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Aso i m i l . Námero 26.539
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Número suelto 10 cfintimos
M i | l f > i , " " |ií"'iLil9ÍÉ.li*ÜUMiiSgBÉi
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BBBMWP
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APARTADO NUM. 101.
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Y NOIHM ü 14 TARDE
'hli'iiiiiiiiriiiiiiirliiir°í"rli inrírr •
- Mu i ifiM
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COnven^'o en Wde esta prudente neutralidad n o
partidos fué allí m á s violenta, la amenaza del
CONTRA UNA A F I
MNI08A
ha sido a Esjiafia taií j>rf)vo<*i9¿a como a otras
comunismo m á s grave y el dfsorden m á s amenucioiies. A pesar del alzft do la peseta, ese m a l
nazador. Habíase visto en Genova tratados los
«tle ah^ustiti», cuyas extrañas manifestaciones en
representantes de los Soviets con glandes respelos ándividims nOa dcscrihonlhoy k»s médicos con
tos pov las autoridades italianas laicas y reliesi»áritosa precisiúu, y que parece, alcanzar igualgiosas; pero los bolchevistas, que habían sustituido en Rusia la dictadura del Z a r por la üel mente a las naciones, sobro 'fodo cuando están
econ6rtiícaniente"delfflttadas, ese m a l ((de auf^usproletariado, y que habían establecido p o r el
.t|BB> *iM«| ha ;!atacada a*yarios beliiíertuitos y «pie
terror u n a tiranía oligárquica en u n pueblo de
El ex Presidente de la República francesa nioiilyokéná,iáSlkT.
Éihoi»rar. a los antiguos neutrón,
educación rudimentaria, no eran horiibres para,
sieur Poincaré^i que colabora r^gularnioiile iii
parece haberse esparcido m á s allá de los Piridesarmar delante de los políticos burgueses Teneos, como m á s allá de los Alpes. Espérenlos qne
«La Nacióh", de RUCHOS Aires, desdo que, abannían p a r a ejecutar el m á s formidable p r o g r a m a
internacional; n o estaban de h u m o r p a r a dejar. J a m b i é n nuestros amigos de España sabrán endonó la jefatura dol Gobierno, ha escrito pura
contrar los remedios apropiados, y desde Sun Scse contener en s u s tentativas de expansión jmaquel periódico u n inicrcsautc articulo que nos perialista.
l)astián a Marruecos, a p r e s u r a r l a curación.
La/eníjaníadora acogida que habíaienvía don F e m a d o (ntíz Echugüc, repnsejitante
tenido en Genova no les impidió entablar er.
R A Y M O N D POINCARE
ff^fal;
e#;i£ürt»pa"ttel . t r a i 'diájl© ;ái^éüyi|iaií; jíí
Italia una, propaganda furiosa y en)pujar a s u s
amables
huéspedes
hasta
el
borde
del
precipicio.
qu(í coÜ íuuciío gusté ¿cpró(Jüc&iés^4«'coMifiiiaEntonces fué cuando Mussolini se prescrito coiv
EN TAL DIA...
ción. Dice a s í :
sus camisas negras, marchó sobre Roma, y re •
deatto por u n a escolta de fascistas, se apoderó
Verdaderaitícntfe la' ltbt*ttad pa^a u u mal cuardol Poder. Horas m á s tarde, el orden que la
to de hora en Europa. Maltratada en ciertos paivíspera parecía bamlwlearsc, se restableció como
scs, atormentada en otro», casi parece estar jwr
por encanto, y los partidarios de l a dictadura
todas partes en peligro. No vayamos, sin embarindividual, a s í como los adversarios de la dicgo, a tener u n a exagerada inquietud sobre su
10 ds enero
tadura colectiva, se felicitapn de esto ejemplo y
buerto. Tendrá su «revancha», lis m á s fuerte que
de, esta lección. Pero si es verdad que l a fuerza
A falla de oliois atuulus ti': inicies, que uincni'
la fuerza y ustedes verán que ella será la que diga
puede ser momentáneamente átil «para la desrcn las coLuinnas de los periódicos, casi enterala última palabra.
trucción de u n a fuerza destnictora», es insuf¡
• invnle cunsuijrudos a las sesiones de Corles y a
Sin düdá, desde liace m á s de un siglo, las inscíente p a r a sostener u n régimen normal. M; Miislas discusiones polilicus, un esUmaáo colct/n li,ace
tituciones destinadas a salvaguardarla no h a n .solini no es ni César ni Napoleón; en el pasado
hoy curiososi cálculos sobre los Soiieranos
exissido completamente las mismas en el viejo munno tiene nada de histórico en su actiw), y cuatentes qué perlenecen a dinastías europeas. Estos
do y en el nuevo. Mientras que en las dos Amélesquiera que puedan ser su «coraje», s u «desüohéranos llegan al número de 48, incluyendo al
ricas prevalecía l a i d e a d e un Presidente de Reprecio por el vil dúiero», tiene que contar todos
Emperador
del Brasil, don Pedro
Alcántara,
los días con ciudadanos libi«s, que no admiten
pública, nombrado p a r a u n tiempo cortó, pero
segundo dé su nombre y cxcluijendo al Principe
todos que la fuerza sea la cualidad principal neinvestido personalincate del i)oder gubernamenseini-soherano de Monaco... uien lejos debía de
cesaria a u n hombre de Estado. El «duce» que
tal, l a mayoría de l a s constituciones europeas se
estar el periodista de pensar en las reducciones
es
inteligente
lo
comprende,
y
desde
hace
varios
modelaban, por el contrario, sobre el régimen
que el tiempo y los .<iucesos tiMían de introducir
meses t n i t a de evolucionar. Pero s^.ve apurado
l)arlamentario británico, con Gabinetes responpronto en aquella cifra.
en sus movimientos p a r a sus primeros actos ñor
sables ante l a s (iámaras y jefes de Estado reduDe los Soberanos indicados, p-einla.
pertenecinn
los que le rodean, y por el destino mismo qu;;
cidos a no ser: apenas aníts- que. figuras simbólia
Aleindniít,
entre
ellos
el
lte¡f
de
Prusia,
Fedeél
h
a
elegido.
