UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE ARTES CARRERA DE TEATRO LAS IMÁGENES POÉTICAS EN EL MONTAJE DE LA OBRA ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS PROPUESTAS POR FEDERICO GARCÍA LORCA TESIS PREVIA A LA OBTENCIÓN DE LA LICENCIATURA EN ACTUACIÓN TEATRAL DIANA SALOMÉ BENALCÁZAR ASTUDILLO TUTORA: MARÍA ELENA CRUZ ARTIEDA QUITO, NOVIEMBRE 2014 DEDICATORIA A mi familia: la de aquí, la de allá y la invisible. A Charlie porque sin mi-mi-mi ni bla-bla-bla eres familia con otro ADN. A Eric, un payasito de sombrero negro, por sus capacidades para el cultivo de Dientes de León. A Javier Ordóñez y Pablo López por lo que significan las historias y las risas entre cafés y copas (gotas, en mi caso) de alcohol. A Dany Estévez porque siempre es bonito estar en la luna (sin importar el planeta al que ésta corresponda). A todos los amigos de quesos y vino. ii AGRADECIMIENTOS: A mi tutora María Elena Cruz le doy las gracias por su paciencia. A Jorge Carrillo y Sarita Albán por “desaznarme” con sus libros y sus pláticas. A Gabriela Auz por compartirme su trabajo y sus colores. Al Maestro Gualberto Quintana por su humildad y su generosidad respecto al conocimiento. A todos los que me han dado un poco de su conocimiento. iii AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL Yo, Benalcázar Astudillo Diana Salomé, en calidad de autor del trabajo de investigación o tesis realizada sobre LAS IMÁGENES POÉTICAS EN EL MONTAJE DE LA OBRA ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS PROPUESTAS POR FEDERICO GARCÍA LORCA, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de los que contienen esta obra, con fines estrictamente académicos o de investigación. Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5,6,8; 19 y demás pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento. Quito, a 17 de noviembre de 2014 FIRMA C.C :1719341081 Telf: 0992145305/2823430 Email: [email protected] iv APROBACIÓN DEL TUTOR En mi carácter de Tutor de la Tesis de Grado presentada por Diana Salomé Benalcázar Astudillo para optar por el Título de Licenciado en Actuación Teatral, considero que dicha Tesis reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometida a la presentación pública y evaluación por parte del jurado examinador que se designe. Las líneas de investigación en la que se enmarca este trabajo es: relación de las artes entre sí y con otras disciplinas y las artes en la historia y en su época actual y su proyección futura En la ciudad de Quito a los 17 días del mes de noviembre de 2014 María Elena Cruz Artieda Cd. Nº 1715617989 v ÍNDICE DE CONTENIDOS Páginas Preliminares Pág. Dedicatoria ii Agradecimiento iii Autorización del Autor iv Aprobación del Tutor v Índice de contenidos vi Índice de Tablas ix Índice de Gráficos x Resumen xi Abstract xii Introducción 1 CAPÍTULO I: EL PROBLEMA: EL AUTOR IGNORADO 3 1.1. Planteamiento del problema 3 1.2. Formulación del problema 4 1.2.1. La importancia de las propuestas visuales del dramaturgo 5 1.2.2. Autor, director, actor y grupo de trabajo 6 1.3. Preguntas directrices 7 1.4. Objetivos 7 1.5. Justificación 7 CAPÍTULO II: ANTECEDENTES PREVIOS AL MONTAJE DE LORCA 9 2.1. Federico García Lorca y su tiempo 12 vi 2.1.1.Contexto de España en la época de Lorca 12 2.1.1.1.Antecedentes 12 2.1.1.2.Guerra civil 13 2.1.2.Reseña Biográfica 14 2.1.3. Actividad teatral 15 2.1.3.1. La Barraca 15 2.1.3.2. Obras teatrales 16 2.2. Lorca y el arte de su tiempo 18 2.2.1. Las vanguardias 19 2.2.1.1.Cubismo 19 2.2.1.2.Futurismo 20 2.2.1.3.Expresionismo 20 2.2.1.4.Dadaismo 20 2.2.1.5.Surrealismo 21 2.2.1.6. Ultraísmo y creacionismo en España 21 2.2.1.6.1. Ultraísmo 21 2.2.1.6.2. Creacionismo 22 2.2.2. La literatura en la España de Lorca 22 2.2.2.1. Modernismo y Generación 98 22 2.2.2.2. Generación 14 23 2.2.2.3. Generación 27 23 2.2.3. La obra de Lorca: el resultado poético del contexto 24 2.3. A tener en cuenta a la hora de montar una obra 25 2.3.1. El diálogo con el dramaturgo 27 vii 2.3.2. El contexto actual 28 2.3.3. Las propuestas del dramaturgo en el proceso creativo 29 CAPÍTULO III: TEATRO, POESÍA Y ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS 31 3.1. Teatro y comunicación 34 3.1.1. Texto 35 3.1.2. Representación 37 3.2. Teatro e imagen 38 3.2.1.La imagen y las artes 39 3.2.2. Figuras retóricas 40 3.2.3. La imagen en el teatro 45 3.2.3.1. Las figuras retóricas en el lenguaje del teatro 3.3. Lo poético, el límite de la razón 46 48 CAPÍTULO IV: LAS IMÁGENES POÉTICAS DE LA OBRA ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS 50 4.1. La obra 51 4.1.1 Argumento 52 4.1.2 Personajes 53 4.1.3. Detalle de las escenas con las propuestas del dramaturgo 55 4.1.3.1. Escenas del Acto I 56 4.1.3.2. Escenas del Acto II 59 4.1.3.3. Escenas del Acto III 63 4.2. Imágenes del montaje como poesía visual 68 viii 4.3. El código de Lorca: un inicio 71 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 73 5.1 Conclusiones 73 5.2 Recomendaciones 75 BIBLIOGRAFÍA 77 ix ÍNDICE DE TABLAS Pág. Tabla 1: Figuras retóricas en el lenguaje visual 41 Tabla 2: Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Primero de Así que pasen cinco años. 56 Tabla 3 : Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Segundo de Así que pasen cinco años. 59 Tabla 4 : Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Tercero de Así que pasen cinco años. 63 ÍNDICE DE GRÁFICOS GRÁFICO: Pág. 1: Texto narrativo como mensaje 35 2: Obra teatral como mensaje 36 x UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE ARTES CARRERA DE TEATRO Las imágenes poéticas en el montaje de la obra Así que pasen cinco años propuestas por Federico García Lorca Autora: Diana Salomé Benalcázar Astudillo María Elena Cruz Artieda 17 de noviembre de 2014 RESUMEN El presente trabajo trata de mostrar la importancia de las propuestas visuales del dramaturgo antes de empezar un montaje. El objetivo fundamental es entender el texto como el primer paso de un montaje teatral, que además contiene un lenguaje visual capaz de evocar sensaciones en los espectadores por medio de imágenes poéticas. Para lo cual se hace uso de una obra con alto nivel poético en varios aspectos: “Así que Pasen Cinco Años” de Federico García Lorca. Se plantea algunas imágenes de la obra como figuras retóricas con el estudio previo del contexto del dramaturgo y del teatro como proceso de comunicación. La metodología toma en cuenta dos factores ínter-relacionados: la investigación bibliográfica y el análisis de las vivencias de la autora en el teatro. La conclusión general se refiere a una reflexión personal sobre el propio trabajo, tomando en cuenta las imágenes y la obra como producto de un proceso histórico que puede representarse en el tiempo actual. PALABRAS CLAVES <IMAGEN POÉTICA> <LENGUAJE VISUAL> <FEDERICO GARCÍA LORCA> <MONTAJE ESCÉNICO> <TEXTO TEATRAL> <FIGURAS RETÓRICAS> xi ABSTRACT UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR SCHOOL OF ARTS THEATER Poetic images in the staging of the play Así que pasen cinco años proposed by Federico García Lorca Author: Diana Salomé Benalcázar Astudillo María Elena Cruz Artieda November 17, 2014 ABSTRACT The current work intends showing the relevance of visual proposals of the playwright before starting the mounting work. The core purpose as a first step is understand the text before mounting the play, that additionally proposes a visual language capable to evoke sensations in spectators through poetic images. For such purpose a work with a high poetic content in several aspects is used: “Así que Pasen Cinco Años” by Federico García Lorca. Several images of the work are proposed as rhetoric figures, with a prior study of the playwright context and the theater as a communication process. Such methodology takes into account two inter-related factors: bibliographic investigation and analysis of life experiences of the theater author. It has been generally concluded, after a personal reflection, on the work itself, taking into account images and the work as a product of a historic process that can be represented in real time. KEYWORDS <POETIC IMAGE> <VISUAL LANGUAGE> <FEDERICO GARCÍA LORCA> <SCENIC MOUNTING> <THEATER TEXT> <RHETORIC FIGURES > I certify that I am fluent in both English and Spanish languages and that I have prepared the attached translation in Spanish language to the best of my knowledge and belief. Ernesto Andino García Translator xii INTRODUCCIÓN Lo poético se puede explicar de manera teórica desde puntos de vista psicológicos, filosóficos o estéticos, pero de manera sensible es prácticamente imposible de definir, pues la palabra no es capaz de abarcar toda la profundidad que se puede percibir en un hecho poético. Dentro de lo poético es posible captar elementos de la naturaleza, los tiempos, los espacios, las sensaciones, y es posible incluso vincular opuestos irreconciliables como la vida y la muerte. Los hechos poéticos existen desde el plano de lo real, pero se disparan hasta llevar a quien lo recibe a una percepción más profunda que depende de la visión individual de los seres humanos. Se puede comprender lo poético como una ruptura de la lógica cotidiana del lenguaje que despierta los sentidos de manera especial, llega a las profundidades sensibles de los seres humanos y despierta un entendimiento intuitivo. Además, parte de percepciones del entorno que evocan en el imaginario del poeta un vaivén, un movimiento placentero que construye y destruye imágenes que, a su vez, pueden ser traducidas por el poeta a un código legible para quienes lo rodean. Los pintores las traducirán en colores, los literatos en palabras, los escultores en volúmenes, los actores en acciones y, cada artista evidenciará estas sensaciones e imágenes de la manera más conveniente. Es así como las obras de arte, sin importar la rama a la que pertenezcan, pueden penetrar en espacios insondables de la psiquis del que las contempla, pues todas las complejidades que abarca esta ruptura del lenguaje atraviesan a todos los que manejan el lenguaje. Los códigos existentes para facilitarle al ser humano la comunicación son cuantiosos. Estos se generan desde distintas variables para que un grupo de individuos pueda entenderse de la mejor manera posible. Así también, las formas de romper las líneas de los lenguajes son vastas. Las rupturas ocurren en el cotidiano sin que las personas lo noten. Sin embargo, a nivel estético, es necesario comprender su existencia para crear nuevas poéticas. Aunque al pensar en lo poético se piense en la poesía escrita, en el verso o en figuras que pertenecen solo al ámbito de la palabra, existe una poética en cada lenguaje que pueda crearse o recrearse, y uno de ellos es el lenguaje visual. La imagen es un elemento que está en todo momento de nuestras vidas y es la base del lenguaje visual. Al hablar de la imagen se puede hablar de cuestiones visibles y concretas o de creaciones del imaginario a través de un disparador que atañe a los demás sentidos. Así, al ser parte esencial de un lenguaje, es posible decir que es capaz de generar una poética que liga la superficie con lo profundo. 1 En el caso del teatro, las acciones físicas y verbales de los personajes hacen que una obra nunca esté estática y que las sensaciones lleguen al público de manera visual y auditiva. Además de lo que ocurre en el momento preciso de la obra, en algunos casos, hay un texto de autor del que parte el montaje escénico. Este autor, llamado dramaturgo, elabora la historia mediante la palabra, pero puede proponer imágenes dentro del montaje, y así aportar a la labor del director, los actores y todo el equipo de trabajo. Este aporte que da el dramaturgo a la obra funde visualmente varias sensibilidades. Dentro del teatro, el juego de la imágenes debe darse con fluidez. La imagen, misma que es forma, no puede estar vacía de sentido. Puede parecer un cuadro o una fotografía, pero debe tener humanidad para que funcione. La obra Así que pasen cinco años de Federico García Lorca, contiene, a nivel visual, fuertes imágenes poéticas propuestas por el dramaturgo. En esta obra, Lorca presenta personajes y hechos metafóricos, metonímicos y antitéticos, toma elementos del juego, usa signos del azar, entrecruza la vida con la muerte, y todo lo propone dentro de espacios y con objetos específicos. Además, hay acciones cuidadosamente escogidas y una cromática que pinta la obra en tonos que contrastan entre sí: el “Joven”, azul; el “Viejo”, gris; el traje de novia, blanco; el as de corazones, rojo. Hay varias propuestas visuales del autor que hacen sentir que al ver la obra, se penetra en un espacio más cercano al sueño que a la realidad. Lanza al espectador a un mundo interno atravesado por diversas comprensiones, a un lugar inefable lleno de cuestiones que escapan de la lógica y se concretan en el montaje. Las imágenes poéticas, que abarcan en ellas la carga de las imágenes en sí y los planos psicológicos, filosóficos y sensibles que tienen que ver con lo poético, hacen que el imaginario despegue hacia lugares desconocidos. Las rupturas visuales nacen de necesidades espirituales, quizá de elevarse o de comprenderse. Estas imágenes le recuerdan al ser humano que es uno con la naturaleza y le hacen expandirse. A medida que lo poético invade al que lo percibe, el receptor abre sus sentidos y se vuelve más capaz de contemplar, ampliando así su conocimiento sobre el mundo. 2 CAPÍTULO I EL PROBLEMA: EL AUTOR IGNORADO 1.1. Planteamiento del problema Los dramaturgos suelen proponer imágenes en sus obras con el fin de enriquecer la representación y aclarar lo que desean decir. Sin embargo, algunos directores y grupos de trabajo no cumplen con la responsabilidad de estudiar la carga poética y estética de las imágenes antes de montarlas o simplemente no las ponen en escena por diversos motivos. Con este proceder, algunos grupos de trabajo, suelen mutilar la obra y el lenguaje propuesto por el dramaturgo. Esto tiene que ver con que no se entiende la importancia del texto como un elemento de partida sino solamente como un elemento aislado, cuya importancia solo está en lo que dicen los personajes. Sin embargo, el texto es una intuición de lo que se montará concretamente a futuro y las acotaciones del mismo tienen un peso semiótico y poético importante para la obra, tanto a nivel auditivo como a nivel visual. Algunas veces no se suele entender que las imágenes que describe el autor, sean poéticas o no, aunque son parte del momento histórico en el que vivió el dramaturgo, tienen posibilidades dentro del contexto en el que la obra es montada. Dentro de la vida hay situaciones que son inherentes al ser humano como la muerte, el amor, el deseo, la necesidad, la violencia, entre otros. Por ello, si se logra imágenes bien construidas que tengan que ver con aquellos temas, pueden funcionar en cualquier momento histórico. La muerte de Ofelia en Hamlet, las ocurrencias de los personajes de Molière o el texto de la madre de Bodas de Sangre de Federico García Lorca causan emociones aún en nuestros días. Se debe tomar en cuenta que el teatro es a la vez efímero y perdurable, concreto y difuso, y contiene varios elementos que pueden servir para enriquecerlo o para destruirlo. El texto puede tener dentro de sí estos elementos, pero lastimosamente a veces se le suele mirar muy superficialmente. La imaginación de cada autor es disparada de formas distintas. Por ese motivo, cada persona tiene un estilo diferente al crear. Hay dramaturgos que escriben el texto casi sin acotaciones, otros que se concentran en lo que dicen los personajes y otros que toman más en cuenta el lenguaje visual del teatro. Cada autor y cada obra deben tener un tratamiento distinto. No es lo mismo montar una tragedia de Shakespeare que montar una comedia del mismo autor. En cada una de sus creaciones, los espacios y personajes que se desenvuelven son totalmente diferentes. El autor también vive 3 situaciones que le hacen tomar una postura que varía dentro del tiempo de su vida. Por ello cada obra tiene su belleza particular. Hay dramaturgos que son verdaderamente poetas visuales. Cuando se monta sus obras sin prestar atención a lo que plantean visualmente, la obra pierde fuerza. Esto sucede porque se monta una obra con un estudio muy escueto del texto a nivel visual. Lo mismo ocurre si se busca crear sobre lo que ya está creado sin análisis previo, porque se puede dañar la creación del dramaturgo a fuerza de parches innecesarios. Está muy bien que el director y los actores deseen mostrar sus discursos y decir cosas. Por ello se deben elegir obras que empaten con el discurso del grupo, pero no hay que perder de vista el discurso de un dramaturgo. Las posibilidades creativas de un artista son infinitas. Si bien el texto puede ser un pretexto, ya es en sí una obra de arte y por lo mismo tiene su código planteado. No solo las actuaciones se ven afectadas por la incomprensión del texto, sino también el lenguaje visual, el lenguaje poético y la representación en general. Las imágenes que sugiere el autor no siempre son imágenes a secas. Hay veces que llegan a ser imágenes poéticas y son capaces de evocar otra forma de percibir la obra. Otro punto a tratar es que al ignorar las propuestas del autor, se está ignorando las necesidades del dramaturgo de expresarse y también se le está quitando la carga poética, misma que es de suma complejidad y de suma importancia dentro de las artes, y por ello vale la pena comprenderla. En la obra Así que pasen cinco años hay imágenes poéticas bien logradas desde la dramaturgia y no vale la pena destruirlas o cambiarlas. Federico García Lorca es un autor que se ha convertido en un referente para muchos poetas en España y Latinoamérica. Las obras de teatro que le pertenecen a este autor tienen una enorme carga poética, no solo en lo textual sino también en lo visual. En una obra, como es Así que pasen cinco años, es necesario tomar en cuenta las imágenes poéticas propuestas por Lorca antes de pensar en montarla, no solo por la belleza de las mismas, sino porque elevan la obra a otros niveles. 1.2. Formulación del problema Aunque el texto no sea lo único importante, no se le debe quitar su lugar en el teatro. Obviamente una obra donde el texto sea solamente recitado y donde las acciones expresen literalmente lo que se dice, no tiene vida. Sin embargo, existen genios escritores de teatro que estudiaron el lenguaje teatral a profundidad y llegaron a comprender la importancia de lo visual y de lo emotivo en el texto y en la representación. Lorca es el claro ejemplo de un estudioso de teatro. Aunque es conocido más por su labor poética, el compromiso de Lorca con el arte de las tablas y con otras artes evidencia que comprende el conjunto de elementos que conforman el teatro. 4 Hay varios motivos por los que se descuida el texto. Uno de ellos es el desconocimiento del contexto del dramaturgo a nivel histórico, personal y a nivel de las artes. No es lo mismo hablar del amor en la Segunda Guerra Mundial que en el período entre guerras o en el Romanticismo. Eso ocurre con todos los temas. Cada persona se expresa de distinta forma según sus factores de vida y el arte está en constante cambio. Esa es la importancia de tener en cuenta el contexto del autor. Otro factor que puede perjudicar la propuesta visual del dramaturgo es el no estar claro en la importancia del texto ligado a la representación y a las posibilidades poéticas visuales que brinda el mismo. Se entiende que un texto como Así que pasen cinco años es poético, pero no hasta qué punto y cuánto abarca la creación del dramaturgo. Se olvida el texto didascálico sin entender que es parte de un todo creativo con un objetivo específico. Por ello, para montar una obra de esta magnitud poética, se debe ver y rever el texto didascálico. La poética visual tiene un campo amplio y diversos ángulos de estudio. Tal vez los creadores de la obra de teatro no deben saber necesariamente psicología, filosofía, política y otras cuestiones desde las que se puede estudiar el teatro para elaborar una obra, pero es importante que respeten al autor y conozcan a breves rasgos lo que lo mueve como artista. También es necesario entender lo poético en el texto. El texto de teatro no es palabra muerta y las acotaciones no son elementos desechables de los que se puede hacer uso a capricho. Hay varias maneras de representar estas propuestas, pero siempre hay ideas y conceptos atravesándolas. Cada escena y cada imagen merecen su estudio. Hace mucho tiempo, el texto era lo más importante en el quehacer teatral y los demás elementos quedaban en segundo plano. Desde el siglo anterior se puso en entredicho esta manera de proceder y surgieron propuestas donde se decía que lo más importante del teatro era el actor y la acción y así el texto pasó a un plano secundario. Sin embargo, el teatro es una síntesis de varios elementos que se conjugan y no vale la pena descuidar los códigos que propone el dramaturgo. No significa que se deba relegar la representación como ocurría en el pasado, pero sí que se le debe dar al texto la importancia que merece. 1.2.1. La importancia de las propuestas visuales del dramaturgo Siempre se debe pensar en el texto como algo que va a ser montado y no solamente como algo que describe a los personajes para ayudar al actor. Antes de poner algo en escena, uno debe preguntarse por qué el dramaturgo lo ha sugerido, pues el autor imagina el todo de la obra con esos detalles. Así que pasen cinco años es una obra particularmente llena de elementos poéticos a nivel visual y a nivel de texto. Para los actores, las imágenes de la obra son disparadores sensoriales que llevan a la creatividad. La descripción de los personajes dentro de los textos lleva al actor a entender más claramente por donde debe ir la caracterización y la interpretación. Así el actor puede tener un 5 lugar desde donde empezar a explorar. En Así que pasen cinco años hay un sinnúmero de descripciones, desde el color hasta ciertas cualidades del personaje. El “Viejo” de la obra mencionada, por ejemplo, usa anteojos. Este elemento puede llevar al actor a explorar corporal y psicológicamente desde este elemento particular. Lo mismo ocurre con el cirio del “Niño” y su ropa blanca o con el “Gato” azul y la sangre. Para el diseño de la obra, el texto también es una motivación. La cromática propuesta no es ingenua, tiene que ver con un contraste visual previamente imaginado. Así que pasen cinco años tiene un juego de colores interesante. La obra perdería el sentido del dramaturgo si no se obedece a los cambios de luz o de vestuario. La escenografía y la utilería son un sostén de lo que ocurre en escena, aporta al concepto y representa a la obra desde los objetos y los espacios. La escenografía sitúa al espectador no solo en lugares reales y concretos, sino en lugares psicológicos y arquetípicos. Las cosas que hay en escena también son signos. En la Señorita Julia de August Strindberg, la obra se desestabilizaría si es que no existieran las botas en el espacio. Los objetos representan algo que va más allá de lo que son en realidad. En Así que pasen cinco años el trajecito de niño que sostiene el “Maniquí” no es tal, sino un signo del hijo que el “Joven” ha matado sin tenerlo siquiera. Por ello, simplemente tiene que estar ahí. 1.2.2. Autor, director, actores y grupo de trabajo Una de las maravillas del teatro es que solo se puede dar por el trabajo de un grupo y que dentro de la puesta en escena cada detalle es importante. Aunque se diga que no hay obra sin actores, mejor sería decir que no hay obra sin ser seres humanos. En el teatro cada participante desempeña un papel importante. Por ello es absurdo jerarquizar y desdeñar los elementos de la obra ajenos a la actuación o a cualquier otra actividad. Hay excelentes directores, actores, dramaturgos, diseñadores y autores que hacen del teatro una forma de expresión artística, poética y social. Cada integrante del grupo de teatro tiene en sus manos una parte importante de la obra. Lo que debe perseguir el grupo es un resultado satisfactorio que cobre vida sobre las tablas, no la competencia entre sí. Las funciones y los resultados de las actividades que cada persona realiza tienen una razón de ser. Por ello, todas las ideas deben ser escuchadas y probadas. Partiendo de esta idea no jerárquica del teatro, el texto se debe estudiar como una parte importante, al igual que las acciones, la iluminación y demás elementos. Quien tiene en sus manos el lenguaje del texto es el dramaturgo y él conoce su obra mejor que nadie. El autor es un primer director de la obra. Cada imagen y cada palabra están en el texto por algún motivo. El actor se hace cargo de las acciones, el director de la secuencia de imágenes y el diseñador de la escenografía. Cada persona se especializa en lo que hace y conoce sus herramientas de expresión. 