Beatriz Carrillo: “No necesitamos interlocutores. Estamos

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Beatriz Carrillo: “No necesitamos interlocutores. Estamos
capacitadas para administrar nuestras propias reivindicaciones”
Fakali celebra su asamblea general presentando su informe de gestión estatal e
impulsando un modelo estratégico para incentivar la presencia y la proyección
de la comunidad gitana en los espacios de influencia y toma de decisiones
La Federación de Mujeres Gitanas y Universitarias se ha convertido en un referente social del
empoderamiento de la mujer en general y de la mujer gitana en particular. Fakali ha
conseguido, y sigue trabajando para ello, la promoción social de esta parte importante de la
comunidad gitana, estigmatizada por la asignación de roles y estereotipos que merman su
capacidad de desarrollo y desvirtúan su auténtica realidad. Sin perder sus tradiciones pero
participando plenamente de la sociedad, las mujeres gitanas están consiguiendo la
visibilización de los logros alcanzados y de los retos que aún están por llegar.
Precisamente sobre este doble argumento ha girado la Asamblea General Ordinaria y
Extraordinaria Fakali 2014 celebrada hoy jueves, 20 de febrero, en la sede de la Diputación de
Sevilla.
Los objetivos de la Federación de Mujeres Gitanas y Universitarias son sencillos en su
concepción pero muy complejos en su desarrollo. Tenemos la fuerte convicción, y lo
demostramos cada año con datos cuantitativos y cualitativos, que la educación, la formación y
el empleo son la base para trabajar de forma transversal con la infancia y las mujeres gitanas
(sin excluir a los hombres de nuestros proyectos, como queda demostrado con casi 270
beneficiarios) las diversas cuestiones que atañen a su participación en la sociedad y su
promoción personal. Así, durante el ejercicio 2013 han sido más de 30 los cursos formativos
destinados a casi 700 mujeres que han tratado desde la alfabetización digital a la búsqueda
activa de empleo, pasando por áreas de crecimiento personal y terapéuticas como la
autoestima, el desarrollo de potencialidades humanas o la prevención de matrimonios
tempranos.
Ahora bien, el compromiso de Fakali no termina con la participación de las mujeres de la
comunidad gitana, sino que se extiende a la educación de la infancia. Conscientes de la
importancia de la escolarización de los niños y niñas gitanas e, incluso, del desarrollo de
estudios superiores, la Federación sigue trabajando con las madres -como parte activa de su
etnodesarrollo, agentes de transformación y garantes de la protección cultural al mismo
tiempo- para que la infancia y la juventud gitanas desarrollen su currículo y puedan acceder al
empleo y la participación en igualdad de condiciones que el resto de la sociedad. En más 45
centros escolares de toda Andalucía se han desarrollado durante 2013 más de 320 acciones de
mediación escolar por nuestra parte que han repercutido en un total de 2.930 niños y niñas en
edad escolar.
La discriminación positiva, que tanto ha conseguido a favor del feminismo entendido como la
forma de hacer una sociedad más justa e igualitaria, es una de las vías primordiales para las
mujeres con las que trabaja Fakali. La múltiple discriminación que sufren nuestras usuarias,
como mujeres y gitanas privadas de derechos por la situación de falta de medios, les pone aún
más difícil el acceso a los recursos a pesar de la decidida voluntad que tengan. Por eso, resulta
primordial el trabajo con referentes positivos, personificados en esta asamblea en las
principales representantes del movimiento feminista gitano en España. Fakali deja de ser
autonómica. Se convierte en una federación nacional después de la incorporación de
asociaciones y entidades de Canarias, Castilla-León o Asturias. Ejemplos de su implantación
como proyecto estatal. “Fakali ha representado un modelo reivindicativo, igualitario y
rompedor por su carácter universitario sin precedentes en el trabajo con la comunidad gitana.
Supone un aliento de esperanza y unos nuevos aires que tiran por tierra los estereotipos y los
roles negativos que se han asignado históricamente a las mujeres romaníes en particular y a la
comunidad gitana en general”, señala al respecto Beatriz Carrillo de los Reyes, presidenta de
Fakali.
Cada vez más, la voz de la Federación de Mujeres Gitanas y Universitarias ha sido escuchada
en muy diversos foros. La representación que ha hecho nuestra entidad de las mujeres gitanas
ha sido tenida en cuenta en numerosos sectores sociales, educativos, políticos y
administrativos. Pero no es suficiente. Queremos más en un contexto nacional y europeo que
exige la movilización de las fuerzas vivas de la población gitana en contra de las políticas
discriminatorias y xenófobas regeneradas al falso amparo de la crisis económica. La demanda a
Cuatro por la emisión de ‘Palabra de gitano’, la movilización contra los desahucios o la
manifestación del pasado 28 de octubre contra la deportación de Leonarda Dibrani frente al
consulado de Francia han sido muestras de nuestro compromiso en este sentido. Compromiso
ahora renovado con la iniciativa de la gestación, la confección y el desarrollo de una particular
red de pensadores, intelectuales, políticos, docentes, activistas y referentes gitanos y gitanas
precisamente para el análisis crítico del entorno social y político y la construcción de un nuevo
modelo estratégico encaminado a la articulación de fórmulas válidas para propiciar la
presencia y la proyección de los mismos en los espacios de influencia y toma de decisiones.
“No necesitamos interlocutores. Estamos cansadas de que nos subestimen y silencien nuestras
aportaciones y nuestro protagonismo. Estamos capacitados para administrar nuestras propias
reivindicaciones”, enfatiza Beatriz Carrillo, convencida de que deben evitarse la tutorización y
la injerencia de interlocutores ajenos, por cuanto “nos siguen mostrando como si fuésemos
menores de edad o unos invitados de nuestro Estado español”.
Esa escasa representatividad política e institucional es una de las discriminaciones
estructurales más evidentes y de mayor calado, puesto que priva al pueblo gitano del derecho
a legitimar el valor de su historia, su cultura y su potencial. Combatirla se convierte, por tanto,
en uno de los retos de Fakali. Nuestra visibilización en la sociedad a través de los medios de
comunicación, no como excepción que confirma la regla sino por el éxito alcanzado en lo que
nos dedicamos, ha facilitado nuestra labor pero al mismo tiempo ha puesto ante nosotras más
trabajo. Nos hemos diversificado y hemos llegado a ámbitos académicos, políticos,
administrativos, asociativos… tanto a nivel nacional como a nivel europeo. Sobre este soporte
seguiremos apoyándonos en la reivindicación de que es absolutamente falsa y tendenciosa la
visualización de la población gitana como un problema. En Europa, especialmente en la Francia
del condecorado Manuel Valls, aunque también en España pese a que es proclamada por
muchos como un modelo positivo referente a las políticas de integración. “Aquí también se
sigue construyendo en el imaginario social de manera generalizada ese mensaje destructivo,
que redunda históricamente en la persecución de minorías, para no asumir la necesidad del
sistema de evitar la desigualdad social y el racismo hacia las mismas y acabar por convertirlas
en una cultura muda y problemática”, concluye la presidenta de Fakali.
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