CIENCIAS SOCIALES E HISTORIA MÓDULO 3 Eje temático: La era de las revoluciones y la conformación del mundo contemporáneo Introducción La revolución de las flores, la revolución tecnológica, la revolución socialista, la revolución en libertad, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial, son todos procesos que seguramente has escuchado mencionar más de alguna vez. De acuerdo al diccionario de la R.A.E., la palabra revolución significa: “Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa”. Algunos sinónimos de revolución son cambio, giro y transformación. A partir de fines del siglo XVIII y comienzos comenzó a ponerse de moda, y se instaló en mujeres que deseaban cambios al interior de ellos, requería modificaciones profundas que condiciones de vida para los seres humanos. del XIX, la palabra revolución el lenguaje de los hombres y una sociedad que, a juicio de permitieran construir mejores En la formación del mundo en que te tocó vivir, las transformaciones sociales y económicas marcaron profundamente el paisaje humano. Las mujeres, los jóvenes, los más pobres, las minorías sexuales, y otros grupos sociales salieron a los espacios públicos a exigir ser considerados como ciudadanos y ciudadanas con derechos civiles y económicos. Sin duda, los cambios formaron parte importante del surgimiento de lo que hoy conocemos como mundo contemporáneo. En este último eje estudiaremos una serie de procesos históricos de decisiva importancia en la formación del mundo contemporáneo. Te sugerimos explorar, a través de una mirada global, esta época tan importante en nuestra historia moderna y que, en términos cronológicos, aborda el período comprendido entre fines del siglo XVIII y la mitad del siglo XX. Descubrirás que es una época de profundas contradicciones, de un gran desarrollo de importantes instrumentos tecnológicos, pero, a la vez, de profundas crisis sociales, como producto del impacto de la Revolución Francesa y de la Revolución Industrial. 1 En primer lugar, te sugerimos estudiar el impacto de la llamada doble revolución: Industrial y Francesa, en la conformación del mundo contemporáneo. Estas consecuencias tienen que ver con el desarrollo de una conciencia de los deberes y derechos ciudadanos de las personas y su incidencia en el posterior desenvolvimiento de los sucesos históricos, especialmente, en las luchas sociales del siglo XX. En relación con la Revolución Industrial, es importante que analices su impacto dentro del ámbito social, así como las profundas transformaciones que implicó el desarrollo de la tecnología en la vida de las personas. Te aconsejamos, además, que observes y analices las consecuencias de la Revolución Industrial en las ciudades. Con respecto a este tema, te sugerimos estudiar los contenidos que se encuentran en el programa diferenciado de Tercero y Cuarto Medio y con los cuales podrás aprender una serie de procedimientos y conceptos que te pueden ayudar a preparar esta prueba. En este contexto histórico, te sugerimos conocer las distintas ideologías que se fundaron en la Revolución Francesa y que se proyectaron durante los siglos XIX y XX. Por una parte, el nacionalismo y su rol en la constitución de los estados nacionales y, por la otra, el pensamiento socialista y social cristiano, ideologías que orientan los movimientos sociales del período y que tendrán incidencia decisiva en la primera mitad del siglo XX. Siguiendo esta misma línea cronológica y temática, analiza los diversos impactos que tuvo la explosión demográfica del período, considerando el profundo cambio que generaron en la población de los países de llegada y los inmensos volúmenes de personas que cruzaron los océanos escapando de la cesantía y la pobreza. América, en ese contexto, recibió una cantidad importante de inmigrantes que se integraron al desarrollo de distintos países, entre ellos Chile. Un tema importante que debes considerar y que está en estrecha relación con lo anterior es la expansión imperialista europea del período. En efecto, los distintos países europeos salieron de sus fronteras en busca de materias primas y mano de obra que apoyara su enriquecimiento económico. Hoy en día se pueden constatar las consecuencias de dicho proceso al observar las profundas diferencias entre los países desarrollados y los subdesarrollados. 