NUESTRO LIBRO 2015 Año Internacional de la Luz NUESTRO LIBRO 2015 Año Internacional de la Luz Equipo docente: Tutores de E. Primaria y de E. Secundaria Alumnos de 1.º de E. Primaria a 4.º de E. Secundaria Colegio Privado San Luis Gonzaga Plan Lector 2014/2015 El presente año 2015 ha sido proclamado por la ONU como el Año Internacional de la Luz, cuyo principal objetivo es la divulgación del importante papel que la luz juega en nuestras vidas, desde muy diferentes aspectos, tanto tecnológicos o científicos como artísticos o culturales. Esta propuesta ha sido seguida por treintaicinco países, entre los que se encuentra España. Nosotros, en el Colegio San Luis Gonzaga, hemos querido adherirnos a esta iniciativa y participar de forma conjunta alumnos y profesores, desde Primaria hasta la ESO, buscando temas relacionados con la luz, los cuales han logrado despertar el interés y la curiosidad de todos. Los alumnos de 1º de Primaria se han sorprendido con las sombras chinescas en el trabajo inicial de este libro, que concluye con el de 4º de la ESO, en el que los alumnos han descubierto cómo esas mismas sombras chinescas, adaptadas, se han convertido, a través de los siglos y de diversas transformaciones en el Teatro Negro praguense. También han investigado sobre la partici- pación de la luz en los colores, desde los naturales, con el arco iris, la aurora boreal, las criaturas abisales o las luciérnagas hasta el arte, con la pintura de Sorolla o Vermeer. Pero la historia de la luz que comienza con la historia del hombre y el descubrimiento del fuego, y pasa por inventos como la bombilla tan cotidiana, los fuegos artificiales o el lenguaje secreto de los faros, llega hasta nuestros días convirtiéndose en motivo de reflexión, pero también, en otros artículos, se ha combinado esta perspectiva con la legendaria o mítica para referirse a los rayos, o a los fuegos fatuos. No obstante, lo que poseen todos ellos, además de remitirse a la luz, es la ilusión y el interés con los que han sido elaborados. Esperamos que os guste. Dijo la sombra a la luz: de negra pena me muero cuando no me miras tú. Augusto Ferrán Índice 1. Las sombras chinescas. 1.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 2. El Arco Iris que perdió los colores. 1.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 3. Joaquín Sorolla “El pintor de la luz”. 2.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23 4. Las luciérnagas en una noche de verano. 2.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 5. Amaneciendo. 3.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 6. Historia de una bombilla. 3.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43 7. Johannes Vermeer, maestro de la luz serena. 4.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 8. A la caza de la aurora boreal. 4.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 9. La luz en la Prehistoria. 5.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 10. El leguaje de los faros. 5.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 11. Los espejos. 6.º A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75 12. Los espejismos. 6.º B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .81 13. Los fuegos artificiales. 1.º ESO A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 14. Criaturas abisales, viaje a la oscuridad. 1.º ESO B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 15. Los rayos. 2.º ESO A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99 16. Las estrellas fugaces: Pide un deseo. 2..º ESO B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .105 17. Los fuegos fatuos. 3.º ESO A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 18. La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo. 3.º ESO B 19. La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos. 4.º ESO A 20. La luz negra en el teatro negro . 4.º ESO B . . . . . . . . . . . . . . . . . . .117 . . . . . . . . . . . . . . . . .123 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .133 SOMOS 1.º A 1 1.º A Primaria TUTORA Mª Ángeles Mayordomo Mayorga 10 Las sombras chinescas Las sombras chinescas El otro día pregunté en clase si habían oído alguna vez hablar de las sombras chinescas y si habían jugado alguna vez a ello. Me sorprendió que muchos de los niños supieran de su existencia ya que parece que no es un juego que se prodigue demasiado en estos tiempos, sin embargo, casi todos lo sabían porque se lo habían enseñado sus abuelos o sus padres. A otros les sonaba a chino, nunca mejor dicho, pero como sí que sabían lo que eran las sombras, bastó con explicarles que lo de chinesco significaba de china, en una clara alusión al país que convirtió este juego en un auténtico espectáculo. Las sombras chinescas 11 Las sombras chinescas, como juego popular infantil, consiste en interponer las manos entre una fuente de luz y una pantalla o pared, de modo que la posición y el movimiento de las manos proyecta sobre la pantalla sombras que representan diferentes seres en movimiento y así, con las distintas formas de poner las manos, podemos crear un conejo, perro, ave, cocodrilo, elefante, cangrejo... y hasta una silueta humana. Sin embargo, aunque fueron concebidas como un juego infantil, las sombras chinescas dieron su origen al teatro de sombras que, procedente de Oriente, se popularizó en todo el mundo, incluso algunos lo consideran como el precursor del cine. Y como fue precisamente en China donde se originó el teatro de sombras, por eso se ha quedado con el nombre de sombras chinescas. Esto ocurrió hace muchísimos años cuando un emperador chino se quedó muy triste al morir una de las mujeres de la corte que se llamaba Li. Un día, uno de sus ministros, se encontró por la calle a un niño que estaba jugando con un muñeco que al agitarlo, parecía que cobraba vida al reflejar en el suelo su sombra. El ministro, inspirándose en lo que había visto, llegó a palacio y ordenó que fabricaran una figura que se pareciera a Li y que la sujetaran con unas varas de madera. Al llegar la noche, el ministro invitó al emperador y utilizando una cortina y unas lámparas de aceite, le ofreció la ilusión de contemplar las formas de Li proyectadas sobre la cortina. El emperador quedó entusiasmado por el invento y los teatros de sombras se convirtieron en uno de los principales espectáculos de la corte imperial. Autor: Carlos Santa María Maseda Y ese fue el origen de los teatros de sombras que, en el transcurso de los siglos, se extendió por todo el mundo y aunque ahora no es tan frecuente, todavía cuenta con compañías de teatro en más de veinte países. 12 Las sombras chinescas Como hemos visto, hay dos formas de hacer sombras chinescas. Una es con las manos que, debidamente puestas, las movemos para que la figura que se proyecta sea animada y la otra con marionetas de papel, de madera, de plástico, que sujetas con una vara o un palo, las podemos agitar para que su reflejo tenga también movimiento. Hemos intentado hacer las sombras con las manos y nos hemos reído muchísimo porque nos hacíamos mucho lío, algunas son más fáciles y nos han quedado bien pero con otras, seguramente, tendremos que esperar unos años para poder hacerlas y que nos salgan mejor. Las sombras chinescas 13 con las manos, hemos utilizado siluetas recortadas y hemos preparado un teatrillo para trabajar, tanto la expresión oral y corporal, como la creatividad. Hemos elegido el cuento de Caperucita Roja ya que es conocido por todos, y con cartulinas negras, hemos recortado las siluetas de los personajes y objetos del cuento: la mamá, Caperucita Roja, la cesta, árboles del bosque, lobo, abuelita y cazador. Después de recortar las siluetas y para poder sujetarlas, les hemos pegado una pajita de refresco para que parecieran más reales. Otros se han ocupado de simular los ruidos del bosque, de las puertas, de la tormenta… Tanto los niños como yo hemos pasado un rato muy agradable y nos hemos reído mucho. Y todo gracias a las sombras chinescas. ¡¡¡Misión cumplida!!! Autores Autora: Valentina Masotti Villanueva Y ya puestos, como ya se han familiarizado con las sombras y nos hemos divertido tanto, hemos aprovechado para crear una historia y contarla utilizando las sombras chinescas pero, en lugar de hacerlo Alicia Bermejo Caballero, Irene Cantalapiedra Rostaing, Laura Casado Gómez, Sara Castellano García, María Alejandra Castellanos Vergara, Dolores Fernández Segura, Adrián García Martínez, Martina González de la Peña, Alejandra Iribar Murcia, Valentina Masotti Villanueva, Pablo Parra Moure, Daniel Prieto Martín, Pablo José Remesal Otero, Manuel Risoto Ocaña, Miguel Rocafort Arribas, Amalia Rodríguez Serrano, Cayetana Romero Vila, Daniel Jesús Sáiz Cebrián, Carlos Santa María Maseda SOMOS 1.º B 2 1.º B Primaria TUTORA MªÁngeles Mayordomo Mayorga 16 El Arco Iris que perdió los colores El Arco Iris que perdió los colores ¡Papá, papá, mamá, mamá...venid deprisa, mirad cómo está el cielo! Javier era muy impetuoso y se fascinaba rápidamente con todo. Tranquilo Javier, ya sabemos que está lloviendo mucho pero no te preocupes porque está empezando a salir el sol, contestaron sus padres. No, no es la lluvia, es que están saliendo unas tiras de colores en el cielo, ¿quién las ha pintado? El Arco Iris que perdió los colores 17 Los padres acudieron entonces a su llamada y contemplaron juntos uno de los más bellos bienes de la naturaleza, un bien muy bello porque es raro y porque ocurre sólo bajo circunstancias específicas, un espectáculo de luz que es misterioso y mágico, estaban viendo un arco iris. Salieron al jardín y claro, Javier empezó con las preguntas. ¿Por qué está ahí el arco iris? - preguntó. Mira Javier, respondió su mamá, si te fijas bien, para poder verlo es necesario que el sol siempre esté detrás de ti mientras que la lluvia está en la dirección del arco iris. ¿Y por qué tiene esa forma de arco? - siguió preguntando. Su papá resopló un instante y pasó a contestarle. A ver si te lo sé explicar bien para que puedas entenderlo. La luz que viene del sol está formada por muchísimos rayos luminosos que van en una dirección, cuando chocan con las gotas de agua de la lluvia cambian de dirección -esto se llama refracción- y se reflejan en las gotas que están cayendo -reflexión- antes de volver a cambiar de dirección al salir de las gotas de lluvia. Como esto sucede con tantas gotas a la vez, se forma un arco. ¿Lo entiendes? No muy bien pero ya me enteraré mejor cuando sea más mayor, dijo Javier Pero ¿por qué es de colores? Javier cada vez estaba más entusiasmado y no paraba de preguntar aunque, por otra parte, estaba deseando quedar con sus compañeros de clase para ver todo esto junto a ellos. Autor: Nicolás García Ramos 18 El Arco Iris que perdió los colores El Arco Iris que perdió los colores 19 Los colores del arco iris vienen del sol que, en realidad, está lleno de colores en todo momento. Cuando la luz atraviesa las gotas de lluvia, los colores se separan. El arco iris se compone de siete colores que podemos ver y que son, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. El niño quedó bastante satisfecho pero empezó a notar que el arco iris, poco a poco, iba desapareciendo así que salió disparado de su casa para ver a sus amigos y explicarles lo que había aprendido. Los reunió a todos pero el arco iris ya no estaba en el cielo así que, como era un grupo de niños muy decidido, fueron a buscarlo. Tenemos que encontrarlo, dijo Javier ya que era el más fervoroso de todos, porque estará muy triste por haber perdido sus colores pero ¿dónde estará? En las ramas de los árboles, dijo Fer. Pues yo creo que en el fondo del mar, contestó Laura A. No, yo creo que está en las conchas marinas, dijo Gadea, porque yo he visto que tienen muchos colorines. A lo mejor están en las casas de las personas, añadió María. Autor: Pablo González Carrasco O en la arena de la playa, comentó emocionado Nicolás. Esfumados en otros continentes, dijo Ricardo con contundencia. ¿Y por qué no pueden estar dentro de la chimenea o de las tuberías y por eso no los vemos? - alzó su voz, Miguel. ¿Y en las frutas? porque tienen muchos colores, preguntó Joana. A mí me parece que se han ido a la hierba del campo, dijo Fran. A lo que Irene contestó: O en las casas de los animales. Candela y Pablo pensaron que a lo mejor se habían metido en un avión o en las nubes. En las fuentes, decía Julia. A lo mejor se han escondido en los armarios, comentaba con cierta lógica Laura M. Pues yo creo que se han quedado en las paredes, contestó Mario. ¿Y no pueden estar en las mochilas? vamos a buscar ahí, decía Aitana. 20 El Arco Iris que perdió los colores A lo mejor tenemos que buscar en las alcantarillas, exclamó Daniel. El Arco Iris que perdió los colores 21 Yo he buscado en los zapatos, dijo Laura V., y no los he encontrado. Después Mª Ángeles les hizo sacar sus cuadernos y sus cajas de pinturas y les propuso que pintaran, cada uno, un arco iris pero sin copiarlo de ningún lado y el resultado fue fantástico y curioso. Mirad, vamos a preguntarle a ese señor mayor que está trabajando en el campo, él seguro que ha visto muchos y nos puede ayudar a encontrarlos. Se dieron cuenta entonces que los colores del arco iris se habían quedado en el recuerdo de cada uno de ellos, allí bien escondidos, esperando otro día de lluvia. Y Elena, con una voz muy dulce, respondió: Estoy segura que están en sus colores, el rosa en una rosa, el azul en el mar… Los niños le explicaron su pena y el hombre les contó que había una leyenda que asegura que allí donde termina el arco iris, podemos encontrar un caldero lleno de monedas de oro pero que, cuanto más nos acercamos a él, más lejos parece estar… Todos los niños habían pintado el arco iris de la misma forma que lo habían visto el día anterior, todos iguales. No sé si alguien habrá encontrado ese caldero así que, cuando aparezca de nuevo el arco iris, id tras él a ver si tenéis suerte… Ya se estaba haciendo tarde y los niños debían volver a sus casas porque al día siguiente, que era lunes, había cole y tenían que acostarse pronto. Esa noche, a todos los niños les costó dormir un poco más de la cuenta por la emoción que habían sentido al contemplar ese maravilloso fenómeno de la naturaleza y por la tristeza de que hubiera desaparecido. Y llegó el lunes. Ya en el colegio, los niños comenzaron a contar lo sucedido el día anterior a Mª Ángeles, su profesora y ella aprovechó para que pudieran revivir ese precioso momento. Hicieron un experimento en clase con espejos, agua y luz solar. Colocaron un espejo en agua y lo inclinaron hacia el sol de tal forma que pudieron crear diminutos arco iris en una pared cercana y en una hoja de papel en blanco. Autores Julia Alcalá Ruilope, Laura Aparicio Fernández-Montalvo, Francisco Aznar Esteso, Aitana Fernández Escrivá, María Galindo Suárez, Candela García González, Nicolás García Ramos, Pablo González Carrasco, Gadea Gutiérrez Fernández, Fernando Hevia-Aza Bascón, Mario Hinojosa Payá, Laura Maroto Yepes, Ricardo Negro Blanco, Miguel Pérez Balsera, Daniel Rocafort Arribas, Irene Rodríguez Sarasola, Elena Stanek Arribas, Laura Vázquez López, Joana Vieira Fragoso SOMOS 2.º A 3 2.º A Primaria TUTORA Encarnación Jiménez García 24 Joaquín Sorolla “El pintor de la luz” Joaquín Sorolla “El pintor de la luz” A los niños de 2.