Dr. VICENTE DAONINO EL PESIMISMO (Extensión Universitaria del Liceo de Hombres) 2." EDICION. 5,000 ejemplares. Mandada publicar por el Rotary Club de Valparaíso VALPAHAISO IMPRENTA y ENCUADERNACIÓN HoMA 1 !l 2 k Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. EL PESIMISMO (Extensión Universitaria del Liceo de tfombres) Leí cuando niño que cierta sociedad ci'en-: tífica abrió un certamen con la pl'oposioión siguiente: ¿por qué echando un pescad0 ·vivo en una redoma llena de agua ésta no se .derrama'? Estimulados por el premio, diéronse los sabios .a c~vilar. Uno discurrió 'que el pez al absorber oxígeno reducía. el volumen del agua; el otro que se .contraía; ·otros ape~ la.ron al menisco, y los demú::; adujeron'. :ra-· ,mnes igualmente traídas de los cabellos. Por fin 1111 sabio ladino llenó la redoma, echó el pescado, y el agua naturalmente se derramó. 1 Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. -4- El cuento se ha grabado en mi memoria. y desde entonces no doy por sentada Ii.inguna aseveración, inspirándome mayor desconfianza mientras más dogmáticas y 1rnis apadrinadas por la tradición o la neencia, ge u eral. Mi recelo me ha evitado situaciones falsas y hasta me ha permitido refutar errores históricos gruesos, como es la negación a Espalia de su capacidad colonizadora, o de menor cuantía, como la inexacta cifra exigua de sobrevivientes en la expedición de Hernando de Magallanes, y las supuestas fechorías impmaes de los piratas coloniales en Arica. Dudas de este género habrán c1sistirlo al que desvaneció la hermosa leyenda de la manzana de Guillermo Tell; a nuestro sabio etnólogo don Luis 'fhayer Ojeda que, contra lo aceptado, va demostrando el origen ibero del latín, y al que pretende derrumbar la estática sideral de Kepler, Newton y La place, firme y probada durante tres siglos . .Pero si el en·or histórico. como asunto pasado, puede no ser de consecuencias, y el científico recibir corrección inmediata y precisa, el error sociológico o filosófico, entregado a las pasiones de las diversas escuelas. ejerce influencia malsana, de fácil desarrollo y ardua extirpación. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. El preámbulo no significa que vaya a ocuparme en teorías, porque aparte do que no las domino, este trabajo, dedicado a la juventud, necesita ser de índole positiva, sobrio en palabras, rico en ejemplos, con base de filosofía criolla y de experiencia de los afias. Voy a elegir entre aquellos. errores uno que, como la galega, pudo en sus comienzos pa~ecer aprovechable, pero que hoy se ha desparramado con caracteres de maleza, dañando seriamente el criterio nacional. Me refiero al pesimismo, tendencia a juzgar mal de todo, anunciando contratiempos y desgracias, o contraponiendo con desaliento el presente fatal, el porvenir tenebroso, al pasado siempre f~liz y virtuosísimo, P.specialmente en lo que toca al adelanto, a la suerte y al buen nombre de la nación. Confieso que hasta hace poco abrigaba mis dudas respecto del vocablo, pero la Academia le da patente en el sentido de •propensión a ver y juzgar las cosas bajo el as. pecto más desfavorable». El que sí falta en el Diccionario es derrotismo, o sea un pesimismo tan elevado que durante la guerra europea subió con frecuencia a la altura del cadalso. Ese no ha prendido en Chile. El pesimismo, como recurso de retórica, es de todos los tiempos y países. Trascurrieron catorce siglos desde que Cicerón exUniversidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 6 - clamaba indignado contra la perversidad de su época «¡O tempora, o mores!» hasta que Jorge Manrique declaró «como a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fué mejor, A poco Calderón de la Barca decía por boca de Segismundo: e Pues el delito mayor del hombre es haber nacido,; dos siglos más tarde,. nosotros mismos le dimos carácter de institución nacional al pago de Chile, concepto injusto, y por último, nuestros textos de idiomas nos han hastiado con tantos temas, consejos