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ISSN: XXXX-XXX
DL.: CA –XX/XX
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música “Manuel de Falla” de Cádiz.
Año I. Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010.
Ejemplar gratuito
Entrevistas:
ÁNGELES RENTERÍA
CLARA ANDRADA DE LA CALLE
Artículos:
Y AHORA, QUÉ…
ENTRE LA ORALIDAD Y LA ESCRITURA
Partitura:
ACÁN
Análisis:
QUINTETO Nº 1 OP 89. GABRIEL FAURÉ
SUMARIO
3 . EDITORIAL
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música
“Manuel de Falla”
4 . ENTREVISTAS CON...
Ángeles Rentería
Año I. Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010
Clara Andrada de la Calle
Dirección:
Nuria Aramberri
Paco Toledo
por Francisco J. Cantó Carrillo
10. ARTÍCULOS
Redactora jefa:
Lara Domínguez
Y ahora, qué…
por José Antonio Coso
Equipo de redacción:
María José Arenas
Francisco J. Cantó Carrillo
Carmen Izquierdo
Pascual Marchante
Entre la oralidad y la escritura
por Julia Esther García Manzano
18. AGENDA
Diseño y Maquetación:
Pascual Marchante
Paco Toledo
por Lara Domínguez Zurrón
19. PARTITURA
Fotografías:
María José Arenas
Acán. Para flauta sola
por Alfonso Romero-Ramírez
Colaboran en este número:
José Antonio Coso
José-Modesto Diago Ortega
Miguel Garrido Aldomar
Julia Esther García Manzano
Alfonso Romero-Ramírez
23. ANÁLISIS
Quinteto nº1 Op.: 89. Gabriel Fauré
por Paco Toledo
34. NOTICIAS
Logotipo:
Miguel Ángel Valencia
por Lara Domínguez
Portada:
Manuela Malia
REFLEXIONES XIII-Carta a Javier Darias (Detalle)
Impresión:
Micrapel - Artes Gráficas
37. QUÉ ESCUCHAR…
QUÉ TOCAR… QUÉ LEER…
por Carmen Izquierdo
39. DETALLES
Edita:
Real Conservatorio Profesional de Música
“Manuel de Falla”
c/ Marqués del Real Tesoro 10
11001 Cádiz
[email protected]
www.conservatoriomanueldefalla.com
por María José Arenas
DL.: CA-XX/XX
ISSN: XXXX-XXXX
Edición:
1000 ejemplares
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Mina III no se responsabiliza
de las opiniones vertidas por
sus colaboradores en los
contenidos de sus secciones.
El equipo editorial de MINA III
EDITORIAL
POR MIGUEL GARRIDO ALDOMAR
DIRECTOR
REAL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“MANUEL DE FALLA”
Es para mí un motivo de satisfacción inaugurar este
primer número de la revista del Conservatorio “Manuel de Falla”:
MINA III (referencia al lugar de nacimiento de Manuel de Falla).
Con esta publicación se pretende, entre otros muchos
objetivos, abrir el Conservatorio a la sociedad cultural y educativa de toda la ciudad de Cádiz, en un intento de recobrar en lo
posible el esplendor que logró el centro cuando en los años 20
del pasado siglo, se fusionaron la “Academia Santa Cecilia” y el
“Conservatorio Odero”, llegando a tener más de mil setecientos
alumnos y alumnas e incluso a impartir durante algunos años
estudios superiores. Años en los que la actividad musical del
conservatorio era un referente para la sociedad gaditana con el
apoyo incondicional del ayuntamiento y demás instituciones del
estado.
Así pues MINA III nace con una clara vocación pedagógica y divulgativa, y, para ello, presenta unos contenidos
muy diferenciados y de gran interés para la comunidad educativa: análisis, artículos musicológicos y pedagógicos, y entrevistas a personalidades de reconocido prestigio musical; además
de noticias, agenda e información sobre discos, partituras, etc.,
la revista ofrece un valor añadido al incorporar en sus páginas
intermedias una partitura inédita, encargo de la propia revista.
Agradezco a los profesionales, de gran autoridad musical, que colaboran con sus artículos en este primer número de
la revista, así como la desinteresada participación de artistas
gaditanos en la creación de la portada y del logotipo de esta
publicación. Así mismo quiero expresar mi reconocimiento a los
profesores y profesoras del centro, que constituyen el consejo
de redacción, por su esfuerzo y dedicación, que han hecho
posible la salida a la luz de MINA III
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ENTREVISTA. Ángeles Rentería
ÁNGELES RENTERÍA
PIANISTA DEL DÚO RENTERÍA-MATUTE
POR: FRANCISCO JOSÉ CANTÓ CARRILLO
P
ianista nacida en Sevilla en 1936. Después de formarse en las clases de Cubiles en Madrid, donde obtiene Primer Premio de
Virtuosismo y en Salzburg con Paul Schilhawsky, vuelve a España donde obtiene una Cátedra de Piano. Enseña en esa
Cátedra en Sevilla hasta 1982, año en que se traslada a Madrid para seguir ejerciendo la enseñanza en el Conservatorio Superior de
forma continua hasta 1996 en que se jubila voluntariamente y deja de ejercer la docencia.
Su labor como intérprete ha tenido una continuidad sin descanso durante más de 50 años. Ha dado conciertos como solista y ha tocado con prácticamente todas las orquestas españolas y muchas de Europa, E.E.U.U. y Latinoamérica.
Ha estrenado numerosas obras de compositores españoles: Alis, Carra,Bernaola,Marco,Castillo, García Abril y muchos más.
Ha grabado varios discos de música española y en Radio Nacional tienen un archivo importante de obras grabadas para el ente RTVE.
En 1974 se reencuentra con su antiguo compañero de estudios Jacinto Matute y, de manera fortuita, pues el pianista Manuel Castillo
se vio imposibilitado para tocar, montan la Sonata para dos pianos y percusión de Bela Bartok. Esta actuación celebrada en Sevilla,Madrid
y Barcelona, supuso tal éxito que fue el inicio de este Dúo, Rentaría-Matute, que sería considerado por la crítica como uno de los mejores
en su especialidad. Los conciertos se sucedieron en España y fuera de nuestras fronteras. Y siempre con gran éxito de crítica y público.
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MINA III: ¿Cómo eran las enseñanzas musicales en la España de la postguerra? ¿Qué profesores y asignaturas tenía?
ÁNGELES RENTERÍA: Mis estudios en España tuvieron lugar primero en Sevilla y luego en Madrid entre 1946 y 1959, año en el que
ya casada me fui con mi marido a Viena -luego Salzburgo- para seguir mi formación. En sendos conservatorios españoles tuve asignaturas de historia y estética, armonía, acompañamiento y música de cámara, además del piano.
Aunque el solfeo sólo duraba tres años, se conseguía alcanzar un nivel muy alto. Además un estudiante de piano podía realizar los
ocho primeros cursos en muchos conservatorios españoles, pero sólo en Madrid se podía estudiar los últimos dos años llamados “de virtuosismo”.
Recibí clases de profesores muy buenos. Recuerdo por ejemplo mis clases de piano con Doña Clara Peralto en Sevilla, el maestro
Cubiles en Madrid y Hans Graf en Viena; y de música de cámara con Don Telmo Vela en Sevilla.
MIII: ¿Cómo de difícil era para una mujer poder dedicarse a estudiar piano en aquellos años?
A.R.: Yo no tuve problemas porque mi marido siempre me apoyó en mi trabajo, aunque conocí a mujeres de gran talento con el piano
que no pudieron continuar su carrera por tener que dedicarse a las labores domésticas. Esto no quiere decir que fuese fácil para mí, ya
que tenía que compatibilizar estar con mi familia y el trabajo.
MIII: ¿Cuándo descubrió que el piano sería su vida, antes de irse a Austria o una vez instalada en dicho país?
A.R.: El piano era mi vida desde que tengo uso de razón. De pequeña yo tenía un piano en una sala fría sin calefacción en Andalucía.
Deseaba sentarme a tocar mi instrumento pese al frío. Era una especie de adicción. Creo que es importante para el futuro pianista tener
esta vocación desde niño dado el sacrificio que supone esta labor a nivel profesional.
MIII: ¿Cómo de difícil fue para una jovencita
española la vida en el Salzburgo de los años
60?
A.R.: Lo peor, como ocurre hoy en día, era el
idioma. Como yo me fui a Austria con mi marido y
nuestra vida se limitaba a nosotros mismos, nunca
sentimos la presión de ser un par de extranjeros en
una sociedad tan cerrada como la austríaca.
MIII: ¿Cuándo surgió su pasión por la música de cámara?
A.R.: La música de cámara era una opción más
como pianista, aunque implicaba mayor seguridad
al sentirme acompañada por otra persona.
MIII: Usted ha estrenado muchas obras de compositores españoles, ¿Cómo ha sido su relación con dichos compositores?
¿Cuál era su gusto por la música de la vanguardia?
A.R.: Tocar música de compositores contemporáneos era algo absolutamente distinto que tocar repertorio clásico. Sentía más libertad
en muchos aspectos de la interpretación. Los propios compositores me animaban o simplemente avalaban esa libertad de interpretación.
Era también un trabajo más intelectual, más abstracto.
De algunos compositores he sido muy amiga como por ejemplo Carmelo Bernaola, ya fallecido. En la actualidad mantengo una gran
amistad con Tomás Marco o Manuel Carra
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ENTREVISTA. Ángeles Rentería
MIII: ¿Cuál cree que fue el secreto del éxito de su dúo con Don Jacinto Matute?
A.R.: Muchísimo trabajo exhaustivo que él me obligaba a hacer. Jacinto era muy puntillista, muy disciplinado. Tenía una técnica increíble. Para mí era un reto poder estar a la altura de su técnica y su música. Todo lo tocábamos de memoria para vernos de frente, incluso
obras como la Consagración de la primavera de Stravinsky o la Sonata de dos pianos y percusión de Bartok. Esto permitía que no hubieran dudas en entradas o caídas. Hay que notar que un descuadre entre dos instrumentos de naturaleza percusiva es mucho más evidente
que entre instrumentos de naturaleza diferente.
Además del inmenso trabajo nos ayudó mucho tener a priori una visión de la música muy parecida gracias a que ambos fuimos estudiantes del mismo profesor.
MIII: Para los jóvenes pianistas, ¿Cuáles son las 10 obras más importantes para dos pianos y/o cuatro manos bajo su punto
de vista?
A.R.: La Sonata de Mozart para dos pianos, la Sonata de Brahms para dos pianos (que es versión anterior a la del quinteto con piano),
las Variaciones de Brahms sobre un tema de Haydn, “En blanco y negro” de Debussy, la Sonata de Bartok para dos pianos y percusión,
la Suite de Rachmaninov op.17 para dos pianos, las Variaciones sobre un tema de Paganini de Lutoslawsky para dos pianos, la Sonata
de Hindemith para piano a cuatro manos, las Variaciones de Brahms sobre un tema de Schumann para piano a cuatro manos y “Mi madre
la oca” para piano a cuatro manos de Ravel.
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CLARA ANDRADA DE LA CALLE
Flauta de la orquesta de la Radio de Frankfurt
POR FRANCISCO J. CANTÓ CARRILLO
ENTREVISTA. Clara Andrada de la Calle
MINA III: ¿Nos puede contar cómo se inició en el mundo de la música?
CLARA ANDRADA: Mis padres no son músicos profesionales, pero les encanta la música. Así que, incluso antes de nacer, ya escuchábamos música clásica. Supongo que ahí comenzó todo. Además, desde los cuatro años me matricularon en la “Escuela de Música Syrinx”,
de Salamanca. Allí fomentan, mediante el sistema Willems, la sensibilidad y creatividad artística e inician la formación auditiva. Guardo
muy buenos recuerdos de mi formación musical: improvisábamos, cantábamos y empezábamos a tocar xilofones, campanas…, todo en
forma de juegos y disfrutando mucho, para conseguir que la música formara parte de nuestra vida cotidiana.
MIII: ¿Qué fue lo que le atrajo de la flauta travesera?
C.A.: Cuando tenía sólo dos años, fui con mi familia a un recital de flauta y piano, del que sería mi futuro profesor: Pablo Sagredo. Me
senté con mis padres muy cerca de la salida, pues pensaban que pronto podría cansarme. Sin embargo no fue así, sino que estuve atenta
durante todo el concierto. Desde entonces quise tocar la flauta.
MIII: ¿A qué edad decidió que se dedicaría profesionalmente a la música?
C
C.A.: No recuerdo exactamente. Pero desde muy temprano supe que
quería intentarlo. Mis padres me aconsejaron que acabara el Instituto e
hiciera el acceso a la Universidad, para tener todas las puertas abiertas
lara Andrada de la Calle nace en Salamanca. Comienpor si no funcionaba lo del mundo musical: complicado y competitivo.
za sus estudios con Pablo Sagredo, consiguiendo el
Con dieciocho años me fui al extranjero para intentar hacer mi sueño Premio Fin de Carrera. Complementa su formación con Emmarealidad.
nuel Pahud y J. D. Castellon en el Conservatoire de Musique de
Ginebra y con Jaime Martín en el Royal College of Music de
MIII: Sabemos que ha realizado su formación en Salamanca, Gine- Londres, donde logra el Degree of Bachelor of Music with
bra y Londres. ¿Cómo es de diferente la enseñanza musical instru- Honours y el Postgraduate Diploma in Performance with Distincmental en cada uno de esos lugares?
tion, gracias al Ministerio de Cultura de España y la Fundación
de Wall Trust de Londres.
C.A.: Ante todo, quiero dejar claro que hablaré de mi experiencia persoEn su formación orquestal obtiene el premio Mick Baines 2004
nal: profesores, situaciones y momentos vividos, han podido cambiar
en la European Union Youth Orchestra. Trabajó con directores
desde que acabé mis estudios.
como L. Maazel. V. Ashkenazy, B Haitkin y L Köhler.
Para mí, Londres supuso el lugar donde encontré las mayores
oportunidades para conocer la vida musical a la que aspiraba en mi
futuro profesional. Siempre tuve claro que quería ser flautista. Mi profesor era un buen modelo: primera flauta de una gran orquesta, solista,
intérprete de música de cámara y además buen profesor. El Royal College of Music de Londres me brindó las mejores condiciones para formarme como músico de orquesta. Durante el curso escolar tocaba dos
o tres programas de orquesta sinfónica, teníamos varias lecturas de las
obras más complicadas del repertorio orquestal con la sección de instrumentos de viento madera, clases conjuntas de los solos más representativos de flauta, clases de piccolo, e incluso alguna de flauta alto. Tenía
clases semanales de flauta y coachings con diferentes profesores de
mis grupos de cámara. Además había posibilidades de intentar conseguir varios recitales, tanto sola, como de música de cámara, en iglesias
cercanas a la Escuela, o en la propia Escuela. Es decir, el ritmo era de
locura, con mucho trabajo, pero encontrábamos la vida más similar a la
de un músico profesional.
