Instructivo para la Toma, conservación y Envío de muestras al Laboratorio de Patología Código: I-CCBA-LPAT-01 Revisión: 01 Fecha de emisión: 19/04/10 Página: 1 de 11 CONTROL DE CAMBIOS Y MEJORAS NIVEL DE REVISIÓN 01 SECCIÓN Y/O PÁGINA DESCRIPCIÓN DE LA MODIFICACIÓN Y MEJORA Se cambio el nombre del Responsable del Control de cambios Laboratorio de Patología y el del coordinador de la y mejoras unidad de diagnostico. FECHA DE MODIFICACIÓN 8 junio 2012 02 03 04 05 Elaboró REVISÒ Aprobó Raquel Miranda Soberanis Técnico Académico Responsable del Laboratorio de Patología Responsable del Laboratorio de Patología 1 Instructivo para la Toma, conservación y Envío de muestras al Laboratorio de Patología Código: I-CCBA-LPAT-01 Revisión: 01 Fecha de emisión: 19/04/10 Página: 2 de 11 1.-OBJETIVO Conocer la metodologìa apropiada para la toma, conservaciòn y envìo de muestras para la recepcìon en el laboratorio de patologìa. 2.- ALCANCE Aplica para todos los usuarios que envian muestras al laboratorio de patología. 3.- POLITICAS No se aceptaran muestras congeladas. 2 INSTRUCTIVO PARA LA TOMA CONSERVACIÒN Y ENVIO DE MUESTRAS AL LABORATORIO DE PATOLOGÌA M en C. Leonardo Guillermo Cordero Técnico Académico Raquel Miranda LCE Aída Alejandra Solís Miranda 3 Introducción. La patología es la ciencia que comprende todas las anormalidades de la estructura corporal y su función; es decir estudia las respuestas celulares y tisulares ante una agresión, su objetivo es entender el proceso de enfermedad, para poder entre otras metas, establecer un diagnóstico (Romero, 2002a). Por lo tanto entre las herramientas más importantes de esta ciencia se encuentran los estudios post mortem (necropsias) sin embargo, debido a que con esta técnica el diagnóstico es de tipo presuntivo y muchas veces es necesario de apoyarnos de pruebas de otros laboratorio (bacteriología, parasitología, virología, inmunología, análisis clínicos, entre otros) para determinar al agente etiológico (Moreno et al., 2006). Las que se disponen en el laboratorio de patología son: la histopatología, la citopatología y la histoquímica. Por lo que para obtener resultados confiables es de suma importancia que tanto la toma de muestras necesarias, como su conservación se realicen de manera correcta. Con el fin de evitar pérdida de tiempo o la realización de trabajo innecesario, el médico veterinario debe saber exactamente qué muestras se requieren en cada caso (Aluja y Constantino, 2002) Es por esta razón que la presente guía tiene como fin describir la forma adecuada para tomar, conservar y enviar muestras al laboratorio de patología Selección de muestras. La selección de las muestras adecuadas para obtener el diagnóstico de las enfermedades, requiere de conocimiento y experiencia,. Las muestras escogidas y pruebas solicitadas de cada caso deben estar orientadas a ahorrar tiempo, material, dinero y esfuerzo, tanto para el laboratorio como para el interesado, para lo que es necesario haber realizado un buen diagnóstico clínico presuntivo, razón por la cual, la selección, conservación y envió de muestras debe ser realizada por un Médico Veterinario Zootecnista Siempre conviene llevar a cabo un plan cuidadoso, que contemple lo que se va a hacer, con qué fin se manda una muestra, las limitaciones y ventajas de cada prueba y qué tipo de resultado se pretende obtener. (Moreno et al., 2006) Hay algunos factores de mucha importancia que deben ser tomados en cuenta, independientemente de qué tipo de muestra se va a enviar: 1. Las muestras deben ser lo más frescas posible. 2. Cada muestra debe ser rotulada, de modo que sea fácil de identificar. 