hasta que duela –decía–. Y si te duele, es buena señal”. Bien elocuente resulta, a este respecto, el testimonio de Carlos Fraile, un abogado madrileño de 28 años, que nada tiene de religioso y que, sin embargo, es el segundo verano que acude a Calcuta como voluntario –“porque lo de Calcuta engancha”–, para ayudar a las Misioneras de la Caridad en su misericordiosa labor. Este año le ha tocado la casa de Kalighat. Bien puede decirse que todo empezó allí, en Kalighat, al sur de Calcuta. Ese antiguo templo abandonado, dedicado a la diosa Kali, fue el primer centro que, no sin dificultades, abrió la Madre Teresa. Por lo espacioso del lugar, era una verdadera “joya” en una ciudad tan superpoblada y abigarrada como aquella. Pero, como suele ocurrir, Madre Teresa tropezó con la absurda negativa de las autoridades. Así, hasta que el funcionario responsable de ese departamento cayó enfermo. Y hubo de conocer en su propio cuerpo el buen hacer de Teresa y sus hermanas. El hombre, eternamente agradecido tras recuperar su salud, en 1952, facilitó los trámites y el papeleo para que las religiosas pudieran establecerse allí. Y, desde hace 64 años, en Kalighat, las Misioneras de la Caridad acogen a enfermos graves y, sobre todo, moribundos. Antes, abandonados. Ahora, a primera vista, pa- canonización es un privilegio para los albaneses y los musulmanes. Ella ha transmitido paz, amor, bondad en el mundo, igual que el profeta Mahoma, igual que Abrahán”, decía Saliu, derviche de una comunidad musulmana. El español y turolense Ramiro Moliner, nuncio en Tirana, que también acudió a la plaza, bajo un fuerte sol, para seguir la ceremonia, afirmó que es un gran orgullo para toda Albania que haya llegado tan alto. Por su parte, Mirela Kumbaro, ministra de Cultura albanesa, dijo que “es una santa que pertenece a todo el mundo”. Y el mundo, al cabo, hubo de reconocer el valor de tanta labor. Labor que Madre Teresa puso en rece un sitio horrible, sobre todo, por el olor; pero la verdad es que, para los enfermos terminales, es un paraíso. “Nada más llegar, les lavamos –cuenta el joven jurista madrileño Carlos Fraile–, les afeitamos y cuidamos...”. Un refugio en el que todos mueren siempre acompañados y con dignidad. El trabajo en Kalighat es duro: a todos los médicos, enfermeros y voluntarios que allí se afanan apenas les queda tiempo para tomar el té (chai) con galletas que las Misioneras de la Caridad les brindan y comparten cada día, a media mañana, desde hace más de medio siglo... Y también, en Albania Tampoco en Albania, patria chica de la Madre Teresa de Calcuta, pasó desapercibida la proclamación de su santidad en Roma. En Tirana, la capital, los albaneses se sienten orgullosos y consideran “histórica” la canonización de su paisana. Ese día, la ciudad se vistió con banderas rojinegras y de blanco y azul: los colores del mencionado sari de los intocables. No pocos acudieron a la plaza que lleva su nombre en la ciudad, para seguir la ceremonia por televisión. “Su figura honra a nuestra nación. Su marcha en 1950. Tras cuatro años de reflexión y discernimiento, que dieron comienzo el 10 de septiembre de 1946, durante un decisivo viaje en tren de Calcuta a Darjeeling, adonde acudía para realizar su retiro anual. El 17 de agosto de 1948 se vistió, por primera vez, con su característico sari. Teresa atravesó las puertas de su convento de NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 17 Loreto y se perdió por los más bajos fondos del mundo de los pobres. El 7 de octubre de 1950 nacían, en Calcuta, las Misioneras de la Caridad. En 1979, le fue concedido el premio Nobel de la Paz. Y, ahora, recibe el bien merecido premio de la santidad. Y, además, en un tiempo récord: a los 19 años de su muerte. Cuando, en 1985, fue invitada a pronunciar un discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, su entonces secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, la presentó como “la persona más importante” que había pasado por la ONU. A lo que Madre Teresa, mostrando el rosario que siempre la acompañaba, con humildad, respondió: “Yo solo soy una pobre monja que reza”. En su homilía, ante los cerca de 120.000 fieles que ocupaban la plaza de San Pedro y sus alrededores, el papa Francisco presentó a la nueva santa como “dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida, como la abandonada y descartada”. Fran18 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 cisco denunció “los crímenes de los poderosos de la tierra” y defendió el valor de la vida de toda persona. Como era de esperar, no todo han sido parabienes, aplausos y gestos de admiración para la nueva santa. También la Madre Teresa ha levantado voces críticas, que han disparado contra su persona y puesto en entredicho la bondad de su labor. No podía ser menos en personaje tan conocido y popular: que si los cuidados paliativos que reciben sus enfermos son más bien escasos; que si sus amistades, de quienes recibía favores y donativos –y se señala a Diana de Gales, a la familia Duvalier (dictadores en Haití), a Ronald Reagan...