REVISTA CULTURAL CAROHANA No. 21

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Universidad Pedagógica
Experimental Libertador
(UPEL).
Instituto Pedagógico
“Luis Beltrán Prieto Figueroa”.
Cátedra libre literaria:
Juan Páez Ávila
REVISTA CULTURAL
CAROHANA
DIRECTOR
Juan Páez Ávila
SUBDIRECTOR
Gorquin Camacaro
JEFE DE REDACCIÓN
Reinaldo Chaviel
CONSEJO EDITORIAL
José Pulido
Wilfredo Páez Gallardo
Julio Bolívar
Fausto Izcaray
Jorge Euclídes Ramírez
+Rafael Montes de Oca Martínez
Héctor Saldivia Seijas
Omar Ocariz
Mireya Grau
CONSULTORA JURÍDICA
Yelena Martínez
DIRECTOR DE ADMINISTRACIÓN
Fundación CAROHANA
DIRECTOR DE ARTE
CHARLIE YNCIO
Barquisimeto, Venezuela
Todos los Derechos.
Copyrigth (c)
JULIO año 2016
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CAROHANA
ÍNDICE
07 EDITORIAL / José Pulido
8 De la vez que la literatura llegó al poder / Federico Bocanegra
10 Don Rómulo Gallegos. Síntesis de su vida / Emmanuel P- González Espinal
14 Doña Bárbara en technicolor. La doma de Rómulo Gallegos / Luis Agüero
18 Vida literaria de Gallegos / Luis perdomo
19 Rómulo Gallegos / Carlos Canache Mata
20 Cuando se profana el acervo histórico de una nación / Corina Yoris-Villasana
22 La cuarta muerte de Rómulo Gallegos / Francisco Javier Pérez
23 Javier Vásconez. Reflexiones de un jurado del Rómulo Gallegos / Faitha Nahmens
27 Alirio Díaz inmortal / Juan Páez Ávila
28 Embajador cultural de venezuela en el mundo / Mireya Grau y Gorquin Camacaro
31 Alirio Díaz un maestro ejemplar / Felipe Izcaray
33 El maestro Alirio, y su coloquio con el Dividive / Prof. MSc Emerson Corobo Rojas
35 Un guitarrista llamado Alirio / Cécil Álvarez
39 La Gramática de Bello. El tránsito a la modernidad / María Celina Núñez
44 Ante El Gran Inquisidor. El liberalismo místico de Fiódor Dostoievski / Carlos Goedder
48 Poetas de todo del mundo rinden homenaje a Garcia Lorca en un libro
50 Lorca me ha marcado mucho. Su nombre significa sobre todo libertad / B. Gallego-Coín
52 ¿Esperanza para un país desvanecido? / Rafael Fauquié
54 Julio Cortázar o el cronopio poeta / Reinaldo Chaviel
56 Crónica de una muerte anunciada’, el antipolicial absoluto / Ana María Shua
58 Cruz-Diez y la arquitectura / Edgar Cherubini Lecuna
60 La Arquitectura como bandera de modernidad / José María Merino
62 Susan Sontag. Entre la nostalgia y la utopía / María Celina Núñez
64 Cruz Salmerón Acosta. Conjuro del olvido / Dr. Horacio Biord Castillo
66 Cuidar el castellano / Ofelia Avella
68 Rushdie cree que la narrativa es una de las necesidades humanas más básicas
70 El escritor peruano Alonso Cueto regresa al pasado en su nueva novela
72 Jorge Luis Borges: un resplandor entre sombras / Julio Carpio
75 Karl Krispin: “La literatura no resuelve ningún problema” / Daniel Fermín
76 George Steiner: “Estamos matando los sueños de nuestros niños”
81 Cine Paramount: 12 Cuentos de Jesus Torres Rivero / César Yegres M.
83 La novela breve, esa cosa dulce por corta pero amarga por escasa / José Tomás Angola Heredia
85 La veneración astuta de Juan el implacable / Argenis Martínez
89 Memoria y libertad / Sergio Ramírez
91 Páginas australes, de Luis Beltrán Guerrero / Francisco Javier Pérez
93 Se llamaba José Vicente Abreu, el comandante Capanga / Manuel Bermúdez
97 Lugar común la muerte / Rodolfo Terragno
101 Tito Núñez Silva: La poesía siempre buscará lo más sublime de la libertad / Violeta Villar Liste
104 ¿Por qué sobra la Filosofía? / Nicolás Aznárez
EDITORIAL
Recordando a Gallegos
José Pulido
En el cuento La rebelión, unas señoras descendientes de las
clases sociales más altas de Caracas, quedan indefensas y
sin dinero. En la casa hay un niño que no conoce Caracas
porque ha llegado desde la provincia. Las damas se proQuienes se hayan robado los restos de don Rómulo Gallegos ponen vender quesadillas pero no desean que los vecinos
y su esposa doña Teotiste, ¿qué sentirían si alguien hace lo sepan que ellas están viviendo una situación difícil.
mismo con los huesos de sus difuntos?.
“Al día siguiente, después del almuerzo, le puso Mercedes en las
Pero es bien sabido que las personas de esa índole care- manos un platón colmado de doradas y olorosas quesadillas.
cen de sensibilidad y por lo tanto no son capaces de sentir -Ya sabes -le dijo mientras le abrochaba el saco para que no
piedad. Esa condición les impide darse cuenta de que están se pareciera a los muchachos del pueblo y establecer con
equivocados en todo lo que creen: Rómulo Gallegos no es la compostura del traje la conveniente distinción de rango
un montón de huesos. Rómulo Gallegos es una montaña de social-. Ya sabes. No te vayas muy lejos. Coges por la acera
de enfrente y caminas hasta la esquina de Los Angelitos; de
libros y de ideas.
allí te devuelves por esta acera. No se te ocurra cruzar en las
Aunque en la actualidad, por obra y gracia de la abundante y esquinas porque te pierdes.
campante ignorancia que hoy prevalece, los muertos son un
cero a la izquierda. En los obituarios acostumbran escribir: Y Efigenia:
“Ha fallecido la señora fulana de tal, quien en vida fuera ma- -Mucho fundamento, Juan Lorenzo. Ten cuidado con el pladre de fulano de tal”, lo que significa que cuando una madre tón, no lo vayas a tumbar.
Y Antonia:
muere ya no es madre. Y los hijos dejan de ser hijos.
-Oye una cosa. No entres a las casas de esta cuadra, porque
Trayendo a colación un ejemplo de alto rango, si se toma en en todas te conocen y van a descubrir que son de aquí las
cuenta ese planteamiento, entonces María ya no es la madre quesadillas. Ya lo sabes. Y cuidado como se te ocurre decir
de Jesús y como Jesús también falleció ha dejado de ser hijo en alguna parte que las hacemos nosotras.
de ella y de Dios.
Juan Lorenzo sentía palpitar con violencia su pequeño coraLo cierto es que todos los huesos habidos y por haber pue- zón. Era un momento decisivo de su vida y él lo vivía con la
den volverse polvo y generar una tormenta en cualquier honda emoción de su trascendencia.
desierto, pero los libros de Gallegos seguirán estando ahí,
listos para ser leídos. Cada vez que alguien lee una novela Todavía Antonia lo amonestaba, a punto de arrepentirse de
de Rómulo Gallegos, el escritor renace y vuelve a caminar haber convenido en aquella vergüenza:
-Óyeme bien. Casa de las Perales, aquí al lado, no entres ni
por el territorio de la mente, del espíritu y del lector.
que te llamen.
Gallegos forma parte de una minoría decente que ha protagoni- -¡Sí, hombre! ¡Yo sé! ¡Hasta cuándo!
zado la historia del país corriendo un riesgo muy grande. Porque
Por fin se vio libre del asedio de las mujeres y salió a la calle. Todo
la historia es un proceso indecente que jamás se detiene.
cuanto le habían recomendado se le olvidó. Tomó una dirección
Gallegos reveló un cambio en la sociedad, el surgimiento de que no era la que le había dado la tía Mercedes y en el primer
unos ciudadanos diferentes. Inclusive, hizo gala a veces de portón que encontró, -¡en el de las Perales!- pegó un grito:
una ironía y de un sentido del humor que mostraban un lado
divertido y fresco de su personalidad. En el cuento La rebe- -¡Quesadillas de las Cedeño!
lión, se nota el toque de humor que era una característica Las Cedeño lo oyeron claramente y les pareció que el mundo
se les venía encima”.
muy pronunciada del venezolano.
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DE LA VEZ QUE LA LITERATURA LLEGÓ AL PODER
Federico Bocanegra
La verdad, es que sobre la influencia no sólo de la literatura,
sino de cualquier cosa en la actualidad, al principio sería
poco o mucho qué decir, primero, porque pareciera que hoy
en día nada tiene influencia, y lo digo porque en este país,
cada día pasa de todo y, al mismo tiempo, no pasa nada. con el requisito vital de tener 18 años, en unas elecciones
¡en donde se podía ser mujer ¡y poder votar!, ¡en donde ni
leer ni escribir hacía falta! y es que por primera vez, este
país se dignaba de ofrecerse a sí mismo en un gesto de
patria única, de hogar único, un momento mágico de verdadera igualdad, un acto tan singular en donde, hasta el más
Por lo mismo y antes de hablar de la actualidad, quisiera mísero, humilde, esquelético e iletrado, tendría tanto poder
más bien retroceder para anunciarle al gentil y paciente lec- como el que más, para elegir, nada más y nada menos ¡que
tor que, con respecto a la literatura, ya en este país paso al Presidente de la República!
lo máximo que podía ocurrir, y es que la literatura ya llegó
al poder una vez, y lo hizo, obteniendo la más resonante
victoria jamás alcanzada por aspirante alguno al poder, de Y ese país que amaneció ese día de luz eterna de 1947,
hecho, un tal Rómulo Gallegos, escritor e intelectual de fama ese país aun de rurales estrenando urbanidad, de mujeres
y prestigio, fue electo presidente por mayoría abrumadora e estrenando ciudadanía, de niños estrenando alpargatas, de
inigualada. estudiantes estrenando pupitres, incluso de citadinos estrenando pocetas… en ese país en donde todo era un estreno,
Eso ocurrió un 14 de diciembre de hace 68 años, cuando porque apenas un puñado de décadas lo separaban, de esa este país se le proporcionó, por primera vez en su histo- tadios apenas superiores a la supervivencia extrema dispuria, la oportunidad increíble de votar, de votar realmente por tada día a día, contra el salvajismo, ese país, aún enclenque,
sus gobernantes en elecciones libres, universales, directas y desnutrido, desdentado, e inocente, eligió al más prestigiosecretas, en elecciones en donde sólo se tenía que cumplir so de sus escritores, al más insigne de sus intelectuales, y
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ese pronunciamiento “ingenuo” quedará inmortalizado, en el
más alto porcentaje jamás alcanzado por candidato vencedor alguno: 74, 5% con respecto a sus posibilidades personales de ascenso,
glorificación, notoriedad y permanencia, dentro de círculos
de exclusividad elitista. ¡74,5%!… ¡Na guará, que ignorantes eran! Aquellos eran intelectuales dirigentes, pensadores-luchadores, líderes con ideales y visión, seres que practicaban
Y así fue como este país decide estrenarse en la democra- la integridad, porque palabra y obra en ellos no era cosa
cia, en la libertad, y asumir su primer reto existencial, con- desigual.
fiándole su destino a su mejor escritor, votando a la tarjeta
de un partido que tenía como máximos líderes -máximos
líderes en el sentido popular- a un escritor y a un poeta, uno,
escritor del país adentro, el otro, poeta del corazón adentro,
ambos venezolanos comprometidos de la mayor forma posible, como sólo un verdadero venezolano puede comprometerse, dedicando todo su talento y su creación al amor por
el país, y siempre en notas estrictamente humanas: cálidas
y gélidas como debe ser, severas y sonrientes como las de
una madre, nunca en tonos de patria patriotera, de sacrificio
inefable en altares regados de odio y bañados de sangre,
sino en tonos amables, esperanzados, luminosos.
Esa era la calidad de Rómulo Gallegos y de Andrés Eloy
Blanco, venezolanos gigantes como un sol, venezolanos
eternos, que además de ser escritores, poetas, académicos,
en otras palabras, intelectuales, también eran, y oigan bien
esto: también eran políticos…
¡Sí! ¡Eran políticos! y eran militantes y dirigentes, de un partido político que después de estrenarse en la acción, en 1945,
ahora se estrenaba en la democracia, sí, no estará nunca de
más recordar que la condición de “político”, en aquel entonces no era estimada como algo que pudiera comprometerlos o desvalorizarlos, todo lo contrario: Gallegos y Blanco
eligieron ser políticos, porque toda ruta de excelencia, de
sana y virtuosa ambición, que coincida con una voluntad
fuerte y generosa a la vez, y una especial sensibilidad hacia
lo humano y lo social, deviene inevitablemente en liderazgo,
deviene en política, no degenera en política, ASCIENDE a la
Política. Eso nunca cambiará.
Por cierto, siempre se habla de Acción Democrática, como el
partido del pueblo, como el partido de masas por excelencia,
pero pocas veces se recuerda que también fue un partido
que supo atraer a un notable grupo de intelectuales de altísimo nivel, sobre todo con altísimo nivel de conciencia social,
intelectuales muy en contraste con muchos de hoy en día,
igualmente dotados de un altísimo nivel de conciencia, pero
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Don Rómulo Gallegos. Síntesis de su vida
Emmanuel P- González Espinal
Se gradúa de bachiller e ingresa en la Universidad Central,
en la carrera de leyes, la que abandona por dificultades económicas.
En 1.909 su grupo de amigos publica la revista “La Alborada”. que sostiene además una clara orientación política y
donde sirve como colaborador.
En 1.912 se casa con Teotiste Arocha Egui a quien amará
hasta su muerte, y dos meses después fallece su padre: dos
acontecimientos trascendentales en la vida del letrado.
En 1.913 aparece su primer libro, “Los Aventureros”, es una
recopilación de sus cuentos.
Rómulo Gallegos Freire nace el 2 de agosto de 1.884 en
Caracas- Sus padres fueron Rómulo Gallegos Osío y Rita
Freire Guruceaga.
Gallegos vivió su infancia durante la presidencia de Guzmán
Blanco. Desde niño reprobó los excesos revolucionarios y
las guerras civiles de las cuales se hablaba en las conversaciones familiares. En “Pobre Negro” (1.937) plasma´aquellos
aspectos históricos que vivieron sus familiares y que lo afectaron de niño. Gran influencia tuvo en él su tío Emilio Freire,
quien le enseñó a leer y escribir y a gustar de la literatura.
En 1.896 muere su madre, hecho que afectará hondamente
al escritor.
Realiza sus primeros estudios en el Colegio Sucre y este
período se caracteriza por la profunda vocación mística a
la que se cree llamado, lo que explicará en fecha posterior
su austeridad y su voluntad de servicio a la sociedad en el
plano educacional y político.
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Su novela “La Trepadora” (1.925) da un nuevo giro a la no- El fierro dictador Juan Vicente Gómez prendado de la novevelística venezolana.
la, nombra a Gallegos Senador por el Estado Apure. Puesto
en el dilema de colaborador con el régimen o marinar al
exilio. El novelista eligió el segundo camino renunciando al
cargo que se le había otorgado. Volvió entonces a España,
dedicándose con intensidad a la literatura. Allí escribió dos
de sus mejores novelas: “Cantaclaro” (1.934) y “Canaima”
(!935) y casi terminó “Pobre Negro” (1.937).
Con la muerte del General Gómez, Gallegos regresa a su
país el 4 de marzo de 1.936 destacándose como hombre
público y político. El 20 de marzo asiste a una invitación
que le hiciera el Presidente Constitucional de Venezuela General Eleazar López Contreras a Miraflores; el 29 de abril
fue nombrado Ministro de Instrucción Pública y el 16 de de
junio renuncia al cargo debido a los duros ataques públicos
que recibió su programa de reformas progresistas por parte
de la siempre ultraderecha venezolana. El 26 de enero de
1937 es electo Diputado al Congreso Nacional por el Distrito
Federal; desde el 19-10-1940 hasta el 19-04-1.941, Presidente del Concejo Municipal de Distrito Federal. Luego,en
un mitin en el Nuevo Circo de Caracas ( 07 de marzo de
1.941 ), es postulado como Candidato a la Presidencia de
la República. El 28 de abril el Congreso con 130 votos de
Impactado por la realidad de llano, en 1.927, escribe “La sus miembros eligen Presidente de los Estados Unidos de
Coronela”, primera versión de “Doña Bárbara”. Al año si- Venezuela al General Isaías Medina Angarita. La candidatura
guiente vuelve a trabajar en la novela hasta entonces en simbólica de Don Rómulo Gallegos obtuvo 13 votos
proyecto y Doña Bárbara se publica al fin en 1.928 en Barcelona - España. “Doña Bárbara es el mejor símbolo de la
tragedia civil que sufrió Venezuela. Es el instinto devastador
que consume toda inteligencia. Ella se yergue ardorosa y
terrible en su voluntad de barbarie”.
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Aunque don Rómulo Gallegos estaba dedicado de lleno a
la política, no obstante escribe la novela “Sobre la misma
Tierra” ( 1943 ), obra literaria que hemos escogido para comentarla en otro espacio.
alerta a su militancia y al pueblo en general. Los sindicatos
filiales al gobierno si optaron por pronunciarse, alertando a
través de los medios que se tramamaba la posibilidad de
un Golpe de Estado y a viva voz anunciaron que paralizarían al país mediante una huelga general y a más de esto,
Don Rómulo Gallegos se lanzó como candidato a la Primera incendiarían todos los campos petroleros ubicados en el
Magistratura en el Nuevo Circo de Caracas un 12 de sep- territorio venezolano, si llegara a producirse un asomo o
tiembre de 1.947 con el apoyo del Partido Acción Democrá- intento de Golpe de Estado contra el gobierno constituido.
tica, en el poder,y fue electo Presidente Constitucional el 14 Luego, el 24 de noviembre de 1.948, los militares golpistas
de diciembre del mismo año a los 63 años de edad y pronto se adueñaron del poder sin disparar un tiro. Nadie salió
derrocado por un golpe de Estado el día 24 de de noviembre a la calle a defender el gobierno y tampoco funcionaron
de 1.948. Los dirigentes del golpe militar fueron el traidor las amenazas de los sindicalistas tradicionales. A partir de
Carlos Delgado Chalbaud, quien hasta ese momento era el este triste día se instaura en Venezuela por un período de
Ministro de la Defensa del gobierno presidido por el Maes- diez años una dictadura represiva, cuya jefatura la detenta
tro Gallegos, Marcos Pérez Jimenez y Luis Felipe Llovera Marcos Pérez Jimenez en la forma siguiente: La primera
Páez. Estos tres militares junto con Rómulo Betancourt fue- cincoañal la ejerce entre bambalinas y los otros cinco años
ron también los principales cabecillas del Golpe de Estado lo asumió personalmente.
contra el Presidente Constitucional, Isaías Medina Angarita
cuando apenas le faltaban escasos meses para terminar su Don Rómulo Gallegos de nuevo va al exilio y se dirige a la
período de gobierno.
República de Cuba.Tan pronto arriba al aeropuerto “Rancho
Boyero” de la Habana donde lo esperan los periodistas, acuLos facciosos golpista sa a los Estados Unidos de Norteamérica de haberlo deque derribaron el go- rrocado. En este país caribeño (Cuba) escribe en 1.952 su
bierno presidido por el última novela: “La Brisna de Paja en el Viento”.
honorable hombre de letras, para justificar ante
la nación por esta nueva
aventura militar, adujeron
ver asomos comunistoides dentro del gobierno
adeco; además lo acusaban de peculado, tráfico
de influencia, derroche
administrativo, incapacidad e insania para gobernar satisfactoriamente un país y
sobre todo, de poseer una milicia armada para imponer a los
venezolanos, por medio de la violencia, un estado de cosas
inspirado en interés de facción y el ateísmo marxista entre
otros.. En forma más clara, los militares golpistas medían a
Betancourt con la misma vara con que éste midió al honesto
y noble General, Isaías Medina Angarita.
Acción Democrática obtuvo más del 80% en las elecciones a la Asamblea Constituyente y más del 62% en las
presidenciales; pero ya a finales del mes de octubre del
48 ya el pueblo percibía ese aire golpista, ya se escuchaban el choque de los sables y el redoblar de los tambores.
La dirigencia adeca en forma muy discreta lanza la voz de
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El 23 de enero del 1.958 cae la dictadura perezjimenista La presente síntesis argumental de la novela “Sobre la misy el Maestro Gallegos retorna a su tierra natal. Muere en ma Tierra” consta de tres partes. Veamos grosso modo la
Caracas a los 84 años de edad.
relación de los hechos.
La obra literaria se desarrolla en la región zuliana. La trama
Epílogo:
se sitúa en la vida aventurera de Demetrio Montiel, hijo de
Don Rómulo Gallegos es un ejemplo de dignidad que debe una distinguida familia maracaibera. Demetrio Montiel se
servir de guía a los hombres y mujeres que con sentir ve- dedica al contrabando de mercancía por la frontera colomnezolano aman a esta Patria y condenan el golpismo oligár- biana y a la venta de indios guajiros para el trabajo agotador
quico y a las fuerzas imperiales que atentan contra nuestra de haciendas pertenecientes a poderosos terratenientes.
soberanía y que el Maestro Gallegos vivió en carne propia. Pero no cesa aquí la actividad de Demetrio Montiel de los
montieles como el mismo solía llamarse, sino que llegado
Sobre La misma Tierra, síntesis argumental de la novela
el momento de la explotación petrolera a orillas del Lago
de Maracaibo, él si se incorpora a una nueva vida donde el
Dedicado a los adolescentes de la “Educación Básica”.
dinero danzaba por millones a través de la venta de terrenos a las grandes compañías trasnacionales. Valiéndose de
su probada astucia de contrabandista, pudo así engañar a
viejos propietarios de terrenos y conseguir diversas ganancias. Pero un breve día, Demetrio Montiel, después de haber
saciado toda su sed de aventura y maldad, decide quitarse
la vida. Sin embargo su sangre había echado raíces entre los
guajiros. Una nueva hija, Remota, producto de sus andanzas
por las regiones indígenas con la aborigen Cantaralia, había
sido llevada por él a casa de su hermana en Maracaibo. Esa
hermana de Demetrio y su esposo, un alemán, la adoptan
legalmente con el nombre de Ludmila Weimar y se fueron a
los Estados Unidos, donde la educaron. A la muerte de sus
padres adoptivos, pasados ya dieciocho años, la joven regresa al Zulia y retoma su nombre original de Remota Montiel.
Oyendo el llamado de su pueblo, que al parecer lo sentía
muy adentro de su corazón, dedica por entero desde ese
momento su existencia a la reivindicación de la gran familia
guajira, en proceso de destrucción.
Remota Montiel parece así sintetizar en su acción todo su
caudal de buenas intenciones y de esta sencilla manera, solucionar de momento el problema de la comunidad guajira.
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Parte final: Gallegos. Su vida.
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Doña Bárbara en technicolor.
La doma de Rómulo Gallegos
Rómulo Gallegos instauró con “Doña Bárbara” un mito latinoamericano, aunque
también podría decirse que dio vida al de las Amazonas. Más que “la lucha
entre la civilización y barbarie”, la novela venezolana sin duda más conocida
en el mundo, plantea hoy la duda de aceptar este realismo galleguiano como
un emblema de la cultura venezolana. ¿Qué nos sigue diciendo hoy la novela
de Gallegos, más allá de la “gauchada” presentada recientemente en la última
versión cinematógrafica de Doña Bárbara?
LUIS AGÜERO
¿Quién es, adónde va y qué representa el célebre personaje concebido por Rómulo Gallegos? ¿Una simple muchacha
mordida por la venganza a causa de la pérdida de su primer
amor? ¿La barbarie de la llanura venezolana hecha metáfora en la imagen de una insolente marimacho? ¿El poder
visto como urgencia femenina para sobrevivir en un mundo de hombres? Seguramente todo eso y mucho más. Lo
que ocurre con este personaje es que, como cualquier otro
auténtico mito, alimenta múltiples referencias, incontables
apreciaciones. Es tarea imposible establecer las fronteras
de doña Bárbara porque sus dominios son tan inabarcables
como el paisaje en que se desenvuelve.
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CAROHANA
Como lo deja claro su propio título, esta novela es la de un
personaje, aunque alrededor del mismo giren otros muchos
imprescindibles para la trama, e incluso algunos de ellos
mejor caracterizados literariamente. Lo llamativamente particular en la figura de doña Bárbara es que se trata de un
personaje que semeja una cebolla, con tantas capas que ni
aún escudriñando bien hondo se alcanza su esencia.
A causa de esto mi primer encuentro con la literatura de
Rómulo Gallegos fue, además de contradictorio, un tanto decepcionante. Leí por primera vez Doña Bárbara hace más de
40 años, en un grueso volumen de carátula roja que incluía
varios de sus relatos cortos y algunas de sus otras novelas,
entre ellas Reinaldo Solar, con la que su autor presentó credenciales en la narración de largo aliento ocho años antes
de la asunción de la cacica del Arauca en 1929. En aquella
ocasión me interesó mucho más Reinaldo Solar que Doña
Bárbara, a pesar de que el plato fuerte de la colección era
la turbulenta historia de la dueña de El Miedo, considerada
desde mucho antes como una de las grandes novelas latinoamericanas junto a Los de abajo, La vorágine y El mundo
es ancho y ajeno, entre otros títulos. En mi apreciación de
entonces tuvo mucho que ver el críptico lunar en el pómulo
alevoso de María Félix. La más bien desdibujada “devoradora de hombres” que proponía Gallegos sucumbió ante el
derroche de gélida sensualidad de que hizo gala la señora
Félix en la película realizada en México en 1943, 14 años
después de aparecido el libro que le dio origen. Recientemente se estrenará aquí una nueva versión fílmica de Doña
Bárbara, esta vez dirigida por la venezolana Betty Kaplan
y cuyo reparto encabeza la actriz argentina Esther Goris,
quien no ha demorado en declarar que le echó mano a los
códigos actorales de la telenovela para la construcción del
personaje, pues no concebía en esta oportunidad un trabajo
rigurosamente naturalista como el que realizó para encarnar
en la pantalla a Eva Duarte.
O sea, que doña Bárbara, el personaje, y Doña Bárbara, la
novela, remiten inevitablemente a una historia del corazón.
Ahora advierto que en aquella primera lectura solo detectó en el personaje, y de paso en la novela, la intriga sentimental, el encontronazo de pasiones entre la mujerona y
el señorito, una suerte de triste contienda de fracasos que
concluye con un final feliz al revés: algo así como una fierecilla domada en tesitura dramática “expediente” que se
repite en la relación entre Luzardo y Marisela, aunque ya en
franco tono de comedia y como pretexto de su apariencia de
folletón. Porque aunque el tema parece irle como anillo al
dedo a la telenovela, a cualquier lector le resulta obvio que
el propio autor ha conspirado en más de un sentido para no
involucrarse del todo en los conflictos del corazón. Un buen
folletón sentimental habría concluido con la total sumisión
amorosa de doña Bárbara, que en cierto modo se presagia
en la escena de la doma de la yegua Catira.
El legado de los viejos maestros
Rómulo Gallegos dio inicio a su carrera novelística a principios de la segunda década de este siglo. Su creatividad
literaria se nutrió en la obra de los grandes narradores europeos del anterior siglo, autores que le trasmitieron dos
propósitos ineludibles: echar cuentos que le interesaran a
muchos y estructurar los mismos del modo más coherente
(la experimentación vino después y ya había estado antes,
con libros como Gargantúa y Pantagruel, Tristam Shandy o
incluso Don Quijote de La Mancha, que ahora se consideran
novelas porque, como dice Camilo José Cela, novela es ya
cualquier libro que en la portada, debajo del título y entre
paréntesis exhiba la palabra novela). A juicio de Tom Wolfe,
los creadores de la novela realista en el siglo XIX tendían
como premisa inevitable que “todo es real como la vida misma”, parámetro que, también a su juicio, los convierte en
pioneros de lo que se dio en llamar el nuevo periodismo:
para reflejar consecuentemente la realidad, como se dice,
hay que hacer un trabajo a pie de obra. Gallegos siguió la
receta de los viejos maestros realistas al pie de la letra y se
dio un viaje a los llanos de Apure dos años antes de que se
publicara el libro que lo catapultó a la fama.
En un valioso trabajo de investigación que realizó Oldman
Botello en 1979, titulado Personajes de Doña Bárbara en la
vida real, aparecen los modelos reales en que se inspiró el
escritor para dar a luz a la mayoría de los personajes de su
trama. Salta allí de inmediato el nombre de Francisca (Pancha) Vásquez, quien “llegó treintiañera a Apure en 1892,
aproximadamente; había nacido en Colombia, unos dicen
que en la costa Atlántica y otros que en las llanuras de Casanare”. Por otra parte, y tal como aparece en el citado trabajo
del investigador, Juan Liscano describe a la señora “en lo
físico, feocha, aindiada y pequeña”; lo único que pervive en
la heroína del libro de estas tres características es su sangre
india (Barbarita es el “fruto engendrado por la violencia del
blanco aventurero en la sombría sensualidad de la india”),
y hasta ese elemento se ofrece al lector en palabras que
destilan la premonición del misterio. Desde el inicio mismo
de la novela, Gallegos se empeñó en mostrar al personaje
eje de su libro como alguien que está más allá de la realidad:
según los llaneros, ella “llegó de más lejos que más nunca”;
de igual manera, su mutis podría suponer lo mismo suicidio
que huida, pero en modo alguno es un desenlace ajustado
a los patrones realistas que manejaba el autor. No es hasta
después de superadas las cien páginas de lectura que aparece la primera descripción física de la mujerona azote de
la llanura, y llama la atención que sea justo en el momento
en que ella despliega sus artes femeninas para tratar de
seducir al recién llegado doctor caraqueño. Mucho antes se
han realizado sendos y acabados retratos de Melquíades,
los peones de Altamira, Lorenzo Barquero, Marisela, mister
Danger, Balbino Paiba, Juan Primito y, muy en especial, de
CAROHANA
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Santos Luzardo, cuya delicadeza llega al extremo de dibujar
modelitos de vestidos para su prima. También desaprovechando los datos sobre lo que debió acontecer, la Pancha
Vásquez de la ficción tiene 40 años, 10 más de lo que se
asegura que tenía su modelo real cuando llegó al Arauca.
La estrategia del miedo como recurso
¿Por qué Rómulo Gallegos se dio un viaje a Apure, descubrió que había existido una Pancha Vásquez y más tarde la
trasmutó en doña Bárbara, un personaje que solo tiene dos
puntos de contacto con la otra: haber nacido del vientre de
una india y ejercer el poder con la crueldad de un hombre?
La pregunta no puede responderse antes de aclarar que
muchos de los personajes del libro parecen ser legítimos
clones literarios de personas que realmente existieron, de
acuerdo a la investigación de Botello antes citada. Entonces,
de inmediato surge otra interrogante: ¿por qué, justamente
adulterar el personaje clave de la novela, máxime cuando
la novela se sostiene justamente en un personaje clave?
Muchos expertos en la obra de Gallegos han encontrado la
solución del enigma: doña Bárbara no es una mujer, no es
la devoradora de hombres; o sí, porque la auténtica devoradora de hombres es la llanura venezolana y eso es precisamente lo que simboliza el personaje de doña Bárbara. Llegar
a esta conclusión no ha sido tarea muy difícil para nadie,
pues el mismo autor pone en boca de Lorenzo Barquero
estas reveladoras palabras: “La maldita llanura. La maldita
llanura, ¡devoradora de hombres!”. De ahí, siguiendo un proceso elementalmente lógico, se deduce que si la protagonista del drama es el llano, su antagonista no podía ser otro
que la ciudad. Esta fórmula, con el simple añadido de alterar
los términos y otorgar a los puntos geográficos conceptos
fácticos, se traduce en el enfrentamiento civilización versus
barbarie, que desde muy al principio fue la etiqueta que se
le endosó a la novela y que se dio como factor determinante
de su arrollador éxito.
Para mí, Gallegos sintió pavor ante la dueña de El Miedo. y
precisamente gracias a esa desventaja consiguió crear la
sombra luminosa que domina su libro de la primera a la
última página, un fantasma tan recóndito como las propias
botijas que enterraba la devoradora de hombres y que nadie
sabrá nunca si se llevó consigo, o han servido para alimentar
de puro oro literario la tierra agreste de la llanura.
Por sus nombres los conocerás
Un recurso que ha llegado a su apogeo en la obra de Gabriel
García Márquez, pero que mucho antes utilizaron con indudable acierto William Faulkner y Lino Novás Calvo, por solo
citar dos autores, aparece de manera recurrente en Doña
Bárbara. Se trata de identificar a los personajes con nombres o apodos que revelen de inmediato sus características
físicas, morales o sicológicas. No por casualidad Rómulo
Gallegos bautizó a su personaje protagónico con el nombre
de Bárbara y la enfrentó en desigual batalla con un ilustrado doctor llamado Santos. La amenaza del extranjero rapaz
está presente en mister Danger o el señor Peligro, apelativo
tan ingenuo que el mismo autor se ve en la necesidad de
dudar si en verdad el personaje se llama así. Igualmente
ocurre con Pajarote, el Brujeador, Juan Primito y hasta con
Balbino Paiba, nombre que en su sinuoso encaje de vocales y consonantes descubre de manera ejemplar la torcida
personalidad del último mayordomo de Luzardo. Gallegos va
más allá de los personajes convencionales de la historia y
designa también con nombres representativos sus habitáculos, que en este caso también devienen personajes: El Miedo
y Altamira, así como La Chusmita, conforman el triángulo de
pasiones que se desata en el llano. Nombrar los hombres
y las cosas se convierte en Doña Bárbara en más que un
recurso literario, es tal vez el trámite que escogió Gallegos
para solventar sus diferencias maniqueístas con la cacica
del Arauca.
La doña y otros personajes
Por Jesús Sanoja Hernández
Ya van corridos casi veinte años. Julio Barroeta Lara me entregó entonces veinte ejemplares de interesante folleto escrito por Oldman Botello, que no sé si en aquel 1979 ya era
cronista de Maracay. En él hizo esbozo de los personajes de
Doña Bárbara en la vida real. Años después, en 1987, en los
Y a ello también se debe, según creo, que su autor no pudie- seis volúmenes de Diario de un llanero, Edgar Colmenares
ra nunca domarla, encasillándola en el rol de heroína folle- del Valle editó y estudió la obra y la personalidad de Antonio
tinesca, símbolo de la brutal vida llanera o fábula del poder José Torrealba, de donde salió clónicamente el Antonio Sandoval de Doña Bárbara.
como ejercicio del carácter.
En mi opinión, como destaqué al inicio, este libro de Rómulo
Gallegos deviene texto imprescindible porque creó un personaje con los ribetes del mito, un ser cuya borrosa silueta
resplandece hasta cegar al lector. A ello se debe que sea
inapresable y por lo tanto que supere a la muerte.
16
CAROHANA
Gallegos mismo explicó en prólogo a una de las ediciones de
la novela cómo había nacido el personaje central. Encontró en
Apure al dueño del hato Juan Rodríguez. Este a manera de
pregunta, le presentó la imagen de quien después resultaría
Doña Bárbara: “¿Ha oído hablar de doña...? Una mujer que
era todo un hombre para jinetear y enlazar cimarrones. Codiciosa, supersticiosa, sin grima par quitarse de por delante
a quien le estorbase”. A lo que Gallegos, a su vez, preguntó:
“Y devoradora de hombres ¿no es cierto?” La mujer era Pancha Vásquez, de quien Andrés Eloy, en una de sus crónicas
evocadoras de tiempos apureños, dijo haber sido alguna vez
apoderada y habérsela mencionado a Gallegos. Botello, por su
parte, apuntaba que la mujer había llegado treintañera a Apure, aproximadamente en 1892: “Había nacido en Colombia,
unos dicen que en la costa atlántica y otros que en las llanuras
de Casanare”, y más adelante: “Su esposo muere y las malas
lenguas llaneras le cuentan 17 maridos”.
Gallegos era muy dado a la creación de personajes-símbolos
y no otra cosa fueron Santos Luzardo, el civilizador, y Doña
Bárbara, encarnación de la barbarie y, además, devoradora de hombres. Los mismos nombres lo dicen todo, como
cierta vez lo sugirió (por no decir, lo demostró) Liscano. El
personaje masculino central lleva el nombre de Santos y su
nombre puede descomponerse en Luzardo o, lo que es lo
mismo, “ardo en luz”. Mr. Danger (o Señor Peligro), refuerza
la tesis.
La filmación de Doña Bárbara, tanto la protagonizada por
María Félix como la dirigida por Betty Kaplan, ha sido cuestionada. A la primera le encontró Ulrich Leo un defecto básico: no era posible, decía él, sacar de un libro como Doña
Bárbara, una buena película, porque además de los símbolos materiales (el centauro, el tremedal, el socio), Gallegos
manejó símbolos formales no aprisionables por la cámara.
A la segunda la han atacado fuertemente varios críticos liSegún varios testimonios, uno de ellos recogidos por Arísti- terarios y cinematográficos. La india guaricha llegada a los
des Bastidas, Lorenzo Barquero fue personaje construido a llanos de “más allá de más nunca” está bien lejos, según
partir de datos biográficos de Galo Segundo Bremón, para la ellos, del prototipo creado por ambos filmes.
primera etapa de su “vida ficticia”, y de Pancho Mier y Terán
para la segunda, uno de los dueños del famosísimo hato
*Publicado el 1ero de noviembre de 1998
“La Rubiera” (acerca del cual, por cierto, Cabrera Sifontes
escribió un libro), fallecido en Calabozo en 1914. En cuanto
al cabrestero María Nieves, que así realmente se llamaba,
de tal servicio novelesco se mostraba orgulloso. Cuando alguien lo molestaba, María Nieves solía replicar con un “no se
meta conmigo, mire que yo figuro en Doña Bárbara”.
Pajarote tuvo como modelo a José Torrealba. Explica Colmenares del Valle, en la sección dedicada a la presencia
de Torrealba en Doña Bárbara y Cantaclaro, que en 1947 el
profesor John E. Englekirk, a raíz de una conversación con
Gallegos, viajó a San Fernando de Apure, donde entrevisto
a Torrealba y revisó algunos de sus manuscritos. Y de allí
salieron identificaciones de personajes reales, cuyas huellas pasaron a la ficción: “Antonio José Torrealba Ostos es
fácilmente identificable con el peón Antonio Sandoval que
da la bienvenida a Santos Luzardo en Altamira (...) Melquíades Gamarra, el ‘brujeador’, según él dice, es Juan Ignacio
Fuenmayor (...) Balbino Paiva, el mayordomo escogido por
doña Bárbara para Altamira, era Eladio Paiva del Alto Apure
(...) Encarnación Matute era un tal Encarnación Contreras”.
Y así sucesivamente hasta llegar a Francisca Vásquez, “la
cual había ganado fama de ser la hombruna o marimacho
del hato Mata el Totumo: ‘Gallegos no habló con ella ni visitó
su hato. Antonio Torrealba sí la vio muchas veces”.
CAROHANA
17
VIDA LITERARIA DE GALLEGOS
Luis perdomo
El inicio de Rómulo Gallegos
como escritor está asociado al
teatro. Junto a sus compañeros
de la revista La Alborada compartió la pasión por este género. Llegó a escribir varias obras,
como «Los ídolos» (1909) y «El
motor» (1910), de las cuales
sólo esta última se publicó en
vida del autor. «Los ídolos» fue
una pieza de la cual hizo una
versión probablemente del misRómulo Gallegos
mo año, «Los predestinados» (la
y su esposa Teotiste Arocha Egui primera permanece inédita; la
segunda fue publicada en el n°
2 de La Alborada, el 14/2/1909). En las «Obras selectas», Editorial Edime, 1959, aparece «El motor» y «El milagro del año» de
1915, que también publicó como cuento.
nomia civilización y barbarie, y los que describen pasiones,
desequilibrios y anormalidades.
Sus novelas reflejan su interés por la vida del campesinado venezolano. Su primera novela, El último Solar (1920), la reeditaría
en 1930 con el título de Reinaldo Solar que relata la historia de la
decadencia de una familia aristocrática a través de su último representante, en el que se adivina a su amigo Enrique Soublette,
con quien fundará en 1909 la revistaAlborada. En 1922 escribe
El forastero pero lo publicó empezando el año de 1942 por temor
a la reacción del dictador Juan Vicente Gómez. En 1922 logra
publicar La rebelión y en 1925 publicó La Trepadora, retratando
en ambas el problema del mestizaje, planteando como solución
los matrimonios mixtos. En 1926 viaja a Europa y en el santuario
de Lourdesredescubre su fe perdida.
