Guía de seguridad para mujeres periodistas

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Guía de seguridad
para mujeres periodistas
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Presentación
La violencia de género y la discriminación contra las mujeres por su condición de mujer, se
expresan de múltiples maneras, tanto en el ámbito público como en el privado. Las mujeres
periodistas de México y Veracruz no son ajenas a este fenómeno, el cual se ve agravado por
el hecho de que desarrollan su actividad, además, en un contexto sumamente adverso para
la libertad de expresión. Es un hecho adicional, que la violencia de género es utilizada para
restringir el derecho a la información y la libertad de expresión de las periodistas.
Esta Guía de seguridad para las mujeres periodistas considera recomendaciones que las
periodistas pueden tomar en cuenta desde su propia experiencia, ante la violencia ejercida o
potencial contra ellas, atendiendo a su condición de género y a las diferentes circunstancias
e implicaciones de su trabajo.
Las formas de violencia contra las mujeres por razones de género en el ejercicio de la labor
periodística, deben ser tomadas en cuenta con base en los instrumentos nacionales e
internacionales sobre de los derechos humanos de las mujeres y los referentes a la libertad
de expresión, que han sido firmados y ratificados por México.
Objetivo
Presentar una serie de recomendaciones con base en las perspectivas, inquietudes,
percepciones, experiencias y conocimiento de las periodistas, con el propósito de
conjugar el respeto y garantía a los derechos de libertad de expresión y acceso a la
información, con el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia e igualdad de
género; respetando el cumplimiento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia, base normativa de los derechos humanos de las mujeres en
México, así como los instrumentos internacionales de la CEDAW y Belem do Pará.
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Tipos y modalidades de violencia contra las mujeres
Con el fin de tener presente los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres en la
preparación de medidas de prevención y protección ante amenazas y agresiones a las
mujeres periodistas, se hace necesario recordar aquí lo que señala la LGAMVLV.
La violencia contra las mujeres se expresa en cualquier forma que lesione o sea susceptible
de dañar su dignidad, integridad o libertad, y se expresa en los siguientes tipos:
La violencia psicológica es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica,
que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos,
humillaciones,
devaluación,
marginación,
indiferencia,
infidelidad,
comparaciones
destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas.
La violencia física es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física
o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o
ambas.
La violencia patrimonial es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la
víctima. Se manifiesta en: la transformación, sustracción, destrucción, retención o
distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o
recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los
bienes comunes o propios de la víctima.
Violencia económica es toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia
económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el
ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por
igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral.
La violencia sexual es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la
víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una
expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al
denigrarla y concebirla como objeto.
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También se expresa en diversas modalidades entre las que destacan:
La violencia familiar es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a
dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial,
económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo agresor tenga
o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio,
concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho.
La violencia laboral y docente se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral,
docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, consistente
en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad,
libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad.
Puede consistir en un solo evento dañino o en una serie de eventos cuya suma produce el
daño. También incluye el acoso o el hostigamiento sexual.
Constituye violencia laboral la negativa ilegal a contratar a la víctima o a respetar su
permanencia o condiciones generales de trabajo; la descalificación del trabajo realizado, las
amenazas, la intimidación, las humillaciones, la explotación y todo tipo de discriminación
por condición de género.
El hostigamiento sexual es el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de
la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar. Se expresa en conductas
verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva.
El acoso sexual es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay
un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la
víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos.
Violencia en la comunidad son los actos individuales o colectivos que transgreden
derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración, discriminación,
marginación o exclusión en el ámbito público.
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Violencia institucional son los actos u omisiones de las y los servidores públicos de
cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o
impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres así como su acceso al
disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y
erradicar los diferentes tipos de violencia.
Violencia feminicida es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres,
producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social
y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres.
En ese sentido, el reto para la elaboración y seguimiento de una guía para mujeres
periodistas radica en hacer coincidir dos lógicas de protección de derechos humanos, la de
la libertad de expresión por medio de la prevención de riesgos y protección para mujeres
periodistas, por un lado, y la de las mujeres periodistas a una vida libre de violencia, por el
otro.
Autoprotección
La responsabilidad de la protección de las periodistas recae en las autoridades, sin embargo
la gravedad de los riesgos que las periodistas asumen a diario es tal que también es
importante buscar otros medios para reforzar su protección.
Las periodistas trabajan a menudo sin prestar suficiente atención a su propia seguridad. En
esta guía se ofrece el conocimiento y la lógica mínimos necesarios para incorporar la
debida seguridad a los planes de trabajo de las periodistas; a sabiendas de que ninguna
opción ofrecerá plena garantía de seguridad. Se pretende, por tanto, que las periodistas
puedan asumir y llevar a la práctica la lógica y los procesos de seguridad, prevención y
protección para enfrentar los fenómenos de riesgo, amenaza, agresión y violencias que las
afecta.
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Es necesario que quienes se dedican al periodismo desarrollen estrategias de seguridad
integrales, adaptables en su trabajo cotidiano a través de la gestión del tema de la seguridad
y de estrategias que ayuden a mejorar la protección y la seguridad de las periodistas.
Desde luego se pone énfasis en la dimensión de género de la violencia contra las
periodistas, y las características y necesidades específicas de las mujeres que enfrentan el
riesgo, para generar medidas de protección que atiendan sus necesidades específicas y
tomen en cuenta las condiciones de discriminación en medio de las cuales desarrollan su
trabajo.
Presentamos aquí algunas recomendaciones y pasos que permitan a las y los periodistas
establecer acciones para prevenir y enfrentar riesgos, amenazas y violencia.
Partimos de la premisa de que la mejor prevención es la preparación. Si sabemos qué hacer
frente a las agresiones, amenazas y violencias de todo tipo, es probable que podamos
prevenirlas.
Así la mujer periodista tendrá mayores elementos de identificar posibles amenazas y elegir
medidas de seguridad para contrarrestarlas, evadirlas o tratar de aminorar su daño potencial.
1. Comprender la lógica política que opera en el lugar donde trabajan.
Es necesario conocer bien el escenario del conflicto y que las periodistas dispongan de
información sobre los temas directamente relacionados con su trabajo y las posiciones de
los principales actores. Es fundamental conocer y comprender lo mejor posible el contexto
en que se trabaja. Un buen análisis de ese contexto permite la toma consciente de
decisiones sobre qué reglas y medidas de seguridad conviene aplicar.
 Información, de manera sistemática, continua y focalizada del lugar dónde trabajas.
 Quiénes y cómo son beneficiados o afectados por tus actividades.
 Contexto político, social, económico y cultural en el que estás trabajando.
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 Mapa de las zonas de conflicto o de peligro, y dónde se encuentran los actores que
participan.
Posibles agresores
 ¿A quién afecta de manera negativa tu trabajo?
 ¿Qué otras periodistas han hecho un trabajo similar?
 ¿Qué capacidades tiene el agresor?
 ¿Cuáles son sus motivos para una agresión?
Amenaza y agresiones
 ¿Qué amenazas o agresiones puedes enfrentar?
 ¿Cuáles de ellas tienen una connotación de género, por ser tú mujer?
 ¿De qué tipo o modalidad de violencia se trata?
Nivel de la Amenaza:
 ¿Hay probabilidad de que ocurra alguna acción violenta?
 ¿Qué datos hay de que la amenaza se materialice inmediatamente?
 ¿En la amenaza o agresión hay violencia hacia tu condición de mujer?
Hay que considerar también cuál va a ser el impacto de las medidas que se tomen y cómo
podrían reaccionar los diferentes actores.
Para ello es importante buscar preguntas que ayuden a identificar de manera muy concreta
y con claridad cuáles son los temas fundamentales que afectan la seguridad:
 ¿Cuáles son los temas fundamentales que operan en el terreno sociopolítico y
económico desde una perspectiva de las mujeres?
 ¿Quiénes son las principales partes interesadas en conexión con estos temas
fundamentales?
 ¿Cómo puede afectar (positiva y negativamente) nuestra labor a los intereses de
esos actores?
