COLOMBIA: Exposición de Adriana Molano Arenas, Coordinadora de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia: Para el ejercicio de reflexión y debate sobre los Planes de Salvaguardia vamos a presentar tres casos. En Colombia en este momento, y de acuerdo al marco normativo, se conforma una lista representativa del PCI que tiene varios niveles: uno de ellos es el nacional, actualmente hay ocho manifestaciones inscritas en esta lista, y hemos hecho por lo tanto, ocho procesos participativos de construcción de los Planes de Salvaguardia. Sin embargo, hemos escogido dos propuestas en las cuales se hicieron procesos importantes, muy interesantes y con características muy diferentes, exitosas en el sentido que fueron aprobadas y que se encuentran inscritas en la Lista. Quisimos escoger también para esta exposición un proceso en el cual aprendimos mucho pero que no fue exitoso. Sin embargo, de esta experiencia se han extraído valiosos aprendizajes. El proceso de esta experiencia ha sido muy largo, y empieza desde el año 2003. La manifestación cultural referida es la del Carnaval de Barranquilla, y queremos mostrar cómo no se logró un Plan Especial de Salvaguardia todavía, para que podamos debatir esto, y no sólo mostrar lo que nos salió bien, sino mostrar aquellos procesos en los realmente tuvimos problemas, no por la manifestación misma sino por el proceso que se dio y la relación que se mantuvo con el Estado. Colombia también es un país multicultural, con las mismas características de varios de nuestros países, y tiene una fuerza y diversidad muy grande en su cultura indígena y su cultura afrodescendiente, por eso es que quisimos escoger también uno de los procesos de comunidades indígenas de la Amazonía, un proceso que se hizo liderado por la comunidad, y por eso nos acompaña hoy Roberto Marín, quien fue apoyado por una Fundación que lleva mucho tiempo trabajando con ellos, y que en realidad, en el momento que llega el Ministerio de Cultura, como Estado, ya ellos llevaban un proceso de Salvaguardia de 15 o 20 años. Entonces fue interesante también para el Ministerio aprender lo que es la Salvaguardia para las comunidades y lo que se hace es poner esto en orden. Tenemos otro proceso que escogimos que no es de población étnica, que es mestiza, las Cuadrillas de San Martín, nos acompañan las dos personas que lo hicieron, desde el punto de vista más académico pero también en un proceso participativo importante, entonces ustedes podrán observar Planes de Salvaguardia muy diferentes. Nos acompaña también uno de los portadores, Don Ismael Castro Guevara y los dos antropólogos que elaboraron todo el proceso y que hoy en día es parte de nuestro equipo. Y por último, presentaremos Daniela y yo el tema de El Carnaval de Barranquilla, no sólo por haber sido un proyecto fallido, sino porque también empezamos a observar en la implementación de nuestra política que hay una diferencia entre trabajar procesos comunitarios étnicos a procesos de participación ciudadana como es el que se da en un Carnaval. Vamos a iniciar con Patrick que va exponer muy rápidamente, no propiamente la política sino los elementos claves que les del marco a todos ustedes para entender los Planes de Salvaguardia realizados en Colombia. Exposición de Patrick Morales Thomas, Dirección de Patrimonio: Antecedentes del trabajo de Salvaguardia y su marco normativo en Colombia Colombia tiene una nueva Constitución en 1991, en la que reconoce al país como multicultural y pluriétnico. En 1997, de otro lado, se crea la Ley General de Cultura que es modificada en el 2008 y se crea la Ley de Patrimonio. En esa Ley de Patrimonio se especifica un artículo para el PCI que luego es reglamentado, entonces el Ministerio de Cultura, durante el año 2008 y 2009, elabora una política pública, y desarrolla la reglamentación necesaria para esta Ley, que es la Ley 1185. Se expondrá un marco general para comprender el tema de los Planes Especiales de Salvaguardia y luego se hará referencia muy brevemente a la metodología que es lo que nos interesa en este Seminario. Este es el marco normativo: que es la Convención, la anterior Ley de Cultura 397 que fue modificada por la 1185, particularmente en el artículo 8, y luego hay que señalar dos hitos importantes en Colombia: el primero, es el de la política de Salvaguardia 2009 y el otro, es el Decreto reglamentario de esa política, que es el 2141, generado ese mismo año, y es como un marco muy general. Es importante mencionar que en Colombia el desarrollo de los registros de Patrimonio Inmaterial, en consonancia con la Convención de la UNESCO, se estaban realizando desde el año 2006, y lo hacían los entes territoriales, los estados que aquí se llaman departamentos, pero no existía un marco normativo tan claro y no existía sobre todo una política del grupo de Patrimonio Inmaterial. Entonces, se habían adelantado y se siguen adelantando una serie de inventarios de Patrimonio Inmaterial en todo el país, bajo responsabilidad de estos entes territoriales con una guía general del Ministerio, pero no existía la política que empieza a profundizar el tema de la Salvaguardia a un nivel que iba más allá del registro, lo cual es muy importante. Colombia reconoce que el registro es una acción de salvaguardia, pero se plantea otros temas relacionados específicamente con los Planes de Salvaguardia de las manifestaciones, y que no habían surgido antes con las actividades de registro. Este es el marco general de la política de Patrimonio Inmaterial. El objetivo central de la política de Colombia es el fortalecimiento de la capacidad social de gestión del Patrimonio. Durante las discusiones que tuvimos en el equipo de trabajo de Patrimonio Inmaterial, siempre estaba presente el tema de la apropiación por parte de la gente de lo que es su Patrimonio, sin embrago nos pareció más pertinente hablar de la capacidad social de gestión de las comunidades de su propio Patrimonio, porque la discusión siempre es si la gente debe apropiarse de su patrimonio, pero más bien el eje rector de la política es el fortalecimiento de la capacidad social de gestión, en última instancia, el fortalecimiento de las comunidades, los portadores y los que están alrededor de las manifestaciones culturales y de los procesos sociales que caracterizan la manifestación. De alguna manera, la mirada que el grupo de Patrimonio Inmaterial le ha dado a la política es el PCI como un tema político, y como un tema de políticas, es decir como un tema de tensiones y un tema de actores y un asunto donde se reconoce que detrás de las percepciones y las valoraciones del Patrimonio, hay una cantidad de intereses en juego y se trata de reconocer esos intereses y fortalecer ese juego de intereses alrededor de los procesos de patrimonialización. Sobre esto voy hablar más adelante. Solamente una acotación para que entendamos bien el objetivo de la política y este objetivo es que las comunidades vayan teniendo esa capacidad de gestionar, la idea no es que el Ministerio ni el estado territorial vayan dando pautas o interviniendo sino que la comunidad a partir de procesos reflexivos y de procesos de debate sobre su propio patrimonio y sobre el instrumento del patrimonio, pueda gestionar su patrimonio frente al Estado o a la Convención, con las diferentes interacciones y la lógica social que tienen. En esta medida, creemos que es claro que se parte de un enfoque de derechos y creemos que es más pertinente en un país como Colombia, que todavía está en guerra y que tiene contextos particulares frente a América Latina, y es en estos procesos de guerra donde las comunidades normalmente no han podido acceder a derechos culturales y a otros tipos de derechos humanos tampoco. En ese marco, la idea es orientar los derechos culturales hacia el bienestar de las comunidades, hacia donde deben estar, con una perspectiva también, incluso en el caso de Colombia, de derechos humanos. Más adelante me voy a referir brevemente al tema piloto que estamos investigando ahora y la relación entre memoria y patrimonio en el contexto de conflicto, que son los temas pilotos que estamos investigando ahora, tratando de contextualizar un tema cultural en un país como Colombia. También reconocemos que el lenguaje patrimonial ha ido sustituyendo el lenguaje de reivindicación de derechos, y en esta medida hay que tener cuidado con que el lenguaje patrimonial no esconda otro tipo de marginalidades, en este caso pobreza, violación de derechos fundamentales. El grupo ha tenido el cuidado de no caer en la trampa del lenguaje patrimonial que viene remplazando el lenguaje reivindicativo, que parece haber pasado de moda, pero que alude nuevamente y de otra forma, a las necesidades que tienen las poblaciones. Estas son las estrategias muy generales, no me voy a detener en ellas porque las vamos a ver presentes también en la aplicación de los Planes de Salvaguardia. El fortalecimiento de la gestión social constituye el pilar de la estrategia; la promoción y fomento del conocimiento sobre del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene que ver con todas estas actividades y proyectos de divulgación y promoción para un mejor conocimiento de la naturaleza del PCI, también con una perspectiva desde las comunidades, no con las comunidades sino desde ellas, y que creemos que no sólo es un asunto semántico, y podrán observar en el DVD que tiene ustedes y que se llama “PROYECTO MEMORIAS DE LA LIBERTAD”, que es un proyecto en el cual las propias comunidades fueron capacitadas en lenguaje audiovisual y construyeron una serie de relatos audiovisuales sobre resistencia cultural y memoria pero desde su perspectiva, donde el Ministerio dio tan sólo una asesoría en temas de técnicas audiovisuales. Los Planes Especiales de Salvaguardia (PES), se inscriben en el proceso general de Salvaguardia del PCI, de la comunicación y divulgación del Patrimonio Inmaterial que tiene un carácter más institucional hacia afuera, como de valoración del PCI en el espacio público de la nación. Obviamente, desde un reconocimiento de la diversidad cultural, es decir, desde un enfoque diferencial que pueda influir también en las políticas educativas. Un tema este último que es complicado, pues es un tema que enfrenta mucha resistencia de los Ministerios, de la institucionalidad. El grupo de Patrimonio Inmaterial ha tenido cuidado de dar un enfoque diferencial en los años anteriores, nos hemos concentrado en temas étnicos, en temas afro, vamos a trabajar con la población gitana, pero tampoco queremos descuidar en el enfoque diferencial poblaciones mayoritarias como los campesinos, que tienen situaciones complejas, y no han sido atendidas por el sector Cultura. Finalmente, abordaremos un tema que se ha estado trabajando en América Latina de manera importante y es la de tener en cuenta al Patrimonio Cultural como un factor estratégico de desarrollo sostenible. Los Planes de Salvaguardia se inscriben en la estrategia tercera, pero cuando miramos los Planes más detalladamente vemos que un Plan muchas veces responde a un mismo tiempo a todas las estrategias planteadas. Si bien hay programas diferentes como por ejemplo el de MEMORIAS DE LA LIBERTAD, que se ubicaría en la estrategia cuatro, o que se le puede ubicar en la estrategia uno, los Planes de Salvaguardia cumplen o van dirigidos a todas las estrategias de la política. Esto también debido a que hemos tratado en el grupo de evitar la lógica de las Listas, de las Declaratorias, nosotros sentimos, como se vio en la exposición de Brasil, hay muchas maneras de salvaguardar el PCI y hay una tendencia en el Estado orientada a mostrar cuántas candidaturas en la Lista de la Humanidad se tiene o cuántos en la Lista del Patrimonio, y queremos romper esa lógica. Es cierto, tenemos seis expresiones culturales en la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, otro tanto en la Lista de Patrimonio Nacional, en la que hay ocho manifestaciones, pero queremos salirnos de la lógica de las Declaratorias para trabajar temas alternativos de promoción de divulgación y de salvaguardia del PCI, que no pasen por el ámbito de las Declaratorias ni por ámbito de los inventarios, ni estrictamente de los registros. También porque las Listas generan una cantidad de expectativas, de impactos, de formas de entender el Patrimonio, y son formas bastante diferentes. Por eso también buscamos generar otros programas o proyectos en los cuales una comunidad hace una reflexión de su patrimonio, lo valora, lo visibiliza pero no necesariamente a través de una Lista. Aquí están los principios de la política, es claro que en la política se reconoce, como lo hacen otros países, que el PCI no es simplemente la manifestación sino que está constituido por los procesos culturales que están relacionados con esta manifestación. Es decir, este principio trata de no folclorizar el PCI y remitirnos más a procesos sociales y culturales alrededor de las manifestaciones que se puedan escoger. Aquí están los principios, que previenen las pérdidas culturales. Obviamente es una política flexible y en construcción permanente, hemos aprendido mucho desde la implementación de los Planes y de la política misma. Están enmarcados en algo que no nos vamos a detener a describir en este momento, que es el Sistema Nacional de Cultura y Patrimonio. Pero señalamos que en Colombia hay un sistema que regula todo el proceso de patrimonialización, hay niveles descentralizados que se enmarcan en el Decreto, pero digamos que estos son los principios básicos de la política, de acuerdo al carácter pluriétnico y multicultural reconocido por la Constitución de 1991. Esto es lo relativo a la Lista, a cómo se entiende la Lista Representativa del PCI en Colombia, como un registro de información y un instrumento concertado entre las instancias públicas y la comunidad, dirigido a aplicar un Plan Especial de Salvaguardia (PES). Se debe añadir muy rápidamente que una de las condiciones para ingresar a una Lista Representativa, en el ámbito nacional o departamental, es haber elaborado un Plan Especial de Salvaguardia, realizado desde la comunidad y aprobado por el Consejo Nacional de Patrimonio. La inclusión la hace la autoridad competente, en este caso, el Consejo Nacional de Patrimonio, órgano asesor del Ministerio de Cultura, compuesto por expertos y representantes de universidades y algunas entidades adscritas al Ministerio de Cultura, y entonces, el Plan Especial de Salvaguardia es un requisito para la inclusión a la Lista. Esta Lista, a diferencia de lo que veíamos en Brasil, sí tiene fuerza de Ley, es ya en sí misma un acto administrativo, la inclusión en la Lista está mediada por un acto administrativo, y por una resolución una vez aprobada esa inclusión por el Consejo Nacional de Patrimonio. Presentamos una foto de las cuadrillas de San Martín, que más adelante van a exponer, la solicitud de inclusión que presentan ante el Consejo y es aprobada por el mismo Consejo. El Consejo, hay que señalar, primero aprueba el proceso de iniciar el Plan Especial de Salvaguardia y al final, una vez elaborado este Plan por las comunidades, el mismo Consejo recibe cada Plan Especial de Salvaguardia. Lo presentan, como está señalado, las propias comunidades, cosa que ha sido muy interesante porque ha roto la lógica de un Consejo que tenía una percepción de lo patrimonial más relacionado con bienes muebles e inmuebles. Era común que todo lo relativo al Patrimonio fuera presentado por expertos con sus planos de arquitectos, y nosotros desde el grupo de Patrimonio Inmaterial hemos cambiado esa lógica y han venido los portadores y detentores de una práctica cultural a exponer ante el Consejo sus Planes Especiales de Salvaguardia. Este es un