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El
Evangelio
de
Mateo
Dr. Brian J. Bailey
Título original: “The Gospel of Mathew”
© 2000 Brian J. Bailey
Traducción al español: Ariel E. Ericson
Editor de la edición en español: Raimundo J. Ericson. Octubre de 2004.
Primera impresion: marzo de 2005. NY, EE.UU.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión ReinaValera en su revisión de 1960, © 1960 Sociedades Bíblicas Unidas.
Abreviaturas de las otras versiones de la Biblia utilizadas:
DHH: Dios Habla Hoy
NVI: Nueva Versión Internacional
RV: Reina-Valera, 1909
Todos los derechos reservados
Impreso en los Estados Unidos de Norteamérica
Impreso por:
Zion Christian Publishers
P.O. Box 70
Waverly, New York 14892
Teléfono: (607) 565-2801 • Fax: (607) 565-3329
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www.zionfellowship.org
ISBN 1-59665-206-3
Índice general
Introducción
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Mapa de Palestina
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Capítulo 1
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Capítulo 2
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Capítulo 3
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Capítulo 4
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Capítulo 5
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Capítulo 6
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Capítulo 7
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Capítulo 8
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Capítulo 9
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Capítulo 10
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Capítulo 11
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Capítulo 12
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Capítulo 13
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Capítulo 14
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Capítulo 15
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Capítulo 16
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Capítulo 17
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Capítulo 18
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Capítulo 19
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Capítulo 20
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Capítulo 21
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Capítulo 22
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Capítulo 23
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Capítulo 24
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Capítulo 25
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Capítulo 26
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Capítulo 27
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Capítulo 28
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Apéndice A: La genealogía de Jesús ..............................................................
Apéndice B: Las siete parábolas, fiestas y doctrinas ......................................
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202
205
207
Epílogo
Bosquejo
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......................................................................................
209
211
Introducción
La Biblia consta de dos testamentos, el Antiguo y el Nuevo Testamento. Se les llama “testamentos”
porque su raíz y fundamento se encuentran en la muerte. Un testamento (o última voluntad) no tiene
vigor sin la muerte del testador, como Pablo establece claramente en Hebreos 9:16-18. El Antiguo
Testamento estaba basado en el derramamiento de sangre de animales, mientras que el Nuevo Testamento
fue establecido sobre la base del derramamiento de la sangre del Hijo de Dios, nuestro Señor y Salvador
Jesucristo.
Los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, constituyen la introducción del canon del Nuevo
Testamento, que consta de un total de veintisiete libros. Estos cuatro Evangelios presentan la vida y
ministerio de nuestro Señor Jesús de manera diferente y desde distintos ángulos. Ninguno de los
Evangelios por separado puede ofrecernos un relato completo. Por lo tanto, tenemos que conocer los
cuatro para obtener el cuadro completo. Por esa razón hemos preparado volúmenes complementarios
titulados Los Evangelios sinópticos y La vida de Cristo.
Los diferentes ángulos desde los cuales se escribieron estos cuatro Evangelios se pueden observar en la
visión de Ezequiel de los cuatro seres vivientes alrededor del trono de Dios. Leemos en Ezequiel 1:10:
“Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de
buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila”.
De la misma manera, estos cuatro aspectos del carácter de Dios se encuentran reflejados en los cuatro
Evangelios. Mateo presenta a Jesús como el león, el rey de las bestias, y lo revela como el Rey de los
Judíos. Marcos presenta a Jesús como el becerro. El becerro constituía uno de los principales sacrificios
del Antiguo Testamento. De manera que Jesús es visto como el Siervo y Salvador sufriente que cumple
con aquellos sacrificios.
Lucas presenta la humanidad de Jesús como el Hijo del Hombre en toda Su pasión y pureza. Juan el
amado, presenta a Jesús como el águila que vuela en los lugares celestiales, mostrándolo como el Hijo
de Dios. De esta forma, vemos la manera en que las cuatro caras de los seres vivientes revelan los
cuatro aspectos del carácter de Dios.
Mateo
Cara de león
El Rey de los Judíos
Marcos
Cara de becerro
El Siervo Sacrificial
Lucas
Cara de hombre
El Hijo del Hombre en toda Su pureza
Juan
Cara de águila
El Hijo de Dios en todo Su poder
Mateo el autor
Poco sabemos acerca de Mateo excepto que era cobrador de impuestos. En aquellos tiempos los
cobradores de impuestos eran contratados por la fuerza de ocupación romana. Lamentablemente, estos
cobradores de impuestos obtenían ganancias descomunales aprovechándose de sus conciudadanos, de
modo que la suya era una profesión despreciada. Fue mientras estaba sentado en la oficina de los
tributos cerca de Capernaum, sobre la gran Ruta del Oeste que iba de Damasco hasta el Mediterráneo,
que Jesús lo llamó. Marcos lo llamó “Leví, hijo de Alfeo” (Mr. 2:13-17) y Lucas “un publicano llamado
Leví” (Lc. 5:27-32), pero en su propio Evangelio él usa un nuevo nombre cristiano: Mateo, que significa
“don de Dios”.
Debido a su profesión, Mateo aportó al círculo apostólico capacidades que los otros no poseían. Muchos
de los discípulos de Jesús eran pescadores, mientras que este hombre era un experto en finanzas. Es
digno de mencionar que existen más alusiones al dinero en los escritos de Mateo que en los demás
Evangelios. Él Menciona “monedas” muy a menudo, y raramente en cantidades exactas.
Marcos muestra las tres monedas de menor valor—la blanca, el cuarto de penique, y el penique. Lucas
habla de la blanca, el cuarto de penique, y la libra, mientras que Mateo (habituado al manejo del dinero)
utiliza palabras como “las dos dracmas” en Mateo 17:24, “estatero” en Mateo 17:27, y “talento” en
Mateo 18:24; 25:15. El talento valía seis veces la “libra” mencionada por Lucas.
Mateo también habla de oro, plata, y bronce. Utiliza términos que podrían resultar familiares a un
hombre de negocios, como rendir cuentas, deuda, y cambistas. Como experto en finanzas, estaba
capacitado para recolectar material y ordenarlo. Por ello, se podría llamar a su Evangelio el Evangelio
de la enseñanza, ya que Mateo reunió más enseñanzas de Jesús que cualquiera de los otros, y las puso
bajo encabezamientos.
El Evangelio de Mateo contiene muchísimas citas del Antiguo Testamento (130 citas, no alusiones)
porque se propuso probar que Jesús era el Mesías, el Rey de los Judíos. Para ello, comienza con la
genealogía de Jesús haciendo notar que Él es el Hijo de David, mientras que el doctor Lucas cita Su
genealogía en forma ascendente, volviendo atrás hasta Adán, para enfatizar la humanidad de Jesús.
EL EVANGELIO DE MATEO
PALESTINA EN TIEMPOS DEL NUEVO TESTAMENTO
Damasco
Monte Hermón
Tiro
IC IA
Cesarea
de Filipo
F EN
ITUREA
TRACONITE
Corazín
Capernaum
Gadara
Enón
Ll an
ura
Cesarea
Caná
Nazaret
Naín
Río Jordán
Mar
Mediterráneo
de S
arón
GALILEA
Betsaida
Mar
de
Galilea
SAMARIA
Monte Ebal
Monte Gerizim
Jope
Arimataea
Sicar
Efraín
Lida
Azoto
Jericó
Jerusalén
Betania
Belén
Betábara
Macaerus
l
Gaza
Hebrón
Mar
Muerto
Masada
Beerseba
A
ATE
B
A
N
IDUMEA
8
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 1
Genealogía de Jesucristo
1:1-17
1:1 - Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Debido a que escribió para
lectores judíos, Mateo procuró demostrar que Jesús era el Mesías prometido. Lo primero que cada
judío quería saber era: ¿Se podía trazar la genealogía de Jesús hasta llegar a David? Por lo tanto, Mateo
lo presenta como “hijo de David, hijo de Abraham”.
1:2 - Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. Aquí Mateo nombra
los primeros tres patriarcas de la nación: Abraham, Isaac, y Jacob. Mateo divide cuidadosamente la
línea genealógica para no mencionar a Ismael, el primogénito de Abraham con Agar. En Romanos 9:7,
el apóstol Pablo excluyó expresamente a Ismael, diciendo: “En Isaac te será llamada descendencia”
(Gn. 21:12).
A continuación, Mateo menciona a Jacob pero no a Esaú, el primogénito de Isaac que perdió su derecho
de primogenitura. Después de Jacob está Judá. Mateo no incluyó a los otros once hijos de Jacob,
porque Jesús descendía de Judá. Era Judá, el cuarto hijo de Jacob, quien tenía la promesa del cetro o el
derecho al trono (Gn. 49:10).
• Abraham fue el padre de la nación.
• Isaac fue el elegido (no Ismael).
• Jacob fue el elegido (no Esaú).
• Judá fue el elegido (no sus once hermanos).
• Fares fue el elegido (no Zara, su hermano gemelo).
1:3 - Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. Judá tuvo gemelos de
Tamar: Fares y Zara (Gn. 38:27-30; Rt. 4:12). Fares prevaleció sobre Zara. A continuación Mateo nos
da la línea sucesoria desde Fares hasta Cristo.
1:4 - Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. Desde un punto de vista
espiritual, estas personas no son importantes. A excepción de sus nombres, no se hace ninguna otra
mención de ellos en la Biblia.
1:5 - Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. Aquí se nos presentan
los ancestros más cercanos del rey David entre quienes se menciona a Rahab. En el libro de Josué se nos dice
que Rahab escondió a los espías cuando los israelitas invadieron la tierra de Canaán (Jos. 2:1-21). En Hebreos
11:31 se menciona a Rahab la ramera entre los héroes de la fe (ver también Stg. 2:25).
9
EL EVANGELIO DE MATEO
Esta joven mujer tuvo un mal comienzo, pero un muy buen final. Era prostituta de profesión, pero tenía
el deseo de cambiar. Rahab tenía un corazón sensible a Dios, y cuando recibió el conocimiento de la
verdad de Dios, respondió inmediatamente con fe. Más tarde se casó con un buen hombre llamado
Salmón y entró en la genealogía del Mesías. Juntos tuvieron un hijo llamado Booz. La historia de Booz
y Rut se halla bellamente relatada en el libro de Rut, y se desarrolló durante el período de los jueces.
Booz y Rut tuvieron un hijo llamado Obed, quien fue el abuelo del rey David. Vemos en Mateo 1:5 que
en la línea mesiánica aparecen dos mujeres gentiles en forma consecutiva: Rahab y Rut.
1:6 - Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. La
importancia de mencionar a David en la genealogía de Cristo es que confirma que Jesús era
verdaderamente el Hijo de David y que tenía derecho hereditario legítimo para reclamar el trono de
Israel. Jesús puede en verdad ser llamado “El Rey de los Judíos”, como escribió Poncio Pilato en la
causa que había sobre Su cabeza cuando lo crucificaron (Mt. 27:37).
Otra nota de interés en el versículo 6 es el tema de Betsabé, la madre de Salomón. De todos los hijos del
rey David, Dios eligió a Salomón, quien fue hijo de David y Betsabé, para que fuera rey. Betsabé fue
primeramente esposa de Urías el hitita. David cometió adulterio con Betsabé y luego dispuso que su
esposo Urías fuera muerto en batalla para ocultar su pecado y casarse con ella. A pesar de las circunstancias
que rodearon el nacimiento de Salomón, Dios lo eligió para suceder a David como rey. De esta manera,
vemos la gracia manifestada por Dios a Salomón, como relata Mateo: “y el rey David engendró a
Salomón de la que fue mujer de Urías”.
1:7 - Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. El reino de Israel se dividió
después del reinado de Salomón. Veinte reyes sucedieron a Salomón, siendo Roboam el primer rey en
sentarse en el trono de David luego de la división del reino. Sin embargo, Mateo no nombra a los veinte
reyes que van desde Roboam hasta Sedequías. Omite a varios de ellos. La historia de los reyes de Judá
está en los libros de Reyes y Crónicas.
1:8 - Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. No se mencionan varias generaciones
entre Joram y Uzías, a saber, los reyes Ocozías, Joás, y Amasías. Algunos de estos reyes fueron buenos
como Josafat, quien experimentó en sus días un avivamiento nacional. Fue un hombre de piedad y
justicia. Otros, sin embargo, fueron hombres tremendamente malvados.
1:9 - Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. Acaz fue extremadamente malvado,
mientras que su hijo Ezequías fue un hombre piadoso. Ezequías, junto con el profeta Isaías, vio al sol
retroceder tres grados y fueron además testigos de un avivamiento nacional. Además Ezequías vio al
ángel de Jehová destruir las fuerzas asirias que habían acampado alrededor de Jerusalén.
1:10 - Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. Aunque Ezequías fue un
hombre muy piadoso, su hijo Manasés fue uno de los hombres más malvados en la historia de Judá. No
obstante, Dios perdonó a Manasés y lo restauró a su trono trayéndolo de la cautividad babilónica después
10
EL EVANGELIO DE MATEO
de que se humilló profundamente (2 Cr. 33:9-13). Por lo tanto, mis amigos, hay esperanza para los
descarriados. Por otra parte, Amón, el hijo de Manasés, no se arrepintió y fue juzgado rápidamente por
Dios. Josías, el hijo de Amón, fue un hombre piadoso. Josías fue usado para liderar el avivamiento más
grande de la historia de Israel junto con los profetas Jeremías y Sofonías.
Amón fue un hombre muy malo, aunque su hijo Josías fue muy piadoso y cambió a toda una nación.
Este relato de la Biblia da gran esperanza a hijos e hijas que tienen padres malvados. A pesar de su
herencia, pueden llegar a conocer a Dios de una manera poderosa y ser usados por Él, porque Dios no
hace acepción de personas. Nuestro trasfondo no nos descalifica. Lo que nos descalifica es nuestra vida
personal. Dios no alberga prejuicios en Su corazón. Este es un tema muy claro en esta genealogía.
1:11 - Josías engendró a Jeconías [o Joaquín, nieto de Josías] y a sus hermanos, en el tiempo de la
deportación a Babilonia. Sorprendentemente, todos los hijos de Josías fueron malvados. Ellos fueron
los responsables de traer la ira de Dios sobre Jerusalén, la cual se manifestó por medio de los ejércitos
babilonios a las órdenes del rey Nabucodonosor. Josías fue en realidad el padre de Joacim y el abuelo
de Joaquín. Tres hijos de Josías (que más tarde fueron reyes) no se mencionan en la genealogía de
Mateo; ellos son: Joacaz, Joacim, y Sedequías. Joaquín, el nieto de Josías, fue llevado a la cautividad
en tiempos del profeta Daniel. Es desde Joaquín que la legítima dinastía davídica continúa hasta Cristo.
1:12 - Después de la deportación a Babilonia, Jeconías [o Joaquín] engendró a Salatiel, y Salatiel a
Zorobabel. Joaquín fue el último rey mencionado en esta genealogía. Los otros reyes (hijos de Josías)
habían sido nombrados por gobernantes paganos. La experiencia de Babilonia determina una de las
grandes divisiones en la historia de los hijos de Israel. Allí estuvieron por setenta años. Salatiel es en
realidad el abuelo de Zorobabel; a Pedaías (padre de Zorobabel) no se le incluye en la genealogía.
1:13 - Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. Zorobabel fue el gobernador
y restaurador del Templo junto con el sumo sacerdote Josué, como registra Esdras capítulos 1—6.
Estos fueron ayudados poderosamente por los profetas Hageo y Zacarías. La piedad de Zorobabel se
observa en el elogio que el Señor le hace en Hageo 2:23: “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te
tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar;
porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”.
1:14, 15 - Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. Eliud engendró a Eleazar, Eleazar
a Matán, Matán a Jacob. Aquí tenemos una serie de personas de las que nada se sabe, excepto que
tienen la bendición de pertenecer al linaje del Mesías.
1:16 - Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. Notemos
que Mateo no llama a José el padre de Jesús sino “marido de María”. La razón es que Dios es el Padre
de Jesús. José sólo fue Su padre adoptivo terrenal. No obstante esto, Mateo establece la legitimidad del
derecho de Jesús al trono de David.
11
EL EVANGELIO DE MATEO
1:17 - De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David
hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.
Como un típico experto en finanzas, Mateo divide las generaciones desde Abraham hasta Cristo en tres
grupos de catorce, haciendo un total de cuarenta y dos.
14 generaciones desde Abraham hasta David
14 generaciones desde David hasta el exilio babilónico
14 generaciones desde el exilio babilónico hasta Cristo
Hubo cuarenta y dos generaciones desde Abraham hasta Cristo. Estas tres divisiones de catorce
generaciones reflejan la comprensión de Mateo de la importancia de los números en la revelación de
verdades espirituales. El número catorce se obtiene al multiplicar 2 por 7. En la Biblia, el número “dos”
significa testimonio y el “siete” significa perfección espiritual. El número “tres” habla de divinidad,
debido a la Trinidad. De manera que estas tres divisiones de catorce, multiplicadas por tres (3 veces
14), significan “el testimonio de la perfección espiritual divina”.
Hubo otras veinte generaciones desde Abraham retrocediendo hasta Adán. Desde Adán hasta Noé hubo
10 generaciones, y desde Noé hasta Abraham otras diez. Si sumamos las veinte generaciones desde
Adán hasta Abraham, obtenemos un total de sesenta y dos generaciones desde Adán hasta Cristo.
La importancia de esta última suma es que el número místico sesenta y dos aparece en Daniel 9:25,
donde dice: “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén
hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y
el muro en tiempos angustiosos”. En hebreo, una semana significa “un siete” o siete años.
Hubo exactamente sesenta y dos semanas o sesenta y dos grupos de siete años (483 años) desde la
orden dada a Artajerjes, rey de Persia (Esd. 7:7), de reconstruir los muros (Esd. 9:9) y calles de Jerusalén
(Esdras 10:9), hasta la venida de Cristo. Hubo 483 años desde el decreto de Artajerjes, promulgado en
457 a.C., hasta el comienzo del ministerio de Cristo en el Río Jordán en 26 d.C.
Además, Darío el medo tenía sesenta y dos años de edad cuando cayó Babilonia y trajo un nuevo orden
(Dn. 5:31). Esto representa el final de Era de la Iglesia y el comienzo del reinado milenario de Cristo.
Como registra Apocalipsis 18, después que caiga la reconstruida ciudad de Babilonia, que será la capital
del Anticristo en los últimos tiempos, dará comienzo el reino milenario de Cristo. De esta manera
tenemos nuevamente el número 62 asociado a la venida de Cristo. Resumen del número 62:
62
62
62
generaciones desde Adán hasta Cristo
semanas desde el decreto para reconstruir Jerusalén hasta la primera venida de Cristo
era la edad de Darío al caer Babilonia e iniciarse un nuevo orden (un tipo de la Segunda
Venida de Cristo)
* Para más información sobre genealogías, vea el Apéndice A, al final del libro.
12
EL EVANGELIO DE MATEO
El nacimiento de Jesucristo
1:18-25
1:18 - El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. A diferencia de Lucas, Mateo va directamente
al hecho de que María llevaba en su vientre al Hijo de Dios como resultado de haber sido cubierta por
el Espíritu Santo. El médico amado es el único que nos brinda un relato de la visita del arcángel Gabriel
a María (comp. Lc. 1:26-38). Debido a que José no sabía nada de la visita angelical, Dios lo probó para
conocer su integridad.
1:19 - José su marido, como era justo, y no quería infamarla[denunciarla públicamente], quiso dejarla
secretamente. Esta resulta una declaración interesante. José y María sólo estaban comprometidos, pero
la Biblia llama a José “su marido”. Más aún, José “quiso dejarla” cuando se enteró que esperaba un
bebé. ¿Cómo la dejaría (divorciarse de ella) cuando sólo estaban comprometidos? La respuesta es en
realidad muy simple.
En la cultura judía, el compromiso duraba por lo general un año, tiempo durante el cual se consideraba
y llamaba a la pareja esposo y esposa. Además, los judíos consideraban el compromiso casi tan importante
como el matrimonio. Debido a que José sospechaba que María había fornicado (no adulterado), estaba
decidido a romper su compromiso y dejarla.
Cuando comprendemos esta costumbre, entendemos lo que Cristo realmente quiso decir cuando enseñó
a los judíos sobre el divorcio por causa de “fornicación” (comp. Mt. 5:31, 32; 19:9). El versículo 20
afirma que eran llamados marido y mujer aun cuando sólo estaban comprometidos. El ángel del Señor
dijo a José en el versículo 20: “No temas recibir a María tu mujer”.
En este relato podemos ver el retrato de un hombre justo que manifiesta la justicia y misericordia de
Dios. Una persona llena de justicia propia generalmente es severa y condenadora, mientras que aquel
que está lleno de la justicia de Dios es consciente de sus propias debilidades y fallas, y es compasivo
con los demás.
Esto nos recuerda Proverbios 10:12: “El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”.
José pudo haberse llenado de odio hacia María, pero a causa del verdadero amor que sentía por ella
pensó en protegerla. Un hombre verdaderamente justo es recto, bondadoso y compasivo.
1:20 - Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Antes que Dios nos revele la verdad o abra nuestros ojos a una determinada situación, a menudo nos
probará para ver lo que hay en nuestros corazones. Aunque José pasó la prueba, ¡otros no lo hicieron!
Uno de los hombres más prominentes que fracasó en su prueba personal fue Ezequías, de quien leemos
13
EL EVANGELIO DE MATEO
en 2 Crónicas 32:31: “Mas en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron
a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer
conocer todo lo que estaba en su corazón”.
Ezequías fracasó por volverse orgulloso. Insensatamente mostró todas sus riquezas y secretos a los
embajadores de Babilonia. Que podamos siempre clamar humildemente a Dios por misericordia en
situaciones similares, de modo que seamos capaces de triunfar como José y evidenciar verdadera justicia,
cimentada en la bondad.
1:21 - Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Hablándole todavía en el sueño, el ángel revela a José el nombre de este milagroso bebé. “Jesús”
significa “Salvador”. Esta fue la meta y el propósito de Su vida: salvar de sus pecados a todo el que
creyera en Él. Amigo, ¿ha invocado usted a Jesús y experimentado el gozo del perdón de sus pecados?
