Plantilla General - Revista Medico Legal

Anuncio
Actualidad Médico Legal
SOCIEDAD COLOMBIANA DE ANESTESIOLOGIA Y REANIMACION - SCARE
Médico-Legal
on-line
Revista Colombiana para los Profesionales de la Salud
Revista Médico-Legal
Enero-Abril de 2000
LA NECROPSIA COMO PERITAZGO MÉDICO
Eduardo Franco Delgadillo
Este Archivo se suministra para fines informativos y académicos,
y se encuentra acogido a Leyes de Propiedad Intelectual,
NO se autoriza su reproducción total o parcial, salvo Autorización por Escrito de la
Enero - Abril de 2000 - Médico-Legal 1
Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación - SCARE
Médico-Legal
LA NECROPSIA COMO PERITAZGO MÉDICO
Eduardo Franco Delgadillo
La palabra ‘perito’; del latín peritus, significa docto, experimentado, práctico en una ciencia o arte.
En forma general y desde el punto de vista jurídico, designa a la persona que poseyendo determinados conocimientos científicos, técnicos, artísticos
o simplemente prácticos, es requerida para dictaminar sobre hechos cuya apreciación no puede ser
llevada a cabo sino por quienes, como él, son poseedores de conocimientos especializados (Bonnet).
La necropsia es un examen complejo, practicado
sobre el cuerpo de una persona fallecida; varias son,
entonces, las reglas que deben observarse para que
dicha experticia tenga el carácter objetivo que se
requiere en el momento de analizar su resultado
en un proceso judicial. El perito debe actuar con la
ciencia del médico, la veracidad del testigo y la
ecuanimidad del juez, ha dicho con acierto Nerio
Rojas; igualmente, para el caso de las necropsias,
recomienda tener presente que «;una autopsia no
puede rehacerse.»1
Medicina Legal tiene a su cargo la expedición de
una serie amplia de peritajes, pues además de los
destinados a establecer la causa de la muerte, debe
conceptuar sobre casos de lesiones, enfermedades
físicas y mentales, violaciones, embriagueces, toxicomanías, incapacidades, etc.
En este escrito únicamente estamos refiriéndonos
al trabajo de los médicos-legistas en la autopsia.
En ésta, la verdad científica de los hechos requeridos y sometidos a proceso depende de la investigación y análisis en el marco de las ciencias forenses,
y para el caso de los médicos, del conocimiento y
aplicación de la normatividad de las actividades
médico-legales. Dada, pues, la importancia de esta
prueba, el médico-legista debe conocer y comprender por lo menos las siguientes disposiciones:
CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
Art. 233.- Procedencia de la peritación. La
peritación es procedente para verificar hechos que
interesen ai proceso y requieran especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos. (...).
Art. 237.- Práctica de la prueba. En la práctica de
la peritación se procederá así:
2 Enero - Abril 2000 - Médico-Legal
1. Cuando la peritación concurra con inspección judicial, ambas se iniciarán simultáneamente.
2. Los peritos examinarán conjuntamente las personas o cosas objeto del dictamen y realizarán personalmente los experimentos e investigaciones que
consideren necesarios, sin perjuicio de que puedan
utilizar auxiliares o solicitar por su cuenta el concurso de otros técnicos, bajo su dirección y responsabilidad; en todo caso expondrán su concepto sobre los puntos materia del dictamen.
3. Cuando en el curso de su investigación los peritos
reciban información de terceros que consideren útiles para el dictamen, lo harán constar en éste, y si
el juez estima necesario recibir los testimonios de
aquellos, lo dispondrá así en las oportunidades señaladas en el artículo 180.
4. El juez, las partes y los apoderados podrán hacer
a los peritos las observaciones que estimen convenientes y presenciar los exámenes y experimentos,
pero no intervenir en ellos ni en las deliberaciones.
(...) Los peritos principales deliberarán entre sí y
rendirán el dictamen dentro del término señalado.
El perito tercero emitirá su concepto, en la oportunidad que el juez le fije sobre los puntos en que
discrepen los principales.
5. El dictamen debe ser claro, preciso y detallado;
en él se explicarán los exámenes, experimentos e
investigaciones efectuados, lo mismo que los fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las
conclusiones.
Art. 241.- Apreciación del dictamen. Al apreciar el
dictamen se tendrá en cuenta la firmeza, precisión
y calidad de sus fundamentos, la competencia de
los peritos y los demás elementos probatorios que
obren en el proceso.
Si se hubiere practicado un segundo dictamen, éste
no sustituirá al primero pero se estimará conjuntamente con él, excepto cuando prospere objeción
por error grave.
Art. 242.- Modificado. Decreto 2282 de 1989, art.
1o. Num. 112. Deber de colaboración de las partes.