proceso de cambio que no siempre ha sido fácil, ya que los consejeros estaban acostumbrados a otro tipo de presentaciones. Como anécdota, les podemos referir que han ocurrido cosas bastante divertidas, ya que como está estipulado el proceso viene primero, luego la solicitud de inclusión y si es aprobada se empieza hacer el Plan Especial de Salvaguardia. Pero esa solicitud de inclusión, en una ocasión, se ha hecho mediante canciones. Se está haciendo un proceso de patrimonialización con el Ballenato, y el gestor lo que hizo fue una canción de Ballenato referida a la Salvaguardia y fue como se presentó ante el Consejo, o bien cuando se presentó el PES del Carnaval de Negros y Blancos, montaron una especie de performance, y mientras unos artesanos iban haciendo una máscara, otros iban exponiendo el Plan Especial de Salvaguardia. No se pretendía una folclorización, sino que se buscaba que el Consejo, o que los expertos, que no han estado en relación con el Patrimonio Inmaterial, logren entender qué es un patrimonio vivo, qué es un saber hacer. Cuando fueron las Cuadrillas de San Martín, don Ismael fue vestido de la manera en que se viste todos los días, como una manera que se entendiera, luego Roberto y Silvia les contará su experiencia ante el Consejo Nacional de Patrimonio. El Plan Especial de Salvaguardia se entiende como un acuerdo social hacia la salvaguardia, es decir, no significa que todas las personas se encuentren de acuerdo sino que reconocen diferentes miradas sobre el proceso de patrimonialización, y dentro de ello, se tiene un consenso mínimo y ese consenso expresa la necesidad que hay de salvaguardar la manifestación. Nosotros insistimos en reconocer las tensiones y las miradas divergentes del patrimonio, y el acuerdo social se orienta a buscar como un terreno de disputa legítimo donde el Estado simplemente establece las reglas de juego para que todos los jugadores que están ahí, puedan manifestar sus percepciones frente al proceso de patrimonialización. Constituye un instrumento de gestión de las comunidades dirigido a la sostenibilidad de la manifestación mediante la cual se establecen acciones y lineamientos encaminados a garantizar la Salvaguardia del Patrimonio. Por esto, necesariamente, todo Plan Especial de Salvaguardia tiene como toda una fase primera de diagnóstico. Aquí, no sólo estamos refiriéndonos a que los Planes Especiales de Salvaguardia implican una gestión de recursos, sino de gestión social también y es muy importante el hecho de que sea un instrumento de gestión porque el Ministerio, a diferencia de Brasil, no tiene la capacidad de financiar los Planes Especiales de Salvaguardia, ni siquiera durante el primer año. Entonces, es la comunidad la que hace un ejercicio para conseguir las diferentes fuentes de financiación, las diferentes posibilidades de gestión y el Plan Especial de Salvaguardia debe venir con esas garantías. No es el Estado Nación ni siquiera los entes territoriales quienes, por compromiso, desde el principio pueden financiar ya que no tienen recursos, pero justamente como el objetivo de la política es fortalecer esa capacidad social, sino que el hecho de que el Plan de Salvaguardia sea un instrumento de gestión, es coherente con el objetivo de la política. Hemos explicado qué es el Plan de Salvaguardia, sin embargo no se ha hecho todavía la evaluación, que el Decreto establece que debe hacerse luego de cinco años, mientras el seguimiento se hace anualmente y el proceso tiene que ser explicado a través de las entidades gestoras. Hay, claro está, en Colombia, una definición de lo que debería estar presente un Plan Especial de Salvaguardia, y está contenido en lo que el decreto señala en lo relativo a los Planes Especiales de Salvaguardia: la identificación de quiénes están presentando este Plan, el grupo de trabajo que lo realizó, que a veces pueden ser dos cosas distintas, pues en ocasiones hay un grupo que se dedicó más a elaborar el documento, que también puede tener personal de la Junta de Cuadrillas, como sucedió en el caso de San Martin. Quien se encarga de presentar el PES es un punto muy importante, no es nada aleatorio, porque en un principio, en la metodología el asesor o la persona del equipo que va, expone los diferentes actores y también las tensiones que hay, y el saber quién presenta es un punto medular. Un Plan Especial de Salvaguardia lo puede presentar una alcaldía, una autoridad, también puede ser presentado por la comunidad, o lo puede presentar una organización de la comunidad, o varias organizaciones. Esto resulta del todo relevante para el Consejo Nacional y para nosotros como Dirección de Patrimonio, para observar si realmente hay un proceso participativo, si hay representatividad que nos garantice la salvaguardia, ya que ese primer punto es decisorio en el Plan Especial de Salvaguardia. El origen de la postulación, y los antecedentes, ya que en ocasiones hay Declaratorias de tipo nacional anteriores, o esfuerzos de patrimonialización que se han intentado en otros años, es bueno dejarlos señalados. Luego, deben aclarar los mecanismos de consulta y participación utilizados en la formulación del Plan Especial a través de actas, regulaciones o videos, lo que la comunidad pueda y quiera presentar o el grupo que lo está desarrollando para demostrar el proceso. Es necesario hacer una descripción de la manifestación, que lo hemos entendido básicamente, como los procesos sociales subyacentes a la manifestación, es decir, la descripción de la manifestación debe dar cuenta de las construcciones de sentidos que permite a la manifestación, para los actores y para la gente que está alrededor de la manifestación, expresarse a través de ella. Esto es propiamente la identificación de la manifestación, los procesos, organizaciones, actores y líderes involucrados, la cronología de la manifestación, es decir, el estado del arte, desde cuándo se origina esta manifestación, si en el algún momento se acabó, si volvió a tomar fuerza. Es importante en esta exposición ante el Concejo, que se demuestre que han sido procesos en los que han participado las comunidades de forma central, pues la manera cómo describe la manifestación es muy diferente a la que suele hacerse desde una investigación etnográfica. El diagnóstico y el estado actual de la manifestación se elabora como un diagnóstico de tensiones y de riesgos, es decir, es un punto diferente a la descripción. El diagnóstico tiene que orientar un poco más sobre cómo se encuentra la manifestación en la comunidad o el grupo, qué tensiones se juegan ahí, y cuáles pueden ser los riesgos y las fortalezas de esta manifestación. Luego se plantean los objetivos del Plan Especial de Salvaguardia, y dentro de esta exposición, hay que proponer una serie de acciones que básicamente se relacionan con las formas de asegurar los procesos de transmisión, es decir, las acciones orientadas a la transmisión de la práctica o manifestación cultural, acciones orientadas a fortalecer la estructura comunitaria, que constituye uno de los punto más importantes del Plan Especial, del mismo modo las acciones orientadas a garantizar el acceso con equidad a la manifestación. Estos son básicamente los puntos que debe incluir la exposición de todo Plan Especial de Salvaguardia, si he descuidado la mención de alguno, esto podrán observarlo bien en la aplicación de los Planes de Salvaguardia. Es claro que no se puede declarar ninguna manifestación que sea contraria a los instrumentos de derechos humanos, ni que manifieste violencia con los animales. Este último punto ha generado un debate grande en Colombia, porque queda fuera las corralejas, las corridas, las peleas de gallos y algunos carnavales que tienen segmentos de sacrificio de animales, en el caso de algunos carnavales indígenas. Debe señalarse también el esquema institucional que muestra el cuadro de las instituciones que están alrededor de esta manifestación, sector cultural, regional, cámaras de comercio y turismo, es decir, el esquema institucional que gira alrededor de la manifestación, un anexo financiero en el que se le pide a la comunidad que calcule aproximadamente cuánto costará este proyecto. Si bien no todos deben costar dinero, y hay proyectos que se pueden hacer sin recursos, hay otros que es bueno calcular cuánto costará aproximadamente para tener un horizonte de ejecución. Finalmente, es necesario establecer medidas de seguimiento y evaluación que están presentes en el Decreto pero que todavía no hemos empezado a implementar con la misma fuerza que la ejecución misma de los PES. En el tercer taller, con la experiencia del Brasil, podamos nutrir o alimentar este punto del seguimiento y evaluación, hasta ahora en Colombia simplemente los PES tienen una entidad gestora, que sería la entidad encargada del seguimiento y se ha establecido que a los cinco años el Ministerio de Cultura hará una evaluación. Sin embargo, todavía ninguno de estos PES en ejecución ha cumplido cinco años, y observamos en la exposición de Brasil en Mompox, en noviembre pasado, todo el proceso que tiene el seguimiento y evaluación de los Planes de Salvaguardia, y la idea con este taller es desarrollar más las recomendaciones respecto a este punto. Dos o tres cosas para terminar ya a nivel de metodología. Hay dos ejes conceptuales que luego intentamos transformar en metodología: uno, es el reconocer este tipo de tensiones que están presentes en el PCI, que constituye en ocasiones un espacio de disputa, y que por consiguiente los Planes Especiales de Salvaguardia, deben tener una radiografía muy clara de los actores que forman parte del proceso y que eventualmente se encuentran en disputa. Este es el primer tema y hemos puesto gran énfasis sobre esto en los Planes Especiales de Salvaguardia y en cómo podemos construir una radiografía lo más precisa posible, de los actores, sabiendo que muchas veces hay actores que están marginados, y estos no tienen el lenguaje institucional o no asisten a las reuniones o nunca han sido visibilizados en el tema de las manifestación del PCI. En ese punto, el Ministerio juega el papel de árbitro señalando que falta gente, que hay grupos o personas que tienen una opinión sobre la manifestación que no están siendo considerados, que son actores importantes. En esa medida, el tema de actores sociales en Colombia ha sido un tema fundamental y por eso también, la construcción de Planes Especiales de Salvaguardia pueden durar entre uno o dos años, porque entre el “asesor”, y la comunidad, es necesario ir visibilizando esa cantidad de actores que muchas veces no aparecen rápidamente en la escena pública. El otro tema también importante es el tema que aparece en el documento de la agenda, en Colombia la llamamos “la activación simbólica”, es decir, que siempre hemos pensado y lo hemos dicho en otros foros, que el patrimonio no existe sino que existen los patrimonializadores, quienes propician un espacio de activación simbólica para decir “esto es lo queremos que sea patrimonio”, lo que se llama en un documento del CRESPIAL “la diferenciación identitaria”. Es un momento en que una comunidad expresa lo siguiente: de todo este abanico de identidades que tengo y de esta identidad grande que yo tengo, voy a decir que el patrimonio es este carnaval. Consideramos que en ese momento se está produciendo una activación simbólica de la comunidad y entender ese proceso es fundamental para nosotros y reconocer desde dónde se está dando el proceso de patrimonialización. Por eso es tan importante el trabajo para nosotros con la comunidad, por eso es tan importante entender quiénes están propiciando el escenario de patrimonialización, no quiénes tienen su patrimonio solamente sino quiénes y qué intereses están en juego para propiciar ese escenario de patrimonialización, ese debate tan clave y sustancial como puede observarse, es un debate político. El tema de reparación también me parece muy importante, nosotros entendemos también el proceso de Planes Especiales Salvaguardia, y en general, el tema del PCI como un espacio de reparación simbólica, donde por fin a través de algo que ahora está de moda, que es el asunto del patrimonio, las comunidades puedan tener una voz y una oportunidad de acceder a derechos y volverse interlocutores con el Estado. Esto es básicamente como los dos puntos teóricos que guían la construcción de los Planes Especiales de Salvaguardia y eso ha salido bien y mal, y eso es lo que vamos a presentar ahora. Tenemos buenas experiencias y otras donde el tema político se nos escapó de las manos, creo que las tres experiencias que se van a exponer nos permitirá ahondar en la discusión. El tema del conocimiento tradicional de las comunidades del Pira Paraná lo expondrán Silvia Gómez y Roberto Marín. Roberto forma parte de Acaipí, la asociación de autoridades tradicionales de ese territorio, y Silvia fue asesora desde la fundación Gaia, una fundación que lleva mucho tiempo trabajando en el territorio de estas comunidades. Se observará un video de 10 minutos que pone el contexto sobre la mesa, explica el proceso desde la comunidad y desde los grupos étnicos que habitan en el Pira Paraná la manifestación y después Roberto que es vara, autoridad, nos va a contar la manifestación y Silvia expondrá rápidamente el proceso de elaboración del PES y cuáles han sido las aplicaciones y los impactos hasta el momento. Exposición de Roberto Marín, representante del Plan Especial de Salvaguardia de Acaipí 1, Asociación de Pueblos Indígenas Amazónicos sobre el río Pira Paraná, de la región del Vaupés: -Nosotros somos gente de la selva, de la tierra, del mismo aire, venimos de los abuelos Anaconda. Históricamente, hemos protegido el medio ambiente, somos como los guardianes, los protectores de la naturaleza, nosotros somos dueños del conocimiento universal. Somos del río Pira Paraná del territorio de los Agujeros de Yurupary 2, nuestros ancestros realizan un recorrido desde la parte baja del Amazonas, entrando por el río Caquetá, haciendo un cruce por el río Apaporis, subiendo por la parte alta del Apaporis, entrando por el río Pira Paraná hasta la cabecera. Allá habitamos diferentes grupos étnicos que hablamos diferentes lenguas, cada grupo étnico tiene su propia manera de manejar el mundo, su propia forma de hacer las curaciones, pero todos compartimos el mismo sistema de manejo. 1 ACAIPÍ es la organización de las comunidades indígenas amazónicas residentes en las riberas del río Pira Paraná, en la región del Vaupés, al sureste de Colombia. 