Arganda del Rey: Apuntes para su Historia

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XXI
SE DELIMITAN LAS LINDES DE LA NUEVA VILLA REAL
Se cursaron citaciones a los pueblos comarcanos. Los folios 25 al 30 son
unalección de toponimia local. Una cincuentena de hitos o mojones con su
localización es verdadero elenco de parajes que sin duda alargará el capitulo,
pero que no deja de darnos una entrañable geografia argandeña.
Antes de ponerse en marcha la expedición lindera, con Morales al frente,
preceptúa éste el cambio y quite de. «cuanto aviso, papel o postura» tenga
que ver con el breve mando del primero, último y único Señor secular de Arganda, en el siglo XVI, el desbancado Cordero de Santoyo.
La villa nombra apeadores a Alonso Diez Milano y Antón Macho y convoca a las interesadas villas de San Martín de-la Vega, Morata, Perales, Valtierra.Loeches, El Campo (Real) y Madrid.
Pero la expedición de. los apeadores tendrá que retrasarse, al necesitarse
los acuerdos y consensos de tanta villa interesada.
Morales se despedirá de los argandeños con la ufanía del que ha cumplido como bueno, «ha hecho historia» y además le han sobrado siete días de
los doce que tan cicateramente se le marcaron por el Consejo Real de Hacienda, con lo que de paso -y todo hay que decirlo- ha ahorrado al.nuevo
Municipio 5.250 maravedís, recibiendo con ejemplar honradez solamente
3.750 ...
Estrechó las manos de sus anfitriones D. Pascual Milano y D. Diego de
Vargas Vivero y, saludando a todos cortésmente, a la Corte de Madrid se
tornó el 25 de septiembre para regresar a lo del apeo y deslinde a mediados
de octubre de este feliz año de 1581.
DESLINDES CON SAN MARTlN DE LA VEGA Y CON MORATA
De agradable tempero y bello campo suele ser el octubre madrileño. ¿Lo
seria el de este año? Seguramente, ya que las lluvias de hacia unos días
habían cesado.
Porque el día 17 se van, por fin, el Juez Morales y sus apeadores «bajando por el Camino Real hasta el sitio y dehesa que es de S. M.', donde está un
mojón que dicen divide el término entre Arganda y San Martín de la Vega y
Dehesa de Pajares, el cual mojón se dice «Del Haz» que es de Cisneros y está
junto a una zarza, y el dicho mojón es hecho de tierra, a la bajada de una
cuesta de la dicha Dehesa». Allí estaba también la divisoria con Madrid.
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Es preciso advertir que, pese a las notificaciones y plazos, no han concurrido a estar presentes al apeo ni representantes de Madrid, ni de San Martín de la Vega, ni de Morata.lo cual lógicamente «contrario al Comisionado
Real».
En el Haz de Cisneros Morales mete en posesión al apeador y éste la
«aprehende» asi: «tomando Alonso Diez Milano un azadón, cavó tierra y lo
echó encima, sin contradicción de nadie». El escribano levanta acta y a otro
mojón hasta cerrar el perimetro del término municipal.
«Seguimos, vereda arriba, linde de Pajares, y llegamos al Cerro de la
Aguijosa.» Alli hay otro mojón de cantos y tierra «con unos espinos hueros
y un lentisco». El juez señala a Milano; Milano que coloca unas piedras, «sin
contradicción».. ; y a otro.
Ahora caminan por la cordillera (sic) linde de Pajares y paran en La
Cuerda, «cerro frontero de la majada de retamas y que ha matas hortigueñas», Milano, a lo suyo ... Y de alli, al «Cerro de la Contienda», linde con
la heredad de Asenjo Peruco, «muchos cantos sobre una carrasca». La consabida parada. Y enseguida, «un cerrito» con un mojón de canto «al cabo de
dicha Dehesa de Pajares, a ojo del Valle de la Becerra».