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 ¿Cómo podríamos reaccionar si pasáramos a ser blanco de cualquiera de estos
actores debido al trabajo que estuviéramos realizando y a nuestra condición de
mujeres periodistas?
 ¿Es nuestro entorno sociopolítico lo bastante seguro como para que continuemos
con nuestro trabajo?
 ¿Cómo reaccionaron las autoridades locales/nacionales en el pasado ante la labor de
otras periodistas en relación con tipos y modalidades de violencia de género hacia
mujeres periodistas?
 ¿Cómo han reaccionado las principales partes interesadas ante un trabajo similar o
anterior?
 ¿Cómo han respondido los medios de comunicación y la comunidad en
circunstancias similares de violencia hacia mujeres periodistas?
Investigue con cuidado su cobertura o fuente. Conozca el terreno, historia, protagonistas,
dinámica y tendencias desde diversos puntos de vistas.
Analizar la cuestión de los actores es una manera sustancial de aumentar la información
disponible para poder tomar decisiones informadas sobre protección. Implica ser capaz de
identificar y describir a los diferentes actores o partes interesadas y sus relaciones,
partiendo de sus características e intereses, y relacionándolo todo con el tema dado de
protección y violencia de género. Un actor o parte interesada en protección es una persona,
grupo o institución con un interés o un papel en un plan de acción que afecta a temas de
protección en general y sobre violencia hacia las mujeres en particular.
Todas las personas que defienden la libertad de expresión y los derechos humanos, en
particular las y los periodistas corren riesgos. No todas estas personas reaccionan igual ante
el riesgo. Los riesgos dependen del contexto político. El contexto político cambia, es
dinámico. Consecuentemente, los riesgos cambian, son dinámicos. Ésta es la hipótesis que
fundamenta lo importante que es encontrar información clave planteándose las preguntas
adecuadas.
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2. Comprender los conceptos de amenazas, vulnerabilidad y capacidad aplicados al
tema de la seguridad, y aprender a hacer una valoración de los riesgos.
El trabajo de periodismo puede tener repercusiones negativas en los intereses de algunos de
los actores, lo que podría poner a las y los periodistas en una situación de peligro. El riesgo
que corren es parte de su día a día y surge o aumenta precisamente a raíz del trabajo que
realizan.
Se puede abordar el tema del riesgo estudiándolo de la siguiente manera:
 Evaluación de las amenazas recibidas por las y los periodistas.
 Evaluación de los puntos vulnerables y la capacidad de las y los periodistas
 Lista de riesgos.
 Cómo, dónde y cuándo trabajamos suscita temas relacionados con nuestra
vulnerabilidad y nuestra capacidad.
No existe una definición consensuada sobre lo que es el riesgo. Aquí diremos que riesgo
hace referencia a acontecimientos posibles, sean lo inciertos que sean, que causan daño. Por
lo que se refiere a la violencia de género, se puede entender entonces que el riesgo es la
posibilidad de sufrir una agresión del tipo y modalidad que sea por parte de la mujer.
En cualquier situación dada, todas las periodistas pueden encontrarse ante un mismo nivel
de peligro, pero no todo el mundo es vulnerable a ese riesgo general de la misma manera
por estar en un mismo lugar.
La vulnerabilidad, se refiere a la posibilidad de que una periodista sufra algún tipo o
modalidad de violencia, un ataque o un daño, varía de acuerdo a diversos factores, como
veremos a continuación.
El nivel de riesgo al que se enfrenta una periodista aumenta en relación a las amenazas
recibidas y a la vulnerabilidad y la capacidad del grupo ante esas amenazas.
RIESGO = AMENAZAS X VULNERABILIDAD / CAPACIDAD
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Las amenazas son del tipo de violencia psicológica y representan la posibilidad de que
alguien dañe la integridad física, patrimonial, económica o moral de otra persona, mediante
una acción intencionada y a menudo violenta. La valoración de las amenazas será útil para
saber qué probabilidad hay de que éstas se lleven a cabo, independientemente del
reconocimiento de que una amenaza significa ya un tipo de violencia psicológica.
Las periodistas pueden enfrentarse a muchos tipos de amenazas: si va dirigida a alguien se
la conoce como targeting (amenazas con un propósito concreto) y si emana del contexto es
una amenaza incidental. Desde otro punto de vista, puede haber amenazas declaradas,
cuando son directas o explícitas, o declaradas hacia otras personas, próximas a ti, las
amenazas indirectas.
El targeting es el tipo más común de amenaza para las periodistas. Tiene el objetivo de
frenar o variar su trabajo o de influir en el comportamiento. Se suele producir directamente
por el trabajo que éstos realizan y también por los intereses y necesidades de quienes se
oponen a este trabajo.
Las amenazas incidentales surgen al menos por:
• Encontrarse en zonas de enfrentamientos (estar donde no tienes que estar en el peor
momento posible).
• Ataques por delincuencia común, en especial si el trabajo de derechos humanos se hace en
zonas especialmente peligrosas. Hay que señalar, no obstante, que muchos casos de
delincuencia común encubren casos de targeting.
El targeting puede hacerse a través de amenazas directas (declaradas), por ejemplo cuando
la periodista recibe una amenaza de muerte y a través de amenazas indirectas, cuando por
ejemplo una periodista próxima a tu trabajo recibe una amenaza y existen razones para
pensar que a ti puede tocarte después.
Vulnerabilidad
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La vulnerabilidad hace referencia al grado en que la gente es sensible a la pérdida, el daño,
el sufrimiento y la muerte al ser objeto de algún tipo o modalidad de violencia o ataque.
Varía de persona a persona y de grupo a grupo; y también, para la misma persona o grupo,
varía en el tiempo. La vulnerabilidad siempre es relativa, porque todas las personas y todos
los grupos son de alguna manera vulnerables. No obstante, todo el mundo tiene su propio
nivel y tipo de vulnerabilidad, dependiendo de sus circunstancias.
Una mujer periodista de un diario de circulación nacional corresponsal en la capital del
estado con pleno acceso a comunicaciones, tecnología y recursos, no tiene el mismo grado
de vulnerabilidad que una mujer periodista de una radio comunitaria de la sierra, sin acceso
a recursos y facilidades.
La vulnerabilidad puede relacionarse con no tener acceso a un teléfono, con poder usar
transporte terrestre seguro o con tener buenos cerrojos en las puertas de una casa. Pero
también está relacionada con la falta de redes de contactos y de acción conjunta de las y los
propios periodistas.
Como violencia psicológica, si una periodista recibe una amenaza, tendrá miedo, y su
trabajo se verá afectado por ese miedo. Si no sabe controlar su miedo (si no encuentra con
quién hablarlo, buenos compañeros, etc.), es posible que cometa errores o que no tome la
mejor decisión posible, lo que puede aumentar los problemas de seguridad.
Capacidad
La capacidad (de respuesta) en protección alude a los puntos fuertes y a los recursos que
tiene una persona para conseguir un grado razonable de seguridad. Algunos ejemplos son
los cursos de formación dedicados a temas de seguridad o en temas legales, el trabajo en
equipo, la posibilidad de usar un teléfono o un medio de transporte seguro, una buena red
de contactos, una buena estrategia para controlar el miedo, etc.
Por ejemplo, no saber lo suficiente sobre nuestro entorno de trabajo nos hace más
vulnerables, y saber lo suficiente aumenta nuestra capacidad de respuesta. Lo mismo puede
decirse de tener o no tener acceso a transporte seguro o a buenas redes de contactos.
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En cualquier caso, cómo actuamos es un factor determinante. Por ejemplo, tener teléfono
puede hacernos vulnerables o aumentar nuestra capacidad dependiendo de cómo lo usemos.
Si lo usamos sin cuidado, para transmitir información confidencial, tenerlo nos hace más
vulnerables. Si lo usamos con discreción y la información confidencial la transmitimos de
modo reservado, entonces es una capacidad.
