Efemérides cívicas del mes de Septiembre

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Efemérides cívicas del mes de Septiembre
Día
1°
Apertura del primer período de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión.
El Congreso de la Unión es una de las instituciones fundamentales de la democracia representativa y plural que los
mexicanos adoptamos como forma de gobierno. A lo largo de la historia del país el Congreso ha tenido cambios
importantes en cuanto a funciones y organización, buscando atender mejor sus tareas básicas: legislar y servir de
foro para el debate y la discusión de los diferentes puntos de vista, concepciones y necesidades de la sociedad y el
país.
Desde la misma acta de Independencia de México, en septiembre de 1821, se abrió la posibilidad de convocar a un
Congreso Constituyente a integrarse mediante el sistema electoral dispuesto en la Constitución de Cádiz. Este
primer intento no culminó adecuadamente, pues las sesiones de este Congreso fueron interrumpidas por orden de
Agustín de Iturbide, llegándose a la disolución del Congreso el 31 de octubre de 1822.
Poco después, el Plan de Casa Mata, de febrero de 1823, pidió el inmediato restablecimiento del Congreso, el que
se logró un mes después con la abdicación de Iturbide. Un nuevo Congreso, en el mes de noviembre de ese año,
se dio a la tarea de crear una Constitución que le diera vida a una república federal y representativa, en la que el
Poder Legislativo se encontraría en igualdad de circunstancias con los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Judicial.
El artículo 65 constitucional estableció el 1 de septiembre como el inicio de las sesiones ordinarias para que el
Congreso de la Unión estudiara, discutiera y votara las iniciativas de ley que se presentaran, y resolviera los
asuntos de su competencia. A diferencia de las Constituciones de 1824 y de 1857, así como también los
ordenamientos de 1836 y 1843, la de 1917 estableció un solo periodo de sesiones, el que no podía prolongarse más
allá del 31 de diciembre. No había trascurrido un año, luego de la aprobación de la Carta Magna, cuando un grupo
de diputados presentó una iniciativa para reformar el artículo 65 pidiendo volver a dos períodos ordinarios de
sesiones.
Uno de los argumentos a favor de esta propuesta fue que un solo periodo ordinario de sesiones, de cuatro meses,
era insuficiente para atender la gran cantidad de asuntos legislativos para resolver, independientemente de la
existencia y labores de la Comisión Permanente del Congreso. Esta limitación se ha puesto de manifiesto en los
tiempos actuales.
Precisamente por eso, la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión decretó el 30 de junio de 2004, la
reforma al artículo 65, para que a partir del 1 de febrero de cada año, un segundo periodo de sesiones ordinarias.
El Decreto entró en vigor el día 3 de agosto de 2004.
Día de fiesta solemne para toda la Nación. La Bandera deberá izarse a toda asta.
Méndez Reyes, Jesús (2006) 1 de septiembre : apertura del primer periodo de sesiones
ordinarias del Congreso de la Unión. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre
1:96 primera sección.
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1856. Muere en la Ciudad de México Luis de la Rosa Oteiza, abogado y político que
participó en la redacción de los Tratados de Guadalupe Hidalgo.
1991. Muere en la Ciudad de México, Alfonso García Robles, diplomático, Premio Nobel
de la Paz (1982)
1884. Nace en Tingüindín, Michoacán, Francisco J. Múgica, distinguido revolucionario.
1913. El general Rafael Buelna, joven revolucionario sinaloense, derrota en reñida
batalla a las fuerzas huertistas en Sautla, Nayarit.
1847. Rotas las conversaciones entre México y Estados Unidos. Nicholas P. Trist
manifiesta que sus tropas avanzarán sobre Chapultepec y la Ciudad de México.
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1949. Muere en la Ciudad de México, José Clemente Orozco, integrante junto con David
Alfaro Sequeiros y Diego Rivera del movimiento muralista mexicano.
1862. Muere en Puebla, Puebla, el general Ignacio Zaragoza, héroe de la Batalla del 5
de Mayo.
