Junio 1953 en PDF - CODEM. Ilustre Colegio Oficial de Enfermería

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MEDICINA·
y
·CIRUGIA AUXILIAR
ORGANO DEL
. ON5EjO GENERAL DE COLEGIOS
DE PRACTICANTES DE ESPAÑA
¡REVISTA
ARO XIV
INfORMATIVA
J UNI O
PROFESIONAL)
1953
1neJomioil
Cicloheptenilmolonilurea
NUEVO HIPNÓTICO DB ACCIÓN SUAVE Y CONSTANTE
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t~DtCACtO~ES'
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InsomnIos de 0fl"g~n nervIoso e hlpertoOlco.
Estados de, angustia y excitación.
DOSIS:' Un comprimido o má. media hora antes de Acostarse
Labo(·at orio
CONCESIONARIOS
EXCLUSIVOS DE
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A PAR T A O O 3 O 9 7 .•
A.
DEPARTAMENTO
rARMACÉUTICO
M A D. R I O
Pags.
La razón de la sinrazón, por Juan. Córdoba Pérez ...
... ..,
SECCION OFICIAL.-Seguro Obligatorio de Enfermedad
...
..
,
Escrito e.levado al Sr. Ministro de la Gobernación en 6 de mayo de 1953.
LeglslaclOn ... ... ... • ... ... .. . .. . .. . .. . ... ... ... ... ... ... ... .. . .., ... ...
CON~EJ~S PROVIN<?IALES.--Madrid, Clausura. del Cursillo de Medicina y
Clrugla de Urgencia ... ... '" ... ... ... ... .., ... .., ... ... ... ... ..,
Valencia, Cursillo "Medicina y Cirugía Auxiliar de Urgencia»
Nombramientos ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
OPINIONES.-¿Qué opinan nuestros lectores?, por José de Pedro Alberca .. ,
Célula madre y célula hija.-Breve estudio de la transformación de los
"Barberos» en Practicantes, por F. Amaro
:..
Un argumento y un parangón, por Rafael Viñuales Jal
...
Lo que somos... Y lo que debemos ser, por Julián Guijarro Díaz
Una opinión más, por J. M. Amieva '" ... ... ... ... ... .., ... .. .
Contestación a la mujer practicante y la literatura, por M. Alonso
SECCION CIENTIFICA.-Breve idea de la presión arterial, por José de Pedro
Alberca ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ......
Apendicitis y método de acceso exacto en la apendicectomía, por AgA.
Enfermedades parasitarias e infecciosas, por Manuel Egido Sánchez .,. ..:
¿Puede ser ésta la forma de evitar complicaciones patológicas y críticas
odontológicas en el medio rural?, por Pedro Ibáñez Martínez
El tabaco y sus efectos, por José María Echagoyen Sanz
Protección del periné, por Fernando Gómez Ribota
Enfermedades tropicales, por Melitón Sáenz Ortiz
La estomatitis de Muguet en los niños, por Manuel de la Iglesia Esteban.
Leishmaniosis o Kahtt-azar infantil, por Victoriano Rodriguez
...
El parto normal, por Gaspar Granados Ruiz
..,
Estados comatosos, por José Coitell Rodríguez
...
....
Trastornos nerviosos en los pies, por Jaime Arenas Torras
..
,
SECCION SOCIAL PROFE8IONAL.-El intrus'ismo en el deporte, por Francisco Pérez Estecha ... ... .. . ... ... .. . ... .. . .. . ... .. . ... .... .. . ...
... ...
De la profesión y de los profesionales, por José Ramón G. Puerta
SECCION LITERARIA.-Romance de ciego, por Miguel 'del Ca.stillo de Lima.
Intrusitis crónica, síntomas y terapias, por Emilio Carnacho Barrios ...
Comentario al intruso, por Manuel Cuevas
... ... ... ... ...
Nuestros valores ... ... ...
'"
Bibliografia, por Pacopepe
NOTICIAS ... ... .... ... ...
."
PREVISION.-Relación detallada de lo recaudado por Día de la Previsión en
el año 1952
, .. ,
Comentario
Donativo para la Previsión ... .. . .. . ...
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Junio,
El PRACTI CANTE
y LOS
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MADRID
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JUNt6. 195~
(J{.ducción
y
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9!lues{a de ~n{o 0omingo, 6
'CtI]6n de /4 JilJt:tl.]&n
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Los plagios de exóticas organizaciop,es contemporáneas, son los' factores de la Orden
ministerial. de fecna 12 de 1J'r,ayo út't:i:nio, disponiendo la consti'tuci!6n dé los 'ColégiJos Oficiales de Enfermems, en todas las provincias; como ,la .tunesta Orden, dicho sea con todos
los respetos y en términos de defensa, entabla, sin pen.S'arlo, una ruinosa competencia
entre dus profesiones sanitm'ias totalmente distintus en su rango u1liiversitario, es contraria a derecho y gravemente lesiva de los derechos e imtereses profesionales de los Pl'acticantes, en not01'ia discrepancia con los .c.laros y lJ1'eC'isos tél'minos de la Ley .de Sanidad de
25 de noviembre de 194.4, ya que la citada Ley, en su Base 34, estableció la organización profesional de los Sanitarios que estará representada por los Colegios, que agl'Uparán oftcial
y obligatoriamente en su seno a cuantos eje1'zan una profesión sanVtaria. En éadQ. provincia habrá un Colegio Oficial de Médicos, otro de Fa1'1nacéuticos y UTRO DE AUXILIARES
ANITARlOS QUE ACOJA EN SU SENO A PRACTICANTES, COMADRONAS Y ENFER·
MERAS,
'.
y uqui la letra es tan clara que no existen posibilidades alguru;¡.s de interpretación fue-
ra de lu simple gral7liLtical, en cuanto las palabl'as, reflejan exactamente, sin género de duda,
lo que se diJjo en efecbo, Y s~end:o asi, no cabe desnaturalizar la n01'1na con interpretaciones
1ue s610 por oscul'idad o conf'usióm podrían ser admisibles,
y así, cuando en la citada Orden se manda constituir en cada provincia un Colegio
)de Enfermems, es. claro que su contradicción con la norma legal no puede ser más palJfMria,
LIIS Ordenes ministeriales concreÚlm la potestad de 1nando que -ejercen los Milnistros en
'us respectivos Depal'tamentos; pe1'o desde luego, esa potestad ha de subordinarse siempre
la Ley, sin al/erar sus pl'eceptos' o sin dar a los mismos otra significación y alcance que
I qlLe en si tengan,
Volvemos a hacer consta1', que salva1nos los 1/l..áximos respetos al expresarnos asi,
La Ley pretendió agl'ega1', reunir, fusionar, como corTesponde a las lW1'ma:s del nuevo
liado, y la Orden divide o dügl'ega, P01' ello suplicamos se proceda a nuevo estudio de
cuestión y a la suspensión intel'in de lo dispuesiJo.
.En este particular el Estado hace u.n mal negocio, cuyas consecuencias caen de rechaen una colectividad distl'ibuida en todo el ámbito nacional, qu.e, con su honrado trabal tributando al EstadJo y con. sueldos de 1,300
pesetas anuales, esperan ver mejoTar las
'lumbres, apaciguarse los espiritu s y generaHza1'Se las comodidades, de la vid,a inase·
3 '
quibtes a estas 20,000 farnitias espa1ioLas de una profesión centena7ia, ¿Ha1l Ta~onabLe pre·
teJ:tu lJ(1(ra tan injusta distinción?
Cuánto mejor sería emplear ulla ética ele1l~ental, con ejemplos lJrácticos, y lige7'as IIUciones inspiTadas en el amOr al prójimo; con apUcación, natuTaLmente, a La índole de
1I1s 7'espect.ivas p7'ofesiones, pero miTando siempTe a su mayOT perfeccionamiento para se1"Vir
mej01' al supTemo interés de la Pat1'ia, constituiria la mejor .t:TICA PROFESI01\"AL,
A nosot1'oS, que, jamás fuimos cóntra nadie, personal ni colectival1unte, p01'que cree·
rnos que cada Auxil1a1' Sanitm:io tiene peTfectamente definida su función sanüaria y justi.
firadisima su actuación en el extenso campo de los tmtamientos médico - qui1'ÚTgicos, nos
duele tropezaT con los prejuicios, p1'eocupaciones, Tutinas, convencionaLismos e hipocresías
acumulados en el tTanscuno de los mios pOT La torcida modalidad mental prevalecunte entre el vulgo docto y las m.asas indoctas. S e necesita pOT nuestra pa1'te tan firme con·
vencimiento paTa de.fende1'1los como el que en la doct1'ina de Cristo movía a los Apóstoles a abTir la b1'echa en lct enhiesta y espesisim.a lIwTalla del paganismo con el ariete de
su 1Ja/;{lbTa, para empe11ane en debelar el milenario mUTO beTroque110 con que la gaz1llo11eria intercepta el paso de la sinceTidad,
Nuestro tmbajo, caldeado por la experiencia y el entusiasmo en feliz conjunción, que
• quiere hacerse oir de los tTabajQldores y de los hombres de buena voluntad, ansiosos de eit'l'a1'Se sob1'e sus propias deb'blidades y miseTias,
PaTa TealizaT tama11a empresa, apwrte nuestTa antigua afición al trabajo-afición uN.
lisima a cuanto afecta en la g,1'ata taTea de aCU1nulaT toda clase de mate7'iales-hemos conlado con una base de edificación, una materia pTima en fonna de hislO1ia p1'ofesional, común a am,bos sexos, muy extensa, consagTada a la Sanidad NaciJonal y en beneficio de
nueslros semejantes,
Ello justifica nuestra fe de que los fTecuentes progresos de las Ciencias Médico-Qui.
Túrgicas, se11alan a los Practicantes espa110les nuevos 1'umbos, y SLLS actividades, sienLpre
en ejercicio, deben diTigiTse pO?' vías pamlelas a las que c01ulucen al éxito sanitwrvo, nada
se ha opuesto a la satisfacción espú'itual de estos pTofesionales de colaboTar con aquellos
Cientificos o intelectu.ales que fabrican obms pam llevar a feliz té1'11¡,ÍTIJQ la constTucqión de
In.n magna ObTU sanita1ia cuyos cimientos contribuyó a consolidm' con su t7'abajo asiduo,
ferviente, casi apasiJonado, y cuyos muros pudieTa deciTse que encíenan elamoT de los
a:rrwres de esta centenaria prOfesión,
JUAN CORDOBA
Presidente del Consejo General ry Director de e<>ta
N O TA
DE
INTERES
REVISTA,
GENERAL
Centrado nuestro Interés en halla... nuevos detalles que perfeccionen la función y calidad de las agujas y
jeringas hipodérmicas, presentamos l;l.oy dos innovaciones de extraordinario lnterés,
Dada la fragilidad que tienen las jeringas de cono fino, se pensó hacerlas con c:,no grueso para evitar
tantas roturas; pero' como las agujas que se fabricaban eran <le un calibre más estrecho, hubo de crearse,
a la vez, el record de metal suelto para que sirviera de pieza Intermedia entre la jeringa de cono
eso
y la aguja, A pesar de ser empleada esta modalidad, no ha sldo adoptada por los sanitarIos de una for"·
ma más amplia rpor presentar varios Inconvenlentes, siendo, en primer lugar, los prlndpale" la dlficultad
de encontrar una jeringa, un record de metal y una aguja que ajusten perfectamente entre si y, en segundo, ese alargamiento que se produce al emplear el record de metal intermedio, quedando excesivamente
separada la aguja de la jeringa, restando seguridad y precisión al efectuar la punción, sobr\l todo si es In·
travenosa o intramuscular.
Para eliminar estos inconvenientes, hemos creado la aguja «SAETA·RECORD», cuya modalidad permite
emplearla directamente a las jeringas de cono grueso, consiguiendo un ajuste más intimo, ocdldo y seguro
que con las de cono fino, mejor esterilización por no existir piezas de metal Intermedias que siempre oxIdan
y crean otros cuerpos extraños y una duración mayor de la jeringa, ya que ei 60 por 100 de las roturas se
producen rprecisamente por la fragilidad que tiene el cono fino,
Asimismo presentamos nuevo tipo de jeringa «ALADA» fabricada con vidrio resistente, pudiéndose esteriUzar incluso en auto-clave hasta 500-600 atmósferas y que denomInamos «ALADA ALTA RESISTENCIA»,
Con ella y nuestra aguja .SAETA·REOORD», modelo patentado l>or nosctros, ofrecemos a la clase <le Prac·
ticantes unos artículos únicos' en su función, sItuados a la altura de los paises más avanzados, ya que en
América hace tiempo las están fabricando y empleando, habiendo relegado ai olvido las jeringas ~' agujas
de cono fin'o, En los presentJes dlbujos pueden 2¡J're<;iarse loS' modelos, Y su .precio difiere de los corriente¡;
8ólo en unos céntimos,
--_._.«@"
o dt.'rectamente SUMIl ISTROS CLINICo.S LOREN
PEDIDOS: A nuestros 1'epresentantes
Borrell, 80
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Barcelona
OFI~L
SHUffion
SEGURO OBLIGATORIO DE ENFERMEDAD
En el «Boleti", de la Organización Sindical»: mime·
ro 272, correspondiente al día 17 de marzo último,. se
publlca una Orden circular de 28 de febrero anterior
que dice:
.Habida cuenta de que, en la actualidad, tanto el personal facultativo como el auxiliar sanitario de Practicantes y Enfermeras no goza de los teneficios derivados del régimen del Seguro Obligatorio de Enfermedad, y de conforn1ldad con
numel"osas peticiones pro·
movidas por el citodo personal, de acogerse a lo dispuesto en el reciente concierto establecido entre la Vicesecretana Gene'ral del Movimicnto y la Obra SindIcal
«18 de Julio» para la prestaci6m de asistencia médica
y farmacéutica a todas las jerarquías y funcionarios
del F. E. T. y de las J. O. N. S., se ha creído oportuno
hacer extenslvcs dlchos· beneficios ai personal incorporado a nuestros cuadros médicos, equiparándoles, a estos únicos electos,
a
los restantes funcionarios
de
la
Organización SIndical, puesto que a través de la cita·
da Obra Sindical vIenen prestando sus servicios.
En su virtud·, y de acuerdo con la Jefatur-a Supericr
de los Servicios SindJcales del Seguro de Enfe¡'medad,
se procederá a la incorporación, mediante la oportuna
afiliacló", de tocios los que prestGII" sus servicios en los
rlUldros méd-tcos de la Obra Sindical «18 de Julio» en
todo el ámhito nacional y plazas de soberania, ;) cuyo
efecto se ol:>S€rvarán tus sigu'rentes normas:
lo' La percepdó,-, de los beneficios derivados del ci-
tado concierto se obtendrá mediante la oportuna afiliaCión, de los Incluidos en las presentes normas, que suscribirán las corr'espondicntes hojas de afiliación, previa·
mente establecidas al efecto.
2," El régimen de afiliación será voluntario para todo
el personal médico y practkarites, y obllgatorlo para
el personal de enfermeras.
3.' La aportación que los Interesados satisfarán a
la Obra Sindical «18 de Julio» mediante el procedimiento establecido previamente. según lo dispuesto en las
nonnas ;por ·las que se desarrolla el concierto a que
\'enimos refiriéndoncs, dictadas con fecha IR de diciem-
bre del pasado año, serán las siguientes:
a)
El ·personal
médico
y
practicantes:
satb'fará
la
nados en la nómina, completándose esta a¡}c-rtación con
el 6 por 100 de la misma caJll'tidad, que correrá a cargo de la Jefatura Superior de '¡os Servidos Sindicales
del Seguro de Enlfermedad, como cuota de empresa,
percibiendo la totalidad del importe de la - prestaclón
farmaeéutíca.
4.' Consecu",nte con
las normas precedentes, los Directores Médicos Broviociales, de acuerdo CC<Il los Delegados Provinciales de los Servicios Sindicales del Seguro de Enfermedad diotarán los órdenes necesarIas para
que, a la recepción de la presente, queden incorp:,radas
al régimen derivado del concierto de que venimos ocu-
pándonos todas las enfermeras afectas a las plantillas
de los di"tin·tos centres sanitarios dependientes de cada
Dirección Médica, llevando a cabo los trámites de aflliación consiguientes a lo dispuesto y poniendo en conc-
cimiento del personal médico y de practicantes los be·
neficios establecides a virtud del tan repetido cOnve'
nio, a fin de que en un plazo de quince dias puedan
optar por su inclusión' o exclusión del mismo.
5.' Como quiera que la confección de las nómina,
de enfermeras se Ueva a cabo en el Departamento correspondiente de la JefatJura de los Servldos Sindicales
elel Seguro ele Enfermedad y Jefatura Nacional d~ la
Obra Sindical «18 de julio», por el primero de ellos a
realizar el descuento del 3 per 100 de los haberes devengados por dichas enfermeras en las nóminas mensua-
les correspondientes, dictándose por la Inspec('ión Nacional ele los Servicios Sindicales del Segut'o de Enfermedad las ót'denes precisas para ello, que desarrollen
las presentes normas.
6.... Las Direcciones Médicas Provinciales confecciona_
t'án relación pOI' triplicado de los médicos y practicantes que dentro del plazo señalado en la norma cuarta
havan solicitado su adscripción voluntaria a estos beneficios. enviando el original de dicha relaciém a la Jefa-
tut'a Nacional de la Obra, y la primera copia, al Delegado Provincial de los ervicios Sindicales del segut'o de
Enfermedad.
conservando
en
sus
a·rchivos
la
segunda
copia 'para sus antecedentes, todo ello Independiente·
mente de que por los int!et'esados se d~ cumplimiento a
lo dispuesto en la norma primera, suscribiendo el corresponéUente impreso de afiliación,
cuota -mensual de 65 pesetas, con derecho al 50 por 100
Todo lo cual pongo en conocimiento a los efectos de
de la pre!:itación farmaCléut ica y en las condiciones
generales e<..tablecidas en el cor.'Cierto en viger.
f)
El personal de enfermera~ contribuirá can la
aportación del 3 !JOI' 100 de los emnlW11entos con<g-
que, cn la máxima urgencia, se lleyen a cabo las gestlo.
nes necesarias para dar -cum'plimiento a cuanto se dis-
"Jmm
'-'
M.ADRID
SAN BERNARDO 17 Tel. 2115'8
pone en la prescnte. .
1 de mayo de 1953.
1I
Excmo. Sr.:
Don Juan Córdoba Pérez, Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Practicantes, Entidad legalmente constituida, con personalidad acreditada ante ese
MlnlBterio, a V. E., atentamente y como mejor proceda, con el debido r",,--peto, EXPONE:
Oreado el Cuerpo de Practicantes de Asistencia Pública
DomlcUlarla por Decreto de 14 de junio de 1935, que
aprobó el Reglamento del mismo, se dispuso en el articulo 1.' que este Cuerp-o legal quedarla constituido con
todos los Practicantes de Medicina y Círugla que en la
fecha de '!U'omulgación del Reglamento desempeflasen en
propiedad plazas de Practicantes titulares auxlliares de
los Médicos de Asistencia Pública Domiciliaria, ordenando al propio tiempo la formación del Escalafón, y agregando el citado precepto legal que cada Practicante con6ervarla la plaza que entonces desempefiaba y que en lo
6Ucesivo el ingreso habla de ser por concurso o concursó-opotOlcion, convocado y resuelto por el MinlsteTio
de la Gobernación.
Diferida por diver6as circunstancias la formaeión del
Escalafón de nuevo Cuerpo se plantJeó, al hacerlo, el
caBO de que había determinado número de Practicantes
que ha'blsn sido nombrado¡; en propiedad <pOr los Ayuntamientos para ocupar las plazas de Practicantes- de AsistencIa Pública Domiciliaria de los respectivos MunlcipiOB, con posterioridad a la fecha de promulgación del
Reglamento, y que en virtud de los preceptoo del mismo
quedan exclu!doo del Escalafón, algunos con varios afias
de servicios en. pro,piedail, con quinquenios y otros de·
rechos reconocidos.
Desee el momento en que ni por particulares ni por
Autoridades sanitarias se reclamó contra sus nombra'
mientes, que al propio tiempo los Interesados consideraban completamente legales; el tlempo transcunrido en
quieta y pacifica posesión del CaTgo, percibiendo de las
Mancomunidades Sanitarias los haberes coooignados en
los Presupuesto¡; municipales, les confirmaba más en su
creencia de que ocupaban el cargo con todos los derec-hos, Incluso el de figurar en el Cuerpo y Escalafón de
Practicantes de Asistencia Pública Domiclllaria. En consecuencia J100 concurrieron a los concUl"OOS-oposición convocados en ·los afios 1945 y 1949, ·ni hicieron utlllzaclón
del derecho que la Orden de 8 de noviembre de 1943
concedía a tOO'os los Practicantes de Asistencia Pública
Domiciliaria que ocupaban la plaza interlnamente pa·ra
ser confirmadós en propiedad mediante utia prueba de
aptitud, que tan dificil fué de sup~ar.
Fué al publicarse el Escalafón del Cuerpo con carácter provisional por Orden de 10 de enero de 1952, cuando se dieron cuenta tales compafieroos que no figuraban
Incluidos en aquél, y que ningún, derecho les asistía
como Practicante¡; de Asisteneia Pública Domlcilía·ria, a
pesar del tiempo de serviCIOS prestados con carácter de
propiedad a la Sanidad Mun1cipal. Unos acudieron
a V. E., formulando senOos recu.rsos en defensa de lo
que estImaban sus derechos; los más han comparecIdo
an,te este COOOoE!'jo General, en súplica de que se eleve
a V. E. 'la petlci6n de estos profesIonales, exponiendo
su situaci6n verdaderamente trágica y catiu;trólfica.
Este Consejo General no Ignora la falta de ap~yo legal
de los Practicantes excluídos del Escalaf6n por la raz6n
Indicada, toda vez que el precepto positivo del Reglamento del Cuerpo sefia'1a quiénes pueden formar parte
del mismo, excluyendo, por consiguiente, a quienes no
reúnen las condiciones exigidas. Mas no puede Ignorar
eBte Organismo, supremo representante de la cIare. cuáles
son las aspiraciones de los prQfesionales, SUS problemas,
las satisfacciones que reciben y las situaciones desagradable3 en que se enCuécntran j conOcer unas y otras, resolver las cuestiones que se plantean y elevarlas a las
supremas jera~'qulas del Estado para que sepan de ellas
y puedan resolverlas es también misl6n sagrada encomendada a este Consejo por el Decre1lo de creación.
Por ello, en nombr·e de los Practicantes que se encuentran en e5ta situación, veteraonos en el ejercicIo ¡>~
6
tesional, capaCitados y coooagrados a un &ervlclo duro,
Ingrato y mal retribuido, desde hace más veinte afta¡
algunos, me permito acudir a V. E. en. súplica de que
con carácter gracioso y excepcional se digne conceder
por {¡na sola vez, y sin que sirva de precedente, el
ingreso en el Cuerpo de Practican tes de Aslste~cia Pú·
bUca DomicilIaria a los titulares que ccm nombramiento
en propiedad olbrgado por los Ayuntamientos posterior·
mente a le de junio de 1935 desempeñaron la plaza
hasta 8 de noviembre de 19413, fecha de la Orden mi·
nisterlal por la que se dictaban normas para la ccn·
firmaci6n en sus pla(l;as a los que las desempefiaban lnte
rinamente, colocándolos en el Escalafón con la antigüedad que les corresponda.
Tal medida de gracia, ningún, -perjuicIo grave supone
para los intereses' de la Adminlstraci6n, toda vez que
el número de Interesados no es grande. La desestimaciÓD
de la gracia que Be solicita por apllcaci6n estricta del
precepto legal supone, excelentlsimo sefior, conden-Jr a
la miseria y al hambre a los PractJcantes Interesado.,
hombres ya maduros, co.a iamlllas constituldas, con necesidades creadas al amparo de una situación que e,U
maron consolidada, que en el ocaso de su vida se verlan
en el trance de empezar su vida profesional .,!n momen
tos en que la luciha y la comq:>etencia la hace grandemente dificil.
Por todo ello, conociendo los sen lJImlentos de justlcia
y magnan.lmidad que concurren en V.. E.,
SUPLICA a V. E. se sirva admitir este escrito, tener
por hechas las manifestaciones que en el mismo se con·
llenen, y en m'érltos de ello, dignarse accedcr a cuanto
por titulo de gracia se sollcita en. el cuerpo de este
escrIto.
As! lo espero obtener de V. E., cuya vida guarde
Dios muchos años.
Madrid, 6 de mayo de 1953.-El Presidente.
Excmo. Sr. Ministro de la Gobernaclón.-Madrld:
Legislación
En el "Boletln Oficlal del Estado)) número 133 de. 13
de mayo se publlca el Reglamento de Régimen Interior
del Instituto Nacional del Cáncer, aprobado por Orden
del .Ministerio de la Gobernación, con fecha 6 de dicho
mes.
En él se. estaJblece que los servlcioo aslstenclal y sanl·
tarlo de las Clínicas de dlcho Instituto est6n desempe
fiadQS -por los Jefes de Cllnicas, Ayudantes, 'Becarlos, Médicos honorarios, las Hijas de la Caridad y los Sirvientes de Enfermer!a, sin que se haga menc16n alguna del
PracticaJllite, cuyo cometido se asigna a los Becarios.
CONCUAlSO DE PREMIOS
DE
Al
Af.Jicin«
1 f!itll9ítl !Jllxiliat"
MES DI mAYO
C I E N T I F I C O: cLa Rabia, realidad y le·
yendo acerca de este
azot~ del amigo del hombre» pOI Ea: lHo José dé
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PROFESIONAL: cl/Atención, p"acticantes
de e",,,'esas!l. por Agustín Fernández Ponero.
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CIRUGIA DE URGENCIA
!"'evia la correspondiente Invitación oficial, una repre: ntación de nuestro Organismo rector, compuesta
1101' nuesCro Ilustre pres'ldente del Consejo General y
un vocai dei mismo, asistió a la clausura dei Curslllo
de Medicina y Cirugfa de urgencia, que, presidido por
el director general de Previsión y los excelentísimos
sefiores embajador"s de Paraguay y Ecuador, ministro
pleninoten'Ciario dei Uruguay, ministro plenipotenciario
sefiol' Montesinos, en representaci6n del ministro de
Asun
Exteriores; decano de la Facultad de Medirln1, profeser Orcayen; director del Oursillo, profesor
don Ildefonso de la Fuente Chaos; académico doctor
Carro y otras personalJldades, se ceiebró en el Instituto
Saclonal de Medicina y Seguridad del Trabajo.
El profesor don Alfonso de la Fuente hizo magistralmente un resumen del Cursl!lo, poniendo de relleve, con
..'guros y certeros rasgcs, la labor desarrollada en el
mismo, y en el que destacadas personalidades de la
~Iedlclna española
han intervenido proll<Unclando conreren las. Varios catedráticos de las Facultades de Medl";na de Madrid, Santiago y Cádlz han aportado los
eaullales de su labor docente, siendo el Iniciador de
esta lecciones el profesor Jlménez Dlaz, y pronunciando h úitima del Cursill·o el profesor don Gregorio Marafiól>.
A ontinuación del doctor La Fuen·te habló el mmi&Iro plenipotenciario señor Montesinos en representación
del ministro de Asuntos Extleriores, cóngratulflndose de
que .e hayan reunido en España para est:s actos de
auténtico intercambio cult'ural ¡>rofeslonales de la Me_
rlielna hispanoamericana y fillpina.
Teas unas palabras del deca'llo de la Facultad de Medicina de Madriet, profesor García Orcoyen, se procedió
a la entrega de los diplomas a los cursillistas que más
e hal> distinguido por Su lab:·r durante el Cursillo.
Valencia
Estimado compañero:
Nuevamente nos dirigimos a la clase para pon.,r en
con lmienw, que en cumplimiento de lo que se prometió en el último y eficaz cursillo de Ane:;teslol<:gía
slguiend0 la trayectoria d3 dar la ampliación de caoclmlentos L"uiturales y profesionales que en su dla -se
',1 este Conszjo Pr.Jv.incial, va a
tener lugar un
ue () cu"lIlo de perfeccionamiento que saloemos será
d:> ron el máximo Interés y que versará sobre
Id icina y Cll'Ugla auxiliar de urgencia», COn indicaIón de lo que debe y no debe ha<;er el Practicante mien_
llega el Médico, en todos los casos de urgencia.
r: l "urEilIo ,e celebrará bajo la direcci6n del iluso _efiar clan Juan Durich Espuñes, jefe provln(I~ Sanidad. y con el asesoramiento de los doctores
don Rafael Campos y don Em1l10 P- clor, y la colaboración de los doctores que se indican en el Temario,
durante los días 4 al 16 del próximo més de mayo
(D. m), con arreglo al siguíente plan de conferencias:
Día 4.-Doctor don Javier García Conde, profesor auxiliar de la F. M. Tema: "Síndromes dalorosos abdominales».
Día 5.-Doctor don Antonio Malques Rlves, del Hospital Provincial. Tema: «Síndromes agudos toccgl-necológ.leos».
Día 6.-Doctor don Luis Almenar Benages. Tema:
"Traumatismos».
Día 7.-Doctor don Emilio Pastor Dahlander. del Hos-.
pital ,Provincial. Terna: "Disnea».
.nía S.-Doctor don Luís Gim.énez Espinosa, del M:
nlcomio PrlYVlncial. Tema: «Estados convulsivos».
Día 9.- octor don Joaquln Andaní Porcar, capltflh
médloo. 'rema: «Hemorragias médicas».
Día n.-Doctor' <Jon José Paooual Martí. Tema: "Sín'
<Jromes agudos en Otarrlnolarlngología».
Día 12.-Doctor don Miguel Zarag~a Gonzfllez, de la
B~neficencla Municipal.
:rema: «Síndromes ur-clóglcos
élgudoSD.
Día 13.~Doctor don Pedro MalaNa Navarr'). del Con,ejo Superior de Investigaciones Científicas. Tema: "Es·
t.a'ios delirantes agudo ».
.
Día 15.-Doctar don J",..<é Ibáñez TorrelJa. comandante
mp"ico. Tema: «8fndromes dolorosos torflcicos».
Dfa 16.-Doctor <Jon José Tomás López Trigo, jefe de
sAia del Hospital Provincial y 'Profesor auxiliar de la
Facult3d de Medicina. Tema: «Fracturas de cráneo».