6 En el caso de Así que pasen cinco años, hay que tomar en cuenta a Lorca como un integrante del grupo que montará la obra. Ya que por el tiempo histórico no existe la posibilidad de tener una comunicación directa con el autor, lo más coherente es tratar de conocer al dramaturgo lo más profundamente posible y además entender ciertas especificidades de la obra en cuestión. 1.3. Preguntas directrices —¿En qué contexto vivió el autor de Así que pasen cinco años a nivel de las artes y lo políticosocial y cómo es el espectador del tiempo histórico actual? Con la respuesta de esta pregunta se puede tener una idea básica de la importancia de los temas de la época y de aquellos que atraviesan los distintos momentos históricos por su naturaleza. —El teatro es un arte visual, de manera que es importante saber cuáles son las figuras retóricas visuales que contiene el texto de Lorca. —¿Cuáles son las imágenes poéticas dentro del lenguaje visual que plantea Lorca en Así que pasen cinco años? 1.4. Objetivos El objetivo general es entender el texto como el primer paso de un montaje teatral, que además contiene un lenguaje visual capaz de evocar sensaciones en los espectadores por medio de imágenes poéticas. Para lo cuál se hace uso de una obra con alto nivel poético en varios aspectos: “Así que Pasen Cinco Años” de Federico García Lorca. Los objetivos específicos apuntan más directamente al dramaturgo. - Entender la importancia de las imágenes propuestas por Federico García Lorca en el montaje de esta obra. - Entender de mejor manera el aspecto poético visual del teatro y cómo llega al espectador. - Encontrar las imágenes poéticas del dramaturgo teniendo en mente su realidad personal y su contexto. - Entender visualmente el montaje desde el texto sin la necesidad de la puesta en escena. 1.5. Justificación En los tiempos actuales, donde la posmodernidad está escurriéndose sobre las artes, es común hacer adaptaciones de textos clásicos o basarse en el texto de los mismos para realizar montajes. 7 Los creadores tienen derecho a ello, pero los textos de los autores clásicos son importantes, irrepetibles y merecen respeto. Este trabajo busca reconocer el texto de un autor y darle la importancia que se merece, porque a la hora de realizar un montaje el aporte del texto es vasto. Pero en otra escala, la búsqueda de este trabajo tiene que ver con que el teatro funciona en un tiempo efímero como representación y en un tiempo más perdurable como texto. El hecho de ignorar un texto de este tipo no solo implica desproveer a una obra de elementos importantes, sino también de una riqueza que puede llegar al goce estético, y de las propuestas del pasado. Los artistas son seres humanos, mismos que no son tan perdurables como lo que pueden realizar. Una obra de arte encarna una época, un contexto, incluso un patrimonio inasible. Puede parecer muy lejano elegir la obra de un dramaturgo español. Sin embargo, Lorca hombre, Lorca poeta, Lorca artista, dejó en su obra una comprensión sobre conflictos que afectan a los seres humanos de su época y un punto de vista sobre hechos que influenciaron en el mundo en mayor o menor medida. La obra literaria de Lorca y de España se nutrió de la literatura Latinoamericana. La obra de este dramaturgo también es útil para entender nuestro contexto. Al comparar, sin desmerecer a uno u otro elemento, se comprenden las diferencias y las riquezas de las culturas. Con Lorca, por ejemplo, quienes pertenecemos a este contexto y a este espacio geográfico, compartimos el idioma y la suntuosidad heredada del catolicismo que en el caso de Latinoamérica se entrelazó con las culturas locales. Los textos son obras de arte, pero también son un registro de cómo se entiende el mundo en determinado momento. El texto permite una libertad entre sus líneas y acotaciones, y esta libertad habla sobre los individuos. La obra de Lorca es un clásico y un tesoro mundial que merece ser visto por generaciones actuales y generaciones posteriores. Es importante entender la obra del dramaturgo para que no se pierda la sensibilidad de un momento histórico a lo largo del tiempo y a través de los espacios, sino que sirva como empuje para conocer más sobre otros contextos y mirar el nuestro más profundamente. 8 CAPÍTULO II ANTECEDENTES PREVIOS AL MONTAJE DE LORCA La imagen se entiende con los ojos sin importar que el resto esté en silencio. La música y la narración se sienten a ciegas, con los oídos abiertos. En el caso del teatro, la imagen debe ir coordinada con el texto para crear poesía. De esta manera, en el teatro hay muchas variables que pueden aportar al discurso. El actor, por ejemplo, es quien acciona y reacciona humanamente, generando situaciones por medio de su cuerpo y su psiquis, y esa es su principal función en el escenario: vivir el aquí y el ahora. Sin embargo, el actor también es, escénicamente, un elemento más dentro del conjunto de imágenes que componen el montaje. El actor está en un lugar en escena, vestido con determinados colores, en una postura específica, haciendo del escenario una especie de pintura que cambia con las transiciones logradas por su accionar. Sin embargo, los actores no son el único elemento cuando de la puesta en escena estamos hablando. Sí, el actor tiene la responsabilidad de dar vida a la escena, pero los objetos, la iluminación, la escenografía, la cromática y los demás elementos de una composición no deben ser ajenos a lo que se quiere decir en la obra. Por esta razón, el teatro es un juego donde se van intersecando varios elementos que persiguen un solo objetivo. La puesta en escena es como la búsqueda de un detective que tiene una pista de lo que va a encontrar, pero nunca sabe qué es. Por medio de esas pistas se va logrando un tejido donde muchas cosas se dejarán de lado, y otras se seguirán explorando. La primera “pista” que tienen el director y los actores al realizar un montaje es el texto. Esta primera pista, abre una puerta por la cual empezar el proceso creativo, y también genera preguntas sobre lo que quiso decir el dramaturgo, más todavía si pertenece a una época distinta a la nuestra. Estos cuestionamientos van desde “¿cómo ve el dramaturgo a cada personaje y qué es este personaje a nivel de concepto?” hasta “¿cómo montar cada una de las escenas para lograr un todo poético?”. Respecto a este punto, se debe tomar en cuenta que cuando el dramaturgo escribe la obra, tiene en mente acciones, imágenes e, incluso, el espacio escénico donde se podría realizar la acción dramática que él propone. En cuanto al director y los actores, al momento de leer la obra que representarán, también irán concibiendo ideas sobre cómo montar el texto. Todo el grupo de trabajo va creando códigos para expresarse. Durante la puesta en escena, el director recoge las imágenes que van apareciendo para 9 ponerlas en la obra. Los actores, siempre a través de sus acciones y su desenvolvimiento escénico, pueden proponerlas y también ser creadores de códigos. Y, aunque el dramaturgo se desenvuelve en el texto, que será el lenguaje verbal de la obra, a veces hace propuestas dentro de otros lenguajes. Estas propuestas deben ser tomadas en cuenta porque el dramaturgo sabe que el teatro toma forma haciendo uso de varios lenguajes, y a veces se filtra en el lenguaje visual. Poco a poco, estos procesos creativos se van compactando en un todo y así la obra va tomando forma. El teatro conjuga la labor de varias personas con criterios, sentimientos y experiencias particulares. Por tanto, el autor, el director y los actores tienen sus discursos propios que desean expresar a su manera, con sus recursos propios, y por medio del lenguaje que manejan. El director y los actores proponen sus visiones, mientras el dramaturgo debe ser estudiado según su contexto. Así, durante el proceso de montaje de la puesta en escena, los actores y el director van analizando y viviendo la obra en varios niveles. El resultado final dependerá de ese análisis y de las propuestas de cada parte. Ahora, desde el punto de vista del público, la obra teatral es recibida a nivel visual y auditivo, ya que el teatro es una serie de imágenes que cambian rápidamente, a veces acompañadas de un texto. Así, el público toma la labor de los actores en ese momento y disfruta de la interacción de los personajes entre sí y con el resto de elementos escénicos. Pero, la serie de códigos visuales y auditivos, crean un lenguaje que pretende llegar a decir un mensaje específico y el espectador lo descifra consciente o inconscientemente. Al hablar del lenguaje visual, dentro del teatro o cualquiera de las artes, se sabe que tiene variables específicas, siendo la imagen su unidad -como para el texto la palabra-. Una escena, con un personaje recostado a la izquierda del proscenio, no dirá lo mismo que una en la que el mismo personaje esté en la esquina derecha de atrás, elevado a tres metros del suelo. Como vemos, el escenario se lee igual que un cuadro o un libro: de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. A parte de eso, en nuestro imaginario ya están impresas ciertas formas culturales de recibir las imágenes, y de definir las características y conceptos de las mismas de manera inconsciente. Quien tenga a cargo el montaje puede reforzar estas formas culturales o puede ir en contra de ellas para dar a luz a un nuevo concepto propio. Sobre el montaje de imágenes, Didi-Huberman (2008) dice: “Como la poesía -o como poesía-, el montaje nos muestra que “las cosas quizás no sean [y] que depende de nosotros verlas de otra manera” según la nueva disposición que nos habrá propuesto la imagen crítica obtenida en ese montaje.”(p:87). Entonces, el montaje, aunque es un producto creativo, es también una herramienta de expresión. Las imágenes, que contienen todo un peso histórico sostenido en paradigmas arraigados en nosotros desde la infancia, no son ingenuas aunque parezca lo contrario. “Solemos tener un concepto idealizado de las imágenes, las entendemos como superficies inocentes, como sistemas 10 neutros que nos gustan o no, único juicio que elaboramos a la hora de consumirlas.”(Acaso, 2008, p:20) Pero la imagen, puede ser valorada no solo por el gusto personal de la misma, sino que puede ser estudiada de distintas formas estéticas, filosóficas, semiológicas o políticas. Además, puede ser o no poética. El lenguaje visual es un código por medio del cual se llega a una comunicación estructurada y universal, al hacer uso de la imagen, misma que representa algo que puede ser ajeno o no a sí misma. Para hablar del lenguaje visual, nos acercaremos un poco a lo que Barthes denomina “Retórica de la imagen”. Sobre esto, Acaso (2008) afirma: La retórica visual es la herramienta de organización que se utiliza para interconectar los distintos significados de los componentes del producto visual. Puede decirse que este tipo de retórica es la sintaxis del discurso connotativo pero, para entender bien lo que acabamos de proponer veamos lo que entendemos hoy por retórica visual. La retórica es un sistema que se aplica principalmente en el lenguaje oral (…); en el lenguaje escrito, dentro del campo de la literatura, y en su acepción más utilizada, se puede definir como el sistema que se emplea para transmitir un sentido distinto del que propiamente le corresponde a un concepto, existiendo entre el sentido distinto y el propio alguna conexión, correspondencia o semejanza. (p:92) La imagen poética consta de dos partes. La primera se refiere a la imagen como tal con todas sus complejidades y posibles enfoques de estudio. La segunda parte hace referencia a la ruptura del lenguaje que es capaz de transmitir emociones y evocar sensaciones. Por ello, se pueden usar las figuras de la retórica como base más concreta para entender de mejor manera el lenguaje poético de las imágenes dentro de una obra de teatro. Acaso (2008) dice: “…la comunicación visual difiere de la comunicación verbal pero funciona igual que la comunicación escrita, aunque lo que verdaderamente las diferencia es que el código que transmite la información es distinto: el lenguaje visual”. Si, como afirma la autora, la diferencia está en el código, es posible estudiar el lenguaje de las imágenes que hay dentro de la obra Así que pasen cinco años con este conocimiento referente al lenguaje escrito, siempre y cuando se tenga en cuenta la diferencia entre la palabra y la imagen. Toda obra de teatro maneja también un lenguaje visual y las obras de Lorca son un claro ejemplo de ello. Además, su vida y contexto histórico, social y político están impresos en su creación. Antes de la poesía o de cualquier estudio, no se debe olvidar que la principal fuente de creación para un artista es la imaginación. Por eso, se puede decir que las obras siempre muestran parte del mundo imaginario de quien las creó y que revelan en parte la vida y el ser de su autor. Federico García Lorca no es la excepción. De manera que, antes de hablar de las imágenes del montaje 11 propuestas por él en Así que pasen cinco años, es prudente conocer al poeta y profundizar un poco en su obra para entender ciertos temas a tener en cuenta a la hora de montarlo. 2.1. Federico García Lorca y su tiempo: Cabe aclarar que la información que corresponde a este subcapítulo es una síntesis de los datos encontrados en La enciclopedia del Estudiante, La enciclopedia Planeta, los trabajos: de Valverde (1981) Ianni y Ravassi (2007) La guerra civil española para principiantes, Cancel y Martínez Cutiño (2004) García Lorca para principiantes, Gibson (2009) Lorca y el mundo gay, Además de los Manifiestos de las distintas vanguardias, del grupo teatral “la Barraca”, los audiovisuales mencionados en las referencias y las distintas ediciones de varias obras de Federico García Lorca. 2.1.1.Contexto de España en la época de Lorca: 2.1.1.1Antecedentes: En 1898, precisamente el año de nacimiento de Lorca, España pierde las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Cabe recordar que años antes, en 1879, se dieron manifestaciones de obreros y se fundó el Partido Comunista Obrero Español. Es claro que España atraviesa una crisis terrible. La Revolución Industrial en este país no va a la par con el resto de Europa. España es en su mayoría agrícola y en cierto modo su economía depende de otros países. La inestabilidad económica en este país hace que pase por manos de varios gobiernos en poco tiempo y, además, en las primeras décadas del siglo hay una alta tasa de migrantes a América. En 1909 los obreros se oponen al reclutamiento de tropas para la guerra en Marruecos, pero el enfrentamiento termina en la “Semana Trágica”. Cinco años después, el mundo entra en un grave conflicto bélico pues se desata la Primera Guerra Mundial. España permanece neutral, pero durante la posguerra la crisis se hace más fuerte. En 1917 se da una huelga de trabajadores que, desde 1910, contaban con la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). Los diversos problemas que atraviesa España, incluyendo la guerra en Marruecos, desembocan en el golpe de estado encabezado por Primo Rivera, quien después de ello se convierte en dictador en 1923. Ante la crisis, nuevas tendencias políticas, como el anarquismo, el socialismo y el comunismo se empiezan a fortalecer. En 1931, la izquierda gana las elecciones, instaurándose la Segunda República bajo el poder de Azaña. Sin embargo, la derecha no está de acuerdo con las reformas del régimen y en 1932 se intenta un golpe de estado. Al año siguiente en Alemania, Hitler toma el poder. El fascismo crece 12 en toda Europa y en España la derecha triunfa, se funda la Falange y durante 1934 ciertos procedimientos del gobierno hacen que revolucionarios y mineros se pronuncien en su contra, pero son fuertemente reprimidos. La izquierda triunfa nuevamente en 1936 y se une al Frente Popular, pero varios generales conservadores no están de acuerdo con el criterio del Gobierno. Se respira un aire de conflicto. 2.1.1.2. Guerra Civil El general Francisco Franco está a la cabeza de quienes no comparten las ideas laicas y de tendencia izquierdista de la Segunda República española. El 17 de julio de 1936, en Melilla, empieza la rebelión militar que da origen al conflicto bélico. El 18 de julio en la radio se escucha la siguiente frase: “En toda España el cielo está despejado”. Estas palabras son la señal para empezar el levantamiento contra el gobierno. Al principio, el alzamiento parece un intento de golpe de estado como tantos otros que se intentaron en España durante esos años, pero los generales rebeldes tienen a mano las tropas marroquíes, el tercio y la legión extranjera de España. La violencia se empieza a extender desde el sur. Así, durante los próximos dos días se toman Sevilla, Córdova, Granada, Valladolid, Burgos y Zaragoza. En pocos días, los generales derechistas tienen varias capitales de provincia. Los republicanos cuentan con la marina y parte del ejército. Los franquistas, por su parte, piden apoyo a Italia y Alemania porque los navíos republicanos bloquean el paso de cuarenta y cinco mil de sus hombres que permanecían en Marruecos. Mussolini y Hitler apoyan a Franco. La República también pide ayuda internacional a Francia y la Unión Soviética. En otoño, el gobierno se marcha a Valencia por el bloqueo en Madrid. A finales de diciembre, los franquistas fallan en la toma de Madrid y la ciudad sufre bombardeos. En septiembre, los Nacionales ocupan Talavera y Toledo. Mientras tanto, una República debilitada, bajo el mando de Largo Caballero, busca la ayuda de Francia y la Unión Soviética. Francia se mantiene al margen. El año es 1937. Los Nacionales siguen avanzando. En abril, se da la masacre en Guernica, cuya evidente violencia se revela en el cuadro de Picasso, el cuál fue oculto en Nueva York, y volvió a España en 1981 por el peligro que corría durante la dictadura. En junio, cae Bilbao. Los republicanos cuentan únicamente con Valencia, Cataluña y Madrid. Al salir Caballero del poder, Juan Negrim se pone al mando. Hay un intento ofensivo por parte de los republicanos, pero fracasa. Franco se vuelve más fuerte pues ha ido tomando las costas. A finales de 1938 Franco se dirige a Cataluña. Los republicanos resisten pocos meses y se marchan en enero. En marzo, Franco regresa a Madrid con la victoria en sus manos. 13 El 1 de abril se anuncia el fin de una guerra que dejó enormes pérdidas humanas en España. En toda Europa se viven los años previos a la Segunda Guerra Mundial y en España empieza una larga dictadura conservadora y de extrema derecha que culminará el 20 de noviembre de 1975 con la muerte de Francisco Franco. 2.1.2. Reseña biográfica: El poeta granadino fue testigo de diversas experiencias a nivel personal, artístico, social y político. Federico García Lorca fue un hombre muy especial. Dotado de un genio artístico que no solo expresaba en la literatura, sino también en la música y en el dibujo. Era también un ser atormentado por una sociedad cerrada debido a su condición de homosexual. Lorca, según cuentan sus conocidos más cercanos, tenía una alta sensibilidad y un carisma que hacía que quienes lo conocieran, quedasen encantados con él. Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros donde vivió hasta 1909, año en que va a Granada con su familia. Para Lorca su lugar natal siempre sería entrañable. Dentro de su obra se siente el ambiente rural y fuertemente cercano a la gente. Lorca fue un niño a quienes sus compañeros solían maltratar debido a su procedencia y su forma de expresarse tan femenina. Desde muy joven, mostró una gran capacidad para las artes aprendiendo a tocar el piano. En 1914, se vio frustrada su carrera como músico y empezó sus estudios universitarios. Entonces, en 1916, comenzó a escribir sus primeras poesías. En 1919, Lorca llegó a Madrid y se alojó en la residencia de estudiantes, donde conoció a otros artistas importantes como Salvador Dalí, con quién se presume que tuvo relaciones amorosas, Buñuel y Emilio Prados. Además, en el Café del Prado, entabló amistad con Guillermo de Torre y conoció a Unamuno y a Azorín. Hizo contacto con el Ultraísmo, y en 1920 se estrenó El Maleficio de la Mariposa. La obra resultó ser un fracaso. Años más tarde, él y varios amigos escritores hicieron un homenaje a Góngora y nace la llamada Generación del 27. En 1929 viajó a Nueva York para dar conferencias y fue testigo de la caída de la bolsa y de la crisis económica consecuente que devastó a muchos. Aunque a su llegada a Estados Unidos su ánimo estaba afectado por sus fallidas relaciones personales, la experiencia en Nueva York le fue productiva. En 1930, el poeta viajó a Cuba. Durante su permanencia en la isla, conoció expresiones propias de su cultura, cosa que le fue de mucha ayuda. De este viaje, volvió con obras importantes como: El público, Poeta en Nueva York y Así que pasen cinco años. Los viajes fueron útiles para Lorca también a nivel personal. 14 Lorca volvió a España. En 1931, creó y empezó a dirigir “La Barraca”, un grupo de teatro itinerante, comprendido por universitarios, que representó las obras del Siglo de Oro Español en varias ocasiones. Luego, este grupo fue deshonrado por la prensa derechista de la época. En 1933 viajó a Argentina porque, después de haber visto el trabajo de La Barraca, lo invitaron para dirigir una producción y dar algunas conferencias. Volvió a España a principios de 1934 para continuar con sus proyectos. Entonces, en España la derecha estaba al mando y la Falange se fortalecía. En 1936, España atravesaba una situación política compleja. La izquierda triunfó uniéndose al Frente Popular, pero la violencia impulsada por la Falange nacionalsindicalista, fundada en 1933, estaba vigente. El 16 de julio de 1936, Federico García Lorca decidió ir a Granada a pesar del peligro que corría por sus ideas de izquierda. Antes de marcharse le deja a su amigo Nadal un paquete de papeles con la siguiente instrucción: “Destrúyelos si me llega a pasar algo”. La fecha exacta de su muerte se desconoce, pero según Ian Gibson, el 18 de agosto de 1936, Lorca fue fusilado por la milicia falangista muy cerca de Fuente Grande en Ainamadar. Parte de la obra del poeta se pudo conocer solo después de la muerte de Francisco Franco. 