En 1927 viaja para presenciar los llanos venezolanos y así documentarse para su próxima novela. El resultado sería Doña Bárbara
publicada en 1929. Doña Bárbara representa aquella Venezuela
cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de
libertad, latifundismo e injusticia y brujería; pero en el melodrama
se muestra que en la realidad existía también una raza buena
que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces, gente representada por Santos Luzardo.4 Esta novela lo llevaría al reconocimiento público, fue la
más exitosa de sus obras. El dictador Juan Vicente Gómez al ver
su prestigio lo nombró en 1931 senador por el estado de Apure,
pero sus convicciones democráticas lo hicieron renunciar al cargo
y expatriarse, exiliándose en 1931 a Nueva York.
Gallegos hace referencias en diferentes momentos de obras de
teatro que tenía en proyectos, o que destruyó, como lo es el caso
de «Listos» (que refiere en carta a su amigo Salustio González)
y «La espera» (probablemente de 1915). Su experiencia como
dramaturgo luego se mostrará en el cine con el guion de «Doña
Bárbara»(1940), y de «La Trepadora», «Canaima» y «La Señora
del frente», para la industria mexicana. También en «Juan de la
Calle» (1941). Casi ninguno de sus guiones se conserva. Salvo
una pieza en 32 actos llamada «La doncella», que se publicó
en México en 1957. Se trata de una emocionante pieza sobre
la vida de Juana de Arco, y donde el maestro del diálogo que
fue Gallegos se muestra con fuerza, pero no se llevó a cabo su En 1932 va a España y permanece allí hasta que en 1935
rodaje, pese a que era un encargo.
muere el dictador y Rómulo Gallegos decide volver a Venezuela. En el año de 1934 publicó Cantaclaro, y en 1935 Canaima.
En sus comienzos como narrador, Rómulo Gallegos publicó Así como para Gallegos el mestizaje era la solución de los
Los Aventureros (Caracas, 1913), una colección de cuentos. conflictos entre mantuanos e indígenas, el mestizaje también
Otros relatos son recopilados en La Rebelión y otros cuentos sería la solución de los conflictos de civilización y barbarie.
(Caracas, 1946), La Doncella y El Último Patriota (México,
1957).3 Su período como cuentista abarca desde 1913 En el año 1937 publicó Pobre negro, en 1942 El forastero, y
hasta 1919, aunque otros cuentos se publicarán en 1922. al año siguiente Sobre la misma tierra. En 1951 publicó La
En sus obras siempre mantendrá el realismo, las cuales se brizna de paja en el viento. En 1952 comienza a redactar su
dividen en tres temáticas fundamentales: Los de crítica de última novela Tierra bajo los pies, que permanecería inédita
costumbres, los de ambiente criollo donde plantea la anti- hasta su tardía publicación en 1973.
18
CAROHANA
RÓMULO GALLEGOS
Carlos Canache Mata
L
a semana pasada, dentro y fuera de nuestras
fronteras, una noticia nos sacudió a todos. La
tumba de Rómulo Gallegos y su esposa había sido
profanada en el Cementerio General del Sur en Caracas. En
tiempos de maldad sucede hasta lo inimaginable. “Para toda
Venezuela –señaló el CEN de AD- este abominable hecho
constituye una vergüenza sin precedentes en nuestra historia patria y representa la aberrante paradoja que, en pleno
siglo XXI, se cometa un acto de barbarie peor que la que
denunciaba Rómulo Gallegos en Doña Bárbara en los comienzos del siglo XX venezolano”.
Ya antes, el 24 de noviembre de 1948, tres tenientes coroneles, mediante un golpe de Estado, lo expulsaron de la
Presidencia de la República y se adueñaron del poder. Años
más tarde, en el mes de abril del año 2009, otro teniente coronel, también golpista, Hugo Chávez Frías, removió su busto del patio central del Palacio de Miraflores y lo reemplazó
por el del general-dictador Cipriano Castro. Fue, dijo Simón
Alberto Consalvi, una más de “las jugadas de Ño Pernalete”.
Se sustituía a Santos Luzardo por Doña Bárbara.
Rómulo Gallegos falleció en la madrugada del 5 de abril de
1969. Fue velado en el Salón Elíptico del Capitolio Federal, donde el presidente Rafael Caldera pronunció sentidas
palabras en nombre del país entero. Tomo una frase suya:
“Está de pie la patria para despedir a Rómulo Gallegos, cuyo
espíritu parte, en alas de la gloria, en vuelo firme hacia la
eternidad. Su cuerpo baja a la misma tierra que él interpretó
mejor que nadie, para confundirse con ella”. La grandeza de
su obra literaria y su dignidad de repúblico insigne están en
un Olimpo inalcanzable por el primitivismo y la barbarie.
A los 25 años de su muerte, el 7 de abril de 1994, el Senado de la República acordó, por unanimidad, que sus restos
fuesen llevados al Panteón Nacional. Le había pedido a su
hija Sonia que no permitiera que lo separaran de su esposa
doña Teotiste, a cuyo lado estaría enterrado al morir. Ahora,
lo que acaba de suceder aconseja revisar esa solicitud. Allí
lo esperan los grandes venezolanos de todos los tiempos.
Quienes en México nos honramos compartiendo exilio con
él, lo veíamos como si Venezuela, la que cantó en sus novelas, estaba allí con nosotros.
Con frecuencia, los medios de comunicación informan sobre
la violencia macabra existente en el mencionado camposanto, debido a la inseguridad que allí campea. Al momento
de escribir estas líneas, no se sabe si es que estamos en
presencia de perversidades necrológicas inspiradas en conjuros de hechicería o de otra naturaleza. Tampoco se tiene
la certeza de que los restos del ilustre escritor, al igual que
los del ex-presidente Medina también profanados, fueron
extraídos de sus espacios mortuorios. La exhumación de los
restos determinaría la magnitud de los actos vandálicos. Se
ha pedido la intervención del Ministerio Público para que
investigue, con la asesoría especializada correspondiente,
lo ocurrido.
CAROHANA
19
Cuando se profana el acervo
histórico de una nación
CORINA YORIS-VILLASANA
@YORISVILLASANA
A las familias de:
Don Rómulo Gallegos
General Isaías Medina Angarita
E
n mis primeros años de infancia y adolescencia,
disfruté con mi padre, Ángel Yoris, sus crónicas
sobre distintas etapas históricas del país. Así
tuve mis primeras lecciones de historia oral. Su presencia
en la dirección de las oficinas del telégrafo de Miraflores
durante todo el mandato del general Isaías Medina Angarita hicieron de él un testigo de excepción en lo referente
al 18 de octubre de 1945. El recuerdo de la entrañable
amistad entre ambos, que perduró en el exilio de Medina,
y su acompañamiento hasta la desaparición física del presidente, hicieron que sus relatos sobre ese insigne hombre
que fue Isaías Medina Angarita estuviesen impregnados
de un profundo sentimiento de fraternidad. Dejaron tales
huellas en mí sus vívidas narraciones, que dediqué parte
de mis estudios a analizar el período gubernamental entre
1941 a 1945. Escribí mi tesis doctoral en Historia sobre el
suceso del año 45 y fue publicada en coedición entre la
Academia Nacional de la Historia y la Universidad Católica
Andrés Bello.
Al leer las noticias en días pasados y enterarme de los deplorables sucesos relacionados con la profanación de las
tumbas de ambas figuras tan arraigadas en el sentir del
pueblo venezolano sentí no solo dolor, sino una indignación
indescriptible.
Cuando Medina murió, Irma Felizola de Medina se negó a
aceptar los honores militares que ofreció Pérez Jiménez por
medio de Laureano Vallenilla; el féretro no fue trasladado
en el carro fúnebre, sino que fue llevado en hombros por el
pueblo que se lanzó a las calles desde el Country Club hasta
el Cementerio General del Sur, a pesar de los tiempos dictatoriales que se vivían; desde los edificios lanzaban flores; al
llegar al cementerio, fue entonado el Himno Nacional. Ángel
Yoris publicó en la prensa un artículo que tituló “Un Bolívar
de flores”, artículo que fue un hermoso testimonio de amistad. Conservo entre los archivos de mi padre fotos inéditas
de esa manifestación de dolor del pueblo venezolano.
Cuando murió Gallegos, recibió honores militares, fue acompañado por una multitud a su último destino y sepultado al
Así mismo, desde que empecé a interesarme por la literatu- lado de su esposa Teotiste.
ra, interés que hizo su aparición en mí también a temprana
edad, me convertí en una voraz lectora de la producción li- ¡Cómo no van a ser repudiados esos actos espantosos de
teraria de Rómulo Gallegos, mostrando mi preferencia por violación de espacios sagrados que son el lugar de desCanaima e igualmente por sus cuentos. Recuerdo cómo canso eterno de sus restos! Ambos fueron presidentes de
disfruté los unitarios que realizó RCTV sobre los cuentos Venezuela, se erigieron en figuras emblemáticas de Venede Gallegos. La maravillosa actuación de Carlos Cámara y zuela y quedaron alojados en el corazón del pueblo por sus
Henry Zakka en Los Inmigrantes aún la recuerdo. Estamos cualidades personales.
en deuda con esos unitarios y con la memoria del maestro
Gallegos.
Profanar es, según el Diccionario de la Lengua Española,
tratar sin el debido respeto una cosa que se considera sa-
20
CAROHANA
grada o digna de ser respetada. Quienes intentan equiparar
esa profanación con una excavación arqueológica, olvidan
completamente que esta última solo recoge objetos de una
tumba, realiza informes, levanta planos, conserva cadáveres, si los hay. Otros dicen que “solo fue un acto vandálico”.
¿Por ser un acto vandálico deja de ser afrentoso? Incluso
han llegado a negar la profanación.
Desde hace años se viene denunciado esta horrible práctica, pero han seguido apareciendo tumbas profanadas. Hoy,
como este hecho abominable ha sido perpetrado en contra
de personajes arraigados en el sentir del pueblo, se le ha
prestado mayor atención. ¿Por qué y para qué se roban cadáveres, huesos de los cementerios?
Se puede leer en algunos escritos sobre estas prácticas que
los huesos son buscados porque con ellos se realizan trabajos. Entre estos trabajos descritos está Nganga. La fabricación de un Nganga involucra visitas al cerro y al cementerio,
la alianza con un espíritu, y el dominar ese espíritu. En el
cementerio localizan los restos humanos que son requeridos para la nganga; en el cerro, se buscan las plantas y los
espíritus necesarios para entrar en contacto.
Después de leer estas descripciones, sentí horror. Creo que
nuestro país necesita realizar un acto de desagravio a todas
las familias que han visto profanadas las tumbas de sus seres queridos.
A las familias Gallegos y Medina les hago llegar desde lo
más profundo de mi sentir, mi cariño y mi sentimiento de
solidaridad en este trance tan poco cónsono con la bonhomía del venezolano.
CAROHANA
21
La cuarta muerte de Rómulo Gallegos
FRANCISCO JAVIER PÉREZ
T
enía diez años cuando supe de la muerte física del
escritor, ocurrida el 5 de abril de 1969. Todos los
canales de televisión, todas las emisoras de radio
y todos los periódicos cubrieron y reseñaron su multitudinario y verdaderamente popular adiós y eso dibujó en mí una
imagen que todavía vive fresca en mi memoria. La grandeza
de un hombre que hizo llorar a todo un país, como pocas
veces antes y muy raras veces después, no se borraría nunca más. Sin entender en ese momento de quién se trataba,
supe al rato que su excepcionalidad provenía de haber escrito
un conjunto de obras que buscaban comprender a Venezuela
desde el sentimiento más profundo y desde la auscultación
más perturbadora. Quedaba claro que la literatura no era un
pasatiempo para desocupados, sino un compromiso cargado de responsabilidad. Nunca en desmedro de otros muchos
autores, Gallegos venía a entenderse como el más agudo, el
más acertado, el más constante y el más sacrificado de nuestros hombres de palabra y pensamiento. Haría del amar, del
sufrir y del esperar los tres mejores verbos para comprender
la angustia de Venezuela y para sellar con ellos su propia angustia de venezolano.
Sus otras muertes fueron anteriores a su propia muerte física.
La segunda lo lleva en 1948 a la magistratura más alta del
país, para luego desplomarlo, a escasos nueve meses de su
investidura, víctima de la más cruel de las traiciones. Era el
escritor que se había hecho hombre de acción al posponer su
arte en favor de la política, en la que entiende una posibilidad
contra el atraso y contra la barbarie. Su péndulo espiritual es
afirmación del escritor masivo frente al trágico final del presidente solitario. Cumplido el proceso de esta muerte, será la
tragedia del creador confrontado con la bajeza de la política.
Ilusionado e iluso por la libertad de un país que no ha conocido hasta ese momento la libertad (qué larga resulta la parábola de más de sesenta años trazada entre Guzmán Blanco y
Gómez), el escritor asume el riesgo y salta a la arena, estanca
su literatura y se asume servidor de una nación necesitada de
democracia, en un tiempo en donde no se la entendía porque
nunca se la había practicado. Olfateando su propia caída, no
teme correr el albur y, menos, asumir el sacrificio que el país le
22
CAROHANA
estaba demandando. Sabrá tardíamente que su lucha estaba
destinada a prosperar en los espacios tranquilos y duraderos
de la lengua y no en la combustible y pasajera vida pública. Su
más grande pecado fue su mayor virtud.
A su muerte política, y antes de su muerte física, le sigue
la muerte tercera del escritor en manos de sus congéneres
críticos. Esta vez, ella ocurre en las aulas literarias y en la
mezquindad de los malos lectores (los lectores malos) que
anudan al escritor permanente con el político circunstancial,
que no ven al héroe literario sino a la víctima partidista (o de
un partido mal recepcionado), que no estiman la nobleza de
su acción estética ni aprecian la entrega de su pasión pública. Interpretación oscura y ajena a toda evaluación honesta
y cobro de una factura política de la que el escritor fue la
más triste pieza en un tiempo de infieles y traidores. Volverá
a la literatura como el desterrado que busca salvación en los
territorios de la palabra; su tierra prometida. Refugiado en
el lenguaje, entenderá para siempre la tragedia del artista
cuando abandona sus playas de permanente brillantez.
Y, hoy, cuando creíamos que ya descansaba para siempre, habiendo superado sus muertes política y crítica y hasta su muerte
física, y olvidado de toda retaliación y de tanta tacañería hacia
uno de los más robustos servidores culturales del país (premoniciones estas del actual saqueo espiritual que sufre en un país
criminalmente saqueado), vuelve a morir Gallegos en su propia
tumba profanada. Es la cruel barbarie que toma venganza de
nuevo frente al civilizador inerme, arrancándolo de la tierra misma a la que había pertenecido. Gesto detestable de un país en
ruinas que ya no se conforma con agredir a los vivos, sino que
necesita destruir a los muertos, sean ilustres o no. El derrotado
que se desquita del presente en su pasado.
Desasido de la tierra, el hombre asume ahora su muerte
funeraria y cede sus espacios, agraciado por el gesto de los
sicarios necrófilos, a la criatura inmortal del escritor. Nunca
una vil profanación significó tanto para la eternidad literaria. Esta cuarta muerte de Rómulo Gallegos le ha dado vida,
ahora sí, para siempre.
Javier Vásconez
REFLEXIONES DE UN JURADO DEL RÓMULO GALLEGOS
Faitha Nahmens
“Ha cambiado Caracas desde la última vez”.
E
n su Quito natal, el novelista, cuentista y ensayista Javier Vásconez —su obra ha sido traducida
al alemán, francés, inglés, hebreo, sueco, griego
y búlgaro— escribe ahora mismo un nuevo cuento, una historia de amor, cuyos detalles —¿aparece de nuevo el doctor
Josef Kronz? ¿quién viaja esta vez y a dónde? ¿lo hípico por
asomo?— guarda con supersticioso celo. La concentración
en el trabajo —“está quedando bien”, es lo único que adelanta— no ha de ser tan absoluta y porfiada que le impida
trastear en plataformas virtuales o atender el teléfono. Inte-
CAROHANA
23
rrumpir la escritura no le enerva, las rutinas domésticas no
lo perturban. Claro, depende de la llamada. Si la voz del auricular es la de un representante diplomático venezolano que
le responde que aún no le tienen nada, que tenga paciencia,
entonces sí se sentirá, cuando menos, atónito.
El escritor confirma que ni a él, ni al resto del jurado, ni
siquiera al ganador de la vigésima edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, por Tríptico de la
infamia, el colombiano Roberto Montoya, les han pagado lo
prometido. Que es deuda. “No sé qué hacer, a quién dirigirme”, confiesa; pero prefiere no hablar más del asunto,
acaso con la esperanza de que el atraso sea remediado en
paz. Se sabe que todos los jurados están preocupados, que
es una injusticia y una indelicadeza cometida con ellos, y él,
hombre que intenta ser justo y hablar desde la delicadeza,
no dice más; por ahora.
fue finalista en dos ocasiones. Siempre atractivo, tanto el
premio —entre los más reputados en Hispanoamérica—
como el monto que conllevaba hacerse con él, ni los 100
mil dólares convenidos para el autor de la novela que fuera
considerada como la mejor por el jurado, ni los 10 mil que
obtendría cada uno de los tres miembros de ese tribunal de
las buenas letras por leerse más de 150 novelas, deliberar,
decidir, han llegado a bolsillo alguno. Nada. Cero. Todos andan compungidos. Contrariados. ¿Seguirá el premio en lo
sucesivo? El estipendio ofrecido es una quimera exacta al
dólar a 6.30.
En su cuarto viaje al país, víspera del premio, Javier Vásconez reducido a un acotado radio urbano —no salir de
los límites de Chacao dictaría el reiterado consejo de los
organizadores y de los amigos— vería no Macuro sino la
múcura que carga encima cada venezolano. Advertido con
reiteración de que es cruenta la saña y moneda corriente
la impunidad, echaría en falta la ciudad abierta, la ciudad
cercana al mar, la ciudad del talante aún gozón, la libertad
para deambular que tuvo en las visitas anteriores, cuando
alcanzó a rozar algo de la mítica rumba. Se lamentará porque, hasta nuevo aviso, se ha perdido la noche caraqueña
—a lo mejor por eso las lentejuelas ahora son para el día—
y en el andarse con prisas y el mirar constante de reojo del
viandante detectará los estragos que ha sembrado el temor,
alojado con saña en los huesos. “Ha cambiado Caracas desde la última vez”.
El 4 de junio de 2015 fue dado a conocer el veredicto.
“Desde mi punto de vista estuvo muy reñida la decisión,
vale decir que también me pareció muy interesante Larga
noche hacia mi madre, del escritor Carlos Cortés, de Costa
Rica, que quedó como finalista”, soltaría prenda entonces,
tomando un tinto en la cafetería del hotel de Altamira donde estuvieron hospedados en esta ocasión —no en el Alba,
ahora desmantelado— los hombres de letras y de palabra.
Con entusiasmo hablaría de las otras novelas finalistas, La
oculta, de Piedad Bonnet, Lo que no tiene nombre, de Héctor
Abad F., y Tierra Quemada, de Óscar Collazos (de Colombia
las tres, “enviaron muchas obras de ese país”) y de Fuerzas Dentro del perímetro del sitio haría un rápido paneo por enespeciales, de Diamela Eltit, (Chile). “Ha sido un trabajo ar- tre el hormigón insuflado en el área y con su acento de erres
duo, satisfactorio y complejo”.
sutilmente arrastradas daría una opinión a vuelo de pájaro:
el concreto avanza sobre el verde innato y corajudo —el que
Día emocionante ese 4, visto en perspectiva, por el jaleo en persiste en los jardines privados que se desbordan hacia
que fue derivando la agenda, debió considerarse albur. Se el cielo por encima de los muros, en al Ávila a mano, en la
había anunciado que la entrega del premio y el consabido grieta— y lo hace de manera avasallante, atroz, tragona;
brindis sería en el Celarg, como siempre, hasta que luego que le toca a la vegetación —y a los ciudadanos— forcejar,
de ¡casi ocho horas! de espera, en vez de Maduro —nunca no dejarse. Ramón Muchacho, de estar en la mesa, tal vez
apareció— llegó la contraorden: que no, que se haría en habría defendido la posible semejanza caraqueña con Wall
un acto privado en Miraflores, hacia la noche. Periodistas y Street, y Farruco Sesto habría negado de plano la sentencia:
curiosos, abstenerse. Desde que fue creado el galardón en Caracas es verde infinito. El Ávila siempre estará. Construir
1964, durante la presidencia de Raúl Leoni, el prestigio de más es la solución. Cuál es el problema. Dentro de Caracas
este galardón fue en ascenso; siempre devino un aconteci- cabe otra Caracas.
miento de primera plana. Se hicieron del Rómulo Gallegos
autores de la talla de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Asombrado por tanto cuento hiperrealista al borde de una
Llosa, Enrique Vila-Matas, Roberto Bolaños, Javier Marías, bebida que llega a su boca como milagro, oirá aturdido la
Fernando del Paso, Carlos Fuentes entre otras celebérri- machacona queja de la escasez de café, de justicia, de emmas plumas; Javier Vásconez, como Tomás Eloy Martínez, pleo, de pollo, de medios, y remedios, y tomará nota. No
24
CAROHANA
imaginará, eso no, que también sería blanco de esa escasez;
la de la botija, la de palabra. Todo viaje sirve para ver y verse.
Hace más tangibles los orígenes, saca a flote el sedimento,
lo engullido, la condición; sirve como purga para que broten
sin pudor las raíces. Este viaje le daría pistas, en medio de
la ilusión por los reencuentros, por la alegría de ser parte
de una jornada con trascendencia, sobre la tenacidad de
las mutaciones, y la terquedad de la resistencia. Quedarían,
claro, algunas preguntas en el tintero. La típica: ¿y qué van
hacer?. Y la suya: ¿qué podré hacer yo ahora?
Bio
Estudió secundaria no apenas en tres colegios distintos sino
en tres países distantes: pasó por las aulas del Mount Saint
Mary’s College de Inglaterra, por los salones del colegio Holy
Croix de Roma y antes de graduarse de bachiller en el Colegio Spellman de Quito hizo una pasantía en Estados Unidos;
y no se quedaría tranquilo después tampoco: estudió Artes
Liberales y Filosofía en la Universidad de Navarra, en España,
donde se graduó con una tesis acerca de los personajes en
la obra de Juan Rulfo, y también asistió a la Universidad de
Vincennes, en París. Publicado en su tierra y extrafronteras,
Eppur si muove
es un permanente invitado del mundo —fue convocado por
Niño errante que creció mientras sumaba millas de vuelo la Universidad de Salamanca a participar en un encuentro
en los aviones, tendrá a mano puntos de comparación para acerca de su obra— como charlista; traducido a lo largo y
ver personajes, modos y topografías desde la ventanilla de ancho del globo, no se queda quieto el de Quito.
su memoria; será su tarea aliñar estas postales de viaje
con imaginación, conexiones imposibles y los dislates del La enjundiosa bitácora le dará contexto a su prosa, quemapa personal hasta trazar esa geografía que restaura a da claro, paradójicamente muy acotada, Nueva York, París,
su gusto y convierte en literatura. Singularidad vital de la Quito, serán enlaces emocionales, escenas vitales, condibiografía de este hijo de diplomático, sacará provecho al ción. Acaso se creerá arquitecto o dios. “Las ciudades son
camino reflejado en el retrovisor más que para evocar iti- estupendo escenario humano a las que la literatura no solo
nerarios en jugosos relatos de viaje, para abrir brechas reconoce sino que da vida, las ciudades existen en tanto son
interiores. “Imagínese si tuviésemos que negar todo lo que nombradas, se escribe de ellas y aparecen en las novelas”,
dejamos atrás para seguir viviendo. Pero la memoria nunca aventura. Y será la avidez de ir, de siempre ir, un tren que
se da por vencida. En apariencia, hay cosas que dejamos atraviese sus historias, con destino al paneo y la exploración
a propósito sin resolver”, dice en La Piel del miedo. Trota- personal: “Al escribir uno se limpia de prejuicios y falsas
mundos impenitente, desde el aire construirá recuerdos creencias; tengo una lectura nueva de Quito, de sus paraantiguos y los tallará verbos.
digmas, se trata de una razzia íntima”, reitera. “Mi memoria
está en Quito, allí nací, pero la aliñan todas las ciudades
Consustanciado con la palabra —es escritor y nada más visitadas o imaginarias, reales o inventadas, he ahí donde se
que escritor, no hay trabajo paralelo— y con la traslación produce la necesidad de resolver la conflictividad del juego
y las mutaciones, exhibirá, pues, no solo su gentilicio en su creativo que me he propuesto”.
obra; autobiográfica, como es menester, Quito será sustancia pero querrá catar las mudanzas y los aires extraños. Lle- Aunque, vale decir, la devoción por escribir, la vocación, el
varse los paisajes ajenos. De manera que lo que diga sobre imán insoslayable que es para él el oficio sería producto de
la literatura de la región, o del convulso presente mundial, o motivaciones más íntimas que el pasaporte, relacionadas
de Caracas —incluso, alguna especulación asombrada que con las historias de casa. Se le endosa al padre taciturno, a
arriesgue de los signos zodiacales—, ya sea con pasión o la figura erguida y templada en acero, a la distancia entre
con el sosiego que da la sabiduría, exhibiendo los pasillos él y aquel hombre inaccesible, estricto, de afecto estudiado,
de su bien amoblada sesera, entrecerrando los ojos que han la urgencia suya de rodearse de palabras. Vamos, pero no
visto tanto, con una sonrisa amable que no elude el sar- apenas desvía al teclado aquellas que nunca fueron dichas,
casmo, podrá considerarse materia prima, fuente, bebedizo. las que rescata del pozo de los silencios o de la interpretaQuién sabe si lo del pago. “¿Quito? Es más uniforme en su ción de los gestos. No es la escritura la llave que aquieta la
diseño, una ciudad encapsulada, una hendidura atascada sequedad de su garganta o de sus oídos, la magia ha sido
entre montañas”; además, un fondo lluvioso que puede as- revertir esa textura callada, esa carencia, en manantial.
fixiar no solo al claustrofóbico. Y Caracas, ay, Caracas, es
la cabeza de playa cuya modernidad —tarea pendiente— Exdirector de la librería El Cronopio y exdirector de Ediciones
tornó en reliquia.
Librimundi, y de la editorial Acuario, Javier Vásconez publicó
Ciudad Lejana, en 1982 —finalista del Casa de las AmériCAROHANA
25
cas— y en 1989, El hombre de la mirada oblicua —premio
Joaquín Gallegos Lara—, ambas obras pobladas por personajes encerrados y que tienen que salir. Según la crítica,
lo logran en El secreto, donde hay calle, ciudad. También
es autor de Angelote, amor mío, La carta inconclusa, Café
Concert, El viajero de Praga y de la novela La sombra del
apostador, finalista del Premio Rómulo Gallegos, en 2001.
De los cuentos El baúl de Lowell, El enlace, Thecla Teresina
y de la novela El retorno de las moscas, basada en uno de
los personajes de John Le Carré.
“Desperté en medio de la noche con el ruido de los disparos
en el corredor, fue como si rebotaran desde el rellano de la
escalera hasta mi conciencia y, unos segundos después, el
estruendo había prendido como un relámpago dentro de mí
(…) Sentía un torbellino en la cabeza. Al abrir los ojos perdí
el equilibrio y me encontré apretando con las uñas el borde
del sillón. Con sigilo de gato cambié de lugar, respiré con
ansiedad, sentí humedad en la nuca y las palmas de las manos. El miedo se expandió por todo mi cuerpo, contagiando
mis nervios hasta alimentarme con la sangre de la violencia
(…) Me volví un tanto receloso. Ni siquiera los cuidados de
mi madre disiparon el miedo, porque el miedo nunca se disipa cuando se instala en uno, es como el frío en los huesos
de los viejos”, traza una emoción que nos concierne en La
piel del miedo, también nominada al Rómulo Gallegos.
Creador de personajes en soledad, algunos llegan al crimen
—“he trabajado personajes en zona de penumbra, imbuidos
de mal, eso que, para mi sorpresa, algunos dicen que no
existe, hay que ver la relación intensa y estrecha que tiene la
literatura con el crimen, no digamos la vida…”— mientras
otros exhiben luminosa integridad y no pocos buscan libertad y es típico que no claudiquen. Sí, por supuesto, también
está el tema del amor, y por supuesto las montañas, el frío,
la vida urbana, la soledad del bosque, el viaje, sin duda, y él;
“siempre está uno”, reitera la hermosa obviedad. “El escritor
lo es cuando se reconoce el estilo, cuando su propuesta es
reconocible”, redimensiona el que se nombra.
No se sabe qué se llevó esta vez en el equipaje, qué impresión, qué circunstancia del país visitado, del país que le
adeuda. Qué pena esta circunstancia, tendrá un alto costo
para el tan manoseado gentilicio.
26
CAROHANA
ALIRIO DÍAZ INMORTAL
Juan Páez Ávila
L
a muerte de Alirio enluta no sólo a los caroreños
y a los venezolanos, sino también a los habitantes
del mundo de la cultura, en particular de la música y de la guitarra clásica que ejecutó magistralmente, para
deleite de quienes le oyeron desde su pequeño terruño –La
Candelaria, zona rural de Carora- hasta los más importantes
teatros del universo.
Muy pocos lo vieron transitar, desde muy niño, por una ruta
cargada de obstáculos que tenía que vencer para poder
alcanzar los más importantes escenarios del arte guitarrístico, impulsado por una pasión irrefrenable por la música y
la orientación de dos grandes maestros de la cultura caroreña, Cecilio (Chío) Zubillaga Perera y José (Ché) Herrera
Oropeza. Conocí La Candelaria, el villorrio donde nació Alirio, su soledad y su aislamiento del mundo moderno donde
se producían cambios y avances científicos, tecnológicos
y culturales sin que los candelarenses pudieran percibirlos, menos asimilarlos e incorporarlos a su posible evolución –escribí en la presentación de un libro sobre su vida
y la de Rodrigo Riera. Todo allí permanece estancado, la
emigración de sus jóvenes compelidos por las carencias
materiales para la subsistencia, no la detiene ni la armonía
del canto de los pájaros, ni el esfuerzo de los mayores que
se arraigan a la tierra, abrazados a una guitarra o un cuatro para sucumbir con el tiempo a la morada final, dejando
en el camino una estela de sonidos.
Me imaginé a
Alirio, un niño inocente atrapado en un pequeño mundo de
soledades, tristeza y melodías quejumbrosas, tratando de
ocultar los deseos de viajar a otras realidades. Ese panorama humano y social yo lo había visto muy cerca de La
Candelaria, en otro villorrio llamado San Francisco, cuando
todavía era un niño y supe que ya Alirio había ingresado
a la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, y sin
embargo todo me parecía normal, rutinario, hasta que ya
adolescente me enteré que Alí Lameda, poeta, y Gustavo
Leal y Carlos Sisirucá, médicos, famosos ambos, también
habían emigrado de La Otra Banda. Lo que no podía saber
en ese entonces, hasta que los conocí en Caracas, era que
con ellos también habían emigrado cerebros privilegiados,
muchos de los cuales percibí en la escuela primaria, pero
que al no poder romper el cerco que la pobreza le tiende a la mayoría de los niños campesinos, como a Lorenzo
Barquero el personaje de Rómulo Gallegos, se los tragó
la llanura. Conocedor de esa realidad, cuando Alirio Díaz
trajo a mi apartamento en Caracas a Alí Lameda, recién
salido de un campo de concentración en Corea del Norte,
donde estuvo durante de 7 años sometido al secuestro y la
tortura, después de leer La Otra Banda, mi primera novela en la que aparece una familia Lameda que emigra de
San francisco, y la biografía de Chío Zubillaga Caroreño
Universal, gran maestro de los dos, fue cuando percibí el
genio de ambos emigrantes de La Otra Banda. Alirio tocó en
su guitarra arreglos suyos, composiciones de Rodrigo Riera
y de otros grandes compositores del Repertorio Universal
de la Guitarra Clásica. Luego, para sorpresa de todos, tocó
cuatro, y finalmente acompañó a mi hija Valentina a tocar
en el piano. Alí recitó algunos de sus poemas, me regaló
El Corazón de Venezuela y nos habló de lo humano y lo
divino que le había acontecido en la vida. A la hora de la
despedida les comuniqué que yo escribiría sobre la vida de
ambos si, 10 años menor que ellos, los sobrevivía. Alí, con
la voz tronante de su maestro Chío Zubillaga me dijo:
-Seguro que nos sobrevivirás, aunque Alirio será inmortal.
CAROHANA
27
EMBAJADOR CULTURAL DE VENEZUELA
EN EL MUNDO
Su Música, su genio artístico, trascendieron los límites que, a veces,
impone la política.
ENTREVISTA A MARÍA ISABEL DÍAZ, DIRECTORA GENERAL DE LA FUNDACIÓN ALIRIO DÍAZ E HIJA
DEL MAESTRO
Mireya Grau y Gorquin Camacaro
1.- ¿Cree usted que el destierro o el haber 4.- ¿Cómo fueron las relaciones que llevó en
dejado atrás la Otra Banda
su momento el Maestro con la prensa y con la
influencio en su momento la obra del maestro?
política?
Alejarse de su tierra, de sus raíces, de esa energía telúrica
que ha sido la sabia que ha alimentado durante toda su vida
a mi padre, sin duda ha significado un paso importante en
su vida. Esa relación tan profunda entre su tierra y su música
se ha traducido en valorar más la relación con el pasado,
sus ancestros e, inevitablemente, ha influenciado su obra de
intérprete, como se evidencia en su repertorio.
En los años 50 el maestro obtuvo una beca para estudiar en
Madrid, gracias al aporte del entonces Ministerio de Educación, y siempre ha sido invitado por los Presidentes de Venezuela del momento, para representar nuestro país como
embajador cultural, por ende creo que la música y el arte
trascienden los límites que, a veces, impone la política.
5.- Hablemos de la obra de Juan Páez Ávila Dos
Guitarras, obra que muestra literariamente la
2.- ¿Qué elemento cree usted, musicalmen- vida y la obra del maestro Alirio Díaz y Rodrigo
te hablando es una constante en la obra del Riera, qué opinión le merece la misma. y en su
maestro?
momento el maestro la comento?
No soy músico, pero nací y crecí con los sonidos de la guitarra y las melodías de la música clásica, latinoamericana y
venezolana. Esa alternancia de piezas que tienen el mismo
valor musical bien sean de Bach o del Indio Figueredo ha
sido una constante musical en mi padre y puedo afirmar que
allí reside su gran legado como Maestro universal.
El libro del Prof. Juan Páez Ávila, quien fue mi tutor en mi
tesis de grado como Licenciada en Comunicación Social,
es una obra que narra con gran estilo lo que ha sido la vida
juvenil de Alirio Díaz y Rodrigo Riera, unidos en el talento por
la música y la guitarra. Es una expresión literaria que muestra las vicisitudes de ambos artistas y las narra con delicada
y fluida destreza narrativa. Creo que es un gran aporte a lo
3.- ¿Qué músicos, personalidades o intelectua- que fue nuestra sociedad de los años 40 y 50, y constituye,
les influenciaron en la obra del maestro Alirio además un estímulo para los jóvenes de nuestras regiones
Díaz?
venezolanas.
Sin duda su Maestros Landelino Mejías, Raúl Borges, Andrés
Segovia, Regino Sainz de la Maza dejaron una gran impronta en su formación artística. Intelectualmente no puedo dejar de mencionar a Don Chío Zubillaga, su mentor, quien lo
orientó hacia el estudio de la guitarra.
28
CAROHANA
Otros aspectos narrados pertenecen al imaginario del autor
que juega entre la ficción y la realidad, manteniendo, sin
embargo, la esencia de lo acontecido que merece ser mencionado, como parte fundamental del aspecto biográfico de
ambos músicos.
Mi padre, disfrutó de esta obra y se sonreía al leer algunos ra, abandona bruscamente el hogar paterno para continuar
fragmentos, reconociendo la historia vivida.
estudios de 4º, 5º y 6º grados en la célebre Escuela Federal
Graduada “Egidio Montesinos”. Es cuando conoce al caris6.- ¿Cree usted que Alirio Díaz aportó elemen- mático luchador social y vehemente intelectual y periodista
tos novedosos a la música que incluían para- Cecilio Zubillaga Perera, quien será el primero en descubrir
digmas de la Candelaria?
la vocación fundamental de Alirio Díaz y quien hasta sus últimos años logró verlo como un artista realizado.
No entiendo muy bien la pregunta, pero el Maestro, con La
Candelaria en su alma, su aldea natal, a pocos kilómetros de Luego de esos tres años de vida material insoportable el
Carora, hacia La Otra Banda, recordó los ritmos de su infan- joven Díaz se dirige a la ciudad de Trujillo, en donde va a dar
cia al hacer arreglos o armonizaciones de obras populares. comienzo definitivo a los estudios académicos de la música,
En varias ocasiones nos mencionaba el palmoteo al hacer propiamente lecciones de Teoría, saxofón y clarinete, bajo la
las arepas o el ritmo de las pilanderas de maíz…
dirección del renombrado maestro, compositor y director de
Banda Laudelino Mejías. Para éste y otras personalidades
7.- Alirio Díaz, ¿ciudadano de la Candelaria o trujillanas, lleva cartas de recomendación de parte de Don
universal?
Cecilio, cartas en las que el sabio caroreño decreta el porvenir artístico de Alirio. En ese entonces, para ganarse el pan
Discúlpame… la duda ofende… jajaja
el joven tiene que aprender nuevas profesiones: tipografía,
mecanografía, inglés, corrector de pruebas periodísticas,
8.- Los caroreños sabemos que significa el guitarrista popular acompañante en Radio Trujillo y saxofomaestro Alirio Díaz en nuestro acervo cultural, nista en la Banda del Estado.
para su hija que significa?
Siempre obedeciendo a los mandatos espirituales de Don
Al hablar como hija, entran en juego otros elementos y facto- Cecilio, con su guitarra, sus libros y sus profesiones, viaja a
res de una relación familiar entre padre e hija. Puedo confe- Caracas en septiembre de 1945, donde descubrirá las basar que con mi padre he aprendido lo que significa la calidad ses definitivas de su porvenir de músico.
del tiempo compartido. En efecto, era poco el tiempo que
pasaba en familia por atender su carrera concertística, pero 10.-Es cierto que Alirio Díaz es un desaforado
al llegar a casa cada encuentro era muy profundo. Hacíamos coleccionista, llegando a coleccionar hasta flosesiones de ver diapositivas que era como sentarse a ver res?
películas, entonces nos describía cada imagen y personaje.
Luego teníamos hermosas caminatas por la ciudad en libre- Ciertamente el Maestro es un gran coleccionista, es por ello
rías y museos, sin hablar de las canciones en español que que la Casa Museo que es la Fundación Alirio Díaz contiene
nos enseñaba, esas piezas que más adelante encontré al oír en su patrimonio las colecciones del Maestro en distintas
áreas. Más allá de lo que es su obra, sus manuscritos, su biel Quinteto Contrapunto o Morella Muñoz…
blioteca, su música, etc. Las colecciones del maestro son de
Mi padre para mí representa el encuentro con lo que es carácter antropológico, como piedras de su espacio geográposible alcanzar mediante la sensibilidad, es amar el arte fico natal, objetos de usos y costumbres de su aldea, etc.
en toda su dimensión y es profesar, en cada momento de la
11.- Como Directora de la Fundación Alirio Díaz,
vida, un gran respeto por el otro.
¿qué planes tienen, para eternizar el legado de
9.- Cómo se inició el maestro en la música, es- su padre?
pecialmente en la guitarra?
Octavo hijo de padres campesinos, nació el 12 de noviembre de 1923 en La Candelaria, caserío caroreño del Estado
Lara. De niño demostró aptitudes musicales y una natural
curiosidad por la cultura. Allí vivió hasta los dieciséis años,
cuando empujado por los deseos de vivir y estudiar en Caro-
La Fundación Alirio Díaz, institución privada sin fines de lucro, tiene como misión principal preservar el legado artístico
del maestro Alirio Díaz.
Entre sus funciones están:
CAROHANA
29
Conservar el patrimonio personal del maestro compuesto por instrumentos musicales, su archivo musical (cintas
magnetofónicas, material discográfico, casetes de audio),
material audiovisual (videocasetes, películas), material fotográfico, partituras, afiches, programas de mano, material
hemerográfico y epitomar, entre otros.
Luego, existe el Concurso Internacional de Guitarra Alirio
Díaz para Jóvenes que se lleva a cabo en Roma. Italia, bajo
la Dirección Artística de Senio Díaz, hijo del Maestro. Este
año este concurso llega a su 4ta edición y el anual.
Otro certamen es el Concurso Nacional de Guitarra Alirio
Díaz que se efectúa en Carora, y que tiene tres ediciones. Es
de carácter bienal.