Es
prisionero
de
las,
organizacioca». Si en Inglaterra el ParUaneatü lo puede
rico
Guille
mío
IV,
ij
el
de
Buiic^d,
Maximilianes
que
h
a
creado;
no
llega
a
deshac^-rse
de
los
lodo, salvo cambiar un hombre en mujer, el Rey
no TI. El más viejo era el Hey de Hannover, Erinstrumentos que h a empleado n! a servirse de
no puede hacer n a d a o casi nada. Tiene, a no
nesto Augusto, que lenln .leteiita y Ocho afios y
ellos p a r a nuevos fines. Duda, patalea, se condudar, sobre los ministros la autoridad moral
medio. Le seyuia, con setenta, él Gran Jhiqve de
tradice; y élt que había disipado el malestar coque proviene de lo perenne de u n a función hereMeckicmbnryo-Schwerin,
Fernando
Francisco.
munista,
provoca
ahora,
a
pesar
suyo,
u
n
m
a
l
ditaria y el aspendiente suplementario que en ocaSiete Monarcas tenían de sesenta a setenta años;
estar d e otra índole, qne devendría peligroso si
siones le d a n sil pi-óplo A^álcr y Su experiencia.
catorce, de cincuentfi a sesenta; ocho,'de
cuarense prolongase. Deseemos que con o sin Mussolini
Pero está obligado a no usar dé ese crédito m á s
ta d cincuciitaK niteve\de
treinta a cuarenta y
Italia salga pronto de l a crisis en que so debate
que con u n a extrema discreción y en todo caso
cinto, de veinte á treinta.
y que jiarcce, desde hace unos días, haber alean»
i-s al jefe de l a m a y o r í a elegida por el país a
zado
su
máximum
de
agudeza.
Tres de los Soberanos eran hembras, entre ellas
quien delK! confiar el (iobierno. Así vemos a alla yran Reina Victoria'I de Inglaterra y vuestra
gunas semanas de di.stancia un Ministerio t r a amada Isahcl II. Olios trfijt apenas h'uhian llebajista y u n Ministerio conservador, dirigir sobeEn E s p a ñ a también, el Rey se h a resignado
gado a los veinte años: la Heina de E.rpofia, riur
ranamente los, negocios públicos en Morabre dol
a liorrarsc ante u n a dictadura. P a r a q u e u n
los. cumplió en octubre; el Emperador
Francismismo Rey. El Rey reina y no gobierna. Hasta
Soberano constitucional adopte ese partido cxtre
co Júté I de Austria, nacido también en 1830 y
los últimos afios e r a igual o poco m e n o s , eii Itamt), hace falta cyidenteniente que crea en un
lia, en Espafia, en Bélgica, con la diferencia,
ppligro público y no v e a salvación m á s que en el PHiiipe de Waldck, que tenia catorce T.l que
llcvühef'.más aUos reinando
i^ra el Principo de
sin embargo, qne en Londres el Rev no preside
las medidas
racopcionalcs..
Que Víctor MaSchombWg'Lippe,
que covlabd sesenta y tres.
siquiera los Consejos de mittlstros y que rn líoma
nuel i n ^invistiera a Mussolini o que el Rey
Tres Stonarcas habían comenzado a reinar el
hrtJíía en circunstancias exccpcioítales Consejos
Alfonso X l l l acepto el establecimiento del Di
año anterior: ,fí de los Países Bajos,
Guillerrectorio, no es, creo yo, ni p a r a el uno ni p a r a
de la Corona y en Madrid, eoirio en Bríisclas,
mo III; el' de Ccrdcñft, Víctor Manuel II, y el
el otro, u n a de esas (iccisiones que dejan libre
frecuentes dí^HlwjrttCiones -ini«i8t«r¡alos en preGran, Duque de Parma. Seis no tsiában
casdd)}s,
el espíritu y el corazón alegre. Cuando jefes d'.-^
sencia (Jel Rey,
.
incluyendo, naluralmente,
a S. k. el Papa, y al
Estado toman frente a sn país y frente a la
En Fí-ancia. la República se h a inspirado, en
Historia t a n pesadas responsabilidades, es que. Emperador de .\ustria. Cuatro eran viudos. Enrealidad, en las tradiciones inglesas. Se h a su- cotí xnzw o sin,razón, s e dicen forzados a obetre las Soberanas, la más anciana,era
la Gran
primido la Monarquía y la herencia. Se h."i creadecer uñ deber inexorable. No pertenece a exDuquesa de Sajonia-Weimar
•''>${drin PauUnrna,
do un jefe do Estado'electivo, (;uva m a g i s t r a t u r a
tranjeros apreciar si h a n hecho bien o si se
hija del Emperador Pafj/o I de Hvsia, que lenja
íiebe d u r a r siete afios. Paro siendo ese Presidcnhan equivocado; es asunto de política italiana n
sesenta y cuatro años, y ía JM>. ,/qrí*)i, l a Ilevna
ospafiola; pero, acaso, u n francés, al cual las
tle Pavlera, Princesa María WFPrus^n.
