1 Los entornos de trabajo colaborativo y su aplicación en la

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Los entornos de trabajo colaborativo y su aplicación en la enseñanza
Collaborative work environments and their application in teaching
Dr. Pedro Román Graván
Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad de Sevilla
[email protected]
ROMÁN GRAVÁN, P. (2004). Los entornos de trabajo colaborativo y su aplicación en la
enseñanza. En CABERO, J. y ROMERO, R.: Nuevas tecnologías en la práctica educativa.
Granada: Arial Ediciones, S.L., págs. 213-254. ISBN: 978-84-933187-6-5.
Unas buenas herramientas no hacen un excelente Profesor,
pero un excelente Profesor sí emplea bien las herramientas
(Alexis de Tocqueville (1805-1859)
1. CONCEPTUALIZACIÓN DEL TRABAJO COLABORATIVO TELEMÁTICO
A lo largo de este apartado, expondremos cuáles son las principales
características y mitos relacionados con el aprendizaje colaborativo, así como
algunos rasgos de los programas existentes en el mercado que facilitan o
posibilitan dicha metodología de trabajo.
1.1. Qué es el trabajo colaborativo telemático. Principales características.
Es mucho lo que se ha escrito sobre el aprendizaje colaborativo o
aprendizaje cooperativo, como también se suele conocer a esta metodología de
trabajo. Algunos pedagogos utilizan indistintamente ambos términos, pero en
realidad, hay matices los diferencian.
El aprendizaje colaborativo es una forma de trabajo que se enmarca
dentro de las distintas formas de trabajo en grupo. Se caracteriza como una
metodología activa y experiencial dentro de un modelo interaccionista de
enseñanza/aprendizaje.
Puede definirse como el conjunto de métodos de instrucción o
entrenamiento para uso en grupos, así como de estrategias para propiciar el
desarrollo de habilidades mixtas (aprendizaje y desarrollo personal y social.) En
el aprendizaje colaborativo, cada miembro del grupo es responsable de su
propio aprendizaje, así como los restantes miembros del grupo lo son del suyo.
El aprendizaje colaborativo telemático es, por tanto, una estrategia de
gestión de actividades en el aula virtual, que privilegia la organización del
alumnado en grupos heterogéneos para la realización de las tareas y actividades
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de aprendizaje en el aula. Comparte la idea de la agrupación del alumnado en
grupos heterogéneos, pudiéndose también agruparse en función del género o
del ritmo de aprendizaje de los alumnos (Red Escolar, 2000).
No todos los agrupamientos que se generan son grupos colaborativos, y
el hecho de colocar personas sentadas en un mismo salón, decirles que son un
grupo colaborativo y advertirles que deben colaborar, no los convierte en un
grupo colaborativo. Aunque los equipos de estudio, comités, departamentos,
entre otros, son grupos, no constituyen necesariamente grupos colaborativos.
Lo más importante en la formación de grupos de trabajo colaborativo, es
vigilar que los elementos básicos estén claramente estructurados en cada sesión
de trabajo. Sólo de esta manera se puede lograr que se produzca tanto el
esfuerzo colaborativo en el grupo, como una estrecha relación entre la
colaboración y los resultados.
Los elementos básicos que deben estar presentes en los grupos de
trabajo colaborativo son:
- La interdependencia positiva.
- La responsabilidad individual.
- La interacción promotora.
- El uso apropiado de destrezas sociales.
- Evaluación del grupo y de su trabajo generado.
Estos elementos componen un régimen, que de seguirse rigurosamente,
producirá las condiciones para una colaboración efectiva. El trabajo colaborativo
basado en redes telemáticas deberá seguir los principios de interacción,
cooperación, multimedia y accesibilidad aplicables a cualquier proceso formativo
que pretenda ser efectivo, flexible y racional (Cabero, 2000).
Paz (2000) establece una serie de diferencias entre el trabajo
colaborativo y el trabajo en grupo, que sintetizamos en el siguiente cuadro:
Sujetos
Trabajo en grupo
Grupos
heterogéneos
Líder
Liderazgo
Responsabilidad del
trabajo
y/o Individual
aprendizaje
Objetivo final
Rol del tutor
Trabajo colaborativo
Grupos homogéneos
Compartido por todos
Compartida
De
aprendizaje
y
relación
Escasa
intervención:
Hay un coordinador
observación
y
que
toma
las
retroalimentación sobre
decisiones
el desarrollo de la tarea
Completar tarea
1.2. Mitos relacionados con el trabajo colaborativo
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A pesar de que el trabajo colaborativo ha demostrado ser una eficiente
estrategia de aprendizaje, para quienes no han vivido aún esa experiencia, el
trabajar en forma colaborativa les ha generado ciertos conceptos erróneos que
podríamos considerar como mitos:
1. La exposición está prohibida en los salones de aprendizaje
colaborativo.
2. Los profesores no alcanzan a cubrir todo el programa porque las
actividades de aprendizaje colaborativo toman demasiado tiempo.
3. No hay suficiente tiempo en clase para utilizar actividades de
aprendizaje colaborativo.
4. Si las tareas se piden en equipo, algunos alumnos no contribuyen y
reciben el crédito por un trabajo que no hicieron.
5. El aprendizaje colaborativo significa que los estudiantes deben
aprender por sí mismos con poca intervención del profesor.
6. Aprendizaje colaborativo significa menos trabajo para el profesor.
7. Los profesores no realizan su trabajo si los estudiantes aprenden por
sí mismos.
8. Los profesores deben cambiar todo el curso para utilizar el modelo de
aprendizaje colaborativo.
9. Si a los estudiantes se les da tiempo para trabajar en equipos durante
la clase, solamente socializan pero no hacen el trabajo.
1.3. Programas que posibilitan el
Principales características
trabajo
colaborativo telemático.
Los programas que se utilizan para llevar a cabo este tipo de actividades,
reciben diferentes nombres:
GSS (Group Support System, Sistemas de Apoyo a Grupos).
Tecnologías Groupware.
GDSS (Group Decisión Support System, Sistemas de Apoyo a la
toma de Decisiones Colectivas).
…
La gran mayoría de los programas suelen tener entre sus características,
las siguientes funciones:
Creación de información. Esta categoría engloba operaciones tales
como subida de documentos, creación de carpetas para estructurar la
información, creación de enlaces de Internet y discusiones y la
creación de información de objetos (por ejemplo, añadir
descripciones o notas a los objetos).
Modificación de información. Esta categoría comprende operaciones
tales como sustitución de documentos, renombrar objetos, o revisión
de descripciones de objetos.
Modificación de la presentación de la información. Los sistemas
colaborativos suelen contener un número considerable de opciones
para personalizar el entorno, desde el lenguaje de visualización
(alemán, inglés, francés, español, etc.), el orden de visualización de
los objetos (por tipo, por fecha de creación, etc.).
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Informes. Esta característica engloba funciones que informan a los
usuarios de las actividades que se producen en los entornos de
colaboración (creación, modificación, lectura de objetos).
Lectura de información de objetos. Esta categoría engloba
operaciones referentes a la información o descripción de los objetos.
