estudio de los sistemas productivos en montes nativos explotados

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ESTUDIO DE LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS EN MONTES NATIVOS
EXPLOTADOS EN EL PARQUE CHAQUEÑO SUB REGIÓN CHACO SEMIÁRIDO
DESARROLLO DEL PROYECTO
a) Fundamentación del Proyecto
El Chaco Americano ocupa 110 millones de has, involucrando extensos territorios de Argentina,
Bolivia y Paraguay, y una pequeña porción de Brasil. Es la mayor área forestal del continente
después de la Amazonia. El Chaco Argentino abarca 60 millones de hectáreas (600.000 km2) y
ocupa el 22% de la superficie continental del país, participando con el 58% de la superficie del
Chaco Americano. Involucra a diez provincias, abarcando la totalidad de las Provincias de Formosa,
Chaco y Santiago del estero, y partes sustanciales del Norte de Santa Fe y San Luis, Este de Salta,
Tucumán, Catamarca y La Rioja, y Norte y Oeste de Córdoba. Se divide en cuatro Subregiones:
Chaco Semiárido, Chaco Húmedo, Chaco Serrano y Chaco Árido (Cozzo, 1975; Cabrera 1.976).
Es la región forestal de mayor amplitud en el país, con formaciones leñosas de muy diferentes
fisonomías. Presenta marcados gradientes climáticos con temperaturas medias anuales entre 18 y
26°C; alta evapotranspiración potencial, entre 900 mm en el Sur y 1.500 mm en el Norte.
Precipitaciones máximas de 1.300 mm en zonas cercanas al río Paraguay, mientras que en la mayor
parte del Chaco Semiárido oscilan en torno de los 500 mm, alcanzando valores mínimos en los
bolsones áridos (300 mm).
Las lluvias, en general torrenciales, provocan en determinados momentos y en sitios con nulas o
bajas coberturas forestales, pérdidas en la fertilidad y estructura del suelo, salinización e
inundaciones. A su vez, las bruscas y grandes variaciones de temperatura ocasionan severos daños a
aquellos cultivos y forrajes desprotegidos de estructuras forestales. El relieve es una extensa llanura
con ligeras depresiones o cauces de ríos, y serranías de poca elevación. Los suelos generalmente
sedimentarios de origen fluvio-lacustre, con buenos niveles de fertilidad (Cabrera, 1976).
De acuerdo a la clasificación de la distribución mundial de la vegetación, adaptada por Parodi
(1964), para la República Argentina, la zona en estudio se identifica como: Región Neotropical,
Dominio Chaqueño, Provincia Chaqueña.
El Dominio Chaqueño cubre la mayor parte de la República Argentina, extendiéndose
prácticamente desde el Atlántico hasta la Cordillera y desde el límite con el Paraguay, hasta el norte
del Chubut. Su vegetación es polimorfa: bosques xerófilos caducifolios, estepas arbustivas,
palmares, sabanas, praderas, estepas, pajonales, etc. Está caracterizado por la abundancia, e incluso
la dominancia, de ciertas familias y ciertos géneros que en otros dominios carecen de importancia
(Cabrera, 1976). Está representado por cinco provincias fitogeográficas, de las cuales la Provincia
Chaqueña es la que nos interesa.
La Provincia Chaqueña es la que posee mayor volumen de vegetación dentro del Dominio
Chaqueño y en ella se reconocen cuatro distritos bien caracterizados; el área que se propone al
Proyecto de Investigación Aplicada a los Recursos Forestales Nativos (PIARFON), corresponde al
Distrito Chaqueño Oriental que ocupa aproximadamente la mitad oriental de Formosa y Chaco, la
parte norte de Santa Fe y el noroeste de Corrientes; y al Distrito Chaqueño Occidental que se
extiende por la mitad occidental de Formosa y Chaco, casi todo Santiago del Estero, este de Salta, el
extremo oriental de Jujuy, el este de Tucumán, penetrando en el este de Catamarca (Cabrera, 1976).
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La característica sobresaliente de ambos Distritos, es que la ganadería y la explotación forestal han
modificado profundamente la composición de las comunidades vegetales, ya sea destruyendo el
estrato herbáceo y facilitando la invasión por especies arbustivas, eliminando las especies forestales
más valiosas, o bien talando o quemando totalmente el bosque para crear campos destinados a la
agricultura.
Los efectos sobre el medio natural que la producción maderera ha tenido sobre los bosques nativos
surgen como consecuencia de la no-aplicación de adecuados tratamientos silvícolas para asegurar su
estabilidad, mejoramiento y acrecentamiento bajo los principios de rentabilidad sostenida,
requeridos para un buen manejo de un bien renovable. Las cortas arbitrarias, no planificadas en
especie y tiempo, siguiendo criterios netamente especulativos, han provocado progresivamente la
destrucción de los bosques, creando gravísimos problemas ecológicos, económicos y sociales. La
explotación forestal se caracteriza por seleccionar sólo las especies valiosas, sanas y de buenas
formas, transformando los montes en poblaciones con ejemplares enfermos y malformados; el
hachero de subsistencia queda en sitios que son transformados en arbustales improductivos a los
que se le suma la actividad ganadera de subsistencia, con una elevada presión de sobrepastoreo y
pisoteo intensivo que deja los suelos desprotegidos y expuestos a la erosión del agua y vientos.
El clima de la Provincia Chaqueña es variado, predominando el de tipo continental, con lluvias
moderadas a escasas, estivales en la zona occidental, y más abundantes en la zona oriental (Cabrera,
1976). Tomando como base el estudio de Morello y Adámoli (1968), se puede destacar la
importancia que tiene el estudio del Gran Chaco, por ser una de las pocas regiones del mundo,
donde entre la zona tropical y la templada, no hay un desierto de por medio. Se puede seguir un
gradiente térmico trópico-templado a lo largo de fajas homogéneas en cuanto a pluviometría,
topografía, continentalidad, etc. A través de la interpretación de los simples datos térmicos y
pluviométricos mensuales, (los más accesibles y difundidos a escala mundial), y mediante claves
adecuadas según la propuesta de Bruniard (1999 y 2000) se pueden definir y caracterizar los
regímenes climáticos en cuanto a modeladores del medio ambiente y que le otorgan a los complejos
naturales sus caracteres esenciales y sus diferentes ritmos estacionales: contrastes más o menos
marcados en el curso del año o entre las estaciones extremas.
Las masas forestales de la región Chaqueña han sufrido y sufren un constante deterioro debido a la
ausencia de planes de manejo generados con base en información local, lo que lleva a trasladar
esquemas de regiones templadas (en general no debidamente verificados) cuyo resultado final suele
ser la tala indiscriminada de los bosques y su pérdida como recurso productivo (Hamilton et al.
1993). Este efecto se ve acentuado porque los productores, al no tener una rentabilidad inmediata,
los eliminan para dedicar esa superficie a la producción agropecuaria (INTA, 1993).
El conocimiento integrado de un ecosistema natural como el del Parque Chaqueño permitirá
asegurar la perpetuación de los recursos forestales nativos. Este objetivo requiere un trabajo
profundo de concientización y generación de alternativas técnicas, que demuestren la
compatibilidad de la conservación con el desarrollo. Los montes nativos pueden incrementar su
natural producción de maderas valiosas con la ayuda del hombre, mediante un manejo planificado,
racionalizando el impacto sobre el ambiente y el costo de cada intervención. Seleccionando los
ejemplares a extraer en primer término de los que deben permanecer en el monte, se logra con el
paso del tiempo, mejorar el capital productivo en pie. Esto significa que se tendrá un número
óptimo de árboles por unidad de superficie.
Con respecto a la vegetación, la Provincia Chaqueña es la que posee mayor volumen de vegetación
dentro del Dominio Chaqueño, su vegetación es polimorfa: bosques xerófilos, caducifolios, estepas
arbustivas, palmares, sabanas, praderas, estepas, pajonales, etc. Los montes están integrados, en
buena medida, por especies que se caracterizan por un crecimiento lento, por poseer maderas duras
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y semiduras y por su contenido en tanino. Esta misma característica ha sido la que originó la
histórica y actual depredación sobre maderas de mayor valor económico; especies leñosas y fauna
silvestre, citándose las más representativas.
Principales especies de la Subregión Chaco Semiárido separadas por estratos (Cabrera, 1976).
Especies arbóreas
Algarrobo blanco (Prosopis alba)
Palo borracho (Chorisia insignis)
Algarrobo negro (Prosopis nigra)
Palo cruz (Tabebuia nodosa)
Brea (Cercidium praecox)
Palo santo (Bulnesia sarmientoi)
Chañar (Geofroea decorticans)
Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho
blanco)
Francisco Alvarez (Pisonia zapallo)
Guayacán (Caesalpinea paraguariensis)
Quebracho colorado santiagueño (Schinopsis
quebracho colorado)
Itín (Prosopis kunsei)
Sombra de toro (Jodina rombifolia)
Mistol (Ziziphus mistol)
Tala (Celtis pallida)
Molle negro ( Bumelia obtusifolia)
Vinal (Prosopis ruscifolia)
Especies arbustivas y subarbustivas
Alpataco (Prosopis alpataco)
Quimil (Opuntia quimilo)
Cardón (Trichocereus corine)
Quiscaloro (Opuntia quiscaloro)
Chaguar (Bumelia hieronini)
Quishca taco (Prosopis elata)
Churqui (Acacia caven)
Sacha naranjo (Capparis speciosa)
Garabato blanco (Mimosa detiens)
Sacha pera (Acanthosyris falcata)
Garabato negro (Acacia praecox)
Sacha poroto (Capparis retusa)
Jume (Heterostachys ritteriana, Allenrolfea Sacha sandía (Capparis salicifolia)
patagónica, A. Vaginata)
Tala pispita (Celtis chichape)
Mistol de zorro (Costela coccinea)
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Pata (Ximenia americana)
Teatín (Acacia furcatiespina)
Piquillín (Candalia microphilia)
Tintitaco (Prosopis torquata)
Piquillín negro (Condalia buxifolia)
Tusca (Acacia aromo)
Especies herbáceas
Aibe (Elionurus tripsacoides)
Pastos cola de zorro (Setaria argentina,
S.Leiantha,
S. Leucophila, S. Globulífera)
Ají del monte (Capsicum microcarpum)
Cachi yuyo (Atriplex argentina y A. Lampa)
Pasto de vaca (Trichloris crinita y Chloris
cilista)
Doca (Morrenia odorata)
Sacha alfa (Sida dyctiocarpa)
Justicia (Justicia squarrosa)
Salvia (Lantana sellowiana)
Lantana (Lantana grisebachii.)
Sorguillos (Gounia latifolia y G. Paraguayensi)
Malva (Malva silvestre)
Pastos crespos
pluriflora)
(Trichoris
crinita
y
T.
Poleo (Lippia turbinata)
La Subregión Chaco semiárido constituye el hábitat de importantes poblaciones faunísticas, algunas
de ellas consideradas en peligro de extinción. Entre estas se encuentran el “tigre” o jaguar (Panthera
onca), el tatú carreta (Priodontes maximus), el chancho quimilero (Catogonus wagneri), el oso
hormiguero (Myrmecophaga trydactila) el gato montes (Felis geoffroyi) y la lampalagua (Boa
constrictor occidentalis). Las aves han sido muy poco estudiadas, alrededor de 200 especies, entre
las que se destaca: loro hablador (Amazona aestiva), pájaro carpintero (Dryocopus schulzi), águila
(Harpyhalietus cornatus), milano chico (Gampsonyx sawinsoni), charata (Ortalis canicolis). Entre
los reptiles se encuentran especies que se comercializan, como la iguana (Tupinambis rufescens) y
la tortuga de tierra (Chalonoidis chilensis), la cual es muy perseguida para ser vendida como
mascota, razón por la cual se la incluye en la lista de especies amenazadas.
