Condiciones de seguridad y técnicas de trabajo frente al riesgo eléctrico. Autor: Salvador Puigdengolas Rosas Ingeniero Industrial. Col. num. 3820 Técnico Superior PRL en las especialidades de Seguridad, Higiene y Ergonomía y Psicosociología. Introducción El presente documento trata de resaltar la importancia que un diseño y ejecución de una instalación eléctrica, en conformidad a la legislación de seguridad industrial, tiene para salvaguardar la seguridad y salud de los usuarios. A fin de introducir el tema y tal como, en la segunda acepción, establece el diccionario de la RAE, la electricidad es una forma de energía basada en esta propiedad que puede manifestarse en reposo, como electricidad estática, o en movimiento, como corriente eléctrica, y que da lugar a luz, calor, campos magnéticos, etc. Energía que si no se utiliza de manera controlada puede generar graves daños a la salud de los operadores y ususarios. En el campo de la Ingeniería Industrial y según establece el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), viene a entenderse como: - Instalación eléctrica: Todo conjunto de aparatos y de circuitos asociados en previsión de un fin particular: producción, conversión, transformación, transmisión, distribución o utilización de la energía eléctrica. - Instalación eléctrica de edificios: Conjunto de materiales eléctricos asociados a una aplicación determinada cuyas características están coordinadas. - Instalación de puesta a tierra: Conjunto de conexiones y dispositivos necesarios para poner a tierra, individual o colectivamente, un aparato o una instalación. - Instalaciones provisionales: Son aquellas que tienen, en tiempo, una duración limitada a las circunstancias que las motiven. Pueden ser: - De reparación. Las necesarias para paliar un incidente de explotación. - De trabajos. Las realizadas para permitir cambios o transformaciones de las instalaciones, sin interrumpir la explotación. - Semi-permanentes. Las destinadas a modificaciones de duración limitada, en el marco de actividades habituales de los locales en los que se repitan periódicamente (Ferias). - De obras. Son las destinadas a la ejecución de trabajos de construcción de edificios y similares. Además, cabe hacer notar que la energía eléctrica se viene a manifestar en forma de corriente continua (c.c.) o en corriente alterna (c.a.) dividiéndose, a su vez, en Alta o Baja Tensión según superen, o no, los 1000 voltios en corriente alterna, o los 1500 voltios en corriente continua. En baja tensión es el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión el que regula las condiciones de diseño, ejecución y de seguridad de aquellas instalaciones que distribuyan la energía eléctrica, a las generadoras de electricidad para consumo propio y a las receptoras, en los siguientes límites de tensiones nominales: - Corriente alterna: igual o inferior a 1.000 voltios. - Corriente continua: igual o inferior a 1.500 voltios. A efectos de aplicación, el REBT clasifica las instalaciones eléctricas de baja tensión, se clasifican, según las tensiones nominales que se les asigne, en: Muy baja tensión Tensión usual Tensión especial Corriente alterna Corriente continua (Valor eficaz) (Valor medio aritmético) Un ≤ 50 V Un ≤ 75 V 50 V < Un ≤ 500 V 75 V < Un ≤ 750 V 500 V < Un ≤ 1000 V 750 V < Un ≤ 1500 V En las distribuciones de corriente alterna, según dispone el Reglamento, las tensiones nominales usualmente utilizadas son: 230 V entre fases para las redes trifásicas de tres conductores. 230 V entre fase y neutro, y 400 V entre fases, para las redes trifásicas de cuatro conductores. El REBT vino a establecer una frecuencia nominal obligatoria para la red eléctrica de servicio público en baja tensión, de 50 Hz, permitiendo "previa autorización motivada del órgano competente de la Administración Pública, cuando se justifique ante el mismo su necesidad, no se produzcan perturbaciones, significativas en el funcionamiento de otras instalaciones y no se menoscabé el nivel de seguridad para las personas y los bienes", la utilización de otras tensiones y frecuencias. 2.