J O S É MARTÍ E N E L EJE DE L A MODERNIZACIÓN POÉTICA: W H I T M A N , LAUTRÉAMONT, R I M B A U D RESPUESTAS AL INTERNACIONALISMO MODERNIZADOR L a modernización de Occidente, aunque venía de antigua data, alcanza su expresión universal en la segunda mitad del X I X , cuando los imperios centrales europeos c u m p l e n la conquista, militar, o económica, del planeta. Ciudades como Londres, Amsterdan, Berlín rigieron ese proceso, pero cupo a París duplicarlo con u n a o m n í m o d a irradiación cultural. N o sólo América L a t i n a se arrojó a l regazo de la cultura parisina. E l francesismo, como gustó decir Justo Sierra, el galicismo mental, como prefirió J u a n Valera, fue la marca universal en la segunda del X I X , cuando París se constituyó en la "capital cultural del S i g l o " , tal como la definió Walter Benjamín. L a s demás capitales, incluso Londres que se había expandido culturalmente antes, mostraron atención m á x i m a por los productos "made i n France", no desdeñando algunas la franca imitación. Si eso ocurría en las metrópolis, puede inferirse con cuanta más fuerza se ejecutaría en las colonias o en los países recientemente independizados. Ese fue el descubrimiento que hizo el "very fresh spaniard" José Martí, cuando desembarcó en New Y o r k en 1880, sorprendido de que u n a libre y pujante urbe viviera en estrecha dependencia del gusto francés y a u n de las atracciones exóticas que tanto París como Londres habían puesto en circulación dentro de Occidente: L i b e r t a d en la política, en las costumbres, en las empresas; h u m i l d e servilismo en los gustos. L o s franceses dicen la palabra sagrada; se buscan grandes nombres y no grandes obras. C o m o no hay u n entendimiento fijo sobre el arte, lo m á s detonante es lo que m á s gusta. N o hay placer en la dulce belleza de H e l e n a o Galatea — e l gusto está enteramente dedicado a viejas e imperfectas obras de C h i n a y J a p ó n . S i les hubiera guiado u n a finalidad científica a los poseedores de tales bibelots, sería objeto de alabanza. Pero es ú n i c a m e n t e por el censurable NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ EN EL EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 97 placer de poseer inmoderadamente objetos exóticos comprados a alto precio (19-100) . 1 Está ya aquí la crítica al "rey burgués", que ocho años después ejercitaría Darío en Azul, aunque en estas observaciones y otras de la crítica de arte que en ese mismo a ñ o escribe para The Hour, se demuestra cuánto faltaba a su educación estética, a pesar de que fuera capaz de una apreciación (más bien literaria) de la Calatea de Gustave Moreau a la que dedicaría J u l i á n del Casal uno de los sonetos de su "museo i d e a l " en Nieve (\%9T). Pero sólo dos años después, bajo el imperio fascinador del esteticismo de Osear Wilde, alababa "versos, vibrantes y transparentes como porcelana japonesa". Por ese entonces Martí comprende que el imperialismo de la cultura francesa no puede combatirse encerrándose en las estrechas y arcaicas fronteras nacionales, como reclamaban los rezagados románticos o los conservadores, y mucho menos prolongando la dependencia de la cultura española, sino avanzando aún más en el internacionalismo de la hora mediante una audaz ampliación del horizonte universal de la cultura. C u a n d o el 9 de enero de 1882 oye en C h i c k e r i n g H a l l la conferencia de Osear Wilde sobre " E l renacimiento inglés del arte", espléndida exposición de u n espíritu libre sobre u n tema del que Martí no parecía tener entonces demasiada información, reconoce la ventaja de esta apertura literaria y la extiende a u n a apertura filosófica: Conocer diversas literaturas es el medio mejor de libertarse de la tiranía de algunas de ellas; así como no hay manera de salvarse del riesgo de obedecer ciegamente a un sistema filosófico, sino nutrirse en todos, y ver como en todos palpita un mismo espíritu, sujeto a semejantes accidentes, cualesquiera que sean las formas de que la imaginación humana, vehemente o menguada, según los climas, haya revestido esa fe en lo inmenso y esa ansia de salir de sí, y esa noble inconformidad con ser lo que es, que generan todas las escuelas filosóficas . 2 L a internacionalización, como vía adecuada para alcanzar la libertad y u n más alto grado de soberanía intelectual, se constituiría en adelante en el p r i n c i p i o rector de la cultura latinoamericana, sería predicada por sus más serios e informados intelectuales y obligaría a una constante lucha con los espíritus retrógrados que desde entonces desarrollarían u n hipócrita discurso sobre " l o foráneo" con el cual m a l encubrían la defensa de su d o m i n a c i ó n tradiLas citas con números remiten a los diferentes tomos y a las páginas de la edición de Obras completas, L a Habana, 1963-73, 28 volúmenes. JOSÉ MARTÍ, Obra literaria, Caracas, 1978 (prólogo, notas y cronología de Cintio Vitier), p. 287. 1 2 98 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII c i o n a l i s t a . P a r t i e n d o de la lección francesa, los renovadores p r o c u r a r í a n compensarla c o n u n a m p l i o c o n o c i m i e n t o de otras c u l t u r a s , sobre todo de la inglesa y la a l e m a n a , t a l c o m o h i c i e r o n E u g e n i o de Hostos, M a n u e l González Prada o B a l d o m e r o S a n í n C a n o . González Prada a f i r m ó q u e " n o hay m e j o r higiene para el cerebro que e m i g r a r a tierra extranjera o embeberse en literaturas de otras l e n g u a s " y S a n í n C a n o , q u i e n fue el más a g u d o ensayista l i t e r a r i o de l a época, d i j o categóricamente: 3 E s miseria intelectual esta a que nos condenan los que suponen que los suramericanos tenemos de vivir exclusivamente de España en materia de filosofía y letras. L a s gentes nuevas del N u e v o M u n d o tienen derecho a toda la vida del pensamiento. N o hay falta de patriotismo, n i apostasía de raza en tratar de comprender lo ruso, verbigracia, y de asimilarse u n o lo escandinavo. L o que resulta no precisamente reprensible, sino lastimoso con plenitud, es llegar a F r a n c i a y no pasar de a h í . 4 Para S a n í n C a n o se c o m e t í a n dos errores sucesivos en la a p r o p i a c i ó n de la c u l t u r a u n i v e r s a l , ambos debidos a escasa i n f o r m a c i ó n y a m e n o r d i s c e r n i m i e n t o crítico: p o r u n a parte reducirse a l foco f r a n cés a l s u s t i t u i r el español t r a d i c i o n a l , l o q u e impedía el c o n o c i m i e n t o de los ya numerosos centros c u l t u r a l e s q u e poseía el m u n d o , y p o r la otra elegir d e n t r o del francés, y los restantes, a los artistas menores q u e eran p o r l o c o m ú n los más d i v u l g a d o s p o r los medios periodísticos y desconocer a los mayores y más o r i g i n a l e s (leer a C a t u l l e Mendes y n o a Baudelaire, es el e j e m p l o que u t i l i z a ) . Su l i b e r t a r i a defensa del derecho a m e r i c a n o a la c u l t u r a u n i v e r s a l , h a b r í a de ser la vía fructífera p o r la c u a l se trazaría el p e r f i l c u l t u r a l de l a región: a l c o l o m b i a n o se deberá la i n c o r p o r a c i ó n de las literaturas nórdicas y el c o n o c i m i e n t o de l a crítica renovada de George Brandes, c o m o a J o s é J u a n T a b l a d a el c o n o c i m i e n t o de la c u l t u r a japonesa y la i n t r o d u c c i ó n del " h a i k ú " en l a poesía de la l e n g u a e s p a ñ o l a . Y a antes, fue gracias a J o s é Martí que se difundió l a l i t e r a t u r a norteamericana, hacia la c u a l se tenía en el m e d i o intelect u a l l a t i n o a m e r i c a n o la m a y o r reticencia p o r razones políticas, y l a p r i m e r a visión p a n o r á m i c a de l a c u l t u r a v i e t n a m i t a , j u n t o a u n a MANUEL GONZÁLEZ PRADA, Páginas libres. Horas de Lucha, Caracas, 1976 (prólogo y notas de Luis Alberto Sánchez), p. 178. E n su primera conferencia pública en el Ateneo de L i m a (1886) ya había establecido González Prada el principio de independencia cultural respecto a España: "Basados, pues, en la tradición de independencia literaria, que puede remontarse hasta los poetas ibérico-latinos como Séneca y Luciano, dejemos las andaderas de la infancia y busquemos en otras literaturas nuevos elementos y nuevas impulsiones. A l espíritu de naciones ultramontanas y monárquicas, prefiramos el espíritu libre y democrático del Siglo" (p. 17). BALDOMERO SANÍN CANO, El oficio de lector, Caracas, s i . (compilación, prólogo y cronología de J . G . Cobo Borda), pp. 92-93. 3 4 N R F H , XXXII JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 99 curiosidad por la evolución del arte y el pensamiento rusos que puede seguirse en artículos y mejor aún en las anotaciones de sus Cuadernos de Apuntes. L o s escritores hispanoamericanos fundaron su desvío de la producción intelectual española, no en u n a improbable decadencia del equipo peninsular , sino en lo que Justo Sierra llamó " e l acueducto español" y Manuel González Prada " l a aduana española", es decir, el reconocimiento de que E s p a ñ a estaba llevando a cabo —y eso desde los afrancesados del X V I I I — u n trasvasamiento de la cultura francesa, adaptándola a los particulares de la tradición cultural hispana. Aceptar pasivamente esa adaptación peninsular, continuando la dependencia respecto a la cultura madre que ya no era rectora m u n d i a l , resultaba perjudicial para el espíritu independiente a que aspiraba América L a t i n a y contradictorio con la ya adquirida capacidad de los americanos para hacer ellos mismos ese trasvasamiento, adaptando la cultura universal a las que, en la época, se podían reconocer como formas peculiares de u n a cultura continental, emparentadas aunque distintas de las peninsulares. L o s hispanoamericanos leyeron los originales franceses y las adaptaciones españolas simultáneamente y concluyeron, correctamente, que era mejor remitirse a los primeros que eran los modelos. Así evitaban, además, las distorsiones que, en las segundas, imponía el conservadurismo oficialista de España. L a precisa y acida valoración de J u a n Valera traductor que hizo Manuel González Prada, registrando las pintorescas acomodaciones a que sometía las Pastorales de L o n g o (cambiando el sexo a u n personaje para no chocar a la moral de la época) y la divertida apreciación que hace de la relación amor-odio que mantenían algunos autores españoles con sus modelos franceses, fueron compartidas por la mayoría de los intelectuales modernistas: 5 Atacar todo lo francés achaque de todo buen español. Algunos escritores castellanos copian, imitan o traducen a Víctor H u g o , y apenas acaban de hacerlo, le embisten y le denigran. Cosa muy natural: cuando u n amigo nos convida la sopa, nos hartamos bien, y en seguida hablamos mal de la sopa del a m i g o . 6 Esta curiosidad alerta, que signaría tantos libros, de letras, de sociología, de criminología, de historia, de filosofía, de religión, de ciencia (Los raros de Darío son su paradigma literario) y la forma indiscriminada, asistemática, en que se ejercería, mezclando épocas diferentes, estéticas opuestas, movimientos discordes, las más variadas culturas del planeta en u n bazar disparatado, habrían de expliY a refutada por Manuel Pedro González en sus Notas en torno al modernismo, México, 1958, pp. 27-35. Op. cit., p. 138. 5 6 100 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII car el curioso sincretismo q u e caracteriza a l m o d e r n i s m o h i s p a n o a m e r i c a n o , donde los c o n t r a r i o s se codean amistosamente c o m o en u n salón m u n d a n o . T a l c u r i o s i d a d también habría de o r i e n t a r a l pensamiento h i s p a n o a m e r i c a n o hacia u n a interpretac i ó n c o n j u n t a de las diversas aportaciones internacionales, descub r i e n d o l o que en ellas h a b í a de concurrente b a j o su aparencial divergencia, q u e es l o que ya señalaba Martí a l referirse a los d i s t i n tos sistemas filosóficos existentes. E n ese texto, en sus apuntaciones para sus clases de filosofía, es n o t o r i o el sincretismo que busca u n i f i c a r a los opuestos sistemas filosóficos de l a época, a u n a costa de forzarlos, a u n q u e quizás haya a q u í u n a h u e l l a de l a mediocre f u e n t e krausista en que se h a b í a educado en E s p a ñ a . E n u n a instancia superior, esa m i s m a a m p l i a c i ó n del p a n o r a m a i n t e r n a c i o n a l de la c u l t u r a dejaría de aplicarse a los diversos sistemas buscando u n a solución sincrética, para trasladarse al examen de los mecanismos psico-lógicos u t i l i z a d o s en los razonamientos q u e servían de base a esos sistemas. Se trataba del m i s m o traspaso q u e se registró en la l i t e r a t u r a , pasando del n i v e l concreto y referenc i a l al n i v e l diagramático abstracto (mediante uso de signoss í m b o l o s ) , reconstruyendo p o r l o t a n t o las operaciones intelectuales q u e diseñan u n c o n j u n t o en vez de acantonarse en l a m e n c i ó n de los particulares mediante esquemas asociativos convencionales. Q u i e n realizó m a g i s t r a l m e n t e esa tarea fue Carlos Vaz Ferreira en su Lógica viva (1910), l i b r o q u e , para M a n u e l Claps, "nace de l a síntesis o r i g i n a l q u e realiza nuestro a u t o r entre la nueva c o n c e p c i ó n de l a v i d a p s í q u i c a de W i l l i a m s James y H e n r i Bergson y el pensam i e n t o l ó g i c o de Stuart M i l i " . E l r e c o n o c i m i e n t o de tales variadas fuentes, q u e representan las aportaciones filosóficas de Estados U n i d o s , F r a n c i a e I n g l a t e r r a , nada resta a u n a o r i g i n a l i d a d que se alcanza m e d i a n t e el cotejo crítico de los m o d o s de pensar, más q u e del estudio de los discursos sistemáticos, observando sus imperfecciones p o r carencia de jerarquización entre sus diversos términos o p o r enlaces ilógicamente fundados de sus articulaciones. L a p r i m e r a lección del l i b r o , sobre los "Errores de falsa o p o s i c i ó n " , comienza p o r u n a observación que s i n d u d a h u b i e r a c o m p l a c i d o a Martí: 7 U n a de las mayores adquisiciones del pensamiento se realizaría cuando los hombres comprendieran — n o sólo comprendieran sino sintieran— que una gran parte de las teorías, opiniones, observaciones, etc, que se tratan como opuestas, no lo son. E s u n a de las falacias más comunes, y por lo c u a l se gasta en p u r a pérdida l a mayor parte del trabajo pensante de la h u m a n i d a d , la que consiste en tomar por contradictorio loque no es contradictorio; en crear falsos dilemas, falsas oposiciones. Dentro de esa falacia, la m u y c o m ú n que consiste en tomar lo complementario Prólogo a Carlos Vaz Ferreira, Lógica viva, Moral para intelectuales, Caracas, 1979, p. xxi. 7 NRFH, X X X Í I JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 101 por contradictorio, no es más que un caso particular de ella, pero un caso prácticamente m u y importante . 