Otras especies son el ñandú o suri (Rhea americana) muy buscado por sus plumas, huevos, carne,
localizado en la zona de pastizales; la corzuela o guasuncha (Mazama americana) de gran interés
cinegético y el pecarí labiado (Tayassu pecari).
La producción industrial maderera de la región se clasifica de acuerdo a los procesos que dan origen
a los distintos productos, en los siguientes rubros: Procesos Mecánicos: Primera Transformación
(Aserrío) y Segunda Transformación (Carpintería); Procesos Termoquímicos (Carbón y Tanino,
entre otros).
Los productos de primera transformación se logran por el aserraje de los rollos, ya sea por aserraje
simple (sin despuntar) o productos despuntados con escuadrías definidas, los de segunda
transformación agrupan a los distintos productos que se logran por la intervención de elementos y
maquinarias de carpintería, definidos por un mayor grado de terminación, moldurado y armado. Los
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procesos termoquímicos agrupan a las categorías de productos que se logran por la transformación
del rollizo de quebracho colorado para la obtención del extracto de tanino y el furfural y de las leñas
de carbonización y de despuntes y costaneras de aserrío para obtener el carbón vegetal y de este el
carbón activado y la carbonilla.
Si analizamos la participación de la industria maderera en el valor agregado industrial chaqueño
observamos que alcanza al 36% lo que significa que más de un tercio de este valor responde a este
sector transformador. Con relación a la clasificación descripta en el párrafo anterior y tomando
como unidad de análisis los procesos mecánicos de transformación, la actividad de aserrío que
abarca un 70% en términos de volumen sólo representa el 28% del valor agregado del sector
mientras que la actividad de carpintería con el 30% de producción física aporta el 72% del valor
agregado restante. Lo anterior nos muestra la necesidad de desarrollar productos que permitan que
la mayor parte de su valor agregado quede dentro de los límites de donde se extrae la materia prima
lo que se traduciría en la necesidad de generar nuevos productos que modifique la relación anterior
inclinando la balanza hacia aquellos que involucren una mayor industrialización en la región (Besil,
et al., 2001).
Cualquiera sea su denominación, el bosque nativo presenta una combinación de relaciones que no
permiten describir claramente ninguna fase simple; sólo puede ser comprendida en términos de la
dependencia recíproca y directa de todos los componentes bióticos y abióticos. Los diversos
aspectos del sistema forestal pueden ser divididos en un cierto número de áreas determinadas de
estudio, pero el bosque sólo puede ser considerado como un sistema biológico integral (Hocker,
1984).
Por otro lado, los llamados Servicios Ambientales Forestales que revalorizan a los bosques nativos
en un contexto global, están adquiriendo suma importancia y valor día a día a partir del creciente y
alarmante deterioro del medio ambiente a nivel local y global. A esto debe sumarse la importancia
que tiene en el aprovechamiento adecuado del bosque, el rescate del conocimiento tradicional dado
por los pueblos indígenas, al manejo integrado de la biodiversidad. También los bosques son
valorados como bienes naturales, un valor per se que se identifica en paisajes, parques y entornos
naturales. El bosque no solo es madera, es capacidad de producción de agua, fauna, es diversidad
genética con recursos potenciales, es flora con recursos farmacéuticos, es turismo y es recreación.
Antecedentes del tema en la región
La Provincia del Chaco cuenta con un inventario forestal de reconocimiento realizado en la década
del '70 y otro inventario finalizado en su primera fase en el año 2000, que determinó una cobertura
boscosa de 5.427.015 hectáreas (54% de la superficie provincial).
La Provincia de Formosa cuenta con un inventario forestal de mas de 1.000.000 de hectáreas
realizado en 1988, con una intensidad de muestreo promedio de 0,25%, determinándose una
cobertura boscosa de 5.667.180 hectáreas. Se realizaron estudios en el Chaco Oriental sobre
bosques en galería o bosques ribereños que conforman fajas relativamente continuas que
acompañan a los principales ríos y arroyos (Pérez et al., 1998) encontrándose que la estructura y
dinámica de estos bosques está regida fundamentalmente por el régimen hidrosedimentológico de
los cursos de agua.
En el año 1994, la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Santiago del
Estero, por un convenio entre el Consejo Federal de Inversiones, la Dirección General de Bosques y
la GTZ, realizó el Inventario Forestal de los Departamentos Copo y Alberdi (los de mayor cobertura
boscosa) de la provincia de Santiago del Estero (Thren et al, 1994)
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La provincia del Chaco cuenta con un mapa de suelos realizado por Convenio entre la Provincia y
el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), escala 1:500.000 y Cartas de Suelos
escala 1:50.000 de 7 Departamentos provinciales (Ledesma y Zurita, 1995). Se ha medido la zona
de máxima actividad radical utilizando el isótopo 32P en quebracho colorado chaqueño (Schinopsis
balansae Engl.), determinándose que la mayor cantidad de raíces fisiológicamente activas están a 10
cm de profundidad. (Prause y Marinich, 2000).
La Universidad Nacional de Santiago del Estero, está llevando a cabo numerosos estudios sobre la
estructura y dinámica del bosque en el Chaco semiárido, con la finalidad de proponer una forma de
manejo sustentable.
La Estación Experimental Agropecuaria del INTA de Colonia Benítez-Chaco, está llevando a cabo
trabajos sobre manejo de especies forestales nativas de importancia económica en la región
Chaqueña oriental (Delvalle et al.,1997), ensayos de densidades de plantación, podas y raleos,
especialmente en Prosopis sp. También se trabaja en temas de manejo silvopastoril en el Chaco
Oriental, realizando tratamientos silviculturales en los planes de manejo en bosques explotados.
La Facultad de Ciencias Agrarias con el apoyo de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNNE,
lleva a cabo un proyecto en la misma E.E.A. del INTA de Colonia Benítez – Chaco, sobre los
cambios ecológicos que se producen en un bosque explotado, bajo sistemas silvopastoriles, con
pasturas naturales e implantadas a los fines de conservar el máximo número de especies y el mayor
grado de diversidad (Prause, 2001).
La identificación de especies arbóreas nativas con influencia positiva sobre la restauración de la
fertilidad del suelo, fue estudiada para utilizarlas en el diseño de plantaciones arbóreas mixtas y
sistemas agroforestales (Montagnini, et al., 1990; Montagnini, et al., 1995). Por otra parte, lo que
preocupa a muchos ecólogos es la pérdida de las especies, de genotipos y de comunidades y la
transformación de ecosistemas naturales. Sabemos que la pérdida de recursos naturales puede
afectar el funcionamiento de los ecosistemas (reciclaje de nutrientes y de agua, detoxificación de
aguas contaminadas, producción de oxígeno, etc.) y si el ecosistema deja de proveer estas
funciones, que se denominan los servicios del ecosistema, el desarrollo de nuestra civilización y del
mundo como lo conocemos podría estar en peligro. Existen demasiados ejemplos históricos de
civilizaciones que se colapsaron porque destruyeron la base de recursos naturales de que dependían,
independientemente del grado de diversidad de esos recursos, como para preocuparse (Solbrig,
1999).
Finalmente, se puede afirmar que el proyecto propuesto de manejo de monte nativo debe tender a la
puesta en marcha de prácticas agroforestales y/o sistemas silvopastoriles que sean sustentables,
persiguiendo varias hipótesis complejas e interrelacionadas.
Problemática de la subregión Chaco semiárido
El estado de los recursos naturales manifiesta tendencias preocupantes debido a las actuales
políticas económicas, sociales y ambientales, vinculadas a las áreas boscosas nativas. De acuerdo
con el Estudio Integral de la Región del Parque Chaqueño realizado por la Red Agroforestal ChacoArgentina en 1.999, los principales problemas son:
El aumento de las áreas agrícolas en secano de medianas y grandes empresas con producción y
tecnología tradicional, incompatible con el bosque nativo y de relativo valor social y económico
regional. La tendencia es el aumento de la superficie agrícola con avance sobre las áreas más secas
del semiárido.
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La continua degradación, lenta pero sostenida, en las áreas más secas del semiárido con sistemas
ganaderos extensivos cada vez menos productivos, traen como consecuencia la pérdida de
renovabilidad del bosque nativo.
El aumento de la salinización de los suelos por malas prácticas agrícolas y de riego, sobre todo en
los límites entre el Chaco Semiárido y el Húmedo y en las áreas tradicionales bajo riego.
Importantes pérdidas de bosques y pastizales debido a la alta frecuencia de incendios por la escasa
prevención y a inadecuadas prácticas de quemas de pastizales.
El aumento de la contaminación por el excesivo uso de agroquímicos en áreas agrícolas (soja,
algodón, poroto, etc.), con expansión de sus efectos vía hídrica a ambientes circundantes.
En el Chaco Semiárido existen pocas Áreas Naturales Protegidas, por debajo del 12% de la
superficie recomendado por los Organismos Internacionales vinculados a la Conservación. Algunas
de estas áreas tienen un escaso control y poca participación de la población circundante.
El recurso forestal, es vital para mantener la mayoría de los ambientes Chaqueños en una situación
estable y a la vez productiva en el largo plazo. Además de su valor económico, los bosques
contribuyen a la conservación y estabilización del suelo, regulación del régimen hídrico,
amortiguación de temperaturas extremas, estabilización del macroclima y conservación de la
biodiversidad.
Los pobladores del Chaco semiárido tienen poca conciencia del rol ambiental del bosque, del nivel
de degradación existente, del impacto que realizan sus sistemas productivos y su valor económico
potencial. Esto debe ser reconocido por ellos a fin de participar en el desarrollo de formas de
manejo y tecnologías apropiadas para utilizar el ambiente biológico en forma sustentable y lograr
una mejor calidad de vida.
La fragilidad del Chaco es relativa, ya que con tecnologías y manejos apropiados a sus
características, pueden tenerse sistemas altamente productivos y sustentables.
La subregión presenta serios problemas de tenencia de la tierra. Por un lado, minifundios,
campesinos y aborígenes sin tierra o con poca superficie disponible. Por el otro, grandes superficies
muchas veces improductivas en manos de pocos particulares o empresas.
La migración hacia centros urbanos es alta, con el correspondiente costo social, económico y
pérdida de valores culturales. Se hace necesario desarrollar opciones y alternativas para arraigar al
poblador rural, mediante sistemas productivos sustentables generadores de fuente de trabajo local.
Los principales tipos sociales son: aborígenes, pequeños, medianos y grandes productores. Estos
muestran internamente innumerables variaciones, con sus distintas estrategias productivas y de
vida, diferentes recursos naturales, etc., lo que hace necesario contemplar políticas diferenciales
para cada caso.
Las experiencias sobre un manejo adecuado son escasas y dispersas y cubren una amplia gama en
tecnologías apropiadas, sistemas de producción alternativos, etc., en mayor grado fruto del trabajo
de organizaciones campesinas y aborígenes, organizaciones no gubernamentales, agencias de
cooperación, universidades, iglesias, organismos técnicos y gubernamentales. Existen algunas
experiencias productivas sustentables en el ámbito de empresas grandes y medianas, debiendo partir
de estas prácticas y conocimientos, para mejorarlas y poder concretar un proyecto de desarrollo para
la región con criterio de sustentabilidad.
