antecedentes de hecho

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Roj: SJPII 17/2014 - ECLI:ES:JPII:2014:17
Id Cendoj: 07032410032014100001
Órgano: Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
Sede: Mahón
Sección: 3
Nº de Recurso: 631/2013
Nº de Resolución: 83/2014
Procedimiento: CIVIL
Ponente: FERNANDO PINTO PALACIOS
Tipo de Resolución: Sentencia
JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.3
MAÓ
SENTENCIA: 00083/2014
C/ ANTONI JUAN ALEMANY, Nº 2 MAÓ
Teléfono: 971357557-971357558
Fax: 971363191
N04390
N.I.G. : 07032 41 1 2013 0301926
PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000631 /2013
Procedimiento origen: /
Sobre OTRAS MATERIAS
DEMANDANTE, DEMANDANTE D/ña. Carlos Manuel , Fermina
Procurador/a Sr/a. MONTSERRAT MIRO MARTI, MONTSERRAT MIRO MARTI
Abogado/a Sr/a. PEDRO COLL SALES, PEDRO COLL SALES
DEMANDADO D/ña. BANCO SANTANDER, S.A.
Procurador/a Sr/a. JULIA DE LA CAMARA MANEIRO
Abogado/a Sr/a. SERGIO SANCHEZ GIMENO
SENTENCIA Nº 83/2014
En Maó, a 25 de junio de 2014.
Vistos por su Señoría, Don Fernando Pinto Palacios, Juez titular del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción º3 de Maó y de su partido judicial, los autos correspondientes al juicio ordinario nº 631/2013 entre:
Parte demandante: Don Carlos Manuel y doña Fermina , representados por la Procuradora de los
Tribunales doña Montserrat Miró Martí y defendida por el letrado don Pedro Coll Sales.
Parte demandada: Banco Santander S.A., representado por la Procuradora de los Tribunales doña
Julia de la Cámara Maneiro y defendida por el letrado don Sergio Sánchez Gimeno.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El día 28 de noviembre de 2013 tuvo entrada en este Juzgado demanda de juicio ordinario
interpuesta por la representación procesal de don Carlos Manuel y doña Fermina contra Banco Santander
S.A.
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SEGUNDO.- Por Decreto de 18 de diciembre de 2013, este Juzgado admitió a trámite dicha demanda
al tiempo que daba traslado de la misma a la parte demandada y se la emplazaba para que la contestase
en el plazo de 20 días.
Contestada la demanda en tiempo y forma, este Juzgado dictó diligencia de ordenación de 7 de febrero
de 2014 por la que convocaba a las partes a la celebración de la audiencia previa al juicio ordinario. En dicha
audiencia previa, las partes se afirmaron y ratificaron en sus respectivos escritos de demanda y contestación,
solicitando el recibimiento del pleito a prueba. Recibido el pleito a prueba, se admitieron los medios de prueba
propuestos por las partes y se señaló para la celebración de juicio el día 25 de abril de 2014, a las 10:00 horas.
TERCERO.- Por providencia de 23 de abril de 2014, este Juzgado acordó librar exhorto al Juzgado de
Primera Instancia de Carlet para que recibieran declaración en calidad de testigo a doña Carina .
CUARTO.- Por Auto de 30 de abril de 2014, este Juzgado acordó practicar a instancia de parte la
declaración testifical de don Domingo el día 6 de junio del mismo año a las 10:00 horas.
QUINTO.- Una vez practicada dicha prueba y recibida la contestación al exhorto, el día 6 de junio de
2014 se dictó diligencia de ordenación concediendo a las partes un plazo de 5 días para que presentaran un
escrito en el que resumieran y valoraran el resultado de la prueba.
SEXTO.- Una vez presentados los referidos escritos, por diligencia de ordenación de 19 de junio de
2014 se dejaron los autos en la mesa de Su Señoría para dictar sentencia.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Posición de las partes.
La parte actora ejercita una acción de declaración de nulidad de las dos órdenes de compra de
Valores Santander efectuadas el día 26 de septiembre de 2007 por importe de 45.000 euros. Fundamenta
dicha pretensión alegando, en síntesis, que la parte actora no fue informada debidamente de la naturaleza,
contenido, características y riesgos de dicho producto. A este respecto, considera que ha existido un error
esencial que recae sobre elementos esenciales del contrato y, por tanto, solicitada su declaración de nulidad
por vicio radical del consentimiento.