1931. México ingresa a la Sociedad de las Naciones.
1786. Nace en Chilpancingo, Guerrero, Nicolás Bravo, héroe del Sitio de Cuautla.
1829. El Ejército Mexicano hizo capitular, en el Heroico Puerto de Tampico, al ejército
español en su intento de reconquista.
1875. Se inaugura la Academia Mexicana de la Lengua.
Conmemoración de la Gesta Heroica del Batallón de San Patricio en 1847.
Día de fiesta solemne para toda la Nación. La Bandera debe izarse a media asta.
1919. Se funda la Academia Mexicana de la Historia, con Luis González Obregón como
su primer director.
13
Aniversario del sacrificio de los Niños Héroes de Chapultepec, en 1847.
El 13 de septiembre de 1847 es una fecha de triste memoria para la nación mexicana porque marca la entrada
triunfal de un ejército invasor a la capital de la República, señalando la derrota final en una guerra injusta y
despreocupada. Pero esa fecha simboliza la gloria de los mexicanos que ofrendaron su vida por la patria.
La guerra entre México y los Estados Unidos de América fue formalmente declarada por el presidente de esa
nación, James Polo, el 11 de mayo de 1846, mediante un mensaje especial al Congreso Estadounidense que es un
prodigio de argumentación falaz, El Congreso Mexicano respondió semanas después mediante un bando más
apegado a la realidad, que decía: “El Gobierno, en uso de la natural defensa de la Nación repelará la agresión que
los Estados Unidos de América ha iniciado y sostiene contra la República Mexicana”.
Porque en efecto, debajo de la guerra injustamente declarada y justificada por los argumentos falaces de Polo,
estaba la fiebre expansionista de los Estados Unidos, cuyos dirigentes habían ensayado diversos medios pacíficos y
hostiles para apoderarse de los tres territorios que ambicionaban (Texas, Nuevo México y California), y se recurrió a
mentiras flagrantes y a amenazas crecientes para provocar una guerra que les permitiera conquistar por la fuerza y
la violencia las tierras que de ninguna otra manera serían suyas.
Pero hubo también una gran parte de responsabilidad del lado mexicano, por la escasa prudencia de los sectores
dirigentes, incapaces de atender los grandes problemas que aquejan a una nación de precaria existencia, e
ignorantes de los verdaderos alcances y limitaciones de nuestro país; lo que se reflejó en la angustiosa falta de
recursos que enfrentar la guerra, que fue conducida de manera desastrosa.
Luego de varias victorias, los invasores, al mando del general Winfield Scout, llegaron al Valle de México y
vencieron a nuestras tropas en Padierna y Churubusco. Siguió una tregua durante la cual se reunieron los
representantes de ambos gobiernos, pero como los comisionados estadounidenses mostraron en las negociaciones
que el único y verdadero objetivo de su gobierno era obtener la mitad del territorio mexicano, se rompieron las
negociaciones reiniciándose la lucha el 8 de septiembre de 1847.
Scout atacó las posiciones mexicanas de Molino del Rey Casamata el 8 de septiembre, tomándolas luego de sufrir
grandes pérdidas. Nuestras tropas se replegaron al cercano alcázar de Chapultepec y el general Santa Anna,
Presidente de la República y jefe de la defensa, diseminó los restos del ejército en las garitas que protegían las
entradas a la ciudad, dejando sólo una pequeña guarnición en el Castillo de Chapultepec, al cual lo defendían
menos de mil hombres encabezados por los generales Nicolás Bravo y Mariano Monterde. Entre los defensores
había algunos cadetes del Colegio Militar, que tenía su sede en el Castillo. El 12 de septiembre la artillería enemiga
bombardeó las posiciones mexicanas en el Castillo y Bosque de Chapultepec, haciendo grandes estragos en las
defensas y en los soldados que resistieron estoicamente las terribles andanadas.