8 T a n t o en la Lógica viva, como en la Moral para intelectuales del m i s m o Vaz Ferreira, alcanza m a d u r a c i ó n esta operación crítica sobre el internacionalismo cultural, la que también puede seguirse en l a obra de E n r i q u e José Varona como en la de Alejandro K o r n , ya que en todos los casos sirvió de plataforma para diseñar u n a percepción original (no sólo por el talento de quienes la formularon, sino también por el punto excéntrico desde donde la concibieron) que sometía a examen crítico las diversas proposiciones y, sobre todo, las p o n í a en la perspectiva de u n a problemática propia, la de u n a cultura hispanoamericana suficientemente robusta como para responder a la múltiple incitación exterior con lucidez. Q u e en la psico-lógica de Vaz Ferreira está actuando este sincretismo peculiar de América L a t i n a y a ú n más, el eclecticismo que m a r c ó a l mundo-1900, claramente lo revela uno de sus psicogramas: " F ó r m u l a para saludar cualquier novedad artística, escuela, tendencia o procedimiento: Bienvenido; entendiéndose que no es en lugar de nada, sino además de todo" . E s , asimismo, revelador de la respuesta intelectual de América a la apropiación internacional que vivía, la atención que Vaz Ferreira dirige al estudio de la lengua y al análisis de la significación, pues si, para él, el pensamiento lógico no es sino u n esquema superpuesto a la fluidez del psiquismo, a su vez el lenguaje es u n segundo esquema aferrado al esquema de la lógica, con lo cual se habría desvirtuado en dos niveles sucesivos a la realidad mental, siendo ésta, — l a verdadera, la auténtica—, la que debería recogerse en el discurso intelectual. Esta pesquisa de las formas reales de pensar (pensar americano que es, obviamente, u n pensar universal) reclama el m á x i m o rigor en el uso del instrumental con el cual se habría de traducirlo: las palabras y sus enlaces sintácticos y lógicos. E r a , en la escritura filosófica, el problema que los poetas enfrentaron en la escritura artística: se vieron forzados a reexaminar el lenguaje, a reconsiderar sus articulaciones y a alcanzar la mayor precisión lingüística del mensaje. N o es mayor sorpresa, dado el tiempo de triunfal expansión de la ciencia y la técnica que se vivía, que las metáforas con que definir la búsqueda de precisión para traducir con el mayor rigor (y el mayor realismo) el pensar o el sentir de los hombres americanos, se extrajeran de la terminología científica. Vaz Ferreira dice, con referencia al razonamiento filosófico: 9 D e l m i s m o modo que los c i r u j a n o s no emprenden u n a operación s i n desinfectar previamente todos los últiles que se proponen usar, nadie 8 9 Op. ext., p. 7. Op. cit., p. 190. 102 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII debería empezar un raciocinio sin haber dejado de antemano todas las palabras que va a emplear completamente asépticas de equívocos . 10 Martí había hecho u n razonamiento similar, partiendo de que "todo el arte de escribir es concretar", lo que vale por u n a lección de rigor y precisión, pero extrajo la metáfora definitoria de la obra literaria, de la mecánica. N o de cualquiera en cualquier tiempo, sino la última, más reciente y perfeccionada, con la cual se habían construido las m á q u i n a s aparentemente perfectas que había visto a su alrededor: Debe ser cada párrafo dispuesto como excelente máquina, y cada una de sus partes ajustar, encajar con tal perfección entre las otras, que si se saca de entre ellas, éstas quedan como pájaros sin ala, y no funcionan, o como edificio al cual se saca una pared de las paredes. L o complicado de la máquina indica lo perfecto del trabajo. No es el dynamo de ahora la pila de Volta. Ni la máquina de Watt la marmita de Papin. Ni la locomotora de retranca de madera, la locomotora de Brooks o de Baldwin (22-156). E s la funcionalidad de todos los componentes de la m á q u i n a , lo que aquí se alaba; su estricta adaptación a la tarea que deben realizar en conjunto para llevar a buen fin el cometido para el cual fue creada esa m á q u i n a , sin pérdida de esfuerzo n i ornamento innecesario; pero es también su complejidad lo que se celebra, equivalencia de "todo estilo bien trabado y cargado de ideas trascendentes y nuevas", como agrega, reclamando que de él se aparten los m a l preparados como asimismo se apartan de las complicadas maquinarias modernas. L a modernidad exige más alta preparación, más rigurosa elaboración, mayor eficiencia del producto, nítida percepción de la estructura general a la que supeditar disciplinadamente las partes. CIENCIA Y POESÍA Coincidiendo con u n pensamiento que expresó beligerantemente González Prada ( " E m p i e c e ya en nuestra literatura el reinado de la C i e n c i a " ) también Martí p r o p o n d r á " f u n d a r la literatura en la c i e n c i a " (22-141). A l margen de la convergencia entre estos dos fundadores de la modernidad hispanoamericana, más a ú n que del restricto movimiento literario modernista, esta coincidencia reclama atención sobre u n a primera configuración c u l t u r a l producida en el continente, la cual se extendió desde 1870 hasta mediada la siguiente década, deparándonos l a poesía realista y la parnasiana (e incluso 11 10 11 Op. cit., p. 189. Op. cit., p. 32. NRFH, XXXII 103 JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA esa poesía científica que tan poco ha atendido la crítica), las que encontraron en los maestros del artepurismo francés guías oportunos para una inicial tecnificación modernizadora del verso. Martí no pretende, obviamente, "introducir el estilo y el lenguaje científicos en la literatura, que es una forma de la verdad distinta de la ciencia, sino comparar, imaginar, aludir y deducir de modo que lo que se escriba permanezca, por estar en acuerdo con los hechos constantes y reales" (22-141). T a l idea debe menos a los grandes modelos románticos (Prometheus de Shelley o Le satyre de Víctor Hugo) que a la más cercana influencia del trascendentalismo de Emerson o del panteísmo de W h i t m a n , ejemplos de u n ambicioso esfuerzo unificante de la multiplicidad aparencial. Si se coordinan diversos textos martianos, puede redondearse este concepto de cientificidad, que los posteriores modernistas aceptaron sólo en lo referente a sus manifestaciones formales o técnicas, aunque no respecto al central propósito cognoscitivo que lo inspiraba al estatuir que la poesía es una forma de la verdad . R a d i c a básicamente en el convencimiento de que la literatura es u n a vía epistemológica que permite el hallazgo de la verdad, tal como paralelamente a ella lo realizaba la ciencia, aunque con la ventaja sobre ésta, de su superior capacidad abarcadora y sintetizadora de lo real, lo que le estaría rehusado a la ciencia dado que ésta operaría por múltiples vías separadas y apelando a métodos analíticos para trabajar sobre sectores siempre parciales o fragmentarios de la realidad empírica. E s bastante evidente que tal percepción aspira a conferir a la poesía el puesto de heredera de las religiones, según había anunciado Carlyle (Héroes and hero-worship) e hicieron suyo Emerson y W h i t m a n , antes de que se diluyera en la simbolista " r e l i g i ó n del arte". S i n embargo, en Martí no hay sustitución: son reconocidos los campos a u t ó n o m o s de la ciencia y de la religión, ésta trasmutada en religión natural, y a ellos se agrega el de la poesía a la cual se le reconoce (y no así a la novela que compartiría la disgregación analítica de la ciencia, amén de servir al entretenimiento inocuo) u n a capacidad única para traducir el funcionamiento de lo real. Más precisamente: capacidad para descubrir las leyes que lo rigen, las que, a falta de fundamentación en la divinidad, habrían de encontrarse en el seno de la naturaleza que era también adonde iba la ciencia para descubrirlas. Q u e ya sobre esa Naturaleza, visualizada como término absoluto, él hubiera transpuesto subrepticiamente a la sociedad civil de su época, tal como habían hecho los trascendentalistas, invirtiendo sobre ese espejo las imágenes de la sociedad de tal modo que allí pudiera corregírsela, es otro problema que no afecta a su p r i n c i p a l concepción del arte. 12 Es otra coincidencia con la doctrina de Manuel González Prada, quien afirmaba que "hay tres cosas que no podemos olvidar: la honradez en el escritor, la verdad en el estilo y la verdad en las ideas". Op. cit., p. 30. 12 104 NRFH, XXXII ÄNGEL RAMA Ésta tiene q u e ver c o n el " v a t e " , el " p r o f e t a " , el " i n s p i r a d o " de la época r o m á n t i c a a u n q u e ya según l a a d a p t a c i ó n a que f u e r o n sometidos tales m i t o s bajo el i m p a c t o d e s l u m b r a d o r de la ciencia m e d i a d o el X I X , a b r i e n d o c a m p o al r e a l i s m o . E n el período que va de 1882 a 1890, es decir, desde Ismaelillo hasta los Versos sencillos, Martí escudriñará con s u m o interés las interpretaciones de esta nueva línea crítica, evocando las referencias de T y n d a l l a E m e r s o n , c o m o las de M o l e s c h o t t a Víctor H u g o , b a j o el acápite de " C i e n c i a y P o e s í a " . Por dos veces registra en sus cuadernos u n a frase de T i l o mas H u x l e y acerca de la s i n g u l a r i d a d del espíritu científico c u a n d o se a p l i c a a zonas h u m a n í s t i c a s : " E n el h o m b r e de g e n i o , el espíritu científico t o m a la f o r m a de sistemas filosófico o teológico, o poesía, q u e sugiere más q u e a f i r m a " (21-255 y 386). Su m e n c i ó n del físico inglés J o h n T y n d a l l sirve de g u í a para situar su acuciosa meditación sobre u n a o r i e n t a c i ó n de la lírica que pareciendo e x t r a o r d i n a r i a m e n t e m o d e r n a , acorde a l c i e n t i f i c i s m o del X I X , a l t i e m p o recuperaba u n a a n t i g u a tradición q u e venía desde los presocráticos y h a c í a de los poetas intérpretes cabales del m u n d o y trasmisores de la verdad. Las obras del d i s c í p u l o y c o n t i n u a d o r de M i c h a e l Faraday, a q u i e n sustituyó en el R o y a l I n s t i t u t e en 1867, alcanzaron en l a época u n a g r a n difusión: todas sus lecciones se p u b l i c a r o n en Estados U n i d o s y sus l i b r o s se r e e d i t a r o n a ñ o c o n a ñ o . Q u i e n era profesor de " f i l o s o f í a n a t u r a l " trabajaba aún en u n m a r c o i n t e l e c t u a l a n t e r i o r a la divergencia de ciencias y h u m a n i d a des q u e en nuestro siglo registraría S n o w , de m o d o q u e sus lecciones p ú b l i c a s engarzaban los estudios de física, de matemáticas, de b i o l o g í a , c o n las corrientes filosóficas derivadas del i d e a l i s m o alem á n y, sobre t o d o , c o n las letras, representadas en sus escritos p o r u n a trilogía m a g n a : Goethe, C a r l y l e , E m e r s o n . De sus trabajos, n i n g u n o más d i f u n d i d o q u e los Fragmenis of science (a series of detached essays, addresses a n d r e v i e w s ) q u e recogían sus lecciones magistrales en el R o y a l I n s t i t u t e , sus artículos d i v u l g a t i v o s , sus apacibles y corteses polémicas sobre religión, e v o l u c i o n i s m o , espirit i s m o , asuntos q u e W i l l i a m James t a m p o c o dejó de e x a m i n a r c o n atención en ese t i e m p o . Su discurso en l a B r i t i s h A s s o c i a t i o n de L i v e r p o o l (1870) sobre S cien tifie use of imagination, va precedido de dos largas citas de poemas de E m e r s o n y de Goethe y, luego de dar ejemplos sobre c ó m o la i m a g i n a c i ó n enriquece l a investigación científica, diseña u n a a r m o n í a entre las c o n t r i b u c i o n e s de ésta y las concepciones espiritualistas y religiosas q u e en l a época h a b í a n entablado r u d a batalla c o n t r a la ciencia q u e las amenazaba. T e s t i m o n i o de este e q u i l i b r i o i n t e g r a d o r q u e h i z o suyo Martí es el siguiente extenso pasaje de su discurso: 13 New York, s i . , sexta edición. NRFH, XXXIí JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 105 Spirit and matter have ever been presented to us in the rudest contrast, the one as all-noble, the other as all-vile. But is this correct? Upon the answer to this question all depends. Supposing that, instead of having the foregoing antithesis of spirit and matter presented to our youthful minds, we had been taught to regard them as equally worthy, and equally wonderful; to consider them, in fact, as two opposite faces of the selfsame mystery. Supposing that in youth we had been impregnated with the notion of the poet Goethe, instead of the notion of the poet Young, and taught to look upon matter, not as "brute matter", but as the "living garment of God"; do you not think that under these altered circumstances the law of Relativity might have had an outcome different from its present one? It is not probable that our repugnance to the idea of primeval union between spirit and matter might be considerably abated? Without this total revolution of the notions now prevalent, the Evolution hypothesis must stand condemned; but in many profoundly thoughtful minds such a revolution has already taken place. They degrade neither member of the mysterious duality referred to; but they exalt one of them from its abasement, and repeal the divorce hitherto existing between them. In substance, if not in words, their position as regards the relation of spirit and matter is: "What God hath joined together, let not man put asunder" . 14 E n la medida en que Martí fue u n hombre para quien no sólo los países, sino todos los asuntos, debíanse ver "de r a í z " en su formulación doctrinal primera, rectora por lo tanto de las posteriores consecuencias, ideas secundarias o aplicaciones prácticas, sólo a partir de la asunción de u n a estética científica se diseñarán las operaciones pertinentes a la c o m p o s i c i ó n artística, haciendo que éstas se adecúen al propósito central, epistemológico, de la literatura. S u obra incluye numerosas referencias al arte poética y de ellas n i n g u n a más reveladora que la que se encuentra en su Cuaderno de Apuntes N o . 9, inmediatamente después de sus observaciones sobre "ciencia y p o e s í a " , sugiriendo que se trata de la aplicación de sus principios normativos a la composición: E l lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. L a idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea (21-255). Son estas reflexiones las que podrían haber compartido los mejores modernistas, a u n cuando no a c o m p a ñ a r a n su concepción raigal de la poesía; tal duplicidad de perspectivas divergentes, establece su cercanía y su alejamiento con respecto a la obra de J u l i á n del Casal, aunque mucho menos respecto a la obra de Rubén Darío, quien también predicó el estricto encaje de idea y poesía y podría haber hecho suyo este dictamen martiano, " L a poesía ha de estar en 14 Op. ciL, p. 441. 