2.1.3Actividad teatral: 2.1.3.1.La Barraca Al volver de su viaje a Nueva York, Lorca tenía en mente el proyecto de hacer un aporte cultural en los pueblos de España. Éste consistía en crear una barraca para un público de 400 personas que lleve el teatro a sus amados campesinos y llegue a la gente aún cuando no sepa leer ni escribir. El poeta compartió su idea con sus amigos durante una tertulia. Entonces, junto con Arturo Ruiz Castillo, funda El Teatro Universitario la Barraca en 1931 y recibe el apoyo del gobierno de turno que era afín a las visiones políticas de Lorca. El mismo Federico dirige el grupo en compañía de Eduardo Ugarte. Además cuenta con la asesoría de Pedro Salinas y Américo Castro. Con muchísimo entusiasmo, en 1932, la compañía empieza su trabajo. La Barraca, conformada por estudiantes universitarios de distintas disciplinas, viaja primero a Soria, y luego a aproximadamente cincuenta lugares. La compañía, que hacía misiones pedagógicas, constaba de actores, encargados del decorado, conductores y otros amantes del teatro. En total sumaban casi veinte personas. Durante el tiempo en el que este grupo estuvo en vigencia, llevó a los pueblos obras del Siglo de Oro Español. Se sabe que a Soria llevaron dos programas. El 15 primero estaba conformado por obras cervantinas, mientras que el segundo era el auto-sacramental La Vida es Sueño de Pedro Calderón de la Barca. Pero la derecha no estaba a gusto con algunos montajes de La Barraca porque los consideraba demasiado liberales. La prensa de esta línea ideológica hacía varios comentarios degradando al grupo y a Lorca. Se decía que el poeta sostenía relaciones homosexuales con los actores y se acusó al grupo de llevar una vida inmoral, corromper a los campesinos y malgastar el presupuesto de las misiones pedagógicas. Estos vituperios, iniciados en 1933, se hicieron más fuertes durante los próximos tres años. Lorca trató de mantenerse al margen de la crítica. Tras la muerte del poeta, la Barraca se empezó a dispersar. Durante el año siguiente, hubo intentos de recuperar la actividad del teatro itinerante pero, dado el caos en que España estaba envuelta, fue imposible lograrlo: la Barraca se desintegró. 2.1.3.2. Obras Teatrales La obra de Lorca es diversa. Su teatro se enfoca en temas universales como el amor, la muerte y el destino. Él fue un dramaturgo que propuso rupturas de diversa índole. Si bien algunas de sus piezas tienen un fondo tradicional, otras se pueden identificar con elementos de las vanguardias del siglo XX. Se dice que la primera obra de Lorca es El Maleficio de la Mariposa, sin embargo su actividad teatral empieza con pequeñas farsas y con su teatro de muñecos. Incluso, podemos decir que la actividad teatral de Lorca empieza en su infancia con un juguete que su hermano Francisco recordaría siempre y al que Federico le daría vida: un teatrito. En 1918 Lorca publica su obra literaria Impresiones y paisajes y por ella le piden escribir una obra teatral. Así nace El Maleficio de la Mariposa y se estrena en 1920. En la obra se puede notar que Lorca rompe ciertas estructuras del teatro del momento. El autor nos hace ver insectos en escena, y no insectos cualquiera, sino insectos poéticos. La obra está escrita en verso y se trata del amor no correspondido de una cucaracha por una mariposa con un ala rota que desconoce el amor. Varios son los pequeños corazones rotos de las criaturas que habitan en el pasto, porque a “Curianito", el pequeño enamorado de la mariposa, lo ama una dulce criatura de su especie llamada “Silvia”. La obra termina con la muerte de “Curianito" por amor. El lenguaje poético es sensible y ya evidencia las facultades de Lorca en el teatro. Sin embargo, el hecho de ver a estos seres en escena hizo que la obra fuera un fracaso en su época. En obras posteriores, el poeta muestra mayor destreza a nivel de lenguaje escrito y visual. Tras la publicación de la Oda a Salvador Dalí, en 1927 se estrena Mariana Pineda, misma que fue escrita en 1924. En esta, como en varias obras de Lorca, el personaje femenino es quien tiene el 16 peso del drama. De nuevo plantea el tema del amor doloroso. Aquí esboza también un criterio revolucionario. “Mariana” es la mujer que borda la bandera de la revolución. Es una viuda joven con varios pretendientes, pero “Fernando”, el único al que ella ama, escapa aún cuando a ella le han dado la pena de muerte. Al ser descubierta como ayudante de los revolucionarios, rechaza el amor del alcalde, otro de sus pretendientes que pudo salvarla. “Mariana” se mantiene en su ideal de libertad y no da el nombre de los revolucionarios a quienes ayuda aunque le cuesta la vida. Este es de los personajes más dignos de Lorca. Por 1929, Lorca estaba sumamente deprimido por sus conflictos amorosos, cosa que, como menciona Gibson, se sabría después por cartas y testimonios de sus amigos. Sin embargo, los viajes a Cuba y Nueva York le hicieron ver otra óptica sobre el arte. De regreso, Lorca tiene los borradores de las obras de teatro El público, El sueño de vida y Así que pasen cinco años, un guión de cine llamado el Viaje a la Luna y el poemario Poeta en Nueva York. El público, según dijo el mismo Lorca, es una obra irrepresentable ya que los personajes principales son caballos. Sin embargo, hay otra cosa en esta obra que la hacía irrepresentable para la época y es que es abiertamente homosexual. Atravesada por la muerte y el amor, temas favoritos de Lorca, la obra retrata al público y su mente cerrada. En cuanto a El Sueño de Vida, podemos decir que presenta cuestionamientos a nivel teatral. En esta obra se pone el ojo en el papel del público dentro del teatro. En ella, algunos espectadores son personajes y al final hay un bombardeo cerca del teatro. Así que pasen cinco años es una obra sobre la espera del amor. Quizá el poeta se identificó con el “Joven”, debido a sus pasados conflictos. Esta obra tiene formas subconscientes con elementos surrealistas y es una muestra de teatro dentro del teatro. Estas obras tienen un alto contenido y lenguaje poético. El guión de cine llamado Viaje a la Luna nunca se rodó y por ello no forma parte de la historia del cine. Su guión consta de una serie de imágenes que transcurren una tras otra y que parecen no tener un sentido lógico, pero que evocan otro tipo de sensaciones. El lenguaje cinematográfico que Lorca maneja en sus obras, tiene que ver con las imágenes de sus dibujos, de hecho, recuerda mucho a los dibujos que solían hacer con Dalí y Buñuel. Sus obras: Bodas de sangre, Yerma y La zapatera prodigiosa, estrenadas en 1933,1934 y 1935, respectivamente, tienen un matiz más tradicional, muy cercano a la cultura española. Nuevamente Lorca usa personajes femeninos. Bodas de Sangre es una obra rica en símbolos con significaciones propias de él, como el agua, la luna, el caballo, el cuchillo y el color azul. Nuevamente, Lorca trata el tema del amor trágico. El “Novio” siente un amor no correspondido por la “Novia”, quien a su vez, ama a “Leonardo”. Ambos amantes escapan. “Leonardo” y “El Novio” pierden la vida en un enfrentamiento entre sí. La obra estrenada en 1934, Yerma, también es un drama rural. La mujer que protagoniza la obra quiere tener un hijo con todas sus fuerzas y se detesta a sí misma por su infertilidad. Al final de la obra, se descubre que su marido es estéril y “Yerma” lo estrangula. 17 Algo que merece la pena ser tomado en cuenta en las obras de Lorca es el carácter fuerte de las mujeres, y la Zapatera Prodigiosa es quizá el personaje más díscolo de ellas. Esta farsa narra el extraño amor de una muchacha de dieciocho años y un hombre de cincuenta y tantos. Aunque ambos personajes se aman a pesar de su edad, los vecinos siempre murmuran negativamente y dejan en entre dicho la reputación de la guapa zapatera. Eso trae problemas al matrimonio, pero, finalmente, supera las habladurías. En 1935, se estrenan dos obras: Doña Rosita la soltera y el Amor de don Perliplín con Belisa en el jardín. La primera se trata de una mujer que envejece mientras espera a un amor que sabe que no volverá. La segunda, de nuevo habla de un amor con diferencias de edad, pero esta vez, la joven se enamora de un adolescente y el anciano enamorado se suicida. En La casa de Bernarda Alba, terminada en 1936, la imposición de esta sobre sus cinco hijas es irrompible. La primera de las hijas de “Bernarda” se va a casar con “Pepe el Romano”, pero sus hijas de menor edad, “Martirio” y “Adela”, aman a ese hombre. “Martirio” se conforma con guardar rencor, pero “Adela” cumple su romance. Al final de la obra, “Adela” se rebela. Es amante y en parte revolucionaria. Es la voz de una mujer que busca su libertad y desea hacer con su cuerpo lo que le plazca. La muchacha se suicida al pensar que su novio ha muerto. Mientras “Adela” busca romper esquemas, el personaje de “Bernarda Alba” encarna lo establecido, lo que se debe hacer y el status quo que nunca debe romperse. Cuando su hija “Adela” se suicida, “Bernarda” dice que su hija ha muerto virgen, tratando de salvaguardar las apariencias. “Bernarda” es la muestra de una sociedad hipócrita que vela por un orden absurdo. Esta fue la última obra de teatro que escribió Lorca. Si se leen las obras de Lorca de manera superficial, es posible creer que el amor es el único tema alrededor del que marcha su creación. Sin embargo, si se miran estas obras con mayor profundidad, se puede ver que las obras de Lorca también tratan sobre temas más políticos. El poeta siempre creyó en la importancia de la gente y por eso tuvo un criterio social definido. Eso no es ajeno a su obra. Sus personajes tienen un espíritu revolucionario y luchador que el mismo Lorca tuvo. De hecho, la idea de la Barraca es un hecho político: es para la comunidad y funciona en conjunto. Esto se imprime en los personajes de Lorca. “Rosita” está solterona, pero decide no ceder ante la amargura, “Mariana” muere por su ideal, la “Zapatera” trabaja y subsiste cuando su marido se va y se niega a dar oídos a la gente, “Adela” se muestra dueña de su cuerpo, y muchos de sus personajes tienen ese brío. En la obra de Lorca aparecen seres que están cómodos en el status quo e incluso lo defienden. Algunos personajes son víctimas de ese sistema con el que no están de acuerdo, como el mismo Lorca fusilado por la derecha. 2.2. Lorca y el arte de su tiempo. 18 2.2.1. Las vanguardias. En el mundo inestable de principios de siglo XX, las artes se desenvolvían en un medio caótico. La Revolución Industrial y el aparecimiento de la cámara fotográfica pusieron al arte en la situación de cuestionarse a sí mismo. De esta manera, la aparición de nuevas propuestas, tanto en el fondo como en la forma durante este período, era predecible. Así, las vanguardias aparecieron y se empleó este término militar por la naturaleza innovadora y contestataria de estos movimientos. El aparecimiento de las vanguardias transformó el arte. Desde entonces, el discurso de la obra cobró mayor importancia y durante las vanguardias los artistas no solo crearon con un propósito estético, sino político. Allan Badiou (2005) dice al respecto: Lo que se llaman las vanguardias han sido uno de los fenómenos más importantes de este siglo. Siempre propusieron una suerte de fusión entre arte y política. Es una de sus características más notables, ya se tome a los surrealistas en los años veinte o treinta, o a los situacionistas en los años cincuenta y sesenta, se ve que está el proyecto de hacer con el arte mismo una suerte de proclamación del cambio de la existencia, y, por lo tanto, una política en el sentido más radical del término. (p: 133-134) De este modo, los artistas de este siglo muestran sus simpatías en este ámbito y los distintos movimientos se vinculan con ciertos partidos. Lo que muestra claramente que los artistas no podían mantenerse al margen del intrincado contexto que atravesaba esa época y que sus ideales marcaron ciertas características de los movimientos a los que pertenecían. Desde entonces, quedó manifestado que el artista es un buscador con una visión propia del mundo, un ser capaz de alimentarse de cada cosa que lo rodea y de experimentar con su obra y, por qué no, con su propia esencia. Entre los movimientos de vanguardia que existieron en el tiempo de Lorca están los siguientes: 2.2.1.1. Cubismo Pablo Picasso, quien probó el post-impresionismo y estimó la obra de Cézanne, asistió a la exposición de los relieves de Osuna y tuvo la oportunidad de ver máscaras africanas en otro momento. Ambos hechos le permitieron valorar otro tipo de expresión y tomar en cuenta las formas angulosas. Producto de estas experiencias nació la obra Las señoritas de Aviñón que muestra a un grupo de prostitutas pintadas de una manera poco convencional. Entonces, Picasso y George Braque se dedicaron a pintar la naturaleza con base en el uso de formas geométricas, juegos con los planos y cromáticas escasas. Así, se convirtieron en los pioneros del cubismo. Nombre que les fue otorgado más tarde para identificar su manera de pintar. 19 Con el paso del tiempo, esta visión que tomó a la llama como símbolo de la pintura abrió la mente a otras posibilidades. El cubismo se desprendió de la imitación de la naturaleza e hizo saber que había distintos puntos de vista y, por lo tanto, distintos tipos de representación. Más tarde, la literatura también se vio afectada por este enfoque innovador. Apollinere, por ejemplo, realiza poemas denominados Caligramas cuyas palabras van dibujando un objeto que tiene que ver con el tema al que se refieren los textos. 2.2.1.2. Futurismo El movimiento futurista despreció al romanticismo y tuvo como valor la velocidad. Los futuristas concibieron una belleza agresiva que no existe sin lucha. No es raro que la apreciación por la máquina en este movimiento haya sido especial. El futurismo fue una vanguardia por demás provocadora y rebelde. Tuvo la idea de anular el pasado. Razón por la cual se ignoraba lo tradicional. En cuanto a literatura se obviaba la puntuación y la sintaxis. Los futuristas vieron los conflictos bélicos de una manera positiva, como una suerte de limpieza del mundo. 2.2.1.3. Expresionismo El Grito de Munch es una obra representativa de esta tendencia que exteriorizó la visión de las percepciones de la realidad y las experiencias internas. En el expresionismo se hizo evidente el interior del ser humano y su nombre viene de la palabra Ausdruck que significa expresar, exprimir o retorcer. Por este motivo, los artistas de este movimiento se inclinaron hacia lo turbador, lo grotesco y, en algunos casos, a su experiencia de vida. Los pintores le dieron un valor espiritual y exacerbado a colores agresivos que exaltan emociones crudas. Aunque el movimiento creativo en el expresionismo se centró en lo que siente el individuo en el interior, después de que estalló la Primera Guerra Mundial los artistas se interesaron por temas sociales relacionados con el conflicto bélico. La literatura expresionista, sobre todo manifestada en la poesía, era irracional y potenciaba el yo casi hasta rayar en lo morboso. Muchas veces tenía como motivaciones la muerte y la destrucción. Respecto al teatro, la alta necesidad de expresión también se manifestó. La iluminación apoyaba la acción, mientras el maquillaje teatral era exagerado o se usaban máscaras para exaltar a los personajes, mismos que carecían de personalidad desarrollada. El expresionismo rechazó los valores de ejecución del realismo. 2.2.1.4. Dadaísmo El Dadaísmo nació como una negación del arte. El movimiento fue bautizado con el término Dada, una palabra carente de significación que solo encarnaba la actitud subversiva de sus 20 miembros que querían crear un orden nuevo. La ideología de los dadaístas iba en contra de la filosofía positivista y no les agradaban las ideas bélicas. Esta vanguardia repercutió en la pintura, la escultura, la literatura y la música. En ella aparecieron formas muy especiales de expresión. El fotomontaje y el collage se utilizaron mucho, al igual que el ensamblaje y las máquinas que no sirven. Una obra que marca esta tendencia es Fuente de Marcel Duchamp, quien con sus readymade sostenía que el arte estaba muerto. De una tendencia que creía que el arte está muerto o al menos agonizando, era de esperarse que la literatura renunciara al significado de las palabras y se incline por lo abstracto y lo fonético. Un poema dadaísta podía ser un conjunto de palabras recortadas de un diario pegadas en desorden o un grupo de sílabas con sonidos similares sin ningún sentido semántico. 2.2.1.5. Surrealismo El término surrealismo quiere decir sobre la realidad, que Valverde (1981) menciona como“algo por encima de la realidad inmediata” (p:56) y fue tomado por los miembros de la rama dadaísta francesa con André Breton, admirador del trabajo de Freud sobre el inconsciente, a la cabeza. Así, esta rama se separó del Dadaísmo y dio a luz al nuevo movimiento en 1922. Para los surrealistas, la imagen, el símbolo, el sueño y todo lo que tiene que ver con el inconsciente era valorado y en 1924 apareció el primer manifiesto surrealista. Esta vanguardia tiene consecuencias sobre todo en la plástica y la literatura. A los miembros de este movimiento les interesaba todo lo que iba más allá de lo mental, buscaban tener una actitud mental abierta e indagar en imágenes especiales. Por eso la materialización del sueño era importante para ellos y eso se ve en sus obras aunque pertenezcan a distintas ramas del arte. Los poetas surrealistas hacían sus creaciones con la intención que las palabras fluyeran casi automáticamente. Así se producían imágenes inesperadas que, envueltas en el azar, iban más allá de la razón. Un ejemplo de ello es el poema La Unión Libre de André Breton. 2.2.1.6. Ultraísmo y Creacionismo en España 2.2.1.6.1. Ultraísmo Fue un movimiento exclusivamente literario y en mayor medida poético que nació en España en 1918. Tuvo cierta influencia del futurismo, pero también tomó cosas del cubismo de Apollinaire y se enfrentó al Modernismo. Sus obras se caracterizaron por la limpieza, el uso de la metáfora como figura básica y la reducción de ornamentos y adjetivos. El Ultraísmo fue tan económico y sintético a nivel de expresión que incluso eliminó la rima. Borges, Eduardo González Lanuza y Guillermo 21 Juan formaron parte de este grupo en Latinoamérica, mientras que en España, el personaje más importante fue Guillermo de la Torre. A nivel político, la mayoría de sus miembros fueron atraídos por la izquierda. 2.2.1.6.2. Creacionismo En el Creacionismo, el poeta es un pequeño Dios, un creador que da vida a realidades propias y no necesita nada de la naturaleza. El poema, para los creacionistas, era el resultado de una creación pura y natural proveniente de la realidad nacida de la imaginación del poeta. Este movimiento nació en Latinoamérica y España lo conoció gracias a la llegada de Vicente Huidobro, el principal representante del mismo. Huidobro fue influenciado por simbolistas europeos, Bécquer y poetas modernistas. Vicente Huidobro dice que el adjetivo cuando no da vida, mata. Sostiene que el poema debe ser creado como la naturaleza crea a un árbol y también rechaza la mímesis. Afines con las ideas del chileno, los principales escritores creacionistas españoles fueron Juan Larrea y Gerardo Diego 2.2.2. La literatura en la España de Lorca Precisamente durante la vida de Lorca, periodo comprendido entre 1898 y 1936, en España surgen tres generaciones de escritores con criterios diversos: 2.2.2.1. Modernismo y la Generación del 98 Durante el llamado “Desastre del 98”, el cual se refiere a la pérdida de las colonias de Ultramar, aparecieron dos corrientes estéticas en España: El Modernismo y la denominada Generación del 98. El Modernismo llegó desde Hispanoamérica. José Martí, quien dedicó su obra a la Revolución Cubana, y Rubén Darío son figuras de suma importancia dentro de la corriente modernista. La cual, influenciada por el simbolismo, se caracterizó por tener obras elaboradas con mucha decoración exótica, expresiones sensoriales y un alto cuidado en el ritmo. Así, se puede decir que los modernistas buscaban la belleza. Mientras algunos escritores siguieron de lleno esta línea, otros se inclinaron también por la línea de la Generación del 98. Tal es el caso de Antonio Machado. Contrariamente al modernismo español, que estuvo marcado por la evasión de la realidad. Los textos de la Generación del 98 tienen una actitud de protesta y se les da este nombre por el desastre de España mencionado anteriormente. Los escritores de esta corriente pensaron en lo estético, pero también en lo social y en lo moral. Entre ellos se puede mencionar a Unamuno, Pío Borja, Ramiro Maetztu y Azorín, aunque casi todos tienen características modernistas en mayor o menor medida. 22 Los miembros de la Generación del 98 mostraron una actitud reflexiva expresada en un lenguaje claro y sencillo pero sin descuidar la forma. Además, los miembros de esta generación no solo se enfocaban en la realidad social y política de la época, también mostraban inquietudes existenciales. Este sentimiento fue más allá de la percepción individual y llegó a desembocar en un interés por la historia de España, lo cual hizo que se imprima en sus obras una visión subjetiva del entorno en que vivían. Dadas las características de su literatura, los prosistas de esta generación desarrollaron el género del ensayo, ya que les permitía exponer su criterio y tratar temas diversos. 2.2.2.2. La Generación del 14 Como esta generación surge en otro siglo y, más aún, en un momento en el que empezaron a emerger las vanguardias, sus escritores rechazaron las corrientes estéticas de los ochentistas, es decir, los literatos anteriores a ellos. En la Generación del 14 se trató de escribir para minorías escogidas que disfruten las obras intelectual y estéticamente. Así también, los miembros de la Generación del 14 rechazaban el sentimentalismo y la exaltación de la persona, lo cual los llevó a valorar el intelecto y a creer en un arte puro con la preocupación manifiesta de alcanzar un lenguaje propio. Estos escritores usaron una expresión muy depurada y trataron de encontrar la palabra exacta con el fin de transmitir lo más profundo del alma. Uno de los escritores más destacados de esta generación fue Juan Ramón Jiménez, el mismo que fue admirado por los miembros de la siguiente generación. Este poeta identificó tres etapas en su literatura: la sensitiva, la intelectual y la verdadera, en la que encontró su plenitud estética. Cabe recordar que, aunque la obra poética y la novela se desarrollaron de una manera específica, el ensayo fue un género característico en esta época. Ortega y Gasset fue el principal autor de este género que corresponde a la Generación del 14. 2.2.2.3. Generación del 27 En homenaje al tercer centenario de la muerte de Góngora, un grupo de amigos con afinidades en el ámbito personal y también en el de las letras se reunió para dedicarle al poeta barroco algunas de sus creaciones. Todos estos poetas poseían estilos individuales, pero tenían el interés común de vincular la vanguardia y la tradición. De manera que, no solo respetaron las influencias extranjeras y españolas, sino que se interesaron por los Romanceros y Cancioneros populares de España. Federico García Lorca pertenece a esta generación, y en su obra se ve claramente la necesidad de explorar la vanguardia y rescatar la tradición. Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Alexandre, Dámaso Alonso, Emilio Prados y Manuel Altoaguirre 23 fueron otros miembros de este grupo. Entre sus allegados hispanoamericanos estaban Pablo Neruda y César Vallejo. Este grupo se alimentó de diversas corrientes y manifestaciones artísticas. Admiraban a Juan Ramón Jiménez, Garcilaso de la Vega, Gómez de la Serna y otros grandes creadores españoles. Además, se nutrieron del Ultraísmo, el Creacionismo y recibieron una fuerte influencia del Surrealismo Francés. De la misma manera, cada uno de sus poetas tuvo intereses diversos e influencias personales, pero algunos comparten una trayectoria similar, en la que se pueden mencionar tres momentos. En el primero de ellos, los poetas se interesaron por Góngora, Gómez de la Serna y por la limpísima poesía de Juan Ramón Jiménez. En este punto, asumieron cosas de la generación anterior, pero creyeron en una poesía pura que además manifieste humanidad y se preocupe un poco más por inquietudes del hombre. Hay gusto por la metáfora y se rescata lo popular. En el segundo momento la admiración por Góngora decayó un poco y la poesía reflejó sentimientos personales y conflictos de la época. También caló la influencia del surrealismo. En el último momento, paralelo a la guerra civil, las circunstancias de España obligaron al grupo a dispersarse. Algunos poetas se exiliaron, otros se quedaron en su país y Federico García Lorca fue asesinado en 1936. 