LA EDUCACIÓN DESDE EL ENFOQUE DE DERECHOS Y

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LA EDUCACIÓN DESDE EL ENFOQUE DE DERECHOS Y
COMPETENCIAS1
Por: DAVID AUGUSTO PLATA RAMÍREZ, Profesor Universidad Surcolombiana.
¿Qué es educar desde el enfoque de derechos humanos?
¿Cómo plantear el paradigma de la educación, desde los principios
estructurales de los derechos humanos?
La educación construye el ideal de hombre y de sociedad que la comunidad
política fija como su manera de realizarse.
La humanidad del presente delineó ya sobre la base de su proyecto
civilizatorio unos principios de los cuales no se es posible abstraer, celebró el
primer gran acuerdo histórico de la conciencia racional universal, La Carta de
los Derechos Humanos, a ella se suman los Pactos, las Convenciones, los
Protocolos; aunados a Conferencias, Cumbres, Encuentros, Cátedras,
Programas. Todo este es el escenario documental que hay que revisar e
interiorizar, para entrever como en su conjunto, se formula ante todo, una
nueva forma de vida.
Educar desde el enfoque de derechos humanos, es recrear el pensamiento
para comprender el sentido de la vida del ser humano.
Es recomponer la existencia del hombre sobre la base de sí mismo. Es
entender una vez más, que el presente y el futuro de la humanidad se
encuentra en manos de las generaciones actuales y sus acciones son el
germen que deberá florecer en el tránsito de las nuevas generaciones hacia
la construcción de la sociedad que a través de los tiempos, se ha imaginado,
se ha añorado y en las luchas se ha forjado.
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Ponencia elaborada en el marco de la Presentación Regional del Programa Eduderechos, Neiva,
octubre 20 de 2010.
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Educar en derechos humanos es emplazar a los pueblos y a los gobiernos del
mundo a realizar ahora ese sueño.
Las naciones después de tanta vileza, de la masacre, la guerra y el
holocausto, comprendieron la necesidad de expresar de manera clara y
contundente que los derechos humanos son el principio fundamental para
armonizar la vida social en el planeta.
La declaración universal, nos sitúa en un nuevo punto de partida. Lo primero
es entonces reconocer que el hombre es el dueño de sí mismo y que la acción
fundamental de su quehacer es aquella que se orienta a formarse a sí mismo.
La educación asegura que los principios y valores que enaltecen al ser
humano en su auto reconocimiento, se consagren, se mantengan, se
preserven.
Cabe resaltar que al hablar del hombre en un sentido abstracto nos referimos
a aquel que ha sido posible construir en sociedad. Es en la sociedad y a través
de ella que el hombre es hombre y dueño de su existencia.
Por lo tanto solo es posible entender los derechos humanos como un
imperativo creado por el hombre para reconstruir su existencia social y
garantizar la sobrevivencia de la especie humana y la naturaleza, en armonía
simbiótica entre sí y con los demás congéneres y el mundo material.
Marca la luz de la tristeza, fluye el manantial de la ignominia y la miseria,
tenue la mirada del infeliz, mendicante ímprobo, fastidioso espécimen que
condición tan degradante permite tu movilidad y tu agresión pusilánime.
¡Oh miseria!, ¡oh opulencia!, ¡oh esclavitud!, henos aun postrados ante tus
pies. Henos aquí admirando el festín de los poderosos, contemplando el
manjar de los dioses terrenales. Cuánto hemos logrado, nunca antes tuvimos
tan cerca de nuestras manos aquello que inspiraba a magos y poetas.
Estrellas de nuestros sueños, que cerca están de nuestras mentes, sin
embargo, ausentes de nuestros corazones.
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¡Henos aquí!, aturdidos por discursos, palabras y conceptos que pretenden
recomponer la existencia humana, tanta cosa maltratada, maltrecha; torre de
babel moderna, de tanto hablar y decir y decir, hemos ahuyentado las
palabras, las hemos desgastado, las hemos agotado. Ya parece que no
significan gran cosa o si lo dicen todo, pues ya está dicho, solo vale repetirlo y
repetirlo.
Libertad, amor, igualdad, justicia social, dignidad, equidad, paz. Qué bien
suena, es la opera cacofónica de la disfonía entre los hombres. Es el retumbar
doloroso del triunfo de la palabra sobre los actos de nuestra vida. Es la
expresión justificada de nuestras buenas intenciones. Qué bien suenan como
abrigo de los desarraigados, de los miserables, de aquellos que no tiene
rumbo por que han sido expulsados de sus terruños. Qué bien suenan en el
cuerpo maltrecho de los débiles, en el hambre de nuestros niños, en la
angustia de tener pan cada día en nuestra mesa, que contraste con el sórdido
grito de la impaciencia, con la agresión y la fuerza de la violencia.
La realización de los derechos humanos, deberán asegurar a todos el derecho
a vivir, que cada quien sea dueño de su propia vida, que pueda intervenir en
ella. El hombre es lo que quiere ser. La sociedad es el resultado de lo que ella
ha sembrado en sí misma; es la condición primera para la realización de la
vida humana. El hombre y la sociedad son una construcción histórica y
cultural. El sujeto es sujeto por estar en el todo, en tanto es colectivo.
