BUSCANDO HUELLAS DE LA INDEPENDENCIA INVESTIGADORES: EDUCANDOS DEL GRADO NOVENO CONTENIDO INTRODUCCIÓN TRAYECTORIA DE LA INVESTIGACIÓN POR LOS CAMINOS DE LA ANTIGUA PROVINCIA DEL SOCORRO LOS ENCARGADOS DE LA CARGA INCIDENCIA DE LOS CAMINOS EN EL COMERCIO Y DESARROLLO DE UN PUEBLO. CONCLUSIONES Representantes de Grado: KEILA XIOMARA PUENTES V. SERGIO ALEJANDRO RESTREPO GALVIS Responde a la pregunta No. 161: “¿Si en este momento en Colombia existen diversidad de medios de transporte como carros, aviones, etc. y por medio de ellos se transporta a la población y las mercancías, ¿hace doscientos años de qué manera se transportaban los habitantes de la Nueva Granada?” (Giovanni Jaimes Santana, Grado 6, Palmas del Socorro, Santader) INTRODUCCIÒN El Ministerio de Educación Nacional, con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país, convoca a investigar a los maestros y educandos colombianos para “evaluar el pasado, reflexionar sobre el presente y a hacer apuestas hacia el futuro”1 y, de paso, ahondar sobre lo planteado hace ya algunos años en los lineamientos curriculares del área de Ciencias Sociales. En este sentido, el Ministerio, considera de suma importancia que las nuevas generaciones sean protagonistas de nuevas historias que seguramente marcarán una oportunidad de representar las memorias locales de nuestro país; se trata de construir nuestra propia historia a partir de la indagación sobre diversas fuentes y el rescate de la tradición oral, según lo manifiestan los textos de la convocatoria Historia Hoy: “Aprendiendo con el Bicentenario de la Independencia”.2 Básicamente la propuesta pretende inquirir sobre las características elementales del transporte (caminos y medios) y el comercio de lo que hoy es el municipio de Palmas del Socorro, teniendo en cuenta que estos dos elementos son básicos para el desarrollo y progreso de un pueblo. Se quiere mostrar, a quienes tengan la oportunidad de leer y enterarse de la investigación, la historia local y dentro de ella, la evolución efectuada por estos dos elementos fundamentales en la actualidad, para que se valoren los trabajos y sacrificios de nuestros ancestros. E s decir, el papel fundamental que jugaron nuestros antepasados para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, y a la vez se aprecie de qué forma se logra el desarrollo de las ciudades. Se busca despertar el pensamiento histórico dentro de nuestra comunidad. La historia de los medios de transporte es parte de la historia de la humanidad y de su propia evolución, pasa por los medios clásicos de tracción animal, fundamentalmente el caballo; el uso de carretas y de caravanas, en el caso del transporte por tierra, y de canoas, barcas y barcos de vela en el transporte fluvial y marítimo. Para poder llevar a feliz término este interesante trabajo, se realizaron diferentes actividades, todas ellas con la rigurosidad investigativa de quienes en ella intervinieron. Se acudió a los medios que están al alcance de la población estudiantil como libros, internet, la Colección Bicentenario y los archivos históricos con los que se contó. Con el convencimiento de que la investigación realizada contribuirá de manera positiva al entendimiento del presente por parte de nuestra comunidad, estamos seguros de que la propuesta traerá a la población palmeña y a la sociedad en general una reflexión sobre el valor de nuestros ancestros y de los que hoy 1 Ministerio de Educación Nacional (2009) Cartilla No. 1“Aprender a preguntar y preguntar para aprender”. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional 2 Ministerio de Educación Nacional (2009). Cartilla No. 2 Construyendo Respuestas. “Aprender a investigar e investigar para Aprender”. Bogotá- - Ministerio de Educación Nacional. contribuyen de una u otra forma al desarrollo de nuestras vías de transporte construyendo un mejor futuro para la población colombiana. La razón de ser de las Ciencias Sociales es servir para entender y valorar las diferentes formas de organización de los grupos humanos y sus diversas concepciones del mundo a través del tiempo; por otra, promueven la iniciativa y la adopción de responsabilidades para actuar sobre la realidad social, es decir, contribuyen al mejoramiento del desempeño de las personas como constructoras de la historia. De igual forma, incentivan el trabajo en equipo que ayuda a la expresión y asimilación de conceptos nuevos que contribuyen a la realización de procesos integrales relacionados con el conocimiento en el aula y en el entorno. En el presente trabajo, los