- Normativa Es importante que toda instalación eléctrica esté diseñada y ejecutada en conformidad a los requisitos de seguridad industrial, ya que, conforme a los criterios establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT. Evaluación de Riesgos Laborales-2ª Edición), la salvaguarda de la reglamentación de aplicación permitiría a toda instalación eléctrica cumplir con los preceptos de la legislación en seguridad industrial que le es de aplicación (artículo 9 de la Ley 21/1992), llevándose a cabo, intrínsecamente, la protección contra accidentes y siniestros capaces de producir daños o perjuicios a las personas, lo que vendría a suponer el control de los riesgos derivados de estas instalaciones o equipos, no siendo necesario, por tanto y según los criterios del INSHT, realizar una evaluación, para las tareas o actividades asociadas, de este tipo de riesgos. El Real Decreto 842/2002 de 2 de agosto por el que se aprueba el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión es el que tiene como objeto establecer las condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas conectadas a una fuente de suministro en los límites de baja tensión, con la finalidad de: - Asegurar el normal funcionamiento de dichas instalaciones y prevenir las perturbaciones en otras instalaciones y servicios. - Contribuir a la fiabilidad técnica y a la eficiencia económica de las instalaciones. - Preservar la seguridad de las personas y los bienes. Prescripciones que, conforme a esta última prescripción y en materia de seguridad y salud en el trabajo, vendrían a aplicarse a todos aquellos equipos de trabajo y todas aquellas instalaciones de servicio anejas a los lugares de trabajo y a las técnicas y procedimientos para trabajar en ellas o en sus proximidades, debiéndose cumplir, además, con las disposiciones establecidas en el Real Decreto 614/2001 de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico. 3.- Riesgo eléctrico. Efectos sobre el cuerpo humano. A fin de introducir las protecciones así como las técnicas para trabajar en una instalación eléctrica, se hace necesario conocer el riesgo originado por la energía eléctrica sobre el cuerpo humano a fin de poder valorar sus consecuencias. Consecuencias derivadas del riesgo eléctrico que, dentro del término, quedan específicamente incluidos los riesgos de: Choque eléctrico por contacto con elementos en tensión (contacto eléctrico directo), o con masas puestas accidentalmente en tensión (contacto eléctrico indirecto). Quemaduras por choque eléctrico o por arco eléctrico. Caídas o golpes como consecuencia de choque o arco eléctrico. Incendios o explosiones originados por la electricidad. Los efectos que el paso de la corriente por el cuerpo pueden ocasionar van desde lesiones físicas secundarias (como contusiones, torceduras, caídas, etc.) hasta la muerte por fibrilación ventricular. Se dice que una persona se electriza cuando la corriente eléctrica circula por su cuerpo, es decir, cuando la persona llega a formar parte del circuito eléctrico, pudiéndose, al menos, distinguir dos puntos de contacto: uno de entrada de la corriente eléctrica. y otro de salida de la corriente eléctrica. El efecto fisiológico por riesgo eléctrico más frecuente es el de electrocución. Riesgo que se materializa cuando una persona fallece debido al paso de la corriente eléctrica por su cuerpo. Además del fallecimiento, el paso de corriente eléctrica puede llegar a producir otros factores fisiopatológicos que, sin llegar a producir la muerte, sí que pueden producir efectos nerviosos y musculares irreversibles, así como efectos térmicos. Entre dichos efectos, podemos encontrarnos: Paro respiratorio y asfixia. Se produce cuando el paso de la corriente afecta al centro nervioso que regula la función respiratoria, pudiendo llegar a ocasionar el paro respiratorio. Fibrilación ventricular. Consiste en una ruptura del ritmo cardiaco, con movimientos anárquicos del corazón, que deja de bombear sangre a los diferentes órganos, pudiendo llegar a producir lesiones irreversibles, como por ejemplo, en el cerebro. Tetanización. Entendido como el movimiento incontrolado de los músculos como consecuencia del paso de la energía eléctrica. Dependiendo del recorrido de la corriente podemos llegar a perder el control de las manos, brazos, músculos, etc. Agarrotamiento muscular. Consiste en la incapacidad del individuo de separarse del punto de contacto eléctrico. Quemaduras. Pudiendo producir alteraciones de la piel humana en función de la densidad de corriente que circula por un área determinada (medida en mA/mm2) y el tiempo de exposición (medido en segundos) a esa corriente. Conforme a la siguiente figura, recogida en la NTP 400 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), se pueden distinguir, en las alteraciones de la piel en función de la densidad de corriente y el tiempo de exposición, las siguientes zonas: Figura 1 NTP 400. INSHT Zona 0: habitualmente no hay alteración de la piel, salvo que el tiempo de exposición sea de varios segundos, en cuyo caso, la piel en contacto con el electrodo puede tomar un color grisáceo con superficie rugosa. Zona 1: se produce un enrojecimiento de la piel con una hinchazón en los bordes donde estaba situado el electrodo. Zona 2: se provoca una coloración parda de la piel situada bajo el electrodo. Si la duración es de varias decenas de segundos se produce una clara hinchazón alrededor del electrodo. Zona 3: se puede provocar la carbonización de la piel. 4.