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LA COBERTURA SOCIAL DE LOS
TRABAJADORES INDEPENDIENTES
CAT. OPP/CAG/2007-31
AGOSTO DE 2007
LA COBERTURA SOCIAL
DE LOS TRABAJADORES INDEPENDIENTES
Autores:
AG Daniel Sanchez
AG Valentín Díaz
AG Roberto Celia
AG Diana Bello
Este documento fue producido por integrantes del Area Temática “Seguridad
Social” del Observatorio de Políticas Públicas del Cuerpo de Administradores Gubernamentales de la Jefatura de Gabinete de Ministros en el mes
de agosto del año 2007.
El Observatorio de Políticas Públicas del Cuerpo de Administradores
Gubernamentales inició sus actividades en el año 2002 en jurisdicción
de la Coordinación General del C.A.G., sus documentos son publicados
en el sitio oficial de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
Sitio Oficial: www.cag.jgm.gov.ar
AG V. Daniel Piemonte
Coordinador General
Cuerpo de Administradores Gubernamentales
AG Guillermo J. Alabés
Coordinador Ejecutivo
Observatorio de Políticas Públicas
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................PAG.3
1.- OBJETIVOS Y MARCO TEÓRICO.............................................................PAG.6
2.- LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL PARA TRABAJADORES
INDEPENDIENTES..........................................................................................PAG.13
3.- SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL PARA TRABAJADORES
INDEPENDIENTES EN LA UNIÓN EUROPEA..............................................PAG.17
4. EL TRABAJADOR INDEPENDIENTE EN LA ARGENTINA.........................PAG.27
5- EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL PARA
LOS TRABAJADORES INDEPENDIENTES....................................................PAG.32
6- DESCRIPCIÓN DEL MARCO NORMATIVO.................................................PAG.37
7.- COMPARACIÓN DE LA COBERTURA DE TRABAJADORES
DEPENDIENTES E INDEPENDIENTES...........................................................PAG.60
8.- INFORMACIÓN ESTADÍSTICA.....................................................................PAG.63
9.- INCENTIVOS Y DESINTENTIVOS A AFILIARSE Y APORTAR...................PAG.76
10.- PROPUESTAS............................................................................................PAG.79
11.- CONCLUSIÓN.............................................................................................PAG.80
BIBLIOGRAFÍA.
2
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INTRODUCCIÓN.
El trabajo por cuenta propia constituye una realidad en aumento constante en todo el mundo
como parte de una tendencia vinculada a los cambios ocurridos en la producción que
permiten establecer relaciones laborales altamente heterogéneas.
También constituye una actividad laboral con rasgos económicos y sociales distintivos en
cuyo ámbito se encuentran inserciones socio-ocupacionales muy dispares.
Por lo general, el desarrollo de actividades por cuenta propia suele estar asociado a
individuos de personalidad independiente, poco afectos a la subordinación jerárquica, con
cierta disposición a asumir riesgos, con algún grado de iniciativa, y capacidades de gestión
de negocios a pequeña escala. Pero también debemos señalar que está asociado a la
escasez de empleos y se desarrolla en gran medida en el sector informal de la economía.
La tarea de definir a los trabajadores independientes es tan difícil que hoy en día no
contamos con una definición universal. Para atender sus necesidades, cada país ha
elaborado una definición propia deducible del marco legal creado para protegerlos.
La definición que tomaremos en este trabajo es la que surge de la Clasificación Internacional
de la Situación en el Empleo (CI-SE-93): Trabajadores por cuenta propia (o independientes)
son aquellos que, trabajando por su cuenta o con uno o más socios, tienen un empleo
independiente (donde la remuneración depende de los beneficios o servicios producidos) y
no tienen empleados permanentes durante el período de referencia.
Históricamente, la seguridad social estuvo más asociada al trabajo realizado en relación de
dependencia, mientras que los trabajadores independientes han estado excluidos por
diversas causas. Una de ellas es que para acceder a un beneficio similar al de un
asalariado su aporte debe compensar la ausencia de contribuciones patronales.
Hoy, la figura del autónomo ha cambiado porque se sabe que el trabajo independiente no es
privativo de los pudientes, y que los asalariados suelen tener períodos alternativos y
sucesivos de trabajo regular, desempleo, trabajos precarios, ocupaciones autónomas, etc.
Frente a este panorama, a fin de proteger al trabajador independiente, se intenta armonizar
la flexibilidad con la seguridad, sea éste permanente, transitorio, o accidental.
3
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A partir de la experiencia en la Unión Europea, y tomando en consideración la forma en que
allí se han estructurado los sistemas de seguridad social, podemos identificar tres modelos
de sistemas diferentes: a) regímenes universales para todos los trabajadores; b) regímenes
generales para trabajadores independientes; y c) regímenes diferenciados para cada
categoría de trabajadores independientes.
Si bien en estos modelos teóricos las situaciones están bien diferenciadas, en la práctica, la
distinción de cada uno no es tan simple. Desde el punto de vista de la solidaridad, hay una
gran diferencia entre los regímenes universales, los generales para trabajadores
independientes y los de categorías diferenciadas. Cuanto más amplio es el sistema, mayor
es el grado de solidaridad desarrollado (entre los más ricos y los más pobres, o entre los
asalariados y los independientes).
En nuestro país, uno de cada cinco trabajadores se desempeña como trabajador por cuenta
propia. En términos comparativos, esta proporción es relativamente importante; sobre todo
con relación a los países más desarrollados, en donde, por lo general, comprende a no más
de una décima parte de la población ocupada.
En términos generales, hay una relación inversa entre el nivel de desarrollo económico y la
participación de los trabajadores independientes en la estructura ocupacional. En este
marco, la Argentina presenta valores similares a los de Brasil y Chile.
Como ya hemos dicho, los trabajadores independientes conforman un amplio espectro de
grupos ocupacionales. Para conocer mejor la composición de este grupo en nuestro país,
hacemos una clasificación con base en el tipo de trabajo y el nivel de ingresos, en tres
categorías laborales:
ƒ
Profesionales (altamente calificados e insertos en el sector formal)
10%
ƒ
De oficio (calificados trabajando mayoritariamente en el sector informal),
78%
ƒ
De subsistencia (no calificados con ingresos de subsistencia)
12%
El marco legal nacional que los abarca está representado por la Ley Nº 24.241 (que instituyó
con alcance nacional el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones) y la Ley Nº 24.977
(Régimen Simplificado para pequeños contribuyentes – Monotributo).
En este trabajo, analizamos las normas citadas en relación a cuatro ejes: cobertura legal,
prestaciones, financiamiento y administración. Y también incluimos una comparación entre
trabajadores dependientes e independientes.
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Además, pretendemos mostrar la realidad de este grupo de trabajadores a partir de tablas y
cuadros elaborados con datos de:
ƒ
el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda 2001,
ƒ
la Encuesta Permanente de Hogares,
ƒ
el Sistema de Cuentas Nacionales (INDEC),
ƒ
el Registro del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones;
ƒ
información acerca de recaudación y cotizantes (AFIP);
ƒ
Informe de la Seguridad Social (ANSES); e
ƒ
Informe anual de la SAFJP.
En el sistema argentino actual hay un bajo nivel de afiliación y cumplimiento de las
obligaciones previsionales por diferentes motivos, entre ellos:
•
la creencia generalizada de que las prestaciones son bajas en relación con los aportes;
•
la débil conciencia previsional; y
•
la excesiva carga previsional de los trabajadores autónomos (27% + 5% INSSJP),
mucho mayores que sus pares asalariados (11%).
En aras de intentar corregir esta situación planteamos propuestas para ampliar la afiliación
de los trabajadores independientes, aumentar el cumplimiento de sus obligaciones en forma
sostenida y garantizar su cobertura con independencia de su capacidad contributiva:
•
flexibilizar la normativa del sistema en lo referente al monto de los aportes y los
requisitos para obtener la jubilación
•
mejorar la fiscalización estatal
•
universalizar la seguridad social a través de una prestación mínima financiada por el
Estado.
Finalmente, y a modo de conclusión, podemos señalar que en los últimos años y con el
objeto de combatir los altos índices de informalidad respecto del régimen previsional, se han
desarrollado nuevos instrumentos (regímenes para monotributistas, pequeños
contribuyentes eventuales, y el nuevo régimen para trabajadores del servicio doméstico.
Todos ellos menos complejos y más baratos para el trabajador que el régimen general.
La evasión de las obligaciones previsionales es un objetivo de la mayor importancia para el
buen funcionamiento del sistema que puede lograrse a través de la reconstrucción de la
confianza de los trabajadores en el sistema.
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1.- OBJETIVO Y MARCO TEÓRICO.
1.1.- Objetivo.
El objeto principal de este trabajo es describir en detalle el sistema de seguridad social para
los trabajadores independientes de nuestro país, tanto en su aspecto formal (normativa
vigente) como en el de su funcionamiento, y realizar una comparación contra su similar para
los trabajadores en relación de dependencia. A este efecto, también hacemos una
descripción y análisis de las fuentes de donde obtenemos los datos correspondientes.
Complementariamente, también apuntamos a dar una idea de la composición del universo
de los trabajadores independientes, a través de la descripción de sus características y
peculiaridades, y de los sistemas de seguridad social en general, tanto en sus aspectos
teóricos como en su aplicación práctica en algunos países.
El informe está organizado en once capítulos, el primero de los cuáles incluye las
definiciones de trabajo necesarias para precisar los conceptos que vamos a utilizar a lo largo
del informe.
En el segundo capítulo, caracterizamos a los sistemas de la seguridad social con base en
cuatro elementos fundamentales: cobertura, administración, recursos, y fiscalización. Y,
luego, en el tercero, damos algunos ejemplos de la implementación práctica de estos
sistemas en países de la Unión Europea y comparamos sus diferentes aspectos.
Ya en el cuarto capítulo, entramos en el análisis de la situación de los trabajadores
independientes en la Argentina. Allí decimos quiénes son, cuántos son, y cómo están
distribuidos en los diferentes grupos ocupacionales.
Antes de pasar a la descripción del marco normativo nacional actual (incluyendo las
modificaciones del último año), en el capítulo cinco describimos la evolución del sistema de
la seguridad social para este grupo desde sus orígenes.
En el capítulo siete realizamos una comparación de la cobertura de los diferentes
regímenes, tanto el de los asalariados como el de cada uno de diferentes grupos de
autónomos.
6
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En el capítulo ocho analizamos las fuentes de datos consultadas para la realización del
informe y mostramos datos, entre otros, de: la evolución histórica del mercado laboral, la
composición demográfica de los trabajadores independientes, el tipo de actividades que
desarrollan, el nivel de los ingresos percibidos, las historias laborales, y los grados de
afiliación e informalidad.
A continuación, en el capítulo nueve, analizamos las causas que influyen sobre el nivel de
afiliación al sistema y el pago de los aportes, listando los incentivos y los desincentivos que
hemos identificado.
Finalmente, en los dos últimos capítulos, damos una serie de propuestas para mejorar el
sistema y elaboramos algunas conclusiones generales sobre el mismo.
1.2.- Marco Teórico
El trabajo independiente.
El trabajo como actividad humana es una noción muy amplia que indica la forma en que se
utiliza una parte del tiempo de vida. Puede estar orientada a obtener de manera directa un
bien o acceder a un servicio que satisfaga una necesidad material o inmaterial. Es una
actividad, realizada por una o más personas, orientada hacia una finalidad: la prestación de
un servicio; o la producción de un bien. Cuando se realiza con el objetivo de obtener a
cambio un ingreso, ya sea en calidad de asalariado, de empleador o actuando por cuenta
propia, estamos en presencia de un empleo1.
El trabajo puede ser realizado por cuenta propia, en cuyo caso hablamos de trabajadores
independientes, autónomos, o cuentapropistas; o a cuenta de un tercero a cambio de un
salario, en cuyo caso hablamos de trabajadores dependientes o asalariados. El trabajo por
cuenta propia, en particular, es el tema que aquí nos ocupa. El mismo constituye una
realidad en aumento constante en todo el mundo, como parte de una tendencia vinculada a
los cambios en la producción (que permiten establecer relaciones laborales altamente
heterogéneas) y a otros incentivos como, por ejemplo, la inserción laboral de los
desempleados en los registros de trabajadores independientes a fin de incluirlos en los
sistemas.
1
NEFFA, Julio C. Trabajo Humano Grupo Editorial Lumen Humanitas. Buenos Aires-México.
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Esta modalidad de trabajo independiente, en sus diferentes formas, era antes considerada
marginal y ligada a situaciones de subsistencia pero hoy se encuentra en diversos estratos
del mercado laboral. El siguiente cuadro muestra una forma de clasificación de las distintas
modalidades conocidas según las relaciones contractuales y la organización del trabajo.
RELACIÓN CONTRACTUAL
SUBORDINACIÓN
DEPENDENCIA
Trabajo asalariado
INDEPENDENCIA
Subcontratación
AUTONOMIA
Trabajo a domicilio
Trabajo a distancia
Autogestión
Otras formas
Prestación de servicios
A la fuerte orientación hacia el trabajo independiente de los últimos tiempos también
contribuyen las nuevas modalidades contractuales, esta vez por el lado de los empleadores,
ya que no genera obligaciones sociales para los mismos; no se pagan salarios sino
honorarios, y el trabajador asume sus propios riesgos.
En el caso de los autónomos por obligación o necesidad, esta modalidad genera
autoprotección (o directamente desprotección) ya que en la negociación no hay un equilibrio
de fuerzas. El trabajo típico, seguro, cuya expresión principal era el trabajo subordinado, ha
entrado en crisis y debemos examinar al mundo del trabajo desde la perspectiva de las
nuevas relaciones contractuales.
Por su parte, La Organización Internacional del Trabajo, a partir de la Declaración de
Filadelfia2, asumió la obligación de extender la seguridad social a todos los que necesitasen
tal protección en un momento en que la realidad era muy diferente de la actual, donde
muchas personas carecen de un empleo seguro, de asistencia médica o de prestaciones por
vejez3.
Los trabajadores independientes.
Una de las dificultades del abordaje del tema de los trabajadores independientes es la
amplia variedad de trabajadores que componen este universo, tales como: asalariados
inactivos, mujeres, profesionales, empresarios, minorías étnicas, y otros.
2
Conferencia Internacional del Trabajo, 1944.
Conferencia Internacional del Trabajo Octogésima novena reunión, Ginebra, 2001. Sexto punto del orden del día: Seguridad
Social: temas, retos y perspectivas. Informe de la Comisión de la Seguridad Social.
3
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Por lo general, el desarrollo de actividades por cuenta propia suele estar asociado a
individuos de personalidad independiente, poco afectos a la subordinación jerárquica, con
cierta disposición a asumir riesgos, con algún grado de iniciativa, y capacidades de gestión
de negocios a pequeña escala.
En principio, a modo introductorio, vamos a señalar algunas de las características que
presenta este grupo:
•
muchos trabajadores independientes se encuentran en el sector comercial y de servicios
personales,
•
el 75% son hombres,
•
el empleo por cuenta propia dentro del sexo femenino conforma un grupo de crecimiento
reciente,
•
los trabajadores independientes tienen m{as edad promedio que los trabajadores en
relación de dependencia,
•
un alto porcentaje posee un bajo nivel de instrucción formal,
•
trabajadores especializados, técnicos y gerenciadores tienen tendencia
conformar este grupo,
•
las minorías étnicas también presentan una tendencia al trabajo por cuenta propia,
•
la influencia de una historia familiar también tiene incidencia, aunque dispar según el
país de que se trate,
•
recientemente se ha desarrollado la tendencia de jóvenes emprendedores.4
La tarea de definir a los trabajadores independientes es tan difícil que hoy en día no
contamos con una definición universal. Para atender sus necesidades, cada país ha
elaborado una definición propia que puede deducirse a partir del marco legal creado para
protegerlos. En Inglaterra se considera independiente al trabajador cuya actividad laboral se
concreta a través de un contrato de servicios; en Chile, a toda persona natural que sin estar
subordinada a un empleador ejerce una actividad mediante la cual obtiene un ingreso; en
Colombia, a quien realice una actividad económica o preste sus servicios de manera
personal y por su cuenta y riesgo, mediante contratos de carácter civil, comercial o
administrativo (no laboral).
4
VIANEN, J.G. Entrepreneurship in the new Europe.
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A pesar de no contar con una definición universal, podemos señalar los elementos que
definen a los trabajadores independientes:
•
relación de subordinación,
•
dependencia económica,
•
propiedad de las instalaciones y herramientas con las que se realiza el trabajo,
•
existencia de horarios de trabajo fijados de antemano,
•
responsabilidad por el trabajo y asunción de los riesgos.
La definición que tomaremos en este trabajo es la que surge de la Clasificación Internacional
de la Situación en el Empleo (CI-SE-93) que fue realizada con base en el tipo de contrato de
trabajo (ya sea implícito o explícito). Los criterios básicos utilizados para esta clasificación
son: el tipo de riesgo económico; y el tipo de autoridad que el contrato confiere a los
titulares. De ahí, los grupos resultantes son los siguientes:
•
Empleados,
•
Empleadores,
•
Trabajadores por cuenta propia,
•
Miembros de cooperativas de productores,
•
Trabajadores familiares auxiliares, y
•
Trabajadores que no pueden clasificarse según la situación en el empleo.
Para esta clasificación, empleo independiente es aquel en que la remuneración depende
directamente de los beneficios (o del potencial para realizar beneficios) derivados de los
bienes o servicios producidos (considerando que el consumo propio forma parte de los
beneficios). Los titulares toman las decisiones operacionales que afectan a la empresa o las
delegan manteniendo la responsabilidad por la misma. (La empresa se define de manera
suficientemente amplia como para incluir las operaciones que realiza una sola persona).
Consecuentemente, los trabajadores por cuenta propia son aquellos que, trabajando por su
cuenta o con uno o más socios, tienen un empleo independiente y no tienen empleados
permanentes durante el período de referencia.
Los miembros de cooperativas de productores son los trabajadores que tienen un empleo
independiente en una cooperativa que produce bienes y servicios en la que cada miembro
participa en pie de igualdad con los demás miembros en la determinación de la organización
de la producción y en las demás actividades del establecimiento, en las inversiones y en la
distribución de los beneficios del establecimiento entre los miembros.
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Los trabajadores familiares auxiliares son aquellos que tienen un empleo independiente en
un establecimiento con orientación de mercado, dirigido por una persona de su familia que
vive en el mismo hogar, pero a la que no puede considerarse como socia, debido a que el
nivel de dedicación, en términos de tiempo de trabajo u otros factores que deben
determinarse de acuerdo con circunstancias nacionales, no es comparable con el del jefe
del establecimiento.
Los trabajadores que no se pueden clasificar según la situación en el empleo son aquellos
que no pueden ser incluidos en ninguna de las categorías anteriores y/o de los cuáles no se
dispone de información pertinente5.
Informalidad y Exclusión.