2 Considerando el desarrollo del siglo XIX y sus últimos años, se puede percibir que este no terminó con la llegada del año nuevo de 1899, sino que sus efectos se hicieron sentir hasta bien entrado el siglo XX. De hecho, la Primera Guerra Mundial, según muchos historiadores e historiadoras, es la culminación de un profundo conflicto entre los países que tenían colonias en diferentes partes del mundo y que entraron en contradicciones luego de 100 años de tensa convivencia. Ya que coinciden en términos temporales, te sugerimos que estudies las consecuencias y las características de la Revolución Rusa, la aguda crisis del año 1929 y la Segunda Guerra Mundial. El siglo XX es una centuria que está registrada en numerosos documentos gráficos, fílmicos y documentales, por lo que te invitamos a reforzar tus conocimientos a través de la lectura, observación y revisión de películas y documentales, que puedes utilizar como entretenido complemento en tu preparación. Además de lo anterior, se agregan el estudio de estadísticas, cuadros comparativos y líneas de tiempo, que te darán un importante apoyo en tu análisis. Es vital que entiendas la dimensión ética de varios de los procesos históricos que estudiarás, pues muchos de los acontecimientos de los siglos XIX y XX tienen una dimensión negativa, manchas en la historia contemporánea de los hombres y mujeres que antecedieron tu vida. Son épocas de muerte, genocidio y violación de los derechos humanos, pero también una historia de luchas y conquistas sociales muy importantes en la búsqueda de la ansiada libertad humana. Además, en este periodo destacan los avances tecnológicos y todo lo que ello significó para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Hoy por hoy, los seres humanos vivimos mucho más que antes y hemos podido enfrentar mejor las enfermedades antiguas, lo que sin duda es un avance positivo e importante propio de esta etapa de la historia universal. Te invitamos a llevar a cabo un viaje por los últimos 200 años de nuestra historia universal, a conocer cómo solucionamos los viejos conflictos y cómo estamos enfrentando los desafíos de un nuevo siglo XXI. 3 La Revolución Industrial y la madurez del capitalismo Después del establecimiento de la agricultura en la conocida “revolución neolítica”, la economía mundial no había conocido una transformación tan profunda como la que vivió a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Este fenómeno, que ocurrió primero en Gran Bretaña y luego en el resto de Europa, fue conocido como la Revolución Industrial. Como proceso histórico, estuvo estrechamente vinculado al desarrollo del sistema capitalista y en términos concretos se refiere al conjunto de innovaciones y transformaciones técnicas, económicas y sociales que dieron un vuelco a la sociedad agrícola y feudal conocida hasta ese momento, para dar paso a una sociedad industrial y capitalista. En Gran Bretaña, durante el siglo XVIII, existieron las condiciones previas que permitieron el desarrollo industrial. Entre estas encontramos la expansión del comercio, la producción agrícola y la incipiente acumulación de capital. En la década de 1740, Gran Bretaña duplicó su comercio y, a partir de 1750, el número de bancos aumentó, estableciendo sistemas de crédito a los nuevos industriales. Este país poseía, además, ricos depósitos de carbón y de hierro y podía obtener enormes cantidades de materias primas procedentes de sus muchas colonias repartidas en el mundo. Esta nación se había convertido en la potencia mercantil e industrial más importante del mundo, y sus posesiones se extendían por todo el globo, lo que aumentó el desarrollo del transporte, tanto de tipo fluvial, como terrestre. Junto a estas condiciones, cabe señalar el enorme aumento que experimentó la población; de cinco millones y medio en 1700-1750 pasó a doce millones en 1800. Probablemente, este aumento se debió a las mejoras en la actividad agrícola gracias a las nuevas técnicas, a mejores condiciones sanitarias y nuevos conocimientos en el sector de la salud. La Revolución Industrial ha estado tradicionalmente ligada a la tecnología