El hecho que Jesús recibiera Su nombre estando aún en el vientre de Su madre cumple la profecía de
Isaías 49:1: “Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las
entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria”. Otros que también recibieron su nombre antes de
su nacimiento fueron el piadoso rey Josías (1 R. 13:2), y el rey persa Ciro (Is. 44:28). Sin embargo, el
milagroso nacimiento de Cristo fue el cumplimiento de otra profecía que se encuentra en Isaías 7:14,
como vemos en los versículos 22, 23:
1:22, 23 - Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta,
cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros. Mateo deja en claro que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios. Él
es “Dios con nosotros”: Dios hecho carne.
1:24 - Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su
mujer. Aquí vemos nuevamente la belleza del carácter de José: obedeció instantáneamente a la Palabra
de Dios. De modo que no es sorprendente que fuera considerado apto para ser el padre terrenal adoptivo
del Hijo del Altísimo.
1:25 - Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
Observamos aquí la pureza de María mientras llevaba en su vientre al Señor Jesucristo. Nada menos
que esto se hubiera esperado que sucediera antes del nacimiento del Unigénito del Padre.
14
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 2
La visita de los magos
2:1-12
2:1 - Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén
unos magos. El Herodes mencionado aquí es el malvado gobernante llamado Herodes el Grande, cuya
familia gobernó la nación de Israel después de él. Murió en 4 a.C., un año después del nacimiento de Jesús.
Todos los aspectos de la vida de Cristo son importantes, o por el cumplimiento de las profecías o por ser
algún símbolo o tipo del Antiguo Testamento. En este caso, Su nacimiento en Belén fue tanto el
cumplimiento de profecía como de simbología.
Ante todo, el nacimiento de Cristo en Belén cumplió la profecía de Miqueas 5:2: “Pero tú, Belén Efrata,
pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas
son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Belén era el lugar de la tumba de Raquel, la
amada esposa de Jacob. Allí vivió Rut cuando se casó con Booz. Pero por sobre todas las cosas, Belén
fue llamada la ciudad de David, y Mateo buscaba señalar a Jesús como el Gran Hijo de David.
En segundo lugar, Belén significa “Casa de pan”. Al nacer en Belén, Jesús es “el Pan de Vida”, un tipo
del maná que Moisés dio al pueblo, como leemos en Juan 6:31-33: “Nuestros padres comieron el maná
en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os
digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de
Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”. Jesús diría luego en Juan 6:35: “Yo soy el
pan de vida”. Este es uno de los siete “Yo Soy” del Evangelio de Juan.
2:2 - Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el
oriente, y venimos a adorarle. Los magos vinieron de Persia, según sabemos por el historiador griego
Heródoto. Los magos eran célebres por su sabiduría, como así también por sus conocimientos de medicina
y ciencias naturales. Además eran muy versados en astronomía. Evidentemente hubo una estrella inusual
en el firmamento, aunque, fuera de la Biblia, no existe registro de ello.
2:3 - Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. La razón por la que las opiniones de
los magos se tomaron con tanta seriedad era la creencia prevaleciente en el mundo de aquel tiempo en
cuanto a que de Judea saldrían hombres que gobernarían el mundo. Así lo expresa el historiador romano
Suetonio en su Life of Vespasian, 4:5 (Vida de Vespasiano 4:5).
Otro historiador, Tácito, dijo que en ese tiempo había una creencia universal en que el Oriente crecería
poderosamente, y gobernantes provenientes de Judea asumirían el gobierno del mundo. Aun Josefo
reconoce que los judíos alimentaban la creencia que de en medio de ellos se levantaría uno que gobernaría
15
EL EVANGELIO DE MATEO
al mundo. De manera que, en este contexto, no resulta difícil entender por qué cuando personas tan respetadas
como los magos trajeron tales noticias, hubiera tanta preocupación por parte de Herodes y toda la ciudad.
2:4 - Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de
nacer el Cristo. Herodes, quien vivía entre los judíos (aunque él no lo era), naturalmente relacionó estas
noticias con la expectativa del pueblo acerca del nacimiento de Cristo. La razón era la profecía de Daniel
9:25, 26, que señalaba que Su nacimiento se produciría concretamente en este período.
2:5, 6 - Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la
tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que
apacentará a mi pueblo Israel. Los judíos tenían bien en claro que el lugar del nacimiento de Mesías
sería Belén, sobre la base de la profecía de Miqueas 5:2. Más tarde en Su vida y ministerio, los judíos
rechazaron a Jesús. Asumieron que había nacido en Nazaret, sin tener en cuenta que Belén había sido
Su verdadero lugar de nacimiento.
2:7, 8 - Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo
de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del
niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Herodes, quien había
llegado al trono por medio de intrigas, no tenía intenciones de perderlo por un niño. En realidad, esta
investigación constituía la más grande muestra de hipocresía, ya que bajo ninguna circunstancia Herodes
iba a reconocer que el bebé era el Mesías esperado.
2:9 - Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba
delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Es claro en el relato que la
estrella era verdaderamente la aparición milagrosa de un cuerpo celeste que no puede identificarse con
ninguna otra constelación.
2:10 - Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. La estrella que los había guiado desde
tan lejos fue una fuente de gran gozo para estos hombres santos. ¿Acaso no sucede lo mismo con
nosotros cuando percibimos que estamos siendo guiados soberanamente por Dios y tenemos el gozo
del cielo en nuestro corazón? Recordemos que los hijos maduros de Dios son aquellos que son guiados
por el Espíritu de Dios (Ro. 8:14).
2:11 - Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo
sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
Los presentes que los magos trajeron a Jesús fueron un tipo de Su vida y ministerio:
El “oro” es un símbolo de deidad.
El “incienso” es el símbolo del sufrimiento.
La “mirra” simboliza la muerte, ya que era la sustancia antigua para embalsamar.
16
EL EVANGELIO DE MATEO
Por lo tanto, con esos presentes los magos estaban diciendo concretamente: “Aquí está Dios, quien ha
nacido para sufrir y morir”. Los magos se postraron ante Él, quien es la Sabiduría (1 Co. 1:24), ya que
Jesús es la sabiduría personificada, como vemos en Proverbios 8.
La escena describe también la “sabiduría oculta” de Dios de la que Pablo habla en 1 Corintios 2:6, 7:
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo,
ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría
oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”. Él es nuestra “sabiduría,
justificación, santificación y redención” (1 Co. 1:30).
2:12 - Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por
otro camino. Todas estas manifestaciones en el nacimiento de Jesús fueron orquestadas por Dios el Padre,
quien hizo regresar a los magos por otro camino pues conocía los malvados planes de Herodes.
La huida a Egipto
2:13-15
2:13 - Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo:
Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque
acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
La visita sobrenatural a José trajo protección al niño Jesús. Sin esta protección, habría sido destruido al
nacer. Es notable cuántos esfuerzos realiza Satanás para destruir a los mensajeros de Dios a una edad
temprana, como así también las obras que Dios busca levantar por medio de Sus escogidos. En la Biblia
se registran tres grandes genocidios:
1. En el tiempo del nacimiento de Moisés, cuando Faraón mandó matar a todos los niños varones de
Israel.
2. En el tiempo de Jesús, cuando todos los niños varones de Belén menores de dos años fueron
asesinados.
3. En el tiempo del nacimiento del “Hijo Varón”, que se detalla en Apocalipsis 12, Satanás intentará
otra masacre.
Debemos tener presente también que ahora mismo, en nuestro propio tiempo, el aborto mata a millones
de bebés antes de nacer.
2:14 - Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Egipto fue la nación
elegida para sustentar a los hijos de Israel en tiempos de José. De la misma manera, la familia santa
encontró refugio allí, en un lugar al norte de la moderna ciudad de El Cairo.
17
EL EVANGELIO DE MATEO
2:15 - Y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio
del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. Los hijos de Israel descendieron a Egipto y luego
salieron por mano de Moisés, por medio de la sangre del cordero de la Pascua aplicada sobre los postes
y dinteles de las puertas de sus casas.
Del mismo modo, Jesús, la Cabeza de la Iglesia, descendió a Egipto (un tipo de este mundo) para luego
salir; y nosotros también, nacemos en el mundo para luego ser rescatados por la sangre de Jesucristo,
nuestro Cordero de la Pascua. Este fue el cumplimiento de la profecía de Oseas 11:1: “Cuando Israel
era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”.
La matanza de los niños por orden de Herodes
2:16-18
2:16 - Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos
los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que
había inquirido de los magos. Herodes, quien había usurpado el trono de Israel, no tuvo paz e toda su
vida. Vivió en constante temor de que otro le quitara su trono. Aun en el final de su vida, Herodes
procuró la muerte de bebés por temor a que un niño le arrebatara su trono. Siglos más tarde, otro rey que
había usurpado el trono de la misma manera, dijo: “Inquieta descansa la cabeza que lleva la corona”.
Esto es algo que todos debiéramos tomar en serio. Lo que se toma ilegítimamente jamás dará paz o
felicidad al ladrón.
2:17, 18 - Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Voz fue oída en
Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada,
porque perecieron. Aun en esta masacre había cumplimiento de profecía. ¿Por qué? Porque Dios ve el
futuro y puede declarar las cosas antes que sucedan. Por eso hizo que esto fuera registrado seis siglos
antes de su cumplimiento, en Jeremías 31:15.
Raquel está sepultada en Belén, sobre la ruta a Jerusalén. Se dice en forma poética, que el llanto de los
descendientes de Raquel es tan grande que se oye hasta Ramá, situada a casi diez kilómetros (unas seis
millas) al noroeste de Jerusalén, sobre una colina desde donde puede verse el Mar Mediterráneo. Ramá
está situada a unos 25 kilómetros del Mar Mediterráneo.
El regreso de Egipto a Nazaret
2:19-23
2:19, 20 - Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en
Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los
que procuraban la muerte del niño.
18
EL EVANGELIO DE MATEO
El tirano Herodes murió en 4 a.C., asediado por las sospechas hasta el fin de su vida. Alguien dijo de él:
“Fue un viejo sanguinario”. A lo largo de su vida mató a todo aquel que pudiera ser un rival para su
poder. Tan mala era su reputación que el emperador romano Augusto dijo que era más seguro ser un
cerdo de Herodes que su propio hijo. Sin embargo, se le permitió a Herodes seguir reinando porque
mantenía a raya a los judíos. Aun al aproximarse su muerte, ordenó apresar a tres mil personas importantes
y que fueran asesinadas en el momento mismo de su muerte, de modo que al menos hubiera lágrimas,
aunque sabía que nadie lloraría por él.
En este momento de la narración de Mateo, el ángel ordenó a José que abandonara su refugio seguro en
Egipto y regresara a su tierra natal para seguir adelante con el propósito de Dios para Su Hijo. El ángel
le dio plena seguridad de que el que buscaba la vida del niño Jesús ya no vivía.
2:21 - Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. Con su acostumbrada
obediencia, José partió de Egipto hacia Israel. Hay un tiempo para huir y un tiempo para regresar. Que
entendamos los tiempos de Dios en nuestras vidas. Le recomiendo estudiar Eclesiastés 3:1-9, que
contiene las instrucciones del rey Salomón sobre los tiempos de Dios. ¡Dios hace todo hermoso en su
tiempo!
2:22 - Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá;
pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea. Herodes Arquelao, quien gobernó
Judea, Idumea y Samaria, fue tan cruel como su padre. Fue depuesto por César en 6 d.C., habiendo
reinado desde 4 a.C.; él se fue a vivir a la región gobernada por su hermano menor, Herodes Antipas.
Fue ante Herodes Antipas que Jesús fue juzgado.
2:23 - Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los
profetas, que habría de ser llamado nazareno. Jesús no fue “nazareno” de nacimiento. La mayoría de
los comentaristas dicen que una mejor traducción de “nazareno” es nétser, una referencia al vástago de
Isaías 11:1, donde dice: “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces”. En
Jeremías 33:15 (ver también 23:5), Jesús es llamado el “Renuevo de justicia”, y en Zacarías 6:12,
“Renuevo”.
19
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 3
La persona de Juan el Bautista y su mensaje
3:1-12
3:1-6 - En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías,
cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Y
Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida
era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del
Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
En Mateo 3:1-6 se nos presenta a Juan el Bautista, el hijo de Elisabet y Zacarías. Juan fue el precursor
de Jesús. Irrumpió en la escena nacional predicando el mensaje de arrepentimiento, para preparar los
corazones de las personas para Jesús. En el versículo 3 leemos que Isaías profetizó acerca de Juan en
Isaías 40:3, donde dice: “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada
en la soledad a nuestro Dios”. Juan el Bautista vino con el espíritu de Elías, como declaró Jesús en
Mateo 11:14. Sabemos que Elías regresará en los últimos días con Moisés, antes de la Segunda Venida
de Cristo, y Juan vino con el espíritu de Elías antes de la primera venida de Cristo. En el versículo 4 se
describe a Juan de manera similar a la descripción de Elías en 2 Reyes 1:8.
3:7-10 - Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque
yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está
puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el
fuego.
El mensaje de Juan era un mensaje de arrepentimiento. Decía a las multitudes congregadas que mostraran
frutos dignos de arrepentimiento. No es suficiente que las personas digan que están arrepentidas; deben
manifestar frutos de arrepentimiento. Deben poder verse evidencias del cambio producido en sus vidas.
Arrepentirse quiere decir “cambiar la mente”; y significa dar un giro hacia la dirección contraria. Mientras
que antes caminábamos en pecado, cuando nos arrepentimos cambiamos de dirección para caminar en
el senda de justicia. Juan describe aquí la seriedad de la purificación tanto de un creyente como de la
Iglesia. Como veremos luego, Jesús enseñó que las exigencias del Nuevo Testamento son mucho más
altas que las del Antiguo Testamento. De modo que el tema de la santidad y la pureza fluye a través de
Sus enseñanzas, como así también de las enseñanzas de los apóstoles.
3:11, 12 – Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su
20
EL EVANGELIO DE MATEO
aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en
fuego que nunca se apagará. Al bautizar, Juan dejó claro que él lo hacía en agua, pero que cuando
viniera el Mesías, este bautizaría con el Espíritu Santo y fuego.
El bautismo de Jesús
3:13-17
3:13 - Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. La vida de Jesús
había transcurrido dentro de los límites del pueblo de Nazaret, el cual no era una aldea aislada ya que
estaba ubicada sobre una colina que dominaba las rutas que atravesaban la nación.
De modo que esta región era llamada “Galilea de los gentiles” (Is. 9:1), porque por allí pasaba la gran
ruta de caravanas que unía Damasco con Egipto y también la de Acra, hacia el oriente. Además, la
población de la ciudad no era exclusivamente judía. Por lo tanto, el Señor tuvo acceso a personas de
otras nacionalidades. Al salir de Galilea, Jesús salía del lugar que Dios le había preparado, y ahora
estaba listo para comenzar Su ministerio en el Río Jordán.
3:14 - Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Cierta vez
tuve una visión del encuentro de estos dos primos. Debido a que tuvieron una preparación similar, se
apreciaban mutuamente. Sin embargo, Juan estaba en un estado de adoración cuando contempló a
Jesús, quien lo superaba formidablemente en su crecimiento espiritual. De esta manera, se sintió
incompetente para efectuar el santo acto del bautismo, al darse cuenta no sólo que Jesús lo excedía en
estatura espiritual sino también al reconocer que Jesús era Dios, el epítome de la perfección.
3:15 - Pero Jesús le respondió: Deja ahora [o permítelo], porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó. Aquí, las palabras de Jesús nos confrontan con el hecho de que ser bautizados
en agua no es sólo un acto de obediencia, sino también de justicia. Al ser bautizados en agua, estamos
realizando un acto de justicia.
3:16 - Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos,
y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. En ese mismo instante, Jesús
fue ungido con los siete Espíritus del Señor, los que se describen en Isaías 11:2: “Y reposará sobre él el
Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y de temor de Jehová”.
3:17 - Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Aquí vemos a la Santa Trinidad ministrando unida. El Padre habló desde los cielos y el Espíritu Santo
vino en forma de paloma sobre Jesús. Jesús agradó al Padre sobre la Tierra del mismo modo que lo
había hecho en el cielo. Leemos en Proverbios 8:30: “Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su
delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo”. Busquemos intensamente agradar a
nuestro Padre celestial de la misma manera, haciendo sólo Su voluntad.
21
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 4
Las tres tentaciones de Jesús
4:1-11
4:1 - Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. La vida de
Jesús fue una vida guiada por el Espíritu Santo, y fue a través del Espíritu Eterno que Jesús se ofreció
a Sí mismo sin mancha a Dios (He. 9:14). De modo que, de aquí en adelante, el Espíritu Santo revistió
a Jesús y lo guió en el camino de Dios.
Para enfatizar el control del Espíritu Santo en la vida de Jesús, Marcos 1:12 dice: “Y luego el Espíritu
le impulsó al desierto”. Esto es lo mismo que el bendito Espíritu Santo desea hacer en nuestras vidas,
como también dice Ezequiel 36:27: “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. Dios hará que andemos en Sus caminos.
Esta es la vida guiada por el Espíritu.
4:2 - Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Después de un cierto
número de días de ayuno prolongado el hambre se va, pero regresa con furia hacia el final. A continuación,
la persona que ayuna se debilita y experimenta un hambre atroz. Fue en este momento de debilidad que
Satanás vino a Jesús.
La primera tentación (4:3, 4)
4:3 - Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
De estas tentaciones en la vida de Jesús debemos no sólo tratar de entender la singularidad de Su
maravilloso carácter, sino que debemos recibir instrucción que nos ayude a enfrentar las tentaciones en
nuestras propias vidas. Por lo tanto, al analizar estas tentaciones debemos procurar dos cosas: descubrir
las razones para ellas y captar su atmósfera.
Satanás comenzó el ataque con esta declaración: “Si eres Hijo de Dios”. Obviamente, Satanás sabía
que si Cristo llegaba a la cruz él sería derrotado. De modo que cuando Dios le dio la oportunidad de
poner a prueba a Jesús, utilizó sus armas más poderosas. Lo primero que Satanás usó en contra de Jesús
fue el dardo de la duda.
Fue este el dardo que resultó tan exitoso contra nuestra madre Eva cuando Satanás le dijo: “¿Conque
Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Gn. 3:1). Satanás intenta primeramente hacer
tambalear la fe del creyente con dudas y temores, especialmente en lo que se refiere a la Palabra de
Dios. Sobre todo, busca debilitar nuestra confianza en la palabra que Dios nos ha hablado
personalmente.
22
EL EVANGELIO DE MATEO
A continuación, Satanás tentó a Jesús para que realizara una señal y transformara piedras en pan para
probar que era el Hijo de Dios. Satanás quiere que tentemos a Dios buscando alguna señal que refuerce
nuestra fe y nos dé seguridad. Gedeón hizo esto en la antigüedad por medio de la prueba de los vellones
en Jueces 6:37-40.
4:4 - El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios. Aquí el Señor cita Deuteronomio 8:3: “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te
sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que
no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.
Los hijos de Israel fueron guiados a través del desierto por la columna de fuego por la noche y la
columna de nube durante el día. Sufrieron muchas pruebas para aprender lecciones que servirían luego
para instruir a las siguientes generaciones. Una de ellas fue el maná que recibían cada día. El maná es
un tipo del Señor Jesús, quien es el Pan de vida. Por lo tanto, debemos alimentarnos de la Palabra de
Dios todos los días para hacernos fuertes en el Señor y tener el poder de Su fuerza.
La segunda tentación (4:5-7)
4:5 - Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo. Es asombroso
ver la humildad que Jesús demuestra aquí. Permitió que Satanás, quien representa la suma del mal, le
hablara y aun lo dirigiera y guiara. Jesús lo hizo porque sabía que esto era la voluntad de Dios.
4:6 - Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca
de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Ahora Satanás cita muy
hábilmente la Biblia en Salmos 91:11, 12. Recuerde: un texto fuera de contexto es un pretexto; una
verdad fuera de contexto se convierte en error. Ocupémonos de conocer las Escrituras. “Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad” (2 Ti. 2:15). Un conocimiento profundo de la Biblia es invalorable para contrarrestar
el error.
4:7 - Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. El Señor silenció al diablo
citando nuevamente Deuteronomio: “No tentaréis a Jehová vuestro Dios” (Dt. 6:16). En tiempos de
prueba, una buena actitud a seguir es hacernos esta pregunta: “¿Qué es lo correcto? ¿Qué haría Jesús en
mi lugar?” Estas preguntas nos ayudan especialmente cuando el diablo intenta usar la Biblia para
justificar un acto que obviamente es malo. Otra advertencia es no guiarnos por versículos aislados, sino
buscar todo el consejo de Dios y permitir que la Biblia confirme a la Biblia.
La tercera tentación (4:8-11)
4:8 - Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria
de ellos. El Señor se humilló a Sí mismo una vez más al permitir que Satanás lo condujera. Esta vez le
23
EL EVANGELIO DE MATEO
mostraría todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. Cuando una persona está en el reino del
Espíritu, puede ver todo el mundo de una sola vez porque su visión no tiene límite, como sucede en el
cielo. Los ángeles (tanto los buenos como los malos) poseen esta capacidad, pero la visión de los seres
humanos es limitada. En cierta ocasión, cuando mis ojos espirituales fueron abiertos vi un ángel, y Dios
me permitió a su vez contemplar lo que el ángel veía. Veía un edificio colosal y todas las habitaciones
al mismo tiempo junto con lo que ocurría en ellas. Es por eso que leemos en Marcos 4:22 que no hay
nada oculto que no haya de salir a la luz.
4:9 - Y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. El relato de Lucas agrega una nueva
dimensión a esta historia. Lucas 4:6 añade que el diablo también dijo: “A ti te daré toda esta potestad,
y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy”.
Satanás recibió este poder cuando derrotó a Adán en el jardín del Edén. Jesús reconoció el poder y
autoridad de Satanás al llamarlo “el príncipe de este mundo” en tres ocasiones en el Evangelio de Juan
(Jn. 12:31; 14:30; 16:11). En Juan 16:11 Jesús declaró que el príncipe de este mundo ya había sido
juzgado, porque Él derrotaría a Satanás y le quitaría su poder al morir en la cruz.
