naconai Manuel Rosa Recuerda, guardia civil El delito de pensar f 1 pasado mes de noviembre, el cabo, I---- - Rosa Recuerda, abandona la pri-sion militar de Alcala de Henares con la salud quebrada por sus prolongadas estancias en las celdas de internamiento. Poco despues volvia a visitar una por unas declaraciones realizadas al diario "El Independiente” en el mes de marzo. Poca diferencia hay entre los dos ultimos meses de la vida de Rosa Recuerda y todos los anos que ha dedicado a defender el derecho a la libre sindicacion en el seno de la Benemerita, primero a traves del sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC) y ahora con la Union Democratica de Guardias Civiles (UDGC). Desde 1986, el juez togado militar de Sevilla mantiene confinado a Rosa Recuerda en la capital andaluza, ciudad que solo ha podido abandonar para cumplir penas de prision por el delito de expresar sus ideas y defender derechos recogidos en la Constitution. Por este motivo, no pudo recibir en persona el premio "Derechos Humanos”, aunque remitio el siguiente escrito: “Rogando encarecidamente sepan disculpar mi obligada incomparecencia en el presente acto por razones de seguridad juridica para mi persona, quiero agradecer sinceramente el presente galardon, que sin duda constituye un apoyo moral a mi persona y a la de mis companeros, a quienes, en ocasiones, se les somete a identicas situaciones de privacion de libertad por todos conocidas. Deseando, igualmente, felicitar al resto de los premiados quiero aprovechar la ocasion para dejar constancia del profundo agradecimiento , chos fundamentales, al haber sido objeto de numerosa sanciones —incluida la privacion de liber­ tad— por expresar sus convicciones y promover el sindicalismo en la Guardia Civil”, segun el acta de concesion de los premios. Quien si acudio a recibir su galardon fue el magistrado Baltasar Garzon, premiado por haberse destacado "en la defensa de los valores democraticos y de los derechos humanos de los ciuda­ danos mediante una actitud pro- que debe este humilde miembro de la Guardia Civil al Sindicato Democratico de Policla (SDP), sin cuya solidaridad desde hace tiempo hubiera sido imposible mantener el esfuerzo que exigen las presentes circunstancias. Del mismo modo, es obligado agradecer, con admiration, la tutela efectiva que me ha sido otorgada en reiteradisimas ocasiones por la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Andalucia, que, en todo momento y con encomiable ejemplo, ha sabido resolver las complejas situaciones que crean las normas legales referidas a la Guardia Civil y sus miembros, normas que estan en continua fric­ tion con los principios y preceptos constitucionales. Finalmente, y como no podia ser de otra manera, quiero dedicar el premio que me ha sido concedido a todos los ciudadanos espanoles porque ellos son, en defmitiva, los beneficiarios de la pugna por la obtencion de los derechos fundamentales y las libertades publicas que corresponden a los miembros de la Guardia Civil, siempre dentro de la Constitu­ cion y de la legalidad vigente.” ■ fesional valiente, rigurosa e inco­ rruptible en asuntos sumamente delicados y de gran trascendencia publica". Para los miembros del jura do, resulta encomiable "su decidida voluntad de investigar actividades sospechosas realizadas por el propio poder; su actitud ha sido especialmente ejemplar en casos como la instruction del sumario sobre el grupo terrorista GAL denominado “caso Amedo”, donde ha tenido que afrentar - 28 - multiples dificultades que se han intentado oponer a su labor". Garzon, como siempre, fue muy escueto en sus palabras. Agradecio “con un especial sentimiento de satisfaction" el reconocimiento a su labor otorgado por la APDH y, acaso por primera vez, se permitio una debilidad al afirmar que "siempre he perseguido de­ fender los derechos humanos, a pesar de algunos impedimentos y obstaculos que he encontrado". Una denuncia que quedo flotando en el ambiente. ■ Eduardo Luis Duhalde, peridista militante de los derechos humanos Perseauir el fantasma de los desaparecidos Por L. F. Rodriguez Guerrero Los ciudadanos de la Republica Argentina pueden volver a tropezarse en las calles de sus ciudades con los responsables de las Juntas Militares que aterrorizaron al pais tras el golpe de Estado de 1976, condenados tras la instauracion del actual regimen democratico. Para el periodista Eduardo Luis Duhalde, abogado y militante en la defensa de los derechos humanos, esto significara arrojar sobre la sociedad argentina el fantasma de los desaparecidos, mientras que los culpables del delito de lesa humanidad obtienen una injusta reparacion. ual es el grado de respeto a los dere­ chos humanos que se observa hoy en la Argentina? —Estrictamente, no p u e d e decirse q u e en m i p a ls h a y a h o y las p e rsec u cio n es pollticas a las q u e nos tienen acostum brados las dictaduras militares. —^Podemos entender, entonces, que los derechos humanos gozan en su pais de buena salud? —No, p o rq u e h ay una violacion estructural propia d e un sistem a social injusto, q u e crea en orm es d esig u ald ad es sociales, d o n d e la geograGa d el ham bre c r e c e todos los dias y la pobreza, en grandes cap as d e la poblacion , e s realm en te extrem a; d on d e h a y millon es d e p o b r e s en la m as absoluta indigencia, con un esp ectacu lar aum ento d e lo s In dices d e m endicidad infantil. A dem as existen atropellos concretos restringidos al cam po d el d erec h o a la vida, p o r la impunid ad con q u e la p olicia e je r c e la represion d e la delincuencia c o ­ mun, s o b r e todo juvenil. Todos los dias h ay "enfrentamientos" con delicuenten en los q u e £stos p erecen , com o si existiera