Práctica 10

Anuncio
992\105
PRÁCTICA 10. Sentencia sobre unidades de negociación
Comentario de la Sentencia Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León,
Valladolid (Sala de lo Social, Sección 1ª) de 4 diciembre (AS 2008, 644).
Sentencia núm. 1965/2007
La entrega de la práctica consiste en un pequeño resumen sobre la sentencia, en el que
consten los siguientes aspectos:
- Partes: demandado y demandante.
- Iter jurídico.
- Asunto sobre el que versa la sentencia. Relación con la parte teórica del temario.
- Opinión crítica.
Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 1965/2007
Ponente: Ilmo. Sr. D. Rafael Antonio López Parada
El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por A., SA contra Sentencia del
Juzgado de lo Social núm. 3 de Valladolid, de fecha 02-08-2007, en autos promovidos
sobre conflictos colectivos.
En Valladolid a cuatro de diciembre de dos mil siete.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sede de
Valladolid, compuesta por los Ilmos. Sres. anteriormente citados ha dictado la siguiente
SENTENCIA
En el Recurso de Suplicación núm. 1965 de 2007, interpuesto por A., SA contra sentencia
del Juzgado de lo Social núm. Tres de Valladolid (autos: 443/06) de fecha 2 de agosto de
2007 dictada en virtud de demanda promovida por F.S. PRIVADOS DE CC.OO DE
CASTILLA Y LEÓN contra el demandado y recurrente sobre CONFLICTO
COLECTIVO, ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. D. Rafael Antonio López Parada.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
Con fecha, 4 de abril de 2006 se presentó en el Juzgado de lo Social, demanda formulada
por la parte actora, en la que solicitaba se dictase sentencia en los términos que figuran en
el Suplico de la misma. Admitida la demanda y celebrado el juicio, se dictó sentencia en
los términos señalados en su parte dispositiva.
SEGUNDO
En referida sentencia y como Hechos Probados constan los siguientes:
"PRIMERO.- La empresa demandada A. que se dedica a la actividad de supermercadoalimentación, dispone de almacenes propios y tiene varios establecimientos de venta
directa superiores a 120 metros cuadrados y ello en la provincia de Valladolid, Zamora,
León y Asturias.
SEGUNDO.- La empresa demandada viene aplicando en cada provincia de las citadas, el
Convenio Colectivo de Comercio de Alimentación en cada una de ellas, y así en el caso
de Valladolid, que ha sido publicado en el B.O.P. el 17-5-2005. Se señala en su contenido
1º: "El presenta convenio será de aplicación a todas las empresas y centros de trabajo
establecidos o que se establezcan en Valladolid y su Provincial que, rigiéndose por el ET
1
se dediquen a la distribución y/o venta al mayor y/o menor, de productos de alimentación
en general, mayoristas y minoristas de frutas y verduras, mayoristas y minoristas de
pescados, mayoristas y minoristas de plátanos y patatas y charcuteros carniceros. Este
convenio se aplicará a todos los trabajadores de tales empresas y centros de trabajo,
cualquiera que sea su actividad laboral y categoría profesional. Los trabajadores
inmigrantes que presten sus servicios en este sector tendrán los mismos derechos y
obligaciones, expresamente se excluyen de este convenio todas las empresas de mediana y
pequeña distribución de Valladolid y su provincia y a sus trabajadores, que tengan por
finalidad una actividad mercantil dedicada al almacenaje y distribución alimentaria, y que
disponiendo de almacenes propios lleven a cabo la actividad detallista con
establecimientos de venta directa al público, con una superficie total de venta al público
de mas de 120 metros cuadrados e inferior en un solo establecimiento a 2.499 metros
cuadrados".
TERCERO.- El V Convenio Colectivo de Medianas Superficies de Distribución
alimenticia de la Comunidad Autónoma de Castilla y León de 10-6-2004 señala en su
artículo 1 y 2 "el presente convenio afectará a todas las empresas que tengan por finalidad
una actividad mercantil dedicada al almacenaje y distribución alimentaria, y que
disponiendo de almacenes propios dentro o fuera de la Comunidad Autónoma de Castilla
y León, llevan a cabo la actividad detallista, con establecimientos de venta directa al
público con una sala de ventas, superior a 120 metros cuadrados e inferior en un solo
establecimiento a 2.499 m 2, para sus centros de trabajo establecidos o que se establezcan
en el territorio de la Comunidad Autónoma de C. y León".