- Factores. Los factores que influyen en la peligrosidad de la corriente en su paso por el cuerpo humano, vienen a ser: Intensidad de la corriente. Es uno de los factores que más inciden en los efectos y lesiones ocasionados por el accidente eléctrico. Dependiendo de la intensidad de la corriente eléctrica y del tiempo de exposición, medido en milisegundos, se pueden establecer los siguientes umbrales: o Umbral de percepción: valor mínimo de la corriente que llega a provocar una sensación en una persona a través de la que pasa esta corriente, por ejemplo, un ligero cosquilleo. En corriente alterna esta sensación de paso de la corriente se percibe durante todo el tiempo de paso de la misma. Sin embargo, con corriente continua solo se percibe cuando varía la intensidad, por ello son fundamentales el inicio y la interrupción del paso de la corriente, ya que entre dichos instantes no se percibe su paso, salvo por los efectos térmicos de la misma. La Norma CEI 479-11994 considera un valor, para umbral de percepción, de 0,5 mA en corriente alterna y 2 mA en corriente continua, independientemente del tiempo de exposición. o o o Umbral de reacción: es el valor mínimo de la corriente que provoca una contracción muscular. Umbral de no soltar: es el valor máximo de la corriente que permite a la persona soltar los electrodos cuando los tiene sujetos. En corriente alterna se considera un valor máximo de 10 mA, cualquiera que sea el tiempo de exposición. En corriente continua es difícil establecer el umbral de no soltar ya que solo el comienzo y la interrupción del paso de la corriente provoca el dolor y las contracciones musculares. Umbral de fibrilación ventricular: es el valor mínimo de la corriente que puede provocar la fibrilación ventricular. En corriente alterna, el umbral de fibrilación ventricular decrece considerablemente si la duración del paso de la corriente se prolonga más allá de un ciclo cardíaco. Adecuando los resultados de las experiencias efectuadas sobre animales a los seres humanos, se han establecido unas curvas, por debajo de las cuales no es susceptible de producirse. La fibrilación ventricular está considerada como la causa principal de muerte por choque eléctrico. Tiempo de contacto. Junto con la intensidad, es el factor que más influye en el resultado del accidente por choque eléctrico. Por ejemplo, en corriente alterna y con intensidades inferiores a 100 mA, la fibrilación puede producirse si el tiempo de exposición es superior a 500 ms. Entre otras reacciones en función del tiempo de exposición, y conforme a la siguiente figura establecida por el INSHT en la NTP 400, se pueden establecer: Zona 1, definida hasta el umbral de percepción, no tendríamos ninguna reacción. Zona 2, y hasta el umbral de no soltar y en función de la intensidad de corriente, tendríamos una sensación de cosquilleo e incluso dolor. Habitualmente ningún efecto fisiológico peligroso. Zona 3, hasta el umbral de fibrilación, y en función de la intensidad de corriente, podrían llegar a darse contracciones musculares, pudiéndose manifestar un riesgo de asfixia, pero sin llegar a materializarse, normalmente, ningún daño orgánico. Zona 4, y a partir de ésta, se pueden llegar a manifestar el riesgo de fibrilación, pudiéndose producir paradas respiratorias, quemaduras graves,... Figura 2 de la NTP 400: Corriente eléctrica: efectos al atravesar el organismo humano Tensión aplicada. En sí misma no es peligrosa pero, conforme a la Ley de Ohm, que establece que la tensión es proporcional a la intensidad de corriente por la resistencia, si ésta última es baja, puede ocasionar un paso de intensidad elevada y, por tanto, muy peligrosa. La relación entre la intensidad y la tensión no es lineal debido al hecho de que la impedancia del cuerpo humano varía con la tensión de contacto. Ahora bien, por depender la resistencia del cuerpo humano, no solo de la tensión, sino también de la trayectoria y del grado de humedad de la piel, no tiene sentido establecer una única tensión de seguridad sino que tenemos que referirnos a infinitas tensiones de seguridad, cada una de las cuales se correspondería a una función de las distintas variables anteriormente mencionadas. Las tensiones de seguridad aceptadas por el REBT, en su ITC BT 024, son 24 V para emplazamiento húmedo y 50 V para emplazamientos secos, siendo aplicables tanto para corriente continua como para corriente alterna de 50 Hz. Frecuencia de la corriente. Tal como se ha indicado anteriormente, la frecuencia nominal obligatoria para la red eléctrica de servicio público, en baja tensión, viene establecida en 50 Hz. No obstante cabe