^l*nWtU(3«mf, r t j o - p d í f i l f e t t m p l i r acto ilgucircunstancias permitieron hace algunos .añas
En Portugal reinaba Doña María de la Gloria,
!»»> HHY el refretido do un miniMrb. n o tiene núiestar en relaciones continuíis y coníiadaR con
casada
con Fernando Augusto de Snjonia-CoburWtintlTOWo p i ^ W á l t o ' a o ' s u l o d e r resi<l^^
los dos Royes, tiene el derecho de declararse
go-Gntba;
rn Sueeia. Osear I, ji en Turquía, el
esti^bilidacl ralotíva do síi m a n d a t o y el mérito inconvencido de la. lealtad de sus intenciones y del Sullfin ,\bdu! MecKid. Esle era, naturalmfínte, el
tríHseco <li> s u s opiniones. Tiene» empero, niia
al)soluío desinterés de su conducta.
Sohrra?no que tenia más e.iposas...
lirdíTOigfttiva impórtantci: preside los Consejos de
Con tales escarceos prorm'ahan amenizar sus
Un escritor español de gran talento^ cuyas
nniustros. lista, pues, meKclado a l a discusión de
obras admiro mucho y cuya amistad por p f a n c i a
periódicos nuestros admirados colegas de ffilif).
los grandf* problemas qne se planteen; es libre
conozco dpsdc hace muclío tiempo, el autor de
de hacer conocer .su opinióti; y había de •ftttWhtar
Ü. C. .
('Sangre y arena», de «Elor de mayo», de «La
l»a,cerla prj(>y;dccer, y .ppr a h í , puedo verdaderabarraca»,
de
<iLa
horda»,
el
que
,ha
escrito,
adeniente ejcfcér cil l a pí»Iit¡cá general cierta irimás, esos dos hermosos libros tan conoóidos en
nufncia. ¡
,
Í;
Francia coitio en ATgCntlna, "«La catedral» y «Los
Este rég|ii;»en plirlamciilarig h a dado a Europa
cuatrO' jirietes del Apocalipsis», Vicente Blasco
hasta l a G m t (.lUorra, largos años de orden, de
RiáfioZi m e h a enviado recientemente el folleto ¡inlilxirtad y Oc progreso.! No haf que negar, sin
Lista del nuevo Gobierno
flamado que h a compuesto contra el Gobierno de
embargo, <jtjé*la JWáctfcá se h a desviado un poco,
BERLÍN IC.—El Jiuevo Gobierno alemán h a
Madrid y Contra .Mfonso X l l l . U n a vez m á s me
sobre todo; en los patsCs. Iat|ij0|9.¡ En , Inglaterra,
guardaré de tomar partido en los ailintos de Es- quedado constituido en l a siguiente íormfr:
donde h a nacido, h a cofi.sor\'áao sus rasgos esenpaña, y declaro que si ese sistema fuese importaCanciller, Luthcr; Negocios Extranjeros, Strosciales. lJn|Krancia, h a Üado lugar a abusos que
do, a Francia, yo haría de prisa todo lo r.ue de r\il
sernann; Interior, Schieic; Economía Pública.
han sido señalados nmtshas veces y qiie se h a n dependiese,para evitar l a aplicación. Pero, entre
Nouhadu; Trabajo, Braufi; Reiehvvehr, Gos.sler;
nianifesjatk) i'n u?urpa¿iones constantes del po- los reproches que el señor Blasco Iháñez dirige o.l
Correos, Telégrafos y Teléfono», Seinge; .Alimender legislativo sobre el'ejecutivo. A la hora acRey, hay uno sobre el que, acaso mejor que otros,
tación y Agricultura, conde Kanitz.
tual, la vida de un presítlonte {)el Con.sejo se hace
puedo apreciar l a injusticia, y que, por lo demás,
Las carteras de Hacienda, Transportes y Justicasi imposible. Con d o i Cámaras que tienen u
no U)ca a l a política interior de nuestros vecinos.
cia no h a n sido provistas aún.
El ilustre,novelista acusa a Alfonso X l l l de hacasi, las mismas atribubiotilik V exactamente las
ber cnga,{iado a , F r a n c i a sobre sus verdaderos
nn«mfls>*>xígo«cifls, y cojí gramícs Comisiones qxip
sentimientos, do haberse presentado A nuestros
se engon en comités fermanentes, no sólo de
coHtrol,-sino de accfóli. Seguramente es m u y ojos como francófilo y de haber sido, en realidad,
favorable a lo» Imperios centrales.
lamentable: qüt. M. •rtctriot. Haya estado enferm o ; pero si Mi t'iaiápWcrón pudiese servir de
En ei SsnadA.—Reeleccíán dal señof ó«'Selves
Si fuese así, sería, en verdad, preciso que todos
adverteíicia a son&dtírcfe y diputados e inclu.so
para la presidencia
los. Gobiernos, fríjinc^sés dWe se„SUcedieron dAirana los orgapizadores do líanquetes, d e algo.serviPARIS 15.—El ScuaUo, en sU sesión de hoy, h a
t e : ; Í 6 | u e f i í a ' Í 4 # i » # | g M á s g l l B r ^ S it*-?;
ría l a desdrocia. «ExpeHo crode Roberto».