º A nos gusta pintar. Ahora, además de gustarnos, nos entusiasma, que es lo mismo pero más fuerte. Hemos estado investigando y estudiando a Joaquín Sorolla en este curso y nos ha impresionado su pintura. A muchos de nosotros nos gustaría ser como él. Bueno, aún no hemos dicho que es un pintor español muy importante. Vale, ya está dicho y que no se le olvide a nadie mientras lee estas hojas. Joaquín Sorolla “El pintor de la luz” 25 Joaquín Sorolla era un niño como nosotros. Bueno, fue un niño durante un tiempo. Luego creció, claro. Quedó huérfano y por eso su infancia no fue fácil. Gracias a que sus tíos le recogieron en su casa, él se sintió querido, acompañado y mimado. Sorolla fue muy curioso y trabajador desde niño. Su tío tenía un taller y siempre iba a ayudarle por las tardes, después del cole. Más tarde empezó a hacer dibujos constantemente y sus tíos se dieron cuenta de que dibujaba muy bien. Ellos, como le querían tanto, le ayudaron a estudiar cómo dibujar mejor y a ir superándose cada día más en su vocación. Nuestra profesora dice que si somos trabajadores y entusiastas por las cosas, acabaremos siendo famosos como él. Más tarde se casó y tuvo tres hijos. O sea, cuando ya era mayor y había dejado de ser un niño. Era muy familiar, le gustaba estar con ellos siempre que podía y los hacía participar en sus cuadros. A ellos de pequeños no les gustaba porque tenían que estar muy quietos mientras su padre pintaba y, a veces, era un rollo. En clase hemos visto los cuadros que pintaba, y así hemos conocido a su familia. Es como si ahora vamos a una casa y la mamá nos enseña las fotos de sus hijos y de su marido; bueno, pues Sorolla nos enseña sus cuadros. Por cierto, su mujer se llamaba Clotilde y tenía tres hijos, dos niñas y un niño que se llamaba como su padre. También le gustaba pintar paisajes y costumbres de todos los pueblos de España, con señores y señoras vestidos de trajes regionales. La verdad es que esos trajes tienen pinta de ser un poco incómodos para estar todo el día con ellos puestos. Pero también a Sorolla le encantaba la playa y como pasaba los veranos en Jávea (Alicante) con su familia, cuando estaba allí de vacaciones aprovechaba para pintar. Autor: Jorge Velázquez Cid A Joaquín, o sea, a Sorolla (no vamos a estar repitiendo todo el rato su apellido, a veces hay que decir su nombre) le llaman el pintor de la luz, no porque llevara siempre una linterna en la mano, sino porque dicen los que saben que en sus cuadros pinta perfectamente la luz de la costa de Levante, que es la región de España donde está Jávea. A nosotros nos han gustado mucho las escenas de pescadores, de niños 26 Joaquín Sorolla “El pintor de la luz” Joaquín Sorolla “El pintor de la luz” 27 Es sorprendente que sus cuadros sean tan luminosos. La profe nos explicó que eso se conseguía con una técnica especial, pintando de una manera distinta las partes más iluminadas y las sombras. Nos dijo que nos fijáramos bien y, como es muy importante lo que descubrimos, os lo contamos para que lo sepáis: para las partes más iluminadas utiliza colores muy claros y así parece que hay más luz. Cuando este verano vayamos de vacaciones a la playa, nos lo imaginaremos sentado con su caballete, su lienzo y su pincel pintando escenas de personas disfrutando de la playa, jugando o paseando. ¡Por cierto! Que sepáis también, nosotros ya lo sabemos y por eso os lo decimos, que al estilo de su pintura le llaman “iluminista” porque Sorolla consigue que los que ven sus cuadros no puedan dejar de mirar las figuras humanas y los reflejos de luz que hay en ellas. Es como un mago, que hace que la gente abra la boca cuando ve un cuadro de sus paisajes; pero abren la boca por asombro, no por aburrimiento. Autora: Beatriz Delgado Cabrera bañándose en la playa (¡algunos sin bañador!), mujeres que pasean con sombrillas (o sea, debajo de ellas; pasean con amigas)… La profe nos ha explicado cómo a Sorolla le gusta jugar con la luz en los cuadros aprovechando los distintos momentos del día. Es decir, para que lo entendáis, que no es lo mismo la luz por la mañana que al mediodía o por la tarde; y esa diferencia la pinta perfectamente Sorolla; de esa manera, sabes si un cuadro está pintado por la mañana sin tener que poner en una esquina la hora en que se hizo. Este pintor es un artista que tiene mucha fama en la actualidad. Ahora nosotros también, cuando escuchamos el nombre de Sorolla, en la cabeza (dentro de ella) aparecen imágenes de sus playas soleadas, ropa antigua que se la lleva el viento, niños jugando con el agua y la arena y pasándolo muy bien, como cuando nosotros nos vamos con la familia a la playa. Decir Sorolla es como mandar de vacaciones a la playa a nuestra cabeza (lo de dentro, o sea, el cerebro, que también se llama mente). Recordad que Sorolla vivió en Madrid y su casa ahora es un museo. Y es un museo que se puede visitar. Nuestra profesora nos ha dicho que ha ido miles de veces a su casa (a la de Sorolla, que ahora es museo) y que no se harta de disfrutar con sus cuadros. Estamos deseando que nuestros padres nos lleven un día a Madrid a la casa de Sorolla. Autores Gonzalo Acitores Fernández, Íñigo Bezos Aizpurua, Ana del Castillo Ventura, Beatriz Delgado Cabrera, Francisco Díaz Barrientos, Clara Esteso de Diego, Marco Estrela Masa, Álvaro Gullón López, Laura Hernando Rodríguez, Santiago Jiménez Larroy, Marina López Gallo, Juan Morales Morante, Guillermo Morel Comas, Alba del Río Martínez, Jorge Velázquez Cid, Ignacio Villalonga Torrijos SOMOS 2.º B 4 2.º B Primaria TUTORA Encarnación Jiménez García 30 Las luciérnagas en una noche de verano Las luciérnagas en una noche de verano Érase una vez unos compañeros de clase que eran todos muy amigos. Eran simpáticos y no les faltaba la imaginación. Las vacaciones de verano solían pasarlas juntos. Una noche, cuando sus padres estaban juntos en la playa charlando de sus cosas, decidieron ir a dar un paseo e investigar sitios nuevos. Cuando iban hablando, uno de ellos se sorprendió, porque vio muchas lucecitas y llamó a todos los compañeros para ver qué ocurría allí. Las luciérnagas en una noche de verano 31 Sebastián, que era muy curioso, les dijo que no se preocuparan que lo que estaban viendo eran como unos gusanos de luz, pero que poca gente sabía que en realidad eran escarabajos y que les llamaban luciérnagas. Sebastián empezó a contarles una historia que su abuelo le contó en una noche de luna llena. Su abuelo que era muy inteligente, como todos los abuelos, le dijo que poca gente sabe cómo produce este insecto su brillo característico. Las luciérnagas tienen órganos especiales que producen luz situados bajo el abdomen (la barriga del bicho). Cuando absorben oxígeno al respirar, este se mezcla dentro de unas células especiales con un líquido llamado luciferina y el líquido produce luz que no calienta, como las bombillas modernas, porque si no las luciérnagas se morirían achicharradas. La luz de la luciérnaga es por lo general intermitente y brilla de un modo diferente según la especie de luciérnaga que sea. La luz brillante de las luciérnagas les ayuda a buscar pareja por la noche. Pero los biólogos (son los científicos que estudian las luciérnagas) no saben aún cómo estos insectos consiguen apagar la luz para dormir. Estos animales viven poco tiempo. Durante las semanas finales de junio, el mes de julio y las primeras semanas de agosto es más fácil encontrar estos insectos en el campo. Los biólogos que más han estudiado las luciérnagas y que son expertos en su vida, dicen que cuando una hembra enciende su luz para encontrar pareja, el macho que la encuentra empieza a revolotear a su alrededor, cosa que no podría hacer si la hembra no hubiera encendido la luz porque por la noche, en el bosque, no se ve nada. Autor: Jorge Cubo Useros Cuando la hembra pone huevos salen larvas (luciernaguitas que no tienen aún pinta de luciérnagas) que se alimentan de pequeños caracoles 32 Las luciérnagas en una noche de verano Las luciérnagas en una noche de verano 33 butaca preferida y después de responder a Ángela que sí, que tenían alas, les contó una historia muy bonita sobre una familia de luciérnagas: «A unas luciérnagas del bosque que eran amigas les gustaba mucho salir por la noche y encender sus luces, menos a una de ellas. Esta decía que no tenía sentido iluminar de noche cuando la luna ya lo hacía. Sus amigas le dijeron que no siempre la luna brilla igual y que, a veces, en luna nueva, el bosque se quedaba a oscuras. Pero que, sin embargo, ellas siempre brillaban con la misma fuerza y con su propia luz y que así el bosque estaba siempre iluminado aunque no hubiera luna». El abuelo disfrutó contando esta historia a los niños y viéndoles callados y pensativos. Les dijo que las luciérnagas, al igual que los humanos, siempre debemos poner luz en la oscuridad. Ellos no le entendieron mucho, pero todos aplaudieron a Tomás y se fueron a sus casas. Autor: Adrián Díaz Barrientos Ya en la cama, Ángela miraba el cielo desde su ventana: pensaba en lo que había dicho Tomás: «poner luz en la oscuridad». ¿Qué significaba? Pero sus ojos se cerraron y soñó con luciérnagas y con bosques. y babosas. Durante su desarrollo, una larva de luciérnaga puede comerse ¡más de 70 caracoles! Cuando se hacen adultos ya no comen esos bichos sino que se alimentan habitualmente de néctar o polen de las flores. Algunos adultos no comen nada... Sebastián iba a seguir contando lo que le había dicho su abuelo cuando Ángela le preguntó a Sebastián si estos animales tenían alas. Este le contestó que no lo sabía, pero que podían ir todos a ver al abuelo que se llamaba Tomás y que les contara algo más sobre estos animales. Todos contentos e interesados fueron a casa del abuelo de Sebastián. Cuando llegaron, Tomás los sentó a todos alrededor de su Autores Ignacio Abejón Fuentes, Pelayo Busto Cuenca, Cristina Calvo Castaño, Cesar Camarena Gómez, Miguel Cano Ráez, Jorge Cubo Useros, Adrián Díaz Barrientos, Ignacio Gutiérrez Aguilera, Jaime Labrandero Monge, Aitana Lorenzo Arroyo, Ana Martínez Oyarzun, Ilyas Noah Merino Casado, Carlota Oliveras Álvarez, Elisa Ramiro Antón, María Rodríguez Campillo, Marina Sanjurjo Sánchez SOMOS 3.º A 5 3.º A Primaria TUTORA Carmen del Olmo Damián 36 Amaneciendo Amaneciendo “Coplas y Canciones del Amanecer” Amaneciendo La luz cambia de color Este año estamos inspirados. No es para menos tratándose del amanecer. Si tenéis ganas de madrugar y os animáis a contemplar las primeras luces de día, veréis el espectáculo que nos ofrece la naturaleza. El Sol y la Luna casi dándose la mano, el brillo nuevo de las hojas verdes, el reflejo anaranjado del sol en el vientre de las nubes, el canto de las aves desperezándose… y tal es el escenario que contemplamos cuando oímos aquello de “Hágase la luz”… y la luz fue hecha. Tan poéticos estábamos que nos hemos atrevido, entre todos, a confeccionar unos versitos que titulamos: según avanzan las horas: es azul cuando amanece y al ponerse el sol es roja. **** Cuando amanece los gallos por fin se callan y la luz es una mano que nos tira de la manta. **** ¡Sal ya, sol de la mañana! Ilumina los montes y las casas con tu luz blanquecina y deja a la luna que duerma tranquila. **** El amanecer es amarillo cuando salimos a correr mis padres y yo por las playas de Vigo. Autora: Natalia Turrado Crespí 37 38 Amaneciendo Amaneciendo Amanece en Madrid este día de abril. Al iluminar mi barrio se levanta el vecindario. **** La luz del amanecer sale de las montañas iluminando los campos, los bosques, los apartamentos y las playas, y los delfines saltan en el agua porque el sol alegres les pone. **** Al amanecer, un gorrión vuela Autor: Pablo LLanos Noguero **** La luz del amanecer es como un despertador: primero suena flojito porque casi ni se ve, pero si no te levantas redoblan el sol y el timbre. **** en el patio con flores de la Granja-Escuela. Su blanca luz me da en los ojos, el pajarillo se esconde entre los matojos. **** Cuando amanece en estos campos verdes el sol resplandece y los malos sueños desaparecen. Un buen desayuno y jugar después es lo que más nos apetece. 39 40 Amaneciendo Amaneciendo **** 41 Cuando todo está oscuro, El amanecer es una máquina creacolores. del lejano oriente viene un resplandor ¿Y quién la apaga cada noche? que ilumina el mundo. ¿Cómo se puede encender? al amanecer, es la luz del sol ¿Por qué si la luna es blanca **** su luz es tan pobre En el amanecer que no se distingue casi nada? cantan los gallos, **** aunque no sea mayo Con la luz del amanecer en la Granja-Escuela saltan los peces del río que está en medio del campo. para beber y poderla ver. **** Todas las mañanas al amanecer subo mi persiana y una luz rosada como un colibrí se mete en mis sábanas y yo me tengo que salir. **** Autores Jaime Alonso Ruiz, Manuel Artime Eguiluz, Diego Canales Prieto, Jorge Córdoba Crespo, Silvia Díaz Gutiérrez, Sandra Estrella de la Cuesta, Juan García García, María García Ramos, Clara García-Almuzara Vidart, Daniela González de la Peña, Pablo Llanos Noguero, Carlos López Valdizán, José Manuel Manzanero Martín, Lara Martínez Torrijos, Lara Nicol, María Pérez Lorenzo, Gonzalo Porawski Cantabrana, Jorge Ramírez Conde, Martina Rodríguez Reinoso, Nuria Serrano Vaquero, Beatriz Spottorno Casal, Natalia Turrado Crespí, Luis Vázquez Trinidad SOMOS 3.º B 6 3.º B Primaria TUTORA Carmen del Olmo Damián 44 Historia de una bombilla Historia de una bombilla Desde que nos levantamos por la mañana hasta que termina el día, repetimos de manera automática acciones de las que no somos plenamente conscientes; por simples y reiteradas: parar el despertador, asearnos, desayunar, coger el coche… son muchísimos pequeños actos que conforman nuestra vida diaria. Pero vamos a hacer un esfuerzo de imaginación y vamos a trasladarnos al siglo XVIII. Somos niños y en nuestras casas, colegios, calles… no hay un interruptor que podamos tocar para que la luz nos ilumine. Aún no existen las bombillas. Historia de una bombilla 45 Beatriz se ha dado cuenta de que a ella se le ha presentado un gran problema. -¿Y qué hago yo ahora? Hay que aclarar que a Beatriz le da miedo la oscuridad y por la noche está acostumbrada a dejar una bombillita encendida cuando se acuesta. -Bueno. Puedo encender una vela. -Dice con buen juicio. A María no le parece una buena idea porque, en su opinión, cree que puede ser peligroso si se cae mientras duerme y se quema algo. -¿Y una lámpara de aceite? -Dice Jorge. Beatriz lo piensa y decide que tampoco le convence, porque tendría que levantarse a medianoche a rellenar el depósito. ¿Qué hacer entonces? La dejamos con su problema y escuchamos a Álvaro decirnos que en invierno no podría entrenarse a fútbol después del colegio. -¿Por qué dices eso? -Preguntan los futboleros. - Porque llegaríamos tarde a casa y no podríamos hacer los deberes. Si no hay luz, no hay deberes. Autor: Álvaro García Carvajal Al oír este razonamiento gran parte de la clase muestra una gran sonrisa de satisfacción. Pero la alegría dura poco. 46 Historia de una bombilla Historia de una bombilla 47 -¿Cómo creéis que hacían sus tareas los niños de aquella época cuando anochecía? ¿Leerían antes de dormir? -Pregunta Carmen. Y como siempre hay alguien que piensa más de la cuenta… pues da con la solución. -Seguro que sí, aunque con poca luz. Antes de la invención de la bombilla eléctrica los únicos medios de iluminación eran el fuego, las velas y las lámparas de aceite, pero todas tenían problemas (poca iluminación, poca seguridad, frecuente repuesto, etc.) A pesar de ello, las utilizaban en sus casas y, gracias al interés que pusieron por aprender, fueron capaces, cuando se hicieron mayores, de descubrir la electricidad e inventar las bombillas incandescentes. Quien dice esto se ha informado bien, y muy orgulloso sigue informándonos: -Muchos dicen que la primera bombilla la inventó el relojero alemán Heinrich Göbel en 1.854 pero solo llegó a estar encendida 400 horas. Ya en torno a 1.850, el científico inglés Joseph Swan había comenzado a trabajar en su diseño de bombilla, pero patentó su invento después, en 1.878. Ese mismo año, Thomas Edison había desarrollado una bombilla parecida a la de Swan y la patentó en Estados Unidos en 1.879. Al principio, Edison y Swan discutieron sobre quién había sido el inventor pero en 1.882 se aliaron y fundaron la Edison and Swan United Company, una empresa de fabricación y venta de bombillas, que también vendía lámparas. Se conoce que el trabajo en equipo no solo suma, sino que multiplica los resultados del individual. -¿Y de dónde has sacado todo eso? -pregunta Jaime. Autor: Lucas García Alonso -Pues de un libro que tenía en casa, que se titula “La historia de los inventos”. -Yo, en Internet, me he enterado de que a Edison lo echaron de la escuela porque los maestros pensaban que no era muy listo. ¿Y sabéis lo que le pasaba en realidad? Pues que era bastante sordo. Así que su madre lo educó en casa y a los 10 años de edad montó su primer laboratorio. ¡Qué pasada! Así, intervención tras intervención, vamos perfilando entre todos la imagen de una época de la historia de la humanidad en la que pasamos, 48 SOMOS 4.