Las disposiciones del presente Convenio Colectivo serán de aplicación en todo el
territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
CUARTO.- Con fecha 16.-2-2006 se celebró acto de conciliación ante el SERLA
promovido por la Federación de Servicios Privados de CC.OO de Castilla y León frente a
la Empresa A., SA que finalizó sin avenencia.
QUINTO.- Con fecha 10-5-2006 el Sr. Presidente del Comité de Empresa de A., SA
(Zamora) dirigió carta a la Dirección de Recursos Humanos de A., SA (doc 232) cuyo
contenido es del siguiente tenor: "Habiendo tenido conocimiento recientemente de la
interposiciones de una demanda de Conflicto Colectivo ante los Juzgados de lo Social de
Valladolid, reclamando la aplicación en las tiendas de la empresa en dicha provincial del
Convenio Colectivo de Medianas Superficies de Castilla y León, y entendiendo este
Comité de Empresa que dicho Convenio puede resultar igualmente aplicable en las
tiendas de la empresa de Zamora, le pedimos que nos facilite la sentencia que se dicte, a
efectos de valorar las acciones a seguir en relación con esta cuestión en la provincia de
Zamora.
SEXTO.- Con fecha 3-4-2006 se presentó por la Sra. Secretaria General de la Federación
de Servicios Públicos de CC.OO de Castilla y León demanda de Conflicto Colectivo que
fue turnada a este Juzgado.
SEPTIMO.- Con fecha 24-5-2007 se dictó sentencia por este Juzgado cuyo fallo es del
siguiente tenor: "Que estimando la excepción de falta de competencia objetiva alegada
por el Letrado de la parte demandada y sin entrar a conocer sobre el fondo de la litis que
queda imprejuzgada, debo desestimar el instancia la demanda formulada por
FEDERACIÓN DE SERVICIOS PRIVADOS DE CC.OO CASTILLA Y LEÓN frente
A., SA sobre Conflicto Colectivo, haciendo saber a la parte actora que el Órgano
Jurisdiccional competente para conocer de la presente demanda es la Sala de lo Social del
tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (Valladolid)".
OCTAVO.- Con fecha 16-10-2007 se dictó sentencia por la Sala de lo Social del TSJ.C.
y L. de Valladolid, cuyo Fallo es del siguiente tenor "Estimar el recurso de suplicación
2
presentado por la Federación de Servicios Privados de Comisiones Obreras de Castilla y
León contra la sentencia de 24 de mayo de 2006 del Juzgado de lo Social número tres de
Valladolid (autos 443/2006)". Anulando la misma para que por el Juzgado de instancia se
dicte otra en la que asumiendo su competencia, se entre a resolver sobre el fondo del
asunto".
TERCERO
Interpuesto Recurso de Suplicación contra dicha sentencia por la parte demandada, fue
impugnado por la parte demandante. Elevados los Autos a esta Sala, se designó Ponente,
acordándose la participación a las partes de tal designación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Al amparo de la letra b del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral se esgrime en
primer lugar un motivo dirigido a la revisión de los hechos probados con objeto de incluir
en el ordinal primero que la actividad de la empresa es el comercio de alimentación y
cuenta para ello, en la Comunidad de Castilla y León, como apoyo logístico a su
estructura interna con un almacén sito en Benavente, cuya función es el almacenaje y
distribución a la propia sociedad A., SA de los productos de alimentación a cuyo
comercio se dedica. Como apoyo de dicha revisión fáctica se alega el informe suscrito por
la Directora de Administración del propio grupo A. obrante al folio 236 de los autos. De
este informe no se desprende en modo alguno lo que se quiere decir por la recurrente, sino
todo lo contrario. En dicho informe se dice que A. tiene arrendada una nave industrial en
la localidad de Benavente con el fin de utilizarla de apoyo logístico para el suministro de
mercancía a los supermercados del grupo situados en la Comunidad de Castilla y León,
pero igualmente se dice que A., titular del almacén, ha cedido el uso del mismo a tres
empresas diferentes: 979 metros cuadrados a M.A., SA para almacenar y distribuir desde
allí M.A. de panadería y confitería; otros 979 metros cuadrados a C., SA, que almacena
allí frutas y verduras para su distribución posterior; y los restantes 1867 metros cuadrados
a A. distribución, SA, que almacena allí productos de supermercado para su distribución
posterior. Por tanto, como se dirá después, existe actividad logística de almacenaje para
terceros, de manera que la modificación pretendida no puede admitirse.
