esmeralda berbel

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DUODA Revista d'Estudis Feministes num 25-2003
ESMERALDA BERBEL
Poemas.
A nosotros.
Has venido. Tantas veces hemos tomado el camino mas arduo,
tantas, en este extens0 campo del amor, hemos optado por irnos.
Nunca nos hemos soltado del todo las rnanos, aunque el querer se
estuviera desprendiendo. Hemos preferido crecer entre lo que nos
era desconocido, a pesar del gesto repetido ante el espejo. A pesar
de que el tiempo ya no nos devolvia una imagen nítida.
Los parpados mas caidos.
Alguna vez has vuelto antes de que me diera cuenta de que no
estabas.
Has venido. En tus ojos se refleja el paisaje que mas amo. Tiendes
tus manos en mi cuerpo, aún siento la grava en 10s costados de las
tardes.
Cada vez menos hiriente.
Y tambien yo he venido. Envuelta en el silencio de ya no querer irme
mas. De reposar donde el aire despeja la herencia que nos deben y
Esmeralda Berbel.
10s ojos se mecen en un campo.
Dejame un sitio donde cernir la complejidad, dar volandas a este
suelo frio que me acoge en 10s primeros sueños. Ahora que hay sol y
el trigo se mueve como las trenzas rubias, dejame un lugar, cuerpo,
donde cernir este infinit0 verso y que se vayan 10s abrojos como
locas mariposas perdidas en el tiempo.
Tambien yo he venido a encontrarme con tus manos. Con el paisaje
rosado de tu nuca y con el cuerpo que no finge amar, sino que ama.
DUODA Revista d'Estudis Feministes núm 25-2003
Otra vez he venido
Sabes que he venido hasta aquí atorada de nostalgia. No quiero
palpar el mal recuerdo de las veces que no nos hemos tenido.
Dejame ahora buscar entre tus rendijas aquella fiel Ilamada, aquella
urgencia.
No declines la palabra hacia el barranc0 donde siempre caigo.
Hagamonos cómplices de esta hora. Tenme tu como en tus mejores
tiempos. Te hablare con la verdad de amarte.
~ O y e s ?Es el palpito. Un corazón grande, es parte, es parecido. Sin
remedio nos somos. Nos parecemos.
Desprendida vengo. Y me acerco al túnel para auscultar el duelo de
tu aire.
Tienes 10s ojos callados. El silencio es mas facil. Ven, te digo.
Tengamonos ahora que nos tenemos.
Y cierras tu fragil mañana, con la rnano encima de la mía que
tiembla.
Esmeralda Berbel.
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A ti.
Dices: Tu que sabes. Quieres silencio, como si no hubiera nadie,
como si yo no fuera nadie que ha venido. Como si el silencio hiciera
desaparecer el pasado. No soñar la voz del padre que se oye en la
espalda. Quieres olvidar que estoy. No tocar la voz que duerme en la
boca de la escapula. Extiendes tu mano vieja y me culpas de
curiosidad. Sabes a que he venido. Dices: Ya esta bien. Boca
vientre, boca pecho, boca ojos, boca clítoris, boca semen. Boca,
calla. Callate. No entres aquí, donde la voz aun esta viva. No quieres
que te recuerde mas. El olvido aun no me atrapa. Me atrapa la
memoria rota, callada, existente 10s cuerpos, en el cuerpo de mi
madre, en el tuyo, en el mío. Toda la generacion de mujeres callad a ~ Quiero
.
saber. Dónde el golpe repetido, en que lado del abdomen, de las nalgas, del sexo, en que lado. Calla, dices. Todas las
bocas abiertas. Calla. Mi extirpe padece de ese mal. Dices: Tu que
sabes. ¿Y para que? ¿Para que? Por 10s sueños, te digo. Por ese
vientre que se oye desde la ventana, porque te incorporas cada
noche y buscas con que dormir y te caes en medio de la casa. Callar
tanto es como mentir todo el tiempo que nos dura la vida. Por eso, te
digo. Vete, dices. La mandíbula que esconde el grito azogado me
mira, soy presa de tu silencio. Tu voz se pliega en mi parpado. Las
nalgas, vencidas por el peso, el vientre que no sueña, 10s pechos
que llagan la carne por el roce, el ojo de cristal. ¿Donde estas?
Vendre mañana. Vendre tantas veces como sea necesario.
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