º A Historia de una bombilla de depender de la luz del sol y del fuego para iluminarnos, a pulsar un simple interruptor y hacer que la luz inunde nuestras vidas. ¿También nuestros cerebros y nuestros corazones? Autores Víctor Ahumada Ortiz, Andrea Bonacasa Menéndez, Julia Bueno Ferreira, Lydia Caro Fuentes, María Casado Sabín, Daniela Cobián Gómez-Centurión , Julio Espinosa de los Monteros Moreno, Jaime Esteso de Diego, Jorge Estévez Pérez, Carmen Fernández Segura , Lucas García Alonso , Álvaro García Carvajal, Laura García Duro, Jaime García Ruiz, Blanca Granizo Aparicio, Pablo Llanes Alonso Ana Marín Serrano, Javier Maroto García, Pablo Moreno Inocencio, Ángela Porres Cobb, Ignacio Rodríguez Sarasola, Jorge Rubio Fernández, Beatriz Teba del Sol 7 4.º A Primaria TUTORA Antonia Ruiz Agudo 50 Johannes Vermeer, maestro de la luz serena Johannes Vermeer, maestro de la luz serena Esta historia comenzó cuando tuvimos que construir la cámara oscura para nuestra semana científico- cultural. Ahora, de nuevo, hemos querido profundizar en las aplicaciones de este invento óptico y para nuestro tema del libro del colegio, relacionado con la luz, hemos investigado la relación que existía entre la cámara oscura y unos de los maestros que han trabajado la luz de forma más brillante: Johannes Vermeer. Le llaman el maestro de la luz serena porque opinan que es uno de los pintores que mejor ha sabido reflejar la luz en sus cuadros. Johannes Vermeer, maestro de la luz serena 51 Soy Johannes Vemeer y nací en Deft, una ciudad holandesa en la que pasé toda mi vida. Viví durante la llamada Edad de Oro neerdanlesa. Los alumnos de 4.ºA han hecho un fantástico trabajo sobre mis técnicas pictóricas. Han intentado demostrar si fui un tramposo o no, utilizando la cámara oscura para mejorar mis cuadros, ya que tenía problemas con la perspectiva. Bueno, mientras han ido haciendo el trabajo, han ido descubriendo muchas cosas sobre mí y sobre mi vida, y ahora les voy a contar mi verdadera historia. Mi vida no fue fácil, no tuve una vida desahogada, ya que tuve muchos hijos y mis cuadros no era tan reconocidos como ahora. Fue a partir del siglo XIX cuando empezaron a considerarme uno de los más grandes pintores de los Países Bajos. En particular, por mi maestría en el uso y tratamiento de la luz. Pero tuve una vida tranquila, sin sobresaltos, azul y amarilla, como mis colores preferidos. Desde muy pequeño empecé a sentir curiosidad por la pintura, pero como nos pasa a todos, mis trabajos fueron mejorando con el paso tiempo hasta llegar a realizar grandes obras como por ejemplo, La lechera, La joven de la perla y Vista de Delft, la ciudad donde viví. Más tarde os hablaré un poquito más de estos tres cuadros, ahora continuo contando cosas sobre mí. En principio, os diré, que es cierto que no me gustaba pintar paisajes, que lo que más me inspiraba eran las situaciones del día a día, las que pasaban en el interior de las casas. Me gustan los gestos sencillos, como leer una carta, beber una copa de vino o verter leche en un cuenco. Autora: Inés Vieira Fragoso Ahora os voy a revelar uno de mis secretos por si lo queréis utilizar en vuestros dibujos, los puntitos de luz. Es una técnica muy fácil de hacer, os cuento: las zonas que queráis más sombreadas en vuestros dibujos deberéis hacer los puntos más juntitos, mientras que en las que queráis más luz los puntos deben estar más separados, si lo hacéis así, vuestros dibujos os quedarán muy chulis. 52 Johannes Vermeer, maestro de la luz serena Johannes Vermeer, maestro de la luz serena 53 ta proporción de su forma y colorido. Este autor comenta que la evidencia se encuentra en los siguientes puntos: •La ausencia de líneas de perspectiva y de dibujos preparatorios. •Tratamiento de la reflexión de la luz. •El tamaño de la mayoría de mis pinturas coincide con las dimensiones del visor de la cámara oscura. Lo que pretendía conseguir con mis cuadros era que las personas que los contemplaran, no pudieran dejar de mirarlos y esta magia la logré en muchas de mis obras. Mis colores favoritos eran el amarillo y el azul, pero ese tono azul que utilicé me salía muy caro, ya que se obtenía de una piedra, el lapislázuli, que tenía que ser importada de Afganistán. Autor: Guillermo Morales Morante ¿Sabéis por qué reflejaba tan bien en mis obras los interiores, las luces y las sombras? Vale, os contaré otro de mis secretos. En la parte de atrás de mi estudio, había construido una cámara oscura, una pequeñísima habitación cuya única fuente de luz era un minúsculo orificio en una de las paredes. La luz que penetraba por ese orificio proyectaba lo que había en la otra habitación en la pared de enfrente, y entonces ponía un lienzo contra la pared y trazaba el contorno de la imagen con una tiza. Se ha discutido mucho sobre si utilicé o no la cámara oscura en mis lienzos. Actualmente han editado un libro titulado: “La cámara de Vermeer” en donde el autor concluye que sí, que efectivamente, me valí de la tecnología óptica para componer mis cuadros. Utilicé este instrumento óptico para dibujar, ya que la cámara oscura disminuye la luz y conserva en las cosas la exac- Intenté que todas mis pinturas fueran diferentes, pero en todas se observa una luz clara y serena, donde reina la armonía. Todos los elementos de mis cuadros han sido dibujados al detalle y cuidadosamente estudiados por mi ojo. Como habéis podido comprobar, no pinté muchos cuadros a lo largo de mi vida y prefería pintar a mujeres antes que a hombres, ya que eran ellas las que pasaban más tiempo en casa y a mí me gustaba dibujar espacios interiores. Una cosa curiosa, que quizás os de alguna pista para ver si utilicé o no la cámara oscura es que, si os fijáis en mis cuadros, se ve que la fuente de luz siempre viene de la misma dirección, de las ventanas que siempre aparecen en el lado izquierdo del cuadro. Otra prueba es que las figuras que aparecen en los cuadros están a una distancia del pintor -punto de vista- muy parecida. Después de revelarles algunos de mis secretos, los alumnos de 4.º de Primaria A, piensan, han llegado a la conclusión, que fuera como 54 Johannes Vermeer, maestro de la luz serena fuera, con trampas o sin ellas, fui un pintor genial. Les he contado que para mí, los objetos están hechos de luz porque nacen de sus propias sombras. Logré crear obras maravillosas con una intensidad que deslumbraban, con deciros que me llamaban el mago de la luz. Dibujé una luz de una calidad como ningún otro pintor ha sabido captar y que, actualmente, hace suspirar a muchos cineastas que quieren imitarme en sus películas. Dicen de mí, que es impresionante como dibujo la luz, esa luz templada, dando a mis cuadros una esfera de tranquilidad y somnolencia. En mi última etapa, la luz difusa de antes cede espacio a la luz cristalina, como dibujé en el paisaje de Delft. Johannes Vermeer, maestro de la luz serena 55 Por último contaros una cosita más y es que, a partir del siglo XIX, se fijaron en unas características de mis cuadros como los contrastes entre la luces y las sombras, los puntos de luz, que más tarde sirvieron de base a la fotografía. Ahora que me conocéis un poco más, solamente me queda desearos que tengáis una vida tranquila y sin sobresaltos como la mía, donde predominen mis colores preferidos, el azul y el amarillo y que las luces sean más que las sombras. Enhorabuena por vuestro trabajo. De mis cuadros más importantes, que vosotros habéis estudiado, os cuento algunas curiosidades relacionadas con la luz. La lechera Fue una de mis primeras obras. Habéis visto como pinto la luz entrando por la ventana. Si os fijáis en el chorro de la leche y la miráis atentamente durante unos minutos, ¿a que da la sensación de que el líquido se mueve, de que la leche está, realmente cayendo? Eso se debe a que manejo las pinceladas de color blanco con gran maestría. La joven de la perla Bien que os distéis cuenta del detalle, se ve como la luz da en la cara de la joven dama y la sombra detrás de ella. ¿A que retraté como nadie a las mujeres? Esos personajes que muestran la belleza absoluta. Vista de Delft Fue un cuadro de mi última etapa, uno de los pocos paisajes que dibujé. Representa la vista de Delft, la ciudad donde viví, vista desde la playa. Rápidamente os distéis cuenta de la luz reflejada en el mar, una luz cristalina. Aquí también quise dibujar los rayos de sol deslizándose por los edificios de la ciudad. Autores Daniel Aguado Corral, Valeria Ansoleaga Franco, Laura Bermejo Caballero, Santiago Capmany Fernández, David del Castillo Correyero, Lucía Cobo Iglesias, Álex García de Vicuña Puértolas, Cristina García Ramos, Alba Kindelan Ventura, Lucas Lotti, Alberto Molina Pazos, Guillermo Morales Morante, Margarita Oliveras Álvarez, Elena Orofino Álvarez, Jorge Ortega Álvarez, Jorge Peña Fiallega, Carmen Pérez Balsera, Íñigo Rodríguez Serrano, Álvaro Ruiz-Huidobro Sarnago, Francisco José Sáiz Cebrián, Ana Margarita Santarelli Baptista, Álvaro Smith Pérez, Inés Vieira Fragoso SOMOS 4.º B 8 4.º B Primaria TUTORA Antonia Ruiz Agudo 58 A la caza de la aurora boreal A la caza de la aurora boreal Todo comenzó un día, cuando estábamos en clase y un niño dijo que lo que más le gustaría sería ver una aurora boreal. Esto fue antes de saber que teníamos que hacer un trabajo sobre los efectos de la luz. Ahora tenemos la oportunidad de ir en su busca e intentar saber más cosas sobre uno de los espectáculos más maravillosos que no ofrece la naturaleza: las auroras boreales, también conocidas como luces del Ártico. Antes de viajar al Ártico, hemos preparado nuestro viaje en clase. Comenzamos viendo unos vídeos sobre este mágico fenómeno, las A la caza de la aurora boreal 59 imágenes iban acompañadas con música de Enya con lo cual la sensación de belleza se multiplicaba. Lo hemos titulado a la caza de la aurora boreal porque cuando se la va buscando, se tiene la sensación de jugar al ratón y al gato. Hemos decidido que para vivir esta gran aventura fotográfica y poder observar las auroras boreales más bonitas, necesitamos un explorador que conozca la zona. Como medio de transporte hemos elegido un trineo tirado por una manada de perros Husky que nos conducirán hasta ella. Como sabemos que la mejor época del año para ver las luces del Norte es de noviembre a marzo porque disminuyen las horas de luz, hemos querido viajar en estas fechas para apreciar y localizar este juego de luces verdes, rojas y violáceas, unos de los espectáculos de colores más fascinantes, visibles en el cielo. Nos hemos enterado que los lagos helados son muy recomendables para observar este fenómeno, ya que todo se tiñe de verde con el reflejo del agua y hacia allí, nos dirigimos. Nos advierten, que para verlas elijamos una noche sin luna. Cuando la luna está llena, la luz que refleja se puede comer casi por completo el efecto de las luces del Norte, y hacer que sea muy difícil observarlas. Cuando se aproxima el alba, todo el proceso parece calmarse y tan sólo algunas pequeñas zonas del cielo aparecen brillantes hasta que llega la mañana. El explorador, antes de comenzar nuestra gran aventura, nos comenta que para cazar una aurora boreal, lo ideal es buscar un buen lugar para, cuando se ponga el Sol, esperar a que surja la magia. Es esencial que el lugar esté sin población, ni contaminación lumínica para poder mirar y disfrutar este fenómeno. Autora: Nora Moreda del Águila Este guía que nos acompaña sabe un montón y nos va explicando muchas curiosidades y leyendas que se cuentan sobre estas luces encendidas y que intentan explicar estas maravillas. Una de estas leyendas nos cuenta que en el norte de Finlandia la llaman “juegos del zorro” ya que creen que las luces las producen los zorros al mover sus colas contra la nieve. Por otra parte, los esquimales de Groenlandia 60 A la caza de la aurora boreal A la caza de la aurora boreal 61 das solares, conocidas como tormentas solares, se lanzan enormes cantidades de partículas desde el Sol al espacio. Estas nubes de partículas, conocidas como viento solar, viajan por el espacio a grandes velocidades. Cuando las partículas entran en el escudo magnético de la tierra, son atraídas hacia un círculo que rodea el Polo Norte, donde chocan con las capas de la atmósfera. Lo mismo sucede en el Polo Sur. Esa energía que se libera es la que da lugar a la formación de las auroras. Se deben a que las partículas del viento solar entran en contacto con el campo magnético de la Tierra. Por tanto, la explicación de cómo se forman está relacionada con la actividad solar y con la composición y características de nuestra atmósfera terrestre. Otra curiosidad que nos va contando por el camino que nos llevará a cazar una aurora es que, esas partículas del viento solar que entran en la atmósfera atraídas por el campo magnético de la Tierra, chocan con los gases del aire y provocan esa energía en forma de luz originando esas cortinas de varios colores. Cada gas produce una luz de color distinto. El rojo se debe al oxígeno, el verde al oxígeno con el hidrógeno y el azul se debe al nitrógeno del aire. Autor: Jaime Hevia Rubio están convencidos de que la aurora boreal es un sendero estrecho que conecta la tierra con el cielo y esto, permite el paso de los espíritus. Durante el camino, nos sigue contando más y más historias. Nos comenta que en el hemisferio norte es conocida como aurora boreal porque Aurora, se llamaba la diosa romana del amanecer y Bóreas, es una palabra griega que significa norte. Nosotros vamos entusiasmados escuchando y disfrutando de estos paisajes tan fantásticos. Ahora toca conocer la verdadera explicación científica de cómo se forman las auroras. Sabéis que el Sol es el culpable de que se produzcan estos fenómenos, es él quién está detrás de su formación. Durante las grandes explosiones y llamara- Como compañero de viaje, nos acompaña Jaime Hevia que ya ha tenido la suerte de cazar una aurora anteriormente. Nos cuenta su experiencia y nosotros le escuchamos con mucha atención. Estaba con mis padres de vacaciones en Finlandia invitados por unos amigos. Nos alojábamos en un hotel en medio de un lago. Era de noche, no dormía bien y me levanté. Abrí la ventana y pude ver como una cortina de color verde, un verde luminoso aparecía en el cielo. Me acosté, y a la mañana siguiente pensaba que había sido un sueño. Pero no. Mi padre me dijo que el sueño había sido real, ya que él también lo había visto. ¡Qué suerte tuvo nuestro amigo! Bueno, llega el final de nuestro viaje al Ártico. Hemos aprendido gran cantidad de cosas sobre estas luces mágicas. Ya estamos colocados en unos de estos lagos helados que nos han recomendado para asistir, como espectadores, a esta función que nos ofrecerá la naturaleza. La verdad es que mucho dinero no nos ha costado el viaje ya que hemos viajado con nuestra imaginación. De lo que sí estamos seguros 62 SOMOS 5.