Sarcia Lorca

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LEER Y A P R E N D E R
Sarcia Lorca
Federico García Lorca
1A CASA DE “BERNARDA ALBA
A daptación didáctica y actividades por D a n ie la C a rp a n i
Ilustraciones de F a b io S a rd o
ÍNDICE
Federico García Lorca
4
A C T O P R IM E R O
PRIMERA PARTE
13
SEGUNDA PARTE
23
TERCERA PARTE
30
ACTO SEG U N D O
PRIMERA PARTE
44
SEGUNDA PARTE
52
TERCERA PARTE
61
CUARTA PARTE
69
ACTO T ER C ER O
D ossiers
PRIMERA PARTE
83
SEGUNDA PARTE
92
La mujer en la España contemporánea
39
El crimen fu e en Granada
78
Vanguardia, flamenco y Nueva York
P R O Y E C T O S IN T E R N E T
A C T I V I D A D E S
104
10, 43, 68
9, 20, 27, 36, 42, 49, 57, 65, 68, 75
82, 89, 99, 107
TEST
F I N A L
fiE T
T e x to in te g ra lm e n te g rab ad o .
jSÜBr
E ste sím bo lo ind ica las activ id ad e s de audición.
DELE E ste sím b olo ind ica las activ id ad e s de p re p aració n al DELE.
110
Federico García Lorca
Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuentevaqueros,
un pequeño pueblo de la vega granadina. Su madre, maestra, le
enseñó las primeras letras. En 1914 empezó la carrera de Humanidades
en la Universidad de Granada y se interesó también de derecho. En
esos años estudió guitarra, piano y dibujo y se dejó fascinar por la
cultura tradicional de su tierra. De 1919 su traslado a Madrid: allí
conoció a poetas, cineastas y pintores del calibre de Juan Ramón
Jiménez, Luis Buñuel y Salvador Dalí, entre otros. En la capital
escribió sus primeras obras literarias, como el famoso poemario
4
Romancero gitano (1928). Al año siguiente viajó a Estados Unidos
donde impartió conferencias en la Universidad Columbia de Nueva
York. De su estancia allí procederá Poeta en Nueva York, publicado
postumo en 1940. En abril de 1931, ya de regreso en España, acogió
con entusiasmo la proclamación de la II República.
Firme sostenedor de la necesidad de acercar la cultura a las masas
populares, creó el teatro universitario ambulante La Barraca con el
que representó numerosas obras del teatro clásico español. Se trataba,
en las intenciones del poeta, de construir una verdadera barraca con
capacidad para 400 personas y llevar el teatro a todas las regiones de
España, sobre todo al campo, donde vivía, como él mismo afirmaba,
«el pueblo más pueblo».
La Barraca.
En aquellos años escribió también el célebre Llanto por Ignacio Sánchez
Mejías, un torero, amigo suyo muerto en 1934. En el mismo año se
estrenaron Bodas de sangre y Yerma que tuvieron un gran éxito de
público. En 1936 terminó La casa de Bernarda Alba, su última obra. Dos
meses más tarde, el 13 de julio, García Lorca se trasladó de Madrid a
Granada, en pleno levantamiento militar. Allí, el 17 de agosto, fue
detenido por los falangistas. Dos días después, lo fusilaron en Víznar
(Granada), al lado de una fuente. Fue una de las primeras víctimas de
la Guerra Civil española. Curiosamente Federico, sin saberlo, había
prefigurado su fin en la obra de teatro Mariana Pineda, en la que la
protagonista oye cantar los versos: «A la orilla del agu a/sin que nadie la
viera / se murió mi esperanza».
En septiembre de 2008, el juez Baltasar Garzón dictó una providencia
para que los ayuntamientos de Madrid, Granada, Córdoba y Sevilla,
identificaran a los desaparecidos y enterrados en fosas comunes
durante el franquismo. Por lo que se refiere a Lorca, en principio, el
mayor obstáculo fue el deseo de su familia de no remover el lugar,
hasta que la sobrina del poeta, presidenta de la fundación que lleva
su nombre y portavoz de los familiares, dio el permiso.
La casa de B ern arda Alba
Nunca un título fue más significativo. La casa y Bernarda dominan el
espacio escénico y simbólico de una de las obras de teatro más
famosas de García Lorca. Una tragedia «en femenino» donde los
varones son más bien sombras, presencias accesorias. Entre los
«muros gruesos, las puertas en arco con cortinas de yute rematadas
con madroños y volantes» viven Bernarda, dos criadas y la vieja
abuela enloquecida, segregada en un cuarto como una muerta en
Una escena teatral de La casa de Bernarda Alba.
vida. Y como muertas en vida pasan sus días también las cinco hijas
de Bernarda, condenadas, como todas las mujeres de la época, a
mirar el mundo por detrás de las ventanas.
Pero, a pesar de los esfuerzos de la madre, la casa es un pulular de
pasiones: amores, secretos, envidias, rencores. Martirio y Adela están
unidas por el amor imposible hacia el prometido de Angustias y
envenenadas por la hipocresía de quien quiere «buena fachada y
armonía familiar». Todas las hermanas son bombas sin estallar. Su
detonador será Pepe, prototipo del Hombre, el único capaz de
romper el frágil equilibrio de la casa.
De Pepe emana un olor animal. Protegido por su amoralidad varonil
y por la oscuridad de la noche, entra y sale de escena como una
7
Irene Gutiérrez Caba interpretando a Bernarda
en la película de Mario Camus (1987).
sombra, dividido entre la mayor y la más joven de las hermanas. Esta
última es la más bonita y la más vital. Se niega a dejarse encerrar
«perdiendo su blancura», se atreve a ponerse un vestido verde
(«para ir a ver a las gallinas») el día de la muerte del padre, se rebela
a la madre. Será ella la causa de la tragedia: «Pepe el Romano es un
gigante -dice la vieja madre de Bernarda, novela Casandra-, todas lo
queréis. Pero él os va a devorar, porque vosotras sois granos de
trigo».
8
El texto se divide en tres actos: una presentación, el nudo de la
narración y el desenlace. Todo está condensado en un día. Un día
caluroso y asfixiante en una aldea donde todo parece planificado por
la voluntad de la déspota, Bernarda. Hasta el momento en que el
mecanismo se rompe. De ahí en adelante, frente a la palpable tensión
de las hijas, Bernarda vigila para impedir que el juego se le escape de
las m anos, para evitar «la cosa tan grande» que percibe y que
también le ha profetizado la fiel Poncia. Si hasta el momento su
preocupación había sido ocultar la verdad y silenciar las malas
lenguas para defender el honor de las hijas, ahora solo la acción
podrá poner fin a su angustia en el trágico desenlace de la historia.
Con tal de lavar la mancha del deshonor, está dispuesta a pagar el
precio más alto que puede soportar una madre. Pero, a pesar de esto,
Bernarda no vacila. «Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla
cara a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! ¡Silencio, silencio he dicho!
¡Silencio!». Telón.
Q Contesta a las preguntas.
1
¿En qué región nació y murió Federico García Lorca?
2
¿Por qué se lo puede definir un «artista completo»?
3
¿Con qué finalidad creó el teatro itinerante?
4
¿Por qué la copla de M ariana Pineda puede considerarse un
epitafio?
5
¿Por qué se habla de las hijas de Bernarda como «muertas en
vida»?
6
¿Qué rol tiene Pepe en la historia?
►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T
Ai
G ra n a d a , la jo y a d e la S ie rra N e v a d a
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Contesta a las preguntas siguientes.
1 ¿De qué época es la Alhambra?
2 En su conjunto monumental ¿se pueden visitar solo palacios
construidos por los árabes?
3 ¿Qué es el Generalife?
4 ¿Y el Albaicín?
5 ¿Quiénes viven en el barrio de Sacromonte?
6 ¿Existe un museo dedicado a Federico García Lorca?
Personajes
la a derecha, de arriba abajo: L¡
igustias, Bernarda, María Josi
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
P ersonajes principales
B ernarda,
6 0 años
A ng ustia s,
(hija), 39 años
M agdalena,
A m elia,
(hija), 27 años
M a r tirio ,
A dela,
(hija), 24 años
(hija), 2 0 años
La P o n cia ,
C riada,
(hija), 3 0 años
6 0 años
5 0 años
M ar í a J o s e f a ,
!
12
madre de Bernarda, 8 0 años
P R IM E R A P A R T E
In terio r d e la c a s a d e B ern a rd a . M uros g r u e so s. Es v eran o . G ran
s ilen cio . Al le v a n ta r s e el teló n e s t á la e s c e n a so la . S e oy en d o b la r
las c a m p a n a s .
(Entra la
C riada:
C r i a d a .)
Ya tengo el doble de esas cam panas metido entre las
sienes.
La P o n c i a :
Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido
curas de todos los pueblos. La iglesia e s tá herm osa. En el primer
responso se desmayó la Magdalena.
C riada:
Es la que se queda más sola.
La P o n c i a :
Era la única que quería al padre
¡Ay!
¡Gracias a Dios
que e sta m o s solas un poquito! Yo he venido a comer.
C riada:
¡Si te viera Bernarda...!
La P o n c i a :
¡Quisiera que ahora que no come ella, que todas nos
muriéramos de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia!
Le he abierto la orza de chorizos.
Voz (D entro.): ¡Bernarda!
La P o n cia :
C riada:
La vieja. ¿E stá bien cerrada?
Con dos vueltas de llave.
13
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA
L a P on ci a :
Pero debes poner también la tranca. Tiene unos dedos
como cinco ganzúas.
Voz: ¡Bernarda!
La P o n cia :
¡Ya vien e! Limpia bien to d o . Si B e r n a r d a no ve
r e l u c i e n t e s I^s c o s a s m e a r r a n c a r á los p o c o s p elo s que me
quedan.
C riada:
¿Han venido todos sus parientes?
La P o n c i a : L o s
de ella. La gente de él la odia. Vinieron a verlo
muerto, y le hicieron la cruz.
C riada:
¿Hay b a sta n te s sillas?
La P o n cia :
Sobran. Que se sienten en el suelo. Desde que murió
el padre de Bernarda no han vuelto a en trar las gentes bajo estos
techos. Ella no quiere que la vean en su dominio. ¡Maldita sea!
C riada:
Contigo se portó bien.
La P o n cia:
T r e in ta a ñ o s lavando sus s á b a n a s ; t r e i n t a añ os
comiendo sus sobras; noches en vela cuando tose; días en teros
m iran d o por la ren d ija p ara es p ia r a los v e c in o s y llevarle el
cuento; vida sin se creto s una con otra, y sin em bargo, ¡maldita
sea! ¡Mal dolor de clavo [e pinche en los ojos!
C riada:
¡Mujer!
La P o n cia:
Pero yo soy buena perra; ladro cuando me lo dice y
m uerd o los t a lo n e s de los que piden lim osn a cuan d o ella me
a zu za í ; mis h ijo s t r a b a ja n en sus t i e r r a s y ya e s t á n los dos
casados, pero un día me hartaré.
C riada:
Y ese día...
La P o n c ia :
Ese día me e n c e r r a r é con ella en un c u a r to
y
le
estaré escupiendo un año entero. «Bernarda, por esto, por aquello,
I
1.
14
a z u z a r : in citar.
XA CASA DE "BERNARDA ALBA |
por lo otro», h a sta ponerla como un lagarto m achacad o por los
niños, que es lo que es ella y toda su parentela. Claro es que no le
envidio la vida. Le quedan cinco m ujeres, cinco hijas fe a s que,
quitando a Angustias, la mayor, que es la hija del primer marido y
tiene dineros, las demás mucha puntilla bordada, muchas camisas
de hilo, pero pan y uvas por toda herencia.
C r iada :
(Vuelven a s o n a r las c a m p a n a s.) Sí,
sí,
¡vengan clamores!
¡venga caja con filos dorados y toallas de seda para llevarla!; ¡que
lo m ism o e s t a r á s tú que e s t a r é yo! F a stíd ia te , Antonio María
Benavides, tieso con tu tra je de paño y tus botas. ¡Fastídiate! ¡Ya
no volverás a levantarm e las enaguas detrás de la puerta de tu
corral! (Por el fo n d o , d e d o s en dos, e m p ie z a n a e n tr a r m u jeres d e
lu t o .) Ay A n to n io M a ría B e n a v i d e s , q ue ya no v e r á s e s t a s
paredes, ni c o m e rá s el pan de e s ta casa! Yo fui la que m ás te
quiso de las que te sirvieron. (T ir á n d o s e d e l c a b e llo .) ¿Y he de
vivir yo después de verte m arch ar? ¿Y he de vivir?
('T erm in an d e e n tr a r las d o s c ie n t a s m u jeres y a p a r e c e
B ernarda
y su s cin co h ijas.)
B ernarda:
C riada:
(A la
C r i a d a .)
¡Silencio!
¡Bernarda!
B ernarda:
Menos gritos y más obras. Debías haber procurado
que todo esto estuviera más limpio para recibir al duelo. Vete. No
es éste tu lugar. Los pobres son como los animales. Parece como
si estuvieran hechos de otras sustancias. ¿Está hecha la limonada?
La P o n c ia :
Sí, Bernarda.
B ernarda:
Dale a
La P o n cia :
Ya está n tom ando en el patio.
B ernarda:
Que salgan por donde han entrado. No quiero que
pasen por aquí.
16
los h o m b r e s .
ACTO PRIMERO
PRIMERA PARTE
M uchacha:
(A
Pepe el R o m a n o e s t a b a con los
A n g u s t i a s .)
hom bres del duelo.
A ng ustia s:
Allí estaba.
B ernarda:
Estaba su madre. Ella ha visto a su madre. A Pepe no
lo ha visto ni ella ni yo. Las m ujeres en la iglesia no deben mirar
más hombre que al oficiante, y a ése porque tiene faldas. Volver la
cabeza es buscar el calor de la pana. (D an do un g o lp e d e b a s tó n en
el su elo.) ¡Alabado sea Dios!
T odas:
(S a n tig u á n d o s e .) Sea por siempre bendito y alabado.
¡Descansa en paz con la sa n ta
B ernarda:
com paña de cabecera!
T odas:
¡Descansa en paz!
Con
B ernarda:
la lla v e q u e
todo lo
ab re
y la mano que todo lo cierra.
T odas:
¡Descansa en paz!
B ernarda:
y
Concede el reposo a tu siervo Antonio María Benavides
dale la corona de tu san ta gloria. (Se p o n e d e p ie y c a n ta .)
R éq u iem a e t e r n a m d o n a eis, D om in e.
T odas:
Et lux p e r p e tu a lu c e a t eis. A m én.
La P o n c i a :
(E n tra n d o con u na b o ls a .) De parte de los hom bres
esta bolsa de dineros para responsos.
B ernarda:
Dales las gracias
M uchacha:
Magdalena...
B ernarda:
(A
Magdalena,
y
échales una copa de aguardiente.
q u e in ic ia el lla n t o .) Chiss. (S a le n
t o d a s .) ¡Andar a v u e s t r a s c a s a s a c r it ic a r tod o lo que h ab é is
visto! Ojalá tardéis muchos años en pasar el arco de mi puerta.
La P o n c i a : N o
B ernarda:
tendrás queja ninguna. Ha venido todo el pueblo.
Sí, para llenar mi casa con el sudor de su ropa
y
el
veneno de sus lenguas.
17
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
A m elia :
¡Madre, no hable usted así!
B ernarda: E s a s í c o m o
se tie n e que h a b la r en e s te
m ald ito
p u e b l o s i n r í o , p u e b l o d e p o z o s , d o n d e s i e m p r e s e b e b e el a g u a
c o n el m i e d o d e q u e e s t é e n v e n e n a d a .
La P o n cia :
¡Gomo han puesto la solería!
B ernarda:
Igual que si hubiera pasado por ella una m anada de
cabras.
( L a P o n ci a
A dela:
lim p ia el su elo .) Niña, dame un abanico.
Tome usted. (Le d a un a b a n ic o r e d o n d o con flo r e s ro ja s
y v erd es.)
(A rrojan d o el a b a n ic o al su elo .) ¿Es éste el abanico
B ernarda:
que se da a una viuda? Dame uno negro y aprende a respetar el
luto de tu padre.
M artirio:
Tome
B ernarda:
M ar tir io : Y
B ernarda:
u s t e d el
mío.
¿Y tú?
o
no tengo calor.
Pues busca otro, que te hará falta. En ocho años que
dure el luto no ha de e n tra r en e s ta c a sa el viento de la calle.
H a c e r o s c u e n t a que h e m o s t a p ia d o con la d rillo s p u e r t a s y
v entanas. Así pasó en casa de mi padre y en c asa de mi abuelo.
M ientras, podéis em p eza r a bordar el a j u a r 2. En el a rca ten go
veinte piezas de hilo con el que podréis cortar sábanas. Magdalena
puede bordarlas.
M agdalena: L o m i s m o m e d a .
A dela:
(A gria.) Si no queréis bordarlas irán sin bordados. Así
las tuyas lucirán más.
M
agdalen a:
Ni las mías ni las vuestras. Sé que yo no me voy a
casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo m enos es ta r sentad a
I
días y días dentro de esta sala oscura.
2.
18
a ju a r : ro p a q u e a p o r t a la m u je r al m a t r i m o n i o .
ACTO PRIMERO
PRIMERA PARTE
B e r n a r d a : E so t i e n e s e r m u j e r .
Magdalen a:
B ernarda:
Malditas sean las mujeres.
Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con
el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hem bras. Látigo y muía
para el varón. Eso tien e la g en te que n ace con posibles. (S a le
A d e l a .)
Voz: ¡Bernarda!, ¡Déjame salir!
B ernarda:
C riada:
¡Dejadla ya! (E ntra la
C r i a d a .)
Me ha costado mucho tra b ajo sujetarla. A pesar de sus
ochenta años tu madre es fuerte como un roble.
B ernarda:
C riada:
Tiene a quien parecerse. Mi abuela fue igual.
Tuve durante el duelo que taparle varias veces la boca
con un c o sta l vacío porque quería lla m a rte para que le dieras
agua de fregar siquiera, para beber, y carne de perro, que es lo
que ella dice que tú le das.
M a r tirio :
B ernarda:
C riada :
¡Tiene mala intención!
(A la
C r i a d a .)
Déjala que se desahogue en el patio.