Ha colaborado como flauta primera bajo la batuta de N. Harnoncourt, V. Gergiev, C. Davis, R. Norrington… Participa en
proyectos de música de cámara con el Quinteto Miró, Plural
Ensemble, Trío Arbós y Neopercusión.
Como solista ha participado con la Hessicher Rundfunk, Orquesta de Cámara Vox Aurae y la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Con esta última realiza su primer CD, en el que interpreta conciertos para flauta de compositores españoles e hispanoamericanos.
Ha impartido masterclases en el Royal College of Music de
Londres, Joven Orquesta Nacional de Cataluña y en el Conservatorio Profesional de Música de Cullera.
Desde el año
2005 es flauta
solista de la
Hessicher
Rundfunk
Además en la ciudad existen siete orquestas sinfónicas profe(Frankfurt
sionales importantes, y muchas más de cámara, conjuntos barrocos…
am Main).
Aparte de otras tres grandes escuelas de música de nivel superior y una
vida cultural interesantísima. Lo que facilitaba una gran motivación que
ampliaba todas mis metas.
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Ginebra, en cambio, me pareció una ciudad tranquila, bonita pero
pequeña y con bastantes menos ofertas culturales. Supuso, no obstante, una experiencia muy positiva para mí también. No tenía muchas asignaturas, puesto que me convalidaron mis estudios
españoles y esto me permitió disponer de más tiempo para
estudiar mi instrumento. Encontré muy buenos profesores, y fueron mis primeros años dedicados sólo
a la flauta. Así que pienso que me marcaron mucho también.
En Salamanca no tuve, quizá, una carrera normal. La mayor parte de mis estudios los realicé como estudiante libre. Así que todo lo que
aprendí fue con mi profesor Pablo Sagredo: quien me formó durante doce años musical y personalmente.
MIII.: ¿Qué ha significado la música de cámara en su carrera?
C.A.: Podemos estudiar muchas horas solos, pero como flautista, nuestra carrera está muy determinada a tocar con más gente. La música de cámara me parece una de las maneras más genuinas y auténticas de hacer música tal como uno la siente. También la base para
aprender a escuchar, reaccionar y a comunicarnos con los demás, cualidades esenciales para cualquier instrumentista, pero especialmente para los intrumentistas de viento que solemos querer tocar, además, en una orquesta.
MIII: Usted ha cultivado el oficio de músico de orquesta desde
muy joven. ¿Cuáles son las cualidades que esta profesión potencia en el estudiante de instrumento?
C.A.: Un conocimiento profundo del instrumento: afinación, ritmo,
técnica, comunicación y desarrollo intenso de la capacidad auditiva,
además de un repertorio más amplio que el existente en la literatura
flautística. Flexibilidad por tocar con diferentes colegas, directores,
solistas… Nuevas visiones de cómo enfocar la interpretación. Apertura cultural y social internacional.
MIII: ¿Qué fragmentos orquestales cree que deben ser “el pan
nuestro de cada día” de todo aspirante a flautista profesional?
C.A.: Debussy: Preludio para la siesta de un fauno
Ravel: Daphnis y Chloe (segunda Suite)
Mendelssohn: Scherzo del Sueño de una noche de verano
Brahms: Cuarta sinfonía
Beethoven: Overtura de Leonora 3 y Sinfonía Heroica
Prokofiev: Pedro y el Lobo
Saint.Saens: El Carnaval de los animales
Bizet: Entreacto de Carmen
MIII: ¿En qué cree que difiere el mundo de la orquesta en Alemania del de España?
C.A.: No he formado parte de ninguna orquesta profesional española. Y tampoco he tocado mucho como invitada en orquestas de nuestro
país. Así que intentaré exponer los rasgos más característicos de mi trabajo en Frankfurt. Formo parte de una Orquesta de Radio, lo cual
supone ya una diferencia con otras Orquestas Sinfónicas o Filarmónicas. La principal es el repertorio, tenemos el compromiso de hacer
varios programas de música contemporánea al año, al igual que estrenos y grabaciones de música actual. En mi orquesta hacemos también repertorio barroco con especialistas de ese periodo. Y todos los periodos intermedios. Así que incluso colegas que llevan trabajando
en la orquesta muchos años, siguen conociendo repertorio nuevo.
En nuestra sección somos cinco flautas: dos solistas, un solista de piccolo, un flauta segundo, y otro flauta que también toca piccolo. De manera que me divido los programas con el otro solista. Tenemos bastante libertad para organizar nuestro trabajo. Toda la orquesta disfruta de una media de doce semanas libres al año.
Solemos hacer dos giras grandes cada temporada (bien europeas o trasatlánticas), y diversos conciertos esporádicos en el extranjero o dentro de Alemania, pero la mayor parte del tiempo tocamos en Frankfurt. Interpretamos un programa por semana. Tenemos un
director principal, que hace una media de doce programas al año, y los demás son directores invitados.
MIII: Dígame: un profesor, un teatro, un director y un flautista favoritos.
C.A.: Jaime Martín, Suntory Hall (Tokio), Bernard Haitink y Emmanuel Pahud .
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ARTÍCULOS. Y ahora, qué...
Y AHORA, QUÉ...
POR JOSÉ ANTONIO COSO
PROFESOR DE PIANO, PEDAGOGÍA MUSICAL Y
LITERATURA E INTERPRETACIÓN DEL PIANO
CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“FRANCISCO GUERRERO”
SEVILLA
Concluir con éxito los estudios musicales en la etapa intermedia, es decir, la mal llamada enseñanza profesional [1], habiéndolos compatibilizado con los correspondientes a la enseñanza
general, y habiendo superado todas las dificultades de esta penosa conciliación, remontado los momentos de angustia, desmotivación, estrés, desgana y desánimo, renunciando frecuentemente a
salir con amigos, a ir al cine y a otras costumbres propias de la
juventud ..., constituye la culminación de una auténtica proeza —
si tenemos en consideración las peculiaridades de los tiempos en
que vivimos—.
Muchos profesores dirán que con mi apreciación épica
“me he pasado tres pueblos”, pues el nivel de exigencia, si lo
comparamos con los tiempos “preLOGSE”, es claramente inferior,
los alumnos estudian menos y la formación adquirida al final del
tramo profesional es manifiestamente mejorable. Efectivamente,
no les falta razón en sus planteamientos, pero, bajo mi punto de
vista, creo que están relativizados y descontextualizados. A veces, nos dejamos llevar por la trampa de la comparación y, en
pasillos y reuniones de profesores se pueden escuchar con veleidosa frecuencia argumentos en contra de la dedicación horaria de
los estudiantes de hoy, especialmente en lo referente a la cantidad de horas de estudio:
—Pues cuando yo era estudiante dedicaba tantas
horas al instrumento, tantas horas a las demás asignaturas y también iba al colegio o al instituto.
Este tipo de razonamientos son, en el fondo, fruto del
desconocimiento de la realidad de estos muchachos y muchachas, del desconocimiento de los requerimientos generados por
10 las nuevas leyes educativas, del desconocimiento de la insaciable
exigencia de los profesores de colegio o instituto, del desconocimiento de lo que los mismos miembros de cada equipo educativo
exigimos independientemente al alumno en el conservatorio poniendo de manifiesto una flagrante descoordinación curricular, de
la falta de percepción de una sociedad que seduce a la juventud
con videojuegos, Internet, mp3, mp4, ipod, teléfonos móviles,
chats, foros, redes sociales, ... "cantos de sirenas" ante cuyo
hechizo difícil resulta no sucumbir.
Claro que siempre se puede hacer más de lo que se
hace, y la mayoría de nuestros alumnos podrían estudiar más de
lo que estudian, pero un profesor caería en un grave error si juzgara la dedicación de un alumno sin antes conocer sus específicas circunstancias personales, es más, una de sus prioridades
curriculares debería estar enfocada a convertir el trabajo personal
del estudiante en una actividad de alto rendimiento que compense
el tan reclamado déficit horario de estudio.
Así pues, después de 10 años recorriendo esta auténtica
carrera de obstáculos, afortunadamente no exenta de muchas y
grandes satisfacciones personales y musicales, llega el momento
en que algunos de los muchos que empezaron las enseñanzas
musicales tropiezan con el inevitable enigma: “Y ahora, ... ¿qué?”
Esta cuestión suele generar con frecuencia no poca inquietud y zozobra entre estos aspirantes a estudiantes superiores
de música porque, entre otras cosas, con esta decisión “se la
están jugando” con vistas a una futura dedicación profesional y
laboral. Pero esa no debiera ser la razón del desasosiego estudiantil, pues a estas alturas, tanto el profesor o profesores como
él mismo debieran haber despejado dudas, al menos, con respecto a sus capacidades y condiciones para poder acceder, cursar
y superar los estudios superiores de música en la especialidad ele- enseñanza superior (Real Decreto 617/1995 de 21 de abril) [3], estagida. ¡No!, eso no es lo preocupante, lo verdaderamente inquietante blece las siguientes especialidades:
es saber si esos centros de estudios superiores están preparados
Instrumental (acordeón, arpa, canto, clarinete, clave,
para ofrecer una formación adecuada a las exigencias del mundo
contrabajo, fagot, ...)
laboral con en el que, tarde o temprano, habrán de toparse.
Composición
Dirección de coro
Pero, ... ¿a qué se estará refiriendo?, —pregunta que intuyo
Dirección de orquesta
estará agitando pensamientos de propios y extraños—. A todo, me
Etnomusicología
estoy refiriendo a todo, absolutamente todo lo relacionado con los
Flamenco (guitarra flamenca o flamencología)
estudios superiores: la oferta de especialidades, la plantilla de proJazz
fesores —sin entrar a valorar sus capacidades docentes— integraMusicología
da, dicho sea de paso, por un "tropecientos por ciento" de profesoPedagogía del lenguaje y la educación musical
res en comisión de servicio, en cuyo extravagante paquete se incluPedagogía del canto y de las especialidades instrumentales
yen hasta profesores interinos con muy pocos años de experiencia
docente, las infraestructuras, los equipamientos y, cómo no, la acti¿Por qué no existe entonces la especialidad de pedagogía
tud de los respectivos claustros y sobre todo de los directores de del canto y de las especialidades instrumentales en todos los conestos centros con relación a la mejora y actualización de la ense- servatorios? La respuesta a esta “baladí” cuestión deberían ofrecerñanza para proporcionar a los estudiantes una formación de alta la quienes se opusieron a introducir esta especialidad en sus rescalidad.
pectivos conservatorios (ya lo denunció[4] Almudena Cano en su
día), ¡los mismos directores de los conservatorios superiores de
Para situarnos en las coordenadas educativas precisas, prácticamente todo el territorio nacional, y a la cabeza el de Madrid
hagamos un sencillo razonamiento. Todos los egresados de conser- —estamos en 1995—!, está claro que no todos, por eso unos tienen
vatorios superiores, especialmente los titulados en especialidades esta especialidad y otros no. Pero lo grave y desconcertante es que
instrumentales, una vez que, en el mejor de los casos, han amplia- la mayoría de los claustros apoyaron a sus directores, ¡inaudito! Así
do estudios en el extranjero, su salida profesional inmediata es la pues, la sinrazón de “las cabezas visibles”, la actitud sectaria de la
docencia en un porcentaje altísimo (carezco de estadísticas, pero gran mayoría del colectivo de directores, catedráticos y profesores
sé que es muy alto) y en especialidades “no sinfónicas” del 100%, de los centros de enseñanza superior de música, unido a la gestión
esto es, hacer oposiciones para profesor de conservatorio. Sabien- más que discutible —por error u omisión— de las comunidades
do esto, cualquier persona en su sano juicio pensaría: “si esto es autónomas con respecto a la trasferencia en materia de educación,
así (¡que lo es!), es natural que durante los estudios superiores a nos brindan los ingredientes perfectos para la composición de un
los alumnos se les dé una formación pedagógica que les permita esperpento valleinclanesco, cuyo título podríamos pedir prestado al
afrontar con ciertas garantías de éxito las oposiciones que para célebre dicho popular: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”.
ellos están convocadas y, sobre todo, para ejercer la docencia con
Lamento tener que daros esta enojosa información. Nada
un mínimo de dignidad”. Pues quien esto piense, comete un grave
me agradaría más que estar absolutamente errado en mis apreciaerror.
ciones, como pensarán la inmensa mayoría de directores, catedrátiDe los 22 centros y conservatorios superiores del territorio cos y políticos que lean este artículo, o reciban algún eco de él. Sin
español, únicamente 6 de ellos imparten la especialidad de Peda- embargo, esta es mi visión de la descarnada realidad de las ensegogía del Canto y de los Instrumentos, a saber: Conservatorio Su- ñanzas superiores de música en España y, como dice el proverbio,
perior de Valencia, ESMUC (Escuela Superior de Música de Catalu- “Más vale prevenir, que lamentar”. Pero, ¿por qué se ha llegado a
ña), Musikene (País Vasco), Conservatorio Superior de Música de esta situación? —os preguntaréis—. Cuando se pregunta a algún
Navarra, Conservatorio Superior de Música de Alicante y Conserva- director de conservatorio superior sobre estas lamentables circunstorio Superior de Música de las Islas Canarias. Esta especialidad tancias, la respuesta —como no podía ser de otra forma, siempre
incorpora en su currículum asignaturas como Didáctica de la espe- sacando balones fuera— consiste en lamentarse de la demora con
cialidad instrumental, Didáctica Musical, Psicopedagogía, Prácticas la que el MEC está realizando la reforma de los estudios superiores
de Profesorado, Educación Auditiva, Metodología de la investiga- y la esperanza de que algún día, por arte de “virlivirloque”, aparezca
ción, Historia de la Cultura y el Arte, Historia de la Educación Musi- la especialidad de Pedagogía del Canto y de los Instrumentos en
cal, ... además de una completa formación instrumental (quien quie- los conservatorios huérfanos de ella. Pero esta desidia no queda
ra puede consultar la página web de cualquiera de estos 6 conser- ahí, porque si esto fuera cierto, que no sé hasta qué punto, me envatorios o la del MEC [2] para completar la información). En fin, que cantaría que alguien me dijera ¿qué acciones han emprendido las
la formación es bastante completa, dando por sentado la solvencia CCAA [5] para agilizar el proceso de reforma de las enseñanzas
del profesorado en estas asignaturas y, por consiguiente, los estu- superiores de música?, ¿qué aportaciones han hecho al mismo?,
diantes que concluyen los estudios en estos centros están teórica- ¿qué medidas paliativas han tomado para mitigar este vacío pemente formados para su objetivo, la docencia. Insultante agravio dagógico en el 73% de los centros que padecen desamparo pecomparativo con los que, por narices —es decir, los que no tienen dagógico? Para ilustrar el estado de la cuestión, vais a permitirme
con qué pagarse la estancia y los estudios en una de las ciudades que os cuente una historia en la que cualquier parecido, semejanza
donde se imparte esta especialidad—, están abocados a estudiar la o similitud con la vida real —personajes, situaciones, diálogos, ...—
especialidad instrumental, o sea, todos los estudiantes de las espe- necesariamente habremos de atribuirla a la veleidad del azar.
cialidades instrumentales de los 17 restantes conservatorios espaHace mucho, mucho tiempo, en un lejano reino se necesiñoles —el gran porcentaje de los estudiantes de un conservatorio—.
taban maestros músicos para enseñar a niños y muchachos el noSin embargo, hay que “dar al César lo que es del César...”, ble y sublime arte de los sonidos. Para seleccionar a los mejores
pues todo hay que decirlo, el MEC, a través de la reforma de la maestros instrumentistas y maestros cantores, se convocaban
11
ARTÍCULOS. Y ahora, qué...
pruebas en las que, además de demostrar las habilidades para tañer y salmodiar, y además de evidenciar
sus conocimientos enciclopédicos sobre su instrumento, se requería del aspirante la presentación y defensa
de un memorandum pedagógico, y la exposición de un
glosario de actividades didácticas que pusiera de manifiesto sus habilidades como mentor instrumental o
del canto, ejercicio que era, sin lugar a dudas, uno de
los más valorados por los eximios miembros del tribunal examinador.