Mover y borrar objetos. Los objetos en los entornos de trabajo
colaborativo pueden ser copiados, movidos, borrados, desborrados,
etc. tal y como estuviéramos trabajando en entorno Windows.
Derechos de acceso de los usuarios. Este grupo se refiere a las
sofisticadas características para controlar y asignar derechos de
acceso a determinados objetos en el entorno correspondiente.
Búsqueda. Esta categoría contiene todas las operaciones de
búsqueda de objetos en el entorno bajo determinadas patrones,
búsqueda de usuarios, etc.
Grupo 9. Información personal. Estos sistemas suelen ofrecer
información personal sobre los usuarios que participan en un entorno
de trabajo colaborativo, tal como correo electrónico, dirección postal,
número de teléfono y fax, o posibilidades de video/audio conferencia.
Grupo 10. Operaciones relativas a reuniones. Esta categoría aglutina
operaciones referentes a acciones referidas a procesos
comunicativos entre los usuarios del sistema, tales como encuentros
cara a cara como encuentros virtuales sincrónicos a través de
programas como Netmeeting.
Grupo 11. Aplicaciones Java. Mientras que la gran mayoría de
capacidades de las diferentes plataformas de trabajo colaborativo son
a través de interfaces html/http, otras funciones, aunque escasas, son
a través de programas de Java.
Grupo 12. Otras características. El resto de funcionalidades de estas
tecnologías como conversión de formato de documentos, archivar
objetos en archivos comprimidos, extracción de archivos, gestión de
versiones de documentos, o distribución de documentos en entornos
de trabajo a través de correo electrónico estarían agrupados aquí.
En el mercado actual, nos podemos encontrar con gran cantidad de
programas que pretenden potenciar y facilitar el Trabajo Colaborativo. A
continuación, presentamos un listado de las más conocidas hasta la fecha:
BSCW: http://bscw.gmd.de
Forum-Matrix: http://www.foruminc.com/
Group.lounge: http://grouplounge.net/
Same-Page eStudio: http://www.vrtual1.com/studio/v2
TEAMWAVE: http://www.markroseman.com/teamwave/
ERoom: http://www.eroom.net/eRoomNet/
Lotus Domino: http://www.lotus.com/home.nsf/welcome/r5home
Htc: http://www.ulpgc.es/htc
Hyperwave: http://www.hyperwave.de
DocuShare: http://docushare.xerox.com/
Php Groupware: http://www.phpgroupware.org/
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2. POSIBILIDADES EDUCATIVAS DE USO DE LOS ENTORNOS DE
TRABAJO COLABORATIVO
Hay diferentes formas de interacción entre los estudiantes (Ovejero,
1990):
a) Competir entre sí para ver quien es el mejor.
b) Trabajar individualmente.
c) Trabajar de forma colaborativa de manera que uno esté tan interesado
tanto en el trabajo de los otros compañeros como en el suyo propio.
Respecto a las consecuencias de trabajar de la última forma,
colaborativamente, fundamentalmente se producen dos tipos de cambios: un
cambio de actitud de tipo personal y un cambio en cómo realizamos y
organizamos el trabajo.
a) Cambios en la actitud en y hacia el trabajo:
Las personas necesitan trabajar como miembros de un equipo (ya
sea en colaboración o en cooperación).
Las
personas
requieren
intercambiar
información
más
frecuentemente.
El éxito de un equipo de trabajo dependerá no sólo de aptitudes
individuales sino del nivel de colaboración o cooperación.
b) Cambios a niveles organizativos del trabajo:
A nivel de lo que se conoce con el nombre de memoria grupal
(Marrero, M. y otros, 2002): La memoria grupal es el espacio común donde los
miembros de un grupo almacenan información en forma ordenada referente al
desarrollo de la actividad realizada por el mismo. Este espacio es creado con la
finalidad de proveer al grupo un dispositivo efectivo de comunicación. La
memoria grupal debe contar con dispositivos de comunicación tanto sincrónicos
como asincrónicos, dependiendo del contexto de aplicación de groupware
implementado.
Roles: Un rol es un conjunto de privilegios y responsabilidades
atribuidas a personas. Con lo cual, deberemos adoptar funciones dentro de un
grupo y velar por el cumplimiento de ellas.
Protocolos de Colaboración: Son las distintas maneras de interactuar
las personas consensuadas por el grupo. Son reglas que permiten a los
individuos comunicarse entre sí de tal forma que cada uno pueda enviar y recibir
señales comprensibles para los demás.
Percepción: Ya que la distancia física hace que disminuya la
comunicación entre los miembros de un grupo, se mecanismos para facilitar
información sobre la actividad que va generando el grupo. Se entiende por
percepción, toda información que proporciona una conciencia grupal al individuo
que forma parte de un grupo. La manera cómo ésta conciencia se obtiene es
suministrando información, la cual el usuario interpreta dependiendo de sus
necesidades.
En el trabajo colaborativo mediante redes telemáticas destacaremos tres
niveles de intervención:
Compartiendo la información.
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Valorando la información.
Construyendo información.
Compartiendo
Información
Trabajo
Colaborativo
Valorando
Información
Construyendo
Información
A continuación, explicaremos cómo deberíamos trabajar esta
colaboración desde las diferentes áreas curriculares de Primaria y Secundaria,
teniendo en cuenta que el trabajo colaborativo telemático no tiene por qué
sustituir al presencial, pudiendo complementarlo, dando origen a
metodologías mixtas o blended collaborating.
2.1. El trabajo colaborativo telemático en Primaria. Análisis de su uso en
diferentes áreas curriculares
Los diferentes aspectos sobre los que nos basamos en este apartado,
están establecidos en las disposiciones legales vigentes (Ley Orgánica
10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación, BOE nº 307 del
24/12/2002), donde dice que en estos niveles se dará preferencia al desarrollo
de habilidades de lectura, escritura y cálculo (p. 45190).
Siguiendo esta misma legislación, se establece también que a estas
edades es cuando se adquieren, para el resto de la vida, hábitos de trabajo,
lectura, convivencia ordenada y respeto hacia los demás, hábitos que también
pretendemos que se adquieran mediante el uso de estas herramientas
colaborativas.
En estos niveles iniciales de la educación, en donde determinadas
habilidades lingüísticas y sociales no están o definidas o asentadas, las
diferentes dinámicas de trabajo que hemos sugerido estarán encaminadas a
realizar actividades de consulta e intercambio de información, no estando
todavía capacitados para una elaboración conjunta y colaborativa de información
mediante procesos virtuales de creación de documentos.
Es por ello, que los objetivos que nos marcaremos sean (Red Escolar,
2000):
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Desarrollar en los participantes los elementos básicos necesarios para
trabajar junto a sus pares en la consulta e intercambio de información de las
diferentes actividades de clase.
Fortalecer el sentimiento de solidaridad y respeto mutuo, basado en
los resultados del trabajo en grupo.
Facilitar la adquisición y el desarrollo de las habilidades intelectuales
(lectura, escritura, búsqueda y selección de información) que les permita
aprender permanentemente y con independencia, así como actuar con eficacia e
iniciativa en los asuntos prácticos de la vida cotidiana.