una p en a d e m uerte no escrita. —iPor que parece entonces que lo mas importante es, en injusticia con ell os, cuando son ellos qu ien es han d eja d o profund as heridas en nuestra sociedad. —Sin embargo, el movimiento por los derechos humanos en Argentina tambien se opone al intento de instaurar la pena de muerte. —Claro. El p resid en te M enem trato d e sancionar con la p en a capital, h a c e s e is m eses, los secuestros segu idos d e muerte, prop io s d e la delincuencia comun, aunque com etidos p o r ex agentes d e l aparato rep resiv o d e l Estado, lo q u e Uamamos 'la m ano d e obra d esocu p a d a \q u e h o y s e dedican a actividades d e delincuencia comun. Nuestra oposicion no s e produjo p o r q u e esto s secu estro s s e com etiesen s o b r e s e c to r e s politi­ c o s a lo s q u e p u d iesem o s estar estos momentos, oponerse a la concesion de los indultos para los responsables de las juntas militares? —P orque e s un h e c h o grave q u e esta m as alia d e la libertad d e tres o cuatro p erso n a s e s una decision simdlica. Van a s e r p erdonados, sin h a b e r p a g a d o su g rav e deu da con la socied ad , verdaderos g en ocidas autores d e crim en es d e lesa humanidad; van a s e r ‘r eparados' com o si s e hu- 29 biera com etid o algun tipo d e ligados, sino p o r q u e estam os en contra d e la p en a d e m uerte m as alia d e toda consideracidn, y p o r ­ q u e una v ez in corporado e ste prin cipio a la legislacion, lu eg o h a cerlo exten sivo a situaciones d e rep resion politica y social e s un sim ple paso. —En esta ocasion, el intento de Menem se dirige contra los mili­ tares implicados en las recientes asonadas protagonizadas por los “carapintadas". —Si. El d en e con cien cia d e q u e no hya un con sen so suficien te en la s o c ie d a d q u e le perm it a aplicar la p en a d e muerte, p o r ejem plo, a Seineldin, p e r o con su insistencia va crean do las co n d icio n es para sa ca r adelan te la instauracion d e la p en a capital. —i,Las fuerzas armadas argentinas son, hoy, un peligro para la democracia de su pals? —Las fuerzas arm adas no s e plantean la direccidn d el Estado, entre otras co sa s p o r q u e sa ben q u e esta e s una 6 p o ca d e crisis realm en te diScil, y p o r q u e en su fracaso han visto no e l rech azo d e la s o c ie d a d a su accion rep resiva, sino e l derru m be d e su propia gestidn administrativa. Por e s te m otivo aceptan la subordinacion al p o d e r civil, aunque sin renunciar a las p resio n es cuando una d e sus d ecisio n es le s afecta. naoonai —Vista la situation desde la distancia, no parece el concepto de subordination el mas adecuado para definir esa relation. —No so lo eso, sino q u e tanto el Ejecutivo d e Alfonsin co m o e l d e M enem han d a d o una resp a ld o a las fuerzas armadas, p o r q u e la instauracidn d e l actual regim en d em ocratico no s e b a s o en un p r o c e s o d e ruptura. Se siguen aplican do las m ism as leyes, y los abu sos no s e han corregido. —^Por que no hubo ruptura? iComo se explican esas buenas relaciones? —P orqu e h a y com prom isos contraidos ya d e s d e e l G o b iem o d e Raul Alfonsin. Si ijo hubiera sid o tan p recipitada su salida d e la Casa Rosada, lo s indultos los hubiera firm ado el. L os m ilitares son p a rte d e la cla se dom inante d e l pais, q u e esta m uy interesada en reco m p o n er su dignidad. Sena m uy dificil q u e e l dia q u e lo s s e c to r e s priv ileg iad os vuelvan a n ecesitar a las fuerzas arm adas para realizar alguna tarea rep resiva, estas esten dispuestas a realizarla si antes no consideran saldada la deu d a p en d ien te q u e para ello s rep resen ta e l ju icio a las Juntas Militares. —^Quiere ello decir que los actuales sectores dominantes del pais tambien estuvieron implicados en el golde de Estado de 1976? —Claro. Estos s e c to r e s fueron los q u e en a qu el ano tuvieron q u e llam ar a las fuerzas arm adas co m o so p orte para realizar una recon version d e l m o d e lo capitalista. Tarea en la q u e habian fracasado, p o r q u e e s e m o d elo so lo p u e d e im p on erse m edian te las bayonetas. —Entonces, ^que significado tienen las asonadas de los "carapintadas”? — Un am plio grupo d e militares argentinos s e sienten utilizados p o r lo s m ism os s e c to r e s econ dm icos y politicos q u e le s llamaron para realizar e l trabajo sucio, y lu eg o no solo no s e lo a g rad ecieron, sino q u e condenaron a sus p ro p io s jefes. Mientras, co n sid e­ ran q u e e s o s s e c to r e s estan usufructuando la “p az" construida gracias al aniquilam iento d e toda oposicidn sindical y politica. —^Podrian ser los indultos una manera de contentar a los milita­ res mas enfrentados al actual sistema? —Los indultos dejan sin bandera a los grupos m as reaccinarios d e la milicia argentina. Pero, so b re todo, son un pu en te tendido hacia el secto r liberal d el Ejercito, p o r e l a p o y o q u e ha venido prestan d o al p o d e r civil d e s d e el p rim er dla d el G o b iem o Alfonsin, a p e s a r d e ten er a q u ien es fueron sus j e f e s presos. —Lo militar parece seguir siendo, segun sus palabras, un problema de dificil solution, no solo en la Argentina, sino en todo el continente. —No; la cuestion militar ha p e r d id o cierta p rep on d eran cia en nuestros paises. En la m ed id a q u e todo e l m odelo, im pulsado p o r lo s Estados Unidos, no bu sca ya las dictaduras militares, sino las dem ocracias formales, sin participacion popular; q u e son, d e todos m odos, un avance. No con v ien e olvidar q u e las dictaduras son b u en as para end ed u d a r un p a is y las d em o cra ­ cias son m ejo res para pagar. Para en g rosarla deuda, 