Paradójicamente, los centros de formación musical
superior de este reino, de los que supuestamente debían salir los futuros maestros músicos con conocimientos y habilidades musicales y pedagógicas suficientes
para superar con propiedad la oposición y así conseguir un digno quehacer en dicho reino, ¡no disponían
de la especialidad que lo hiciera posible! La causa de
esta adversidad era de naturaleza mágica, pues, debido a las malas artes del hechicero Michael von Schiff
—“superdirector” seducido y captado por el lado oscuro— casi todos los “superdirectores” de los referidos
centros fueron afectados por un sueño hipnótico que
ahogaba su lucidez mental.
Para fortuna de unos pocos aspirantes a maestros
músicos, no todos los “superdirectores” fueron víctimas
del aciago encantamiento, pues algunos de ellos,
usando sus poderes —el sentido común y la visión de
futuro— se defendieron heroicamente del pernicioso
influjo de aquel infame personaje. ¿Qué oscuros y
siniestros planes tenía el hechicero Michael von Schiff
para que los estudiantes no se pudieran formar pedagógicamente y así tener más oportunidades para
conseguir una plaza como maestro tañedor? Eso es un
misterio por desvelar, digno de otro relato épico.
El caso es que a medida que pasaba el tiempo, el
efecto del maleficio no sólo quedaba restringido a los
“superdirectores” sino también a sus sucesores. Y,
pasado algún tiempo, un audaz —temerario, diría yo—
maestro proveniente de la gleba musical o, lo que es lo
mismo, enseñanzas no superiores, Jacobb Stierplatz
tuvo la osadía de pedir audiencia a cada uno de los
directores de los centros embrujados ofreciéndoles un
antídoto para remediar provisionalmente la situación
en la que se encontraban, hasta que papá MEC —
Merlín el Encantador de Camelot—, ocupado en otros
menesteres, les sacara de la situación a la que habían
llegado gracias a su actitud ovina.
¡Fantástico!, ¡genial!, ¡un antídoto contra el mal! —
claro eso es lo que pensaría alguien como vosotros,
ajenos a la escena, meros espectadores y con mucha
más cordura que los nefastos protagonistas—. Pero
los “superdirectores” afectados por el sortilegio, que en
algún caso rayaba en la indigencia intelectual, no podían ver más allá de sus limitaciones. ¿Cuál fue la respuesta? Hubo diferentes tipos de reacciones: unos
ignoraron la petición —¡pero, qué osadía!, ¡un plebeyo
pidiendo audiencia a un “superdirector” para ofrecer
algo que no sepamos ya!—; otros afirmaban haber
encontrado el antídoto —aunque seguían igual de
idiotizados, digo... hipnotizados, o quizás más que
antes— y hubo uno que, ¡oh, benevolencia!, accedió a
12
escuchar al cada vez más escéptico Jacobb. Después
de probar una gota del elixir y observar en carne pro-
pia sus efectos benefactores, aunque temporales, el
benévolo “superdirector” se preguntaba si la aplicación
de tal antídoto requería algún tipo de estipendio como
compensación, a lo que el atribulado Jacobb contestó
que, a pesar de estar trabajando en una poción para
vivir únicamente del aire, aún no había conseguido su
propósito y, lamentablemente, tenía esposa y tres hijos
que mantener. Finalmente, la propuesta para la adquisición del antídoto pasó a manos de un “consejo de
sabios” y —que yo sepa—, el hechizo von Schiff permanece incólume esperando a que papá MEC lo neutralice.
Pero, ¿en qué consistía ese antídoto provisional? —
os estaréis preguntando—. Pues la ingesta de una
considerable cantidad de esa pócima proporcionaba
los conocimientos y las destrezas básicos para elaborar y defender un memorandum pedagógico, y también
para exponer un glosario de actividades didácticas que
demostrase a los miembros del tribunal la capacitación
magistral del aspirante.
El disparatado final de esta historia es que los estudiantes que acababan sus estudios y querían prepararse para intentar superar la oposición, tenían que buscar el brebaje por cuenta propia, después de haber
perdido cuatro valiosos años de su vida, amén del
gravamen pecuniario que tal menester requería a sus
bolsas.
Haciendo caso omiso de esta historia fantástica, y a pesar
del desconcertante y, al mismo tiempo, sorprendente panorama que
acabo de describir, quiero dejar un hilo de esperanza manifestando
que en los conservatorios superiores de música de toda España hay
extraordinarios profesionales, tanto catedráticos numerarios, como
en comisión de servicios —con alguno de los cuales tengo excelentes relaciones profesionales y amistad personal—; y que, al menos,
hay 6 conservatorios en los que se oferta la especialidad de Pedagogía del Canto y de los Instrumentos. Ambos elementos unidos
pueden servir de paliativo para algunos estudiantes que quieran
estudiar la especialidad de Pedagogía Instrumental y tengan el
privilegio de poder elegir el centro superior de estudios musicales
que más convenga a sus intereses profesionales.
No quisiera terminar esta reflexión sin antes tomarme la
libertad de sugerir unos consejos de profesor y amigo a sus destinatarios directos, los alumnos que están en el último curso de las enseñanzas profesionales con perspectivas de continuar los estudios
superiores de música:
1. Prepararos musical, emocional y psicológicamente para
realizar una prueba de acceso [6] a los estudios superiores
de música, cuyos criterios de evaluación y, menos aún, de
calificación —si es que los hay, que lo dudo— nadie conoce.
2. Antes de decidiros por un conservatorio o escuela en espe
cial debéis dilucidar la especialidad a la que queréis acce
der. Ya sabéis el árbol de especialidades que el MEC oferta,
os toca investigar qué conservatorios ofertan qué especiali
dades. En el caso de la especialidad Instrumental y la espe
cialidad de Pedagogía del Canto y de los Instrumentos,
también las conocéis.
3. Seleccionados los posibles centros, elegid a los mejores
profesores. Para ello habéis de realizar un trabajo periodísti
co recabando información de cuanta mayor diversidad de
fuentes sea posible. Las conclusiones de las pesquisas os
darán como resultado el centro en el que queréis estudiar, y
será allí donde habréis de cursar la solicitud pertinente.
4. Pensad que si la salida profesional que pretendéis es la
enseñanza, y por cualquier motivo no vais a poder cursar la
especialidad de Pedagogía del Instrumento, dad por senta
do que, una vez concluidos los estudios superiores, habréis
de prepararos las oposiciones por vuestra cuenta y riesgo (
academias, preparadores, ...).
5. Confiad más en vuestro trabajo y en vuestras capacidades,
y nunca os comparéis con nadie.
6. Aprended a aprender de todos, incluso de los más peque
ños e insignificantes en apariencia.
7. No dejéis nunca de estudiar, la constancia es una inversión
de alto rendimiento.
8. Estad informados sobre los estudios de música en el extraje
ro (becas, cursos, masters, cursillos de verano, convenios...)
9. Prepararos a fondo con los idiomas, especialmente el inglés
(y ¡ojo al chino!) Cuando lleguéis a ser profesores, nunca
olvidéis que también fuisteis alumnos.
Muchas gracias y muchas suerte.
[1] En el artículo “Falsas expectativas” trato el tema de las llamadas
enseñanzas profesionales de música:
http://elblogdejac.blogspot.com/2009/01/falsas-expectativas.html
[2] Página
del MEC en la que se explica los estudios superiores de
música en España:
http://www.educacion.es/educacion/que-estudiar/ensenanzasartisticas/musica/grado-superior.html
[3] En el siguiente enlace se accede al texto legal:
http://www.boe.es/boe/dias/1995/06/06/pdfs/A16607-16631.pdf
[4] El
artículo en cuestión puede encontrarse en la siguiente dirección: http://www.almudenacano.com/arts/articulo50.html
[5] CCAA
= Comunidades Autónomas
[6] En mi artículo “¿Hasta cuando ...?” abordo el asunto del acceso a
las enseñanzas superiores de música.
http://elblogdejac.blogspot.com/2009/07/hasta-cuando.html
13
ARTÍCULOS. Entre la oralidad y la escritura...
ENTRE LA ORALIDAD
Y LA ESCRITURA
POR JULIA E. GARCÍA MANZANO
PROFESORA DEL CONSERVATORIO SUPERIOR DE
MÚSICA “MANUEL CASTILLO”
SEVILLA
LA MODALIDAD EN LAS MÚSICAS DE TRADICIÓN
ORAL Y ESCRITA: DE LA RECREACIÓN COLECTIVA A LA
CREACIÓN INDIVIDUAL.
LA MODALIDAD ENTRE LA ORALIDAD Y LA ESCRITURA
El término modalidad es un concepto muy amplio que
sirve para designar los sistemas de organización musical en un
elevado número de músicas, tanto de distintas regiones geográficas como de diferentes momentos históricos. Desde esta perspectiva, la modalidad es algo mucho más extenso que la utilización de una determinada gama, escala o modo en una cultura
musical. No se refiere sólo al funcionamiento de un sistema específico, sino a la estructura interna que rige un gran número de
músicas. Según la definición de Powers, se trata de un proyecto
adscrito a la música que recibe varios nombres y se manifiesta en
una gran variedad de músicas prácticas: simples o complejas, del
pasado o del presente [1].
La gramática generativa creada por Noan Chomsky
puede servir como modelo para entender el funcionamiento del
modo en la música. Esta teoría se basa en que cada hablante, a
partir de un conjunto finito de unidades y reglas, puede generar
infinitas oraciones gramaticales, aunque no las haya escuchado
nunca antes, de ahí el nombre de gramática generativa. El
hablante realiza continuas transformaciones del lenguaje (mover,
eliminar, añadir o permutar sus elementos) que permiten captar
las conexiones entre oraciones emparentadas. Una de las aportaciones más importantes de la gramática generativa es la separación entre la conducta lingüística real y el sistema interno de conocimientos que subyace a ella: entre actuación y competencia.
Para Chomsky la competencia es el conjunto de reglas que rigen
las infinitas oraciones de una lengua. Chomsky relaciona la dife14 rencia entre competencia y actuación con dos tipos de gramática:
una que da cuenta del conocimiento interno que el hablante tiene
de su lengua, la cual forma la estructura profunda; y otra que se
limita a observar los hechos al margen del conjunto de reglas
subyacentes, y forma la estructura superficial [2].
Siguiendo esta teoría, la modalidad forma la estructura
profunda del lenguaje musical. Es decir, es la interiorización que
cada individuo realiza de los procesos musicales, especificados a
través de los modelos elegidos por cada cultura. Forma un grupo
de convenciones, desarrolladas por una colectividad en un contexto determinado, que son el sustrato sobre el que se basa la
interpretación, composición y recepción de la música. Treitler la
define como un sistema generativo que fija los patrones o los
códigos del lenguaje musical; válido como guía para los intérpretes que se mueven en las tradiciones orales, para los compositores que lo hacen en las tradiciones escritas y para la compresión
general del discurso [3].
Aunque se ha querido marcar una línea de actuación diferente para las tradiciones orales y escritas, y es evidente que
entre ellas hay una serie de diferencias importantes, la necesidad
de buscar elementos de enlace y cohesión propiamente musicales es común a ambas tradiciones. El empleo de fórmulas melódicas asociadas a las distintas partes del canto, característica de
las tradiciones orales, utiliza un sistema generativo que en otros
contextos musicales se manifiesta de forma muy diversa: en el
entramado de motivos melódico-rítmicos de una sinfonía, o en la
reiteración interválica de los elementos de una serie. Jeffery llamó
la atención en este sentido, afirmando que quizá no sea tan interesante profundizar en las diferencias entre los lenguajes orales y
escritos, como descubrir los procesos comunes de creación; el
“Hilo de Ariadna” que guía la estructura musical en la multitud de
prácticas en las que se ha manifestado históricamente y lo hace
en la actualidad [4].
No se puede establecer una separación estricta entre oralidad y escritura. Resulta evidente que la escritura musical, por muy
perfecta que llegue a ser, siempre mantiene altas dosis de oralidad
en sus códigos interpretativos, es decir, de elementos añadidos en
la ejecución que no aparecen expresamente reflejados en la partitura. En la música escrita la oralidad se centra en todos aquellos elementos que no se consideran necesarios en las partituras, esto es,
en las reglas o códigos de uso común en un contexto musical determinado, en el cual están claramente delimitados, pero que al suprimirse el contexto pueden llenar de ambigüedad la interpretación de
los textos. Tanto los escribas que anotaron las melodías gregorianas, como los compositores posteriores, no anotaron por debajo de
la música sus reglas de ejecución; de ahí que una gran parte de
elementos sobre su interpretación, que afectan de forma muy amplia a la definición de esas músicas, permanezcan en gran parte
ocultos.
