INFORME EcInCo

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INFORME EcInCo
Optimización
Económica,
Innovación
Técnica y Comunicación, fundamentos
estratégicos de la defensa en el siglo XXI. Los
BMR como referente.
“Think-Com UCM”
Instituto de Pensamiento Estratégico
Universidad Complutense de Madrid
Julio 2008
2
“Think-Com UCM: Instituto de Pensamiento Estratégico” es un “ThinkTank” creado como agrupación sin ánimo de lucro en 2005 por un grupo
de profesores complutenses con el objetivo de romper la “espiral del
silencio” en el pensamiento y opinión dominantes, es decir,
contraponerse y mostrar los tópicos y el conservadurismo presentes en
el pensamiento y en la opinión pública más común así como en los
medios científicos y de información más oficiales. Interviene por
iniciativa propia o de otros en aquellos asuntos que libremente
considera de interés colectivo o con errores conceptuales que pueden
incidir en la evolución y futuro de la sociedad española.
Autores del presente Informe***:
Rafael Calduch Cervera
Catedrático UCM de Relaciones Internacionales. Coordinador y responsable de
este Informe
José Molero Zayas
Catedrático UCM de Economía Aplicada. Para capítulos de optimización
económica
Jesús Timoteo Álvarez
Catedrático UCM de Periodismo. Para capítulos de comunicación.
*** Los autores aquí referidos son responsables exclusivos de la información
recogida y de las opiniones versadas en el presente informe
3
ÍNDICE
0º.- INTRODUCCIÓN
1º.- EL ESCENARIO ESTRATÉGICO EN EL INICIO DEL
SIGLO XXI
1.- De la bipolaridad nuclear a la emergencia de nuevas amenazas
2 .- ¿Como serán los conflictos armados de las próximas décadas?
3 .- La configuración de una nueva estructura estratégica mundial
2º.- ESPAÑA ANTE LA EVOLUCIÓN DE LA DEFENSA
EN LA SOCIEDAD INTERNACIONAL ACTUAL
1 .- La posición de España en el mundo actual
2 .- La política española de paz y seguridad:
2.1.- Las Fuerzas Armadas españolas y su contribución a la paz y
la seguridad internacionales
2.2.- Las Fuerzas Armadas españolas, imagen de España en el
exterior
3.- La modernización de las Fuerzas Armadas españolas: una tarea
inconclusa
3º.- CONDICIONES PARA LA OPTIMIZACIÓN DE LA
DEFENSA ESPAÑOLA:
1.- Requerimientos económicos e innovación tecnológica
2.- Potencialidades y limitaciones de las capacidades de defensa
3.- Cuidado y Gestión de la Opinión Pública
4
4º.- EL CASO DE LOS BMR COMO REFERENTE
ESTRATÉGICO DE LA DEFENSA ESPAÑOLA
1.- El binomio protección – transporte en la operatividad táctica de las
misiones de paz
2.- Características técnicas y limitaciones operativas de los BMR
3.- Las necesidades de transporte de tropas en las nuevas misiones de
pacificación
4.- Elementos de valoración de una decisión estratégica: la sustitución
de los BMR.
4.1.- Criterios de seguridad y operatividad
4.2.- Criterios económicos y de innovación tecnológica
4.3.- Criterios sociales y políticos
4.4.- Criterios de eficacia e imagen internacional
5º.- ANEXOS ESTADÍSTICOS
5
INTRODUCCIÓN
El presente informe aborda sin complejos, ni ataduras, uno de
los temas tabú que todavía se mantiene al margen del debate
político y, en consecuencia, de la opinión pública: la política de
Defensa. Con pactos entre los principales partidos o sin ellos,
la realidad es que el Parlamento español queda, como se ha
demostrado reiteradamente en nuestra historia reciente,
bastante relegado en buena parte de las decisiones que adopta
este y otros gobiernos anteriores, tanto desde el punto de vista
de la estrategia presente y futura en el ámbito nacional y del
concierto internacional como en las resoluciones que
acompañan las compras de material bélico, que debieran estar
en coherencia con el protagonismo que quiere jugar España en
el mundo y, fundamentalmente, los escenarios actuales y de
futuro para nuestros soldados en misiones de paz.
En los últimos años, el debate sobre la política de Defensa se
ha situado en primera línea de actualidad a pesar del deseo
contrario de nuestros gobiernos. Los Balcanes, Líbano,
Afganistán, Irak,…, son claros ejemplos de las preocupaciones
de las familias de los soldados y de los españoles en general,
junto a los quebraderos de cabeza que comportan para los
miembros de cualquier gobierno. Estos conflictos han puesto
de manifiesto las condiciones obsoletas de una parte
fundamental de los vehículos del Ejército de Tierra de España,
específicamente los denominados BMR, cuya necesidad de
sustitución no se puede demorar más y tampoco debiera
hacerse con cualquier vehículo de los que existen en el
mercado, puesto que deben responder a las necesidades
presentes y futuras de nuestro Ejército y no parece, a la vista
de numerosas informaciones, que las últimas adquisiciones
respondan a estos criterios. Sorprende en este sentido el
silencio y la ausencia de interés de los partidos políticos,
principalmente de la oposición, así como de los diputados y
senadores de los grupos políticos representados en las
Comisiones de Defensa, Industria y Economía del Congreso de
los Diputados y del Senado.
6
Ante semejante realidad, una potencia mundial media como
España, debe definir su política de seguridad y defensa
asumiendo las obligaciones que se derivan de su plena
participación en las principales organizaciones estratégicas
internacionales como la ONU; la UE, la OTAN y la OSCE, pero
también asegurando sus intereses nacionales, tal y como
aparecen recogidos en la Constitución.
Una de las principales consecuencias de esa activa
participación internacional de España ha sido la presencia de la
tropas españolas desde 1989, en 52 misiones internacionales
de pacificación, realizadas en 32 países, de las que 9
permanecen todavía activas. El mayor número de bajas en
estas misiones se ha debido a accidentes aéreos y terrestres.
En el desarrollo de las operaciones terrestres, las FAS han
utilizado los blindados medios de ruedas (BMR), desarrollados
y producidos por la industria nacional desde finales de los años
setenta. A pesar de su acreditada utilidad y sus prestaciones,
su antigüedad y los cambios experimentados en las
operaciones de paz aconsejaban su sustitución desde 1994,
año en el que se inició el plan de modernización del Ejército.
Sin embargo se optó por una adaptación técnica que se llevó a
cabo por Santa Bárbara Sistemas.
Resulta sorprendente la demora que ha experimentado la
decisión de sustituir los BMR, principal vehículo blindado de las
tropas españolas en misiones de paz, y más sorprendente
todavía la polémica que desde hace un año se ha suscitado en
torno a esta decisión.
No es un debate nuevo, como queda demostrado, porque es ya
larga la polémica en torno a los vehículos blindados BMR y su
renovación. En Think-Com hemos permanecido atentos al
debate y no han dejado de sorprendernos las elementales
argumentaciones y mensajes sobre el caso, que apenas se
referían a cuestiones meramente técnicas: si su vida útil
todavía podía prolongarse, si su diseño era o no eficaz para las
misiones encomendadas, si disponían o no del blindaje
necesario para aguantar las amenazas de la insurgencia y,
7
fundamentalmente, si se justificaba o no (técnica y
económicamente) remozarlos para prolongar su potencial
utilidad otros 30 años más.
El informe realizado por “Think-Com” evalúa los requerimientos
que deberán reunir los blindados medios de ruedas que utilicen
las tropas españolas, a partir de las características de las
misiones de paz de los próximos años y las operaciones
tácticas que deban desarrollarse en ellas. De acuerdo con el
análisis realizado, se concluye que:
1.- La diversidad, complejidad, duración y localización de los
conflictos armados y las actividades terroristas de la próxima
década, introducirán modificaciones en las operaciones de
paz. (págs.18 y 24)
2.- En la actual situación y previsibles actuaciones de las
FAS en los próximos años, el tipo de vehículos como los
BMR seguirá siendo la clave de la actuación de las tropas
terrestres (movilidad, seguridad, logística, etc.) (págs. 64 y
65)
3.- Su mantenimiento o sustitución es, por tanto, una
decisión estratégica en la política de defensa que requiere
un amplio apoyo político y un planeamiento basado en
criterios militares, tecnológicos, económicos, sociales y de
imagen.
4.- Considerando la diversidad de misiones y teatros de
operaciones en los que intervendrán las tropas españolas, la
sustitución de los BMR no puede demorarse en el tiempo (la
tercera fase está prevista para 2015-2017), ni concentrarse
en un solo modelo.
5.- Debido al coste presupuestario que exigirá, el proceso de
sustitución deberá cumplir dos condiciones:
a.- Que los productos a evaluar sean de similares
prestaciones. Esto es, la administración no puede imponer
decisiones de adquisición basadas en un mal entendido
8
“nacionalismo” económico-tecnológico, sino que debe
velar por el mejor uso de los recursos públicos comprando
lo mejor en cada caso.
b.- Dado lo anterior, sí es, a nuestro juicio, obligación de
los responsables políticos y militares buscar soluciones
que optimicen los retornos económicos y tecnológicos
para nuestra industria. (pág. 71)
6.- Los vehículos blindados MRAP o antiminas de escuadra
4x4 que se ha decidido adquirir en la primera fase -el Lince
de IVECO- constituyen una sustitución de los vehículos de
alta movilidad táctica (VAMTAC) y de los todoterreno Aníbal,
pero no pueden considerarse equiparables a los BMR que
pretenden sustituir. (págs. 65-66)
7.- Los blindados antiminas de pelotón 4x4 -el RG-31 MK5E
Nyala de BAE Systems- gozan de mejor protección contra
los explosivos IDE y las minas que los actuales BMR, pero
carecen de su movilidad, tienen un alto consumo de
combustible y no protegerán eficazmente contra los EFP y
armas convencionales. (págs. 69-70)
8.- Tomando en consideración todos estos datos, se puede
afirmar que esta primera dotación con vehículos MRAP,
tanto del tipo escuadra como de pelotón, no debería
asumirse ni siquiera como una solución de urgencia para
mejorar la seguridad de las tropas desplegadas en el Líbano
y Afganistán ya que no remedia la excesiva demora que se
ha producido en el proceso de renovación de los BMR. Sería
un error mucho más grave extender esta opción a la
renovación de la totalidad de los BMR. (pág. 67-68)
9.- La decisión debería incluir otros blindados tipo 8x8,
disponibles actualmente en el mercado y que gozan de más
protección frente a misiles antitanque y EFP, además de
armamento más potente y mayor capacidad de transporte,
tal y como ya lo ha hecho la Armada española. (pág. 68)
10.- ¿Son útiles los actuales BMR a estos efectos?. La
opinión que transmiten es que son “viejos”, “inestables” y
9
faltos de mantenimiento. Desde el punto de vista de la
reputación se trata de una condena. (pág. 75)
La política de defensa, en mayor medida que otras políticas,
exige una estrategia de comunicación proactiva y no reactiva
como ocurre actualmente.
En el marco de la política de defensa, la intervención en
operaciones de paz constituye uno de los principales
instrumentos que consolida la reputación, nacional y exterior,
de las FAS junto con la imagen internacional de España. Sin
embargo, se está todavía muy lejos de explotarlas eficazmente
para potenciar la marca España en el mundo.
El desarrollo de la política de defensa que se pretende impulsar
desde el Gobierno, tal y como ha señalado la Ministra Carme
Chacón en su comparecencia en el Congreso el pasado mes
de Junio, deberá contar con el compromiso político más amplio
posible y un esfuerzo presupuestario continuado que, a pesar
de la crisis económica que atraviesa el país, mantenga la
modernización de las FAS si se pretende garantizar la eficacia,
operatividad y seguridad de las tropas en las misiones en las
que intervengan.
Desde Think-Com queremos contribuir a este debate, con
intención constructiva, a partir de un análisis retrospectivo,
presente y previsiblemente del futuro y la tipología de los
conflictos en los que estarán presentes los soldados españoles.
Sin la menor duda, un caso óptimo de reflejo de lo que es la
estrategia y política de Defensa de un país como España.
10
1º.- EL ESCENARIO ESTRATÉGICO EN LOS INICIOS
DEL SIGLO XXI
La realidad político-militar mundial de nuestros días conserva una importante
herencia de los sistemas estratégicos que dominaron las últimas décadas del
siglo XX y de cuyo seno está emergiendo una nueva configuración estratégica
de alcance planetario.
Por ese motivo, la política de seguridad y defensa de una potencia media como
España, debe basar sus principales decisiones en un análisis de los conflictos
armados actuales y su previsible evolución durante las próximas décadas,
conjugando los elementos que concurren en el escenario estratégico
internacional con las características que definen la configuración interna de los
países, pues la interacción entre ambas realidades será la que determine los
objetivos, medios, formas y límites de los enfrentamientos bélicos presentes y
futuros.
1.- De la bipolaridad nuclear a la emergencia de nuevas amenazas
Tanto la doctrina estratégica que sustentan las principales potencias, como las
investigaciones desarrolladas por los más avanzados centros de pensamiento
de seguridad y defensa, coinciden en destacar que el escenario mundial
surgido tras el fin de la bipolaridad, se ha modificado sustancialmente respecto
del que existió en las décadas posteriores al final de la Segunda Guerra
Mundial. 1
La realidad internacional de nuestros días está dominada por la globalización,
la transición estructural y la aceleración de los procesos de cambio. La
globalización, entendida como la consolidación de procesos caracterizados por
su mundialización, su complejidad y su interdependencia. La transición
estructural que resulta de la progresiva transformación de la bipolaridad política
y militar; la universalidad del modelo económico capitalista y la creciente
interacción cultural entre las diversas sociedades que ocupan el espacio del
viejo y superado debate ideológico.
Tanto la globalización como la transición estructural, se están produciendo con
una aceleración histórica que jamás había experimentado la Humanidad. Ello
provoca la eclosión de incertidumbres y riesgos que los gobiernos no logran
gestionar de forma satisfactoria y que las sociedades no son capaces de
asimilar, provocando un desarraigo identitario que trata de paliarse mediante el
1
.- Ministerio de Defensa de España.- Revisión Estratégica de la Defensa.- Madrid, 2002; págs. 37-49.
White House.- A National Security Strategy for a New Century.- Washington, 1999; pág. 1
The National Security Strategy of the United States of America.- Washington, 2002; págs. 29 y ss.
The National Security Strategy of the United States of America.- Washington, 2006; págs. 47-49.
Ministry of Defence.- Delivering Security in a Changing World. Defence White Paper.- Londres, 2003;
págs. 4-6.
Cabinet Office.- The National Security Strategy of the United Kingdom. Security in a Interdependent
World.- Londres, 2008; págs.. 3-5.
La documentation française.- Défense et Sécurité Nationale. Le libre blanc.-. París, 2008; págs.. 13-43.
11
recurso a las ideologías radicales o el enclaustramiento cultural, con frecuencia
conflictivo y violento.
Globalización, transición estructural y cambio acelerado son procesos
protagonizados tanto por los Estados como por actores no estatales
transnacionales y colectividades subestatales, que alteran los fundamentos de
un orden internacional basado durante siglos en la supremacía del Estado y
una concepción cuasi-absoluta de su soberanía.
Naturalmente las consecuencias de estos tres procesos son contradictorias.
Por una parte ofrecen nuevas oportunidades de avanzar en el desarrollo
humano de las personas y la solidaridad de los pueblos enfrentando
colectivamente nuevos retos, como el hambre y las graves pandemias que
afectan a los países más pobres, el deterioro del medioambiente, las
consecuencias de las catástrofes naturales, el agotamiento de las materias
primas y los recursos energéticos, etc. Por otro lado, dichos procesos también
desencadenan efectos perniciosos, como el aumento de las desigualdades de
riqueza en y entre los países; el desarraigo social y la marginación personal, la
difusión mundial de ciertas formas de violencia, practicada por grupos
terroristas o por la delincuencia internacional organizada, y, sobre todo, la
valoración de nuevas amenazas para la seguridad de los países y las
personas.
Durante la segunda mitad del siglo pasado, la defensa de los estados y la
seguridad de los pueblos se abordó conjugando tres sistemas estratégicos
mundiales: el sistema de autodefensa; el sistema de disuasión nuclear y el
sistema de seguridad colectiva.
Aunque en términos generales el sistema de autodefensa se identificó con el
sistema de defensa de los estados, semejante identidad resultó tanto más
errónea cuanto que buena parte de los conflictos bélicos de este período,
especialmente
los
asociados
a
la
descolonización,
combinaron
progresivamente las guerras por la defensa de los estados con la guerra por la
defensa de las sociedades frente a los estados. Desde esta perspectiva, la
guerra civil y la guerra internacional se articularon en una compleja continuidad
de formas bélicas cada vez más dinámica y difícil de diferenciar
estratégicamente.
El sistema político-estratégico de la autodefensa seguirá plenamente vigente
en el siglo XXI mientras los estados sigan constituyendo los principales actores
en el uso de la fuerza. El ataque de Estados Unidos al régimen talibán de
Afganistán en 2001; la intervención anglo-americana en Irak en 2003 o la más
reciente invasión del Líbano por Israel en el verano de 2006, son casos
recientes de semejante vigencia en el ámbito de los conflictos bélicos
internacionales.
No obstante, el desarrollo y utilización del arma atómica por Estados Unidos
durante la Segunda Guerra Mundial, provocó la irrupción de una nueva realidad
político-estratégica que dominaría la escena internacional durante la segunda
mitad del siglo XX: la disuasión nuclear. La ventaja militar que concede la
12
disponibilidad y uso del arma nuclear no sólo queda anulada cuando los
contendientes disponen de arsenales nucleares, sino que genera un efecto
político y militar paradójico: la reducción o eliminación de las oportunidades de
su empleo y, al mismo tiempo, la necesidad de su plena disponibilidad y la
permanente demostración de la voluntad de utilizarla, aunque sólo sea en
situaciones excepcionales, para tener credibilidad disuasora.
En cambio, la eficacia de la disuasión nuclear respecto de la guerra
convencional es muy limitada. En efecto, la experiencia de los últimos
cincuenta años, desde la intervención en Corea, demuestra que las potencias
nucleares se han visto envueltas en conflicto bélicos convencionales que nunca
han escalado hacia el empleo del arma nuclear. Ello se debió, en parte, al
enfrentamiento bipolar entre Estados Unidos y la URSS pero también al hecho
de que la nuclearización de un conflicto bélico clásico, tendría unas
consecuencias imprevisibles que los dirigentes de las propias potencias
nucleares no han estado dispuestos a asumir.
La importancia del valor disuasorio de los arsenales nucleares decrece en
proporción directa a su proliferación entre los países y a la asimetría en las
características de las armas nucleares a su disposición. Resulta evidente que
con cada incorporación de un nuevo país al grupo de potencias nucleares, el
sistema aumenta su complejidad y la eficacia de la capacidad disuasoria de
cada una de ellas se hace más incierta debido al incremento de la probabilidad
de utilización de las armas nucleares, siquiera sean tácticas, en la escalada de
un conflicto bélico convencional. Por ese motivo, la no proliferación nuclear y la
limitación o desarme de los arsenales ya existentes se convierte en nuestros
días en una prioridad política y funcional del sistema que, no obstante, tiene
pocas probabilidades de satisfacerse plenamente a medio plazo. 2
Finalmente, tras la Primera Guerra Mundial, el Presidente norteamericano
Woodrow Wilson formuló en la última propuesta de su Programa de los Catorce
Puntos, presentado en su discurso del 9 de Enero de 1918 ante el Congreso,
“la creación de una sociedad de naciones....con el propósito de garantizar
mutuamente la independencia política y la integridad territorial, tanto de los
Estados grandes como de los pequeños.” Este fue el origen de un nuevo
sistema político y estratégico que se instauró con la creación de la Sociedad de
Naciones 3 y que, tras su fracaso, se abordaría de nuevo por la Carta de las
Naciones Unidas en 1945, el sistema de seguridad colectiva. Este sistema
descansa en dos principios esenciales: la prohibición general del uso de la
fuerza en las relaciones entre los Estados y el derecho de la comunidad
internacional a utilizar la fuerza contra el agresor.
El desarrollo y eficacia de este sistema, exige la resolución de una serie de
cuestiones muy diversas y complejas que van desde la determinación del
órgano o institución autorizada para decidir el recurso a la fuerza en nombre de
2
En efecto, si el interés básico de las potencias nucleares es el de mantener restringido su número y
capacidad, es también el motivo último por el que nuevos países aspiran a disponer de su propio
armamento nuclear, provocando de este modo una carrera armamentista nuclear que, hasta el momento,
no ha llegado a su límite como lo demuestran los recientes casos de Corea del Norte e Irán.
3
.- Parte Primera. Arts. 1 a 26 del Tratado de Paz de Versailles.
13
la comunidad internacional, hasta la instauración de procedimientos de solución
pacífica de controversias y conflictos, pasando por la regulación del uso de la
fuerza y la adopción de sanciones, graduales y proporcionadas, contra el
agresor hasta alcanzar las operaciones de imposición de la paz (peace
enforcement). Junto a ambos principios, el sistema de seguridad colectiva
presenta una característica que le distingue de los restantes sistemas políticoestratégicos, a saber: goza de la supremacía y exclusividad legal.
Precisamente la tensión dialéctica entre el alcance y efectividad político-militar
de los sistemas de autodefensa y de disuasión nuclear, de una parte, y la
supremacía y exclusividad legal del sistema de seguridad colectiva, de otra,
constituye el epicentro del proceso de transformación que está experimentando
la seguridad y la defensa de la sociedad internacional desde hace medio siglo.
Una tensión que se ha agudizado tras la desaparición de la bipolaridad y cuya
incidencia sobre las características y evolución de los conflictos armados en las
primeras décadas del siglo XXI está ya siendo evidente.
A pesar de las constantes afirmaciones en sentido contrario de importantes
documentos estratégicos, 4 el final de la bipolaridad no ha hecho emerger
nuevas amenazas, sólo ha permitido que las principales amenazas no
nucleares ya existentes pasasen a ocupar un lugar dominante en la agenda de
la seguridad internacional. En efecto, ni las armas de destrucción masiva, el
terrorismo internacional, el radicalismo islámico, las crisis energéticas, el
deterioro medioambiental, los conflictos asimétricos, el genocidio y la violación
masiva de derechos humanos, la difusión internacional de epidemias y
pandemias, las migraciones masivas o el crimen organizado, constituyen
nuevas realidades mundiales surgidas tras la caída del muro de Berlín.
Lo que sí ha cambiado en las dos últimas décadas es la conciencia política y
social de la vulnerabilidad ante estas amenazas en proporción directa a la
reducción del riesgo de una contienda nuclear y la paralela oportunidad de
enfrentarlas y resolverlas mediante acciones colectivas surgidas de procesos
de decisión multilaterales.
La conclusión es evidente. El mundo no se ha hecho más conflictivo y
violento que en épocas precedentes, pero sí se ha incrementado su
inestabilidad funcional debido al incremento de los actores internacionales y
de su protagonismo en la dinámica global, lo que introduce mayores
incertidumbres en los procesos de decisión y mayores riesgos en la resolución
de las amenazas existentes. 5
4
Consejo Atlántico (Roma,1991).- Declaración de Roma sobre paz y cooperación. Nuevo Concepto
Estratégico de la Alianza.- .http://www.nato.int/docu/basictxt/b911108b.htm .