º A A la caza de la aurora boreal es que quizás, algún día, tengamos la suerte de poder disfrutar y cazar una de ellas. Hasta entonces, nos conformaremos con este viaje virtual al Ártico y nos quedamos con las palabras de nuestro explorador y es que, en las noches de luna clara, las auroras boreales derraman todos los colores del arco iris bajo el cielo. Autores Aitor Agudo Acha, Marta Argos Rivero, Laura Cano Ráez, Marina Castillo Pujante, Marina Cubas Sánchez-Beato, Daniela Folan Puebla, Luis García Barrero, Sergio García Fernández-Miranda, Álvaro González Carrasco, Román Hernández de los Mártires, Gerardo Hevia Blanco, Jaime Hevia Rubio, Pelayo Hevia-Aza Bascón, María Hevia-Aza Moscardó, Itziar Lorenzo Arroyo, Rodrigo Luque Rodríguez, Patricia Marín Corrochano, Ángela Menéndez Reques, Sofía Molero del Olmo, Nora Moreda del Águila, Jaime Reoyo Coca, Ana del Río Martínez, Guillermo Taffouraud González-Palacios, Claudia Ugena de Mesa 9 5.º A Primaria TUTOR Santiago Jaén Casquero 64 La luz en la Prehistoria La luz en la Prehistoria A los alumnos de 5.º A nos ha costado decidir el tema este año. Hemos tenido hasta tres votaciones (la verdad es que nos cuesta mucho decidirnos para casi todo porque no nos ponemos de acuerdo) y al final, hemos decidido este. Nos ha gustado estudiar la Historia un poco más en serio en este curso y quizás ese ha sido el motivo de la elección. Es el año internacional de la luz y nosotros hemos crecido con mucha luz (que no es lo mismo que con muchas luces como dice La luz en la Prehistoria 65 Santiago), pero no está de más preguntarse ¿Cómo se iluminaban nuestros antepasados? ¿Se dieron cuenta de la necesidad o es algo accidental? El sol, las hogueras, las antorchas, las primeras lámparas portátiles, de todo esto hemos ido leyendo y aprendiendo cosas que exponemos en este trabajo. Bastó con que el hombre del paleolítico descubriera el fuego para darse cuenta de que no solo le serviría para lograr calor y cocinar alimentos, sino que mediante las llamas podía iluminar sus cavernas durante las noches. La luz del astro rey solo podían aprovecharla durante el día. La luz natural solo iluminaba las partes más cercanas a la entrada. En el interior, posiblemente la oscuridad fuese casi absoluta, lo que evidentemente era un problema serio para la tribu que no podría moverse con seguridad y además no tendría las manos libres porque debería ir reconociendo por el tacto lo que había en la cueva. ¡Qué bonito sería tener ese tipo de iluminación hoy en día! Eso sí, con las casas actuales no con las cavernas. Ya no habría que inventarse excusas para no terminar los deberes, como la natación, el fútbol, el tenis, la clase de inglés extraescolar, simplemente… NO SE VE, a dormir ¡y en invierno mucho antes! La llama fue el primer medio de iluminación utilizado por el hombre desde muchos miles de años anteriores a Cristo para aclarar las tinieblas. Esto significó el primer y más importante hallazgo en las etapas iniciales de la humanidad. Autor: Jaime Rodríguez Montecino En un primer momento se sirvieron de los fenómenos naturales como los rayos para obtener fuego, conservarlo, y lo más difícil, transportarlo. Con el paso del tiempo fueron inventando distintas fórmulas para conseguirlo directamente y en cualquier momento ¡Qué progreso! Si como dice nuestro tutor, cuando nuestras cabezas se ponen en funcionamiento, somos capaces de hacer cosas increíbles. Pero imaginamos que a nuestros antepasados les pasaría 66 La luz en la Prehistoria La luz en la Prehistoria 67 lo mismo que a nosotros. No estarían siempre pensando, o como dice Santiago, a veces sin pensar durante demasiado tiempo, y se nos oxidan las neuronas. Uno de los métodos utilizados era golpear piedra contra piedra para que saltaran chispas sobre yesca o leña fina y seca. Otro, utilizar dos trozos de madera y frotar uno sobre otro para calentarlos, se movía una rama fina, tallada en punta, sobre otra con una hendidura. Cualquiera que fuera el método empleado hemos llegado a la conclusión de que debían ser muy cansados y costarles mucho tiempo así que no creemos que luego, si eran niños los encargados, además tuvieran que hacer deberes, solo faltaría eso. Lo que más nos ha sorprendido ha sido la invención de las lámparas portátiles, que constituyen otra evidencia de la genialidad de los seres humanos del paleolítico (esta frase le va a gustar a nuestro tutor aunque en parte la hemos copiado). Podemos distinguir entre la iluminación fija , que era el fuego y la portátil, entre las que estaban las antorchas y las lámparas. Las antorchas tenían la ventaja de poder iluminar en varias direcciones pero duraban poco. Las lámparas eran más duraderas y las hacían utilizando piedras ahuecadas o cráneos de animales que llenaban de material combustible como grasas de distinto tipo. A esto le añadían hierbas secas o leña para favorecer la combustión. Desde siempre se ha tenido en cuenta el uso del fuego en la Prehistoria como un elemento para calentar, protegerse, iluminar… pero pocas veces se ha ligado al arte. Algunos expertos sugieren que nuestros antepasados usaban el fuego para proyectar imágenes en las paredes combinándolas con sus propias obras. Lámparas y antorchas también eran instrumentos utilizados para observar las pinturas, se sabe porque se han encontrado cerca o debajo de estos grabados trozos de carbón. Más tarde aparecería la vela con los egipcios, lámparas de aceite en cerámica usadas por cartagineses y fenicios, pero como ya hemos Autora: Sara Cuello Latorre aprendido este año, esto no pertenece a la Prehistoria sino a la primera etapa de la Historia, la Edad Antigua, así que quizás… en otro libro. Autores Javier Ahumada Ortiz, Paula Aldecoa Molina, Javier Alonso Ruiz, María Baquero González, Martina Caballero García, Rocío Calvete Pedroche, Eduardo Calzada Moreno, Ignacio Camarena Gómez, Lucía Corral Saborido, Carlos Cuellas Cora, Sara Cuello Latorre, Guillermo Delgado Cabrera, Diego Estévez Pérez, Marcos Fernández Holguín, Gabriel Fernández Hombrados, Blanca García Carvajal, Alazne Gómez Urrea, Lucía López de Ocáriz Sáenz, Paola López Sánchez, Unax Miranda García, Carlos Moraleda López, María Ortega Puertas, Jaime Rodríguez Montecino , Paula Valero Jordán SOMOS 5.º B 10 5.º B Primaria TUTOR Santiago Jaén Casquero 70 El leguaje de los faros El leguaje de los faros “Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela, un velero bergantín”. Así empieza la última poesía que nos hemos estudiado y hemos cantado en clase. Ya llevamos tres semanas hablando de la edad moderna en ciencias sociales. La edad de los descubrimientos, de los grandes viajes en barco y, cómo no, de los piratas. Ya que estamos hablando continuamente de mares, barcos y viajes, hemos decidido hacer nuestra parte del libro del cole sobre el lenguaje de los faros, luz imprescindible para la navegación desde tiempos remotos. El leguaje de los faros 71 Un faro es una torre de señalización luminosa situada cerca de la costa. La luz del faro se utiliza para guiar la navegación marítima. Aunque la época de los grandes viajes marítimos es la edad moderna, es muy probable que los faros existieran antes de las épocas romana y griega. Los fenicios y los cartagineses encendían hogueras en lo alto de las torres de vigía que levantaban en puntos destacados de las costas. En el siglo XVII los faros no eran más que torreones con una plataforma superior en la que se encendían hogueras de madera, de carbón, alquitrán o brea. A principios del XVIII aparecieron las primeras linternas metálicas que aguantaban mejor el calor de las llamas. A finales de este siglo, ya nacieron los primeros aparatos con luces giratorias. Desde el mar los barcos no solo ven la luz del faro que les advierte de la proximidad de la costa, sino que también lo identifican por los intervalos y los colores de los haces de luz, es un código. Es algo parecido a cuando nuestros padres nos dicen en el fin de semana que hagamos los deberes, según el tono de voz y la cantidad de veces repetidas, ya sabemos si hay que ponerse inmediatamente porque hay peligro o podemos esperar otro rato, también es un código. El lenguaje de los faros trata de emitir una señal que determina su color, las características del destello, el número de ellos y el ritmo. La luz blanca es la habitual, la luz de color rojo señala una zona de peligro por donde no se debe navegar. También puede ser blanco y verde que se utiliza para indicar el acceso a la entrada de canal, puerto o abrigo. Autor: Álvaro Navarrete Arce Este tipo de luces nos vendrían bien los lunes por las mañanas en casa antes de salir para el colegio, luces que nos guiaran hacia el cuarto de baño, a la cocina y hasta el desayuno, todo iría más rápido y nos evitaríamos regañinas de nuestros padres porque tardamos mucho y llegamos tarde. 72 El leguaje de los faros El leguaje de los faros 73 Está claro que a lo largo de la historia los faros han desempeñado un papel importante en la navegación para evitar accidentes como choques con la costa o con otros barcos en noches cerradas y tenebrosas como las de los antiguos piratas. Aunque en la actualidad existen muchos otros mecanismos y avances tecnológicos como los GPS que colaboran en llevar a cabo la misión de los faros. Además de la parte científica de la luz de los faros, también tendríamos la parte sentimental ¿Quién no se ha quedado a veces una noche de verano, de vacaciones, con la boca abierta mirando durante minutos la luz de un faro? ¡Y toda la gente que tiene multitud de fotos de todos los faros que ha visitado! Tienen algo especial. Y ya que son tan importantes para los barcos, terminaremos nuestro libro de la misma forma que lo hemos empezado “Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi única ley la fuerza del viento, mi única patria… la mar” Autora: María Rancaño Martín Un ejemplo de característica es GpD(3)BR 10s 41m 25M ¿Qué quiere decir? Indica que se trata de una señal donde GpD(3) indica la característica de los destellos (grupos de tres destellos), BR determina el color de la luz emitida (en este caso luz blanca, lo habitual; además luz de color rojo que se suele utilizar en sectores y señala un sector de peligro por donde no se puede navegar. 10s determina la duración del ciclo completo de grupos de destellos, 41m indica que la señal se encuentra a 41 m de altura sobre el nivel del mar, y 25M aclara que la señal tiene un alcance visual de 25 millas náuticas. También hay destellos únicos que se repiten en todo el ciclo, ocultaciones y grupos de ocultaciones. Sorprendente verdad y… ¡MENUDO LÍO! Aprenderse todo esto de memoria para poder navegar es peor que un examen de sociales o naturales. Autores Esteban Aznar Esteso, Laura Díaz Barrientos, Amelia Granizo Aparicio, Gonzalo Gullón López, Pablo Juárez Tomás, Javier Marín Serrano, Íñigo Martínez de la Riva Muinelo, Mia Shengyao Merino Casado, Álvaro Navarrete Arce, Elena Oteo Martín, Jorge Pasquel Veiga, Luis Prieto Martín, María Rancaño Martín, Óscar Rodríguez Pérez, Ignacio Rubio Fernández, Pablo Ruiz Torralba, Carmen Ruiz-Fornells Ruano, María Sanjurjo Sánchez, Mónica Serrano Pérez, Álvaro Valdivielso Melgar, Eva Varela Trujillo, Blanca Villar Nieto, Luna Vitini Rodríguez, Alejandra Viveros Sarasola SOMOS 6.º A 11 6.º A Primaria TUTORA Carolina Conde Correas 76 Los espejos Los espejos Estando en la recta final del curso se nos propone como tema para el libro del cole “La Luz en todas sus manifestaciones“. Nosotros encantados, pues, precisamente en estos últimos días del curso, estamos estudiando en Naturales “La luz y la Energía”. Podríamos estar todo un curso hablando de este tema pues todos sabemos que el Sol es la fuente principal de energía de la Tierra. Que la luz ayuda a las plantas a desarrollarse sobre la tierra y en el mar, y que alimenta la vida animal del planeta. Que la energía calorífica mantiene la Tierra a una temperatura adecuada para que exista la vida. Que evapora el agua para formar nubes, hace que soplen los vientos y que las olas se muevan por la superficie de los océanos. Que Los espejos 77 los combustibles fósiles contienen energía procedente de la luz solar que cayó sobre la Tierra hace millones de años, y que estos combustibles proporcionan la mayor parte de la energía de las sociedades industriales, En definitiva, que sin la luz y el calor del Sol, la vida sobre la Tierra no existiría. Como veis, por lo extenso e interesante del tema, hemos tenido que ceñirnos a buscar información sobre un determinado fenómeno y éste ha sido la luz que se refleja cuando rebota en una superficie, más conocido como “ la reflexión de la luz”. Lo primero es deciros la definición que aparece en todos los libros de reflexión de la luz: es el cambio de dirección que experimenta la luz cuando choca con un objeto y “rebota”. La reflexión permite que veamos las cosas sin que éstas desprendan luz por sí mismas. En una noche de Luna llena se puede jugar al escondite o incluso pasear. Se ve casi tanto como si fuese de día. Pero la brillante luz plateada que vemos no viene directamente de la Luna. La Luna sólo brilla porque la ilumina el Sol. Parte de la luz del Sol rebota en la Luna e inmediatamente se dirige hacia la Tierra. Algunas cosas que vemos, como las bombillas, los anuncios de neón, los semáforos e incluso la televisión, son como el Sol. Emiten luz. Pero la mayoría son como la Luna, no emiten luz propia sino que reciben la luz del Sol de una lámpara o de otro objeto luminoso. Por eso las vemos. Reflejan la luz y la dirigen a nuestros ojos. La luz reflejada nos indica la forma, el tamaño y el color de las cosas. Cuántas veces al irte a acostar, te habrán dicho esta frase: “Apaga esta noche la luz de tu cuarto”. Al no haber luz que rebote en las cosas, no puedes verlas. Todo está a oscuras. La luz reflejada nos muestra lo que hay. Autora: Clara Remesal Otero También contaros que el color de las cosas depende de la manera en que reflejan la luz. La luz blanca es la mezcla de todos los colores. Puedes ver estos colores si haces pasar la luz a través de un cristal especial que se llama prisma. Cuando la luz blanca ilumina un objeto, 78 Los espejos Los espejos 79 está sucio, no se ve. Toda superficie reflectora, a diferencia de las que dispersan la luz, es de por sí, invisible. Cuando te pones delante de un espejo, la luz rebota en ti y pasa a través del cristal. Cuando la luz golpea la superficie brillante que hay detrás del cristal, vuelve a rebotar. Esto hace que puedas verte a ti mismo. Al leer esto sobre los espejos, muchos de nosotros nos hemos hecho una misma pregunta: ¿A quién vemos cuando nos miramos al espejo? Estamos seguros que vuestra respuesta sería:”Indudablemente, nos vemos a nosotros mismos”. Pues tenemos que deciros que estáis equivocados… La cara, el cuerpo y el vestido de la mayoría de las personas, no son simétricos (a pesar de que generalmente no nos damos cuenta de ello). El lado derecho no es completamente igual al izquierdo. En el espejo, todas las peculiaridades de la mitad derecha, pasan a la izquierda, y al contrario, de tal forma, que la figura que aparece ante nosotros produce con frecuencia una impresión totalmente diferente a la nuestra. Autora:Claudia Estrella de la Cuesta parte de los colores son absorbidos y otros son reflejados; cuando las cosas se ven blancas es porque absorben todos los colores y no reflejan ninguno, y cuando las cosas se ven negras es porque no reflejan casi nada de luz que les llega. De todos los ejemplos prácticos que hemos podido encontrar, el más cercano a nosotros y el que más nos ha llamado la atención ha sido “Los Espejos”. Comprobamos que es una clara demostración práctica de la reflexión de la luz. ¿Se puede ver un espejo? ¡Qué poco conocemos de un vulgar espejo! Los que crean que se puede ver un espejo, están equivocados. Un espejo que sea bueno y limpio es invisible. Se puede ver su marco, sus bordes, los objetos que se reflejan en él, pero el propio espejo, si no Muy interesante, ¿verdad? Finalizamos ya, esperando que con alguno de estos ejemplos prácticos hayáis podido entender y comprender un poquito mejor el efecto que provoca la luz cuando rebota en una superficie. Autores Marta Alonso Martínez, Fernando Álvarez de Felipe, Marcos Álvarez Gil, Jorge Amat Zapatero, Javier Córdoba Crespo, Oihana Crespo Fernández, Beatriz Delgado Arroyo, Claudia Estrella de la Cuesta, Claudia Gallego Barranco, Miguel García Alonso, Jorge García Ramos, Álvaro Herradón Peláez, Alba Marín Corrochano, Pablo Maroto Guardiola, Pablo Maroto Yepes, Carlos Martínez Oyarzun, Nicola Masotti Villanueva, Clara María Remesal Otero, Eduardo Rodríguez Campillo, Ana Ruiz-Huidobro Sarnago, Alberto Torres González, Paula Turrado Crespí, Belén Ulecia Hormaechea, Alejandra Vera Quijada SOMOS 6.