La historia de la música que se puede encontrar en la
mayor parte de los tratados es, sobre todo, la historia de la música
escrita. Una historia que no se corresponde totalmente con la práctica musical de la época y puede además oscurecer los cambios
estilísticos, situados en los momentos en los que aparecen modificaciones en los tipos de escritura y no en la ejecución musical. La
prioridad dada a lo escrito pierde de vista un elemento fundamental:
las dificultades de los sistemas de notación, siempre a la zaga de la
práctica musical, buscando signos nuevos o adaptando su significado para las nuevas realidades sonoras. Uno de los momentos históricos donde podemos ejemplificar muy bien esta dualidad entre el
cambio escrito y el cambio oral es en el comienzo del Barroco situado generalmente hacia el 1600. Los grandes cambios que parecen
afectar en este momento a la música son en su mayor parte el resultado de pasar a la escritura elementos de la práctica interpretativa. El término concertado, empleado en la actualidad en general
con el significado de contraste sonoro o estilístico, en la época hacía referencia a “música arreglada”, es decir, a música escrita tal y
como se interpretaba. Muchos madrigales polifónicos eran interpretados en el siglo XVI por una voz solista que se acompañaba de un
instrumento polifónico, generalmente el laúd. El intérprete hacía en
la práctica un tipo de monodia muy virtuosa, introduciendo frecuentes glosas sobre la melodía original, a la vez que modificaba el tiempo. De la misma manera, la escritura policoral de Giovanni Gabrieli,
realizada para coros diferenciados por su sonoridad, es un reflejo
de la colaboración continua de los instrumentos en la polifonía y,
probablemente, de las variantes que estos introducían sobre la
misma, no limitándose a tocar con “la parte” como comúnmente se
ha pensado.
Es mucho más fácil imaginar la escritura como un proceso de adaptación de las modificaciones que se estaban produciendo
en la música práctica, en un reajuste continuo entre oralidad y escritura, según el cual los elementos que en una época formaban parte
de la tradición oral poco a poco van introduciéndose en la música
escrita. Los ejemplos más significativos en este sentido son: la escritura de las prácticas heterofónicas vocales o instrumentales, en
las que se sitúa el origen de la polifonía; y la notación de las alteraciones, las cuales en principio pertenecían sólo al campo de la interpretación.
La continua superposición entre escritura y oralidad llevó a
Stock a diferenciar entre una oralidad pura, propia de aquellas tradiciones que no utilizan ningún tipo de notación musical, y una oralidad parcial en la que interaccionan oralidad y escritura[5]. Esta oralidad parcial, aunque se da en todas las épocas que utilizan escritura
musical, es mucho más acentuada en los comienzos de la escritura,
donde todavía se pueden encontrar rasgos de convivencia entre
prácticas propias de la oralidad en los cantos notados. A la hora de
estudiar la música medieval esta oralidad parcial es la más importante, ya que de la oralidad pura no tenemos evidencias, y es sólo a
través de los rasgos que han perdurado de ella en las primeras
prácticas escritas, o comparándola con culturas musicales en las
que han pervivido tradiciones musicales antiguas de características
similares, como podemos establecer algunas hipótesis sobre su
funcionamiento [6].
Se pueden establecer tres niveles diferentes, en cuanto a la
relación entre oralidad y escritura, que marcan un proceso evolutivo
desde la oralidad pura hacia un tipo de escritura musical cada vez
más precisa:
1.Oralidad pura, con sus técnicas de interpretaciónreinterpretación y nemotécnicas características.
2.Oralidad parcial, presente en aquellos textos en los que
se pueden rastrear los principios compositivos característicos de las tradiciones orales7.
3.La escritura implica un alejamiento de los principios
compositivos orales y la creación de nuevos mecanismos compositivos, aunque la interpretación siempre
mantenga elementos de oralidad.
El cambio entre el segundo y el tercer nivel, entre la oralidad
parcial y la escritura, no hace referencia a la aplicación de una
práctica improvisativa en la interpretación, sino a las características
internas de la composición: a la interrelación de procedimientos
compositivos de la oralidad y la escritura, o al predominio de los
procedimientos compositivos característicos de la escritura, a pesar
de las semejanzas que entre ellos se puedan establecer.
La modalidad modificó su función y sus características
dentro de este proceso evolutivo, lo cual fue determinante para su
desarrollo. Mientras que en la oralidad pura el modo está directamente relacionado con los puntos estructurales y los tipos melódicos, en la escritura adopta una concepción modal más escalistíca.
LA MODALIDAD EN LOS REPERTORIOS ORALES
Resulta difícil establecer unos mecanismos de funcionamiento que sean comunes para todos los repertorios orales, distantes entre sí tanto histórica como geográficamente. El nuevo enfoque
que ha recibido la musicología, proveniente del auge que en los
últimos tiempos han tenido los estudios de etnomusicología, ha
permitido establecer una serie de comparaciones entre las tradiciones orales actuales y los repertorios orales de la antigüedad o el
medioevo que no han perdurado.
Dos elementos básicos aparecen en los procesos de reinterpretación continua que implica la oralidad: los patrones o modelos
que subyacen tanto en la mente individual de los intérpretes como
en la de la colectividad que comparte esa cultura musical, y los
recursos nemotécnicos desplegados a la hora de interpretar, establecidos en su mayor parte a través de una serie de fórmulas melódicas. Sobre la primacía de uno u otro procedimiento no todos los
autores están de acuerdo; mientras que algunos consideran la
fórmula como el elemento base de la improvisación, otros ponen el
acento en los prototipos melódicos o patrones que rigen el discurso
[8]
musical .
El tipo melódico, entendido como una serie de fórmulas melódicas
modificables según el contexto, fue el elemento primigenio en la
formación de la modalidad primitiva medieval. Un modo estaría
formado por una serie de melodías que se ajustan a un mismo prototipo melódico. Este parece ser el punto de partida de las primeras
clasificaciones modales medievales, una característica compartida
por muchas culturas musicales de transmisión oral, cuyo modelo
pudo ser el Oktoechos bizantino. El tipo melódico es un concepto
más amplio que el de fórmula melódica. Tipo, prototipo o arquetipo
15
ARTÍCULOS. Entre la oralidad y la escritura...
16
melódico son expresiones sinónimas que hacen referencia a una
misma realidad, anterior al desarrollo de las melodías como entendidas fijas. Son puntos de partida y de referencia que fijan un contorno melódico y ayudan a los intérpretes en la transmisión oral del
repertorio. Forman parte de un proceso de improvisación y reimprovisación continuo sobre el que se van fijando algunas fórmulas,
debido al éxito que adquieren algunas melodías. El prototipo melódico es un generador de melodías, de las cuales algunas llegan a
establecerse como entidades más fijas y son la base para futuras
imitaciones melódicas.
Se puede considerar el prototipo melódico como el elemento
generativo sobre el que se realiza la improvisación del intérprete. La
fórmula no suele ser el reflejo de una preferencia arbitraria sino la
elección del camino más sencillo. La fórmula se convierte en una
ayuda nemotécnica que fija algunos de los puntos estructurales
importantes de la obra. La asociación entre la fórmula melódica y su
lugar dentro del canto ocupa un papel significativo en el proceso de
reconstrucción oral de las melodías. Diferentes tipos de fórmulas se
asocian a las distintas partes del canto: fórmulas de entonación
para los comienzos, fórmulas de puntuación para las cadencias
intermedias y fórmulas conclusivas para las cadencias finales. Los
tonos salmódicos, utilizados en un amplio número de cantos del
repertorio gregoriano, son fiel reflejo de la asociación más sencilla y
directa entre la fórmula y los puntos estructurales. Estos cantos
sencillos, en los que predominan las fórmulas, son los ejemplos
más básicos de los prototipos melódicos convertidos en modelos.
El prototipo o patrón melódico da lugar a una serie de melodías variables que conforman una familia melódica, de entre las cuales sobresalen algunas melodías por su carácter modelizante que
llegan a convertirse en fórmulas melódicas. Aunque resulta difícil
saber exactamente en este proceso si el prototipo generó la fórmula
o si la fórmula generó una serie de melodías relacionadas que conforman un patrón melódico. Se tome como punto de referencia un
aspecto u otro, lo cierto es que el modo en las tradiciones orales es
un elemento dual, en el que se combina un prototipo melódico con
una serie de fórmulas melódicas asociadas.
El intérprete tiene un patrón general que le sirve de guía,
ciertas reglas que observar con respecto al texto y algunas fórmulas
melódicas que le ayudan a estructurarlo. El cantor parte de una
serie de convenciones que forman el sistema generativo, diferente
para cada género y modo, lo que le permite tener una base sólida
en la que apoyarse en la interpretación. La ejecución se convierte
en una recreación, en la que el cantor puede seguir el camino más
habitual, pero en la que también tiene la oportunidad de demostrar
su arte realizando variantes melódicas. Con este sistema de interpretación están cubiertas dos necesidades importantes: por un lado,
el intérprete tiene oportunidades de afirmar su originalidad y, por
otra, preserva una tradición que forma el sustrato generativo de sus
propias expansiones melódicas.
La dualidad entre las fórmulas y la expansión de las
fórmulas, que de manera tan manifiesta aparece en las interpretaciones no escritas, responde a un principio creativo más amplio que
no se agota en las tradiciones orales. Procesos compositivos similares utilizan los compositores dentro de la música escrita. La diferencia radica en que la interiorización de los patrones, según se vaya
consolidando la escritura, deja de formar parte de la práctica interpretativa y pasa a la compositiva. La separación entre composición
e interpretación implica un alejamiento del intérprete de los patrones
o modelos que forman el sustrato de la música, los cuales pasan a
convertirse en sistemas compositivos, cuyo conocimiento e interiorización son necesarios especialmente para el compositor, mientras
que el intérprete puede centrarse en un tipo de ejecución cada vez
más literal y compleja que requiere otro tipo de adiestramiento es-
pecializado.
Esta diferencia en la interpretación entre las tradiciones
orales y escritas la podemos encontrar en la actualidad en la diferente preparación que siguen los intérpretes, dando lugar a dos
procesos de aprendizaje diferentes. En las tradiciones orales la
mayor parte del adiestramiento está dedicado a la interiorización del
prototipo, es decir, a saberse mover dentro de unos caminos estructurados pero en los que es posible desplegar la propia imaginación.
En la música escrita, especialmente en el tipo de enseñanza generalizado en la música occidental en los conservatorios, la educación
musical se convierte en el aprendizaje de la lectura musical, dentro
de un camino ascendente en el que el futuro intérprete tiene que ir
dominando cada vez un tipo de escritura más compleja. El tiempo
invertido en resolver las dificultades de lectura es muy grande, y
requiere una especialización que aleja la interpretación del funcionamiento de los mecanismos internos del lenguaje musical, el cual
se deriva hacia los estudios de composición. La partitura se convierte así en el elemento imprescindible, el punto de partida y el centro
de toda la enseñanza musical, lo que provoca que su ausencia deje
al intérprete desprovisto de la capacidad de expresarse. Esto implica que el intérprete no ha memorizado los códigos de funcionamiento de la música, su estructura profunda, sino que se ha especializado en la memorización de una estructura superficial compleja, que
se considera además como un elemento fijo sobre el que el intérprete no puede dejar volar su imaginación.
Esta divergencia en el aprendizaje hace que con frecuencia
sea difícil que ambos tipos de músicos puedan interaccionar en un
mismo contexto, ya que responden a códigos de interpretación y de
aprendizaje distintos. Sin embargo, la facilidad de integración de
músicos procedentes de tradiciones orales diferentes es muy grande, ya que sus códigos de aprendizaje son similares, pudiendo interiorizar rápidamente los prototipos y desarrollar su propia imaginación sobre ellos. La mezcla entre estos dos tipos de enseñanza
resulta muy compleja, como se puede comprobar a través de la
inserción de los estudios de flamenco en los conservatorios, en los
cuales los alumnos de flamenco tienen que cursar un gran número
de asignaturas que no guardan ningún tipo de relación directa con
la práctica de la música que desean aprender. Centrar el aprendizaje en la escritura a un alumno que se tiene que desarrollar dentro de
una música de tradición oral, puede llegar a modificar las características interpretativas de esta música si este tipo de enseñanza llega
a generalizarse; de forma similar a como la introducción de la escritura en la música culta occidental fue cambiando los códigos de
interpretación y la relación del intérprete con la música, pero dentro
de un proceso mucho más rápido.
[1]Harold
S. POWERS, “Mode and Raga”, Musical Quarterly 44
(1958): 448-60
ideas más influyentes de Chomsky aparecen en su libro Estructuras sintácticas (1957), un extracto de su tesis doctoral titulada
The logical Structure of Linguistic Theory. Estas ideas fueron completadas en un libro posterior, Aspectos de la teoría de la sintaxis
[2]Las
(1965).
[3]Leo
TREITLER, “Homer and Gregory: The Transmission of Epic
Poetry and Plainchant” Musical Quarterly 60 (1974): 347, 345 y 362.
[4]Peter JEFFERY, Re-Envisioning Past Musical Cultures: Ethnomusicology in the Study of Gregorian Chant (Chicago: The University of
Chicago Press, 1992).
STOCK, The Implications of Literacy: Written Language and
Models of Interpretation in the Eleventh and Twelfth Centuries
[5]Brian
(Princenton: Princenton University Press, 1983).
[6]Un
estudio pionero en este sentido, aunque posteriormente han
sido discutidos algunos de sus postulados, es el realizado por Leo
Tritler en “Homer and Gregory: The Transmisión of Epic Poetry and
Plainchant” (1974). Treitler se basa en los estudios realizados por
Milman Perry y Albert B. Lord sobre la transmisión de la poesía
épica, los cuales intentan reconstruir el proceso de creación de la
poesía homérica a través del estudio de tradiciones orales modernas en las que se pueden encontrar las mismas características,
como en la poesía épica serbo-croata.
[7]En
la actualidad este tipo de oralidad parcial se puede encontrar
en notaciones de música flamenca.
[8]Theodore KARP, Aspects of Orality and Formularity in Gregorian
Chant (North Western University Press, 1998).
17
AGENDA 2009-2010
Diciembre
17.
Concierto de Navidad: Banda de viento y percusión del Conservatorio de Cádiz.. RCPM “Manuel de Falla”.
Enero
Conciertos Didácticos: “Los músicos van a la escuela”. Colegios de Cádiz. (fecha a determinar)
25.
Concierto de Música de Cámara: Arte Factum. Museo de Cádiz.
29.
Concierto Sinfónico familiar: Orquesta de Cámara Andaluza , dir. Michael Thomas. Palacio de Congresos de Cádiz.
Febrero
2, 3 y 4.
II Jornadas de la Etno. RCPM “Manuel de Falla”.
