Tema 6: La España del s. XVIII y el reformismo borbónico Introducción • • • • El siglo XVIII es la bisagra entre el Antiguo Régimen y una nueva organización económica, social y política conocida como Liberalismo En el s. XVIII las ideas ilustradas van a hacer tambalearse al A. Régimen siendo el precedente de las revoluciones de finales del XVIII y XIX que van a liquidar el A. Régimen Una nueva dinastía se va a establecer en el trono español: Los Borbones. Sus monarcas llevaron a cabo una política centralista y uniformadora al estilo francés reforzando el poder central y aislándose de la tradición española. Con Carlos III se realizó una política reformista al estilo de las propuestas por los ilustrados pero sin poner en duda el poder real España deja de ser una potencia de primer orden y queda supeditada a los intereses franceses; no obstante, hay una recuperación económica y demográfica y se introducen aunque de manera muy débil las ideas ilustradas Pervivencia del Antiguo Régimen Sociedad estamental: basada en la desigualdad jurídica y el inmovilismo. Los grupos privilegiados: nobleza y clero son los propietarios de la mayoría de las tierras, no pagan impuestos, tienen un régimen jurídico especial, ocupan la mayoría de los altos cargos y poseen numerosos señoríos jurisdiccionales en los que administran justicia y recaudan rentas aunque la tierra no sea de su propiedad. Representan menos del 10% de la población. El tercer estamento está formado por campesinos (la mayoría de la población, supervivían), burgueses (comercial e industrial únicamente significativa en algunas ciudades como Cádiz) y clases populares de las ciudades (la mayoría criados). Pagaban impuestos y no participaban en la vida política Economía agraria: la agricultura era la principal fuente de riqueza. La mayoría de las tierras estaban amortizadas (no se podían comprar ni vender) como las de la Iglesia, la de los Ayuntamientos y los nobles. Instituciones como los mayorazgos y los señoríos permitían que más del 80% de las tierras cultivables fueran de “manos muertas”. Los avances técnicos y las técnicas de producción eran similares a los utilizados en la Edad Media lo que hacía que dependiera del clima y que la productividad fuera muy escasa por lo que se sucedían las épocas de malas cosechas que provocaban hambre y muertes entre los más desfavorecidos. El resto de las actividades económicas eran dependientes de la agricultura. Los talleres industriales continuaban controlados por los gremios y el comercio interior era débil dada la escasa demanda, el poco desarrollo de los transporte y a la presencia de aduanas interiores limitándose a los intercambios locales o comarcales. Sistema político: La forma de gobierno era el absolutismo, el rey detenta todo el poder que recibe directamente de dios por lo que no tiene que rendir cuenta a los ciudadanos. En el s. XVIII evolucionó hacia El Despotismo Ilustrado caracterizado por el deseo de modernizar la sociedad por medio de reformas pero sin menoscabar el poder del rey. Su lema fue “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. La Guerra de Sucesión La muerte de Carlos II, último monarca español de la dinastía de los Austrias, en 1700 propició la aparición de dos pretendientes a la corona española: Carlos de Austria, hijo del emperador de Austria y Felipe de Anjou, nieto de Luís XIV rey de Francia. Ambos eran descendientes de la familia de los Austrias españoles. Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou pero no fue aceptado por las potencias europeas que se unieron ante el temor de la alianza de España y Francia. Se inició una guerra que tuvo las siguientes características: • Internacional: frente a la Francia de Luís XIV y a la España borbónica de Felipe V, la Gran Alianza europea con Inglaterra y Austria a la cabeza • Civil: el temor al centralismo francés de Cataluña y los demás Estados de la Corona de Aragón, será utilizado por Inglaterra, que conseguirá que se levanten en 1705 a favor del archiduque Carlos, aunque anteriormente habían aceptado a Felipe V. El desarrollo de guerra no dio el triunfo a ninguno de los dos bandos. Si bien los aliados tuvieron éxitos en Europa en España Felipe V dominaba la mayor parte del territorio. El fin