1 Poemas y canciones de El señor de los anillos Tres Anillos para

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1
Poemas y canciones de El señor de los anillos
donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí adónde iré? No podría decirlo.
Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.
*
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
En el hogar el fuego es rojo,
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
y bajo techo hay una cama;
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
pero los pies no están cansados todavía,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
y quizás aún encontremos detrás del recodo
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
un árbol repentino o una roca empinada
que nadie ha visto sino nosotros.
*
El camino sigue y sigue
Árbol y flor y brizna y pasto,
desde la puerta.
¡que pasen, que pasen!
El camino ha ido muy lejos,
Colina y agua bajo el cielo,
y si es posible he de seguirlo
¡pasemos, pasemos!
recorriéndolo con pie decidido
hasta llegar a un camino más ancho
Aun detrás del recodo quizá todavía esperen
donde se encuentran senderos y cursos.
un camino nuevo o una puerta secreta,
¿Y de ahí adónde iré? No podría decirlo.
y aunque hoy pasemos de largo
y tomemos los senderos ocultos que corren
*
hacia la luna o hacia el sol
El camino sigue y sigue
quizá mañana aquí volvamos.
desde la puerta.
El camino ha ido muy lejos,
Manzana, espino, nuez y ciruela
y si es posible he de seguirlo
¡que se pierdan, se pierdan!
recorriéndolo con pie fatigado
Arena y piedra y estanque y cañada,
hasta llegar a un camino más ancho
¡adiós, adiós!
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vemos tu capullo de plata esparcido en el viento.
La casa atrás, delante el mundo,
y muchas sendas que recorrer,
¡Oh Elbereth! ¡Gilthoniel!
hacia el filo sombrío del horizonte
Recordamos aún, nosotros que habitamos
y la noche estrellada.
en esta tierra lejana bajo los árboles,
Luego el mundo atrás y la casa delante;
tu luz estelar sobre los mares del Oeste.
volvemos a la casa y a la cama.
*
Niebla y crepúsculo, nubes y sombra,
se borrarán, se borrarán.
¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! A la botella acudo
Lámpara y fuego, y pan y carne,
para curar el corazón y ahogar las penas.
¡y luego a cama, y luego a cama!
La lluvia puede caer, el viento puede soplar
y aún tengo que recorrer muchas millas,
*
pero me acostaré al pie de un árbol alto
y dejaré que las nubes naveguen en el cielo.
¡Blancanieves! ¡Blancanieves! ¡Oh, dama clara!
¡Reina de más allá de los mares del Oeste!
*
¡Oh Luz para nosotros, peregrinos
en un mundo de árboles entrelazados!
¡Oh, el baño a la caída de la tarde,
que quita el barro del cansancio!
¡Gilthoniel! ¡Oh Elbereth!
Tonto es aquel que ahora no canta.
Es clara tu mirada y brillante tu aliento.
¡Oh, el agua caliente, qué bendición!
¡Blancanieves! ¡Blancanieves! Te cantamos
en una tierra lejana más allá del mar.
Oh, dulce es el sonido de la lluvia que cae
y del arroyo que baja de la colina al valle,
Oh estrellas que en un año sin sol
pero mejor que la lluvia y los arroyos rizados
ella sembró con luminosa mano,
es el agua caliente humeando en la tina.
en campos borrascosos, ahora brillante y claro
3
Oh, el agua fresca, échala si quieres
¡Saldremos a caballo antes que amanezca!
en una garganta abrasada y complácete,
pero mejor es la cerveza si hay ganas de beber,
*
y el agua caliente que corre por la espalda.
Oh, vagabundos de la tierra en sombras,
¡Oh, es hermosa el agua que salta hacia arriba
no desesperéis. Pues aunque oscuros se alcen
en una fuente blanca bajo el cielo,
todos los bosques terminarán al fin
pero no ha habido nunca un sonido más dulce
viendo pasar el sol descubierto:
que mis pies chapoteando en el agua caliente!
el sol poniente, el sol naciente,
el fin del día y el principio del día.
*
Al este o al oeste, los bosques acabarán.
Adiós les decirnos al hogar y a la sala.
*
Aunque sople el viento y caiga la lluvia
hemos de partir antes que amanezca,
¡Hola, dol! ¡Feliz, dol! ¡Toca un don diló!
lejos, por el bosque y la montaña alta.
¡Toca un don! ¡Salta! ¡Sauce del fal lo!
¡Tom Bom, alegre Tom, Tom Bombadillo!
Rivendel, donde los elfos habitan aún,
¡Hola, ven alegre dol, querida derry dol!
en claros al pie de las nieblas del monte,
Ligeros son el viento y el alado estornino.
cruzando páramos y eriales iremos de prisa
Allá abajo al pie de la colina, brillando al sol,
y de allí no sabemos a dónde.
esperando a la puerta la luz de las estrellas,
está mi hermosa dama, hija de la dama del río,
Delante el enemigo y detrás el terror,
delgada como vara de sauce, clara como el agua.
dormiremos bajo el dosel del cielo,
El viejo Tom Bombadil trayendo lirios de agua
hasta que al fin se acaben las penurias,
vuelve saltando a casa. ¿Lo oyes cómo canta?
el viaje termine y la misión concluya.
¡Hola, ven alegre dol, derry dol, alegre oh,
Baya de Oro, Baya de Oro, alegre baya amarilla.
¡Hay que partir, hay que partir!
Pobre viejo Hombre-Sauce, ¡retira tus raíces!
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Tom tiene prisa ahora. La noche sucede al día.
Tom vuelve de nuevo trayendo lirios de agua.
¡Oh delgada como vara de sauce!
¡Hola, ven derry dol! ¿Me oyes cómo canto?
¡Oh más clara que el agua clara!
¡Oh junco a orillas del estanque! ¡Hermosa Hija del
Río!
*
¡Oh tiempo de primavera y tiempo de verano, y otra
vez primavera!
¡Saltad, amiguitos, a lo largo del Tornasauce!
¡Oh viento en la cascada y risa entre las hojas!
Tom va adelante a encender las velas.
El sol se oculta pronto marcharéis a ciegas.
*
Cuando caiga la noche, las puertas se abrirán,
y en las ventanas brillará una luz amarilla.