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Uno de los ejes, para lograr las potencialidades antedichas, pasan por esquemas de recuperación de
los recursos naturales, creando sistemas productivos múltiples que mantengan a su vez, el máximo
de diversidad biológica posible.
Muchos de tales sistemas productivos pueden y deben estar compuestos por estructuras que
combinen actividades pecuarias, agrícolas, forestales e industriales, logrando diversidad de
productos con ambientes más estables. Estas estrategias productivas deberían ser encaradas por los
productores organizados, lo que permitiría mancomunar esfuerzos y recursos para alcanzar los fines
deseados.
La realización de este proyecto permitirá la generación de conocimientos en el campo ambiental,
social y económico que contribuirán al desarrollo sustentable y a mejorar las condiciones
ambientales socioeconómicas y culturales de la Región Chaqueña. Además, el proyecto tiene por
objetivo evaluar y desarrollar métodos de aprovechamiento de los recursos forestales nativos de la
región que tiendan al mantenimiento, incremento o recuperación de la biomasa, al alcance del
equilibrio biológico del ecosistema vinculada a su regeneración y provisión de bienes y servicios
ambientales, optimicen su productividad y conserven la biodiversidad. Las consecuencias sociales
de los modelos productivos propuestos será uno de los criterios preponderantes a la hora de juzgar
los resultados de dichos modelos y de seleccionar
b) Hipótesis del Proyecto
La incorporación de los actores sociales locales (productores individuales, asociaciones,
comunidades étnicas, instituciones educativas), las Universidades y los respectivos Gobiernos
provinciales en los sistemas económicos productivos, consolidará el aprovechamiento sustentable y
perpetuo de los recursos del ecosistema y provocará un impacto social significativo que
progresivamente se irá concretando en recursos humanos competentes para asegurar la continuidad
de las acciones, capacidad para establecer vinculaciones con otros programas, aptitud de liderazgo
de los grupos locales para el desarrollo regional, retención de la población joven en el medio, y una
distribución equitativa de los beneficios obtenidos a partir del mejoramiento ambiental y
económico.
Hipótesis Secundaria:
El manejo sustentable de los recursos forestales nativos y la prevención de los impactos sobre el
ecosistema, contribuirán a la conservación y perpetuación del bosque chaqueño, y a largo plazo
permitirán obtener ingresos netos superiores, por unidad de superficie, a los ingresos posibles con
respecto a la situación de partida.
El registro sistemático de la información obtenida mediante un proyecto de estas características,
permitirá la consolidación de una historia de manejo de los sistemas productivos y la generación de
conocimientos ambientales, económicos y sociales referidos a las masas boscosas nativas de la
región, indispensables para alcanzar la sustentabilidad del sistema.
El desarrollo de nuevas tecnologías en silvicultura, transformación de productos madereros y no
madereros, análisis de mercado y difusión, optimizarán el aprovechamiento forestal de forma tal de
no solo disminuir el impacto actual sino también tender a la recuperación del monte degradado.
c) Objetivos del Proyecto
Ø
Objetivo General
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Estudiar los beneficios económicos, sociales y ambientales de incorporar al uso actual de los
ecosistemas forestales nativos, técnicas y estrategias de manejo sustentable, conocimientos
adquiridos por las comunidades étnicas de la región, y la prevención y mitigación de los impactos
del sistema productivo sobre el ambiente.
Ø
Objetivos Específicos
1. Estudiar el sistema boscoso nativo desde el punto de vista ambiental económico y social a
partir de una análisis cuali y cuantitativo.
2. Investigar criterios e indicadores de sustentabilidad social, ambiental y económicos.
3. Proyectar y ejecutar sistemas de manejo de las masas forestales degradadas.
4. Estudiar y evaluar el impacto social, económico y ambiental de los sistemas de manejo
aplicados.
5. Fomentar la incorporación de valor agregado a los productos tradicionales y no
tradicionales del Chaco como región y lograr su ubicación en los mercados tanto
nacionales como internacionales.
6. Realizar una investigación – acción sobre el nivel de vida de los habitantes de la región.
7. Implementar tecnologías de extensión para transferir a toda la comunidad los resultados
obtenidos en este proyecto.
8. Crear las bases para la certificación forestal.
9. Propender al fortalecimiento institucional y contribuir a la política y legislación sobre las
masas boscosas nativas.
d) Materiales y Métodos
Los materiales y métodos se especifican para cada tarea en el Plan de Trabajo.
e) Plan de Trabajo
Para el objetivo 1: Estudiar el sistema boscoso nativo desde el punto de vista ambiental económico
y social a partir de una análisis cuali y cuantitativo.
Efectuar un análisis preliminar de las informaciones estadísticas y estudios disponibles sobre la
población objetivo y analizar su compatibilidad -censos, investigaciones diagnósticas, informes
sectoriales, otras publicaciones -, para conocer las consecuencias que los modelos productivos
vinculados a los recursos forestales nativos ocasionan en la estructura social y las condiciones
básicas necesarias para el desarrollo humano (Siempro, 1999; PNUD, 2000).
El inventario forestal ha sido empleado para conocer los recursos útiles o realizable de los montes.
El perfeccionamiento de la ordenación y la formulación de los principios de la persistencia y de la
regularidad de las rentas han ampliado el campo de acción del inventario que ya no se limita a
proporcionar datos sobre la producción realizable, sino que además se interesa por los aspectos que
atañen al incremento de la capacidad productiva de la estación y el análisis económico de la
infraestructura del monte y de las condiciones de mercado (Pita Carpenter, 1973).
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Por estas razones el inventario es bastante mas que un reflejo de la situación actual del monte
expresada en una relación de existencias, incluye también información periódica sobre los factores
dinámicos relacionados con la producción, tales son el crecimiento en volumen, la calidad de la
estación, las tendencias de la oferta y demanda, etc.
Las Instrucciones de Ordenación de 1971 (Pita Carpenter, 1973) conservan la nomenclatura
tradicional al describir la situación de hecho, en los cuatro estados del inventario:
1. Estado legal
2. Estado natural
3. Estado forestal
4. Estado económico
Le corresponde a cada estado los siguientes estudios
I.- Estado legal
1. Posición administrativa del inmueble:
2. Superficie
3. Linderos
4. Condiciones de dominio
5. Ocupantes
6. Servidumbres
II Estado natural
1. Posición geográfica
2. Fisiografía
3. Clima
4. Suelo
5. Descripción fisionómica de la vegetación
6. Fauna
7. Cultivos agrícolas existentes
8. Ganadería
III Estado forestal
1. Metodología
2. Inventario
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a. Parcelas de Prueba
b. Clases Diamétricas
c. Cálculo Volumétrico de la masa arbórea
d. Planillas
3. Evolución y estado actual del bosque:
IV - Estado económico
1. Vías de saca.
2. Ubicación de los mercados existentes
3. Transporte
4. Mano de obra:
Tareas del Inventario Forestal y Evaluación de la Biodiversidad
A los fines de realizar una primera estratificación y tipificación del bosque, que permita planificar
las actividades del inventario forestal y la evaluación de la biodiversidad se utilizará la zonificación
establecida por el Primer Inventario Forestal de Bosques Nativos (PIFBN) y se identificarán los
distintos tipos de bosques (o unidades de vegetación) existentes, previa georeferenciación para
comprobar si el tipo de bosque indicado en la zonificación del mapa del PIFBN concuerda con la
obtenida a través del inventario efectuado en la zona de trabajo Las diferentes unidades de
vegetación mapeadas serán identificadas como los rodales a ser inventariados.
En cada unidad de vegetación, se realizará el inventario forestal y la evaluación de la biodiversidad,
utilizando para ello un muestreo sistemático. Las parcelas serán rectangulares de 10 m de ancho por
100m de largo, dentro de la cual se medirán todos los árboles con dap > de 10cm, esta superficie y
forma de parcela corresponde a la del PIFBN , para que exista correspondencia con la metodología
utilizada por el mismo, ya que en este trabajo se utiliza la zonificación por el obtenida. Si bien con
ésta forma de parcela, el perímetro es elevado en relación al correspondiente a una parcela circular
de igual superficie, lo que aumenta la posibilidad de encontrar árboles límites, la ventaja reside en
que es corta la distancia entre el eje de la parcela y dicho límite (5 m), lo que facilita la medición y
disminuye la probabilidad de cometer errores .Para el estudio de la regeneración se utilizará una
parcela de 5m de ancho por 10m de largo, la que se instalará en la parcela del inventario.
Con un muestreo piloto previo se determinará la cantidad de parcelas a instalar con objeto de no
cometer un error superior al 10% del volumen en m3 /ha con una confianza del 95%
Las variables dasométricas a considerar en las parcelas:
♦ Especie, asignando el nombre común (el reconocido por las personas del
lugar) y el nombre científico.
♦ Diámetro a la altura del pecho (Dap), medida a 1.3 m del suelo con cintas
diamétricas.
♦ Altura de fuste, medida con hipsómetro o varas telescópicas.
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♦ Altura total, medida con hipsómetro o varas telescópicas.
♦ Altura de inicio de copa
♦ Diámetro mayor de la copa y el diámetro menor perperdicular a él que pase
por el centro del árbol
♦ Clases de calidad de fuste, estableciendo 3 clases:
♦ Clase I (Sano y recto, sin ningún signo visible de defectos).
♦ Clase II (Con señales de ataque de hongos, pudrición, heridas,
curvaturas, crecimientos en espiral y otras deformaciones) y
♦ Clase III (Curvado, y defectos graves en su estructura, posiblemente
útil para leña).
♦ Posición de copa:
§
Emergente (la parte superior de la copa totalmente expuesta a la luz
vertical y libre de competencia lateral, al menos en un cono invertido
de 90º con el vértice en el punto de la base de la copa.
§
Plena Iluminación Superior (la parte superior de la copa está
plenamente expuesta a la luz vertical, pero está adyacente a otras copas
de igual o mayor tamaño dentro del cono de 90º).
§
Alguna Iluminación Superior (la parte superior de la copa está
expuesta a la luz vertical, o parcialmente sombreada por otras copas).
§
Alguna Luz Lateral (la parte superior de la copa enteramente
sombreada de luz vertical pero expuesta a alguna luz directa lateral
debido a un claro o borde del dosel superior)
§
Ausencia de Luz (la parte superior enteramente sombreada tanto de
luz vertical como lateral)
La información será procesada mediante el uso de los programas INFOSTAT y BMDP. Con los
resultados del procesamiento se obtendrán las estadísticas descriptivas por cada unidad de
vegetación: número de individuos, volumen de fuste por hectárea de las especies comerciales y área
basal por hectárea de las especies comerciales., el volumen de ramas se estimará utilizando las
funciones de biomasa de ramas de las especies comerciales.
Para la determinación del volumen de fuste por hectárea, se empleran tablas de volumen construidas
al efecto.
Se determinará la estructura vertical y horizontal y, la composición florística para cada uno de los
rodales identificados.La estructura horizontal y vertical por rodal será analizada mediante el uso de
gráficos elaborados con el programa Excel y la composición florística, se analizará mediante la
determinación de los Índice de Valor de Importancia Ampliado (IVIA) para cada uno de los
rodales.
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Además se levantará información adicional sobre las condiciones promedio de la parcela: Densidad
del sotobos, Drenaje y Topografia/relieve.
Con los resultados de campo, se corroborará la zonificación del PIFBN y se elaborará un mapa
definitivo de vegetación.
Las evaluaciones cuali y cuantitativas que se realicen durante el inventario forestal servirán de base
para la obtención de un listado de especies con un potencial de uso no maderero, que luego será
ajustado con la búsqueda bibliográfica. Las especies que resulten promisorias por su abundancia y
contenido de principios activos, serán analizadas desde el punto de vista de su uso, ecológico, y de
mercado.
EVALUACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
Evaluación de la diversidad florística
Una vez definida la zonificación, se realizará una colecta intensiva de todas las especies, leñosas y
herbáceas y en cada una de las unidades de muestreo a lo largo de las sendas abiertas para realizar
el inventario forestal, se colectará como mínimo cuatro muestras de cada morfoespecie.
En primera instancia esto se realizará junto con el inventario forestal, pero dado que no todas las
especies se encontrarán en estado reproductivo en el mismo momento, se extenderá el muestreo a
otras estaciones del año. El material recolectado será herborizado y etiquetado de acuerdo a las
normas convencionales. En el caso de morfoespecies con frutos carnosos, muestras de éstos serán
conservados en frascos con etanol al 70%.
La información obtenida del inventario forestal será utilizada para conocer la abundancia de las
especies leñosas. Además, en cada parcela se seleccionarán al azar 20 cuadrantes de 1 m2 . En cada
cuadrante, se registrarán las especies presentes de plantas no leñosas y su abundancia. Las especies
de plantas epifitas y parásitas serán colectadas y/o herborizadas durante la etapa de
aprovechamiento. Se registrará en cada caso su identidad, especie sobre la que se encontró,
diámetro y estado sanitario de esta última.
La información necesaria para definir la estructura del bosque en cada unidad de vegetación se
completará sobre la base de los datos obtenidos en el inventario forestal.
Se elaborará un listado de especies para cada unidad de vegetación y a partir de los datos obtenidos
de los muestreos estandarizados se determinarán la abundancia local y la estructura de tamaños para
cada especie de planta leñosa. Igualmente se estimará la abundancia local de las especies no
leñosas. Para cada parcela y unidad de vegetación se determinará la abundancia relativa, la riqueza,
la diversidad (Indice de Shannon) y la dominancia de especies (leñosas y no leñosas).
La diversidad entre unidades o entre estaciones del año se comparará mediante la prueba t de
Student extendida para índices de Shannon por Hutchenson (Magurran 1988). Mediante la
abundancia de cada especie se determinarán los patrones de rareza.
Evaluación de la diversidad de artrópodos.
El muestreo de los artrópodos se realizará teniendo en cuenta la zonificación y los diferentes
estratos del bosque (suelo del bosque, la capa de hojarasca inmediatamente por encima de este, el
sotobosque y el primer estrato de vegetación por encima del sotobosque). Además, se realizarán
muestreos adicionales en troncos caídos y hongos. El material colectado será depositado en el
Instituto de Control Biológico (INCOBI), Facultad de Ciencias Forestales (F.C.F.) de la
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Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), donde los especialistas realizarán su
determinación.
Para los artrópodos del suelo y de la hojarasca se colocarán trampas de recipiente al nivel del suelo.
Los contenedores serán recipientes plásticos con tapa, de 200 ml de capacidad y con diámetro de
boca de aproximadamente 8 cm. Cada recipiente contendrá alcohol 70%. En cada parcela
seleccionada para el inventario forestal se colocará una grilla de 25 trampas (separadas 1 metro
entre si), las mismas permanecerán en cada sitio durante 72 horas. Este muestreo se realizará en dos
estaciones del año (secas y lluviosas). Además, los insectos de la hojarasca se muestrearán en
cuadrantes de 1 m2 (uno por cada parcela del inventario forestal). El material presente en cada
cuadrante será removido y procesado con un embudo de tela con dos tamices de diámetro de malla
diferente. Todo el material colectado en el fondo del embudo será separado y conservado en alcohol
al 70%.
Los insectos que habitan en el sotobosque y en el primer estrato del bosque serán muestreados de
dos maneras: con una red de mano y con un cuadro de tela. En cada parcela establecida para el
inventario forestal se seleccionarán 20 puntos al azar en cada uno se realizarán golpes repetidos con
la red de mano. El cuadro de tela (0.8 x 0.8 m) se colocará en el suelo en 20 puntos al azar bajo la
vegetación y mediante golpes repetidos se colectarán los insectos en el cuadro de tela.
Los insectos voladores serán muestreados mediante trampas Malaise, las que serán colocadas en
cada parcela seleccionada para el inventario forestal, y permanecerá disponible por 72 horas.
Además, se colocarán trampas de cebos o carnadas. La carnada será colocada dentro de un cilindro
de tela, él que será colocado a cinco metros de la superficie del suelo. Se colocará una trampa por
tipo de carnada en cada una de las parcelas establecidas para el inventario forestal.
Además, se colocará una trampa de luz por parcela de inventario. Estas trampas serán colocadas
durante dos horas durante tres noches. Por último, se realizarán muestreos cualitativos en troncos de
árboles, hongos y bromeliáceas.
Se elaborará un listado de especies para cada unidad de vegetación, para la unidad de gestión
forestal y para cada estación del año, indicando el método de captura y el número total de
individuos capturados. Con los datos obtenidos de los muestreos estandarizados se estimará la
abundancia para cada especie (o morfoespecies).
Para cada escala espacial de análisis (parcela del inventario forestal y unidad de vegetación) y para
cada época del año se determinará la abundancia local, la riqueza y la diversidad (índice de
Shannon). La diversidad entre unidades se comparará mediante la prueba t de Student extendida
para índices de Shannon por Hutchenson (Magurran 1988). Entre estaciones del año mediante una
prueba de t de a pares.
Se construirán curvas de acumulación de especies para cada unidad de vegetación. Se analizará la
tasa de captura y el número de especies totales capturadas para cada unidad de vegetación. Se
determinarán los patrones de rareza de acuerdo a la abundancia de cada especie para cada unidad de
vegetación y para la unidad de gestión forestal.
Evaluación de la diversidad de aves
Se elaborará un listado de especies de aves de probable ocurrencia con base en los mapas de
distribución a escala regional y en listados de especies presentes en otros sitios de la misma unidad
ambiental (De la Peña 1988, Narosky e Yzurieta 1993, Chebez et al. 1998).
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La evaluación de la diversidad de aves en el campo se realizará mediante técnicas de transectas de
radio fijo combinando con censos de punto. Se apoyará el muestreo con redes de niebla para captura
de ejemplares.
Muestreos con redes de niebla
Se operarán las redes en cada parcela establecida para el inventario forestal en dos estaciones del
año: seca y lluviosa. En cada sitio elegido se colocarán 5 redes de niebla separadas entre sí por 100
m, y se dejarán durante 5 días consecutivos en el mismo sitio. Las redes serán desplegadas al
amanecer y cerradas el atardecer y se revisarán cada dos horas. Los individuos capturados serán
identificados utilizando guías de campo (De la Peña 1988, Narosky e Yzurieta 1993). Además serán
medidos, pesados y marcados. Cuando sea posible se determinará el sexo y la etapa etaria de los
ejemplares.
Al menos el primer individuo de cada especie será fotografiado para tener un registro de su
presencia. Las aves que no pudieran identificarse se sacrificarán y prepararán para ser determinadas
en laboratorios de la UNSE.
Muestreo en transectas
Se realizarán 10 transectas de 100 m de largo por 10m de ancho fijo en cada parcela establecida
para el inventario forestal.
Dos observadores realizarán (a pie) un recorrido a la mañana y otro a la tarde, repitiendo el
recorrido tres veces en días no consecutivos (separados 48 hs uno de otro para evitar problemas de
no independencia), y en cada una de las dos estaciones del año consideradas (secas y lluvia).
En cada recorrido se registrará la fecha, la ubicación de la parcela, el número de transecta, el
número de replicación, la dirección del recorrido, especie observada, la distancia recorrida, el
número de individuos de cada especie (en caso de observar grupos) y el tiempo de recorrido
(diferencia entre hora de inicio y de finalización) y el estrato de vegetación utilizado.
La identificación de las especies se realizará utilizando guías de campo y claves de campo
elaboradas específicamente para este objetivo (De la Peña 1988, Narosky e Yzurieta 1993).
Además, se registrarán en cada transecta otros indicios de presencia de aves (como huellas y
animales muertos).
Análisis de la información
Se elaborará un listado de especies encontradas en cada unidad de vegetación, en la unidad de
gestión ambiental y en cada estación del año, indicando en cada caso el número total de individuos
registrados y la fuente de evidencia de ocurrencia (avistaje, captura).
Los datos estandarizados que serán utilizados para comparar la riqueza, abundancia y diversidad de
especies en las diferentes unidades de vegetación, y en las dos épocas del año. La diversidad entre
unidades se comparará mediante la prueba t de Student extendida para índices de Shannon por
Hutchenson (Magurran 1988). Entre estaciones del año mediante una prueba de t de a pares.
Se construirán las curvas de acumulación de especies para cada unidad de vegetación. Se analizará
la distribución de individuos de acuerdo a la preferencia de estrato de vegetación, comparando las
proporciones mediante la prueba de Chi cuadrado. Se analizará la tasa de captura y el número de
especies totales capturadas de cada unidad de vegetación.
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La tasa de captura se calculará como número de capturas por cada 100 horas de operación de la red
(calculada como el producto del número de redes por el número de horas que estuvieron abiertas),
tanto para el primer día de operación como para el muestreo total. A partir de la abundancia de cada
especie se determinarán los patrones de rareza. Se calculará el número de especies amenazadas
teniendo en cuenta la categorización de las mismas de acuerdo a García et al. (1997), para cada
unidad de vegetación y para toda la unidad de gestión forestal.
Evaluación de la diversidad de mamíferos
Se elaborará un listado de especies de mamíferos de probable ocurrencia con base en los mapas de
distribución a escala regional y en listados de especies presentes en otros sitios de la misma unidad
ambiental (Olrog y Lucero 1981, Mares et al. 1989, Emmons 1990, Redford y Eisenberg 1991,
Anderson 1997, Barquez et al. 1999, Jayat et al. 1999, Massoia et al. 2000, Dellafiore y Maceira
2001 y Cabral y Ortega Baes 2002).
Mamíferos no voladores
Para evaluar la diversidad de mamíferos no voladores se utilizarán diferentes métodos de muestreo:
transectas lineales, trampeo de captura viva, parcelas de huella y muestreos de observación en
fuentes de agua.
Muestreo en transectas
Se ubicarán 10 transectas de 100 m en cada parcela establecida para realizar el inventario forestal.
Dos observadores realizarán (a pie) un recorrido a la mañana y otro al atardecer, repitiendo el
recorrido tres veces en días no consecutivos (separados 48 horas uno de otro para evitar problemas
de dependencia), y en cada una de las dos estaciones del año consideradas (secas y lluvias).
En cada recorrido se registrará la fecha, la ubicación de la parcela, el número de transecta, el
número de replicación, la dirección del recorrido, especie observada, la distancia recorrida, el
número de individuos de cada especie (en caso de observar grupos) y el tiempo de recorrido
(diferencia entre hora de inicio y de finalización).
La identificación de las especies se realizará mediante guías (Olrog y Lucero 1981, Mares et al.
1989, Emmons 1990, Redford y Eisenberg 1992, Barquez et al. 1991, Anderson 1997, Massoia et
al. 2000, Dellafiore y Maceira 2001) y con claves de campo elaboradas específicamente para este
objetivo.
Además, se registrarán las huellas, excrementos, animales muertos u otros indicios de presencia de
vertebrados. Las heces encontradas se conservarán en bolsas de papel etiquetadas de acuerdo al sitio
de colecta para su posterior identificación en laboratorio.