– no siempre fueron trigo limpio... A pesar de todos los pesares, no cabe duda de que el paso por la vida de Madre Teresa no fue en vano. Cuantos se acerquen de cora- Una llamada a la misericordia edio siglo ha cumplido ya el Concilio Vaticano II. Fue el pasado 8 de diciembre. Con tal motivo, a los 50 años de su clausura, el papa Francisco tuvo la iniciativa de convocar a todos los cristianos, hasta el próximo 20 de noviembre –solemnidad de Jesucristo Rey del Universo–, a la celebración de un Año Santo extraordinario, dedicado a la misericordia. Objetivo: zarandear la conciencia de todos los creyentes, y despertar y avivar esa dimensión que atraviesa y anima tantos documentos conciliares y que es pieza clave en los cimientos de la fe cristiana: tener un corazón acogedor y solidario con los más necesitados. Eso, la misericordia. En medio de tal celebración, cientos, miles, millones de seres humanos necesitados, empujados por la guerra, por el hambre y la necesidad de tener una vida más M zón al retorcido, duro y difícil periplo de su biografía saldrán con la misma certeza: que esta mujer menuda –¡menuda mujer!–, que vino al mundo hace 106 años en Skopje, recóndito rincón de la península balcánica, ahora capital de la ARY (Antigua República Yugoslava) de Macedonia, fue una grande y ejemplar mujer. Nacida en 1910, Agnes Gonxha Bojaxhiu supo ser, sin palabras, pero con el elocuente y admirable silencio de la más fraterna y solidaria compasión, la mejor poeta y pregonera de la misericordia de Dios. Gaudeamus igitur! ¡Alegrémonos, pues! XIMENA DE ANGULO digna, se han visto forzados a dejar su tierra y se han lanzado, desesperados, a la muy dura aventura de encontrar una existencia mejor a la otra orilla del mar. ayer, gracias a sus raíces cristianas, de la Declaración de Derechos Humanos y de los sistemas democráticos garantes de la libertad más justos, equitativos y humanos–, ensi- Son los refugiados y desplazados de nuestros días. En ese intento, no pocos han perdido la vida por el camino. Otros, los más, agotados, han llegado –¡y continúan llegando!– para llamar a las puertas de la vieja y "civilizada" Europa, donde está ese dorado paraíso del bienestar con el cual sueñan. Pero los Gobiernos –y ¿también los gobernados?– de esa culta y adelantada Europa –forjadora mismados en su riqueza y bienestar, siguen haciendo bochornosos oídos sordos a la insistente llamada de los cientos de miles de necesitados que golpean nuestras puertas en busca de amparo y ayuda. Además de necesario, el llamamiento del papa Francisco a atizar el virtuoso fuego de la misericordia ha sido certero y oportuno. Tanto como el haber llevado nuestras miradas al ejemplo de Madre Teresa. NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 19 PRIMER PLANO El 31 de agosto, Dilma Rousseff dejó de ser presidenta de Brasil. El Senado brasileño votó ese día a favor de su destitución en el juicio político (impeachment) iniciado en diciembre de 2015. La mandataria, cuyas políticas habían sido respaldadas en las urnas por 54 millones de personas, fue sustituida por su antiguo vicepresidente Michel Temer, un dirigente de otro partido que ya ha comenzado a recortar los exitosos programas sociales que habían sacado de la miseria a decenas de millones de personas. No son pocos los que opinan que, más que una muestra del buen funcionamiento de la democracia, la destitución de Rousseff ha sido en realidad un "golpe de Estado" parlamentario. BRASIL VOTOS ROBADOS B rasilia. Cámara del Senado. 13.30 horas del pasado 31 de agosto. Los rótulos luminosos del hemiciclo anuncian por fin el resultado de la votación que tiene pendiente a todo el país. Han emitido su “veredicto” (nunca mejor dicho, pues de un “juicio” se trata) los 81 senadores que componen la Cámara, tres por cada uno de los 26 estados que integran la Federación, más el distrito federal de Brasilia. Sesenta y uno de ellos dicen “sí” a la destitución, 20 se oponen a ella. El resultado supera 24 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 la mayoría de dos tercios requerida. Dilma Rousseff, de 69 años, la primera mujer en alcanzar la Presidencia de Brasil, debe, por tanto, dejar definitivamente el cargo y abandonar la residencia oficial en el plazo de un mes. Una segunda votación (42 votos a favor, 36 en contra y tres abstenciones) resulta, en cambio, insuficiente para inhabilitarla políticamente durante ocho años, como se pretendía. Apenas dos horas más tarde, el presidente interino Michel Temer –del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), ex vi- cepresidente en el Gobierno de Dilma y presidente interino desde mayo– acude a la Cámara Alta entre vítores, palmadas en la espalda y aplausos de sus correligionarios; y, tras escuchar el himno nacional, jura como cuadragésimo presidente del país, el séptimo desde la instauración de la democracia en 1985. Acto seguido, y