La informalidad laboral constituye un problema central para los sistemas de seguridad
social, sobre todo en los países en desarrollo, porque tienen una mayor proporción de
trabajadores por cuenta propia y un alto índice de empleo eventual y subempleo. En ellos,
el fenómeno de la informalidad laboral está en continuo crecimiento y se desarrolla como
opción ante las escasas oportunidades de empleo.
Los sistemas de seguridad social deben ser adaptados a esta nueva realidad del mercado
de trabajo y, en este sentido, se han intentado soluciones tales como:
•
Inclusión de todos los trabajadores por cuenta propia en el régimen de seguro social
principal.
•
Cobertura selectiva en el régimen general (las categorías que obtienen ingresos por
sobre un monto prescrito, o dedicados a ciertas ocupaciones o profesiones, son los
únicos registrados).
•
Cobertura en un régimen especial.
•
Cobertura voluntaria.
5
O.I.T. Clasificación Internacional de la situación de empleo.
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Por otra parte, históricamente, los trabajadores independientes han sido excluidos de los
sistemas de seguridad social en general o de algunos de sus subsistemas en particular.
Esta exclusión, o la ausencia de esfuerzos para su incorporación obligatoria a un régimen,
obedece a diversas causas. Una de ellas es que la ausencia de contribuciones patronales
reduce considerablemente las prestaciones, y que el aumento de los aportes del trabajador
necesario para compensarlas alienta la evasión (o su salida del sistema). También están las
dificultades relacionadas con el mantenimiento de los registros y con los costos de
recaudación de los aportes.
En los primeros regímenes de seguridad social se excluyeron a los trabajadores de mayores
ingresos por considerarlos menos expuestos a las contingencias, aunque esa situación ya
fue superada. Sin embargo, hoy, continúan existiendo otros grupos excluidos como, por
ejemplo:
•
Los trabajadores rurales, que tienen una protección limitada en muchos países (aún en
los desarrollados). Siempre han representado una gran dificultad para ser incluidos en
los planes generales de tipo convencional a causa de la diversidad de sus tareas, su
precaria infraestructura, y otros problemas relacionados con la identificación y la
afiliación.
•
Las trabajadoras domésticas (trabajen por cuenta propia o en relación de dependencia
registrada), que no han sido excluidas expresamente pero cuentan con regímenes
especiales de protección insuficiente.
•
Los trabajadores afiliados a sistemas de pensión de empresa (o de fondos
complementarios, o compensadores) complementarios (o alternativos) al sistema básico
de pensiones, que por tal circunstancia son excluidos del sistema general o se les asigna
una limitada prestación básica.
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2.- LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL PARA TRABAJADORES
INDEPENDIENTES.
En un principio, la seguridad social no cubría a los trabajadores independientes alegando su
condición de “independientes” aunque carecieran de capacidad económica para hacer frente
a infortunios y riesgos. A ello se agregaba el desinterés de estos mismos trabajadores que
percibían que la redistribución los perjudicaba.
Hoy, la figura del autónomo ha cambiado porque sabemos que el trabajo independiente no
es privativo de los pudientes, y que los trabajadores dependientes suelen tener períodos
alternativos y sucesivos de trabajo regular, desempleo, trabajos precarios, ocupaciones
autónomas, etcétera. Es decir que los riesgos son compartidos por todos, siendo éste uno
de los fundamentos de la universalidad de la seguridad social.
En general, los trabajadores independientes no tienen un capital o negocio que pueda
financiar sus jubilaciones. Se distinguen de los trabajadores dependientes en que no
venden su trabajo a un único comprador. Con esto se liberan de la dependencia económica
pero, no obstante, hoy hay una nueva generación de trabajadores y profesionales que si
bien son técnicamente autónomos, también son económicamente dependientes.
Frente a este panorama, a fin de proteger al trabajador (no al puesto de trabajo o al empleo),
hay intentos de armonizar la flexibilidad con la seguridad (flexiseguridad) que constituyen un
principio válido para la cobertura del trabajador independiente, sea este permanente,
transitorio, o accidental.
Las características más importantes de estos sistemas, para que puedan cumplir con su
cometido, se detallan a continuación.
Cobertura.
Las normas internacionales del trabajo establecen las coberturas mínimas deseables de los
sistemas de seguridad social, aunque en los países en desarrollo hay coberturas muy bajas.
En cada país los sistemas tienen características propias y brindan protección para un
número variable de contingencias. Mientras algunos cubren maternidad o accidentes de
trabajo, otros no cubren otras como vejez o desempleo. Además, las protecciones pueden
tener mayor o menor amplitud, pudiendo estar sujetas a verificaciones de recursos, o
garantizando sólo una pensión mínima.
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La protección básica está a cargo de los Estados en la inmensa mayoría de los países del
mundo y los niveles de cobertura de los sistemas dependen de diversos factores tales como
el tipo de régimen (universal o de capitalización individual), la eficiencia de su
administración, los requisitos de ingreso (edad y años de aportes), el grado de formalidad
laboral del país, el nivel de evasión, y los recursos existentes para la financiación.
Administración.
Definido el ámbito de aplicación temporal y personal de un sistema de pensiones, la
identificación en forma precisa de los participantes obligados, empleadores y trabajadores,
tiene fundamental importancia. La norma debe también obligar a que el trabajador efectúe
las cotizaciones, esté inscripto, y mantenga dicho registro durante toda su vida.
El mecanismo de inscripción debe ser riguroso, para evitar las múltiples afiliaciones, y lo
suficientemente rápido como para no desalentar la afiliación, mientras que los registros
deben asignar un número único de inscripción para empleadores y trabajadores a fin de
evitar duplicaciones en las afiliaciones.
Por otra parte, la correcta administración de los registros debe ser responsabilidad exclusiva
de la institución de la seguridad social, no debiendo delegarse en el afiliado la tarea de
demostrar la prestación de los servicios y el cumplimiento de los requisitos de acceso a los
beneficios.
Recursos.
Los sistemas de seguridad social se financian en todos los casos con las cotizaciones de los
afiliados, aunque en algunos casos también hay subsidios estatales, por lo que la
recaudación de los recursos es de vital importancia. Entonces, los sistemas de recaudación
y de cotizaciones deben ser simples para que se puedan alcanzar niveles adecuados de
eficacia.
Existen diferentes sistemas de cotizaciones, desde los de cotización uniforme con importe
fijo hasta los de cotización variable relacionada con el nivel de ingresos de los trabajadores
(con límites mínimos y topes de cotización).
14
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Si los ingresos resultan de difícil cálculo y verificación, se pueden establecer categorías o
tramos salariales y a cada categoría atribuir una cotización de monto específico, o se
pueden fijar rentas presuntas a las diferentes categorías y aplicar una tabla con porcentajes
preestablecidos.
Hay dos tipos de esquemas: centralizado; y descentralizado. En los esquemas
centralizados, un único organismo (público o privado) es responsable de la recaudación, de
su distribución, y del manejo de la información involucrada. En los esquemas
descentralizados, difundidos luego de las reformas iniciadas en Latinoamérica con la
capitalización individual, el organismo previsional o empresa administradora de fondos de
pensiones realiza directamente estas operaciones, eliminando la intermediación.
Los esquemas centralizados tienen ventajas en los regímenes de reparto, donde hay una
única agencia estatal responsable de la administración y, por lo tanto, parece lógica la
existencia de un organismo único de recaudación. Además, cuando los sistemas de
pensiones coexisten con otros programas de seguridad social, centralizados
administrativamente, y financiados con cotizaciones sobre la nómina salarial, la recaudación
centralizada resulta más conveniente. Otras ventajas de este esquema son la economía de
escala, la especialización, la posibilidad de establecer controles cruzados, y el mejor
aprovechamiento de los recursos informáticos.
Fiscalización.
Como la administración de los recursos tributarios debe obtener los recursos del sistema
con la mayor eficacia y eficiencia posibles, una de sus tareas fundamentales es evitar la
evasión de las obligaciones a través de la fiscalización.
Conforme al método utilizado, tenemos dos tipos: la fiscalización analítica (cruces masivos
de información tendientes a identificar y segmentar los contribuyentes según parámetros
preestablecidos mediante el uso de tecnología informática); y la fiscalización de campo
(mano de obra intensiva). El primer tipo ofrece la posibilidad de realizar barridos de grandes
grupos de contribuyentes con más frecuencia que el segundo.
A fin de acotar el universo de contribuyentes a fiscalizar, se debe: estudiar a las industrias y
sus actividades económicas; sortear las barreras que impiden el acceso a la información; y
detectar los sectores de mayor riesgo de incumplimiento.
15
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Además, la tarea debe permitir:
•
diferenciar los comportamientos indebidos coyunturales de los sistemáticos para actuar
en cada caso de acuerdo al perfil del contribuyente (en el primer caso, previniendo y
asesorando, y en el segundo, aplicando multas o iniciando las acciones legales
pertinentes);
•
identificar los contribuyentes que incumplen por error u omisión, y diferenciarlos de
aquellos que no cumplen en forma deliberada; y
•
focalizar el accionar, sobre los grupos de mayor riesgo de evasión.
Respecto a las funciones de recaudación, hay argumentos a favor y en contra de la
delegación (o tercerización) por parte del Estado hacia organismos no estatales o privados,
pero una mayoría de opiniones se orienta a mantener la función en la órbita del estado por
el poder de policía que supone su ejercicio.
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3.- SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL PARA TRABAJADORES INDEPENDIENTES EN
LA UNIÓN EUROPEA6.
Vamos ahora a mostrar cómo se han implementado los sistemas de la seguridad social para
trabajadores independientes en los países miembros de la Unión Europea. No pretendemos
describir cada sistema vigente sino señalar sus fundamentos y comparar sus características
en relación a cuatro aspectos principales: Estructuración; Cobertura; Organización
administrativa; y Financiamiento.
Como ya expresáramos en la introducción, la comparación es difícil ya que no hay una
definición universal de “trabajadores independientes” y que cada país tiene una definición
propia que puede deducirse a partir del marco legal creado para proteger a este sector de
trabajadores. Por lo tanto, a los efectos de este trabajo, vamos a considerar como
trabajadores independientes a quienes son considerados como tales en la normativa de sus
respectivos países.
En cuanto a la “seguridad social”, aquí sólo hablamos de los sistemas estatales dejando de
lado los diferentes sistemas privados (obligatorios o no) existentes en cada país pensados
para complementar a aquellos.
Tampoco tomamos en cuenta a la “asistencia social” porque está dirigida a los sectores más
débiles de las sociedades, ya sean empleados, trabajadores independientes, o
desempleados, centrándonos sólo sobre la asistencia específica a aquellos trabajadores que
son independientes en virtud de su actividad y que, por lo tanto, necesitan su propio sistema
de seguridad social.
Estructuración.
Para comenzar, vemos que las distintas categorías de trabajadores independientes, con sus
diversas actividades y niveles de ingreso, se integran a la protección social a través de
diferentes tipos de regímenes, a saber: a) regímenes universales para todos los
trabajadores; b) regímenes generales para trabajadores independientes; y c) regímenes
para cada categoría de trabajadores independientes.
6
Pieters, Danny y Schoukens, Paul. Legal comparison of the social security protection of the self-employed in the member
states of the european community, en Social Protection of the self-employed in the European Union. Kluwer Law and Taxation
Publishers. Deventer, The Netherlands. 1994.
17
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Los Regímenes universales son los que organizan la protección social básica en un mismo
programa para todos los trabajadores o, incluso, para toda la población en general. Este es
el caso en países como Dinamarca, Gran Bretaña, Irlanda, Holanda, Luxemburgo y
Portugal, aunque este último está tendiendo hacia el segundo esquema mencionado.
Veamos algunos ejemplos:
•
En Dinamarca todos los residentes tienen derecho a una pensión social básica, y los
trabajadores independientes pueden incorporarse a la mayoría de los programas
suplementarios diseñados para los asalariados. Aquí, como los programas de la
seguridad social están incluidos en un seguro social básico y sus beneficios no están
relacionados con la actividad profesional, la distinción entre trabajadores dependientes e
independientes se desvanece.
(Sin embargo, hay un seguro adicional al básico (sólo) para los asalariados que nos
muestra que la distinción entre ambas categorías de trabajadores existe.)
•
En Holanda hay un beneficio por invalidez que cubre a todos los trabajadores y se recibe
después de un año de incapacidad para trabajar, y otro adicional relacionado con su
nivel de ingresos.
(Sin embargo, durante ese primer año, sólo los asalariados cobran un seguro de su
empleador.)
•
En Irlanda los beneficios del sistema de jubilaciones y pensiones para los asalariados ha
sido extendido hacia los independientes, y está en discusión la extensión de los
beneficios por invalidez.
(Para el resto de los beneficios, los independientes irlandeses tienen que recurrir a la
asistencia social y probar su falta de medios.)
•
En Gran Bretaña, el sistema no hace distinciones entre trabajadores dependientes e
independientes.
(Pero está fuertemente fragmentado por los numerosos suplementos a los beneficios
básicos existentes que generan diferencias entre ambos grupos.)
•
En Luxemburgo es difícil encontrar distinciones entre asalariados e independientes no
habiendo diferencias entre los beneficios para ambos grupos (con excepción de la
pensión por invalidez).
Los regímenes generales para trabajadores independientes tienen todas las categorías
ensambladas en un único programa de seguridad social. Esto vale para Bélgica y, hasta
cierto Punto, para Portugal, aún cuando este último requiere contribuciones diferenciadas
por categoría.
18
CAT.OPP/CAG/2007-31
Los regímenes por categorías para trabajadores independientes muestran diferentes
programas para cada grupo ocupacional, como en el caso de Alemania, Francia, Italia,
España y Grecia:
•
En Alemania los granjeros y los profesionales liberales tienen programas exclusivos;
los artistas y publicistas independientes comparten los programas de seguro por
enfermedad y jubilación con los asalariados del sector.
•
En Francia hay cuatro regímenes de jubilación diferentes para trabajadores
independientes correspondientes a artesanos, trabajadores de industria y comercio,
abogados, y otras profesiones liberales.
Por su parte, los granjeros independientes tienen un sistema de seguridad social que
comparten con los asalariados del sector de la agricultura.
•
En España también encontramos regímenes que mezclan independientes con
asalariados en las áreas de agricultura y transporte, mientras que el resto de los
independientes cae en un programa general común para todos.
•
En Grecia, a diferencia del ejemplo anterior en el que hay sólo dos grupos diferenciados,
existen innumerables categorías de trabajadores independientes bajo regímenes
específicos propios.
•
En Italia, los profesionales liberales tienen sus sistemas específicos propios, mientras
que los comerciantes, artesanos y granjeros pueden incluirse en los regímenes para los
asalariados de cada sector (con la posibilidad de administrarlos por separado).
Como se puede ver, en la práctica, la distinción entre los tres sistemas no es tan simple
como aparecía en un principio.
Cobertura.
La cobertura de los trabajadores independientes es diferente en cada tipo de programa.
En los regímenes universales es fácil de delimitar ya que éstos cubren a una población
completa o a todos los trabajadores de una ocupación particular. Aunque no todo es tan
simple, ya que tanto el financiamiento como los beneficios para los independientes deben
ser ajustados con base en la situación particular de cada grupo.
En los otros dos sistemas la cuestión de la delimitación de la cobertura se complica por las
dificultades en la definición de “trabajador independiente” y de sus respectivas categorías;
sobre todo tomando en cuenta que, en muchos casos, la definición de éstos se hace por la
negativa (PE: “no son empleados ni agentes públicos”). El resultado es que algunos grupos
19
CAT.OPP/CAG/2007-31
o categorías se acercan a un programa o régimen especial porque no reúnen los requisitos
para entrar en otro.
Otro problema se plantea cuando el trabajador realiza más de una actividad profesional
como independiente, o una como independiente y otra como asalariado. En la mayoría de
los países de la UE, independientemente del régimen vigente (universal, general para
independientes, o por categorías), se pide al trabajador que contribuya por ambas
actividades sin que ello implique necesariamente que adquiera el derecho a más de un
beneficio. Y también existen casos en los que el trabajador contribuye a un solo régimen
pero en relación a sus ingresos totales (en ambas actividades).
Organización administrativa.
De más está decir que la organización administrativa de los sistemas de protección social
para trabajadores independientes debe ajustarse a las características de los mismos.
En países donde hay un régimen universal, la organización administrativa no debería, en
principio, distinguir entre asalariados, independientes, u otras posibles categorías de
personas. Este es el caso en países como Gran Bretaña e Irlanda donde una misma
agencia recaudadora colecta las contribuciones y otra única agencia paga los beneficios de
ambos grupos.
Sin embargo, los países con programas diferenciados por clases de trabajadores tienen
organizaciones más complejas. Por ejemplo, en Francia hay una administradora de
jubilaciones y pensiones para cada grupo de trabajadores independientes; aunque en el
caso del seguro de riesgo por enfermedad (y también en el de las asignaciones familiares)
hay una sola administradora para todos los grupos.
Cabe acotar que el hecho de que los regímenes por categorías para trabajadores
independientes tengan estructuras administrativas particulares para cada uno no significa
necesariamente que atiendan mejor las especificidades de cada grupo de trabajadores ya
que, por su parte, los regímenes universales muchas veces establecen departamentos
especiales a ese efecto.
20
CAT.OPP/CAG/2007-31
Financiamiento.
La mayoría de los países de la UE financian sus sistemas seguridad social a través de
contribuciones salvo excepciones como, por ejemplo, el seguro de desempleo (para
asalariados e independientes) de Dinamarca que es financiado en una pequeña parte por
contribuciones pero en mucha mayor medida por subsidios aportados por el gobierno.
A pesar de que en muchos países los sistemas están financiados por contribuciones, es
difícil hacer comparaciones debido a que dichas contribuciones son establecidas por las
leyes particulares de cada país con base en diferentes criterios. No obstante, se puede
observar que, en general, las contribuciones tienen menos peso relativo en la financiación
de los sistemas para trabajadores independientes que en los de los asalariados (tanto en los
regímenes universales como en los generales para trabajadores independientes), y que,
como consecuencia, los primeros tienen un menor nivel de beneficios. En este caso la
excepción es Luxemburgo donde las contribuciones de independientes y asalariados son
parejas (considerando la contribución de los asalariados como suma de lo aportado por el
empleado y el empleador).
Desde el punto de vista de la solidaridad, hay una gran diferencia entre los regímenes
universales, los generales para trabajadores independientes y los de categorías
diferenciadas. Cuanto más amplio es el sistema, mayor es el grado de solidaridad
desarrollado (entre los más ricos y los más pobres, o entre asalariados e independientes).
En cuanto a la situación de los trabajadores independientes más pobres, está la pregunta de
si los mismos deben (o no) ser afiliados a un régimen de seguridad social. Hay distintos
criterios al respecto, por ejemplo: en Gran Bretaña se les da la posibilidad de optar por no
pagar las contribuciones pero quedando sin cobertura; en Bélgica hay un comité para tratar
las eximiciones a las contribuciones pero manteniendo el derecho al beneficio del retiro por
edad avanzada; y en Francia, los independientes que tengan problemas para pagar las
contribuciones pueden ser eximidos del pago o tener sus contribuciones pagas a través de
la “Mutualité”.
