los beneficiarios del reformismo borbónico

Anuncio
LOS BENEFICIARIOS
DEL REFORMISMO B O R B Ó N I C O :
METRÓPOLI VERSUS ÉLITES
NOVOHISPANAS
1
Pedro P É R E Z H E R R E R O
Universidad Complutense
INTRODUCCIÓN
xvín latinoamericano se ha interpretado como un periodo en el que:
T R A D I C I O N A L M E N T E E L SIGLO
a) Se dio un crecimiento económico que se aceleró durante
la segunda mitad del siglo y más específicamente a partir del
reinado de Carlos III. Al mismo tiempo se suele subrayar que
esta mejoría económica fue consecuencia directa de la política
modernizadora borbónica y por tanto posterior a ella.
b) La nueva dinastía borbónica, al agilizar la maquinaria
administrativa colonial, logró aumentar sensiblemente las
remesas de caudales a la metrópoli y con ello fortalecer la estructura imperial. Esta revitalización borbónica, denominada alternativamente "reconquista de América", "revolución
gubernamental", "expansión de la autoridad real", significó
un descenso paralelo de los niveles de autonomía política in2
1
Las ideas básicas del presente artículo fueron discutidas en el curso
* 'Consequences of the Discovery of America" que tuvo lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Valencia (España) del 16 al 19 de
septiembre de 1991. El presente trabajo fue posible gracias al apoyo y facilidades concedidas por el Center for US-Mexican Studies, University of
California, San Diego (E.U.) y el Ministerio de Educación y Ciencias
(España).
2
BRADING,
1987.
HMex, XLI: 2, 1991
207
208
PEDRO PÉREZ HERRERO
dianos alcanzados durante l a é p o c a precedente de los A u s trias. Desde este punto de vista, los ingresos fiscales h a n sido
utilizados como u n fiel t e r m ó m e t r o para medir el é x i t o del
reformismo b o r b ó n i c o .
3
c) Las guerras de independencia ocurrieron en u n c l i m a
de ascenso e c o n ó m i c o y coincidieron con el nivel m á s alto de
los ingresos fiscales, lo que significaba, s e g ú n l a intepretac i ó n anterior, l a v i g o r i z a c i ó n de l a capacidad m o n á r q u i c a
para imponer su autoridad. A fin de explicar c ó m o se l l e g ó
a generar el malestar social previo a l a r e v o l u c i ó n y el res­
quebrajamiento de l a estructura imperial, se han ensayado
tesis centradas b á s i c a m e n t e en l a desigual d i s t r i b u c i ó n del
ingreso, en los sentimientos antimetropolitanos suscitados
por l a v i g o r i z a c i ó n del proceso b o r b ó n i c o de c e n t r a l i z a c i ó n
p o l í t i c a , y en l a famosa a b d i c a c i ó n de Bayona: el crecimiento
e c o n ó m i c o v i g o r i z ó las diferencias sociales existentes, las
medidas reformistas excitaron los sentimientos antimetropo­
litanos y el v a c í o de autoridad, generado por l a a b d i c a c i ó n
de C a r l o s I V y Fernando V I I en J o s é Bonaparte, s i r v i ó de
gatillo para i m p u l s a r l a independencia p o l í t i c a de los territo­
rios u l t r a m a r i n o s .
4
5
E n general, estas interpretaciones son en buena parte he­
rencia de las h i s t o r i o g r a f í a s dieciochesca ilustrada europea y
liberal d e c i m o n ó n i c a latinoamericana. Durante el siglo
X V I I I , los Borbones estaban interesados en demostrar que su
p o l í t i c a " m o d e r n i z a d o r a " h a b í a ocasionado u n despegue
e c o n ó m i c o tanto a nivel metropolitano como colonial, a fin
de justificar el proceso de c e n t r a l i z a c i ó n p o l í t i c a . C o m o con­
secuencia, se esforzaron por subrayar y demostrar compara­
tivamente l a diferencia entre el siglo XVIII y el periodo ante­
r i o r a u s t r í a c o , originando u n a imagen en blanco y negro
compuesta por l a " c r i s i s " del siglo X V I I y el " c r e c i m i e n t o "
del• X V I I I . E s t a i n t e r p r e t a c i ó n fue " s a n t i f i c a d a " y dotada de
3
L Y N C H , 1 9 7 3 ; - L Y N C H , 1 9 8 9 , pp. 3 4 1 - 3 7 4 ; BRADING, 1987, pp. 1 2 0 - 1 3 2 ;
B U R K H O L D E R y J O H N S O N , 1 9 9 0 , pp.
4
FLORESCANO y G I L , 1977.
5
LYNCH,
1973.
2 3 4 - 2 8 9 ; FISHER, 1 9 9 0 , pp.
573-594.
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO BORBÓNICO
209
u n a cobertura científica por A . de H u m b o l d t , quien con la
d o c u m e n t a c i ó n oficial y sin hacer n i n g u n a c r í t i c a de las
cifras, d i v u l g ó l a tesis de que como consecuencia del Reglamento de C o m e r c i o L i b r e de 1778, las rentas p ú b l i c a s novohispanas se duplicaron y el conjunto de la e c o n o m í a virrein a l se d i n a m i z ó en la m i s m a p r o p o r c i ó n .
6
L o s historiadores d e c i m o n ó n i c o s latinoamericanos, tanto
conservadores como liberales, ensalzaron con p r o p ó s i t o s d i ferentes al gobierno y a la a d m i n i s t r a c i ó n del ú l t i m o periodo
colonial. Los conservadores de la primera mitad del siglo X I X
q u e r í a n demostrar que la p é r d i d a del aparato p o l í t i c o autoritario y centralista colonial h a b í a ocasionado u n periodo de
revueltas sociales, p a r c e l a c i ó n de los espacios y u n a crisis
e c o n ó m i c a generalizada. L o s de l a segunda m i t a d del siglo
subrayaron que la i n t r o d u c c i ó n de las tesis liberales h a b í a n
provocado u n despertar e c o n ó m i c o generalizado, para lo cual
compararon el " o r d e n y el progreso" reinantes durante la seg u n d a m i t a d del siglo X I X con la " a n a r q u í a y l a c r i s i s " (térm i n o s a c u ñ a d o s por esta h i s t o r i o g r a f í a ) de l a p r i m e r a mitad
de l a centuria y el " c r e c i m i e n t o " del periodo b o r b ó n i c o . E v i dentemente, en este caso se p r e t e n d í a poner é n f a s i s en los
"fracasos p o l í t i c o s " de la p r i m e r a m i t a d de siglo X I X y no
en los triunfos coloniales.
A c o n t i n u a c i ó n , vamos a revisar algunos de los anteriores
presupuestos interpretativos h i s t o r i o g r á f i c o s . P a r a ello, comenzaremos replanteando l a veracidad de las cifras utilizadas tradicionalmente, para, de l a mano del caso concreto novohispano, pasar a analizar las relaciones entre el é x i t o fiscal
y el fortalecimiento de la estructura i m p e r i a l .
BASE D O C U M E N T A L DEL " C R E C I M I E N T O E C O N Ó M I C O " BORBÓNICO
7
S i nos situamos en la m e t r ó p o l i y utilizamos l a documentac i ó n oficial, los resultados del plan de reformas b o r b ó n i c o
6
7
H U M B O L D T , 1966, pp. 499-502.
Este apartado reproduce sintéticamente las ideas que aparecieron en
PÉREZ H E R R E R O , 1989.
210
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
fueron espectaculares: la producción minera y agropecuaria
aumentó, el tráfico comercial se agilizó, alcanzando a partir
de 1776 volúmenes de comercialización inimaginables para
la época, y las rentas reales ascendieron, rompiendo barreras míticas.
De acuerdo con los totales oficiales de amonedación, considerados como indicadores de la extracción de metales preciosos, la producción argentífera y aurífera se incrementó
notablemente, lográndose en 1804 el récord de 27 millones
de pesos de plata amonedados en su Casa de Moneda (véase
gráfica 1).
Si utilizamos el número de barcos o los ingresos por alcabalas, almojarifazgos, avería (impuestos que gravaban las
transacciones mercantiles), se podría concluir que a lo largo
del siglo XVIII se dio un aumento generalizado y temporalmente ascendente de las actividades comerciales en América
latina. El número de barcos (véase gráfica 2) que comerciaban por el Atlántico se incrementó claramente durante el
tercer cuarto del siglo XVIII: de una media de 10 barcos
anuales arribados a Veracruz entre 1728 y 1739, se pasó a
103 entre 1784 y 1795, según las cifras de M . Lerdo de Tejada y J . Ortiz de la Tabla. Los*ingresos por alcabalas (impuestos al comercio interno) aumentaron, siguiendo con el
caso de la Nueva España, de un total bruto, por ejemplo, de
191 136 pesos en 1730, a 527 299 pesos en 1740, 1 129 285
pesos en 1750, a 2 172 882 pesos en 1781 y 2 440 767 pesos
en 1784.
Si empleamos la información procedente de los ingresos
por diezmos (impuesto del 10% a la producción agropecuaria que todo cultivador, a excepción por lo general de los indígenas, debía pagar a la Iglesia), se podría pensar que la
producción agrícola aumentó -también espectacularmente. En Nueva España los ingresos oficiales por concepto
de diezmos ascendieron de un total (en valores corrientes) de
t
8
9
10
8
L E R D O DE T E J A D A , 1 8 5 3 .
9
O R T I Z DE LA T A B L A , 1 9 7 8 .
0
TEPASKE, 1976.
LOS BENEFICIARIOS D E L R E F O R M I S M O BORBÓNICO
211
302 055 pesos en 1771, a 612 022 pesos en 1780 y 724 014
pesos en 1790.
Utilizando las cifras oficiales de los ingresosfiscales,se ha
concluido que la nueva administración borbónica multiplicó
sensiblemente sus beneficios, por lo que no es casual comprobar que el reformismo borbónico haya sido considerado
como un auténtico éxito. En concreto, por ejemplo, se puede comprobar que en la Nueva España los ingresos fiscales
se multiplicaron por más de 11, de comienzos afinalesdel
siglo XVIII. Las rentas brutas del virreinato peruano no subieron tan espectacularmente (se multiplicaron sólo por cuatro, de comienzos afinalesde siglo), quizás debido a que el
espacio peruano fue dividido territorial y fiscalmente, al
crearse los nuevos virreinatos del Río de la Plata (1776) y de
la Nueva Granada (1739), ya que la recuperación minera no
fue en esta área tan intensa como en el caso del virreinato
septentrional. No es casual, por tanto, que la tendencia al
alza en los ingresosfiscalesse viera frenada en 1776, año de
la creación del virreinato sureño rioplatense (véase gráfica 3).
11
12
Podríamos seguir añadiendo más ejemplos de diferentes
series cuantitativas, procedentes de fuentesfiscalesoficiales,
en las que se muestra un aumento continuado y creciente en
los ingresos oficiales. Sin embargo, hay que subrayar que el
problema que encierran estas cifras es fundamentalmente
el haber sido manejadas por los historiadores como indicadores económicos, sin hacer previamente los ajustes necesarios, interpretando, por ejemplo, que un aumento en el
volumen de la recaudación en el ramo de las alcabalas significaba un aumento de la misma proporción en las transacciones mercantiles; que una elevación en los quintos (impuesto a la producción minera) representaba una subida de
igual calibre en la producción argentífera; que un mayor ingreso en los diezmos (impuesto a la producción agropecuaria) se correspondía con un aumento similar en la producción agrícola, etcétera, o que las oscilaciones en el número
1 1
PÉREZ H E R R E R O , 1 9 8 9 .
1 2
HUMBOLDT, 1966, TEPASKE, 1976, TEPASKE y KLEIN,
1982 y 1986.
212
PEDRO PÉREZ HERRERO
de barcos utilizados por l a m a r i n a mercante era un indicativo fiel de las variaciones en el n ú m e r o de las transacciones
realizadas y por tanto de l a e v o l u c i ó n de l a actividad e c o n ó m i c a en su conjunto.