Ha sa ca d o del c o fre sus anillos
am a tista s, se los ha puesto
y
y
los p en d ien tes de
me ha dicho que se quiere casar.
(Las h ija s ríen .)
B ernarda:
Ve con ella
y
ten cuidado que no se acerque al pozo.
C riada: N o t e n g a s m i e d o q u e s e t i r e .
B ernarda:
No es por eso... Pero desde aquel sitio las vecinas
pueden verla desde su ventana.
19
C o m p r e n s ió n lectora y auditiva
Q
En este resumen de la primera parte hay algo equivocado. Corrígelo
según el contenido del texto.
Estamos en una gran ciudad. Acaba de morir el marido de Bernarda
Alba. La Poncia, hermana de Bernarda, la quiere mucho: dice que es
humilde y generosa y que los parientes de su marido la aman de todo
corazón. Cuando Bernarda aparece con sus cinco hijas, se dirige a
La Poncia con dureza y le dice que se vaya. Luego, acepta agradecida
el abanico con flores rojas y verdes que le da su hija y dice que quiere
abrir las ventanas de par en par para que la gente pueda asomarse y
saludarla al pasar por la calle.
O Contesta a las preguntas.
m
o
1
¿Cuál entre las chicas amaba más al padre?
2
Según las palabras de la criada, ¿cómo era el muerto?
3
¿Qué opina Bernarda sobre la gente que acudió al entierro?
4
¿Qué pasó con la vieja María Josefa durante el duelo?
5
¿Por qué, según tú, la tienen encerrada?
Escucha la primera parte^del texto y contesta a las preguntas.
1
¿Qué sonido se oye antes de las palabras del primer personaje?
2
¿Por qué la criada después de la perorata en contra de Antonio
María Benavides cambia repentinamente de tono?
3
¿Qué tono de voz tiene Bernarda?
4
¿En esta primera parte se oyen gritos, llantos, litanías. ¿Hay risas
en algún momento? ¿Cuándo?
20
G r a m á t ic a
Pon los verbos en negrita en imperativo negativo.
1
Limpia bien todo................................................. .............................................
2
¡Fastidíate, Antonio María Benavides!
3
Dales las gracias y échales una copa
de aguardiente..................................................................................................
4
Tome usted.
.............................................
5
Déjala que se desahogue en el patio.
.............................................
6
Ve con ella.
.............................................
7
Ten cuidado.
.............................................
.............................................
Q Pon en imperativo afirmativo los verbos que están entre paréntesis y
completa las instrucciones que Bernarda le da a La Poncia.
1
(Encerrar) .......................... a mi madre en su cuarto;
2
(tender) ............................las sábanas;
3
(preparar) .......................... la limonada;
4
(llevar) ............................las sillas al patio;
5
(irse)
las tareas.
de la habitación después de haber terminado
A lg u n o s u s o s d e l g e ru n d io
El gerundio puede ser simple o compuesto. Desde el punto de vista
temporal, expresa acciones en desarrollo que:
— duran. Estoy estu d ian d o p ara el exam en.
— son simultáneas. Me p a sé las vacaciones tom an d o el sol, salien do
por la n oche y durm iendo h a sta el m ediodía.
La forma compuesta con el verbo e s ta r puede indicar una acción:
— durativa terminada. A noche estuve viendo la tele h asta las 2 de
la m adrugada.
— futura. Dentro d e unas h oras esta ré p a s e a n d o contigo en la playa.
21
Q Completa las frases conjugando en gerundio los verbos del recuadro.
escuchar aguantar celebrar planchar
secar barrer limpiar ocuparme
1
Ayer me pasé la m añ ana........................ las bandejas de plata de
Bernarda,........................ el patio y ........................ los manteles.
2
Dentro de unos meses todos nosotros estarem o s........................ las
bodas de nuestra hermana.
3
¡Estoy harta! No puedo estar toda la vida........................ su rabia,
........................ las lágrimas de sus hijas y ....................... de la loca de
su madre. ¡Ya no puedo más!
4
Mañana creo que e s ta r é ........................ todo el día las quejas de
Bernarda.
L é x ic o
Une estas expresiones con sus respectivos significados.
1
Q
Tiene los dedos como ganzúas.
2
Q
Le hicieron la cruz.
3
Q
¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos!
4
Q
Mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y
uvas por toda herencia.
5
Q
Menos gritos y más obras.
6
Q] Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y
ventanas.
a
Aparentar un estado social alto y sin embargo tener poco dinero,
b No querer volver a ver a alguien nunca jamás,
c
Desear que alguien sufra mucho,
d Encerrarse en casa,
e
Como un garfio para abrir un cerradero,
f
No hace falta chillar, sino actuar.
22
S E G U N D A PARTE
M a r tirio: N os v a m o s a c a m b i a r d e r o p a .
B ernarda:
Sí, pero no el pañuelo de la cabeza. (E ntra
A d e l a .)
¿Y
Angustias?
A dela:
(Con in te n c ió n .) La he visto a so m ad a a la rendija del
portón. Los hombres se acabab an de ir.
B ernarda:
A dela:
Me llegué a ver si habían puesto las gallinas.
B ernarda:
A dela:
¿Y tú a qué fuiste tam bién al portón?
¡Pero el duelo de los hom bres habría salido ya!
(Con in te n ció n .) Todavía e s ta b a un grupo parado por
fuera.
B ernarda:
(F u riosa.) ¡Angustias! ¡Angustias!
A n g u stia s:
(E n tran d o.) ¿Qué manda usted?
B ernarda:
¿Qué mirabas
A n g u stia s:
A nadie.
B ernarda:
¿Es decente que una mujer de tu clase vaya con el
y
a quién?
anzuelo 1 d e trá s de un h om b re el día de la m isa de su pad re?
¡Contesta! ¿A quién m irabas?
A n g u stia s: Y
1.
o ...
a n z u e lo : g a rfio p e q u e ñ o de m e t a l q u e sirve p a r a p e s c a r .
23
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
B ernarda:
¡Tú!
A ng ustia s:
¡A nadie!
B ernarda:
(A v a n z a n d o co n el b a s t ó n .) ¡Suave! ¡Dulzarrona!
(Le c/a.)
La P o n c i a :
¡Bernarda, cálmate! (La s u jeta .
B ernarda:
¡Fuera de aquí todas! (S alen .)
C riada:
A ng ustias
llora.)
(E n tran d o.) Ahí e s tá don Arturo, que viene a arreglar
las particiones.
B ernarda:
patio. (A
la
V am os. (A la
P o n c i a .)
C r i a d a .)
Tú em p ieza a b la n q u ea r el
Y tú ve guardando en el arca grande toda la
ropa del muerto.
La P o n c i a :
Algunas cosas las podríamos dar...
B ernarda:
Nada. ¡Ni un botón! ¡Ni el pañuelo con que le hemos
tapado la cara! (E ntran
A m elia:
A m e l ia
y
M a r t i r i o .)
¿Te fija s te ? Adelaida no estuvo en el duelo.
M artirio:
Ya lo sabía. Su novio no la deja salir ni al tran co de la
calle. Antes era alegre; ahora ni polvos echa en la cara.
A m elia:
Ya no sabe una si es m ejor ten er novio o no.
Martirio :
Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña
les tuve miedo. Los veía en el corral uncir los bueyes y levantar los
costales de trigo entre voces y zapatazos, y siempre tuve miedo
de crecer por tem or de encontrarm e de pronto abrazada por ellos.
Dios me ha hecho débil y fea y los ha apartado definitivam ente
de mí.
A m elia:
¡Eso no digas! Enrique Humanes estuvo detrás de ti
y
le gustabas.
Martirio:
¡Invenciones de la gente! Una vez estuve en cam isa
detrás de la v en tan a h a sta que fue de día, porque me avisó con la
hija de su gañán que iba a venir, y no vino. Fue todo c o s a de
lenguas. Luego se casó con otra que tenía más que yo.
24
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
A melia :
¡Y fea como un demonio!
Martirio:
¡Qué Ies importa a ellos la fealdad!
A
ellos Ies importa
la tierra, las yuntas y una perra sumisa que les dé de comer.
A m elia: ¡Ay!
(Entra
M agdalena:
¿Qué hacéis?
Martirio :
A m elia:
M a g d a le n a .)
Aquí.
¿Y tú?
Magdalena:
Vengo de correr las cám aras. Por andar un poco.
De ver los cu ad ro s bord ad os de n u e s t r a abuela, el p errito de
lanas y el negro luchando con el león, que ta n to nos gustaba de
niñas. Aquélla era una época más alegre. Una boda duraba diez
días y no se usaban las malas lenguas. Hoy hay más finura. Las
novias se ponen de velo blanco com o en las p oblacion es, y se
bebe vino de botella, pero nos pudrimos por el qué dirán.
Martirio:
¡Sabe Dios lo que en ton ces pasaría! ¿Y Adela?
Magdalena:
¡Ah! Se ha puesto el tra je verde que se hizo para
e s t r e n a r el día de su c u m p l e a ñ o s , se ha ido al c o r r a l y ha
c o m e n z a d o a v o c e s : « ¡G a llin a s , g a llin a s, m ira d m e !» . ¡Me he
tenido que reír!
A m elia:
¡Si la hubiera visto madre!
Magdalena:
¡Pobrecilla! Es la m ás jo v en de n o s o tra s
ilusión. ¡Daría algo por verla feliz!
I
26
y
tien e
C o m p r e n s ió n lectora
Contesta a las siguientes preguntas.
1
Ya conoces a tres de las cinco hijas de Bernarda: Amelia, Martirio y
Magdalena. ¿Cómo se llaman las dos que faltan?
2
¿Por qué Bernarda se enfada con su hija mayor?
3
¿Adonde se había ido Adela?
4
¿Qué cuenta Martirio de su prometido?
5
¿Por qué Enrique se casó con una mujer más fea que ella?
6
¿Qué actitud tiene hacia los hombres?
7
¿Qué cuenta Magdalena de la hermana menor?
8
¿Por qué Adelaida se ha convertido en una mujer triste?
L é x ic o
Lee estas frases del texto: ¿qué palabras usarías en lugar de las que
están subrayadas? Sigue el ejemplo.
¿Es decente que una mujer de tu clase vaya con el anzuelo detrás
de un hombre?
¿E s decente que una mujer seduzca^a.uji.ho mbre?.......................
1
—Algunas cosas las podríamos dar...
—¡Ni un botón!
2
A ellos Ies importa la tierra, la yunta y una perra sumisa que les dé
de comer.
3
Una boda duraba diez días y no se usaban las malas lenguas.
27
G r a m á t ic a
C o n d ic io n a l y fu tu ro
El futuro y el condicional en español se forman añadiendo al infinitivo
del verbo las siguientes terminaciones:
Futuro
Condicional
yo
-é
-ía
tú
-ás
-ías
él, ella, usted
-á
-ía
nosotros/as
-emos
-íamos
vosotros/as
-éis
-íais
ellos/as, ustedes
-án
-ían
Todos los verbos que son irregulares en futuro, son irregulares también
en condicional.
El condicional pasado se forma con el verbo h a b e r + el participio pasado
del verbo.
Algunos usos del condicional:
El condicional puede servir para:
— formular hipótesis que se refieren a un pasado.
B ernarda: Pero el duelo d e los h om bres h a b ría sa lid o ya.
— aconsejar o expresar un d^seo futuro y formular hipótesis que se
refieren a un futuro.
Algunas cosas las p o d ría m o s dar.
¡Daría algo para verla feliz!
Q Completa el esquema.
Futuro
Condicional
habría
pondré
haré
diría
vendré
28
Q Completa las frases. Usa el condicional simple o pasado.
1
—¿Te (gustar)
casarte con el velo blanco y todo?
—A mí sí, pero no sé si mi novio (e s ta r ).......................... de acuerdo.
A lo mejor (preferir, é l ) ...........................una boda más informal.
2
—¿Tú qué (h a c e r )............................si tu madre te hubiera pegado?
—Depende, pero seguro que me (p o n er)............................muy mal.
3
Si mi marido no me hubiera dejado salir a la calle, (pedirle)
............................el divorcio inmediatamente.
4
—Adela se puso el vestido verde a pesar de lo que dijo nuestra madre.
—Pero (volver).......................... a casa ya, ¿no? Deja que se ponga lo
que quiera, pobre Adela, es joven todavía.
5
Yo ( h a c e r )..........................todo lo posible para casarme con un
hombre y ser feliz.
6
—(Poder, n o s o tr o s )............................salir por la noche con nuestras
amigas.
—¿Estás loca? Nuestra madre nunca nos lo (perm itir)............................
Q Completa con por y para.
1
Una m ujer....................... casarse tiene que ir con el anzuelo detrás
de los hombres.
2
Hilo y agu ja....................... las hembras; látigo y m uía.......................... el
varón: esta es la ley de la vida.
3
Magdalena, ¿quieres bordar las sábanas? ¡
lo único que puede hacer una mujer soltera.
4
........................ tener a un marido tan celoso, la pobre Adelaida no
puede ni salir a la calle, pero es justo así. Mejor vigilar sobre las
mujeres.
5
mí los hombres valen menos que las mujeres.
Nosotras somos más sensibles, generosas y solidarias.
mí! Total es
29
p
A
TE R C E R A PARTE
A n g u stia s cru za la e s c e n a con u n as to a lla s en la m a n o .
A ng ustia s:
¿Qué hora es?
Magdalen a:
A ng ustia s:
A m elia :
(,S a le
Ya deben ser las doce.
¿Tanto?
¡Estarán al caer!
A n g u s t i a s .)
Magdalena:
(Con in ten ción .) ¿Sabéis ya la cosa...? (S e ñ a la n d o a
A n g u s t i a s .)
•
A m elia: N o .
M agdalena:
¡Vamos!
M a r tirio : ¡N o s é a q u é c o s a t e r e f i e r e s . . . !
Magdalen a:
Mejor que yo lo sabéis las dos. Siempre cabeza con
cabeza como dos ovejitas, pero sin desahogaros con nadie. ¡Lo de
Pepe el Romano!
Martirio : ¡Ah!
Magdalen a:
¡Ah! Ya se co m en ta por el pueblo. Pepe el Romano
viene a ca sarse con Angustias. Anoche estuvo rondando la casa y
creo que pronto va a m andar un emisario.
Martirio:
30
¡Yo me alegro! Es buen mozo.
|S
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
A melia:
Yo tam bién. Angustias tiene buenas condiciones.
Ninguna de las dos os alegráis.
Magdalena:
M a r tirio:
¡Magdalena! ¡Mujer!
Si viniera por el tipo de Angustias, por Angustias
Magdalena:
com o mujer, yo me alegraría, pero viene por el dinero. Aunque
A n g u s t i a s es n u e s t r a h e r m a n a a q u í e s t a m o s en f a m i l i a y
recon ocem os que e s tá vieja, enfermiza, y que siempre ha sido la
que ha tenido m enos m éritos que todas n osotras, porque si con
veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será ahora que tien e
cuarenta!
Ma r t ir io :
No h a b le s así. La s u e r t e v ien e a quien m e n o s la
aguarda.
A m el ia :
¡Después de todo dice la verdad! Angustias tiene el dinero
de su padre, es la única rica de la casa y por eso ahora, que nuestro
padre ha muerto y ya se harán particiones, vienen por ella!
Magdalena:
Pepe el R o m an o t ie n e v e in tic in c o a ñ o s y es el
m e jo r tipo de to d o s e s t o s c o n t o r n o s . Lo n a tu ral se ría que te
pretendiera a ti, Amelia, o a n uestra Adela, que tiene veinte años,
pero no que venga a buscar lo m ás oscuro de e s ta casa, a una
mujer que, como su padre, habla con las narices.
Martirio :
¡Puede que a él le guste!
Magdalen a:
M artirio:
(E ntra
¡Dios me valga!
A d e l a .)
Magdalen a:
¿Te han visto ya las gallinas?
¿Y qué queríais que hiciera?
A dela:
A melia:
A dela:
¡Nunca he podido resistir tu hipocresía!
¡Si te ve nuestra madre te a rra stra del pelo!
Tenía mucha ilusión con el vestido. Pensaba ponérmelo el
día que vamos a comer sandías a la noria. No hubiera habido otro
igual.
32
ACTO PRIMERO
TERCERA PARTE
Martirio:
A dela:
¡Es un vestido precioso!
Y que me e s tá muy bien. Es lo que m ejo r ha cortad o
Magdalena.
Magdalen a:
A dela:
¿Y las gallinas qué te han dicho?
Regalarme unas cuantas pulgas que me han acribillado
las piernas. (Se ríen .)
M ar tir io :
Lo que puedes hacer es teñirlo de negro.
Magdalen a:
Lo m e jo r que p u e d e s h a c e r es r e g a l á r s e l o a
Angustias para la boda con Pepe el Romano.
A dela:
A melia :
A dela:
(Con em o c ió n c o n te n id a .) ¡Pero Pepe el Romano...!
¿No lo has oído decir?
No.
Magdalena:
A dela:
¡Pero si no puede ser!
Magdalena:
A dela:
¡Pues ya lo sabes!
¡El dinero lo puede todo!
¿Por eso ha salido d etrás del duelo
y
estuvo mirando
por el portón? Y ese hombre es capaz de...
Magdalena:
Es capaz de todo.
(P au sa.)
Martirio :
A dela:
¿Qué piensas, Adela?
Pienso que es te luto me ha cogido en la peor época de
mi vida para pasarlo.
Magdalen a:
A dela:
Ya te acostu m brarás.
(R o m p ien d o a llo ra r con ira.) ¡No, no me acostumbraré!
Yo no quiero e s ta r en cerrad a. No quiero que se me pongan las
carnes como a vosotras. ¡No quiero perder mi blancura en esta s
habitaciones! ¡Mañana me pondré mi vestido verde y me echaré a
pasear por la calle! ¡Yo quiero salir!
(Entra la
C r i a d a .)
33
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
C riada:
Pepe el Romano viene por lo alto de la calle.
( A m e l ia , M a r t ir i o / M a g d a l e n a
Magdalen a:
(A
C riad a:
co rren p r e su ro sa s.)
¡Vamos a verlo!
A d e la .)
¿Tú no vas?
A dela: N o m e i m p o r t a .
C r ia da :
Como dará la vuelta a la esquina, desde la ventana de tu
cuarto se verá mejor.