Si partimos del punto de vista que todos los trabajadores tienen derecho a la protección
social, entendemos que se deberían evitar las situaciones en las cuales un trabajador
independiente no pueda ser asegurado contra riesgos importantes sólo a causa de que no
pueda afrontar el pago de las contribuciones necesarias.
21
CAT.OPP/CAG/2007-31
4. EL TRABAJADOR INDEPENDIENTE EN LA ARGENTINA.
¿Cuántos son?
En el año 2004, aproximadamente uno de cada cinco trabajadores del conglomerado del
Gran Buenos Aires era independiente, cifra que se ha mantenido constante durante los
últimos veinte años, más allá de ciertas oscilaciones particulares. Esto hace que la
proyección para el total urbano nacional de ese año sea de unos 2,7 millones de
trabajadores independientes.
CLASE
CANTIDAD
585.000
4,3
2.700.000
20,1
10.100.000
74,0
206.000
1,5
13.700.000
100,0
Empleador
Trabajador independiente
Asalariado
Sin salario (Remunerado)
TOTAL
%
En términos comparativos, esta proporción es relativamente importante; sobre todo con
relación a los países más desarrollados, en donde, por lo general, comprende a no más de
una décima parte de la población ocupada. El siguiente cuadro muestra la proporción del
trabajo independiente dentro de la población ocupada en diferentes países.
PAÍS
Perú
Paraguay
Chile
Grecia
Brasil
Argentina
Taiwan
Malasia
Nueva Zelanda
España
Italia
Australia
Suiza
Japón
Alemania
% OCUP
33.9
29.5
26.8
24.4
20.2
20.1
15.8
15.6
11.5
10.8
10.0
9.8
8.5
7.8
5.4
Fuente: DGEyEL, SSPTyEL con datos de INDEC y OIT.
22
CAT.OPP/CAG/2007-31
En términos generales, se nota que hay una relación inversa entre el nivel de
desarrollo económico y la participación de los trabajadores independientes en la
estructura ocupacional. En este marco, la Argentina presenta valores similares a los
verificados en países como Brasil y Chile.
¿Quiénes son?
La Encuesta Permanente de Hogares (EPH), relevada por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC), contempla la categoría de trabajador por cuenta propia
como una de cuatro modalidades de ocupación, a saber:
•
patrón o empleador,
•
trabajador por cuenta propia,
•
obrero o empleado y
•
trabajador sin salario.
En términos generales, diferencia al trabajador independiente del:
empleador, en el hecho de que no ocupa personal en relación de dependencia,
empleado, en que no depende de un patrón, y
trabajador sin salario, en que percibe ingresos por su trabajo.
Pero no considera el carácter de trabajador por cuenta propia como incompatible con la
utilización de equipos, maquinarias e instalaciones para el desarrollo de sus labores.
Como ya hemos dicho, el trabajo independiente en nuestro país se caracteriza por
conformar un universo sumamente heterogéneo en cuyo seno se juntan grupos socioocupacionales tan dispares como los profesionales independientes, los pequeños
comerciantes, los proveedores de servicios, o los vendedores ambulantes. Los porcentajes
de trabajadores por grupo ocupacional se muestran en el cuadro siguiente:
% de T. INDEP.
OCUPACIÓN (*)
Entre 15 y 20%
Comerciante, Albañil, Pintor, Electricista.
Entre 5% y 7%
Artesano, Carpintero, Herrero, Zapatero, Vendedor ambulante,
Cartonero, Mecánico, Taxista, Chofer, Modista, Costurera.
Jardinero, Médico, Maestro, Profesor, Peluquero, Abogado, Enfermera,
Kinesiólogo, Mecánico Dental, Cocinero, Contador
Entre 1% y 3%
(*) Estas ocupaciones agrupan al 80% de los trabajadores de esta clase.
Fuente: DGEyEL, SSPTyEL con datos de EPH e INDEC.
23
CAT.OPP/CAG/2007-31
Según puede observarse, el comercio y los oficios ligados a la construcción (albañil, pintor,
electricista) constituyen las ocupaciones más frecuentes, mientras que las de menor
participación son los profesionales independientes (médicos, abogados, contadores) y los
técnicos vinculados a los servicios sociales de salud y educación (enfermeros, terapeutas,
profesores, maestros).
Clasificación.
Sobre la base de la calificación del puesto de trabajo y el nivel de ingresos obtenidos se
puede clasificar a estos trabajadores en tres categorías laborales: a) Profesionales; b) De
oficio, y c) De subsistencia.
Profesionales: Son trabajadores altamente calificados que desarrollan sus actividades
predominantemente en el sector formal de la economía (ingenieros, contadores, médicos,
abogados, arquitectos, psicólogos, odontólogos, músicos, artistas, etc).
De oficio: Son trabajadores calificados que desarrollan un amplio espectro de actividades
predominantemente en el sector informal de la economía (profesores, técnicos, enfermeros,
comerciantes, albañiles, pintores, electricistas, plomeros, zapateros, modistas, tejedores,
artesanos, cocineros, carpinteros, mecánicos, gomeros, taxistas, camioneros, remiseros,
etc).
De subsistencia: Son trabajadores no calificados, de bajos recursos y productividad, que
sólo tienen ingresos de subsistencia (vendedores ambulantes, promotores, volanteros,
peones, aprendices, cuidadores, changarines y jornaleros).
Comparación con las modalidades asalariadas.
La comparación de los ingresos obtenidos por los trabajadores dependientes (registrados y
no registrados) y los independientes en iguales ocupaciones permite identificar las diferentes
condiciones laborales que presenta cada modalidad.
Los profesionales independientes y los asalariados registrados obtienen ingresos similares,
mientras que asalariados no registrados en las mismas ocupaciones ganan menos. El
trabajo por cuenta propia constituye una opción válida para quienes privilegian el desarrollo
profesional individual sobre las protecciones que brinda el empleo asalariado (seguridad de
ingresos, seguridad social, representación sindical).
24
CAT.OPP/CAG/2007-31
Los ingresos de los trabajadores independientes de oficio son similares a los de los
asalariados no registrados en las mismas ocupaciones y menores a los de los asalariados
registrados. Por lo tanto, hoy, la mejor opción para este tipo de trabajadores es el empleo
registrado que, además, brinda mayor seguridad y beneficios sociales.
Por último, los ingresos de los trabajadores independientes de subsistencia son similares a
los de los asalariados no registrados y menores a los de los asalariados registrados en
similares ocupaciones, cuyos ingresos son regulados por el valor del Salario Mínimo Vital y
Móvil (SMVM) y de los salarios básicos de convenio. En todos los casos, la actividad laboral
es precaria y con ingresos insuficientes.
Caracterización.
En el año 2004, las tres categorías de trabajadores independientes se distribuían de la
siguiente manera:
•
Profesionales,
10%
•
De oficio,
78%
•
De subsistencia,
12%
En relación al sexo, los trabajadores independientes son mayoritariamente hombres
(64,4%). Sin embargo, dentro de cada uno de los grupos estudiados, la presencia masculina
sólo es mayoritaria entre los trabajadores de oficio y de subsistencia (65,1% y 74,3%
respectivamente), mientras que entre los profesionales las representaciones masculina y
femenina son similares.
Con relación a la edad, son mayoritariamente adultos entre los 30 y 59 años de edad
(67,2%), mientras que los de 15 a 29 años constituyen sólo el 17,9% y los mayores de 59
años el 14,9% .
Comparando su educación, vemos que algo más de la mitad (54,1%) de los trabajadores
independientes no ha terminado sus estudios secundarios y exhibe un menor nivel general
de educación que los asalariados. Obviamente, la gran mayoría de profesionales cuenta
con estudios superiores completos, pero la mayor parte de los de oficio y de subsistencia no
cuenta con estudios secundarios completos.
Vemos que hay perfiles claramente diferenciados, ya sea al interior de las tres categorías de
trabajadores independientes definidas, o entre éstas y los trabajadores dependientes. Las
25
CAT.OPP/CAG/2007-31
diferencias encontradas no se limitan a las dispares condiciones socio-económicas de estos
trabajadores, sino que involucran además importantes diferencias socio-demográficas en
cuanto al sexo, la edad, la educación y las responsabilidades familiares asumidas en el
grupo doméstico.
Las mayores diferencias se comprueban entre los cuenta propias profesionales y sus pares
de subsistencia, que son representativas de las brechas existentes entre los segmentos
superiores e inferiores de la estructura social del trabajo7.
Marco legal.
El marco legal está representado por las Leyes Nº 24.241(SIJP) y Nº 24.977 (TO Ley Nº
25.865 - Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes) que precisan el ámbito de
aplicación en relación con la cobertura de las contingencias de vejez, invalidez, y muerte.
La Ley Nº 24.241 instituyó con alcance nacional el Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones (SIJP) con el objeto de cubrir las contingencias de vejez, invalidez y muerte.
Están obligatoriamente comprendidas en este sistema todas las personas físicas mayores
de 18 años que se desempeñen en relación de dependencia, en la actividad privada o
pública, o que ejerzan actividades lucrativas en forma autónoma.
7
LEPORE, Eduardo y SCHLESE, Diego. Estudio realizado por la Dirección de Estudios y Estadísticas Laborales de la
Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales.
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CAT.OPP/CAG/2007-31
4. EL TRABAJADOR INDEPENDIENTE EN LA ARGENTINA.
4.1.- ¿Cuántos son?
En el año 2004, aproximadamente uno de cada cinco trabajadores del conglomerado del
Gran Buenos Aires era independiente, cifra que se ha mantenido constante durante los
últimos veinte años, más allá de ciertas oscilaciones particulares. Esto hace que la
proyección para el total urbano nacional de ese año sea de unos 2,7 millones de
trabajadores independientes.
CLASE
CANTIDAD
585.000
4,3
2.700.000
20,1
10.100.000
74,0
206.000
1,5
13.700.000
100,0
Empleador
Trabajador independiente
Asalariado
Sin salario (Remunerado)
TOTAL
%
En términos comparativos, esta proporción es relativamente importante; sobre todo con
relación a los países más desarrollados, en donde, por lo general, comprende a no más de
una décima parte de la población ocupada. El siguiente cuadro muestra la proporción del
trabajo independiente dentro de la población ocupada en diferentes países.
PAÍS
Perú
Paraguay
Chile
Grecia
Brasil
Argentina
Taiwan
Malasia
Nueva Zelanda
España
Italia
Australia
Suiza
Japón
Alemania
% OCUP
33.9
29.5
26.8
24.4
20.2
20.1
15.8
15.6
11.5
10.8
10.0
9.8
8.5
7.8
5.4
Fuente: DGEyEL, SSPTyEL con datos de INDEC y OIT.
27
CAT.OPP/CAG/2007-31
En términos generales, se nota que hay una relación inversa entre el nivel de desarrollo
económico y la participación de los trabajadores independientes en la estructura
ocupacional. En este marco, la Argentina presenta valores similares a los verificados en
países como Brasil y Chile.
4.2.- ¿Quiénes son?
La Encuesta Permanente de Hogares (EPH), relevada por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC), contempla la categoría de trabajador por cuenta propia
como una de cuatro modalidades de ocupación, a saber:
patrón o empleador,
trabajador por cuenta propia,
obrero o empleado y
trabajador sin salario.
En términos generales, diferencia al trabajador independiente del:
empleador, en el hecho de que no ocupa personal en relación de dependencia,
empleado, en que no depende de un patrón, y
trabajador sin salario, en que percibe ingresos por su trabajo.
Pero no considera el carácter de trabajador por cuenta propia como incompatible con la
utilización de equipos, maquinarias e instalaciones para el desarrollo de sus labores.
Como ya hemos dicho, el trabajo independiente en nuestro país se caracteriza por
conformar un universo sumamente heterogéneo en cuyo seno se juntan grupos socioocupacionales tan dispares como los profesionales independientes, los pequeños
comerciantes, los proveedores de servicios, o los vendedores ambulantes. Los porcentajes
de trabajadores por grupo ocupacional se muestran en el cuadro siguiente:
% de T. I.
Entre 15 y 20%
Entre 5% y 7%
Entre 1% y 3%
OCUPACIÓN (*)
Comerciante, Albañil, Pintor, Electricista.
Artesano, Carpintero, Herrero, Zapatero, Vendedor ambulante,
Cartonero, Mecánico, Taxista, Chofer, Modista, Costurera.
Jardinero, Médico, Maestro, Profesor, Peluquero, Abogado, Enfermera,
Kinesiólogo, Mecánico Dental, Cocinero, Contador
(*) Estas ocupaciones agrupan al 80% de los trabajadores de esta clase.
Fuente: DGEyEL, SSPTyEL con datos de EPH e INDEC.
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CAT.OPP/CAG/2007-31
Según puede observarse, el comercio y los oficios ligados a la construcción (albañil, pintor,
electricista) constituyen las ocupaciones más frecuentes, mientras que las de menor
participación son los profesionales independientes (médicos, abogados, contadores) y los
técnicos vinculados a los servicios sociales de salud y educación (enfermeros, terapeutas,
profesores, maestros).
4.3.- Clasificación.
Sobre la base de la calificación del puesto de trabajo y el nivel de ingresos obtenidos,
podemos clasificar a estos trabajadores en tres categorías laborales: a) Profesionales; b) De
oficio, y c) De subsistencia.
Profesionales: Son trabajadores altamente calificados que desarrollan sus actividades
predominantemente en el sector formal de la economía (ingenieros, contadores, médicos,
abogados, arquitectos, psicólogos, odontólogos, músicos, artistas, etc).
De oficio: Son trabajadores calificados que desarrollan un amplio espectro de actividades
predominantemente en el sector informal de la economía (profesores, técnicos, enfermeros,
comerciantes, albañiles, pintores, electricistas, plomeros, zapateros, modistas, tejedores,
artesanos, cocineros, carpinteros, mecánicos, gomeros, taxistas, camioneros, remiseros,
etc).
De subsistencia: Son trabajadores no calificados, de bajos recursos y productividad, que
sólo tienen ingresos de subsistencia (vendedores ambulantes, promotores, volanteros,
peones, aprendices, cuidadores, changarines y jornaleros).
4.4.- Comparación con las modalidades asalariadas.
La comparación de los ingresos obtenidos por los trabajadores dependientes (registrados y
no registrados) y los independientes en iguales ocupaciones permite identificar las diferentes
condiciones laborales que presenta cada modalidad.
Los profesionales independientes y los asalariados registrados obtienen ingresos similares,
mientras que asalariados no registrados en las mismas ocupaciones ganan menos. El
trabajo por cuenta propia constituye una opción válida para quienes privilegian el desarrollo
profesional individual sobre las protecciones que brinda el empleo asalariado (seguridad de
ingresos, seguridad social, representación sindical).
29
CAT.OPP/CAG/2007-31
Los ingresos de los trabajadores independientes de oficio son similares a los de los
asalariados no registrados en las mismas ocupaciones y menores a los de los asalariados
registrados. Por lo tanto, hoy, la mejor opción para este tipo de trabajadores es el empleo
registrado que, además, brinda mayor seguridad y beneficios sociales.
Por último, los ingresos de los trabajadores independientes de subsistencia son similares a
los de los asalariados no registrados y menores a los de los asalariados registrados en
similares ocupaciones, cuyos ingresos son regulados por el valor del Salario Mínimo Vital y
Móvil (SMVM) y de los salarios básicos de convenio. En todos los casos, la actividad laboral
es precaria y con ingresos insuficientes.
4.5.- Caracterización.
En el año 2004, las tres categorías de trabajadores independientes se distribuían de la
siguiente manera:
Profesionales,
10%
De oficio,
78%
De subsistencia,
12%
En relación al sexo, los trabajadores independientes son mayoritariamente hombres
(64,4%). Sin embargo, dentro de cada uno de los grupos estudiados, la presencia masculina
sólo es mayoritaria entre los trabajadores de oficio y de subsistencia (65,1% y 74,3%
respectivamente), mientras que entre los profesionales las representaciones masculina y
femenina son similares.
Con relación a la edad, son mayoritariamente adultos entre los 30 y 59 años de edad
(67,2%), mientras que los de 15 a 29 años constituyen sólo el 17,9% y los mayores de 59
años el 14,9%.
Comparando su educación, vemos que algo más de la mitad (54,1%) de los trabajadores
independientes no ha terminado sus estudios secundarios y exhibe un menor nivel general
de educación que los asalariados. Obviamente, la gran mayoría de profesionales cuenta
con estudios superiores completos, pero la mayor parte de los de oficio y de subsistencia no
cuenta con estudios secundarios completos.
Vemos que hay perfiles claramente diferenciados, ya sea al interior de las tres categorías de
trabajadores independientes definidas, o entre éstas y los trabajadores dependientes. Las
30
CAT.OPP/CAG/2007-31
diferencias encontradas no se limitan a las dispares condiciones socio-económicas de estos
trabajadores, sino que involucran además importantes diferencias socio-demográficas en
cuanto al sexo, la edad, la educación y las responsabilidades familiares asumidas en el
grupo doméstico.
Las mayores diferencias se comprueban entre los cuenta propias profesionales y sus pares
de subsistencia, que son representativas de las brechas existentes entre los segmentos
superiores e inferiores de la estructura social del trabajo8.
4.6.- Marco legal.
El marco legal está representado por las Leyes Nº 24.241(SIJP) y Nº 24.977 (TO Ley Nº
25.865 - Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes) que precisan el ámbito de
aplicación en relación con la cobertura de las contingencias de vejez, invalidez, y muerte.
La Ley Nº 24.241 instituyó con alcance nacional el Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones (SIJP) con el objeto de cubrir las contingencias de vejez, invalidez y muerte.
Están obligatoriamente comprendidas en este sistema todas las personas físicas mayores
de 18 años que se desempeñen en relación de dependencia, en la actividad privada o
pública, o que ejerzan actividades lucrativas en forma autónoma.
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Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales.
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CAT.OPP/CAG/2007-31
5- EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL PARA LOS TRABAJADORES
INDEPENDIENTES.
Recién en el año 1954, con la Ley Nº 14.397, nace el primer régimen previsional nacional
para trabajadores independientes. Dicha iniciativa se dio en el marco de un proceso de
universalización de la seguridad social en el país que había comenzado a mediados de la
década del 40.
La historia del régimen previsional para los trabajadores independientes en Argentina puede
ser encuadrada en cuatro grandes períodos: 1) 1954-1968; 2) 1968-1994; 3) 1994-1998; y 4)
1998-presente.
1º Período (1954 – 1968). Ley Nº 14.397/1954.