de la guerra se vio acelerado cuando el pretendiente Carlos fue nombrado emperador de Austria. Esto provocó que el resto de aliados le retiraran su apoyo ya que no eran partidarios de la alianza de España y Austria. La guerra terminó con el Tratado de Utrecht (1813) en el que se acuerda: Felipe V es reconocido rey de España Francia y España renunciaron a la posibilidad de la unión de ambos reinos Austria se anexionó el Milanesado, Flandes, Nápoles y Cerdeña Inglaterra logró Terranova, Menoría y Gibraltar y sobre todo el asiento de negros y la autorización de enviar un navío comercial al año a la América española En resumen podemos decir que la gran derrotada fue España que quedó convertida en una potencia de segunda fila al perder todas sus posesiones en Europa, enclaves estratégicos como Gibraltar y perder la exclusividad del comercio con sus colonias americanas. Firmada la paz en Cataluña continúa la guerra que no finaliza hasta 1714 cuando las tropas de Felipe V toman Barcelona. El absolutismo y organización del reino en los primeros borbones: Felipe V (1700-1746) y Fernando VI (1746-1759) Felipe V impuso el modelo del absolutismo francés unificando y reorganizando los reinos peninsulares mediante los decretos de Nueva Planta por los que quedaron anulados los fueros de los reinos que formaban la corona de Aragón, se abolieron sus Cortes quedando integradas en las Cortes de Castilla que pasó a llamarse Cortes de España, también se abolió el Consejo de Aragón y el Consejo de Castilla se convirtió en un órgano consultivo con facultades legislativas y además actuaba como el Tribunal Supremo de Justicia. Sólo se mantuvieron los fueros de Navarra y el País Vasco como premio al apoyo durante la Guerra de sucesión. Los Consejos fueron sustituidos por Secretarías que actuaban como los actuales ministerios. Los secretarios eran nombrados y cesados por el rey. También unificó la administración de todo el territorio creando las provincias al mando de las cuales estaba un capitán general con funciones militares y administrativas. Las instituciones castellanas se extendieron por todo el territorio español y además se creó la figura de los intendentes: funcionarios dependientes del rey que tenían como misión la recaudación de impuestos, la dinamización de la economía y el control de las autoridades locales. Reorganizó la Hacienda para aumentar los ingresos para ello aprovechó el derecho de conquista para imponer un impuesto sobre los reinos de la corona de Aragón consistía en una cantidad fija que se repartía proporcionalmente entre sus habitantes. Recibió varios nombres en Cataluña se llamó catastro y fue tan efectivo que Fernando VI intentó extenderlo al resto del territorio español para ello se le encargó al marqués de Ensenada la realización de un estudio sobre las propiedades en el reino castellano. En cuanto a la política exterior España pasó a ser una aliada de Francia con la que firmó los Pactos de Familia para defender los intereses de España en Italia consiguiendo la corona de Nápoles para el futuro rey de España Carlos III, hijo de Felipe V. Durante el reinado de Fernando VI España mantuvo una política de neutralidad esforzándose en reconstruir su flota para mantener y mejorar el comercio con sus colonias americanas El reformismo borbónico: Carlos III (1759- 1788) y Carlos IV (1788-1808) El reinado de Carlos III, hermano de Fernando VI, supuso la entrada de las ideas ilustradas en el gobierno del país. Carlos III había sido durante 25 años rey de Nápoles y allí había gobernado apoyado por un grupo de ilustrados que defendían: • La confianza en la razón, todo lo contrario a ella debe ser rechazado • La educación y la ciencia como medio para obtener el progreso de los ciudadanos • La igualdad jurídica y el derecho a la libertad • El contrato social y la división de poderes • La oposición al dominio ideológico de la Iglesia Estas ideas se difundieron en España de una forma lenta y difícil por la falta de una burguesía fuerte, el conservadurismo del medio universitario, el gran peso de la iglesia y la inexistencia de una clase media. Los ilustrados más destacados fueron: Feijoo, Aranda, Jovellanos, Olavide, Floridablanca... Sus objetivos principales fueron la educación que