'las dictaduras no tienen q u e c o n v e n c e r a nadie; en cam bio, para saldarla h a y q u e p e d ir sacrificios populares, com p ro m eter al conjunto d e la so ciedad. —iQue le queda a la sociedad argentina de todo ese conflicto? —Los desap arecid os, q u e p e san en la con cien cia colevtiva no so lo p o r q u e no s e haya castigado a lo s culpables, sino p o r q u e no s e ha aclarado su destino, p e s e a q u e toda esa inform acion esta en p o d e r d e l Estado. En la s o c ie d a d argentina esta p r e se n te e l gran fantasma d e lo s desap arecid os. El no s a b e r cuando ni com o murieron, ni d o n d e fueron a parar sus huesos, no afecta so lo a lo s allegados, sino q u e esta en la concien cia social com o una herida q u e va a costar restahar y q u e lo s insultos van a reabrir y agravar. Esto ha crea d o un m ied o interiorizado q u e esta ah ip resen te, y funciona co m o un m ecan ism o d e control so cial p rep a ra d o para s e r - 30 - utilizado en cualquier momento. A hora no s e g o b iem a m ediante e l m iedo, p e r o este est& estrateg icam en te co lo ca d o para s e r activado en cuanto se a necesario. —Cuesta mucho comprender como pudieron los militares ar­ gentinos alcanzar tales grados de brutalidad. —Fue un m o d e lo estructurado, no e l fruto d e una im provisacion o d e la m aldad p erson al d e los respon sables d e la dictadura. Pero aun m as p reocu p an te e s e l consen so so cial q u e obtuvo en algun os sectores. G rave problem a, en una s o c ie d a d com o la nuestra, en la q u e no h a y una tradicion dem ocratica ni d e d efen sa d e los d e r e c h o s humanos. —iPuede ser ese el principal caballo de batalla de las organizaciones sociales dedicadas a estos temas? —Si; su m as im portante trabajo e s im buir a la s o c ie d a d civil d e la n e c e s id a d d e d e fe n d e r los d e r e ­ ch o s humanos, d e la importancia q u e tiene e l d e r e c h o d e l otro, el d e r e c h o a la diferencia, com o p arte d e la convivencia social. —iOuedan aun razones para la esperanza? —Si. Toda Am erica Latina sigue sien d o un continente postergado, con gran des d esig u ald ad es s o ­ ciales, p e r o trescientos millon es d e alm as cada dia m en os resign adas a su destino son dem asiadas razon es para p en sa r q u e esta situacion no tiene salida. Pero no s e p u e d e p en sa r en solu cion es particulares h a y q u e recu p erar un p en sam ien to continental en A m erica Latina. —En Europa circula el rumor, tras la caida del "muro de Berlin”, de que la utopia ha muerto. —La utopfa no ha muerto, d e ninguna manera. Acaso, tal v e z lo hayan h e c h o algunos m o d elo s en lo s q u e s e habian depositado lo s ideales. La utopia en Am erica Latina e s e s te d esafio d e fin d e siglo d e com o estructurar los m o d e lo s s o cia les y com o reconducir n u e v o s p r o c e s o s d e liberacion que, tal vez, ya no pu edan ten er e l caracter d e las viejas rev olu cion es rom anticas qu e conocim os, com o la e p o p e y a d e F idel y e l 'Che' entrando en La Habana. ■ ntrevisla Entrevista con A bdelkader Taleb Omar, Ministro de Informacion de la RASD “ La solucion pacifica beneficia a todos” Por Carlos A. Andion Como Ministro del Interior, secretos entre Marruecos Marrakesh, entrevistandose Saudi). Hoy Taleb es Ministro Abdelkader Taleb Omar mantuvo uno de los contactos y el Frente Polisario que precedieron a la cumbre de en julio de 1988 con un tio de Hassan II en Taef (Arabia de Informacion y Cultura de la Republica Arabe Saharaui Democratica, rroqui en lugar d e apoyo, enos graves acontecimientos ocurridos recientecuentra una clara con den a intermente en Marruecos con nacional p o r sus violacion es d e motivo de la huelga general ede s o s derechos. Todas las Organidiciembre, reprimida violentazacion es Humanitarias y el propio Parlamento eu ro p eo asi lo han mente por la polida y el Ejercito, igue lectura le merecen Polisaconstatado. Asimismo, libros rio? com o "mi am igo el rey" d e Guilles Perrault, han d a d o a co n o c er a la —No p u ed en sorp ren d er en un regim en dictatorial com o e l opinion pu blica a sp ec to s m uy marroqul, ni han sido los prim eros interesantes s o b r e la r e alidad d el regim en marroqui. qu e ocurre a lo largo d e los Lo su c ed id o en M arruecos ultiultimos anos y d e s d e 1965, p u eb lo m am ente e s la con secu en cia nor­ m arroqul ha protagonizado m am al d e la naturaleza d el regim en. nifestaciones, hu elgas y rev u eltas Hay qu e considerar, d e s d e nuesen dem anda d e m ejoras en su tro punto d e vista, q u e e l 40 p o r situacidn social, politica y econ ociento d e l p resu p u esto lo utiliza mica; la respu esta d e l regim en Hassan II en la guerra d e l Sahara. ha sido invariable: la movilizacion Mientras esto siga ocurriendo e s d e la p o lid a y e l Ej6rcito, el im p o sib le q u e m ejoren las confu eg o y la sangre. La llam ada dicion es d e vida d e lo s marrooposicion le ha seg u id o e l ju e g o qu les y aum ente la dem ocracia y al regim en a lo largo d e estos e l r e sp e to a lo s d e r e c h o s hum a­ anos, utilizando el tema d el Sahara nos. com o un argumento para "preserv arla union nacional" frente al En Argelia las m ovilizaciones en em igo extem o. Hasta ahora, en p o p u lares han supuesto cam bios profun dos q u e obligan a aumene l antiguo orden intem acional, tar la dem ocracia. Los m ism o ha d e la guerra fria, M arruecos s e ben eficiaba d el apoyo d e algunos su c ed id o en Jordania. Sin em ­ bargo, en M arruecos s e repiten p a ises o ccid en tales para los q u e Hassan II rep resen taba sus intelas su b lev a cio n es y no tienen r e s e s frente al otro bloqu e. Pero