Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas Introducción a la biografía de Garchen Rinpoche Sue-Sue Luu Febrero 2009 Traducción al español: Sofía Sarquís Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 1 índice Carta a mi Maestro Foto Capítulo1 Nacimiento y niñez en Dong-go Capítulo 2 Reconocimiento Palabras de Garchen Rinpoche sobre su biografía Notas finales Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 2 Namo Guru pe… En la tarde del cuarto día del mes de febrero de 2003, llegué al Instituto Garchen en Chino Valley, Arizona, para iniciar con usted la primera serie de entrevistas sobre su biografía. Rinpoche, ¿recuerda esa noche durante la cena, cuando compartí con usted y los lamas 1el sueño que tuve hacia menos de un año? Me encontraba en un amplio salón de enseñanza, como le conté. Había grandes escalones de piedra que conducían a esta habitación y vi filas y filas de personas sentadas en la oscuridad, moviéndose silenciosamente como olas de seda de un lado a otro. La sesión de enseñanza acababa justo de terminar. El espacio afuera estaba completamente sellado por la oscuridad y adentro, sutilmente iluminado sólo por una columna de parpadeantes lámparas de mantequilla. Su trono-asiento estaba colocado a un lado del altar en el salón y recuerdo haberme preguntado “¿por qué el asiento de Rinpoche está a un lado del altar?” Nunca antes había visto este lugar. De pronto, mientras se dirigía a la salida con Lama Bu Nima y otro hombre a su lado, me vi a mi misma apresurarme hacia ustedes, cuando me detuve frente a usted, casi instantáneamente levante la mano derecha y puse mi palma sobre su pecho y le dije: “Rinpoche, sé que 1 Traga Rinpoche, Lama Bu Nima, Gape Lama y Lama Tamphel, quien después sería conocido como Khenpo Tamphel. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 3 aquí es dónde está su corazón…. y lo estoy tocando en este momento” Eso fue lo que le dije. Eso fue lo que me escuché a mi misma decirle. Mi voz se quebró, como la de una niña pequeña, en completo asombro por lo que acababa de descubrir! Recuerdo haber pensado: “Pero, este es el lado derecho! El lado derecho! El corazón normalmente no yace en el lado derecho!” Aún así, sostuve mi palma firmemente sobre su pecho y se sintió como si lo que acababa de decir hacia un segundo, de manera espontánea irradiara de nuevo fuera de mi propio corazón. Pasó un instante. Había un silencio total cuando usted colocó su mano derecha sobre el dorso de mi mano aún contra su pecho, con su cara muy cerca a la mía; comencé a sentir el calor que irradiaba de su mano. Me miró directamente a los ojos y simplemente dijo: “Tienes razón. Aquí es dónde está mi corazón. Y tú lo estás tocando”. Paso otro instante. El amanecer se aproximaba rápidamente, trayendo un fresco y vigorizante nuevo día, salté de ese sueño sintiendo su presencia en la palma de mi mano! Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 4 No había nada en la palma de mi mano, sin embargo, continúe mirándola fijamente, sintiendo que había algo, que realmente había algo ahí. Afuera en el bosque, la luz brillaba con gentileza y un instante más tarde, el sol de la mañana entró a mi habitación en silencio... Yo seguía sintiendo como si hubiera algo muy pequeño y precioso tratando de saltar desde la palma de mi mano! Estaba casi segura de que había algo ahí, electrizante, palpitante! Este pequeño y preciado algo era tan vibrante y parecía contener una indescriptible, poderosa y vasta energía, una energía de compasión, que de pronto permeó todo mi cuerpo y mis sentidos. Tuve que utilizar mi mano izquierda para frotar el interior de mi palma derecha, pensando que quizá habría algo tangible que podría mirar, sintiéndome por completo abrumada por la emoción pero totalmente bendecida. Lo llamé “Rinpoche oi2!”, y lloré en silencio…. Eso fue en la primavera de 2002. Un mes después, usted llegó a nuestra casa en Maryland para su visita y gira anual de enseñanzas por la Costa Este. Un día, Lee vino y se llevó de paseo a Lama Bu Nima, Lama A Bo y a nuestro traductor tibetano, Tashi, y nos dejaron solos para el almuerzo. La casa se sentía inusualmente tranquila; no había nadie alrededor, solo 2 En vietnamí, oi es una expresión familiar y afectuosa de llamar a alguien. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 5 nosotros dos comiendo juntos. Como de costumbre le serví su thukpa y me senté a comer con usted en el comedor iluminado por el sol. En un momento dado, vi la bolsa de tela que siempre carga con usted alrededor de su pecho, igual que su molino de oración, es algo de lo que rara vez se separa! Como yo no hablo tibetano y usted no habla inglés, señalé la bolsa y con actitud juguetona le pregunté que guardaba ahí. Para mi gran sorpresa, usted puso su molino de oración en la mesa, comenzó a buscar en la bolsa y sacó lentamente algo que estaba envuelto al parecer en una vieja y gastada tela de seda. Miré con asombro mientras usted se tomaba todo el tiempo para desenvolver las muchas capas de tela, una a una, hasta revelar un diminuto cuaderno de apuntes en miniatura de aproximadamente una por dos y media pulgadas de tamaño. Los velos del tiempo eran lentamente removidos …Las páginas de un libro tesoro escondido empezaron a abrirse, susurrando en mis oídos sus secretos por mucho tiempo perdidos… Un mundo desconocido y sin embargo sorprendentemente íntimo, comenzó a desplegarse ante mis ojos. Sin decir una palabra, usted tomó mi mano derecha y colocó en la palma ese libro en miniatura. El libro era tan pequeño…tan diminuto!! Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 6 Photo: Kathy Lambert Casi me suelto a llorar cuando lo sentí en mi mano. De pronto, recordé su cara en aquel sueño fugaz, el pasillo oscuro, el sentimiento de dicha, la energía indescriptiblemente vasta de compasión, su corazón, el rubor del alba … miré fijamente el pequeño y diminuto cuaderno rojo, muda, sin saber que decirle. ¿Recuerda Rinpoche, como usted trataba de explicarme de qué trataba el pequeño libro? El lenguaje que usted Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 7 hablaba, el dialecto tibetano del este, parecía al mismo tiempo exótico y cálido, nada de lo que decía era comprensible a mis ordinarios oídos. Y sin embargo, de alguna manera, a través de su expresión facial y el lenguaje de sus manos, entendí, y después, pude verificar los detalles con nuestro traductor tibetano. Entendí que, mientras estuvo preso de los chinos, usted tomaba notas en secreto y escondía este cuadernillo. Lo escuché susurrar las palabras Milarepa, Tara, Mahamudra y luego el nombre Khenpo Munsel. Dentro del libro había una pequeñísima foto en blanco y negro de su maestro raíz, Khenpo Munsel, su amado Lama corazón. Los caracteres escritos ahí eran la mitad del tamaño de una pata de hormiga! Rinpoche, desde entonces, me he enterado que pasó sus años de juventud como prisionero de los chinos comunistas por casi veinte años. Usted era por ese entonces un joven lama reencarnado de apenas veinte años de edad y feroz temperamento de guerrero. Fue en prisión que encontró a su maestro kármico, Khenpo Munsel y fue Khenpo Munsel quien le enseñó de que trata el amor verdadero. Ahí, en la prisión, usted practicó bajo la guía de Khenpo Munsel y ahí pudo purificar su continuum mental, disipar su odio y aversión hacia sus enemigos y transformar sus aflicciones mentales en una mente de amor prístino y desinteresado, por todos los seres ¡sin excepción! Usted actualizó la mente de sabiduría de su Lama y desde entonces ha permanecido ahí, en remembranza de su Lama. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 8 Cuando terminé asombrada de examinar cada página del pequeño cuaderno, recuerda Rinpoche, el momento en que lo miré y le dije “Rinpoche oi, un día yo voy a escribir sobre su pequeño libro rojo” Estoy segura de que no entendió mis palabras ni el extraño lenguaje que hablé, pero en su corazón, no tengo duda alguna de que usted ya sabía. El día después, durante mi audiencia privada con usted, le solicité me permitiera plasmar por escrito la historia de su vida, petición que usted aceptó con gracia. Me dijo “Ven a Arizona y te contaré todo acerca de mi vida y luego puedes escribir sobre ella”. Así que me fui a Chino Valley, Arizona en el invierno de 2003 para pasar algún tiempo entrevistándolo para el libro. Rinpoche, esa primera noche en Arizona a la hora de la cena, cuando terminé de contar de nuevo mi sueño a usted y a los lamas, Traga Rinpoche me preguntó si conocía la historia del discípulo luna de Milarepa, Rechungpa, y el auspicioso sueño en el que él visitó una tierra de dakinis. Ese sueño era una premonición para él de que más tarde escribiría sobre las historias de la vida de su lama. La pregunta de Traga Rinpoche me tomó por sorpresa, y en ese momento, no pude recordar todos los detalles sobre el yogi Milarepa y su discípulo Rechungpa. Yo era más bien una estudiante principiante que apenas acababa de entrar por la puerta del budismo tibetano hacia muy poco tiempo Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 9 y aunque había leído las historias de Milarepa antes, no las recordaba con claridad. Entonces, Traga Rinpoche comenzó a contarme sobre la maravillosa historia de Rechungpa en la que él soñó que seres celestiales, las dakinis, lo invitaban a visitar una tierra pura. Ahí escuchó al Buda Akshobya dar enseñanzas acerca de la historia de vida de muchos maestros sublimes, como Tilopa, Naropa y Marpa. Al final de la enseñanza el Buda anunció a todos en la reunión que al día siguiente, habría una enseñanza aún más profunda sobre la historia de la vida de otro gran maestro de cualidades sin igual, y que las historias de este maestro, Milarepa, opacarían todo lo que habían escuchado ese día. Rechungpa despertó y comprendió que el sueño era una indicación de que él debía pedirle a su maestro que le contara acerca de su extraordinaria vida. Después de eso, en un segundo sueño, Rechungpa vio a las dakinis otra vez en su tierra pura y ellas lo animaron a hacerlo. A la mañana siguiente, con el corazón decidido a plasmar por escrito la historia de Milarepa para beneficio de futuras generaciones, Rechungpa fue a ver a su maestro y le hizo la petición una y otra vez. Cuando regrese a casa a Maryland, después de 10 días intensivos de entrevistas con usted, lo primero que hice fue sacar de mi librero una copia de la biografía de Milarepa, el más grande yogi y poeta del Tibet. Empecé a leerla una y otra vez. Milarepa al principio de su vida era solo una persona ordinaria, así como todos somos, y bajo la Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 10 influencia de su madre y su deseo de venganza, Milarepa cometió acciones muy negativas. Sin embargo, debido a sus remordimientos, a su convicción en la ley de causa y efecto y debido a su renuncia e incesantes esfuerzos por liberarse de la existencia cíclica, Milarepa sufrió penurias inimaginables para practicar de manera sincera lo que su maestro le había enseñado. Bajo las pruebas y circunstancias más severas, Milarepa se purificó a sí mismo del engaño, la semilla de todo el sufrimiento. Se dice que Milarepa logro la iluminación en una sola vida. Rinpoche hasta hace poco, yo solo veía a Tara en usted Ahora también puedo ver a Milarepa Después de releer su biografía, todo comenzó a desplegarse tan vivida y claramente en mi mente, como si todas y cada una de las palabras en la historia de la vida de Milarepa irradiaran luz de sol dorada que disipara capas de espesas nubes negras! Poco tiempo después de eso, me topé con los siguientes versos de Francesca Fremantle en “Vacío luminoso: una guía al libro tibetano de los muertos3.” Entendiendo muy poco de la enseñanza de mi guru, No poniendo en practica ni eso, Como puedo escribir como si hubiera entrado en mi corazón, Como una gota de rocío soñando que puede contener al sol? 3 Fremantle, Francesca. Vacío luminoso: una guía al libro tibetano de los muertos. Boston: Shambhala Publications, 2003. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 11 Eso fue en algún momento de septiembre 2003 Empezaba el otoño donde yo vivía. Un día, temprano en la mañana, me encontraba en “su” habitación arriba –la habitación de Rinpoche, como nuestra familia la llamaba– viendo el bosque a través de la gran ventana, y vi como las gotas de rocío empezaban a fundirse una tras otra, sobre las ramas oscuras… Los rayos del sol bañaban todo –las hojas, las ramas, las piedras, el terreno empinado, el nido olvidado– fresca y dulcemente, pues las mañanas de otoño son frescas y dulces, y contemplé las nubes flotando como suaves borlas de algodón… En medio de este silencioso espectáculo de la madre naturaleza, las gotas se desvanecían una a una en un abrir y cerrar de ojos. Dejé la habitación con los versos de Fremantle en la mente... Durante muchos días y noches los escuché dentro de mí. Mi corazón dolía un poco cada vez que pensaba en ellos. Poco a poco y muy lentamente, con el pasar de los años, comencé a entender que las gotas de rocío no se habían fundido por sí mismas, mientras el sol permanecía en otra parte, persiguiendo a las nubes ondulantes…Sino que la luz del sol se había disuelto en ellas! Se habían hecho uno, y juntos se disolvían… ¡En cada gota de rocío, estaba la presencia del sol! Namo Guru pe… Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 12 Rinpoche, ¿recuerda cuando le pregunté que preparación o práctica tendría yo que hacer, para concluir con éxito este proyecto de escribir su vida, de tal manera que otros se beneficiaran con ello? ¿y la respuesta a mi pregunta? “Dirige tus plegarias a Tara, pero no como una oración en el sentido de pedirle sus bendiciones o su ayuda, medita hasta que puedas sentir la compasión de Tara entrar en tu corazón. Cuando tu corazón se vuelva uno con el de Tara, entonces entenderás y podrás escribir sobre mí con el corazón…” Esa primera noche en Arizona, después de escuchar sus sabios consejos, caminé de la casa de los lamas hacia el templo principal. Hacia frío afuera y podía oír las ráfagas de viento sobre el valle desierto. Traga Rinpoche estaba solo en el templo haciendo postraciones, su cuerpo se extendía sobre el piso de madera con mucha gracia. Sin hacer ruido me senté con la espalda contra una pequeña pared, frente al altar. Esa era la primera vez que me sentaba de noche en ese amplio salón. Entonces, de pronto, empecé a reconocer todo. Había muchos escalones grandes que conducían al templo principal, con vista al valle de piedras rojas en la lejanía. Afuera estaba totalmente oscuro, pero al alzar la vista se podía ver un mar de brillantes, radiantes estrellas, en el cielo del desierto! Adentro no había otra luz, mas que la de una pequeña hilera de lámparas de loto de diferentes Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 13 colores en el altar, con su trono-asiento dispuesto a un lado. Las lámparas de loto proyectaban una luz tenue y suaves sombras en la habitación que me recordaron las parpadeantes lámparas de mantequilla de mi sueño. Junte las palmas y comencé mis plegarias a Tara Rinpoche, supe entonces que fue en ese salón de enseñanzas que yo toque su corazón en aquel sueño fugaz… La mañana antes de dejar Arizona después de esa primera serie de entrevistas, usted me pidió no preocuparme por el tiempo que me tomara completar el trabajo. Me bendijo y me aseguro que “mientras más tiempo me tomara mejor” He vuelto a Chino Valley muchas veces desde entonces para continuar con las entrevistas con usted y los lamas y trabajar en el manuscrito. Las hojas del tiempo continúan cambiando de color, junto con las estaciones de la vida, cayendo sin cesar en la tierra, una tras otra… A lo