Texto completo

Anuncio
1
ENCUENTROS EN VERINES 2007
Casona de Verines. Pendueles (Asturias)
Los españoles que triunfan en Francia… sin jugar al fútbol1
o la recepción de la literatura española contemporánea en Francia
Philippe Merlo Morat
Durante siglos, y bajo la sombra de Cervantes, la literatura española ha sido para el
resto del planeta, y Francia en particular, un corpus abstracto en el que flotaban algunos
autores como Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Lope de Vega, unos nombres de héroes
(El Cid, don Quijote, don Juan), algunas de sus obras (La Celestina, El Quijote, La vida es
sueño, El romancero gitano…). Su presencia en Francia es notable en la obra de Corneille,
Molière, Víctor Hugo o Mérimée, lo que ha dejado huellas en la lengua francesa: être un don
Juan; servir de célestine ou d’entremetteuse; être en quête de sa dulcinée…
Si el interés no desapareció del todo, a lo largo del siglo XIX, España, para los
franceses, es sinónimo de exotismo (Carmen es un ejemplo de ello) y eso va forjando ideas e
incluso tópicos que hasta la fecha siguen presentes en las mentalidades francesas. En el siglo
XX pasan los Pirineos los nombres de Unamuno y García Lorca, pero el franquismo lo
aniquila todo y la visión que los franceses tienen de España a partir de los años cuarenta se
limita al éxodo político y económico que sufren miles de españoles. Por lo tanto, el impacto
de la literatura española en el extranjero y en Francia en especial se puede resumir en dos
citas: la primera de Benito Pérez Galdós, quien, en 1901, afirma:
Nosotros no somos nada en el mundo y las voces que aquí damos, por mucho que
quieran elevarse, no salen de la estrechez de esta pobre casa.
Y la de Julia L. Ortiz-Griffin y William D. Griffin quienes, un siglo después, en 2003,
en su ensayo titulado Spain and Portugal Today, constatan que:
1
Recupero aquí parte del título del dossier que la revista Quimera-Revista de literatura, n°273, julioagosto de 2006 consagra a la literatura española actual en el extranjero. Quiero dar las gracias a mi
colega Geneviève Champeau, catedrática de literatura española contemporánea en la universidad de
Burdeos, quien me proporcionó este número de Quimera en el que participó con un artículo titulado
“En busca del tiempo perdido – La recepción de la novela española contemporánea en Francia”,
p. 26-31, artículo en el que se inspira gran parte el primer apartado de este análisis.
2
Para la mayoría del mundo, la historia de la literatura española empezaba con
Cervantes y terminaba con Lorca.
Sin embargo, un interés no desdeñable es notable desde los años ochenta y va
acrecentándose desde los primeros años de este siglo XXI. Un grupo de autores ha conseguido
franquear la hasta ahora insalvable frontera del castellano. Son pocos pero es ya un gran paso
hacia la impenetrable fortaleza del mercado y del público francés. Esta penetración se nota a
diferentes niveles, como lo veremos, pero lo que nos interesa ahora es comprender y explicar
el reciente éxito de la novela española, poder analizar este nuevo impulso de interés y ver
cuáles son las posibles vías de penetración y de desarrollo para los autores españoles
contemporáneos.
I- El papel de las traducciones
Hasta los años ochenta, la literatura española de la época es poco conocida en Francia.
El giro se hace a finales de los años ochenta y culmina en los noventa, cuando las
traducciones aumentan considerablemente hasta alcanzar sus cifras máximas con el nuevo
milenio y cuando llegan a editarse, reeditarse e imprimirse hasta unos cuarenta títulos de
novelas españolas al año. Puede estimarse que más de la mitad de las traducciones del
español, catalán, vasco y gallego al francés publicadas desde 1987 –incluidas todas las épocas
y todos los géneros-, son novelas contemporáneas. De ello se beneficia esencialmente, por no
decir únicamente, la novela y en particular la novela de índole policíaco.