2 Para ilustrar la exposición de Roberto Marín, y simplemente para complementarla, anexamos un estudio sobre la leyenda del Yurupary, entre los indígenas amazónicos del río Pira Paraná. Leyenda presente en esta región del Vaupés, en la zona fronteriza colombo-brasilera. http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/37/TH_37_001_111_0.pdf Todo este recorrido, toda esta evolución histórica de nuestros ancestros desde muy al comienzo, permitió la constitución de esta ciencia, la constitución de la sabiduría. Manejar el mundo es hacer que la vida sea posible, tanto la vida humana como la vida de la naturaleza, que el sistema de conocimiento permanezca, que no cambie, que no se modifique el modo de pensar. Buscamos que las reglas de manual tradicional que dejaron nuestros ancestros permanezca y el hombre viva de acuerdo a esa regla, de respeto a la naturaleza, de respeto consigo mismo, de respeto a sus pensamientos. El conocimiento está conformado por elementos que son físicos y espirituales, por los elementos que permiten continuar con el pensamiento, que es el Yagé básicamente, el Yurupary, las plumas. La Maloca es la representación física del cosmos, en cada una de sus divisiones simbolizan los sitios sagrados más importantes del territorio, es el centro del conocimiento para el manual territorial de acuerdo a las épocas del calendario ecológico y cultural. Está también la coca, el tabaco. La coca es un elemento muy valioso para la continuidad del conocimiento, para la permanencia del conocimiento, para facilitar el aprendizaje porque la coca es el mismo pensamiento, es un medio que nos permite entender mejor, que nos permite un sistema de comportamiento humano adecuado, sano. El tabaco es la misma esencia de la vida, es como la sensibilidad que existe dentro del cuerpo humano para poder entender mejor, para poder aceptar las cosas con sabiduría, para poder rechazar las cosas con sabiduría y para poder vivir mejor en el territorio. Utilizando estos elementos por intermedio de los Payeses en una actividad ritual de determinada época, de la época de Yurupary. Los dueños de esta sabiduría por intermedio de nuestros médicos tradicionales, son los que nos dirigen y desarrollan esta actividad ritual, como que se reencarnan a esas personas para que por intermedio de estos viejos, ellos mismos, el espíritu de esta ciencia llegue a desarrollar en esta actividad ritual y esta actividad ritual tenga efecto de acuerdo a lo que se está buscando. Así como nosotros tenemos órganos vitales para el funcionamiento del cuerpo, el territorio también los tiene, y órganos importantes del territorio son los llamados sitios sagrados: están los caños, las lagunas, las lomas, las piedras, en esos lugares hay una serie de conocimientos, hay una sabiduría, de saber, de poder. Ahí se concentra el sistema del pensamiento organizacional y el sistema de gobierno propio, ya que son sitios por donde pasa el pensamiento del indígena, son aquellos que dan vida al resto de la naturaleza que existe. El conocimiento tradicional está reflejado en las actividades cotidianas de las mujeres, conocimiento ese que adquirido de manera milenaria para la realización de comida, para la realización de rituales, para el cuidado de la familia, de la salud y la transmisión de conocimientos. El conocimiento nuestro es un sistema integrado, que no está concentrado solamente en las personas o en el payé o una persona específica, el conocimiento está en todas partes, está en la casa, en las personas, en los niños, en la loma, en el río, en la luz. Las personas dependemos de la selva, la selva depende de los humanos, todo está relacionado: en la tierra, en las piedras, en la misma arena, el conocimiento está ahí. Queremos conservar este conocimiento porque es la vida de nosotros, el conocimiento de la selva, con esto sólo queremos garantizar la vida de la gente sobre la tierra, la continuidad del conocimiento, del pensamiento, del poder, para el manejo territorial. Este es el modelo de vida que hemos ido llevando desde hace mucho tiempo y es el modelo que dejaron nuestros ancestros y ese es el que queremos conservar. Es un modelo que puede ayudar a contribuir y dar herramientas interculturales para enfrentar la crisis ambiental a nivel mundial. Entonces nosotros somos herederos y responsables de administrar esta ciencia, este sistema de manejo de la vida que los mismos dueños de este tiempo, de este cosmos, de este planeta tierra, de esta agua, que esta naturaleza nos recomendó. Yo vengo del rió Pira Paraná, me llamo Roberto Marín, de pronto la región del Pira Paraná es el último rincón del país, en Colombia, que resiste esta sabiduría, este conocimiento, estos saberes, tal vez muchos otros pueblos del país también lo hayan tenido, pero afortunadamente a la región del Pira Paraná no fue golpeado como otros compañeros indígenas del país. Entonces al interior del departamento del Vaupés, al sur de Colombia, queda el último rincón que todavía podemos sentir o escuchar o vivir las costumbres de la región, de acuerdo a lo que está ordenado el sistema de conocimiento de la región. Yo quería aclarar un detalle muy importante aquí, de acuerdo a los detalles anteriores que el doctor había hablado, quiero aclarar qué es en realidad el conocimiento de los Agujeros de Yurupary. Agujero de Yurupary es el nombre de nuestros ancestros, es una clase de conocimiento. En el planeta tierra pueden haber varios conocimientos, entre ellos está nuestro conocimiento con el nombre de “conocimiento Agujero de Yurupary”, que organiza la geografía de la región, nuestros ancestros diseñaron nuestros territorios ancestrales para que ocupáramos ahí. También nuestros ancestros nos otorgaron, de acuerdo a las investigaciones que hemos realizado, el conocimiento para que pudiéramos manejar la geografía de la región, para que pudiéramos garantizar la salud de nuestra población y garantizar la continuidad y existencia de la especie ecológica de la región, de acuerdo a los cambios de las épocas, para que esta ciencia pudiera tener efecto en el momento de desarrollar las actividades rituales sobre la geografía de nuestro territorio. Nuestros ancestros también dejaron elementos con que pudiéramos empezar a trabajar, está el mambe, la hoja de mambe, el bejuco de Yagé, la cera de abeja que es como la cabeza o el cráneo de nuestros ancestros, que tienen un material que se parece a la cera de las abejas. De otro lado, hay que explicar qué es el Yurupary. Yurupary es un material a la manera de un cilindro ahuecado, como la simbología de los restos de nuestros ancestros, los cilindros fueron los cuerpos de ellos, solo que cuando ellos permitieron de que nosotros emergiéramos y adquiriéramos nuestro territorio ancestral nos dejaron esos elementos, el conocimiento y los materiales que hoy en día los llamamos sagrados para que durante las rituales pudiéramos hacer el uso de esos elementos, de acuerdo a los pasos del sistema, para que esto permitiera dar continuidad a otras generaciones de acuerdo a los procedimientos que ellos mismos nos recomendaron. Este conocimiento durante miles de años se ha venido desarrollando, transmitiendo oralmente desde nuestros abuelos hasta hoy en día. Yo soy parte de los muchachos estudiantes como jóvenes de esta edad contemporánea en la que estamos, que estamos siendo parte de los estudiantes del sistema, y esto me está permitiendo ser interlocutor en estas asambleas, en estas conferencias, en distintas partes del país, a nivel internacional y en la región también. Sólo quería aclarar esto, inmediatamente supimos que nos tocaba, de acuerdo a los trabajos que veníamos haciendo comenzamos a analizar con los miembros de la comunidad de Pira Paraná con la coordinación y asesoría de payeses o sabedores de la región nuestra, comenzamos a analizar qué elemento hacía que los indígenas del río de Pira Paraná pudieran ver el mundo como lo veíamos, como lo creíamos, qué elemento hacía que nosotros seamos diferentes a otras sociedades del mundo. Queríamos saber qué bases tenía nuestro modo de pensar, de vivir, de actuar, de comer, de dormir, de pescar, de entender el mundo de acuerdo al calendario ecológico cultural de la región, entonces reconocimos que nuestros ancestros nos habían dejado un sistema de conocimiento y ese sistema de conocimiento se llamaba conocimiento ancestral de los Agujeros de Yurupary. Este sistema de conocimiento estaba muy organizado para manejar la salud de los seres humanos, para garantizar la continuidad de especies ecológicas de la región, para permitir que hayan los cambios de las épocas en su tiempo correspondiente, en última para garantizar la paz de la región. De acuerdo a esto, empezamos a trabajar en la región para que, posteriormente, lleguemos a dar con la conclusión del tema que estamos hablando. Soy la persona que ha acompañado desde tiempo atrás, de la fundación con los compañeros capitanes, he acompañado a la Asociación Acaipí, he invitado a los compañeros de la fundación para que ellos pudieran ser parte del equipo de trabajo. Estamos acompañando acá, y esto me ha permitido que pudiéramos llegar hablar sobre las cosas que vamos a tratar. Por ejemplo, podemos referir que la Maloca rectangular fue diseñada por nuestros ancestros, la Maloca rectangular simboliza los puntos cardinales de la región, en el puro centro de la Maloca rectangular, mientras ustedes hablan de la línea imaginaria, de la línea ecuatorial, nosotros también hablamos del centro del mundo, nosotros hablamos el ombligo de nuestro territorio. El ombligo está en el puro centro del ser humano y esa línea ecuatorial para nosotros es un chorro que atraviesa ahí y que creemos que es el centro del mundo. Ustedes dicen que por el centro de la tierra pasa la línea ecuatorial, para nosotros la naturaleza viene siendo un ser humano en última, todo lo que simboliza la Maloca rectangular, todas sus divisiones, sus postas al interior de la Maloca, están organizados y distribuidos y simbolizan la serranía de nuestra región, simbolizan la vida de la región y la ecología del territorio. Este diseño representa al macro territorio de la región y sobre esa geografía, sobre ese mundo es que el sistema va a comenzar a funcionar para permitir y garantizar la salud de la población, la existencia de la naturaleza pero bajo la coordinación y el desarrollo territorial, pero por intermedio de nuestros viejos conocedores tradicionales de la región. Todo esto permitió para que posteriormente determináramos nuestro Plan Especial de Salvaguardia, la compañera Silvia va a comentar cómo hicimos todo este procedimiento para pudiéramos llegar a contar esto. -Exposición de Silvia Gómez Martínez, de la Fundación Gaia: Voy hacer muy concreta, creo que mis historias son menos bonitas que las de Roberto pero creo que ahí está el valor de la interculturalidad. Para poder reflexionar sobre el proceso de elaboración del Plan Especial de Salvaguardia y para entender lo que significaba la patrimonialización para estos grupos étnicos. Acaipí es la asociación de capitanes y autoridades tradicionales indígenas del río Pira Paraná y lleva más de 15 o 20 años en un proceso muy intenso de revitalización cultural. Todos sabemos las consecuencias de la colonización y la influencia de la iglesia y de la cultura occidental y Acaipí decidió constituirse y llevar a cabo un proceso para restablecer los mecanismos de transmisión del conocimiento y de buscar maneras para revitalizar y fortalecer ese conocimiento tradicional que, como decía Roberto, les fue entregado desde tiempos ancestrales. Lo primero que hicieron ellos fue un plan de vida donde se preguntaron cómo era la vida en el pasado, cómo es la vida hoy en día y cómo queremos que la vida sea en el futuro, basados en algunas propuestas de educación, salud, seguridad alimentaria, trabajo con las mujeres, manejo del territorio y de los recursos naturales. Este fue un proceso que llevó mucho tiempo y llevó a un proceso de investigación endógena ahí en el río, fueron los mismos líderes y los mismos viejos que se reunían y decían las historias. Cuando éstas no estaban claras, íbamos y nos reuníamos con otros viejos, de modo que empezaron a hacer una recopilación muy interesante de su propio conocimiento y aplicarlo a los diferentes sectores. Llegó un punto en que todas las investigaciones fueron las inspiraciones básicas para la producción de materiales pedagógicos en las escuelas, las investigaciones que ellos hacían con los viejos y los jóvenes terminaron influenciando en una gran medida todos los programas de salud que el Estado impartía en esas comunidades, pero al ver que los indígenas mismos tenían datos y tenían maneras distintas de relacionarse con el territorio y con el concepto de enfermedad, esto tuvo una gran importancia. La propuesta de hacer un Plan Especial de Salvaguardia surge de la Maloca, de las mismas comunidades, cuando ellos dicen: ya llevamos un proceso de 10, 15 años y ahora qué, necesitamos poner en práctica todas estas medidas in situ que ya definimos, por qué no pensamos en hacer algo más concreto y de ahí el apoyo del Ministerio de Cultura llegó como anillo al dedo para fortalecer algo que ya se venía haciendo. Es importante entonces cuando dijimos: “bueno, qué es lo que queremos salvaguardar, qué es el conocimiento tradicional”. Hubo una gran discusión porque ellos decían que el conocimiento es como el cuerpo humano, uno no puede pensar en la cabeza y descuidar el corazón, uno no puede pensar en los ojos y de pronto no tener patas, entonces el conocimiento es la Maloca, el conocimiento es el pensamiento, el conocimiento son los lugares sagrados, el conocimiento está en las plantas sagradas, el conocimiento está en los rituales. Cuando llegamos y le dijimos esto a la Ministra y ella nos dijo, “tienen que decidir, no se puede salvaguardar todo”, y Roberto le dijo: no se puede decidir, esto es un sistema integrado y holístico y si lo que queremos reconocer y lo queremos salvaguardar, tenemos que entenderlo desde su complejidad sino no, entonces ahí empezó un tire y afloja muy interesante de la institucionalidad y las comunidades. Pues para contarles, les voy a leer el título del Plan Especial: “Pensamiento y Curación Ancestral para la Protección y Cuidado de Nuestro Territorio y Tradición para la Defensa y Bienestar de la Gente y la Naturaleza”. Esto implica muchísimo más que simplemente un programa de medidas de salvaguardia. Lo interesante en este caso es que como nació de la Maloca y nació de los médicos tradicionales, el Plan Especial de Salvaguardia tiene una dimensión espiritual y de curación ancestral muy importante, muy difícil de entender de este lado, pero también fue el gran reto al que nos enfrentamos: cómo se hizo, ya que partió de las estructuras de médicos tradicionales del Pira, eso quiere decir que hay unos grandes sabedores tradicionales y de ahí se desprende casi 200 categorías de sabedores tradicionales, en las cuales están incluidas las mujeres, los jóvenes y también están incluidos sectores nuevos, como los profesores, los capitanes, los promotores de salud. Todas estas figuras de la sociedad occidental que ya son parte de la comunidad pero que están inmersas dentro de una tradición muy arraigada, también fue tomada en cuenta. Surgió de ahí, por lo tanto, el siguiente paso que era el de hacer un diagnóstico y comprender qué era lo que estaba pasando con el conocimiento y en este sentido, los viejos y jóvenes, después de hacer un recorrido de meses, Maloca por Maloca, en siete lenguas distintas, noches enteras, tratando de entender por qué queremos patrimonializar nuestro conocimiento, por qué queremos abrirlo si eso nos puede traer más dificultades que beneficios. Se preguntaron cuáles serían los beneficios y cuáles serían las dificultades, y ellos definieron que habían unas tensiones y unos riesgos a nivel externo, y unas tensiones y unos riesgos a nivel interno, que las medidas de salvaguardia eran distintas a nivel interno en su propio gobierno y a nivel externo de las cosas que entraban y que ellos de alguna manera tenían que enfrentar, pero que no todos las querían dejar entrar. Fue muy interesante porque fue como hacer un muro de contención pero permeable porque habían cosas que sí entraban, pero la pregunta era cómo entraban y cómo asumíamos el control de las cosas que están entrando y cómo las entendemos realmente. Entonces, el proceso de hacer un PES fue mucho más que hacer un Plan, porque fue una oportunidad de reflexión holística, integral, que necesariamente tenía que cuestionar y analizar primero todos los sectores, lo que los médicos tradicionales y los viejos estaban pensando, lo que las mujeres estaban pensando y querían de su futuro, lo que los jóvenes estaban pensando y querían también de sus hijos y lo que todas las instituciones y nosotros también como acompañantes teníamos en la cabeza. Nuevamente, fue un tire y afloje, y para darles una