SEGUNDO
El siguiente motivo de recurso se ampara en la letra c del artículo 191 de la Ley de
Procedimiento Laboral y denuncia la vulneración del artículo 82.3 ET, así como el
artículo 1 del convenio colectivo de comercio de alimentación de la provincia de
Valladolid (BOP 17 de mayo de 2005). El conflicto se plantea por cuanto la empresa
viene aplicando a sus trabajadores en la provincia de Valladolid el convenio provincial de
comercio de alimentación, pretendiendo el sindicato actor en el presente conflicto
colectivo la aplicación del convenio colectivo de medianas superficies de distribución de
alimentación de la Comunidad de Castilla y León (BOCYL 10 de junio de 2004). Se trata
por tanto de delimitar el ámbito de aplicación de ambos convenios colectivos, teniendo en
cuenta los siguientes datos fácticos:
a) La empresa A. es titular de un conjunto de supermercados en la provincia de Valladolid
y en otras provincias.
b) La sala de ventas de los supermercados de la empresa en Valladolid se encuentra entre
los 120 y los 2499 metros cuadrados.
c) La empresa dispone de diversos centros de almacenaje en el territorio español, incluido
uno en la localidad de Benavente, el cual ha dividido en tres partes y lo ha cedido a tres
3
empresas distintas para que almacenen y distribuyan desde allí sus productos, si bien
dicha distribución se realiza mayoritariamente para los supermercados de A., SA de
Castilla y León.
La actividad mercantil de almacenaje no es equiparable a la de comercio de bienes
muebles, sino que ha de entenderse como tal la que implica la cesión a terceros, a título
gratuito o lucrativo, de un espacio en un almacén propio del que disponga a cualquier
título (propiedad, arrendamiento, etc.), almacén cuya titularidad conserva la almacenista y
en el que se depositan productos del tercero. Se trata por tanto de una actividad de las
llamadas "logísticas". En este sentido se define como contrato mercantil de almacenaje
aquel en virtud del cual una persona, llamada depositante, entrega en depósito a otra,
denominada almacenista, mercancías de su propiedad de cualquier naturaleza, para su
guarda o custodia, lo que no es sino una modalidad del contrato civil de depósito. Dentro
de dicha actividad ha de comprenderse la realizada por A., SA en la nave anteriormente
descrita y sita en Benavente, puesto que en definitiva la empresa conserva la titularidad de
esa nave y cede su uso para fines logísticos a terceras empresas, sin que a ello obste el que
se trate de empresas del grupo, puesto que no consta que tales empresas tengan la
condición de empleadoras conforme al concepto jurídico laboral de grupo de sociedades.
No obsta a todo ello tampoco el que la cesión del almacén se haya instrumentado
mediante contratos de arrendamiento, dado que no ha quedado acreditado la
desvinculación de A., SA de la gestión de esos almacenes, sino que, por el contrario,
conforme resulta de sus propias alegaciones, sigue siendo un almacén gestionado como
propio y además se trata de un único almacén del cual es titular y cuyo uso se subdivide
entre las tres empresas en función de los productos de cada una de ellas, gestionándose
después la distribución de dichos productos de dichos almacenes a los supermercados de
A., SA Por tanto, más allá de la cobertura formal que se le haya dado, hay prestación
material de naturaleza logística de A., SA a M.A., SA, C., SA y
A. distribución, SA, siendo lo relevante a efectos de determinación del ámbito de
aplicación del convenio colectivo cuál sea la realidad efectiva y no la cobertura formal
que se haya conferido a la misma.
TERCERO
Así las cosas hay que resolver sobre la aplicación del convenio colectivo pretendido por la
parte actora.
En primer lugar ha de decirse que el artículo 1 del convenio colectivo provincial de
alimentación de Valladolid incluye en su ámbito a todas las empresas que se dediquen a la
distribución y/o venta al por mayor y/o menor de productos de alimentación en general,
mayoristas y minoristas de frutas y verduras, mayoristas y minoristas de pescados,
mayoristas y minoristas de plátanos y patatas y charcuteros carniceros. Para que la
actividad de un determinado comercio encaje en el ámbito de aplicación de este convenio
colectivo es preciso que en su conjunto los productos alimenticios constituyan el grueso
de sus ventas frente a otros productos de otra naturaleza, algo que en este caso no ha sido
objeto de discusión. Pero es que además ese artículo 1 excluye expresamente del ámbito
de aplicación del convenio provincial de comercio alimentación a todas las empresas de
mediana y pequeña distribución de Valladolid y su provincia y a sus trabajadores, que
tengan por finalidad una actividad mercantil dedicada al almacenaje y distribución
alimentaria, y que disponiendo de almacenes propios lleven a cabo la actividad detallista
con establecimientos de venta directa al público, con una superficie total de venta al
público de más de 120 metros cuadrados e inferior en un solo establecimiento a 2499
metros cuadrados.