7.
Concierto de Música de Cámara: Trío Ex-corde. Parroquia del Cristo. San Fernando.
8, 9, 10 y 11.
El Lenguaje del Canto”: Curso de técnica vocal e interpretación a cargo de Mª Rosa de Alba. RCPM “Manuel de Falla”.
23.
Concierto de Música de Cámara: Música Mensurabilis. Museo de Cádiz.
25.
Concierto del Día de Andalucía. RCPM “Manuel de Falla”.
Marzo
8 y 9.
Jornadas de la Mujer Compositora. RCPM “Manuel de Falla”.
9.
Concierto de Música de Cámara: Trío Ex -corde. Museo de Cádiz.
10, 11 y 12.
Conciertos Didácticos para escolares. RCPM “Manuel de Falla”.
17.
Concierto de Saxofón: Álvaro Ariza. RCPM “Manuel de Falla”.
25.
Concierto de Música de Cámara: Trío Sulayr. Compañía de María. San Fernando.
Abril
Concierto de la Banda del RCPM “Manuel de Falla” Centro Penitenciario de El Puerto de Santa María. (fecha a determinar)
Del 19 al 23.
Quinteto de Viento “Ciudad de Cádiz”. Ciclo Música en Los Barrios.
20.
Concierto de Música de Cámara: Cuarteto Quixote. Museo de Cádiz.
Del 21 al 29.
Jornadas de Extensión Cultural. RCPM “Manuel de Falla”.
Conferencia a cargo de la compositora Carmen Verdú.
Concierto de Música Contemporánea de profesores/as.
Concierto de Música Contemporánea a cargo del pianista Javier Cembellín
II Concurso “Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara.
Concierto del Quinteto “Totem”
Concierto de Juan Ronda (flauta) y Auxiliadora Gil ( piano).
Recital de Guitarra a cargo de Antonio Duro.
Concierto de la Orquesta Barroca del Conservatorio “Cristóbal de
Morales” de Sevilla: “La Serva Padrona”.
Mayo
Curso de Violín a cargo de Josep Lluís Puig. RCPM “Manuel de Falla” (fecha a determinar)
10.
Concierto de Música de Cámara: Quinteto ONE. Iglesia del Carmen. San Fernando.
25.
Concierto de Música de Cámara: Dúo Israel Martínez (violonchelo) y Ángel Sanzo (piano) Museo de Cádiz.
Junio
.1.
18 Recital de Piano a cargo de Juan Carlos Garbayo. Museo de Cádiz
ACÁN
FLAUTA SOLA
2009
ALFONSO ROMERO-RAMÍREZ
OBRA ENCARGO DE LA REVISTA
19
ACÁN. Para flauta sola. Alfonso Romero-Ramírez
ALFONSO ROMERO-RAMÍREZ, (Utrera, 1968),
20
Realiza sus estudios de composición con Manuel Castillo
en Sevilla, y en el Aula de Composición "Manuel de Falla" de la
Orquesta Joven de Andalucía y la Ecca, con Javier Darias. Ha asistido además a cursos monográficos con Cristóbal Halffter, Orlando
Jacinto García, Tomas Marco y Mauricio Sotelo. Sus obras han sido
interpretadas por orquestas como Real Sinfónica de Sevilla, Joven
de Andalucía, Manuel de Falla de Cádiz, Orquesta de Cámara Solistas de Málaga, Camerata Vocal e Instrumental del Gran Teatro
Falla de Cádiz, y grupos como Archaeus Ensemble de Bucarest,
Ars Poética (Rep. Moldava), Solistas de Sevilla, grupo Taimagranada, Taller Sonoro y diversos solistas. Se han interpretado sus obras
en foros como el Festival Manuel de Falla de Cádiz, en los Ciclos de
música contemporánea de Sevilla, Málaga y Córdoba, en el Clarinet
Fest 99 en Ostend (Bélgica), en el XVI cicle de música del segle XX
-XXI en Barcelona, en los actos de conmemoración de el XX aniversario del Parlamento de Andalucía, en el World saxophone congress XIII y XIV en Minnesota, Minneapolis (Usa), y en Liubliana
(Eslovenia); en Montpellier (Francia), en la XIII edición del Festival
Internacional Archaeus, en Bucarest (Rumania), en el VI Ciclo Contemporary Spanish Music in Europe, en Munich (Alemania), Kishinev (Rep. Moldava) y Tallin (Estonia). Ha realizado grabaciones
para RNE (Radio Clásica), Telecinco, Canal Sur televisión y Radioteleviziunea Romana. Estudió saxofón, manteniendo desde 1988
una importante actividad concertista con el dúo Vigel (López Aranda
-Romero Ramírez), y como solista, con la Orquesta Manuel de Falla
de Cádiz, Orquesta Solistas de Málaga, y Camerata del Gran Teatro
Falla entre otras el estreno de su obra Muralis, para saxofón y orquesta de cuerda. Asimismo estudió Dirección de Coros con Ricardo Rodríguez. En el campo docente es profesor de saxofón en el
Conservatorio Profesional "Francisco Guerrero" de Sevilla. Sus
obras han sido registradas en disco compacto y en partituras por la
Editorial EMEC.
a Malena
ACÁN
FLAUTA SOLA
2009
ALFONSO ROMERO-RAMÍREZ
21
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música
“Manuel de Falla”
de Cádiz.
Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010.
Ejemplar gratuito
22
ANÁLISIS
QUINTETO Nº1
OP.: 89 G. FAURÉ
POR PACO TOLEDO
COMPOSITOR
PROFESOR DE ANÁLISIS
REAL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“MANUEL DE FALLA”
CÁDIZ
23
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA.
Gabriel Fauré. Compositor y organista francés. Nació en Pamiers el 12 de Mayo de 1845 y murió en París el 4 de noviembre de
1924.Comienza sus estudios musicales a los 9 años de edad, cuando su padre, funcionario del gobierno, lo inscribe en l'École Niedermeyer. Durante 11 años recibe clases de Camille Saint-Saëns, quien fue determinante en sus estudios instrumentales y de composición. Una
vez completados sus estudios, trabaja como organista, y en 1877 es nombrado maestro de capilla en la Madeleine, trabajo que compagina impartiendo clases de piano y armonía. En 1892 fue nombrado inspector de los conservatorios de provincia y, en 1896, titular de gran
órgano de la Madeleine y profesor de composición del conservatorio de París. Maestro de maestros, entres sus discípulos se encuentran
Ravel, Enescu, Schmitt, Casella, Koechlin y Nadia Boulanger. Durante varios años ejerce de crítico en el diario Le Figaro, desde donde
gana la partida a Th. Dubois y sucede a éste en la dirección del Conservatorio de París en 1905 (año de composición de la obra que nos
ocupa, el quinteto nº1 op.: 89). En 1909 es presidente de la Societé Musical Independiente; una deformación auricular le lleva a la sordera, y a consecuencia de ello, renuncia a su cargo. En 1922 el presidente de la República Francesa le impuso la Legión de Honor. Muere
de neumonía y tuvo solemnes funerales de Estado.
ASPECTOS GENERALES DE SU ESTILO.
Gabriel Fauré desarrolla un estilo personal en el que se aleja del cromatismo wagneriano. Su obra más conocida es el Réquiem,
aunque es en la canción francesa donde se desarrollará su estilo compositivo. Siguiendo la estela de Gounod, Masenet, Saint-Saëns y
Lalo, Fauré compuso alrededor de ciento veinticinco canciones. Las más importantes de ellas están integradas en el ciclo La Bonne
Chanson, basada en poemas de Paul Verlaine.
En su estilo hay una preferencia por los acordes en primera inversión y la segunda inversión del acorde de séptima de dominante,
generalmente con la fundamental en la voz superior. Su armonía es muy coloreada por modulaciones más o menos alejadas, enlazando
acordes de tonalidades distintas y con notas añadidas, que tienen al menos una nota común, lo cual, le da unidad al discurso. Entre sus
preferencias, está también el enlace de dominante del III grado con tónica del I, es la llamada cadencia de Fauré. Las progresiones responden a relaciones de terceras, algo muy habitual en el periodo romántico, derrotando así a las relaciones de quintas. En su discurso
armónico las sonoridades están desprovistas de las funciones tonales tradicionales aunque, tal y como decíamos antes, utiliza sonoridades de 7ª y 9ª de dominantes. Su música es tonal, aun sintiendo la influencia de la modalidad, por omisión de la sensible; es por tanto una
sintaxis armónica impresionista en sus inicios. Su escritura pianística está inspirada en la de Chopin (fórmulas de arpegios, acordes repetidos y armonías verticales).
ANÁLISIS - QUINTETO Nº 1 OP.:89
La obra fue compuesta en 1905, cuando Gabriel Fauré ostenta la dirección del Conservatorio de París. Escrita para quinteto con
piano, la composición se estructura en tres movimientos: Molto moderato, Adagio y Allegretto moderato.
EL PRIMER MOVIMIENTO (Molto moderato)
Consta de 224 compases, con un metro predominante de 4/4, con la salvedad de que en los compases 58 y 196 cambia a 2/4.
La tonalidad central es la de Re menor. A partir del compás 143 el discurso tonal cambia a Re mayor, concluyendo así el primer tiempo
del quinteto. En todo el discurso existe una fluctuación de tonalidades propias del estilo cromático de Fauré, enlazando acordes de tonalidades distintas, si bien en determinados pasajes la tonalidad se vuelve más estable.
La macroestructura del primer movimiento responde a una organización formal tipo rondó-sonata, con modificaciones respecto a
la estructura fijada por los compositores clásicos. Estamos hablando, por tanto, de una forma ternaria en la que la sección central (C) actúa como elaboración y desarrollo de los elementos temáticos previos, además de incorporar un tema nuevo. La figura 1 muestra la organización formal:
EXPOSICIÓN
1º Movimiento: Molto moderato
Tonalidad: Re Menor. Metro: 4/4; (2/4)
DESARROLLO
REEXPOSICIÓN
Comp.: 1 -63
Comp.: 64 – 113
Comp.: 114 – 224
fig. 1
La organización interna de cada sección, como se ha dicho anteriormente, responde a la estructura formal de rondó-sonata de
siete secciones pero con modificaciones. Estas modificaciones radican en la omisión del periodo A que media entre las secciones B y C,
y, las variantes que se producen en la reexposición de las secciones A y B. Partiendo de la macro estructura establecida anteriormente,
cada sección se organiza de acuerdo al siguiente plan formal (fig 2).
24
EXPOSICIÓN
(1 –63)
I Sección
II Sección
A
B
DESARROLLO
(64 – 113)
III Sección
C
IV Sección
A1
C: 1 - 44
C: 64 - 113
C: 114 - 142
C: 45 - 63
fig. 2
REEXPOSICIÓN
(114 – 224)
V Sección
VI Sección
B1
A2
C: 143 - 170
C: 171 - 200
Coda
C: 201 - 224
Las distintas secciones que constituyen el rondó (A, B, C, A1, B1, A2) se organizan de la siguiente manera:
EXPOSICIÓN:
I SECCIÓN. A: (Compases 1- 44) Tras una breve introducción pianística de siete tiempos de negra, todo el periodo A expone los
temas en la cuerda sobre una textura de acompañamiento pianístico de arpegios de fusas. Dividido en dos partes, A y A1, la parte A es de
estructura ternaria, conteniendo tres frases A, A’ y A’’. Cada frase consta de 8 compases con una articulación de 4 + 4, excepto A’’, que
contiene 11 compases y que se vertebra en 4 + 5 + 2. A1, solo contiene una frase de 15 compases articulados en 5 + 5 + 5. Éste actúa
como tema de transición entre A y B. Siguiendo con la misma textura de acompañamiento de arpegios, en él, se produce un diálogo entre
la cuerda y el piano (Fig 3).
I Sección. A
A
A1
Comp.: 1 - 29
Introducción
1 – 2.3
Comp.: 30 - 44
A
A’
A’’
2.4 – 10.3
10.4 – 18.3
18.4 - 29
4+4
4+4
4+5+2
Tema de transición
5+5+5
fig. 3
La parte A evoluciona en una textura de menor a mayor densidad instrumental.
Tema A: (Compases 2.4 - 10.3) Tras la breve introducción pianística, el violín segundo expone en solitario la primera semifrase
del tema; a partir del compás 6.4, se le une el violonchelo en octava.
fig.4
Tema A’: (Compases 10.4 - 18.3) Temáticamente igual al primero, en este caso, el discurso lo soportan violín segundo y viola al
unísono y violonchelo en octava. A partir del compás 14.4 se le une el violín primero en octava alta al violín segundo y la viola. Por tanto,
la textura instrumental ha crecido en densidad.
Tema A’’ (Compases 18.4 – 29) De textura contrapuntística, evoluciona en estilo fugado utilizando solo las células a y a’’. Existe
un contrapunto que protagonizan los dos violines en octava y el violonchelo en imitación. Concluye el tema con dos compases de coda y,
por tanto, también toda la parte A.
Tema A1: (Compases 30 - 44) Tema de transición entre A y B, a semejanza del puente de una sonata. Aporta un elemento nuevo en la cuerda que establece un diálogo con el piano con el tema principal de A. Se estructura en dos semifrases de 5 compases de
idéntica factura, con la alternancia de cuerda y piano. Concluye con 5 compases de coda, basados principalmente en la célula a1, dando
paso al tema B.
fig.5
II SECCIÓN. B: (Compases 45 - 67) De textura y temática contrastante al periodo A, se vertebra en dos temas: B y B1. La articulación interna de cada tema responde a una estructura binaria de dos semifrases. En el caso de B, de 9 compases organizado en 4 + 5, y,
para B1, 10 compases divididos en 4 + 6,(fig 6)
II Sección. B
B
B1
Comp.: 45 - 53
Comp.: 54 - 63
4+5
4+6
fig. 6
Tema B: (Compases 45-53) Aparece tras el tema A1 que ha servido de transición. Evoluciona en contraste tímbrico al periodo
anterior, confiando su discurso al piano en registro agudo y en octavas. Su textura de acompañamiento es semicontrapuntística en la
cuerda y por bloques de acordes en el propio piano. Se divide en dos semifrases en las que, con alguna variación, se exponen de la misma manera, con la salvedad del compás de alargamiento que contiene la segunda semifrase.