Las tiradas permanecen modestas. El promedio es de 3.000 ejemplares, que no siempre
se agotan, y unos 1.500 para las reimpresiones. Es algo más para las ediciones de bolsillo, que
suelen variar entre 5.000 y 10.000 ejemplares (entre 5.000 y 9.000 para Juan Marsé y un poco
más para Antonio Muñoz Molina). Los autores de más notoriedad multiplican por dos o tres
esas cifras (Manuel Vázquez Montalbán con la serie de Pepe Carvalho o Eduardo Mendoza
con La Verdad sobre el caso Savolta). Y llegamos a unas cifras excepcionales si tomamos en
cuenta los best sellers de Arturo Pérez-Reverte y su serie del capitán Alatriste o La sombra
del viento de Carlos Ruiz Zafón (40.000 ejemplares sólo entre abril y noviembre de 2004). La
media de las tiradas de las novelas en Francia, incluso de las novelas francesas, es de 11.686
ejemplares, según las estadísticas de 2001 del Syndicat Nacional de l’Édition y se aproximan
a los 25.000 ejemplares para las ediciones de bolsillo. La escasa importancia de las tiradas
limita los riesgos que las casas editoriales corren con cada nuevo título.
Algunas novelas, eso sí, se han convertido en auténticos best sellers, como:
- Corazón tan blanco de Javier Marías
- Soldados de Salamina de Javier Cercas
- La sombra del viento de Carlos Ruiz
Zafón
- La piel fría de Albert Sánchez Piñol
3
- Las primeras entregas de la serie del
Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte
Además, hay que subrayar que el mundo de la edición francesa no deja lugar a muchos
traductores. En su gran mayoría son muy buenas, incluso hasta excelentes las traducciones
que se pueden encontrar del español al francés. Los pocos traductores franceses2 existentes
suelen encontrarse durante los coloquios organizados en Arles cada año. Al contrario de lo
que puede pasar en España, son muy pocos los profesores de universidad que al mismo
tiempo son escritores, aunque sí hay algunos son traductores. Esto implica una gran
impermeabilidad entre el mundo de la creación y el de la formación de los filólogos.
Por otra parte, visto desde fuera, parece que la literatura española se liberó de dos de sus
complejos: el primero es el de no tener miedo a hacer “best sellers”, a integrar en las novelas
ingredientes que le gustan al lector, aunque no sea siempre siguiendo los cánones académicos.
Los novelistas españoles supieron, y lo hicieron muy bien, poner en el meollo de su novela al
lector dándole de nuevo el placer de la lectura. Por supuesto el autor va a vender más pero,
como contrapartida, eso implica que, al mismo tiempo, se expone a los comentarios de
algunos críticos para los que la buena literatura es sólo la que le permite al lector “comerse el
coco”, y cuanto más complicada mejor. La segunda emancipación estriba en que los autores
españoles, como sus homólogos europeos y extranjeros, han viajado y/o estudiado fuera de la
península. Por consiguiente, introdujeron en su producción elementos internacionales y, de
esta manera, se considera ahora la literatura española como literatura universal, en todos los
sentidos de la palabra, como ocurrió con la literatura hispanoamericana hace algunas décadas.
Cuando hablo de esos autores españoles, me refiero a los que nacieron después de la
Guerra Civil, en los años cuarenta y cincuenta. Los que forman parte de lo que llamamos la
generación “inocente”, por no haber participado en la guerra. También ahora se amplía a los
autores nacidos en los años sesenta y principios de los setenta, cuyas temáticas no son
exactamente las mismas. No conocieron el franquismo por haber nacido después o por no
tener la conciencia política suficiente por ser muy jóvenes. Por lo tanto, para ellos, lo
importante fue el aire de libertad de la Transición, de la movida madrileña, los socialistas al
2
- Claude Bleton
traductor de
- Jean-Marie Saint-Lu
- Georges Tyras
- Elizabeth Beber
- Claude Murcia
- Serge Mestre
- Maïder Lafourcade et Nicolas Véron
- Albert Bensoussan et Geneviève Duchêne
- François Maspero
Carmen Martín Gaite, José Manuel Fajardo;
Antonio Muñoz Molina, Juan Marsé, Javier Marías;
Manuel Vázquez Montalbán, Alfons Cervera;
Javier Cercas;
Juan Benet;
Manuel Rivas, Jorge Semprún;
Lucía Etxebarria;
Julián Ríos;
Arturo Pérez-Reverte, Manuel Vázquez Montalbán,
Carlos Ruiz Zafón, Eduardo Mendoza…
4
poder, la entrada en Europa, esto es, ideas de libertad, de apertura y de internacionalización.
Eso no significa, sin embargo, que se hayan olvidado del tema de la recuperación de la
memoria, de la «revisitación» de la Historia; lo que ocurre es que lo tratan de otra manera, no
con un trasfondo específicamente hispano.
