DEL 55 ARTE POESÍA SOBRE EL AMOR E l amor, como el aire, no tiene color, y tal como lo reconoció San Agustín, es indefinible. Decía él: “si me preguntan qué es el amor no puedo describirlo, mas, si no me lo cuestionan sé perfectamente lo que es el amor”. El amor no se puede contar, pues al comunicarlo se volatiza; todos tenemos que atenernos a nuestra experiencia y resulta paradójico que los filósofos con mayor capacidad de pensar sean los que menos lo hayan vivido, y quienes lo disfrutamos seamos incapaces de meditar sobre él. Estamos seguros de que quienes más se han acercado para transmitirnos la escena del amor son los poetas, por lo que pasamos a darles la palabra: Ten un poco de amor para las cosas; para el musgo que calma tu fatiga, para la fuente que tu sed mitiga, para las piedras y para las rosas. VILLAESPESA. Me das un papayo, te devuelvo un jade. No es un intercambio de regalos, es prueba de amor eterno. Me das un melocotón, yo te doy un jade. No es un intercambio de regalos, es prueba de amor eterno. Me das una ciruela, te obsequio un jade. No es un intercambio de regalos, es prueba de amor eterno. Poema chino antiguo CHEN QUIAO (NICOLÁS) Si se quiere, leamos y disfrutemos el inmortal madrigal de Gutierre de Cetina: Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿Por qué, si me miráis, miráis airados? Si cuando más piadosos más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira por que no aparezcáis menos hermosos. ¡Ay tormentos rabiosos! ojos claros, serenos, ya que así me miráis, miradme al menos. He Jia YING: Uvas agrias. Para concluir citaremos los bellos versos del gran Lope de Vega, que canta así al amor de Dios: ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta, cubierto de rocío pasas las noches del invierno oscuras? S 32 JULIO-SEPTIEMBRE 2010