respuesta positiva; p e r o esta cada la situacidn ha cam biado h a y vez va a s e r m as diflcil p o r q u e la otro orden mundial, s e han proe p o c a q u e hacia p o s ib le la exisducido cam bios a favor d e la tencia d e un rSgimen m ed iev a l dem ocracia y d e los d erec h o s humanos, y h o y e l r6gim en ma- L 31 ha pasado. El aislam iento d e Has­ san e s creciente y diversos p a ises o ccid en ta les ya no estan disp u esto s a darle su a p o y o ni asum irlas constantes violacion es d e los d e r e c h o s humanos. Una d e las con dicion es para q u e M arruecos saiga d e esta situacidn e s la solucidn pacifica al conflicto d e l Sahara, con la aplicacidn d e las resolu cion es intem acionales, q u e establezcan la estabilidad en la region d el M agreb arabe, algo q u e forma p arte d e la seg u rid ad d e los p a is e s m editerraneos. Cuando lo s sindicatos hablan d e reorientar lo s recu rsos destin ados a la guerra a lines s o cia les quieren d ecir d e form a clara q u e no estan p o r esta guerra y q u e d e b e terminar. La m iseria y la p o b rez a han a c a b a d o con e l falso y forzado entendimiento qu e existla entre la "union nacional’ y la "integridad territorial" d e Hassan II y la p a cien cia d e l p u e b lo m a­ rroqul. —En este momento existe una tregua militar en el Sahara para crear un plima favorable a la aplicacion de las resoluciones de la ONU. ^En gue fase se encuentra la situacion previa al referen­ dum? —La tregua militar s e ha observado para ap oy ar los esfuerzos d e l Secretario G eneral d e la ONU, ntrevisla hasta q u e M arruecos m anifieste d e form a clara q u e esta p o r la aplicacidn d e l plan d e p a z d e e ste organismo. Si Hassan lin o lo hace, las o p era c io n es m ilitares com enzaran d e nuevo. Estam os en una etapa decisiva s o b r e e l p r o c e s o d e p a z en el Sahara. En 1988 P erez d e Cuellar p resen to sus p ro p o sicio n es para la solucion d e l conflicto. Las d o s p a rtes las aceptaron en principio. D espues, la ONUenvio una c o lli­ sion tecnica para estudiar s o b r e e l terreno las n e c e s id a d e s para ejecu tar dichas proposicion es. En junio d e l 90 e l Secretario G eneral p resen to un plan d e p a z al Cons e jo d e Seguridad q u e fue adoptado. En e s te plan s e contenian las lineas g en era les para la solu­ cion d e l conflicto, incluso un calen dario q u e m arca las fa ses necesarias para su aplicacidn. En la actualidad s e preparan las p recision es s o b r e eln u m ero d e efectivos d e la tropa m arroqui q u e d e b e retirarse. Se esp era q u e tras la ad op cion d e e s te inform e p o r e l C on sejo d e Seguridad e m p ie c e su aplicacidn. Si no estallan otros conflictos q u e atraen la atencion mundial, co m o e l d el Golfo, q u e d e s ea m o s q u e encuentre tam bien una solucion pacifica, p o r q u e d e lo contrario todo lo d em as p a sa a un seg u n d o orden. M arruecos siem p re ha m aniob ra d o para crea r obstacu los p o r ­ q u e tem e e l referen du m y s a b e q u e lo s saharauis quieren la ind epen den cia. Si e l rdgim en m a­ rroqui realm ente tuviera la m en or confianza en q u e lo s saharauis estan p o r la integracion, hubiera a cep ta d o e l referendum en los prim eros dias, y habria evitado la p resion internacional s o b r e su G obiem o. Pueden intentar nuevas maniobras, p e r o la p a cien cia d e la ONU, d e l Secretario G eneral ha terminado. —Desde hace meses Marrue­ cos intenta dar una imagen de debilidad de la RASD, de divisibn interna dentro del Polisario entre las posturas tradicionales y otras mas contemporizadas. De hecho, en las comparecencias ante la prensa de algun transfuga, hoy El pueblo saharaui mantiene sus tradiciones en medio del conflicto instalado en Marruecos, se ha afirmado que con motivo de estas divisiones, usted y otros cinco ministros de la RASD estuvieron presos en Tinduf. Tambien en el informe de Amnistia Internacional, que es contundentfe respecto a las denurtcias de conductas atentatorias contra los derechos humanos por parte del regimen de Hassan II, incluyendo la desaparicion de 800 personas de origen saharaui desde la ocupacion; se menciona en un parrafo la preocupacion de esta organization humanitaria por la "cuestion de los presos y detenidos sin juicio por el Frente Polisario” suscitada ultimamente y por haber “recibido informes segun los cuales algunos de estos presos han sido torturados y alguno ha muerto durante su detention” —S ob re p r e s o s politicos en la RASD e s la prim era noticia q u e tengo. Si Amnistia Internacional ha r e c o g id o alguna su gerencia s o b r e esto m e interesaria verlo. No ten em os p r e s o s p oliticos en la RASD y tanto Amnistia Intem acional com o cualquier otra orga­ nizacion humanitaria p u e d e ir a constatarlo. En la RASD incluso si - 32 ~ alguien qu iere ir a M arruecos p u e d e hacerlo, p u e s los m ism os q u e han difundido estos datos falsos son lo s q u e han p a sa d o a M arruecos sin q u e e l Polisario, q u e p o d ia h a b erlos reten ido o m antenido presos, lo haya hecho. En lo q u e m e conciem e, yo nunca h e sid o detenido. Quiza tenga o b serv a cio n es q u e h a c e r dentro d e nuestra polltica, p e r o no d e orden decisivo, y en los objetivos todos estam os d e acuerdo. Repito, en la RASD no h a y p r e s o s politi­ cos, aunque si s e p u ed en dar ca so s d e san cion es disciplinarias sin q u e esto s ca so s p u ed an considerarse d e ninguna forma com o d eten cion es pollticas. C iertam ente h a y p erso n a s qu e han p a s a d o a M arruecos con diferen tes argum entos y pretextos, p e r o lo im portante e s don d e esta la inm ensa m ayoria d el p u e ­ b lo saharaui, y