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JORNADAS DE SEGURIDAD INTERNACIONAL:
GEOPOLÍTICA DE LOS CONFLICTOS PRÓXIMOS A LA UNIÓN
EUROPEA EN EL SIGLO XXI
En el actual y previsible contexto estratégico de seguridad internacional los focos
conflictivos más peligrosos próximos a la Unión Europea, en el nivel geopolítico, se
encuentran en el arco de crisis que se extiende desde el Este de Europa hasta el
Magreb, pasando por la convulsión que está sufriendo Oriente Medio con la guerra
civil siria, el desmembramiento de Irak, las atrocidades que está acometiendo el Estado
Islámico, los mortales enfrentamientos sectarios entre suníes y chiíes o el sangriento
conflicto palestino-israelí, entre otros.
La directa intervención militar de Rusia en la guerra civil siria, desde el pasado 30 de
septiembre, mediante ataques aéreos o mediante misiles crucero lanzados desde
buques de guerra rusos situados en el Mar Caspio y en el Mar Mediterráneo, está
rompiendo el equilibrio geopolítico tutelado por Estados Unidos, que se había
establecido en Oriente Medio en los últimos 25 años, tras la caída de la Unión
Soviética.
En los últimos meses, Rusia está desplegando una provocativa y eficaz diplomacia en
los países de Oriente Medio con el objetivo de convencerles de la necesidad de
mantener a Asad aunque solo sea como figura de transición, negociando con los
enemigos del presidente sirio, desde Arabia Saudí hasta Turquía pasando por Jordania
o Egipto. En realidad está intentando ocupar el vacío geopolítico dejado por Estados
Unidos con sus ambigüedades e indecisiones en la región.
Pero esta intervención militar rusa es posterior a su intervención militar en Ucrania,
primero con la anexión de Crimea el mes de marzo de 2014 y más tarde con el apoyo
a las fuerzas rebeldes ucranianas de Lugansk y de Donestz que condujeron a una
guerra civil aún no finalizada pues está pendiente de que se cumplan los Acuerdos de
Minsk del mes de febrero del año pasado.
También en este escenario de Europa Oriental, que afecta directamente a la Unión
Europea, el Kremlin está fracturando el orden establecido por Estados Unidos en la
segunda mitad del siglo pasado fomentando su derecho a la esfera de influencia de sus
intereses nacionales conocidos popularmente como el mundo ruso junto con la
existencia de un cinturón de seguridad entre el país de los zares y la OTAN.
Por último, en la parte septentrional de África subsahariana, que comprende el Norte
de África y el Sahel también existen espacios de conflicto derivados de un conjunto de
riesgos y amenazas entre los que destacan el terrorismo yihadista, la delincuencia
organizada, el contrabando de armas, el tráfico de seres humanos, el tráfico de drogas,
los flujos de refugiados, la inmigración ilegal o los flujos financieros conexos, que
afectan o puedan afectar directamente a los intereses europeos.
Nadie parece poner en duda que, en este primer cuarto del siglo XXI, las tres grandes
potencias que serán referentes en el orden geopolítico internacional van a ser Estados
Unidos, China y Rusia aunque cada una de ellas, actuará con distinto protagonismo en
función de sus propias características, dimensiones y capacidades, principalmente, en
los campos de la diplomacia, de la economía y del poder militar.
Es importante destacar la diferencia entre la actuación política de China y de Rusia, por
un lado, y de Estados Unidos, por otro. Así, mientras EEUU trata los temas en
colaboración con socios y aliados, tanto China como Rusia lo hacen aislados. En
Europa Oriental, EEUU se ha apoyado tanto en la OTAN como en la UE en tanto que
en el Este de Asia actúa conjuntamente con Japón y sus aliados del Pacífico.
En las tres zonas de conflicto señaladas que se encuentran en las proximidades del
contexto estratégico europeo: el Este de Europa, Oriente Medio y el Norte de África
con el Sahel, está interviniendo Rusia y una parte del Islam con una fuerte presencia
militar en dos de ellas al mismo tiempo que otras grandes potencias como Estados
Unidos y China - el primero liderando una coalición militar contra el Estado Islámico participan en la nueva configuración geopolítica de dichas regiones de acuerdo con sus
intereses estratégicos.
OBJETO GENERAL
Realizar unas jornadas entre calificados expertos y analistas representantes de varios
segmentos e instituciones de la sociedad española sobre la evolución actual y futura de
los conflictos existentes en el entorno de la Unión Europea derivados de la política
exterior de Rusia por un lado, y por otro, de la convulsa situación que viven muchos
países musulmanes.