largo de los años y los muchos obstáculos que he encontrado en el camino, parecería que sólo he pasado un poco de tiempo escribiendo sobre las historias de su vida, pero mucho tiempo buscando las gotas de significado correcto y transformación de la verdad en mi propio corazón. A menudo, cuando reflexionaba en todo este proceso, en todas mis nociones erróneas sobre la jornada sagrada hacia mi propia madurez espiritual y hacia su corazón –el corazón de Tara, no podía mas que estar Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 14 convencida de que nunca sería capaz de completar este proyecto en esta vida! Comprendo ahora, cuán profundamente bondadoso fue usted al decirme que me tomara mi tiempo… Es para que mi propio corazón madure… Así que oré y oré para que a través de la intención pura y la firmeza del esfuerzo, provenientes de lo más profundo de nuestros corazones, sus historias se manifiesten e inspiren y liberen a muchos… Que la extraordinaria vida y biografía de Kyabje Triptrül Garchen Rinpoche beneficie a todos los seres de todas las vidas por venir. Que los corazones de aquellos que lean esto en el futuro, sean conmovidos hasta las lagrimas por su sufrimiento y transformación y puedan aspirar a seguir sus pasos y generar la bodichita ilimitada, la mente de la iluminación, como la de Tara. Que puedan las historias de su vida y bendiciones ayudar a crecer la semilla del Dharma, irradiar un sol de sabiduría y nunca cesar de llenar un océano de amor y compasión por todos los seres sin excepción. Y puedan todos los discípulos de Garchen Rinpoche a través de todas las vidas, convertirse en tsa-tsa (molde) de su guru, en cuerpo, palabra y mente, con un amor tan vasto como el suyo! Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 15 Rinpoche oi, con la indestructible gota de la Bodhichita en su corazón vivo, por favor guíe mis manos… En el cuarto día del mes de febrero del año 2009 En North Potomac, Maryland Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 16 Capítulo Uno Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 17 Durante los primeros siete años de su vida, Konchog Gyaltsen nunca supo quien era su padre. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 18 Ni siquiera sabía que tenía un padre. ¡La idea nunca se le ocurrió! Nacimiento y niñez en Dong-go A Konchog Gyaltsen le contaron que a principios de un verano, algunas aves silvestres llegaron a su aldea. Normalmente, estas aves vivían en el bosque, pero aterrizaron en el techo de la casa donde vivía su madre, y permanecieron allí durante varios días. Nadie podía alejarlos por lo que, los habitantes del pueblo consideraron el hecho como una señal inusual. Fue entonces cuando Konchog Gyaltsen fue concebido. Poco después, su madre tuvo un sueño en el que vio la luz del sol ardiente que provenía del oriente e irradiaba hacia ella. Luz de sol brillante, hermosa y dorada que impregnó su sueño, sus sentidos y su esencia misma. Era como si fuera bañada de gracia. La luz se disolvió en ella y entonces despertó. Konchog Gyaltsen nació el día 25 del Segundo mes del año del Buey de Fuego (1937)4 en la casa en la que las aves del bosque habían aterrizado. Hubo otros cuatro niños en el área local (llamada Gar) que nacieron en ese mismo año, y 4 Según Lama Gape, el día 25 del Segundo mes Tibetano, fue el día en que murió el séptimo Garchen Rinpoche, Thinley Yongkyab exactamente un año antes. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 19 se dice que algunos de ellos tenían exactamente el mismo signo astrológico: Tsering Phuntsok, Ngudrub Gyamtso, Dampa Yeshe, y otro niño al que, por cierto, le pusieron también el nombre de Konchog Gyaltsen. Cuando la madre de Dampa Yeshe estaba embarazada, también tuvo muchos sueños inusuales. Un día un cuclillo se posó gentilmente en su hombro y cantó cucú, cucú, varias veces y después, tan gentilmente como se había posado, sin prisa alguna se fue. Nunca nadie había oído que un pájaro cuclillo se posara en el hombro de un ser humano y declarara su presencia cantando. Extraordinario también, fue el sueño que el padre de Ngudrub Gyamtso tuvo del séptimo Gar Rinpoche, Thinley Yonkyab5 cuando Ngudrub Gyamtso fue concebido. Él vio a un lama de alto rango llegar a su casa y abrir el vientre de su esposa embarazada con un dri-gug, un cuchillo curvo ritual, que simboliza la sabiduría trascendente que corta a través de la confusión y el engaño. El lama sacó al bebé del vientre de la madre, le abrió el pecho y saco su corazón; en seguida, abrió el corazón y con cuidado insertó una pequeña y brillante pieza de cristal. Una vez hecho esto, el lama selló el corazón y lo regresó al cuerpo del pequeño y después regresó al bebé al vientre materno. 5 El título completo de la encarnación Garchen Rinpoche es Kyabje Garchen Triptül Rinpoche. Thinley Yongkyab es el nombre de la Séptima encarnación de Gar Rinpoche. En resumen, la gente en Tibet está acostumbrada a referirse a él como “Lama Garchen” o “Gar Rinpoche”. Lama es una palabra tibetana equivalente al término hindú “Guru” que significa maestro o maestro espiritual. “Gar Rinpoche” se considera más afectuoso pero la manera más respetuosa de dirigirse a Rinpoche es de hecho, “Garchen Rinpoche”. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 20 Otro benefactor tuvo un sueño en el que vio al Séptimo Gar Rinpoche llegar a quedarse a su casa. Otra chica del pueblo también soñó con él. Ella vio llegar a Gar Rinpoche con un séquito de monjes, caballos y dri –yaks hembras– que cargaban todas sus posesiones preciadas. El séquito llegaba a la casa de la madre de Konchog Gyaltsen y se establecía ahí. Este lama, el Séptimo Gar Rinpoche, un gran siddha de sabiduría loca o locura divina6, había fallecido hacía poco tiempo en su monasterio llamado Gar Gön, aproximadamente a un día de camino a caballo del pueblo. Los cinco niños, los dos Konchog Gyaltsens, Tsering Phuntsok, Ngudrub Gyamtso y Dampa Yeshe crecieron para convertirse en grandes practicantes y seguidores del Dharma. Pero bajo la fuerza de su propio karma individual, ellos vivieron vidas contrastantes tan diferentes como los paisajes de verano e invierno de las praderas. Estas tierras, vidas tras vidas, han cedido al drama inconmovible producto de la impermanencia de las estaciones y condiciones. No obstante, de maneras que sólo el corazón puede comprender, Konchog Gyaltsen hasta el día de hoy, considera que él y sus cuatro compañeros, no son diferentes a los colores del arco iris de las banderas de oración que él 6 Un siddha (literalmente en sánscrito: ser realizado), especialmente en la tradición tántrica, es un maestro iluminado o guru. La sabiduría loca o la locura divina se refiere a los medios nada convencionales, que emplea un maestro para servir a la liberación espiritual de sus discípulos. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 21 veía colgadas por todas partes en el monasterio de su juventud. Para él existen interdependientemente como los cinco colores del arco iris. En su corazón y en su mente, él no los ve como cinco sino como uno solo. El lugar donde nació Konchog Gyaltsen se llama Dong-go drong. Se ubica cerca del río Dza-Chu, en el Viejo Reino de Nangchen en la region Kham de Tibet Oriental. Un drong, es una aldea pequeña, y en esta remota población de Dong-go drong, no había más de cuarenta a cincuenta familias. Desde la casa donde el pequeño Konchog Gyaltsen fue traído a este mundo, se podía ver Kango Gön, un pequeño monasterio Drikung Kagyu establecido en la cima de una colina, a una docena de casas de distancia. Kango Gön era el lugar, al que las personas del pueblo iban en ocasiones especiales para meditar y llevar ofrendas a los Budas, rendir homenaje a los monjes y recibir bendiciones y consejo. Además, muy cerca se encontraba Lho Migyel Gön, otro monasterio Drikung Kagyu aproximadamente a medio día de distancia a caballo. Cuando Konchong Gyaltsen cumplió cinco años, su madre lo llevo a un tsam-kang – casa de retiro 7– a ver a Lama Konchog Tengye, un gran yogi-monje que ella conoció en Kango Gön, en su juventud. 