2.2.3. La obra de Lorca: el resultado poético del contexto: Lorca fue testigo de los movimientos vanguardistas y fue miembro de la Generación del 27. Además, practicó distintas disciplinas en lo que al arte respecta y, por ese motivo, su literatura se nutrió de los conocimientos en otras áreas. Por ello, sus juegos de palabras son musicales y las imágenes sensoriales bien elaboradas. En lo que respecta al teatro de Lorca, sucede lo mismo. Carmen Serrano dice: Para estudiar la metáfora de Lorca hay que convertirse en filósofo, músico y pintor. El poeta granadino consigue aunar todas las artes y mostrarlas en sus poemas, con la belleza y la precisión propias del mejor compositor musical o pintor impresionista. Es innegable que Lorca consigue dominar su metáfora en todas sus vertientes: desde una metáfora simple e impura a la metáfora compleja, impresionista y creacionista. (p: 42) Como Lorca perteneció a la Generación del 27, sus influencias fueron tanto tradicionales como extranjeras. Góngora, Calderón de la Barca, Cervantes, Bécquer, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado cuentan entre las influencias españolas de Lorca, además de los Romances y Cantos populares. En un primer momento, su obra es parecida a la de Góngora, luego hay matices del romanticismo y cierta similitud con Rubén Darío. Las obras posteriores muestran mayor madurez y un estilo inconfundible. El poeta se interesó por la forma y por plasmar sentimientos en los textos sin olvidar la herencia pura y limpia de la generación anterior. La rama Ultraísta y la Creacionista también hacen su parte. En cuanto a vanguardias, la que más fibras topa en el autor es la surrealista. 24 El sueño y el inconsciente son importantes sobre todo en obras como Viaje a la Luna y Así que pasen cinco años, obras en las cuales el autor se acerca al teatro de lo absurdo nacido décadas después. La obra de Lorca es diversa por su apertura a distintas formas de creación y su sensibilidad particular. Si se habla de la obra de Lorca, se habla de una obra social donde se muestra a seres excluidos. Para Lorca los gitanos, negros y marginados eran seres que merecían estar en sus versos. El papel de la mujer es otra de las cosas recurrentes; también lo es el valor de la libertad y la lucha contra una fuerza dominante que posee el poder para cortar las alas. Algo ligado a este ámbito y a la vida del poeta es la homosexualidad. De sus obras, solo El Público es completamente abierto respecto al amor que Wilde pronunció como “que no puede ser nombrado”. En este punto, es difícil no juntar a las figuras de Oscar Wilde con la del granadino, no solo porque Lorca leyó la obra del irlandés, sino porque, hermanos en ideología política y orientación sexual, fueron víctimas de sociedades conservadoras: Wilde encarcelado y recluido a dos años de trabajos forzados en la cárcel de Reading y Lorca sentenciado al plomo fascista. Lo cierto es que sus perspectivas y actos más o menos evidentes políticamente no eran ajenos a sus obras y a sus actos de vida. Es probable que Lorca haya mostrado a los seres excluidos porque él secretamente pertenecía a ellos. Los versos de García Lorca revelan su vasta imaginación transformada en metáforas arriesgadas y el uso de diversas figuras literarias para crear imágenes únicas, no siempre fáciles de interpretar para el lector. Como otros temas propios, Lorca imprimió constantemente la imagen de la muerte, la impotencia, la infertilidad y el amor frustrado. Para ello hacía uso de símbolos especiales dentro de su obra. El agua representa la fertilidad y Yerma presenta al personaje que, muerto de sed, no puede hacer más que ver el agua correr. La muerte suele ser representada por la Luna, símbolo que puede encarnar también el erotismo, y en Bodas de Sangre la simboliza el personaje del “Mendigo”. A aquella obra se le añade el símbolo del destino, presente en la daga que a la “Madre” le aterra. Desde ese momento, es posible intuir que su hijo va a morir trágicamente. El metal, en Lorca, suele simbolizar la muerte o el pueblo gitano. Las plantas, los colores y los animales son otros símbolos utilizados por el poeta. Como ejemplos se pueden observar que el azul puede significar los celos y los caballos los portadores de la muerte. Sin embargo, no se puede juzgar los símbolos del poeta de manera aislada porque pueden estar sujetos a circunstancias que cambian sus significados de una obra a otra. Federico García Lorca no fue una persona ajena a la experimentación y por ello varias veces llegó a ser criticado por artistas de la época que no llegaron a comprender algunas de sus obras. Este aspecto es evidente desde su obra temprana, por eso el fracaso de El Maleficio de la Mariposa. La obra Así que pasen cinco años también fue criticada y tachada de incomprensible. 25 Evidentemente, no es posible abarcar todos los aspectos de la obra de Lorca como dramaturgo. Para ello, es necesario hacer un análisis más profundo sobre cada una de sus obras y desglosar su quehacer en las letras tanto en prosa como en verso, puesto que el universo poético de Federico García Lorca es amplio y complejo. 2.3 A tener en cuenta a la hora de montar una obra “El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.” Federico García Lorca Dentro del teatro hay varios temas que están presentes cuando se realiza un montaje. En primer lugar, el teatro, por ser un hecho escénico implica un diálogo entre tiempos y espacios distintos. El texto de una obra está escrito por una persona en un contexto histórico distinto al nuestro. Es, por tanto, una manera en que dos épocas se juntan. En el caso de la obra de Lorca Así que pasen cinco años, el contexto está ubicado en España-Nueva York-Cuba de fines de la década de 1920 y principios de la de 1930, pero la obra puede ser montada en nuestra época. Es evidente que hay diferencias porque nos separa casi un siglo. Sin embargo, hay una intersección causada por temas comunes que nos rodean por el simple hecho de ser humanos y por ello tener necesidades similares. El amor, la muerte, la espera y el desencuentro son inherentes al ser humano y por ello al espectador le es posible identificarse con los personajes y con la obra. Otra cosa a tener en cuenta es que el teatro es al mismo tiempo eterno y perecedero. Aun en el caso de una obra para teatro de caja con base en el método de Stanislavski que respeta los principios de la verdad escénica y la cuarta pared, aun cuando la planta de acciones sea la misma y los actores tengan un texto establecido, una función jamás será igual a la otra. Cuando los personajes interactúan en escena, cada una de las acciones que realizan desaparece a medida que culmina su desarrollo. Además, hay un sinnúmero de variables que hacen a cada función distinta y al teatro infinito y efímero. En montajes experimentales con la premisa de la improvisación o una planta de acciones menos rígida, esto es aún más evidente. Todo lugar donde se hace teatro es especial. Lo que sucede en escena puede ser realista, absurdo, ilógico o experimental porque el teatro es un lugar donde la infinita imaginación se vuelve material y casi desafía la realidad. A pesar de saber que lo que ocurre es una ficción, las personas pueden entrar en el juego de los actores e involucrarse lúdicamente con la ficción. Se conoce que existe una especie de división entre los que hacen posible esa ficción y los que la contemplan. Esta 26 separación puede reducirse o aumentarse, pero siempre existe aunque sea escasa. Al hablar del teatro de caja, que es el que compete en este estudio, estos espacios están muy marcados arquitectónicamente, estas son formas en las que los espacios coexisten y se comunican. El lugar donde se desenvuelve el objeto de estudio es fundamental para la exploración y la creación visual. Toda imagen se puede leer dentro o fuera del tejido del arte. Cuando una imagen es parte del cotidiano y se coloca en una obra se la cambia de contexto y se la emplea para un discurso estético que puede variar la naturaleza de la imagen inicial. Lo que se coloca en el espacio escénico es más visible. Una persona puede obviar a un mendigo al caminar por la calle, pero no cuando está viendo una obra de teatro. Para realizar un montaje hay que saber qué es lo que el grupo y el director quieren que el espectador vea. Cuando se empieza a montar una obra solo hay una figura nebulosa y amorfa. Los personajes no son más que voces lejanas y las imágenes son intuiciones esbozadas. La obra como tal va cobrando vida a medida que los personajes se vuelven humanos y sus acciones alimentan al espacio, los trajes, los objetos y todo lo que hay a su alrededor. 2.3.1. El diálogo con el dramaturgo Desde que se elige el texto de un autor para crear un nuevo lenguaje que comprende además la dramaturgia de la acción y de las imágenes, se inicia un proceso de comunicación con él. Obviamente este no es un diálogo directo y para comprender el discurso del escritor se debe leer entre líneas y averiguar qué sienten los personajes, quiénes son, qué hacen y qué función cumplen en el todo de la obra. En Bodas de Sangre, la “Luna” y el “Mendigo” tienen una aparición corta, pero son esenciales en el todo de la obra. Precisamente para facilitar este análisis se indaga previamente en la vida y el mundo del dramaturgo, porque la geografía y los acontecimientos marcan a las personas que los viven y a sus obras. Después de ello, es prudente que todo el grupo de trabajo discuta sus puntos de vista y los posibles enfoques para tratarla. Luego se entra en un proceso de investigación activa de la obra en el que se pasa por improvisaciones y propuestas que acercan a quienes realizan el montaje cada vez más al resultado. Luego viene una parte más interesante, emotiva y creativa. Con base en el texto se prueban cosas. Cada dramaturgo tiene un estilo personal y después de aprender el texto, el actor debe hacer suyo el lenguaje; es decir, debe manejarlo como si se tratara de sus propias palabras. Esta parte es compleja en el caso de las obras de Lorca y, por ende, de Así que pasen cinco años porque muchos de sus textos están en prosa poética o en verso. Lo positivo es que el actor puede guiarse por acciones y estados marcados en la obra. Además de los parlamentos de cada uno, los actores estudiarán la perspectiva de sus personajes, los roles y todo lo que corresponde a la construcción del personaje. Este proceso se enriquece con el paso del tiempo y así se llega a crear un lenguaje con las acciones. 27 La obra teatral es un todo que persigue un objetivo y quiere decir algo determinado. El todo de la obra está dividido en temas y escenas que implican conceptos que se establecen concretamente, gracias a la interacción de los personajes en el escenario. Los actores y el director deben tener claros estos conceptos y líneas temáticas para no interferir en el discurso medular de la obra. Partiendo de esta comprensión, la interpretación de los personajes no será ingenua y los miembros del equipo podrán crear un conjunto de signos que tengan coherencia y sean lo más claros posible para el espectador. El siguiente nivel lo constituye el lenguaje poético. Se trata de evocar sensaciones por medio de recreaciones escénicas que contrasten conceptos y estén atravesadas por un lenguaje que genere rupturas en ciertos aspectos preestablecidos en el espectador. En el caso de Federico García Lorca las interacciones verbales de los personajes son evidentemente poéticas. Sin embargo, el lenguaje poético no está presente solo en la palabra, sino también en los espacios, colores y detalles. Cada uno de ellos tiene un concepto y una razón de ser más allá del ornamento. Las cosas que Lorca pone en escena conforman un lenguaje. Si a eso se le suma la correcta encarnación de personajes, la obra llegará a manejar el lenguaje que le corresponde. 2.3.2. El contexto actual Como se indicó anteriormente, en una obra de teatro coexisten varios tiempos. Los seres humanos siempre tendrán conflictos similares pero la máscara de los mismos cambia. El ritmo de vida, las necesidades impuestas y los acontecimientos transforman la forma de ser de la gente. Los problemas que se tenía a principios de siglo XX en España no eran los mismos que los que se tienen ahora. El tiempo y el espacio cambian la manera de percibir y de actuar de la gente. Si ahora vemos una persona fusilada en una de las calles de nuestro país, la reacción será muy distinta a la de los individuos que veían lo mismo durante las Guerras Mundiales en Europa. Por ello, el público de hoy en día es muy distinto al público de principios o mediados del siglo anterior. El espectador promedio ante el cual nos presentamos ahora se desplaza en medios de transporte veloces, navega por internet, conoce redes sociales y el cine 3D, circula por calles de concreto con asfalto agrietado y smog. Los individuos del siglo XXI no suelen tolerar un ritmo lento o estar consigo mismos. Las personas son invadidas por imágenes y sensaciones a las que se han acomodado. Es probable que el ser de esta época, considerado normal y aceptable haya olvidado el silencio, el ensueño y la originalidad. Pero todos nosotros, ya somos parte de este contexto. Aunque las visiones sobre el diario vivir de esta época sean diversas y algunos crean que la humanidad salta al vacío mientras otros crean que avanza maravillosamente, el artista debe entender en donde está pisando y tratar de llegar a la esencia del espectador a su manera. Esta esencia puede estar cubierta por un montón de prejuicios y 28 maniobras que se realizan para cumplir parámetros propios de una sociedad que busca seres separados entre sí, pero salidos de un molde conveniente. El artista y el arte son parte de ella, tal vez como su enfermedad, tal vez como su cura, tal vez como algo más que desaparecerá en la nada. Eso dependerá de la visión particular de cada persona, pero lo importante es que el artista, aunque desee desentenderse, no puede crear sin la influencia del lugar y del medio en que nació. Debe ser un observador de su entorno que se deja invadir por lo que le rodea, que abre su espectro de sensaciones y posibilidades para lograr sus fines estéticos personales. Hoy en día, el debate sobre lo que es y no es arte es bastante caótico. Por un lado está la visión tradicional del teatro de caja y por el otro la herencia de las vanguardias del siglo anterior. Algunos le ponen el peso al concepto y otros a ciertas técnicas previamente establecidas. Se habla de hechos como el performance y el happening y existen muchas propuestas que buscan distintos objetivos en materia de afectación hacia el público. Lo cierto es que cada proceso de creación y el proceso del individuo como creador dependen de muchos factores y necesitan largo tiempo y estudio para establecerse. Cabe recordar que en épocas pasadas varias tendencias artísticas sucedían al mismo tiempo y todas dejaron su huella en el arte actual. 2.3.3. Las propuestas del dramaturgo en el proceso creativo Prestar atención a las propuestas del dramaturgo no significa únicamente ponerlas en escena. Si el director y los actores comprenden la función y la sensibilidad de las imágenes que propone el dramaturgo, en algunos casos, ni siquiera se debe seguir al pie de la letra cada didascalia porque hay cosas específicas que pueden ser representadas de manera distinta. En un montaje se deben tomar en cuenta los recursos del grupo de trabajo a nivel humano, económico, espacial y demás. Esto no quiere decir tampoco que se pueda cambiar arbitrariamente las imágenes del dramaturgo sin análisis profundo. El poeta propone muchas cosas y eso enriquece la labor de actores, directores, diseñadores y todos los que componen el equipo. Al director le corresponde ligar las imágenes y proponer otras que vayan afines con las del poeta. Al actor, por su parte, le corresponden las transiciones y la fuerza con la que calen las imágenes, eso lo logran por medio de sus acciones físicas, internas y verbales. Así como los actores deben ser como niños jugando en serio durante la obra, las imágenes propuestas por el escritor también deben ser entendidas de manera lúdica y no rígida. Por ello no se deben tomar en cuenta las ideas visuales del dramaturgo como una camisa de fuerza que mina la imaginación de los otros miembros, sino como un punto de partida para el lenguaje visual, en el caso del director; y en el caso del actor, para procesar su personaje. El tomar en cuenta las propuestas visuales no solo brinda posibilidades dentro de la creación de la obra, también permite que se entienda la obra de manera más intuitiva y menos separada. Engancha 29 al actor con el autor de la obra y expande la visión del horizonte personal de cada creador. Si se monta esta obra, no solamente se conocerá el teatro surrealista, se sentirá el surrealismo y se vivirá momentáneamente dentro de la imaginación de Lorca. El actor es un ser privilegiado porque puede penetrar y dejarse llevar por la cabeza del otro, volverse pensamiento, sentimiento y visión y luego dejarse volver a sí mismo. La creación de una obra depende de la parte racional y también de la parte intuitiva. El equilibrio entre ambas partes y sobre todo el disfrute con el que se trabaje el proceso hará que todo se conjugue. Ningún punto de vista debe ser descartado sin ser escuchado y probado porque puede partir de ideas o conocimientos que aportan a la obra. Cuando todos los elementos que están presentes en la puesta en escena, desde los objetos hasta los personajes, fluyan entre sí como un mensaje con las menores interferencias posibles para generar reacciones en el espectador, el montaje estará completo. 30 CAPÍTULO III TEATRO, POESÍA Y ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS Durante el proceso de evolución, el ser humano ha visto la necesidad de comunicarse con sus semejantes para hacer saber sus sensaciones, sentimientos y pensamientos. Así aparece la palabra hablada y, durante las primeras civilizaciones, el lenguaje escrito. Lopez Ruiz (2010) comenta lo siguiente: El lenguaje escrito es una copia imperfecta del lenguaje hablado, y tiene sus convenciones propias: las letras tratan de representar sonidos, los espacios delimitan las palabras, las tildes simbolizan entonaciones, y un número reducido de otros signos…son usados para reflejar varios matices de modulación y ritmo propios del lenguaje hablado (p:19) Sin embargo, gracias a estudiosos como Ferdinand de Saussure o Charles Sander Peirce se sabe que los lenguajes son códigos cuyos signos son estructuras más complejas y, gracias a investigadores como Roland Barthes, se sabe que no existe solamente el lenguaje de la palabra. Por otro lado, Si bien todos los seres humanos son parte de la naturaleza y tienen un cuerpo con necesidades básicas y funciones fisiológicas, al vivir en sociedad, la manera de percibir la naturaleza varía de un grupo de individuos a otro, por la geografía, el clima y otros factores. Esto es evidente cuando se ve las cosmovisiones de distintos lugares del mundo. Los puntos de vista influyen en el modo de vida de los seres que pertenecen a distintas culturas y, de ahí nacen diferentes códigos para que los individuos que son parte de una misma cultura se entiendan. Sin embargo, la posibilidad de entendimiento no es solo cultural, también depende de las características de un grupo de individuos, aún si pertenecen a una misma sociedad, porque dentro de ella hay diferencias abismales de uno a otros sujetos. Aunque haya códigos que abarcan más cantidad de individuos, como los idiomas, ninguno es universal. Una persona capaz de ver, no puede entender braille, un alemán no es capaz de comprender el español si no lo ha estudiado y un occidental no puede entender un hecho pre-teatral africano o una obra de Teatro Nô como un miembro de esas culturas. Por esta razón, cuando se crean signos dentro de las artes, se crea sobre una base previamente establecida pues, aunque redes como la internet lleva a los humanos a creer ser “ciudadanos del mundo”, la realidad es que no se pisa el mundo entero, sino una pequeña parte del mismo. 31 El lenguaje es un conjunto de signos que tienen cierta coherencia entre sí por medio de los cuales un determinado grupo de individuos se puede comunicar. Dentro del llamado lenguaje hablado y escrito existen las llamadas figuras literarias que, según Naranjo Galán (1953): “No son sino el natural producto de las emociones y sentimientos del hombre, los que comunican a la expresión viveza y colorido” (p:198). Aunque se suele pensar que el lenguaje figurado es una forma específica de la poesía y de las artes para dar a las obras una carga estética, no es así. El lenguaje figurado está presente en el habla cotidiana, pero escapa del análisis. Éste surge cuando el emisor tiene una carga emotiva, una impresión o un pensamiento especial ante algo, como ilustra Raquel Naranjo Galán en este ejemplo de la Preceptiva Literaria (1953): En otra ocasión usted se ha citado con su amigo en la esquina del teatro para ir con él a ver una interesante película; unos cuantos minutos de espera lo impacientan, pues, cree que van a llegar tarde. Cuando por fin lo ve aparecer exclama: “¡Hombre, ya no alcanzamos!¡Hace siglos que te espero!” Estas exageradas palabras han brotado al natural impulso de la impaciencia que lo anima y lo hace hablar en forma figurada… (p:199) Estas expresiones tampoco son ajenas a los paradigmas culturales o visiones de mundo. Por esta razón, palabras como “elevado” y “bajo” tienen cargas morales y semánticas específicas dentro de nuestra cultura, por eso se generan expresiones metafóricas alrededor de ellas con el fin de facilitar la comprensión. Por ejemplo: “Él es una persona muy baja” para referirse a su mal comportamiento. El arte evoca sensaciones inefables y apunta a la sensibilidad humana. Con el paso del tiempo, tanto en el arte como fuera de él, se van creando metáforas que se refieren a cuestiones inefables y son una ruptura. Sin embargo, cuando esta ruptura se vuelve cotidiana, ya no desestabiliza la sensibilidad ni causa impresiones a los receptores. Si se emplea una de estas rupturas, denominadas metáforas muertas, el receptor es capaz de entender el mensaje, pero solo lo hace racionalmente. Es por esta razón que el arte está en busca de lo poético y se vale de la imaginación para llegar a su fin. Cuando alguien contempla una obra de arte, hay cosas que no se pueden definir. El arte rescata lo que el ser humano siente y vive y le da una forma. La poesía funciona para hacerle llegar, o tal vez para recordarle a un semejante las sensaciones que percibimos sin entender. La poesía hace comprender lo incomprensible. Bachelard (1958) expresa los alcances de la metáfora de la siguiente manera: Toda metáfora es un mito en pequeño. Vemos que una metáfora puede ser también una física, una biología e incluso un régimen alimenticio. La imaginación material es verdaderamente el intermediario plástico que une las imágenes literarias y las sustancias. Expresándose materialmente, puede trasladarse la vida a todos los poemas. 