Se tendrá presente la nueva geopolítica de transición entre la unipolaridad y la
multipolaridad, los cambios geoestratégicos que se pueden producir con su impacto en
España, en la periferia de la Unión Europea y en el contexto internacional de seguridad.
PRIMERA JORNADA: ¿ADÓNDE VA RUSIA?
Objeto
De acuerdo con lo expresado en el objeto general de las Jornadas, en este caso se
trata de analizar y debatir cual puede ser el emergente rol de Rusia en este nuevo
panorama estratégico mundial en el que se destaca sus actuales y previsibles relaciones
con Estados Unidos, la Unión Europea y con la OTAN - muy influenciadas por la crisis
de Ucrania -, sus especiales relaciones con China así como su participación en la guerra
de Siria con su apoyo al régimen de Bachar el Asad al mismo tiempo que lucha contra
el Estado Islámico.
En particular, será preciso tener en cuenta su posible evolución, impacto y alcance en
el entorno nacional, en el marco euroafricano y de Oriente Medio así como en el
sistema internacional de seguridad.
Planteamiento
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia (NSS), firmada por el Presidente
Vladimir Putin el 31 de diciembre de 2015, marca la culminación de un largo proceso
de deterioro en las relaciones entre Moscú y Washington así como como percibe la
élite de seguridad rusa a la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
El documento de la NSS debe ser valorado en el contexto en el que fue formulado - de
contestación a lo indicado en la NSS de EEUU, de febrero de 2015 - ya que en el
mismo se considera explícitamente a Estados Unidos y a la OTAN como amenazas a la
seguridad de Rusia y, por tanto, tiene implicaciones importantes a medio plazo en
relación con los límites de la cooperación.
La NSS 2015 culpa a Estados Unidos y a la Unión Europea de la crisis de Ucrania. En
particular, considera los acontecimientos del EuroMaidan como parte de la iniciativa
occidental respecto a las protestas de las “revoluciones de colores” que constituyen
una amenaza para la seguridad de Rusia. El factor definitivo en sus relaciones con la
OTAN se basa en que para la Federación Rusa es inaceptable el incremento de la
actividad militar de la Alianza, la proximidad de su infraestructura militar a las fronteras
rusas, la creación de un sistema de defensa de misiles así como sus intentos de asumir
funciones globales en nombre de la ley internacional.
Sin embargo, más adelante añade que Rusia está preparada para desarrollar relaciones
con la OTAN en un plano de igualdad para reforzar la seguridad mundial en la región
Euro-Atlántica. La profundidad y la sustancia de esta relación serán determinadas por la
voluntad de la Alianza de tener en cuenta los legítimos intereses de la Federación Rusa
en su planeamiento político-militar así como el respeto a la ley internacional.
Por otra parte, Rusia está considerando la posibilidad de tener que intervenir para
defender a otros gobiernos contra las protestas encauzadas en las revoluciones de
colores. De hecho, hay signos de que Rusia está mirando que capacidades y tácticas
militares son necesarias para luchar contra dichas protestas. Las autoridades rusas
están intentando que en el tema de las protestas anti-régimen se utilicen medios
militares en lugar de emplear medidas de seguridad, es decir, militarizar los cometidos
policiales.
La intervención militar unilateral rusa en Siria que se ha indicado más arriba ha sido
realizada con todos los requisitos legales tanto en el nivel nacional como en el
internacional. En el primer caso, la Cámara Alta del Parlamento ruso ha dado su
consentimiento al presidente Putin para el empleo de las fuerzas armadas rusas en el
país de los omeyas. En el segundo, la participación de Rusia en la operación
antiterrorista se basa en el derecho internacional ya que responde a la petición oficial
del presidente El Asad.
Pero también es cierto que la actuación del Kremlin no solo responde al objetivo de la
comunidad internacional de combatir al terrorismo, sino también a sus propios
intereses estratégicos. Con esta iniciativa, pretende continuar en Tartus, único puerto
para el apoyo logístico de la Flota rusa en el Mediterráneo, seguir con la lucrativa venta
de armamento a Siria, conservar su influencia en Oriente Medio y superar su
aislamiento internacional.
Es la cuarta vez que Putin, se anticipa a Occidente en una iniciativa con repercusión
mundial. La primera fue en el 2008 en la guerra de Georgia, en apoyo de Abjasia y
Osetia del Sur; la segunda en la guerra civil siria, en 2013, cuando consiguió suspender
el previsto ataque norteamericano a cambio de que Siria desmantelara sus armas
químicas, la tercera, en al año 2014, en la crisis de Ucrania con la anexión de Crimea; y
la cuarta, la actual intervención rusa en la guerra civil siria.