La Ley Nº 14.397 crea un régimen jubilatorio único administrado por tres cajas distintas para:
empresarios; profesionales; y trabajadores independientes. El sistema preveía tres tipos de
prestaciones: jubilación ordinaria; jubilación por invalidez; y pensión por fallecimiento. Más
adelante, el Decreto-Ley Nº 7.825/1963 crea un régimen diferente para los profesionales que
instituye categorías ligadas a los años de ejercicio profesional.
2º Período (1968 – 1994). Leyes Nº 17.575/1968), Nº 18.038/1969, y Nº 18.916/1970.
En 1967 comienza un proceso de unificación de la legislación previsional vigente a partir de
la creación del Sistema Nacional de Previsión Social. Luego, prosigue con la creación, en
1971 del Instituto Nacional de Obras Sociales y del Instituto Nacional de Servicios Sociales
para Jubilados y Pensionados (INSSJP), encargado de la gestión del Programa de
Asistencia Médico Integral (PAMI).
En el año 1969, a través de la Ley Nº 18.038, se estableció un nuevo régimen para los
trabajadores independientes, el Régimen de Jubilaciones y Pensiones para Trabajadores
Autónomos, con importantes innovaciones respecto del anterior, a saber:
1. fija un único régimen para los trabajadores autónomos, si bien las 3 cajas creadas por la
Ley Nº 14.397 ya habían sido unificadas administrativamente en una única Caja de
Trabajadores Autónomos por la Ley Nº 17.575 (1968);
2. incorpora al régimen de autónomos la producción y cobranza de seguros, reaseguros y
actividades afines, cuyos trabajadores eran considerados previamente como
trabajadores en relación de dependencia;
32
CAT.OPP/CAG/2007-31
3. otorga la posibilidad de afiliación voluntaria a:
a) determinadas actividades definidas de manera explícita: socios no gerentes de
sociedades de responsabilidad limitada (SRL), síndicos y miembros de clero y
comunidades religiosas;
b) todo aquel que deseara incorporarse al régimen, aún cuando no desarrollara
actividad lucrativa alguna, o estuviera comprendido en otro régimen previsional;
4. instaura la jubilación por edad avanzada, que hasta ese entonces sólo regía para
trabajadores en relación de dependencia; y
5. determina que los aportes se harán sobre la base de catorce categorías. (Posteriormente, la Ley Nº 18.916/1970 permite la afiliación voluntaria de las amas de casa al
régimen jubilatorio de trabajadores autónomos.)
Este régimen previsional permaneció sin alteraciones sustanciales hasta el año 1994, a
pesar de que sufrió crecientes problemas, tales como: a) la alta evasión de las obligaciones
previsionales por parte de los trabajadores y el creciente desempleo; b) la pérdida de valor
de los activos del sistema debido a la alta inflación; y c) el incumplimiento por parte del
Estado de las obligaciones previsionales hacia los beneficiarios, con la consecuente
aparición de demandas judiciales y descrédito del sistema.
3º Período (1994 – 1998). Ley Nº 24.241/1994.
En este marco de crisis, a partir de 1991 se comienza a elaborar un proyecto de reforma
previsional. Así, tras un extenso debate en el Congreso Nacional, que incluyó importantes
modificaciones al proyecto original, se sancionó la Ley Nº 24.241 que instituye el Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones, cuyo objeto principal es cubrir las contingencias de
vejez, invalidez y muerte.
Este sistema comprende, con carácter obligatorio, a todas las personas que se desempeñen
en relación de dependencia o ejerzan actividades en forma autónoma. En cuanto a estos
últimos, se mantienen importantes aspectos del régimen anterior como la definición de
trabajador autónomo y las categorías incluidas bajo esa definición.
La innovación más importante fue la introducción de un régimen mixto, basado en el reparto
o la capitalización individual, donde los trabajadores optan por la derivación de sus aportes
personales a uno u otro régimen. Entonces, el SIJP queda compuesto por dos regímenes:
•
Régimen Previsional Público (RPP): que es un régimen de reparto basado en el principio
de la solidaridad y administrado por la ANSES;
33
CAT.OPP/CAG/2007-31
•
Régimen de Capitalización Individual (RCI): que es un régimen basado en la derivación
de los aportes del trabajador a una cuenta de capitalización individual, administrado por
empresas privadas (AFJP) y regulado por la Superintendencia de AFJP.
Bajo esta legislación, los trabajadores contaron con un plazo para optar entre ambos
sistemas. Una vez efectuada la opción, el trabajador podía volver del RPP al RCI pero no al
contrario.
4º Período (1998 – presente). Leyes Nº 24.997/1998, Nº 25.994/2004, Nº 26.222/2006 y
Dto. Nº 1.866/06.
La Ley Nº 24.997/1998, creó el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS),
también conocido como MONOTRIBUTO, al cual pueden adherir los trabajadores independientes siempre que reúnan determinados requisitos vinculados, entre otros, con los
ingresos brutos.
Este régimen tributario es integrado y simplificado, destinado a los pequeños contribuyentes,
y relacionado con el impuesto a las ganancias, el IVA, y el sistema previsional. Su implementación significó un cambio importante en el modo en que una parte significativa de los
trabajadores independientes cotizan a la seguridad social. En efecto, a través de este
Régimen Simplificado, el trabajador independiente cumple con sus obligaciones impositivas
y de la seguridad social mediante el pago de una cuota fija mensual por cada uno de estos
componentes.
A diferencia de los trabajadores independientes del Régimen General (RG), que sólo están
cubiertos por las contingencias vejez, invalidez, y muerte, los sujetos adheridos al Régimen
Simplificado (RS) tienen una cobertura adicional de salud a través de una cotización fija
también integrante del componente de la seguridad social.
El RS también contempla la figura del “contribuyente eventual” que comprende a los sujetos
cuya actividad se desarrolle en forma eventual u ocasional, y con un tope de ingresos brutos
anuales.
A fines del año 2004, a través de la Ley Nº 25.994, argumentando que durante mucho
tiempo la Población Económicamente Activa había sido víctima de prácticas laborales
desfavorables (como las desarrolladas al amparo de normas de flexibilización laboral o
como consecuencia del trabajo informal y la evasión) que habían afectado el beneficio
34
CAT.OPP/CAG/2007-31
jubilatorio, se implementaron dos medidas tendientes a flexibilizar las condiciones para
acceder a los mismos.
•
Prestación Anticipada por Desempleo, dirigida a todas aquellas personas desempleadas
que hayan cumplido 60/55 años (hombres/mujeres) y acrediten 30 años de servicios con
aportes, y consistente en el derecho a percibir el 50% del monto de la jubilación a la que
accederán al cumplir la edad requerida por la legislación;
•
Plan de Regularización de Deudas Previsionales para trabajadores autónomos,
consistente en posibilitar que los trabajadores con la edad requerida pero sin los 30
años de aportes puedan acogerse a un plan de regularización de deudas para acceder a
la prestación correspondiente.
A los efectos jubilatorios, las obligaciones correspondientes al aporte previsional de los
trabajadores autónomos se regularizan (independientemente de que los sujetos hayan
estado inscriptos o no) y la percepción del beneficio está sujeta al estricto cumplimiento del
pago de las cuotas de la deuda reconocida.
Posteriormente, el Decreto Nº 1866/06 reduce el número de categorías de 15 (9 tablas) a 5
(4 tablas) y modifica sus respectivos montos de renta imponible mensual (a los efectos de
los aportes previsionales obligatorios y futuro cálculo de las prestaciones correspondientes).
A partir de esta modificación, la inclusión en una u otra categoría depende del tipo de
actividad desarrollada y de los ingresos brutos anuales.
En cuanto a las actividades independientes, la norma distingue básicamente dos grandes
grupos: a) conducción y administración o socios de sociedades; y b) resto de las actividades
(incluyendo las locaciones y prestaciones de servicios y la profesión desempeñada por
graduado universitario, entre otras).
Por último, en este año (2007) se sanciona la Ley Nº 26.222, de enorme trascendencia e
importancia puesto que modificó la lógica del sistema de opciones instaurado a partir de la
Ley Nº 24.241. A partir de su sanción, las personas pueden optar por el Régimen
Previsional Público (RPP) o por el de Capitalización Individual (RCI). En caso de no
ejercerse esta opción, se ingresa al RPP. Además, cada 5 años los afiliados podrán optar
por cambiar de régimen, siempre y cuando no hayan llegado a la edad de 55/50 años
(hombres/mujeres).
También se introduce un tope del 1% a la comisión por administración que detraen las
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones del flujo de aportes obligatorios y
35
CAT.OPP/CAG/2007-31
se modifica el financiamiento de las prestaciones por invalidez y fallecimiento a cargo del
RCI, a través de la constitución de un fondo de aportes mutuales.
Evolución del Régimen de seguridad social para trabajadores independientes.
ETAPA
MARCO
NORMATIVO
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
Creación de un régimen jubilatorio para trabajadores independientes.
Tres cajas previsionales: empresarios, profesionales y trabajadores
independientes.
1954–1968 Ley Nº 14.397 Tres tipos de prestaciones: jubilación ordinaria, jubilación por invalidez, y
pensión por fallecimiento.
Creación de un régimen especial para profesionales, con categorías
basadas en los años de ejercicio profesional (Dto-Ley Nº 7.825/1963)
Determinación de un único régimen para los trabajadores autónomos.
Incorporación al régimen de autónomos de los trabajadores de la
producción y cobranza de seguros y actividades afines.
1968–1994 Ley Nº 18.038 Instauración de la jubilación por edad avanzada.
Posibilidad de afiliación voluntaria para socios no gerentes de SRL,
síndicos, miembros del clero, y para todas las personas que lo deseen.
Sistema basado en diez categorías.
Se mantiene la definición de trabajador autónomo contenida en la Ley Nº
18.038.Se instituye el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP).
Ley Nº 24.241
El afiliado puede optar entre el Régimen Previsional Público (RPR) y el
(SIJP)
Régimen de Capitalización Individual (RCI).
No optar implica que el afiliado es asignado al RCI con la imposibilidad de
optar por el RPP.
1994–1998
Régimen tributario integrado y simplificado. Cotizaciones fijas a la
seguridad social. Cobertura frente a las contingencias de vejez, invalidez y
muerte. También obra social para el trabajador independiente y su grupo
Ley Nº 24.977
familiar primario.
Desde su inscripción es asignado al RPP. Opción por RPP ó RCI a través
de una cotización fija adicional obligatoria (PAP ó JO).
Creación de la Prestación Anticipada por Desempleo y Plan de
Ley Nº 25.994
regularización de deudas para trabajadores independientes.
1998-Pres.
Nuevo sistema de categorías para los trabajadores independientes, por
Dto. 1866/06 tipo de actividad desarrollada e ingresos brutos anuales. Se reducen las
categ. de 15 a 5.
36
CAT.OPP/CAG/2007-31
6- DESCRIPCIÓN DEL MARCO NORMATIVO.
En este capítulo vamos a describir los regímenes General y Simplificado para pequeños
contribuyentes (Monotributo), en relación a sus cuatro características fundamentales:
1)
Cobertura Legal;
2)
Prestaciones;
3)
Financiamiento; y
4)
Administración.
6.1.- Cobertura Legal.
6.1.1.- Régimen General.
La Ley Nº 24.241 instituyó con alcance nacional el SIJP con el objeto de cubrir las
contingencias de vejez, invalidez y muerte. Están obligatoriamente comprendidas en este
sistema todas las personas físicas mayores de 18 años que se desempeñen en relación de
dependencia en la actividad privada o pública o que ejerzan actividades lucrativas en forma
autónoma.
La ley define como trabajadores autónomos a todas aquellas personas que ejerzan
habitualmente alguna de las actividades que a continuación se enumeran, siempre que
éstas no configuren una relación de dependencia:
1. Dirección, administración o conducción de cualquier empresa, organización,
establecimiento o explotación con fines de lucro, o sociedad comercial o civil aunque por
éstas actividades no obtengan retribución, utilidad o ingreso alguno;
2. Profesión desempeñada por graduado universitario;
3. Producción o cobranza de seguros, capitalización, ahorro y préstamo, etcétera; y
4. Cualquier otra actividad lucrativa no comprendida en los apartados precedentes.
También pueden incorporarse voluntariamente, entre otros: consejeros de cooperativas,
síndicos, miembros del clero, profesionales de cajas previsionales provinciales y amas de
casa.
Los trabajadores independientes efectúan los aportes previsionales obligatorios sobre los
niveles de rentas de referencia, calculados en base a categorías fijadas por las normas con
base en: a) la capacidad contributiva; y b) la calidad del sujeto frente al IVA.
37
CAT.OPP/CAG/2007-31
Las categorías vigentes, con sus montos de renta mensual expresadas en cantidades de
Módulo Previsional (MOPRE)9, son:
CATEGORÍA
I
RENTA
(en MOPREs)
5
II
7
III
10
IV
16
V
22
(La inclusión en una u otra categoría depende del
tipo de actividad y de los ingresos brutos.)
La norma distingue básicamente dos grandes grupos (conducción/administ. de sociedades,
y resto de las actividades) que, junto con los ingresos brutos anuales, determinan la
categorización de los trabajadores independientes. Las últimas tres categorías pertenecen al
primer grupo y las dos primeras al segundo.
6.1.2.- Régimen simplificado para pequeños contribuyentes – Monotributo – (RS).
Estos trabajadores tienen cobertura frente a las contingencias de vejez, invalidez y muerte.
A diferencia de los trabajadores independientes del Régimen General, también tienen una
cobertura de salud en la etapa activa y otra en la pasiva (PAMI).
Este régimen, creado por Ley Nº 24.977, consiste en un régimen tributario integrado y
simplificado destinado a los pequeños contribuyentes. De acuerdo a la misma, son
pequeños contribuyentes “las personas físicas que realicen venta de cosas muebles, obras,
locaciones y/o prestaciones de servicios, incluida la actividad primaria, las integrantes de
cooperativas de trabajo y las sucesiones indivisas en su carácter de continuadoras de las
mismas. Asimismo, se consideran pequeños contribuyentes las sociedades de hecho y
comerciales irregulares, en la medida que tengan un máximo de tres (3) socios”.
Para encuadrar dentro de pequeño contribuyente se debe cumplir con los siguientes
requisitos:
•
Que los Ingresos Brutos (IB) percibidos el año anterior no superen un límite máximo;
•
No superar un límite de precio máximo unitario de venta (sólo para cosas muebles);
•
No superar parámetros máximos (superficie afectada a la actividad - energía consumida;
9
EL MOPRE (Módulo Previsional) es una unidad de referencia propia del SIJP y su valor es fijado por los Ministerios de
Trabajo y Economía en forma conjunta, de acuerdo con las posibilidades del Presupuesto para cada ejercicio. Actualmente su
valor es de $80.
38
CAT.OPP/CAG/2007-31
•
Que no se importen cosas muebles y/o servicios.
El pequeño contribuyente que deje de cumplir con alguno de estos requisitos quedará fuera
de este régimen y pasará al Régimen General (dentro de la categoría que le corresponda
por su actividad e ingresos) debiendo cumplir con las obligaciones impositivas y de
seguridad social del mismo. Una vez excluido del RS, no se puede reingresar hasta
transcurridos tres años.
Cuando se trata de sociedades comprendidas en el Régimen Simplificado, además de
cumplirse con los requisitos exigidos a las personas físicas, la totalidad de los integrantes
(individualmente considerados) deben reunir las condiciones para ingresar al mismo.
El Régimen Simplificado se integra con un componente impositivo y un componente
previsional (monotributo). Respecto al componente previsional, se sustituye el aporte
mensual del Régimen General por cotizaciones fijas destinadas al RPP y al Sistema
Nacional del Seguro de Salud; y respecto al componente impositivo, el ingreso mensual
(correspondiente a la categoría donde el trabajador esté encuadrado) sustituye el pago del
impuesto a las ganancias y al IVA.
6.1.3.- Régimen simplificado p/pequeños contribuyentes eventuales (RSE).
En este régimen, los trabajadores tienen cobertura frente a las contingencias de vejez,
invalidez y muerte pero, a diferencia del Régimen Simplificado, no tienen cobertura de salud
en la etapa activa. Sólo como beneficiarios de una prestación previsional tienen cobertura de
salud a través del PAMI.
Se consideran pequeños contribuyentes eventuales a las personas físicas cuya actividad
(por la característica, modo de prestación u oportunidad) se desarrolle en forma eventual u
ocasional y que hayan obtenido en el año calendario inmediato anterior ingresos brutos
inferiores o iguales a $ 12.000. Adicionalmente, estos trabajadores no deberán:
a) percibir otros ingresos de cualquier naturaleza;
b) desarrollar actividad en establecimientos estables (exceptuando la casa habitación del
contribuyente);
c) revestir el carácter de empleador;
d) importar cosas muebles y/o servicios.
39
CAT.OPP/CAG/2007-31
También pueden calificar como pequeños contribuyentes eventuales los sujetos que se
dediquen a la explotación agropecuaria, siempre que sus IB del año anterior sean inferiores
a un límite máximo preestablecido y que cumplan con las condiciones precedentes.
El régimen especial previsto para estos trabajadores no tiene ningún componente impositivo
y consiste en un pago a cuenta de la cotización fija, destinado al RPP, del 5% de los
ingresos brutos que generen cada una de las operaciones que realicen. Éste es detraído
del precio de compra e ingresado por los adquirentes de las prestaciones, o directamente
por el contribuyente.
6.1.4.- Régimen Simplificado p/inscriptos en el Régimen Nacional de Efectores de
Desarrollo Social y Economía Social.
El Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Social, creado por Decreto Nº 189/04 en el
ámbito de ese Ministerio, tiene por finalidad registrar a las personas físicas en condiciones
de vulnerabilidad social (debidamente acreditada mediante informe técnico social suscripto
por profesional competente), o que se encuentren en situación de desempleo, o que sean
beneficiarias (real o potenciales) de programas sociales, ya sean argentinas o extranjeras
residentes. Esto también se aplica a las personas jurídicas cuyos integrantes reúnan las
condiciones antes descriptas.
Los contribuyentes aludidos en este apartado tienen cobertura frente a las contingencias de
invalidez, vejez y/o muerte y cobertura de salud durante las etapas activa y pasiva.
Cuando el pequeño contribuyente eventual se inscriba en este Registro, estará exento de
ingresar el pago a cuenta del 5% durante 24 meses contados a partir de la inscripción.
También, durante este lapso:
a) estará exento de ingresar el aporte mensual al RPP.
b) no deberá pagar el impuesto integrado.
c) se le reduce la cotización específica con destino al Sistema Nacional de Seguro de
Salud en un 50%.
40
CAT.OPP/CAG/2007-31
Resumen de Cobertura legal.
Régimen General
Régimen Simplificado para
Pequeños Contribuyentes (RS)
RS para
Eventuales (RSE)
Personas que ejerzan habitualmente Personas que vendan cosas muebles, realicen Personas cuya actividad sea
RSE Inscriptos
en el REGISTRO
Personas en condiciones
alguna de las actividades que a
obras o locaciones, y/o presten servicios.
continuación se enumeran, siempre
También las que integren sociedades de hecho obtenido en el año anterior IB acreditada por Informe
que no configuren una relación de
y/o comerciales irregulares con un máximo de inferiores a $12.000, y que:
técnico social y que no
dependencia:
tres socios.