indicar que ésta, en función de la actividad y el uso pueden oscilar hasta los 1 MHz en alimentadores de potencia. Su efecto es el de producir un decrecimiento proporcional de la impedancia de la piel en función del aumento de frecuencia. Esto es debido a la influencia del efecto capacitivo de la piel. Trayectoria de la corriente. La gravedad del accidente depende del recorrido de la corriente a través del cuerpo. Una trayectoria de mayor longitud tendrá, en principio, mayor resistencia y por tanto menor intensidad. Sin embargo, puede atravesar órganos vitales (corazón, pulmones, hígado, etc.) provocando lesiones mucho más graves. Dependiendo de la trayectoria de la corriente por el cuerpo humano, se aplica, para el cálculo de la intensidad que recorre, un factor de corriente indicado en el cuadro siguiente: Iref Ih = -------F Impedancia del cuerpo humano. Las diferentes partes del cuerpo humano, como la piel, los músculos, la sangre, etc., presentan para la corriente eléctrica una impedancia compuesta por elementos resistivos y capacitivos. Durante el paso de la electricidad la impedancia de nuestro cuerpo se comporta como una suma de tres impedancias en serie: Tensión de contacto (U en voltios) Resistencia del cuerpo humano (Ohmios) Piel Seca Piel húmeda Piel mojada Piel sumergida < 25 5000 2500 1000 500 50 4000 2000 875 440 250 1500 1000 650 325 Valor asintótico 1000 1000 650 325 o o Impedancia de la piel en la zona de entrada. (Z ent) Impedancia interna del cuerpo. (Zi) La impedancia interna del cuerpo puede considerarse esencialmente como resistiva, con un valor, normalmente pequeño (500 Ω) con la particularidad de ser la resistencia de los brazos y las piernas mucho mayor que la del tronco. Ésta se hace prácticamente despreciable para tensiones elevadas. o Impedancia de la piel en la zona de salida (Z sal) La piel es mala conductora y se comporta como un dieléctrico. Su impedancia depende de la superficie de contacto, de la tensión de contacto, del grado de humedad de la piel y de la presión del contacto. Hasta tensiones de contacto de 50 V en corriente alterna, la impedancia de la piel varía, incluso en un mismo individuo, dependiendo de factores externos tales como la temperatura, la humedad de la piel, etc.; sin embargo, a partir de 50 V la impedancia de la piel decrece rápidamente, impedancia no lineal, llegando a ser muy baja si la piel está perforada. 5.- Protección frente a choques eléctricos En el diseño y ejecución de una instalación eléctrica, la protección contra los choques eléctricos a instalar provienen de las medidas técnicas prescritas en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (R.D. 842/2002), que establece los sistemas de protección en las instalaciones. Básicamente, dichas medias vienen establecidas en las instrucciones técnicas complementarias y, en particular tanto en la ITC-BT-24, “Instalaciones interiores o receptoras. Protección contra los contactos directos e indirectos”; como en la ITC BT 036, “Instalaciones a muy Baja Tensión”, entre otras. 5.1.- Protección contra contactos directos e indirectos La protección contra los choques eléctricos para contactos directos e indirectos, simultáneamente, se puede realizar mediante la utilización de los tres tipos de instalaciones a muy baja tensión que establece la ITC-BT-36 “Instalaciones a muy Baja Tensión”, del REBT. Dicha ITC, las viene a definir como: Muy Baja Tensión de Seguridad (MBTS), comprendiendo aquellas cuya tensión nominal no excede de 50 V en c.a. ó 75 V en c.c, alimentadas mediante una fuente con aislamiento de protección, tales como un transformador de seguridad conforme a la norma UNE-EN 60742 ó UNE-EN 61558 -2 -4 o fuentes equivalentes, cuyos circuitos disponen de aislamiento de protección y no están conectados a tierra. Las masas no deben estar conectadas intencionadamente a tierra o a un conductor de protección. Muy Baja Tensión de Protección (MBTP), comprendiendo aquellas cuya tensión nominal no excede de 50 V en c.a. ó 75 V en c.c, alimentadas mediante una fuente con aislamiento de protección, tales como un transformador de seguridad conforme a la norma UNE-EN 60742 ó UNE-EN 61558 -2 -4 o fuentes equivalentes, cuyos circuitos disponen de aislamiento de protección y, por razones funcionales, los circuitos y/o las masas están conectados a tierra o a un conductor de protección. La puesta a tierra de los circuitos puede ser realizada por una conexión adecuada al conductor de protección del circuito primario de la instalación. Muy Baja Tensión Funcional (MBTF), comprendiendo aquellas cuya tensión nominal no excede de 50 V en c.a. ó 75 V en c.c., y que no cumplen los requisitos de MBTS ni de MBTP. Este tipo de instalaciones bien, están alimentadas por una fuente sin aislamiento de protección, tal como fuentes con aislamiento principal, o bien sus circuitos no tienen aislamiento de protección frente a otros circuitos. La ITC establece, a su vez, que la protección contra los choques eléctricos de este tipo de instalaciones deberá realizarse conforme a lo establecido en la ITC-BT-24 para circuitos distintos de MBTS o MBTP. 5.2.