4
La anterior exclusión coincide exactamente con la definición del ámbito de aplicación del
convenio colectivo de medianas superficies de distribución de alimentación de la
Comunidad de Castilla y León, cuyo artículo 1 dice que ese convenio afecta a todas las
empresas que tengan por finalidad una actividad mercantil dedicada al almacenaje y
distribución alimentaria, y que disponiendo de almacenes propios dentro o fuera de la
Comunidad de Castilla y León lleven a cabo la actividad detallista con establecimientos
de venta directa al público con una sala de ventas superior a 120 metros cuadrados e
inferior en un solo establecimiento a 2499 metros cuadrados, para sus centros de trabajo
establecidos o que se establezcan en el territorio de la Comunidad Autónoma de Castilla y
León.
Por consiguiente, dada la coordinada redacción de los preceptos, cuando estemos ante
establecimientos dedicados al comercio de productos alimenticios con carácter principal,
la aplicación del convenio regional de medianas superficies determina la exclusión del
ámbito de aplicación del convenio provincial de comercio de alimentación de Valladolid.
La cuestión entonces estriba en delimitar el ámbito de aplicación del primer convenio
citado, que es lo que, en base a la configuración del convenio provincial, determina la
exclusión del segundo, sin que sea preciso aplicar en este caso el criterio de prioridad
temporal previsto en el Estatuto de los Trabajadores para los supuestos de concurrencia de
convenios.
CUARTO
Cuando en 1999 se negoció el primer convenio colectivo de medianas superficies de
Castilla y León, la Dirección General de Trabajo de la Junta de Castilla y León dirigió de
oficio a esta Sala una impugnación del mismo, por entender que las empresas entonces
firmantes carecían de la representatividad suficiente en el ámbito delimitado por su
artículo primero, cuya redacción era coincidente con la actual. La validez y la naturaleza
estatutaria de aquel convenio se salvó entonces en base a la alegación, admitida por la
Sala, de que para que dicho ámbito de aplicación exigía de las empresas afectadas una
doble dedicación funcional, no solamente a la actividad comercial, sino también a la de
almacenaje. La sentencia de esta Sala de 4 de enero de 2000 en el juicio número 5/1999
(AS 2000, 673) dijo lo siguiente: "El artículo 1º del pacto alcanzado exige, para hallarse
afectado por el acuerdo, que las empresas tengan por finalidad una actividad mercantil
dedicada al almacenaje y distribución alimentaria, con lo que se viene a poner de
manifiesto que su objeto social, u objeto dentro de la actividad mercantil para aquellas
empresas que no tengan la forma de sociedad, sea el almacenaje y la distribución.