esta p o r su derech o a la autodeterm inacion y a la in depen den cia. Las divergen cias q u e p u e d e h a b e r entre nosotros, entre esta mayoria, no son s o b re cu estion es decisivas, sino diferencias d e otro nivel, com o ocurre en toda s o c ie d a d q u e no estan excluidas d e contradicciones. Te­ n em os p ro b lem a s q u e solucionar: la guerra y sus consecuencias, el exilio, e l aprendizaje, p e r o esto no influye d ecisivam en te s o b re la m archa d e l Polisario ni s o b r e su lucha. —iQue opina el Polisario de la visita del presidente del Gobiemo espanol tras la represion de la huelga general en Marruecos? —La visita en e s o s m om entos s e ha considerado, qu ierase o no, co m o un resp ald o al regim en d e M arruecos y a su polltica. N os­ otros p en sa b a m o s que, ya qu e no s e suspendla, deberla al m enos h a b e r m antenido una actitudm as exigent e y, r e sp e c to al p ro b lem a d e l Sahara, h a b e r p e d id o al Go­ b ie m o d e M arruecos q u e cumpliera las resolu cion es internacionales. P ero nada hu bo publicam en te al respecto. Espana todavla tiene una respon sabilid ad historica y m oral en e l Sahara y un p a p e l q u e ju gar en e l cam ino d e la con secu cion d e la p a z en nuestra tierra. ■ Destronada la razon, es la hora de la barbarie. Claves de una negociacion truncada La ONU y la CEE, las otras vktim as de la guerra Por Teresa Aranguren r 1 29 de noviembre pasado el Consejo de SeI guridad de las Naciones Unidas aprobo la resolution 678 por la que se autorizaba el uso de la fuerza contra Irak a partir del 15 de enero. Ese mismo dia el presidente Bush anuncio una espectacular oferta: su secretario de estado, James Baker, estaba dispuesto a acudir a Bagdad para entrevistarse con Saddam Husein y el propio Bush recibiria en Washington al ministro de Exteriores iraqui, Farek Aziz. Durante dias se hablo de suavizamiento en las posiciones de unos y otros y se aventuraron hipotesis acerca de una negocia­ cion que se estaria perfilando en la trastienda de la crisis. Pero Baker no ha ido a Bagdad ni Tarek Aziz a Washington. La I0UOOQUJ9QUI Consumada la tragedia de la guerra del Golfo, moralmente injustificable y cuya desproporcion entre los fines (corregir la locura de Sadam) y los medios empleados para lograrlo (los bombardeos sistematicos y masivos con las mas sofisticadas maquinas de matar) hiere la sensibilidad menos sutil, el orden juridico y moral internacional ha quedado roto. Esta guerra atroz, ademas de la muerte y la herida moral infligida al pueblo arabe, llevando su frustracion hasta limites insostenibles de desesperacion, deja otras muchas victimas en el campo de batalla. La mas trascendente y desmoralizadora es la de Naciones Unidas, organization nacida para el mantenimiento de la paz, que invalidada por EEUU en sus iniciativas ha quedado vatia de contenido. Una vez mas ha quedado patente, pero en esta ocasion de forma irreparable su inutilidad. El patetico papel de su secretario general, obligado a negociar a la desesperada, despojado por el "Imperio" de todo poder y credibilidad, pone crudamente de evidencia quien manda. Pero tambien EEUU, con esta guerra, ha asestado un golpe definitivo al proyecto de unidad de Europa, cuyos lideres han ido cada uno por su lado, desmarcandose del espiritu comunitario, poniendo de manifiesto que la "Gran Europa”, capaz de hacer frente al "Imperio en declive", es una entelequia. El pentagono censurara la informacion de la guerra El Pentagono, que no ha podido olvidar el efecto demoledor que Vietnam tuvo en la opinion publica y responsabiliza a los periodistas de la profunda herida que las tragicas consecuencias de la guerra dejaron en la sociedad norteamericana, quiere evitar-que se repita "el efecto devastador de la informacion”. Por ello, como ya hizo en la invasion de Granada y la de Panama, controlara rigurosamente a los periodistas y la informacion que estos envien de la guerra del Golfo, El Departamento de Defensa, que limitara el numero de periodistas en el frente a un total de treinta y seis a los que se sometera a un riguroso examen fisico ha establecido unas ferreas normas, de obligado cumplimiento, que impediran a los periodistas hablar de la otra cara de la guerra: muertos, heridos, mutilados o simplemente aterrorizados o demoralizados; es decir, la imagen real de la guerra, tan lejana al h6roe americano de pelicula. El sistema establecido para controlar el numero de periodistas que podran acceder al frente se realizara a trav6s de dos "pools” (grupos” de dieciocho informadores cada uno, integrados por norteamericanos, britanicos y algun europeo m^s. Los afortunados que consigan pasar los “examenes” y la autorizacion para llegar al frente tendran expresamente prohibido la libertad de movimiento y el contacto con los soldados heridos. Es comprensible que estos campeones de la democracia y la libertad ejerzan la censura para proteger la sensibilidad del buen pueblo americano, evit&ndole las atroces imagenes de una guerra terrorifica de la que ellos son los principales responsables. inesperada oferta de dialogo quedo bloqueada por la pol^mica en torno a la fecha de la visita de Baker. La propuesta iraqui del 12 de enero era, a juicio de la Administracion norteamericana, una artimana de Saddam Husein para conseguir en el ultimo momento el aplazamiento del limite marcado por Naciones Unidas. Finalmente, tras varias semanas de tensi6n “in crescendo” y de amenazas de destruction total por una y otra parte, Irak acepto una nueva propuesta. Baker y Tarek Aziz se encontrarfan en Ginebra el dla 9 de enero, una semana antes de la fatidica fecha del 15. Pero la polemica en torno a las fechas esconde una diferencia mucho