º B 12 6.º B Primaria TUTORA Carolina Conde Correas 82 Los espejismos Los espejismos En este momento del curso estamos estudiando en Naturales “La luz y la Energía” y, al igual que a nuestros compañeros de la otra clase, nos ha venido fenomenal tratar el tema de “La luz” para el libro del cole. La luz es uno de los medios más importantes por el cual las personas interactuamos con el mundo que nos rodea. Esto lo hacemos mediante nuestro sentido de la vista. Así, mediante el sentido de la vista, podemos relacionarnos con los demás, desplazarnos de un lugar a otro o, simplemente, contemplar la naturaleza. Respecto a esto último, Los espejismos 83 ¿quién de vosotros no se ha maravillado al ver el azul del cielo, los diversos colores de un arco iris o los tonos rojizos de un atardecer? A lo largo de la historia, estos acontecimientos han sorprendido a las diferentes culturas debido a sus espectaculares características. Señalar que la información y curiosidades que nosotros hemos buscado ha sido sobre el fenómeno de “ la refracción de la luz”, es decir, el cambio de dirección que sufre la luz cuando pasa de una sustancia transparente a otra. Por ejemplo, el aire, a otro, como el agua. Tenemos que deciros que este fenómeno es más difícil de apreciar en la mayoría de los sólidos, pues el enorme número de átomos de su interior forma una rígida estructura que hace de muro, impidiendo que la luz penetre en el objeto. Decimos que éste es opaco. En cambio, en muchos líquidos y gases los átomos están más espaciados y se mueven con mayor libertad, de forma que la luz sí puede pasar entre ellos. Estas sustancias son transparentes, como el agua y el aire. (También hay algunos sólidos transparentes, como los cristales). En un medio transparente se puede comprobar claramente el fenómeno de la refracción. Por ejemplo, cuando introducimos lentamente una cucharilla en un vaso de agua y observamos que el trozo sumergido parece doblarse. En realidad a la cucharilla no le ha pasado nada, son los rayos de luz los que se desvían al pasar del agua al aire – se refractan – y nos hacen creer que la cucharilla está torcida. Hemos podido leer y analizar muchos ejemplos prácticos de la refracción, pero uno de los que más nos ha llamado la atención ha sido el fenómeno de “Los Espejismos”. Autora: Esther Miguez Aparicio El espejismo es una de las ilusiones ópticas más conocidas en todo el mundo gracias no solo a las numerosas películas que se desarrollan en los desiertos, donde sus protagonistas creen haber encontrado la salvación por el “hallazgo” de un supuesto lago, sino también porque es un fenómeno que seguramente en más de una ocasión habéis experimentado, sobre todo si habéis viajado por carretera en los momentos más cálidos del verano. Pero, ¿sabéis por qué se generan los espejismos? 84 Los espejismos La explicación debemos buscarla en el efecto óptico que produce la refracción de la luz, el mismo fenómeno que os hemos comentado antes al introducir una cucharilla en un vaso de agua. Aquí, podemos decir que ha ocurrido una refracción parcial. Pero, ahora bien, cuando las capas de aire adquieren temperaturas diferentes, como ocurre en la superficie caliente del asfalto, la densidad también varía entre ellas de modo que, cuando la luz solar las atraviesa, ocurre el mismo fenómeno de refracción pero de una manera superficial, produciéndose una refracción total que hace que la superficie refleje el entorno como si fuera un espejo, dando origen a los espejismos. Autor: Ignacio París Cuesta Los espejismos 85 Para terminar, añadiros, como dato informativo, que fue el físico holandés Hendrik Lorentz (1853 – 1928), quién se sirvió más de la teoría matemática que de la experimentación para investigar la luz. Desarrolló una teoría electromagnética de la luz para explicar los efectos de reflexión y de refracción. Autores Alejandra Abejón Fuentes, Raquel Berrocal de Castro, Raquel Carbayo Martín, Víctor Caro Fuentes, Javier Carro García-Saldaña, Daniel Casillas Garrido, Carmen Gallardo Martín, Genoveva Hevia Blanco, Marcos Jiménez Larroy, Javier Largacha Sanz, Javier Lázaro Artaza, Sergio Manzano Olmedilla, Esther Miguez Aparicio, Ana Mittelbrunn Salmerón, Paula Moraleda López, Marta Moroño Molina-Campuzano, Rodrigo Muñoz Olmeda, Luis Orofino Álvarez, Ignacio París Cuesta, Miguel Ángel Pujadas Rubio, Marta Rancaño Martín, Yago Sanabria Gavín, Rodrigo Sánchez Rubal, Guillermo Spottorno Casal, Pablo Valdivielso Melgar SOMOS 1.º A 14 1.º A Secundaria TUTORA Almudena del Pozo Salinas 88 Los fuegos artificiales Los fuegos artificiales ¿Qué sentirá un fuego artificial a punto de explotar en el cielo? En clase hemos leído el cuento “El ilustre cohete” del escritor irlandés Oscar Wilde y hemos podido meternos en la piel de uno, un tanto vanidoso, que quería ser siempre el centro de atención de todas las fiestas. ¡Nos ha encantado su final! Dice así: -¡Ahora voy a partir! -gritaba. Y se erguía y se estiraba. Sé que voy a subir más alto que las estrellas, más alto que la luna, más alto que el sol. Subiré tan arriba que... Autor: Javier Puente Bringas Los fuegos artificiales 89 -¡Fisss! ¡Fisss! ¡Fisss! Y se elevó en el aire. -¡Delicioso! -gritaba-. Seguiré subiendo así siempre. ¡Qué éxito tengo! Pero nadie lo veía. Entonces comenzó a sentir una extraña impresión de hormigueo. -¡Voy a estallar! -gritaba-. Incendiaré el mundo entero y haré tanto ruido, que no se hablará de otra cosa en un año. Y, en efecto, estalló. -¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! -hizo la pólvora. La pólvora no podía hacer otra cosa. Los fuegos artificiales funcionan gracias a la pólvora, pero solo con ella no se logra el espectáculo de luces. Primero vemos los colores y luego escuchamos la explosión, esto es debido a que la luz tiene una velocidad mucho mayor que la del sonido. Lo que vemos, lo que oímos con cada explosión, es el resultado de varias reacciones químicas que tienen lugar a medida que ascienden al cielo. Su composición sigue una receta muy concreta: el carbono provee el combustible; el magnesio, incrementa el brillo y la luminosidad; el calcio da más intensidad a los colores. Cuando empezamos a investigar, lo que realmente nos llamaba la atención era saber cómo se logran las diferentes formas y colores que iluminan el cielo. Averiguamos que los fabricantes agregan sales de estroncio para obtener un color rojo intenso; magnesio para los blancos o plateados, que suelen combinarse con aluminio y titanio. El azul se obtiene añadiendo carbonato de cobre. El sodio se emplea para el amarillo y el bario genera verdes cuando alcanza altas temperaturas. El zinc se utiliza para efectos de humo blanco. Y las formas dependen de cómo se ordenan los elementos dentro de la carcasa que explota. Esta se divide en dos. Una de sus partes se llena de pólvora y se colocan las bolas que posteriormente darán color con la forma 90 Los fuegos artificiales que se quiere obtener. Para conseguir formas diferentes y más complejas, como corazones o banderas, se atan más mechas y compartimentos de pólvoras juntas, que producen una serie de luces, colores y estallidos en sucesión. La otra parte simplemente se llenará de pólvora. Y ¿a quién debemos su origen? A un hombre llamado Li Tang, de China, quien desarrolló las primeras fórmulas. En un principio, la utilización de la pirotecnia estaba limitada a las ceremonias religiosas, en las que se usaba para espantar a los malos espíritus. En el siglo XI con la dinastía Song comenzó a popularizarse en el país y fue más adelante, en el siglo XIII, cuando Marco Polo los dio a conocer al mundo en sus viajes. Los fuegos artificiales 91 Hoy en día solo los asociamos al mundo del espectáculo. Disneylandia, por ejemplo, fue el mayor consumidor de pirotecnia en 1999 de todo Estados Unidos. Actualmente, Hong Kong, Río de Janeiro o Dubái están entre los mejores del mundo en este arte. Aquí, en España, podemos presumir de los mágicos momentos que ofrecen en la Comunidad Valenciana durante las fiestas de las fallas. En 2006 se lanzaron en Portugal 66.326 fuegos en un evento de la Isla de Madeira, pero el récord Guinness se lo llevó Kuwait en 2012 al gastar 12 millones de euros y lanzar 77.282 fuegos en el transcurso de una hora para conmemorar las bodas de oro de su Constitución. Pero no es oro todo lo que reluce, muchas veces el espectáculo no lo es para todos por igual. Puede originar taquicardias, temblores, falta de aire, pérdida de control, miedo, ¡incluso la muerte! Los animales son los principales damnificados. Los perros suelen sentir temor; las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por curiosidad pudiendo ingerirlos. Además, los residuos químicos quedan en el aire, caen al suelo o a las aguas, provocando mucha contaminación y suciedad. Autores Sandra Arnáiz Riñón, Marta Balairón García, Daniel Bastardés Gragera, María Calvete Pedroche, Guillermo Capmany Fernández, Marina Espejo Pérez, Cristina Fernández Hombrados, Iván García Ruiz, Gonzalo Gómez García-Tapial, Elena López de la Cruz, Sara Maroto Guardiola, Elena Martínez Torrijos, Lucía Menéndez Reques, Miguel Molina Betancort, Andrés Navarro Pedregal, Javier Pasquel Veiga, Jimena Peláez Rodríguez, Javier Puente Bringas, Adrián Ramos Olivé, Blanca del Río Martínez, Carlos Rodríguez Pérez, María Ruiz Torralba, Alejandra Sánchez Retortillo, Jaime Taffouraud González-Palacios, Natalia Val Garrido Autor: Gonzalo Gómez Gª-Tapial SOMOS 1.º B 15 1º B Secundaria TUTOR Javier Hernando de la Plaza 94 Criaturas abisales, viaje a la oscuridad Criaturas abisales, viaje a la oscuridad Habitan en un mundo oscuro, donde nunca llega la luz del Sol. Estas criaturas se llaman abisales porque viven en la zona abisal, es decir, se encuentran a una profundidad de hasta 5.000 metros por debajo de la superficie del mar. ¡Qué vértigo! Cuando vimos las primeras fotografías en clase de estos animales, todos nos preguntamos si eran de verdad o si formaban parte de alguna película de ciencia ficción. Realmente, son los mismos animales que viven en capas superiores y que todos conocemos, tales como pulpos, calamares, peces o gusanos. Sin embargo, por la falta de luz se Criaturas abisales, viaje a la oscuridad 95 han visto obligados a transformarse. Es sorprendente pensar que convivimos en el mismo planeta con unos seres que viven en unas condiciones tan extremas: crecen muy lentamente, tienen cuerpos blandos, huesos pequeños, suelen tener grandes bocas, estómagos deformables, órganos bioluminiscentes y unos dientes afilados y muy desproporcionados. La mayoría viven a base de una dieta bacteriana que surge de la descomposición del petróleo o los huesos hundidos de las ballenas muertas. Nos ha resultado muy curioso conocer cómo sobreviven: hay peces que atraen a sus presas con un órgano que irradia luz y cangrejos que escupen nubes luminosas para confundir a sus depredadores. El fondo del mar encierra muchos misterios desde hace tiempo. La mitología escandinava habla del kraken, un monstruo marino gigante y misterioso del tamaño de una isla. Atemorizaba a las naves, sobre todo a aquellas que antiguamente surcaban los mares del norte. Las primeras noticias que tenemos de este terrible animal datan del siglo XII y proceden de Noruega. La leyenda puede realmente haberse originado tras el avistamiento de calamares enormes de más de 15 metros de largo. Se cuenta también que con sus largos y viscosos tentáculos podían aprisionar a los navíos para engullirlos. El más conocido, o por lo menos para nosotros, es el que aparece en la tercera parte de la película de Piratas del Caribe. Uno de los miembros de la tripulación de Jack Sparrow alerta a sus compañeros sobre su presencia en el océano: “una feroz criatura con tentáculos gigantes con los que succiona la piel de la cara, y arrastra una nave entera a la oscuridad eterna... el Kraken. Se dice que su aliento apesta a... imaginen, que justo antes de dejar esta tierra sólo oigan el rugido del Kraken, y les llegue el olor de cientos de cuerpos putrefactos... suponiendo que crean en eso.” Autora: María Puelles Sánchez En el siglo XIX, cuando todavía parecía imposible bajar a las profundidades, Julio Verne escribió Veinte mil leguas de viaje submarino, donde describía a un monstruo marino, más grande que una ballena que, a veces, se volvía luminiscente. A bordo del submarino Nautilus, el capitán Nemo abrió los ojos al mundo e imaginó a los seres que pueblan los abismos marinos. 