CLAUSURA DEL CURSILLO
El cursl!1o se celebrará en el Colegio Oficial de Practicantes, Paz, 5. 2.', los dfas Indkados, a las siete y
media de la tarde.
La InscrlpclÓll para la asistencia a los mism·-g se efectuará en las oficlnas del Colegio a partir del dia 25
ne. abril y hasta el dia 2 de mayo, de cuatro a ocho
h "ras de la tarae.
Este Coñsejo Provincial <,spera de ios c(}Je.. ,iados la
máxima asl~tencia dado lo Ihteresante del cUI""Ulo.-Por
p. Consejo Provincial de Valencla.-El Presidente, R'M6N
SAJ,ES.
Nombramientos
Expedidos por la Dirección General de Sanidad 10<
nombramientos op<;>rtunos queda constituido <'1 Consejo
Provincial de Valladolid ele la siguiente forma:
Presidente: D. CarloS Sanz !\antamaría.
Secretario: D. Luis Alfonso Pé'rez Alvarez.
Tesorero: D. MaJ'tín GU Sanz.
Contador: D. Lucio del Caño Giralda.
Vocal 1.': D. Vfctr,r Delgado Uña.
Vocal 2.': D. Martin. Pascual Pinedo.
Vocal 3.': D.' EradJa S. Rodrlguez Valda~iso.
Vocal 4.': D. Juan Casado Jíménez.
S de mayo de 1953.
7
· ®.
Schenley
Antihióticos
éf!:#/~~¿~
AO CILI A· .A.
EFECTO INMEDIATO Y PROLONGADO DURANTE 24 HORAS
:' AOUClllnA
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24
HORAS
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Los articulos aqui insortados r.sponden
exclusivamente al criterio de su autor.
¿Qúé opinan nuestros lectores?
Por José de Pedro Alberca. capit4n
11 practicanté delegado de Previsión del
Colegio de Ceuta.
P
que llegue a conocimiento de todos l<As que
ostentamos la profesión de Practicante t1liulado, y
para que cada upo haga sus sUg<!rencias con el
fin de unificar criterios, siempre .,n defensa y prosperidad de la clase, me es grato enviar para su publicación
en nuestro BOLETíN INFORMATIVO, ¡por considerar de interés su divulgación, copla tntegra y exacta de un articulo aparecido en 'Una revista de los suboficiales del
Apostolado Castrense, que lleva por Utulo Formaci6n,
eon el número 5, afio 1, correSl¡>OIldlente al trimestre
de octubre a diciembre del afio U152, com onclnas Instaladas para su administración, correspondencia,. etcétera, en la calle Luchana, número 21, l.' izquierda, Maorld, y del que es autor el doctor A. Soroa, titulado
«Notas de divulgación. El botiquin casero•.
Veamos lo que dice, sugiere y aconseja ..me doctor
a 109 lcctores de la Indicada revista:
«Con sumo gusto accedo a los deseos expresados por
los lectores de Formac!6n para exponerles, con la pos¡hle concisión castreonse, algunos motivos de la medicina práctica, en la Idea-y conviene hacer la aclara·
d6n-de que al médIco ni al practicante se pueden suplJr en sus funciones, pero sí ayudarles con algunas
prácticas de urgencia que de momento puedan solventar posibles vacilaciones para salir del apuro.
y aun cuando en ao-tlculos sucesdvos he de ser más amARA
plio, dentro de la brevedad deseada, he de comenzar
por e:><plicar en qué debe consistir el «botiquín casero»
y qué prácticas indispensa'bles deben conocer.
Primeramente haré mención de la conveniencia-necesidad quizá, fuese mejor-de saber poner una in.
yección, prác'ica que a mi entender se debiera con'Ocer
desde la escuela, pues a veces 110 hay tiempo de esperar la llegada del practicante para' salvar una situación
de comprometida urgencia.
Las Inyecciones pueden ser subcutáneas, que son las
que se ponen debajo de la piel; las intramusculares,
llamadas vulgarmente de «ba!TldeTiDa., y que se practican en la reglón glú tea, y las ¡"'travenosas. Indudablemente que estas últimas no son de competencia, ni
pueden ser admlnistlradas por quien no esté en poseslól1l de conocimientos propios del médico o practicante;
sin embargo, las prImeras son fáciles de Improvl5ar. y
basta verlas pon-er una sola vez para décidirse, Iludiendo de esta manera salvar una situación, por ejemplo,
en un desvanecimiento o estado <;le lipotimia, que ,puede
dar lugar a apllcar una Inyección de alcanfor, cafelna,
esparteina o algún tÓlrHco cardíaco; igualmente en una
hemorragIa, que nece5lta Inyectarse ergotina, etc.
Hechas estas aclaraciones previas. que justifican algunos de los ingredientes necesarios para el botlquin.
diremos en qué consistle ·éste.
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graso. que en el comercio se expenden bajo distintos
'En botiquín puede improvlsarse, bien en un armario,
nombr~s, por ejemp:o, Linitul, Tul graso, L'Umiere, etya confeccionado para el caso, que se encuentra en tocétera,
que cO:lslste en uoos compresas empapadas en
das las tiendas de saneamiento, ba'Lares médicos, etc_, y
una grasa a base de bálsamo del Perú, que tienen un:¡
que también puede hacer.e en una cajita de uso corrienutilidad extraordinaria en las quemaduras. Al realizarte en las casas. Dos cosas fundamentales hay que conse una quemadura hay que prcceder inmediatamente a
siderar en el botIquín: una de ellas el materlal de
su limpieza para evitar posibles contaminaciones micuras, apósitos y vendajes, consistentes en las vendas
--que debe haber de varias clases-, vendas de gasa de
crobianas, y para ello se emplea el alcohol--escoce.. ú
5 por 5, de 10 por 10 y vendas Cambric, que son fuermucho-, pero sirve como detergente y desinfectante.
tes, de tejido, que existen también en di'versas mediDespués de esta previa limpieza se aplica una comprc·
das, pero que las más freooentes son igualmente de
a tal como viene!) ,preparadas; tienen la ventaja de qu'
5 por 5 y de 10 por lO. El algodón, que debe conser- .. el bálsamo del Perú es un magnlfic: desinfectante y civarse a ser posi'ble en un frasco de cristal o en una
catrizante para las quemaduras y, por otra parte, ésta<
caja que solamente lo contenga, con objeto de evitar
no se pegan jamás al apósito, sino qu>e, por Su carácter
posibles contaminaciones.
graso, se desprende de la llaga ron suma facilidad. -Son
En otra caJita pequefia--que ya las hay preparadasmuy calmantes- del dolor y utilislmas en la práctiea
pueden contenerse compresas dé gasa esterllizada, que se
corriente.
'
expenden en las farmacias, compresas cuyo tamafio coIgualmente. no debel)' faltar en el botlquln casero p'rriente es de 20 por 20 cenotlmetros; indudablemente que
madas diversas, principalmente a base de sulfamida."
el complemento de todo ello es el esparadrapo para
como sulfatlawl, azol, pental y otras slmllares; pomapoder sujetar estos apósitos. En alguna ocasión puede
das de vacunas que ya ex1sten preparadas----por cierto
Improvlsarse, para la aplicación de pomadas, una tela
muy buenas las nacionales-, el Pomavirus, y los Inyecde hilo fino sobre la cual se extiende la m~a y Juego
tables, que no han de usarse más que bajo prescripse aplica en la herida.
ción facultatlva, quien explicará la adecuada indicación
Del material de curas. lo más Indispensable son las
paTa cada caso. Los de urgencia son la ergotina, morpinzas de las llamadas de disección, y unas- tijeras, que
fina, aceite alcanforado al 20 por 100 en ampollas de
deben tener-a ser pcsibie-Ia punta roma; luego, me2 c. c., sulfato de esparteina, eafema, estrlcntna y éter.
nos necesario, ,pero práctica y muy corriente en las caTodas éstas deben completar un buen botiquín casero.
sas, son las pinzas acodadas para cura de oldos y naque bien dispuesto y cuidado en el hogar, ~>uede salriz y un estilete.
var graves situaciones, tanto en enfermedades como acAlcohol de 90 a 96', tintura de iodo. que. muy dicidentes.»
luida 'en alcohol, es menos irritante y ta~ eficaz como
Hasta aqu! la copla del mencionado articulo, la cenla misma tintura; polvos de sulfamidas o In>ertes comó
sura, comentarios y sugerencias sobre la tras-cendencia
uzol, penlJal, pental argético; Igualmente polvos de óxido
que su contenido puede tener en el futuro para nuestra
de cinc, con objeto de secar eczemas y, sobre todo, no
profesión, lo dejo a la conslderaciétl del lector.
debe faltar una caja de las llamadas co~re as de tul
los enfermedades hepatogástricas son combatidos rápido y eficazmente con HEPAGASTRON, que acelero, además, el proceso hemopoyético del enfermo.
Por su composición, es el medicamento más apropiado contra los
anemias perniciosos y macrocíticas, insuficiencia hepático o funcional,
intoxicaciones, etc.
10
CELULA MADRE Y CELULA HIJA
Breve estudio de -la transformación de los «Barberos»
en Practicantes
Por F. AMARO.- Colegiado de Logroño
Es muy fácil pensar. Ob:'ar es muy
difícil, 11. obrar según su. ¡J/I'7I.samiento
es lo más difícil del mUñdo.
GOETHI!:
Es muy Cácil pen;"r, pero muy dlficll es<:riblr un peno
sarnien te, y má•• sI este pensamiento se quiere para
mejorar a muchos que Se empeñan en no mejorar, sin·
tléndose dIchoso<> en su cenagal aunque desnudos en
medio de una sociedad que lós satiriza, zahiere, rldlcu:
Hza y los mete en el cieno del servilismo autémata, para
destrozarlos, y cuando ya viejos e irrservibles estén, dejarlos en ese cieno donde han vivido, para coger a otros
que nacen y de' llusLones están llenos y decirles: ¿ Sabes tú de dónde vIenes?
., ,
'
A muchos compañeros que en los pueblos y capitales
ejerzan tal vez les habrán perguntado: Di¡:ame, ¿usted
sabrá corbar el pelo y afeitar? Porque los barberos de
aquí, ademáq d'e servir en los quehaceres propios de
su oficio,. suelen tener ratoo para dedicarse a extraer
muelas, poner inyecciones, aconsej¡u' sobre este o el
otro med}Camento y despresti,giar a ..al~n médico, in·
tentando saber _más que ellos sobre sifills, blenorragia
y ot~as emermedadés. Además, don Fulano, aqui existen
muchos ,practicantes que tienen barberi;'. ¿Par qué no
Intenta poner' una?'
.
Los barberc~ nacieron cuando el hombre tuvo 1l¡ fe·
lIz Idea de 'cambiar de moda- dejándose caer ia barba
y cortándOSe el "Pelo" teniendo ia necesidad de rasurarse
la cara para estar mlls en armoma COn' el resto del
l11er1>O. ,Esta fué la única causa de la formacióJ..l de un
¡m¡po de «sangradores», auténticos a.ntecesores nuestrcs.
EStos antecesores nuestros tienen 'par su oficio que estar' el> contacto 'dlrecto' con llfs personas' sabias:' salomónIcas o sénecas de nuestro inundo, que' 'transmiten
por inoculación el 'germen de la ciencia en ei cerebro
de esto.. padres de la Cirugía' y Medicina a11XiUar. in'
mortallzados por la .pluma de Cervantes en su .Quljote»;
donde .observé, repasando este libro, la importancia que
le da el autor a' un barbero, que en unión del cura.
ama y' bachiller criticaban, trituraban y qúemaba'l1 la
biblloteca del Caballero Anelante: • e _ •
Lo que deduje de este hermoso llbro y de otros muo
chos leidos posteriormente la importancia de los bar·
beros en el transcurso de los siglos XVI, XVIl y XVIII.
Se les permitla en estos sigloo que sangrara.. a un
enCermo, cauterIzaran' una her:ida, cohibieran una hemorragia, y si donde ejercia este -varón no- habia. galeno, pusIera su intellgencia curandera en diagnost~car
y tratar una enfermedad, que las eminencias <m medl·
clna 'de hoy tienen que poner toda su bendita sabiduria.
Después, y al pasar los sIglos, el técnIco en su oficio
'e rué transIonnando lo mismo que se transforma una
célula en otra, ,por dIvisión indirecta o carioquinesls.
Primero aparece una serIe de estrias radiantes en derredor de la esCera atracUva y del centrosoma (Aster).
Nace en el Congreso la Idea de hacer un grupo de prácticos en Medicina que aux1lien al médico en S)l labor
en l0" medios rurales.
.
Sigue la reproducción celular con la división del Asler hacia los dos polos de la célula. Siguen las dlspu'
tas en derredor de esta profesión. que coincIden con la
invención por algunos sabios doctores" en. la eonveniencia de Introducir algunas sustancias medicamento·
'3S en nuestros tejidos COn el objeto de una abscrción
del me~lcamento más rápIda que por via oral.
Se forma el «huso», pasa al ovlllo, fónnanse los ero-
'.
mo:>omas. Comparemos estos procesos con la introduccIón de unos ,estudios muy elementales para nuestra
caTrera.
y ahora en la célula se aislan ios cromosomas, fornlándose en cada polo un, filamento grueso y apelotonado llamado d.iSpirema. A la vez la C'élula se va es·
trecha,ndo por su ,parte eucatorlal, iniciándose de esta
forma· sus procesos de división.
.
Comparemos este último proceso de carioqulnesls con
la separación en dOS grupo!> de los barberos; formándose con la mitad de ellos un grupo, y con la otra
mItad otro, coincidiendo CCn la puesta. en orden de la
ca:rrera, reformándolo por entero y dignificándola so'
clalmente.
Pero siempre en esta reproducción eelular, por dlvi·
sión indirecta, existen la célula hija y la célula madre,
ambos residuo de úna mIsma célula.
Tambi'én en el siglo presente, siglo de grandee progresos del descubrimiento de los antibióticos por sabIos
doctores; sIglo que marca la era de- .la desintegración
atómica, vemos en muchas capitales, y aún más en muchos pueblos, el lamentable hec'h.o consIstente en prac·
ticantes unidos aún a su célula madre, "in com'P~ender
que tlenén un titulo, pertenecen .a un Colegio donde,
en unión de otros, constituyen un gremIo; que cada
mIembro de él tiene una can-era y no un oficio. una
carrera que le asciende socialmente y le aisla d~ la
otra célula vieja.
y ahora, com.pañero que nle has seguido a través de
mi machacón e, Inclpiente articulo, te V.y a narrar un
caso ocun'ido a nuestro colega don Victorino de la
Fuente Guerra, presidente de este Colegio, gran amant.. de ia prÓCesión, enemigo del !ntru ismo, y evocando
a un pceta espafiol del siglo xv diríamos de él:
¡QUé seBO para discretos!
¡QUé gracia para donosos!
Pues bIen; cierto dia se le presentó a él un &efior de
u 'Pueblo de esta riquisima y acogedora provincia solicitando le aconsejara para el ejercIcio en ese pueblo
de un practican te que fuese barbero, pero don Victorino,
hombre concienzudo y digno de noootros¡ le dijo: «¿ Us. ted· qué quiere, practicante o D.,-bero?» El sefior respondió e «Seria conveniente ias dos 'Cosas.» Entonces
nuestro presidente despidióle diciéndole: «Vo podré informarle sobre practicantes; pero para barbero, en cual.
quier peluqueria le Informarán mejor.»
Esta anécdota y otras muchas que por no ser muy
extenso no cuen to, nos dIcen el concepto que en Espafla
tie"",n aún de nosotros, por haber individuos en nuestra carrera quienes, con el fin de lucrar.se nlás buscan
la forma de hundirse y ayudarnos a hundirnos en cl
abIsmo que cada vez se abre más, para enterrarnos en·
tre las capas más bajas de la sociedad.
Con est.e articulo no pretendo ridicullzar ni hablar
mal de nadie; tan SÓlo 'pretendo llamar al amor propIo
<le muohos para ensalzar más a nuestra querida profesl:'m.
.
J
Í1
·=Un argumento y un parangón=
Por RAfAEL YIRUAlES !AL
CHAUEN
E,s c.ausa de estupor' y también de una profunda tristeza, el verse 80rprendioo y menospreciado por la cO'l1Cesión que en el número
de marzo de nuestra REVISTA alude y prodama el compafiero Conget; Presidente del CQleglo de Practicantes d,e Zaragoza, hecha a las
enfermeras con tan inu&itada alegría IY despreocupación de nuestro sagrado oerecho de
propiedad profesional. No solamente en cuanto a la concesión del nuevo .plan de estudios
que pretenden, sino tamb:én,.y sobre todo, al
reconocimiento oficial a que realiceDJ «a domicilio» las funciones que hasta ahora venían
desempefiando únicamente en los EBtabJ~ci­
mientos hospitalarioo.
¡.Qué es lo que &e quiere conseguir con esto?
Sabido es que .en nuestra Nación nos hanamas más de VEINTE MIL PRACTICANTES,
titulados, colegiados, contribuyendo a la Hac:enda... y en la mayoría de lo,s casos o):>Jigados a llevar una familia adelante.
Yo citaré un argumento que, a mi entender,
v de ser comprendido, evitaria estas fáciles
concesiones y torcidas e intencionadas interpretacione&.
Si estas, jóvenes sienten tanta vocación para
practicar el bien ajeno en el campo de la Medicina, ¿por qué no ponen un poco de volunt.ad ,y cons;guen, como tantas IY tantas compafieras nuestras, obtener el título de Practicante, y en posooión del cual ejercer 'lega.lmente la profesión a que el mismo autoriza,
que a bien poco es, .. ?
,
¡.Pero es que cabe otro título inferior en
Medicina?
.
Si se quieren oponer razones 'económicas
para llevar a cabo nuestro& estudios, diré que
quien más quten menos hemos tenido que
arrostrar los nuestros y que esa es precisamente una de las dolorosas, razones que esgrim~mos' al vernos absorbidos, desplazado.s y
sin duda competidos... en tarifas, en nuestra
lucha diaria por el pan nuestro de cada día.
Lo lógico IY lo, justo sería no reconocer más
que una clase auxiliar de Medicina y Cirugía,
y 'Para este humano .reconocimiento nadie
con más méritos y solera que l¡os iPracticantes,
tan conocidos y reconocidos por nuestro siglo
de v'da profesionrulen todas. partes, en el campo rural, hasta en el último rincón, y en las
capitales de nuestra queridísima Patria.
Quiero que me' sirva de parangón el mismo
que aduce el compafiero Conget:
¿Qué diría la clase médica ,si, así, por las
buenas" le -creasen otra clase de Licenciados,
con idénticas atribuciones, pero con inferior
rango universitario?
Esto, por absurdo, paTece obvio el citarlo,
pero en nuestro caso ¡parecce confirmar&e lo que
tan claramente es un absurdo.
Opino que debe darse al César lo que es del
César, y que cada cual realice las funciones
propias a que leg-al.mente tenga derecho.
PermítaSt'me decir, repitiéndolo. que el ideal
sería UNIFICAR todoo los Auxiliares de Medicina IV 'Cirug-ía en un solo título. el mismo
para todos. llámese PRACTICANTE. que por
ser lo espafí,ol ry lo nuestro, sin copias ni extranierismos. es el nombre que mpior no,s va,
o AUXILIAR EN MEDICINA. Y ,de esta forma se ,¡ranaría en armonía. eficac~a de servicioS' sanitario,,"' y considerHción de Guel'Po.
!Lo otro. se haga lO' que se hl'lQ'a. ~erá crear
luchas intl'stinas que a nadie beneficiarán y
sí nos perjudicarán a todos.
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AV, JOSE ANTONIO, 15. ENT, l.'
12
1- Lo
que somos.
,';',
y lo que debemos ser
-------'-
POR
JULlAN
I
GUIJARRO
_1
DIAZ
A don Carlos Rulz Ledesma, médico
11 defensor de la cUJ.se. con mi aurudecimiento.
B
un hueco en el laborioso trajin de mis
En los tres grupos mencionados caben, como vemos,
ocupaciones habltuale.>, me permito tomar la plutooas las po;turas y matices. Nosotros, convencld~s de
¡na con la amblclooa intención de ver, si ello es
,antemano de que el respeto mutuo es esencial para
posible, plasmadas en jugcsa,g realidades clenas sugerentoda cOfi'trover~ia, pLl' espinosa que sea, aceptamos, dls·
cIas de tlpo profesional que, desde hace tiempo, vi ;,en
clpllnados, criterLs y voluntades ajenas y nos manlfe~­
vagabundeando por el campo de mi mente y que, modestamos, porque a;í no¡, place. y si.n ánimo de polémica, en
lIa aparte, considero up',rtunas y dignas de ser tomael sentido de no estar de acuerdo ni con lUu tie la zona
das en consideración por tedos los compa1leros, espetempiada, os de la escuela ecléctica, ni con los absocialmente por aquellos que, desde la altura en que les
lutistas lntransigentes de la vanguardia. Yeames el porcoloca su prlvllegla<la poolclón escalafonal y jerarqula
qué de nuestra particular posiciono
.ocial, dirIgen a buen puerto, sIn defalleclmlen tos ni
Examinemos, primero, nuestros problemas profeslonaconcesiones, la frágil barquilla de nuestras moderadas
¡es desde un punto de vista desapasionado, ampllo y
y sensatas asplraci'jues corpcraUvas.
ecuánime, y preguntlémonos seguldamente: ¿Qué somos
Como suele ocurrir en t.oda cuestión filos6fica de cieren la actualidad los practicantes españ....les? ¿QuJé lugar
ta importancla o en cualquier tesis de Derecho politico
ocupam05 en el numeroso y vario escalaIÓon soclal? ¿ Por
tic r~l.evallte categoria, vengo observando, a través de
qué esta inicua postergación? En esta triple interrola lectura perIódica de nuestra revista <:oficial, que las
gan te debemos centrar la opinión de todos, y cuando,
uplnloJ"" y criterios acerca de contenido de sus ameanalizada despaciosamente la cuestión debatida, puesta
nas colaboraciones 'están perfectamente rielimltadas en
sebre el tapete verde de las sUll'erenclas, lieguemos a la
l"<8 grandes grupos O banderlas. Los primeros, aten·
dolorosa y cierta consecuencia de que, efectivamente, es,liendo sólo a razones de estllo y erudición, ab_gan por
t>amos mUl/ por bajo del puesto que, en estricta justicia,
la enciIJez y ciaridad de juicio, desprovisto de todo innos corresponde, busquemos con afán los motivos de ese
IIL'Cosario ropaje Ilterarlo. En esta facclÓ!l mllitan los
apartamlent:> y veremos entonces, con asombro de muque desean que al pan se le llame pan, y al vino, vino,
chos, que la causa principal de este abandono colecsin rebuscamiento de tropos y metáforas, lisa y llanativo tiene su ralz en nosotros mismos. ¿Para qué busmente, acaso sin darse cuenta exacta de que en eso escar, en vano, otra cabeza de turco? Digo de todos, y
triba, pese a SU slmpllcldad, el fundamento de la fór'
no r.ectlftco porque nuestros males corporativos son conmula literaria que aconsejaba a los pr:1lllclplantes el essecuencla'natural y de nuestra propia desidia y falta
lolco 111600fo cordobéS: la dificil facllldad ,en las artes
de esplr'tu de lucha, de permanente ansia de superación.
y as letras. Los segundos, más tajantes y definitivos,
Corresponde, pues, a la Corporación en pleno la respiensan, cargados de experiencia y razón, que sólo meponsabilidad de nuestro titubeante pasado y la defensa
recen asomarse al ventanal de sus páginas aquellos ary garantla de un incierto porvenir. Porque es rldlculo
ticulos que, bien por el tema que en. ('llos se desarrolla
culpar á la sociedad de nuestros males internes, Q pedlr mercedes inmerecidas, <) prebendas generosas, que
o por la ciarldad de su desnúúez narrativa, sean interesantes para la ciase y aslmllados plenamente por la
no hayan sido -previamente devenglrdas, si antes no se
han hecho méritos de verdad ,para conseguirlas. ,Estotalidad de sus lectores, que somos, en resumidas ,cuentas, los 20,000 .practicantes disemJnad<:s por el área
tamos?
Ahora bien; ¿ de dónde arranca esta incuria? El orInacional. Son loo que piden cosas útiles y a'Provecha·
gen de nuestra profesión se pierde en la oscuridad del
bies en favor del compaflero menos versado. Finalmentiempo; sí sabemcs, en cambio, que el vulgo e<mfunde
te, el tercer grupo, el más l1'lutrido Y despreocupado,
hoy nuestra llnea genealógIca con la rama bastarda de
,-bar"" con sus larll'Cs tentáoulos a todo. aquellos prolos nefastos sacamuelas y sangrantes de toda laya. Ahí
lesloroles que adoptan la cómoda postura de un rabioso
ve la gente el principio oscuro de nuestra estirpe, y por
eclectlsmo, con lo que se evitan. posibles ataques o eloesos pueblos de DiOS nos confunden todavía ccn f¡¡¡-aros
¡los---<¡ue todo puede haber-de detract res' -o partidaentrometidos y parteras intrusas. -"Cómo p~ste en el
rios, según la tendencia mantenida o rama en que mlpueblo esta creencia errónea? Su ~terminacl6n es comUte el dlsconíorme de turno. Son los que están slem·
pllcada, pero acaso ~engamos nosotrcs la mayor parte
pre con la mayor1a, sin grandes quebraderos de, cad~ la culpa al no capacitarnos lo suficlente para exbeza, considerando astutamente que ya tienen bastante.
tlrpar de cuajo, con el arma inIallble del ejemplo y la
oon sus problemas caseros, que, como los de todos, no
preparaci6n, ~se tumor maligno que corroe nuestras délOO lfl"lUlO de anls precisamente.
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18
biles cal"l\es :/ enlot'péCe ledo movlmlenlo de s\lp rllcléJ.1. Los pra.cticanteS de hoy dejamos, es cierlJo, hace
mucho tiempo de ser aquellos rústicos e inconipetentes
rapabarbas de rpueblos y villorrios, aunque sean muchos los barberos que se hayan. eievado hasta nosotros,
evidenciando un mérito y perfeccionamiento indiscuti·
ble, que ies honra.
¿ Qué somos, repetimos, en cl seno de la sociedad los
auxiliares sanl"úrios'! Si utilizásemos, pára rE's::lver esta
cue3t1ó." ios servicio. de un Imstltuto de la Opinión PÚulioa cualquiera, si tema t<!n en boga en los E3tados
UnijjJ. veríamos que, como indJcamos más arriba, no
.<tml Os lo Que debemos ser, que j!stam<lS muy al final
de una larga cola social y que tenemos, como sea, que
sacudirnos este sambenito y mejorar esta situación enojosa que tanto nos perjudica. No pedimos g"IIl!rias ni
solidtamos dádivas compasivas, iDo!, esto no va con
nuestro carácter y elegancia espiritual, pedlnoos lo justo, lo razonable, lo que es nuestro. Pero ¡ah! no con·
iiemos en que .ese puesto' de privilegio se nos concederá
sin lucha, sin ganárnoslo a pulso, con nuestro ,propio'
esfuerzo colectivo. El C~n"ejo General, supremo orga~Ismo recto, no cesa en sus gestiones cerca de los Poderes públicos rpara rehabllltarnos profeslonalnoente, haciendo de nuestra carrera algo más serlo, ampll-o y técnico de lo que es en la actualldad. Un 'Programa cln'
cuentón y afiejo, atrasado y fiofio, no puede llenar la
laguna de nuestras legitimas necesidades de aprendizaje. Hay que actualizar ese programa y, una vez perfeccionado, no dejar nosctros de superarnos cada dla
que no DOO, sorprenda el suefio sin una cosa nueva sabida de Interés para el ejercicio de la profesión, porque,
como sefiala Payot, poco basta cada d!a, si cada dla logramos ese poco. Y este perfeccionamiento ImprescIndible contribuye a facllltáTnoslo grandementl!' nuestra REveSTA, con &lIS consejos Y orientaclones, a través de l<:s
artículos de aquellos compañeros que se preocupan de
este beneficioso menester. Estos trabajos, a nuestro juicio, deben ser tan amenos como sabrosos e instructivos,
como sollcilan los más, pero también, ¿por qué no?, lo
suficientemente limpios y correctos como corresponde a
nuestra clara y' digna profesión. No - nos quejemos de
eruditos artlculos intrascendentes y solicitemos amarga-'
mente menos elegancia y erudición, porque eso, amlg:s
mios, equivale a tirar ·piedras a nuestro propio tejado.
Pensa<! que nuestra REVesTA llega también a las inanos
de nuestros profesores. ue' siguen con Interés nuestra
evolucIón formativa, que existe·tUi Intercam'blo cc'h compafieros 'dé otros paises hermanos y, por lo tanto, todos los que nos leen deben encoptrar no la sint:matologla de la pulmonla o la coqueluChe, pongamos por
caso, que puede ser calcada de cualquier publlcaclón
c1entiflca, y que todos ccnacemos, afortunadamente, sino
ésil~ e sas sabrosas y hlen dichas qué a ellos mbIrto~
agraden y sorpNndan, haciendo brotar <le sus labio.
u~ juicio admiratlvo, que tanto nos beneficlar.a. Y esto
no .e cvnsigue hablando parvamente del tratado contra
los sabañones, ni tampoco remonttmdonos a e feras ve·
<ladas, nablando, pór ejemplo, de la «teoria de la ir.-ilaciém., de Wirchow, que durante tanto tiempo ha sido
la ú.t,lma palabra para expllcar el desarr _llo del cán·
cer, o de la nueva sustancia del doctor Paul Stei:er-el
metlcolantreno--, en sus ensayos contra e. mLmo tumor. Aquello seria dar, en un exc~so de modestia, la
sensación de una deficiente preparación, y equivale a
algo asi como si en una pul>llcación doce 1 te se le 'enseñase al maesiro cerno debe sumar quebrad06, o que
a un Ingeniero, para probar su cultura, se le somellese
una ecuación de una sola Incógnita. Esto éso tidlculo ~..
falso. Si e3 preciso hablar de esto que sea de' otra
forma, no en las columnas de esta REVIS:rA, dejando, en
todo caso, si acasc, un J?ar de' páginas 'Para este peoa·
gógico menester, a cargo de un compañero más capa'
citado. o de un P1: ~íé60.r eI.ee-ido ex profeso, previa consulta del compafier:. tltubeante_ Pero, a mi juicio, no
hace falta nada de esto, porque ¡;>or lejos o apartado de
1:: clvUiza'cJón que se esté, ¿no hay un médico, un profesor o un libro a 'Inano para satisfacer esta curlooldad?