En realidad, el diablo le estaba ofreciendo a Jesús un atajo al trono, porque todos los reinos de este
mundo y mucho más serían Suyos después de la cruz. Toda la gloria del cielo sería de Cristo, porque le
sería dado un nombre sobre todo nombre y se sentaría a la derecha del Padre por toda la eternidad.
Satanás sólo le ofrecía un momento fugaz de fama. ¡A cuántos también les fueron ofrecidas las vanidades
pasajeras de este mundo, por las que perdieron las glorias del cielo! Pidámosle al Señor que nos enseñe
qué es lo que realmente tiene valor. No cambiemos una corona eterna “por un plato de lentejas”, como
hizo Esaú.
4:10 - Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo
servirás. Al demandar adoración como el precio por los reinos de este mundo, Satanás deseaba ser
reconocido como el supremo ser del universo. De hecho, el Señor recordó a Satanás que ese sitio de
honor pertenecía a Dios y sólo a Él.
4:11 - El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. Después de cada prueba llegan la
bendición y el refrigerio. Ahora los ángeles del Señor, con sus refulgentes mantos de blanco puro, trajeron a
Jesús el gozo y la paz de Dios. Los ángeles rindieron homenaje a Jesús como su co-Creador.
El comienzo del ministerio de Jesús en Galilea
4:12-17
4:12 - Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea. Los otros escritores sinópticos
(Marcos y Lucas) y Juan proporcionan detalles de los primeros sucesos en Su ministerio. Sin embargo,
Mateo está interesado en que entendamos el tema de Su predicación: el reino de Dios. Mateo menciona
el reino 55 veces en su Evangelio.
24
EL EVANGELIO DE MATEO
4:13 – Y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y
de Neftalí. Jesús nos recuerda que un profeta no es reconocido en su propia tierra. Ciertamente, esto se
cumplió con Él de la misma manera que sucede con cualquier otro siervo de Dios. Es por eso que a
menudo el Señor nos envía a campos vírgenes y nuevos territorios. Luego de ser rechazado por Su
propio pueblo, como leemos en Lucas 4:16-31, Jesús se estableció en Capernaum. Esta era una ciudad
de influencia situada sobre la margen occidental del mar de Galilea. Desgraciadamente, no tenían fe,
por lo que Jesús no pudo hacer allí milagros importantes por causa de su incredulidad. En otros lugares
Jesús obtuvo una respuesta mucho mayor.
4:14-16 - Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra
de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en
tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció. Aquí se
cita Isaías 9:1.
Zebulón y Neftalí eran regiones de la nación espiritualmente menospreciadas. Jerusalén era el centro
político y religioso. Los líderes religiosos de la nación se enorgullecían de afirmar que Dios sólo se
movía en Jerusalén. En cambio el Señor se dirigió a los menos orgullosos. “El pueblo asentado en
tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció”. Debemos
comprender que el Señor se mueve a menudo en los lugares menos probables y en momentos cuando el
clima espiritual es muy malo.
De modo que así será en nuestros días, como dijo Isaías en Isaías 60:1, 2: “Levántate, resplandece;
porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán
la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”.
Aunque veamos que las tinieblas espirituales nos rodean por todas partes, oremos al Señor, la Luz de
las luces, para que alumbre hasta lo más profundo dentro del corazón de las personas.
4:17 - Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se
ha acercado. El mensaje era una continuación del mensaje de arrepentimiento de Juan el Bautista:
volverse del pecado del orgullo e indiferencia y abrazar la humildad poniendo en orden las cosas dentro
del hombre interior. No sólo había llegado el reino de los cielos, sino que había llegado su Rey. Nosotros
también debemos tomar conciencia que el arrepentimiento es el camino por el cual el Rey entra en
nuestras vidas con toda Su gloria. El arrepentimiento y la gloria comienzan primero en nuestro corazón,
nuestro hogar y nuestra iglesia, y luego rebalsan para alcanzar a nuestras comunidades.
El llamamiento de los discípulos
4:18-22
4:18 – Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su
hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Debemos recordar que Pedro y
Andrés ya se habían encontrado con Jesús en el Río Jordán, cuando Juan bautizaba. Habían oído a Juan
25
EL EVANGELIO DE MATEO
decir en cuanto a Jesús: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Ya había pasado
cierto tiempo desde que Jesús atravesara por la experiencia de la triple tentación. Por lo tanto, estos
hombres estaban en cierta forma preparados para responder al llamado del Maestro. A menudo no nos
damos cuenta que existe mucho trabajo hecho en secreto en una vida, para que pueda responder al
llamado al servicio más alto.
4:19, 20 - Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al
instante las redes, le siguieron. Otra verdad que no debemos pasar por alto es que Jesús a menudo
utiliza los empleos seculares para preparar a las personas para el ministerio que les tiene preparado. De
esta manera, Pedro y Andrés, pescadores de profesión que echaban las redes para pescar peces, más
tarde serían evangelistas que pescarían hombres para Cristo. La respuesta inmediata de Pedro y Andrés
al llamado de Dios se repite en las vidas de todos los más destacados siervos de Dios.
4:21 - Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la
barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Aquí vemos otro aspecto de las
vidas de los pescadores, el arte de remendar las redes. Esto se refleja también en el ministerio espiritual
de estos discípulos, ya que a Juan se le asocia más con un pastor-maestro que remienda las vidas de su
congregación. Al mirar atrás debemos analizar cómo el Señor nos ha ido preparando mientras
desarrollábamos nuestras ocupaciones seculares de manera que podamos entender Su propósito para
nosotros en el futuro.
4:22 - Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron. Nuevamente aparece aquí la
bendita virtud de la obediencia instantánea tan apreciada por Dios.
Continuación del ministerio en Galilea
4:23-25
4:23 - Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Por ser un contador, Mateo hace
aquí una declaración general en relación con el ministerio de Jesús, y más tarde agrupará por temas las
enseñanzas particulares. Pone énfasis en que Jesús enseñó en las sinagogas, defendiendo los métodos
tradicionales judíos de adoración congregacional. Nosotros también debemos honrar las iglesias locales
y procurar usarlas para el ministerio de manera que edifiquemos a los creyentes individualmente y los
vinculemos con una congregación donde puedan recibir cuidado y crecer espiritualmente. En la
actualidad, muchos están abandonando la iglesia local al quedarse en casa viendo programas de televisión
cristianos.
Otro aspecto del ministerio de Jesús era que sanaba a los enfermos. Es por Sus heridas que fuimos
sanados (1 P. 2:24). Debemos pedirle al Señor manifestaciones de Su poder sanador en nuestras vidas
y ministerios.
26
EL EVANGELIO DE MATEO
4:24 - Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos
por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. El
ministerio de sanidad atrae a las multitudes. Cuando la gente se reúne hay una oportunidad para predicarles
el evangelio. Sin embargo, en mi propia experiencia he observado que muchos de los que vienen para
ser sanados nunca vuelven a la iglesia después de recibir su sanidad. Dios usa estas oportunidades para
ofrecerles vida eterna y confrontarlos con una decisión.
Pablo dijo en 2 Corintios 2:15, 16: “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan,
y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para
vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?”. De manera que lo que en realidad estamos haciendo es
preparar a las personas para el cielo o para el infierno, así que no nos desanimemos por sus reacciones
a nuestro mensaje.
4:25 - Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del
Jordán. Sin duda, la unción y el poder de Dios atraían a las multitudes, pero ¿por qué seguía la gente a
Jesús? Jesús dijo: “Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os
saciasteis” (Jn. 6:26).
No se desanime cuando trabaje con personas como estas. En general, la gente es muy egoísta y se
centran sólo en sí mismos, sólo buscan su beneficio, salvo contadas excepciones. Aun, mucho menos
son los que son sinceros delante del Señor y lo ponen a Él y a las cosas del reino en primer lugar en sus
vidas (comp. Mt. 7:13, 14). A menudo un pastor debe luchar contra el desánimo provocado por las
personas, pero el Señor jamás se desanima. Hagamos de Cristo nuestra meta, ¡y con seguridad
venceremos!
27
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 5
Las bienaventuranzas
5:1-12
5:1 - Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Lucas nos da una
explicación más extensa sobre este viaje, que comenzó en Capernaum e incluyó una noche completa de
vigilia en oración. En tiempos del Nuevo Testamento, muchas de las enseñanzas de los rabinos eran
impartidas mientras caminaban. Sin embargo, cuando tenían algo importante que decir, se sentaban.
5:2 - Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:... De manera similar, cuando se usa la expresión
“abriendo su boca”, es para mostrarnos que se está por realizar una declaración de gran importancia.
Las siguientes Bienaventuranzas son para los creyentes del Nuevo Testamento lo que los Diez
Mandamientos fueron para los santos del Antiguo Testamento.
5:3 - Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. La primera
bienaventuranza tiene que ver con los pobres en espíritu. Esta condición espiritual habla de un santo
quebrantamiento delante del Señor. Esto se produce al caer sobre la roca que es Cristo Jesús, porque
cualquiera que cayere sobre Él será quebrantado (Mt. 21:44). Es una actitud que surge de lo profundo
de nuestro corazón, en cuanto a que somos nada; como mendigos, temblamos delante del Santo de
Dios. Esta disposición de completa dependencia de Él es sumamente agradable a Sus ojos.
Las palabras de Juan el Bautista describieron perfectamente este pensamiento cuando dijo en Juan
3:27: “No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo”. Este versículo implica que todo
lo que tenemos y lo que podamos llegar a ser dependen absolutamente de Su gracia. Recuerde: Dios da
gracia a los humildes (Stg. 4:6).
5:4 - Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Este aspecto de la lamentación
se refiere a quienes lloran por el estado de la Iglesia. Podemos entenderlo a la luz de Ezequiel 9:4: “Y
le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la
frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en
medio de ella”. La santa lamentación es la marca distintiva de los que moran en la Sion espiritual. “A
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto,
manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová,
para gloria suya” (Is. 61:3). La medida en que lamentemos será la medida en que conoceremos al Dios
de toda consolación.
5:5 - Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Las dos bienaventuranzas
anteriores constituyen la preparación para esta virtud poco frecuente. Solamente dos hombres en la
Biblia son llamados mansos: Moisés (Nm. 12:3) y Jesús (Mt. 11:29). La mansedumbre se manifiesta a
28
EL EVANGELIO DE MATEO
través de un espíritu agradable y pacífico. No reacciona ante los insultos o provocaciones de los demás.
No tiene lástima de sí misma sino que, por el contrario, se muestra con toda claridad a través de un
estilo de vida disciplinado que considera amablemente las necesidades de los demás antes que las
propias. La mansedumbre renuncia a todos sus derechos.
5:6 - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Las tres
bienaventuranzas anteriores provocan una sensación de indignidad, haciendo que deseemos ser llenos
de la justicia de Dios. Verdaderamente, todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia, como
nos dice Isaías 64:6. De manera que debemos llegar al punto de abandonar nuestra propia justicia,
como Pablo escribió en Filipenses 3:9: “No teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es
por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe”. Sólo podemos ser llenos de la justicia de Dios
cuando estamos verdaderamente convencidos que en nosotros “no mora el bien” (Ro. 7:18).
5:7 - Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Como dijimos antes
al estudiar a José, un hombre verdaderamente justo es también un hombre misericordioso. Un hombre
justo es claramente consciente de sus fallas y pecados. Por lo tanto, la misericordia modera sus juicios
hacia otros. Los hombres rectos y misericordiosos tienden a ver el por qué de las acciones de las personas,
movidos por la compasión. La misericordia siempre está asociada con los buenos frutos (Stg. 3:17).
No es suficiente sólo con ser misericordiosos en nuestro corazón; la misericordia debe expresarse
extendiendo la mano para ayudar. No alcanza con decir palabras amables a quien ha caído en el pozo.
La verdadera misericordia encuentra la manera de sacarlo de él. De esta manera, avanzamos a la próxima
bienaventuranza.
5:8 - Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Las anteriores bienaventuranzas
han limpiado nuestros corazones de orgullo, amor al mal, obstinación, justicia propia, y crítica a otros
para estar listos para entrar a la experiencia de un corazón puro. Debemos comprender que necesitamos
un nuevo corazón, como dijo el rey David en Salmos 51:10: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Cuando completamos esta etapa, podemos convertirnos en
pacificadores.
5:9 - Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Uno de los atributos
de nuestro Dios es ser “el Dios de paz”, tal como es llamado por Pablo en Romanos 15:33, y en otros
pasajes bíblicos. El cielo es un reino de paz, pero Jesús vino a traer paz en la Tierra, entre Dios y el
hombre, y entre nosotros y nuestros prójimos. “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación” (Ef. 2:14). Esta pared intermedia de separación,
erigida por nuestros pecados, ha sido derribada para que tengamos paz (unidad) con Dios.
Jesús tuvo que pagar un alto precio por esta paz. En Isaías 53:5 fue predicho que “el castigo de nuestra
paz fue sobre él”. Para que haya paz, hay un precio que pagar. Los verdaderos pacificadores están
dispuestos a sacrificarse a sí mismos con tal de lograr la unidad y la tolerancia entre las personas. Estas
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EL EVANGELIO DE MATEO
paredes que nos separan se levantan con los ladrillos de la autocompasión, las mentiras, los celos y el
orgullo, como así también otras innumerables clases de ofensas.
El Pacificador Celestial pondrá sobre el pacificador terrenal el sufrimiento necesario para hacer que las
paredes caigan. En ocasiones, las dos partes que están en conflicto se vuelven en contra del pacificador,
y este debe soportar críticas injustas. De este modo, se convierte en el aceite de oliva que reduce la
fricción entre los santos. En una visión que tuve hace algunos años, vi una oliva (o aceituna) colocada
entre dos piedras de molino que se movían en direcciones opuestas. La oliva quedó reducida a pulpa, y
de ella salió el aceite de oliva que permitió que dos partes se reconciliaran y estuvieran en paz. La oliva
era el pastor, quien tuvo que pagar un alto precio por ser el pacificador. ¿Qué debe hacer un pastor en
tiempos de persecución? Debe considerarse a sí mismo un “bienaventurado” (o un bendito), como dice
el próximo versículo.
5:10 - Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos. Debemos considerarnos bendecidos cuando tenemos el privilegio de ser perseguidos
por causa del Señor. Recuerdo que leí un libro escrito por cierto santo de hace algunos siglos atrás. Este
santo de Dios se quejaba ante el Señor por el trato que recibía de manos de sus hermanos en Cristo.
Decía, “¿Qué soy, Señor?”
En ese momento salió de su habitación al oír que se produjo un alboroto. Vio que dos perros peleaban
por un tapete. Lo mordían y tironeaban en distintas direcciones, lanzándolo por el aire y arrojándose
nuevamente sobre él. Dios dijo a este santo: “Quiero que seas un tapete para tu Señor”. Que podamos
estar dispuestos a ser esos “tapetes celestiales”. Al continuar en el camino de la santidad encontramos
otra bendición que provoca inconvenientes, si nuestra respuesta es la correcta.
5:11 - Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. Cuántos santos preciosos de Dios buscan defenderse a sí mismos frente a
las falsas acusaciones, pero al hacerlo pierden la recompensa que el Señor les tenía preparada.
Permitamos, con santa resignación, que el Señor nos justifique si Él lo desea. Recordemos que hasta
donde podemos saber en la Biblia, José no fue justificado en vida. María llevaba un niño en su vientre
mientras estuvieron comprometidos, lo cual era una deshonra tanto para José como para María. ¿Qué
debemos hacer en casos de injusticia que nunca se reivindican en esta vida? Analicemos la siguiente
bienaventuranza en la lista.
5:12 - Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a
los profetas que fueron antes de vosotros. No debemos tener un falso complejo de mártir, sino el
radiante rostro de un santo triunfante que se goza en ser hallado digno de sufrir por Jesús. En Hechos
5:41 leemos acerca de los apóstoles: “Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber
sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre”. Después de las Bienaventuranzas,
Mateo reúne las enseñanzas de Jesús y las organiza bajo encabezados que analizaremos juntos a
continuación.
30
EL EVANGELIO DE MATEO
Las semejanzas
5:13-16
5:13 - Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve
más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. La sal era una de los artículos
más preciados en los días de Jesús. La sal era conocida y apreciada por tres cualidades principales:
1. Su pureza
2. Su poder de conservación
3. Su sabor, que sazona la comida y le añade gusto.
Los cristianos deben ser puros en pensamiento, palabra, y obra. Permitamos que nuestras palabras
estén “sazonadas con sal” (Col. 4:6). Estamos llamados a preservar este mundo de la corrupta influencia
del pecado. Jesús dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra”. Debemos sazonar y añadir sabor a la vida
dondequiera que vayamos. La vida tiene un propósito, pero sólo a través de Cristo es posible vivirla en
plenitud. Así como la sal es lo que da sabor a las comidas, los cristianos también deben hacer que la
vida sea maravillosa y significativa.
Sin embargo, la sal puede perder su sabor si se mezcla con tierra o vegetación. De la misma manera, los
cristianos que se mezclan con las cosas de este mundo pierden su pureza y el poder para preservar lo
que está alrededor de ellos y que es bueno. Vienen a ser como sal contaminada, la que en la antigüedad
se arrojaba de las casas y se le daba un uso similar al que le damos en la actualidad a la grava o en
senderos y caminos; sólo sirve para caminar sobre ella, ya que no posee valor alguno. Conservemos la
pureza de Cristo en nuestras vidas. De otro modo, perderemos todo respeto y los hombres nos apartarán
de su lado y no valdremos nada.
5:14 - Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Los
cristianos tienen a Cristo en ellos, y Cristo es la Luz del mundo. Por lo tanto, la luz de Cristo fluye de
ellos hacia un mundo que está en tinieblas. Una iglesia llena de cristianos es como una ciudad que no
puede esconderse, porque todos pueden ver la luz de Cristo que brilla en ellos. De modo que el Señor
nos exhorta así en el versículo 15:
5:15 - Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos
los que están en casa. No debemos esconder nuestra fe en Cristo, sino testificar a todos los hombres en
todo lugar. Ser creyente en secreto es avergonzarse de nuestro Señor.
5:16 - Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen
a vuestro Padre que está en los cielos. El rey Salomón enseñó, en Proverbios 20:11: “Aun el muchacho
es conocido por sus hechos, si su conducta fuere limpia y recta”. De modo que seremos reconocidos
como seguidores de Jesús por nuestras obras, algo que 1 Pedro 2:12 confirma: “Manteniendo buena
vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores,
31
EL EVANGELIO DE MATEO
glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”. Hagamos que en esta
tierra se nos recuerde por nuestras buenas obras.
El cumplimiento de la Ley
5:17-20
5:17 - No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino
para cumplir. Uno de los aspectos más malinterpretados sobre la diferencia entre el Antiguo Testamento
y el Nuevo es la creencia de que la Ley ya no se aplica a los cristianos. Efectivamente, la diferencia
radica en que para los santos del Antiguo Testamento los Diez Mandamientos fueron escritos en tablas
de piedra, mientras que para nosotros deben escribirse en las tablas de carne de nuestros corazones.
Jesús completó cada tipo de los sacrificios del Antiguo Testamento. Sin embargo, Dios se propuso “que
la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu” (Ro. 8:4).
5:18 - Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. La Ley fue nuestro ayo [tutor o maestro] para llevarnos a
Cristo (Gá. 3:24), para que podamos entender a Cristo en todos los aspectos de la Ley. Por lo tanto, Él
cumplió todos estos mandamientos.
5:19 - De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los
haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Vemos la importancia de estos
mandamientos en el versículo 19.
El propósito de Dios es que, por medio del Espíritu, tengamos los Diez Mandamientos escritos en las
tablas de carne de nuestros corazones y caminemos en ellos para cumplir la Ley. Este es un verdadero
cristiano del Nuevo Testamento. Estamos llamados a cumplir la Ley. Nuestra posición en los cielos depende
de su grado de cumplimiento en nuestras vidas y nuestra enseñanza. Debemos cumplirlos y enseñarlos.
5:20 - Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos. Los fariseos y los maestros de la Ley tenían una justicia externa, pero
por dentro estaban llenos de pecado e hipocresía.
El homicidio y la ira
5:21-26
5:21 - Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. Aquí el Señor cita el sexto mandamiento de la Ley dada a Moisés en el monte Sinaí (Ex. 20:13).
Sin embargo, el Señor muestra ahora que las normas del Nuevo Testamento son infinitamente mayores
32
EL EVANGELIO DE MATEO
que las del Antiguo Testamento, ya que tenemos la gracia que nos fortalece para cumplir no sólo la letra
la Ley, sino también el espíritu de ella.
5:22 - Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Aquí tenemos tres grados de emociones que Jesús nos
advierte pueden conducirnos al infierno.
El enojo
Este no es un ataque de ira repentino e incontrolable que se enciende en un momento y se extingue al
siguiente. Por el contrario, es un enfado alimentado por un largo período de “rumiar” resentimientos,
hasta que a la persona la consume un odio ardiente y persistente hacia otra. Este odio es el precursor del
homicidio. Aunque el acto posiblemente nunca se lleve a cabo, se desea el daño o aun la muerte de la
otra persona. Por lo tanto, Jesús condena el enojo persistente, que no perdona ni se deja pacificar. El
apóstol Santiago escribió: “Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Stg. 1:20). Pablo
ordena: “Dejad el enojo” (Col. 3:8). Un hombre puede terminar ante la corte de su pueblo como
consecuencia del enojo.
El llamar a alguien “Necio”
La palabra que se traduce como “Necio” es Raca (ver RV 1909), una palabra siríaca que puede traducirse
aproximadamente como “insensato, inútil, superficial, o estúpido”. Cuando nos acostumbramos a usar
adjetivos viles nuestro corazón se llena de terrible dureza y maldad. Nos acarreamos juicio al insultar
así a otros. Quien tal hiciera se encontraría en peligro de ser llevado ante el concilio, que era el Sanedrín.
