T.S.J.ILLES BALEARS PALMA DE MALLORCA SALA CON/AD SENTENCIA: 00529/2016 APELACIÓN Rollo Sala Nº 190/2016 Autos Juzgado PO Nº 36/2008 SENTENCIA Nº 529 En la Ciudad de Palma de Mallorca a 11 de octubre de 2016. ILMOS SRS. PRESIDENTE D. Gabriel Fiol Gomila MAGISTRADOS D. Fernando Socías Fuster Dª Alicia Esther Ortuño Rodríguez Vistos por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears los presentes autos seguidos ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 2 de Palma de Mallorca, con el número de autos del Juzgado y número de rollo de esta Sala arriba designados; actuando como partes codemandadas y apelantes el AYUNTAMIENTO DE MURO, representado por la Procuradora Dña. Beatriz Ferrer Mercadal y asistido del Letrado D. Joan Torras i Corominas, y contra la entidad mercantil GOLF PLATJA DE MURO S.A, representada por el procurador D. Juan María Cerdo Frias y asistida del Letrado D. Agustí Cerveró Sánchez-Capilla; siendo partes demandantes y apeladas, el PARTIT SOCIALISTA DE MALLORCA-ENTESA NACIONALISTA y GRUP D´ORNITOLOGIA I DEFENSA Signature Not Verified Signature Not Verified Signature Not Verified Signature Not Verified Firmado por: SOCIAS FUSTER Firmado por: CN=AMORENA DONCEL FERNANDO CARLOS OU=FNMT Clase 2 CA, O=FNMT, C=ES CN=AC Administración Pública, Minerva SERIALNUMBER=Q2826004J, Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Firmado por: FIOL GOMILA GABRIEL Firmado por: CN=ORTUÑO RODRIGUEZ OU=FNMT Clase 2 CA, O=FNMT, C=ES ALICIA ESTHER Minerva CN=AC Administración Pública, SERIALNUMBER=Q2826004J, Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es DE LA NATURALESA, representados por el Procurador D. Antonio Colom Ferra y asistidos del Letrado D. Josep Masot Tejedor. Constituyen el objeto del recurso: 1-Acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Muro, de fecha 10/01/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia de instalación de la actividad permanente mayor de campo de golf en el paraje denominado Son Bosc (exp.21/2007). 2-Acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Muro, de fecha 13/03/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia urbanística de obra mayor para la construcción de un campo de golf en el paraje denominado Son Bosc, finca registral núm 16091 (expe. 217/2007). Ha sido Magistrado Ponente el Ilmo. Sr. D. Fernando Socías Fuster. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO. La sentencia Nº 83, de fecha 18 de febrero de 2016 dictada por el Ilmo Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 2 de Palma, en los autos seguidos por los trámites del procedimiento ordinario y de los que trae causa el presente rollo de apelación, decía literalmente en su fallo: “Que estimo íntegramente el recurso Contencioso Administrativo interpuesto por el Procurador D. Antonio Colom Ferra, en nombre y representación del PARTIT SOCIALISTA DE MALLORCA-ENTESA NACIONALISTA y GRUP D´ORNITOLOGIA I DEFENSA DE LA NATURALESA, contra el acuerdo del Pleno de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Muro, de fecha 10/01/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia de instalación de la actividad permanente mayor de campo de golf en el paraje denominado Son Bosc (exp.21/2007) y contra el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Muro, de fecha 13/03/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia urbanística de obra mayor para la construcción de un campo de golf en el paraje denominado Son Bosc, finca registral núm Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es 16091 (expe. 217/2007); y en consecuencia, debo declarar y declaro nulos los referidos acuerdos. Sin imposición de costas.” SEGUNDO. Contra la anterior resolución se interpuso recurso de apelación en plazo y forma por la parte demandante y admitido en ambos efectos, sin que ninguna de las partes propusiese la práctica de prueba, siendo seguido el recurso con arreglo a los trámites de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, quedando los autos conclusos para dictar sentencia, señalándose para la votación y fallo, el día 10 de octubre de 2016. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTION LITIGIOSA. A) LOS HECHOS. 1º) En fecha 29 de septiembre de 1998, la representación procesal de la entidad GOLF PLATJA DE MURO,S.A. presenta ante el Ayuntamiento de Muro solicitud de declaración de interés general para la construcción de un campo de golf en la finca denominada “Son Bosc”. Se acompañaba anteproyecto de la actuación pretendida. 