reelegido a su presídenKe, sefior iJc Sulvcs, por
dos, sin excepción, dieroh gracias níucl-ias veces
^ o S ' ^ f n S I'^'^JO''P^j!l«t«»^cÍones h u m a n a s no
l7() votos contra U(i obtenidos por el .señor Bienal Rey de E s p a ñ a por sus ^tervenciones t a n efi•soil peri^cctns, u n a parttí del pueblo quéjase sion>
veiiu Martin.
caces en faVór de mi prisfoñ'ísróff'franéese!»'y de
pre de l a s que tiene y * imagina que son prefelos habitantes de IksíégSbWéf invadidas. E n la
En la Cámara.—Discurso d« Painlevéé—'Un esn b l e s l a s que no tiene, i
M
^ •« ¡JILU.
acción incesante del Rey había algo hiás que ficándalo
lantropía
y
caridad;
se
le
veía
inspij-ado
por
u
n
a
^Cuántas gentes vm k ideal en lo desconocido
PARÍS 1D.T~A1 abrirse l a sesión de osla tarde en
real
simpatía
hacia
nuestro
pftís.
0 en el espejo de lo l ( | a n o ! Con mayor razón,
la Cámara, el presidente, señor Painlevé, proCierto que España e r a neutra, xjue quería sec u a n d o las uistitucioneff se falsean, v cuando los
nuncio u n discuiso con motivo de tomar po.sosión
guir siéndolo, y esta neutralidad nO permitía al
vicios i w r r a n l a s ViHü4es, l a opinión se yuelve
de su cargo.
T\ey pronunciarse en pro de nosotros. Pero hablah.'icia otras concepciories constitucionales Ha
Después de d a r las gracias a l a C á m a r a por hanos
advertido
que
en
ningún
caso
•tondriamos
que
Bticedido varias veces cíf el país donde el régimen
ber sido reelegido y recordar la labor realizada
temer
u
n
a
actitud
de
hostilidad.
A
la
declaración
de Gabinelk^ nmltiplicalía l a s crisis mirjisteriales
durante l a anicrior legi.slatura, rindió homenaje
de guerra, el embajador de España en P a í l s , sey eternizaba las íncliai verbales, q\i(; ge recia
a la labor realizada por l a Sociedad do Nacioñor Quiñones de León, informaba de esta resoluniase Gobitrnos m á s fiíertes v u n a adfniúistranes.
ción
al
Gobierno
de
l
a
República,
afirmártdonos
nojí m á s silenciosa. E inclusive, que a c á ' o allá
Por último, condenó la campaña ridicula, heque podíamos disponer de las dos divisiones aposse sofia.sc o o n u n acto dé fuerza v u n a dictadura'
tadas al pie de los Pirineos. ¿Diré, inclusive, que cha p a r a debilitar el crédito de l a nación franPero, en Francia, estás fantasías individuales
cesa en el exterior.
esta gestión no venía sino a confirmar s e g u n d a pnednn abrirse paso en algunos salones parisiendas »nted<M|!e»? Uw<*8 Kioses áutesj e n jOwtagsatt,
«Francia—dijo—no necesita lecciones }»ülíticas
ses u obsesionar cerebros solitarios. No tienen nin
flifniná
"etlttevistít
qiié
tuvimwfe
con'
el
édnd*
%
•
'
del
extranjero ni tolerará propaganda de ninguKuna prob^ibilldad d e que se les tome en serio
Romanónos y M. Stephcn Pichón, ministros de
n a clase, como tampoco so inmiscuirá en los
asuntos de los demás países. A p e s a r de cuanto
!:1 w
"Cf' '.''L''*''"°^ ^'«'° >'" *"" "cci'5n- t ' n día los dos países, el Roy habíanos declarado espontáneamente: «Si a l g u n a vez F r a n c i a se viese atadigan las alarmistas, Francia s a l d r á victoriosa
íTnriZH^'''^^''^
Wnterloo; otro día. a Sedan.
W,r^vnú^7\
^ ? " f ' > '^"^'í" ^^^^^0
a Nape
cada por Alemania y ' f o r z a d a a defender su te- , de l a paz como supo salir triunfante de l a
n o n a n ^ r í e l / l ' - . * ' í l ^ ^ *'''*'•*'' '^« Victorias de
rrltorio, yo doy mi palabra que E s p a ñ a no moviguerra.»
íionaparfe! la segunda vnz. había seguido al sn- lizará, y que podrían ustec^es enviar inmediataDespués del discurso del señor Painlevé, el dimente s u s tropas del Sudoeste a l a frontera del
\T'¡V^'fWf'^^^
neijcibir en él un rofleto í e
putado señor Masson inició un debate acerca de
Esto.»
l a - g l o r i a del tío. ;.CÓjno después de esta doble
la huelga de Douarnonoz.
iruebn, heolja i'n l a s condiciones q,,. p n r e S n
.\1 pedir los dipula(l(.)s do la derecha el aplazaNo t»edía m á s Francia a España. Entre ellas
miento de la interpelación, se c r u z a n m algunos
menos funestas, el p¡i^K,o francés rocomen^arf
no existía ningún Tratado dé alianza. P a r a nosconcei|)tos mortificantes, lírifonces, \Q^ diputados
otros e r a mucho poder, en casó necesario, desfra yp^ l a avonfnrn? k.i'^.str.s i n s t i t u c ™
socialistas so precipitan al asalto de los escaños
guarnecer enteramente la frontera de los Pirires , „ , , rosKStido a w ^ , „ r r „ „u-srna • T . ' h " ;
do las derochas, en donde so aperciben p a t a l a
neos y no tener que 'temer ninguna éofpresa por
.l,,,ptado ij las n e c e d a d e s de un largo período
defensa.