Captura viva
La captura de mamíferos pequeños consistirá en colocar 30 trampas de captura viva (cajas
Sherman) ubicadas en diez puntos cada 10 m a lo largo de las parcelas establecidas para el
inventario forestal y a cinco metros del borde del sendero (dos a cada lado del sendero). Las
trampas se cebarán con arroz, grasa y avena y se mantendrán activas durante cinco noches
consecutivas. Las mismas serán controladas al amanecer, renovando el cebo en ese momento. Los
individuos capturados serán sedados para ser identificados, medidos, pesados, registrándose el sexo
y el estado reproductivo. Los individuos que no puedan ser identificados se sacrificarán y
conservarán para su posterior identificación. Material de referencia será depositado en el INCOBI,
con duplicado para las instituciones que colaborarán en la identificación de los especímenes. La
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identificación del material, tanto en laboratorio como en campo, se realizará mediante guías (Olrog
y Lucero 1981, Mares et al. 1989, Emmons 1990, Redford y Eisenberg 1992, Barquez et al. 1991,
Anderson 1997, Massoia et al. 2000) y con material de referencia.
Parcela de huellas
Se ubicará una parcela de huellas (de 1 m x 1 m) en cada una de las parcelas establecidas para el
inventario forestal y a cinco metros del borde del sendero. En cada parcela, se limpiará la superficie
del suelo y se cernirá una capa fina de arena utilizando una malla milimétrica. Se revisarán las
parcelas diariamente durante cinco días consecutivos. En cada ocasión se revisarán, clasificarán y
registrarán las huellas de mamíferos. Luego las huellas se borrarán y se reacondicionará la parcela.
Las huellas serán identificadas con la ayuda de guías de campo elaboradas específicamente para
este objetivo.
Muestreos de observación en fuentes agua
Dos observadores durante tres días no sucesivos realizarán muestreos de observación en las fuentes
de agua de una hora de duración, registrándose las especies presentes.
Análisis de la información
Se elaborará un listado de especies encontradas en cada unidad de vegetación y en cada estación del
año, indicando en cada caso el número total de individuos registrados y su evidencia de ocurrencia
(huellas, captura, observación directa).
El muestreo con trampas proverán datos estandarizados que serán utilizados para comparar la
riqueza, la abundancia y la diversidad de especies en las diferentes unidades de vegetación. La
diversidad entre unidades se comparará mediante la prueba t de Student extendida para índices de
Shannon por Hutchenson (Magurran 1988). Entre estaciones del año mediante una prueba de t de a
pares.
Se construirán las curvas de acumulación de especies para cada unidad de vegetación. Se analizará
la distribución de individuos de acuerdo a la actividad reproductiva y el sexo en cada estación del
año, comparando las proporciones mediante la prueba de Chi cuadrado. Se analizará la tasa de
captura y el número de especies totales capturadas de cada unidad de vegetación.
La tasa de captura se calculará como número de capturas por cada trampa-noche, calculada como el
producto del número trampas por el número de noches). Se analizará el número de individuos
capturados por especie a fin de establecer que porcentaje de especies representadas por una o más
capturas. Los datos de abundancia serán utilizados para identificar los patrones de rareza. Se
calculará el número de especies amenazadas de acuerdo a su categorización según Díaz y Ojeda
(1999), y criterios de UICN para cada unidad de vegetación.
Aspectos económicos
Los recursos antes mencionados requieren de un análisis económico desde la óptica de la
evaluación como la de su valoración. Los recursos forestales disponibles e inventariados pueden,
mediante el empleo de las técnicas de valoración forestal tradicional, ser convertidos o expresados
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en dinero. Lo mismo sucede con el valor de los recursos ganaderos que pudieran llegar a existir en
las áreas que serán objeto de esta investigación.
Se hará una investigación económica en el área de estudio incluyendo análisis de mercados actual y
potencial de productos forestales madereros y no madereros provenientes del bosque chaqueño.
Para ello serán implementadas encuestas a cámaras de comercio, cámara de la industria, sindicatos
de empleados de comercio, INTA, Banco Santiago, INDEC, etc. o cualquier institución que brinde
información relacionada a la actividad económica en la región.
Se buscará obtener información acerca de negocios, porcentaje y cantidad de productos elaborados
en la zona por los diferentes rubros de actividades (agricultura, ganadería, forestación, artesanías,
etc.
Una vez encontrado el valor del volumen disponible de madera y de productos comercializables
provenientes del bosque se los debe valorar de acuerdo al valor de mercado existente en ese
momento y en ese lugar de manera de tener el valor real de mercado en la zona de modo de tener en
valor expresado en dinero de los recursos existentes que en definitiva son los disponibles por los
pobladores del lugar.
Sin embargo los valores de productos y servicios no madereros provenientes de los bosques muchas
veces no están incluidos en los mercados tradicionales como por ejemplo el valor de conservación
de recursos genéticos o el valor de la biodiversidad en su conjunto. Otros aspectos que no son
considerados en el mercado tradicional es el de las propiedades medicinales que poseen muchas de
las especies forestales y no forestales que existen en el área de estudio. Se decidió la determinación
del valor económico de las mismas debido a que es una actividad que no ocasiona demasiado daño
a la vegetación si no es extraída en grandes cantidades y debido a que no se posee la tecnología para
su procesamiento en un nivel industrial la utilización puede ser de manera local y potencialmente a
un nivel industrial en sitios urbanos cercanos.
La importancia económica potencial de las propiedades medicinales del recurso se constituye en un
generador de dinero de manera sustentable para los pobladores por las características de poderes
curativos naturales que poseen las plantas. Para ello se presentan como un avance en el terreno de la
economía ambiental algunas técnicas de valoración de recursos que carecen de mercado.
Se realizará la determinación del valor económico de la biodiversidad de especies vegetales con
propiedades medicinales mediante la aplicación del método de valoración contingente analizado
con estadística descriptiva y análisis multivariado.
Para encontrar el valor económico de la biodiversidad de especies de interés medicinal se pretende
implementar encuestas a los fines de determinar primero el grado de importancia en función de las
propiedades medicinales de las especies existentes el área de estudio y posteriormente encontrar el
valor económico de las mismas. Para ello se implementará una variante del conocido Método de
Valoración Contingente consistente en la Ordenación Contingente (Contingent Ranking) que
consiste en preguntarle a los pobladores (o eventualmente a pobladores cercanos) acerca de la
importancia de las propiedades de las especies.
La aplicación de esta metodología es relativamente sencilla y consiste en lo siguiente: a los
encuestados se los provee de información preelaborada detallando, con investigaciones previas, las
propiedades medicinales que pudieren tener algunas especies forestales y no forestales y el
encuestado, ordena la información de acuerdo a su criterio basándose en el orden de prioridades
acerca de la importancia que tienen las propiedades medicinales en los pobladores y el orden de
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importancia de las especies vegetales relacionadas a las mismas propiedades. Esta información es
procesada estadísticamente y se puede obtener resultados que permitirán un mejor manejo de los
recursos con características de esta índole.
Las áreas involucradas en el proyecto requieren ser descriptas desde el punto de vista ambiental,
económico y social. Ello supone relevar la información cuanti y cualitativa existente, pero también
efectuar relevamiento de campo. Las fuentes secundarias son considerables pero insuficientes por
distintas razones: su desactualización, su baja calidad estadística, y su excesiva cobertura, ya que
mucha de ella está referida a una unidad mayor, la jurisdicción departamental.
El relevamiento de campo parte de una descripción lograda mediante recorridos, observaciones y
entrevistas in situ. Debe ofrecer una visión precisa de la distribución de la población y sus rasgos
socio-demográficos y culturales. En cada área existen configuraciones particulares de sistemas
productivos y organización de la economía a nivel familiar y comunitario. La producción,
circulación y consumo de bienes está estrechamente unida a diferenciaciones de clase, étnicas y de
género, y en muchos casos sujetas a inequidades que son vistas como naturales.
Además, existen redes institucionales variadas, gubernamentales y de la sociedad civil. Quienes las
integran son no sólo informantes apropiados para este relevamiento, sino también potenciales
aliados o socios en el desarrollo de programas de intervención, y por lo tanto su conocimiento es tan
importante como el de la red de comunicaciones y otros componentes físicos del sistema boscoso.
Entre las relaciones sociales a considerar es importante circunscribir conceptualmente las relaciones
entre la tríada comunidad-cultura económica-ambiente. Muchas de ellas están pautadas
secularmente, desde que la cultura de depredación comienza a instalarse desde fines del siglo XIX,
y por aceptan el predominio del empresario que actúa sin ningún marco que regule el interés por el
lucro. Estas son otras característica de todas las zonas de frontera, o frentes pioneros, en América
Latina: la débil presencia estatal permite el abuso de la fuerza en un contexto de vaciamiento de
legalidad, la ruralidad dificulta el acceso al capital simbólico y a la organización social.
Pero si bien estos rasgos han sido señalados por numerosos estudios históricos, sociales y
antropológicos, cada área tiene modalidades propias. Además, en las regiones boscosas también se
están produciendo cambios sociales, económicos y tecnológicos importantes, y si bien muchos de
ellos configuran nuevas formas de agresión ambiental y social, otros constituyen oportunidades
favorables para el diseño de nuevas formas de intervención, y la información a recoger a la que
apunta este objetivo requiere describir y comprender la dinámica de estos procesos para delinear las
propuestas que el proyecto impulse.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 2:.- Investigar criterios e indicadores de sustentabilidad social, ambiental y
económicos.
Los Criterios e Indicadores (CeI) son una herramienta disponible en la actualidad que permite a los
gestores de este proyecto PIARFON y a los participantes del mismo, evaluar el progreso hacia la un
manejo sostenible del bosque. Los CeI son una poderosa herramienta porque son el producto de una
amplia participación, consenso y aceptación de los interesados, fueron diseñados para ayudar a los
responsables de las decisiones, los interesados y los gestores del territorio a comprender el objetivo
de la sostenibilidad y observar los resultados a escala zonal y regional de las actividades de manejo
de los recursos forestales. Adecuadamente utilizados, los CeI son un instrumento para evaluar la
eficacia de los programas gubernamentales y no gubernamentales. Constituyen un método para
seguir el éxito de los programas forestales nacionales o de los planes estratégicos. En otras palabras,
los CeI no representan más que una ciencia básica de ordenación.
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A partir de los datos obtenidos en el objetivo 1 y de revisiones bibliográficas, se estudiarán especies
o conjuntos de especies que actúen de indicadores o índices de la calidad del bosque que permitan
identificar cambios en el mismo de una forma rápida y de bajo costo.
Como principal indicador de carácter económico propuesto por el proyecto para medir la
sustentabilidad económica se utilizará el V.A.N. (valor actual neto) incremental (Baca, 2.000). Para
su determinación se estimará la diferencia resultante de analizar las siguientes situaciones
considerando solamente el aprovechamiento de los recursos forestales:
§
en primer lugar, a través de entrevistas directas y fuentes secundarias de información, se
estimará el flujo de fondos que resultaría de seguir con las actuales prácticas de manejo del
monte nativo, es decir una situación proyectiva que reflejará el deterioro ocasionado por estas
prácticas. Los datos de los inventarios forestales nacional, provinciales y particulares nos
permiten plantear una hipótesis de trabajo de una disminución del orden del 5 % anual del
monte explotable local, es decir que al ritmo de extracción actual en relación con el crecimiento
de la masa boscosa, la posibilidad del monte local tendría como máximo un horizonte
productivo de 20 años, lo que no sólo resulta altamente costoso en términos de rentabilidad
productiva sino también anula las externalidades positivas y los beneficios públicos generados
por la masa boscosa.