32 De esta forma se puede concluir que lo poético es una ruptura del lenguaje. Es una forma en la que lo que se desea decir no se lo manifiesta de manera directa. Por ello, al pretender entenderla, si se usa únicamente la razón, puede parecer que lo único que hace es complica, e incluso distorsionar el mensaje. Lo poético debe ser leído, por decirlo de alguna manera, entre los intersticios que dejan los signos literales, pues no está expresado directamente. Ahí nacen las imágenes, las sensaciones y todas las profundidades que enganchan la sensibilidad. Lorca (1953), sin pretenderlo, da sentido a este párrafo con las palabras del “Viejo” que habla sobre la edad de la “Novia” en Así que pasen cinco años: VIEJO: Ella es… ¿jovencita? JOVEN: Muy jovencita. Quince años. VIEJO: “Quince años ha vivido ella, que son ella misma. ¿Pero por qué no decir que tiene quince nieves, quince aires, quince crepúsculos? No se atreve usted a huir, ¿a volar? ¿a escuchar su amor por todo el cielo?” (pp.:126-127). Las últimas palabras de esta cita reflejan la profundidad de lo poético. El “Joven” habla de manera literal y el “Viejo” le invita a distorsionar el lenguaje. Este parlamento es de una sensibilidad impresionante. Casi se puede desglosar cada palabra. El “Viejo” menciona el aire al hablar de los años, como si el tiempo fuera un soplo efímero. Habla del crepúsculo, del fin del día y, así, de los años vividos. Es un párrafo lleno de imágenes evocadas por las palabras. La nieve, el naranja del crepúsculo, la sutileza del viento y la violencia del frío de los años de la “Novia” casi se pueden sentir en la piel aunque no se dicen literalmente. Las últimas palabras del “Viejo”: “No se atreve usted a huir, ¿a volar? ¿a escuchar su amor por todo el cielo?” hacen recordar lo que menciona Bachelard (1958) en el Aire y los Sueños Sobre la imaginación: Queremos que la imaginación sea la facultad de formar imágenes. Y es más bien la facultad de deformar las imágenes suministradas por la percepción y, sobre todo, la facultad de librarnos de las imágenes primeras, de cambiar las imágenes. Si no hay cambio de imágenes, unión inesperada de imágenes, no hay imaginación, no hay acción imaginante. (p:9) Para un hacedor de poesía, el movimiento vertiginoso de imágenes es esencial. La capacidad de mover imágenes interiormente mantiene la sensibilidad activa y la creación se vuelve placentera. A parte de toda la riqueza poética y literaria que tiene este grupo de parlamentos de Así que pasen Cinco Años, también son útiles en el teatro, para el director, el diseñador y los actores porque presenta a los personajes. El “Joven” es un ser ajeno al riesgo que deja pasar el tiempo sintiéndose impotente sin tomar las riendas de sus decisiones. El “Viejo”, en cambio, está más maravillado por 33 la vida e invita al joven a arriesgar, a ver más allá de lo material y lo tangible. Esto, por mencionar algunas riquezas del texto. Queda evidenciada así la importancia del texto. Y de sus imágenes poéticas a nivel de literatura. Se puede pensar en las imágenes poéticas como entes que abren la sensibilidad creadora. Las palabras de Lorca impulsan a los demás creadores a dar vida a la obra usando los distintos códigos. 3.1. Teatro y Comunicación Según lo que se puede deducir respeto a lo que plantea Román Calvo (2007) en el primer capítulo de El modelo actancial (pp: 17-25), el teatro es un proceso de comunicación en el que existen emisores, receptores y un mensaje. Sin embargo, el proceso de comunicación en él es más complejo, ya que el cuadro comunicacional se repite en dos ocasiones: cuando el grupo encargado de montar la obra lee el texto del dramaturgo y cuando la obra terminada es recibida por el público. Por lo general en ninguno de los dos procesos de comunicación hay la respuesta del receptor. En el primer cuadro, cuando el grupo de teatro es el receptor del texto de un autor perteneciente a otro momento histórico, como en el caso Así que pasen cinco años, quien recibe el mensaje no puede rehacer el cuadro comunicacional con el autor debido a su desaparición. Respecto al segundo cuadro, lo más común es que el público salga de la sala sin hacer saber sus impresiones sobre la obra a los participantes de la misma. Otra de las complejidades del teatro, es que está conformado por varios códigos para llegar al receptor. Como sugiere Román Calvo (2007), también en el primer capítulo de El Modelo Actancial, los mensajes llegan al destinatario por medio de sus sentidos y en el público operan sobre todo el oído y la vista. Lo ideal es que el mensaje se entienda en su totalidad, para lo cual el público debe comprender los códigos planteados por los involucrados en la obra. Sin embargo, no es posible que el mensaje sea totalmente claro pues siempre existen interferencias de distinta índole. Si el espectador carece de un sentido, si no está familiarizado con uno de los lenguajes, si desconoce los problemas que trata la obra, entre muchos otros motivos, el mensaje perderá claridad. Gran parte de las interferencias no pueden ser controladas por los emisores del mensaje, pero eso no quiere decir que el mensaje sea totalmente confuso e imposible de llegar al público por el desconocimiento de un código o cualquier interferencia. En el caso de una obra de teatro hecha en otro idioma desconocido por el público, por ejemplo, el espectador no entenderá lo que dice el texto, pero sí podría comprender la puesta en escena gracias a otros códigos como la acción física, los objetos, los sonidos y otros. Como el espectador recibe la obra de forma auditiva y visual, se puede decir que el marco de lo auditivo, dentro de la representación, está lo que dicen los actores, es decir, el texto literario y las acciones verbales, inflexiones y volúmenes implícitos en cómo se dice el texto. También está la 34 música y los ruidos, si es que existen. Dentro de lo visual están las acciones físicas, los objetos, la escenografía, los vestuarios, el espacio y la iluminación. Cada uno de los lenguajes tienen su forma de expresión y son merecedores de un manejo específico, según las necesidades de la obra. En el teatro, cada elemento es importante y no está gratuitamente. 3.1.1. Texto El texto de teatro siempre se entendió como un subgénero de la literatura y antiguamente era un elemento de muchísima importancia dentro de la representación. Una de las características importantes de un texto es que puede perdurar, y por ello, puede ser estudiado en distintos tiempos y espacios y por ello ser interpretado de diferentes formas. Por ende, se pueden ver tantas propuestas de los textos teatrales. En la literatura en prosa, ya sea en un cuento o en una novela, el autor describe los hechos, los personajes, los espacios y todo lo que ocurre dentro del universo que ha creado. Narra los sucesos y acontecimientos y también deja que sus personajes se describan solos por medio de sus actitudes, solo con el uso de la palabra. El texto narrativo pretende llegar al lector directamente, permite que el receptor construya sus imágenes de forma personal en base a lo redactado. La única percepción concreta que tiene el lector es la de las palabras, y él puede imaginarse lo que ellas le brindan. Todas las imágenes e impresiones son evocadas por el autor pero surgen del lector. El autor emite el mensaje y el lector lo recibe. Graf. 1:Texto narrativo como mensaje. Elaborado por D.Salomé Benalcázar en base a la información extraída del libro El modelo actancial y su aplicación de Román Calvo (2007) (pp:17-25). Un texto de teatro es sumamente distinto a una obra narrativa porque, aunque puede ser leído, está hecho para la representación. Por un lado, está lo que dicen los personajes, y por otro, las letras cursivas o en paréntesis que acotan determinados elementos de la obra, ya sean intenciones por parte de los actores, referencias escenográficas, vestuarios, entre otros. Lo que luego se traduce a lenguaje hablado son solamente los parlamentos de los actores, lo que dicen las acotaciones respecto a ellos y a la obra en general ayuda a la construcción de los personajes, a la disposición escénica y a la creación de meta lenguajes. El colectivo que monta la obra la descifra y a partir de ello crea la propuesta escénica hasta lograr el montaje que luego será recibido por el público. El 35 proceso de comunicación de este tipo de texto es más complejo y aporta a la formación de un segundo mensaje que es el montaje y que, finalmente, es lo que recibirá el público -haya leído o no la obra-. Graf 2: obra teatral como mensaje Elaborado por D.Salomé Benalcázar en base a la información extraída del libro El modelo actancial y su aplicación de Román Calvo (2007)(pp:17-25). El mensaje dos, es, entonces, el primer mensaje implícito en la actuación y en el montaje concreto. El texto dramático esconde la naturaleza de los personajes detrás de lo que dicen y de ciertas pistas albergadas en los objetos, vestuarios o determinadas acciones propuestas por el dramaturgo. Cada cosa que escribe el autor es como el eslabón de una cadena de signos que construye un lenguaje particular de la obra. Todo texto de teatro busca que se le dé cuerpo y alma, busca ser vida en las tablas y es engendrado por el deseo del autor de decir algo. La primera acotación de Así que pasen cinco años puede ejemplificar la importancia de la parte didascálica de un texto teatral. La explicación dice lo siguiente: “(Biblioteca. El Joven está sentado. Viste un pijama azul. El Viejo, de chaqué gris, con barba blanca y enormes lentes de oro, también sentado)”. Esta orientación que brinda el texto presenta una imagen concreta respecto a cómo están los personajes en escena, a la cromática, a la utilería, a la escenografía y al espacio. Partiendo de ello, se pueden desglosar elementos que aportan a la construcción. Los personajes están relajados, pues están sentados, parecen tener intereses intelectuales por estar en la biblioteca. Se puede decir que el “Joven” es poco activo o que está en una especie de estado de postración debido a su vestuario, ya que el estar con pijama en la casa connota pereza, enfermedad, comodidad y otras cosas que pueden escaparse en este momento, pero que son un indicio de la actitud de una persona respecto a una situación e incluso respecto a la vida. Lorca además describe al “Joven” como un sujeto pálido de manos frías más adelante. Eso revela aún más su inactividad. El “Viejo” se contrapone al personaje anterior; es un sujeto elegante con un elemento brillante en su vestuario. Eso connota la preocupación por su aspecto e imagen. Su descripción se puede asociar con el estereotipo de un anciano de barba blanca que se asocia al tiempo. La cromática de ambos personajes evoca cierta quietud y brinda a la obra un aire surrealista -solo con la primera acotaciónEn un principio este análisis, que no es más que un conjunto de abstracciones desprendidas del texto, puede estar equivocado o no, pero la imagen concreta que brinda Lorca está ahí para disparar el montaje y la creación y volver a ella cuando haya confusión respecto al montaje de la primera escena. A esta imagen se la puede representar de distintas maneras, pero no se la puede eliminar porque sí. Ésta es una de las obras en las que se debe prestar especial atención a todo lo propuesto 36 en el texto dado que la obra no está escrita de una forma realista y tiene varios símbolos colocados cuidadosamente. Cualquier texto dramático es base para construir una representación. Se debe entender al texto como un esqueleto en el que se fija la obra. Aunque anteriormente se haya dividido al texto en acotaciones y texto hablado, la obra es integral y merece ser leída y, en su momento, probada escénicamente en su totalidad. Dentro de las letras cursivas puede haber motivaciones para el habla y dentro de los textos dichos puede haber pautas para el diseño escenográfico y para la dirección. El hecho que el texto sea una creación completa y compleja para ser puesta en escena, no significa que no hay posibilidades de juego para los actores y el director. Siempre conviene respetar las propuestas del dramaturgo, pero hay la posibilidad de renovar las obras y representar los conceptos de manera distinta. No se puede omitir elementos, pero se les puede dar características específicas que dejen ver las ideas que los involucrados en la puesta en escena necesitan expresar. Si un texto está montado muy respetuosamente, pero ni los actores ni el director lo entienden, las escenas perderán su fuerza y el resultado será estéril y desabrido. 3.1.2. Representación Si el texto es el esqueleto de la obra, los demás elementos que forman parte de la representación son el resto de un cuerpo al que los actores le dan vida. La representación es el resultado de la búsqueda de todos los códigos en conjunto. En ella coexisten signos verbales y no verbales creados por los actores. A parte de las acciones de los intérpretes, hay otros elementos como la iluminación y la escenografía, entre otros. Dentro de la representación se juega toda la información visual y auditiva de la obra que es lo que finalmente engancha al espectador y lo hace convivir y coexistir con los personajes. En el texto de una obra de teatro hay uno o varios conceptos medulares y, de ellos se van desprendiendo pequeños conceptos que dan lugar a una serie de escenas donde ocurren sucesos y acontecimientos, que a su vez dan lugar a la resolución o al aparecimiento de conflictos. Cada escena merece un tratamiento específico por parte del colectivo encargado de montarla que, responde a las necesidades específicas y a lo que quieren proponer los participantes con la realización del montaje. Cuando un actor incorpora el texto y empieza a sintonizarse con la obra, comienza a accionar e interpretar al personaje orgánicamente. Las escenas y las imágenes de la obra no deben verse como momentos rígidos, sino como fichas de dominó que van cayendo una tras otra en un dinamismo coordinado aunque dibujen formas diferentes. Una escena puede ir en silencio y potenciar la imagen fija, otra puede ir acompañada de música, en una los actores pueden estar quietos y en otra el movimiento puede ser descontrolado 37 sin grandes cambios de luz. Lo importante es que las escenas fluyan entre sí y lleguen al espectador. El teatro es muy amplio y por ello los recursos que se pueden usar para comunicar o sensibilizar son numerosos. En la representación se puede fijar la atención del público al todo del espacio, a un sitio o acción específica o a un lugar fuera de él. Para ello se apunta a los sentidos del espectador. Visualmente se puede jugar con la disposición escénica y con las acciones, usar las perspectivas, puntos de oro, cromática, iluminación y volúmenes para concentrar o ampliar el campo visual del espectador. Si el punto de atención está afuera, se puede hacer uso del sonido o de una luz que provenga de las patas. Las posibilidades son diversas y la selección de las mismas dependerá de las necesidades del montaje. Dentro una representación debe haber armonía entre los signos. Sin hacer referencia a una armonía plenamente estética que responda necesariamente a los parámetros de lo concebido como bello, sino a una armonía entre la dramaturgia del texto, la puesta en escena y el discurso que hay detrás de la obra. Finalmente, la representación es el momento en el que se muestra la obra donde se encuentran los tiempos y donde el espectador puede contemplar activamente la obra. La puesta en escena, además de una representación del texto es una representación de la vida y de las complejidades humanas. Tiene un peso estético, político, sociológico e incluso psicológico que merece ser cuidado. 3.2. Teatro e Imagen Al emplear el término “imágenes”, en seguida se piensa en lo visual, concreto y tangible, pero los alcances de la imagen van más allá de esta acepción. La imagen también se refiere a la representación mental de algo. Por este motivo se puede hablar de imágenes literarias, auditivas y sensoriales para referirse a las impresiones que evocan las percepciones en el imaginario de las personas. Si uno escucha el ruido de una ambulancia, en seguida se imagina la buseta blanca a toda velocidad. Ese ruido también evoca la sensación de que alguien está en peligro y el que escucha puede percibir sentimientos de empatía, impotencia, intranquilidad o molestia, entre otros. Respecto a las imágenes literarias, el conjunto de palabras puede causar impresiones al igual que el ruido. El texto de Lorca respecto a la edad de la novia, citado anteriormente, tiene varias imágenes literarias, por ello evoca diversas sensaciones y sentimientos. Obviamente las percepciones tienen un referente que sí está ligado a lo visual. Las imágenes siempre están flotando a nuestro alrededor. Los anuncios publicitarios, las personas que frecuentamos y hasta los árboles en los parques son imágenes que se han vuelto parte de la cotidianidad y que no se analizan por el hecho de verlas constantemente. Para encontrar mayor 38 profundidad a estos elementos que nos rodean, es necesario observar, imaginar y recordar. Solo entonces se puede llegar a conclusiones menos superficiales sobre estas impresiones visuales, pero es difícil que alguien se dedique a hacer esto en su vida diaria. Actualmente las personas reciben mucha información visual que no es necesariamente filtrada. Como se mencionó anteriormente, las imágenes están presentes de una forma que no es ingenua. Lo que las imágenes significan es muy profundo. Así también, Según Acaso (2008) en el Lenguaje Visual, existen tres tipos de signos visuales: -Huella o señal -Ícono -Símbolo La huella es un signo formado a través de algún resto físico del elemento representado. Por ejemplo, la huella dactilar es una imagen formada por las características físicas de un dedo pulgar. También puede entenderse como señales un vestido, un resto o un indicio… Un ícono es un signo en el cual el significado permanece conectado con el significante en algún punto, es decir, ha perdido parte de las características físicas del original, sin dejar de mantener una relación de semejanza con lo representado. Por ejemplo, el signo de la cruz… Por último, un símbolo es un signo que ha perdido por completo las características del original, de tal manera que la realidad se representa en virtud de los rasgos que se asocian con ésta por una convención socialmente aceptada. Por ejemplo, la paloma es el símbolo de la paz. (pp:38-41) Además, como hacen notar los autores Cobley y Janz (2010), en Semiótica para Principiantes “Una imagen ser los tres (signos) juntos”(p:33). Por ello, las imágenes, como percepciones visuales, merecen ser observadas por quienes pretenden hacer arte por varios motivos. Cualquier percepción sensibiliza y puede invitar a la creación. Por otro lado, al verificar las imágenes presentes en la actualidad se puede tener más información sobre el tiempo histórico y el desempeño del arte en el mismo. También es posible seleccionar imágenes reales que se ignoran en el día a día y ponerlas en otro contexto para que el receptor pueda re-ver esas imágenes cotidianizadas, pues, el arte es capaz de potenciar la naturaleza de la imagen. 3.2.1. La Imagen y las Artes Dentro de las artes, las imágenes se dan dentro de un contexto en el que se pretende llamar la atención del receptor. Cuando se da un hecho teatral, por ejemplo, las imágenes no se quedan a la deriva, sino que abarcan la atención de los espectadores. Donde se realiza una presentación de teatro, o cualquier expresión artística, el espacio es o se vuelve especial. Los espectadores abren los sentidos y se ponen en el rol del que contempla. 39 Todas las artes pueden evocar imágenes en su receptor. En la literatura, el autor escoge las palabras para que generen la impresión deseada; en la escultura, el artista debe cuidar la tridimensionalidad y prestar atención a los ángulos desde los que puede ver quien la contempla; en la música se puede llegar a la imaginación desde los sonidos. Algunas ramas del arte, como la literatura y la música, no hacen uso del lenguaje visual para ser concebidas. Entonces, al hablar de imágenes en las dos artes mencionadas anteriormente, se hace referencia a impresiones abstractas. Sin embargo, en las artes que tienen recursos visuales, como la pintura, la fotografía, la escultura y el teatro, la imagen es concreta y se puede estudiar como una representación clara y específica que se direcciona por medio del sentido de la vista. En las artes, el manejo de la imagen es de suma importancia. Cabe recordar que en ellas y otras especialidades que se valen del lenguaje visual, las imágenes no son la realidad, sino una representación de la realidad. Acaso (2008) dice: En la primera fase de construcción de una representación visual, el emisor representa la realidad, en el sentido de sustituir una cosa por otra. Dentro del campo de la semiología de la imagen, representar consiste en sustituir la realidad a través del lenguaje visual. No debemos olvidar que el acto en el que el emisor decide qué representar es realizado en un contexto determinado…, de manera que el acto de la representación no es neutro: debido a que el autor aporta su experiencia personal ninguna representación es igual de individuo a individuo… se puede decir que la representación implica transformación, por lo que la realidad desaparece en el acto de representación. (pp:31-32) Como la imagen depende de quien la crea y de su contexto, debe haber una claridad respecto al discurso de la misma. A pesar de ser concreta y visible, la imagen es flexible y tiene todo un abanico de recursos para realizar propuestas visuales que pretenden llegar a quien las contempla. Una sola imagen tiene un sin número de variantes capaces de crear impresiones. Todo depende de lo que se pretenda decir con ella. Para lograr el discurso, el autor de las imágenes se puede valer de varias herramientas, como el color, el tamaño, la forma, la iluminación y la composición. Con estas herramientas se puede crear signos a través de la imagen y apuntar a sacudir la psicología previamente constituida por la cultura que tiene el espectador como ser social. A partir de la construcción, destrucción, reestructuración y descomposición de las imágenes los artistas han ido innovando el arte a través de los tiempos. Esto ha sucedido desde los cuadros del Renacimiento hasta las superposiciones de imágenes en el contexto urbano que se han gestado en la época contemporánea. La imagen tiene un poder que se suele menospreciar, pero que vale la pena tener en cuenta en las artes. La imagen es una herramienta poderosa de creación y de discurso de la cual los creadores pueden hacer uso. 3.2.2. Las Figuras Retóricas 40 En el lenguaje hablado o escrito existen figuras retóricas para facilitar la expresión de cosas que no son concretas, como los sentimientos y las sensaciones. Respecto al lenguaje visual Acaso (2008) dice: …Barthes se dio cuenta de que los juegos retóricos que se empleaban en el lenguaje escrito estaban siendo empleados en la publicidad. Así, acuñó el término retórica visual, por el que se entiende un sistema de organización del lenguaje visual en el que el sentido figurado de los elementos de la comunicación visual para transmitir un sentido distinto del que propiamente les corresponde, existiendo en el sentido figurado y el propio alguna semejanza desde donde establecer una referencia. Lo verdaderamente importante de la retórica visual es la sintaxis del discurso connotativo, la forma de organizar los significados de elementos de una representación visual. A partir de este descubrimiento, los teóricos del lenguaje visual empezaron a estudiar a fondo este sistema… (p: 93) Al igual que en el habla o la escritura, la figura retórica en el lenguaje visual se da por la ruptura del lenguaje y de la convención implícita en el mismo. La modificación de cualquiera de los elementos de una imagen generará respuestas en quien la contempla. Cabe recordar que toda imagen tiene un discurso por detrás, pero este discurso no es necesariamente frío. Lo que se dice por medio de la imagen tiene un objetivo, ya sea, convencer, violentar, perturbar, vender, entre otras cosas. Eso depende del discurso en sí y de la reacción que