lectores podrán conocer una serie de elementos temáticos propios de la historia de la Nueva Granada y específicamente de lo que era la Antigua Provincia del Socorro durante la época de la Independencia. Entre ellos, las características generales de la historia de la Nueva Granada de los siglos XVIII y principios del siglo XIX, elementos importantes en la historia del actual territorio colombiano hasta la mal llamada época de la colonia, y al mismo tiempo contarán con una herramienta de trabajo para desarrollar sus competencias en el área de Ciencias sociales. Para responder a la pregunta, el presente ensayo está estructurado en los siguientes capítulos: “Trayectoria de la investigación” en donde se plasman los pasos seguidos para llevar a feliz término el propósito, “Por los caminos de la Antigua Provincia del Socorro”, en donde se describen de manera breve las principales rutas seguidas por nuestros congéneres en el período comprendido entre 1774 y 1830. A continuación “Los Encargados De La Carga” en donde se mencionan los medios que se usaron para transportar la carga y las características y penalidades por las que atravesaron y, por último, “La incidencia de los caminos en el comercio y desarrollo de un pueblo”, en esta parte se esboza la forma en que influyó el transporte en el atraso o desarrollo de los pueblos a través de la economía. TRAYECTORIA DE LA INVESTIGACION De un cuestionamiento problemático surge un proceso de investigación, por lo que para el desarrollo de la propuesta investigativa se partió de la pregunta 161: “¿Si en este momento en Colombia existen diversidad de medios de transporte como carros, aviones, etc. y por medio de ellos se transporta a la población y las mercancías, ¿hace doscientos años de qué manera se transportaban los habitantes de la Nueva Granada?”3. Con la aplicación de una metodología de acción participativa y con la realización de diversas estrategias para conseguir una participación activa, se ejecutaron actividades como la búsqueda del nombre del grupo: CTHI (Caminos y transporte en la historia de la Independencia). Posteriormente, se realizó la invención del logo y una vez seleccionada la pregunta se procedió a convertirla en problema de investigación. A continuación se trazó la ruta metodológica de cómo investigar: a partir de la pregunta los educandos plantearon otros interrogantes como: ¿Hacia dónde se llevaban las mercancías durante el período de la Independencia?, ¿Había en la Nueva Granada carreteras?, ¿Cómo se construyeron las vías, caminos o las carreteras?, ¿Cuáles eran las principales rutas de transporte?, ¿Todos los habitantes tenían acceso a las vías de transporte para el comercio?, ¿Qué animales eran utilizados para transportarse de un lugar a otro?, ¿Existían arrieros hace doscientos años?, ¿Hacia dónde se llevaban las mercancías durante el período de la Independencia?, ¿Cuando llovía los habitantes podían transportarse fácilmente de un lugar a otro?, ¿Qué mercancías se transportaron en nuestra provincia durante esa época?, ¿Fue durante la época de la Colonia importante la existencia de caminos?. Entre muchos otros interrogantes que se plantearon. Seguidamente, se elaboraron las hipótesis que brindaron la oportunidad de precisar palabras claves, las categorías de trabajo y abrieron espacio a la sistematización del proyecto. Después de realizar el trabajo antes mencionado se procede al planteamiento del problema: Teniendo en cuenta que durante la época colonial los caminos y los ríos fueron los medios de transporte básicos para el intercambio de personas y mercancías ¿De qué manera se transportaban las mercancías y la población en la antigua Provincia del Socorro durante el periodo de la Independencia?,. Para facilitar la ubicación espacio – temporal se continua con la delimitación del problema, donde se utilizan los siguientes parámetros: El proyecto se desarrollará en el Departamento de Santander, especialmente en el ahora municipio de Palmas del Socorro. La investigación se enmarca entre 1774 y 1830, y en El territorio de la Nueva Granada, específicamente en la antigua provincia del Socorro, donde se encontraba el actual municipio de Palmas del Socorro. El objeto de la investigación se enfatizó en los medios de comunicación, las vías y el comercio desarrollados en la Nueva Granada y la evolución de ellos, con sus respectivas consecuencias. El proyecto pretende ofrecer un conocimiento sobre el transporte y el Comercio durante la época de la Independencia en la Nueva Granada y específicamente en lo que hoy se conoce con el nombre del municipio 3 Ministerio de Educación Nacional (2009) Cartilla “200 años 200 preguntas”. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional. de Palmas del Socorro. El paso a seguir fue la definición del cronograma de trabajo, la revisión de fuentes bibliográficas y la contrastación de las mismas. POR LOS CAMINOS DE LA ANTIGUA PROVINCIA DEL SOCORRO A nivel general, las vías de transporte han sido consideradas por los grupos humanos como elementos básicos para el desarrollo de la sociedad y de sus actividades cotidianas. Desde el punto de vista económico, las vías son los ejes generadores de las actividades comerciales y del intercambio cultural de los pueblos, ya que gracias a ellas, las diversas sociedades han podido establecer interconexiones que, de una u otra forma, han enriquecido la vida en comunidad y la pluralidad. Las vías de transporte en la antigua Provincia del Socorro, fueron importantes para los habitantes de estos territorios, puesto que las actividades comerciales fueron el hilo conductor de su desarrollo. Entonces, para analizar la incidencia de dicha Provincia en los procesos independentistas es necesario establecer las principales características de los medios de transporte hace doscientos años. Atendiendo al contexto espacial y temporal en cuestión, es necesario empezar a hacer referencia a las vías de transporte terrestre. En primer lugar, la mayoría de las vías de transporte terrestre construidas antes y durante el proceso independentista en la provincia del Socorro y sus alrededores, fueron hechas con el sudor, la sangre, el esfuerzo y el tesón de sus gentes, obligadas a abrirse camino hacía un provechoso porvenir. Ello en medio de un entorno cuya topografía, se caracterizaba por la presencia de empinadas laderas y montañas abruptas, con condiciones climáticas inclementes que aminoraban las posibilidades de trabajo y las condiciones del transporte. (Jiménez, 1989: p 118 125). A pesar de la importancia de la comunicación terrestre para el desarrollo de los pueblos su análisis en el campo histórico ha sido poco representativo. Al realizar una revisión documental es posible establecer que desde la mal llamada época de la Colonia hasta el siglo XVIII, los trabajos en las vías de transporte fueron deficientes, carentes de control y diseño, producto de la necesidad de comunicación entre los grupos humanos. El caso del actual municipio del Socorro, no escapó a esta situación, debido a que aunque su proceso de formación histórica se debió al desarrollo de las actividades económicas, realizadas sobre las vías de comunicación terrestre, los caminos entre las zonas rurales y las villas, parroquias y asentamientos humanos eran deficientes, pues imperaban las trochas, cuyo mantenimiento por parte del Estado era casi inexistente y sólo aquellos que consideraban pertinente eliminar los obstáculos del camino realizaban esta labor. Es importante resaltar que la comunicación terrestre en los asentamientos humanos, antes y durante el proceso independentista, se realizaba mediante el uso de animales de carga, personas que llevaban en sus hombros a aquellos que debido a sus costumbres físicas, sociales y culturales no deseaban recorrer a pie largos trayectos y, en raras ocasiones, mediante la utilización de carruajes, debido a las dificultades que se podían presentar en los caminos existentes. (Patiño, 19901993: Cap. 12 parte 3) Se nos hace relevante tener en cuenta que la mayoría de los caminos coloniales importantes eran conocidos como “caminos reales”. Se caracterizaban por presentar una amplia circulación de personas y animales, a causa de la interconexión entre provincias. Además, recibían el nombre de reales porque su administración y cuidado se llevaba a cabo por delegación real. Sin embargo, Palmas del Socorro y Socorro se vieron favorecidos en lo que a caminos se refiere, a causa del denominado “camino real del centro- oriente”, que pasó a convertirse en el eje central del poblamiento de algunas de las zonas históricas de mayor importancia del departamento. (Ocampo, 1988) a través de esta ruta aquellas personas que transportaban sus productos hacia el río Magdalena, en recuas, requerían sesiones de descanso en puntos estratégicos, que fueron los lugares que originaron un gran número de poblados santandereanos, como es el caso del Socorro. La importancia económica e histórica de los caminos que pasaban por el Socorro y conectaban al oriente neogranadino con el resto del país, figuran en los anales de la historia patria