El riesgo aumenta dramáticamente cuando se produce una amenaza clara y palpable. En
tales casos, puede que lo mejor no sea intentar reducir los riesgos trabajando la capacidad
porque eso va a llevar tiempo. Las medidas de seguridad, tales como hacer un curso de
formación en temas legales o poner barreras protectoras, reducen los riesgos sólo en el
sentido de que reducen los factores que nos hacen vulnerables. Sin embargo, no sirven para
neutralizar una amenaza, el riesgo principal aquí, ni la voluntad de llevar esa amenaza a
cabo, en especial allí donde los perpetradores saben que sus actos no van a ser castigados.
Toda medida de protección eficaz deberá, por tanto, aspirar a reducir las amenazas, además
de la vulnerabilidad, y a aumentar la capacidad.
Cuantas más amenazas y vulnerabilidades tenemos, mas riesgo corremos. Cuando las
amenazas son muy grandes: aunque intentemos aumentar nuestra capacidad en ese
momento, habrá de todas maneras un nivel de riesgo muy elevado. Cuanta más capacidad
tenemos, menos riesgo corremos. Para reducir el riesgo podemos reducir nuestras amenazas
y vulnerabilidades y aumentar nuestra capacidad.
La vulnerabilidad y la capacidad son componentes internos porque podemos trabajarlas.
Las amenazas son componentes externos porque son hechas por actores externos y siempre
pueden darse. Trabajar la vulnerabilidad y la capacidad reducirá la viabilidad de las
amenazas.
Aunque alguna variable pudiera estar vinculada al entorno, los componentes pueden
considerarse internos, es decir, susceptibles de ser modificados por las periodistas. Por
ejemplo, una zona peligrosa es, evidentemente, una variable "externa". Sin embargo,
podemos convertirla en una variable interna si nos entrenamos para saber lidiar con ella.
Una amenaza es externa y, al margen de lo que se haga, quien amenaza puede seguir
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haciéndolo. Como periodistas sólo podemos intentar reducir la probabilidad de que se lleve
a cabo la amenaza, no siempre podemos eliminarla, a no ser que el contexto cambie.
Decisiones que se adoptan en el terreno tienen impacto directo sobre su seguridad y la de
otros. Los riesgos inherentes a la cobertura de un conflicto, inestabilidad política y crimen
nunca pueden ser eliminados, si bien un cuidadoso planeamiento y evaluación del riesgo
puede mitigar el peligro. Sea realista sobre sus limitaciones físicas y emocionales. Puede
ser útil considerar en avance todos los individuos que se verían afectados si usted sufriera,
por ejemplo, discapacidad o si muriera. Considere también el impacto emocional de
continuar informando temas que provocan estrés. En algún momento, una víctima más del
crimen, otro cuerpo, otra familia angustiada puede ser demasiado. Una decisión de no
cubrir una nota debe ser vista como un signo de madurez, no una fuente de vergüenza o
cobardía.
3. Cómo aumentar la disuasión y la persuasión.
Como mujeres periodistas que trabajan en entornos hostiles se debe de tener la capacidad
de generar suficientes costes políticos como para que a un agresor potencial desista de
atacar: ésta es la idea de la disuasión.
Es útil distinguir entre disuasión general y disuasión inmediata. La disuasión general se
refiere al efecto de todos los intentos institucionales por proteger a las mujeres periodistas,
como por ejemplo, cualquier acción que contribuya a que se comprenda que si se les ataca
las consecuencias serán negativas. Esto puede hacerse con campañas de información que
aborden temas generales, o informando y ofreciendo formación sobre el tema de la
protección las periodistas o violencia de género. Por otro lado, la disuasión inmediata envía
un mensaje concreto a un agresor determinado para evitar que ataque a un objetivo
específico. La disuasión inmediata es necesaria cuando fracasa la general o cuando se ve
que ésta no ha sido suficiente, así como cuando el trabajo de protección se centra en casos
específicos.
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La persuasión es un concepto más inclusivo. Puede definirse como el resultado de
actuaciones que inducen a un agresor a no llevar a cabo una acción hostil que hubiera
pensado. Argumentar racionalmente, hacer un llamamiento moral, aumentar la
cooperación, mejorar la comprensión humana, distraer, adoptar una política no ofensiva y
disuadir pueden usarse en la persuasión. La estrategia trata más bien de recordarles a otros
que, según la decisión que adopten, se podría desencadenar una serie de consecuencias.
4. Aprender a diseñar un plan de seguridad.
La seguridad es un tema complejo en el que entran en juego diversos factores que juntos
constituyen el plan de seguridad, que tendrán que llevarse a cabo a nivel individual, en toda
la organización y en colaboración con otras organizaciones.
Un plan de seguridad tiene el objetivo de reducir los riesgos. Así pues, partiendo de nuestra
valoración de los riesgos, estableceremos al menos tres objetivos: reducir el nivel de
amenazas que estamos experimentando; reducir nuestros puntos débiles o vulnerabilidad; y
mejorar nuestra capacidad.
Un plan de seguridad debe incluir:
1. Políticas y medidas del día a día: política de defensa permanente, redes de
contactos, códigos de ética, cultura de seguridad, gestión de la seguridad, etc.
Medidas permanentes para comprobar que el trabajo diario respeta los principios de
seguridad.
2. Protocolos para situaciones específicas: protocolos de prevención: por ejemplo,
sobre cómo preparar una conferencia de prensa, o una visita a una zona remota;
protocolos de emergencia para reaccionar a problemas concretos, tales como una
detención o una desaparición.
3. Has una lista de contactos que se pueda localizar en caso de una agresión, con
números y direcciones.
4. En caso de estar en situaciones vulnerables (marchas, protestas, trabajos de campo,
etc.) crea una red de monitoreo; personas que te estén monitoreando
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constantemente, que sepan dónde estás, y a dónde te diriges. Establece tiempos y
modos, cada cuanto se contactaran y por qué medios.
5. A partir de las posibles amenazas que identificaste, piensa con qué recursos cuentas
para hacerles frente. No solamente pienses en los recursos económicos o materiales.
Considera las personas que pueden ayudar, compañeros o representantes legales,
personal de instituciones gubernamentales o civiles.
6. Un plan debe considerar los lugares en los que desarrollas tu vida cotidiana (casa,
oficina, lugares públicos).
Cuantas más políticas y medidas se utilicen cotidianamente, mejor funcionarán los
protocolos diseñados para las situaciones concretas.
Por lo que hace a las empresas editoras y de medios de comunicación, habrá que asignar
responsabilidades y recursos para materializar el plan. Para asegurarnos de que el plan de
seguridad es operativo, las rutinas de seguridad tienen que estar integradas en las
actividades diarias: incluir la valoración del contexto y los temas de seguridad en nuestras
rutinas diarias; registrar y analizar los incidentes de seguridad; asignar las
responsabilidades; y asignar recursos (tiempo y fondos) al tema de seguridad.
Como mujeres periodistas, existen asuntos que las afectan por el hecho de ser mujeres y
que no son tenidos en consideración. Por desgracia, con demasiada frecuencia las mujeres
se enfrentan a la violencia del machismo fuera de las empresas, pero también dentro de los
propios espacios de trabajo, donde existen los prejuicios y se da la discriminación de
género.
Valorar las necesidades de protección de las periodistas sirve para determinar con claridad
cuáles son sus particulares puntos vulnerables y qué estrategias pueden emplearse para
neutralizarlos. Así, podemos mejorar nuestra respuesta tanto en el día a día como en
situaciones de emergencia.
Con la finalidad de garantizar la seguridad y protección de las periodistas se debe incluir la
participación de las mujeres desde la perspectiva de género, asegurando que las mujeres
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participen en la toma de decisiones; de que se incluyen en las agendas los temas que las
afectan sólo a ellas; y de que también las mujeres adoptan las precauciones de seguridad
que se establezcan. Es vital que se tenga en cuenta las experiencias y percepciones de las
periodistas, y que éstas participen en el diseño de las reglas y medidas de seguridad, en su
supervisión y evaluación.
5. Agresión sexual (violencia sexual)
Es importante destacar esta cuestión de seguridad para las periodistas. Estar consciente del
ambiente donde una está y comprender cómo puede ser percibida en ese contexto es
importante para disuadir una eventual agresión sexual.