Custodiar y preservar el archivo de manuscritos (originales
de investigaciones sobre musicología y folklore), partituras
originales de sus armonizaciones y arreglos y otros docu- Estos prestigiosos certámenes rinden un merecido homementos de gran valor para la historia musical de Venezuela. naje a la dimensión artística del Maestro y celebran el invaluable aporte que le ha legado a la Escuela Guitarrística
Custodiar y preservar su biblioteca particular, especializada Nacional, a través de la formación y apoyo a nuevos valores
en música, literatura, entre otras disciplinas artísticas.
del instrumento, así como a la promoción de importantes
Cursos y Concursos Internacionales de Guitarra y la recopiConformar un Centro de Documentación Musical para la con- lación, transcripción, arreglos y armonización para Guitarra
sulta de investigadores, especialistas, docentes, estudiantes que ha realizado del folklore de diversos países de Europa,
y público general, tanto de Venezuela como del exterior.
Latinoamérica y especialmente de Venezuela, los cuales son
actualmente interpretados en todo el mundo.
Publicar partituras inéditas, editar sus investigaciones, así
como ampliar su producción discográfica.
Igualmente buscan impulsar y colaborar en la carrera musical de las más recientes generaciones de guitarristas de
Promover actividades de formación en el campo de la músi- Venezuela y el mundo, razón que lo convierte en escenario
ca, como conferencias, charlas, talleres, cursos, seminarios, privilegiado para los nuevos talentos de la escena guitarrísasí como organizar eventos musicales para la difusión de la tica.
guitarra, su repertorio e intérpretes.
Considero que el Maestro es retribuido, en cierta manera, a
Promover la realización de producciones audiovisuales (ra- través de estos eventos que elevan su nombre y enaltecen
dio, cine y televisión) que tengan como objetivo la difusión su vida dedicada a la guitarra.
de la música en general en sus distintos ámbitos (clásico y
popular) y de la guitarra en particular.
Estrechar vínculos con instituciones educativas y culturales,
organismos públicos y privados con la finalidad de desarrollar proyectos conjuntos que estimulen la creación y la
difusión musical.
Es mucho el trabajo por hacer…
12.- Hablemos del concurso de guitarra en sus
dos modalidades.
Actualmente hay tres concursos de guitarra que llevan el nombre el Maestro Alirio Díaz. El más antiguo es el Concurso Internacional de Guitarra Alirio Díaz que desde el 2000 se realiza en Carora, a petición de mi padre. Es un Concurso de gran renombre a
nivel mundial y acuden guitarristas de todas partes.
30
CAROHANA
ALIRIO DÍAZ UN MAESTRO EJEMPLAR
Felipe Izcaray
Alirio Díaz fue cómplice en mi decisión de escoger la música
como profesión definitiva. Corría el año 1969 y mis estudios
universitarios en la Escuela de Sociología de la UCV estaban
interrumpidos a causa del proceso de renovación académica que sacudía los cimientos ucevistas y mantenía inactivas
sus aulas. Si bien me parecía muy interesante la profesión
de sociólogo, en mi fuero interno me sentía músico, aspirante a director de coro o de orquesta. Pero las condiciones que el país le ofrecía a un joven provinciano aspirante
a músico, no habían variado mucho desde los años en que
Alirio y Rodrigo se habían trasladado a la capital a estudiar.
Peor aún, no existían estudios formales de dirección de coro
o de orquesta en ninguno de los conservatorios oficiales o
privados.
en el aeropuerto de Roma la conexión para viajar a Sicilia
con la Orquesta Municipal de Caracas, Alirio me pidió que lo
ayudara a cargar su pesado equipaje y pasarlo por la aduana. Llevaba su acostumbrado cargamento de quinchonchos
y plátanos verdes para hacer tostones. Para mi sorpresa,
Alirio fue recibido con aplausos por los agentes aduanales
italianos, quienes le saludaban amablemente con admiración “prego, avanti Maestro”.
Era la época de oro de Alirio Díaz, considerado entonces
como uno de los mejores, si no el mejor, de los guitarristas
del mundo. En mis años de estudiante en los Estados Unidos
adquirí un disco de Alirio Díaz, grabado por la afamada compañía EMI, que decía en su carátula “Alirio Díaz, considered
by many to be the best guitarrist alive” (Alirio Díaz, considerado por muchos el mejor guitarrista viviente). El orgullo
caroreño casi hizo que mi pecho estallara ante ese merecido
elogio a nuestro artista universal.
Este gigante de la guitarra, el mismo que tocó en Julio de
1975 para el más numeroso público jamás visto en el Aula
Magna de la UCV, cuando más de 4000 personas escucharon deslumbrados su recital en butacas y pasillos totalmente llenos, dejando apenas un pequeño círculo para que el
maestro, sin micrófono, vistiera de gala la música de los
grandes, siempre ha estado dispuesto a apoyar a músicos
jóvenes, sean guitarristas, directores de orquesta, cantantes
o instrumentistas de otra especialidad en sus respectivas
carreras.
La generosidad de Alirio Díaz hacia mi persona no terminó
con la orientación vocacional antes mencionada. El 30 de
noviembre de 1976 dirigí mi primer concierto orquestal con
la Orquesta del Centro Simón Bolívar y le solicité a Alirio
Díaz que actuara como solista en ese concierto. El maestro
aceptó gustoso en darle ese gran espaldarazo a un joven
Fue luego de un concierto que dirigí en la Casa de la Cultura director caroreño prácticamente desconocido en esa área.
de Carora, con un grupo de miembros del Orfeón de la UCV Las tres mil butacas del Aula Magna de la UCV fueron toy que bauticé con el nombre de “Coro de Cámara de Cara- talmente ocupadas por sus fieles seguidores y la presencia
cas”, cuando recibí la visita del admirado Alirio Díaz detrás del maestro ayudó a darme a conocer como conductor de
del escenario quien me dijo: “¿Y qué haces tú estudiando orquesta.
sociología? ¡Tú eres un músico nato y te debes dedicar a
eso!”. Pasado mi inicial estupor me dije a mí mismo: “si el Alirio Díaz interpretando el Concierto en La Mayor de Mauro
Maestro Alirio opina que yo debo ser músico, pues músico Giuliani con la Orquesta de Cámara del CSB, dirigida por
seré”. Esa decisión me ayudó a encaminar mis gestiones Felipe Izcaray en el Aula Magna de la UCV, 30 de noviembre
posteriores para lograr los medios y trasladarme al exterior de 1976.
y orientar mi vida hacia la profesión musical.
Soy testigo de la admiración que genera el maestro Díaz en
muchos países. Recuerdo cuando en 1981 coincidimos en En la década de los años 60 y 70 acudían jóvenes guitarrisun viaje a Italia, su segunda patria. Mientras yo esperaba tas de todo el mundo a los cursos internacionales dictados
CAROHANA
31
por el maestro en la UCV, los cuales eran coronados por un
concurso que ha derivado en el ya arraigado “Concurso Alirio Díaz” que se celebra actualmente en su querida Carora.
Como músico profesional, muchos años después de esa recordada recomendación vocacional de 1969, he compartido
escenario con el Maestro Díaz en diversas ocasiones. En
1979 tuve el honor de ser acompañado por un emocionado
Alirio Diaz en una memorable gira con las orquestas juveniles de Barquisimeto y Carora por varias ciudades de Venezuela. También grabamos juntos en 1980, la primera versión
en estudio del Concierto para Guitara de Antonio Lauro con
la Sinfónica Simón Bolívar y actuamos juntos con distintas
orquestas a través de los años. Debo decir que siempre ha
sido el mismo Alirio, el hombre sencillo, tranquilo y reservado que, para nuestro deleite, se acrecienta cada vez que
se posesiona y domina con su singular virtuosismo las seis
cuerdas de su lira ancestral.
Termino este recuento con una anécdota memorable de la
que fui testigo. En Mayo de 1980 dirigí la Orquesta Simón
Bolívar en Ciudad Bolívar. El solista del concierto fue Alirio
Díaz y estaba también presente el maestro Antonio Lauro.
Nos habían alojado en un hotel con vista al río Orinoco. Horas después cuando descansaba en mi habitación, escuché
unas voces cantando acompañadas de guitarras. Bajé curioso, atravesé la calle y allí estaban sentados en un pequeño muro los dos maestros, Antonio Lauro y Alirio Díaz con
dos guitarras “…cantándole canciones a nuestro gran río”.
Como músico venezolano y gran admirador de nuestra música, me sentí testigo mudo y privilegiado de poder disfrutar
de ese momento tan especial. Sentí que Carora, una vez
más, estaba presente en un lugar mágico, en las manos de
un gran intérprete, al lado de otro gran maestro.
32
CAROHANA
EL MAESTRO ALIRIO,
Y SU COLOQUIO CON EL DIVIDIVE
Prof. MSc Emerson Corobo Rojas
El coloquio que con un Dividive sostuviera el Maestro Alirio
Díaz, y se encuentra cómo Epístola en su libro “Al Divisar
el Humo de la Aldea Nativa” y que titula “Al viejo Dividive, árbol del amor, de la alegría y la esperanza”, me
ha incentivado a escribir sobre tan importante árbol por dos
razones: La primera, con el fin de incentivar a los jóvenes
investigadores, cuenta cuentos, tradicionalistas, cronistas
vehementes, ensayistas, viajeros oteadores y chamarreros
de la historia; de la contribución Geohistorica que nos legó
este insigne caroreño Cosmopolita en esta obra de genero
costumbrista. La otra razón, la de cumplir con la palabra
comprometida con el maestro, de hacer un ensayo sobre el
Dividive donde analizara e interpretara su trabajo.
El Maestro Alirio nos deleita con la narración muy particular de una geografía seca y polvorienta, retratando objetivamente sus recursos naturales, la biodiversidad, su flora
y fauna, con una percepción muy personal, sumergidas en
recuerdos vividos, en la parte social, histórica, autentica, su
visión es muy de él, fusionando la sinceridad con la fantasía, con sus quimeras, con las imaginaciones, miedos, con
las expectativas que tiene todo ser humano, con una gran
riqueza temática de ese territorio árido y seco donde nació y
se crió hasta la adolescencia: La Candelaria.
Impresiona el trabajo del maestro Alirio, en la parte operativa de su investigación tan peculiar, sin haber escrutado un
método investigativo toca y observa con una gran capacidad
perceptiva y recibe de estos reflejos, la comprensión y el
conocimiento para luego describirlo tan acertadamente.
El Maestro Alirio Díaz, al igual que nuestras etnias indígenas,
ha tenido una clarividencia de su espacio, bajo una visión de
su propia cosmovisión ascentral, producto de su herencia
cosmogónica, que por pertenencia le ha fortalecido parte
de su patrimonio cultural con el cual se identifica. Desde su
niñez rural, discernió el sentimiento espiritual y sagrado de
su tierra, estuvo presente en su razón y en su accionar hacia
la preservación y plusvalía de su territorio ascentral.
El maestro Alirio, nos describe en su libro; lo siguiente: “…
Era un maniático visitador de todas las casas, habitadas o no, quizás con la pretensión de descubrir algo
importante de su historia, de sus bellezas especificas
o de sus misterios (…) Los testimonios del viejo estanque del lugar, ya entonces casi del todo desecado, cuyo
bello nombre me llenó siempre de curiosidad, el tanque
Siruma…”. Es así como concibe la historia de su pueblo,
de su lar nativo.
Nombra con esmero los árboles que “hacían de corona” en
“La Estación Florida” alrededor del estanque Siruma: Cujíes, veras, curaríes, tamarindos y el incomparable Dividive.
En este contexto el provincialismo, lo zamarro, lo campesino,
lo llevan a una audaz interpretación y profunda sensibilidad
con la arcilla del cual estaba hecho, del espacio caliente y
seco, que, para muchos, pareciera tierra inhóspita y estéril,
cubiertas de espinos, cardones, abrojos y tunas. Un paisaje con olor a seco, olores naturales apreciados al olfato de
quienes vivían en el lugar. Esa arboleda antes nombrada,
proveía el aroma, la recina, las flores, hojas y raíces que
pudieron servir en el pasado colonial de materia prima para
hacer bálsamos, jabones y perfumes.
El Dividive es de la familia de las papilionáceas, y en la
Candelaria echó raíces en la tierra y se fue formando y se
convirtió en un árbol leñoso y chato, con un tallo que tiene
de 3 a 5 metros de altura, y sus ramajes con sus hojas
llenas de foliolos le dan una forma que se asemeja a una
sombrilla en medio de las ardientes sabanas de la aldea que
lleva por nombre La Candelaria. Dentro de las misiones de
este árbol está la de producir sombra y un fruto que es como
una leguminosa enroscada y carnosa que en un principio
es verde y reluciente para prontamente tornarse marrón y
posteriormente negra, tiene pequeñas semillas de las que
se obtiene taninos. El Tanino se utilizó en toda la jurisdicción
de Carora como materia prima para la curtiembre de cueros
en el siglo XIX.
CAROHANA
33
El Dividive del Maestro Alirio es un “árbol de amor, de alegría y esperanza”, era “la meta lirica” de de los pájaros en
su polifonía, este árbol se encontraba diagonal a su casa,
donde la música era el pan espiritual de cada día, casi en
todas las casas de los habitantes de esta comarca, tenían
un cuatro o una guitarra. El Dividive se convirtió en un árbol
bello, enorme y frondoso y contaba su asiduo visitante, el
joven Alirio Díaz, de día y de noche, y en las noches cuando
creía que nadie lo miraba, el Dividive entrelazaba sus ramas
tocándose, acariciándose unas a otras produciendo un extraño sonido como música celestial, como un canto de diferentes tonalidades emergía desde lo profundo de sus entrañas, en el Dividive estaban los sonidos bien afinados que
con el viento proporcionaban sus ramajes. Y como si fuera
la Virgen del Rosario de la Chiquinquira de Aregue, sostenía
en sus brazos al niño, y Él a su pajarito rojo- el cardenal-,
al Dios-te-dé, a los canaritos, los turpiales, las palomitas, el
picaflor y los gonzalitos, quienes se turnaban en el día, para
entonar las más bellas notas del pentagrama musical, era
un amor profundo del árbol por esos diminutos músicos.
Con el Dividive se impregnó el Maestro de un profundo sentimiento por la música, cuando terminaba sus investigaciones que le servirían para el libro, sobre su aldea, subía a su
ramazón a extasiarse y entonar canciones acompañado de
los trinos de los pájaros y del ritmo que le ponía, los ramajes
al paso del viento implacable. El Joven Alirio maduraba junto
con su árbol, su personalidad y perfeccionaba ese Don que
le había deparado el Creador, el oído musical. Siempre le
echaba mano a la guitarra y rebuscaba en el método de
Guitarra que le había dejado su abuelo.
El joven Alirio soñaba con ser grande como escritor, como
periodista, pero las lecciones de este árbol fueron tan profundas que le guardarían un grato futuro, que no tenía previsto. Seguía leyendo los periódicos de la época y a pensar
cuando llegaría el día de conocer al Poeta Cecilio Zubillaga
Perera, para entregarle el trabajo de investigación que había
realizado, enamorado de la historia de su pueblo, de sus
raíces.
Toma la decisión y se va a Carora, muy joven con un cúmulo
de esperanzas y con un objetivo especifico, bien definido,
hacerlas una realidad. Se empecina en ser escritor y el 18
de diciembre de 1939, escribe su primer articulo en ¨El Diario” de Carora, y voy a repetir lo que Don Chío escribiera:
“…Esto que hoy traemos al público sobre el tablado
de nuestra tribuna, es un muchacho que hace cuarto
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CAROHANA
grado escolar en esta ciudad. Es el jovencito Alirio Díaz,
en quien se observa la propensión por la materia histórica. Persona que lo conoce bien, dícenos que en Díaz
hay ese gusto característico de los desenterradores de
secretos al pasado, a quienes el olor de los papeles
viejos le sabe como sabrosa fragancia…” Don Chío no
se equivocó, Alirio Díaz nos deja su libro “Al Divisar el Humo
de la Aldea Nativa”, que viene a ser una herramienta de
incalculable valor, para realizar una buena investigación, es
una base sustentable, del verdadero desarrollo endógeno
que hoy pudo haber sido y mañana será la piedra angular
de un proceso de desarrollo, social, cultural y económico de
nuestro País.
Pero Don Chío en los ratos libres escuchaba la música que
salía de las cuerdas de la guitarra del Joven Alirio Díaz.
Como si llegara a sus oídos el mismo trinar de la polifonía
de los pájaros y el ramaje del Dividive. Y llegó a una conclusión, este valor musical no se puede perder y es cuando
hace varias cartas y una muy especial al Maestro Laudelino
Mejías… el resto de esta historia la conoce usted.
UN GUITARRISTA LLAMADO ALIRIO
Cécil Álvarez
Capítulo I
Venía cansado, muy cansado, pero con el corazón alegre pues ya estaba arribando a su ciudad de luz. El
paisaje por esa época de primavera, cuando caían las
primeras lluvias de Marzo, era algo que lo sobrecogía al
punto de haberlo considerado siempre como de su exclusiva propiedad. Las señas del inclemente verano, herencia de los meses de Diciembre, Enero y Febrero eran
fuertes para la vegetación xerófila, pero las primeras
lluvias, como de costumbre, llegaban el 21 de Marzo,
los árboles florecían preparándose para la reproducción
como defensa ante la muerte y el estado latente al cual
habían sido sometidos. Hermosas flores de todos los
colores donde sobresalía el amarillo oscuro, adornaban
a todos los árboles de la carretera, ese espectáculo, en
todo momento, lo había hecho reconciliarse con su tierra, con la naturaleza. Lo llevaban a estados de ánimos
que no comprendía pero que lo hacía inmensamente
feliz.
Con esos recuerdos comenzó el carro a arribar a su ciudad, el cansancio y pesadez desaparecieron como por
arte de magia, vino a su mente el recuerdo del día que
abandonó el campo, el pueblo cercano a Carora donde
había nacido: La Candelaria. Saltó la talanquera y como
un hombre fugitivo había llegado a Carora en busca de
su maestro don Chío Zubillaga. No es que desdeñaba
su origen. No es que se avergonzaba de ser campesino.
Al contrario, hasta esa edad, había disfrutado enormemente de ser oriundo de ese caserío de apenas seis o
siete casas, dispuestas en un desierto lleno de arena y
de polvo. Disfrutaba desde niño el corral mañanero de
chivos de su padre cuando salían todos los hermanos
con su tarro de café a ordeñar una cabra para obtener
leche. Llegado el momento de jopear los chivos le parecía que estaba repitiendo la historia del Rey David,
pastor como él, que tuvo con su fonda u honda chivera,
igual a la que él tenía, matar al gigante enemigo de
su pueblo, hecho que lo catapultó para convertirse en
Rey. Esa fonda era para meter en cintura a los chivos
que querían descarriarse y también a aquellos animales, como perros salvajes, que querían atacar el ganado. También servía para la caza de iguanas, momento
el que casi siempre regresaba a su casa con una o
dos iguanas atadas a su cinturón. Recordó con agrado
como después conoció a una familia que tuvo fama de
embustera y fantasiosa, y los muchachos contaban que
cuando ellos agarraban las iguanas hembras en lugar
de abrirlas y coserlas para sacarle los huevos, le ponían un cierre o cremallera para no tener tanto trabajo.
Siempre soñó además, que con esa fonda, algún día él
también mataría a un gigante como hizo el Rey David.
Esa sería su espada como la de los antiguos caballeros
de la Edad Media que veía en los libros de historia de
su hermano mayor. Precisamente, cuando tenía aproximadamente siete años, su madrina le regalo una chiva
joven preñada y para esa fecha ya adolescente contaba
con treinta cabezas, entre cabras, cabritonas más un
padrote, como era costumbre los chivitos machos se
vendían a los pocos días de nacido junto con la cagarruta de los animales.
Se dedicó entonces a la labor del campo. Siempre tuvo
problemas con la autoridad paterna, pero terminaba
sometiéndose a sus órdenes, a pesar de que a él le parecían injustas y digna de esclavos: tenía que sembrar
maíz con barretón pues no había instrumentos como
los bueyes para arar la tierra, jopear los chivos, estar
pendiente del ganado vacuno, limpiar los alrededores
de la casa eliminando el monte, y el ejercicio más fuerte era la hechura con la correspondiente limpieza de
lagunas para almacenar aguas para poder soportar los
inclementes veranos a que se veía sometida cada siete
años la región En ese desierto tuvo una inmensidad de
tierra que recorrer para recoger los chivos. Así tenía que
llegar a veces hasta San Francisco, pueblo ya grande
de varias casas y capital del Municipio, hoy parroquia
Montes de Oca, sin embargo, La Candelaria pertenecía
CAROHANA
35
en ese entonces al Municipio Burere cuya la capital era
El Empedrado. En San Francisco tuvo su primer contacto con la civilización. Fue allí donde se acercó por
primera vez a la música y a la literatura. Contacto que
había sido estimulado por su maestra cuando llevó a La
Candelaria una persona que tocaba guitarra. El tenía un
cuatro pues su padre lo tocaba, pero cuando conoció
la guitarra un mundo se abrió en su mente, momento
en que, decidió que su arma de guerra sería de ahora
en adelante la guitarra. Cambió la fonda u honda por
la guitarra y le tocaría matar gigantes con ella durante
toda su vida.
San Francisco, era para él el sumun de la civilización.
Allí existía un pueblo donde las casas estaban como
toda construcción herencia de España, separadas solamente por una pared medianera que a veces era una
simple cerca de cardones y tunas, y se dice que fue
fundado por Don Víctor Arapé quién era el mayor propietario de tierras de la zona. Se cuenta que don Víctor
era mayordomo de la iglesia y administraba como tal,
una gran porción de las tierras propiedades de esta institución, que al llegar Guzmán Blanco a la Presidencia
de Venezuela, la iglesia perdió sus posesiones y éstas
fueron adquiridas por los habituales mayordomos. Ese
fue el inicio de los grandes latifundios de su tierra que
se consolidaron en los inicios del siglo XX. Esa fue la
manera de que don Víctor Arapé se convirtió en uno de
los mayores latifundistas del entonces Distrito Torres.
En San Francisco existía una escuela regular que llegaba
en ese entonces a tercer grado y no era como la que
veía en la Candelaria donde se aprendía a leer debajo
de un cuji, gracias al esfuerzo de sus padres. En su caso
particular, él tenía padrinos y a su padre, quién siempre
fue entusiasta con la lectura y todo lo relacionado con la
adquisición de cultura, de educar bien a sus hijos, etc.
Gracias a esa característica personal de su familia aprendió a leer y desarrolló la pasión por la lectura. También
pudo constatar que en la botica del pueblo de San Francisco, habían nacido dos niños que serían conocidos en
el país al llegar a adultos como eran Alí Lameda y Rale,
hermano del primero. Siempre le impresionó hasta llegar
a extremos de envidiar a Alí Lameda, pues prácticamente
eran de la misma edad. Alí, a esa temprana edad, ya se
perfilaba como un excelente escritor, conocedor de una
amplia y profunda cultura. Rale, su hermano, se convirtió
en cambio, en un gran caricaturista en el país. En San
36
CAROHANA
Francisco conoció también a músicos que le impresionaron puesto que formaban un conjunto de cuerdas integradas por bandolinas, cuatro y guitarra acompañante.
Allí se deleitó con los músicos e impregnó a su alma de
ella al extremo de convertirla en su norte, en su meta, en
su programa de vida. Pudo entonces con esos músicos
incursionar en cuatro, bandolina, guitarra y llegar además
a la conclusión, ya en edad madura, que definitivamente
esos pueblos donde se incluía a Carora, la música era
algo espontáneo que constituía el alma de la gran región.
También visitaba caseríos muchos más grandes que
el suyo como Muñoz donde la familia Nieves lo acogía
cuando éste quería incursionar en la guitarra. Las niñas de la casa, se ejercitaban en ese instrumento y se
lo cedían con gusto cuando Alirio lo requería. Grandes
músicos surgieron de esa familia como por ejemplo don
Julio Nieves quién se fue a vivir a Carora, tuvo doce hijos
la mayoría de ellos músicos, en donde destacó Valmore
Nieves excelente guitarrista clásico y popular también.
Toda su infancia la pasó entre ese desierto bajo un sol
inclemente que curtió su espíritu para trascender ese
campo y esa manera de vivir. No podía considerar su
existencia en ese medio como traumático, sino al contrario, en todos los momentos de su vida por el mundo,
pudo ejercer con autenticidad su profesión de músico
y guitarrista, porque un pedazo de ese paisaje, seco y
resquebrajado, lleno de cardones, tunas, yaguas, cujíes,
zábilas, etc, lo llevaba consigo como un soporte para
continuar batallando en la vida.
Su casa era por supuesto, una casa pobre, austera, hecha de barro, bahareque, pintada de cal blanca, resto
tal vez de la cultura sincrética entre España, las culturas
Africanas y autóctonas de nuestra tierra . Al lado del
zaguán tenía otra puerta donde estaba la bodega de su
padre. El se abastecía en Carora diariamente, también
le llegaba la prensa enviada por un señor llamado Luis
Beltrán Guerrero de quién su padre decía ser un señor
muy culto. El Diario de Carora era el alimento literario y
espiritual de su casa. Recordaba que, con ese periódico
habían aprendido a leer todos en su casa: él había prometido ser algún día columnista del mismo.
Al entrar a su casa por un pequeño zaguán se abría de
repente al final del mismo un patio en forma rectangular
embellecido por las matas que allí estaban sembradas:
granadas, una mata de mango, varias matas de flores
donde no faltaban una de rosa blanca, varias trinitarias
que florecían sobre todo cuando el verano apretaba, tal
y como estaba sucediendo en ese momento a su llegada después del largo viaje de Europa a la Candelaria.
El piso de la casa era de cemento pulido, su madre lo
mantenía resplandeciente. Alrededor del patio se situaban los cuartos, en al fondo en el ala derecha, se situaba la cocina de leña, con varios fogones y en donde en
las mañanas resaltaba el olor a café recién hecho. Era
un alivio cuando el sol estaba en lo más alto, sentir el
fresco de su casa apenas al entrar a ella.
Su madre era una mujer de baja estatura, apenas un
metro cincuenta y siete, de rasgos indiados y en ese
momento se encontraba “seca” por haber parido diez
hijos, pero donde se notaba que había sido bella cuando tenía quince años. Así lo demostraba una foto que
siempre conservó de esa época precisamente. El pelo
de su madre, liso pero que podía ondularse si se cuidaba, que notaba precisamente un mestizaje no definido
claramente, se dejaba caer sobre los hombros cuando
se preparaba para ir a misa o a una fiesta, pero cotidianamente lo cargaba recogido con una liga para que
no le molestara en las faenas diarias del trabajo. Sus
ojos eran profundamente negros y cuando oía música,
sobre todo si tocaban sus hijos, éstos brillaban y disfrutaban lo que estaba oyendo. Era además una gran
cantante y junto a sus hermanas interpretaban a dúo,
valses, merengues, conocía a fondo todos los golpes
del tamunangue. Alirio siempre supo que su herencia
musical provenía de lado de su madre, y sobre todo, el
éxtasis ante una música bien hecha, era herencia de
esa capacidad de ella que se sobrecogía ante la fuerza
telúrica de las canciones que amamantaron la infancia. De su padre, a pesar de provenir de una familia
de músicos donde él mismo era un buen ejecutante de
cuatro, heredó esa capacidad por la búsqueda del conocimiento. Él estimuló el que aprendiese a leer y todos
los días, sobre todo los seis hermanos varones leían
con su padre El Diario de Carora y otros periódicos que
llegaban hasta La Candelaria. Candelaria, ese nombre
candela, candelilla, candelita, posiblemente fue puesto
por algún viajero que se posó en el sitio y agobiado por
el sol manifestó que la zona era precisamente CANDELA, o alguna otra persona que tenía mala situación
económica y atravesaba precisamente por una candelilla muy fuerte. La candelilla es el nombre que se le da
a un parásito que “quema” prácticamente el pasto que
se siembra para el ganado y que surge precisamente
cuando las lluvias son malas, no son abundantes. Lo
cierto es que ese sol quemaba inclementemente y a él
le parecía que quemaba hasta las ideas. Sin embargo,
investigaciones hechas por él mismo le hicieron ver que
el primer nombre del caserío fue “el tanque de Siruma”,
que eran unas posesiones que tenía la viuda de don
Juan de Salamanca fundador de Carora de nombre María Gutiérrez, que en esos momentos, a los alrededores
del 1600 estaba casado con un tal Fernando Ocando
en segundas nupcias. Allí existía un tanque de agua que
todavía el pudo ver ya por supuesto menguado y embonado como se dice coloquialmente. Siruma se dice que
en lengua goajira significa cielo, pero posteriormente
hasta el inicio del Siglo XIX, La Candelaria era conocida
como Hueso de Venado, nombre mucho menos bonito
que el de cielo en goajiro. También investigó que fue
un canario de nombre Norberto Piñango, jefe civil del
Cantón Carora quién al envejecer se fue a morir a La
Candelaria y como era devoto de la Virgen de La Candelaria patrona de las Islas Canarias, optó por bautizar
al pueblo con ese nombre.
Es de destacar que tanto él como sus hermanos no permitieron que el sol les derritiera las ideas y ellos creen
que fue por la influencia sistemática del padre. Éste estimulaba las lecturas buenas. Recodaba que cuando tenía aproximadamente quince años cayó en sus manos
“Doña Bárbara” de don Rómulo Gallegos. Allí las ideas
de Progreso y la esperanza de un futuro provisor se le
fueron metiendo en lo más hondo de su alma que hizo
que decidiera, cuando estas ideas se clarificaron en su
espíritu, marcharse hacia la gran ciudad, Carora, y de
allí a otras regiones en búsqueda de conocimientos que
saciaran su alma.
Así, recuerda como en una oportunidad, a principios del
mes de diciembre en la salida de las lluvias del año,
cuando se encontraba en el monte con los chivos, oyó
una voz lejana que lo llamaba: Alirio, Aliriooooo, Aliriooooo, le gritaba, y a medida que se acercaba reconocía
que era su hermano mayor Fulvio que lo llamaba insistentemente. Cuando éste se presentó ante él, le dijo:
__ Alirio nuestro padre, Pompilio, te llama. Quiere que
vayamos a Carora a hacer las compras navideñas, sobre todo los ingredientes para hacer las hallacas.__
CAROHANA
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__ De acuerdo, déjame buscar a Gere para encargarle rros no tendría escapatoria a no ser que bordearan el
recoger los chivos.__
camino principal.
Hecho esto los dos se marcharon en busca de las casas
del pueblo para irse a la gran ciudad.
En llegando a su casa, encontraron que la camioneta doble tracción, que hacía viajes desde Carora a La
Candelaria, los estaba esperando. En la casa había un
movimiento mayor que de costumbre y su madre impartía órdenes porque se iba con ellos para Carora. Ya
en el carro y con la camioneta en marcha, Alirio se sumió en pensamientos donde entre otras cosas estaba
el despeje de la incertidumbre de cómo sería Carora,
pues nunca había ido a pesar de tener en esos momentos, quince años cumplidos. Siempre oyó a su padre
hablar de ella con cariño, pero también, con respeto y
miedo. Allí estaba la cultura, El Diario y un señor muy
culto, descendiente de los godos caroreños, que había
tomado partido por los pobres y campesinos, su nombre: Don Cecilio Zubillaga Perera. El iba con su guitarra
al hombro dispuesto a vencer al primer gigante, apenas
tenía quince años y todavía usaba pantalones cortos.
Sus pensamientos también se desviaban y lo hacían escudriñar en la causa de la relación particular de su vida
con los nombres Romanos: Su padre se llamaba Pompilio, y tenía dos hermanos, uno llamado Fulvio y otro
Numa. El se había criado dentro del catolicismo pero
su maestra de catecismo, que era su madrina, le había
hecho hincapié en que su credo era católico, apostólico
y romano, y él en su ingenuidad campesina aceptaba
con placer el connubio entre Roma y los Cristianos y
por eso le parecía importante que en su casa había ese
contacto con Roma: ––Algún día llegaré y conquistaré
esa ciudad, por ahora me contento con conquistar Carora––, repetía en su interior.
El recorrido por esas playas anegadas de agua fue evidentemente dificultoso porque todo el terreno de la Otra
Banda, región donde venía, era en extremo arcilloso y
es por eso que se cuarteaba cuando el verano apretaba y se secaba la tierra. El trayecto que en línea recta
es apenas treinta kilómetros se realizó en cinco horas
porque en cuatro o cinco oportunidades la camioneta
se atolló en el barro. Su padre, él y sus hermanos tuvieron que bajarse y con picos y barretones que siempre
llevaban contribuían a excavar para sacar la camioneta
del atolladero, lo malo del asunto es, que mientras más
excavaban más profunda hacían la trilla y los otros ca-
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CAROHANA
Lograron llegar a Carora y llegó un momento cuando ya
cerca del Coyón, último caserío antes de llegar a la ciudad, se veía en línea recta toda la extensión de Carora.
Se veía el valle y cómo hacia el Nordeste se limitaba el
mismo por un pequeño cerro, que al decir de un pintor
merideño, era muy femenino ante la masculinidad de
la sierra andina. El origen de este cerro no parece muy
claro explicarlo pues está bastante retirado de la sierra
de Baragua y distante también de la cordillera andina
que muere precisamente en Barquisimeto. Si no fuese
tan grande y compacto daría la impresión de que fue
construido por el hombre, pero evidentemente no fue
así y tuvo desde el principio en nuestro colectivo, el del
ser un cerro sagrado que se levantaba sólo ante un valle donde se divisa éste en forma casi completa.
Cuenta la tradición que en época de la colonia un náufrago fue salvado del desastre gracias a su petición a
la cruz, y por eso cuando llegó a Carora donde vivía, le
levanto en ese cerro una capillita a la cruz y desde ese
momento todos los mayos se celebra el mes de María
y el de la cruz de mayo y durante ese mes se cantan
salves.
Alirio venía viendo ese valle donde también se distinguía a gran distancia la Iglesia de San Juan Bautista,
hoy constituida en Catedral, y cuando llegó al puente
Bolívar una gran emoción lo embargaba puesto que le
parecía estar entrando a una gran ciudad. Allí estaba su
futuro, se repetía, su padre nunca sospechó que estaba
a punto de brincar la talanquera y venirse sin consentimiento de su familia hacia esta gran ciudad donde ya
se encontraba su hermano Fulvio.
La Gramática de Bello. El tránsito a la modernidad
MARÍA CELINA NÚÑEZ
Sobran las explicaciones en la historia sobre el sentido de muchos de los
análisis hechos por Andrés Bello en la “Gramática”. Algunas tesis apoyan
que los motivos de su escritura fueron más que generar una conciencia de
identidad hacer del texto un elemento civilizatorio. María Celina Núñez estudia
detenidamente este libro con todos sus aportes teóricos –alejados de la usual
práctica de la gramática– e históricos –ligados a la nueva filosofía empirista,
pero no sin cierta presencia racionalista.
que todos manejamos y que cuenta también con las notas
de Rufino José Cuervo, repara –sin negar los rastros racionalistas de la obra– en aquellos aspectos que la aproximan
a la lingüística actual: las afirmaciones que hace Bello en el
prólogo sobre la arbitrariedad del lenguaje (que rompe totalmente con el paralelismo lógico-idiomático racionalista);
el reconocimiento de la historicidad de cada lengua: cómo
cada una tiene leyes diversas de evolución; la diferenciación
entre sincronía (estudio actual del idioma) y diacronía (análisis de su proceso histórico).
Andrés Bello / cortesía
Racionalismo y Empirismo
La Gramática de Andrés Bello, publicada en Chile en 1847
es la culminación de un trabajo sobre el lenguaje que tiene
dos antecedentes importantes, la Análisis ideológica de los
tiempos de la conjugación castellana –en el siglo XIX la palabra análisis era de génesis femenino– escrita en Caracas
hacia 1810 pero publicada en Chile con prólogo de 1841;
y el artículo “Gramática castellana” de 1832. Los múltiples
estudios sobre la Gramática pueden agruparse en dos tendencias básicas: las que vinculan la obra a la filosofía racionalista, y las que la ven como una expresión de modernidad
debido a la preeminencia del empirismo.
Amado Alonso, autor de la introducción de la edición aniversaria de 1972 realizada por el Ministerio de Educación
Los siglos XVIII y XIX son considerados claves en la historia
de la lingüística. De un modo general, puede decirse que en
el siglo XVIII hay una prevalencia de la “episteme” racionalista, para usar el término de Michel Foucault en Las palabras y
las cosas, y en el siguiente un predominio del empirismo. El
racionalismo, cuya más clara expresión fue la escuela francesa de Port-Royal se fundaba en un paralelismo lógico idiomático: la lengua no se regía por leyes propias sino que obedecía a la lógica del pensamiento: todas las lenguas están
ordenadas por las mismas leyes de pensamiento -que son
únicas-; y, por tanto, todas las lenguas se organizan según
categorías gramaticales universales. Este será, de hecho,
el criterio de comparación entre las lenguas. Siguiendo con
Foucault, esto implicaba que el signo lingüístico era siempre
“representación” de la realidad. Hay, por lo tanto, como indica Willburg Urban “confianza en la palabra”.
CAROHANA
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Pero hacia finales del XVIII, con el advenimiento de la filosofía empirista, esta confianza comienza a resquebrajarse. La valoración del dato sensorial cuestiona la posibilidad
de la palabra para nombrar lo no sensorial. Se trata, para
Foucault, de una nueva episteme en la que el signo lingüístico ha perdido su capacidad de representación. Las lenguas
son vistas como estructuras con leyes internas propias; lo
que da al traste con la noción de universalidad. Todo esto
significa que una vez que el lenguaje deja de ser representación –que las palabras ya no remiten inequívocamente a
las cosas–, aparece la noción de heterogeneidad de los sistemas gramaticales y de las leyes que determinan el cambio en cada uno de esos sistemas. Esto es muy importante
porque la lingüística como disciplina adquiere el sentido de
historia, pues cada sistema está afectado por una historicidad interna propia.
Una muestra de esto es el nuevo tratamiento del verbo ser.
Para la concepción racionalista este verbo era, fundamentalmente, la afirmación de la existencia; remitida, por lo tanto,
a una realidad exterior. El verbo “ser” era el principal y estaba implícito en todos los demás verbos que eran la suma de
la cópula más el atributo.
Para la lingüística empirista, en cambio, el verbo ser es igual
a todos los demás, pues su definición no descansa en criterios ontológicos (esenciales) sino funcionales. Así, la antigua
división tripartita de la oración (sujeto, cópula, predicado) es
sustituida por la bipartita (sujeto y predicado) y ya no se considera el verbo ser como constitutivo de cada verbo.
y, a la vez, que la Gramática contiene cierta presencia racionalista.
Al leer la Análisis, el apartado titulado “Del verbo” se pronuncia en contra de la noción tripartita de la oración.
Encontramos aquí una posición teórica vecina a la de la Gramática en la que se pronuncia así: “La filosofía de la gramática la reduciría yo a representar el uso bajo las formas más
comprensivas y simples”.
Otro aspecto interesante es la definición del infinitivo que
ofrece la Análisis: “El infinitivo es sustantivo porque ejerce
todos los oficios de la sustantivo”. Se trata de una definición
estrictamente sintagmática que atiende a criterios de función y no ontológicos como era característico de los postulado logicistas de Port-Royal.
De nuevo aparece el criterio del uso como norma de definición, cuando el autor señala que “si amaré es indicativo,
indicativo es también amaría, pues lo usamos en circunstancias análogas...”, muestra, además un alejamiento de la
práctica de la gramática general que se apoyaba en categorías latinas para el estudio de todos los idiomas, pues en
latín “amaría” es subjuntivo.
La Gramática
Según el norteamericano Barry Velleman, la influencia empirista coincide con los años londinenses de Bello, en los que
tuvo acceso –entre otras cosas– al método de la ciencia
experimental que privilegiaba la observación del dato concreto, y a la presencia en esa ciudad de emigrados españoles como Puigblanch y Salvá (este último, autor de una
gramática que puede ser considerada como la antecesora
de la de Bello). Por su parte,
Una lectura de la Gramática permite la detección de ambas
epistemes aunque no siempre en la misma proporción. Es
claro que el paso de una a otra no se produce de un día para
otro y por ello los discursos culturales, al reflejar ese proceso, pueden evidenciar una confluencia. Pese a ello, nuestra
apreciación es que el valor de la Gramática radica en sus García Bacca atribuye el interés por Bello al estudio objetivo
aportes históricos, en este caso ligados a la nueva filosofía del lenguaje y de sus estructuras gramaticales a la influencia de la lógica escotista recibida en sus años universitarios
empirista. En ellos haremos hincapié.
de Caracas.
Luego de estudiar a una serie de autores (Velleman, Alonso, Ardao, Yllera, García Bacca, Olza, etc.) podría pensarse Desde el punto de vista teórico, la modernidad de Bello resien una evolución desde la gramática general (fundamental- de en su definición que hace de la lengua en el prólogo: “El
mente expresada en la Análisis) hasta concepciones mucho habla de un pueblo es un sistema artificial de signos, que
más modernas manifiestas ya en su artículo “Gramática bajo muchos aspectos se diferencia de los otros sistemas de
castellana” de 1832, profundizadas en la Gramática. Pero la misma especie: de que se sigue que cada lengua tiene su
una aproximación cuidadosa a la obra en su conjunto mues- teoría particular, su gramática”.
tra que la Análisis no carece de elementos de modernidad
40
CAROHANA
Otros aspectos importantes, desarrollados en el prólogo, son
la noción de que la lengua es un sistema donde los elementos se definen por la función que cumplen: “Una lengua es
como un cuerpo viviente: su vitalidad no consiste en la constante identidad de elementos, sino en la regular uniformidad
de las funciones que estos ejercen, y de que proceden la
forma y la índole que distinguen al todo”.
formulación de la teoría propia de cada lengua concreta. Y
la teoría de una lengua no puede darse sino empleando una
nomenclatura apropiada, definiendo con exactitud y haciendo las clasificaciones oportunas.