1. no perciban ingresos de
excedan un ingreso
otra naturaleza;
anual de $12.000.-
1. Dir/admin/conducción de cualquier En todos los casos se debe cumplir que:
organización, con fines de lucro, o
eventual u ocasional y hayan de vulnerabilidad social,
1. por locaciones y/o prestaciones de servicios 2. no desarrollen la actividad
sociedad comercial o civil aunque por los Ingresos Brutos (IB) del año anterior sean
en locales/establecimientos;
éstas actividades no obtengan
3. no sean empleadores;
inferiores a $72.000;
retribución, utilidad o ingreso alguno; 2. por el resto de las actividades los IB del año 4. no importen muebles y/o
2. Desempeño de profesión por
anterior sean inferiores a $144.000;
graduado universitario;
3. el precio unitario de venta de cosas muebles
servicios.
3. Producción o cobranza de seguros, no supere los $870;
capitalización, ahorro y préstamo, o
4. Que no importe cosas muebles y/o servicios;
similares.
5. Que no superen los parámetros máximos de
superficie afectada y energía consumida para
la categoría.
41
CAT.OPP/CAG/2007-31
6.2.- Prestaciones.
REGIMEN
IVM
SALUD
IVM: Invalidez, Vejez y Muerte
RG
SI
NO
RG: Régimen General
RS
SI
SI
RS: Régimen Simplificado p/Pequeños Contribuyentes
RSE
SI
NO
RSE: RS Eventuales
RSR
SI
SI
RSR: RS inscriptos en el Registro de Efectores
6.2.1.- Régimen General.
Las prestaciones para los distintos grupos de TI varían según su pertenencia a:
a) el Régimen Previsional Público (RPP): administrado por la ANSES y financiado
mediante un sistema de reparto asistido; o
b) el Régimen de Capitalización Individual (RCI): administrado por las AFJP y financiado
mediante un mecanismo de capitalización individual por acumulación de aportes del
trabajador.
Cuando un afiliado al SIJP sufre alguna de las contingencias que el sistema cubre, y ellos
o sus derechohabientes adquieren el derecho a percibir la prestación correspondiente, el
pago de esta última se financia según la alternativa elegida, es decir:
a) por el Régimen de Reparto;
b) por el Régimen de Capitalización;
c) por ambos regímenes.
OPCIÓN
RPP
RCI
PRESTACIONES
CONTING.
Prestación Básica Universal (PBU)
VEJEZ
Prestación Compensatoria (PC)
VEJEZ
Prestación Adicional por Permanencia (PAP)
VEJEZ
Retiro por Invalidez (RI)
INVALIDEZ
Pensión por Fallecimiento (PF)
MUERTE
Jubilación Ordinaria (JO)
VEJEZ
Retiro por Invalidez (RI)
INVALIDEZ
Pensión por Fallecimiento (PF)
MUERTE
42
CAT.OPP/CAG/2007-31
A partir de la sanción de la Ley Nº 26.222, las personas comprendidas en el SIJP pueden
optar por cualquier régimen dentro del plazo de 90 días contados desde la fecha de
ingreso a la relación laboral de dependencia o la de inscripción como trabajador
autónomo. En caso de no ejercerse la opción, la ley estipula que debe entenderse que
ha sido formalizada por el RPP.
Además, el art. 2º de esta ley dispone que los afiliados puedan cambiar de régimen una
vez cada 5 años. Es decir que pueden registrar aportes en ambos regímenes, con el
consiguiente derecho a prestaciones independientes (en expectativa).
Prestación básica universal (PBU).
Este beneficio se otorga a todos los afiliados al sistema independientemente del régimen
por el cuál hayan optado (RPP o RCI), siempre que cumplan con los requisitos de edad
(65 años los hombres; 60 años las mujeres) y de aportes computables (30 años en
ambos casos).
La PBU se determina multiplicando por 2,5 el valor del MOPRE vigente al momento de la
solicitud del beneficio. Además, los beneficiarios que acrediten más de 30 años de
aportes incrementarán sus haberes en un 1% por año adicional (hasta los 45 años).
Es decir que: PBU mensual mínima = 2,5 MOPRE
PBU mensual máxima = 2,5 MOPRE + 15%
Para los que no cumplan con los 30 años de servicios con aportes, la Ley autoriza
compensar la falta de años de servicios con el exceso de la edad mínima en la proporción
de 2 años de edad excedentes por uno de servicios faltantes.
Por último, para otorgar la PBU se exige que el afiliado no registre deuda por aportes
correspondientes a actividades autónomas. Sin embargo, podrán descartarse aquellos
períodos que excedan del tiempo mínimo requerido para acceder a la PBU (excepción
dispuesta por Ley Nº 25.321).
43
CAT.OPP/CAG/2007-31
Prestación compensatoria (PC).
Esta prestación es otorgada por el RPP a todos los afiliados independientemente del
régimen por el cual hayan optado y tiene por finalidad reconocer los años de aportes
efectuados al sistema anterior a julio de 1994.
Los requisitos para acceder a la PC son:
•
Acreditar los requisitos para acceder a la PBU;
•
Acreditar servicios con aportes comprendidos en el sistema de reciprocidad
jubilatorio, prestados hasta julio de 1994;
•
No percibir retiro por invalidez.
El haber mensual de la PC equivale al 1,5% por cada año de servicios con aportes, o
fracción mayor de 6 meses, hasta un máximo de 35 años, calculado sobre el promedio
mensual de los montos actualizados de las categorías en que revistó el afiliado; pero no
podrá exceder una suma equivalente a 1 MOPRE por cada año de servicios con aportes
computados.
Prestación adicional por permanencia (PAP).
Esta prestación es otorgada por el RPP quienes optaron por él, siendo sus requisitos de
acceso:
•
Acreditar los requisitos para acceder a la PBU;
•
No encontrarse percibiendo retiro por invalidez.
El haber mensual de esta prestación equivale al 1,5% por cada año de servicios con
aportes realizados al RPP, en igual forma y metodología que la establecida para la PC.
Respecto de la cantidad de años de servicios con aportes a computar para el cálculo de
esta prestación y el haber máximo de la misma, rigen las mismas disposiciones que para
la prestación compensatoria.
Jubilación ordinaria (JO).
Esta prestación es otorgada por el RCI para cubrir la contingencia vejez, siendo el único
requisito para obtenerla cumplir con la edad mínima establecida por el sistema. El haber
de esta prestación se determina teniendo en cuenta tres factores:
44
CAT.OPP/CAG/2007-31
•
el saldo de la cuenta de capitalización individual;
•
la edad y sexo del afiliado; y
•
la edad y el sexo de las personas con derecho a pensión.
Los afiliados que cumplan los requisitos para la JO podrán disponer del saldo de su
cuenta de capitalización individual optando por una de las siguientes modalidades:
1. Renta Vitalicia Previsional: Esta renta es contratada por el afiliado con una compañía
de seguros de retiro (CSR). La AFJP traspasará los fondos de la cuenta de
capitalización individual del afiliado a la CSR que será la única responsable; ésta
pagará la prestación correspondiente hasta el fallecimiento del afiliado y, a partir de
ese momento, la pensión por fallecimiento de los derechohabientes del causante.
2. Retiro Programado: Este retiro es acordado entre el afiliado y la AFJP. La cantidad de
fondos que se retira de la CCI se fija en un importe de poder adquisitivo constante
durante el año que resulta de relacionar el saldo efectivo de la cuenta del afiliado
cada año, con el valor actuarial necesario para financiar las prestaciones
correspondientes.
Para fijar este monto se efectúa el mismo procedimiento que para la Renta Vitalicia
Previsional. La diferencia radica en que el cálculo se lleva a cabo anualmente y por
ende:
a) existen variaciones de saldo (por retiros y rendimiento de las inversiones);
b) cambio de las edades del beneficiario y los derechohabientes; o
c) la posible incorporación de nuevos beneficiarios de pensión o la baja de otros;
El afiliado que contrata un Retiro Programado con la AFJP puede en cualquier
momento decidir la contratación de una Renta Vitalicia Previsional;
En esta modalidad, a diferencia de la RVP, el afiliado sólo tiene asegurado el cobro
de la prestación hasta que se agoten los fondos de su CCI. Por otro lado, se mantiene
la propiedad de los fondos y, por lo tanto, la posibilidad de su transmisión hereditaria.
3. Retiro Fraccionario: Este retiro es acordado entre el afiliado y la AFJP sólo cuando el
haber inicial de la prestación resulte inferior al 50% de la máxima PBU. El retiro se
extingue cuando se agota el saldo de la CCI o fallezca el beneficiario.
Jubilación anticipada y postergada.
Los afiliados al RCI pueden jubilarse antes de las edades establecidas cuando:
45
CAT.OPP/CAG/2007-31
•
tengan derecho a una jubilación mayor al 50% de la base jubilatoria10;
•
tengan derecho a una jubilación igual o mayor a 2 veces la máxima PBU.
El trabajador que opte por jubilarse anticipadamente no tiene derecho a las prestaciones
del RPP hasta que cumpla con los requisitos del caso. En el caso opuesto, los
trabajadores que hayan cumplido la edad requerida para obtener la jubilación ordinaria,
pueden postergarla y continuar acumulando fondos en sus CCI.
Retiro por invalidez (RI).
Esta prestación es otorgada por ambos regímenes (RPP y CPI) y su modo de cálculo es
igual para ambos, difiriendo sólo en la forma de financiamiento. Los requisitos para
acceder al RI son:
•
Poseer una incapacidad física o intelectual total por cualquier causa, entendiendo por
tal a la que produzca una reducción de un 66% o más de la capacidad laboral;
•
No haber alcanzado la edad establecida para acceder a la jubilación ordinaria ni estar
percibiendo una jubilación anticipada;
•
Ser aportante regular.
El trabajador independiente es considerado aportante regular si registra aportes durante
30 de los 36 meses anteriores a la fecha de solicitud del retiro o de fallecimiento del
afiliado en actividad11.
Los trabajadores que acrediten el mínimo de años de servicio exigido para acceder a la
jubilación ordinaria serán considerados aportantes regulares siempre que acrediten el
ingreso de las cotizaciones correspondientes.
Por otra parte, la reglamentación considera aportante irregular con derecho al trabajador
independiente que registre aportes durante 18 de los 36 meses anteriores a la fecha de
solicitud del retiro o de fallecimiento del afiliado en actividad, siempre que cada pago se
hubiere efectuado dentro del mes calendario correspondiente a su vencimiento.
10
Se entiende por base jubilatoria el valor representativo del promedio mensual de las remuneraciones y/o rentas
imponibles declaradas en los 5 años anteriores al mes en que un afiliado opte por la prestación correspondiente.
11
Reglamentación de la Ley Nº 24241. Decreto Nº 1124/94, modificado por el Decreto Nº 460/99.
46
CAT.OPP/CAG/2007-31
Los períodos exigidos según lo desarrollado precedentemente se reducirán a 12 meses
dentro de los últimos 60, cuando el afiliado no alcanzare el mínimo de años de servicio
exigido en el régimen común o diferencial en el que se encuentre incluido, siempre que
acredite al menos un 50% de dicho mínimo con el ingreso de las cotizaciones
correspondientes.
El monto de esta prestación se calcula como un porcentaje del Ingreso Base12
dependiendo de la calidad de aportante del trabajador:
CONDICION DE APORTANTE
RÉGIMEN
HABER
Regular con derecho
ambos
70% s/ingreso base
Irregular con derecho
ambos
50% s/ingreso base
Irregular sin derechos
RPP
ninguno
Irregular sin derechos
RCI
retiros programados
Pensión por fallecimiento (PF).
Al igual que el RI, esta prestación es otorgada por los dos regímenes siendo los
requisitos de acceso y su cálculo comunes a ambos. La única diferencia radica en el
régimen que acuerda el beneficio y su modo de financiamiento.
Hay dos tipos de pensiones:
•
la Pensión por Fallecimiento del afiliado en actividad (sólo si era aportante regular); y
•
la Pensión por Fallecimiento del beneficiario de una prestación por vejez.
En caso de muerte del afiliado (en actividad, jubilado, o beneficiario de retiro por
invalidez), podrán tener derecho al beneficio de pensión:
•
la viuda o viudo;
•
la (o el) conviviente;
•
los hijos e hijas solteras; y
•
las hijas viudas menores de 18 años.
12
El Ingreso Base es equivalente al promedio mensual de las rentas imponibles declaradas hasta 5 años anteriores al mes
en que ocurra el fallecimiento o se declare la invalidez transitoria de un afiliado.
47
CAT.OPP/CAG/2007-31
Los montos de cada una de las dos prestaciones son:
PRESTACION
APORTANTE
MONTO DEL HABER
PF afiliado en actividad
Regular c/derecho
70% - 100% s/PR; PR = 70% s/IB
PF afiliado en actividad
Irregular c/derecho
70% - 100% s/PR; PR = 50% s/IB
PF beneficiario
Beneficiario
70% - 100% s/PP
PR = Prestación de Referencia; IB = Ingreso Base
Prestación por edad avanzada (PEA).
Esta prestación da cobertura a todos los trabajadores que no hayan podido completar los
30 años de servicios con aportes y que cumplan una edad más avanzada que la
dispuesta para las prestaciones por vejez detalladas previamente, siendo sus requisitos
de acceso:
•
70 años de edad cumplidos;
•
10 años de servicios con aportes, de los cuales 5 deben haberse prestado dentro de
los 8 anteriores al cese;
•
(para los trabajadores autónomos) 5 años de antigüedad en la afiliación.
Quienes cumplan con estos requisitos tendrán derecho a una PBU reducida (70%), y al
resto de las prestaciones específicas de cada uno de los regímenes (PC, PAP y JO).
6.2.- Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes – Monotributo.
El trabajador independiente que opte por el Régimen Simplificado es inicialmente
inscripto en el RPP, pero tiene derecho a ejercer la opción por el RCI en cualquier
momento.
Estos trabajadores pueden optar por permanecer en el RPP con la totalidad de los
beneficios públicos (incluida la PAP), para lo cual deberán aportar una suma fija mensual
adicional, o incorporarse al RCI, adicionando una suma fija mensual a las cotizaciones
fijas obligatorias13.
13
Estas dos últimas opciones son desarrolladas y ampliadas en el apartado 4.3.- Financiamiento.
48
CAT.OPP/CAG/2007-31
Las prestaciones correspondientes al Régimen Simplificado, por los períodos en que
hubieren efectuado sus cotizaciones, y respecto de las contingencias de invalidez, vejez
y/o muerte, son las siguientes:
RÉGIMEN
RPP
RCI
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
PRESTACIONES
Prestación Básica Universal (PBU)
Prestación Adicional por Permanencia (PAP)
Retiro por Invalidez (RI)
Pensión por Fallecimiento (PF)
Jubilación Ordinaria (JO)
Retiro por Invalidez (RI)
Pensión por Fallecimiento (PF)
CONTINGENCIA
VEJEZ
VEJEZ
INVALIDEZ
MUERTE
VEJEZ
INVALIDEZ
MUERTE
Por otra parte, como contraprestación por la cotización obligatoria fija, estos trabajadores
tienen acceso a las prestaciones del Sistema Nacional del Seguro de Salud que se
realiza a tal fin. A opción del afiliado, también se puede incorporar al grupo familiar
primario pagando una cotización adicional fija por cada uno de ellos.
Las prestaciones de salud son brindadas por las Obras Sociales inscriptas en un Registro
administrado por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). Posteriormente, como
beneficiarios de una prestación previsional, poseen una cobertura médico-asistencial a
través del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
(INSSJP).
6.2.3.- Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes Eventuales (RSE).
Para estos trabajadores las prestaciones previsionales son las mismas que en el caso
anterior pero no hay cobertura de salud.
6.2.4.- Régimen Simplificado p/ inscriptos en el Régimen Nacional de Efectores de
Desarrollo Social y Economía Social.
Para estos trabajadores las prestaciones previsionales son las mismas que en el caso
anterior y la cobertura de salud (para el trabajador y su grupo familiar primario) se da en
las mismas condiciones que lo desarrollado anteriormente.
49
CAT.OPP/CAG/2007-31
Resumen Prestaciones del SIJP.
PILARES
VEJEZ
1º pilar
2º pilar
REGIMEN
RPP
Prestación Básica
Universal (PBU)
Prestación
Compensatoria (PC)
Prestación Adicional por
Permanencia (PAP)
REQUISITOS
RCI
Edad - Servicios
Prestación Básica
Universal (PBU)
Prestación
Compensatoria (PC)
- 60 (mujeres) y 65 (hombres) años de edad;
- 30 años de servicios.
- Aportes anteriores a julio de 1994;
- Requisitos para acceder a la PBU.
Requisitos para acceder a la PBU.
ADMINISTRACIÓN
ANSES
ANSES
ANSES
OTRAS
Jubilación Ordinaria
60 (mujeres) y 65 (hombres) años de edad.
AFJP y CSR
(JO)
Ahorro Previsional
Voluntario:
3º pilar
AFJP
Imposiciones vol. y
Dep. Convenidos.
- Incapacidad física/intelectual mayor al 66%;
Retiro por Invalidez
Retiro por Invalidez - No haber alcanzado la edad de retiro;
ANSES y AFJP
INVALIDEZ
- No gozar de jubilación anticipada;
(RI)
(RI)
- Regularidad en el aporte.
FALLECIPensión por
Pensión por
- Requisitos específicos en cuanto a
ANSES y AFJP
MIENTO
Fallecimiento (PF)
Fallecimiento (PF)
regularidad en el aporte.
- 70 años de edad;
- No gozar de ninguna jubilación, pensión o
retiro nacional, provincial o municipal;
EDAD
Prestación por Edad
Prestación por Edad - 10 años de aportes;
ANSES
- 5 años de prestación de servicios durante los
AVANZADA Avanzada (PEA)
Avanzada (PEA)
8 años anteriores al cese de actividad;
- Para los trabajadores autónomos: antigüedad
mínima en la afiliación de 5 años.
ANSES: Administración Nacional de la Seguridad Social; AFJP: Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.
CAT.OPP/CAG/2007-31
50
Resumen: Prestaciones previsionales y de salud para TI por los años cotizados en cada uno de los regímenes.