lista rápida, por ejemplo, las presiones internas que ellos decían debilidades en cuanto a la transmisión de conocimientos, por ejemplo, era el hecho de que la gente ahora vive en comunidades y ya no viven en Malocas, entonces la manera cómo se hacen los rituales, se convocan, se hacen las curaciones, se han debilitado muchísimo, y todos los procesos de iniciación de mujeres y hombres también se encuentra debilitado. El seguimiento del calendario ecológico, la protección de lugares sagrados, ellos señalan que uno no protege lo que no conoce y no quiere, los jóvenes al estar en el colegio no están entendiendo muy bien la historia del origen de cada lugar sagrado, ante esas amenazas definieron unas medidas especiales de salvaguardia. Hay que tomar en cuenta que los indígenas del Pirá Paraná presentan mucha diversidad, ya que hay siete grupos étnicos y siete lenguas, por lo cual hubo medidas generales y medidas específicas para cada grupo étnico, e inclusive algunas específicas para cada comunidad, entonces tenía un componente muy general, pero también un nivel de especificidad muy particular y las medidas externas respondían a presiones como la minería, que es una presión inminente, o como el turismo, como la investigación que lleva a las patentes, y el cambio de políticas. La Constitución reconoce la propiedad de los territorios indígenas, pero ellos se preguntan qué pasará si la Constitución cambia. Los viejos decían, si la Constitución cambia, que cambien, pero nuestras leyes internas de gobierno tienen que fortalecerse y no pueden cambiar si los blancos deciden cambiar. En ese sentido, el proceso de patrimonialización generó un entendimiento mutuo en la medida en que nosotros inicialmente decíamos, “perfecto, ser parte de la Lista Nacional va a ser un blindaje frente a la minería, sin embargo, al consultar al Ministerio de Cultura, éste señaló claramente que nosotros no podemos garantizar la protección del territorio frente a la minería. Esto llevó a preguntarles cuáles son las razones reales por las que ustedes quieren ser reconocidos, y se planteaba si no era conveniente volver a las Malocas. Y el diálogo continuó volviendo a reflexionar qué papel juega la minería, cuál es el papel del Ministerio de Cultura, y finalmente Roberto le decía a la Ministra: “señora Ministra hagamos un trato, usted reconoce y nosotros protegemos, nosotros conservamos. Esto es un ejercicio de autonomía real, nosotros somos los dueños del territorio, protegemos el territorio, y usted reconoce y la Ministra dijo: “bueno, está bien”. Ente las lecciones aprendidas de ese proceso, una de ellas, fue que realmente se conformó un equipo de trabajo intercultural. Obviamente, todas las semillas fueron plantadas por Acaipí, por todos los viejos y en las Malocas. Luego, entró la Fundación Gaia a mediar, ayudando a interpretar, a trabajar juntos. Después llegó el Ministerio de Cultura diciendo que hay una herramienta de gestión que podría fortalecer este conocimiento, y “está abierta para que ustedes la utilicen como ustedes crean que deben utilizarla”, y empezamos un proceso de entendimiento mutuo. En el caso de Acaipí, nunca en la historia ancestral habían dicho no, eso no existe en la lengua, siempre hay una negociación, siempre hay acuerdos. Por ejemplo, al decir no al turismo, decimos no queremos que la gente venga a visitar a nuestros lugares sagrados, a depositar basura, a venir a las playas de balnearios, porque esos lugares son sagrados, por lo tanto no queremos nuevos amigos, eso fue un proceso muy difícil pero que finalmente la gente y los viejos tradicionales entendieron la sacralidad de su territorio y la importancia de mantener reglas muy claras. La minería quedó prohibida, ellos también entendieron que si bien era como un tigre sin dientes porque el Ministerio no iba a llevar policías si la minería no entra, para ellos sí era una herramienta de poder local preparación de los Planes de Salvaguardia, al decir “somos parte de la Lista Nacional, por lo tanto nosotros tomamos las decisiones”, la mayoría de los capitanes y los viejos no querían la minería, lo que no quiere decir que no hayan capitanes jóvenes que sí la quieran, pero hemos hecho un proceso de reflexión y análisis que ha sido muy importante. La otra lección es que realmente hay que hacer un ejercicio de saber escuchar. Es obvio, parece de sentido común, pero la gente que lleva en un territorio ancestral por milenios siempre tiene sus medidas de salvaguardia implícitas en la piel y uno llega con una cantidad de políticas y medidas de salvaguardia maravillosas y resulta que la gente ya las tiene hace rato y muy claras, sus medidas de salvaguardia están articuladas en su calendario ecológico y en la manera como la ritualidad se representa en las manifestaciones de la naturaleza. La medida como los viejos hacen caso a todo ese sistema orgánico que funciona perfectamente, el hecho de escuchar y entender lo que realmente la gente quería fue muy interesante. Ver cómo cuando los Planes de Salvaguardia vienen de un proceso fuerte y maduro, y cuando es así, luego son sostenibles en el tiempo. La aplicación del Plan se viene dando, por ejemplo, en la comunidad de Roberto están haciendo un recorrido por todo el río Pira Paraná evaluando un qué ha pasado con ese Plan Especial de Salvaguardia, y cómo dentro del Plan Especial de Salvaguardia van a empezar a implementar un proyecto de recursos ambientales, de servicios ambientales. Este es un concepto novísimo, pero la gente se sintió madura para empezar a explorarlo y ver de qué manera entra o no entra, porque el hábito de la discusión, del diálogo, del consenso, está instalado. Exposición de Adriana Molano Arenas, Coordinadora de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia: -Aquí estamos las tres personas que participamos y cada una entendió su rol claramente, lo que era Acaipí y todo el conocimiento tradicional, todo el ejercicio que se hizo con los viejos, la fundación Gaia como acompañamiento y asesoría y el Ministerio, que debe dar herramientas de política. Para el Ministerio aquí hubo un aprendizaje muy grande, cuando Silvia cuenta esos diálogos con la Ministra, eran unos diálogos frente a un Consejo Nacional de Patrimonio, que también estaba tratando de entender qué era lo que se le estaba presentando. De hecho, la solicitud nos tocó presentarla dos veces, porque ni la Ministra ni el Concejo decía entonces “vamos a salvaguardar todo”, ahí Roberto decía sí, le contestaban que no y él decía “bueno, chau”. Para el Ministerio este ejercicio de patrimonialización es un ejercicio de traducción básicamente, yo recuerdo cuando fui invitada al Pira, que realmente fue un honor, había preparado un power point, y yo durante el viaje iba pesando qué les iba a decir, cómo iba a hablar, que una está acostumbrada al power point, a todo lo escrito, tenía todo preparado ahí, ya tenían el power point y dije yo voy a hablar y traté de contar la historia desde la UNESCO, cómo se la contaría a un amigo, no en un marco institucional sino como una historia, fue un ejercicio muy bonito de ver cómo nosotros teníamos que traducir de un lenguaje internacional a un lenguaje nacional, a un lenguaje comunitario, y luego intervino la Fundación Gaia explicando el marco de la salvaguardia, las medidas… Ellos también iban traduciendo al lenguaje de Acaipí y Acaipí hacía una traducción a su propio lenguaje. De modo, que para mí una de las cosas más bonitas fue el ejercicio que ellos hicieron por entender la palabra salvaguardia y de hecho por eso le pusieron un nombre al Plan Especial de Salvaguardia, si me equivoco me lo señalan, pero para ellos el karayurú, que es la protección de ellos, ellos dijeron: “ahhh, eso es salvaguardia, es karayurú”, esa es la forma como ellos lo entendieron y era un ejercicio muy bonito, yo hablaba durante el día y ellos lo entendían durante la noche, y al otro día volvíamos y después de que yo me fui, que era simplemente poner las herramientas, decir “estas son las herramientas que hay, vean si les sirve y si les interesa”, la Fundación Gaia fue por todo el río haciendo ese ejercicio ya mucho más detallado, explicando lo que institucionalmente nosotros proponemos en el lenguaje de ellos, y ellos a su vez, en la noche, volviéndolo a su propio lenguaje Fue un ejercicio intercultural porque entendimos el rol que teníamos cada uno, el rol de la Fundación era proteger por proteger, porque los indígenas son importantísimos, sí, aunque nunca ha sido una visión romántica sino una visión muy proactiva, que se ha preguntado cómo nos podemos complementar mutuamente, y cómo el Ministerio entra a dar unas herramientas de salvaguardia realmente. Otro aprendizaje estuvo relacionado con la observación de cómo el Plan Especial de Salvaguardia es un instrumento político, en la medida en que los viejos dijeron claramente: “nosotros no queremos ser incluidos, no nos interesa la inclusión en un país, lo que a nosotros nos interesa es un reconocimiento para garantizar un respeto a la diferencia”. Esto fue una cosa muy importante que nosotros solamente entendimos en ese momento, que era la cuestión de acortar la distancia con las instituciones del Estado y aprender a comunicarnos, pero manteniendo el significado de la distancia, de manera que el ejercicio era recíproco en la medida que debía de haber un entendimiento mutuo de lo que cada uno quería y necesitaba. En ese sentido, la política o las estrategias y la metodología del Ministerio de Cultura, se modificaron al ver los requerimientos de Acaipí y ésta también modificó su manera de entender la salvaguardia. En este sentido, fue un real aprendizaje de mantener la diferencia en condiciones de igualdad. Exposición de David Gómez Manrique, Blanca Gómez Lozano y Don Ismael Castro Guevara sobre las Cuadrillas de San Martín: Las Cuadrillas de San Martín tienen una historia muy grande, antes que nada San Martín es uno de los municipios más antiguos de Colombia. Su primera fundación data de 1536, pero después fue refundado por el Capitán Pedro Dasani, en 1585, 49 años después porque los indios que habitaban esta región fueron quemándolo por varias temporadas. Es un municipio que está a 169 km de Bogotá, muy cerca de la capital. En 1735 nacen las tradicionales Cuadrillas por el Padre Gavino de Balboa, él enseña a los habitantes de San Martín del Puerto y se forma este ballet ecuestre, que está compuesto por 48 jinetes, que se dividen en cuatro grupos de a doce que representan, como se observó antes en el video, las cuatro razas que hicieron historia en América y de las que hay el mestizaje que tenemos: la primera, la india o la guajira que era la raza guerrera, luego se encuentran los españoles ambiciosos que vinieron a buscar el oro; luego, los mismos árabes o moros, que tenían envidia del dominio que tenía España sobre ellos, y la otra raza que está representada es la raza negra, cachacera, ellos eran los esclavos, y en las Cuadrillas se representan estas cuatro razas. Pertenecer a las cuadrillas de San Martín es un orgullo para el propio sanmartinero, porque esta tradición se lleva de padres a hijos y cualquiera que le hable de cuadrillas tiene que ser sanmartinero porque ésto se lleva en la sangre. Hicimos el recuento de todo lo que nos ha tocado vivir en el pueblo durante tantos años, porque San Martín ha participado en la historia política de Colombia, y las Cuadrillas se interrumpieron en tres ocasiones: cuando ocurrió la gesta libertadora, los sanmartineros se alistaron y uno de ellos fue el negro Donato Pérez, y éste tuvo que ver en la victoria del Pantano de Vargas, después la violencia de los 1000 días, una violencia política. En ese tiempo, no pudieron los sanmartineros salir a presentar su Cuadrillas, pero apenas se pudo restablecer el orden, volvió a tomar fuerza y ahí estamos, hasta este año, que cumplimos los 276 años practicando las Cuadrillas. Exposición de Blanca Gómez Lozano, Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia: Como Don Ismael nos cuenta, las Cuadrillas tienen una relación con la historia del país muy fuerte. Les vamos a contar ahora un poco cómo ha sido el proceso de Salvaguardia de las Cuadrillas, a pesar que tienen 276 años, tenemos en cuenta especialmente una fecha, que es el año de 1979, cuando las Cuadrillas adquieren personería jurídica. Las Cuadrillas están compuestas, por la Junta Patronal de Cuadrillas de San Martín, que está integrada por los 68 cuadrilleros y tienen un órgano directivo que se renueva cada 2 años. Este órgano directivo está compuesto por un presidente, que en este período es Don Ismael, un vicepresidente, un tesorero y un secretario. Algo importante de la Junta Patronal de Cuadrillas, es que no sólo la integran hombres sino que también hay mujeres, porque a pesar de que los juegos sólo lo ejecutan hombres, cuando un cuadrillero sólo tiene hijas mujeres, éstas pasan a formar parte de la Junta hasta que tengan un hijo hombre que pueda jugar. Hay otros mecanismos de transmisión, pero siempre están presentes todas las familias que vienen haciéndolas desde hace 275 años. Luego, en el año 2002, el Congreso de la República, las declara Patrimonio de la Nación por la Ley 760. Este es un antecedente muy importante porque es un reconocimiento del Congreso y empieza a tomar fuerza la idea de las Cuadrillas como Patrimonio de la Nación. En el año 2008 se hace el inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial mueble e inmueble en el departamento del Meta. En su primera fase, ese inventario es ejecutado por la Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo del Instituto Departamental de Cultura del Meta, que es quien lo financia y el acompañamiento del Ministerio de Cultura. En ese inventario del 2008 se identifica a las Cuadrillas de San Martín como una de las manifestaciones más relevantes del departamento. En el 2009, inicia el acompañamiento para el proceso de patrimonialización, es decir, de inclusión en la Lista Representativa. El Ministerio de Cultura, como lo señalaba Adriana, observa la manifestación, evalúa los criterios con lo que la manifestación ingresaría a esta Lista y en el mismo 2009, hacia finales del 2009, la Junta se reúne y decide hacer el Plan Especial de Salvaguardia. Se decide hacer el uso de esa herramienta y ahí es cuando nos vinculamos David y yo al equipo de trabajo, la Junta decide que nosotros dos les acompañemos en este proceso. Las razones por las cuales nosotros dos ingresamos al proceso responden a que yo participé en la elaboración del inventario, y además porque mi familia es sanmartinera y mi abuelo fue cuadrillero, entonces hay una relación muy fuerte con la manifestación. En el año 2010, desarrollamos todo el proceso de la elaboración del Plan Especial de Salvaguardia. En este momento, la resolución oficializa el ingreso de la manifestación en la Lista que está en elaboración. Respecto a la metodología, don Ismael nos va a contar cómo ha sido la experiencia de hacer el PES, él nos va a contar las actividades, qué hacíamos, cómo lo hicimos, qué metodología hemos utilizado. Relato de don Ismael Castro Guevara, gestor cultural en la preparación del Plan Especial de Salvaguardia (PES) de las Cuadrillas de San Martín: Después de que tomamos la idea de hacer el Plan de Salvaguardia, la Junta Patronal se reúne, con la asesoría de Blanquita, David, y se reúnen las personas de la administración municipal. Reunimos a la comunidad en gran parte y era una buena decisión mirando el fortalecimiento que tendrían las Cuadrillas de San Martín, ya que tantos años atrás no lo habíamos logrado. Comenzamos con las entrevistas grupales, cada cuadrilla tiene un cabecilla y yo como presidente estaba atento a seguir el proceso, los llamaba y les