§
en segundo lugar se estimará el flujo de fondos que resultaría de aplicarse el proyecto diseñado,
considerando como fuente principal de datos la valoración de las proyecciones físicas que
surgen de las especificaciones técnico forestales establecidas como nuevas prácticas de manejo
del monte nativo.
En ambos casos se tratará de determinar con la mayor precisión y desagregación posible los costos
e ingresos del sistema productivo del actor social seleccionado, haciendo hincapié en variables tales
como, su forma de comercialización y sus ingresos extraprediales, entre otras .
Estudiar la posibilidad de diseñar un sistema de valuación económica ambiental de las
externalidades y beneficios públicos del monte, adaptado a las características del parque chaqueño.
Estudiar la posibilidad de trabajar con softs específicos como el CALSIS, 7.5 ( Programa de cálculo
para sistemas agropecuarios) adaptando sus tablas de trabajo a la estructura regional de explotación
forestal.
La definición de criterios e indicadores debe permitir evaluar la sustentabilidad en terminos
económicos, sociales y ecológicos del manejo aplicado en los diferentes sistemas de
aprovechamiento de los recursos forestales.
Identificar las practicas de manejo que deben ser modificadas para mejorar la sustentabilidad del
sistema productrivo.
Los bioindicadores (indicadores biológicos), son atributos de los sistemas biológicos que se
emplean para descifrar factores de su ambiente. Se utilizaran especies o asociaciones de éstas como
indicadores (Odum 1972).
Un ecosistema es una porción de naturaleza definida sobre todo por el tipo de seres vivos que
conviven y por su interacción (Margaleff 1981).
Entre los componentes abióticos se encuentran los nutrientes del suelo, el suelo como área de
retención de agua y descomposición de materia orgánica, el clima local o microclima. Entre los
componentes bióticos, los organismos productores o autótrofos (plantas verdes), los heterótrofos
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como los herbívoros, carnívoros y parásitos, y los descomponedores o saprófagos (bacterias,
hongos, etc.)
La interrelación entre los seres vivos (la competencia, el parasitismo, etc.) se produce por
intermedio de ciclos de materia y flujos de energía de los que depende el funcionamiento de todo el
ecosistema. El sistema ecológico (o ecosistema) recibe energía del sol que ingresa como energía
radiante, la que es transformada en energía química por las plantas y transferida como alimento al
resto de la cadena trófica. Cuando sale, lo hace en forma de energía calórica o migración de
especies y erosión que transporta materia orgánica.
A los fines de determinar criterios e indicadores (CeI) de caracter global de la zona de estudio se
han programado cuatro fases de trabajo en un marco de manejo sostenible:
Definición de un listado de trabajo de criterios e indicadores.
Por medio de un análisis comparado de sistemas relevantes de criterios e indicadores (FSC, ITTO,
CIFOR) se identificarán los indicadores y se resumirán en un listado primario. Mediante talleres
regionales se analizarán los listado de criterios e indicadores para seleccionar los más adecuados a
los fines del Proyeto.
Los criterios que se emplearán en este proyecto serán los referentes a los aspectos social, servicios
básicos, biodiversidad, recurso agua, recurso forestal, uso del suelo y degradación y organizaciones
sociales de apoyo. De este conjunto de criterios se desprenderán numerosos indicadores que
surgirán de las propuestas presentadas en futuros talleres regionales.
Para ello se realizarán encuestas (como único mecanismo para recabar información) a los
pobladores de diversas edades abarcando a técnicos, estudiantes, comunidad en general y posibles
turistas que visiten el lugar. Dependiendo del tipo de encuesta empleada surgirán diversos
indicadores que aportarán información que se utilizará posteriormente y que serán empleados según
la necesidad de la investigación.
Las encuestas están realizadas considerando variables tales como edad, sexo, tiempo viviendo en la
región, sitio de la encuesta y ocupación, además se indagará al habitante acerca de la cantidad y
calidad de insumos que extrae de los recursos naturales para su producción, precios de venta de sus
productos, etc.
Los indicadores empleados estarán bajo el modelo denominado PER (Presión-Estado-Respuesta)
propuesto por la OCDE.
Primeramente se deberán encontrar los indicadores de Presión de los recursos naturales los que
consisten en determinar los efectos causados por el hombre a causa de la actividad económica en los
recursos naturales. Esa información se consigue con los datos recogidos en la actividades
correspondientes al Objetivo N°1.
Seguidamente se encontrarán los indicadores de Estado, los que están basados en la visuión que
tiene la comunidad acerca de la situación económica, ambiental y socialen la que vive.
Por último se investigarán los indicadores de Respueta en donde se indican las acciones a seguir por
parte de la comunidad y de las autoridades para mejorar la calidad de vida en la zona bajo el
supuesto de un manejo de los recursos de manera sustentable.
Definición de Comprobantes
Los comprobantes completan el indicador con sentido y precisión. Representan una información
específica que se utilizará para la evaluación de indicadores. En conjunto con los verificadores se
puede cuantificar el manejo sostenible. Por lo tanto, la definición de los verificadores es de gran
importancia práctica. Se definirán con ayuda de búsquedas en la literatura y de consultas a expertos
locales. Debido a la limitada capacidad temporal y financiera del proyecto, resulta imprescindible
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restringirse a los verificadores clave, de gran significación y cuya evaluación resulta posible en el
marco del proyecto.
Revisión permanente
En forma periódica se levantará información sobre los verificadores claves. De este modo se
pretende sustituir los comprobantes no apropiados, mejorar los válidos y, además, completar los
déficits de información. Como parte de este proceso se actualizará permanentemente el listado de
trabajo de criterios e indicadores.
Valoración final
Por último se reunirán las experiencias de los trabajos de campo y se evaluará la idoneidad de los
criterios e indicadores para valorar el manejo sostenible. Dicha evaluación tendrá lugar durante el
proyecto en un taller de trabajo en el que participarán todos los colaboradores.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el Objetivo 3:.- Proyectar y ejecutar sistemas de manejo de las masas forestales degradadas.
Los datos obtenidos en el Objetivo 1 se emplearán para:
•
Implementar técnicas de regeneración del bosque.
•
Optimizar las prácticas silvícolas y a
•
La formulación del plan de manejo forestal y normalización de las prácticas silvícolas.
Plan de Manejo Forestal
Se propone un sistema con un ciclo de corta de 30 años, período tentativo, para definir a partir de la
información que se genere en las parcelas permanentes de medición, el ciclo de corta óptimo tanto
desde el punto de vista biológico como económico.
Para la definición de los volúmenes de corta se tendrán en cuenta las siguientes reglas:
♦
Respetar el diámetro mínimo de corta para cada una de las especies de acuerdo a la
legislación vigente.
♦
Dejar como mínimo un 20% de la masa forestal aprovechable.
♦
Dejar árboles semilleros.
Para la discusión del plan se tendrán como insumos el Mapa de Vegetación, los Resultados del
PIFBN, y los Resultados de la Evaluación de Biodiversidad, además de toda otra información
bibliográfica que sustente las pautas propuestas. Con los resultados de las investigaciones
propuestas dentro del PIARFON se ajustará en años subsiguientes el plan propuesto.
El Plan de Manejo seguirá los principios esenciales de la ordenación, conocidos como condiciones
mínimas.:
La primera condición de persistencia, implica “que el vuelo cubra continuamente el suelo",
Mackay (1973), sin más interrupciones que las previstas por el tratamiento silvícola. Se trata, por
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tanto, de que el recurso se renueve: el tratamiento silvícola a elegir garantizará que una nueva
población vegetal, conseguida como regeneración natural, repoblación artificial o combinación de
ambas, ocupe el lugar de la anterior. La población surgida del tratamiento deberá ser, cuando la
organización dasocrática se culmine, idéntica en composición específica y de edades a la que
sustituyó.
La segunda condición mínima es la de rendimiento sostenido, conocida en la literatura dasocrática
clásica como condición de rentabilidad. Esta auténtica restricción de la gestión forestal ha sido
muchas veces mal entendida, interpretándose como condición de renta constante, no sólo a nivel de
monte, sino de sus unidades dasocráticas, los cuarteles. Mackay (1973), en sus “Fundamentos y
Métodos de !a Ordenación de Montes" explica claramente que la comentada condición lo que exige
es la previsión de rentas, estableciendo una distinción neta entre capital y renta. Esta consideración
permite comprender que hay montes en fase de capitalización, en los que los crecimientos deben de
acumularse para formar el capital necesario, que en su día proporcionará rentas.
Los montes del Chaco semiárido, tanto por las vicisitudes que soportan, como por su propia esencia
por el escaso número de especies principales, están en gran proporción en fase de capitalización y
de restauración como se ha indicado al definir la persistencia.
La tercera condición mínima es la de máximo rendimiento, que exige la optimización de las
utilidades que rinden los montes.
La Ordenación clásica ha desarrollado extensamente la doctrina referente a esta condición, y ante la
dificultad de optimizar producciones complejas (de varios productos) ofreció la simplificación de
definir una producción preferente, cuyo óptimo debe alcanzarse, y unas producciones subordinadas.
Casi siempre la producción preferente ha sido las maderas en los casos de monte alto, y las leñas en
el de monte bajo; no obstante existen importantes avances en excepciones, tales como los Productos
Forestales No Madereros.
En todos esos casos, se han puesto a punto diferentes criterios de optimización, suficientemente
explicados en los textos clásicos y vigentes de Ordenación de Montes:
♦ Criterios de máxima renta en especie, apoyados en Tablas de Producción para masas
coetáneas y regulares.
♦ Criterios tecnológicos, buscando determinadas dimensiones, empleados en masas
irregulares.
♦ Criterios financieros que buscan maximizar valores actuales netos, conocidos como
valores potenciales del suelo, o tasas de rendimiento interno.
Todos apuntan a definir criterios de "cortabilidad física" para masas de carácter permanentes. La
aplicación de estos criterios, y su discusión posterior conducen a la determinación del turno: edad
de corta de la masa, o dimensiones de corta del árbol. Este turno, bien elegido, supone el
cumplimiento del máximo rendimiento, pero bajo el supuesto de producción preferente.
Así como la Silvicultura se ocupa del cumplimiento de la condición de persistencia, la Silvicultura y
la Ordenación conjuntamente, del de la condición de rendimiento sostenido, compete
exclusivamente a la Ordenación de Montes el cumplimiento del máximo rendimiento, que mejor
debería llamarse condición mínima de un máximo de utilidades (Madrigal Collazo, 1990).
Además debería considerarse otra condición mínima, no como objetivo a conseguir con la actuación
silvícola y dasocrática, sino como condición previa. Sería la que Mackay (1973), denomina
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“condición de extensión suficiente". La organización que propone la Ordenación de Montes es
espacio-temporal y requiere superficies mínimas.
El minifundismo forestal impide la aplicación de los esquemas dasocráticos, y constituye un
problema no solo en el monte privado Chaqueño, sino en muchos lugares del mundo.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 4 - Estudiar y evaluar el impacto social, económico y ambiental de los sistemas de
manejo aplicados.
El estudio del impacto social económico y ambiental de los sistemas de manejo aplicados es una
tarea que se la debe hacer de manera simultánea pero cuya información debe ser analizada por
separado.
El impacto social del proyecto será medido en dos dimensiones: a) estructura social, y b) saberes,
creencias y prácticas.