El Sanedrín sería el equivalente actual de una corte federal.
El llamar a alguien “fatuo”
La palabra griega que se traduce como “fatuo” se refiere a una persona necia que vivía de manera
inmoral. Esta persona era malvada, desprovista de todo conocimiento divino, como la que se menciona
en Salmos 14:1: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables;
no hay quien haga el bien”. Por lo tanto, llamar “fatuo” a un hombre era quitarle su nombre y reputación.
El que insultaba a otro llamándolo “fatuo” se enfrentaba al Gehena, el valle de Hinom, un lugar en las
afueras de Jerusalén donde se quemaban los restos de animales y otros desechos. Significaba que el
hombre que arruinara de esta manera la reputación de otro se exponía a ser arrojado al fuego que arde
incesantemente día y noche.
De esta manera, vemos en Tito 3:2 que no debemos hablar mal de ningún hombre (difamar), no debemos
ser “pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”. En cambio,
debemos considerar a los demás como superiores a nosotros mismos, y sobre todo, no caer en el camino
33
EL EVANGELIO DE MATEO
de los falsos líderes religiosos, quienes con sus lenguas bendicen a Dios y al mismo tiempo maldicen a
los hombres: “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están
hechos a la semejanza de Dios” (Stg. 3:9).
5:23 - Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti.
Debemos ser de aquellos que buscan ponerse a cuenta con los demás, especialmente con los de la
familia de Dios.
5:24 - Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
ven y presenta tu ofrenda. Las malas relaciones unos con otros pueden dañar o estorbar nuestra relación
con Dios. Una ofrenda a Dios no tiene tanto valor como el estar en armonía unos con otros, especialmente
cada hombre con su esposa. Pedro deja este punto bien en claro: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid
con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia
de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Finalmente, sed todos de un mismo sentir,
compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables” (1 P. 3:7, 8).
5:25 - Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que
el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. Ahora Jesús habla
acerca de la relación con nuestros enemigos. Pareciera surgir de este pasaje que es importante no llevar
a otras personas ante la justicia.
Pablo dijo en 1 Corintios 6:6-8: “…Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante
los incrédulos? Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros
cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos”. Sin embargo, si uno era la parte culpable, esto
hace obviamente muy práctico el sentido de la reconciliación, ya que de otro modo podrían sobrevenir
graves consecuencias, como señaló Jesús en el versículo siguiente.
5:26 - De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. El peligro de no
reconciliarnos es que podemos llegar a perder todo.
El adulterio
5:27-30
5:27 - Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Esta es quizá una de las enseñanzas más importantes
de Jesús, por causa de la cual la Iglesia hoy se encuentra dividida. Comienza citando el séptimo mandamiento,
que se encuentra en Éxodo 20:14. Luego Jesús eleva la demanda a un nivel mucho más alto:
5:28 - Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su
corazón. Aquí Jesús demanda nuevamente que los creyentes del Nuevo Testamento tengan estos
mandamientos escritos sobre las tablas de carne de sus corazones.
34
EL EVANGELIO DE MATEO
5:29 - Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Jesús deja bien en claro
que el no arrepentirnos del adulterio puede llevarnos al infierno. Por lo tanto, si una persona tiene
problemas con la concupiscencia de los ojos, mejor le sería perder uno y no que esa parte del cuerpo
termine arrastrándola al infierno. Lo mismo sucede con cualquier otro miembro de nuestro cuerpo.
5:30 - Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda
uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Del mismo modo, es mejor perder
una mano o un pie si se utilizan para el mal, que ir al infierno. La pérdida de cualquier cosa para evitar
el juicio eterno bien vale la pena.
El divorcio y el segundo matrimonio
5:31, 32
5:31 - También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Aquí Jesús cita la
Ley de Moisés, cuyas demandas eran mucho menores que las del Nuevo Testamento. Deuteronomio
24:1 permitía volver a casarse, pero Jesús lo niega con Su siguiente declaración:
5:32 - Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella
adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. El adulterio no justificaba el divorcio; la
“fornicación” sí. La cláusula “a no ser por causa de fornicación” sólo se encuentra en Mateo, quien
escribió para el mundo judío, una comunidad que tenía costumbres diferentes en cuanto al matrimonio.
En la cultura judía, el compromiso duraba alrededor de un año. Tiempo durante el cual se llamaba a la
pareja “esposo” y “esposa”. Este era el caso de José y María. En este punto sería bueno repasar Mateo
1:18, 19. Los judíos consideraban el compromiso casi tan importante como el matrimonio mismo.
Cuando José sospechó que María había fornicado (no, cometido adulterio), decidió romper el compromiso
y “dejar” a la que era su esposa comprometida. La dejaba por causa de fornicación, no de adulterio.
El adulterio involucra a personas casadas. Cuando comprendemos esta costumbre judía, vemos que
Cristo permitió que “esposos comprometidos” dejaran a sus futuras cónyuges sólo si estas les habían
sido infieles durante el compromiso. Mateo 1:20 confirma que José y María fueron llamados esposo y
esposa aun mientras estaban comprometidos: “No temas recibir a María tu mujer”.
Por esta razón, la defensa de las “excepciones” que hoy en día se hace desde muchos púlpitos y que
permite que muchas personas se divorcien y se vuelvan a casar sobre la base de la infidelidad matrimonial,
es contraria a la Biblia. Dios deja muy claro en Malaquías 2:16 que detesta el divorcio.
Los juramentos
5:33-37
35
EL EVANGELIO DE MATEO
5:33 - Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás [o jurarás falsamente], sino
cumplirás al Señor tus juramentos. Jesús cita ahora Números 3:2 y Deuteronomio 23:21, 22, pero para
enfatizar la sencillez en la forma de hablar. Siempre que hablemos debemos decir la verdad, no sólo
cuando hacemos votos o promesas a Dios.
5:34 - Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios. Los
judíos habían perfeccionado con tal arte sus juramentos que sólo los que utilizaban el nombre de Dios
eran de cumplimiento obligatorio. De este modo, los juramentos habían sido reducidos a una cosa falsa
y carente de significado. Los abogados hacen lo mismo en la actualidad. De hecho, Jesús estaba hablando
en contra de los juramentos y prácticas comunes de Su tiempo.
5:35-37 - Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del
gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea
vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. Hermanos, cuando decimos
“sí”, que sea “sí”, y cuando decimos “no”, que sea “no”. Seamos hombres y mujeres de palabra, para
que la gente pueda descansar en que nuestra palabra es nuestro compromiso.
Esta mentalidad de que “lo que decimos es exactamente lo que queeremos decir” se volvió en la norma
de la vida cristiana. Santiago dijo: “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la
tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis
en condenación” (Stg. 5:12).
La santa aceptación de las circunstancias con gozo
5:38-42
5:38 - Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. En este pasaje el Señor se refiere a la Ley
señalada en Levítico 24:20, que establece: “Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el
sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida
de olor grato para Jehová”. Esta Ley fue dada para poner límite a la venganza. Una persona podía llegar
sólo hasta este punto cuando buscaba apaciguarse debido al mal que otro le cometió.
5:39 - Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra. En este versículo el Señor habla nuevamente de un camino más excelente.
Volver la otra mejilla puede llegar a desarmar completamente al oponente. He visto personalmente
hombres fuertes quebrarse y llorar cuando las personas a las que estaban atacando les ofrecieron
mansamente la otra mejilla. Se vieron completamente vencidos por la mansedumbre y dulzura de carácter
de los cristianos. Este versículo también quiere decir que los cristianos deben soportar los insultos sin
pensar en vengarse.
5:40 - Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. Esto tiene su raíz en
36
EL EVANGELIO DE MATEO
la Ley, que en Éxodo 22:26, 27 dice: “Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol
se lo devolverás. Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá?
Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso”. Ahora, en el Nuevo Testamento, el
Señor dijo que aquel a quien se le quitaba la otra manta con la que dormía de noche tampoco debía
quejarse. Los cristianos no deben levantarse airados en defensa de sus derechos.
5:41 - Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Bajo la ley romana una
persona podía ser obligada a cargar el equipaje de un soldado por una milla. Cuando se la obligaba a
hacer esto, la persona lo hacía de mala gana. Sin embargo, Jesús enseñó a Sus seguidores que llevaran
la carga “dos” millas, y que lo hicieran con gozo. ¡Qué vida de victoria ofrece el verdadero cristianismo!
5:42 - Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Finalmente, en esta
sección el Señor hace referencia a Deuteronomio 15:7-11: “Cuando haya en medio de ti menesteroso
de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás
tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en
efecto le prestarás lo que necesite. Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo:
Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no
darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás
de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y
en todo lo que emprendas. Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando,
diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra”.
Debemos desarrollar un espíritu gozoso de dar a quienes se encuentran en verdadera necesidad. A quien tal
haga se le ha prometido: “Te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas”.
El amor
5:43-48
5:43 - Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. La primera frase es una
cita textual de Levítico 19:18. La segunda, “y aborrecerás a tu enemigo”, no se encuentra en la Biblia,
pero era una enseñanza de los fariseos cuya tendencia era adulterar las Escrituras incorporando sus
tradiciones. Aquí Jesús corrige esta tendencia.
5:44 - Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los
que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Amar a nuestros enemigos no significa
amarlos como si fueran amigos o familiares, sino estar llenos del invencible amor de Jesús que sólo
obrará buscando el bien de ellos.
5:45 - Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. El amor agape de Jesús no es parcial, hace el bien a
todos. Por el contrario, el amor del mundo es parcial.
37
EL EVANGELIO DE MATEO
5:46 - Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los
publicanos? No hay recompensa para quienes son selectivos con su bondad. La recompensa es para los
que son buenos con quienes no merecen su bondad.
5:47 - Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los
gentiles? Hace algunos años, conocí a alguien que estuvo en el cielo y se le mostró algo del sistema de
recompensas con el que se premia a los santos. Esta persona entendió que aun una sonrisa y un apretón
de manos son recompensados. En este pasaje el Señor traslada esta actitud a un nivel superior. Dice que
no debemos limitar la calidez de nuestro saludo a nuestra familia y amigos, sino debemos ser amables
con todos y cada uno.
5:48 - Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. La norma
para los cristianos se enuncia claramente en este versículo. Ninguna otra cosa sino la perfección es lo
que nuestro bendito Señor desea para Sus hijos. La perfección cristiana es demostrar amor agape a
todos, ya que Pablo nos dice que “el amor es el vínculo perfecto” (Col. 3:14).
Oremos siempre la oración de Pablo en Efesios 3:17-19: “Para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con
todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
38
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 6
Las limosnas
6:1-4
6:1 - Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra
manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. El sentido de recompensa es
una constante en las enseñanzas de Jesús. Allí podemos percibir que será un gozo enorme para Él
entregarnos las recompensas que ha preparado para nosotros, y hallarnos dignos de ellas. Jesús nos
advierte que nuestra ofrenda sólo será recompensada si damos sin anunciarlo a los demás. No debemos
publicitar nuestras ofrendas o procurar que otros sepan lo que damos; si lo hacemos, no tendremos
recompensa del Padre.
6:2 - Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en
las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa. Los fariseos ofrendaban con gran pompa y espectáculo, tal como Jesús lo señaló en el
versículo 2. La gran pregunta es: ¿Dónde y de quién queremos recibir nuestra alabanza, honor y
recompensa? ¿De los hombres o de Dios? Este es el motivo de la recomendación del Señor.
6:3, 4 - Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu
limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Demos de tal forma
que nadie lo sepa. La promesa de ser recompensados por el Padre no está limitada sólo a la eternidad,
sino que se aplica también aquí en la Tierra. El ofrendar en secreto es algo entre nosotros y el Padre, y
algo que incrementa nuestra fe. El Señor advirtió: “¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los
unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?” (Jn. 5:44). Por lo tanto, la manera
en que damos afectará enormemente tanto nuestra relación con Dios como nuestra vida espiritual.
La oración
6:5-15
6:5 - Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y
en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa. Los fariseos estaban corrompidos por el asiduo vicio del orgullo espiritual, porque deseaban
ser vistos por los demás en todo, aun en su vida de oración. Al Padre le habría encantado darles su
recompensa, pero ellos ya habían recibido lo que eligieron: la alabanza de los hombres.
6:6 - Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto;
y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. La elección es nuestra. Recibiremos
recompensa cuando sea sólo el Padre quien vea nuestras oraciones. Pero si oramos para ser vistos por
otros, nuestra vana recompensa será la alabanza de los hombres.
39
EL EVANGELIO DE MATEO
6:7 - Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán
oídos. Las ruedas de oración budistas son inútiles, porque el Señor desea peticiones inteligentes inspiradas
por el Espíritu Santo, quien intercede por los santos según la voluntad de Dios.
6:8 - No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad,
antes que vosotros le pidáis. En Su santidad, el Padre ha elegido auto limitarse y depender de las
oraciones de Su pueblo. Por lo tanto, debemos orar sin cesar para que Su voluntad y propósitos se
cumplan sobre la Tierra.
Tenemos a continuación la oración del Señor, o como se la llama en latín: Pater Nostrum.
6:9 - Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. El
Señor nos recuerda constantemente nuestra bendita relación con Dios al dirigirse a Él como “Padre”.
Cuando meditamos sobre nuestro Padre Celestial, debemos contemplarlo como haríamos con nuestro
padre terrenal, con amor y cariño. El Padre nos ha engendrado para Su alegría.
Nosotros no elegimos nacer, de modo que nuestro nacimiento se debe a la decisión de nuestro padre
natural de tenernos. Sin embargo, sí podemos elegir formar parte de la familia de Dios. Esta es una
elección en dos sentidos. Primero, es el derecho soberano del Padre invitarnos; y luego es nuestra
elección aceptar o rechazarlo. Podemos elegir estar en Su reino de luz y gozo, o estar en el reino del otro
padre, Satanás, cuyo reino está lleno de desdicha y oscuridad. En cambio, en el reino de Cristo hay paz,
gozo y eterna felicidad.
6:10 - Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Aquí nuestro
Señor expresa la esperanza de Israel de la venida del reino de Dios sobre la Tierra. Este no sólo se
experimentará en Su Segunda Venida, sino como Él mismo dijo: “el reino de Dios está entre vosotros”.
Por la gracia de Dios, debemos manifestar en la Tierra las virtudes y gracia de Su reino, que son la
justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo.
6:11 - El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Luego se nos enseña a orar al Señor por nuestras
necesidades diarias. Así como los hijos de Israel recibían el maná del cielo cada día, nosotros debemos
depender de nuestro amoroso Padre Celestial para las necesidades diarias de nuestra vida. Esta es la
razón por la que debemos enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos por el alimento diario y a dar
gracias a Dios en cada comida por lo que Él ha provisto.
No demos nada por sentado en nuestra vida. Demos gloria a Su nombre incomparable, reconociéndolo
como Jehová-jireh: el Señor nuestro Proveedor. Se nos enseña a ver a Dios como a Aquel que representa
el cariño, seguridad y provisión que asociamos con nuestros padres terrenales.
6:12 - Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Con
respecto a nuestros padres terrenales, vemos que se compadecen de nosotros y están prestos a perdonar
40
EL EVANGELIO DE MATEO
nuestras faltas, pero sólo en la medida en que perdonamos a nuestros propios hermanos y hermanas. Lo
mismo sucede con nuestro amado Padre Celestial. Él es compasivo, amoroso y perdona a todo aquel
que lo invoca. No querremos ir al cielo con pecado sin confesar o guardando algo contra otro. Debemos
ir al cielo limpios, puros y perdonados.
6:13 - Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén. Debemos orar siempre fervorosamente que el Señor nos libre de tentación
innecesaria. En los Evangelios encontramos un relato de la tentación de Pedro. El Señor advirtió al
joven Pedro que él y todos los apóstoles lo abandonarían en Su hora de mayor necesidad, para que se
cumplieran las Escrituras. No obstante, Pedro respondió que aunque todos los demás lo dejaran, él
permanecería leal y hasta moriría con su Señor.
Pedro era fuerte en sí mismo y se sentía más consagrado al Señor que sus hermanos. Por esta razón, se
expuso a la tentación y negó al Señor. Se nos advierte específicamente que debemos pedir ser librados
de tentación, para no caer. Luego el Señor finaliza Su oración con alabanza al Padre, a quien pertenece
todo el poder; porque Suyo es el reino, ya que todas las cosas fueron creadas por Él, para Él y para Su
beneplácito (comp. Ap. 4:11).
6:14, 15 - Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas. A continuación, el Señor vuelve al tema del perdón. El hecho de que las enseñanzas
de Jesús contengan tantas referencias al perdón deben alertarnos sobre la realidad de que es una virtud
muy difícil de cultivar. Debido a que nuestra eternidad depende del ser perdonados, es obviamente una
virtud que necesitamos desesperadamente tener en nuestras vidas. El Señor dejó claro que si no
perdonamos a otros, Dios no nos perdonará a nosotros.
Es esencial que el espíritu de perdón fluya a través de nuestras mentes y corazones, purificándolos de
toda amargura y falta de perdón. Esto nos libera del recuerdo de las malas acciones que otros han
cometido contra nosotros en el pasado. No obstante, debemos asegurarnos de no haber ofendido a
otros, de modo que estemos libres en los dos sentidos. Ir a la eternidad sin ser perdonados es arriesgarnos
a ir al infierno de fuego, de modo que seamos especialistas en perdonar.
El ayuno
6:16-18
6:16 - Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para
mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Nuevamente tenemos
el tema de las recompensas, pero esta vez en el contexto del ayuno. Existe recompensa para quienes
ayunan. Sin embargo, si ayunamos para ser vistos de los hombres y recibimos su alabanza como los
fariseos, no tendremos recompensa en los cielos.
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EL EVANGELIO DE MATEO
6:17, 18 - Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que
ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Cuando ayunamos, no debemos tratar de mostrar a los demás que estamos ayunando. Sin embargo, a
veces es oportuno llamar al ayuno a toda la iglesia. Jesús deja bien en claro el tema de las recompensas.
Depende de nosotros recibir la recompensa de los hombres o recibirla en el cielo. Dios nos ayude a
optar por el honor del cielo.
Tesoros en el cielo
6:19-23
6:19 - No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan
y hurtan. El principal incentivo y deseo de los hombres en este mundo es llegar a ser ricos. La gente
ambiciona riqueza y posesiones que les permitan vivir de manera confortable hasta una edad avanzada.
Para algunos, el amor al dinero es tan grande que los consume, y buscan acumular más de lo que jamás
podrían gastar. Sin embargo el dinero nunca puede satisfacernos; sólo el Señor puede hacerlo.
Pero, por cierto, qué bendición es estar contentos con lo que Dios nos ha dado, sea mucho o poco. “Pero
gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Ti. 6:6). “Porque nada hemos traído a
este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos
con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y
dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores” (1 Ti. 6:7-10). Nunca he hallado un hombre que fuera feliz por su dinero.
6:20 - Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no
minan ni hurtan. En este versículo Jesús nos dice dónde debemos invertir. Es necesario que
comprendamos que en el cielo hay riquezas eternas esperándonos, las que disfrutaremos por toda la
eternidad. Por lo tanto, el hombre sabio invierte constantemente en el reino que ha de venir. El insensato
invierte en este mundo, que pronto pasará.
6:21 - Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Ahora Jesús cita una
máxima. Si invertimos nuestro dinero en este mundo, también nuestros deseos estarán constantemente
ligados a esta tierra. Otra cuestión a tener en cuenta es la tasa de interés. Las tasas de interés más
ventajosas que se han ofrecido raramente fueron mayores del 15%, mientras que Jesús promete una del
cien por cien (Mt. 19:29). De modo que no importa cómo lo veamos, invertir en el reino de Dios
produce mucho más dividendos que cualquier inversión en este mundo.
6:22 - La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz.
Ciertamente, lo que miramos o bien llena nuestro corazón de luz o de oscuridad. El pasar horas y horas
frente a la pantalla del televisor sólo nos llena de la oscuridad de este mundo, mientras que el leer la
Palabra de Dios y libros que sean inspiradores y edificantes nos llena de la luz del cielo.
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EL EVANGELIO DE MATEO
6:23 - Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es
tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Si leemos revistas que tratan sobre el pecado y el
placer, los espíritus que inspiran la producción de esas revistas entrarán en nuestro ser y controlarán
nuestra misma alma. No permitamos que las cosas de la oscuridad apaguen la luz de Cristo.
Buscad primeramente el reino de Dios
6:24-34
6:24 - Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Los dos temas mencionados aquí
son diametralmente opuestos entre sí. En la RV 1909, la palabra “riqueza” es “Mammón” (la
transliteración de una palabra de origen arameo) que significa literalmente los “bienes materiales” en
los que ponemos nuestra confianza. De modo que estas cosas se transforman en nuestro amo, para
quien trabajamos y, en consecuencia, a quien servimos. No podemos poner nuestra confianza en dos
amos tan opuestos entre sí. Satanás es el dios de este mundo, pero nosotros fuimos llamados a servir al
único Dios verdadero, el que hizo los cielos y la Tierra. Es Jehová-jireh, el Señor nuestro Proveedor.
Básicamente lo que Jesús dice es que no podemos buscar provisión primero en Dios y luego en Satanás.
Debe ser uno o el otro. ¡Es todo o nada!
6:25 - Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber;
ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido? Nuestra mente no debe atormentarse con la preocupación por nuestras necesidades. Sin embargo,
sé perfectamente que el Señor nos pone a veces en situaciones en las que falta la comida y quizá el
vestido, para enseñarnos que Él es nuestro Proveedor.
Precisamente este pasaje fue mi lectura constante cuando pasé por un tiempo de gran necesidad
económica. Mientras lo leía, parecía que se burlaba de mí. Pero misericordiosamente, después de unas
semanas, el Señor vino en nuestro rescate y cubrió abundantemente todas nuestras necesidades. Al ver
hacia atrás durante aquellos tiempos me doy cuenta que en mi propia alma se estaba forjando hierro y
que la fe profundizaba sus raíces en mi corazón. Mi confianza en Dios resultó en maravillosos frutos en
la forma de una generosa provisión en el tiempo justo.