El día 13 el enemigo bombardeó Chapultepec con mayor furia que el día anterior y la infantería estadounidense
amago un ataque por la calzada Anzures, que engaño por completo al general Santa Anna, quien creyendo que
atacarían directamente la ciudad, no reforzó Chapultepec. Viendo Scout que su plan surtía efecto y que los
mexicanos resistían sus falsos ataques, dirigió el grueso de sus columnas al asalto del cerrote Chapultepec, y al pie
de la rampa, apoyadas en su enorme superioridad numérica, destrozaron al Batallón Activo de San Blas, muriendo
su jefe, el coronel Felipe Santiago Xicotencatl y casi todos sus soldados.
Entonces, los invasores avanzaron con banderas desplegadas hacía el Castillo, a cuyo pie dieron cuenta de
nuestros soldados, matándolos o haciéndolos prisioneros. Se creían ya vencedores cuando desde el Castillo les
dispararon los últimos defensores de la Bandera Nacional, los jóvenes cadetes del Colegio Militar.
La tradición recogió los nombres de seis de los alumnos que murieron enfrentados al invasor: el subteniente Juan
de la Barrera y los cadetes Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Juan
Escutia, quien según la leyenda, se arrojó al vacío envuelto en el lábaro patrio para evitar que cayera en manos del
enemigo.
En medio del dolor de la terrible derrota, el sacrificio de esos seis jóvenes, a quienes el pueblo con gratitud ha
llamado “los Niños Héroes”, fue un aliento para la resurrección de la nación mexicana. Su ejemplo sigue siendo una
guía para las nuevas generaciones de mexicanos.
Día de luto y solemne para toda la Nación. La Bandera deberá izarse a media asta.
Salmerón Sanginés, Pedro (2004) 13 de septiembre : aniversario del sacrificio de los niños
héroes en 1847. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre 1:128 primera
sección.
1813. Instalación del Congreso de Chilpancingo.
14
Incorporación del estado de Chiapas al Pacto Federal. Integrado a la Federación
Mexicana en 1824.
La incorporación de Chiapas como Estado al Pacto Federal se oficializó el 14 de septiembre de 1824. Este hecho
trascendente para la vida nacional se registró después de la promulgación de Independencia en 1821, a la que le
siguió su organización social, política y territorial.
Al efectuarse el movimiento independentista, la intendencia de Chiapas estaba conformada por las provincias de
San Vicente, Chiapas, Tuxtla, Ciudad Real y Soconusco. Aunque este Estado no intervino en el movimiento
armado, al consumarse la Independencia, surgió la incertidumbre acerca de su futuro político. Aunque Chiapas
pertenecía a Guatemala, sus habitantes se plantearon tres posibilidades: primero, continuar bajo el mismo régimen;
segundo, declararse totalmente autónomos, y tercero, anexarse a México. De este modo se desató un conflicto de
intereses locales y federales que marco su rumbo político.
En 1821 se convocó a una junta en el Ayuntamiento de Comitán, en la que se levantó el Acta de Independencia y su
adhesión al Plan de Iguala, ejemplo que siguió Ciudad Real y luego el resto de las provincias. Posteriormente, al
independizarse Guatemala de la Corona Española, éstos ratificaron a las autoridades guatemaltecas aposentadas
en Chiapas – haciendo caso omiso de la decisión de independencia de los chiapanecos-, cuyo hecho provocó que
se determinara la adhesión a México.
Pedro José Solórzano, comisionado por la Diputación Provisional de Chiapas, se dirigió a la Ciudad de México para
gestionar la agregación de Chiapas al Imperio Mexicano. Dicha solicitud fue aceptada por la Regencia, que decretó
el 16 de enero de 1822 la separación de Chiapas respecto de Guatemala y su anexión a México.
Al caer el imperio iturbidista, y ante el desconocimiento del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba –por los que
se declaraba y reconocía la independencia de México-, Chiapas quedó nuevamente desvinculado de México, de
modo que los chiapanecos constituyeron una Junta Provisional Gubernativa para decidir si la provincia se
incorporaba a Guatemala o continuaba unida a México. La resolución de la Junta fue la de absoluta libertad e
independencia de Chiapas frente a México y cualquier otra autoridad.