Ahora, el pico de Valdelabecerra. y cuando los caminantes levantan la
vista ven en lo alto tres hombres a caballo. Sorpresa. Los morateños: «Venimos en nombre de nuestra villa; aqui están los poderes escritos, firmados y
sellados». «Más vale tarde que nunca» -pensó sin duda Morales, al cual
venia molestando la incomparecencia de los citados.
y Morata y Arganda coinciden por sus apeadores que es buena linde el
mojón de Valdelabecerra. Pone piedras Milano y vanse todos.
El hito de la Mesa de Valdelabecerra viene luego, mas otro, de cantos, encima del camino de Valdepeñas, a ojo del de Madrid aMorata.
y el mojón de Los Quemados y el de la linde de herederos de Juan y Gonzalo Ruiz los argandeños; éste es el mojón de Piedrahoradada y más allá el
del carril de Valdelacuesta.
Entre viñas y olivares está Valhondo y el hito, «entre carrascas junto a la
viña de Garcilópez y a la tierra de Garcialarcón», dos morateños. Otra vez y
en señal posesoria pone Milano unos cantos y cava en la tierra. De alli, al
mojón «que dicen de los Ambijares, dentro de la labranza del argandeño Lucas Martín y de un majuelo de Pedro de Benavente, librero, vecino de Morata.
Refrescan, bota en mano, sus gaznates, su merced D. Francisco y toda la
compañía, en especial Alonso Diez Milano el de <das cavaditas», y de alguna
alforja va saliendo la hogaza, el torrezno, el queso y hasta la miel. Tanta caminata oficial aguza el apetito y salimos temprano y el sol ya está alto.
Pero su merced, parco en comida, ha limpiado con compostura barbilla y
bigote, se ha enderezado, se ha vuelto a calar la gorra, pues se destocó al rezar «el benedícite», y se dispone a seguir andando con el tropel lugareño.
Quebradilla de Valhondo, y en linea recta cruzaron el «Camino Real que
va de Morara a Alcalá». AIli y su mano izquierda, el «mojón de la Cuesta,
encima de unas peñas y guijarral, lindante con viña y olivar del morateño
Gabriel Galiano».
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Parada, rito y acta.
Ahora, por Valdepozuelo y en su misma raya, a un «rnoxón de cantos
sobre unas matas pardas». A otro cercano, «en matas carrasqueñas»; de ahi,
a la Fuente del Valle, a izquierda del camino de Morata al Valle, olivares éstos de Alvaro Mejia y Juan de Bias, morateño y argandeño respectivamente.
Ya ni diremos lo que Milano va haciendo incansable, aunque nos preguntemos: ¿pero es que a ninguno se le ocurria echarle una mano?
El texto empero lo repite pesadamente.
«Siguieron, cordillera' adelante, al Mojón de los Jarales, que está en un
cerrillo y peñas, en una quebradilla.»
Y prosiguiendo el amojonamiento, «fueron por la cordillera a tierra de
Agustín Gil, vecino de ésta»: Subamos al Cerro de la Atalayuela «que no se
labra,por pedregal» y se acabó el deslinde con Morata.
Juran los presentes ante el Juez que se ha hecho «fiel y buenamente, sin
hacer agravio a ninguna de las partes». Y esto es asi -afirman todos- «por
ser esta moxonera antigua y haber nosotros confirmado sus términos».
DESLINDE ARGANDA-VALTIERRA CON PROBLEMAS
Descansados durante diez dias u obligados a no campear, porque el octubre madrileño no tuviera tan buen tiempo como fama de disfrutarlo, Morales, el escribano y los apeadores van ahora al deslinde entre Arganda y Valtierra, a la que el texto llama Villa y dice ser de Juan López de Vivanco,
criado del Rey.