sin perder un minuto, sale corriendo para coger un avión rumbo a China, donde se celebra el encuentro del G-20. La economía está en crisis y le urge recabar inversión extranjera. Dos días más tarde, el 2 de septiembre, Rousseff comparece en rueda de prensa para repetir lo que lleva diciendo desde hace ocho meses: que ella es una política honrada, que no ha cometido ningún delito y que su proceso de destitución es consecuencia del “caso Petrobras”, el mayor escándalo de corrupción habido nunca en Brasil, con numerosos políticos de todos los partidos implicados en el cobro de comisiones millonarias. El proceso contra ella, insiste, ha sido “un golpe de Estado” parlamentario. Y añade: “Me parece gravísimo que se vaya a ejecutar en los próximos años un programa que no ha sido elegido en las urnas”. bierno como ministra. “Tengo defectos y he cometido errores, pero no se me puede reprochar que sea desleal y cobarde. [...] Hoy a lo único que tengo miedo es a la muerte de la democracia”, afirma. Pero vayamos por partes. ¿Por qué ha sido destituida exactamente la presidenta de Brasil? En teoría, y grosso modo, por “maquillar” las cuentas públicas del Estado e incumplir el objetivo fiscal previsto para 2015. Lo hizo al retrasar el pago de millonarios créditos al res de la Federación han actuado del mismo modo este año sin consecuencia política o penal alguna. Resulta sorprendente y hasta escandaloso, por tanto, que se la haya apartado por ello. A Rousseff, en realidad, la han echado por motivos políticos. “Ustedes –les dijo un diputado a los detractores de la mandataria– han decidido que hay un crimen y luego han buscado el delito”. Es verdad. No obstante, también es cierto que el revocatorio no habría si- ¿Mal perder político? Algunos querrán ver en estas declaraciones la “rabieta” de una presidenta que, al año de ser reelegida, ya tenía la popularidad por los suelos (solo la apoyaba el 14% de los brasileños); el mal perder político de una dirigente que no supo hacer frente a la grave recesión económica, con un PIB creciendo menos de lo esperado, el paro en un 11% y el fantasma de una alta inflación (7% en la actualidad) asomando ya por el horizonte. Pero no es el caso. A Rousseff no le faltan argumentos de peso para opinar que la han apartado arbitrariamente y que, por tanto, ha habido un “golpe”, como asegura. Ella, además, tampoco es de las que no asumen responsabilidades. Siempre ha podido presumir de integridad y de valor. Al fin y al cabo, esta hija de abogado búlgaro, economista de formación, sobrevivió a las torturas en las cárceles de la dictadura –“a gente que te hacía dudar de la humanidad y del sentido de la vida”, recuerda– y a un cáncer linfático, este ya en 2009, durante su etapa en el Go- El nuevo presidente, Michel Temer, dispondrá de algo más de un año para aplicar sus políticas de gobierno. Banco de Brasil. ¿Está castigada esta práctica por la ley brasileña? Sí. ¿Se aplica alguna vez esa legislación y se castiga a quienes se sirven de estos métodos contables irregulares? No. Todos los presidentes anteriores lo han hecho. Es más, según la web local Congresso em Foco, 17 de los 26 gobernado- do posible si su popularidad no hubiese estado por los suelos; si más de tres millones de personas no se hubiesen echado a las calles de las principales ciudades del país en marzo para pedir su dimisión; si su partido no estuviese carcomido por la corrupción; y si no se hubiese quedado sin apoyos NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 25 tanto en el Congreso, como en los medios de comunicación. Además, los mercados reaccionaron favorablemente al enjuiciamiento político, cuando este empezó a consumarse en mayo. Y ya se sabe que el dinero, en Brasil y en todas partes, manda mucho. Un Congreso corrupto Con todo, y desde la distancia, lo más increíble de cuanto ha sucedido en Brasil en el último año es que una mujer sin tacha como ella haya sido legalmente depuesta por un Congreso cuya imagen está –y con todo merecimiento– por los suelos. La Cámara Baja brasileña está conformada por 513 diputados. Pues bien: de ellos, 303 tienen procesos abiertos o condenas firmes en sedes judiciales o tribunales de cuentas, según la ONG Transparencia Internacional. Y lo mismo sucede en el Senado, con 49 de sus 81 miembros “tocados”. En total, el 59% de los parlamentarios brasileños han tenido o tienen causas pendientes con la Justicia o con otras instancias de la Administración. La corrupción, en efecto, está muy instalada entre la clase política. Y afecta a todas las formaciones. En el Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma y de su mentor “Lula” Da Silva, tres de cada cinco parlamentarios han tenido o tienen algún tipo de proceso por cargos judiciales o administrativos. El propio “Lula”, presidente entre 2003 y 2011, hasta hace poco el más popular y querido de la historia del país, está hoy acusado de corrupción y blanqueo de capitales. Él le ha asegurado por escrito al papa