25
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
fig.7
Tema B1: (Compases 54-63) Es de mayor densidad instrumental que el tema anterior y en dinámica forte. Se alimenta de células temáticas de B, si bien, genera dos células propias. Discurre en un diálogo en la cuerda, soportando la línea principal el violín primero
doblado a octava por la viola y, por tanto, el diálogo se produce con el violín segundo que es doblado a la octava por el violonchelo. Como
ambas líneas melódicas discurren por el mismo registro sonoro, se crea un textura confusa en la que adquiere mayor relieve la célula b
por su propia articulación rítmica. A partir del compás 58, la melodía se hace más clara y evidente al presentarse en el violín primero que,
nuevamente, es doblado a la octava por la viola en registro sobreagudo. Mientras tanto, el resto de la cuerda y el piano acompañan.
DESARROLLO:
III SECCIÓN. C: (Compases 64 – 113) Sección de 49 compases, aporta un tema nuevo que una vez expuesto se solapa con elementos temáticos anteriores y no vuelve a aparecer en el resto de la composición. Es, por tanto, que aun aportando material nuevo, el
periodo C actúa como elaboración de elementos expuestos previamente y en clara correspondencia a lo que es un desarrollo de forma
sonata.
III Sección. C
C
C1
C2
Comp.: 64 - 74
Comp.: 75 - 97
Comp.: 98 - 113
fig. 8
Se divide en tres partes, (tal y como muestra la figura 8) C, C1, C2.
C aporta un nuevo tema que, sobre una textura pianística de tresillos, evoluciona en el violín segundo y, una vez acabado, repite
nuevamente el violonchelo pero en región grave (fig 9)
fig. 9
A partir del compás 75 aparece la segunda parte del periodo, C1; en él, el violín primero expone el nuevo tema y por solapamiento la viola comienza a exponer elementos temáticos de A, que a partir del compás 81, adquieren protagonismo al desaparecer el nuevo
tema generado anteriormente. En toda la parte C1 se empiezan a desarrollar los elementos expuestos previamente, conservando, una vez
aparecido A, sólo la textura de tresillos del acompañamiento pianístico. Toda esta parte es de textura contrapuntística e imitativa, en la
que la densidad instrumental es plena. C2 disuelve el acompañamiento de tresillos generado por C y hace aparecer elementos temáticos
de B. El periodo concluye con una progresión en base al elemento principal (a1) del tema de transición.
REEXPOSICIÓN:
La reexposición aparece variada con respecto a la exposición y los periodos aparecen modificados; sin embargo la sección
aporta todos los elementos que constituyen un rondó-sonata, esto es, los dos estribillos y la primera copla (A-B-A) a diferencia de la exposición, en donde el segundo estribillo (A) ha sido omitido.
IV SECCIÓN. A1: (Compases 114 – 142) No parece reexpuesto en su integridad y aparece articulado en sólo dos temas y variado
instrumentalmente.
Tema A: (Compases 114 – 125) Se articula en dos semifrases de 4+4 y un alargamiento de 3 compases, es decir, 4+4+3. En la
primera semifrase el tema lo expone el violonchelo con el apoyo del resto de la cuerda, que en el caso del violín primero hacer oír elementos temáticos de A1. Estos elementos pasan en la segunda semifrase a la viola, terminando la frase el violín primero doblado en octava
por la viola. Tema A1: (Compases 126 – 142) Expuesto igual que en la primera sección con una sola variación, la coda es de 7 compases,
por tanto, el tema se articula en 5+5+7.
V SECCIÓN. B1: (Compases 143 – 170) De 27 compases, es más amplio que el periodo B de la exposición. De igual forma se
vertebra en dos temas B y B1. Tema B: (Compases 143 – 151) Reexposición textual de B. Tema B1: (Compases 152 – 170) Más extenso
que el tema B1 de la exposición, pues incluye una coda con la célula b”1.
VI SECCIÓN. A2: (Compases 171 – 200) Se vertebra en tres partes, A de 9 compases (comp.: 171-178) articulado en 5+4, A1 de
8 compases, (comp.: 179-186) articulado en 4+4 y A de 13 compases, (comp.: 187-200) articulado en 4+4+5, siendo los 5 últimos un
alargamiento con la célula a” en progresión de 4ª descendentes.
26
CODA: (Compases 201- 224) La coda, básicamente, está construida con elementos de A1, como conclusión de la obra, para
volver y acabar en la tonalidad de Re mayor.
PLAN FORMAL DEL PRIMER MOVIMIENTO. (fig 10)
Quinteto nº 1 Op.: 89 – Gabriel Fauré
Primer Movimiento: Molto moderato
Forma: Rondo-sonata (6 periodos)
Tonalidad: Re menor.
Compás: 4/4 - 224 compases
Intr
A
A
I Sección
A’
1-44
A”
A1
B
B
II Sección
45-63
B1
C
C
III Sección
C1 (A+C)
64-113
C2 (A+B)
A
IV Sección A1
114-142
A1
B
B1
V Sección
143-170
B1
A
A2
A1
VI Sección 171-200
A
Coda
1 - 2.3
2.4 - 10.3
10.4 - 18.3
18.4 - 29
30 - 44
45 - 53
54 - 63
64 - 74
75 - 97
98 - 113
114 - 125
126 - 142
143 - 151
152 - 170
171- 178
179 - 186
187 - 200
201 - 224
Exposición
1-63
Desarrollo
64-113
Reexposición
114-224
fig. 10
EL SEGUNDO MOVIMIENTO (Adagio)
El segundo movimiento consta de 136 compases, con un metro alterno de 12/8 y 4/4. La tonalidad principal es de Sol mayor. Al
igual que en el movimiento anterior, todo el discurso musical se desenvuelve en una fluctuación tonal propia del estilo Fauré. Tal y como
apuntábamos en los comentarios al primer movimiento, en determinados pasajes la tonalidad es más estable, como ejemplo de estabilidad tonal está la evolución del tema A.
La macroestructura de este segundo tiempo se organiza en torno a una forma binaria bitemática. En él, se establecen tres transiciones que nos conducen de un tema a otro. La figura 11 muestra su organización formal:
2º Movimiento: Adagio
Tonalidad: Sol Mayor.
Compás: 12/8 – 4/4
I Sección
Comp.: 1 - 78
II Sección
Comp.: 79 -136
fig. 11
La organización interna de cada sección se articula con dos temas distintos, siendo la segunda sección una reexposición de la
primera pero con modificaciones. De hecho, la segunda sección es menos extensa que la primera al no presentar el periodo B completo.
Por tanto, cada sección contiene la siguiente articulación interna (fig 12)
I Sección
(1 – 78)
Periodo A
Periodo B
Comp.:
Comp.:
1 - 46
47 - 78
Periodo A’
Comp.:
79 - 113
II Sección
(79 – 136)
Periodo B’
Comp.:
114 - 120
Coda
Comp.:
121 - 136
fig. 12
I SECCIÓN (Compases 1 – 78)
Periodo A: (Compases 1 - 46) El periodo A se articula en tres frases, (A, A1 y A2) más una transición que nos conduce al periodo
B. Las dos primeras frases del periodo A se articulan en dos semifrases cada una, para A2, su articulación responde a una organización
27
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
ternaria. Cada frase va aumentando en número de compases, La frase A contiene 8 compases articulados en 4+4, la frase A1 9 compases
divididos en 4+5, y, por último, la frase A2, que contiene 12 compases vertebrada en 4+4+4. Todo el periodo A mantiene una misma textura de acompañamiento y un metro predominante de 12/8 (fig 13).
Periodo A
A
A1
A2
Comp.: 1 - 8
Comp.: 9 - 17
Comp.: 18 - 29
Transición1
A
A’
A
A1
A
A2
A’2
1-4
5-8
9 – 12
13 - 17
18 - 21
22 – 25
26 - 29
4+4
4+5
30 - 46
4+4+4
fig. 13
Tema A: (Compases 1 – 8) Se articula en dos semifrases de 4 compases cada una. El tema principal lo expone el violín primero.
Sobre una textura de acompañamiento pianístico, la cuerda va creciendo en densidad para concluir el tema en tutti. La primera semifrase
aporta los elementos temáticos y se verá enriquecida con la aportación que hace la segunda semifrase en el compás 6 con la célula a” (fig
14).
fig.14
Tema A1: (Compases 9 – 17) La segunda frase del periodo también es de construcción binaria, si bien, en este caso, es asimétrica, articulándose en dos semifrases de 4 + 5 compases. La primera semifrase es una repetición temática de A, siendo la segunda semifrase la que aporta el material nuevo. En ambos casos, toda la temática principal evoluciona en el violín primero con el apoyo armónico
del resto de la cuerda y el acompañamiento pianístico que da personalidad a toda la sección (fig 15).
fig.15
Tema A2: (Compases 18 – 29) La tercera semifrase del periodo es la única que tiene una articulación ternaria, vertebrándose en
4+4+4 compases. Al igual que en A1, la primera semifrase es una repetición de la semifrase A del primer tema y, por tanto, su aportación
temática está en A2 y A’2. En la primera parte, el tema lo expone el violín primero, tal y como lo hizo en las partes anteriores. A partir del
compás 22, (A2) temáticamente el discurso evoluciona en el violín primero que expone los nuevos elementos y el piano que hace sonar
elementos temáticos de A’. A partir de ahí, el discurso principal lo soporta el piano en cantabile hasta concluir el tema en el compás 29.
fig.16
Transición 1: (Compases 30 – 46) La transición discurre en una fluctuación tonal extrema en la que se van enlazando tonalidades alejadas. Temáticamente evoluciona, preferentemente, sobre elementos de A y A1. Llegando al final, en el compás 44, se produce el
cambio de metro, pasando de un compás de subdivisión ternaria a un compás de subdivisión binaria. Ya en los compases 45 y 46 introduce elementos de B casi como una introducción a éste. Tonalmente nos ha conducido a Si menor, tonalidad preferente de B.
Periodo B: (Compases 47 - 78) El periodo B se articula en una forma ternaria, más una transición que nos conduce nuevamente
a A, y con ella, a la II Sección. La sección central del periodo la constituye un episodio que media entre sus frases. Así pues, su organización interna responde al siguiente planteamiento: un primer tema B de 8 compases articulados en dos semifrases de 4+4, un episodio y un
nuevo tema B, como reexposición variada del primero, que en este caso solo contiene una única frase de 6 compases. El siguiente esquema nos muestra su organización formal (fig 17).
28
B
Comp.: 47 -54
B
B’
47 - 50
51 - 54
Periodo B
Episodio
B1
Comp.: 55 - 60
Comp.: 61 -66
6
6
Transición 2
67 - 78
4+4
fig. 17
Tema B: (Compases 47 – 54) Articulado en dos semifrases de 4 compases cada una, su discurso lo soportan la viola y el piano.
La peculiaridad de este tema es que está escrito en estilo fugado, si bien, aunque ambos temas poseen una cabeza similar, en el consecuente existen modificaciones. Lógicamente, al ser el piano el que empieza la exposición, las modificaciones las soporta la viola. De cara
al análisis, y para una mejor comprensión, el tema que arranca el periodo será B, y el tema que provoca la imitación y que resulta modificado B1. En el caso de la segunda semifrase se invierten; B evoluciona en el primer violín mientras que B1 es expuesto por el violoncello
doblado al unísono por el piano. El periodo B arranca en una tonalidad de Si menor (dominante menor del relativo principal) que, dentro
de juego de tonalidades, estaríamos en el concepto clásico de contraste. Es un pasaje bastante estable tonalmente.
fig.18
Episodio: (Compases 55 – 60) De 6 compases, media entre el primer tema B y el segundo. Está construido basándose en tres
elementos importantes, b, b’ y b’’’. Temáticamente, el episodio evoluciona primeramente en el piano con una progresión de 4 compases.
En los dos compases restantes se produce una nueva progresión y la densidad instrumental es plena. Tonalmente es muy fluctuante,
alcanzando al final la tonalidad de Si menor y dando paso a la reexposición de B1.
Tema B1: (Compases 61 – 66) Al igual que la parte anterior, consta de 6 compases como frase única, y es una reexposición del
tema B pero con modificaciones tanto temáticas como instrumentales. El tema B lo expone el violín primero mientras que el tema B1 lo
expone el violoncello doblado al unísono por el piano. Aun comenzando ambos temas al mismo tiempo, el segundo tema alarga su primera nota para continuar en fugado con su antecedente.
Transición 2: (Compases 67 – 78) Se fundamenta en células temáticas de A y B. Pero su mayor interés radica en la polirrítmia
que se produce al superponer los metros de los distintos temas. Ésto es, la mezcla de 4/4 del tema B con el compás de 12/8 propio del
tema A y que, lógicamente, llega a dominar al final del episodio dando paso a la segunda sección y con ello a la reexposición de todo el
material oído hasta ahora.
II SECCIÓN (Compases 79 – 136)
La segunda sección de la obra cumple con la función de reexposición de la primera, si bien, esta reexposición aparece modificada, no tanto en su temática como en su organización interna. En ella, que se omitirán algunos de los temas que aparecieron en la primera
sección, la organización de las frases también sufrirá variaciones. Los periodos están reducidos con respecto a la exposición y, por tanto,
esta sección es más corta que la anterior: mientras que la primera sección contiene 78 compases, la segunda solo contiene 58, y se debe
tener en cuenta que en esos 58 compases está contenida la coda.
Periodo A: (Compases 79 - 113) Si en la primera sección el periodo A se articulaba en tres frases y, por tanto, era de estructura
ternaria, aquí, en la reexposición, sólo se articula en dos frases, configurándose en una estructura binaria. El primer tema A, de 8 compases, se articula en dos semifrases de 4+4, y temáticamente, ambas semifrases, son una reexposición de A’. El segundo tema A contiene
16 compases y se articula en 6+10. La primera semifrase responde a la reexposición de A1 y la segunda semifrase, más amplia que la
anterior gracias a su propio alargamiento, es una reexposición de A’2. Tal y como estaba en la exposición, el periodo A evoluciona en la
tonalidad de Sol mayor.
Transición 3: (Compases 103 - 113) Nueva transición que vuelve a conducir el discurso a la parte contrastante que representa el
grupo temático B. En este caso, los elementos temáticos utilizados son de ambos periodos. Consta de 11 compases, y tonalmente es más
estable que las transiciones anteriores.
Periodo B: (Compases 114 - 120) Está compuesto por un único tema B que se corresponde con el tema B’ de la exposición, soportando el discurso temático el violín primero y el violonchelo doblado al unísono por el piano. En este caso, la tonalidad es de Do mayor,
si bien, es mucho más inestable que el periodo B de la primera sección.
Coda: (Compases 121 - 136) La coda se extiende sobre 16 compases de 4/4, métrica utilizada para el tema B. Se articula, según
el material y los acontecimientos que se producen en la partitura, en dos partes: C y C1. La parte C evoluciona en progresiones con elementos temáticos de A sobre acompañamiento pianístico de B. La segunda parte de la coda, C1, discurre con elementos propios de B y
evoluciona tonalmente hacia Sol mayor, tonalidad principal del segundo movimiento.