textil, compuesta de máquinas para hilar y tejer, accionadas por una nueva forma de energía: el vapor. Esta forma fue inventada en el siglo XVII y se utilizó no solo en la industria, sino también en la minería y el transporte. Hay una segunda etapa en la Revolución Industrial, que corresponde al período entre 1870 y la Primera Guerra Mundial, en la que nuevas fuentes de energía se suman a este proceso industrializador: la electricidad y el petróleo. El soporte teórico de estos nuevos sistemas económicos y mercantiles lo dieron liberales como Adam Smith, quien era uno de los integrantes de la Escuela de Manchester, la que había desencadenado una lucha contra las teorías mercantilistas del siglo XVII. 4 Estas hacían intervenir al Estado para proteger, a través de aduanas, la economía de cada nación. La aparición de la doctrina del "Laissez Faire" acompañó los cambios de la nueva economía que aportaba la Revolución Industrial y la obra de Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y las causas de las riquezas de las naciones, aparecida en 1776, se convirtió en la Biblia de los nuevos industriales ingleses, que argumentaban que se debía dejar el mundo económico en manos de sus propias leyes naturales. Pero luego, los países que llegaron con más retardo a la Revolución Industrial, no dejaron todo en manos de las leyes económicas, sino que se aseguraron de resguardar su incipiente industria por medio de protecciones aduaneras. Otros discípulos de la Escuela de Manchester fueron David Ricardo y John Stuart Mill, quien planteó la necesidad de una cierta intervención estatal. Como consecuencias de la Revolución Industrial, podemos afirmar que los progresos técnicos que introdujo esta en el siglo XIX transformaron todos los aspectos relacionados con la vida europea. De esta manera, surgió una nueva etapa en la historia de la civilización occidental. Se produjo un importante cambio en la estructura económica, donde se impuso la industrialización y el capitalismo. El comercio se intensificó, los países industrializados vendieron mercancías y adquirieron materias primas y aumentaron, también, las comunicaciones y los transportes. Desde el punto de vista social, podemos ver que antes de la Revolución Industrial las clases sociales estaban divididas de otra manera. El poder estaba en manos del Rey, de la nobleza o de los señores feudales y del clero, los que gradualmente iban cediendo terreno la burguesía mercantil. El campesinado vivía del trabajo de tierras que pertenecían a los señores feudales y a la Iglesia, mientras los artesanos vivían de lo que producían. Sin embargo, en esta época entran nuevos actores a este escenario: la burguesía industrial y el proletariado. Si quieres saber más sobre la Revolución Industrial, visita las siguientes páginas: http://www.monografias.com/trabajos12/revin/revin.shtml#rev http://www.historiasiglo20.org/enlaces/revindustrial.htm 5 La Revolución Francesa La Revolución Francesa, en la historia del mundo contemporáneo, significó el paso de una sociedad estamental, heredera de la sociedad feudal, a una sociedad capitalista, basada en la economía de mercado. La monarquía absoluta y la aristocracia se vieron obligadas a dar paso a la burguesía. A fines del siglo XVIII, se hizo sentir, de forma directa o indirecta, el efecto de las ideas conocidas bajo el nombre de la Ilustración. Estas ideas fueron el reflejo de las necesidades y de las tensiones de una sociedad cambiante, y estaban basadas en el nuevo conocimiento científico del siglo XVII, que dio origen a una nueva fe en la razón y en el progreso. Los monarcas, a fines del siglo XVII, comenzaron a concentrar el poder en sus manos, encontrando resistencia en las iglesias, en los gremios, en las corporaciones y, sobre todo, en la aristocracia. La Revolución Francesa se da en el contexto de una serie de transformaciones políticas y económicas que marcaron el fin de la Edad Moderna y el comienzo de la Edad Contemporánea. Estas transformaciones fueron la Independencia de EE.UU. y la Revolución Industrial. Como todos los fenómenos históricos, las causas que produjeron esta revolución son múltiples, pero en general hay un cierto acuerdo en que los principales motivos que provocaron la Revolución Francesa fueron: • • • • • • La incapacidad de las clases gobernantes (nobleza, clero y burguesía) para resolver los problemas del Estado. La actitud indecisa de la monarquía. Los excesivos impuestos que debían pagar los campesinos. El empobrecimiento de los trabajadores. La efervescencia intelectual generada por el Siglo de las Luces. El ejemplo de la Independencia de los Estados Unidos. 