Mientras que Putin quiere llevar el enfrentamiento a Oriente Medio con objeto de que
la crisis ucraniana pase al olvido y distraer a la comunidad internacional en Siria,
Obama pretende tratar la crisis de Ucrania y la guerra de Siria de forma conjunta y
siempre con el respaldo del derecho internacional.
No parece razonable que Putin intervenga militarmente en Siria sin querer solucionar
la grave crisis existente en Ucrania en la que Rusia se niega a cumplir los Acuerdos de
Minsk del mes de febrero de 2015. Tampoco se estima que es de recibo ir a Siria
dejando congelada la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea. Sin embargo, la realidad
se impone y Rusia está jugando sus bazas de gran potencia hasta que sus posibilidades
se lo permitan.
Como consecuencia de la crisis ucraniana, la Unión Europea y EE.UU. impusieron
sanciones a la Federación que afectaron al sector energético, financiero e industrial
militar. En concreto las sanciones de la UE afectan a sectores como tecnologías de
doble uso, equipos militares, tecnología para extracción de petróleo y a determinados
servicios financieros. Estas últimas son las más importantes y consisten en la
prohibición de compraventa o negociación de obligaciones, bonos o acciones de
compañías rusas. Aunque se pretendió que afectaran principalmente a personas
concretas, no cabe duda de la extensión de su efecto a la economía y sociedad rusa,
ampliadas sus consecuencias al coincidir con la bajada de los precios del crudo.
Estas sanciones originaron una réplica rusa inmediata que afectó, y afecta, a la
producción agroalimentaria europea y al suministro de energía, especialmente gas. En
contrapartida, los países iberoamericanos, Serbia, China e Israel han mejorado la
balanza comercial con Rusia en este campo.
España, como miembro de la Alianza y de la Unión Europea, se ha visto afectada por
las tensas relaciones con la Federación Rusa. Las exportaciones españolas más
afectadas fueron las frutas, legumbres y hortalizas frescas que prácticamente
desaparecieron.
La postura oficial española persigue el mantener y relanzar su diálogo con Rusia pese a
la tensión y aboga por el levantamiento de las sanciones a Moscú en cuanto se
cumplan las condiciones para ello.
Temas de debate
Como principales temas de debate que se contemplan en este desayuno, destacan por
su interés e importancia y por haber dado lugar a diferentes comentarios y
observaciones en diversos medios de comunicación, los que a continuación se
relacionan:
-
¿Cuál es su opinión respecto al texto de la nueva Estrategia de Seguridad
Nacional de Rusia cuando considera a Estados Unidos y a la OTAN como
amenazas a la seguridad de Rusia, por un lado, y respecto a las condiciones que
expresa referidas a sus relaciones con la OTAN, por otro?. ¿Cómo percibe una
posible vuelta a la cooperación entre estos diferentes actores?
-
En relación con la posible militarización de la policía cuando se interviene en
manifestaciones anti-régimen creadas por las revoluciones de colores ya sea
internamente o en el exterior ¿cree Vd. que Rusia pudiera emplear fuerzas
militares en estos casos aparte de los 170.000 efectivos de que dispone en el
Ministerio del Interior? ¿Cómo se vería desde Europa y cómo nos afectaría?
-
Teniendo en cuenta la actual situación económica de Rusia con un PIB que ha
descendido un 4% en 2015 ¿cree Vd. que Rusia puede mantener durante mucho
tiempo su intervención militar en Siria?. ¿Podrá mantener simultáneamente su
intervención militar en Siria y su apoyo militar a los separatistas ucranianos?
-
El regreso de Rusia a Oriente Medio y su primer despliegue de sus fuerzas
armadas en el exterior desde la caída de la Unión Soviética ha supuesto un
cambio geoestratégico radical en la posición del país de los zares en el mundo.
¿Está realmente Rusia ocupando el vacío de poder que, según algunos expertos,
está dejando Estados Unidos en Oriente Medio? ¿Cómo percibe el actual
posicionamiento de Rusia a favor del Islam chií en la guerra civil siria?
-
¿Cómo ve la evolución futura de las relaciones de la UE y de España con la
Federación de Rusia después de la firma de los acuerdos de Minsk? ¿Podrá
recuperarse el nivel de relaciones existentes antes de la crisis de Ucrania?
SEGUNDA JORNADA: LOS CONFLICTOS ACTUALES EN EL ISLAM
¿CÓMO NOS AFECTARÁN?