106 NRFH, XXXII ÁNGEL RAMA el p e n s a m i e n t o y en la f o r m a " (21-411), salvo q u e mientras Martí llegaba a él yendo p o r la vía del p e n s a m i e n t o , D a r í o l o h a c í a suyo yendo p o r la vía de la f o r m a . p a r a llegar a la m i s m a c o m p r o b a c i ó n : " E l clisé verbal es dañoso p o r q u e encierra en sí el clisé m e n t a l , y, j u n t o s , perpetúan l a a n q u i l o s i s , la i n m o v i l i d a d " . E n la visualización m a r t i a n a de la poesía, resulta robustecida su capacidad referencial: n o m b r a l o real, descubre sus leyes, deviene u n i n s t r u m e n t o eficaz de la acción, i d e n t i f i c a espíritu y naturaleza, conduce u n mensaje de r i g u r o s a validez c o m o el de la ciencia. Es la suya u n a percepción q u e corresponde a la p l e n i t u d de la visión idealista-realista de mediados de siglo en la vertiente democrática que caracterizó a las letras americanas (y definió Leaves of grass en 1855) a diferencia de la vertiente artepurista de las letras francesas (Madame Bovary y Les fleurs du mal en 1857), l o que llevó a Martí a reconocer, c o m o "cosa e x t r a ñ a " , que " d o n d e más idealismo hay, es en la literatura americana. A la francesa, apenas le q u e d a " (22-94) . De ahí que la mayor devoción de Martí, en materia de c u l t u r a francesa, fuera la p i n t u r a de M i l l e t o la poesía de Francois Coppée, a u n q u e éste ú l t i m o le resultara u n "idealista t í m i d o " y además reconociera sus limitaciones artísticas ( " S ó l o en manos de T e o d o r o de B a n v i l l e y de C a t u l l e Mendés es el verso más flexible que en manos de C o p p é e " (22-290) y las l i m i t a c i o n e s de su cosmovisión ( " N o alcanza la universalidad de sentimiento, grado esencial de cristalización para la v i a b i l i d a d de u n a poesía. L o de u n o solo n o interesa, sino es l o de todos" (22-298). A m b o s eran "les poetes de h u m b l e s " , p r o l o n g a n d o el p o p u l i s m o r o m á n t i c o con u n a visión subjetiva, piadosa y conmiserativa, que n o podía compararse al ímpetu j u b i l o s a m e n t e democrático de W h i t m a n , pero que tendría ancha descendencia en las letras hispanoamericanas entre 1855 y 1885 debido a la contextura paternalista de su t r a d i c i o n a l i s m o y a la escasa renovación democrática del período en que comenzó a emerger la modernización: buena parte de la p i n t u r a y la poesía realistas de ese período se ejercitaron en los temas piadosos, e n u n a suerte de "arte del folletín". Su retraso, tanto respecto a las formas del satan i s m o y del feísmo que cultivó el arte francés hasta llegar al sensual i s m o mórbido de los decadentes, c o m o respecto al ímpetu democrático y panteísta de W h i t m a n que a l t i e m p o era capaz de captar el entusiasmo de u n S w i n b u r n e , quizás el m e j o r representante de ese decadentismo, definen el retraso de la sociedad hispa1 5 16 Prólogo a El canto errante, en Poesía, Caracas, 1977 (edición de Ernesto Mejía Sánchez), p. 302. L a diferencia de ambas vertientes la observó nítidamente Martí. E n su ensayo sobre Whitman (de 1887) anota: " L o s criados a leche latina, académica o francesa, no podrían, acaso, entender aquella gracia heroica. L a vida libre y decorosa del hombre en un continente nuevo ha creado una filosofía sana y robusta que está saliendo al mundo en epodos atléticos", Obra literaria, ed. cit., p. 269. 15 16 NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA noamericana respecto a las más dinámicas sociedades de la revolución industrial y las soluciones intermedias y graduales que iba encontrando, en letras y en artes. A u n q u e Martí desarrolló, como n i n g ú n otro, una sociología de la literatura, llegado a su propia época descubría u n a contradicción entre su doctrina y la línea tendencial de las, para los hispanoamericanos, magistrales letras francesas. C o m o a muchos otros compatriotas, no sólo tradicionalistas sino también innovadores, le llevó a atribuirlo a la "decadencia europea", lugar c o m ú n de la crítica en la década de los setenta acerca de la novela naturalista y la poesía parnasiana. Este lugar c o m ú n ha funcionado ayer y también hoy por la dificultad para ver los diferentes procesos de los distintos focos capitalistas mundiales, sus variados tiempos de desarrollo, y para registrar, concomitantemente, el peso de las propias tradiciones culturales aun en los momentos de mayor esfuerzo modernizador . Se daban juntas en las letras norteamericanas la modernización formal y la idealización democrática, con tal vigor que Martí se desentendió de las acusaciones morales respecto a W h i t m a n , concediendo prioridad a su concepción de la poesía, lo que sin embargo, perspicazmente, no lo llevó a imitarlo. Veía en él u n a c o n j u n c i ó n que con felicidad ha expresado el último biógrafo de W h i t m a n : 17 W h i t m a n intended Leaves of grass to be the trinitarian gospel of natural religion, democracy a n d science, " a modern I m a g e - M a k i n g c r e a t i o n " s u p p l y i n g the vision w h i c h , the Scriptural Proverbialist said, "the people p e r i s h ' ' . 18 E n el desembarazado manejo de la ciencia por parte de Whitman, Martí encontró su propia expectativa de u n orden poético riguroso, superior aun al mismo conocimiento científico: N i las dudas n i la ciencia le mortifican. "Vosotros sois los primeros, dice a los científicos; pero la ciencia no es m á s que u n departamento de Estas distancias pueden medirse mejor respecto a un punto clave de la cosmovisión científica que crecía en el xix: la asunción del materialismo. Los poetas de la modernización posromántica de la segunda mitad del xix asumirán con ímpetu el materialismo, mientras que Martí seguirá procurando una vía sincrética que rescate la precisión, el rigor, el conocimiento científico y al tiempo resguarde el espiritualismo que visualiza asociado a los altos ideales redentores de la humanidad. E n el Whitman de Leaves of grass, Martí podía encontrar no sólo la aceptación del universo corporal, sensual y hedónico, sino también la filosofía que lo amparaba: " I accept Reality and dare not question it / Materialism first and last, imbuing. / Hurrah for positive science! long live exact demonstration!" ("Song of myself", Leaves of grass, New York, 1891, p. 4 2 ) . L a misma convicción se encontrará en Rimbaud: "Get avenir sera matérialiste, vous le voyez" (Carta a Paul Demeny, Oeuvres completes, Paris, 1951, p. 2 5 6 ) . JUSTIN KAPLAN, Walt Whitman. A life, New York, 1980, p. 228. 17 18 108 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXÍI m i morada, no es toda m i morada; ¡qué pobres parecen las argucias ante u n hecho heroico! A la ciencia, salve, y salve a alma, que está por sobre toda la ciencia" . 19 D e b i d o a esta c o n c e p c i ó n alta de la poesía, Martí reprobó m u c h a producción l i t e r a r i a de sus c o m p a t r i o t a s : " p o e t i l l o s j e r e m í a c o s " , " l i t e r a t o s f e m e n i l e s " , "poetas de a g u a m i e l " , " f i g u r i n e s filosóficos o l i t e r a r i o s " , c o n d e n a n d o n o sólo la i m i t a c i ó n torpe q u e le exasperaba, sino sobre t o d o la pequenez, la falta de grandes ambiciones, el s u b j e t i v i s m o autosatisfecho, la complacencia en la p e q u e ñ a h i s t o r i a , el c o n v e n c i o n a l i s m o y el atraso. O p o n i é n d o s e a esta f u n c i ó n i n f e r i o r de la poesía, llegó a establecer u n a clasificación de los poetas en dos g r u p o s tajantemente separados, según quienes tenían o n o tenía capacidad v i s i o n a r i a : entre los p r i m e r o s se e n c o n t r a b a n Emerson, W h i t m a n , el p r o p i o Martí, pues m a n e j a b a n u n a poesía del c o n o c i m i e n t o g l o b a l y eran capaces de p e r c i b i r la macr oes truct u r a de la realidad, ahorrándose los detalles e i n c l u s o las a r t i c u l a c i o nes lógicas del discurso. L a visión g l o b a l se le aparece c o m o el i m p e r a t i v o de su época c u l t u r a l : " N o se deben citar hechos aislados — c o n t e n t a m i e n t o fácil de u n a erudición ligera e i n f r u c t í f e r a — s i n o hechos seriales, de c o n j u n t o sólido, ligados y macizos" (21-168). N o se trata sólo de u n a desmedida a m b i c i ó n , s i n o de u n a i m p o s i c i ó n de la h i s t o r i a : a l e x t r a o r d i n a r i o d e s p e r d i g a m i e n t o de los hechos, a su incesante p r o l i feración bajo el i m p u l s o de la nueva sociedad, era forzoso o p o n e r u n a visión de la t o t a l i d a d q u e apresara la estructura en v i v o f u n c i o n a m i e n t o . E n u n o de sus apuntes sobre arte poética, j u s t i f i c a la nueva e i m p r e s c i n d i b l e levedad del lenguaje artístico que alcanza en él su a l q u i t a r a d a f o r m a c u a n d o escribe los Versos sencillos, en la e n o r m i d a d del c o n j u n t o del q u e l a poesía debe dar cuenta: Cuando se estudia con afán el mundo; —cuando se pone la mano sin miedo en sus corrientes para sentirlo palpitar; —cuando se siente interés fraternal por todo lo vivo; —cuando se vive en uno como vórtice del mundo, donde se pintan ante los ojos, en horno colosal, lo p r i m i tivo y lo heredado, lo burdo y lo culto, es fuerza que el lenguaje se resienta de sobra de peso (22-100). E L POETA VISIONARIO L a e x t r a o r d i n a r i a rapidez de la i m a g i n a c i ó n ; l a emergencia t u m u l t u o s a de i m á g e n e s en la mente; l a v e l o c i d a d del proceso Obra literaria, ed. cit., p. 243. Es referencia a los versos del "Song of myself": Gentlemen, to you the first honors always! / Your facts are useful, and yet they are not my dwelling, / I but enter by them to an area of my dwelling". Sobre la 19 NRFH, X X X I I JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 109 asociativo que daba enormes saltos entre puntos dispares, cumpliendo las que serían apreciadas cualidades de la metáfora moderna, en el sentir de Réverdy y de Bretón; la permanente doble lectura simbólica que asociaba estrictamente toda imagen a una significación; la casi alucinante capacidad de visualizar, literalmente, visualizar ante sus ojos las que eran invenciones de su imaginación, fueron algunas de las singulares virtudes del aparato psíquico martiano, que hasta hoy asombran. E s comprensible que le atrajeran los escritores en quienes encontraba funcionamientos similares. De Hipólito T a i n e , más que sus teorías, le atrae su mecánica intelectual: "agrupa lo semejante, casi sin hilación. E s o da ese aire de salto, de permanente brillantez, de novedad alta y constante a lo que escribe" (22-79). E s o mismo vio realizado en Emerson, según dijo en el artículo que escribió a su muerte: A veces, parece que salta de una cosa a otra, y no se halla a primera vista la relación entre dos ideas inmediatas. Y es que para él es paso natural lo que para otros es salto. Va de cumbre en cumbre, como gigante, y no por las veredas y caminülos por donde andan, cargados de alforjas, los peatones (...) Sus pensamientos parecen aislados, y es que ve mucho de una vez y quiere de una vez decirlo todo, y lo dice como lo ve, a modo de lo que se lee a la luz de u n rayo, o apareciese a una lumbre tan bella, que se sabe que h a de desaparecer . 20 E n los borradores de ese artículo es a ú n más preciso respecto al método emersoniano: las ideas le venían en tropel y de j u n t o , pero como secuela de una mayor, que con su altura escondía las más pequeñas, y descorrida la cual, quedaban descubiertas las que venían tras ella (19-353). E n este mismo borrador, a c u ñ a u n neologismo que le sirve para definir los dos tipos de poetas y también las dos vías del conocimiento (el poético y el científico) según sus métodos: " E s hipería y no m i o p í a " dice, oponiendo la visualización del conjunto en vivo funcionamiento desde una perspectiva (tal como Fausto al invocar el signo m á g i c o ) al registro del fragmento de realidad visto de cerca y parsimoniosamente analizado. A la obra de los poetas " h i p é r i c o s " c o m p e t í a el diseño de las estructuras, merced a u n trazado global y sintético que las situaba en la m á x i m a jerarquía simbólica de la cultura. De hecho, lo que tales obras representaban no eran los particulares de la realidad, sino las leyes de funcionamiento del concepción de la ciencia por Whitman, v. JOSEPH BEAVER, Walt Whuman poet of science, New York, 1951. Obra literaria, ed. cit., p. 243. 20 ÁNGEL RAMA 110 N R F H , XXXÍI c o n j u n t o . Registrando el uso de palabras extranjeras p o r W h i t m a n , anota: "ensemble, sobre t o d o , le seduce, p o r q u e él ve el c i c l o de la v i d a de los pueblos y de los m u n d o s " . Pueblos y m u n d o s , espíritu y materia, h o m b r e y naturaleza: gracias a l p a r a l e l i s m o entre la p s i q u i s h u m a n a y el o r d e n de la naturaleza a l cual ella pertenece, esa visión g l o b a l del u n i v e r s o era también el registro de la d i n á m i c a psíquica. E l v í n c u l o entre ambos hemisferios, el e s p i r i t u a l y el m a t e r i a l , q u e reclamaba J o h n T y n d a l l en su discurso, sólo p o d í a alcanzarse a través del f u n c i o n a m i e n t o en u n o y o t r o de leyes, pues esa era l a garantía del r i g o r de u n c o n o c i m i e n t o científico capaz de abrazar l a t o t a l i d a d . L a frase del g r a n a n t r o p ó l o g o del X I X , T y l o r , q u e LéviStrauss gustaba repetir: Si hay leyes en a l g ú n l a d o , hay leyes en todas partes. L a ciencia las h a b í a establecido en el m u n d o n a t u r a l ; a l a poesía c o m p e t í a encontrarlas en el e s p i r i t u a l y era l o q u e reclamaba M a r t í en su " P o l l i c e verso" de Versos libres: " H a y leyes en l a m e n t e , leyes / c u a l las del río, el m a r , la p i e d r a , el astro, / ásperas y fatales" (16-136). C a p t u r a r esas leyes, n o en su f o r m u l a c i ó n estática sino en su p e c u l i a r f u n c i o n a m i e n t o , se constituyó en codiciada meta de Martí, a u n a sabiendas de l a extremada d i f i c u l t a d q u e se o p o n í a a l registro de a l g o t a n t o más veloz q u e t o d o l o que se c o n o c í a en el m u n d o n a t u r a l : " ¡ Q u i é n p u d i e r a f o t o g r a f i a r al p e n s a m i e n t o , c o m o se fotografía a l c a b a l l o e n la carrera y a l ave en su v u e l o ! " (21-385). N o puede sorprender q u e Martí haya u t i l i z a d o c o m o precisa simbolización del poeta, la metáfora del á g u i l a . Es índice de la e m p i n a d a sacralización del poeta y de l a poesía q u e llevó a cabo ( t a n reclamada p o r l a desamparada c o m u n i d a d l a t i n o a m e r i c a n a , e n t o n ces y a u n h o y m i s m o , p o r el peso q u e la aristocracia letrada a l c a n z ó en c o m u n i d a d e s m a y o r i t a r i a m e n t e analfabetas) y t a m b i é n u n índice del hervor a n i m a l i s t a de las i m á g e n e s que puso en c i r c u l a c i ó n q u i e n fue, p a r a d ó j i c a m e n t e , u n o de los tesoneros exponentes del e s p i r i t u a l i s m o y q u e en u n o de sus apuntes recogió esta d e f i n i c i ó n de K i n g s ley: " M a n is a p o e t r y w r i t i p g a n i m a l " (21-418). L a m u y elevada idealización, el a l t o s i t i a l concedido a l espíritu, la energía de u n a r e l i g i ó n n a t u r a l , v a n a c o m p a ñ a d o s de u n cortejo de animales, seleccionados m e d i a n t e u n régimen s i m b ó l i c o s i m p l e , a veces meramente t r a d i c i o n a l , q u e prácticamente los convierte en signos con los cuales visualizar a l u n i v e r s o y, sobre t o d o , s i g n i f i c a r l o : " L a v i d a tiene sus bestias y sus fieras, sus pavos reales y sus á g u i l a s " . A veces f u n c i o n a n c o m o transposiciones de las p u g n a s de la sociedad c i v i l : "Es l u c h a de perros y de osos". Otras traducen las j e r a r q u í a s morales, o p o n i e n d o "esos gusanos de pesado vientre / y ojos viscosos, q u e en h e d i o n d a cuba de p a r d o l o d o lentos se revuelc a n " a " u n a p a l o m a b l a n c a " (16-135). E n o c a s i o n e s , el p r o