Una Alianza para el siglo XXI. Comunicado de la Cumbre de Washington. Emitido por los Jefes de
Estado y de Gobierno participantes en la reunión del consejo del Atlántico Norte celebrada en
Washington D.C. el 24 de Abril de 1999.- http://www.nato.int/docu/pr/1999/p99-063e.htm
5
“La mondialisation ne crée un monde ni meilleur ni plus dangereux qu’il y a deux décennies. Elle
dessine en revanche les contours d’un sys-tème international nettement plus instable, moins contrôlé, et
donc plus inquiétant, qui appelle des réponses à la fois globales et très spécifiques.”
Défense et Sécurité Nationale. Le libre blanc.- op. cit.; pág. 33.
14
2.- ¿Como serán los conflictos armados de las próximas décadas? 6
Para conocer el perfil de los conflictos armados que se desarrollarán durante la
próxima década, resulta imprescindible recurrir al análisis de los datos que nos
muestran la tendencia histórica de la segunda mitad del siglo XX y los
comienzos del nuevo milenio, ya que sólo de ese modo podremos alcanzar una
conclusiones estructurales sobre las que basar nuestro análisis prospectivo,
evitando así los condicionamientos debidos a circunstancias coyunturales o a
condiciones regionales y culturales.
Los datos procedentes de diversas fuentes científicas demuestran
inequívocamente que entre 1946 y 2007:
a).- Las guerras, ya sean tradicionales o irregulares, constituyeron un número
muy reducido de la totalidad de los conflictos que se produjeron que, en su
mayor parte, fueron de baja intensidad (no violentos) o de intensidad media
(crisis o situaciones de violencia pre y postbélica).
Gráfico nº 1
Fuente: Heidelberg Institute for International Conflict Research.- Conflict
Barometer 2007.- www.hiik.de/en/konfliktbarometer/pdf/ConflictBarometer_2007.pdf
6
Puede contrastarse el perfil de los conflictos armados previstos para los próximos años con el que se
definía en el capítulo 1 del Libro blanco de la defensa.
Ministerio de Defensa de España.- Libro blanco de la Defensa 2000.
(http://www.resdal.org/Archivo/d0000128.htm )
15
Según el Conflict Barometer de 2007, en las últimas seis décadas el número de
conflictos bélicos nunca supero el 25% del total de conflictos censados.
Gráfico nº 2
Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm
b) La mayoría de los conflictos armados no se produjeron en el contexto
internacional sino en el ámbito interno de los Estados. La idea de que la
centralización de poder del Estado, incluido el uso de la fuerza, reduce o limita
el número de los conflictos armados en el interior de los países no encuentra
evidencias empíricas que la respalden.
De acuerdo con las estadísticas del Global Conflict Trends de 2008, los
conflictos armados intraestatales acaecidos durante las últimas seis décadas
fueron como mínimo tres veces superiores al de los conflictos armados
interestatales.
16
Gráfico nº 3
Fuente: Heidelberg Institute for International Conflict Research.- Conflict
Barometer 2007.- www.hiik.de/en/konfliktbarometer/pdf/ConflictBarometer_2007.pdf
c).- A diferencia de los conflictos armados no bélicos, las guerras, intra o
interestatales, presentan un alto grado de victimización y de duración en el
tiempo. Ello las convierte en una de las principales causas de inestabilidad
política regional y mundial, con independencia de la atención mediática que
reciban. 7
d).- Destaca el significativo aumento de los desplazamientos de población
generados por los conflictos armados, con un claro dominio de los desplazados
internos sobre los refugiados internacionales, que demuestra el creciente valor
estratégico que está adquiriendo el control territorial mediante la violencia
específicamente dirigida contra la población civil.
7
La duración media de los 61 conflictos con hostilidades censados por Bloomfield y Moulton entre 1945
y 1994, fue de 11 años y 7 meses. Por su parte, los datos de Marshall establecen que de los 325 conflictos
violentos censados entre 1946 y 2007, 26 se iniciaron en la segunda mitad del siglo XX y alcanzaron los
primeros del siglo XXI. Entre estos últimos, 7 fueron guerras en las que se estima que en cada una de
ellas el número de muertos fue igual o superior a 100.000, alcanzando un total de 4.900.000 víctimas. De
acuerdo con esta misma fuente, sólo dos guerras de las desencadenadas en el siglo XXI han superado el
umbral de los 100.000 muertos: la intervención anglo-americana en Irak y la guerra en Sudán,
estimándose el total de ambas en 350.000 muertos.
17
Gráfico nº 4
Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm
e).- La mayoría de los conflictos armados, incluidas las guerras, se generan por
dos grupos de causas: las de raíz étnico-religiosa y las originadas por la
inestabilidad política de los Estados, especialmente asociada a los procesos de
cambios de régimen y de descolonización o secesión. En cambio la violencia
pre o posbélica, además de las causas anteriores, también es provocada por
causas de naturaleza social y económica. (Véanse tablas estadísticas 1 y 2)
Ello significa que por sí solos los programas de reconstrucción posbélica y de
fortalecimiento institucional del Estado, sólo garantizan la reducción de las
amenazas y riesgos de conflictividad bélica, a medio plazo, en los conflictos
generados por la inestabilidad política estatal, en cambio resultarán
absolutamente insuficientes en los conflictos bélicos de raíces étnicas o
religiosas, en los que el proceso de restauración de un orden de convivencia
puede alcanzar largos períodos intergeneracionales.
18
Gráfico nº 5
Fuente: Center for Systemic Peace.- Global Conflict Trends 2008.http://www.systemicpeace.org/conflict.htm
f).- Las áreas regionales donde se concentran la mayoría de los conflictos
bélicos de los últimos sesenta años son: África subsahariana; Oriente próximomedio y Sudeste asiático-Pacífico.
Todas estas regiones se encuentran en la periferia del centro internacional de
poder estratégico integrado por las potencias euro-atlánticas. Ello introduce dos
características en la gestión y resolución de tales conflictos bélicos: su
marginalidad en la definición de los intereses estratégicos de dichas potencias,
salvo cuando afectan a países con recursos energéticos, y la complejidad
logística y de inteligencia de las misiones militares de intervención o
pacificación. Ambas características tienden a demorar la adopción de las
decisiones de resolución de los conflictos armados por parte de las grandes
potencias y organismos internacionales que controlan.
g).- No existe, en cambio, concordancia en los datos sobre la fase del ciclo
histórico de conflictividad bélica en el que nos encontramos. Aunque el Global
Conflict Trends y el Conflict Barometer coinciden en el hecho de que el período
álgido se produjo en el entorno del fin de la bipolaridad y la desintegración
soviética, es decir años 80 y principios de los 90, discrepan sin embargo sobre
la evolución posterior de la tendencia.
19
Para el equipo del Center for Systemic Peace, la tendencia histórica posterior
es claramente decreciente, mientras que para los miembros del Heidelberg
Institute for International Conflict Research, la tendencia histórica se mantiene
en términos estables desde hace más de dos décadas.
Considerando todas estas evidencias, el perfil dominante de los conflictos
bélicos de la próxima década tendrá las siguientes características:
1ª.- Un conflicto bélico de media o larga duración;
2ª.- Surgido en el ámbito interno de un país africano o asiático;
3ª.- Consecuencia de la escalada violenta de un conflicto previo
basado en causas étnicas o por el control político del Estado;
4ª.- Que se desarrollará mediante la combinación de una estrategia
militar tradicional y el empleo de tácticas irregulares, especialmente
orientadas contra la población civil del adversario y la destrucción
de las infraestructuras y, en su caso, contra las fuerzas
multinacionales;
5ª.- Habrá un uso intensivo de la propaganda internacional
utilizando los medios de comunicación de masas o Internet;
6ª.- Tendrá una continuidad en un conflicto armado postbélico de
intensidad media y larga duración, durante el cual el riesgo o
probabilidad de escalada a la violencia bélica será extremadamente
alto.
Por el contrario, cuando se analiza la tendencia histórica de la violencia
terrorista, las conclusiones muestran significativas diferencias respecto de los
conflictos armados. En efecto, el terrorismo muestra las siguientes
características:
a).- Es una violencia mucho más frecuente e internacionalizada que los
conflictos armados por tratarse de una forma de violencia cuyas exigencias de
recursos humanos, financieros, logísticos y operativos son sustancialmente
menores que las requeridas por las formas más primarias de los conflictos
armados, como la guerrilla, y, desde luego, que los exigidos por las contiendas
bélicas.
b).- Ello explica también la elevada proliferación de grupos terroristas que, a
pesar de los cambios experimentados en las últimas cuatro décadas, han
surgido de modo prioritario y en este mismo orden en Europa Occidental
(25,7%), Oriente Próximo-Medio (20,6%) y el Sur de Asia (13,9 %).
20
Gráfico nº 6 : Grupos terroristas por regiones (1968-2006)
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base (**)
(**) Esta base de datos ha transferido sus contenidos al National Consortium for the Study of
Terrorism and Responses to Terrorism (START). No obstante, los datos sobre actos terroristas
al ser propiedad de la RAND Corporation le han sido transferidos, manteniendo START su
propia base de datos: Global Terrorism Database (GTD) accesible en la dirección.
http://www.start.umd.edu/data/
c).- A la luz de los datos anteriores resulta comprensible que la actividad
terrorista se haya concentrado también en esas mismas regiones,
sobresaliendo el área de Oriente Próximo-Medio que por sí sola acumula el 42
% del total de los atentados cometidos durante el período entre 1968 y 2006,
frente al 16 % de Europa Occidental y el 15 % del Sur de Asia.
d).- La concentración regional de los grupos y la violencia terrorista sólo se
corresponde parcialmente con la distribución geográfica del grado de
victimización de los atentados, ya que Europa Occidental sólo representa el 4,7
% de los heridos y el 2,8 % de los muertos, frente al 46,61 % de heridos y el
53,21 % de muertos que ocurrieron en Oriente Próximo-Medio y el 19,7 % de
heridos y el 17,1 % de muertos provocados en el Sur de Asia.
Estos datos en relación con los anteriores demuestran
antiterroristas adoptadas en Europa Occidental no han
proliferación de organizaciones terroristas ni la comisión de
han resultado decisivas para reducir sus efectos
que las políticas
podido evitar la
atentados pero sí
de victimización
21
Gráfico nº 7: Número de actos terroristas por regiones (1968-2006)
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base
Gráfico nº 8 : Número de víctimas del terrorismo por regiones (1968-2006)
22
e).- Desde el punto de vista de la evolución temporal, el período de mayor
actividad terrorista se produjo entre 1985 y 1988, lo que muestra una
coincidencia significativa con el período de mayor conflictividad bélica, mientras
que el nivel más alto alcanzado en el número de víctimas del terrorismo se
produjo en el período 2001-2005.
Esta tendencia del denominado terrorismo de cuarta generación a escalar en
los efectos destructivos humanos y materiales de sus atentados, explica
también el recurso coyuntural al empleo de armas de destrucción masiva,
principalmente químicas y biológicas, que muestran los datos del periodo 19992002.
f).- El estudio del terrorismo, atendiendo al carácter ideológico de los grupos
que lo practican, demuestra que las causas nacionalistas y/o separatistas son
las que han provocado un mayor número de atentados, el 38 %, seguidas del
terrorismo de izquierdas (comunismo, socialismo, etc.) con un 31 %, y del
originado en ideologías radicales religiosas con un 20 % de los atentados.
Sin embargo, esta distribución de la actividad de los grupos terroristas no se
corresponde con la violencia asesina de los atentados cometidos. En efecto, el
terrorismo de carácter religioso ha provocado directamente el 50% de los
heridos y muertos en atentados, mientras que el terrorismo de signo
izquierdista tan sólo ocasionó el 10 % de las víctimas. Entre ambos se sitúa el
terrorismo nacionalista y/o independentista que causó el 37 % de los heridos y
el 36 % de los muertos.
En un análisis de conjunto se aprecia claramente que el terrorismo practicado
por grupos radicales religiosos constituye la amenaza más destructiva pero, en
cambio, el terrorismo de las organizaciones nacionalistas configura la amenaza
más duradera en el tiempo.
g).- Finalmente y atendiendo al tipo de violencia empleada en los atentados
terroristas, tanto domésticos como internacionales, se aprecia un claro dominio
del uso de bombas y explosivos, seguido de los ataques armados,
generalmente indiscriminados contra la población civil, demostrándose con ello
la incapacidad de los grupos terroristas para desencadenar la escalada hacia la
violencia armada y el conflicto bélico, junto con su voluntad de magnificar su
violencia mediante un alto grado de victimización que asegure su difusión
mediática.
23
Gráfico nº 9: Evolución temporal de los atentados terroristas (1968-2003)
Nº ACTOS TERRORISTAS 1968-2003
700
665
635
600
612
530
499
500
565
300
434
437
375
269
355
304
363
322
275
200
426
395
413
282
440
431
487
296
297
274
198
216
166
100
190
111
0
19
68
19
69
19
70
19
71
19
72
19
73
19
74
19
75
19
76
19
77
19
78
19
79
19
80
19
81
19
82
19
83
19
84
19
85
19
86
19
87
19
88
19
89
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
Nº DE ACTOS
382
400
565
497
489
419
605
AÑOS
Fuentes: Central Intelligence Agency.- Interntational Terrorism 1979.- Washington, 1980; págs. XIII-XXX.
United States. Department of State.- Patterns of Global Terrorism.- Washington (1982-2002)
24
Gráfico 10: Número de víctimas provocadas por grupos terroristas
agrupados según orientación ideológica (1968-2006) (*)
(*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both
domestic and international
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base
Tomando en consideración la tendencia histórica de las últimas cuatro
décadas, el perfil de la amenaza terrorista para los próximos años es el
siguiente:
1º.- La mayoría de la actividad terrorista se desarrollará
preferentemente en países de Oriente Próximo-Medio; Europa
Occidental y Sur de Asia;
2º.- Un número muy apreciable de los atentados más destructivos
serán cometidos por nuevas organizaciones terroristas asociadas
al radicalismo religioso aunque de escasa implantación social,
mientras que persistirán los atentados terroristas cometidos por
organizaciones nacionalistas y/o independentistas;
3º.- La mayoría de los atentados se producirán mediante el empleo
de bombas o ataques armados indiscriminados en el ámbito interno
25
de los países, aunque subsistirá un limitado número de actos
terroristas internacionales;
4º.- Aunque de forma cuantitativamente reducida, los atentados
terroristas con armas de destrucción masiva seguirán
produciéndose y serán especialmente importantes tanto por el
número de víctimas ocasionadas como por la alarma social que
causarán;
5º.- Las actividades terroristas experimentarán adaptaciones
operativas de acuerdo con tres condicionamientos básicos: el
desarrollo tecnológico y armamentístico; las conexiones y
cooperación entre grupos terroristas, tanto doméstica como
internacional, y la influencia de los atentados-símbolo realizados
con éxito.
El contraste entre las características de los conflictos armados y la violencia
terrorista, ponen de manifiesto dos importantes conclusiones:
a).- Que se trata de formas de violencia de naturaleza, lógica de evolución
y consecuencias claramente diferentes y que, por consiguiente, no
pueden abordarse con las mismas estrategias y tácticas operativas de
respuesta.
b).- No obstante, ambas formas de violencia no son necesariamente
incompatibles y, por tanto, con frecuencia aparecerán asociadas
coyunturalmente en una determinada región o país generando un
escenario político-militar complejo y dinámico para el que se requieren
estrategias, operaciones tácticas y medios militares verdaderamente
innovadores.
3.- La configuración de una nueva estructura estratégica mundial
Como puede fácilmente apreciarse, el escenario estratégico mundial ha
experimentado cambios durante las dos últimas décadas. De la permanente y
categórica amenaza del ataque nuclear exterior, se ha pasado a la recurrente
violencia armada intraestatal conjugada con una difusa y dinámica violencia
terrorista. Lógicamente, estos cambios en las prioridades de la seguridad y la
defensa han desencadenado un proceso de reestructuración de las relaciones
políticas y militares entre los países, especialmente entre las grandes potencias
mundiales y/o regionales, ya que son ellas, en último extremo, las principales
garantes y beneficiarias del mantenimiento de la seguridad del sistema
internacional.
Nos encontramos pues en las fases iniciales de la emergencia de un nuevo
sistema político-estratégico internacional, cuyos principios, instituciones y
características funcionales no están todavía claramente delimitados, pero del
que ya podemos destacar algunos de los elementos claves que están
incidiendo en el proceso de su gestación y desarrollo. Dicho sistema podemos
calificarlo de sistema de seguridad colectiva intervencionista.
26
Gráfico nº 11
Este nuevo sistema emergente conjuga actores, principios estratégicos y
medios militares de los sistemas heredados del siglo XX, pero tratando de
adaptarlos a las exigencias de la seguridad mundial de nuestros días, mediante
la definición de nuevas funciones internacionales y el establecimiento de
nuevas reglas de conducta política y militar, que operan simultáneamente en
tres niveles o escenarios diferentes: mundial, regional y local.
A nivel mundial, destacan la Organización de las Naciones Unidas, como la
principal aunque no exclusiva organización gestora de la seguridad colectiva
junto con un naciente directorio o coalición tripartita de potencias mundiales.
Este directorio tripartito está configurado por los Estados Unidos, que ejercen el
liderazgo político y militar pero que carecen de los recursos y la capacidad
necesarios para imponer su hegemonía de forma unilateral; la Federación de
Rusia, que goza de los medios nucleares, la capacidad diplomática y los
recursos energéticos para influir en la política mundial pero que se encuentra
todavía demasiado limitada en sus capacidades económicas y tecnológicas y,
finalmente, la Unión Europea que opera a escala mundial como una potencia
comercial, financiera y tecnológica pero cuyas capacidades militares siguen
estando controladas por los gobiernos de las principales potencias que la
integran.
La coyuntural articulación de este directorio tripartito, insuficiente para hablar
todavía de la existencia de un nuevo sistema estratégico mundial, ha puesto de
manifiesto su neta superioridad en las capacidades políticas y militares
convencionales así como el control de la mayoría de los arsenales nucleares
27
estratégicos y tácticos actualmente existentes. Además domina, junto con la
R.P. de China, el proceso de decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y
con ello la legalidad y el funcionamiento del sistema de seguridad colectiva.
Los miembros de este directorio son, en definitiva, los que definen los
parámetros básicos de decisión política y garantizan el funcionamiento
estratégico del nuevo sistema mundial. No es una casualidad que en los
principales conflictos bélicos internacionales que se ha desarrollado desde
finales del siglo pasado, su intervención concertada haya sido necesaria y
decisiva para alcanzar una solución política o militar de tales contiendas. Ya se
trate de las guerras balcánicas, de las dos guerras del Golfo de 1990-91 y
2003, de Afganistán, de la guerra del Líbano o del conflicto palestino-israelí, la
intervención concertada del cuarteto (ONU+EEUU+Rusia+UE) se ha revelado
necesaria, aunque no siempre suficiente, para alcanzar la resolución definitiva
de tales conflictos bélicos.
Sin embargo, en la medida en que los objetivos estratégicos mundiales de las
potencias que integran el directorio tripartito no siempre coinciden con sus
intereses nacionales y tampoco existe siempre una armonía con la legalidad
exigida por el sistema de seguridad colectiva que gestiona Naciones Unidas,
resulta imposible evitar que alguna de las potencias de la coalición, puesto que
poseen los medios militares para ello, realicen unilateralmente operaciones de
intervención bélica al margen o en contra de los criterios políticos de otros
miembros o violando la legalidad internacional. Las intervención bélica rusa en
Chechenia (2000-2001), de Estados Unidos en Afganistán (2001) o del Reino
Unido y Estados Unidos en Irak (2003) son una buena prueba de ello.
Uno de los aspectos que introduce complejidad en este nivel estratégico
mundial es la existencia de un organismo supranacional, como es el caso de la
UE, en el que la configuración institucional de su PESD y el desarrollo de sus
capacidades militares no ha concluido todavía, dificultando con ello las
posibilidades de concertación con los otros dos miembros del directorio ya que
en buena medida el poder diplomático y estratégico, incluido los arsenales
nucleares, sigue perteneciendo a sus dos principales potencias, el Reino Unido
y Francia. 8
El segundo nivel del nuevo sistema político-estratégico, lo constituyen las
potencias regionales, entre las que destacan la R.P. de China;9 la India;
8
.- En el seno de la UE existe un núcleo militar articulado a partir del eje Francia-Reino Unido, que es el
impulsor del avance en la integración que sustenta la PESD. Sin embargo, el eje vertebrador de la
integración política y económica descansa en el entendimiento entre Francia y la R.F. de Alemania. Ello
significa que todo progreso en materia de la PESD debe desarrollarse en el marco más amplio de la PESC
y, por tanto, sólo se logrará cuando existe un entendimiento tripartito Francia – R.F. de Alemania – Reino
Unido, como se ha demostrado en el reciente fracaso del proyecto de Constitución Europea y
comprobamos ahora en el proceso de ratificación del Tratado de Reforma que, en materia de seguridad y
defensa, contiene las mismas cláusulas que en el proyecto precedente.
9
.- Aunque la R.P. de China dispone de capacidades políticas y militares para participar en el directorio,
lo cierto es que durante las últimas dos décadas sólo ha aspirado a desempeñar un papel de potencia
regional en el área de Asia-Pacífico. Previsiblemente esta política seguirá en la próxima década en la
medida en que para los dirigentes comunistas chinos, la prioridad absoluta se sitúa en lograr el desarrollo
socio-económico sin provocar una quiebra de la estabilidad política del régimen, en otras palabras, su
28
Pakistán; Japón y Australia en el área de Asia-Pacífico; Sudáfrica y tal vez
Nigeria en el África Subsahariana; Turquía en la región del Cáucaso; Israel,
Egipto y Siria en Oriente Próximo; Irán en Oriente Medio; Brasil en
Latinoamérica; R. F. de Alemania; Italia y España en Europa Occidental y el
Mediterráneo. Como puede fácilmente apreciarse, este segundo nivel presenta
un alto grado de heterogeneidad política y militar ya que coexisten potencias
con capacidad nuclear con otras con recursos militares convencionales, así
como países con estrategias orientadas a la hegemonía regional con otros que
sólo aspiran a mantener la estabilidad política y militar en sus áreas de
influencia.
Una de las diferencias más notables del nuevo sistema emergente respecto de
períodos anteriores, radica en el hecho de que su funcionamiento político y
militar descansa no sólo en la coordinación entre el directorio de potencias
mundiales y la ONU sino también en la progresiva incorporación de las
potencias regionales tanto al proceso de decisión como a las operaciones
militares de pacificación o de intervención que se llevan a cabo. Es, por tanto,
un sistema político-estratégico multilateral e incluyente, a diferencia de modelos
anteriores basados en el bipolarismo y la exclusión.