E n p r i m e r lugar, hay que recordar que el ascenso de los
ingresos fiscales de finales de l a é p o c a colonial no refleja ú n i ca y exclusivamente u n a a c t i v a c i ó n e c o n ó m i c a tanto en l a
p r o d u c c i ó n como en los intercambios, sino t a m b i é n (aunque
tampoco ú n i c a m e n t e ) ciertas mejoras en l a a d m i n i s t r a c i ó n .
Es evidente que l a c a n c e l a c i ó n de arriendos de administraciones de ciertos ramos, l a c r e a c i ó n de u n a a d m i n i s t r a c i ó n
real propia, l a i n t r o d u c c i ó n del sistema de partida doble, l a
v i g i l a n c i a de las cuentas, l a c a n c e l a c i ó n de la venta de cargos p ú b l i c o s , o simplemente l a existencia de u n nuevo marco j u r í d i c o y fiscal, ayudaron a combatir, por una parte, l a
c o r r u p c i ó n administrativa c a r a c t e r í s t i c a de los a ñ o s anteriores y crearon, por otra, u n nuevo escenario en el que comenzó a ser m á s rentable y seguro utilizar los canales oficiales
de c o m e r c i a l i z a c i ó n antes que los antiguos extralegales, al
haberse reducido en algunos casos los m á r g e n e s de ganancia
de estos ú l t i m o s . U n a de las consecuencias de todos estos
cambios fue que los ingresos fiscales oficiales subieron. L a
p r e s i ó n fiscal c r e c i ó no sólo verticalmente al aumentar las
obligaciones fiscales d é l o s contribuyentes, sino t a m b i é n horizontalmente al incorporarse nuevos sectores de poblac i ó n . Algunos ejemplos pueden ser reveladores.
1 3
Sabemos, por ejemplo, que l a a m o n e d a c i ó n (el total de
plata convertida e n monedas en las casas de moneda expresado en valores nominales) y l a plata quintada (aquella que
h a b í a pagado sus obligaciones fiscales a l a corona en el momento de l a e x t r a c c i ó n , tales como el quinto, el diezmo, los
cobos, s e g ú n los casos y regiones, y que por lo tanto llevaba
marcados los c u ñ o s reales, plata a c u ñ a d a ) no eran s i n ó n i m o s
de p r o d u c c i ó n . D u r a n t e el siglo X V I I era bastante c o m ú n
que u n porcentaje amplio de las platas circulara en barras
(denominada en pasta en l a é p o c a ) sin quintar y sin amonedar, fijándose su valor por su peso y ley i n t r í n s e c o s , al que
1 3
GARAVAGLIA y GROSSO, 1 9 8 5 .
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
213
215
n o r m a l m e n t e se le descontaba el de los derechos no pagados
y los costes de l a a m o n e d a c i ó n ( s e ñ o r e a j e ) . E l negocio con
estas platas c o n s i s t í a en comprarlas con l a d e d u c c i ó n de su
v a l o r por los impuestos impagados y seguidamente venderlas en el exterior, donde lo que importaba era su ley y no
si t e n í a n marcados los c u ñ o s reales o estaban amonedadas.
E n otras palabras, las cifras totales de plata amonedada no
c o i n c i d e n con las de l a quintada, con l a exportada y con l a
realmente p r o d u c i d a .
S e g ú n este planteamiento, p o d r í a suceder que las variaciones en las cantidades amonedadas, cifras utilizadas por l a
m a y o r í a de los historiadores como s i n ó n i m o de p r o d u c c i ó n ,
p u e d a n reflejar al mismo tiempo que u n a o s c i l a c i ó n en l a
p r o d u c c i ó n real, u n aumento o d i s m i n u c i ó n en l a circulac i ó n de las platas en pasta sin quintar, como s u c e d i ó precisamente en el caso de l a N u e v a E s p a ñ a . L a s nuevas condiciones concedidas al sector minero, consistentes en exenciones
fiscales (alcabalas) o en u n tratamiento prioritario en r e í a c i ó n con los precios de algunos insumos requeridos por l a
p r o d u c c i ó n m i n e r a , cuya d i s t r i b u c i ó n era m o n o p o l i o de l a
c o r o n a ( p ó l v o r a , azogue, sal), j u n t o con u n a nueva estructur a financiera (Banco de M i n e r í a ) que independizara a los
m i n e r o s de sus relaciones con los capitales de los comerciantes (bancos de plata y de a v í o ) , hicieron que comenzara a ser
m á s provechoso emplear los canales oficiales de comercializ a c i ó n de l a plata antes que los de contrabando. E n resum e n , durante el tercer cuarto del siglo X V I I I los totales de
las platas e x t r a í d a s , quintadas y amonedadas comenzaron a
c o i n c i d i r , por lo que sólo a partir de esas fechas y no antes,
se pueden u t i l i z a r las series de a m o n e d a c i ó n como indicadores de p r o d u c c i ó n . E n esencia, no ponemos en d u d a que
l a a m o n e d a c i ó n ascendiera en t é r m i n o s totales, lo cual e s t á
fuera de toda d u d a , sino lo que realmente r e p r e s e n t ó este
ascenso.
ggg
.
lates
¿ _
e
m
i e
1 4
PÉREZ H E R R E R O , 1 9 8 8 .
j
s
¡
j
c
a
o
n
e s
j ^
j
j
L
o
s
a
Q
s
u
j
j
¿_
_
a
e s
o
a t
) r e
y_
¿_
^
,
.
¿
_
¡ .
u
e c
a
a
e
n
L l n
l
t
: t o
n
l
n
a
u
n
.
Q n
1 4
E n segundo lugar, se debe tener en cuenta que durante
l a segunda m i t a d del siglo X V I I I , se dio en l í n e a s generales
u n proceso inflacionario indiscutible, como pusieron de ma-
n
_
D r
)
t
o
_
e r
j
r
t
a
e
s
216
PEDRO PÉREZ HERRERO
de las mejoras en l a a d m i n i s t r a c i ó n , se debe tener en cuenta
que el total que por concepto de alcabalas t e n í a n que pagar
los contribuyentes americanos no p e r m a n e c i ó invariable,
sino que para hacer frente a las guerras o para la construcc i ó n de nuevos caminos, fue aumentando continuamente.
E n concreto, para el caso de M é x i c o , este impuesto a s c e n d i ó
de u n 2 % pagado sobre el valor de las m e r c a n c í a s a comienzos del siglo X V I I I , a u n 8 % a finales. N o es necesario recordar que los totales recaudados por las alcabalas, l a a v e r í a
(impuesto del 2 % sobre el valor de las m e r c a n c í a s de i m p o r t a c i ó n - e x p o r t a c i ó n , empleado para el financiamiento de los
gremios mercantiles), los almojarifazgos (impuestos al comercio m a r í t i m o ) y d e m á s impuestos comerciales, cobrados
sobre u n porcentaje del valor de las m e r c a n c í a s , crecieron a
lo largo del siglo X V I I I como consecuencia t a m b i é n del proceso inflacionario, por lo que no reflejan exclusivamente u n a
a g i l i z a c i ó n en los intercambios. T a m b i é n en este caso l a deflación es necesaria para comprender con exactitud las variaciones ocurridas en los intercambios mercantiles. A l respecto, es sorprendente que a ú n se sigan manejando cifras de
i m p o r t a c i ó n - e x p o r t a c i ó n sobre el valor de las m e r c a n c í a s sin
hacer las deflaciones necesarias.
P o r otra parte, no hace falta recordar que tampoco es
m u y exacto medir las oscilaciones en los intercambios mercantiles m a r í t i m o s por el n ú m e r o de barcos, ya que el tonelaje de los mismos v a r i ó . P o r regla general, el v o l u m e n de
arqueo de los navios mercantes d e c r e c i ó durante el siglo
X V I I I , para conseguir u n a mayor agilidad en los m o v i m i e n tos, al mismo tiempo que abaratar costos de t r a n s a c c i ó n .
A todo ello h a b r í a que a ñ a d i r que por lo regular se h a n
utilizado las cifras de los intercambios para medir las oscilaciones del conjunto e c o n ó m i c o , a r g u m e n t á n d o s e que l a
r e c a u d a c i ó n por concepto de alcabalas reflejaba las variaciones de l a oferta y l a demanda. S i n embargo, este planteamiento no corresponde con l a realidad, al comprobarse que
no eran f e n ó m e n o s directamente relacionados. H a y que recordar que u n a r e d u c c i ó n de los intercambios (alcabala) pod í a expresar u n a c o n t r a c c i ó n de los v o l ú m e n e s de comercial i z a c i ó n monetarizados, pero al mismo tiempo u n a amplia-
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO
BORBÓNICO
217
c i ó n de l a p r o d u c c i ó n no mercantil (trueque) y/o de autoconsumo (como fue el caso de la " c r i s i s " del siglo X V I I ) , y
viceversa (como fue el caso del " c r e c i m i e n t o " del siglo
X V I I I ) , que u n a a m p l i a c i ó n de los canales mercantiles p o d í a
representar u n a d i s m i n u c i ó n de l a p r o d u c c i ó n no mercantil
y/o de autoconsumo. E n definitiva, u n a subida de las recaudaciones por concepto de alcabalas p o d í a estar significando
en algunas ocasiones u n a a m p l i a c i ó n de los canales mercantiles oficiales monetarizados, a l a vez que u n a d i s m i n u c i ó n
de l a p r o d u c c i ó n no mercantilizada de la m i s m a p r o p o r c i ó n ,
por lo que no se puede hablar de u n crecimiento global de
l a e c o n o m í a en su conjunto, sino m á s bien de u n cambio de
su estructura interna.
Finalmente, todo parece indicar que l a intensidad del crecimiento debe ser repensada en función de la r e v i s i ó n de los
indicadores utilizados. Actualmente se han comenzado a hacer varios a n á l i s i s , introduciendo algunas de las rectificaciones comentadas, p u d i é n d o s e comprobar que d e t r á s de las c i fras oficiales se esconde u n a realidad bastante diferente de
l a tradicionalmente aceptada, que subrayaba el siglo X V I I I
como una centuria de crecimiento constante. J . Coatsworth,
respecto de l a p r o d u c c i ó n minera novohispana, y A . O u w e neel y C . J . H . B i j l e v e l d , respecto de l a p r o d u c c i ó n a g r í cola del M é x i c o central, han empleado series deflactadas de
los valores oficiales de a m o n e d a c i ó n y diezmo, descubriendo
que a finales del siglo X V I I I , lo que p a r e c í a incremento se
puede interpretar en t é r m i n o s reales como descenso de la
p r o d u c t i v i d a d . S i n embargo, a ú n quedan algunos problemas por resolver como son: a) l a c o r r e c c i ó n de las series
p a r a evitar las diferencias, por ejemplo entre plata amonedada, quintada o producida, o bien los cambios en la impos i c i ó n fiscal entre unos a ñ o s y otros, como por ejemplo en
las alcabalas o los diezmos; b) l a c o n s t r u c c i ó n de u n correcto
y ajustado í n d i c e de precios que reproduzca las variaciones
regionales y que no se base ú n i c a m e n t e en los precios al por
m a y o r de u n par de m e r c a n c í a s normalmente reguladas por
19
20
1 9
COATSWORTH,
2 0
O U W E N E E L y BIJLEVELD,
1986.
1989.
218
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
el Cabildo (como es el caso de los precios del pósito y la
alhóndiga de la ciudad de México respecto del maíz), y
c) la correlación entre economías mercantiles y de autoconsumo en un esquema analítico más complejo que el propuesto por las tesis dualistas.
No obstante, se puede sostener ya que la imagen triunfalista de la época del reformismo borbónico no es muy exacta
con la realidad. La tesis del crecimiento económico ascendente dieciochesco tendrá que revisarse con cuidado en los
próximos años para comprobar las diferencias regionales y
sus ritmos-específicos. Es evidente que ninguna generalización es válida si tenemos en cuenta la diversidad de las economías latinoamericanas en dicho periodo.
