tecnologías de la información y comunicaciones EL TIRO POR LA CULATA A mediados del mes de mayo el Gobierno aprobó el proyecto de Ley General de Telecomunicaciones, que incorpora al ordenamiento jurídico varias directivas europeas que regulan el sector para mejorar la protección de los usuarios, reforzar el papel de la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) y proporcionar más seguridad y flexibilidad a los operadores. Entre las mejoras que se contemplan en este proyecto de ley se encuentra el que los usuarios puedan cambiar de operador de telefonía, lo que se conoce como “portabilidad”, en el plazo de un día laborable, lo que hasta ahora se venía realizando en el plazo de 5 días y de una manera totalmente gratuita. En otros países de nuestro entorno la situación es similar aunque los plazos pueden variar de unos a otros, así como que en algunos tiene un coste para el usuario. José Manuel Huidobro Moya Director Editorial [email protected] Vicepresidente Asociación de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid - AITME El cambio de operador, sea fijo o móvil, manteniendo el número es un derecho consolidado desde hace ya más de una década y prueba de ello es que según datos de la CMT del mes de marzo fueron más de 195.000 y 526.000 los usuarios que cambiaron de operador fijo y móvil en ese mes, una cifra bastante elevada para un parque de 20 y 55 millones de usuarios respectivamente. En un principio, esta puede parecer una buena iniciativa –acelerar el proceso de cambio–, pero la realidad es que si se analiza un poco, no lo es tanto, sino todo lo contrario. La intención del Ejecutivo era beneficiar a los usuarios y hacerles la vida más fácil, pero su última iniciativa acaba de golpe con los amagos de portabilidad y es que el 40% de las peticiones de cambio de operador móvil van de farol (los usuarios realmente lo que pretenden es que su operador les contraoferte, con mejores tarifas, terminales de regalo, minutos gratis, etc., y cuando lo consiguen, cancelan la solicitud. En el fijo no es tanto, ya que no está exento de riesgos el cambiarse de operador de banda ancha y el usuario, en algunos verano 2011 104 casos, se puede quedar sin línea durante un buen tiempo. En 5 días hábiles da tiempo a mucho, pues el proceso técnico de cambio de operador no se realiza hasta el último día del plazo establecido, y es que la fuerte competencia en el mercado de las telecomunicaciones y la necesidad de las operadoras de conservar a sus usuarios frente a sus rivales lleva a las compañías a ofrecer unas condiciones muy ventajosas para conseguir que se queden y tenerlos fidelizados por otros 18 meses (si se van antes, los suelen penalizar). Cuanto mejor sea el cliente o más tiempo lleve, recibirá una mejor oferta; si no les merece la pena, lo más probable es que ni se la hagan y el proceso de portabilidad siga su curso. En esta batalla por la portabilidad, en los últimos meses, los claros perdedores han sido Telefónica y Vodafone, mientras que los ganadores son Yoigo y los OMV, estando Orange en una posición neutra. Ahora, con el nuevo plazo de un día (24 horas), a los operadores, prácticamente, no les dará tiempo a realizar ninguna maniobra para contraofertar y el usuario que solicite la portabilidad casi con toda seguridad acabará en otro operador, así que debe tener muy meditada su decisión, ya que no habrá posible marcha atrás (renuncia) una vez que lo haga. Con ello ni conseguirá un nuevo teléfono, por ejemplo, un smartphone totalmente gratis, ni mejores tarifas, ni otro tipo de regalos, así que acabará perdiendo con respecto a la situación de la que disfruta en la actualidad. Al Ejecutivo, si finalmente se aprueba la propuesta tal y como está redactada, el tiro le habrá salido por la culata, pues pretendía beneficiar a los usuarios y acabará perjudicándolos, teniendo en cuenta que no hay una demanda social para conseguir la portabilidad en un día. A cualquier usuario que solicite una portabilidad no le importa que sea en uno, dos, tres… o cinco días, lo que quiere es tener la seguridad de no perder el número y la línea en este proceso o quedarse incomunicado, pero le da igual siempre que se haga en un “plazo razonable”. Cuando entre en vigor la nueva Ley General de Telecomunicaciones la situación será distinta para los usuarios de fijo y móvil; cambiar de proveedor de ADSL o de móvil seguirá siendo un proceso fácil y, ahora, mucho más rápido (la portabilidad 105 verano 2011 móvil en horas es factible pues es un proceso virtual, pero el proceso para la fija es mucho más complicado ya que se requiere una actuación física en las centrales, así que habrá que ver cómo se puede llevar a efecto en tan poco tiempo). Queda por ver si la competencia se verá favorecida o no por este adelanto en el proceso de portabilidad, ya que ahora los usuarios se lo pensarán dos veces antes de solicitarla, pero lo que está claro es que las ofertas para retener a los clientes desparecerán casi en su totalidad. Ante un número tan elevado de solicitudes de portabilidad (descontando los amagos), lo que los operadores tendrían que analizar el por qué sus clientes les quieren abandonar (mal servicio de atención al cliente, precios no competitivos, falta de gama de terminales, etc.) y poner solución a estos problemas pues nadie se quiere cambiar por cambiar (resulta incómodo y lleva tiempo y gestiones); los usuarios son muy reacios al cambio y si lo hacen es porque están realmente descontentos. Sería mucho mejor dedicar esfuerzos a mantener a los clientes que no en captarlos nuevos, robándoselos a la competencia, pero esta es una lección aún por aprender.