12-14 TD47_Maquetación 1 02/10/12 17:44 Página 12 CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS Bello y característico ejemplar castaño del conde de Mayalde, procedente de la cruza entre Contreras y Domecq, en la finca “El Atillo”. Conde de Mayalde: tradición y renovación La ganadería del conde de Mayalde lleva en los carteles más de 6 décadas, durante las cuales ha tenido diversas sangres, desde los coquillas y vega-villares a los domecqs, aunque la casta Contreras ha sido la columna vertebral de su personalidad. Esta varianza genealógica no alteró sin embargo su espíritu fundacional: un gran esmero en la crianza y un estilo de selección buscando la clase, pero “en bravo”, que es la característica proverbial de la casa. Don José Finat no se prodigó mucho en Las Ventas, quizás por su discreción personal, ya que fue alcalde de la ciudad de Madrid durante muchos años, pero consiguió grandes triunfos en muchísimas plazas. Tras el relevo generacional y el cruce con Domecq, desde los años 90 la ganadería se ha revitalizado claramente en cuanto a nivel de juego y regularidad. Algunas importantes ferias francesas y españolas han sido testigo de ello, y también la plaza de Madrid, donde ha lidiado ejemplares magníficos en sus recientes comparecencias. Texto: Joaquín López del Ramo Fotografías: Martín, Sánchez Vigil, Paloma Aguliar, Joaquín López del Ramo y archivo del ganadero 12 D on José Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde, fue un destacado hombre del mundo de la política, donde ocupó muchos e importantes cargos, y criador vocacional de toros bravos de dilatada y brillante trayectoria que, además, siempre hizo gala de un trato cordial y sencillo. Su carrera como ganadero se inició en el mes de noviembre de 1949 al adquirir la ganadería de Humberto Sánchez-Tabernero, hijo del famoso marqués de Llen, que la había formado en 1940 con reses de dos procedencias: Coquilla-Sánchez Fabrés y Villar-Encinas, en base a las que realizó un interesante cóctel de bravura, en el que sus toros cárdenos, girones, remendados, luceros y berrendos mostraban a menudo buenas dosis de nobleza con un toque de temperamento y picante. 12-14 TD47_Maquetación 1 02/10/12 17:44 Página 13 Imagen retrospectiva de don José Finat, conde de Mayalde, a caballo entre sus reses de origen Contreras. El conde trasladó las reses a las fincas “Batanejos” y “El Atillo”, cercanas a la localidad de El Espinar, así como a su magnífica dehesa de los Montes de Toledo llamada “El Castañar”, donde aún pastan en la actualidad. Debutó como ganadero con una novillada el 25 de julio de 1950 en El Espinar, y a partir de ahí se empeñó en la mejora de su vacada, con la que pronto comenzó a obtener muy buenos resultados, siempre dentro de una línea de bravura y cuidadísima presentación. La ganadería de Mayalde debutó en Madrid durante la temporada 1951, pero un poco al relance, para remendar encierros de otras divisas y con toros sobreros. El primero fue Bravío, un entrepelado en tipo Coquilla que estoqueó Paco Muñoz el 14 de junio y se jugó como sustituto de una corrida de Buendía; su juego fue poco brillante, al igual que un hermano de camada que salió como sobrero en dicho festejo, y otro más que le tocó a Antonio Bienvenida en la corrida del Montepío del mismo año. También fue sobrero un toro lidiado en Las Ventas el 18 de mayo de 1952 que dio mucho que hablar por su tamaño; se llamo Lebrero, aunque en el programa de la corrida y para la posteridad quedó bautizado como Pegaso, ya que fue una mole de 643 kg que tomó diez varas y derribó siete veces, aunque más topando que otra cosa, y luego sacó el comportamiento reservón típico de toro corraleado. Obviamente, debemos interpretar estos primeros resultados de los pupilos de Mayalde en Madrid como algo anecdótico o circunstancial. Lo relevante es que en poco tiempo la ganadería cobró un cartel excelente, de forma muy especial en Barcelona, y también en otras plazas cercanas a la propia capital madrileña, caso de Toledo o Aranjuez, gracias a ejemplares como Corderito, Gavioto, Madroñito o Mañanero, entre otros muchos. LLEGAN LOS CONTRERAS En su afán por dar a la vacada un toque de mayor nobleza, y al parecer aconsejado por Domingo Ortega, el conde de Mayalde adquirió en 1958 la mitad de la ganadería del salmantino don Ignacio Sánchez “Sepúlveda”. Esto procedía directamente de Juan Sánchez de Terrones, una de las dos partes en que se dividió en 1920 la ganadería de Contreras, siendo la otra adquirida por los hermanos Sánchez Rico, sobrinos del anterior. Esta rama