- Protección contra contactos directos Esta protección consiste en tomar las medidas destinadas a proteger las personas contra los peligros que pueden derivarse de un contacto con las partes activas de los materiales eléctricos. Salvo indicación contraria, los medios a utilizar vienen expuestos y definidos en la Norma UNE 20460-4-41, que son habitualmente: Protección por aislamiento de las partes activas. Las partes activas de la instalación deberán estar recubiertas de un aislamiento que no pueda ser eliminado más que destruyéndolo. Las pinturas, barnices, lacas y productos similares no se considera que constituyan un aislamiento suficiente en el marco de la protección contra los contactos directos. Protección por medio de barreras o envolventes. Las partes activas deben estar situadas en el interior de las envolventes o detrás de barreras que posean, como mínimo, el grado de protección IP XXB, según UNE 20324, que es equivalente a la norma europea EN 60529. Si se necesitan aberturas mayores para la reparación de piezas o para el buen funcionamiento de los equipos, se adoptarán las precauciones para impedir que las personas o animales domésticos toquen las partes activas y se garantizará que las personas sean conscientes del hecho de que las partes activas no deben ser tocadas voluntariamente. Las superficies superiores de las barreras o envolventes horizontales que son fácilmente accesibles deben responder, como mínimo, al grado de protección IP 4X o IP XXD. Las barreras o envolventes deben fijarse de manera segura y ser de una robustez y durabilidad suficientes para mantener los grados de protección exigidos, con una separación suficiente de las partes activas en las condiciones normales de servicio, teniendo en cuenta las influencias externas. Protección por medio de obstáculos. Esta medida no garantiza una protección completa y su aplicación se limita, en la práctica, a los locales de servicio eléctrico solo accesibles al personal autorizado. Los obstáculos están destinados a impedir los contactos fortuitos con las partes activas, pero no los contactos voluntarios por una tentativa deliberada de salvar el obstáculo. Los obstáculos deben impedir: o o un acercamiento físico no intencionado a las partes activas; los contactos no intencionados con las partes activas en el caso de intervenciones en equipos bajo tensión durante el servicio. Los obstáculos pueden ser desmontables sin la ayuda de una herramienta o de una llave. No obstante, deben estar fijados de manera que se impida todo desmontaje involuntario. Protección por puesta fuera de alcance por alejamiento. Esta medida no garantiza una protección completa y su aplicación se limita, en la práctica, a los locales de servicio eléctrico accesibles al personal autorizado. La puesta fuera de alcance por alejamiento está destinada solamente a impedir los contactos fortuitos con las partes activas. Las partes accesibles simultáneamente, que se encuentran a tensiones diferentes no deben encontrarse dentro del volumen de accesibilidad. El volumen de accesibilidad de las personas se define como el situado alrededor de los emplazamientos en los que pueden permanecer o circular personas, y cuyos límites no pueden ser alcanzados por una mano sin medios auxiliares. Protección complementaria por dispositivos de corriente diferencial residual. Esta medida de protección está destinada solamente a complementar otras medidas de protección contra los contactos directos. El empleo de dispositivos de corriente diferencial-residual, cuyo valor de corriente diferencial asignada de funcionamiento sea inferior o igual a 30 mA, se reconoce como medida de protección complementaria en caso de fallo de otra medida de protección contra los contactos directos o en caso de imprudencia de los usuarios. La utilización de tales dispositivos no constituye por sí mismo una medida de protección completa y requiere el empleo de una de las medidas de protección enunciadas en los apartados anteriores. 5.2.1.