Proponen temas más generales que puedan tocar a un público que no tiene las
referencias españolas (lo que limitaba la comprensión de la obra y, por lo tanto, el intercambio
con el lector), como las imágenes, las artes, el cine, los cómics, los viajes, las drogas…, que
introducen con maestría en diferentes niveles de su obra.
II- Los “elegidos” y los premiados
Sin duda alguna el autor mejor representado y asentado en Francia es Arturo PérezReverte, seguido por Javier Marías por el número de obras traducidas y su recepción
comercial y crítica. También algunos autores han conocido éxito con una sola obra: Javier
Cercas, Carlos Ruiz Zafón, Sánchez Piñol.
En cuanto a los autores más traducidos, son Manuel Vázquez Montalbán, 48 títulos (19
de la serie Pepe Carvalho), y luego entre 10 y 30 títulos por orden decreciente:
- JuanGoytisolo
- Enrique Vila-Matas
- Juan Benet
- Camilo José Cela
- Fco. González Ledesma
- Eduardo Mendoza
- Andreu Martín
- Miguel Delibes
- Soledad Puértolas
Gonzalo
Ballester
Torrente
- Juan Marsé
- Arturo Pérez-Reverte
- Javier Tomeo
Entre cinco y nueve títulos traducidos al francés:
- Javier Marías
- Quim Monzó
- Juan Manuel de Prada
- Álvaro Pombo
- Julián Ríos
- Rafael Chirles
- Bernardo Atxaga
- Carmen Martín Gaite
- Ana María Matute
- Sergi Pàmies
Pero el número de títulos traducidos no tiene nada que ver con el número de ejemplares
vendidos y, por consiguiente, el impacto financiero del autor y de sus traducciones.
Otros indicios del favor que goza la novela española contemporánea es la multiplicación
de los premios literarios que recibieron los novelistas españoles. El pionero fue Manuel
Vázquez Montalbán en 1981 con el Grand Prix de la Littérature Policière con Los mares del
Sur. Más de una década después se otorga el mismo premio a Arturo Pérez-Reverte por La
tabla de Flandes. Luego, entre 1998 y 2005, seis galardonados:
- Antonio Muñoz Molina, con Plenilunio, en 1998
- Eduardo Mendoza, con Una comedia ligera, en 1998
5
- Arturo Pérez-Reverte, con La carta esférica, en 2001
- Enrique Vila-Matas, con El mal de Montano, en 2003
- Javier Marías, con Mañana en la batalla piensa en mí, en 2005
- Carlos Ruiz Zafón, con La sombra del viento, en 2005
Como afirma Geneviève Champeau: “quedan así confirmados valores ya reconocidos en
su propio país, tanto en la vertiente culta como en la más popular de la novela3.” Geneviève
Champeau da dos motivos del éxito de Arturo Pérez-Reverte y Ruiz Zafón en el mercado
francés:
Es la primera vez que novelistas españoles contemporáneos consiguen un éxito
similar y son de los pocos escritores europeos que saben competir con los best seller
anglosajones. […] La originalidad de la empresa radica en combinar, en este tipo de
best seller, el atractivo de la intriga con un trasfondo cultural, generando lo que
podríamos llamar una novela popular culta. La intriga, siguiendo los criterios
postmodernos, mezcla los géneros folletinescos, el policíaco y la influencia del cine o
de los cómics. Todo converge para atrapar al lector, porque es un tipo de literatura que
exige de él una fuerte implicación emocional. Y una manera de seducirlo, de alcanzar en
él lo más arcaico, es hacerle revivir las lecturas infantiles.
A estas dos razones, se pueden añadir otras dos. En efecto, la novela española pasa de
censurada bajo el franquismo o erudita a popular erudita o best seller culto. Además, al
internacionalizarse, varios de los autores españoles arriba mencionados vuelven a interesarse
por lo que constituye los basamentos de nuestra cultura occidental, o sea la mitología, que
vuelven a inyectar en sus producciones bajo la forma de personajes, de acciones o
simplemente recuperando, a sabiendas o no, varios mitemas que encuentran un eco muy fuerte
en la cultura y en la conciencia más profunda del lector europeo. De ahí los numerosos
estudios inspirados por la “mitodología” de Gilbert Durand, que trabaja sobre el imaginario
colectivo.