Despertar el interés y el disfrute de la lectura y la expresión escrita en
sus diferentes manifestaciones, tanto propias como de sus compañeros.
Fomentar el análisis de los materiales leídos o producidos.
Fomentar, clarificar y fortalecer en los alumnos los valores universales,
individuales y sociales que rigen nuestra Constitución.
Desarrollar aptitudes propicias para el aprecio y disfrute de las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación.
En los niveles de Primaria trabajaremos el primer nivel de uso de
herramientas colaborativas a los que hacíamos referencia anteriormente:
compartiendo la información de manera colaborativa. En los últimos cursos
académicos, estaremos en condiciones de introducir, si la dinámica de trabajo de
los alumnos lo permite, el segundo nivel: valoración de información. Quedando
reservado el tercer nivel –construyendo la información-para los diferentes
niveles educativos de la Educación Secundaria.
Como sugiere el primer nivel, se tratará de, simplemente depositar
información en las diferentes carpetas virtuales que se vayan creando al efecto.
Las actividades comprendidas para este nivel pueden llegar hasta la búsqueda
de información en la red y a su posterior filtrado y depurado, para luego colgarla
en la zona de trabajo común al aula.
Todavía no se hace necesario la creación de grupos de clase, ya que al
declararse el espacio común como un espacio para todos, toda la información
depositada ahí, compete a todos por igual. Lo que habrá que articularse serán
los diferentes contenedores de información y eso lo establecerá el profesor que
luego explicará a sus alumnos.
Según la Ley de Calidad, la Educación Primaria contribuirá a desarrollar
en los alumnos una serie de capacidades (MECD, 2002), que estamos seguros
pueden ser potenciadas mediante el uso de estas metodologías colaborativas
telemáticas:
a) Conocer los valores y las normas de convivencia, aprender a obrar
de acuerdo con ellas y respetar el pluralismo propio de una sociedad
democrática.
b) Desarrollar una actitud responsable y de respeto por los demás,
que favorezca un clima propicio para la libertad personal, el aprendizaje y
la convivencia.
c) Desarrollar hábitos de esfuerzo y responsabilidad en el estudio, y
actitudes de curiosidad e interés por el aprendizaje, con las que descubrir
la satisfacción de la tarea bien hecha.
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d) Desarrollar la iniciativa individual y el hábito del trabajo en
equipo.
i) Iniciarse en la utilización, para el aprendizaje, de las tecnologías de
la información y de las comunicaciones (p. 45195).
Según esta misma normativa, las áreas que se cursarán en la Educación
Primaria serán las siguientes: Ciencia, Geografía e Historia; Educación Artística;
Educación Física; Lengua Castellana; Lengua extranjera; y Matemáticas.
Asimismo se cursará, de acuerdo con lo dispuesto en la disposición adicional
segunda, el área de Sociedad, Cultura y Religión.
En todas estas áreas se podrán realizar actividades colaborativas
telemáticas con la intención de potenciar los objetivos anteriormente descritos
por la Ley de Calidad.
2.2. El trabajo colaborativo telemático en Secundaria. Análisis de su uso en
diferentes áreas curriculares
Al considerar el empleo de una actividad colaborativa, los profesores
deben hacerse las siguientes preguntas (Enerson, 1997):
¿Cuál es el objetivo o meta de la tarea, proyecto o actividad?
¿Cómo se colabora con el objetivo al pedir a los alumnos que trabajen
en equipo?
¿El proyecto es suficientemente complejo y retador como para que no
sea posible que el estudiante lo realice individualmente y necesite hacerlo en
grupo?
¿El proyecto requiere que los estudiantes sinteticen su trabajo de
forma colaborativa, en lugar de sólo completar el trabajo en forma separada y
reunirlo después para entregarlo?
¿Los profesores pierden el control al emplear el aprendizaje
colaborativo?.
En estas edades, los alumnos ya están capacitados para establecer
procesos comunicativos de cierta complejidad, es por ello que podrán:
Realizar sesiones de brainstorming electrónico.
Votaciones virtuales.
Clasificar ideas.
Establecer prioridades.
Redactar documentos mediante colaboración telemática.
Realizar videoconferencias.
Toma de decisiones conjuntas en una sesión sincrónica.
La resolución conjunta de problemas en la que los miembros de un grupo
aportan ideas y soluciones con total espontaneidad, técnica conocida con el
nombre de brainstroming en grupo, apareció en el mundo empresarial hacia los
años cincuenta, cuando Alex Osborn, un ejecutivo perteneciente al mundo de la
publicidad, publicó un manual práctico sobre el empleo de esta técnica (Wallace,
2001).
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Una razón para que el brainstorming electrónico funcione mejor que el
presencial, es que la versión electrónica evita el problema del bloqueo de
propuestas. En la versión informática de una discusión en grupo, podemos ver
las aportaciones de los otros miembros del grupo en cualquier momento sin que
ello suponga interrumpirles. Aunque si el número de participantes es elevado no
será efectiva.
Las actividades que se desarrollarán en estos niveles de la Educación
Secundaria deben estar orientadas a:
Desarrollar actitudes positivas hacia el aprendizaje y la educación en
general.
Promover las relaciones entre los estudiantes.
Aumentar la motivación y la autoestima.
Desarrollar habilidades interpersonales y estrategias para resolver
conflictos.
Promover el respeto por los otros compañeros.
Fortalecer la habilidad para opinar y escuchar.
Permitir, a través de la discusión grupal de los temas estudiados, que los
alumnos expliquen con sus palabras lo que han entendido, aclarando y
corrigiendo los contenidos aprendidos.
Desarrollar la tolerancia, la flexibilidad y la apertura hacia los demás.
Enseñar a compartir responsabilidades.
Desarrollar el compromiso hacia los demás.
Enseñar a organizarse y a dividir las tareas y los roles para lograr un
mejor resultado.
Ayudar a que el alumno desarrolle menos estereotipos y a que aprenda a
valorar las diferencias de raza, religión, opinión, género, etc.
Permitir una mayor riqueza en el aprendizaje de los diferentes contenidos
gracias a los diversos acercamientos que se plantean para cada tarea.
Facilitar la corrección al dar cabida a la confrontación del trabajo
individual con lo que hacen los demás miembros del grupo.
Brindar el espacio para superar las dificultades que alguien pueda tener
en un ambiente de compañerismo y confianza.
Permitir potenciar los talentos de los niños al favorecer el trabajo en
grupo.
Además, en estos tipos de aprendizajes, los miembros que conforman un
grupo deberán estar motivados para asegurarse de que sus compañeros
también hayan dominado el material o hayan alcanzado la meta propuesta, de
esta forma, el proceso de colaboración será intenso y envolverá estrategias
creativas más amplias.