de Terrones siempre tuvo fama de poseer una embestida más templada y suave, con el matiz de ir siempre a más, por lo que gozó del gusto de los toreros durante varias décadas. De ella descendían otras notables ganaderías de los años 50 y 60, como las de hermanos Cembrano y Manuel Francisco Garzón. Al variar la sangre, también lo hicieron las capas y las hechuras de los toros de Mayalde. El pelo negro se hizo dominante, y en menor medida el castaño ojinegro, el mulato, listón, chorreado y bragado, con accidentes como el salpicado, girón, calcetero y coletero. Las hechuras clásicas de esta raza dibujan un animal no muy grande, aunque con culata, bajo de agujas, algo enmorrilado, con poca papada y más bien pobre de pitones, tirando éstos hacia lo gacho y cornicorto. Hasta comienzos de los años 60, el conde de Mayalde continuó lidiando las reses procedentes de Coquilla y Encinas con igual éxito, aunque finalmente acabó por venderlas. Precisamente a estas sangres perteneció la novillada con la que la ganadería adquirió antigüedad en Madrid, el 25 de mayo de 1960, que estoquearon Emilio Redondo, Manolo Carra y Limeño. Los astados estuvieron magníficamente presentados destacando por su juego el cuarto, de nombre 13 12-14 TD47_Maquetación 1 02/10/12 17:44 Página 14 CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS El novillo Pegajoso mete la cara con nobleza y entrega en la muleta de Limeño el 25 de mayo de 1960, fecha en la que la ganadería del conde de Mayalde adquirió antigüedad en Madrid. Mantero, y sobre todo el excelente sexto, Pegajoso, un precioso cárdeno salpicado que embistió con alegría y humillando. De esta época y de la misma procedencia fueron numerosos toros de bandera lidiados en Barcelona, como Comparsito, Presumido, Naranjito, Serranito y Lechuguino. Durante toda esa década y gran parte de la siguiente, los morlacos de don José Finat no pisaron el ruedo de Las Ventas. Barcelona continuó siendo su plaza predilecta, y allí se lidió el primer ejemplar importante de sangre Contre- ras: Golfillo, premiado con la vuelta al ruedo el 15 de agosto de 1961 y estoqueado por Victoriano Valencia. Una de las corridas más triunfales de esta época fue la del 30 de mayo de 1963 en Aranjuez, en la que Luis Segura cortó una oreja de Harinero y las dos y el rabo a otro sensacional toro de nombre Golfillo, premiado con la vuelta al ruedo, mientras que El Viti se llevó una de Escultor y las dos de Giboso. Precisamente El Viti fue uno de los toreros contratados para la corrida de Beneficencia de 1976, junto a Ruiz Miguel Segurito, un gran novillo castaño salpicado del conde de Mayalde lidiado en 18 de julio de 2010 en Las Ventas por Miguel Cuartero. 14 y Julio Robles. El festejo se celebró la tarde del 10 de junio y supuso la reaparición del conde de Mayalde en Madrid después de tres lustros de ausencia. Finalmente sólo se lidiaron cuatro toros, de los cuales destacó por su gran clase el quinto, de nombre Danzarín, al que Ruiz Miguel cortó una oreja. Volvió la ganadería a Las Ventas el 14 de junio de 1979, pero aquella corrida sacó muchas dificultades, dejando sin opciones de éxito a Curro Vázquez, Curro Luque y el confirmante Lázaro Carmona. La etapa en la que el conde lidió con más frecuencia en nuestra plaza coincidió con la gestión de la empresa Chopera. El 15 de agosto de 1984 saltaron al ruedo de la Monumental cuatro toros que fueron mansotes, con movilidad y más genio que otra cosa, a pesar de lo cual Fermín Vioque dio la vuelta en el último. La temporada 1985 fue especialmente prolífica, con dos novilladas, una corrida y varios astados sueltos de esta divisa. En ellas hubo de todo, pero en lo positivo sin duda destacaron los cuatro toros corridos el 18 de agosto de 1985, que lucieron una muy noble y clara embestida, especialmente dos de ellos: Habanero, con el que El Inclusero realizó una excelente faena malograda con la espada, y Hacendoso, lidiado por Manuel Moreno. También fue estimable el juego del novillo Chorlito, que correspondió a Pedro Lara el 29 de septiembre del mismo año. 12-14 TD47_Maquetación 1 02/10/12 17:44 Página 15 CRUCE CON JUAN PEDRO No obstante, en los mencionados festejos hubo bastantes reses que pecaron de sosas y faltas de fijeza, problema que la ganadería venía evidenciando desde hacía algún tiempo. Consciente de ello, y fiel a su gran afición y afán de mejora, el conde se decidió por revitalizar la sangre, que llevaba muchos años sin refrescar. Las opciones dentro de la casta Contreras-Terrones no eran muchas, pues ya apenas quedaban unas pocas vacadas