El viejo Tom Bombadil es un sujeto sencillo,
No tengáis miedo ni de alisos ni de sauces,
de chaqueta azul brillante y zapatos amarillos.
ni de raíces ni de ramas. Tom va adelante.
¡Hola, ahora, alegre dol! ¡Bien venidos a casa!
*
*
Yo tenía allí una misión: recoger lirios de agua,
hojas verdes y lirios blancos para complacer a mi
hermosa dama,
¡Hola, venid, alegre dol! ¡Bravos míos, saltad!
los últimos del año y preservarlos así del invierno,
¡Hobbits, poneys, y todos, a la fiesta!
¡Que la alegría empiece! ¡Cantemos todos juntos!
para que florezcan a sus pies antes que las nieves se
fundan.
¡Que los cantos empiecen! Cantemos todos juntos,
Todos los años al fin del verano los busco para ella,
el sol y las estrellas, la luna, las nubes y la lluvia,
en una laguna profunda y clara, lejos bajando por el
río;
la luz en los capullos, el rocío en la pluma,
el viento en la colina, la campana en los brezos,
las cañas en la orilla, los lirios en el agua,
allí se abren los primeros en primavera y allí duran
más.
junto a esa laguna encontré hace tiempo a la Hija del
Río,
¡el viejo Tom Bombadil y la Hija del Río!
la hermosa y joven Baya de Oro, sentada entre los
juncos,
*
cantando dulcemente, y el corazón le golpeaba.
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Tom abrió los ojos y miró a los hobbits con un repentino
centelleo azul.
Y esto fue bueno para vosotros, pues ahora no volveré
¡Oh, Tom Bombadil, Tom Bombadilló!
a descender a lo largo de las aguas del bosque,
Por el agua y el bosque y la colina, las cañas y el
sauce,
mientras el año sea viejo. Ni pasaré otra vez
junto a la casa del viejo Hombre-Sauce
antes de la gozosa primavera, cuando la Hija del Río
por el fuego y el sol y la luna, ¡escucha ahora y
óyenos!
¡Ven, Tom Bombadil, pues nuestro apuro está muy
cerca!
baje bailando entre los mimbres a bañarse en el agua.
*
*
El viejo Tom Bombadil es un sujeto sencillo,
¡Oh, Tom Bombadil, Tom Bombadilló!
de chaqueta azul brillante y zapatos amarillos.
Por el agua y el bosque y la colina, las cañas y el sauce,
Nadie lo ha atrapado nunca, Tom Bombadil es el amo:
por el fuego y el sol y la luna, ¡escucha ahora y óyenos!
¡Ven, Tom Bombadil, pues nuestro apuro está muy cerca!
sus canciones son más fuertes, y sus pasos son más
rápidos.
*
*
Que se te enfríen las manos, el corazón y los huesos,
¡Fuera, viejo Tumulario! ¡Desaparece a la luz!
que se te enfríe el sueño bajo la piedra:
¡Encógete como la niebla fría, llora como el viento
que no despiertes nunca en el lecho de piedra,
en las tierras estériles, más allá de los montes!
hasta que el Sol se apague y la Luna muera.
¡No regreses aquí! ¡Deja vacío el túmulo!
Perdido y olvidado, más sombrío que la sombra,
En el oscuro viento morirán las estrellas,
quédate donde las puertas están cerradas para siempre,
y que en el oro todavía descanses
hasta los tiempos de un mundo mejor.
hasta que el señor oscuro alce la mano
sobre el océano muerto y la tierra reseca.
*
*
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¡Despertad ahora, mis felices muchachos! ¡Despertad y oíd mi
llamada!
arriba rechinando, abajo ronroneando,
¡Que el calor de la vida vuelva a los corazones y a los miembros!
y serruchando en el medio.
La puerta oscura no se cierra; la mano muerta se ha quebrado.
El posadero tiene un perrito
La noche huyó bajo la Noche, ¡y el Portal está abierto!
que es muy aficionado a las bromas;
y cuando en los huéspedes hay alegría,
*
levanta una oreja a todos los chistes
y se muere de risa.
¡Eh, ahora! ¡Ven, ahora! ¿Por dónde vas ahora?
¿Arriba, abajo, cerca, lejos, aquí, allí, o más allá?
Ellos tienen también una vaca cornuda
¡Oreja-Fina, Nariz-Aguda, Cola-Viva y Rocino,
orgullosa como una reina;
mi amigo Medias Blancas, mi Gordo Terronillo!
la música la trastorna como una cerveza
y mueve la cola empenachada
*
y baila en la hierba.
Las tierras de Tom terminan aquí; no traspasará las fronteras.
¡Oh las pilas de fuentes de plata
Tiene que ocuparse de su casa, ¡y Baya de Oro está esperando!
y el cajón de cucharas de plata!
Hay un par especial de domingo
*
que ellos pulen con mucho cuidado
la tarde del sábado.
Hay una posada, una vieja y alegre posada
al pie de una vieja colina gris,
El Hombre de la Luna bebía largamente
y allí preparan una cerveza tan oscura
y el gato se puso a llorar;
que una noche bajó a beberla
la fuente y la cuchara bailaban en la consola,
el Hombre de la Luna.
y la vaca brincaba en el jardín,
y el perrito se mordía la cola.
El palafrenero tiene un gato borracho
que toca un violín de cinco cuerdas;
El Hombre de la Luna empinó el codo
y el arco se mueve bajando y subiendo,
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y luego rodó bajo la silla,
y allí durmió soñando con cerveza;
¡Las cuerdas del violín estallan con un pum!
hasta que el alba estuvo en el aire
La vaca salta por encima de la luna,
y se borraron las estrellas.
y el perrito se ríe divertido,
y la fuente del sábado se escapa corriendo
Luego el palafrenero le dijo al gato ebrio:
con la cuchara del domingo.
-Los caballos blancos de la luna
tascan los frenos de plata y relinchan
La luna redonda rueda detrás de la colina,
pero el amo ha perdido la cabeza,
mientras el sol levanta la cabeza,
¡y ya viene el día!
y con ojos de fuego observa estupefacta
que aunque es de día todos
El gato en el violín toca una jiga-jiga
volvieron a la cama.
que despertaría a los muertos,
Chillando, serruchando, apresurando la tonada,
*
y el posadero sacude al Hombre de la Luna,
diciendo: ¡Son las tres pasadas!