y refranes pesimistas que ni adrede. Pero el que fundó doctrina con las lamentaciones de los poetas elegíacos y el regaño de los misántropos fué, según todos saben, el pensador casi de nuestros días Arturo Schopenhaner. Hombre paradojal, preconizó el aislamiento porque la vida es un dolor permanente y, sin embargo, gustó de la riqueza, los honores y el placer; vituperó a la mujer y fné sensual; despreciaba la vida, pero huyó <lel cólera y la viruela. A pesar de todo, logró bacer~e admirar en Europa, especialmente en su patria, donde se quiso erigirle 'una capilla y consagrarlo. Siquiera para refrescar recuerdos, conviene t1:a~cribir algunas de sus máximas y princ1p1os: , La, religión es la metafísica de los ignoran tes». Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. -7- , Casi todas las cosas de este mundo pueden calificarse de avellanas vacías,. «Sólo el presente es verdadero y efectivo: es el tiempo lleno realmente, y sobre él descansa exclusivamente nuestra existencia. ¿,Qué hay más insensato que perturbar una hora buena presente por la tristeza pasada o la inquietud futura'? Al presente hay que hacerlo lo mús agradable posible• . ,Cuanto mi'.ts estrecho es nuestro círculo de visión, de acción y de contt-1cto, más felices somos; cuanto más vasto es, más atormentados e inquietos estamos. El único género poético que procura pintar fe] ices a las gentes, el idilio, las representa siempre colocadas en una condición y nn círcnlo de los más limitados•. ,En cada individuo separadamente, el progreso de la tendencia a la soledad y el aislamiento estará siempre en razón direda de su v,1lor intelectual. Se llega a esta conclusión despm;s de estar convencido de la miserable condición moral e intelectual de 1n mayor parte de los hombres>>. «Todos los miserables muestran nna sociabilidad qne causa lástima; en cambio, se conoce que nn hombre es de más noble cualidad cuando no halla distracción alguna con los demús, cuando prefiere más y mús el aislamiento a su sociedad, y adqniere con Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 8 - la edad insensiblemente la convicción de que, salvo raras excepciones, hay que escoger en el mundo entre la soledad y la vulgaridad». e Aunque hay tantas cosas malas en el mundo, la sociedad es de todas ellas la peor». «Con nadie se debe ser demasiado indulgente ni demasiado amable. Es prudente hacer comprender a todos, hombres y mujeres, que se puede pasar sin ellos; esto justifica la amistad. Es aún útil dejar que se introduzca a veces en nuestra actitud respecto a la mayor parte de ellos una partícula de desdén, para que den más valor a nuestra amistad; pero si alguno tiene gran valor a nuestros ojos, es menester disimularlo como si fuese Hn crimen,. e ¿,Cómo se puede pretender que los amigos son raros en la necesidad'? Muy al contraJÍo. Apenas se entabla amistad con un hombre, ya se encuentra en la necesidad y pide dinero». «Sacar a luz el talento y el juicio es una manera indirecta de reprocha.r a los demás su incapacidad. La inferioridad intelectual equivale a un veniadero título de recomendación,. e Sólo a los sesenta arios se compl'fmcle bien el primer versículo del Eclesiastés: «Todo es vanidad». El rasgo fundamental, Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. -9- característico de la vejez es el desengaf10, el convencimiento de la pobreza y el vacío de la existencia». Pues bien, esta antítesis siniestra y atrabiliaria fué un éxito de librería en mi mo.cedad. Las traducciones de Scho penhauer lucían en los anaqueles y vitrinas, y sin dnda a su influencia hay que atribuir el injustificado recrudecimiento del pesimismo en Chile. País hermoso si los hay; de cepa bfavía, cantada por sus tenaces conquistadores; puro su linaje, alta su frente, limpia y gloriosa su historia, inmaculados sus jefes, laborioso su pueblo, es un delito de lesa patria entonarle a porfía doloras que no ha menester. Sin embargo, no se oye ni se lee sino pesadumbre, protestas y desaliento. DAsde que