L A R E L A C I Ó N INGRESOS FISCALES-FORTALECIMIENTO IMPERIAL
El segundo gran presupuesto de la historiografía tradicional
acerca del siglo X V I I I latinoamericano ha sido considerar
que el éxito de la política reformista residió en la mejora
de la maquinaria fiscal. Se suele concluir que la creación de
nuevos monopolios, como el del tabaco, la modernización
de la administración para evitar los fraudes, poniendo orden
en las cuentas y suprimiendo la política de arrendamientos
de distintos ramos de la Real Hacienda, todo ello paralelo
al crecimiento económico, dio como resultado un aumento
espectacular en los ingresos reales. Esta interpretación ha
llevado a considerar que unos mayores ingresos fiscales se
tradujeron en un fortalecimiento de la maquinaria imperial
y por ende en una vigorización de la autoridad real en el
continente americano y en una disminución de la autonomía
política y económica de las élites indianas.
A continuación vamos a revisar estas suposiciones generales a la luz del caso concreto de la Real Hacienda novohispana, considerada desde la metrópoli como una de las más
"provechosas". La información base que vamos a utili21
2 1
En concreto, H U M B O L D T , 1 9 6 6 divulgó la idea de que la Tesorería
de Madrid recibía del virreinato de la Nueva España entre 5 y 6 millones
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
219
zar es l a proporcionada por l a importante c o n t r i b u c i ó n de J .
T e P a s k e en c o l a b o r a c i ó n con J . y M . L . H e r n á n d e z Palom o , donde se r e ú n e n los totales p o r a ñ o s y partidas desglosadas de los ingresos de l a R e a l C a j a de M é x i c o desde
1576 hasta 1816. Se trata, por tanto, de u n a i n f o r m a c i ó n con o c i d a , trabajada e interpretada en muchas ocasiones. L a
novedad que hemos introducido h a sido l a de incorporar i m portantes rectificaciones contables a s í como l a m i s m a pres e n t a c i ó n desglosada de las cifras.
2 2
23
H a y que aclarar que las mencionadas cifras de los ingresos de l a R e a l H a c i e n d a comenzaron siendo manejadas fundamentalmente como indicadores e c o n ó m i c o s , es decir,
l e í d a s e interpretadas como series de p r o d u c c i ó n o intercamb i o . N o es necesario recordar que este empleo en su m o m e n to o r i g i n ó u n a encendida p o l é m i c a h i s t o r i o g r á f i c a . Posteriormente han comenzado a ser trabajadas como ingresos de
l a corona, analizando sus consecuencias sociales y p o l í t i c a s . E s evidente que desde esta perspectiva las dificultades que se planteaban para su u t i l i z a c i ó n como indicadores
e c o n ó m i c o s desaparecen, lo que no significa que no debamos estar prevenidos frente a nuevos y no menos importantes problemas.
24
E n p r i m e r lugar, h a y que recordar que las mencionadas
cifras oficiales de los ingresos de l a R e a l H a c i e n d a , divulgadas por las importantes contribuciones de J . TePaske, H .
K l e i n y J . y M . L . H e r n á n d e z P a l o m o , esconden ciertos
problemas contables, p o r lo que no pueden utilizarse las c i fras totales del cargo (ingresos) sin realizar previamente a l gunas rectificaciones. D . A . B r a d i n g y los mismos J . H .
25
26
de pesos anuales como producto líquido; un millón de Perú; 6 0 0 0 0 0 de
Buenos Aires; entre 4 0 0 0 0 0 y 5 0 0 0 0 0 de Nueva Granada. E l resto de
las colonias no producía beneficios netos remisibles a España.
2 2
TEPASKE, 1976.
2 3
T E P A S K E , 1983 y 1986; K L E I N , 1 9 8 5 ; COATSWORTH,
temente SLICHER VAN B A T H , 1 9 8 9 .
2 4
COATSWORTH, 1 9 8 2 .
2 5
TEPASKE,
2 6
BRADING, 1 9 8 5 .
1976; TEPASKE y K L E I N , 1982 y 1986.
1 9 8 2 ; o recien-
220
PEDRO PÉREZ HERRERO
TePaske y H . S . K l e i n
cuenta que:
2 7
s e ñ a l a r o n que h a b í a que tener en
a) Se incluyen en la columna del cargo, entradas temporales de
dinero depositado en la Caja Real y disponible por los oficiales
reales durante el periodo de cuenta, tales como, por ejemplo,
los remanentes del año anterior (existencias, alcances de cuenta); deudas sin cobrar (débitos por cobrar); capitales depositados en calidad de g a r a n t í a que normalmente eran retirados una
vez cumplidas las obligaciones contratadas con la administración (depósitos), y préstamos temporales de particulares a la corona, que podían ser retirados en el momento deseado o contratado por el prestamista (préstamos).
b) Se incluyen partidas que claramente no deben considerarse como ingresos netos, como es el caso del denominado cambio
de platas, consistente en la reacuñación a partir de 1794 de todos
los pesos de ocho, así como de los reales, ya que lo que se computaba como ingreso acababa, pasado el tiempo, utilizado en
el trabajo de refundición, asentándose como egreso, por lo que,
con ligeras diferencias (se tenían que pagar salarios y los costes
de la operación), se puede comprobar que el cargo y la data de
este ramo se compensaban. E n definitiva, algunas de las entradas no pueden considerarse como tales, ya que no eran estrictamente ingresos netos, sino ajustes contables o en otros casos
podían ser en cualquier momento removidos o transferidos.
Es evidente, por tanto, que no es posible manejar las c i fras totales de los ingresos sin antes calcular previamente los
ingresos netos o l í q u i d o s . Este trabajo ha sido ya realizado
en parte por el propio J . T e P a s k e . P a r a hallar el ingreso
neto total anual anterior a 1786 r e s t ó a l a cifra de l a c o l u m n a
del cargo las partidas de existencias, alcances de cuentas, depósitos,
préstamos^
cambio de platas. C o n posterioridad a 1786, restó
a d e m á s la nueva partida R e a l H a c i e n d a en c o m ú n . Estas c i fras de "ingresos netos" fueron utilizadas por J . H . Coatsw o r t h en su r e v i s i ó n detallada de las bases financieras del
28
2 7
TEPASKE y KLEIN, 1986; TEPASKE, 1983.
2 8
TEPASKE, 1983.
LOS BENEFICIARIOS D E L R E F O R M I S M O BORBÓNICO
29
221
30
E s t a d o absolutista c o l o n i a l . P o r su parte, D . B r a d i n g
s u b r a y ó posteriormente l a necesidad de ajustar los totales
brutos de los ingresos de l a R e a l H a c i e n d a de l a N u e v a Esp a ñ a , sustrayendo los d e p ó s i t o s , cambio de platas, R e a l H a c i e n d a en c o m ú n , p r é s t a m o s e imposiciones de capitales.
L a s cifras resultantes de J . J . TePaske presentan a nuestro j u i c i o algunos problemas. E n p r i m e r lugar, no se establece u n a r e l a c i ó n entre las columnas del cargo y l a data
p a r a hallar los susodichos " n e t o s " por ramos. P o r ejemplo,
se contabilizan los ingresos por alcabalas pero sin descontarse los gastos de a d m i n i s t r a c i ó n del ramo o los gastos anexos
al m i s m o , es decir lo que aparece en l a data del ramo de alcabalas. S i lo que vamos buscando es contabilizar los ingresos netos finales (el l í q u i d o que le queda a l a corona), es
o b v i o que debemos realizar estas correcciones. E n segundo
l u g a r , no reproduce la estructura de l a R e a l H a c i e n d a de l a
é p o c a , por lo que no se diferencian los ingresos pertenecientes a l a masa c o m ú n de los extraordinarios, los ajenos, los
especiales, los suplementos, los p r é s t a m o s , e t c é t e r a . E l prim e r p r o b l e m a (el no calcular los netos por entradas) no tiene
n i n g u n a importancia si lo que vamos buscando es reconst r u i r las entradas por concepto, supongamos, del sector m i nero o comercial, para c a l i b r a r las oscilaciones de l a prod u c c i ó n a r g e n t í f e r a o de las transacciones mercantiles. S i n
e m b a r g o , el segundo (la no r e p r o d u c c i ó n de l a estructura de
l a R e a l Hacienda) es fundamental si lo que queremos es reconstruir las bases financieras imperiales y virreinales, ya
que hay que recordar que l a estructura de l a R e a l H a c i e n d a
del antiguo r é g i m e n era diferente de l a actual, por lo que no
se puede analizar con los mismos criterios. B á s i c a m e n t e , el
concepto diferenciador fiscal m á s importante entre el A n t i guo R é g i m e n y el actual es que durante el p r i m e r periodo
l a m a y o r í a de los distintos ingresos t e n í a n adscritos unos
gastos e s p e c í f i c o s , por lo que es imprescindible comprender
su estructura interna. E n otras palabras, no t e n í a las mismas
COATSWORTH,
BRADING,
1985.
1982.
222
PEDRO PÉREZ HERRERO
consecuencias p o l í t i c a s que el aumento o l a d i s m i n u c i ó n de
los ingresos globales se realizara en l a masa c o m ú n , o en los
extraordinarios, a s í como tampoco si el ingreso era bruto
o neto.
P a r a evitar estos problemas, hemos optado por reconst r u i r pormenorizadamente, con l a ayuda de l a importante
c o n t r i b u c i ó n de A . L i r a , l a estructura de l a R e a l H a c i e n da novohispana desde el a ñ o de 1750 hasta finales del periodo colonial, al mismo tiempo que hemos aprovechado para
calcular los ingresos netos por cada u n a de las diferentes entradas. P r i m e r o hemos agrupado cada u n a de las entradas
en cada uno de los grupos ( v é a s e cuadro 2) a fin de reproducir l a estructura fiscal de l a é p o c a . Desde el punto de vista
de las bases financieras del Estado, no era lo mismo que u n
sobrante se produjera en los ramos de l a Masa Común (de
donde se e x t r a í a n los gastos generales tales como situados,
sueldos, guerra, pensiones, cargas del reino), que en los de
Particulares ( a s í denominados por tener el destino particular
de sufragar los gastos e c l e s i á s t i c o s , tales como obras piadosas, mantenimiento de misiones, sueldos e c l e s i á s t i c o s , d i v u l g a c i ó n de l a fe), los Ajenos (denominados con dicho nombre
por no pertenecer en t e o r í a al p a t r i m o n i o real, aunque eran
protegidos y administrados como bienes p ú b l i c o s por el rey
" p o r especial a t e n c i ó n que S . M . les d i s p e n s a " , y cuyo producto estaba de antemano comprometido a u n fin específico
(gastos expresados con el nombre de los distintos ramos),
por lo que no p o d í a n , en t e o r í a , ser utilizados en gastos generales), o los Especiales (compuestos por estancos especiales
c o m o los de tabaco, naipes y azogue, y cuyo producto era
r e m i t i d o directamente a E s p a ñ a ) . Ú n i c a m e n t e , el ramo den o m i n a d o d$ Real Hacienda en Común, del lado del cargo, representaba las sumas disponibles de los varios ramos de l a
R e a l H a c i e n d a , u n a vez pagados los gastos, y del lado de
l a d a t a , los gastos para los cuales no e x i s t í a ramo del lado
del cargo, o desembolsos de u n ramo mayores de lo produ3 1
3 1
L I R A , 1968 y la información
de F . de Fonseca, C . de Urrutia en
F O N S E C A y U R R U T I A , 1845-1853; M A N I A U ,
1914.
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
32
223
cido ese año en ese mismo ramo". Este ramo lógicamente
ampliaba la autonomía fiscal del virreinato al reducirse los
gastos comprometidos a cada ramo de antemano.