debido a que de allí partieron los Comuneros hacia la capital para reclamar por los abusos del visitador Gutiérrez de Piñeres, recorriendo a pie, mulas y caballos las trochas, caminos de herraduras y puentes improvisados para alcanzar su cometido. Además, económicamente, el Socorro en el Nuevo Reino de Granada, impuso su industria textil en la época colonial, motivo por el cual necesitó usar de forma constante las rutas y vías con las que se contaba, ya fuera para traer la materia prima de las prendas, o para transportar sus productos (lienzos, mantas y paños listados) a todos los rincones del virreinato, al igual que sus riquezas agrícolas. Hay que tener en cuenta que los caminos que llegaban a la provincia del Socorro y que de ella salían se caracterizaban por ser peligrosos. A causa de la dificultad del terreno montañoso eran comunes los accidentes, especialmente en las épocas de lluvia. La situación antes mencionada fue de gran interés para los habitantes de la región, como se evidencia en la instrucción que el cabildo del Socorro redactó en el año de 1809 dirigida a la junta Gaditana, que presenta una ideología de corte económico liberal, en donde se establece como elemento de vital importancia el mejoramiento de los caminos y la construcción de nuevas rutas y puentes que sirvieran de estímulo a las actividades comerciales. LOS ENCARGADOS DE LA CARGA Uno de los aspectos que caracterizó al transporte en la Nueva Granada en el periodo que mal llamamos como la época colonial fue la escasez de la mano de obra en lo referente a las vías fluviales y a la construcción de caminos. Para ese momento de la historia la población se encontraba diezmada por enfermedades tropicales y las traídas por los españoles. A esto se suma el trabajo forzado que los peninsulares imponían, situación que trajo consigo el desgaste de la mano de obra indígena y su lenta extinción. Durante la Conquista y prácticamente toda la Colonia el transporte de mercancías fue una labor exclusiva para los cargueros, pese a las leyes de prohibición de utilizar al indígena como un animal: práctica que perduró por mucho tiempo. La introducción de mulas y caballos posibilitó la construcción de Caminos Reales, pues la mula la que cargó con cuanto necesitaban los aventureros empresarios. A partir de este momento a jugar un papel importante en la historia de la Nueva Granada la utilización de caballos, mulas, bueyes y burros como elementos indispensables para el transporte de mercancías y para la conservación de la cultura, el trabajo y la clase social. Situación que, paulatinamente, contribuyó a la creación de las ciudades. Los caminos en la Nueva Granada, de la cual hacia parte la antigua provincia del Socorro, eran muy malos, difíciles de cruzar por los caballos y mulas (medio de transporte más utilizado en la época). En ocasiones los caminos por los que tuvieron que transitar nuestros ancestros se hicieron intransitables, lo que le dificultó en gran medida a los españoles la implantación de su modelo económico y cultural. Según lo planteado por autores que han dedicado su vida a investigar sobre los rastros de la historia. El capítulo anterior se desarrolló en torno a los caminos utilizados por nuestros antepasados durante la época de la Independencia de la Nueva Granada y en él se notaron las grandes dificultades por las que tuvo que transitar el pueblo santandereano en su devenir histórico. Ahora, centraremos la investigación en el destinado a la difícil tarea de cargar y transitar por largos y penosos caminos para llegar a su objetivo. En primera instancia diremos que pasado el tiempo y después de una lucha perenne por abolir los llamados “servicios personales”, al entonces presidente Andrés Venero de Leiva le aterró notoriamente el hecho de ver como los indios eran considerados animales arreados a su antojo por capataces, para cargar a sus espaldas el fruto de las haciendas de los encomenderos, a causa de la escasez de animales de carga de la época (Liévano, 2004: p 143). Figura 1: La recua Chaves, Humberto (1947) “La recua”[Oleo] En Melo, Jorge Orlando y otros (1988). Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN No obstante, empiezan a incorporarse las recuas o bestias de arria para reemplazar a los seres humanos en ese oficio de carga. Lo anterior origina una gran revolución social y económica que da lugar a una nueva estructura social que más adelante cambiaría los destinos de los pueblos. Los indígenas del centro-oriente del Nuevo Reino de Granada sufrieron los rigores de la mita, del transporte y el servicio personal, para introducir las mercancías en el interior del país. (Melo, 1988) Los indígenas fueron los cargadores más utilizados, porque las grandes dificultades de los caminos impedían el paso de las mulas u otras bestias de carga. Durante las épocas lluviosas, muchos senderos eran inutilizables aun por los indígenas. La mula era la bestia de carga implementada durante este período. Los indios de Vélez iban por las mercancías al desembarcadero del Carare, los indios de la región de Tunja concurrían por las mercancías a Vélez y los de Santafé de Bogotá se dirigían a Tunja por las mercancías para la capital. En el transcurso de los viajes, algunos indígenas o negros esclavos llevaban las cargas de las mercancías. El viaje se hacía a lomo de mula. Existían las fondas o ventorrillos para los descansos y los alojamientos de los viajeros (Amaya, 1983, pp. 40-45). Llama la atención como en esta época de la historia se caminaban de seis a nueve leguas a pie y se atravesaban ríos donde el camino era una zanja con agua, empinado y rodeado de precipicios, donde escasamente cabían los pies con dificultad; de ahí que nunca faltaran las heridas causadas por las caídas ocurridas en el transcurso de los viajes. No se logra entender cómo cabían las mulas y los bueyes. FIGURA 2. La silleta Chaves, Humberto (1947) “La silleta”[Oleo] En Melo, Jorge Orlando y otros (1988) Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN En los extractos de los diarios de Humboldt (1800 [2009]) se describe de manera particular cómo fueron utilizados los hombres como animales de carga: “Dado lo afeminado de los americanos, -el que no quieren caminar se deja cargar, lo cual constituye una vergüenza para hombre blancos (…) Se dice montar sobre gente, como sobre caballos; andar en carguero, como andar en bestia. Entre los indios, ya antes de la conquista, era usual que las personas distinguidas se dejaran cargar sobre los hombros de varios, en una especie de ‘litera o silla portátil’ (…) Las sillas son muy bien ideadas, de cañas de bambú con espaldar contra el que está inclinado al asiento a 60° a fin de que el transportado pueda arrimarse contra la espalda del sillero” (pp. 16 – 17). Para las piernas se hacían unos estribos de piolas suspendidos en la silla, que iba sujeta a la espalda del silletero mediante una correa de corteza cruzada que pasaban por el hombro. El sillero se desplazaba totalmente recto y erguido mientras que el cargado, atrás recostado. En este sentido, se nota la marcada diferencia entre las clases sociales, dado que la clase privilegiada tenía ciertas prerrogativas: se hospedaban en lugares mucho más cómodos que los cargueros y, por supuesto, eran muy bien atendidos, situación que los llevaba a obtener un descanso; mientras que los arrieros dormían incómodos y se alimentaban mal, lo que no procuraba el descanso adecuado. Situación que muestra de manera clara la forma en que fueron utilizadas las personas durante la Conquista y la mal llamada época de la Colonia como animales de carga, realidad que perduró por más de tres siglos y que pese a las legislaciones impuestas, se seguía haciendo, pues los caminos estrechos en mal estado y la precariedad de ellos no permitía otra cosa. Investigaciones precedentes realizadas por Jorge Orlando Melo, Ocampo y otros han demostrado que después de largas y extensas jornadas de trabajo de los “indios de carga” y los negros esclavos regresaban con calenturas que en muchos casos ocasionaron su muerte. Parece ser que para la Corona española era mucho mejor extinguir poco a poco este elemento social, ya que su sostenimiento no era relevante e invertir en el mejoramiento de los caminos reales y de herradura existentes en la época no era satisfactorio para las autoridades reales en el Virreinato. Cabe anotar que la existencia de la navegación fluvial, donde surgen los pueblos de río, hizo nacer la competencia para promover trochas alternativas por los comerciantes y empresarios de transporte. Vargas (2002, p 15) señala la forma en que el río Magdalena se convirtió en el principal eje comercial del país con la introducción de la navegación a vapor en 1823. Se logra incorporar así al país al comercio internacional, aun cuando la navegación a vapor estaba en su fase inicial y por lo tanto carecía de la infraestructura necesaria para ir a grandes velocidades. Los primeros barcos de vapor cruzaron el Atlántico como barcos marinos pero resultó que eran inapropiados para las condiciones de la navegación fluvial. Sólo después de