La finalidad de la Educación Secundaria Obligatoria (MECD, 2001) es
transmitir a los alumnos los elementos básicos de la cultura, especialmente en
sus aspectos científico, tecnológico y humanístico; afianzar en ellos hábitos de
estudio y trabajo que favorezcan el aprendizaje autónomo y el desarrollo de
sus capacidades; formarlos para que asuman sus deberes y ejerzan sus
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derechos y prepararlos para su incorporación a estudios posteriores y para su
inserción laboral (Art. 22.1., p. 45196)
Según la Ley de Calidad, la Educación Secundaria contribuirá a
desarrollar en los alumnos una serie de capacidades, que a nuestro juicio,
pueden ser potenciadas mediante el uso de metodologías colaborativas, sean o
no telemáticas (MECD, 2002):
a) Asumir responsablemente sus deberes y ejercer sus derechos en el
respeto a los demás, practicar la tolerancia y la solidaridad entre las personas,
y ejercitarse en el diálogo afianzando los valores comunes de una sociedad
participativa y democrática.
b) Desarrollar y consolidar hábitos de estudio y disciplina, como
condición necesaria para una realización eficaz de las tareas del aprendizaje, y
como medio para el desarrollo personal.
c) Desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de
información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos.
d) Afianzar el sentido del trabajo en equipo y valorar las perspectivas,
experiencias y formas de pensar de los demás.
e) Comprender y expresar con corrección, oralmente y por escrito,
en la lengua castellana y, en su caso, en la lengua co-oficial de la Comunidad
Autónoma, textos y mensajes complejos, e iniciarse en el conocimiento, la
lectura y el estudio de la literatura.
g) Desarrollar la competencia comunicativa para comprender y
expresarse en una o más lenguas extranjeras de manera apropiada, a fin de
facilitar el acceso a otras culturas.
h) Adquirir una preparación básica en el campo de las tecnologías
fundamentalmente, mediante la adquisición de las destrezas relacionadas con
las tecnologías de la información y de las comunicaciones, a fin de usarlas,
en el proceso de aprendizaje, para encontrar, analizar, intercambiar y presentar
la información y el conocimiento adquiridos (Art. 22.2., p. 45196).
De igual manera, y siguiendo la normativa anteriormente expuesta, en la
Educación Secundaria Obligatoria se impartirán las siguientes asignaturas:
Biología y Geología; Ciencias de la Naturaleza; Cultura Clásica; Educación
Física; Educación Plástica; Ética; Física y Química; Geografía e Historia; Lengua
Castellana y Literatura; Latín; Lenguas extranjeras; Matemáticas; Música; y
Tecnología. Asimismo se cursará, de acuerdo con lo dispuesto en la disposición
adicional segunda, la asignatura de Sociedad, Cultura y Religión.
En todas estas áreas se podrán realizar actividades colaborativas
telemáticas con la intención de potenciar los objetivos anteriormente descritos
por la Ley de Calidad, recientemente aprobada en nuestro país.
3. ELEMENTOS A TENER EN CUENTA PARA SU UTILIZACIÓN
A lo largo de este apartado, veremos cómo podemos formar los
grupos virtuales, qué requisitos técnicos son básicos para realizar una actividad
de trabajo colaborativo telemático, qué requisitos organizativos se exigen para
llevarlo a cabo y qué estrategias son necesarias para llevarlo a cabo.
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3.1. Aspectos personales. La creación de los grupos virtuales
El formar grupos con personas con las se que comparte algún interés en
común, es una actividad habitual de gran parte de los seres humanos. En este
marco, resulta lógica y natural la formación de cibergrupos, también llamados
comunidades virtuales, verdaderos grupos virtuales de personas donde éstas
pueden expresarse libremente sobre algún tema en común (Lameiro, 1998).
Cuando no existían los ordenadores, un grupo de personas conocidas, se
enviaban cintas de audio donde discutían sobre temas específicos; cada uno
agregaba sus comentarios y así las cintas iban recorriendo el mundo,
regresando a quien la había enviado originalmente, portando conclusiones y
nuevos tópicos de discusión.
Es importante que dejemos claro, que en una actividad de trabajo
colaborativo, el formar los grupos es una de las tareas más complicadas que
existen.
En lo que se refiere a la tipología de grupos que nos podemos encontrar
en la red Wallace (2001) encuentra:
Grupos formados por personas que ya se conocían entre sí y se limitan a
emplear la red como medio para mantenerse en contacto o compartir
ideas entre una reunión y otra. En este apartado están los grupos
formados por investigadores que fueron los que primero usaron esta
metodología de trabajo en red.
Grupos formados por personas que no se conocen, pero si el tiempo y las
circunstancias lo permiten, algunas pueden que lleguen a verse o bien en
congresos o en otras reuniones de tipo social.
Grupos totalmente virtuales cuyos miembros no tienen ninguna
expectativa de llegar a encontrarse en la vida real a pesar de tener
intereses comunes.
Los grupos que se forman los clasificamos en base a dos criterios: la
intencionalidad de creación y su especialidad. Esto hará que resulten grupos que
puedan ser espontáneos o intencionados, y grupos de trabajo virtual,
semipresencial y presencial, y las combinaciones de ambas tipologías.
En el modelo colaborativo telemático, los grupos que se forman, ya sean
de cualquiera de los tipos mencionados anteriormente:
Exigen al tutor una mayor dedicación e implicación en el proceso de
enseñanza (por ejemplo: un grupo interdisciplinario de profesores).
Deberían someterse a una evaluación previa de su puesta en
funcionamiento, ya que si una vez construido se detectaran problemas de
ejecución de tareas y hubiera que modificarlo, se producirían serios
problemas, ya que los demás grupos pudieran ya estar perfectamente
configurados. Una vez que se formen los grupos de trabajo es
complicado rehacerlos. Los medios interactivos de comunicación son
muy vulnerables a los problemas de corrección.
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Cuando la participación inicial no es en absoluto generalizada, tiene un
costo elevado y un beneficio mínimo, por eso, los grupos deben estar
bien balanceados y estructurados.
En redes, los grupos deben oscilar los 10 ± 2 participantes.
Hay muchas variaciones del trabajo colaborativo, en el ámbito
académico, nos podemos encontrar desde pares de estudiantes que trabajan
juntos durante unos minutos en la clase, hasta equipos formales que trabajan en
proyectos cuatrimestrales. Dentro de estos dos extremos existen muchas más
variaciones.
Los grupos pequeños representan oportunidades para intercambiar ideas
con varias personas al mismo tiempo, en un ambiente libre de competencia,
mientras que las discusiones de todo un grupo tienden a inhibir la participación
de los estudiantes más tímidos y no son recomendables (Cooper, 1996). Un
grupo formal y cuidadosamente construido ayuda a los estudiantes a aprender a
trabajar duro y en equipo en un ambiente seguro y estimulante.
Para que los grupos o equipos sean efectivos, deben crearse en
ambientes abiertos y de confianza, de forma que los estudiantes se vean
motivados a especular, hablar, innovar, preguntar y comparar ideas conforme
resuelven los problemas. En contraposición, en un salón de clase tradicional los
estudiantes asisten a escuchar lo que dice el profesor (vehículo a través del cual
se transfiere toda la información), y posteriormente replican esa información en
los exámenes.
Para organizar a los estudiantes en grupos, los profesores deben decidir
desde el tamaño de los equipos, la duración de los mismos, hasta la forma de
asignación de los estudiantes a los equipos (Johnson y Johnson, 1999).