El gobierno mexicano, temeroso de perder partidarios de la anexión a México, envió al ejército, al mando de Vicente
Filisola, para disolver la Junta. Así, en sustitución de ésta, se instaló una Diputación Provisional para “evitar el
estado de anarquía en la que había caído la región”, pues persistía la división en varias facciones: pro México, pro
Guatemala y pro intendencia.
Este hecho originó un levantamiento en Comitán que dio paso a la proclamación del Plan de Chiapas Libre, la que
tenía por objeto “reponer en sus funciones a la Junta Suprema de Gobierno, establecer la independencia absoluta
de la provincia y hacer salir de ella a las fuerzas mexicanas”. Sin embargo, en noviembre estalló un movimiento en
Ciudad Real y al realizarse las elecciones para renovar los cargos municipales de Chiapas, éstas fueron ganadas
por el grupo pro México en Ciudad Real y Comitán, lo que facilitó el acercamiento con el gobierno mexicano.
En enero de 1824 el Ayuntamiento de Ciudad real solicitó al Poder Ejecutivo su anexión a México. En marzo, la
nueva Junta Provisional expidió una convocatoria para un plebiscito en la que los propios habitantes decidieron su
anexión a México o a Guatemala, del que resultó que una mayoría votó por la mexicanización de Chiapas.
Debido a esto, la Junta se pronunció a favor de la adhesión a la Federación Mexicana, acto proclamado
solemnemente el 14 de septiembre de 1824.
Día de fiesta solemne para toda la Nación. La Bandera deberá izarse a toda asta.
Pérez Moncada, Diana Guadalupe (2004) 14 de septiembre : aniversario de la incorporación del
Estado de Chiapas al pacto federal. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre
1:112 primera sección.
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Conmemoración del Grito de Independencia.
En 1810 se propagaron ideas independentistas en la Nueva España. En la ciudad de Querétaro se reunían
comerciantes, abogados, militares, el corregidor de la ciudad y su esposa, Josefa Ortiz de Domínguez, todos ellos
criollos; en tales reuniones se fraguaba una conspiración en pro de la independencia de México. Ya adelantados
sus planes favorables a ésta, se sumaron el párroco del pueblo de Dolores, Guanajuato, Miguel Hidalgo y Costilla, y
el capitán Ignacio Allende. Faltaba un líder: una persona que gozara de mucho prestigio y que pudiera influir y
encontrar prosélitos, resultando electo Miguel Hidalgo. En un principio no quiso aceptar por no contar con los
recursos necesarios para tan trascendental empresa, pero pronto fue convencido por Allende y empezaron hacer
acopio de armas.
A lo largo de los meses de ese años se pensó que el movimiento revolucionario iniciaría en los primeros días de
octubre, con motivo de las fiestas en la Villa de San Juan de los Lagos. Sin embargo, el 13 de septiembre la
conspiración fue denunciada. El corregidor, Miguel Domínguez, obligado por las circunstancias, salió a catear las
casas de los acusados, no sin antes haber dejado encerrada bajo llave a su esposa, para evitar que llegara a
cometer una imprudencia; mientras efectuaba el cateo, su esposa llamó al alcalde, Ignacio Pérez partidario de la
independencia, a quien por medio de una señal convenida de tres golpes en el suelo y a través del ojo de la chapa,
le dijo que avisara a Allende que había sido descubierta la conspiración y que no tardarían en aprehenderlo.
A las dos de la mañana del 16 de septiembre de 1810, en el poblado de Dolores, Hidalgo y Allende fueron
informados de los últimos acontecimientos, y comprendieron que era indispensable iniciar la revuelta.
Hidalgo, acompañado de Allende y de otros más, se dirigió a la cárcel pública y puso en libertad a los presos,
sumándolos a su incipiente ejército. En lugar de los presos llevaron a prisión a los españoles que vivían en ese
poblado.