6:26 - Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Ahora Jesús utiliza la naturaleza para
Sus ejemplos del amoroso cuidado del Padre Celestial por toda Su creación. Usando como ejemplo a
los pájaros, Jesús nos muestra que el Padre Celestial conoce todas sus necesidades. Existen cantidades
innumerables de estos amigos emplumados en el mundo, sin embargo nuestro amante Creador conoce
y alimenta a cada uno de ellos.
6:27 - ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? No hay
manera de añadir nada a nuestra estatura, por más que nos aflijamos y angustiemos. Debemos aceptarnos
43
EL EVANGELIO DE MATEO
humildemente tal como somos. Nuestros pensamientos nunca modificarán nuestra estatura. Lucas agrega
que Jesús dijo también luego de esta declaración: “Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué
os afanáis por lo demás?” (Lc. 12:26). Esta es una declaración asombrosa de nuestro Señor. Quiere
decir que el intentar incrementar nuestra estatura, lo cual sabemos que es imposible, es más fácil que
procurar saciar nuestras necesidades diarias por nosotros mismos.
6:28, 29 - Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Al estudiar la Palabra de Dios, es maravilloso descubrir que el Señor realmente viste a los lirios del
campo de modo que todos sean diferentes. Han sido creados tan maravillosamente que Jesús dijo que
“ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos”. Ni la creación ni la más fina estética
humana se pueden comparar con la inigualable belleza producida por la mano de Dios.
6:30 - Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará
mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Los botánicos que se especializan en el estudio del pasto,
nos dicen que no hay dos briznas de hierba que sean idénticas. Vemos aquí la grandeza de nuestro Dios,
quien es el Dios de la variedad infinita. Lo dicho debe ayudarnos a entender que los seres humanos, a
quienes Jesús compara con la hierba, no son todos idénticos. Cada uno posee su propia individualidad.
Por lo tanto, no debemos tratar de ser como alguna otra persona.
Tenemos que entender que el Señor tiene un plan y propósito para cada una de nuestras vidas, que es
diferente de los planes que Él tiene para otros. Cuando comprendemos esto, hallamos descanso para
nuestras almas y no nos veremos controlados por celos y envidias para con otros.
La esencia de la ilustración del Señor aquí es sencillamente que si el Padre Celestial manifiesta un
cuidado tan maravilloso en la forma en que viste una hoja de hierba cuya vida es tan breve, cuanto más
se preocupará en vestirnos y cuidar de nosotros. Al contemplar la belleza y delicada estructura de una
hoja de hierba, Jesús procuró aumentar nuestra fe para que creamos que Él se ocupará de todas nuestras
necesidades temporales.
6:31 - No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? No debemos
estar ansiosos en cuanto a nuestras necesidades temporales, y sin embargo muchas personas están
llenas de temor y ansiedad. El temor y la preocupación son como espinas; impiden que el fruto del
Espíritu crezca libremente en nuestras vidas y alcance la madurez. El huerto de nuestro corazón puede
ser invadido fácilmente por la maleza de la preocupación, la cual termina produciendo amargura, críticas
y enojo. Debemos prestar atención a estas enseñanzas de Jesús, ya que afectan a la totalidad de nuestra
vida espiritual. Si prestamos atención a las palabras de Cristo entraremos en Su descanso.
6:32 - Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. Uno de los aspectos más asombrosos del carácter de nuestro Padre
Celestial es Su sorprendente atención a los detalles. Además, conoce todo lo que sucede no sólo a Su
44
EL EVANGELIO DE MATEO
pueblo sino también a los pájaros, los otros animales y las plantas. Ni un gorrión cae a tierra sin que el
Señor lo sepa (Mt. 10:29). Por lo tanto, Dios conoce todas nuestras necesidades y ya ha decidido cómo
las suplirá. ¡Alabado sea Su precioso nombre!
6:33 - Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Nuestra prioridad debe ser buscar todo lo que pertenece a la piedad y la justicia. El huerto de nuestro
corazón debe estar lleno del maravilloso fruto eterno del Espíritu. Si así sucede, el Señor caminará en
nuestros huertos y disfrutará de dulce compañerismo con nosotros.
6:34 - Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal. Vivamos en el presente y seamos agradecidos por nuestro alimento, vestido y
protección diarios. El apóstol Pablo vuelve a decir esto en su carta a Timoteo: “Así que, teniendo
sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Ti. 6:8).
Viva un día a la vez para Jesús. No se angustie por el día de mañana. Sólo necesita gracia para hoy.
Cuando llegue mañana, habrá gracia para mañana. Dios no le dará hoy la gracia para lo que necesitará
enfrentar mañana. ¡Amén!
45
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 7
El juzgar a los demás
7:1-6
7:1 - No juzguéis, para que no seáis juzgados. Este pasaje es una clara advertencia de Dios a no criticar
ni juzgar a otros. Existen varias razones por las que no debemos criticar.
1. Nuestro conocimiento es limitado. Sólo Dios sabe todas las cosas relacionadas con las motivaciones
e intenciones del corazón. El apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 4:5: “Así que, no juzguéis nada antes de
tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las
intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”. Sólo Dios sabe lo que
cada persona hará en cada circunstancia.
Dijo el Señor en Mateo 11:21, 22: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón
se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido
en silicio y en ceniza. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro
y para Sidón, que para vosotras”. Quizás, en circunstancias más favorables otros reaccionarían mucho
mejor de lo que lo hacen ahora. Quizá reaccionarían mucho mejor si tuvieran las oportunidades que
nosotros tenemos. Dios sabía que si Tiro y Sidón hubieran tenido el privilegio de ser testigos del ministerio
de Jesús en persona, se habrían arrepentido.
2. Vivimos por la gracia de Dios y dependemos totalmente de Sus fuerzas para cada cosa que
hacemos en este mundo. Somos lo que somos por la gracia de Dios. Como dijo Pablo: “¿Qué cosa
tiene el hombre que no haya recibido?” (1 Co. 4:7; comp. Jn. 3:27). Todos fuimos formados por Dios
según Su buena voluntad. Entonces, ¿cómo podemos criticar a otros que fueron formados de manera
diferente conforme a la sabiduría de Dios? El hecho que otros hayan hecho cosas malas no justifica que
los condenemos, ya que pueden haber sufrido presiones y tentaciones demasiado fuertes para ellos. En
esas circunstancias, nosotros podríamos habernos desempeñado peor. “No juzguéis, para que no seáis
juzgados”.
Obviamente, hay ocasiones en que las personas cometen pecados serios y no están dispuestas a
arrepentirse. Eso nos obliga a cortar nuestra comunión con ellos; pero nunca debemos criticar a otros,
porque sólo la gracia de Dios nos guarda a nosotros de cometer los mismos pecados.
3. La actitud de los ángeles para con Satanás es una lección de prudencia para nosotros. Algunas
personas no tienen temor de hablar mal de los ángeles; sin embargo, el arcángel Miguel no humilló a
Satanás ni pronunció palabras difamadoras contra él. En cambio, simplemente dijo: “El Señor te reprenda”
(Jud. 1:8, 9). Los ángeles de Dios saben que fue sólo por mantenerse aferrados a la misericordia de Dios
y al Propiciatorio en los cielos que no fueron arrastrados por la rebelión celestial de Satanás. Es sólo la
46
EL EVANGELIO DE MATEO
misericordia de Dios la que nos guarda a nosotros de rebelarnos también. Es sólo la gracia y la
misericordia de Dios lo que nos mantiene en el camino de la justicia. Por lo tanto, Pablo escribe que
debemos estar atentos, no sea que también caigamos (ver 1 Co. 10:12; Ro. 11:20-22; Gá. 6:1).
El apóstol Pedro confirma las palabras de Judas. Deja bien en claro que los ángeles, quienes tienen
mayor poder que los seres humanos, no lanzan acusaciones contra otros dignatarios y seres celestiales:
“Mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición
contra ellas delante del Señor” (2 P. 2:11). Aprendamos por medio de estos pasajes bíblicos que nunca
es bueno injuriar ni maldecir, ni siquiera a los malvados. Si lo hacemos, dureza y maldad se introducirán
en nuestros corazones.
7:2 - Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será
medido. Dios nos tratará a nosotros del mismo modo que nosotros tratemos a los demás. Esta es una
imagen reflejada de la regla de oro, que encontramos en el versículo 12.
7:3 -¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu
propio ojo? Nuestra naturaleza caída es muy propensa a criticar y ver las faltas de los demás, mientras
que las propias brillan por su ausencia. En efecto, la más pequeña imperfección en otras personas nos
parece gravísima, como si viéramos a los demás a través de lentes de aumento espirituales. Esto hace
que la crítica brote a raudales desde nuestros labios en dirección a otros.
Conozco a una mujer que estaba criticando a la esposa de su pastor delante de varias personas, pero en
ese mismo momento tuvo una visión de sí misma, en la que caía en el fuego del infierno. Fue necesaria
la advertencia de esta visión para que ella dejara el chisme y fuera guiada a un sincero arrepentimiento.
Recordemos que la santidad incluye el control de la lengua. Lo que sale de la boca es una revelación de
lo que hay en el corazón.
7:4 - ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? He
observado que esta es una paradoja muy particular. Hay ciertos hermanos y hermanas que aman orar
por otros para que sean liberados de cosas muy pequeñas. Más aún, se deleitan grandemente en pasar
largas horas aconsejando a estas queridas almas. El Señor me ha mostrado que algunos que afirman
tener un “ministerio de liberación”, a menudo son lo que más necesitan liberación. El apóstol Pedro lo
expresa de esta manera en 2 Pedro 2:19: “Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”.
7:5 -¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo
de tu hermano. Que podamos acudir al Señor para ver a la luz de Él en nuestras necesidades. Entonces
sí, luego que hayamos buscado que el Señor nos limpie de todas aquellas cosas que nos esclavizan,
estaremos en mejor posición para ayudar a otros, con un espíritu afable, manso y compasivo, libre de
toda crítica.
47
EL EVANGELIO DE MATEO
7:6 - No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las
pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Esta es una advertencia en cuanto a no compartir lo que es santo
con quienes no valoran estas preciosas perlas de sabiduría. En el Antiguo Testamento, los santos
sacerdotes del Señor tenían que cambiarse sus ropas cuando salían del santuario y se mezclaban con el
pueblo.
Tenían que usar túnicas especiales cuando ministraban al Señor, y otros vestidos cuando salían al pueblo.
“Cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con que
ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de otros vestidos, para no santificar
al pueblo con sus vestiduras” (Ez. 44:19).
A veces creemos que si entregamos verdades profundas a la gente profana, ellos las apreciarán y estimarán.
En realidad, los únicos que perciben la pureza son los puros (Tit. 1:15). Los malos no pueden sino ver
maldad en todo.
Pedir, buscar y llamar
7:7-11
7:7 - Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. En Sus enseñanzas acerca de la
oración el Señor quiso dejar establecido para siempre que el Padre Celestial no sólo oye nuestro más
leve clamor, sino que es rápido para responder. Nos presenta tres aspectos de la oración expresados en
el modo imperativo. Es un tiempo presente simple, lo cual nos indica que no debemos pedir simplemente
una vez sino continuar pidiendo hasta recibir. Por lo tanto, podríamos expresarlo de la siguiente manera:
Pedid y continuad pidiendo
Buscad y continuad buscando
Llamad y continuad llamando
El Señor nos asegura que cada una de estas acciones tendrá respuesta. La oración no es un ejercicio en
sí misma; es el medio para un fin. En realidad, el propósito de la oración no es pedir, sino recibir lo que
pedimos. Esta certeza absoluta nos da confianza, la que a su vez nos da descanso y paz en nuestras
mentes y corazones.
7:8 - Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Ahora el
Señor repite cada aspecto, para asegurarse que entendamos perfectamente lo que dice. Si somos
persistentes y no nos damos por vencidos, recibiremos. Un buen ejemplo es la persistencia de Jacob en
su lucha con el ángel en Génesis 32:26: “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No
te dejaré, si no me bendices”. Uno de los hijos de Jacob fue llamado Neftalí, que significa “luchador”.
Nosotros también, seamos luchadores en el reino, sin rendirnos nunca hasta que el Señor nos responda.
Ahora Jesús nos brinda dos ilustraciones relacionadas con el pedir.
48
EL EVANGELIO DE MATEO
7:9 - ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? Sería inconcebible
que un padre se burlara de su hijo de tal manera que si este le pidiera comida le arrojara una piedra para
comer.
7:10 - ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? De acuerdo con la Ley levítica el pescado es
carne limpia, pero una serpiente o una anguila de agua son inmundas. “Todo lo que no tuviere aletas y
escamas en las aguas, lo tendréis en abominación” (Lv. 11:12). ¿Daría un padre a su hijo algo que le
hiciera daño? ¿Le daría algo que perteneciera al reino de las tinieblas? ¿Le daría una serpiente o un
escorpión? ¡Por cierto que no!
7:11 - Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Hay una importante verdad que no
debemos pasar por alto en este tema de pedir y recibir. A veces pedimos mal. En otras palabras, pedimos
cosas que el Padre sabe que, en última instancia, no serán para nuestro beneficio. Santiago 4:3 dice:
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.
De manera que debemos ajustar nuestras peticiones procurando conocer la voluntad de Dios para nuestras
vidas. A veces, en Su misericordia, Dios nos responde no dándonos lo que pedimos. Debemos recordar
que “no” también es una respuesta, aunque a veces no sea la respuesta que estamos esperando.
La regla de oro
7:12
7:12 - Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Cuando nuestra conducta se halla gobernada por
esta sencilla regla, cuán fácil y placentera se torna la vida. Debemos hacernos esta pregunta: “¿Me
gustaría ser tratado de esa manera?” Si la respuesta es “no”, no debemos tratar así a otro. Esta pregunta
debe dirigir nuestros pensamientos, palabras y acciones para con los demás.
Cuatro advertencias
Ahora encontramos lo que podríamos llamar cuatro advertencias específicas, que comparan lo verdadero
con lo falso:
Los caminos verdaderos y falsos
Los ministros verdaderos y falsos
Los creyentes verdaderos y falsos
Los constructores verdaderos y falsos
49
EL EVANGELIO DE MATEO
El camino ancho y el camino angosto
7:13, 14
7:13 - Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella. El camino de la vida está lleno de tentaciones y
pruebas. Constantemente debemos tomar decisiones que determinarán nuestra situación en la eternidad.
En Proverbios 1:15, 16 el rey David advierte a su hijo Salomón que refrene su pie del camino de los
impíos. Tristemente, existen dos categorías de iglesias: las que están vivas y las que están muertas. En
Proverbios 21:16 se habla de “la compañía de los muertos”. Esta es una iglesia sin vida espiritual. Sus
miembros están perdidos y espiritualmente muertos.
Sin embargo, aun en las iglesias “vivas” hay miembros desobedientes. Uno de estos transgresores
declaró: “Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación” (Pr. 5:14). Debemos
guardar nuestros corazones con toda diligencia, porque de ellos brota la vida (Pr. 4:23). Es claro, por la
forma en que el Señor continúa, que no muchos prestan atención a esta advertencia.
7:14 - Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan. No es posible exagerar la realidad en cuanto a que la norma del cielo es muy alta. Se nos dice:
“Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” y se nos ordena: “Sed santos
porque yo soy santo”. Clamemos constantemente a Dios para que cree en nosotros un corazón puro y
así, por Su gracia y sólo por Su gracia, primeramente hallemos, y luego permanezcamos en, el camino
angosto que conduce al cielo.
A modo de advertencia, quiero contarle una visión que recibió cierto misionero. Vio un camino ancho,
y en él a muchos cristianos. En la visión, alguien le decía a su compañero: “Estoy seguro que estamos
en el camino equivocado”. La otra persona le contestó: “Pero debemos confiar en nuestros pastores,
porque ellos nos guiaron a este camino”. Luego el camino se interrumpía abruptamente frente a un
oscuro precipicio, y las multitudes que iban por este camino seguían avanzando y caían por el precipicio
al infierno. Amigos, debemos ser muy cuidadosos de dónde estamos parados y a quién pedimos consejo
y dirección. Recuerde que sólo los de corazón puro verán a Dios (Mt. 5:8).
Los ministros verdaderos y los falsos
7:15-20
7:15 - Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro
son lobos rapaces. Es un hecho de la vida que Satanás es un engañador y que puede presentarse como
“ángel de luz”, como advierte Pablo en 2 Corintios 11:14. En 2 Corintios 11:15 el apóstol agrega: “Así
que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras”. ¡Hoy en día Satanás tiene sus propios ministros en los púlpitos de muchas
iglesias! Aparentan ser muy rectos y también citan mucho la Biblia.
50
EL EVANGELIO DE MATEO
Cuando Satanás se apareció a Jesús en las tres tentaciones, citó las Escrituras. Es importante que
entendamos que los falsos se presentarán como justos. El Señor nos dice que tendrán apariencia de
verdaderos ministros, vestidos como ovejas. Por lo tanto, a menudo es imposible discernir con nuestros
ojos naturales quiénes son verdaderos ministros del Señor y quiénes son falsos. Pero en los siguientes
pasajes el Señor nos da ciertos parámetros para reconocer a los falsos. A los falsos gobernantes y
ministros se los describe como lobos, como vemos también en Ezequiel 22:27: “Sus príncipes en
medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para
obtener ganancias injustas”.
La principal presa de los lobos son las ovejas. Los falsos ministros o falsos pastores procuran introducirse
en la congregación de los justos y arrastrarlos al mismo error en el que ellos se encuentran. Está
comprobado que un bebedor procurará llevar a otros a la bebida. Un adúltero (o alguien que se ha
vuelto a casar mientras su anterior esposa aún vive) procurará hacer que otros divorciados se vuelvan a
casar. Estos animan a las parejas con problemas de compatibilidad a divorciarse y casarse con otro que
haga más agradable su vida y ministerio, alegando que “todos tenemos derecho a un poco de felicidad”.
Aquel que abraza la herejía siempre estará enfatizando esa falsa doctrina para tapar la verdad. Se hará
evidente en prácticamente cada culto.
7:16 - Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Ahora Jesús nos dice cómo podemos detectar a estos lobos. Por sus frutos podemos discernir si las
personas son santas o impías. El Señor habla aquí del fruto del Espíritu. “Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley” (Gá. 5:22, 23). A estas debemos agregar las virtudes de la verdad y la integridad. Los lobos no
manifiestan estos frutos divinos. Cualquier fruto que manifiesten es una falsificación del fruto del
Espíritu, como por ejemplo, falso amor, falsa mansedumbre y falso gozo.
7:17 - Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. La maldad produce
fruto de corrupción. Esta es una referencia a las obras de la carne que se enumeran en Gálatas 5:19-21:
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
7:18 - No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Es un hecho
establecido por el acto de creación de Dios que cada árbol produzca fruto “según su género”. Lo natural
es un tipo de lo espiritual. La naturaleza revela las verdades celestiales, como escribe Pablo en Romanos
1:20. A menudo, en la Palabra de Dios se compara a las personas con árboles. Por lo tanto, del mismo
modo que los árboles sólo pueden reproducir lo que son, nosotros sólo podemos producir lo que somos.
Un buen hombre sólo puede producir virtudes piadosas, mientras que el malo sólo produce palabras y
acciones reprobadas.
51
EL EVANGELIO DE MATEO
7:19, 20 - Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los
conoceréis. Jesús advirtió que vendrá un día en el que “todo árbol que no da buen fruto es cortado y
echado en el fuego” (comp. Mt. 3:10). Ciertamente, esto se refiere al final de la vida, cuando los impíos
serán arrojados al fuego eterno del infierno.
Para finalizar con esta lección, Jesús nos recuerda que las personas se reconocen por sus frutos, no por
sus dones. Estudie la conducta de un hombre por un buen tiempo y pronto sabrá si es de Dios o del
diablo. Permítame agregar que si nos movemos entre los piadosos y los sabios nos acostumbraremos a
lo genuino, de modo que lo falso será fácil de detectar.
Los hacedores de maldad
7:21-23
7:21 - No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. Esta es una continuación de las advertencias del Señor con
respecto a los falsos profetas y maestros. Estos utilizan su nombre y aun lo invocan, pero no le obedecen.
Al escribir a estos falsos maestros, Pablo dijo: “Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley
deshonras a Dios?” (Ro. 2:23).
7:22 - Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Muchos creyentes sienten que la
manifestación de los dones espirituales es prueba suficiente de que serán salvos, pero Jesús dijo algo
muy diferente en el versículo 22. Estas personas a las que Jesús se refiere son claramente creyentes
pentecostales que han sido llenos del Espíritu. Han experimentado la bendición de ser salvos por gracia,
de ser bautizados en agua y ser bautizados en el Espíritu Santo, pero no viven en obediencia a la Palabra
de Dios.
7:23 - Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. La frase
“nunca os conocí” inquieta a muchos y los lleva a pensar que estas personas nunca fueron creyentes.
Sin embargo, no es así. Trataré de explicarlo con el siguiente ejemplo trágico. He tenido el privilegio
permanecer en estrecho contacto con muchos de mis estudiantes después que estos se graduaran en la
universidad. Ha sido una experiencia muy bendecida la de caminar juntos, y con algunos esto sucede
desde hace más de treinta años.
Lamentablemente, hubo unos pocos a los que no pude conocer realmente, a pesar de que estuvimos
juntos muchos años. Caminábamos juntos en forma aparente, porque por dentro eran lobos. Puedo
decir honestamente que nunca los conocí de verdad. No fueron verdaderos amigos, aunque externamente
hacían grandes y ruidosas demostraciones de amistad y lealtad. Estos pocos se alejaron de nuestra
comunión y debo decir que realmente no los echo de menos porque nunca fueron realmente parte de
nosotros (comp. 1 Jn. 2:19).
52
EL EVANGELIO DE MATEO
Los dos constructores
7:24-27
7:24 - Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que
edificó su casa sobre la roca. Como Pablo dijo de Moisés (He. 3:1-5), somos casas hechas por Dios. No hay
otro cimiento sobre el que podamos apoyarnos que no sea la Roca, Cristo Jesús. Cualquier otro suelo es
arena movediza. Sin embargo, Jesús deja en claro que a la vez que nuestras vidas y ministerios ciertamente
son casas, el cimiento es la obediencia a Su Palabra. Cada uno de nosotros será probado por los elementos de
la vida, porque sólo los que hayan sido probados serán aptos para entrar en el reino eterno de luz.