p i o yo es 2 1 21 Obra literaria, ed. cit., p. 276. NRFH, XXXII JOSÉ M A R T Í en e l E J E de l a m o d e r n i z a c i ó n poética lil transformado, p o r la sociedad, en " c a b a l l o " o en " j a m e l g o " . Y otras, e l r o s t r o se a n i m a l i z a e n u n a i m a g e n d i s o n a n t e : " S u e ñ o l e p o r i n o d e l q u e d u e r m e c o n los o j o s a b i e r t o s , c o m o l a l i e b r e " (21-258). E s t a a n i m a l i z a c i ó n será perceptible e n otros modernistas, partic u l a r m e n t e e n D a r í o , q u i e n t a m b i é n les c o n f i e r e c a l i d a d s í g n i c a u t i l i z a n d o l a l e c c i ó n d a d a p o r L e c o n t e de L i s i e , a u n q u e y a p e r m i t i é n d o s e el r e g u s t o p e r v e r s o d e l d e c a d e n t i s m o ( " y c u a n d o tiende a l h o m b r e l a g r a n N a t u r a l e z a / e l m o n s t r u o , s i e n d o e l s í m b o l o , se viste de b e l l e z a " ) . E n n i n g u n o , n o o b s t a n t e , tiene l a f r e c u e n c i a y l a intensidad que encuentra en Martí, situado dentro del sistema anal ó g i c o h o m b r e - a n i m a l q u e desde e l m a t e r i a l i s m o d e l X V I I I se p o s e s i o n ó de l a c u l t u r a e u r o p e a , t u v o e x p r e s i ó n e n e l f i s i o g n o m i s m o de L a v a t e r , fue g r á f i c a m e n t e e x p l o t a d o p o r l o s d i b u j a n t e s , i n c l u y e n d o a l G a v a r n i q u e M a r t í a d m i r a b a ( p o s i b l e m e n t e n o s ó l o p o r s u arte sino t a m b i é n p o r sus posiciones sociales) y o b t e n d r í a f u n d a m e n t a c i ó n desde el Origen de las especies. E l a n i m a l i s m o c u l m i n a , e n las l i t e r a t u r a s e u r o p e a s , e n 1869, c u a n d o l a p u b l i c a c i ó n d e l l i b r o d e l u r u g u a y o - f r a n c é s I s i d o r e L u c i e n D u c a s s e Les chants de Maldoror, q u e s i p a s ó d e s a p e r c i b i d o e n F r a n c i a c o n m á s r a z ó n fue d e s c o n o c i d o p o r l o s h i s p a n o a m e r i c a n o s h a s t a q u e D a r í o le c o n c e d i ó u n o de l o s e n s a y o s de Los raros (1896), a p a r t i r de u n a i n f o r m a c i ó n de s e g u n d a m a n o . E s esa o b r a el e x p o n e n t e m á x i m o de u n a t e n d e n c i a g e n e r a l i zada q u e p o n e s u s e l l o sobre l a s d i v e r s a s p o é t i c a s q u e e n e l p e r í o d o 1855-1885 r e g i s t r a n l a i r r u p c i ó n v i o l e n t a de l a - m o d e r n i d a d . L a s d i f e r e n c i a s c o n q u e e l l a se f o r m u l a e n l o s d i v e r s o s a u t o r e s , n o d i s m i n u y e l a c o m p r o b a c i ó n de q u e e n el i m a g i n a r i o de todos s u s a u t o r e s l a m o d e r n i d a d v i e n e a c o m p a ñ a d a de u n c o r t e j o a n i m a l y, sobre todo, de u n a e n e r g í a d e s b r i d a d a q u e n o p u e d e c o m p a r a r s e a o t r a c o s a q u e a l a f e r o c i d a d b e s t i a l . P a r a todos s i r v e de c o n s i g n a u n a frase de R i m b a u d e n Une saison en enfer: "j'ai fait le bond sourd de la bête féroce". L a r e l a c i ó n d e l a n i m a l i s m o de l a s i m á g e n e s y l a p o t e n c i a d e l v o l u n t a r i s m o h u m a n o a r r o j a d o a u n a a c t i v i d a d i n c e s a n t e , s i n tregua, ofensiva-defensiva, q u e d ó n í t i d a m e n t e establecida por L a u tréamont: C h a q u e a n i m a l i m p u r q u i dresse sa griffe sanglante, eh bien, c'est m a volonté q u i , p o u r donner u n aliment stable à son activité perpétuelle, les fait tourner en r o n d . 22 E s u n a e n e r g í a feroz q u e G a s t o n B a c h e l a r d r a z o n ó c o m o el c e n t r o d e l c o m p l e j o a n i m a d o r de l a o b r a d u c a s s i a n a : " C ' e s t le complexe de la vie animale; c'est l ' é n e r g i e d ' a g r e s s i o n . D e sorte q u e Les chants de Maldoror, en Lautréamont / Germain Nouveau, Oeuvres completes, Paris, 1970 (ed. Pierre-Olivier Walzer), p. 196. 22 NRFH, X X X I I ANGEL RAMA 112 l'oeuvre de L a u t r é a m o n t nous a p p a r a î t c o m m e u n e véritable phénoménologie de Vagression" . T a l agresión genera c r u e l y p r o f u n d a t o r t u r a hasta alcanzar la m u e r t e del o t r o y es, para A l a i n Paris, " l ' e x p r e s s i o n directe, instantanée, n a t u r e l l e , de l'élan v i t a l de l ' a n i m a l " , a t r i b u y e n d o su o r i g e n a u n concepto d a r w í n i a n o que alcanzó u n a enorme boga en el m u n d o desde su a p a r i c i ó n en 1859: " t h e struggle for l i f e " . Si así fuera, h a b r í a revertido a su o r i g e n ; más de u n a vez se ha señalado q u e los p r i n c i p i o s e c o n ó m i c o s ( M a l t h u s ) y los sociales de la era v i c t o r i a n a habrían servido para i n s t r u m e n t a r l a teoría d a r w i n i a n a , q u e diseñaría en el r e i n o n a t u r a l u n h o m ó l o g o del c a p i t a l i s m o salvaje q u e h a b í a alcanzado su m á x i m a v i o l e n c i a y c o m p e t i t i v i d a d . L a a p a r i c i ó n entre los modernizadores poéticos de u n a constelación de imágenes q u e traducen esa energía a n i m a l , i n s t i n t i v a , sin freno, q u e t o r t u r a y m a t a , corresponde a l período de acida expansión del c a p i t a l i s m o en las sociedades occidentales, l l e v a n d o a su ápice la r u p t u r a entre i n d i v i d u o y m u n d o q u e h a b í a caracterizado al r o m a n t i c i s m o de comienzos del X I X . D o t a a l c o n t o r n o social de u n a h o s t i l i d a d m á x i m a y, paralelamente, al i n d i v i d u o de u n a extremada tensión en que puede acentuarse, al terna ti v a m e n te, la n o t a defensiva o la agresiva. Es ésta la q u e p r i m a en la vertiente europea de la modernización, ya en la ferocidad destructora de L a u t r é a m o n t , ya en la a s u n c i ó n del m a l , de Baudelaire a R i m b a u d , y, con t e m p o r á n e a m e n t e , en S w i n b u r n e , extendiéndose p o r u n período q u e estuvo caracterizado p o r u n a v i o l e n t a c o m p r e s i ó n social, m o v i d a p o r factores e c o n ó m i c o s , de l a c u a l nace la e m i g r a c i ó n de m i l l o n e s de serçs h u m a n o s q u e se trasladan a diversos p u n t o s del p l a n e t a buscando modos de sobrevivencia, en especial a América, desde los Estados U n i d o s hasta la cuenca del R í o de la Plata. L a vertiente americana n o deja de registrar la m i s m a energía a n i m a l según es v i s i b l e en el eje i n t e r n o cuyos p o l o s o c u p a n W h i t m a n y Martí respectivamente, pero la traduce a u n a f r u i t i v a m a t e r i a l i d a d , a u n goce de los sentidos, a u n a v u l g a r i d a d y c o n c u piscencia francamente reconocidas, en el primero," o la r e g i m e n t a d e n t r o de u n o r d e n ético t r a d i c i o n a l y, desde l u e g o más convencional, en el segundo. Martí percibe c o n i n q u i e t a a d m i r a c i ó n "ese lenguaje h e n c h i d o de a n i m a l i d a d soberbia" q u e s i n g u l a r i z a a W h i t m a n , y agrega: " e n ocasiones parece el lenguaje de W h i t m a n el frente colgado de reses de u n a c a r n i c e r í a " . Esta c a r n a l i d a d b r u t a l 23 2 4 25 26 GASTON BACHELARD. Lautréamont, París, 1974 (3a. ed. aum.j p. 9. ALAIN PARÍS, " L e bestiaire de chants de M a l d o r o r " , en Quatre lectures de Lautréamont, Paris, 1972, p p . 138-139. JOHN D . BERNAL, Historia social de la ciencia, Barcelona, 1979, t. 1, p. 497. El análisis de los marcos ideológicos de la ciencia del xix, con particular atención a la teoría evolucionista, en PIERRE T-HUILLIER, Darwin k Co., París, 1981. Obra literaria, ed. cit., p p . 273 y 275. 23 24 25 26 NRFH, XXXII 113 JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA está, s i n embargo, puesta a l servicio del goce y es sólo su exceso, su i m p u d o r , l o que Martí puede catalogar bajo el r u b r o d e m o n í a c o : " l a e n u m e r a c i ó n de satánica fuerza en q u e describe, c o m o u n héroe h a m b r i e n t o que se relame los labios sanguinosos, las pertenencias del c u e r p o f e m e n i n o " . Pero n o se e q u i v o c a a l encontrar allí u n a de las dos fuentes de la o r i g i n a l i d a d w h i t m a n i a n a : "es l a f o r m a mater i a l , b r u t a l , corpórea, c o n q u e expresa sus más delicadas idealidad e s " . De o t r o m o d o , esa energía a n i m a l n o sólo traduce el c a p i t a l i s m o salvaje, sino también l a democratización q u e d e n t r o de él se f o r m u l a . U n p u e b l o , puesto d e n t r o de sus implacables leyes agresivas, las hace suyas a l servicio de los campos en q u e puede realizarlas s i n perder los ideales o r i g i n a r i o s en q u e se ha f o r m a d o . I m i t a , pues, los p r i n c i p i o s materiales q u e desde la c ú p u l a o r d e n a n a la sociedad, hace suyos los métodos brutales de a p r o p i a c i ó n , trasladándolos preferentemente a l c a m p o sexual en d o n d e tiene p o s i b i l i dades de acción l i b r e , pero p r o c u r a conservar los p r i n c i p i o s solidarios, de g r u p o , de clase, en los cuales se p r o l o n g a n los ideales que sus orígenes y su educación les h a n p r o p o r c i o n a d o . 27 L a energía a n i m a l p u e b l a a s i m i s m o el u n i v e r s o poético mart i a n o , a u n q u e d e l i m i t a d a y d i s t r i b u i d a d e n t r o de u n o r d e n i n t e lectual e x p l i c a t i v o que todavía debe m u c h o a los esquemas tradicionales c o n que la religión i m p r e g n ó l a c u l t u r a hispanoamericana: l o a l t o y l o bajo, l o celestial y l o terrenal, l o l e g í t i m o y l o i l e g í t i m o . L a mayoría de sus imágenes o comparaciones a n i m a l i z a das se refieren a la sociedad, para cuya h o s t i l i d a d y s a l v a j i s m o tiene u n r e p e r t o r i o casi ducassiano: es el " t r o p e l f a m é l i c o de hirsutas fieras" (16-143), es " u n a j a u r í a " que se abalanza sobre el j o v e n " c u a l c o m i d o de fieras" (17-289), es el caballo q u e ve "garras y dientes de t r e m e n d o l o b o " (16-183), el a m o r " c o m i d o de h i e n a s " (16-179), el a l m a q u e se n u t r e " d e dientes de f i e r a " (17-304), son en d e f i n i t i v a los "voraces h o m b r e s " (16-173), pues " j a u l a s de carne / son h o y los h o m b r e s " (16-207). Está ausente el fantástico despliegue de la i m a g i n a c i ó n ducassiana, pero está presente su " g r i f f e " , q u e en Martí se p o n e a l servicio de u n a a c c i ó n p r i v i l e g i a d a : comer, devorar, a l i m e n tarse del o t r o , apropiárselo en su p r o p i o beneficio. Para la esfera superior y d e m o n í a c a , q u e corresponde a l ejercicio p l e n o del m a l , q u e d a n reservados los insectos: " e l m a l , c o m o u n insecto, sus oscuros / a n i l l o s mueve y sus antenas c l a v a " (16-205) y es c o m p r e n s i b l e 28 Op. ext., p. 272. Martí está bien lejos del populismo beato del x x f ' E l hombrees bueno") y en uno de los poemas de desahogo de Versos libres, " Y o sacaré lo que en el pecho tengo", consignó su estado "de cólera y de horror" ante la experiencia del mal por parte de los hombres ("es que a los hombres / palpo, y conozco, y los encuentro malos" o "conozco al hombre y lo he encontrado malo") restableciendo la relación victimario/víctima: "¡ea! clave / el tigre bien sus garras en mis hombros: / los viles a nutrirse: los honrados / a que se nutran los demás en ellos" (16-222-5). 27 28 ANGEL RAMA 114 NRFH, XXXII q u e a ellos corresponda el d e i c i d i o : " u n D i o s que muere / r e m o r d i d o de h o r m i g a s " (17-317). Las imágenes son frecuentemente convencionales, y su selección responde a u n a estructura de significaciones s i m p l e . D e l m i s m o m o d o que los asuntos amorosos trasponen las comparaciones a l universo vegetal, o, d e n t r o del a n i m a l , a las aves, del m i s m o m o d o , los animales se d i s t r i b u y e n a l o l a r g o de u n eje vertical, c u y o p o l o i n f e r i o r o c u p a la m a t e r i a (los gusanos, las sierpes) y el s u p e r i o r el espíritu l i b r e (las aves, las mariposas, las águilas) hasta c u l m i n a r , más allá de los espacios, en l a estrella. Esta " á g u i l a b l a n c a " a q u e incesantemente apela M a r t í , pertenece a u n a cadena de s í m b o l o s q u e se extiende desde el " a l b a t r o s " b a u d e l a i r i a n o hasta el " c i s n e " m a l l a r m e a n o - d a r i a n o en esos c i n c u e n t a años del c a p i t a l i s m o salvaje expandiéndose p o r el m u n d o : es el poeta, pero es, sustancialmente, la l i b e r t a d h u m a n a en o p o s i c i ó n a l a constricción social. Las " á g u i l a s alegres" (16-184), las " m a g n í f i c a s á g u i l a s " (17-297), sólo aparecen c o m o deseo p a r a contrastarse c o n " e l á g u i l a (que) se a r r a s t r a " (17-287), c o n " e l á g u i l a rastrera" (16-168), q u e ofrecen l a versión realista, l o q u e desde su p r ó l o g o a l Poema del Niágara de Pérez Bornalde, en 1882, e x p l i c ó claramente, refiriéndose a los artistas: Es su natural oficio sacarse del pecho las águilas que en él les nacen sin cesar —como brota perfumes una rosa, y da conchas de mar y luz el sol— y sentarse, a par que con sonidos misteriosos acompañan en su lira a las viajeras, a ver volar las águilas: pero ahora el poeta ha mudado de labor, y anda ahogando águilas . 29 L o s tres rasgos anotados de l a estética m a r t i a n a : el r i g o r cognosc i t i v o a t r i b u i d o a l a poesía, el n i v e l s u p e r i o r en q u e puede dar cuenta de la macroestructura del u n i v e r s o diseñando sus leyes, y l a utilización de repertorios de i m á g e n e s cargados de s i g n i f i c a c i ó n precisa q u e los r e c o n v i e r t e n en signos, p u e d e n explicarse — y efectivamente a l g u n o s de esos rasgos l o h a n s i d o — p o r u n a i m p o s t a c i ó n realista de su arte. N o es así. E l r e a l i s m o aparecerá, a l n i v e l del arte poética, c o m o m e r o resultado de u n a fuerza m u c h o más a m p l i a , m u c h o más intrépida y o r i g i n a l , q u e es l a p o t e n c i a v i s i o n a r i a . Martí es el m a y o r , m á s exactamente, el ú n i c o g r a n poeta v i s i o n a r i o de América L a t i n a y en n i n g ú n o t r o poeta de su t i e m p o , n i siquiera en aquellos q u e c l a u s u r a n el r o m a n t i c i s m o , c o m o J o a q u i m de Sousa A n d r a d e , se podrá e n c o n t r a r u n abanico de visiones t a n espléndidas y terribles, n i u n a o p e r a c i ó n v i s i o n a r i a t a n m i n u c i o s a mente registrada y elevada a l a categoría f u n d a c i o n a l de la poesía. 