6 Las transformaciones que la Revolución Francesa dejó al mundo contemporáneo Una de las consecuencias inmediatas de la Revolución Francesa, fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia. De esta manera, se puso fin a los privilegios de la aristocracia y del clero. La servidumbre, los derechos feudales y los diezmos fueron eliminados y se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos. Luego de los primeros años de la revolución y de una serie de revueltas internas, donde se enfrentaron los distintos sectores que componían la asamblea nacional, en 1799, Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado que terminó con el llamado Directorio y se convirtió en Cónsul, dando un discurso en que dio por terminada la revolución. Se iniciaba así un período en que los franceses ampliarían su área de acción, expandiendo los principios revolucionarios por varios países del continente europeo. Napoleón, durante el Consulado, introdujo una serie de reformas que ya habían comenzado a aplicarse en el periodo revolucionario. Dentro de ellas se destacan algunas como que todos los ciudadanos, independientemente de su origen o riqueza, podían acceder por medio de exámenes de concurso, a un puesto en la enseñanza. La reforma y codificación de las diversas legislaciones provinciales y locales, que quedó plasmada en el Código Napoleónico, evidenciaba muchos de los principios y cambios que había aportado la Revolución: la igualdad ante la ley, el derecho de habeas corpus y disposiciones para la celebración de juicios justos. El procedimiento judicial establecía la existencia de un tribunal de jueces y un jurado en las causas penales y se respetaba la presunción de inocencia del acusado, que podía recibir asistencia jurídica. En el ámbito religioso también se produjeron cambios: se estableció la libertad de culto y la libertad de expresión tal y como fueron enunciados en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo que marcó el principio del camino hacia la separación de la Iglesia y el Estado. Los ideales de la revolución fueron elementos constitutivos de las reformas liberales de Francia y Europa en el siglo XIX, y sirvieron también como fuente de inspiración ideológica de los jóvenes revolucionarios latinoamericanos, que más tarde tuvieron un rol protagónico en la independencia de sus respectivos países en ese mismo siglo. 7 Si quieres saber más sobre la Revolución Francesa puedes visitar las siguientes páginas: http://www.monografias.com/trabajos/revofrancesa/revofrancesa.shtml http://www.vi-e.cl/internas/aprende/lo_mejor/revolucion_francesa.htm http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/RevolucFrancesa.htm Principales acontecimientos de la Revolución Francesa de 1879, revolución burguesa que puso fin al Antiguo Régimen y puso en práctica las ideas de la Ilustración. 1789 Elección para los Estados Generales. Constitución de una Asamblea Nacional por iniciativa del tercer estado. El pueblo asalta la Bastilla, Lafayette asume el mando de la guardia nacional. Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 1791 Detención en Varennes de la familia real. La Asamblea Nacional proclama una nueva constitución. Primera reunión de la Asamblea Legislativa. 1792 Asalto a las Tullerías y formación de la Comuna en París; la asamblea destituye al rey. La Convención abolió la monarquía y declaró la república. 1793 Ejecución de Luis XVI. Comienzo del Terror; supresión de la constitución y represión de los contrarrevolucionarios. 1794 Dictadura de Robespierre. Caída y ejecución de Robespierre. 1795 Fin de la Convención. Primera sesión del Directorio. 1799 Golpe de Estado de Napoleón. Comienzo del Consulado y fin de la primera república. 