decía que cada uno busque tres personas, las que ustedes quieran, pues las van a entrevistar, se van a hacer unos talleres, ellos van a contar sus anécdotas de las Cuadrillas para mirar las falencias o los riesgos que nos podrían venir y de estos talleres se hicieron varios. Los talleres no fueron con tres personas de cada Cuadrilla, pues cada uno recogía de seis a nueve personas, de diferentes sitios, ellos daban su versión, su opinión y así se iba complementando el conocimiento de esta experiencia. También hicimos un taller con los participantes del evento, o sea los cuadrilleros, queríamos escuchar la opinión de ellos, y se hizo también unos talleres con ellos, que dieron sus opiniones. Se hacía unos talleres en los que se realizaba como una especie de pirámides para analizar, buscando los problemas más grandes, luego cuáles eran los mecanismos a seguir para darles solución, y todo con una participación muy grande de la comunidad. Recogimos también el archivo de fotografía, ya que en San Martín hay una persona de la tercera edad y que si uno lo entrevista, como Blanquita y David, cuenta la historia con arraigo en el corazón. Durante tres días, cuando se presentaban las Cuadrillas, eran un festival completo a raíz de las cuadrillas: el primer día se alistaban los caballos, el segundo día era el espectáculo, y el tercer día, mostraba la relación de las familias como amigos, pues partía la Cuadrilla de indios y cachaceros y entraban a la casa de uno u otro, y con la malicia los entretenía y le robaban la comida y salían a la calle a hacer algarabía, y eso era diversión para el pueblo. Cuando ya sabían que los cuadrilleros estaban vestidos, los del pueblo y las familias encerraban todas las gallinas porque gallina que huyera para afuera, eso se perdía, e iba a ser sancocho en la orilla del caño, que es el nacedero del río Meta, que es uno de los ríos más grandes que tiene nuestro país, Colombia. Cuando ellos miraban eso, habían familias que soltaban las gallinas para mirarles hacer eso, pues ya en este tiempo, con el avance que ha habido, con el incremento de gente del interior del país, ya no se puede hacer esto. Entonces comenzamos a buscar las fotografías y ahí se observaba que sí era cierto que se hacía esto. Se hicieron también talleres de fotografía con los niños. En estos talleres, se hicieron participar a los educadores del municipio, y participaron muchas instituciones. A todos los invitamos, ellos dieron su opinión, incluso en el equipo que se hizo el PES habían tres licenciadas que colaboraron y aportaron. Los niños tuvieron un apoyo muy grande, dieron sus opiniones, cuando se hizo el taller de fotografía. Qué importante era mirar unos niños que hacían sus dibujos sin decirles nada, les dijimos que hagan los dibujos de lo que ustedes han visto en las Cuadrillas, vieran las fotos de las Cuadrillas, unos corriendo como ellos y otros dándoles como en los juegos. Hubieron unos niños más grandes, ellos sí hicieron un taller más grande, con más recursos. Por lo menos, a mi casa llegó un niño de 11 años, a hacerme fotografías y ellos, que eran un grupo de ocho o seis, ellos creían que las Cuadrillas sólo era un asunto del día que nos presentamos. Resulta que uno que es cuadrillero sabe que esto le demanda mucho tiempo, en el caso mío soy el cabecilla de los Cachaceros, esos que van disfrazados. Nosotros tenemos que hacer la máscara, el vestido y uno sólo no lo puede hacer. Mi señora me acompaña, mis hijos, llega un familiar y da sus opiniones “que no, que esto hay que ponerle acá”, es un proceso largo y no es sólo el día de la presentación. Ellos tomaron las fotografías y las pusimos en todos los planteles educativos, en la administración municipal, y el Instituto de Cultura del Meta bajó a mirar eso, y quedó muy contento con el trabajo que se estaba haciendo. La administración municipal también ha apoyado y gracias a Dios hicimos todo ese trabajo, pues se presentó como propuesta de Patrimonio Cultural de Colombia y hasta el presente nos ha ido muy bien. Creo que ha sido una de las cosas más grandes que hemos hecho en estos dos años, como se decía anteriormente, desde el año 2009 hasta el año 2011. El año 2009 se empezó a elaborar este Plan, el año 2010 se presentó, el 12 de noviembre del 2010 el Ministerio y el Patrimonio Cultural de Colombia nos dieron el visto bueno y ya en este periodo de 4 meses que llevamos, el Ministerio nos está aportando para gestionar lo contemplado en el Plan. El Instituto de Cultura del Meta también ha estado pendiente, y se está haciendo una socialización con todas las empresas que tiene San Martín, para que se vinculen pues este PES va a ser para San Martín y para nuestras Cuadrillas, la herramienta básica para darlas a conocer internacionalmente. Gracias a ustedes que están aquí, quiero que se lleven una buena impresión de de nuestro municipio, y muy pronto verlos participar en nuestro querido juego. -Exposición de David Gómez Manrique, Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia. Don Ismael nos contó algunas de las actividades que desarrollábamos para poder formular el PES, quiero resaltar sólo una cosa al final y es que los proyectos y las acciones que están consignados en el PES, fueron formuladas por la propia comunidad y las mismas Cuadrillas. Los talleres, las mesas participativas, todas las actividades que mencionó Don Ismael, al final las canalizamos en una Asamblea General de Cuadrillas. La Asamblea General es el espacio decisorio tradicional de las Cuadrillas, y ahí aprovechamos y les mostramos lo que habíamos identificado, los riesgos, las fortalezas de la manifestación, y los proyectos salieron de esta Asamblea. Después, con el equipo de trabajo que se había conformado simplemente los perfilamos pero los proyectos y las acciones han sido propuestos por la misma comunidad, siguiendo el proceso de todas las actividades que se desarrollaron. Una actividad importante, como se ha señalado, fue la formación de un archivo fotográfico que recolectó muchas fotos. Consideramos que la elaboración del PES fue una acción de salvaguardia en sí mismo, en parte del proceso que estábamos realizando nos dimos cuenta que mucha gente tenía fotos de las Cuadrillas, y estaban dispersas por todas partes. Empezamos a recoger estas fotos y empezamos a conversar alrededor de las fotos. Entonces, las fotos fueron elementos muy importantes y claves para la construcción de la memoria y la reconstrucción de la historia de las Cuadrillas. Otro punto central y quizá a lo largo de todo el proceso del PES fue una estrategia de socialización, un elemento de esa estrategia fue un periódico mural que le pusimos “La Salvaguardia”, y en ese periódico nosotros íbamos poniendo los avances del proceso y lo poníamos en la iglesia central y en la alcaldía municipal. Ahí se iba poniendo lo que íbamos haciendo y contando sobre todo e invitando a las actividades que estábamos haciendo. El objetivo general de todo este proceso, en el que nosotros fuimos los facilitadores, el objetivo general del Plan Especial de Salvaguardia de las Cuadrillas de San Martín, es precisamente salvaguardar estas Cuadrillas haciendo énfasis en la recuperación de las relaciones en las Cuadrillas, y las tradiciones asociadas a la manifestación. Después de todo este proceso nos dimos cuenta, con el equipo de trabajo con el que estábamos trabajando, que lo que se había fracturado era la relación entre el pueblo de San Martín y las Cuadrillas y a eso empezamos a apuntarle y a tratar de fortalecerla, y a través de eso, fortalecer la manifestación. El Plan Especial finalmente se formuló sobre seis líneas: administración y gestión; bienes e infraestructura; comunicación y alianzas; difusión y promoción; fortalecimiento del sentido de pertenencia; y conservación e identidad e investigación. En cada uno de los ejes del PES, se trabajaron proyectos puntuales, y además de los proyectos se hicieron acuerdos entre la comunidad, la Junta Patronal de Cuadrillas y las instituciones que se fueron vinculando a lo largo del proceso Finalmente, señaláremos cuáles creemos nosotros que son las conclusiones y los aportes que puede ofrecer la experiencia de Cuadrillas. Un primer punto es que el trabajo de Cuadrillas logró hacer un balance entre lo académico y lo comunitario, Blanca y yo, somos antropólogos y tratamos de enfocar el trabajo desde una perspectiva muy antropológica, muy académica, haciendo casi una etnografía de la manifestación, pero al mismo tiempo pudimos encontrar un punto de equilibrio en el que la comunidad participó activamente en todo el proceso. El equipo de trabajo estaba conformado por una parte por los cuadrilleros, pero también por profesores de San Martín, representantes de las academias de música, representantes de los profesores de baile. Era un equipo grande que representaba a la comunidad de San Martín y nos permitía recoger diferentes puntos de vista de la manifestación. Dentro del balance que hacemos, el proceso fue exitoso porque nosotros respetamos y nos acomodamos a la estructura organizativa que tenía la manifestación, no llegamos a crear espacios diferentes ni nuevos, sino que nos acomodamos a los espacios que ellos ya manejaban, a las Asambleas de la Junta, a la figura de los cabecillas de cada cuadrilla, y en esos espacios, pudimos encajar el trabajo. Ese punto es importante porque es la primera vez en toda la historia de las Cuadrillas que ellas se abrían hacia afuera de los cuadrilleros, se abrían a toda la comunidad de San Martín y a nosotros, que veníamos de afuera. Eso fue posible por la relación con las Cuadrillas. Por un lado, Blanca, que su familia es de San Martín y para ella es conocida la manifestación, toda la vida la ha estado viviendo, y el hecho que su abuelo fuera cuadrillero daba una relación diferente y permitía que el proceso fluyera mucho mejor. Había una identificación y conocimiento real, no éramos agentes externos completamente sino que nos sentíamos identificados con lo que estábamos mirando. El segundo punto importante del PES de Cuadrillas es que fue un proceso participativo, ampliamente participativo. Desde la conformación misma del equipo de trabajo tratamos de abrir espacio para que participaran diferentes representantes de los diferentes sectores de San Martín, y este equipo de trabajo que se conformó se apropió del proceso desde el comienzo. Nosotros orientábamos metodológicamente algunas cosas, pero el trabajo fue un trabajo del equipo de trabajo, en el que ellos buscaban a las personas con las que deberíamos continuar el proceso, organizaban todas las actividades, tomaban parte activa de las actividades, en el diseño de las encuestas, en el diseño de las entrevistas, incluso en el procesamiento de los datos. Estuvieron presentes en todas las etapas de trabajo. Eso también nos permitió generar diferentes espacios de acercamiento del proceso, se hicieron entrevistas, talleres de fotografías, talleres de dibujo, la recolección del archivo fotográfico. Hubieron conversaciones, fue básicamente seguida la vida cotidiana del pueblo mirada desde el punto de vista de las Cuadrillas y hacia las cuadrillas, y eso concretó finalmente que la entidad gestora estuviera compuesta por los Cuadrilleros. La entidad gestora del PES es la Junta Patronal de Cuadrillas, que es la que se va a encargar de su implementación, de tomar las riendas del Plan Especial de Salvaguardia, y que respeta la organización propia de las Cuadrillas Otro elemento importante y aporte que podemos dar en el análisis, es que el proceso de Cuadrillas también fue exitoso porque venía desde un proceso de inventario, tenía un antecedente en el inventario y luego se hace el PES. No se llegó con un discurso de patrimonialización de la noche a la mañana, sino que tuvo tiempo de maduración desde la etapa de inventario y registro hasta la elaboración del PES. La otra cosa importante que creemos que se debe resaltar es que el PES es una acción de salvaguardia en sí misma. Por ejemplo, en la recolección del archivo fotográfico, nosotros hicimos una herramienta muy simple, hicimos un cuadro de Excel en donde indexábamos las fotografías con diferentes descriptores, y es una herramienta que se puede colgar fácilmente en cualquier pagina web, una herramienta de divulgación. Las fotografías fueron una herramienta de activación de la memoria y a partir de ahí identificamos las diferentes etapas de las Cuadrillas, y pudimos plantear una cronología. En este momento, y esto es muy importante, el PES es considerado un documento de referencia de las Cuadrillas. La comunidad educativa de San Martín dice: “con el PES ya podemos empezar a trabajar con los muchachos, esta información que está aquí es la que queremos que esté en la página web”. Todas estas cosas nos hacen pensar que el PES ya inicia el proceso de salvaguardia en sí mismo. Quiero reforzar dos cosas: el Plan de Salvaguardia no es un documento a partir del cual comienza la salvaguardia, sino que este proceso genera salvaguardia, es en sí mismo la salvaguardia, y lo que se acaba de decir, es tanto para este PES, a través de esta herramienta de archivo fotográfico, como cualquiera de los otros que podríamos mirar y ahí se sabe si realmente está funcionando o no. Muchas veces nosotros decimos: puede que todo lo que haya quedado en el documento no se va a cumplir día a día. En el seguimiento, lo más importante es este ejercicio de reflexión, de patrimonialización, de preguntarse por qué están aquí, de preguntarse hacia dónde quieren ir. Me acuerdo que la gente del Pira Paraná decía: “venimos de allá, estamos aquí y vamos hacia allá”. Pero es este mismo proceso de salvaguardia el que genera los cambios, puede que dentro de 5 años cuando evaluemos se hayan hecho otras medidas diferentes, pero siempre lo importante es que este ejercicio participativo y reflexivo siga. Lo otro que me parece importante es lo relativo a los equipos de trabajo. Cada caso es completamente diferente, y en la metodología lo que estamos dejando consolidado es que cada Plan de Salvaguardia debe hacerse de acuerdo a la estructura organizativa, en la Guajira con los Wayúu se hizo tomando en cuenta a la Junta de Palabreros y la Junta empezó a hacer las reuniones como se hacen de manera tradicional. En algunos casos, hay personas facilitadores si la comunidad así lo quiere, como en el caso de Acaipí donde estaba presente Gaia. En el caso de Cuadrillas, se contrataron unos antropólogos, pero esos facilitadores crearon un equipo de trabajo en la comunidad. En términos generales, lo que se intenta es que haya representatividad de los diferentes actores que hay en una manifestación, lo cual garantiza que se puedan escuchar todas las voces, y sí es muy importante que no sea un equipo de antropólogos que vaya a hacer un trabajo de investigación. Está muy claro que se trata de un proceso participativo y el equipo de trabajo puede estar constituido por 10 a 15 personas, ya que son las diferentes personas que hacen parte de la manifestación, algunos equipos con facilitadores y otros no directamente a través de asesoría nuestra. Exposición de Adriana Molano Arenas y Daniela Rodríguez Uribe: Respecto al Carnaval de Barranquilla no vamos a hacer una exposición como las que hemos hecho, de hecho no hemos traído material sobre la manifestación. Queremos contar las lecciones aprendidas, y para eso tenemos que contar el proceso. No queremos extendernos en el tema. El Carnaval de Barranquilla, que queda hacia la costa colombiana, representa una gran región del país por medio de danzas, músicas y comparsas. Desde un principio era organizado por el Concejo de la ciudad, y se fue politizando mucho hasta el punto que se creó una empresa mixta, de economía mixta, y esta