Como ha señalado Emma Gregores (profesora de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina), la trascendencia de
la Gramática de Bello se debe a su extraordinario valor descriptivo. Y añadiríamos nosotros que también a sus aportes
teóricos, ya que, como muestran Velleman y Alonso, es un
adelantado a su época en lo concerniente a la concepción
de la lengua y de la gramática, ambos autores encuentran
numerosos puntos de contactos con el estructuralismo –que
coinciden básicamente con los aspectos arriba mencionados–. En este sentido es pertinente lo que señala Jesús
Olza, profesor de la UCAB y especialista en Bello en “El trazado científico de la Gramática de Bello”:
Arturo Ardao ve en esta afirmación una aceptación total del
paralelismo lógico idiomático de Port-Royal. Amado Alonso
observa la aceptación de una estructura que, una vez admitida, desechó para no usar. García Bacca opina que se
trata del fundamento del que partió Bello por lo que no la
minimiza a diferencia de Alonso.
Bello tiene una conciencia clara de cada lengua como un
sistema autónomo y diferente de los otros de su especie
en virtud de su estructura, de su gramática. Aquí radica la
En concordancia con esto, está el criterio sintagmático que modernidad de Bello. Pero no es posible calibrar su obra sin
define las partes de la oración. Así, por ejemplo, no consi- atender a la huella empirista. Bello es un hijo de su tiempo
dera al pronombre como una parte de la oración puesto que que cabalgó sobre dos filosofías contrapuestas. La genia“si ejerce las funciones de un nombre es, por lo tanto, un lidad consiste justamente en saber aprovechar ese bagaje
nombre”.
cultural contradictorio para hacer una síntesis y crear algo
nuevo. Es incuestionable que Bello lo hace.
Es importante resaltar el énfasis en el uso: “Acepto las prácticas como la lengua las presenta; sin imaginarias elipsis, La interpretación racionalista
sin otras explicaciones que las que se reducen a ilustrar el Existen tres aspectos fundamentales –entre otros– que han
dado lugar a una interpretación racionalista de la Gramática
uso por el uso”.
y pueden resumirse así:
Así como la concepción de una teoría gramatical que se
aleje de lo especulativo y que facilite la comprensión de 1. La afirmación de Bello en el prólogo de la existencia de
ciertas leyes generales del pensamiento que dominan
los hechos: “La filosofía de la gramática la reduciría yo a
todas las lenguas y serían la base de una gramática
representar el uso bajo las fórmulas más comprensivas y
universal.
simples”.
1. Hay consenso en torno a la filiación racionalista del
sistema verbal de Bello. Ardao y Alonso sostienen
este punto que García Bacca no menciona. Pero de
nuevo, las conclusiones varían. Mientras que para
Ardao se trata de una prueba más de la concepción
racionalista de Bello, para Alonso se trata del resultado de su formación juvenil que constituyó tan
solo una influencia parcial de la obra como conjunto.
El progreso de la ciencia gramatical va ligado al progreso
del lenguaje explicativo del metalenguaje: cuanto mejor se
adecúe el metalenguaje al lenguaje objeto, tanto mejor será
la gramática. En gramática todo progreso científico es un 2. La concepción del pronombre que maneja Bello –y que
siempre se ha tomado como ejemplo de su visión sinproceso metalingüístico.
tagmática y funcional de la gramática– concuerda con
la definición racionalista de la gramática general.
Bello dedicó gran parte del prólogo y de las notas de la Gramática a explicar las características más notables y más originales de su gramática como obra científica. Insiste en que Esto muestra, sin duda que el racionalismo hace una parte
el progreso de la gramática viene dado por el progreso en la muy importante no solo en la formación, sino también en
CAROHANA
41
los resultados de la obra gramatical de Andrés Bello. Si bien
este artículo ha dado preferencia al empirismo en su obra,
es innegable que una comprensión cabal de esta debe atender a la presencia de ambas epistemes.
Entre las obras capitales de Bello, la Gramática castellana
destinada al uso de los americanos, 1847, destaca por su
particular concepción del lenguaje. En el incitante prólogo al
volumen IX de las Obras completas, dedicado a los “temas
de crítica literaria”, apunta Uslar: “Como Amado Alonso lo
El papel fundacional: para uso de los americanos ha señalado, Bello reacciona contra la concepción ‘lógicoBeatriz González Stephan (“Las disciplinas escriturarias de general’, de la gramática, que era propia del racionalismo
la patria: Constituciones, Gramáticas y Manuales”. En Es- neoclásico. Su reacción es precisamente romántica, y se
tudios, No 5) ha señalado que en el siglo XIX la Gramáti- propone destacar lo localista, lo histórico, lo irracional en el
ca como “disciplina escrituraria de la patria”, perseguía un lenguaje. La síntesis de su pensamiento gramatical está en
objetivo civilizatorio porque la “estabilización lingüística” esta frase: los pensamientos se tiñen de color de los idiopermitía el logro de un objetivo civilizatorio: hacía posible la mas”.
propagación de la ley (Constituyentes) y articulaba las diferentes regiones nacionales en virtud de una norma común. Efectivamente, en el prólogo que Bello escribió para su GraSi la gramática buscaba fundar una lengua común para for- mática..., advertía que la misma palabra idioma indicaba
talecer la identidad nacional tanto en el espacio de la esfera que cada lengua tenía su genio, su fisonomía, sus giros. Por
pública como en el de la privada; también, en tanto sistema, lo tanto “cada lengua tiene su teoría particular, su gramátiservía de base para la edificación de un sistema secundario ca”. El racionalismo antihistórico no tuvo así cabida (por lo
–la literatura. Así, la preocupación lingüística tenía un se- menos plena) en su concepción gramatical.
gundo objetivo. Como ha dicho Julio Ramos, la gramática
sería un freno para la oralidad que, se creía, amenazaba Al trabajo exhaustivo que la Comisión Editora de las Obras
la unidad lingüística del continente. Y, por otro lado, las le- completasde Bello realizó en los años 50, habría que añadir
tras regularían una lengua nacional. Así se entiende mejor la labor editorial y de divulgación que ha venido cumpliendo
el alcance de la defensa del “uso” del lenguaje por parte la Fundación La Casa de Bello desde los finales de los años
de Bello, siempre que se adecuara a la práctica de la gente 70. Así, en el tomo Bello y Caracas (Primer Congreso del
educada.
Bicentenario) interesan, para la página de hoy, los ensayos
de Quiroga Torrealba (tiempos de la conjugación castellana
El primer humanista de América
y la formación lingüística de Bello), García Bacca (el perfil
Por Jesús Sanoja Hernández
humanista de Bello caraqueño) y, particularmente, el de ArPara no volver más, Bello partió en misión de patria el 10 turo Ardao sobre la iniciación filosófica de Bello y su “análisis
de junio de 1810. Lo acompañaban López Méndez y Bolívar. ideológica” de los tiempos verbales.
Serían tres protagonistas del drama venezolano desatado
el 19 de abril. López Méndez regresó y cumplió más tarde A publicaciones como esa, La Casa de Bello añadió momisiones diplomáticas. Bolívar regresó para no cejar en el nografías y textos especializados de Pedro Grases, Boulton
combate por la independencia. Bello no regresó: se quedó Feliú Cruz, Becco, David W. Fernández y del propio Bello,
en Londres, diecinueve años de investigación fecunda y re- como su epistolario con referencias a Caracas. Por otro lado,
flexiones de vario propósito. No faltaron los reproches por su la Revista Nacional de Cultura, por ejemplo en los números
autodestierro, tal como se le hicieron a José María Vargas 241 y 249, recogió los más variados trabajos acerca de su
por haberse asentado en Puerto Rico en los años más difíci- obra y su tiempo, con textos de Ida Gramcko, Oscar Samles de la guerra de liberación.
brano Urdaneta, Orlando Araujo, Elías Pino Iturrieta, Tomás
Polanco Alcántara, Brewer Carías y, entre otros más, Ricardo
La historia habría de saldar cuentas, porque si Bolívar se Krebs.
ganó el título (para él mayor que ningún otro) de Libertador,
y si Vargas fue biografiado como “albacea de la angustia”, Bello es un autor inagotable, cuyos aportes van más allá de
Bello sería calificado como el primer humanista de América. los temas gramaticales y lingüísticos, y tales son los casos
El de López Méndez es otro cuento que, por el momento, no de los estudios sobre el Derecho Internacional y el Derecho
viene al caso.
de Jentes, o el modo de estudiar la historia, la cosmografía,
la Filosofía del entendimiento. Habría que agregar la poesía,
42
CAROHANA
en parte de la cual coexisten la influencia clásica y el torrente
romántico. No resultaría impropio afirmar que América (que
atrajo a los románticos) estuvo presente muy tempranamente en la poética de Bello. La zona tórrida entró en ella mucho
antes que, con diferente temple y visión, la tomaran para sí
los poetas telúricos del siglo XX. Y esa doble corriente que
se nota en su poesía está visible, igualmente, en sus concepciones gramaticales, que es lo que María Celina Núñez
explica con claridad en el “tránsito a la modernidad” que
representó la Gramática, empujada desde el racionalismo
hacia el empirismo.
*Publicado el 11 de octubre de 1998
CAROHANA
43
Ante El Gran Inquisidor EL LIBERALISMO MÍSTICO
DE FIÓDOR DOSTOIEVSKI
A José Roosevelt Franquiz Yépez, in memoriam
En su relato El Gran Inquisidor, Fiódor Dostoievski aborda el tema del
liberalismo desde una óptica bastante novedosa: considera a Jesús
como un gran filósofo liberal.
Stefan Zweig: “La vida de Dostoievski es moralmente una conquista sin igual, porque es el triunfo del
hombre sobre su destino, una transmutación de la existencia exterior a través de la magia interior.”
Carlos Goedder
Fiódor Mikhaylovich Dostoievski (1821-1881) es un escritor
decisivo para entender la libertad personal desde la óptica
de lucha y desafío al destino. Quienes escribimos sobre temas de liberalismo económico y político podemos incurrir
en el error de olvidar el foro esencial donde se debate y resuelve la libertad, que es la mente humana. La libertad exige
responsabilidad y apertura a la incertidumbre, cargas que
pueden resultar insoportables y explican, en buena medida,
44
CAROHANA
la renuncia a este valor humano a favor de totalitarismos y
presiones populistas.
Una compilación didáctica de relatos del maestro ruso, prologada por el filósofo José Antonio Marina (1), incorpora un
valioso relato que forma parte de Los hermanos Karamazov
y es de 1880: El Gran Inquisidor. La trama es sugerente:
Cristo aparece en Sevilla, en tiempos de La Inquisición. Obra
milagros, es rodeado por la multitud y es detenido por el
Gran Inquisidor, quien lo confronta en un brillante monólogo,
en el cual Cristo escucha silencioso mientras se le condena
a ser quemado en la hoguera. Lo grave del tema es que el
Gran Inquisidor sabe que está ante Jesús, fundador de la
Iglesia a la cual defiende.
Cristo, tras quince siglos de espera, dista de ser bienvenida
por su totalitaria Iglesia. Ha de ser destruido en el auto inquisitorial. Quizás le hubiese hecho lo mismo a Karl Marx la
Checa de Stalin, bajo el mandato de Beria.
El Inquisidor sentencia a Jesús porque considera que ha
desatado una fuerza demasiado poderosa: la Libertad. El
prelado considera lo tormentoso de este regalo divino (p.
35):
“En vez de apoderarte de la libertad humana, la
multiplicaste, y gravaste así, con los tormentos que
provoca, el reino anímico de los hombres, por los
siglos de los siglos.”
“Te lo juro, ¡el hombre ha sido creado más débil
y bajo de lo que tú te imaginabas! ¿Acaso puede
cumplir él lo que tú? Le has estimado tanto que has
obrado como si dejaras de sentir compasión por él,
pues le has exigido demasiado, y eso tú, ¡tú, que le
has amado más que a ti mismo! De haberle estimado menos, le habrías exigido menos, y ello habría
sido más próximo al amor, pues su carga sería más
ligera.”
El Inquisidor acusa a su Mesías frontalmente (p. 33):
Una de las visiones más interesantes de esta reflexión del
Inquisidor se refiere al episodio de las tres tentaciones que
hace el Demonio a Jesús en el desierto (2). El sacerdote
considera que en ese episodio Jesús renuncia a esclavizar
al ser humano, rechazando tres fuentes de poder que apagarían su libertad. El sucesor de Torquemada lo resume así
(p. 33):
“Hay tres fuerzas, en la tierra, únicamente tres fuerzas
que pueden vencer y cautivar por los siglos de los
siglos la conciencia de estos canijos rebeldes por su
propia felicidad, y estas tres fuerzas son: el milagro,
el misterio y la autoridad.”
En este primer punto vale recordar a los adeptos al liberalismo que la defensa de la libertad entraña un elevado concepto del ser humano. Lo hermoso del credo liberal, de quienes
creen en la democracia, en el mercado y el libre albedrío, es
Jesús no quiere transformar las piedras en panes, ni arrojarque tienen una confianza ilimitada en cada individuo.
se al vacío para ser rescatado por ángeles ni adorar al DeEl Inquisidor emite dos terribles sentencias en este careo a monio para recibir los reinos del mundo. De algún modo está
Jesús, que se transforma en un monólogo del sacerdote (pp. escribiendo la sentencia de su propia muerte al renunciar
a esas oportunidades para conceder, en su lugar, el fuego
29 y pp. 31):
sagrado de la Libertad al ser humano. Por ello el Inquisidor
“… Para el hombre y la sociedad humana no existe considera ese episodio como “un milagro atronador verdani ha existido nunca nada más insoportable que la deramente auténtico.” (p. 28)
libertad…”
“Para el hombre no hay preocupación más constante y atormentadora que la de buscar cuanto antes, siendo libre, ante
quien inclinarse.”
En este discurso, el Inquisidor considera que la Iglesia, a la
cual defiende, ha sido la solución para dar paz al Hombre
respecto a ese fuego devastador y angustioso de la Libertad
cristiana. La institución ha traído al ser humano certidumbre,
le ha librado de ese peso específico de pensar y decidir.
Gracias a la Iglesia y el dogma, los cristianos ceden llenos
de tranquilidad ese don liberal divino. Por esto, la vuelta de
Al igual que esa Iglesia Inquisitorial, felizmente extinta hoy y
que luce tan lejana, los totalitarismos que han asolado a la
humanidad ofrecen pan, desinformación y terror como mecanismos para apagar el anhelo de libertad en el ser humano. El anhelo de certidumbre y el miedo conducen a que las
personas cedan este precioso valor. Es preciso que los liberales, que valoran al individuo, no se pierdan en el agregado
social de sumisión al populismo e identifiquen cuáles vacíos
personales explican la duración de las tiranías. ¿Qué valoración hace cada votante de su libertad, cuando la cede a
las consignas, fraudes y corruptelas del partido gobernante?
Hay una dimensión metafísica de la libertad que es preciso
CAROHANA
45
rescatar, entender cómo en el mapa mental personal operan los costes de la libertad y cómo se comparan con sus
inciertos beneficios. El Inquisidor plantea el asunto de esta
manera (p. 34):
“Sólo cuando los primeros cristianos, y en especial
Pablo, descubrieron una clase de libertad que no
tenía relación con la política, pudo entrar el concepto
de libertad en la historia de la filosofía. La libertad se
convirtió en uno de los principales problemas de la
filosofía cuando fue experimentada como algo ocurriendo en la interacción con uno mismo, y fuera de
la interacción con el resto de los hombres. La libre
elección y la libertad se convirtieron en nociones
sinónimas, y la presencia de la libertad fue experimentada en completa soledad.”
“¿Ha sido creada la naturaleza humana de modo que sea
capaz de rechazar un milagro, y en momentos tan terribles
de la vida, cuando se le plantean los problemas espirituales
más espantosos, fundamentales y atormentadores, pueda
quedarse únicamente con las libres resoluciones de su corazón? (…) Pues el hombre busca no tanto a Dios como al
milagro. Y comoquiera que el hombre no tiene fuerzas para
quedarse sin milagros, crea otros, que ya son tuyos, y se inclina ante el milagro del curandero, ante la brujería, aunque
“Y cuando la libertad hizo su primera aparición en nuestra
sea cien veces rebelde, hereje y ateo.”
tradición filosófica, fue la experiencia de la conversión reliResume su condena a Jesús diciéndole: “Anhelabas una fe giosa —de Pablo, primero y luego de Agustín— la que le
libre, no milagrosa.” (p. 34) Bajo la óptica inquisitorial y dio origen.”
totalitaria, esta Libertad debe ahuyentarse de la humanidad
incapaz de ejercerla, en favor de una autoridad inexorable.
Este tipo de pensamiento de algún modo está vigente en la
América Latina desde sus orígenes republicanos. El genial
Simón Bolívar, en su Carta de Jamaica —de la cual se cumplieron dos siglos en 2015— afirmaba, por ejemplo (3):
Aquí la libertad surge del conflicto interno, de una batalla
dentro de cada persona. Un fabuloso pasaje de la Epístola de
San Pablo a los Romanos ilustra esa conflagración individual
(Romanos 7, 14-20):
“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que
quiero; y lo que detesto, eso es justamente lo que
hago. Y si lo que no quiero, eso es lo que hago,
“No convengo en el sistema federal entre los populares y representativos, por ser demasiado perfecto y reconozco con ello que la Ley es buena. No soy yo
exigir virtudes y talentos políticos muy superiores a los el que lo hace, sino el pecado que hay en mí. Yo sé
que en mí, es decir, en mis bajos instintos, no hay
nuestros…”
nada bueno, pues quiero hacer el bien y no puedo.
Aún creemos en América Latina que no estamos listos para
No hago el bien que quiero, sino el mal que no
las instituciones liberales, por nuestro atraso educativo, po- quiero, eso es lo que hago, ya que no soy yo el que
breza e historia. Perdemos de vista que el problema puede
lo hace, sino el pecado que hay en mí.”
ser más bien al revés: instituciones liberales bien arraigadas.
Una sucesión de totalitarismos han condenado a América
Lo espléndido de este texto cristiano es que muestra la inLatina, desde esa Inquisición española en que se ubica este
consistencia entre deseos y actos como un problema peroriginal relato de Dostoievski.
sonal; del mismo Ser proviene esa falta de correspondencia
entre lo que se desea hacer y lo que se hace. Ese mismo
Localizar el origen del liberalismo en la Cristiandad no es
debate opera en tantos ciudadanos que cotidianamente
descabellado. Al menos en la filósofa hebrea Hannah Arendt
van contra sus pautas morales y las leyes para ceder a la
(1906-1975) se encuentra una interpretación de igual índocorrupción del gobierno, el soborno y entregarse al saqueo
le, ya que ella no reconoce el concepto de libertad en la andel erario o la violación de derechos ajenos. Ese peso de
tigüedad grecorromana, sino que localiza sus antecedentes
la libertad, reconocer en uno mismo la causa del proceder
en los Padres Cristianos (4). Siguiendo a la pensadora, en
erróneo, puede ser realmente inaguantable. Cuando el totados pasajes (p. 156 y 144):
litarismo apaga la libertad individual lo hace en gran medida
porque los ciudadanos renuncian voluntariamente a pensar
46
CAROHANA
y confrontarse a las responsabilidades y apertura propias de Notas
la Libertad.
(1) DOSTOIEVSKI, Fiódor M. “El Gran Inquisidor”. En: El Gran
Inquisidor y otros cuentos. Traducción de Bela Martinova y
Si bien Dostoievski vivió esclavo de su compulsión ludópa- Augusto Vidal. Madrid: Ediciones Siruela, 2010, pp. 19-49.
ta, su vida ejemplifica las luchas y tormentos propios de un (2) Figuran en Mateo 4, 1-11; Marcos 1, 12-13; Lucas 4,
alma libre. Stefan Zweig lo expone de modo elocuente (5):
1-13.
(3) BOLÍVAR, Simón. Escritos Fundamentales. Caracas:
Monte Ávila Editores, 1998, p. 44.
“Tan bien sabía Dostoievski metamorfosear sus
tribulaciones, transformar sus humillaciones, que sólo (4) ARENDT, Hannah. Between Past and Future. Nueva York:
el más cruel de los destinos podía estar a su altura. Penguin Group, 2006.
(5) ZWEIG, Stefan. Tres maestros (Balzac, Dickens, DostiePues precisamente de los peligros extremos de su vski). Traducción de J. Fontcuberta. Barcelona: Acantilado,
existencia lograr la mayor seguridad interior; los tor- 2004, p. 120.
mentos son ganancias para él; los vicios, progresos;
[email protected]
los obstáculos, impulsos. Siberia, la kátorga, la epi@carlosgoedder
Facebook: Carlos Goedder
lepsia, la pobreza, la pasión por el juego, todas estas
crisis se vuelven fecundas para su arte gracias a una
demoníaca fuerza transmutadora, pues así como los
hombres arrancan sus más preciosos metales de
las tenebrosas profundidades de las minas, entre los
peligros del grisú, muy por debajo de la superficie,
donde la vida transcurre segura y tranquila, así el
artista consigue sus verdades más resplandecientes,
sus últimos conocimientos, sólo de los abismos más
peligrosos de su naturaleza. Vista como una tragedia
desde el punto de vista artístico, la vida de Dostoievski es moralmente una conquista sin igual, porque es
el triunfo del hombre sobre su destino, una transmutación de la existencia exterior a través de la magia
interior.”
De alguna manera, toda vida humana libre exige ese tipo
de lucha, donde es preciso rescatar su carácter edificante
y grato, haciendo la vivencia de la libertad no sólo trágica,
sino tragicómica. Ser libre demanda tomarse la vida lúdicamente en serio, sin perder de vista las alegrías que ofrece
un ejercicio inteligente de esa libertad. El Gran Inquisidor lo
resume así (p. 32):
“Pues el misterio de la existencia humana no estriba
sólo en el vivir, sino en el para qué se vive.”
CAROHANA
47
Poetas de todo del mundo rinden homenaje
a Garcia Lorca en un libro
“Una brisa que viene dormida por las ramas” es el título del libro -retomado de
un poema de Lorca- que ha editado y coordinado Miguel Losada y que publica
ahora ediciones de la revista Aurea.
tores como Francisco Nieva,
Antonio Gamoneda, Antonio
Colinas, Ana Rossetti, Luis Antonio de Villena, Vicente Molina Foix o Ian Gibson, que han
escrito para este proyecto,
han quedado reunidos en este
volumen que incluye varios
documentos inéditos.
Y es que el libro se abre con
la reproducción por primera
vez, de varios documentos
de puño y letra del poeta de
Granada (sureste), como dice
Losada a Efe.
Uno de estos documentos
es la primera misiva conocida que el autor de “Poeta en
Nueva York” dirigió a Luis Cernuda, con el correspondiente
sobre para entregar en mano,
Madrid.- El próximo 19 de agosto se cumplirán los 80 años
y
el
segundo
texto
es
un
romance
escrito en el reverso de un
del asesinato de Federico García Lorca, cuyo cadáver sigue
aún en paradero desconocido, y con este motivo poetas de recibo de la Academia Orad, donde estudiaba Juan Ramírez
diferentes generaciones y algunos de los mejores conoce- de Lucas, “el rubio de Albacete”, el último amor de Lorca.
dores de su obra se han reunido en un bello libro para renEl libro, que incluye poemas escritos en gallego y catalán,
dirle homenaje.
cuenta con un apartado para comprender el inabarcable
“Una brisa que viene dormida por las ramas” es el título del mundo lorquiano, como su teatro, la relación entre tradición
libro -retomado de un poema de Lorca- que ha editado y y modernidad, la métrica, o un curioso y “desconocido viaje
coordinado Miguel Losada y que publica ahora ediciones de que el poeta hizo a Marruecos como secretario del Ministerio de Instrucción Pública”.
la revista Aurea.
Poetas que dedicaron piezas a Lorca tan distintos como Vi- Además de la importancia de la Huerta de San Vicente, el rocente Aleixandre, Gernard Diego, Louis Aragón, Allen Gins- mancero gitano, su último amor, y el testimonio emocionado
berg, Caballero Bonald, Ted Hughes o Leonard Cohen, o au- de algunos destacados autores sobre lo que ha represen48
CAROHANA
tado para ellos la obra de Lorca, como indica Losada en el
bello prólogo del libro.
Participaciones y colaboraciones que proceden de diferentes lugares de fuera y dentro de España, como los poemas
de grandes autores dedicados a Lorca y escritos en inglés,
francés, portugués, italiano, ruso, árabe o alemán.
“Lorca es el gran poeta universal, tras Cervantes, es el más
conocido y admirado en todo el mundo. Como dice el gran
poeta italiano Gabriele Morelli -que escribe el texto sobre el
último amor de Federico García Lorca-, en Italia se conoce
al poeta de Granada como Federico al igual que a Dante,
solo por su nombre. Solo a ellos dos no se les añaden más
palabras o apellidos”, argumenta Losada.
“El libro, que ha llevado un gran esfuerzo poder
realizarlo, demuestra que todo el mundo quiere y
admira a Lorca, aquella ‘dulce y lejana voz’, y con él
cumplimos el deseo de Federico cuando decía: ‘solo
escribo para que se me quiera’”, añade el editor.
Losada cierra el libro con estas palabras: “En el fondo no
hemos pretendido otra cosa que, entre todos, dar por cumplido el deseo del poeta cuando nos dijo: ‘dejar el balcón
abierto’. Abrir una vez más su balcón para que de nuevo
sople el aire, ‘como una brisa que viene dormida por las
ramas’”.
El hispanista Ian Gibson, uno de los mayores expertos lorquianos y autor de su biografía escribe en el libro que el
autor del “Romancero gitano” es hoy “el desaparecido más
famoso y llorado del mundo entero. Representa a todas las
víctimas inocentes de la Guerra Civil y de todas las contiendas. Su obra es inmensa, su mensaje hondamente fraternal”.
CAROHANA
49
“Lorca me ha marcado mucho.
Su nombre significa sobre todo libertad”
Asegura que la cultura es cuestión de paciencia, tiempo, lentitud y que nunca
pensó que recibiría el Premio García Lorca de Poesía. Destaca la defensa del
poeta de los marginados.
B. GALLEGO-COÍN
“La palabra no es el sitio del resplandor, pero insistimos, insistimos, nadie sabe por qué”, dice uno de los poemas de
Rafael Cadenas perteneciente a Memorial (1977). Quizás ese
relativizar la importancia de la palabra es lo que impide al actual Premio Federico García Lorca de Poesía, Rafael Cadenas,
facilitar la labor de la prensa concediendo entrevistas.
Con cualquier excusa desaparece ante la vista de un micro,
de una grabadora, incluso asegura que se le resiste el correo
electrónico. “Es mi esposa la que se ocupa”, contesta con
aire ausente. Otro de sus poemas reza: “La cultura es cosa
de tiempo, paciencia, lentitud. En este terreno se estrellan
las velocidades modernas” (En torno al lenguaje, 1984).
Pero la tranquilidad es prácticamente imposible en un evento de las características del Festival Internacional de Poesía
de Granada donde, con excelente criterio las actividades
se suceden. Conferencias, talleres literarios, proyecciones,
conferencias, encuentros con los más jóvenes...
En el bullicio propio de un Festival de Poesía, da la impresión de que Cadenas quiere pasar desapercibido. Baja tarde
a comer, se sienta en una mesita solitaria con su esposa,
habla poco, sube cuanto antes a su habitación. Asegura discretamente que está contento de ser el actual Premio García
Lorca de Poesía. “Muy contento, claro que sí, la verdad es
que nunca pensé que me sería otorgado”, confiesa.
A pesar de su humildad, en su país Venezuela lo consideran
uno de los grandes autores contemporáneos. El poeta colombiano Darío Jaramillo Agudelo lo denomina un “clásico vivo”.
Es la tercera vez que Rafael Cadenas visita Granada. “La
primera fue con mi esposa como viajeros que recorríamos
España, la segunda por invitación para leer en la Huerta de
San Vicente junto con Piedad Bonet, poeta admirable, y la
50
CAROHANA
tercera es ésta con motivo del premio, cuando tendré varias
actividades que se pueden consultar en el programa”.
Sus impresiones sobre Federico García Lorca las guarda para
su discurso del jueves, en esta entrevista se limita a decir que
Lorca lo ha marcado mucho y que su nombre significa “sobre
todo libertad, por eso fue víctima de la barbarie. Su defensa
de los sectores marginados de esta sociedad revela cuán lejos
estaba de lo convencional. Sobre él y su generación hablaré,
pues fueron muy importantes en mi trayectoria. Tengo un sentimiento de gratitud hacia él y sus compañeros”.
Rafael Cadenas nace un día de abril de 1930 en Barquisimeto, ciudad antiguamente llamada Nueva Segovia. “Cerca
de ella terminan o comienzan Los Andes, según se mire”,
comenta. Sus libros de poesía -Una isla, Los cuadernos del
destierro, Falsas maniobras, Memorial, Intemperie, Gestiones y Amante-, así como los de prosa -Realidad y Literatura,
En torno al lenguaje, Anotaciones, Dichos, Apuntes sobre
San Juan de la Cruz- están recogidos y publicados por el
Fondo de Cultura Económica (México) y luego en las Editoriales españolas Pretextos y Visor.
arte puro . “Hay quienes sostienen el compromiso, otros defienden el arte puro, pero yo considero que al poeta le toca
tener una posición frente a ellos como hombre, como ciudadano, como miembro de la especie”.
Para Rafael Cadenas la poesía es un sentimiento y una actitud que le ha acompañado toda la vida. “Como esencia la
poesía ha estado conmigo todo el tiempo, eso se da en el
vivir; de la poesía como escritura, la llamada es menos frecuente. La puede suscitar una lectura, un encuentro, una situación. Son muchos los motivos, no podrían enumerarse”.
En la poesía y en la vida a Rafael Cadenas le importa la veracidad. “Porque la veracidad implica una correspondencia
de las palabras con lo que se siente y requiere vigilancia”,
comenta. Esta idea la expresa muy bien en su poema Ars
poética, de su libro Memorial del año 1977.
Por supuesto, le asombra “el misterio inexpugnable de la realidad”. Tiene mucho interés en la filosofía, en el estudio de la
psique y, durante muchos años, en concepciones como el Zen,
el taoísmo, el hinduismo y algunos místicos occidentales.
Hay traducciones de sus poemas al francés, italiano e inglés y, gracias a invitaciones, ha hecho lecturas en Estados
Unidos, España, Portugal, Italia, Francia, Inglaterra, Austria,
Alemania, México, Santo Domingo, Costa Rica, Colombia y
Argentina.
Los temas recurrentes en su obra “tienen que ver con la
atención, con el presente, con la conciencia, pero estos
aparecen después del libro Falsas maniobras. Antes predominó la evocación de un pasado”, asegura. A los jóvenes
estudiantes, y muy especialmente a quienes les gusta escribir les recomienda “que lean toda la poesía moderna que
Profesor jubilado de la Escuela de Letras de la Universidad puedan, así escogerán a los poetas que más les interesen.
Central de Venezuela, en política le preocupan los naciona- Después encontrarán su propia manera de decir”.
lismos, las dictaduras de cualquier signo y las ideologías.
A pesar de su apariencia distante, asegura que no es necesaEstá en contra de la capacidad de destrucción humana y de ria la tranquilidad para crear. “Mucha poesía nace del conflic“las desmesuras del ego”. Defiende la democracia, la plurali- to”, dice. “Sin embargo, la tranquilidad sí es necesaria en el
dad, la convivencia, “factores civilizatorios imprescindibles”.
vivir -añade- aunque no debe entenderse como indiferencia”.
En lo que respecta a la actual situación de su país la consi- Sus métodos de escritura son tradicionales. “Escribo a
dera “muy seria porque el régimen es la negación inmodifi- mano y con una máquina de escribir que me ha acompañacable de la democracia”, subraya.
do siempre”, apunta. Con ella ha creado obras premiadas.
Entre los galardones recibidos por Rafael Cadenas destacan
Quizás el vivir en un lugar opuesto a su mentalidad lo ha hecho el Premio Nacional de Ensayo (1984), el Premio Nacional
encerrarse en sí mismo, apostar por el silencio, poner barreras de Literatura (1985), el San Juan de la Cruz y el Premio Ina los medios de comunicación y centrarse en la escritura.
ternacional de Poesía J. A. Pérez Bonalde (1992), así como
una beca de la Fundación Guggenheim (1986). También le
En materia de poesía entiende a quienes defienden que sea ha sido otorgado en México el Premio FIL de Literatura en
comprometida con los problemas de la humanidad, pasados Lenguas Romances, antes llamado Juan Rulfo. El Federico
presentes o futuros y a quienes apuestan por la poesía como García Lorca le llega de manera inesperada, pero feliz.
CAROHANA
51
¿Esperanza para un país desvanecido?
“… repugnancia por los tumultos que
son esencia última del cuartel.” Mario
Briceño Iragorry: El regente Heredia o
la piedad heroica
Rafael Fauquié
Lo que ha venido sucediendo en Venezuela en los últimos
lustros revela hasta qué punto lo que para algunos pareciera
resultado, para otros es inconclusión y caos; y lo que para
unos es oferta y promesa, para otros no es sino pantomima
y alharaca. El asunto es saber hacia donde dirigimos nuestras miradas y donde colocamos nuestros énfasis. Cuál es
el tamaño de nuestra ingenuidad y cuál –parafraseando a
Borges- el de nuestra esperanza.
Desgarrado espacio de una descomposición desde tiempo
atrás anunciándose; permanente rumbo hacia un deterioro
donde fueron sumándose códigos nuevos, viejas fórmulas e
incesantes griteríos que intentaban imponer la obediencia
ante una solitaria razón; y un tiempo, un tiempo nuevo que
parecía enumerar sin sumar y restar sin aprender, multiplicó vacíos y desperdicios, refutó armonías y se deshizo en
medio de muchísimas cenizas. El resultado final ha sido la
destrucción de la voz ante la irracionalidad de las vociferaciones; la fuerza de la palabra sensata ahogada por los
gritos que apelan solo a la insensatez.
para todos y en todo momento. Que todos piensen igual,
que todos amen eso que se les obliga a amar, que todos
odien lo que otros deciden que es preciso odiar; que todos
tengan los mismos sueños, los mismos principios y valores;
que todos digan lo mismo, vociferen las mismas consignas,
profieran los mismos insultos; que un pensamiento único se
apodere de todas las conciencias… Es el anhelo de ciertas
ideologías, convertido, sin embargo, en pesadilla de la convivencia humana, en infierno hecho realidad social.
La ideología arrastra a la inmensa mayoría hacia la esclavitud de la sumisión; y a otros, a una ínfima minoría, los
convierte en los verdugos para la mayoría. La ideología no
establece matices; no hay en ella medias tintas ni espacio
para la inevitable paradoja o la insoslayable contradicción en
los comportamientos y acciones humanas.
Las personas adocenadas por la ideología son incapaces de
discernir por sí mismos; y lo más inconcebible es que intelectuales, pensadores que hubiesen debido naturalmente
permanecer al lado de sus voces, esto es, de sus argumenLos venezolanos contemplamos, ahora, la descarnada con- tos surgidos de su experiencia y de su tiempo, sean los princlusión de algo que comenzó con la imposición de un fenó- cipales propaladores de versiones que impiden a los seres
meno anteriormente inexistente dentro de nuestra historia: humanos enfrentar la vida por ellos mismos.
el culto a la personalidad; algo que iba mucho más allá de
la tradicional admiración u obediencia al caudillo –político Y, precisamente, una de las más trágicas y grotescas seo militar- tan frecuentemente reiterado en tierras venezo- cuelas de ese propósito por responder a todas las incertilanas.
dumbres humanas con un pensamiento único, es la del ya
mencionado “culto a la personalidad”: devoción a un jefe
El culto a la personalidad se emparentaba, ahora, a una ideo- transformado en paradigma supremo, definitiva consecuenlogía impuesta: patraña intelectual –no inteligente- que a cia de las ilusiones de una nación.
partir de una única verdad o una solitaria respuesta pretende
explicarlo todo, justificarlo todo, definirlo todo, alentarlo todo El culto a la personalidad pretende la más absurda simpleza:
52
CAROHANA
reducir la irreductible realidad humana a una voluntad individual que exige la ciega admiración y la ciega obediencia de
todos. Nada más absurdamente reaccionario y antidemocrático, nada menos inteligente que esa respuesta a todas las
necesidades sociales dibujada sobre una figura única ornada con colores de salvador supremo o comandante eterno o
máximo y único líder por los siglos de los siglos…
na versión ideológica, el rechazo represivo a toda forma de
disenso.
Frente a la ideología siempre insuficiente -como todas las
herramientas del pensamiento que pretenden igualar las razones y reacciones humanas- se yergue el reconocimiento
de la libertad individual como bien supremo y punto de partida de todo cuanto es legítimamente humano. Una educación
que refuerce las conciencias democráticas y sepa dar forma
La historia reciente nos hizo conocer dolorosamente a los a la enseñanza de una ética postuladora de ideales y valores
hombres la presencia de ciertos rostros providenciales que, necesarios y justos, será la mejor manera de luchar por una
en su voluntad, convirtieron el destino de sus naciones –y más humana convivencia y erigir una eficaz defensa contra
aún del mundo- en terribles tragedias. Allí está la Alemania toda forma de tiranía.
del nacionalsocialismo, la Unión Soviética de Stalin, la China
de Mao, la Cuba de Castro, la Corea del Norte de toda una
dinastía familiar.
El tiempo de las naciones está escrito en sus instituciones
y leyes, en tradiciones acatadas; en la historia de todos los
días entendida como continuidad de costumbres y significado de muchas rutinas colectivas. El itinerario de los pueblos debería apoyarse en una mayor fe en las instituciones
públicas, una mayor confianza en la capacidad de los seres
humanos para apoyar su propio crecimiento; y, desde luego,
en definitivas apuestas por una educación que se proponga
desarrollar un carácter ético en quienes aprenden.
La educación ética es el sustento esencial de todas las democracias. Sin ciudadanos educados en la convicción absoluta de la libertad, del diálogo necesario y de la tolerancia;
muy familiarizados con la separación necesaria de los poderes públicos y la imprescindible alternabilidad de las opciones políticas, es imposible cualquier forma de convivencia
realmente democrática.
Creer en una educación que nos lleve a fortalecer las instituciones será una manera de entender el sentido de la responsabilidad civil. Será creer en una historia conocida como
la suma de numerosos capítulos y no la resta de casi todos
los espacios y momentos. Será creer en el respeto a una
tradición que señala la coexistencia de muchos dentro de
un mismo espacio y a lo largo de las épocas. Y, desde luego,
será apostar al más profundo de los rechazos a la voluntad
absoluta de uno o de unos pocos guiando los destinos de
todos.
Resulta absurdo que un sistema de gobierno que se dice
democrático se proponga, por la fuerza de las armas o la
perversión de la justicia, la aplastante imposición de algu-
CAROHANA
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Julio Cortázar o el cronopio poeta
Reinaldo Chaviel
“… el poema es un largo sacrificio y a su flor se llega
por ásperos caminos en los cuales es preciso ir dejando vanidades,
ignorancias y hasta el mismo nombre del poeta…”
Julio Cortázar
Julio Florencio Cortázar (Bruselas, 26-07-1914 – Paris 1202-1984) este gran escritor conocido por su obra literaria
y sus posiciones políticas, fue un autor casi secreto hasta
la publicación de su novela RAYUELA (1963) y su viaje a
Cuba para participar como jurado del premio “Casa de las
Américas”, a partir de ese momento nació su definitiva consagración.
Se ha escrito abundantemente del Cortázar formal, del intelectual comprometido con su tiempo, el cuentista, el novelista, el ensayista, el traductor, el cronista, el profundo
conocedor del arte y la literatura, pero muy poco se conoce
al Cortázar poeta, el que escribió libros de poesía, el que
compuso versos.
Suplica
Yo te pido, Señor, que esta existencia
vista su faz de nieve no posada.
Quiero verla hecha luz -ya deslumbrada
en su afán de alumbrar-albo de esencia
singular. Que no sea su presencia
un número en la cifra inacabada
Dale una voz, Señor; no le des nada
sino voz para alzar toda su ciencia.
Yo te pido un latido del futuro
en que el mundo comprenda que ha tenido
fragmentos de su Dios en un poeta:
dale voz y valor frente a lo oscuro
luego, déjalo solo, que ha nacido
para surcar el viaje hecho saeta.