Posteriormente, hemos ido calculando los ingresos netos
de cada ramo en particular, para lo cual hemos ido restando
de la columna de los ingresos (cargo) las salidas que con el
mismo nombre aparecen en los egresos (data), compuesta
por los gastos de administración del mismo ramo y por los
gastos específicos asignados de antemano. En teoría, únicamente podríamos denominar productos "netos" (desde el
punto de vista contable) los de los ramos de la Masa Común
y Especiales, ya que sólo en ellos en la columna de la Data
aparecían los gastos de administración del mismo ramo por
haberse separado los gastos que tenían asignados de guerra,
situados y sueldos. Hay que recordar cjue el sistema de partida doble en las cuentas reales se incorporó en México en
1786, pero se abandonó en 1789, por plantear "serios conflictos", según los contadores, aunque no sabemos si dichos
problemas eran reales o bien que con el nuevo sistema se ponían de relieve algunos desarreglos contables que se pretendieran encubrir.
Las cifras de los "ingresos netos" calculadas por J . TePaske no coinciden con las nuestras por diversas razones
(véase gráfica 5). J . TePaske calcula el "ingreso neto" hasta
el año de 1786 sumando los ingresos "brutos" (es decir, los
ingresos antes de deducir los gastos de administración y gastos anexos) de los ramos ordinarios, extraordinarios, imposición de capitales y otras tesorerías. A partir de esa fecha,
momento en el cual se complican los problemas contables al
introducirse las intendencias, abrirse nuevas cajas y aplicar
el sistema de partida doble, J . Tepaske no explica detalladamente cómo calcula sus "netos", por lo que es difícil reproducir sus cálculos. Hasta 1786 nuestros resultados y los de
TePaske son bastante parecidos, aunque nuestros totales netos son lógicamente algo inferiores por haberse restado las
datas de los cargos del mismo nombre (véase gráfica 17).
33
TEPASKE y KLEIN,
TEPASKE,
1983.
1986.
224
PEDRO PÉREZ HERRERO
A partir de 1786 las diferencias se acrecientan, compro­
b á n d o s e que desde 1795 nuestros totales " n e t o s " son m á s
elevados que los calculados por J . TePaske ( v é a s e gran­
ea 17). C o m o demostraremos posteriormente, ello es de­
bido a las variaciones en los costos de la a d m i n i s t r a c i ó n
colonial.
A diferencia de T e P a s k e , nosotros hemos calculado p r i ­
mero los " n e t o s " de cada ramo, restando de los " c a r g o s "
las " d a t a s " del m i s m o nombre y d e s p u é s hemos efectuado
los correspondientes ajustes contables. A l total del producto
conjunto neto de los ramos ordinarios, extraordinarios y
"plus", * hemos sumado los productos netos de los ramos
ajuste de cuentas, buenas cuentas, cambio de platas y depósitos.
De
esta forma hemos solucionado los problemas de doble conta­
b i l i d a d y l a c o n d i c i ó n eventual de algunos ramos (cambio de
platas, depósitos,
préstamos).
Finalmente, hemos rectificado d i ­
chos " n e t o s " con los totales de los pagos por c o m p e n s a c i ó n
entre l a C a j a de M é x i c o y las provinciales (otras t e s o r e r í a s ) ,
a d e m á s de con los totales de las existencias.
3
E l gasto lo hemos dividido en dos grandes bloques. P o r
u n a parte e s t á n los gastos particulares (gastos de administra­
c i ó n y permanentes adscritos a cada ramo) y los temporales
(gastos transitorios adscritos a cada ramo por d i s p o s i c i ó n so­
berana), que l a contabilidad colonial presenta conjuntamen­
te, por lo que no es posible diferenciar unos de otros. E l total
por ramo de este tipo de gasto lo hemos restado a los ingre­
sos del m i s m o nombre a fin de calcular los netos por ramos.
P o r otra parte, e s t á n los gastos generales perpetuos (gastos
generales de a d m i n i s t r a c i ó n y defensa, que aparecen especi­
ficados en las partidas General y sueldos, guerra y situados) que
a u n estando adscritos en principio y t e ó r i c a m e n t e sólo a los
ingresos de l a M a s a C o m ú n , se presentan en l a contabilidad
3 4
Hemos denominado ingresos " p l u s " a los compuestos por los prés­
tamos, las imposiciones de capitales y los donativos, por no poder deno­
minar a este conjunto como ingresos "extraordinarios" o "especiales" ya
que existen estas denominaciones para otros ramos. Para más detalles, véa­
se el cuadro 2 donde se expone el diagrama de la estructura fiscal novohispana durante el siglo xvín.
LOS BENEFICIARIOS D E L REFORMISMO BORBÓNICO
225
Cuadro 2
E S T R U C T U R A DEL INGRESO DE LA R E A L H A C I E N D A DE N U E V A ESPAÑA
a) Ordinarios
Directos: tributos, lanzas, media anata
secular, novenos, bienes, comunidades.
Indirectos: Casa de Moneda, apartado,
diezmo, derechos oro, ensaye, cobre, vajilla, perlas, pólvora, afinación, alumbres; alcabalas, aguardiente, almojarifazgo, Armada
Barlovento, a v e r í a , buques, caldos,
pulperías, vino, grana, añil, vainilla, seda, aguardiente, pulques.
1) Masa C o m ú n Penas-confiscaciones: comisos, confiscaciones, multas, embargos, espolios.
Bienes de la corona: tierras, salinas, minerales.
Bienes mostrencos: mostrencos.
Empresas del Estado: papel sellado, fábrica Palacio, oficios vendibles y renunciables, cnancillería, cordobanes,
censos, composiciones, tierras, sal,
lastre, correo, nieve, gallos, aprovechamientos, factoría.
Sin clasificación:
otros.
2) Pariculares:
Directos: diezmos eclesiásticos, mesadas, media anata eclesiástica.
Penas-confiscaciones: Penas de C á m a r a .
Sin clasificación:
subsidio eclesiástico,
vacantes, bulas cruzada, sínodo misiones, fábrica, iglesia.
3) Ajenos:
Directos: inválidos, monte pío, medio
real de ministros.
Indirectos: muralla, sisa, bebidas prohibidas, desagüe Huehuetoca.
Mixtos: fábrica pólvora, señoreaje.
Penas-confiscaciones: remisible a España, espolios.
Bienes difuntos: intestados.
Empresas del Estado: depósitos, asignaciones, productos, redención de cautivos, particulares.
Sin clasificación:
California, temporalidades, hospital, mezcales, sisa.
A) Especiales: tabaco, naipes, azogue.
5) Juros/vales: Banco Nacional de San Carlos,juros,
amortización, consolidación.
226
P E D R O PÉREZ H E R R E R O
Cuadro 2
1) Extra
b) Extraordinarios
2) Plus
{conclusión)
Extraordinario: extraordinario.
Suplementos: arbitrio extraordinario,
subvención, suplementos.
Préstamos: préstamos.
Imposición de capitales: imposición de
capitales.
Donativos: donativos.
Especial: Real Hacienda en Común.
c) Otras tesorerías otras tesorerías.
,v
.
d) Transitónos
e) Ajuste cuentas
Cambio de platas.
.
D e p ó s i t o s
Alcance de cuentas.
Buenas cuentas.
Débitos atrasados.
Existencia.
E S T R U C T U R A DEL GASTO DE LA R E A L
H A C I E N D A DE N U E V A
ESPAÑA
General y sueldos
a) Perpetuo [gastos generales] Guerra
Situados
b) Temporal [transitorios adscritos a cada ramo por disposición soberana] .
c) Particular [de administración y permanentes adscritos a cada ramo].
d) Real Hacienda en Común.
e) Débitos atrasados,
g) Otras tesorerías.
colonial por separado puesto que en la práctica eran un gasto compartido en buena medida por los ramos ajenos y especiales cuando eran superiores a los ingresos de la Masa Común,
hecho que fue constante a partir de 1795, cuando se elevaron dichos gastos y decrecieron los ingresos ordinarios. Pos-
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO BORBÓNICO
227
teriormente, a los precedentes gastos " p e r p e t u o s " , y a fin
de calcular el gasto total general, hemos sumado los d é b i t o s
atrasados y a partir de 1786, el nuevo ramo de Real Hacienda
en Común, que, como se r e c o r d a r á , funcionaba en ciertas circunstancias como u n ramo que r e u n í a todos aquellos desembolsos o ingresos que no tuvieran u n a partida e s p e c í f i c a .
A fin de reproducir fielmente l a estructura financiera de
l a N u e v a E s p a ñ a , hemos efectuado todos los c á l c u l o s estad í s t i c o s y el reordenamiento del material por computadora,
mediante los programas Lotus y Harvard-Graphics. L a utilizac i ó n de u n a m a t r i z de datos de doble entrada nos h a p e r m i t i do i r verificando l a exactitud de los c á l c u l o s realizados e i r
e l i m i n a n d o los problemas de " d o b l e c o n t a b i l i d a d " , pagos
p o r c o m p e n s a c i ó n entre distintas t e s o r e r í a s , alcance de
cuentas, d é b i t o s atrasados, existencias, d e p ó s i t o s , etc. ( V é a se g r á f i c a 13.) N o hemos considerado oportuno deflactar los
totales, c o n v i r t i é n d o l o s en valores constantes en vez de corrientes, debido a que nuestro objetivo es hallar l a r e l a c i ó n
entre el comportamiento de los distintos tipos de ingresos y
distintas clases de gastos, antes que l a u t i l i z a c i ó n de estas c i fras como indicadores e c o n ó m i c o s .
D e l a i n f o r m a c i ó n cuantitativa a s í calculada se pueden
extraer varias conclusiones. D e b i d o a l a escasez de espacio,
s e ñ a l a r e m o s tan sólo las m á s importantes.
E n l í n e a s generales se pueden establecer tres grandes é p o cas: a) u n a p r i m e r a que v a desde 1750 hasta 1780 en l a que
los ingresos netos y el gasto total aumentan suavemente de
f o r m a paralela casi constante; b) u n a segunda é p o c a comp r e n d i d a entre 1781 y 1795 en l a que los ingresos netos y los
gastos perpetuos ( a d m i n i s t r a c i ó n general, virreinato, guerra
y situados) tienen u n a clara tendencia a la baja, mientras
que los gastos temporales y particulares ( a d m i n i s t r a c i ó n ,
rentas y gastos comprometidos) aumentan comparativamente de forma clara, y c) u n ú l t i m o periodo comprendido
entre 1796 y 1816 (momento en el que como consecuencia
de las guerras de independencia se corta l a i n f o r m a c i ó n ) en
el que el ingreso neto asciende de forma casi vertical, al mism o tiempo que lo realiza el conjunto del gasto. A n a l i c e m o s
c o n m á s detalle cada uno de los periodos.
228
PEDRO PÉREZ HERRERO
Periodo 1750-1780
D u r a n t e este periodo se observan las siguientes c a r a c t e r í s ticas:
1) E l ingreso neto corre paralelo al ingreso bruto, lo que
significa que e x i s t í a u n a r e l a c i ó n constante entre los ingresos
y los gastos de a d m i n i s t r a c i ó n ( v é a s e g r á f i c a 4). E n otras palabras, el aumento del ingreso bruto estaba a c o m p a ñ a d o por
u n aumento de l a m i s m a p r o p o r c i ó n en el gasto. A l no haber
a l t e r a c i ó n de l a estructura del ingreso y del gasto, pareciera
como si el leve incremento de ambos estuviera reflejando,
aparte de las evidentes mejoras administrativas como consecuencia de l a c r e a c i ó n del T r i b u n a l de Cuentas en 1776, el
lento proceso inflacionario ascendente de la centuria (rec u é r d e s e que las cifras que hemos manejado son en valores
corrientes y no en constantes), a s í como u n aumento en l a
actividad e c o n ó m i c a general.
2) L a fuente p r i n c i p a l del ingreso neto total es el ingreso
o r d i n a r i o , correspondiendo al extraordinario sólo p e q u e ñ a s
cantidades en t é r m i n o s comparativos ( v é a n s e g r á f i c a s 5 y 7).
