se ha perdido la parte lúdica del erotismo

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LUIS GARCÍA BERLANGA, director de cine
‘SE HA PERDIDO LA PARTE
LÚDICA DEL EROTISMO’
Luis García Berlanga ha sido considerado uno de los diez mejores directores de cine de la historia y en su haber
hay películas como “Bienvenido Mr. Marshall”, “Plácido”, “Calabuch”, “Los jueves milagro”, “El verdugo”, “Vivan
los novios”, “Tamaño natural” y “La escopeta nacional”. Aunque ya casi nunca acude a actos públicos, recientemente arropó la presentación de un nuevo libro de su amigo Antonio Gómez Rufo. Con ochenta y cuatro años
sigue reconociéndose un fetichista. Ya no piensa en rodar, aunque hay un cortometraje que da vueltas en su
cabeza.
E. I.
O
CHENTA y cuatro años dedicado a la creación y a las
mujeres...
–Yo nací en 1921, y en 1922 ya me gustaban las mujeres. Y me
siguen gustando.
–Usted es un destacado amante del erotismo en la literatura y
el cine, un género que no parece pasar su mejor momento.
–Estoy desolado por algo que me parece terrible. En los años
cincuenta surgieron de repente las libertades en este país, vi cómo
nacían muchas revistas y colecciones de libros relacionados con el
erotismo. Viví gozosamente el nacimiento de todas ellas. Creí que
el erotismo iría hacia arriba. Sobre las cosas que me habían apasionado siempre, el fetichismo y el sadomasoquismo, había revistas especializadas. Sin embargo, lo que ha llegado es el botellón.
Lo poco que podría quedar de erotismo se ha convertido en pornografía. Lo he visto, por ejemplo, en el último Festival de Cine Erótico de Barcelona.
–Le interesa tanto el erotismo que incluso ha creado una Academia dedicada a esta cuestión.
–He creado una Fundación, que me ha costado año y medio
engendrar: la Academia del Tacón de Aguja. Ya tenemos dos años
de vida y en el Festival de Cine Erótico de Barcelona damos un
premio a la mejor película de fetichismo. Me interesan especialmente si salen tacones de mujer: soy un fanático. Ahora, todo se
reduce en el erotismo a lo físico: ya no hay novelas eróticas. Creo
que quizá la única en la actualidad sea “El señor de Cheshire”, de
Antonio Gómez Rufo; quizás haya una o dos más.
–Ni “La Sonrisa Vertical” ha podido aguantar.
–Así es. Han desaparecido todas las revistas eróticas e incluso
la colección “La Sonrisa Vertical” está publicando tan sólo uno o
dos libros al año. Quizá el erotismo ha salido de las colecciones
especializadas y está presente, en pequeña medida, en todas las
novelas.
–Tengo entendido que tiene un proyecto cinematográfico en la
cabeza relacionado todo esto.
–Sí. Tengo pensado un cortometraje, que creo que no llegaré a
hacer nunca, sobre un hombre que llega a una playa nudista y ve
desnuda a una mujer extraordinaria. Se trata de la historia de todos
los esfuerzos, penosos, durísimos, que tiene que hacer para conseguir vestirla y una vez vestida llevarla a casa para poder acostarse
con ella.
–La idea central de la novela erótica de Gómez Rufo “El señor
de Cheshire” tiene mucho que ver con su película “Tamaño
natural”.
–Sí, un hombre que está solo y que quiere una muñeca de tamaño natural que le haga compañía, no una mujer, sino una muñeca. Recuerdo que cuando hicimos la película tuvimos que construir
nueve muñecas y cada una costaba muchísimo. El productor, al ver
lo caras que eran, dijo “esto es lo mismo que cobra Brigitte Bardot.
Mejor contratamos a Brigitte Bardot y que se esté quieta toda la
película”.
“El erotismo ha salido de las colecciones especializadas y está
presente, en pequeña medida, en todas las novelas”
Escritura
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–Está teniendo mucho éxito el libro que Jess Franco ha hecho
sobre su vida y obra, “¡Bienvenido, Mister cagada!” Un título
curioso...
–Surge de mi película “¡Bienvenido, Mister Marshall!” La película fue premiada en Cannes y resultó un inesperado y grato éxito,
pero fue un rodaje ingrato, lleno de problemas y discusiones. No
me gustaba cómo estaba quedando el rodaje y al final de cada plano cogí la costumbre de exclamar ¡vaya cagada!, así que me quedé con ese apelativo. Me consta que no es un título muy normal
para un libro, pero es lo que hay.
–Su biografía es impresionante. Ha vivido mucho.
–Si… Tengo mucho años. Con la edad he perdido la memoria,
la he perdido completamente… pero me siguen interesando las
mujeres. El problema es que ellas ya no me hacen caso.
–Aunque recientemente presentó el nuevo libro de Antonio Gómez Rufo en los últimos años se prodiga muy poco en público.
–Lo que más me asquea en la vida es escribir prólogos y presentar
libros. Además, hace casi cuarenta años que no voy al cine, por culpa
de las cosas esas que se comen en los cines y que huelen… Así que
no puedo ver cine, porque odio los DVD, los pisoteo. No hacer nada sería para mí la felicidad más grande, lo que más podría agradarme…
–Le preocupa que el mundo editorial sea tan “correcto”.
–Las editoriales a veces ponen trabas para publicar ciertos libros
y son los que menos deberían poner trabas a la creación, porque ellos
no debería caer en lo políticamente correcto.
–¿Se siente muy acompañado?
–Todos estamos solos. El matrimonio es una soledad total para
todos; para ella, para él, para los hijos… es una soledad terrible,
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agónica. No hay un territorio más triste que el de la familia.
“Lo que más me asquea en la vida es escribir prólogos y presentar
libros”
Una vida de reconocimientos
UIS García-Berlanga nació en Valencia el 12 de junio de 1921. Tras iniciar Filosofía y Letras, lo dejó en 1947 para trasladarse a Madrid a estudiar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. Tras terminar esta formación inició su carrera cinematográfica con “Esa pareja feliz”. Ha sido profesor de la Escuela Oficial de Cinematografía, presidente de la Asociación de Directores Cinematográficos Españoles y director de la Filmoteca Española.
Fue premiado en el Festival de Cannes de 1953 con el galardón a la mejor comedia, por “Bienvenido Mr. Marsall”; en el
Festival de Venecia recibió el premio de la OCIC por la película “Calabuch”; también en este mismo certamen, en 1963, “El
verdugo” recibió el reconocimiento de la Crítica; esta película obtuvo también el Gran Premio del Humor Negro, concedido
por la Academia Francesa del Humor, y el Premio de Crítica en el Festival de Moscú. En 1961 “Plácido” fue candidata al Oscar como mejor película extranjera. En 1994, “Todos a la cárcel” recibió los Goyas a la Mejor Película y a la Mejor Dirección. En el Festival de Mar de Plata de 1999, “París-Tombuctu” ganó el Premio de la Crítica y el de la mejor película Iberoamericana. Asimismo ha recibido el Premio Número Uno del Festival de Cine Europeo de Rimini por el conjunto de su obra y
fue considerado uno de los diez cineastas más relevantes del mundo en el Festival de Karlovy Vary.
A todo lo expuesto hay que sumar, además, el Premio Nacional de Cinematografía de 1980, la Medalla de Oro de las Bellas Artes de 1981 y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1986.
En su filmografía destacan: “Bienvenido Mr. Marshall”, “Plácido”, “Calabuch”, “Los jueves milagro”, “El verdugo”, “Vivan los novios”, “Tamaño natural” y “La escopeta nacional”.
L
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