Los equipos pueden formarse de tres formas: al azar, o por decisión de
los estudiantes o a instancia del profesor. Los que han participado en actividades
de trabajo colaborativo, afirman que al final, los equipos más efectivos son los
heterogéneos y formados por el profesor y no por los mismos estudiantes que
quizá utilizan otros criterios menos efectivos, como pueda ser la afinidad social o
personal.
Algunos profesores que han aplicado con éxito el trabajo colaborativo,
piden a sus estudiantes cumplimentar una serie de cuestionarios el primer día de
clase, entre ellos un sociograma. A través de estos documentos se puede
obtener información útil, como por ejemplo: sexo, promedio de calificaciones,
experiencia en alguna área o áreas de estudio, habilidades más relevantes,
características más débiles, grado de compenetración de unos alumnos con
otros. Estos cuestionarios pueden ayudar a los profesores a formar grupos con
un nivel de equilibrio, variedad y compatibilidad aceptables.
A continuación exponemos un ejemplo de sociograma, en donde se ven
las diversas afinidades de los estudiantes entre si:
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Para concluir este apartado de creación de grupos de alumnos, podemos
decir que los grupos que podemos formar serían los siguientes:
Agrupamiento
Ubicación
Intencionalida
d
Espontáneo
Parejas
Homogéneos
Heterogéneos
Presencial
Intencionado
Homogéneos
Heterogéneos
Tríos
Espontáneo
Grupo
Mediano
(máx.
alumnos)
Homogeneida
d
Heterogéneos
Virtual
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Homogéneos
Intencionado
Homogéneos
Heterogéneos
Nivel de
Destrezas
Expertos
Inexpertos
Mixtos
Expertos
Inexpertos
Mixtos
Expertos
Inexpertos
Mixtos
Expertos
Inexpertos
Mixtos
Cuanto más difícil sea la actividad del aula a realizar por los estudiantes,
más directividad se precisará del profesor en la conformación de los grupos,
predominando las agrupaciones intencionadas, heterogéneas y mixtas. Mientras
que cuanto más fáciles sean las actividades a realizar, las agrupaciones serán
más espontáneas, homogéneas, expertas o inexpertas.
3.2. Aspectos técnicos. Requisitos a nivel de hardware y software
necesarios
Por norma general, los programas informáticos que facilitan el trabajo
colaborativo en redes, son aplicaciones que combinan la navegación y la
información con rasgos sofisticados de publicación virtual de documentos,
actualización de los mismos y administración del grupo de usuarios que accede
a ellos, con la intención de aportar un conjunto de rasgos que reflejen aún más la
información colaborativa y compartida usando para ello un estándar en la red
como son los navegadores web (Internet Explorer, Netscape, …).
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Un servidor de que proporciona este servicio (un servidor Web con las
extensiones del programa correspondiente instaladas) puede manejar varios
espacios de trabajo compartidos, es decir, puede manejar varios almacenes de
información que están compartidos, y es accesible a sus miembros mediante un
nombre del usuario y una contraseña que es asignada al darse de alta como
usuario del programa. En general, un servidor de trabajo manejará los espacios
de trabajo de grupos diferentes, y los usuarios pueden ser miembros de varios
espacios de trabajo al mismo tiempo.
Un espacio de trabajo compartido creado suele contener diferentes tipos
de ficheros tales como documentos, ficheros gráficos, direcciones de Internet,
enlaces a otros sitios Web, anotaciones sobre un tema, información sobre los
miembros de ese espacio compartido y mucho más, dependerá del programa
utilizado. El contenido de cada espacio de trabajo está representado mediante
unos iconos que los identifican.
A continuación exponemos algunas imágenes de programas más
frecuentes que facilitan el trabajo colaborativo usando las redes telemáticas.
Apariencia de BSCW versión 4.0.
( http://bscw.gmd.de)
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Apariencia de Forum Matrix.
(http://www.foruminc.com/)
Apariencia de GROUP.lounge.
(http://grouplounge.net/)
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La entrada en el espacio de trabajo compartido en SamePage eStudio.
(http://www.vrtual1.com/studio/v2)
Herramientas que proporciona TeamWave.
(http://www.markroseman.com/teamwave/)
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Ejemplo de espacio de trabajo con eRoom.
(http://www.eroom.net/eRoomNet/)
Pantalla de Lotus Notes 6.0.
(http://www.lotus.com/home.nsf/welcome/r5home)
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Pantalla de entrada tras la autentificación en HTC.
(http://www.ulpgc.es/htc)
Interfaz clásica de Hyperwave basada en Windows.
(http://www.hyperwave.de)
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Pantalla de documentos de DocuShare.
(http://docushare.xerox.com/)
Administrador de archivos del PHP Groupware.
(http://www.phpgroupware.org/)
3.3. Aspectos organizativos. Entrega de trabajos, el trabajo diario en redes.
Medios de comunicación soportados
Los principios para la organización de un espacio de trabajo compartido
en red, deben ser definidos a priori. Estos principios deben ser capaces de
contestar a estas preguntas:
¿Dónde tengo que dejar los documentos?
¿Qué plazos de entrega de materiales hay?
19
¿Dónde puedo encontrar respuestas a preguntas de organización?
¿Qué clases de notificaciones son necesarias?
Los sistemas de ficheros en un espacio de trabajo compartido en red,
pueden ser dinámicos y por tanto susceptibles de cambios, por lo que es muy
difícil detallar reglas generales y cada grupo tendrá que acordar sus reglas de
funcionamiento interno. A pesar de todo (Paz, 2000), se pueden hacer unas
recomendaciones apoyándose en:
Aspecto estático que caracteriza la estructura del espacio de trabajo.
Aspecto dinámico relacionado con el proceso de colaboración, y que
unido al aspecto estático define el estilo de cooperación.
Ejemplos, que ilustran los anteriores elementos.
Estas recomendaciones pueden parecer triviales, pero aún los más
expertos en este tema, se olvidan de elementos importantes en la estructuración
de un espacio de trabajo en red.
3.3.1. Aspectos estáticos de un espacio de trabajo compartido
Es indispensable detenerse en estos elementos básicos en los que se
debe pensar:
Desarrollar Documentos. Ellos son el tema sobre el que trabajara el
grupo, el verdadero workspace.
Documentos de Interés General para todos los miembros del grupo.
Carpetas de Subgrupo donde cada subgrupo debiera localizar su
material. Cada subgrupo debiera tener sus propias carpetas.
Carpetas Personales, donde cada miembro de uno de esos subgrupos
podrá colocar aquellos documentos en desarrollo que en un futuro
pasaran a las carpetas de subgrupo.
Fijar Documentos. Estos documentos constituyen los archivos del
proyecto y no suelen cambiar con frecuencia.
Plantillas, que facilitarán una estructura uniforme en la elaboración de
futuros documentos.
Documentos Administrativos, que hacen referencia a los aspectos
legales y administrativos del proyecto.
Documentos de Soporte, con material de interés general para el grupo.
Resultados del Proyecto, que pueden ser clasificados dentro de estos
documentos.
Documentos de Organización.
Organización del espacio de trabajo o Workspace, que debiera tener la
información sobre la estructura del mismo y permitirle a los usuarios
decidir dónde localizar los diferentes tipos de documentos. Las reglas
sobre la colaboración dinámica también deben especificarse aquí.