La medición acerca de la dimensión estructura social se centrará en indicadores referidos al empleo
y las condiciones de trabajo y de vida. La emergencia de nuevas formas de actividad económica
generadas por el proyecto, y la presencia de nuevos actores sociales en el área de intervención, se
expresarán en un aumento de los puestos de trabajo, así como en una modificación cualitativa de los
perfiles de los puestos de trabajo, que requerirán una mayor competencia técnica y una forma
distinta de vinculación con el ambiente y los recursos naturales. Se estima que esos cambios se
expresarán principalmente en la reducción de las tasas de desempleo abierto, disminución del
subempleo, y de la emigración de varones y mujeres jóvenes.
La segunda dimensión concierne a la modificación de saberes, creencias y prácticas en los distintos
tipos de actores sociales que intervienen en la sociedad local. Se espera que los cambios generados
por el proyecto se expresen en el imaginario acerca de los recursos naturales y el ambiente, que se
enriquecerá en torno a valores de cuidado, preservación y aprovechamiento racional, así como
acerca de los efectos negativos de la sobre-explotación. En relación con la producción, se detectará
el fortalecimiento de prácticas de sustentabilidad.
Para la medición del impacto social del proyecto se aplicará un diseño basado en encuesta,
entrevista y observación de campo. Estos instrumentos serán aplicados a una muestra de tres
subzonas –radios censales o fracción de lotes- seleccionadas dentro del área de aplicación del
proyecto según sus diferentes niveles de densidad residencial y uso del suelo: núcleo poblado,
media, y baja densidad rural.
En cada una de ellas se efectuarán encuestas de hogares y empleo, y de opinión a muestras
representativas de los distintos segmentos socio-ocupacionales de residentes: funcionarios locales,
productores, trabajadores asalariados, técnicos, y jóvenes.
La primera medición se efectuará el primer año de ejecución del proyecto, a fin de poder obtener
parámetros de las condiciones previas. Transcurrida la primera etapa del proyecto (dos a cinco
años) se efectuará una segunda medición en las mismas zonas elegidas para la evaluación. La
comparación de los resultados de ambas mediciones permitirá distinguir las áreas de actividad
social más sensibles al proyecto, e inversamente aquellas más resistentes a la incorporación de los
cambios propuestos. La evaluación permitirá obtener información cuanti y cualitativa que servirá
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para reorientar o fortalecer los distintos programas impulsados por el proyecto, en especial los
relacionados con la capacitación, la asistencia técnica y la comunicación.
Para el análisis del impacto económico no es necesario realizar grandes estudios debido a que la
escala en que se manifiesta este impacto es mas bien pequeña o local. Naturalmente las tareas
implementadas bajo el sistema de manejo propuesto ocasionarán un efecto positivo en la economía
individual, familiar e incluso a un nivel local y regional de los pobladores.
Mayormente se manifestará en un incremento de sus ingresos que deberá ser estudiado
cuidadosamente para analizar en que proporción ha aumentado. Asimismo se verá incrementada la
mano de obra en la zona con puestos de trabajo más estables.
Es necesario para el caso de los productores de mayor importancia analizar el impacto que las
actividades de ellos ocasionan en el entorno regional. Para ello se deben analizar los datos de
ingresos brutos totales del sistema y se debe relacionar los mismos al contexto económico regional
y el análisis de multiplicadores de la actividad.
Entre los multiplicadores deben tenerse en cuenta los salarios de los trabajadores que participan en
la empresa. Por otro lado se deben analizar los insumos según las cantidades empleadas antes y
después de aplicar el modelo de manejo propuesto.
Existen beneficios indirectos que surgen de las nuevas actividades como por ejemplo: mejoras en
los caminos, mejora en los servicios tanto de salud como en educación, transporte, entre otros.
Con respecto al impacto en los aspectos económico-ambiental en conjunto, la economía ambiental
ha diseñado algunos métodos que permiten obtener el valor de los servicios provistos por los
bosques o áreas rurales que no poseen un mercado determinado que de alguna forma se constituyen
en medida de conservación de los recursos.
Con el objeto de encontrar el valor de algunos bienes y servicios se aplicará el Método de
Valoración Contingente.
Con las técnicas aplicadas para el objetivo 1 se realizadrá un estudio cuantitativo del impacto de los
sistemas de manejo en el ecosistema con la aplicación de los siguientes métodos:
1. Método de Valoración Contingente (MVC) para la determinación del
valor de no uso de especies en extinción mediante encuestas a pobladores
y productores analizadas con herramientas estadística tradicional y
análisis multivariado (AMV).
Un estudio de Valoración Contingente (VC) permite, entre otras cosas, encontrar el valor de no
mercado de un bien ambiental o un servicio de esta naturaleza como puede ser el no uso de
especies en extinción, es decir el valor que representa el solo hecho de que existan esas especies
tanto animales como vegetales. El valor de mercado de esas especies está manifestado en el precio
de las mismas que se forma de la conjunción de la oferta y la demanda. En el caso de un animal en
extinción se lo obtiene por el simple valor de mercado de cada una de sus partes (carne, cuero, etc.)
Lo mismo sucede con una especie vegetal de la cual se tendrán los valores de mercado de la
madera, frutos, semillas, etc.
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La VC es una herramienta importante para la valoración ambiental pues revela las preferencias de la
gente o su comportamiento en una situación hipotética de mercado, pero, sin embargo, no puede
valorar todos los bienes ambientales. Se la puede emplear para valorar paisajes, áreas silvestres,
parques nacionales, biodiversidad, objetos antiguos, una biblioteca, características de un pueblo o
un sitio determinado, etc. (Freeman, 1993; Garrod and Willis, 1993; Azqueta, 1994).
El MVC simula al mercado real mediante la creación de un mercado hipotético con el fin de
investigar acerca de la Disposición a Pagar (DAP) por un bien ambiental o mejora en la calidad
ambiental o de la Disposición a ser Compensado (DAC) por soportar una disminución de la calidad
ambiental. Este tipo de modelo también permite valorar una especie en peligro de extinción entre
otras cosas. El mismo es aplicado en gran parte del mundo a pesar de las numerosas críticas que ha
sido objeto en los últimos años (Carson et al., 1996; Carson 1999)
Estructura de un Estudio de Valoración Contingente
El mecanismo más simple para averiguar cómo valora una persona un cambio en su bienestar, que
es lo que se necesita saber, es sencillamente preguntándoselo. Por eso mismo es que surgen las
encuestas o los cuestionarios como una manera de recoger la información necesaria. Esta encuesta
debe tener una estructura y un contenido tal que, con una sola vez que se la realice, se pueda
obtener la mayor cantidad posible de información. Para lograr estos fines, algunos autores
aconsejan que una encuesta debe estar estructurada de la siguiente manera (Azqueta, 1994; León,
1996; Calatrava, 1996; Carson, 1999):
Un primer bloque en el cual se halla contenida la información relevante sobre lo que se quiere
encuestar, de modo que la persona, objeto de la encuesta, tenga la información necesaria y precisa
para identificar correctamente el problema del que se trata. En toda esa información se le deben
presentar las hipotéticas situaciones y circunstancias en las que tendría que pagar (o recibir) por un
servicio. Es normal, en casos que sea necesario, acompañar la encuesta con una serie de fotografías
o algún otro tipo de ayudas visuales que faciliten la comprensión al encuestado.
Un segundo bloque define la modificación objeto de estudio o el bien objeto que va a ser valorado
(en el caso de nuestro estudio será el parque o el área protegida que será objeto de la medición).
Además, debe expresar la manera en que será financiado el pago, es decir si con una entrada, un
impuesto, una colaboración, etc. Esta etapa del estudio es de suma importancia pues de la misma
depende el hecho de plantear correctamente la pregunta clave para los resultados de la valoración.
Un tercer bloque, por último, aborda algunas características relevantes del aspecto socioeconómico.
En el mismo se pregunta sobre la edad, el sexo, el ingreso promedio del encuestado, los niveles de
estudio, etc. Es aconsejable que esta parte de la encuesta se realice hacia el final de la misma,
debido a que este tipo de datos es de difícil obtención si se quiere comenzar la encuesta con estas
preguntas. A menudo algunas personas, al comenzar a preguntarle acerca de sus ingresos, desisten
en seguir con el desarrollo de la encuesta.
La aplicación de las encuestas será realizada a pobladores y a productores de la zona con el objeto
de encontrar la DAP y la DAC por la conservación y existencia del bien en cuestión. En la misma se
les preguntará por la disposición a pagar para conservar las especies en peligro de extinción y
simultáneamente la DAC por la ausencia de las mismas planteadas ambas en casos hipotéticos
(Dosi, 2001).
Ese valor será analizado mediante estadística clásica en la que se encontrará el valor de la media y
de la mediana. Posteriormente se analizará la información que se obtenga con la tercera parte del
cuestionario en la que se indaga acerca de características socioeconómicas de los encuestados
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mediante herramientas provistas por el análisis multivariado. Esos datos brindarán información
acerca de la relación de la DAC y la DAP con la edad, sexo, niveles de formación, y características
socioeconómicas en general. El tamaño de la muestra estará relacionado con el tamaño de la
población del estudio.
Un recurso natural además de proveer de bienes comercializables puede ser una fuente de servicios
ambientales como lo es la recreación y el descanso como así también las vistas escénicas que la
misma naturaleza ofrece gratuitamente.
A los fines de estudiar la posible demanda potencial de servicios turísticos se aplicará el Método del
Costo del Viaje ampliamente usado en muchos lugares del mundo principalmente en países
desarrollados
2. Aplicación del Método del Costo de Viaje (MCV) para obtener una
curva de demanda potencial de servicios recreativos mediante encuestas y
análisis estadístico descriptivo
El método se fundamenta en que el valor de uso de un recurso o de un servicio está relacionado
directamente con la distancia recorrida por el visitante. Una persona que ha viajado muchos
kilómetros para disfrutar de los servicios recreativos sin duda valora más ese servicio que otra que
no ha viajado esa distancia. Es decir que cuanto más ha viajado una persona y mayores son los
gastos en que ha incurrido para llegar al sitio mayor será el valor que ese individuo le asigna al
servicio y una manera de expresar ese valor es mediante los costos en que ha incurrido para
realizarlo (Hufschmidt et al., 1990; Garrod y Willis, 1999).
El MCV se aplica principalmente a la valoración social de un espacio de interés medioambiental
recreativo (Riera, 1994; Garrod and Willis, 1999), es decir que se pueden valorar los atributos
ambientales que son obtenidos a partir de la adquisición de servicios recreativos (Dosi, 2001).
Para la aplicación de este método se necesita implementar una encuesta que contemple preguntas
acerca del origen o la procedencia del visitante como también datos acerca de las características
socioeconómicas del visitante.
La metodología permite construir una curva de demanda de los servicios ambientales provistos por
un recurso natural que refleje las preferencias de los individuos. Una vez que se ha construido dicha
curva de demanda se procede a realizar el cálculo del excedente del consumidor EC que no es otra
cosa que lo que la gente está dispuesta a pagar, de más, por el consumo de un bien o un servicio .
Valoración del impacto ambiental
El impacto ambiental es el conjunto de cambios producidos por las obras humanas en el ambiente
natural, socio-económico, cultural y/o estético.
Todo proyecto, antes de materializarse, es susceptible de ser sometido a un análisis que permita
evaluar el impacto de los cambios referidos. La Evaluación del Impacto Ambiental es el proceso de
análisis de distintas alternativas, con el fin de diferenciar sus ventajas y desventajas, para priorizar
aquellas que optimicen los beneficios y disminuyan los impactos no deseados. Se debe;
♦
Identificar los objetivos del proyecto, la preocupación del público y los
impactos significativos que puede producir.
♦
Describir las alternativas de localización, magnitud y demás características
del proyecto.