Su actividad como poeta comienza cuando va a trabajar
como maestro en las poblaciones de Bolívar y Chivilcoy, es
en estas poblaciones de la provincia Argentina donde desarrollará una intensa actividad poética de la cual se tienen tan
pocas noticias.
Ese mismo año presenta a un concurso un conjunto de
poemas del cual nunca se supo el resultado, y transcurrido
En el año 38 del pasado siglo publica en Bolívar su primer mucho tiempo algunos de estos textos fueron rescatados y
libro de poesía titulado PRESENCIA, editado por el Bibliófilo, publicados en diarios y revistas.
compuesto por 43 sonetos y firmados con el pseudónimo de
Julio Denis, tenía para aquel momento 24 años.
Para 1939 es trasladado a la población de Chivilcoy, donde
aunado a su labor docente Julio continua con su quehacer
Leemos a continuación un poema que forma parte del libro poético colaborando con los poetas Nicolás Cócaro, DominPRESENCIA, donde vamos a encontrar una excelente defini- go Zerpa y Ernesto Marrone quienes publicaban una revista
ción de lo que es para ese escritor “el poeta”.
literaria que tenía por nombre OESTE, Volante de Poesía.
Cortázar no sólo escribe sus poemas para OESTE, sino que
también hacía aportes económicos de su exiguo sueldo
de maestro con la finalidad de mantener la existencia de
54
CAROHANA
la revista donde aparecen 4 poemas suyos firmados como
Julio Denis, estos son: DISTRAIDA (1944), AUN ENTONCES
(1944), ESTATUA (1949), SEMILLA (1955). El poema que
cierra sus entregas y también la revista podemos leerlo a
continuación:
SEMILLA
Mínima imagen que contiene un árbol
¿también está ahí dentro el cielo,
un viento pequeñito columpiando
las ramas y los pájaros?
Tristeza de guardar tanto futuro,
Mi mano, qué llanura
para el paisaje donde corre el álamo
y un potro salta zanjas, las que dicen
mi muerte, galopando por las flores.
Recado a Garcilaso
Tu dulce habla, ¿en cúya oreja suena?
Aquí, señor, prosigue tu combate
de palomas y fuentes encendido
aunque en la noche esté el jinete herido
y el corcel no obedezca al acicate.
Aquí la guerra, aquí el Danubio abate
el estandarte con su azor ceñido,
Garcilaso, venado perseguido
por no nacido arquero que le mate.
Si vanamente ardida tanta nieve,
si de llantos la fronda entretejida
y hosca la estrella como amargo el higo,
más bella esta esperanza que nos mueve
los cantos y el encargo de tu vida.
-Adiós hermano. Adiós, Salicio amigo.
Reafirmando una vez más su condición de escritor fantástico a los 25 años de su muerte, aparece un libro extenso y
deslumbrante, con textos inéditos y dispersos que fue colecCorría el año de 1971 cuando editan un poemario de su cionando durante su vida; dicho libro lleva el apropiado título
autoría que lleva el nombre de PAMEOS y MEOPAS, escribe de PAPELES INESPERADOS (2009). La lectura de este libro
su último texto poético NEGRO EN DIEZ, su querida Buenos permite adentrarnos en las diferentes facetas que Cortázar
Aires, es la primera en disfrutar su lectura.
visitó profundamente, y allí encontramos nuevamente poemas y versos sueltos además de cuentos, entrevistas, histoEl fantástico Cortázar nos sorprende poéticamente otra vez rias de cronopios y diversos escritos donde queda plasmada
con su último libro SALVO EL CREPUSCULO (1984) aquí nos parte de la vida de uno de los escritores latinoamericanos
vamos a encontrar un sentido homenaje a los poetas. No lle- más importante de todos los tiempos.
gó a corregir las pruebas las parcas lo abrazaron delicadamente, el libro es aluvional, extraño, sus páginas contienen Disfrutemos un breve poema del libro:
amor, dolor, pasión, tristeza, nostalgia, en suma una profunda y meorable antología personal donde Julio Cortázar
o Julio Denis juega cual cronopio desde el mismísimo título,
Lo que me gusta de tu cuerpo
SALVO EL CREPUSCULO, que según sus amigos críticos y
entendidos es una frase que tomó de un verso de un poema
Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
japonés: “este camino ya nadie lo recorre, salvo el crepúsLo que me gusta de tu sexo es la boca.
culo”, que se debe al poeta BASHO.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.
Compartamos este soneto del libro en cuestión.
La lección que encontramos al acercarnos a su vida y a sus
páginas, es la de sentirnos universales y libres.
Reinaldo Chaviel
Maltiempo Editores
CAROHANA
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Crónica de una muerte anunciada’,
el antipolicial absoluto
Cuarta entrega de la Biblioteca Gabriel García Márquez,
domingo 12 de abril, por 9,95 euros
ANA MARÍA SHUA
Fotograma de ‘Crónica de una muerte anunciada’, de Francesco Rosi, adaptación de la novela de García Márquez.
Es mi mejor novela”, dijo en su momento Gabriel García
Márquez,“la que mejor he podido controlar”. Sin embargo,
sin el éxito escandaloso y merecido de Cien años de soledad
tal vez no conoceríamos la felicidad que nos produce este
libro. Es una historia terrible: ¿cómo es posible que tanta
felicidad sea el producto de tanta desdicha? Esta es solo
una de las preguntas que esta nota no intentará responder.
56
CAROHANA
Nada le estoy anticipando al lector si le informo que el
protagonista, Santiago Nasar se despertó ese día a las 5.30
de la mañana, salió de su casa a las 6.05 y fue destazado
como un cerdo una hora después. Nada importante estoy
develando si le cuento que los asesinos fueron los hermanos
Vicario.
Es que esta novela sobre un hecho policial es una suerte de
anti-policial absoluto. Aquí no hay ningún misterio. Desde las
primeras líneas, el destino de los personajes está trazado
con cruel precisión. ¿Por qué seguimos leyendo, entonces?
EL PAÍS
Excepto la magia de su escritura.¿Por qué seguimos leyendo?
Por muchas razones. Por ejemplo, porque el autor sigue
sacando de la galera esa prosa inclemente, esa adjetivación
de aquelarre tan fácil de imitar, y que sin embargo no existía
Con El Otoño del Patriarca, una novela exagerada, hasta que Gabo la hizo brotar de los enredos de su corazón
desmadrada, García Márquez se propuso exacerbar sus y las entretelas de su mente lúcida.
recursos, llevarlos hasta las últimas consecuencias. En
Crónica de una muerte anunciada se propone todo lo Crónica pivotea entre realidad y ficción. Lejos del informe
contrario. Control es la palabra que usa para presentarla periodístico, utiliza sin embargo sus recursos. El autor se
y de eso se trata: ajuste, precisión. Nada de magia: todo divierte confundiendo al público con sus declaraciones: “Mi
sucede por arte de realidad.
madre me pidió que nunca escribiera ese libro mientras
estuvieran vivos algunos de sus protagonistas”. “Solo los
nombres de mis familiares son verdaderos”. El crimen real
sucedió en el año 1951 en el municipio de Sucre. García
Márquez estaba allí. Treinta años tuvieron que pasar para
que la novela, contada en primera persona, tomara forma
y sentido.
¿Por qué seguimos leyendo? Porque nos invita a conocer
un mundo asombroso, lleno de personajes geniales,
estrafalarios. Ojalá pudiéramos estar allí, en ese lugar
extraordinario. Pero si estuviéramos, ¿qué veríamos? Un
pueblo tropical y soñoliento, que despierta de vez en cuando
en tristes parrandas fogoneadas por el alcohol, donde un
puñado de habitantes hartos de verse las caras viven en
un aburrimiento infinito. El resto es magia literaria, y de la
buena.
A lo largo de cinco capítulos, el narrador va y viene en el
tiempo, hacia el pasado y hacia el futuro, sin salir nunca de
esas dos horas fatídicas en las que todo el pueblo supo y
nadie quiso o nadie pudo contarle a Santiago Nasar que los
hermanos Vicario lo estaban esperando para matarlo. Como
una baba de caracol, Santiago va dejando a su paso un
rastro brillante de fatalidad. Y el lector lo sigue, fascinado.
* Biblioteca Gabriel García Márquez en EL PAÍS. Este
domingo 12 de abril, Crónica de una muerte anunciada, por
9,95 euros
CAROHANA
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Cruz-Diez y la arquitectura
EDGAR CHERUBINI LECUNA
Chromatic Induction in a Double Frequency, 2011-2012 Caminerías del estadio Marlins Ballpark, Miami, Estados Unidos
1.672 m2 | Foto: Rolando de la Fuente
La poética del hábitat y la libertad de enfrentar un proyecto
con total libertad, han motivado a destacados arquitectos
a fusionar el arte a la arquitectura, logrando que la utilidad
trascienda en belleza. En los espacios urbanos modernos,
los artistas han adquirido un papel protagónico, al participar
con sus obras en la conformación del bienestar espiritual del
habitante de la ciudad.
Solo para mencionar algunas de sus intervenciones más
conocidas, citemos la emblemática Ambientación de Color
Aditivo para el muro y pisos del hall central del Aeropuerto
Internacional Simón Bolívar en Maiquetía (1974). Otra podría
ser el Environnement Chromatique (1975), una intervención integral en el interior del edificio Sede de la Union des
Banques Suisses (UBS), en Zúrich, Suiza; o la monumental Ambientación Cromática, en el complejo Hidroeléctrico
“Las obras de arte en las edificaciones y en los espacios pú- de Guri (1977), colosal obra de la ingeniería venezolana. La
blicos despiertan las percepciones dormidas del que las ob- Fisicromía Doble Faz (1991) en el Parque Ferial Juan Carserva, sacándolo de su rutina y estimulando su imaginación los I, en Madrid o la Spirale Virtuelleen Suwon (2001),
a otras lecturas de la realidad, del tiempo y del espacio”, Physichromie en el parque olímpico de Seúl, entre otras.
expresa Carlos Cruz-Diez, quien desde 1967 ha realizado
numerosas obras de integración a la arquitectura y en los Otro proyecto que se destaca debido a su escala, es la ambienespacios públicos de diversas ciudades del mundo. “Dichas taciónMarlins Great Plaza Chromatic induction in a Double Freobras adquieren un valor emocional y afectivo, contribuyen- quency, en elMiami Marlins Ballpark Stadium, Miami, Estados
do a afianzar el sentido de referencia, pertenencia y orgullo Unidos, 2012. Esta obra, financiada por el Miami-Dade County
del ciudadano en relación al entorno patrimonial de su há- Art in Public Places Program, cubre un área de 1.672 m2 de cobitat, comunidad, pueblo, ciudad o región. Una obra de arte rredores al aire libre alrededor del estadio. Durante la temporada
urbana le pertenece al ciudadano”, afirma el artista.
de béisbol, el número de visitantes se eleva a 55.000 personas
58
CAROHANA
por día, que experimentan las variaciones cromáticas a medida La cuarta obra a la que haremos referencia la realizó en São
que se desplazan. La fabricación e instalación de esta obra estu- Paulo, la metrópolis comercial más importante de Brasil y
vo a cargo de la empresa Logistics Fine Arts, en Miami.
uno de los centros financieros, de negocios y culturales más
importantes del mundo.
Hay otros ejemplos de integración a la arquitectura de obras
de Cruz-Diez, sin embargo hoy hablaremos de las cuatro más Esta vez, Cruz -Diez brindó su aporte a la arquitectura brasirecientes. La primera de ellas es la Transchromie Washington leña al integrar una obra suya al edificio Berrini One, obra del
(2014), en elCovington & Burling LLP hall building, Washington grupo Bueno Netto y de los arquitectos Gian Carlo Gasperini y
DC. Se trata de una intervención en el hall del edificio con una Roberto Aflalo. Se trata de un complejo de 140 metros altura,
Transchromie en 13 secciones con una longitud total de 34,6 m, concebido en vidrio, con un área de 32.060 M2 de oficinas.
y dos Physichromies de cuatro metros cada una. El proyecto es
de la firma Debra Lehman-Smith (LSM) y la fabricación e instala- En relación a la obra del artista, tanto los sistemas de fabrición de la obra correspondió también a Logistics Fine Arts.
cación, planos e instalación de la Physichromie Berrini One,
estuvieron a cargo del Atelier Cruz-Diez de París, bajo la suOtra de las obras es la Transchromie Faena (2015), de 8 pervisión de Carlos Cruz-Diez, hijo.
metros de altura, en el lobby del edificio residencial Faena
House, situado en Collins Avenue, Miami Beach, proyecto de La Physichromie Berrini One (2015), instalada en el vestíbula firma Foster & Partners, que ha sido reseñada por diver- lo de entrada y parte de la fachada del edificio comprende
sas revistas de arquitectura como un modelo de condomi- una estructura de 60 metros de largo y 3 metros de ancho.
nio. Logistics Fine Arts fabricó e instaló la obra.
Consiste en trampas de luz en las que interaccionan tramas
de color que se transforman las unas con las otras, geneEn Panamá, el edificio Kenex Plaza estrena una Cromoestruc- rando nuevas gamas cromáticas que se repiten incansabletura de Cruz-Diez, con la que el artista interviene los espacios mente, sin llegar a ser exactamente las mismas, debido a la
interiores y las dos fachadas. La obra abarca tres pisos y sus intensidad de la luz o el ángulo y trayectos de las personas
dimensiones son de 36 metros de largo por 9 metros de altura que transitan por esos espacios.
en el lado este y 42 metros de largo por 9 metros de altura
en el lado norte de la estructura. La fabricación e instalación En el edificio Berrini One, el hecho arquitectónico se transestuvo a cargo del taller Articruz en Ciudad de Panamá.
forma en un escenario donde los habitantes y visitantes del
edificio, al interactuar con la obra de Cruz-Diez, se convierten
Cruz-Diez piensa que lo ideal para una intervención, es par- en coautores de la misma, al generar variaciones cromáticas
ticipar a partir del momento en que se elaboran los planos. en el espacio y el tiempo de su trayecto. Estamos hablando
“La implantación de una obra de arte integrada a un pro- de un nuevo concepto de hábitat.
yecto arquitectónico, debe ser producto de la reflexión de
un equipo integrado por el artista, el urbanista, el arquitecto,
http://www.cruz-diez.com/es/work/integracion-a-lael ingeniero, el paisajista, artesanos, técnicos y promotores,
arquitectura_1/
para un resultado coherente y armonioso”.
http://www.cruz-diez.com/es/work/intervencion-en-elespacio-urbano_1/
[email protected]
www.edgarcherubini.com
@edgarcherubini
CAROHANA
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La Arquitectura como bandera de modernidad
(España, 1941). Narrador, poeta, ensayista. Individuo de número de la Real
Academia Española. En minificción ha publicado “Días imaginarios” (2002),
“Cuentos del libro de la noche” (2005) y “La glorieta de los fugitivos: minificción
completa” (2007). Considera a la minificción “una quintaesencia narrativa, capaz
de moverse y cambiar desde el principio hasta el fin”. Es uno de los mejores
minicuentistas españoles
José María Merino
Pie
De soltero ha pasado a solterón y está bien acostumbrado
a dormir solo. Una noche lo despierta la sensación de un
contacto insólito, uno de sus pies ha tropezado con la piel
cálida y suave de un pie que no es suyo. Mantiene su pie
pegado al otro y extiende su brazo con cuidado para buscar
el cuerpo que debe de yacer al lado, pero no lo encuentra.
Enciende la luz, separa las ropas de la cama, allí dentro no
hay nada. Imagina que ha soñado, pero pocos días después
vuelve a despertarse al sentir de nuevo aquel tacto de suavidad y calor ajeno, y hasta la forma de una planta que se
apoya en su empeine. Esta vez permanece quieto, aceptan-
60
CAROHANA
do el contacto como una caricia, antes de volver a quedarse
dormido. A partir de entonces, el pequeño pie viene a buscar
el suyo noche tras noche. Durante el día, los compañeros,
los amigos, lo encuentran más animoso, jovial, cambiado. Él
espera la llegada de la noche para encontrar en la oscuridad
el tacto de aquel pie en el suyo, con la impaciencia de un
joven enamorado antes de su cita.
Viajero aparente
El itinerario del aperitivo no fue como todos los días. Al encontrarse con él, muchos mostraban gran regocijo, le felicitaban por su regreso, se alegraban de volver a tenerlo
entre ellos. Bienvenido, Ramiro, ya era hora de que volvieses, bienvenido, te habías ido demasiado lejos, le invitaban,
un bar después de otro, Ramiro ha vuelto, decían, esto hay
que celebrarlo. Bebió de más, y cuando después de despedirse se fue a su casa para almorzar, con bastante retraso,
caminaba inseguro y tenía mucha confusión en la cabeza,
pero no tanta como para no saber que nunca había salido de
aquella ciudad y que no se llamaba Ramiro.
El despistado
El avión ha aterrizado, han parado los motores, ya se apagó
la señal que obligaba a usar el cinturón. Sin embargo, nadie
se levanta. No comprendo cómo los demás no tienes ganas
de abandonar este sitio después de haber experimentado el
horroroso vuelo, los ruidos extraños, la explosión, el humo
espeso, el terrible zarandeo. Me levanto yo, abro el maletero,
saco mi cartera, mi abrigo. Acabo de descubrir que todos me
están mirando. De repente me señalan y se echan a reír con
La cuarta salida
una carcajada extraña, una carcajada que parece llena de
El profesor Souto, gracias a ciertos documentos proceden- dolor, y aquí estoy yo con la cartera en una mano y el abrigo
tes del alcaná de Toledo, acaba de descubrir que el último en la otra, sin enterarme de lo que sucede.
capítulo de la Segunda Parte de El Quijote –“De cómo Don
Quijote cayó malo, y del testamento que hizo y su muer- Agujero negro
te”– es una interpolación con la que un clérigo, por darle El hombre pasea por la playa solitaria y encuentra, depoejemplaridad a la novela, sustituyó buena parte del texto sitada en la orilla por las olas, una botella de cristal negro,
primitivo y su verdadero final. Pues hubo una cuarta salida con una señal muy extraña impresa en su tapón. Mientras
del ingenioso hidalgo y caballero, en ella encontró al mago lo desenrosca, el hombre piensa en sus lecturas de niño: el
que enredaba sus asuntos, un antiguo soldado manco al genio cautivo, los mensajes de náufragos. Abierta, la boteque ayudaba un morisco instruido, y consiguió derrotarlos. lla inicia una violentísima inhalación que aspira todo lo que
Así, los molinos volvieron a ser gigantes, las ventas castillos la rodea, el hombre, la playa, las montañas, los pueblos, el
y los rebaños ejércitos, y él, tras incontables hazañas, casó mar, los veleros, las islas, el cielo, las nubes, el planeta, el
con doña Dulcinea del Toboso y fundó un linaje de caballeros sistema solar, la Vía Láctea, las galaxias. En pocos instantes,
andantes que hasta la fecha han ayudado a salvar al mundo el universo entero ha quedado encerrado dentro de la bode los embaidores, follones, malandrines e hipedutas que tella. El movimiento ha sido tan brusco que se me ha caído
siguen pretendiendo imponernos su ominoso despotismo.
la pluma de la mano y han quedado descolocados todos
mis papeles. Recupero la pluma, ordeno los folios, empiezo
Cien
a escribir otra vez la historia del hombre que pasea por la
Al despertar, Augusto Monterroso se había convertido en un playa solitaria.
dinosaurio. “Te noto mala cara”, le dijo Gregorio Samsa, que
también estaba en la cocina.
La hormiga en el asfalto
Agosto, cuatro de la tarde. Casi cuarenta grados de temperatura. Una calle en obras, una profunda zanja lateral. La gran
grúa mueve tierra y cascotes. En la soledad deslumbradora,
un hombre espera el autobús. Se ha colocado un pañuelo sobre la cabeza, está inmóvil y siente brotar el sudor de
toda su piel. Muy cerca se alza el pequeño surtidor de una
cañería rota. El hombre descubre en la calzada un insecto
minúsculo, acaso una hormiga solitaria que avanza en línea
recta. El chorro de agua golpea contra un montón de arena
y hace saltar piedrecitas que caen cada vez más cerca de la
hormiga. El hombre piensa que aquel insecto avanza ciego
hacia el punto en que una de las piedrecitas lo aplastará. En
el silencio sólo se oye el ruido del pequeño surtidor fortuito,
a sus pies, y el chirrido del contenedor de material que se
bambolea en lo alto, justo encima de su cabeza.
CAROHANA
61
Susan Sontag
Entre la nostalgia y la utopía
“Su concepto de la crítica es que esta debe plantearse a la luz del
condicionamiento de nuestros sentidos y en recuperarlos. Se trataría de un
reaprendizaje de facultades primigenias perdidas”
MARÍA CELINA NÚÑEZ
Sontag ve dos posibilidades de concebir el arte dentro del
contexto platónico-aristotélico. La obra de arte según un
modelo pictórico, es decir el arte como pintura de la realidad; o la concepción del arte como modelo de afirmación
(afirmación del artista). En ambos casos, el contenido tiene
prioridad sobre la forma. Esta dicotomía contenido-forma se
mantiene aun cuando los contenidos sean menos figurativos
que antes.
“…Cuando el arte no se veía obligado a justificarse, cuando
no se preguntaba a la obra de arte que decía, pues se sabía
Susan Sontag
(o se creía saber) que hacía”. A partir de aquí la tarea de defender el arte es ineludible y aquí justamente es donde Susan Sontag introduce el concepto clave de “interpretación”.
Susan Sontag tiene el valor de los autores clásicos a quie- “La interpretación, aplicada al arte, supone desgajar de la
nes, si no por obligación, con seguridad hay que volver por totalidad de la obra un conjunto de elementos”. “La labor de
placer. En su famosísimo ensayo “Contra la interpretación” interpretación lo es, de traducción”.
(1961), hace una serie de disquisiciones sobre el arte y especialmente sobre la crítica que aun hoy llaman la atención. Obviamente Sontag considera que la interpretación aparece
En la reedición de 1996 (que aparece también en 2007), con la cultura griega clásica. Y aquí entra la figura del intérdice: “mi expectativa es que su actual reedición, con la ad- prete que sin suprimir o reescribir el texto, lo “altera”. Por
quisición de nuevos lectores, pueda contribuir a la tarea ejemplo por más que alteren el texto los intérpretes, siempre
quijotesca de reforzar los valores a partir de los cuales se se tratará para ellos de la revelación de su sentido. Cita el
escribieron estos ensayos y reseñas. Acaso los juicios del ejemplo de Cantar de los cantares, objeto de diversas intergusto expresados en estos ensayos hayan prevalecido. Los pretaciones espirituales cuando incuestionablemente tiene
valores que subyacen a estos juicios no”.
un valor erótico.
Se reconoció, en su balance de 1996, una autora fundamental de los 60 y los 70. Años que para ella fueron de
privilegiados como lo habían sido las Vanguardias de los 20.
“Lo moderno era una idea vibrante” y lo contrasta con la
posmodernidad (para ella, tiempo de capitulaciones).
---------------------------------------------------------------
62
CAROHANA
Con la modernidad, Freud y Marx, excavan y, en esa medida
según Sontag destruyen. Para Freud todo lo observable es
contenido manifiesto y su contrapartida, el significado verdadero sería el contenido latente. Algo equivalente ocurre
con Marx pues ambos autores tienen en sus teorías, implícita la noción de que los sujetos son comprensibles solo en
apariencia. Sontag: comprender es interpretar. E interpretar
es volver a exponer el fenómeno con la intención de encontrar su equivalente. Importantísimo es lo que Sontag dice a
continuación: que la interpretación no es un valor absoluto
sino relativo y se inscribe en una concepción histórica de la
conciencia humana. “En determinados contextos culturales,
la interpretación es un acto liberador. Es un medio de revisar, de transvaluar, de evadir el pasado muerto. En otros
contextos culturales es reaccionaria, impertinente, cobarde,
asfixiante”.
en su libro Intelectuales, no mostró ningún gesto, no pareció
darse cuenta del valor que esta guerra, como laboratorio,
tenía para Europa.
Este compromiso de los años 60 y 70 termina colapsando
por desilusión. Pensemos en la guerra de Vietnam: invasión estadounidense. Oposición ciudadana a la guerra (el
movimiento hippy, la psicodelia, “el discurso de los cabeSontag hace la radical afirmación de que la interpretación llos” como se refirió a esta época Pier Paolo Passolini en su
es la venganza del intelecto sobre el arte y más aun sobre hermoso libro Escritos Corsarios). Fin de la guerra. Retirada
el mundo.
de Estados Unidos. Y Vietnam invade Camboya. Es el sinsentido.
En una actitud que podría considerarse tan ortodoxa como la
cuestionada, señala los elementos que deberían estar pre- --------------------------------------------------------------sentes en una crítica constructiva. En una evaluación posterior, manifiesta su desagrado y su falta de sincronía con esas Para Sontag, el escritor era “alguien que se interesa por
prescripciones (ella decía en 1961 que el vocabulario debía todo”. También se autodefinió como una esteta beligerante
ser descriptivo antes que prescriptivo, pero al decirlo, ella y una moralista apenas disimulada.
incurre sin darse cuenta, en la prescripción).
Ciertamente su obra variada y aguda incluye novelas, piezas
--------------------------------------------------------------- de teatro, ensayos y un libro de relatos. Esta amplitud de
géneros y temas; su capacidad para medir el pulso de su
Su concepto de la crítica es que esta debe plantearse a la tiempo y para mirarse objetivamente tres décadas después,
luz del condicionamiento de nuestros sentidos y en recu- muestran que fue una autora que se interesaba por todo.
perarlos. Se trataría de un reaprendizaje de facultades pri- Murió en 2004. Un año después de haber obtenido el Premigenias perdidas: “Debemos aprender a ‘ver’ más, a ‘oír’ mio Príncipe de Asturias de las Letras.
más, a ‘sentir’ más”. Y así, la función de la crítica sería mostrar “como es lo que es”, “que es lo que es”, “en vez de” que
Papel Literario de El Nacional
significa.
El modelo cultural del que habla Susan Sontag es el de los
años 60 con toda su carga política, ideológica y cultural.
En algún momento ella dice casi textualmente: eran los 60
pero no lo sabíamos. Retomando lo que ella dice: que la
concepción mimética del arte obliga a la justificación de este
implicaría también la justificación del autor. El artista, el intelectual, el escritor tendría que justificar su rol social en tanto
productor de bienes culturales, ya sean estos artísticos o
críticos.
Aunque hay antecedentes, sin ir demasiado atrás, pensemos en los años 30 en la adhesión y posterior decepción de
George Orwell y de André Gide respecto de la causa de la
guerra civil española, es en los años 60 cuando hay la gran
explosión del intelectual comprometido. El padre e ícono de
esta nueva figura sería Jean-Paul Sartre tal como lo señala
Ana teresa Torres en su muy recomendable libro El oficio
por dentro. Sartre, por cierto, como lo señala Paul Johnson
CAROHANA
63
Cruz Salmerón Acosta
Conjuro del olvido
En el Palacio de las Academias se bautizó el libro “Cielo, Mar y Amor” que escribe
William Rodríguez Campos sobre el poeta Cruz Salmerón. El texto que aquí
ofrecemos sirve de prólogo de la obra
DR. HORACIO BIORD CASTILLO
la íntima relación entre creación y acto de nombrar, como en
el “Génesis”, o que al principio era el Verbo, la Palabra, tal
cual relatan san Juan en su Evangelio o los mayas quichés
en el Popol-vuh. La palabra como poder de nombrar, atraer
y ahuyentar, es el logos, la razón, el secreto, de la vida y la
existencia. Así, la poesía, palabra en el tiempo, palabra que
permanece más allá de lo circunstancial, de lo pasajero, de
lo anecdótico, crea y recrea universos, el universo.
Este libro de William Rodríguez se adentra en una poesía
que ha cautivado a muchos lectores, tanto por su contenido
como por su expresión lingüística. Admirada y estudiada por
diversos autores, la obra de Cruz Salmerón Acosta aún es,
como muestran estas páginas, un venero no agotado de lecturas e interpretaciones, de gozo estético y poético, en sus
sentidos más amplios.
Cruz Salmerón Acosta, poeta / Foto orienteweb.com
La poesía deviene en memoria: memoria del hombre y de
los hombres, del tiempo y de los tiempos. Se trata de una
memoria expresada mediante artificios de la lengua y de
símbolos que potencian, amplían, multiplican el significado, los significados posibles, valiéndose de asociaciones,
sustituciones, equivalencias, transmutaciones. No en balde
Antonio Machado la llamó “palabra en el tiempo”. La poesía
constituye un no olvido, una forma de luchar contra las ruinas y la extinción de las huellas.
La poesía de Acosta nos viene de una tierra de grandes poetas, de escritores que trascendieron el paisaje circundante
así como las circunstancias que los hicieron a ellos como
personas y como poetas y las emociones que alimentan su
decir poético. Así sucede con el verbo exuberante y sonoro
de Andrés Eloy Blanco, con el verbo castigado y pulido de
José Antonio Ramos Sucre, con el verbo dolido de Cruz Salmerón Acosta, el poeta enfermo, pero no la poesía enferma
sino llena de vida, de azulidades, de tonos, de voces y rayos
que nos iluminan.
Una virtud de este trabajo que nos ofrece William Rodríguez, en la línea de la poesía como lucha contra el olvido,
Lengua sagrada y, a la vez secreta, la poesía es también, por
como resistencia a la adversidad que embiste la memoria,
su esencia, “piedra filosofal”, alquimia, encantamiento y poes reactualizar el verbo de Cruz Salmerón Acosta, evitar que
der de permanencia: sonido y luz, significado y significante
el óxido y la sal del tiempo corroan el recuerdo, la presencia
elevados a la categoría de cielo, de imagen de lo trasceny significación de la poesía de Acosta en las letras venezodente. Diversas tradiciones espirituales coinciden en afirmar
64
CAROHANA
lanas e hispanoamericanas, que su obra sea víctima de la
lepra causada por la desmemoria.
La poesía, la verdadera poesía y no la impostura poética,
crea y se expresa en una lengua sagrada, secreta, de honda
reflexión a pesar de la imperceptible hondura que pudiera
derivarse de las apariencias e impresiones de una primera o
descuidada lectura.
William Rodríguez es diácono de la Iglesia Católica, investigador y escritor, profesor universitario de filosofía y amigo
de la sabiduría él mismo, miembro de la Academia de la
Historia del Estado Miranda. Con ese bagaje espiritual e intelectual, transita en este libro por los caminos de la historia
de la literatura y los tormentosos laberintos poéticos que,
como veredas multidireccionales, conducen hacia la dimensión sagrada. De esa manera el autor sitúa a un hombre
que desde su casa vio, más allá del mar, de pájaros que
nadaban como peces y de peces que volaban como pájaros,
la tormenta desgarradora y el ocaso con sabor a madrugada y los hizo, en sus poemas, mediodía, brillo, persistencia,
espuma.
Escritor de provincia, vate enfermo, hombre adolorido y enfrentado por la tragedia, Cruz Salmerón Acosta fue un poeta,
un poeta que luchó contra el olvido y le quemó sus garras
con valiosos poemas que ahora sirven de pedestal a su autor. Tales rasgos pueden aprehenderse de manera minuciosa y amena en las páginas de este libro, que, como silbato
marinero, nos recuerda un puerto, un hombre-puerto, un
poeta-puerto, imprescindible en la literatura venezolana.
Otro azul, distinto quizá al de Darío, palpita en el verbo poético de Cruz Salmerón Acosta, azul de montañas, de mar y
de cielo, pero también: “triste azul de mis líricos ensueños, /
que me calman los íntimos hastíos”. Como exclama el poeta,
“¡color que tantas cosas me revela!”, que tantas cosas a todos nos revela. William Rodríguez recoge el dolor y la poesía
de Cruz Salmerón Acosta y sintetiza y valora una escritura llamada a perdurar en el tiempo, a socavar las manos,
los abominables pies del olvido, sus garras venenosas, y la
muerte engendrada como omnívora bestia mitológica por el
silencio, la indiferencia y el desdén.
San Antonio de los Altos (Gulima), agosto de 2015
CAROHANA
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Cuidar el castellano
OFELIA AVELLA
EL UNIVERSAL
El propio idioma es como la habitación en la que uno se
mueve con holgura, con la confianza y seguridad de quien
se sabe en su sitio, en un terreno que es de uno, que domina
y sabe defender de los intrusos y merodeadores. No es que
piense que otras lenguas tengan categoría de invasoras de
la propia intimidad, pero cuando no se domina bien la lengua
materna, cuando no se la cuida, no sólo se debilita ella, sino
que muere un poco también nuestra calidad de pertenencia
a esa cultura donde la aprendimos.
Uno puede aprender muchas lenguas; hacerlo se torna, de
hecho, en una experiencia muy enriquecedora. No llamo invasor a cualquier otro idioma que deseemos aprender bien,
sino a todo eso que dejamos entrar en nuestra vida de un
modo indiscriminado. Invasor es quien ha entrado en la propia casa, en mi habitación, sin ser invitado. Entró, quizás,
sin que me diera cuenta, pero lo hizo probablemente por
mi descuido, por haber encontrado la puerta abierta, por no
haber cuidado yo ese reducto de intimidad en que uno se
encuentra “en casa”.
La lengua es mucho más que un simple instrumento de
comunicación, entendido de modo pragmático. Antes bien,
constituye la base de una cultura, su rasgo más peculiar de
identidad. Se piensa en palabras, se conecta uno con la realidad a través de las palabras, se da a conocer la personal
percepción del mundo a través del lenguaje porque éste, en
definitiva, nos arraigó desde la infancia a una cultura que
nos orientó a nombrar las cosas por primera vez en nuestras vidas. Y eso va quedando, en lo más profundo de cada
uno, como lo permanente de las experiencias humanas. Las
primeras canciones, las primeras poesías, las primeras palabras leídas, la lengua de mamá y papá, y ésas incluso
diversas a la nativa pero que son también familiares por ser
la del abuelo y la abuela, marcan para siempre. Cuidar todo
ese bagaje equivale a fortalecer nuestra identidad y nuestro
“estar en el mundo” con seguridad.
Su deficiencia se manifiesta siempre en algún momento de
la vida como la experiencia de un cierto vacío existencial,
pues la lengua original, o la adoptada como propia -si es que
se ha crecido en otra cultura-, centra en el mundo. Una vez
conocí a una señora libanesa que me manifestó su situación
interior. Había nacido y crecido en el Líbano, pero se había
educado en inglés y en francés. Hablaba los tres idiomas
en su casa, así, indistintamente, y luego viajó a Venezuela
para quedarse. Su trabajo era muy técnico, por lo que no
requirió nunca dominar mucho el idioma. Tampoco cultivó
los anteriores. En un momento dado manifestó necesitar
urgentemente dominar alguna lengua en particular. Me decía que a veces sentía que no tenía pensamientos y que le
faltaba vocabulario para expresarse. En otra oportunidad, un
muchacho chino a quien le gustaba, además, escribir cuentos, explicaba en clase lo enredado que estaba. Hablaba en
chino en su casa, pero no lo escribía. Hablaba en español,
pero escribía en inglés. Cuando le pregunté en qué idioma
pensaba, dudó. Le pareció que era en inglés. Le recomendé
centrarse en el inglés o en el español si deseaba escribir,
en vista de que no podría hacerlo en chino. Los procesos
de asimilación de otras lenguas son, sin duda alguna, diversos para todos, pero lo fundamental es cuidar la lengua
original. Al ampliarla, uno se cultiva y la mantiene, además,
en su puesto en relación a las demás (a esas nuevas que
llegarán).
Lo que intento resaltar es la importancia de cuidar la lengua
originaria (en nuestro caso, el castellano). Cultivarla, ampliarla, saborearla y masticarla es esencial para arraigarse
a una cultura y definir la propia identidad. Toco el tema porque es mi trabajo, mi gran inquietud. En estos tiempos de
globalización, las lenguas se encuentran, se mezclan, pero
también corren el riesgo de reducir sus posibilidades si nos
gana el pragmatismo de hacerlas sencillamente “funcionales”. De allí la importancia de la literatura, de la reflexión, de
los espacios y actividades que las mantienen en un dinamismo distinto (más profundo) de ése que requiere el senEl dominio del lenguaje materno (en nuestro caso, el caste- tido utilitario del trajinar diario y la eficiencia de las nuevas
llano) es algo mucho más importante de lo que se piensa. tecnologías. En el caso que nos atañe, la diáspora de la que
66
CAROHANA
somos testigos ha puesto a muchos a hablar otras lenguas.
En un proceso que es inevitable, muchos procurarán pasar
el castellano a sus hijos, pero sabemos también que en el
camino se pierde ese idioma de los padres y abuelos, para
terminar ocupando su lugar ese otro que llegará a ser el
original para ellos.
Quien pueda hacerlo, cuide el castellano. Una lengua bella
y rica en posibilidades, en virtud de ese contacto con una
diversidad grande de pueblos que lo hablan. Fomentar su
cuidado equivale a mantener viva nuestra cultura, siempre
lo más permanente de las experiencias humanas.
[email protected]
@ofeliavella
CAROHANA
67
Rushdie cree que la narrativa es una
de las necesidades humanas más básicas
“La manera en que entendemos el mundo comienza a través de historias”, señaló
Rushdie en una rueda de prensa.
En este sentido, Rushdie reconoció que “fue un gran alivio”
retornar a la novela, la razón por la que decidió hacerse escritor.
“Este libro es quien soy, la persona que creo que soy como
artista”, subrayó en referencia a su novela, editada en Colombia por Seix Barral.
Preguntado acerca de las críticas recibidas, centradas en la
amplitud de temas que trata, el escritor nacido en Bombay
en 1947 dijo que en sus obras opta por ese tipo de literatura
en lugar de otras más centradas en cuestiones individuales.
“Este libro es quien soy, la persona que creo que soy como artista”,
señaló el escritor (Efe)
“Creo que por naturaleza soy un novelista del todo, ésa era
la ambición de (Miguel de) Cervantes” y de otros grandes
Bogotá.- (EFE) El escritor Salman Rushdie, que hoy presentó autores de la literatura universal como Charles Dickens o
en Bogotá su última obra, “Dos años, ocho meses y veintio- James Joyce, agregó el escritor británico.
cho noches”, aseguró que la narrativa y “el deseo de escuchar historias” forman parte de las necesidades humanas Quizás por esa voluntad de abarcar temas en sus obras,
Rushdie se definió como “un escritor de la gran ciudad”,
más básicas.
donde las personas “están siempre rodeadas de historias”.
“La manera en que entendemos el mundo comienza a tra“Esa idea de que nuestra historia se desliza a través de otras
vés de historias”, señaló Rushdie en una rueda de prensa.
es lo que quería contar en el libro”, subrayó.
El escritor británico de origen indio, contra el que el imán
iraní Jomeini lanzó en 1989 una “fatwa”, una orden de ma- Con su peculiar pluma y para conseguir ese objetivo, el estarlo, por su obra “Versos satánicos”, agregó que lo primero critor británico vuelve a crear un mundo propio del realismo
que quieren los niños después de cubrir sus necesidades mágico que comienza con el matrimonio entre el filósofo andalusí Averroes y una yinn (un ser fantástico de la mitología
más básicas es un cuento.
árabe) que engendran una gran prole, trascendental en el
Ese es el objetivo de su última novela, un trasunto de “Las devenir de la historia.
mil y una noches” en un momento de su vida en el que quería hacer “ficción ficcional” después de unos años alejado La elección del filósofo nacido en Córdoba en 1126 no es
en vano, puesto que su apellido, ibn Rushd, coincide con el
de la novela.
del autor.
68
CAROHANA
Más allá de ese hecho, Averroes fue el puente que devolvió a Aristóteles y su “Lógica” a Europa, lo que supuso un
choque con el mundo islámico y enfrentamientos con otros
intelectuales musulmanes de la época.
Con ese elemento como punto de partida y con Nueva York,
la ciudad donde reside, como escenario fundamental, se
hilvanan una serie de historias que pueden funcionar como
cuentos independientes pero que conforman un todo en su
conjunto.
Durante la rueda de prensa, Rushdie reivindicó su oficio:
“cuando los escritores dicen que odian ser escritores no les
creo”.
Con su fino humor británico reconoció que el trabajo “exige
mucho” de los autores, pero “es la segunda cosa más placentera” que conoce.
De nuevo recurrió a su flema para añadir que su vida en
Nueva York como escritor le ha facilitado la labor puesto que
puede pasar desapercibido: “No soy como Kim Kardashian,
puedo caminar sin que me interrumpan”.
Tal vez por esa razón eligió en este caso un nuevo sistema
de redacción basado en la improvisación y que le llevó a
escribir la obra en un espacio de tiempo similar al que se
refiere el título, dos años, ocho meses y veintiocho noches.
Ese sistema es, en su opinión, “muy ineficiente”, puesto que
se pueden perder muchas cosas.
“(La clave) es crear consistencia interna, si eso nadie lo va
a creer”, concluyó.