Espacio para Novedades. Aquí debiera meterse información relevante
que periódicamente debiera borrarse o moverse dentro de algún archivo.
20
3.3.2. Aspecto dinámico de un espacio de trabajo compartido
Refleja los aspectos cambiantes dentro de los procesos de colaboración
y no se debiera dejar de pensar en:
Cómo soportar el flujo de trabajo sobre un espacio compartido.
Unir el trabajo de varios para conseguir un documento normalmente lleva
diversos pasos, de tal manera que cada miembro asume un papel, tal y
como hemos descrito en otro apartado. Alguien hace un primer
documento que después será revisado y modificado por otro u otros, por
lo que deberá haber una mecánica de notificación entre todos los
involucrados.
Notificaciones. Se pueden hacer a través de mecanismos automatizados
de gestión de acciones o manualmente a través del correo, teléfono o fax,
estos dos últimos menos recomendados.
Los responsables intervinientes en la organización de un espacio virtual
compartido pueden ser uno o dos, según sea el grado de destreza informática
del tutor. Uno podría estar a cargo de los contenidos y otro del funcionamiento
del sistema.
En el caso de establecer dinámicas colaborativas presenciales, los
alumnos serían acompañados al aula de informática por su profesor dentro del
horario curricular. Los alumnos también podrían consultar, trabajar, comunicarse,
etc., desde sus casas o desde otro ordenador ubicado en cualquier otro lugar.
El responsable de contenidos puede variar según el área curricular que
se trate, siendo lo más lógico que se encargue el profesor de esa asignatura. Es
de destacar, que la transmisión de educación a través de este tipo de
herramientas, hace que se deban adquirir nuevas metodologías de trabajo. No
se puede seguir con los métodos tradicionales de enseñanza, frente a estas
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, es decir que a nuevos
medios, nuevas metodologías.
Fundamentalmente se trata de un cambio de mentalidad, de poner
énfasis en la adopción de metodologías muy diferentes a las utilizadas en sus
tareas habituales (Paz, 2000).
Es sabido que, una sola persona no puede con el caudal de datos que se
maneja hoy en día, de ahí la necesidad de buscar apoyos en terceras personas,
aunque sean sólo de tipo técnico.
3.4. Aspectos metodológicos. Qué cosas se pueden hacer en un entorno de
trabajo colaborativo telemático y cuáles realmente se usan
Appelt (2001), realizó una investigación basada en la evaluación de las
acciones que se realizaban en el servidor de trabajo colaborativo en red BSCW
en Alemania (http://bscw.gmd.de). El fichero que se generó con los logs o
registros de acciones comprendía 316 días, desde el 14 de junio de 1999 hasta
el 30 de abril de 2000.
21
En el análisis de los datos se ignoraron los sábados, domingos y fiestas
nacionales, resultando un total de 220 días de trabajo regular. Aproximadamente
se realizaron 5.9 millones de conexiones, generándose un fichero de registros de
más de 500 megabytes.
Cada entrada tenía la siguiente estructura:
- Fecha y hora.
- Dirección IP y nombre de usuario.
- Código de retorno y hora, operación, acción sobre objeto (información
sobre si la operación fue realizada con éxito y cuanto tiempo duró).
El sistema BSCW permitía también el acceso anónimo (usuarios que no
están registrados en el entorno) pero tuvieron que ser ignorados del análisis
porque no proporcionaba información sobre comportamientos como los de los
usuarios registrados.
También analizaron si existían diferencias en los comportamientos entre
los usuarios normales y los frecuentes. Fueron considerados usuarios frecuentes
aquellos que accedían al servidor de BSCW una media de al menos dos días
cada semana durante el tiempo que estuvieron registrados, con un mínimo de
registro de 50 días. Esto se hizo con la intención de excluir a usuarios que se
hubieran registrado al final del período de los 316 días.
Al comienzo del período de evaluación existían unos 19.000 usuarios
registrados y al final de la experiencia la cifra aumentó hasta los 32.000. De
todos ellos, casi 17.000 fueron dados de alta durante el período que duró la
experiencia.
Los usuarios del servidor de BSCW en Alemania fueron agrupados en
tres categorías, según el uso que hicieron de él:
a) Usuarios que prueban la funcionalidad del servidor, llegan a la
conclusión de que no es suficiente para ellos y dejan de usar el sistema.
b) Usuarios que prueban la funcionalidad del servidor, llegan a la
conclusión de que el sistema es útil para ellos, pero dejan de usar el servidor
alemán porque ellos instalan su propio servicio de BSCW.
c) Usuarios que consideran útil el entorno BSCW y lo continúan usando.
Obviamente del análisis del fichero de acciones o log, es posible
distinguir entre los usuarios pertenecientes a las categorías a) y b). El uso que
hacen del entorno los usuarios de las categorías b) y c) es bastante amplio. Hay
usuarios que acceden a sus espacios de trabajo casualmente (por ejemplo, cada
diez días) y realizan operaciones simples tales como descargar documentos que
otros compañeros han creado. Y hay usuarios que usan el sistema bastantes
veces al día y quienes organizan sofisticados derechos de acceso al entorno
BSCW.
Respecto al uso de las acciones de BSCW, decir que el interface visual o
apariencia del entorno, tiene aproximadamente unos 150 iconos diferentes y sus
diferentes botones de acción. Pero entendiendo que muchas de estas acciones
22
son funciones complejas, podemos resumirlas en aproximadamente unas 80
operaciones, y unas 20 más si se es administrador del sistema informático.
Se llegó a la conclusión de que menos de diez usuarios usaban el 80%
de todas las operaciones permitidas, unos 350 usaron más del 50% de las
acciones, unos 1700 usan el 30% y unos 2400 usan el 25%. A primera vista,
esto puede indicar que los usuarios del servidor de BSCW emplazado en
Alemania usan una mínima parte de las funciones que ofrece el entorno de
trabajo colaborativo. Sin embargo, la gran mayoría de las funciones que se usan
en el sistema son acciones elementales no requiriendo el uso de operaciones
complejas.
Un poco más del 72%, han realizado operaciones de lectura y descarga
de ficheros, documentos o notas, y efectivamente, esto no es algo que
sorprenda: en procesos colaborativos la gran mayoría de las actividades
consiste en la asimilación o modificación de información (entendido como
procesos de documentación). Información creada por ellos mismos o por otros
compañeros.
Por ejemplo, en un grupo de 5 personas, cada miembro puede leer
información creada por los otros miembros, el número de operaciones de lectura
o modificación de información puede llegar a ser de cuatro veces como mucho y
representar el 80% de las acciones realizadas.
Del resto de las acciones de no-lectura, unos 1,25 millones de
operaciones, las diez más frecuentes con un total de 63% de las operaciones
han sido:
Acciones
Obtener información de objetos
Crear o subir documentos
Leer información de eventos
Crear carpetas
Confirmar eventos
Modificar y editar preferencias
Invitar a usuarios a espacios
de trabajo
Modificar
información
de
objetos
Crear discusiones o notas
Mostrar
contenido
de
subcarpetas y discusiones
%
11.4%
11.2%
7.6%
5.7%
5.3%
5.1%
4.7%
4.4%
3.8%
3.8%
Para un mayor análisis de los logs o informes de operaciones, las
operaciones a realizar en BSCW se agrupan en las siguientes categorías:
Grupo 1. Creación de información.