3. La siguiente información debe ser anexada a las muestras de cada caso: Nombre, dirección y teléfono del médico. Nombre, dirección y teléfono del dueño. Especie animal, edad, sexo y raza. Número de animales en el hato. Número de animales afectados. Tiempo de evolución de la enfermedad. Signos clínicos que presentó el paciente. Datos sobre la morbilidad y mortalidad en el hato. Vacunaciones y tratamientos. Hallazgos a la necropsia. Casos similares en la zona. Diagnóstico presuntivo. Fecha y hora de la muerte. Material enviado al laboratorio, fijador o preservativo usado. Especificaciones claras relativas al tipo de análisis que se requiere. (Aluja y Constantino, 2002) Materiales para muestreo. Los utensilios que se necesitan son: el cuchillo, piedras para afilar, tijeras de cirugía o disección, pinzas con y sin dientes de ratón, segueta o hacha, costótomo, bisturí. Debe de haber también frascos con formol buferado al 10% (o con alcohol en su defecto), frascos limpios y otros estériles, hisopos 4 estériles, tubos de ensayo con y sin anticoagulante, jeringas, neveras y anticongelantes o hielo, hojas de registro e hilo. (Torres et al., 2006) Figura 1. Instrumental básico para el muestreo de cadáveres Toma conservación y envió de muestras para estudios de necropsia e inspección de órganos. La necropsia es un examen sistemático de los órganos y tejidos en un cadáver para determinar la causa de muerte, el grado de enfermedad o lesión, el efecto de la terapia o la identificación de alguna condición patológica no detectada ante mortem. (Aluja y Constantino, 2002). Es recomendable enviar inmediatamente los cadáveres u órganos de los animales afectados, se recomienda su conservación en refrigeración por no más de 12 hrs, nunca congelar, la razón son los cambios postmortem que se presentan después de la muerte, ya que impiden la identificación de lesiones, una guía recomendable para poder estimar el tiempo de muerto de un animal es basarnos en la rigidez cadavérica o rigor mortis, este se caracteriza por un endurecimiento y una contracción de la musculatura, tanto estriada como. Externamente se presenta primero en los músculos de la cabeza, después en el cuello, tronco y en los miembros torácicos, por último en los pélvicos. Se establece entre 2 y 8 h después de haber ocurrido la muerte y desaparece, en el mismo orden; entre 24 y 48 h, dependiendo de factores como la temperatura, humedad ambiental, estado nutricional, de salud y pelaje del animal. Si se constata, por tanto, rigidez en los músculos de la cabeza o del cuello; puede deducirse que la muerte ocurrió pocas horas antes. En cambio, si los miembros pélvicos están rígidos y existe cierta flacidez en los músculos de la cabeza y del cuello, es indicio de que el, rigor mortis ya empieza a desaparecer, por tanto, el animal murió entre 24 y 40 horas antes, lo cual lo descartaría para necropsias (Aluja y Constantino, 2002). . Si es posible se recomienda enviar animales vivos con la signología de la enfermedad, para obtener las mejores muestras posibles y además asegurar que a la necropsia se puedan observar lesiones.(Moreno et al., 2006) Toma conservación y envió de muestras para histopatología. La histopatología es el estudio microscópico de los cambios tisulares para identificar la naturaleza de las enfermedades. (Valero et al., 2000a) Desde un punto de vista práctico, la histopatología es una herramienta diagnóstica excelente para orientar problemas patológicos de difícil caracterización clínica y problemas de origen neurológico. Lógicamente, también permite la correlación entre la detección de agentes infecciosos y la existencia de lesiones asociadas. Este último punto es muy importante, y cada vez más, dado que la detección de un agente infeccioso no supone necesariamente que éste sea la causa de la problemática clínica o de las lesiones macroscópicas observadas. (López, 2000) Cabe recordar que el procesado de las muestras para histopatología requiere mínimo de 24 horas de fijación y aproximadamente unas 24 horas más para la realización de los procesos de corte de la muestra, inclusión en parafina, corte del bloque de parafina en secciones de 4 μm, y tinción con 5 hematoxilina y eosina. Una vez realizados estos procesos, la muestra se encuentra a punto para ser examinada por el patólogo. (Segalés y Domingo, 2003) Los tejidos se deben recolectar lo más pronto posible después de la muerte y de preferencia deben contener una parte del tejido afectado junto con otra de aspecto normal. El grosor de la muestra depende del tejido, pero como regla general no debe ser mayor de 0.5 cm y debe ser colocado en un frasco que contenga por lo menos diez veces su volumen de fijador. Cuando se toman muestras demasiado gruesas se fijarán las partes