Con la experiencia de numerosas organizaciones de periodistas se ha elaborado una lista de
control dirigidas a minimizar el riesgo de agresión sexual en el terreno:
 Viajar y trabajar con colegas o persona de apoyo, auxiliares, compañeros y
conductores pueden ofrecer una importante medida de protección para las
periodistas, en particular cuando viajan o cubren cuestiones donde hay multitudes o
condiciones caóticas. Gente de apoyo puede monitorear las condiciones generales
de seguridad de una situación e identificar riesgos potenciales mientras las
periodistas están trabajando.
 No te mezcles con una multitud predominantemente masculina, manténgase cerca
de las orillas y tenga un escape pensado.
 Elije un hotel con guardias de seguridad cuando sea posible, y evita cuartos con
ventanas accesibles o balcones.
 En general, trata de evitar situaciones que puedan aumentar el riesgo, estas incluyen
quedarse en áreas remotas sin una compañía confiable; subir a taxis no oficiales o
taxis con muchos extraños; usar ascensores o caminos donde estará sola con
extraños; comer sola, a menos que esté segura del ambiente; y pasar largos períodos
de tiempo sola sin fuentes masculinas o personal de apoyo.
 Estar en contacto frecuente con la redacción y los editores y compilar y distribuir
información de contacto para ti y el personal de apoyo.
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 Llevar un teléfono celular con números de seguridad, incluyendo tus contactos
profesionales y contactos de emergencia a nivel local.
 Se discreta al proporcionar cualquier información personal.
 Proteger y preservar la vida cuando uno se enfrenta a un ataque sexual es el consejo
general a seguir.
La violación afecta a más mujeres que hombres. La violación es tortura pues pretende
causar daños físicos o psicológicos a las persona. Los crímenes comunes se usan
normalmente de tapadera cuando se trata de periodistas, de tal manera que, cuando en un
caso real de delincuencia común se habla de violación, si se trata de un caso de crimen
político habría que hablar de tortura sexual (se usa para reprimir el trabajo de la periodista,
las víctimas pueden ser tanto seleccionadas con antelación como escogidas aprovechando
un descuido). Es un crimen relacionado con el poder y la violencia. La tortura sexual es una
forma más para el agresor de demostrar su poder sobre su víctima.
Las opciones que se tienen ante una agresión sexual son como las que se tienen frente a
otro tipo de agresiones físicas y dependen de la víctima. No hay una forma correcta o
incorrecta de reaccionar. Sencillamente, cada forma de reaccionar tendrá una serie de
consecuencias. En todos los casos, nuestro objetivo sería sobrevivir. Las opciones podrían
ser:
 No resistirse, por si eso sirviera para salvar tu vida.
 Resistencia pasiva. Haz o di cualquier cosa que pueda hacer que el agresor
abandone su ataque. Di que tienes una enfermedad contagiosa (aunque el agresor
podría responder que él también o podría ponerse más violento. Otra opción sería
llevar mucha ropa puesta para ganar tiempo en caso de que llegaran a rescatarte.
 Resistencia activa: Lucha con todas tus fuerzas, golpea en las zonas blandas, usa
tus puños, tus uñas, tus piernas, tus dientes, grita lo más alto posible... Posiblemente
cuanto más luchemos (si podemos), más probabilidades tendremos de escapar.
 En todos los casos:
 Tenemos que escapar en cuanto nos sea posible.
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 Si es posible, intenta mencionar el uso de un condón. Esto puede considerarse como
"consentir" aunque no lo sea de hecho, pero si lo ven así es su problema, no el tuyo.
Tus problemas son otros: un posible embarazo, consecuencias para tu salud física y
psicológica, miedo a los recuerdos y al "¿y qué pasará si...?". Las periodistas
podrían plantearse llevar consigo condones masculinos o el condón femenino. Lo
mismo es aplicable para la píldora del día después.
 Intenta fijarte en y acordarte del máximo de información sobre el agresor o los
agresores. Esto también puede ayudarte a concentrarte en otra cosa, además, aunque
sobre todo será útil para denunciarle(s) y reducir la posibilidad de que quede(n)
impune(s).
 Si puedes, intenta concentrarte para distanciar tu yo de lo que le estén haciendo a tu
cuerpo.
 En todos los casos, haz lo que sea para sobrevivir. Sigue tu intuición o tu instinto.
 Nadie podemos saber cómo vamos a reaccionar ante esa situación (o ante cualquier
otro tipo de tortura) y cómo lo hagamos será lo correcto en ese momento.
Los editores deben suponer la seguridad en el terreno como la consideración principal
cuando deciden una cobertura. No deben castigar a una periodista que decide no cubrir un
tema determinado basándose en un riesgo potencial. Los medios deben reconocer sus
responsabilidades para apoyar a todas las periodistas en el terreno, sean integrantes de
planta o colaboradoras. Los editores necesitan ser francos sobre el respaldo específico que
su organización está dispuesto a brindar, incluyendo seguro de salud o de vida o sesiones de
terapia por afectaciones emocionales. Cuestiones que no son resueltas antes de que una
periodista comience a cubrir una nota puede derivar en complicaciones de estrés
posteriormente.
Toma en cuenta que en los casos en los que la o el periodista se traslada con fuerzas de
seguridad o con alguna institución, para cubrir determinada tarea, la institución deberá
apoyar y garantizar la seguridad de corresponsales y profesionales del periodismo.
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6. Amenazas Verbales (violencia psicológica)
Muchas son impredecibles y llegan por diferentes medios. No es normal recibirlas, pero es
parte de los riesgos profesionales de las y los periodistas. Es una forma muy simple y poco
costosa de intimidar a periodistas. Son muy comunes y rara vez investigadas y sancionadas.
Su objetivo es:
 Intimidar.
 Atemorizar.
 Presionar para que cierta información no se difunda, o por el contrario se difunda.
Es difícil estar preparadas para una amenaza verbal, pero debemos intentar que no logren
paralizarnos. Trata de habla con alguien que sepa cómo actuar después de una amenaza.
Las amenazas verbales son violencia psicológica y puedes recibirlas por llamada telefónica,
correo electrónico, redes sociales, carta en físico, insultos en la calle, o seguimiento visible.
Otras maneras de violencia psicológica a través de amenazas pueden ser un arreglo floral
funerario, el cadáver de un animal destrozado lanzado a la puerta de tu casa u oficina, u otra
cosa extraña que dejen afuera de tu casa u oficina, droga, fotografías personales, llamadas a
diferentes horas en silencio o con música o sonidos fuera de lo común.
 No debes ignorar la amenaza, hay que tomar las precauciones necesarias:
 Documentar
 Tener claro a quien podemos perjudicar con el trabajo que realizamos
 Hablar con gente que tenga conocimientos de prevención y protección para
establecer un protocolo de seguridad y posibles planes de contingencia a seguir por
si las amenazas continúan o escalan.
 Pon atención al lenguaje que se emplea en el mensaje de la amenaza, puede ser
lingüístico o no. ¿Se mencionan o dan datos personales, apodos, direcciones,
fotografías en lugares privados, lugares que has visitado, nombres de familiares?
 Intenta ubicar la fuente de la amenaza ¿quién puede ser el responsable y por qué?
¿qué datos o temas sensibles has tratado, recabado o publicado, a quienes afectan?
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 Lleva un registro de las amenazas y eventos e incidentes: fecha, hora, lugar y
contenido de la amenaza. Analiza estos datos, busca posibles autores de la amenaza
y busca tendencias y patrones ¿otros colegas han sido amenazados en la región o
por lo temas que investigas?
 Instala un identificador de llamadas y guarda los números de donde recibas las
amenazas. No proporciones tú nombre y número en el mensaje de la grabadora de tu
teléfono.
 Graba las conversaciones telefónicas, especialmente si son amenazas.
 No entres en pánico cuando recibas la amenaza solamente escucha y no te
comprometas a nada ni des más información.
 No retes al amenazador y no intentes dialogar con él.
 Transcribe los detalles inmediatamente después de la llamada.