(A dela,
d esp u és d e un in stan te, s a le ta m b ién y
s e va rá p id a h a c ia su h a b ita c ió n . Entran
B ernarda:
B ernarda/
la
P o n c i a .)
¡Malditas particiones!
La P o n cia :
¡Cuánto dinero le queda a Angustias!
B ernarda:
Sí.
La P o n cia : Y a l a s o t r a s , b a s t a n t e m e n o s .
(E ntra
A n gustias
m u y c o m p u e s ta d e c a ra .)
B ernarda:
¡Angustias!
A ng ustia s:
Madre.
B ernarda:
¿Pero has tenido valor de ech arte polvos en la cara?
¿Has tenido valor de lavarte la cara el día de la misa de tu padre?
No era mi padre. El mío murió hace tiempo. ¿Es que
A n g u stia s:
ya no lo recuerda usted?
B ernarda:
¡Más debes a este hombre, padre de tus hermanas,
que al tuyo! Gracias a este hombre tienes colmada tu fortuna.
A n g u stia s:
¡Madre, déjem e usted salir!
B ernarda:
¿Salir? Después que te hayas quitado esos polvos de
la cara. ¡Suavona! ¡Espejo de tus tías! (Le qu ita v io len ta m en te con su
p a ñ u e lo los p o lv o s.) ¡Ahora vete!
La P o n c i a :
¡Bernarda, no seas tan inquisitiva!
B ernarda:
Aunque mi madre esté loca yo estoy con mis cinco
sentidos y sé p erfe c ta m en te lo que hago. (E ntran to d a s.)
Ma gdalen a:
34
¿Qué pasa?
ACTO PRIMERO
TERCERA PARTE
B ernarda:
No pasa nada.
M agdalen a:
(A A n g u s t i a s . ) Si es que discutís por las particiones,
tú, que eres la más rica, te puedes quedar con todo.
A n g u st ia s:
¡Guárdate la lengua en la madriguera!
B ernarda:
(G o lp e a n d o en el su elo .) ¡No os hagáis ilusiones de
que vais a poder conmigo. ¡Hasta que salga de es ta casa con los
pies delante m andaré en lo mío y en lo vuestro!
(Se oyen u n as v o ces y en tr a en e s c e n a
B ernarda,
M a rí a J o s e f a ,
la m a d r e d e
viejísim a, a t a v ia d a con flo r e s en la c a b e z a y en el p e c h o .)
Bernarda, ¿dónde e s tá mi mantilla? Nada de lo
M aría J o s e f a :
que tengo quiero que sea para vosotras, ni mis anillos, ni mi tra je
n eg ro de m o a r é , porqu e n in g u n a de v o s o t r a s se va a c a s a r .
¡Ninguna! ¡Bernarda, dame mi collar de perlas!
B ernarda:
(A la
C r i a d a .)
C riada:
¡Se me escapó!
M aría J
osefa:
¿Por qué la habéis dejado en trar?
Me e s c a p é p o rq u e me q u iero c a s a r , p o rq u e
quiero casarm e con un varón herm oso de la orilla del mar, ya que
aquí los hom bres huyen de las mujeres.
B ernarda:
¡Calle usted, madre!
M aría J o s e f a : N o ,
no me callo. No quiero ver a e s ta s m ujeres
solteras, rabiando por la boda, haciéndose polvo el corazón, y yo
me quiero ir a mi pueblo. ¡B ern ard a, yo quiero un v arón para
casarm e y ten er alegría!
B ernarda:
¡Encerradla!
María J o s e f a :
(La
C ri ad a
B ernarda:
¡Déjame salir, Bernarda!
coge a
M a r í a J o s e f a .)
¡Ayudarla vosotras! (T o d a s a r r a s tr a n a la vieja.)
María J o s e f a :
¡Quiero irme de aquí! ¡Bernarda! ¡A c asarm e a la
orilla del mar, a la orilla del mar!
35
C o m p r e n s ió n lectora y auditiva
IBS' O
Completa las frases, luego escucha el audio y comprueba tus respuestas.
1
Según la descripción de sus hermanas Angustias e s .................................
2
Según Martirio, Pepe el Romano debería haberse casado con
...............................o ..................................
3
Adela cree que el luto de su padre la ha cogido en un momento
particular de su vida porque.................................
4
Angustias se puso el polvo en la cara porque.................................
5
Según Bernarda, Angustias debería haber querido más a este
hombre que a su padre verdadero porque.................................
6
María Josefa no quiere dejar sus cosas a las nietas porque
7
La anciana dice que se escapó porque.................................
L é x ic o
Q Completa las frases con las expresiones que consideres adecuadas.
a
Hasta que salga de esta casa con los pies delante
b
¡Estarán al caer!
c
siempre cabeza con cabeza como dos ovejitas
d
¡El dinero lo puede todo!
1
Q
2
—¡No es posible que ya sean las 3!
—.....................¡El tiempo pasa tan veloz!
—¡Parece mentira! ¡Pepe el Romano tan joven y guapo se va
a casar con Angustias, que es mayor y más fea que él!
3
Q ] Bernarda dijo: «....................., decidiré yo de vuestra vida!»
4
□
36
- A mí me dejáis sola como un hongo y vosotras dos.......................
G r a m á tic a
F ra se s c o n d ic io n a le s
Las condicionales introducidas con si pueden servir para:
— referirse a una condición futura que se cree realizable.
Si adelantamos la boda, Pepe se ca sará con Angustias.
(Si + presente de indicativo)
— expresar una condición que se cree poco realizable.
Si Bernarda abriera los ojos, se daría cuenta d e lo que está pasan do.
(Si + pretérito imperfecto de subjuntivo)
— hablar de una condición irrealizable del pasado.
Si Bernarda m e hubiera escuchado, se h abría evitado la tragedia.
(Si + pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo)
Q Lee este diálogo imaginario entre Adela y Angustias y conjuga los
verbos entre paréntesis en los tiempos adecuados.
Adela: Si Pepe 1 ( c a s a r s e )
conmigo,2
(h a c e r ) .......
m ejor negocio porque soy m ás joven y bonita que tú.
No 3 (d ecir) .......................... to n terías y 4 (quitarte)
.........................ese vestido verde. Nuestra madre va a llegar dentro
A n g u s t ia s :
de poco y si 5 (v erte)
así, te 6 (reg a ñ a rte) ............................
Adela: No 7 (c a m b ia r ) .......................... de tem a. ¿Y si Pepe 8 (estar
e n a m o r a d o ) .......................... de otra? Si 9 (q u ere rte) ........................... de
verdad, ya 10 ( c a s a r s e )
contigo y en cam bio la fech a
de la boda está todavía sin fijar.
La boda se postergó porque tu padre 11 (e s ta r ).......................
enferm o y no 12 (p o d e r s e) .......................... organizar ni fiestas ni bodas.
A n g u s t ia s :
Yo, por mí, ya 13 (c a s a r m e )
puesto que ni siquiera era
mi padre, pero nuestra madre no 14 (q u ere r).........................
Adela: ¿Y qué 15 (q u erer) ..........................que 16 (hacer, e lla ) ........................ ?
Era su marido ¿no?
37
JM
S :'
ú
__ V
I1¡M7
_b__
E x p re s ió n oral
Describe a estas mujeres, su ropa, el peinado, su maquillaje, el entorno.
Puedes usar las palabras del recuadro.
vaqueros
38
camiseta
collar de perlas
vestido
quitasol
La mujer en la
España co n tem p o rán ea
España, país de tópicos. Muchos declinados al masculino (el Cid
Campeador, el Quijote, don Juan, el torero). Otros tantos al femenino:
de la hechicera Celestina, a la Carmen abrasada por la pasión, de las
M ajas que nos m iran irónicam ente de las telas de Goya, a las
sevillanas con largos trajes coloridos y abanicos, para terminar con las
posmodernas «chicas Almodóvar» del famoso director de la movida
madrileña. Tras este conjunto de figuras literarias y artísticas, mujeres
en carne y hueso, de la ciudad y del campo.
ñ
De estas últimas Federico García Lorca nos dejó en sus dramas
rurales (Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba) retratos
inolvidables: prisioneras de padres y maridos, sin derecho a la
propiedad, vigiladas por madres inflexibles que las obligan a pasarse
la vida encerradas en casa, bordando sábanas. Las mismas, por otro
lado, que las radicales reformas sociales intentadas por la II República
(1931) y la Constitución del mismo año habían tratado de «liberar»
estableciendo la igualdad entre los sexos, la extensión del sufragio
electoral y aprobando, en 1932, la Ley de divorcio más moderna del
Continente.
Una anciana mujer de un pueblo extremeño en los años 50.
40
Sin embargo, estos cambios tan radicales no tuvieron el tiempo
necesario ni para llegar a las zonas más periféricas del país, ni para
echar raíces en las ciudades: a los dos meses de escribirse La casa de
Bernarda Alba, el reloj se fue para atrás y la mujer se vio otra vez
relegada a la condición de ángel del hogar. Desde sus primeros años,
la dictadura deshizo lo hecho por la República. Y la mujer española
ocupó de forma estable la retaguardia en Europa. Se prohibió el
sistema de educación mixta en las escuelas primarias, se derogó el
reconocimiento del matrimonio civil, se ilegalizó el divorcio, se
excluyeron las mujeres de la carrera judicial y hasta se llegó a impedir
(textualmente) «la entrada de los perros y de las mujeres en la Bolsa».
Al morir Francisco Franco hubo que quemar etapas, en este como en
otros contextos. Claro, ya en las últimas fases del régimen hubo
cambios profundos en la sociedad. Pero fue a partir de 1975 y de la
Constitución de 1978 que la carrera se volvió frenética. Hoy en día,
España está entre los países de Europa que más se han adelantado en
términos de derechos civiles. Legislación matrimonial ultraliberal,
eliminación de toda discriminación de raza, religión, ideología, de
género y orientación sexual. En 2008 el Ministerio de Defensa (alcázar
inexpugnable del machismo nacional) fue ocupado por una mujer,
Carme Chacón, que prometió su cargo a los siete meses de embarazo.
Claro está, no todo lo que reluce es oro. En algunas zonas de la
Península las mujeres siguen teniendo un nivel de educación inferior
y encuentran más dificultades en encontrar un empleo. Sigue abierta
la llaga de los maltratos domésticos. Pero es mucho más lo que nos
permite pensar que Bernarda y sus hijas, Yerma y la Novia de Bodas
de sangre han ingresado por fin al m useo de las antigüedades
nacionales.
Carme Chacón.
Q
Contesta a las preguntas.
1
¿Cómo es la mujer que nos presenta García Lorca en sus obras
de teatro?
2
¿Qué medidas se tomaron en los años 30?
3
¿Cuáles son las diferencias entre los hombres y las mujeres de
hoy?
4
¿Existe un Ministerio de Igualdad en tu país? ¿Cómo se llama?
5
Según tú, ¿por qué la prensa nacional e internacional se ocupó
de Carme Chacón?
42
►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T
Mi
Mujeres alteradas, víctim as y princesas
Sigue las instrucciones de la página 10 para encontrar los sitios que
te proponemos.
1 Elige una tira que te guste y descríbela. Justifica tu elección.
2 Lee la sinopsis del filme Te doy mis ojos y contesta a las
preguntas:
¿Qué cuenta la película?
¿De qué año es?
¿Quién es el autor?
¿Cuántos premios ganó?
3 Lee el artículo 57.1, Título II de la Constitución española y contesta
a las preguntas:
¿Quiénes heredan la Corona de España?
¿Qué orden se sigue en la sucesión?
Según tú, ¿el artículo cumple con el principio de igualdad entre
hombres y mujeres? Justifica tu respuesta.
43
P R IM E R A P A R T E
I n te r io r d e la c a s a . L a s h ija s d e B e r n a r d a e s t á n s e n t a d a s en
silla s b a ja s , c o s ie n d o .
b o r d a . Con e lla s e s t á
La P o n c i a .
Ya he cortado la te rc e ra sábana.
A n g u stia s:
Le corresponde a Amelia.
M a r tirio :
Magdalena:
Angustias, ¿pongo tam bién las iniciales de Pepe?
No.
A ng ustia s:
M agdalen a:
A m elia:
Magdalena
(G ritan d o.) Adela, ¿no vienes?
Estará echada en la cama.
La P o n cia :
Ésa tiene algo. La encuentro sin sosiego, temblona,
asustada, como si tuviese una lagartija en tre los pechos.
No tiene ni más ni m enos que lo que ten em o s todas.
Martirio :
M agdalena:
A n g u s t ia s :
Todas, menos Angustias.
Yo me encuentro bien, y al que le duela que reviente.
Magdalena:
Desde luego hay que recon o cer que lo m ejor que
has tenido siempre es el talle y la delicadeza.
A n g u stia s:
Afortunadamente pronto voy a salir de este infierno.
Magdalena:
Martirio:
44
¡A lo m ejor no sales!
¡Dejar esa conversación!
IB
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
Y, además, ¡más vale onza en el arca que ojos negros
A ng ustia s:
en la cara!
M
agdalen a:
(A
Amelia:
Por un oído me en tra y por otro me sale.
La P o n cia .)
Abre la puerta del patio a ver si nos entra
un poco de fresco.
M a r tirio:
Esta noche pasada no me podía quedar dormida por
el calor.
A m elia: ¡ Y o t a m p o c o !
Magdalen a: Y
o
me le v a n té a r e f r e s c a r m e . H abía un nublo
negro de to rm en ta y h a sta cayeron algunas gotas.
La P o n c i a :
Era la una de la madrugada y subía fuego de la tierra.
También me levanté yo. Todavía es ta b a Angustias con Pepe en la
ventana.
Ma gdalen a:
Magdalena, ¿a qué preguntas, si lo viste?
A n g u stia s:
A m elia:
¿Tan tard e? ¿A qué hora se fue?
Se iría a eso de la una
A n g u stia s:
y
media.
Sí. ¿Tú por qué lo sa b es?
A m elia: L o s e n t í t o s e r y o í l o s p a s o s d e s u j a c a .
La P o n cia :
¡Pero si yo lo sentí m archar a eso de las cuatro!
A n g u st ia s: ¡N o s e r í a él*
La P o n cia :
¡Estoy segura!
A m elia: A m í t a m b i é n m e p a r e c i ó . . .
M agdalen a:
La P o n cia:
¡Qué cosa más rara!
Oye, Angustias, ¿qué fue lo que te dijo la primera
vez que se acercó a tu v en tan a?
A n g ustia s:
M
a r t ir io
:
Nada. ¡Qué me iba a decir? Cosas de conversación.
Verdaderam ente es raro que dos personas que no se
conocen se vean de pronto en una reja y ya novios.
A
I
46
n g u s t ia s :
Pues a mí no me chocó.
ACTO SEGUNDO
PRIMERA PARTE
A m elia:
A mí me daría no sé qué.
A n g ustia s: N o , p o r q u e c u a n d o u n h o m b r e s e a c e r c a a u n a r e j a
y a s a b e p o r l o s q u e v a n y v i e n e n , l l e v a n y t r a e n , q u e s e le v a a
d e c i r q u e sí .
Martirio:
Bueno, pero él te lo tendría que decir.
A n g u stia s:
A m elia:
A
¡Claro!
¿Y cómo te lo dijo?
P u es, n a d a : « Y a s a b e s que a n d o d e t r á s de ti,
n g u s t ia s:
n ecesito una m ujer buena, m odosa, y ésa eres tú, si me das la
conformidad.»
A melia:
¡A mí me da vergüenza de es ta s cosas!
A n g ustia s:
Y a mí, ¡pero hay que pasarlas!
La P o n c i a :
¿Y
A n g ustia s:
Sí, siempre habló él.
M a r tirio:
h abló m á s ?
¿Y tú?
A n g u stia s: Y
o
no hubiera podido. Casi se me salía el corazón
por la boca. Era la primera vez que e s ta b a sola de noche con un
hombre.
M agdalena:
Y un hombre tan guapo.
A ng ustia s: N o t i e n e m a l t i p o .
L a P oncia :
Esas cosas pasan entre personas ya un poco instruidas,
que hablan y dicen y mueven la mano... La primera vez que mi
marido Evaristo el Colorín vino a mi ventana... ¡Ja, ja, ja!
A melia: ¿ Q u é p a s ó ?
La P o n c i a :
Era muy oscuro. Lo vi acercarse y, al llegar, me dijo:
«Buenas noches.» «Buenas Noches», le dije yo, y nos quedamos
callados más de media hora. Me corría el sudor por todo el cuerpo.
Entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería m eter por los
hierros, y dijo con voz muy baja: «¡Ven que te tiente!».
47
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
(Ríen to d a s.
A m elia:
(E ntra
M agdalena
Magdalena:
A dela:
A m el ia
s e lev a n ta c o rrien d o y e s p ía p o r una p u erta .)
¡Ay! Creí que llegaba nuestra madre.
con
A d e l a .)
Pues, ¿no es ta b a s dormida?
Tengo mal cuerpo.
(Con in ten ció n .) ¿Es que no has dormido bien e s ta
Mar t ir io :
noche?
A dela : S í.
Martirio :
A dela:
¿E n to nces?
¡Déjame ya! ¡Durmiendo o velando, no tien es por qué
m e te rte en lo mío! ¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!
Martirio:
A dela:
¡Sólo es interés por ti!
I n t e r é s o in q u isición . ¿No e s t a b a i s c o s ie n d o ? Pues
seguir. ¡Quisiera ser invisible, pasar por las habitaciones sin que
me preguntarais dónde voy!
C riada:
(E n tr a .) B e r n a r d a os llam a. E s tá el h o m b re de los
encajes. (S alen . Al s a lir
A dela: ¡N o
M a r t ir i o
m ira fija m e n t e a
A d e l a .)
me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son
fre s c o s , y mis espald as, para que te com p o n gas la jo r o b a que
tienes, pero vuelve la ca&eza cuando yo pase. (Se va
I
48
M a r t i r i o .)
C o m p r e n s ió n lectora
Q Contesta a las preguntas de un imaginario comisario de policía de
acuerdo con el texto que acabas de leer.
C o m is a r io :
Señorita Martirio, ¿por qué anoche no podía dormir?
M a r t i r i o : ( 1 ) ...................................................................................................................................................................
C o m is a r io :
¿Alguna de vosotras se levantó por la misma razón?