Francisco que no teme ninguna investigación y que, “si la justicia es imparcial, las acusaciones contra mí nunca prosperarán”. El tiempo se encargará de demos26 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 trar la veracidad o falsedad de esas afirmaciones. En cualquier caso, lo que no admite discusión es que hoy un buen puñado de diputados y senadores han sido o están siendo investigados por corrupción y lavado de dinero, y que al menos un par han estado imputados también por homicidio imprudente y hasta por tortura. Uno de los senadores que se pronunció sobre Rousseff es nada menos que el ex presidente Fernando Collor de Mello. Como se recordará, el que fuera el primer presidente democrático del Brasil con la nueva Constitución de 1988, fue apartado del poder por corrupto e inhabilitado durante ocho años. Ello ocurrió en diciembre de 1992, en el primer impeachment que conoció el país. Ocurre que hoy el senador Collor –cuyo padre, el también senador Arnon de Mello, mató en 1963 de un disparo en esa misma Cámara a otro legislador, aunque ello no fue suficiente para conducirlo a prisión– está siendo investigado nuevamente por el presunto cobro de comisiones provenientes también de la petrolera estatal Petrobras. Y ¿qué decir del hasta hace poco presidente del Congreso, José Cunha, el hombre que propició e instigó el juicio político de Rousseff? Pues que está acusado de haber recibido nada menos que 40 millones de dólares en sobornos, y que los cargos de corrupción y blanqueo de capitales le obligaron a dimitir antes incluso de que concluyera el proceso a Dilma. Hay quien sostiene que fue la negativa de la presidenta a bloquear con los diputados de su partido la in- PRIMER PLANO que los silbidos y abucheos se dejasen oír en todo el estadio. Y es que Temer, que de por sí ya gozaba de escasa popularidad como vicepresidente (apenas un 13%), arrastra ahora además el sambenito de ser presidente sin haber sido elegido por el pueblo. El 4 de septiembre unas 100.000 personas se lo recordaron echándose a las calles de São Paulo para protestar y pedir nuevas elecciones. No parece, sin embargo, que estas vayan a ser convocadas, con lo que Temer tiene aún por delante más de un año para aplicar sus po- vestigación de ese caso lo que llevó a Cunha a aceptar la denuncia que puso en marcha el juicio político. De ser así, todo obedecería, por tanto, a un chantaje al que Dilma no se prestó. Un presdente impopular José Cunha milita en el mismo partido que Michel Temer, cuyo nombre también ha salido a relucir en el “caso Petrobras”. Michel Miguel Elías Temer Lulla, el nuevo presidente, tiene 75 años y es hijo de un inmigrante libanés. Está casado y es padre de cuatro hijos, fruto de un primer matrimonio. Desde hace 12 años está casado con su segunda esposa, a la que saca 43 años. Las segundas nupcias las contrajo a los 62, y su mujer tenía 20. De carácter serio e introvertido –un diputado dijo de él en una ocasión que parecía “el mayordomo de una película de te- rror”–, lleva 26 años en política, los nueve últimos como líder del citado PMDB, de orientación centrista. Las alianzas políticas le auparon a la vicepresidencia con Rousseff, quien, sin embargo, no dudó en calificarle de traidor cuando, con la moción de censura, asumió la Presidencia de manera interina. Como tal, le tocó inaugurar los juegos olímpicos de Río el pasado 5 de agosto. Solo tomó la palabra al final de la larga ceremonia, y escasamente durante diez segundos: este breve tiempo, sin embargo, fue suficiente para líticas. Y estas pasan por una vuelta al neoliberalismo, después de trece años de exitoso gobierno para los pobres. “Liberamos de la miseria a más de 35 millones de personas que vivían en condiciones inhumanas, y elevamos la renta y el consumo de otras 40 millones de ellas, en el mayor proceso de movilidad social de nuestra historia”, le escribía “Lula” da Silva al Papa el pasado 30 de agosto. En esa carta le explicaba también cómo las fuerzas políticas conservadoras, derrotadas en cuatro elecciones presidenciales anteriores, habían NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 27 La crisis social y la corrupción en el partido del Gobierno habían debilitado a la presidenta Rousseff. orquestado un proceso contra Rousseff que calificaba de “arbitrario” y “estrictamente político”. Francisco, como es lógico, no se inmiscuyó en la disputa política interna; pero sí declaró públicamente su preocupación por la situación en Brasil, y puso en duda una hipotética visita al país en 2017 –dada hasta ahora por segura– para conmemorar los 300 años del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de Aparecida, la patrona. Desigualdad social Los obispos brasileños han sido también muy prudentes durante todos estos meses de crisis. No obstante, el pasado mes de marzo, en plena tormenta política, con cientos de miles de personas en las calles exigiendo la salida de la presidenta, el Comité Permanente del Episcopado hizo público un