Por otra parte, el grado de compromiso estratégico de estas potencias
regionales respecto de los miembros del concierto tripartito varía
ostensiblemente. Desde los países que participan en una alianza multilateral
como la OTAN, como es el caso de Turquía, a países que además constituyen,
junto con el Reino Unido y Francia, el núcleo central de la PESD, como ocurre
con la R. F. de Alemania, Italia y España, pasando por los países que
mantienen un vínculo aliancista bilateral con Estados Unidos, como es el caso
de Israel, Japón, Australia o la India, hasta las posiciones abiertamente
independientes de potencias como China, Pakistán, Sudáfrica o Brasil y
concluyendo en la cooperación con Rusia que caracteriza al régimen iraní.
Por último, a nivel local, el sistema estratégico articula y apoya la actuación de
aquellos países cuya estructura estatal está lo suficientemente consolidada
para garantizar una capacidad de gestión político-militar de sus propios
conflictos armados internos. Los casos de Argelia y Colombia resultan
ejemplares sobre la importancia y el papel desempeñado por este tipo de
países para la seguridad internacional y frente a los cuales aparecen aquellos
otros cuyas estructuras estatales son incapaces de enfrentar el reto a la
seguridad interior que suponen los grupos insurgentes o terroristas y las
organizaciones de criminalidad internacional (narcotráfico; tráfico de seres
humanos; etc.), constituyendo los que se denominan Estados fallidos (Failed
States).
Por lo que atañe al tipo de operaciones bélicas que se están desarrollando por
el nuevo sistema estratégico en proceso de gestación, podemos destacar dos
categorías: las operaciones de pacificación y las operaciones de intervención.
Las primeras corresponden al ámbito de la seguridad colectiva que decide
Naciones Unidas aunque, cada vez más, son ejecutadas por organismos
principal preocupación estratégica no se encuentra en el nivel mundial sino en el ámbito interno de su
propio país.
29
regionales de seguridad como la OTAN, la UE, la OSCE o la UA, mientras que
las segundas se caracterizan por decidirse con criterios estrictamente políticomilitares por las potencias del directorio, incluso en abierta violación de la
legalidad internacional, atribuyendo su ejecución bien a las propias potencias, a
organizaciones aliancistas o a coaliciones multinacionales creadas
específicamente para cada conflicto bélico.
La amplia experiencia adquirida en las últimas dos décadas en las operaciones
de pacificación, con 47 operaciones entre 1988 y 2006, ha permitido decantar
una doctrina estratégica y operativa cada vez más depurada y eficaz. No ocurre
lo mismo con las operaciones de intervención, especialmente a escala
internacional, ya que las experiencias de Kosovo (1999) y de Irak (2003), que
son las más significativas, no solamente fueron notablemente distintas en sus
actores, evolución y consecuencias, sino que resultan excesivamente escasas
para extraer lecciones aprendidas sobre las que sustentar una nueva
concepción estratégica y operativa.
Este análisis del panorama estratégico mundial a comienzos del siglo XXI
evidencia cuatro rasgos característicos que la mayoría de la doctrina coincide
en destacar: incertidumbre política, complejidad funcional, globalización
operativa e intervención integral.
La incertidumbre política es una resultante directa de la ausencia de un sistema
político-militar mundial claramente dominante. Ello no sólo impide saber quién
manda sino también los intereses prevalentes y las normas políticas y jurídicas
que deben acatarse.
El criterio del interés nacional que constituyó el referente político inexcusable
de los gobiernos durante los siglos anteriores, se está diluyendo en un mundo
en el que la seguridad nacional y la seguridad internacional resultan cada vez
más difíciles de disociar y, por tanto, la seguridad, la estabilidad y la paz
internacionales se convierten en objetivos prioritarios del interés nacional de
cada país o, al menos, de las potencias mundiales y regionales.
Ello impone a estas potencias, la necesidad de asumir como parte de su propia
seguridad nacional, la defensa o la restauración del orden político interno de
otros países bien sea porque afectan a sus ciudadanos, a sus intereses
económicos o, simplemente, para evitar las amenazas o ataques procedentes
de tales países.
Sin embargo, es evidente que los límites entre las exigencias que impone este
intervencionismo militar internacional, incluso cuando se realiza en el marco de
operaciones de pacificación, y los esfuerzos compatibles con la propia
estabilidad y seguridad nacionales son cada vez más difusos y, por
consiguiente, más difíciles de plasmar en las decisiones políticas y estratégicas
de largo plazo que son, por otra parte, las que necesita el sistema
internacional.
El resultado de esta incertidumbre política ha provocado la falta de objetivos
políticos claros y la incapacidad para formular el estado final deseable
30
(desirable end state) que debe realizarse antes de cualquier intervención militar
y que se puede apreciar en los principales conflictos bélicos que han jalonado
las dos últimas décadas. Ello ha dejado como saldo la recurrencia de sucesivas
guerras por las mismas causas y en los mismos lugares o la continuidad de los
conflictos armados durante decenios. Ejemplos significativos de las primeras
son las dos guerras de Chechenia; las guerras en Irak de 1991 y 2003 o las
guerras en Croacia; Bosnia-Herzegovina y Kosovo entre 1991 y 1999. Como
casos significativos de la segunda categoría se encuentran el conflicto
palestino-israelí y las guerras en Afganistán; Sudán o Somalia.
Una parte significativa de esta incertidumbre política está ocasionada por la
creciente complejidad funcional que vienen experimentando tanto las
sociedades nacionales como la sociedad mundial. En efecto, la tradicional
distinción entre lo intereses y objetivos políticos, económicos o culturales que
imperó durante las décadas precedentes, ha dado paso al reconocimiento de
una concepción de la seguridad multidimensional y, por tanto, más compleja.
Ello significa que los objetivos políticos de las intervenciones militares del
presente siglo, deben incluir las prioridades económicas, sociales y culturales
de los países y también del conjunto de la comunidad internacional, lo que no
sería novedoso ni problemático a no ser porque en la actualidad, los
antagonismos de intereses y grupos de estas tres dimensiones son, al mismo
tiempo, nacionales e internacionales y se dirimen simultáneamente mediante
actuaciones violentas y no violentas.
La tercera característica del emergente escenario estratégico mundial consiste
en el alcance global del teatro de operaciones. A diferencia de las grandes
contiendas de la primera mitad del siglo XX, denominadas mundiales más por
sus efectos que por el alcance de sus operaciones, la globalización operativa
político-militar se desarrolló inicialmente asociada al sistema de disuasión
nuclear aunque en las dos últimas décadas, y ello es lo novedoso, ha
alcanzado también a la dimensión militar convencional.
En la actualidad, cualquier guerra, tradicional o irregular, desencadenada en un
país o una región del planeta, puede terminar internacionalizándose
militarmente y amenazar los intereses y la seguridad mundial, exigiendo por
ello una respuesta militar que debe disponer de una capacidad de proyección y
operatividad militar a escala global y no sólo local o regional.
Son muy pocos los países que cuentan con esta capacidad de proyección de
fuerza a escala global y la necesaria sostenibilidad logística para enfrentar una
contienda con una duración de medio o largo plazo. Ello convierte a estos
países en las potencias dominantes del nuevo sistema estratégico mundial
pero, al mismo tiempo, les impone la carga de garantizar la paz y estabilidad de
dicho sistema movilizando sus recursos militares cuando tales condiciones se
ven alteradas o amenazadas.
La inmensidad del reto que supone la globalización operativa induce en las
grandes potencias la necesidad de abordarlo de forma conjunta, lo que
requiere un mínimo consenso político entre ellas, compartiendo las cargas con
31
las potencias de la región donde se desarrolla el conflicto armado. En otras
palabras, la globalización operativa exige el multilateralismo ya que ningún
país, incluido Estados Unidos, puede abordarla de forma efectiva y sostenible
unilateralmente.
Finalmente, el contexto estratégico internacional de los inicio del siglo XXI
requiere que las amenazas o los conflictos armados se aborden con
intervenciones integrales, es decir que incluyan todas las etapas del desarrollo
de un conflicto amado, desde las situaciones de crisis hasta la gestión de las
condiciones de reconstrucción y estabilización postbélicas.
Como se ha podido comprobar en todas las contiendas que se han
desencadenado durante los últimos años, las medidas de alerta temprana y de
carácter preventivo que han podido resultar muy útiles para evitar la escalada
de algunas crisis, se han revelado ineficaces para resolverlas. Sin embargo,
también se ha podido constatar que el éxito militar por sí solo no ha bastado
para garantizar la convivencia, la paz y la estabilidad política tras el conflicto
armado.
La naturaleza completa o integral que deben adquirir las intervenciones
estratégicas de nuestros días, imponen la necesidad de contar con los medios
y las actuaciones de distintos actores internacionales además de los estados.
Junto a organismos intergubernamentales como Naciones Unidas o la Unión
Europea, se requiere también la actuación de organizaciones no
gubernamentales, empresas multinacionales o medios de comunicación,
buscando alcanzar unos objetivos comunes y de conformidad con unos
programas planificados conjuntamente que, sin embargo, hasta ahora no han
logrado articularse más allá de las declaraciones oficiales bienintencionadas.
La concurrencia de los tres sistemas de seguridad en los inicios del siglo actual
está provocando una serie de consecuencias que introducen importantes
variables de incertidumbre en la planificación estratégica y graves e
imprevisibles riesgos en la actuación táctica y logística de las que se empieza a
tener una clara conciencia aunque todavía no se sabe como abordarlas y
resolverlas, en buena medida debido a que el nuevo sistema de seguridad
mundial no ha terminado de decantarse y consolidarse todavía.
32
2º- ESPAÑA ANTE LA EVOLUCIÓN DE LA DEFENSA EN
LA SOCIEDAD INTERNACIONAL ACTUAL
Dibujadas las líneas maestras del escenario estratégico mundial y definidos los
perfiles de las principales formas de conflictividad violenta que deberán
enfrentarse durante los próximos años, disponemos de los elementos
necesarios para evaluar la política de seguridad y defensa de nuestro país, así
como los cambios que deberán realizarse para adaptarla a las nuevas
realidades estratégicas mundiales.
1.- La posición de España en el mundo actual
Es un lugar común la afirmación de que España, a pesar de sus limitaciones
territoriales y demográficas ha alcanzado durante las tres décadas de su
democracia una transformación política, económica y cultural que la sitúan
como una clara potencia media a escala mundial y una importante potencia
regional en las áreas euroatlántica y mediterránea.
En efecto, desde la perspectiva mundial España contaba en 2007 con un PIB
de 1,4 billones de euros en 2007 (8ª posición mundial) y, lo que es más
importante, una distribución de esta riqueza más equitativa que la de Estados
Unidos; Reino Unido o Italia. El Indice de Desarrollo Humano (IDH) español en
2005 era superior al del Reino Unido; Alemania o Italia. En el terreno de las
nuevas tecnologías, los 952 abonados a teléfonos móviles por cada 1.000
habitantes en 2005, la situaba por delante de países como Francia; Estados
Unidos o Japón. En el área euroatlántica, incluida Rusia, España constituye la
6ª potencia económica y la 9ª potencia demográfica. 10
El análisis de la situación militar de España la sitúa en una posición muy
relegada (32ª) en el contingente de sus tropas, debido a su profesionalización,
sin embargo el gasto en defensa que en 2007 ascendió a 8.052 millones de
euros corresponde al de la 14ª potencia del mundo, a pesar de que este
presupuesto sólo equivale al 1,1 % del PIB muy lejos de lo que corresponde a
En definitiva, los datos evidencian que España constituye una potencia
económica y político-militar media a escala mundial, una posición que se
refuerza por su activa participación durante los últimos años en tres organismos
con una decisiva proyección estratégica internacional: la ONU; la OTAN y la
UE.
Los compromisos políticos y militares derivados de su pertenencia a estas tres
organizaciones, le imponen a España la necesidad de desarrollar su proyección
exterior con una perspectiva acorde a su posición mundial. Lejos quedaron los
años en los que el Gobierno español evaluaba su política de defensa en
términos de intereses y amenazas procedentes de nuestro entorno regional
10
PNUD.- Informe sobre Desarrollo. Humano 2007-2008. La lucha contra el cambio climático:
Solidaridad frente a un mundo dividido.- Nueva York, 2007; págs.. 231.
33
más próximo y el eje Baleares – Estrecho – Canarias constituía el centro de
gravedad de la estrategia defensiva española.
Sin negar la evidente importancia que posee el control y protección de este eje
ante las nuevas amenazas como el terrorismo yihadista, las operaciones del
crimen internacional organizado y los movimientos migratorios ilegales, ninguna
autoridad política española puede ignorar que el interés de seguridad nacional
incluye el compromiso de colaborar militarmente con nuestros aliados
europeos, con Estados Unidos y con la ONU en aquellas misiones de
pacificación, incluidas las de imposición de la paz, cualquiera que sea el
escenario geopolítico en donde se realicen y la duración que requieran. 11
Esta doble dimensión de España como potencia, mundial y regional, todavía no
asimilada plenamente por la propia sociedad española y sus dirigentes
políticos, ha constituido la principal causa de confusión y disfuncionalidad en la
elaboración y ejecución de nuestras políticas exterior y de seguridad y defensa.
Mientras nuestros intereses estratégicos, económicos y culturales se han
extendido al conjunto de la sociedad mundial, obligándonos a actuar en países
y a enfrentar situaciones críticas a las que hace tan sólo dos décadas
podíamos permanecer ajenos, los medios humanos y materiales habilitados
para hacer frente a estas nuevas exigencias se mantienen en cuantía y
condiciones similares a los de una potencia exclusivamente regional. 12
Esta discrepancia entre necesidades y medios disponibles, entre objetivos y
actuaciones de nuestras políticas exterior y de seguridad y defensa, hipoteca la
credibilidad de nuestros compromisos internacionales y con ello la posición
internacional de España a la hora de defender sus intereses nacionales, sin
que nos exima de tener que participar en las misiones militares que se deciden
en los organismos internacionales a los que pertenecemos.
Por ese motivo, su resolución además de requerir el tan reiterado pacto de
Estado sobre la política exterior, que debería extenderse también a la política
de seguridad y defensa, exige un acuerdo político básico para incrementar los
recursos humanos y modernizar los medios materiales que hagan factibles
tales políticas. Pacto de Estado y acuerdo político que resultarán difíciles de
adoptar en una época de crisis económica y de restricciones presupuestarias,
pero sin cuyo concurso seguirá deteriorándose la posición de España en el
11
.- Romero Bartumeus,L. .- “La relevancia del Estrecho en el planeamiento estratégico español”.- ARI
Nº 181 (2004); págs..
12
En el ámbito de la política exterior resultan verdaderamente reveladores dos documentos:
“España en el mundo: La modernización del servicio exterior”. Conferencia del Sr. Ministro de Asuntos
Exteriores en la Escuela Diplomática (13 Junio de 2001).- Revista Española de Derecho Internacional;
Vol. 52, Nº 2, 2000 , pags. 639-652
Comisión para la reforma integral del servicio exterior. Ministerio de la Presidencia.- Informe sobre
la Reforma del Servicio Exterior español.- 20 Junio 2005.
(http://www.maec.es/SiteCollectionDocuments/Documentos/informe_CRISEX.pdf)
Por lo que atañe a la política de defensa, véase:
Ministerio
de
Defensa
de
España.Libro
blanco
de
la
defensa
2000.(http://www.resdal.org/Archivo/d0000128.htm )
Ministerio de Defensa de España.- Revisión Estratégica de la Defensa.- Madrid, 2002
(http://www.mde.es/descarga/red.pdf )
34
mundo, sin que por ello mejoren las condiciones sociales y económicas
internas.
2.- La política española de paz y seguridad
Desde que en 1989 España se involucró en las primeras misiones
internacionales de pacificación, progresivamente se ha ido desarrollando la
dimensión de paz y seguridad como uno de los componentes centrales de la
política de defensa. 13 La Directiva de Defensa Nacional 1/92 incluyó entre los
objetivos de la defensa nacional:
“Tercero. Contribuir a la seguridad y defensa colectivas con nuestros
aliados, según lo dispuesto en los compromisos internacionales suscritos
por España.
Cuarto. Colaborar en el fortalecimiento de las relaciones pacíficas entre
las naciones y especialmente en nuestro entorno geográfico”
Durante los tres últimos lustros, la dinámica de los conflictos armados
internacionales y la progresiva articulación del nuevo sistema de seguridad
colectiva intervencionista, han terminado imponiendo una creciente
participación de las FAS españolas en el escenario estratégico mundial.
2.1.- Las Fuerzas Armadas españolas y su contribución a la paz y la
seguridad internacionales
Desde 1989 hasta la actualidad las FAS españolas han participado en 52
misiones internacionales realizadas en 32 países, de las que 9 permanecen
todavía activas, más una participación extraordinaria de cooperación militar con
el Gobierno de Guinea Ecuatorial entre 1979 y 1989. 14 Este número de
misiones resulta verdaderamente significativo si se compara con las 63
operaciones de paz realizadas por Naciones Unidas entre 1948 y 2008. 15
Desde el punto de vista de los contingentes militares movilizados para las
operaciones de paz, la contribución española ha sido muy importante no sólo
por la cantidad de las tropas sino también por la eficacia demostrada en las
misiones realizadas. 16 Ello unido a la larga duración de algunas de las
13
Iglesias Velasco, Alfonso J.- “El rumbo marcado por la nueva Directiva de Defensa Nacional”.Revista Electrónica de Estudios Internacionales, nº 9 (2005)
(http://www.reei.org/reei9/A.Iglesias(reei9).pdf )
14
Véase el cuadro resumen elaborado por el Ministerio de Defensa en:
http://www.mde.es/contenido.jsp?id_nodo=4403&&&keyword=&auditoria=F
En las misiones realizadas por España se incluyen tanto las misiones de paz de NN.UU. como las
realizadas por mandato de la OTAN; la UE y la OSCE.
15
Véanse los datos oficiales de Naciones Unidas: http://www.un.org/spanish/peace/dpko/bnote.htm
Marrero Rocha, I.C.- La participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones de paz.- Edit.
Plaza y Valdés, Villaviciosa de Odó;. 2007.
16
El total de militares que han participado en misiones de paz asciende a 72.000. El pasado 29 de Mayo
de 2008 el Congreso autorizó el despliegue de 190 militares en el Chad y Líbano que sumados a los 2.853
soldados destinados en misiones internacionales superan el límite de 3.000 soldados establecido por el
Gobierno, por lo que se ha decidido también retirar el número de militares que supera este límite.
35
misiones ha supuesto un importante esfuerzo humano y financiero para las
FAS, pero también le ha proporcionado, tanto a la oficialidad como a la tropa,
una decisiva experiencia militar en conflictos armados gracias a la cual han
mejorado su operatividad y eficacia, incluyendo la participación en unidades
multinacionales. 17
El peso decisivo alcanzado en la política española de seguridad y defensa por
la participación en las misiones internacionales que, en buena medida, traduce
nuestro compromiso como miembros de las principales organizaciones
estratégicas, está fielmente reflejado en la Directiva de Defensa Nacional
1/2004 de 30 de Diciembre.
Esta es una dimensión altamente apreciada por la opinión pública española
que, sin embargo, se ha desarrollado carente de un marco normativo específico
interno que regulase las competencias de los principales poderes del Estado en
las decisiones y el control (ex ante y ex post) de su ejecución. 18
Hasta la reciente Ley Orgánica 5/2005 del 17 de Noviembre de la Defensa
Nacional, las decisiones de participación militar en misiones internacionales se
adoptaron por el Gobierno con escasa intervención del Congreso y del Senado
que tampoco ejercieron un control político y jurídico importante sobre el
desarrollo y consecuencias de tales misiones, al carecer de unos criterios de
legalidad y oportunidad política claros.
De este modo se consagró un creciente divorcio entre la importancia alcanzada
por la actuación internacional de las FAS españolas y la intervención de
instituciones políticas tan relevantes como el Parlamento que, a medio plazo,
condicionó el necesario apoyo político, económico y social que requerían las
tropas españolas desplegadas internacionalmente. Semejante discordancia ha
incidido directamente en la coherencia de los objetivos asignados y la
continuidad de la participación española en las misiones internacionales por las
que las FAS han pagado un alto precio en vidas humanas.
Desde que se inició la participación de las FAS españolas en misiones
internacionales han fallecido 144 militares y 3 policías, de los cuales 81 han
sido víctimas de accidentes aéreos y 14 lo fueron por accidentes con BMR,
además de las bajas ocasionadas por ataques y atentados con explosivos y
minas. El 75 % de los fallecidos, 109 víctimas mortales, se concentran en las
misiones desarrolladas en Afganistán, con 85, y Bosnia-Herzegovina con 23.
17
El coste financiero de la participación española en las misiones de paz hasta el presente supera los
3.500 millones de €.
18
Véase los último estudio de opinión:
Díez Nicolás, J.- La opinión pública española y la política exterior y de seguridad. Informe INCIPE
2006.- Edit. INCIPE. Madrid, 2006.
Real Instituto Elcano.- Decimooctava oleada del barómetro del RIE (Junio 2008).(http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/!ut/p/kcxml/04_Sj9SPykssy0xPLMnMz0vM0Y_QjzK
LN4k3dAoASYGYTn76kShCBvGOCJEgfW99X4_83FT9AP2C3NCIckdHRQBkABcu/delta/base64xml/L3
dJdyEvd0ZNQUFzQUMvNElVRS82XzRfTUU! )
Noya, J.- “La opinión pública española y las misiones de las fuerzas armadas en el exterior”.-
ARI, nº 121 (2007). Véase en:
http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=
/Elcano_es/Zonas_es/Imagen+de+Espana/ARI+121-2007
36
Sólo durante el año 2007 se produjeron 15 muertos en misiones
internacionales de los que 9 lo fueron por atentados. 19
La importancia de estas cifras revela que la política española de paz y
seguridad ha pasado a convertirse en uno de los principales instrumentos de la
proyección internacional de España y el núcleo más importante de articulación
de su política de defensa, con un alto coste humano que exige un planeamiento
adecuado de las capacidades que el país deberá destinar a las misiones
internacionales en los próximos años y, sobre todo, de los medios materiales
que deberá poner a disposición de las FAS para que desempeñen sus
operaciones con el menor riesgo posible.
2.2.- Las Fuerzas Armadas españolas,
exterior
imagen de España en el
Desde nuestra perspectiva, una concepción actual y de futuro de la defensa y
de toda la seguridad está relacionada, también y por encima de todo, con
cuestiones de redes sociales, de información y conocimiento y de imagen y
representación. Ya en 1927 opinaba Lasswell 20 que estos factores sociales
eran una buena alternativa de control y orden social en relación con la policía e
incluso con el ejército porque eran más eficaces, eran más baratos y además
no dejaban sangre.
El corazón de la defensa en la actualidad está en saber leer y anticiparse a las
iniciativas adversas, en condicionar el movimiento de los rivales o reducirlos al
silencio, en conocer al adversario o contrincante en sus razones precisas y
más auténticas, en “saber” adaptarse a las emergencias, bien anulándolas a
priori, bien redimensionándolas, en conseguir que adversarios u oponentes se
avengan a pactos y renuncien a las hostilidades, en ganar márgenes de
inviolabilidad. En nuestro tiempo, además, cuando las acciones de los ejércitos
se llevan a cabo predominantemente en el exterior, en conflictos ajenos y con
misiones de pacificación e intermediación, el papel de esas funciones de redes
sociales, conocimiento e imagen
se incrementan hasta convertirse en
fundamentales.