empresa creó una fundación que es la que organiza el Carnaval de Barranquilla. La Alcaldía de Barraquilla le dio la potestad de organizar a esta empresa, la fiesta colectiva durante 50 años. Sin embargo, hay muchas críticas hacia la fundación, en el sentido que lo que ha sucedido es que se han apropiado de esta fiesta colectiva. Este es un antecedente importante para entender cuál fue el ejercicio que hicimos. ¿Cómo ha sido el proceso de patrimonialización del Carnaval de Barranquilla? Pues la Fundación, durante el año 2002, cuando solamente había el programa de Obras Maestras de UNESCO, cuando aún no se había elaborado el texto de la Convención para la Salvaguardia, por sus influencias internacionales y políticas, ve la posibilidad de que fuera Patrimonio de la Humanidad como una manera de visibilizar y también de gestionar recursos. Entonces, desde un principio, no hubo un sentido de apropiación de los colectivos, de los bailadores, de los hacedores de la manifestación, en ese ejercicio de patrimonialización. Eso es algo muy importante que nosotros hemos aprendido ahora. Cuando cualquier actor llega a nuestras puertas y dice “quiero realizar un ejercicio de patrimonialización”, nosotros nos demoramos un tiempo muy largo en saber qué entienden ellos por patrimonialización, qué intereses tienen y si realmente la herramienta patrimonial les va servir. Imagino que pasa en muchos países, que hay quienes están buscando recursos económicos, quienes están buscando recursos políticos, y me estoy refiriendo más a la politiquería que a herramientas políticas de fondo, y nosotros nos tomamos un tiempo para hablar con ellos, y hasta que no vemos una claridad realmente de que las intenciones de los actores van hacia la salvaguardia y no hacia los recursos económicos o hacia el turismo, no dejamos que el proceso avance, podemos detener un proceso hasta que realmente se observe que hay una comunidad que entiende esta política, que entiende esta herramienta, que entiende la Convención y que además no se está generando expectativas falsas sobre todo que no podemos cumplir ni como Estado ni como UNESCO. Ya en el encuentro de Mompox 3 se señaló, y creo que cada país ha hecho sus análisis internos, respecto a que este 3 Reunión de noviembre del 2010, en Mompox, Colombia, ciudad-patrimonio sobre el río Magdalena, en la que CRESPIAL organizó una mesa entre sus Países Miembros sobre formulación de indicadores para Planes de Salvaguardia. programa de Obras Maestras generó unos impactos muy negativos en el sentido de crear falsas expectativas, ya que se entendía como un premio que les iban a entregar por ser Patrimonio de la Humanidad, que eran únicos y especiales en el mundo porque eran una Obra Maestra. El Ministerio de Cultura empieza a trabajar en todo este proceso el 2009. Era muy complicado, porque en el momento que se declara al Carnaval de Barranquilla como Patrimonio de la Humanidad en el año 2003, no había una institucionalidad que entendiera que significaba esto, y hoy en día podemos saber que la UNESCO tampoco entendía qué significaba, ni qué herramientas darnos a los países para tratar estos asuntos. Entonces el Ministerio fue en una misión e identificó a los actores, y dijo: “bueno, entramos nosotros como Ministerio porque tenemos una responsabilidad ante la UNESCO”. Formaba parte de todo este proceso la Alcaldía de Barraquilla, porque esto es un proceso ciudadano y porque la Alcaldía pone recursos, la Alcaldía naturalmente es uno de los actores importantes de este proceso. Luego, otro actor clave es la Fundación Carnaval de Barranquilla, que en ese momento era el ente organizador de toda la fiesta, el único. Después veremos que eso cambia, y se dice: “bueno, los actores y los sabedores, cómo podemos establecer una relación con ellos”. No se plantea hacer un proceso participativo, sino que se les dice, “organícense ustedes y escojan un representante”. Este fue uno de los mayores errores que cometimos como Estado, porque esto generó en la comunidad portadora y hacedora una politización terrible. De otro lado, también está presente Unicarnaval, que no tiene ninguna función más que ser parte de un Convenio. Sin embargo, ellos se sienten como la contraparte de la UNESCO, como la que tiene que hablar con UNESCO, aunque nunca ha generado un proceso de apropiación de esta patrimonialización. Los actores que han estado en este proceso, añadiendo al Ministerio de Cultura, pues, son estas cuatro instancias que han firmado el Convenio para la ejecución del Plan Decenal de Salvaguardia que se estableció con UNESCO en el Programa de Obras Maestras. Ustedes saben, además, que en el momento que se desarrollaba este programa de las Obras Maestras se presentaban unos planes inmensos, preciosos, ideales, con un montón de recursos pero nadie sabía quién ponía los recursos, ni quién se encargaba del Plan Decenal. El Ministerio se demoró mucho en entender esas fallas, y en el momento en que nosotros entramos a hacer el Plan Especial de Salvaguardia nos tenemos que acoger al Convenio, porque somos parte del Convenio y a estos cuatro actores. Desde un principio nuestra idea como Ministerio era que se debía generar un ejercicio participativo que acabe con el Convenio, y que realmente establezca quiénes son los actores sociales y qué nivel de representatividad tienen, y se cree un Consejo de Salvaguardia como se creó en el Carnaval de Negros y Blancos, o una entidad gestora, pero no fue así de fácil la historia. En el marco del Convenio, se seleccionó quién tenía que hacer este trabajo. Se discutió mucho. El Plan Decenal lo habían realizado un grupo de antropólogos, unos diez, en un ejercicio de investigación etnográfica muy interesante, y había dejado unas bases muy importantes, pero nunca había habido un proceso de apropiación por parte de la gente, ni del Plan Decenal, ni de su ejecución, ni de su patrimonialización. Como había esta diferencia entre estos Planes Decenales y lo que estamos hablando de la falta de apropiación por parte de la comunidad, se habían preparado cinco programas con 26 proyectos de los cuales sólo se buscaron materializar tres: un inventario de las diez expresiones más amenazadas, el PIRS que es un proceso de identificación y recomendaciones de salvaguardia de manifestaciones asociadas al Carnaval de Barranquilla, ubicadas en la ribera del río Magdalena, es decir, fuera del casco urbano, bajando por el río, y un proyecto de Cátedra Carnavalera, que realmente nunca se llevó a cabo. En realidad, fueron recursos que ponía el Ministerio, que conseguía de la Cooperación Internacional pero no había nadie haciendo la salvaguardia, o sí había una salvaguardia natural, como la hay en todas las manifestaciones culturales, pero no logramos captar esa salvaguardia, ni logramos que quedara en un Plan Especial de Salvaguardia. De hecho nosotros intentamos hacer todas las presentaciones, siempre una parte del equipo, el Ministerio o un portador, o quien haya participado, pero en este caso no podíamos traer a nadie, porque no hay un don Ismael o un Roberto, pues aquí había todavía una nebulosa de actores, con muchas peleas internas. En este contexto es que nos inscribimos nosotros en el trabajo. Había una pelea de fondo que era muy grande, pues Unicarnaval acusaba a la Fundación Carnaval de Barranquilla de apropiarse del Carnaval, de generar una elitización y comercialización del Carnaval, y en el Decreto hay un artículo maravilloso que pusimos respecto a que “ningún particular podrá abrogarse el derecho sobre una manifestación”, entonces durante el proceso Unicarnaval nos presionaba mucho diciendo: “ustedes tienen que acabar con la fundación, tienen que acabar con esa empresa porque ellos están incumpliendo el derecho”, y la Fundación a su vez también nos presionaba mucho diciendo: “Unicarnaval no es representativo de los actores, Unicarnaval representa a un sector que además está muy politizado, y está haciendo una agenda política claramente”. El problema más grave fue que el Ministerio participó como actor, error que nunca volveremos a cometer. Así como en el Pira Paraná nosotros entendimos muy bien nuestro rol y nuestro límite como Estado, aquí como hacíamos parte de un Convenio, nos vimos dentro del problema mismo como un actor más, a tal punto que ahora yo tengo un proceso disciplinario muy complicado, con unas acusaciones muy complicadas, porque finalmente nosotros jugamos un rol que no debíamos jugar, pero aprender esto no era muy sencillo y además estábamos amarrados a un marco legal. Nosotros ahora no generamos ningún Convenio con ningún Plan Especial de Salvaguardia, para hacer un proyecto de PES hacemos un Convenio con Acaipí o un Convenio con la Junta de las Cuadrillas de San Martín, pero no como un actor más. El rol del Ministerio de Cultura es el de generar y dar unas herramientas metodológicas, técnicas, un acompañamiento, y no ser un actor más de la manifestación, y eso lo estamos pagando con un proceso disciplinario. Nos reunimos las cuatro partes, pero es muy complicada la historia. Tendría que explicarles muchas características de Barranquilla, entre ellas que es una ciudad elitista, de ese mismo elitismo surge una fiesta colectiva con una fuerza muy grande, que es popular, pero que la clase alta de Barranquilla dice: “ésta es la fiesta, pero ésta es nuestra”. Entonces la historia social de la fiesta viene ya con una historia muy complicada, además la política y la corrupción ligada a ella, hace que sea una historia muy complicada en la ciudad de Barranquilla. Nos reunimos las cuatro instancias y dijimos que ningún antropólogo de Barranquilla puede asumir este proceso, porque ya todos están quemados, entonces llamemos a alguien de afuera, de manera que haya alguien más objetivo que pueda jugar un papel de mediador. Se contrató entonces un equipo de la Universidad Nacional, con un antropólogo con una gran experiencia en las fiestas patrimoniales de Bogotá, de hecho extranjero. El hecho que fuera extranjero era a propósito, porque en Colombia como en muchos países cuando llega un extranjero, así uno sepa mucho más que el extranjero, a él se le atribuye más capacidad. Era una estrategia para observar si lográbamos equilibrar en un punto ese conflicto tan grande que había. Este antropólogo, tenía una experiencia muy importante en performance, política y en participación ciudadana. Entonces, se generó una metodología interesante en participación ciudadana, pero durante el proceso, lo que en un momento creímos que eran aspectos positivos, se fueron volviendo negativos, incluso en la misma metodología de participación ciudadana que nos parecía tan buena. Se realizaron una serie de talleres, pero el lugar del taller y demás era una negociación de horas y casi una guerra. Con estas cuatro entidades, para ponernos de acuerdo sobre cada tema era una pelea impresionante, y repito, el Ministerio nunca debió de estar ahí como una de esas cuatro entidades que negociaban. Hoy en día lo que se dijo a la ciudad es lo siguiente: “ustedes hacen el Plan Especial de Salvaguardia y nosotros los asesoramos técnicamente, si no se logran poner de acuerdo entre ustedes, es problema de ustedes, pero nosotros no podemos seguir jugando un rol que no nos corresponde”. Otro mal entendido muy grande que hubo, como Patrick Morales Thomas explicó y como está en el Decreto, es que el Plan Especial de Salvaguarda es comprendido como un acuerdo social, pero un acuerdo social es todo el proceso, no un momento dado en que nos sentamos unas personas a generar un acuerdo. Un acuerdo social no quiere decir que todos nos pongamos de acuerdo respecto a todo, y sobre todo no quiere decir que nos pongamos de acuerdo sobre temas políticos, sino que quiere decir, más sencillamente, que nos pongamos de acuerdo sobre la salvaguardia. Lo que ocurrió, es que dentro de la metodología había unos talleres participativos, unas mesas de trabajo que terminaban en un día en el cual se iban a tomar las decisiones de los proyectos y programas y estrategias que iban a quedar en el PES. La comunidad o Unicarnaval, y con el visto bueno del Ministerio, que estaba tratando de entender la metodología, generó un mito, por el cual ese día era el día del acuerdo social. Es decir, se hizo énfasis en el acuerdo social y no en el PES y lógicamente Unicarnaval intentó tener la mayoría de las voces, en pelea con la Fundación y si el Ministerio decía una cosa era acusado y si decía otra también. Entonces llegó el gran día del acuerdo social, 8 de junio, y era una batalla campal. Hay videos de personas entrando y peleando, además teníamos una presión de tiempo muy grande, se estaba acabando el gobierno, se tenía que entregar el PES en una fecha, teníamos otras presiones también, y ese día quedaron consignados ciertos acuerdos y unas medidas. Después de todo, también es importante que recordemos que las otras dos manifestaciones de las que les hemos presentado los Planes de Salvaguardia, venían ocurriendo de manera paralela a este proceso, entonces al lado de casos muy exitosos, aplicando esta misma metodología, teníamos este gran conflicto que les acabamos de explicar, y en esta exposición queremos hablar de nuestros errores y no de nuestros éxitos, cómo caemos en la trampa de nuestro propio lenguaje y nuestras propias ideas. Por ejemplo, lo referido sobre el acuerdo social, esto se encontraba en la metodología, en la propuesta y todo, como un proceso participativo incluyente que debía encargarse de abrir el proceso a una multiplicidad de actores, garantizar el acceso a este proceso participativo al mayor número de personas y propiciar el libre ejercicio de la ciudadanía activa en el mismo proceso. Para el primer caso, el de los actores, tuvimos un problema de entrada, que no nos percatamos, y es esta coyuntura del Convenio con los cuatro actores, que si bien se proponía ser incluyente fue todo lo contrario, pues excluía a muchos actores que se han venido fortaleciendo, que se han venido posicionando en la ciudad, ya sea como operadores, como hacedores, y una diversidad de cosas que no están enmarcados en el marco del Convenio, y debido a todas estas presiones políticas, en muchos casos quedaron excluidos. Ese fue el primer error. Nosotros ya sabíamos eso de antemano, desde que se creó el Convenio hasta el año 2009 que entramos a hacer el PES, ya no sólo había un operador, que era la Fundación Carnaval de Barranquilla, sino habían por lo menos diez, porque la gente se cansó de ser manipulado por la Fundación y abrieron otras calles, otros sectores de la ciudad para hacer la fiesta. Entonces hacia el año 2009, ya no había una representación de todos los actores, ya había muchos actores que nos escribían derechos de petición, señalando que ya no se sentían representados. Sin embargo, eso no se podía decir en la mesa, no podíamos decir “Fundación, qué pena pero usted ya no es el único operador”, porque esto tenía un costo político demasiado grande. Decir también: “Unicarnaval, qué pena pero ustedes no son el único representante de los colectivos porque mire los derechos de petición”. Aunque nosotros sabíamos que no estábamos trabajando representativamente, no nos podíamos salir de eso. El otro gran problema es que nunca hubo un real diagnóstico o un mapa de actores, esto hasta el día de hoy. Estos mapas de actores hacen parte de la metodología, y en este caso, no lo había porque los actores no querían que haya, porque ellos le juegan a muchas bandas para poder adquirir diferentes recursos. Esto está ligado al segundo punto del acceso, mucha gente local estaba al tanto de las tensiones que se daban y muchos decidieron salirse. Un ejemplo de esto es el Carnaval Gay, el Carnaval Gay ha tomado una fuerza enorme en el Carnaval de