M a g d a l e n a : ( 2 ) ............................................................................................................................................................
La P o n c ia : ( 3 )
C o m is a r io :
Y usted, señora, ¿qué vio?
La P o n c ia : ( 4 )
C o m is a r io : ¿ Y
A
m e l ia :
(5 )
C o m is a r io :
A
m e l ia :
alguien sabe a qué hora se fue Pepe?
¿Y cómo lo sabe usted?
( 6 ) ........................................................................................................................................................................
C o m is a r io :
C o m is a r io :
...............................................................................................................................................................
¿Cómo, cómo? ¿Está segura, señora?
La P o n c ia : ( 8 )
m e l ia :
...............................................................................................................................................................
........................................................................................................................................................................
La P o n c ia : ( 7 )
A
...............................................................................................................................................................
...............................................................................................................................................................
¿Alguien puede confirmar la versión de la señora aquí?
( 9 ) ........................................................................................................................................................................
Todo eso suena muy raro, muy raro.
¿no se enteró de nada?
C o m is a r io :
A dela:
Y
usted, señorita Adela,
(10) ......................................................................................................................
G r a m á tic a
S u b o rd in a d a s te m p o ra le s d e fu tu ro c o n cuando
Se trata de oraciones que establecen entre sí una relación de tiempo.
Fíjate en esta frase de Adela: Vuelve la ca b ez a cu an do y o pase.
Como puedes observar, se divide en una principal ('Vuelve la ca b ez a ) y en
una subordinada que hace referencia a un futuro (cu an doyo pase). Sin
embargo, en la subordinada no se usa el futuro simple, sino el subjuntivo.
49
Q
Lee los comentarios de algunas de las protagonistas. ¿Quién usa
subordinadas temporales de futuro? Márcalo con una X.
A
Pobre Angustias, cuando te des cuenta de lo que pasa,
se te va a partir el corazón.
m e l ia :
M ag dalen a:
A
Cuando Adela le decía esto, estaba muy nerviosa.
Cuando escuchó esas maldades, mi hermana se
puso pálida.
n g u s t ia s :
Adela, Adela, cuando nuestra madre se entere de lo
que pasa, se enfadará mucho.
M a r t ir i o :
L a P o n c ia :
0
Q
Cuando vea a Bernarda, trataré de tranquilizarla.
Construye frases con estos elementos.
1
Cuando pasar el periodo de luto / Pepe casarse conmigo.
2
Cuando terminar de hablar / decirte todo lo que te mereces.
3
Quitarme el vestido verde / cuando darme la gana.
4
Cuando mirarme / parece un demonio.
Q Angustias habla de hombres que van y vienen, llevan y traen. ¿Te
acuerdas del uso de estos verbos? Completa los espacios.
Anoche, cuando Pepe el Romano (1 )
a verme me
( 2 ) ...................... una caja de bombones de regalo. Se la ( 3 ) .....................
un conocido suyo que ( 4 ) .....................a menudo a la capital. Pepe le
pidió que se la ( 5 ) ...................... para celebrar mi santo. Fue muy
amable, ¿no?
A
n g u s t ia s :
A
d ela:
N o q u i e r o ni v e r l a , ( 6 ) ...........................a t u s a m i g a s y n o m e
molestes con estos cuentos de ti y de Pepe el Romano y de cuando
(7)
a verte. ¡Déjame en paz!
¡Qué malos modales tienes, hija! ¿Acaso querías que te la
(8) ...................... a ti? En lugar de chillar, recoge las sábanas que has
arrojado al suelo y ( 9 ) .....................a tu habitación, que va a
( 1 0 ) ....................el cura y no quiero que vea este desastre.
B ernarda:
50
Magdalena te ayudará. ¡Magdalena! (11)...................... a echarle una
mano a tu hermana!
M ag dalen a:
Ya (1 2)..................... , ya(13 )........................
L é x ic o
Q Busca en el texto las expresiones coloquiales y proverbiales que usan
las protagonistas y escríbelas debajo de las frases correspondientes.
1
Yo pienso en mí y no me importa del dolor de los demás.
2
A los hombres lo que les interesa es el dinero, no la belleza.
3
Hago como si no hubiera escuchado nada de lo que uno me dice.
4
Estaba muy asustada y emocionada.
E x p re s ió n escrita y oral
Q Transforma los apuntes que ha tomado el comisario en el informe que
tuvo que presentar a sus superiores (comprensión lectora, ejercicio 1).
Ayer ca sa de las hrm s Alba, algo raro. Dic. una k e P. el R. se fu e a la 1,
criada y otr. a las cuat. Una k e tos, otra ver en ventana. A lo me').
Mentira. A dela oj entornados: no dorm ir m ucho.
Q Como ves, algo no le cierra al comisario. ¿Y a ti? ¿Qué crees que ha
pasado? Cuéntaselo a tus compañeros.
51
1
S E G U N D A PARTE
La P o n cia :
¡Adela, que es tu herm ana,
y
adem ás la que más te
quiere!
A dela:
Me sigue a todos lados.
A
veces se asom a a mi cuarto
para ver si duermo. No me deja respirar. Y siempre: «¡Qué lástima
de cara! ¡Qué lástima de cuerpo, que no va a ser para nadie!» ¡Y
eso no! Mi cuerpo será de quien yo quiera!
La P o n c ia :
(Con in ten ció n y en voz b a ja .) De Pepe el Romano,
¿no es eso?
A dela:
¿Qué dices?
La P o n c i a : ¡ L o
A dela:
¡Calla!
La P o n c i a :
A dela:
¿Crees que no me he fijado?
¡Baja la voz!
La P o n c i a :
A dela:
que digo, Adela!
¡Mata esos pensam ientos!
¿Qué sabes tú?
La P o n c ia :
Las viejas vem os a trav és de las paredes. ¿Dónde
vas de noche cuando te levantas?
A dela:
¡Ciega debías estar!
La P o n c i a :
Con la cabeza
y
las m anos llenas de ojos cuando se
t r a t a de lo que se tra ta . Por mucho que pienso no sé lo que te
52
IB
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
propones. ¿Por qué te pusiste casi desnuda con la luz encendida
y la v e n t a n a a b ie r t a al p a s a r Pepe el segundo día que vino a
hablar con tu herm ana?
A dela : ¡ E so n o e s v e r d a d !
La
¡No se a s com o los niños chicos! Deja en paz a tu
P on cia:
h erm ana y si Pepe el Romano te gusta te aguantas.
( A dela
llora.)
Además, ¿quién dice que no te puedas casar con él? Tu herm ana
A n gustias es una e n f e r m a . Ésa no r e s is t e el p rim er p arto . Es
e stre ch a de cintura, vieja, y con mi conocim iento te digo que se
morirá. Entonces Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta
tierra: se c asa rá con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú.
Alimenta esa esperanza, olvídalo. Lo que quieras, pero no vayas
con tra la ley de Dios.
A dela:
¡Calla!
La P o n cia : ¡ N o c a l l o !
A dela:
M é te te en tu s c o sa s , ¡oledora!, ¡pérfida! Es inútil tu
consejo. Ya es tarde. No por encima de ti, que eres una criada, por
encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo
levantado por piernas y b o c a . ¿Qué puedes decir de mí? ¿Que me
encierro en mi cuarto y no abro la puerta? ¿Que no duermo? ¡Soy
m ás lista que tú! Mira a ver si puedes agarrar la liebre con tus
manos.
La P o n c i a :
No me desafíes. ¡Adela, no me desafíes! Porque yo
puedo dar voces, encender luces y hacer que toquen las campanas.
A dela:
Trae cuatro mil bengalas amarillas
y
ponías en las bardas
del corral. Nadie podrá evitar que suceda lo que tiene que suceder.
La P o n cia :
A dela:
¡Tanto te gusta ese hombre!
¡Tanto! Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre
lentam en te.
La P o n c ia : Y
54
o
n o t e p u e d o oír.
ACTO SEGUN 11231
SEGUNDA PARTE
A dela:
¡Pues me oirás! Te he tenido miedo. ¡Pero ya soy más
fuerte que tú!
(Entra
A n g u s t i a s .)
A n g u stia s :
¡Siempre discutiendo!
La P o n cia :
Claro, se em peña en que, con el calor que hace, vaya
a traerle no sé qué de la tienda.
A n g u stia s:
¿Me com praste el bote de esencia?
La P o n c i a :
El más caro. Y los polvos. En la m esa de tu cuarto
los he puesto. (S a le
A dela:
La
A n g u s t i a s .)
¡Y chitón!
P o ncia:
¡Lo verem os! (E n tran
M a r t i r i o , A m e l ia
/
M agdalena.
Se oyen un os c a m p a n illo s leja n o s, c o m o a tra v és d e v a rio s m u ros.)
Magdalena:
La P o n cia :
M a r tirio :
A dela:
Son los hom bres que vuelven al trabajo.
Hace un minuto dieron las tres.
¡Con este sol!
(S e n t á n d o s e .) ¡Ay, quién pudiera salir ta m b ié n a los
campos!
Magdalena:
Martirio:
(S e n t á n d o s e .) ¡Cada clase tiene que hacer lo suyo!
(S e n t á n d o s e .) ¡Así es!
A m e l i a : ( S e n t á n d o s e .) ¡ A y !
Coro:
(Muy leja n o .)
Abrir puertas y ven tan as
las que vivís en el pueblo;
el segador pide rosas
para adornar su sombrero.
La P o n cia :
¡Qué canto!
Ma r t ir io :
(Con n o s t a lg ia .) Abrir p u erta s
y
v e n ta n a s las que
vivís en el pueblo...
A dela:
(Con p a sió n .) ... el segador pide rosas para adornar su
sombrero.
55
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA
(Se va a le ja n d o el c a n ta r .)
Ahora dan vuelta a la esquina.
La P oncia:
A dela:
Vamos a verlos por la v en tan a de mi cuarto.
Tened cuidado con no en treabrirla mucho, porque
La P o n c ia :
son capaces de dar un empujón para ver quién mira. (Se van las
tres.
M artirio
q u e d a s e n t a d a en la silla b a ja con la c a b e z a e n tr e
las m a n o s.)
A m elia:
¿Qué te pasa?
M a r t i r i o : M e s i e n t a m a l el c a l o r .
A m elia: ¿ N
o
es m ás que eso ?
M ar tir io :
Estoy d eseand o que llegue noviem bre, los días de
lluvia, la escarcha; todo lo que no sea este verano interminable.
A m elia :
Ya pasará y volverá otra vez.
Martirio :
A m elia:
No sé. Yo duermo como un tronco. ¿Por qué?
Martirio :
A m elia :
¡Claro! ¿A qué hora te dormiste anoche?
Por nada, pero me pareció oír gente en el corral.
¿Sí?
Ma rtirio:
Muy tarde.
A melia: ¿ Y n o t u v i s t e m i e d o ?
Martirio :
A m elia:
No. Ya lo he oído otras noches.
Quizá una mulilla sin desbravar.
M a r t ir io :
(E n tre d ie n t e s y co n s e g u n d a in ten ció n .) ¡Eso, eso!,
una mulilla sin d e s b r a v a r 1.
A m elia:
¡Hay que prevenir!
Martirio :
A melia :
56
¡No, no! No digas nada. Puede ser un barrunto 2 mío.
Quizá.
1.
s in d e s b r a v a r : q u e no se h a d o m a d o t o d a v í a .
2.
b a r r u n to : c o n je t u r a .
C o m p r e n s ió n lectora y auditiva
Q Contesta a las preguntas.
1
¿Angustias se da cuenta del tema de conversación entre su
hermana y la criada? Justifica tu respuesta.
2
Según tú, ¿a quién se refiere Magdalena cuando dice que «Cada
clase tiene que hacer lo suyo»?
3
¿Cuál es la diferencia de actitud entre Martirio y Adela cuando
repiten el estribillo de la canción? ¿Cómo la explicas?
4
¿Por qué, según tú, Martirio se siente mal?
5
En tu opinión ¿a qué se debía el ruido que habíaoído Martirio la
noche anterior?
Q Marca con una X si las afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F).
1
La Poncia y Amelia se pelean por Pepe el Romano.
2
La Poncia cree que Angustias se morirá temprano.
3
Adela quiere poner bengalas en el corral.
4
La Poncia se ha olvidado de comprar el polvo y la esencia
para Angustias.
5
A Martirio le gusta más el otoño que el verano.
□ □
□ □
□ □
□ □
□ □
i t O Vuelve a escuchar el texto y fíjate en los cambios de tono en la
conversación entre Adela y La Poncia. ¿Cómo podrías definir el estado
de ánimo de las dos mujeres? Sigue las sugerencias.
Al principio A dela e s t á ..................... , lu e g o
y al fin al
La Poncia em pieza a hablarle a Adela c o n ...................... lu e g o .....................
Al f i n a l .......................
57
G r a m á tic a
E x p re s a r un d e s e o
Ojalá + imperfecto de subjuntivo expresa un deseo que tiene poca o
ninguna posibilidad de realizarse.
A p esa r de mis 90 años, ¡ojalá p u d iera en contrar un novio!
Observa las frases y forma oraciones con o ja lá + pretérito imperfecto
de subjuntivo.
¡Ay quién pudiera salir también a los campos!
.
0
rn2 s..?.?jjr..sJ.?.?..9.9.cr.p.?.?.I.............................
1
Pepe enamorarse de mí.
2
Pepe verme con mi vestido verde.
3
Bernarda ser más generosa conmigo.
4
Poder evitar que la gente se enterara de lo que está pasando.
5
Dejarme salir de mi cuatro para ir a la orilla del mar.
6
Poder casarme con la más joven de las hermanas.
¿Quién habría podido pronunciar las frases del ejercicio anterior?
1
2
3
...............................
4
5
...............................
6
Q Usa pero, sin o , sin em b a rg o o to d a v ía , según el sentido del texto.
Adela parece muy segura de sí misma, (1)............................cuando
La Poncia la regaña, se pone a llorar. ( 2 ) .......................... . La Poncia
58
sigue hablándole con dureza y sinceridad y eso no para herirla,
( 3 ) ..........................porque quiere evitar problemas. La boda no se ha
fijado ( 4 ) ............................y tiene miedo de que pase algo que la impida.
(5) .......................... Adela no quiere escucharla. Todas la hermanas Alba
sufren por su condición, ( 6 )
algunas están resignadas,
otras no. Nadie sabe ( 7 )
lo que va a pasar dentro de poco.
V e rb o s d e c a m b io d e e s ta d o
Para expresar el devenir, en español se usan varias formas.
Ponerse indica un cambio repentino y temporáneo.
Al escucharm e, se puso pálida.
Volverse expresa un cambio rápido y a veces bastante duradero.
Ú ltim am ente se ha vuelto b a sta n te antipático.
Hacerse se refiere a tranformaciones más duraderas en el tiempo que
pueden ser fruto de la voluntad del sujeto.
Santiago se hizo cura.
Llegar a ser expresa un cambio que es el resultado final de un esfuerzo
o de un proyecto.
Llegó a ser m édico despu és d e tantos añ os d e estudio.
Q Completa el texto con las expresiones de cambio adecuadas.
El primer marido de Bernarda Alba (1)......................................uno de los
hombres más ricos del pueblo. Por eso le dejó mucho dinero a su hija.
Sus hermanas, al enterarse de las particiones, ( 2 ) ....................................
muy mal porque a ellas Ies quedaba poco dinero y las posibilidades
de casarse ( 3 ) ..................................... cada vez menores. Adela, sobre
todo, ( 4 )
loca al pensar que Pepe iba a casarse
con Angustias y ( 5 ) ..................................... como una fiera cuando
La Poncia la regañó. A pesar de todo, estaba convencida de que
(6) ......................................la mujer de Pepe.
59
E x p re s ió n escrita y oral
Vuelve a formular con otras palabras lo que dicen Adela y La Poncia, de
acuerdo con el contexto. Sigue el ejemplo.
Las viejas vemos a través de las paredes.
Las person as m ayores nos en teram os de to d o .
Q
1
¡No seas como los niños chicos!
2
Por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que
tengo levantado por piernas y boca.
3
Yo puedo dar voces, enceder luces y hacer que toquen las campanas.
4
¡Ay quién pudiera salir también a los campos!
La conversación entre Adela y La Poncia nos proporciona un retrato
fiel de la sociedad de aquella época. Escribe un texto (120 palabras)
ayudándote con las preguntas siguientes.
¿Qué significado tienen las frases que Martirio sigue repitiéndole a su
hermana? ¿Qué solución sugiere La Poncia para que Adela se tranquilice?
¿Por qué, según Adela, la criada no tiene que meterse en sus cosas? ¿Qué
sentido tiene la frase de Magdalena «Cada clase tiene que hacer lo suyo»?
¿Qué podrían hacer los hombres si se enteraran de que hay alguien detrás
de la ventana? ¿Las mujeres hubieran podido hacer lo mismo?
•
Q Vuelve a leer la última escena que concluye la segunda parte y sigue las
pistas de reflexión. Luego, contesta a las preguntas.
Martirio ha oído más de una vez ruidos en el corral a eso de las cuatro de la
madrugada. Se lo comenta a su hermana Amelia. Ésta cree ingenuamente
que se trata de «una muía sin desbravar» y la hermana aparenta creérselo.
En realidad ella sabe muy bien que Pepe el Romano se ve con su prometida
Angustias a cierta hora de la noche y con su querida Adela a otra.
1
¿Qué significado asume la «segunda intención» de Martirio?
2
¿De qué puede ser símbolo la «muía sin desbravar»?
3
En tu opinión ¿cuál de las dos citas hiere más lastimosamente a
Martirio? ¿Por qué?
60
i
'
%
T E R C E R A PAR TE
(E ntra fu r io s a en e s c e n a .) ¿Dónde e s tá el retrato de J B S
A n g u stia s:
Pepe que tenía yo debajo de mi alm ohada? ¿Quién de v oso tras lo
tiene?
Ninguna.
M ar tir io :
A m elia :
Ni que Pepe fuera un San Bartolom é de plata.
A n g u s t ia s :
¿Dónde está el retrato? (Entran La
P on ci a , M a g da le n a
y A d e l a .)
A dela:
¿Qué re tra to ?
A n g u stia s:
Una de vosotras me lo ha escondido.
