Conclusiones II Jornadas andaluzas

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Martes, 15 de Junio de 2004 Fecha de hoy
La Consejería de Salud destina en dos años 267 enfermeras a las casas de
los pacientes con más necesidades de cuidados
Más de un millar de profesionales analizan aspectos asistenciales en las ‘II
Jornadas de Cuidados: Las enfermeras al cuidado de las familias
andaluzas’
La Consejería de Salud ha destinado en tan solo dos años 267 enfermeras
comunitarias de enlace al Plan de Apoyo a la familia de la Junta de Andalucía. A las
206 enfermeras que hay en la actualidad se van a sumar próximamente 61
enfermeras más para seguir potenciando los cuidados a domicilio de los pacientes
más frágiles y para apoyar también la labor de las personas que se encargan de
cuidarlos. El pasado año, las enfermeras de enlace realizaron 32.759 visitas
domiciliarias, valoraron a 22.295 pacientes y a 11.305 cuidadores.
Estos datos se han puesto de manifiesto en el transcurso de las II Jornadas de
Cuidados: ‘Las enfermeras al cuidado de las familias andaluzas’, que ha inaugurado
esta mañana el consejero de Salud, Francisco Vallejo. Durante el acto, el consejero
ha avanzado que la Junta está estudiando poner en marcha una serie de medidas
que mejoren el sistema de cuidados de enfermería y, en particular, el acceso de los
cuidadores al sistema sanitario.
En este sentido, apuntó que además de ofrecer a los cuidadores el apoyo
psicológico y terapéutico que necesiten, se pondrá en sus manos los recursos
sanitarios que requieran para facilitar al máximo su trabajo como camas
articuladas, colchones antiescaras, etc. Además se va a identificar a los cuidadores
de grandes discapacitados con el objetivo de que, a través de su tarjeta sanitaria,
obtengan una serie de ventajas en el acceso a la atención sanitaria y no tengan que
abandonar
el
burocráticos.
cuidado
de
su
familiar
para
realizar
determinados
trámites
La población diana de las enfermeras en atención domiciliaria son personas de edad
avanzada afectadas por diversas enfermedades y que no pueden valerse por sí
mismas, así como enfermos terminales que requieren cuidados paliativos, pacientes
con enfermedad de Alzheimer y personas que, tras ser dadas de alta del hospital,
necesitan cuidados en su hogar.
Junto a la atención al paciente, se abordan también factores de riesgo asociados a
la labor del cuidador. Estos profesionales valoran las necesidades de los pacientes y
sus cuidadores y ponen en marcha, junto al médico y la enfermera de familia de
referencia, actuaciones coordinadas para mejorar la salud y la calidad de vida de
ambos. La enfermera de enlace actúa como eslabón entre el domicilio del paciente,
el centro de salud, el hospital y la unidad de trabajo social.
El impulso de la enfermería de enlace responde a una reorientación de los cuidados
de enfermería que ofrecen los centros de atención primaria de Andalucía y a la
potenciación de estos cuidados en el domicilio del paciente, con el objetivo
primordial de mejorar su calidad de vida y la del cuidador familiar.
Más de un millar de profesionales debaten, desde hoy en Sevilla, las necesidades
asistenciales del cuidador en las ‘II Jornadas de Cuidados: Las enfermeras al
cuidado de las familias andaluzas’, que pretenden ser un espacio de encuentro de
los profesionales para analizar los cambios producidos en 2003 y de sensibilización
sobre la necesidad de apoyar a las personas que dedican su tiempo y esfuerzo a
cuidar.
Cuidar a los cuidadores
Tal y como se extrae de la actividad desarrollada por las enfermeras de enlace, el
80 por ciento de las personas inmovilizadas tienen un cuidador familiar, el 83 por
ciento de los cuidadores son mujeres y en el 60 por ciento de los casos hay una
sola cuidadora. Además, según los datos que maneja el Servicio Andaluz de Salud
(SAS), la edad media de las cuidadoras oscila entre los 45 y los 69 años.
A las tareas de alimentación, aseo, medicación, acompañamiento y vigilancia del
enfermo hay que añadir que son los familiares los que mantienen el contacto con
los profesionales sanitarios y, por tanto, los que muchas veces deben tomar las
decisiones por el paciente. Esta responsabilidad hace que un número elevado de
cuidadoras descuiden su propia salud y presenten manifestaciones físicas y
psíquicas (dolores crónicos, pérdida de apetito, insomnio, ansiedad...).
A este respecto, el 61 por ciento de las cuidadoras presenta dolor de espalda, el 57
por ciento dolor en piernas o articulaciones, el 42 por ciento manifiesta padecer
dolor de cabeza y en el 30 por ciento se producen problemas de vértigo o mareo.