PRESTACIONES
PBU (RPP)
MONOTRIBUTISTA
EVENTUAL
PBU (RPP)
EFECTOR
SOCIAL
PBU (RPP)
PC (RPP ó RCI)
PC (RPP ó RCI)14
PC (RPP ó RCI)
PC (RPP ó RCI)
PAP (RPP) ó JO (RCI)
PAP (RPP) ó JO (RCI)
REGIMEN GENERAL
MONOTRIBUTISTA
PBU (RPP)
PREVISIONALES
(En todos los casos
se deben cumplir los PEA (RPP)
PEA (RPP)
PEA (RPP)
PEA (RPP)
requisitos)
RI (RPP ó RCI)
RI (RPP ó RCI)
RI (RPP)
RI (RPP)
PF (RPP ó RCI)
PF (RPP ó RCI)
PF (RPP)
PF (RPP)
Sólo como beneficiario
En las etapas activa y pasiva. Durante la 1º, a
Sólo como beneficiario
de una prestación
través de una cotización fija obligatoria (con
de una prestación
Ídem
previsional a través del
opción para hacerla extensiva a su grupo familiar
previsional a través del
Monotributista
PAMI.
primario a través de cotizaciones fijas obligat).
PAMI.
SALUD
14
La PC sólo se computará si el trabajador registra aportes anteriores a julio de 1994. Lo mismo para el Contribuyente Eventual y el Efector Social.
CAT.OPP/CAG/2007-31
51
6.3.- Financiamiento.
La fuente de financiamiento de las prestaciones invalidez, vejez y/o muerte, varía según
el régimen previsional elegido (RPP o RCI).
También, dentro del RPP, varía la forma en que los trabajadores independientes hacen
sus aportes, según estén inscriptos en el Régimen General o en el Simplificado. Para los
primeros, el aporte obligatorio es un porcentaje sobre una renta presunta o de referencia;
para los segundos, el aporte son cotizaciones fijas para financiar tanto las prestaciones
por invalidez, vejez y/o muerte como la cobertura de salud en los casos así
contemplados.
RÉGIMEN
RPP
RCI
FUENTES DE FINANCIAMIENTO
Aporte personal del 11% de la renta presunta;
Contribución del 16% de la renta presunta;
Aporte fijo de los monotributistas inscriptos en el RS;
Aporte voluntario de los inscriptos en el RS que optaron por el RPP;
5% sobre las operaciones de los inscriptos en el RSE;
Tributos de afectación específica;
30% de los recursos brutos obtenidos de las privatizaciones:
Intereses, multas y recargos;
Rentas provenientes de inversiones;
Recursos fijados por el Congreso de la Nación. Ley de Presupuesto;
Otros recursos.
1. Aporte personal del 11% de la renta presunta;
2. Fondo Mutual: RI - PF.
3. Aporte voluntario de los inscriptos en el RS que optaron por el RCI;
4. Imposiciones voluntarias de los detallados en el inciso anterior.
6.3.1.- Régimen general.
La cotización de los trabajadores independientes se calcula sobre las rentas “presuntas”
o “de referencia” y asciende al 27% de las mismas (11% en calidad de aporte personal y
16% como contribución patronal, ya que la legislación sostiene que el trabajador
autónomo es su propio empleador (??)…). Para los que hayan optado por el RCI, el
aporte personal (11%) se deriva a la AFJP elegida.
En el RCI, el RI y la PF son financiadas a través de un fondo mutual constituido con los
importes que las AFJP deducen del Fondo de Jubilaciones y Pensiones. Además, el
trabajador autónomo cotiza un 5% con destino al Instituto Nacional de Servicios Sociales
CAT.OPP/CAG/2007-31
52
para Jubilados y Pensionados (INSSJP), completando un total del 32% (27 +5) de la
renta imponible mensual presunta para cada categoría.
Las rentas presuntas por categoría y el aporte obligatorio total del TI al Sistema se
detallan en el cuadro siguiente:
CATEG
I
RENTA
IMPONIBLE
(en MOPREs)
5
RENTA
IMPONIBLE
(MOPRES = $ 80)
5 x 80 = $ 400
SIJP
(27%)
INSSJP
(5%)
COTIZACIÓN
TOTAL
$ 108
$ 20
$ 128
II
7
7 x 80 = $
560
$ 151
$ 28
$ 179
III
10
10 x 80 = $
800
$ 216
$ 40
$ 256
IV
16
16 x 80 = $ 1.280
$ 346
$ 64
$ 410
V
22
22 x 80 = $ 1.760
$ 475
$ 88
$ 563
Es importante destacar que estas categorías están vigentes a partir del 1º de marzo de
2007. La reducción de 15 a (sólo) 5 categorías pretende ordenar y simplificar el régimen,
para lo cuál se tuvo en cuenta, entre otras cosas, la masiva adhesión al Régimen
Simplificado y la real capacidad contributiva de los trabajadores independientes que
revistan en el Régimen General.
Independientemente de la vigencia de estas 5 nuevas categorías, resulta igualmente
válido reproducir las 15 categorías anteriores, aplicables a las 9 tablas que correspondían
a cada uno de los géneros de actividad, con sus respectivas rentas de referencia, a los
efectos de permitir su comparación y observar como ha variado de un régimen a otro.
La nueva categorización modificó los montos de renta imponible mensual, ahora
expresados en cantidad de MOPREs, aumentando para algunos trabajadores y bajando
para otros.
Dado el procedimiento de cálculo de las prestaciones previsionales (desarrollado en 4.2),
las modificaciones en las rentas presuntas de los trabajadores independientes tienen un
impacto directo en el monto futuro de su prestación.
6.3.2.- Régimen simplificado para pequeños contribuyentes (RS).
En este sistema, el componente de seguridad social es fijo y se compone de $35 con
destino al RPP y $ 24,44 al Sistema Nacional del Seguro de Salud. Este total de $59,44
CAT.OPP/CAG/2007-31
53
es la cotización mínima, pudiendo incrementarse mediante opciones previstas por la
legislación.
Pero con la cotización fija ($35) el pequeño contribuyente inscripto en el RPP sólo puede
acceder a la PBU. Sin embargo, mediante una cotización adicional fija mensual de $33,
puede acceder a la totalidad de los beneficios del régimen (incluida la PAP).
Por su lado, el pequeño contribuyente que haya optado por el RCI, deberá adicionar esta
suma ($ 33) a las cotizaciones fijas mínimas ($35+$24).
6.3.3.- Régimen Simplificado p/ Pequeños Contribuyentes Eventuales.
Este régimen instituye un pago a cuenta de la cotización fija con destino al RPP
consistente en el 5% de los ingresos brutos que generen cada una de las operaciones
que realice el contribuyente. Luego, estos determinan anualmente las cotizaciones
previsionales que deberían haber ingresado en el Régimen Simplificado y las comparan
con la totalidad de los pagos a cuenta efectuados en el período.
Si la cantidad de meses cancelados es inferior a la que se debió tributar, deberán abonar
los aportes sustitutivos correspondientes a los meses faltantes (de no hacerlo, los
períodos no ingresados no serán considerados a los efectos previsionales); y si resulta
superior, gozarán de un crédito a su favor computable en el ejercicio siguiente.
6.3.4.- RS p/ inscriptos en el Régimen Nacional de Efectores de Desarrollo Social y
Economía Social.
Por el término de 24 meses a partir de la fecha de inscripción en el Registro, estos
trabajadores están exentos de ingresar tanto el componente impositivo como el aporte
mensual con destino al RPP, ingresando sólo la mitad de la cotización específica con
destino al Sistema Nacional de Seguro de Salud ($12,22).
Una vez concluido este período, deberán ingresar el impuesto integrado que les
corresponda según su categoría y la totalidad de las cotizaciones previsionales fijas.
CAT.OPP/CAG/2007-31
54
Resumen: cotizaciones con destino a la seguridad social.
COTIZACIONES
REGIMEN GENERAL
Aporte al RPP o RCI: 11%
OBLIGATORIAS
MONOTRIBUTISTA
Aporte al RPP: $35
MONOTRIBUTISTA
EVENTUAL
A cuenta del aporte prev: $35.
EFECTOR SOCIAL
Cobertura de salud:
Contribución patronal: 16% Cobertura de salud: $24,44
(Aporte previsional = 5% de los $12,22
Aporte al INSSJP: 5%
IB por cada una de las oper.
que realicen).
OPCIONALES
Aportes a una caegoría
Cobertura de salud para
Cobertura de salud
superior.
c/miembro del grupo familiar:
para c/miembro del
$22,22
grupo familiar: $11,11
Imposiciones Voluntarias o
Depósitos Convenidos
Aporte mínimo al RPP o RCI (para
(sólo RCI) para JO
acceder a PAP o JO): $33
CAT.OPP/CAG/2007-31
55
6.4.- Administración.
REGIMEN
ADMINISTRACION
RECAUDACION
RPP
ANSES
AFIP
CPI
AFJP
AFIP
SALUD (activos)
SSS
AFIP
SALUD (pasivos)
INSSJP
AFIP
El SIJP fue instituido con alcance nacional y cubre las contingencias de IVM. Se encuentra
constituido por un Régimen Previsional Público (RPP) y un Régimen de Capitalización
Individual (RCI).
El RPP es administrado por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y el
RCI por entidades con fines de lucro denominadas Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
La ANSES es un organismo descentralizado dependiente de la Secretaría de Seguridad
Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que tiene a su cargo la
aplicación, control y fiscalización del Régimen Previsional Público15, correspondiéndole la
gestión de la certificación de los requisitos necesarios para acceder a las prestaciones de
este régimen y el otorgamiento de las mismas.
El presupuesto operativo de la ANSES se financia con hasta el 5% del total de los recursos
provenientes del SIJP, el régimen de asignaciones familiares y el Fondo Nacional de
Empleo.16
Por su parte, las AFJP tienen a su cargo la administración del Fondo de Jubilaciones y
Pensiones, siendo responsables del financiamiento de la totalidad de los servicios,
obligaciones y beneficios a favor de sus afiliados.
Estas empresas obtienen su retribución únicamente del cobro de comisiones (hasta el 1%
del sueldo bruto del aportante) que debitan de las respectivas cuentas de capitalización
individual (CCI).
15
16
Ley Nº 24.241 y sus modificatorias, artículo 36.
Ídem ant.
CAT.OPP/CAG/2007-31
56
Las AFJP son controladas por la Superintendencia de Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones (SAFJP), entidad autárquica con autonomía funcional y financiera
en jurisdicción del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Con relación a la cobertura de salud, la Superintendencia de Servicios de Salud es el ente
de regulación y control de los actores del Sistema Nacional del Seguro de Salud (Obras
Sociales y otros).
La recaudación, fiscalización y ejecución judicial de los recursos de la seguridad social es
una competencia reservada a la Administración Federal de Ingresos Públicos, que también
tiene a su cargo el cobro de los impuestos y los derechos aduaneros ya que el modelo es de
recaudación centralizada (o de Agencia Única).
Los fondos provenientes de la recaudación previsional son transferidos a la ANSES para su
administración, previa deducción del gasto que demanden sus funciones recaudatorias.
Por último, es importante mencionar al Consejo Nacional de Previsión Social, creado por la
Ley Nº 24.241, que tiene por misión asegurar la participación de los trabajadores,
empresarios y beneficiarios del Sistema (SIJP) en el desarrollo, supervisión y
perfeccionamiento del mismo. Sus deberes son:
1. Evaluar la labor de fiscalización y regulación del SIJP por parte de la ANSES y la SAFJP;
2. Evaluar el desarrollo del SIJP;
3. Considerar las iniciativas y proyectos que le presenten los sectores que representa;
4. Proponer normas tendientes a corregir desvíos y mejorar el Sistema;
6.4.1.- Mecanismos de control de las contribuciones y la recaudación.
El sistema de recaudación adoptado es el denominado integrado, se caracteriza por tener
unificadas las recaudaciones impositiva y de la seguridad social, en un modelo denominado
de Agencia Única, en nuestro caso, la Administración Federal de Ingresos Públicos.
Se concentra toda la recaudación fiscal (impuestos, cargas sociales, y tributos aduaneros)
considerando que de esta manera se cuenta con las mayores posibilidades de explotación
de la información, optimizar la atención al contribuyente y para economizar recursos.
CAT.OPP/CAG/2007-31
57
También permite un mayor control sobre el cumplimiento de las obligaciones tributarias del
contribuyente, ya que dispone de la información necesaria para realizar cruces de datos
relativos a impuestos y a seguridad social a fin de detectar evasión o elusión.
Permite disponer de información integrada y de fácil acceso, complementar habilidades y
competencias de especialistas en las diferentes materias (impositivo, seguridad social y
aduanero), mejorar la capacidad negociadora para interactuar con otros organismos de
control, concentrar la fuerza fiscalizadora, y eficientizar el cobro coactivo unificando en una
sola dependencia la promoción de ejecuciones fiscales por impuestos y cotizaciones de la
seguridad social.
La agencia única aprovecha la sinergia entre los diferentes conceptos, lo cual permite al
Estado elaborar planes integrales de recaudación potenciando las capacidades de control e
identificación de los administrados, tanto sea en su carácter de contribuyentes de impuestos
nacionales y tributos aduaneros o de obligados con el régimen de seguridad social.
Este modelo tiene evidentes ventajas respecto del esquema de recaudación paralela pero
exige un accionar armónico, con una permanente coordinación entre el organismo
recaudador y los encargados de la gestión prestacional de la seguridad social.
La AFIP desarrolló e implementó procedimientos tendientes a facilitar el cumplimiento
voluntario de las obligaciones fiscales cuya recaudación le ha sido impuesta. En lo atinente
al pago de las obligaciones por parte de los trabajadores independientes existe una amplia
gama de posibilidades, a saber:
•
pago en efectivo o cheque en instituciones bancarias habilitadas u organizaciones
destinadas exclusivamente al cobro de servicios (Pago Fácil, Rapipago, etc.);
•
homebanking mediante el acceso a los cajeros automáticos del banco emisor de la
tarjeta de débito, (redes Link y Banelco);
•
a través de internet mediante el ingreso a la página WEB de este organismo a fin de
generar el Volante Electrónico de pagos (WEP), en el que se detallará, la CUIT, período,
impuesto, concepto, subconcepto e importe para su posterior pago mediante el débito
en la cuenta de ahorro o corriente del contribuyente;
•
débito automático en una tarjeta de crédito (Argencard-Mastercard, Cabal y Visa);
•
débito automático en cuenta bancaria, ya sea cuenta corriente o caja de ahorro.
CAT.OPP/CAG/2007-31
58
Finalmente, cabe agregar que en caso de incumplimiento del pago, la Ley Nº 11.683 (art.
92) tiene previsto el procedimiento de ejecución fiscal mediante la iniciación de las acciones
de cobro coactivo correspondientes. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, las mismas
se sustancian en: a) el fuero Contencioso Administrativo Federal, para deudas de naturaleza
impositiva; y b) el fuero de la Seguridad Social, para las de naturaleza previsional. Mientras
que en el interior del país lo hacen en el fuero Federal.
Cabe destacar que el proceso reglado por el mencionado artículo otorga amplias facultades
a los agentes fiscales a fin de procurar un rápido recupero del crédito fiscal. En tal sentido,
tiene previsto como medida cautelar el embargo general de fondos y valores que consiste en
el libramiento de un oficio al Banco Central de la República Argentina a fin de que se
practique el embargo de los fondos depositados en las cuentas de los contribuyentes en
cualquier institución bancaria. Esta herramienta resulta de suma efectividad ya que una vez
dictada la sentencia de trance y remate se dispone en forma inmediata de los montos
embargados efectuándose la transferencia de los mismos a las cuentas de la AFIP para su
imputación a la obligación impaga. Con esta medida cautelar se evita el empleo de otros
remedios procesales tendientes al cobro coactivo que implican una significativa cantidad de
trámites.
Por otra parte, su efectividad se ve potenciada en razón de que la medida cautelar se
notifica y se tramita ante el Banco Central de la República Argentina mediante el empleo de
un sistema informático al que tienen acceso los bancos del sistema financiero, lo que se
traduce en su ejecución inmediata.
CAT.OPP/CAG/2007-31
59
7.- COMPARACIÓN DE LA COBERTURA DE TRABAJADORES DEPENDIENTES E
INDEPENDIENTES.
7.1.- Contingencias cubiertas.
En el siguiente cuadro se describe la cobertura para cada uno de los regímenes de
trabajadores independientes y su comparación con los dependientes.
RÉGIMEN
IVM
SALUD
Asignaciones
Familiares
Desempleo
Riesgos del
Trabajo
General
SI
NO
NO
NO
NO
Simplificado
SI
SI
NO
NO
NO
Eventuales
SI
NO
NO
NO
NO
Reg. Efectores
SI
SI
NO
NO
NO
Dependientes
SI
SI
SI
SI
SI
Todos los trabajadores, independientes y dependientes, están cubiertos frente a las
contingencias de vejez, invalidez y muerte. En cuanto a las prestaciones de salud, sólo
están cubiertos los monotributistas y los asalariados; aunque en la etapa pasiva todos tienen
cobertura para ellos y su grupo familiar primario.
Por último, sólo los trabajadores dependientes tienen asignaciones familiares y cobertura
contra el desempleo y los riesgos del trabajo.
El Régimen de Asignaciones Familiares está integrado por dos subsistemas: Uno
contributivo, de aplicación exclusiva a los trabajadores asalariados del sector privado, los
beneficiarios del sistema de riesgos del trabajo y los beneficiarios de una prestación por
desempleo; y otro no contributivo que cubre a todos los beneficiarios de prestaciones
previsionales.17
La prestación por Desempleo se otorga a quienes se encuentren desempleadas en forma
involuntaria y registren un mínimo de seis cotizaciones al Fondo Nacional de Empleo (a
cargo del empleador).
17
El sistema de asignaciones familiares para los beneficiarios de una prestación previsional tiene las siguientes prestaciones
por: a) hijo; b) hijo con discapacidad; c) cónyuge; y d) ayuda escolar anual.
CAT.OPP/CAG/2007-31
60
La Ley Nº 24.557 (1995) sobre Riesgos del Trabajo instituyó un régimen tendiente a prevenir
los riesgos y reparar los daños derivados del trabajo, cuyos objetivos son: reducir la
siniestralidad; reparar los daños derivados de accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales; promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados;
y promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de prevención y
las prestaciones reparadoras.
El sistema (aún no reglamentado) se circunscribe a los TI, pero la Ley también dice que el
PEN puede incluir, entre otros, a trabajadores autónomos y domésticos.
Cotizaciones obligatorias de la seguridad social.
RÉGIMEN.
General
Simplificado
Eventuales
Dependientes
Registro de
Efectores
Sociales
COTIZACIONES
aporte personal con destino al RPP ó RCI: 11%
contribución patronal con destino al RPP: 16%
contribución patronal al INSSJP: 5%
TOTAL: 32% (aplicado sobre la renta presunta de la categoría)
contribución patronal con destino al RPP: $ 35 (para obtener PBU)
aporte propio (mínimo y opcional): $ 33 (para obtener PAP-RPP o JO-RCI.
aporte para cobertura de salud: $ 24,44
aporte para cobertura de salud por c/int. de grupo familiar (opcional): $ 22,22
Son todas cotizaciones fijas.
contribución patronal con destino al RPP: $ 35
a cuenta de la cotización fija: 5% de operaciones que realice
aporte para cobertura de salud: $ 12,22
aporte para cobertura de salud por c/int. de grupo familiar (opcional): $ 11,11
Cotización fija por 24 meses. Luego, ídem RS.