El «gobernador» (sic) de Valtierra está citado a que se halle presente. «y
luego, incontinenti salieron por el camino del Cañar, que es camino de Perales y, yendo camíno adelante todos juntos, toparon con un hombre que se dijo llamar Francisco de Madrid, gobernador que dijo ser de Valtierra.» Le
acompañaban los vecinos de la villa del Campo (Real) Antón Camay, Juan
Rubio, Juan Garcia Pintado, Andrés Perayle, Pedro del Castillo y Miguel
Garcia.
«y díxeron venían a se hallar presentes a ver renovarlos moxones.» El
gobernador del despoblado le mostró al juez un poder del señor López Vivaneo y, «todos conformes», se puso en marcha de nuevo la engrosada comitiva, camino de:
a) Taray (mojón de piedra y canto), junto a la carretera del Moral que
parte los términos en la tierra de Pedro de Yepes..
b) Después, un hito de piedra encima de «Ia Mesa que dicen de Salsaverde».
e) Otro, algo más allá, en la majada, junto a tierra de Antón Mejorada.
d) Luego, otro más, de piedras. Está junto al camino del Molino de Tejada, tierra del argandeño Juan Martin Alvanir.
e) También hay hito junto al Molino de Valtejado, que es terruño de
Yuste Hernández, el que salió elegído Procurador del Concejo.
f) Y el mojón de los Mozos.que no hay que confundir con el de la Majada de los Mozos.
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g) y el que está por encima de la Fuente del Madroño, tierra de Diego
Sánchez, yel de Valledorado de Sancho, que es de piedras y está junto a una
retama.
h) y el mojón del Horadado y el del camino de Perales en la cerca de
tierra del argandeñoFrancisco de Arriba y el de la Cabezada que «es canteria» y el del Cerro de la Arena, que es de cantos areniscos, y otro más, en medio del Cerro.
Van cansados ya, el Juez Morales, el Escribano Garcia ylos apeadores
tanto argandeños como valterreños, pero no hay entre ellos la confianza y
franco trato que permitió aquel sabroso alto en el camino con los de Morata.
Valtierra se despuebla desde hace tiempo y ahora, con Arganda libremunicipio, acabará trasladándose todo hijo de vecino valterreño.
El «gobernador: sin gobernados lo va pensando, mientras cabalga perezosamente y se le antojan las hojas amarillentas de árboles y de cepas que va
al paso contemplando la imagen. del otoño de su «villa».
i) Murallalba, en una mata de ortigas, en la viña de Rendero. ¿La que
éste compró a los padres de Cervantes en 1566?
j) Y todos los demás linderos: Valdelaoveja y en las olivas de la Sastra
(camino Arganda-Valtierra) y la «majada dela Morota, en un alto, que está
en herial, tierra que dicen del Secretario Vívanco»; y el que queda clavado en
lo alto de un cerro, a la vista de Valtierra (mojón éste, de piedras, cascajo y
tierra bermeja) y el de Vallejo el Viñador que «es hoy tierra de Juan de Rinconada» y un gran hito en la Cuesta del Galope...
Pero aquí surge el problema: «Que entre las.dichas dos villas de Valtierra
y Arganda hay pleito pendiente ante los señores del Consejo de S. M., sobre
cuyas sean estas tierras».
Pretende Arganda que el limite vaya por bajo del dicho mojón y Cerro
del Galope, cerca de la vega que va a Valtierra y los de ésta dicen que la linde
va por dicho Cerro, «como las marcas están»,
Habla Milano: «Quédese, señor Juez, en el estado y punto en que la acción está; que la pretensión del concejo de Arganda, mi parte, es que los
dichos mojones van por la vega que va a Valtierra».
- y ¿en qué os fundaís para afirmallo? -pregunta el de Vivanco.
-Porque ansi se contiene en otro deslinde hecho ha mas de cien años
-responde el argandeño.
-Mostradlo, pues.
-En su tiempo y lugar ansi lo haremos'.
LA LINDE CON MADRID Y TIEMPO LLUVIOSO
Había sido citada (26-IX) la villa de Madrid, como quedó dicho.