El ejército español en Kosovo o en Afganistán, por ejemplo, personifica por
encima de todo el concepto, la imagen, la representación de España. Las
Fuerzas Armadas son, en esas situaciones, un representante de España
actuando como agente de intermediación y pacificación en conflictos ajenos y
dentro de organismos y decisiones internacionales. Juegan, por ello, como
“marca España” en varios terrenos: en el propio del conflicto –en relación a los
contrincantes en Afganistán, por ejemplo-, en relación a sus aliados y en
19
.- Según datos oficiales de Naciones Unidas, en las misiones de paz desarrolladas desde 1948 hasta
mediados de 2007, se produjeron un total de 2.474 bajas. En estos datos España aparece con 29 bajas
sufridas en las misiones: UNTAET 1; UNPROFOR 15; UNOHCI 1; UNMIK 3; UNIFIL 7; ONUSAL 1 y
MINUGUA 1, cifras que contrastan con las 114 bajas de Canadá, las 99 del Reino Unido, las 98 de
Francia, las 63 de Estados Unidos y las 45 de Italia.
Véase: http://www.un.org/spanish/peace/dpko/ops/fatalities.html
20
LASSWELL,H., Propaganda in the World War I, New York, 1927
37
cumplimiento de las misiones que los organismos internacionales –ONU u
OTAN, por ejemplo- le han encomendado, en relación a sí mismos y la
sociedad, nación y pueblo –español en este caso- a quien representa. En todas
esas funciones opera y es eficaz sólo atendiendo a las facetas a que nos
referimos de relaciones públicas, información, representación e imagen.
Aparentemente no se trata de nada novedoso. Todos los ejércitos cuentan con
unidades operativas encargadas de la información, de las relaciones con la
población local, de la comunicación interna y cuidado psicológico de los
soldados, etc. Siempre han sido estos factores componentes básicos de la
estrategia militar y no es casual que la propaganda científica se haya
desarrollado en relación directa con las guerras y con los grandes conflictos y
haya tenido a los ejércitos como primeros protagonistas21.
Lo que queremos aquí resaltar por ello no es que los militares se ocupen en
sus operaciones de información y de las relaciones con la población implicada
porque esas son prácticas antiguas, sino una cuestión de prioridades, de
enfoque y de principios estratégicos. Los ejércitos, como la mayor parte de las
grandes corporaciones, tienen asumido que es imprescindible ocuparse de la
información y de la opinión pública. Pero suelen reducirlo a una concepción
instrumental y de herramienta. Ninguna institución renuncia al conocimiento de
la competencia: es el punto de partida de cualquier actividad de planificación.
Pero suelen reducirlo a la recogida de información, al “mapeado” de opiniones,
características y fuerzas del sector, a los valores y debilidades propias y del
adversario. Tampoco ninguna institución renuncia al uso de su marca y a los
juegos de influencia que la misma le permite, pero suele hacerlo con el uso de
herramientas e instrumentos que desarrollan estrategias definidas desde otros
parámetros que, aunque no puedan despreciarse, han dejado de ser
dominantes. En definitiva, que aunque no convenga olvidarse de Clausewich ni
de Tucídides o Napoleón, es más importante en los conflictos actuales conocer
y manejar técnicas de redes sociales y de comunicación22. Una concepción
moderna y de futuro de la defensa y de la seguridad es sobre todo
cuestión de conocimiento (de información organizada) o de saber y es
cuestión de reputación
Reputación es un excelente y utilísimo concepto con una doble significación.
Por una parte tiene un significado estratégico absoluto: responde al definitivo
redescubrimiento del “cliente”y del público como entidad origen y objeto de
cualquier actividad e iniciativa, a focalizar toda la actividad de las instituciones y
empresas desde el cliente final (“market focus”). En el origen de cualquier
actividad social y pública está la confianza, la credibilidad: eso es la reputación,
la fe inicial y la respuesta, el retorno, que el individuo interlocutor da a la
posición de la institución en la sociedad. Es por lo mismo el origen y el objetivo
de las estrategias de cualquier institución. Por otra parte la reputación es un
valor contable, un índice que –como los índices de bolsa de valores- fija y
determina la posición, tanto relativa como neta, del valor de los intangibles de
cualquier institución y empresa. Se trata de un índice contabilizable, medible y
21
TIMOTEO ALVAREZ,J., Historia y Modelos de Comunicación en el siglo XX, Ariel, Barcelona, 1987
y Círculo de Lectores, Madrid, 1989. Varias ediciones.
22
DEBRAY, R., Le Feu sacré, fonctions du religieux, Fayard, Paris, 2003
38
de referencia. El valor final y el precio de mercado de un bien, servicio o
producto cualquiera viene determinado por su utilidad (valor de uso) más su
valor inmaterial, de signo o equivalente. Es viejo pensamiento económico:
Marx, reconociendo que los productos tenían un valor de uso y un valor de
cambio; Schumpeter, dando por supuesto que los componentes de valor de un
bien económico son materiales e inmateriales; Braudillard, añadiendo a los
valores de uso y cambio el valor de signo, etc..
La fijación, la determinación de ese doble significado, estratégico y contable,
viene establecida por una tetralogía, por la necesidad de gestionar –de
manejar- hasta cuatro variables. La primera de ellas genera simpatía,
proximidad, y queda establecida por la función “ser” (quién soy) o, en argot
profesional, por la función “marca”; la segunda viene establecida por el
reconocimiento de la eficacia, del saber hacer, de la utilidad (qué hago, en qué
puedo ser útil); la tercera se define y regulariza directamente en las relaciones,
en la interfaz, en el intercambio e interactividad entre “ofertante” de servicios y
“fuente”/”reclamante”/demandante de tales servicios; la cuarta y última es el
índice, el valor contable que mide y establece numéricamente el peso
cuantitativo y cualitativo de todo el proceso: se trata con precisión de lo que en
el argot profesional se denomina “reputación”.
Estratégicamente, por tanto, la posición de una unidad de defensa en un
concreto escenario viene valorada por un índice –reputación- que incluye el
valor de la marca, la conciencia que ese escenario tiene de la utilidad y eficacia
de la unidad más la colaboración, cooperación o implicación activa que dicha
unidad consigue extraer de dicho escenario
Gestión de Intangibles
SER = MARCA
ÆSIMPATÍA
INTERFAZ
COOPERACIÓN
EFICACIA
SABER HACER
REPUTACIÓN
39
Cuando hablamos entonces de Gestión de la Reputación nos referimos a
cuatro ámbitos de actividad: la gestión de la identidad corporativa y de la
marca; la gestión (el manejo a favor de una significación positiva) de la eficacia,
del conocimiento y de la experiencia; la gestión de las relaciones con el
escenario y el entorno (asuntos externos, comunicación externa, relaciones
públicas); y, también, la gestión de la reputación propiamente dicha, es decir, el
cuidado y manejo de la respuesta que la sociedad ofrece a la triple oferta que
la entidad le da y propone: no es prudente dejar que esa respuesta sea “pura”
porque nunca lo será, porque agentes competidores y situaciones ajenas a la
entidad en cuestión influirán voluntaria e involuntariamente sobre la reacción
social, sobre la respuesta.
Las Fuerzas Armadas se han situado como una Institución española de
representación exterior con un peso propio, equivalente a otras instituciones
oficiales (Asuntos Exteriores, Instituto Cervantes…) o para oficiales (Cámaras
de Comercio…) y en paralelismo a marcas no institucionales que, en el caso de
España, están incrementando en forma rápida su posición y presencia23 . La
gestión de marca (“brand”) origina en primer lugar conocimiento (notoriedad), el
que sea espontáneamente reconocida como un nombre (marca) que “suena”;
en segundo lugar reconocimiento o identificación con valores propios de un
país; en tercer lugar simpatía, proximidad, que se traduce en anhelo por entrar
en contacto y desarrollar el proceso completo de reputación a que arriba nos
referíamos24. El problema no menor está en que mientras la opinión reconoce
al Instituto Cervantes, por ejemplo, un exponente normalizado de la “marca
España” no suelen aparecer las Fuerzas Armadas españolas en los esquemas
y casos de análisis al respecto.
Un programa de Gestión de la Reputación implica por ello una visión integrada
y, sobre todo, un posicionamiento estratégico de todo lo que en el argot
convencional se define como gestión de marca, marketing corporativo,
comunicación externa, asuntos públicos (“public affairs”), relaciones públicas y
similares. Todos esos conceptos son más que un paquete de temas (“issues”)
funcionales manejados por las ya existentes y separadas áreas de relaciones
gubernamentales, comunicación, operaciones o similares. Se sitúan en el
corazón de la dirección estratégica última, soportados por una estrategia
unificada y horizontal que afecte a todos los “constituents”, es decir, a todas
aquellas organizaciones o individuos cuyas actitudes y comportamientos
influyan y faciliten el logro de los objetivos.
23
El estudio de la “MARCA ESPAÑA” está teniendo en los últimos años y por fin una atención digna a
través sobre todo de dos programas o proyectos. Uno, menos conocido, dentro del Plan Estratégico del
ICEX 2006-2010 (www.exportapymes.com) . Otro a través del “Proyecto Marca España” liderado por el
Real Instituto Elcano y en colaboración con el “Foro de Marcas Renombradas Españolas” y con Dircom
(Asociación de Directores de Comunicación de España). Según datos recientes de este Foro de Marcas,
las de mayor reconocimiento como “marcas españolas” son “Real Madrid” y “FCBarcelona”, mientras
que las de “mayor notoriedad espontánea” (los nombres más conocidos aunque no necesariamente
identificados con España) son “Zara”, “Mango”, “SEAT”, “Camper” e “Iberia”.
24
Es sabida la identificación de determinadas marcas con los correspondientes países: Alemania es
eficacia es Mercedes; Italia es diseño es Fiat o Ferrari, etc.. España carece aún de tal identidad y en buena
medida se mueve todavía con viejos tópicos (toros, flamenco). Resultado de la gestión de la marca
España debe ser identificada con los conceptos de “juventud, equipo, innovación, creatividad y talento”.
Para ello son utilísimos la Selección de Futbol, Nadal, Corredor, como lo son el Banco de Santander o
Telefónica o Zara o CustoBarcelona.
40
3.- La modernización de las Fuerzas Armadas españolas: una tarea
inconclusa
El proceso de modernización que ha experimentado el Estado español durante
las tres décadas de democracia es un hecho indiscutible, como también lo es
que una de las instituciones de la Administración Central que más ha
contribuido a esa modernización son las FAS.
En efecto, desde la Ley Orgánica 6/1980 de 1 de Julio sobre Criterios Básicos
de la Defensa Nacional y la Organización Militar hasta la reciente Ley Orgánica
5/2005 de 17 de Noviembre de la Defensa Nacional, las FAS españolas han
pasado de ser un ejército de recluta obligatoria a ser un ejército profesional.
Los cambios alcanzan desde la concepción de una defensa del territorio
nacional hasta la activa participación en el sistema de seguridad colectiva
mundial. Desde la organización de las FAS como un poder autónomo dentro
del Estado al pleno sometimiento legal, orgánico y funcional a las instituciones
civiles del Estado democrático. Desde la configuración de un ejército adscrito
territorialmente a las diversas capitanías hasta la articulación como unas
fuerzas armadas capaces de proyectar sus operaciones a escala mundial y
actuar en combinación con los ejércitos de las principales potencias mundiales.
Este profundo, complejo y no siempre fácil proceso de modernización de las
FAS españolas ha sido la resultante de dos importantes fuerzas impulsoras.
Por una parte la instauración del régimen democrático y el Estado de derecho,
que impuso la necesidad de cambiar no sólo la orgánica y el funcionamiento
del Ejército sino también sus propios valores y principios, hasta convertirlo en el
único instrumento del estado capaz de movilizar los recursos humanos y
materiales necesarios para hacer frente a las exigencias de la defensa y la
seguridad de la sociedad española, no sólo frente a posibles ataques o
agresiones del exterior sino y muy especialmente para aquellas situaciones de
riesgo o amenaza surgidas en el interior del país cuyo alcance social y/o
territorial excede las capacidades de los órganos civiles de la Administración
estatal.
La segunda fuerza de modernización procedió del contexto internacional
especialmente tras la desaparición de la bipolaridad político-militar y la
recuperación del sistema de seguridad colectiva. En el nuevo escenario
estratégico mundial, al que España se fue incorporando gradualmente como
consecuencia de su incorporación a organizaciones como la OTAN o la UE, las
FAS asumieron funciones que hasta ese momento no habían desempeñado y
para las que se requerían una nueva formación de sus oficiales y de su tropa,
una nueva estructura orgánica, nuevas doctrinas y, naturalmente, nuevos
medios materiales.
El proceso iniciado en 1983 con el Plan de Modernización del Ejército de Tierra
(plan META), tenía como objetivo satisfacer las exigencias nacionales de
modernización del pilar central de las FAS que era el Ejército de Tierra. Su
objetivo principal fue la transformación de una estructura militar territorial a una
estructura militar operativa siguiendo criterios de eficacia y funcionalidad.
41
“Sus principales logros fueron la reducción del número de capitanías
generales que pasaron de nueve a seis, la disolución de 116 unidades y
una espectacular rebaja del 50 % del contingente. Sin embargo, la meta
final no se alcanzó, debido a que el objetivo propuesto – organizar un
ejército pequeño y bien dotado de medios – se frustró al no programarse
el plan complementario de inversiones armamentísticas que compensara
la reducción de efectivos.” 25
El Plan RETO (1990) prosiguió los cambios iniciados por el Plan META al
adaptar la orgánica de las unidades a la reducción del período del servicio
militar y facilitar una modernización de material militar. Pero el cambio
sustancial que crearía las condiciones para una profesionalización e
internacionalización de las FAS se llevó a cabo con el Plan de Nueva
Organización del Ejército de Tierra (Plan NORTE) desarrollado entre 1994 y
1999.
El Libro blanco de la defensa 2000, constituyó el esfuerzo por sistematizar las
necesidades, tanto humanas como materiales, orgánicas y funcionales de las
FAS españolas a partir de un análisis prospectivo del escenario estratégico
nacional y mundial en los inicios del nuevo milenio.
La mayor parte del proceso de transformación experimentado por la política de
defensa española y, como consecuencia de ello, del Ejército durante los años
posteriores ha sido la ejecución de los objetivos y planes recogidos en este
documento. Pero la experiencia adquirida durante el transcurso de los ocho
años posteriores ha revelado algunas importantes limitaciones en la definición
de los riesgos y amenazas que debía enfrentar la política de defensa española,
ya fuese desde su perspectiva nacional como en su dimensión internacional.
Ello está obligando al Gobierno a asumir una nueva evaluación estratégica más
acorde con la realidad internacional del presente y con la posición que España
ha adquirido en el mundo, tal y como expuso la Ministra de Defensa en su
comparecencia ante el Congreso de los Diputados el pasado mes de Junio:
“Señorías, la nueva Directiva de Defensa Nacional (que supondrá el
inicio del nuevo ciclo de Planeamiento) y que presentaré en esta Cámara
en el próximo periodo de sesiones para así compartirla con esta
Comisión antes de solicitar su aprobación al Presidente del Gobierno; la
nueva Directiva Nacional, les decía, contendrá el mandato de elaborar la
Estrategia de Seguridad y Defensa. Su elaboración supondrá, como ya
indicaron otros Ministros en sus primeras comparecencias
parlamentarias, un trabajo conjunto entre varios departamentos para
poner en común objetivos y recursos dada la trascendencia y la
magnitud de los nuevos desafíos de seguridad.” 26
25
Puell de la Villa, F.- “Política de defensa y política militar en el siglo XX”.- Claves de la España del
siglo XX. Estudios.- Edit. Sociedad Estatal España Nuevo Milenio. Valencia, 2001; pág. 16.
26
Comparecencia de Carme Chacón ante la comisión de Defensa del congreso de los Diputados para
informar sobre las líneas generales de la política de defensa.- 30 junio de 2008.
(http://www.mde.es/actu_ministro/intervenciones/COMPARECENCIA_08_JUN.pdf )
42
Resulta crucial que se aborde esta nueva fase de la modernización de las FAS
españolas con un amplio apoyo político y social, pero no menos crucial resulta
la necesidad de que la evaluación estratégica y el planeamiento que de ella
resulte se realicen basándose en un riguroso estudio de la evolución futura de
los riesgos y amenazas en los escenarios nacional e internacional. Sólo de ese
modo se podrán definir con precisión los objetivos que deberán cumplir las FAS
y las capacidades necesarias para alcanzarlos. Si se desea que la
modernización de la política de defensa española sea verdaderamente eficaz
deberá realizarse pensando más en los retos de la España y el mundo de la
próxima década que en los conflictos y las amenazas del pasado.
43
3º.- CONDICIONES PARA LA OPTIMIZACIÓN DE LA
DEFENSA ESPAÑOLA
La inevitable modernización e internacionalización de la política de defensa
española, sólo será verdaderamente efectiva si genera una mayor seguridad
para el Estado y la sociedad española y, además, refuerza la confianza y
credibilidad de nuestros aliados. Para ello resulta imprescindible establecer
unos criterios claros de optimización de la defensa, gracias a los cuales se
corrijan las deficiencias que aquejan al proceso de definición estratégica y
planeamiento de la política de defensa, se incrementen las dotaciones
presupuestarias y el equipamiento de las FAS y se mejore su imagen y el
respaldo de la opinión pública, desterrando viejos estereotipos sobre el
militarismo propios del régimen anterior y de la época de bipolaridad.
1.- Requerimientos económicos e innovación tecnológica
Aunque durante los últimos años se ha realizado un incremento de la dotación
presupuestaria para Defensa, especialmente destinado a mejorar la retribución
del personal militar y civil de las FAS, la cuantía sigue siendo claramente
insuficiente si la comparamos con otros países europeos o si se contrasta con
el número e importancia de las misiones que desempeñan las tropas españolas
en el extranjero.
Gráfico nº 12 : Evolución del Prespuesto de Defensa (2003 – 2007)
Fuentes: Ministerio de Defensa
Instituto Nacional de Estadística
En 1998 el presupuesto de Defensa supuso el 1,25 % del PIB, diez años más
tarde y con un ejército plenamente profesionalizado el porcentaje representaba
tan sólo el 0,76 % el PIB. Si se analiza la evolución del gasto en defensa de los
últimos cinco años (2003-2007) se observa que, a pesar del incremento real del
4,38 % del último año, la media del incremento anual fue tan sólo del 1,5 % ya
44
que durante los tres primeros años (2003-2005) los gastos en defensa apenas
crecieron e incluso llegaron a reducirse (2003). 27
Resulta paradójico que al mismo tiempo que se incrementa la participación
internacional de España en las misiones de paz y se aborda el proceso de
modernización del equipamiento de un ejército profesionalizado, se esté
reduciendo el gasto público. Ello todavía resulta más preocupante si
observamos que el incremento en la partida presupuestaria destinada a
Operaciones de Mantenimiento de la Paz, con una cuantía de 18.360.000 € en
el 2005, fue del 0,0 % para el 2006, año en el que se decidió la intervención en
UNIFIL, la misión de paz en el Líbano. Pero sobre todo es alarmante constatar
que en el presupuesto de 2007, la cuantía de esta partida se redujo en 1 millón
de € equivalente al -5,45 %, cuando durante ese año se intervino con
importantes contingentes en las misiones de Bosnia-Herzegovina; Kossovo;
Líbano y Afganistán.
Gráfico nº 13 : Participación del presupuesto de Defensa en el PIB (2003-2007)
Fuentes: Ministerio de Defensa
Instituto Nacional de Estadística
La evidente contradicción que existe entre la importancia que los Gobiernos le
atribuyen a la política de defensa y la actuación que desempeñan las FAS en
las misiones internacionales, de una parte, y la realidad de la constante
limitación de recursos presupuestarios destinados a esta importante dimensión
del Estado, no se pueden interpretar ni como resultado de la improvisación,
dada la duración del proceso, ni tampoco al conocido argumento de que el
gasto militar no es aceptable para la opinión pública, ya que ello no sería
27
AFARMADE.- El sector industrial de Defensa. Informe 2002.- (www.afarmade.com)
Neuman, S.- Defense Industries and Dependency: Current and Future Trends in the Global Defense
Sector.- Swiss Federal Institute of Technology. Zurich, 2006.
(www.isn.ethz.ch/pubs/ph/details.cfm?lng=en&id=26896 )
45
aplicable al gasto en operaciones de paz. Ni tan siquiera puede atribuirse a
razones partidistas ya que las limitaciones financieras se ha producido con
gobiernos del PP y del PSOE.
Es necesario y urgente que los dos principales partidos asuman la
necesidad de apoyar incrementos significativos del presupuesto de
Defensa si se pretende evitar una progresiva descapitalización humana de
las FAS y, sobre todo, una pérdida real de la eficacia y necesaria
seguridad en su actividad en las misiones internacionales que realizan.
No es una casualidad que el número de bajas haya aumentado
espectacularmente durante estos últimos años, incluso si se comparan
con las que se produjeron en los años 90 cuando el ejército todavía era de
reclutamiento obligatorio y no se había alcanzado el grado de experiencia
que actualmente se posee.
Gráfico nº 14 :Variación del presupuesto de Defensa en términos nominales y
reales (2003-2007)
Fuentes: Ministerio de Defensa
Instituto Nacional de Estadística
Desde el punto de vista tecnológico, la situación de la industria de la defensa
en España puede caracterizarse por tres rasgos principales 28
1.
2.
3.
28
Escasa dimensión
Capacidades tecnológicas limitadas
Vulnerabilidad
Para ampliar lo que en estos comentarios se resume pueden consultarse dos textos recientes Carlos
Martí Sempere: Tecnologías de la Defensa. Análisis de la Situación Española. Instituto Universitario
General Gutiérrez Mellado de Investigación sobre la Paz, la Seguridad y la Defensa. Madrid, 2006. y
Vicente Ortega et al: Investigación, Desarrollo e Innovación. I+D+i en el sector defensa. Análisis de la
situación (1995-2005).ETSI. UPM & ISEDEFE, Madrid, 2007.
46
La escasa dimensión se refleja en que con la excepción de unas pocas
empresas (Casa-Eads, Navantia, Indra y Santa Bárbara) el resto tiene un
tamaño pequeño. Además, el sector empresarial de defensa se caracteriza por
el continuo cambio de los agentes involucrados, en el que son corrientes las
fusiones, cambios de nombre, nuevas empresas y desaparición de algunas
otras. La productividad no es elevada y algunas empresas se han mantenido
en el pasado más por razones estratégicas que por su rentabilidad.
El tejido industrial es endeble porque la red de suministradores de piezas y
componente que requiere la fabricación de los sistemas que producen es
escasa, lo que obliga a acudir al exterior para obtener materiales, componentes
o equipos de fabricación. Todo ello reforzado por una demanda interna
relativamente pequeña par los costes de I+d y fabricación tan elevados como
los que caracterizan al sector.
En gran medida derivado de lo anterior y de la evolución histórica del conjunto
del sistema industrial español, el sector de la defensa tiene claras limitaciones
tecnológicas. Así, de 86 tecnología calificadas como críticas, las empresas
españolas solo disponen de capacidades en 18, siendo en muchos casos
reducidas en alcance y competencia de costes.