CAROHANA
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El escritor peruano Alonso Cueto
regresa al pasado en su nueva novela
En “La viajera del viento”, Cueto narra la historia de un hombre que vive con la
culpa de haber matado a una mujer diez años atrás cuando de repente esa mujer
reaparece y a partir de ese momento, comienza “una relación entre ellos, una
búsqueda”, explicó.
Lima.- (EFE) El escritor peruano Alonso Cueto (Lima, 1954)
afirma que siempre vuelve “al pasado porque uno no escribe
de lo que le preocupa, sino de lo que no sabía que le preocupaba” y así lo hace en “La viajera del viento”, la nueva novela
que publicará en julio con el sello de la editorial Planeta.
Cueto, que desarrolla su última obra en el conflicto interno
que afrontó Perú entre 1980 y 2000, dijo en una entrevista
a Efe que su país es “ideal para ser escritor porque los conflictos, las diferencias étnicas, raciales y sociales son permanentes y toda sociedad con conflicto produce relatos e
historias que son el punto de partida de cualquier obra”.
En “La viajera del viento”, Cueto narra la historia de un hom70
CAROHANA
bre que vive con la culpa de haber matado a una mujer diez
años atrás cuando de repente esa mujer reaparece y a partir
de ese momento, comienza “una relación entre ellos, una
búsqueda”, explicó.
El escritor declaró que el gran acontecimiento histórico de
Perú en el siglo XX fue “la guerra de Sendero Luminoso,
porque ninguno otro reveló nuestras carencias y nuestros
traumas sociales”.
Para Cueto la guerra es “una galería de lo que somos y
siempre va a ser un tema recurrente” en la literatura.
La recurrente relación de Cueto con el pasado está presente
desde su primera novela; el autor subrayó que “siempre” ruanos”, a pesar de que el país “ha ofrecido al mundo una
le ha interesado y que sus novelas son “policiales donde cultura propia de pintura, literatura y música, más allá de la
el principal sospechoso es el pasado” porque “uno nunca gastronomía”.
termina de librarse” de este.
Cueto dijo que es “un desperdicio” no asumir esta herencia,
El autor de “La hora azul”, novela que ganó el premio He- aunque señaló que el partido de Kuczynski, Peruanos por
rralde del 2005, expresó que “la complejidad de la memoria el Kambio, “sí lleva un programa cultural, pero el de Keiko
y del recuerdo son esenciales en nuestras relaciones con Fujimori (Fuerza Popular) no”.
nosotros mismos y los demás”.
El autor también valoró que su compatriota Mario Vargas
El novelista afirmó que el arte y la literatura “son buenas for- Llosa le haya dedicado su última novela, “Cinco esquinas”,
mas de hacernos preguntas” y que un escritor debe “com- y consideró que se trató de “un acto de generosidad” del
partir las lecciones que nos pueden dejar las heridas del premio Nobel de Literatura del 2010, con quien mantiene
pasado porque, en un sentido práctico, nos reconocemos una relación que se remonta a su infancia.
como parte de una sociedad”.
“Mis padres vivían en París cuando él estaba allí en 1959 y
Autor de obras como “Grandes miradas” y “Mariposa negra”, ellos me cuentan que Mario pasó unas navidades en casa
ha sido traducido a 16 lenguas y premiado con galardones y me cargó, siempre digo que a partir de ahí decidí ser escomo el Anna Seghers en el 2000, por el conjunto de su critor”, refirió.
obra, y el Herralde del 2005.
Cueto también habló de un actual “boom” de las letras peruanas, con autores como Renato Cisneros y Claudia Salazar, y dijo que si bien aún no se ha escrito una novela del
posconflicto sí “hay mucho que contar y el tema social es
importante e incluso el de tintes autobiográficos”.
Su novela “La pasajera”, publicada en 2015, inspiró “Magallanes”, un largometraje peruano dirigido por Salvador del
Solar que fue nominado en la pasada edición de los Premios
Goya a mejor película iberoamericana.
“Conversé mucho con Salvador del Solar e hizo una adaptación muy buena, de mucho criterio, y aunque para mí es extraño ver las cosas que he escrito convertidas en imágenes,
él encontró una muy propia y personal”, anotó.
El autor, que compagina la escritura con el dictado de clases en la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) y
una columna semanal en el periódico limeño La República,
declaró que vive en su país porque “me gusta estar al tanto
del habla de la gente, conversar y mirar de cerca todo lo que
pasa”.
Sobre el papel que ha tenido la cultura en la campaña para
las elecciones presidenciales del próximo 5 de junio, que
disputarán Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, lamentó
que la política “no recoja esa identidad cultural de los pe-
CAROHANA
71
Jorge Luis Borges:
un resplandor entre sombras
El martes 14 de junio se cumplen tres décadas de la muerte del autor “El Aleph”.
Pero cuando se trata de Jorge Luis Borges, 30 años de ausencia no son nada
JULIO CARPIO
Imaginar a aquel precoz infante del barrio bonaerense de
Palermo transfigurado en un afable anciano degustando un
blanc de blancs, quizás uno de los pocos placeres permitidos por sus galenos, sentado en el Café Relais de la Butte,
mientras peregrina por sus infinitas evocaciones, no puede
menos que impregnarnos de una profunda tristeza al conmemorarse un año más de su partida física. A los pies de
Montmartre, elucubraría junto a un Sábato imaginario cómo
serían las desventuras de un Yu Tsun y de un Castel huyendo de sus fatuos destinos. A ese exiguo convite se uniría
un fantasmal Cortázar para desviar aquel infructuoso –pero
no por eso menos interesante– conversatorio hacia ciertos
obstáculos relacionados con su más reciente traducción de
algún pasaje de Jean Cocteau.
“¡Traduttore, traditore!” –le espetaría Borges a modo de
chanza, como una contundente manera de provocarlo al
poner en duda su capacidad para traducir el texto original.
Su amigo no caería en esas densas redes. Por el contrario,
reirían estruendosamente al son del tintinear de las copas y
paulatinamente la oscurana cedería su intensidad dándole
paso a las sombras, buscando entre la penumbra el delicado
rostro de Estela. Su Estela. “Uno está enamorado cuando
se da cuenta de que otra persona es única”, reiteraría cada
vez que Estela perturbaba sus recuerdos. Sin embargo, tal
expresión surgiría desde el fondo de su amplio corazón y no
desde el rencor. Su Estela que emulaba aguas cristalinas,
pero que en el fondo celosamente encubría turbias resacas
que lo arrastraban hasta la inmensidad de su mirada y su
cautivante pensamiento.
nera corpórea representarían al autor de Rayuela, mientras
al fondo se apreciarían los compases de alguna sabrosa
y sandunguera milonga cortesía del maître. Revoloteo de
gárgolas y ladridos del feroz cancerbero lo alertarían del
peligro acechante de un Golem vengador de viejas querencias. Copa y bandeja volarían por los aires ante la atónita
mirada del resto de los presentes. El camarero lo ayudaría
a sentarse y a calmarse, pero la mirada desaprobatoria de
sus fantasmagóricos amigos lo sumiría en un leve pesar
desencadenador de un par de lágrimas y el recuerdo displicente de un vasto bestiario del cual no lograría precisar
algún detalle adicional, se diluiría en una última y tercera
lágrima.
Una vez repuesta la copa, esta vez de carmesí aspecto,
se arrellanaría en su asiento brindando por sus hermanos de letras. En la distancia, un desdibujado laberinto
bañado por el tiempo, Yu Tsun y Juan Pablo Castel discutirían acaloradamente perdiéndose por un largo túnel
de oprobios.
Con una sonrisa cómplice, Horacio Oliveira cerraría las puertas, a la par que haría una reverencia a Jorge Francisco Isidoro. Honestamente, más a manera de burla que otra cosa.
No valdría la pena prestarle atención. El Aleph se encargaría
de eso.
Una caja de cigarrillos caería descuidadamente sobre la
mesa y prolongadas nubecillas de nicotina se elevarían por
encima de aquel triunvirato divino. Al instante, unos alargados dedos sostendrían la cajetilla para brindar aquel ato“¡Maestro!” –le reclamaría Cortázar para rescatarlo de sus rrante vicio al otrora niño del argento Palermo. Su respuesta
tiranas reflexiones. “El maestro está en la escuela, yo soy su sería categórica: “Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio,
amigo” –le objetaría a la hondonada de ideas que de ma- no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son
72
CAROHANA
CAROHANA
73
El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura de
Enrique Larreta ni de Benavente”.
Julio Florencio, apenado, la retiraría y expulsaría el desagradable humo hacia sotavento. Un poco por desagravio,
buscaría cambiar el sentido de la conversación. “Ayer me
encontré a Rafael Cansinos, le mandó saludos y amenazó
con desterrarlo del movimiento si no le enviaba algún otro
escrito publicable o, al menos, asistía a las reuniones” –le
informaría a su interlocutor sin mostrar este un ápice de
molestia o emoción alguna. Cansinos y sus amenazas: tan
pesado como la conciencia de un asaltante de caminos y
a la vez tan liviano como los valores del mismo. Una ligera
mueca con pretensiones de sonrisa se esbozó en el rostro
de Sábato.
“Hablemos sobre algo más agradable –solicitó Borges a sus
colegas– por favor”. “Virginia te mandó también saludos y
un eterno agradecimiento por dar a conocer sus obras más
amadas a la lengua de Cervantes” –dijo Sábato–. Ah, Virginia. Si no hubiese sido por esa marca de fuego que dejó
Estela en mí, en su momento algo hermoso hubiese podido
haber ocurrido”. “¿Y María, mi estimado amigo?” –inquirió
algo consternado Ernesto. “¿María? María fue un resplandor
entre las sombras”.
Los restos de un cabernet sauvignon, reposados en el fondo
de aquella desgastada copa, mojarían sus labios y creyendo
percibir a lo lejos el cementerio de Montparnasse, giraría hacia Julio Florencio: “¿No fue ahí donde…?” –y se detendría
para percatarse de su aciaga ausencia. “¿Viste eso, Ernesto?” –se giraría para preguntarle a la nada. Se levantaría a
duras penas, dejaría una espléndida propina y con un suave
gesto de su sombrero sonreiría al maître, marchando hacia
la eternidad y preguntándose si al morocho del abasto también le hubiese parecido que 30 años de ausencia no son
nada.
74
CAROHANA
Karl Krispin:
“La literatura no resuelve ningún problema”
EL UNIVERSAL
DANIEL FERMÍN
que se lleva el papel tualé de los baños por la escasez. La actualidad de Venezuela se cuela en cuentos que parecen apuntar más del divertimento. “La realidad siempre nos sorprende
con sus esquinazos. Nadie puede suprimirse de ella. Eso no
quiere decir que esa realidad que ingresa en la literatura sea
la realidad real. Es otra distinta, es un refugio”.
El narrador venezolano publicó el libro de relatos “200 breves”
(Venancio Alcázares)
T
Karl Krispin tiene claro que los libros no pueden hacer nada
ante los conflictos sociales/políticos de una nación. Sólo reflejarlos, o retratarlos. “La literatura no tiene ninguna virtud,
ni pedagógica, ni para resolver problemas, ni para ayudar a
curar el hambre en el mundo. La literatura, si tiene algún hecho de salvación, es para el lector de forma individual. Pensar
que los libros sirven para algo, que salven, es una pretensión
fuera de todo contexto. La literatura es un hecho hedonista.
Nada más”.
odo comenzó por un concurso de microrrelatos
que organizó la revista colombiana El Malpensante
hace ya 15 años. Las bases exigían que ningún
texto superara las 100 palabras. Tanto le gustó el género a
Karl Krispin (Caracas, 1960) que desde entonces no deja de
escribirlo. Primero fue Ciento breve (Fundación para la Cultura
Urbana, 2004); ahora, 200 breves, que fue publicado por Oscar Todtmann Editores.
La mayoría de los cuentos de 200 breves son anécdotas curiosas o hechos autobiográficos: la ocasión en la que visitó la
casa en que alguna vez vivió Jorge Luis Borges en Buenos
Aires, o la conversación en la que Arturo Uslar Pietri explicó
su significado de la palabra “arrecho”. Todo en 100 palabras.
“El cuento no sólo me permite salir de experiencias sino que
es necesario para drenarlas. No hay mejor forma de alcanzar
una situación que contándola. Cuando se narran las cosas,
comienzan a existir. La literatura es un argumento de exisAl narrador venezolano le tomó tres años terminar el libro. tencia. También es una evasión maravillosa, un viaje hacia la
Escribió los textos por el mero placer que le produce hacerlo, creación. Si fuera un simple reflejo de la realidad estaría tan
sin pensar en un lector modelo. “No creo en esa vieja versión llena de miserias como la propia realidad”, concluyó Karl Krisdel autor que sufre el dolor. A mí me parece creativo, divertido, pin, que trabaja en su cuarta novela. Su obra alterna entre lo
gozoso, el acto de escribir. El minicuento, al circunscribirte a breve y lo extenso.
un espacio tan limitado, te obliga a ser mucho más certero
en lo que vayas a decir. Esa noción de certidumbre me anima
dfermin@eluniversal,com
muchísimo a practicarlo”, dijo Krispin, que ya planea otro volumen de 300 relatos.
200 breves tiene un texto sobre un poeta revolucionario que
se va de vacaciones a Pionyang, otro acerca de un profesor
CAROHANA
75
George Steiner:
“Estamos matando los sueños de nuestros niños”
A sus 88 años, el gran filósofo y ensayista denuncia en una lúcida entrevista que
la mala educación amenaza el futuro de los jóvenes
Primero fue un fax. Nadie respondió a la arqueológica intentona. Luego, una carta postal (sí, aquellas reliquias consistentes en un papel escrito y metido en un sobre). “No les
contestará, está enfermo”, previno alguien que le conoce
bien. A los pocos días llegó la respuesta. Carta por avión con
el matasellos del Royal Mail y el perfil de la Reina de Inglaterra. En el encabezado ponía: Churchill College. Cambridge.
bridge; el hijo de judíos vieneses que huyeron del nazismo
primero a París y luego a Nueva York; el filósofo de las cosas
del ayer, del hoy y del mañana; el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2001, el polemista
y mitólogo políglota y el autor de libros capitales del pensamiento moderno, la historia y la semiótica como Errata, Nostalgia del absoluto, La idea de Europa, Tolstoi o Dostoievski
o La poesía del pensamiento abría a EL PAÍS las puertas de
su preciosa casita de Barrow Road.
El breve texto decía así:
“Querido Señor,
El año 88 y una salud incierta. Pero su visita sería un honor.
“Estoy asqueado por la educación escolar de hoy,
Con mis mejores deseos.
que es una fábrica de incultos y que no respeta la
George Steiner”.
memoria”
Dos meses después, el viejo profesor había dicho “sí”, poniendo provisional coto a su proverbial aversión a las entre- El pretexto: los dos libros que la editorial Siruela ha publivistas.
cado recientemente en español. Por un lado Fragmentos,
un minúsculo aunque denso compendio de algunas de las
El catedrático de literatura comparada, el lector de latín y cuestiones que obsesionan al autor como la muerte y la eugriego, la eminencia de Princeton, Stanford, Ginebra y Cam- tanasia, la amistad y el amor, la religión y sus peligros, el
76
CAROHANA
poder del dinero o las difusas fronteras entre el bien y el
mal. Por el otro, Un largo sábado, embriagador libro de conversaciones entre Steiner y la periodista y filóloga francesa
Laure Adler.
poesía me ayuda a concentrarme, porque ayuda a aprender
de memoria, y yo siempre, como profesor, he reivindicado el
aprendizaje de memoria. Lo adoro. Llevo dentro de mí mucha poesía; es, cómo decirlo, las otras vidas de mi vida.
P. La poesía vive… o mejor dicho, en este mundo de hoy sobrevive. Algunos la consideran casi
Es una mañana de lluvia en la campiña de Cambridge. Zara, sospechosa.
El motivo real: hablar de lo que fuera surgiendo.
la encantadora esposa de George Steiner (París, 1929), trae R. Estoy asqueado por la educación escolar de hoy, que es
café y pastas. El profesor y sus 12.000 libros miran de fren- una fábrica de incultos y que no respeta la memoria. Y que
no hace nada para que los niños aprendan las cosas de
te al visitante.
memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros,
PREGUNTA. Profesor Steiner, la primera pregunta cambia como nosotros, y tiene que ver con una función mues ¿cómo está su salud?
cho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibiRESPUESTA. Oooh, muy mal, por desgracia. Tengo ya 88 lidad, la personalidad.
años y la cosa no va bien, pero no pasa nada. He tenido y
tengo mucha suerte en la vida y ahora la cosa va mal, aun- P. ¿Es optimista con respecto al futuro de la poesía?
que todavía paso algunos días buenos.
R. Enormemente optimista. Vivimos una gran época de poeP. Cuando uno se siente mal… ¿es inevitable sía, sobre todo en los jóvenes. Y escuche una cosa: muy
sentir nostalgia de los días felices? ¿Huye usted lentamente, los medios electrónicos están empezando a
de la nostalgia o puede ser un refugio?
retroceder. El libro tradicional vuelve, la gente lo prefiere al
R. No, lo que uno tiene es la impresión de haber dejado de kindle… prefiere coger un buen libro de poesía en papel,
hacer muchas cosas importantes en la vida. Y de no haber tocarlo, olerlo, leerlo. Pero hay algo que me preocupa: los
comprendido del todo hasta qué punto la vejez es un proble- jóvenes ya no tienen tiempo… de tener tiempo. Nunca la
ma, ese debilitamiento progresivo. Lo que me perturba más aceleración casi mecánica de las rutinas vitales ha sido tan
es el miedo a la demencia. A nuestro alrededor el Alzhéimer fuerte como hoy. Y hay que tener tiempo para buscar tiempo.
hace estragos. Así que yo, para luchar contra eso, hago to- Y otra cosa: no hay que tener miedo al silencio. El miedo de
dos los días unos ejercicios de memoria y de atención.
los niños al silencio me da miedo. Solo el silencio nos enseña a encontrar en nosotros lo esencial.
“Es un milagro que todavía exista Europa. Una civilización que extermina a sus judíos no recuperará nunca
lo que fue”
P. ¿Y en qué consisten?
R. Lo que le voy a contar le va a divertir. Me levanto, voy a mi
pequeño estudio de trabajo y elijo un libro, no importa cuál,
al azar, y traduzco un pasaje a mis cuatro idiomas. Lo hago
sobre todo para mantener la seguridad de que conservo mi
carácter políglota, que es para mí lo más importante, lo que
define mi trayectoria y mi trabajo. Trato de hacerlo todos los
días… y desde luego parece que ayuda.
P. Inglés, francés, alemán e italiano…
R. Eso es.
P. ¿Sigue leyendo a Parménides cada mañana?
R. Parménides, claro… bueno, u otro filósofo. O un poeta. La
“El psicoanálisis es un lujo de la burguesía. La dignidad humana consiste en tener secretos. La idea de
pagar me asquea”
P. El ruido y la prisa… ¿No cree que vivimos demasiado deprisa? Como si la vida fuera una carrera de velocidad y no una prueba de fondo…
¿No estamos educando a nuestros hijos demasiado deprisa?
R. Déjeme ensanchar esta cuestión y decirle algo: estamos
matando los sueños de nuestros niños. Cuando yo era niño
existía la posibilidad de cometer grandes errores. El ser humano los cometió: fascismo, nazismo, comunismo… pero
si uno no puede cometer errores cuando es joven, nunca
llegará a ser un ser humano completo y puro. Los errores
y las esperanzas rotas nos ayudan a completar el estado
adulto. Nos hemos equivocado en todo, en el fascismo y en
CAROHANA
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el comunismo y, a mi juicio, también en el sionismo. Pero es
mucho más importante cometer errores que intentar comprenderlo todo desde el principio y de una vez. Es dramático
tener claro a los 18 años lo que has de hacer y lo que no.
George Steiner –que se considera “no religioso y sí volteriano”, admita sentir cierta “envidia” de los fundamentalistas,
para quienes las sagradas escrituras son irrebatibles por su
condición de “puro dictado divino”.
P. Habla usted de la utopía y de su contrario, la Sobre las relaciones entre la civilización judeocristiana y el
dictadura de la certidumbre…
Islam y una hipotética aspiración a puntos de encuentro, el
R. Muchos dicen que las utopías son idioteces. Pero en todo
caso serán idioteces vitales. Un profesor que no deja a sus
alumnos pensar en utopías y equivocarse es un muy mal
profesor.
autor del Prefacio a la Biblia hebrea se muestra rotundo: “No
se puede negociar con el Islam, por dos motivos. A partir del
siglo XV, el Islam rechazó la ciencia. La verdad científica no
es importante para ellos. Y ahí, imposible negociar. Segundo
problema: el trato a la mujer. Maltratar sistemáticamente a
P. No se sabe bien por qué el error tiene tan mala la mujer como hace el Islam es eliminar a la mitad de la Huprensa, pero el caso es que en estas sociedades manidad. Y de ahí vinieron las guerras de religión modernas
exacerbadamente utilitarias y competitivas la tie- que con tanta lucidez y anticipación predijo André Malraux, y
ne.
creo que vienen otras, terribles”.
R. El error es el punto de partida de la creación. Si tenemos
miedo a equivocarnos jamás podremos asumir los grandes No obstante, Steiner se muestra extremadamente crítico con
retos, los riesgos. ¿Es que el error volverá? Es posible, es el papel jugado por las democracias occidentales, con Estados
posible, hay algunos atisbos. Pero ser joven hoy no es fácil. Unidos a la cabeza, en la creación de contextos de pobreza que
¿Qué les estamos dejando? Nada. Incluida Europa, que ya han podido actuar como semillero suplementario de soldados
no tiene nada que proponerles. El dinero nunca ha gritado de Dios: “El capitalismo, en cuanto industrialización de masas, la
tan alto como ahora. El olor del dinero nos sofoca, y eso no eliminación de las formas más primitivas de la comunidad local,
tiene nada que ver con el capitalismo o el marxismo. Cuando la globalización sin freno… sí, tenemos una responsabilidad que
yo estudiaba la gente quería ser miembro del Parlamento, asumir. A un lado de la barrera está el paraíso, al otro, el desierto,
funcionario público, profesor… hoy incluso el niño huele el la miseria. Triste. El mundo vive hoy una desigualdad terrible de
dinero, y el único objetivo ya parece que es ser rico. Y a eso posibilidades de vida. En el tercer mundo, los niños mueren y la
se suma el enorme desdén de los políticos hacia aquellos gente come basura. Y no hay respuestas para este fracaso, que
que no tienen dinero. Para ellos, solo somos unos pobres es el de todos nosotros”.
idiotas. Y eso Karl Marx lo vio con mucha anticipación. En
cambio, ni Freud ni el psicoanálisis, con toda su capacidad P. No le cae muy simpático el psicoanálisis, es lo
de análisis de los caracteres patológicos, supieron compren- menos que pude decirse.
R. El psicoanálisis es un lujo de la burguesía. Para mí, la digder nada de todo esto.
nidad humana consiste en tener secretos y la idea de pagar
a alguien para que escuche tus secretos e intimidades me
“NO SE PUEDE NEGOCIAR CON EL ISLAM”
asquea. Es como la confesión pero con cheque por medio.
B. H.
Es el secreto lo que nos hace fuertes, de ahí todos mis traEn uno de los capítulos de su libroFragmentos, recientemen- bajos sobre Antígona, que dice: “Puede que me equivoque,
te editado en España, George Steiner se hace preguntas so- pero sigo siendo yo”. De todas formas, el psicoanálisis está
bre la religión, incluidas las relativas a algo tan inasible para en plena crisis. Recuerde usted las magníficas palabras de
el común de los mortales como “la demostración de Dios Karl Kraus, el satirista vienés: “El psicoanálisis es la única
a través de procesos científicos como la lógica modal y la cura que ha inventado su enfermedad”.
metamatemática”, o el efecto demoledor de la muerte del
comunismo: “El colapso del comunismo”, escribe Steiner, P. Y Sigmund Freud…
“ha dado un bandazo hacia una religiosidad muchas veces R… Freud es uno de los más grandes mitólogos de la histofanática. El fundamentalismo avanza de manera muchas ve- ria. Pero es ficción. Era un novelista extraordinario.
ces violenta, ya sea en el Islam o en el baptismo norteame- En ese momento, George Steiner se levanta, avanza lentaricano”. Ese juicio no es incompatible con el hecho de que mente hacia su inmensa biblioteca y de dentro de un viejo
78
CAROHANA
volumen extrae una tarjeta de visita amarillenta escrita a
mano en alemán: es una felicitación de boda de Sigmund
Freud a los padres de Steiner. “Mi padre lo conoció, paseaban juntos por la orilla del río”.
P. Volvamos a la cuestión del poder del dinero.
¿Tiene usted una explicación válida desde un
punto de vista filosófico de por qué en su día los
electores de Italia y hoy de España decidieron y
deciden llevar al poder a partidos políticos enfangados en la corrupción?
R. Porque hay una enorme abdicación de la política. La política pierde terreno en todo el mundo, la gente ya no cree
en ella y eso es muy muy peligroso. Aristóteles nos dice: “Si
no quieres estar en política, en el ágora pública, y prefieres
quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”.
P. La vieja pero hoy tan vigente figura del idiotes
aristotélico…
R. Exacto, una figura muy actual. Bien, pues yo siento vergüenza de haber gozado de este lujo privado de estudiar y
escribir y de no haber querido entrar en el ágora. Me pregunto qué va a pasar con el fenómeno de las estructuras políticas en sí mismas. Triunfan por todos lados el regionalismo, el
localismo, el nacionalismo… vuelve el villorrio. Cuando uno
ve que alguien como Donald Trump es tomado en serio por la
democracia más compleja del mundo, todo es posible.
en la que, desde el siglo XII, cada generación ha producido
gigantes de la ciencia. Hay ahora mismo 11 premios Nobel
aquí. De aquí salieron Newton, Darwin, Hawking… Para mí,
el símbolo del avance imparable de las ciencias es Stephen
Hawking. Apenas mueve la esquina de una de sus cejas,
pero su mente nos ha llevado al extremo del universo. Ningún novelista, dramaturgo, poeta o artista, ni siquiera el
mismísimo Shakespeare, habría osado inventar a Stephen
Hawking. Bien. Si usted y yo fuéramos científicos, el tono
de nuestra charla sería distinto, sería mucho más optimista,
porque hoy, cada lunes la ciencia nos descubre algo nuevo
que no sabíamos el lunes pasado. En cambio –y esto que
le digo es totalmente irracional, y ojalá me equivoque-, el
instinto me dice que no tendremos un nuevo Shakespeare
ni un Mozart ni un Beethoven ni un Miguel Ángel ni un Dante
ni un Cervantes el día de mañana. Pero sé que tendremos
nuevos Newton, Einstein, Darwin… sin duda. Esto me asusta, porque una cultura sin grandes creaciones estéticas es
una cultura empobrecida. Echamos mucho de menos a los
titanes del pasado. ¡Ojalá me equivoque y el próximo Proust
o el próximo Joyce estén naciendo en la casa de enfrente!
P. ¿Establece usted diferencias entre “alta” y
“baja” cultura, como han hecho algunos intelectuales de renombre, visiblemente incómodos
ante formas de cultura popular como los cómics,
el arte urbano, el pop o el rock, a los que se llegó
a poner la etiqueta de “civilización del espectáculo”?
P. ¿Cómo contempla una hipotética victoria de R. Yo le digo una cosa: Shakespeare habría adorado la teleTrump?
visión. Habría escrito para la televisión. Y no, no hago esas
R. No ocurrirá, Hillary ganará. Pero será una triste victoria, porque esta mujer está agotada, quemada interiormente. ¿Y qué me
dice de Putin? La violencia de alguien como él parece tranquilizar
a la gente que ya no cree en la política, les reconforta. Eso es
porque el despotismo es lo contrario a la política.
“Si no crees en la política, no te quejes si los bandidos te gobiernan”
P. ¿Y la política y la cultura? ¿Cómo se llevan?
Y otra cuestión: ¿comparte usted la sensación
–muy personal y subjetiva, por otra parte- de que
la cultura, entendida como ‘las artes’, está estancada, al contrario que los avances científicos,
imparables?
distinciones. A mí lo que de verdad me entristece es que las
pequeñas librerías, los teatros de barrio y las tiendas de discos cierren. Eso sí, los museos están cada día más llenos, la
muchedumbre colapsa las grandes exposiciones, las salas
de conciertos están llenas… así que atención, porque estos
procesos son muy complejos y diversos como para establecer juicios globales. El señor Mohammed Ali era también un
fenómeno estético. Era como un dios griego. Homero habría
entendido a la perfección aMohammed Ali.
P. ¿Cree que asistiremos a la muerte de la cultura
como contenedor de formas clásicas ya manidas
y su sustitución por otras nuevas?
R. Puede… puede que esté muriendo una cultura clásica de
carácter patriarcal y esté surgiendo otra de formas nuevas e inR. A ver cómo hablamos de esto, es delicado. Estamos us- termedias, una cultura hermafrodita, bisexual, transexual y en la
ted y yo en una pequeña ciudad inglesa como Cambridge que desde luego la mujer contribuirá de forma muy especial a
CAROHANA
79
recuperar los sueños y las utopías… Por cierto, una vez más, P. Profesor Steiner, ¿qué es ser judío?
hablando de transexuales y bisexuales… ¡Freud ni los vio venir! R. Un judío es un hombre que, cuando lee un libro, lo hace
con un lápiz en la mano porque está seguro de que puede
“Triunfan el regionalismo, el localismo, el nacionalis- escribir otro mejor.
mo, vuelve el villorio”
P. Usted ha dicho alguna vez que se arrepentía de
no haberse arriesgado a lanzarse al mundo de la
creación. ¿Es una espina clavada?
R. En efecto. Hice poesía, pero me di cuenta que lo que
estaba haciendo eran versos, y el verso es el mayor enemigo de la poesía. Y he dicho también –y algunos no me lo
han perdonado nunca- que el más grande de los críticos es
minúsculo comparado con cualquier creador. Así que hablemos claro y no nos hagamos ilusiones. Yo soy tan solo
un cartero, soy Il Postino. Y estoy muy orgulloso de eso, de
haber llevado el correo bien a tantos y tantos alumnos. Pero
no nos hagamos ilusiones.
“El error es el punto de partida de la creación. Si
tenemos miedo a equivocarnos, jamás podremos
asumir los grandes retos”
P. ¿Cómo ve el futuro del ser humano? ¿Es optimista o pesimista?
R. El futuro… no sé. Toda profecía es simplemente memoria
activa, no se puede prever nada, solo mirar en el retrovisor
de la historia y contarnos historias sobre el futuro. Eso sí:
habrá dos tres descubrimientos científicos en el campo de la
genética que van a plantear problemas morales terriblemente complejos. Por ejemplo, ¿permitiremos que se manipulen
las células del feto?
P. ¿Quién no le perdonó? ¿Colegas suyos de uni- P. También será un problema moral poner freno al
versidad?
avance científico…
R. Así es. Es que en la universidad hay una vanidad desco- R. Exactamente. ¿Qué derecho tenemos? Yo soy, por ejemmunal. Y les sienta mal que les digas claramente que son plo, firme partidario de la eutanasia. Los viejos destruimos
parásitos. Parásitos en la melena del león.
a menudo la vida de los jóvenes que tienen que cargar con
nosotros. ¡Me gustaría tanto tener el derecho de decir “GraP. El creciente desdén político por las humanida- cias, todo ha sido magnífico, ahora basta”. Eso llegará. En
des es desolador. Al menos en España. La filoso- Holanda y en Escandinavia ya está pasando… No tenemos
fía, la literatura o la historia son progresivamente ya recursos para mantener en vida a tanta gente senil o deninguneadas en los planes educativos.
mente, va contra la felicidad de mucha gente, no es justo.
R. En Inglaterra también pasa, aunque quedan algunas excepciones en escuelas privadas para élites. Pero el sentido P. ¿Qué momentos o hechos cree que forjaron
de la élite es ya inaceptable en la retórica de la democracia. más su forma de ser? Entiendo que tener que huir
Si usted supiera cómo era la educación en las escuelas in- del nazismo junto a sus padres y saltar de París a
glesas antes de 1914… pero es que entre agosto de 1914 Nueva York –magistralmente evocado en su libro
y abril de 1945 unos 72 millones de hombres, mujeres y Errata- es uno de los fundamentales teniendo en
niños fueron masacrados en Europa y el oeste de Rusia. ¡Es cuenta que…
un milagro que todavía exista Europa! Y le diré algo respecto R. Le diré algo que le impactará: ¡Yo le debo todo a Hitler!
a eso: una civilización que extermina a sus judíos no recu- Mis escuelas, mis idiomas, mis lecturas, mis viajes… todo.
perará nunca lo que fue. Sé que cabrearé a unos cuantos En todos los lugares y situaciones hay cosas que aprender.
antisemitas, pero la vida universitaria alemana nunca fue ya Ningún lugar es aburrido si me dan una mesa, buen café y
la misma sin esos judíos. Una civilización que mata a sus unos libros. Eso es una patria. “Nada humano me es ajejudíos está matando el futuro. Pero bueno, hoy hay 13 millo- no”. ¿Por qué Heidegger es tan importante para mí? Porque
nes de judíos en el mundo, más que antes del Holocausto. nos enseña que somos los invitados de la vida. Y tenemos
que aprender a ser buenos invitados. Y, como judío, tener
P. Resulta increíble, es cierto.
siempre la maleta preparada y si hay que partir, partir. Y no
R. ¡Resulta escandaloso! Un magnífico escándalo.
quejarse.
80
CAROHANA
CINE PARAMOUNT:
12 CUENTOS DE JESUS TORRES RIVERO
César Yegres M.
Torres Rivero tiene la virtud de transportarnos con sus cuentos a la realidad de una particular localidad venezolana.
¡Cumaná! Haciendo gala de la excelsitud de la palabra, tal
como lo refiere el prologuista Rodolfo Izaguirre: “La palabra adquiere un carácter divino, porque sin ella no podemos
nombrarlos”, añadiendo: “Todo a nuestro alrededor existe
desde el instante en que le damos nombre”.
El colorido de las comparsas y los sustos que nos daba Luis
Hurtado, “El Diablo de Cumaná”, con su vestimenta de terror
y su sangrante boca, acompañado de un látigo que centellaba en el piso, lo que nos hacía huir despavoridos.
El recuerdo bello y hermoso de mi primera maestra, “TOTOYA” y su escuelita de la Calle Comercio. Allí cultivé amistades que trascendieron el espacio tiempo, entre ellos Enrique
Jesús despliega el prodigio de su memoria para hacer de Luis Fuentes Madriz. Mamá solía llevarnos a Misa de Gallo.
CINE PARAMOUNT un caleidoscopio de añoranzas, recuer- Nunca pude averiguar como hacía ella, para que al regreso
dos y situaciones que nos transportan a escenarios vividos, de la Iglesia, después de las 12 de la noche, al pie del naciotros creados por su prolija imaginación, pero en todo caso, miento nos esperaba los regalos del Niño Jesús.
como lo expresa Juan Rulfo: “Recrear la realidad, es entonces, uno de los principales fundamentos de la creación”. En mí, leyendo ese maravilloso cuento, se ha operado la
Es un texto de amor a Cumaná, a su gente, a su paisaje, afirmación de Humberto Eco, quien refiere: “Al escribir se
a su memoria. Sin ánimo comparativo, no es el caso, hay produce una síntesis entre lo que el autor forja, dejando en
semejanza entre los cuentos de Salvador Garmendia y es- ella mucho de sí, y lo que percibe aquel que se aproxima a la
tos de Torres Rivero, en cuanto a la devoción de ambos por obra con su propia historia, lectura e interpretaciones”
sus ciudades natales. Barquisimeto y Cumaná. Pero es así
mismo este libro, un ejercicio de creatividad literaria y un Son 12 Cuentos. El denominado “CINE PARAMOUT”. Es la
homenaje a la variedad de amigos, al que Jesús ofrece sus película “MIGUEL STROGOFF Y EL CORREO DEL ZAR” que
narrativas.
llega a producir una explosión de violencia en el público, que
en cuestión de minutos dejan el local casi destruido. AsienEn lo personal, me sentí muy identificado en RETABLILLO. tos, cortinaje, barandas, puertas y la pantalla están hechos
Allí estoy en los amigos a quien se le dedica. Ese cuento me guiñapos. Sólo se salva por breve tiempo, la sala de protraslada a mi infancia y un poco más allá de ella. Los prepa- yección. Todo ello producido por un enardecido cliente que
rativos de la Navidad en mi casa era todo un jolgorio familiar, se siente estafado. El alegato, que es llevado a instancias
el montaje del Pesebre constituía un acontecimiento. Parti- superiores, se reduce a una mera cuestión de escritura o de
cipaban la abuela, mis padres, los tíos, mis hermanos y pri- mala escritura en la publicidad del film. Jesús hace de este
mos. La culminación de aquella construcción era un motivo cuento una prolija narrativa que nos hace imaginar aquella
de celebración entre todos. Esperamos ansiosos la visita del virulencia desatada en el pequeño espacio del Teatro.
sacerdote de la Parroquia para su veredicto en el premio que
se ofrecía. Por otra parte, zambullirnos en el Manzanares El dedicado a Manuel Caballero, es el más extenso de todo.
era frecuente. Desde el Puente Gómez Rubio nos tirábamos Todo su contenido es una invención del autor. Pero la trama,
de cabeza a recoger “las guamas”, “mangos” y otros frutos que se desarrolla a raíz de la llegada de un personaje a
que el río transportaba. El hacer los “pasteles”; el fuego las playas del Salado, en los días posteriores al terremoto
retumbante de triquitraquis, saltapericos y unas piedras re- que asola a Cumaná el año 29. Es un enigmático revoludondas preparadas con una sustancia química que los hacía cionario. Personaje misterioso a quién la gente de Cumaná
explotar al chocar con el pavimento.
llegó a endilgarle varias biografías. Recala en el “EL DÓLAR,
legendario bar de Cumaná. Es una narrar de muchas vici-
CAROHANA
81
situdes. De sucesos, no sabemos si cierto o propia de una
inventiva. Con un periplo que le lleva desde Turquía hasta
Nueva Orleans, México y Curazao, Colombia y Panamá, el
Caribe y la Guajira, la Rusia Zarista hasta recalar en Cumaná. La lectura de los grandes del pensamiento humanista,
hasta las tablas del I-Ching.
Este curioso personaje poseía un misterioso libro de tapas
negras que nunca desamparaba y que me fue entregado
para ser abierto después de su muerte, dice el desterrado
cumanés al volver a su tierra después del fallecimiento del
dictador. Pasan más de 10 años para decidirse a abordar la
lectura del referido libro. Todo se reduce finalmente, después de las calamidades que padece, al Bogotazo o muerte
del líder colombiano Jorge Eliezer Gaitán, la violencia que se
desata a raíz de ese suceso y la muerte de nuestro personaje con un disparo en el pecho.
En LA CARNAVALADA, se narran episodios que suceden en
un carnaval cumanés. La elección de la Reina, la confección de la Carroza. El grito ¡Cojan pichitas! “Cojan pichitas!,
que exclama la meretriz , desde su trono de Reina, distinto
al ¡Aquí es! Caraqueño. El robo de la Carroza, por parte del
novio de la Reina. Estos actos en dos tiempos, de pillería
en broma, conforman un texto en el que Jesús maneja con
firmeza la sobriedad del adjetivo. En este cuento, en apariencia sencillo, pero que a ratos resulta desconcertante, se
lleva al lector más allá de la pura extensión de la letra impresa en cuartillas; es una especie de umbral al cual todo buen
cuento debe conducirnos.
En el libro van desfilando, a la usanza de los cines de entonces: NOTICIARIO : “Un mito para el cinematógrafo”, “Esfera de canto”, “Del tiempo y del río”, “El indescifrable mar”
y “Retablillo”. VERMOUT: “Mamábonita”, “A una espuma
del cielo”, “De humor e intransigencia”, “Cantar de grácil
agujón” y “Para qué ouija”. MATINÉ: “Agonía de Arconte”,
“Historia rosa de una cayena amarilla”, “La justa”. INTERMEDIARIA Y NOCHE: “Abbandonarsi daltro canto”, “Cine Paramout”, “Carnavalada” y “Un film interminable”.
Cumaná es para Torres Rivero tema y ambiente para contar.
Los personajes de esta ciudad van transitando, a ratos fantasmales, como espíritus de luz.
Cesar Yegres M.
82
CAROHANA
La novela breve, esa cosa dulce
por corta pero amarga por escasa
JOSÉ TOMÁS ANGOLA HEREDIA
José Tomás Angola Heredia escritor, dramaturgo, poeta, narrador, director y actor teatral venezolano | FOTO: WILLIAM DUMONT
L
a novela breve, o nouvelle, o noveleta, o novela
corta, o novelín, o novella, un género preterido
pero ansiado. Cultivado pero desairado. Los latinos solemos ser famosos por hablar mucho. No somos legendarios por nuestra parquedad. Entonces una novela corta
suena a algo trunco, atropellado, poquito. Como si al autor le
faltó labia, verbo, facundia. Mas no es así. Nuestra literatura
continental, la narrativa latinoamericana, ha escrito grandes
obras con el corsé de la novela breve. Y hablo obviamente de
esos libros que se consideran emblemáticos.
de Alejo Carpentier una muestra superior de lo que se puede
hacer en una nouvelle?