Nombraron los de su Concejo al Regidor Marcos de Almonacid y al Procurador Bias de Ujátegui. Venían los dos, pero el tiempo se puso muy lluvioso.
Y, como no podían pasar el Jarama, dijeron «a la voz» que «requerían al
Juez no hiciera nada», hasta tanto pudieran hallarse presentes y que ellos
estarían en Vaciamadrid aguardando poder cruzar.
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Entretanto el munícipe Diez Milano presentaba al tantas veces nombrado
Morales una exposíción en que decia que el otro Juez Juan de Salas que antes
que él trazó un deslínde lo había ejecutado a la vista de autos y papeles antiguos que legitimaban las pretensiones actuales de la Villa. Mas, resultaba de
las indagaciones del Concejo que el escribano Gaspar de Bárcena que fue el
que le asistió eraquien tenía en su poder todos los instrumentos legales. Que
el Comisíonado Morales providenciase sobre el caso.
LALINDE CON ALCALA
Fue citada la ciudad de Alcalá de Henares, pues como matriz de Arganda
le correspondía entender en la confirmación de sus términos.
Viene un Gaspar Hernández Manuel, del Consejo arcalaíno.Presenta sus
poderes. Y,cuando el Juez Real los da por buenos, le alarga también un
escrito en-que Alcalá de Henares contradice cualquier deslínde que Arganda
pretenda, por «decir estar inclusa y metida con el término que pretende en el
de Alcalá»; y que «ansí apelaba ante S. M. de todo lo que intentase e hicieses.Pide el Juez poder bastante para tan tajante posición. Lo promete el
Hernández traer.
y con los que le siguen se van Juez y Escribano a ultimar el apeo. Al
Cerro de Valposados. y allí, en un mojón de cal y canto que divíde los términos de Arganda con la villa del Campo (Real) y heredad de Vilches y que está
a la vista de Valdelazarza, el Licenciado Morales da posesión al Procurador
Milano. Avanzan hacia Valdelaconeja (término de Valtierra y Vilches) y de
allí, al mojón delos Jaraices, lindante con tierras propias de Sebastián de
Santoyo y con el camino de Toledo a la villa del Campo (Real).
Desde Los Jaraíces, al hito de la Canal y al de la Dehesilla(entre las dos
veredas, la que va al Campo y la que va a Arganda) y al dela ribera del Río
de Jarama,en el paraje llamado Puerto del Barco. Es esta la señal donde el
camino toledano afronta con la madre-vieja del Río y con término de
Vilches.
«E desde aquí fueron por el río de Jarama adelante, por la cordillera...
hasta llegar a la baxada de la madre, de entre el Torcal y la Isla.» Allí hay
otra señal, indicativa de línde entre el Soto del Palomarejo que llaman «el
Purqués», de los frailes (sic) de San Lorenzo el Real (El Escorial), y la Sopeña, que es término ya de la villa de Madrid.
De nuevo, aguas del Jarama abajo, a otro mojón, «el de la madre de Vadocanto, en una mata redonda, junto al río». Allí ni piedras hay, pues la crecida del Jarama selas ha llevado. Clava: un juncoportoda señal elrápido ingenio de Alonso Milano y, andando finalmente al mojón del «Saz de Cisneros»,que parte el término con la villa de Madrid y la de San Martín (de la Vega) y por haber sido donde se empezó, también por él se acabó.
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LOS DE MADRID QUE DEJAMOS EN VACtAMADRID
Por fin, aparecen los enviados por el Ayuntamiento Matritense, Marcos
de Almonacid, el Procurador y D. Pedro de Vozmediano que, página atrás,
habíamos dejado en Vaciamadrid, esperando mejor tiempo para vadear el
Jarama.