7:25 - Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no
cayó, porque estaba fundada sobre la roca. En la Palabra de Dios, la lluvia, el viento y las inundaciones
pueden referirse a desastres, errores doctrinales y multitudes de hombres malvados. Habrá ocasiones
en nuestras vidas cuando seremos afectados en diferentes medidas por todos o alguno de estos factores.
Nuestra obediencia a la Palabra y las enseñanzas de Jesús determinarán si durante esas circunstancias
permaneceremos firmes o no.
7:26 - Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato,
que edificó su casa sobre la arena. Cuántas personas construyen sus esperanzas para la eternidad a
partir de iglesias que enseñan doctrinas erradas o un estilo de vida disoluto. He visto a personas que en
sus últimos días se hundieron en los pantanos del pecado y la degradación, lejos del reino de Dios.
7:27 - Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa;
y cayó, y fue grande su ruina. Muchos propietarios han construido casas muy ostentosas en lo alto de
acantilados que dominaban hermosos paisajes costeros, sólo para encontrar que con el paso de los años
la lluvia erosionó los acantilados y sus casas se derrumbaron. Así sucede con aquellos que no prestan
atención a las obras de la carne en sus vidas. Con el paso del tiempo, las obras de la carne erosionan los
fundamentos de su fe, y sus vidas se derrumban. Queridos amigos, ¡no hay sustitutos para la verdadera
santidad!
La autoridad
7:28, 29
7:28, 29 - Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les
enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. En el tiempo de Jesús, al igual que en
nuestros días, había teólogos que se citaban unos a otros pero que nunca llegaban a enseñanzas claras o
definidas. De este modo, presentaban opiniones de hombres que no tenían fundamento en la Palabra de
Dios. No comparaban las Escrituras entre sí. Eran ciegos que guiaban a otros ciegos, pero Jesús “enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. Jesús dijo: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel
que me envió” (Jn. 7:16). La verdadera autoridad viene de Dios.
53
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 8
En los próximos dos capítulos Mateo registra los milagros de Jesús. Los discípulos, quienes presenciaron
estos milagros, estuvieron de esta manera preparados para salir ellos mismos con la unción para sanar
a los enfermos y echar fuera demonios. Es una premisa del liderazgo que el maestro debe primero
demostrar la verdad antes de pretender que sus alumnos hagan lo mismo.
Hace muchos años tuve el privilegio de ministrar en un país que se abrió al mensaje pentecostal a través
de un evangelista que se caracterizaba por la imposición de manos para sanidad. Hombres jóvenes se
acercaron a él y lo siguieron. Más tarde, cuando esos hombres recibieron responsabilidades en las
congregaciones levantadas por el evangelista, le preguntaron qué debían hacer. La respuesta del
evangelista fue: “Hagan lo que yo hago”. Como resultado, el país se llenó de iglesias que proclamaban
a Jesús como el Salvador y el Sanador. Efectivamente, esto fue lo que Jesús hizo.
El leproso que fue limpiado
8:1-4
8:1 -Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Las enseñanzas de Jesús asombraban
a la gente por su claridad y autoridad. Este fue Su año de popularidad, cuando la gente en general estuvo
especialmente abierta a Su mensaje. Ahora Jesús comienza a manifestar Su autoridad por medio de
señales y milagros.
8:2 -Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Resultan muy conmovedoras la sencilla y casi infantil reverencia y fe del leproso cuando reconoce la
soberanía de Dios. Que podamos aprender de este hombre pobre y afligido. Acudamos al Señor con nuestras
necesidades, con profunda humildad de espíritu. Recuerde que el Señor habita con los humildes (Is. 57:15).
8:3 -Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Jesús rompió con la tradición, ya que la Ley prohibía el contacto con los leprosos. El Señor tuvo
compasión de este hombre afligido. Cuando tocó al leproso, el poder sanador y limpiador del Hijo de
Dios fluyó a través de su cuerpo y lo restauró completamente. El toque del Señor no ha perdido su
antiguo poder. Tan solo un toque del Maestro puede limpiar al más vil de cualquier enfermedad que
pueda estar afligiéndolo, sea en el cuerpo, el alma o el espíritu. Ore creyendo, y luego sea usted la mano
de Dios extendida a otros.
8:4 -Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la
ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos. Mateo tiene mucho cuidado de incluir las
instrucciones dadas por Jesús para mostrar una vez más la manera en que el Maestro es consecuente en
Su respeto por la Ley, establecida en Levítico 13:1-59.
54
EL EVANGELIO DE MATEO
En Levítico 13:45 leemos: “Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza
descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo!” Esta Ley en cuanto a los leprosos debía
respetarse estrictamente, tal como se le ordenó a Moisés en Deuteronomio 24:8: “En cuanto a la plaga
de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los sacerdotes
levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer”.
Al ordenar al leproso no hacer pública la noticia de su sanidad Jesús buscaba el anonimato, para poder
moverse libremente entre el pueblo y no verse obstaculizado por las multitudes que podían intentar
hacerlo rey por Sus milagros.
La sanidad del siervo del centurión
8:5-13
8:5 - Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole. Este capitán del ejército romano
tenía absoluta confianza en que Jesús podía hacer cualquier cosa que él le pidiera. La belleza del
carácter de este oficial se revela en su solicitud en favor de otra persona. Los centuriones estaban a
cargo de cien hombres. Cada legión romana de seis mil hombres estaba dividida en sesenta centurias.
Los centuriones eran hombres confiables que habían servido fielmente. Se esperaba que mantuvieran
su posición si eran atacados, y murieran en su puesto si era necesario. Se habla elogiosamente de todos
los centuriones mencionados en la Biblia. Vemos también a un centurión junto a la cruz, y a Cornelio,
el centurión en cuya casa el Espíritu Santo se derramó por primera vez entre los gentiles (Hch. 10).
8:6, 7 - Y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y
Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Un centurión tenía su propio sirviente que lo atendía, y en este caso en
particular existía un afecto recíproco entre el amo y su siervo. Las actitudes se reproducen; la compasión
genera compasión. Jesús se conmovió al ver el amor que el centurión tenía por su esclavo. Si pedimos
a Dios que desarrolle amor y compasión por otros en nuestros corazones, veremos liberado el poder
sanador de Dios a través de nosotros para suplir sus necesidades.
8:8 - Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la
palabra, y mi criado sanará. La humildad y fe de este oficial en servicio sale ahora a la luz. No es
posible exagerar cuánto la formación profesional de una persona afecta su vida espiritual. Existe la
tendencia de considerar que lo secular carece de importancia. Sin embargo, pensemos en Moisés y
Daniel, dos grandes líderes que fueron capacitados en las más grandes escuelas y gobiernos de su
tiempo. La vida secular puede enseñarnos disciplina y responsabilidad, dos virtudes de inestimable
valor cuando debemos ocuparnos de los asuntos del reino de Dios.
8:9 - Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste:
Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. La obediencia es otra característica
ejemplar que adquieren los hombres y mujeres militares y del mundo de los negocios, y se observa
55
EL EVANGELIO DE MATEO
claramente en las palabras del centurión. La obediencia también es de suma importancia en nuestra
vida espiritual. Nuestra vida espiritual está condicionada a nuestra pronta obediencia a la Palabra de
Dios escrita y hablada. Grandes hombres de Dios como Abraham y Josué se destacaron por “levantarse
muy de mañana” para hacer la voluntad revelada de Dios para sus vidas (comp. Gn. 22:3; Jos. 3:1).
8:10 - Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel
he hallado tanta fe. La obediencia y la fe van de la mano. Los obedientes tienden a integrar a sus vidas
la fe y la confianza como resultado de obedecer las órdenes de sus superiores. La fe agrada a Dios, y
“sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que le buscan” (He. 11:6).
8:11, 12 - Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac
y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí
será el lloro y el crujir de dientes. Aquí Jesús reconoce que el reino de Dios se abriría a todas las
naciones, mientras que el privilegiado pueblo de Israel quedaría excluido y perdería sus privilegios.
Estos serían otorgados a esa nación especial acerca de la cual escribió Moisés. Por supuesto, esa nación
es la Iglesia. “Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; me provocaron a ira con sus ídolos; yo
también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, los provocaré a ira con una nación insensata”
(Dt. 32:21).
8:13 - Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en
aquella misma hora. Esta es una hermosa palabra de seguridad, no sólo para el centurión sino también
para nosotros. Al creer, nos será hecho. Creámosle a Dios por las buenas cosas que Él mismo desea
darnos, y nos serán hechas.
La sanidad de la suegra de Pedro
8:14-17
8:14 - Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Pedro vivía
en Capernaum, una ciudad de pescadores que estaba junto al Mar de Galilea. Tenemos aquí una palabra
muy importante, que comprueba que Pedro era casado. Esto lo confirma Pablo, quien dijo en 1 Corintios
9:5: “¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros
apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?”
8:15 - Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Cualquiera que haya sido la
causa de la fiebre (un germen, un virus o un espíritu), desapareció con el toque del Todopoderoso. Se ha
visto a menudo que las enfermedades se desvanecen en presencia de la unción del Señor. Este es un
hermoso cuadro de una mujer piadosa que ministró al Señor y a Sus siervos después que Él la sanó.
Hay una historia sobre Santa Mónica, quien veía a su padre como el Padre celestial y a sus hermanos
como los apóstoles. Al contemplarlos de esta manera, ella los servía con profundísima humildad. Quiera
56
EL EVANGELIO DE MATEO
Dios concedernos la realidad de Filipenses 2:3, que con una mente humilde estimemos a los demás
como mejores que nosotros, y no hagamos nada por contienda o por vanagloria.
8:16 - Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los
demonios, y sanó a todos los enfermos. Aunque esto sucedió literalmente, se esconde otro pensamiento
detrás de este versículo. Cuando llegue “la noche”, o el final de la era de la Iglesia, Dios derramará de
Su Espíritu para sanar a “todos” los que vengan a Él. Qué privilegio será ministrar durante el avivamiento
de los últimos días.
8:17 - Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras
enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Jesús fue, personalmente, el cumplimiento de esta profecía
de Isaías 53:5, porque “por su llaga fuimos nosotros curados”. Así como al entender la verdad que
Cristo murió por nuestros pecados recibimos la salvación, recibamos también el regalo gratuito de Su
sanidad. Recordemos que “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias”
(Sal. 103:3). Creamos y recibamos Sus bendiciones, tanto de sanidad como de perdón. ¡Bendito
sea el Señor!
El precio del discipulado
8:18-22
8:18 - Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Jesús es completamente
diferente de algunos ministros de hoy, quienes buscan las multitudes para construir sus propios reinos.
Al estudiar detenidamente la Palabra de Dios vemos que a los ministros que no han sido fieles al Señor
no se les permite acercarse al Lugar Santísimo y sólo pueden llegar hasta el atrio exterior. Sólo les es
permitido ministrar a personas. Por otra parte, los ministros fieles del Señor tienen el privilegio de
ministrar en la intimidad exclusiva del Lugar Santísimo, en la presencia misma del Señor.
Esto se explica en Ezequiel 44:10-14, donde leemos acerca de los ministros infieles: “Y los levitas que
se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad. Y
servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el
holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para servirle. Por cuanto les sirvieron delante de
sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano y
jurado, dice Jehová el Señor, que ellos llevarán su iniquidad. No se acercarán a mí para servirme como
sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su
vergüenza y las abominaciones que hicieron. Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia
de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse”.
Sin embrago, el Señor dice a Sus siervos fieles en Ezequiel 44:15, 16: “Mas los sacerdotes levitas hijos
de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí,
ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre,
dice Jehová el Señor. Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán
57
EL EVANGELIO DE MATEO
mis ordenanzas”. El Señor prefiere la soledad de estar a solas con lo suyos, y por sobre todas las cosas,
el estar con Su Padre Celestial.
8:19 - Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Es fácil hacer
declaraciones de este tipo. Esta preciosa alma obviamente era muy sincera, declarando en un arrebato
de entusiasmo ¡que seguiría a Jesús a cualquier precio! Sin embargo, Jesús quería que entendiera lo que
realmente significaba seguir al Maestro.
8:20 - Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no
tiene dónde recostar su cabeza. Seguir a Jesús significa renunciar a todo. Esta fue nuestra experiencia
con mi esposa en los primeros años de nuestro matrimonio. Había momentos en que literalmente no
sabíamos qué comeríamos ni dónde dormiríamos.
8:21 - Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Uno de
los seguidores de Jesús puso los deberes familiares por delante del servicio al Señor, lo cual Él corrigió.
Nunca podemos poner a nuestras familias, o aun nuestros cónyuges, antes que al Señor. ¡Él debe estar
en primer lugar en cada área de nuestra vida!
8:22 - Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos. Aunque nuestras familias son
algo precioso, el Señor y nuestro servicio a Él deben ocupar el primer lugar en nuestras vidas y corazones.
Jesús calma la tempestad
8:23-27
8:23 - Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Para escapar de las multitudes Jesús cruzó
el Mar de Galilea, como una oportunidad para descansar frente al agotamiento y las grandes demandas
del ministerio.
8:24 - Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero
él dormía. El Mar de Galilea puede estar calmo en un momento y agitado al siguiente. Cuando el aire
caliente se enfría rápidamente al caer la noche, los vientos descienden a gran velocidad desde las
cumbres de las montañas. Tales condiciones climáticas provocan tormentas en el lago, y esta fue la
clase de tormenta que Jesús y Sus discípulos enfrentaron.
8:25 - Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Las olas
eran tan altas que entraban en la barca. A pesar del esfuerzo de los discípulos por achicar el agua,
estaban perdiendo la batalla y la barca se hundía. En un momento de gran desesperación fueron a
despertar a Jesús.
8:26 - El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los
vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Serenamente, Jesús se levantó de Su descanso y con
58
EL EVANGELIO DE MATEO
tranquilidad reprendió a Sus discípulos por su falta de fe. Luego se aproximó a un costado de la barca,
y dirigiéndose a la tormenta la reprendió diciendo: “Calla, enmudece”. Lo que el Señor hizo en este
relato está disponible para nosotros hoy si tan solo creemos. Podemos hablar a las tormentas, los
relámpagos o el granizo, y no nos dañarán. Cuando se aproxime una gran tormenta que pudiera llegar a
causar mucho daño debemos hablarle, creyendo que cambiará su curso.
Recuerdo la historia de un pueblo africano en una oportunidad en que se aproximaba una tormenta que
podría haber arruinado sus cosechas. Ellos simplemente oraron y le ordenaron a la tormenta que cambiara
de dirección, lo que efectivamente sucedió para gozo de ellos. En otro sentido, podemos orar por lluvia,
la cual vendrá cuando la necesitemos. En tiempos de sequía, hombres y mujeres santos doblaron sus
rodillas y oraron con fe, y los cielos que habían estado despejados por días y semanas pronto se cubrieron,
dejando caer a raudales la ansiada lluvia.
8:27 - Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le
obedecen? Alcemos nuestros ojos a Dios en tiempos de necesidad y ofrezcamos las oraciones de fe que
cambiarán a la naturaleza. Cuando George Müller viajaba hacia los Estados Unidos de Norteamérica,
el capitán del barco le dijo que la llegada se demoraría por causa de la niebla. El pastor Müller se
arrodilló y oró, la niebla se fue, y arribaron a la hora prevista. ¡Hay poder en las oraciones hechas con fe!
La expulsión de los demonios
8:28-34
8:28 - Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos
endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por
aquel camino. Gadara era una ciudad situada al este del lago, unos nueve kilómetros y medio tierra
adentro. En el cementerio, que estaba fuera de la ciudad, había dos endemoniados. En Marcos 5:1-17 y
Lucas 8:26-37 se dan muchos más detalles, pero los mismos describen sólo a uno de estos pobres
hombres. Los diablos estaban asociados con la muerte debido a que habitaban en los cementerios.
Estos demonios eran tan feroces y fuertes en los hombres que nadie podía sujetarlos.
8:29 - Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para
atormentarnos antes de tiempo? Los demonios tienen bien en claro que luego de la venida del Señor
Jesús, cuando su propio líder, Satanás, haya sido derrotado y arrojado al abismo insondable, ellos
mismos serán arrojados al abismo del infierno y sufrirán el tormento eterno. La mera idea de esto los
hace temblar. Su preocupación al ver a Jesús era que fueran llevados antes de tiempo a su condenación
eterna, porque sabían que era el Hijo de Dios.
8:30, 31 - Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos. Y los demonios le rogaron diciendo:
Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos. Como sabían que serían expulsados del
hombre (o los hombres en este caso), deseaban tener otro lugar donde morar. Los demonios quieren
habitar en cuerpos. Los cerdos, por ser animales impuros, resultaban ideales para los demonios.
59
EL EVANGELIO DE MATEO
8:32 - El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de
cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas. El deseo de los demonios
de entrar en un cuerpo se cumplió sólo momentáneamente después que fueran expulsados de su anterior
morada en los dos hombres. El efecto de su entrada en los cerdos fue demasiado grande para los
animales. Aterrorizados, los cerdos salieron disparados y se precipitaron al mar por un despeñadero; y
se ahogaron. De modo que los demonios volvieron a quedarse sin hogar en cuestión de minutos.
8:33, 34 - Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que
había pasado con los endemoniados. Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron,
le rogaron que se fuera de sus contornos. Los que apacentaban los cerdos estaban tan asustados que
corrieron a la ciudad a contar a todos lo que habían visto. Tuvieron miedo de la manifestación del poder
de Dios y no querían perder más de lo que constituía su sustento. En los Evangelios de Marcos y Lucas
leemos que el Señor ordenó a los hombres que fueron liberados de los demonios que permanecieran en
esa región y evangelizaran. Debían decir a las personas “cuán grandes cosas el Señor había hecho por
ellos”. El resultado de esto fue que en una visita posterior la gente de la región escuchó dispuestamente
a Jesús.
La liberación no siempre produce resultados placenteros para el que la ministra. Pablo experimentó una
oposición similar cuando liberó a una muchacha de un espíritu de adivinación. La ciudad se levantó en
Su contra, y como consecuencia, él y Silas fueron azotados y puestos en prisión (Hch. 16:16-24).
Al enemigo no le gusta perder su territorio. Pero que esto nos dé ánimo, porque finalmente el Señor
obtuvo una cosecha de almas a partir de la liberación que Pablo había realizado: Pablo fue testigo de
la salvación de la familia del carcelero. Al final, Dios siempre nos da el triunfo, ¡aunque a veces
tome tiempo!
60
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 9
La sanidad de un paralítico
9:1-8
9:1, 2 - Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le
trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten
ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Ahora el Señor regresa a Capernaum, la ciudad donde
vivió durante Sus años de ministerio.
Había en Israel una enseñanza y creencia universal de que la enfermedad era producto del pecado. Se
creía que si la mente de una persona se encontraba atormentada por un estado pecaminoso, su cuerpo
no sería un cuerpo sano. Es cierto que una persona amargada y con falta de perdón tendrá problemas
físicos. Sin embargo, para decir que la enfermedad es resultado del pecado debemos tener evidencias.
Job fue uno de los hombres más justos que han existido, pero pasó por un tiempo de aflicción. De modo
que el sufrimiento se puede dividir en las siguientes clases:
1. Sufrimos como castigo por nuestros pecados (1 P. 4:15).
2. Sufrimos para aprender obediencia (He. 5:8).
3. Sufrimos vicariamente por otros, como lo hizo Jesús en la cruz (Is. 53:5; Col. 1:24).
En este episodio en particular, Jesús perdonó los pecados del hombre porque no hay sanidad a menos
que se haya solucionado la cuestión del pecado. Esto es aplicable a todos nosotros. Si estamos enfermos,
debemos pedir al Señor que escudriñe nuestros corazones para ver si existe maldad en ellos. Para saber
de dónde vienen nuestras enfermedades, oremos la oración del rey David: “Examíname, oh Dios, y
conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y
guíame en el camino eterno” (Sal. 139:23, 24).
9:3 - Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Algo que debemos entender
es que aunque estemos sobre la tierra los hombres no pueden saber lo que pensamos; pero Dios sí
puede. Sin embargo, en el cielo todos sabrán lo que pensamos. Por lo tanto ciñamos los lomos de
nuestro entendimiento y asegurémonos que nuestros pensamientos sean tan puros como nuestras palabras
y acciones. Todos debemos pedir al Señor que cree dentro de nosotros un corazón puro.
9:4 - Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Todo pensamiento de juicio y crítica es maligno; de modo que al meditar en este pasaje
aprovechemos la oportunidad para pedir a Dios que obre en nuestra mente y nuestros pensamientos.
Este es un punto fundamental, ya que en Mateo 15:19 Jesús dijo: “Porque del corazón salen los
malos pensamientos”.
61
EL EVANGELIO DE MATEO
9:5 - Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
[Nota: La mayoría de las versiones dicen aquí “tus pecados”]. Sobre esta cuestión de decir a una persona
“Tus pecados te son perdonados”, el Señor dio a los apóstoles la misma autoridad. Antes de Su
resurrección, Cristo dijo a Sus discípulos: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a
quienes se los retuviereis, les son retenidos” (Jn. 20:23).
Si el Señor trae a nuestra mente este pasaje en forma específica, entonces nosotros también tenemos
poder para perdonar pecados. Como portavoces de Dios, cuando estamos ungidos estamos autorizados
a decirle a una persona: “Tus pecados te son perdonados”. ¡Oh, qué gozo llena nuestra alma y la de
aquél a quien perdonamos sus pecados pasados! Aun los ángeles se gozan con nosotros, porque este es
el mensaje del cielo enviado a través de la entrega de Jesús por todos nuestros pecados.
El Padre Celestial, el Hijo y el Espíritu Santo, como así también todo el cielo, se regocijan a una cuando
hay perdón de pecados. Oh, qué preciosa promesa se nos da por medio del amado apóstol Juan: “Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad” (1 Jn. 1:9).