S i observamos ahora m á s de cerca l a c o m p o s i c i ó n de los i n gresos ordinarios durante este periodo, comprobamos que
e s t á n compuestos mayoritariamente por los de l a M a s a C o m ú n ( v é a s e g r á f i c a 6). T o d o ello significa que los ingresos
particulares, ajenos y especiales no d e s e m p e ñ a n u n papel
importante en l a financiación de l a estructura v i r r e i n a l . S ó l o
cobran u n a f u n c i ó n especial en los periodos b é l i c o s de los
a ñ o s sesenta [ G u e r r a de los Siete A ñ o s (1754-1762)], en
los que el gasto m i l i t a r se a u m e n t ó por encima de lo n o r m a l .
E n otras palabras, h a b í a u n equilibrio entre ingresos y gastos que no llegaba a romperse en los periodos de crisis. L o s
ingresos ordinarios financiaban los costos de l a empresa col o n i a l , por lo que no es casual que los denominados ingresos
" p l u s " n i siquiera aparezcan en este periodo. L o s m í n i m o s
ajustes de contabilidad existentes demuestran el orden fiscal
que se l o g r ó durante dicha é p o c a .
3) L o s gastos perpetuos ocupan el porcentaje m á s a m p l i o
del gasto total, y dentro de éste los gastos b é l i c o s son los m á s
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
229
importantes ( v é a n s e g r á f i c a s 13 y 15). E l l o quiere decir que,
permaneciendo m á s o menos estables los gastos de administ r a c i ó n (temporal y particular), los ajustes del déficit se real i z a b a n a t r a v é s del control de los gastos de guerra.
Periodo 1781-1795
D u r a n t e el segundo periodo, el comportamiento financiero
de las tres d é c a d a s anteriores v a r í a completamente. E n l í neas generales, los ingresos totales netos y los gastos generales perpetuos ( a d m i n i s t r a c i ó n general del virreinato, guerra,
situados) descienden, al m i s m o tiempo que los gastos de adm i n i s t r a c i ó n y anexos de los ramos temporales y particulares
a u m e n t a n . V e á m o s l o en detalle:
1) L o s ingresos ordinarios, que siguieron actuando como
l a fuente m á s importante del ingreso, descendieron a lo largo de esta etapa, mostrando c a í d a s bruscas, que se fueron
haciendo m á s graves, como las de 1782, 1784, 1786, 1787,
p a r a terminar con el preocupante descenso de 1795-1796,
m o m e n t o en el cual los ingresos ordinarios netos se redujer o n a u n poco m á s de u n m i l l ó n de pesos ( v é a s e g r á f i c a 5).
E l l o se d e b i ó no tanto a u n a d i s m i n u c i ó n de los ingresos b r u tos cuanto fundamentalmente a u n aumento en los gastos de
a d m i n i s t r a c i ó n (gasto temporal y particular), d e m o s t r á n d o s e
q u e , pasado u n l í m i t e , los beneficios netos obtenidos eran
decrecientes ( v é a n s e g r á f i c a s 12, 13, 14 y 15). C a d a nuevo
peso a ñ a d i d o a la canasta fiscal s u p o n í a u n gasto superior
q u e r e d u c í a los ingresos netos. P a r a desgracia de los reformistas, no acabaron a q u í los problemas, y a que a partir de
1786 y hasta el a ñ o de 1795, l a R e a l C a j a de M é x i c o tuvo
q u e financiar con cantidades importantes l a c r e a c i ó n de las
nuevas cajas reales ( C h i h u a h u a en 1785; M i c h o a c á n en
1788; P u e b l a en 1789; O a x a c a en 1790 y Saltillo en 1794)
y l a puesta en marcha a partir de 1786 de lo que d e m o s t r ó
ser el c o s t o s í s i m o sistema de las intendencias. Durante estos
a ñ o s , las cajas provinciales, en vez de bombear recursos a
l a caja m a t r i z de f u n c i ó n para l a que h a b í a n sido creadas en
t e o r í a , absorbieron cantidades importantes de numerario
230
PEDRO PÉREZ HERRERO
procedentes de l a ciudad de M é x i c o ( v é a s e g r á f i c a 10). E l l o
quiere decir que l a capital del virreinato financió los costos
del reordenamiento administrativo provincial en vez de actuar como receptora de beneficios netos.
2) E l gobierno colonial, liderado por J o s é de G á l v e z desde
l a S e c r e t a r í a de Indias en l a m e t r ó p o l i hasta 1787, y a fin de
financiar las costosas reformas p o l í t i c o - a d m i n i s t r a t i v a s b o r b ó nicas ( r e c u é r d e s e que es l a é p o c a de i n t r o d u c c i ó n del sistema
de intendencias, l a c r e a c i ó n de l a C o m a n d a n c i a General de
las Provincias Internas —se crean en 1776 y se modifican sucesivamente en 1785, 1787, 1792, 1804 y 1812— y cuando se
incorporan las m á s importantes novedades administrativas) y
ante l a c a í d a de los ingresos netos ordinarios y el aumento creciente de los gastos de a d m i n i s t r a c i ó n {gasto temporal y particular), t r a t ó desesperadamente de acrecentar los ingresos netos:
a) creando nuevos ramos, tales como los especiales (tabaco, naipes y azogue); b) fortaleciendo los ingresos extraordinarios
(extraordinarios, suplementos, préstamos,
imposición
de capitales, donativos y especiales), y c) disminuyendo los gastos perpetuos.
L o s ingresos netos de los ramos especiales comenzaron a
ocupar u n puesto importante, alcanzando en algunos a ñ o s
(1781-1785) casi el 50% de los ingresos ordinarios ( v é a s e
g r á f i c a 6). S i n embargo, esta bonanza no fue m u y duradera,
y a que a partir de 1785 comenzaron a decrecer dichos ingresos de forma acelerada.
P o r su parte, los ingresos extraordinarios netos y en especial el ramo del mismo nombre (extraordinario) aumentaron
notablemente a partir de 1779, pero, al igual que los anteriores, volvieron a d i s m i n u i r a partir de 1785 ( v é a n s e g r á f i c a s 7
y 8). E l recurso excepcional de obligar a las é l i t e s americanas a l a c o n t r i b u c i ó n directa del costo colonial d e m o s t r ó no
tener buena acogida, y a que tan sólo en 1782 hubo u n ingreso neto importante (3 656 116 pesos) en calidad de p r é s t a m o , p a r a posteriormente rendir este ramo incluso beneficios
negativos. P o r su parte, los ingresos por concepto de donativos e imposiciones de capitales fueron m í n i m o s ( v é a s e g r á f i c a 9).
E l gobierno reformista metropolitano no lograba arrancar
recursos extra de las é l i t e s americanas, que se r e s i s t í a n a fin a n c i a r l a nueva p o l í t i c a colonialista b o r b ó n i c a .
LOS BENEFICIARIOS D E L REFORMISMO BORBÓNICO
231
E l gasto perpetuo y en especial el b é l i c o , que h a b í a ascen­
d i d o preocupantemente entre 1779 y 1785, se r e s t r i n g i ó casi
a l 1 0 0 % , cayendo de forma vertical las inversiones en defen­
sa ( d i s m i n u y e n a menos de medio m i l l ó n de pesos a partir
de 1794) ( v é a n s e g r á f i c a s 13 y 15). C o m o se r e c o r d a r á , dada
l a estructura del gasto en el periodo anterior, l a r e d u c c i ó n
del gasto b é l i c o era l a ú n i c a forma de ajustar el déficit.
S i n embargo, todos estos recursos no fueron suficientes n i
m a n t u v i e r o n l a constancia necesaria para soportar el cre­
ciente déficit ocasionado por los gastos administrativos que
se septuplicaron entre 1774 y 1790 ( v é a s e g r á f i c a 14).
3) Desde el punto de vista fiscal general metropolitano,
esta é p o c a puede parecer u n fracaso, pero desde l a perspecti­
v a del conjunto de l a e c o n o m í a novohispana, puede inter­
pretarse como u n a é p o c a en l a que el gasto administrativo
r e c a y ó dentro de las fronteras virreinales, con lo que se i n ­
c r e m e n t ó el consumo. L a d i s m i n u c i ó n en las exportaciones
oficiales de plata realizadas por l a R e a l H a c i e n d a hacia l a
m e t r ó p o l i entre 1780 y 1795 demostraba el incremento
del remanente en el virreinato ( v é a s e g r á f i c a 18). Desde esta
ó p t i c a , h a b r í a que comenzar a repensar si el cambio de r u m ­
bo de l a p o l í t i c a b o r b ó n i c a no a c a b ó beneficiando precisa­
mente a las é l i t e s americanas en vez de a l a m e t r ó p o l i , al
convertirse las reformas en u n potente mecanismo de redis­
t r i b u c i ó n del ingreso. L o s beneficios succionados por la R e a l
H a c i e n d a , en vez de remitirse a l a P e n í n s u l a , se redistribu­
y e r o n en u n alto porcentaje en el virreinato, favoreciendo a
grupos sociales m u y concretos, como los receptores de los
salarios de los nuevos puestos administrativos, los firmantes
de las nuevas contratas de abastecimiento a las tropas (comi­
d a y vestimenta), de obras p ú b l i c a s (empedrado, alumbra­
do, carreteras, puentes, puertos, etc.), o los seleccionados
p a r a disfrutar m o n o p ó l i c a m e n t e de las nuevas producciones
c o m o el tabaco, o del transporte del azogue, por citar sólo
algunos ejemplos c l á s i c o s . N o es casual, por tanto, que las
é l i t e s americanas, si se estaban beneficiando del aumento
del gasto colonial, no vieran oportuno utilizar el mecanismo
35
PÉREZ H E R R E R O , 1988,
p.
187.
232
PEDRO PÉREZ HERRERO
de los p r é s t a m o s o los donativos (a fin de conseguir intereses
a sus capitales, exenciones fiscales y u n tratamiento p o l í t i c o
prioritario), a s í como tampoco protestar contra los incrementos de l a p r e s i ó n fiscal, al haberse convertido la R e a l
H a c i e n d a en u n a potente m a q u i n a r i a de r e d i s t r i b u c i ó n del
ingreso que incluso p o d í a n hasta cierto punto controlar.
Este importante aspecto de las relaciones p o l í t i c o financieras entre l a m e t r ó p o l i y las é l i t e s americanas quedaba totalmente escondido al manejar los ingresos brutos en
vez de los netos ( v é a s e g r á f i c a 4). P o r esta r a z ó n t a m b i é n las
cifras de los ingresos " n e t o s " calculadas por J . TePaske no
muestran u n a c a í d a entre 1785 y 1795 sino u n a lenta recup e r a c i ó n ( v é a s e g r á f i c a 17).
Periodo 1796-1816
F i n a l m e n t e , durante el tercer periodo, las relaciones entre
las distintas variables de l a c o m p o s i c i ó n del ingreso y el gasto y de ambas entre sí volvieron a cambiar.
7) Se observa que el ingreso neto ordinario d i s m i n u y ó a
partir de 1799, d e s p u é s de haber presenciado u n importante
aunque pasajero aumento durante los a ñ o s 1797-1798,
q u i z á s debido a l a i n t r o d u c c i ó n de alguna novedad contable,
mientras que los ingresos extraordinarios " p l u s " aumentaron de forma espectacular a partir de 1798 ( v é a n s e g r á f i c a s
5 y 8). C o m o consecuencia del comienzo de l a guerra, las
imposiciones especiales (suplementos) destinadas a financiar el
gasto b é l i c o aumentaron sensiblemente y de forma ascendente a partir de 1808.
A n a l i z a n d o el comportamiento de los ingresos ordinarios
netos con m á s detalle, se puede detectar que los pertenecientes a l a Masa Común, d e s p u é s de u n a crisis profunda en 17951796 y u n r á p i d o ascenso en 1797-1798 (ambos procesos
q u i z á s reflejen variaciones en l a contabilidad), mostraron
u n a clara tendencia decreciente. P o r su parte, los ingresos
particulares (destinados a sufragar los gastos e c l e s i á s t i c o s ) ,
d e s p u é s de u n inexplicable ascenso en 1797-1798 (suben de
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
233
u n a m e d i a de dos a diez millones de pesos anuales), se m a n t u v i e r o n p r á c t i c a m e n t e estables con u n a ligera i n c l i n a c i ó n al
a l z a , m u y posiblemente reflejo del proceso inflacionario.