2º) Tramitada la solicitud de declaración de interés general, mediante resolución de 12 de noviembre de 1999, la Comisión Insular de Urbanismo, del Consejo Insular de Mallorca, deniega la declaración de interés general para la mencionada actuación. En lo que aquí importa, se deniega porque la Ley 6/1999, de 3 de abril, de Directrices de Ordenación Territorial (en adelante “Ley DOT”) y que había entrado en vigor el 18 de abril de 1999, incluyó gran parte de los terrenos que nos ocupa dentro de un área de protección territorial (APT) como categoría de suelo rústico protegido, lo que impedía usos como el propuesto para campo de golf. Acuerdo luego confirmado por el Pleno del Consejo Insular. 3º) Interpuesto recurso contencioso administrativo contra el anterior acuerdo, el Juzgado de lo Contencioso-administrativo Nº 1 dictó sentencia Nº 10/2003, de 21 de enero de 2003, anulando aquel acuerdo y decide que “se retrotraen las actuaciones al tiempo de emitirse nuevo informe técnico por los Servicios Técnicos de la CIU adaptados a la legislación aplicable a fecha 2 de abril de 1999”. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es En el Fundamento Jurídico Segundo explica que “en consecuencia procede anular el acto administrativo impugnado y retrotraer las actuaciones al momento de emitir nuevo informe técnico por parte de los SSTT de la CIU atendiendo a la normativa vigente a fecha 2 de abril de 1999, esto es, con anterioridad a la ley 6/1999 de Directrices de Ordenación Territorial, ya que al haber sido emitido ese informe en fecha 30 de abril de 1999 se cita y se emplea esa Ley, lo cual no es admisible como ya se ha dicho ut supra”. Es decir, se argumenta que la concesión/denegación de la declaración de interés general debe realizarse conforme a la normativa vigente al tiempo en que debía resolverse en plazo dicha solicitud, y no conforme a una normativa posterior. La mencionada sentencia fue confirmada por la de esta Sala Nº 758, de 15 de octubre de 2004. 4º) En ejecución de la referida sentencia, el Consejo Insular de Mallorca procedió a resolver la solicitud de declaración de interés general de la forma indicada, esto es, conforme a la normativa vigente al 2 de abril de 1999. De ello derivó el acuerdo de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico, de fecha 22 de diciembre de 2006, por la se declaró el interés general para la construcción del campo de golf ya indicado. 5º) En fecha 4 de junio de 2007 (dentro de los 6 meses previstos en el art. 37,4º de la Ley 6/1997, de Suelo Rústico en Illes Balears) la sociedad presentó ante el Ayuntamiento de Muro el permiso de instalación para la actividad de campo de golf y, en fecha 17 de septiembre de 2007, solicitó la licencia de obras. 6º) Lo anterior deriva en los actos aquí recurridos, a saber: a) El acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Muro, de fecha 10/01/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia de instalación de la actividad permanente mayor de campo de golf en el paraje denominado Son Bosc (exp.21/2007). b) El acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Muro, de fecha 13/03/2008, por el que se otorga a la entidad Golf Platja de Muro S.A licencia urbanística de obra mayor para la construcción de un campo de golf en el paraje denominado Son Bosc, finca registral núm 16091 (expe. 217/2007). 7º) Las entidades PARTIT SOCIALISTA DE MALLORCA-ENTESA NACIONALISTA y el GRUP D´ORNITOLOGIA I DEFENSA DE LA NATURALESA, interpusieron recurso contencioso-administrativo contra los referidos acuerdos, solicitando su declaración de nulidad fundamentada en: Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es a) Indebida fundamentación jurídica de los actos recurridos, al serle de aplicación a los mismos la Ley 6/1999 de 3 de abril, Directrius d´Ordenació Territorial de les Illes Balears i de mesures tributaries (DOT) que prohíben los campos de Golf dentro de las Áreas de Protección Territorial (APT). b) Incumplimiento por parte de las resoluciones impugnadas del artículo 39 de la Ley de la CAIB 5/2005, de 26 de mayo, para la conservación de espacios naturales de relevancia ambiental (LECO). B) LA SENTENCIA. La sentencia apelada estima el recurso y tras identificar que el elemento nuclear de la litis se centra en determinar si las licencias impugnadas debían resolverse conforme a la normativa urbanística y de ordenación territorial vigente al tiempo de solicitarse/resolverse en plazo la declaración de interés general –es decir, antes de la Ley DOT–; o la vigente al tiempo de solicitarse/resolverse las licencias de instalación y obras –cuando ya sí estaba vigente la Ley DOT que impedía la actuación–, concluye que se debía aplicarse la segunda. Por ello se declaran nulas las licencias impugnadas al entender que la normativa que le es de aplicación en su concesión/denegación