III- “L’Espagne s’ouvre. Ouvrons-nous à l’Espagne”
Así se titulaba el artículo que encabeza el dossier de La Quinzaine littéraire dedicado a
los escritores españoles contemporáneos en abril de 1988. Los jóvenes escritores son
deliberadamente cosmopolitas y miran hacia fuera de España. Lo confirman en sus
intervenciones escritores como Jesús Ferrero o Javier Marías, quien declara en el Magazine
littéraire de marzo de 1995 que se siente, antes que nada, escritor, que la pertenencia a una
lengua es secundaria y que influyeron más en él los autores extranjeros que los españoles.
Afirma lo mismo Enrique Vila-Matas cuando precisa los nombres de los escritores que
3
Geneviève Champeau, “En busca del tiempo perdido – La reopción de la novela española
contemporánea en Francia”, Quimera-Revista de literatura, n° 273, julio-agosto 2006, 26-31.
6
marcaron su escritura (Europa central y Francia)4. Ya los escritores españoles no aparecen en
colecciones especializadas en literaturas extranjeras sino en colecciones de género -“Série
Noire” de Gallimard, “Le Mascaret Noir” o “Grands detectives” de 10/18, “Suspense et Cie”
de Lattès- lo que borra su procedencia ibérica.
En este sentido, es importante la aparición de temáticas más internacionales y menos
“hispanoespañolas”, temáticas universales, como la exclusión, el exilio, la recuperación del
pasado, la memoria, la imaginación y el imaginario, la presencia de la imagen en las novelas,
como ocurre en Antonio Muñoz Molina, Javier Marías, Jorge Semprún, Félix de Azúa.
Asimismo, ha sido determinante la dimensión humorística, cómica e irónica de muchas de las
obras, como las de Eduardo Mendoza, Javier Tomeo, Quim Monzó, Enrique Vila-Matas, que
invitan al lector francés a deshacerse de una concepción trágico-esperpéntica de la literatura
española (Valle Inclán, Lorca, Cela…).
Pero sigue existiendo como un desfase entre la literatura española traducida y otra
literatura española no traducida considerada renovadora o de vanguardia, que es la que goza
de prestigio en círculos más cerrados. ¿Cuáles son esos “círculos más cerrados” pero
aparentemente vitales para que los novelistas se den a conocer?
IV- Los hispanistas franceses: una labor a medio y largo plazo
Otra vía gracias a la cual la literatura española reciente llega hasta el público francés,
son los profesores de español de los institutos y de la universidad. En efecto, la enseñanza
francesa tiene sus particularidades y el español no sólo se enseña en la enseñanza secundaria
como lengua sino también y sobre todo –lo que la diferencia de la enseñanza del inglés o del
alemán, por ejemplo- a partir de textos literarios e imágenes (pintura, cine, cómics)
“originales” de autores y artistas de lengua castellana, españoles e hispanoamericanos. El
castellano es el segundo idioma más estudiado después del inglés y ya muy por delante del
alemán. Por lo tanto, al terminar los estudios del “collège” = secundaria y del “lycée” =
instituto, los alumnos tienen una pequeña cultura hispánica y por lo menos han oído hablar de
Cervantes, Lorca, y de varios autores españoles contemporáneos, de los que los libros de texto
han seleccionado algunos fragmentos.
A continuación, menciono las obras y los autores que aparecen en los libros de texto de
español5 equivalentes a 1° y 2° de Bachillerato, antiguamente 3° de BUP y COU:
4
“Écrire jusqu’au non-sens”, Le Matricule des Anges, n°48, 2003, p. 18.
Existen, por supuesto, diversas ediciones de libros de texto; aquí sólo me refiero a una, lo que
podría no ser significativo de lo que pueden conocer los alumnos de una misma generación.