Magdalena:
A n g u st ia s:
¿Tienes la desvergüenza de decir esto?
Estaba en mi cuarto y ya no está.
M a r tirio : ¿ Y
no se habrá escapado a medianoche al corral?
A
Pepe le gusta andar con la luna.
A n g u stia s:
¡No me g a stes bromas! Cuando venga se lo contaré.
La P o n cia :
¡Eso, no! ¡Porque aparecerá! (M irando a
A n g u stia s:
¡Me gustaría saber cuál de vosotras lo tiene!
A dela:
(M irando a
M a r tirio :
B ernarda:
M a r t i r i o .)
A d e l a .)
¡Alguna! ¡Todas, menos yo!
(Con in ten ció n .) ¡Desde luego!
(E n tran d o con su b a s tó n .) ¿Qué escándalo es éste en
61
XA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
mi casa y con el silencio del peso del calor? Estarán las vecinas
con el oído pegado a los tabiques 1 de la casa.
A ng ustia s:
Me han quitado el retra to de mi novio.
B ernarda:
¿Quién? ¿Quién?
A n g u stia s:
¡Éstas!
¿Cuál de vosotras? ¡Contestarme! (Silencio. A
B ernarda:
L a P oncia .)
Registra los cuartos, mira por las camas. Esto tiene no ataros más
cortas. ¡Pero me vais a soñar! (A A n g u s t i a s .) ¿Estás segura?
A n g u stia s:
Sí.
B ernarda: ¿ L o h a s b u s c a d o b ie n ?
A n g u stia s:
Sí, madre.
Me hacéis al final de mi vida beber el veneno más amargo
B e r nar da :
que una madre puede resistir. (A
L a P o n c i a .) ¿ N
La P o n c i a :
(E n tran d o.) Aquí
B ernarda:
¿Dónde lo has encontrado?
o
lo en cuentras?
está.
La P o n cia : E s t a b a . . .
B ernarda:
Dilo sin tem or.
La P o n c i a :
Entre las sában as de la cam a de Martirio.
B ernarda: ¿ E
s
verd ad ?
M a r tirio : ¡ E s v e r d a d !
B ernarda:
(A v a n z a n d o y g o l p e á n d o l a c o n el b a s t ó n .) ¡Mala
puñalada te den, m osca muerta! ¡Sembradura de vidrios!
M a r tirio : ¡N o m e p e g u e u s t e d , m a d r e !
¡Todo lo que quiera!
B ernarda:
Martirio:
¡Si yo la dejo! ¿Lo oye? ¡Retírese usted!
La P o n cia : N o f a l t e s a t u m a d r e .
A n g u stia s:
B ernarda:
(C o g ien d o a
I
1.
62
B e r n a r d a .)
Déjela. ¡Por favor!
Ni lágrimas te quedan en esos ojos.
t a b iq u e s : p a red e s.
M artirio : N o
B ernarda:
voy a llorar para darle gusto.
¿Por qué has cogido el retra to ?
M a r t ir i o : ¿ E s
que yo no puedo gastar una broma a mi hermana?
¿Para qué otra cosa lo iba a querer?
A dela: N o
ha sido b rom a , que tú no has gu stad o n u n ca de
juegos. Ha sido otra cosa que te rev en taba el pecho por querer
salir. Dilo ya claram ente.
63
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
¡Calla
Mar t ir io :
y
no
me
hagas hablar, que si hablo se van a
ju n ta r las paredes unas con otras de vergüenza!
¡La mala lengua no tiene fin para inventar!
A dela:
¡Adela!
B ernarda:
M agdalenas
A m elia:
Y nos apedreáis con malos pensam ientos.
Martirio:
A dela:
Estáis locas.
Otras hacen cosas más malas.
Hasta que se pongan en cueros de una vez
y
se las lleve
el río.
¡Perversa!
B ernarda:
A n g u st ia s: Y
o
no ten g o la culpa de que Pepe el R om an o se
haya fijado en mí.
A dela:
¡Por tus dineros!
A ng ustia s:
¡Madre!
B ernarda:
¡Silencio!
M artirio:
Por tus m arjales 2 y tus arboledas.
M a g d a l e n a : ¡ E s o e s lo j u s t o !
B ernarda:
¡Silencio digo! Yo veía la to r m e n t a venir, pero no
creía que estallara t a n pronto. ¡Ay, qué pedrisco de odio habéis
echado sobre mi corazón! Pero todavía no soy anciana y tengo
cinco cadenas para voso tras y e s ta casa levantada por mi padre
para que ni las hierbas se en te re n de mi desolación. ¡Fuera de
aquí! (Salen.
B ernarda
se s ie n t a d e s o la d a .
La P oncia
está d e p ie
a r r im a d a a los m u ros.) ¡Tendré que sentarles la mano! Bernarda,
¡acuérdate que é s ta es tu obligación!
I
2.
m a r ja le s : t e r r e n o b ajo y p a n t a n o s o : a q u í se u s a c o m o t i e r r a s p e r o en
s e n t i d o d e sp e c t iv o .
64
C o m p r e n s ió n lectora
Completa el texto, utilizando las palabras del recuadro.
Pepe el Romano (x 2)
Amelia y Magdalena amantes
se resigna a Magdalena
guarda Amelia hijas
Angustias protagonistas citas
acciones retrato hombre
Hacia el final del segundo acto, García Lorca deja de lado a algunos
personajes. De las cinco (1 ).............................de Bernarda, dos, es decir
( 2 ) ........................... se ven reducidas a la función de testimonios, de
reveladoras de una dialéctica familiar enloquecida.
Igualmente, los caracteres de las ( 3 ) ........................... principales se van
precisando cada vez más. El autor ha sembrado en sus nombres
indicios de su índole. Nomen ornen (un nombre, un destino), para
decirlo así. Las tres luchan por el único ( 4 ) .............................presente en
la escena.
La rica herencia de ( 5 ) ........................... le garantiza la promesa de
matrimonio con ( 6 ) ............................... Mantiene citas con su prometido,
( 7 ) ........................... debajo de la almohada el retrato de él. Se
enorgullece de su condición de futura casada. Adela, la que por ser más
bella y joven se siente menos condicionada por las obligaciones
sociales, interpreta su papel de exitosa competidora al bien disputado.
Las ( 8 )
clandestinas a las cuatro de la madrugada
confirman su dominio sobre el corazón de ( 9 ) .............................
Martirio se queda a medias. Martirizada por su eros no satisfecho,
hasta habría podido aceptar la boda de Pepe y Angustias, pero no
(10) ........................... dejárselo a Adela. Encontrándose en vilo entre las
dos competidoras, ve multiplicarse su frustración. La dinámica de los
acontecimientos la condenaría a la función pasiva de sus hermanas
(11) ........................... y (12)...........................
Peroel
empuje de la pasión
le dicta (1 3).............................que llevan al desenlace de la tragedia.
Espía a los dos (1 4 )........................... , roba el (1 5)............................ busca
su venganza. Su martirio personal causará el desastre, el martirio
general de la casa.
65
L é x ic o
Q
Busca en la sopa de letras 5 palabras que aparecen en el texto y que
corresponden a estas definiciones.
1
Colchón pequeño que sirve para apoyar la cabeza en la cama.
2
En las casas o en el campo, sitio
cerrado o descubierto que sirve
para guardar animales.
A L 0
R R 0
C L C
Lienzo de tejido para cubrir la
cama y colocar el cuerpo entre el
de arriba y el de abajo.
N C 0
R R O M C M
A A 0
M R O A D B
4
Burla, diversión.
A R A A R R 0
5
Sitio poblado de árboles, sombrío
y ameno.
S
3
0
B A D E L O B R A
B N R R H S H R S
0
C
L D E L M B R A
Y A D E A 0
B R A
Busca en el texto las siguientes frases y escribe otras de significado
equivalente.
1
Ni que Pepe fuera un San Bartolomé de plata.
2
¡No me gastes bromas!
3
Estarán las vecinas con el oído pegado a los tabiques.
4
Me hacéis al final de mi vida beber el veneno más amargo que una
madre puede resistir.
5
Ni lágrimas te quedan en esos ojos.
6
¡Si hablo se van a juntar las paredes unas con otras de vergüenza!
7
¡La mala lengua no tiene fin para inventar!
8
¡Ay, qué pedrisco de odio habéis echado sobre mi corazón!
66
E x p re s ió n escrita
pgt-E O Eres Martirio.Escribe a una amiga y cuéntale lo que está pasando en tu
casa (150-200 pálabras, 15-20 líneas). Sigue las sugerencias.
Describe el clima que se vive en la casa de tu madre por su culpa.
Cuéntale tu experiencia frustrada con Enrique.
Dile lo que ha significado Pepe para ti, qué tal te ha parecido, como te
has encaprichado con él.
Confiésale que te has puesto al acecho a raíz de los ruidos por la
noche. Y lo que has descubierto.
Trata de disculparte por la locura de robar el retrato.
Q Eres Pepe. Le estás contando a un amigo lo que está pasando. Completa
el diálogo.
P e p e : (1 ) ...................................................................................................................................................................
A migo :
P ep e:
¿Por qué? No te vas a casar con Angustias dentro de poco?
( 2 ) ....................................................................................................................
A migo : ¡N o lo p u e d o c r e e r ! ¿ Y s u m a d r e lo s a b e ?
P e p e : ( 3 ) ...................................................................................................................................................................
¡Ah! Menos mal. Con el carácter que tiene... ¿Y Angustias se ha
enterado?
A migo :
P e p e : ( 4 ) ...................................................................................................................................................................
¿Y cómo funciona todo esto? ¿Cuándo te encuentras con
Angustias?
A migo :
P e p e : ( 5 ) ...................................................................................................................................................................
A migo :
¿Y con Adela?
P e p e : ( 6 ) ...................................................................................................................................................................
A migo :
¿Y no tienes miedo de que alguien te vea?
P e p e : ( 7 ) ...................................................................................................................................................................
Ten cuidado, entonces, porque Martirio es la más amargada
entre las hermanas y no se sabe qué se le podría ocurrir.
A migo :
67
►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T
Una guerra en blanco y negro
Sigue las instrucciones de la página 10 para encontrar los sitios que
te proponemos y contesta a las preguntas siguientes.
1 ¿Por qué el cuadro Guernica de Picasso está relacionado con la
Guerra civil española?
2 ¿Quién se lo encargó al pintor?
C.mro d* Arte Reina Sofía - La coleccon
9 tato 'Vwww.mtiseoremasofia es
3 ¿Qué se ve en el cuadro?
4 ¿Dónde se encuentra el Museo
de Arte Reina Sofía?
5 ¿Qué estilos sigue el pintor en
su obra?
6 Elige un cuadro -entre los que
se encuentran en el mismo
M useo- y descríbelo. Justifica
tu elección.
A n te s de leer
Q Une con flechas estas palabras con sus antónimos según el significado
que tienen en el texto de García Lorca.
1
alejar
a
2
lista
b verdad
3
desatar
c
4
perseguir
d llegar
atar
rebelarse
5
gozar
e
señorito
6
mentira
f
acercar
7
marchar
8
subir
g defender
h bajar
9
obedecer
i
sufrir
gañán
j
boba
10
68
CUARTA P A R T E
La P o n cia :
¿Puedo hablar?
B ernarda:
Habla. Siento que hayas oído. Nunca e s tá bien una
e x tra ñ a en el centro de la familia.
La P o n c ia : L o
visto, visto está.
B ernarda:
Angustias tiene que ca sa rse en seguida.
La P o n cia :
Claro; hay que retirarla de aquí.
B ernarda:
No a ella. ¡A él!
La P o n cia :
¡Claro, a él hay que alejarlo de aquí! Piensas bien.
B ernarda:
No pienso. Hay cosas que no se pueden ni se deben
pensar. Yo ordeno.
La P o n c ia :
¿Y tú crees que él querrá m arch arse?
B ernarda:
(L e v a n t á n d o s e .) ¿Qué imagina tu cabeza?
L a P o n c i a : Él,
B ernarda:
claro, ¡se ca sará con Angustias!
Habla. Te conozco demasiado para sab er que ya me
tienes preparada la cuchilla.
La P o n c i a :
Nunca pensé que se llamara asesin ato al aviso.
B ernarda:
¿Me tien es que prevenir algo?
La P o n c ia :
Yo no acuso, Bernarda. Yo sólo te digo: abre los ojos
y verás.
B ernarda:
¿Y verás qué?
69
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
Siempre has sido lista. Has visto lo malo de las gentes
La P o n c i a :
a cien leguas. Muchas veces creí que adivinabas los pensamientos.
Pero los hijos son los hijos. Ahora es tá s ciega.
¿Te refieres a Martirio?
B ernarda:
L a P oncia :
Buéno, a Martirio... ¿Por qué habrá escondido el retrato?
Después de todo, ella dice que ha sido una broma.
B ernarda:
¿Qué otra cosa puede ser?
La P o n c ia :
¿Tú
B ernarda:
No lo creo. ¡Es así!
La P o n c i a :
Basta. Se tr a t a de lo tuyo. Pero si fuera la vecina de
lo c r e e s a s í ?
enfren te, ¿qué sería?
B ernarda:
Ya empiezas a sa ca r la punta del cuchillo.
La P o n c ia :
Bernarda, aquí pasa una cosa muy grande. Yo no te
quiero ech a r la culpa, pero tú no has dejado a tus hijas libres.
Martirio es enamoradiza, digas lo que tú quieras. ¿Por qué no la
dejaste c asa r con Enrique Humanes? ¿Por qué el mismo día que
iba a venir a la v en tan a le m an d aste recado que no viniera?
¡Y lo haría mil veces! ¡Mi sangre no se ju n ta con la
B ernarda:
de los Humanes mientra^ yo viva! Su padre fue gañán.
La P o n cia : ¡ Y a s í t e v a a ti c o n e s o s h u m o s !
B ernarda:
Los tengo porque puedo tenerlos. Y tú no los tienes
porque sabes muy bien cuál es tu origen.
La P o n c i a :
¡No me lo recuerdes! Estoy ya vieja, siempre agradecí
tu protección.
B e r n a r d a : ¡ N o lo p a r e c e !
La P o n c i a :
A Martirio se le olvidará esto.
B ernarda:
Y si no lo olvida peor para ella. No creo que ésta sea
la « c o s a muy g ran d e» que aquí pasa. Aquí no p asa nada. ¡Eso
quisieras tú! Y si pasara algún día estáte segura que no traspasaría
las paredes.
70
ACTO SEGUNDO
CUARTA PARTE
La P o n c ia : ¡ E s o
no lo sé yo! En el pueblo hay gentes que leen
tam bién de lejos los pensam ientos escondidos.
B ernarda:
¡Cómo gozarías de vernos a mí y a mis hijas camino
del lupanar!
La P o n cia :
¡Nadie puede conocer su fin!
B ernarda:
¡Yo sí sé mi fin! ¡Y el de mis hijas! El lupanar se queda
para alguna mujer ya difunta...
La P o n cia :
¡Bernarda! ¡Respeta la m em oria de mi madre!
B ernarda:
¡No me persigas tú con tus malos pensam ientos!
La P o n cia :
Mejor será que no me m eta en nada.
B ernarda:
Eso es lo que debías hacer. Obrar y callar a todo. Es
la obligación de los que viven a sueldo.
La P o n c ia :
Pero no se pu ed e. ¿A ti no te p a r e c e que Pepe
estaría m ejor casado con Martirio o... ¡sí!, con Adela?
B ernarda: N o m e p a r e c e .
La P o n c ia :
Adela. ¡Ésa es la verdadera novia del Romano!
B ernarda:
Las cosas no son nunca a gusto nuestro.
L a P oncia :
Pero les cuesta mucho trabajo desviarse de la verdadera
inclinación. A mí me parece mal que Pepe esté con Angustias, y a las
gentes, y hasta al aire. ¡Quién sabe si se saldrán con la suya!
B ernarda:
¡Ya e s ta m o s otra vez!... Te deslizas para llenarme
de m alos su eñ os. Y no quiero e n te n d e r te , porque si llegara al
alcance de todo lo que dices te tendría que m atar.
La P o n c i a : ¡ N o l l e g a r á l a s a n g r e a l r í o !
B ernarda:
¡A fortu nadam en te mis hijas me resp eta n
y
ja m á s
torcieron mi voluntad!
La P o n cia : ¡ E
so
sí!
P ero en c u a n t o las d e je s s u e l t a s se te
subirán al tejado.
B ernarda:
¡Ya las bajaré tirándoles cantos!
La P o n cia :
¡Desde luego eres la más valiente!
71
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
B ernarda:
¡Siempre gasté sab rosa pimienta!
La P o n c i a :
¡Pero lo que son las cosas!
A
su edad. ¡Hay que ver el
entusiasmo de Angustias con su novio! ¡Y él también parece muy
picado! Ayer me contó mi hijo mayor que a las cuatro y media de la
madrugada, que pasó por la calle con la yunta, estaban hablando
todavía.
B ernarda:
¡A l a s
A ng ustia s:
(E n tran d o.) ¡Mentira!
c u a tro y m ed ia!
La P o n cia : E s o m e c o n t a r o n .
(A A n g u s t i a s .) ¡Habla!
B ernarda:
A ng u stia s:
Pepe lleva más de una se m a n a m arch án d o se a la
una. Que Dios me m ate si miento.
(E n tr a n d o .) Yo t a m b ié n lo s e n t í m a r c h a r s e a las
Ma r t ir io :
cuatro.
Pero, ¿lo viste con tus ojos?
B ernarda:
M a r t ir io :
No q u ise a s o m a r m e . ¿No h a b l á is a h o r a por la
ven tan a del callejón?
A ng ustia s: Y
o
h a b l o p o r la v e n t a n a d e m i d o r m i t o r i o .
(A p a rece
A de l a
en la p u e r t a .)
M artirio :
Entonces...
B ernarda:
¿Qué es lo que pasa aquí?
La P o n c i a :
¡Cuida de en terarte! Pero, desde luego, Pepe esta b a
a las cuatro de la madrugada fuera de tu casa.
B ernarda: ¿ L o s a b e s s e g u r o ?
La P o n cia :
A dela:
Seguro no se sabe nada en esta vida.
Madre, no oiga usted a quien nos quiere perder a todas.