aprende a manejar la pluma, nuestra juventud abomina de los hombres y las cosas del presente, augurándonos un porvenir sombrío. La prensa y la tribuna nos hacen vivir afenados al borde del precipicio Hoy es el desprestigio calumnioso de nuestros mús respetables estadistas y magistrados. con dario que la desmentida no logra reparar; ora cierta prensa da alas a exa.ltados que escarnecen como retrógrados a ilustres y bien intencionados maestros, apóstoles del Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 10 - progreso; cierta vez nos gritamos ingratos y mezquinas porque estaba inconcluso en detalles el nuevo monumento a L0rd Cochrane, y por último un truhún no encontró víctima más adecuada para su mala lengua que don Bernardo O'Higgins, el Padre de la Patria! El gobierno y las clases directivas resultan, por supuesto, los culpables y el blanco de los ataques. Mientras tanto, el cuento de la redoma me susurra lo contrario, y como ofrecí reforzar la prueba con buen caudal deejemplos, iré citando los que mis recuerdos de medio siglo me dictan. Agena esta disertación al corte y métoao pedagógicos, veamos simplemente en qué orden de ideas, en qué ramo de conocimientos o en qué detalles del bienestar no hemos realizado conquistas halagadoras. De la solidez de sus instituciones, ningún país del mundo ha dado tan brillantes muestras como Chile, que p0r luctuosas desgracias trasmitió el mando presidencial tres veces en menos de medio año, sin que se resintiera un solo resorte de esa máquina constitucional que trabajó noventa. La comuna autónoma, a pesar de los tropiezos del noviciado, con la aplicación local de sus propios y arbitrios llevó innegable adelanto a las aldeas y lugarejos estancados. dando margen también a la instrucción cíUniversidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 11 - vica de sus moradores; serú la trama del gobierno democrático y exti{pó la. intervención que desde la Moneda solia imponer al desconocido representante. Todavía, la circunstancia de que la política se ha.lle libre de la presión del gobierno, realza el valer de los partidos y de los electores; de modo que cada cual tiene conciencia de que influye más en la cosa pública, al paso que la dignidad humana sale mejor parada. No comparo el cohecho y los fraudes del pasado con los actuales porque evito el terreno escabroso; pero no cabe vacilación entre los atropellos de aquel entonces, como eran el asalto sangriento a las urnas, el robo de los registros, el secuestro de los mayores contribuyentes, y los recursos milagrosos nuevos, como la resurrección de los muertos y la evaporación del dinero entre los intermediarios antes que llegue a manos del elector venal. La 10,y de alcoholes, a la que tuve Ja honra de cooperar el año J 887 con mi tesis de licenciatura. en mi concepto no sólo no es un fracaso sino que ha sido salvadora. Hoy se bebe menos, muchísimo menos; los banquetes no rematan en orgías; a las madres no les atormenta ya la pesadilla de qne sus hijos salgan disipados, porque hoy la gente repudia al joven aficionado al licor; Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 12 el borracho revolcado y repugnante ha desaparecido de los paseos públicos, y la ley acabó con las inveteradas bacanales del Dieziocho y de Navidad. La asistencia social, entonces reducida al hospital desmedrado y lóbrego, hoy cuenta con la ley de accidentes y seguro de enfermedad e invalidez, con hospitales de niños, servicio de Asistencia Pública, de Cruz Roja, Policlínicas, Gotas de Leche, Consultorios Maternales . matronas para pobres, Protectoras de la Infancia, Dispensarios comtmales por disposición legal, Colonias de Vacaciones, :::,anatorios, Desayuno y Peluquería Escolares, en forma que si un enfermo no tiene auxilio médico es porque no le da la gana. En la capital y en algunas otras ciudades, instantes después de solicitada. estú la ambulancia a la puerta del más infeliz, y si necesita que se le opere, lo será en el acto con el mismo esmero que el magnate. En los hospitales de un confín al otro de la república trabajan médicos y cirujanos habilísimos, formados en la ensefiarnm sólida y gratuita que proporciona nuestra Escuela de Medicina, la que a cuantas eminencias nos han visitado arrancó elogios para sus profesores, sabios prácticos los más y tratadistas de aureola científica mundial algunos. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 13 - ¡Y así se llegó a calificar de carcomida. a la Universidad! Cúbeme también refutar. sugerido siempre por mi redoma, un error depresivo para nuestro país, que consis.te en venir pregonando lo enorme de su mortalidad infantil o sea de los niños menores de un año. El error está en que la cifra de los niños muertos, total y forzosamente inscritos en el Registro Civil para los efectos de la sepultura, se saca de la cifra de los nifios nacidos e inscritos, la cnal dista bastante de ser la de todos los nacidos, porque a muchos nifios no se les inscribe por desidia u ocultación deliberada. Así, si los nacidos son 100, los inscritos 60 y los muertos 20, la mortalidad calculada sobre los inscritos da 33,%', cuando en realidad seria de 20%. Y para colmo, contribuyen a esa alta cifra muchísimos muertos mayores de un año que no fueron inscritos oportunamente, y a quienes dos testigos falsos y complacientes declaran menores de un mes con el fin de salvar de la multa al padre. La mortalidad infantil en Chile es bastante alta pero nó para hundir la cabeza en la ceniza, y va reduciéndose gracias a la instrucción que de parte de damas abnegadas y de médicos reciben a diario las madres en aquellas instituciones, favorecidas generosamente no Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. -H- sólo por capitalistas sino por la gente de medianos recursos. La higiene pública, con ser de mús costoso planteamiento, se anota progresos como los Consejos de Habitaciones para Obreros, el alcantarillado en muchas ciudades, y el agua potable, que ha hec11:o desaparecer entre otras enfermedades los abscesos del hígado, llegando al más humilde hogar, no digo rancho porque éste ha sido reemplazado por la casita techada con calamina. Causarinn risa, pues, los avisos de fecha, si se quiera fresca, que decían: «Se arrienda la casa tal. número tanto. Tiem~ agua potable». La tina, de baño, que sólo gozaban los acaudalados, hoy es obligatoria en tuda casa y, por consecuencia lógica tanto el aseo personal como la Yestidura y el bienestar doméstico han ganado lo que la generación actual no se imagina. Si un día de lluvia, calado hasta los huesos y aterido, destilando la chupalla y el ponchito, resucitase el andrajoso carretonero municipal de hace medio siglo, desconocería al de hoy, con libreta del Seguro y de la Caja de Ahorros, afiliado en sociedad con sus congéneres, calzando botas de agu& y protegido con waterp1·oof. Y así como el agua potable constituía un privilegio del pudiente, los deportes estaban monopolizados por extranjeros. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 15 -- Los criollos del Colegio Mackay éramos meros espectadores del cricket y del f'ootball, oíamos hablar del f ox-hunting o paperchase, y de este modo, faltos de preparación, en las riñas con los ingleses nuestro amor propio nacional quedaba satisfecho con el empate. Hoy forma legiones la juventud chilena que pertenece a clubes de balompié, de carreras, de boga y que sale airosa en los encuentros. Podría multiplicar estos ejemplos destinados a convencer de que estamos mejorando la herencia, y de que las generaciones actuales son inmensamente más felices que las pasadas. El desarrollo del bienestar y la cultura populares se manifiesta en la presentación y limpieza de los hogares modestos; en el respeto a lo~ jardines, que no se concebían sin reja de fierro .Y muy alta; en el fomento de los sitios de distracciones; en el fúcil desempeño de la mujer, tratúndose de tareas que parecían inherentes al hombre, corno las de cobradores de tranvía; en la multiplicación de sociedades