impedía las mismas. Se argumenta: “Planteado el debate entre la aplicación de la normativa vigente en el momento de iniciarse el expediente (Ley 6/1997), o la posterior (Ley 6/1999), entiende este Juzgador que debe estarse a ésta última. En efecto, el hecho de que se iniciase el expediente en fecha 29 de septiembre de 1998 y se obtuviese la declaración de interés general conforme a la legislación vigente en ese momento, no determina en absoluto que tal norma se perpetúe hasta la culminación de todos los trámites, dado que la declaración de interés general es un procedimiento autónomo e independiente al de obtención de licencia, sujeto a diferentes trámites y que se resuelve por una administración distinta. La Ley aplicable a las licencias de actividad y obras no puede ser otra que la vigente en el momento de su solicitud, 5 de junio y 14 de septiembre de 2007 respectivamente, en aplicación del artículo 4 de la LDU, o dicho de otro modo, deben regirse por la Ley 6/1999, que entró en vigor el 18 de abril de 1999. Por tanto decae todo argumento de oposición referente a la inseguridad jurídica o a la supuesta retroactividad de las DOT. Lo que no ofrece discusión es que las DOT no permitían los Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es campos de golf en la zona al formar parte de las Áreas de Protección Territorial, por lo que las licencias se deberían haber denegado de plano.” A continuación y respecto a la supuesta pérdida de objeto del recurso como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley balear 9/2010, de 27 de julio, que declara de interés autonómico la construcción del campo de golf de Son Bosc, se argumenta: “…la Ley se sustenta en la existencia de un permiso de instalación, otorgado día 10 de enero de 2008 y de la licencia de edificación y uso del suelo, otorgada día 13 de marzo de 2008, que en ese momento, y en el actual, están “sub iudice”; por lo que el análisis de su conformidad o no a derecho no forma parte del contenido de la Ley ni invade la misma. Cosa distinta es de qué manera puede incidir el presente fallo a la hora de desplegar sus efectos, pero eso sin duda es otro tema ajeno al presente procedimiento.” C) LA APELACIÓN El Ayuntamiento de Muro y la promotora del campo de golf interponen recurso de apelación contra la referida sentencia interesando su revocación y que en su lugar se desestime el recurso contencioso-administrativo, confirmando la legalidad de las licencias. Se argumenta (en síntesis): 1º) Incongruencia de la sentencia porque no se resuelve sobre el motivo del recurso, introduciendo argumentación ajena a lo que es el objeto de la controversia. 2º) No se ha tomando en consideración la sentencia del JCA 1, Nº 10/2003, de 21 de enero de 2003 que precisamente ordenaba que se emitiese nuevo informe tomando en consideración la legislación aplicable a fecha 2 de abril de 1999, por lo que al depender las licencias de la previa declaración de interés general, no hay la autonomía entre procedimientos que la sentencia aprecia. Debe aplicarse la normativa vigente al inicio del procedimiento, que empezó con la solicitud de declaración de interés general, tal y como dispone el art. 37 de la Ley 6/1997, de 8 de julio, de suelo rústico de les Illes Balears. Al concederse la declaración de interés general ya se tuvo en consideración el régimen de usos permitidos o prohibidos del suelo de referencia, por lo que no cabe que dentro del mismo procedimiento se realice una posterior valoración del mismo régimen, pero referido a un momento temporal posterior, ya que de este modo se vulneraría el principio general de irretroactividad de las normas. 3º) La vinculación entre la declaración y las licencias posteriores, ha sido proclamada por ésta Sala en reiteradas sentencias. Como en la Nº 509/2014, de 22 de octubre (rec. apel. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es 148/2014) o la de fecha 14 de marzo de 1989 de la entonces Audiencia Territorial de Palma, confirmada por la STS de 05.02.1991. SEGUNDO. ACERCA DE LA CONGRUENCIA OMISIVA DE LA SENTENCIA APELADA. Se puede coincidir con la parte apelante en que parte de la argumentación expresada en la sentencia y consistente en la remisión a la sentencia de esta Sala de 8 de octubre de 2015, no sirve plenamente para abordar el núcleo de la cuestión litigiosa –porque versa sobre punto controvertido distinto–, pero sí es útil para explicar los antecedentes fácticos y normativos del litigio. Pero en lo que importa, en el Fundamento Jurídico Tercero de la sentencia apelada (arriba trascrito) se da una completa justificación del criterio por el que se estima el recurso y se afirma que “el hecho de que se