No avancemos en este estudio hasta tener el maravilloso gozo y la seguridad en nuestros corazones de
saber que nuestros pecados han sido perdonados gratuitamente por el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. ¡Pidámoselo ahora mismo! Cristo no sólo tiene poder para perdonar nuestros pecados
pasados, sino también para limpiarnos de toda maldad para que no sigamos pecando.
9:6 - Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
(dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Jesús sanó al enfermo como
prueba de Su poder para perdonar pecados. Yo creo que en ocasiones nosotros también podemos orar
por los enfermos y estos serán sanados como prueba que, en la actualidad, Jesús perdona los pecados
del mismo modo que lo hizo cuando estuvo en la tierra. La sanidad inspira fe para creer que Dios
también nos perdona y acepta.
9:7 - Entonces él se levantó y se fue a su casa. Jesús se fue a descansar. Debemos recordar que aún
vivimos en este cuerpo mortal y necesitamos descansar después de un día de ministerio. Algunos ministros
han terminado extenuados y otros aun han muerto prematuramente por no haberse tomado tiempo para
descansar. Estemos atentos y cuidemos nuestros cuerpos.
9:8 - Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres. La
adulación de las multitudes no significaba nada para el Señor. Que la alabanza del hombre jamás sea
nuestra comida y bebida. Por el contrario, que podamos regocijarnos solamente en saber que hicimos lo
que es agradable a los ojos de nuestro amante Padre Celestial, porque la razón para estar vivos es
glorificarle.
62
EL EVANGELIO DE MATEO
El llamamiento de Mateo
9:9-13
9:9 - Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los
tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. A pesar de ser empleado del gobierno, el
recaudador de impuestos llamado Mateo (o Leví, como se lo llama en Lucas 5:27), se levantó y dejó
todo. Mateo no dejaría sólo una profesión lucrativa, sino también una que le aseguraba un buen pasar a
largo plazo, como sucede con los puestos del gobierno en la mayoría de los países.
Mateo renunció a todo por seguir a Jesús, pero al hacerlo, obtuvo una de las más grandes recompensas
posibles: ser reconocido ahora y por la eternidad como el escritor de uno de los Evangelios. Ningún
puesto en el gobierno podría haberle dado semejante recompensa. A veces creemos que hemos dejado
mucho por Jesús; pero en realidad, al seguirlo ganamos mucho más que lo que hemos dejado. Obtenemos
recompensas eternas mientras perseveramos en nuestro caminar junto al Salvador en nuestro viaje por
la vida, como así también un hogar seguro en los cielos para toda la eternidad.
9:10 - Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y
pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Mateo no
menciona muchos detalles relacionados con su llamamiento; aunque Lucas sí. No cuenta que lo dejó
todo ni que él mismo ofreció este banquete en honor al Señor Jesús. Los escritores de los Evangelios no
buscaban hacerse notar porque conocían muy bien al Señor y entendían que somos lo que somos
solamente por la gracia de Dios.
9:11 - Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los
publicanos y pecadores? Los fariseos eran estrictos adherentes a la Ley y sus compañeros los llamaban
“separatistas”, casi en forma burlona y despreciativa. Sin embargo, al intentar guardar la Ley no cumplían
con el espíritu de la Ley, que es el amor. Por lo tanto, eran los más grandes transgresores de la Ley, y por
esta razón estaban espiritualmente muertos. En consecuencia, sus comentarios sobre Jesús eran
condenatorios, porque se relacionaba con aquellos a quienes ellos denominaban “pecadores”.
9:12 - Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Los
sanos no reciben la visita del doctor, sino aquellos que están enfermos o necesitan curarse. Por lo tanto,
los líderes religiosos deberían haber estado procurando sanar o convertir a esos pecadores en lugar de
evitarlos y criticarlos.
9:13 - Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido
a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento. En nuestra búsqueda personal de santidad, no
olvidemos que somos doctores en un sentido espiritual. Debemos acudir donde está la enfermedad del
pecado para rescatar a los moribundos. Nuestra meta es sanar personas de su enfermedad, tanto espiritual
como física.
63
EL EVANGELIO DE MATEO
La pregunta sobre el ayuno
9:14, 15
9:14 - Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos
muchas veces, y tus discípulos no ayunan? El ayuno era, junto con las limosnas y la oración, uno de los
tres grandes ejercicios de la vida religiosa judía. Estos tres, junto con la lectura y el estudio de la
Palabra de Dios, también formarían parte de la vida cristiana.
En este episodio, la pregunta de los discípulos de Juan sólo tenía que ver con el ayuno. Seguramente,
ellos seguían la costumbre de los fariseos de ayunar dos veces a la semana (Lc. 18:12). También estaba
el ayuno obligatorio del día de la Expiación (Lv. 16:31). Hablando en general, el ayuno judío consistía
en no comer nada durante las horas de luz diurna hasta que cayera la noche. Sin embargo, nosotros
debemos ayunar como el Espíritu nos guíe. Sobre todo, debemos ayunar, cuando sea práctico, sin atraer
la atención hacia nosotros, para no caer en la trampa del orgullo espiritual. Llamaba la atención de los
fariseos que los discípulos de Jesús no ayunaran. Por lo tanto, Jesús ahora les responde.
9:15 - Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está
con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Para responder
a la pregunta de por qué Sus discípulos no ayunaban, Jesús escogió la ilustración de la fiesta de bodas
judía, la cual es una ocasión de gran gozo y festejos.
Este gozo y celebración eran especialmente notables en los jóvenes que formaban el cortejo nupcial, que
eran los amigos íntimos del esposo. ¿Cómo podrían los discípulos ayunar y lamentar en presencia de Jesús
el Esposo? ¡No había lugar sino para el regocijo! Cuando el Esposo regresara al cielo, entonces sí ayunarían.
Lo nuevo y lo viejo
9:16, 17
9:16 - Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se
hace peor la rotura. Aunque es obvio que un paño de tela nueva cocido sobre uno viejo sólo empeorará
la rotura, el Señor desarrolla una verdad espiritual de mucho mayor importancia.
9:17 - Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama,
y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan
juntamente. Los odres viejos no poseen la elasticidad que requieren los burbujeantes vinos nuevos que
están en proceso de fermentación. Como resultado, los odres estallan. En realidad, el Señor se refería a
las verdades nuevas que Él traía a Su Iglesia en la era del Nuevo Testamento.
Debido a que los judíos no podían recibir estas verdades, Dios se dirigió a los creyentes gentiles. Hoy
en día pasa lo mismo. En cada nuevo mover de Dios se revelan verdades frescas que muchas de las
64
EL EVANGELIO DE MATEO
iglesias más antiguas no pueden ni están dispuestas a recibir. Por lo tanto, Dios tiene que dejarlas de
lado y dirigirse a los nuevos convertidos, quienes están dispuestos a abrazar el vino nuevo. Oremos que
seamos siempre flexibles y abiertos a recibir del Señor verdades nuevas y frescas.
La sanidad de una mujer y de la hija de un principal
9:18-26
9:18 - Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija
acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. La magnitud de los milagros de Jesús era
tal que hacía posible que las personas creyeran que todo era posible, aun el resucitar a los muertos.
9:19 - Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. Vemos aquí la disposición de Jesús y Su
profunda humildad para ponerse al servicio de quien lo llamara. Esto también debe animarnos en
nuestros tiempos de necesidad. Mientras escribo esto, es como si las páginas de la Biblia se desvanecieran,
y veo a Jesús en una visión. Es muy joven, dispuesto y enérgico; se pone rápidamente de pie y va hacia
donde se lo llama.
9:20 - Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás
y tocó el borde de su manto. Aun mientras iba en misión para sanar a la hija de este hombre, realiza otro
milagro. Es como si en Su vida y ministerio no hubiera ni un momento desperdiciado. Una mujer que
hacía doce años padecía de flujo de sangre fue sanada cuando tocó a Jesús.
9:21, 22 - Porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose
y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. La fe
de esta mujer fue algo notable, porque todas sus otras alternativas le habían fallado. En Marcos 5:30 se
nos dice que la fe de esta mujer hizo que de Jesús saliera virtud sanadora. Jesús sintió cuando el poder
salió de Él. Quiera Dios concedernos tal fe que podamos hacer que Su poder se libere para suplir todas
nuestras necesidades también.
9:23 - Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía
alboroto. No hay alboroto como el que realizan las lloronas profesionales en Oriente. Los trovadores
con sus flautas ayudaban también a crear una atmósfera de histeria junto con los que se rasgaban sus
mantos. Semejante escándalo habría hecho imposible la oración de fe.
9:24-26 - Les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Pero
cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. Y se
difundió la fama de esto por toda aquella tierra. Estos llorones profesionales no mostraron ningún
respeto por Jesús. Para consternación de todos, el Señor resucitó a la niña. En aquellos países, y
especialmente en aquel tiempo, las noticias viajaban rápido, de modo que toda la comarca se enteraría
de estos milagros. Su padre era el principal de una sinagoga y, por consiguiente, absolutamente digno
de confianza en cuanto a la veracidad de los acontecimientos.
65
EL EVANGELIO DE MATEO
Dos ciegos reciben la vista
9:27-31
9:27 - Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de
nosotros, Hijo de David! Al darle este título, los dos ciegos en efecto reconocieron a Jesús como el gran
Hijo de David: ¡el Mesías!
9:28 - Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto?
Ellos dijeron: Sí, Señor. Obviamente, el Señor podría haberlos sanado la primera vez que clamaron,
pero estaba probándolos en el campo de la perseverancia. Esta es la virtud más preciada del reino,
porque determina si nuestro deseo de recibir bendiciones espirituales es realmente serio. Podemos
verlo en la manera en que Elías probó a Eliseo en su último día sobre la tierra. Elías procuró hacer que
Eliseo se quedara mientras él continuaba, pero Eliseo estaba decidido a permanecer con él hasta que
fuera arrebatado. Por su perseverancia, Eliseo recibió lo que deseaba: una doble porción de la unción
que había sobre Elías. Que podamos también nosotros perseverar a fin de recibir todo lo que el Señor
tiene para nosotros.
9:29 - Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Una vez más, vemos
que es la fe la que determina lo que recibimos. Poca fe produce poca recompensa, pero mucha fe
produce grandes recompensas. No seamos imprecisos y generales en nuestras peticiones, sino específicos.
Estos hombres no pidieron simplemente una bendición general; los ciegos sabían exactamente lo que
querían cuando se acercaron a Jesús.
9:30 - Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que
nadie lo sepa. Jesús no quería publicidad. No buscaba la popularidad que generan las grandes multitudes.
Su vida estaba dedicada a ocuparse de los negocios de Su Padre. Que nosotros también podamos pensar
como Él.
9:31 - Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra. Jesús les había recomendado
que no hicieran público el milagro. No comprendieron la razón por la que Jesús deseaba que guardaran
silencio. Probablemente fue debido a su entusiasmo y gratitud que contaron las grandes cosas que el
Señor había hecho con ellos. Como resultado, las multitudes crecieron.
La sanidad de un mudo
9:32-34
9:32 - Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. En aquellos días era
comúnmente aceptado que el cuerpo humano estaba constituido por muchos órganos, cada uno de los
cuales podía estar habitado por un demonio. Por lo tanto, se creía que cada enfermedad era causada por
una posesión demoníaca. Sin embargo, esto era verdad sólo en parte. Los demonios ciertamente pueden
66
EL EVANGELIO DE MATEO
habitar órganos del cuerpo, y algunas enfermedades que vienen sobre una persona son resultado del
pecado. No obstante, este no es el caso en todas las enfermedades. Debemos tener discernimiento o
tener activado el don de discernimiento de espíritus. Esto nos permite tener nuestros ojos espirituales
abiertos para saber si el problema es posesión demoníaca, o si la enfermedad es el resultado de un virus
o un simple trastorno físico.
9:33 - Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto
cosa semejante en Israel. En este caso, la mudez era causada por una posesión demoníaca. Después que
Jesús echó fuera el demonio el mudo pudo hablar. Observemos que la mayoría de los milagros tienen su
origen en el pedido de ayuda a Jesús por parte de la propia persona enferma. De modo que no debemos
ser perezosos en movilizarnos en busca de ayuda. Esto mueve la mano de Dios.
9:34 - Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. Como
respuesta a este comentario ofensivo el Señor dijo que si Satanás echaba fuera a Satanás, entonces su
casa estaría dividida contra sí misma y no podría permanecer. Los celos de los líderes religiosos eran
tales que intentaban desacreditar el ministerio de Jesús a cualquier precio. Salomón nos dice que los
celos son duros como el Seol (Cnt. 8:6, NVI: “sepulcro”), y fueron estos mismos celos y envidia los que
enviaron a Jesús a la cruz (Mt. 27:18). Pidamos al Señor que nos limpie de cualquier rastro de este
veneno diabólico en nuestras mentes y corazones.
La necesidad de obreros
9:35-38
9:35 - Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando
el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Tenemos aquí una
imagen de la muy activa vida del Señor. Es muy similar al caso de los predicadores a caballo de antaño
que llegaban fielmente, no importaba si hubiera viento, granizo, lluvia o tormenta, para proclamar
fielmente el evangelio a quienes estaban a su cuidado.
9:36 - Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor. La condición espiritual de las personas en el tiempo de Jesús era deplorable,
porque prácticamente no había pastores fieles que proclamaran la verdad de la Palabra de Dios.
9:37 - Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Cuántos
responderían si sólo oyeran. Por lo tanto, uno de los ministerios más fructíferos es el levantar a otros
obreros o ministros que proclamen las buenas nuevas y que ayuden a levantar la cosecha.
9:38 -Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. En Romanos 10:15 Pablo pregunta:
“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” Vemos aquí nuevamente la soberanía de Dios en el envío
de los obreros, pero debemos orar que Él levante obreros para la cosecha, especialmente en estos
últimos tiempos.
67
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 10
El llamado de los doce
10:1-4
10:1 - Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para
que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. En este pasaje, vemos la maravillosa
coordinación de eventos que nos brinda el Evangelio de Mateo. Después que el Señor Jesús demostró
Su poder sanador, declaró que los obreros eran pocos. A continuación, llamó a Sus doce discípulos para
que se acercaran a Él y los ungió con poder.
10:2-4 - Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su
hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano,
Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que
también le entregó.
A Simón se lo llama Pedro y también Cefas (este último en arameo); ambos nombres significan “roca”
(Mr. 3:16; ver Mt. 16:18). También se lo llama “hijo de Jonás” (Jn. 1:42). Vivía en Betsaida (Jn. 1:44)
y luego en Capernaum (Mr. 1:21, 29), y era pescador (Mr. 1:16, 19). Su hermano era Andrés. Pedro
escribió dos epístolas y proveyó el material para el Evangelio de Marcos. También fue el primer líder de
la iglesia (Hch. 1—15; Gá. 2:9). La historia de la iglesia nos cuenta que fue crucificado cabeza abajo;
su muerte por martirio fue predicha por Cristo (Jn. 21:18, 19).
Andrés, como su hermano Pedro, vivió primero en Betsaida y luego en Capernaum. Andrés también
era pescador. Originalmente fue discípulo de Juan el Bautista. Más tarde, Andrés predicó en Grecia,
Escitia y Asia Menor. Murió crucificado.
Jacobo era el hijo de Zebedeo y Salomé (comp. Mt. 20:20; 27:55, 56; Mr. 15:40, 41 y 16:1). Vivió
primeramente en Betsaida y luego en Capernaum. Era el hermano de Juan y también un pescador.
Debido a que su madre Salomé era hermana de María, la madre de Jesús (Jn. 19:25), Jacobo y Juan eran
primos de Jesús. Predicó en Judea y fue decapitado por Herodes Antipas en 44 d.C. (Hch. 12:1, 2).
Juan, llamado “el discípulo al que Jesús amaba”, era el hermano de Jacobo. También era de profesión
pescador. Juan escribió el cuarto evangelio, tres epístolas (1, 2, 3 Jn.), y el libro de Apocalipsis. Juan
ministró en Jerusalén, y desde Éfeso tuvo responsabilidad apostólica sobre las siete iglesias del Asia
Menor. Luego de su exilio en la Isla de Patmos durante el reinado de Domiciano, donde escribió el
Apocalipsis, Juan fue liberado y murió alrededor de los noventa años por causas naturales en Efeso.
Felipe vivía en Betsaida (Jn. 12:21). Predicó en Perge y murió como mártir en Hierópolis.
68
EL EVANGELIO DE MATEO
Bartolomé, también llamado Natanael, fue aquel de quien Jesús dijo: “un verdadero israelita, en quien
no hay engaño” (Jn. 1:47). Su ciudad natal era Caná de Galilea (Jn. 21:2). Llegó a ser misionero en
Armenia y fue desollado vivo.
Tomás fue llamado Dídimo, que en griego significa “mellizo”. Debido a que en los Evangelios Sinópticos
Tomás está relacionado con Mateo, es posible que hayan sido mellizos. Muchos comentaristas han
reparado en el doble ánimo de Tomás, en quien los mellizos de la fe y la incredulidad batallaban uno
contra el otro por el dominio de su mente. En realidad, fue un hombre muy valiente que estuvo dispuesto
a dar su vida por el Señor. Ministró en Partia, Persia e India. Fue martirizado cerca de Madrás, y su
tumba aún hoy se conserva en el monte Santo Tomás.
Mateo fue llamado “Leví” en Lucas 5:27 y el “hijo de Alfeo” en Marcos 2:14. Mateo parece haber sido
el nombre que él adoptó, el cual significa “regalo de Dios”. De acuerdo con Marcos 2:1, 14, Mateo
vivía en Capernaum. Es el tercero de entre los doce que ayudó a escribir la Biblia. Ministró en Etiopía
y allí fue martirizado.
Jacobo hijo de Alfeo fue llamado “Santiago el menor”, que significa “pequeño de estatura” (Mr. 15:40).
Predicó en Palestina y Egipto, donde fue crucificado.
Lebeo, cuyo apodo era Tadeo, es también llamado Judas (Lc. 6:16; Hch. 1:13). Predicó en Asiria y
Persia, donde fue martirizado.
Simón era llamado Zelote (Lc. 6:15). Los zelotes (también “celotes”) formaban un partido religioso
extremista que no reconocía a otro rey que Dios. Simón fue posteriormente crucificado.
Judas Iscariote fue el único de los doce que no era de Galilea. Iscariote significa “hombre de Queriot”.
Queriot era una ciudad situada a unos dieciocho kilómetros al sur de Hebrón, en Judá. Era hijo de
Simón (Jn. 6:71). El Salmo 109 profetiza acerca de Judas, y habla tanto de su carácter como del de su
padre y su madre. Judas fue el que traicionó a Jesús.
Los doce reciben una comisión
10:5-20
10:5, 6 - A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. El
llamado que recibieron los doce apóstoles fue el mismo de su Maestro. En primer lugar, el llamado de
ellos fue a predicar a Israel. Esto se ve en Isaías 49:5, 6: “Ahora pues, dice Jehová, el que me formó
desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque
estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); dice: Poco es para mí que tú seas mi
siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por
luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”.
69
EL EVANGELIO DE MATEO
Debían ir primero a los judíos, ya que estos eran el pueblo elegido de Dios, como dijo Moisés: “¿Ha
oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer?
¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con
señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como
todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?... Y por cuanto él amó a tus
padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran
poder” (Dt. 4:33, 34, 37).
El apóstol Pablo seguía este principio al predicar el evangelio. En primer lugar iba a las sinagogas. Si
no lo recibían, entonces se volvía a los gentiles. En Hechos 13:46 leemos: “Entonces Pablo y Bernabé,
hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la
palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos
volvemos a los gentiles”. Pablo dijo: “Al judío primeramente, y también al griego”. Con respecto a
Jesús leemos en Juan 1:11: “A lo suyo vino [los israelitas], y los suyos no le recibieron”. Jesús fue
primeramente a los israelitas, pero la mayoría de ellos no lo aceptó, por lo que luego fue a los gentiles.
10:7 - Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Como ya hemos visto en
4:17, este era exactamente el mismo mensaje que predicó Jesús: “Desde entonces comenzó Jesús a
predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Esta frase corta: “El reino
de los cielos se ha acercado”, podría traducirse como “El reino de Dios se acerca”. Esto se refiere al
reino milenario del Señor, el cual los judíos esperaban ardientemente.
Sin embargo, la expectativa era que su Mesías vendría y quitaría de sobre ellos el yugo del cuarto
imperio (Roma) a través del poder militar, como declara Daniel 7:13, 14, 18: “Miraba yo en la visión de
la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano
de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los
pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino
uno que no será destruido... Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta
el siglo, eternamente y para siempre”. Jesús usó la misma terminología (el reino de Dios) pero procuró
dejar en claro que el mensaje del reino era espiritual. Definió claramente las Leyes y caminos del reino
de Dios, no el inmediato control militar de Israel por su Rey.
10:8 -Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis,
dad de gracia. Estos cuatro aspectos y manifestaciones del poder de Dios estarán en la Iglesia en un
grado creciente en los últimos tiempos. Fluirán libremente no sólo de los ministros sino de todo creyente
lleno del Espíritu. Los santos de Dios tienen el poder para:
1.
2.
3.
4.
Sanar enfermos
Limpiar leprosos
Resucitar muertos
Echar fuera demonios
70
EL EVANGELIO DE MATEO
10:9, 10 - No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos
túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. La iglesia de los primeros
tiempos ciertamente tenía poco dinero, como dijo Pedro al cojo que pedía limosna: Hechos 3:6: “No tengo
plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hch. 3:6).
Ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno
de su alimento. Jesús indicó que todas las necesidades temporales de Sus ministros serían suplidas por
aquellos a quienes ministraran. El apóstol Pablo confirmó esto en Romanos 15:27: “Pues les pareció
bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes
espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales”. El Señor dio a entender claramente
que las congregaciones deberían ocuparse de proveer para las necesidades de sus pastores.
10:11 - Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí
hasta que salgáis. Aquí hay una clave para cuando viajamos y entramos en alguna cuidad o pueblo que
no conocemos. Debemos buscar una persona digna en el lugar (probablemente de la familia de la fe)
quien nos dé la bienvenida, reciba nuestro mensaje y nos extienda su hospitalidad.