- Llegan. Saludan. Presentan poderes. Hablan: Que efectivamente su villa
de Madrid fue citada al apeo; que era notorio «cuán furioso y crecido venia
el Jarama», por lo que ellos no pudieron personarse; que tanto ahora como
cuando se vendió Arganda a Sebastián de Santoyo se habia obrado clandestinamente; que especialmente nula era la colocación del hito del «Saz de Císneros» (vértice entre Arganda, S. Martín de la Vega y su Madrid); que, por
todo ello, pedían al Juez Licenciado Morales ínvalidara lo hecho y «cuanto
fuera perjuicio a la Villa de Madrid, su parte representada».
Oyó calmoso el Juez Real a los madrileños, quizás usando con ellos
aquella expresión tan de su Rey D. Felipe, cuando alguien se descomponía
en su presencia: «Sosegaos, sosegaos». Les dijo que tenía que notificar todo
esto al pleno municipal argandeñovEste aceptó rehacer la mojonera. Y el
día 3 de noviembre" a recorrer madrileños y argandeños los caminos y
carriles.
Llegan a la Dehesa de Pajares y «estando en el pico del cerro de dicha
Dehesa, frente al moxón que llaman «el Saz de Císneros» y de la Dehesa del
Percal», dicen Almonacid y Vozmediano que en nombre de la Villa de
Madrid esté en dicho punto la señal y no, donde la habian mudado recientemente.
«y ansi lo mandó el Juez ... » pero protestan los de Arganda y éste luego
ampara tal protesta: «No vengo a levantar nuevos moxones, sino a renovarlos». Milano, en señal posesoria, se pasea horondo alrededor de la tierra
que hace dos semanas él mismo cavó y cuyos terrones apelmazó junto al hoy
discutido lindero. Los comisionados madrileños contradicen lo ejecutado
por el Juez y apelan de todo lo hecho y piden testimonio.
ACALLADAS MADRID Y ALCALA CON LA RAZON DE ARGANDA
A todo esto, el de Alcalá, Hernández Manuel, regresa a Arganda, con todos los poderes que aquí se le habían pedido, cuando el apeo de Vilches, que
al cabo éste despoblado y su estatuto jurídico eran la causa fundamental del
enfrentamiento Alcalo-argandeño,
Si Vilches era por entonces «finca» de los López de Vivanco y éstos, en
calidad de cortesanos, habian seguido de cercala liberación de los argandeños, no estará lejos de la realidad presumir que, exagerando la casi nula municipalidad vilchense, y tergiversando pasado y presente, se buscase el apoyo
de Alcalá en unos linderos e influencia donde ya todo era de Arganda.
Pero la Carta Real de Venta y el que los deslindes se han ido, no modificando sino repitiendo, acallarán las protestas de las poderosas villas frente a
la pequeña y nueva.
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El día 11 de novíembre de 1581, en nombre de ésta se acerca a Madrid
Antón Macho y en su Ayuntamíento (como lo hará más tarde en el de Alcalá) muestra una fe sígnada del notario Gaspar de Bárcena que, como escribano asistió al Juez Juan de Salas, cuando la venta de Santoyo. y explica que
hace un año se deslindó así el término de Arganda:
«Desde el hito de la Talayuela al de La Gracia (que es el Ilamado antes del
Litigio); de allí, al que se denomina de La Judía, que está en el camino de
Morata a Campo Real, donde entra el terreno del Campillo; de este hito al de
La Encrucijada (camino de Arganda al molino de Taray) y de aquí, al comienzo dicho de La Talayuela»>,
Que los fedatarios afirmaban se hacian los apeos calcándolos en los que
los Arzobispos, nuestros señores, habían mandado hacer y aprobado' y finalmente que Arganda había pagado y cumplido «religiosamente» y del Rey
tenía «su palabra» y su «firma» al pié del documento que, ufano nuestro
Macho, les mostraba.