 Descuelga el teléfono por varias horas incluso días una vez recibida la amenaza.
Esto para pensar y actuar de manera tranquila y serena.
 Denuncia de inmediato ante la policía u otra autoridad competente.
 Conversa con tu familia acerca de las medidas que adoptarás. Es importante que de
acuerdo a lo que valores les compartas toda o algo de la información con la que
cuentas.
 Analiza la situación con los directivos de tu medio y tus colegas.
7. Seguridad familiar y en el hogar
Tal vez no exista temor mayor que el de creer que los miembros de la propia familia estén
en peligro. Evaluar el riesgo posible para su familia puede estar en parte orientado por el
comportamiento pasado de los agresores.
 Presta atención al material de índole personal que tú y tu familia suben a Facebook
y a otras redes sociales. La gente que desea intimidarlas probablemente buscará
todo lo que esté publicado en línea, no sólo sobre usted sino también sobre su
familia.
20
 No compartas información sobre los horarios de tu familia o tus planes de
vacaciones, por ejemplo.
 Ten cuidado al publicar fotografías o revelar información que no sea pública por
otros medios. Tal vez debas pedirles a tus familiares que quiten cierta información
de sus páginas en redes sociales o que aumenten las configuraciones de privacidad.
 Se sugiere evitar compartir detalles sobre aspectos delicados de tu labor informativa
con los miembros de tu familia. Los familiares que no están informados sobre tu
tarea investigativa, según indica la lógica, no serían destinatarios de atacantes que
buscan conseguir información por métodos coercitivos. No obstante, aún en estos
casos los miembros de tu familia podrían convertirse en el blanco de ataques como
una manera de aterrorizarte e impedirte que sigan adelante con alguna cobertura
periodística sensible.
 Habla con tu núcleo familiar sobre los riesgos que corren y establece con ellos
algunas medidas básicas de protección.
 Instala una alarma en la puerta principal de tu vivienda. No abras hasta no estar
segura de que reconoces a la persona que toca.
 Conoce los antecedentes de los empleados que tengan acceso a tu residencia e
indícales que no deben dejar entrar extraños a la vivienda.
 Ilumina el frente de tu casa con luz potente, para que sirva de señal de advertencia
cuando alguien se acerque a la puerta.
 No dejes las llaves de tu vivienda con personas desconocidas.
 En caso de vivir en un conjunto de apartamentos, adviérteles al administrador y
personal de vigilancia que no dejen pasar a ninguna persona sin autorización y sin
previo aviso.
 Avisa a las autoridades si ves personas sospechosas que estén merodeando cerca de
tu vivienda.
 Deja el número de teléfono a personas de confianza en caso de alguna emergencia.
 Estate atenta a cambios o anomalías en lugares comunes de tu vivienda.
 No permitas requisas ni allanamientos a quienes no estén plenamente identificados.
21
 En caso de duda, niega el acceso con cortesía, llama a las autoridades y avisa a tu
medio de comunicación.
 En el buzón no pongas nombres ni datos, tan sólo el número del apartamento o la
dirección de la casa.
 No dejes ingresar a tu vivienda a extraños así parezcan ser funcionarios de empresas
de servicios, cobradores, mensajeros, amigos lejanos, etc.
 En caso de detectar algo fuera de lo común avisa de inmediato a las autoridades y
no asumas actitudes detectivescas.
 Proteje las ventanas que dan a la calle y el patio con rejas interiores, especialmente
si resides en un primer o segundo piso.
 Duda de cartas o paquetes extraños.
8. Reducir los riesgos inherentes en las áreas de conflicto. El riesgo en situaciones de
conflicto.
Trabajar en zonas de conflicto expone a las periodistas a riesgos específicos, así como a
violencia comunitaria, institucional y/o de género. Aunque no podemos controlar las
acciones que se estén desarrollando, sí podemos adaptar nuestro comportamiento para así
evitar que nos alcance el conflicto o bien para reaccionar adecuadamente.
Si vamos a trabajar en una zona de conflicto donde no estamos establecidas, hay que
recordar tres cuestiones: ¿Qué nivel de riesgo podemos asumir?; los beneficios de que
estemos en la zona, ¿son mayores que los riesgos?; un trabajo no puede mantenerse a largo
plazo cuando se están corriendo grandes riesgos de manera continua; conocer la zona" o
"saber mucho de armas" no nos protegerá si nos disparan o quedamos atrapadas en medio
de disparos. Cuando sea así, retirarse de la zona reduce el riesgo.
Cuando la periodista haya sido objeto de una retención, detención o secuestro, significa que
ha perdido su libertad de movimiento y podría estar viviendo una amenaza a su vida. En
estos casos se trata de modalidades de violencia de la comunidad o institucional, que puede
contener un mayor o menor grado de violencia de género.
22
Hay que ser conscientes de que otras personas se preocuparán si no saben de su paradero.
Si desean que nadie se pueda comunicar con ellos, es preciso que avisen, dejando claro
cuándo piensan volver a estar disponibles. En el caso de periodistas en situaciones de
mucho peligro, podría ser poco aconsejable que decidan no estar para nadie.
Es importante desarrollar rutinas de seguridad que impliquen informar de dónde estamos
cada cierto tiempo, a una o dos personas por lo menos. Esto pasa a ser esencial cuanto
mayor sea el riesgo que se esté corriendo, ya sea porque la periodista viaje a una zona
peligrosa o porque hayan recibido amenazas, etc.
En el caso de que la periodista no puede ponerse en contacto con los editores por causas
técnicas se aconseja acordar de ante mano horas para ponerse en contacto, y hacer un plan
de contingencia para el caso en que hubiera problemas de comunicación, por ejemplo, si
una de las horas de llamada va a coincidir con un viaje, habrá que pensar cómo y cuándo
será posible comunicarse para asegurarnos de que podremos hacerlo, y así que no haya
nada que impida la comunicación, o bien prever medios alternativos de comunicación quizá
a través de terceras partes.
No es fácil evitar una detención. El objetivo fundamental es reducir las causas que puedan
llevar a una detención. Para excluir el que se nos detenga por quebrantar el derecho común,
debemos mostrar un comportamiento ético, así como respetar las normas y leyes del lugar
donde trabajemos, tanto a nivel individual como de la empresa. No hace falta enfrentarse a
las autoridades o darles una excusa para exponerse a más riesgo del que ya se está
corriendo.
Una detención legal puede, sin duda, ser una excusa, no obstante puede o no haber una
orden judicial, y puede darse en cualquier momento, en la oficina, casa o durante un viaje.
Lo que hay que evitar es que nos detenga cuando estamos solas, para ahorrarnos hechos que
se relacionan con el momento del arresto o violencia institucional.
No es fácil evitar el secuestro político. Además de realizar una valiosa valoración de
riesgos cuando se sospecha que puede producirse, es crucial también reducir la exposición
23
en las zonas donde la amenaza puede ser consumada, asegurarse de que la persona nunca va
a estar sola y sopesar cualquier acción que pueda facilitar un posible secuestro.
El secuestro político puede ocurrir potencialmente en cualquier sitio, pero lo más probable
es que ocurra cuando los agresores potenciales generen el momento adecuado, o cuando la
periodista lo facilite, y preferiblemente allí donde no existan testigos. Así, es menos posible
que se produzca en la oficina durante las horas de trabajo, en la casa durante el día, etc.
La diferencia entre procedimientos ilegales en una detención legal y secuestro político es
tan pequeña que recomendamos que las periodistas consideren todos los puntos de las dos
partes como complementarios y no como excluyentes, siendo importante señalar la
diferencia entre lo que implica una detención y lo que implica un secuestro político por
cuestiones psicológicas y prácticas. En estos contextos y circunstancias pueden combinarse
y yuxtaponerse varios tipos y modalidades de violencia hacia las mujeres.
Para diseñar el procedimiento de prevención de un secuestro político hay que tener en
cuenta el trabajo de la periodista en su día a día y área normal de actividades, su tiempo
libre, etc., y sobre todo, su trabajo de campo. Hay que estar alerta y comprobar
minuciosamente toda invitación de partes que no conozcamos.