No es oro todo lo que reluce,
ni toda la gente errante anda perdida;
Llevan al hombre rodando loma arriba
a las raíces profundas no llega la escarcha;
y lo arrojan a la luna,
el viejo vigoroso no se marchita.
mientras que los caballos galopan de espaldas
De las cenizas subirá un fuego,
y la vaca cabriola como un ciervo
y una luz asomará en las sombras;
y la fuente se va con la cuchara.
el descoronado será de nuevo rey,
forjarán otra vez la espada rota.
Más rápido el violín toca la jiga-jiga;
la vaca y los caballos están patas arriba,
*
y el perro lanza un rugido,
y los huéspedes ya saltan de la cama
Gil-galad era un rey de los elfos;
y bailan en el piso.
los trovadores lamentaban la suerte
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del último reino libre y hermoso
Espió entre las hojas del abeto
entre las montañas y el océano.
y vio maravillado unas flores de oro
sobre el manto y las mangas de la joven,
La espada del rey era larga y afilada la lanza,
y el cabello la seguía como una sombra.
y el casco brillante se veía de lejos;
y en el escudo de plata se reflejaban
El encantamiento le reanimó los pies
los astros innumerables de los campos del cielo.
condenados a errar por las colinas
y se precipitó, vigoroso y rápido,
Pero hace mucho tiempo se alejó a caballo,
a alcanzar los rayos de la luna.
y nadie sabe dónde habita ahora;
Entre los bosques del país de los ellos
la estrella de Gil-galad cayó en las tinieblas
ella huyó levemente con pies que bailaban
de Mordor, el país de las sombras.
y lo dejó a solas errando todavía
escuchando en la floresta callada.
*
Allí escuchó a menudo el sonido volante
Las hojas eran largas, la hierba era verde,
de los pies tan ligeros como hojas de tilo
las umbelas de los abetos altas y hermosas
o la música que fluye bajo tierra
y en el claro se vio una luz
y gorjea en huecos ocultos.
de estrellas en la sombra centelleante.
Ahora yacen marchitas las hojas del abeto
Tinúviel bailaba allí,
y una por una suspirando
a la música de una flauta invisible,
caen las hojas de las hayas
con una luz de estrellas en los cabellos
oscilando en el bosque de invierno.
y en las vestiduras brillantes.
La siguió siempre, caminando muy lejos;
Allí llegó Beren desde los montes fríos
las hojas de los años eran una alfombra espesa,
y anduvo extraviado entre las hojas
a la luz de la luna y a los rayos de las estrellas
y donde rodaba el Río de los Elfos,
que temblaban en los cielos helados.
iba afligido a solas.
El manto de la joven brillaba a la luz de la luna
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mientras allá muy lejos en la cima
lo envolvió con una sombría cabellera
ella bailaba, llevando alrededor de los pies
y brazos de plata resplandeciente.
una bruma de plata estremecida.
Larga fue la ruta que les trazó el destino
Cuando el invierno hubo pasado, ella volvió,
sobre montañas pedregosas, grises y frías,
y como una alondra que sube y una lluvia que cae
por habitaciones de hierro y puertas de sombra
y un agua que se funde en burbujas
y florestas nocturnas sin mañana.
su canto liberó la repentina primavera.
Los mares que separan se extendieron entre ellos
El vio brotar las flores de los elfos
y sin embargo al fin de nuevo se encontraron
a los pies de la joven, y curado otra vez
y en el bosque cantando sin tristeza
esperó que ella bailara y cantara
desaparecieron hace ya muchos años.
sobre los prados de hierbas.
*
De nuevo ella huyó, pero él vino rápidamente,
¡Tinúviel! ¡Tinúviel!
El troll estaba sentado en un asiento de piedra,
La llamó por su nombre élfico
mordiendo y masticando un viejo hueso desnudo;
y ella se detuvo entonces, escuchando.
había estado royéndolo durante años y años,
Se quedó allí un instante
pues un pedazo de carne era difíci1 de encontrar.
y la voz de él fue como un encantamiento,
Vivía solo en una caverna de las colinas
y el destino cayó sobre Tinúviel
y un pedazo de carne era difícil de encontrar.
y centelleando se abandonó a sus brazos.
Llegó Tom calzado con grandes botas
Mientras Beren la miraba a los ojos
y le dijo al troll.- «¿Qué es eso, por favor?
entre las sombras de los cabellos
pues se parece a la tibia de mi tío Tim,
vio brillar allí en un espejo
que tendría que estar en el cementerio.
la luz temblorosa de las estrellas.
Hace ya muchos años que Tim se nos ha ido
Tinúviel la belleza élfica,
y aún tendría que estar en el cementerio.»
doncella inmortal de sabiduría élfica
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«Compañero», dijo el troll, «es un hueso robado,
Más duros que la piedra son la carne y el hueso
¿pero de qué sirve un hueso en un agujero?
de un troll que está sentado a solas en la loma;
Tu tío estaba muerto como un lingote de plomo
tanto valdría patear la raíz de la montaña,
mucho antes que yo encontrara esta tibia.
pues las asentaderas de un troll son insensibles.
Puede darle una parte a un pobre viejo troll
El viejo troll rió oyendo que Tom gruñía.
pues él no necesita esta tibia».
Y supo que el pie de Tom era sensible.
«No entiendo por qué las gentes como tú»,
Tom regresó a su casa arrastrando la pierna
dijo Tom, «han de servirse libremente
y el pie le quedó estropeado mucho tiempo,
la canilla o la tibia de mi tío,
pero al Troll no le importa y está siempre allí
¡Pásame entonces ese viejo hueso!.
con el hueso que le birló al propietario.
Aunque esté muerto, aún le pertenece;
Las asentaderas del troll son siempre las mismas,
¡Pásame entonces ese viejo hueso!».
¡y también el hueso que le birló al propietario!
«Un poco más», dijo el troll sonriendo,
*
«y a ti también te comeré y roeré las tibias.
¡Un bocado de carne fresca me caerá bien!