Las partes tienen el deber de colaborar con los peritos, de facilitarles los datos, las cosas y el acceso a
los lugares que ellos consideren necesarios para el
desempeño de su cargo; si alguno no lo hiciere se
hará constar así en el dictamen y el juez apreciará
tal conducta como indicio en su contra, sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 39.
Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, los peritos lo informarán al juez, quien le ordenará facilitar la peritación; si no lo hiciere, la
condenará a pagar honorarios a los peritos y multa
de cinco a diez salarios mínimos mensuales. Tal con-
Actualidad Médico Legal
ducta se apreciará como indicio en su contra.
CÓDIGO PROCEDIMIENTO PENAL
Art. 243.- Modificado. Decreto 2282 de 1989, art.
1o. Num. 113. Informes técnicos y peritaciones de
entidades y dependencias oficiales. Los jueces podrán solicitar, de oficio o a petición de parte, informes técnicos o científicos sobre avalúos y otros hechos de interés para el proceso, a los médicos
legistas, a la policía judicial, al Instituto Geográfico
«Agustín Codazzi» y en general a las entidades y
dependencias oficiales que dispongan de personal
especializado, y a las que tengan el carácter de consultoras del gobierno. Tales informes deberán ser
motivados y rendirse bajo juramento, que se entenderá prestado por el solo hecho de la firma, y se
pondrán en conocimiento de las partes por el término de tres días para que puedan pedir que se complementen o aclaren.
También podrá el juez utilizar los servicios de dichas entidades y dependencias oficiales, para
peritaciones que versen sobre materias propias de
la actividad de aquéllas, con tal fin las decretará y
ordenará librar el oficio respectivo para que el director de las mismas designe el funcionario o funcionarios que deben rendir el dictamen, de lo cual
se dejará constancia escrita.
Dichos funcionarios deberán rendir el dictamen en
el término que el juez les señale, el cual se considerará rendido bajo la gravedad del juramento de que
trata el numeral 3 del artículo 236, por el solo hecho de la firma, y se remitirá al juez por conducto
del mismo director.
Dentro de la ejecutoria del auto que decrete el dictamen, podrán las partes ejercitar el derecho que
les concede el numeral 4o. del mencionado artículo. Antes de que el dictamen sea rendido, el director de la entidad o dependencia oficial podrá solicitar al juez que se suministre a aquélla el dinero necesario para viáticos, transporte y demás costos de
la pericia, si fuere el caso. El juez ordenará que el
dinero sea consignado en la mencionada entidad o
dependencia, dentro de los tres días siguientes al
de la ejecutoria del respectivo auto, por la parte
que solicitó la prueba o por cada parte en igual proporción si se hubiere decretado de oficio. De este
auto se informará por telegrama el mencionado director, quien, si transcurre dicho término sin que se
le haya hecho el depósito, devolverá el oficio al juez
con el correspondiente informe, y se prescindirá de
la prueba.
Para la rendición del dictamen se tendrá en cuenta
lo dispuesto en el artículo 237, y una vez devuelto
el despacho al juez se procederá como indica el artículo 238.
Art. 264.- Procedencia. Cuando se requieran conocimientos especiales científicos, técnicos o artísticos, el funcionario judicial decretará la prueba
pericial.
Art. 267.- Dictamen. El dictamen debe ser claro,
preciso y detallado; en él se explicarán los exámenes, experimentos e investigaciones efectuados, lo
mismo que los fundamentos técnicos, científicos o
artísticos de las conclusiones. Cuando se designen
varios peritos, conjuntamente practicarán las diligencias y harán los estudios o investigaciones pertinentes para emitir el dictamen. Cuando hubiere discrepancia, cada uno extenderá su dictamen por separado. En todos los casos, a los peritos se les advertirá sobre la prohibición absoluta de emitir en el
dictamen cualquier juicio de responsabilidad penal.
Art. 270.- Contradicción del dictamen. Cuando el
funcionario judicial reciba el dictamen, procederá
en la siguiente forma: 1.) El funcionario verificará
si el dictamen cumple con los requisitos señalados
en este Código. En caso contrario ordenará que el
perito elabore el dictamen cumpliendo con ellos.
No se admitirá como dictamen la simple expresión
de las conclusiones. 2.) Si el dictamen cumple con
los requisitos indicados, se correrá traslado a los
sujetos procesales por el término de cinco días para
que soliciten su aclaración, ampliación o adición.
Para la ampliación o adición el funcionario judicial
fijará término. La objeción podrá proponerse hasta
antes de que finalice la audiencia pública.