La consecuencia es una vulnerabilidad tecnológica que limita nuestra
capacidad de acción y la proyección de nuestra política exterior. La respuesta
ha venido frecuentemente de la mano de acudir a suministradores extranjeros,
bien mediante la adquisición de sistemas completamente desarrollados (EF-18)
desarrollos internacionales con participación española (EF.2000) o a través de
fabricación bajo licencia de todo o parte (Fragatas) o diseñando un sistema
propio completado desde el exterior de elementos tecnológicos clave (Pizarro).
Las ventajas de esos sistemas son claras pues reducen costes y pueden
proporcionar otras ventajas en caso de que se negocien adecuadamente las
contrapartidas industriales y tecnológicas.
No estaría completo este panorama si no se hiciese una matización sobre la
importancia cualitativa de este sector, a pesar de sus insuficiencias. Esta idea
se fundamenta no solo por el nivel tecnológico de algunas empresas (v.g
INDRA) y su capacidad de arrastre, sino porque todos los parámetros de
innovación de las empresas contabilizadas en el sector, muestran un nivel
claramente superior al que predomina en el conjunto de nuestro sistema
industrial (Ortega et al, 2007). Por ello, además de razones de coste en el
sentido estricto en la toma de decisiones debe también sopesarse este aspecto
cualitativo de gran importancia en una industria manufacturera caracterizada
por su escaso nivel de innovación.
2.- Potencialidades y limitaciones de las capacidades de defensa
A la hora de realizar un balance del proceso de modernización acometido por
las FAS españolas durante las tres últimas décadas y las exigencias de la
política de seguridad y defensa de los próximos años, se aprecian significativas
47
potencialidades pero también importantes limitaciones que deberían ser
resueltas de modo urgente y decidido.
Entre las potencialidades destacan las siguientes:
a).- La alta cualificación profesional de los militares
Sin duda, el principal activo de la política española de seguridad y defensa es
el alto grado de cualificación de sus militares. Los importantes avances en el
proceso de formación académica y técnica de grado superior de los oficiales
españoles, actualmente en proceso de adaptación al Espacio Europeo de
Estudios Superiores, se ha visto reforzado con el proceso de formación
especializada que recibe la tropa como parte de un ejército plenamente
profesionalizado.
En la actualidad, los niveles de formación y cualificación de los militares
españoles son homologables con los de las principales potencias de nuestro
entorno como Francia; Reino Unido; Italia o Alemania. Este decisivo avance en
la formación se ha visto facilitado por el sistema de incorporación de los
licenciados universitarios y los especialistas a las filas de unas FAS
profesionales.
b).- La apreciable experiencia operativa internacional
Gracias al progreso en la cualificación de las tropas españolas, su participación
en las organizaciones internacionales y las misiones de pacificación no sólo se
ha incrementado sino que también ha prosperado hasta alcanzar el desempeño
de funciones de mando.
Ello ha permitido mejorar y completar la experiencia internacional adquirida por
las FAS españolas y de este modo desarrollar un adiestramiento avanzado de
los militares destinados a nuevas misiones.
Con un total de 3.000 militares desplegados en misiones de paz y teniendo en
cuenta la rotación semestral de las unidades, cada año intervienen
aproximadamente 6.000 efectivos en la amplia gama de operaciones que
requieren las misiones de paz, desde las tareas de observación hasta las de
intervención para protección de la población civil, pasando por las labores de
asistencia médica, ayuda humanitaria y reconstrucción de infraestructuras.
c).- La disponibilidad de un material y equipamiento reducido pero
tecnológicamente avanzado y en proceso de renovación
Como en todo ejército, la alta cualificación de sus militares resulta inútil si no va
acompañada de la disponibilidad de un material y equipamiento de sus
unidades moderno y adecuado a los requerimientos de las misiones que le son
encomendadas.
El esfuerzo realizado desde los años 90 está dando sus frutos al dotar a las
FAS de un material tecnológicamente muy avanzado, aunque debido a las
48
limitaciones presupuestarias resulta cuantitativamente muy reducido para
garantizar la plena operatividad del ejército en las misiones que viene
desempeñando.
Programas como el del avión de combate Eurofighter; el helicóptero de
combate Tigre; el helicóptero multipropósito NH-90 o el avión de transporte
estratégico A400M, entre los sistemas aéreos; la Fragata F-100, el submarino
S-80 o el Buque de Proyección Estratégica LHA, entre los sistemas navales; el
carro de combate LEOPARD 2E, los vehículos blindados PIZARRO y
CENTAURO, el Obús 155/52 (SIAC), entre los sistemas terrestres y,
finalmente, los satélites SPAINSAT y XTAR-EUR, el Sistema Español de
Comunicaciones por Satélite (SECOMSAT), los satélites de observación
HELIOS y PLEIADES o los Vehículos Aéreos no tripulados (UAV’s), entre los
sistemas de información y telecomunicaciones, constituyen ejemplos claros del
significativo avance realizado en las capacidades materiales y el equipamiento
del ejército español.
Precisamente en este contexto de modernización del material, se inscribe la
importancia estratégica del programa de renovación de los vehículos de
transporte de tropas y de reconocimiento que actualmente corresponde a los
BMR (Blindados medios sobre ruedas). Llama la atención que precisamente
este tipo de vehículos, a pesar de ser los más utilizados en las misiones
internacionales que vienen desempeñando las FAS en las dos últimas
décadas, sean los que más retraso hayan acumulado en su modernización. Por
ese motivo, el análisis del proceso de renovación de los actuales BMR
constituye un test representativo de los criterios que deberían presidir los
planes de armamento y material en los próximos años, aspecto que se
ampliará en el apartado 4º.
d).- La importante y positiva valoración social de las FAS
La valoración favorable que reciben las FAS españolas por la sociedad en
comparación con otras muchas instituciones del Estado, es un activo intangible
que debe ser mantenido y ampliado. Como afirmaba la Ministra de Defensa:
“Pero sus señorías convendrán conmigo en que no es bastante que seis
de cada diez españoles se identifiquen plenamente con sus Fuerzas
Armadas. Ni seis, ni siete, ni ocho de cada diez. No me conformo, no
nos conformamos, con nada que sea menos que sentir a diez de cada
29
diez españoles arropando a nuestras Fuerzas Armadas.”
No obstante, la necesidad de potenciar el apoyo social encuentra todavía
importantes obstáculos en el arraigo de anacrónicas concepciones que
identifican la defensa con el militarismo y el militarismo con políticas exteriores
agresivas e imperialistas. Concepciones que si bien no son mayoritarias,
siguen profundamente arraigadas en grupos elitistas de la sociedad con una
29
Comparecencia de Carme Chacón ante la comisión de Defensa del congreso de los Diputados para
informar sobre las líneas generales de la política de defensa.- 30 junio de 2008.
(http://www.mde.es/actu_ministro/intervenciones/COMPARECENCIA_08_JUN.pdf )
49
nada despreciable influencia intelectual y política, a los que ha venido a
sumarse en los últimos años la activa oposición de sectores del nacionalismo
radical independentista.
Por ese motivo, la cultura de la defensa se convierte en un instrumento decisivo
para seguir consolidando el respaldo social a las FAS y con ello la propia
política de seguridad y defensa.
e).- La participación activa en los principales centros internacionales de
decisión estratégica
Atrás quedaron los tiempos de las ambigüedades sobre la participación de
España en la Alianza Atlántica. En la actualidad, la plena participación
española en organizaciones como la OTAN; la OSCE; la PESD en el seno de la
UE y sistemas defensivos internacionales como la SHIRBRIG (Stand-by
Readiness High Brigade) al servicio de las Naciones Unidas; EUROFOR;
EUROMARFOR; el EUROCUERPO; la Fuerza Anfibia Hispano-italiana (SIAF);
el Grupo Aéreo Europeo o el EUROGENDFOR, la Fuerza de Gendarmería
Europea, ofrecen la oportunidad de intervenir en los procesos de decisión
estratégica mundial y regional, aunque imponen la responsabilidad política y
militar de respaldar y contribuir a la ejecución de las decisiones adoptadas.
El compromiso internacional que corresponde a la participación en las
iniciativas estratégicas decisivas, no siempre ha sido comprendido y asumido
por los gobiernos españoles y, en ocasiones, ha sido motivo de controversias y
debates políticos nacionales que han debilitado la credibilidad internacional de
la política de defensa así como el status y reconocimiento de la labor de las
FAS españolas por parte de nuestros socios y aliados.
Entre las limitaciones, no pueden ignorarse las siguientes:
a).- El reducido número de efectivos militares disponibles
España cuenta en la actualidad con unos efectivos militares de 125.000
soldados para una población de 46 millones, frente a los 357.000 de Francia
con 61 millones de personas y los 200.000 del Reino Unido para una población
de 60 millones. De acuerdo con la ratio población efectivos militares existente
en Francia, las FAS deberían contar con 269.213 militares, mientras que
aplicando la ratio del Reino Unido, debería aumentar el número de efectivos
hasta los 153.000. 30
Este reducido número de efectivos de las FAS españolas, impone serias
limitaciones a la disponibilidad de unidades militares plenamente operativas
para participar en las numerosas misiones internacionales en las que España
ha comprometido su intervención. En semejantes circunstancias y atendiendo a
la rotación semestral de tropas existente en tales misiones, el peso de su
ejecución se concentra en un reducido número de unidades pertenecientes
principalmente a la Brigada Paracaidista; la Brigada de Caballería “Castillejos”;
30
Para realizar estos cálculos se han tomado como ejemplos dos países europeos que también cuentan
con ejército profesional.
50
la Brigada de Cazadores de Montaña “Aragón”; la Brigada de Infantería Ligera
“Rey Alfonso XIII” II de la Legión; la Brigada de Infantería Ligera
Aerotransportable “Galicia VII”; la Brigada de Infantería de la Marina (RAR) y la
División Mecanizada “Brunete”, que se ven condicionadas a mantener, de
forma reiterada, sus unidades en el extranjero. 31
Por otra parte, el reducido número de efectivos militares de las FAS es también
la consecuencia de las dificultades de reclutamiento de los contingentes
necesarios para mantener completas las dotaciones de las unidades.
b).- La escasa dotación presupuestaria
Como ya hemos demostrado, la evolución presupuestaria de los gastos de
defensa durante la última década ha sido decreciente en términos del PIB y
próxima al estancamiento en términos reales. El país se ha hecho más rico
pero las FAS no han visto mejorada su dotación económica de forma paralela.
Este hecho constituye una preocupante rémora al desarrollo de una política de
defensa integral en la que la profesionalización de las tropas debe ir
acompañada de un material y equipamiento tecnológicamente avanzados y
ambos requieren de una financiación suficiente.
Sin embargo, la experiencia desde que se adoptó la decisión de profesionalizar
las FAS es que semejante decisión no fue acompañada de las dotaciones
presupuestarias que requería. Primero fue la insuficiente retribución de los
soldados en comparación con los Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia
Civil y Policía Nacional) cuando el grado de preparación requerido era similar y
las tareas a desempeñar eran, con frecuencia, más exigentes.
La evolución del crecimiento real (deflactado) del presupuesto de ambos
Ministerios en los cinco últimos años, demuestra que mientras el de Defensa
creció un 7,79 % el de Interior lo hizo un 31,1 %. Esta evolución explica
perfectamente el hecho de que mientras en 2003 el presupuesto de Defensa
suponía el 0,87 % del PIB y el de Interior tan sólo el 0,68 %, cinco años más
tarde la situación se haya invertido y defensa tan sólo representaba el 0,76 %
del PIB frente al 0,81 % de Interior.
Iniciado el proceso de equiparación salarial, surgió el problema de los retrasos
en la renovación del material y equipamiento con el que debía dotarse a las
tropas. Probablemente el caso más llamativo sea el de la sustitución de los
BMR. De nuevo, las restricciones presupuestarias demoraron la adopción de
una decisión urgente y necesaria.
El desarrollo de una política de defensa coherente, eficaz y sostenible exige
una dotación presupuestaria suficiente y, sobre todo, continuada en el tiempo
gracias a la cual se pueda realizar un planeamiento estratégico y se tenga la
capacidad de ejecutarlo.
31
Un ejemplo representativo lo constituye la Brigada Paracaidista que durante el mismo año 2007 tuvo
que desplegar una parte numerosa de sus tropas en el Líbano, donde sufrió 6 bajas por un atentado contra
un BMR, y en Afganistán.
51
c).- La ausencia de un pacto de Estado que atribuya continuidad y estabilidad a
las directrices básicas de la política de seguridad y defensa
Precisamente los datos sobre la escasez de recursos presupuestarios
constituye una evidencia más, entre muchas otras, de que las directrices y el
planeamiento de la política de defensa no puede seguir manteniéndose sobre
la realidad de los cambiantes criterios de cada Gobierno o de cada Ministro
dentro de un mismo Gobierno.
La seguridad de las tropas, la credibilidad del compromiso con nuestros
aliados, la continuidad del proceso de modernización y profesionalización de
las FAS así como la consolidación institucional del propio Estado, constituyen
cuatro poderosas razones que avalan la necesidad de alcanzar un pacto de
Estado con el mayor respaldo político y apoyo social posible.
e).- El desarrollo incompleto de una doctrina estratégica específicamente
española.
Naturalmente, los cambiantes criterios sobre la política de defensa han
dificultado la progresiva definición de una doctrina estratégica específicamente
nacional que sea concordante con los requerimientos de las FAS del siglo XXI.
Aunque no han faltado los intentos de elaborar dicha doctrina, alguno de ellos
verdaderamente relevante, y la calidad de las aportaciones doctrinales son
equiparables o, incluso, superiores a las de otras potencias, su incompleto
respaldo político y su inadecuada difusión, especialmente en los foros
internacionales, siguen lastrando la influencia del pensamiento estratégico
español. 32
Ello es así a pesar de que existe un área de natural irradiación de la doctrina
española que se extiende por Europa, el Magreb e Iberoamérica. El modelo de
organización, operatividad, equipamiento material y, también, de reflexión e
investigación estratégica que se viene realizando en España desde hace dos
décadas está influyendo cada vez más en los países de esas regiones en la
medida en que se va conociendo, sencillamente porque es mucho más próximo
a sus necesidades y capacidades que los de potencias como Estados Unidos;
el Reino Unido o, incluso, la propia Francia.
La tarea de desarrollar una doctrina española en materia de defensa que ya se
ha iniciado debe proseguirse incentivando la, todavía incipiente, colaboración
civil y militar en la investigación científica y tecnológica, además de incrementar
los recursos destinados a la difusión, nacional e internacional, de los resultados
alcanzados. Con ello se reforzará la influencia y la imagen exterior de España
en los círculos estratégicos internacionales, además de contribuir
32
A la labor desarrollada desde el Ministerio de Defensa por instituciones como el Mando de
Adiestramiento y Doctrina (MADOC); el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional
(CESEDEN) y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), ha venido a sumarse en los últimos
años la destacable aportación de algunos centros de pensamiento estratégico como el Instituto General
Gutiérrez Mellado; el Real Instituto Elcano o el Instituto de Cuestiones Internacionales y política Exterior
(INCIPE). Un ejemplo verdaderamente significativo de articular un núcleo doctrinal en materia de
defensa lo representó el conjunto de seminarios realizados y publicados con motivo de la Revisión
Estratégica.
52
decisivamente a la cultura de defensa en la sociedad española dotándola de
unos fundamentos teóricos y experimentales propios en lugar de ser el
resultado de la mera importación de conceptos y doctrinas extranjeras.
3.- Cuidados y Gestión de la Opinión Pública
Tal como venimos insistiendo (ver apartado 2.2), una concepción actual y de
futuro de la defensa y de toda la seguridad está relacionada, por encima de
todo, con cuestiones de redes sociales, información, relaciones públicas e
imagen y comunicación.
Los ejércitos, como la mayor parte de las grandes corporaciones, tienen
asumido que es imprescindible –estratégico- ocuparse de la información y de la
opinión pública. Pero suelen reducirlo a una concepción instrumental, de
herramienta. Ninguna institución renuncia al conocimiento de la competencia:
es el punto de partida de cualquier actividad de planificación. Pero suelen
reducirlo a la recogida de información, al “mapeado” de opiniones,
características y fuerzas del sector, a los valores y debilidades propias y del
adversario. Se llaman estos modos de hacer “encuestas”, “estudios de opinión”,
“análisis del escenario”, “barómetros de imagen”, “media tracking”, “análisis del
riesgo” y similares. En este sentido, las Fuerzas Armadas españolas están
sobreservidas33. Sucede sin embargo que a esa sobreabundancia de “gurús” o
analistas del pasado reciente y del entorno, no se corresponden, o al menos no
son tan evidentes, los correspondientes programas de actuación. Tal vez la
defensa española tiene exceso de “think-tanks” y carencia de “action-tanks”34
La Comunicación es la estrategia, la práxis, las habilidades y la ciencia de las
relaciones. Son atributos humanos específicos tal vez la risa o el llanto, pero
aquello radicalmente humano, aquello de lo que no se ha encontrado el mínimo
rastro en el mundo animal, es la capacidad de llegar al pensamiento de los
otros, la habilidad de intuir y deducir lo que otros piensan, y, aún más, la
capacidad de llegar a intuir o deducir aquello que los demás pueden opinar del
pensamiento propio, de lo que uno puede pensar. De esta forma un individuo
puede estar en condiciones no sólo de anticipar el pensamiento y en
consecuencia la acción de los otros sino que está en condiciones de poder
manipular todo el proceso. Esta es la esencia de la comunicación externa.
Porque la comunicación social constituye el instrumento, la función más eficaz
para estar presente en el espacio público, para ocupar poder de acción en la
33
Son constantes y periódicos los informes que “mapean” la posición de las Fuerzas Armadas y de la
Defensa en la opinión pública española y europea: encuestas de las propias FAS, informes del CIS sobre
la defensa nacional y el ejército, documentos de la Comisión PES de la Unión Europea, indagaciones en
el Eurobarómetro y sus consecuentes análisis, especialmente a partir del Eurobarómetro de Noviembre a
Diciembre de 2000 dedicado en exclusiva a este tema (Ver MANIGART, Ph., “L´Opinion Publique et
l´Europe de la Defensa”, Com Eur. Avril, 2001) o los Barómetros del Real Instituto Elcano sobre la
valoración de las misiones españolas en el exterior
34
No se puede despreciar ni minusvalorar el importante trabajo de comunicación externa ya desarrollado
por la JUJEM, los sucesivos JEMES, otros organismos de las Fuerzas Armadas y por los Departamentos
de Comunicación de los sucesivos Ministerios de Defensa. Es evidente y reconocido el cambio de imagen
casi radical de los “militar” y de la defensa nacional entre la opinión pública española desde los años
ochenta a la actualidad
53
medida en que ocupa capacidad de influencia. Aunque históricamente esas
funciones, herramientas y capacidades se han utilizado desde siempre, su
desarrollo “científico”, aplicado a sociedades masivas, urbanas y desconocidas
es muy reciente. La gestión científica de la comunicación social, de la
comunicación política y de la propaganda, de la comunicación comercial y el
marketing o de la comunicación corporativa son así, ligadas como están a la
comunicación de masas, todas muy recientes.
Esta gestión profesional de la comunicación social va naturalmente unida a la
solución de problemas que la sociedad plantea. Va unida a la competencia
comercial, a la victoria electoral, a la fidelización y ampliación de mercados,
pero, sobre todo, a resolver situaciones reales y duras de crisis,
desmoronamientos, catástrofes y problemas graves de todo tipo. La mala
gestión de la información en situaciones de ese tipo, en tiempos de crisis,
puede deteriorar la vida de una sociedad (piénsese en la reacción al 11 M de
New York o a los posteriores atentados terroristas en Madrid y Londres con sus
diferentes respuestas), puede cambiar el futuro de una institución al determinar
las relaciones que mantiene con sus públicos habituales (clientes, accionistas,
empleados, poderes públicos, etc.), puede impedir su funcionamiento normal y
poner en peligro sus posibilidades de desarrollo y hasta su misma
supervivencia.
Dentro de este marco general algunos sectores sociales y económicos tienen
un riesgo mayor, están más expuestos que otros. Es evidente que está en
mayor riesgo de crisis y por tanto de tener problemas de comunicación social
un militar que un notario, un profesor de adolescentes que un jubilado y que
son más vulnerables a las crisis industrias como las agroalimentarias, las
nucleares, las químicas o las farmacéuticas que otras. El factor común a todas
estas situaciones, reales, provocadas o virtuales es que ponen en peligro la
reputación y la estabilidad de la organización afectada. Eso es una crisis: la
desestabilización de las referencias de una corporación, la alteración de los
comportamientos de la misma y, por encima de todo, la alteración o ruptura de
las relaciones con los públicos y los espacios en los que la corporación se
mueve, es decir, los ámbitos, territorios y públicos propios de la comunicación.
Accidentes graves, fuego, explosiones, inundaciones, sabotajes, rehenes,
defectos en las líneas de producción, distribución o relaciones con el cliente
final, huelgas, despidos, Opas hostiles, terrorismo, polución y atentados contra
el medioambiente, boicot, legislaciones hostiles, situación financiera crítica,
virus informáticos, campañas recurrentes en la red, etc..
Podemos por ello decir que la gestión de las relaciones externas, de la
comunicación social tiene su síntesis más eficaz en la gestión de la
comunicación de crisis, específicamente para instituciones como los ejércitos,
cuya función social básica se mueve en entornos de solución de crisis. Desde
esta perspectiva y para una estrategia de defensa, situar la comunicación de
crisis equivale a definir en buena medida tanto la salida a una crisis concreta en
su conjunto como, además, las líneas esenciales de la evolución en la gestión
de la comunicación en su conjunto.
54
Nos referiremos, dentro de este contexto –estrategias de comunicación,
defensa, crisis- a tres niveles en los que la comunicación externa y la gestión
de la opinión pública está determinando su evolución y vanguardia: (1) la
creación de herramientas y métodos;.(2) la gestión de la comunicación como
una función estratégica; (3) el desarrollo de nuevas funciones estratégicas….(
Nuevas Herramientas y Métodos
En 13 de noviembre de 2002 un barco “pirata” (bandera en país de
conveniencia, tripulación inidentificable, capitán griego) se rompe y va a pique
en la costa de Galicia al noroeste de España. De forma inmediata el caso se
convierte en una “cover store” en todo el mundo. Aunque el gobierno español
no tenía nada que ver directamente fue condenado como culpable por la
opinión pública española con un fracaso absoluto y reconocido de las
estrategias y prácticas de comunicación de crisis al respecto. El gobierno de
entonces no fue el culpable del hundimiento del barco pero abordó la crisis tan
tarde y tan torpemente, que realmente lo pareció, proporcionando argumentos
más que sobrados a sus adversarios políticos para que establecieran una
relación metafórica entre el desastre ecológico más grave sufrido por España y
uno de los más sonados fracasos que se recuerdan de un Gobierno en materia
de comunicación. La razón de todo está en que los responsables del gobierno
pensaron esta crisis como una crisis tradicional que merecía una respuesta
convencional cuando se encontraron con una crisis de las nuevas, de las que
podemos considerar propias del siglo XXI.