29 Obra literaria, ed. cit., p. 206. NRFH, X X X I I J O S É M A R T Í E N E L E J E D E L A MODERNIZACIÓN P O É T I C A 115 T a m b i é n aquí, para encontrar u n adecuado término comparativo sobre el cual medir semejanzas y diferencias, hay que recurrir al eje internacional de la modernidad. E l punto de referencia está fuera del marco latinoamericano y lo define la lección de R i m b a u d . L a c o m p a r a c i ó n resulta fructífera, siempre y cuando se reconozca a ambos poetas colocados sobre ese mismo eje de transformación revolucionaria de la poesía en u n momento de crucial palingenesia, aunque ocupando polos opuestos. A la drástica negatividad r i m baudiana (como a la ducassiana) responde u n a positividad martiana, de tal modo que si ambos coinciden en igual problemática y, lo que es más importante, en la m i s m a experiencia abisal, resuelven el desafío dentro de los parámetros culturales propios, que son, obligadamente, los de sus sociedades específicas en diferentes posiciones ante u n a metamorfosis arrolladura. T a n t o vale reconocer que el fenómeno transformador fue, con una fuerza nunca antes vista, universal, no dejando zona cultural del planeta sin tocar y alterar, pero las soluciones dadas por ios escritores mostraron sensibles diferencias según las circunstancias de cada región, sus herencias culturales propias, el grado de intensidad que mostraba el nuevo orden económico-social, la profundidad generadora que tenía en unas respecto a la dependiente y operativa aplicación que tuvo en otras, etc. E l eje que vincula las invenciones estéticas europeas (del artepurismo al decadentismo) con las aportaciones americanas (de Poe y W h i t m a n a Martí y a Darío), no impide reconocer la existencia de ese otro eje estrictamente americano definido por los nombres de los poetas de Estados U n i d o s y los de América L a t i n a , desfasados en el tiempo aunque igualmente apegados al gradual desarrollo del nuevo modelo social que iba contaminando al planeta. Este eje americano tuvo u n punto de contacto privilegiado gracias ai traslado de Martí a los Estados U n i d o s en 1880 que le permitió llevar a cabo una c o n j u g a c i ó n m á x i m a de experiencias sociales, culturales y artísticas, tal como tempranamente vio Federico de Onís ( " L a concepción de América de Martí, como la ruta de su vida, se mueve en el triángulo: Hispanoamérica-España-Estados Unidos, la misma ruta y concepción que seguiría R u b é n Darío poco después y más o menos fielmente la mayor parte de los modernistas" aunque con más precisión debería leerse, en vez de España, E u r o p a , dado el flagrante peso que cabe a las estéticas franco-inglesas, por encima de las españolas) y le permitió u n a experiencia cultural única por su casi década y media de convivencia con la modernización norteamericana, cuya importancia en la formación artística de Martí ya fue realzada por E n r i q u e Espinoza, para oponerse explícitamente a la interpretación hispanizante en boga ("Apenas se ha estudiado hasta hoy la influencia que tuvo en Martí el conocimiento directo de la 30 30 España en América, San Juan, 1968, p. 626. NRFH, XXXII ÁNGEL RAMA 116 g r a n l i t e r a t u r a norteamericana del s i g l o XIX y su adhesión a l a filosofía de Emerson. E n c a m b i o se viene h a b l a n d o cada vez m á s copiosamente de la españolidad de Martí, de l o teresiano y l o quevedesco en Martí, aparte de otras vejeces venerables" ). L a m u t a c i ó n q u e a p a r t i r de esta i n c o r p o r a c i ó n a u n o de los centros de m o d e r n i z a c i ó n se p r o d u j o en la l i t e r a t u r a m a r t i a n a , fue reconocida p o r el a u t o r , sin m e n g u a de su de sobra conocida o p o s i c i ó n a l i m p e r i a l i s m o y a l orden e c o n ó m i c o - s o c i a l n o r t e a m e r i c a n o , c u a n d o en su carta-testamento a G o n z a l o de Quesada ( M o n t e c r i s t i , I de a b r i l de 1895), le pide: "Versos m í o s n o p u b l i q u e n i n g u n o antes de Ismae tillo: n i n g u n o vale u n ápice. L o s de después, a l f i n , ya son u n o s y sinceros" (20-447). E l tema del poeta visionario reclama, a u n más q u e el eje i n t e r n o a m e r i c a n o ( W h i t m a n - P o e ) , el e u r o p e o - a m e r i c a n o , p o r q u e l a p l e n a a f i r m a c i ó n de esta perspectiva pertenece a R i m b a u d y a Martí. L a famosa carta q u e A r t h u r R i m b a u d escribe a P a u l Demeny desde C h a r l e v i l l e el 15 de m a y o de 1871, c o n o c i d a en la h i s t o r i a l i t e r a r i a c o m o la " L e t t r e d u V o y a n t " , puede leerse, a l t e r a n d o su s i g n o , sobre el propósito artístico de Martí. T a l p a r a l e l i s m o revierte en u n a m e j o r c o m p r e n s i ó n de los propósitos artísticos de ambos y de la relación estrecha que esos propósitos g u a r d a n c o n las c i r c u n s t a n cias p r o f u n d a s de la m o d e r n i d a d c u l t u r a l . E l texto de R i m b a u d p r o c l a m a flamígeramente l a c o n d i c i ó n de " v i s i o n a r i o " a la c u a l se llega mediante u n sistemático t r a s t o r n o del p s i q u i s m o al a s u m i r i g u a l i t a r i a m e n t e el b i e n y el m a l : 31 o Je dis qu'il faut être voyant, se faire voyant. Le Poëte se fait voyant par un long, immense, et raisonné dérèglement de tous les sens. Toutes les forces d'amour, de souffrance, de folie; il cherche lui-même, il épuise en lui tous les poisons, pour n'en garder que les quintessences. Ineffable torture où il a besoin de toute la foi, de toute la force surhumaine, où il devient entre tous le grand malade, le grand criminel, le grand maudit, et le suprême Savant. Car il arrive a Vinconnu . 32 A quienes c u l t i v a n la i m a g e n estereotipada y sacralizada de M a r t í podrá r e p u g n a r la a p r o x i m a c i ó n c o n u n " p o e t a m a l d i t o " , así se trate del f u n d a d o r del arte m o d e r n o , de q u i e n Martí t u v o escasís i m o c o n o c i m i e n t o y a q u i e n cita de segunda m a n o en sus cuadernos hacia 1890 c u a n d o descubre la existencia de P a u l V e r l a i n e , cuya poesía sí creo q u e c o n t r i b u y ó a la c o n t e m p o r á n e a redacción de los Versos sencillos. E l cotejo n o pretende restar nada a la i n n e g a b l e " e t i c i d a d " de Martí, q u i e n n u n c a h u b i e r a p o d i d o a s u m i r en sí a l "Martí ahora" en Archivo Martí, L a Habana, 1945, núm. 10, 323-327. Oeuvres completes, Paris, 1951 (ed. Rolland de Renéville y Jules Mouquet), p. 254. 31 32 NRFH, XXXII J O S É M A R T Í E N E L E J E D E L A MODERNIZACIÓN P O É T I C A 117 "grand c r i m i n e l " , pero que en cambio se percibió a sí mismo siempre como el "grand malade" y el "grand m a u d i t " y que, como los visionarios, los héroes individuales solitarios y como incluso los santos, pudo percibir de modo repentino y fulgurante que la aberración de la sociedad colocaba al i l u m i n a d o en la categoría de monstruo y de c r i m i n a l : " c u a l u n monstruo de crímenes cargado / todo el que lleva luz se queda solo" (16-161). A u n los críticos reverenciales de la cualidad apostólica martiana, no han dejado de reconocer la abismal y persistente experiencia del dolor que llevó a cabo Martí a lo largo de casi toda su vida y la voluntaria inmersión en u n a experiencia casi alucinatoria del sufrimiento. Si para alcanzar el "dérèglement de tous les sens" R i m b a u d prescinde de la ética aceptada, vigente en la sociedad, y hace suyos tanto el bien como el mal sobre u n bajo continuo de sufrimiento, Martí no es menos sistemático, ni menos " r a i s o n n é " , ya que siendo inocente asume (diríamos que dostoievskianamente) todo el m a l que se produce en la sociedad. I g u a l que R i m b a u d , Martí reconoce una imposición distorsionadora y constante de la sociedad, de la que reniega doctrinalmente, pero la que acepta, hace suya, vive íntegramente. Ese "gozarse en la pena, en regodearse en la tortura interna que llega a la bendición del dolor" como ha dicho J u a n Marinello, no es tarea inútil para Martí, quien ve en ella u n a obligada condición para alcanzar la plenitud expresiva, tal como lo entendió R i m b a u d . C u a n d o dice " e l dolor alimenta, el dolor purifica, el dolor n u t r e " podría creerse que estamos en u n resabio de su educación católica, pero cuando establece que "así de m i dolor se escapa el verso"( 16-247), nos engañaríamos si lo leyéramos como u n viejo esquema r o m á n t i c o , pues es el reconocimiento de u n a relación de producción, u n canje en u n mercado de oferta y demanda, u n análisis de la singularidad de la m á q u i n a productiva que es el hombre-poeta de acuerdo con las pautas de u n a determinada sociedad y época. Así lo e x a m i n ó con precisión en los años de Versos sencillos: 33 Para pensar altamente me hace falta sufrir. Primero, caigo, tambaleando y muriendo. Y me levanto, con el cerebro en hervor, y el alma ágil. Brotan mis pensamientos como chispas. Parece como que el puñal que me entra en el cerebro, echa hacia adelante las ideas. Suben en alto, como espumas rotas, al chocar de la ola con la roca, como mina volada de diamantes, llameando al Sol (21-234). O en forma aforística: " E l dolor de ideas p o é t i c a s " (22-323). R i m b a u d pone el trastorno psíquico al servicio exclusivo de u n a especialización: la formación del Poeta. Para Martí es m u c h o más: se trata del prerrequisito obligado para construir al Héroe y, a ú n más, al Mártir, por lo cual el dolor tiene que alcanzar la m á x i m a 33 " E l presidente Garfield", La Opinión Nacional, Caracas, 19/oct/1881. 118 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII i n t e n s i d a d para que repercuta a r m ó n i c a m e n t e en u n a m á x i m a elevación e s p i r i t u a l , que a l i m e n t a esa trilogía que él buscó u n i f i c a r d e n t r o de sí: Poeta-Héroe-Mártir. L a tremenda frase, " ¡ T e n g o m i e d o de m o r i r antes de haber s u f r i d o bastante!" (21 -191) se c o m p l e m e n t a c o n o t r a o p c i ó n , m u c h o m á s difícil. Martí parte de la m i s m a c o m p r o b a c i ó n que h a b í a hecho Baudelaire a l r e f l e x i o n a r sobre el d e s e q u i l i b r a d o f u n c i o n a m i e n t o e m o c i o n a l de la sociedad, pues t a m b i é n él reconoce que los sistemas j e r á r q u i c o s y opresivos de u n a sociedad, i m p r e g n a n los c o m p o r t a m i e n t o s subjetivos, las relaciones espirituales, las formas de la a f e c t i v i d a d , aseverando entonces q u e " L a cuestión en la vida está r e d u c i d a a u n a s i m p l e frase: o hacer víctimas o serlo" (21-241). A p a r t i r de esa c o m p r o b a c i ó n decide a s u m i r , v o l u n t a r i a m e n t e , el p a p e l de víctima: " m e place el sacrific i o / más q u e el gozo c o m ú n " (21-385), dice en u n o de sus apuntes p a r a u n b o r r a d o r poético; y en sus Cuadernos, r e p e n t i n a m e n t e , registra s i n u n solo c o m e n t a r i o la c o n o c i d a fórmula baudelaireana: " H e a u t o n t i m o r o u m e n o s (el v e r d u g o de sí m i s m o ) " (21-401), Este " v e r d u g o de sí m i s m o " q u e fue conscientemente J o s é Martí, n o puede explicarse p o r su h e r o i c o s a c r i f i c i o a u n a causa patriótica, c o m o hace la acuñada visión a p o s t ó l i c a . De Bolívar en adelante, A m é r i c a dispone de u n a p o b l a d a galería de altos héroes que se sacrificaron p o r sus patrias s i n q u e en ellos resonara este acento a u t o t o r t u r a n t e . Puede buscarse su sentido refiriéndose a u n a pecul i a r i d a d de su naturaleza, según varias anotaciones de sus apuntes: Hay naturalezas ferozmente dotadas. Los efectos tranquilos no les bastan. L a guerra es su elemento. Son mares hirvientes. Parecen hechos de lava y de aire de tormenta. Enamorados de la calma, n o pueden vivir en ella. Inmensamente activos, necesitan una pasión que los devore. Buenos — yerran; puros —- pecan; nobles — cometen villanías; es exceso de ardor: es accidente. L a forma de pasión y su objeto importan poco: la pasión les es precisa. T a l visión puede v i n c u l a r s e a las diversas anotaciones sobre el " y o " de sus cuadernos i n i c i a l e s (21-68,69) d o n d e también se registra esa m í n i m a distancia entre el b i e n y el m a l en la conciencia h u m a n a y ese r e p e n t i n o e i n v o l u n t a r i o desplazamiento de q u i e n , a l p r o c u r a r el b i e n , encuentra el m a l , a s u n t o q u e resurge diez años después c u a n d o recensa las conferencias del Congreso A n t r o p o l ó g i c o en los Estados U n i d o s , interesado en el análisis q u e los científicos sociales hacen de estos c o m p o r t a m i e n t o s : Todos los crímenes, todas las brutalidades, todas las vilezas, están en germen en el hombre más honrado. L o más vil o bestial ha aparecido en algún instante posible o deseable al al roa más limpia . 34 " U n Congreso Antropológico en los Estados Unidos", La Nación, Buenos Aires, 2/agosto/1898. 34 NRFH, XXXII JOSÉ M A R T Í E N E L E J E D E L A MODERNIZACIÓN POÉTICA 119 T a m b i é n puede buscarse el sentido de estas vivencias en u n p l a n razonado de "hacerse a sí m i s m o " de conformidad con u n altísimo ideal, una suerte de super ego que se sabe inalcanzable, hacia el cual se tiende con anhelo a pesar de que eso no hace sino patentizar las imperfecciones propias y las propias insuficientes fuerzas, las que adquieren entonces una cualidad vengativa. N o dice otra cosa el poema " P o l l i c e verso" de Versos libres que estatuye que "circo la tierra es, como el r o m a n o " donde los hombres l u c h a n bajo miradas que los evalúan y pueden condenarlos: Mas el p u e b l o y el rey, callados m i r a n de grada excelsa, en la desierta s o m b r a . ¡Pero m i r a n ! Y a a q u e l q u e en la c o n t i e n d a b a j ó el escudo, o l o d e j ó de l a d o , o s u p l i c ó cobarde, o a b r i ó el p e c h o l a x o y servil a la enconosa daga del e n e m i g o , las vestales r u d a s , desde el s i t i a l de la i m p l a c a b l e p i e d r a , c o n d e n a n a m o r i r , pollice verso (16-157). L a ambición de altísima autorrealización, según modelos sociales que h a n sido internalizados, resulta bivalente: eleva y condena, justifica la existencia y prueba su imperfección, tal como la bien conocida experiencia de la hagiografía mostró durante siglos. L a bivalencia de esa aventura espiritual también ha sido señalada para R i m b a u d , tironeado entre el demonismo y la redención angélica. E n el caso de Martí hay abundantísimos datos personales que muestran las fuentes biográficas de u n complejo doctrinal que él definió con la relación heroica padre-hijo. Pero a ellas se suman otras fuentes sociales, que tanto proceden del sistema de imperativas exigencias, casi confiscatorias de la vida y la subjetividad humanas, que encontró en el régimen de trabajo de los Estados Unidos, como en u n rasgo que él allí descubrió propio de los latinoamericanos, a quienes, dijo, " l a nostalgia de u n mundo espiritual superior los invade y a f l i g e " . E n el cruce de estas plurales tendencias, personales y sociales, se sitúa la experiencia del "Heautontimoroumenos". C o m o en R i m b a u d , esta experiencia psíquica sostiene la cualidad visionaria. L a palabra " v e r " quedará íntimamente ligada, para él, a la elaboración poética. E n el citado ensayo sobre Emerson, la exalta: " D i j o lo que vio; y donde no pudo ver, no d i j o " ; " D a cuenta de sí y de lo que ha visto"; " D o n d e ya no ven sus ojos, a n u n c i a que no ve". S o n las mismas palabras de la carta a su h i j o con la cual prologa el Ismaelillo: " T a l como aquí te pinto, tal te h a n visto mis ojos. C o n esos arreos de gala te me has aparecido. C u a n d o he cesado de verte en u n a forma, he cesado de pintarte" (16-17). E s la nota 35 35 "Coney Island", La Pluma, Bogotá, 3/dic/1881. 