5
7
- José María Mendiluce, La Sonrisa de
Ariadna (2005)
- Miguel Delibes de Castro, La naturaleza
en peligro (2005)
- Suso de Toro, Nunca Máis (2202)
- Rosa Regás, «El abuelo y la regenta», in
Viento Armado (2006)
- Emili Teixidor, Pan negro (2004) [dos
veces]
- Arturo Pérez-Reverte, El pintor de
batallas (2006)
- Javier Reverte, El río de la desolación
(2004)
- Pablo Tusset, Lo mejor que le puede
pasar a un cruasán (2001)
- Manuel Vázquez Montalbán, Fútbol, una
religión en busca de un dios (2005,
póstumo)
- Juan Eslava Galán, La mula (2003)
- Jordi Sierra i Fabra, El tiempo del exilio –
Los años oscuros (2002)
- Olga Merino, Las espuelas de papel
(2004)
- Juan Luis Cebrián, Francomoribundia
(2003)
- Eduardo Mendoza, Mauricio o las
elecciones primarias (2006)
- Almudena Grandes, «El capitán de la fila
india», in Estaciones de paso (2005)
- Francisco Vizcaíno Casas, Chicas de
servir (1985)
Los criterios establecidos para la elaboración de los libros de texto dependen de cada
autor, de sus lecturas personales como profesor o como inspector de la Educación Nacional
Francesa, ya que son ellos los que eligen los textos que presentan. Luego, un segundo criterio
es el de la progresión pedagógica, tanto léxica, gramatical como cultural o metodológica. De
esta manera, los alumnos desde su “más tierna edad” oyen hablar de los autores españoles
actuales y estudian fragmentos de sus obras. Con una visión retrospectiva de unos diez años, y
a partir de mi experiencia vivida como catedrático de Instituto, sabemos que son los grandes
clásicos o los autores contemporáneos los que marcan más a los alumnos. Varios años
después, se acuerdan de la lectura y del estudio de estos fragmentos. Por lo tanto, en la edad
adulta, frente a un escaparate, al volver a ver el nombre de un autor del que han oído hablar
años antes, es evidente que la “semilla” ya plantada da sus frutos años después. Por lo tanto,
la penetración de la literatura española se ve favorecida por este sistema educativo aunque
sólo se ven los resultados a medio o a largo plazo.
A otro nivel, los universitarios contribuyen bastante a la orientación de los estudianteslectores por las clases que proponen y los textos que estudian. El hispanismo francés es uno
de los más importantes y dinámicos a nivel mundial, como lo subraya el anuario de
Asociación Internacional de los Hispanistas. Dentro de los estudios universitarios de Filología
Hispánica, la Literatura Española Contemporánea no tenía hasta hace unos años una plaza
muy relevante, y lo más contemporáneo eran Lorca y Cela. En efecto, son los estudios de la
época del Siglo de Oro los que abarcan la mayor parte de los programas. Sin embargo, poco a
poco la época contemporánea se impone. Cuando hablo de época contemporánea, se entiende
8
más bien la literatura española muy actual, o, por lo menos, desde el franquismo, y mucho
más desde el final del franquismo, esto es, la renovación y el renacimiento de la literatura a
partir de la segunda mitad de los años 1970. Cada universidad, o una universidad por región
por lo menos (Aix-en-Provence, Aviñón, Burdeos, Dijon, Grenoble, Lyon, Montpellier, París,
Reims, Toulouse…) tiene ahora, bajo la influencia de los programas de las oposiciones y las
nuevas tendencias actuales, a un especialista de la literatura española contemporánea
(profesor titular o catedrático), lo que, a su vez, implica que hay clases, investigación (master
y doctorado), encuentros (conferencias, coloquios, congresos) sobre el tema.
En cuanto a las tesis doctorales que se han leído, destacan los autores siguientes:
Juan Benet
Juan Goytisolo
Juan Marsé
Julián Ríos
Javier Marías
Martínez de Pisón
Manuel Rivas
Manuel
Montalbán
Antonio Muñoz Molina
Carmen Martín Gaite
Eduardo Mendoza
Terenci Moix
Miguel Delibes
Vázquez
Finalmente, lo que condiciona mucho gran parte del sistema de estudios universitarios,
son las oposiciones del CAPES (Certificat d’Aptitute Profesionnelle à l’Enseignement
Secondaire = profesor titular de instituto) y de la agrégation (catedrático de instituto, aunque
no es exactamente lo mismo). La preparación incumbe a los profesores universitarios a partir
de un programa establecido por algunos miembros de los tribunales del CAPES (compuesto
por universitarios y de profesores de secundaria) y de la agrégation (compuesto en su mayoría
por universitarios)6. Estos programas deben respetar unos sabios y, al mismo tiempo, frágiles
equilibrios entre todas las facetas del mundo hispánico (literatura, civilización, imagen, desde
la Edad Media hasta la actualidad y tanto en España como en América latina). Cada año, salen
varios temas para estos programas7.
Si, durante muchos años, y sigue vigente hasta la actualidad, el Siglo de Oro estuvo muy
presente, la época contemporánea (siglos XX-XXI) ya se va imponiendo. Sin embargo, la
6
A título indicativo, desde hace cinco año, para el programa del CAPES, son los catedráticos de
universidad presentes en el tribunal, los que eligen el programa.