Eärendil era un marino
Te clavaré los dientes ahora mismo.
que en Arvernien se demoró;
Estoy cansado de roer viejos huesos y cueros.
y un bote hizo en Nimrethel
Tengo ganas de comerte ahora mismo».
de madera de árboles caídos;
tejió las velas de hermosa plata,
Pensando aún que se había asegurado la cena
y los faroles fueron de plata;
descubrió que no tenía nada en las manos,
el mascarón de proa era un cisne
pues Tom por detrás se había deslizado
y había luz en las banderas.
lanzándole un puntapié como buena lección,
«un puntapié en las asentaderas», pensó Tom,
De una panoplia de antiguos reyes
«será el modo de darle una buena lección».
obtuvo anillos encadenados,
un escudo con letras rúnicas
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para evitar desgracias y heridas,
La alada Elwin vino entonces a él
un arco de cuerno de dragón
y la llama se encendió en las tinieblas;
y flechas de ébano tallado;
más clara que la luz del diamante
la cota de malla era de plata
ardía el fuego encima del collar;
y la vaina de piedra calcedonia,
y en él puso el Silmaril
de acero la espada infatigable
coronándolo con una luz viviente;
y el casco alto de adamanto;
Eärendil, intrépido, la frente en llamas,
llevaba en la cimera una pluma de águila
viró la proa, y en aquella noche
y sobre el pecho una esmeralda.
del Otro Mundo más allá del Mar
furiosa y libre se alzó una tormenta,
Bajo la luna y las estrellas
un viento poderoso en Termanel,
erró alejándose del norte,
y como la potencia de la muerte
extraviándose en sendas encantadas
soplando y mordiendo arrastró el bote
más allá de los días de las tierras mortales.
por sitios que los mortales no frecuentan
y mares grises hace tiempo olvidados;
De los chirridos del Hielo Apretado,
y así Eärendil pasó del este hacia el oeste.
donde las sombras yacen en colinas heladas,
de los calores infernales y del ardor de los desiertos
Cruzando la Noche Eterna fue llevado
huyó de prisa, y errando todavía
sobre las olas negras que corrían
por aguas sin estrellas de allá lejos
por sombras y por costas inundadas
llegó al fin a la Noche de la Nada,
ya antes que los Días empezaran,
y así pasó sin alcanzar a ver
hasta que al fin en márgenes de perlas
la luz deseada, la orilla centelleante.
donde las olas siempre espumosas
Los vientos de la cólera se alzaron arrastrándolo
traen oro amarillo y joyas pálidas,
y a ciegas escapó de la espuma
donde termina el mundo, oyó la música.
del este hacia el oeste, y de pronto
Vio la montaña que se alzaba en silencio
volvió rápidamente al país natal.
donde el crepúsculo se tiende en las rodillas
de Valinor, y vio a Eldamar
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muy lejos más allá de los mares.
de mitril y de vidrio élfico,
Vagabundo escapado de la noche
de proa brillante; ningún remo desnudo,
llegó por último a un puerto blanco,
ninguna vela en el mástil de plata:
al hogar de los elfos claro y verde,
el Silmaril como linterna
de aire sutil; pálidas como el vidrio,
y en la bandera un fuego vivo
al pie de la colina de Ilmarin
puesto allí mismo por Elbereth,
resplandeciendo en un valle abrupto
y otorgándole alas inmortales
las torres encendidas del Tirion
impuso a Eärendil un eterno destino:
se reflejan allí, en el Lago de Sombras.
navegar por los cielos sin orillas
detrás del Sol y la luz de la Luna.
Allí dejó la vida errante
y le enseñaron canciones,
De las altas colinas de Evereven
los sabios le contaron maravillas de antaño,
donde hay dulces manantiales de plata
y le llevaron arpas de oro.
las alas lo llevaron, como una luz errante,
De blanco élfico lo vistieron
más allá del Muro de la Montaña.
y precedido por siete luces
Del fin del mundo entonces se volvió
fue hasta la oculta tierra abandonada
deseando encontrar otra vez
cruzando el Calacirian.
la luz del hogar; navegando entre sombras
Al fin entró en los salones sin tiempo
y ardiendo como una estrella solitaria
donde brillando caen los años incontables,
fue por encima de las nieblas
y reina para siempre el Rey Antiguo
como fuego distante delante del sol,
en la montaña escarpada de Ilmarin;
maravilla que precede al alba,
palabras desconocidas se dijeron entonces
donde corren las aguas de Norlanda.
de la raza de los hombres y de los elfos,
le mostraron visiones del trasmundo
Y así pasó sobre la Tierra Media
prohibidas para aquellos que allí viven.
y al fin oyó los llantos de dolor
de las mujeres y las vírgenes élficas
Un nuevo barco para él construyeron
de los Tiempos Antiguos, de los días de antaño.
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Pero un destino implacable pesaba sobre él:
el Daño de Isildur despertará,
hasta la desaparición de la Luna
y se presentará el Mediano.
pasar como una estrella en órbita
sin detenerse nunca en las orillas
*
donde habitan los mortales, heraldo
de una misión que no conoce descanso
Ash nazg durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg
llevar allá lejos la claridad resplandeciente,
thrakatuûúk agh burzum-ishi krimpatul.
la luz flamígera de Oesternesse.
*
*
Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo
A Elbereth Gilthoniel,
para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a
silivren penna míriel
todos y atarlos en las Tinieblas.
o menel aglar elenath!
Na-chaered palan-díriel
*
o galadhremmin ennorath,
Fanuilos, le linnathon
Cuando el viento comienza a morder
nef aear, sí nef aearon!
y las piedras crujen en la noche helada
de charcos negros y árboles desnudos,
*
no es bueno viajar por tierras ásperas.
Busca la espada quebrada
*
que está en Imladris;
habrá concilios más fuertes
Me siento junto al fuego y pienso
que los hechizos de Morgul.
en todo lo que he visto,
en flores silvestres y mariposas
Mostrarán una señal
de que el Destino está cerca:
de veranos que han sido.
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En hojas amarillas y telarañas,
Fennas nogothrim, lasto beth lammen!
en otoños que fueron,
la niebla en la mañana, el sol de plata
*
y el viento en mis cabellos.