8 Revoluciones liberales del XIX y formación de los estados nacionales El siglo XIX fue el siglo de las revoluciones en Europa, las revoluciones liberales de 1830 y 1848, y de los movimientos nacionalistas de unificación y de liberación, como por ejemplo en Alemania, Grecia e Italia. Estos movimientos fueron herederos de la Revolución Francesa y de la Ilustración. Hacia mediados del siglo XIX tiende a aparecer un sistema de gobierno que incluye la libertad dentro de las relaciones políticas, la autoridad no proviene de la tradición o la fuerza, pero el pueblo no participa directamente. Estas son las llamadas democracias parlamentarias, con voto de los representantes calificados. Este será un período de revoluciones burguesas que llevarán al poder a esta clase social. Es en este contexto que diversos sectores de esta ascendente burguesía organizan una serie de procesos de unificación nacional a partir de los nuevos principios liberales. Por ejemplo, Alemania e Italia se unifican en torno a gobiernos nacionales que buscan terminar con la disgregación de sus estados, fenómeno característico de los reyes y sus principados y pequeños estados. La idea que animaba a los nacionalistas era unificarse en torno a las nuevas formas de gobierno y economías propugnadas por la burguesía europea. Por otra parte, en diversos conflictos bélicos se enfrentaron regiones que reivindicaban su unidad cultural y política frente a los imperios monárquicos. Fue el caso de los distintos países que componían la península de los Balcanes, que vivían bajo el área de acción del Imperio Austriaco. Estas reivindicaciones nacionales surgieron, nuevamente, a fines del siglo XX, luego de la crisis y caída del bloque socialista. En este último caso, las diferentes reivindicaciones nacionales terminaron en una de las guerras más cruentas de fines del siglo XX, concretamente, en la década de los noventa. Esta fue la época en la que Inglaterra estaba gobernada por la reina Victoria y en los Países Bajos y en Bélgica vencía la burguesía. Entre 1846 y 1848 triunfó una revolución burguesa de carácter laico y liberal en lo económico. Se proclamó una constitución que consagró el parlamentarismo representativo y la monarquía constitucional. Para la coronación de Isabel II en España, el triunfo fue de los liberales, pero el país se dividió entre liberales y moderados y todo el periodo estuvo marcado por las tensiones entre ambos. En Francia, Napoleón II garantizó una monarquía constitucional en 1848. 9 La Restauración había puesto a Luis XVIII, hermano del rey ejecutado, en el poder, quien gobernó entre los años 1814-1824, y la Carta Otorgada, por la que se rigió su gobierno, satisfacía algunas de las demandas de los liberales moderados. Su sucesor, Carlos X, aplicó una serie de medidas absolutistas y a comienzos de 1830, la Cámara de Diputados otorgó un voto de censura contra el gobierno. El Primer Ministro Polignac disolvió la Cámara y convocó a nuevas elecciones, en las que vencieron los liberales. El gobierno anuló la Carta Otorgada, lo que marcó el comienzo de las jornadas revolucionarias. Esta revolución tuvo repercusiones inmediatas en otros países; de todos modos, es necesario mencionar que triunfó solamente en Francia y Bélgica, teniendo, además, implicancias en varios países de Europa occidental. La revolución de 1848, que también tuvo su origen en Francia, terminó con la proclamación del sufragio universal. En este proceso revolucionario los efectos de la reivindicación de París se expandieron a casi todo el continente europeo. La lucha exigía cambios políticos profundos para terminar definitivamente con los resabios del antiguo régimen. La burguesía y sectores de los nuevos obreros urbanos se enfrentaron a las instituciones monárquicas que hacían intentos por mantener el poder político de sus respectivas monarquías. El Socialismo El socialismo se opone tanto al liberalismo como al conservadurismo y su nacimiento está íntimamente ligado a las condiciones socioeconómicas creadas por la revolución industrial y al nacimiento de una nueva clase social: el proletariado. Esta clase, además de vivir en condiciones de miseria, carece de todo control sobre el proceso productivo. Dentro del socialismo se distinguen dos tendencias: el socialismo utópico y el socialismo científico. El socialismo utópico intenta afrontar los problemas a través de medidas que son difíciles de realizar y aportan soluciones parciales. El utopismo, como propuesta de solución a los males sociales, no era nuevo, pues ya había sido planteado en cierta forma por Platón en La República, Tomás Moro en Utopía y Campanella en La Ciudad del Sol, por nombrar algunos ejemplos. Representantes del Socialismo utópico del siglo XIX son: Saint-Simon (17601825), Fourier (1772-1837) y Owen (1771-1859). 