L o s ingresos especiales (azogue, tabaco y naipes), d e s p u é s de
las p é r d i d a s netas de los a ñ o s 1795 y 1796, ocasionadas por
u n aumento de los gastos de a d m i n i s t r a c i ó n del ramo, asc e n d i e r o n en 1798-1802 para posteriormente descender hast a casi desaparecer, debido esta vez a l a d i s m i n u c i ó n en los
ingresos brutos antes que a u n a e l e v a c i ó n en los gastos de
a d m i n i s t r a c i ó n . Los ingresos ajenos (aquellos que aunque no
p e r t e n e c í a n al patrimonio real, eran protegidos y administrados como bienes p ú b l i c o s por el rey, estando su producto
c o m p r o m e t i d o de antemano) fueron los ú n i c o s que tendencialmente ascendieron de forma clara hasta 1808, momento
e n el cual comenzaron a descender debido a l a c o n v u l s i ó n
p o l í t i c a ( v é a s e g r á f i c a 6).
D e lo anterior se puede concluir que l a capacidad de
e x t r a c c i ó n de beneficios fiscales netos por parte de la corona
d i s m i n u y ó globalmente durante este tercer periodo. L o s i n gresos brutos ascendieron como reflejo del movimiento econ ó m i c o , el aumento de l a p r e s i ó n fiscal y el proceso inflacion a r i o , pero, a l a vez, los gastos administrativos (temporales y
particulares) crecieron a u n r i t m o superior, c o m i é n d o s e los
beneficios ( v é a s e g r á f i c a 14). S ó l o en el caso de los ajenos, los
ingresos netos fueron ascendentes debido a quedos gastos de
a d m i n i s t r a c i ó n no aumentaron con l a m i s m a rapidez. R e s u l t a i r ó n i c o comprobar que los ingresos netos ordinarios
descendieran cuando l a e c o n o m í a novohispana estaba pasando, s e g ú n la i n t e r p r e t a c i ó n tradicional, por sus mejores
momentos.
2) Se observa que l a corona, ante l a d i s m i n u c i ó n de estos
ingresos y el importante déficit fiscal, o p t ó por: a) pedir ayud a a las é l i t e s latinoamericanas en forma de p r é s t a m o s forzosos o voluntarios para financiar el déficit; b) jugar con l a
d e u d a p ú b l i c a prometiendo intereses a todo aquel que q u i siera invertir sus ahorros; c) i m p o n e r cargas suplementarias
u n a vez que comenzaron los problemas b é l i c o s ; d) invertir
las relaciones entre l a C a j a de M é x i c o y las provinciales para
conseguir transformar el balance negativo en positivo, y
234
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
e) tratar de reducir en lo posible los gastos. V e a m o s cada
punto con m á s detalle.
A n a l i z a n d o l a e v o l u c i ó n global de los ingresos, se puede
c o m p r o b a r f á c i l m e n t e que, como se dijo anteriormente, fueron los extraordinarios, y m á s concretamente los préstamos
y
l a imposición
de capitales, los responsables del ascenso en el i n greso global neto ( v é a n s e g r á f i c a s 5, 7, 8 y 9). Precisamente
a q u í reside u n a de las importantes diferencias entre nuestros
c á l c u l o s y los ofrecidos por J . T e P a s k e ( v é a s e g r á f i c a 17). A l
incorporar nosotros estos ingresos {préstamos
e imposición
de
capitales) que, como acabamos de ver, fueron de capital i m portancia durante este periodo, nuestros totales son m á s elevados por lo general que los ofrecidos por a q u é l . L a corona
o p t ó por financiar el déficit con u n dinero fácil y r á p i d o ,
aunque es verdad que para ello tuvo que pagar u n alto costo
p o l í t i c o como fue l a c o n c e s i ó n de exenciones y tratamientos
prioritarios. Las é l i t e s novohispanas aprovecharon l a oport u n i d a d de captar los favores m e t r o p o l i t a n o s , al m i s m o
tiempo que invertir sus capitales, beneficiarse de l a deuda
p ú b l i c a , y reconquistar l a a u t o n o m í a p o l í t i c a que la a d m i n i s t r a c i ó n de G á l v e z h a b í a intentado arrebatar en el periodo
anterior. Q u e d a por resolver por q u é las é l i t e s novohispanas
decidieron colaborar en el fmanciamiento del déficit a partir
precisamente de 1798, pero todo parece indicar que d e b i ó de
ser como resultado, por u n a parte, de las variaciones en sus
intereses, a s í como del cambio en las condiciones ofrecidas
p o r l a a d m i n i s t r a c i ó n metropolitana. E n el momento en
que, como ha s e ñ a l a d o C o a t s w o r t h l a rentabilidad de l a
p r o d u c c i ó n m i n e r a c o m e n z ó a descender por el aumento en
los costos de p r o d u c c i ó n y l a c a í d a del valor de l a plata en
los mercados internacionales, las é l i t e s financieras novohispanas comenzaron a descubrir que el juego del agiotismo
p o d í a ser u n recurso alternativo, favorecido a d e m á s por l a
tradicional c o n c e p c i ó n de l a " s e g u r i d a d del E s t a d o " .
36
37
Paralelamente, si bien durante el periodo del gobierno de
C a r l o s III se h a b í a tratado de manejar los asuntos americaCOATSWORTH,
1986.
PÉREZ H E R R E R O , 1988
p.
206.
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
235
nos desde u n a p o s i c i ó n de fuerza sin otorgar demasiadas
concesiones, esta s i t u a c i ó n c a m b i ó radicalmente durante el
gobierno de Carlos I V . R e c u é r d e s e , por ejemplo, que u n a
v e z muerto (1787) J o s é de G á l v e z , ministro de l a S e c r e t a r í a
de Indias, l a p o l í t i c a colonial c a m b i ó de signo, al pasar los
asuntos americanos a ser tratados en cada u n a de las secretar í a s correspondientes (Estado, G r a c i a y J u s t i c i a , G u e r r a ,
M a r i n a y Hacienda). M u y posiblemente, l a s i t u a c i ó n cread a por el cierre del comercio a t l á n t i c o entre 1797 y 1804 deb i d o a l a guerra contra Inglaterra s i r v i ó a las élites locales
latinoamericanas para ganar u n alto margen de a u t o n o n i í a
e c o n ó m i c a al poder utilizar el sistema del comercio' de
" n e u t r a l e s " . A ello se a ñ a d i ó que en 1796 se c o n c e d i ó a los
comerciantes americanos l a libertad de expedir navios por
su cuenta en d i r e c c i ó n a l a P e n í n s u l a . Esta era en l a p r á c t i c a
u n a l e g a l i z a c i ó n velada de u n r é g i m e n de comercio libre
r e a l , bastante m á s benigno y en absoluto ficticio para los i n tereses americanos, como h a b í a sido el anterior Reglamento
de L i b r e C o m e r c i o de 12 de octubre de 1778, oficialmente
extendido a l a N u e v a E s p a ñ a en 1789.
E n definitiva y sea cual sea l a e x p l i c a c i ó n , el hecho i n cuestionable es que las é l i t e s americanas decidieron colabor a r en l a financiación del déficit colonial, asunto que antes
h a b í a n eludido. Es evidente que las relaciones existentes del
contrato colonial variaron en este periodo, en contra de lo
manifestado tradicionalmente, en favor de los intereses americanos. U n a vez que las é l i t e s novohispanas comprobaron
que h a b í a n logrado alcanzar u n importante grado de auton o m í a e c o n ó m i c a y p o l í t i c a , l a distancia hacia l a t r a n s i c i ó n
a l a independencia se h a b í a acortado.
C o m o u n recurso paralelo para reducir el déficit, l a coron a t r a t ó de invertir l a r e l a c i ó n existente entre l a C a j a de
M é x i c o y las provinciales s u f r a g á n e a s , a fin de intentar que
fueran a q u é l l a s las que bombearan recursos a l a capital y no
al contrario, como h a b í a sido l a p r á c t i c a hasta entonces
( v é a s e g r á f i c a 10). N o obstante, si descontamos l a breve experiencia de 1797, no se l o g r a r í a cosechar frutos sino hasta
1803, momento en el que finalmente l a C a j a de M é x i c o com e n z ó a recibir recursos monetarios netos de las sufraga-
236
PEDRO PÉREZ HERRERO
neas. E n definitiva, se lograba que las provincias financiar a n los desajustes fiscales de l a ciudad de M é x i c o . Desde este
p u n t o de vista, no s e r í a casual que se fuera creando u n resentimiento anticentralista que e x p l o t a r í a con violencia en
las guerras de independencia y que s e r í a utilizado con distintos fines durante l a p r i m e r a m i t a d del siglo X I X .
C o m o u n ú l t i m o medio de ampliar los recursos extraordinarios, una vez que los movimientos independentistas com e n z a r o n , se a u m e n t ó l a p r e s i ó n fiscal, incrementando viejos impuestos o creando otros nuevos {suplementos, v é a s e
g r á f i c a 8).
C o n respecto a l a p o l í t i c a de control del gasto, otra de las
medidas para reducir el déficit, se puede comprobar que fue
u n a batalla perdida en buena m e d i d a de antemano. Dentro
de l a estructura general del gasto, se observa claramente que
mientras el perpetuo y el temporal-particular pudieron ser controlados hasta cierto punto y salvando las excepciones de algunos a ñ o s , el nuevo gasto de l a Real Hacienda en Común se
d i s p a r ó aparentemente de forma descontrolada a partir de
1797 ( v é a s e g r á f i c a 13). Antes de pasar a analizar con detalle
cada u n o de los respectivos comportamientos, hay que subr a y a r que es sumamente complicado establecer con precis i ó n cualquier i n t e r p r e t a c i ó n sobre las variaciones del gasto
en este periodo, debido precisamente a l a a p a r i c i ó n del nuevo r a m o de l a Real Hacienda en Común. A l c u m p l i r en parte,
c o m o se e x p l i c ó anteriormente, l a m i s m a f u n c i ó n que el antiguo ramo de extraordinario, es decir, i n c l u i r ingresos o gastos p a r a los cuales no e x i s t í a r a m o , es p r á c t i c a m e n t e imposible saber c u á l fue el destino de este gasto manejando los
r e s ú m e n e s de las cuentas de l a R e a l H a c i e n d a . M u y posiblemente l a corona, a fin de conseguir u n a mayor a u t o n o m í a
en el manejo de l a R e a l H a c i e n d a , p r e f i r i ó crear este ramo
en el que los gastos y los ingresos no fueran interdependientes unos de otros, es decir, cada ingreso no tuviera adscrito
u n gasto e s p e c í f i c o . E l hecho de que el porcentaje m á s amp l i o de los ingresos fuera de c a r á c t e r extraordinario (que no
t e n í a n unos gastos adscritos de antemano) facilitó este proceso. E l resultado es que hay que preguntarse si la falta de
a u m e n t o de los gastos perpetuo y temporal-particular se d e r i v ó
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO BORBÓNICO
237
del crecimiento del gasto en l a Real Hacienda en Común, o d i cho de otro modo, si el aumento de este ú l t i m o no estuvo conectado con la d i s m i n u c i ó n de los anteriores. D e momento
es imposible, con l a i n f o r m a c i ó n existente, responder a estas
preguntas.
E l gasto total perpetuo pudo ser controlado hasta 1805, momento en el cual c r e c i ó de forma clara para no volver a reducirse hasta 1810 ( v é a s e g r á f i c a 15). E n contra de lo que p u d i e r a pensarse en u n principio, los gastos globales de guerra
se m a n t u v i e r o n bajos hasta 1807 en que se d u p l i c a r o n . L o s
gastos de situados ( e n v í o s de circulante a otras administraciones deficitarias, como l a C o m a n d a n c i a G e n e r a l de las P r o vincias Internas de l a N u e v a E s p a ñ a , el m u n d o antillano y
circuncaribe y las Filipinas) aumentaron sensiblemente entre 1796 y 1808, precisamente en los momentos en que los
ingresos ordinarios estaban tendencialmente descendiendo.