B ernarda:
¡Yo sabré enterarme! Si las gentes del pueblo quieren
levantar falsos testimonios se encontrarán con mi pedernal. No se
hable de este asunto. Hay a veces una ola de fango que levantan los
demás para perdernos.
72
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA|
A mí no me gusta mentir.
Ma rtirio:
La P o n c i a : Y a l g o h a b r á .
No habrá nada. Nací para te n e r los ojos ab iertos.
B ernarda:
Ahora vigilaré sin cerrarlos ya h asta que me muera.
A ng ustia s: Y
B ernarda:
o
te n g o d e re ch o de e n te ra rm e .
Tu no tienes derecho más que a obedecer. Nadie me
traiga ni me lleve. (A
L a P o n c i a .)
Y tú te m etes en los asuntos de
tu casa. ¡Aquí no se vuelve a dar un paso sin que yo sienta!
C riada:
(E n tran d o.) ¡En lo alto de la calle hay un gran gentío y
todos los vecinos están en sus puertas!
B ernarda:
(A
L a P o r c i a .)
¡Corre a e n tera rte de lo que pasa! (Las
m u jeres co rren p a r a salir.) ¿Dónde vais? Siempre os supe m ujeres
v en tan eras y rompedoras de su luto. ¡Vosotras al patio! (S alen y
co n e lla s
A dela,
B ernarda.
S e o y en r u m o r e s le ja n o s . E n tran
M a rtirio
y
q u e s e q u e d a n e s c u c h a n d o y sin a t r e v e r s e a d a r un p a s o
m á s d e la p u e r ta d e sa lid a .)
Martirio :
A dela:
También hubiera hablado yo.
M a r tirio :
A dela:
Agradece a la casualidad que no d esaté mi lengua.
¿Y qué ibas a decir? ¡Querer no es hacer!
Hace la que puéde y la que se adelanta. Tú querías, pero
no has podido.
M artirio : N o s e g u i r á s m u c h o t i e m p o .
A dela: ¡L o t e n d r é t o d o !
M artirio: Y
A dela:
¡De ninguna!
¡Él me quiere para su casa!
M a r tirio :
A dela: Y
o
Martirio:
74
ro m p e ré tu s ab ra z o s.
¡Martirio, déjame!
M artirio:
A dela:
o
¡He visto cómo te abrazaba!
no quería. He sido como arrastrada por una maroma.
¡Primero muerta!
C o m p r e n s ió n lectora
Q
Marca con una X la opción correcta.
1
Bernarda piensa que los que viven a sueldo
a
Q
son parte de la familia.
b
Q
tienen que intervenir en las cosas de familia,
c
Q] saben siempre la verdad,
d
2
3
4
no tienen que ocuparse de las cosas de familia.
La Poncia cree que Bernarda
a
Q
sabe adivinar las cosas porque tiene poderes particulares,
b
Q
sabe leer el pensamiento de las personas,
c
Q
sabe predecir lo que va a pasar,
d
Q
sabe distinguir lo malo de la gente ajena.
Bernarda no quiso que Martirio se casara con Enrique porque
a
Q
era demasiado pobre.
b
[~] pertenecía a una familia enemiga,
c
Q
Martirio no lo quería,
d
Q
Enrique era viudo.
La madre de La Poncia
a
Q
era una prostituta,
b
Q
trabajaba en casa de Bernarda,
c
Q
sigue viviendo en un refugio de ancianos,
d
Q
estuvo encerrada en un psiquiátrico.
O Busca en el texto la frase adecuada por cada situación y escríbela en el
espacio correspondiente.
1
Bernarda quiere impedirle hablar a La Poncia por razones de
oportunidad social.
75
2
Bernarda quiere quemar etapas.
3
La Poncia trata de ayudar a Adela.
4
Bernarda se niega a admitir que el robo del retrato fue algo más
que una broma.
5
Angustias niega haberse quedado con Pepe hasta las 4 y media de
la madrugada.
6
Adela quiere evadirse del tema.
7
Bernarda quiere silenciarlo todo.
8
Angustias quiere enterarse.
9
Adela le recuerda a Martirio que tuvo una posibilidad y que la ha
perdido.
G r a m á t ic a
O Completa las frases con haber, ser o estar. Usa los tiempos verbales en
acuerdo con el sentido del texto.
Dentro de poco, en la familia Alba (1 )........................... una tragedia.
( 2 ) ........................... una tragedia anunciada porque ya ( 3 ) .............................
varias señales del malestar entre las hermanas. La madre
( 4 ) ........................... desesperada porque teme que su poder esté
disminuyendo. La Poncia le recuerda que ( 5 ) .............................una
posibilidad de resolver la situación, pero Bernarda no quiere oír nada:
( 6 ) ........................... lo que ella quiera.
76
P re té rito im p e rfe c to d e s u b ju n tiv o - V e rb o s irre g u la re s
Observa los primeros dos verbos y completa la tabla.
Infinitivo
Pretérito indefinido
Imperfecto de
subjuntivo
hacer
hice
hiciera
ser
fui
fuera
puse
dijera
trajera
pude
saber
0
Completa las frases con los verbos de la tabla conjugados según el
contexto.
1
Si las paredes.............................hablar, contarían muchos secretos.
2
Según Bernarda, La Poncia querría que todo el mundo
.............................lo que está pasando en la casa.
3
La Poncia, en cambio cree que si no l e .............................la verdad no
sería sincera con ella.
4
Si Angustias.............................un poco más lista, se enteraría de las
visitas de Pepe a Adela.
5
Si Martirio.............................el retrato aquí ahora mismo, la
perdonaría.
6
Sería mejor para todos s i .............................como digo yo: Adela tiene
que casarse con Pepe.
7
—¿Qué te dijo Bernarda?
—Q ue.............................el vestido en el armario.
8
S i .............................hombre me iría de esta pueblo de muertos en
vida.
77
en Granada
La noche entre el 19 y el 20 de agosto de 1936 Federico García Lorca,
junto con un maestro de escuela y dos banderilleros anarquistas, fue
llevado a la Fuente de las lágrimas (Viznar) para ser fusilado. El poeta
Antonio Machado 1, así describe los últimos momentos de la vida del
amigo, primera víctima de la guerra civil española: «Se le vio caminar.
Labrad, amigos, / de piedra y sueño, en el Alhambra, / un túmulo al poeta, /
sobre una fuente donde llore el agua, / y eternamente diga: / e l crimen fu e en
Granada, / ¡en su Granada!».
En febrero del mismo año, el Frente popular (formación electoral de
izquierdas) había conseguido una reducida mayoría en las elecciones
generales, repitiendo el éxito de 1931. Se retomó el hilo de radicales
reformas en un clima de general tensión, marcado por el aumento
exponencial de la violencia política de una parte y de otra. Al
asesinato de un teniente de la Guardia de Asalto republicana por
cuatro falangistas, se respondió con el atentado contra uno de los
líd eres de las d erech as, José C alvo Sotelo. El 16 de ju lio , el
levantamiento de las tropas en Melilla (Marruecos) al mando del
general Francisco Franco fue la señal del comienzo de la Guerra civil,
destinada a prolongarse durante tres años y a dejar un rastro de
medio m illón de muertos. Federico García Lorca vive esta fase
convulsionada en Madrid. Testigos (entre ellos el poeta chileno Pablo
Neruda, en ese entonces cónsul de Chile) nos lo pintan aterrorizado,
1.
A n t o n io M a c h a d o R u iz (1875-1939) : u n o de los m i e m b r o s m á s
r e p r e s e n t a t i v o s de la G e n e r a c ió n de ‘98. El crim en f u e en G ra n a d a
es el t ít u l o de la p o e s í a d e d i c a d a a G a rcía Lorca.
78
determinado a «marcharse a casa». El día 17 de julio viaja en tren para
Granada. Ni sospecha que se está entregando a las garras del león.
En efecto, la ciudad andaluza ya ha caído bajo el pleno control de las
tropas nacionalistas. El palacio del Gobierno se ha convertido en un
calabozo en el que se practica la tortura a cargo de los vencidos. Entre
las víctimas, el cuñado del poeta, Manuel Fernández Montesinos,
recién nombrado al frente del Ayuntamiento. Federico García Lorca
se refugia en la Huerta de San Vicente, propiedad de la familia.
Se viven días de pánico: empieza la «caza a los rojos», se multiplican
los fusilamientos masivos. Federico tiene presagios de tragedia.
Demasiadas han sido sus declaraciones de apoyo a la República, de
solidaridad hacia el movimiento obrero, de profesión de antifascismo
m ilitante. En una en trevista a un p eriódico granadino, había
denunciado a la «clase media ciudadana como la peor del País».
Muerte de un miliciano (1936) de Robert Capa.
En otra ocasión se había definido «español integral», orgulloso de no
haber contraído el virus del nacionalismo: «Ya que antes soy -d ecíahombre del mundo y hermano de todos». Concluyendo: «El chino
bueno está más cerca de mí que el español malo». Y todo esto sin
olvidar su homosexualidad declarada, que le expone a la represión
de los nuevos dueños machis tas de la ciudad.
Cuando la amenaza le parece ya insostenible, se escapa de la Huerta
para refugiarse en casa de su joven amigo, el poeta Luis Rosales,
adepto del movimiento falangista.
Sin embargo, el día 16 de agosto un coche se detiene frente a su
refugio. Entre los ocupantes, Juan Luis de Trescastro, lejano pariente
de su padre e íntimo amigo de familias «enemigas» de los Lorca
(entre ellas, los Alba, los mismos retratados en La casa).
Lo llevan a la cárcel por «espía ruso», aunque todo el mundo sabe que
su encarcelamiento se debe a varias causas, políticas y privadas (como
demostrarían las obscenas palabras de Trescastro para reivindicar el
asesinato: «le he pegado dos tiros en el culo, por maricón2»).
2.
m a r ic ó n : h o m o s e x u a l .
80
Escribe el irlandés Ian Gibson, mayor biógrafo del poeta granadino:
«Lorca era envidiado por sus dones. Tenía dinero. Tenía éxito.
Cuando los militares tomaron el poder era solo cuestión de tiempo.
Un homosexual liberal con éxito no se podía tolerar en la España de
Franco».
«Se le vio, caminando entre fusiles, / por una calle larga, / salir al campo
frío, /aún con estrellas de la madrugada. / Mataron a Federico / cuando la luz
asomaba. / El pelotón de verdugos / no osó mirarle la cara. [...]/ El crimen fue
en Granada / ¡en su Granada!»
Viejo republicano en peregrinaje al Parque Federico García Lorca
de Viznar donde Federico fue ejecutado.
81
Ordena cronológicam ente
numerándolos de 1 a 6.
a
Q
los
siguientes
acontecim ientos
Levantamiento del cuartel de Melilla
b Q
Lorca viaja en tren de Madrid a Granada,
c
Estada del poeta en la casa de los hermanos Rosales,
Q
d Q
Empieza la caza a los «rojos».
e
Q
Victoria del Frente popular en las elecciones generales,
f
Q
Estada del artista en la Huerta de San Vicente.
Relaciona los elementos de los tres grupos según el contenido del
texto.
1
2
]] Q
Luis Rosales
| | | |José Luis Trescastro
3
[] Q] Manuel Fernández Montesinos
4
] Pablo Neruda
5
] Ian Gibson
6
7
|
José Calvo Sotelo
] General Francisco Franco
•
A al frente del cuartel de
Melilla Marruecos
a
B amigo poeta
c
b amigo de Federico
C jefe de derechas
D pariente del poeta
futuro dictador
historiador de la vida y
obra de FGL
E crítico irlandés
d le dio hospitalidad en su
casa de Granada
F
cuñado de Federico,
alcalde de Granada
e
responsable de su
asesinato
G poeta y cónsul de Chile
f
asesinado
g
asesinado antes del
estallido de la guerra civil
P R IM E R A PARTE
(Al le v a n ta r s e el teló n h a y un g r a n silen cio , in terru m p id o p o r el
ru ido d e p la t o s y cu b ierto s.)
B ernarda:
A dela:
Ya hemos comido.
Voy a llegarme h asta el portón para estirar las piernas
y tom ar un poco el fresco.
A m elia: Y
o
Martirio:
A dela:
(M agdalena
se s ie n ta .)
v o y co n tig o.
Y yo.
(Con o d io c o n te n id o .) No me voy a perder.
A m elia:
(S a le n .
La noche quiere compañía.
B ernarda
se s i e n t a y
A
n g u st ia s
e s t á a r r e g l a n d o la
m e s a .)
B ernarda:
Ya te he dicho que quiero que hables con tu herm ana
Martirio. Lo que pasó del retrato fue una broma y lo debes olvidar.
A ng ustia s:
Usted sabe que ella no me quiere.
B ernarda:
Cada uno sabe lo que piensa por dentro. Yo no me
m e to en los co ra z o n e s, pero quiero buen a fa c h a d a y arm on ía
familiar. ¿Lo entiendes?
A n g u stia s:
Sí.
B ernarda:
¿A qué hora term in a ste anoche de hablar?
83
XA CASA DE "BERNARDA ALBA
A ng ustia s:
A las
B ernarda:
¿Qué cuenta Pepe?
A ng ustia s:
d oce y m ed ia.
Yo lo encuentro distraído. Me habla siempre como
pensando en otra cosa. Si le pregunto qué le pasa, me c on testa:
«Los hom bres ten em os n uestras preocupaciones».
No le debes preguntar. Y cuando te cases, menos.
B ernarda:
Habla si él habla y míralo cuando te mire. Así no tendrás disgustos.
A ng ustia s: Y
o
c r e o , m a d r e , q u e él m e o c u l t a m u c h a s c o s a s .
B e r n a r d a : N o p r o c u r e s d e s c u b r i r l a s , n o le p r e g u n t e s y , d e s d e
lu e g o , q u e n o t e v e a llo ra r j a m á s .
A ng u stia s:
Debía e s ta r c o n ten ta y no lo estoy.
B e r n a r d a : E s o e s lo m i s m o .
A ng u stia s:
Muchas veces miro a Pepe con mucha fijeza y se me
borra a trav és de los hierros, como si lo tapara una nube de polvo
de las que levantan los rebaños.
B e rn ard a: E so s o n c o s a s d e d e b i li d a d .
A n g ustia s:
¡Ojalá!
B ernarda:
¿Viene e s ta noche?
A ng ustia s:
No. Fue coa su madre a la capital.
B ernarda: A sí n o s a c o s t a r e m o s a n t e s .
(.E ntran
A dela, Ma r t ir io / A
A ng ustia s:
A dela:
Buenas noches.
¿Ya te acu e sta s?
A ng ustia s:
A dela:
m e l i a .)
Sí, es ta noche no viene Pepe. (S ale.)
¡Qué noche más hermosa! Me gustaría quedarme h asta
muy tarde para disfrutar el fresco del campo.
B ernarda:
A m elia:
Buenas noches. (Se va.)
B ernarda:
84
Pero hay que acosta rse.
Andar v oso tras tam bién.
ACTO TERCERO
PRIMERA PARTE
¿Cóm o
M a r t ir io :
es
que e s t a n o c h e no v ie n e el n ov io de
Angustias?
Fue de viaje.
B ernarda:
M a r t i r i o : ( M irando
A dela:
a
A d e l a .) ¡ A h !
H asta m añana.
( M artirio
b e b e a g u a y s a le le n ta m e n te
m ira n d o h a c ia la p u e r ta d el co rra l. E n tra
La P o n cia :
¿E stás todavía aquí?
B ernarda:
Disfrutando este silencio
L a P o n c i a .)
y
sin lograr ver por parte
alguna «la cosa tan grande» que aquí pasa, según tú.
La P o n cia:
Bernarda, dejem os esa conversación.
B ernarda:
En e s ta casa no hay ni un sí ni un no. Mi vigilancia lo
puede todo.
No pasa nada por fuera. Eso es verdad. Tus hijas
La P o n cia:
e s tá n y viven com o m etid a s en a la c e n a s L Pero ni tú ni nadie
puede vigilar por el interior de los pechos.
Mis hijas tienen la respiración tranquila.
B ernarda:
La P o n c ia : E s o t e i m p o r t a a t i , q u e e r e s s u m a d r e . A m í , c o n
serv ir tu c a s a te n g o b a s ta n te .
B ernarda:
Ahora te has vuelto callada.
La P o n c i a :
Me estoy en mi sitio, y en paz.
B ernarda:
Lo que pasa es que no tien es nada que decir. Si en
e s ta casa hubiera hierbas, ya te encargarías de tra e r a p astar las
ovejas del vecindario.
La P o n c i a : Y
B ernarda:
o
t a p o m á s d e lo q u e t e f i g u r a s .
¿ S ig u e tu hijo v ien do a Pepe a las c u a t r o de la
m añ ana? ¿Siguen diciendo todavía la mala letanía de e s ta c a sa?
La P o n c i a : N o d i c e n n a d a .
1.
a la c e n a s : a r m a r i o s , a q u í se u s a e n el s e n t i d o de e n c e r r a d a s .
85
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA
Porque no pu eden . P orque no
B ernarda:
hay
c a r n e donde
morder. ¡A la vigilancia de mis ojos se debe esto!
La P o n c ia :
B ern a rd a , yo no quiero h a b la r porque t e m o tu s
intenciones. Pero no es té s segura.
B ernarda:
¡Segurísima!
La P o n cia:
¡A lo mejor, de pronto, cae un rayo! ¡A lo mejor, de
pronto, un golpe de sangre te para el corazón!
B ernarda:
Aquí no p a s a n a d a . Ya e s t o y a l e r t a c o n t r a tu s
suposiciones.
La P o n c i a : P u e s m e j o r p a r a t i .
B ernarda: ¡N o f a l t a b a m á s !
(E n tra n d o .) Ya term in é de freg a r los platos. ¿Manda
C riada:
usted algo, Bernarda?
Nada. Yo voy a descansar.
B ernarda:
La P o n cia : ¿ A q u é h o r a q u i e r e q u e la l l a m e ?
B ernarda:
A ninguna. Esta noche voy a dormir bien. (Se va.)
La P o n c ia :
Cuando una no puede con el m ar lo m ás fácil es
volver las espaldas para no verlo.
C riada: E s t a n o r g u l l o s a q u e e l la m i s m a s e p o n e u n a v e n d a e n
los o jo s.