La parte demandada se ha opuesto a la demanda alegando, en síntesis, los siguientes extremos:
1) el consentimiento prestado por los actores fue suficiente y válida al haberse emitido después de haber
recibido el Tríptico informativo y sopesando las características del producto contratado; 2) la parte actora tenía
experiencia previa en la realización de operación de inversión y, por tanto, en la contratación de productos
de riesgo; 3) la parte actora recibió información suficiente por parte de la directora de la sucursal acerca de
las características del producto; y 4) la parte actora no ha efectuado ninguna reclamación por el producto
contratado hasta que ha descendido la cotización de las acciones del Banco Santander S.A. lo que ha
provocado una merma del capital inicialmente invertido.
SEGUNDO.- Características de los Valores Santander.
En los meses de junio y julio de 2007, el consorcio bancario formado por Banco Santander S.A., Royal
Bank of Scotland y Fortis lanzó una OPA sobre la totalidad de las acciones de la entidad financiera ABN AMRO.
Para facilitar esta operación, Banco Santander S.A. emitió los Valores Santander el día 4 de octubre de 2007.
A partir de este momento, existían dos posibilidades. La primera es que la operación no culminara con la
compra de ABN AMRO en cuyo caso los valores se amortizarían el día 4 de octubre de 2008, devolviéndose a
los inversores el principal invertido más un interés fijo del 7.30 %. La segunda es que la operación concluyera
con éxito y entonces los valores se convertían en obligaciones necesariamente convertibles en acciones
del Banco Santander S.A. Los valores se convertían en obligaciones devengando un interés anual hasta
su necesaria conversión en acciones del Banco Santander S.A. Esta conversión podría efectuarse, o bien
anualmente (cada año a partir de octubre de 2007) de forma voluntaria, o bien obligatoriamente, transcurridos
5 años desde la emisión del producto a un precio de conversión determinado de inicio.
Esta segunda posibilidad es la que finalmente se produjo al culminar con éxito la OPA sobre ABN AMRO.
Las características del producto eran, por tanto, las siguientes:
1.- Se concretaba en una obligación convertible.
2.- Retribuía a los inversores con un interés fijo (7.30 % el primer año y Euribor + 2,75% los restantes
hasta un máximo de 4 años).
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3.- Permitía a los inversores canjear voluntariamente estas obligaciones en acciones del Banco
Santander S.A.
4.- Llegado el vencimiento de la inversión (cinco años desde la emisión) sin que antes se hubieran
canjeado voluntariamente, el titular del producto recibía necesariamente acciones del Banco Santander S.A.
a una cotización predeterminada en octubre de 2007.
TERCERO.- Régimen jurídico de información al inversor.
Los artículos 38 y 39 del Real Decreto 1310/2005 contienen la distinción entre tres clases de inversores
en valores negociables: el inversor o cliente minorista; el inversor iniciado o experto; y el inversor cualificado.
El primero, el minorista, se define por defecto o exclusión, esto es, será minorista quien no sea experto
o cualificado. El minorista goza de un sistema de protección jurídica reforzado al exigirse previo acceso a
una información reglada sobre el emisor y los valores que rigen el mercado primario. La simple disposición
de la información reglada y su registro en la Comisión Nacional del Mercado de Valores no desactiva la
responsabilidad del emisor y demás sujetos intervinientes, pues no produce el efecto de capacitar a todo
inversor para evaluar la naturaleza y riesgos ni para valorar la situación financiera actual y previsible del emisor.
Apartado 1: Sistema de información tras la normativa MIFID
La necesidad de proteger y reforzar el sistema de información del cliente minorista tomó impulso tras la
transposición de la Directiva 2004/39/CE (conocida como MIFID) a nuestro derecho mediante la Ley 47/2007,
de 19 de diciembre que reformó la Ley Mercado de Valores al efecto y por el RD 217/2008, de 15 de febrero.