busca el emisor del receptor. Por ello, quienes emplean el lenguaje visual, se valen de figuras retóricas: metáforas, metonimias, hipérboles y demás para darle un valor a su discurso que va más allá de la simple información racional. Las figuras retóricas provocan emociones, llegan a la sensibilidad, y de esa manera penetran en el receptor. PRINCIPALES FIGURAS DE LA RETÓRICA VISUAL (TABLA I) (Resumen de la Retórica Visual de María Acaso) Clasificación DE Sub clasificación De repetición: Figuras Aliteración ADJUNCIÓN: Definición Repetición del mismo sonido, imagen o ritmo Anáfora repetición intermitente de un elemento 41 Anadiplosis repetición del último elemento al principio del siguiente conjunto de elementos (ABCD/DEF) Epanidiplosis repetición del elemento con el que inicia un conjunto al final del siguiente (ABCD/EFGA) Reduplicación Repetición expresión de o una elemento contiguos Paralelismo Secuencias que se relacionan por su de un contenido Paréntesis Intersección elemento distinto De De forma Paronomaxia similitud: leve modificación de la palabra repetida (Amor/amo) De Sinonimia Elemento con un mismo significado contenido: Gradación repetición de elementos cuya intensidad aumenta o disminuye Acumulación Se añaden diferentes 42 elementos De oposición: Antítesis Contrapone una idea a otra Doble sentido opone apariencia y realidad Paradoja Aproxima dos ideas que parecen irreconciliables DE SUPRESIÓN Elipsis sustrae un elemento que se sobre entiende Zeugma Manifiesta una vez un elemento y deja sobre entendidos los demás DE SUSTITUCIÓN: Sinécdoque: Sustitución de la parte por el todo Hipérbole: Exagera los términos Metonimia Sustitución de un término por otro que se relaciona semánticamente. Metáfora sustituye un término por otro, no de proximidad como la metonimia Alegoría metáfora continuada Personificació Adición n. humanas a objetos 43 de formas Ironía idea que propone lo contrario a lo dicho Calambur es un engaño visual explícito. Los elementos configuran algo no dicho DE INTERCAMBIO Inversión alteración del orden lógico Anacoluto realización de una imagen imposible Préstamo Usar elementos de un código ya conocido Hipérbatón. Altera gramatical el orden de los elementos Las principales figuras retóricas a nivel visual, según Marián L. F. Cao (1998) son las siguientes: TABLA 1:Figuras retóricas en el lenguaje visual. Fuente: elaborada por D. Salomé Benalcázar con la información extraída del texto Retórica visual como análisis posible en la didáctica del arte y de la imagen de Marián L.F. Cao (1998)(pp: 45-60) Las figuras retóricas en el sistema de signos lingüísticos y de la imagen son numerosas. Sin embargo, más allá de conocer de memoria cuáles son las figuras, es importante reconocer el punto en el que el lenguaje se quiebra y da lugar a otra cadena de signos que representan algo más profundo que puede permitir varias interpretaciones. La metáfora y la metonimia son de suma importancia al crear un lenguaje porque tienen claros los dominios en los que se manejan. Además, según Cuenca y Hilferty (1999): …la metáfora y la metonimia se parecen, puesto que ambas constituyen procesos conceptuales que relacionan entidades. Sin embargo, a diferencia de la metáfora—que opera en dos destinos—, la metonimia opera dentro de los confines de un único dominio (cfr. Lacoff & Tuirner 1989: 103). ésta es una puntualización importante, puesto que permite distinguir un proceso de otro: la metáfora asocia entidades provenientes de dos dominios distintos (el 44 dominio origen y el dominio destino); la metonimia por el contrario, asocia dos entidades conceptualmente contiguas pertenecientes al mismo dominio…(pp: 111) El diccionario etimológico virtual dice: “metonimia viene del latín metonìmia y éste del griego μετονομαειν (metonimia) de μετα (meta: junto) y ονομα (onoma: nombre)”. La metonimia no escapa del todo de lo representado. La metáfora siempre tiene en juego una imagen porque abarca dos destinos, tan disociados entre sí, que generan una ruptura más profunda y una especie de tercera significación en el receptor. Según el diccionario etimológico virtual, “la palabra metáfora proviene del griego μεταφορά (Metaphora). Metaphora viene de metapherein formada de meta (fuera o más allá) y pherein (trrasladar…)” En ello se puede notar que la metáfora comprende una mayor ruptura. Para crear, difícilmente se pueden tener presentes todas las figuras. De hecho, ninguna teoría es estrictamente necesaria en el proceso sensible de la creación, pero, para tener claro el mensaje, sí se puede partir del discurso que se desea decir y traducirlo a imágenes sensibles. En el caso de este trabajo, las figuras se utilizan por motivos de análisis. 3.2.3. La Imagen en el Teatro En el teatro las imágenes no están fijas, como en la pintura, la escultura o la fotografía, sino que tienen un dinamismo otorgado por las acciones de los personajes y las variaciones de los elementos que las forman. Las imágenes que conforman una obra de teatro pasan una a una durante el tiempo con un ritmo determinado y son tan flexibles que, dentro de un montaje teatral, llegan a mutar y van transformándose en nuevas imágenes. Además, el actor vivo en escena hace que un espectador pueda sentir empatía, que se sepa tan humano como él y, entonces, la imagen cobra más fuerza todavía. Si lo sentidos del espectador se abren, la imagen puede penetrar y conmover. Cabe recordar que, actualmente, hay distintas manifestaciones teatrales o, mejor dicho escénicas. El empleo de la imagen en cada una de ellas es diferente y merece un estudio específico, teniendo en cuenta el espacio, los medios de quienes las construyen, los discursos políticos y filosóficos, y otras variables que están presentes en las creaciones artísticas. Sin embargo, para el estudio de las imágenes propuestas por el dramaturgo en Así que pasen cinco años en el presente trabajo, se realizará el estudio teniendo en mente el teatro de caja convencional. Si bien en el teatro no se construye la imagen desde un lienzo en blanco como en la pintura y no se requiere de precisar cada trazo como en el dibujo, las imágenes funcionan en el espacio y su construcción o transformación depende de los actores, de la luz, del color, de los objetos, de la escenografía y los vestuarios dentro del espacio. Las imágenes en el teatro también están sujetas a una composición, como ocurre con un cuadro o una fotografía. 45 El escenario, visto desde el público es una especie de lienzo con volúmenes y tiene un largo, un ancho y una profundidad donde ocurrirá toda la acción dramática. El ojo del espectador tiene acceso a la perspectiva del espacio, que está enmarcado por telones y el proscenio. Las patas y el telón de fondo cortan el espectro de visión del público y le impiden ver lo que ocurre tras bambalinas, teniendo en cuenta los puntos de vista posibles desde las butacas Así, se puede dividir al escenario como a una imagen bidimensional. El escenario tiene puntos de oro, dispuestos por tercios, como en una pintura, y se lee de izquierda a derecha como un texto. Según la importancia de las acciones que se dan dentro de la obra, los actores estarán situados en un lugar de mayor o menor interés. Lo mismo ocurre con los espacios en los que se desenvuelvan los personajes. Un personaje poderoso, por ejemplo, no necesariamente puede estar recargado de un vestuario que ostente su condición, sino que puede aparecer en una tarima, en una silla cómoda o con elementos que denoten esa característica del personaje. Ya que hay tantas variables en el teatro que pueden ser usadas para realizar imágenes en una obra, lo que se debe buscar es una armonía entre todos los mencionados elementos. En la primera escena de Así que pasen cinco años, los personajes están de gris y de azul. Si en dicha escena se coloca un elemento de color rojo o blanco brillante, se debe saber que llamará la atención sobremanera y que distraerá la atención del público. Los mismos colores, rojo y blanco, aparecen en la última escena en el naipe del as de corazones. En este caso la carta merece toda la atención del espectador ya que el as de corazones hace referencia al mismo corazón del “Joven” que se destruye y lo hace morir. Esto ejemplifica que un elemento tan sutil a simple vista como un color o un elemento, puede cambiar el sentido de las escenas en el teatro. La iluminación, la escenografía y los demás factores antes mencionados también son importantes. Por ello, el trabajo del director y los actores es arduo aunque se siga las pautas dadas por el dramaturgo. 3.2.3.1. Las Figuras retóricas en el Lenguaje del Teatro. Como en el teatro conviven varios lenguajes, es evidente que coexisten también varias rupturas de los mismos. Para entender las figuras retóricas en el teatro se debe tener en cuenta lo antes mencionado: el texto y la representación. Cuando un actor ve una figura retórica en el texto, debe saber que esta expresión especial demanda una carga emotiva menos cotidiana, que el personaje está llevado por sus sensaciones y emociones. En cuanto a lo visual, que tiene que ver con la representación, hay varios elementos que pueden alimentar a una obra durante el montaje. En el teatro, como en todas las artes, se pueden conjugar varias figuras retóricas. Como menciona Acaso(2008) en El lenguaje visual: “…no debemos olvidar que una imagen puede tener varias figuras retóricas a la vez, la mayoría de ellas basadas en la metáfora.”(p: 94) Por ejemplo, la mano enorme que se lleva al “Niño” de Así que pasen cinco años cuando muere, es una hipérbole y una metonimia que tiene que ver con la mano de Dios. Los juegos de luz, la oscuridad, el día y la noche 46 en esa misma escena son paradójicos. También es paradójica la idea de que el día nace, y el Niño, ser que inicia la vida, muere. Al niño se le niega ver la luz. Como las figuras son expresiones especiales del lenguaje se las debe usar cuando lo que se desee expresar tenga un peso determinante para la obra. Hay que pensar que en el lenguaje común uno no va hablando en sentido figurado todo el tiempo, sino solo cuando lleva una carga concreta que se necesita expresar. El teatro debe asumir ese proceso cognoscitivo y lingüístico en la elaboración de su lenguaje. No se puede usar figuras todo el tiempo y con un solo ritmo porque el espectador puede agotarse. Las figuras deben ser usadas en momentos oportunos. Eso sucede con la imagen del Niño muerto. La mano inmensa llevándoselo conmociona y es oportuna. Hay figuras retóricas manifestadas en el texto y, el director debe ser cuidadoso al proponer otras, porque puede fragmentar el lenguaje del dramaturgo. Si bien el teatro es un conjunto de pequeños lenguajes, el código general no está al azar. Es posible imaginar el teatro como una orquesta donde cada integrante toca un instrumento. Cada persona sabe cómo funciona su instrumento y lee su respectiva partitura. Sin embargo, todos los sonidos forman una sola composición que tiene un género específico y que provoca sensaciones que tienen que ver con los sonidos. Romper con el código del dramaturgo, puede llegar a ser como si un instrumento tocara un ritmo tropical en una sinfonía de música clásica, y así se puede echar a perder la obra. En el teatro vale determinar los momentos climáticos de las escenas y evaluar cómo se da la acción dramática para hacer uso de esta forma que tiene el lenguaje visual. Hay imágenes muy concretas que tienen cargas simbólicas, icónicas o que indican algo, pero no son necesariamente poéticas. Dentro del teatro se pueden conservar imágenes durante largo tiempo o se puede hacer uso de imágenes fugaces y hasta violentas. Stanislavsky (2011), en su libro La construcción del personaje, indica que hay un tempo-ritmo en la actuación y que éste mantiene activo el interés del espectador de la siguiente manera: …Como niños de un jardín de infancia dábamos palmadas al ritmo de los metrónomos. Luego progresamos hasta llegar a tempos de mayor complicación; tratamos incluso de transmitir mensajes batiendo el ritmo de una serie de acciones vistas por nuestros ojos internos. Y descubrimos que estas pulsaciones transmitían una impresión, por vaga que fuera, a nuestros oyentes, pero temía un efecto más fuerte aún en nosotros mismos. Cooperaba de forma efectiva en nuestro proceso de creación. (p: 322) Lo mismo sucede con el paso de las imágenes. Se puede imaginar la marcha de las imágenes como una partitura donde algunas notas son más cortas que otras y pertenecen a un compás. Las figuras retóricas visuales serían cambios o matices especiales en el sonido de toda la composición. Al realizar un montaje, se está componiendo un todo armónico que puede llegar a ser hechizante. 47 3.3. Lo poético, el límite de la razón No digáis que agotado su tesoro de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas; pero siempre Habrá poesía … Mientras la humanidad siempre avanzando no sepa a do camina, mientras haya un misterio para el hombre ¡Habrá poesía! Gustavo Adolfo Bécquer Definir lo poético sensiblemente puede requerir de muchas palabras y, aún así, no sería posible llegar a definirlo. Lo poético está sujeto a la memoria, a la percepción y a la observación. Está sujeto a la imaginación y a las distintitas realidades. A veces parece que gravita alrededor del hombre y solo espera ser atrapado y convertido en un lenguaje que los seres humanos sean capaces de comprender. Varias veces, cuando se lee o se presencia algo que ha llegado a topar lo poético, parece que solo se aclara parte de lo que ya se conoce o que por lo menos se intuye. Se comparte la sensación y uno se siente más humano. Nunca se sabe a ciencia cierta cómo un autor empieza a imaginar su obra para realizarla. Unos pueden partir del sonido, de la acción o de la palabra; otros, de la carga visual completa y a detalle. Lo importante es que el producto de la imaginación de un hombre o de una mujer puede evocar cosas inconcebibles aún para su mismo autor. Puede ser que el artista planee tener todo bajo su control, pero siempre hay cosas que se escapan de su punto de vista. Sin darse cuenta puede topar lo poético y penetrar en el espectador de forma imprevista. Las obras tienen discursos, mismos que no abarcan ideologías o filosofías puras, porque parten de un ser humano construido por una diversidad de impresiones. El ser humano está lleno de contradicciones y no es raro que éstas se impriman en su proceder o en los productos de su creatividad porque lo poético también se abraza con la sabiduría. A veces se trata de una sabiduría inconsciente, que se filtra en los colores, las figuras, las acciones y las palabras. 48 La imagen, como se ha dicho anteriormente, tiene elementos específicos y concretos que la constituyen. Sin embargo, dentro de algunas obras de teatro, como también de otras artes, hay imágenes que no se borran de la memoria, que pueden estar siendo evocadas una y otra vez en momentos ajenos a la representación y que llaman a la sensibilidad, incluso transformándola. Son imágenes que abren cuestionamientos y que no se pueden resolver solamente con la razón. Estas son las imágenes que han logrado capturar algo poético. A pesar que los tiempos cambian, el arte tiene la cualidad de ser un oasis donde el ser humano, que intenta mostrarse eficaz y fuerte en un sistema que lo desea de una manera específica, puede dejarse llevar y sentir un pedazo de libertad. El arte puede provocar emociones dolorosas o alegres, que dentro de una moral instaurada pueden ser juzgadas como buenas o malas, pero, tal como dijo Oscar Wilde, “el arte es ajeno a la moral”. El producto subjetivo de una obra se puede describir, pero mientras uno contempla y se deja llevar por la obra de arte, no está juzgando ni juzgándose, entonces puede entender algo de sí mismo y quizá de la humanidad entera. 49 CAPÍTULO IV LAS IMÁGENES POÉTICAS DE LA OBRA ASÍ QUE PASEN CINSCO AÑOS El joven viejo, el viejo joven, el niño muerto, el tiempo que pasa, el amor que se olvida… y el corazón rojo que muere en el indeciso azar de su existencia. Con un alto nivel estético y un pulido uso del lenguaje, Así que pasen cinco años, fue culminada en el verano de 1931. La obra tiene elementos del teatro simbolista, del surrealismo y de vanguardias posteriores al quehacer teatral de Lorca, como el caso del Teatro del Absurdo. Efectivamente, la obra es de suma complejidad y fue catalogada como una obra imposible de montar. Cuando Lorca dio fin a esta obra y la compartió en una tertulia de intelectuales, algunos de sus conocidos confesaron no haberla comprendido. Algunos aventuraron varias interpretaciones. Según Martínez Cuitiño y Cancela, en el texto García Lorca para principiantes (2004) Morla dijo sobre ella: “Me parece que hay un entrevero de ficción y de realismo. La obra me da la impresión de cosa inconclusa… Sí comprendo lo que dicen los personajes, no entiendo bien lo que quieren expresar”. El hecho es que Así que Pasen Cinco Años se adelantó décadas a su época y por ello fue difícil comprenderla entonces. En esta obra, Lorca enlaza el amor con el paso del tiempo y con la muerte. Se sabe que el amor es uno de los temas favoritos en las creaciones literarias, teatrales o cinematográficas. Sin embargo, el amor en las obras de Lorca no es un sentimiento superficial expresado en gestos dulzones y de mal gusto. Es un motivo de lucha, un motor que transforma a los seres humanos ya sea para enaltecerlos o para destruirlos. El amor es duro, está envuelto en heridas y requiere de decisiones. El poeta propone a un personaje que no lo ha entendido, que se ha quedado varado en su indecisión y en el aplazamiento constante del amor. “El Joven” de Así que pasen cinco años no llega a vivir el 50 amor con valor. No vive la belleza de cada día. Él mismo afirma que “guardaba los dulces para comerlos después”(p: 124). Sin embargo, en la vida la dulzura de un momento efímero se vuelve desabrida, si no amarga, cuando no se la saborea sinceramente en el instante preciso. Se dice que Lorca vivió en carne propia la decepción de no poder perdurar su esencia en sus hijos dada su condición de homosexual. Por ello, en algunas de sus obras el instinto maternal frustrado es evidente. Así que pasen cinco años es una de ellas. “El Joven”, en la escena del “Maniquí”, logra ver la vestimenta del hijo perdido, del hijo que nunca fue capaz de concebir. Así que pasen cinco años hace que se tome conciencia del Tiempo. Muestra cómo pasan los segundos afectando a todos los seres perecederos. En la obra como en la vida, el tiempo funciona distinto para cada persona de acuerdo a sus decisiones y circunstancias. Hay los que viven cada minuto sin importarles el mañana, los que añoran el pasado e intentan revivir la niñez, los que son conscientes del paso de los segundos y los que tienen una idea absurda de eternidad. Toda la obra termina en un juego de cartas. El “Joven” lo pierde. Como en todas las partidas, cortas o largas, la muerte es quien gana finalmente. Por la gran cantidad de escenas que parecen de ensueño y las grandes profundidades que abarca, Así que pasen cinco años tiene varias interpretaciones y varias cuestiones que escapan al entendimiento y a los adjetivos. Muchas cosas son inefables y no conviene definirlas con un artilugio como la palabra. La pieza tiene la perfecta tensión entre el Eros y el Tánatos y, en sí, es una metáfora del amor, la muerte y el tiempo. 4.1. La Obra Así que pasen cinco años tiene escenas que parecen no estar enlazadas y que aparentan no tener un sentido lógico. Este enlace ajeno a lo racional genera una interpretación sensible de lo real. Si bien en la obra hay un hilo conductor por medio del cual se puede determinar una historia, la ruptura de los planteamientos del teatro del siglo XIX y la propuesta de elementos vanguardistas es evidente. En Así que pasen cinco años, como en algunas obras de arte, la potencia no está precisamente en la acción o en la historia. El argumento se puede resumir así: un joven que prolonga el tiempo de espera de un amor y finalmente muere. Sin embargo, la fuerza de la obra está en las implicaciones del letargo y en los cuestionamientos a los que llega al hablar del amor, el tiempo y la muerte. No está escrita de manera realista y parece existir en la cabeza del “Joven”. La obra es un punto de vista, una mirada hacia el interior del hombre y hacia sus acciones. El autor también emplea ciertos códigos implícitos en la cultura. Se pueden ver algunos símbolos del catolicismo, como el traje de primera comunión del “Niño” y la repetición del número tres, que es sagrado desde el punto de vista de esta religión. En la última escena, donde “Los Jugadores” 51 sacan la tijera y cortan hilos, hay un acercamiento a la cultura griega, más específicamente, al mito de la Moiras. Grecia es uno de los pilares de Occidente, y el mito del que Lorca hace uso en su obra, hermanándolo con los naipes, habla del destino, el azar y la muerte. Otro punto del que se enriquece la obra del poeta es la naturaleza. En el imaginario de los creadores hay un universo vegetal, faunístico y mineral que hace las obras más universales y con las que se puede realizar comparaciones para hacer vívidas las impresiones en el receptor. Mientras la tecnología va cambiando a través de los tiempos, los fenómenos naturales se mantienen y como el ser humano es parte de la naturaleza, es capaz de comprender comparaciones que usan este referente. Respecto a la naturaleza, el universo Lorquiano es vasto. En algunos textos de Así que pasen cinco años se menciona el atardecer, la luna, la noche, la tierra, la arena y algunas flores trágicas y puras como los nardos o los lirios. Dentro de la obra, no solo hay una poética inasible, también hay reformulaciones del arte. Este hecho se da en primer lugar por la estructura aparentemente desordenada, y en segundo lugar, por el uso de ciertos elementos como el teatro dentro del teatro, los arlequines y las máscaras que, a más de ser personajes escénicos, son personajes que cuestionaron la estética hegemónica desde su concepción. El aire es el elemento de la obra. Constantemente se repiten los colores blanco, negro y azul que corresponden al elemento “aire” según Bachelard y en la naturaleza estos colores se ven sobre todo en el cielo. En unos pocos momentos aparecen los colores rojo y amarillo. El rojo en el abanico del Amigo 1º, en la sangre del gato y el Viejo y, finalmente en el As de cæur. El amarillo es el color de la Máscara primera. Ambos colores pertenecen al elemento del fuego y connotan acción, vitalidad, calor y pasión. Se puede ver que la obra se enriquece de varios dominios y estos llegan a generar “metáforas escénicas”. De forma que, a partir de la realidad se crea una “no realidad metafórica” etérea y de carácter inasible, pero no imperceptible, tal como el viento. 4.1.1. Argumento Así que pasen cinco años tiene la observación de: “Leyenda del Tiempo en tres actos y Cinco Cuadros”. En el acto primero, a través de una conversación con “El Viejo”, se descubre que el “Joven” tiene un amor con una muchacha y que está dispuesto a esperar cinco años para que su amor se realice. “La Mecanógrafa” declara que está perdidamente enamorada del “Joven” y éste la deja ir. Aparecen además los dos amigos del “Joven”. Uno de ellos es un mujeriego que busca disfrutar el día, y, el otro, un muchacho delicado que desea “descumplir” años y ser enterrado en un ataúd minúsculo. Además, como un momento lejano a la realidad, hay un diálogo de un “Niño” 52 muerto con su “Gato”, también muerto. En el primer acto se revela la naturaleza poética de la obra y se manifiesta el conflicto del amor dilatado. Al principio del segundo acto, aparece el esperado e idealizado personaje de la “Novia”, la muchacha de bellas trenzas que el “Joven” ama. Sin embargo, en lugar de aparecer como una figura femenina celestial y sutil, lejana al contacto, aparece como una mujer terrestre, que es físicamente tocada por un “Jugador de Rugby”. La joven rechaza el compromiso con el “Joven” y se marcha con su amante. Un “Maniquí vestido de novia”, en otra escena de ensueño, le muestra al “Joven” lo que ha perdido. El “Joven” nota que su esperanza está en la mujer que ha rechazado anteriormente: “La Mecanógrafa”. El “Viejo” resulta herido. En este acto se contrapone lo material con lo etéreo, y lo que se vive, con lo que se espera. El tiempo parece romperse y el futuro parece marcharse. El tercer acto, quizá por su complejidad, está dividido en dos cuadros. En él aparecen La “Máscara”, el “Payaso” y el “Arlequín”. El “Joven” lucha contra estos últimos. Se declara a la “Mecanógrafa” y ella le responde que irá con él “Así que pasen cinco años”. Finalmente, el “Joven” tiene una partida de naipes en la que la última carta en juego es el as de corazones y muere asesinado por “Los Jugadores” al sonar las doce campanadas. 