A las cuatro de la mañana Hidalgo llegó a la parroquia y ordenó al campanero tocar el esquilón. Aquel 16 de
septiembre era domingo, y además día de mercado. Por lo que solían reunirse muchos feligreses, quienes no
dejaron de sorprenderse con el llamado a misa, más temprano que de costumbre. Hidalgo se dirigió a ellos
diciéndoles que los peninsulares querían entregar el reino a los franceses, por lo que era necesario combatir al mal
gobierno, abolir la esclavitud y los tributos, y que los mexicanos se gobernaran por si mismos. Termino su alocución
con estas palabras: ¡Viva la religión! ¡Viva la América! ¡Viva Fernando VII! ¡Muera el mal gobierno!
Cerca de 300 hombres formaron el primer núcleo insurgente, y el mismo 16 de septiembre esta fuerza llegó a
Atotonilco, donde Hidalgo tomó una imagen de la Virgen de Guadalupe, como primer estandarte, el cual agitó ante
la multitud que lo rodeaba y exclamó: ¡Viva nuestra Madre Santísima María de Guadalupe! ¡Viva nuestra Madre
Santísima María de Guadalupe! ¡Viva América! Desde ese momento los insurgentes tomaron como lema: ¡Viva la
Virgen de Guadalupe! y ¡Mueran los gachupines! Así, muchos mas se fueron agregando a la lucha iniciada para
lograr que México fuera una nación independiente, consiguiéndolo 11 años más tarde, en 1821.
Los mexicanos recordamos este acontecimiento el 15 de septiembre, en la noche, con la ceremonia del “Grito” en la
que el Presidente de la República evoca a los principales hombres que intervinieron para lograr la libertad del país.
Día de fiesta solemne para la Nación. La Bandera debe izarse a toda asta.
Martínez Colín, Fátima(2001) 15 y 16 de septiembre : aniversario del inicio de la independencia
de México. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre 1:112 primera sección.
1854. Primera ejecución pública oficial del Himno Nacional Mexicano, en el teatro Santa
Anna de la ciudad de México.
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Aniversario del inicio de la Independencia de México, en 1810.
Para entender el proceso de la Independencia de México es necesario conocer los cambios que se operaron en
España a finales del siglo XVIII y principios del XIX. La política de Carlos IV trasformó el panorama político y
económico de la península, debido a que la crisis imperial española se agudizó durante su reinado. Su
administración se caracterizó por la aplicación de políticas económicas erróneas, la corrupción del primer ministro
Manuel Godoy y un período de desastrosas guerras que causaron la bancarrota del imperio.
La situación se agravó en el año 1808, cuando las tropas francesas invadieron España y Napoleón Bonaparte
impuso en el trono a su hermano José. La acción ocasionó que este pueblo, se rebelara el 2 de mayo en contra de
los invasores franceses, además de provocar la constitución de juntas regionales para gobernar las diferentes
provincias, basándose en la idea de que, en ausencia del rey, la soberanía residía en el pueblo.
La noticia de esta invasión pronto llegó a tierras americanas. Los habitantes de las colonias se unieron en repudio
de la invasión francesa y de la imposición napoleónica. Los novohispanos se consideraban uno de los reinos de la
monarquía, no una colonia de España, y encomiaron al rey pero censuraron su mal gobierno. Bajo esta premisa,
tanto las conspiraciones de 1808 como la de 1809, no sostuvieron ninguna tesis revolucionaria ni pretendieron
alterar el vínculo con la metrópoli.
La conjura de Valladolid de 1809 logró establecer contactos con los conspiradores de Querétaro. A principios de
1810 nuevas noticias llegaron a la Nueva España: las tropas francesas habían ocupado la mayor parte del territorio
español. Por lo anterior, Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama y el corregidor Miguel Domínguez,
principales organizadores de la conspiración queretana, determinaron formar una junta criolla que rigiera a Nueva
España en Nombre de Fernando VII, e iniciar la sublevación para principios de octubre. Sin embargo, al ser
descubierta ésta, Hidalgo precipitó los planes y tomó la decisión de lanzarse a la lucha independentista el 16 de
septiembre, incorporando al movimiento al pueblo oprimido, iniciándose en dolores la primera gran revolución
popular de la América hispana.
