Contra la estupidez Todos los días tomamos decisiones sobre

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Contra la estupidez
Todos los días tomamos decisiones sobre temas muy diversos, de mayor o menor importancia:
dónde invertir nuestro dinero, qué preparar para la cena, a qué Universidad mandar a nuestros
hijos, con qué medio de transporte trasladarnos de un sitio a otro, y muchos más. A veces
acertamos y a veces nos equivocamos y escogemos mal. Preparamos una cena demasiado
compleja, comemos demasiado y nos sienta mal, usamos el coche cuando podríamos ir andando,
pagamos más por un producto que podríamos comprar en otro sitio por menos dinero, escogemos
el banco equivocado o acertado para pagar nuestra hipoteca… ¿Por qué nos equivocamos? Porque
somos seres humanos y no somos calculadoras con funciones altamente racionales. Además,
estamos condicionados e influenciados por demasiada información, por demasiada estupidez que
se cuela a través de los medios de comunicación, nos bombardea y nos hace sentir imbéciles si no
las condividimos. A veces la avalancha de información es tanta que hasta se nos olvida pensar.
También la complejidad de la vida diaria, la inercia y los límites de la fuerza de voluntad impiden
escoger bien. Sin embargo, a veces, nuestra pareja, un amigo, u otra circunstancia nos empujan en
la dirección contraria y correcta y nos ayudan a elegir bien, nos salvan de la idiotez. Creo que a
menudo, lo que realmente nos falta es silencio para pensar. La nueva Universidad de Berlín tenía
un lema: “Soledad y Libertad”. La esencia de la libertad es pensar lo que se dice, no decir lo que se
piensa. El silencio interior nos permite el diálogo con nosotros mismos, allí podemos interrogarnos
sobre todas las cuestiones y preguntarnos, por ejemplo, qué cosas haríamos de modo diferente si
no tuviéramos miedo a cometer errores o quedarnos aislados por tomar una decisión distinta a la
mayoría. Merece la pena pensar, escoger y actuar contracorriente para ser libres.
Es más fácil dejarse llevar en ciertas ocasiones y escoger y decidir algo solo porque casi todos lo
piensan y lo hacen así. Nos dejamos llevar por la corriente aunque no estemos convencidos. ¡Qué
peligro! Decía Jean de la Fontaine que todos los cerebros del mundo son impotentes contra
cualquier estupidez que esté de moda.
Ya se sabe que en los tiempos que corren la estupidez abunda más que el aire. Nadie está libre de
decir estupideces. Lo malo es decirlas con énfasis, con convicción, como hacen algunos. Y hoy es
algo tan común que hasta mi indignación ante estupideces clamorosas de nuestros políticos y
gobernantes me empieza a parecer un signo sospechoso, tal vez otra manifestación más de la
idiotez humana.
Qué Dios nos libre. Aunque Goethe sostuviera que, contra la estupidez, hasta los dioses luchan en
vano.
Manuel Bellido
TEXTO ARGUMENTATIVO 2
CORRER DESCALZO (BAREFOOT)
He sido corredor toda mi vida y he corrido con zapatillas casi todo ese tiempo pero como
resultado de esta investigación pensé que debería probar a correr descalzo y debo decir que
realmente lo he disfrutado y que ha sido muy divertido.
Los humanos han corrido como poco durante dos millones de años y durante la mayor parte de
ese tiempo lo han hecho descalzos y la zapatilla moderna para correr se inventó a mediados de los
años 70. Ahora tenemos la idea de que para correr necesitamos un par de zapatillas, es una
afirmación muy común. Pero de hecho no es verdad, en realidadpara correr no necesitas zapatillas
sino pies.
