Líderes de emergencia A las 11:31 a.m. del domingo 30 de septiembre un temblor sacudió por lo menos 11 departamentos colombianos. Según Ingeominas, el movimiento fue de 7,1 grados en la escala de Richter y tuvo como epicentro el municipio de La Vega (Cauca). No hubo muertos ni personas heridas. Sin embargo, el evento sísmico volvió a poner sobre la mesa el tema del comportamiento ciudadano ante posibles situaciones de emergencia. Si bien el evento ocurrió el fin de semana, cuando la actividad en oficinas se reduce considerablemente, “no hubo registro de evacuaciones sistemáticas u organizadas de edificios en Bogotá”, explicó en un evento sobre gestión del riesgo el ingeniero Javier Pava, Director del Fondo de Prevención y Atención de Emergencias, Fopae, el miércoles 3 de octubre. ¿Qué liderazgo se requiere para evitar estas situaciones y para enfrentar una emergencia? El CESA conversó con Carlos Iván Márquez, Director de la Unidad Nacional sobre Gestión del Riesgo, y con los tenientes Wilson López y Fidel Medina, del Cuerpo de Bomberos de Bogotá, quienes explicaron las características que debe poseer un líder para enfrentar emergencias. En principio, enfatiza López, los jefes de hogar, padres y madres, deben ser líderes naturales. Ellos son ‘espejos’ ante el resto de la familia, principalmente ante los niños, y punto de partida para actuar de manera debida. Medina, con 23 años en la institución, fue testigo del fallecimiento de un colega durante un incendio, más por un choque de liderazgos que por ausencia de uno. Los expertos en emergencias resaltan siete características fundamentales de quienes en un momento deben actuar no sólo para salvar su vida sino las de otras personas. 1. Conocimiento Un líder debe saber cuáles son los protocolos de actuación para el caso de cualquier evento. Cómo es la actuación si se trata de un sismo, de una explosión, si es por inundación o si es por deslizamiento. Debe tener claridad en los planes de contingencia. Estar permanentemente conectado con las entidades de emergencia de la ciudad o localidad. 2. Ser un multiplicador Un líder capitaliza la enseñanza para que otros tengan el conocimiento de saber cómo actuar. Se trata de que transfiera su conocimiento y genere las bases para la gestión y el desarrollo. 3. Autocontrol Es quizás lo más importante. Debe reflejar este atributo para que brote uno de los aspectos que más se requieren en situaciones de emergencia: la calma. Una catástrofe convierte cada circunstancia en un túnel, donde la única luz que se puede proyectar al final es la tranquilidad. 4. Determinación Las emergencias generan zozobra. Se debe tener la virtud de tomar decisiones concretas, que reduzcan la inseguridad y la ambigüedad de los demás que producen estos casos. 5. Ponderación Cualquier líder, en todo caso, no está sólo y debe estar abierto siempre a apoyarse en los demás. Se trata de tener esquemas y grupos de soporte que lo puedan acompañar en el desenvolvimiento de una emergencia. 6. Confianza Un líder debe reflejar tantas capacidades como le sean posibles para generar condiciones que le permitan poderse rodear y sentir que no está solo. 7. Solidaridad Un líder debe dar a los demás lo que quisiera obtener para sí mismo durante una situación extrema. Gestión del riesgo La gestión del riesgo hace parte del común denominador de toda la humanidad. Y es que cualquier comunidad o población puede verse enfrentada a emergencias, muchas de las cuales –como los temblores– de características y consecuencias impredecibles. La temática de la gestión del riesgo, explica Carlos Iván Márquez, Director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos, debe ser abordada desde tres dimensiones: Conocimiento, reducción y atención del riesgo. Conocimiento. Hay que saber el contexto en el cual se deben desenvolver las acciones; es decir, saber los protocolos para eventos determinados pues todas las emergencias son distintas. Ello también genera: Reducción. Se trata de consolidar las acciones para mitigar los riesgos y volverse lo menos vulnerable posible ante una catástrofe. Atención. Consiste en las acciones que se ponen en marcha para salvar y estabilizar vidas. Según Márquez, la capital del país ha tenido un avance importante en materia de Gestión del Riesgo. De hecho, por la realización de simulacros, la constitución de un fondo y la estructura de procedimientos y protocolos sobre gestión del riesgo se ha convertido en referente en otras partes de Centro y Sudamérica.