Grupo 2. Modificación de información.
Grupo 3. Modificación de la presentación de la información.
Personalización del entorno.
Grupo 4. Generador de Informes.
23
Grupo 5. Lectura de información de objetos.
Grupo 6. Mover y borrar objetos.
Grupo 7. Derechos de acceso de los usuarios.
Grupo 8. Búsqueda de objetos.
Grupo 9. Creación, consulta y modificación de la Información personal.
Grupo 10. Operaciones relativas a reuniones.
Grupo 11. Aplicaciones Java. Monitoreo de usuarios.
Grupo 12. Otras características. Conversión de formatos de documentos,
Versionado, …
El 24.7% de las operaciones efectuadas se correspondieron con el grupo
1, creación de información, mientras que el 12.4% (aproximadamente unas
155.000) han sido acciones relacionadas con la modificación de la información,
categorizada como grupo 2.
Grupos
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Descripción
Creación de información.
Modificación de información.
Modificación de la presentación de la
información.
Grupo 4 Informes.
Grupo 5 Lectura de información de objetos.
Grupo 6 Mover y borrar objetos.
Grupo 7 Derechos de acceso de los usuarios.
Grupo 8 Búsqueda.
Grupo 9 Información personal.
Grupo 10 Operaciones relativas a reuniones.
Grupo 11 Aplicaciones Java.
Grupo 12 Otras características.
f
308.000
155.000
154.000
%
24.7%
12.4%
12.3%
167.000
154.000
59.000
103.000
19.000
20.000
7.000
35.000
64,000
13.4%
12.3%
4.7%
8.2%
1.5%
1.6%
0.6%
2.8%
5.1%
Las principales actividades que se suelen realizar en los espacios de
trabajo colaborativo con BSCW, consisten en la creación de nueva
información (por ejemplo, subida de nuevos documentos o añadiendo nuevas
notas o enlaces de Internet), funciones relativas a la creación de informes, la
modificación de información existente, y a la lectura de las descripciones
de los objetos que se depositaban en los entornos de BSCW.
Un alto porcentaje de operaciones relacionadas con la asignación de
derechos de acceso ha sido una sorpresa que se diera en esta investigación.
Esto indica que entre los usuarios hay un sentimiento de conciencia respecto a
la seguridad y a la privacidad de sus informaciones.
Las operaciones referidas a las herramientas de comunicación tales
como encuentros y uso de programas de video/audio conferencia han sido
bastante bajas. Esto indica que los usuarios no están interesados en usar
herramientas de comunicación sincrónica cuando usan BSCW como principal
herramienta de comunicación asíncrona.
Respecto a la tipología de los usuarios, podemos decir que 486 usuarios
han sido clasificados como frecuentes y han realizado aproximadamente más de
24
1.4 millones de operaciones, suponiendo un 31% de todas las operaciones
realizadas.
Grupos
Descripción
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Creación de información.
Modificación de información.
Modificación de la presentación
de la información.
Informes.
Lectura de información de
objetos.
Mover y borrar objetos.
Derechos de acceso de los
usuarios.
Búsqueda.
Información personal.
Operaciones relativas a
reuniones.
Aplicaciones Java.
Otras características.
Grupo 4
Grupo 5
Grupo 6
Grupo 7
Grupo 8
Grupo 9
Grupo 10
Grupo 11
Grupo 12
Usuarios
frecuentes
23.1%
15.1%
8.6%
Otros
usuarios
25.6%
11.0%
14.2%
17.3%
11.3%
11.6%
12.9%
4.8%
7.4%
4.7%
8.7%
2.3%
0.9%
0.5%
1.1%
2.0%
0.6%
27%
5.6%
2.9%
4.9%
Hay bastantes diferencias entre los resultados de usuarios frecuentes y
los otros usuarios por varios motivos:
Los usuarios frecuentes suelen modificar con más frecuencia la
información, crean más documentos, posiblemente porque el tiempo
de acceso al entorno es menor que los otros tipos de usuarios.
Los usuarios frecuentes modifican con menos frecuencia que los
otros la manera en que se presenta la información.
Los informes que genera el entorno BSCW al leer documentos,
copiar, borrar, etc. son usados con más frecuencia por unos usuarios
más que por otros, ya que aportan información relevante para la
coordinación de procesos de trabajo asíncrono.
Tanto los usuarios frecuentes como los otros usan indistintamente las
búsquedas en el sistema. Además lo usan con más frecuencia
conforme advierten que son útiles.
Algunas conclusiones a las que los autores llegan en este estudio y que
más se destacaron son:
La mayoría de las personas interesadas se registran con un nombre
de usuario y una contraseña cuando quieren investigar la
funcionalidad del sistema con más detalle.
Un gran número de usuarios usan una mínima parte de las
funcionalidades que ofrece BSCW.
La gran mayoría de las acciones que realizan los usuarios consisten
en navegar por los entornos de BSCW particulares y leer
documentos, notas sobre ellos, etc. Aunque también usan las
potencialidades de los entornos colaborativos y de documentos y
carpetas compartidas.
25
Hay grandes diferencias entre el uso que hacen del sistema BSCW
los usuarios frecuentes y los eventuales.
4. CÓMO CONSTRUIR Y DISEÑAR ACTIVIDADES COLABORATIVAS
BASADAS EN REDES TELEMÁTICAS
En este apartado, intentaremos mostrar qué pasos debemos seguir para
diseñar los objetivos que pretendemos que nuestros alumnos lleguen a
conseguir, usando esta metodología de trabajo. De igual manera, mostraremos
cómo deben elaborarse y estructurarse las actividades planteadas bajo esta
nueva forma de trabajar.
4.1. Diseñando los objetivos
Términos tales como: pasivo, memorización, individual y competitivo, son
elementos que no están asociados con trabajo colaborativo (Johnson y Johnson,
1997). Por el contrario, entre las potencialidades que pretendemos que los
alumnos aprendan o potencien, según sea el caso, están la cooperación, el
sentimiento de responsabilidad individual y compartida, la comunicación, el
trabajo en equipo y la autoevaluación:
1. Cooperación. Los estudiantes se apoyan mutuamente para cumplir con
un doble objetivo: lograr ser expertos en el conocimiento del contenido, además
de desarrollar habilidades de trabajo en equipo. Los estudiantes comparten
metas, recursos, logros y entendimiento del rol de cada uno. Un estudiante no
puede tener éxito a menos que todos en el equipo tengan éxito.
2. Responsabilidad. Los estudiantes son responsables de manera
individual de la tarea a realizar. Al mismo tiempo, todos en el equipo deben
comprender todas las tareas que les corresponden a los compañeros.
3. Comunicación. Los miembros del equipo intercambian información
importante y materiales, se ayudan mutuamente de forma eficiente y efectiva,
ofrecen retroalimentación para mejorar su desempeño en el futuro y analizan las
conclusiones y reflexiones de cada uno para lograr pensamientos y resultados
de mayor calidad.