obreras, que son p~·ovechosos planteles de asistencia mútua, de prácticas democráticas y virtudes ciudadanas; en la difusión de los diarios y de las revistas i lustradas, que cualquiera logra comprar; y en la ley del servicio militar, niveladora y humana. No me resigno a concluit· sin dedicar alUniversidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 16 - gnnos momentos a dos errores pesimistas qne nos envenenan: el odio de clases y el pago de Chile. CnanJ.o uno llega a los grandes centros desde provincia, donde sonríen las ventajas del recíproco y estrecho conocimiento de acomodados y pobres, choca el ceño duro. airado, casi provocativo de éstos ante cualquiera que revele superioridad de situación. traje o recursos, así como el ele aquéllos ante las gentes de modesta apariencia. El escaso movimiento de habitantes permite allú al patricio, al burgués y al pobre aquilatar mútuamente sus méritos y darse cuenta de que la vida en poblado, la vida civilizada, requiere en favor de cada cual la indulgencia y la cooperación de los demás. La sncesión tranquila de los años va enseñando a vivir, y digo tranquila para refutar de paso aquello de e pueblo chico,inflerno grande,, error que consiste en tomar por encono la murmuración, si se quiere entretenida, de un vecindario reducido y que no cambia. Por el contrario, la constante remuda en las grandes ciudades industriales o comerciales hace que la enorme mayoría de los moradores sea desconocida para cada uno, ofreciendo fácilmente asidero al recelo y al menosprecio por una parte, a la envidia por la otra; en suma, el odio de clases. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - li - Yo tal vez me explicaría este odio si las clases sociales fuesen i wpenetrables; pero aparte de que la historia abunda en ejempl<•s como el modesto corso capitán de artillería que quince años después entroncaba con linaje imperial, perpetuando su apellido en la realeza europea. en Chile especialmente la evolución se nos presenta a cada paso sin buscarla. Ello me ha dado pie para sostener que entre nosotros uno puede llegar a ser lo que quiere, y a menudo mucho mús de lo que nunca se ha imaginado. Tanto fül así que para subir en categoría se pueden formular varios modos; pero corno natura non facit saltus, el pro~edimiento es necesariamente lento, gradual, y estimo que por precipitarse les resultó malo a. los operarios que hace pocos afios se adueñaron de las i"ábricas de Milán y no supieron ~dministrarlas. a los sans culottes de la revolución francesa, y a Wat Tyler, aquél que predicó: «Cuando Adán cavaba la tierra y Eva hilaba y tejía, ¿,dónde estaban los hidalgos?» Escojamos un hombre de giro modesto. un arrendatario de pilastra en la recova, un patrón de bote, un armero. Si alguno <le ellos. pobre o enriquecido, pero así en crudo, pretendiese desde luego alternar con personas de cuenta u ocupar altos cargos, se sentiría tan fuera de centro que fracasaría; pero sea Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 18 - ~orrecto, vista a su hijo decentemente, sostenga su instrucción secundaria, y ese joven, hereder,> Je un buen ejemplo, alcanzarú en el comercio o en la industria una situación superior a la del padre. Todavía, sacrifíquese costeándole a ese hijo los estudios hasta que alcance título profesional, y le habrú trazarlo un camino más corto hacia la apetecida consideración. Una o dos gAneraciones después, la prudencia de los ancianos cubre bondadosamente el abolengo ancestral humilde de muchas cunas de oro y marfil, y así, de la condensación de las nebulosas sociales van formándose lenta y gradualmente las familiH~. Lo sensible para los efectos de la easeiíanza provechosa es que nadie se resigna a reconocer y lucir con legitimo orgullo su origen, sino qne el abuelo armero toma las proporciones de un Krupp, el patrón de bote resulta un gran naviero, y el de la pilastra un proveedor de casa real. Sea como fuere, queda demostrado que la clase más culta de Chile no se .ha cerrado ni