la segunda mitad del siglo XVIII se inicia un perfeccionamiento de este modelo de transporte. INCIDENCIA DE LOS CAMINOS EN EL COMERCIO Y DESARROLLO DE UN PUEBLO Las actividades comerciales han formado parte integral del desarrollo de las actividades de los grupos humanos desde el inicio de la vida en sociedad. Por ello el estudio del comercio y todas las actividades que implica como transporte legal e ilegal de productos, son un elemento fundamental para la comprensión del devenir histórico, social, cultural y económico de una población específica. El análisis histórico del comercio adquiere vital importancia dentro de un proceso de investigación histórica y más si se contextualiza en una zona cuyo proceso de consolidación y conformación había girado en torno a la economía, como se evidencia hoy en el que se hoy se conoce como “Provincia Comunera”, al revisar datos relevantes en su pasado. En los capítulos segundo y tercero se abordaron los temas del transporte y medios de comunicación que utilizaron los habitantes del virreinato de la Nueva Granada para ir de un lugar a otro y llevar sus mercancías. Ahora se hará un análisis de la influencia que tuvieron en el comercio y desarrollo para la región. Es importante hacer mención al autor Javier Ocampo López indica que: […] En el siglo XVIII florecieron en el comercio las ciudades de Tunja, Socorro, San Gil y Pamplona. Tunja, que desde el siglo XVI se había convertido en una ciudad religiosa y cultural, comerciaba con textiles domésticos y productos agrícolas, principalmente la papa, el trigo y la cebada. Era la zona de la aristocracia española, de hidalgos, encomenderos y de un gran grupo de indígenas encomendados. Una ciudad de estudios superiores que se realizaban en los conventos y donde se fundaron los colegios para los hijos de españoles y escuelas para mestizos e indios. Tunja era una de las ciudades más bellamente construida y cuidada en su estética arquitectónica hispánica en el Nuevo Reino de Granada; ciudad de cronistas, pintores, escultores, arquitectos, poetas y humanistas (1988, pp. 63-67). Al respecto, el autor Basilio Vicente de Oviedo apunta en su libro Aspectos económicos sobre Socorro, San Gil, Girón y otros pueblos santandereanos: En el Siglo XVIII la villa del Socorro producía variados géneros del país como lienzos, mantas, paños listados y productos agrícolas de tierra caliente: caña dulce, plátanos, maíz, yuca, algodón y frutas; tenía además la mayor concentración demográfica del oriente neogranadino, y aspiraba a ser la capital del corregimiento” (1930). Álvaro Tirado Mejía (1979, p. 173) dice, a propósito, que uno de los grandes problemas afrontados por el comercio fue la lentitud en las compras, debido a las distancias para las comunicaciones comerciales y dada la escasez de las vías, donde un viaje representaba semanas y meses por las condiciones de los caminos, el clima caliente, los obstáculos del terreno y el ataque de los indígenas en repetidas ocasiones. Este aspecto, sin lugar a dudas, estancó el desarrollo de las provincias y se convirtió en una traba grande para el impulso de la economía en el país, por eso más adelante se empezaron a perfeccionar las vías de comunicación para acelerar el comercio en el virreinato de la Nueva Granada. FIGURA 3 Mapa del Cantón del Cocuy entre el Río Chicamocha y la Sierra Nevada (1925). Bogotá: Archivo General de la Nación. Mapoteca 4: Mapa 94 A. En Melo, Jorge Orlando y otros (1988). Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN. Los españoles Hernando Alcocer y Alonso de Olaya se asociaron para abrir un camino de herradura entre el río Magdalena y Facatativá. Con la ayuda de los indígenas encomendados por Bojacá y de numerosa gente de la región, se propusieron fundar la población de Villeta de San Miguel, sobre el camino que conduce a Honda. Este nuevo pueblo de Villeta se convirtió en centro de recursos para los viajeros que siguieron la nueva vía de comunicación: Santa Fe-VilletaHonda (Velandia, 1982, pp. 2586-2605). Según McGreevey (1975, pp. 23-50) el cambio de camino causó gran descontento en los veleños y tunjanos. Por supuesto les traía retroceso económico, pues Tunja había sido el camino obligado de las relaciones comerciales entre la costa Atlántica y el interior del país a través del río Magdalena y el camino de Vélez. A pesar de los continuos ataques de los indios Carares y Yarigüíes. Hacia el siglo XVIII, el camino por el Opón-Carare-Vélez ya había sido abandonado definitivamente. Aparece la decadencia de Tunja, más intensa después