♦
Describir la naturaleza, duración y significación de los impactos.
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♦
Identificar las medidas de mitigación para los efectos negativos. Identificar
los efectos positivos del proyecto.
♦
♦
Evaluar las diferentes alternativas.
Elegir la alternativa de menor Impacto Ambiental negativo. Monitorear la
marcha del proyecto.
Según los planes de manejo formulados se analizará el impacto sobre los factores ambientales
susceptibles de recibir impactos de acuerdo a las actividades establecidas en las dos fases: “ con
proyecto” y “ sin proyecto”.
Para estudiar y evaluar el impacto ambiental del proyecto se analizará detalladamente los métodos
y técnicas previstas en los planes de manejo.
En función de las características principales del proyecto, implementación y funcionamiento, se
describira e identificaran las actividades implicadas, seleccionándose las acciones mas relevantes
vinculadas al análisis ambiental del proyecto
Se definirá y caracterizará el sistema ambiental afectado en sus distintos componentes: atmósfera ,
suelo, agua, vegetación, fauna y paisaje, humanos, población, infraestructura y servicios,
indicándose las factores ambientales afectados y los respectivos indicadores y sus unidades de
medidas. Algunos de los factores ambientales a analizar serán los siguientes:
Del Componente Atmósfera:
Calidad respecto a un compuesto determinado ( Concentración en ppm)
Calidad del aire (ICAIRE y ORAQI)
Evapotranspiración (EPT)
Nivel de polvo (Concentración, mg/m3)
Del Componente Suelo:
Materiales ( Composición específica, ganulometría y permeabilidad)
Erosión hídrica ( Ecuación de Taylor)
Erosión eólica ( pérdidad de suelo, Tn/Ha/año)
Sedimentación
Compactación
Drenaje ( Nº y cantidad)
Capacidad agraria (Indice de productividad)
Aptitud del suelo ( Indice de aptitud)
Ocupación del Suelo ( Porcentaje )
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Del Componente Agua:
Nivel freático (Altura , metros)
Capacidad del acuífero (Grado de capacidad)
Regimen hídrico ( Temporabilidad, caudal )
Distribución ( Superficial, subterránea)
Dureza ( Indice de dureza)
Salinización ( Nivel de salinidad)
Del Componente Vegetación :
Rareza ( Indice de rareza)
Diversidad (Indice de diversidad)
Productividad (Rendimiento)
Especies endémicas ( Indice )
Especies amenazadas (Indice)
Estabilidad (Indice)
Comunidades (Indice)
Regeneración (Indice de regeneración)
Cobertura (Porcentaje)
Del Componente Fauna:
Especies protegidas y/o singulares ( Indice)
Hábitats (Indice de calidad de habitat)
Abundancia ( Indice)
Diversidad ( Indice)
Rareza de especies (Indice)
Especies silvestre (Valor silvestre potencial)
Del Componente Paisaje:
Topografía (Calidad intrínsica)
Fragmentación (Indice)
Conectividad (Indice)
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Calidad del paisaje (Valor relativo)
Del Componente Humanos
Calidad de vida ( Porcentaje)
Servicios asistenciales (Porcentaje)
Salud (Relación personas afectadas)
Del Componente Población
Demografía (Porcentaje)
Nivel de empleo (Porcentaje)
Estructura de población activa (Porcentaje)
Estacionalidad (Porcentaje)
Movimientos migratorios
Del Componente Economía
Nivel de renta ($)
Cambio en el valor del suelo (Porcentaje)
Nivel de productividad (Porcentaje)
Beneficios ($)
Incremento de industrias y servicios
Del Componente Infraestructura y servicios
Redes de abastecimiento (agua, electricidad, gas ; km. afectados)
Equipamientos sociales (Porcentaje)
Seleccionadas las acciones más importantes del proyecto y los factores ambientales a considerar,
se determinarán los impactos ambientales potenciales que puedan emerger de la implementación del
proyecto, mediante el análisis de matrices de importancia y de valoración cualitativa y
cuantitativa.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 5: Fomentar la incorporación de valor agregado a los productos tradicionales y
no tradicionales del Chaco como región y lograr su ubicación en los mercados tanto nacionales
como internacionales.
Con la información disponible y aprovechando las características tecnológicas particulares de
nuestras maderas, se definirán los productos a obtener, se optimizará el uso de la madera lo que
permitirá reducir el volumen de extracción, tendiendo a la sustentabilidad del recurso. Para
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caracterizar, diseñar y elaborar nuevos productos, el Instituto de Tecnología de la Madera cuenta
con la infraestructura, equipamiento y personal especializado.
Finalmente, definida la fase tecnológica, se implementarán medidas de promoción de los nuevos
productos y su inserción en los mercados nacionales e internacionales.
Se encarará una investigación de mercado tendiente a cuantificar y estratificar la demanda potencial
de productos derivados de la madera a los que se les haya incorporado una mayor elaboración y
productos no madereros en vistas de poder posicionarse en nuevos mercados y alcanzar una mejor
rentabilidad. Es decir que se partirá de la demanda existente en el mercado tanto nacional como
internacional para definir los nuevos productos a obtener, entendiendo que la incorporación de
tecnología, a través de una mayor rentabilidad, permite ordenar la distribución productiva de las
diferentes actividades dentro de la explotación y por otro lado optimiza el aprovechamiento de la
madera y reduce la extracción de esta materia prima. Para llevar a cabo esta tarea se recabará
información secundaria a través de organismos especializados en el tema como la Federación
Argentina de la Industria de la Madera (F.A.I.M.A.), Centro de Investigación y Desarrollo de la
Industria de la Madera y Afines (C.I.T.E.M.A.), Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(I.N.T.I.), Cámara de Industriales Madereros y Afines de Esperanza (C.I.M.A.E.), Centro Integral
del Pallets S.R.L., Secretaría de Comercio Exterior de la Provincia del Chaco sobre experiencias en
Ferias Internacionales a lo que han concurrido productores madereros, entre otros.La información
obtenida deberá ser sistematizada y permitir sacar conclusiones sobre las mejores alternativas a
implementar respecto de la incorporación de nuevos productos a la luz de su rentabilidad y la
posibilidad de ubicación en el mercado.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 6: Realizar una investigación – acción sobre el nivel de vida de los habitantes de
la región.
Al finalizar el Proyecto se espera poder contar con recursos humanos competentes para asegurar la
continuidad de las acciones; lograr la integración de la comunidad en el proceso de mejoramiento
de las condiciones económicas y ambientales; y fortalecer el rol de las organizaciones de
productores en el desarrollo regional.
Para favorecer el involucramiento de los actores sociales locales, a partir del sexto mes de ejecución
del Proyecto se realizará una investigación-acción con la participación de los productores
demostradores, las organizaciones representativas de los mismos y las escuelas y otras
organizaciones comunitarias.
La investigación-acción constituye "un enfoque de la investigación social mediante el cual se busca
la plena participación de la comunidad en el análisis de su propia realidad con el objeto de
promover la transformación social para el beneficio de los participantes en la investigación (Fals
Borda, 1981). El empleo de metodologías participativas apunta a comprometer a las personas con
los procesos de cambio sociocultural, al permitir a los actores identificar sus propias capacidades y
competencias, y definir metas alcanzables y posibles acciones en base a pronósticos autoreconocidos (Tomasetta, 1975; Vargas y Bustillo, -1990; Burin, Karl y Levin, 1995).
Se prevé la realización en cada localidad de tres tipos de encuentros con la aplicación de la
metodología descripta.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
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Para el objetivo 7: Implementar tecnologías de extensión para transferir a toda la comunidad los
resultados obtenidos en este proyecto.
Difusión de los resultados a través de medios de comunicación masivos tales como radio, televisión,
diarios, etc. y por medio de los sistemas de extensión nacionales, provinciales, municipales, de
asociaciones de productores, agencias de extensión del INTA, delegaciones provinciales de
bosques, extensión universitaria.
Organización de cursos de capacitación, talleres y reuniones con la comunidad.
Preparación, publicación y distribución del material impreso
Asesoramiento permanente de los técnicos de la Universidad a los productores
Difusión por medios masivos (programas especializados de radio y televisión) de los resultados
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 8: Crear las bases para la certificación forestal.
Evaluar los estándares y verificadores de certificación aplicados en la actualidad en diferentes
bosques y los métodos de certificación del FSC y las normas ISO 14001 a los fines de lograr
adaptar los mismos y determinar nuevos estándares de ser necesarios.
Las tareas necesarias para cumplir con este objetivo serán realizadas por personal de la UNSE.
Para el objetivo 9: Propender al fortalecimiento institucional y contribuir a la política y
legislación sobre las masas boscosas nativas.
Las acciones propuestas se dirigen a fomentar y articular acciones con y entre los diferentes actores
locales con presencia institucional, a saber: organizaciones de productores, organismos no
gubernamentales, municipios, autoridades departamentales, organismos técnicos provinciales o
nacionales, etc
Fomentar y articular acciones con y entre los diferentes actores de la región chaqueña (Universidad,
Organismos no gubernamentales, Municipalidades, etc.).
Facilitar la comunicación y difusión de experiencias entre los actores del proyecto y hacia el resto
de la sociedad
Apoyar la sistematización de experiencias para extraer criterios que faciliten la multiplicación y
difusión de las mismas. Para ello se capacitará a técnicos y productores en metodologías y prácticas
de los aspectos socio organizativos
Generar bases técnicas –económicas y sociales para el establecimiento de mecanismos de incentivo
a la producción y conservación de los productos forestales no madereros.
Elaborar propuestas de modificaciones del marco legal (proyecto de ley, ordenanzas municipales,
etc.) que permita la sustentabilidad del sistema.
f) Cronograma de Actividades
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Objetivos
1
2
3
4
5
6
7
8
Mes
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
1
2
3
4
5
6
7
8
9
g) Indicadores
Como indicadores se considerarán: contribución de los sistemas productivos propuestos a la
economía regional, generación de empleo, ingreso per cápita, migraciones temporarias y
permanentes, y acceso y permanencia en la educación formal y la capacitación laboral.
h) Resultados Esperados
Se considera que a través de la puesta en marcha de un proyecto de manejo de monte nativo
integrado a un ecosistema natural tan vasto y rico como el del Parque Chaqueño, se podrán obtener
resultados que tiendan a la recuperación de los bosques nativos y a la perpetuación de esos recursos
forestales, incrementando la productividad del monte, a través del desarrollo de sistemas de manejo
sustentable.
En el ámbito económico - social se pretende mejorar las condiciones generando nuevos empleos en
los distintos sectores; como así también generar un efecto multiplicador sobre los demás agentes
económico - sociales. Se buscará asegurar el sustento del productor y mejorar su calidad de vida.
Se elaborarán documentos que contengan las experiencias de los modelos analizados como
propuesta al desarrollo del monte nativo y se establecerán las normas técnicas necesarias para la
elaboración de propuestas de incentivo al manejo sustentable del recurso.
Otros resultados esperados serán establecer indicadores relacionados con las condiciones
ambientales, económicas y sociales, incrementar el ingreso del sistema de producción, la
divulgación de los nuevos conocimientos adquiridos en revistas científicas nacionales e
internacionales con referato y la participación de la Universidad en las propuestas de solución a la
problemática regional.
Estos resultados permitirán definir:
♦ Estrategias de desarrollo regional.
♦ Sistemas de manejo sustentables.
♦ Manejo de especies forestales de valor
♦ Manejo de ganadería bajo monte para obtener carne de calidad
♦ Integración de sistema científico con el sistema productivo
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♦ etc.
BIBLIOGRAFÍA
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