Barraquilla, se han vuelto unos actores muy importantes, pero ellos decidieron no participar en el proceso precisamente por esta coyuntura. Por último, se tenía el objetivo de propiciar el libre ejercicio de la ciudadanía, y ese fue el punto en el que básicamente se centró el proceso, principalmente debido al conflicto que había. Como hemos señalado, la persona que estaba encargada de coordinar el PES era especialista en ese campo, y en ese sentido se hizo bien, pero como veremos caímos todos en una trampa y fue peor la solución que el problema. En ese ejercicio de ciudadanía se decidieron hacer tres talleres participativos, en los cuales se explicó a grandes rasgos el asunto de la representatividad, y se logró un semi-diagnóstico importante en esos talleres. Para esta presentación no es tan importante lo que observamos en el proceso de diagnóstico como tal de la manifestación, sino lo que aprendimos en la metodología. Como les hemos señalado, en el Carnaval de Barranquilla las tensiones entre élite y pueblo son muy complicadas, sobre todo porque ambas partes tienen participación, si bien es una fiesta popular y con unos elementos populares muy fuertes, generalmente la reina del Carnaval es de la élite, entonces la élite tiene una participación activa y directa en ese sentido en el Carnaval. La reina es de la élite y es el personaje más importante para todos, para todo el sector popular también. La reina del Carnaval es siempre de una de las familias poderosas de Barraquilla y le cuesta a esa familia miles de millones de pesos, que lo pone la propia familia porque es un prestigio ser la reina del Carnaval. A su vez, hay reinas en cada barrio, cada barrio también se gasta todos los recursos que tiene, que son barrios muy pobres en lograr, y se gasta el dinero en vestir a la reina, en poner a su propia reina popular en juego. En medio de todas estas negociaciones, estas tensiones y problemas, decidimos en una de las reuniones de las partes del Convenio, que realmente lo que necesitaba este PES no era tanto acciones de salvaguardia como tal, reflejadas en proyectos, como ya había pasado con el Plan Decenal, y que ya vimos fue un fracaso, sino una política pública, y este fue el objetivo que presentamos ante el Consejo Nacional de Patrimonio como avance del PES. Finalmente, a pesar de tener la presión del tiempo, que se debía entregar una propuesta de Plan Especial antes de que se acabe el gobierno anterior, cuando vimos el documento fuimos conscientes que no se trataba de un PES, y que la Dirección de Patrimonio no iba a aceptar esto. De cualquier modo, podía presentarse como un avance, era necesario blindarnos técnicamente de las presiones políticas tan fuertes que habían en ese momento, entonces nosotros presentamos ante el Consejo Nacional de Patrimonio, en agosto del año pasado, los avances para conocer las recomendaciones del Consejo y de la Ministra y ahí fue el fin de todo. Era una presentación que iba a demorar 20 minutos pero nos demoramos hora y media y nosotros somos conscientes que cometimos muchos errores, pero en ese momento no lo veíamos tan claro. Llegamos con un objetivo como este al Consejo y lo primero que nos dicen es si el alcalde estaba enterado de que ustedes quieren hacer una política pública. Respondimos que no, pero que la alcaldía estaba representada. Pero la propuesta de una política pública había salido de una mesa de participación, que a través de ella aliviábamos las tensiones, en el Consejo nos dijeron que no, primero que todo no se puede, el PES no puede hacer una política pública respecto al Carnaval de Barranquilla, pues eso es una competencia local. Una de las cosas que aprendimos también es que si bien el proceso y las acciones deben salir de la comunidad y lo que quedó aquí consignado fue un ejercicio colectivo y de ciudadanía, pero hay un ejercicio técnico que se debe hacer antes de llegar al Consejo Nacional de Patrimonio y es que se debe socializar con la comunidad. La comunidad puede pedir mil cosas, pero hay cosas que no son competencia del Ministerio de Cultura, hay temas que pueden ser competencia del Ministerio de Ambiente pero si uno no ha concertado con el Ministerio Ambiente no puede estar dentro de las propuestas, así la comunidad diga que es de lo único importante y entonces si bien se tomaron acuerdos con una participación amplia, como en las otras exposiciones que se han hecho, y esta es la médula de nuestra metodología, ésta tiene unos límites que tiene que poner el Ministerio. Entonces esta construcción colectiva se divide en dos partes que eran los talleres territoriales y las mesas de conciliación. Los talleres territoriales eran unos ejercicios abiertos, asistía el que quisiera, eran convocatorias de las que se generaba un taller dinámico, de esos talleres salían unos representares que iban a ir al a mesa, que iban a ser acompañados por otros representantes de actores claves. Así, esto parecería un éxito, porque de talleres que habían reunido a 300 personas se tenían 70 representantes en la mesa, discusión abierta, gratuita. El problema que teníamos es que a esa altura no teníamos un diagnóstico de la manifestación, es decir, no sabíamos cuáles eran los elementos de la manifestación, no teníamos por consiguiente, una descripción detallada de esa manifestación, ni tampoco una descripción de las tensiones entre los actores, qué se estaba perdiendo, qué amenazas externas e internas habían. No se tenía un estado actual de la manifestación desde un punto de vista más académico, porqué pasa eso, porque estábamos en la trampa del gran conflicto ciudadano, fuimos viendo y como nos dijo la ministra, nos dijo que el PES no puede ser una resolución de conflictos, sino que tiene que estar orientado hacia la salvaguardia. La metodología participativa era muy interesante pero no fue apropiada por el conflicto que había entre Unicarnaval y la Fundación, y no resultaba seria la selección de esos 70 representes debido a que no era una selección basada en un diagnóstico. No se basaba en un ejercicio de investigación sino en una pugna política, en cuotas políticas que habían surgido por esta pugna. Repito: si el Ministerio decía no, es importante que venga esta persona, porque nosotros sabíamos técnicamente lo que era el Carnaval, nos acusaban que si estábamos de parte de la Fundación o de Unicarnaval. Este problema se reflejó en los temas del carnaval, ya que los ejes que articularon esta metodología participativa, que fueron estos cuatro, si bien se elaboraron a conciencia, no eran una respuesta real a lo que necesitaba el PES. Y esto no se ha establecido aún, porque no se ha hecho el diagnóstico, y no hemos encontrado una solución. Los dos primeros ejes respondían a los temas más candentes, ya que el objeto del PES se volvió generar una política pública, que hasta ese momento no sabíamos que no se podía, y había otro problema de raíz económica por la polarización de los recursos económicos en la Fundación Carnaval de Barranquilla, que si bien tiene una economía mixta, sin embargo, tiene actores económicos muy importantes que tienen mucho poder a nivel nacional. Y eso siempre genera tensiones frente a unos detentores de la manifestación que vienen de espacios sumamente humildes, que como lo señalaba Brasil nos genera la pregunta de “cómo vamos a salvaguardar la manifestación si usted se está muriendo de hambre”. Son temas que deberían discutirse en su momento. Esto fue lo que queríamos exponer con cada tema y lo relativo al acuerdo social que se volvió algo determinante en el proceso, como si en este día se jugaran todas las demandas de los actores, un acuerdo social que fue realmente la causa de nuestros lamentos. Se tenía una empresa Economía Mixta Carnaval S.A, y en la mesa se resolvió que era perjudicial, pero llegamos al Consejo y la Ministra nos dijo: “nosotros como Ministerio no podemos liquidar a nadie, esa no es nuestra competencia”. Esa realmente fue la piedra angular del conflicto, porque los otros temas no fueron tan controversiales como ese que había sido el gran logro del PES, pero no es tan sencillo como entender “esto no es competencia del Ministerio”. El conflicto profundo finalmente era ese, quién organiza la fiesta y quién se beneficia de ella, y está por verse si este tipo de aspectos puede resolverse con un PES o no. Aquí hay dos problemas complicados: uno es el de la apropiación y beneficio de la fiesta por parte de algunos privados, o de unos y no de otros, y el otro tema es el de la representatividad, y hasta que realmente nosotros no tengamos claridad sobre quiénes son los actores y entre ellos mismos tengan un cierto consenso en la representatividad, no vamos a poder generar un ejercicio de salvaguardia al nivel que lo plantea la metodología. En la relación de carnaval y economía, se trataba de resolver cómo captar recursos para una mejor distribución de los beneficios del Carnaval, se planteó un portafolio on line de transmisión, de emprendimiento cultural, que fue un gran tema, y también se planteó un plan de trabajo a seguir, y como les contamos esto fue sólo un avance, pero este plan de trabajo quedó obsoleto porque lo que nos dieron a entender es que tocaba volver a empezar. Los comentarios que nos hicieron en el Consejo Nacional de Patrimonio fueron bastante contundentes, por no decir devastadores. Lo primero que nos dijeron es que teníamos que ser muy claros acerca de los alcances del Plan Especial de Salvaguardia, es decir, toda la cuestión de hacer una política, de liquidar una empresa, no se puede plantear en un PES, y sobre todo nos hicieron caer en la cuenta de la importancia de los acuerdos institucionales en el momento de estar estableciendo y formulando los Planes Especiales de Salvaguardia. Este aprendizaje lo aplicamos en los Planes siguientes, pero por ejemplo, si hay una línea que tiene que ver con educación, inmediatamente se habló con la secretaria municipal o departamental de educación, de modo que estén al tanto y que nos señalen cuáles son las posibilidades reales de llevar a cabo acciones en este rubro. Es decir, a partir de acuerdos con instituciones garantizar la viabilidad de un Plan Especial de Salvaguardia. Esto fue uno de los comentarios contundentes, que el PES que se estableciera para una manifestación no podía ser una catarsis de problemas entre actores o instituciones, sino un documento con perspectiva de salvaguardia en una manifestación y con énfasis en la cultura. Nos percatamos que el trabajo que veníamos haciendo había perdido la perspectiva relativa a la salvaguardia de la manifestación, y como nos señalaron, se perdió la voz detentores de la manifestación para simplemente dar voz a una catarsis de una serie de conflictos. Básicamente hemos explicado cómo ha sido la implementación de una metodología que todavía no está terminada de consolidar. Nuestra meta este año es tener un documento escrito, unas cartillas en un claro lenguaje para todos, para que se pueda utilizar esta metodología con amplitud. Los ocho PES que se hicieron, que están actualmente aprobados, fueron pruebas de la metodología, y de ellos siete fueron muy exitosos y luego, hay este caso en el cual aprendimos mucho. Creo que hemos dado los puntos más importantes de cómo se mal interpretó, por un contexto que había, la metodología, y cómo el Ministerio, en un momento dado, por ser parte, por ser un actor más de la manifestación y no en su papel institucional, perdió la rienda de este Plan Especial de Salvaguardia. En este momento, han pasado ya ocho meses, y todavía no se ha definido cómo se va a ser este PES. Lo que se decidió es que lo hacen los actores locales, que el Ministerio brinda la asesoría y que ellos tienen que ponerse de acuerdo. No se han podido poner de acuerdo todavía, si lo hace la Fundación o si lo hace la Alcaldía, si lo hacen en conjunto, qué papeles van a tener los actores y hacedores, eso no está claro actualmente y quizás se demoren mucho en tener claridad, pues hasta que no se medie desde el principio en ese conflicto, no va a poder haber un ejercicio participativo. Recordemos, en resumen, lo que señalamos al principio: nosotros estamos prácticamente seguros de cuál fue el problema, y está relacionado con las consecuencias de las declaratorias de Obras Maestras de la Humanidad, las expectativas que eso generó y las tensiones locales entre los actores que eso creó. A nivel de una ciudadanía tan grande se tiene muy arraigada la idea que el Carnaval es Patrimonio de la Humanidad y una Obra Maestra, que incluso en la Alcaldía, cuando se les señalaba que ya no son Obra Maestra, que estaban incluidos en la Lista de Patrimonio Representativo de Colombia como lo está “El Palabrero Wayúu”, señalaban que no, “seguimos siendo obras maestra”. Cuando se les mencionaba que esto cambió, por la Convención, decían que no, y nos enfrentábamos al peso del lenguaje patrimonial ya establecido y de no haber hecho un proceso donde se pudiera entender qué era esa Declaratoria y qué es hoy en día un PES. Seguramente nos costará un buen tiempo de capacitaciones, algún tipo de ejercicio de divulgación ciudadana para que se entiendan los conceptos. Entrar a un proceso nuevo explicando conceptos claros es muy distinto como en el caso de Cuadrillas, a entrar a un proceso que ya tienen un montón de impactos, de perversiones y de expectativas frente al patrimonio, y redefinir los conceptos con ellos, que es lo que viene haciendo ahora en Palenque de San Basilio. El Palenque de San Basilio es la otra Obra Maestra, pero al ser una comunidad más pequeña, quizás sea más fácil redefinir los conceptos con ellos, respecto a un Carnaval que es una manifestación urbana y que realmente es el Carnaval más importante del país, y donde no van a echar para atrás un proceso y una calificación honrosa como la de Obra Maestra. Señalo dos o tres puntos para la discusión, pues la intención de presentar estos tres casos de los 8 ó 9 que tenemos, era mostrar situaciones contrastadas. El caso de Pira Paraná, efectivamente, viene de un proceso anterior, de un plan de vida y las oportunidades generan un trabajo realmente construido desde la comunidad, y con mediadores de una ONG y un trabajo anterior de reflexión sobre un plan de vida que es mucho más amplio que una manifestación cultural, como lo vimos en la exposición del representante de la experiencia del río Pira Paraná. Claramente, en ese caso, se vio el tema político, realmente los habitantes del Pira Paraná y la gente que vino interesada en el proceso de patrimonialización, lo hizo por el interés de detener la minería, hay un contexto claramente político en el caso de Pira Paraná y por eso lo quisimos mostrar. También creo que nos remite o nos interpela a un aspecto de espacio y territorio muy interesante, el sistema de conocimiento del Pira Paraná y asociados a Yurupary y los chamanes-jaguares es algo muy difícil de definir, y con esto se observó el tema de la patrimonialización, es decir, la diferenciación identitaria y la dificultad de activar simbólicamente, de deslindar y escoger de todo este conjunto de conocimientos una parte para patrimonializar, que fue uno de los grandes retos enfrentó la salvaguardia entre los grupos del Pira Paraná. El caso de Cuadrillas muestra la positiva colaboración entre el saber experto y saberes comunitarios, en las nuevas modas tendemos a no pensar en esas colaboraciones como fructíferas y creo que las mediaciones son importantes, las traducciones son importantes y el caso de Cuadrillas mostró que es posible trabajar desde dos orillas de conocimiento y que es posible generar procesos participativos amplios en esa perspectiva. El caso de las Cuadrillas es un caso en que es la primera vez que la gente va a manejar