96 Criaturas abisales, viaje a la oscuridad Criaturas abisales, viaje a la oscuridad 97 Todas estas criaturas han sido descubiertas gracias a cámaras sumergibles a gran profundidad, sónares y otras tecnologías de vanguardia. Los proyectos que estudian la vida abisal recorren cualquier recoveco, como los barrizales de las llanuras oceánicas o grandes y profundas grietas en los océanos más profundos. Para nuestra sorpresa uno de los últimos exploradores en lanzarse a la aventura fue el director de cine James Cameron que ha hecho películas como Avatar, Titanic y Abyss. Dijo a su vuelta haber visto ahí abajo un mundo totalmente alienígena, con criaturas blancas y sin pigmentación en la piel. Pero la exploración de las profundidades marinas sigue planteando desafíos especiales a los investigadores, pues apenas tienen ocasión de observar a estos animales en su hábitat natural. En los laboratorios de los barcos técnicos, los habitantes de las profundidades sólo sobreviven pocas horas o incluso, minutos. Está claro que estas criaturas son fieles a su oscuridad. Autora: Cristina Sallent Pedroche Y a partir de aquí las leyendas se convierten en realidad. En enero de 1960, dos exploradores alcanzan el pantanoso suelo abisal a bordo del batiscafo (una especie de submarino) Trieste bajando casi once kilómetros debajo de la superficie del mar. Nadie jamás había alcanzado una profundidad mayor. En la fosa de las Marianas, situada a 2.000 kilómetros al este de las islas Filipinas (conocido también como Abismo Challenger), en las tinieblas absolutas, bajo una presión enorme, y con temperaturas de casi cero grados centígrados, los dos investigadores observan a la luz de los faros seres que parecen casi imaginarios: peces, cangrejos y estrellas de mar. Desde entonces, ha habido muchas expediciones. Los científicos encargados del censo de vida marina han registrado 17.650 nuevas y variadas especies de las cuales unas 5.722 sobreviven a 1.000 metros de profundidad, donde la oscuridad impide que se pueda realizar la fotosíntesis. Autores Marta Arias Mosquera, Belén Cobo Iglesias, Marta Cristóbal García, Lucía Cuena Urzay, Rocío Espantaleón Herranz, Paloma Espinosa de los Monteros Moreno, Paula Fernández Martínez, Carlos González Sabariegos Hernández, Hugo Górriz Rodríguez, Miguel Gutiérrez Aguilera, Alejandro Herrezuelo Calleja, Victoria López de la Cruz, Andrea Maroto García, Carlos Martínez Santa Cruz, María de la Vega Mazón Carbón, Jorge Navarro Pedregal, María Puelles Sánchez, Carmen Querejeta Apalategui, Nerea Rodríguez Trigo, Cristina Sallent Pedroche, Carlos Sanjurjo Sánchez, Adrián Serrano Pérez, Gabriel Serrano Pomar, Laura Simón Revuelta, Pablo Vigil Robledo SOMOS 2.º A 16 2.º A Secundaria TUTOR Néstor Rodríguez Pérez 100 Los rayos Los rayos Los rayos han fascinado siempre al ser humano. Son espectaculares. Nos gusta verlos, pero a la vez, nos generan miedo y hace que nos sintamos pequeños y vulnerables. Pase el tiempo que pase, siempre podremos echar la vista atrás y conocer su trayectoria a la largo de la historia. En la mitología griega el rayo es considerado uno de los atributos propios de Zeus, el dios de los fenómenos de la atmósfera. Sus funciones fundamentales están relacionadas con la lluvia y con el retorno del buen tiempo, aunque dicen que si se enfadaba mucho, mandaba granizo. Por otro lado, en la mitología china Lui-sin representa al dios del trueno y el rayo; se representa bajo una figura monstruosa en el Los rayos 101 cielo, que siempre está rasgando y destruyendo nubes. Se dice que este dios siempre lleva en su mano izquierda una varita con la cual toca los timbales que producen el ruido del trueno, y en la derecha, lleva un rayo. Si seguimos paseando por el mundo nos encontramos con la mitología hinduista, donde Indra es considerado el dios de la guerra, la atmósfera, el cielo visible, la tormenta y el rayo. A todos nos resultaba muy familiar el dios Thor, el más famoso de los antiguos dioses nórdicos. Cuando sonaba un trueno, era porque había lanzado su martillo destructor, de ahí que se le conozca como el dios del trueno y el rayo. Entre el mito y la realidad nos hemos encontrado al poeta romántico español Gustavo Adolfo Bécquer, quien dijo una vez que el amor es un rayo de luna. Comenzaba así la leyenda que lleva ese título: “Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia”. Nosotros, al más puro estilo becqueriano, hemos indagado sobre la parte más mágica y literaria de este prodigio meteorológico y nos hemos quedado con este relato alemán. Cuenta la leyenda que tiempo atrás, una pareja de enamorados que vivía en el campo sufrió una fuerte tormenta que arrastró a Flor, la mujer, a lo alto de un tornado dejando a su marido, llamado Juan, desolado en tierra. Una vez que la hermosa muchacha dejó de estar aturdida, estando aún dentro del tornado, vio que una gigante sombra se mostraba delante de ella. -¿Quién es usted?- preguntó la joven. -Soy el Dios del Tornado. Si permanece más tiempo aquí, moriráadvirtió. Autor: Álvaro Martín Charola Sonó la voz del Dios profunda y sin ninguna emoción en cada uno de los rincones de la mente de Flor. Ella miró suplicante el borrón oscuro e implacable que poseía el Dios como rostro, sin saber que, debajo de esa actitud aburrida que él mostraba se escondía un profundo sentimiento de amor hacia la joven. La tormenta, el tornado… nada 102 Los rayos había sucedido por casualidad, el Dios cegado por sus celos, decidió apartar a Flor de su amado. La quería, pero también era envidioso, así que decidió transformarla en un rayo para que, en la mayoría de las tormentas, ambos pudieran coincidir. En cada tempestad, Juan oía susurros de su amada que le invitaban a acordarse de ella por cada rayo que viera. Sin necesidad de comprar entrada, los rayos son uno de los espectáculos más impresionantes que la naturaleza nos da. Y si dejamos la magia a un lado y nos centramos en la parte científica, hemos visto que este fenómeno se puede definir como una poderosa descarga electroestática natural que se produce entre una nube y la superficie terrestre. Durante las tormentas, iluminan el cielo, ponen nerviosos a unos y despiertan la curiosidad de otros. Pero, si no sabes cómo se forman, te lo explicamos. Los rayos 103 Todos los relámpagos nos parecen iguales, líneas de luz en el cielo, pero, hemos aprendido que hay cuatro tipos diferentes. Se clasifican de acuerdo a su inicio y su destino. Hay rayos que van de nube a cielo (son descargas hacia la atmósfera); los que van de nube a tierra, que son los más típicos y espectaculares; las intranubes, es decir, dentro de una misma nube y, por último, las internubes, que van de una nube a otra. Lo realmente curioso de todo esto es que en el mundo hay personas que cazan rayos y otras que son cazadas por ellos. Uno de los cazadores más famoso del mundo se llama Roger Hill y ha pasado los últimos treinta años persiguiendo las tormentas más peligrosas y ha visto 670 tornados. Es muy sencillo, en las nubes se separan dos tipos de cargas, en la parte superior las positivas y en la inferior, las negativas. La Tierra tiene carga positiva y como el conjunto de cargas es inestable, el rayo las iguala con esa poderosa descarga, convirtiendo a la Tierra en un circuito “eléctrico”. La característica luz que acompaña al rayo se denomina relámpago, al haber una onda de choque se produce también un fuerte ruido, este es el trueno. Según los datos de la NASA, cada segundo caen unos 40 rayos y anualmente se producen unos mil doscientos millones de rayos, que caen sobre todo en las zonas ecuatoriales y en las regiones montañosas. En España siguen un patrón, se acumulan en el noreste peninsular y durante el verano descienden por la cuenca del Ebro, alcanzando su mayor intensidad al final de verano, en el mar, frente al Delta del Ebro. Autora: Andrea Martínez Oyarzun 104 SOMOS 2.º B Los rayos Sin embargo, no siempre ha habido personas que buscaran los rayos, sino que se han visto perseguidas por ellos, como le pasó a Roy Sullivan, un guardabosques del estado de Virginia, que tiene el récord Guinness por ser la persona a la que más rayos han alcanzado: un total de siete, sobreviviendo sin heridas graves. Teníamos mucha curiosidad por saber dónde caen más relámpagos en el mundo y es en el norte de Venezuela. Aquí se produce el llamado “relámpago del Catatumbo”, justo en la desembocadura del río Catatumbo, un lugar donde la forma de las montañas encauzan el viento, la temperatura y la humedad de tal manera que se produce una tormenta eléctrica casi continua, alrededor de 150 noches por año y a un promedio de cinco rayos por minuto. Un solo rayo transporta una carga de electrones en menos de un segundo equivalente a 100 millones de lámparas incandescentes ordinarias, con una media aproximada por rayo de 20GW de potencia. La potencia nuclear actualmente existente en el mundo gira en torno a los 375 GW, así que ¡con captar unas docenas de rayos al día se podría alimentar (energéticamente hablando) a la Tierra sin problemas! Autores Sara Alonso Martínez, Blanca Alonso Terol, Diego Álvarez Gil, Pablo Bejarano Galeano, Alejandro de Carlos Avia, Laura Cobo Arranz, Beatriz Díaz Nameth, Pablo Fúster Martínez-Almeida, Luis Gallardo Martín, Sara González Peregrina, Javier Gutiérrez Aguilera, Hugo Hernández Martín, Lorenzo Largacha Sanz, Miguel Arne Loma-Osorio Andrés, María López de Ocáriz Sáenz, Álvaro Martín Charola, Alberto Martínez de la Riva Muinelo, Andrea Martínez Oyarzun, Sonsoles Molina Abad, Mario Muñoz Olmeda, Hugo Muñoz Suárez, Paula Sanabria Gavín, Marta Vera Quijada, Ignacio Zurita Hernández 17 2.º B Secundaria TUTORA Laura Manzanares Charle 106 Las estrellas fugaces: Pide un deseo Las estrellas fugaces: Pide un deseo Las estrellas fugaces: Pide un deseo 107 Se mueven tan rápido que se calientan y brillan al viajar a través de la atmósfera, mientras tiene lugar su incandescencia. A partir de aquí comienza el proceso de desintegración, es decir, la sublimación de los átomos que lo forman. Esta sublimación es el proceso de cambio de estado en el que se pasa de sólido a gas. La razón por la que se forma la característica estela de las estrellas fugaces no es más que por el calor producido por su alta energía mecánica, la que produce un cuerpo en movimiento. Cuando las estrellas fugaces traspasan la exosfera de la Tierra, su velocidad es muy elevada. De tal manera que si el meteoroide es pequeño, se desintegrará. En caso de que sea grande, puede llegar a quedar una masa residual que alcance la superficie terrestre en forma de micrometeoritos. Se estima que unos cien millones de estos pueden ser observados a simple vista en nuestro planeta a lo largo de un solo día. ¡Nunca habíamos pensado en la posibilidad de vernos alcanzados por un micrometeorito! Autor: Fernando Peña Fiallega Misteriosas, luminosas, deslumbrantes, rápidas, mágicas, sigilosas, intensas, brillantes… no hay ninguna igual. Así son. Lorca dijo de ellas que entornan sus párpados azules una vez y otra vez. Y nosotros podemos perdernos una en un abrir y cerrar de ojos. Hablamos de las estrellas fugaces. ¿Qué son realmente? Rápidamente cruzan el cielo, pero no son estrellas. Son unas pequeñas piezas de piedra o polvo que desde el espacio golpean la atmósfera de la Tierra. Reciben el nombre de meteoroides. Está claro que si a alguno de nosotros le alcanza uno, parece que la mala suerte le fuera a acompañar de por vida. Sin embargo, las supersticiones con respecto a las estrellas son tan antiguas como la propia humanidad. Desde los primeros tiempos, el hombre creyó que el cielo era la morada de los dioses. Al nacer Jesús, los Reyes Magos declararon que habían visto su estrella brillar en Oriente: así, se originó la idea de que las estrellas brillantes indicaban un nacimiento. En las sociedades primitivas se creía que cada estrella era el alma de una persona. Si formulabas un deseo cuando la estrella iba cayendo, este se cumpliría con seguridad. Junto con estas supersticiones vinieron otras que decían que las estrellas fugaces eran avisos de muerte. Hasta hace poco, cuando se daba la noticia de una tragedia, alguien aseguraba haber visto caer una estrella. Algunos historiadores dicen que la costumbre de pedirles un deseo, probablemente comenzó con un intento de remediar algo. Si las estrellas tenían el poder de traernos algo bueno o algo malo, pedirles un deseo equivalía a reconocer su poder, y quien lo hiciera así sería 108 Las estrellas fugaces: Pide un deseo Las estrellas fugaces: Pide un deseo 109 recompensado. Dicen que si se cuentan nueve en nueve noches sucesivas, se puede pedir un deseo. La mejor época del año para verlas en España es en agosto, cuando tiene lugar “la lluvia de Perseidas”. Hemos investigado sobre el origen de esta historia. Recibe su nombre de la constelación desde la cual parecen provenir los meteoros, la de Perseo. En la mitología griega, Zeus, enamorado de la ninfa Dánae, tuvo que metamorfosearse para poder entrar en la habitación donde estaba recluida su amada y engendrar a su futuro vástago, Perseo. La forma que eligió el dios fue, precisamente, una lluvia dorada. Las Perseidas son conocidas también como las Lágrimas de San Lorenzo, al coincidir más o menos su llegada con la fecha en la que se recuerda el martirio del santo, el 10 de agosto. San Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera en Roma. Se dice que en medio del martirio exclamó: “Dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho”. Sus lágrimas, reza la leyenda, son las estrellas que caerán del cielo. Hemos leído muchas historias, y al final, hemos querido aportar nuestro granito de arena a la tradición e inventarnos una que podremos contar en las noches de verano mientras miramos al firmamento. Cuenta la leyenda que dos estrellas llamadas Alioth y Alkaid se miraron y se enamoraron; fue tan grande su amor, que dejaron de describir órbitas para dibujar tiernos corazones entrelazados. La distancia era grande y la posibilidad de juntarse estaba prohibida en el universo oscuro. No se resistieron a vivir separadas, alejadas por un denso y silencioso vacío, así que decidieron quebrantar la eterna ley del perfecto y ordenado universo y salieron de sus órbitas convirtiéndose en dos estrellas fugaces, dirigiéndose a un mismo destino, la diosa de la luz, que iluminaba todo con sus estrellas. Esta diosa tuvo a su hijo llamado Ocaso. Creció sano y feliz, pero se aburría y reclamaba la atención de su madre, quien para entretenerle le prestó una de las estrellas que llegó a ella desde un lugar desconocido; él la agarró, la miró y a continuación la tiró hacia su madre. Acto seguido la estrella dejó un rastro de luz y finalmente, se apagó. Autora: Paula del Castillo Ventura La estrella Alioth se quedó sola después de la atrocidad de Ocaso, vagaba sola por el oscuro espacio. En uno de sus viajes sobre la Tierra, se encontró a dos enamorados, Admes y Adonia. Estaban separados por ciudades en guerra y su amor no era admitido ni comprendido. La estrella decidió ayudarlos para que no sufrieran como había sufrido ya ella. Y acordó con ellos que cada vez que quisieran comunicarse su amor, ella iluminaría el cielo con su destello. Autores Mateo Ansoleaga Franco, Ángela Arbás Sánchez, Ester Berrocal de Castro, Paula Cabezas Torres, Paula del Castillo Ventura, Pablo Cortés Casado, Álvaro Díaz Gutiérrez, Luis Espinosa Criado, Eduardo Figueiras Santa Teresa, Sofía Gallego Romero, Ángela Granizo Aparicio, Victoria Hernández Martín, Candela López Sánchez, Sergio Miguez Aparicio, Javier Montes Gutiérrez, María Victoria Morel Comas, Fernando Peña Fiallega, Gonzalo Ruiz-Fornells Ruano, Marta Sáez Turrero, Ana Sandes Pueyo, Pablo Sanjurjo Sánchez, Elena Suay Piqué, Elena de la Vega Sánchez, David Villar Nieto, Enrique Villaverde Alarcón SOMOS 3.º A 18 3.