7 El lugar donde Lama Konchog Tengye solía meditar fue transformado en centro de retiros para un grupo de monjas Drikung (GL) Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 22 Ella le profesaba una gran devoción a este bondadoso y sabio lama y deseaba que su hijo tomara sus votos de refugio con él. Lagin8 Konchog Tengye9 quien era discípulo del Séptimo Gar Rinpoche de Gar Gön, pasó casi toda su vida en meditación. El día en que la madre de Konchog Gyaltsen lo llevó a ver a este respetable viejo monje para su ceremonia de refugio, coincidió que había muchos discípulos tántricos reunidos alrededor de él para recibir enseñanzas. El pequeño Konchog Gyaltsen no entendía lo que estaba pasando pero ese día supo por una vez que él tenía que seguir lo que su madre y el viejo maestro le pedían que hiciera. Él escuchó a su madre susurrarle en una voz suave y nebulosa como si el viento de la mañana la hubiera llevado lejos a través de las sinuosas colinas y los campos inhóspitos que rodeaban su hogar… En el Buda, el Dharma y la Sangha, de ahora en adelante, tomarás refugio… Sang Gye Chö Dang Tsog Kyi Chog Nam La. Ahora, has lo que Lagin dice… Algunos de los practicantes tántricos miraron fijamente al travieso niño de ojos muy abiertos de cinco años y dijeron divertidos: 8 Lagin es una forma respetuosa de dirigirse a un lama de edad avanzada 9 Fue el gran yogi-monje Lama Konchog Tenye quien solicitó al Séptimo Gar Rinpoche escribir la practica de la deidad Tara Blanca misma que surgió de las visualizaciones del maestro y su mente de sabiduría. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 23 “Hoy conocemos a un nuevo miembro de nuestra sangha10 que se va a sentar al final de la fila atrás de nosotros” Al pequeño Konchog Gyaltsen no le gustó lo que escuchó. De todos modos, él hubiera preferido no sentarse en ningún lado! Su madre le sonrió tímidamente a los practicantes, pero para su sorpresa y para sorpresa de todos los presentes, el monje-yogi se volvió hacia sus estudiantes y dijo: “No, este niño no es alguien que va a sentarse al final de la fila atrás de nosotros! Seremos muy afortunados si solo pudiéramos sentarnos en la fila atrás de él” Y ya no dijo más… Cuando la madre y el niño finalmente dejaron el monasterio, el pequeño Konchog Gyaltsen estaba feliz y nada de lo que el lama dijera un momento antes se grabó en su memoria. Pero su madre siguió recordando la escena, como si hubiera sido ayer… la tranquila cabaña de retiro, el viejo, bondadoso y sabio monje, las parpadeantes lámparas de mantequilla, el persistente olor a incienso, la cara de ansiedad de su hijo y sus manos cubiertas de tierra jalando con fuerza su chuba11. 10 Una comunidad que sigue y practica según las enseñanzas del Buda. 11 toga tibetana tradicional para hombres y mujeres. Las mujeres casadas usan un delantal sobre su chuba. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 24 Vayamos a casa ahora Amala12, anda vamos… En Dong-go drong todas las familias se dedicaban a la agricultura. Sus casas estaban construidas de ladrillos y barro de color ocre, con techos planos que funcionaban como terrazas donde las personas podían subir para hacer ofrendas de humo13 cada mañana. Con excepción del monasterio, las casas de retiro o residencias de los monjes que estaban pintadas de blanco, el resto de las residencias tenían en el exterior el mismo color ocre de barro. La mayoría de las casas eran de un piso aunque, algunas familias con animales también construían otro piso abajo para los animales. Otros construían un establo separado de la casa principal para mantener a sus caballos, aunque a diferencia de los nómadas, todas las familias en esta aldea sobrevivían de cultivar sus campos y tenían muy pocos animales. No había árboles a la vista – bueno casi ninguno, excepto por los pocos dispersos alrededor de la aldea, necesitados de agua en el verano y totalmente sin vida en el invierno. La aldea entera de terreno escarpado estaba rodeada de capas de montañas rocosas en la lejanía. 12 Madre 13 Es un ritual en el que se recitan plegarias mientras se quema incienso, enebro o alguna otra hierba. La ofrenda de humo matinal tradicional, se hace para purificar y traer bendiciones a la casa y a la familia. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 25 En realidad, su único rasgo distintivo era el pequeño monasterio Kango Gön, situado en una cima elevada; al lado del cual, se elevaba con orgullo un mástil de coloridos banderines de oración. Estas banderas de oración o caballos de viento14 (lung-ta), como les dicen los tibetanos, ondeaban en el viento día y noche, como una bandada de gigantescos seres con alas de mariposa capturados y unidos entre sí. Aparte de eso, la única otra grandeza de esta aldea parecía extenderse con los interminables vastos campos que se estiraban de un extremo a otro como un océano de quietud absoluta. Todas las familias en Dong-go drong cultivaban trigo, cebada, nabos, papas y tenían muy poca carne, mantequilla y otra clase de vegetales. Su forma de vida dependía exclusivamente, de sus cosechas y el trigo y la cebada que ellos cultivaban era de muy buena calidad. Ellos intercambiaban trigo, cebada, harina y tsampa15 por carne y mantequilla con los nómadas, a través del sistema de trueque. A cinco kilómetros de distancia, en una aldea cercana, había otras familias que se dedicaban a producir sal. Estas familias conocían una fórmula secreta para producir sal a partir del agua salada que ellos recolectaban en diversas áreas. En Tibet, la sal era muy rara y por lo general, la gente tenía que viajar durante meses con sus yaks para 14 Se cree que las banderas de oración con mantras e imágenes sagradas impresas en ellas, invocan: compasión, sabiduría, paz, fortaleza y ofrecen protección contra el mal y los peligros. 15 El tsampa esta hecho de cebada tostada y molida, y es un alimento básico para los tibetanos. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 26 encontrar sal, a veces a través de traicioneros pasos de montaña que podían incluso costarles la vida. Las familias que producían sal, no tenían que trabajar en el campo; su negocio principal era producir, comerciar y vender sal. Ellos podían intercambiar su sal por trigo, cebada, mantequilla y carne. De vez en cuando, todo el pueblo se reunía en alguna de las casas, y juntos recitaban mantras16 y cantaban cantos de devoción de hermosas y suaves melodías. Después servían thukpa, la sopa tibetana de fideos. En año nuevo, celebraban con cantos y bailes y comida tradicional variada y deliciosa. Como un niño sencillo de pueblo, Konchog Gyaltsen no tenía mucho que hacer. Le gustaba pelearse con otros niños y se enorgullecía de vencer y mandar a los niños de la otra aldea! Una vez, se enfureció tanto con uno de sus rivales que aventó tierra a la cara del pobre niño! En su pueblo vivía una monja de nombre Ani Yep-Zang17. Ella era pariente del pequeño Konchog y él la quería mucho; solía pasar a visitarla a su habitación y como niño travieso que era le gustaba meter la cabeza bajo la cama cada vez que pasaba a visitarla. Ani Yep-Zang lo regañaba: 16 Un mantra es una sílaba o frase sagrada que puede decirse repetidamente y que encierra en si significado espiritual. 17 su nombre completo era Yeshe Zangmo. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 27 “No, no, no pongas la cabeza bajo la cama, está muy sucio! No es bueno para ti poner la cabeza bajo la cama de nadie”. Pero mientras más le prohibía Ani Yep-Zang, más se empeñaba en molestarla metiendo la cabeza bajo su cama, no sabiendo ni por qué le gustaba hacerlo pero era un juego travieso que de todas formas disfrutaba. Una vez, el pequeño Konchog Gyaltsen fue a visitar a Ani Yep-Zang y llevaba en la mano un juguete. Estuvo jugando con él, y después de un rato, ya no supo dónde lo había puesto en la habitación y la llamó preguntando: “Ani-la, ¿dónde está mi juguete?” A lo que ella respondió “no sé” Entonces él insistió: “¿dónde está mi juguete? Dime dónde está, tu sabes donde está! ¡Dime!” “No lo sé” contestó. Konchog Gyaltsen miró enfurecido a la monja; rápidamente se impacientó y comenzó a jalar de su túnica marrón; de pronto su rabieta estalló: “Pero si lo sabes, si lo sabes! Sólo cierra tus ojos y lo verás!” Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 28 Ani Yep-Zang vacilante cerró los ojos, y en el momento en que la oscuridad cubrió su vista, vio claramente el juguete debajo de un tapete hecho de piel que estaba junto a ella. Se quedó atónita; lo que Ani Yep-Zang experimentó fue fascinante, como si se le hubiera dado un tipo especial de poder, pues nunca antes había vivido esto y nunca volvería a vivirlo otra vez. Aparte de estas historias, los trazos de la vida de Konchog en estos primeros días en Dong-go drong eran muy simples y poco coloridos. Los pequeños fragmentos de recuerdos que él enterró profundamente en su corazón, giraban principalmente alrededor de su madre y el tiempo que pasaron juntos. Aunque sus abuelos maternos vivieron en la misma casa, su recuerdo era como de nubes pasajeras. El nombre de su madre era Dechei Yangzom pero todos en la aldea la llamaban Dega, y era conocida en toda el área por su amabilidad y compasión. La gente en el pueblo decía que Dega no conocía el enojo y que no había odio en su corazón y que no podría haber rastro de tal emoción bajo el poder de su mente compasiva. Para su joven hijo, ella era Amala, la única y sola persona en el mundo por quien él tenía más amor y cariño. Ella siempre lo llamó por su nombre de bebé, Kon-Gyam, abreviatura de Konchong Gialtsen, siempre le habló con palabras amables y nunca le puso la mano encima, sin importar cuan travieso o brusco inconscientemente él fuera. Él recordaba su pelo largo, que varias veces le jaló cuando Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 29 le hacía tremendos berrinches. Incluso recuerda haberla empujado alguna vez enojado y gritando exasperado. El recordaba sus ásperas manos y la dulce crema que se ponía en la cara y que a él le encantaba lamer! En invierno, cuando hacía mucho frío, su madre se untaba en las mejillas una fina capa de una especie de crema humectante, hecha de miel y mascabado, para ayudar a mantener su piel sana y suave. Más tarde se lavaba la cara y así era como las mujeres de la aldea contrarrestaban el efecto de los vientos del norte que se precipitaban a través de las montañas, provocando mucho daño en su piel ya de por si quemada por el sol. En Tibet, en esos tiempos, el azúcar era aún más rara que la sal. Al pequeño Kon-Gyam le encantaba el azúcar pero nunca había mucho dulce que comer en la casa. Pero siendo inteligente y astuto siempre encontraba formas de robar la crema de su mamá y saborearla hasta la última gota ¡Qué deliciosa y sabrosa era esa mezcla! Su madre venía de una familia normal que no era ni rica, ni pobre. La comida nunca escaseó en su casa y siempre fueron bendecidos con suficientes alimentos que comer. Más grande, Konchog Gyaltsen se enteró por su madre que su familia siempre había sido benefactora del anterior Séptimo Gar Rinpoche, el gran siddha de sabiduría loca (o locura divina); También supo que este maestro había fallecido algunos años antes en el monasterio Gar Gön, situado en la inmensidad de un valle verde boscoso, aproximadamente a una hora de caballo de donde él vivía. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 30 Konchog Gyaltsen no recordaba haber visitado ese lugar en los primeros siete años de su vida. Un día, años atrás mucho antes de que el Séptimo Gar Rinpoche falleciera, cuando la madre de Konghog Gyaltsen era aún una niña pequeña, este gran siddha de sabiduría loca pidió verla y le entregó una carta que él mismo escribió. Le pidió que la conservara en algún lugar seguro pero, siendo tan joven, y no prestando atención a las instrucciones del lama, olvidó donde la puso. Como niña iletrada de aldea, no sabía ni leer, ni escribir y no supo lo que él había escrito. Años más tarde, cuando de pronto ella recordó la carta que el Séptimo Gar Rinpoche le había dado en su juventud, la buscó por todas partes, pero no pudo encontrarla. Como benefactores, los miembros de la familia de su madre ocasionalmente organizaban viajes cortos al monasterio para llevar trigo, cebada, papas, harina, tsampa y algunos otros alimentos que recolectaban para darlos como ofrenda. Poco antes del fallecimiento del Séptimo Gar Rinpoche, Dega y sus padres fueron a presentarle sus respetos; llevaban con ellos un saco de tsampa para ofrecer al viejo lama. Para su sorpresa, el Séptimo Gar Rinpoche rehúso aceptarlo y le dijo a Dega y a sus padres que esperaran la venida de un gran monje a su familia. Era a él a quien ellos debían ofrecer ese saco de tsampa! Este gran monje les dijo, aparecerá un día en su casa. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 31 La madre de Konchog regresó a su casa y esperó ansiosamente a que el monje apareciera, pero nunca llegó; no de la manera en que ella lo había imaginado. No llegó a pie o a caballo. No llegó vestido con una túnica y un báculo de madera en la mano. Nunca llegó de la manera en que Dega lo imaginó. Años más tarde, él llegó a su casa, entrando a éste mundo, por una puerta diferente de la vida. Hasta los siete años, Konchog Gyaltsen no recordaba haberse preguntado nunca sobre su padre. De alguna manera en su mente sin pretensiones, el mundo en el que él vivía era ya pleno y completo. Su madre, siendo una fuente inconmensurable de cariño y proveedora de todas las cosas que un niño puede necesitar, le atraía mucho más allá de cualquier otro ámbito imaginable de existencia. Hasta que un día, llegó una carta de muy lejos… Abriéndose camino entre paisajes interminables, terrenos abandonados, la monotonía de la tierra y el cielo, las sombras cambiantes de verde oliva, beige y ocre de los pasos de las montañas, para llegar a un monasterio que por generaciones se había situado silencioso, en la inmensidad de un valle de bosque verde rodeado de acantilados y montañas. Ahí, en el invierno los pinos y enebros se elevan alto y se rinden ante los violentos vientos y abruptas tormentas de granizo y nieve, pero en la primavera el valle se llena de vida, con infinitas amapolas silvestres danzando al ritmo de la suave brisa. Las laderas cubiertas de flores Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 32 amarillas y azul violetas abrazan el tiempo y el espacio completos, extendiéndose más allá de lo que los ojos pueden ver bajo el cielo azul… Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 33 Capítulo dos Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 34 El reconocimiento La carta que llegaba inesperadamente al monasterio Gar Gön fue entregada por un mensajero de la corte real del Rey de Nangchen. Fue enviada originalmente al Rey desde Drikung Thil, la sede principal del linaje Drikung Kagyu localizado en Tibet Central, aproximadamente a ciento cincuenta kilómetros al este de Lhasa. La carta llevaba la firma y el sello de un ser santo, el 36º sostenedor del linaje Drikung Kagyu, un lama reencarnado muy reverenciado a quien se le dio el nombre sagrado de Drikung Kyabgön, Tenzin Shiwai Lodrö. La carta establecía claramente que a solicitud del Rey de Nangchen, Sewang Dorje y el supremo sostenedor del linaje, Drikung Kyabgön, se debía llevar a cabo una búsqueda exhaustiva en el área cercana, del niño nacido de la madre de nombre Dechei Yangzom y el padre de nombre Masei Sangye. Más adelante la carta también establecía que después de pasar varias pruebas para probar su autenticidad, el hijo de esta pareja, sería legítimamente reconocido como la reencarnación del previo Garchen Rinpoche, Thinley Yongkyab – el gran mahasiddha que por muchas vidas había sido la cabeza del monasterio Gar Gön y un maestro titular personal del Rey de Nangchen18. 