debía ser práctica, útil y obligatoria en los primeros niveles y el desarrollo económico para obtenerlo había que acabar con el predominio de propiedad nobiliaria y eclesiástica y con el dominio de los gremios al mismo tiempo había que utilizar y conocer las nuevas técnicas de producción que se estaban ya utilizando en Gran Bretaña y Holanda. Carlos III se enfrentó al comienzo de su reinado con los grupos privilegiados que veían con temor estas ideas. El momento más duro se produjo en 1766 con el motín de Esquilache. Esta revuelta que estalló contra el decreto que obligaba a acortar las capas y a dejar de utilizar los sombreros de ala ancha aunque en realidad las causas son mucho más complejas. Podemos hablar de un motín popular “nacionalista”, contra el ministro italiano, manejado por el clero (jesuitas) y la nobleza para frenar las reformas. Los Jesuitas, acusados de fomentar el motín, fueron expulsados en 1767. Carlos III destituyó a Esquilache aunque las reformas continuaron como: - Se declararon honestas todas la profesiones (1783) - Se defendió la autoridad del rey frente a la Iglesia (regalismo) - Se limitó los privilegios de la Mesta - - Se colonizaron nuevas tierras en Sierra Morena, con católicos alemanes a los que se les ofrecían tierras Se aprobó la libre circulación del grano Fin del monopolio de Cádiz para el comercio americano (1765) Se inició la liberalización del proceso de fabricación Se protegió la producción nacional mediante aranceles Se crearon la Sociedades Económicas de Amigos del País para fomentar la agricultura, el comercio, la industria y fomentar la difusión de las nuevas técnicas e ideas. Se encargó a Jovellanos un informe sobre el Expediente de Ley Agraria donde se recoge los grandes problemas de la agricultura española y una propuesta de soluciones pero no se pusieron en práctica por la oposición de la nobleza y el clero. Las causas del escaso desarrollo de la agricultura hay que buscarlas en: las malas condiciones climáticas, la mediocridad de la mayoría de las tierras, el accidentado relieve, la mala distribución de la propiedad de las tierras (la mayoría de la nobleza y el clero) la gran cantidad de tierras amortizadas, el gran número de jornaleros, los tipos de arrendamientos (salvo en Cataluña eran por un corto período de tiempo), la falta de innovaciones técnicas. Los cultivos que más se extendieron fueron la vid, el maíz y la patata Las manufacturas fueron impulsadas por los primeros borbones con la creación de las Reales Fábricas, dedicadas a la producción de objetos de lujo, pero dada la escasa demanda no las hicieron rentables. En Cataluña a finales de siglo surgió una destacada industria de tejidos de algodón y en Valencia sobresalió la industria de la seda. Respecto al comercio se adoptaron medidas conducentes a integrar el comercio nacional, como la mejora de las vías comunicación o la supresión de las aduanas interiores. El colonial suponía grandes ingresos por lo que se tomaron medidas para mejorarlo como la total liberalización, es decir, cualquier puerto español podía comerciar con las colonias americanas, aunque Cádiz siguió siendo el gran puerto español del XVIII. En el terreno financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del futuro Banco de España. En este período, aparece la peseta, aunque no será la moneda oficial del país hasta 1868. Carlos III se rodeó de un grupo de ilustrados que intentaron llevaron a cabo estas reformas como: Campomanes, Floridablanca, Aranda, Olavide, Cabarrús... En cuanto a política exterior durante el reinado de Carlos III se firmó el tercer pacto de familia por el que España apoya a Francia contra Gran Bretaña. Se esperaba recuperar Menorca y Gibraltar pero la derrota supuso la perdida de Florida y Sacramento (Uruguay) El pacto se renovó y en la Guerra de independencia norteamericana España recuperó Menorca y Sacramento En resumen podemos decir que el gobierno de Carlos III fue positivo aunque la Reforma Agraria, la más necesaria no se llevó a cabo porque suponía enfrentarse a los estamentos privilegiados y destruir la base de la desigualdad civil sobre la que se asentaba la monarquía absoluta. Carlos IV frenó toda esta política de reforma cuando comenzó en Francia la Revolución