Objeto
En este caso se trata de analizar y debatir sobre el futuro de las inestabilidades y
conflictos existentes en el Islam, principalmente en los escenarios de Oriente Medio y
del Norte de África, en este nuevo marco estratégico internacional donde conviven las
luchas internas sectarias musulmanas con el yihadismo terrorista y las rivalidades
tribales, a las que se añade un rechazo general a influencias, tendencias o corrientes
ajenas a la propia religión de Mahoma.
De modo particular, será necesario tener presente las consecuencias derivadas de las
actividades terroristas llevadas a cabo por el Estado Islámico en los países musulmanes,
especialmente en Irak y Siria, aunque también algunas de ellas han alcanzado al mundo
occidental.
Se tratará de responder a la pregunta: ¿Cómo pueden afectar estos conflictos a España,
al continente europeo y a la arquitectura internacional de seguridad?
Planteamiento
De los variados tipos de conflictos existentes dentro del Islam, en este momento solo
vamos a contemplar aquellos que pueden tener mayor repercusión en la seguridad de
la Unión Europea por su proximidad o por su impacto de inestabilidad. Por ello, nos
limitaremos a tratar el enfrentamiento irano-saudí, la guerra civil siria y la crítica
situación de Libia como estado fallido junto con la inestabilidad del Sahel. Sobre ellos
están actuando continuamente las principales organizaciones yihadistas como Al
Qaeda, Daesh o Boko Haram.
Los enfrentamientos entre la República Islámica de Irán y el Reino de
Arabia Saudita, son recurrentes dado el interés de ambos países en asentar su
hegemonía regional. Los cuatro grandes contenciosos en los que ambos países
mantienen posturas muy diferentes que tienen un fuerte impacto fuera de sus
fronteras son la guerra civil siria, el conflicto de Yemen, el precio del petróleo y la
hegemonía dentro del Islam.
En la crisis de Yemen el Reino del Desierto lidera una coalición militar para derrotar a
los rebeldes Huthi, grupo insurgente zaidí chií apoyado por Teherán que pretende
hacerse con el poder yemení ostentado por el presidente Hadi a quien apoya Arabia
Saudí. El régimen saudí considera que está sufriendo un cerco geopolítico del eje chií
Teherán-Bagdad-Damasco-Beirut en el que la influencia en Yemen, por parte de Irán,
constituye el siguiente paso geoestratégico.
Por otro lado, una de las peores consecuencias de la disputa entre Riad y Teherán se
halla en la intensificación de la vieja lucha entre la rama suní del Islam, liderada por
Arabia Saudí y la rama chií, dirigida por Irán, que amenaza con dificultar la convivencia
de las comunidades musulmanas no solo en el convulsivo Oriente Medio sino en todo
el mundo islámico. Sin duda, la inflamación de las tensiones sectarias conforma una de
las más peligrosas consecuencias que se pueden producir de cara a desestabilizar la
zona que contiene los mayores recursos energéticos de hidrocarburos del mundo.
En la guerra civil siria, la actual batalla de Alepo parece destinada a cambiar el curso
de la guerra y puede llevar al fracaso de las conversaciones de paz de Ginebra ante la
negativa de la oposición a negociar mientras no se detengan las ofensivas. Mientras la
coalición liderada por Estados Unidos está atacando directamente a Daesh al mismo
tiempo que apoya a los grupos rebeldes moderados, Rusia y sus aliados están
apoyando a Bachar el Asad atacando, fundamentalmente, a los grupos de la oposición y
en una segunda prioridad a los efectivos del Estado Islámico.
Los grupos islamistas en el bando rebelde, los más poderosos sobre el terreno,
rechazan el proceso de paz. Grupos rebeldes como Frente al Nushra o Ahrar al Sham
señalan que no necesitan tropas saudíes sino que prefieren recibir armamento,
especialmente armas antiaéreas. Hay que tener en cuenta que la intervención militar
rusa está siendo determinante para que el Asad recupere no solo la segunda ciudad del
país sino también la ventaja estratégica de controlar toda la fachada mediterránea sitia
y su frontera con Turquía.
En Libia, aún no se ha formado el gobierno de unidad nacional que los dos gobiernos
enfrentados firmaron en Sjirat - Marruecos -, al amparo de la ONU, a mediados del
pasado mes de diciembre. Con dicho nuevo gobierno se espera que se consiga
enderezar la situación, principalmente, en tres direcciones: controlar a Daesh;
controlar la inmigración ilegal; y poner en marcha el proceso político que permita
recuperarse a la economía libia.