Por el centrarlo, el exceso de erudición. tampoco nos
conviene por lo que significa de 'petulancia, pero es 1.11dudable' que un 'buen articulo hablando de cosas elevadas o complicadas-, de Ilteratura o ciencIa, pero siempre
relacionado con la profeSlón" causará en cualquier' lectcr
desapasionado una excelente' Impresión y le Incitará a
creer que los practicantes espafioles, con toda nuestra
reconocida senclllez, somos capaces también de tratar
asuntos y temas delicados ccn soltura y agllldad merital. No Invadtremos terrenos vedados, diagnosticando el'>fermedades y sel\alando remedios, que eso corresponde
al médico, pero si entra de- lleno en nuestras facultades el buscar un cam1no ancho para nuestra perfección
y mejoramiento colectivo. En suma, los practicantes. por
'propio egoil¡mo, debemos dedicar, aunque sea "robándolo
al suefio, más' tiempo al estudio y coc\ocimtento de las
cuestl!ones que por razón de técnic<r profeSlo,!al 1\os orresponde saber, como lo hace el Ingt!l1l&o, .,1' bogado,
el profescr, etc., en vez' de ]>etder el tiempo esperando ingelYUamente que todo nos lo den hecho, con lo
que no consegulremos más que echar pbr tierra el tecniclsmo abn que pretert'demóS,f)\lifeclarnos.
ConsideremoS", cómo nos sefialil..'''el gran histólogo y
sabio C6pafiol don Santiago Ramón y Cajal, .que todo
hambre puede ser, Sl se lo propone, pscuU"r _de su propio cerebro, y que aun el peor dotado es susceptible, al
modo de las tierras pobres, pero bien cultivadas y abonadas, de rendir coplosa mies•.
PROCESOS ULCEROSOS, QUEMADURAS
EPIDERMIZACIONES DIFaCILES
Regenerado~ local, en tOdOl oquellol tOlOl en que lea necelaria a'ctivar lo
epltelizoci6n de lel t e j i d o l . ,
'•
Valialo concurso terapéutico, poro lo curocilft de Ulcerol de ,ev~lución IÓr.
pida, especialmente los producidos por quemoduros. . '
,
Por IU poder epidermizanle y su condici6n de ontidoloroso en el recambio
de curas, 01 no adherirse o lo regi6n doncle se aplica., boce que seo-lo curo
preferida de la clase médico.
Presentado en formo de uno tiro laminado de palla medicamentoso
de I m/m aproximado de grueso, tamoño 12 x SO e/m.
FORMULA: Cloro mino, 0,5 gr.• Acido solicllico, Ó,3
Salicilato de me
tilo, 0,3 gr. - Yodo, 0,1 gr.• Acido bórico, 0,1 gr.
91:
, MUESTRAS Y L1TERATUR'"
, lABORATORIO l. U. S. A.
A~AnADO
567 •
BA~C~LONA
UNA -0PINION· MAS
POR
E
uno de mis articulos me refería a la necesidad
de reuniones, asambleas y polémicas para el mejor estudio, encauzamiento,· dilucidación y resoludón de los problemas de nuestra clase. De la dis~u­
.ión sensata, juiciosa y dili~enr<a, de la a,precÍllción y conocImiento del sentir de vari:)S eleme!":tos, puede nacer
la luz, la idea clara y concisa que nos conduzca a la acdón, y con é3ta a la consecución de nuestroS' deseos.
~e me ha rebatido que en numer~sas ocasiones las
A:;amblcas' vieJ1t:::!n a ser reuniones que sólo sirven de
desahogo a espiritus llorosos y pU3:ilánimes, que no saben proferir más que quejas, o a mentes envidiosas y
egoÍStas que acuden a ellas para explayar recelosas sus
malentendidos, sus inquinas o su~ orgullos heridos. No
l'Stán del todo a falta de razón los que así arguyen.
Al menos, hasta ahora, muchas juMas sólo sirvieron
para sacar a relucir trapillos indecorosos, malquerejl'cias personales o enemistades .profesl~nales propias de
la competencia, que en modo alguno - pueden redundar
en beneficio de la dase, sino solamente en su menoscaho, desuniendo a quienes, en situaciones COIDO las
que hoy atr..vesamos, son mfu¡ neceslt~dos que nunca
de ln mutua defensa de intereses, que, por ser comu·
nes, vienen también a resultar personales. Mas las polémica nunca deben ser suscitadas por miras egoístas e
conveniencias propias, nj mucho menos por antí;latías o
egolatrias, sino por llltos fines de eievados y nobles
deReos de una prosperidad general; ni la discusión debe
encaminarse por aberradoS derroteros de pensamientos
Invariables mantenidos tozudamente, sino dlrigida Cono la
ductilidad necesaria para reconocer dónde principian y
lermlnan nuestros yerros. y en qué lugar ccmienzan y
finullzal1' los méritos del otro poleml'mnte. Una asamblea bien dirigida, y en toda reunión o polémica hace
f"lta la dirección sensala y ecuánime, no puede admlt1r
lo., antugoniSoll}Os pe,~onalés ni permitir que se aboque
a l1iscu'iones que se aleje.n de un or.den del día medll;¡r1o y ~le un fin cuyo alcance siempre se halla muy
por encima de los inte'reteg de un iI1dividuo o de una
facción más o menos encendida y equivocada.
Se ban celebrado varias Asambleas de Practicantes españoles, y en todas ella se han estudiado los próblemas
más fundamentales que ..a lcanzan a nuestra clase, He·
~ándose en muchos casos a conclusiones perfectas" que,
"el'ogidas por nuestro Consejo General, han hallade eco
en los Altos Poderes y se han convertido en una reaIIlad de la que hoy podemoo diSfru tal'.
Pero si en esos Congresos, en unión conjunta de
miembros del C0l1sejo Nacionoal y los ConsejosrProvinciales, se han estudiaao numerosos 'Problemas que alcanzaban a nuestl'a profesión no ha habillo hasta la feéha ni
uno solo en el cual el estudio o discusión se haya 'Ceñido
a una sola fa,ceta o ~ama <le nuestro ejerctcio profesional, cuya, pcnencias fuera,!>' presentadas y estudiadas,
no sólo Dor los componen tes de las Ju~ tas de Gobierno,
sino también por otros coleg:ados que representaran a
un dc:.crminado e importante sector' profesional.
N
J. M.
AMIEVA
Arduos, complica<los y diver,os son los pI' _blemas que
a{¿ctan a nue3tra clase para que todos ellos puedan ser
estudiados en un 010 CongresJ que ha de ce:ebraroe tras
de un largo periodo de tiempo entre una y otra Asamblea similar. En dos o tres dlas, con poco tiempo para
las reunLnes y por regla general a altas· horas, ~ansados
los. ánimos por largos y penosos viajes, mermados los
minuto3 por largas y enconadas discusiones, que SieolTIpre surgen aunque sean C\e modo exteml'oráneo, embarullados los asistentes por diversidad de temas a tratar
no pueden los congresista, pese a llevar las 'ponencias
bien prepara<las y largamente meditadas, enfocar con
clal'idad ni jui-eio sereno suficiente cada U.l:> de los múl·
tiples problemas que se presentan y sUS posib.es resoluciones, y así, de este modo, la labor a realizar, enorme
y necesítad:t de ciara pensamiento y razcnado juicio.
acal)a por perderse entre divagacion s y barullos de
ideas que a -nada J;).os pueden conducü- si no es ai 'revol'
tija y mezcólanza de aSlIDtos nounca perfectamente dilucidados, ni, por lo tant><>, susceptibles de seJ: diestramente dirigidos por un excelente eIllfoque.
Lo,s' Congresos o Asambleas deben ser meno, espaciados y ca<la uno de ellos tratar de un solo tema, de
una faceta que' adquiera notable relieve por ser muchos
Io's pructicantes a quienes ¡¡.fecta. Eno el ánimo de todos
está el sen tir de una mayor compenetraoión y el deseo
del rápido planteo de problemas que van surgiendo a.
cada momento y necesitan de pronta resolución.
Si bien en muchas derivaciones se traduce nuestro
efércicio profesional, cada una COn sus inconvenientes,
su;' !n,justiCIaS o sus yerros, en la hora actual dos puntós adquieren tan ~in.gular relieve, tal necesidad perel>tori¡¡ de su reorganización y gran interés por. los muCh03 practkantes que se ven afectados que su gran importancia, no sola,mente para la hora actual, sino' tam_
btén para el porvenir de rmootra profesión, reclaman la
neCesidad de una Asamblea que prqpiamente se dedicara al. est"dlo de cuanto a estos sectJor~s se refiere.
Estos Consejos no sólo servirtan como estudio y plantéo de resoluc¡o~es para sus múltfples problemas, sino
tam'bién, y esto es muy importante, como excelente método de dar público realce a nuestra clase y de llevar
sus preocupacionéS al ár>imo de iodos y muy principalmente como medio de hacernos oir de modo claro y
efectivo por quienes pueden remediar tristes situaciones
inSl~Slten1'bles por la misma injusticia que reprc"cntan.
A. P. D. y Practicantes de Industrias. He aqui dos
de las ramas que por interesar a un gran número de
compaJieros, por ser qulzá& los más fuertes puntales de
nuestra profesión, donde mayores son" nuestros ,méritos
y má$ amplia nuestra labor necesitan de la comprensión
de todos del análisis meditado y de las conduciones 16gjc",s, que sean elevadas a la superioridad en súplica <le
enmendar yerros e ü';justiclaSl que menoscaban la categarla y el interés económico de los compañeros incluídos en estas importantísimas ramas de nueSlJro ejercl-'
cio profesional.
_
Medicad6n
. . . .10 ......_
sedClnt~
..
del "ntomo
dolor el! los crisis, urieém!cos y
ofeeeiones reumótlcos.
GUILLERMO TELI, 57• • BARCELONA
15'
La tenacidad y la constanda derróctln siempre la in·
diferencia y la falta de comprensión de aquelllló' que no
escuchan o no quieren oir la voz de la razón.
A. P. D. Uno de nuestros más lmportantes cabal1o.
de batalla y también, por qué no reconocerlo, uno de
los pilares fundamentales sobre los que se asientan nuestra razón de existencia y se abre la esperanza d~l· futuro para mantenimiento de censolidación de las 'Posiciones que hoy ocupamos dentro de la Sanidad NacionaL
Algo nuestro, tan intlmamente nuestro y vinculado a
nosotros, que difkil ha de ser que nadie nos arrebate
este firme baluarte defensivo de los practicantes espafioles.
y aun con ser a'Si, con estar en el ánimo de todos
su vital lmportancia, su factor decisivo para .nuestra vIda profesional, aun haciéndbnos clamar por lo OllerOBO
de su reglamentación y retribución, aun siendo terna de
arduas discuslones y de encont~ados pareceres, conscientes todos de ser este momentG crucial y decisivG para
el cuerpo de A. P. D. apoyarse en esta rama el metiio
de vida la mayoría de los practicantes españoles, nun_
ca voz alguna se alz6 para poner de relieve la lm.perlosa necesidad de una Asamblea o CGngres<> de practicantes titulares, en la cual se trataran y acusaran los· múl·
tiples problemas, que en este sector alcanzan y los muchos deseoo y anhelo" justo" de una clara y ecuánlm.e
legislación que proteja y dignifique a los practicantes
que ejercen en el medio rural de la Nació.,.
Reglamentación de los praoticantes de A. P. D. Algo
excesivamente comentado, demasiado barajeado, perG que
lleva camino de ser una de tantas utopias) o una legislación más, que acabe con la" últimas esperanzas de la
mayor parte de los colegiados.
Este es el momento, opinamos, el instante oportuno,
adecuado, significativo, lógicG, para que tenga lugar el
Primer Congreso de Practicante" de A. p. D. Mas que
éste no se celebre bajo un criterio cerradG, torpe e incongruente, sino amplio, abierto, admitiendo cuantas sugerencias fundamentadas a el se presenten, estudiando
con impersonal y sensato juicio todas las pcnenclas para
llegar a conclusiones definitivas que puedan ser elevadas
y atendidas en lo que en justicia se merecen.
No debe ser circunscrito tan sólo a las Juntas de Gomerna, "n modo alguno puede ceñirse a ideas de ant.<>mano sustentadas a ¡perjuicios que pueden Inhibir un
amplio desenvolvimiento. Debe de ser de todos, y, por
esta misma causa, no sólo han de parUicipar en él quien"" sean nombrados por las Directivas Provinciales,
sino también aquellos en quienes los practicantes de
una provincia deleguen por considerarios como el"men·
tos valiesos y de imprescindible colaboración.
y esto no puede ser costoso. Si los Colegios' acarrearían con los gastos de desplazamiento de quienes enviaran como representantes suyos, los practicantes de
A. P. D. de una provincia bien ,pueden, a prorrateo, SU~
fragar los gastos que sUIPongan, viajes y die,tas de aque-\
1l0'S elemen tos, uno o dos por provincia, que previamente hayan designado los titulares por Su propia voluntad.
Hasta aquí la idea,' !Illporta:ntísáma en este periodo
evolutivo, lm.prescindible diría yo; su proyecto y su
realización no ofrecen dificultades, nada es lógico, nada
perderlamoo y bien pudiera resultar una satisfactoria
solución.
Hoy Consejo de Practicantes de A. P. D., mafiana de .
Practicantes de Industrias, al otro... ¡Hay tantos camJr
nos ¡por recorrer, tan amplia labor por desarrollar ... 1
La desunión es unión. De la sana discusión, de la
polémica serena, nace la luz, y la lUz ha de alumbrar
nuestro destino, y rula sóio pu<>de ensalzarncs y hacernos ganar la batqlla dei· porv"nir. Pero no esperar,
no se pueden admJtir las dilaciones. ¿Acaso hemos siempre de estar aguardandO a esa tan cacareada fusión de
las tres ramas de la Sanidad AUXiliar, que sólo Dios
saoo si alguna vez ,f>endrá lugar, cuando e&to es algo
que sólo a los iPractlcantes afecta y sólo a ellos les concJ.erne el solventarlo?
16
MANUAL TEORICO-PRACTICO
PARA
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Preciados, 6 y 23
MADRID
CONTESTACION A
La mujer practimnte
lj
la literatura
Por M. ALONSO
Colegiada núm. 3.816
Sin confundir términos, convengamos que
puede haber una. cierta r·elaciÓn entre estas
dos palabras: medicina y literatura; desde
luego, no ootá reñida una oon otra, aunque
en cierto modo se contrapongan; nuestros sabios más sabios han distingu:do dos campos
t1entro del exlJenso del saber: la ciencia y la
literatura; en derto modo el hombre y la
mujer. El hombre es la ciencia, la mujer 00
la poesía. Más en este siglo en que la mujter
posee unos derechos "que pertenecían sólo al
varón» (,ya que éste si.empre ha poseído los
de la mujer, no así sus deberes) es precisamente cuando menos pllede usarlos. La mujer
se ha impuestG .en un terreno que Ir era totalmente inasequible, pero no por ello deja de
ser mujer, y en cierto modo aunque sepa desenvolverse en un trabajo, que muchas veces
está en pugna oon su más recóndita sensibi-"
Iidad, mal sabrá, en cambio, expresarse en un
terreno que, aún amandq, no acaba de comprender.
A "nuestro fino sentido del humor» se opone la seriedad de la profesión en sí, seriedad
que la mujer, más que nad:e, sabe y debe
apreciar.
Por otra parte, ¿para qué discutir y dar opiniones sobre temas que los hombres, como reyes absolutos de ra creación, ¡y aun de la misma mujer, saben solu<:ionar con una sonrisa
1:-0"U5
en los labios y sin grand.es preocupaciones?
Que discutan ello5 y que acuerden pues, al
fin ,y al cabo, opinemos o no, los varones siempre decidirán; que nos dejen nuestra pequeña áera de actuación, lo cual ya es bastan"te,
para que nosotras, con la sonrisa en los labios, resolvamos ante los ojos de D:os lo que
los hombres ya han sabido resolver ante los
ojos del mundo; que nos den los problemas
ya solucionados, que nosotras sabemos, ¡y hemos sabido siempre, envolver entre rosas los
cardos que rompen la armonía de nuestJ·os
tiestos, sin conformarnos con quitarlos, por
más que este camino sea más corto, y mientras los fuertes cortan con su espada los nudos que les impiden llegar a su meta, nosotras, con más paciencia, pero con más segurida<l, sabremos deshacerlos con cuidado, ya
que, aunque los caminos sean los mismos y
los hombres nos quiten de ellos las asperez.'ls
¡y hierbas salvajes que entorpecen nuestros pasos, nosotras, s:n que la gente alabe nuestro
valor o nuestro poder, quitaremos esos mismos cardos de los corawnes que por srr nún
más débiles que los nuestros necesitan más del
cuidado de una mano que Dios ha puesto en
el mundo para que lo llbre de abrojos, y, poniéndolos a sus Divinas Plantas, sean como
una ofrenda muda, call?da, pero firme y abnegada.
d"seamos llegar a viejos, 'i ludas neg"mos 'lile (,t!mos ILegad.o.
Quevedo
R0CAINA
e
ASAS
Vehículo poro montener lo acción de la PENICILINA 24 horo$
Estuc.he de una ompolla de 5 c. c.
BREVE IDEA DE LA PRESION ARTERIAL
Por
JOSÉ DE PEDRO
ALBERCA,
Capitán y Practicante, Delegllt/o
.de P1'evisión del. Colegio de Ceuta.
~
n
o
pU~de'
110
r~
haber cárréra, p.r co:npleta que sea, que
Para determinar la3 presiones sistólica y djastólic:1
mús precisas "e utiliza el método de auscultaciÓJI. Dis·
tenga" a.gu q'ue aprender diarjamente, aun fuc·
d~
programa, y baJo este., aspecto y con el me-
jor deseo de col.aborar
en
nue3U'u REVISTA
puesto el aparato como en -el caso
inslructivu'l
se coloca
Uilll~eriOT,
el fonendoscopio de membrana que lleva el estuche s(,·
bre el pliegue del codo, encima de la arteria humeral,
no apretando con exceso la elnta de fijación del fonen·
Go?Cqpio.
Por insuflación del manguito se lleva el manómetrJ a
una presiÓlIl! superior a la arterial, la cual por apius·
tamiento de la arteria interrumpe el paso de la sangl;e.
y, como consecuencIa. el oído dél obsel-va(lor )10. percibirá !'uldo alguno. Se dismlcuye lentamente la Presión
hasta el momento en que se percIbe el latido arterial
neto y débil. La presión n:áxlma o si3tóaca es la quc
marca el.- manómetro en ese mOn;:J.ento. Continuando después la descompresión, ob rvamos que los ruidos se
!riten ifican y se oyen má; agudo.>, ha'sta llegar el mom~nto én¡ que se percibe una brusca caída en intensI-
p:\ra aumentar nuestros conociimentos y eficacia técnica, eX'Pohgo a corutinuación una ligera idea de la pres~ón ¡irterial, su ~eterminaclón, valores y significado de
las presiones, por creer que tal vez al iectcr pueda
resultarle' útil en algunas ocasiones de ia diar:a lar"a
(le nues\l''l' prftctlca profesional.
e entiende p(lr presión arterial el empuje. de la sangre sobre ias' paredes arteriales. El Esfignomanómetro
da do¡¡ •.c,lfrqs, llJn;;.. carreSiPonde a la contracción o _:sIO~~ del corazón, llíllTIa<\a hipertensión, y la otra a la
diástole, lramada hipotensión. Es'tas cifras varían según
Ja edad. Para u,n individuo joven, la tensión oscila en·
tre 12 y 14, cifra máxima, y 6, 5 Y 9, cifra miJÍima.
Corno consecuencia, son suficientes lig_ras reduccione..:i
de callbre arterial para originar grandes aumento_ de
resistencia, y P r lo tanto, albas presi~nes arteria-les
(hipertensión) y, al contrario, leve3 diiataciones vascuiares motivan hipotensión.
.
dad
y
agudeza,
en
fe-rrna
tan neta,
que nunca ofrece
duda al ob3ervador. Leyendo entonces la presión <lel
manómetro, obtendremos la pre1ión mfnima o diastólica.
También se puede saber pe·r e·l método oscilatorio.
Valores medios de la p"esi6n arterial. - Son gran<les
las varjaciones indivi<iualcs, incluso entre personas Sanas y en relación con la edad. Como regla ;:eneral, se
admite que la presión máxima eX'Presada en mm. Hg. Co
igual a cien má9 la edad expresada en afios. Para un
inrlividup de veinte años, !a máxlma será 120 mm. Hg,
La' mínima n =.al es igual a la mitad de la máximu
más 10 ó 20 mm, Para uCla máxima de 119, corresponderá una minima de 00 a 75 mm.
t
DE'l'ERMINAClON DE LA PRESION ARTERiAL
El principio ge"eral en que se fundan los Esfignomanómetros para la determinación de la presión arterial
es equilibrar desde fuera, con una presión, valoralJ.e,
la, ~resión sanginea arterial a ·tra vés dO! -todas -las par'
tes blandas que recubre la arteria. La presión exterior
se ejer~e mediante la insufladón de un ma'nguito neumático y cilí.r>drico que se adap\Ja al braz:> o extremidad elegida, un manómétro conectado con la cavidad
neumática permite medir la presión obtenida, una válvula l'egulable a tornlllo permite la salida gradual de
aire, d1sm1nuyendo la presión a voluntad.
Para saber el grado de la presión arterial hay varios
crlter:o:¡ esf:gnomanométricClS. Uno de ellos consiste en
que una vez colocado el manguito en el brazo, se coge
ee.n la mano izquierda el pulso radial del padente; con
la derecha comprimimos la pera de Insuflación hasta
COIjSeguir una presión tan elevada que. anula la percepcíón del pulso; entonces por suaves descompresio·
nes se reduoe lentamente la presié.n, hasta que de nuevo se percibe el pulso radial. La presión marcada en
eSe momento en el manómetro es la máxima o sistólica, única susceptible de medida por este método.
Si·gn'ificado de las presiones má:l1ma 11 minima cons;·
de"adas aisladamente.-La máxima 11109 Informa sobre el
val:r de la potencia y energía del cQrazón. - La miillima
I.OS expresa el esfuerzo del COrazón para abrir las vál'
vulas sigmoideas al lanzar la oleada $istólica; y no'
da idea. de la resistencia periférIca,
VALOR DE LA PRESION DIFERENCIAL
La presiÓln diferencial es normal cuando la mlnima cs
• Igu~l a la máxima más 1 ó 2 y representa la pérfecta
reaccl<>n del corazóru frente a la re9lsteilcia perifé!'ica.
Ejemplo: 16/10 <expresada en mm. Hg.) será lOO/lOO.
Una presión diferencial de 20/7 Indica hIpertensIón con
gran éSfuerz<l sis;tóllco; en cambIo 18/14 expresa <lesfallecimiento carrtfaco.
.PR-CfC-A 1 N~G E L
",
.
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A L IZA
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18
e
c~m
Apendicitis ymétodo de acceso exacto en la apendicectomía
Por AgA
,
Cuad,'o
elínieo'.-Se
conoce por apendicitis a la inflamación
del apéndice ¡¡eo-cecal. Esta enfermeda.d,
corriente en. tedas las
edades de la especie
humana, encierra una
extraordinaria gravedad, en contra de lo
que c r e e n una inmenóa mayorí'a de los profanos, y ante ella hay que
raccionar rápidamente y poner al enfermo en manos'
del cirujano antes de las veinticuatro horas de iniciado
el proceso, con el fin de evitar la probable; perforadón
del apéndice y su terrible final: la peritonitis.
l.kl apendicitis comienza bruscamente, con doiores en
el epigastrio, inapetenda, lengua saburrai, náuse1Ul y
en la mayor parte de los casos vómi1os, aunque éstos
no sean constantes. TambJlén presenta fiebre <38-40'),
pulBo frecuente (00-100 pulsaciones), la mayor parte
de las veces OOdlStipación y más raramente diarrea.
El dolvr que comenzó en epigastrio se va despiazando, poco a poco, a la .fosa iliaca dereoha. Si palpamos
la pared abdominal encontramos -.IDa defensa muscular
debIda a la propagación dei proceso' inflamatorio ai perItoneo. Por la importancia de estos sin,tomas, en los
casos dudosos, debe inielarse la 'PaI'Padón en una zona
del abdomen seguramente libre de tensión anormal, por
ejemplo, en el hipocondrio izquierdo y, poco a poco,
acercarse al vado derecho. Asá, se 'pueden advertir ya
los prImeros indicios de la tensiÓID. de las paredes del
,"ien(,re.
Durante la respiración, dicho vacío queda, la ma)'o"¡a de las veces, claramE>nte rezagado con respecto
al izquIerdo; con fI'ecuencia falta también el reflejo abüominal inferior derecoo.
La iocalización precisa de la sensibJlidad a la presión corresponde al punto de Mc Burney, que se halla
en medIo de la llnea que va desde el ombligo a la espina lIlaca superior anterior y más a menudo al punto
de Laorl'Z, es decir, al lúnite cnbre 1<llS tercios derecho
y medIo de la llnea interespinal superior. Por la exploraclón vaginal y recta, se aprecia también sensibilidad a la presión de la región apendicular.
El enfermo en la cama adopta una postura pecúliat
que nos confirma que estámos ante un sindrome de
apendicitis: tumbado en decúbito dorsai, inclinado ),0bre el costado derecho y reccgida la pierna de es~
lado.
Ante un caso de dolor !fuerte en la fosa lHaca derecha y contractura de los músculos de e&ta región, debemos pensar en una apendicitis y aconse'jar a la familia que avise al médico, quien Con más conccúnlento
de causa y por estar 'auborizado a llevar más Jejas las
pruebas, podrá determinar con más exactitud la exlstenoia o no de un sindrome de apendicitis.
Tratamiento.-M'lentras llega el médico, la primera
medida a tomar es la absoluta prchibic!.ón de todo purgante o laxante y mantener en rC'{loso absoluto el aparato digestivo, para lo que el profesional se opondrá de
una manera ,.Igurosa a que el enfermo injiera nada
por via digestiva y sobre todo esa variedad de tacitas
'calientes a que son tan aficionados los pacientes, los
familiares 'y sobre todo las vecmas. Se dispondrá Inmovilidad absoluta en la cama y bolsa de hielo en la
fosa lliaca derecha, IDO olvidando la correspondiente
protección para evitar las quemaduras por el frio.'
SI el enfermo tuviera muCiho frio o estuviese en un
estado que podriamos llamar de "pre-colapso», en lugar
del hielo deberá, .preferirse la fomentación. caliente, cuIdando, al mismo üempo, <le que no se enfríen las ex·
tremidades, ,para lo que se mandará poner botellas de
agua caliente en las mismas.
Si el médico puede ver al enfermo en seguida se evitará la administración dé opiáceas, morfilla o analgésicos, ya que al calmar el dolor oscurecerán el diagnóstico y no podrá precisar si en efecoo se trata de una
apendicitis o de perforación gástrica, obstrucción intestiJnal, anexitis (en los enfermos !femeninos), etc.
Si la llegada del cIrujano, por cualquier circunstancia, medio rural sin especialista, etc., se retrasara en
algunas horas, se podrá calmar el dolor con morfina,
Pantopan, Metasedin, Spasmalgine, Espasmopaver, euc.
Se vigilará al enfermo, y si el. pulso pasase de ias
100 pulsaciones por minuto, se pondrán tónicos cardíacos, como: Ca.-diazol, simple o con efedrina, cafeina.
aceite alcanforado, Coramlna, etc.
Si los vómitos fuesen muy contlnucs y en grandes
catl.t1dades, mostrando sefiales de desh.idrataclón (len/iUa
Afecclones
Inles/inales
y Calaneas
Loboralorio RAMÓN SALA. Pads, 174 • BARCELONA
.'
19
seca e Intensa sed), se pueden administrar al enfel"lIlo
sueros, sobre todo glucosado, que tonifica,' al mismo
t1eI!llpo, la fibra cardiaca, en dosis de 100 a 300 c. c.,
con arreglo a la edad del paciente y una o dos veces
al dia. Contra los vómitos se le puede dar a chupar
trocitos de hielo como si fueran caramelos. SI hubIese meteorismo abdominal se pondrá una sonda rectal.
Hasta aqui todo lo que el practicante puetle hacer él
solo por el enfermo.
Cuando llega el médico, si manda análisis de sangN
(recuento y fórmula leucocltarla, especialmente) se en
cuentra con:
Leucocltosls (aumento de leucocitos), disminución de
eoslnófilos y IInfodtos y desviación a la Izquierda de
los núcleos leucociUcos, es decir, aumento de los llamados núcleos bacilares y juveniles.
Método de acceso exacto en ta apendicectomía.-Lo
reseflado a continuación no le atafle directamente al
pract1cante, pero nunca está de más que lo conozca,
sobre todo si ha de actuar como ayUdante en la Ol'<l'
ración de apendlcectoml:a.
-
Sprengel como sigue': «La IncisIón de la piel se
en la dirección de las fibras del músculo oblicuo
terno. La incisión no se hará a mucha distancia de
espina iliaca anterior, sino sólo de uno a tres
metros de su parte media con casi un tercio de
cist6n encima y dos tercios debajo del punto.
Lineadé ¡nc.islónen la aponeurosis
del mU5culo oblicuo eláerno
ri~'( El punto A I2s/a clave de la operac.ión.
. Fi9·1.':Uneadelnc;siónde la pie.1.
Mc Burney, en 1894, describió su método de accesO
para la extlrp¡lción del apéndice CGmo sigue: «La In,
cJslón de la piel es una oblicua de cerca de cuatro
pulgadas (101,6 mm.) de largo. Cruza una linea dibujada desde la espina iliaca án<terior al ombligo, casi en
ángulo recto, aproximadamente a una pulgada (25,4 mllimetros) de la espina llíaca, y está situada de forma
que su tercio superior descansa sobre esta linea.