4.1.2. Personajes Los personajes de la obra no son retratos vivos de una persona como ocurre en el teatro realista. No son seres con los que cualquiera se puede encontrar en la calle, son entes que encarnan una idea o algún tema. Los personajes de esta obra son seres sin nombre que el autor los menciona únicamente desde su rol. Así, estos sujetos son nadie y a la vez todos. Son seres humanos y también son el símbolo de cuestiones superiores a los seres terrestres. El tiempo se ve en “El Niño” y en “El Viejo”. La muerte y el destino están representados por los “Jugadores 1º, 2º y 3º”. El personaje que lleva toda la obra y al que le atraviesan las situaciones directa o indirectamente es el “Joven”. Se sabe que no es una persona que toma acción ante las circunstancias. De manera que el amor y los conflictos se le presentan evidentemente y no es capaz de verlos. Sin embargo, tiene una riqueza subconsciente que da lugar a escenas no realistas como la del “Maniquí”. El “Joven” es contrapuesto con otros de distintas formas. El primer personaje que aparece frente al “Joven” es el “Viejo”. Éste se puede leer como un consejero que pretende que el “Joven” tome riesgos, pero cavando más hondo, se puede deducir que el “Viejo” es su Alter Ego, una especie de yo futuro del “Joven” que va transformándose a medida que se dan las acciones. Quizá por eso dice que “hay que recordar mañana”(Lorca, 1953 p:124) y resulta herido de manera inexplicable al final del segundo acto. El “Viejo”, además, parece pertenecer a otra línea de tiempo o encarnar al Tiempo mismo. Ambos personajes generan 53 una relación de antítesis, pues se confrontan los temas de la juventud y de la vejez; de la actividad y de la pasividad; del pasado y del futuro. El “Viejo” y el “Joven” hablan sobre el pasado. El “Viejo” es el futuro del “Joven”, pero también es la construcción de un largo pasado. Otro personaje que rompe la linealidad del tiempo es el “Niño”. El personaje en sí es una paradoja entre la vida y la muerte. Un niño encarna el futuro, la predisposición a la vida. Sin embargo, el futuro es algo impreciso. En el imaginario común, está la idea de que lo natural es cumplir todo el ciclo vital. Eso hace que la muerte de un niño sea inesperada e impredecible y sacuda el esquema que se tiene sobre la vida. Cuando se llora por un niño muerto, se llora también por el tiempo que se supone que tendría si hubiese vivido. Así, la figura del niño muerto encarna la muerte del futuro. Si se especula respecto a una relación más cercana entre el “Niño” y el “Joven”, también se puede deducir que el adulto mata al niño que fue alguna vez para continuar con su vida. Si el “Niño Muerto” es el rastro pasado del “Joven”, solo es una posibilidad. De todas formas, al destrozar el pasado y olvidarlo, y al borrar las posibilidades del futuro, los seres humanos quedan como la cáscara de entes que no tienen razón de ser. Respecto al gato, este animal es una criatura muy querida por los escritores y en el pasado se le atribuyeron poderes mágicos. En los ojos del gato, para Bachelard, se refleja la vitalidad y la poética de la llama de una vela. El “Gato” en Así que pasen cinco años está muerto y ensangrentado. El fuego de sus ojos muere, de nuevo muere la profundidad del futuro. Durante el primer acto también se presentan los amigos. El primero es un joven activo y mujeriego; el segundo, es un joven bastante femenino y peleado con la vejez. Contrario al Joven que es pasivo, los amigos son dinámicos. El elemento del “Amigo primero” es el fuego. Este es un ser que vive el instante y disfruta de los placeres terrenales. El “Amigo segundo” se escabulle. Se mete por las rendijas y él mismo parece una gota de agua o una brisa suave. El último personaje es el único que duerme en escena. Está entre el sueño y la realidad, y también canta. Ambos amigos tienen una esencia dionisíaca. El “Amigo uno” por los placeres, y el “Amigo 2” por la flexibilidad y la ensoñación. La “Mecanógrafa” es la mujer real. Es la mujer para amar. Es imperfecta y presente, y esa es su importancia. Es la mujer que está en el presente, sobre la tierra y no en la imaginación. Éste es, quizá, de los personajes cuyo desarrollo y transformación a nivel humano y personal es más claro y evidente. Al principio, se muestra deprimida y herida por el amor y, en el último acto, aparece renovada. Tal vez entra en un mundo más falso. Tal vez se vuelve parecida al “Joven”. Al final, este personaje le dice al “Joven” que debe esperar cinco años. Es la oportunidad desaprovechada. Los criados juegan un papel de espectadores presentes. Ellos lo saben todo, son como sombras invisibles que se desplazan, casi carentes de voz. Estos personajes también son una constante en el 54 teatro. Si los amos son víctimas de lo que ocurre, o de sí mismos, los criados son quienes viven sin voto. La “Criada” de la “Novia” es una especie de nana y como tal, es una confidente. Otro punto importante que tienen los criados es la acción. Siempre tienen algo que hacer, tienen el poder de la rutina de los amos en sus manos. El “Criado” es el personaje que cierra la obra con un candelabro en mano. Es el testigo y también el que hace ver que en el lugar de los hechos no ha ocurrido nada. La “Novia” es como muchas de las mujeres de las obras del poeta: dueña de su cuerpo. Desea un hombre masculino que la haga sentir mujer. Esta mujer también es egoísta. Obedece a sus impulsos sin importarle nada. Es caprichosa como la ilusión. Quizá por ello se la vincula con el “Jugador de Rugby”, que tiene que ver con el estereotipo de masculinidad que, según Gibson, Lorca vio en su viaje a Nueva York. Es un personaje sin texto. No se sabe lo que piensa y siempre está en su rol de hombre viril que fuma y es el deportista fuerte por excelencia. El “Padre de la novia”, por su parte, es un sujeto incapaz de ver. El “Maniquí del traje de novia” es un personaje poético individualmente. Tiene en él la figura retórica de la personificación, además encarna lo que nunca sucederá. Al igual que el “Niño” y el “Gato”, su texto es en verso. Es un personaje quieto y, por ende, no le es posible accionar con el cuerpo. Es fuerte como imagen fija y la carga de su acción está en el texto y en la voz. El personaje le hace ver al “Joven” que es capaz de decidir. También representa el remordimiento del Joven y puede ser leído como una proyección de este personaje. En varias ocasiones el “Maniquí” habla de elementos que tienen que ver con el tiempo como el agua y la arena. Es un personaje devorado por la eternidad incapaz de cumplir sus deseos. La “Muchacha”, de alguna forma, se liga a la escena del maniquí. De nuevo se menciona a los amantes y al mar. “Payaso” y “Arlequín” se burlan de ella y sale de escena llorando. El “Payaso”, el “Arlequín” y “las máscaras” tienen en el teatro un simbolismo conceptual que rechaza al teatro hegemónico ya que nacieron en la plaza. Son seres que van de la mano con la risa, lo carnavales y la fiesta. Estos personajes tienen que ver con los personajes que Lorca solía dibujar. Como se dijo anteriormente, encarnan una crítica al arte mismo. Los personajes que le dan un vuelco a la obra son los “Jugadores”, representantes de la muerte y el destino. Son, de alguna forma, ladrones de corazones latientes. Los personajes de Lorca tienen cualidades terrenales y aéreas, son cuestionadores y filosóficos. 4.1.3. Detalle de las Escenas con las Propuestas del Dramaturgo La obra de Lorca, por la fluidez que tiene, no está dividida en escenas, pero por motivos de análisis, se la ha divido en escenas cortas a partir de la entrada, salida y participación de los personajes. 55 4.1.3.1. Escenas del Acto Primero Tabla 2: Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Primero de Así que pasen cinco años. Fuente: elaborada pos D. Salomé Benalcázar con la información extraída de la obra mencionada (1953)(pp:122-151) PROPUESTAS DE FEDERICO GARCÍA LORCA EN ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS PERSONAJES PARTICIPANTES ESPECIFICACIONES VISUALES ESPECIFICACIONES ALGUNAS AUDITIVAS ESPECIFICACION ES DE ACCIONES Joven-Viejo (Biblioteca. El Joven gemido (p: 126) está sentado. Viste un pijama azul. El Viejo, de chaqué gris, con Barba blanca y enormes lentes de oro, también sentado)(p: 123) El Joven tiende la mano para despedirse (p:130) Joven-ViejoMecanógrafa mismo decorado La mecanógrafa llora (p:130) Joven-Viejo-Amigo 1 mismo decorado El Amigo Entra y el Viejo se va. (p:132) Joven-Amigo 1 Hay un sofá (p: 133) Él Amigo frota su nariz con la del Joven y luego le da vueltas al Joven y se lanza boca abajo en el sofá. Coge la cabeza del Joven entre sus piernas y le golpea. (p: 135) Joven-Viejo-Amigo 1 mismo decorado. Estrépito de cristales. Trueno lejano. trueno cercano. (pp:135-136) El Viejo se marcha. Cuando el Viejo entra los jóvenes están de pie (p: 135). Niño-Gato 1)La luz desciende y una luminosidad azulada de tormenta invade la escena. Los tres personajes (Viejo, Joven, Amigo) se ocultan detrás de un biombo con estrellas. Por la puera de la izquierda aparecen el Noño Muerto con el Gato. Al iniciar la escena se oye otro trueno. (p: 137) Los personajes se esconden. Niño y Gato entran El Niño toma al Truenos en medio de la Gato de la mano. escena. (p:137) (p: 137-143) El Niño cruza las manos como un Al final de la escena, muerto(p:138). una voz dice NO Luego, mira debajo (p:143) de las sillas (p:139). El Gato tiembla en 56 El Niño viene vestido de blanco, de primera comunión, con una corona de rosas blancas en la cabeza. Sobre su rostro pintado de cera resaltan sus ojos y sus labios de lirio seco. Trae un cirio rizado en la mano y un gran lazo con flores de oro. El Gato es azul con dos enormes manchas rojas de sangre en el pechito blanco gris y en la cabeza. Avanzan hacia el público. El Niño Trae al Gato cogido de la pata. (p: 137 ) 2) La Gata se acerca a la puerta de la derecha; sale, una mano la empuja hacia adentro. (p; 143) un taburete. (p:139) El niño se dirige a la puerta de la derecha. (p: 141) El Niño y la Gata andan a tientas (p:142) La Gata es empujada hacia adentro(p:143). El Niño avanza con terror (p: 143). El Niño se arranca una flor de la cabeza y la deshoja diciendo sí,no. sí, no (p:143). El Niño se desmaya. 3)una mano se asoma y saca al Niño que se desmaya.la luz, al desaparecer el niño, vuelve a su tono primero. (p:143) Joven-Viejo-Amigo 1 Por detrás del biombo vuelven a aparecer los tres personajes. Dan muestras de calor y de agitación viva. El Joven lleva un abanico azul, el Viejo un abanico negro y el Amigo un abanico rojo agresivo. (pp:143-144) Los personajes se abanican. Entra el Criado. Es sutil. Camina en puntas de pies y cruza el escenario. y va a salir por la puerta de la izquierda. (p:144) El Viejo, molesto con el Amigo, estruja su sombrero (p:145) Joven-Viejo-Amigo 1-Amigo 2 Aparece por la puerta de la izquierda el Amigo segundo. Viene vestido de blanco con un impecable traje de lana, my lleva guantes y zapatos del mismo color. De no ser posible Amigo 1 bebe. El Joven tiembla. El Viejo sale. El Joven lo sigue. (p: 149) 57 quye este personaje lo haga un actor muy joven, lo hará una muchacha. El traje ha de ser de un corte exageradísimo; llevará enormes botones azules y el chaleco y la corbata serán de rizados encajes. (pp:146) Amigo1- Amigo 2. Amigo 2-JovenMecanógrafa Lluvia. (p:150) La mecanógrafa lleva una melera Amigo 2 se encoge de hombros. (p:149 )Amigo 1 bebe sin parar. El Amigo 2 se sienta en un sillón con las piernas recogidas. El Amigo 1 bebe rápidamente las copas apurando hasta lo último; y dándose un golpe en la frente como si recordara algo sale rápidamente por la puerta de la izquierda. El Amigo 2 inclina la cabeza en el sillón. Aparece el Criado por la derecha, siempre silencioso, sobre las puntas de los pies. (p:150) Se mira las manos. Se queda dormido y canta entre sueños. Entra el Jóven y se sienta. La mecanógrafa entra después. Cruza la escena y espera ser llamada. (p:150) El Joven cierra los ojos. La mecanógrafa sale. El Joven golpea la mesa suavemente con los dedos. (p:151) 58 4.1.3.2. Escenas del Acto Segundo Tabla 3: Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Segundo de Así que pasen cinco años. Fuente: elaborada pos D. Salomé Benalcázar con la información extraída de la obra mencionada (1953) (pp:122-177) PERSONAJES ESPECIFICACIONES ESPECIFICACIONES VISUALES AUDIVAS ACCIONES NOVIA-JUGADOR DE RUGBY Alcoba estilo 1900.Muebles extraños. Grandes cortinajes llenos de pliegues y borlas. En las paredes, nubes y ángeles pintados. En el centro hay una cama llena de colgaduras y plumajes. A la izquierda, un tocador sostenido por ángeles con ramos de luces eléctricas en las manos. Los balcones están abiertos y por ellos entra la Luna. La Novia tiene una larga cola y todo el cabello lleno de bucles. (p:152) Tras el claxon, la Novia salta de la cama llevando una espléndida bata llena de encajes y enormes lazos color de rosa. (p: 152) Se oye el claxon de un automóvil que toca con furia (p:152). Después de que la Novia se despide, entra la voz de la Criada. (p: 154) El jugador de Rugby no habla, solo fuma y da muestras de gran vitalidad. En una ocasión le lanza humo en la cara a la Novia Varios besos. (p:152-153) NOVIA- CRIADA La Novia enciende la Se oye el silbido del luz del techo. Una luz jugador (p:154) y el más azulada que la que claxon (p:158) cubre los balcones. (p:154) La Novia se sienta en el tocador y se arregla ayudada por la Criada. (p:155) LaCriada arroja por el balcón unas flores. (p:156) La Criada ofrece varios trajeas a la Novia.(p:157) La Novia se dirige al balcón al escuchar el claxon. Luego se pone un traje de hábito sencillo(p: 158). NOVIA- CRIADAPADRE El Padre de la Novia es un viejo distraído. Tiene unos prismáticos colgados del cuello. Peluca Blanca. Cara Rosa. Lleva guantes blancos y traje negro. Tiene detalles de una Entra el padre. (p:160) Cuando la Novia expone su deseo de no querer ver al Joven, el Padre hace ademán de pegarla. Mira al 59 delicada miopía.(p:160) cielo por el balcón. Se dirige al balcón La criada entra precipitadamente (p:162). NOVIA- CRIADAPADRE. NOVIA- CRIADAPADRE-JOVEN Fuera se oyen voces. (p:162) El Joven viene vestido de calle. En el momento de entrar se encienden todas las luces de la escena y los ramos de bombillas que llevan los ángeles en la mano. (p: 163) La Criada entra precipitadamente y corre hacia el balcón. Depués de los puntos de vista sobre las voces, la Criada Sale. (p: 163) El Joven aparece. Se arregla el cabello. Los tres personajes quedan mirándose en silencio. Entra la Criada muy nerviosa con las manos sobre el pecho. El Joven le da la mano a la Novia. Ella lo mira fijamente sin soltarle la mano.Luego de un texto, la suelta. (p:163) El Padre ofrece una silla al Joven. La criada se retira al rincón. El Padre de la novia se asoma a los Balcones y mira con los prismáticos (p;164) JOVEN-NOVIA El Joven le abraza. Ella se desase. (p:165) Después de que la Novia le rechaza, él se cubre la cara 60 con las manos.El Joven se sienta, abatido. (p: 166) JOVEN-NOVIACRIADA-PADRE Voz de fuera al salir el Joven dice Adios. (p:169) La “Criada” entra. El Joven suelta a la Novia. El Joven hace un movimiento (p:168) El Padre siempre mira al balcón. (p:169) Salen todos salvo el Joven(p:169) JOVEN-MANIQUí 1) La luz de la escena Se oye un Gemido se oscurece. Las (p:170) bombillas de los ángeles toman una luz azul. Por los balcones vuelve a entrar la luz de luna que va en aumento hasta el final. El Joven mira a la Puerta.(p;170) Entra el Maniquí. (p:170) El Maniquí le enseña al Joven un traje rosa de niño.(p:170) 2) El maniquí lleva vestido de novia. Este personaje tiene la cara gris y las cejas y los labios dorados como un maniquí de escaparate de lujo. Trae puesto con cierto embarazo un espléndido traje blanco de novia. (p: 170) 3) Traje rosa de niño (p:173) JOVEN-MANIQUíVIEJO La luz es de azul intenso. Al entrar la Criada, la escena toma suavemente su luz natural, sin descuidar la luz azul de los balcones abiertos de par en par que hay al 61 Entra la Criada por la izquierda con un candelabro. En el momento en el que entra la Criada, el Maniquí se queda rígido fondo. (p:175) con una postura de escaparate. La cabeza inclinada y las manos levantadas en actitud delicadísima. La Criada deja el candelabro sobre la mesa del tocador. Siempre con actitud compungida y mirando al Joven. (p:175) JOVEN-MANIQUíVIEJO-PADRECRIADA La luz crece. El Viejo tiene un pañuelo de seda en la mano. (p:175) Aparece el Viejo por una puerta de la derecha.Da muestras de gran excitación y se lleva las manos al pecho. La Criada sale rápidamente. (p:175) El Joven inicia el Mutis. El Viejo lo toma del brazo. El Padre entra. Se dirige al balcón. El Joven sale corriendo (p: 176) VIEJO-CRIADAMANIQUí Maniquí tendido en el sofá. (p:177) La voz del Viejo se pierde al salir. Claxon lejano (p:177) El Viejo sale. Criada entra rápidamente, coge el candelabro y sale por el balcón. El Maniquí habla por última vez y se desmaya tendido en el sofá 62 (p:177) 4.1.3.3. Escenas del Acto Tercero Tabla 4: Algunas propuestas de Lorca en el montaje del Acto Tercero de Así que pasen cinco años. Fuente: elaborada pos D. Salomé Benalcázar con la información extraída de la obra mencionada (1953)(pp:122-151) PERSONAJES ESPECIFICACIONES VISUALES ESPECIFICACIO ACCIONES NES AUDITIVAS CUADRO PRIMERO Arlequín Bosque. Grandes troncos. en el centro, un teatro rodeado de cortinas barrocas con el telón echado. Una esterilla de ladrillo une el tabladillo con el escenario. Al levantarse el telón cruzan entre los troncos dos figuras vestidas de negro, con las caras blancas de yeso y las manos también blancas. Arlequín viste de negro y verde. Lleva dos caretas una en cada mano y ocultas tras la espalda. Acciona de modo plástico como un bailarín. (p:178) Suena una música lejana. (p:178) Después de la acción con las máscaras se oyen trompas graves de caza (p:179) Sale el Arlequín. (p:178) Mientras dice su texto se pone la careta de alegrísima expresión, se la saca, y se pone la careta de expresión dormida. se quita la careta. Luego, alterna una y otra. (p:178) Arlequín-Muchacha La Muchacha vestida negro, con túnica griega. Tiene una guirnalda. (p:179) Arlequín habla a voces como si estuviera en el circo. (p:181) Aparece la muchacha. Viene saltando una guirnalda. (p:179) Arlequín-MuchachaPayaso Aparece un espléndido payaso vestido de lentejuelas. Su cabeza empolvada da la sensación de calavera (p:181) Payaso Ríe a Aparece el Payaso. grandes carcajadas Éste se remanga. (p:181). Se dirige al público. (p:181) Arlequín ríe. Arlequín toca un violín blanco con dos cuerdas de oro. Debe ser grande y plano. Lleva el compás con la cabeza. (p:181) La Muchacha inicia el Mutis llorando. Luego 63 sale. (p:182) Arlequín-Payaso MáscaraMecanógrafa Arlequín-Joven Payaso grita y luego baja la voz. Arlequín toca. También alterna su voz. (p:183) Payaso señala. Arlequín adopta actitud de circo. Payaso y Arlequín salen. (p:183) Se oyen las La Mecanógrafa viste un trompas. traje de tenis, con boina color intenso. Encima del La Máscara ríe. vestido una capa larga. Viene con la Máscara (p:184) primera. Esta viste un traje 1900 con larga cola amarillo rabioso, pelo de seda amarillo, cayendo como un manto, y máscara de blanca yeso: guantes hasta el codo del mismo color. Llleva sombrero amarillo y todo el pechosembrado de lentejuelas de oro. El efecto de este personaje debe ser el de una llamarada sobre el fondo de azules lunares y tonos nocturnos. Habla con leve acento italiano. (p:184) Sale la Mecanógrafa con la Máscara primera. (p:184) Joven viste un traje de campo con medias. (p:187) Aparece el Joven. Arlequín sale. El Joven empieza a andar. Arlequín lo detiene. (p:187) El Joven inicia el Mutis. Payaso sale por el lado opuesto. Payaso da una bofetada de circo al Arlequín. Arlequín cae al suelo, gritando. (p:188) Arlequín ya se ha levantado. El Joven está de espaldas y ellos salen también sin dar la espalda, sobre las puntas de los pies, Voz de mecanógrafa cantando. (p:189) 64 La Mecanógrafa inicia el Mutis. Máscara se recoge la cola. (p:187) marcando un paso de baile y con el dedo sobre los labios (p:189) Arlequín-JovenPayaso-Mecanógrafa La mecanógrafa aparece. (p:189) Se refugia en el pecho de Joven. Se deshace del Joven. Se dirige a la escalera. (p: 191) Joven-MecanógrafaMáscara. Las cortinas del teatro se descorren y aparece la Biblioteca del primer acto, reducida y con tonos pálidos. Aparece en la escénica la Máscara amarilla , tiene un pañuelo de encaje en la mano y aspira sin cesar un frasco de sales. (p:192) Aparece la Máscara. Baja la escalera, Llora, va al suelo. Se va llorando. (p:192) Mecanógrafa-Joven 1)Aparecen dos criados Voz fuera dice: mi vestidos con libreas hijo, mi hijo. azules y caras palidísimas (p:193) que dejan a la izquierda del escenario dos taburetes blancos. Por la escénica cruza el Criado del primer acto andando siempre sobre las puntas de los pies. (p:192) Criado camina en puntas de pies. Mecanógrafa sube las escaleras de la escenita. El Joven empieza a subir lentamente la escalera. (p:192) Aparece por el escenario el Viejo. Da muestras de agitación y observa lentamente lo que pasa en la escenita. (p:193) Cruza la escenita el Niño Muerto. Viene solo y entra por la puerta de la izquierda. La máscara amarilla aparece y las máscaras salen (p:194) Aparecen Payaso y Arlequín. El Payaso trae una cortina y el Arlequín un violín blanco. Se sientan en los taburetes. (p:195) 2)El Viejo viste de azul y trae un gran pañuelo en la mano, manchado de sangre, que lleva a su pecho y a su cara. (p:193) 3)Niño muerto (p:194) 4)Payaso y Arlequín.