El mundo moderno, la era industrial, era un mundo en cadena, metódico,
normativizado. Cada cuestión, cada situación contaban con una respuesta de
manual. Existían leyes en la Comunidad Europea –desde la normativa Sevesoa
principios de los ochenta- que exigían manuales técnicos de crisis a las
corporaciones en los que se incorporaba obligatoriamente un manual de
comunicación para situaciones de crisis. Las crisis se solucionaban con un
método reactivo, con reglas estables de aplicación obligatoria (un único
portavoz, un único mensaje, unos medios definidos, apoyos institucionales y
externos, etc.) que son conocidas por cualquiera. Con esos métodos se dieron
solución a graves problemas y casos que encontramos hoy en los manuales de
comunicación de crisis: la fábrica en Marion (Indiana, Usa) de Thomson con
una durísima crisis laboral en la primavera de 1989, el conflicto
sindicatos/dirección en la Banca Nacional de Paris (BNP) en diciembre de 1989
o el caso de las botellas Perrier con restos de benceno encontradas en febrero
de 1990 son ejemplos conocidos. La respuesta a estas y similares situaciones
era siempre reactiva ( a posteriori) y seguía pautas y métodos casi
consagrados con poco margen a la creatividad comunicativa.
Las crisis en la actualidad son siempre provocadas. Pueden ser inesperadas,
no previsibles como un accidente o una explosión por ejemplo, pero
inmediatamente, en unos segundos, aparecen agentes públicos que intentan
aprovechar los hechos a su favor y convierten tal suceso accidental en una
situación provacada, no inocente. Las crisis se desarrollan siempre ante la
opinión pública porque es el resorte y territorio donde los citados agentes
juegan sus bazas: toda crisis genera focos de activismo que se aprovechan de
55
la misma para fines muy diversos, grupos de presión que la distorsionan y
prolongan y receptores activos que reaccionan con la agresividad que la
situación y la acción de los agentes contrarios sean capaces de provocar. Las
crisis en la actualidad son también siempre multifocales y multimediáticas, con
estrategias contrapuestas de acción directa, con métodos profesionales de
acción y reacción en medios, con modos de hacer propios para la televisión,
con estrategias de actuación en las redes, con fuentes diversas que informan o
desinforman a conveniencia. Las crisis en la actualidad son en tercer lugar y
siempre un proceso multi-lenguaje donde el agente principal establece pautas
que pretenden ser, como las convencionales, de transparencia, lógicas, de
interés social, a corto y medio plazo, con la intención de resolver cuanto antes
el problema y reconciliarse con la opinión pero los agentes contrarios pueden
utilizar otros lenguajes que pueden buscar la confusión y la desinformación,
otros intereses también sociales o políticos o económicos, operando siempre
de modo llamativo en el corto plazo.
Es claro entonces que la metodología y las herramientas han cambiado. En
primer lugar y fundamentalmente porque estamos en un mercado de “campaña
permanente” y por tanto los equipos y actuaciones en comunicación no pueden
ser ocasionales sino que deben estar preparados y entrenados para prevenir,
actuar y recuperar el prestigio e imagen perdidos. Unos modos de hacer, por
tanto, en los que la “Unidad de Comunicación de Crisis” se concibe como
permanente dentro de los “Team Crisis Management”, la prevención juega el
papel más importante y la reacción atraviesa dos etapas, una de respuesta
inmediata y otra de recuperación de lo perdido. Esa “Unidad de Comunicación
de Crisis” está obligada a actuar:
1. Acción Preventiva y formativa:
1.1.Inventario y Mapa de situaciones: Auditoría de
Responsabilidades y Riesgos, analizando la existencia de agentes
contrarios e intereses contrarios de opinión políticos, económicos,
sociales y mediáticos
1.2. Evaluación de la transcendencia informativa, conociendo los
segmentos de opinión, los medios y sus lenguajes y reacciones
1.3. Creando y manteniendo preparado el equipo de crisis, capaz
de responder a lo previsto, de contactar fuentes externas de
credibilidad y de resolver todo el proceso con rapidez y eficacia
1.4. Creando y actualizando un documento estratégico de
comunicación de crisis paralelo al manual técnico
1.5. Entrenando en simulaciones con objetivos definidos y casos
reales
1.6. Preparando materiales, pactos con terceros y atención a
prescriptores e intermediarios ante la opinión pública
1.7. Definiendo y preparando a diferentes portavoces,
seleccionados teniendo en cuenta tanto los targets de opinión
como los medios. No es lo mismo actuar en televisión que
moverse en redes, webs y blogs, que entregar dossieres y
convencer a periodistas de diarios y medios especializados
56
2. Reacción y respuesta en tiempo, en línea y en movimiento (time, line,
mobile):
2.1. Actuar con una acción mantenida y siguiendo la estrategia
definida (siempre es mejor una mala estrategia que ninguna
estrategia o que dos estrategias y siempre lo coyuntural debe
someterse a la estrategia)
2.2. Operar con diversos puntos de credibilidad y fuentes internas
o externas de proximidad con la opinión
2.3. Establecer una “war room” donde la imaginación pueda ser
más importante que las normas, aunque no las olvide. Es aquí
donde se sigue el proceso y el mercado de opinión y de consumo,
se marca la agenda de la situación, se reacciona y se provoca la
reacción de los contrarios, se denuncia, se corrige según las
necesidades, se crean situaciones de “newsmaking” y reacciones
“spin”
2.4. Trabajar con calendarios de actuación tanto para los
portavoces y fuentes como para los movimientos con
prescriptores y medios
3. Recuperación y normalización
3.1. Promoción y difusión de las soluciones técnicas y de los
resultados de la respuesta a la crisis una vez finalizada
3.2. Un programa a medio plazo de recuperación de los daños a
la marca
3.2. Un programa a medio plazo de normalización de las
relaciones con medios, administraciones, terceros agentes,
opinión pública, etc.
Las diferencias con los modos convencionales de hace quince años están en la
complejidad de los escenarios, en la multiplicidad de agentes que aprovechan
una crisis y en la necesidad, por ello, de la prevención y de un equipo en
campaña permanente.
Función estratégica de la Comunicación
Hace más de diez años que la comunicación pasó de ser en las corporaciones
un departamento de herramientas (tools) a ser un departamento de funciones
estratégicas (functions), dependiendo directamente de Presidencia (CEO) y al
mismo nivel que la dirección financiera, la de recursos humanos, la legal o la de
sistemas. Este hecho, inicialmente relacionado con la importancia que la
gestión de la comunicación en su conjunto ha venido alcanzando para la misión
y objetivos generales de las instituciones, se ha incrementado precisamente
por la situación de pre-crisis que los entornos generan y que tienen
fundamentalmente que ver con todo el enorme cambio que en estos mismos y
últimos años ha llevado a cabo el sector y negocio de los medios. Intentamos
situar desde esa opinión el escenario en que la Comunicación de Crisis se
desarrolla y desarrollará a nivel estratégico.
57
Los Medios son sistemas de distribución que generan en las instituciones una
importante desconfianza y la preferencia por un perfil mediático lo más bajo
posible.
La razón está en que tales Medios convencionales (prensa, radio y televisión)
son percibidos como un sector que avanza desorientado, muy poco
independiente, con alejamiento de sus mercados y pérdida notable de
credibilidad, operando con descaro en una estrategia “business to business” y
viviendo bajo la presión de accionistas y cuenta de resultados. En su conjunto
produce “miedo” más que confianza. Aunque formalmente todo responda a
pautas lógicas y económicamente correctas los medios son hoy poco
aconsejables como socios de confianza a un precio razonable y admisible.
Las manifestaciones de esta situación son varias y conocidas. Basta con
recoger las tres más notables. La más evidente tiene que ver con la
comunicación basura. Los medios y en especial las televisiones se han
dedicado a llevar a la sociedad hacia el funanbulismo y lo más nauseabundo
del espectáculo y degradación del ser humano capaz de desnudar su intimidad
por unos minutos de estrellato en la pantalla. En segundo lugar y estéticamente
no menos llamativo es la actitud de los medios de calidad que han derivado
hacia la magazinización o tabloidización, hacia la noticia espectáculo, hacia el
“media bias”, la tendenciosidad y los prejuicios. E. Alterman35 culpa a la
derecha neoliberal y a los neocom de la distorsión de la realidad y del ajuste de
la misma a estrategias decididas de acción sobre la economía y la política
mundial. Ann Coulter36 culpa a la izquierda de lo mismo. En realidad se trata
de los medios y de su función en la vida pública. Hace más de diez años que
se estableció el principio de que lo importante era desarrollar una rapidísima
agenda donde la cosmética es más importante que la realidad y donde “abrir
los telediarios” se convierte en objetivo predominante, siguiendo en
consecuencia mucho más los intereses e ideas de los estrategas financieros y
de marketing que las necesidades de la gente. Es la preferencia por el
entretenimiento, las apariencias y lo virtual sobre lo real. Una tercera actitud de
los medios, similar a la anterior es lo que conocemos como “periodismo de
convalidación”. El que fue director de Le Monde durante diez años, E. Plenel,
acaba de publicar un libro demoledor y lleno de pesimismo para la vieja prensa
de élite: no es un arreglo de cuentas sino un libro lleno de amargura y de
tristeza. Asegura que su querido Le Monde ha muerto para convertirse,
después de la entrada en su accionariado de Hachette y de El País, en un
“periodismo de convalidación”, un periodismo de comentario, que no busca ni
la información ni los hechos sino ofrece paquetes cerrados y estables de ideas
previsibles, “vende” mercancía ideologizada y sometida a intereses comerciales
y políticos 37. A lo largo de los últimos años se han vivido situaciones similares
en diarios del calibre del New York Times y del Washintong Post, la CBS y
similares.
35
ALTERMAN,E., What liberl media?. The truth about bias and the news, Basic Books, Nueva York,
2003
36
COULTER, A., Slander: Liberal lies obout the American Right, Three Rivers Press, Nueva York, 2003
37
PLENEL, E., Procès, Stock, Paris, 2005
58
Las estrategias corporativas desarrollan sistemas alternativos de relación
directa con los públicos finales y buscan “partners” o socios mediáticos más
fiables que los convencionales, lo que empuja hacia un paulatino pero
inexorable salto hacia el mundo de los “postmedia”y el mercado de lo
individual.
El sector o hipersector convergente de medios está, superada la breve crisis de
los “punto com” entre el 2000 y el 2003 sobradamente consolidado. No es
previsible a corto una especial crisis ni negativa situación para los “grandes”
globales (TimeWarner, Disney, New Corp., Bertelsmann, Vivendi..) ni para los
“grandes” locales (Prisa, Vocento, Planeta), reinando en sus ofertas de ocio,
publicidad y noticias. Pero como se avanza deprisa y el negocio es apetecible,
estos “grandes” comienzan a encontrarse con competidores a su medida como
son los grandes Operadores de red (las Telecom), que ofrecen atractivos
paquetes convergentes (telefonia, adsl, ocio, información…) y los grandes
Operadores de contenidos (Microsoft, Google, AOL, MySpace, Yahoo…), que
están en condiciones de casi “saturar” la demanda a bajo coste.
Es una nueva revolución donde los viejos media, intermediarios y prescriptores
comienzan a sobrar. La electrónica permite ya relaciones directas con
cualquier tipo de públicos: los sistemas B2B y B2C de conexión y compra, los
usos de Internet para presentar catálogos y ofertas, para el comercio
electrónico, para descubrimiento de novedades, la Gestión Documental y de
Bases de Datos, las CSM y CRM, que posibilitan el tratamiento individual de los
clientes, la segmentación en minitargets, los usos de microcomunicación, el
incremento del “cross-selling” y del “up-selling”, el conocimiento de las cifras
reales de rentabilidad de cada cliente y de las ventajas de premiar y negociar
sus partidas, el pensamiento de un “cliente para toda la vida” unido a la calidad
acordada y al bajo precio. Son los “postmedia” ligados a la generación de una
tecnología individual. Los grandes medios convencionales han sido y son por
su origen medios de masas. La misma definición de “media” es inseparable del
“mass media”. Incluso admitiendo que la digitalización y la TDT puedan
multiplicar hasta el infinito el número de cadenas y de oferta, los objetivos de
todas ellas, de la más temática de todas ellas, será lograr un “target” lo más
grande y “masificado” posible. No existe otra opción mientras tengan que vivir
de publicidad o de cuotas y “pago por visión”. Al ritmo en que la tecnología del
movil nos lleve al bolsillo personal y a la muñeca de cada uno una pantalla
básica como terminal autónomo y soporte exclusivo de toda la oferta
imaginable (telefonía, internet, noticias, consulta, ocio,…) tendrá que ir
cambiando toda la comunicación: formatos, lenguajes, técnicas de persuasión y
venta, entendimiento del cliente, tecnología por supuesto. La única seguridad
absoluta que hoy tenemos es que el cliente no será “masivo” sino individual. A
partir de aquí todo deberá cambiar.
La Consagración de la Reputación y la Marca como último baluarte frente a las
crisis
Y ¿a quién recurrir cuando, a pesar de todo lo previsto anteriormente, estalla
una crisis sin control?. Una respuesta sensata es que a los superespecialistas.
¿Qué quiere decir “especialistas”?. Es evidente que profesionalidad, experiencia
59
acumulada, capacidad argumental, principios éticos y morales… Es decir a algo
así como valores míticos. En el argot del sector tales “valores míticos” se
identifican siempre con la Reputación tal como en el apartado 2.2 de este
informe la considerábamos.
En un entorno de poca credibilidad generalizada, Adidas propone “Impossible is
nothing” para aquellos que piensan que todo se puede conseguir….con unas
“buenas zapatillas”; “nightology” recoge para J&B una propuesta de valor para el
tiempo libre de la noche, la frivolidad culturizada y la evasión personal
dignificada; “today, tomorrow, toyota” es la fe en un futuro viajero, ecológico y
mejor; “fresh banking” es la juventud, la frescura, originalidad y rapidez de la
banca ING-Direct. La marca es genio y magia, es “mito”, es la capacidad de
singularizarse en un mundo saturado de productos equivalentes, de conseguir
que la calidad del producto, el envase, la publicidad, los comportamientos
corporativos contribuyan a esa singularización, a la consecución de un nicho
propio, conocido e indiscutible.
Lo mismo sucede con la reputación. La reputación es la respuesta, el “feed
back”, que la opinión y el mercado dan a un triple comportamiento de la
institución (ver apartado 2.2). Ese triángulo de posicionamiento debe dar como
resultado una respuesta, una recuperación, una ganancia, un índice que es la
reputación. Reputación es el referente de todo un sistema de comunicación. Se
trata por ello del refugio último en situaciones de crisis en modo tal que el más
complejo, ajustado e inteligente programa de comunicación de crisis se
identifica con el programa de reputación. Este programa implica una visión
integrada de la comunicación externa y de los public affairs. Comunicación y
public affairs son mucho más que un paquete de issues funcionales manejados
por las ya existentes y separadas áreas de relaciones gubernamentales,
comunicación, operaciones o similares. Comunicación y public affairs son el
core management de la dirección, soportados por una estrategia unificada y
horizontal que afecte a todos los constituyentes, es decir, a todas aquellas
organizaciones o individuos cuyas actitudes y comportamientos influyan y
faciliten el logro de los objetivos de negocio. Así es como comunicación y public
affairs, estrategia y práxis de las relaciones con el entorno y todos los
constituents, almendra y núcleo íntimo de la estrategia corporativa, no debe
subordinarse a objetivos a corto ni a objetivos de las singulares unidades de
negocio sino desarrollar sus propias estratégicas, sus propias rutinas, procesos
y sistemas.
La comunicación de crisis y su gestión es hoy el corazón de la gestión de la
comunicación corporativa. Las reglas y modelos convencionales ya no sirven
porque las crisis no son lineales sino complejas, como hemos visto en las
páginas anteriores. Por eso, conocedores de un marco teórico realista será
necesario en el futuro jugar mucho con la imaginación, aunque la mejor
imaginación es aquella que está muy entrenada en responder a situaciones
imaginables o inimaginables
60
4º.- EL CASO DE LOS BMR3 COMO REFERENTE
ESTRATÉGICO DE LA DEFENSA ESPAÑOLA
El caso de los BMR3 es un referente, un caso-factor en el que se está
manifestando lo viejo y lo nuevo en estrategias de defensa. Se trata sólo
de un vehículo blindado de transporte de tropa pero aglutina, como
símbolo, los factores estratégicos que determinan el cambio referido,
según hemos venido indicando, a principios de optimización económica,
innovación tecnológica y reputación e imagen.
En el amplio programa de modernización del material y armamento de las FAS,
la demora en la renovación de los BMR constituye una excepción muy
negativa, ya que afecta al vehículo blindado de transporte de tropas (pelotón)
más utilizado por las tropas españolas en las operaciones de paz desde hace
20 años y porque evidencia, de forma indiscutible, las importantes disfunciones
que provoca en la política de defensa la falta de un acuerdo político y las
restricciones presupuestarias que se acumulan desde hace varios años.
Por ese motivo, realizar una evaluación del proceso de renovación de los BMR
que se dice acaba de iniciar, constituye un caso de análisis práctico de la
argumentación teórica desarrollada en esta investigación.
1.- El binomio protección – transporte en la operatividad táctica de las
operaciones de paz
Atendiendo al estudio prospectivo de los conflictos armados en los que tendrán
que intervenir las FAS españolas en los próximos años, se observa muy
claramente que las contiendas bélicas tradicionales serán poco numerosas
pero importantes por el grado de violencia y victimización que entrañarán
cuando se produzcan.
No obstante, las principales misiones internacionales que tendrán que
desempeñar las tropas españolas serán operaciones de pacificación,
prevención y gestión de crisis, tareas de ayuda humanitaria o de reconstrucción
postconflicto en un contexto de hostilidad paramilitar y civil en la que serán
frecuentes las emboscadas de grupos guerrilleros y los atentados terroristas.
Resulta evidente que para los conflictos bélicos tradicionales, incluidas las
operaciones de imposición de la paz (peace enforcement), los vehículos
blindados medios son muy efectivos para el transporte logístico de las unidades
de infantería y para tareas de exploración del terreno, pero requieren la
cobertura y protección de los blindados pesados y la artillería de campaña, sin
las cuales se convierten en blancos fáciles para el fuego enemigo debido a su
escaso blindaje y a su reducida potencia de fuego. En estas condiciones
operativas, la movilidad y capacidad de transporte son factores más importante
que la protección de las tropas, sin que ello quiera decir que ésta última
cualidad deba ignorarse. 38
38
Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, se observa una clara tendencia estratégica a
primar la capacidad de proyección de fuerza como uno de los factores decisivos para el éxito militar.
61
Sin embargo, cuando las operaciones deben desarrollarse en el escenario de
las operaciones de paz, la gestión de crisis y la reconstrucción postconflicto, las
condiciones operativas varían radicalmente. En efecto, en este tipo de
misiones, la mayoría de las operaciones tácticas que realizan las tropas
consisten en el patrullaje; establecimiento de controles; protección estática de
edificios o zonas estratégicas; protección de convoyes militares o civiles; apoyo
logístico a las tareas de ayuda humanitaria a la población civil; etc. Estas
operaciones deben realizarse, con frecuencia, en un entorno hostil en el que la
violencia puede abarcar desde las manifestaciones y algaradas populares
hasta los ataques de unidades guerrilleras o paramilitares, pasando por los
ataques terroristas con armamento o explosivos.
De hecho el análisis de la evolución experimentada por las operaciones de paz
en las que han intervenido las FAS españolas, demuestra una clara tendencia
al incremento de la violencia desde las misiones de Bosnia Herzegovina hasta
las más recientes de Afganistán o el Líbano, razón por la que el número de
bajas por ataques o atentados se ha incrementado y la necesidad de
protegerlas en sus operaciones tácticas también.
Situados frente a este escenario operativo internacional, los vehículos
blindados medios de transporte de tropas tienen y seguirán teniendo una
importancia estratégica, ya que resultan imprescindibles para la mayoría de las
funciones tácticas y logísticas que requieren las misiones de pacificación. Ello
plantea el dilema de decidir si para este tipo de vehículos debe primar la
característica de un alto grado de protección de las tropas, mediante la
incorporación de importantes instrumentos de defensa (blindajes; armamento;
sistemas de teledetección y tiro; etc.), en detrimento de su movilidad y
capacidad de transporte o, por el contrario, incrementar ésta última reduciendo
la seguridad y protección del vehículo.
La verdadera dificultad de este dilema radica en que las condiciones de
hostilidad y violencia varían de unas misiones a otras o, incluso, de unos
períodos o zonas a otros dentro de la misma misión. Por tanto las necesidades
de protección de los vehículos para garantizar la seguridad de las tropas no es
única ni invariable. Por otra parte, la naturaleza de las operaciones tácticas que
deben realizarse impone que los blindados dispongan de una alta movilidad y,
al mismo tiempo, de una idónea capacidad de transporte de la tropa, obligada a
pasar largos períodos en el interior de los vehículos, unas características de las
que carecen los MRAP
En la actualidad no se puede disponer de un vehículo blindado medio que
combine los requerimientos de protección y transporte de modo satisfactorio
Aunque esa proyección de fuerza descansa esencialmente en la disponibilidad de las necesarias
capacidades aéreas, tácticas y logísticas, en el enfrentamiento terrestre depende en buena medida de las
unidades mecanizadas y acorazadas.
Desde la perspectiva de las exigencias de proyección de fuerza terrestre, se puede considerar que los
programas del el carro de combate LEOPARD 2E, los vehículos blindados PIZARRO y CENTAURO, el
Obús 155/52 (SIAC) cubren las necesidades de las FAS de una potencia militar media como España.
62
para toda la gama de circunstancias en las que deben operar las tropas
durante las misiones de paz.
La habitual opción de estandarizar el material y el armamento que resulta
idónea en la mayoría de los casos por las facilidades logísticas que proporciona
y la reducción de costes de mantenimiento que entraña, no constituye la
solución adecuada cuando se trata de los blindados medios destinados al
transporte de tropas en misiones de paz.
Ello obliga a los gobiernos y a los mandos militares a considerar muy
seriamente la opción estratégica de diversificar la dotación de vehículos
blindados medios, con objeto de poder equipar a sus tropas con los
blindados más adecuados para las características de las misiones y los
riesgos o amenazas que deban enfrentar en cada fase de la misión.
2.- Características técnicas y limitaciones operativas de los BMR
Contemplado desde la perspectiva de las dos décadas de participación de las
FAS españolas en operaciones de paz, hay que reconocer y valorar muy
positivamente la eficacia operativa, tanto táctica como logística, que han
desempeñado los Blindados Medios de Ruedas (BMR) a pesar de que no
fueron diseñados y producidos para las misiones de paz en las que se han
utilizado profusamente.
En efecto, desde el diseño del primer prototipo BMR-600 de 1973, con sus
variantes 3560 1/2/3/4, hasta el BMR-3562 como Vehículo de Exploración de
Caballería (VEC), el objetivo fue la producción nacional de un vehículo
blindado medio de ruedas útil para su empleo en conflictos bélicos
tradicionales no para su uso táctico o logístico en misiones de paz.