Empleado
Empleador19
18
aporte personal (RPP ó RCI) : 11% contribución RPP: 12,71% ó 10,17%
aporte personal salud (RNOS): 3% Asign. Familiares: 5,56% ó 4,44%
1,11% ó 0,89%
INSSJP:
3% Desempleo:
INSSJP:
1,62% ó 1,50%
TOTAL:
17%
contrib. RNOS:
6,00%
riesgos del trabajo: 3,00%20
Total (sin SRT): 23%
ó 27%
Base de cotización: Remuneración
del trabajador.
Techo: $ 6.000
Base de cotización: Remuneración
del trabajador.
Techo para RNOs y RT: 60 MOPREs.
para el resto:
no hay.
18
Los afiliados al RCI pueden incrementar el saldo de su cuenta de Capitalización Individual a través de Imposiciones
Voluntarias o Depósitos Convenidos.
19
Decreto Nº 814/2001 (artículo 2, incisos a. y b.). Las diferentes alícuotas que se aplican para los primeros cuatro
subsistemas dependen de las características de los empleadores: a) Empleadores cuya actividad principal sea la locación y
prestación de servicios; b) resto de empleadores.
20
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), promedio del sistema (2007).
CAT.OPP/CAG/2007-31
61
7.2.- Oportunidad y cantidad de cotizaciones / prestaciones.
RÉGIMEN
General
Simplificado
Eventuales
Registro de
Efectores
Dependientes
COTIZACIONES / PRESTACIONES
Ingreso de aporte obligatorio: por MES VENCIDO.
Como aportante: Doce (12) cotizaciones anuales.
Como beneficiario: Trece (13) haberes anuales.
Ingreso de cotizaciones fijas: por MES ADELANTADO.
Como aportante: doce (12) cotizaciones anuales.
Como beneficiario: trece (13) haberes anuales.
Ingreso de cotización: al momento de efectivizarse la retención del 5%.
Como beneficiario: trece (13) haberes anuales.
Ingreso de cotización fija: por MES ADELANTADO.
Como aportante: doce (12) cotizaciones anuales.
Como beneficiario: trece (13) haberes anuales.
Retención e ingreso de aportes por MES VENCIDO.
Como aportante: trece (13) retenciones anuales.
Como beneficiario: trece (13) haberes anuales.
7.3.- Forma de cálculo.
PRESTACIONES21
RÉGIMEN
General
PBU - PC - PAP - JO - RI - PF - PEA
Simplificado
PBU -
- PAP - JO - RI - PF - PEA
Eventuales
PBU -
-
-
- RI - PF - PEA
Registro de Efectores
PBU -
-
-
- RI - PF - PEA
Dependientes
PBU - PC - PAP - JO - RI - PF - PEA
INDEPENDIENTES: 1,5% por c/año de servicios con aportes,
calculado sobre el promedio mensual de los montos
actualizados de las categorías en que revistó el afiliado (rentas
presuntas).
DEPENDIENTES: 1,5% por c/año de servicios con aportes,
calculado sobre el promedio mensual de las remuneraciones
actualizadas de los últimos diez años anteriores al cese.
21
Prestaciones posibles y específicas que generan los años cotizados a cada uno de los regímenes mencionados.
CAT.OPP/CAG/2007-31
62
8.- INFORMACIÓN ESTADÍSTICA.
En este capítulo vamos a recorrer algunas de las principales estadísticas disponibles
relativas a los trabajadores independientes, resaltando las que a nuestro juicio se
consideran más importantes.
8.1.- Fuentes.
Para cuantificar y caracterizar a los trabajadores independientes, utilizamos algunas de las
diferentes fuentes de datos disponibles que ahora pasamos a describir:
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda – 2001.
ƒ
Incluido por ser la única fuente que contiene a la totalidad de los TI de la Argentina,
diferenciando entre quienes aportan y quienes no lo hacen.
ƒ
Tiene el inconveniente de que al realizarse cada 10 años queda rápidamente
desactualizada.
Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
ƒ
Permite seguir la evolución durante un período de casi 35 años mediante el análisis
de series de muchas variables (se realiza mensualmente desde 2003).
ƒ
Cubre aproximadamente 25.000 hogares por trimestre, en áreas que representan
cerca del 80% de la población urbana del 70% del total del país.
ƒ
No distingue entre trabajadores independientes informales o formales, ni en qué
régimen cotizan.
ƒ
Tiene el Módulo Especial Informalidad, desarrollado en 2005 en el GBA, que permite
profundizar el análisis de los determinantes e impactos del trabajo informal.
Cuentas Nacionales.
ƒ
Son registros estadísticos descriptivos de todo el proceso económico y se apoyan en
esquemas de naturaleza contable.
ƒ
Nuestras series de Cuentas Nacionales -producto, ingreso y gasto- se expresan en
valores constantes (base año 1993).
ƒ
La cuenta de Generación del Ingreso (CGI), en el tema específico del trabajo
independiente, no permite diferenciar el ingreso correspondiente a la retribución al
trabajo de las empresas (no constituidas en sociedad y que son propiedad de los
cuentapropistas y patrones) del correspondiente a la retribución de sus activos
productivos.
CAT.OPP/CAG/2007-31
63
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP).
Registro SIJP.
ƒ
Su información surge de las DDJJ que deben presentar los empleadores antes de
depositar los aportes y contribuciones a la seguridad social y de los datos
provenientes de los pagos efectuados por trabajadores autónomos, monotributistas,
eventuales y efectores sociales.
ƒ
Incluye a la totalidad de las personas que cotizan como trabajadores independientes,
permitiendo identificar, entre otros, el régimen en el cual se encuentran, la
regularidad de sus cotizaciones, y sus categorías.
Base de Historias Laborales.
ƒ
Consolida la información de todos los períodos entre julio de 1994 y diciembre de
2005 en vectores por CUIL (Historias Laborales).
ƒ
Permite analizar:
•
la densidad de cotizaciones (períodos con aportes/total de períodos);
•
el régimen y la categoría en que fueron registradas estas cotizaciones;
•
el nivel de ingreso imponible declarado22.
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)
ƒ
Recaudación (DN de Investigaciones y Análisis Fiscal – c/datos de AFIP, ANSES,
DN de Coordinación Fiscal con las Provincias, Oficina Nacional de Presupuesto, y
otros).
ƒ
Información sobre cotizantes (Dirección de Estudios).
ƒ
Capacidad Contributiva (DG de Recursos de la Seguridad Social).
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES)
ƒ
Informe de la Seguridad Social (prestaciones y mínimos).
Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
ƒ
Anuario 2006.
22
Para los asalariados se trata de la remuneración imponible, en el caso de los trabajadores autónomos es la renta presunta
que corresponde a la categoría en la cual se encuentra el cotizante y para el caso de los monotributista, en donde no existe un
ingreso determinado sobre el cual se asuman las cotizaciones, pero sí la categorización se efectúa en función de los ingresos
brutos de la actividad, se consideró como ingreso del cotizante el tope de los ingresos para la categoría en la cual se encuentra
inscripto el cotizante.
CAT.OPP/CAG/2007-31
64
8.2.- Los trabajadores independientes en el contexto laboral.
Para el 2º trimestre de 2006, el total estimado de ocupados urbanos es de 14.372.000,
producto de una estructura económica más trabajo-intensiva.
Si analizamos la evolución de las series de tasas de actividad, ocupación y desempleo
desde la década del 80, observamos un crecimiento de la tasa de actividad no acompañado
por un incremento similar de las tasas de ocupación, por lo que aumentaron las tasas de
desempleo y subocupación.
Si bien entre mayo de 2002 y el diciembre de 2006 la tasa de desempleo bajó desde un pico
de 21.5% al 8.7% de la PEA, el mercado de trabajo continúa mostrando una incapacidad
para absorber la mayor oferta de trabajo.
Evolución histórica de los principales indicadores del mercado laboral 1980–2006.
50,0
45,0
40,0
35,0
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
5,0
05
04
03
02
01
00
99
98
97
06
20
20
20
20
20
20
20
19
19
96
Tasa de empleo Total
19
94
95
19
19
19
93
92
Tasa de actividad Total
19
91
19
89
88
87
90
19
19
19
19
19
85
84
83
81
86
19
19
19
19
19
19
74
0,0
Tasa de desempleo Total
Fuente: INDEC, en base a la EPH.
Las mayores contribuciones al crecimiento del empleo en el sector privado se observaron en
las actividades de comercio, industria, y servicios financieros. Éstos, en conjunto, explican
el 68% del incremento observado en el sector.
Desde la óptica de la inserción laboral, el 63% del empleo adicional se explica por los
asalariados registrados y el 23% por los no registrados.
CAT.OPP/CAG/2007-31
65
Esta evolución en los niveles de empleo tuvo su impacto en los indicadores de Pobreza,
Indigencia y Distribución del Ingreso. Según datos del INDEC, ha mejorado la distribución
del ingreso y se redujo fuertemente la población en condiciones de pobreza en relación al
peor momento de la crisis.
Sin embargo, a pesar de la recuperación observada durante los últimos años, el cuadro
social emergente es más grave que el existente al momento de la crisis (2º trim. 1998),
notándose una profundización de la brecha que separa los dos extremos de la pirámide
ocupacional y de ingresos del país.
El ingreso per cápita de las personas se ha recuperado un 19,7% en términos reales,
mientras que la pobreza entre la población urbana se ubicó en un 31,4%, del cuál un 11,2%
corresponde a la condición de indigencia (EPH – 1º semestre 2006).
Pasando al tema específico de este trabajo, según datos del CNP-2001, en el año 2001
existían 2.891.227 TI (27% del total) de los cuales 680.754 (24%) eran patrones y el resto
(76%) cuentapropistas. Estos dos grupos son tan diferentes que requieren un tratamiento
por separado.
Debemos hacer la salvedad que, el CNP del año 2001 es la única fuente que tiene la
información de todo el país pero se ha desactualizado. Por su lado, la EPH está actualizada
pero sólo contiene datos de zonas urbanas; para mayor dificultad de análisis, la encuesta
cambió de metodología en 2003.
En el gráfico siguiente, se observa en varios tramos de la serie que cuando la participación
de los patrones baja, la de los cuentapropistas sube, y viceversa.
CAT.OPP/CAG/2007-31
66
Evolución de las categorías ocupacionales patrón y cuenta propia. 1990– 2006.
6,0
31,0
29,0
5,0
27,0
% Patron
25,0
3,0
23,0
21,0
% Cta. Propia y % Total
4,0
2,0
19,0
1,0
17,0
0,0
15,0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Patrón
1998
1999
2000
Cuenta Propia
2001
2002
2003
2003
2004
2005
2006
Total
Fuente: INDEC, en base a la EPH
Si tomamos un período más largo para analizar la evolución de estos dos grupos de
trabajadores independientes dejando de lado las variaciones coyunturales, observamos que
se llevó a cabo un gran cambio estructural. Si bien desde 1947 el porcentaje de trabajadores
independientes se mantuvo entre el 20 y el 30 por ciento del total, en ese año la
participación de los patrones era de 16,2% mientras que los cuentapropistas representaban
el 7,2%. Esta composición fue invirtiéndose paulatinamente y, en el último Censo 2001, los
patrones eran un 6,2 % y los cuentapropistas el 20,3%.
8.3.- Composición sociodemográfica.
Distribución de los trabajadores independientes por categoría ocupacional, edad y sexo
(2006).
GRUPO
ETARIO
Hasta 29
De 30 a 49
De 50 a 59
De 60 a 69
Más de 70
TOTAL
CUENTA PROPIA
HOMBRES
MUJERES
12%
6%
28%
16%
15%
8%
8%
4%
2%
1%
65%
35%
PATRONES
HOMBRES
MUJERES
9%
3%
34%
12%
21%
6%
9%
1%
3%
1%
77%
23%
Fuente: EPH
CAT.OPP/CAG/2007-31
67
Por otro lado esta situación es descriptiva de la gran concentración regional de la ocupación
del país, la cual se ve magnificada para el caso de los patrones, así los 4 principales distritos
del país, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa
Fe representan el 65,5% de la ocupación total del país y 74,5% del total de patrones.
8.4.- Actividad.
Hay varias categorías de análisis para saber que hacen los trabajadores independientes. En
primer lugar, se debe distinguir entre las dos categorías ocupacionales independientes:
ƒ
Empleadores o patrones quienes trabajan sin relación de dependencia, siendo únicos
dueños o socios activos de una empresa, establecen las condiciones y formas
organizativas del proceso de producción y emplean como mínimo una persona
asalariada. Aportan al proceso de producción los instrumentos, maquinarias o
instalaciones necesarias. Al utilizar la dimensión uso de la fuerza de trabajo son quienes
compran fuerza de trabajo. En el año 2001, se registraban 680.754 patrones, 23,5% del
total de trabajadores independientes, porcentaje similar al observado en el año 1980.
ƒ
Cuenta Propia, aquellos que desarrollan su actividad utilizando para ello sólo su propia
fuerza de trabajo, es decir que no emplean personal asalariado y usan sus propias
maquinarias, instalaciones o instrumental. Dentro de este grupo es posible identificar a
aquellos trabajadores que declarándose como independientes articulan su proceso
productivo exclusivamente con un solo establecimiento. En el año 2001 se registraban
2.210.473 patrones, 76,5% del total de trabajadores independientes.
En segundo lugar, se debe analizar la rama de actividad en la que se desempeñan.
Tomando los datos censales de los años 1980 y 2001, se observa un fuerte cambio en la
estructura del trabajo independiente siendo el sector terciario el 53% del total en el año 1980
y el 66% en el año 2001. Cabe acotar que este aumento de la participación del sector
terciario no es exclusivo de los trabajadores independientes sino parte del cambio
estructural macroeconómico que sufrió la República Argentina. Este aumento en el sector
terciario resultó compensado por una reducción de la participación de los sectores: a)
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura; b) Pesca y servicios conexos; y c) construcción.
Por último, se presenta una clasificación propuesta por la Dirección de Estudios y
Estadísticas laborales de la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales
que divide a los trabajadores por cuenta propia en tres grupos principales: profesionales, de
CAT.OPP/CAG/2007-31
68
oficio y de subsistencia. Esta clasificación se basa en la calificación del puesto de trabajo,
estrechamente asociada a la productividad de la actividad laboral desarrollada, medida en
términos de ingresos.
Como ya se ha mencionado, la composición del trabajo independiente según el grupo
laboral, para la población urbana y para el año 2004 es: a) profesional = 10%; b) oficio =
78%; y c) subsistencia = 12%.
Una dificultad adicional planteada es que cerca de la mitad de los asalariados no registrados
son intermitentes, equivalente a 1.485.000 personas, lo que quiere decir que trabajan por
períodos cortos, siendo su tasa de rotación del 74%, generalmente en empresas micro o
pequeñas con bajísimos niveles de productividad. Su salario promedio es un 18% inferior al
que perciben los asalariados no registrados con tareas permanentes, siendo la brecha con
el piso legal para formalizar del 130%.
Existen además cerca de 750.000 cuentapropistas, equivalentes al 27,5% del total de
trabajadores por cuenta propia, que son cuasi-asalariados informales de elevada rotación.
Ingresos.
De la observación de la serie de evolución de los ingresos de las distintas categorías
ocupacionales, se desprende un comportamiento disímil para cada una de ellas en términos
reales.
Es importante destacar que todas las categorías analizadas resultaron perdedoras con
respecto al momento base de comparación (mayo de 1994). Mientras que el total de
ocupados entre mayo de 1994 y el primer semestre de 2006, experimentaron una pérdida
del 26,61%, el total de los asalariados tuvieron una caída del -21,92%, los patrones 29,78%, los asalariados registrados -8,69%, los trabajadores por cuenta propia sufrieron un
deterioro de –35,40% y los asalariados no registrados mostraron una caída de –41,90%.
CAT.OPP/CAG/2007-31
69
Evolución de los ingresos reales por categoría ocupacional (base, Mayo 1994 = 100). Años
1994 –2006.
120,00
100,00
Número Indice
80,00
60,00
40,00
20,00
0,00
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Ocupados.
Patrones.
Cuenta Propia
Serie7
Fuente: datos de la EPH
Evolución ingresos reales por categoría ocupacional. Números índice base Mayo 1994 =
100. Años 1994 –2006.
120,00
100,00
Número Indice
80,00
60,00
40,00
20,00
0,00
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Años
Ocupados.
Asalariados
Patrones.
Cuenta Propia
Registrados2/
No Registrados
Serie7
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EPH
CAT.OPP/CAG/2007-31
70
8.5.- Historias laborales23
Mediante el análisis de los registros del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones
(SIJP), se pueden precisar cuales son las variables que explican el comportamiento en
cuanto al pago de cotizaciones de los trabajadores que en algún momento se registraron
como independientes, o sea en el régimen general de trabajadores autónomos o en el
régimen simplificado para pequeños contribuyentes, Monotributo. Para ello se utilizaron los
registros de cotizaciones de los meses comprendidos entre Julio de 1994 y Diciembre de
2005. En este período se registraron 4.034.600 personas que en algún momento dentro de
ese período cotizaron como trabajadores independientes.
Al analizar las historias de cotizaciones de estas personas se procedió a eliminar un 17,6%
de los registros por los siguientes motivos: a) presentar faltantes o inconsistencias en los
datos de sexo y edad; b) encontrarse fallecido a la fecha del proceso; c) haberse jubilado; d)
No se realizó el análisis para los afiliados de menos de 20 a diciembre de 2005; resultando
entonces un total de 3.326.187 afiliados para el análisis.
La siguiente tabla nos permite identificar en cuales de estas tres categorías estuvieron
comprendidos los afiliados. La primera fila indica que un 7,32% del colectivo que nos ocupa
estuvo registrado en las 3 categorías, autónomo, monotributo y dependiente, en algún
momento dentro de los 11 años y medios.
Si bien estos datos no alcanzan para conocer cual es la incidencia o proporción de tiempo
como trabajador independiente, nos permite sacar la siguiente conclusión, existe un 58%
que al menos en el período analizado no registra cotizaciones como dependiente. De éstos,
un 27,16% siempre estuvo en el régimen general de autónomos, otro 16,7% siempre estuvo
en el régimen simplificado (Monotributo) y finalmente, un 14,10% sólo registran aportes
como autónomos o monotributistas. El restante 42% corresponde a algunas de estas
alternativas y también registraron aportes como asalariado.