periféricas mientras que en el centro, al que no puede penetrar con rapidez el fijador, seguirán los procesos autolíticos, lo que puede llegar a confundir al patólogo con poca experiencia. La elección del líquido fijador depende, desde luego, de lo que se pretende investigar. Para trabajos de rutina con coloración de hematoxilina-eosina, el fijador más utilizado es la formalina a 10% amortiguado a un pH de 7.2. Tiene la ventaja de que en él pueden permanecer, los tejidos por tiempo indefinido. Si se requiere de alguna técnica especial será necesario consultar los libros de técnicas histológicas para las indicaciones pertinentes. Los recipientes para las muestras deben ser de boca ancha para que puedan salir íntegras y fácilmente, una vez fijadas. Las muestras para exámenes histológicos nunca se deben congelar (dado que se forma una cantidad muy importante de artefactos asociados a la congelación. (Aluja y Constantino, 2002). Recomendaciones para la toma, conservación y envió de muestras de algunos órganos: Cerebro. Se extrae, se corta en dos mitades por su eje longitudinal, una se coloca en un frasco con el formol amortiguado al 10% y la otra en una bolsa de plástico nuevo. Por si se pretende realizar estudios de microbiología o inmunología. (Segalés y Domingo, 2003) Pulmón. Se suelen recoger 3-4 muestras de diferentes partes del pulmón, tanto de la zona supuestamente lesionada como de la zona aparentemente no lesionada. Se cortan rodajas de unos 0,5 cm de ancho, y especialmente de los lóbulos apicales y medios (son los lóbulos donde generalmente las lesiones microscópicas son más evidentes). Las muestras deben ser pequeñas para facilitar la penetración del formol. (Segalés y Domingo, 2003) Corazón. Se toma una porción de la pared ventricular derecha, izquierda y del tabique interventricular. En todos los casos, la rodaja no debe medir más de 0,5 cm de ancho. (Segalés y Domingo, 2003) Nódulos linfáticos. Se pueden recoger enteros, pero abiertos mediante un corte sagital para facilitar su fijación. (Segalés y Domingo, 2003) Estómago/intestino. Estas son probablemente las muestras más delicadas de tomar adecuadamente. Dado la normal presencia de una flora bacteriana en estas localizaciones (especialmente intestino), el proceso de autolisis (putrefacción) comienza inmediatamente después de la muerte del animal. De hecho, se considera que después de 3 o 4 horas postmortem, la mucosa intestinal ya se encuentra autolizada. Por tanto la muestra ideal es aquélla que procede de un animal muerto recientemente o al que el propio veterinario le ha practicado la eutanasia. Las muestras que conviene tomar suelen ser 2 o 3 porciones de unos 4-5 cm de longitud de yeyuno, una de duodeno, íleon y ciego y 1 o 2 de colon. Se recomienda la apertura longitudinal de la sección intestinal recogida para poder lograr una fijación eficiente. La no realización de la apertura del tracto intestinal puede ocasionar que igualmente se produzca la autolisis de la mucosa. También se recomienda hacer una ligadura con ayuda de un hilo a la sección del intestino a colectar e inyectarle formol, una vez repleto se coloca en un frasco con el fijador. (Segalés y Domingo, 2003) Otros órganos. Habitualmente se suelen tomar secciones de órganos parenquimatosos de un grosor igual o menor a 0,5 cm. En muchos casos es adecuado recoger varias porciones de un mismo órgano. En caso de órganos pequeños (casos de glándulas adrenales, ganglio trigémino, etc.) se toma el órgano entero. En particular de la piel se recomienda tomar la muestra de lesiones primarias (pápulas, maculas, pústulas, vesículas, ampollas, etc.) previo a cualquier tratamiento y sin necesidad de rasurar el pelo o realizar asepsia y/o desinfección de la zona, una vez tomada la muestra se coloca entre dos paletas, sin aplastar la muestra y se coloca en el recipiente con formol. (Segalés y Domingo, 2003) I C 6 I C I Figura 2. Formas Correctas (C) e incorrectas (I) de conservar las muestras para estudios histopatológicos. Toma conservación y envió de muestras para histoquímica En ocasiones durante la histopatología se requieren demostrar algunas características de las lesiones, identificar al antígeno o