Esta normativa impone que al comercializar participaciones preferentes entre clientes minoristas las
entidades de crédito tienen el deber general de "comportarse con diligencia y transparencia en interés de
sus clientes, cuidando de tales intereses como si fueran propios, y, en particular, observando las normas
establecidas en este capítulo y en sus disposiciones reglamentarias de desarrollo" (artículo 79 LMV). Entre
tales obligaciones figura la esencial obligación de información (artículo 79 bis LMV). La entidad debe
"mantener, en todo momento, adecuadamente informados a sus clientes". Tal información debe ser "imparcial,
clara y no engañosa" y debe versar "sobre los instrumentos financieros y las estrategias de inversión" en
función de que la misma "les permita comprender la naturaleza y los riesgos del tipo específico de instrumento
financiero que se ofrece pudiendo, por tanto, tomar decisiones sobre las inversiones con conocimiento de
causa".
El artículo 79 bis de la Ley de Mercado de Valores , especialmente en sus apartados 6 y 7, establece
que la empresa de servicios de inversión -entre las que se incluyen las entidades de crédito- que asesore,
coloque, comercialice o preste cualquier clase de servicio de inversión sobre tales valores complejos debe
cumplir las siguientes obligaciones:
a) Obligación de obtener la información necesaria sobre los conocimientos y experiencia del cliente,
incluidos en su caso los clientes potenciales, en el ámbito de inversión correspondiente al tipo de producto o
de servicio concreto de que se trate, sobre la situación financiera y los objetivos de inversión de aquél, con la
finalidad de poder recomendarle los servicios de inversión e instrumentos financieros que más le convengan.
b) Deber de abstenerse de recomendar servicios de inversión o instrumentos financieros al cliente o
posible cliente minorista cuando la entidad no obtenga la referida información.
c) Deber de solicitar al cliente minorista información sobre sus conocimientos y experiencia en el ámbito
de inversión correspondiente al tipo concreto de producto o servicio ofrecido o solicitado, con la finalidad de
que la entidad pueda evaluar si el servicio o producto de inversión es adecuado para el cliente.
d) Obligación de advertir al cliente que el instrumento financiero no es adecuado para él si, sobre la
base de esa información, la entidad así lo considera.
e) En caso de que el cliente no proporcione la información requerida o ésta sea insuficiente, la entidad
tiene el deber de advertirle de que ello le impide determinar si el servicio de inversión o producto previsto es
adecuado para él.
Apartado 2: Sistema de información anterior a la normativa MIFID
Antes de la entrada en vigor de la normativa MIFID a la que se hace referencia en el apartado anterior
ya existían normas que hacían hincapié en la obligación del información -de mayor importancia, cierto es, en
la fase precontractual- que debía de mantenerse en todo momento de la vida del contrato.
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En este sentido, debemos destacar las siguientes disposiciones:
1.- El artículo 48.2 de la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las Entidades
de Crédito , con el fin de proteger los legítimos intereses de la clientela activa y pasiva de las entidades de
crédito, sienta como una de las bases que deben presidir las relaciones entre las entidades de crédito y su
clientela que los correspondientes contratos se formalicen por escrito debiendo los mismos reflejar de forma
explícita y con la necesaria claridad los compromisos contraídos por las partes contratantes y los derechos de
las mismas ante las eventualidades propias de cada clase de operación. Está obligación está relacionada con
la normativa reguladora de las condiciones generales de la contratación que rechaza todas aquellas que sean
ilegibles, ambiguas, oscuras e incomprensibles, al punto de poder ser decretada su nulidad de pleno derecho
si ocasionan un perjuicio a la parte adherente del contrato.
2.- En esta línea, la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores -con anterioridad a la reforma
operada por la Ley 47/2007, de 19 de diciembre-, imponía la exigencia en sus artículos 78 y siguientes , a
todas cuantas personas o entidades ejerzan, de forma directa o indirecta, actividades relacionadas con los
mercados de valores -con mención, de forma expresa, a las entidades de crédito- de una serie de normas de
conducta tales como, entre otras, las de comportarse con diligencia y transparencia en interés de sus clientes
y en defensa de la integridad del mercado y asegurarse de que disponen de toda la información necesaria
sobre sus clientes y mantenerlos siempre adecuadamente informados.