Art. 272.- Comparecencia de los peritos a la audiencia. Salvo lo previsto en el artículo 158 de este Código*. los sujetos procesales podrán solicitar al juez
que haga comparecer a los peritos, para que conforme al cuestionario previamente presentado, expliquen los dictámenes que hayan rendido y respondan las preguntas que sean procedentes; el juez
podrá ordenarlo oficiosamente. *lnexequible: C - 150
de 1993
Art. 273.- Criterio para la apreciación del dictamen.
Al apreciar el dictamen se tendrá en cuenta la firmeza, precisión y calidad de sus fundamentos, la
idoneidad de los peritos y los demás elementos probatorios que obren en el proceso.
Enero - Abril de 2000 - Médico-Legal
3
Médico-Legal
CÓDIGO PROCEDIMIENTO LABORAL
Art. 51.- Medios de prueba. Son admisibles todos
los medios de prueba establecidos en la ley, pero la
prueba pericial sólo tendrá lugar cuando el juez estime que debe designar un perito que lo asesore en
los asuntos que requieran conocimientos especiales.
CÓDIGO PENAL MILITAR
Art. 504.- Procedencia. Cuando la investigación de
un hecho requiere conocimientos especiales de determinadas ciencias o artes o exija avalúos, el juez
decretará la prueba pericial.
COMPETENCIA PARA LAS AUTOPSIAS MÉDICO-LEGALES
La reglamentación de las normas técnicas que deben cumplir las personas y entidades que en determinado momento realizan funciones periciales, están reguladas por el Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses.
Luego de la aparición en Colombia del Instituto de
Medicina Legal mediante la expedición de la Ley 53
de 1914, se llegó a la creación de un sistema único
de medicina legal con organización y control del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, enmarcado dentro del Decreto 2699 del
30 de noviembre de 1991, que también le dio vida a
la Fiscalía General de la Nación. De éste se puede
resaltar el capítulo primero «De la Naturaleza y Funciones Básicas»:
Artículo 159. A partir de la fecha habrá un sistema
único de medicina legal y ciencias forenses en todo
el territorio nacional, el cual será organizado y controlado por el Instituto Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses.
Sin embargo, los servicios médico-legales departamentales y municipales que funcionan actualmente, continuarán siendo prestados por estas instituciones hasta el 31 de diciembre de 1992. A partir
del 1 de enero de 1993 pasarán con todos sus recursos humanos, físicos, económicos y financieros al
Instituto Nacional de medicina Legal y Ciencias
Forenses.
Artículo 161. En desarrollo de su misión el Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses ten-
4 Enero - Abril 2000 - Médico-Legal
drá las siguientes funciones:
1 - Organizar y dirigir el sistema único de medicina
legal y controlar su funcionamiento.
2- Prestar en forma oportuna los servicios médicolegales y de ciencias forenses que sean solicitados
por fiscales, jueces, policía judicial y demás autoridades competentes en todo el territorio nacional.
3- Desarrollar funciones asistenciales, científicas,
extrapericiales y sociales en el área de la medicina
legal y las ciencias forenses.
4- Prestar asesoría y absolver consultas sobre medicina legal y ciencias forenses a las Unidades de Fiscalía, Tribunales y demás autoridades competentes.
5- Definir las normas técnicas que deben cumplir
los distintos organismos y personas que realicen funciones periciales asociados con medicina legal ciencias forenses y ejercer control sobre su desarrollo y
cumplimiento.
6- Servir como órgano de verificación y control de
las pruebas periciales y exámenes forenses practicados por los cuerpos de policía judicial del estado.
7- Servir como centro científico de referencia Nacional en asuntos relacionados con medicina legal y
ciencias forenses.
8- Coordinar y adelantar con el Ministerio de Educación, el ICFES, la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina y demás entidades del sector educativo, la promoción, programación y ejecución de
investigaciones científicas, programas de posgrado
y eventos educativos en el área de la medicina legal
y ciencias forenses.
9- Divulgar los resultados de las investigaciones,
avances científicos, desarrollo de las prácticas
forenses y demás información considerada de interés para la comunidad en general.
10- Delegar y contratar en personas naturales o jurídicas la realización de algunas actividades
periciales y controlar su ejecución.
Como quiera que en todo el territorio nacional la
cobertura que el Instituto no puede ser total, es
válida la normatividad que con relación a «peritos»;
del sistema alterno de medicina legal existe, en
cabeza de los médicos en el ejercicio del servicio
social obligatorio o en médicos oficiales del sector
salud, basados en el Decreto 2455 del 31 de julio de
1986.
A su vez, el Decreto 0786 del 16 de abril de 1990,
reglamentario de la Ley 9 de 1989, fijó las pautas
para la práctica de la autopsia clínica y médico-legal; en él, se relacionan los eventos en que obligatoriamente debe practicarse:
Actualidad Médico Legal
- Homicidio o sospecha de homicidio
- Suicidio o sospecha de suicidio
- Cuando se requiere distinguir entre homicidio y
suicidio
- Muerte accidental o sospecha de la misma
- Otras muertes en las cuales no existe claridad sobre su causa.