29
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
PLAN FORMAL DEL SEGUNDO MOVIMIENTO (fig 19)
Quinteto nº 1 Op.: 89 – Gabriel Fauré
Segundo Movimiento: Adagio
Forma: Lied Binario
Tonalidad: Sol Mayor.
Compás: 12/8 - 4/4 - 136 compases
A
A1
A
A2
1 – 46
Transición
1
I SECCIÓN
1 – 78
B
Episodio
B
B’
47 - 78
Transición
2
A
A2
A’
79 -113
Transición
II SEC3
CIÓN
B’
79 - 136
B
114 - 120
C
Coda
121 - 136
C1
1–8
9 - 17
18 - 29
30 - 46
47 – 54
55 – 60
61 – 66
67 – 78
79 – 86
87 – 102
103 – 113
114 – 120
121 – 128
129 - 136
fig. 19
EL TERCER MOVIMIENTO (Allegretto moderato)
El tercer y último movimiento de la obra lo componen 332 compases, en una tonalidad de Re mayor que, relacionada con las tonalidades de los movimientos anteriores, en el caso del primer movimiento sería misma tonalidad principal en modo mayor, y la relación con
el segundo movimiento sería la de dominante de la tonalidad de Sol mayor. Lógicamente, el primer movimiento con respecto al segundo
funciona como dominante menor de Sol mayor. El metro predominante de todo el movimiento es de 2/2.
La estructura formal de este movimiento se acerca a la sonata. Pero una sonata modificada en la que, aun presentando un discurso bitemático, carece de reexposición tal y como se entiende en la sonata clásica. Fauré, tras presentar una exposición con dos grupos
temáticos (A y B) y su respectiva transición, desarrolla un discurso que más bien se acerca a la sonata bipartita de D. Scarlatti que a la
sonata bitemática y tripartita del clasicismo de Haydn, Mozart y Beethoven. Aun así, tampoco se ajusta plenamente a ese tipo de sonata
de la etapa preclásica pero si que mantiene muchos puntos en común. Bien es verdad, que en la evolución de la propia sonata existe una
cadena de desarrollo morfológico a la que se puede ajustar y, también es verdad, que la partitura que nos ocupa, aun presentando dos
zonas temáticas importantes, el grupo temático A es más extenso y más dominante que el grupo temático B, que, por otra parte, es algo
que ha ocurrido en los movimientos anteriores. Podríamos decir que se trata una forma binaria bitemática con un amplio desarrollo y una
sección final a modo de conclusión. El siguiente esquema nos muestra su macroestructura formal (fig 20).
Quinteto nº 1 Op.: 89 – Gabriel Fauré
Tercer Movimiento: Allegretto moderato
Forma: Sonata bipartita
Tonalidad: Re Mayor.
Compás: 2/2 - 332 compases
I Sección
II Sección
GTA
Transición 1
GTB
Transición 2
GTA
Desarrollo
Final
1 - 88
89 - 122
123 - 164
165 - 176
177 - 192
193 - 295
296 - 332
fig. 20
I SECCIÓN (Compases 1 – 176)
La primera sección de la obra presenta una organización interna con dos grupos temáticos y dos transiciones, siendo el primer
grupo temático (A) de mayor entidad y personalidad. La primera sección expone todo el material con el que está construida la obra y se
vertebra tal y como indica el siguiente gráfico (fig 21).
30
I Sección
GTA
Transición 1
GTB
Transición 2
1 - 88
89 - 122
123 - 164
165 - 176
A
A1
A2
A3
B
B1
B2
1 - 24
25 - 48
49 - 72
73 - 88
123 - 134
135 - 148
149 - 164
fig. 21
Grupo Temático A: (Compases 1 - 88) El grupo temático A presenta cuatro periodos en el que los tres primeros se articulan en
tres frases simétricas de 8 compases cada uno; por lo tanto, su organización interna responde a un tipo ternario. El último periodo, por el
contrario, se articula de forma binaria, en la que sus frases también son simétricas y de 8 compases cada una (fig 22)
Grupo temático A
1 - 88
A
A
1 - 24
A’
A’
1 -8
9 - 16
17 - 24
A1
A1
25 - 48
A’1
A’1
25 32
33 - 40
41 - 48
A2
A2
49 - 72
A’2
A3
73 - 88
A’2
A3
A’3
49 - 56
57 - 64
65 - 72
73 - 80
81 - 88
fig. 22
Periodo A: (Compases 1 – 24) El periodo A se articula en tres frases de ocho compases cada una y todo el discurso lo soporta
el piano doblado en octavas. La voz superior por el registro agudo y la voz inferior a distancia de dos octavas en registro medio grave.
Éste será el material dominante de todo el movimiento que se desarrolla, como se decía antes, en el piano con un ornamento de pizziccati
en la cuerda (fig 23).
fig.23
Periodo A1: (Compases 25 – 48) El periodo A1 también se articula en tres semifrases de 8 compases cada una y aporta un elemento nuevo que soporta la cuerda y que es superpuesto al Tema A que, ahora en región grave, sigue evolucionando en el Piano (fig 24).
fig.24
Periodo A2: (Compases 49 - 72) Nuevamente el periodo A2 se vuelve a articular en una organización ternaria de tres frases simétricas de 8 compases cada una. En este periodo el elemento principal, es decir, el tema A, es expuesto en violín 2º, viola y violoncello en
triple octava, mientras que el violín primero aporta unas células de ornamento. La nueva aportación del tema se desarrolla en el piano con
una célula (a2) generadora de todo el discurso (fig 25).
fig.25
Periodo A3: (Compases 73 - 88) A3 genera un nuevo elemento que evoluciona en la cuerda en textura contrapuntística y en diálogo con el piano. Su articulación interna es en este caso en binaria y, nuevamente, con dos frases simétricas de 8 compases cada una
(fig 26).
fig. 26
31
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
Transición 1: (Compases 89 - 122) La transición 1 cumple con la función de puente entre un grupo temático y el siguiente. Básicamente está construida con dos elementos importantes: la cabeza del tema A más el diseño generador del tema A2. A partir del compás
105 se empieza a introducir la cabeza del tema B.
Grupo Temático B: (Compases 1 - 88) El grupo temático B se organiza en torno a una estructura ternaria. Es de menos entidad
que el grupo anterior pero cumple con la funcionalidad de contraste entre ellos. Los tres periodos que contiene el grupo se articulan de
forma binaria con dos frases cada uno; en este caso, cada una de las frases presenta una articulación distinta: la primera, 6+6 compases
y por tanto simétrica, la segunda 6+8, y lógicamente asimétrica, y la tercera, simétrica pero al igual que los temas de A se vertebra en
8+8. En definitiva, el grupo temático ha ido creciendo frase a frase a razón de dos compases (fig 27).
GTB
123 – 164
B1
135 – 148
B
123 - 134
B
123 - 128
B’
129 - 134
B
135 - 140
B1
141 – 148
B2
149 - 164
B2
149 - 156
B’2
157 - 164
Fig. 27
Periodo B: (Compases 123 – 134) El periodo presenta el nuevo tema en el violín primero, en contrapunto con el violonchelo que
es doblado a la octava por el piano, tal y como consta en la partitura en fortísimo y expresivo. La segunda semifrase es de idéntica factura
a la primera (fig 28).
fig.28
Periodo B1: (Compases 135 – 148) La primera semifrase de este periodo es una repetición de B con modificaciones, siendo el
discurso de la segunda semifrase la que, aun con la misma temática de B, varía sutilmente los motivos. Periodo B2: (Compases 149 –
164) Este nuevo periodo sigue con la misma temática anterior, lo cual nos da uniformidad dentro de todo el grupo temático, si bien es de
más densidad instrumental que los anteriores y de más amplitud.
Transición 2: (Compases 165 - 176) La transición 2 nos conduce temáticamente a una reexposición de A. Ya a partir del compás
165 comienza a introducir elementos derivados de las células temáticas del tema principal del movimiento, pero será a partir del compás
171, segunda parte de la transición, donde dominen los elementos de A y se da paso a una falsa reexposición que aun haciendo oír el
tema A, nos conduce posteriormente a un amplio desarrollo de ambos temas.
II SECCIÓN (Compases 177 – 332)
La segunda sección del movimiento se articula en tres grandes partes, reexposición del grupo temático A, un amplio desarrollo y
un final como conclusión de la obra. Su esquema formal es el siguiente (fig 29)
II Sección
Desarrollo
193 - 295
GTA
177 - 192
A
177 - 184
Final
296 - 332
A
185 - 192
Fig. 29
Grupo Temático A: (Compases 177 - 192) La reexposición del grupo temático A presenta solo dos frases de 8 compases cada
una. En la primera frase piano y cuerda se alternan el elemento temático, mientras que en la segunda frase el discurso temático se le
confía al piano que evoluciona con variaciones interválicas al tema principal de la exposición.
Desarrollo: (Compases 193 - 295) Amplio desarrollo en el que se elaboran las células temáticas de A y B. A partir del compás
263 empieza a introducir progresivamente elementos del grupo final, un diseño de tresillos de corcheas que a partir del compás 284 empieza a dominar todo el discurso.
Final y Conclusión: (Compases 296 – 332) Todo el final del movimiento es un dominio de las células a y a’ por modificación
rítmica y tal como reza en su cabecera, Un poco più mosso, es decir, más movido. Al llegar al compás 317 se vuelve a reexponer la primera semifrase del tema A en su configuración original dando paso al final del movimiento y una vuelta a la tonalidad principal de Re
mayor con un amplio acorde de tónica.
32
PLAN FORMAL DEL TERCER MOVIMIENTO (fig 30)
Quinteto nº 1 Op.: 89 – Gabriel Fauré
Tercer Movimiento: Allegretto moderato
Forma: Sonata bipartita
Tonalidad: Re Mayor.
Compás: 2/2 - 332 compases
A
1 – 24
Grupo TemáA1
25 – 48
tico A
49 – 72
A2
1 – 88
A3
73 - 88
Transición 1
89 - 122
I Sección
1 - 176
123 – 128
Grupo temáti- B
135 - 148
co B
B1
123 - 164
B2
149 - 164
II Sección
177 - 332
Transición 2
Grupo Temático A
177 - 192
Desarrollo
Final
165 - 176
A
177 – 184
A
185 - 192
193 – 295
296 - 332
Fig. 30
BIBLIOGRAFÍA
DARIAS, Javier, Lêpsis, Técnicas de organización y control en la creación musical, Madrid, Editorial de Música Española Contemporánea,
2006.
DESPORTES, Ivonne, BERNAUD, Alain, Manual práctico para el reconocimiento del los estilos musicales desde Bach a Ravel, Madrid,
Editorial Real Musical, 1995.
FAURÉ, Gabriel, Piano Quintet nº1 Op.: 89, New York, G. Schirmer, 1907.
KÜHN, Clemens, Tratado de la forma musical, Cooper City, SpanPress Universitaria, 1989.
Historia de la composición musical, , Barcelona, Idea Books, 2003. [Trad. Francisco Fernández del Pozo]
LARUE, Jan, Análisis del estilo musical, Barcelona, Editorial Labor, 1989. [Trad. Pedro Purroy Chicot]
PLANTINGA, Leon, La música romántica, Madrid, Ediciones Akal, 1992. [Trad. Celsa Alonso]
ROSEN, Charles, Formas de Sonata, Barcelona, Idea Books, 2004. [Trad. Luís Romano Haces]
[Próximamente análisis de la integral de sonatas para violín de Beethoven]
33
NOTICIAS. POR LARA DOMÍNGUEZ
Inauguración del curso académico 2009-2010
El clarinetista Enrique Busto y el pianista Javier Sánchez ofrecen en el concierto de inauguración obras de Schumann y Brahms.
El pasado 3 noviembre y en presencia del inspector de educación, Antonio Guerrero Bernabé, y el director del Conservatorio
de Cádiz, Miguel Garrido Aldomar, se inauguró el curso académico 2009-2010. El concierto inaugural fue ofrecido por el dúo de
clarinete y piano Busto&Sánchez, y finalizó
con la entrega de premios a los galardonados
en el I Concurso “Santa Cecilia-Odero” de
Música de Cámara e Interpretación.
En el discurso de apertura Miguel
Garrido mostró su entusiasmo “con el curso
que empieza”, pero subrayó “los problemas
de organización interna que ha sufrido el
centro al adelantar el comienzo de las clases
al 15 de septiembre”. Estos problemas de
aulas y horarios que afectaron a toda la comunidad educativa se debieron, según Garrido, a que “el adelanto de las clases no fue acompañado de un adelanto del resto de plazos”, como pruebas de acceso o matrículas de septiembre.
Por su parte, el inspector Antonio Guerrero se dirigió a los asistentes para valorar la importancia de la educación musical y elogiar
el trabajo que desde las instituciones artísticas de Cádiz, y también desde el Conservatorio, se hace para fomentar el nivel cultural de la
ciudad. El representante de la Delegación de Educación de Cádiz reconoció al público asistente encontrarse personalmente cada vez más
vinculado con el gusto por las artes.
Después de los discursos de inauguración, comenzó el concierto. Este año corrió a cargo del Dúo Busto&Sánchez que interpretó
Tres Piezas de Fantasía de Robert Schumann y Sonata nº2 para Clarinete y piano en Mib M de Johannes Brahms. Los integrantes del
Dúo son ambos profesores del Real Conservatorio de Música “Manuel de Falla” de Cádiz. El director del conservatorio mostró su satisfacción por “el excelente concierto ofrecido por los dos profesores” y señaló que “ha sido magnífico poder contar con su colaboración”.
Tras el concierto, el director
Miguel Garrido, el inspector Antonio
Guerrero y el subdirector del centro,
José-Modesto Diago, hicieron entrega de los diplomas a los alumnos
del centro que fueron premiados por
sus interpretaciones en el I Concurso “Santa Cecilia-Odero” de Música
de Cámara e Interpretación.
El acto de inauguración del
curso acabó con las palabras de
Miguel Garrido que animó a todos
los estudiantes a participar en las
próximas ediciones de este concurso.
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Más de 25 alumnos premiados en el el I Concurso
“Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara e Interpretación.
Cuatro modalidades, más de 8 especialidades diferentes, 8 grandes premios y 12 accésit. En total, 26 alumnos del Real Conservatorio
de Música “Manuel de Falla” de Cádiz fueron galardonados con premios o menciones por su destacada participación en el I Concurso
“Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara e Interpretación que tuvo lugar la pasada primavera.