El mundo era joven y las montañas verdes,
Me siento junto al fuego y pienso
y aún no se veían manchas en la luna
cómo el mundo será,
y los ríos y piedras no tenían nombre,
cuando llegue el invierno sin una primavera
cuando Durin despertó y echó a caminar.
que yo pueda mirar.
Nombró las colinas y los valles sin nombre;
Pues hay todavía tantas cosas
bebió de fuentes ignoradas;
que yo jamás he visto:
se inclinó y se miró en el Lago Espejo
en todos los bosques y primaveras
y sobre la sombra de la cabeza de Durin
hay un verde distinto.
apareció una corona de estrellas
como joyas engarzadas en un hilo de plata.
Me siento junto al fuego y pienso
en las gentes de ayer,
El mundo era hermoso en los días de Durin,
y en gentes que verán un mundo
en los Días Antiguos antes de la caída
que no conoceré.
de reyes poderosos en Nargothrond y Gondolin
que desaparecieron más allá de los mares.
Y mientras estoy aquí sentado
El mundo era hermoso y las montañas altas.
pensando en otras épocas
espero oír unos pasos que vuelven
Fue rey en un trono tallado
y voces en la puerta.
y en salas de piedra de muchos pilares
y runas poderosas en la puerta,
*
de bóvedas de oro y de suelo de plata.
La luz del sol, la luna y las estrellas
Annon edhellen, edro hi ammen!
en centelleantes lámparas de vidrio
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que las nubes y la noche jamás se oscurecían
y hasta que Durin despierte de nuevo
para siempre brillaban.
en el agua profunda la corona descansa.
Allí el martillo golpeaba el yunque,
*
el cincel esculpía y el buril escribía,
se forjaba la hoja de la espada,
Había en otro tiempo una doncella élfica,
y se fijaban las empuñaduras;
una estrella que brillaba en el día,
cavaba el cavador, el albañil edificaba.
de manto blanco recamado en oro
y zapatos de plata gris.
Allí se acumulaban el berilo, la perla
y el pálido ópalo y el metal en escamas,
Tenia una estrella en la frente,
y la espada y la lanza brillantes,
una luz en los cabellos,
el escudo, la malla y el hacha.
como el sol en las ramas de oro
de Lórien la bella.
Incansable era entonces la gente de Durin;
bajo las montañas despertaba la música;
Los cabellos largos, los brazos blancos,
los arpistas tocaban, cantaban los cantantes,
libre y hermosa era Lórien,
y en la puerta las trompetas sonaban.
y en el viento corría levemente,
como la hoja del tilo.
El mundo es gris ahora y vieja la montaña;
el fuego de la forja es sólo unas cenizas;
Junto a los saltos de Nimrodel,
el arpa ya no suena, el martillo no cae;
cerca del agua clara y fresca,
la sombra habita en las salas de Durin,
la voz caía como plata que cae
y la oscuridad ha cubierto la tumba
en el agua brillante.
en Moria, en Khazad-dûm.
Por dónde anda ahora, nadie sabe,
a la luz del sol o entre los sombras,
Pero todavía aparecen las estrellas ahogadas
pues hace tiempo que Nimrodel
en la oscuridad y el silencio del Lago Espejo,
se extravió en las montañas.
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y caer en el agua profunda
Un barco elfo en el puerto gris,
como una gaviota.
bajo el viento de la montaña,
la esperó muchos días
El aire le movía los cabellos,
junto al mar tumultuoso.
y la espuma le brillaba alrededor,
lo vieron de lejos hermoso y fuerte
Un viento nocturno en el norte
deslizándose como un cisne.
se levantó gritando,
y llevó la nave desde las playas élficas
Pero del Oeste no llegó una palabra,
sobre olas que iban y venían.
y en la Costa Citerior
los elfos nunca tuvieron
Cuando asomó la pálida aurora
noticias de Amroth.
las montañas grises se hundían
más allá de las olas empenachadas
*
de espuma enceguecedora.
Cuando la tarde era gris en la Comarca
Amroth vio que la costa desaparecía
se oían sus pasos en la colina;
debajo y más allá de la ola,
y se iba antes del alba
y maldijo la nave pérfida que lo llevara
en silencio a sitios remotos.
lejos de Nimrodel.
De las Tierras Ásperas a la costa del este,
Había sido antaño un rey élfico
del desierto del norte a las lomas del sur,
señor del valle y los árboles,
por antros de dragones y puertas ocultas
cuando los brotes primaverales se doraban
y bosques oscuros iba a su antojo.
en Lothlórien la bella.
Con enanos y hobbits, con ellos y con hombres,
Lo vieron saltar desde la borda
con gentes mortales e inmortales,
como flecha de un arco
con pájaros en árboles y bestias en madrigueras,
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en lenguas secretas hablaba.
Más allá del sol, más allá de la luna, había espuma en
el mar,
Una espada mortal, una mano benigna,
y cerca de la playa de Ilmarin crecía un árbol de oro, y
brillaba
una espalda que la carga doblaba;
en Eldamar bajo las estrellas de la Noche Eterna,
una voz de trompeta, una antorcha encendida,
en Eldamar junto a los muros de Tirion de los Elfos.
un peregrino fatigado.
Allí crecieron durante largos años las hojas doradas,
Mientras que aquí, más allá de los Mares Separadores,
corren ahora las lágrimas élficas.
Señor de sabiduría entronizado,
de cólera viva y de rápida risa;
Oh Lórien. Llega el invierno, el día desnudo y
deshojado;
un viejo de gastado sombrero
las hojas caen en el agua, el río fluye alejándose.
que se apoya en una vara espinosa.
Oh Lórien. Demasiado he vivido en estas costas
y he entretejido la elanor de oro en una corona
evanescente.
Estuvo solo sobre el puente
desafiando al Fuego y la Sombra;
la vara se le quebró en la piedra,
Pero si ahora he de cantar a las naves, ¿qué nave
vendrá a mí,
qué nave me llevará de vuelta por un océano tan
ancho?
y su sabiduría murió en Khazad-dûm.
*
*
Ai! laurië lantar lassi súrinen!
Los más hermosos fuegos nunca vistos:
Yéni únótime ve rámar aldaron,
estallaban en estrellas azules y verdes,
yéni ve linte yuldar vánier
y después de los truenos un rocío de oro
mi oromardi lisse-miruvóreva
caía como una lluvia de flores.