La lista sería extensa: De Los perseguidos (1905) de Horacio
Quiroga, hasta Viaje terrible (1941) de Roberto Arlt, de Bioy
Casares a García Márquez. La lista recompone un mapa en
donde todos los países hispanoparlantes del continente tienen representación distinguida.
En Venezuela casi pudiéramos extremar el valor de la novela
breve. Podríamos decir, en un tremendismo audaz, que las
¿No es El Túnel de Ernesto Sábato una novela corta? Su noveletas son uno de los pilares de la moderna narrativa
brevedad no la excusa de ser una de las grandes piezas de autóctona. Pongamos como prueba a Cubagua (1931) de
la narrativa suramericana. ¿No fue acaso Juan Carlos Onetti Enrique Bernardo Núñez, que con sus 120 páginas justo en
un cultor de las novelas cortas?, ¿no es Concierto barroco la frontera de la nouvelle, lleva a otros derroteros las posibi-
CAROHANA
83
lidades de la novela histórica al vestirla de literatura fantástica. Pero también caben las novelas iniciáticas de Guillermo
Meneses y Alejandro Lasser. Meneses firma en 1934 con
23 años,Canción de negros, que aparece bajo el sello de
la Editorial La Nación y consta de unas muy estreñidas 66
páginas. Allí se abordan el tema racial y el carcelario de forma novedosa para nuestras letras. En el caso de Lasser, su
novela corta Sin rumbo (1944) tiene 58 páginas y es de las
primeras que expone el asunto de la prostitución en su moderna dimensión social. Don Guillermo décadas más tarde,
en 1961, regresaría a esta forma de ficción corta con su
obra Cable cifrado que él mismo subtituló “Novela breve”.
Muchos autores del patio dieron sus primeros pasos gracias a la novela corta: el estruendoso Argenis Rodríguez (La
fiesta del Embajador, 1969, 92 páginas, que publicó Camilo
José Cela en España con gran revuelo) o el prolífico Alberto
Jiménez Ure enLucífugo (1983, 72 páginas), libro que se
inscribe entre los poquísimos que en la literatura venezolana
exploran las utopías fantásticas. Quizá el más reconocido de
todos haya sido Salvador Garmendia que conLos pequeños
seres (1959) inaugura la nueva narrativa urbana. Reconozco
que es una provocación de mi parte ubicar a Los pequeños
seres como nouvelle. Sus 130 páginas la hacen más cercana a la novela convencional que a la novela breve. Sin
embargo el ritmo, la estructura y los mecanismos narrativos
que don Salvador emplea son propios de la noveleta. De
todas maneras, con propiedad, Garmendia sumaría al género Días de ceniza que fue publicada por primera vez como
folletín de la revista CAL en 1964. Para el anecdotario queda
el hecho de que las primeras novelas firmadas por Ricardo
Azuaje (Juana la loca y Octavio el sabio, 1991, 59 páginas,
yViste de verde nuestra sombra, 1993, 45 páginas), Luis
Chesney Lawrence (Atisbos del amanecer, 1992, 78 páginas) y el zuliano César Chirinos (Diccionario de los hijos de
papá, 1974, 77 páginas) todas se inscriben en la categoría
de novelas breves. Como dato curioso, el padre del admirado Juan Liscano, un abogado y diplomático de igual nombre
que su hijo, publicó en 1904 una novelita con la imprenta
de don Jesús María Herrera Irigoyen, el hombre tras El Cojo
Ilustrado. La obra de solo 37 páginas contaba con el prólogo
de Vargas Vila, el incendiario escritor colombiano. Días de
pasión se llamaba el libro de don Juan Liscano que fue su
primera y única creación literaria.
La bibliografía de la novela corta venezolana es prestigiosa:
Si yo fuera Pedro Infante (1989, 96 páginas) de Eduardo
Liendo, “El tuerto Miguel” (1927, 56 páginas) de Luis Ma-
84
CAROHANA
nuel Urbaneja Achelpohl, El señor Ravel(1934, 83 páginas)
de Miguel Toro Ramírez, inscrita esta última en el grupo de
“las novelas del petróleo” de acuerdo a Gustavo Luis Carrera, y El solo de Saxofón (2000) de Eduardo Casanova,
aumentan la lista parcial entre muchas otras.
Quizá la seducción que la nouvelle genera en los autores del
patio de todos los tiempos provenga del propio nacimiento
de la narrativa venezolana. Es aceptado que la novella de
Fermín Toro Los Mártires (1842) es la que inaugura la novelística en nuestro país. Toro, recién llegado de Londres y empapado tanto del romanticismo como del socialismo utópico,
no solo nos lega la primera obra que podría considerarse
novela, sino también la primera que se vale de la ficción para
hacer crítica social.
Estimular la escritura de noveletas, promover la concreción,
la habilidad por sugerir más que decir, por exponer argumentos, personajes y acciones con el prurito de la brevedad,
responde a una querencia de nuestra propia historia literaria. Eso reconoce el Concurso Internacional de Escritura
Creativa, género novela breve, coauspiciado por los Libros
de El Nacional, y en el que tuve la oportunidad de compartir como jurado con los apreciados Violeta Rojo y Fedosy
Santaella. Esta edición la ganó La vasta y necesaria muerte
del venezolano Héctor González, obra que no dudo causará
polémica por su amoralidad y violencia.
Se perpetúa pues la pulsión por la mixtura (toda novela corta
debe abrevar en la poesía), se celebra la limpieza técnica
(toda novela breve debe buscar la palabra justa y no gratuita), se da la oportunidad a protagonistas memorables (toda
novela corta se debe servir de personajes sucintos pero inolvidables). Las puertas del género siguen abiertas de par en
par, mas solo pequeñas cosas entrarán. Cosas tan diminutas y nimias como novelas breves, novelas cortas, noveletas,
nouvelles, novellas o novelines: lo único que pueda caber en
los alcances de esa definición, dulce por corta pero amarga
por escasa.
La veneración astuta de Juan el implacable
ARGENIS MARTÍNEZ
Polémico y contundente, Juan Nuño supo siempre develar las aristas más
agudas de la realidad hispanoamericana –especialmente de la venezolana– a
través de sus artículos publicados en la prensa. Con una prosa clarísima, llena
de ironía y humor, no se apartó de la fuerte vocación de postular la verdad sin
pretender convertir su pensamiento en dogma. “La veneración de las astucias”,
recopilación de sus ensayos más controversiales, revela el sentido crítico
en torno a la moral de este tiempo de quien, según Victoria Camps, “sabía
encontrar la filosofía en todas partes”
Juan Nuño | Foto cortesía
D
oscientos setenta y dos páginas sin incluir el
índice: no hay una sola línea tranquila, un recodo de debilidad, una retirada injustificada o el
cese momentáneo de hostilidades contra la imbecilidad humana. En La veneración de las astucias, libro paradigma de
la pasión combativa de la inteligencia, Juan Nuño aparta toda
esperanza de redención desde la primera página y crucifica
sin amnistía alguna la moral de este tiempo, pasa a degüello
a los espejismos políticos totalitarios y ajusta cuenta con la
quincalla filosófica que algunos han pretendido vender entre
oportunismos y oscuridades, en tanto huérfanos definitivos
de su vergüenza de pensar.
paciencia, método y convicción. La gran columna que sostiene estas páginas es la pasión indoblegable de la crítica, no
sólo cobijada en la audacia de presentirla y elaborarla en la
paciencia de los días sino el valor de convertirla en una expresión permanente por encima de las circunstancias personales. Aunque hubiera rechazado rápidamente cualquier opinión
favorable al respecto, en realidad esa pasión crítica expresaba
un gusto profundo, intenso y secreto por la vida que sólo se
apreciaba en su justa dimensión cuando la negaba, convirtiendo así la negación en contrario aliento y previsible sonrisa
al cruzar la esquina. En verdad el reclamo era porque el hombre insistía en perderse en el bosque de sus estupideces y no
asumía la audacia permanente de inquirir lo auténtico de las
cosas ni el riesgo de contemplarlas abiertamente desnudas.
Los cuatro caminos
Tal vez cinco si se admite el prólogo como la llave que encaja perfectamente en esa cerradura desconocida. En este,
como es natural, se aclaran a grandes trazos algunas reglas
del juego y se fechan los ensayos y artículos entre 1982 y
1988, “buena parte” de ellos (según precisa) inéditos. Otros,
anuncia, vieron luz en “diarios y revistas venezolanos”. Tres
de los ensayos más largos se refugiaron en las páginas de
la recién fallecida revista mexicana Vuelta, de Octavio Paz.
Pero ¡¬ay!, no se dice más... como no sea que la mayoría
de ellos nacieron en la “vecindad de inmediatas circunstancias”. Ojalá hubiera sido más explícito en fechas y nombres
Su horizonte no es el pesimismo ni tan siquiera la amargura de las publicaciones, para menor fatiga y alivio de quienes
dando pasos de sombras, o tal vez (¿por qué no?) un arrinco- gustan de comparar la escritura primeriza, urgida en su punado cansancio en el absurdo de la vida: no es esa nada. Al blicación, con el procesamiento posterior para ser embalado
contrario, es la ribera de enfrente desde la cual se dispara con en un libro, algo no menos riesgoso que lo primero.
CAROHANA
85
Dos páginas bastan para revelar ciertos amores persistentes unos, ocasionales otros (Wittgenstein, Bertrand Russell,
Unamuno, Sartre, Orwell y Borges), como también sirven
como hábitat para un par de banderillas de fuego en el lomo
de los cargadores de la inerte filosofía académica (“antenas
parabólicas, multiplicadores sin imaginación de viejos mensajes” les arrestra) y hogar de un íngrimo elogio (le debe
haber costado bastante escribirlo) para Ortega y Gasset, de
quien dice que quizá su “única lección meritoria sea el haber
exaltado la función periodística del pensador contemporáneo”. Pero inmediatamente agrega, para reponerse de su
reprochable debilidad, que “no fue el único ni el mejor”. Y
saca de su manga a Unamuno y a Russell.
Candidatos a la traición
El primer camino (“Los codos de la historia”) resguarda 17
escritos que el espacio hace imposible reseñar aquí. Ello
apiada la arbitrariedad de mi escogencia y no otro criterio.
Sin duda que “La traición a España” es a la vez un lúcido
ajuste de cuentas con el pasado personal y un deslinde claro
frente a la hojarasca de mentiras oficiales franquistas y la
exaltación heroica que recubrió a la parte derrotada. Una y
otra al repelerse se complementan para mostrar una visión
deformada de la auténtica realidad de la gran tragedia española de este siglo.
Nuño advierte de entrada sobre lo signos trágicos de 1936:
la desaparición de Valle Inclán, el asesinato de García Lorca,
la muerte de Unamuno. La rebelión militar del 18 de julio
tuvo así su anticipo y complemento de oscuridades. “Dan
ganas –dice– de enunciar una suerte de ley: todo militar es
un candidato natural a la traición democrática”. Basta que
se le dé vida colectiva a determinadas “amenazas” (comunismo, masonería, judaísmo, etc) para que queden justificadas la rebeldía y la traición como una “imperiosa necesidad
ética” y salvar así a la sociedad, con el auxilio de la madre
Iglesia y el Gran Capital. Un pedazo de España se buscaba
en el espejo deformante de Italia y Alemania.
A Franco lo descoloca sin más: apenas ineptitud y crueldad.
Niega siquiera que alcanzara a ser fascista o monárquico.
“Era un militar de la peor especie...: metódico, calculador,
rutinario, aburrido”. Precisa que como militar colonialista
“solo sabía hacer una cosa: quemar tierra ocupada y matar
al mayor número de ocupantes”. De allí que la guerra se
prolongara tanto pues era necesario retardar la caída y “aumentar el número de víctimas”. Hace dos mil años, recuerda
Nuño, Jenófanes interrogaba a los griegos “¿qué hacías tú
86
CAROHANA
cuando llegaron los persas?”. Y luego repite la pregunta en
tiempo español: “¿qué hacías tú antes de que un mediocre
general se le ocurriera levantarse en armas?”. En verdad,
tras esa inmensa y trágica crueldad, apenas quedó un antes
y un después.
Trabajadores disciplinados
Con este antecedente, Nuño se despacha a placer contra el
nazismo en dos artículos fundamentales: “De un nazismo al
otro” y “La banalidad del mal”. En el primero advierte de entrada que el nazismo no fue “un suceso patológico” producto
de la acción de unos cuantos “locos desatados” que toman
el poder, tiranizan a un pueblo pacífico y se convierten en una
amenaza mundial. Ojalá hubiera sido así, ironiza. La realidad
era otra. Los nazis eran alemanes comunes, padres de familia, religiosos, trabadores y, eso sí, disciplinados. Demasiado,
tal vez. Lo malo era que estaban armados con una ideología,
en la cual creían con fervor, y un poderoso “programa que
cumplir” al pie de la letra y, por supuesto, organizadamente. Luego de la terrible jornada de la Kristalinacht ocurrida (ordenaba por Goebbels) el 10 de noviembre de 1938,
donde fueron quemadas sinagogas, destruidos comercios
y agredida físicamente la comunidad judía) Hitler hizo saber
su descontento con esos procedimientos tan vulgares: todo
“debía resolverse científicamente”, con soluciones limpias y
definitivas. No tardó en ponerlas en práctica.
Esa sinrazón burocrática que instala en la sociedad la ideología totalitaria, convierte cualquier acto en válido e inevitable en tanto se ordena y se debe cumplir sin ejercer crítica
alguna, permitiendo que surjan aberraciones tales como la
de pensar que rechazar “la limpieza de sangre mediante la
eliminación de judíos sea tan insensato como oponerse al
curación del cáncer”. De allí la esencia del segundo artículo
inspirado en el conocido libro de Hannah Arendt. De entrada
Nuño advierte claramente: “El mal no es banal porque sus
ejecutantes lo fueran”, contrariando a algunos exégetas de
la Arendt que, según él, han deformado y malentendido sus
tesis. La trivilialidad a la que hace referencia la autora (señala Nuño) es la de la burocracia: “en este siglo ha sido posible
institucionalizar administrativamente el mal porque existen
sociedades altamente burocratizadas”. De manera que “la
trivialidad no está en la gente sino en el sistema... cualquier
acción puede ejecutarse con tal de organizarla debidamente
a través de los canales administrativos rutinarios”. De ahí a
la construcción de campos de concentración y cámaras de
gas no hay sino un paso.
De una a otra paradoja
La segunda parte (“Ideas y pensadores”) retiene un artículo
particularmente brillante: “El barbero y las pompas de jabón”.
Nuño recorre con sencillez y habilidad narrativa los intrincados
caminos de la lógica y les da luz a través de Bertrand Russell, el reverendo Charles Dodgson (Lewis Carroll) y Miguel
de Cervantes. Ya en uno anterior del capítulo primero titulado
“Segunda traición de Zinoviev” (un disidente soviético) introduce, en una explicación accesible al no iniciado, el complicado tema de la lógica polivalente (infinita, como se sabe, en sus
posibilidades) frente a la estrecha lógica tradicional basada en
los reducidos criterios de verdadero o falso.
En este nuevo artículo acude a la famosa paradoja de Bertrand Russell sobre el barbero de pueblo al que se le propone que afeite sólo a aquellos que no pueden afeitarse a sí
mismos. Menudo problema. Pero hay más: cita luego, para
complicar las cosas, la segunda parte de Don Quijote donde “un río dividía dos términos de un mismo señorío” (y la
muerte y el libre tránsito dependía de quien jurare verdad
o dijere mentira) y remata con Alicia en el país de las maravillas”, desmontando el disparatado diálogo entre Alicia y
el Caballero Blanco, cuando este le propone cantarle una
canción. A partir de estos tres textos, recomienda Nuño, un
buen profesor de lógica “podría dar tres cursos completos
y bien repletos”. Pero haría falta que emprendiera la tarea
con la fina ironía y el buen gusto literario de quien así recomienda. Lo importante, según dice, es celebrar que la lógica
ha abandonado su antigua carga de reglas y silogismo que
“ayudaban” al pensar correcto, para adentrarse en el mundo
del asombro infinito.
Pero otro cantar se oye cuando habla de Ortega, de quien
recela el exceso de apasionamiento de sus seguidores. Se
dice que tuvo mucho éxito pero ¿desde cuándo mide el éxito
la calidad? se interroga. En Hispanoamérica aún conserva
cierto encanto, reconoce, pero agrega de inmediato que
“existe envuelto en naftalina” y se le saca del viejo baúl con
motivo de cualquier efeméride. Le molesta en suma tanto
éxito vacío (trató todos los temas imaginables pero siempre
con prisa, casi por encima, de pasada, dice) y, en especial,
su estilo literario. No le falta razón en este punto. La estocada final se la da con una cita de Borges: “Hubiera debido
alquilar un escritor para que escribiera por él... porque él no
sabía hacerlo. Qué raro que siendo tan inteligente no se dio
cuenta de eso”.
Kafka y Orwell
Es difícil no sin mencionar las dos últimas partes de este
libro. La tercera anida propiamente en la literatura, la otra
son artículos cortos a los cuales no me referiré. Los autores
preferidos son Kafka y Orwell, a quienes les dedica un par
de ensayos fascinantes. Al primero le aborda desde la óptica
de la multiplicidad de las interpretaciones, y señala que el
único remedio para no interpretar a Kafka es, sencillamente,
no leerlo. Del resto siempre será un reto y, a la vez, un atrevimiento. Nuño lo hace hurgando por el lado judío, extrañado
porque este jamás “etiqueta, menciona o hace referencias
judaicas” directas: respeta cabalmente las fronteras literarias de su obra en ese sentido. Para eso están sus cartas
y su Diario. La clave judía de los escritos de Kafka, dice,
puede igual iluminar para revelar o para cegar: allí está el
peligro. Ese mismo camino, años después (1992), fue trajinado por George Steiner en brillante prólogo para la edición
De Unamuno a Ortega
No esconde el autor de La veneración de las astucias su de Everyman Library. Sobre Orwell se extendió muchísimo
inclinación por Unamuno como tampoco renuncia a darle su y con entusiasmo. Lo prefirió no por su detestable estilo limerecido rapapolvos a Ortega y Gasset. Del primero escri- terario ni por su chocante realismo ingenuo: su admiración
be sin titubeos que fue el perfecto intelectual de su época, viene por ser “el que mejor ha comprendido nuestra época
inconforme y sumido en la soledad de sus angustia pero al y el que más certeramente la ha descrito”. Su recorrido por
corriente, como el que más, del pensamiento de su tiempo, La Granja de los Animales y por 1994 es sencillamente maque llegó a dominar doce idiomas (entre ellos el hebreo, el gistral. Se nota la admiración, no exenta de cierta envidia,
danés y el noruego), y que buscó como nadie la reforma de por la capacidad iconoclasta de Orwell. La verdad es que
España reformando a Castilla y sus valores históricos, centro se parecen.
de “tantos errores, abusos e incomprensiones”. La figura de
Unamuno es gigantesca, advierte, y su obra en el campo Un filósofo y sus afanes
filosófico, histórico, literario y sociológico no lo es menos. No Por Jesús Sanoja Hernández
vacila en calificarlo como el “gran pensador y creador que En sus tiempos franceses, los de Sartre y Merleau Ponty, “el
en este siglo ha tenido no solo España, sino el ámbito todo General Peste” y la guerra sucia en Indochina, Luis Aníbal
Gómez hacía recuento del joven Nuño. Había caído en París,
de la cultura hispánica”. Más no se puede.
CAROHANA
87
asimismo, Teresa García, de regreso de Venezuela, donde
permanecía Muiño Loureda (El Diablo Cojuelo) con sus “pasos de duende”. Antonio Aparicio y Alejo Carpentier mantenían vivo, en El Nacional, el espíritu europeo, golpeado
entonces por los vientos de la posguerra.
La filosofía de Borges constituyó otro avance en Nuño. Lejos
en el tiempo, no sé si en los temas, de aquel Nuño absorbido
por Platón. Faltaba algo más: los testimonios del espectador
infatigable, que lo llevaron a escribir 200 horas en la oscuridad. Cine y libros se convirtieron en él en una obsesión,
prueba de que los mundos imaginarios pesan tanto como
A fines de los 50 Nuño ya era un filósofo que andaba por aquel que consideramos real.
las zonas transparentes de la filosofía griega, estudiaba a
Heidegger y empezaba a penetrar en el Sartre que había Pero el gran descubrimiento de Nuño, en los últimos veinsaltado al debate político-ideológico desde el trampolín del te años de su vida, fue el periodismo. Con su prosa móvil,
existencialismo. En la revista Cruz del Surprimero y luego, al sus vastos conocimientos, su permanente actualización, su
reventar los años sesenta, en Crítica Contemporánea, Nuño agudeza y la punzante claridad de estilo, Nuño se hizo cointentó bajar poco a poco desde las alturas de la filosofía y lo lumnista de varios diarios, en especial de El Nacional y en
especulativo a las tierras llanas de las polémicas, el ensayo los finales, de Economía Hoy en su edición dominical, donde
actualizado, los temas cuestionables y cuestionados.
publicó páginas seductoras.
Alguien llamó a Crítica Contemporánea “revista de los marxistas de cátedra”, si bien la mayoría de sus integrantes no
lo eran, pero en esa década no resultaba imaginable eludir la
confrontación entre “los dos bloques” y el desafío del marxismo que, en su versión leninista y codificada, irradiaba desde
Moscú y tenía canales de distribución numerosos e iracundos,
más aun cuando en Cuba, desde abril de 1961, empezó a
hablarse de “socialismo”. Lecturas obligadas eran entonces
Luckacs, Fischer, Garaudy y Goldman, el mismo que, según
creo recordar, provocó la división de aguas en Crítica Contemporánea y en el Consejo de la Facultad de Humanidades.
A las alturas de 1963 las contradicciones de los críticocontemporáneos pasaron parcialmente a El Venezolano y La
República, justo cuando a la primera generación de filósofos
empezaban a sumarse otros, en escaso número es verdad,
más interesados en estudiar al joven Marx que al Marx maduro. Ludovico, por ejemplo, se especializó en los Grundisse,
no sin que en algunos de sus libros Nuño (Doble verdad y la
nariz de Cleopatra) atribuyera a él y a los adoradores de los
Manuscritos una filiación alejandrina: “escoliastas insomnes
que fatigan los códices sacralizados para arrancarles algún
reflejo inédito”.
La pasión por Sartre, que también acompañó en un tramo a
Federico Riu, quedó fijada en estupendo estudio acerca de
sus novelas y cuentos más que de su teatro porque, como
en este fue donde el autor de Las moscas se mostró más
creativo, pues no valía la pena examinarlo. Paradoja al fin,
que Nuño supo resolver con citas y acercamientos al teatro
sartriano en algunos trabajos suyos diferentes al publicado
en los talleres de la UCV en 1971.
88
CAROHANA
No fue hombre fácil: lo fácil para él era la palabra, escrita y
hablada, temible en la controversia, adelantado en la difusión y crítica de autores y tendencias. Por lo mismo, polemizó en exceso: con Eduardo Vázquez, con Ludovico Silva y,
para nombrar de último al último, con Emeterio Gómez. En
fin: llevaba por dentro la carga dinamitera propia del español y el judío. Como español amó a Unamuno y desmontó a
Ortega; como judío, en libros y ensayos, estudió sus raíces
y sus dramas.
*Publicado el 6 de septiembre de 1998.
Memoria y libertad
@SERGIORAMIREZM
H
SERGIO RAMÍREZ
ace cuatro años discutíamos entre amigos la
idea era reunir a un grupo de narradores centroamericanos para que hablaran entre ellos de
su oficio, y de las dificultades que ejercerlo conlleva en países como los nuestros, donde las barreras de la incomunicación parecen alzarse a veces de manera insalvable. Juntar
a los escritores maduros, pero sobre todo a los jóvenes, que
tienen ya por campo de batalla este siglo XXI tan sorpresivo
y lleno de desafíos, cuando el oficio de narrar sufre cambios
tan severos.
nocida sobre todo por la violencia y la pobreza. Hacer de la
literatura una marca de país. Y entonces pensamos que este
no debería ser un diálogo solo entre nosotros, una plática de
presos, sino a puertas abiertas, en compañía de escritores
de otras latitudes, y de traductores, editores, críticos. Salir al
mundo, compartirlo, ponernos en el mapa.
Son temas que surgen entre centroamericanos, porque presuponen una identidad compartida, que tiene una dimensión
en la historia, otra muy obvia en la geografía, aun otra en el
intercambio económico, y una más en la cultura, la más desprovista de todas. Países en vecindad, que resulta incómoda
a veces, estorbada por incomprensiones y recelos, pero sometidos, pese a ellos mismos, a un ideal empecinado que no
se deja mover por los vientos de tormenta. Y si la identidad
cultural es la más desprovista, es al mismo tiempo la más
espléndida, esa que se expresa triunfalmente en la creación
literaria y nos deja llenarnos la boca con los nombres de
Rubén Darío, Miguel Ángel Asturias, Ernesto Cardenal.
Y así como el año anterior convocamos Centroamérica Cuenta en nombre de la libertad de expresión, condición esencial
de la creación literaria, este año el lema será Memoria que
Nos Une. La memoria que alimenta no solo la invención, sino
que es imprescindible para tener historia, y para que tenga
sentido la vida social.
Este experimento pasó a llamarse Centroamérica Cuenta,
y del 23 al 27 de mayo vamos a celebrar ya el cuarto encuentro, una vez más en Managua. Hemos venido creciendo desde la primera convocatoria de 2013, cuando empeCómo circulan en Centroamérica los libros o por qué no cir- zamos con una docena de participantes que acudieron de
culan. Cuáles son las dificultades de editar, y la terca super- los seis países centroamericanos, y de Francia y Alemania,
vivencia de las ediciones por cuenta propia, eso de que uno a tener esta vez a más de setenta invitados provenientes de
aún imprime su propio libro y tiene que salir a venderlo. Las más de quince países; además de los mencionados, Espapequeñas editoriales heroicas que se arriesgan, pese a que ña, México, Brasil, Colombia, Holanda, Venezuela, Argenbien saben que no es lo mismo ofrecer libros de escritores tina, Perú. Tendremos a narradores, cronistas, cineastas,
nacientes que pizzas o ropa de paca. Los desafíos de los traductores, académicos; editores de importantes casas
libros y revistas electrónicas, los blogs literarios, la red que editoriales, igual que de suplementos culturales, directores
nos abre sus puertas infinitas, pero que sigue siendo un te- de otros festivales internacionales, y periodistas que vienen
rritorio tan vasto donde es fácil perderse y desaparecer.
a cubrir el encuentro.
La memoria como sedimento de la libertad, porque para
imaginar el futuro es necesario recordar el pasado. Y nuestra historia reciente está llena de pasado que traer a la memoria; un pasado desaparecido, que es necesario exhumar.
Olvido que desterrar. Memoria también de dos grandes aniversarios que tienen que ver con nuestra lengua y su consPero si miramos hacia dentro, hay que mirar al mismo tiem- tancia renovadora: los cuatrocientos años de la muerte de
po hacia fuera: también Centroamérica por cárcel y cómo Miguel de Cervantes, y los cien años de la muerte de Rubén
romper los muros de esa cárcel para un escritor. Ser visto Darío, a quienes está dedicado el encuentro.
y leído por las editoriales extranjeras, traducido a otras lenguas. Desafiar el sino de venir de una pequeña región recoCAROHANA
89
Serán seis días de intensas actividades en una docena de
escenarios, centros culturales, universidades y colegios de
Managua y Masatepe, donde clausuraremos el encuentro:
mesas redondas, donde además del tema de la memoria se
discutirán los que tienen que ver con los desafíos de la literatura, los asuntos a los que acude, sus formas cambiantes
de expresión: la realidad en que vivimos, como sedimento
provocador de la imaginación; la historia que nos ha tocado
en suerte y las maneras de descifrarla a la hora de contar.
La literatura en su esplendor cambiante, del narcotráfico al
erotismo, del amor a la violencia.
Y talleres, sobre narración periodística, fotografía, traducción, creación literaria, novela gráfica; incorporamos, además, por primera vez, un ciclo de cine, que queremos hacer
crecer hasta convertirlo en años venideros en un festival, así
como aspiramos también a desarrollar de manera paralela
una feria del libro.
Los más de setenta autores participantes vivirán una semana de intercambios con el público que sin duda disfrutará de
una oferta cultural de alta calidad a través de estos diálogos
abiertos y de sus comparecencias en las librerías para la
firma de ejemplares. No me equivoco al decir que tenemos
ya consolidado un encuentro literario de tanta calidad como
otros que se realizan periódicamente en América y en Europa.
Es un esfuerzo que demanda recursos, pero hemos venido
encontrando un apoyo cada vez más entusiasta de gobiernos, agencias de cooperación, entidades culturales, y de la
empresa privada. En este sentido, Centroamérica Cuenta es
también un punto de encuentro de voluntades por el desarrollo de la cultura.
La literatura no es prescindible, ni tampoco una pieza decorativa. Es un signo de libertad creadora. Y, como instrumento
de expresión, esencial a la diversidad crítica, necesaria a la
vez para la convivencia democrática. Memoria y libertad son
los signos que nos unen en esta jornada centroamericana.
Sin ellas, no hay invención literaria.
www.sergioramirez.com
www.facebook.com/escritorsergioramirez
90
CAROHANA
Páginas australes, de Luis Beltrán Guerrero
FRANCISCO JAVIER PÉREZ
P
ublicado por la Embajada de Venezuela en Buenos Aires, se edita el año 1979, en la propia
capital de la Argentina, en factura de la editorial
Artes Gráficas Corín-Luna (Morelos 670), el límpido volumen
en donde el maestro Luis Beltrán Guerrero, hoy festejado
por su centenario:1914-2014, reúne sus más perdurables
trabajos sobre escritores del sur del continente.
ción americana. Lo nacional es un argumento para el tránsito hacia lo universal. Nunca una escritura regional tuvo tanto
sentido para el universo todo. Su Rodó y su Henríquez Ureña
nada tienen que ver con la lectura parcial y pequeña del
territorio. Los territorios, en cambio, lo son en trazo gigante
como materia global; sentimiento y razón que entonan cantos de glorificación de la palabra como el mejor signo de
un universo americano extrañado de fronteras espirituales y
La valoración de los nombres, tanto como la de los temas, alienado de límites mentales. El patriotismo deja su antiguo
no busca convencer sino satisfacer; un recurso de llegar sabor de cohesión continental para entenderse, cumplida
a la verdad gracias al gusto. Se aproximan como reunidos la Independencia, como patriotismo nacional; archipiélagos
en un mismo destino que rebasa el tiempo y que escamo- mentales en el destino del continente más fragmentado y
tea las formas: Rodo, Henríquez Ureña, Manuel Ugarte, el fracturado.
Deán Funes, Larreta, Francisco Romero, Fernández Moreno, Martínez Estrada, Alfredo L. Palacios, Antonio Requeni, Los ensayos crecen para decir que los motiva siempre el
Berta Singerman, Lazcano Tegui, Capdevila, Sábato, Fermín, mismo reclamo y la misma deuda: el olvido americano de
Estrella Gutiérrez, Marechal, Ricardo E. Molinari y Borges. sus grandes hombres; sean estos héroes militares o civiles,
También, los poetas amantes de Venezuela, seña de equili- hijos del afecto o la codicia, varones del amor o mártires del
brio frente al grueso del conjunto que es razón de amor de dolor. En confirmación escribe sobre la impagable deuda que
un poeta venezolano amante de la Argentina y del extremo se tiene contraída con Rodó, en clave de eternidad: “Rodó
sur de la América sureña.
está ya incólume, en el presídium de los más grandes ciudadanos de la intelectualidad americana, vigilando el destino
Astros todos que viajaron desde tan lejos y en todas direc- de estos pueblos nuestros, que ellos [Bello, Sarmiento, Martí
ciones para sellar un compromiso de interpretación del ser y Montalvo] antevieron espléndido dentro del sentido de una
americano, ese peregrinaje permanente desde el latir de estrecha solidaridad continental anuladora de fronteras y de
nuestros dolores más hondos y hacia el sentir de nuestras prejuicios nacionalistas”.
pasiones en flor.
Peregrino de la noche sin fin y residente de la agonía ameriCalas necesarias son demostrativas de la nobleza de este cana, despliega los mejores sentimientos y abate los mayoconjunto de textos que el exégeta venezolano ha deshojado res argumentos en favor de la gloria libertaria del continente
de su patria de Cándido, de su jardín de Bermudo y de sus y en honor de sus más dorados cultores; en este caso, hipoderes de Anteo para elevar ritos verbales para los me- jos australes de un destino más allá de los territorios. Para
jores verbos. Lo son de poetas como él; de historiadores, su maestro Pedro Henríquez Ureña, el espíritu caribeño del
de novelistas, de filósofos, de humanistas y sabios como él sur, escribirá emocionadas páginas para admirarle (“que es
mismo que fue tan sabio y humanista, poeta entre filósofos mirarle de cerca”). Lo quiere sabio grande y sabio bueno,
y novelistas, hijo de la historia entre historiadores. Resultan un oxímoron de posibilidades nunca del todo exploradas y
páginas de un venezolano desde el mundo austral, tanto jamás entendidas del todo. Entiende que nada hace más
como páginas australes para Venezuela y América. Nada en grande al sabio que su propia bondad. La ciencia sin el bien
ellas es local. Enunciando (denunciando) el círculo vicioso nada vale. Lo califica de varón alto y recto, del “americano
del localismo sella el más sólido repudio en su interpreta- más viviente de su tiempo”, estimulador en los otros de su
CAROHANA
91
propia vocación como fin último de la tarea del maestro.
La fragua de una hagiografía cierta y certera conducen al
voltaireano a observar en el dominicano más eterno los
grandes valores de la sapiencia americana y las grandes
carencias de la cultura (un elogio a sus estudios sobre el
verso castellano de once sílabas y unas notas de anticipación sobre las desgracias de la vía fácil para la literatura y
el pensamiento americanos): “En esta América, tan falta de
corrientes de alta cultura, donde el sentido de la disciplina y
del equilibrio intelectuales brillan por su ausencia, en tanto
abunda silvestre el talento desorbitado, sin freno y sin cauce; en esta América, que perdió en mala hora el ejemplo de
Andrés Bello, resultaba extraño aún a los mismos que se
consideran hombres de letras, el que Henríquez Ureña se
ocupase, por caso, del endecasílabo, porque se desprecia la
métrica, porque se la ignora, desconociendo que es fundamental para la filosofía de la composición y que los estudios
de ese género están a la orden del día en los países de
verdadera cultura, Inglaterra, Alemania, Italia o Francia. Esta
actitud de Don Pedro era lo contrario de la improvisación, la
negación de la facilidad inspirada, de la pigricia intelectual,
del tropical desbordamiento que se queda solo en juegos de
bengala”.
Perturba, por partes iguales, la clarividencia del sabio viejo y la valentía del sabio nuevo. La lectura venezolana que
Henríquez Ureña ordena y que Guerrero declara en su interpretación no hacen sino llamarnos a una hermenéutica
doliente de nuestros órdenes fracturados: “Nos advirtió en
1925 que Venezuela se había pasado a la América mala, en
letras, desvirtuando su estupenda tradición, a tal punto que,
entonces no había ningún venezolano menor de cincuenta
años que gozase de prestigio literario en América. Las dictaduras bárbaras acabaron en Venezuela las humanidades,
y con ello, no sólo aniquilaron la formación intelectual de los
dirigentes, sino principalmente, su formación moral”.
92
CAROHANA
Se llamaba José Vicente Abreu,
el comandante Capanga
MANUEL BERMÚDEZ
José Vicente Abreu, sin echar mano de la ficción y sin rebuscamientos estéticos,
dejó constancia, en “Se llamaba SN”, de uno de los episodios más difíciles de la
Historia venezolana. Sus andanzas personales en la política anti perezjimenista
y las múltiples persecuciones y encarcelamientos a los que fue sometido, lo
convirtieron en protagonista de su propia novela
José Vicente Abreu | Foto: Archivo El Nacional
Al Profesor Argenis Pérez H.
Si el hombre viene al mundo sólo para vivir y morir, la verdad
es que yo, desde hace años le hubiera devuelto ese pasaje
sin retorno a la Avensa del Cielo. Sin embargo, los poetas
siempre tienen una razón para justificar ese tránsito. Jorge
Manrique lo metaforiza con los ríos y la mar. Nuestro Vicente
Gerbasi, con la Noche. (“Venimos de la noche y hacia la
noche vamos”). José Vicente Abreu, en la noche más tenebrosa de Se llamaba SN, lo convierte en una metonimia de la
tortura ascética, para luego alcanzar una mística de la dignidad humana. Ascetas y místicos fueron fray Luis de León
y San Juan de la Cruz, respectivamente. Ambos sufrieron
la tortura espiritual de la Inquisición española, José Vicente
Abreu padeció la tortura física de una dictadura militar venezolana. Cuando el hombre es sometido a sufrir el suplicio
y el martirio por otros hombres, uno no sabe de dónde saca
valor para aguantarlos y luego purificarse místicamente en
su castillo interior.
Yo conocí a José Vicente Abreu en vida. Y ahora sigo conociéndolo, después de muerto, a través de su obra. Y del
recuerdo de sus familiares y amigos. Nacer en San Juan
de Payara, Estado Apure, Venezuela, no es igual a nacer en
Irlanda, Europa, el Universo, como James Joyce. Hay todo:
todo un Atlántico, todo un océano imperial y de lenguas, de
por medio. Pero la condición humana, de que hablaba André
Malraux, es igualita en todas las latitudes y hombres de esta
CAROHANA
93
aldea global que nos postmoderniza. Antes era Dios quien
unía la grandeza del Universo con la pequeñez del hombre.
Ahora es un gringo, llamado Bill Gates, quien nos internetiza
en sus redes de comunicación.
El río de la política es como el Arauca, angosto pero caudaloso. Después de la caída del gobierno democrático de Rómulo Gallegos (1948), Abreu se dedicó por completo a la vida
política clandestina, porque la Junta Militar que gobernaba
el país decretó la eliminación del Partido Acción DemocráUn río como el Arauca
tica. Sin embargo, muchos militantes leales organizaron la
Los libros de Abreu son cojonudos. En uno de ellos, Se lla- Resistencia, dirigida, con fina inteligencia, por Leonardo Ruiz
maba SN, hay una sesión de tortura en la que le ponen unos Pineda. Y muy cercano a él, estaba José Vicente Abreu. Tras
cables eléctricos a los testículos de torturado; y este viaja, la eliminación gubernamental de AD, vino la del Partido Codel pasado al futuro, sin hacer escala en el presente. Ese munista. Y sólo quedaban como partidos de oposición al gochamo de Bill Gates jamás pensó que unos tipos, llamados bierno dictatorial, Unión Republicana Democrática y Copei.
Pedro Estrada, Miguel Silvio Sanz y Ulises Ortega, de Venezuela, se le adelantaran tanto en el arte de accesar a una Profesional de la lucha clandestina
persona por el infinito, sin drogarlo con un tabaco psicodé- El país se fue sumiendo, poco a poco, en el silencio y el
miedo. La Seguridad Nacional, policía política del régimen, al
lico o cibernético.
mando de Pedro Estrada, desarrolló un plan de persecución,
Vuelvo y repito, yo conocí a Vicente Abreu allá en Apure, represión y eliminación, de corte fascista, que culmino con
cuando su familia vivía en el barrio Jobalito. Abreu nació para matanzas y atropellos en los campos petroleros y la cololíder y para mártir. Aprendió con su padre, don Gabriel, el pe- nia agrícola de Turén, Estado Portuguesa. La censura a la
queño arte de la talabartería. Y con Raimundo Rodríguez, en prensa y a la radio cortaba toda posibilidad de libertad de
el semanario El Espejo, la tipografía y el periodismo. Cuando expresión. Sin embargo, circulaban clandestinamente dos
llegó al liceo Lazo Martí, le echaba pebeco a Pedro Laprea, periódicos:Resistencia de Acción Democrática y Tribuna PoAbilio Porras, Betico Guzmán y al Cuco Solano. Después del pular del Partido Comunista. Dentro de esos escenarios de
golpe militar del 18 de octubre de 1945, Abreu se adequizó trabajo, Abreu fue hombreándose más. Una vez lo vi, por El
y dijo un archipiélago de discursos por todos los barrios y Paraíso, cerca del Pedagógico, vestido con una ropita de
plazas de San Fernando. Ya consagrados los adecos en el kaky, que le quedaba corta. En otra, cerca del Congreso,
poder, José Vicente recitaba, a través de los altoparlantes de andaba con un traje de casimir inglés, cortado a la medida.
la barbería de Mateo Naranjo, en la Plaza Libertad, los ver- Era todo un profesional de la lucha clandestina, con sueldo
sos de El brindis del bohemio. Arnoldo Arana, el Cuca Vera, y todo, que vivía en una Venezuela diferente al país del NueRubén Darío González y yo, los comunistas de entonces, lo vo Ideal Nacional del gobierno. Y a quien los esbirros de la
oíamos con admiración y respeto. Éramos cursis y a mucha SN buscaban como “palito’e romero”, porque era la persona
honra. Porque detrás de Abreu estaban Arturo de Córdova, clave para capturar a Leonardo Ruiz Pineda.