mas radical y quiza insalvable. “Ni una sola concesi6n, la retirada debe ser total e incondicional”. El presidente Bush no se cansa de repetirlo, y su insistencia en el termino incondicional pa- rece haber ido en aumento a partir del 29 de noviembre. As! que para Saddam Husein no hay mas alternativa que la rendition total o la guerra. La sucesion de acontecimientos durante estos meses parece habemos conducido de manera casi automatica hasta este callejon de direction unica. Todo ha ocurrido ante las camaras de television del mundo; cada paso publicitado, anunciado, retransmitido como si asistieramos a un gran ensayo general que nos garantizaba que llegada la hora de la verdad estarian. El ensayo ya sirvio efectivamente para montar el "gran espectaculo" que estamos contemplando una guerra de ciencia-ficcion, con espectaculares efectos especiales y isin muertos!”. Cabe preguntarse si el desastre era inevitable. Si ya desde aquel 2 de agosto en el que comenzo la pelicula con la secuencia de las tropas iraqules apoderandose en pocas horas del emirato de Kuwait, la escena del The End, con su atrezzo apocaliptico, estaba prefijada. Si ha sido so lo la intransigencia de Saddam Hussein la que ha ’cerrado la puerta a toda otra alter­ nativa. En las primeras horas de la crisis La invasion parecio coger por sorpresa a todo el mundo. El dia anterior habian quedado rotas las conversaciones entre los gobiernos de Irak y Kuwait en la ciudad saudi de Yedah. Las reclamaciones de Bagdad respecto de la politica petrolera del emi­ rato, al que acusaban de provocar la baja de los precios del petroleo al no respetar las cuotas de produccion asignadas por la OPEP y de “robar” crudo iraqui a trav^s de las bolsas de los campos fronterizos de Rumailieh, quedaron en un segundo piano. La invasion revelaba que la principal aspiracion de Saddam Hussein era de caracter territorial: el logro de una salida al mar. La misma aspiracion que en 1979 habia llevado a Bagdad a invadir a su vecino Iran, para conseguir la soberania sobre el canal de Chat-el-Arab. Una invasion que, por cierto, no s61o no fue nunca condenada por Naciones Unidas (pese a las repetidas demandas de Teheran) sino que ademas conto con el apoyo fmanciero, logistico y diplomatico de Occidente y de la mayoria del mundo arabe, en especial de las monarqulas del Golfo. Ahora, sin em­ bargo, la historia iba a ser muy distinta. Horas despues de que las tro­ pas iraquies entraran en el emi­ rato, el presidente Bush, con gesto conmocionado, declaraba que los Estados Unidos no estaban considerando una accion militar para restablecer la soberania de Ku­ wait. Esta, sin embargo, serfa ine­ vitable e inminente si el ej^rcito de Saddam Hussein penetraba un territorio saudi. Tres dias des­ pues, el 5 de agosto, Washington envio sus primeros contingentes de tropas a la zona. La operation tenia, segun palabras del presidente Bush, caracter exclusivamente defensivo. Se trataba de proteger el territorio saudi de una hipot^tica invasion del ejercito de Irak desplegado al otro lado de su frontera norte. Gestiones abortadas i,Que ocurrio entre los dias 2 y 5 de agosto para provocar este repentino giro de la actitud de Washington? ^Manejaba el Pentagono informaciones que hiciesen temer un inminente ataque iraqui a Arabia Saudita? Saddam Hussein se preocupo muy mucho en esos dias de aclarar que no tenia intention de atacar el reino de los Saudi. Claro que las manifestaciones publicas de Saddam Hussein no tenian Manifestaciones multitudinarias en toda Europa contra la guerra. por que ser suficiente garantia. No se suele anunciar la hora ni la intention de invadir otro pais. Pero el hecho es que en esos dias si hubo otro tipo de movimientos, y no precisamente de tropas, Se ha sabido despues, gracias fundamentalmente a la entrevista del rey Hussein de Jordania a una cadena de televi­ sion norteamericana, y a informa­ ciones desgranadas poco a poco en los medios de prensa (entre ellas el libro del periodista estadounidense J. Salinger). Segun declaraciones del monarca jordano que se entre visto con Saddam Hussein a las pocas horas de la invasion, este le habria asegurado su disposition a retirarse de Kuwait, siempre que no se produjese el envio de tropas extranjeras a la zona y que la Liga Arabe se abstuviese de realizar una condena contra Irak - 35 - mientras se trataban sus reclamaciones en un marco regional. El rey Hussein habria transmitido esta oferta al Gobierno de Washington donde aun contaba con el ascendiente de los dirigentes llamados moderados y pro-occidentales, pidiendo al presidente Bush un plazo de unos dias, sin tomar ninguna iniciativa militar, para permitir la continua­ tion de las gestiones. Fueron momentos de intensa actividad diplomatica por parte de los paises arabes, en especial Jordania, Arabia Saudi y Egipto. Los esfuerzos se centraron en la convocatoria inmediata de una cumbre arabe en Yedah, en la que se abordarian las reclamaciones iraquies; no solo las referentes a la politica petrolera, sino sobre todo las de caracter territo­ rial: la posibilidad de una salida al mar a traves de las islas de Bubiyan y Warba y el litigio en tomo a los campos de Rumailieh. La cumbre de Yedah no llego a realizarse. Los dos paises que en un principio se habian mostrado intemaoonal mas interesados en su convocatoria, Egipto y Arabia Saudi, pasaron a encabezar la confrontation arabe contra Irak, mientras el rey Hussein perdia su imagen y su condition de aliado para convertirse en una especie de “persona non grata” en las esferas de poder de Washington. El 5 de agosto, a peticion del gobierno saudi, Estados Unidos envio su primer contingente militar de la operacidn “Escudo en el Desierto". Dias despues, la