,
osé lado durante toda la gtierra.
I",combatfs; h a n coexistido, «in detenerse u n a
Demasiado
sé
q
u
é
Alemania
aprovechó
los
El
escándalo
que
so produce on o.so iriOníonto es
'oi-a, c o n e l ejercicio régidar del comando miliacontecimientos p a r a instalar en la penínsiila
indescriptible, por lo que el presidente, ante l a
1 i.-/ " ' t ' r t ' ^ ' '**-.^'* T« Victoria n i el gran
ibérica servicios de propipranda y de espionaje,
iniposiídlidail de restablecer el orden, s^ cubro y
S'lliado qu}> tanlo contrd>uvó a alcanzarla ni Wh
abandona l a presidencia, quedando con esto sus•'">. a, su alrededor, ni ijiadie . n el país í.a „ e n '
pendida l a sesión.
»a«lo en los pretendidos beneficios de u n a H,Vf«'
Cuatldd los ánimos ije tranquilapiáron so reanu« ur«. Dosde aquel mon-iehto se han oneo r a d o ' "s p a r a t r a t a r de ejercer presión sobre el Rey y sodó el debate', contiTiunndf»'el señor Masson des^ tres periodistas, coitos de artículos, p a r a dirT
bre el pueblo, diezmando la ,ílota comercial esKír eloctierifes Ilanaridentos a un general X o a
pañola con numerosos torpedeos. Pero en m o - arrollando su intorpolación, Causa d e l tumulto
que se produjo.
civ41éÁ:dc pufio sólicR); pero estas manifestáciomento alguno el Rey se apartó de l a línea de
í'íi* aisladfs lio h a n Jincho ningún efpcfo en ei
conducta que se había impuesto, ni de la neuMihlico ni i en los perscinajes interpelados. Todo
•tnilidad lienévola que nos había prometido.! Sin
I^V^"*" nidí> la initiensa m a y o r í a de. l a na«^iAn. «»«»
duda, si el señor Blasco Ibáñez hubiese dirigido
el Gobierno de su país, hiibiera tratado, por -fec?'&i¿L^P''l>'''^"" 8<^P^ conMliar M'pt«ntenln(íiiwti>
ci4n a nosotros, de hacer más. Pero ¿lo habría
'•Cfsaerl con el te.anieto d» Irth Utiertndes leiyfrtt.^.
con.seguido? Francia tenía amigos en Espaflé, te'•a emoción que nrodneen i?nalinente en Parf¿¡
., " 'tf__ 3' . i
7f
:::..,: t.:JHi«sl|ft'eW~ía8
liiíiafe'i'nglssÉe'' •
nía también adversarios, y, sobre todo, habla allí
Pf^rsecueiones eontr,a nnblicístas d" onosirióu o
un
g
r
a
n
número
de
indiferentes
que
no
deseaLONDRES 15<—S6W lín 40? pWt* 100 de las minas
"e exhibieiones de ''erpWemas revoTueionorips ps
""'fial evid'effíe rtel 'Wfif «nfé-ila ¡irí ¡poblneVín .-i" ban afrontar (da bestia apocalíptica» y «los tedel condado de Derby han firmado ol previo, avirribles jinetes con los cuales Tchernoff gu»tal)a
^"**S'dns reiírlns-i^setiVíliWfe dW'1n vidn" sneint: "
iso de cesaciSn del trabajo.
^
•lo simbolizar los males de l a guerra». ¿Y q u é • l«,/4ef«f Hi^rAi-w •*idí»i'5aí=1ÓS'i'ifwpiehi^
1^11 Itn1i3 :y en', fiju^fvíi'; jn|: ei-(irí«ine .liifl n a r l "
Üó"
^nlíiTi«U-.0 Tilín sijtlo ep |o«,T'illi»nos af>o^ >n"elin» más natural y m á s humano que esa necesidad de
l a s % f f a » ' ' á i m S li; fod\icí<iÓli1lé1 7 $ por IIW d'Ól
tranquilidad?
'^s'ondiiháíPÍíVif'^iíí: Franela; la política de "ft'í
sala»}», que s e l-0BHí2*én'ie?2 por itoutuo acuerdo.
mfSmi
'éátmm
El ex Prasicleite Mi
((Éflendé al Monarca español
Hace tres cuartos de siglo
Solución de la crisis alemana
El Parlamento francés
{::5í3^aí^í/i^'fSSK^stii?^»©i
DESPACHOS TELEBRAFIGQS
El i)!U(» afecta a ?0.nn(') (ihre*ros, pero h a y muy^
poco ontiisiasnio por l a luielgju.
Descubrimiento de u n depósito de cañones en
Viena
ROMA 1.^1. l'ln Viena, la Comisión del coiilnií
niililar interaliado ha (le.scnbiei-to un depiVsito de
cañones y material de g u e r r a clandeMlino, prohibido sfígún el Tratado de. Saint-Germain.