Los momentos que entrañan más peligro, cuando los secuestradores estarán más nerviosos,
son durante el momento en que se captura a la persona, en las situaciones de cerco y
durante la puesta en libertad.
Los secuestradores querrán que estemos en silencio; podrían taparnos los ojos, golpearnos,
incluso drogarnos para que así sea. No tiene sentido gritar o luchar para oponerse a estas
tácticas: de hecho, guardar silencio podría evitarnos todo eso (a no ser que sea razonable
pensar que durante el secuestro gritar pueda hacer que alguien nos oiga y nos procure
ayuda).8
Conviene obedecer las órdenes de los secuestradores sin parecer serviles; y evitar
sorprenderles o alarmarles; intentar mantenerse en forma físicamente y en un buen estado
24
de salud mental; si estamos en un grupo, intentar que no nos separen de él, pues estar
aunque sea con otra persona puede ser de gran ayuda.
Los riesgos de detención o secuestro son particularmente altos durante un viaje o en un
trabajo en campo porque estamos más expuestas, tenemos menos contacto con nuestro
entorno habitual, y quienes nos rodean podrían tardar en reaccionar ante una amenaza o un
ataque.
Un protocolo de prevención para trabajo de campo incluya al menos:
 Preparación tanto al campo como a barrios difíciles de zonas urbanas.
 No viajar sola.
 Información adecuada sobre la zona y los actores que vamos a visitar.
 Conocer bien las rutas de acceso y salida de los lugares que visiten.
 Disponer de documentos de identidad válidos.
 Avisar a las/os contactos.
 Comprobar si en la ruta y en los destinos finales existen teléfonos o señal de celular.
 Valorar la seguridad del medio de transporte elegido.
 Donde sea relevante, entregar información adecuada a autoridades civiles, militares
y de la comunidad, y también a quienes sean responsables de la empresa.
 Presentar una explicación bien preparada sobre los objetivos y el mandato de la
investigación o reportaje, intentando que ésta pueda serle aceptable a grupos
armados y fuerzas de seguridad.
 No viajar de noche.
 Nunca ir mostrando abiertamente objetos de valor (cámaras de foto o vídeo).
 Conviene que la empresa consiga algún tipo de permiso para su trabajo en la zona
visita.
 Nunca posea o viaje con armas.
En síntesis, prepare siempre una evaluación de la seguridad antes de una cobertura
potencialmente peligrosa. Antes de salir, establezca puntos claros de contacto con los
redactores, los colegas y amigos o integrantes de su familia. Sus contactos en el terreno
25
deben saber cómo localizar a los integrantes de su familia y editores; sus parientes y
editores, alternadamente, deben saber cómo localizar a sus contactos locales. Investigue por
adelantado dónde buscará permanecer, el estado de la infraestructura de comunicaciones y
la posibilidad de vigilancia.
Las y los periodistas que cubren las fuentes políticas, de corrupción y crimen están
particularmente en más alto riesgo de ataque o encarcelamiento, así como de modalidades
de violencia de la comunidad o institucional. Una reportera de la fuente de crimen, en
particular, exige una comprensión de los procedimientos de las fuerzas de seguridad. Sobre
crimen y otras coberturas de alto riesgo, debe desarrollar una evaluación de seguridad en
consulta con los editores.
Para todas las reporteras, los medios o sus editores deben explicar claramente cuál es el
papel que se espera que desempeñe y la ayuda legal y de seguridad que la organización
puede proporcionar si ocurre un problema. Los editores deben entender si una periodista
rechaza una tarea peligrosa y aceptarlo. Los medios de prensa deben considerar su
obligación ética cuando ofrecen la cobertura de una tarea peligrosa a una reportera
freelance local.
9. Credenciales
Obtenga las credenciales de prensa antes de iniciar su tarea informativa ya que es posible
que necesite corroborar su situación en caso de ser requerido. Muchas organizaciones de
medios otorgan credenciales a pedido de empleados contratados y otros freelancers. Las
freelancers deben obtener al menos una carta de los medios que indican su afiliación.
También se debe obtener las credenciales de prensa de las autoridades municipales,
estatales o federales, reconociendo que los funcionarios pueden otorgar las credenciales
sobre una base selectiva en un intento por influir en la cobertura. Las credenciales de prensa
de las corporaciones de policía podrían ser útiles cuando se cubre una manifestación a nivel
local. Credenciales también son necesarias para tomar fotografías o registrar
acontecimientos en edificios públicos, palacios de gobierno o cámara de diputados.
26
10. Cobertura de Seguro
Garantizar un seguro de salud y de vida es uno de los desafíos más difíciles que enfrentan
las periodistas. Las periodistas de planta deben revisar en forma exhaustiva las pólizas
proporcionadas por sus empleadores con el fin de conocer condiciones y restricciones. Las
periodistas bajo contrato deben intentar negociar su cobertura con los medios en los que
colaboran. Pero las periodistas freelance deben encontrar y pagar cobertura por su cuenta
con planes que encajen en sus necesidades específicas, o a través de las asociaciones de
periodistas o agencias nacionales e internacionales.
11. Alistando el equipaje
Las periodistas que se desplacen de su lugar frecuente de trabajo, deben tener en cuenta las
siguientes recomendaciones:
 Tener claras las condiciones climáticas de la zona a donde te diriges. Llevar ropa
cómoda.
 Porta contigo los siguientes documentos: identificación oficial, credencial de
periodista, licencia, cartilla del servicio de salud, cartilla de vacunación en las zonas
donde se requiere, cartilla de riesgos profesionales si lo tiene.
 Si viajas a lugares donde no puede conseguir suministros básicos asegúrate de llevar
los siguientes elementos: grabadoras con la cantidad suficiente de pilas o
cargadores, libretas y bolígrafos que pueda necesitar de acuerdo con el tiempo de tu
estadía. Además de un radio y audífonos, incluir: equipos de comunicación, mapas
de la región, linterna, repelente de insectos y bloqueador solar.
 Si el viaje es al exterior, recuerda llevar tu pasaporte y visa, si es necesaria. Si debes
navegar o cruzar por ríos o humedales, manten los documentos dentro de algún tipo
de empaque plástico para que no se vayan a mojar o deteriorar.
 Si la zona es aislada, lleva contigo un kit básico de alimentación, que pueda incluir:
agua, enlatados (atún, sardinas, salchichas, entre otros), dulces, bebidas, pan o
galletas y algunas frutas que no se descompongan fácilmente.
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 Recuerda que en climas extremos te puedes ver enfrentada a situaciones como
hipotermia y deshidratación, quemaduras por frío, entre otros. Entérate cómo los
puede prevenir, pero si te toca atenderlos, lo mejor es conocer desde antes sus
síntomas para saber cómo actuar.
 Hazte un chequeo médico y conoce tu estado de salud antes de partir.
 Ten contigo una lista con tu grupo de sangre, alergias, enfermedades o
medicamentos formulados (preferiblemente el nombre genérico) y lleva un par de
gafas extra o lentes de contacto, si es que los usas.
 Lleva botiquín de primeros auxilios, con los implementos básicos: manual de
primeros auxilios, gasa estéril, toallitas antisépticas, curas, jabón, solución
antiséptica, tijeras, termómetro, guantes quirúrgicos y analgésicos.
12. En el lugar de trabajo
Es fundamental que los dueños, editores, gerentes y responsables de los medios de comunicación elaboren conjuntamente medidas de protección. Aquí presentamos algunas
recomendaciones generales:
 Alterna las rutas de llegada a tu lugar de trabajo.
 Al salir de tu oficina cerciórate de cerrar las cortinas y la puerta.
 Los duplicados de llaves solo debes dejarlas con personas de confianza.
 Organiza un plan de evacuación y unas brigadas encargadas de este trabajo.
 Estate pendiente de personas extrañas, merodeadores o vehículos que circulan
permanentemente por tu oficina. Memoriza rostros o señas particulares y en lo
posible escribe la placa de los vehículos sospechosos.
 Impide el ingreso de extraños a las instalaciones sin ser antes anunciados.