cumbre arabe se reunio en El Cairo y emitio una declaracion de condena contra Irak. Fue tambien la ocasion en la que se delimitaron claramente dos campos en el complejo entramado del mundo arabe. Dos modos muy distintos -de abordar la crisis suscitada por la invasion iraqui de Kuwait. En linea con la posicion estadounidense de "no concesiones", las monarquias del Golfo, Egipto y un caso muy particular, Siria. En el otro campo, con diferentes matices y gradaciones, pero con .el denominador comun de intentar la solution negociada, el resto. La ruptura del Statu Quo El alineamiento de Arabia Saudi y Egipto con las posiciones estadounidenses no es demasiado sorprendente si se tienen en cuenta la confluencia de intereses, tanto financieros como politicos entre la familia real saudi y Was­ hington y la grave dependencia economica de Egipto que, entre otras cosas, en el transcurso de la crisis ha conseguido la total condonacioi: de su deuda con los Estados Unidos. Con todo, ambos regim enes son conscientes de encontrarse en una posicion de “alto riesgo’1. La peticion de ayuda militar por parte de Arabia Saudi, que permitio el envio "legal” de tropas estadounidenses a la zona, respondio mas a una fidelidad de aliado que a un aut^ntico temor a una agresion iraqui. La decision Las tropas espanolas en mision de paz pueden ser bianco de las annas fabricadas en Espana. no fue facil y, sin duda, conto con fuerte oposicion en el seno de algunos miembros de la familia real. Esto explica las sorprendentes declaraciones del ministro de defensa, principe Sultan, en el mes de octubre, pronunciandose por un compromiso territorial con los iraquies “porque las diferencias en el seno de la familia arabe, las debem os solucionar pacificamente con un dialogo en­ tre hermanos”. El revuelo y el malestar causado por estas declaraciones en Washington fue rapidamente acallado y el principe Sultan parecio som eterse “disciplinadamente” a las leyes del clan que exigen respaldar las decisiones ya adoptadas. Con todo la opcion de la negotiation no quedo totalmente ■36 descartada. Marruecos, Argelia, Yemen, la OLP, Libia han intentado sucesivamente, a veces en iniciativas separadas, a veces en iniciativas conjuntas, recuperar el terreno y la oportunidad que perdieron desde ese 5 de agosto en el que los primeros soldados norteamericanos partieron hacia el desierto saudi. Una opcion que el transcurso de los acontecimientos ha hecho cada vez mas dificil. La respuesta iraqui al envio de tropas y a la declaracion de la cumbre arabe de El Cairo fue la anexion de Kuwait y su procla­ m ation como 19.a provincia de Irak. Bagdad parecia haber roto la baraja. Sin embargo, leida con un poco mas de detenimiento, esta anexion tiene matices que hacen pensar en un doble juego por parte de Saddam Hussein que, por un lado, declara irrevocablemente anexionado el territorio kuwaiti y, por otro lado, deja una puerta abierta para retomar la cuestion en el punto en el que estaba antes de su invasion. Las islas de Bubiyan y Warba y los campos petroliferos de Rumailieh no forman parte de la 19 provincia, sino que quedan adscritos a la provincia de Basora. Una hipotetica retirada del ejercito iraqui de lo que enfaticam ente han declarado la 19.a pro­ vincia dejaria fuera los dos puntos claves de sus reclamaciones territoriales que pretendian debatir en Yedah. En las semanas inmediatamente posteriores a la aprobacion de la resolution 678, la prensa israeli lanzo una information rapida­ mente divulgada por el resto de los medios de comunicacion occidentales: Saddam Hussein es­ taba preparando una iniciativa sorpresa para momentos antes del 15 de enero, consistente en una retirada "partial” del territorio conquistado. Una retirada de esa 19a provincia que no incluye ya la ansiada salida al mar de las islas de Bubiyan y Warba y las bolsas de petroleo en litigio, los campos de Kumailieh. El interes de la prensa israeli por esta hipotetica iniciativa es comprensible. De producirse habria hecho dificil la intervention militar de la fuerza multinational, introduciendo de nuevo la alternativa de la negotiation buscada por la mayorfa del mundo arabe e insistentemente rechazada por la coalicion anti-Irak y por las resoluciones de Naciones Unidas. Y, sobre todo, habrla roto el "status quo” de la region. Un statu quo que durante casi medio siglo ha sido favorable a Israel. La herida palestina Porque mas alia de.las virtuosas declaraciones de principios que parecen alentar la voluntad de hacer respetar a Irak el derecho international, cueste lo que cueste, lo que ha movilizado con tanta celeridad y firmeza a los EEUU, y detras de 61 al resto de la comunidad international, ha sido la necesidad de cortar de raiz un movimiento que ponia un grave riesgo el precario equilibrio de fuerzas aceptado y asentado en la region de Oriente Proximo. Y ha sido precisamente esa ruptura, lo que ha provocado una movilizacion de signo contrario entre gran parte de los pueblos de la zona, que apoyan como a un nuevo Nasser a Saddam Hus­ sein. Consciente de que 6sta era su unica fuerza frente al cerco inter­ national, el presidente iraqui lanzo el 12 de agosto su famosa "iniciativa de paz”. Irak estaba dispuesto a tratar la cuestion de la soberania de Kuwait en el marco de una conferencia inter­ national que abordase todos los problemas de la region, en primer lugar la cuestion palestina. A nadie se le oculto el caracter oportunista de esta propuesta, pero tambien era evidente su eficacia movilizadora. La position maximalista, de defensa de los principios, adoptada por la co­ munidad internacional frente a Irak, casa mal con la ambigiiedad, la indiferencia y a veces la complicidad de esa misma comuni­ dad ante una situation