- Grados de protección Según la "GUÍA-BT-ANEXO 1", publicada por el entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología, el nivel de protección proporcionado por una envolvente contra el acceso a las partes peligrosas, contra la penetración de cuerpos sólidos extraños, penetración de agua o contra los impactos mecánicos exteriores, viene definido por dos grados de protección con codificación diferente, código IP y código IK, descritos, respectivamente, en las normas UNE 20324, que es equivalente a la norma europea EN 60529, y UNE EN 50102. Código IP. Compuesto por dos cifras, la primera indica la protección de las personas contra el acceso a las zonas peligrosas, limitando o impidiendo la penetración de una parte del cuerpo humano o de un objeto cogido por una persona, así como contra la penetración de cuerpos sólidos extraños. Graduada del 0 al 6, a medida que aumenta su valor disminuye el diámetro del cuerpo que la envolvente deja penetrar. GUÍA-BT-ANEXO 1. MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA La segunda cifra indica la protección del equipo en el interior de la envolvente contra los efectos perjudiciales debidos a la penetración del agua. Graduada del 0 al 8, a medida que aumenta su valor, la cantidad de agua que intenta penetrar en el interior de la envolvente es mayor, proyectándose en más direcciones. De forma opcional, puede completarse el código IP con una letra colocada a continuación de las cifras, proporcionando información sobra la accesibilidad de determinados objetos o partes del cuerpo a las zonas peligrosas del interior de la envolvente. Código IK. Compuesto por una cifra y codificado del 0 hasta el 10, indica el nivel de protección de la envolvente la contra los impactos mecánicos nocivos. 5.3.- Protección contra los contactos indirectos Esta protección se consigue mediante la aplicación de: Protección por corte automático de la alimentación. El corte automático de la alimentación después de la aparición de un fallo está destinado a impedir que una tensión de contacto de valor suficiente, se mantenga durante un tiempo tal que puede dar como resultado un riesgo. Debe existir una adecuada coordinación entre el esquema de conexiones a tierra de la instalación utilizado de entre los descritos en la ITC-BT-08 y las características de los dispositivos de protección. El corte automático de la alimentación está prescrito cuando puede producirse un efecto peligroso en las personas o animales domésticos en caso de defecto, debido al valor y duración de la tensión de contacto. Se utilizará como referencia lo indicado en la norma UNE 20572–1 “Efectos de la corriente sobre el hombre y los animales domésticos. Parte 1: Aspectos generales”. La tensión límite convencional es igual a 50 V, valor eficaz en corriente alterna, en condiciones normales. En ciertas condiciones pueden especificarse valores menos elevados, como por ejemplo, 24 V para las instalaciones de alumbrado público contempladas en la ITC-BT-09, apartado 10. Los aspectos más significativos que deben reunir los sistemas de protección en función de los distintos esquemas de conexión de la instalación (descritos por la ITC-BT-08) se definen en la ITC BT- 024 y en la norma UNE 20460-4-41. Protección por empleo de equipos de la clase II o por aislamiento equivalente. Se asegura esta protección por: o Utilización de equipos con un aislamiento doble o reforzado (clase II). o Conjuntos de aparamenta construidos en fábrica y que posean aislamiento equivalente (doble o reforzado). o Aislamientos suplementarios montados en el curso de la instalación eléctrica y que aíslen equipos eléctricos que posean únicamente un aislamiento principal. o Aislamientos reforzados montados en el curso de la instalación eléctrica y que aíslen las partes activas descubiertas, cuando por construcción no sea posible la utilización de un doble aislamiento. La norma UNE 20460-4-41 describe el resto de características y revestimiento que deben cumplir las envolventes de estos equipos. Si el receptor es de “doble aislamiento”, el cable de alimentación también deberá serlo, y el receptor se identificará por el símbolo un cuadrado en el interior de otro. Protección en los locales o emplazamientos no conductores. La norma UNE 20460-4-41 indica las características de las protecciones y medios para estos casos. Esta medida de protección está destinada a impedir en caso de fallo del aislamiento principal de las partes activas, el contacto simultáneo con partes que pueden ser puestas a tensiones diferentes. Se admite la utilización de materiales de la clase 0 condición que se respete el conjunto de las condiciones siguientes: Las masas deben estar dispuestas de manera que, en condiciones normales, las personas no hagan contacto simultáneo: bien con dos masas, bien con una masa y cualquier elemento conductor, si estos elementos pueden encontrarse a tensiones diferentes en caso de un fallo del aislamiento principal de las partes activas Protección mediante conexiones equipotenciales locales no conectadas a tierra. Una conexión equipotencial local no conectada a tierra está