Ciertamente el objeto social no puede considerarse como dato relevante a la hora de
determinar la actividad real, pues sin duda ésta es la única que puede justificar la
inclusión o no en el ámbito de aplicación de un determinado pacto colectivo, pero sí sirve
para una primera conclusión, que no es otra que la de considerar decisivo el almacenaje y
la distribución (entendiendo por tal tanto la distribución al por mayor como al detalle),
como lo ratifica el que el propio precepto, a continuación, exija que se trate de empresas
que dispongan de almacenes propios y lleven a cabo la actividad detallista, con
establecimientos de venta directa al público. Ciertamente la simple interpretación literal
del pacto conforme al artículo 1.281 y artículo 3.1 del C.C, pudiera llevar a la conclusión
de que basta con poseer establecimiento de venta al público para quedar comprendido
dentro del ámbito funcional del pacto, pues sin duda todo establecimiento de venta con
superficie superior a los ciento veinte metros cuadrados precisa y posee, salvo supuestos
muy excepcionales, un pequeño espacio o trastienda destinado al almacenamiento de los
productos destinados a la reposición; tal conclusión debe, no obstante, rechazarse desde el
momento en que el mencionado artículo 1º insiste en la finalidad de almacenaje y la
5
disposición del almacenes propios, así como realización de la actividad del detallista, con
lo que, en definitiva, se viene a elevar la actividad de almacenaje a elemento decisivo para
la inclusión o no dentro del ámbito de aplicación del convenio, teniendo muy presente que
el simple hecho de disponer de un espacio dedicado a almacén (en el mismo o distinto
local donde se realiza la venta al público) no conlleva la realización de actividad del,
almacenaje, pues la actividad mercantil, cuando los productos almacenados van
destinados a ser vendidos en los propios establecimientos abiertos al público, sigue siendo
la de venta de productos alimenticios al público, pues el almacenamiento de productos, en
tal caso, no constituye actividad mercantil distinta. Si las partes firmantes del acuerdo
introdujeron la tenencia de almacén propio como uno de los datos definidores del ámbito
funcional del acuerdo, es preciso entender que, en consonancia con la exigencia de que el
objeto social sea, entre otros, el almacenaje y distribución, esa actividad de almacenaje
conlleve la venta a terceros establecimientos de alimentación de los productos
almacenados (la actividad de almacenaje, por sí sola, no puede admitirse como actividad
mercantil), y así puede deducirse también del hecho de que se exija la realización de la
actividad de detallista (venta de pequeñas cantidades de productos tanto a otros
establecimientos pequeños del ramo como al público en general); de no entenderlo así
habría bastado con la exigencia de que se tuviera establecimiento de venta directa al
público, requisito de contenido muy inferior al de realización de la actividad de
detallista".
La conclusión, entonces, fue que, por exigirse esa segunda actividad mercantil de
almacenaje, diferente a la de comercio, las empresas firmantes del convenio tenían
representación e implantación suficiente en su sector como para suscribir un convenio
estatutario. Sin la exigencia de una actividad autónoma del almacenaje no existiría hoy,
por consiguiente, un convenio colectivo de medianas superficies de Castilla y León.
Es cierto que el convenio impugnado fue el firmado en el año 1999 y que el actual se
suscribió en 2004 y no fue objeto de impugnación, ignorándose si a la altura de 2004 las
partes negociadoras por parte patronal hubieran tenido representatividad suficiente para
firmar un convenio colectivo que comprendiese a todas las empresas dedicadas al
comercio en salas abiertas al público de las dimensiones señaladas, sin exigir
adicionalmente a las mismas una actividad mercantil de almacenaje. Lo cierto es que la
definición del ámbito de aplicación del convenio colectivo de medianas superficies de
2004 es literalmente idéntica a la contenida en el año 1999 y que fue objeto del
pronunciamiento de esta Sala, hasta el punto de que, como se ha visto, la misma
definición ha servido para excluir a ciertas empresas del convenio colectivo de comercio
de alimentación de Valladolid de 2005.
Pues bien, visto que, aparte de la actividad comercial en salas de venta al público de
superficies consideradas medianas a efectos del ámbito de aplicación del convenio
colectivo, en el centro logístico de Benavente A., SA presta servicios de almacenaje para
M.A., SA, C., SA y A., SA, según se dijo antes, se cumplen los requisitos para la
aplicación del convenio colectivo de medianas superficies.
El recurso por tanto ha de ser desestimado. De conformidad con el artículo 233.2 de la
Ley de Procedimiento Laboral no procede la imposición de costas.
Vistos los preceptos legales citados y los demás de general y pertinente aplicación al caso,
Por lo expuesto y EN NOMBRE DEL REY
FALLAMOS
Desestimar el recurso de suplicación interpuesto por A., SA contra la sentencia de 2 de
agosto de 2007 del Juzgado de lo Social número tres de Valladolid (autos núm.
443/2006), confirmando el fallo de la misma. Se decreta la pérdida del depósito
6
constituido para recurrir y la pérdida de las consignaciones y/o el mantenimiento de los
aseguramientos prestados, hasta que se cumpla la sentencia o se resuelva, en su caso, la
realización de los mismos.
Notifíquese la presente a las partes y a la Fiscalía de este Tribunal Superior de Justicia en
su sede de esta capital. Para su unión al rollo de su razón, líbrese la oportuna certificación,
incorporándose su original al libro correspondiente.
Firme que sea esta Sentencia, devuélvanse los autos, junto con la certificación de aquélla
al Juzgado de procedencia para su ejecución.
Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- En la misma fecha fue leída y publicada la anterior Sentencia por el
Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, celebrando Audiencia Pública en esta Sala de lo Social.
Doy fe.
7
Descargar