E n consecuencia, p o d r í a plantearse que las obligaciones de
l a H a c i e n d a novohispana con respecto a otras regiones i m periales a y u d ó a ensanchar el déficit del virreinato, que s e r í a
aprovechado por sus é l i t e s en su propio beneficio, como v i mos. P o r su parte, los gastos generales de l a a d m i n i s t r a c i ó n
p u d i e r o n ser controlados hasta el periodo 1802-1809, en que
se m u l t i p l i c a r o n por cinco en promedio.
E l gasto total temporal y particular (no hace falta recordar
que siempre estamos manejando las cifras en valores corrientes) m o s t r ó u n a clara tendencia al alza, aunque con
fuertes oscilaciones anuales, como los aumentos de 17961799, 1802, 1804 y 1808-1809 ( v é a s e g r á f i c a 14). L a fecha
de 1808 se explica f á c i l m e n t e , y a que las nuevas condiciones
p o l í t i c a s elevaron los gastos totales y por tanto los costos administrativos. L a de 1804 p o d r í a entenderse por los costos
de l a C o n s o l i d a c i ó n de V a l e s Reales. S i n embargo, las de
1796-1799 y l a de 1802 resultan m á s d i f í c i l e s de explicar.
E l gasto de l a Real Hacienda en Común a p a r e c i ó repentinamente en 1797, doblando o triplicando, s e g ú n los a ñ o s , a los
restantes gastos ( v é a s e g r á f i c a 13). Partiendo de l a comentada dificultad del a n á l i s i s de este gasto y de su c o n e x i ó n con
los restantes, se puede observar u n paralelismo entre l a evol u c i ó n del gasto de l a Real Hacienda en Común y l a c u r v a de
238
PEDRO PÉREZ HERRERO
los ingresos extraordinarios ( v é a s e g r á f i c a 7). E n definitiva,
no parece haber n i n g u n a d u d a de que los nuevos gastos de
finales del periodo colonial se financiaron con recursos extraordinarios.
3) A l parecer, y s e g ú n incluso los c á l c u l o s m á s conservadores, encubridores del proceso de d e s a t e s o r i z a c i ó n que com e n z ó a sufrir l a N u e v a E s p a ñ a a partir de l a d é c a d a de
1790, las extracciones oficiales de circulante realizadas
por l a R e a l H a c i e n d a aumentaron sensiblemente a partir de
1795 ( v é a s e g r á f i c a 18). E n este caso las diferencias tan fuertes entre unos y otros se explican por l a s i t u a c i ó n del comercio m a r í t i m o , y a que cuando las condiciones b é l i c a s a s í lo
e x i g í a n , los caudales se r e t e n í a n a l a espera de mejores momentos, como se comprueba precisamente por las cifras de
existencias, cuyos m á x i m o s coinciden exactamente con
aquellos a ñ o s en que las extracciones se postergaron ( v é a s e
g r á f i c a 10).
38
Esta r e l a c i ó n entre ingresos netos y exportaciones de circulante por parte de l a R e a l H a c i e n d a muestra claras diferencias con el periodo anterior, cuando, como se r e c o r d a r á ,
puntualizamos que u n importante porcentaje del gasto se
r e a l i z ó en l a N u e v a E s p a ñ a . L a s consecuencias de este cambio fueron importantes, y a que si por u n a parte a y u d ó a v i gorizar el proceso de d e s a t e s o r i z a c i ó n , por otra parte m o s t r ó
a las é l i t e s locales novohispanas que: a) u n a buena parte del
monto total de sus p r é s t a m o s eran exportados para ser i n vertidos en otras regiones americanas {situados) o en l a met r ó p o l i , pero no en el virreinato, como era en el pasado, y
b) que a cambio de los p r é s t a m o s , l a corona hipotecaba en
g a r a n t í a unos ramos como los especiales (azogue, tabaco y
naipes) que claramente t e n í a n unos ingresos a l a baja. S i a
ello le sumamos, como demostrara C o a t s w o r t h que el cre39
38
Hemos utilizado los cálculos más bajos de las exportaciones de circulante oficiales realizadas por la Real Hacienda, como son los que se incluyen en el documento denominado Icaza: A H H (México), pp. 395-397 y
397-399. U n comentario extenso sobre esta fuente y la reproducción cuantitativa de sus series puede verse en PÉREZ HERRERO, 1988, pp. 165-194.
3 9
COATSWORTH,
1982.
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
239
c i m i e n t o e c o n ó m i c o global m á s intenso del virreinato se produjo en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X V I I I y no a finales de
siglo, estaremos en d i s p o s i c i ó n de valorar las consecuencias
de las transformaciones entre las relaciones ingreso-gastoexportaciones descritas. E l resultado no se hizo esperar. A
p a r t i r de 1804, los recursos obtenidos por p r é s t a m o s voluntarios comenzaron claramente a descender. L a corona, ante
las urgencias del déficit, no d u d ó , aunque consciente de las
consecuencias que ello conllevaba, en utilizar los capitales
e c l e s i á s t i c o s , declarando l a C o n s o l i d a c i ó n de V a l e s Reales,
y en i m p o n e r p r é s t a m o s obligatorios. A s í , a partir de
1805, y evidentemente antes de 1808, momento del v a c í o de
poder ocasionado por la famosa a b d i c a c i ó n de Bayona, tanto las é l i t e s financieras novohispanas como los m á x i m o s representantes e c l e s i á s t i c o s se pusieron claramente en contra
de l a p o l í t i c a metropolitana. L a o c u p a c i ó n de E s p a ñ a por
N a p o l e ó n y l a ausencia de m o n a r c a en 1808 fue, de este mod o , l a gota que d e r r a m ó el vaso, antes que el origen de u n
proceso, como se ha venido interpretando tradicionalmente.
C u a n d o G a b r i e l de Y e r m o , en l a noche del 16 de septiembre
de 1808, dio el golpe contra el virrey Iturrigaray, era evidente que el tradicional contrata colonial entre l a corona, l a
Iglesia y las é l i t e s locales h a c í a tiempo que se h a b í a quebrad o . E n el momento en que l a Iglesia y las é l i t e s comprobar o n que ambas estaban en desacuerdo con l a p o l í t i c a metrop o l i t a n a y, lo que es m á s importante, no l a necesitaban para
sus fines en tanto que m a q u i n a r i a redistribuidora del ingreso, l a independencia a p a r e c i ó como algo inevitable.
40
CONCLUSIONES
Parece evidente que l a tesis del crecimiento b o r b ó n i c o continuo y acelerado debe ser reconsiderada en f u n c i ó n de l a crítica de las cifras oficiales existentes. U n a vez solucionados
estos problemas t é c n i c o s , h a b r á que seguir ahondando en
las causas del crecimiento y de las vinculaciones con las re4 0
STEIN, 1 9 8 3 .
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
240
formas administrativas y p o l í t i c a s . D e momento, para el caso de l a N u e v a E s p a ñ a , se han comenzado a reinterpretar
las series oficiales existentes, a l c a n z á n d o s e resultados i n cuestionables, aunque evidentemente h a b r á que seguir trabajando en l a s u p e r a c i ó n de algunos detalles t é c n i c o s y de
u n i f i c a c i ó n de i n f o r m a c i ó n , pero que no v a r i a r á n en lo sustancial las conclusiones m á s importantes. P o r estos trabajos
sabemos y a que si deflactamos los totales oficiales de amon e d a c i ó n por los precios de l a plata en los mercados i n ternacionales, comprobamos que l a p r o d u c c i ó n de plata en
el virreinato de l a N u e v a E s p a ñ a durante l a segunda m i t a d
del siglo X V I I I , medida en valores constantes (y no en valores nominales, valores corrientes o en kilogramos) no tuvo
el ascenso espectacular que las cifras oficiales subrayan, sino
que incluso d e s c e n d i ó a finales de l a é p o c a colonial antes de
los movimientos de independencia y no como consecuencia
de ellos.
41
T a m b i é n sabemos que l a tasa m á s elevada del crecimiento e c o n ó m i c o , para el caso de l a N u e v a E s p a ñ a , se produjo
en l a p r i m e r a m i t a d del siglo X V I I I y no en l a segunda,
por lo que hay que modificar l a tesis del reformismo como
su causa, al menos en esta r e g i ó n . E n resumen, no se puede
seguir argumentando que el crecimiento e c o n ó m i c o fue
constante, creciente y uniforme a lo largo del siglo X V I I I
para el conjunto del á r e a latinoamericana, y que fue causado p o r l a i n t r o d u c c i ó n de las medidas reformistas. Nuevos
estudios regionales t e n d r á n que i r redescribiendo las diferencias locales.
42
Respecto de las vinculaciones entre ingresos fiscales y v i g o r i z a c i ó n de las estructuras imperiales, se puede comprobar, al menos t a m b i é n para el caso dado de l a N u e v a Españ a , que las interpretaciones triunfalistas del mismo siglo
X V I I I y las liberales d e c i m o n ó n i c a s h a n venido s i s t e m á t i c a mente escondiendo comportamientos s o c i o p o l í t i c o s bastante
m á s complejos. A l analizar pormenorizadamente l a estruct u r a y e v o l u c i ó n en las relaciones del ingreso y el gasto p ú -
4 1
COATSWORTH, 1978, 1982 y 1986; PÉREZ H E R R E R O , 1990.
4 2
PÉREZ HERRERO, 1991.
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO BORBÓNICO
241
bucos del virreinato de l a N u e v a E s p a ñ a , se descubre que,
e n contra de lo sostenido hasta l a fecha, durante el periodo
de 1780-1795 el porcentaje mayor de los beneficios netos de
l a complicada reforma administrativa y fiscal fueron a parar
a las élites coloniales antes que al gobierno metropolitano.
L o s ingresos brutos aumentaron, pero al mismo tiempo y
con m á s intensidad lo hizo el gasto p ú b l i c o , p u d i é n d o s e
comprobar que l a R e a l H a c i e n d a fue empleada por las é l i t e s
coloniales en su provecho como u n a potente m a q u i n a r i a redistributiva del ingreso. E n el periodo posterior de 1796 a
1816, el déficit fiscal creado por el aumento del gasto y l a red u c c i ó n de los ingresos netos fue cubierto b á s i c a m e n t e por
l a ayuda de los p r é s t a m o s concedidos por las é l i t e s virreinales. C u a n d o los gastos comenzaron a realizarse fuera de las
fronteras del virreinato y los ramos hipotecados como garant í a de los p r é s t a m o s fueron perdiendo valor debido al proceso inflacionario y al aumento de los costos administrativos,
comenzaron a verse las desventajas de las relaciones con u n a
m e t r ó p o l i que o f r e c í a poco a cambio.
E n esencia, p a r e c e r í a que el famoso é x i t o b o r b ó n i c o no
a l c a n z ó l a intensidad " m í t i c a " concedida por l a historiografía tradicional y por lo tanto que l a " f u e r z a " del gobierno
metropolitano d e p e n d i ó en este periodo no tanto de su capac i d a d extractora de beneficios fiscales, sino m á s bien de l a
v o l u n t a d de las é l i t e s locales de " d o n a r " recursos a cambio
de p r o t e c c i ó n e c o n ó m i c a y de l a j u s t i f i c a c i ó n p o l í t i c a e ideol ó g i c a de su estructura colonial. L a s consecuencias interpretativas que se derivan son importantes, y a que se puede
plantear entonces que si se dio u n fortalecimiento de l a estructura i m p e r i a l , no fue tanto por l a capacidad de control
del gobierno metropolitano, cuanto por el compromiso de
los grupos de poder indianos de mantener el statu quo. É l i t e s ,
gobierno e Iglesia h a b í a n entrelazado tradicionalmente sus
intereses a lo largo de todo el periodo colonial, equilibrio
que los Borbones quebraron peligrosamente.