La Prensa austriaca, cni¡/ objeto do quitar importancia al doscubrimíenl/j, asegniíi, que no existen actualmente en esta Ropfiiblica oflcinles de
Artillería.
Noticias,'cortas
El Principo lioredero de Bélgica eniprendenV
on ol mes do abril dol presente a ñ o u n viajo de
estudio al t^ongci belga.
El jurisconsulto suizo M. Max Hiiegor h a sido
elegido presidente dol Triliniial do arbitrajes do
La Haya.
—Dicen do Londres qiie h a fallecido ol célebre
caricaturista inglte H a r r y Furnislí.
—V.\ jurisconsulto suizo M. Max Tluoger ha sido
sión presentada por ol arzobispo de Buenos Aires, monseñor "Aiidreifir '
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EN LONbffES
El "Morning Post" defiende a España
Un discurso del señor Merry del Val
LONDRES 15.—El ((Morning Post» publica u n
artículo muy favorable a España, en ol que recoge y hace suyas las protestas formuladas por
ol embajador do E s p a ñ a en f.ondres, sefíor Merry del Val, e.n contra de todos los rum-DroS tendenciosos que han circulado respecto a su país.
El señor Morry dol Val, on u n discurso quo
pronunció ayer en u n a reunión pública, rechaz-i
enérgicamente las insidias escritas por Blasco
Ibáñez.
yELADAS T E A T R E E S
riiWiiTTiiiiiríi
•mwiwwiiip m
A6UAS EStANCAOAS Y BASURAS NOCIVAS
flÉMiilBmttoiIratetoiltWailriil
En nueslras CiinijiHñas ¡cslóriles, ay, e n tait
las ocasiones! fii lavor de lu iiinpie/a y i)e lo,
higií'iio pública do Madrid, hemos citíido el caso
inaudito dt,! quo ios a I rededores de la iMitilacidii
sigan e.ytundo descuidados hasta ol pinih) de sri
on algunos sitios m á s (jíic liiguros |)ara esparct
iiiionlos sanos, depósilus do inmundicias pí^igrn
sas p a r a l a salud. ,
Nos riíferinios, p(n' ejemplo, al barranco (pehay bajo ol puente do las Ventas. Kii cnanlo Une
ve se convierto en pantano. Y las aguas eM(a.iic;i
fias, descompuestas, pormanecen alli días y díü;^
auto la pasividad de la.s auloridades y do los ve
cinoH quo frente a ollas viven o (Miforinaii, (pi"
lanibiéii suele ocurrir.
Nos roferitrios también al (l(>[iloruli!e especliicn
lo que, al lado del cauíiiio do (.iTiamartín y junio
al que parle do éste p a r a ' T e t i i á n áa las S'ielo
l i a s , pasando jior Mandes, ofrecen lí)s oainp!>:i
on donde los i;<íntonares de dn<íños de <;),u-n>fi dbasuras arrojan las latas y las inmundicias q\i>rm les sirven. ESte hecho "concroto lo hoinos de
nunciado on otras ocasiones, auUquo sin el rm rior
éxito. Los basureros signen haciendo lo tnismrj,
sin duda porqiio pnodoii 00 S(do ostroiioar y úv\;\r
sin cultivo u n a importante faja d(i terreno'en tin
cas do particulares, ya que bajo las latas ty,w
arrojan no puede nacer v\ trigo sino qiu! OKÍIM ii.-t
suras, que tos desavirensivKs (luneros (^cliiui alli
por iuser\ibl('íi, son un constante oeü'íro, up i.ii
gen de-mal olor para cuantas fier'ioiiiiH aeníln; u
pasear por acpiellos bellos íilredeii.(:v:<i, pie<i;,ii
mente on liusca do airo puro que rt>S!iir:rr.
La vigilancia de la (inardia, civil os etiefi/, iiití
mientras que está l a pareja do servicio, Pero i n
cuanto los guardias se van, los lja,suf(>rosí tiaiiii
in nuo los parece... \S' todo sigue igiiai!
Po- tcricera o cuarta vez llainanios la a((>nc'''ii
a quien corresponda entender en esto, si Cs q u correspondió a, alguien
Porque snjioiieiUíjs que alguien temlrí'i la olili
gacitVii de evitar qne en lirs rnisinas puertas (!.<
Madrid se puedan conieler esos deüinancs. (|iiison Verdaderos ateiilados eoiilra t¡i, pi'opieilíni
particular y coiilr,! la salud púlilica y e(:>nlri:i \;i
(estética.
PRINOESA—Estreno de l a comedia en tree a c
tes y un prólogo, de Sacha Ouitry, según tladucción anónima,
ftEiiiueíonieta»
—Peló,' ¿cuándo v a a empezar l a obra?—pieguíitó algún espectadoii;<;|feo gu»ti>so del ,e8poctáculo de ((Varietés», q u f Se Je jirindaba. Isío sabitij^y 4:omo é l mucnos^-que l a bailarina y el
pldstidi^itador que isu^fesivaiiicnte ejercitaron su
arto oii el escenario, formaban y a en el reparto
„ SEVIL1>A .IJj.--El o-'^ministro. don (,;ail:)s (lafial
de «El ilusionista». Como que ol personaje conha li(!Cho (ioílaríicioiuis a ' u n poriódico local, allr
t í a l de l a obi'a iba a ser precisamente aquel
mando que España, sin abandonar ol sistenlí
Toddy Brooks quo acababa de divertirnos con sus
l>ar]a"montario, puede realizar, dentro di; l a tei;,
juegos de manos. Lo vemos aparecer en e l priría, bioamoral, la expresión nU'ís p(>i'foc1,:i, (|(* IÍI-Í
mor acto, acogido y a a l a intimidad de s u «ca(¡ix'orsas tondoncias quo so inuostran on ijliiiei'ii)
merino». L a conversación que sostiene con s u s do la .sociedad española, siendo necesaria la (•'•'•
íntimos y la bailarina do referencia, alude a
ferina del roglamento dp, ambas Cámaras, pui .Í
pormciioros dol cuadrito de «music-liall» que sirla llevada a c'iibo en 1918 no res|Kjndo a la. de
vió de prólogo. Y a u n salen a escena la señora
a i a n d a de l a opinión, quo exige una, mai,vor e:(i
Jordi y el seíiür X-orncr, t a l y como U'S había
ciencia, d e ' l a olira logislatlva y .üscwlizadoni (¡n
mos visto en uií proscenio... representando, en
comondada a l Parlamento.