«La incisión de la aponeurosis del L bUcuo es un poco
más corta y, prácticamente, sólo separa las fibras de
oste músculo y su tendón sin cortarlos. Sigue la sección de los músculos oblicuo interno y transverso, cortando las fibras musculares casi en ángulo recto a su
dirección, y es completada, desde luego, solamente en
la mitad central..
Mc' Burney ne expuso el punto en el que practicaba
la sección de los mt1sculos oblicuo interno y transo
verso.
Ravdln, en su libro Cirugía operativa de Kirschner.
descrlbó la Incisión del campo lateral de Mc Durney·
20
regla, la incisión no será menos de seis centlmetros
larga.' Como regla, la región de l~ incisión en el
cuo externo Incluye la transición de la porción ro
lar en la aponeurosis. El músculo oblicuo Interno
Inclnde luego en el punto medio de la Incisión exte
y paralela a' la dirección de las fibras musculares.
Ravdin, por esta razón, confia en su Incisión eu
nea para determinar el punto en el que -el" indnde
músculo oblicuo Intenno.
En presencIa de una apendicitIs aguda el cirujano
cura locallzar la situación del apéndIce en el punto
dolorlmlento máximo determLn-ado por el examen
sico. Se hace luego la incisión para descubrir este ár
Este punto de dolorlmiento máxlmo puede ser dll
de locallzar exactamente; puede no ser el sitIo exa
y puede no estar presente cuando se deja un interv
para la apendicectomla.
Con la incisión de Mc Burney-Sprengel, la
apéndice está a veces mucho más alta o más baja q
la abertura de la cavidad peritoneal. El solo obje
oomo lo vemos, de utilizar esta vía es entrar en la
vidad peritaneal en la proximidad del apéndice.
Se ha descubierto que hay una aparente relación
·.re la unión músculo-aponeurótlca del músculo obil
externo y el nivel de la base del apéndice. Esto l
determInado por medidas tomadas cuando se usaba
.upo de acceso de Mc Burney-Sprengel.
Se utlllzó el siguiente procedimiento operativo:
hizo la incisión lateral d>l campo de Mc Burney-Spr
gel a través de la piel. La aponeurosis del mús<
oblicuo externo fué incindida distal y paralela a bUS
bras desde la unión mú¡;rulo-aponeurótica. Se dibujó u
lfnea desde la espina 1;laca anterior ~¡ ombligo.
midió la distancia desde e ta linea a la unión múscu!
aponeurótica. Se observó que una unIón músculo-a
neurótica por encima de la linea denotaba una situacló
apendicular alta; Igualmente. una unlÓll1 por deba
de la linea Indicaba una slluación apendicular baja.
En 200 apenrllcectomlas consecutivas se observó q
el punto de untl\n medio era 2.1 cm, por eoclma de 11
linea y 1.0 cm. por debajo de ella. La distancia mayor
nt 2,
cm. por e"eima y 3 cm. por debajo de la líne.a
Utilizando la unión músculo-aponew'ólica como punto
de partilla, se separaron los músculos oblicuo Interno
y trunsversal paralelos a sus fibras a diversos niveles
distales.
La distancia más correcta a partir de la unión músculo-apcneurótica para ia separación del Ínúsculo oblicuo
Interno, el músculo tra nsverso y el peritoneo variaba
on la ellad del paciente. En pacientes por bajo de los
Beis afios de edad estaba a 3 cm.; en paclentes entre
Beis y quince años estaba a 4 cm., y en pácientes
de más de quince años, a 5 cm. distal a la unión
m' lo-apcneur6tica. El peritoneo se incindió a la dlsn('~' in-cJieada en una dirección transversal par" evitar la lesi6n do la vejiga urinaria, especialmente cuando
hay una situación apendic"lar baja.
1,;, situaei6n de la incisión a través del músculo obliCUo interno, mú~ulo tranverso y peritoneo eS de la
mayor importancia en la situación exacta de ia base' del
pén ice. La unión músculo-apooeurótica del músculo
blh'Uo extel'no es el punto clave de parUda.
Pl· OdU( t·O S RINVI Ry
SUEROS AUTOMATlCOS de fácil
cómoda aplicación. con tubo de
control de sangre
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(',O'
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F93.---l,r.ea~ a~ separación de Jos mlÍsc~los ahl ¡evo In leYnO
) tran,ve,,;o ·EI p<.rrt.:mw seindMe los nIVeles c.orre.sl'0ndlente>.
(A)· Para niilo,m<no~., de. 6a;;os: 3(m.
('8). Para pacientes he.,ia 15 ahos: 4 cm
(Cl-t'draadul\o') meyore'> de 15años_ 5cm
rer
Se ha allOj)tado la técnica siguiente:
Se hace una incisi6n de cerca de 5 cm., 1 a 3 cm. me-'
a la e"pina ilíaca anterior y paralela a las fibras
músculo oblicuo externo. El punto medio de esta
n está a nivel COn la espina ilíaca anterior. Se
ia aponcurosis y se muestra la unión. Habiendo
) d<'lel'minado este punto y habiendo sido dada la
Iderncitín debida a la edad dei paciente, los múscuoblicuos interno y transverso se separan por diseco
cruenta paralela a sus fibras. Esta variará 3 a 5
l!metros distal a la unión mÚSCUlo-aponeurótica. Si
necesario, las lncislones de la piel y aponeurosis
ulLerlormente ajustadas. El peritoneo se abrirá
versalmente.
BIBLIOGRAFIA
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teMUl.
GÓIlEZ LUCAS, R.:
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DUII'EY,
VDIN,
1. S.:
1961, pp. 470-474.
~BO;:(;;;;;¡~Oi;;;;Oi;;;;Oi;¡¡¡ii;¡;;o-_
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Laboratorios MA RIN
Córdoba
21
Enfermedades parasitarias e"infecciosas
Por MANUEL EGIDO SANCHEZ
..- (Salamanca)
P
distinguIremos los dos conceptos Utulados: Infecciosas y parasitarias. Bajo esta última
designación se comprenden aquellos estados patológicas dependientes de las acciones mecánicas y expoliadoras de determl'nados agentes vivos, y cuyo ejemplo
t1plco lo constituyen los conocidos ascaridios\S, producl'
dos por la' perforación de la pared intestinal por áscarls y donde se han podido observar fenómenos de oclusión Intestinal producidos por el apelotami<mto de l{lm·
brlces. En las .Infecelosas. cuyo paradigma la constituyen las llamadas bacter'lanas, se trata, .en cambio, de
cuadros morbosos lntlmamente relacionados con la existencia en el cuerpo del animal afectado de productos
tóxicos procedentes de la actividad nutrutiva d~ les gércenes infecciosos que ha," penetrado en. el organismo.
Pero como final a este preámbulo, diremos que no resu!·ta posible establecer un limite preciso entre ambas
categorlas de enfermedades; y una Ve" dicho PSto, pasemos a estudiar las verdaderamente infecciooas, aunqu" bajo el subtitulo de generalidades.
Al estudiar las enfermedades Infecciosas hemos de hacer varios apartados, ·referentes:
a) Fuentes de infecc-ión.-Los gérmenes infecciosos, o
en otro caso, les parásitos, se encuentran primeramente
en otros indivIduos enfermos; sin embargo, no es necesario que exista s,empre una en erl)'ledad patente del
IndivIduo que alberga los gérmenes; las bacterias pueden exIstir en el individuo después de pasada ia enfermedad, como sucede, por ejemplc, en el tifus, en e1
cual los bacilos se encuenlran al cabo de algunos años
en la veslcula biliar, y son eliminados por las heces
sin que el individuo tenga slntoma alguno d<> enfermedad (éstos son les portadores de bacilos y. lla"lI'ados eliminadores permanentes de gérmenes).
Por otra parte, encontramos gérmenes en e\. mundo
pxterior, que viv1an ya én el mismo previamen.t~, o que
han llegado a él desde un organismo en que se encontraban. alojades; tal sucede con las heces, com las que
se eliminan los bacllos del tifus y del cólera. En segundo lugar, con las secrecIones de las glándulas, llegando a éstas las bac'.erias por Intermedio de la sangre. Entre las secreciones tenemos, en primer lugar, la
orIna, a la que' pasa,n diversos gérmenes, tales COl1l0 los
estafllNJOCOS y los bacll~ tlficos; tambIén se han en'
contrado microorganlsmos patógenos en la sallva, leche,
bUls y secreciones cutáneas.
Las bacterias pueden proceder también d~ los cuerpos muertos. Al hacer las autopsias pasan a las manoS
del que las practica, a las mesas, al suelo, a los Instrumentos, etc. FInalmente, las bacterIas existen no sólo
en otros individuos o en el mundo ambiente, sino en las
superficies externas' o internas de nuestro propio orgaRIMERAMENTB
U l
~
nlsmo, donde' per!;isten sin causar daño, pero penetraDdo en ocasiones al interior de los tejidos; trátase en
tonces de autoinfecclón.
b)
Vías de injecciÓ71 o puertas de entrada.-Prime>·a:
A través de la piel Intacta pueden penetrar algunoe
gérmenes utilizando como vla de en lirada las glándulas
sudoriparas y sebáceas, que desembocan en la superfl·
ele cutanea; así por ejemplo, se desarrolla el forúnculo, tras la penetración de estafilococos o de estreptococos. Pero si existe una herida cutánea es mucho mn.
fácil la vla de infección; ejemplos t1plcos de esto lo
constituyen los bacilos tetánicos y tuberculoso, asl ccmo
el virus de la rabia. Segunda: A través del tubo dlges·
tivo penetran grandes cantidades de gérmenes, faclU·
tándolo las soluciones de continuidad de las mucosas.
Asl, por ejempio, los bacilos del cólera y tifus, bien
sean introducid JS en las comidas o en las bebidas, bien
se hayan fijado en loo dedos u objetos sucios que se
ponen en contact~ con la beca; el badlo de Roch, se·
gún diferentes autores (Boulay, Haeckel), y la consl·
guiente tuberculosis pulmonar, seria debida a la pe.
netracl6m de gérmenes tuberculosos a nivel de la rinofaringe o de la boca, los cuales ganarlan el pulmón
siguiendo la vía llnfátlca descendente dei cuello y los
ganglios del mediastlno. Tercera: Otra vla es el tracto
respiratorio, al cual . pasan los parásitos con el alre Ins·
pirado. Distinguimos aqul dos Infecciones: por el polvo
y por gotitas. Por la primera tienen los gérmenes que
soportar tal grado de desecación, que pueden fijarse al
polvo más fino para ser. arrastrados por él; . esto es lo
que sucede con los cocos plógenos, los baclleS' tubercu·
losos y loo bacilos del carlJunco. La Infección por gotl·
tas se debe a que al hablár, al toser o al estornudar.
se expulsan grandes cantidades de gC't1tas que contie·
nen gérmenes y que llegan a grandes distancias (con
la tos hasta doce metros). Estas goti·tas permanecen
flotando mucho tiempo (de cinco a seis horas) en el
aire, constituyendo una fuente de Infección. De esta
manera se con taglan las enfermedades por virus, como
le gripe, viruela, sarampIón, etc. CtUlrta: Otra vla de
transmlsló'1 de los gérmenes desde una madre enfer·
ma al embrión, es la placenta. Los casos de slfilis fe·
tal: asl como los casos mucho más raros de presencia
de plasmodios de la malaria y de vlrug varioloso en el
recién nacido, demuestran la posibllldad de transporte
de los correspondle.ntes gérmenes a través de la placeDtao La madre puede transmitir al fruto de esta manera
enfermedades como el tifus. la erisipela, la viruela, el
carbunco y la tuberculosis. Quinta: 'Las heridas de los
órganos Internos se comportan lo mi mo que las de In
piel. Entre las enfermedades por infecclÓ'll de las he·
rldas, debemos Incluir la fiebre puerperal; no es raro
N
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StJrachan, 3
R. y Cajal, 31
quc loo microbios patógenos, principalmente loo estrep10CQcos, encucntren su vía de penetración a través de
la superficie interna ulcerada del útero o de desgarros
en la vagina y de 106 genitales externes. Sexta: Por
último, 10l> agentes de la gonococIa penetran en el 01'ganlsmo por la uretra.
cl Modo de tramsmisión..---De1:l'emos señalar, en primer
lUllar, el contagio directo, debido al paso del germen
patógeno del ~ujeto enfermo al individuo' sano mediante
contacto. De este modo se tranomiten de hombre a hom·
bre las enfermedaües venéreas (sifill, b:eno~Tagia, etcéleral. Sin emba,-gc, la propagación de los proceoos infecciosos se reallza las· más de las veces mediante el
co1tagio indirecto, entrando a desempeñar un papel imvortante en esto, el estudio de las gotitas a que nos
refcríame!i antes, como vía de entrada de los gérmenes, La propagación median'-e el c:,nsumo d~ alimentos
y bebidas contaminadas por las excretas de los enfermos jLle¡:¡a un papel muy importante en el desarrollo
ele determinadas i'~fecciones, particularmente del cólera y de la fiebre tifoidea. Es de importancia capital la
intcrvención de los animale5 e.n, la propagación de cierlas infecciones, pues hay en efecto un grupo de enferw
medades, c~mo el paludismo. la 'fiebre am.arilla, la fiebrc recurrcnte, la enfermedad del sueño, cuyos g-érmenes -on icocula<1os al hombre por determinados Insectos pieadores.
d) Comportamiento de los gé,-menes en el organismo.
Una vez que 106 agentes infecciosos han penetrado en
el interior de ,nuestro cuerpo, procedentes de las fuent(l-~ indicadas por cualquiera de los caminos estudiados,
-c multiplicar>, y pueden seguir una suerte variable.
J\lg'tmas bacterias permanecen en la superfkie de )as
mLleo as o de la piel, o bien en las heridas, multiplicándose en ellas; decim:s entonces que existe una «toxemia». Las toxinas de algunas de estas bacterlas paan n la san,gre,~ ccsaprem,ia»; y obras a los troncoS' Der'
• _ , . ·..
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viosos; caso típico de e5to último es la toxina del bacilo tetánico. En otres casos penetran las bacterias en
los tejidos, pero no producen más que lesiones locales;
estamos entonces ante una «infección local». Pero a menudo se encuentrancantldades abundantes de gérmene,
patógenos en la círculación, junto c~n las toxi·nas por
ellos formadas; lirátase entonces de infección general o
«septicemia». En último' caso, puede que las bacterias
que penetraron por el torrente circulatorio vayan a co·
Ionizar a otres órganos y produz-ca.", en ellos lesiones
circunscritas; trátase entonces de «piemia».
e) [nfecci6n e intoxicación .-De la toxicidad de las
bacterias patógenas se deüva la existencia de ~'elaciones entre la inf.ección y la intoxicación. VamoS' El esta·
blecer difere~das esenciales entre uno y otro concepto.
Las infecciones se caracterizan: 1.0 Por la producción
constante de toxinas; 2.0, basta para el desarrollo de
una infección, pequeñas cantida<1es de bacter'ias pa.tógenas; 3.°, una' enfermedad infeccLosa puede ser propa·
gada de un individuo a otro, dá~dose aqu[ los casos
de epidemias y endemias; si se difunden por grandcs
territorios o si quedan limitadas a una pequeña zona,
respectivamente; 4.°, la infección se ca,racteriza ..de·
más porque entre el momento de la penetraciól1 bacteriana y la aparici6", de les primeros sin tomas de enfermedad transcurre cierto tiempo, al que llamamos perlodos de incubación.
Las intoxicaciones, en campio, tiene}' estas caracter[stlcas,; 1.' Las sustancias tóxicas proceden del exter>c'!';
2.~, en las intoxicaciones son inocuas las 'cantidades no
tÓlXieas de la sustancia de que se trate, aun cuando
su acción sea repetida; 3.·, no sé C()noce la transmisión
de un individua a 'otro, aun cuando pueden estar. afectados muchos individuos a la vez, .:uando todos ellos se'
hayan puesto' en contacto con la sustancia tóxica; 4.'
las intoxicaciones carecen de período de incubación .
...."'-..
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. . ,...._·._
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' ...
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¿Puede ser esta la forma de evitar complicaciones
patológicas y críticas odontológicas en el medio rural?
Por PEDRO IBAÑEZ MARTINEZ
Torrija de J~ Cc1ñada,(Za,.r goza)
todos es bier> sabido, y en especial de todos los
rurales que se dediquen a hacer ex_
tracciones dentarIas, por tener éstos muy pocos conO('¡mientcs sobre tal especialidad, que frecuentemente
se nes presentan caso<¡ de extl'acciones dentarias que
de6pués tenemos que lamentat, pr.egulltándonos: ¿Qué
dirá el Odo~tólogo il.e nuestras prácticas al presentár..'le nuestro pacien te €TI la consulta, con una infección
en la enda y alvéolos- dentarioo, habiél1'd<>re manifes'
""lo seguidamente de verificar nosotr~s la extracción o
extracciones 'Para cuy.a intervención fuimos requeridos?
Tales antedichas afecciones pudieran producirse: 1.'
Por Una inflamacfón del perlcemento y tejidos vecinos,
habiendo entonces una pericemen ~itis, ol>teitis u ostecperioslltls, apreciable exteriormente por una inflamación
de la cara en la regiÓn donde fué practicada la extrardón o extracciones, y una a-Iteracién del· organisw
mo por una pequeña elevnción térmica, en cuyo caso
"usolru" mismo;; tend¡-íamos pronto resuelto el problema
ron unas simples fomentaciones calientes y la admi.nislra!'i¡)n )1(\1' da bucal de unas do:is de sulfamidas, las
eunle' pueden ser: Sulfa-tiazol, Cibazo,l, o también Bucom~nlal. 2,0 Pudo exi tir cuando hicim·QS la extracción
un pequeño flem6n 'en la profundidad- del alvéolo y
unido a la lermina<;ión" de la ra,fz, el cual DO pudo ser
oll$c,'\ ado (puesto que si 1;ubiese habido un flemón de
lertil t'onsiderac,ión nos hubiésemos abstenido de prac
ca,' la extraeci,m), pel"O al extraer ei diente, como este
flemón efltá gLi~lrdado dent.~·o d"2 una fina mambrana,
~l Iué rota. y los micl"Obios que existían en su in¡;
O
practic~ntes
w
terior (estafilococos y estreptococos) quedarc.n dentro invadiendo toda la cavidad alvéolo-dentaria y penetrando
en la enda por la herida que se produjo al de¡;implantal' el diente y quedando así iniciada u~a infección de
la ~ncia, que pedía ser de resultados fa·ta·les.
La forma de evitar estas com-pllcaciones patológicas, y
por- taoIlto que no lleguen e~too casos, al O<1ontófogo, puede ser la siguiente: Primeramente tendremos preparada una pequeña torunda, de gasa estéril empadada en
agua OXigenada y cogida "en una' pinza, con la cual rápidamente a la extracción limpiaremoo bien toda la herida hasta la profun'di<1ad del alvéolo; con esto obtendre·
moS la hemo,tasia de los capilares que hayan sido rotos en tales extraoc'¡)c,nes, y por lo tanto evitaremos la.
formación del coágulo alveol.ar, pos"teriormente al cual'
podian ha·ber· queda<1o ios agentes productores de la infección.
Una vez hecho esto COn una gasa estérIl, sccarem - R
toda la herida y seguidmtlénte aplicar.emos un poco de
::Iulfatiazol en polvo, colocando en la misma herida una
torundita de gasa. estlériJ, que se mantendrá inmóvil duo
rante las veinticuatro he·ras sigule~·tes,_.para~ e"ital' que
las sulfamioas seán arrastradas por la secreción FUlt
val, indicando al paciente que deber{l ~vitar la llegada
de al'm~l).tos a tal punto durante las mi¡;mas veinticua·
tro oras siguien tes.
Terminado esto, podemos estar seguros de 'que hcmos
practlcando tlna ex'l'acción, de la cu"i' nO pticden di;
mallar ninguna cla~e dé "ccid n tes;.
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EL TABACO Y SUS EFECTOS·
. Po.. JOSE m. o "HAGOnn SAnZ
Del Colegio ele Ta ....agona
H
algún tiempo, apareció en las páginas de esta
Wl artículo s:bre el tabaco, escríto por
un compañero, pero consldero que tan interesante
tema no está agotado, ni mucho menos. Es tal la importancia que ha adquirido el vicio de fumar, la ex·
tensión de esta plaga moderna, que bien puede admitir
unas lineas más, aunque otras plumas más doctas son
las llamadas a ello.
Este tra'bajo no quiere tener un carácter clentifico,
¡lno más bien recordatorio de lo que, más o menos,
sabemos todos. Se trata de W1 amasijo de lecturas dL
versas, corroboradas en muchos casos por la experiencia de UD fumador ccntumaz.
y tras este pequeño preámbuio, vayamos al asunto
del lema.
Es de conocimiento vulgar que el tabaco se elabora
con la Nicotina Tabacum, planta solanácea. oriunda de
América, de tallo redond:> y felpudo, hojas grandes, ner·
vlosas. y viscosas al tacto. Toda la planta, pero prefe·
rentemente sus grandes hojas, contienen el alcaloide
llamado nlcotlna, de propiedades narcóticas.
Generalmente se lee que Juan Nicot, dipLmátlco y
literato francés, inU'odujo el uso del tabaco en Europa.
De ahí el nombre de nicotina dado a su alcaloide. Otros
citan el nombre de Murat!!. J>"ro Plwece ser, Y asi nos
lo asegura den José Andrés Vázquez, que el primer fumador europeo era español, de Ayamonte, en la desembocadura del GuadlaO'la, y de nombre Rodrigo de Jerez.
i:n un interesante articulo aparecido hace algunos años
n la Revista «Algo», el citado escritor, cronista de la
provincia de Sevllla, nos dice que este Rodrigo de Jerez
acompañó a Colón, de quien era amigd, en su primer
laJe. Al voiver, trasladó al Viejo Mundo el vicio adquirido en su trato con les indígenas, «que te:lían por cosumbre fumar maclllos. de determinada planta seca».
8len provisto de la hierba,' dedicóse a consumirla en su
pueblo. Su esposa llegó a creer que había enloquecído,
J por el vulgo se le consideró endemoniado. Incluso la
Inquisición, al observar aquella manía extraña, le encemí en sus calabozos. Cuando R:>drl¡¡o fué liberado, muGbos hombres <le mar segulan Igual costumbre. Años
lIIis tarde, el vicio se había generalizado, proporcionan40 pingües beneficios al tesoro de los Estados. Y así
lIOIIIo el aventurero florentino América Vespucio arrebató
• Coló!) la gloria de dar nombre al Nuev-o ConUoente,
ul también Rodrigo de Jerez se vió privado de la suya
de ser considerado comQ el creador en Europa del arte
de echar humo, a costa de nuestros bolsillcs y de nues\ni organismo. Gloria bien mezquina, por cierto.
\CE
R>:VISTA
La nicotina es uno de los tóxicos- más enérgicos que
se conccen, bastando W1as gotas para determinar la
muerte en medio de signos tetánicos. C-omo todos los venenos acres y narcóticos, el tabaco irrita, inflama los
órganos con los cuales se pene en con tacto.
Fumado, el tabaco produce vértigos, náuseas y vómi·
tos; eletermina palpitaciones y causa fu€rtes dolores de
estómago, turbando las funciones de este órgano, sea
por la pérdida de Ealiva que escupe el fumada, sea en
razón del hW110 que se traga. Produce gran postración,
anorexia, enflaquecimiento, siendo causa frecuente ele
cólicos. Ataca y ennegrece los dientes, d,bi;ita y pero
turba la vista, irrita el pecho...
Este tóxico influye funestamente sobre el aparato circulatorio. Su abuso, además de ser W1a de las causas
de la: art.eri.c:esclerosis, puede producir miocarditis e in
cluso fumado o ma~ticado, llega a ocasionar trastornos
en IR arteria coronaria. cuyo final es a menudo la gra.
vísdma angina de pecho. Las paLpitaciones s-on debidas,
muchas veces, al abuso del tabaco, y las flebitis son
igualmente agravadas por la perniciosa acción de la
nicotina.
En cuanto a sus efecLOs sob:'e el árbol respiratorio
son los más conocidos. La inhalación del humo del tabaco pr<:C!uce la irritación ele las vías respiratorias altas
y bajas, causa frecuente de rinofaringitls y bronquitis
crónicas. El polvo y el humo del tabaco irritan la membrana pi~ui.taria, provocando estornudos, excitando una
abUndante secreción nasai y disminuyen, acabando por
abolirle, el sentido del olfato. Tiene también intensa
acción irritante sobre las cuerdas vocales de los fumadores, cuya voz se torna aspera y ronca, con tos perti·
naz, sobre todo por las mañanas. Los e(ectcs perjudietales del tabaco en los enferm-os de asma son de todos
conocidos.
Este tóxico figura, en prirnerislma fila, como causante
de las gastritis crónicas y en todas las porciones del
tracto digestiv,? deja sentir su acción perniciosa.
El cáncer de los labIOS es frecuente en los indivlduos que fuman en pipa, oomo asimismo el cáncer de
laringe aparece exclusivamente en el sexo masculino,
cuya laringe sufre constantemente la acción irritante del
tabaco. El Doctor Vidaurre~a. en su magistral conferencia sobre el cáncer, dedicada a los Practicantes, cita
la influencia de este tóxico en la etiología de la enfer·
medad, y en una encuesta llevada a cabo reciente_
mente por una revista británica sobre el incremento
considerable de las neoplasias de pulmón, en estos últl·
AMINA ESTIMULANTE DEL
NEO-CORTEX y SEDANTE
HIPOTALÁMICO
FRASCOS 30 TABLETAS
25
mas aftos se Induye como causa principal de las mismas'
el a'buso del tabaco.
Ninguno. absolutamente ninguno de los sistemas, órganos y aparates que Integran el cuerpo humano, puede
librarse de la nefasta Intluencia del tabaco, que con su
trabajo subreptldo y deletéreo termina por danar los
tejidos y aniquilar las células, desde las más wbles a
las más simples.
Pero dende el tabaco manltlesta -más' positivamente su
acción demoledora es scbre el sistema nervioso. ocasionando en el fumador una verdadera derrota nerviosa.
El cerebro e atacado por el tóxico. resultando perturbadas las funciones más 'nobles del espiritu: Inteligencia, memoria, atención, voluntal1 ..
¿Cuál es el fumador que no se queja porque su memoria se resiente? Esta facultad di'minuye en ocasiones
de manera alarmante. El origen nicotinlco de curiosos
casos de amnesia es incontestable. Se cita el .caso de
fumadores inveteraaos que llegaron a olvidar el ncmbre
de sus famillares más allegados. Frecuente es también
el caso de ver en los exámenes estudiantes atacadoS' de
golpe por «lagunaS», que les impiden recordar lo estu'dindo. Y evidenJenlente, muchos de estos m, mentáneos
oividas tienen por causa el a·buso del tabaco. El ciga_
rrillo, u~fdo al café, permite. vencer el ueño y es un
exeltante <\e la atención; pero más tarde la Intoxicación operada sobre las neuronas, d€bilitadas ya p:r ,un
oomlenzo de S1t.rmenage, se concreta en una alteración
g€neral, causa de malos exám€nes.
Sabida es la falta d€ voluntad de los fumadores. qU3
se sienten incapaces de albandonar un vicio, que no
ignoran causa estragos sobre su organismo. A p~ar de
todas sus promesas y propó~itos, lnvariablem€n te, todas
las mañanas, el fumador lia Su cigarrHlo y pon€ el <pri'
mer esla,bón de la cadena diaria que no tiene el valor
de romper. NO puedo resistli.rme a c~piar unos· ¡párrafos
del sabio francés Carlos Richet en su Iibr') «El hombr€
estúpido». Dicen asi: «Puedo hablar doctamente sobre
ello porque soy gran fumador. Es u~a crystumbre qU€
se me ha pegadc, sin que pueda excus:arl~ más que
en la universal locura; una torpe cade-na que no tengo el valor de romper.» Y más ade:ante: «Yo no Pu€do, como otros fumadores, paliar mi afición diciendo que
el tabaco es in{]fenslvo porque m€ consta po¡;ltivamente
que es nefasto. nefasto francamente. Es un !Jroducto
tóxico que no tien~ más razón d€ ser que .producir a
los gobiernos 'un impuesto facílisimo de cobrar,,;
El fumador no gusta nada sin el' acom'pañamlento obligado del tabaco; no digiere, sin fumar; no trabaja,
sin fumar, y no se acuesta, sin fuma'r; no se mantiene
de"-,,Ierto, sin recurrir al tabaco; buscaba un' pasatiempo y ha encontrado un dueno desp&tico. que no l€ dejará
much:J tiempo de reposo. El tabaco no es entonces un
hálblto, una pasión; es una nCC€Sidad. una verdadera
e clavltud. Esta necesl<:lad ficticia adquiere tan imperiosos caract€res que usurpa su lugar a las necesidades
más reales.
El l11'dividuo vencido POI' el tóxico se ha acostumbrado a acompañar sus decisiones Importantes con un
cigarrillo. Cuando falta, se €ncuentra perdido, desorien.
tado. Es Incapaz de hacer na<la. Necesita d€ eS€ compai\ero tiránico para defenderse de su timidez. de ese
complcjo de inferioridad qU€ lo embarga. Y para evitar
trastornos nerviosos y glandulares desencadenados por
el mismo tabaco. Se ha. cOTIJJProbado, en efecto, que al
suspender bruscamente €l cigarro se produce un des·
equllibrlo por insuficiencia de las glándulas suprarrena·
les, acostumbradas a trabajar bajo el estimulo cons·
tante del tóxico.
La. acción deprimente del tabaco sobre el sistema ner·
vioso parece ser debida a Ulm paulatina IntoxicaCión
sobre las células de la corteza cerebral. Acción que es
primitivamente excitadora, Al igual que el alcohol, el
tabaco excita y parece que las lde3s tluYen más claras;
pero éste efecto es tan engañcso como un espejismo.
Acootumbrado el organismo a la acción constante de la
nicotina, se hacen prec'lsas cantidades cada vez más gran·
des d€1 tóxico, produciéndose asi un e tado de des·
equilibrio.
Las reacciones psíquicas del fumador sen casi siempre
anormales. anormalidad direct'amente relacionada con :'.1
acción perniciosa del tóxico sobre el ~,Istema nervioso
vegetativo, en intima correlación con el cerebro-e<<pinal.