7
Programa de este año universitario 2007-2008, que fue publicado por el Boletín Oficial especial n° 3
del 17 de mayo de 2007:
- La novela picaresca con el estudio de Lazarillo de Tormes y de El buscón de Quevedo.
- Mujeres y democracia; las españolas en el espacio público (1868-1978)
- El regreso de lo trágico: el teatro español en relación con la historia y la renovación estética (19201936) con Luces de Bohemia de Ramón del Valle Inclán, El hombre deshabitado de Rafael Alberti y
La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.
- La memoria de la dictadura con Interrupciones 2 de Juan Gelman y Nocturno de Chile de Roberto
Bolaño
- Cine y revolución en Cuba (1959-2003)
- Maquis, de Alfons Cervera, para la agrégation interna.
9
literatura española contemporánea entra en competencia con la civilización española
contemporánea, y la literatura y civilización hispanoamericana contemporáneas.
Si me he detenido a explicar este sistema, es porque condiciona mucho el mercado del
libro en lengua española en Francia y, por lo tanto, también la lectura de los autores
contemporáneos. En efecto, se sabe que son unos 1200-1500 estudiantes los que preparan el
CAPES y unos 400-500 los que preparan la agrégation; y a ello hay que añadir los 110
miembros del tribual del CAPES y los 40-50 miembros del tribunal de la agrégation (interna
y externa). Esto quiere decir que, durante dos años, el mercado potencial para los libros
seleccionados no es desdeñable y muchas editoriales españolas lo saben, puesto que se les
contacta para saber si tienen el número suficiente de ejemplares para “inundar” el mercado
francés durante esos dos años. Algunas editoriales no vacilan en lanzar nuevas tiradas, y, en
caso contrario, se elige a otro autor y a lo mejor otra editorial. ¿Quiénes fueron los autores y
cuáles fueron las obras estudiadas desde 1989?
Luis Landero, Juegos de la Edad Tardía
Antonio Muñoz Molina, Beatus Ille
Carmen Martín Gaite, La reina de las
nieves
Manuel Vázquez Montalbán, Los mares
del sur
Camilo José Cela, La colmena
Eduardo Mendoza, La verdad sobre el
caso Savolta
Juan Marsé, Ronda de Guinardó, Si te
dicen que caí y El embrujo de Shanghai
Alfons Cervera, Maquis
Como ya dije, el criterio de selección depende del sabio equilibrio entre todas las
vertientes de la cultura hispana en el mundo a partir de los temas propuestos por los
hispanistas que mandan sus ideas a los presidentes de los tribunales. En ello interviene, por
tanto, no hay que ocultarlo, las lecturas personales de los miembros del tribunal que forman
parte del comité de selección y también las personalidades de cada uno de los miembros.
La elección de una obra en particular puede tener repercusiones importantes para el
autor elegido, no sólo en lo inmediato, ya que va a poder vender su obra a un público que
debe leerla, sino también a corto o medio plazo, puesto que algunos de estos futuros
profesores de instituto, influidos por esas lecturas, decidirán hacer investigaciones doctorales
sobre ellas. Pero también aquellos estudiantes que se hagan profesores de segundaria van a
enseñar, a su vez, el castellano a partir de lo que leyeron durante sus estudios y durante la
preparación de las oposiciones.
Así pues, un autor español puede penetrar el mercado francés sin ser traducido, lo que
demuestra que el sistema educativo puede tener repercusiones importantes en la elección y la
difusión de tal o tal escritor, y eso desde los primeros años de enseñanza del idioma. Esta
labor la reconoció el mismísimo rey, don Juan Carlos, que fue el primer jefe de estado en
10
poder pronunciar un discurso en la Asamblea Francesa el 7 de octubre de 1993, después de
una larga interrupción (desde el Presidente Wilson en 1919). Hablando de los cambios
recientes que había sufrido España, allí afirmó lo siguiente:
Nous avons surmonté les difficultés du passé. Nos écrivains, nos intellectuels – et
je voudrais saluer tout particulièrement l’immense travail de vos hispanistes – ont
dépassé les clichés d’autrefois, ont quitté la facilité des arguments toxiques8.
