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Miriam Learra. Pasión por el arte
MARTHA LUISA HERNÁNDEZ CADENAS
AMALIA ROJAS MIRABAL
DANA ESTRADA ACOSTA.
(Estudiantes de Teatrología, I año)
Su nombre no nos resultaba desconocido. Recordábamos su imagen en las
telenovelas que veíamos de niñas. Entre mamparas y Tierra Brava nos la
hicieron familiar. Esta investigación nos permitió acercarnos a su faceta de
actriz de teatro que, si bien no nos era extraña, no habíamos alcanzado a
presenciar en toda su amplitud. Fue entonces que pudimos adentrarnos un
poquito en su historia.
Miriam siempre soñó con el escenario. A los 13 años comenzó en el
teatro con El mancebo que casó con mujer brava, dirigida por Mario
Parajón, en el colegio donde estudiaba. Debido a los prejuicios de la época
no pudo optar por la actuación como carrera. Es por eso que, siguiendo los
deseos de su familia, decidió una opción: la optometría. A pesar de esto no
renunció al teatro. En los años cincuenta participó como aficionada en una
obra muy popular en aquellos tiempos, Mujeres, donde asumió el papel
protagónico, pero su familia impidió que continuara este camino. No fue
hasta después del triunfo revolucionario que tuvo una oportunidad real de
tomarlo. En 1962 comenzó a recibir clases de actuación con Julio Matas. A
raíz de esto participó en montajes de Un tranvía llamado deseo y La verdad
sospechosa, y un año más tarde, con Rubén Vigón, en Un sorbo de miel.
Ese mismo año (1963) le otorgaron una beca para estudiar actuación y
dirección en el Instituto Superior de Teatro de Praga (DAMU),
Checoslovaquia. Se convierte en una profesional de las tablas.
En 1966 Miriam regresa a Cuba. Domina el método de Stanislavski y está
ansiosa por formar parte de la emblemática compañía Teatro Estudio.
Después de una audición fue aceptada. Bajo la dirección de figuras como
Raquel y Vicente Revuelta, Héctor Quintero, Abelardo Estorino, Berta
Martínez, Armando Suárez del Villar, José Milián, Humberto Arenal
integró el elenco de obras muy significativas y populares. Es recordada por
sus interpretaciones, generalmente principales, en Santa Juana de América,
Don Gil de las Calzas Verdes, Doña Rosita la soltera, El becerro de oro,
Bodas de sangre, Aire Frío, Morir del cuento, La Verbena de la Paloma,
Ni un sí ni un no.
En 1992, tras la desintegración de Teatro Estudio, Miriam pasó a formar
parte de la Compañía Teatral Hubert de Blanck, de la cual fue directora
general entre los años 1994 y 1995 y donde permanece actualmente como
primera actriz, categoría que había alcanzado en aquel grupo. Su carrera en
esta nueva etapa ha continuado por el camino que ella misma fue
construyendo. A las puestas antes mencionadas pueden agregarse Parece
blanca, El cartero de Neruda, Los mangos de Caín, así como reposiciones
de Don Gil de las Calzas Verdes, La Verbena de la Paloma, Las Leandras.
En su trayectoria con esta compañía es importante destacar el unipersonal
Tiembla Habana, que estuvo en cartelera en el año 1997.
Ha actuado también en escenarios internacionales. Se presentó en el
Festival de Moscú y en los festivales de Bitef, Yugoslavia; Sitges, España y
Fitei, Portugal. Ha ofrecido funciones en Estados Unidos, entre ellas una
privada en Miami y presentaciones en el Teatro Repertorio Español de
Nueva York.
Miriam es, sobre todo, una actriz de teatro, pero ha incursionado con gran
éxito en otros medios, lo cual ha sido posible gracias a su talento y
preparación.
En la televisión participó como narradora o animadora en numerosos
programas, entre los años 1968 y 1980. De 1978 a 1981 se presentó en
Variedades infantiles, y más recientemente fue invitada a El camino de los
juglares, serial infantil muy aplaudido. Ha integrado el elenco de algunas
telenovelas y series, entre las que figuran La séptima familia, Sin perder la
ternura, Las honradas, El año que viene, Entre mamparas, Tierra Brava y
Aquí estamos, la que podemos disfrutar actualmente en pantalla. En estas
actuaciones ha sido guiada por importantes realizadores de nuestra
televisión, como Juan Vilar, Tony Lechuga, Yaqui Ortega, Xiomara Blanco
y René Arencibia.
En su no tan extensa filmografía figuran las cintas: Un día de noviembre,
El brigadista, Aquella larga noche y Mambí.
Su labor no se ha circunscrito sólo a la actuación, pues ha sido también
asistente de dirección de Teatro Estudio y la Compañía Teatral Hubert de
Blanck, además de directora general de esta última. Es miembro de la
Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y ha sido delegada a
congresos de esta organización. Fue presidenta de la Sección de Teatro de
la Asociación de Artes Escénicas de la UNEAC. Ejerció el magisterio
como profesora de actuación de la Escuela Nacional de Arte (ENA).
Representó a Cuba en eventos internacionales como el Congreso del
CELCIT, en Venezuela, y el Festival de Teatro de Ostrava, en la República
Checa. Aunque es necesario reconocer que su actividad más destacada ha
sido siempre la de la actuación.
Por su talento y dedicación al arte ha merecido importantes galardones y
reconocimientos. En el año 1980 le fue otorgado el Primer Premio de
Actuación Femenina en el Festival de Teatro de La Habana. Obtuvo la
Distinción por la Cultura Nacional en 1994 y el Diploma Nicolás Guillén
en el 2001. Ha alcanzado el premio CARICATO de la UNEAC en tres
ocasiones.
Miriam ha tenido una carrera excepcional. Pero no sería justo dejar de
mencionar las cualidades que la han llevado a tal logro. En primer lugar, es
una actriz que ama y respeta su profesión. Asume cada trabajo con la
disciplina que el arte merece. Es estudiosa y dedicada. Se entrega en todo
momento, regalando al público que la aclama y premia, todo su talento. Es
un ejemplo de preparación y sensibilidad, características indispensables en
un actor. Miriam es una apasionada por el arte.
Acercarnos a una figura esencial del teatro con una carrera tan prolífera e
importante, ha sido una búsqueda donde el riesgo mayor fue la fascinación.
Hoy observamos a esta tan experimentada actriz desde otro ángulo. Ahora
no es una mujer común que se lanza al escenario a interpretar a Luz
Marina, Doña Inés, Belén. Es una artista que se transforma, y entrega a
aquellos que tienen la dicha de disfrutarla, la vida de un personaje, de su
personaje.
Gracias, Miriam, por hacernos comprender lo apasionado del arte.
Gracias por abrirnos un tantico tu universo artístico.
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