Con independencia del caos político, económico y de seguridad en que está sumido el
país, aún sujeto a una lucha entre milicias que operan sin ningún control, es preciso
destacar la gravedad que supone la presencia del Daesh en el país con tres grupos que
le han expresado su juramento de lealtad: Estado Islámico de Tripolitania, Estado Islámico
de Fezzan y Estado Islámico de Barqa,
España es muy consciente de que hay que terminar con esta organización terrorista en
Libia antes de que sea demasiado tarde. Con independencia de que perturba
gravemente la estabilidad mediterránea y europea, para España es probablemente el
conflicto más importante porque afecta a la seguridad, a la inmigración ilegal y a los
intereses económicos nacionales.
En cuanto al Sahel, desde hace algo más de una década, esta región está soportando
el continuo azote de los riesgos y amenazas citados en la introducción que están
desestabilizando los países del entorno, gran parte de ellos con graves ausencias de
gobernabilidad, y que están poniendo en cuestión la propia seguridad de la zona, la del
Norte de África y, por extensión, la del territorio europeo en donde España ocupa una
posición geoestratégica privilegiada
En concreto, estos dichos riesgos y amenazas están afectando, en una mirada
estratégica lejana, a la franja al Sahel que se extiende en una franja de 5.000 km
atravesando África de oeste a este y a su entorno, desde Mauritania hasta Somalia. En
esta zona, los países más dañados son los tres países del llamado núcleo duro saheliano,
Mauritania, Malí y Níger a los que se añaden, por un lado, Burkina Faso y Chad por la
expansión de alguno de dichos factores y, por otro, Nigeria y Camerún, como
consecuencia de la actuación del sangriento grupo islamista de Boko Haram.
A nadie se le escapa que esta situación inestable también está afectando, en una mirada
estratégica cercana, a la seguridad del Norte de África, especialmente al Magreb, y del
Mediterráneo, cuya repercusión tanto en la Unión Europea como en España puede
producir graves efectos desestabilizadores en el campo de la seguridad y defensa,
aparte de los propiamente diplomáticos, sociales o económicos, entre otros.
Temas de debate
Como principales temas de debate que se contemplan en este desayuno, destacan por
su interés e importancia y por haber dado lugar a diferentes comentarios y
observaciones en diversos medios de comunicación, los que a continuación se
relacionan:
-
La intervención militar saudí en Yemen, liderando una coalición, iniciada el 25
de marzo de 2015 tendría como finalidad frenar el avance de las fuerzas
apoyadas por Irán para hacerse dueñas del país. ¿Cómo ve esta intervención
militar saudí en el tablero geopolítico de Oriente Medio? ¿Realmente tendrá
éxito y logrará que el presidente Hadi recupere el poder? ¿Qué pasará con la
franquicia de AQPA?.
-
En las actuales conversaciones de Ginebra para buscar la paz en la guerra civil
siria, uno de los principales escollos lo constituye la continuidad o no de el
Asad en el proceso de transición. ¿Cuál es su posición al respecto, ventajas e
inconvenientes?. ¿Será posible que se llegue a conseguir un estado sirio bajo un
gobierno de tendencia suní, como es la mayoría de la población?
-
En este momento Libia responde a unas condiciones muy similares a la de un
estado fallido. ¿Cree posible que se establezca un gobierno de unidad nacional
en el país realmente creíble y con el poder suficiente? ¿Cuál debiera ser la
solución más acertada para expulsar al Estado Islámico de Libia? ¿Qué papel
podía jugar la Unión Europea en el futuro de Libia?.
-
-
En los últimos meses el grupo yihadista de Boko Haram ha multiplicado sus
ataques en países como Niger, Camerún y Chad provocando decenas de
víctimas. Desde hace un año lo combaten fuerzas de Sudáfrica, Camerún, Niger
y Chad con escasos resultados. ¿Cuál es su opinión acerca de la lucha que se
está llevando a cabo contra Boko Harám? ¿Sería posible formar una coalición
internacional liderada por Occidente o la UE contra Boko Haram, en la que
estarían integradas fuerzas africanas, similar a la que se está llevando a cabo
contra el Daesh?
-
La posición española respecto a estas cuestiones pasa por convencer a sus
socios y aliados en las diversas organizaciones supranacionales en las que
participa, especialmente en la OTAN y en la UE, que además del conflicto en
Siria e Irak, no hay que olvidar la orilla sur del Mediterrráneo y el SAHEL,
donde ha colaborado estrechamente con Francia. ¿Cuál cree que puede ser la
evolución de la estrategia de ambas organizaciones respecto a los intereses
españoles de seguridad?
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