Probablemente haya dos etapas en la evolución del pie: inicialmente el pie evolucionó para
caminar y también para escalar arboles pero en algún punto de la evolución humana, pensamos
que hace unos dos millones de años aproximadamente, hubo un gran cambio medioambiental en
África en el cual las zonas boscosas desparecieron y dieron lugar a las sabanas. Y en ese punto
nuevas comidas empezaron a aparecer y una de ellas evidentemente fue la carne de los antílopes
de las praderas. Así que para poder cazar el hombre empezó a evolucionar hasta conseguir correr.
Y en lo que somos buenos es en correr a velocidades que haga a los animales galopar y si lo haces
bajo el calor durante un periodo largo de tiempo eso hará que ese animal se sobrecaliente puesto
que los cuadrúpedos no pueden galopar y transpirar (bajar la temperatura corporal) a la vez. Así
que imagina que vas tras a una gacela, un kudu o algún otro animal, si puedes perseguirlo y
hacerlo galopar entre diez y quince minutos ya tienes comida.
Queríamos saber cómo corría la gente sin zapatillas antes de que ésta fuera inventada porque la
gente ha estado corriendo durante millones de años y en realidad no sabíamos mucho de cómo
corre un corredor descalzo y cómo de bien pueden hacerlo. Así que empezamos a traer al
laboratorio a corredores que habitualmente lo hacen descalzos para ver como usaban su cuerpo y
sus pies.
Lo que descubrimos fue que los corredores descalzos corren de manera bastante diferente que el
típico corredor calzado. La zapatilla tiene un gran tacón diseñado para sentirse muy cómodo
aterrizando con el talón así que muchos corredores descalzos impactan con el talón para luego
impactar con el resto del pie.
Así que cuando pisas con el talón tu cuerpo hace una parada en seco, hay mucha masa y hay un
impacto, una fuerza rápida. Es lo mismo que tener a alguien golpeándote con un martillo en el
talón con una fuerza equivalente a dos o tres veces tu peso corporal. Así que cuando empezamos
a traer corredores descalzos al laboratorio descubrimos que no les gustaba hacer eso ya que
habitualmente impactan con la parte delantera del pie pero no de manera muy pronunciada.
Suelen aterrizar en las cabezas del cuarto y quinto metatarso y entonces bajan el talón. Y fue
entonces cuando vimos que no tenían ese gran pico de impacto propio de los corredores calzados.
Así que lo que hacen los corredores descalzos es pisar con la parte delantera del pie y dejar que el
talón repose después permitiendo convertir lo que de otra manera sería una frenada en seco, una
deceleración vertical de la pierna, en energía rotacional.
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Muchos corredores se lesionan y suele ser en gran medida lesiones por stress repetitivo. Una
hipótesis es que el impacto causado por pisar con el talón que genera esa gran transmisión de
impacto puede tener unas repercusiones en forma de lesión y se asocia con dolor en los tejidos
suaves del pie, con periostisis y que puede causar otros tipos de lesión. Así que nuestra hipótesis
es que los individuos que no pisan con el talón y que evitan esos grandes impactos aterrizando con
la parte delantera del pie pueden ser menos proclives a sufrir este tipo de lesiones.
Así es que hemos estado estudiando corredores descalzos durante bastante tiempo: fuimos a
África y grabamos a gente que nunca había llevado zapatillas y que corrían veinte kilómetros al día
así que decidí que debería probar por mí mismo correr descalzo. Así que el verano pasado
mientras corría simplemente decidí quitarme las zapatillas y descubrí que era increíblemente
divertido y desde entonces empecé a correr descalzo de manera frecuente y debo decir que me
encanta y se siente genial. Dejé de pisar con el talón y ahora piso con la parte delantera. Es genial.
TEXTO ARGUMENTATIVO 3
Alegato a favor del Linux
En las cosas humanas sucede frecuentemente que lo que empieza siendo una opción instrumental
se convierte en una preferencia intrínseca. Lo que llamamos `arte’ suele haber seguido esa
vicisitud. Empiézanse construyendo inmuebles para guarecerse de la intemperie y luego la
arquitectura adquiere el rango de un arte y (para algunos humanos) se convierte en finalidad en sí
misma. Pueden multiplicarse los ejemplos.