de la guerra de independencia, cuando los colombianos prefirieron más los paños ingleses, más baratos y finos, según los compradores, que la ‘ropa Tunja’ o la ‘ropa socorrana’, que fueron abandonadas. Por supuesto fue un aspecto marcado en el retroceso de la economía de la antigua provincia del Socorro y fue quizá uno de los motivos para que perdiera el empuje que tuvo durante esta época, cuando la villa del Socorro se consolidó como uno de los pueblos más vistosos y civilizados del reino. La comunicación y el transporte han sido aspectos relevantes que han marcado un notable atraso en el desarrollo de nuestro país; sobre todo, si se tiene en cuenta que la demografía durante la época Colonial fue escasa y crecía más que todo en la región andina. La navegación a vapor sobre el río Magdalena empezó a surgir solo a mediados del siglo XIX. De este modo, es posible entender cómo la historia del transporte a través del devenir histórico ha menguado los adelantos comerciales del pueblo colombiano, factores que han contribuido notoriamente a nuestro atraso económico. Las dificultades de transporte desde cualquier punto hasta los puertos marítimos, para ir de un lado a otro se gastaban meses, encareció en gran medida los productos extranjeros e internos; lo que trajo consigo graves problemas para la economía del entonces virreinato de la Nueva Granada y fue una constante que duró por más de tres siglos. Al respecto recalca Jaime Jaramillo Uribe (1978) que Cartagena y los puertos del Atlántico consumían harinas europeas y americanas, porque las del interior del país resultaban más caras debido a los altos costos del transporte y, además, llegaban en mal estado a su lugar de destino dada la duración del viaje y las primitivas condiciones de los medios de transporte. El viaje de Cartagena al centro del país duraba de seis a ocho semanas y de tres a cuatro meses, a los puertos del Atlántico. Colombia tuvo que esperar hasta el siglo XX para tener un sistema de transporte que asegurara la intercomunicación regular de sus diversas regiones y permitiera la formación de un verdadero mercado nacional y racionalizara su comercio exterior de importaciones y exportaciones. Dada la situación existente, en 1809 y según lo cuenta Armando Marinez Garnica (2007) se redactó en la villa del Socorro una instrucción que dentro de sus apartes relacionados con los caminos y el transporte decía: “Otra idea de la Instrucción era la de que la principal labor que un Gobierno puede desarrollar en beneficio del pueblo era el estímulo a la agricultura, el comercio y la industria, entendidos como el trabajo en todas sus manifestaciones”. Las Aduanas fueron definidas como un termómetro capaz de graduar la protección de la industria autóctona y a la vez útil para contrarrestar el efecto de las mercancías extranjeras. Ésta era una de las reivindicaciones más populares, ya que si bien había en ella un gremio de comerciantes exportadores poderoso también es cierto que la mayoría de la población pertenecía al gremio de los artesanos: hombres, mujeres y niños estaban de alguna manera vinculados a la producción de lienzos de algodón, sombreros y alpargates. Como una forma de mejoramiento de esos productos, que dinamizaban el comercio socorrano, se planteó, tempranamente, el establecimiento del impuesto directo único sobre la riqueza, otra idea recogida de las obras de los ilustrados españoles, especialmente de las de don Miguel de Muzgun. La propuesta prometía eliminar los fraudes a la Hacienda Pública y reducir al mínimo la cantidad de empleados encargados del recaudo de las rentas estatales, quienes saldrían de la burocracia para dedicarse a los oficios productivos en la agricultura y el comercio. Entre las propuestas se incluyó también el establecimiento de un régimen de libre comercio entre todos los puertos de América y España con las naciones amigas y neutrales y la reducción de los días festivos sólo a los domingos y unos pocos más ya consagrados por la iglesia, argumentando que así se potenciaría el trabajo indispensable para el fomento de la agricultura y el comercio. “Por otra parte, este fomento requería con urgencia de la aplicación de un plan de apertura de caminos y construcción de puentes, no sólo en la provincia sino en todo el territorio del virreinato. Con este proyecto se pretendía ampliar los estímulos ofrecidos al desarrollo del comercio con todos los pueblos y, también, incorporar a la explotación económica los recursos naturales que se suponían perdidos en las inmensos territorios