23
Base de datos elaborada por Dirección Nacional de Programación Económica y Normativa de la Secretaría de Seguridad
Social del Ministerio de Trabajo
CAT.OPP/CAG/2007-31
71
AUTÓNOMOS MONOTRIBUTISTAS DEPENDIENTES AFILIADOS PORCENTAJE
1
1
1
243.627
7.32
1
0
0
903.519
27.16
0
1
0
555.492
16.70
1
0
1
555.391
16.70
0
1
1
599.185
18.01
1
1
0
468.973
14.10
Como ya se ha mencionado nos encontramos frente a un colectivo que presenta
características muy variadas. Si a esta variabilidad que se observa incluso en un período de
tiempo determinado se agrega la dimensión temporal, surge una multiplicidad de
combinaciones que se intentan clasificar de alguna manera.
Una primera aproximación fue separar este grupo en tres subgrupos teniendo en cuenta el
porcentaje de cotizaciones efectuadas a los regímenes para trabajadores independientes
para intentar explicar algunas diferencias en cuanto al comportamiento en relación al pago
de cotizaciones.
El primer grupo comprende a 1.927.984 afiliados que únicamente registra aporte como
independiente (Régimen general o monotributo). El segundo grupo, 438.350 afiliados, donde
la proporción de aportes efectuados a los regimenes para trabajadores independientes es
mayor o igual al 50% de todos sus aportes. Y por último el tercer grupo, 959.853 afiliados,
que si bien son trabajadores que en algún momento cotizaron como independientes la
mayoría de sus aportes se hicieron como asalariados.
Si el análisis corresponde a la composición total de los aportes efectuados, se observa que
en el grupo 1 el 69% de los aportes fueron hechos en el régimen de autónomos, mientras
que el 31% restante en el régimen de monotributo. Esta composición se ve claramente
influenciada por los sucesivos cambios normativos producidos en el año 1998 y 2004, que
resultaron en un claro traspaso de cotizantes del régimen general al régimen simplificado.
En el segundo grupo la composición de aportes totales es la siguiente: 48% al régimen
general, 28% al monotributo y el 24% restante como empleado en relación de dependencia.
El grupo 3, quizás los que habría que tomar con mayor cuidado al considerarlos
trabajadores independientes, presentan un 84% de sus cotizaciones efectuadas como
empleados en relación de dependencia y aproximadamente 8% de éstas efectuadas en
cada uno de los regímenes para independientes.
CAT.OPP/CAG/2007-31
72
8.6.- Informalidad y afiliación.
De acuerdo a los resultados de la EPH y el módulo especial de informalidad que releva
únicamente el Gran Buenos Aires, se observa una notoria diferencia en el comportamiento
de pago al interior de las categorías analizadas. Por ejemplo, un 71,45% de los patrones
paga regularmente para su jubilación, de los cuales un 45,03% lo hace como monotributista.
El resto lo hace como autónomo o a una caja previsional provincial para profesionales. Por
el contrario, sólo el 31,56% de los cuentapropistas paga regularmente para su jubilación y
dentro de ellos el 75,87% lo hace como monotributista, mientras que el 24,13% restante lo
hace en los otros regímenes.
Los cotizantes independientes al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones al mes de
septiembre de 2006 son 1.237.828, de los cuales 381.054 corresponden a autónomos y
856.774 a monotributistas.
En relación a los monotributistas, el número de contribuyentes activos presenta una
tendencia creciente desde la creación del régimen en 1998. En lo referente a la cantidad de
pagos, el promedio mensual presentó caídas interanuales desde su creación hasta el año
2003, año en que comienza a crecer superando los guarismos del año de su
implementación recién en el 2004 con la segunda modificación del régimen (Ley Nº 25.865)
que dispuso una recategorización masiva en el tercer trimestre de ese año. Los pagos
presentan una alta correlación con la actividad económica por lo que su evolución está
asociada al ciclo económico
Se observa a partir del análisis de la estructura de contribuyentes por nivel de ingreso,
correspondientes a los ingresos brutos de la categoría en que se inscribieron o
recategorizaron, que aquellos con mayores ingresos pierden participación en toda la serie
respecto de los de menores ingresos. Estos pasan del 39,6 % en 1998 al 54% en el año
2005, considerando a los eventuales y a aquellos con ingresos menores a $ 12.000 anuales.
Se evidencia entonces la subcategorización o enanismo fiscal propio de los contribuyentes
de este tipo de sistema.
CAT.OPP/CAG/2007-31
73
Evolución de los cotizantes según tipo de trabajador. Años 2000 a 2006.
6.000
En miles de cotizantes
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
2.006
2.005
2.004
2.003
2.002
2.001
2.000
-
Año
Independientes
Dependientes
Fuente: AFIP
Recaudación en concepto de cotizaciones a la seguridad social correspondiente a los
trabajadores autónomos y por otras fuentes.
Entre 1990 y 2005, lo recaudado en concepto de cotizaciones por Aportes y Contribuciones
a la Seguridad Social por el conjunto de Autónomos, alcanzó en promedio al 1,8 % de la
recaudación neta total de la AFIP y al 0,38% en términos del PIB ($ 642,9 millones promedio
anual).
0,80%
25,00%
0,70%
0,60%
0,50%
15,00%
0,40%
10,00%
En % del PBI
En % del Total de Recaudación Previsional
20,00%
0,30%
0,20%
5,00%
0,10%
0,00%
0,00%
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Año
Participación % de Recaudación de Autónomos sobre el Total de Recaudación Previsional
CAT.OPP/CAG/2007-31
Participación % de Recaudación de Autónomos sobre PIB
74
En base a relevamientos suministrados por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y
Pensiones se puede agregar la siguiente información:
ƒ
En la evolución de los aportantes autónomos se observan oscilaciones en cuanto a su
número a partir de la introducción de modificaciones normativas como el Régimen
Simplificado de Pequeños Contribuyentes.
ƒ
En 1995 el SIJP contaba con un millón de aportantes autónomos, tres años después,
oscilaba en torno a los setecientos mil. A fines de 1998, con la entrada en vigencia del
Monotributo hubo un aumento de ciento treinta mil autónomos que adhirieron al nuevo
esquema. Dos años después, la cantidad de aportantes retornó al nivel previo de
setecientos mil.
ƒ
En términos relativos, al inicio del sistema el 25% de los aportantes del SIJP eran
autónomos, proporción que desciende a 16% tres años después, manteniéndose hasta
marzo de 2000, cuando cae al 8%. Desde la crisis de 2001, esta proporción se mantuvo
alrededor del 5%. Si se incluyen monotributistas, la proporción se mantuvo por debajo
del 15% hasta el reempadronamiento que tuvo lugar en 2004 y alcanzó a un millón, y
crecer desde entonces hasta alcanzar el 17%.
ƒ
En junio de 2006, el ingreso imponible promedio de los afiliados dependientes en
capitalización fue de $ 1.515, tres veces mayor que la renta presunta de los autónomos
que ascendía a $ 574.- Las mujeres registraron ingresos 4% inferiores a los hombres, y
los autónomos 59% menos que los dependientes, debido a la falta de actualización de
las rentas presuntas.
En cuanto a los beneficios otorgados, la información se distribuye de la siguiente manera:
ƒ
De las 124.000 jubilaciones registradas desde inicios del sistema, el 75% se concentró
en Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe.
ƒ
De ellas, el 72% corresponde a aportantes mayor de 60 años.
ƒ
La mayoría de las jubilaciones fueron otorgadas a hombres (69%) y a trabajadores en
relación de dependencia (79%).
En cuanto a retiros por invalidez, se registraron 41.000 casos de los que el 92% fueron
otorgados a trabajadores en relación de dependencia y sólo el 8% a autónomos. El ingreso
promedio de los retiros del último año fue de $740, siendo para los trabajadores autónomos
un 42% menores que para los dependientes.
CAT.OPP/CAG/2007-31
75
9.- INCENTIVOS Y DESINTENTIVOS A AFILIARSE Y APORTAR.
El sistema de seguridad social para trabajadores independientes se ve afectado por el bajo
nivel de afiliación y de cumplimiento de las obligaciones previsionales por parte de los
trabajadores. Enunciaremos brevemente argumentaciones que desalientan la afiliación y /o
el cumplimiento y a continuación, aquellas que operan en sentido contrario.
9.1.- Desincentivos.
1.- Desconocimiento del destino que se dan a las cotizaciones y, principalmente, la relación
entre los aportes y el beneficio a recibir. Existe la creencia generalizada de que las
prestaciones previsionales son bajas en relación con las cotizaciones efectuadas y que
también lo son en relación con los ingresos de la etapa activa.
En el caso de los trabajadores independientes se agrega como aditamento distorsivo que los
beneficios se comparan con las rentas presuntas sobre las que cotizan.
En el régimen de reparto (sistema solidario) las cotizaciones recibidas en cada período se
usan para financiar las prestaciones pagadas en el mismo período. Es decir, que la clase
activa financia a la pasiva con la promesa de que al llegar a esa etapa serán, a su vez,
financiados por la clase activa del futuro.
Por otro lado, los afiliados al régimen de capitalización recibirán como prestaciones las
provenientes del saldo de sus cuentas de capitalización individual, financiadas por los
aportes realizados y la rentabilidad de las inversiones. También, en caso de corresponder,
recibirán prestaciones del régimen de reparto.
2.-La cultura previsional del trabajador autónomo. Muchos trabajadores autónomos poseen
una débil conciencia previsional y no aprecian los beneficios de ahorrar para hacer frente a
las contingencias de vejez, invalidez y muerte. Esto se funda en la naturaleza de su
actividad, que contribuye a crear una actitud de autosuficiencia y la creencia de que así
como se provee su sustento en el presente, también lo hará en el futuro. Este fenómeno se
ve exacerbado en los trabajadores jóvenes que no piensan en la jubilación porque está muy
lejos.
3.- La obligación de aportar mensualmente no se corresponde con la irregularidad de los
CAT.OPP/CAG/2007-31
76
ingresos. Esto conduce a los trabajadores a incumplir sus obligaciones. Además, muchos
consideran que las cargas previsionales de los trabajadores autónomos (27% + 5% INSSJP)
son demasiado elevadas en comparación con aquellas a cargo del trabajador en relación de
dependencia (11%). Cabe aclarar que se incluye un componente sustitutivo del aporte
patronal que complementa en la relación de dependencia.
4.- Inexistencia de sanción al incumplimiento. El Estado no sanciona a los trabajadores que
no cumplen con sus obligaciones previsionales, siendo éstas, en la práctica, voluntarias.
Las periódicas moratorias previsionales desincentivan los aportes al dar señales de que los
incumplimientos no tendrán consecuencias negativas futuras sino, más bien, que serán
recompensados.
5.- El nivel de las prestaciones actuales y su impacto sobre las contribuciones. El bajo
monto de las prestaciones desincentiva a los aportantes actuales. Ante la perspectiva de
recibir una magra prestación en el futuro, quienes están en una situación precaria se
plantean “trabajar hasta los últimos días”, mientras que quienes tienen expectativas de
ahorro imaginan “empezar a guardar mi propia plata”. El haber jubilatorio no parece
suficiente para satisfacer las necesidades de los trabajadores. En un marco de gran
incertidumbre respecto de los futuros haberes jubilatorios, la mayoría de quienes se
encuentran en condiciones de ingresar sus aportes, supone que obtendrá la jubilación
mínima y que la misma será insuficiente para atender las necesidades de su vejez.
6.- Pérdida de derecho a los beneficios en caso de no cumplimiento de todos los requisitos..
De no cumplir con los requisitos los trabajadores no recuperan nada de lo aportado.
También está la desconfianza hacia el sistema, tanto en su parte pública como en la
privada.
7.-Desinformación acerca de las características del régimen y los procedimientos para
adherirse al mismo. El pago único de las obligaciones previsionales e impositivas a través
del monotributo confunde al trabajador, que desconoce cuanto paga por cada uno de ellos.
8.- Los mecanismos de determinación de las deudas previsionales. En caso de
incumplimientos, las deudas se hacen muy onerosas desalentando la vuelta al sistema.
CAT.OPP/CAG/2007-31
77
9.- Baja apropiabilidad de los aportes. En el caso del régimen de capitalización, el aportante
sufre grandes descuentos en su cotización, ya que aproximadamente un 30% de misma se
destina a pagar la comisión de la AFJP y otros gastos.
10.-El trabajador independiente no está cubierto en otras áreas de protección social, tales
como riesgos del trabajo, asignaciones familiares, y seguro de desempleo, de las cuales sí
goza el trabajador en relación de dependencia.
9.2.- Incentivos.
1.- Gozar de una jubilación en el futuro. La idea de gozar de una jubilación en la etapa de
inactividad es un incentivo. SI se percibe como un elemento de tranquilidad, el aporte actual
demanda un bajo esfuerzo relativo y se reflejará en una jubilación. No aparece tan
claramente como incentivo la posibilidad de que el afiliado reciba una pensión por
incapacidad o que su familia reciba una pensión por fallecimiento.
2.- La afiliación permite acceder a otros beneficios (considerados más importantes que la
jubilación) como créditos bancarios o tarjetas de compra.
3.- Para poder facturar honorarios y servicios hay que estar afiliado. El ejercicio de una
actividad o profesión, en muchos casos (particularmente entre los profesionales y los
trabajadores de oficio más calificados) requiere emitir facturas, para lo cuál hay que estar
inscripto.
5.- Deber moral. Algunos trabajadores consideran el aporte como un deber moral en un
sistema solidario, que consiste en un contrato intergeneracional implícito por el cual los
trabajadores en actividad contribuyen al sostenimiento de las personas retiradas.
6.- Complementariedad de otras coberturas.
Cobertura de salud. La ausencia de prestaciones de salud durante la vida activa desalienta
al trabajador autónomo a realizar aportes a la seguridad social, ya que no percibe ningún
beneficio inmediato a cambio de los mismos. El trabajador autónomo sólo accede a la
cobertura de salud una vez jubilado. En cambio, el trabajador monotributista goza de seguro
de salud siempre.
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10.- PROPUESTAS.
En general, existe consenso en que el sistema es ineficiente unque los criterios difieren en
cuanto al tipo de reformas necesarias para mejorarlo. Las opiniones más comunes son de
tres tipos, a saber:
Promover la afiliación de todos los trabajadores independientes, estableciendo programas
de educación tributaria orientados a generar una mayor conciencia tributaria y previsional en
los ciudadanos.
Promover el cumplimiento de las obligaciones en forma sostenida:
ƒ
flexibilizar la normativa del sistema en lo referente al monto de los aportes y los
requisitos para obtener la jubilación. En cuanto al monto de los aportes, que sean
determinados sobre la base de la renta real. En cuanto a los requisitos, que sea posible
obtener una jubilación (menor en monto) con menos años de 30 años de aportes.
ƒ
mejorar la fiscalización estatal sobre los trabajadores independientes para que cumplan
con sus obligaciones previsionales, contemplando que el universo de estos trabajadores
es muy heterogéneo y abarca desde profesionales de altos ingresos a trabajadores de
subsistencia.
ƒ
otorgar movilidad adecuada no sólo a los recursos fiscales sino también a la evolución
del salario de los trabajadores en actividad
Independizar la cobertura de los trabajadores de su capacidad contributiva.
ƒ
universalizar la seguridad social a través de una prestación mínima a todos los
ciudadanos en edad de jubilarse, provista por el Estado y financiada mediante
impuestos.
ƒ
que el Estado provea a todos los ciudadanos un primer pilar y permita, además, realizar
aportes adicionales, ya sea al régimen público o al privado; y, para este último caso,
ƒ
crear sistemas de cajas complementarias aparte de las AFJP.
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11.- CONCLUSIÓN.
Tomando como referencia el relevamiento realizado por la Encuesta Permanente de
Hogares (EPH), en el primer trimestre de este año, el 23,9% de los ocupados se definió
como “no asalariado”, De allí la importancia de la temática desarrollada.
Los trabajadores independientes en la Argentina constituyen un universo altamente
heterogéneo en términos socio-económicos que comprende desde profesionales hasta
trabajadores de subsistencia.
En los últimos años, con el objeto de combatir los altos índices de informalidad respecto del
régimen previsional, se han desarrollado un conjunto de instrumentos. El más importante de
ellos, en términos de cantidad de afiliados, es el Régimen Simplificado, y luego están los
regímenes para pequeños contribuyentes eventuales, para efectores sociales, y el nuevo
régimen para trabajadores del servicio doméstico.
Todos éstos regímenes comparten dos importantes características: son menos complejos
(desde el punto de vista del trabajador); y más baratos que el régimen general de
autónomos, cuya carga contributiva continua siendo la más alta del sistema. (32% de la
renta presunta).
A pesar de la fragmentación de los trabajadores independientes en varios regímenes
previsionales, se observa una tendencia a la centralización administrativa. La A.F.I.P. se
encarga de la recaudación del conjunto de los recursos de la seguridad social y la A.N.SE.S.
los administra.
El financiamiento del sistema también ha sufrido importantes modificaciones en los últimos
años. Las prestaciones ya no son financiadas sólo mediante contribuciones patronales y
aportes de afiliados sino a través de impuestos. Quizás la causa más importante de este
cambio es la persistencia de altos niveles de evasión, a pesar del aumento de la
recaudación verificado.
La evasión de las obligaciones previsionales continúa constituyendo el principal desafío al
cual se enfrenta el sistema previsional para trabajadores independientes. A pesar de que
muchos trabajadores continúan creyendo en la seguridad social como concepto, prevalece
entre ellos el descreimiento en el funcionamiento del sistema.
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El pesimismo acerca del presente y del futuro de la seguridad social es grande y se alimenta
de experiencias concretas: las prestaciones son bajas; el destino de los recursos aportados
es incierto; y las moratorias constituyen un premio a los que no aportaron. Esta
desconfianza se traslada también hacia los actores encargados de gestionar el sistema,
tanto el público como el privado, y también las obras sociales en el caso de las prestaciones
de salud.
Los incentivos más importantes al aporte no están vinculados a la expectativa de recibir una
prestación jubilatoria sino a la posibilidad de ejercer una actividad económica en el presente.
Los trabajadores comparten un diagnóstico general negativo sobre el funcionamiento del
sistema por la alta evasión, haberes bajos, inequidades, etc. Si bien ha habido un
mejoramiento de la recaudación, los haberes jubilatorios, y la gestión cotidiana del sistema,
el futuro sigue generando escepticismo e incertidumbre.
Se prevé que el involucramiento del Estado en la gestión y el financiamiento del sistema
mediante impuestos no sea una situación transitoria sino que evidencia una tendencia hacia
un sistema de tipo “Beveridgiano”24 con una jubilación mínima garantizada por el Estado y
financiada mediante impuestos generales, más un suplemento proveniente de aportes
voluntarios al sistema.
Hay otras propuestas tales como cambios en el diseño de los regímenes de autónomos y
monotributistas en cuanto a la regularidad y la forma de determinación de los aportes, y la
intensificación de la fiscalización estatal sobre los trabajadores independientes.
Un desafío importante es reconstruir la confianza de los trabajadores independientes en el
sistema a partir de políticas públicas adecuadas.
24
Llamado así por Sir William Beveridge, quien crea en 1942 un sistema de prestaciones que cubre a la totalidad de la
población independientemente de su situación laboral, también denominado universal o solidario.
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