Al ser dañado este ststema, las glándulas de secreción
por él regidas sufren profundos trasmrnos.
Pero es que, además de los desórd€nes en la pslcologia del fumador crónico, la al teraclón del sistema nervioso origina otra seri~ de enferm€dad€s: neurili', ciá·
tica, lumbago... El nervio óptico es a menudo perjudi.
cado, produciéndcse insuficiencias vi-suales, afecciones de
la retina, la -neuritis retrobulbar, etc.
y aun hay más: el tabaco intJoxica igualmente sin
necesidad de fumarlo. Los obreros empleados €n su eiu·
bora'C!ón experlD1entan con frecuencia su perniciosa ac·
clón, con sintoma~ en u,.. todD comparables " 10' que
sufren los fumadores más contumaces: dcJorcs de ca·
beza, anorexia, adelgazamiento, traE tornos visuales, temblores... POI' otra parte, la psicol,r gia de estos operario,
resulta también dañada, lo que prueba los efectos del
tabaco sohre la mentalidad de los lndivid'uos,
En Wl libro sobre la vida sexual, del mé<:lico OI·ago·
nés s€ñ~r Algara, se cita el caso de un impotente que
volv!a a la normalidad cuando se apart'aba de las cma·
naciones del tabaco.
En resumen, que la nicotina, actuando continuamente sobre el organismo. produce en él efectos nocivos
en grad:J sumo y convierten al fumador en un enfermo
con variados achaques; en un toxicémano, que paula·
tina y voluntariamente va minando su naturaleza. Todos .o casi todos loo fumadores lo sa bemos.. .• ,pero lo
más peregrino del caso es que toda idea relacionada
con la su-pr€sión del vicio está condenada, a1 ridíCulo
y fracaso más ab30lutos, Cuando 1>0 cae en ia Indife·
rencia total.
'{ que un buen dia. en un gesto de hombría, se e'
tampen contra la pared las «Dianas» y los «botes»,
Pero hasta tanto que esto llegue,
...
Me
de la
tlculo
tos y
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salud Vi'va cien anos, volumen 11, númel'O 11, al"
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Por FERNANDO GOMEZ RIBOTA
Fuente Santa Crul: (Segovia) ~
de la pelvis es a lo que se 'denomina periné, espacio
Con ocasión del naci·
éste, que juega un muy importante papel en el perio·
miento de mi primer
do de expulsión del feto durante el parto,
hijo, mi esposa tuvo un
gra n desgarro del perlo
Se atribuye a d"terminadas hormonas el que durante
né y la comadrona que
los últimcs 'meses del embarazo se efectué un reblancie·
la asistió me aseguró
cimiento de los tejidos perineales, Elsta preparación quc
que siempre la ocurriría
se produce mejor en las primíparas jóvenes o que ano
lo mismo.
teríormente han tenido otras gestaciones', no es suficienEn aquellos momentos
te para que en' el momento del desprendimiento del
yo estaba poco práctico
polo fetal no se produzca algún desgarro del periné si
.;' --r;--_
se abandona a la parturien ta a Su' propias fuerzas,
en la asistencia a par·
tos, no obstante, no dejé por eso de darme cuenta perAhora bien, sería absurdo pensar que por na efectuar
fecta que si el desgarro ocurrlo fué solamente por falta
una manIobra que tienda a proteger el periné se haya de
de protección de esta región y no porque ello' tuviera
producir Ir·remlsiblemente el .desgarro, o, por el contraque ocurrit· Indefectiblemente.
rio, que por llevar a cabo la maniobra, éste no se ha
Habia solicitado por aquel entonce~uatro afias-una
de producir.
¡nternldad de A, p, D. Y como es consiguiente, por na
¿Quién no ha tenido ocasión de ser llamado a la
haber en tu localidad comadrona titulada, tuve que en·
as,lstencia de un parto cuan<lo la cabeza ya había atra·
cargarme de la asIstencia a ·lcs partos, Siendo, por el' vesado la vulva, e ineiuso el feto había sido expulsado,
motivo referido, desde los primeros momen,tos mi ma.
y habiendo CEtado la mujer en manos totalmente pro·
)01' preccupación proteger el periné, en evitación de 10
fanas que nada han hecho por evitar el desgarro, éste
'Iue ocurrió can mi esposa. Ultimamente me preocupó
no por eso se había producido?
más aun si cabe, al quedar mi mujer en estado por se·
No, el desgarro se produce cuando, concurriendo de·
gunda vez, pues receroaba lo tIue se me había advertl·
terminadas clrcunstan'cias, como falta de elaRticldacl de
do de que volvería a ocurrir el desgarro y, como en esta
loo músculos ,perin-eales, salida rápida del polo fetal, et·
uaslón habria de ser yo mismo el que por lo menos
cétera,· no se tJoman ciertas medidas efllCamlnadas a
tratara ae evitarlo, me dedique cn mayor afán al paso
<!vitario, en la medida de lo posible, Casos habrá en
quc me documentaba en el siempre difícil arte obsté·
que haya de recurrirse a la episiotomía para evitar
trico a enc"ntra~'~una maníobra que fuese lo más eficaz
esa rotura del periné, que siempre cicatrizará peor y,
en el mom"DJto de ser atravesada la vulva por el polo '. sobre todo~ el' que el" oesgarro llegue a interesar el es·
letal de presentacIón', para lo cual me proporcioné dis·
fínter anal y algunas veces el recto con toda su cohorte
tintas obras de obstetricia, encontrando al fin lo que
de secuelas si ,luego la sutura fracasara: Incontinencia
deseaba, y debo decir que es el éxito que obtuve con
de materias letales, ¡dem de los gases Intestinales, etmi esposa al conseguIr que no se produjera el desga·
cétera, además de que al no cicatrizar el desgarro por
1'1'0 anterior, el que me ha movido a eSlCribll'l estas lineas
primera IntenciÓID. quedaría un periné acortado, una
con el solo deseo de poder Ser útll a mis compafleros,
vulva muy abierta y siempre una museulatura del sue·
exponiendo a continuación la maniobra, que trataré de
lo de la pelvis sumamente débil, predisponiendo a la
explicar lo mejor posible, y que no dudo que obtendrán,
mujer a futuros desgarros y a prolapsos genitales.
,Iempre buenos resultados.
Es, por lJodo cuanto queda dicho, el que sea absolutamente necesario .para el que asiste a un parto el hacer
Al conjunto de par:tes blandas formadas por diversos
cuanto esté de su mano para evitar que se desgarre cl
planos de músculos y aponeurosls que, forman el suelo
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perln" y, cuando no lo lograra, repararlo Inmedlatalnen te por una buena sutura.
Para la protección del perlné se acontiejaua el .;osle·
nimicnto de éste, Impidiéndose su rápida distensión por
la aplicación de una mano sobre el mismo. Esto, que
parece tan natural, no deja de ser ,un gran errar, ya
que con ello no se logra más que en parte el evitar
la brusca distensión del periné.
Hoy se procura, en primer lugar, no sostener el periné, sino a la cabeza del feto, procurando que el desp"eodimiento se efectúe lentamente y, en consecuencia,
pueda ser utilizada la elasticidad del per.né, evitando
asl que una contracción demasiado enérgica del útero
haga saliT rápidamente la cabeza.
Al tratar de sostener ia cabeza, se procurará que el
perlmetro cefálico más pequeño posible sea el que a traviese la vulva; es decir, el correspondiente al diámetro suboccipitofrontal <S. O. FJ que, desde la nuca, alcanza el punto más prominente del hueso frontal, y
mide 11 centlmetros, correspondléndoie un perimetro de
33 centlmetros; esto se l:>gra generalmente de una manera espontánea, pero si asi no fuera porque el occipucio no avanzara como es normal que lo haga en el
CUf30 del desprendimiento de la cabeza, entonces nos·
otros hem06 de actuar sobre ella de forma que sea primero ei occipucio el que salga sobre el perin", antes
que la frente, procurando que sea el surco de separación de la nuca y ei occlpuci:> el que haga de punto de
apoyo y sea desprendida lentamente luego ei resto de
la cabeza.
Prácticamente, e3ta protección del periné se efectúa
del siguiente modo:
Cuando ei periné empieza a distenderse porque ya la
cabeza prese" ta Wl extenso casquete a ia contracción
uterina, colocamos la raíz de la mano izquierda sobre
e. pubis, y con ia punta de los dedos de di.ha mano se
empuja la parte anterior del cráneo, para así acentuar
la flexión de la cabeza y lograr se desprenda ei occipucio. Conseguido esto, se rechaza el tubérculo uretral
atrás y con el dedo se separan los tejidos vulva res de
ambos iados; entonces se ha de aconsejar a la mujer
que en la medida de lo posibie se abstenga de empujar,
abriendo la b~ca y respirando profundamente mientras
dure el dolor, para iuego que haya pasado la contracción. procurar el desprendimiento dei resto de la cabe·
za durante el intervaio de dos dolores, actuando como
sigue: el dedo pulgar de ia mano derecha se coloca a
un lado del perlo" y ai otro lado los restantes deuos.
de forma que abarquen la frente del feto por encima
úe los tej idos perineales, y se ejerce una pl'esión hacia
arriba, ordenando a la mujer que apriete moderada
mente hasta iograr que salga la frente.
Se pue<Je ayudar esta maniobra, y asl lo haremos
cuando na se consiga el resultado apetecido, ejerclen-d,
una ligera presión sobre la frente, empujanclo con lo>
dedos e'n la parte lnferiar del recto.
Este mecanismo, que bien practicado ~s de una sen~iIlez grande, resulta sumamente eficaz para la protec·
ción del perin;';, pues con él se cumpien las condicio·
nes precisas para evitar ei mayor tanto por cieoto de
desgarros.
Al10ra bien, se empezará a proteger el periné cuando
éste comience a distenderse, evitatldo así 9 ue la pro·
tección Impida nunca el normal desprendimiento de la
cabeza.
Por ú:tlmo, la conducta a seguir cuaoo) se tema que
la rotura del perIné es inevitabie, lo cual comprobare·
• mas fácilmente por estar éste muy distendido y sumamente páiido, inlclándose el desgarro incluso; «prote·
geremos» el periné practicando una eplsiotom la, para
lo cual, con una tijera recta, se da W1 corte de dos
o tres centlmetros en direcciÓn> de la tuberosidad is-.
quiática a una distancia aproximada de un par de cen°
tímetros de la comisura posterior de la vuiva, corte que
debido a ia gran distensión y a lo anemiadcs qu~ están los tejidos es casi indoloro y siempre preferible al
desgarro, más extenso, con todas Sus consecuencias, que
se produciría de no efectuar ia episiotomía.
Una vez terminado el parto y extraída' la placenta,
procederemos a suturar si hubo desgarro o bien hicimos
episiotom\a, efectuándolo con ias debidas medidas de
asepsia, que todos conocemos: rasuramlento y desinfec·
ción de la zona a suturar, ete.
BIBLIOGRAFIA
DR. D.
JosÉ
MARiA
RUIZ-CONTRERAS:
El parto normal y
él dist6cico.
DR. D.
RAFAEL
CABRERA
nóstico
MILLET:
precoz
DR. D. CtmELLS
BLASCO:
DR. D. ADOLFO
LAFUENTE:
El parto normal y diag·
del pm·to dist6cico.
Compendio de obstetricia.
Guía médica de urgencia.
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I
ENFERMEDADES TROPICALES
POi
MELlTüN SAENZ ORTIZ
(Sevilla)
A mI buen am'04 el ilustre Dermatólogo
doctor don Jesús Muñuzurl Galindez, con
todo el cariño.
nuestro Boletin del mes de agooto del afio 1946
enlacé unos párrafos refiriéndome en aquella fecha
al Pian, enfem1edad tlroplcal infecciosa, contagiosa
y especifica, cuya etiologia, slntomatologia y tratamJel1'lO debe conocer el auxiliar del médico (muy especialmente los que ejercen en la lucha antivenérea), por ser
'u lesión Iníclal comparable con el chancro sifllHico.
Hoy, y Slll abandona.. los trópicos, también quiero enlazar otros parrafltos haciendo alguna referencia del
Bub6n Tropical y la Verruoa Peruana, para que los
buenos compafieros tengan ligera Idea de ello, al tener
que ejecutar órdenes facultativas en la curación de ambos, que, aunque muy escasamente, puede... «más de
una vez suceden.
E
N
BUBON T'RJOPICAL
Es frecuellte su aparición en paises cálidos y en regiones pantanosas sin nInguna relación con Infecciones
genitales ni con heridas de loo miembros abdominales.
Empieza la eTl'fermedad con un dolor gravativo en la
región inguinal, que coincide con el aumento de volumen de los gangllos linfáticos, llegando a formarse una
tumoraclón que, 1III1a vez reblandecida, tiupura. El estado general está afecto, pues la temperatura oscUa alrededor de los treinta y nueve grados; hay artralglas
lnÍ11t!ples y malestar general.
La evolución del bubón dura unas tres o cuatro semana&, pero la fistula resultante puede tardar varios
meses en cerrarse definltlvamente_
El diagnóstico se hace a base de la falta de antecedentes venéreos y tuberculosos, y, en caso necesario, por
las reacciones serológlcas de la sifUís, que serán siempre negatJlvas; siendo estas Incumbencias exclusivamentP. del médico.
~ enfermedad generalmente benigna. pero <lebe tra1;11'80, sin embargo; POT medios cruentos, slenño la extirpación <lel bubÓlIl lo más preferible.
VERRUGA FlERUANA
Esta. er>fermedad. llamada enfermedad de Carrión. está
Iltnltada a los valles del Interior del Pern, no tiene carácter epidémico. y se le encuentra en el norre v centro de dicho pais, pero que con la afluencia turlstlca
a nuestra patria en esta época no seria dificil el encontrarnos con algún ca,p, y precisamente por ello son
mis deseos que mis buen'os compafieros Auxillares médicos tengan cHn!camente breves conocimientos de ella.
Se presenta bajo dos fOTmas, la benigna y la maligna.
llamada fiebre de la Orova.
La verruga benigna c~mlen7.a pr,r malestar general.
oeralea, fiebre remitente o ir>termltpnte. artralgias v una
~rupcl6n pruriltlnosa. Dkha VerM'lta a'Par""" ñehalo ñp
la piel en forma de una pequefia eminenda formada
r~OVEOAD
por una nudosidad roja indolora y sesil, cuyo tamaño
varía desde una cabeza de alfiler (verruga mlllar) hasta una lel1 teja \ verruga nodular), pudiendo alcanzar el
de Ur> huevo de palcma.
A medida que la verruga aumenta de volumen, la piel
se distiende surcando por ella vasos que le dan un color rojizo, la epidermis que le recubre se vuelve cór_
nea, estratificada, formándose capas espesas y tomando
entonces el aspecto' verrugoso. En este mcménto. el menor contacto la hace sangrar.
Las verrugas asientan de preferencia en la cara y en
las partes extremas de los miembros. Su duración es de
dos a tres meses.
.
La verruga maligna se mlcia violentamente COn maiestar general, fiebre alta de treinta y nueve y cuarenta grados, Intensa cefalea, anorexia, sed ardiente, náuseas, artJralgias, raquialgias, calambres e Insomnio. La
fiebre que es continua resiste todos los tratamientos;
pallGez general y progresiva del semblante con expresión de intranquilidad y angustia.
El enlermo sumamente agitado cambia constantemente de decúbito, sir> levantar no obstante la cabeza, por
el estado vertiginoso que sufre.
Palpitaciones, pulso pequefio y depresible, más.. hepatomegalia dolorosa son los sintomas que JÍldican que
la Infección ha Interesado el aparato circulatorIo.
El s'lntoma predominante en esta forma clinlca es la
anemia, tan intensa a veces, que puede encontrarse ej.
fras de un millón de hematies por milln1etro cúbico y
aún produclr la muerte por frltensa anemia aguda.
Si el enfermo consigue resistir este grado. y en especial la fiebre y la anemIa, el cuadro cHnleo decrece en
Intensidad. aparecler>do el emado eruptivo, que ca~o de
generalizarse permite e~perar la curacIón.
Esta enfermedad predomina en épocas calurosas y húmedas, y la Incubación. insidIosa. es de unas tres sema'l1'as. La fiebre puede recordar algún tipo palúdico,
pudiéndo ir as<:>cladas. ~ier><fo la mortalidad del diez al
cuarpnta por ciento, más frecuente en el curso de la
segunda o de. la tercera semana, preoentándose la muerte en plena forma delirante.
La etlologia Incompletamente dllucida admite en que
el «Bartonella Baclllforme», elemento endoglobular. cuya
presencia consta<r>te en la sangre de les enfermO" afectos gravemente de Verruga Peruana sea el germen causal. Acaso las formas benignas no tengan la mi-sma
etiología.
El tratamIento se ha hecho administrando Inyecciol'.es de Arsenobenzol y Noverse11'Obenzol Intravenesas.
pero como esto es exclusivamente nel criterio de lo.
sefiores médicos. TIl,Histra misión también queda exclu~Ivampnte llmltada. a cumpllr COn exactitud y cariño sus
mandatos.
TER t\ PE' JTICA
CALMANTE
A1odel'11o analgésico en el que se utiliza la
Vi/umillo B" lJode1loso tónico nervioso, asociadu al Acido Acetileno y a la Cafeína.
I
VITAMINADO
I
Suprime el dolor y tonifica
los ne·l'v¿os.
29'
Por MANUEL DE LA IGLESIA ESTEBAN
Practicante del .Hogar Provincial de Niños de Zamora.
vuelvo a asomarme a las páginas de nuestra REVISTA para hablaros de un tema que si no
es de actualidad, encierra su conocimiento una serie de ventajas para los que ejercéis nuestJra profesión
rU1'al, ya que para vosotros van estas .líneas, en las
que voy a tratar de ~a. Estomatitis de Muguet o «mal
blanco», como se dencminaba en la antlgiiedad, y que
estú caracterizado por pequeñas gram1laciones, semejantes a pequefios fragmentos de leche coagulada~ diseminados en. la b:ca de los niños y producido por un parásito que recibe el nombre de Muguet, dicho parásito
es un hongo perteneciente a la familia de los lI'liyomicetis, orden de los Ascomloetos; se parece mucho a las
ievaduras, pero se dlstingue de ellas en que no hace
fermentar los lIquidos azucara<los. El Muguet se obser·
va con mucha frecuencia en Ics nlllos de pecho, que
sufren trastornos digestivos y tienen saliva ácida.
Todo cuerpo extraño introducido en la boca del niño.
dLslinto del pezón, puedé favorecer el desa1'l'ollo del
Muguet: la alimentación cen biberón, el destete prematuro, las gastroenteritis y la a-trepsia, que de eUos resulta son causas eminentemente favorableS al desarrollo
del Muguel, que es contagioso, y el contagIo se hace
po" los biberones o per intermedio de una nodriza que
dé el pecho a varios> niños.
El Muguet es muy raro después de los dos años. Antes de que aparezca, la mucosa de la boca toma un
color rojo oscuro, esta colab:>ración comienza en la
pun ta de la lengua y después se extiende a toda la boca,
que se pone seca y viscosa, la lengua, descamada, está
erizada de papilas ásperas, y da al tacto ia sensación
de lengua de gato, la reacción de las partes enfermas
es ligeramente ácida, el niño éStá molesto en el mo·
mento de la succión, y mama dificilmente; generalmente aprieta los maxilares. Al cabo de dos o tres dlas apare<'en placas de Muguet; es Ull senililero de pequeñas
borlas redondeadas de color blanco brUlante, comparables a granoS de sémola; se reúnen formando placas
en ocasiones extensas y gruesas.
El Muguet se desarrella al principio en el dorso de
ia lengua, <lespués en la punta y ios bardes, la cara
interna de las mejUlas, los labios, la bóveda palatina,
y alcanza por úLtimo a la cara J.nterna de las mejUlas,
ocupa el triángulo correspondiente al espacio i'llterma-
N
lJEVAMENTE
~
\l4LENcl~
30
xilar y tiene el aspecto de leche ""\Jajada en la bóveda
y en el velo del paladar; se presenta bajo la forma de
placas lisas y a veces circinadas.
Su evolución es variable, unas veces se extiende pngreslvamente y tiende a invadir órgaoos profundos, y
otras veces las pl"cas disminuyen de extensián. la m ucosa se pone húmeda y la saliva se alca:inlza.
Aparte de los trastornos de la suCción y. de la deglu·
ción, puede decirse que el Muguet no determina ningÚll sintoma funcional; se ha descrito una forma li·
gera acompañada de accidentes gastro-inlesunales pasajeros (diarrea, eritema glútea) y un:l forma grave en
los nifios afectados por trastornoa digestivos persls'
tentes.
En realidad, ei Muguet es el mismo en los dos casos
y más bien cOl1Secuencla, que causa de los· accidentes
cbservados.
El Muguet siempre tiene un prooostico lP'ave, pue.,·
to que casi no se desarrollá más que en 11.\fios caquécticos; cura bien y muy fácilmente en niños contamina·
dos accidentalmente y que sufren ligeros trastornos digestivos. Sólo én casos excepcic.nale& (supuraciones, septicemias oidianas) el Muguet procede como una enfermedad general y no como una simple lesIón local, y a<lquiere por si mismo verdadera gravedad.
Las condiciones en que se desarrolla el Muguet, la
sequedad y acidez de la boca, la descamación lingual y
las placas blancas formadas por el parásito hacen dc
ordinario el diagnóstico fácil, casi no puede confundirse
más que con grumos de leche, pero éstos más limitados
se quitan más fáclimente con un pincel, mientras quc
el parásito es .más adhesivo.
En cuanto al tratamiento del Muguet, se debe en pri'
mer lugar tratar los ~stor.nos digestivos, causa del Muguet, cosa que entra dentro del terreno del médico, y
en segundo lugar tratar localmente la estomatitis; al·
gunos médicos aconsejan el lavado de la boca con una
muñeca de algodón. recubierta <'le una gasa empapada
en una sustancia nociva para dichos h<mgos (ácido bórico, biborato sódlco en gllcerina al 2 por 100), y 1",
pinceladas con violelJa de genciana al 1 por lOO, y, por
último, nosotros empleamos, y con gran resuitado, la
bolita de algodón empapada en una solución de bicar·
bonoato sódico al 10 per 100 con agua destilada, medio
más simple y más efecUvo hasta la fecha.
Lei.hmanio.i. o Kala.azar infantil
Por VICTORIANO RODRIGUfI
Practicante Licenciado en Veterinaria'
A todos los Prácticantes ,-umles que con
su estudio ~, esfuerzo co"tribuyen a la mejora
de la salud pública de nuestra Pat,-ia.
~Ii;; queridos compaileros: Os dedico estas líneas para
haolaros de una de las val-ias eonfel'medades que se transmiten del pen'., n.l hombre, quizá se le conce<L~ -poca
Importancia el> España; pero que la tiene es cierto, ya
que de esta enfermedad se dan cas_s en ",uestro pals,
>ubre todo a lo Jargo de la costa levantina.
Ea dicha enfermedad, en el año 1900 fueron descubiertos por los Ingleses Leishman y Donovan, las le1shmanias en calldad de agentes patógenos, causa'ntes de la
enfermedad negra o kala-azar en la India, a dicho prc-!<Yl.,() Ross denominó L. donovanl. Pianese, demostró asimL<mo que la leishmanlosis infantil, qU2 se presentaba
en toda la regló, del Mediterráneo era 'debida a la. L.
in'fantum. Además Whrlgtlh y Marzinowsky y Bogr~v
demustraron que la enfermedad llamada botón de Orien- .
te de Delhi o de Alepo era producida por un protozoo
análogo L. lI'6pica, parece ser que 'esta últln1a oonstituye una variedad especial, asi ccroó las anterioreS pertenecen a una misma espede (según Laveram):
La, primeras leishmanlas halladas en perros fué en
IfIOH por Nicolle y Compte y Marceaux el> perros de Túnez, luego se encontraron en otroo pun·to(¡· de la cuenca
Mediterránea, como en EspaJia (Alvarez y Silva), Roma
y Sicilla (Bas>le), Grecia (Cardamatts), Malta (Babimgton),
,ur de FrancIa, A>rgelJa, IJ'ranscaucasia, Turquestán y en
la India.
Quién de vosotros 00 tiene en su casa un perro, o
oien clientes que tienen perros, ya paTa guardar su casa
o como capricho, claro es que no es cosa vuestra hacer
el diagnóstico de un niño o de un perro, pero si es clerlo que en muchos de lcs pueblos que estals tenéis que
haeer en diversos oCasos de médico, veterinario. No creo
que os importe leer estas lineas, ya que de un modo
claro y sencillo os in-dicaré en lineas generales, el modo
de hacer el dia,gnóstlco y tra :amiento de esta enfermedad, para que cuando os e~contré1s solos hagals una
"ez más fren te a la sitúación y podais salir airosos y
con éxito.
Algunas de las cooas que leals en dichas líneas, será
la primera vez que lo olga.is, ,pero ¡por ~r COSas de
rultw'a creo que os interesará. Por ser el perro un reS<'rvorio natural de lelshmanias, y atacar a dicho animal en todas las ed'ades, pero con preferencia jóvenes,
en vera'co y en loo perros abandonados y mal alimentados. me referiré a deciros algo sobre dicha enferme- •
dad. pasando después a un estudio en el hombre y por
último tratamiento y profilaxis de esta enfermedad.
PARASlTOLOGIA
Las lei hmall1las son protozoos ovales, inmóviles, aproximadamente de 2 a 4 micras de largo y de 1,5 a 2 de
ancho, provistos de un núcieo grande, redondeado, que
por el procedimiento de Giemsa se tiñe de ,rojo claro y
oontiene un pequeño corpúsculo parabasal, de forma bacilar, que se tiñe de violado oscuro. Viven parásitos en
las células reticuloendoteliales de los árganos ínternos
-eIel animíll enfermo (rugado, bazo, ganglios I1nfáticos,
lcélera), y más rara vez f'n los leucocitos de la sangre
rculanle.
Los cultivos artificiales se preparan diluyendo el jugo
esplénico (bazo) oon solución de citrato sódico al 10 por
100 (Roger), O bien sembrando en aga~ cen sa'ngre de
conejo (Nicolle), llevándolo a la estufa a 22' C., creciendo a los <los o tres dlas, en forma de esferas grandes,
algunas de ellas prO'Vi bas de un flagelo.
SIl TOMAS EN EL PERRO
El contagio natural al peno se ,'ealiza por medio <le
inséctos transmisore3, especialmente por moscas del género Phlebotomus, garrapatas, as! como otros ectoparásitoo (Demodex). Ante un perro scs;pechoso, vuestra con·
ducta será· el llamar al veterinario, pero s.i estáis en
un pueblo que DO existe, no os será difícil diagnosticar, tenlendo pre;ente que se pued_ presentar dos
cuadros cHnicos diferentles. Uno, la forma visceral sin
manifestaJiones cutáneas; enflaquecimiento con una queratitis, aumeJto del volumen del abdomen, diarrea, parállsls del tercio posterior y trastornos respiratorios. El
otro cuadro Clfl1ico es la forma cutánea, que suele ir
asociada a la ferma anterior, más u", cuadro de eczema
descamatlvo, depllación aJ.rededor de los párpados y en
las orejas, úlceras a nivel de los relJeves óseos, cspa·
cios lnterdigi la les, .borde de la oreja y extremo de la
cola. El crecimiento exagerado de las uñas por perlónlsis es un sintoma típico de la enfermedad,
En caso que se qui~a afinar se aocude a la reac·
clón de ¡formol-gellficación. Para eilo se toma sangre
del animal sospechoso, de las venas 8'Ubcutá'l1ea anterior
del antebrazc>, o sea en el miembro anterior y lado in·
terno. O bIen en la safena externa, que corre traooversal de fuera adentro y de abajo arriba por In cara
externa del tercio infero-externo de la pierna. Todo
eilo se hace tumbando al animal en decúbito lateral,
prevla sujeción, y compres.ión previa de la vena, la
extracción se hace en dos tiempos por ten-er la piel
gnlesa. La cantidad a sacar es de 3 oc, c., la cual se
deja coagular, tierna,ndo 1 c. c. de suero hemático, basta
añadir a dicho suero en un tubo de ensayo una gota
de formaliJ¡a' (formol al 40 por 100), formándose en caso
pósitivo una, jalea o ge~ opalescente al cabo de diez
o veínte minuto<>.
También se puede acudir a la observación microscópica pr2vla tinclón,
CONTAGIO DEL PERRO AL HOMBRE
En cuantas casas juegan los nlfiOS con perros y sus
familiares, no saben las consecuencias que puede traer
dicha diversión. Pues aparte de la transmisión de la
leishmanlO'Sis (sobre todo la forma cutá'"ea), pued~ \Ser
el perro propagador de otras enfermedades, como rabia, tu'berculosls, leptospirosts, dando lugar' a la enc -1'medad de WeU, o bien huéspedes intermediarios e
la
evolución del ciclo de clertas teniasls, como es el de
la Taenia 6chinococc'U.S', cuya forma larvada vive en el
higado y puImÓ'll del hombre.
El contagio puede ser directo o iIlldirecto. N o os ha·
blaré de la patogenia por ser el tema un poco extenso.
SINTOMATOLOGIA
Como indicamos anteriormente, dicha enfermedad es
producido por la L, ínfantum, es raro que ataque en
los adultoo (algún caso se ha descrito), se suele pre·
sentar con relativa frecuencia en los nmos de uno a
siete años Suele aparecer un cuadro con trastornos digestivos diarreas), fiebre irregular, can varios aCCesos
en el dla, a veces grandes oscilaciones t1érmicas (en zo·
nas palúdicas han podIdo tomarse por paludlsmC\S atipicos); gran esplenomegalia y hepatomegalia moderada
(.Inflamación del bazo e hígado); piel pálida, terrosa,
31
con edemas en párpados, manos y pies; hemorragias'
en mucosas, con estomatitis y gingivitis, hemorragias
mucosas, anemia, mal estado general. Leucopenia, inversión del equilibrio leucocltarlo en provecho de los
monon ucléares.
D~AGNOSTrCO
Del suero de los enfermos se toma·n 2 c. c .• agregán·
dale dos gotas de formol a unas 20 gotas de suero, obte:n1éndose un gel blanco en caso positivo.