El objetivo de la lucha independentista se expresó en la carta que Hidalgo dirigió el 21 de septiembre al intendente
de Guanajuato, Juan Antonio Riaño, cuando las huestes insurgentes se preparaban para tomar esta ciudad. En
ella, Hidalgo habló de la “humillante y vergonzosa” sujeción de los mexicanos a la “la península por trescientos
años”, además de señalar la defensa de los “derechos sacrosantos e imprescriptibles de que se ha despojado a la
nación mexicana, que los reclama y defenderá resuelta”.
La vorágine insurgente logró en pocos meses la renovación de los gobiernos locales en Guanajuato, Valladolid,
Nueva Galicia, Zacatecas, San Luis Potosí y en algunos pueblos de la intendencia de México. En Guadalajara,
Hidalgo organizó el gobierno civil con los respectivos ministerios; publicó el primer periódico insurgente llamado El
Despertador Americano, que sirvió para difundir las ideas rebeldes; dictó la abolición de la esclavitud; del pago del
tributo de los indios y de los estancos, así como la reducción de alcabalas, todas ellas disposiciones radicales que
dieron un duro golpe al régimen virreinal.
Años tardaría la patria en conseguir su libertad e independencia. El movimiento iniciado por Hidalgo lo continuó
José María Morelos, quien el 14 de septiembre de 1813, en la ciudad de Chilpancingo, escribió: “Que igualmente se
solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levanto la voz de la
independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que abrieron los labios de la Nación
para reclamar sus derechos y empuño la espada para ser oída; recordando siempre el mérito del gran héroe, el
señor Miguel Hidalgo”. Desde esa fecha los mexicanos celebramos anualmente el inicio de nuestra Independencia
Nacional.
Día de fiesta solemne para toda la Nación. La Bandera debe izarse a toda asta.
Espinosa de los Monteros Hernández, Roberto (2003) 16 de septiembre : aniversario del inicio de
la Independencia Nacional en 1810. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre
1:80 primera sección.
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1964. Se inaugura en el Bosque de Chapultepec el Museo Nacional de Antropología e
Historia.
1830. Nace en la Ciudad de México, José Tomás Cuellar, quien como alumno del
Colegio Militar en 1847, luchó en Chapultepec contra los invasores americanos. Luego
se dedicó al periodismo y a la literatura novelista, autor de La linterna mágica.
1876. Muere fusilado en el rancho de Avalos, Chihuahua, el general Donato Guerra
Orozco, combatiente de la Guerra de Reforma y de la invasión francesa.
1985. La Ciudad de México, es sacudida por un devastador terremoto.
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1870. Se funda en la Ciudad de México, la Escuela Nacional de Ciegos.
1810. Miguel Hidalgo y Costilla hace su entrada triunfal en Celaya, Guanajuato
1969. Muere en la Ciudad de México Adolfo López Mateos, presidente de México (19581964)
1866. El general Porfirio Díaz, derrota a las fuerzas francesas en Nochixtlán, Oaxaca.
1865. Muere en Alamos, Sonora, el general Antonio Rosales, liberal que participó en la
Batalla de San Pedro, Sinaloa, en la que derrotó a los franceses.
1873. Sebastián Lerdo de Tejada incorpora las Leyes de Reforma a la Constitución.
1859. México y España reestablecen relaciones diplomáticas, rotas por el gobierno
peninsular a fines de 1856, mediante la firma del Tratado Mont-Almonte.
Aniversario de la Consumación de la Independencia en 1821.