 Si tienes material periodístico delicado guárdalo bajo llave y en todo caso, ten una
copia en otro lado.
 Se reservada en conversaciones telefónicas.
 Es importante que el personal de recepción y de vigilancia esté informado y
preparado para no dar información ni detalles de las y los periodistas y para sacar
28
información suficiente a quienes llegan a las recepciones con el fin de tener certeza
de quién se trata.
13. Manejo de correspondencia:
 Revisa siempre la correspondencia y aumente los cuidados en fechas especiales
(navidad, fin de año, cumpleaños, día del periodista).
 No recibas ni aceptes regalos de desconocidos o de actores ilegales.
 No abras paquetes que despierten dudas.
 No permitas que niños ni miembros de la familia abran la correspondencia.
 Solicita a los remitentes habituales que escriban sus nombres en la parte externa de
los paquetes y sobres.
 Verifica el nombre de despachadores o mensajes de paquetes especiales.
 En caso de existir detector de metales en la oficina, haz pasar el correo por allí.
14. Si vas a pie:
 Ingresa a lugares concurridos, de vigilancia policial o privada y centros comerciales.
 Avisa a celadores o personas que puedan escoltarte hasta un lugar seguro y puedas
llamar a las autoridades o alguien de tu confianza.
 Huye del atacante y protéjase. No entres en lucha cuerpo a cuerpo con el agresor,
corra y pida protección.
 Intenta ahuyentar al agresor gritando, llamando la atención, haciendo un escándalo
de tal manera que la gente voltee a ver.
 Trata de memorizar los rasgos físicos y la vestimenta de quien quiere atentar contra
ti. Si te persiguen desde un carro, memoriza la placa, el color y el modelo.
15. En caso de secuestro:
 Sigue las recomendaciones de los secuestradores sin ser hostil ni servil. Manten
perfil bajo y postura no provocadora.
 En general, no creas nada de lo que dicen. Pueden decirte mentiras sobre tu vida
personal y familiar para desestabilizarte.
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 Trata de controlar tus emociones.
 Recuérdele a tus captores que eres periodista, que tu oficio es informar y que no
eres su enemigo.
 No escondas información. Cuando te pregunten, escucha, analiza y luego responde.
Tampoco digas más de lo que te preguntan.
 Pídeles que te dejen comunicarte con tu medio o algún familiar para que se enteren
de lo que está pasando.
 Mantén tu mente activa: lee, escucha radio, escribe.
 Si son varios los secuestrados, trata de buscar la cohesión, no asumas liderazgos,
brinda apoyo anímico.
16. Hostigamientos de miembros de la fuerza pública
 En caso de que te quiten algún objeto personal, incluso grabaciones de video o
apuntes, demuestra tu inconformidad. Recuérdales que ese es un acto de censura
que prohíbe la Constitución y los tratados internacionales, pero no entres en
discusiones acaloradas o forcejeos.
 Si eres víctima de una detención ilegal de miembros de la fuerza pública, informa
de inmediato a la Comisión de Derechos Humanos y a las organizaciones de prensa,
exige la presencia de un represetante.
 En caso de agresión o algún abuso, anota el número de identificación y el rango.
Presenta la denuncia correspondiente ante las autoridades (Policía, Ministerio
Público, CEAPP, Comisión de Derechos Humanos, Procuraduría), informa a las
organizaciones de prensa y a los superiores del agresor.
 Si te das cuenta de que estás siendo fotografiada o filmada, haz lo mismo: graba o
fotografía a la persona, mientras ésta lo hace contigo. Al mismo tiempo, haz
preguntas como: ¿por qué me está grabando (fotografiando)?, ¿para quién son esas
imágenes (fotos)?, ¿con orden de quién?, ¿quién es la persona en este momento a
cargo?
30
17. Protestas y Disturbios (violencia en la comunidad)
Las periodistas que cubren protestas y otros disturbios civiles violentos enfrentan riesgos
legales y físicos. Estar atentas a la ubicación es también esencial en todo momento, y esto,
en general, significa encontrar un punto de observación que permita tener una visión tanto
de los manifestantes como de la policía antidisturbios o de otras autoridades, sin terminar
entre ambas partes.
Revisa cómo estos acontecimientos se han desarrollado en los mismos lugares en el pasado.
Traza rutas de salida con antelación y considera trabajar en equipo cuando cubre
situaciones potencialmente violentas.
Las periodistas también deben conocer cuáles son las leyes y prácticas en caso de que las
fuerzas de seguridad o los manifestantes exijan revisar o confiscar los cartuchos de video u
otro material grabado.
La vestimenta debe elegirse con atención, incluyendo el decidir si conviene llamar la
atención o mezclarse con la gente. La ropa debe ser suelta y elaborada en tela natural, dado
que los materiales sintéticos pueden prenderse fuego y arder con más rapidez. Se aconseja
asimismo usar buen calzado con apoyo apropiado y flexible, y suelas anti-deslizantes.
Trata de mantenerte alejada de lo que pueda resultar perjudicial. Uno podría pensar en las y
los periodistas como árbitros en el campo de juego. El árbitro debe estar lo suficientemente
cerca para observar el juego con precisión, aun así debe tomar todas las precauciones para
evitar mezclarse en la acción. Cuando se cubre la información sobre protestas y disturbios
populares, evita quedar atrapada entre grupos enfrentados o terminar en medio de alguna
multitud. Camina a los costados de los manifestantes, la gente que arroja piedras y objetos
de esa índole en general lo hace desde el sector medio de la muchedumbre donde pueden
mezclarse con la multitud.
Exhibir las credenciales de prensa o mantenerlas fuera de la vista (pero aun así accesibles
para ser exhibidas cuando lo soliciten), es una decisión importante para las reporteras que
cubre protestas. En algunas circunstancias, puede ser mejor parecer un civil cualquiera y
31
mantener las credenciales de prensa fuera de la vista, en un bolsillo cerrado y rápidamente
accesible.
En cualquiera de los dos casos, las/os periodistas deben evitar usar ropa como pañuelos
coloridos o rompe vientos azules, que podría asemejarlas a manifestantes o a fuerzas de
seguridad. En situaciones en que podría ser peligroso que la confundieran con un
manifestante, las periodistas deben exhibir sus credenciales de prensa, en tal caso es mejor
exhibir una tarjeta de prensa plastificada.
Nunca recojas nada arrojado durante una manifestación. No sólo podría tratarse de un
explosivo de fabricación casera o un dispositivito combustible, sino que al hacerlo puede
generar sospechas en la policía quien presumirá que eres manifestante.
Considera qué cosas llevar cuando cubres una manifestación o un suceso semejante. Una
mochila con una tira al menos cruzándole el pecho y otra en la cintura para evitar que
golpee contra ti y te impida moverte, especialmente cuando corres. Todo el contenido de la
mochila deberá ser prescindible, entre las cosas a llevar se incluye agua mineral
(preferentemente en un bolsillo lateral y abierto), una toalla y un pequeño botiquín de
primeros auxilios.
Llevar una lima, limón, u otra fruta cítrica puede ser una buena idea. La fruta puede
exprimirse sobre un área de piel afectada para neutralizar el efecto de irritantes químicos.
Una toalla húmeda también puede ayudar a protegerte el rostro de los efectos de agentes
externos como gas lacrimógeno o cócteles Molotov. Una máscara antigás o protección
ocular industrial puede también protegerte contra gases lacrimógenos o gas pimienta.
Chalecos livianos para blindaje del cuerpo diseñados para detener puñaladas o balas de
goma, junto con gorras recubiertas de metal, pueden resultar recomendables en situaciones
particularmente descontroladas.
Se recomienda que fotógrafos y camarógrafos lleven cartuchos y tarjetas de memoria falsos
para entregar en caso de que les exijan los verdaderos.
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Las y los periodistas deben obedecer las órdenes de las fuerzas de seguridad. Manten la
calma si eres arrestada. Si eliges contradecir al funcionario que te arresta, bien podrías
empeorar la situación. Si vas a hablar, has todos los esfuerzos posibles para mantener una
conducta profesional cuando expliques que eres una reportera y estás informando. Si las
autoridades deciden seguir adelante con la detención, cumple con las órdenes y espera la
oportunidad de presentar tu caso con calma ante una autoridad superior o agente
ministerial.