4. Trabajo en equipo. Los estudiantes aprenden a resolver juntos los
problemas que van surgiendo en el transcurrir de la tarea, desarrollando las
habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de decisiones y
solución de conflictos propios de una actividad de este tipo.
5. Autoevaluación. Los equipos deben evaluar cuáles acciones han sido
útiles y cuáles no. Los miembros de los equipos establecen las metas, evalúan
periódicamente sus actividades e identifican los cambios que deben realizarse
para mejorar su trabajo en el futuro.
Por lo tanto, las actividades que diseñemos estarán encaminadas a
desarrollar y/o potenciar estas habilidades. Podremos diseñar actividades cuya
26
única misión sea la de autoevaluarse o evaluar a otros compañeros, podemos
realizar actividades de comunicación masiva y en grupo, etc.
Además de desarrollar habilidades sociales y de trabajo en equipo, los
grupos pequeños deben cumplir con actividades académicas asociadas a la
solución de problemas, lo que incluye: hacer análisis, comprobar el nivel de
comprensión, construir diagramas de flujo y organizadores gráficos, hacer
estimaciones, explicar materiales escritos, formular y generar preguntas, hacer
listados y predicciones, presentar información, hacer razonamientos, fichar
referencias, resolver cuestionamientos, en definitiva, resumir y pensar
creativamente, pero a poder ser de manera colaborativa.
4.2. Pasos y decisiones para la construcción de actividades
Johnson y Johnson (1999), autores de Learning together and alone:
cooperative, competitive, and individualistic learning, ya sugieren utilizar un
procedimiento tipo al planear una actividad de exposición con la finalidad de
mantener a los estudiantes interesados intelectualmente. Tomando como
referencia sus propuestas, hemos elaborado la siguiente actividad tipo, que bien
podría tener multitud de variantes en función del tiempo del que dispongamos,
sujetos participantes y demás factores que conforman la constitución de un
grupo y que hemos explicado con anterioridad.
En el punto segundo nos referimos a que existían tres niveles de
interacción colaborativa: compartiendo, valorando y construyendo información.
Vamos a ejemplificar cómo quedaría una actividad tipo correspondiente a cada
uno de los niveles.
Primer nivel de colaboración: El acceso a la información.
El profesor propone una serie de materiales en el entorno de trabajo
colaborativo y los alumnos accederán a ellos de manera independiente. Este
acceso tendrá la única finalidad de la de poder leer la documentación propuesta.
Como ejemplo de la documentación ofrecida para este primer nivel de
colaboración, pueden incluirse tanto sitios de Internet, como el primer enlace del
gráfico anterior:
27
como la consulta de documentos en formato Word relacionados con la
temática curricular que el profesor esté tratando en cada momento:
Las actividades irán encaminadas exclusivamente a la consulta individual
de la información expuesta por el profesor:
28
Segundo nivel de colaboración: Valoración de la información.
Este tipo de colaboración comenzaría de igual manera que el primer
nivel, sólo que una vez expuesta la documentación, y resueltas las actividades
propuestas por el profesor, las depositarán en los contenedores de información
establecidos para tal efecto.
Un ejemplo de una actividad tipo correspondiente a este segundo nivel de
acceso sería como sigue:
Nótese cómo la característica que define el trabajo colaborativo en este
segundo nivel y lo diferencia del primero, es la valoración y manipulación de la
información contenida en cada documento.
Tercer nivel de colaboración: Construyendo la información.
Este tipo de colaboración comenzaría de igual manera que el primer
nivel, sólo que una vez expuesta la documentación, hechas la valoraciones
individuales y estén depositadas en los contenedores de información
establecidos para tal efecto, deberán ser analizadas respectivamente por el resto
de los integrantes del grupo, llegándose a generar un segundo documento por
cada alumno, fruto de la lectura y análisis de los demás ficheros de sus
integrantes de grupo. Podrá establecerse que cada grupo genere una única
versión en función del grado de compenetración del mismo.
29
Un ejemplo de una actividad tipo correspondiente a este tercer nivel de
acceso sería como sigue:
5. FRASES-RESUMEN

El aprendizaje colaborativo telemático es, una estrategia de gestión de
actividades en el aula virtual, que privilegia la organización del alumnado
en grupos heterogéneos para la realización de las tareas y actividades de
aprendizaje en el aula.

El trabajo colaborativo telemático no tiene por qué sustituir al presencial,
pudiendo complementarlo, dando origen a metodologías mixtas o
blended collaborating. Se destacan tres niveles de intervención:
compartiendo la información (menor dificultad), valorando la información y
construyendo información (mayor dificultad).

En los niveles de Primaria trabajaremos el primer nivel de uso de
herramientas colaborativas: compartiendo la información. En los últimos
cursos académicos, estaremos en condiciones de introducir el segundo
nivel: valoración de información. Quedando reservado el tercer nivel,
construyendo la información, para los diferentes niveles educativos de la
Educación Secundaria.

En una actividad de trabajo colaborativo, el formar los grupos, es una de
las tareas más complicadas que existen, pero no por ello algo
inalcanzable. Cuanto más difícil sea la actividad del aula a realizar por los
estudiantes, más directividad se precisará del profesor en la
conformación de los grupos, predominando las agrupaciones
intencionadas, heterogéneas y mixtas.
30

Términos tales como: pasivo, memorización, individual y competitivo, son
elementos que no están asociados con trabajo colaborativo. Mientras que
vocablos tales como: cooperación, el sentimiento de responsabilidad
individual y compartida, la comunicación, el trabajo en equipo y la
Autoevaluación, sí lo están.
6. ACTIVIDADES
1) Elabore 5 actividades colaborativas para los tres niveles de
colaboración explicados en el texto: acceso, valoración y construyendo
información. Puede contextualizarlas por ciclo, nivel y curricularmente.
2) Establezca una vinculación de actividades que se puedan hacer en el
nivel 3 de colaboración, con agrupamientos de alumnos, es decir, qué tipos de
agrupamientos serían los más óptimos y por qué, para la realización de
actividades de construcción de información de manera colaborativa.
3) Deberá entrar en la siguiente dirección de Internet:
http://tecnologiaedu.us.es/cursobscw y dar respuesta a las siguientes
cuestiones:
1. Partir de la lectura de las diferentes definiciones de trabajo o
aprendizaje colaborativo y proponer una definición del mismo.
2. Reflexionar sobre diferentes actividades relacionadas con su actividad
profesional en la cual considera que puede ser positivo la utilización de una
estrategia de trabajo colaborativo.
3. En el curso se hace referencia a la necesidad de que la comunicación
entre los miembros que participan sea frecuente, fluida y rápida. ¿Considera que
es posible con el BSCW? ¿Por qué?
4. Resume, en breves líneas, cuáles crees que son, a tu juicio, los
beneficios que puede aportar el software de trabajo colaborativo BSCW a la
educación.
5. ¿Cuáles son los requerimientos necesarios para poder utilizar BSCW?
6. Puede explicar en breves líneas, qué diferencias entre el aprendizaje
colaborativo presencial y telemático.
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