Pedro Infante y Pedro Armendáriz, las estrellas absolutas del
cine de entonces. A José Vicente lo querían todas las muje- Cuando lo hacen preso en un apartamento de San José, sires, desde la Cabo Luis, que era un runche; hasta la virginal tuado entre las esquinas de Calero y Desamparados, Abreu
se convierte en protagonista de su propia novela, Se llamaba
Josefina, flor del naranjal de Mateo.
Cuando Abreu se vino a estudiar a Caracas, en 1947, se SN. Oscar Wilde definió una vez la novela, como la historia
inscribió en el Departamento de Castellano y Literatura del escrita por un hombre que no la vivió; o como la historia viInstituto Pedagógico Nacional y en recién abierta Escuela de vida por otro, que no la escribió. Se llamaba SN es la novela
Periodismo de la UCV, dirigida por Miguel Acosta Saignes. vivida y escrita por José Vicente Abreu, desde la noche en
Para entonces no existía la televisión. Y la radio y el periódico que el tuerto Matute, acompañado de seis esbirros de la SN,
eran los únicos medios de información, después del libro. lo hace preso; hasta el día en que lo trasladan del campo de
Cuando Abreu regresaba a San Fernando, en vacaciones, concentración de Guasina a la Cárcel de Ciudad Bolívar. Se
era un libro abierto. Y nosotros, los ñángaras de la época, lo llamaba SN es un gran testimonio literario sobre la vida en
leíamos completico en el botiquín de Pelusa, frente al Cañito, las cárceles de la dictadura militar del general Marcos Pérez
un brazo del río Apure en San Fernando. Manrique, el poeta Jiménez (1952-1958). La obra tiene como escenarios: la
español, no estaba equivocado: “Nuestras vidas son los ríos, sede de la SN en la urbanización El Paraíso, Caracas; la
sentina de la motonave “Orinoco”, donde trasladan a más
que van a dar a la mar, que es el morir”.
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CAROHANA
de un centenar de presos políticos, en condiciones deplorables; el campo de concentración de Guasina, isla insalubre,
situada en la desembocadura del río Orinoco, estado Delta
Amacuro.
teraria, sino también con sobriedad, con dignidad, con autenticidad”. Y finaliza diciendo: “Al terminar los relatos no
pensamos: ¬qué valientes son los comunistas o los adecos!,
sino: ¬de qué valentía es capaz el hombre, mi semejante!
José Vicente Abreu, desde el fondo de su sufrimiento, nos
Ese testimonio novelesco tiene como genotexto unos “Apun- dignifica a todos, simple y directamente” (El Nacional, 8 de
tes”, que Abreu en pieza a escribir en Guasina; y el “Mani- agosto de 1964).
fiesto de Guasina”, publicado en 1959. De muy buena fuente oí decir que, después del triunfo electoral de AD en 1958, Se llamaba SN tiene, hoy por hoy, la edad de Cristo. Por
adecos principales en el gobierno de Rómulo Betancourt, inadvertida no ha pasado. Porque cuenta diez ediciones, de
querían que Abreu, ahora militante del Partido Comunista, las cuales hay tres en lenguas extranjeras: una versión en
escribiera sobre los años de prisión dictatorial y sobre la ruso de 1968; otra en búlgaro del mismo año; y la tercera en
resistencia política, porque así se magnificaba el partido alemán de 1969. Además tiene una versión cinematográfiAcción Democrática, muy desprestigiado entonces ante la ca. Se llamaba SN es una novela urticante para viejos y jóvejuventud. Y para esto no había mejor enlace que el editor nes políticos. Y de ciertos remordimientos para intelectuales
José Agustín Catalá, a quien Abreu le pide permiso para es- exquisitos, pero chicuacos. En eso se parece un poco a la
cribirle, desde la prisión, a su hija Beatriz Catalá. Esas cartas poesía del Chino Valera Mora (“Amenecí de bala”), a quien
de amistad, con el tiempo, se convirtieron en cartas de amor. los de oficio y consagrados miran también con indiferencia
Y esa relación de presos, se transforma luego en relación de y consideran que está por debajo de ellos. Abreu, por su
suegro y yerno; y al final, casi de padre e hijo. De allí que, parte, dejó que los exquisitos ladraran. El siguió en lo suyo.
cuando aparece la primera edición de Se llamaba SN en Lo único que cambió, circunstancialmente, fue el nombre
1964, las apostillas históricas y referencias a pie de página de José Vicente por el de comandante Capanga, porque se
sean de José Agustín Catalá.
enguerrilló con los ñángaras. De esa experiencia sale otra
obra:Cuatro letras (FALN). Este Abreu no se parece a los preLa publicación del libro fue todo un acontecimiento históri- sos y torturados que fueron Julius Fucik en Reportajes al pie
co-político, así como editorial-literario. Todos los periódicos del patíbulo y Henry Alleg en La tortura, combatientes de la
y revistas importantes hablaban de la obra. Y los críticos resistencia checa contra los nazis y de la resistencia argelisiempre caían en el problema del deslinde de la obra y del na contra los gorilas militares de Francia, respectivamente.
autor. Escritores de la estatura intelectual y ética de Juan Se parece más al André Malraux de La condición humana
Liscano, Guillermo Sucre, Jesús Sanoja Hernández, José y las Antimemorias. Abreu vuelve a prisión. Pero tiene otro
Vicente Rangel y otros van al fondo y trascendencia de la espíritu. Un día se le atraviesa Braulio Fernández, héroe desobra, no obstante ser Abreu, para el momento, un escritor conocido de Alto esa Patria, hasta segunda orden y con él
principiante. Sanoja Hernández, que conocía el temple es- concibeToma mi lanza bañada de plata, un discurso oníricoliniano de Abreu, dice: “Tras una luminosa descripción de poético con el que le echa cal a la revista de Meneses, que
la captura, Abreu relata las torturas a que fue sometido y lo consideraba “sin fábrica alguna de imaginación”. Con esa
luego el ambiente en los pequeños cuartos que hacían de obra Abreu pasa las alcabalas del consciente y el subconsceldas”. Así mismo señala el punto de vista del preso y tortu- ciente y flota en los cerdales del tiempo, como Gerard de
rado como “Un estudio sicológico directo, sin matices, acaso Nerval en Aurelia.
demasiado crudo, más cercano a Arráiz y a Pocaterra que
a Malraux y Fucik, pero una realidad viviente como pocas Bajo la crítica
veces antes en nuestra literatura” (Semanario Qué pasa en Hay dos notas revistéricas, que dicen y no dicen. Una viene
sin firma, lo cual permite suponer que es responsabilidad
Venezuela, 7-8-64).
del director-editor. Y entre otras cosas afirma lo siguiente:
Cuatro letras
“José Vicente Abreu ha publicado un relato directo y severo
Juan Liscano, poeta y crítico de una lucidez laser, sin nin- sobre la resistencia clandestina contra el gobierno de Marguna mezquindad, afirma: “Escribir bien consiste en poder cos Pérez Jiménez... El libro de Abreu es de los que dan la
hacerle sentir a los otros lo que pasa por dentro del que impresión de que fue escrito como una necesidad vehemenescribe. Y Abreu logra este propósito, no sólo con virtud li- te y apasionante, como una obligación, como una angustia
CAROHANA
95
de confesión que no se podía tener guardada... Es un libro
importante, porque aparece como intacta experiencia, sin
fábrica alguna de imaginación” (Revista cal –Crítica, Arte,
Literatura–, dirigida por Guillermo Meneses, 28-8-64).
La otra nota viene firmada por el poeta y crítico Guillermo
Sucre. Y apareció en Zona Franca, en la segunda quincena
de septiembre de 1964. Sucre considera el libro de Abreu
como “Un relato sencillo, directo, sin pretenciosas complicaciones técnicas, pero escrito con rigor y honestidad, atento
a todas las implicaciones que encierran los hechos mismos
que narran, nos ha dado una de las grandes obras sobre el
período de la dictadura perezjimenista... Acaso muchos escritores de “oficio” mirarán con indiferencia el libro de Abreu.
Muchos novelistas “consagrados” de nuestro país creerán
estar por encima de él. Estos dos flashes encomillados por
Guillermo Sucre anuncian la estricta y aguda crítica del autor
de La máscara y la transparencia.
Las voces del silencio
Por Jesús Sanoja Hernández
Arrancaba aquel mayo lleno de presagios. Había pasado
la hoguera de enero, con la huelga del transporte. Tribuna Popular, donde Abreu era jefe de redacción, había sido
cerrada por un mes luego de pasar otros trece clausurada.
Los debates en el Congreso, con suspensión de garantías y
comparecencia de los ministros vinculados a la lucha antisubversiva, anunciaban algo.
yo a la celda soltó una carcajada frente a alguien que nos
observaba desde muy cerca. Le pregunté a qué diablos se
debía tal arranque: “A que este –me contestó, señalando a
Payares– fue mi carcelero en Guasina y ahora es mi compañero de calabozo”.
Dos años después, luego de haber sido trasladado al San
Carlos, recibió el beneficio de “casa de cárcel” gracias a informe médico de Fernando Rízquez y gestión de Catalá, su
suegro, quien lo aprovisionó de papeles, máquina y fe para
que reelaborara lo que había escrito en su larga prisión de los
años 50 y lo que la memoria le trajera como azote del tiempo.
Así nació Se llamaba SN a mediados de julio de 1964. Gustavo, “el general”, estaba encarcelado y así seguiría hasta
1968, y yo trabajaba en el semanario Qué, donde publique mi
primera reseña sobre su indetenible, desde entonces, obra
literaria. ¬¡Por fin José Vicente narraba en letra escrita lo que
obsesionantemente narraba con verbo incontenible!
Acaso porque la novela era una requisitoria contra la dictadura de Pérez Jiménez y porque, simultáneamente, salía de imprenta cuando la democracia apelaba a métodos
de represión parecidos, su éxito editorial fue instantáneo.
Engrosaba así Se llamaba SN el número no despreciable
de narraciones clasificadas acertadamente como literatura
carcelaria. El antecedente más citado entonces fue, desde
luego, Memorias de un venezolano de la decadencia, obra
con la cual guarda algunas diferencias.
Fuimos José Vicente y yo a Maiquetía a despedir a Gustavo
Machado, “el general”, y a un dirigente regional del PCV –Donato Carmona– que un trienio más tarde engrosaría la lista
de los “desaparecidos”. Cuando retornábamos, dos guardias
nacionales nos detuvieron, aunque no por motivos políticos,
sino por violenta discusión entre uno de ellos y José Vicente.
José Vicente comenzó a recibir plan y, ante el asombro de los
del Destacamento Móvil, se quitó la camisa y les gritó: “Den
más duro, cobardes, que ya en Guasina me acostumbré”.
La de Abreu busca novelar el testimonio, en tanto la de Pocaterra busca documentarlo y convertirlo en proceso polémico.
La de Abreu inventa algunos nombres para los personajes,
como los de Luis Ramos (Luis Navarrete en realidad) y “el
viejo José Martín” (José Martínez Pozo). La de Abreu se sitúa
en una isla concentracionaria, Guasina, y en la vecina población de Sacupana, en tanto la de Pocaterra en el castillo Libertador, en la fortaleza de San Carlos y, fundamentalmente,
en La Rotunda. La de Abreu se ubica cronológicamente en
la década militarista y la de Pocaterra en los encadenados
Dos o tres días más tarde vino la sorpresa por boca de Beatriz, años de las tiranías de Castro y Gómez.
su esposa imaginaría en los tiempos de prisión en la Cárcel
Nueva de Ciudad Bolívar y de exilio en México, y su esposa por Son dos visiones testimoniales donde la primera persona se
casamiento revolucionario desde 1958. “Vicente cayó en Ca- sumerge en la tercera voz de un grupo. Voz de excluidos,
rúpano”; fue la inesperada frase que llenó el auricular. Beatriz segregados, encarcelados, que desesperada y tal vez inútilcuando se refería a Abreu, decía Vicente, y punto.
mente trata de hacerse oír “en la Venezuela que vendrá”.
De Carúpano lo trasladaron a la misma cárcel orinoquense
y cuando lo fui a visitar en agosto de aquel 1962, al entrar
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CAROHANA
*Publicado el 31 de mayo de 1998
Papel Literario de El Nacional
Lugar común la muerte
Rodolfo Terragno
El azar del periodismo hizo que Tomás Eloy Martínez reflexionara desde muy
joven sobre el final de toda vida
Inicié un borrador sin la ayuda de sus libros, sin recortes, sin
otra cosa que no fueran los recuerdos.
Lo hice a la mañana siguiente. Se me ocurrió, en aquel
momento, que a Tomás le habría solazado la escena: él,
agonizando en Buenos Aires; y yo, dedicándole un obituario
prematuro entre dromedarios indiferentes y un viento que
soliviantaba las dunas.
Para él, la literatura no consistía en imaginar. La invención
le parecía ociosa.
Manuel Vicent dice, en León de ojos verdes, que narrar es
“transformar hechos reales en imaginarios, conservando su
sustancia verídica”.
Eso era lo que hacía Tomás.
Con Paul Auster, en una entrevista para adn CULTURA. Foto: Archivo
Todo relato le parecía infiel: “el texto no resucita la realidad;
la transfigura”.
Una noche de enero, mi Blackberry parpadeó en una jaima
berebere, cerca de la frontera con Argelia; allá, en aquel A su juicio, era imposible “contar” la realidad. Hacía falta
desierto marroquí que Alá fabricó para sepultar a una po- “reinventarla”.
blación sacrílega.
Me lo dijo una tarde, objetando mi empeño en documentar una biografía. Yo estaba, según él, preso de fuentes que
El parpadeo anunciaba la llegada de un mensaje.
nunca se bastarían a sí mismas. La historiografía requiere
Con Paul Auster, en una entrevista para adn CULTURA. Foto: que a una fuente la confirme otra, y a ésta una tercera. “Es
un trabajo inútil”, me dijo, “porque ninguna cadena de fuenArchivo
tes, por extensa que sea, puede fijar la verdad o impedir el
engaño”.
Era ceñido y fatídico: “Tomás se muere”.
Me propuse, entonces, ganarle de mano y redactar un ho- La reinvención de la realidad, sin embargo, no era suficiente.
menaje antes de que -él también- cayera en el “lugar coHabía que rendir culto a los vocablos.
mún” de la muerte.
CAROHANA
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Adverso a la sabiduría convencional, Tomás juzgaba que una tro días se prolongó la agonía, pero “cuando las salvajes
palabra valía más que mil imágenes.
mordeduras de la intoxicación le daban alguna tregua, él
reconocía con felicidad, en las profundidades de su cuerpo,
No es que se dedicara a jugar con fonemas. No, al menos, el mar despejado de la primera infancia, la iglesia blanca de
después de su primera novela (Sagrado, 1969) que, creía, Santa Lucía, la llegada de los lanchones cargados de sal al
fue “un fracaso” porque, en ella “sólo” había trabajado el viejo muelle de Cumaná, el olor de las flores, el color de los
lenguaje.
muros, las rondas que había ensayado con timidez en la escuela de don Jacinto Alarcón. El sucio cadáver del insomnio
El don de la escritura requiere una doble destreza: reinventar se alejaba entre los frascos de alcohol y las jeringas de las
la realidad y lograr la simbiosis de “significantes” y “signifi- transfusiones, mientras él, José Antonio Ramos Sucre, encados”.
traba en un cielo olvidado, donde las cosas no tenían nombre y los ríos iban a ninguna parte”. Más de treinta años se
Horas antes de recibir la alerta roja sobre su salud, yo ha- tardó, luego, “ para saber quién era, en verdad, este hombre
bía pensado en tal simbiosis. Fue cuando descubrí que, en a quien los críticos de su época habían definido como un
árabe, jamal significa “camello” y, también, “belleza”. Como poeta cerebral, impermeable a las respiraciones de la vida
Hermógenes, Tomás suponía que “quien conoce los nom- y, por lo tanto, condenado a la creación de paisajes irreales
bres de las cosas, conoce las cosas mismas”: esa idea que o abstractos”.
recogió Jorge Luis Borges para decir en “El Golem”: “En las
letras de rosa está la rosa y todo el Nilo en la palabra Nilo”. Tomás no había querido imitar, tampoco, a Juan Manuel de
Rosas, que durante un cuarto de siglo vio pasar, en InglateSi esto es así, para los nómades del Sahara (hay que atra- rra, “su vida en la soledad más brutal e inesperada”; y que,
vesar ese mar de arena para comprenderlo) dromedario es muerto, permaneció ciento veintidós años más “en una tumsinónimo de belleza.
ba de mármol rosa, en el cementerio de Southampton”.
Con arbitrariedad temporal, Michel Foucault sostuvo que, “a El cuerpo de Tomás, conforme a su decisión, no debía evapartir del Renacimiento”, las palabras “dejaron de tener la porarse en el extranjero. Él vino a que se le degradase en su
misma realidad que aquello que significaban”.
tierra. Parsimoniosa y naturalmente.
Umberto Eco sigue creyendo que “el nombre de la rosa” es Apuesto a que, aun en los momentos de mayor penuria, no
la rosa misma.
se le cruzó la idea del suicidio. Habría sido una muerte inoportuna e incompleta.
Pensé que, si Tomás me esperaba, a mi regreso le pediría
la confirmación: el doble significado de jamal no era una Quiso, en cambio, provocar reencuentros, acomodar afeccoincidencia etimológica o fonética sino una expresión de tos, organizar el entorno y crear un suspenso. Su muerte
identidad.
debía tener un tempo, y lo tuvo.
Lo hice fingiendo optimismo: sabía que no volvería a encon- Ramos Sucre y Rosas son “personajes” del que, a mi juicio,
trarme con él.
es el libro cardinal de Tomás: Lugar común la muerte.
Hacía tiempo, Tomás había abandonado Nueva Jersey, y su Quienes tienen más autoridad que yo, aseguran que su obra
puesto en la Rutgers University, para morir en Buenos Aires. cumbre fue Santa Evita.
Al concluir 2009, estaba a punto de cumplir su objetivo.
A mí, nada me ha conmovido más que aquel compendio de
No había querido seguir la suerte del insomne venezolano expiraciones célebres.
José Antonio Ramos Sucre, que “rindió las armas” en Ginebra, donde hizo que una sobredosis de veronal ahuyentara “Los azares del periodismo” lo habían acercado “con perpara siempre sus miedos “a la debilidad, a la tisis, al ruido, sistencia” al tema de la agonía. Eso le había creado una
al frío de la ciudad y a la descortesía de la gente”. Cua- obsesión, no tan malsana como la de Josefina Vicens, la
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CAROHANA
escritora mexicana que durante años transitó los jardines Hay dolor en el recuerdo del uruguayo Felisberto Hernándel “panteón francés de La Piedad”, en el D.F., procurando dez, “el padre del realismo mágico”, a quien Tomás “llegó
que los epitafios excitaran su imaginación.
tarde”. Pudo imaginar su muerte: “A las seis de la mañana,
los secretos ciclones que tanto había temido soplaron soA mediados de 1965, cuando Tomás viajó a Hiroshima y Na- bre su corazón y lo detuvieron”; pero a él le habría gustado
gasaki, comprendió que “se puede morir indefinidamente”; que Felisberto resistiera a tales vientos hasta que ambos
y advirtió con dolor que “la muerte numerosa”, al principio se conocieran. “A menudo”, confesó una vez, “lo resucito
intolerable, a veces se transforma en “indiferencia y hasta mentalmente”.
olvido”.
Conservo un ejemplar de la tirada original de Lugar coSin reparar en escalas, más tarde comparó el horror atómi- mún... : un delgado volumen que Monteávila editó en 1979:
co con la matanza de ochocientos indios cuibas. El crimen el mismo año en el que juntos emprendimos aquella jubilosa
ocurrió hacia 1967, en un pueblo de la frontera colombiano- aventura periodística (o literaria) que se llamó El Diario de
venezolana cuyo nombre, El Manguito, no figura en el mapa; Caracas.
se lo rebautizó San Esteban, “para aventar de la memoria
comunitaria el recuerdo de la hecatombe”.
A mediados de 2008, se alegró de saber que yo lo atesoraba
y, más aún, de oír que solía releerlo con emoción.
Es que, en definitiva, toda muerte -numerosa o singular, trágica o sosegada, heroica o prosaica- es un supremo lugar Esa vez hablamos mucho de Venezuela.
común.
Allá, Tomás había penetrado en un mundo en el cual -como
Es ese segundo postrero que iguala a todos los humanos.
en sus obras- realidad y fantasía solían confundirse.
Tomás pudo haber concluido, con Turguenev: “Lo terrible es
que nada es terrible”.
Fue eso lo que transmitió en otro libro suyo (en verdad, una
antología de escritos ajenos, hecha por él) en cuyo prólogo,
Prefirió valerse del mismo lugar común para aludir a algu- histórico y premonitorio, Tomás afirma que “pocas tierras
nas figuras, memorables por sus vidas, y narrar, sin espíritu han sido tan pródigas en desencuentros como Venezuela”.
lóbrego, cada una de sus muertes.
Los testigos de afuera es un libro difícil de hallar. Diseñado
Armó así historias que comienzan por el final. Biografías por el sagaz y sorprendente Juan Fresán, fue editado treinta
que, a la manera de ciertos códices mayas, están escritas años atrás, en Caracas, por un amante del arte y las letras:
de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda.
Miguel Neumann.
Reconstruyó, también, delirios históricos. Como los del pasmoso José López Rega, que creía leer los sueños de Perón
y pretendió dirigir su muerte. O sueños premonitorios como
el del propio General: “Miré hacia arriba y vi que un hombre
muy triste flotaba en el aire. ¿Quién es?, pregunté asustado.
¿Nadie puede ayudarlo a bajar? Alguien respondió: Es el pobre Perón y no vale la pena bajarlo porque está muerto”.
Algunos de los textos son estremecedores.
Colón, habiendo vislumbrado Venezuela “durante meses en
el cuadrante y en la brújula” no pudo verla, al llegar, porque
tenía “los ojos dañados y la sangre rota”.
Carlos de Habsburgo la imaginó “condenada a un destino
de pobreza” y la cedió a la banca Welter, “cuyos emisarios la
El libro se demora en los adioses de seres exquisitos como declararon feudo de pillaje” e introdujeron la “costumbre” de
el cubano José Lezama Lima, a quien Tomás -en un repor- destruir, “para atender a los intereses presentes”, antes que
taje publicado por Primera Plana en 1968- había bautizado construir, para atender “las conveniencias futuras”.
“el peregrino inmóvil”. Aquel hombre -que memorizaba a
Platón, se internaba en la cosmogonía orfeica y se deleita- Lope de Aguirre se insubordinó contra la Corona y, autoba con Góngora- fue demolido por un pedestre ataque de proclamado Príncipe de la Libertad, “no supo establecerla
asma.
sino mediante vesanias”. Perpetró crímenes que le ganaron
CAROHANA
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odios infinitos. Su cuerpo fue descuartizado, su cabeza en- Le faltará, sin remedio, un capítulo dedicado al trance final
jaulada y las otras partes distribuidas entre varias ciudades de Tomás Eloy Martínez.
de Venezuela.
Un capítulo que relate el instante en el cual la resonancia
Sir Walter Raleigh, “que se internó en el Orinoco a la caza de develó la existencia de un cangrejo en el cerebro, y luego
láminas de oro”, vio “casas en los árboles, semejantes a ni- la baldía operación, los tratamientos dilatorios, la mudanza
dos de pájaros; admiró a rinocerontes enanos que portaban a Buenos Aires, y esa espera que no paralizó ni su mente ni
armaduras de hierro; y a indios sin cabeza, con el rostro en su teclado.
el pecho”. Como Colón, Sir Walter “presintió que Venezuela
era una orilla del paraíso terrestre a la que jamás llegaba Un capítulo que, a partir de este “lugar común” en el que
la enfermedad ni la tristeza. Ambos, sin embargo, estaban Tomás acaba de incurrir, se remonte a su Tucumán.
tristes y apestados cuando lo escribieron”.
Un escrito que transite la vida de este gran escritor de la
Los incesantes “desencuentros entre la realidad y los sue- lengua.
ños” están presentes en “la infinita marcha de las tortugas
sobre el Orinoco que narró Verne”. O en “la lluvia de colibríes Nadie podrá escribirlo como él mismo.
que Semple vio en Caracas”. O “en el país de monedas sin
números y de manantiales sin agua que alarmó a García No hay un orfebre igual.
Márquez”.
No lo habrá.
Tomás decidió creer que -al contemplar, no la Venezuela real
sino la que habían construido dentro de sí- “los testigos de
© LA NACION
afuera” habían resumido en una tierra ilusoria (El Dorado)
“la imagen del país futuro”, al cual acudiría la especie para
“refugiarse al final de sus cataclismos”.
Faltaba mucho para eso (si acaso ha de ocurrir alguna vez)
cuando, el 31 de enero, Tomás se apartó de la vida.
Había tenido la delicadeza de aguardarme.
Claro que no para desaparecer delante de mis ojos en el
crepúsculo del mar, como desapareció ante los suyos el
poeta Saint-John Perse.
Ni para hablar conmigo en una casa que al día siguiente sería otra, como ocurrió en su diálogo postrero con el novelista
Guillermo Meneses.
Esas son cosas que sólo pueden darse en Lugar común...
: esa obra de metafísica simplificada, escrita con el estilo,
fácil y cautivante, de un asombroso cuentista que domina
el arte poético.
Ese libro es un género en sí mismo.
Un texto admirable que quedará, por siempre, inconcluso.
100
CAROHANA
Tito Núñez Silva: La poesía siempre
buscará lo más sublime de la libertad
Violeta Villar Liste
P
arece un lugar común pero en la realidad venezolana es pertinente recordarlo: la cultura es
la salvación ante la barbarie; la esperanza en
medio de la desazón y el aliento para un país dispuesto a
mirarse más allá de sus incertidumbres.
zuliana, es una buena noticia. Comenzó ayer y lo hizo en
voz alta: Tito Núñez Silva, tan zuliano y tan larense, tuvo a su
cargo el discurso inaugural, en acto convocado en el Museo
Municipal de Artes Gráficas Luis Chacón, por invitación de la
alcaldesa Eveling Trejo de Rosales.
Ante la cola, poesía; ante la escasez, el libro atento a la Tanto Núñez Silva como la también poeta Yolanda Pantín,
mirada; ante el silencio, la música del talento con sello ve- fueron los autores homenajeados en esta edición del Festinezolano; ante la desesperanza, cientos de creadores que val cuya clausura se produjo el jueves 14 de julio.
reinventan la vida.
De la ciudad y el oficio
En este contexto, la quinta edición del Festival de Poesía Tito Núñez Silva comenzó por agradecer. El protocolo ofide Maracaibo, bajo el auspicio de la Alcaldía de la capital cial y el de los sentimientos así lo requerían. Señaló que
CAROHANA
101
los organizadores le pidieron, “con cortesía y sin intención
de restarle libertad a estas palabras, que tratara de hablar
de mis vivencias, de mi poesía y de mi nada extraordinaria
biografía, más que de teorías o discursos academicistas y
extensos.
comer, de bailar, de cantar y de amar.
He buscado por doquier aquellos barcos, cargados de colores, olores y sabores penetrantes, he buscado aves, peces
y cocotales extraviados. Sólo los encuentro en la memoria,
en los versos y cuentos, y en mis insomnios. Lo que no hallo
Había colocado sobre el escritorio la Historia del Zulia de en parte alguna es la ametralladora, otras veo amenazantes,
Juan Besson y libros de poesía, cuentos, novelas, ensayos, mas ninguna como aquella, la que llegó en un ferry llamade mis amigos, algunos presentes. Evoqué clases, apuntes do Caroní o Colón o Caracas, o en barcos procedentes de
y libros de profesores y condiscípulos de los distintos liceos puertos milenarios o míticos que sólo existieron en la mente
donde estudié, por causas que no vienen al caso, pero cau- confusa de un niño hoy envejecido”.
sas al fin, mi accidentado bachillerato.
Poética eurocéntrica
Pero más allá de su propia historia poética, hay un desandar
por la memoria colectiva, por ese nosotros que desde Maracaibo tiene una expresión nacional: “Una economía agraria,
en nuestra región, asume caracteres lacustres, con un largo
y polisémico historial de piraterías, anécdotas, y movimientos que con la entronización del rentismo petrolero, deshace
Santa Lucía queda cerca
identidades, mientras fragmenta o caricaturiza tipologías,
Habló de una fecha, de nombres y recuerdos: Nació el 23 de que reproducen modelos nada cónsonos con lo que venía
enero de 1946, en la calle Pichincha, “muy cerca de la Ca- siendo un proceso sincrético natural, mestizo, con presencia
ñada del Brasil, en la parroquia Santa Lucía, en cuyo templo aborigen y africana.
fui bautizado por el padre Castellanos”.
Más que con una poética autóctona nos encontramos con
Luego de este párrafo introductorio, Núñez Silva contó des- una eurocéntrica, salvo expresiones como las décimas y las
de ese espacio íntimo de los afectos, la muy zuliana historia gaitas, las cuales por su origen tampoco dejan de serlo, pero
familiar: “Tanto mi familia paterna, como la materna, provie- muestran una rebeldía a veces exagerada, frente a esa nenen de la costa nororiental del lago; el padre, de la cabecera gación del origen, que cuando no se refugia en el humor o
norte del puente, Puntiguana, municipio Santa Rita;la madre, en la ironía flagelantes, toma formas nostálgicas de débil
de “La Villa Procera” (Los Puertos de Altagracia), municipio consistencia estética, aunque de innegable aceptación poMiranda”.
pular.
Ubicados pues mis insumos, listo para iniciar la redacción,
recordé la sugerencia de los organizadores y me pregunté si
yo podría hilvanar un discurso breve que aparte de manifestar mi gratitud, también dijera algo de mi ciudad y del oficio
por el cual estoy aquí”.
En este discurso, localizó el origen de su ser creativo: “De
Los Puertos de Altagracia, artistas, poetas, educadores, provienen otros nutrientes de mis oficios. Cosme Novo se llamó
mi bisabuelo, de origen ítalo-andaluz, como decir Mundo
Nuevo, Nuevo Universo”.
La relativa insularidad zuliana, superada en cierta medida
por los proyectos viales, como el puente y las autopistas,
mantienen en el imaginario colectivo una sensación de lealtad a lo pertinente, o en contraposición, la negación de lo
que hemos sido como región y como parte de la pluralidad republicana, la cual, es decir el país en su totalidad, no
Su poesía, “conciente o inconcientemente, o derivada de escapa de las características que unifican la dependencia
lo que llaman genesia cultural, es expresión del desarrai- latinoamericana. Dependencia vinculada con la explotación
go. Provengo de vivencias etno-culturales agrarias, y dioses petrolera.
perversos o excesivamente generosos, introdujeron en las
aguas donde navegué con mis tíos Ángel Francisco y Je- (…) Maracaibo es la capital de esa dependencia durante
sús Núñez, en la piragua Ceres y en el barco Caribe, cuya todo el siglo XX y, de manera más aguda, como lo demuescontextura robusta le permitía flotar más allá de San Carlos tran las empresas mixtas, la pérdida de soberanía política,
o Castillete, ennegrecidas manchas que destruían no sólo económica, alimentaria y territorial, en los últimos diecisiete
el origen de nuestras tribus, sino nuestra forma de ser, de años. Hoy tal dependencia no es única de Estados Unidos,
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CAROHANA
pues nos hemos atado a otros imperios que resultan más
costosos y alejados, de los rasgos culturales comunes a la
condición americana, a la lengua castellana y a la tradición
occidental.
Ante el ya notorio fracaso del loable e idealista proyecto bolivariano, el cual desde el siglo XIX dispuso como propia y
mensurable la territorialidad venezolana, cuyos límites iniciales han sufrido considerable disminución, Maracaibo, el
estado Zulia, y el occidente de Venezuela han sido tocados
por decisiones políticas y económicas que corresponden a
conceptos geopolíticos neocolonizadores, que nos afectan
en nuestro desarrollo y en nuestro perfil cultural”.
Palabra y libertad
Ante esta realidad, aplaude Núñez Silva, “el surgimiento
de un movimiento poético como el que, con el apoyo de la
Dirección de Cultura de la Alcaldía de esta ciudad capital,
estimula la participación no sólo de los jóvenes; también
de quienes creemos que estas expresiones orgánicas de la
voluntad de pensadores, educadores y poetas, contribuirán
al rescate y a la innovación de una poética que explore y
alcance niveles de difusión y confrontación universales, ante
la necesidad de emprender una campaña dirigida al fortalecimiento y la distinción de la espiritualidad colectiva”.
Advierte no creer en poesía y política “divididas en valoraciones de mayor o menor condición humana, pero sí que son
antípodas, extremos históricos en constante movimiento y
combate. Creo que la poesía siempre – oh, Sísifo – buscará
lo más sublime de la libertad, y el poder intentará siempre
controlar las alas poéticas; mantenerlas unas veces más
cortas, otras más largas.
De las tijeras han hablado Mayakovski, al cortar sus alas de
un balazo fulminante, y Roque Dalton, al ser ajusticiado por
un aventurero político. De los nuestros, han volado alto Pío
Tamayo y Antonio Arráiz, Valmore Rodríguez y Lydda Franco
Farías. En la vida de ellos coexistieron en feroz lucha la poesía y el concepto de poder. Ganó la libertad.
El arte. Lo sublime. La vida ha enseñado que los opuestos
pueden coexistir”.
El final, de nuevo un gracias infinito en la voz de Tito Núñez
Silva por la oportunidad de hablar en nombre de la poesía,
siempre deseosa de un lugar amable donde habitar.
CAROHANA
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¿Por qué sobra la Filosofía?
El rectorado de la Complutense prepara un plan de reorganización de sus
centros que supone el cierre de la facultad donde se enseña a Platón, Kant y
Nietzsche. Hace falta ofrecer una explicación que no sea solo contable
FERNANDO SAVATER
JOSÉ LUIS PARDO
RAMON RODRÍGUEZ
JOSÉ LUIS VILLACAÑAS BERLANGA
NICOLÁS AZNÁREZ
Los profesores de la Universidad Complutense de Madrid
se han enterado por los periódicos del plan que el rectorado de esa institución prepara para la reorganización de sus
centros. Lo esperaban con interés, porque las universidades
públicas están muy necesitadas de atención, como en general todo nuestro sistema educativo. La mala noticia es que,
descontando la cansina muletilla retórica de la “calidad docente e investigadora”, el plan no contiene más que números. Los números son importantes. Las facultades superiores son también centros de gestión, y la gestión es en buena
medida cosa de números. Pero en cuestión de números los
supuestos beneficios del proyecto no están mínimamente
cuantificados (no hay memoria económica, aunque se anuncia un ahorro que no llega al 1% del presupuesto de la universidad), sino ocultos por otra muletilla, la del “dinamismo
y la flexibilidad”, inconcreta e insuficiente para justificar el
destrozo académico que dichos números esconden.
docencia para garantizar la calidad de esta última, el nuevo
plan dibuja unas facultades y departamentos convertidos en
cajones de sastre donde los profesores no se reunirán por
la especificidad de sus investigaciones o por su cualificación
en un área de conocimiento, sino por sedicentes “afinidades
académicas” que convierten por decreto sus especialidades
en “homogéneas” y que nada tienen que ver con las articulaciones teóricas del saber científico. En la enseñanza
secundaria recordarán este sistema: el de las “asignaturas
afines”, que obliga a un profesor de Latín a explicar Ética o
a uno de Geografía a impartir Historia del Arte. Porque en
realidad se trata de convertir las universidades en centros de
enseñanza secundaria y de someterlas al proceso de degradación profesional que se ha llevado a cabo en este sector,
a fuerza de descualificar los perfiles académicos de las titulaciones, los docentes y los estudiantes, quienes después
de todo tendrán que incorporarse a un mercado laboral que
considera la cualificación científica y la formación humanísLa finalidad de la universidad no es la gestión, sino la ense- tica como un obstáculo para la empleabilidad.
ñanza y la investigación. Y en este punto no todo se puede
reducir a números. Aunque en todas las facultades poda- No vale escudarse en los números para hacerla
mos contar personal, estudiantes, asignaturas y titulaciones, desaparecer con un gesto de prestidigitación
el conocimiento científico implica una diferencia cualitativa Así que no es extraño que una de las principales propuestas
irreductible entre la economía y la termodinámica, entre el de este plan sea la desaparición de la Facultad de Filosofía,
arameo y el derecho romano o entre la fonética y la química, una materia que ya desde hace años sufre el acoso de las
aunque sus horas de enseñanza se cuenten en créditos y las autoridades educativas del país, que prácticamente la han
de investigación en plazos cuantitativamente homogéneos. Y desterrado de la enseñanza secundaria, principal destino
aquí es donde el plan sí tiene grandes ambiciones. Tras años profesional de los graduados en las Facultades de Filosofía.
de cháchara sofística acerca de la búsqueda de la excelen- También en este caso se aducen números. Unos números
cia en la investigación, y de su necesaria vinculación con la muy poco convincentes, porque no es en absoluto cierto que
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CAROHANA
CAROHANA
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la Facultad de Filosofía de la UCM haya perdido alumnos en
los últimos 10 años, y porque algunos de esos números son
muy parecidos a los de otras facultades que sin embargo se
salvarán de esta poda, pero que en cualquier caso no dejan
de ser solamente números. Desde luego, la Filosofía no es
más importante que la Geología, la Odontología o el Turismo
(otros de los estudios que pierden también su autonomía
según este plan); puede que lo sea mucho menos en determinados aspectos, pero no vale escudarse solamente en los
números para hacerla desaparecer como en un espectáculo
de prestidigitación. Hay que tener al menos la valentía de
dar una explicación que no sea solamente contable y ofrecer
algún argumento acerca de por qué se ha decidido marginar
del sistema educativo español estos estudios, aducir, en fin,
alguna razón académica para la clausura de una facultad
que, aunque no pueda competir en tamaño con la de Ciencias Económicas y Empresariales, es un centro de referencia
internacional de la producción de filosofía en una lengua con
500 millones de hablantes. Puede que haya motivos de peso
para considerar que la filosofía es un estorbo grave para el
“dinamismo y la flexibilidad” que repiten como un mantra
quienes diseñan estos planes, pero si no se explicitan esos
motivos terminaremos pensando que la molestia que les
produce una facultad tan pequeña e insignificante obedece
a razones públicamente inconfesables.
De acuerdo con el proyecto que hemos conocido, Filosofía se convertiría en un departamento de una Facultad de
Filología ampliada. Lo cual resulta, desde el punto de vista
académico, una propuesta enteramente arbitraria: ¿por qué
la filosofía es más afín a la lingüística que a la matemática,
a la historia o a la sociología, más aún cuando la Facultad
de Filosofía de la UCM imparte actualmente un doble grado
con la Facultad de Derecho y otro con la de Ciencias Políticas? No se puede esgrimir como precedente la gloriosa
Facultad de Filosofía y Letras de la Segunda República, que
integraba en una común cultura humanística especialidades
hoy metódicamente muy separadas, y a la vez mantener la
escisión completa de la no menos vieja y gloriosa Facultad
de Ciencias de la UCM, que se disolvió en especialidades
cuya autonomía de facultades independientes el mencionado plan deja intacta, sin que sepamos por qué, aunque se
pueda sospechar el interés particular que obra en el trasfondo. Mientras las supuestas ganancias no se cuantifican
ni se concretan, las pérdidas son ya muy claras: de acuerdo
con los vientos dominantes, un departamento minoritario de
Filosofía en el seno de una facultad ajena carecerá de toda
posibilidad de planificación propia, de acceso a los recur-
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CAROHANA
sos necesarios y de esa visibilidad pública que una materia
amenazada requiere para su simple supervivencia. El nuevo
plan es para la filosofía, a la que solo en la universidad le
dejan ya un lugar, un golpe letal.
Hoy son un obstáculo para la empleabilidad la
cualificación científica y la formación humanística
Es cierto que, como se insiste desde el rectorado, se trata
únicamente de un borrador que ha de someterse a debate y
discusión. Esperemos, por tanto, que llegado ese momento
podamos todos argumentar y tengamos la obligación de hacerlo no solamente con razones cuantitativas sino también
con conciencia de la responsabilidad que la universidad pública tiene en el sistema educativo de un país democrático.
De este sentido de la institución ha hecho gala siempre el
actual rector de la Universidad Complutense, a él apelamos
hoy.
Firman este artículo con Fernando Savater y José Luis
Pardo, Manuel Cruz, Juan Manuel Navarro Cordón, Ramón
Rodríguez García y José Luis Villacañas Berlanga,
todos filósofos.
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