La P o n c ia : Y
o
no puedo h a c e r nada. Quise a t a ja r las c o sa s ,
pero ya me asustan demasiado. ¿Tú ves este silencio? Pues hay
una to rm en ta en cada cuarto. El día que estallen nos barrerán a
todas. Yo he dicho lo que tenía que decir.
C riada:
Bernarda cree que nadie puede con ella
y
no sabe la
fuerza que tiene un hombre entre m ujeres solas.
La P o n c i a :
No es toda la culpa de Pepe el Romano. Es verdad
que el año pasado anduvo detrás de Adela, y e s ta b a loca por él,
pero ella debió es ta rs e en su sitio y no provocarlo. Un hombre es
un hombre.
86
EA CASA DE 'BERNARDA ALBA
C riada:
j
Hay quien cree que habló muchas noches con Adela.
La P o n c i a : E s v e r d a d . ( E n
voz b a ja .)
Y o tra s cosas.
C r i a d a : N o s é lo q u e v a a p a s a r a q u í .
L a P o n c i a : A m í m e g u s t a r í a c r u z a r el m a r y d e j a r e s t a c a s a d e
g u e rra ..
C riada:
Bernarda es tá aligerando la boda
y
es posible que nada
pase.
Las c o sa s se han puesto ya d em asiado m aduras.
La P o n cia :
Adela e s tá decidida a lo que sea, y las demás vigilan sin descanso.
C riada:
¿Y Martirio tam bién ?
La P on cia :
Ésa es la peor. Es un pozo de v en en o. Ve que el
Rom ano no es para ella y hundiría el mundo si estu viera en su
mano.
C riada: ¡ E s q u e s o n m a l a s !
L a P oncia :
Son mujeres sin hombre, nada más. En estas cuestiones
se olvida h a sta la sangre. ¡Chisss! (E scu ch a.)
C riada:
¿Qué pasa?
La P o n c ia :
C riada:
(Se lev a n ta .) Están ladrando los perros.
Debe haber pasado alguien por el portón.
C o m p r e n s ió n lectora y auditiva
Q
S3Sr Q
Contesta a las preguntas.
1
¿Qué Ies dice Adela a sus hermanas para evitar su incómoda
compañía?
2
¿Martirio responde con una expresión proverbial. ¿Cuál?
3
¿Cómo define Bernarda el robo del retrato?
4
Según Angustias, ¿por qué Martirio robó el retrato?
5
¿Quién entre Bernarda y La Poncia está aparentemente más
tranquila?
6
¿Con quién se había encaprichado Pepe algunos años atrás?
7
¿Quién es, para La Poncia, la hermana más amargada de la vida?
Prudencia, una vecina de Bernarda, ha venido a visitarla. Escucha este
fragmento del texto original y completa con las palabras que faltan.
P r u d e n c ia :
B ernarda:
Y Angustias, ¿cuándo se casa?
Vienen a (1 )
P r u d e n c ia :
¡Estarás contenta!
A n g u s t ia s :
¡Claro!
A m e l ia :
(A M a g d a l e n a ) ¡Ya has ( 2 ) ........................... la sal!
M ag dalen a:
A
m e l ia :
dentro de tres días.
Peor ( 3 ) .............................que tienes no vas a tener.
Siempre trae mala ( 4 ) .............................
B ernarda:
¡Vamos!
P r u d e n c ia :
(A A n g u s t ia s .) ¿Te ha regalado ya el ( 5 ) ............................?
A n g u s t ia s :
Mírelo usted.
Es precioso. Tres perlas. En mi tiempo las perlas
significaban ( 6 ) .............................
P r u d e n c ia :
A n g u s t ia s :
A
Pero ya las cosas han cambiado.
Y o creo que no. Las cosas significan siempre lo mismo. Los
anillos ( 7 ) .............................deben ser de( 8 ) ...............................
dela:
P r u d e n c ia : E s m á s p r o p i o .
89
B ernarda :
Con perlas o sin ellas las cosas son como una se las
(9 ).........................
M artirio :
O como ( 1 0 ) .......................... (11)...............................
P rudencia : L os
B ernarda :
(12)............................. m e
h a n dich o q ue so n p re c io s o s .
Dieciséis mil reales he gastado.
P rudencia : L o
(13)........................... e s
q u e t o d o s e a p a r a b ie n .
Que nunca se sabe.
i
B ernarda : N o (1 4 ) ........................... p a r a
A dela :
q u e n o lo s e a .
B9§f O VueIve a escuchar y comprueba tus respuestas. Luego adivina el refrán
al que se alude en el texto.
El hom bre.............................y Dios..............................
G r a m á tic a
Ordena las siguientes frases según el texto.
1
Yo / buena fachada. / armonía familiar / quiero / pero / no me
meto / y / en los corazones
2
Yo / habla / lo encuentro. / Me / otra cosa / pensando en / distraído
3
hasta / el fresco / Voy / p^ra / estirar / el portón / y / tomar / un
poco / las piernas.
4
Ya / que / quiero / fue / una broma / lo del retrato / que / hables /
con tu hermana / y que / Martirio. / te he dicho
O ra c io n e s c o n c e s iv a s c o n aunque
Son oraciones en que se indica un obstáculo que impide la realización de
la acción indicada por el verbo de la oración principal.
Quiero casarm e / mi m ad re no quiere.
El conector a u n qu e, que une las dos frases, puede ir acompañado por un
verbo en indicativo o en subjuntivo.
90
Toma nota:
— se usa el indicativo cuando el hablante introduce una información
nueva para el oyente.
Aunque mi madre no quiere , me casaré igual.
— se usa el subjuntivo cuando el oyente ya conoce la información dada
por el hablante.
Aunque mi madre no quiera, me casaré igual.
Q Conjuga los verbos entre paréntesis en indicativo o subjuntivo.
Estoy harta de Bernarda. Creo que nos está tratando muy
mal. Aunque 1 (trabajar) ........................... como locas tú y yo,
siempre se queja de nosotras.
La P oncia :
Sí ya lo sé. Y ¿qué tal vuestra conversación sobre Pepe y
Angustias?
C riada:
Dice que está tranquila aunque hoy, cuando tú no estabas,
2 (decirleyo a ella) ........................... que un golpe de sangre
improviso le va a partir el corazón.
La P oncia :
Es que, ya sabes, aunque 3 (seguir)
mismo, no te va a creer. Ella siempre va vigilando.
C r ia d a :
diciéndole lo
Sí, pero aunque 4 (vigilar) ........................... todo el día, no
podrá impedir la tragedia.
La P o n cia :
Aunque 5 (vigilar) ........................... hasta su muerte, no puede
ver en el corazón de sus hijas.
C r ia d a :
E x p re s ió n escrita
Tras haber cenado, la familia se divide en dos grupos. Adela, Amelia y
Martirio se van y Bernarda se queda charlando en casa con Angustias..
Escribe un texto (150-200 palabras, 15-20 líneas) y explica cuál es la
actitud de las cuatro hermanas citadas y la de Bernarda. Puedes usar
los sustantivos del recuadro.
tranquilidad confusión incertidumbre sospechas ganas de libertad
ingenuidad comportamiento obsesión apariencias
91
SEGUNDA P A R T E
(E ntra
A dela
La P o n c i a : ¿ N
A dela:
o
te h ab ías a c o s ta d o ?
Voy a beber agua. (B e b e en un v a so d e la m e s a .)
La P o n c i a : Y
A dela:
C riada:
o
te su p o n ía d o rm id a.
Me despertó la sed.
Y
vosotras, ¿no descansáis?
Ahora.
La P o n c ia :
E ntra
en e n a g u a s b la n c a s y corp iñ o.)
Vám onos. (S a len . La e s c e n a q u e d a c a s i a o s c u r a s .
María J o s e fa
M aría J o s e f a :
con u n q o v eja en los b ra z o s.)
Ovejita, niño mío,
vám onos a la orilla del mar.
La hormiguita e s ta rá en su puerta,
yo te daré la t e t a y el pan.
(Se va c a n ta n d o . E ntra
A dela.
p o r la p u e r ta d el co rra l. E n tra
Mira a un la d o y o tro y d e s a p a r e c e
M a r t ir i o
p o r o tr a p u e r ta y q u e d a en
el c e n tro d e la e s c e n a . S e cu b r e con un p e q u e ñ o m a n tó n n e g r o d e
ta lle.)
Martirio :
Abuela, ¿dónde va usted?
M aría J o s e f a :
M ar tir io :
92
¿Vas a abrirme la puerta? ¿Quién eres tú?
¿Cómo es tá aquí?
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
M ar í a J o s e f a :
M artirio:
Me escapé. ¿Tú quién eres?
Vaya a acostarse.
M aría J o s e f a :
Tú e re s Martirio, ya te veo. Martirio, c a ra de
martirio. ¿Y cuándo vas a ten er un niño? Yo he tenido éste.
Martirio:
¿Dónde cogió esa oveja?
M ar í a J o s e f a :
Ya sé que es una oveja. Pero, ¿por qué una oveja
no va a ser un niño? Mejor es ten er una oveja que no ten er nada.
Bernarda, cara de Ieoparda. Magdalena, cara de hiena.
M a rtirio: N o d é v o c e s .
M ar í a J o s e f a :
Pepe el Romano es un gigante. Todas lo queréis.
Pero él os va a devorar, porque vosotras sois granos de trigo. No
granos de trigo, no. ¡Ranas sin lengua!
M artirio:
Vamos, váyase a la cam a. (La e m p u ja .)
M ar í a J o s e f a :
Martirio :
Sí, pero luego tú me abrirás, ¿verdad?
De seguro.
M aría J o s e f a :
(L loran d o.)
Ovejita, niño mío,
vám onos a la orilla del mar.
La hormiguita e s tá en#su puerta,
yo te daré la t e t a y el pan.
( S a le .
J osefa/
M a r t ir io
c i e r r a la p u e r t a p o r d o n d e h a s a l i d o
M aría
s e d irig e a la p u e r ta d el co rra l. A llí v acila, p e r o a v a n z a d o s
p a s o s m á s.)
M artirio:
(En voz b a ja .) Adela. (P au sa. A van za h a s t a la m ism a
p u e r t a . En v o z a l t a . ) ¡A dela! ( A p a r e c e
d e s p e in a d a .)
A dela:
¿Por qué me buscas?
M artirio:
A dela:
94
¡Deja a ese hombre!
¿Quién eres tú para decírmelo?
A
dela.
V ie n e un p o c o
SEGUNDA PARTE
M a r tirio : N o
A dela:
es ése el sitio de una mujer honrada.
¡Con qué ganas te has quedado de ocuparlo!
M a r t ir io :
Ha llegado el m o m e n to de que yo hable. Esto no
puede seguir así.
A dela:
Esto no es más que el comienzo. He tenido fuerza para
a d e la n ta rm e . El brío y el m érito que tú no tie n e s . He visto la
m uerte debajo de e s to s te c h o s y he salido a buscar lo que era
mío, lo que me pertenecía.
M a r tirio :
(En voz b a ja .) Ese hombre sin alma vino por otra. Tú
te has atravesado.
A dela:
Vino por el dinero, pero sus ojos los puso siempre en
mí.
Martirio :
(D e s e s p e r a d a .) Yo no permitiré que lo arreb a tes. Él
se casa rá con Angustias.
A dela:
Sabes m ejor que yo que no la quiere.
Martirio: L o s é .
A dela:
Sabes, porque lo has visto, que me quiere a mí.
M a r tirio :
A dela:
Sí.
Me quiere
Ma r tir io :
a
mí, me quiere
a
mí.
Clávame un cuchillo si es tu gusto, pero no me lo
digas más.
A dela:
Por eso procuras que no vaya con él. No te importa que
ab race a la que no quiere. A mí, tam p oco. Ya puede e s ta r cien
años con Angustias. Pero que me abrace a mí se te hace terrible,
porque tú lo quieres también, ¡lo quieres!
M a r t ir i o :
¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos.
¡Sí! D é ja m e que el pech o se me rom p a co m o una g ra n a d a de
amargura. ¡Le quiero!
A dela:
(En un a r r a n q u e , y a b r a z á n d o la .) Martirio, Martirio, yo
no tengo la culpa.
95
TA CASA DE 'BERNARDA ALBA
M a r t ir io :
¡No me a b races! No quieras ablandar mis ojos. Mi
sangre ya no es la tuya, y aunque quisiera verte como herm ana
no te miro ya más que como mujer. (La r e c h a z a .)
A
dela
:
A q uí no h a y n in g ú n r e m e d i o . La q u e t e n g a q u e
ahogarse que se ahogue. Pepe el Romano es mío. Él me lleva a los
juncos de la orilla.
M artirio: ¡N o s e r á !
A dela:
Ya no a gu anto el h orror de e s to s t e c h o s después de
haber probado el sabor de su boca. Seré lo que él quiera que sea.
Todo el pueblo con tra mí, quemándome con sus dedos de lumbre,
perseg u id a por los que dicen que son d e c e n t e s , y me pondré
d elan te de to d o s la co ro n a de esp in as que tie n e n las que son
queridas de algún hombre casado.
Martirio:
A d ela: S í,
¡Calla!
sí.
Vamos a dormir, vamos a dejar que se case con
Angustias. Ya no me importa. Pero yo me iré a una c a sita sola
donde él me verá cuando quiera, cuando le venga en gana.
M artirio: E so n o p a s a r á m i e n t r a s y o t e n g a u n a g o t a d e s a n g r e
e n el c u e r p o .
A dela: N o a ti, q u e e r e s d é b il: a u n c a b a ll o e n c a b r i t a d o s o y
c a p a z d e p o n e r d e r o d i l l a s c o n la f u e r z a d e m i d e d o m e ñ i q u e .
(Se o y e un silb id o y
A dela
corre a la p u e r t a , p e r o
M artirio
se le
p o n e d e la n te .)
M artirio:
A dela:
¡Quítate de la puerta!
Martirio:
A dela:
¿Dónde vas?
¡Pasa si puedes!
¡Aparta! (L ucha.)
Martirio :
(A v o ces.) ¡Madre, madre!
A d e l a : ¡ D é j a m e ! (A p a r e c e B e r n a r d a e n
n eg ro .)
96
e n a g u a s con un m a n tó n
>
SEGUNDA PARTE
Q uietas, q u ie ta s. ¡Qué p o b rez a la mía, no poder
B ernarda:
ten er un rayo entre los dedos!
(S e ñ a l a n d o a
M a r t ir io :
A
d e l a .)
¡E s t a b a con él! ¡Mira e s a s
enaguas llenas de paja de trigo!
¡Esa es la cam a de las mal nacidas! (Se d irig e fu r io s a
B ernarda:
h a c ia
A
A d e l a .)
dela:
presidio!
( H a c ié n d o le f r e n t e ) ¡Aquí se a c a b a r o n las v o c e s de
( A dela
a r r e b a t a un b a s tó n a su m a d r e y lo p a r t e en dos.)
Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso
más. ¡En mí no manda nadie más que Pepe! (E ntra
¡Adela! (E n tran
Magdalena:
A dela:
La P o n c i a / A
Yo soy su m u jer. (A
M a g d a l e n a .)
n g u s t i a s .)
A n g u s t i a s .)
E n t é r a t e tú y ve al
corral a d ecírselo. Él dom inará tod a e s ta ca sa. Ahí fu e ra e s tá ,
respirando como si fuera un león.
¡Dios mío!
A n g u stia s:
¡La e s c o p e t a ! ¿ D ó n d e e s t á la e s c o p e t a ? (S a le
B ernarda:
co rrien d o . A p a r e c e
A m e l ia
p o r el fo n d o , q u e m ira a te r r a d a , con la
c a b e z a s o b r e la p a r e d . S a le d e tr á s
A dela:
M a r t i r i o .)
¡Nadie podrá conmigo! (Va a salir.)
A n g u st ia s;
(S u je tá n d o la .) De aquí no sales con tu cuerpo en
triunfo, ¡ladrona! ¡deshonra de nuestra casa!
Magdalena:
¡Déjala que se v aya donde no la v e a m o s nunca
más! (S u en a un d isp a ro .)
B ernarda:
M a r tirio :
A dela:
(E n tran d o.) Atrévete a buscarlo ahora.
(E n tran d o.) Se acabó Pepe el Romano.
¡Pepe! ¡Dios mío! ¡Pepe! (S a le co rrien d o .)
La P o n c i a :
Martirio:
B ernarda:
¿Pero lo habéis m atad o?
¡No! ¡Salió corriendo en su jaca!
Fue culpa mía. Una mujer no sabe apuntar.
Ma gdalen a:
¿Por qué lo has dicho en to n ces?
97
*
■
XA CASA DE B E R N A R D A ALBA
¡Por ella! Hubiera volcado un río de sangre sobre su
M a r tirio:
cabeza.
La P o n cia : M a l d i t a .
Magdalena:
B ernarda:
¡Endemoniada!
Aunque es m ejor así. (Se o y e c o m o un g o lp e .) ¡Adela!
¡Adela!
La
B
P oncia:
(En la p u erta .) ¡Abre!
A bre. No c r e a s que los m u r o s d e f ie n d e n de la
ernarda:
vergüenza.
C riada:
(E n tran d o.) ¡Se han levantado los vecinos!
¡Abre, porque echaré abajo la puerta! ¡Adela! ¡Trae
B ernarda:
un m artillo!
( L a P oncia
d a un e m p u jó n y e n tr a . Al e n t r a r d a un
g r ito y sa le .) ¿Qué?
La P o n cia :
fin!
(L as
(Se llev a las m a n o s al cu ello.) ¡Nunca ten gam os ese
h e r m a n a s s e e c h a n h a c ia a t r á s . La
B ernarda d a
C riada
se s a n tig u a .
un g r ito y a v a n z a .) ¡No entres!
B ernarda: N o . ¡Y o
no! Pepe: irás corriendo vivo por lo oscuro
de las alam edas, pero otro día caerás. ¡Descolgarla! ¡Mi hija ha
m uerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestidla como si fuera una
doncella. ¡Nadie dirá nada! ¡Ella ha m uerto virgen! Avisad que al
am an ecer den dos clam ores las cam panas.
M a r tirio :
Dichosa ella mil veces que lo pudo tener.
B ernarda: Y
no quiero llantos. La m uerte hay que mirarla cara
a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! (A o t r a h ija .) Las lágrim as
cuando e s t é s sola. ¡Nos h undirem os to d a s en un m ar de luto!