10 El socialismo científico tuvo a su mayor representante en Karl Marx (18181883), defensor del proletariado para la conquista del poder y, a través de la revolución, la instauración de la dictadura del proletariado, en la que los medios de producción serían de propiedad pública. El Manifiesto Comunista, publicado en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels (1820-1895), fue una de las primeras expresiones del socialismo científico. El fracaso obrero en las revoluciones europeas de 1848 supuso un duro golpe para el socialismo utópico y reforzó al socialismo marxista, que en 1848 creó la Asociación Internacional de Trabajadores (Primera Internacional), a la que se sumaron la mayoría de los sindicatos europeos (Guía Escolar Vox, Barcelona, 1990, Bibliograf, S.A., pp.293-294). Europa en crisis Fuente: http://ns.fcs.ucr.ac.cr/~historia/mod-cole/2003/mapa-his/ Europa empezó el siglo XX con Estados fuertes; muchos de ellos habían construido imperios inmensos. Alemania e Italia se habían constituido como naciones soberanas, y el imperialismo político y económico inevitablemente despertó rivalidades. 11 Como reacción se conformaron diversas alianzas. Por una parte Alemania, Italia y el Imperio Austro-húngaro formaron la Triple Alianza; por otra parte, Francia, Rusia e Inglaterra conformaron la Triple Entente. La rivalidad entre las potencias se fue haciendo mayor. Francia pretendía recuperar Alsacia y Lorena, que estaban en poder de Alemania; Inglaterra estaba preocupada por el gran desarrollo industrial y económico de Alemania; por su parte, Alemania pretendía reforzar su hegemonía centroeuropea; y Rusia quería consolidar su posición en Los Balcanes, frente a Austria-Hungría. Las naciones europeas se estaban preparando para una posible guerra que, de producirse, preveían como breve, pero la realidad superó ampliamente todas las previsiones con una guerra larga y con consecuencias sociales y políticas que, en cierta medida, crearon las condiciones para que veinte años más tarde estallara la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los conflictos entre naciones no eran los únicos que formaron parte de las características de comienzos del siglo XX en el viejo continente. En 1917, en plena guerra mundial, en Rusia se produjo la primera revolución socialista. El régimen Zarista, uno de los pocos con características monárquicas que quedaban en Europa, cayó frente a un ejército revolucionario animado ideológicamente por el socialismo y el marxismo. La Revolución Rusa ha tenido una enorme trascendencia histórica, a veces comparada con las consecuencias de la Revolución Francesa. En el caso de los rusos, intentaron llevar a la práctica las teorías marxistas que proponían la sustitución del orden capitalista por un nuevo sistema dirigido por el proletariado. Este modelo sirvió de guía a los intentos que, posteriormente, se realizaron en otros países para instaurar un sistema comunista. Así, el mundo de comienzos de siglo pasó por una serie de crisis políticas marcadas por conflictos nacionales e internacionales, muchos de los cuales terminaron en guerras que arrojaron inmensas pérdidas humanas. A lo anterior, hay que agregar la profunda crisis del año 29, que hizo temblar el sistema liberal impuesto durante el siglo XIX. Las consecuencias de la crisis del sistema liberal hicieron surgir una serie de ideologías totalitarias que criticaron al liberalismo y propusieron sistemas autoritarios en su reemplazo. Fue el caso del Nacionalsocialismo alemán, dirigido por Adolfo Hitler, el Fascismo italiano, propuesto por Benito Mussolini y, por último, el llamado Stalinismo soviético. En todos estos casos, el punto en común era una dura crítica al liberalismo económico que había, según ellos, llevado a sus países y al mundo a entrar en crisis. 