Resulta necesario dejar bien sentado que los BMR, que en sus distintas
versiones empezó a recibir el Ejército en 1980, es decir en plena época de la
bipolaridad y con la reciente experiencia de la guerra del Sáhara Occidental, no
estaban pensados para los requerimientos de las misiones en las que
realmente se han utilizado. Sin embargo, han demostrado su utilidad hasta que
la antigüedad y el incremento de la violencia en las misiones ha puesto de
manifiesto la necesidad de su sustitución. 39
Precisamente la utilidad y larga duración del BMR ha sido posible gracias a sus
características técnicas básicas y a las constantes adaptaciones y mejoras de
las que ha sido objeto por tratarse de un blindado desarrollado por la industria
española.
En su versión básica el BMR-600 porta-personal, disponía de un motor Pegaso
de 306 cv de potencia, con un peso de 11,5 Tm., una carga útil de 3 Tm., una
velocidad máxima de 96 Kms./h. con un radio de acción de 800 kms; capacidad
39
El Estado Mayor Central del Ejército al establecer los requerimientos básicos del proyecto BMR
contemplaba la dotación de un vehículo blindado medio de transporte de personal para 10 ó 20 años.
63
de vadeo anfibia propulsada por dos hidrojets; protección NBQ; blindaje contra
armas ligeras; armado con ametralladora pesada de 12,70 mm. o MG-42 S,
manejables desde el interior, y capaz de transportar 1 conductor, el Jefe de
vehículo y 11 fusileros. 40
La utilización del BMR en misiones de paz, especialmente a partir de la
experiencia de Bosnia-Herzegovina, llevaron a la necesidad de una
modificación de sus características técnicas iniciales para: a) mejorar su
plataforma; b) incrementar sus posibilidades tácticas y de movilidad; c) reducir
su mantenimiento y d) aumentar la protección de la tropa embarcada.
Esta modernización técnica se realizó por la empresa Santa Bárbara Blindados
(SBB), a partir de 1998 y dentro de las previsiones del Plan NORTE, y ha
constituido la última fase de modificaciones destinadas a alargar la vida útil de
los BMR, sin que paralelamente se adoptasen iniciativas para desarrollar
nuevos prototipos de vehículos blindados medios que permitiesen la
sustitución, a medio plazo, de unos BMR a los que las profundas
modificaciones realizadas para su mantenimiento operativo demostraban que
estaban llamados a ser reemplazados al cabo de unos años. 41
Buena parte de las modificaciones técnicas realizadas, trataron de paliar las
limitaciones operativas que se habían detectado a partir del momento en que
empezaron a ser utilizados en condiciones prebélicas y bélicas reales.
La primera y más llamativa consistía en su escasa maniobrabilidad en terrenos
abruptos o irregulares y la facilidad para provocar el vuelco debido en parte al
desequilibrio entre la altura y el ancho de los ejes, pero también a la situación
del motor en la parte trasera izquierda que potencia el desequilibrio causado
por la inercia en los giros bruscos producidos a la velocidad media del
vehículo.42
La segunda limitación importante radica en la debilidad originaria del blindaje
de los BMR, concebidos como vehículo blindado de apoyo logístico, y que se
ha revelado absolutamente insuficiente contra los atentados con minas
anticarro, IED o dispositivos explosivos improvisados (Improvised Explosive
Devices), como se comprobó en el Líbano en 2007, y contra los EFP o
penetradores formados por la explosión (Explosively Formed Penetrators). En
otras palabras, el blindaje exterior e interior con los que se ha dotado a los
BMR después de su renovación, no ha logrado reducir su vulnerabilidad contra
los ataques y atentados más frecuentes en Líbano; Irak o Afganistán. 43
40
Además de la versión portapersonal, se produjeron diversas versiones del BMR como portamorteros;
de zapadores, de transmisiones; de ambulancia, de mando; de transmisiones; etc. En total se han
entregado 700 unidades a las FAS españolas y otras 500 a los ejércitos de Egipto; Arabia Saudí y Perú.
41
El primer Consejo de Ministros de diciembre de 1996 aprobó la reconstrucción y modernización de
646 blindados BMR-600 y 625 VEC por un total de 19.380 millones de ptas.
42
Desde su utilización en misiones de paz han fallecido 15 militares como consecuencia de accidentes
ocurridos con BMR.
(http://laharkadeaspizua.blogspot.com/2007/10/del-bmr-al-mrap-datos-y-preguntas.html )
43
Wilson, C.- “Improvised Explosive Devices (IEDs) in Iraq and Afghanistan. Effects and
Countermeasures”.- CRS Report for Congress.- Congressional Research Service. The Library of
Congress, 28 de Agosto 2007 (Order Code: RS22330)
64
Finalmente y como ya se ha señalado, la modernización de los BMR ha logrado
prorrogar su utilización durante una década pero no ha podido impedir, por más
tiempo, la urgencia de su sustitución por nuevos vehículos blindados medios.
Gráfico nº 15 – Víctimas norteamericanas de IEDs
(Julio 2005 – Diciembre 2007)
Fuente: Gayl, Franz J.- Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008
(http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf )
3.- Las necesidades de transporte de tropas en las nuevas misiones de
pacificación
El análisis de las fortalezas y debilidades del BMR nos explica por qué ha
resultado tan eficaz en las operaciones de paz de las décadas precedentes, a
pesar de no haber sido diseñado para ellas. Sin embargo, su sustitución debe
tomar muy en cuenta las necesidades y características del transporte de tropas
en las nuevas misiones de paz.
En primer lugar, de la naturaleza de los conflictos armados del futuro inmediato
se desprende que las tropas españolas van a tener que operar en teatros
geográficos muy distantes. Ello requerirá un transporte logístico aéreo de muy
largo radio de acción del que ahora se carece y que está previsto tener
disponible con el A400M. Por ese motivo, los vehículos blindados de transporte
que deban utilizar las tropas deberán tener un peso y unas características que
les permitan ser transportados en el mismo tipo de aviones con el fin de
garantizar la plena operatividad táctica de las unidades terrestres desde el
mismo momento de su aterrizaje.
En segundo término, las acciones tácticas requerirán un uso intensivo de los
vehículos blindados de transporte y por tanto unas características de movilidad,
65
estabilidad y maniobrabilidad mucho más avanzadas que las que poseían los
BMR. Características que tampoco proporcionan los vehículos MRAP
seleccionados por el Ministerio de Defensa. Al mismo tiempo los costes de
mantenimiento, especialmente su consumo de combustible dados los precios
que está alcanzando el crudo, y de reparación deberán ser similares sino
inferiores a los del BMR.
Tercero, el empleo de estos vehículos blindados tanto en terrenos rurales como
en áreas urbanas, les impondrá disponer de unas dimensiones adecuadas de
longitud, anchura y altura que les permite moverse sin dificultad ya que en caso
contrario presentarán una excesiva vulnerabilidad a los ataques y atentados
con explosivos.
En cuarto lugar, puesto que la violencia de las misiones tiende a incrementarse,
deberán disponer de unos sistemas de protección polivalentes que sirvan tanto
para los ataques NBQ; con armas de grueso calibre; el empleo de minas o de
IDEs y EFPs. Características que sólo reúnen actualmente los vehículos de
transporte de tropas 8x8 de nueva generación. Los MRAP tampoco responden
adecuadamente a estas exigencias.
Quinto, deberán llevar un armamento de calibre medio y de medidas
antidisturbios y con capacidad disuasoria, ya que enfrentarán una amplia gama
de operaciones tácticas que irán desde el enfrentamiento armado directo hasta
las actuaciones para el mantenimiento del orden público. El empleo del
armamento deberá poder realizarse con manejo remoto para garantizar el
máximo de seguridad frente al fuego enemigo.
Por último, estos vehículos blindados tendrán que ofrecer una amplia
capacidad de transporte de tropas, preferiblemente a nivel de pelotón, y unas
condiciones de habitabilidad idóneas para largas estancias en su interior.
Como podemos apreciar, parte del éxito de los BMR radicaba en que reunían
algunos de los requerimientos imprescindibles para las misiones de
pacificación de la última década. Sin embargo su creciente obsolescencia
frente a las exigencias de las necesidades futuras ya se pudo apreciar en
Afganistán y el Líbano.
4.- Elementos de valoración de una decisión estratégica: la sustitución de
los BMR.
La importante decisión de sustituir los vehículos utilizados por las tropas
españolas en las misiones de paz fue ya iniciada por el Ministro de Defensa del
anterior Gobierno, con las sucesivas adjudicaciones a la empresa IVECO de
los 120 vehículos blindados antiminas de tipo escuadra, denominados
Vehículos Ligeros Multirrol (LMV) Lince con los que se ha empezado a dotar a
las FAS desde 2007. Estos vehículos blindados poseen un motor de 190 cv, un
66
peso de 6,5 Tms., chasis de acero resistente y protección antibalística y
antiminas certificada por la normativa STANAG de la OTAN. 44
Considerando sus características técnicas y operativas, el Lince puede
sustituir a los Vehículos de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC) y a los
todoterreno Aníbal, pero desde el punto de vista técnico y militar no
constituye una auténtica renovación de los BMR. 45
Conscientes del alcance estratégico y del coste económico de la sustitución de
los BMR existentes, el Ministerio de Defensa ha optado por realizarla de forma
escalonada en tres fases. La primera se ha concluido con la decisión del
Consejo de Ministros del pasado 27 de junio de 2007 de adquirir 100 vehículos
blindados tipo pelotón por un importe de 75 millones de €, que junto con los
120 vehículos blindados de escuadra, completarán una entrega en 2009 de 220
vehículos.
La segunda fase se desarrollará entre 2009 y 2010 y prevé la adquisición de
otros 355 vehículos blindados (275 de escuadra y 80 de pelotón). Finalmente,
la tercera fase se iniciará en 2017 y tiene como finalidad dotar a las FAS de
vehículos blindados 8x8 de nueva generación, garantizando una importante
participación tecnológica e industrial de las empresas españolas.
Previsiblemente, en esta tercera etapa se adjudicarían los aproximadamente
225 vehículos blindados que sustituirían a la totalidad de los BMR y de los
VAMTAC. 46
Para los vehículos blindados de pelotón se ha optado en esta primera fase por
el Vehículo protegido y resistente a las minas (Mine Resistent Ambush
Protected Vehicle - MRAP-) RG-31 MK5E Nyala (Antílope) desarrollado por
BAE Systems OMC con una licencia de fabricación para General Dynamics, a
la que pertenece también Santa Bárbara Sistemas, y que no cumple los
requisitos anteriormente mencionados.
Aunque se ignoran los criterios últimos que se utilizaron en la decisión a favor
del MRAP Nyala, se ha hecho público que en la selección técnica, realizada sin
pruebas operativas, fueron descartados el Gold de la empresa israelí Rafael y
el Dingo de la empresa alemana KMW. También es público que este modelo
fue adoptado por las FAS de Estados Unidos y, por tanto, el principal referente
experimental sobre su eficacia y adecuación a las misiones tácticas que deberá
44
Con la capacidad de transporte del A400M de 37 Tms. podría trasladar 5 vehículos Lince con todo su
personal y equipamiento.
45
El Plan de Renovación de Vehículos Blindados aprobado por el Consejo de Ministros del 2 de
Noviembre de 2007, contempla la adquisición en tres fases de un total de 575 vehículos blindados (395 de
escuadra y 180 de pelotón) por un importe total de 321 millones de €. Como se puede apreciar esta
decisión, que tal vez se pueda justificar con criterios de ahorro presupuestario, no responde a los
requerimientos de las futuras operaciones de paz u otro tipo de intervenciones internacionales al priorizar
los vehículos de escuadra sobre los de pelotón y, desde luego, resulta claramente insuficiente desde el
punto de vista técnico y cuantitativo para reemplazar a los BMR, ya que los vehículos de escuadra tipo
Lince carecen de la capacidad de los BMR y, además, el número total de vehículos contemplados en el
Plan es muy inferior a los aproximadamente 700 BMR que se han entregado al Ejército.
46
En su comparecencia del 11 de Octubre de 2007 en el Congreso de los Diputados, la Secretaria de
Estado de Defensa, Dª Soledad López Fernández en unas 800 unidades el parque de los BMR y
VAMTAC.
67
desempeñar lo constituyen precisamente los informes de las tropas
norteamericanas que ya lo han utilizado en Irak y Afganistán. 47
Las dudas y contradicciones públicas que se produjeron durante todo el
período de evaluación y decisión de esta primera fase, evidencian tanto las
dificultades para adoptar una decisión estratégica de esta magnitud como la
falta de un planeamiento a medio plazo para la renovación de los vehículos
blindados medios de transporte (BMR y VAMTAC), puesto que desde la última
adaptación y mejora de 1998 se sabía que su vida útil no podría prolongarse
más allá de una década, sin perjudicar la seguridad de las tropas españolas.
La apresurada improvisación de los últimos meses para adquirir los MRAP de
pelotón, viene a unirse a la errónea decisión a favor de los vehículos de
escuadra en detrimento de los de pelotón y a la todavía más incomprensible
demora en la adjudicación de los blindados 8x8. El resultado podrá constatarse
a medida que se vayan desplegando en las misiones del Líbano y Afganistán
durante los próximos dos años. La cuestión es saber si para entonces la
Dirección General de Armamento y Material (DGAM) junto con el Ejército de
Tierra estarán dispuestos a revisar las decisiones adoptadas en esta primera
fase si los hechos acreditan las limitaciones operativas de ambos tipos de
vehículos, el Lince y el Nyara, respecto de los BMR, de los que en ningún caso
se pueden considerar su sustituto.
Existen opciones alternativas que deberían haber sido evaluadas ya que la
Marina optó, en 2001, por el suministro de los vehículos acorazados anfibios
portapersonal, 8x8 Mowag Piranha IIIC, desarrollados por la empresa suiza
MOWAG perteneciente en la actualidad a General Dynamics. Esta decisión
inicial fue ampliada en 2007 con la adquisición de otras 21 unidades. 48 Con
ello se produce la paradoja de que las unidades del ET, que son las más
directamente implicadas en las amenazas por ataques y atentados con minas e
IEDs, carecen de unos vehículos antiminas con los que ya cuentan las
unidades de la BRIMAR. 49
4.1.- Criterios de seguridad y operatividad
Como indicábamos, la principal experiencia adquirida hasta el presente sobre
la eficacia operativa y la seguridad ofrecidas por los MRAP la aportan las
tropas norteamericanas.
47
En 2005 el cuerpo de Marines de los EE.UU. solicitó la adquisición de 1200 MRAPs y a principios de
2007 el Pentágono aprobó la adquisición de otros 17.100 MRAPs. Tan sólo unos meses más tarde, el 30
de Noviembre de 2007, la solicitud de 3.700 unidades para el Cuerpo de Marines fue reducida a 2.300. De
acuerdo con un Informe del congreso de EE.UU., de las 6.415 unidades adquiridas, 531 lo fueron a BAE
Systems.
Feickert, A.- “ Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP) Vehicles: Background and Issues for
Congress”.- CRS Report for Congress.- Congressional Research Service. The Library of Congress, 21 de
Agosto 2007 (Order Code: RS22707)
48
Aprobado por el Consejo de Ministros del 23 de Noviembre de 2007. Este tipo de vehículos ha sido
adquirido también por Canadá; Suecia; Dinamarca; Irlanda, Nueva Zelanda y Suiza.
49
Un análisis documentado de las características de los principales vehículos blindados 8x8 se encuentra
en: Capt. Esteban Andrés Ravaioli.- Vehículos de combate 8x8. Tendencias actuales.
(http://www.revistainfanteria.ejercito.mil.ar/articulos_editados_2004/Vehiculos%20de%20combate%208
%20X%208.pdf )
68
El Informe elaborado por el Congreso de EE.UU. el 21 de agosto de 2007,
recoge algunas de las objeciones que se han realizado a la seguridad y
movilidad de los MRAP. En concreto alude a que:
“Aunque los vehículos MRAP parece que ofrecen bastante más
protección que la flota actual de HMMWVs blindados, algunos
observadores advierten que los avances en diseño IED y el uso de
misiles más sofisticados anti-tanques y de granadas de propulsión
(RPGs) podrían hacer de los MRAPs tan vulnerables como los blindados
HMMWVs
(…)
Algunos funcionarios militares están preocupados de que los MRAPs
son demasiado grandes, pesados y difíciles de manejar en entornos
restrictivos, y los Marines sostienen que los MRAPs no son vehículos
para expedición por razones logísticas y no son compatibles para
embarcar. También es posible que los MRAPs pudiesen tener problemas
similares de transporte, que pueden tener impacto en las unidades de
despliegue rápido durante operaciones de emergencia.” 50
El 22 de Enero de 2008, el exoficial de Marines y asesor civil para asuntos
militares, Franz J. Gayl, elaboró un Informe en el que puso de relieve las
numerosas irregularidades que habían plagado el proceso de adjudicación de
los MRAP con objeto de dar una respuesta urgente a la sustitución de los
Humvees que habían demostrado su vulnerabilidad a los IDEs y a los
proyectiles perforantes en Irak. El impacto de este Informe indujo al Cuerpo de
Marines a detener la investigación51. En el Informe se concluye:
“En general, puede concluirse que una combinación de acciones e
inacciones erróneas llevadas a cabo por los promotores de combate
referentes a los MRAP en general y a las necesidades urgentes de los
MEF (Fwd) para los MRAPs, crearon un importante impacto negativo en
la capacidad de los GCE´s para llevar a cabo su misión” 52
El balance de la experiencia de los MRAP no resulta decisivo y se encuentra
lejos de las expectativas generadas en los mandos norteamericanos
desplegados sobre el terreno. Por una parte, los datos demuestran que los
MRAP redujeron el número de bajas por los ataques y atentados con IDEs
50
“Although MRAP vehicles appear to offer significantly more protection than the current fleet of
uparmored HMMWVs, some observers caution that advances in IED design and the use of more
sophisticated anti-tank missiles and rocketpropelled grenades (RPGs) could render MRAPs just as
vulnerable as uparmored HMMWVs. (…) Some military officials are concerned that MRAPs are too
large and unwieldy to operate in restrictive environments, and the Marines contend that MRAPs are not
expeditionary because of logistical requirements and are not shipboard compatible.21 It is also possible
that MRAPs could have similar air transportability issues, which could have an impact on rapid unit
deployment during contingency operations.” Feickert, A.- op. cit.; pág. 4.
51
USToday (28 de Febrero de 2008).
52
“In general, it can be concluded that a combination of flawed actions and inactions by combat
developers pertaining to MRAP generally and the MEF (Fwd) urgent needs for MRAPs created a
significant adverse impact on the GCE’s ability to accomplish its mission.” Gayl, Franz J.- Mine
Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008, pág. 119.
(http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf )
69
pero, al mismo tiempo, también mostraron sus deficiencias en la movilidad y
operatividad.
No es una casualidad que a la reducción del pedido inicial del Cuerpo de
Marines de este tipo de vehículo blindado, se agregase el hecho de que en el
concurso para la adquisición de nuevos vehículos, abierto en el mes de
Febrero de 2008, se incluyesen los siguientes requisitos:
“EL MPC poseerá los siguientes atributos: un alto grado de protección
escalable balística/minas/IED equilibrada al comportamiento robusto y a
los requisitos de carga. La capacidad de carga para 2 tripulantes y 10
pasajeros. Un perfil de movilidad operacional y táctica superior a los
existentes USMC Familia de Vehículos de Blindaje Ligero.
Transportabilidad en avión C-17. Capacidad de vadeo de sesenta
pulgadas sin preparación”53.
En estas circunstancias, existen fundadas razones para que las
autoridades españolas realicen una evaluación detallada y completa de
las ventajas y limitaciones de las adquisiciones de MRAP que ya han sido
realizadas, antes de ampliar su compra en la segunda fase del plan de
modernización.
Desde el punto de vista de la seguridad, los RG-31 Nyala (MRAP) han probado
su eficacia contra los IDEs, las minas de potencia media y otro tipo de
explosivos, pero la insuficiencia de su blindaje contra los EFPs y cohetes
antitanques pueden llegar a constituir una seria dificultad a medio y largo plazo,
ya que se ha constatado la evolución hacia el empleo de este tipo de
explosivos por parte de los grupos insurgentes o terroristas. 54
En cuanto a la movilidad su velocidad máxima de 100 Kms./h. en carretera – en
todo terreno su velocidad máxima está en torno a los 7 km/h., muy alejada de
la velocidad del propio BMR en estos terrenos – y su radio de acción de 700
Kms., le asimilan a los BMR. Sin embargo, su peso máximo de 17 Tms. y su
reducida capacidad para superar pendientes, 25 % de desnivel ascendente y
60 % de desnivel descendente, le diferencian muy claramente del tipo de
blindado medio que viene a sustituir ya que carece de la movilidad operativa
que han demostrado los BMR para operar en todo tipo de terrenos y
condiciones climatológicas.
53
“The MPC will possess the following attributes: - A high degree of scalable ballistic/mine/IED
protection that is balanced against a robust performance and payload requirements. - A payload capacity
for 2 crew and 10 passengers - An operational and tactical mobility profile superior to the existing
USMC Light Armor Family of Vehicles. - C-17 aircraft transportability - A sixty inch fording capability
without preparation” (http://www.worldaffairsboard.com/land-forces/40892-marine-personnelcarrier.html )
54
Las tropas canadienses desplegadas en Afganistán han sufrido ya varias víctimas como consecuencia
de atentados contra los Nyala (MRAP). En Octubre de 2006 el tirador de un MRAP RG-31 fue muerto al
ser penetrado por un EFP. En Junio de 2007 murieron 6 soldados canadienses y un traductor al ser
impactado su MRAP por un IDE a 20 km. Al Suroeste de Kandahar.
(www.defense-update.com/products/r/RG-31.htm )
Para prevenir los ataques de una amplia gama de explosivos y misiles, la nueva generación de vehículos
blindados 8x8 incorpora protección contra misiles antiataque.
70
Desde la perspectiva logística, sus dimensiones y peso le permiten ser
transportado por los C-130, lo que implica que también lo serán por los A400M,
facilitando así su despliegue junto con las tropas que deban utilizarlo. No
obstante, el elevado consumo de combustible constituye una serie dificultad
tanto logística como económica.
Además su altura de 2,63 mts., muy superior a la de los vehículos blindados de
sus características, dificulta su utilización en operaciones urbanas, de
contrainsurgencia y de ayuda humanitaria, al hacer muy difícil la relación de los
ocupantes con su entorno ciudadano.
Tomando en consideración todos estos datos, se puede afirmar que esta
primera dotación con vehículos MRAP, tanto del tipo escuadra como de
pelotón, no debería asumirse ni siquiera como una solución de urgencia para
mejorar la seguridad de las tropas desplegadas en el Líbano y Afganistán que
no remedia la excesiva demora que se ha producido en el proceso de
renovación de los BMR, especialmente cuando existen disponibles vehículos
8x8 de varios fabricantes. Pero sería un grave error extender esta opción a la
renovación de la totalidad de los BMR, pues lo más adecuado sería evaluar
otras alternativas de vehículos como los 8x8, antes de proceder a la
adjudicación de la 2ª fase.
En cuanto a los vehículos blindados de pelotón del tipo 8x8 de la tercera fase,
resultaría muy arriesgado para las tropas españolas, posponer la adquisición
hasta el 2015-2017, ya que las características técnicas y las prestaciones
militares de este tipo de blindados medios no pueden ser cubiertas plenamente
por los vehículos del tipo 6x6 y, mucho menos, por los de 4x4.