Ella, la hija m e n o r de B e rn a rd a Alba, ha m u e rto v irgen. ¿Me
habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio!
I
98
C o m p r e n s ió n lectora
¿Qué opinas? Lee y contesta.
0
1
La Poncia exortó a Adela a que esperara porque Angustias se
moriría después de su primer parto. ¿Crees que habría sido mejor
seguir su consejo? Justifica tu opinión.
2
¿Por qué García Lorca pinta a María Josefa como una loca? ¿Qué
ventaja le da el hecho de ser enajenada?
3
Comenta las palabras de la anciana y reflexiona. ¿Ha cambiado en
algo respecto a la primera vez que ha aparecido? Justifica tu
opinión.
4
¿En qué se parece a Adela?
¿Qué simbolizan los elementos de la lista? Elige, entre las palabras del
recuadro, las que consideres más adecuada y escríbelas en el espacio
correspondiente.
el deshonor el poder el dolor el castigo
la pasión el deseo la maternidad
1
La sed de Adela:
2
La oveja de María Josefa :
3
El cuchillo de Martirio:
4
Los dedos de lumbre de la gente del pueblo:
5
El rayo de Bernarda:
6
El bastón que rompe Adela:
7
El león que respira:
99
Q Reflexiona y contesta.
1
Fíjate en los movimientos de los personajes: ¿qué rep resen ta
la casa?
2
Dos p ersonajes repiten obsesivam ente que quieren salir:
¿adonde quieren irse?
3
¿Qué significa la referen cia de Martirio a las «enaguas llenas
de paja de trigo» de su herm ana Adela? ¿Qué quiere que sepa
la m adre?
4
¿Qué significado asume la ruptura del bastón de Bernarda?
5
¿Quién ejerce ahora el poder sobre Adela?
....... r..............................
Q Imagina que, el día después de la tragedia, la policía vuelve a la casa de
Bernarda Alba. Contesta a las preguntas.
Entonces señorita Angustias, ¿dónde estaba Ud. cuando se
oyó el disparo?
C o m is a r io :
A
n g u s t ia s :
( 1 ) ...............................................................................................................................................................
C o m is a r io :
¿Por qué? ¿Qué hebía pasado?
A
( 2 ) ..........................................................................................................
n g u s t ia s :
¿Y qué dijo vuestra madre cuando volvió con la escopeta en
la mano?
C o m is a r io :
A
n g u s t ia s :
( 3 ) ..........................................................................................................
C o m is a r io : Y
M a r t ir io :
qué
salió detrás de su madre?
(4) ...........................................................................................................
C o m is a r io :
M a r t ir io :
Ud. señorita Martirio, ¿por
¿Y vio que mataba a Pepe?
( 5 ) ............................................................................................................
Entonces ¿por qué dijo que se había acabado con Pepe el
Romano?
C o m is a r io :
100
M a r t ir io : ( 6 )
.................................................................................................................................................................
Fue por eso entonces que Adela salió corriendo. Pero señora
Alba, ¿lo mató o no?
C o m is a r io :
B
ern ard a:
(7) ..........................................................................................................
Pero Adela pensó que había muerto. ¿No se siente culpable
de la muerte de su hermana, señorita Martirio?
C o m is a r io :
M a r t ir io : ( 8 )
.................................................................................................................................................................
G r a m á t ic a
El e s tilo in d ire c to (1)
Cuando reproducimos las palabras de otra persona, las transformamos.
Estas transformaciones afectan los tiempos verbales. Si refiero una
intención futura y en el momento en que la cuento ya ha pasado el
tiempo al que se refiere, se usa el condicional simple.
Bernarda dijo: «Ahora cojo la esco p eta y le disparo».
Bernarda dijo que cojería la esco p eta y le dispararía.
Q Refiere estas frases en discurso indirecto.
1
Adela dijo: «Voy a beber agua».
2
María Josefa preguntó: «¿Me abrirás la puerta?».
3
María Josefa afirmó: «Pepe el Romano os devorará».
4
Pepe el Romano me prometió: «Te querré eternamente».
5
Adela gritó: «¡Yo me pondré delante de todos la corona de espinas!».
101
El e s tilo in d ire c to (2)
Si se trata de una orden, un consejo o una petición, la frase que se
refiere se introduce con qu e y el verbo va en subjuntivo presente o
imperfecto.
0
Hoy
Esta mañana
Ayer
¡D escolgadla!
B ernarda m an d a qu e
la descolguem os.
¡D escolgadla!
Bernarda ha m andado
qu e la descolguem os.
¡Descolgadla!
Bernarda m andó que
la descolgáram os.
Refiere estas frases en discurso indirecto
1
Hoy Martirio me ha dicho: «¡Váyase a la cama!».
2
Esta tarde Martirio me ha aconsejado: «¡Deja a ese hombre!».
3
Ayer Adela me gritó: «Quítate de la puerta» y yo le contesté «Pasa
si puedes».
4
Cuando vio a su hija, Bernarda ordenó: «¡Llevadla a su cuarto y
vestidla como si fuera una doncella!».
L é x ic o
Q
El día después del funeral de Adela, Bernarda se desahoga con el cura.
Completa el texto.
Es duro vivir sin (1 ).............................y con cinco ( 2 ) ............................ ,
Padre. Muy duro. Y en un pueblo donde todos te miran, y hablan y te
critican. Es cierto, no quise que ( 3 ) .............................se casara con
( 4 ) .............................porque no soportaba que mi sangre se mezclara
I
102
con la de una ( 5 ) .............................enemiga. Y el resultado fue que le
llené las venas de veneno a mi hija. Quería que ( 6 ) .............................se
casara con ( 7 ) .............................porque era la única que tenía dinero.
Sabía que algo había pasado entre Pepe y ( 8 )
Lo sabía.
Pero cuando ( 9 ) .............................trató de abrirme los ojos, no quise
escucharla. Los ( 1 0 ).............................tienen que estar en su lugar, no
meterse en los asuntos de familia. (11).............................siempre ha sido
una rebelde. Era la más (12 ).............................y quería vivir. No sabía que
una mujer nunca puede seguir sus deseos. Vivimos en un mundo
dominado por los (13)...............................Y eso no va a cambiar nunca,
Padre, nunca. Me encerraré con mis cuatro hijas para siempre. Este es
nuestro ( 1 4 )............................... Este es el destino de las mujeres.
E x p re s ió n escrita y oral
Comenta las palabras de Bernarda del ejercicio 1 de léxico.
DELE
Q Vuelve a leer la última parte del texto. Escribe un breve artículo de
opinión para criticar la actitud de Bernarda. Inventa un título que
resuma tu posición (150-200 palabras, 15-20 líneas).
Q Toma el papel de estos personajes y describe la última escena desde su
punto de vista. Usa los verbos indicados.
ver a Adela, acostarme, despertarme, preguntar, tocar la
puerta, descubrir.
La P oncia :
M aría J os e fa : sa lir, e n c o n t r a r , l le v a r , p r e g u n t a r , d e c i r , i r m e .
B ernarda : d o r m i r , d e s p e r t a r m e , c o g e r , d i s p a r a r , o r d e n a r , g r i t a r .
M agdalena : d e s p e r t a r m e , v e r , d e c i r , p r e g u n t a r , e n f a d a r m e .
fffgr Q Escucha la versión de Martirio, resúmela y coméntala (entre las 120 y
las 180 líneas).
103
Vanguardia , flamenco
y Nueva Y ork
En la segunda mitad de la década nace la llamada Generación del
'27, destinada a escribir -en palabras de Federico García Lorca- «la
más hermosa poesía de Europa».
Se trata de intelectuales que se dividen entre intereses vanguardistas
y populares. El mismo Lorca, conquistado por el color y la música de
los grupos marginales, les dedicará buena parte de su obra. Es en
dicho contexto que se realiza el encuentro entre el poeta y el
flamenco, propiciado por el gran músico del Amor brujo, Manuel de
Falla, coorganizador del festival del Cante jondo de 1922, famosa
celebración de la música, del canto y de la danza andaluza.
Los poetas de la Generación del ‘27 reunidos en el Ateneo de Sevilla.
104
La cantaora Mercedes Cortés.
El cante flamenco era el resultado de un m estizaje, único en su
género, entre los pueblos que pasaron por el sur de la Península: los
judíos, los árabes, los nómadas. A la tradición de estos últimos,
García Lorca dedicará El poema del cante jondo y, seis años más tarde,
El romancero gitano.
Su adhesión a la tradición popular rozó otro mundo fuertemente
relacionado con España: los toros y la corrida.
¿Quién no conoce el comienzo del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, el
famoso torero, amigo del poeta, fallecido en la plaza de Madrid el 13
de agosto de 1934? «A las cinco de la tarde. / Eran las cinco en punto de la
tarde. / Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde».
Sin embargo, dicha identificación terminará por resultarle incómoda.
En una carta al poeta Jorge Guillén, escribía: «Me va molestando un
poco mi «mito» de gitanería. Confunden mi vida y mi carácter. No
105
quiero de ninguna manera. Los gitanos son un tema. Y nada más. Yo
podía ser lo m ism o poeta de agu jas de coser o de p aisajes
hidráulicos. Además el gitanismo me da un tono de incultura, de
falta de educación y de poeta salvaje que tú sabes muy bien no soy».
A p artir de aquel m om ento de crisis (personal, debido a una
desilusión amorosa, y profesional) Federico decide volver a acercarse
a sus antiguos compañeros vanguardistas. Al pintor Salvador Dalí y
al d irector de cine Luis Buñuel, quienes h abían criticad o su
«costumbrismo» y conformismo, responde con la obra maestra Poeta
en Nueva York, 1930, diario poético de su estancia en Estados Unidos,
donde la im agen de la soledad del hom bre del siglo XX en la
megalópolis se expresa según maduros cánones surrealistas. La
ocasión le fue dada por Fernando de los Ríos, amigo y maestro del
Gitanos.
106
Nueva York en los años 30.
poeta, quien le propuso el viaje. Un viaje que se transformaría, según
lo que dijo el mismo Federico, en «una de las experiencias más útiles
de mi vida». Se trató del encuentro, a menudo chocante, con algo que
nada tenía que ver ni con su Andalucía, ni con la España de los años
30. A pesar de cierta tristeza y angustia que se percibe en Poeta en
Nueva York, Lorca se sintió fascinado por la «ciudad más atrevida y
moderna del mundo», la «gran manzana», que le permitió experimentar
formas poéticas nuevas y originales.
Q Contesta a las preguntas.
1
¿De dónde sacó García Lorca su inspiración para el R om ancero
g ita n o ?
2
¿A qué género musical se refiere en su obra neopopularista?
3
¿Cómo vivía su fama de cantor de la cultura gitana?
4
¿Por qué decidió irse a Nueva York?
5
¿Cuál fue el balance de su estancia?
107
¡521Í 0
Escucha estos fragmentos de dos poesías de Federico García Lorca.
Añade las palabras que faltan.
La luna vino a la fragua1
con su polisón de nardos.2
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire (1 )............................
mueve la luna sus ( 2 ) ............................
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro ( 3 ) ............................
(4)
luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu ( 5 ) ............................
( 6 ) ............................ y ( 7 ) ............................... blancos.
(R om ance d e la luna, luna)
(1)............................ por el cielo,
entre las formas que van hacia la ( 2 ) ............................
y las formas que buscan el cristal,
dejaré caer mis cabellos.
Con todo lo que tiene ( 3 ) ..............................sordomudo
y ( 4 ) ............................ ahogada en el tintero.
Tropezando con mi ( 5 )
distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
(P oem as de la soled ad en Columbia University)
1.
f r a g u a : el lu g a r d o n d e se c a l d e a n los m e t a l e s p a r a fo rjarlo s.
2.
p o l i s ó n : a r m a z ó n q u e se p o n í a n las m u j e r e s p a r a q u e a b u l t a s e n los
v e s t i d o s p o r d e t r á s . Aquí Lorca lo im a g i n a h e c h o p o r flo re s b la n c a s .
108
Q Escribe en el esquema las palabras que consideres más adecuadas
para cada poema. Si se te ocurren otras, añádelas y justifica tu
elección.
Poema de la soledad
Romance de la luna, luna
En la foto de la pág. 104 se ve, entre otros, al artista Rafael Alberti
(1902-1999). Lee esta breve biografía y conjuga los verbos en el
tiempo adecuado.
El 16 de diciembre de 1902,1 (n a c e r )........................ el que 2 (ser)
......................... uno de los poetas más famosos de la literatura
española del siglo XX. Su primera vocación 3 (ser)..........................la
pintura, una pasión que lo 4 (a co m p a ñ a r)..........................durante
toda su vida. Afiliado al Partido Comunista, 5 (d e d ica r)........................
su energía a la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la
guerra civil y 6 (co la bo ra r)........................ , junto a otros intelectuales,
en el salvamento de importantes obras de arte del patrimonio
cultural español (entre ellas, Las M eninas, de Velázquez y Carlos V,
de Tiziano). En 1939 7 (v erse)......................... obligado a salir de
España junto a su mujer. 8 (Vivir)
en Francia,
Argentina e Italia. En 1977, tras 38 años de exilio, Rafael Alberti
9 (reg resa r)..........................a España. Sus primeras palabras al
descender del avión 10 (s e r ).........................: «11(Irm e)..........................
con el puño cerrado y 12 (volver)
con la mano abierta
en señal de concordia entre todos los españoles». Después de la
muerte de Francisco Franco, 13 (ser)........................ presidente
honorario, con Dolores Ibárruri, la «Pasionaria», de las primeras
Cortes Democráticas.
T
E
S
T
F
I
N
A
L
G r a m á t ic a
Inventa frases concesivas con aunque. Sigue el ejemplo.
Te declaras a un chico/una chica que está de novio/a. Le dices que
lo/la quieres.
.^.4.49.4.?..tí H9Í
.íl?. .ti:....................
1
Estás hablando con un amigo tuyo que no sabe que has peleado con
tu madre; le dices que a pesar de la pelea, no piensas pedirle perdón
porque sabes que llevas la razón.
2
Estás en Madrid. Hablas por teléfono con un amigo que vive en
Barcelona: fuera llueve pero tú le comunicas que saldrás igual para
comprarle el regalo de cumpleaños y mandárselo por correo.
3
Estás con tu novia/o en tu casa mirando por la ventana: llueve pero
quieres salir igual porque estás harto/a de quedarte en casa.
L é x ic o
Q
Escribe los nombres de las hermanas Alba según su etimología.
1
Del alemán Adal y Held que significa «la que reluce por nobleza»:
2
De Magdala, alrededores del lago de Tiberias. En las representaciones
sagradas aparece a menudo con una expresión condolida:
3
Sinónimo del supremo sacrificio en defensa de la fe:
4
Del adjetivo latino angustus, «aquello que es estrecho, que oprime»:
5
De origen incierto griego o árabe: significaría «tierna, delicada,
sensible» o «la abeja de la casa»:
110
T
E
S
T
F
I
N
A
L
Une con flechas las palabras de la izquierda con sus antónimos.
Q
1
alabar
a
2
generoso
b odiar
3
humilde
c
4
alegre
d criticar
5
dulzura
e
dureza
6
querer
f
presumido
tacaño
triste
En estos fragmentos de la poesía de Federico García Lorca Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías hay 5 intrusos, que están señalados en negrita.
Corrígelos con las palabras que consideres adecuadas, teniendo en
cuenta el contenido, la rima y el número de sílabas.
A las cinco de la noche.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la noche.
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Manuel sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has suelto para siempre.
Porque te has muerto para siempre,
como todos los vivos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.
1
..............................
3
..............................
2
.............................
4
..............................
5
..............................
111
T
E
S
T
F
I
N
A
L
E x p re s ió n escrita
Q Contesta a las preguntas por escrito.
1
En el último acto vuelve María Josefa. ¿Dónde había aparecido por
primera vez? ¿Qué predicción había hecho?
2
¿Qué relación crees que tiene con su hija Bernarda?
3
¿Cuál entre las hermanas sufre más por el amor clandestino entre
Adela y Pepe?
4
¿Cómo va cambiando su actitud hacia Adela?
O ¿Estás de acuerdo con las afirmaciones del ejercicio 3 de gramática de la
página 29? Expresa tu opinión empezando las frases con No creo que /
Creo que. Puedes usar las sugerencias del recuadro. Sigue el ejemplo.
Ser todos seres humanos con nuestras virtudes y nuestros defectos.
Poder hacer todas las cosas que quiere.
Ser nada más que un refrán de los tiempos antiguos.
No hacer falta vigilar sobre nadie.
No creo que p ara casarse una m ujer ten ga que ir con el anzuelo detrás
de los hom bres. Creo que el am or llega cuando m enos te lo esperas.
Q Redacta una carta de 150-200 palabras (15-20 líneas) como si fueras
La Poncia. Cuenta desde su punto de vista lo que pasó en la casa de
Bernarda. Comienza y termina la carta como si fuera real.
DELE
I
112
I I
” l
La casa de Bernarda Alba 1é
Una casa silenciosa, oscura. Calor asfixiante, cam panas que doblan,
secreto s inconfesables. Un espacio cerrad o, rígidam ente
controlado por B ernarda Alba, donde viven sus cinco hijas, las
criadas y una m adre anciana enajenada por su locura. A pesar de
los esfuerzos de Bernarda, la pasión am orosa p en etrará en sus
vidas, desencadenando una traged ia anunciada. A lo largo de esta
obra en co n trarás:
Ejercicios de gram ática, de léxico, de com prensión y expresión
e scrita y oral
Ejercicios de p reparación al DELE
D ossiers: La m u jer en la España co n tem p o rá n ea ; El crim en f u e
en G ranada; V anguardia, fla m en co y Nueva York
Proyectos in tern et
Un te s t final
Un CD audio con la grabación integral del te x to
Nivel Primero
Nivel Segundo
Nivel Tercero
Nivel Cuarto
Nivel Quinto
■
MCERLA1
MCERL A2
MCERL B1
MCERL B2
MCERL C1
Esta obra, exe n ta del cupón adju n to , se
considera una muestra gratuita y carece de
valor comercial (ventas y actos de disposición
prohibidos: L. 633/1941, art. 17, c. 2). Exenta
de I.V.A. (D.P.R. 26/10/1972, art. 2, lett. d).
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