3.- De igual manera, el Real Decreto 629/1993, de 3 de mayo, sobre normas de actuación en los
Mercados de Valores y Registros obligatorios -en la actualidad derogado por el Real Decreto 217/2008,
de 15 de febrero- vino a disciplinar un código general de conducta de los mercados de valores. Así, en
el apartado referente a la información a los clientes, se establece como regla de comportamiento que las
entidades ofrecerán y suministrarán a sus clientes toda la información de que dispongan cuando pueda ser
relevante para la adopción por ellos de decisiones de inversión y deberán dedicar a cada uno el tiempo y
la atención adecuados para encontrar los productos y servicios más apropiados a sus objetivos. Asimismo,
la información a la clientela debe ser clara, correcta, precisa, suficiente y entregada a tiempo para evitar su
incorrecta interpretación haciendo hincapié en los riesgos que cada operación conlleva, muy especialmente
en los productos financieros de alto riesgo. Con ello se trata de lograr que el cliente conozca con precisión
los efectos de la operación que contrata, debiendo cualquier previsión o predicción estar razonablemente
justificada y acompañada de las explicaciones necesarias para evitar malentendidos. De esta manera, se
impone la prestación de información de una forma que le permita comprender la naturaleza y los riesgos de los
servicios de inversión y del tipo específico de instrumento financiero que se ofrece, pudiendo, en consecuencia,
tomar decisiones fundadas sobre sus inversiones.
CUARTO.- V aloración de la prueba.
La valoración de la prueba documental y la personal practicada en el acto del juicio conducen a la
desestimación íntegra de la demanda. Para llegar a esta conclusión, se han tenido en cuenta los siguientes
extremos:
1.- Don Carlos Manuel y doña Fermina deben ser calificados como clientes minoristas a los efectos
de inversión en valores negociables. Se trata de personas que, por su formación y experiencia, no reúnen
los requisitos necesarios para ser considerados inversores profesionales. En este sentido, el señor Carlos
Manuel es albañil de profesión y se dedica a la ejecución de todo tipo de obras en viviendas, reparaciones
y otros trabajos similares. Por su parte, la señora Fermina tiene un negocio de parafarmacia. Debido a que
la parte demandada no propuso su interrogatorio, este Tribunal no ha podido conocer más datos acerca de
su formación.
Sin embargo, la prueba practicada -en especial, la documental aportada con la contestación a la
demanda- acredita que son personas que nunca han invertido en depósitos a plazo fijo, sino más bien en
inversiones de renta variable.
En primer lugar, los actores han realizado inversiones, tanto antes como después de la adquisición de
los Valores Santander, en fondos de inversión sujetos a riesgos de mercado, de país o de similar naturaleza.
En este sentido, han contratado cinco fondos de inversión (Memoria 2; Positivo 2; Ahorro Diario 2; Carteras
Garantizado 2; Supergestión 3) como se acredita mediante la extensa documentación aportada por la entidad
bancaria (documento nº 4 bis de la contestación a la demanda).
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En segundo lugar, los actores han contratado, al menos, con la entidad demandado dos Planes de
Pensiones (Futuro 2015; Mi Plan Santander Prudente) como se acredita mediante la información fiscal obrante
en autos (documento nº 5 de la contestación a la demanda)
Como se puede observar, la documentación aportada desmiente la versión ofrecida en la demanda, es
decir, la de unos inversores que querían invertir su dinero en un depósito a plazo fijo. Más bien al contrario,
las distintas inversiones realizadas en la entidad bancaria demandada acreditan que los actores siempre han
preferido las inversiones con mayor riesgo y, lógicamente, con mayor rentabilidad como son los fondos de
inversión. Este hecho se ha visto confirmado por la testigo doña Sara , subdirectora de la oficina donde se
contrataron los Valores Santander, quien manifestó en el acto del juicio que los actores nunca habían tenido
depósitos a plazo fijo, sino productos de mayor riesgo como fondos de inversión o acciones del propio banco.
Este extremo hace pensar que los actores no manifestaron a la entonces directora de la oficina, doña
Carina , que deseaban un "depósito sin riesgo alguno y absolutamente líquido" (Hecho Segundo de la
demanda; folio 3), por la simple razón de que, durante todos los años que han sido clientes de Banco Santander
S.A., nunca han contratado un producto de estas características.
2.- El proceso de información de los Valores Santander fue correcto de acuerdo con las exigencias de
la normativa vigente y las circunstancias concurrentes en los actores.