Andúne pella Vardo tellumar
nu luini yassen tintilar í eleni
*
ómaryo airetári-lírínen.
Sí rnan i yulna nin enquantuva?
He cantado las hojas, las hojas de oro, y allí crecían hojas de oro;
he cantado el viento, y un viento vino y sopló entre las ramas.
An sí Tintalle Varda Oiolossëo
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ve fanyar máryat Elentári ortane
ar ilye tier unduláve lumbule,
«¿Qué noticias del Norte, oh poderoso Viento, hoy me
traes?
¿Qué noticias de Boromir el Valiente? Pues partió ya
hace tiempo.»
ar sindanóriello carta mornië
i falmalinnar imbe met, ar hísië
«Al pie del Amon Hen le he oído gritar. Allí batió a
los enemigos.
untúpa Calaciryo míri oiale.
El yelmo hendido, la espada rota, al agua los llevaron.
Sí vanwa na, Rómello vanwa, Valimar!
La orgullosa cabeza, el rostro tan hermoso, los
miembros, pusieron a descansar;
Namárië Nai biruvalye Valimar.
Nai elye hiruwa. Namárië!
*
De las bocas del Mar viene el Viento del Sur, de las piedras y de las
dunas;
y Rauros, los saltos dorados de Rauros, lo
transportaron en el seno de las aguas.»
«¡Oh Boromir! La Torre de la Guardia mirará siempre
al norte,
a Rauros, los saltos dorados, hasta el fin de los
tiempos. »
*
trae el quejido de las gaviotas, y a las puertas se lamenta.
Aprended ahora la ciencia de las criaturas vivientes:
«¿Qué noticias del Sur, oh viento que suspiras, me traes en la noche?
Nombrad primero los cuatro, los pueblos libres:
¿Dónde está ahora Boromir el Hermoso? Tarda en llegar, y estoy
triste.»
los más antiguos, los hijos de los Elfos;
«No me preguntes dónde habita... Hay allí tantos huesos,
el Enano que habita en moradas sombrías;
en las costas blancas y en las costas oscuras bajo el cielo
tormentoso;
el Ent, nacido de la tierra, viejo como los montes;
el Hombre mortal, domador de caballos.
tantos han descendido las aguas del Río Anduin para encontrar las
mareas del mar.
¡Pídele al Viento Norte las noticias que él mismo me trae!»
»Hm, hm, hm.
«¡Oh Boromir! Más allá de la puerta la ruta al mar corre hacia el
Sur,
El castor que construye, el gamo que salta,
pero tú no vienes con las gaviotas que desde la boca del mar gris se
lamentan.»
De la Puerta de los Reyes viene el Viento del Norte y pasa por las
cascadas tumultuosas:
el oso aficionado a la miel, el jabalí que lucha,
el perro hambriento, la liebre temerosa...
y claro y frío alrededor de la torre llama el corno sonoro.
»Hm, hm.
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en Tauremornalómë.
El águila en el aire, el buey en la pradera,
el ciervo de corona de cuerno, el balcón el más rápido,
*
el cisne el más blanco, la serpiente la más fría...
Los hobbits medianos, que habitan en agujeros.
ENT
Cuando la primavera despliega la hoja del haya y hay
savia en las ramas;
*
cuando la luz se apoya en el río del bosque y el viento
toca la cima;
en la cuenta de que estaba cantando para ellos.
En los sauzales de Tasarinan yo me paseaba en primavera.
cuando el paso es largo, la respiración profunda y el
aire se anima en la montaña,
¡regresa a mí! ¡Regresa a mí y di que mi tierra es
hermosa!
¡Ah, los colores y el aroma de la primavera en Nantasarion!
Y yo dije que aquello era bueno.
ENT-MUJER
Recorrí en el verano los olmedos de Ossiriand.
Cuando la primavera llega a los regadíos y los
campos, y aparece la espiga;
¡Ah, la luz y la música en el verano junto a los Siete Ríos de Ossir!
Y yo pensé que aquello era mejor.
A los hayales de Neldoreth vine en el otoño.
¡Ah, el oro y el rojo y el susurro de las hojas en el otoño de Taur-naneldor!
cuando en las huertas florecen los capullos como una
nieve brillante;
cuando la llovizna y el sol sobre la tierra perfuman el
aire,
me demoraré aquí y no me iré, pues mi tierra es
hermosa.
Yo no había deseado tanto.
A los pinares de la meseta de Dorthnion subí en el invierno.
ENT
¡Ah, el viento y la blancura y las ramas negras del invierno en Orodna-Thón!
Cuando el verano se extiende sobre el mundo, en un
mediodía de oro,
Mi voz subió y cantó en el cielo.
Y todas aquellas tierras yacen ahora bajo las olas,
y caminé por Ambarona, y Taremorna, y Aldalómë,
bajo la bóveda de las hojas dormidas se despliegan los
sueños de los árboles;
cuando las salas del bosque son verdes y frescas, y el
viento sopla del oeste,
y por mis propias tierras, el país de Fangorn,
donde las raíces son largas.
Y los años se amontonan más que las hojas
¡regresa a mí! ¡Regresa a mí y di que mi tierra es la
mejor!
20
¡Oh Orofarnë, Lassemista, Carnimirië!
ENT-MUJER
Cuando el verano calienta los frutos que cuelgan y oscurece las
bayas;
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas
son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
cuando la paja es de oro y la espiga blanca y es tiempo de cosechar;
cuando la miel se derrama y el manzano crece, aunque el viento
sople del oeste,
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca
y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
me demoraré aquí a la luz del sol, porque mi tierra es la mejor.
Oh fresno muerto, tu cabellera es seca y gris;
tu corona ha caído, tu voz ha callado para siempre.
ENT
¡Oh Orofarnë, Lassemista, Carnimirië!
Cuando llegue el invierno, el invierno salvaje que matará la colina y
el bosque;
cuando caigan los árboles y la noche sin estrellas devore al día sin
sol;
cuando el viento sople mortalmente del este, entonces en la lluvia
que golpea
*
Venimos, venimos, con un redoble de tambor: ¡tarunda runda runda rom!
te buscaré y te llamaré, ¡y regresaré otra vez contigo!