LOS ULTIMOS FOLIOS DE NUESTRA CARTA REAL
«Digo Yo, Juan Fernández de Espínosa, del Consejo de Hacienda de
S. M. y su Tesorero General, que me doy por pagado y entregado del Concejo, Justicia y Regimiento, Oficiales y Hombres Buenos de la Villa de Arganda de los 9.373.914 maravedís, contenidos en la Cédula de S. M. (la de Lisboa y mayo del año 582) por las cosas, causas y razones que en eIla se dicen;
por cuanto los recibí del dicho Concejo de Arganda en reales de contado; y
por la verdad, lo firmé de mi nombre; fecha en Madrid, a siete de febrero de
mil y quinientos y ochenta y tres años = Juan Fernández de Espinosa. Tomo
la razón = Juan Bernaldos. Tomo la razón = Juan López de Vivanco (testígo); de la cual cantidad de nueve cuentos, trescientos setenta y tres mil y novecientos catorce maravedís me doy por contento y pagado a toda la voluntad del Rey, mi señor.»
y por si estos números y firmas todavía no convencian a algunos
miembros del Senado Matritense -de recién estrenada capitalidad- o a algunos de los Complutenses ~recordatorios de pasados señoríos- en lo de la
mojonera o en lo de las exenciones respectivamente, se les mostró finalmente, para acaIlar toda protesta las Reales Letras del ...
...VILLAZGO y SOBRENOMBRE
«E agora -dice el Rey- por parle de la dicha Villa de Arganda, QUE
DE AQUl EN ADELANTE SE HA DE LLAMAR ARGANDA DEL REY,
en nombre del Concejo, Justicia y Regidores, Oficiales y Hombres Buenos
de la Villa, se nos ha suplicado que, pues habíades cumplido y pagado lo que
érades obligados, según y de la manera que de suso va declarada, os mandásemos dar CARTA DE VENTA Y EXENCI0N PERPETUA y forma de la
jurisdicción de la dicha Villa; y Nos, en virtud del ya dicho Breve y Letras
271
Apostólicas que para ello tenemos e yo túvelo por bien; por ende, por la pre.sente, de nuestro propio motivo y ciencia cierta y poderío real absoluto que
en esta parte queremos usar y usamos como Rey y Señor Natural, no reconociendo superior en lo temporal; por aquella vía y forina que más puede y debe valer de hecho y de derecho, otorgo y conozco que eximo y aparto de la
DignidadArzobispal de Toledo, Arzobispo e Iglesia de ella y de su justicia y
ministros y oficiales, a Vos, la dicha Villa de Arganda con todo vuestro término y jurisdicción, como lo teneisamojonado y conocido por el amojonamiento que hizo el Licenciado Morales, a que nos referimos y os vendo a
Vos... la dicha Villa de Arganda, así a los que agora soncomo alas que serán
de aquí adelante, PERPETUAMENTEPARA SIEMPRE JAMAS, la dicha
jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero mixto imperio y señorío y vasallaje que el dicho Arzobispo y Dignidad de Toledo... usaban y ejercíanen
la dicha Villa y sus términos; y las escribanías públicas y del concejo de ella y
las dichas rentas de penas de cámara y sangre, legales y advitarias y otras calumnias y pecho forero y martiniega y otras cosas anejas y pertenecientes al
señorío y vasallajes y jurisdicción de... Arganda y OS HAGO VILLA DE
POR SI Y SOBRE SI y lo seais e intituléis así, para que dentro de sus términos y dezmería useis y ejerzáis NUESTRA JURISmCCION... y podáis poner y pongáis y tener y tengáis ... para ejecución de la justicia horca, picota,
cuchillo, cárcel, cepo, azote y todas las otras insignias de jurisdicción que se
suelen y pueden tener y fueren necesarias para lo susodicho.»
«Que la dicha nueva Villa de Arganda del Rey sea de... sus hombres
buenos de ella, los que agora son y los que serán de aquí adelante por
siempre jamás; que por la presente cedo, renuncio y traspaso en su población todo el derecho y acción, título y recurso que habemos y tenemos y nos
pertenece... y desde hoy día que esta carta es hecha y otorgada en adelante
desisto y aparto a mí y a los Reyes mis sucesores después de mi del señorío,
propiedad y posesión y de todo el derecho que en cualquier manera y por
cualquier causa y título y razón nos competa y competir pueda a la dicha
Villa de Arganda del Rey.»