baldíos del medio Magdalena santandereano” (CINEP, 1998). Según lo estudiado por algunos autores los caminos existentes en la Nueva Granada fueron una traba grande para el desarrollo del comercio; puesto que las largas jornadas y distancias que implicaba el transporte de los textiles encarecían demasiado los productos y resultaba mucho más barato comprar los lienzos y mercancías traídas por ingleses, que los producidos en la villa del Socorro. CONCLUSIONES Con la investigación realizada y de acuerdo a las diversas fuentes consultadas, se concluye que hace doscientos años en el Virreinato de la Nueva Granada, la población tuvo precarios medios de transporte y vías de comunicación debido al mal estado de los caminos, que básicamente fueron trochas y caminos incipientes. No existió una política seria de arreglo de caminos por el alto costo que representaban y por tal motivo fue necesario la utilización de animales como el burro, los bueyes y el caballo. En muchas ocasiones los indígenas fueron utilizados como cargueros y considerados, asimismo, como animales de carga. A nivel general, en el Virreinato se utilizó también el río Magdalena como la vía de transporte fundamental para el comercio durante el período en mención, 1774-1830, cuando se implementaron al principio canoas, flotas y galeones para el intercambio mercantil. Con relación a los medios y vías de transporte es posible destacar las grandes y penosas jornadas de trabajo que debieron afrontar nuestros antepasados, ya sea como cargueros o como arrieros, factor que debilitó sus vidas y en muchas ocasiones causó su muerte. Las vías de comunicación a través de la historia han sido generadoras de las actividades comerciales y del intercambio cultural, ya que gracias a ello las sociedades han podido establecer interconexiones y han enriquecido la vida en comunidad y la pluralidad. En la actualidad se puede establecer que tanto los medios como las vías de transporte han evolucionado, sin embargo, falta mucho por mejorar y esta es una de las circunstancias que hacen que nuestro país sea aún subdesarrollado, pues carece de obras de infraestructura que posibiliten el desarrollo y la competitividad. Parece ser que estuviéramos predestinados a llegar tarde a todas las épocas de la historia, como se evidencia en las todavía existentes trochas heredadas del periodo colonial. Se hace interesante ver cómo a través de los tiempos, la historia de la humanidad ha cambiado y se han transformado de manera positiva algunos elementos como los medios y vías de comunicación, etc. Pero otras permanecen intactas, desde la formación de la nación y antes de ello ha existido una brecha enorme entre los ricos y pobres. Hoy después de doscientos o más años esta división de clases sociales sigue aun más marcada: cada día los pobres son más oprimidos y los ricos son cada vez menos, pero tienen más poder y se manejan con gran intensidad los intereses favoreciendo a las clases privilegiadas. Se concluye también que la población de la nueva generación(es decir nosotros), no valora lo que tiene a su alcance y sí vive quejándose de todo. Valorar el pasado es fundamental pues se puede a partir de ello reflexionar y valorar lo que hicieron esos hombres y mujeres, lo fuertes que fueron, los espacios que abrieron y las bases que sentaron de lo que hoy somos; porque la mayoría de los caminos que hoy existen se hicieron con el sudor, la sangre, el esfuerzo y la tesón de sus gentes. Por otra parte la ocupación física del país la determinó el relieve montañoso que lo caracteriza. El trabajo realizado fue un mecanismo muy importante para algunos educandos del grado noveno del colegio departamental “La Inmaculada”, puesto que despertó la curiosidad y la investigación, lo que significa el desarrollo de competencias científicas, ciudadanas y otras dentro del área como el trabajo colaborativo, el compromiso y la responsabilidad. BIBLIOGRAFIA Fuentes Visuales Figura 1: Chaves, Humberto (1947) “La recua”[Oleo] En Melo, Jorge Orlando y otros (1988). Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN Figura 2: Chaves, Humberto (1947) “La silleta”[Oleo] En Melo, Jorge Orlando y otros (1988). Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN. Figura 3: Mapa del Cantón del Cocuy entre el Río Chicamocha y la Sierra Nevada (1925). Bogotá: Archivo General de la Nación. Mapoteca 4: Mapa 94 A. En Melo, Jorge Orlando y otros (1988). Caminos Reales de Colombia. Bogotá: Fondo FEN. Publicaciones Álvarez Orozco, René. 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