º A Secundaria TUTORA Patricia Hidalgo Cuervo 112 Los fuegos fatuos Los fuegos fatuos Los fuegos fatuos 113 intentan explicarlo. La más naturalista y científica es que la oxidación de la fosfina y los gases de metano (producidos por la descomposición de materias orgánicas) puede producir la aparición de luces brillando en el aire. Estas pueden tener una amplia gama de colores variando entre el verde, el rojo, el amarillo, e incluso, un azul pálido. Sin embargo, el hecho de que los fuegos aparezcan solo cuando la luz del Sol se esconde, ha originado muchas leyendas. Esta maravilla de la naturaleza aparece generalmente en los lugares pantanosos y en los cementerios. De ahí que despierten la curiosidad y el miedo al mismo tiempo, en cada rincón del planeta. Han sido vistos en los cinco continentes, pero en cada uno ha tenido siempre un significado diferente. Por ejemplo, entre la población rural europea, especialmente en la cultura popular gaélica y eslava, se cree que los will o´the wisp (como se les conoce comúnmente) son espíritus malignos de muertos u otros seres sobrenaturales que intentan desviar a los viajeros de su camino, alejándose cada vez que alguien trata de acercarse. En cambio, en algunas zonas rurales de Venezuela se sigue creyendo que son las almas de los conquistadores españoles como Lope de Aguirre, quien no encuentra reposo en el más allá y vaga por este mundo. Autora: Marta Simón Revuelta Ignis fatuus, en latín. Según la Real Academia de nuestra lengua, fatuo significa “falto de razón o entendimiento”. Pues bien, a pesar de esto, los científicos parecen tenerlo claro. Los fuegos fatuos son, en realidad, algo normal y explicable. Son un fenómeno físico que consiste en la inflamación de algunos materiales como el fósforo, que se eleva de las sustancias animales o vegetales en putrefacción, y forma pequeñas llamas que parecen andar por el aire, cerca de la superficie. Hay muchas teorías que En Asia, por su parte, nos ha llamado mucha la atención su significado en India, donde creen que los llamados chota-admis son unos duendecillos que bajo tierra corren con linternas encendidas. En Japón, creen que sus recién fallecidos se manifiestan en una llama fantasmal en tonos azulados o verdosos. Drácula, el Señor de los Anillos o La Historia Interminable son tres novelas clásicas de nuestra literatura que comparten los fuegos fatuos en sus páginas. Esto demuestra que a lo largo de la historia, los escritores se han sentido atraídos por ellos y lo han plasmado siempre que han podido. Bécquer, como buen romántico, los citó en un poema comparándolos con la atracción que sentía hacia una mujer: “Yo sé que hay fuegos 114 Los fuegos fatuos Los fuegos fatuos 115 Uno de los casos más impactantes es el de la ciudad minera de Silver Cliff, en Colorado, donde las llamas fantasmales llevan apareciéndose desde hace más de un siglo. Es tal la fama de este lugar, que National Geographic publicó un artículo sobre las luces del cementerio en agosto de 1969. El periodista que se encargó de cubrir el tema, aseguró haber visto unas luces azuladas y blanquecinas apareciendo entre las tumbas, jamás encontraron una explicación. Fuegos fatuos…el misterio continúa. Autor: Vicente Martínez Santa Cruz fatuos que en la noche llevan al caminante a perecer; yo me siento arrastrado por tus ojos, pero a dónde me arrastran, no lo sé”. La última referencia que tenemos es más visual e infantil, pero no queremos dejar de citar la película de Brave, de Disney que se inspira en las míticas Highlands escocesas y donde su protagonista Mérida sigue el camino que le indican los fuegos. Para muchas personas son considerados fenómenos paranormales. Son cientos los testigos que aseguran haber visto estas misteriosas luces en los últimos tiempos. Por ejemplo, en 1897 en las Tierras Altas de Escocia, las luces se veían antes de las muertes que ocurrían en esos lugares. De hecho, se las conocía como las “velas de la muerte”. Años más tarde, los medios de comunicación locales alertaron a la población sobre la presencia de una llama fantasma en lo alto de una montaña, donde se encontró el cuerpo sin vida de una mujer. Autores María Abejón Fuentes, Carlos Argos Rivero, Sergio Caballero García, Antonio Calzada Moreno, Jorge Carballo Zamora, Mario Casillas Garrido, Álvaro García Duro, Guillermo García García, Alejandro Gómez García-Tapial, Rocío Hevia-Aza Moscardó, Patricia López Valdizá, Jorge Maroto Guardiola, Vicente Martínez Santa Cruz, Ignacio Navarrete Arce, María Ochandiano Ferreira, Ignacio Pérez Trueba, Pablo Real Baeza, David Rodríguez Tallón, Isabel Sánchez Hevia-Aza, Jorge Serrano Pérez, Irene Serrano Vaquero, Marta Simón Revuelta SOMOS 3.º B 19 3.º B Secundaria TUTORA Mª José Sánchez Bautista 118 La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo 119 Sin embargo, en los países nórdicos están acostumbrados a que la oscuridad marque gran parte de sus días. Sus planes durante gran parte del año no giran en torno a la calle, parques, plazas o terrazas, sino que hacen muchas actividades de interior, en casas o locales acondicionados para pasar las horas de ocio. Además, se dice también que de forma de ser son, por tanto, más introvertidos y aburridos que nosotros. Al fin y al cabo, no son más que prejuicios que tenemos y pensamientos que hemos compartido en clase… ¿Realmente la luz nos determina tanto? ¿Existe una explicación científica a todo esto? Con esta investigación vamos a intentar contestar a estas preguntas. ¿Tiene la luz una relación directa con nuestro estado de ánimo? La respuesta de los expertos es clara: sí. En primavera y verano tendemos a estar más animados, y al contrario, en invierno y otoño. Autor: Miguel de Juan Gómez Dicen de los españoles que somos personas muy extrovertidas y que nos gusta mucho hacer vida en la calle, que nos falta tiempo para estar en una terraza y que no somos muy amigos de los planes de interior, si el sol está brillando fuera. Y esto, irremediablemente, marca nuestro carácter y costumbres. Nuestra cultura está condicionada por la luz. Disfrutamos de tanta luz que tenemos hasta una costa que lleva su nombre. Un estudio realizado por el Baker Research Institute en Australia confirma que la luz solar tiene un efecto importante en los cambios de estado de ánimo. Por ejemplo, cuando tomamos el sol, la luz genera en nosotros una sensación de bienestar. Estas sensaciones se deben a la serotonina, que es una sustancia química del cerebro que transmite mensajes en el área correspondiente que controla las emociones. Los autores del trabajo midieron las concentraciones de serotonina en los vasos sanguíneos del cerebro para comprobar si las variaciones en los niveles de este neurotransmisor influían en el estado de ánimo. Para el análisis contaron con la participación de más de cien personas y se valoraron factores como las condiciones climáticas y la estación del año en la que se encontraban. Los datos indicaron que la renovación de la serotonina en el cerebro era menor en los meses invernales, y la producción de este neurotransmisor estaba directamente relacionada con la duración del tiempo de luz solar. Por ello, en los países con menos horas de luz, los habitantes son más propensos a la depresión y a los suicidios. La Organización Nacional de Trastorno Afectivo Estacional (NOSAD) de Estados Unidos 120 La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo La influencia de la luz en nuestro estado de ánimo 121 se va”. Científicamente es conocido como sol de medianoche. Es normal pensar que muchos habitantes de estas zonas sufran dificultad para conciliar el sueño. Igual que tienen seis meses de luz, los tienen también de oscuridad y para simular que “amanece”, en algunos sitios utilizan persianas que se van iluminando artificialmente cuando suena el despertador, como si estuviera saliendo el sol en el horizonte. Así, se engaña al cerebro para que piense que empieza un nuevo día. En definitiva, la luz y la oscuridad son contraposición, son antítesis, sin embargo, no puede vivir la una sin la otra. Igual que nosotros no podemos vivir sin ellas. Nos condicionan. La luz es vida, la oscuridad es muerte. La luz te ilumina, la oscuridad te confunde. No hay más que pensar en el Barroco, donde predominaban los contrastes, los claroscuros. La oscuridad es el pesimismo, el desengaño y la angustia. La luz es la alegría, el goce, la felicidad. Autor: Juan Iglesias Martín explica así los altos índices de abuso de alcohol y suicidio en lugares como Seattle y Suecia, donde el sol es extremadamente limitado en invierno. Los psiquiatras hablan del trastorno afectivo estacional, que se caracteriza por la aparición de una enfermedad depresiva durante el invierno. Generalmente desaparece durante la primavera y el estío y puede tratarse eficazmente con terapia (con lámparas artificiales que simulan los rayos del sol), pero aproximadamente el 50% de las personas con este trastorno no responden solamente con el tratamiento. Los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia pueden reducir los síntomas del trastorno. Y llegados a este punto nos preguntamos si seríamos capaces de vivir en algún lugar al norte del Círculo Polar Ártico donde medio año es de día y medio de noche. En Noruega, por ejemplo, aprovechan este fenómeno como reclamo turístico bajo el lema “en verano el sol nunca Autores Ainhoa Alda Calderón, Raquel de los Reyes Bastardés Gragera, Paula Capsir Velázquez, Manuel Carbayo Martín, Álvaro Córdoba Crespo, María Corral Bellón, Iker Crespo Fernández, Ana Cuellas Cora, Felipe Espantaleón Herranz, Gonzalo Giménez de Lucas, Emiliano Hernández Moreno, Juan Iglesias Martín, Miguel de Juan Gómez, Álvaro Martínez Crespo, Jorge Molina Pazos, Ignacio Ortiz Sánchez, Sara Pasquel Veiga, Javier Sánchez González, Carlota Sánchez Retortillo , Pablo Veronese Jiménez, David Viguera Gómez SOMOS 4.º A 20 4.º A Secundaria TUTORA Laura Elena Fernández García 124 La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos Autora: Cristina Val Garrido La mirada está tan condicionada por los ojos que miran y por la luz que alumbra como por aquello mismo que es observado. La luz debería delimitar los contornos de todo cuanto miramos, pero hay una luz que por su fulgor innecesario, una luz sinónimo de modernidad, e incluso de opulencia, que nos impide ver la luz, la luz del firmamento, las miles y miles de luces que desde el infinito tililan silenciosas. Millones de bombillas de carteles, y cañones láser bombardean el cielo nocturno creando un velo opaco, luces, que en lugar de alumbrar, deslumbran, pero las estrellas, el firmamento permanece detrás escondido, callado y expectante, el cielo de nuestros antepasados. La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos 125 La capacidad del hombre para trasformar el medio, su entorno, no se ha limitado a la tierra, y a los ríos y mares, sino también al mismo cielo, ya que hemos llegado a ocultarlo. Para nuestros ancestros el cielo no era un mero lienzo negro poblado de estrellas, sino que constituía uno de los primeros puntos de reflexión en torno al mundo que les rodeaba, su fijeza, su constancia en el cambio fueron fuente tanto de inspiración como de conocimiento. La primera utilidad de la observación del firmamento y de percatarse de la regularidad del movimiento de los cuerpos celestes fue la de definir el tiempo y orientarse. No se puede situar temporalmente el momento exacto en el que el hombre, ya hombre, por primera vez miró al cielo estrellado para preguntarse qué era aquello, pero sí podemos datar ciertas muescas talladas que representaban las fases lunares, fue en la era glacial, hace 32.000 años. Por aquel entonces, el hombre subsistía de la caza y de la recolección y el movimiento de las estrellas les permitía predecir las estaciones y los cambios que en la naturaleza se operaban. Su principal fuente de alimento era la caza y para procurar la supervivencia del grupo era esencial predecir el momento en el que se producían las migraciones estacionales de los animales que constituían su alimento. Más tarde, las primeras civilizaciones mesopotámicas, observando el firmamento, determinaban qué época era más propicia para la cosecha y para la siembra. De hecho, los primeros nombres de las constelaciones que hoy conocemos como Leo, Escorpio y Tauro fueron en lengua sumeria. Los Babilonios, bajo el reinado persa, por su parte, pretendieron predecir el futuro y el destino del hombre mirando hacia las estrellas, ya que se guiaban por su horóscopo o alineación de los planetas en un momento preciso. Esta lectura de los astros fue heredada más tarde y llegó a la cultura grecolatina. Para la creación de los primitivos calendarios, nuestros antepasados volvieron también los ojos al cielo, puesto que fue determinante para ellos comprobar que la calidad de la luz nocturna dependía de la fase de la Luna, y así, se delimitó un ciclo de veintinueve a treinta días, eficaz para medir el tiempo. Mientras que en el Antiguo Egipto los sacerdotes astrónomos eran capaces de predecir las crecidas del Nilo atendiendo a la fecha en la que la estrella Sirio salía antes que 126 La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos el Sol. Del mismo modo, interpretaron los dibujos de las estrellas, llamando a Orión, Osiris, el dios de la muerte, y a la Vía láctea, Nut, diosa del cielo y madre de Ra, dios sol. En todas las primeras civilizaciones el hombre alzó su mirada al firmamento preguntando y encontrando respuestas, así los astrónomos chinos lograron configurar el primer calendario ya en el año 1. 300 a. C. o las civilizaciones precolombinas del Nuevo Mundo aplacaron la ira de sus dioses realizando sangrientos sacrificios siempre que Venus desapareciera y reapareciera en su ciclo de ocho años, además de predecir con asombrosa exactitud los eclipses. Los griegos supieron como ninguna otra civilización aunar la belleza con el conocimiento del universo. Al mirar el cielo, leían en él las más apasionantes historias como en un libro abierto ante ellos. La mitología nos cuenta las metamorfosis de los seres en la tierra, pero también narra las transformaciones celestes llamadas catasterismos, término que ha sido tomado del título de la obra de Eratóstenes que describe cuarentaicuatro constelaciones y más de seiscientas estrellas. Todas las constelaciones quedan así relacionadas por mitos que comenzaron con las variopintas historias de amor de Zeus y que sirvieron para que se recordara más fácilmente el mapa estelar que orientaba a navegantes, además de entretener y conmover a quienes las escuchaban. Cuando un filósofo medieval alzaba los ojos hacia la noche estrellada, contemplaba las murallas de la ciudad de Dios, y podía atisbar con su intelecto la música de las esferas, heredada de las teorías pitagóricas que suponían que las propiedades de los números regían la naturaleza, y así aspirar al orden divino presente en todas las cosas, maravillarse con la grandeza de Dios a través de la inmensidad de su obra. Toda esta belleza, fuente de sabiduría, guía y puente de unión con nuestro pasado, con lo que somos, está siendo opacada por la propia luz artificial que domina las noches de las grandes ciudades del mundo, cerrándonos las ventanas al propio universo. A este hecho se le denomina contaminación lumínica y, a pesar de que todavía no haya La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos 127 una concienciación muy extendida, sí comienza a percibirse como una amenaza. Por contaminación lumínica debemos entender la mala e innecesaria utilización de la luz eléctrica durante la noche. Supone, por tanto, la emisión de luz de fuentes artificiales en intensidades o direcciones innecesarias para las actividades previstas en las zonas en las que se instala. Este tipo de contaminación supone la dispersión hacia el cielo, la intrusión lumínica, el deslumbramiento y el consumo innecesario de energía. Este incremento del brillo del cielo, como venimos diciendo, oculta el firmamento, en el que sólo pueden ya distinguirse las estrellas más brillantes y la Luna, mientras que en condiciones óptimas y evitando este tipo de contaminación podríamos llegar a vislumbrar unas 3.000 en verano. Nadie puede negar, sin embargo, el avance