«Yos doy el señorío, propiedad y posesión real, corporal, y civil y natural de toda ella; y quiero y es mi voluntad que la dicha posesíón se traspase y
continúe en vosotros ... y desde agora me constituyo por vuestro tenedor,poseedor en vuestro nombre de todo ello; y, aunque Vos, el dicho Concejo ni
vuestro Procurador estéis presentes al otorgamiento de esta carta, Yo os doy
poder y entera facultad para que podáis ELEGIR Y NOMBRAR en cada un
año ALCALDES ordinarios y de la Hermandad, regidores, alguaciles, procuradores, escribanos de número y Concejo y otros oficiales que necesarios
fueren, como viéredes que más conviene a la buena gobernación de Arganda
del Rey.»
CUESTIONES DE PROCEDIMIENTO
Las sentencias que se dieren en lo civil de menos de 10.000 rnaravedís se
apelen «al regimiento de la dicha Villa; y las de más cuantía, ante el Presidente y Oidores de la Chancillería de Valladolid». Y las sentencias en las causas
272
criminales sean apeladas ante los «alcaldes de crimen de la dicha
Chancillería».
Que las penas (o multas) de cámara puestas por el Concejo para el Concejo sean.
Se derogan las concordias que entre la nueva Villa y otras pudiera haber,
si en algo se opusieran a este nuevo régimen de Villazgo.
Que si a Arganda del Rey, es decir, a todos sus vecinos y moradores, le
fuese puesto «pleito o impedimento o controversia o embarazo de hecho o de
derecho»; D. Felipe y los Reyes que después de él vinieren y sus herederos
«mandaremos tomar la voz del pleito, para que se defiendan, a nuestra costa
hasta lo fenecer y acabar y pacificar y asegurar». Y para ello, bastará con
que la nueva Villa «lo notifique a cualquiera de los procuradores fiscales del
nuestro Consejo Real», o de las Audiencias-Chancillerías de Granada y
Valladolid.
«PALABRA DE REY A ARGANDA DEL REY"
En el folio 31 vuelto se enumeran una serie de cauciones que en previsiones de cambios legales salven las conquistas del pueblo argandeño con
tanto esfuerzo de sus hijos logradas.
y noblemente advierte el Rey: «Aseguro por mi fe y palabra real que Nós y
los Reyes que por tíempo fueren en estos reinos habremos y habrán por
buena y firme y valedera esta Carta de Venta».
Por lo que:
a) No le será (al pueblo) corregida ní mutilada parte alguna del escrito
que afecte al compromiso real.
b) Arganda será tan «del Rey» que jamás será apartada de la Corona y
Patrimonio Real de las Españas.
e) . No se dará jamás ni a Reina, Príncipe o Infante; ni a otro pueblo o
señor; ni a Encomíenda, Iglesía o Monasterio alguno.
d) y ello, aunque alguien quisiera pagar tanto o más maravedís que la
Villa pagó.
e) Maravedís que se aceptaron en su totalidad para las urgentes y más
altas necesidades patrias.
y descendíendo a promesas de ámbito «más doméstico» le asegura a «su
nueva Villa» que en ella no se podrá entrometer otra justicia alguna y que
«en níngún tíempo se le dará a Arganda corregidor, gobernador, alcalde mayor, ní juez de primera instancia (los cargos de lo que hoy llamaríamos «ínspección e intervencionismo estatal») y, por tanto, a escasas leguas de la Capital de su personalísima Monarquia nacía una Arganda que, síendo del Rey,
era reina de sí misma.
LA «RECTA FINAL» DE NUESTRO DOCUMENTO
Siguense las larguísimas derogaciones de rigor: de las leyes de D. Juan II
en las Cortes de Valladolid (a. 1442) y de Briviesca (a. 1449)', por tener las
273
enajenaciones de ahora otro carácter del que se invocaba en tales lejanos
decretos.