FUENTES: N E - P É R E Z H E R R E R O ,
1988;
POTOSÍ-FISHER, 1 9 7 7 ;
BAKEWELL,
1975.
Gráfica 2
C O M E R C I O A T L Á N T I C O ENTRE E S P A Ñ A - A M É R I C A
LATINA
( N Ú M E R O DE BARCOS)
350
i
FUENTES:
:
CHAUNU,
•
—
1 9 5 9 - 1 9 6 9 ; G A R C Í A FUENTES,
'
1980; W A L K E R ,
~
1979; GARCÍA-BAQUERO,
1 9 7 6 ; FISHER, 1
Gráfica 4
INGRESOS BRUTOS/INGRESOS NETOS E N N U E V A ESPAÑA (VALORES CORRIENTES)
70 ,
u
f | |
1750
1
^
l i l i
1755
| M
1 I I I
1760
FUENTE: TEPASKE, 1976.
I I I
1765
III
1770
l i l i
t i l
1775
I I I I
1780
I I I
1785
I
I I I
I I 1 I I I
1790
1795
I I I I
1800
—L
I I I
I I I t
1805
III
1810
III
l i l i
1815
III
1820
M i
1825
0
1
FUENTE: TEPASKE,
1976.
Gráfica 6
INGRESOS ORDINARIOS NETOS ( V A L O R E S CORRIENTES)
12
Gráfica 7
INGRESOS ORDINARIO Y E X T R A O R D I N A R I O , NETOS ( V A L O R E S CORRIENTES)
35
FUENTE: TEPASKE,
1976.
Gráfica 8
INGRESOS E X T R A O R D I N A R I O S NETOS ( V A L O R E S CORRIENTES)
:
^
¡
^
•—^
-
12,
2
" ' ¡ i i i ) i i ii i I i I i i i i i | l I M i i l l I l I I I I I l I i l I I 1 I I l 1 ll
1750
1755
1760 . 1765
1770
1775
1780
1785
1790
1795
FUENTE: TEPASKE,
1976.
1l I M 1I I I I I I I I I I I I I I lI
1800
1805
1810
1815
1820
FUENTE: TEPASKE,
1976.
G r á f i c a 15
E S T R U C T U R A D E L GASTO PERPETUO EN N U E V A E S P A Ñ A ( V A L O R E S CORRIENTES)
1750
1755
FUENTE: TEPASKE,
1760
1976.
1765
1770
1775
1780
1785
1790
1795
1800
1805
1810
S
1815
1820
G r á f i c a 16
AJUSTES D E C O N T A B I L I D A D
(VALORES
CORRIENTES)
Alcance de cuentas
Buenas cuentas
•
_
I
—
>\
_v
\
\
\
\
\
\
1 1 1 11 1 111 111 1 11 11 11 111 1 11 1 1 111 11! 1 I 1 1 1 1
FUENTE: TEPASKE, 1976.
I
1 !! 11 11 1 1 1
I
\
\
\
\
11 111 1 1! 1 1 11 1 1 M 1 1
1
Oí
^4
F U E N T E : A H H (México), pp. 3 9 5 - 3 9 9 (reproducido en PÉREZ H E R R E R O ,
1988).
260
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
REFERENCIAS
BAKEWELL,
Peter
1975
"Registered Silver Production in the Potosí District,
1 5 5 0 - 1 7 3 5 " , en Jahrbuch für Geschichte von Staat,
Wirtschaft und Gesellschaft Lateinamerikas, 12, pp. 6 7 - 1 0 3 .
BETHELL,
L . (comp.)
1987
BRADING,
Colonial Spanish America. Cambridge: Cambridge University Press.
David A.
1985
"Facts and Figments in Bourbon México", en Bulletin
of Latin American Research, i v : l , pp. 6 1 - 6 4 .
1987
"Bourbon Spain and its American Empire" en B E T H E L L , pp.
BURKHOLDER,
Mark A. y Lyman L.
1990
COATSWORTH,
112-162.
JOHNSON
Colonial Latin America. Oxford: Oxford University
Press.
John H .
1978
"Obstacles to Economic Growth in Nineteenth-Century México",
LXXXIIIA,
pp.
COATSWORTH,
en
80-100.
The American Historical Review,
[Traducido al español en J . H .
1990.]
1982
"The Limits of Colonial Absolutism. The State in
Eighteenth-Century México", en SPALDING, pp. 2 5 51.
[Traducido al español en J . H . C O A T S W O R T H ,
1986
"The Mexican Mining Industry in the EighteenthCentury", en J A C O B S E N - P Ü H L E , pp. 2 6 - 4 5 . [Traducido al español en J . H . C O A T S W O R T H , 1 9 9 0 . ]
1990.]
1990
Los orígenes
del atraso. Nueve ensayos de historia económica
México en los siglos xvín y xix. México: Alianza Editorial Mexicana.
Cosío
VILLEGAS,
1977
CHAUNU,
Daniel (coord.)
Historia general de México. México: El Colegio de México, II.
Pierre y Huguette
1959-1969
CHAUNU
Seville et lAtlantique. 1 2 vols. París: A. Colin.
de
261
LOS BENEFICIARIOS DEL R E F O R M I S M O BORBÓNICO
FISHER, John
1977
Silver Mines and Silver Miners in Colonial Perú, 1776-1824.
Liverpool: University of Liverpool.
1985
Commercial Relations Between Spain and Spanish America in
the Era of Free Trade 1778-1796. Liverpool: University
of Liverpool.
1990
" I b e r o a m é r i c a colonial ( 1 7 0 0 - 1 8 0 8 ) " ,
pp.
FLORESCANO,
en S A L M O R A L ,
549-662.
Enrique
1969
Precios del maíz y crisis agrícolas en México
M é x i c o : E l Colegio de M é x i c o .
(1798-1810).
FLORESCANO, Enrique e Isabel G I L
1977
" L a época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico,
1750-1808",
en C o s í o V I L L E G A S , pp.
183-301.
F O N S E C A , F a b i á n de y Carlos de U R R U T I A
1845-1853
Historia general de Real Hacienda. 6 vols. M é x i c o : Imprenta de Vicente G a r c í a Torres.
G A R A V A G L I A , J u a n Carlos y Juan Carlos GROSSO
1985
Estados borbónicos y presión fiscal en la Nueva España, 17501821. Reporte de investigación, M é x i c o : Universidad
A u t ó n o m a Metroplitana-Iztapalapa.
G A R C Í A - B A Q U E R O , Antonio
1976
Cádiz y el Atlántico. El comercio colonial español bajo el monopolio gaditano. 2 vols. Sevilla: Escuela de Estudios
Hispanoamericanos.
G A R N E R , Richard L .
1985
"Price Trends in Eighteenth-Century M é x i c o " , en
The Hispanic American Historical Review, L X V : 2 , pp.
279-325.
H U M B O L D T , Alejandro de
1966
Ensayo político sobre el reino de la Nueva España.
Editorial P o r r ú a .
México:
J A C O B S E N , N . y H . J . P Ü H L E (comps.)
1986
The Economies of México and Perú During the Late Colonial
Period, 1760-1810. Berlín: Colloquium Verlag.
262
PEDRO PÉREZ H E R R E R O
J O H N S O N , Lyman L . y Enrique TANDETER (comps.)
1990
Essays on the Price History of Eighteenth-Century Latin
America. Albuquerque: University of New M é x i c o
Press.
K L E I N , Herbert
1985
" L a economía de la Nueva España, 1680-1809: un
análisis a partir de las cajas reales", en Historia
Mexicana, XXXIV:4 (136) (abr.-jun.), pp. 561-609.
LAFKY, J . D .
1964
L E R D O DE T E J A D A ,
1853
"Silver: National and International Problems". Tesis
de doctorado. Texas: University of Texas.
Miguel
Comercio exterior de México,
M é x i c o : Imprenta Rafael.
desde la conquista hasta hoy.
LIRA, Andrés
1968
"Aspecto fiscal de la Nueva España en la segunda mitad del siglo x v m " , en Historia Mexicana, xvn:3(67)
(ene.-mar.), pp. 361-394.
L Y N C H , John
MANIAU,
1973
The Spanish American Revolutions, 1808-1826. Nueva
York: Norton.
1989
Bombón
Spain, 1700-1808. Oxford: Basil Blackwell.
Joaquín
1914
Compendio de la historia de la Real Hacienda de Nueva
España. M é x i c o : S e c r e t a r í a de Industria y Comercio.
O R T I Z DE LA T A B L A , Javier
1978
OUWENEEL,
Comercio exterior de Veracruz, 1778-1821. Crisis de
dependencia. Sevilla: Escuela de Estudios Hispanoamericanos.
A . y C . J . H . BlJLEVELD
1989
PÉREZ H E R R E R O ,
1988
" T h e economic Cycle in Bourbon Central M é x i c o . A
Critique of the recaudación del diezmo líquido en pesos'', en
The Hispanic American Historical Review, L X I X : 3 , pp.
479-530.
Pedro
Plata y libranzas. M é x i c o : E l Colegio de M é x i c o .
LOS BENEFICIARIOS DEL REFORMISMO BORBÓNICO
263
1989
" E l crecimiento económico novohispano durante el si­
glo x v í n . U n a r e v i s i ó n " , en Revista de Historia Econó­
mica, v n : l , pp. 69-110.
1990
"Crecimiento colonial versas crisis nacional ( M é x i c o
1765-1854). Consideraciones acerca de un modelo ex­
plicativo". Ponencia presentada en la V I I I Conference of Mexican and North American Historians, San
Diego, California (octubre) (en prensa).
S A L M O R A L , Lucena M . (coord.)
1990
Historia de Iberoamérica.
C á t e d r a , t. 2.
M a d r i d : Quinto Centenario-
SALVUCCI, Richard y L i n d a SALVUCCI
1987
"Crecimiento económico y cambio de la producti­
vidad en M é x i c o , 1750-1895", en HISLA, x, pp.
67-89.
SHAW, W . A .
1896
S L I C H E R van
The History of the Currency, 1252 to 1894. Nueva York:
Burt Franklin.
BATH, B . H .
1989
Real Hacienda y economía en Hispanoamérica,
1541-1820.
Amsterdam: Centro de Estudios y Documentación
Latinoamericanos ( C E D L A ) .
SPALDING, Karen (comp.)
1982
Essays on the Political, Economic and Social History of Colo­
nial America. Newark: University of Delaware.
S T E I N , Stanley J .
1983
"Prelude to Upheaval in Spain and New Spain, 18001808: Trust Funds, Spanish Finance and Colonial Silver", en Biblioteca Americana, i:3, pp. 273-298.
T E P A S K E , John J .
1983
"Economic Cycles in New Spain in the Eighteenth
Century: the View from the Public Sector", en Biblio­
teca Americana, i:3, pp. 171-204. [Reimpreso con el
mismo título en R . Garner y W . Taylor (comps.),
1985, Iberian Colonies, New. World Societies: Essays in
Memory of Charles Gibson, publicación privada.]
1986
' 'General Tendencies and Secular Trends in the Economies of M é x i c o and Perú, 1750-1810: The View
264
PEDRO PÉREZ HERRERO
from the Cajas of M é x i c o and L i m a " , en JACOBSEN y
P Ü H L E , pp. 316-339.
T E P A S K E , John J . et al.
1976
L a Real Hacienda de Nueva España: la Real Caja de México
(1576-1816). M é x i c o : Instituto Nacional de Antropología e Historia.
T E P A S K E , John y Herbert S . K L E I N
WALKER,
1982
Royal Treasuries of the Spanish Empire in America. 3 vols.
Durham: Duke University, Press.
1986
Ingresos y egresos de la Real Hacienda de Nueva España.
vols. M é x i c o : Instituto Nacional de Antropología e
Historia.
GeoffreyJ.
1979
Política española y comercio colonial, 1700-1789. Barcelona: Ariel.
2
Descargar