En estos eventos serán los médicos del Instituto quienes se encarguen de la necropsia, los médicos oficiales o los que presten el servicio social obligatorio.
De otra parte, existe la posibilidad de acuerdo con
el contenido del artículo 266 del Código de Procedimiento Penal de hacer posesión a peritos no oficiales, basada su selección en la experiencia para rendir dictámenes.
De igual forma el artículo 257 del Código de Procedimiento Penal hace referencia a los asesores especializados que podrán nombrarse por el juzgador,
de entidades oficiales o privadas cuando lo requieran en la investigación de hechos que por su naturaleza requieran de su concurso.
El marco jurídico que sustenta y permite la participación de expertos, para el caso médico como lo
hemos expresado en los párrafos precedentes se
debe basar en una valuación previa de la idoneidad,
solvencia, en el conocimiento médico, experiencia
y desenvolvimiento jurídico para la expedición del
Dictamen.
Como quiera que en el ejercicio de la medicatura
rural se impone la obligatoriedad de la actividad
médica pericial, se podría decir que todo estudiante de medicina, una vez graduado, podrá ser requerido como experto médico al servicio de la justicia,
lo que hace suponer un buen nivel académico y de
conocimientos en esta materia para un correcto
desempeño.
Además, dentro de las causales de impedimento para
ser perito descritas así mismo en el Código de Procedimiento Penal, artículos 103 y 265, no se acepta
la ignorancia en la materia. Cabría entonces preguntarse si los médicos recién graduados están preparados para afrontar con verdadera capacidad e
idoneidad el ejercicio pericial que tan grandes responsabilidades acarrea.
Es conocido que los programas de pregrado no entregan en todas las Facultades de Derecho y Medici-
na en el país un suficiente entrenamiento en el criterio médico-legal. En algunos centros universitarios hasta ahora está comenzando a ser una asignatura obligatoria; en otras donde ya lo es, no se toma
con la suficiente responsabilidad ni se le asigna la
importancia que realmente tiene y merece.
Resulta de mucha importancia tener en cuenta por
parte del médico que realiza la necropsia, que los
deberes hacia los familiares del occiso y la sociedad
lo obligan no sólo a aceptar el cargo, sino a ser objetivo,- deben comprender que esos familiares y la
sociedad tienen sus derechos, y que en situaciones
de presumible error a causa del ejercicio inapropiado de la actividad médico-legal, los damnificados
pueden hacer valer estos derechos ante los tribunales de justicia.
En nuestro medio es corriente encontrar complicadas necropsias suscritas por un solo médico, cuando
era evidente que por los hallazgos necesitaba de la
colaboración de especialistas y laboratorios que
emitieran su concepto. Este defecto de muchas
necropsias llegadas a los estrados judiciales, genera para quienes fueron los médicos tratantes del
sujeto fallecido o, en general, para los acusados o
demandados por la muerte, tropiezos y dificultades
posteriores que no deberían haberse presentado si
el médico forense hubiera recurrido oportunamente al auxilio de otros médicos especializados o de
otras ciencias auxiliares.
Por ello, debería tomarse como pauta la conducta
procesal señalada en los asuntos civiles de mayor
cuantía incluidos los juicios en que se nombran peritos médicos para examinar cuestiones relacionadas con la conducta profesional de un colega; con
mayor razón en la práctica de una autopsia, que en
ocasiones requerirá de un equipo multidisciplinario,
en lo que se pudo llamar en alguna oportunidad las
pericias colectivas o colegiadas. La evacuación del
caso estará en manos de grupos de expertos o científicos, encargados de hacer la evaluación esencial,
en relación con la norma de atención o Lex artis.
La causa de una muerte, en muchos casos no es fácil de determinar con base en los «hallazgos»; los
signos patognomónicos no conllevan necesariamente a un resultado matemático. El perito no puede
confiar en la indicación de un solo signo, consciente
de la trascendencia de su autorizada opinión, cuyas
consecuencias son a menudo irremediables. La excepción puede tener tanto valor como la regla . Por
todo ésto, se impone que el médico forense tenga,
Enero - Abril de 2000 - Médico-Legal
5
Médico-Legal
de veras, la calidad de experto en el tema sobre el
que está opi-nando con criterio de autoridad. Si de
los exámenes no puede extraerse la prueba de la
CAUSA DE LA MUERTE, sino apenas una hipótesis sobre ella, el médico forense está en la obligación
ética y profesional de acudir al criterio de otros
expertos. No es lo mismo encontrar la prueba de la
muerte en el cuerpo exánime (una herida necesariamente mortal), que ver signos (un coágulo en vías
respiratorias, unas manchas en pleura, etc.) de los
que pueda inferirse la causa probable mas no única.
