EL ESPACIO DE LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA Y LA CIBERCRIMINALIDAD EN LA UNIÓN EUROPEA Alicia Chicharro Lázaro Abstract Actualmente asistimos a una revolución de la información, que aboca a importantes cambios en términos políticos, sociales, culturales, económicos, militares y de relaciones interestatales. La rápida expansión de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), particularmente a través del desarrollo vertiginoso de Internet, contribuye al fenómeno de la globalización y rompe con las tradicionales fronteras espacio-temporales. En este nuevo escenario, también la criminalidad se beneficia del progreso imparable de la informática, lo que provoca la aparición de nuevos tipos delictivos, a la vez que la facilidad de las comunicaciones desencadena una especie de “mundialización de los peligros”. El cibercrimen representa, por el momento, uno de los estados más sofisticados de la conducta antijurídica, aunque no existe gran diferencia entre los comportamientos punibles tradicionales y los que se cometen utilizando medios informáticos. Eso sí, el ordenador se convierte en el instrumento del delito, no por sí sólo, sino por su conexión a una red, que generalmente es Internet. Esta red de redes no conoce de fronteras, por lo que surgen numerosos problemas relacionados con la tipificación del delito, la determinación de la ley aplicable y la jurisdicción competente para juzgar las conductas delictivas. En el marco de la UE, el Tratado de Lisboa ha dispuesto la consecución de un espacio de libertad, seguridad y justicia. En un campo en el que tradicionalmente los Estados se han mostrado muy celosos de su soberanía, la desaparición de las fronteras interiores y esa globalización de los peligros a la que nos hemos referido, han obligado a articular mecanismos a nivel de la Unión para facilitar, intensificar y mejorar la cooperación judicial y policial en materia penal entre los diferentes Estados miembros. Se trataría de combatir infracciones penales especialmente graves y de dimensión transfronteriza, como la trata de seres humanos, la explotación sexual de mujeres y niños, el tráfico de drogas, el tráfico ilícito de armas, el blanqueo de capitales, la corrupción, la falsificación de medios de pago, la delincuencia organizada, la delincuencia informática y el terrorismo. Con el fin de favorecer esa cooperación, la UE prevé un desarrollo progresivo de instrumentos europeos, cuyo objetivo se centre en la eliminación de los obstáculos que crean las disparidades entre los sistemas judiciales nacionales y la promoción de la necesaria aproximación del Derecho penal sustantivo. CV Autora Dra. Alicia Chicharro Lázaro. Profesora Asociada Doctora de la Universidad Pública de Navarra. Juez Sustituta de los Juzgados de Navarra. Colaboradora externa de la editorial Aranzadi, analizando sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ha realizado varias estancias de investigación en centros extranjeros como la Universidad de Oxford (Reino Unido), el Max-Planck-Institut de Heidelberg (Alemania), la Comisión Europea (Bruselas) o la Universidad de Boise (EEUU). Una de sus líneas de investigación se centra en la lucha contra el terrorismo internacional y el ciberterrorismo.