V- La promoción de los Institutos Cervantes: contacto directo y vitrina para los autores
actuales
Existen cuatro Institutos Cervantes en Francia: Burdeos, Lyon, París y Toulouse. Si la
creación de un Instituto Cervantes se explica fácilmente en París, por ser capital, y en Burdeos
y Toulouse, por ser las dos grandes ciudades más cercanas a España y de más larga tradición
española sobre todo desde el exilio de la Guerra Civil, la creación del Instituto Cervantes de
Lyon se debe por lo menos a cuatro factores. En primer lugar, faltaba una presencia del
hispanismo para todo lo que es la “fachada” este del país; luego, estaban las presiones, cada
vez más fuertes, de los hispanistas de la zona (Lyon, Clermont-Ferrand, Dijon, Grenoble, Aixen-Provence, Marsella, Montpellier, Niza). Por otro lado, se añadía el hecho de que la de
región Ródano-Alpes que es la segunda más importante a nivel económico de Francia,
después de la región parisina. Por último, el Instituto Cervantes de Lyon tendría a su cargo
toda la zona suiza, que no tiene Institutos en su territorio.
La labor que los Institutos Cervantes en Francia es algo diferente a la que se realiza en
otros países del mundo, ya que aquí la parte de la enseñanza del idioma es menos importante,
debido a que el español se imparte de forma intensa en el sistema educativo francés. De modo
que los directores suelen enfocar más sus acciones hacia la difusión cultural, en la que entra
por supuesto la literatura. Como ejemplo, daré el nombre de los autores invitados por el
Cervantes de Lyón estos tres últimos años:
8
Discurso de su Majestad el Rey Don Juan Carlos en la Asamblea Nacional Francesa el 7 de octubre
de 1993.
11
Henrike Knorr
2005
Juan Manuel de Prada
Jon Kortazar
Jorge Semprún
José María Merino
José María Merino
Luís Mateo Díez
Alicia Jiménez Bartlett
Antonio Soler
Marcos Rebello
Enrique Vila Matas
Juan Pedro Aparicio
José Carlos Cataño
Emilio
Martínez
Antonio
Jiménez
de
Miguel
Rodríguez
Jaume Ribera
Eduardo Jordá
Manuel Vicent
Antonio Lafuente
Luis García Montero
Joaquin Leguina
2006
Fernando Savater
Fco. González Ledesma
Clara Sánchez
María
López
Ángeles
José Luís
Santos
Pérez
Alonso
Fernando Iwasaki
Alfons Cervera*
Lorenzo Silva
Luis García Jambrina
2007
Jaume Ribera
Juan Madrid
de
12
Gracias a la excelente labor del primer director del Cervantes de Lyón,
Domingo García Cañedo, y de todo el equipo que lo rodeó durante los cinco años que
duró su misión, la cultura de lengua española cobró una nueva dimensión, más
dinámica y más visible. En una ciudad donde el inglés (por razones económicas) y el
alemán y el italiano (por razones de proximidad y de tradición) imperaban, el español
hizo una aparición que llamó mucho la atención9. No es tanto el caso con Burdeos,
París o Toulouse, donde la implantación del Cervantes consolidó una posición fuerte
ya existente.
Para los autores españoles, la invitación de un Cervantes implica el contacto
directo con el público a diferentes niveles. En Lyón, la estrecha colaboración
establecida por el director del Instituto con las instituciones públicas (universidades,
ayuntamientos, región, DRAC, bibliotecas…) o privadas (librerías, empresas…)
locales o regionales le permite al autor contactar con un público variado: estudiantes,
profesores, pero también un público más amplio, más general, que se compone de
hispanohablantes y de francohablantes que no conocen el español. A menudo los
autores vienen acompañados por sus traductores o una persona de su editorial
francesa, o interviene un intérprete para facilitar la comunicación. Se le propone al
autor intervenir no sólo en el Instituto sino también en la universidad (para una
conferencia más especializada) o en las librerías (para una charla más abierta y con
firmas de sus obras “originales” o traducidas al francés). En dos ó tres días, el autor
puede entrar en contacto con un número de lectores tan importante como el de una
feria del libro10. Por lo tanto, la labor de los Institutos Cervantes no es nada
desdeñable para la promoción de un autor español. Más que vitrinas de su cultura, los
Institutos Cervantes tienen un impacto fuerte en la promoción de los autores
contemporáneos, de la difusión de sus obras y de sus ideas, además de unas
repercusiones económicas.
Conclusión
Lo que quise hacer con esta intervención, no es un balance crítico sino más
bien un estado de la situación actual y entrever cuáles son las múltiples posibilidades
de desarrollo que tienen los autores españoles actuales para entrar en el mercado y el
9
Hay que decir que la presencia del Príncipe de Asturias para su inauguración, pocos días
después de anunciar su boda con doña Leticia permitió una mediatización del evento
inesperada. Además, era el primer acto oficial fuera de España para el Príncipe después del
anuncio.