La computación es una de esas actividades. Muchos son aquellos que han empezado por dedicarle
un poquito de tiempo –como mero instrumento para realizar otras tareas– pero para quienes, a la
postre, el instrumento se ha trocado en un fin en sí mismo. Para muchos se ha convertido en un
modo de vivir; para muchos más en uno de los principales pasatiempos; para no pocos es una
pasión. Igual que se puede querer el arte por el arte, puede quererse (y a menudo se quiere) la
computación por la computación.
Las consideraciones que voy a presentar aquí a favor de un sistema operativo particular, el Linux,
son (espero) asumibles independientemente de que el lector se encuentre entre quienes dedican
algo de tiempo a la computación sólo a título de mero instrumento en aras de bienes
intrínsecamente deseables o entre quienes se han aficionado a ella hasta el punto de desearla
como una finalidad en sí misma.
Creo que hay motivos para optar por el Linux desde ambas perspectivas. Quienes vean en la
computación una finalidad podrán tener motivos adicionales para adoptar una u otra opción
(motivos que no serán sólo los de cuánto sirvan los programas cuyo uso adopte uno para obtener
tales o cuales resultados, sino que incluirán también aspectos estéticos y similares).
Para no adentrarme en terrenos en los que es mucho lo que depende del gusto personal, me
limitaré e considerar el uso de sistemas operativos desde el punto de vista meramente
instrumental, como si la única razón para dedicar algún tiempo a actividades de computación
fuera el poder, con ella, alcanzar resultados que son extrínsecos al mero manejo de computadoras
(resultados como pueden ser: preparar manuscritos; editar folletos o libros; imprimir; hacer
diapositivas o transparencias; obtener resultados de cálculos complicados; llevar una contabilidad;
poner –a través de la Web– ciertos documentos al alcance de un amplio público; hacer trabajos de
diseño; escrutar textos impresos y utilizar lo así escrutado para alguna de las tareas recién
indicadas; reproducir discos compactos con álbumes de fotos, para ponerse a salvo de pérdida de
datos por rotura o extravío del soporte; etc.).
Para efectuar tales trabajos, necesita uno una computadora (normalmente un PC), un sistema
operativo y unos programas de software adecuados para las tareas que se proponga realizar.
Cuando digo que hace falta una computadora entiendo que la misma lleve, como anejos, ciertos
periféricos adaptados a las necesidades: impresora, escrutadora, lectora o grabadora de CD-Rom,
etc. O sea, todo el hardware.
Cae fuera del ámbito de este artículo –y también de la competencia de quien lo escribe–
considerar alternativas al PC propiamente dicho (el IBM-compatible). Sea como fuere, y hasta
donde puedo juzgar, la gran mayoría de los usuarios de computadoras se han decantado por PC‘s
(IBM-compatibles), ya sea por el precio, ya sea por las prestaciones, ya sea por imitación de lo que
otros hacen a su alrededor o por lo que sea. Vamos a dar por admitida esa opción ampliamente
mayoritaria, aunque no podremos desentendernos de la necesidad de buscar en nuestro trabajo la
mayor compatibilidad con los instrumentos usados por la gente del Mac o por los usuarios de
terminales UNIX.
Una vez que hemos optado por tener una computadora personal de tipo IBM (un PC), nos toca dar
el segundo paso, y seleccionar un sistema operativo (para PC). Hay muchos.
No vamos aquí a considerarlos todos. Igual que, cuando uno se plantea en la vida si se va a mudar
y va a ir a buscar empleo, amor, u hogar a otro sitio no se sienta ante un globo terráqueo dándole
vueltas para ver dónde se posará el dedo, tampoco normalmente hace uno una lista de todos los
sistemas operativos disponibles para sopesar sus respectivos pros y contras hasta ver por cuál se
decantará. En abstracto eso sería racional, pero en la práctica no lo es, porque demandaría un
esfuerzo demasiado grande. Lo normal es considerar unas pocas alternativas, porque son aquellas
con las que se ha topado uno, las que le han salido al paso o no andan lejos.