Uno de los procesos sociopolíticos más trascendentales de la historia nacional es, sin duda, el de la Guerra de
Independencia. La primera etapa de ese proceso fue aquella que encabezó Miguel Hidalgo, quien afirmaba que el
movimiento tenía por objeto “quitar el mando a los europeos”. A la muerte del cura Hidalgo, Ignacio López Rayón
tomó el mando de las fuerzas insurgentes y convocó a la Junta de Zitácuaro, donde estuvieron presentes todos los
grupos insurgentes, estableciéndose así un gobierno revolucionario. Al disolverse la Junta, José María Morelos y
Pavón destacó como la figura principal del movimiento armado, pues a más de disciplinar el ejército se distinguió
por lo adelantado de sus ideas y planteamientos políticos; sin embargó, a su muerte en 1815, el movimiento
independentista se fragmentó. EL virrey Félix María Calleja llevó a cabo una sistemática aniquilación de los líderes
insurgentes. En este mismo año de 1815 se disolvió el Congreso de Chilpancingo y antes de 1817 todos los jefes
insurgentes fueron derrotados, quedando sólo Osorno, Guerrero y Guadalupe Victoria. En 1816 fue nombrado
virrey Juan Ruiz de Apodaca, quien decretó una amnistía general con miras a pacificar el virreinato. Para 1817 la
revolución había caído en un letargo, hasta que se sumaron nuevas fuerzas, como la encabezada por Francisco
Javier Mina.
En 1820 la causa de la independencia parecía completamente pérdida, pero entonces ocurrieron una serie de
sucesos inesperados; entre ellos la asonada liberal en España que obligó a Fernando VII a restablecer la
Constitución de Cádiz, pero ya con un radical contenido liberal. La noticia fue acogida en México con sentimientos
encontrados: unos a favor y otros en contra, especialmente por su anticlericalismo y, aunque pronto comenzaron a
fraguarse planes anticonstitucionalistas, nada pudo hacerse, pues el 31 de mayo el virrey Apodaca se vio obligado a
jurar la Constitución. En todas partes se celebraban juntas clandestinas para idear proyectos contra el nuevo orden
de cosas, pero sólo uno de ellos se realizaría, el de Agustín de Iturbide.
Las circunstancias que prevalecían tanto en el territorio novohispano como en la península favorecían
inmejorablemente el proceso de emancipación. Iturbide tomó el mando como General de los Ejércitos del Sur con
su plan ya forjado: independizar a México de España: El 24 de febrero de 1820 proclamó un documento conocido
como Plan de Iguala, cuyos principales postulados eran garantizar la religión católica, lograr la independencia con
una monarquía constitucional y conservar la paz y unión de americanos y europeos. Asimismo, se invitaba a
gobernar al propio Fernando VII o, en su defecto, a otro miembro de la casa reinante. Si esto sucedía, una Junta de
Regencia asumiría el poder; designaría al soberano y haría la convocatoria para redactar una nueva constitución.
Iturbide desplegó una hábil campaña, tanto diplomática como militar, que en menos de un año consiguió lo que no
se había podido hacer en toda una década de guerra. El Plan de Iguala estaba tan bien elaborado que logró la
adhesión de prácticamente la totalidad de los mandos y tropas realistas e insurgentes, con los que se formó el
Ejército de las Tres Garantías que salvaguardaron el Plan de Iguala y la Independencia.
En julio de 1821 llegó a Veracruz el nuevo virrey, Juan de O’Donojú, quien convencido del éxito y la fuerza del
movimiento de Iturbide, firmó con él los Tratados de Córdoba -24 de agosto de 1824,- que otorgaban a México su
independencia. El 27 de septiembre, el Ejército Trigarante hizo su entrada en la capital entra la alegría de la
población y el 28 de septiembre se firmó la segunda y definitiva Acta de Independencia.
“La nación mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la
opresión en que ha vivido”, proclamaba el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. Comenzaba una nueva
etapa en la historia nacional, se abría paso a un derrotero de esperanzas de que, terminados los años de feroz
contienda y de convulsión política, finalmente México, ya como tal, ocuparía el lugar que merecía entre las naciones
del mundo.
Día de fiesta solemne para la Nación. La Bandera debe izarse a toda asta.
Aguilar Casas, Elsa (2005)
27 de septiembre : aniversario de la consumación de la
Independencia en 1821. Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre 1:128
primera sección.
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1810. Las fuerzas de Miguel Hidalgo y Costilla toman la Alhóndiga de Granaditas en la
ciudad de Guanajuato, Guanajuato.
