biodegradacion de los plaguicidas glifosato y clorpirifos en

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XI CONGRESO NACIONAL DE LA CIENCIA DEL SUELO
XI CONGRESO NACIONAL DE LA CIENCIA DEL SUELO
la superficie del electrodo con sustancias húmicas de origen natural PIGE/AH-D/PPy, en
comparación con el PIGE/AH/PPy, cuya superficie a pesar de ser irregular, no permitiría
una mayor incorporación del anión como lo hace el AH-D en este estudio. Adicionalmente
es importante mencionar el aporte que constituyen el proceso doping-undoping, mediante el
cual se logra una concentración del analito en las cercanías de la superficie del electrodo,
lográndose así tiempos menores de extracción. Por último, los resultados obtenidos en este
trabajo dan cuenta de las propiedades quelantes y redox de los AH y de su importancia en
la modificación de electrodos, ya que su uso genera mejores resultados de extracciones de
ciertos aniones contaminantes, obteniéndose una mayor eficiencia cuando se trabaja con
los AH de suelo de la serie Diguilín.
Finalmente, el efecto sinérgico observado es interesante e importante de resaltar, ya que esta
investigación constituiría el comienzo de una nueva y novedosa línea de investigación que
busca potenciar los usos nos tradicionales de las sustancias húmicas, además de aportar
nuevas opciones de estudio en materiales con éstas características, con una aplicabilidad a
remediación de aguas contaminadas y a conocer las interacciones de estas sustancias con
diversos analitos de interés.
BIODEGRADACION DE LOS PLAGUICIDAS GLIFOSATO
Y CLORPIRIFOS EN UN SUELO AGRICOLA DE LA VI REGION
Virginia Carvajal1, Inés Pino2, Silvia Copaja1, Ana Maria Parada2, Adriana Nario2,
Ximena Videla2.
Facultad de Ciencias. Universidad de Chile, Santiago, Chile. Casilla 1004. 2Comisión Chilena de Energía Nuclear,
Santiago, Chile. Casilla 188-D.
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Resumen
La información sobre el comportamiento de los plaguicidas en diferentes medios y su destino
final, generada con metodologías convencionales es compleja, ya que la capacidad de
detección de los ingredientes activos es limitada. Con la aplicación de técnicas isotópicas y
mediante el uso de moléculas marcadas, es posible seguir la trayectoria de un compuesto en
diferentes sistemas ambientales. Para ello, el uso de Carbono 14 (14C) como trazador de un
compuesto plaguicida en sistemas experimentales, permite la identificación y cuantificación
de los productos de transformación a concentraciones muy bajas.
El objetivo del presente estudio es cuantificar la biodegradación del Clorpirifos (CLP) y
Glifosato (GL) en un suelo de la VI Región.
Se utilizó el horizonte Ap de la serie de suelo La Lajuela (CIREN-CHILE 1996). Para este
estudio se utilizó el herbicida GL y el insecticida CLP comercial, de calidad analítica y pureza
98%. Además, GL marcado con 14C en el grupo fosfonometil, con una actividad especifica de
2,21 MBq g-1 y CLP marcada con 14C en el grupo etilo, con una actividad especifica de 13,43
MBq g-1 (OECD, 2002).
La biodegradación parcial de GL alcanzo un máximo de 6,8 % al tercer día de incubación. A
partir del día 8 hasta el día 39 la producción de CO2 se mantuvo sobre el 1%. Así al término
del periodo de incubación la curva de biodegradación acumulada alcanzó un 49,8% de CO2
(Landry, 2005). Se observó que el porcentaje de GL inicial en el suelo disminuyó a través
del tiempo, siendo inversamente proporcional a la curva de biodegradación acumulada. Al
considerar el porcentaje de residuos de GL total, se observó desde el día 6 en adelante que
el porcentaje de residuos ligados al suelo se mantiene entre un 88% y 93%.
La curva de biodegradación parcial de CLP mostró una máxima recuperación de CO2 al día
6 de incubación, alcanzando un 6,43%. A partir del día 7, la producción de CO2 comienza
a disminuir progresivamente, terminando con porcentajes inferiores a 1. La biodegradación
neta de CLP al final del periodo fue de 46%. La disminución de la producción de CO2 se puede
atribuir a que en un comienzo hay mayor cantidad de CLP disponible para ser biodegradado
por los micro organismos disminuyendo a medida que trascurre el tiempo y también por la
acumulación del TCP, el cual genera un efecto antimicrobiano, que inhibe el desarrollo de los
micro organismos responsables de la biodegradación de éste en el suelo (Racke,1990).
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