Cuando se sospecha de kala-azar se acude a la puncl6n del bazo, examinando la pulpa, y si se encuentra
la Lelshmanla el diagnóstico es cierto. Hoy dia, a cau·
sa del peligro o dificultad de la punción visceral. se
acude a la punción esternal o a los frctls dérmicos;
para esto último se raspa tangenclalmente con un vac1nostllo una zona de piel de unos 2 ó 5 cms. de diámetro; se descubre una superficie rosada, húmeda y
no sangrante; después, con un nuevo vaclnostllo impreg_
nado, se hacen extensiones. Para su coloración se acude
a la de Lestoquard. Fijación con alcohol yodado al
1 por lOO, durante cinco a diez minutos; actuación de
una mezcla de una gota May-GrUnwald y una gota
Glemsa R. A. L. por c. c. de agua destilada ácida durante cuatro horas.
Estos pará91tos se encuentram acanb<>nados principalmente en todo el aparato retículoendotelial del bazo,
y aunque en menos proporción en hlgado y medula
ósea.
TRATAMIENTO
Las zonas más afecta<ias de Espafia son: toda la costa mediterránea, Catalufia, Valencia, Andalucía y Murcia; claro, ello no quiere decir que n o se dé en otros
puntos. Se pensará en leishmanlosls cuando un nlfio
con los caracteres más o menos completO" anteriormente
sefialados. También en supuesto paludismo en nlfios
pequefl05 que seam refractarios a la quinina mejor administrada, será otro dato de sospecha de que no sea
paludismo.
Todo el tratamiento gira alrededor de los compuestos de antimonio. Ya con el tartrato emético bajó la mortalidad de de un 90 por 100 a un 20 por 100. Hoy, con
el hexonato de antimonio y mejor en su forma oleosa,
la mortalida<i oscila en un 2 al 5 por 100.
Voy a sefialar los preparados comerciales 'y vías para
Su aplicación. Stibenyl (Stilbacetlina). expedido en ampo_
llas, sólido, se disuelve en agua destllada y se puede
poner Intramuscular, comenzando por 10 ctgs. Y pudiendo subir a la 3." ó 4." inyección (en dlas alternos),
se puede poner de 30 á 40 ctgs. de sustancia activa.
Neoestlbosán (693 B) es muy activo y poco tóxico,
constituye hoy quizá uno de los mejores tratamientos.
En ampollas de 10 ctgs., se disuelve en agua destila-
01 n
PROFILAXIS
No es raro encontrar lelshmaniosis visceral y cutá·
nea humana junto a la canina. Por ello esta enferme·
dad zoonósJca, por no ser enfermedad curable totalmen.
te en los perros y ser ellos peligro para el hombre o
bien 'para otros animales (por Sergent. Lombard y Qui·
llchln1, se han hallado leishmanlas en la medula ósea
de un gato. También por PaoUs en las ovejas de Apulla
y por Bennet en caballos de Sudá'n) es por lo que en
las zonas endémicas se exige el sacrificio de los perrf.
Infectados y el examen. periódico anual en el mes de
abril, a la reacción (le fonnol-gelificación. para luchar
contra dicha eT"ñermedad.
BIBLIOGRAFIA
DíAZ UNGIdA:
Parasitología, 1947.
HUTYRA y MAJlI'K: Enfermedades infecciosas, 1947.
B. LoRENZO Vr.I.¡{:J;QUEZ: Formularío, 1951.
B.
LORENZO VrLÁZQUEZ:
Fanr¡acología 11 7'erapéutiCfl.
1951.
escribano lee su sentencia de muer/e n un gi/"no:
./}> ur
.
da y se pone intramuscular. Cada dos dias, la dosis au·
menta siempre que la tolerancia sea buena. vía intra·
muscular.
Anthiomalina (Specie). A base de antimonio tiuna·
lato de litio; ampolias de 1 y 2 c. c., IntramU9Culares,
por ser la solución al 6 por lOO, lleva cada c. c. U1
centlgramo de antimonio. .Suelen ponerse 2 ó 3 Inyec·
ciones semanales.
Urea-estibamlrra en dosificación de 5 a 10 ctgs., cada
d
o tres dias, via intramuscular.
Soluestlbosán (Bayer) a base de hexonato de antimonio, 0,6 c. c. de soluestlbosán concentrado por Kg. de
peso y repartido en 10 Inyecciones. una diaria, ampo·
llas de 6 c. c.
Hoy dia, en Franocia y América, se aplica la PI"
pamldina (diamidinodlfenoxipropano), a dosis de 1 ó 2
miligramos por Kg. de peso del enfermo. Vía in'ra·
muscular y la soluciÓDJ se inyecta recién preparada. Una,
tI''''' semanales y en series de Ji; ó 20 inyecciones,. han
dado un éxito sorprendente.
En el caso del B~tón de Oriente (Jeishmaniosls cutAneas), pueden dar excelentes resultados las Inyecciones
Intrafacales del hexonato de antimonio concentrado (Soluestlbosán), Vilanova, 1943; Fernández Castanys, 1943·
45, lo han empleado a razón de 0,4 c. c. de este pre·
parado por cada 10 Kg. de peso y recubriendo con co·
loidón.
Al cabo de pocas inyecciones se nota la mejoría en
los casos de kala-azar; la ,fiebre 'cede, el estado general
va mejorando lentamente; el apetito se restablece y al
cabQ de cuarenta o sesenta dlas. el enfermito puede
encontrarse en estado normaJ, hasta el punto de haber·
se reducido el bazo a sus dimensiones fisiológicas.
tanfo In sala ha tenido a bien cOlldeno r/f' a muerte en g(urote vil».
-Oiga ozté
-illter~utnpe el gi{fLllO-
;;Í
h"bienrlolo t""lao a bien, 1"
~al" ';'".//(/" 'lile
IlU
den garrote, ¿qué le hacen a un hombre cuando la zaLa lo toma a mal? .
a
Valoconltridor y anti.,ptico.-En corizal, obltrvcci6n
na.al, rlnili., ole.
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32
EL P'A R .TO NORMAL
P.r GA SPAR GRANADOS RUlZ
Practlcant. de A. f'. D. por oposiCIón
/
No será de gran interés esta materia ,para
aquello:; compañeros que
ejerzan la profesión en
grande:> poblaelones pues
como de todos es sabl·
do, queda limitada esta
actu:lción a poblaciones
menores de 10,000 habitantes. Sin embargo, ya
que esta lirnltación excluye de Su ejercicio a una gran parte de Practicantes,
estamos todos obUgados a poseer ciertos y elemen taÍescon _cimientos en esta rama, 'Puesto que en nuestrO' tftulo profesional leemos lo' siguiente: «Titulo de Practicante autorizado para la asistencia a partos normaJes.\
En la ac-tuaUdad, com el vigente Plan de estudios, no
se pc"""n suficientes conocimien tos para la asistencia a
partos normales, sobre todo en los medios rurales. Esto
es debido a la falta de una especialización ,propia, y exclusiva en est!a materia, de una manera eminentemente
pr~ctica para aquellos profesionales que haya.n de ejercer en poblaciones donde no exista matrona titulada.
Se nos dirá a este respecto: Si nos encontram09 ante
lBl caso concreto de parto, ya sabremos salir del «apuro.; de la misma forma que lo hacen sm conocimiento
alguno el> la materia las parteras o mujeres que se
dedican a coger los niños, la clásica comadre que, de
una manera rutinaria, heredada de sus antepasados, sin
medios de asepsia ni escrúpulos, ya que todo lo que sea
limpieza brilla por su ausencia, ccn una mezcla de supersticiones, embi-ujos y fórmulas fáusticas, tratan de
dar una explicación más o menos satisfactoria al, defecto de téctl!ica y Umplea:a (en lo posible) que deben
presidir estos actos.
E! Ideal seria que toda mujer diese a luz en la Casa
Maternidad, y muy especlalmente aquéllag en cuyas viYlendas no existen los medios higiénicos prcrplos e indllpensables para estos fines (luz, ventilación, agua comente, retrete, etcJ y que de manera especial se carete en lOS pueblos. J70r ser estas causas desfavorables,
/lUestros éxitos será" debidos a una extremada asepsia
limpieza en todos los actos del parto, desde el princihasta el final, y sobre todo que no se vea nunca
lila dU<k1 ni vacilación, antes a,1 contrario, gran segud en todas las manipulaciones.
De siempre ha sido el embarazo y parto materia apta
crear en torr>:> a él una serié de augurios y pro!eclas, sobre cómo va 'a desenvolverse el parto, deducidos por ciertos slgnOS que interpretan a su manera
ante el transcurso del embaraw, Además, también
atreven a predecir hasta el'sexo del nuevo ser, mezdo esto con un aparato de supe1'9ticiones relaeloCM Ilunas y fánnulas más o menos embrujadas.
Hoy día van desapareciendo estas creencias; pero quemuy arraigadas, en ciertos lugares donde reinan
traw y la incultura,
Ya cEI Lazarillo de Tormes?>, joya de la ncvela pica, n03 habia del ciego' que se ganaba la vida exdo estas artes, de las que mañosamente sacaba
comer. He aqui descrito magistralmente uno de los
bello, pasajes:
la
ber oracio"es para muchoo Y . diversos, efecpara mujeres que no parian, para las que estade parto, para las que eran mal casadas, que sus
06 las qulslesen bi~n; echaba pronósticos a las
da., si traian hijo o hija. Pues en caso de Medldecla, Galeno na supo la millad que él para muelas,
, males <l." madre, Finalmente, nadie; le decía
r alguoo pasión, qUe" luego 1!10 le 'decia: : haced
esto, haréis estotro, coged tal yerba, tomad tal ralz. Con
esto andábase todo el mundo tras él, especialmente mujeres, que cuanto les decla crelan.»
y -vam,," a concretarnos a nuestro tema. El parto
n:.rmal o eutócico tiene su comi~nzo con loo primeros
dolores o contraccionés uterinas, débiles y espaciados
en prir>cipio, haciéndose cada vez más fuertes, de larga
dura,ción y frecuentes según avanza el mismo. Reducción deÍ volumen fetal para acomodarse al conducto por
donde ha de salir; encajamiento de la cabeza del feto
en el estrecho superior para deslizarse sobre la oara
anterior del sacro, para-, ,->"a vez franqueado el estrecho
inferior terminar este proceso COlll la total' expulsión
deL feto al exterior, Este es el mament:> de mayor cui- dado y de actuación más oirecta, Fuerte protección de
periné para evitar desgarros; gran limpieza de los genitales externos.
.
Tendremos siempre las manos bien limpias y deslnfectadas, debiendo ir cubiertas con guantes de goma, a
ser posible estériles y no abarodO'l1arlcs hasta la completa terminación del parto.
Procuraremos a todo trance no utiUzar la «inyección
para terminar pronto», y que a grandes voces nos pide
la parturienta, ante el deseo de realizar este acto natural sin- dolores, y rápido,
Si nos viésemos obligados a hacer uso de la pltultrina,
empleada para, la contracción de la .:fibra uterina, lo
haremos. solamente en los partos con atonla de útero,
teniendo muy en cuenta y con gran certeza las siguientes condiciones: l." Encajanuento de la cabeza. del feto.
2." Dilatación completa del cuello uterino; y 3." Ausen'Cia de desproporción entre lOS diámetros de la pelvis y del feto. Como dosis a em,plear, de 1/2 l! 1 C. c. (5 a
10 unidades), subcutánea o intramuscular. Ante la duda,
es mejor abstenerse en absoluto de su empleo, aunque
no podam06 complacer a los famillares.
Realizado el desPrendimiento total del primer ovoide,
dejaremos d~ proteger el periné y ayudaremos con a,m..
has mimos la rotación ex-terna de la cabeza., favoreciendo asi la rotación interna del cu~rpo y pOsición normal
de uno d~ 10s."iJ,\l¡nbros que, una vez expulsado, el resto
del tronco sale ya con suma facilidad.
Gran cuidado con las vueltas de cordón que 'PUeda
ha,ber en el cuello del feto; actuar con suma ,ta,pldez
y pericia para evitar su compresión y subsiguiente Indicio de asfixia en el feto.
Me refiero en estas maniobras a ola presentación de
vértice en sus cuatro posiciones que, por ser la más
frecuente, es también la más normal (96 'Por 100 de los
c-aS<J&).
Terminado asl el prlmer tiempo del parto, pinzaremos
el cordón, cuando no se perciban los lallaos, a unos
cua;tro traveses de dedo a partir del ombligo, vclvlendo
a pinzar nuevamente, dejando un través de dedo entre
ambas pinzas, lo suficiente para cortar el cordón, Ataremos con nudo de cirujano y cordoncete de seda o
algodón asépllooo,
No se lavará, al recién nacido; basta secarlo con una
toalla. As.[ no des'.rulremos el vermis caseos<> que cubre
la piel del nifto, de gran riqueza vitaminica y que ha
de reabsorberse en su nueva vlda ex1lrauterina hasta el
comienzo de sus primeras mamadas o alimentación láctea
, subsiguiente
En los ojos, colirio a base de argirol al 5 por 100 o
m~rcurocromo en débil solución. Limpieza de las mucosidades laringeas con gasa estéril.
El alumbamiento es la segunda parte del parto, muy
lmportante. La extracción de la placenta no será for,zada, Dejar que se d€!'Prenda ,bien, por si sola; si no
lo oons~gulmos a su debido tiempo, haremos un credé
33
hasta la expulsión total y completa. Tengamos sumo cul~
dado no dejar dentro restos de membranas ni cotlledones. para lo cual examl'aremos det€'nidamente la pla'
centa.
Umpleza interna COn masaje y buena formación del
globo uterino. -81 h.ublese hemorragia por atonla uterina
8Ubslgul¡inie al ,arto. podemos emp:ear algún ..hemostá·
tico como ergotina, pltultrina, etc., asi como caIelna para
r~guJarlzar la funclón cardiaca aJn te la pérdida de sangre. SI ésta fuese muy copiosa, sueros Hayen o Ringen
(fisiológico) .
Por todo lo expuesto, vemos que el parto normal en
si es un proceso natural y no una enfermedad. Por
eso es un erro: el miedo injusti:ficado de muchas que
han de ser madres en el momento del parto, siendo
éste el fin natural de toda mujer casada. para el cual
la naturaleza las ha creado y desarrollado, dotándolas
de cualidades especiales para ello.
Lo ideai para el momento del parto seria elegir una
habitación espaciosa aireada y clara. Naturalmente. en
lOS medios ruraJes es muy dificil esto, y. generalmente,
nos encontramos co, parturientas cuyo l~o se halla en
una habitación de dimensiones Teducidas. mal aireada y
sl1uada casi siempre hacia el patio.
La ropa de cama deberá estar completamente limpia
y bajo elfa una tela impermeable. Desecharemos esos
papeles gruesos que la mayoria er'J,Plean, ya que esto
es un nIdo de microbios, pues muchas veC€S han servido,
por lo general, para envolver paquetes. .
Dispondremos en todo momerrlto de algodón en abundancla, gasas en 'compresas estériles, alcohol. botellas
con soluciones de permanganato potásIco, subllmado, llsofonno, etc., as1 ccnño jabón 'para el lavado de las roa·
DOS yagua caliente abundante.
El instrumental (no deben faltar por lo menos UI
par de pinzas de oocher y tijeras) se Hameará. exceptl
el de corte, que lo desinfectaremos por inmersión •
alcohol puro.
Si obramos con método y limpieza, evitaremos la iDfecclón, cuyas consecuencias, la fie]:>re puerperal, es
de las enfermedades más graves y peligrosas. hoy alenuada e~ gran parte con el empleo de la penlclllD
El paso del fete> a través de las estrechas vias naw.
hace que la mucosa de éstas se llene de finlslmas
garraduras, pequefias heridas propiamente dlchas. T
herida abierta puede ser infectada por la penetración.
ella de ciertas bacterias (cocos, bacilos, ete.}. Al ha
infección, nos encontramos con un proceso febril.
aqui la explicación de una higiene extremada y rlgur
de tod" lo que entre en contaetlo con la ,parturien
debiendo hallarse. todo en perfecto estado aséptioo
sentido quirúrgico.
Finalmente, termLnoado el parto, limpio y bien f
mado el globo uterine, cohibida la hemorragia,
hubiere, nos fijaremos bien si se ha producido
desgano en peTiné. procediendo acto seguido a
rarlo. ya que éste es un factor muy importante.
.hacerse lo más reciente posible a la terminación
parro, pues as! se podrá efecliuar con poco dolor p
la paciente.
BIBLIOG-RAFIA
«Higiene de la mujero. Dr. W. ,S. Flatau. 1923.
«Las Carreras Auxiliares Médicas». Dr. Emillo Alonso
Garcia 'SIerra. 1945.
«Selecciones de Técnica BloterapéutlcaJ.
del lJnstituto Llorente. 1950.
111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111/1
ESTADOS COMATOSOS
Por JOSE COLTELl RODRIGU
(Valencia)
En gran número de procesos' morbosOs se presenta
el coma en su curso, al PTinclpio o al fin de la enfermedad.
Aqui analizaremos algunas' caracter!stl~ de los prtn.
clpales estados coma tosos.
En general, e:¡ todo estado comatoso suele haber una
alteración de. la m:·v1l1dad y pérdida de la sensibilidad;
el sujeto yace inerte, como sumido en un profundo sueño,
Es siempre fundamental obtener los antecedentes del
sujet.o por los familiares y compafieTos.
Al individuo en estado ocmatoso realizaréis, con gran
serenJdad, una detenida exploración.
Examen externo (¿hay heridas?l.-Examen de cavidades (boca, nariz, oldos, etc.).-<llor del allento (alcohol,
ace·ona. cioroformo, etc.).,.-Sistema nervleso (pupllas, reflejos, Kernlg, etc.).-Aparato ,respiratorio (tipo respiración, congestión pulmonar, neumonía. etc.J.-Aparato
circulatorio (tensión, pulso, auscultación de corazó;ll. et·'
cétera).-Abdomen (defensa musoular, hígado, vejiga, etcétera).-Temperatura.
Si 1>0 se llega en esta primera exploraolón a un diagnóstico seguro, hay que hacer:
Cateterismo y análisis de orina. punción lumbar y análisis de liquldo oéfalorraquldeo.
Que en muchas ocasiones esto será wdJspensable, sin
01 vida l' bajo ningún concepto investigar por si se trata~e de un posible enovenenamiento.
COMA UREMICO
En la uremia crónica verdadera (como estado finaD:
Aparición lenta (de!1rl':lS, pslcosl ).-Piel y lengua secas.-Estomatltls.-Hedor ur41oso (amoniaoal).-Hipoter.
mla.-Palidez.-Pulso lento.-Hlpertensión arterial.-Resplración de Cheyne-St~·kes o de Kussmaul.-RltIno de galope.--Mlosis.-Exaltaclón de reflejos.-<lliguria o anurla.-<lrina ciara con hipo¡;tenuria y acetonurla.-Albuminuria.-Hlperazotemla.-Reacelón xarntoproteica positiva.
En la uremia aguda o eclámtica se presenta
mer periodo de las nefritis agudas, en
embarazo, etc., y tiene lo siguiente:
SINTOMATOLOGIA
1. Comienzo súblto.-2. Slntomas de compresión
bral: náuseas, vómlt>os, cefalea, pulso lento, duro
3. Acceso de eclampsia: ataque como el epiléptico.
grito inicial. Predominan las convulsiones clónlcas. A
ques frecuentes (estado de eclampsia) seguido de coma.
4. Sintomas de parálisis (transitorios). Monoplejlas o
miplejlas. Amaw·osis.--5. Exaltaolón de reflejos: s
de BabinskJ.~. Hipertensión arterial.-7. Cura fácllm
te sin dejar trastornos.
E! coma urémico, frecuente en esta forma con
de uremia (seudouremia de Volhard), se caracteriza por
1. Pérdida del conocimiento. - 2. Cara abotagada.
3. Respiración de Cheyne-<Stokes.-4. Albuminurla.-6.
pl:las con traldas.-6. Hipotermia.
OONDUCTA A SEGUI!R
1. Repc.so absoluto en habitación COn poca luz.-2.
grla de unos 300 c. c.-3. Punción lumbar dejando
el Uquldo gota a gota.-4. Si se establece un es
eclámptico: Bromuros. Luminal o hidrato de cloral
enema.-S. Pediluvios callentes.~. Evacuar el lnies
7. Dieta hJdr<>earbonada.-8. Si hay anuria, diatermia
reglón lumbar.
Esta forma all'Uda de uremia es fácl1 de evitar
tando alerta a la presentación de:
Aumento de la tensión arterial.-Fenómeno de Ha
kl.-Aumento de los edemas.---,Debilldad cardlaca.
COMA DIABETlCO
Olor acetónlco del allento.-V6mltos.-Hipotonla ro
iar.-Piel seca.-PuplJas normaloo.-Resplraclón de
smaul (}nspiraclóD profunda, pausa; espiración p
~OLIA
pda, pMlSa).-Hlpotens16n de los globos oculares.-AbolIolón del reflejo patelar.-Hipotermia.-Hipotensión arterial. - Taqulcardla. - Glucosuria. - Acetonuria,
Cillndrurla.-Hlperglucemia.-Aoetonemia.-Descenso de la
reserva alcalina.
Desencadenado comúnmente por:
Infecciones agudas.-TraiDsgresiones dietéticas.-Nefro.
patlas.--Cardiopatias.
COMA HlPOGLUCEMlCO .
Pulso lento; a veces irregular.-Respiración norma!.MIdriasIs.--Sudoraclón profusa.-No hay glucosuria ni vómitos.-Puede haber indicios de acetona en la ·c-rina.Slntomas focales de cerebro. - COl>VUlsiones. - Hipoglucemia.
COMA ADDrsONIANO
Sujeto de constitución asténica.-Plgmentaclones· cutáneas y mucosas caracteristicas.-Marcada hipotensión ar_
terlal.-AdInamia.--Con frecuencia, cuadro seudcperitoneal.-Acidosis.-Hípo.-Hipoglucemia.
COMA HEPATIOO
Ictericla.-Fetor hepático. - Temperatura subnormal.Pulso blando 11 acelerado.-Midriasis: sin reacción 1>upilar.-Interru¡>ción del estado comatoso por frecuel)tes deIlrlos.-Dismlnuclón del tamafio del higado y aumento del
bazo.--orlna cargada de pigmentos biliares y amoniaco y
~ leuclna y tiroslna.-No hay acetonurla.-Albumlnurla.
A veces, ligera glucosurla.--Cillndruria.-Dlsmlnución de
la reserva alcallna.-Leucocltosls~Hlperawtenla.-Ve1Jo.
cldad de sed.lmem taclón aceiéractá.
HEMORRAGIA CEREBRAL
Coma de instauración ráplda.-Rostro c~ngestlvo.-Res­
p1raclón estertorosa.-Parálisls ftáccidas.-Hemiplej[a, generalmente con Bablnskl, del lado paralizado.-Aboliclón
de reflejo ,pupilar y cornea!.
SINTOMATOLOGIA
1. Después de tener dolor de cabeza. y vértigos como
signos premonitorios, el enfermo, cae bruscamente, a ve·
ces acompafiado de vómitos y náweas, en un coma prQ',
fundo (Insulto apo~léUco).-2. A menudo rostro con·gesUvo.-3. Respiración estertorcsa.--4. La extensión e intensidad de la parállsls motora (desde una monoplejia 'a
UDa paraplejla total) depende del sitio en que asienta la
hemorragia. El más frecuente es la cápsula Interna,
dando origen a una h~plejja del lado opuesto al sitio
donde asienta el foco.~. La parálisis es flácCida. Más
tarde se prese.ntan generalmente contracturas.-6. Aboli·
clón de los reflejos pupilar y corneal.-7. Frecuente desviación cOllljugada de la cabeza y de los ojos. El enfermo mira a su lesión.--8. Exageracián de los reflejos
tendinosos, a veces clonus patelar y del pie.---9. Bablnski
en el lado paralizado.-lO: En este mismo lado, reflejos
abdominales y cremasterlano desaparecen.-ll. Retención
o elimInación Involuntaria de 01'100 y heces.-12. La saIlva fluye por las comisuras lablales.-l3. Piel caliente,
eublerta por un sudor vlsco9o.
TRATAMIENTO
posible al enfemo.
SI hay síntomas de insuficiencia cardiaca (galope, ciaDc6Is, edema pulmonar), practicar una sangría.
Si el pulso es pequeño y débil Y el sujeto está páIldo, Inyección I1Ítrávenosa de suero glucosado hlpertóaleo, digital, alcanfor.
Hielo sobre la cabeza, al lado opuesto al de la hem ip1eJia, o sinap1smos en miembros.
SI no hay micción cateterismo (gran asepsia).
Autohemoterapla.
Administrar calomelanos tl aguardiente. alemán.'o enedrástico.
Inyección de aceUlcollna.
EvItar las ulceraciones por decúbi'!o.
Incorporar al enfermo para evitar al congestión pulUna elevación muy lm¡>ortante en la temperatura (40 y
es indicio de un desenlace funesto,
CEREBRAL
Coma poco profundo.
Sinv-Allas focales de aparición súbita.
Existe lesión valvular de corazón con frecuencia.
Antecedentes de infartos de otros órganos.
.
Existenc1a de end!lcardltls ulcerosa.
TRO~lBOsIS 'CEREBRAL
Sillltomas focales de aparición lenta y fugaces.
Periodo de inconsciencia _de. corta ·11'l1'a.ció.n o 8l}Sente.
Repetición de .accesos.
TUM~R. CEREBRAL
Coma de instauración lenta. A'Patla.. Vóniltos. Cefaleas
vlolen:.as.·-Réspiración normal.
.. OONMOClON CEREBRAL
Después de un u'';-umatlsmo o explosión fuerte 'en Íti
proximidad.
Coma de variab:e Intensidad. Palidez. Fiebre. Midriasis. - Bradicardia. Albuminuria.
•
. InContinencia ~ de esfínteres. Respiración superficial e
Irregular.
Puede haber hemorragia óptica y salida de ¡¡quido céfalorraquídeo por 1" nariz.
Entre otras causas de la pérdida ,¡le consclepcia están:,
Enfermedades Infecciosas.
Estado terminal de disenterías graves, meningitis, tu'
berculosis miliar.
Abceso de. Stokes-Adams. Anemia c~rebra1. Insolaclón.
Intoxicaciones.
Ataque ';plléptico. Ataque histérico. Colapso.
Conducta a seguir, en general, U90 de analépticOS' (·al··
canfor, éter, adrenalina, efetonlna, estrlcn.1lna, etc.) en
can tidad siempre que exista· Insuficiencia de la circulación per.i.fériéa.
SI se sospecha Intoxicación, lavado gástricO, inyección
de apomorfina.
En 1odo <;.omatoso hay que evit,¡lr:
1. La retención de orina.-2. La neumonia de hipóstasls.-3: Las úlceras de decúbito.
Una vez confirmado el diagnóstlco, se procederá.
r 7'
.. ,
EN EL COMA DIABETICO
Ins.ullria '50-"100- U. intravenosas, repitiendo en U;y-eeeióri
subcutánea' cada hora, c'on control de gluoemla o slbtomas. Suero glucosádo Intravenoso. Suero Ii$lo1ógiCQ.. en
cantidad. EstrofanUna intravenosa (1/4 de millgr=>.
" Alcanfor.. CafeIná. Estricnina. Calor.
.
, EN 'EL COMA H1PlOGLUCÉMlCO
Adrenalina.
. sonda.
éafeína.'· Suero glucosado o
grUcosa
por
EN EL COMA HEPATlOO
',,' _
Suero glucosado' hIpertónico, Intravenoso. I"!.l'ecc~on.'~¡¡
de extracto hepático. Transfusdón de sangre. Pequeñas
dosis de insulina.
'JO
EN EL' COMA ADDlSONlANO
Sue'ro salino. Hormona cortical.' Adrenalina. Vitamina C.
EN LA OONMOCION CEREBRAL
Bolsa ~d~ 'hielo en ll¡. cabeza .. Suero glucoSl¡.do hiper.
tónico. Cafeina. Bromuros, si hay excitación. Pwnclón
lumbar, extrayendo cantidad sólo si "e~ hemorrá¡:lco
(,)unción descompresiva). Suero fisiológico.
Si, .har hlp,crtermhl, C)1eyne Stokes. Pulso rápido .con
hipertensión de líquido céfalorraquideo: trepanación descpmpresiva.
SI 'el 1Iquf"do' oéfalórraquideo eS h¡;mon-áglco, pero va
en aumento la hipertensión Intracraneal: intervención:
(I).e\"at~¡¡.• sgbdural].
,(
H;Ay'QUE TENER PRESENTE
El coma diabético es de mal pronósticó si persiste
la hipertensión (por debajo de lOO mm. Hg.), sobre todo
en un hl~n90, a pesar de los tónicos ciroulatorios,
sJ! se presentan grandes irregularidades del pulso y si
dura más de ocho
diez horas.
El coma diabético puede presentarse con el aspecto de
perltonit19, s-core todo en nifios.
una
3.'>
en fo3 ;aie3
Por JAIME ARENAS TORRAS
Quiropodista del Colegio de Practicantes de Barcelona
En este 'breve articulo estudiaremcs los trastornos nervlC>.'<Os que afectan a 10$ pies, y que están locallzados,
" veces, en puntos muy distantes de ellos,.
Podemos considerar la inervación de los pies dividida en tres funcIones diferentes: la semsltiva, la motora y la tró11ca, que pueden ocasionar los trastornos
senslLivos. motores y tróficoo respectivamente.
Los trastornos en cada una de estas funciones puede:,. ser ~tW.ados por exceso o por falta de inervacIón. Asi tendremcs:
Las dolencias
ocasionadas pqr los. nervioo sensitiv06.
al ser debidas a exceso, dan dolor. La falta produce
el estado llamado de anestesia.
El exceso de sensibilidad da dolor. Cuando éste se
presenta sin causa justificada en el pie, debe buscarse
el motivo a lo largo de todos los nervJos, ya que puede
ser producido por enfermedades inflamatorias de ellos
(neuritis, DCw'alglas, etc'>, lualizadas en puntos distantes.
La falta de semlbllidad produce el ..stado de anestebla. Es debida siempre a que el nervio está destruido.
Sicmpre es grave esta afección que está localizada fuera
del pie. Pueden producirla varias enfermedades:' la lepra, heridas, afecciones de medula y cerebro, enfermedades psiqu.j.cas, etc.