comunicado, uno de cuyos puntos avisaba de que “cualquier solución [política] que satisfaga a la lógica del 28 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 mercado y a los intereses particulares, antes que a las necesidades de las personas, especialmente de los más pobres, niega la ética y se desvía de la senda de la rectitud”. El pasado 7 de septiembre, con ocasión del Día de la Independencia, la Conferencia Nacional de Obispos (CNBB) dio a conocer también otro mensaje, breve pero no menos esclarecedor. “Vivimos –se puede leer en él– un momento triste de nuestra historia. La ausencia de valores éticos y morales provocó la profunda crisis política, económica y social que estamos atravesando. La histórica desigualdad social no fue superada. Corremos el riesgo de verla agravada por la deconstrucción de políticas públicas, que se traduce en pérdida de derechos”. “Deconstrucción” de políticas públicas, en efecto. El Gobierno Temer ya ha anunciado privatizaciones y recortes en educación, sanidad y derechos laborales. Así, por ejemplo, subirá la edad de jubilación, mientras que la inversión en universidades bajará un 45%. El nuevo presidente ha dicho que los planes sociales más emblemáticos del Gobierno anterior no se van a tocar, pero está por ver que sea así. De hecho, el tijeretazo en el programa “Bolsa Familia”, que garantiza la cesta básica de la compra a las familias más pobres, ha dejado ya de beneficiar este mes a 600.000 familias. El teólogo brasileño Leonardo Boff se ha mostrado muy crítico con el juicio político de Dilma, en el que ve un intento de desmontar los avances conseguidos por los pobres y los olvidados en la última década. “El golpe –ha escrito– no es solo contra la gobernante, sino contra la democracia de carácter participativo y social. Se trata de volver al neoliberalismo más descarado, atribuyendo casi todo al mercado”. Brasil, con sus 202 millones de habitantes, es la séptima economía del mundo, pero, al mismo tiempo, la octava nación con más desigualdades del planeta, según datos de la ONU de 2005. Los Gobiernos de Da Silva y Rousseff consiguieron que esa desigualdad des- PRIMER PLANO cendiera un 17%. Los programas sociales que implantaron acabaron con el hambre, y gracias a ellos 36 millones de personas lograron escapar de la pobreza, tuvieron acceso a una vivienda y pudieron enviar a sus hijos a estudiar. ¿Seguirá siendo así? Boff lo tiene claro. A partir de ahora –dice– “lo que cuenta es el mercado. Quien quiera salud, que se vaya al mercado y pague. Quien quiera estudiar en la universidad, que vaya al mercado y pague. Todas las cosas se volverán mercancía para ser vendidas y compradas”. JOSÉ IGNACIO RIVARÉS DILMA, COMO LUGO ilma Rousseff ha corrido la misma suerte que el presidente de Paraguay Fernando Lugo, apartado del poder en junio de 2012 por el Senado de su país mediante otro juicio político. Este ex obispo católico tomó la decisión de colgar los hábitos y meterse en política para tratar de cambiar desde el poder la suerte de los D más desfavorecidos. Pese a carecer de un partido digno de ese nombre y no tener experiencia, en 2008 ganó las presidenciales, poniendo fin así a 61 años de Gobiernos ininterrumpidos del Partido Colorado (derecha). Su mandato, sin embargo, fue un calvario: pronto empezaron a salir a la luz pública los hijos ilegítimos que había tenido siendo sacerdote, y su imagen cayó por los suelos. No obstante, se mantuvo firme en el cargo. Padeció asimismo, al igual que Rouseff, un cáncer linfático, que también superó. Finalmente, cuando le quedaban nueve meses de mandato, uno de los partidos que respaldaba su acción de gobierno le retiró el apoyo, después de que el desalojo de una finca ocupada por campesinos sin tierra se saldara con la muerte de 17 personas, seis de ellas policías. Fue el momento esperado. Los poderosos, los dueños de la tierra –en Paraguay, el 1% de la población posee el 80% de la superficie cultivable– acusaron a Lugo de no combatir a los "terroristas" y le abrieron el proceso para destituirle. "No hay golpe", "no hay quiebra institucional", "la situación es legal", insistió una y otra vez entonces el nuevo presidente, Horacio Cartes, tras la destitución. La legalidad, ya sea en Paraguay o en Brasil, se conjura siempre contra aquel que intenta hacer políticas para los más desfavorecidos. Dicho con otras palabras: cuando el presidente de turno osa tocar los intereses del grupo dominante, el grupo dominante toca primero, y remata después, al presidente. NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 29 INFORME En el 90.º aniversario del DOMUND, los 13.000 misioneros españoles muestran cómo aquel "Sal de tu tierra" bíblico se convierte en una llamada a desprenderse de sí en lo cotidiano. Un "salir" que no solo se manifestó en el momento en que respondieron a su vocación dejando familia, amigos y país de origen. Esta larga marcha a las periferias de las periferias se traduce en un vaciarse para anunciar el Evangelio y defender la dignidad de ese nuevo hogar que encontraron junto a los últimos, a miles de kilómetros de nuestra nación. 