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1913. Surge la División del Norte, comandad por Francisco Villa.
Aniversario del nacimiento de José María Morelos en 1765.
El 30 de septiembre de 1765 nació José María Morelos y Pavón en la ciudad de Valladolid que en honor suyo se
llama Morelia desde 1828. De joven fue arriero y en 1790 ingresó al Colegio de San Nicolás, en Valladolid, del que
era rector don Miguel Hidalgo y Costilla. Desde entonces y hasta 1802, cuando fue nombrado cura párroco de
Nocupétaro, realizó sus estudios eclesiásticos y fue cura auxiliar de algunas remotas poblaciones del actual estado
de Michoacán.
Al enterarse de que su antiguo maestro, Miguel Hidalgo, secundado por algunos oficiales criollos, había iniciado la
lucha por la independencia en el pueblo de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, Morelos decidió unirse a su causa
y el 20 de octubre de ese año, entre e Indaparapeo, en el actual estado de Michoacán, logró entrevistarse con
Hidalgo. Luego de mantener una larga conversación privada, Hidalgo extendió a Morelos un despacho de brigadier
y lo nombró su lugarteniente en las costas del sur, en los actuales estados de Guerrero y Oaxaca, cuyos caminos
había conocido Morelos en sus años de arriero y de cura.
El 25 de octubre de 1810, en Carácuaro, Morelos dio inicio a la primera de sus deslumbrantes campañas militares,
que lo llevaron a apoderarse de buena parte del sur de la Nueva España y a triunfar sobre los soldados realistas en
batallas tan memorables como la defensa de Cuautla, en 1812, que hizo tanto ruido que el nombre del humilde
párroco michoacano llegó a ser conocido y pronunciado con respecto por los mayores genios militares de la época,
como Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses, y el duque de Wellington, jefe de los ejércitos angloalemanes que derrotaron a Napoleón en 1815.
Pero el genio y la visión de Morelos no se limitaba a los aspectos militares: un par de años después de la ejecución
de Miguel Hidalgo, Ignacio allende, Ignacio Aldama y Mariano Jiménez, primeros caudillos insurgentes, Morelos
aprovechó sus éxitos militares para reunirse a los representantes de todos los partidarios de la Independencia en la
ciudad de Chilpancingo, actual estado de Guerrero, quienes formarían el Congreso del Anáhuac, encargado de
redactar una ley suprema para la nación. El Congreso fue solemnemente inaugurado el 14 de septiembre de 1813,
ocasión en la cual Morelos dio lectura a los “Sentimientos de la Nación”, documentos excepcional que resumía su
pensamiento político y los principios sobre los que debía erigirse la nueva nación mexicana.
Durante poco más de un año Morelos dedicó sus mejores energías a proteger al Congreso, que el 22 de octubre
promulgó en Apatzingán la Constitución que debía regir los destinos de la naciente patria. Sin embargo, su labor
política hizo que perdiera la iniciativa militar, que regresó a las tropas leales al rey de España. Luego de luchar
durante casi todo 1815 contra fuerzas superiores y de perder a sus dos mejores lugartenientes (Mariano
Matamoros, capturado y ejecutado por los realistas, y Hermenegildo Galeana, muerto en combate), el “Siervo de la
Nación” (título honorario que Morelos había adoptado ante el Congreso) fue capturado por el general realista
Manuel de la Concha, el 5 de noviembre de 1815. Conducido a México fue juzgado con rapidez por el tribunal del
Santo Oficio, una vez que éste lo despojó de su calidad sacerdotal, fue condenado a muerte por el virrey Calleja,
siendo ejecutado el 22 de diciembre de 1815, en los patios del convento de San Cristóbal Ecatepec.
Día de fiesta solemne para la Nación. La Bandera debe izarse a toda asta.
Salmerón, Pedro (2006) 30 de septiembre : natalicio de José María Morelos y Pavón, en 1765.
Diario Oficial de la Federación, México D.F. (Méx.); Septiembre 1:112 primera sección.
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