Algunas vfCés la anestesia n<> es total y el paciente
nota sensa~ón de molestias indeffnidas.. hormigueos y
acorcham~to de la partJe afectada. Es' el es~do llamado d~ paraestesla.
También aparecen Inflamaciones que no duelen, .
Es necesario I·ratarlas como. si hubiera dolor, pues
son enfermedades serias de los nervios o de la medula,
que su evolución desemboca en el dolor.
Las dolencias ocasioll'adas por los lIlervlos motores, al
ser debidas a exceso, producen las contracturas, las hi'pertonias, los calambres, les temblores, etc. Cualquier
inflamacIón pédica puede provocar contractuTal>, pero
'cu;¡ndo no hallamos el motivo en el pie, debe bu&arse en el sistema nervioso. Frecuentemente se presenta
la contractura aoompafiada de d;;lor. Loo témblores requieren un diagnóstico general· del enfermo.' Cuando
los nervios ejercen resistencia a ser estirados, es por
causa de hlpertonia, siempre mo~lvad·a por lesiones importan tes que radican en los centr.:>s Ilervlosos; la hl-
pertonia va acompafiada de dificultad de movimientos vo·
luntarlos. La apoplejía produce hlp<>rtonl;¡. Es de gran
Importancia v19i1ar los Sin tomas más benignos de hipertonla.
La falta de motricidad da el estado de paráiisis. La
causa de la parálisis siempre radica en pu"'tos n"rvlosos alejados del pie.
Los nervIos trólicos regulan la cantidad de sangre
que nutre lo" tejidos. Si no accúan y dejan pasar de'
ma.>iada sangre, los tejidos enferman por exceso y sien·
ten calÓr y sensación dolorosa debido a que los vasos
están diJétendidos. Mucho más grave resulta el trastor·
no si ·su a.cci6n es exagerada, porque al comprimir en
exceso los vasos, los tejidos quedan sin sangre, o sea
sin OXigeno, y elementos nutritivos e i,ndispensa1J;..
para la vida de los mismos. Esta afección produce dist¡,ofias en las partes más sensibles, cual ron la' piel, los
pelos y' la" .uñas, siendo fácil confundirlas con otra¡¡
enfermedades. La piel se reseca, se esc;¡ma, está fria y
rugosa. le falba elasticidad y se caen Ls pelos y la,
ufias. En los pies, las porciones trétlcas suelen presentarse muy limitadas. Son frecuentes' en las puntas de
los dedos y en la planta de los pies (mal plantar). En
su principio se asemejan a Wl callo, después se os-curecen y necrosal1', apareciendo una úlcera extremadamente
dificil de curar. Es de gran Importancia un diagnóstico
precoz, ,pcrque en un principio puede curarse, pero en
estado avanzado es más grave, debido a que e:; persist.ente y profundizante (mai -perfora·nte se llama), y !puede también, a veces, preseo tar deformidades' cutáI>eas u
óseas.
La Infección se ensefiorea fáclImen te en estas heridas
debido a las bajas defensas que poseen.
Las causas pUéden residir en un punto cualquiera de
los nervios y son producidas por excitaciones Irritatlva"
la mayorla de las veces difkiles dc localiur. Sin embargO, lo más frecueon-te es que la excitación Irritativa
esté localizada en los cen tros medulares.
Puede presentarse al quiropodlsta un paciente afec'
tado de alguno de ks cltados trastorn<lS, y su labor que.
daría dIgnamente cumplida si advirtiendo al enfermo,
logra p01:ierlo en manos del neurólogo antes de- que la
afeccián llegue a ser demasiado grave.
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2 c. c.
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'»
oo.
oo
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El
~I deporte
intrusismo en
Por FRANCISCO PEREZ ESTECHA
Practicante del Cuerpo de A. P. D
IGuodolojora:
Por nuestra Revista profesional estamos infcTIIlados
4ue nuestro Consejo Nacional no ceja en ia lucha morla! contra el fatídico microbio «intrusismo»; lucha seC1mdada pQr innumerables Oonsej06 Provinciales, la cual
ha sido apoyada por las Autoridades nacionales, impoIlIlendo sanciones a los Infractores; por otra parte, y
eon e te fin, se elevan peticiones y escritos a Mlnisterlcs,
Organismos oficiales, etc., para con ello lograr un exterminio total de estJe «mal». A esta lucha debemos de
prestar nuestra ayuda y colaborar con nuestro ConsejO
Nacional, en la seguridad de que la nave que conduce
IlUestro porvenir está dirigida por manos expertas y
tU08 sabrán conduclrnos al. puerto que tÓdcs ansiamos.
Hoy abordo el tema, refiriéndome al «Intruso oficial»,
Uamado <Masajista deportivo». Bien sabéis que el 'PaIIdo afio nuestro dignisimo COIllSejo Nacional ya trató
de este asunto, efectuando una visita a una autoridad
del deporte para exponer que este puesto deberla rer
realizado por el Practicante, ·pero debido a las competiciones lnternadonales que por aquel entonces se ib"n
celebrar qued~ esto pendiente y nGda se ha vuelto
• hacer sobre este problema que hoy el Practicante
llene planteado y que perjudlca a muchos compafieros.
El car!\,o de «Masaji>rt.a·» es reallzado por un 3efior al
que se le asigna cerno tlal por el club de fútbol, extenlIIéndole una tarjeta a la que se le da el visado púr
la Federación Nacional de Fútbol; con ""ta tarjeta queda autorizado para la asistencia en el terreno de juego
da los lesionados que haya (lesiOnes que algunas veces
1011 de gravedad); ellos·son los encargados de efectuar
Iaa primeras curas, cohibir hemorragias, etc., pasando
11 asistencia al Médico, si el jugador presenta una le~n que el <masajista» no sabe tratar y por la cual
pueda continuar jugando.
Hace unos dlas habréis leido unas declaradones hea la Prensa por el Presiderute de la Mutua Médiccacéutica Deportiva, en las cuales 'manifestaba que
etre los proyectos para el futuro que tenlan era el
organizar unos cursl1los 'Para «masajistas» para darles
a conocer algunas nociones de Anatom!a, y con ello po..
drán realizar con más conocimie'l1Jto su misión.
Creo que esta mls!ón estar!a muy bien desempefiada
por los Practicantes, a los que no es necesario el efectuar ninguna clase de CUl'S1.Ilos para darles 'a conocer
Anatomla, pues han cursado unos estudios en Facul·ta,.
des y pOseen, un, Tltulo que les acredita como el único
Auxllla,r ~del Médico; además, ¡para el desarrollo de su
profesión se l~ exige una colegiación. oficial y tributar
a la Hacienda, requisitlos sin los cuales no se le pernúte
el fra,bajar como ·Practicante.
Debemos de tener en cuenta, compafieros, que estos
«masajistas» ejercen un «intrusismo» públlco, no solamente ~n el terreno deportivo, J>racticándolo igualmente
en priv~do, asistiendo al compafiero de trabajo, al amigo, al hijo de éste ante un golpe o herida producida en
sus juegos, acudiendo a él por dos razones: la primera por la económica, SÚS honora,rios son más €conómicos que los de un Médico o Plracticante, y en segundo
lugar, por la práctica que tJle,ne en curar cierta clase
de herl<;las, torceduras, distensiones, luxaciones, etc., ya
que duante todo el afio lo viene haciendo en el ejercicio de ,-su «:pl'ofesión)). No me creo que si algún Practicante tiene conocimiento de la actuación del <¡ntro00)) en, alguno de estos casos se le deba de denunciar
'como t"l, ya que esto mismo lo viene haciendo en púbUco; sólo por el mero hecho de ser poseedor de una
tarjeta que, firmada por un Club o Federación de Deportes, ·se le autoriza a ejercer una mlsi6aJ. 'Profesional
que únicamente le corresponde al Practicante por los
motivos que e",pongo anteriormente.
Debemos de levantar nuestra más enérglca protesta contra estas actuaciones y pedir que desaparezcan estos
actuales «masajistas» para ser ocU'PadIos sus puestos por
quien J'es corresPonde, a los Practicantes de Mediclna y
Cirugla, quienescc'U ello verlan se les con<:edlan 'WIlÓS
derechoS que le oon arrebatados y se hacia justicia a
una clase sanitaria que es merecedora de ello.
AVISO A LOS PRACTICANTES
laboratorio LIEBIG:
Entre :susesp'~ciaJidades figura P E N 1 C 1 L [ N A
frasco 200.000 U. I. autoriz,l;J,do por la Dirección
General de Sanidad CQn precio v. p. 13,40 peset~
más el timbre. Cuenta también' con envase5 clínioos admitidos én el PetHorio Of:c~al
del Sel\uro de Enfermedad.
l.
..
.
Necesita représent'ante~locales y de zona
Solicitudes con referencia a: Oficin<lis
cl
Don l'elayo, 3
~
SEVILLA
37
DE LA PROFESIQN
y DE los
PROFESIONALES
Por JOSE RAMON G. PUERTA
E
XISTE
gran entusiasmo entre los vell1'te mil colegia-
dos que componen nuestra Organización prcfeslonal
con motivo de la publicación en el «Boletin Oficial
del Estado», de fecha 11 de agosto, de una Orden ml$terlal, en,' la cual queda nombrada una Comisión que
se ha de encargar de redactar el proyecto de la regula_
cjón de los estudies de nuestra Carrara.
Según parece, vamos a despertar' de nuestro enqullo'
Bado y vrolongado letargo académico. Nuestra profesión
va a evolucionar y progresar sufriendo una metam'~rfo­
sls Intelectual que la encaminaría hacla un perfeccionamiento más en consonancia con los adelantos actuales
de la clencla médica.
Nadie puede dudar que estamos de enhorabuena, ya
que ésfe es el deseo desde hace mucho tiempo de todos
los Practicantes de España;. y no sólo el deseo nuestro, siDo también la Imperiosa necesidad de crear nuevos auxlllares médicos capacitados, pues hemos de «renovarnos» o «morir».
Este nuevo plan de estudios merece nuestro más calur.oso aplauso. Mas pensemos reposadamente sobre_ tan
trascendllntal reforma, y los que conocen el secreto de
nuestra profesión que sean en verdad los que digan si
la personalidad presente y futura de los Practicantes ha
de depender de una {)rden ministerial o de nosotros
mismos.
Tengámos en cuenta que por mucha y grande que sea
la modificación de estos estudios, nosotros seremos s}empre petsonal subalterno, dentro de la profesión médica,
con más. o .menos conocimientos, pero .slempre bajo las
órdepes de médicos. Y ya que de conoclmientos hemes
hablado, aclaremos qué clase de conocimientos han de
ser más útiles y han de estar más en consonancia con
las actividades de nuestra profesión.
Para eUo vamos a suponerncs ante un Practicante recién salido de la Facültad de Medicina, cuya Carrera
h:¡ terminado por el nuevo plan.
Sus conocimientos teóricos. (aunque en mepor grado
cl~ntlfico que los que poseen los licenciados en Medlc!'
}'la>" son superiores a los que poseemos los' ~actlca.I1<tes
del plan antiguo. Sabrán más anatomla, más fisiología,
más terapéutica, más patologla, etc., pero si no saben
ayudar en un quirófano, o, si estando 5010s en un bot!quin de urgencia de alguna empresa sldero-metalúrglca
Q mmera, no saben lo que han de hacer ante un herido
que presenta hemorragia más o men's Intensa por desgarro de tejidos, o sufre grandes quemaduras, o fuerte
traumatismo, o colocar una gotiera, in situ, para mejor
trasladar a un lesionado, etc., de nada le servlrlan sus
estudios ampliados y su' fiamante Utulo unlversl arlo.
Porque no hemos de equivocarnos posotros mismos. ya
que nuestra Carrera na es Intelectual ni clentlfica. sino
eminentemente práctica. Al médico poco le Im¡>crta y de
'nada le Be'l'vlrá el que nosotros sepamos dónde está el
'triángulo de Escarpa o qúe dlstingámos a J.3. perfección
'las leyes fisiológicas que rigen el metabolismo y cata'bo\lsmo de las sustancias proteicas. El médico lo que
38
quiere es que su Practicante sepa hacer bien una anestesia, poner uJ:> vendaje (te escayola; en fin, que le
libere del trabajo no clentlfico, pero si mecánico o ma·
nual, puesto que él bastante tiene con preocuparse del
exacto diagnóstico de sus enferm<ls o del buen éx.lto de
una intervención.
Por lo tanto, si crasos errores tiene el plan de estudios
,vigente, considero que también los ha de tener todo
aquel nuevo plan cuyo final <;le Carrera termine con un
simple examen teórico en el aula de la Facultad de
Medicina.
Exljase t€Orla, cultura general, cuant'o más mejor, pues
siempre ha de ser más agradable para el médico tener
un ayudante culto que un seml-analfa'beto. Pero los exá·
menes finales de nuestra profesión, las pruebas feha·
clentes de que se conoce bien el oficio no deben de celebrarse en ningún aula, sino en el quirófano, en el lab"·
ratorlo de anállsls cllnlcos, en las salas de curas, de trau·
matologla de urologla, de radlologla, del hospital anexo
a toda Facultad de Medicina. AHI, ante SU examinador,
el futuro Parctlcante deberá demostrar, con hechos, que
sabe trabajar. He aqul la verdadera parabra: «saber
trabajar»; esta es la única manera: de adquirir la serenidad necesaria en- una sala de operacIones, de imponer nuestra personalidad profesional, de hacernos im·
prescindibles, que es lo' que en verdad hemos de pro_
curar conseguir.
Creo que la perfeccl6n y mejoramiento de nuestra
clase depende sólo y exclusivamente de n<lSotros mismos
y no de una' Orden ministerial. Esta no cabe duda que
nos mejorará desde el punto de vista académico y sodal, pero no desde el punto de vista práctico, y a
los actuales y venideros profesionales lo que nos tiene
que interesar, si queremos ganar «el pan nuestro de
cada dla», es práctica, mucha práctica, y ésta hemos
de buscárnosla nosotros mismos, pues no nos la puede
faclllbar ninguna Orden, y las Universidades dan titulos
universitarios per:> no verdaderos profesionales.
Ha ~ de ser nuestros Colegios quienes, en colaboraclón
con los médicos, deberán organizar cursillos de especlalización para que, al perfeccionarnos cada dla más,
podamos adentrarnos en las nuevas arte9 de la medicina
moderna.
El profesorado de estos cursillos tiene que ser bien
retribuido para que exista un verdadero estimulo en la
enseñanza, y. claro está, la retribución ha de sallr del
bolslllo de los cursillistas, puesto que también sale del
bolsillo de los ¡prcfesores el adquirir una u otra especlallzadón.
Cr:o que ésta seria la mejor forma que e"ltarla el
lamentab:e caso de ver cómo Pra'cticantes de equipos
quJrúrglcos son excluidos per incompetentes, o Practlcantes que figuran como titulares de- equipos, y, sin em·
bargo, los que trabajan son muchas veces seJ\ores no
tI'.ulados, pero que son preferidos porque «saben tra.
bajar», que es el quld de nuestra prcfeslón.
SECCION
ITE
ROMANCE DE Cl EGO
Dividido en cinco estampas 11 un consejo, para que quede constanda en los futuros siglos del enlace de mi¡ buen a:migo y compa11ero, el Doctor don Agustín de La ViUa, con La
encantadora señorita Alicia Cuenca, efectuado en Soria el día 20 de noviembre del año de
gracia de /952.
Por MIGUEL DEL CASTIllO DE LIMA
ESTAMPA 1
pálido 'sol de mofio
reverbera en la montafla,
y nieblas, fingiendo velos,
al cielo V'lsten de gala.
Los árboles se han quedado
sin una sola esmeralda
y vellones de oro viejo
cuelga noviembre en sus ramas.
Entre pinares y enebros
el Duero sus glorias canta,
y le haoen' coro las aves
~que habitan en la er>ramada.
El agua también entona
su canción en la fontana,
y el viento se une al concierto,
y cuando no sUba, brama.
y dominando el estruendo
del rlo, el viento y el agua,
"e escucha el grave taflido
del bronce de las campanas,
anunclando al Orbe entero
que en la capital soriana,
con Aguslln de la VlIJa
Altcla Cuenca se
. , casa.
El
ESTAMPA 11
Ya llega el nupcial cortejo
en alegre carav'lI1a,
que los curiosos de siempre
con recio entusiasmo aclamar>.
Junto a la puerta del templo,
de vieja piedra labrada,
la selecta concurrencia
con viva Impaciencia aguarda.
¡Todo !parece un hechizo
como en los cuentos de hadas!
Velos blancos, sedas, Joyas,
mantUlas, blendas de Holanda.
y flores ... , mUes de flores
por todas partles sembradas:
En altares,' en jarrones,
en el pecho de las damas,
tapizando las paredes
y en las severas solapas ...
y por les suelos, fingiendo
alfombras policromadas.
ESTAMPA III
En la I>lancura impoluta
~til manto de gasa
-que celoso de' su duefio
~el
entre sus pltegues la guardanovia es una azucena
graciosamente manchada
por la noche de su pelo
y por sus labios de grana.
i Qué bonita está la novia
junto al nevlo, ante el altar .. !
¡Qué buena pareja hace
al lado de su galán!
La emoclón ha puesto en (uga
los colores de su cara,
y ahora se encienden los lirios
donde las rosas se apagan, ..
Al novio, pese a su hombrla,
Igual emoción emnarga,
y un f1Drecer de amapolas
SU pálido rostro Inflama.
k~
ESTAMPA IV
Solemñemente, hacia el cielo.
una mano se levanta,
como paloma de armiño,
que tiende al' viento sus alas.
Después. la mano desciende
maye~..áUca y
pausada;
dibuja en .el aire un signo
y unidas quedan dos almas.
ESTAMPA V
De nuevo el espacio atruena
el bronce de las campanas
que, como heraldos de gloria,
a vuelo son volteadas ...
y acompafiada .con ellas
suena solemne la marcha
del inmortal Mendelson,
que a los esposos aclama.
y ah'Üra, al margan de romance,
quiero poner dos palabras:
. Para ti, Alicia, un consejo,
que te sirva de enseñanza,
y es éste: No hay homlJTe bucno
-' al lado de mujer .nata.
y a U, Agustln, te recueN'lo
la apotegma pronun~lada
por los labios del 8efior:
Mujer te
OOV, V
1tQ
esc/{¡w,
.
Cuidados que requtere
.... UI.11I1I"IIHIIIIIII1IIII'1I1UllJtUlllltlllllll1lIl.11ll111lllul.unuuUutIHIllllllIlUlIIlI,nlllllUUllllmll'IlIlUU,IlIUlllllllnIIIIIIIIlIJUIlIIIIllllUIllIIIllIIlIIfIUIIIUllllllIIUUlllIUllIIlllIlUWlII'"tll
.,
el material de tnljeccton
Por M. MARCO BERMUDEZ
Nuestro compañ.·ero Mateos, que tan lucidamente ha tratado en números pasados -de esta
REVISTA sobre la importancia que tiene ~l seguir una buena técnica, cuando se trata de
utilizar agujas gTUesas, a semejanza de las
que algunas grandes firmas amerkanas incluyen en sus dispositivos especiales para inyectar suspensiones de Penicilina Procaína, ya
que ,estas susp~ns:ones son en general tanto
má"3 eficaces cuanto men<ls disolvente se les
agrega. (Véase el número anterior de esta REVISTA.)
Quiero volver ¡yo también sobre el tema, porque recientemente he tenido ocasión de comprobar la veracidad de todos estos puntos de
vista, en el producto servido a la Lucha Antivenérea oopañ<lla, por una importante firma
de antibióticos de nuestro país.
El producto en cuestión es Penicil:na G, Pr<r
caína en frascos dosHicados a 1.200.000 U. Esta
dosis se viene empleando para el tratamiento
de la sífilis y tiene el mérito de que una sola
inyección basta para suprimir la contagiosidad de cualquier ,enfermo, ¡ya se halle en período primario, con 6U chancro de inoculación, o en período secundario .en fase fl()rida.
Naturalmente que el tratamiento ·consta de
varias de estas dosis aplicadas C<ln int,ervalos
determinados, según el período, .gravedad, naturaleza y extensió'n d.e las les,iones especificas.
Las instrucciones que se dan en el folleto
de este producto para preparar la iJlJyección
son las de agregar 3,5 c. c. de disolvente, :para
hacer un total de unos 4 c. c. de sus,pens:ón,
conteniendo así cada centímetro cúbico las
300.000 U. de Penkilina Procaína, prescritas
40
púr las normas o.ficiales de lbs Estados Uni.
dos en <lrden a que actúe el medica;mento como
una verdadera penicilina r,etardada.
Es muy lógico además qu,e, dada la magnitud de la d()sis, Se proceda de esta forma,
por,que si se tuviese que añadir más disolvente, por ej emplo el doble, .el volum·en final sería demasiado grande y molesto para inyectarlo por vía intramuscular. Ciertamente que
la suspensión resultante es espesa y en consecuencia .se recomienda que la inyección se
haga con aguja gruesa de por lo menos ocho
décimas, y ante la posibilidad de desconocer
el calibre de las agujas 'propias, la casa productora incluye una en el estuche, junto con
el frasco de producto y la ampolla de agua
despirogenada.
Esta aguja es del üpo de las intramu ulares y va provista de un grueso fiador. Yo he
podido exam:nar algunas de estas' agujas ')'
comprobar su calibre, así como el de los fiadores. .curio amente, puedo decir que t()do este
material coincide con -el q;ue habitualmente
tengo yo en uso, para ,esta clase de iniYecciones, según .hacía constar en el artículo que
publiqué en el número de abril de esta misma
REVISTA. Las agujas. tienen un grueso de nue·
ve décimas y l'Üs fiadores de cinco.
y al Ílegar aquí quiero hacer constar un
punto de. interés relacionado con el grueso
de las agujas y el dolor que causan sus p:nchazos.
Ciertamente, que una aguja gruesa hará al
pinchar más daño que una fina, pero dentro
de lo,g límites en que nos referimos, que van
desde las seis décimas de milímetro a las nue-
I¡e o diez, el dolor ¡producido no puede tener
diferencias aprecjables en su intensidad.
¡,Razones científlcas para esto? Es sabido
que el dolor está causado por la excitación
de ciertas term:naciones nerviosas, que yacen en la dermis y en la epidermis. Pues
bien: estas terminaciones no cubren materialmente toda la zona cutánea, sino 'que dejan
entre sí espados libres, aunque naturalmente
éstos sean muy pequeños. Las regiones de menor densidad de estas termin8lciones son justamente la eSipalda y las nalgas, siendo ,estas
últimas puntos de elección para las inyecc:ones intramusculares. Por esta razón existen
muchas probabilidades de que al atravesar la
piel con una aguja, digamos de nueve décimas, no se lesi{)nen más terminaciones nerviosas que al hacerlo con una de siete.
pIe vista, sino tan sólo después de obsen-ar
la ·aguja con una lupa. Estas agujas d,espuntad8iS o con la punta doblada, tales como las
que Se ven en la figura 1, que son de seis
décimas (aumentadas diez veces), producen
mucho más dolor al pinchar que una aguja
de diez, con el inconveniente de que duelen
tanto al entrar como a,l salir, pues. hacen un
pequeño desgarro en la piel.
Es J:ún sabido que ,el material de iruyección
debe estar siempre bien atendido y afilado.
Lo mejor para esto último es utilizar una piedra de aceite, en la que se pueden corregir
En realidad, el doloT causado es «objetivamente)) casi ·el misrm;, aunque «subjet:vament~,) el empleo da una aguja ¡;ruesa cause a
vecc:s reparos y rqellndres por p,ar'te de los
pacientes o de sus familiares, que ciertamente
hay que valorar, pero que con cierta deoCÍ.i&ión,
apoyada en alguna razón de tipo cientíJfico,
son siempre fáciles de vencer.
Mucha más trascendencia por lo que se refiere a causar dolor, sin que en cambio .se le
conceda importancia' «subjetiva)) muchas veces (por aquello de que «Ojos que no ven... ))),
es que la aguja, sea cualquiera su calibre,
esté debidamente afilllida, tanto en su punta
como en sus bordes. Las agujas, sobré todo
las de bisel Jargo, tienen muchas veces la
unta mellada o doblada, fcrmando un gano «anzuelo)) que no es perceptible a sim-
Figura 2
todos les defectos, que fácilmente se manifiestan tn:s de observar las 8Igujas con una lupa
de pocos aumentos. En la citada figura 1 se
indica cuál es la posición correcta que debe
darse a la aguja sobre la piedra en el momento del afilado, según sea la posición del
gancho formado al doblarse la punta. En la
figura 2 (,parte super:or) se indica el modo de
afilar el corte del borde, ya en la proximid8ld
de la punta, que sirve a la vez para aJfinar
ésta. En la parte inf.erior se ve el aspecto que
presenta a la lupa una aguja correctamente
afilada.
Concedamos, pues, toda la importancia que
merece el cuidado de nuestro material, y una
vez más insistamos en que son pocos cuantos esfuerzos se hagan en tal sentidü por las
casas fabricantes del mismo, para evita.r que
involuntariamente pod8lffio., incurrir en d:ficultades y entorpecimientos al hacer la inyección de suspensiones de Penicilina Pro'caína
que ;pueden causar molestias .a los pacien tes'
y de paso mermar nuestro prestigio profesional, .
-
41
INTRUSITIS CRONICA
Síntomas y .terapias
Po,. EMILIO CAMACRO BARRIOS
(Ciudad Real)
Es la intrusltls una enfermedad casi inofensiva para
la gente en general y algo más molesta para Médicos
y otras personas. de determinadas profesiones. Sir> embargo, los Practicantes parece ser que tenemos una
predisposición natural a podecerla; nuestras defensas orgánicas están disminuidas ante la acción del terrible
lntrusococo, productor de la enfermedad, y por tanto,
en nosotros es en donde más intensamente se manifiesta su virulencia extraordinaria.
F..ste germen patógeno es de todos nosctros, pobres
enfermos, blen COI>OCido. Sin embargo, para ciertas personas, las más facultadas para destruirlo, no existe, y
únicamente son capaces de verlo, cuands> nosotros les
hacemos mirar por un microscopio de gran alcance y
además les demostramos, con pruebas de «in fraganU.,
acción se>bre los tejidos enfermDS, sus maléficos efect06.
Los slmomas que se manifiestan en el enfermo sen
de dos clases:
Unos son placenteros y hasta sa.Judables: una gran
sensación de descanso acompafia siempre a la enfermedad, los callos desaparecen de los pies; ce>mo sintomas pslqulc<>s, afic\.cnes a la caza, casinos y demás distracciones econ6anlcas; el enfermo se hace bibliófilo,
.pero de novelas' baratas que se cambiar> por 0,25 en
el qulosce>. de la esquina, y que hay que hojear con
pinzas.
Otros son molestos, muy. molestos: el enfermo presenta un aspecto triste y andar vacilante, los músculos de las piernas sufren un proceso de atrofia, su
pelo y barba creDén tanto que «parece que no se cortan», y si su crDIncidad se agudiza. siente en el estómago un dolorclllo que le es imprescindible calmar.
Por fin, el enfermo, sablende> que la enfermedad va
con la 'profesión, tiene que cambiar de oficio para no
sucumbir.
Las terapias, por desgracia, son muy pocas y por
completo Ineficaces hasta hoy. Y aqul ya dej,o el sentido figurado para escribir en serio.
El iootruslsmo es tan antiguo como la profesión, y
desde entonces las autoridades facultadas para reprimirlo no han ade>ptado como ·remedio contra él sino la
multa. Es el tratamiento cláslco de la Intrusltis, como
diriamos en el «argot» profesional.
Pere> estamos en la época de los antibióticos revolucionarios de la Medicina y hay que encontrar uno eficaz comra nuestro mal.
Frecuentemente leo en nuestra REVISTA: «Fulano de
Tal ha sIdo multado con 50 peestas por Intruso; Zutane> de Cual, con 100 pesetas por idem.» Y al mismo
tiempo esbcrz,o con triste ironi-n una leve sonrisa, parecida a la que en agradecimIento n09 dedica el enfermo grave cuando le decimos que está. mejor y él sabe
que se está muriendo.
Como para que una denuncla tenga efectos, tenemos
que sorprender al Intruso «in fragantb y además acompañacJrs de alguna autoridad. )Jorque si no el cliente
s"! hace solidario de él y niega el hecho, resulta tan
cllficH, que un Intruso habitual puede pasarse ur> afio
o dos sin ser multado. Y si después de cogido se le
ponen 50, 100 ó 500 pesetas de multa. his paga muy
gustoso y sigue trabajando aúr> con más ahi·nco para
desquitarse pronto y reírse de nosotros enclma.
¿ No pagamos nosotros cada trimestre entre coleglo
y contribución cerca de 200 peset!as, que al cabo del
a.fIe> son 8oo? ¡.No estamos nosotros' en inferioridad. en
este aspecto, respecto a él y segulmos trabajando? Pues
Al a nosotros no '\1'OS importa pagar esto, a ellos tam-
42
poco el pagar una suma, casi siempre menor en el cas<>
poco probable de ser multados. Poco prcbable, entre
otras cosas, porque el Practicante sabe que se va a
crear un enemIgo y no va a ellminar al rival, por lo
que, lmpotente, io deja actuar.
Lo que ccurrló en este caso es que el ger¡nen. des·
pués de sufrir el medlcament'O Inca·paz de destruirlo,
se hizo resistente a él y aumentó de virulencIa.
Creo que con esto, estimados presidente, compañeroo
jerarcas y camaradas en general. si no estabaiS con·
vencldos de ello, se demuestra que la terapia de las
mul·tas es ineficaz para nuestra dolencia. Prueba de ello
es que se aplica desde hace mucho tiempo y- el problema es cada vez mayor.
En el número de septiembre pasado de nuestra RE.
VISTA, un distlnguldo compafiero, don Domingo Sendra
Valdivfa, publicó como remedio contra nuestro mal un
articulo baje> el titulo de «Un problema resuelto», y
no sé qué admirar más, si su elegante y erudita llteratura o su extraordinaria IngeI>Uldad.
Sinceramente, compafiero Sendra, creo que si todOll
sus pensamIentos y acclones en la vida tienen esa lno·
cencla, tiene usted ganado el cielo.