18 El Rey de Nangchen tenía cuatro maestros raíz personales. Dos de ellos eran Garchen Rinpoche y Lhochen Rinpoche del linaje Drikung Kagyu. Los otros dos maestros eran Jhamei Rinpoche y Trulshik Rinpoche del linaje Drukpa Kagyu. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 35 El Reino de Nangchen fue establecido por primera vez en el siglo VIII A.D. La Antigua capital del verano – Nangchen Gar – de este vasto reino nómada en expansión con su fortaleza utilizada como residencia de verano de los reyes de Nangchen, en realidad no estaba tan lejos de la aldea Dong-go drong, cerca de un día a caballo de distancia. El principado de Nangchen consistía en 18 tribus nómadas internas y veinticinco externas, cada una con sus propios valles, en un territorio bien definido, dividido en pastizales de verano e invierno. Este Reino era lo que los Khampas tibetanos llamaban “Nyi-shu Dza Nga,” o los “Veinticinco Distritos”. En el siglo XIV, el Reino de Nangchen acumuló gran riqueza debido a la exportación de sus razas autóctonas de caballos finos a los emperadores Ming. Tradicionalmente, era deber del Rey supervisar el reconocimiento de las reencarnaciones de sus maestros raíz personales. El Rey de Nangchen tenía gran interés en encontrar la encarnación de su previo maestro, el Séptimo Garchen Rinpoche. Sin embargo, después de reunirse con algunos niños, la búsqueda se estancó y nada prometedor podía encontrarse entre estos candidatos potenciales. Entonces, el Rey de Nangchen tuvo que hacer una petición personal al Drikung Kyabgön para que resolviera esta cuestión. La orden Drikung Kagyu del Budismo Tibetano era uno de los muchos sublinajes derivados de la tradición Kagyu. Esta tradición también es conocida como el Linaje del Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 36 Rosario Dorado, aludiendo al Dharma puro que se convirtió en el hilo que sostiene juntas las cuentas doradas del mala. Estas preciosas gemas, las cuentas doradas – los grandes maestros y sostenedores del linaje – de generación en generación, han transmitido las auténticas enseñanzas a sus discípulos “susurrándolas” de boca a oído. En 1179, el maestro realizado Kyöbpa Jigten Sumgon, un discípulo de corazón de Phagmodrupa19 fundó DrikungThil, la sede monástica del linaje Drikung Kagyu en Tibet Central. Se dice que alcanzó la Budeidad a la edad de treinta y cinco años durante un retiro de siete años de meditación en una cueva en Echung. También se dice que debido a la vasta sabiduría y compasión de Jigten Sumgon, muchos monjes, tantos como 180,000, se reunieron en Drikung-Thil para recibir sus enseñanzas – tantos, que “sus túnicas dharma se reflejaron en el cielo!” No sólo llegaron de Tibet sino de tan lejos como India, China, Nepal y muchos otros lugares. Desde el monasterio Drikung-Thil, que descansa sobre formaciones rocosas y se eleva 600 pies sobre el nivel del valle, se podían ver abajo las colinas onduladas extenderse lejos hacia el cielo sin nubes. Una tras otra, de color esmeralda y exuberantes, estas montañas se levantaban como un telón de fondo para el sinuoso río que pasaba a través de esta remota y escondida meseta. 19 Phagmodrupa (1110-1170) fue uno de los sucesores de Gampopa (1079-1153), el discípulo sol de Milarepa. De Phagmodrupa se derivaron las ocho escuelas Drikung más recientes. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 37 “Esta roca-meditación será inseparable de mi, a lo largo de los tres tiempos”. Esas fueron las palabras del gran maestro a sus discípulos cuando se refirió a la sede monástica que el fundó en un lugar que se dice era el mandala20 de Chakrasamvara21. Todos estos nombres y lugares desconocidos habrían estado muy lejos de la imaginación del pequeño Konchog Gyaltsen. Mucho más allá de la hipnótica uniformidad de los campos de cebada de su tierra en esa parte de Nangchen. Más allá de cualquier lugar distante y excitante que él hubiera podido visitar como niño humilde de aldea. Cuando la noticia de la carta enviada por el Rey de Nangchen llegó a Dong-go drong al monasterio Gar Gön, el secreto entre el padre y la madre del pequeño Konchog Gyaltsen fue revelado públicamente. El pueblo entero se quedó sin aliento ante esta asombrosa historia. Nadie se atrevió a cuestionar como el santo Drikung Kyabgön, desde el otro lado del mundo, fue capaz de arrojar luz sobre este secreto desconocido como si estuviera en la palma de su mano. ¿A través de sueños, signos, adivinación o poderes místicos? 20 diagrama concéntrico de significado ritual o espiritual. También traducido como “círculo-circunferencia” o “culminación”. Representa el cosmos metafísica o simbólicamente. 21 Chakrasamvara es un ser iluminado que se manifestó en forma airada y es la principal deidad meditativa del linaje Kagyu del Budismo Tibetano. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 38 En los viejos tiempos, era extremadamente difícil para cualquier persona solicitar una audiencia con un lama de tan alta jerarquía como el Drikung Kyabgön quien se consideraba era la personificación de un océano de cualidades de la iluminación. En ocasiones, la gente tenía que esperar meses afuera del monasterio para que se les diera la oportunidad de reunirse con el gran maestro y la idea de cuestionar la autoridad del Drikung Kyabgön o sus métodos de predicción parecía inverosímil y una falta de respeto. Sin embargo, como la liberación misma se dice está en la palma de un ser iluminado, igual podría estar cualquier otra cosa de menor magnitud! Lo que se reveló fue posible gracias a una mente de inconcebible claridad que trasciende lugar, tiempo y condiciones como los lamas locales trataron de explicar más tarde a la familia del niño y a los aldeanos. Y así, el secreto sobre su padre fue revelado a todos incluyendo al niño mismo. Konchog Gyaltsen no recordaba la primera vez que se encontró cara a cara con su padre después de la revelación. Tampoco recordaba la primera vez que llamó al hombre de nombre Masei Sangye, Pala (padre). Su padre, según le dijeron a Konchog Gyaltsen, pertenecía al notable clan de los Masei que vivían en una aldea vecina Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 39 llamada Dzong Dza22, a más de una hora a pie de Dong-go drong. El clan Masei siempre había sido considerado un clan de gran prestigio. Originalmente, este clan radicaba en algún lugar en la región Golok. Ma era el nombre corto del área donde este clan se estableció y Sei era el nombre corto de la aldea más pequeña dentro de esa área23. Muchas generaciones después, los miembros de este clan decidieron que querían alejarse de este pueblo hacia un nuevo lugar. Rogaron a sus protectores y deidad Yidam24 para ser guiados y a través de su práctica y devoción, les fueron dadas algunas señales que los llevaron a desplazarse y establecerse en esta parte de Nangchen. Todas las generaciones del clan Masei habían sido practicantes tántricos respetables y seguidores del dharma. Un famoso maestro Masei llamado Trung Masei Lodro Rinchen, fue discípulo cercano del Quinto Karmapa25, quien fundó el linaje Surmang Kagyu. Él tuvo un estudiante de nombre Kunga Gyaltsen que después construyó el monasterio Surmang y estableció una tradición monástica de lo que era un grupo de yogis errantes. Antes de que el 22 Dzong es una fortaleza tibetana 23 El nombre completo de Masei es Mako-Seichen 24 En el Budismo Tibetano, una deidad es un ser iluminado que encarna la unión de la sabiduría y la compasión pero que es inseparable del meditador. Un yidam es la deidad principal que el meditador elige como objeto de concentración durante su meditación personal. 