iniciase el expediente en fecha 29 de septiembre de 1998 y se obtuviese la declaración de interés general conforme a la legislación vigente en ese momento, no determina en absoluto que tal norma se perpetúe hasta la culminación de todos los trámites, dado que la declaración de interés general es un procedimiento autónomo e independiente al de obtención de licencia, sujeto a diferentes trámites y que se resuelve por una administración distinta”. Se pueden utilizar más palabras, pero no más claras. Por tanto, la sentencia apelada ni es incongruente, ni está inmotivada. TERCERO. NORMATIVA APLICABLE A LA DECLARACIÓN DE INTERÉS GENERAL Y NORMATIVA APLICABLE A LA CONCESIÓN/DENEGACION DE LAS LICENCIAS. Resulta pacífico que al tiempo en que debió resolverse en plazo la solicitud de declaración de interés general, no estaba en vigor la ley 6/1999 de Directrices de Ordenación Territorial, por lo que dicha norma no podía impedir la mencionada declaración y por ello así se otorgó. Sí estaba en vigor cuando se resolvió expresamente la solicitud de licencias (en 2008) y también estaría en vigor cuando el Ayuntamiento tuviese que resolver en plazo si se interpretase que el plazo que tenía para resolver (4 meses) contase desde la hipotética fecha en que podría haberse solicitado la licencia de haber actuado la administración conforme a derecho, es decir, contando el indicado plazo, en el mejor de los casos, desde el 2 de abril de 1999. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es También resulta pacífico que la LDOT, desde su entrada en vigor el 18 de abril de 1999, impedía el uso de campo de golf en suelo con la categoría de suelo rústico protegido (ATP). Por tanto la controversia se centra en determinar si el procedimiento de concesión de licencia de actividad y de obras, es continuación o forma parte del procedimiento ya iniciado con la declaración de interés general –y por tanto con idéntico momento al que tomar como referencia de la normativa de ordenación territorial y urbanística aplicable– o, por el contrario, se entiende que son procedimientos autónomos, siendo posible que en cada uno se toma como referencia normativa distinta en el caso de alteración de la misma entre los dos momentos de referencia.. El art. 37 de la LSR precisa: “Art. 37. Autorización de actividades declaradas de interés general. -1. El procedimiento para la autorización de actividades que deban declararse de interés general será iniciado por el interesado ante el Ayuntamiento, que la remitirá al órgano que deba declararla junto con un informe municipal razonado sobre la misma. 2. El órgano que deba efectuar la declaración someterá el expediente al trámite de información pública durante el plazo de quince días, mediante anuncio que se publicará en el «Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares» y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento correspondiente, y a informe, durante idéntico plazo, de los organismos y administraciones con competencias en la materia de que se trate. 3. Efectuados los trámites señalados en el punto anterior, que, salvo en los casos de interrupción del plazo derivados de la aplicación de normativa específica, deberán sustanciarse en el plazo de tres meses desde la iniciación, a la vista de los informe s y alegaciones emitidos, el órgano competente resolverá, de forma motivada y la notificará al Ayuntamiento y al interesado. 4. Si se otorgase la declaración de interés general y fuera precisa la obtención de licencia municipal, ésta deberá solicitarse en el plazo máximo de seis meses desde la notificación de la declaración por lo cual, transcurrido este plazo sin que se acredite tal solicitud o la imposibilidad de su existencia por razones no imputables al interesado, se deberá iniciar expediente de caducidad de la declaración de interés general. Solicitada en plazo la licencia y una vez completo el expediente, la corporación municipal tendrá, para resolver, el plazo señalado por la normativa general reguladora de los usos, obras y actividades. 5. Cuando la actividad se vincule a un uso prohibido por el instrumento de planeamiento general, y el órgano competente para la declaración de interés general, previo dictamen del Consejo Consultivo de las Islas Baleares, estimase la necesidad de su implantación, propondrá al plenario del Consejo insular respectivo la suspensión del planeamiento, para su revisión o modificación, en los términos previstos en la legislación urbanística.” Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es Del indicado precepto y en especial de su apartado 4º ya se desprende lo que es una evidencia: que no toda actividad declarada de interés general precisará luego de licencia municipal, de modo que si es una actividad de las que sí la precisa, “ésta deberá solicitarse en el plazo máximo de seis meses”, lo que conlleva la apertura de un expediente –nuevo– que deberá resolverse dentro del “plazo señalado por la normativa general reguladora de los usos, obras y actividades”. Esta llamada a la normativa general supone, en nuestro caso, la remisión a la Ley 16/2006, de 17 de octubre, de régimen jurídico de licencias integradas de actividad de Illes Balears y a la ley 10/1990, de 20 de octubre de Disciplina Urbanística, cuyo art. 4.2º precisa que la normativa a aplicar ha de ser la vigente en el momento de resolverse en plazo la solicitud. Y ya se ha dicho que ello provoca que, aunque se interpretase en el mejor de los casos para el promotor que podía solicitar la licencia el mismo día en que se le notificase la declaración (02.04.1999), la LDOT ya habría entrado en vigor cuando se concluyesen los trámites legales y se resolviese en plazo. No se puede entender que la declaración de interés general sea una fase del mismo procedimiento de concesión de licencia municipal en los casos en los que ésta sea necesaria, pues el procedimiento de concesión de licencia se inicia con su solicitud acompañada del correspondiente proyecto en las condiciones que fijaba el art. 6 de la LDU. Por el contrario, para la obtención de la previa declaración de interés general no es necesaria la presentación del proyecto. Era suficiente con la presentación de un anteproyecto –como así se presentó en nuestro caso– de modo que no puede pretenderse que la verificación de la legalidad de los usos que se ha de realizar en el procedimiento previo de la declaración, supla o vincule a la que luego ha de realizar en fase de concesión de licencia, pues de otro modo no sería necesaria ulterior solicitud de licencia ni procedimiento para su concesión/denegación. La parte apelante invoca que esta interpretación supone ruptura del principio de irretroactividad de las normas, pero no es así desde el momento en que son dos procedimientos distintos, uno para la obtención de la declaración de interés general y otro posterior –si es necesario– para la obtención de la licencia. A partir de la anterior premisa, no existe norma legal alguna que nos indique que el procedimiento de concesión de la licencia, tras la declaración de interés general, deba concederse o denegarse conforme a la normativa vigente al tiempo en que debió resolverse la declaración. Lo que precisa el art. 37,4º LSR es lo justamente lo contrario: que tras la declaración, debe solicitarse la licencia, y “solicitada en plazo la licencia y una vez Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es completo el expediente, la corporación municipal tendrá, para resolver, el plazo señalado por la normativa general reguladora de los usos, obras y actividades”. Las actividades declaradas de interés general que conllevan ejecución de obras, precisan de dos actos de autorización, uno previo que lo es la declaración de interés general y otro posterior que es la licencia municipal, pero aunque en su otorgamiento puedan intervenir ámbitos de decisión en parte coincidentes, dicha coincidencia no es completa, por lo que la obtención de la primera autorización no condiciona o vincula la obtención de la segunda. Ello implica autonomía de procedimientos como se desprende de la necesidad de dos solicitudes distintas (para la primera no es necesario proyecto, para la segunda es necesaria el proyecto completo), con tramitaciones distintas (la del art. 37, 1º a 3º LSR para la primera, la normativa general para la segunda) y con momentos de resolución distintos (a los tres meses desde la solicitud de la declaración según art.37,3º LSR, y a los cuatro desde la solicitud de la licencia según Ley 16/2006, de 17 de octubre). Una vez constatada dicha autonomía procedimental y que el art. 4.2 LDU obliga a resolver la licencia municipal conforme a la normativa vigente al tiempo de resolverse en plazo la solicitud de licencia, cabe la posibilidad de que ocurra lo que aquí ocurrió: que una actividad declarada de interés general porque lo permitía la normativa vigente al tiempo de concederse en plazo dicha declaración, ya no pueda obtener la posterior licencia al haberse alterado la normativa que debe aplicarse a la concesión de la licencia. De seguirse la tesis de los apelantes, es decir, que no hay dos procedimientos autónomos sino que el art. 37 de la LSR recogería un único procedimiento, entonces la consecuencia es que la normativa urbanística aplicable a este único procedimiento sería la vigente al tiempo de resolverse en plazo. Y, siguiendo