determinar algunas estructuras histológicas, para esto contamos con el apoyo de la histoquímica. La metodología de la toma, conservación y envió de muestras es la misma descrita para histopatología. (Valero et al., 2000b) Toma conservación y envió de muestras para citopatología Estudio o examen microscópico de las células con el fin de identificar algún desorden clínico. (De Buen, 2002) El material para estudios citológicos se observa en frotis obtenidos de mucosas, improntas, raspados, punciones con aguja delgada (PAD) y líquidos; permitiendo hacer diagnóstico de procesos inflamatorios, bacterianos, virales, parasitarios, micóticos, neoplasias y procesos degenerativos. Figura 3. Diagnóstico Citopatológico: mastocitoma. Punción con aguda delgada (PAD). Cualquier nódulo o masa, debe ser puncionada, ya que a la palpación y macroscópicamente se confunden las lesiones, los hemangiomas, lipomas o mastocitomas pueden mostrar la misma consistencia. Si hay más de un nódulo hay que muestrear cada una y mapearlas, pues no necesariamente deben de estar relacionadas. (Romero, 2002b) 7 Es uno de los métodos más utilizados en citología, ya que se puede obtener material celular casi de cualquier parte del organismo. Esta técnica se realiza en cualquier lesión o nódulo palpable, o bien se puede hacer en órganos o tejidos internos con ayuda de ultrasonido, en esta última parte se necesita emplear antisepsia. El material con el que se trabaja son con agujas del calibre 22 y jeringas del 10-12 ml; se puede hacer uso de un porta jeringas, laminillas y fijador (depende de la tinción que se utilice). (Romero, 2002b) Después de haber identificado y palpado la lesión, se desinfecta el área seleccionada para la punción, las manos del operador deben de limitar y sostener la lesión y entonces insertar la aguja en el tejido, para esto la jeringa no debe de tener aire, ya dentro de la lesión se empieza a aplicar una presión negativa con el embolo de forma constante. En este preciso momento hay cuatro consideraciones que hay que remarcar: amplitud, frecuencia, dirección y duración. (Romero, 2002b) La amplitud se refiere a que tan profundas deben de ser las inserciones (baja o alta amplitud); la frecuencia es a cuantas veces hay que hacer dichas inserciones por segundo (de dos a tres); con la dirección nos referimos a que las inserciones deben de ser en una misma dirección; mientras que con la duración se ve el tiempo que con que se deben de repetir los pasos antes descritos (5 a 7 seg.), o bien cuando el material aspirado llegue al capuchón de la aguja liberando el vacío para retirar la aguja. (Romero, 2002b) Se desconecta la aguja de la jeringa, se mueve el embolo hacia atrás de la jeringa, se conecta nuevamente la aguja y se impulsa el embolo hacia a dentro, esto liberara varias gotas las cuales deberán ser depositadas en un porta objetos. Con lo cual se procederá a realizar uno extendidos para adelgazar el material obtenido. Es preferible realizar dos o tres punciones de áreas diferentes de la lesión con lo cual se asegura tener material representativo. (Romero, 2002b) Hay que hacer hincapié, que si al hacer la PAD no se obtiene material en la jeringa, es probable que se haya quedado en la aguja y hay que rescatarlo de la siguiente forma: primero hay que regresar el vacío de la jeringa, retirar del sitio de punción aguja y jeringa, sacar la aguja de la jeringa, hacer vacío de la jeringa, volver a conectar la aguja, y posteriormente desplazar el embolo con energía para sacar el material de la aguja. (Romero, 2002b) Figura 4. Método de muestreo para citopatología. Punción con aguja delgada Citología exfoliativa Las improntas o raspados son técnicas igualmente utilizadas, En el caso de la primera se utiliza generalmente durante la colección de órganos en estudios postmortem o en la superficie de biopsias quirúrgicas, o bien sobre la superficie de lesiones epiteliales. Se necesita superficie de corte lo más fresca posible por lo que necesitamos una hoja de bisturí para crearla, se elimina el fluido excedente por adsorción con una toalla, posteriormente se pone en contacto la superficie de un 8 portaobjetos con la superficie del tejido y el material que