30 misioneros C NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 omo Abrahán. Peregrinos. Emigrantes. Hacia un lugar ajeno. Ante una cultura diferente. Con una manera de expresarse y de vivir distinta. Llámese Congo, Etiopía, Colombia o Tailandia. Una aventura, a priori, a ciegas. Pero no fruto de una locura desmedida, sino desde la pasión que brota de una confianza plena en un Dios que nunca falla a aquel que inicia un éxodo vital. Ese “Sal de tu tierra”, que sabe a promesa cumplida, se traduce en lema para este 90.º aniversario del DOMUND y se concreta hoy en esa Iglesia “en salida” que subraya una y otra vez el papa Francisco, y que encarnan quienes hacen de la misión ad gentes su particular GPS. “Misioneros somos todos. Y, desde este convencimiento, estamos llamados a salir de nuestro yo, a descubrir que la medida de todo no somos nosotros. Ahí radica la constante llamada de Francisco para que salgamos a las periferias, no solo entendidas como un lugar físico, sino a las existenciales y espirituales, que exigen romper una barrera interior todavía mayor”, comenta Rosina de los Reyes, con más de 25 años de entrega en África a sus espaldas. Esta mercedaria de Bérriz de 57 años considera que, “en la medida en la que somos capaces de abrirnos a otras realidades, estas pueden cambiar”. “Por eso creo firmemente –añade– que, si empe- Rosina de los Reyes, misionera mercedaria de Bérriz En la actualidad existen 1.111 territorios de misión en todo el mundo, que constituyen el 37% de la Iglesia católica zamos a sembrar hoy, si desde hoy nos comprometemos a salir de nosotros mismos, ponemos en marcha un camino que construye un futuro distinto”. Cuando apenas había cumplido 20 años, y con su título de Magisterio bajo el brazo, decidió entrar en la mencionada congregación, fundada por Margarita López de Maturana. “En el colegio de las hermanas de la Caridad de Santa Ana, me ayudaron a crecer en la dimensión social y misionera. Tuvo mucho que ver una profesora de Religión que, en los años del postconcilio, se volcó con los más pobres de Sevilla. Su ejemplo nos interpeló a muchos, y pronto expresé mi deseo de ir a misiones”. Esto y su participación en las pascuas juveniles y campamentos hicieron el resto para dejar su hogar, su pequeña patria, no sin ciertas resistencias: “A mi madre le costó aceptar en un primer momento que me marchara de casa, porque mi padre había muerto. Además, no estaba muy convencida de que fuera a durar mucho...”. Aquella fue una predicción errada. Pero tuvieron que pasar diez años hasta que dio el salto a África; en ese tiempo se volcó como profesora en Sevilla y Madrid. “Fue una espera larga y, en algunos momentos, impaciente, pero no lo vi como un sacrificio. Además, soy una convencida de que las grandes tareas se preparan lentamente. Y así fue”. Su desembarco en la R. D. del Congo tuvo lugar en un pequeño pueblo: Lubudi, donde las misioneras de Bé- rriz tenían en aquel momento un colegio y un internado. Hace seis años, su cometido cambió: en el mismo país, pero de nuevo con otro salto que la ha conducido a aparcar muchas de sus seguridades. Una petición del obispo de la diócesis de Mbuji-Mayi, monseñor Bernard Emmanuel Kasanda Mulenga, a su congregación la ha llevado a capitanear la formación de los profesores de Religión de esta zona. “Me planteé que esta tarea como biblista daba un sentido nuevo a mi presencia misionera allí: anunciar a Jesús entre aquellos que tienen que evangelizar a los suyos”, reflexiona sobre esta iniciativa, respaldada por el Fondo Nueva Evangelización. Volver a empezar De alguna manera, esta aventura implicaba partir otra vez de cero. Con otra dificultad añadida: NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 31 España, segundo país en aportación al DOMUND, envió 13,7 millones de euros en ayudas misioneras en 2015. lo hacía aparentemente sola. Porque en Mbuji-Mayi, las mercedarias no tienen comunidad. “Sin embargo, no camino en soledad. Mi congregación veló para que fuese acogida por una comunidad de hermanas clarisas, con las que comparto casa, vida y oración. Además, viajo todos los años a España para seguir conectada a mi comunidad de referencia”, detalla la misionera. “Aunque mi primer destino era un poblado muy humilde, sí se tenían las necesidades mínimas cubiertas. En cambio, no ocurre lo mismo en esta ciudad de tres millones de personas, donde no hay agua potable ni electricidad y tienen pocas carreteras, lo que te exige moverte en mototaxi por los caminos de tierra y los barrancos”. En este tiempo, además de formar a los docentes y elaborar to32 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 dos los materiales pedagógicos para los centros, también ha sido profesora en el Seminario Mayor Diocesano. Pero esta misionera no podía quedarse ahí, y de nuevo rompió sus propios límites. “Colaboro