destinada a impedir la aparición de una tensión de contacto peligrosa. Los conductores de equipotencialidad deben conectar todas las masas y todos los elementos conductores que sean simultáneamente accesibles. La conexión equipotencial local así realizada no debe estar conectada a tierra, ni directamente ni a través de masas o de elementos conductores. Deben adoptarse disposiciones para asegurar el acceso de personas al emplazamiento considerado sin que éstas puedan ser sometidas a una diferencia de potencial peligrosa. Esto se aplica concretamente en el caso en que un suelo conductor, aunque aislado del terreno, está conectado a la conexión equipotencial local. Protección por separación eléctrica. El seccionamiento eléctrico para un circuito individual está destinado a impedir los choques eléctricos debidos a un contacto con las masas que puedan ponerse en tensión en el caso de defecto del aislamiento principal del circuito. El circuito debe alimentarse a través de una fuente de separación, es decir: o un transformador de aislamiento, o una fuente que asegure un grado de seguridad equivalente al transformador de aislamiento anterior (por ejemplo un grupo motor generador que posea una separación equivalente). La norma UNE 20460-4-41 enuncia el conjunto de prescripciones que debe garantizar esta protección. En el caso de que el circuito separado no alimente más que un solo aparato, las masas M del circuito no deben ser conectadas a un conductor de protección. 6.- Técnicas y procedimientos para trabajar en las instalaciones eléctricas o en sus proximidades Las disposiciones mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico, siendo de aplicación a las instalaciones eléctricas de los lugares de trabajo y a las técnicas y procedimientos para trabajar en ellas, o en sus proximidades, vienen reguladas en el Real Decreto 614/2001, de 8 de junio. Este Real Decreto vino a establecer las obligaciones del empresario en materia preventiva para la utilización o presencia de la energía eléctrica, así como, las condiciones de las instalaciones eléctricas, que deberán, en sí mismas y en su uso y mantenimiento, cumplir lo establecido en la reglamentación electrotécnica, la normativa general de seguridad y salud sobre lugares de trabajo, equipos de trabajo y señalización en el trabajo, así como cualquier otra normativa específica que les sea de aplicación. Como principal novedad, éste Real Decreto introdujo, en relación a la delimitación de las zonas de trabajo, zonas de peligro y zonas de proximidad, las técnicas y procedimientos para trabajar en instalaciones eléctricas o en sus proximidades, y los niveles de capacitación de los trabajadores, en función de su formación profesional o universitaria o a su experiencia certificada. Las figuras establecidas en el R.D. 614/2001, son: Trabajador autorizado. Aquel “trabajador que ha sido autorizado por el empresario para realizar determinados trabajos con riesgo eléctrico, en base a su capacidad para hacerlos de forma correcta, según los procedimientos establecidos”. Trabajador cualificado. “Trabajador autorizado que posee conocimientos especializados en materia de instalaciones eléctricas, debido a su formación acreditada, profesional o universitaria, o a su experiencia certificada de dos o más años”. Jefe de trabajo. Considerado como la “persona designada por el empresario para asumir la responsabilidad efectiva de los trabajos”. Las distancias límite de las zonas de trabajo en las que, en función de su capacitación, los trabajadores pueden desarrollar las tareas o actividades, estableciendo las mismas como: Zona de peligro o zona de trabajos en tensión: espacio alrededor de los elementos en tensión en el que la presencia de un trabajador desprotegido supone un riesgo grave e inminente de que se produzca un arco eléctrico o un contacto directo con el elemento en tensión, teniendo en cuenta los gestos o movimientos normales que puede efectuar el trabajador sin desplazarse. Zona de proximidad: espacio delimitado alrededor de la zona de peligro, desde la que el trabajador puede invadir accidentalmente esta última. En dichos conceptos se estableció que las distancias desde un elemento en tensión al límite exterior de esas zona, en la que no se interponga una barrera física que garantice la protección frente a dicho riesgo, será la indicada en la Tabla 1 del Anexo I de dicho Real Decreto: Un DPEL-1 DPEL-2 DPROX-1 DPROX-2 ≤1 50 50 70 300 3 62 52 112 300 6 62 53 112 300 10 65 55 115 300 15 66 57 116 300 20 72 60 122 300 30 82 66 132 300 45 98 73 148 300 66 120 85 170 300 110 160 100 210 500 132 180 110 330 500 220 260 160 410 500 380 390 250 540 700 Un = tensión nominal de la instalación (kV). DPEL-1 = distancia hasta el límite