sus recursos sin pasar por el alcalde, creo que este es uno de los factores importantes a nivel de la ejecución del Plan Especial de Salvaguardia, y tiene un tema adicional porque nos interpela sobre la idea de representatividad, que no nos hemos ocupado tanto. Porque las Cuadrillas de San Martín pasa a la Lista de Patrimonio y creemos que esto tiene que ver con ese testimonio histórico, es una deuda de la Fiesta de moros y cristianos que ha ido desapareciendo de Colombia, y ahí hay un criterio que también observamos de representatividad, como testimonio histórico de una tradición colonial y sincrética y fructífera. Finalmente, Barranquilla mostró los límites del acuerdo social. Un carnaval más grande, un carnaval instrumentado como manifestación de la nacionalidad, un carnaval captado por las élites, donde realmente el problema fue no iniciar el proceso desde el diagnóstico de actores y tensiones, y el diagnóstico de los sentidos e interpretaciones que se le da a la manifestación, y ocuparnos más del terreno del acuerdo social. Hay como tres niveles: el nivel más de proceso propio, el nivel de la colaboración entre la academia y la participación, y el nivel más político del Carnaval de Barraquilla, que hemos mostrado a ustedes, y ahí queda la discusión abierta. Antes de las preguntas, Enrique Sánchez va ser un comentario general, cerrando la presentación de Colombia. -Intervención de Enrique Sánchez Gutiérrez, Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia: Yo quería hacer un comentario general sobre lo que hemos visto en la tarde, desde el punto de vista de la opción de partir sobre políticas, yo creo que nos queda muy claro los retos que tenemos en las políticas sobre PCI, cuando abordamos dos temas que nos interesa desde el punto de vista de las políticas: uno, es el fortalecimiento de la base comunitaria, o en otras palabras, del capital social y cultural de una nación, fortalecer la capacidad social de gestión del patrimonio, ya que a eso estamos apuntando, y cuando se mira el tema del PCI desde los derechos culturales, ingresamos en un campo bastante complejo, porque aquí ya hay una ruptura con una visión, que es muy importante, que es la visión de mirar el patrimonio como objeto de salvaguardia. Aquí ya estamos poniendo el énfasis en las comunidades y los sujetos colectivos, ese es el tema. Lo segundo son las dificultades que tiene hacer políticas y tomar medidas sobre patrimonio vivo, que es dinámico, que es cambiante, estamos frente a un objetivo, y que necesita medidas y posiciones muy flexibles. En cuanto al tema de las tres exposiciones, yo creo que hay problemas generales: el caso del Pira Paraná nos muestra que lo que está en juego es un modelo de vida y esos modelos de vida son muy exigentes porque implican un proceso de traducción cultural, cómo explicarle al gobierno, al Estado, a la institucionalidad cómo viven los pueblos Tukano del Pira Paraná, ese proceso. Creo que una de las dificultades más grandes que se presentan es de cómo entender y cómo entender nosotros esas demandas que nos están haciendo las comunidades del Pira Paraná. Lo segundo es la necesidad de respuestas integrales y eso implica en nosotros esfuerzos muy grandes, porque no se trata simplemente de una declaración o decir que “eso es patrimonio”, sino que ellos están frente a unos riesgos que yo creo que son comunes a muchos pueblos, nosotros la llamamos “la locomotora de la minería”, que hoy en día está relacionado con la tercerización de la economía de nuestros países, y que viene cobrando importancia y afectando pueblos, sistemas culturales, sistemas productivos tradicionales, y sitios sagrados. El tema de la minería, de la exploración y exploración petrolera nos pone en un gran debate, un gran debate que subyace a esta discusión, que es el tema de la relación entre cultura y desarrollo. El tema de Cuadrillas llama mucho la atención porque estamos frente a un sujeto colectivo definido y son los 48 jinetes que están organizados, es bien interesante, hay un sujeto colectivo definido distinto a otro sujeto colectivo que no está definido, que no es claro, como en el caso del Carnaval de Barranquilla que es una abstracción, la ciudadanía de Barranquilla, eso es un abstracción. Eso nos lleva a pensar que necesitamos crear herramientas diferentes y obviamente ese tema tan interesante que llama Don Ismael, el tema del mestizaje, cómo se expresa el mestizaje en este panorama del patrimonio. Lo del carnaval es muy interesante por los errores cometidos, pero esos errores son importantes, levantando los dedos uno aprende, hay que aprender. El primer peligro es el peligro de la exclusión de los hacedores de una manifestación, eso es un riesgo; el segundo, es el tema de la apropiación privada de las manifestaciones, que es típica de las fiestas de carnavales, nuestra gran pelea es por descarnavalizar estos procesos, porque en los carnavales hay muchos intereses económicos, la industria cervecera, de licores, de cigarrillos, que son los que financian, patrocinan, es decir, están ahí, y hay muchos intereses económicos en juego. Ese tema de los colectivos, de la apropiación privada y el otro tema que tiene que ver con el proceso que es la sustitución de la función pública por actores privados, por un sector privado, una ONG o una organización que termina sustituyendo una función pública. En temas prácticos, hay que resaltar la importancia que se ha observado en todos los casos de fortalecer la investigación endógena, la investigación propia y también la importancia de que la investigación propia necesita apoyos, de la academia, de los investigadores. Lo segundo es tema de ver el PES como oportunidad y me llamó mucho la atención en la exposición de Cuadrillas, que la hechura misma del Plan Especial de Salvaguardia es ya una medida de Salvaguardia, porque implica una toma de conciencia de los hacedores y de los interesados sobre la manifestación. Un tema que me llamó la atención, es el de la importancia de la memoria, de la arqueología del baúl, de cómo sacar de los baúles todas esas fotos, esas cartas, memorias y ese papel de la memoria, que lo observamos en el caso de Don Ismael y las Cuadrillas, que nos explicaba cómo se constituye en algo útil. En este caso, como ya señalé, hay una manifestación donde el sujeto está muy definido, y donde hay ligazón entre generaciones, que es una de las debilidades que suele tener el PCI, la debilidad de la transmisión, ya que aquí lo que se muestra es la participación de los niños, que él la destaca, y la de los jóvenes. Finalmente, la importancia de lo de Barranquilla es la necesidad de prever los impactos negativos de las declaraciones o de la patrimonialización, y que eso hay que hablarlo con las comunidades, la Declaración o la inclusión en la Lista de Patrimonio Cultural de la Nación o de la Humanidad, ya que no es la panacea. Ese reconocimiento es importante, pero más importantes es fortalecer el tejido social. Creo que nosotros tenemos mucho que decir sobre la importancia del PCI en el fortalecimiento de la democracia, porque está referido fundamentalmente a sectores comunitarios, a sectores étnicos, a sectores excluidos tradicionalmente del campo y de la ciudad, y eso es muy importante. De otro modo, estamos hablando de la cultura de la élite, como se entendió en nuestros Ministerios, que la cultura de la élite es la cultura del país. Todos hemos vivido momentos incómodos en nuestros ministerios, pero deben entender que nosotros trabajamos en un sector que en algunos países lo llaman, con mucha claridad, la cultura popular viva. Luego hay que entender la importancia de dos cosas: una, del lenguaje de la patrimonialización, y en esto hay que tener mucho cuidado, y nosotros y el CRESPIAL nos debemos ayudar. Nosotros debemos, como países de América Latina, elaborar una conceptualización propia y tener mucho cuidado con esto; el otro tema es el de la importancia de tener claridad en lo que llamamos los mapas políticos o los mapas de actores del patrimonio cultural, y es muy importante porque eso define nuestro papel y evita riesgos innecesarios, pues eso no es exclusivo de un país, sino que todos nos enfrentamos a eso. Preguntas y comentarios de los participantes del Seminario Taller: -Para nuestro amigo Yurupary, Roberto: ¿Cómo hacen ustedes para decirle no al turismo? Roberto Marín: -En este momento, tenemos compromisos con diferentes programas sectoriales aparte de lo expuesto en esta ocasión. Para nosotros, este tema ha sido nuevo y queremos madurar, mientras tanto desde la Asamblea de Autoridades de la región vamos a comenzar a analizar cómo sería la llegada de los turistas, cómo sería la participación de ellos, si podrían participar en rituales o no, en qué momento, de manera que la llegada de estos compañeros no interfieran la buena marcha de esta propuesta política de la región. Hay que fortalecernos, mientras tanto ha quedado en veremos, eso es lo que puedo decir, y es que nos hemos cerrado totalmente, y estamos haciendo el análisis de esta situación. Todo lo que he estado escuchando hasta este momento me ayuda y me abre la mente, porque si no es así, muchas veces se termina atendiendo a esos señores y uno no hace lo que tenía que hacer y pierde el rumbo del trabajo. Es que llegar al Pira Paraná es costosísimo y sólo lo pueden hacer los turistas por avión, en una avioneta chica. La gasolina es cara, y ellos están enterados de cualquiera que llegue, ya la naturaleza les ayuda, además del ejercicio de reflexión que hagan. Las autoridades indígenas de Acaipí, en la zona de la Apaporia, y la asociación indígena de Yeugueje y Miriti, trabajan de manera mancomunada para evitar que entre a la zona cualquier actor, en este caso turistas. Para estos sectores, esto ha sido fundamental y otra cosa que me parece importante y de la que no se ha hecho mención, es el papel que han desempeñado las comunidades indígenas, los pueblos indígenas desde hace más de 24 años en hacer el levantamiento cartográfico para identificar su territorio. Eso ha sido fundamental, y ha sido la base de este proceso. -Pregunta de Dolores Charaly, representante de Bolivia: -Yo quería preguntar con respecto a la comunidad donde está Roberto, pues son comunidades originarias que se encuentran muy lejos del radio de medio urbano, entonces me interesa saber cómo iniciaron el proceso del registro del patrimonio, quién fue de la iniciativa, ¿las comunidades? Quisiera saber cómo ocurrió eso y otra pregunta es respecto al Carnaval de Barraquilla, pues los actores son las bandas, los danzantes, todas esas cosas, pero ¿no tienen una organización?, ¿una asociación de los numerosos grupos de bailarines y danzantes? Seguro después vamos a discutir, pues en el Carnaval de Oruro encuentro cosas similares. Roberto Marín: -Dolores, yo soy el culpable de todo este proceso de Acaipí, yo estaba haciendo mis estudios en la secundaria, en la normal superior, tiempo atrás. Siempre he sido malo para las cuestiones matemáticas pero siempre me ha gustado el español, hasta que un día me quedé en mis estudios, porque debía algebra. Hasta ahí llegué, pero yo veía que en ese entonces al interior del gran resguardo de Mitu Parte Oriental, todavía tenía vida el Consejo Regional Indígena del Vaupés Criba. Entonces el cura siempre señalaba que las comunidades indígenas del departamento del Vaupés, ubicadas al interior del gran resguardo Mitu Parte Oriental, tendrían buena vida o calidad de vida siempre y cuando los líderes que nos estábamos preparando ahí nos superábamos cada día en lo académico y en lo cultural. El cura siempre decía que las comunidades asentadas al interior del departamento iban a depender mucho de los líderes que estábamos saliendo de esa normal. A mí me gustó lo que hacían en ese entonces los compañeros del Cauca, que en eso también estaba ligado el Consejo Regional del Vaupés. Participé durante algunos años, desde el año 80, en el Consejo Regional del Vaupés Criba. Posteriormente, empecé a trabajar al interior de la región del Pira, en ese entonces la organización se llamaba en Organización Zona Indígena de río Pira Paraná, como afiliada al Consejo Regional. Todos venían de allá y del Consejo Regional del Cauca, pero el acompañamiento jurídico, político y económico no se daba, algunos años de trabajo en la región yo me quedé sin financiación, sin apoyo, sin asesoría jurídica, sin nada porque los compañeros no tenían plata, quien sabe por qué. En eso comenzaron a hablar que en el río Apaporis había una Fundación que llevaba el nombre de Fundación Gaia Amazonas, que estaba asesorando en un tema legal a las comunidades de la Apaporia, había un programa legal que asesoraba la Fundación Gaia y que se encargaba de orientar a los grupos indígenas, ya que por parte del Estado se iba a trasferir recursos a los resguardos indígenas del país. Entonces envié una carta con el compañero auxiliar de enfermería, de acuerdo a eso el abogado Dr. Padilla se hizo presente en el año de 1994, cuando se comienza a constituir de acuerdo al Decreto 1088 de 1993 la Asociación de Autoridades y Capitanes de la región del Pira Paraná con el nombre de Acaipí. Todo este procedimiento nos llevó a que nosotros llegáramos a hablar de este tema. Sólo quería aclarar que nosotros nunca imaginamos que lo que estábamos haciendo era un Plan Especial de Salvaguardia, este tema no se estaba hablando en ese entonces a lo largo de nuestro trabajo con las comunidades. Lo que nosotros queríamos era fortalecer al sistema de conocimiento de la región, porque reconocíamos que este conocimiento era la que nos permitía y nos garantizaba la vida de la región, durante miles de años hemos vivido y es este conocimiento el que nos da la vida y la salud en la región del Pira Paraná. Sabíamos que todos los programas del Estado colombiano y a nivel internacional tendría que concertarse con los pueblos indígenas y si los pueblos indígenas acordábamos que estábamos de acuerdo con lo que se estaba pensando, entonces se podrían desarrollar los programas del Estado. Así, los recursos y programas del Estado mandaban que se fortaleciera al sistema de salud de la región, el manejo ambiental y la educación de la región, y del mismo modo, al programa de seguridad alimentaria de la región. Para que todas estas inversiones nos ayudaran a construir una política para la entidad territorial que estábamos nosotros pensando de acuerdo a la Asociación, de acuerdo a los planes de la Asociación, conocimos el formato del Ministerio de Cultura para llegar a proponer, y en ese entonces ya llevábamos dos años con programas del Estado, de una actividad colectiva con la región, para nosotros fue una ganancia porque de alguna manera sin querer decirlo y sin querer hacerlo lo que nosotros veníamos haciendo ya en otras palabras se podía decir que eso hacia parte del Plan Especial de Salvaguardia, en otras palabras lo que veníamos haciendo era el Plan Especial de Salvaguardia que nos orientó muy rápidamente a este tema, para lo que estamos sentados acá. Respuesta de Adriana Molano: Respondiendo la pregunta de Dolores sobre el Carnaval de Barranquilla, tenemos que señalar que hay muchas asociaciones diferentes, el problema es que no pudimos llegar a ellas directamente. Siempre fue a través de Unicarnaval que captaba unas, o la Fundación que captaba otras, y hasta ahora no ha sido posible realizar una gran asamblea donde nosotros identifiquemos realmente quiénes son las diferentes asociaciones y se genere un consenso entre ellas, de cómo se van a representar. No se nos permitió hacer ese ejercicio, claro que las hay pero no tenemos acceso a ellas mientras haya este Convenio, mientras la Fundación y Unicarnaval medien entre el Estado y los hacedores.