25 Los Karmapas, han sido extraordinarios y poderosos sostenedores de linaje de la tradición Karma Kagyu. El primer Karmapa, Düsum Khyenpa (siglo XII) fue el primer lama reencarnado en la tradición budista tibetana, en dejar una carta prediciendo detalladamente su futura encarnación. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 40 monasterio fuera construido, estos primeros adeptos se reunían en cabañas rojas de forma irregular y de ahí el nombre “Surmang” o “muchos ángulos.” El propio padre del pequeño Konchog Gyaltsen era un practicante de meditación de visión profunda. Había cinco hijos en la familia de su padre y todos ellos tomaron por esposa a la misma chica en un acuerdo de poliandria26. Ella provenía de una familia de clase alta y era una mujer de constitución robusta y hermana de Pei-Pei Yul Orgyen Nyima, un importante jefe local de origen noble27. A lo largo de los años, ella dio a los hermanos Masei, dos hijos varones, Masei Chogyam y Masei Kongkyab, pero no tuvo hijas. De los cinco hermanos, uno se quedó en casa a cuidar el hogar y a la esposa de todos. Otro decidió adoptar la vida de ermitaño y se fue al Monte Kailash y después a Nepal para iniciar un retiro en solitario. Por otra parte, los otros tres hermanos, tomaron turnos de manera regular para entrar en retiro en la cueva Masei en Nangchen, una cueva famosa que pertenecía al Primer Surmang Trungpa Rinpoche. Uno de los tres hermanos que practicaban en la cueva Masei, falleció. Konchog Gyaltsen fue secretamente concebido cuando su padre estaba en un retiro intensivo en 26 En el viejo Tibet, era una práctica normal para los hermanos consanguíneos casarse con la misma mujer y vivir en la misma casa. De esta manera, la riqueza de la familia no tenía que dividirse entre los hermanos. 27 Este jefe se convirtió en General en 1958 y luchó contra la invasión china; más tarde murió en cautiverio. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 41 la cueva Masei. Esta cueva estaba situada no muy alto en la montaña y era accesible a pie. A la izquierda de la cueva Masei estaba Dzong Dza, la aldea de su padre, a unos cuarenta minutos caminando y, a la derecha de la cueva Masei estaba Dong-go drong, la aldea de su madre. A Dega, la madre de Konchog Gyaltsen, debido a su amable disposición, se le solicitó atender a este meditador tántrico, llevándole comida, yogurt y otras provisiones a la cueva cada pocos días. Caminar desde su casa, en Dong-go drong hasta la cueva Masei, le tomaba habitualmente alrededor de una hora. ¿Qué llevo al meditador tantrico a abandonar las estrictas reglas que debe observar un meditador, mientras está en retiro, para tomar a esta muchacha como su consorte y embarazarla? Nadie lo hubiera imaginado. La relación entre el yogi meditador de Masei y la joven que lo atendía se mantuvo en secreto estricto. Cuando ella se dio cuenta que no era solo un sueño y que en verdad llevaba a su bebé en el vientre, Dega tímidamente susurró su nombre a sus más confiables confidentes cuando la presionaron a revelar el nombre del padre. Como un ladrón angustiado, ella les suplicó no revelar esta información. Le aterraba que pudiera causar una escandalosa erupción en la gran familia Masei y mucho sufrimiento para ella y el niño, si se difundía a lo largo y ancho. La poderosa y noble familia a la que pertenecía la primera esposa, Dega pensó, podría en verdad crear un gran Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 42 problema para ella y su familia –que eran comuneros ordinarios de origen humilde. Pero entonces un día, por la imperiosa evolución del karma, todo fue revelado y acreditado en una carta, que llegaba desde montañas y ríos distantes y el hijo ilegitimo, fruto de un amor profundamente enterrado, iba ahora a ser reconocido como un joven tulku reencarnado. A Konchog Gyaltsen nunca le hablaron de la carta profética ni de las conmovedoras noticias que traía. Sin embargo, se le dijo que tendría que ir con su madre y un grupo de búsqueda a las inmediaciones del monasterio Lho Migyel Gön. En este monasterio, el Octavo Drikung Chagme Rinpoche, quien era de hecho el hijo del Rey de Nangchen y, el mismo un gran lama del linaje Drikung28 esperaba al pequeño Konchog Gyaltsen y a su séquito. Desde muy temprana edad cuando todavía no podía montar a caballo solo, Konchog Gyaltsen recordaba cabalgar en el regazo de su madre hacia Lho Migyel Gön. Ahí, él recuerda que le mostraron una serie de objetos sagrados y le pidieron seleccionar entre ellos, los que le habían pertenecido en su vida pasada. Cuando el pequeño 28 El primer Karma Chagme Rinpoche, Raga Asei (1603-1772), fue el profetizado y realizado maestro que compiló el famoso “Manual de retiro en la Montaña” (Ri-Chu) Debido a la petición de los monasterios Nyemdho (del linaje Karma Kagyu) y Lho Migyel (del linaje Drikung Kagyu), el Segundo Chagme Rinpoche al momento de su muerte, indicó que habría dos encarnaciones en sus vidas futuras. A partir de entonces, desde, el Tercer Chagme Rinpoche y hasta el día de hoy, siempre ha habido una tradición de dos encarnaciones: un Karma Chagme Rinpoche y un Drikung Chagme Rinpoche. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 43 Konchog identificó los siete objetos que pertenecieron al anterior, Séptimo Gar Rinpoche, todo mundo se regocijó. De alguna manera, él no se dio totalmente cuenta de lo que ocurrió cuando lo probaron seleccionando estos objetos. Todo parecía suceder espontáneamente y natural como si no hubiera requerido de ningún esfuerzo. Por último, ellos llevaron al pequeño Konchog Gyaltsen al templo principal, donde él vio una hilera de estatuas de oro y bronce bellamente adornadas, situadas frente a él. Le dijeron, que esas estatuas representaban a grandes maestros del pasado, aquellos que ya habían alcanzado las insuperables cualidades de la sabiduría trascendental y que, habían entrado al camino de la renuncia y la perfecta liberación. El pequeño Konchog las contempló con total asombro. ¡Nunca antes había él visto tan gloriosas imágenes! Entonces, de pronto, él recordó “Entre estos maestros, ¿quién es tu maestro raíz? ¿Quién es tu tsawei Lama? ¡Señala quien es!” Alguien se acercó y le preguntó. En ese preciso momento, Konchog Gyaltsen levantó la mano instantáneamente y señalando una de las estatuas exclamó: “Este es mi Lama” Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 44 La cara de esta estatua29 parecía atraerle de una manera que estaba más allá de lo que él podía comprender. Era una estatua bastante grande. Lo que sintió y como se sintió era algo nuevo para él. Era algo peculiar que no habría podido explicar. La postura del Lama, su vestimenta, su sombrero ceremonial de color rojo, su mirada fija, su mano izquierda en el mudra de meditación y su mano derecha en el gesto de tocar la tierra30 –todo esto parecía sembrar algo tan familiar y, al mismo tiempo, inexplicable en el corazón de Konchog Gyaltsen. “Este es mi Lama” El lama, le dijeron después, era Lord Jigten Sumgön, el Gran Drikungpa Ratna Shri. El que había sido profetizado en muchos Sutras y Tantras, y quien se creía era una encarnación de Nagarjuna31 y fue proclamado “Protector de los tres Mundos” por su mismo maestro espiritual, Phagmodrupa. A lo largo del encuentro, el pequeño Konchog miró fijamente la cara de la estatua – su Lama, que continúo llenando su mente y parecía a punto de cobrar vida para hablar con él. 29 En el pasado, a veces erróneamente se registró que al Octavo Gar Rinpoche se le pidió señalar una thangka de Lord Jigten Sumgön pero en realidad fue una estatua de Lord Jigten Sumgön que Rinpoche señaló. 30 Gesto simbólico hecho con las manos utilizado en meditación o prácticas rituales. 