120 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII v i s i o n a r i a q u e registra en las cartas í n t i m a s a los amigos á quienes r e m i t e u n e j e m p l a r del l i b r o : " N o sé si he acertado a dar f o r m a artística a l t r o p e l de visiones aladas q u e c u a n d o pienso en él me danzan en t o r n o de la f r e n t e " (20-298) le dice a G a b r i e l de Zéndegui, y a E n r i q u e J o s é V a r o n a : " f u e c o m o u n a visita de rayos de s o l " (20-299). E n su p r i v a d o C u a d e r n o de A p u n t e s , consigna: Ni una sola de las imágenes de este pequeño libro ha dejado de ser vista por mis ojos, con sus formas, proporciones, y esto antes de venir en forma de versos a los labios. Y cuando la imagen se ha desvanecido, allí he escrito el último verso donde se desvanecía, extinguido el fuego, la impresión (21-221). Obsesivamente, c o m o l u c h a n d o c o n t r a l a eventual i n c r e d u l i d a d de sus lectores, dice l o m i s m o en el p r ó l o g o a Versos libres: L o que aquí doy a ver lo he visto antes (yo lo he visto, yo), y he visto mucho más, que huyó sin darme tiempo a que copiara sus rasgos» De la extrañeza, singularidad, prisa, amontonamiento, arrebato de mis visiones, yo mismo tuve la culpa, que las he hecho surgir ante mí como las copio. De la copia yo soy el responsable (16-131, 2). Y en la citada carta-testamento, c u a n d o ya está " c o n las ansias de la m u e r t e " , le repite a su f i e l Quesada: " ¿ Q u é habré visto sin sangrar, n i p i n t a d o s i n haberlo visto antes c o n m i s ojos?" (20-477) . Se trataba de u n a n o r m a de la creación: " N e c e s i t o ver antes l o que he de e s c r i b i r " (21-186) anota en sus Cuadernos, r e i t e r a n d o esas dos palabras de q u i e n busca persuadir de u n a experiencia verdadera poco creíble: ver y antes del verso, ver c o n los ojos, ver en la r e a l i d a d , n o soñar, sino ver, concretamente, l o q u e pasa a ser, l i t e r a l m e n t e , u n a visión. Q u e en e l l o h a b í a u n p r o c l i v i d a d casi s o b r e h u m a n a de su naturaleza, los textos parecen p r o b a r l o , p e r o q u e en e l l o también p u s o u n a v o l u n t a r i e d a d p a r a , r i m b a u d i a n a m e n t e , "se faire voyant", se lee en la citada a n o t a c i ó n de sus C u a d e r n o s / q u e c o n t i n ú a en estos términos: " M e creo, e s t u d i o , reconstruyo en m í los colores y el aspecto de l o q u e tengo q u e p i n t a r " (21-186). Este c o m p o r t a m i e n t o se cristaliza en 1881-2 (años de e x t r a o r d i n a r i o s p a d e c i m i e n t o s ) c u a n d o escribe Ismaelillo. Es c o m p r e n s i b l e que en su carta a V i d a l Morales, le haya d i c h o q u e " f u e c o m o la visita de u n a musa n u e v a " (20-297). C i e r t a m e n t e la de la musa visionaria, la m i s m a q u e h i z o decir a W h i t m a n : "speech is the t w i n of m y v i s i ó n " . 36 Los ejemplos pueden acumularse. E n uno de sus fragmentos, que quizás haya sido un borrador del prólogo a Flores del destierro, luego desechado, dice: "Perdón por esta culpa mía de ofrecer, en vez de un ramo de flores, un haz de relámpagos (...) Y si nacen a mis ojos, por voluntad extraña a la mía, ¿cómo evitar que los ojos caigan sobre ellas; y si mandan que las pinten como si fuesen espadas de fuego movidas por capitán invisible, cómo me libraré de su mandato?" (22-317). 36 NRFH, XXXÍI JOSÉ MARTÍ EN EL EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 121 J E EST UN AUTRE L a nota visionaria irá a c o m p a ñ a d a de otra, mucho más inquietante, que sólo pudo interpretarse como pervivencia del concepto romántico de inspiración debido a que el mismo Martí aún le aplicó la terminología del romanticismo, hablando frecuentemente de musa. Se trata de la producción automática de la poesía, sin aparente participación de la conciencia del escritor, en una singular operación que no puede confundirse con la escritura automática de los surrealistas del X X porque tal como se da en el grupo de los poetas de la modernización de mediados del X I X tiene curiosas notas que la diferencian. Estos distingos, respecto a los anteriores románticos como a los posteriores surrealistas, no dejan de reconocer que lo que tratamos de caracterizar es u n momento particular de u n proceso muy amplio que abarca sucesivos estadios desde la revolución burguesa triunfante que puede abrirse con el Fausto goetheano que testimonia la existencia en su pecho de dos almas. E n el momento correspondiente a los modernizadores, se percibe la génesis espontánea de la poesía en el psiquismo bajo la mirada atenta de u n yo; éste, merced a u n subrepticio desdoblamiento, deviene u n testigo, en el mejor de los casos u n colaborador experto, de una operación creadora que realiza dentro del psiquismo u n extraño, " u n autre" cuya denominación es difícil y escurridiza, porque ya puede ser u n paralelo del " y o " consciente y entonces es posible de ser encajado en u n a dicotomía tradicional, mediante reacomodación de sus términos, designándolo con el nombre de " a l m a " , ya puede percibirse que es el " y o " terrenal, no metafísico, que se ha enajenado en u n otro. Esta es la comprobación de R i m b a u d , en tanto la primera es la de W h i t m a n , aunque en ambos la diferencia entre esas dos miradas cognoscitivas radica en que a la pequenez, subjetividad, escaso conocimiento y poder de u n a , se opone la fuerza, omniciencia, originalidad y penetración lúcida de la otra, que además es religadora, ya con el vasto mundo real, ya con la sociedad íntegra. E n todos los casos, el fenómeno es autocontemplado por el escritor, con inquietud y perplejidad, sin lograr despejar su significación pero comprobando su existencia. Así en el W h i t m a n de Leaves of grass: I cannot understand the mistery, but I a m always conscious of myself as two —as M y S o u l a n d I ; and I reckon it is the same w i t h a l l men a n d w o m e n . 37 The uncollected poetry and prose of Walt Whitman (ed. Emory Holloway), New York, 1921, t. 2, p. 66. E l fragmento corresponde a una fecha de fines de los años cincuenta (1848 ó 1849), lo que lo vincula a la "revelación" de la cual arranca Leaves of grass y que tantas especulaciones motivara en la crítica. V. RICHARD MAURICEBUCKE, Cosmic consciousness, New York, 1923 y G A Y WILSON A L L E N , The neto Walt Whitman handbook, New York, 1975. Este observa, sobre la primera biogra37 122 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII Posiblemente es esta s i n g u l a r i d a d la q u e le a u t o r i z a a decir q u e " I d r e a m i n m y d r e a m a l l the dreams of the other dreamers / a n d I become the other dreamers", l o q u e Martí c o m p r u e b a a l hacer su lectura: "Padece, sí, padece; pero m i r a c o m o u n ser m e n o r y acabadizo a l q u e en él sufre, y siente p o r sobre las fatigas y miserias a o t r o ser q u e n o puede s u f r i r , p o r q u e conoce la u n i v e r s a l g r a n d e z a " . A l o l a r g o de su poesías, Martí insiste en esta i n v o l u n t a r i e d a d del f e n ó m e n o : la poesía se p r o d u c e d e n t r o de él, n o es q u e él la p r o duzca, o l a busque, y, todavía más, estatuye que n o es correcto buscarla p o r q u e entonces se rehusaría, l o q u e vale p o r reconocim i e n t o de su a u t o n o m í a . E l a u t o m a t i s m o p s í q u i c o poético se traduce c o n formas de la cortesía q u e evocan las explicaciones r o m á n t i c a s ( " J a m á s en sus vagares la i n t e r r u m p o / n i de su ausencia larga me i m p a c i e n t o " ) y reitera la h u m i l d e a c e p t a c i ó n de sus i m p o siciones, así sean las más duras: " ¡ V i e n e a veces t e r r i b l e ! ¡Ase m i m a n o , / encendido carbón me p o n e en ella / y c u a l p o r sobre montes me l a e m p u j a ! " (16-227). 38 T a l e n t e n d i m i e n t o de la o p e r a c i ó n poética, varias veces reiterado p o r Martí, n o debe s i n e m b a r g o ser r e d u c i d o a este ú n i c o c a m p o , sino q u e hay q u e reconocerlo c o m o u n a parte, i m p o r t a n t e sin d u d a , de u n d e s c u b r i m i e n t o m a y o r : los m ú l t i p l e s a u t o m a t i s m o s q u e f u n c i o n a n en el ser h u m a n o s i n cruzar p o r su conciencia n i ser m o v i d o s p o r su v o l u n t a d . Así, p o r e j e m p l o , h a b l ó de " l a i n t e l i g e n cia del c u e r p o " , a l reconocer q u e éste era capaz de actuar, m a q u i n a l m e n t e , p o r sí m i s m o : " L o s m o v i m i e n t o s inteligentes de los m ú s c u l o s . O t r a especie de i n t e l i g e n c i a , q u e d i r i g e los actos que se l l a m a n " m a q u i n a l e s " (21-404). Más s u t i l a ú n es su d e s c u b r i m i e n t o de l o que l l a m ó " l a i n t e l i g e n c i a de la m a n o " , p o r c u a n t o se refiere a u n a u t o m a t i s m o v i n c u l a d o c o n la escritura. L o registró, observando q u e era capaz de actuar d e n t r o de u n sistema estructurado, al percib i r u n p r i m e r error ortográfico de la m a n o , q u e l u e g o habría de ser enmendado compensatoriamente: se equivoca, al escribir pan, y escribe han. En vez de una letra labial, pone otra labial. A u n en su abandono, la inteligencia obra Composición, por partes y elementos, de la inteligencia. Y en dos palabras seguidas, al equivocar una letra (¿?an bueno), dirá luego la letra que cambió: ban (pan), pueno (bueno) (21-398). E n el c i t a d o a r t í c u l o sobre el Congreso de A n t r o p o l o g í a , su estima p o r el reverendo T u r l u g , responde a q u e éste reconoce la fía de Bucke, " T h e double nature of poet, a profound spirituality mingled withan exuberant animality, remains a paradox in the biography —though it is not treated as such" (p. 9). Obra literaria, ed. cit., p. 274. 38 NRFH, XXXIÏ JOSÉ MARTÍ E N E L E J E D E L A MODERNIZACIÓN POÉTICA 123 "mente a u t o m á t i c a " y llega a decir de él que ha entonado u n cántico al alma: " É l cree en la obra involuntaria de la mente, en la atracción, unidad y fuerza de los espíritus". Pero la manifestación más a m p l i a de este automatismo, capaz de abarcar la existencia personal entera, es también la percepción más extraña que Martí hizo de sí mismo en una fórmula muchas veces repetida: " Y o que vivo aunque me he muerto" ( Versos sencillos, 16-101); " H e vivido; me he muerto: y en m i andante fosa sigo viviendo "(Versos libres, 16-173); " Q u e yo voy muerto, es c l a r o " (16-192); o en una cuarteta de sus apuntes: " L a ciudad es grande, cierto, / y rica, y brillante, y bella, / y yo soy u n hombre muerto, / y m i sarcófago es e l l a " (21-181). U n verso de Flores del destierro restablece la ecuación productiva sufrimiento / poesía ("Muerto como hombre y como sol sereno" 16-240) guiado hacia el o x í m o r o n con que conjugará ambos términos en u n a cuarteta de sus borradores: Solo, como la l l a m a desprendida de u n cadáver que, en el desierto, c o m o u n sol funeral cruza la vida, c o m o u n rey, como u n m á r m o l , como u n muerto (21-401). Este "sol funeral", que responde armónicamente al "soleil n o i r " nervaliano y que es "sereno" y grave como es el ritmo pausado de la cuarteta (a poner entre sus más pulcras y misteriosas poesías), traduce íntegro este c l i m a onírico que curiosamente no es producto de u n a despersonalización, pues el " y o " está presente, en u n a sobrecogedora transparencia, como u n testigo atento que ha alcanzado la calma y deja hablar en él al mundo. N o encuentro mejor equivalencia de esta emergencia a u t o m á tica de la poesía, contemplada más que elaborada por el poeta, sino en el famosísimo pasaje de la carta de P a u l Demeny: C a r J E est u n autre. S i le cuivre s'éveille clairon, i l n'y a rien de sa faute. C e l a m'est évident: j'assiste à l'éclosion de ma pensée: je la regarde, je l'écoute: je lance u n coup d'archet: la symphonie fait son remuement dans les profondeurs, o u vient d ' u n bond sur la s c è n e . 39 E n la paralela carta a Georges Izambard, del 13 de mayo de 1871, R i m b a u d se explica: " C ' e s t faux de dire: Je pense. O n devrait dire: O n me pense" . E s a m i s m a c o m p r o b a c i ó n la hizo Martí en uno de los poemas que mejor certifican la transición de su poesía, " C u a l de incensario roto..." perteneciente a Flores del destierro: 40 39 40 Op. cit., p. 254. Op. cit., p. 252. 124 ANGEL RAMA NRFH, XXXII ¿Quién piensa en mí? ¿Quién habla por mis labios cosas que en vano detener intento? ¿De dónde vienen los consejos sabios? ¿Adonde va sin rienda el pensamiento? (16-248) T r a t a n d o de c o m p r e n d e r l o en el arte de E m e r s o n , así l o definió: " É l se veía c o m o p u p i l a transparente que l o veía todo, l o reflejaba todo, y solo era p u p i l a " . L a potencia v i s i o n a r i a se a r t i c u l a c o n esta suerte de i m p a s i b i l i dad creativa, a la q u e llega en su madurez, y l a q u e de n i n g ú n m o d o puede c o n f u n d i r s e c o n la f r i a l d a d parnasiana q u e reprobó, n o p o r q u e pecara c o n t r a la belleza, s i n o p o r q u e , dice, " l e q u i t a l o que el estilo debe tener, el salto del a r r o y o , el c o l o r de las hojas, la majestad de la p a l m a , la lava del v o l c á n " (22-100). Es la serenidad de u n a visión q u e surge tras la muerte; entiéndase, desprendida de las contingencias mezquinas del v i v i r que tantas veces erizan los Versos libres y l i b r e para reconocer la real estructura del u n i v e r s o y sus altas leyes. D e l m i s m o m o d o que la visión n o es p r o d u c i d a sino q u e sobreviene en el i m a g i n a r i o , del m i s m o m o d o l a poesía i r r u m p e c o n fuerza c o m o cosa ajena. E l poeta se constituye en el servidor de dos sistemas expresivos q u e se p r o d u c e n , ambos, fuera del m a r c o de la conciencia, s i n que el " y o " parezca rozarlos, reduciéndose a testigo y h u m i l d e colaborador. De a h í se o r i g i n a la precisión realista, el d i b u j o nítido y sintético, la tenua melodía, el r i t m o elusivo ("desusado" d i j o él), los p r i m e r o s ejercicios del "verso n a t u r a l " , q u e c o m p o n e n u n l i b r o i r r e g u l a r q u e n o ha o b t e n i d o la atención q u e h a n c o n q u i s t a d o otros de Martí, a u n q u e en sus mejores piezas n o sea en nada i n f e r i o r a los Versos sencillos: el l i b r o de las Flores del destierro. " N o t a s de imágenes tomadas a l v u e l o " fue la definición del a u t o r en el p r ó l o g o que preparó para su edición, q u e n o llegó a hacer, a pesar de reconocer c u á n t o amaba esos versos. E n sus m o m e n t o s de p l e n i t u d ( " C u a l de incensario r o t o " , " D o s p a t r i a s " , " T o n o s de o r q u e s t a " , " S e ñ o r , a ú n n o h a c a í d o " , " M a r z o " , " B i e n : yo respeto", " S i e m p r e que h u n d o la m e n t e " , " C o m o fiera e n j a u l a d a " ) alcanza esa n o t a de m o d e r n i d a d q u e , c o m o señalara de la obra m a r t i a n a Federico de O n í s , va m u c h o más allá de la i n m e d i a t a p o s t e r i d a d " m o d e r n i s t a " : su e n t o n a c i ó n puede asociarse proféticamente a varios poetas del siglo X X , t a l c o m o l o ha hecho C i n t i o V i t i e r p a r a los antecedentes v a l l e j i a n o s q u e surgen r e p e n t i n a m e n t e en Martí, pero percibo q u e su m a y o r v í n c u l o es c o n u n poeta estrictamente c o n t e m p o r á n e o suyo y q u e n o sé si llegó a conocer: E m i l y D i c k i n s o n . H a b í a m u e r t o en 1896 y a u n q u e a l g u n o s de sus poemas l l e g a r o n a aparecer en revistas, la revelación de su obra c o m e n z ó c o n la p u b l i c a c i ó n de 4 1 41 Obra literaria, ed. cit., p. 241. NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ EN E L EJE DE LA MODERNIZACIÓN POÉTICA 125 Poems, en 1890, y Poems: Second series en 1891, cuando ya Martí está en Versos sencillos, en la i n m i n e n c i a de abandonar la poesía por la acción, T e n í a n comunes devociones emersonianas, comunes impregnaciones de religiosidad natural, comunes atenciones para la vida cotidiana y, desde las Flores del destierro martianas, comunes tendencias a la precisión enunciativa y a la elipsis para dibujar velozmente sus visiones. "Nature, the gentlest mother" es u n a más sucinta poesía martiana; " T h e C h a r i o t " u n a visión metafísica trazada sobre el filo de lo cotidiano que evoca versos sueltos de sus borradores. Ambos coinciden en el deslumbramiento del mes de marzo, que a pesar de sus toques ampulosos, ya obtiene en Martí ese tono de extrañeza: "Marzo fatal sobre la tierra cruza, / marzo envidioso: corta la erizada / ala la nube que al encuentro boga / de A b r i l , su r i v a l " , concluyendo con lírico remate: " H o y es Marzo, dolor, y A b r i l m a ñ a n a " / (16-292). E m i l y D i c k i n s o n trabaja como los pintores iluministas de la época, sobre el estilo que llamamos sublime: Dear March, come i n ! H o w glad I a m ! I looked for you before. P u t d o w n your h a t — Y o u must have w a l k e d — H o w out of breath you are! Dear March, how are you? A n d the rest? D i d you leave Nature well? O h M a r c h , come right upstairs w i t h me. I have so m u c h to t e l l ! 