de este origen, debido a que la dictadura “torista” se había cebado con ellas por su aspecto terciado y pitones cornicortos. Así pues, don José determinó cruzar una parte de sus vacas con un toro de Juan Pedro Domecq, persona que le sucedió en la presidencia de la Unión de Criadores de Toros de Lidia tras su mandato entre 1972 y 1984. Este primer semental se llamó Jirivilla, de pelo castaño. A partir del cruce se establecieron dos líneas de sangre: una, pura de Contreras, y otra, cruzada, que se reforzó en 1990 con otro semental del mismo hierro que el anterior, llamado Retador. Los toros de Domecq aportaron más motor en la embestida y pitones algo más desarrollados, junto con la extensión del pelo castaño y colorado. Los primeros cuatreños de origen Contreras-Juan Pedro Domecq se jugaron en la temporada de 1990 y dieron muy buen resultado, en especial los lidiados en la feria de Zamora: Golfillo, Joyero e Indolente. En el 91 destacó un gran toro llamado Hacendoso, un castaño al que se premió con la vuelta al ruedo en El Espinar y Emilio Oliva le cortó los máximos trofeos. Tras el fallecimiento del conde de Mayalde en mayo de 1995 y las consiguientes divisiones patrimoniales, la ganadería se fraccionó en dos partes, una quedó integrada en el nuevo hierro del marqués de las Almenas, propiedad de Fernando Finat Bustos, uno de los hijos del conde, quien se deshizo de ella en poco tiempo. La otra parte, junto con el hierro y divisa originales, pasó a ser dirigida por su actual representante, Rafael Finat Rivas, nieto de su fundador, gran aficionado y entusiasta por la crianza del toro bravo como lo fuera su abuelo. A partir de 1995 se incrementó la influencia de la sangre Domecq con la incorporación de un lote de vacas de Francisco Medina (“El Ventorrillo”), también originarias de Juan Pedro, lo El magnífico toro Chorlito II, lidiado en Madrid el 30 de marzo de 1997, embistiendo con el morro por el suelo al capote de José Ignacio Sánchez. que dio lugar a la creación de una línea pura de esta sangre y otra cruzada con Contreras, prescindiéndose definitivamente de los contreras puros. La línea Domecq se fortaleció posteriormente con nuevos sementales de “El Ventorrillo”, Santiago Domecq, Antonio Palla y Victoriano del Río, además de 25 vacas de este último hierro. Los efectivos actuales del conde de Mayalde son 51 vacas de sangre Domecq y 64 procedentes del cruce con Contreras. Como se aprecia, es una ganadería más bien corta, donde se sigue primando la bravura sobre la cantidad. En cuanto a los resultados de esta última etapa, el balance general es francamente satisfactorio. Goza de un notable cartel Francia por sus éxitos en plazas como Saint-Vincent-de-Tyrosse, Garlin, Arles y sobre todo Dax, en cuya feria ha obtenido varios triunfos señalados. En España, la feria de Gijón es sin duda el principal bastión de los toros del conde de Mayalde, gracias al magnífico juego que vienen dando desde hace ya muchos años, y con una regularidad sorprendente. Al no ser una vacada cuyos toros sean mastodónticos o cornalones, no suele acudir a las plazas donde impera el “torismo”, pero ello en absoluto va en menoscabo de su calidad. Volviendo a Madrid, entre las temporadas 1996 y 1998 se lidiaron varios ejemplares sueltos en diferentes corridas, entre los cuales cabe destacar un castaño llamado Chorlito II, que le correspondió a José Ignacio Sánchez el 30 de marzo de 1997 y fue un toro de triunfo grande por su alegría, nobleza y clase. Después de otro lapso de más de una década, el 2 de mayo de 2010 se jugaron en Las Ventas tres toros del conde de Mayalde , dos de los cuales fueron excelentes y ovacionados en el arrastre: el castaño Guardamonte, que le tocó a José Luis Moreno, y Dudoso, a cuya muerte dio la vuelta Sergio Aguilar. La penúltima aparición de la ganadería en nuestra Plaza tuvo lugar en la novillada del 18 de julio de 2010, frente a la que actuaron Gómez del Pilar, Miguel Cuarteto y Alberto Escolar. Se dio la circunstancia de que todos los novillos del encierro eran de pelo colorado y castaño, predominante ahora en la vacada, y entre ellos hubo dos francamente buenos por su clase y transmisión, los dos primeros, que atendieron respectivamente por Hortelano y Segurito. El 9 de septiembre del año pasado el Conde de Mayalde lidió en Madrid una novillada sin caballos, en general buena y con motor, en la que destacó el llamado Guardamonte. Estos ejemplares fueron una buena muestra del magnífico momento que atraviesa la ganadería del conde de Mayalde, un clásico renovado y en progresión. 15