Daniel Dueñas, José-Luis Pérez Bugatto, David Flor y Sebastián Estrada, integrantes del cuarteto de saxos, consiguieron el primer
premio en la modalidad de Música de Cámara y Javier Domínguez Orellana y Raquel Pavón Fernández , dúo de violín y piano, consiguieron el segundo premio.
En la categoría de Música de Cámara también fueron premiados José Miguel Moreno Crespo y José Antonio Escobar Crespo (dúo de
cellos), Elena Amalia Pereira, Álvaro García Hernández y Mª del Mar de la Rosa Fernández (oboe, trompa y piano) y el dúo formado por
Julio García Vico y Daniel Dueñas (piano y saxo).
En interpretación individual el concurso contaba con tres modalidades diferentes: alumnos de grado elemental, alumnos de enseñanzas profesionales hasta 16 años y alumnos de enseñanzas profesionales mayores de 16 años.
La alta participación en todas las modalidades sorprendió hasta al jurado, que finalmente repartió los galardones de la siguiente manera: el primer premio de interpretación en grado elemental fue para Fabio Rafael Arias García (cello) y el segundo para José Antonio Urbina
Tornell (flauta de pico). También merecieron un accésit las interpretaciones de Patricia Marrero Larrán (piano), Carlos José RuizHenestrosa Ruiz (piano) y Paula Moreno Caracena (saxofón).
En la modalidad de enseñanzas profesionales no se entregó ningún primer premio. El segundo premio para menores de 16 años se
otorgó a José Carlos Domínguez (clarinete) y para mayores de 16 a Julio García Vico (piano). Los premios accésit en la categoría de
intérpretes más jóvenes se otorgaron a José Miguel Moreno Crespo (cello), Teresa Ragel Romero (piano), Clemente Cepero Muñoz
(flauta travesera). Y en la modalidad de alumnos mayores a José María Aragón Vedugo (piano), Mª del Mar de la Rosa Fernández (piano)
y Raquel Pavón Fernández.
¡Enhorabuena a todos!
NOTICIAS
La banda va a la cárcel
Suena a película de gánsters, pero nada más lejos. Suena a concierto. El Conservatorio de Cádiz participa este año con las instituciones en un interesante proyecto social y cultural que pretende acercar la música a aquellos que la tienen más lejos. Entre otros conciertos,
la Banda de alumnos del Conservatorio que dirige Enrique Busto ofrecerá un concierto en el Centro Penitenciario de El Puerto de Santa
María.
Esta activa agrupación de alumnos de viento y percusión interpretará pasodobles, bandas sonoras de películas como Piratas del Cari-
be o La máscara del zorro y también repertorio sinfónico de Shostakóvich y Bizet.
La Banda del Conservatorio se consolida, con su participación en esta iniciativa, como un referente musical en la provincia y compagina su labor pedagógica con una importante labor social.
Dentro de este mismo proyecto, “Tiempo de cambio. 2010”, la Banda también actuará en el Palacio de Congresos de Cádiz. Este concierto está previsto para el 4 de junio de 2010.
Canciones para Santa Cecilia
El pasado 25 de noviembre de 2009 tuvo lugar en el RCPM Manuel de Falla el concierto de Santa Cecilia que celebra el día de la
patrona de la Música y los músicos, Santa Cecilia.
El concierto corrió a cargo de dos profesores del conservatorio: Esteban Rodríguez (canto) y Alejandro Rodríguez (piano). Éste último
abrió el concierto interpretando obras para piano solo de Bach y Chopin y los dos intérpretes ofrecieron juntos canciones de Sarti, Vivaldi,
Bellini, Lorca, Manuel García y otros.
Curso de trompa en Cádiz
El pasado mes de noviembre de 2009, el reconocido trompista venezolano Raúl Díaz impartió un curso de trompa en el conservatorio
de Cádiz. El curso, que tuvo una duración de tres días (del 23-25 de noviembre), contó con la participación de 20 alumnos activos, 9 de
ellos alumnos del RCPM Manuel de Falla y otros 11 provenientes de Córdoba, Sevilla, Granada y Extremadura.
La profesora de trompa del conservatorio, Patricia Alonso, aseguró que “Raúl Díaz es uno de los trompistas más importantes y reconocidos dentro del panorama internacional, con una amplia trayectoria pedagógica y concertística. Todo lo que aporta Raúl en sus clases
pasa por el filtro de la experiencia y lo más importante, por el filtro humano de preocupación constante ante todo trompista que pasa por
sus manos. No es habitual un profesor que aúne todas estas cualidades”. Una suerte para todos los alumnos del curso.
miconservatorio.es, tuyo.com
Este curso lo empezamos con novedades informáticas. Ya tenemos con nosotros la herramienta miconservatorio.es, una página web
de gestión y comunicación entre todos nosotros. Madres y padres, alumnas y alumnos, profesoras y profesores, equipo directivo y administración se podrán comunicar a partir de ahora a través de éste servicio.
A miconservatorio.es/manueldefalla se accede con una contraseña y en su página principal nos encontraremos un tablón de anuncios
de actualización diaria con posibles ausencias de profesores, información de conciertos, cursos u otros intereses. En esta página principal
hay un sencillo menú desde el que se accede a mensajes (tipo email), horarios, alumnos, profesores, aulas, etc.
En miconservatorio.es se pueden consultar horarios y aulas y se pueden enviar mensajes o avisos, por ejemplo, entre padres y profesores o entre profesores. Esta herramienta es una gran ayuda en cuanto a comunicación interna y facilita mucho la gestión de horarios o
de calificaciones. Por ejemplo, ya es posible desde conserjería consultar en qué aula está determinado profesor, o qué aula está libre con
un sencillo click.
miconservatorio.es ya es tuyo.
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QUÉ ESCUCHAR…
POR CARMEN IZQUIERDO
Amarí
Alfonso Romero-Ramírez
Discos EMEC. E-086, Madrid. 2009
El Compositor Alfonso Romero-Ramírez (Utrera 1968) acaba de presentar su primer disco monográfico. En el se recogen siete composiciones que van desde obras para instrumento a solo hasta Amarí,
obra que da título al CD, para orquesta. Estrenadas en los festivales internacionales de: Teatro de la Maestranza, Sevilla. Festival Archaeus, 13th edition, Bucarest. Ciclo de Música Contemporánea, Sevilla. XVI
Cicle de Música del segle XX-XXI, Barcelona. World Saxophone Congress, Ljubliana. VI Contemporary
Spanish Music in Europa, Munich. Han sido registradas por las siguientes formaciones: Archaeus Ensemble, Dúo Terol-Goméz Maestro, Orquesta Joven de Andalucía y el propio autor en Forcta y Adonay para Saxofón.
El saxofonista gaditano ha sacado a la luz un nuevo trabajo: TRIVIO. Para este álbum Cortejosa,
que firma todas las composiciones y los arreglos, abandona la formación de cuarteto utilizada en sus dos
anteriores grabaciones como líder (Mosaico [2002] y Numen [2005]) y se pone al frente de un septeto de
prestigio que cuenta con los jazzmen gaditanos Javier Galiana (fender rhodes) y Jose López (contrabajo)
y que completan Julián Sánchez (trompeta), Carlos Pino (guitarra), Claus Nymark (trombón) y Dani
Domínguez (bateria).
El artista toma tres historias diferentes (Vampiros, Lugares y Personas) como “punto de partida
para desarrollar una música descriptiva y evocadora de emociones personales”. En este álbum la música,
según Cortejosa, “adquiere intencionadamente un color diferente que en sus anteriores grabaciones”, “el
lenguaje jazzístico se enriquece con elementos propios de la música pop, lirismo directo, (…) ritmos directos prestados del rock e improvisación colectiva heredada del free music”.
El álbum se presenta en un atractivo formato de CD+DVD que permite disfrutar del trabajo de la formación tanto en directo como
en el estudio de grabación. El DVD recoge el concierto ofrecido por el Septeto en noviembre de 2008 en el marco del Festival de Música
Española de Cádiz; el CD fue grabado en la misma sala el día siguiente. La propuesta de Cortejosa para el directo se redondea con la
presencia de un narrador (Antonio Almozara) quien a través de unos textos va hilvanando las historias que los músicos interpretan en el
escenario.
TRIVIO -que contiene otras sorpresas como los textos del directo, un corto con ensayos y entrevistas, etc.- estará disponible desde diciembre en algunos comercios de Cádiz, así como en la página web www.enfasimanagement.com o a través del correo electrónico
del artista [email protected]. No se lo pierdan.
QUÉ TOCAR...
De la Música y el Tiempo
15 Sonatas para Clarinete y Piano.
Editorial EMEC. Madrid.
El colectivo de compositores ECCA ha editado un libro con 15 partituras y 2 Cd’s en el que se recogen
obras de los autores: Jaime Botella, Carmen Verdú, Lidia Valero, José Miguel del Valle, Eduard Terol, Joaquín Gomariz, José María Bru, Javier Santacreu, Alfonso Romero-Ramírez, Francisco J. Molina, José Chafino, Jordi Orts,
Paco Toledo, Vicent Berenguer y Javier Darias.
Todas las composiciones han sido estrenadas y grabadas por el dúo de clarinete y piano formado por
Eduard Terol y Silvia Gómez Maestro. Además de las partituras y la grabación, el libro cuenta con ilustraciones de
la pintora canaria Rosana Ara.
Cuaderno de iniciación al piano contemporáneo
Revista digital espacio sonoro.
Este libro recoge 25 piezas para piano ordenadas y clasificadas, según el grado de dificultad, en los cuatro cursos de grado elemental. Con prólogo de Germán Gan Quesada, que como
bien dice, esta propuesta nace como preocupación por el adiestramiento integral del futuro pianista. Las piezas han sido creadas por: Alejandro Ramírez Sola, Ignacio Torner Fernández, M. Inmaculada Godoy Gutiérrez, Fernando Mimbrero Villegas, Juan Carlos Pérez García, Lucía Aivar
Rodríguez.
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QUÉ LEER… P
OR JOSÉ–MODESTO DIAGO ORTEGA 1
From the Clarinet D'Amour to the Contra Bass. A History of Large Size Clarinets, 1740-1860.
Rice, Albert R
Nueva York, Oxford University Press, 2009, 488 pp.
La evolución histórica del clarinete está llena de avatares y sucesos tremendamente significativos. Los trescientos años de vida del instrumento han aportado brillantísimos ejemplos creativos que, en algunos casos, se cristalizan en verdaderas obras de arte
donde se puede percibir la camaradería y sincera amistad que hubo entre intérpretes,
compositores y fabricantes.
El clarinete fue un producto artesanal y europeo de un brillante constructor germano a caballo entre el siglo XVII y XVIII. Aunque todavía quedan algunos detalles por esclarecerse de aquel complejo ‘nacimiento’, podemos destacar la figura de Johan-Christopher
Denner (1655-1707). Este artesano de Nuremberg (Alemania) perfeccionó –junto con sus
hijos-, entre otras, una estirpe del ‘genérico’ chalumeau cuando advierte conscientemente
la posibilidad real de un interesante campo de exploración y explotación sonoras. Con
toda seguridad, los primeros ensayos en este sentido, se produjeron en aerófonos sopranos, es decir, agudos. Los especímenes más profundos de la familia vendrían unas décadas más tarde cuando el clarinete ‘barroco’ atesoró una aceptación lo suficientemente
sólida como para que los extremos de su ámbito, grave en este caso, atrajera la atención
de otros fabricantes.
Es a partir de este punto (ca. 1740), cuando comienzan las investigaciones del Dr.
Rice, ex Director del Fiske Museum of Musical Instruments en Claremont, California, USA,
que en realidad son una continuación y complemento de sus dos brillantísimas aportaciones bibliográficas anteriores (The Baroque Clarinet, 1992 y The Clarinet in the Classical Period, 2003) para con este instrumento.
Su nuevo libro está dividido en cinco capítulos que nos van llevar por la literatura e idiosincrasia del clarinete de amor, clarinete
alto, corno di basseto, clarinete contra-alto y de los clarinetes bajos y contrabajos. Todos estos especímenes, que hasta ahora carecían
de un estudio riguroso e, incluso, se habían dejado de lado, disfrutan ahora de la luz de un trabajo como el presente.
El Dr. Rice empieza focalizando su atención en aquellos ejemplares graves que aparecieron primeramente (clarinete de amor y
clarinete alto). Según el autor, estos especímenes aún ‘adolecían’ de una lenta e irregular producción artesanal a partir de ensayo-error,
pero que desde luego, se mantenía viva por el interés que demostraban intérpretes y compositores. El clarinete alto tuvo un sello característico al ser adoptado principalmente en las bandas, principalmente militares, y aquellos conjuntos de música de cámara que necesitaban ese rango tonal de tenor.
Posteriormente, en el ocaso del Ochocento y los primeros años del siglo XIX, el corno di basseto (basset horn) disfrutó de una
popularidad bien merecida. El autor del libro que estamos reseñando destapa todo el potencial de este instrumento clave en obras tan
significativas y universales como el Requiem de Mozart (1791) o la parte obligada “Non piú di fiori” de La Clemenza di Tito (1791) y que, a
juicio del que escribe, son un nuevo indicio para pensar que este magnífico instrumento y su cautivador timbre estuvieron conectados con
ambientes tan sugerentes como los de la Masonería.
Ya en los dos últimos capítulos, nuestro autor centrará sus esfuerzos en los clarinetes bajos y contrabajos que merecen especial
atención. Más populares hoy en día, éstos fueron originalmente aprovechados para las bandas civiles y militares, aunque no por ello dejaron de participar en otras obras orquestales y operísticas con valedores como Meyerbeer, Berlioz, Donizetti, Verdi, Wagner o Liszt. Los
prototipos de estos instrumentos más complejos –evidentemente por sus amplias dimensiones- provendrían de mediados del siglo XVIII,
aunque empezaron a estar operativos alrededor de 1790.
El Dr. Alberte Rice ha viajado por medio mundo para poder estudiar y fotografiar ejemplares de estos clarinetes profundos que,
en cualquier caso, podemos ver en color y con mayor precisión también a través de Internet y gracias a llamadas que nos hace el autor.
Este libro es, sin lugar a dudas, un excelente trabajo que no sólo puede satisfacer a los amantes de la organología o clarinetistas en general, sino a aquellos melómanos y apasionados de la historia que descubren que la música y sus instrumentos tienen más que
veer con ellos mismos de lo que en un principio puedan pensar.
1
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Profesor de Saxofón del Real Conservatorio Profesional de Música de Cádiz, Universidad de Cádiz.
REAL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“MANUEL DE FALLA”
CÁDIZ
CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN
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