Se alargan en barroquismos jurídicos las previsíones, prohibiciones y pretensiones, con reiterativos encargos.
Citase al Serenísimo Señor Príncipe D. Diego, <muestro muy caro y muy
amado hija>.' y, tras él y los infantes de España, hasta una treintena de rangos que abarcan desde los duques y prelados a los escuderos y hombresbuenos; a todos ellos se les proclama el nuevo villazgo, salido -digámoslo
una vez más- del ejemplar esfuerzo y unión populares y del también popular sentido del Monarca, tenido por el tópico como un absolutista integral,
pero al que Arganda debe las nobles armas de su escudo y el bello sobrenombre de «DEL REY», no para distinguirse de alguna otra Arganda -no
la hay-s-, sino por distinguir su fidelidad al Rey, símbolo de paternidad y
patríotidad, que al cabo patria y padre vienen de una misma raíz.
Tallo entendió la Arganda de su independencia.
Por último, prevé el documento que si los argandeños quisieren copias de
la carta, se faculte a «contadores y oficiales que están a la tabla de los mis
sellos», que las hagan y <das sellen -asegúra- lo más fuerte, firme y bastante
que les pidiéredes y menester hubiéredes», Y esto (aplaudimos nosotros hoy
tan española prevención) sin que les cobren por ello nada, «so pena de la
nuestra merced y de diez mil maravedís para nuestro fisco».
La Carta dice en su final (Folio 33) que está ratificada «con nuestro sello
de plomo, pendiente en filo de seda a colores»'.
Dada en Madrid, a 23 de abril de 1583.
Y la firma, amplia, hoy borrosa, ayer solemne: «Yo el Rey».
En otra tinta y ocupando un par de renglones se salvan los errores y signa
humildemente el pendolista.
Por su ágil mano paciente y anónimamente nos legó esta noticia que hemos estudiado. A tantos siglos, permítanos el lector que lo reconozcamos.
Suscriben, a prudente distancia de la firma de Felipe II: «Yo, Pedro de
Escobedo, Secretario de S.M., la hice escribir.-Por su mandato: Felipe
Ortega.-Jorge de Olalde Vergara.-EI Lic. Pedro Vega de
Fonseca.-Pedro
Fuenmayor.-EI
Lic.
Francisco(?)
de
Sotomayor.-Francisco de Garmendia.-Juan Vargas. Y los dos que toman
la razón u ordenanzas del «registro de salidas», últimos firmantes: Juan Bernaldo y Juan López de Vivanco. El Vivanco, al que vimos como «gobernador>. de la «villa» de Valtierra.
NOTAS
l
r
Había cedidoFelipe JI la Dehesade Pajares al Monasterio de El Escorial.
No en la acepciónde sierra montañesa, sino más bien, de cordelo cordllla ganadera.
J
Efectivamente hemos visto el original aducido por el argandeño y que hoy guarda en viejísimo
pliego la carpeta «Mojoneras» en el Legajo 8.
4
~
EIICXIO dice «octubre», perolo creemos error al cotejarlas fechas de las actuaciones del Juez.
Estuvo presente el Concejo de Perales con el Juez Real, Lic. Luis de Godoy, que llevó el negocio
jurídico dela independencia peraleña en 15BO.
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6
Aunque no he enccnrrado los textos, hay indicies de que se mandaron hacer estos apeos por el
Cardenal Cisneros los días 2 y 3 de agosto de 1501 y por el Arzobispo Fonseca.
7
Leyes prohibitivas de venias y enajenaciones del Real Patrimonio; las Cortes preveían su intocabí-
lidad.
Contaba el Príncipe siete años y murió el mísmo 1582.
Según fidedignos testimonios oculares, este sello plúmbeo, que hoy ya no esta, pendla de los hilos
del documento hasta hace unos veinte años.
8
~
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