31 Nagarjuna (nace en 150 y muere alrededor de 250) monje y filósofo hindú que fundó la escuela del Camino Medio del Budismo (Madhyamaka). Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 45 Cuando se hizo indiscutible que este joven niño era en efecto, el nuevo tulku reencarnado del linaje Garchen, los monjes llevaron al pequeño Konchog Gyaltsen afuera para darle un baño como parte de una purificación ritual. Le quitaron las viejas ropas y comenzaron a echarle agua. El agua estaba casi congelada o por lo menos así le pareció! El agua estaba tan fría que él pensó que lo habían arrojado a un río congelado. Todavía hoy, Konchog Gyaltsen recuerda muy bien la sensación de entumecimiento que le produjo el baño que recibió en esa ocasión especial. Se quedó allí temblando de frío y sintiendo todo el cuerpo entumido, mientras esta agua bendita lavaba su cuerpo limpiando las incontables partículas de polvo que lo cubrían – sus impurezas externas. Después, lo llevaron de nuevo dentro del templo para cortarle el pelo y vestirlo con túnicas nuevas color azafrán. El Octavo Chagme Rinpoche, fue quien realizó la ceremonia oficial de corte de pelo y toma de refugio para el pequeño Konchog Gyaltsen. Y le dio el nombre dharma de Konchog (preciada) Ngedun (Verdad Última ) Tenpei (Enseñanzas) Nyima (Sol). Preciada, Verdad Última, Sol de las Enseñanzas - el Octavo Kyabje Garchen Triptrül Rinpoche! Kyabje significa el Señor Que Protege. Garchen significa Gran Gar. Trip significa el Que Está Sosteniendo. Trül significa Trono. Triptrül es el Actual Sostenedor del Trono. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 46 Y Rinpoche, literalmente el que es Preciado, es un título que habitualmente se le concede a un alto lama reencarnado. Tradicionalmente, durante muchas generaciones en el monasterio Gar, había habido tres tulkus o lamas reencarnados que eran reconocidos como grandes maestros: Garchen Rinpoche, Gar Mingyur Rinpoche y Gar Namdrol Rinpoche32 pero sólo a Garchen Rinpoche se le concedía el título de Triptrül. Garchen Rinpoche o el Rinpoche del Gran Gar, en este caso, se refiere al actual sostenedor del trono que preside sobre toda el área Nangchen y no solamente sobre la pequeña aldea de Gar. Desde ese día en adelante, la gente comenzó a llamarlo Garchen Rinpoche – el Preciado del Gran Gar – o Garchen tulku – el Reencarnado del Gran Gar. Muchas otras personas, especialmente los de la aldea, por generaciones, se habían acostumbrado a referirse a su maestro como Gar Rinpoche – el Preciado de Gar y esta continua siendo una forma abreviada y afectuosa de dirigirse al lama33. 32 Actualmente, Garchen Rinpoche es la Octava encarnación del anterior Garchen Rinpoche y Gar Namdrol Rinpoche y Gar Mingyur Rinpoche son la cuarta encarnación de los previos Namdrol Rinpoche y Mingyur Rinpoche. Sin embargo, en años recientes se ha dicho en Occidente y en Asia, que los tres Rinpoches son emanaciones de cuerpo, palabra y mente del previo Garchen Rinpoche, algo que no se considera así en Tibet (según Lama Gape). 33 En el este de Tibet, los Tibetanos se han acostumbrado a llamar a Rinpoche “Gar Rinpoche” como una forma corta más afectuosa de su título pero se considera más respetuoso dirigirse a Rinpoche como “Garchen Rinpoche”. También en Tibet, se acostumbra dirigirse a Garchen Rinpoche como “Lama Garchen”. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 47 Para su madre, él ya no era el pequeño Kon-Gyam. Ella también empezó a llamarlo Rinpoche – el que es Preciado. Ya no era el hijo para que ella lo contemplara, sino quien había vuelto a este mundo debido a su poderosa aspiración de la vida pasada, de guiar a otros seres fuera de sus sufrimientos auto inflingidos hacia el camino de la perfecta liberación. En el corazón de su madre, las palabras del viejo yogi monje, Lagin Konchog Tengye resonaban… “Seríamos muy afortunados si tan solo pudiéramos sentarnos en la fila detrás de él” Palabras que el sabio monje pronunció, cuando ella llevó a su hijo a su casa de retiro para su primera ceremonia de refugio y corte de pelo… Palabras que ahora eran develadas, claras y luminosas como un resplandeciente cielo despejado. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 48 Notas finales… Este pequeño libro fue creado en honor al Octavo Kyabje Triptül Garchen Rinpoche, Konchog Gyaltsen, con motivo de la auspiciosa ocasión de su ceremonia de larga vida, junto con la celebración de Losar y el décimo aniversario del Instituto Budista Garchen, llevada a cabo el 29 de febrero de 2009, en el Instituto Garchen en Chino Valley, Arizona. El libro incluye “Carta a mi Maestro, el Lama de las muchas vidas”, una introducción a la historia de la biografía de Garchen Rinpoche, seguida de los dos primeros capítulos del libro, “Nacimiento y niñez en Donggo” y “Reconocimiento.” El trabajo sobre la biografía completa de Garchen Rinpoche, “El Lama de las muchas vidas: Tocando el Corazón Vivo de Garchen Rinpoche”, está todavía en proceso…y con un poco de suerte, será terminada un día, cuando la escritora pueda, aunque sea en parte, cumplir con los sabios consejos de su Lama! Mi más sincero agradecimiento a Traga Rinpoche, lama Bu Nima y Lama A Bo por su amabilidad y apoyo moral; a Khenpo Tamphel y Meghan Howard por su traducción de las entrevistas orales en 2003 y 2005 en los que se basan los primeros dos capítulos incluidos en este pequeño libro; a Lama Gape por su paciencia, comprensión, comentarios y aclaraciones; a Ina Bieler por su traducción de esos comentarios; y en especial a Bertrand Odelys Sauzier por Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 49 su genuino amor y fe en este proyecto de biografía, su incondicional apoyo editorial, correcciones y comentarios. Mil sinceras gracias a Donna Guthrie y Carol Bailey por sus sugerencias editoriales adicionales; y a Konchog Thogme, Chi Phan y Andrew Printing (Kim Lai An Quan) por su generosidad y apoyo para la impresión de estos libritos. Y a todos los discípulos de Garchen Rinpoche – mis hermanos y hermanas Vajra, mientras viajamos juntos en esta jornada hacia el corazón vivo de Rinpoche, por favor sepan que este proyecto impreso es solo una manifestación de su propio amor y devoción a nuestro guru y sus enseñanzas. Que podamos todos despertar al poder de la inagotable compasión y mente de iluminación de Rinpoche, al final de nuestra jornada…y que por la virtud de este escrito y nuestra búsqueda espiritual colectiva, puedan todos los seres ser rápidamente traídos al Camino y alcanzar la más perfecta liberación. Desde lo más profundo de mi corazón…hago votos por que así sea… Sue-Sue 14 de febrero de 2009 Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 50 Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas vidas: Una introducción a la biografía de Garchen Rinpoche © 2009-2012 Garchen Rinpoche & Sue-Sue Luu (Milam Bardo Publications) Traducción al español: Sofía Sarquís www.garchenbiography.net La imagen de la portada es el nombre de Garchen Rinpoche escrito en letra manuscrita tibetana. Crédito foto: Katherine Lambert La pequeña imagen bajo el nombre de Garchen Rinpoche es un acercamiento de una luz bodhi encontrada en el siguiente sitio: http://www.oneplanetdancing.com/i//bodhilightcloseup.jpg Traducción al español: Sofía Sarquís Las notas al pie de página incluidas en los capítulos tienen como función servir de aclaración a los lectores que no están familiarizados con los conceptos del Budismo Tibetano o la historia y cultura tibetanas. Las preguntas o comentarios acerca de este pequeño libro o el proyecto de la biografía de Kyabje Triptrul Garchen Rinpoche pueden ser enviados a: Milam Bardo Publications 112 Stanford Court Irvine, CA 92612 USA [email protected] Pueda la Bodhichita, la excelente y preciada mente, surgir donde no ha nacido, y no declinar donde ya ha nacido, sino aumentar cada vez más. Carta a mi Maestro, el Lama de las Muchas Vidas 51