¿ No ha pensado usted que a pesar de ser necesarIa
legaimente la receta del médico para despachar un me·
dicamento, hoy casi todos ellos, excluyendo las llama·
das drogas heroicas, los demás tóxicos y venenos se
d'espachan sIn receta alguna en cualquIer farmacia?
¿Tampoco pensó que muchísImas veces 'es el Intruso
el mIsmo mancebo que le tiene que despachar o. si no
él, algún parIente O amlgo.? ¿Cree usted que Iban a
negarse a de,¡pachar Ur> inyectable porque la receta no
llevase el sello o firma del Practicante, sI a ellos lo
único que les Interesa es ven<lSr?
Además su Inocente pensamiento no puede ;"'r llevado a la práctica porque noéotros estamos para procurar curar las eIlifermedades y atender a 109 enfer'
mos en la forma más ellcaz y rápfda. Suponiendo que
los farmacéutlcQ9 acataran la dlsposiclón. se acarrenTia
muchas veces un gran retraso en la adrnln Istraclón del
medicamento, que de ser Cosa urgente, podría IncluS<l
ser Causa de una muerte que pudo evitarse. pues no
estamos en un sItio fijo y frecuentemente habr!a que
buscar, quizá durante horas, al Practicante para adqulrlr el inyectable. que en un caso desesperado puede )'
debe ser admir>istrado por cualquiera que se atreva a
~~
,
Hoy la penIcilina, qué eso el Inyectable más usado,
tiene carácter de urgencia en múltiples Infecd¡;nes aguo
das y además tenemo¡; todos los estimulames y tónicO'
cardíacos y los coagulantes,
¿Qué pensaría de tal disposición la persona que te-nlende> un ser querido con cualquiera de estas enfer·
medades o con UIl'a hemorragia' () ce>lapso. muriera por
e' retraso de haber tenido que estar buscando al Prac·
tlcante durante horas?
Hay que ir contra el Intruso. no contra el enfermo.
Mucho más sencillo seria prohibir de~pachar jerln·
gas, agujas y demá" Instrumental a qulene,; no ac~·
ditaser> S'er MédIcos o Practlcante9; sin embarlto. tampoco se adelantarla nada, porque pronto habria un
mercado neg-ro de ellas 10 mismo que lo hay de me,..
fin-n, ople>. etc. y exagerando, Incluso se podria dar el
caso curIoso de que en Mad'rld' al entrar en el Metro
una mujeruca neS' dijese en tono misterioso: «¡Hay jr·
ringas! ¡Hay agujas!.
y ahóra, sIn pretender descubrir ,Castilla, porque qul·
z4 a muchos de vosotros se os haya ocurrido, me permito exponer lo único que a mi modesto juicio es neo
cesarlo y suficiente para acabar con el intrusismo de
una vez. El moderno aatlblótlco al que seria tan' sen·
s1ble el Intrusoeoco, como el gonocooo ante 'Ia penlciIIna.
Cuando en la actualidad se denuncia y prueba mi
caso de intrusismo. se le multa, paga, se rie y si¡¡ue
neficios de su verdadera profesión y perderla el crédito
y la libertad. Creo que esto es mucho perder para lo
que ganen inyectando; y ninguno se atreverla, ni el más
osado, a seguir actuando.
. Pues bien; ni los 20.000 y pico de Practicantes espafioles tenemos la suficiente voz para hacernos oir y
que se legisle lo que acabo de exponer: o cosa pare·
clda, acabaremos con el Intrusismo.
aC~e~dO¡harla lo mISmo si se le denunciara, probara
y se le Im,puslese en vez o además de la multa quiDce
dlas de arresto gubernativo en la cárcel la primera
vez, treInta dlas a la primera reincidencia y sesenta a
la segunda, sln poder sustitulrse en ningún caso dicho arresto por metálico?
Cuando al Individuo en cuestión se le tuviese dete..tdo quince dfas, un mes o dos en la cárcel, perderla en
eoe tiempo su \licita cltentela, perderla también los be-
Ahora creo que es la mejor ocasión, porque tene·
mos un prestigioso presidente, de gran personalidad,
ilustres compafieros que ocupan cargos importantes ca·
010 procuradores en Cortes, etc., los cuales tendrlan todo
nues~o apoyo.
Si no somos capaces de consegulrlo, es inútil que pre·
tendamos curarnos de la intrusitis, y digamos con el
mi5mo reslgnado acento de los demás enfermos crónicos:« i Así iremos tirando hasta que Dios quleral»
J
111111111111111111111111111111111111111111I1111I1111111I111)1111111111111I111111111111.1111111I111 11I11 11I11 IIl1l1illll 111 111111
COMENTARIO AL INTRUSO
POR MANUEL CUEVAS
I
NTRuso es todo aquel que se Intrcduce en unas funclones sin derecho. Y -partiendo de esta definición
categórica, vamos a ir detallando, aunque sea muy
someramente, los hechos que promueven este trastorno
de obllgadones competentes exclusivamente a nuestra
prcfe'ión de Practicante.
Oficialmente no ..hay ya ninguna dudá de que este ser
extraño no puede ocupar puesto alguno que .no sea de
nuestra competencia, pues las condiciones que se exl·
gen en oposiciones, concursos, etc., hacen imposible toda
Intromisión fraudulenta; puesto que además, hay que
oñadlr a estas dificultades, la de la com'PoslciQn de los
Tribunales, de sobra conocidos, 'Para que por su tamiz
pueda pasar ningún elemento ajeno.
Al hacer este modesto comentario, que puede extenderse en el orden general a todas las profesiones
que tienen titulo académico o de escuela superIor, en
pI sentido de ocupación de plazas oficiales, 1l'Uestra carrera ha conseguldo en la época presente, e irá mejorando grandemente su ascendencia oficial en venlde·
ros tlempOE', ponerse dentro de las mismas condiciones
legales que las demás de analogía similar; y COI> esto
oe demuestra plenamente que el Estado considera nerPsarl1s nuesiras funciones y atribuciones, en el conlunt" de la gl'Un famlUa sanitaria.
Ahora bien; Ei en el orden oficial haa trabajado ex·
tn r:lInarlnmente con éxito los eompafieros que han re·
,-Jdo y rigen nuestros organismos representativos, con·
hnMndo un avance de bastan:e considerac!óI> en este
""Pacto. en cambio en las actividades profesionales de
libre ejercicio queda mucho todavia por hacer contra
la pléyade de Intrusas que se nos entrometen constantemente en ooestro patrimonio laboral; pues as! como
~l maestro de Primera Enseñanza, el perito qufmlc~. el
aparejador. el ayudan\:.! de Obras Públicas, por no citar
má;. es decir. todos est"" auxilIares valIosos y necesarios de las respectivas carreras superiores, con el In·
ronrHclonal apoyo de los mIsmos, están tranquilos de
que en sus funciones no hav introm1sión. y si brota
algún caso, en seguIda es elIminado legalmente, en nosotrO" ya e, distInto por creer sinceramente que las leres vigentes, para castigor estas aoomallas profesionales.
nn SOn lo suficientemente eficaces, debiéndose encaminar nuestro esfuerzo a proponer otras más drásticas
para supl'ImI", d no totalmente, ya que esto €upondrfa
un trabaj~ b,stante dlflcll. per tener que enfrentarn09
muchas voces con Instituciones superiores a nuestra es'era de ac:lól1', si por lo menos consegulrlamos que este
lntru<ismo quedara reducido a la más mlnima expresión.
Pero hay que r~conocer dónde principalmente radl·
...n los cnu-as de este daño: primero a la salud pública, y segun<lo a nosotros mismos, y nada más fácJl
de <:ombatlr si todos ru<leramos de nuestra narte la
eoerll'1a suficlente para c'e~lindar bien los c.,~pos alli
d'lll1c
'-ll':eran esta., intromisiones; pues empezando
'fIIII' h Itales, sana~orios, clúúcas, etc., hay en estos
J
estalllecimientcs comp fieros que son los prIncipales
camantes, por consentir el dejar hacer, por convenien'
cia y comodidad, o porque no tienen la fuerza de volunta<l suficiente para plantear a la dirección de estas
entidades los casos Innumerables que constantemente
tienen que ol:73ervár de este intrusismo.
D-espués están algunos de nuestros superiores jerárqulcos, los Médicos, que aunque afortuna<lamente son
una exigua mInorla los que creen que, aunque transigen con el Practicante, sus servicios pueden ser de fácil
sustitución por una sefiorita más o menos graciosa·
mente bella; teniendo en cuenta, al hacer estas afinna·
clones, por los casos fehacientes observados en cUnica
y consultarlos particulares, que extralegalmente conservan este personal de ilegalidad e Incapacidad manifiestas, aguantados por el pobre paciente, y que induda·
blemente si estos sefiores en el a8'pecto profe lonal pro'
cedieran severamente a no consentir el de~arroJlo de
nuestros intrusoe, eJlos serian el apoyo más firme para
liquidar este problema, muy importante Para nuestro
ejercicio profesional.
y por último son toda esa serie de «1'll1'chanalgas»,
muy abundantes en las grandes urbes. lanzad s encubiertamente a ganar unas pesetas, haciéndonos la competertcia económica y al mismo tiempo campafia de desprestigio profesional, aunque la humanidad dolIente su·
fra las con"ecuenclas de estos Ineptos.
Todos estamos oblIgados a dar ideas para la ,~luclón
o atenuación de este vlejo'y enojoso asunto, creyendo,
en mi modesta opinión. que la principal fuerza de apoyo nos puede y debe ven-ir del Médico. hay que recu·
rrlr a él y ocnvencerle de que su principal e inmediato auxiliar es el Practicante, yo esto debe hacerce de
manera i'ldlvIdual, al ampa.ro diario de nuestras constantes relaciones, exponiéndoles los casos que ~ada uno
conozcamos. para que nos ayude a castigar con- la ley
estas IntrO'lIlislones; con perseverancia Ilegarfamos a
conseguir mucho en este orden, aparte de que nues·
tras organismos plantearan oficialmente a los Cole¡¡\os
Médic::s soluciones armónicas para ayudarnos a a-cabar
C011' esta situacIón anormal.
También seria algo eficaz en las grand,," poblacIones
la división por zonas. para que dentro de cada una
de éstas nos conociéramos los pr0feslonales; can ello
irlamos ganando en nuestras buena
relado""s y al
mismo tlem o tendrlamoo más facllldades para concretar los casos ilegales qUi! surgieran. acumulando prue·
bas para su sanción, y en los pueblos, los comp~ñeros
que están al cargo de las titulares respec vas pueden
y deben -hacer una l:7uena labor. por ser mayor faeIll·
dad en_descubrir e"~ daflo.
Iniciando una activa campafia de buenas re:ac!ones
ccn los Médicos para que D05 ayude" a extirpar este
«curanderlsmo» inferior y acumulando denun-cias con·
cretas para que judicialmente se castigaran, se daria al
tra te con esta serie de entrometidos Uega.Ie~.
43
NUESTROS VALORES
1
El dla 28 de marzo aslstlm09 al descubrlmler>to de
un busto en bronce que perpetúa la memcrla de un
gran jiennense, como lo fué el doctor don Diego Luzón
. Linde. No tuvimos más remedio que sentirnos doblemente emocionados, ya que por una parte se rendla el
homenaje al hombre querido y respetado por todos y
por otra la emoción y el orgullo que sentíamos al contemplar a nuestro compafiero Damláll Rodrlguez CaIJej6n, de la Beneficencia Provincial de Jaén, autor de
vl1\o, director de la
palabras.
Desde estas páginas
nuestra II\iÚ. sincera
alcance la glorIa que
tito tiene merecido.
Casa
Matern~dad, COD
parecidas
expresamos al compa.l\.ero artista
felicitación, deseando que pronto
su muy depurado y personal es
.
SECCIO"N
COMERCIAL
.
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sin fisuras ni -desperfectos. - MATILLA.Vitigudino.
Busto del doctor don Diego Luz&n Linde, obra de nueStro
c<nnpaflero v
depurado escultor
don Damián Ro-
driguez Callejón
dicho busto, magnifico en su concepción y maravilloso
en su realismo, recibir felicitaciones y parabienes por
su sQ ~rbIa obra.
que conocemos a DamIán, hombre sencillo y sim'
pé "CO. sablamos que como artista se sentia orgulloso
I ver reunido alrededor de su obra a todas las autcridades y a lo más florido de Jaén. Otro en su caso
se huble,;e' emocIonado en grado superlativo, pero él no,
porque su alma de artista up poco bohemio (como los
grandes genios) no se lo permltla. Cada vez que re·
cibla una felicitación la hacíamos nuestra, ya que por
encima de todo está el saberlo compañero y de los
buenos.
Hicieron uso de la palabra el doctor dCD Jua¡¡. I\!dro
Gutiérrez Higueras, presidente de la Diputación ProvIncial, que ensalzó las dotes morales. y clentiflcas del
doctor Luzón y alabó con encomio la obra ejecutada
por nuestro compafiero•. Flnallzó el acto con las pronunciadas por el doctor don Edua·rdo L. Garcla Tri-
44
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_
•••
__ L....
Hemos recibido con deslJlno a la Biblioteca de nuestro Consejo General el libro Los hospitales de Madrid
de aver 11 de hoy, ed1tado por Artes Gráficas MunlcJpales y perteneclentes a la colección de Publicaciones
de la BenefIcencia •.MunoicLpal de Madrid, de la cual forma el tercer tomo.
Es autor de esta obra el doctor J. Alvarez-Slerra, lau'
reado de la Real Academ1a de Medicina, ex Interno ae
Jos Hospitales de Madrid y ex director del Hespltal de
San Rafael.
Este JJbro lleva un prólogo del profeso; don JuJlán de
la VlIIa.
En este volumen de 202 páginas, el doctor AlvarezSierra sintetiza la historia de la Medicina y de la Cirugra madrilefías de Ull>a manera magistral..
Nueve siglos comprende esta historia ~Ietórica dé he-chos reales y de muy finos datos anedóctlcos, pues no
hay que olvidar que este libro se debe a la pluma ágil
de un Intelectual, que además es hombre de sensibllldad refinada y de necesidades espirituales bien preclsas.
Auoa el autor la rigurosidad de los hechos con la
amenidad y con la nota sentimental de quien. ~iendo
madrileño, es hijo, nieto y biznieto de naturales de
Madrid, condlcián Importante ésta para que S\lS re·
cuerdos de nlfio, estudiante y médico io hagan "1'to
para escribir <.'On galanura e Inteligencia esta m(¡- n;f!ca biogTafia de los Hcspltales de ro pueblo, sle da preciso para comprender esto recordar que nada llega a
la Inteligencia si antes no ha pasado por el sentimiento.
Con gracJa expresiva recoge y sintetiza el autor no'
ticias, hlstorlas, anéctodas y I>:n~raciones de la Med1clna madrilefia, mencionando coplosisima ,elación de los
Hospitales que se fundaron durante novecientos afios en
la hoy capital de España, después de espigar, reunir y
recopHar tantos <.'On«:lmlentos concernientes a la Historia hospitalaria de esta Villa del Oso y del Madrofio
en forma que colma hasta el limite el intento.
Felicitamos al doctor Alvarez-Sierra por el nuevo éxito logrado con esta obra, al mismo tiemJ}O que aconsejamos a quiénes todavía no cOnO'Zcan este docto y ameno libro, no pierdan la oJ}Ortunidad.
PACOPEPE
El sinergismo entre lo acción del calcio y azufre
conlieren 01 tionato cólcico uno singular elica·
cio terapéutico. Su gran estabilidad y boja peso
molecular exp Iicon s u excelente tolerancia.
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INTRAMUSCULAR
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45
JJn tfltvflnciólI
fllli'lÚ'Cgic4
Por el eminente neuro-ciruja!l'O, Dxtor don Emilio Ley
Gracia, le ha sido practicada una delicada y laboriosa
operación a la hija y hermana, respectivamente, de nues_
tros compañeros, don Juan Carbonell y clon José Luis
Carbonell Noruega.
Felicitame~ al Doct~r Ley Gracia por e>te nuevo triunfo, uno más entre lo muchos que lleva cosechados, y
también nuestra ~incera felicitación a la enferma y famUlares por el éxito logrado con esta intervención.
El pasado día 23 de abril, en la Capilla privada del
Colegio de las Escuelas Pías de San Fernando, de
Madrid, tuvo lugar (en doble boda con una hermana de
la desposada) el enlace matrimonial de nuestro compañero Angel Manuel Zazo Gáll ego , que era apadrinado'
por su tia doña Rosalia Zaro, Vda. de Barba, con la
distinguida señorita Maria del Carmen Jordá, hija del
prestigioso Contratista don Ismael Jordá Santonja. quien
apadrinó a ~U~ drs hijas. las cuales rp;:¡17i-lh;:1n c;:n hPlIeza
Re~l
de O. P. don Manuel Guliérrez . Criado, y los ;n<h;striales
don César Ranz y don Emilio Dlaz y por los ""ñores
de Zazo: el padre del contrayente, d01, Jo:é Zazo Sánchez; su hermano, don J::&é Maria, Inspector de la
RENFE; su tío, el joyero don Mamlel Cruz Barba; su
cuñado, don Juan Bardisa, Capitán.lngenJero de Arma·
mento;' el Arquitecto señor Garc.!a Solera, y el lIustri·
simo señor Presidente del Consej~ General de Colegios
Oficiales de Practicantes, dO.1 Juan Córdoba, qull>n a'u
mla la representa"i'n profesional. Bendijo ambas unl().
nes el Rvdmo. P. Rector, don Juan de Dios Muñoz, quien
dirigió a los nuevos esposos 'Una elocuente plática. Durante la ceremonia, de la que se filmó una pellcula, la
Escolanla del Colegio .~ terpretó un selecto programa musical. 'Terminado el acto religioso, los invitados fueron
espléndidamente obsequiades, en los salones del Centro,
con un exquisito «burfet. servido por Aln1lrante y ame·
nlzado por una orquesta.
Los nuevos señores de Zazo, tras recibir numerosas
fellcitaclones, emprendderon en avión su viaje de bodas
a Palma de Mallc;rca y la Costa Brava.
lIl' • •
El dia 3 de mayo pasado, y en la Iglesia parrcqulal
de San Fellpe, de Málaga, han contraido matrimonial
enlace nuestro estimado compañero del Colegi,o de Ceu
ta, don Francisco lIfatleos Lara, con la beltislma >eñ·
rita Maria Josefa Serrán González.
* ••
También el colegiado de Ceuta, nuestro estimado com_
pañero don Eduardo Vlrn1esa Martj,¡¡" ha contraIdo matrimonio con la encantadora señorlta lIsabel Benltez
Marin. Enlace que se verificó el dia 2 del tpasado llUIyO
en la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, de
Ceuta.
Aslmlsmo han ccntraldo mat1'lmonlo el dia 14 de mayo
pasado, en la iglesia' parroqulal del Buen Pastor, de
Valencia, nuestro estimado compañero dan Plácido Ga·
llego Lucas con la bella señorIta Maria lniesta Fe,.·
nánde-...
También han sido unidos en matrimonio, celebrado el
dia 2 del pasado mayo, en la IglesJa parroquial de Hol·
gueras (Cáceres), nuestro estimado compañero don 1st·
doro Lorenzo Blanco con la encantadora señorita En.
camita Saldaña Miguel.
.
.
A todos ellos les deseamos Infinitas fellcldades y ven·
turas en su nuevo estado.
Al4t.llci~
con deliciOSOS modelos
parls1oo~
de
encaJ~
C1~
cnallLilly
y velo de tul espuma con llor de azahar, creación de
Ballesteros.
En los jardines del Colegio se formó la comitiva que
penetró en el templo, profusamente iluminado y engalanado con llores blancas natural~, a los acordes de la
marcha nupcial de Mendelssohn. En sitiales destacados
al efecto, entre la numerosa y distinguida concurrencia,
tomaron asiento los testigos, qué más tarde firmaron el
acta, y que fueron, por parte de la famUla Jordá: el
R. P. Torrljos, de las Escuelas Pias; el M. R. P. don
Moisés Rodriguez, Rector de la Casa PompUfana; don
Manuel Jlménez, Doctor en Farmacia; el Contratista
En Cuenca, el dla 15 del pasado mes de abrU, dló a
luz con toda fellcidad el cuarto hJjo de su matrimonio la esposa de nuestro eBtimado comtpañero don Atanasio Rulz Zafrllla, 'presidente de la CcmJsión de Intru·
sismo del Consejo Provincial de la ciudad citada.
En las aguas ba'lltismall>S al recién nacido se le im·
puso el nomlbre de Jesús.
Estos padres fellces están recibiendo numerosas fe·
llcitac1ones. A ellas unimos la nuestra muy sentida.
AlflC'l~/Óf/iC4J
En • VUlanueva deL Ar~blspo (Jaén) filllecl6 don Fran·
cisco Martinez Rodrlguez, padre de nuestra ccmpailera
doña 'Consuelo Martinez Garrido.
A los familiares del finado y muy especialmente a
Jluestra -compañera ciltada, -la: '-expresión más sentida de
nuestro sincero p;!same.
RELAC/ON detallada de. lo recaudado por D/A DE LA
PREV/S/ON en el año 1952
PesetM
DELEGACIONES:
Alava
AIIJacete
Alicante
Almeria
oo
oo
80,92Q,1.995,1.393,25
300,-,
360,1.045,-
..
.
Asturla~
Avlla
Badajo¿
Baleares ...
Barcelona
55(),-
2.fl55,0.000,1.075,881,1.259 - '
536,75
500,-,.2.000,845.0.000,-
BUI'gos
Cáceres
Cád,z
.
Castellón .
Ceuta ...
Ciudad Real
C6rd·:ba
Cuenca
oo
,oo
.
,
oo'
..
.
Gel'ona .,_
Granada ...
o.,
o"
o ••
4~5,­
o .....
200,745,1.265,1.000,2.145,- .
2.340,199,-
Gu~dalajara
Gulpúzcoa
Huelva
Huesca
Jaén ...
La Coruña
Las Pa:mas .
o ••
o ••
0'_
".
Pesetas
Suma anterior ...
oo.
oo
..
oo
.
.oo
oo.
oo:
•••
.. •
•
:
.
oo'
• ..
,oo
oo • • oo
OO'
.
.
O'.
25.704,-
Swna V sigue
25.704,1.804,0.000,1.050,325,1.951,55,1.725,605,340.213,0.000,375,60,300,0.000,-0,000,325,3,845,300,500,475,1.610,500,0.000,546,2.500,--
León
..
Lérida
.
Logroño
Lugo
.. . .
Madri\l
,
.
Idem. Delegación de Tetuán (Af.. ica) ...
Málaga .
Melilla .
Murcia
.
Navarra
.
arenE<! ..
Palenéia
Pontevedra
Salamanca .:,
Santa Cruz de Tenerife
Santander
.. .
.
Segovia .:
..
Sevilla
Soria
..
Tarragona
Teruel
Toiedo
,
Valencia
Valladolid .. ,
..., ,
...
Zamora .. ,
Zaragóza
Su11U! total
45.098,-
111111111111111111111111111111111111111111111111111111"1111111111111111111111111111111111111111
Pesetas
Donativas directos:
Pesetas
Asturias. Asociado núm. 5.286.
Novo.
Avlla, Asociado número 5.771.
rredor
Badajoz. Asociada núm. 4.462 y
Maria del Rosario de Sousa
oo
jU~3
.oo
,. . ,
,
..
100,-
oo
25,25,25,-
Tolédo. Asociado núm. 2.358. D. Alval"o Peces.
Za.-agoza. Asoc.Íado núm. 2.845. D. Pablo Espés.
D. Eugenio Co-
oo'
,
.
oo
100,-
de Honor, doña
e Faro y San,
,
,.
oo
oo
oo
oo
Suma ¡¡ sigue ... ... ... ...
3.290.-
Madrid, Asociado número 22.727. D. Leonardo
Nombela
Madrid. Asociado núm. 1.416. D, Juan Córdoba.
Madrid. Asociado núm. 1.480. D. Manuel Benedicto
Madrid. Asociado núm. 1.5S1.·D. Francisco José
Estrada. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Madrid. Asoctado número 1.451. D. Ramón
Crespo
MadJrld. AsocIado núm. 25.868. D. Rafael Checa.
Madrid. Asociado núm. 30.100. D. Angel Zazo.
Madrid. Asociado ruúm. 3.603. D. José Fernández BacoreU ... ... ... .... ...
Madrid. Apuntes .MARSAN»·
...
Madrid. Sobrante del homenaje a los sefiores
Coo-doba y Angulo
:
Málaga. AsocIado núm. 25.774. D. Jesús Bur-
500,-
CIudad Real. Asociado núm. 28.003. D. Miguel
Alance
..
CIudad Real. Asociado núm. 21.461. D. Pablo
Rodriguez
Guadalajara. Asociado núm. 24.265. D. Ramón
Palomo
..
Jaén. Asociado núm. 2fl.568. D. Juan de Dios
Apa.-icio
Madrid. Asociado número 22.678. D. Leonardo
Sánchez
MadrId. Asociado núm. 22,712. D. Modesto RO'
drlguez
'"
..
Madrid, Asociado núm. 1.475. D. Pedro Castejón.
oo
Suma anterior ......
D, José Blanco
..
oo.
,
,oo
1.500,-
1.000,-
'oo
.. ,
.
oo
oo
5.10,-
.
,
.oo
..
...
oo
gQS
3.290,-
25,25,10.::.105,250,40,-
..
1.222,10
.
Total general ... . ..
25,-
• ..
...
.oo
10.25;-
375.50,52,50.522,10
47
SerVaS para hacer trente a cuantas obligaciones regla·
mentarias tiene contraidas nuestra Mutualidad.
Se habla y escribe mucho sobre la próxima publica·
ción del Reglamento de Sanidad Municipal, en el que
suponem03 habrá esenciales modificaciones en Ice habe·
res de los ~anltarios de A. P. D. Si esto se confirma
-nosotros creemos que si-, será el momento de aprovechar ese momento de buen humor para hablaros de
la reforma del Reglamento de PrevlsJón. Este asunto y
el todavia más fundamental de la reforma de nuestra
carrera nos tiene a todos con la natural ansiedad y
preocupación. Pero Dios es muy grande y al fin se im·
pondrá la justicia.
COMENTARIO
La cantidad total recaudada en el año 1952 ha sido
inferior a la de 1951. Sin duda, el incentivo de los pre'
mios que se sortearon en dicho a.ño fué el motivo de
que se obtuvieran mayores IngresOS por este concepto.
Como ya dijimos oportunamente, la venta de papeletas originó a nuestros delegados un sinfín de moles·
tias y gastos de correo, y por ello desistimos' de ese
procedimiento.
En el presente año hemos hecho una innovaelón, que
esperamos tendrá el éxito que desea este Consejo de
Administración, que consiste en que en el mes de agosto-el dia 15 es la celebración de la Santisima Virgen
de la Paloma y el Día de la Previsión-, al mismo tiempo que se pasa al oobro el- cupón mensual, se presenta'
rá otro, cuyo pago será voluntario, por ia cantidad de
5 pesetas. Si, como esperamos, vuestra generosidad y
cariño a la Previsión lo ponéis una vez más de mani·
flesto, alcanzaremos un ingreso extraordinario de más
de 90.000 pesetas, cüra que sería suficiente para el
pago de las defunciones de un mes. Ya veis la impor_
tancia que tiene que un día al año hagáis ese pequeño
sacrificio.
De este asun to sólo nos re9ta expresaros a todos cuantOq han contribuido con su donativo en, el Día de la
P/'evisi6n del afio 1952 nuestra más sincera gratitud,
pues en fin de cuen~as se ha obtenido la .respetable suma
de 00.000 pesetas, que vienen a aumentar nuestras re·
Por el Cqr¡(;e}o de Administraci6n,
LEoNARDO SÁNCHEZ
Donativo para la Previsión
iNue:¡;tro distinguido compañero y amig<J, don
Arcadio Millán ry Calduch, del Oülegio de Barcelona, ha tenido la atención, con motivo de
su· viaje de boda, a su paso' por Madrid, de
entregarnos un donativo de 100 pesetas para
nuestra querida Previsión.
DamoOs las más expres;vas gracias al generoso donante y deseamos al nuevo matrimonio
que Dios. les c<Jnceda todo género de felicidades.
SOCORROS DE DEFUNCION PAGA,DOS HASTA FIN DE ABRIL DE 1963 ......
7.729.600,00 ptas.
PAGADOS:
Beneficiarlos de D. Javier Rodriguez-Sierra Salinas, de Asturias
..
» D. Gregorlo Sánchez Herrero, d', Avlla
» D. Leonardo Ramirez de Arellano y Diaz· Belmonte,
de Ciudad Real
» D. Victor Landa Arrieta, de Guipúzcoa
» D. Leoncio Rodero Escribano, de León
» D. Luis Morente Torres, de SevlIla ..
• D. Melchor Saldafia castillo, de Soria
• D. José Calvet Roca, de Tarragona
• D. José Maria Martinez Orengo, de Valencia ...
• D. Victorino Martinez Rodriguez, de Valladolid'
» D. Fulgencio Ares de Lera, de Valladolid .
• D. José Palacios Polo, de Vizcaya
• D. Federico Lalseca Arteche, de Vizcaya .
» D. Pascual Gracia Nogueras, de Zaragoza
• D. Antonio Arenaz Arenaz, de Z.aragoza
• D. Francisco Llzabe Panlvino, de Zaragoza
.oo
oo.
...
oo.
...
oo.
oo.
oo
.
...
oo'
oo.
oo,
oo.
oo.
oo
oo.
oo.
oo'
oo'
...
oo.
oo.
oo.
.
oo.
11.000,00
6.000,00
6.000,00
5.000,00
6.000,00
5.000,00
6.000,00
6.000,00
11.000.00
6.000,00
6.000,00
6.000,00
6.000,00
6.000,00
6.000.00
6.000,00
104.000,00 ptas.
TOTAL PAGADO HASTA FIN DE MAYO DE 1953
oo'
•••
oo.
7.833.600,00 ptas.
r
fABRICA DE APUSITOS, APARATOS E I"lSTilUMENTOS DE C1RUGIA, BRAGUE·
ROS, APARATO.S ORTOPEOICOS, ARnCULOS PARA HIGIENE E IMPERMeABLES
CAR~(¡AS, 27 •
TEUfONO 21-15-30 • MADIlID
CO'<I centrol: RAMBLA CATALUÑA, • • BARCELONA
48
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