Gráfico nº 16 –Evaluación General de los MRAP por EE.UU.
Fuente: Gayl, Franz J.- Mine Resistant, Ambush-Protected (MRAP).- 22 Enero 2008
(http://pogoarchives.org/m/ns/mrap/mrap-gayl-20080122.pdf )
71
4.2.- Criterios económicos y de innovación tecnológica
La reciente aprobación de la compra de 100 vehículos de pelotón marca de
forma concreta el inicio de una mal llamada sustitución progresiva de los BMR,
cuya obsolescencia y falta de adecuación a las exigencias de las misiones del
ejército español ponen en riesgo a nuestras tropas y dificultan seriamente su
eficacia.
Tanto este hecho como el anuncio de una segunda y tercera fase en el proceso
de sustitución – una entre 2009 y 2010 y otras en 2017- obligan a reflexionar
seriamente sobre el mismo desde una perspectiva económica y tecnológica. En
ambos casos deben distinguirse dos niveles de análisis en los dos momentos
clave: por un lado, las decisiones a corto plazo frente a las de medio y largo
plazo y, por otro, la combinación de la evaluación de los impactos directos e
indirectos sobre la capacidad industrial y tecnológica de España.
En la decisión a corto plazo debe primar el concepto calidad-precio,
entendiendo por calidad la adecuación de la compra a las necesidades de los
ejércitos y por precio no solo el desembolso monetario directo, sino todas otras
cláusulas y condiciones asociadas a la compra; a modo de ejemplo cabe
referirse al mantenimiento y actualización del producto (rediseño), la compra de
bienes y servicios vinculadas, las condiciones jurídicas de garantía y solución
de conflictos, los aspectos de la propiedad intelectual, etc.
En las decisiones a medio y largo plazo, por el contrario, la importancia relativa
de los distintos elementos cambia. Así, las repercusiones industriales y
tecnológicas deben primar en la evaluación, así como la capacidad de
interactuar con los posibles oferentes sobre las características del producto.
Sobre el hecho concreto que nos ocupa, la discusión parte de la insuficiente
adecuación del vehículo MRAP a las necesidades de las operaciones en el
exterior para las que se contempla de forma principal. Estas deficiencias tienen
que ver con un diseño que ha sido criticado incluso por importantes
representantes de la política y el ejército de los Estados Unidos. Ante el hecho
consumado de esta primera compra, hay que esforzarse porque la segunda y
tercera fases tengan una mayor coherencia económica y tecnológica que
acompañe a la propia coherencia político-militar.
El árbol de decisiones parte de una pregunta esencial. ¿Existe la posibilidad de
proporcionar en un corto periodo de tiempo (el marcado por la segunda fase del
proceso) un producto de base tecnológica nacional que satisfaga las
necesidades de nuestros ejércitos en los escenarios en los que probablemente
se va a ver involucrado? Si la respuesta es, como parece, negativa, la decisión
debe optimizar una doble característica de la compra:
1. Que los productos a evaluar sean de similares prestaciones. Esto es,
la administración no puede imponer decisiones de adquisiciones
basadas en un mal entendido “nacionalismo” económico-tecnológico,
sino que debe velar por el mejor uso de los recursos públicos
comprando lo mejor en cada caso.
72
2. Dado lo anterior, sí es, a nuestro juicio, obligación de los responsables
políticos y militares buscar soluciones que optimicen los retornos
económicos y tecnológicos para nuestra industria.
De forma simple se pueden distinguir cuatro opciones:
a) Compra directa del producto
b) Fabricación total o parcial del producto bajo licencia
c) Fabricación bajo licencia con retornos industriales y tecnológicos
d) Diseño y fabricación nacional
Si, como se ha dicho, las opciones a y d quedan fuera de la discusión, el
debate debe producirse en el marco de las opciones b y c, es decir, cuál es el
grado posible de participación nacional en la fabricación y cuáles son las
repercusiones previsibles. Es importante señalar que estas repercusiones
deben evaluarse no solo en la inmediatez de las decisiones (la participación de
un fabricante nacional) sino que deben también considerarse las repercusiones
indirectas tanto industriales (participación de subcontratistas y proveedores)
como tecnológicas (absorción de la tecnología e incorporación de la mayor
cantidad posible de tecnología de elaboración propia). Estos argumentos se
entrelazan entre las denominadas segunda y tercera fase.
De cara a la segunda fase, es necesaria una negociación amplia sobre los
retornos económicos y tecnológicos y que, además, garantice una tercera fase
en las mejores condiciones posibles.
El asunto central tiene que ver con las características estructurales de nuestras
empresas, mayoritariamente de tamaño relativamente pequeño y con
posibilidades económicas, tecnológicas y humanas limitadas. Desde hace
tiempo es una demanda del sector que para participar en condiciones
competitivas en el proceso último de concurso, tienen que disponer de un
tiempo suficiente para adecuar sus trabajos y equipos.
Además, si como en la mayor parte del armamento moderno es difícil, sino
imposible, pensar en una oferta basada exclusivamente en la oferta nacional,
es razonable apostar por un planteamiento de consorcio internacional. No son
solo razones de oferta las que avalan este planteamiento (recursos y
tecnología) sino también de demanda, porque la estrechez del mercado
español difícilmente permite amortizar unos costes elevados y una
obsolescencia tecnológica rápida. Si la opción del consorcio se adoptase,
debería tener dos características importantes.
I. Tendría que contar con una notable presencia española que permita
introducir en el consorcio los aspectos industriales y tecnológicos en los
que tenemos alguna ventaja relativa.
II. Debe garantizar un proceso de aprendizaje a largo plazo que permita
entrar en otros productos o sistemas relacionados para el propio
mercado nacional e internacional.
Finalmente, una evaluación del coste de los MRAP RG-31 MK5E sitúa su
adquisición en 750.000 €/unidad (aproximadamente 1 millón de $USA), sin los
73
necesarios sistemas de autoprotección (torre de control remoto y
comunicaciones) que elevarían considerablemente el coste final. Esta cantidad
resultaría justificada desde la perspectiva de la mejora de la seguridad de las
tropas españolas, pero también resulta lo suficientemente importante para que
las autoridades de defensa se hubieran planteado adelantar la sustitución real
de los BMR por vehículos 8x8 ya existentes en el mercado, que responden a
las necesidades reales de nuestras tropas, a la vez que proporcionan los
necesarios retornos directos e indirectos que requieren las nuevas
adjudicaciones.
4.3.- Criterios sociales y políticos
Sin duda, la etapa de crisis económica que está experimentando España,
inducida desde el contexto internacional pero agravada por las particularidades
nacionales, introducen dificultades añadidas al proceso de renovación de los
BMR.
En efecto, el déficit público, las quiebras empresariales, el aumento del paro, la
reducción del consumo y la inversión así como el aumento de la morosidad,
evidencian las dificultades económicas de amplios sectores sociales. En
semejantes circunstancias, la presión mediática y, por influencia de ella, la
presión ciudadana para que se recorte el gasto en defensa durante los
próximos años, será una realidad que las autoridades políticas deberán
considerar sin renunciar por ello a mantener o, incluso, acelerar la ejecución del
plan de renovación si se pretende garantizar la seguridad de las tropas
españolas en las misiones internacionales, además de avanzar y ampliar el
potencial industrial y tecnológico de las empresas españolas para el futuro y
teniendo en cuenta que estas inversiones también representan empleo y
riqueza, además de mejorar significativamente la seguridad de nuestras tropas.
Este contexto económico adverso, que se mantendrá durante los próximos 2 ó
3 años, hace más imperativo que las adjudicaciones de las fases 2ª y 3ª del
plan de renovación se realicen con criterios de maximización de la seguridad y
la operatividad de los nuevos blindados medios que se adquieran pero también
buscando también la participación de las empresas españolas con objeto de
minimizar el impacto social mediante el mantenimiento o creación de nuevos
empleos.
En términos generales, la sociedad democrática española valora muy
positivamente la participación de las FAS en las misiones de paz, aunque
muestra un grado mayor de intolerancia que otros países europeos a las
exigencias de esa participación, sobre todo ante la inevitabilidad de las bajas
que se producirán y los costes económicos que acarrean. Ello provoca
reacciones sociales que terminan siendo difundidas por los medios de
comunicación y politizándose inevitablemente.
Semejante círculo vicioso sólo puede atajarse evaluando muy bien las futuras
adjudicaciones e informando a la sociedad de los criterios y razones que
aconsejan la renovación urgente de los BMR, junto con la utilidad que posee el
74
adoptar las decisiones dentro de los plazos y con las condiciones más
favorables posibles para la industria española.
Paralelamente, las autoridades de defensa deberían consolidar el mayor grado
posible de apoyo político y parlamentario para las fases pendientes de la
renovación con objeto de evitar falsas o innecesarias polémicas partidistas que,
sin duda, las demorarían o impedirían.
4.4.- Criterios de eficacia e imagen internacional
La experiencia de dos décadas de participación de las tropas españolas en
misiones de paz, ponen de manifiesto dos hechos indiscutibles: el desempeño
de las misiones en teatros de operaciones muy distintos y la intervención
conjunta con ejércitos de numerosos países.
Ambas realidades conducen a la necesidad de que los nuevos blindados
medios que se adquieran deben tener acreditada su capacidad operativa desde
los terrenos desérticos de Irak o Darfur hasta las zonas tropicales de países
centroamericanos como Nicaragua, El Salvador, Guatemala o Haití, pasando
por territorios montañosos como los de Bosnia-Herzegovina o Afganistán, ya
que los BMR han demostrado su eficacia en todos esos escenarios.
Además, sus características técnicas y su rendimiento deben ser similares al
que ofrezcan los blindados de otros países con los que se participará en
unidades conjuntas, con el fin de evitar que la operatividad táctica de toda la
unidad no se vea comprometida por el hecho de que las tropas españolas
utilicen un equipamiento inadecuado.
Por último, las FAS españolas han alcanzado un crédito internacional gracias a
la profesionalidad demostrada durante décadas de participación en misiones de
paz, que no sólo no puede arruinarse sino que debe potenciarse dotándolas de
unos blindados medios de transporte dotados de las mayores medidas de
seguridad y los instrumentos tecnológicos más avanzados. Si los responsables
políticos lo asumen, la sociedad lo apoyará y las tropas cumplirán con su
misión.
De hecho se debiera aquí hablar de Reputación. Y como hemos visto en los
apartados 2.2. y 3.3, Reputación significa “Marca España”, significa “Eficacia” y
capacidad de hacer ver y demostrar la utilidad para las funciones que se le
exigen, significa capacidad para generar colaboración, entusiasmo y apoyo
activo con el entorno de operaciones y significa, finalmente, valoración en
imagen y presencia de las unidades españolas. Todo ello con los públicos más
próximos afectados de modo directo, con el enemigo y opositor a la presencia
española en aquellas regiones, con las demás tropas de países aliados que
observan los modos de hacer de las unidades españolas y con la opinión
pública –medios de comunicación- que conoce a distancia sus posibilidades y
comportamiento. ¿Son útiles los BMR a estos efectos?. La opinión que
transmiten es que son “viejos”, “inestables” y faltos de mantenimiento. Desde el
punto de vista de la reputación se trata de una condena.
75
ANEXOS ESTADÍSTICOS
76
Estadística nº 1: DATOS DE LOS PRINCIPALES CONFLICTOS VIOLENTOS
DEL SIGLO XX ACTIVOS EN EL SIGLO XXI (1946-2007)
Inicio
Fin
2006+
Tipo
(*)
EW
Magnitud
(1 a 10)
4
1952
2006+
EW
2
Países
involucrados
Myanmar
(Burma)
India
1948
1965
2006+
EW
2
Israel
1972
1975
1975
2006+
2002
2005
EW
CW
CV
3
6
1
Filipinas
Angola
Angola
1978
1983
1983
1986
1988
2002
2006+
2002
2006+
2006+
CW
EW
EW
EV
CW
7
5
6
2
5
1990
1991
2006
2001
EW
CW
3
3
Afganistán
Sri Lanka
Sudán
Uganda
Somalia
(EtiopíaEritrea)
India
Sierra Leona
1991
1991
1993
1996
1996
1997
1997
2004
2002
2005
2006
2006
2005
2006+
CW
EV
EW
CW
CW
EV
EV
4
2
4
2
5
1
1
Argelia
India
Burundi
Nepal
Zaire
Indonesia
Nigeria
1998
1998
2000
2003
IW
IV
5
1
Eritrea-Etiopía
Irak
1998
2003
EV
1
Islas Salomón
1999
2002
EV
1
Indonesia
1999
1999
2000
2006
EW
EW
1
4
Etiopía
Rusia
Descripción
Guerra Etnica (Karen, Shan y otros)
Guerra Etnica (tribus nordorientales y
separatistas Assam)
Guerra Etnica (Judíos–Palestinos árabes
OLP)
Guerra Etnica (Moros)
Guerra Civil (UNITA)
Violencia Civil (separatistas Cabinda;
FLEC)
Guerra Civil
Guerra Etnica (Tamiles)
Guerra Etnica (islamistas - cristianos)
Violencia Etnica (Langi y Acholi)
Guerra Civil
Guerra Etnica (Cachemira)
Acciones bélicas civiles y étnicas
(RUF/Mende)
Guerra Civil (militantes islamistas)
Violencia Etnica (hindúes - musulmanes)
Guerra Etnica (hutus - tutsis)
Guerra Civil (UPF “Guerra Popular”)
Guerra Civil (destitución de Mobutu)
Violencia Etnica (Aceh y militantes GAM)
Violencia Comunal (provincia Delta; Ijaw;
Itsekeri y otros)
Guerra Interestatal
Violencia Interestatal (ataques aéreos
Reino Unido-Estados Unidos)
Violencia Comunal
(Malaita/isleños Isatabu)
Violencia Etnica (Moluccas; musulmanes
/cristianos)
Guerra Etnica (separatistas Oromo)
Guerra Etnica (separatistas chechenos)
Nº
Muertos
100.000
25.000
20.000
50.000
1.000.000
3.500
1.000.000
75.000
1.000.000
12.000
100.000
35.000
25.000
60.000
3.500
100.000
8.000
1.500.000
3.000
1.500
Número total de conflictos censados entre 1946 y 2007 = 325
(*) Tipos de Conflictos:
Primer letra: C = Civil intraestatal; E = Etnico intraestatal incluyendo agentes estatales y grupos
étnicos; I = Internacional involucrando a dos o más países
Segunda letra: V = El uso instrumental de violencia sin objetivos necesariamente excluyentes;
W = Violencia bélica; N = El empleo de violencia para remover forzosamente una dominación
extranjera.
Fuente: Marshall, Monty G. (comp.).- Major Episodes of Political Violence (1946-2007).Center for Systemic Peace (http://www.systemicpeace.org/warlist.htm)
100.000
1.000
500
3.500
2.000
30.000
77
Estadística nº 2: DATOS DE LOS PRINCIPALES CONFLICTOS VIOLENTOS
DEL SIGLO XXI
Inicio
Fin
Tipo
(*)
Magnitud
(1 a 10)
Países
directamente
involucrados
Guinea
Liberia
2000
2000
2001
2003
CV
CV
1
1
2000
2005
CW
2
2001
*
EV
1
Costa
Marfil
Indonesia
2001
*
EW
1
Ruanda
2001
*
IV
2
2001
2003
CV
1
2001
2004
EV
3
Estados
Unidos
República
Centroafricana
Nigeria
2001
2007+
IW
3
Afganistán
2001
2007+
CV
1
India
2001
2007+
EV
1
Pakistán
2002
2003
CV
1
2003
*
CV
1
CongoBrazzaville
Tailandia
2003
2007+
IW
6
Irak
2003
2007+
IW
2
2003
2003
2007+
2007+
CV
EV
1
5
Estados
Unidos
Arabia Saudí
Sudán
2004
2004
2007+
2007+
CV
CV
1
1
Yemen
Haití
2004
2007+
EV
1
Pakistán
de
Descripción
Choques del pico del Loro
Violencia Civil (ataques por las
guerrillas LURD)
Guerra Civil (divisions norte, sur y
oeste)
Violencia Comunal (Dayaks contra
inmigrantes Madurese)
Guerra Etnica (ataques por las
guerrillas Hutu)
Ataques de Al Qaeda en Nueva
York/Washington
Violencia
Civil
(ataques
por
seguidores de Bozize)
Violencia
Etnica
(cristianosmusulmanes; regions de Plateau y
Kano)
Derrocamiento de los Talibanes y
persecución de Al Qaeda
Insurgencia Maoista (Grupo de la
Guerra popular; Centro comunista
Maoista; Ejército Guerrillero de
Liberación Popular)
Violencia
Sectaria:
Sunnitas,
Chiitas y Ahmadis
Violencia Civil (militants Ninja en la
region de Pool)
Campaña contra los traficantes de
droga
Derrocamiento
del
regimen
Baathista de Sadam Hussein y
enfrentamientos
sectarios
posteriors:
Sunnitas,
Chiitas,
Kurdos y grupos de Al Qaeda
Invasión de Irak y ocupación militar
Militantes islámicos
Violencia separatista comunal en
Darfur
Seguidores de al-Huthi en Sadaa
Rebelión de los seguidores del
depuesto Presidente Aristide
Pastunes en las áreas tribales
administradas
federalmente,
principalmente en el sur de
Waziristan y el noroeste de la
Provincia fronteriza
Nº
Muertos
1.000
1.000
3.000
1.000
2.500
3.000
1.000
55.000
25.000
1.500
2.000
500
2.500
150.000
4.000
700
200.000
2.000
2.000
1.500
78
2004
2007+
EV
1
Tailandia
2004
2005
2005
2007+
2007
2006
EV
EV
CW
1
1
1
Turquía
Pakistán
Chad
2005
2007+
EW
2
2006
2007+
EV
2
República
Centroafricana
Chad
2006
2007
2007
*
2007+
2007+
IV
EV
EW
2
1
1
Israel - Líbano
Líbano
Etiopía
2007
2007+
EV
3
Kenia
Musulmanes malayos en la zona
sur de la región (provincias de
Narathiwat, Pattani, Songkhla, y
Yala)
Kurdos en el sudeste
Rebelió en Baluchistan
Rebeldes del Frente Unido para el
cambio democrático (FUC)
Rebeldes del APRD (noroeste) y
del UFDR (nordeste)
Luchas comunales entre los
Toroboro
(agricultores
negros
sedentarios) y las milicias Janjawid
(pastores árabes)
Israel contra Hezbollah
Militantes palestinos islamistas
Somalíes y militantes Oromo en
Ogaden
Violencia
Comunal
tras
las
elecciones presidenciales
Número total de conflictos censados entre 1946 y 2007 = 325
(*) Tipos de Conflictos:
Primer letra: C = Civil intraestatal; E = Etnico intraestatal incluyendo agentes estatales
y grupos étnicos; I = Internacional involucrando a dos o más países
Segunda letra: V = El uso instrumental de violencia sin objetivos necesariamente
excluyentes; W = Violencia bélica; N = El empleo de violencia para remover
forzosamente una dominación extranjera.
Fuente: Marshall, Monty G. (comp.).- Major Episodes of Political Violence (19462007).- Center for Systemic Peace ( http://www.systemicpeace.org/warlist.htm )
2.500
1.000
800
1.000
1.500
5.000
1.500
500
500
1.000
79
Estadística nº 3: Grupos terroristas por regiones (1968-2006)
Terrorist Groups by Region
Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 (*)
Region
Groups
Africa
120
East & Central Asia
23
Eastern Europe
48
Latin America & the Caribbean
139
Middle East / Persian Gulf
237
North America
77
South Asia
160
Southeast Asia & Oceania
50
Western Europe
295
TOTAL
1.149
%
10,4
2
4,2
12,1
20,6
6,7
13,9
4,4
25,7
100
(*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both
domestic and international
Estadística nº 4
Terrorism by región
Range: 01/01/1968 - 07/09/2006 (*)
Region
Incidents
%
Injuries
Africa
1161
3,41
9741
East & Central Asia
242
0,71
5584
Eastern Europe
1510
4,43
5151
Latin America & the Caribbean
3675 10,78
4008
Middle East / Persian Gulf
14420 42,31
55401
North America
588
1,75
4344
South Asia
5131 15,05
23498
Southeast Asia & Oceania
1794
5,26
5446
Western Europe
5558
16,3
5678
TOTAL
34.079
100
11.8851
%
8,2
4,7
4,34
3,38
46,61
3,65
19,77
4,58
4,77
100
Fatalities
3688
253
2010
2367
27380
3568
8778
1961
1441
51446
%
7,16
0,49
3,9
4,6
53,21
6,94
17,1
3,8
2,8
100
(*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both
domestic and international
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base (**)
(**) Esta base de datos ha transferido sus contenidos al National Consortium for the Study of
Terrorism and Responses to Terrorism (START). No obstante, los datos sobre actos terroristas
al ser propiedad de la RAND Corporation le han sido transferidos, manteniendo START su
propia base de datos: Global Terrorism Database (GTD) accesible en la dirección.
http://www.start.umd.edu/data/
80
Estadística nº 5: Actos terroristas con Armas de Destrucción Masiva (ADM)
Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology:
Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and
Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003
(http://cns.miis.edu); pág. 2
Estadística nº 6: Actos terroristas con ADM por regiones
Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology:
Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and
Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003
(http://cns.miis.edu); pág. 3
Estadística nº 7: Víctimas de actos terroristas con ADM
Fuente: Wayne Turnbull; Praveen Abhayaratne.- 2002 WMD Terrorism Chronology:
Incidents Involving Sub-National Actors and Chemical, Biological, Radiological, and
Nuclear Materials.- Monterrey Institute of International Studies; 2003
(http://cns.miis.edu); pág. 7
81
Estadística nº 8 – Víctimas del terrorismo doméstico según el tipo de atentado
Domestic Terrorist Incidents by Tactic (*)
Range: 01/01/1968 - 07/09/2006
Tactic
Incidents Injuries Fatalities
Armed Attack
Arson
4380
694
5216
174
7623
289
Assassination
1548
770
2222
Barricade/Hostage
Bombing
Hijacking
Kidnapping
Other
44
10570
14
901
125
745
43859
2
83
414
429
13651
2
828
105
Unconventional Attack
Unknown
TOTAL
38
316
18.630
85
238
51.586
22
381
25.552
(*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both
domestic and international
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base
Estadística nº 9 – Víctimas del terrorismo internacional según el tipo de atentado
International Terrorist Incidents by Tactic (*)
Range: 01/01/1968 - 07/09/2006
Tactic
Incidents Injuries Fatalities
Armed Attack
Arson
1608
297
7944
153
2110
93
Assassination
768
303
714
Barricade/Hostage
Bombing
Hijacking
Kidnapping
Other
Unconventional
Attack
Unknown
TOTAL
167
5884
218
1081
37
1464
34337
415
76
12
474
7567
574
380
44
18
33
10111
2355
14
47073
2982
54
14992
(*) Data for 1968-1997 covers only international incidents. Data for 1998-Present covers both
domestic and international
Fuente: Memorial Institute for the Prevention of Terrorism (MIPT). Terrorism
Knowledge Base
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