42 T a l como dijimos del sufrimiento, que en Martí no está dirigido exclusivamente a la formación del Poeta, tal podemos decir de esta disociación de u n yo y u n otro, que no sólo sirve al trabajo poético. E s u n caso parcial de u n comportamiento general del espíritu. Martí reconoce un funcionamiento intelectual que está fuera de la fiscalización de la conciencia. Observa así, que " l a s mejores ideas" no proceden del empecinado trabajo meditativo, sino que surgen " e n la conversación de una manera imprevista y espontánea, involuntariamente, pujantemente", lo que provoca la perplejidad del m i s m o que las formula: " N o vienen a remolque de nuestra voluntad, sino que brillan de súbito a nuestros ojos asombrados". E n este pasaje, anota que tal comportamiento abarca la órbita completa de la vida espiritual, por lo cual considera que existe en ella una disociación: habría dos fuentes separadas del actuar y del conocer, u n " y o " y u n " o t r o " . Este ú l t i m o no sólo sabe más sino que registra la existencia Poems (ed. Martha Dickinson Bianchi y Alfred Léete Hampson), Boston, 1937, p. 111. 42 126 ANGEL RAMA NRFH, XXXIÎ de las "leyes" rectoras, muy por encima de lo que puede percibir la subjetividad personal, vista como reducida y escasamente poderosa. Y esto no es verdad solamente en ideas de orden poético, sino en esfera positiva y experimental. O será que en nuestro interior se está sentado, como guardián, un consejero íntimo, que por nuestros labios revela a nuestra mente las leyes que han de guiarlo (22-311). L a capacidad para reconocer la macroestructura del universo y las leyes que rigen su funcionamiento, competería a ese " o t r o " que está compenetrado genética, misteriosamente, de ellas, que es afín al universo. C u a n d o en su poema de Flores de destierro proclama " D e donde vine, ahí voy: al U n i v e r s o " (16-247) se está refiriendo al " o t r o " que dentro de él es capaz de esa convergencia de los iguales . E s apoyo de este entendimiento del aparato psíquico, puede recurrirse a u n a experiencia personal que consignó en sus papeles privados. Más de u n a vez Martí se refirió a los pocos momentos de éxtasis que parecieron breves oasis en u n a vida de sufrimiento, pero este episodio es quizás el más singular porque enlaza con una significación procedente de Emerson: 43 Ya he andado bastante por la vida, probado sus varios manjares. Pues el placer más grande, el único placer absolutamente puro que hasta hoy he gozado fue el de aquella tarde en que desde mi cuarto medio desnudo vi a la ciudad postrada, y entrevi lo futuro pensando en Emerson. Vida de astros. Por lo menos, claridad de astros (22-323). E n otro apunte aclaró la significación: L o imperfecto de esta existencia se conoce en que en toda ella apenas hay unos cuantos momentos de dicha absoluta, dicha pura, que son los de pleno desinterés, los de confusión del hombre con la naturaleza. (Emerson. L a tarde de Emerson: Cuando pierde el hombre el sentido de sí y se trasfunde en el mundo) (21-387). De esta suerte de lenguaje del inconsciente, capaz sin embargo de formularse en estructuras perfectamente organizadas, como son las de la poesía versificada, hay numerosos testimonios en sus anotaciones: " L o s versos vienen como empujados desde adentro, y amoldados, dispuestos, encaramados en un taller interior"; " L a pluma, como llevada por un duende, rasguea líneas informes, volcánicas, inquietas. Más parece Dios que tiembla que pluma que escribe" (22-235). Contrariamente a una divulgada creencia, poca ayuda presta el freudismo canónico del X X a una interpretación de estos procesos (v. " E l poeta y la fantasía" en Obras completas, Madrid, 1948) siendo más útiles los estudios literarios sobre " l a imaginación" (v. "Jalons pour une histoire du concept d'imagination" en JEANSTAROBINSKI, L'oeil vivant II: La relation critique, Paris, 1970) o la percepción de su entronque social (v. FRÉDÉRIC JAMESON, The political unconscious. Narrative as a socially symbolic act, Cornell University Press, 1980). 43 NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ KN E L E J E D E L A MODERNIZACIÓN POÉTICA 1.27 E n esos relámpagos extáticos se desprendía del " y o " personal y toda la conciencia era ocupada por el " o t r o " que en él hablaba y en ella traducía las leyes fijas del Universo, ya no vistas como verdad emanada de Dios sino como visión objetiva de su funcionamiento. R E A L I S M O Y OBJETIVIDAD E n estas operaciones, a consecuencia de sus nuevos imperativos, se esfuma la predicación sobre la realidad, su valoración o enjuiciamiento subjetivos. L a sustituye u n a p u n t u a l anotación de los elementos que componen la visión, acentuando los lazos que los relacionan y su energía, estructurante del sentido. L o s Versos sencillos surgen en Castkill H i l l como encendidas visiones, después de la compresión espiritual sufrida por el poeta en el Congreso Panamericano de Washington, y en ellos se apaciguan los mecanismos analógicos que en retórica traducen los " c o m o " , los " t a l parece" e incluso las metáforas, aunque éstas sobreviven tenazmente en las de uso. L a descripción del arte poética de Whitman que en este aspecto central hace Martí, puede trasladarse a su propia arte poética en el momento de los Versos sencillos: Él no esfuerza la comparación y en verdad no compara sino que dice lo que ve o recuerda, con un complemento gráfico e incisivo, y dueño seguro de la impresión de conjunto que se dispone a crear, emplea su arte que oculta por entero, en reproducir los elementos de su cuadro con el mismo desorden con que los observó en la Naturaleza. U n principio realista rige este arte, fuertemente apoyado en la " r e p r o d u c c i ó n " de elementos naturales, aunque a ellos se llegue verdaderamente a través de la "visión" del "otro" interior e impasible, capaz de percibir la legalidad del universo. E n la inminencia de los Versos sencillos Martí alababa el realismo, tratando de desligarlo de su m á s notorio rasgo en la vertiente europea de la modernización, que fue el cultivo del feísmo, la mostración del m a l , no tanto por considerar que esto no caía dentro de su campo expresivo, sino porque la atención exclusiva para esos aspectos cuestionaba el m i s m o término literario: " e l realismo pleno y verdadero — d i c e — que es útil y encanta, no como el que solo pinta el mal, que es falso". T o d a v í a cabía otra i n c u l p a c i ó n al realismo, en la acepción corriente con que se manejaba, en cuanto refería a los métodos estrictamente analíticos que caracterizaron la novela tanto realista como naturalista y que por lo tanto para Martí se emparentaban con las operaciones de la ciencia aplicada a la disgregación de los elementos componentes de u n a parcela de realidad. L a posición equilibradora de Martí y su puesto en el centro del proceso de cambio 128 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII u n i v e r s a l , también se traduce en este c a m p o m e t o d o l ó g i c o , pues i n t e n t a abrazar las dos tendencias filosóficas opuestas, reintegrar las normas científicas y las aspiraciones de u n a r e l i g i ó n n a t u r a l , engarzar el i d e a l i s m o c o n la precisión q u e deriva del análisis. E n u n o de sus apuntes así l o expresa: No hay más que diferenciar entre los talentos de análisis y los de síntesis. De aquéllos, lo que se llama realismo; de éstos, lo que se llama idealismo. La exageración natural e imponente de una u otra condición es el genio imperfecto: el genio perfecto es el que con el poder supremo de la moderación, co-explica el análisis y la síntesis, sin que ésta prescinda de aquélla, n i niegue aquélla a ésta, y suba a la síntesis por el análisis (22-236). C o m o veremos, este m i s m o p r o b l e m a fue considerado en M é x i c o p o r Justo Sierra y p o r M a n u e l Gutiérrez N á j e r a , quienes tropezaron, para su aceptación de la tendencia realista q u e en prosa o verso l i t e r a r i o venía prestigiada desde E u r o p a , c o n el escollo q u e les ofrecía su tesonero desdén p o r los valores morales, p o r las grandes aspiraciones ideales. Sagazmente Sierra observó q u e " t o d o s los grandes idealistas h a n sido realistas, y c u a n d o los realistas n o h a n sido idealistas o estos n o h a n o b t e n i d o el s e n t i m i e n t o de l a r e a l i d a d , n o h a n p r o d u c i d o obras de artes, éstas h a n sido i n c o m p l e t a s " , superando ya en 1882 l a rígida d i c o t o m í a q u e seis años antes h a b í a forzado a Gutiérrez Nájera a enarbolar la bandera idealista y p r o c l a m a r q u e en M é x i c o " j a m á s podrá i m p e r a r l a escuela realista, h i j a enfermiza de la p r o s t i t u i d a E u r o p a , nacida entre l a embriaguez y l o c u r a de la o r g í a " . L a solución e q u i l i b r a d o r a de Martí le p e r m i t í a , c o m o a Sierra, recuperar la p o s i t i v i d a d realista d e n t r o de u n arte i m p r e g n a d o de eticidad. E l r e c o n o c i m i e n t o de l a l e g i t i m i d a d de este r e a l i s m o muestra el l a r g o c a m i n o r e c o r r i d o p o r Martí desde su t r e m o l a n t e s u b j e t i v i s m o i n i c i a l , q u e a u n c o n t a m i n a buena parte de sus Versos Ubres, pero muestra además el p r o g r e s i v o a d e n t r a m i e n t o en u n a lección del arte o c c i d e n t a l , desprendiéndose del c o n f e s i o n a l i s m o r o m á n t i c o y a m b i c i o n a n d o u n registro más preciso y o b j e t i v o de las fuerzas que operaban en l a r e a l i d a d , de acuerdo c o n la p a u t a p r o p o r c i o n a d a p o r la ciencia. Heredero, en este aspecto, de Baudelaire y de G a u t i e r , R i m b a u d h a b í a estigmatizado el s u b j e t i v i s m o en su carta a George I z a m b a r d , p r o c l a m a n d o l a nueva era de l a " p o e s í a o b j e t i v a " : 44 45 "Literatura francesa", en JUSTO SIERRA, Obras completas, III: Critica y artículos literarios (ed. José Luis Martínez), México, 1977, pp. 338-339. 44 4 5 " E l arte y el materialismo" ( 1 8 7 6 ) en MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA, Obras, I: Crítica literaria (ecj. Ernesto Mejía Sánchez), México, 1959, p. 63. NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ EN E L E J E DE L A MODERNIZACIÓN POÉTICA 129 Sans compter que votre poésie subjective sera toujours horriblement fadasse. Un jour, j'espère, —bien d'autres espèrent la même chose— je verrai dans votre principe la poésie objective, je la verrai plus sincèrement que vous ne le feriez! 46 L a poesía objetiva, que había hecho la catarsis de la estética r o m á n t i c a , al precio de u n esteticismo cultista en los parnasianos, comienza a ser capaz de rendir cuentas del mundo circundante del poeta, de la vida y los personajes tenidos por no-poéticos, de la materialidad que impulsaba a la nueva sociedad triunfante, desprendiéndose al mismo tiempo del sentimentalismo, no menos "fadasse", de Coppée. H a sido F i n a García Marruz q u i e n ha detectado los acentos rimbaudianos en la poesía martiana, y lo ha hecho con relación a los fragmentos de poesía enunciativa y objetiva que sobrevienen en los papeles del cubano como bruscas anotaciones (¿podría decirse i l u minaciones?) del tipo de "Versos para los pobres / versos de pobres / fábulas nuevas" (22-30) o las límpidas imágenes que saltan en su prosa, destacándose por la nitidez del dibujo, por la objetividad del registro poético que prescinde de la c o n t a m i n a c i ó n subjetivante, por la concentración elíptica que las resuelve en mínimos trazos. E n la medida en que imágenes emparentables también se recuperan en los versos de la Dickinson, resulta a ú n más legítima la observación del crítico acerca de la fuente de donde proceden: "del Norte toma la poesía de lo cotidiano, del hecho desnudo, de la humilde vida diaria" . 47 Desde Flores del destierro la precisión realista y más aún la objetividad, rigen a las imágenes: " l a infeliz mujer de Italia / pura como su cielo, que en la esquina / de la casa sin sol donde devoro / mis ansias de belleza vende humilde / pinas dulces y pálidas manzan a s " (16-300). O en sus anotaciones, la sequedad con que se hace la evocación de vida pasada: M i llegada a México / de puerta en puerta / m i chaqué, / la palangana de madera" (21-462). O los dípticos enigmáticos de sus Versos sencillos. Esta vía del arte había sido la discutida por Justo Sierra al reseñar las dos conferencias dadas en México por el Sr. Lejeune sobre la reciente literatura francesa. E l orador había opuesto la escuela idealista (romántica) y la realista (Flaubert y sus descendientes), lo que agudamente Sierra prefirió traducir por las palabras subjetivo y objetivo, reconociendo que " l a tendencia exclusivamente objetivista domina en la literatura c o n t e m p o r á n e a " : Op. cit., p. 252. " L a prosa poemática en Martí" en martianos, L a Habana, 1969, p. 228. 46 47 C I N T I O V I T I E R - F I N A G A R C Í A MARRUZ, Temas 130 NRFH, ÁNGEL RAMA XXXII L a necesidad de buscar el vocablo que represente con mayor exactitud el objeto; de causar con la disposición de la frase, hasta con el sonido de las palabras a veces, una sensación idéntica a la producida por la realidad; el sistema de huir de todo epíteto que acuse una intervención del sentimiento del autor en lo que relata; de suprimir en lo posible, los adjetivos, las ideas generales, todo lo que signifique, lo repetimos, una sustitución del espíritu del escritor a la realidad... 