10
En efecto, se puede evaluar en unas 100-150 personas las que vienen a escuchar a un
autor. Como ejemplo, a partir de una investigación personal que hice durante tres años
consecutivos, un autor muy llamativo, como lo era Terenci Moix, durante el día del Libro en
Barcelona, firmaba unos 150-200 libros, y era uno de los que más firmaba. Además, en los
actos del Instituto Cervantes, la atención se centra en sólo un autor, al contrario de una feria
del libro, que propone una multitud de escritores.
13
público francés. El mundo de las traducciones y de las editoriales francesa se abre
cada vez más, aunque siempre con “pies de plomo”; en cuanto a la penetración a
través de la enseñanza, es evidente que la literatura española contemporánea es
mucho más asequible a los alumnos porque se trata de un vocabulario moderno y
muy relacionado con la realidad cotidiana; a nivel universitario, los juegos de
equilibrio tienden a ir hacia la época contemporánea, como indican los temas
elegidos estos últimos años, pero hay que estar siempre vigilantes, aunque, por las
mismas razones que en la segundaria, la enseñanza superior tiene que adaptarse a un
público al que le cuesta cada vez más leer el texto original de El libro de buen Amor,
Don Quijote o una comedia de Lope.
Hay que privilegiar las aperturas que proponen los Institutos Cervantes porque
son los que, de manera institucional, tienen más posibilidades (contactos múltiples,
presupuestos financieros…) y que, en colaboración con las instituciones locales, dan
una difusión de la literatura española actual que gusta al público porque ofrece la
posibilidad de encontrar, de conocer y de «tocar» al autor, es decir tener un contacto
directo con el creador de la obra, un papel que siempre ha fascinado y que seguirá
fascinando.
España ya no es esta “pobre casa” de la que hablaba Benito Pérez Galdós, esta
posada en la que sólo se puede comer y beber lo que uno lleva consigo, sino que
ahora forma parte constitutiva, de manera plena y digna, de la modernidad europea,
es ella la que propone y ofrece las “nourritures spirituelles” en abundancia, y de
buena calidad. La literatura española empieza ahora a ser una literatura “normal”
como nunca antes como lo afirma Fernando Valls en su libro de 2003 sobre la novela
española actual, La realidad inventada. Como digo siempre a mis estudiantes, hay
que romper los tópicos que tenemos los unos de los otros y empezar a leernos
mutuamente sin nuestras habituales lentes teñidas por los lugares comunes.
Bibliografía
CHAMPEAU Geneviève, “En busca del tiempo perdido – La recepción de la novela
española contemporánea en Francia”, Quimera-Revista de literatura, n° 273, julioagosto 2006, p. 26-31.
LISSORGUES Yvan (ed.), La rénovation du roman espagnol depuis 1975 (Juan
Marsé, Eduardo Mendoza, Javier Tomeo, Ángel Vázquez, Manuel Vázquez
Montalbán), Toulouse, Presses Universitaires du Mirail, 1991.
MALINGRET Laurence, Stratégies de traduction : Les Lettres hispaniques en
langues françaises, Arras, Artois Presse Université, 2002.
PEDREROL i PIÉ Ana M., Littératures d’Espagne, Traductions en français 19872001, Paris, Colegio de España, col. Archivo y Biblioteca, 2002.
14
PÉREZ-REVERTE Arturo, « La vía europea al best-seller » en José Manuel
LÓPEZ de ABIADA y Augusta LÓPEZ BERNASOCCHI (ed.), Territorio Reverte.
Ensayos sobre la obra de Arturo Pérez-Reverte, Madrid, Verbum, 2000, p. 361-367.
La Quinzaine littéraire, n° 507, 6-30 abril 1988 « Écrivains d’Espagne aujourd’hui »
Magazine littéraire, n° 277, mayo 1990, dossier « Barcelone de Raymon Lull a
Manuel Vázquez Montalbán ».
Magazine littéraire, n° 330, marzo 1995, dossier « Espagne. Une nouvelle littérature.
1975-1995 ».
Revue de Littérature Comparée, n° 282, abril-junio 1997, « Écrire après les
totalitarismes, 1945-1993 ».
Europe, n° 852, abril 2000, « Voix d’Espagne. Romanciers et poètes » (panorama y
antología).
Descargar