Venimos, venimos con cuernos y tambores: ¡ta-rûna
rûna rûna rom!
ENT-MUJER
Cuando llegue el invierno y terminen los cantos; cuando las tinieblas
caigan al fin;
¡A Isengard! Aunque Isengard esté clausurado con
puertas de piedra;
Aunque Isengard sea fuerte y dura, fría como la piedra
y desnuda como el hueso.
cuando la rama estéril se rompa y la luz y el trabajo hayan pasado;
te buscaré y te esperaré, hasta que volvamos a encontrarnos:
¡juntos tomaremos el camino bajo la lluvia que golpea!
Partimos, partimos, partimos a la guerra, a romper la
piedra y derribar la puerta;
pues el tronco y la rama están ardiendo ahora, el horno
ruge; ¡partimos a la guerra!
AMBOS
Al país de las tinieblas con paso de destino, con
redoble de tambor, marchamos, marchamos.
Juntos tomaremos el camino que lleva al oeste
¡A Isengard marchamos con el destino!
y juntos encontraremos una tierra en donde los corazones tengan
descanso.
¡Marchamos con el destino, con el destino
marchamos!
*
*
21
¿Dónde están ahora los Dúnedain, Elessar, Elessar?
¿Por qué tus gentes andan errantes allá lejos?
En Dwimordene, en Lórien
Cercana está la hora en que volverán los Perdidos
rara vez se han posado los pies de los hombres,
y del Norte descienda la Compañía Gris.
pocos ojos mortales han visto la luz
Pero sombría es la senda que te fue reservada:
que allí alumbra siempre, pura y brillante.
los muertos vigilan el camino que lleva al Mar.
¡Galadriel! ¡Galadriel!
Clara es el agua de tu manantial;
*
blanca es la estrella de tu mano blanca,intactas e inmaculadas la hoja y la tierra
Legolas Hojaverde mucho tiempo bajo el árbol
en Dwimordene, en Lórien
en alegría has vivido. ¡Ten cuidado del Mar!
más hermosa que los pensamientos de los Hombres
Mortales.
Si escuchas en la orilla la voz de la gaviota,
nunca más descansará tu corazón en el bosque.
*
*
¡De pie ahora, de pie, Caballeros de Théoden!
¿Dónde están ahora el caballo y el caballero? ¿Dónde está el cuerno
que sonaba?
Desgracias horrendas nos acechan, hay sombras en el
Este.
¡Preparad los caballos, que resuenen los cuernos!
¿Dónde están el yelmo y la coraza, y los luminosos cabellos
flotantes?
¡Adelante, Eorlingas!
¿Dónde están la mano en el arpa y el fuego rojo encendido?
¿Dónde están la primavera y la cosecha y la espiga alta que crece?
*
Han pasado como una lluvia en la montaña, como un viento en el
prado;
los días han descendido en el oeste en la sombra detrás de las
colinas.
Mucho antes que se conociera el hierro o se hachasen
los árboles;
cuando la montaña era joven aún bajo la luna;
¿Quién recogerá el humo de la ardiente madera muerta,
o verá los años fugitivos que vuelven del mar?
mucho antes que se forjase el Anillo, o que se urdiese
el infortunio,
ya en tiempos remotos recorría los bosques.
*
22
*
Vive sin respirar;
frío como la muerte;
Ents viejos como montañas, nacidos de la tierra,
nunca sediento, siempre bebiendo,
grandes caminadores y bebedores de agua;
viste de malla y no tintinea.
y hambrientos como cazadores, los niños Hobbits,
Se ahoga en el desierto,
el pueblo risueño, la Pequeña Gente.
y cree que una isla
es una montaña
*
y una fuente, una ráfaga.
¡Tan bruñido y tan bello!
Altos navíos y altos reyes
¡Qué alegría encontrarlo!
tres veces tres.
Sólo tenemos un deseo:
¿Qué trajeron de las tierras sumergidas
¡que atrapemos un pez
sobre las olas del mar?
jugoso y suculento!
Siete estrellas y siete piedras
y un árbol blanco,
*
*
Gris como una rata,
grande como una casa,
Las duras tierras frías
la nariz de serpiente,
nos muerden las manos,
hago temblar la tierra
nos roen los pies.
cuando piso la hierba;
Las rocas y las piedras
y los árboles crujen.
son como huesos
Con cuernos en la boca
viejos y descarnados.
por el Sur voy moviendo
Pero el arroyo y la charca
las inmensas orejas.
son húmedos y frescos:
Desde años sin cuento,
¡buenos para los pies!
marcho de un lado a otro,
Y ahora deseamos...
y ni para morir
23
en la tierra me acuesto.
El heredero de aquel a quien juraron lealtad. Traído
por la necesidad, vendrá desde el norte:
Yo soy el Olifante,
el más grande de todos,
y cruzará la Puerta que lleva a los Senderos de los
Muertos.
viejo, alto y enorme.
Si alguna vez me ves,
*
no podrás olvidarme.
Y si nunca me encuentras
Del Sagrario sombrío en la mañana lóbrega parte
no pensarás que existo.
con escudero y capitán el hijo de Tbengel hacia
Edoras.
Soy el viejo Olifante,
el que nunca se acuesta.
Las brumas amortajan el palacio de los Guardianes de
la Marca,
las tinieblas envuelven las columnas de oro.
*
Adiós, saluda a las gentes libres, el hogar, el trono,
los sitios sagrados de las celebraciones en los tiempos
de luz.
Gilthoniel A Elbereth!
Avanza el rey: atrás el miedo y adelante el destino.
A Elbereth Gilthoniel
Leal y fiel, todos los juramentos serán cumplidos.
o menel palan-díriel,
le nallon sí di'nguruthos!
A tiro nin, Fanuilos!
*
Avanza Théoden. Cinco noches y cinco días hacia el
Este galopan los Eorlingas:
seis mil lanzas en el Folde, la Frontera de los Pantanos
y el Finen, camino al Sunlendin,
a Mundburgo, la fortaleza de los reyes del mar al pie
del Mindolluin,
sitiada por el enemigo, cercada por el fuego.