esta tesis, tras la declaración de interés social le seguiría la solicitud y concesión de licencia integrada que, debidamente resuelta en plazo, nos sitúa en el mejor de los casos a los cuatro meses de la declaración de interés general que debía dictarse el 4 de abril, es decir, nos fija como fecha de referencia la del 4 de agosto de 1999 o posterior, cuando la Ley DOT ya estaba vigente. En conclusión, ni con el esquema argumental de la parte apelante podrían obtenerse las licencias. No puede pretenderse que sean dos procedimientos separados – único modo para que a la declaración de interés general se le aplique la normativa anterior– y luego desdecirse argumentando que en realidad el procedimiento es único. Si es procedimiento único –extremo que negamos– entonces se aplicaría el art. 4.2º de la LDU, con lo que de igual modo la tesis de la parte recurrente no podría prosperar. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es Sólo una norma de rango legal que introdujese una excepción al régimen del art. 37,4º LSR y art. 4,2º de la LDU y que precisase que las licencias concedidas en base a una previa declaración de interés general se concederán o denegarán conforme a la normativa vigente al tiempo de resolverse en plazo la declaración, permitiría lo que los apelantes pretenden. La situación analizada es común a las frecuentes autorizaciones sectoriales cuya obtención es necesaria con carácter previo a la solicitud de la correspondiente licencia urbanística, hasta el punto de que deben acompañarse a la solicitud de licencia (antes art. 3.3º LDU y ahora art. 139,2º LOUS) para poderse iniciar su tramitación. Obviamente, es posible un cambio normativo entre la obtención de la autorización sectorial previa y la resolución de la licencia, haciendo inservible e inútil la primera, pero ningún precepto normativo obliga a que el otorgamiento de la licencia deba realizarse conforme a la normativa vigente al tiempo de la concesión de la autorización sectorial previa. La razón es que las autorizaciones previas no son las que facultan al promotor para construir, sino que la habilitación se la concede la licencia posterior. Pero hay más. Si se entiende que la retroacción impuesta por la sentencia Nº 10/2003, de 21 de enero de 2003 no puede perjudicar al interesado y que los incumplimientos administrativos no pueden suponer la aplicación de la normativa posterior desfavorable, nos situamos en que el Ayuntamiento cumplidor de los plazos en todo caso debía resolver después de la entrada en vigor de la Ley 6/1999, el 4 de agosto de 1999, cuando la Ley ya no permitía el uso indicado. Es decir, que incluso con la tesis de la parte recurrente –que para la concesión de licencia se aplicase la normativa anterior a la LDOT– ello lo sería en un momento en que al Ayuntamiento ya le consta el cambio normativo al tiempo de resolver, lo que implica entrar en el supuesto del entonces vigente art. 42 ,1º de la LRSyV/1998 conforme al cual el Ayuntamiento quedaba obligado a extinguir la eficacia de la licencia. En cualquier caso, ello es hipótesis que parte de una premisa que negamos. Simplemente lo apuntamos para reseñar que la obtención de unas licencias municipales eficaces, como se pretende, no era posible en modo alguno. CUARTO. LAS REFERENCIAS A LAS SENTENCIAS DE ESTA SALA Y QUE SUPUESTAMENTE AVALARÍAN LA TESIS DE LOS APELANTES. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es Se invoca que la sentencia de fecha 14 de marzo de 1989 de la entonces Audiencia Territorial de Palma, confirmada por la STS de 5 de febrero de 1991, seguiría la línea argumental de los apelantes pues declaró ilegal la denegación municipal de una licencia para la instalación de una camping cuando ya se contaba con la previa declaración de interés social. No obstante, del examen de la sentencia referida ya se aprecia que responde a supuesto distinto al que nos ocupa, pues no es un eventual cambio normativo definitivamente aprobado lo que motivó la denegación de la licencia posterior, sino unas Normas Subsidiarias de Planeamiento “en trámite”. Con respecto a la más reciente sentencia de esta Sala Nº 509/2014, de 22 de octubre (rec. apel. 148/2014), también referida a un campo de golf, interesa reseñar que allí no se examinaba la legalidad de la concesión/denegación de la licencia posterior, sino de la declaración de interés social, y se resolvía de modo coincidente al de la sentencia del JCA Nº1 que desembocó en la resolución aquí recurrida (la sentencia Nº 10/2003, de 21 de enero de 2003). Concretamente en la sentencia Nº 509/2014 afirmábamos que “En la medida en que el procedimiento de declaración de interés general que nos