dando el tiempo que puedo a Mario, un salesiano que trabaja con niños de la calle, desde que son bebés hasta los 18 años. Como podrá entender todo el mundo, toda la ayuda que se le brinde en el hogar que tiene es poca”, plantea Rosina. Y es que los territorios de misión como Mbuji-Mayi, zonas donde las comunidades cristianas son de reciente implantación y no tienen posibilidades de subsistir por sí mismas, constituyen el 37% de la Iglesia católica. Por eso, la Jornada del DOMUND, como campaña de oración y de ayuda econó- mica, busca ser mano tendida a quienes habitan en esos 1.111 territorios y un respaldo a los misioneros que, a fondo perdido, se pusieron a disposición de sus superiores en un momento determinado, sin saber el destino al que serían enviados. Este paso adelante genera en un primer momento duda y sorpresa. “Me dije: ¡Dios santo!”. Fue lo que se le pasó por la cabeza y el corazón a Rosario Solachi Arzuaga cuando le comunicaron que sería enviada a Tailandia. “No sabía prácticamente nada del país, más allá de situarlo en el mapa. Sin embargo, nuestra vocación misionera de entrega a Dios y la fuerza de la juventud rompieron cualquier barrera y cualquier miedo”, explica esta misionera del Sagrado Corazón de Jesús y María, que hace dos meses dio por concluidos sus 50 años de “exilio” voluntario en el país asiático; tiempo más que suficiente para calibrar si mereció DOMUND 2016 I N F O R M E la pena salir de su Vizcaya natal allá por los 60. “He recibido el regalo de ver cómo aquello que humildemente sembramos hoy lo recogen religiosas nativas. He visto con mis propios ojos la fortaleza y madurez de estas mujeres, que toman el relevo de la misión y que están también dispuestas a salir Rosario Solachi Arzuaga, misionera del Sagrado Corazón de Jesús y María allá donde se las envíe”, explica Rosario a sus 82 años, resistiéndose a la palabra “jubilación”. “Tenemos que estar en salida permanente. Yo salí en su momento y ahora estoy aquí, en Valencia. Pero, si la Iglesia me necesita y me quieren mandar a otro lugar a ser presencia, me vuelvo a marchar”. Este ímpetu es el que ha marcado sus cinco décadas centradas en la formación de las jóvenes tailandesas de las zonas rurales: “Cuando veo esa maravillosa apuesta del papa Francisco por la mujer, redescubro el sentido de nuestro empeño en apostar por ellas para un cambio verdadero de la sociedad. En unos casos, nos centramos en proporcionarles un oficio a través de talleres de cor- te y confección. En otros, las preparábamos para que accedieran a la universidad a distancia o a cursos de magisterio los sábados”, detalla Rosario, que ha contemplado cómo muchas de las jóvenes que formaban parte de su escuela taller empleaban hasta cinco o seis días andando para acudir a las clases. “Ellas también salían de su tierra para iniciar la aventura de aprender. Resulta muy gratificante ver cómo tú les enseñas un oficio y ellas regresan a sus pueblos a compartir lo aprendido, por lo que, al final, se beneficia toda la comunidad”. Una hucha sin fronteras La entrega de los misioneros como Rosario no solo sostiene la labor evangelizadora de la Iglesia, sino que se erige en pulmón de una promoción social. Este trabajo, materializado en escuelas, centros de salud, hogares de acogida o comedores, sale adelante gracias al llamado Fondo Universal de Solidaridad, que encauza todos los donativos procedentes del DOMUND. España es el segundo país que más aporta a esta “hucha” común, cuyos fondos se distribuyen equitativamente entre proyectos a medio y largo plazo en los cinco continentes. Solamente en el pasado año 2016, nuestro país envió 13,7 millones de euros en ayudas a los territorios de misión. Estos recursos económicos se humanizan través de hombres y mujeres como Valeriana García. “Salí de mi casa justo hace ahora 53 años. Era menor de edad y mis padres tuvieron que dar su permiso. No solo no se mostraron reticentes, sino que recuerdo todavía hoy sus palabras a la superiora: «Madre, el Señor nos ha dado 14 hijos; no podemos negarle una»”. Así comenzaba el despegue de Valeriana como consagrada, siempre ligada a la misión ad gentes. Para ella, ese “Sal de tu tierra” se erigía como un grito interior imposible de acallar. “La vocación misionera es un regalo que Dios da, y siento que la acogí desde esa gratuidad. Por eso, NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 33 INFORME DOMUND 2016 en cuanto tuve la oportunidad, lo solicité. Cuando se fundó la primera comunidad filipense de las Hijas de María Dolorosa en Colombia, ya me ofrecí voluntaria, pero tuve que aguardar a la cuarta expedición para que me mandaran. Esperé con cierta ansiedad, pero con el convencimiento de que allá donde Dios me estaba poniendo antes de partir también era lugar de misión para mí”. Aquel impulso inicial se convirtió en una certeza y, desde hace 46 años, su corazón es más colombiano que sevillano: “Lo cierto es que nunca me he sentido extranjera en Colombia; más bien