A) La información precontractual fue adecuada para comprender la naturaleza y características del
producto contratado. La testifical de la antigua directora de la sucursal ha manifestado que mantuvo reunión
con los ahora actores y les facilitó toda la información y documentación que tenía el Banco Santander S.A.
para la comercialización del producto. También ha manifestado que explicó las principales características
del producto, es decir, que se trataba de una inversión a 5 años destinada a convertirse en acciones del
Banco Santander S.A. mediante un precio predeterminado. De igual manera, le manifestó a los actores que
el resultado de la inversión dependía de la evolución de las acciones y, por tanto, que era posible que, en
el momento del canje, estuvieran a la baja y sufrieran pérdidas. De igual manera, la testigo informó a los
clientes que en modo alguno estaban contratando un plazo fijo pues la naturaleza de los Valores Santander era
totalmente distinta. Como se puede apreciar, de las manifestaciones efectuadas por la testigo directamente
responsable de la contratación de los Valores Santander se puede apreciar que se ofreció una información
completa sobre el producto contratado, haciendo especial énfasis en que no se trataba de un depósito a plazo
fijo.
En relación con esta información precontractual, las partes han discutido acerca de la entrega del
tríptico informativo. Se trata de un elemento esencial para la resolución del presente litigio. En efecto, la
jurisprudencia que ha consultado este Tribunal considera que dicho folleto informativo cumple todos los
requisitos necesarios para que los futuros inversores conocieran el significado, estructura, alcance, contenido,
rentabilidad y naturaleza de los Valores Santander. Por tanto, resulta de vital trascendencia determinar si dicho
folleto fue o no entregado. La parte actora sostiene que dicho documento (folios 88 y 89) no se les entregó
lo que les impidió valorar que se trataba de un producto de riesgo que podía comportar pérdidas en el futuro.
Por su parte, la entidad bancaria afirma que sí se entregó el folleto informativo.
La única prueba que podía arrojar luz sobre esta cuestión ha sido de nuevo la testifical de la antigua
directora de la oficina. En este sentido, la señora Carina , cuando se le ha preguntado por la entrega del
folleto, ha manifestado que "supone que sí" lo hizo. Según la parte actora, esta contestación ofrece dudas
sobre la entrega del folleto, mientras que la parte demandada considera que dicha declaración, puesta en
relación con el resto de las pruebas practicadas, permite inferir que sí se entregó el folleto informativo.
Es cierto -como señala la parte actora- que la carga de la prueba sobre el debido asesoramiento e
información al consumidor en la contratación de productos de inversión corresponde a la entidad bancaria.
Este Tribunal concluye que, en atención al conjunto de la declaración prestada por doña Carina , el tríptico
informativo sí que fue entregado. No se puede pretender que la testigo recuerde con perfecta nitidez hechos
que ocurrieron hace siete años. La contestación "supongo que sí" permite acreditar que se entregó el folleto
pues, a sensu contrario , si no se hubiera entregado la respuesta de la testigo había sido negativa y sin
puntualización alguna.
Sobre esta cuestión, no podemos olvidar que los actores firmaron la contratación de los Valores
Santander (folio 146 y 147) manifestando haber recibido el folleto informativo. Carece de todo sentido que los
actores firmaran la orden de suscripción del producto sin haber leído la advertencia que constaba en la mitad
de la página donde se decía literalmente "el ordenante manifiesta haber recibido y leído, antes de la firma de
esta orden, el Tríptico informativo de la Nota de Valores registrada en la CNMV en fecha 19 de septiembre
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de 2007". Es decir, una mínima diligencia de los actores les hubiera llevado a advertir, en caso de no haber
recibido el tríptico informativo, a exigir a la directora de la sucursal la entrega del mencionado folleto.
B) La información postcontractual permitió que los actores conocieran perfectamente que se iba a
efectuar el canje de los Valores Santander en acciones. En este sentido, los actores recibieron la carta del
Banco Santander S.A. de octubre de 2007 en la que les ponían en conocimiento que se había concluido con
éxito el proceso de compra del Banco ABN AMOR y que, por tanto, "los Valores pasan a ser necesariamente
convertibles en acciones Santander" (folio 369 reverso). De igual manera, se les recordaba que el precio de
referencia de las acciones del Banco a efectos de conversión quedaba establecido en 16,04 euros por acción.