que supone el alumbrado urbano, que permite llevar a cabo actividades nocturnas en las ciudades, y nos da protección y seguridad. Este hecho tan obvio queda corroborado cada vez que una gran ciudad sufre un apagón, como ejemplo, el que tuvo lugar en Nueva York en el verano de 1977, el cual sumió todo en un caos que se saldó con más de 300 millones de dólares perdidos, 550 policías heridos y más de 4.500 detenidos por saqueos a tiendas y generar incendios. Pero, sin llegar a los extremos de lo que vino a llamarse “el verano del terror”, la luz artificial supone unos beneficios indudables, sin embargo, no debemos olvidarnos de los perjuicios que genera su uso negligente más allá de los ya mencionados. Precisamente este año, en el Año de la Luz, parece un momento propicio para la reflexión acerca de lo que una utilización inapropiada de la luz supone tanto para los colectivos humanos como para la propia naturaleza. En primer lugar, no podemos creer que la contaminación lumínica afecta tan solo a las grandes urbes, ya que se genera una dispersión de la luz hacia el cielo, puesto que ésta interactúa con las partículas del aire, desviándose en todas direcciones. Este proceso de dispersión se intensifica si existen partículas contaminantes en la atmósfera, o simplemente humedad ambiental. Dicho fenómeno se evidencia con el halo luminoso que circunda las ciudades y que, en el caso de Madrid, por ejemplo, se eleva 20 Km por encima de la ciudad, o en el de Barcelona, cuyo halo es perceptible a 300 km de distancia, 128 La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos desde el Pic Du Midi y las sierras de Mallorca. Por lo tanto, su repercusión en la biodiversidad de la flora y de la fauna, también se extiende. El deslumbramiento que estas luces genera provoca la desorientación de las aves, altera los ciclos de ascenso y descenso del plancton marino, lo que incide en la alimentación de especies que habitan en las cercanías de las costas. Además afecta los ciclos reproductivos de los insectos, con el perjuicio que esto supone en la polinización. De hecho, los árboles urbanos, se ha demostrado, que también sufren la exposición lumínica artificial prolongada alterando su crecimiento. Y es que en la naturaleza, los seres vivos se rigen por ciclos lumínicos naturales que estamos alterando. Estudios recientes de la Universidad de Ohio, llevados a cabo con hámsteres, han demostrado el efecto pernicioso para la salud que supone dormir con luz artificial, de hecho, estos animales padecían trastornos conductuales y biológicos muy similares a los que padecen las personas con depresión. En la actualidad, muchas personas, que viven en grandes ciudades, se están viendo afectadas por la intrusión lumínica que se produce al penetrar la luz artificial procedente de la calle a través de sus ventanas al interior de las viviendas. Este hecho, en ocasiones, puede comportar un perjuicio para la salud, puesto que nuestro organismo precisa dormir a oscuras, ya que de otra manera se causaría la supresión de la melatonina, hormona íntimamente ligada al sueño y que durante las horas de sol decae, ya que la glándula pineal que la produce comienza a funcionar tan sólo al anochecer. La exposición prolongada a la luz artificial durante el sueño se ha relacionado con diferentes patologías, como la depresión, la diabetes, la obesidad, e incluso con el crecimiento tumoral. Otros perjuicios evidentes de este uso inmoderado de la luz artificial son el gasto energético y económico y el incremento de la emisión de CO2 a la atmósfera ocasionado por la necesidad de producir electricidad. Pero, sin embargo, hay otras consecuencias adversas más inesperadas como el aumento de la inseguridad vial. Muy al contrario de lo que podríamos pensar, un excesivo alumbrado de las carreteras va en detrimento de la seguridad, ya que más allá de que la velocidad de conducción aumenta en los tramos más iluminados, la iluminación excesiva produce deslumbramientos y falsa sensación de seguridad, La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos 129 Autora: Ainhoa Rodríguez Trigo disminuyendo nuestra visión lateral e impidiendo que nuestro ojo sea capaz de adaptarse a las condiciones visuales. Cabría, también, meditar sobre cuál es la distribución de la contaminación lumínica en el mundo. Si observamos el mapa encendido por las luces nocturnas desde el espacio, a primera vista parece el mapa de la riqueza en el mundo, puesto que los lugares en los que encontramos más iluminación son aquellos más ricos, sin embargo, si se analiza con mayor detalle, hay un nuevo matiz: las zonas más iluminadas, dentro de las más ricas, son también las menos concienciadas. Así, en Europa, según el estudio de la Contaminación Lumínica del departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid, el país con mayor contaminación lumínica es España y Valencia la ciudad que más despilfarra. En Alemania, por 130 La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos ejemplo, un habitante gasta 45 KWh, mientras que en España se gastan 116 KWh por habitante y nuestro país es, además, el que menos bombillas de bajo consumo utiliza. Las primeras voces de alarma sobre la contaminación lumínica se alzaron desde los sectores astrofísicos y se canalizaron a través de la Unión Astronómica Internacional, institución que ha tomado la iniciativa para llevar a cabo convenios de protección de observatorios de forma conjunta con la UNESCO. Además esta comunidad científica ha desarrollado distintas propuestas para la racionalización del alumbrado de diversos países. Actualmente, se están generando diferentes iniciativas para que la población mundial se percate de la situación, de hecho, uno de los eventos de concienciación ecológica que mayor repercusión tienen en el ámbito mundial, “La Hora del Planeta” consiste precisamente, en un apagón generalizado de empresas, monumentos emblemáticos y particulares. Esta iniciativa tiene como propósito que se reflexione sobre los perjuicios que se operan en la naturaleza debido al uso irracional de los recursos por parte del hombre, el cambio climático, la degradación del medio natural, etc. Desde 2007, año en el que surgió, el número de personas e instituciones que se han sumado a la iniciativa ha ido en claro ascenso, hasta llegar a la participación actual de 10.000 ciudades de 172 países. Este año, además han contado con una novedosa iniciativa, el lanzamiento del video “Apaga la luz, abre los ojos” cuya reproducción sólo puede llevarse a cabo con las luces apagadas. De hecho, si durante la proyección se encienden, el video se detiene. Otra original manera de divulgar el problema, creando además belleza, es la labor artística del fotógrafo parisino Thierry Cohen, quien bajo el nombre de Villes Eteintes (Ciudades Oscuras) expone las fotografías de las principales ciudades del mundo tal y como eran antes de la contaminación lumínica. Utiliza, para ello, procedimientos fotográficos de principios de siglo XIX, captura imágenes de las ciudades, anotando la hora, el ángulo y la latitud y la longitud, después realiza otra fotografía en un lugar alejado, sin contaminación repitiendo las coordenadas y mezcla ambas imágenes. De este modo, Thierry Cohen nos devuelve el cielo tal y como lo conocieron nuestros antepasados, es más, tal y como aún continúa escondido tras la capa de contaminación. La contaminación lumínica y el cielo de los antiguos 131 No se debe pensar, en ningún caso, que la luz nocturna de las ciudades constituye en sí mismo un problema, es como ya hemos dicho, algo necesario, pero el uso irracional, que malgasta recursos, es el que nos perjudica y deteriora nuestro medio. Sólo aquellos que han tenido la oportunidad de mirar al cielo, verdaderamente estrellado, que han tenido la ocasión de asomarse a la grandiosidad de la Vía Láctea desde nuestra humilde pequeñez y se ha dejado asombrar y estremecer por la promesa del infinito, sabe lo que nos perdemos cada noche. Contemplando este maravilloso espectáculo nos interrogamos acerca del lugar que ocupamos en esta inmensidad y entendemos la reflexión de El Principito al preguntarse si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya. Autores Silvia Azorín de las Heras, Mariano Bonilla Molina, Cristina Cabanas Álvarez, Guillermo Calvo Arenaza, Almudena Cristóbal García, Carlos Espejo Pérez, Francisco Fariña Salguero, Alejandro Fariñas Nubla, Rubén Gallego Rodríguez, Marina López Osorio, Álvaro Maroto Yepes, Roberto Molina Abad, Álvaro Morales Ruiz-Morón, Sara Moroño Molina-Campuzano, Arturo Ortega Álvarez, David Puelles Sánchez, Ainhoa Rodríguez Trigo, Sergio Sallent Pedroche, Gonzalo Sánchez Martín, Gonzalo Teba del Sol, Cristina Val Garrido, Marta Velasco Segarra, Juan Manuel Villaverde Alarcón, Javier Yzquierdo Cuena SOMOS 4.º B 21 4.º B Secundaria TUTORA Mª Dolores Gironés Tarragó 134 La luz negra en el teatro negro La luz negra en el teatro negro La luz negra en el teatro negro 135 lica el viaje de Alicia desde su niñez hasta su adolescencia y el descubrimiento del amor, mediante distintas escenas, siempre mudas, en las que se bailaba, y se gesticulaba, resaltando los objetos con el efecto fluorescente que la luz negra les confiere. Como escenario de este maravilloso viaje, la ciudad de Praga. Desfilaban monumentos y personajes, como una marioneta gigante que representaba la Praga judía y, en torno a la cual, giraban pequeñas llamas que se encendían y apagaban de manera prodigiosa. Por lo sorprendente y mágico de lo que vimos, hemos elegido indagar acerca de cómo se puede hacer posible este espectáculo, en el que la luz, se convierte en arte. El Teatro Negro consiste en engañar al ojo humano que es incapaz de distinguir negro sobre negro, así los actores vestidos de negro se hacen invisibles delante de un fondo del mismo color y pueden mover los objetos o a los otros actores. De esta sencilla forma los objetos inertes cobran movimiento y los actores pueden realizar movimientos insospechados. De hecho, lo importante de estas manifestaciones teatrales no es la palabra, se trata de un espectáculo mudo, sino la estética, el movimiento y los contrastes lumínicos. Esta técnica se denomina la caja negra y fue ya desarrollada por el cineasta George Méliès, tanto para sus películas como para la creación de decorados teatrales o de espectáculos de magia e ilusionismo. Autora:Sara Palomares Rodea Cuando acudimos al teatro, todos esperamos contemplar actores y actrices declamando delante de un decorado más o menos realista, pero, lo que en ningún caso se espera, la primera vez que se asiste a una representación de Teatro Negro, a no ser que hayamos sido informados previamente, es adentrarnos en una penumbra por la que danzan y se elevan objetos y actores. Admiramos formas que surgen y desaparecen del mismo modo, de forma mágica e inesperada, cobrando vida. Los alumnos de 4º de la ESO, este año, hemos tenido la oportunidad de acudir, en Praga, a la representación de una obra de este famoso tipo de teatro, Aspect of Alice en la sala Ta Fantastika. Allí pudimos contemplar cómo se narraba de forma simbó- Para que el efecto visual sea mayor, durante estas representaciones se emplea luz negra, que resalta la fluorescencia de los colores. Este tipo de luz posee un componente residual muy pequeño de luz visible, ya que emite principalmente radiación electromagnética ultravioleta. Las lámparas de luz negra se fabrican utilizando un único fósforo y, en lugar de cristal trasparente exterior, como el caso de las lámparas fluorescentes convencionales, utilizan un cristal oscuro conocido como cristal de Wood, que provoca el bloqueo de la “luz visible”. Este tipo de luz, actualmente es el soporte de otras manifestaciones artísticas como los cuadros y esculturas realizadas por el alemán, afincado en Barcelona, Beo Beyond, o por el argentino Roque Logozzo. A pesar de la modernidad asociada a esta estética, realmente, los orígenes del Teatro Negro se remontan a la Antigua China, donde 136 La luz negra en el teatro negro La luz negra en el teatro negro 137 expresión, así George Lafaye, quien fundó el Theatre du Capricorne, es considerado junto con Yues Joly el padre del Teatro Negro. En 1955 titiriteros checos de los grupos Salamandr y Spejbl y Hurvinek tuvieron ocasión de ver estas funciones y llevar estas técnicas a su país. Un país, en el que ya existía una antigua y rica tradición de teatro de marionetas y títeres, desde que fue importado por tropas inglesas e italianas en el siglo XVII. Con el transcurrir del tiempo este teatro fue el único asequible a la mayoría de los pueblos de las provincias checas y se convirtió en un medio de difusión de la conciencia nacional y del interés por su propia historia. Familias enteras se dedicaban a este arte transmitido de generación en generación, como en el caso del más famoso titiritero Matěj Kopecký, cuyo hijo publicó sus obras en la segunda mitad del siglo XIX. Actualmente, en la Ciudad Vieja de Praga se sitúa el Teatro Nacional de Marionetas, muy próximo a las diversas salas en las que se vienen representando obras del Teatro Negro. Autora: Cristina Zurita Hernández corre una triste leyenda sobre el emperador Wang – Pang. Lo que parece probable es que esta técnica del gabinete negro o caja negra fuera el resultado de la evolución de las sombras chinescas que jugaban, de forma más primitiva, con las sombras. Más tarde, en torno al siglo XVI este espectáculo de sombras y lámparas llegó a Japón, donde fue utilizada por el titiritero Uemura Bunrakuke, quien creó el “Bunraku Teatro”. En este tipo de representaciones tres hombres vestidos de negro manipulaban una marioneta de 1, 5 m de altura confiriéndole movimiento. Más tarde, en 1885, el actor y director de escena alemán Max Auzinger descubrió el truco del gabinete negro y lo utilizó en su espectáculo “Milagros indios y egipcios”, causando el asombro de los espectadores quienes eran incapaces de discernir la realidad de la fantasía. A partir de la fama de estos espectáculos, dicha técnica escénica llegó al ya mencionado cineasta Méliès. En la década de 1950 los artistas vanguardistas franceses volvieron a retomar estas prácticas para experimentar nuevas formas de En los años setenta, tras la invención de la lámpara ultravioleta, se incorporó esta iluminación negra a los espectáculos fundiendo esta innovación propia de la psicodelia con las tradición milenaria china, para crear un teatro que, si bien puede encontrarse en otras partes del mundo, tiene en la ciudad de Praga una importancia manifiesta, ya que entronca con su propia historia e idiosincrasia. La tradición de los titiriteros checos se perpetúa en este teatro, aunque en este caso son los propios actores, quienes se asemejan a las marionetas, ya que no tiene más entidad que los objetos animados y son conducidos por el escenario, movidos por hilos invisibles. Autores Isabel Aparicio González, Javier Arias Mosquera, Sonia Baquero González, Jaime Berzal Higuera, Rodrigo Busto Cuenca, Elena Castro Vico, Pablo Corral Saborido, Leonardo García Delgado, Julián Giménez de Lucas, Álex Górriz Rodríguez, Javier Herradón Peláez, Alberto Herrezuelo Calleja, Íñigo Lorente Artola, Juan Carlos Manzano Ayuso, Rodrigo Mateos Michavila, Jaime Mittelbrunn Salmerón, Sara Palomares Rodea, Rafael Panadero Gálvez, Cristina París Cuesta, Marta Redón Campuzano, Javier Sáez de Montagut Quijada, José Suay Piqué, Daniel Tapia Vacas, Cristina Zurita Hernández Colegio Privado San Luis Gonzaga Plan Lector 2014/2015