(p:195) 65 El Joven empieza a bajar lentamente la escalera. La Mecanógrafa queda estática en el escenario. Sale el Sale el Criado de puntillas y la cubre con una gran capa blanca. (p:197) Cuando el Joven pregunta por la salida, Arlequín y Payaso señalan direcciones opuestas. (p:198) CUADRO SEGUNDO Criado-Criada La misma biblioteca que en el primer acto. A la izquierda, el traje de novia puesto en el maniquí sin cabeza y sin manos. Varias maletas abiertas. A la derecha, una mesa. (p:199) Joven-Criado Entran el Criado y la Criada. (p:199) Entra el Joven. La Criada Sale. (p:199) El Joven da muestras de desfallecimiento físico. El Criado le sirve. (p:200) Tras una conversación, el Joven le indica al Criado que se marche. El Criado sale. (p:201) El Joven llama al Criado. (p:202) El Joven sale como una sombra. (p:203) 66 Jugadores1º,2º y 3º Son tres. Vienen de frac. Traen capas largas de raso blanco que les caen a los pies. (p:203) Risas y bajones de voz. (p: 203-205) Entran los jugadores. El Jugaor 1º mira a los lados. (p:203) Jugadores1º,2º y 3ºJoven-Criado Joven vestido de frac (p:205) Voz baja de los jugadores (p:205) Aparece el Joven. Les da la mano. Aparece el criado con una bandeja y copas que deja en la mesa. Los jugadores se sientan. (p:205) Jugador1º reparte las cartas dos veces. Jugadores 2º y3º miran sus cartas; el último con inquietud. El Joven echa una carta sobre la mesa. (p:206) En los anaqueles de la biblioteca aparece el as de cœur iluminado. El jugador 1º saca una pistola y dispara sin ruido una flecha. El as de coeur desaparece y el Joven se lleva las manos al corazón (p:208) Los tres jugadores muestran sus cartas. El Joven se detiene y se las oculta en la mano. El Criado entra. en el momento en que lo hace, los jugadores se quedan en silencio con las cartas en la mano. Exigen la carta. Sale el Criado.Exigen la carta de nuevo. (p:207) El Joven pone la carta sobre la mesa. Aparece el as de cœur. El Jugador 1º dispara. EL Joven se lleva las manos al corazón. (p:208) El Jugador 1º, con tijeras, da unos cortes en el aire. Los jugadores salen (p:209) 67 Joven Joven en el sofá. (p:209) Eco que repite las voces de Joven. (pp:209-210) El Joven muere Aparece el Criado con un candelabro encendido. (p:210) El reloj da las doce 4.2. Imágenes del Montaje como Poesía Visual Las imágenes poéticas son aquellas que recrean y evocan sensaciones, interpretaciones o asociaciones de ideas y conceptos. No toda figura retórica visual es una imagen poética. Como fue posible ver en la tabla anterior, Lorca hace varias propuestas en distintos niveles. Al desglosar la obra de esta manera, se puede tener una sinopsis clara de la obra y un esbozo de los personajes y de las situaciones con el estudio visual del texto. En el análisis anterior se nota que cada escena tiene su particularidad. En algunas de ellas predomina la acción, en otras lo visual, en otras lo auditivo y, en otras el texto. Lo mismo sucede con los personajes, en algunos su disparador principal es la acción, como el “Amigo 1º”, y otros tienen una detallada construcción visual como el “Niño Muerto”. Sin embargo, en este caso el enfoque se dirige hacia lo visual. Respecto a ello, hay escenas que tienen más exigencias que otras. Además, no es coincidencia que aquellas escenas cuyo texto está en verso tengan imágenes minuciosamente descritas y más complejas que el resto de la obra. Varias escenas tienen imágenes que tienen una figura retórica, pero son contadas las que crean en el espectador una reconstrucción del pensamiento y una amplitud sensorial. Estas son las imágenes poéticas. Así que pasen cinco años es una obra con varias fugaras retóricas. En las primeras escenas, en las que participan el “Viejo”, el “Joven”, el “Amigo 1º” y el “Criado” hay una antítesis respecto a las edades y las personalidades. El “Amigo 1º” es un sujeto de temperamento colérico, activo, vive el instante. Por ello se desata el conflicto con el Viejo. Dentro de la obra también hay personajes poéticos, el “Amigo 2º”, el “Viejo”, el “Niño”, el “Gato”, el “Maniquí” el “Payaso”, “Arlequín” y “Máscaras” son muy poéticos. Visualmente, contienen una carga especial y el dramaturgo la describe minuciosamente. El “Amigo 2º” es extravagante para una moda corriente dentro de ese tiempo, pero además cuestiona el tiempo, y tiene un alma infantil y femenina. Canta y ensueña. El 68 “Amigo 1º”, el “Viejo” y el “Joven” se ocultan tras un biombo durante la escena del “Niño” frente al público. Aquí hay una ruptura y los personajes se ocultan tras el cielo. La “Mecanógrafa”, la “Novia” y el “Joven” son seres más reales, más propios de lo que es concebido como real. Las situaciones los atraviesan, pero, en general, no son en sí una ruptura. Todos estos personajes llevan el hilo conductor de la historia y participan en imágenes poéticas en mayor o menor medida. Se puede hablar de la antítesis del “Joven” con sus amigos, de la “Novia” con el espacio y de la metáfora del padre que no es capaz de ver, pero estas son imágenes más sencillas, que tienen espacios de ruptura y una carga poética más baja. Entre las imágenes poéticas más potentes, están las de la escena del “Niño muerto” con el “Gato”. La imagen en sí contiene varias figuras retóricas. Para verificarlo, se puede transformar la imagen en texto: un niño muerto camina, un gato habla, un gato y un niño pasean por las estrellas. En la sola imagen con la que se abre la escena ya hay una personificación, metáforas, la figura de gradación en la cromática del blanco con un elemento metafórico que habla de la pureza del niño y también está presente la paradoja de la vida y la muerte. La escena es desgarradora, pero llena de belleza. El “Niño” es un muerto ataviado con los más puros atuendos. En la misma escena, a todas las figuras antes mencionadas, se les añade una hipérbole que se concreta en la mano que empuja a la “Gata” y que se lleva al “Niño”. De nuevo se puede traducir la imagen a palabras: una enorme mano extrae a un niño del cielo. Con estas imágenes, e incluso con el arduo manejo del texto como verso, se puede decir que no solo la imagen, sino la escena entera es una escena poética. La imagen es poética, el texto es poético y los personajes son poéticos. Aquí se elevan y evidencian ciertos temas perennes en la obra, como el azar, en la flor que deshoja el niño, y la muerte, por el estado actual de los personajes que participan en la escena. En esta escena también es clara la flexibilidad de la imagen. Al hacer una leve alteración, como la del “Gato” sobre el banco, la imagen tiene una significación distinta. Se puede leer que el “Gato” está sobre un techo. Cuando aparece la mano, el resto de figuras y de elementos poéticos no desaparecen, sino que disminuyen su intensidad y la hipérbole cobra mayor importancia. El “Joven” y el “Maniquí” participan en otra escena tan poética como conmovedora. De nuevo aparece la personificación en el personaje del “Maniquí”. La proyección del Joven sobre este ente es metafórica. El maniquí es una metáfora de la inactividad del Joven y de su remordimiento. Mientras el traje rosa es una metonimia del hijo del Joven. Esta escena también está en verso y el texto está lleno de imágenes poéticas. El “Viejo” aparece herido al final de esta escena. Allí se ve la ruptura del tiempo por la muerte del futuro, ya que un viejo es el futuro de un joven, y se desarrolla la relación antitética entre la juventud y la vejez. El traje del “Maniquí” es el vestido de novia con larga cola y velo. La cromática devela nuevamente el gris, el azul y el blanco como colores de aire y el dorado de los ojos. Esta escena también tiene elementos religiosos que tienen 69 que ver con el paraíso por los colores aéreos y por la presencia de los ángeles. El “Maniquí”, igual que el niño, queda desmayado, inerte y falto de vida. Esta escena es interesante, además, porque el personaje más visual de todos los que participan en ella, el “Maniquí”, no es un personaje móvil. La evocación sensorial y la dinámica de la escena están en las imágenes y en el texto. Los actores pueden formar imágenes partiendo de la imagen inicial del delicadísimo maniquí, pero si existen demasiadas acciones físicas, que por ende, generarán nuevas imágenes, la escena se saturaría. Algunas imágenes del juego de escenas en las que participa el “Maniquí” son un ejemplo claro de la potencia que tiene la inmovilidad dentro del teatro. Con las imágenes anteriores se aclara la idea de que la imagen es mutable. Con cada elemento que se añade o disminuye a la superficie visual, la imagen se transforma concreta y semánticamente. Por ejemplo, el elemento del traje en la escena de “Maniquí” o la enorme mano en la escena del “Niño”. Al principio el “Niño” en el cielo puede tener una carga suave y triste, pero vinculada al alma en el paraíso, pero cuando aparece la mano, es posible leer sobre la fragilidad de la vida humana y lo sometida que está frente a las situaciones. El tercer acto, donde todo se decide, es quizá el más complejo de todos porque es el cierre del conflicto general y porque es el que más cuestiones abre hacia el arte. En este acto, hay varias imágenes poéticas un poco más aisladas que en los actos anteriores donde en una escena específica hay un conjunto de imágenes poéticas que marcan partes climáticas. En las primeras escenas de este acto hay un distanciamiento por la presentación del teatro dentro del teatro. Ésta se manifiesta antes de que el teatrito aparezca en el escenario, pues la presencia del “Arlequín”, “Payaso”, “Máscara” y el uso de las caretas en el primer espacio de participación del “Arlequín” ya hacen que el público se conecte con la ficción que es el teatro. Es decir, estos personajes funcionan como una metonimia del mismo teatro. La muchacha resume el valor del amor real y de su lucha. Cuando la “Mecanógrafa” y el “Joven” están en el teatrito definiendo su relación, empiezan a parecer varios personajes como espectadores de sus vidas. En el lenguaje de la palabra se puede decir: las relaciones son escenas de la vida o la vida es una ficción teatral, entre otras interpretaciones. Al final del segundo cuadro, en el que el “Joven” se ve débil y extenuado, se presenta la imagen del “Jugador 1º” hiriendo el as de corazones. El “Joven” llevándose las manos al pecho muestra un momento intenso donde se manifiestan claramente los dominios metafóricos: la carta, elemento importante del juego de azar, el corazón como órgano funcional del que depende la vida humana. En la misma imagen aparece la importancia de los “Jugadores” que encarnan fuerzas superiores al ser humano. Son tres, al igual que las Moiras y como el número sagrado católico. De los tres personajes el “Jugador 1º” es el de mayor actividad, ya que dispara la flecha al corazón y corta los hilos imaginarios sobre la mesa. Se puede traducir la imagen a texto: el corazón depende del azar. El corazón es un naipe perdido en una jugada contra el destino. 70 Las metáforas resultantes de la imagen anterior, o del juego de imágenes en las que el “Joven” es asesinado, son muy elaboradas. Puede ser que hayan sido una intuición del dramaturgo, pero es importante comprender que las metáforas también tienen “grados de creación”, por decirlo de alguna forma. Existen metáforas que mueren a lo largo del tiempo y que se entienden como expresiones del lenguaje. Sin embargo, los autores suelen pensar y revivir las metáforas reanimando su concepto al decir lo que desean con otras palabras. Así, puede elaborarse una metáfora. Casi todos conocen expresiones como: “la vida es incierta” o “la muerte está a la vuelta de la esquina”. Estas expresiones son claras, pero ya no evocan sensaciones. Y el autor, con la idea similar sobre la vida y la muerte, expresa que “el corazón es un naipe perdido en una jugada contra el destino”. Esta frase abarca más dominios y es más profunda. La metáfora está más elaborada todavía porque Lorca la coloca como imagen y no como texto. Así, Lorca llega a un punto donde toma la ruptura del lenguaje cotidiano y común y la transforma en una expresión altamente poética. El autor, además, elige esta imagen para el cierre de la obra, y así maneja correctamente la violencia. Para aclarar este punto, es prudente referirse a la violencia como un hecho en el que se usa la fuerza o la intimidación para conseguir algo. De esta forma, la violencia del jugador al herir el corazón es como la misma muerte: puede que ésta se vea venir, pero siempre sorprende a los vivos. La obra termina con el “Joven” herido, acompañado solamente del “Eco” y el “Criado”descrito por el autor como “sutil” iluminando la última hora del día. 4.3. El código de Lorca: un inicio En el teatro, al hablar de imágenes uno se puede referir a instantes capturados y fijos, pero para quienes realizan una obra de teatro desde adentro, es importante saber que la imagen sufre mutaciones con cada acción, movimiento o cambio de luces que existe. Las imágenes estudiadas anteriormente, son esbozos del texto y eso demuestra que Lorca plantea un código visual perfectamente realizado reconocible en los espacios donde se desempeñan los personajes, los colores, los objetos y demás elementos. Al partir de una obra escrita, hay diversas maneras de representar lo que propone el dramaturgo y el rango de acción de los actores, directores y diseñadores está ahí. Lo más importante del arte escénico es que haya vida dentro de él. Por ello hay que pensar en el texto de Así que pasen cinco años como el óvulo de la obra y solo basta comprenderlo en varios niveles para fertilizarlo, y así permitir que la vida creativa de a luz sobre las tablas. Quizá la parte más importante del desarrollo escénico es el disfrute. Sin juego, no puede haber creatividad o imaginación, y, por ende arte. El texto, ya sea en el nivel escrito, auditivo o visual, debe evocar en el grupo de trabajo sensaciones e imágenes desde donde los actores y el director 71 puedan trabajar. El análisis de texto es una parte intelectual que debe disparar la intuición. En el arte, divorciar lo teórico de lo sensible es imposible. Las imágenes poéticas en el teatro, si se realizan con comprensión se sostienen solas y logran un efecto catártico en el espectador. Para llegar a esta conclusión no es necesario montar la obra, basta con imaginarla. Cuando se lee un texto poético y se lo imagina, la actividad creativa empieza a moverse. En el caso de la obra que se estudia, las imágenes están muy detalladas. Cabe recordar que además de poeta y dramaturgo, Lorca era director, por ello pensaba escénicamente. Así que pasen cinco años es una obra en la que se juegan varias artes como la música, la literatura, la pintura y el teatro. Este aspecto hace a la obra compleja, pero también hace que tenga varios lugares desde donde empezar a inspirarse para crear. Los actores pueden tomar como disparadores las partes que más se ajusten a ellos y empezar a entender la obra desde allí. Las riquezas de la obra ya han sido mencionadas, para montarla solo queda dejarse invadir por ella. 72 CAPÍTULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 5.1. Conclusiones - Las obras de teatro son el registro de la vida de otros momentos históricos y de otros espacios. Por ello, guardan el alma de un individuo y la esencia de una época. A lo largo de los tiempos, el arte sufre cambios que van recreándolo. Y para entender la diferencia de los contextos es importante prestarle atención al texto. Al prestarle atención a la parte visual de Así que pasen cinco años se está respetando al dramaturgo y a su contexto. Lo que responde a nuestra época es la forma en la que se ponen en escena estas imágenes propuestas. De esta manera los contextos se hermanan, se clarifican los temas clásicos del ser humano y existe una mayor comprensión sobre los temas que van cambiando en el tiempo. - Dentro del contexto actual, es de suma importancia rescatar las diferencias y, más aún, enriquecerse de ellas. Al pretender reemplazar u omitir códigos donde el autor los plantea se está violentando la identidad del autor y de la obra misma. También se está despreciando el contexto y el criterio. Al recrear y representar, se respeta al autor y se le suma el criterio de los individuos que hacen el montaje. Así, no se debe analizar el texto por estética solamente, sino por fortalecer la obra y a los grupos de trabajo. - Las imágenes propuestas en el texto de Federico García Lorca tienen una razón de ser y son una base de la estructura de la representación de la obra. La manera en que se representen estas imágenes, depende de cada grupo de trabajo. El texto visual de Federico García Lorca es una estructura sólida, en la dramaturgia de texto y, un soporte de la dramaturgia escénica. Así, el autor es un disparador creativo. El actor debe estar relajado a la hora de crear y no debe buscar una conciencia de la teoría o una racionalización dura que le impida el disfrute y la realización de los personajes. Sin embargo, para el actor, las imágenes del texto deben ser una mitigación para trabajar. El actor debe inspirarse en ellas, hacerlas flexibles y no rígidas. - Para crear un lenguaje visual, dentro de una obra como Así que pasen cinco años, es necesario saber en qué parte precisa puede haber una ruptura y dónde se hallan las rupturas que el dramaturgo propone. Es cierto que hoy en día existen nuevas estéticas, pero se debe ser 73 consciente que el texto, al tener unos temas claros, ya presenta una luz hacia la estética que el grupo de trabajo puede perseguir. - La imagen sensibiliza y es capaz de evocar percepciones profundas y complejas en el ser humano. Por esta razón el artista debe estar consciente de la potencia de la imagen y a dónde quiere llegar con ella. - En el teatro no solo se puede hablar de imágenes poéticas, sino de “momentos poéticos” e, incluso, de “escenas poéticas” ya que el teatro conjuga varios elementos al transmitir su mensaje y siempre hay una dinámica temporal y de acciones. - El teatro tiene una plástica y el espectador recibe visualmente lo que ocurre en escena como una imagen total que depende de las acciones de los actores en el espacio, de la cromática, de la iluminación, de la escenografía y de los vestuarios. - Se debe tener en cuenta para un montaje la individualidad de cada imagen. Para ello se debe estudiar la obra como un conjunto, y también cada individualidad como un universo. Un montaje que repercuta en el espectador solo se logra por medio de la comprensión del texto, del grupo de trabajo y de todos los elementos que están implicados en el trabajo. - Las propuestas de imágenes poéticas del dramaturgo son importantes para todo el grupo de trabajo. Una imagen poética no es solo un artilugio estético, es una forma visual que puede resumir un conjunto de ideas e impresiones complejas y profundas que le da a la obra efectos de compenetración con el público. La importancia de atender al dramaturgo recae también en la interpretación por parte de los actores y en el diseño de la misma. - La dirección siempre debe partir del texto. La labor de la dirección está entre los intersticios que deja el dramaturgo y recae en la interpretación. Las imágenes, poéticas o no, que aparecen en la obra dan a la dirección una claridad sobre el concepto y el súper objetivo de la obra. Así que pasen cinco años tiene varios elementos vanguardistas. Se puede deducir que el texto sucede en la mente del Joven y, si no es así, en un lugar de sueño o de ensueño ajeno a la realidad. Por ello, hay diseñadores que sugieren que la obra sea trabajada en caja blanca. Normalmente se utiliza la caja negra porque no absorbe la luz. Eso hace al espacio escénico más terrenal. La caja blanca, por el contrario, hace a la obra más aérea por las cualidades de los colores claros de absorber la luz. - A pesar que una obra sea calificada de “vanguardista”, la actuación debe ser humana. Todos los lugares ajenos a lo real que pertenecen a la imaginación, surgen de un ser humano y los personajes tienen reacciones, fortalezas y debilidades que surgen de su condición. Es importante tener en cuenta eso. El texto le ayudará a contrastar escénicamente los elementos para que no 74 pierdan su brillo y belleza particular. La Mecanógrafa de Así que pasen cinco años contrasta con el espacio tranquilo de la biblioteca, por ejemplo. El texto va indicando los matices y los ritmos de las escenas. - Finalmente la importancia de las imágenes poéticas llega al lenguaje de la obra. Va dibujando signos y causando rupturas que hacen a la obra original y profunda. En los textos, y en las obras montadas, hay una especie de violencia y calma que va en equilibrio y que aparece en un momento específico. El equilibrio y la armonía entre contrarios son de suma importancia en el arte. Estos conceptos opuestos, como lo Apolíneo y lo Dionisíaco estudiados por Nietzsche. Esto genera una perspectiva en la obra y en los personajes. La obra se enriquece con el erotismo y causa curiosidad. Por ello, en las obras de teatro se debe tener mucho cuidado en lo que se dice directa y concretamente y en lo que se dice de manera menos específica. El lenguaje común está para ser directo y el lenguaje poético para abrir la imaginación magnetizando al espectador. Las imágenes poéticas dan más valor a lo climático y aclaran el discurso. Y más importante, llegan a conmover. - Es complicado atribuir un margen o definición específica al dominio de una imagen poética porque se prende en la parte subjetiva del ser humano y ésta es inasible y varía de individuo a individuo. - El teatro es una síntesis de la vida, y tal como ella, en el teatro es posible sentir una serie de momentos que van generando el todo. Las imágenes no solo transcurren, bailan y se detienen cuando es oportuno; son fuertes, vibrantes, sensibles y complejas. 5.2. Recomendaciones: - La investigación sobre las imágenes de la obra Así que pasen cinco años propuestas por su dramaturgo pueden ser estudiadas sin que necesariamente la obra se ponga en escena. El montaje es una interpretación del texto y, antes de empezar a realizar eso, es necesario comprender la imagen básica. El autor no determina todas las ubicaciones de los personajes, la línea de acciones dentro de la imagen y otros elementos que dependen de la dirección y la actuación. Por ello, la imagen propuesta por el autor es la fuente. - El creador debe mirar toda teoría como una herramienta para la creación y no como un mandamiento para hacer una obra. Las obras de arte pueden sustentarse desde varias teorías y pueden surgir momentos de entendimiento espontáneo donde se generen nuevas teorías para realizar un trabajo artístico. - En el teatro las imágenes poéticas son la parte de un todo y, a la vez un todo más pequeño. Cada imagen merece su atención, pero nunca se debe descuidar su conexión con el objetivo general. 75 Tal vez el teatro es comparable al Jardín de las Delicias del Bosco, cuadro en el que hay varios juegos de imágenes, algunas con mayor o menor carga poética, que forman un todo, pero tienen una esencia individual. - Se entiende lo poético como una ruptura del lenguaje, pero se debe saber cuál es el lenguaje y dónde puede romperse. - Así que pasen cinco años es una obra que solamente como texto recopila varios elementos de otras artes. Por ello, estudiar las imágenes poéticas de esta obra tiene que ver también con el texto poético, los personajes poéticos y los momentos poéticos. La obra contiene mucha limpieza en el uso de los elementos y en la disposición de los mismos. Casi se puede decir que solo falta actuarla. Por esta razón merece un estudio claro del texto para el actor a nivel de relaciones de personajes y un estudio visual completo. Solo después de este análisis de texto, se puede pasar a la puesta en escena. - Hablar de lo poético es complejo, no solo porque hay varios ángulos desde donde abordar este tema, sino porque la ruptura poética no llega a todos los individuos por igual, además las formas de comprensión son variadas. Por este motivo, es importante saber que existe una poética y que una obra la desarrollará de una manera particular, pero por ningún motivo se debe desechar la búsqueda, el juego y la intuición con el fin de buscar una poética. - Debido a la individualidad de cada creador y al carácter de los determinados grupos de teatro, es recomendable determinar que ninguna idea es mala. Para montar una obra de teatro, los creadores, después de hacer un trabajo de análisis de texto deben dejarse invadir por su poética para crear con disfrute y responsabilidad 76 BIBLIOGRAFÍA LIBROS 1. Acaso, M. (2008). El lenguaje visual. Buenos Aires: Paidós Arte y Educación. 2. Artaud, A. (1987). El teatro y su doble. México:Hermes 3. Bachelard, G. (2006). El Aire y los sueños. México: Fondo de Cultura Económica. 4. Bachelard, G.(1975). La llama de una vela. Venezuela: Monteávila Editores. 5. Bachelard, G. (2000). La poética de la Ensoñación. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. 6. Bachelard, G.(2005). 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