silencio, sendos papeles. E s entonces, pues, cuan
do quedamos enterados del curioso procedimiento ádoiittidio'pot Sííéftli, Güitry pftra préíCiütar el
•EM ^v ^U ^ ^ B Í 9 ^^^^EJ| M M J E V NL jElá
caSo dramático cuya tramitación Se nos prómotí^:, pTOcedimionto que descoilcierta d o puro reaLa Exposición Luis Huidubro
lista. Ho íxtul cómo oí realismo, llevado a l exVoniajosamento conocido por s u s rfs iterad a".
tremo:, puede-coTístítuif títra" novedad.
a,pariCione8 on sucesivas p>posicion(íS Naclona
í ü í ) éS qúfe Bíóoks interesa* do í a ^ yobcttlente
los, Luis -Huidobro nos muestra desde a.yer en (I
i(jiiÍi|6W¡ií'ia''^n#''|e!suH'''ési>fictt«ioir*3,';#^ éstti nr^
salón dol Círculo de Bollas Artes u n a (toleecióji
(luda "(iñ chasquear—muy ingoniosamonfe, p o r
muy inimorosa de sus obras, quo síJipreiido g i a
Kiorto—, a su amante;, W ^ a ofrecerse con plenitamonte al aficionailo por ol, ca.ddal arlislioo qiie
tud de pasióii al prosturigitador. Gozan ambos
i-oprfísérita. Libi'o y;i del prejuicio quo goiioral
la. aventura. En olla ¡)USo mucho l a d a m a : amo''.
mont(! muevo al pintor quo pono sus cuadros anilNo tartt^'t (íl galán: curiosidad de u n a conquista
la vista do un Jurado, oxonto do toda visíi'jjj <;fin;
más. Queda, por tanto, l a improsionaWe mujer
lista, Ilindobro se presenta alwira ante ol púltlieo
doc'opciotuida. Su esporanz.T, en u n amor nuevo
con un conjunto do .setenta cuadros, obras satit
so defrauda. El cabaUero Brooks continuará su
radáé c a s i tbdás ollas de u n a preocupación prjuvida, m a r c h a r á do allá on busca do otro triurc i p i l : l a luzMiO mismo on los paiKujes quo en la
fo qne a ñ a d i r a su extehso repertorio, sfcguirá
figura, aparece bien delimitada esta, seiisaciiin
conquisíaridn públicos y corazones do mujer, meColorista. IJOS paisajes do Luis Huidobr(i, de ;;i'ii!i
diante siiK Sfirprondontes «trucos» do Ilusionista
IH'Uoza y dificultad (3n los motivos muchas visees,
Al fin, p a r a esto nuovo Don .luán—un Don .luán
tion(ín siempre el matiz luminoso a,dev('<vado, ol»
descendido ril ciróo', pero hochicoro siempre—, ol
l,enldíí"'<>pili|:, una.,':,c;<írt<'i'ra' visión^ de, ;la ••NalíUra,loZ'ii'.
arnor no os otra cesa qUo ficción, trampa, escaEn algunos cuadros particularmente, ol piriei,'!
moteo... Ahora, iin a l m a de mujer, metida en
del artista da la impresión vibranlo de, una, liiiniel boISill(^. Inmediatomonto, nada... como apareiiosidad clara y exprosiva. «La inaiTaria», y al
ció, dosiiparcció, íáéilmcntc. Pcrí) no sin u n poco
gunos pequeños cuadrilos de San Vicente, pn-do crueldad.
den servir do muestra. En otros acierta plenaEsta Os la última gota—gota acida—que desmente con el momento sorprendido, dándolo su
prendo la producción (le Sacha Gúitry, s a z o n a d i
expresión solar* justa, (x>mo en «La tarde» o-oi<
por las finezas del ingonid. Pensamos que el lec«Contraluz», de difícil realización pictórica. V ftu
t o r fS!t| J í l b * " émUi cuenta d e l a ipIéalieíE de "aéí^los tonos .suaves, en los grises, traduce l a id<>a.
lo. Un "escritor mediocre no le h&brla ccinunicainicial con entonación y delicadeza. Huidobm,
(¡o rnucho interés, do seguro, a l a vieja anécdota
artista rápido en l a comprensión del niodol'i.