12 Así planteado el mundo de fines de los años treinta, se crearon las condiciones para que estallara la Segunda Guerra Mundial, conflicto en el que se enfrentaron la mayoría de las naciones tanto europeas como no europeas. Al final del conflicto (1946), el mapa del mundo se comenzaba a reordenar a partir de los dos bloques vencedores de la guerra, comandados por los EE.UU. y la URSS, que se dividieron el mundo configurando una cartografía política marcada por la bipolaridad. Para conocer los detalles visita la siguiente página: http://clio.rediris.es/udidactica/IGM/ En 1918 tanto los países vencedores como vencidos estaban destruidos. El final de la Primera Guerra Mundial no logró generar condiciones de tranquilidad ni orden para el continente. El Tratado de Versalles (1919) impuso una serie de duras condiciones a Alemania: pago de reparaciones de guerra a los vencedores, ejército limitado a 100.000 hombres, etc. Este tratado fue considerado por muchos alemanes, durante los años veinte y treinta, como una de las principales causas de sus problemas políticos y económicos. Italia se encontraba en medio de numerosas dificultades económicas y sociales que fueron aprovechadas por Benito Mussolini para llegar al poder en 1922 e implantar un régimen fascista. En 1933, Hitler se convirtió en canciller alemán, y entre sus objetivos se encontraba la búsqueda del "espacio vital", que se tradujo en una agresiva política exterior cuyo resultado conduciría a la guerra. Si deseas seguir investigando sobre este tema a partir de otros recursos, en el siguiente sitio encontrarás recomendaciones sobre películas de la Segunda Guerra Mundial: http://sapiens.ya.com/tonelorc/ De esta forma hace su entrada el siglo XX. Las guerras mundiales, cuyas raíces se hunden en lo profundo del siglo XIX, convierten a las primeras décadas del veinte en un siglo lleno de contradicciones; marcado por los nuevos pasos de una humanidad que inventaba herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas y a la vez daba pasos agigantados y muy importantes en lo que a derechos civiles se refiere. Sin duda, se trató de un siglo de enormes cambios y transformaciones que se desarrolló ante la mirada perpleja de sus protagonistas. 13 Bibliografía Si deseas profundizar tus conocimientos, te sugerimos revisar la siguiente bibliografía: Carpentier, J. y otros (1994). Breve historia de Europa. Alianza Editorial. Carr, E.H. (1988). La Revolución Rusa: de Lenin a Stalin. Alianza Editorial. Hampson, Norman (1974). Historia social de la Revolución Francesa. Alianza Editorial. Hobsbawm, Eric (1995). Historia del siglo XX. Editorial Crítica. Hobsbawm, Eric (1998). La era de la Revolución. 1789-1848. Editorial Crítica. Hobsbawm, Eric (1998). La era del Capital 1848-1875. Editorial Crítica. Hobsbawm, Eric (1998). La era del Imperio 1875-1914. Editorial Crítica. Joll, James (1983). Historia de Europa de 1870 a nuestros días. Alianza Editorial. Mori, Giorgio (1983). La revolución industrial. Editorial Crítica. Roig, Joan (1995). Atlas histórico. Ediciones Vicens Vives. Rupert Hall, A. (1981). La revolución científica. Editorial Crítica. Saitta, Armando (1996). Guía crítica de la historia moderna. F.C.E. Stomberg, Roland N. (1990). Historia intelectual europea desde 1789. Debate. Tenenti, Alberto (1985). La formación del mundo moderno. Editorial Crítica. Varios autores, (1994). Historia de las mujeres. 10 volúmenes, Editorial Taurus, España. 14 Sitios sugeridos Para la búsqueda de información te recomendamos también los siguientes sitios: www.hyperhistory.com. www.muweb.millersville.edu/~columbus/data/art/JACHAT-1.ART. www.educa.aragob.es/cprandor/wq/Renacimiento/renacimiento.htm. www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/conte xtos/1848.htm www.clio.rediris.es/fichas/mod_descartes.htm. www.pastranec.net/historia/moderna/moderna.htm. www.mashistoria.com/revista/Galeria02/galeria-0203.htm. www.bibliotecapiloto.gov.co/virtual/moderna.pdf. www.encuentra.com/includes/documento.php?IdDoc=1949&IdSec=393. www.club.telepolis.com/geografo/urbana/moderna.htm. www.indexnet.santillana.es/rcs. www.xtec.es/~aguiu1/socials/index.htm. 15