al contrario. Lejos de salir del país en que nací, he experimentado cómo esta tierra era mi verdadero lugar de referencia”. Después de diez años en el país americano –y tras una estancia de ocho meses en Panamá– decidió solicitar a su comunidad un permiso para tener una experiencia fuera de ella. Trabajó los diez años siguientes en una fundación dedicada a niños ciegos, hasta que en 1990 se sintió llamada a crear un centro propio para menores con necesidades especiales: sordomudos, invidentes, síndrome de Down, parálisis cerebral... “Aunque hoy sigo sintiéndome profundamente religiosa filipense, salir de la institución sí generó temores en un principio. Pero, cuando llevas esto una y otra vez a la oración y escuchas a Dios en cada acontecimiento, acabas descubriendo que la decisión que has tomado es fruto de lo que Él quiere, que estás respondiendo a poner en marcha una obra de sus manos”, explica. De este modo vivió el “proceso de duro discernimiento” para dar impulso a la primera casa hogar Luz y Vida en Bogotá, a la que seguirían otros centros de día de ayuda a los marginados. 34 misioneros NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 Valeriana García, misionera en Colombia “Fue el salir definitivo de mi tierra y de mis seguridades. Pero sentía que solo fuera de mi comunidad podía asumir la tarea que se me encomendaba”, comenta sobre ese primer tiempo de incertidumbre. “Pronto empecé a experimentar que lo tenía todo, cuando aparentemente no poseía nada. Comencé recogiendo llantas de las ruedas para poder buscarles unos asientos más có- Cuando la misión llama modos a los niños”, relata sobre aquellos primeros meses. “El verdadero miedo material que tenía era no poder dar de comer a los niños, teniendo en cuenta que precisan alimentos y medicamentos muy específicos. Un día, ante el sagrario dije: «Gracias, Señor, por elegirme, pero desde hoy Tú te vas a ocupar de que la despensa no esté vacía. Yo solo soy el zagalillo que reparte; el que fundas y remueves eres Tú». Y desde aquel día hasta hoy no me ha fallado nunca en 25 años”, señala emocionada, sin miedo al futuro. “Muchos me preguntan qué va a ser de todo cuando yo no esté. Estoy segura de que Dios dará un paso adelante para que respondan otras personas comprometidas con esta tarea, que ya las hay a mi alrededor. De todas maneras, a mí tampoco me preparó nadie para esto; simplemente me llamó y respondí”. Quizá por eso, confiesa que vibra cada vez que escucha en una celebración ese “Sal de tu tierra”: “Hoy precisamente me invita a tener un corazón más amplio, que sea capaz de marchar al encuentro de aquellos que tienen necesidades especiales. Una está en constante salida de su tierra interior, para amar, para desprenderse de sí misma y entregarse por completo a lo que Dios le encomienda”, cuenta Valeriana, que tiene a su cargo a dos de esas chicas, una ciega y otra tetrapléjica, y que, de vez en cuando, se deja caer por su Écija natal. “Quiero a la tierra donde nací. De hecho, siempre que vuelvo a casa me pongo frente al pedregal, consciente de que ahí comenzó todo, de que esa tierra fue el punto de partida para otra”. “La que yo te mostraré”, esa que prometió Yahvé a Abrahán. JOSÉ BELTRÁN T enía seis años Paul Schneider cuando tuvo que salir de Estados Unidos, donde nació, tual. Sin embargo, este mes en Gode me ha hecho sentirme en casa", explica este joven sacerdote de la diócesis de Ge- De hecho, Paul es consciente de la delicada situación del país donde ha estado: "Sé que conlleva sus riesgos". para poner rumbo a España. Fue su primer éxodo. Pero no parece que vaya a ser el último. "Cristo está en un lugar llamado Gode", asegura. Le ha bastado un mes de experiencia en una recóndita ciudad de Etiopía para confirmar y poner nombre a un runrún que le removía hace años: la misión ad gentes. "Este verano se ha despertado definitivamente. Quizá nunca había dado un paso al frente porque siempre he tenido miedo a que mi vocación se debilitara fuera de mi contexto habi- tafe, hablando de esta pequeña urbe en medio del desierto, donde los católicos son una minoría entre la minoría, con 55 mezquitas y una iglesia ortodoxa. "Desde hace un tiempo vengo manifestando machaconamente a mi obispo que quiero marchar a territorio misionero. Hasta el momento simplemente pienso en un año sabático o como Fidei donum. Pero puede que solo sea el principio", explica feliz, pero sin que esto le impida ver los desafíos con los que se puede topar. "De Etiopía me atrae la mayoría musulmana", dice. "Esa llamada de Abrahán, de salir al encuentro del diferente, me la ha revelado Dios con una inquietud por aquello que era distinto. La insistencia de Francisco, durante la JMJ de Cracovia, para abandonar la zona de confort, dejando a un lado el sofá, y ponerme las zapatillas para ir a los caminos, ha acentuado este deseo". "Simplemente trato de responder a lo que Dios me llama en este momento de mi vida", concluye. NÚM. 168, OCTUBRE DE 2016 misioneros 35