El derecho y la justicia, se refieren a los hombres cuando están en sociedad,
no en soledad, los derechos existen en relación con los demás. La ley natural
fue originalmente concebida como un precepto racional por el cual a un
hombre se le prohíbe hacer aquello que sea destructivo para su vida o
elimine los medios de conservarla. El estado de naturaleza era aquel en que
los hombres viven juntos conforme a la razón en un estado de paz, buena
voluntad, asistencia mutua y conservación. El estado de guerra es la fuerza
de enemistad, malicia, violencia y mutua destrucción. Para evitar la guerra los
hombres se ponen a sí mismos en un estado de sociedad. El hombre es por
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naturaleza un ser social, se halla en su estado natural en perfecta libertad,
también en estado de igualdad.
Entre la libertad y las libertades merodea el monstruo de la dominación. Lo
esencial es incrementar la libertad en todos y lograr que la política sea la
expresión de las soluciones sociales. La democracia es hija de la libertad, esta
no puede separarse de la idea de derechos, nace en los principios éticos de la
libertad y justicia, en nombre de la mayoría sin poder y contra los intereses
dominantes. La democracia es el reconocimiento de los derechos de los
individuos y las colectividades a ser los actores de su propia historia. Es el
respeto a la diferencia, es dejar que los otros existan.
La soberanía popular, es la expresión fundamental del principio de
democracia, es la delegación que hace la comunidad política en el Estado
para que se objetiven sus ideas y principios construidos en común, es la
garantía de mantener el principio de oposición al poder y los regímenes
establecidos.
En el tema de derechos, hacernos consientes de algo que todos
implícitamente sabemos puede estar al alcance de todos a partir de lo que ya
está en nosotros.
Estamos viviendo de manera cruda y descarnada los efectos aplastantes de
un modelo de desarrollo impuesto, nos encontramos inmersos en el mar de
crueldad que ha dejado el festín del capital, el problema es como sacudirnos
de ello
La sociedad demanda de nosotros entregar lo mejor de sí, lo más refinado y
elaborado de nuestras potencialidades, lo más excelso de nuestras
capacidades.
Arranca de nuestras entrañas, nuestro cuerpo y nuestra alma para ponerlo al
servicio de los intereses de unos pocos, de quienes se apropian de lo mejor
de la tierra y el mar, aquellos que sin vergüenza ni asombro, también
pregonan la equidad y la libertad.
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Es por ello que el tema de derechos es el escenario ideal para fomentar el
pensamiento y la expresión libre. Nuestra misión como maestros es formar
en las mentes de los jóvenes el espíritu crítico, el pensamiento crítico, en
donde es necesario ver lo que no se ve, crear esa conciencia social inserta en
un ciudadano, en una persona de bien que quiere para sí y para todos lo
mejor de la racionalidad contemporánea, lo más egregio del arte y la belleza,
lo más nutrido de la imaginación y la creatividad; pero ante todo, brindar
nuestro afecto, nuestra solidaridad, aquello que se construye cuando
aceptamos y reconocemos a los demás, cuando forjamos seres autónomos,
que no se conforman con lo mucho que reciben, que no se rinden ante la
posibilidad de crear una sociedad más vivible para todos en la que nuestros
niños merezcan vivir y estudiar. Es ante todo aprender a vivir lo que la
educación bajo el enfoque de derechos y competencias nos debe enseñar,
aprender a vivir juntos en armonía, con justicia, en paz.
Otro mundo es posible, otra manera de pensar y de vivir, también, tan solo
hay que hacer y ser buenas personas.
Neiva, Octubre 20 de 2010
Bibliografía consultada:
CIFUENTES T., María Teresa (Compiladora), Cátedra Democracia y Ciudadanía.
Derechos Humanos y conflicto. Memorias, Bogotá, Universidad Distrital Francisco
José de Caldas, 2006.
DEFENSORIA DEL PUEBLO, ¿Qué son los derechos humanos?, Bogotá, Red de
Promotores de Derechos Humanos, Dirección de Catalina BOTERO MARINO,
Imprenta Nacional de Colombia, 2001.
DURÁN STRAUCH, Ernesto, Elizabeth Valoyes Bejarano (Editores), Monitoreo de
derechos de la niñez y la adolescencia. Reflexiones sobre lo aprendido, Bogotá,
Universidad Nacional de Colombia, 2010.
GALVIS ORTIZ, Ligia, Comprensión de los derechos humanos. Una visión para el
siglo XXI, Cuarta Edición, Bogotá, Ediciones Aurora, 2008.
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GONZÁLEZ AMUCHASTEGUI, Jesús, Concepto y fundamento de los derechos
humanos, Bogotá, Defensoría del Pueblo; Imprenta Nacional de Colombia, 2001.
MADRID-MALO GARDIAZABAL, Mario, Los derechos humanos en Colombia,
Bogotá, ESAP, Instituto de Derechos Humanos “GUILLERMO CANO”, 1989.
MAGENDZO, Abraham, Educación en Derechos Humanos. Bogotá, Editorial
Magisterio, 2005.
NACIONES UNIDAS, La Enseñanza de los Derechos Humanos. ABC. Actividades
prácticas para escuelas primarias y secundarias, Reimpresión Colombia, 2005.
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