Así, entre los sistemas operativos para computadoras personales hay algunos que reúnen una
serie de ventajas (y de inconvenientes), pero que, por la razón que sea, casi nadie usa, como el
OS/2 de la casa IBM, o algunas versiones comerciales de UNIX para PC (p.ej. el SCO). Hay también
diversas versiones del DOS (Microsoft no tiene la exclusiva: están el PC-DOS de la IBM, el DR-DOS
de Caldera, versiones gratuitas como el FREE-DOS, etc). Aunque voy a centrar la discusión en torno
a dos grandes alternativas –el Linux y el Windows de Microsoft–, buena parte de tales
consideraciones valen también si, entre las alternativas, barajamos a algunos de tales sistemas
(valen en unos casos a favor de los mismos y en otros casos en contra, según).
Ciñendo, pues, nuestro debate a dos grandes alternativas (el Linux y el Windows de Microsoft, que
a su vez se divide en DOS+Windows3.1, Windows95, Windows98, Windows-NT), voy a ofrecer dos
grandes grupos de argumentos a favor del Linux: un primer grupo de argumentos que podemos
llamar `egoístas’ y un segundo grupo de argumentos `altruistas’.
Lorenzo Peña
EJEMPLO DE TEXTO ARGUMENTATIVO 4
MANIFIESTO DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ESPAÑOLES
CONTRA EL PAGO POR PRÉSTAMO EN BIBLIOTECAS
LAS BIBLIOTECAS NO DEBEN PAGAR POR EL PRÉSTAMO DE OBRAS
Como profesores universitarios, investigadores y, por tanto, usuarios de bibliotecas, ante la
exigencia de la Comisión Europea de aplicar de forma indiscriminada la normativa comunitaria
sobre pago por préstamo de obras, sin realizar las históricas excepciones representadas por
bibliotecas, archivos y otros centros de información e investigación.
Manifestamos nuestro rechazo a que las bibliotecas, archivos y centros públicos de información
deban pagar por el préstamo de obras.
Esta medida supondría la consideración de las bibliotecas y los centros públicos de información
como entidades comerciales y no como instituciones culturales, necesarias para el desarrollo de
los ciudadanos y el ejercicio del derecho a la educación, la información y la lectura que la
Constitución Española reconoce.
Creemos que el pago por el préstamo de obras en centros públicos de información implicaría un
retroceso en las colecciones de las bibliotecas y otros centros. En 1998 las bibliotecas públicas
españolas gastaban una media de 3,64 euros por habitante, mientras que la media de Unión
Europea era de 13,35 euros. La aplicación del canon por préstamo de obras vendría a empeorar la
situación actual, ya de por sí preocupante.
Las bibliotecas, como agentes implicadas en la formación, la información y el entretenimiento de
los ciudadanos, suponen un inmejorable medio para la promoción de la creación y la difusión de la
cultura y el pensamiento, papel que siempre han desempeñado de forma desinteresada. Cualquier
carga por el préstamo de sus obras supondría un retroceso en sus servicios y colecciones.
De igual forma, apoyamos las declaraciones de los colectivos y profesionales que han manifestado
su protesta contra la aplicación de la medida del pago por préstamos en bibliotecas, al tiempo que
felicitamos a los autores que renuncian a este posible cobro, conscientes de la labor cultural,
educativa y social que desempeñan las bibliotecas y los centros públicos de información.
Por este motivo, pedimos a la Administración que haga cumplir la legislación española, que exime
del pago de derechos de autor a entidades sin fines lucrativos e instituciones de carácter cultural y
científico, y que comunique cuanto antes a la Comisión Europea la exención de este pago, a fin de
cumplir la normativa comunitaria.
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