La alteración fisiológica producida (shock
hemorrágico, septicemia, arritmia cardiaca, bronco-aspiración, etc.) se llama MECANISMO DE MUERTE, pero nunca podrá ser considerada como la CAUSA DE LA MUERTE.
Cuando se acusa a un anestesiólogo de haber provocado la muerte de un paciente, el cadáver debe ser
examinado para buscar o descartar lesiones producidas por la droga anestésica o por los procedimientos anestésicos (intubación, v.g.) en el organismo.
Si es un cirujano cardiovascular el acusado, la necropsia tendrá que establecer el daño producido a
nivel de ese órgano o de los órganos y tejidos vecinos por un procedimiento quirúrgico, pues no sería
fundada una acusación de esta naturaleza, cuando
el cadáver presente heridas mortales en el cráneo,
v.g., o herida igualmente mortal en el corazón, pero
producida por arma de fuego.
Igualmente, si no se encuentra lesión que pruebe su
responsabilidad, sino «signos» que indiquen una
posibilidad entre varias, es preciso ser prudente y
presentar las conclusiones de hallazgos «compatibles con», «asociado a», «hallazgos susceptibles de»,
en vez de dar respuestas concluyentes, que cierren
la posibilidad al debate científico dentro del juicio.
Esta confusión entre CAUSA y MECANISMO de muerte es bastante frecuente en los dictámenes de Medicina Legal, y genera muchos problemas procesales, pues el juez considera que el médico legista es
un verdadero experto que ha rendido un dictamen
desapasionado y objetivo, pues carece de motivos
para querer perjudicar con su experticia al médico
sindicado o demandado. Este voto de confianza
irrestricto, hace tanto más difícil la controversia del
dictamen, por cuanto quien pretende socavar la
conclusión del mismo es un lego (abogado), prevalido
únicamente de la opinión interesada de su defendido (médico encartado).
Recordemos nuevamente que debe practicarse obligatoriamente la autopsia, siempre que se trate del
6 Enero - Abril 2000 - Médico-Legal
cadáver de una persona que haya sido atendida clínicamente y se sospeche «que la muerte pudo haber
sido causada por un acto médico»; (art.7°, literal
«e» del Decreto 0786 de 1990), en este caso es necesario contar con:
Solicitud escrita de autoridad competente: usando para ios efectos el Formato Nacional de Acta de
Levantamiento del Cadáver.
Historia Clínica: Su importancia como documento
probatorio debe ser conocida por quienes tienen la
obligación de elaborarla o participan en su confección. La historia clínica en los procesos por ejercicio inadecuado de la medicina, constituye importante prueba documental de cargo o de descargo.
Igualmente ayuda al médico forense que va a practicar la autopsia a orientarlo en la búsqueda, teniendo en cuenta la patología preexistente o las circunstancias que rodearon el fallecimiento y evitando así un error suyo, por desconocimiento del objetivo de la autopsia que puede perseguir, además de
dictaminar la causa de la muerte, el proceso que
condujo al fallecimiento.
Diligencia de levantamiento del cadáver: Cuando
se haya procedido por autoridad judicial debe levantarse el acta correspondiente, para ser enviada
al perito conjuntamente con la historia clínica.
AUTOPCIAS CLINICAS
También es procedente realizar la autopsia en el
mismo centro asistencial en el que falleció el paciente y por los médicos que pertenecen a dicha
institución (autopsias clínicas). En estos casos. Medicina Legal, si interviene posteriormente, se basará en ella.
En instituciones de salud la importancia y la práctica de las autopsias clínicas se ha relegado, desconociéndose su valor como procedimiento descriptivo que busca evidencias físicas o pruebas físicas relacionadas con las circunstancias que rodearon la
muerte y cuyos reales y puros fines no pueden ser
más que científicos y jurídicos. El artículo 15 del
citado Decreto 0786 de 1990 fija como objetivos de
esta clase de examen post-mortem:
- establecer las causas de la muerte, así como la
existencia de patologías asociadas;
- aportar información necesaria para la certificación de defunción;
- confirmar o descartar la existencia de una entidad
patológica específica;
Actualidad Médico Legal
- determinar la evolución de las patologías encontradas y modificaciones debidas al tratamiento, en
orden a establecer la causa directa de la muerte;efectuar la correlación entre los hallazgos de la autopsia y el contenido; de la Historia Clínica.
- practicar viscerectomías para fines de docencia o
investigación, previamente, el médico tratante deberá obtener permiso de los familiares o deu-dos
responsables.