do l a mujer que l a aventura desengañó. O habrin
íicertado en la expresión y, sobi'o todo, en ol oo
tratado do a n i m a r el loma utilizando h a s t a el
lor, h a cruzado su vista por España, iritoipríabuso aliños picantes. Sacha Guitry h a acertado
iándola con emoción y arte. Madrid, Toledo, Se
.". focar la leve materia con mano firmo, a l a voz
villa, Huesca, Soria, Cuenca, Murcia, están l>eque delicada, imprimiéndola, on giro de aérea
llomonte representadas en su Exposición.
gracia,,,Una vibración m u y h u m a n a . Rl .atrevi\ En lo que so í-ofierc a la figura, nos agrada
miento do frase y do situación e r a inevitable,
'especialmente on u n interior, de mucha senoilli :Í
díido el asunto. Más también lia sabido el au- y gracia, motivo do luz dolicadamento cx[noF>ail(>.
tor tratarlo con tino, fiel en todo Instante a l más
i(La fuente»—boceto de u n cuadro presentado en
limpio fuero literario. Eo picaresco no X-BASL de la última Exposición Nacional—y « t o s a do DioS",
tal. asistido por u n «esprit» de la mejor marca
ambos de asunto madrileño, tienen cierto ain
francesa.
, ,
bien'te típico, aunque en menor categoría artísMentiríamos si dijésemos quo ((El ilusionista.)
tica.
gustó. El púWicó, realmente, (¡no entró» en coAl acto de la inauguración de la ExjHisiilón
media t a n agradable. Le desorientó ol-procediasistieron ol subsecretario de Instrucción |iiiblí
miento expositivo, y n o le atrajo l a matización
¿a, señor García do Leaniz, y el director <le geruí
dol diálogo. Hubo aplausos cortos, y n a d a m á s
j a l de Bellas Artes, señor Pérez Nieva.
Con esta obra hacía au presentación al públiL. G. do V.
co do Madrid l a excelente actriz c a t a l a n a ElelUi .lordi. No h a b r á n sido escasos s u s esfuerzos
p a r a librar a su aconto catalán. No h a logrado
por entero su propósito; pero, en realidad, ' n
cabe exigirle más. Máxime cuanto que l a señora
Jordi se mantuvo muy bien de gesto y «upo expresar l a astucia, el deseo, el desencanto final
i L a noticia de que las Diputacionos [iruvíncia
El señor I J a n o y el señor Torner llenaron disles se: van a encargar (Dios ho lo pormi(a) de \m
crotainento su respectivo cometido. Y l a soñoritíi
carreteras lia producido viva (íoiitrariedíid a. lo.;
Puchol alentó con acierto u n tipo que Guitry h a
automovilistas, que son legión, y a las (:oín|iaiii<is
construido con seguridad do trazo y suavidad do
ibio tienen instaladas líneas de autmiióvilcs, v
color. Atractivo tipo de l a mujer que espera
§ue son muy nümerosa.'i y muy imj,>oriáiit('!s dolú
su hora.
-í!:^
do al intenso desarrollo alcanzado jioí- esto síste,.,,,,,,I4Í:LCI*PR. FERNANDEZ,. ALM.A.CRO..'.r
{na de transportes.
• No so compadece bien este propósito con el
Prince en la Comedia.—«Aimé de femmes»
anunciado tiempo ha do suprimir las Diputaein
hes provinciales. Si se entendía que p<»r su or
An.bché répré.4'£!tttó la cómíififllá francesa de
fanización o por lo que fuera, laS Diputaciones
Prince Rigadin l a ü b m e d l a ((Almé de femnios». No
10 rendían la utilidad quo dé ollas debía esi>e
era nueva esta o b r a ' p a r a 01 público madrileño.
rarsc, no parece lógico que Se las encargue ahora
Lotí asiduos concurronfe« a Eslava primero, y
tle u n servicio de tanta trascendencia y t a n noc"al Reina Victoria después, la conocieron y aplaudieron bajo el tltVilo de (d'.! capricho de l a s da- sario p a r a el progreso nacional.
I Existe l a espérarlza de qiie esté desatinado ¡)remas», interpretada por Ramc'vn Peña.
bósito, dicho sea con todo respetó, no llegue a ser
Aunque en honor do la verdad l a adaptación
lina realidad. Serla funesto p a r a l a conservación
ospafiola era m á s graciosa, l a vis cómica de Prin^0 las carreteras hacer entrega de ellas k orgftce mantuvo en u n a constante carcajada al públifiismos que hasta ahora, Salvo excepciones, luii»
co, d u r a n t e toda l a representación. Claro quo l a
realizado harto defectuosamente los sfirvicios qw
obra abunda en su diálogo on esas crUdeZas de
|es tiene encomendados. Cierto, repetimos, que
estil6 propias do los «vnudevillos» franceses. Mehería injusto incluir en esta condenacióti a todafi
nos mal que, no se decían en castellano...
Jas Diputaéiónes. Las h o y Imonas. L a s de VizcnRl resto do la compañia coadyuvó al buen éxiVa y Guipúzcoa son Verdaderos y admirables nioto do interlirotación que la comedia obtuvo.
lelos <ie íunción a c e r t a d a -y eficaz. Pero lo aori,
Está noche vuelvo a iopresonfarse «Le ohnssoUr
,domás, én el conjunto de, siiS actuaciones, no
de qhez Maxim's». 'Ya lo saben los aficionados al
ólo en lo que se refiere a carreteras. Además,
género.
OKliinitiiiiis leí iiiiiijtni seíir Cual
lililí
Las carreteras y las Diputaciones
j y proWncíaies
Í
í •