exterior de la zona de peligro cuando exista riesgo de sobretensión por rayo (cm). DPEL-2 = distancia hasta el límite exterior de la zona de peligro cuando no exista el riesgo de sobretensión por rayo (cm). DPROX-1 = distancia hasta el límite exterior de la zona de proximidad cuando resulte posible delimitar con precisión la zona de trabajo y controlar que ésta no se sobrepasa durante la realización del mismo (cm). DPROX-2 = distancia hasta el límite exterior de la zona de proximidad cuando no resulte posible delimitar con precisión la zona de trabajo y controlar que ésta no se sobrepasa durante la realización del mismo (cm). * Las distancias para valores de tensión intermedios se calcularán por interpolación lineal. Las técnicas y procedimientos de trabajo válidas como secuencia de operaciones a desarrollar para trabajar en instalaciones eléctricas, o en sus proximidades, dispuestas en el artículo 4 de dicho Real Decreto, son desarrolladas, cada una de ellas, por lo dispuesto en los Anexos de dicho Real Decreto. Entre las mismas se encuentran: La realización de los trabajos sin tensión (Anexo II): estableciéndose que todo trabajo en una instalación eléctrica, o en su proximidad, que conlleve un riesgo eléctrico deberá efectuarse sin tensión, salvo en los casos que se indican en los apartados 3 y 4 del artículo 4 del R.D. 614/2001. Dicho artículo establece, a su vez, que para dejar la instalación eléctrica sin tensión, antes de realizar el trabajo, y para la reposición de la tensión, al finalizarlo, se seguirán las disposiciones generales establecidas en el anexo II.A y, en su caso, las disposiciones particulares establecidas en el anexo II.B. La realización de los trabajos en tensión (Anexo III): estableciéndose que se pueden realizar con la instalación en tensión: o Las operaciones elementales, tales como por ejemplo conectar y desconectar, en instalaciones de baja tensión, con material eléctrico concebido para su utilización inmediata y sin riesgos por parte del público en general. En cualquier caso, estas operaciones deberán realizarse por el procedimiento normal previsto por el fabricante y previa verificación del buen estado del material manipulado. o Los trabajos en instalaciones con tensiones de seguridad, siempre que no exista posibilidad de confusión en la identificación de las mismas y que las intensidades de un posible cortocircuito no supongan riesgos de quemadura. En caso contrario, el procedimiento de trabajo establecido deberá asegurar la correcta identificación de la instalación y evitar los cortocircuitos cuando no sea posible proteger al trabajador frente a los mismos. Así como: o Las maniobras, mediciones, ensayos y verificaciones cuya naturaleza así lo exija, tales como por ejemplo la apertura y cierre de interruptores o seccionadores, la medición de una intensidad, la realización de ensayos de aislamiento eléctrico, o la comprobación de la concordancia de fases. o Los trabajos en, o en proximidad de instalaciones cuyas condiciones de explotación o de continuidad del suministro así lo requieran. Excepto en los casos indicados en el apartado 3 del artículo 4, que establece que el procedimiento empleado para la realización de trabajos en tensión deberá ajustarse a los requisitos generales establecidos en el anexo III.A y, en el caso de trabajos en alta tensión, a los requisitos adicionales indicados en el anexo III.B. Maniobras, mediciones, ensayos y verificaciones: indicándose que las maniobras, mediciones, ensayos y verificaciones eléctricas se realizarán siguiendo las disposiciones generales establecidas en el anexo IV.A de dicho Real Decreto y, en su caso, las disposiciones particulares establecidas en el anexo IV.B. Dicho anexo establece que si durante la realización de estas operaciones tuvieran que ocuparse, o pudieran invadirse accidentalmente, las zonas de peligro de elementos en tensión circundantes, se aplicará lo establecido, según el caso, en los anexos correspondientes a la ejecución de trabajos en tensión o trabajos que se realicen en proximidad de elementos en tensión, en conformidad con el anexo III o V, respectivamente. Trabajos en proximidad. En este aspecto, el Real Decreto establece que los trabajos que se realicen en proximidad de elementos en tensión se llevarán a cabo según lo dispuesto en el anexo V, o bien se considerarán como trabajos en tensión y se aplicarán las disposiciones correspondientes a este tipo de trabajos, a saber, anexo III. Trabajos en emplazamientos con riesgo de incendio o explosión. Los trabajos que se realicen en dichos emplazamientos, así como los procesos que puedan producir una acumulación peligrosa de electricidad estática se deberán efectuar según lo dispuesto en el anexo VI del R.D. 614/2001.