Una larga sombra se cierne sobre la tierra,
El Destino los llama.
y con alas de oscuridad avanza hacia el oeste.
La Oscuridad se cierra y aprisiona caballo y caballero:
La Torre tiembla; a las tumbas de los reyes se aproxima el Destino.
los golpes lejanos de los cascos se pierden en el
silencio:
Los Muertos despiertan: ha llegado la hora de los perjuros:
así cuentan las canciones.
de nuevo en pie en la Roca de Erech oirán un cuerno que resuena en
las montañas.
¿De quién será ese cuerno? ¿Quién a los olvidados llama desde el
gris del crepúsculo?
*
24
junto a sus aliados, señores de Gondor.
las aguas oscuras del Morthond.
Ni Hirluin el Hermoso a las colinas junto al mar,
La muerte se llevó a nobles y a humildes
ni Forlong el Viejo a los valles floridos del reino de
Arnach
desde la mañana hasta el término del día.
Un largo sueño duermen ahora
retornaron en triunfo. Y los altos arqueros Derufin y
Duilin
junto al Río Grande, bajo las hierbas de Gondor
nunca más contemplaron a la sombra de las montañas
*
*
Las aguas que corrían rugiendo y eran rojas
Cuando sople el hálito negro y crezca la sombra de la
muerte,
son grises ahora como lágrimas, de plata centelleante;
y todas las luces se extingan, ¡ven athelas, ven athelas!
la espuma teñida de sangre llameaba al atardecer;
¡En la mano del rey da vida al moribundo!
las montañas ardían como hogueras en la noche;
rojo cayó el rocío en el Rammas Echor.
*
*
¡De plata fluyen los ríos del Celos al Erui
en los verdes prados del Lebennin!
En las colinas oímos resonar los cuernos;
Alta crece la hierba. El viento del Mar
brillaron las espadas en el Reino del Sur.
mece los lirios blancos.
Como un viento en la mañana los caballos galoparon
Y las campánulas doradas caen del mallos y el alfirim,
hacia los Pedregales. Ya la guerra arreciaba.
en el viento del Mar,
Allí cayó Théoden, hijo de Thengel,
en los verdes prados del Lebennin.
y a los palacios de oro y las praderas verdes
de los campos del Norte nunca más regresó.
*
Allí en tierras lejanas murieron combatiendo
Gúthlaf y Hardin, Dúnhere, Deorwine y el valiente Grimbold,
En las tierras del Oeste bajo el Sol
Herfara, Herubrand, Horn y Fastred.
las flores crecen en Primavera
Hoy en Mundburgo yacen bajo los Túmulos
los árboles brotan, las aguas fluyen,
25
los pinzones cantan.
O quizás es una noche sin nubes
*
y de las hayas que se mecen,
entre el ramaje del cabello,
¡Al Mar, al Mar! Claman las gaviotas blancas.
las Estrellas Elficas
El viento sopla y la espuma blanca vuela.
cuelgan como joyas blancas.
Lejos al Oeste se pone el Sol redondo.
Navio gris, navio gris ¿no escuchas la llamada,
Aquí yazgo, al término de mi viaje,
las voces de los míos que antes que yo partieron?
hundido en una oscuridad profunda:
Partiré, dejaré los bosques donde vi la luz;
más allá de todas las torres altas y poderosas,
nuestros días se acaban, nuestros años declinan.
más allá de todas las montañas escarpadas,
Surcaré siempre solo las grandes aguas.
por encima de todas las sombras cabalga el Sol
Largas son las olas que se estrellan en la playa última,
y eternamente moran las Estrellas.
dulces son las voces que me llaman desde la Isla
Perdida.
No diré que el Día ha terminado,
ni he de decir adiós a las Estrellas.
En Eresséa, el Hogar de los Elfos que los Hombres
nunca descubrirán.
Donde las hojas no caen: la tierra de los míos para
siempre.
*
*
¡Vivan los Medianos! ¡Alabados sean con grandes alabanzas!
Cuio y Pheriain anann! Aglar ni Pheriannath!
¡Cantad ahora, oh gente de la Torre de Anor,
¡Alabados sean con grandes alabanzas, Frodo y Samsagaz!
Daur a Berhael, Conin en Annün! Eglerio!
porque el Reino de Sauron ha sucumbido para
siempre,
¡Alabados sean!
y la Torre Oscura ha sido derruida!
Eglerio! A laita te, laita te! Andave laituvalmet!
¡Cantad y regocijaos, oh gente de la Torre de Guardia,
¡Alabados sean!
pues no habéis vigilado en vano, y la Puerta Negra ha
sido destruida,
Cormacolindor, a laite tárienna!
y vuestro Rey ha entrado por ella trayendo la victoria!
¡Alabados sean!
Cantad y alegraos, todos los hijos del Oeste,
¡Alabados sean con grandes alabanzas los Portadores del Anillo!
26
porque vuestro Rey retornará,
Aún detrás del recodo quizá todavía esperen
y todos los días de vuestra vida habitará entre vosotros.
un camino nuevo o una puerta secreta;
Y el Árbol marchito volverá a florecer,
y aunque a menudo pasé sin detenerme,
y él lo plantará en sitios elevados,
al fin llegará un día en que iré caminando
y bienaventurada será la Ciudad.
por esos senderos escondidos
¡Cantad, oh todos!
que corren al oeste de la Luna, al este del Sol.
*
*
Salido de la duda, libre de las tinieblas,
A! Elbereth Gilthoniel
cantando al Sol galopó hacia el amanecer, desnudando la espada:
silivren penna míriel
Encendió una nueva esperanza, y murió esperanzado;
o menel aglar elenath,
fue más allá de la muerte, el miedo y el destino;
Gilthoniel, A! Elbereth!
dejó atrás la ruina, y la vida, y entró en la larga gloria
Aún recordamos, nosotros que vivimos
bajo los árboles en esta tierra lejana,
*
la luz de las estrellas
sobre los Mares de Occidente.
El camino sigue y sigue
desde la puerta.
El camino ha ido muy lejos,
y que otros lo sigan si pueden.
Que ellos emprendan un nuevo viaje,
pero yo al fin con pies fatigados
me volveré a la taberna iluminada,
al encuentro del sueño y el reposo.
*
***
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