18. Reacciones Frente al Estrés
El estrés postraumático es una reacción normal ante acontecimientos anormales. El estrés
puede afectar a periodistas que cubren toda tragedia que involucre dolor o pérdidas de vidas
humanas.
El estrés postraumático se manifiesta de muchas maneras. La persona que experimenta
estrés puede ser capaz de expresar sólo la sensación de que algo no está bien, o de que
debería haberse hecho más. Para las periodistas cuya tarea es observar e informar sobre los
acontecimientos, no actuar sobre ellos, el mero hecho de observar tragedias humanas puede
cobrarse un precio emocional. Las periodistas que entrevistan a víctimas de situaciones
traumáticas, de hecho, pueden verse expuestos y experimentar lo que los expertos llaman
trauma secundario. Las y los editores de imagen y de video pueden padecer traumas al
manipular imágenes espeluznantes, una detrás de la otra.
Los signos del estrés son a menudo sutiles. Una periodista puede parecer más ansiosa,
irritable, retraída, insensible, deprimida, triste o enfadada, y las emociones pueden ser
sostenidas o fluctuantes. Los síntomas físicos pueden incluir desórdenes alimenticios o en
el sueño, pulso cardíaco acelerado, sudoración, ataques de pánico, cefaleas, náusea y dolor
en el pecho. Se vuelven frecuentes las tensiones en las relaciones personales y laborales.
Del mismo modo, el consumo de alcohol o drogas. Otros signos incluyen una
concentración exacerbada en el trabajo, como si se estuviera intentando, igual que sucede
con otros comportamientos compulsivos, evitar sentimientos incómodos.
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El desequilibro puede también comprender síntomas más molestos, incluyendo retraerse
emocionalmente o dejar de sentir, un temor exacerbado, enojo o culpa, impotencia, híper
vigilancia ante la percepción de amenazas, conciencia disminuida y confusión. Si no se
trata, puede también exacerbar una serie de problemas médicos como la hipertensión.
Las y los periodistas necesitan aprender a cuidarse. Sólo tomarse un descanso puede ser
invalorable. Igual que encontrar el coraje de contarle a un editor que necesitas un nuevo
tema para investigar. Inclusive aún más importante puede ser permitirte el dolor o
experimentar las propias emociones. El ejercicio físico periódico ayuda a aliviar el estrés.
Los ejercicios que integran cuerpo y mente como el yoga, tai chi, qi gong y meditación
pueden resultar beneficiosos.
Dialogar con un terapeuta es otra opción para las periodistas que enfrentan estrés
emocional. Muchos terapeutas tienen experiencia en estrés postraumático.
Pide ayuda profesional. No te avergüences de ello, ésta es determinante para poder
recuperar la estabilidad emocional.
Haz ejercicio, ten tiempo para descansar, haz ejercicios de relajación y rodéate de amigos o
familiares cercanos.
La persona que sufre de desorden de estrés postraumático siente con frecuencia que está
perdiendo la razón, debe entender que necesita ayuda y no tratar de disimular o reprimir
estos síntomas.
En caso de ataque de pánico:
 Respiro lentamente y por la nariz: uno, dos, tres.
 Retengo el aire: uno, dos, tres.
 Expiro: uno, dos, tres, cuatro.
 Me quedo sin aire: uno, dos, tres.
 Lo hago lentamente.
 Repito el ciclo.
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o -No me estoy muriendo, todo va a estar bien, estos síntomas son incómodos
pero ya van a pasar.
o -No me estoy enloqueciendo.
o -Voy a estar bien.
19. Ética y periodismo
Ejercer un periodismo ético y de calidad es quizá la medida de autoprotección más eficaz.
Ello está ligado a dos premisas fundamentales: la verdad y la responsabilidad.
 Confirma la información sobre hechos violentos antes de señalar como autor a uno
de los sospechosos.
 Habla por teléfono con la misma precaución que lo harías si supieras que te están
interviniendo.
 No transportes a miembros de la fuerza pública o de los grupos armados ilegales en
los vehículos de prensa.
 En retenes, entrevistas, charlas o encuentros ocasionales con los grupos armados, no
te muestres amigable o des a entender ni simpatía ni animadversión por las causas
de unos u otros.
 No lleves encargos o recados a zonas de conflicto. No te prestes para distribuir
boletines informativos, ni organización de ruedas de prensa de actores armados
ilegales.
 No hagas pactos con actores armados a cambio de noticias o para obtener garantías
en zonas de conflicto.
 Se prudente con el uso de información filtrada por la fuerza pública y los grupos
armados ilegales.
Para los reporteros gráficos y camarógrafos
 No te dejes presionar por las y los periodistas con los que haces equipo para lograr
tomas, pese a las restricciones o vedas impuestas.
35
 Utiliza lentes teleobjetivo para hacer tomas atrás en lugares acordonados y flash
potentes si los hechos ocurren de noche.
 No avales grupos de manifestantes que pretendan pasarse por reporteros sin serlo.
 Si te encuentras en una zona donde se adelanten operativos militares o en medio del
fuego cruzado, tapa los sensores de las cámaras, no utilices el flash y no prendas los
visores fotográficos digitales en trabajos nocturnos.
 Si te encuentras en un cruce de disparos abre el plano de la cámara y no hagas zoom
a los rostros de las personas armadas que se encuentren disparando.
 Toma distancia de quienes en manifestaciones o protestas aparecen como fotógrafos
y no los conoces o no están plenamente identificados.
 Cuando se trate de cubrimientos en zonas donde hay combates y uso de armas de
artillería, trata de no utilizar los teleobjetivos que pueden ser confundidos en la
distancia con bazucas o lanzagranadas.
 Nunca, por ningún motivo, entregues material sin publicar a las autoridades o
actores ilegales. Esas imágenes forman parte de la reserva a la que tiene derecho el
periodista. Si desean las fotografías que acudan a una copia de la publicación.
36
Direcciones y sitios de Internet.
Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas
http://www.ceapp.org.mx
Av. Manuel Avila Camacho #31 Altos
Zona Centro, Xalapa, Ver.
Tels: 01 (228) 8170970 y 01 800 8417260
Instituto Veracruzano de las Mujeres
www.ivermujeres.gob.mx
Av. Adolfo Ruiz Cortinez #1618
Col. Francisco Ferrer Guardia
CP 21090, Xalapa, Ver.
01 (228) 8170789 y 8171009
Comisión Estatal de Derechos Humanos, CEDH.
http://cedhveracruz.sytes.net/derechos_humanos/
Carrillo Puerto #21
Xalapa, Ver.
Tel/Fax: 01 (228) 1 41 43 00
01800 2 60 22 00
Mecanismo Nacional de Protección para Personas Defensoras de Derechos
Humanos y Periodistas. Secretaría de Gobernación.
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono: 01 800 800 40 50
52098800 ext. 30863
Celular: 0 44 55 4554 82 36
Artículo 19
http://articulo19.org/
José Vasconcelos 131
Col. San Miguel
Delegación Miguel Hidalgo
CP. 11850
México, D.F.
(+52 55)1054 6500
Correo electrónico: [email protected]
37
Oficina
para
México
y
Centroamérica
Centro Nacional de Comunicación Social, CENCOS
http://www.cencos.org/
http://cencos.wordpress.com/
http://issuu.com/cencos
Comunicación e información de la Mujer, CIMAC
http://www.cimac.org.mx/
Correo electrónico: [email protected]
Teléfono 55100085
Balderas 86
Col. Centro
México, D.F.
Freedom House México
http://www.freedomhouse.org/country/mexico
Guanajuato 224
Col. Roma
México, D.F.
Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, OACNUDH.
http://www.hchr.org.mx/
Alejandro Dumas 165
Col. Polanco
Del. Miguel Hidalgo
C.P. 11560
México. D.F.
Tel (52-55) 5061 6350
Correo electrónico: [email protected]
38
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