se cierra para las demás, sino que convencida de. la .necesidad y justicia de su renovación, regula con acierto el proceso optativo pidiendo plazos, antecedentes y merecimientos qne ofrezcan garantía para todos. Así el que hoy combate en Chile la llamada oligar· Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - 19 - quía, fácilmente puede más tarde pertenecer a ella., por sí o su descendencia, y como el fiero sicambro, adorar lo que haya quemado, sin que nadie le obligue a qnemar lo· que haya adorado. Por lo que hace al pago de Chile, dicho con el retintín irritante que hiere el sentimiento nacional, no es más que un <lesatino, por donde lo miremos. Y a el amor a nuestra historia, honra v prez <le la literatura chilena, podría levantai'.nos el cargo de ingratos, si además los hechos no hablasen con elocuencia abrumadora.. Resulta majadería tachar de ingrato y olvidadizo a un país que ostenta un centenar de monumentos en recuerdo de sus fundadores y sus héroes; cuyas plazas, calles y avenidas dan la Lista completa y repetida. de sus grandes o modestos servidores; que celebra con fiestas y conferencias todos sus anivers&.rios navales, militares y cívicos; que socorre a la enarta generación de los soldados de Ja independencia; que p·aga anualmente 67 millones de pesos a sus empleados civiles jubilados y a sus militares y marinos eri retiro, alguno de los cuales percibió en sus años de descanso cerca de medio millón. F~l pago de lhile, como ironía, queda reducido a una patraña: Chile ha pagado siempre a quien le ha servido. Por muchos aiios Chile pag6 Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. - :lO - en Francia . a San Martín el sueldo de <·apitim general, lo mismo que a Cochrane el de vicealmirante, y, como testimonio .de gratitnd nacion:;i,l, seis mil libras. Estas pensiones eran la única renta de ambos a s11 muerte. En la distribución de premios del Instituto Nacional el 21 de Mayo de 1881, don Miguel Luis Amunátegui pronunció el discnrso de estilo. Con seguridad y llaneza rnpit.ió las ocho páginas sin consultar el opúsculo que oprimía en su mano derecha. Pendiente de sus labios, oí consejos inolvidables que me fijaron rumbo y qne transcribo como hermoso y adecuado final: «Las generaciones sucesivas son nó como las olas del mar, que azotan si~mpre en la misma arena, sino como los pasos de nn viajero que avanza siempre en un camino interminable cuya extremidad se pierde en el lejano horizonte. ¡Ay del qm~ se detiene! ¡A,y del que retrocede!, «Salvo algunas excepciones, el presente os superior al pasado, y el porvenir valdrá infinitamente más que el presente,. , Vivir es aprender lo que otros han descubierto, para agregar al tesoro común el contingente de nuestros propios esfuerzos>. ,No puede negarse que Chile ha hecho un progreso inmenso desde la independencia hasUniversidad de Tarapacá, Arica, Chile. -21- ta el día. El Instituto Nacional ha contribuido con la cuota más importante para conseguir ese grandioso resultado: ha sido un semillero de hombres inteligentes y capaces. La solidez de sus estudios ha concurrido en mucha parte a que el carácter chileno tenga la sensatez y cordura que le distinguen,. e Un establecimiento en cuyas bancas se sientan los alumnos sin distin¿ión de rango ni persona, ha sido, es y será la cuna de la verdadera democracia,. Así habló aquel prócer, que no tenía, es cierto, los sesenta años del Eclesiastés; pero yo los tengo y tampoco padezco la ictericia moral de Schopenhauer y sus di!wípulos chilenos. No creo que todo es vánidad, ni acepto que el rasgo fundamental de la vejez sea el desengáño. Muy al contrario, creo que el hombre, joven o vie,jo, no debe «descender estúpido al olvjdo,, sino buscar el progreso en cada una de sus resoluciones, aportando sin desmayo el caudal de sus estudios y experiencia, e instruyendo a sus hijos para que en la, hora oportuna asuman la interrumpida labor. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile. Universidad de Tarapacá, Arica, Chile.