cuando menos tan ilegal como la creada por la invasion iraqui a Kuwait. El presidente Bush se divierte con el _ Rey Fahd de Arabia Saudi. Los ultimos acontecimientos en los territorios palestinos ocupados por Israel han reforzado esa impresion. La dureza de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad, en especial la del bloqueo naval y la mas reciente legitimando el uso de la fuerza, y el convencimiento de que ambas se consiguieron por iniciativa y presion de los Estados Unidos (no hay que olvidar que Was­ hington se declare en ambos casos, el del bloqueo y el del uso de la fuerza, dispuesto a actuar por su cuenta si Naciones Unidas no lo aprobaba) han dejado en position muy dificil no solo a los regim enes arabes de la coalicion multinational sino a los paises europeos que intentan mantener un cierto ascendiente entre los pueblos de la region. Tanto el presidente Mitterrand, cuya intervention ante la Asamblea de Naciones Unidas fue calificada de “positiva" por Bagdad y - 37 - provoco las iras de los dirigentes de Tel Aviv, como el ministro de Asuntos Exteriores italiano, De Michellis, han intentado matizar su "respaldo a Estados Unidos". En una reciente entrevista con el diario frances Le Monde, De Michellis han intentado matizar su “respaldo a Estados Unidos". En una reciente entrevista con el diario frances Le Monde, De Michellis hizo unas afirmaciones sorprendentem ente claras y contundentes con respecto a Israel. “Una vez solucionada la crisis del Golfo habra que tratar a Israel del mismo modo que se ha tratado a Irak, es preciso aislar a Israel, no podem os permitir que este pais siga dictando nuestra politica en la region.” Un mensaje directam ente dirijido al corazon del mundo arabe. Una garantia de que a partir de ahora las cosas no seguiran como estaban. Pero tambien un mensaje que puede quedar vatio de contenido tras esta guerra devastadora, al final de la cual quiz& no quede ya ni aliento ni fuerza para abordar las viejas heridas por las que desde hace tiempo se desangra. Los ninos palestinos alteman sus juegos con una participation activa en la lucha por la liberation de su pueblo. Los generates de las piedras Por Angela Nunez U na elevada pared de bidones descoloridos cierra el paso. Bidones y piedras. Piedras en los resquicios, en los tejados, en los suelos, en las manos. Elios viven detras, Para entrar en un campo de refugiados palestinos hay que atravesar un muro de hojalata, una valla de alambre. De uno en uno, siempre bajo la mirada atenta de los soldados israelies. Soldados cerca, lejos, a pie o sobre los tejados, con ojos de asombro, temor, deprecio. "i,Que han venido a hacer a este sitio horrible?” nos preguntan. Los campos estan cercados y el parecido con lo que conocemos como una prision es algo mas que una casualidad. Elios viven detras, o, mejor dicho, sobreviven. “Los perros incluso estan mejor”. La sensation de encierro, la falta de infraestructuras, el hacinamiento, deberian hacer enrojecer a la bandera azul de Naciones Unidas que hondea a la entrada de cualquier campo. A la bandera y a nosotros. "Las condiciones aqui son muy malas. Ustedes no nos ayudan nada”, dice una mujer joven, en ingles, a los periodistas. "Filman y se van. No pueden ayudarnos en nada.” Casas pequenas, blancas, que intentan dar cabida en su pequeno espacio a una poblacion que no hace mas que crecer. Crecer para pesadilla de los sol­ dados y del gobierno israeli. C recer para tener ninos que a los seis, a los siete anos son ya protagonistas de una historia, de una rebelion viva. Ninos que llevan en sus pies, en sus ropas, el polvo de sus calles, que llevan en sus manos, en sus bolsillos, dos o tres de las miles de piedras que forman su paisaje, su tierra ocupada. Son los generales de las piedras. Mezclan la sonrisa con una mirada temerosa que tambi^n sabe ser amenazante. “Los adultos creeis que esta situation no nos afecta. Pero en las clases, nos hacen exam enes casi todos los dias, a pesar de que el nivel es 38 muy bajo y, a menudo, cierran los colegios, hay que repetir cla­ ses y perdem os el curso.” Crecen en medio de la violencia, que pagan a veces con sus propias y cortas vidas. Acostumbrados a jugar vigilados, a vender perfodicos con toda normalidad en ciudades tomadas por los soldados los dias de huelga ge­ neral, a abuchear con silbidos los movimientos de las patrullas, a posar para las fotos haciendo el signo de victoria con una mano que no suelta dos piedras. Y te sonrien, y te tocan, y te hablan, seguros, con una inconsciente conciencia de que se han ganado el derecho de tener voz y de estar ahi, de ser protagonis­ tas, el centro de atencion. Seguros tambien para decidir si quieren que tu est6s ahi o no. “Los solda­ dos son cobardes. Solo tienen fusiles. Este nino vale diez veces mas que ellos", nos grita una mujer mayor, que pudo perder la cuenta de sus anos pero no su vigor, a la que se le han marcado las arrugas primero al abandonar su tierra y luego haciendo crecer Collection Number: AG1977 END CONSCRIPTION CAMPAIGN (ECC) PUBLISHER: Publisher:- Historical Papers Research Archive Location:- Johannesburg ©2013 LEGAL NOTICES: Copyright Notice: All materials on the Historical Papers website are protected by South African copyright law and may not be reproduced, distributed, transmitted, displayed, or otherwise published in any format, without the prior written permission of the copyright owner. Disclaimer and Terms of Use: Provided that you maintain all copyright and other notices contained therein, you may download material (one machine readable copy and one print copy per page) for your personal and/or educational non-commercial use only. 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