LIBERTAD DE LA PRUEBA DE LA CAUSA DE LA MUERTE
No obstante su poder de convicción, derivado del
grado de certeza la ciencia médica le presta, la necropsia puede ser desestimada en sus conclusiones,
porque como prueba que es, entra en juego con las
demás piezas demostrativas del proceso.
«Al regular la parte probatoria del código, el legislador acogió la técnica de la libertad de los medio
de convicción para probar cualquier hecho o circunstancia del proceso. Ello significa que la enumeración de pruebas que plasmó el artículo 248 de la
codificación, es enunciativa; de allí que un hecho
se pueda probar con los medios allí enunciados, e
igualmente con cualquier otro no previsto en esa
preceptiva, como claramente lo estipula el inciso
segundo del artículo que se comenta.
De esta manera, la libertad probatoria consagrada
lleva a concluir que los hechos y circunstancias del
proceso pueden ser demostrados con cualquier medio que tenga esa capacitada, quedando por fuera
la hipótesis de que determinado hecho sólo se puede establecer a través de un especial medio de convicción. Lo que no obsta para admitir que existen
elementos de juicio con mayor idoneidad probatoria que otros; por ejemplo, las pruebas ideales para
demostrar la tipicidad de un homicidio, obviamente
serían la necropsia, el acta de levantamiento del
cadáver y la partida de defunción, pero lo anterior
no imposibilitaría probar la muerte por otro medio
de convicción».
Para la controversia del dictamen, han de considerarse:
Declaraciones de médicos tratantes:
Que confirman, amplían, explican descripciones que
han sido plasmadas en la historia clínica, así mismo
que sirvan y ayuden a dilucidar más completamente
el acto médico realizado.
Testimonios:
Elementos adicionales y de suma importancia en la
búsqueda de esclarecer la verdad objetiva de los
hechos; sin importar que puedan contradecir las
conclusiones de la necropsia, el juez debe estar listo a sopesarlos, para asignarles su justo valor dentro del proceso. Un buen testimonio valdrá tanto
como un buen examen médico-legal.
Teniendo en cuenta que no puede ser obligado a
declarar sobre lo que se les ha confiado y que tiene
relación con el secreto profesional, el testigo experto ayudará a aclarar en muchas ocasiones lo ocurrido en una sala de cirugía o al interior de una institución hospitalaria. Piénsese en cuántas veces el
médico acusado ha interactuado con otros médicos
durante el tratamiento del paciente ahora fallecido; en la cantidad de enfermeras, laboratoristas,
auxiliares y especialistas que pueden contribuir al
esclarecimiento de la verdad. En la ayuda que un
experto no nombrado como perito, pero de la mejor calidad en su área, pueda dar al juez para la
cabal comprensión del asunto que debe resolverse.
Son, realmente, luces valiosísimas dentro del proceso.
LA NECROPCIA Y LA CAUSA DE LA MUERTE
De todas formas, si no se determina con toda claridad la causa de la muerte, no habrá posibilidad de
condenar al médico denunciado o demandado. Y la
necropsia puede dar, como hemos visto, una respuesta contundente con base en los hallazgos, o
puede llegar a la conclusión de que esos hallazgos
son compatibles, pero no concluyentes, con una
causa de muerte.
Sabemos que la labor del experto es, simplemente,
la de examinar las piezas procesales y (ayudados
con los conocimientos que tiene acerca de las ciencias médicas y legales), CONCEPTUAR, OPINAR CON
RAZONES, para que el juez decida.
«La prueba pericial es una lente que agranda los
objetos; un medio de verlos con mayor claridad; el
juez es quien tiene la facultad de servirse de ella y
examinar con toda libertad si las conclusiones
periciales son admisibles(...)»8.
«No todo error o equivocación puede considerarse
como culpa del médico o falla en el servicio. Si bien
es cierto que al médico por la especial naturaleza
de su oficio, en el cual se involucra la vida humana,
debe exigírsele una especial prudencia y diligencia,
Enero - Abril de 2000 - Médico-Legal
7
Médico-Legal
no es menos cierto que si en el proceso parece probado que un médico especialmente prudente y diligente habría podido incurrir en el mismo error, es
claro que no puede endilgársele culpa, en la medida en que aquí la culpa sólo puede deducirse cuando comparado el comportamiento del responsable
con el que en abstracto habría tenido una persona
diligente, la conducta del primero puede ser susceptible de un juicio de reproche. En este punto
señalan los hermanos Mazeaud que la pregunta que
debe formularse el tribunal es : «¿ un médico prudente colocado en igualdad de condiciones externas habría obrado como el autor del daño?».