Asimismo, se ofrecía una explicación de la forma aplicada para el cálculo del precio de conversión de la acción.
Por su parte, la empresa Mydis! ha certificado que procedió al envió de la carta a don Carlos Manuel ,
sin que se hubiera registrado ninguna incidencia en su entrega al destinatario (folio 609).
Además de esta información, la entidad bancaria demandada suministró a los actores otros datos
de relevancia para conocer el funcionamiento, características y evolución de la inversión realizada. En este
sentido, en noviembre de 2007 les envió una carta en la que les informaba que los Valores "habían sido
admitidos a cotización en bolsa" (documento nº 21 de la contestación a la demanda). En enero de 2008 les
informó que se había procedido al pago del primer cupón de los Valores Santander (documento nº 22 de
la contestación a la demanda). En noviembre de 2008, el banco les informó que comenzaba a percibir el
segundo tramo de retribución, es decir, Euribor a tres meses + 2,75 % (documento nº 23 de la contestación
a la demanda).
3.- Los actores han percibido la cantidad total de 10.427,05 euros en concepto de intereses derivados
de los diferentes tramos de rentabilidad de los Valores Santander. Durante este período que comprende casi
5 años, los actores no han formulado reserva alguna lo que permite afirmar, en principio, su conformidad con
el producto contratado.
Si tenemos en cuenta que el producto se suscribió cuando apenas faltaba un año para el estallido de la
crisis en Lehman Brothers, los intereses que han percibido los actores son notablemente superiores a los que
podrían obtener en un depósito a plazo fijo. Es decir, durante la vigencia del contrato, los actores han percibido
una rentabilidad que alcanza el 23,171%. Este dato sirve para acreditar -a mayor abundamiento- que los
actores sabían que no estaban contratando un depósito a plazo fijo pues dicha rentabilidad era notablemente
superior a la que cualquier entidad bancaria podía ofrecer por una inversión a plazo fijo.
QUINTO.- Conclusión.
En virtud de cuanto antecede, este Tribunal concluye que no existió error en la prestación del
consentimiento cuando don Carlos Manuel y doña Fermina suscribieron la compra de Valores Santander
por importe de 45.000 euros. En efecto, ha quedado acreditado: 1) que fueron informados por la directora de la
sucursal acerca de las características del producto contratado, haciendo hincapié en que no se trataba de un
plazo fijo; 2) que recibieron el tríptico informativo antes de la firma del contrato; 3) que recibieron información
después de la perfección del contrato por parte de la entidad bancaria que les permitía tener un conocimiento
cabal acerca de los riegos de la inversión realizada; y 4) que durante el período de vigencia del contrato
han percibido una rentabilidad notablemente superior a la que cualquier entidad bancaria podía ofrecer por
un depósito a plazo fijo lo que acredita que los actores conocían -o, al menos, debían conocer- que habían
contratado un producto que comportaba riegos y, lógicamente, una mayor rentabilidad.
SEXTO.- Costas.
El artículo 394.1 LEC señala que "en los procesos declarativos, las costas de la primera instancia se
impondrán a la parte que haya visto rechazadas todas sus pretensiones, salvo que el tribunal aprecie, y así
lo razone, que el caso presentaba serias dudas de hecho o de derecho".
En virtud de lo anterior, procede imponer a la parte demandante el pago de la totalidad de las costas
procesales.
FALLO
Que debo desestimar y desestimo íntegramente la demanda interpuesta por la representación
procesal de don Carlos Manuel y doña Fermina contra Banco Santander S.A.
Se condena a la parte demandante al pago de las costas procesales.
6
Contra la presente resolución cabe la interposición de recurso de apelación que deberá presentarse
ante este Juzgado en el plazo de los 20 días siguientes a la notificación de esta sentencia y que será resuelto
por la Ilma. Audiencia Provincial de Illes Balears ( artículos 457 y siguientes de la LEC ), siempre que se
cumplan los requisitos y términos expresados en la Disposición Adicional 15º de la Ley Orgánica del Poder
Judicial en la redacción dada por la Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre.
Así lo acuerda, manda y firma, Don Fernando Pinto Palacios, Juez titular del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción nº3 de Maó y de su partido judicial.
EL JUEZ
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