Estos datos ponen de manifiesto la importancia de atender también al cuidador,
ofreciéndole el soporte emocional y la información necesarios para abordar
correctamente la atención al familiar enfermo sin menoscabo de su estado de
salud. Por ello, dentro de las actuaciones recogidas en el Plan de Apoyo a la
Familia, se incluye la realización de talleres para cuidadores familiares, de los que
en el último año se han celebrado 164, con la participación de 1.711 cuidadoras.
Los talleres están organizados por niveles, de manera que se celebran cursos para
personas que se inician como cuidadores y otros para los que llevan mucho tiempo
ejerciendo esta función. La enfermera de enlace dispone de un censo de cuidadores
para facilitarles la asistencia a los talleres en función del tipo de cuidado que
presten, el tiempo que lleven haciéndolo y el estado emocional en el que se
encuentran.
Además, para evitar que los cuidadores descuiden su propia salud, se les facilita
también la atención en el domicilio y las citas con sus médicos. Las enfermeras de
enlace disponen de teléfonos móviles para cuando el paciente o el cuidador
necesiten contactar con ellas. Además, desde el pasado mes de noviembre, se ha
impulsado el contacto de las cuidadoras con las enfermeras comunitarias de enlace,
a través del servicio ininterrumpido de atención al ciudadano ‘Salud Responde’, al
que se puede acceder llamando al número de teléfono 902 505 060.
Material y ayudas técnicas
Las enfermeras comunitarias de enlace ofrecen a los pacientes servicios que van
desde enseñarles cómo actuar para mejorar su autocuidado y cómo llevar a cabo
técnicas sanitarias específicas hasta informarles sobre material de apoyo para los
cuidados. Hasta el momento, unos 3.000 domicilios cuentan con algún tipo de
material y se han distribuido: 596 camas articuladas, 2.335 cojines antiescara,
5.445 colchones antiescara, 255 grúas hidraúlicas, 186 barandillas de protección,
2.251 protectores de talón, 98 aspiradores, 270 andadores, 74 entremetidas de
movilización, 5.000 pastilleros, 250 sillas ducha y 553 tablas de bañera.
De otro lado, más de 3.600 profesionales de enfermería de los centros de atención
primaria han ampliado su formación, mediante los cursos que la Consejería de
Salud, a través del SAS, ha organizado para reorientar el papel de la enfermería. En
estos cursos formativos se han analizado estrategias de mejora de los cuidados
enfermeros en atención primaria y en Salud Mental, las necesidades de cuidados de
la población susceptible en atención domiciliaria y se han realizado talleres sobre el
manejo de la incontinencia urinaria o los cuidados para cuidadoras familiares.
En estas actividades de formación se presentan también los objetivos del Plan de
Apoyo a las Familias Andaluzas, la incorporación y funciones de la enfermera de
enlace y se les solicita su opinión sobre la reorientación profesional de la
enfermería.
Coordinación y cooperación
Igualmente, otro de los objetivos fundamentales planteados por el SAS en la
atención a la población frágil es la mejora de la coordinación y cooperación entre
los profesionales de atención especializada y atención primaria.
En esta línea, se reforzará la asistencia al paciente durante las estancias
hospitalarias, asignando en el momento del ingreso una enfermera responsable del
cuidado del paciente y planificando, durante sus días de ingreso, los cuidados al
alta con una continua coordinación con los profesionales de atención primaria. La
enfermera supervisora será, durante la estancia hospitalaria, la garante de los
cuidados al paciente en su unidad.
Con el objetivo de mejorar la coordinación interniveles, el SAS formará este año a
más de 2.520 enfermeras de atención especializada. Además, 285 enfermeras de
Salud Mental han recibido ya la formación necesaria para poder establecer
estrategias de mejora para los cuidados en Salud Mental.
La coordinación entre los profesionales de atención especializada y atención
primaria resulta fundamental para planificar los cuidados de los pacientes frágiles.
Por ello, durante el pasado mes de enero, se celebraron ocho foros provinciales en
los que las enfermeras de los dos niveles asistenciales presentaron líneas de
trabajo conjunto.
Los foros contaron con la participación de más de 2.100 personas, entre las que se
encontraban representantes de asociaciones de profesionales, de usuarios y
ciudadanos, Escuelas Universitarias de Enfermería y cuidadoras, que mostraron su
propia experiencia y expresaron la necesidad de apoyo.
Las conclusiones de estos encuentros han servido de base para las ‘II Jornadas de
Cuidados: Las enfermeras al cuidado de las familias andaluzas’, que se celebran
hoy en Sevilla y en las que participan directivos de atención primaria y atención
especializada,
enfermeras
de
familia,
enfermeras
de
las
unidades
de
hospitalización, personal administrativo de los servicios de atención al usuario de
atención primaria y atención especializada, enfermeras supervisoras, enfermeras
comunitarias de enlace y enfermeras de enlace hospitalarias.
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