El comportamiento del médico y de la institución
prestadora del servicio, solo pueden ser juzgados
teniendo en cuenta de una parte la denominada lex
artis, lo que, de acuerdo con lo expresado en la obra
«La práctica de la medicina y la ley», implica tener
en cuenta «las características especiales de quien
lo ejerce, el estado de desarrollo del área profesional de la cual se trate, la complejidad del acto médico, la disponibilidad de elementos, el contexto
económico del momento y las circunstancias específicas de cada enfermedad y cada paciente»; razón por la cual se comparten las apreciaciones de la
misma obra en la que se señala que «no se puede
pedir a ningún médico, como no se puede hacer con
ningún otro miembro de la sociedad, el don de la
infalibilidad. De lo contrario, todas las complicaciones posibles y las muertes probables deberían ser
«pagadas» por los profesionales de la salud, lo cual
es absurdo. Lo que se juzga no es en realidad un
resultado inadecuado, sino si ese resultado se origina en un acto negligente que no sigue las reglas del
arte del momento, habida cuenta de la disponibilidad de medios y las circunstancias del momento en
el cual se evalúe el caso» (La práctica de la medicina y la ley, Fernando Guzmán Mora, Eduardo Franco
Delgadillo, Andrés Roselli Cock, Biblioteca jurdicia
Diké, 1a edición, 1996, págs.53 y ss.). (...)»
«(...) en tema de responsabilidad galénica, el contacto físico entre un profesional y un paciente que
experimenta daños, no permite indefectiblemente
imputar estos daños al susodicho profesional, pues
las pruebas aportadas al proceso, con suma frecuencia, suscitan dudas acerca de si el obrar el médico
fue en verdad el que ocasionó los perjuicios. Al hilo
de la exposición, se nos ocurre que si un automovilista asciende a la acera con su rodado y embiste a
un transeúnte, ese mero contacto físico basta para
tener probada la autoría de los daños que se establezcan adecuados -salvo la contraprueba que des-
8 Enero - Abril 2000 - Médico-Legal
truya el nexo causal, no siempre factible de demostración-. En cambio, frente a un daño médico es
muy común que las constancias procesales pongan
de manifiesto que el perjuicio pudo ocurrir por el
hecho del profesional o por una o varias causas ajenas derivadas fortuitamente del propio estado de
salud del enfermo -amén de los supuestos de hecho
(o culpa) de este último».
Para establecer la relación de causalidad entre la
falta y el mal será preciso probar que la acción u
omisión ha sido precisamente la causa que ha contribuido esencialmente a la realización del mal, que
con otro tratamiento al enfermo no habría muerto
ni habría sido víctima del daño, aun en las condiciones urgentes y desfavorables en que se encontraba
y que hacían necesaria una inminente intervención
y, por fin, que el facultativo pudo y debió prever las
fatales consecuencias del caso como resultado de
haber cometido una falta».
«Según hemos dicho, para que se presuma únicamente la culpa es indispensable demostrar que el
comportamiento del médico ha sido la causa del daño
del paciente. Si la prueba de esa causalidad no es
aportada, y aún así se piensa que por la culpa del
médico se produjo el daño, estaremos cayendo en
la más absoluta presunción de causalidad, lo que
conduce a una responsabilidad objetiva, (...)».
CARACTERÍSTICAS DE LA NECROPSIA
Como peritaje que es, la necropsia debe tener las
siguientes características:
«claridad, «precisión, «detalle,» explicación de los
exámenes practicados y» fundamentación de las
conclusiones.
En la práctica, la autopsia sobre el cadáver del paciente fallecido es un elemento de prueba obligatorio para determinar la responsabilidad de un profesional de la medicina o la salud y sus conclusiones
están basadas en un proceso científico; sus principios son universales:
La Objetividad: la determinación y evaluación de
los hechos se basa y fundamenta en hechos concretos, nunca en supuestos, contenidas aquí algunas
características de sentido común y reflexión en ello,
imparcialidad y veracidad.
La Metodología: el empleo de técnicas
ínterelacionadas en la búsqueda de un resultado con
Actualidad Médico Legal
varias fases, de las cuales se distinguen: la analítica
que en primer lugar acumula todos los elementos
básicos en el hecho que se investiga; la de interpretación con varios mecanismos referidos por la inducción, deducción y analogía; ¡a discusión y síntesis con relación lógica y científica de todas las circunstancias de producción para una conclusión valedera y veraz.
El Saber: depende del conocimiento médico que se
posea, de la experiencia en relación al ser perito, la
jerarquización de los elementos que se evalúan y
los conocimientos jurídicos que se involucran.
La ciencia es cambiante y dinámica, de modo que
posiblemente el o los peritos no ostenten el último
conocimiento científico. Pero si el ejercicio se realiza con seiredad y fundamentación, será válido, y
este valor será asignado por el juzgador con base en
su capacidad para evaluar los hechos, en su sano
juicio o capacidad de sana crítica, y dependiendo
de las características de la prueba médico-pericial,
cuya fuerza radica en un elemento: la calidad (la
calidad científica de los medios, términos y enunciados empleados por el perito, la calidad del perito relacionada con sus conocimientos y su experiencia, y la responsabilidad jurídica del ejercicio que
realiza como perito).
ALGUNAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL DICTAMEN EN MATERIA PENAL
En relación con este tipo de prueba, es recomendable tener claridad sobre los siguientes aspectos básicos:
¿Cuándo se rinde?
Dentro del término que se le señale, so pena de sanciones.- Es necesario entender que el proceso, hasta tanto no llegue la experticia, va a quedar prácticamente paralizado, pues se tratará de una de las
principales pruebas, sin la cual no es posible resolver el asunto.
¿Qué puede pedirse luego de rendido?
-Aclaración, cuando el resultado se preste a confusión o a interpretación ambigua» ampliación, cuando luego de rendido se eche de ver que faltan datos
o estudios previamente solicitados.
- Adición cuando con base en los resultados del dictamen, se encuentre que es conveniente o necesa-
rio examinar otros tópicos o determinar otros asuntos que originalmente no se habían considerado importantes.
-Objeción. No puede ser objetado el peritaje por
cualquier tipo de equivocación o desacuerdo entre
las partes; para estos eventos, resulta suficiente
solicitar las aclaraciones o ampliaciones necesarias.
¿Para qué se cita al perito a la audiencia?
Art.272 C.P.P. para que: <<explique su dictamen y»
responda preguntas procedentes, conforme a un
cuestionario previamente presentado por la parte
solicitante.
La idea en este punto, es que el perito pueda ilustrar a las partes del proceso sobre el significado de
los términos técnicos utilizados, los experimentos
realizados, los fundamentos científicos que soportan su criterio, y sobre el carácter de probabilidad
o de necesidad causal de las conclusiones a que el
perito arriva luego de sus estudios.
Igualmente podrán las partes solicitar en esta audiencia aclaraciones sobre las dudas surgidas a raíz
del dictamen.
¿Qué puede y qué no puede hacer el perito en la
audiencia?
«Puede: aclarar, ilustrar, complementar.» No puede
pronunciarse sobre cuestiones jurídicas.
Vamos a recordar que el perito da opiniones sobre
SU ciencia, pero no se pronunciará sobre aspectos
netamente jurídicos, como podrían ser los referentes a la culpabilidad o responsabilidad de determinada persona en el hecho, o las circunstancias de
agravación o atenuación, o la validez de un documento, la validez o nulidad de un acto realizado en
determinado estado de salud por el examinado, etc.
¿Cuál es la diferencia entre peritaje y testimonio
técnico?
Art.257 C.P.P. Los testigos técnicos son expertos que
asesoran al juez en la materia.- Ya vimos que el artículo 257 del Código de Procedimiento Penal hace
referencia a los asesores especializados que podrán
nombrarse por el juzgador, de entidades oficiales o
privadas cuando lo requieran en la investigación de
hechos que por su naturaleza requieran de su concurso.
Enero - Abril de 2000 - Médico-Legal
9
Médico-Legal
¿Cómo va a ser apreciado el dictamen médico-legal?
«Según la firmeza, «precisión y « calidad de sus
fundamentos;«la idoneidad de los peritos y «las demás pruebas del proceso.
C O N C L U S I ÓN
Dados los antecedentes, la situación
cambiante de nuestro sistema judicial, y la complejidad de principios,
procedimientos y técnicas utilizadas
en la actividad pericial, consideramos
necesaria la creación de una especialidad en estas ciencias por parte de
centros universitarios de prestigio,
como son la Universidad de Antioquía
o la Universidad Nacional, con la dirección y control del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Mientras esto ocurre, la práctica judicial impone, cada día con mayor
urgencia, la necesidad recurrir a la
ayuda del testimonio técnico, para
que otros médicos de la especialidad
de que se trate según el problema jurídico que tratado, conceptúen acerca de la posible causa de la muerte.
El abogado defensor y el médico acusado, tienen la posibilidad de solicitar estos testimonios como prueba;
además, si el médico acusado de homicidio desea presenciar la realización de la necropsia, es recomendable que concurra y preste al médico
forense la colaboracón que éste le
solicite, como quiera que la ley garantiza el derecho procesal del encartado a presenciar la práctica de todas las pruebas (artículo 237-4 del Código de Procedimiento Civil) y autoriza al perito para exigir colaborado de
las partes (art. 242 ibidem.- Modificado por el Decreto 2282 de 1989, art.
1 o. Num. 112), dejando a éstas, finalmente,
la
facultad
de
controvertirlas una vez que éstas se
hayan realizado.
Pereira, marzo/99
10
Enero - Abril 2000 - Médico-Legal
Descargar