Jornaleros agrícolas de la Montaña de Guerrero demandan a empresa en Sinaloa por violación a sus derechos laborales FICHA INFORMATIVA Contacto: Tlachinollan Centro de Derechos Humanos de la Montaña Mina 77 Col. Centro, Tlapa, Guerrero, México. + (52) 757 476 1200 / 476 1220 [email protected] [email protected] www.tlachinollan.org Jornaleros agrícolas demandan a empresa en Sinaloa 1. Presentación: La presente ficha informativa documenta el proceso que han emprendido 37 jornaleros y jornaleras agrícolas, indígenas de la Montaña de Guerrero, para que sus derechos laborales les sean garantizados en el Estado de Sinaloa. El proceso, acompañado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, es paradigmático de la sistemática violación a los derechos laborales de la población jornalera. 2. Contexto: El estado de Guerrero ocupa el primer lugar a nivel nacional de migración interna. Este fenómeno tiene que ver con el alto índice de marginación que prevalece en la entidad. De los 81 municipios que la conforman, el 53.09% presentan un grado muy alto de marginación. Algunos de estos municipios se ubican principalmente en la región de la Costa Chica, Centro y Montaña. Según los datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el 73.9% de los municipios con población indígena del estado, no brindan alternativas de empleo a la población, lo que se agudiza respecto de la población nahua, na’ savi (mixtecas) y me’ phaa (tlapanecos) de la región de la Montaña. Ante este escenario, las familias indígenas optan por migrar fuera de su lugar de origen, como una alternativa para garantizar su subsistencia. Desde el año 2006 a la fecha, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña han documentado la migración de más de 47 mil jornaleros y jornaleras de la Montaña, provenientes aproximadamente de 362 comunidades indígenas. Durante el ciclo migratorio que inició en septiembre 2012 y culminó en enero de 2013, más de 8 mil jornaleros y jornaleras de la región Montaña emigraron, principalmente al estado de Sinaloa. Dentro de este periodo, el municipio de Tlapa ha sido el municipio con el más alto índice de expulsión. En Tlapa el 45.76% de la población vive en pobreza extrema, lo que lo coloca como un municipio con alto grado de marginación y de rezago social. Una de las localidades migrantes que pertenecen al municipio de Tlapa es la comunidad me’ phaa Colonia de Guadalupe, anexo de Santa María Tonaya. Esta comunidad es un ejemplo de las severas condiciones de marginación y exclusión en que viven las y los habitantes del municipio. Según el Catálogo de Localidades 2012, Colonia de Guadalupe Tlachinollan | CDHM tiene una población de 577 habitantes, de los cuales el 63.31% de la población de 15 años o más es analfabeta; el 94.60% no estudió la primaria completa y el 26.86% de la población de 6 a 14 años no asiste a la escuela. Por otra parte, el 92.86% de las viviendas de esta comunidad me’ phaa no disponen de drenaje; el 98.96% no cuenta con agua entubada y el 23.47% de las viviendas carecen de piso firme. Frente a la marginación, la única opción de supervivencia de las familias me’ phaa de esta localidad es migrar constantemente a diferentes entidades del interior de nuestro país para emplearse como jornaleras y jornaleros agrícolas, representando una mano de obra barata y rentable para los empresarios agrícolas de estados como Sinaloa, Baja California, Zacatecas, Durango, entre otros. Durante el 2011 y 2012 Tlachinollan documentó 11 casos relacionados con la falta de pago de salarios de jornaleros y jornaleras agrícolas de la región de la Montaña. Estos asuntos se registraron en estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Sonora y Sinaloa, siendo este último, uno de los estados con mayores rezagos en la garantía de los derechos laborales, como lo refleja el caso de las 37 jornaleras y jornaleros agrícolas me’ phaa de Santa María Tonaya. 3. La lucha de los jornaleros me’phaa de Santa María Tonaya por sus derechos laborales Al migrar internamente, la violación de sus derechos laborales es una constante. La mayoría de las veces, los acuerdos entre empresarios y jornaleras y jornaleros agrícolas referentes al pago de sus salarios, tiempo extra, retiro, pago de autobuses, entre otros, no se hacen por escrito sino de manera verbal, situación que los pone en desventaja cuando quieren reclamar el incumplimiento de alguno de dichos acuerdos. A mediados de diciembre de 2010, 37 jornaleras y jornaleros agrícolas, de 8 familias jornaleras, llegaron a trabajar a Guasave, Sinaloa al campo denominado Paraíso 3, que pertenece a la agrícola Agroger del Évora S.P.R. DE R.L., cuyo propietario es el empresario José Alfredo Gerardo Ríos. Estas familias fueron contratadas para laborar en la siembra y corte de calabaza, con un horario de trabajo de 7:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, percibiendo un salario diario de $135.00 (ciento treinta y cinco pesos 00/100 M. N.), el cual se les pagaría semanalmente, de acuerdo a lo establecido verbalmente entre el grupo y el agricultor. Jornaleros agrícolas demandan a empresa en Sinaloa Durante mes y medio, la empresa agrícola cubrió los salarios correspondientes. Sin embargo, a partir del 5 de febrero de 2011 se les dejó de pagar, bajo el argumento de que debido a las fuertes heladas que Ríos; ante esta autoridad, el empresario reconoció el adeudo a las 37 personas y mediante un acta compromiso se comprometió a pagar en dos momentos: el 27 de marzo de 2012 y el 27 de diciembre afectaron al estado de Sinaloa en enero de ese año, los productos cosechados durante esos días no se habían vendido. La empresa informó adicionalmente que cubriría el pago de los salarios a las y los trabajadores en cuanto se vendiera el producto, por lo que el grupo continuó trabajando. de 2012 en donde se cubriría el adeudo con la cantidad de $163,568.00 pesos. El día 27 de marzo de 2012 los trabajadores se presentaron a las oficinas de la Procuraduría de Defensa del Trabajo, sin que el agricultor hiciera presencia, pese a que había firmado el compromiso de realizar el pago. La Procuraduría de Defensa El día 11 de mayo de 2011, el agricultor le del Trabajador del Estado de Sinaloa fue dijo al grupo de jornaleras y jornaleros que omisa en asesorar a los trabajadores sobre “ya no había trabajo y debían retirarse”, sin la manera de hacer efectivos sus derechos. dar alguna explicación de los pagos que no les había liquidado durante las semanas A la fecha, ha pasado más de un año sin que estuvieron trabajando. que el grupo de 37 jornaleros y jornaleras haya recibido el pago de la empresa Las y los 37 jornaleros agrícolas acudieron agrícola Agroger del Évora S.P.R. DE R.L. a la Procuraduría de Defensa del Trabajo del Estado de Sinaloa, para exigir que les Luego del incumplimiento del agricultor fuera remunerado el trabajo que habían al compromiso que había asumido ante la realizado durante los tres meses que no les Procuraduría de la Defensa del Trabajo el fueron pagados. El 28 de febrero de 2012, 28 de febrero de 2012, las y los jornaleros la Procuraduría citó al representante de agrícolas con el acompañamiento del la agrícola, el señor José Alfredo Gerardo Centro de Derechos Humanos de la Tlachinollan | CDHM Montaña Tlachinollan, interpusieron una demanda formal el 25 de febrero de 2013 ante la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Sinaloa, ubicada en Guasave, como último recurso legal para reclamar el pago de su salario. La demanda fue admitida el 13 de marzo de 2013. Tras la demanda, en la primera audiencia de conciliación, la empresa se negó a pagar a los trabajadores el adeudo y llegó al extremo de negar la relación laboral, incurriendo nuevamente en un trato discriminatorio. En este sentido, el hecho de que en el caso se haya firmado un convenio ante la Procuraduría de Defensa del Trabajador y que dicha dependencia no haya verificado después su cumplimiento ni haya asesorado a los trabajadores agrícolas sobre sus derechos, evidencia la complicidad de las autoridades con la violación de derechos laborales. Finalmente, con esta demanda las y los 37 jornaleros agrícolas me’ phaa buscan que la parte patronal, en este caso el empresario agrícola, cumpla con sus obligaciones; así como visibilizar las condiciones laborales que enfrentan y la frecuencia con la que Con la interposición de dicha demanda se los empresarios agrícolas recurren a pretende evidenciar la ineficacia de los diversas prácticas que violan los derechos mecanismos y de las acciones que realizan laborales de las y los jornaleros como lo las dependencias encargadas de vigilar y son: la falta de pago; la retención del pago prevenir que sean vulnerados los derechos o el despido injustificado, lo que afecta de los trabajadores, dejándoles el camino a familias enteras, las cuales dadas las legal como única vía para que sus derechos condiciones de vida en sus comunidades sean garantizados. Esto no es nada fácil se han visto en la necesidad de migrar en para los jornaleros y jornaleras agrícolas busca de mejores condiciones. migrantes, quienes al exigir la garantía de sus derechos como trabajadores son La lucha de los jornaleros me’phaa de Santa discriminados. Su situación se torna más María Tonaya por sus derechos laborales compleja aún, debido a que al final de evidencia que subsisten las violaciones la temporada tienen que regresar a sus a derechos humanos en los estados que comunidades, lo que les impide darle reciben la migración interna como Sinaloa. seguimiento a los trámites necesarios. Del mismo modo, evidencia que los jornaleros y las jornaleras se organizan cada vez más para defender sus derechos.