se obtiene se extiende. Si son piezas pequeñas éste mismo tejido se puede rodar sobre el portaobjetos. (Romero, 2002b) Los hisopos, raspados a cepillados. En el caso de los raspados son un poco más agresivos que las demás técnicas, pero igualmente funcional, aquí el material colectado por hisopos (en casos de vagina conjuntiva, oídos, y mucosas), abatelenguas, hojas de bisturí (piel), y cepillos (bronquios, estómago, Por endoscopias, es llevado a las laminillas y se realizan los extendidos. (Romero, 2002b) En el caso de los fluidos es muy recomendable usar citocentrífuga, las cuales concentran las células en las laminillas, si no se tienen la a la mano, se deja sedimentar al líquido y aproximadamente 30 minutos después se toma el sedimento y se realiza en frotis, Por otro lado, el líquido se puede conservar en refrigeración, o alcohol 96º, para su envió posterior al Patólogo Veterinario. (Romero, 2002b) Figura 5. Método de muestreo para citopatología. Impronta vaginal (izquierda) y nasal (derecha) Realizar los frotis o extendidos. Existen varias formas de hacer los extendidos, pero como regla general se prefiere que estos extendidos se hagan de forma rápida (dentro de los primeros cinco a diez segundos posteriores a la toma de la muestra), pues con esto reducimos al máximo, pérdidas de detalle entre otros, así mismo al hacer la extensión del material sobre las laminillas se recomienda hacerlo en ángulo de 90º en un extremo o en varios puntos. (Núñez, 2007) Se puede aplicar una técnica llamada impulsión, en la cual se coloca en un extremo de la laminilla o portaobjetos una gota del material recolectado, con la punta de otro portaobjetos y por delante de dicho material se hace el extendido como se realiza en sangre, un de las causas por la que se prefiere es que es menos traumática que la técnica de tracción o aplastamiento. (Núñez, 2007) La técnica de tracción o aplastamiento se caracteriza por cubrir el material recolectado con otro portaobjetos en ángulo recto y se desplaza suavemente y rápido hacia el extremo inferior de la laminilla, en este caso se evita hacer presión digital excesiva. (Núñez, 2007) El esparcido se aplica cuando en el capuchón de la aguja quedan restos de material, por lo que el material se deposito sobre la laminilla en un ángulo de 5º a 10 º. Si se obtiene material líquido como en el caso de quistes, higromas, hay que usar una citocentrífuga (3600rpm/ 5min), o en su lugar realizar la sedimentación con lo que se tira el sobrenadante y se trabaja con el sedimento como se indicó previamente. (Núñez, 2007) Fijación de Laminillas. Es un paso muy importante para una eficiente interpretación de las células, dependiendo de la técnica de tinción que desee emplear, es la forma en que se deben fijar, pues si se realiza de forma no adecuada, podría causar alteraciones o simplemente no preservar de forma adecuada a las células y por lo consecuente dar una mala interpretación. Fijación con alcohol al 96º para tinciones con Papanicolau. Fijación al aire para tinción de Giemsa y Diff-Quick. Fijación con formol al 10% para tinciones con hematoxilina y eosina. (De Buen, 2002) 9 Figura 6. Tinción para citopatología. Rapid Diff-Quick Envió al laboratorio Protección del frotis: Para envió se requiere que las laminillas estén bien protegidas de la abrasión con superficies rugosas, que puedan raspar la superficie donde esta a muestra, es por ello que un papel higiénico suave es apropiado, inclusive se puede poner otra laminilla encima para proteger el frotis y después envolverlas juntas, con papel. (Núñez, 2007) En caso de traer líquidos se pueden colocar en un frasco o tubo de ensayo con tapa y conservarlos en refrigeración si se va hacer el envió inmediatamente o agregarles la misma cantidad de alcohol a 96°. (Núñez, 2007) 10 Bibliografías. De Buen de Agüero, N. (2000) Citología diagnóstica. En Diagnostico Veterinaria. Editor G. Valero. 3er edición. Ed. Universidad Nacional Autónoma de México. México DF. Pp.73-75. López Mayagoitia, A. (2000) Inspección de cadáveres y descripción de lesiones macroscópicas. En Diagnostico Veterinaria. Editor G. Valero. 3er edición. Ed. 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