48 A pesar de la sutil reconversión del problema, y de su reconocimiento de que no había oposición entre idealismo y realismo, Sierra no dejó de reprobar el objetivismo, que percibía como el impersonalismo de la poética de Leconte de L i s i e , por considerarlo inadecuado al temperamento imaginativo, ardiente, fuertemente subjetivizado de los hispanoamericanos. Esta discusión habría de reproducirse tal cual ochenta años después con la aparición de la escuela objetalista de la narrativa francesa (Robbe-Grillet) y motivaría nuevamente la alarma de los narradores hispanoamericanos que la habrían de ver, por su presunta frialdad, como una valla a la expresión personal. Justo Sierra p r o c u r ó tasar equilibradamente las virtudes de ambas tendencias, con tendencia favorable a la segunda: Las obras subjetivas arrebatan, producen el entusiasmo, que es la forma sensual de la aspiración del hombre a lo desconocido, mientras las obras objetivas hieren las fibras íntimas del corazón, conmueven en el más profundo (sentido) de la palabra . 49 Viviendo las mismas oscilaciones, también Martí reprobó la " f r i a l d a d " parnasiana que le parecía inadecuada al temperamento hispanoamericano, pero aunque era arrastrado por el impulso confesionalista, fue asimilando las virtudes del objetivismo que i m p l i caba u n más esforzado trabajo artístico y u n mayor respeto hacia el lector, reconocido como entidad adulta capaz de hacer por sí solo la elección del significado, sin que le fuera impuesto explícita y emocionalmente. C o m o en otros aspectos de lo que ya era para él una antropología latinoamericana, procuró u n a solución evolutiva en que sin perder elementos constitutivos del ser americano los enriqueciera con la incorporación progresiva de las tendencias internacionales científicas y técnicas con su organización racional de la vida y trabajo sistemático. E n u n nivel superior la dicotomía subjetivismo / objetivismo se expresaba por otra: i m a g i n a c i ó n / razón. E n u n artículo de La AméricU p r o p u g n ó la m i s m a solución transculturadora y moderadora: " N o hay que rebajar las condiciones que se tienen: sino equilibrarlas por el realce o adquisición de las que no se tienen. Para dar a los pueblos de la América del Sur lo que les 48 Op cit., 49 Op. ext., p. 337. p. 339. NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ E N E L E J E DE L A MODERNIZACIÓN POÉTICA 131 falta, no hay que rebanarles la hermosa imaginación, sino levantarla, dotarlos de razón en igual grado" (23-43). E l traslado a una objetiva enunciación de la realidad no sólo respondía a la lección científica que producía u n conocimiento verdadero, sino que además permitía reencontrar esa subjetividad y esa imaginación que los hispanoamericanos temían perder en la hora internacional que vivían, gracias a u n a identificación entre operaciones intelectivas y funcionamiento de la naturaleza. S i se diseñaba objetivamente el funcionamiento del mundo se reproducía la conciencia humana, ya que ambas eran la m i s m a cosa, el mismo orbe natural. Y al cabo de este diseño se conquistaban dos cosas nuevas: se alcanzaba la precisión y la rigurosidad predicadas por la ciencia, y la subjetividad que se reencontraba en esa enunciación objetiva ya no era simplemente la privada, individual, restricta del autor, sino, como pensaba W h i t m a n , la de todos los seres humanos, con prescindencia de su mayor o menor educación, su situación en las jerarquías sociales, sus ideas o creencias. E n uno de sus apuntes Martí proclama la universalidad de las leyes naturales: Aplicad sin miedo a cada acto de la vida las leyes generales de la Naturaleza: en medicina, en desarrollo de pueblos, en la creación del carácter, en medicina de alma. Las leyes de una locomotora son las del cuerpo humano. Las leyes de las mareas son las de los pensamientos. Y las leyes que rigen la existencia de un pueblo, son las mismas que rigen la vida de una flor. Pues, ¿de dónde viene su admirada sabiduría a las gentes de campo y de mar? (22-324) . 50 E l objetivismo concluía siendo consecuencia de u n a estética que se había fundado respondiendo al desafío de la ciencia, en el ápice de la modernización. L a preocupación de Martí, de Sierra, la reencontramos en Manuel González Prada. Gracias a su maciza cultura universal, el peruano buscó su fuente en las letras alemanas. C o m o Martí, admiró la revolución poética aportada por los "suspirillos g e r m á n i c o s " becquerianos y como Martí, detestó a los blandos y quejumbrosos imitadores, preguntándose: " ¿ P o r qué los germanistas castellanos no aclimatan en su idioma el objetivismo a l e m á n ? " Y aunque no le complacía la "frialdad m a r m ó r e a " de Goethe reconocía que " e n sus versos parece realizar lo imposible: como una Este r a z o n a m i e n t o llevó a M a r t í a a f i r m a r l a e x i s t e n c i a de " h e c h o s d e l e s p í r i t u " , e q u i v a l e n t e s a los " h e c h o s c i e n t í f i c o s " y p o r l o t a n t o a c o n c l u i r : " A s o m b r a n las c o r r e s p o n d e n c i a s y r e l a c i o n e s en t r e e l m u n d o m e r a m e n t e n a t u r a l y e x t r a h u m a n o y las cosas d e l e s p í r i t u d e l h o m b r e , t a n t o q u e u n a x i o m a c i e n t í f i c o viene a ser u n a f o r m a e m i n e n t e m e n t e g r á f i c a y p o é t i c a de u n a x i o m a de la v i d a h u m a n a " (22-141). E l e j e m p l o q u e p r o p o r c i o n a c o m o p r u e b a , t o m a d o de u n a c o n f e r e n c i a de C h a r l e s D a n a , está lejos de c o r r o b o r a r su aserto y m á s b i e n revela l a l i b e r t a d d e l asociacionismo analógicomartiano. 5 0 132 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII a r q u i t e c t u r a en m o v i m i e n t o , c o m o u n a música p e t r i f i c a d a , c o m o una pintura con palabras" . E n l a i n m i n e n c i a de los Versos sencillos Martí hace suya l a e v e n t u a l i d a d de u n a " p o e s í a o b j e t i v a " t a l c o m o l a q u e R i m b a u d aconsejaba a Izambard, la c u a l , c o m o R i m b a u d en su carta a Demeny insiste, reclamaba u n a estricta investigación de los mecanismos expresivos, en p r i m e r t é r m i n o l a l e n g u a de l a poesía: " T r o u v e r u n e langue; d u reste, toute p a r o l e étant idee, le temps d ' u n langage universel viendra.(...) Cette l a n g u e sera l ' á m e p o u r T á m e , r é s u m a n t t o u t , p a r f u m s , sons, couleurs, de l a pensée accrochant l a pensée et t i r a n t " . L a m i s m a obsesión, en casi los m i s m o s términos, l a reencontramos en González Prada y e n Martí, pues para ambos l a clave está en esta reconstrucción de u n a l e n g u a adaptada a l a poesía, en estrecha asociación c o n e l p e n s a m i e n t o , pues p a r a ellos p a l a b r a es idea. U n a selección de apuntes de Martí, entre sus papeles sueltos, expresa l a m i s m a c o n c e p c i ó n r i m b a u d i a n a : 51 52 S i n u n a sola palabra m á s de las que necesita, n i dos imágenes por u n a , n i u n a imagen donde no concurra a la claridad de l a idea (22-100). Adoro l a sencillez, pero no l a que proviene de l i m i t a r mis ideas a este o aquel c í r c u l o o escuela, sino l a de decir lo q u e veo, siento o medito, con el menor n ú m e r o de palabras posibles, de palabras poderosas, gráficas, enérgicas y armoniosas (22-101). H a c e r llorar, sollozar, increpar, castigar, c r u j i r l a lengua, domada por el pensamiento, como la silla c u a n d o la m o n t a el jinete; eso entiendo yo por escribir (22-102). Para m í las palabras h a n de tener a la vez, en saludable, sin exceso de n i n g u n a de las tres, sentido, m ú s i c a y color (22-102). Q u e se trataba de u n a a d q u i s i c i ó n de su estética, a l a q u e h a b í a llegado p o r u n i n g e n t e esfuerzo de asepsia, separando las voces de los ecos a l a m a n e r a m a c h a d i a n a y buscando el ajuste entre su c o n c e p c i ó n del m u n d o y l a escritura poética, q u e d a p a t e n t i z a d o en el c o m e n t a r i o q u e e n sus f r a g m e n t o s sigue a l a ú l t i m a a n o t a c i ó n r e p r o d u c i d a más a r r i b a , el c u a l dice: E n el esfuerzo por obtener este estilo, que unos dicen que he logrado, me aparté sin duda m u c h o de lo corriente, c o m o el que toma i m p u l s o para saltar, y estas cualidades, que con l a edad y el cultivo h a n llegado, a j u i c i o de algunos, a l reposo, fueron, a l aparecer, excesivas y violentas tanto que no escribiría hoy, por cierto, con l a que escribía, con menos literatura, menos vida, hace cinco años (22-102). Efectivamente, l a r g o t i e m p o y larga m e d i t a c i ó n dedicó Martí a la l e n g u a , revisando diversos tópicos: los a r c a í s m o s , los neologis51 52 Op. cit., p. 12. Op. cit., pp. 255-256. NRFH, XXXII JOSÉ MARTÍ E N E L E J E DE L A MODERNIZACIÓN P O É T I C A 133 mos, los extranjerismos, los regionalismos y dialectalismos americanos que fue coleccionando en sus libretas, los significados múltiples, etc. E l centro de esta investigación fue la búsqueda de valores fijos e inamovibles, especialmente difíciles en época de transición y abrupta renovación. E l propósito, el mismo que orientó a Darío: la fundación de u n a lengua americana de la poesía que se ajustara al coloquialismo del habla y a la elegancia culta. Martí y Darío vieron facilitada esta tarea por sus desplazamientos entre las diversas áreas lingüísticas americanas; si Martí no convivió con la zona sureña platense donde se había producido la más drástica renovación, suplió esta carencia con u n persistente escudriñamiento de las invenciones lexicales de la zona, los desplazamientos semánticos, las articulaciones sintácticas, la invasión de galicismos que en ocasiones reprobó, la incorporación de indigenismos, materiales de que están plagados algunos de sus Cuadernos de Apuntes y sobre los cuales se manifestó positivamente comentando u n libro de J u a n A . P i a g g i o . Fuera de su conocimiento personal de Centroamérica, México y Venezuela, amén de su C u b a natal, desde su mirador neoyorkino dispuso de u n a información amplísima sobre la totalidad hispanoamericana, la que puso al servicio de esa nueva lengua l i m p i a , flexible y vivaz, huyendo tanto de la "jerga arcaica" como de la "jerga científica". 53 C o m o en el título lezamiano, " l a fijeza" motiva su búsqueda, puesta a su vez al servicio del rigor y de la precisión, pues el ajuste lexical de la poesía implicaba el mismo ajuste exacto de la idea. S u pesquisa de lo permanente lo acercó a u n a estimación etimológica, semejante a la que practicó U n a m u n o , que veía como la única capaz de resistir el desgaste del uso: " H a n de usarse las palabras como se ven en lo hondo, en su significación real, etimológica y primitiva, que es la única robusta, que asegura duración a la idea expresándola en e l l a " (21-164). Y en la medida en que u n léxico sólo funciona dentro de u n a sintaxis, afirmó el raigal sistema lingüístico español aunque desembarazándolo de arcaísmos y aceptando las incorporaciones de otras lenguas: Lenguaje que del propio materno reciba el molde, y de las lenguas que hoy influyen en la América soporte el necesario influjo, con antejuicio suficiente para grabar lo que ha de quedar fijo en esta época de génesis, y desdeñar lo que en ella se anda usando, lo que no tiene condiciones de fijeza, ni se acomoda a la índole esencial de nuestra lengua madre. Coincidió con González Prada en la oposición frontal al arcaísmo, a la restauración de formas caídas en desuso, abogando por la nitidez de u n a lengua firme y diestra que transpusiera el habla 53 " T i p o s y costumbres bonaerenses'^ en Obra literaria, ed. cit., pp. 225-229. 134 ÁNGEL RAMA NRFH, XXXII de su tiempo. E s a lengua era condición previa de la obtención de u n a objetividad que acreditaba la vía epistemológica de la poesía, aunque Martí no podía menos de ser consciente de que la austeridad que exigía de la poesía reducía notoriamente su campo expresivo. Se trataba de una higiene de las letras, lograda por el camino del laconismo, la precisión, el rigor cognoscitivo, el retaceo de la efusión subjetivista, la prescindencia del discurso doctrinal, aunque ese camino también debía evitar la frialdad negadora de la e m o c i ó n y el mero cientificismo que la hubiera apartado de su propósito ú l t i m o : ser el canto de todos. Creo que fue la conciencia de esta reducción de posibilidades expresivas, cuando estaba abogando por u n férreo ajuste de palabra e idea, lo que motivó su apelación a las matrices métricas tradicionales, a los sistemas rítmicos y a las estructuras melódicas, a los que había sido anteriormente esquivo. No sólo restauraban ese equilibrio moderador entre u n a larga tradición recibida y u n presente cargado de futuridad, sino que proporcionaban u n enorme campo complementario a las necesidades expresivas, permitiendo que la emoción, el subjetivismo, corrieran por las pautas sonoras, reforzando, prolongando, contradiciendo a veces, lo que las precisas palabras decían. Estas palabras se desdoblaron en sus significantes y significados construyendo dos tejidos paralelos, acordes o discordes, que-deplegaban lo que Darío habría de llamar dos melodías: " C o m o cada palabra tiene u n alma, hay en cada verso, además de la harmonía verbal, una melodía i d e a l " . E s a función de los sonidos carecía del código escrito que en los significados permitía apelar a los rigores etimológicos para alcanzar la fijeza, pero no por eso dejaba de existir tal código, que se reencontraba viviente en el habla de los hombres americanos. Constituía u n misterioso depósito que aunque no pasara por la conciencia, no dejaba de herir agudamente la sensibilidad. A esta altura de su evolución intelectual, Martí, que había descubierto el " o t r o " que hablaba imperiosamente dentro de sí con más profunda verdad que su yo subjetivo, también había registrado la distinción entre oír y escuchar (la que va entre ver y mirar) que permitía que el receptor del mensaje podía oirlo aunque no lo escuchara, lo que dice, en " C u a l de incensario roto", el poema en que había percibido al " o t r o " q u e hablaba dentro de él: " Q u e todos oyen cuando nadie escucha". Ésta era la vía sensible y no intelectiva, la que por lo tanto respondía a los componentes sensibles, sonoros, de la poesía y no a los intelectuales, significativos. A ella aludió con precisión en el p r ó l o g o de Versos sencillos al señalar que repetía " u n consonante de propósito, o los gradúo y agrupo de modo que vayan por la vista y el oído al sentimiento" (16-22). E l ojo que lee, el oído que registra el sonido, son las vías para recibir, en el sentimiento, el efecto de los consonantes dentro del gran tejido fónico. NRFH; XXXII 135 JOSÉ MARTÍ E N E L E J E DE L A MODERNIZACIÓN P O É T I C A Llegados a este entendimiento maduro de la poesía, tanto R i m baud como Martí, antes de abandonarla por la acción tal como quedaba previsto en esta vía revolucionaria, entonaron u n a poesía a r m ó n i c a y reconciliada. A la plenitud de " O saisons, ó châteaux, / quelle âme est sans défauts?" responde el saber austero, objetivo, de la pura melodía: Y o he puesto la m a n o osada, de horror y j ú b i l o yerta, sobre la estrella apagada que cayó frente a m i puerta. ÁNGEL University of Maryland. RAMA