afecta trae causa de diversas retroacciones procedimentales acordadas por sentencias judiciales, la normativa urbanística de aplicación al caso era la vigente al tiempo que debió resolverse en plazo sin que la retroacción procedimental impuesta por incumplimientos administrativos arrastre la consecuencia de que sea de aplicación la normativa posterior”. Pero lo que dicha sentencia no dice ni podía decir es que la eventual concesión de licencia posterior (si se solicita) deba resolverse conforme a la normativa vigente al tiempo de resolverse la declaración de interés general. Repetimos que la licencia urbanística no era el objeto del recurso. Es cierto que se añadía: “Cuestión distinta es que si tras la declaración de interés general y tras la eventual concesión de licencia que tome como referencia la normativa anterior, se aprecia que la nueva normativa urbanística impide el uso, pueda procederse, previa audiencia, a la inmediata extinción de los efectos de la licencia concedida fijando la indemnización correspondiente. En cualquier caso, esto son hipotéticas actuaciones futuras sobre las que no nos corresponde entrar. Entre otras razones porque deberá atenderse a la normativa vigente en este momento futuro (que ya no será el derogado art. 42 LSyV/98)” pero este pronunciamiento “obiter dicta” sobre hipotéticas y desconocidas actuaciones futuras no supone indicar lo que los apelantes señalan, entre otras cosas, porque la aplicación de la normativa anterior a la licencia del caso examinado en aquellos autos, es una simple “eventualidad” que dependerá del momento en que se produjera el cambio normativo en relación a la fecha en que pudo resolverse en plazo una Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es hipotética solicitud no afectada por los incumplimientos administrativos. Extremos fácticos que se desconocían. Por ello ya se advirtió que “En cualquier caso, esto son hipotéticas actuaciones futuras sobre las que no nos corresponde entrar”, por lo que con mayor razón no podemos pretender su extensión a un caso con secuencia temporal distinta. Por todo lo anterior, procede la desestimación de los recursos de apelación. QUINTO. COSTAS PROCESALES. En aplicación del art. 139.2º de la Ley Jurisdiccional/98, procede imponer las costas a la parte apelante si se desestima totalmente el recurso –lo que es el caso-, salvo que el órgano jurisdiccional, razonándolo debidamente, aprecia la concurrencia de circunstancias que justifiquen su no imposición. En la medida en que no se aprecian circunstancias excepcionales que hagan modificar el criterio del vencimiento objetivo establecido en la norma, debe imponerse las costas a la parte apelante. No obstante, de conformidad con el art. 139,5º de la LRJCA, la imposición de costas a los apelantes lo será con el límite de la suma de las tasas judiciales eventualmente devengadas más otros 1.000 €, para cada parte apelante, por todos los demás conceptos. Vistos los preceptos legales mencionados y demás de general y pertinente aplicación, FALLAMOS 1º) DESESTIMAR los recursos de apelación interpuesto por la representación procesal del AYUNTAMIENTO DE MURO, y de la entidad GOLF PLATJA DE MURO S.A, contra la sentencia Nº 83, de fecha 18 de febrero de 2016 dictada por el Ilmo Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 2 de Palma, la cual se confirma en su integridad. 2º) Se imponen las costas de esta apelación a la parte apelantes con el límite de la suma de las tasas judiciales eventualmente devengadas más otros 1.000 €, para cada parte apelante, por todos los demás conceptos. Contra la presente sentencia, cabe recurso de casación a preparar ante esta Sala en el plazo de treinta días contados desde el siguiente al de la notificación de la presente, y para: * el Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es Tribunal Supremo, si el recurso pretende fundarse en infracción de normas de Derecho estatal o de la Unión Europea; * la Sección de casación de la Sala de los Contencioso-administrativo de este Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears, si el recurso pretende fundarse en infracción de normas emanadas de la Comunidad Autónoma de Illes Balears. Así por esta nuestra sentencia de la que quedará testimonio en autos para su notificación, la pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACION.- Leída y publicada que ha sido la anterior sentencia por el Magistrado de esta Sala Ilmo. Sr. D. Fernando Socías Fuster que ha sido ponente en este trámite de Audiencia Pública, doy fe. El Secretario, rubricado. Código Seguro de Verificación E04799402-MI:5Q6$-ezdt-ASUT-KWHI-V Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es