10:12, 13 - Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella;
mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Debemos bendecir la casa a la que llegamos
para que la presencia del Señor pueda estar allí. Si la casa es realmente la casa de un hombre bueno,
entonces debemos liberar la paz de Dios que está sobre nosotros para que también permanezca en la
casa. Es una realidad de la vida que sólo podemos dar lo que tenemos. De modo que asegurémonos que
la paz de Dios esté siempre cubriendo nuestras mentes y corazones, para que podamos darla a otros.
10:14 - Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el
polvo de vuestros pies. He conocido lugares donde evangelistas que los visitaron hicieron exactamente esto.
Como resultado, no se ha podido comenzar ninguna iglesia dentro de los límites del pueblo, aún después de
cincuenta años. Vemos entonces que esta es una expresión muy poderosa del disgusto y juicio de Dios.
10:15 - De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad. Los evangelios a menudo mencionan el juicio eterno.
Jesús habla de que el juicio se basa en las oportunidades que hemos tenido en esta vida. También
compara nuestro juicio con la forma en que juzgamos a los demás. Por ejemplo, Sodoma y Gomorra
sufrirán un castigo mucho menor que aquella persona que ha oído el evangelio y lo ha rechazado.
10:16 - He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y
sencillos como palomas. El carácter de un ministro del Señor se compara con el de una oveja. Isaías
16:1 dice: “Enviad cordero al señor de la tierra”. La característica más llamativa de un cordero es su
mansedumbre. Esta es la principal virtud que necesitamos cultivar en oración como ministros. Debemos
tener la prudencia de una serpiente, la cual se sabe que posee una gran rapidez para escapar del peligro.
Otro pasaje bíblico que podría relacionar la sabiduría con la precaución es Proverbios 22:3, que dice:
71
EL EVANGELIO DE MATEO
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”. Más aún, el ministro de
Dios debe estar lleno de bondad, una cualidad que nos hace incapaces de hacer el mal a nadie, como
una paloma que sólo lleva paz dondequiera que vaya.
10:17 - Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán.
El Señor no ponía Su confianza en el hombre, porque sabía lo que había en el hombre (Jn. 2:25).
Nosotros tampoco debemos poner nuestra confianza en el hombre. Recordemos que lo que llena al
hombre es la naturaleza de Adán, la cual no es propensa a la fidelidad sino que busca su propio interés
y no el bien de los demás.
10:18 - Y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a
los gentiles. Así como Jesús “dio testimonio de la buena profesión” ante Pilato (1 Tim. 6:13), los
apóstoles y mártires de la iglesia de los primeros tiempos testificaron delante de los gobernantes de su
época.
10:19, 20 - Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella
hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de
vuestro Padre que habla en vosotros. Por la gracia de Dios, debemos ser tan llenos del Espíritu Santo
que Él hable claramente a través de nosotros para Su honra y gloria. Qué maravilloso es saber que
nunca estamos solos.
Las persecuciones a los discípulos
10:21-42
10:21 - El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán
contra los padres, y los harán morir. Habrá gran traición. Los hermanos se matarán unos a otros; los
padres matarán a sus hijos y los hijos a sus padres. Este fue el caso manifiesto del tiempo de la Alemania
nazi y la Rusia comunista. Con toda seguridad esto se repetirá en el tiempo del Anticristo.
10:22 - Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste
será salvo. La fe cristiana no goza de popularidad entre los hombres de este mundo porque revela sus
pecados, los cuales ellos aman. En consecuencia, odian a quienes traen luz a sus tinieblas. Al que vive
en la taberna no le gusta que le recuerden su condición pecaminosa. Aún cuando reconozca que está
errado, no se alejará de su pecado porque lo ama.
10:23 - Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis
de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre. El Señor advirtió
específicamente que la persecución más grande vendría de los líderes religiosos, aun hasta cuando
llegara el tiempo de Su Segunda Venida.
10:24, 25 - El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo
72
EL EVANGELIO DE MATEO
ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más
a los de su casa? Nunca creamos que nuestro mensaje será más aceptado y más fácilmente recibido que
el de nuestro Señor. La gente común bien podrá oírnos con gozo, pero Jesús advirtió: “Si al padre de
familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?” El Señor manifestó el poder, sabiduría, y
autoridad del reino, pero ellos dijeron que Él era del diablo. ¡Cuánto más seremos injuriados nosotros!
10:26 - Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto,
que no haya de saberse. A pesar de las persecuciones, no debemos temer a los malvados, porque
“mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Jn. 4:4).
10:27 - Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las
azoteas. Aquí el Señor habla de la necesidad de nuestra vida devocional. Recibimos un mensaje del
Señor en la quietud de nuestro lugar privado de oración. Debemos proclamar abiertamente lo que el
Señor nos habla en nuestros tiempos de oración con Él. Muy a menudo, es durante las horas de la noche
que oímos a Dios más claramente. Aun mientras dormimos, que nuestro corazón pueda estar despierto
(Cnt. 5:2).
10:28 - Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel
que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. En el tiempo de José Stalin, el dictador había
prohibido a los sacerdotes usar sus túnicas en público. Cuando cierto obispo que lo sabía perfectamente
fue llamado a su presencia, tuvo gran lucha en cuanto a la manera en que debería vestirse. Finalmente,
decidió no usar su hábito. Cuando entró a la oficina de Stalin, el dictador dijo con cierto desdén: “¡Veo
que me teme más a mí que a Dios!” Pueda Dios concedernos que nunca se diga tal cosa de nosotros.
Que tengamos el temor de Dios en nuestras vidas.
10:29 - ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro
Padre. Jesús desea que conozcamos el cuidado del Padre por Sus hijos. Existen literalmente miles de
millones de criaturas en el universo, pero el Padre Celestial sabe qué está sucediendo con cada una a
cada momento. Su conocimiento y capacidad llenan de asombro nuestras mentes terrenales. El Señor
Jesús quiere que comprendamos cuánto Él piensa en nosotros continuamente.
10:30 - Pues aun vuestros cabellos están todos contados. No conocemos el número preciso de nuestros
cabellos, pero el saber que están exactamente contados es asombroso. El rey David dijo: “Tal
conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender” (Sal. 139:6). Jesús
nos dice estas cosas para que venzamos el temor, como vemos en el versículo siguiente.
10:31 - Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. El Padre Celestial tiene en
cuenta todos estos detalles sobre nosotros y declara que para Él valemos más que todos esos pajarillos.
¡Ciertamente, Dios velará por nosotros y nuestras necesidades con infinito cuidado!
10:32 - A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de
73
EL EVANGELIO DE MATEO
mi Padre que está en los cielos. ¡Jamás nos avergoncemos de Jesús! Hay personas que luchan
constantemente con la vergüenza de confesar que son cristianos. Existen espíritus específicos de
vergüenza provenientes del infierno que buscan confundir nuestras mentes y corazones para que no
confesemos nuestra fe en Jesús como nuestro Salvador. Por lo tanto, procuremos liberarnos de estos
demonios de modo que continuamente seamos libres para confesar el Nombre que es sobre todo nombre.
10:33 - Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi
Padre que está en los cielos. En su última carta a Timoteo, el apóstol Pablo recordó a su hijo espiritual:
“Si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará” (2 Ti. 2:12). Por Su
gracia, declaremos con toda osadía como hizo el apóstol Pablo: “Porque no me avergüenzo del evangelio,
porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Ro. 1:16).
10:34 - No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
Más que cualquier otra cosa en la vida, los pobres seres humanos deseamos estar en paz. Nuestro
concepto de la paz es el de la ausencia de conflicto, discusiones y luchas, y estar en armonía con
nuestros familiares y vecinos. Sin embargo, Jesús trae una espada que separa.
10:35 -Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre,
y a la nuera contra su suegra. A excepción del dinero, no hay casi nada que cause más divisiones en las
familias que la religión.
10:36 - Y los enemigos del hombre serán los de su casa. Esta es una cita de Miqueas 7:5, 6, que dice:
“No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.
Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los
enemigos del hombre son los de su casa”. ¿Qué debemos hacer en tales circunstancias, cuando nuestra
propia familia se nos pone en contra? Debemos hacer lo que hizo el profeta Miqueas. Leemos la respuesta
del profeta en Miqueas 7:7: “Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá”.
Dios nos dará abundante gracia en toda situación para que podamos triunfar (comp. He. 4:16).
10:37 - El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que
a mí, no es digno de mí. Muchas personas han sacrificado su salvación eterna al dejar de seguir a Jesús
con tal de poder tener paz en el hogar.
10:38 - Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Las cruces se presentan en
muchas diferentes formas, tamaños y disfraces. Pueden evitarnos, odiarnos y burlarse de nosotros tanto
en la familia como en nuestro trabajo. Cualquiera sea la forma que tome nuestra cruz, esa será la forma
o el tamaño de la gracia que nos permitirá cargarla.
10:39 - El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. La
humanidad busca confort y seguridad, especialmente para cuando llegue su vejez. Sin embargo, al
hacer esto, de alguna manera no alcanzan a ver a mayor distancia en el futuro como para prestar atención
74
EL EVANGELIO DE MATEO
a su bienestar eterno. Su vida temporal les importa más que su vida en el más allá. Quienes descuiden
su bienestar eterno perderán su vida, pero aquellos que estén dispuestos a sacrificar las comodidades de
esta vida por su recompensa eterna lo ganarán todo.
10:40 - El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El
Señor nos recuerda aquí que las personas serán juzgadas por la forma en que nos traten, porque somos
los mensajeros del Señor. Apliquemos esta verdad también a nosotros mismos. Debemos tratar a otros
ministros de Dios con respeto.
10:41 - El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que
recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. La medida en que recibamos y
atendamos a los ministros del Señor será la medida con la que se medirá nuestra recompensa.
10:42 - Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es
discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. El Señor presta atención con tanto detalle a
nuestra forma de tratar a Sus ministros que si tan solo damos a alguno de ellos algo de beber en Su
nombre, no perderemos nuestra recompensa. Olvidamos muchas de las cosas que hacemos, pero estemos
tranquilos que el cielo las recuerda. Por lo tanto, hagamos bien a todos, especialmente a los de la
familia de Dios (Gá. 6:10). ¡Que abundemos en buenas obras para Su honra y gloria! Dejemos que la
bondad de Jesús fluya de nosotros.
75
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 11
Jesús se ocupa de los negocios de Su Padre
11:1
11:1 - Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a
predicar en las ciudades de ellos. Después de enviar a los discípulos en misión, Jesús continúa con Su
propio ministerio. Él no descansaría ni por un momento en Sus obras pasadas o en el ministerio de otros
a quienes hubiere levantado. ¡Que podamos nosotros ser igualmente diligentes!
Jesús exalta a Juan el Bautista
11:2-15
11:2, 3 - Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle:
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? El suceso del arresto de Juan se relata
retrospectivamente en Mateo 14:3-12. Herodes Antipas lo había encarcelado porque Juan había dicho
al rey que no le era lícito tener la mujer de su hermano. En cualquier prisión, y especialmente en los
calabozos de la fortaleza de Macaerus, ubicada en las montañas que estaban al este del Mar Muerto, un
prisionero habría sido atormentado por las dudas.
Juan tuvo una revelación divina de que Jesús era el Cordero de Dios. Sin embargo, el confinamiento
solitario, sumado al hecho que habría sido el blanco principal de las hordas de Satanás para tratar de
trastornar su mente, habrían hecho surgir la duda en cualquier ser humano. En este momento, simplemente
buscaba confirmación de los mismo labios de Jesús por medio de sus propios discípulos. De hecho,
Juan deseaba estar bien seguro que Jesús era realmente el tan esperado Mesías.
11:4, 5 - Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven,
los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los
pobres es anunciado el evangelio. En lugar de decir sencillamente: “¡Sí, yo soy el Mesías!” Jesús buscó
inducir a los discípulos de Juan a creer en Él. Todos necesitamos una confirmación de la verdad, de
modo que por favor no critiquemos a Juan ni a sus discípulos. Luego, Jesús enumera los milagros,
todos los cuales podemos encontrarlos en el relato de Mateo, en los capítulos 8 y 9.
11:6 - Y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. El Señor ya había instruido a Sus propios
discípulos en cuanto al peligro eterno de negarlo, y ahora hace también la misma advertencia a los
discípulos de Juan.
11:7 - Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto?
¿Una caña sacudida por el viento? Ciertamente, Jesús podría haberse sentido desilusionado con Juan;
obviamente fue un golpe para Él. Jesús debe haberse sentido solo en Su misión. Como precursor, Juan
76
EL EVANGELIO DE MATEO
había sido preparado para conocer y entender esta misión, pero ahora el mismo precursor de Jesús se
encontraba asediado por las dudas. Jesús tuvo que caminar solo. No existe amargura ni autocompasión,
ni tampoco crítica en las declaraciones de Jesús en cuanto a Juan. Los comentarios del Maestro son
exactamente aquellos que esperaríamos del incomparable Hijo de Dios. En lugar de menospreciar a
Juan en alguna forma, Jesús lo honró.
11:8-10 - ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que
llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están. Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero
delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Aquí Jesús declara que Juan es realmente
un profeta que tiene un ministerio singular. Jesús identificó a Juan como el cumplimiento de Malaquías
3:1: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente
a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí
viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Al mismo tiempo que identificaba a Juan como el mensajero
prometido en Malaquías, Jesús también se identificó a Sí mismo como el Mensajero del pacto, el Señor
de la gloria.
11:11 - De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el
Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Jesús eleva ahora a Juan a una
gran altura espiritual al declarar que no hay hombre más grande que Juan. Luego declara que cualquiera
que haya entrado al reino es mayor (o disfruta de mayores beneficios) que Juan. Juan vivió durante la
era de la Ley. No conoció la era de la gracia y el amor de Dios como nosotros. La era de la Iglesia es
muy superior a la era de la Ley.
11:12 - Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan. Al reino de Dios no se entra por casualidad. Debemos batallar y luchar por las
verdades del evangelio y las bendiciones espirituales.
11:13 - Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Jesús deja claro que está anunciando
una nueva dispensación y que el Antiguo Testamento y la era de la Ley han llegado a su fin. Luego
confirma lo que el padre de Juan había profetizado en ocasión de su nacimiento: que Juan había venido
con el mismo poder que tuvo Elías (Lc. 1:17).
11:14, 15 - Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tiene oídos para oír, oiga.
Juan vino con el espíritu y el poder de Elías. En otras palabras, vino a preparar el camino para Jesús, tal
como vendrá Elías antes de la Segunda Venida del Señor. Sin embargo, debemos tener cuidado en
comparar las Escrituras entre sí, porque Jesús aseguró en el monte de la transfiguración que también
Elías vendría en persona.
Leemos en Mateo 17:10-13: “Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen
los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías
77
EL EVANGELIO DE MATEO
viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que
hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los
discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista” (resaltado del autor).
Elías ciertamente vendrá “antes que venga el día de Jehová, grande y terrible” (Mal. 4:5, 6). Esta es una
referencia a la venida de Elías antes de la Segunda Venida de Cristo. El “día de Jehová grande y terrible”
se refiere a la Segunda Venida, no a la primera. Cristo dijo que Elías ya había venido, como una referencia a
Juan, quien había venido con el espíritu y el poder de Elías. Como dijo Pablo, tenemos que “usar bien” la
Palabra de Dios. Elías es uno de los dos testigos que vendrán en los últimos días (ver Ap. 11).
La justificación de la sabiduría
11:16-19
11:16, 17 - Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en
las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos,
y no lamentasteis. Esta “generación” puede referirse, en un sentido, a toda la era de la Iglesia, porque la
gente no es distinta hoy de lo que era en los tiempos de Jesús. Aunque, por supuesto, las ilustraciones
que Jesús brinda son aplicables tanto a Juan como a Él mismo. Había personas frívolas que pasaban su
tiempo sentados en la plaza del mercado sin nada mejor que hacer que dedicarse a hablar cosas triviales.
Estaban molestas porque los demás no bailaban a su mismo compás.
11:18, 19 - Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre,
que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de
pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos. Las personas sin metas que nunca llegan a
nada en la vida critican a quienes se proponen metas importantes y procuran aportar elementos que
mejoren las vidas de sus semejantes.
Cuando trabajé durante un tiempo en un laboratorio de investigación, me contaron la siguiente historia.
Había un grupo de hombres jóvenes que tenían el mismo grado de inteligencia, la mayoría de los
cuales, después del trabajo, lo pasaban en tabernas y salones de baile. Sin embargo, había uno que
usaba este tiempo para estudiar más. Los otros procuraban disuadirlo y lo alentaban a ir y divertirse
como hacían ellos. Su respuesta siempre era que a su tiempo se darían cuenta de su error. Algunos años
después él era el supervisor de los otros y disfrutaba de muchas ventajas, como aumentos de salario y
privilegios que ellos nunca tendrían por haber malgastado esos años en una vida desenfrenada. En
forma muy similar, estos derrochadores de oportunidades que rondaban por la plaza del mercado
calificaban a Juan, el precursor de Cristo, de endemoniado. Al llegar el Hijo del Hombre, que comía y
bebía, dijeron: “He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores”.
Aunque Jesús llevaba una vida muy diferente de la de Juan, ellos de todos modos le encontraron defectos
y dijeron que el Hijo de Dios era un bebedor, probablemente igual que ellos. Amigos, aprendamos de
estos pocos versículos a ser diligentes y no esperar nunca la alabanza de este mundo.
78
EL EVANGELIO DE MATEO
El juicio eterno que vendría sobre las ciudades de su tiempo
11:20-24
11:20 - Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros,
porque no se habían arrepentido. Nuestro juicio estará determinado por las oportunidades que recibimos
en esta vida. Las ciudades del tiempo de Cristo tuvieron una oportunidad única que no tuvieron otras
ciudades a través del tiempo.
11:21, 22 - ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los
milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en
ceniza. Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón,
que para vosotras. Analicemos esta enseñanza sobre el juicio eterno. El juicio está determinado por el
grado de luz que una persona recibe en la tierra. Algunos reciben menos luz que otros, como en el caso
de Tiro y Sidón. Si les hubiera sido dada la luz que recibieron Corazín y Betsaida, sus habitantes se
habrían arrepentido. Aunque en ese caso se habrían arrepentido, están en el infierno por no responder al
nivel de luz que recibieron, a pesar de que no fue sino un destello comparado con la gloria radiante que
recibieron esas otras ciudades en el tiempo de Jesús. Si bien los habitantes gentiles de Tiro y Sidón
están en el infierno, su juicio no será tan severo como el de las ciudades en las que Jesús realizó Sus
grandes milagros.
En la Iglesia de hoy existe un error al que quiero referirme, y es la tendencia a esperar que llegue el
avivamiento de los últimos días para buscar la santidad y la pureza. ¡Esto es verdaderamente necio!
¡Ninguno de nosotros sabe siquiera si vivirá para ver el avivamiento! Debemos vivir a la altura de la luz
que tenemos ahora y buscar la presencia de Dios ahora. Debemos pedirle que cree en nosotros un
corazón limpio ahora. Que vivamos en la verdad presente (2 P. 1:12). Vivamos una vida de santidad
¡ahora!
11:23 - Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en
Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de
hoy. Pensemos que los homosexuales del tiempo de Abraham se hubieran arrepentido si hubiesen visto
los milagros que hizo Jesús. Sin embargo, sólo recibieron el testimonio de Lot, un hombre justo. Jesús
concluyó que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para
Capernaum.
11:24 - Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma, que para ti. Sodoma está en el infierno. Pero su lugar en el infierno no es tan horrible como el
lugar que tendrá Capernaum, aunque de todos modos también está en el infierno. No puedo describir
cuán terriblemente espantoso es perder la vida eterna y encontrarse en el infierno. No importa si es el
castigo en el infierno es más o menos severo. ¿Querría alguien estar allí para siempre? Por favor,
aprovechemos cada oportunidad que el Señor Jesús nos da y vivamos una vida santa que sea agradable
ante Sus ojos.
79
EL EVANGELIO DE MATEO
El descanso para nuestra alma
11:25-30
11:25, 26 - En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre,
porque así te agradó. Los grandes secretos de la vida no se revelan a los ricos o a quienes están llenos
de la sabiduría de este mundo, la cual produce arrogancia. Por el contrario, son revelados a los pobres
en espíritu y a quienes se consideran pequeños ante sus propios ojos. Aquí el Señor Jesús aplaude la
decisión del Padre. De la misma manera, nosotros también adoremos al Padre exaltando Su voluntad y
Sus caminos.
11:27 - Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al
Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Es sólo la gracia soberana
de Dios la que nos muestra que Jesús es realmente el Salvador del mundo y que no hay otro nombre
debajo del cielo en que podamos ser salvos. Seamos consecuentes con esto y agradezcamos a Dios por
haber elegido revelarnos a Su Hijo. ¡Vivamos una vida digna de esta gran gracia! Ahora viene otra
maravillosa invitación que tampoco debemos tomar livianamente.
11:28 - Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Esta no es una
invitación para salvación, sino más bien a una gracia mayor que el Señor ha reservado para los suyos.
Es el descanso de Dios. El descanso de Dios es un estado espiritual de la mente. Cuando entramos al
descanso de Dios somos capaces de suspender nuestras propias obras, pensamientos, propósitos,
ambiciones y luchas, y Dios puede obrar en nosotros para llevar a cabo Su perfecta voluntad en y a
través de nuestras vidas. En el próximo pasaje el Señor nos muestra el camino para llegar a esta
maravillosa bendición.
11:29, 30 - Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. La imagen aquí es
la de un buey fuerte y experimentado que lleva un yugo pesado, mientras la otra parte del yugo, más
pequeña y liviana, se colocaba sobre el cuello del buey más joven y de menor tamaño. De esta manera,
el buey más pequeño era guiado por el más experimentado, quien soportaba la mayor parte de la carga.
Al permitir que el Señor ponga sobre nosotros esta parte más pequeña del yugo de las cargas de la vida,
Él nos guía y dirige al mismo tiempo que lleva la mayor parte de la carga. Sin embargo, es esencial ser
Su compañero de yugo y no pretender hacer en la vida lo que a nosotros nos parece. De otro modo,
estaremos llevando una carga que no se espera que llevemos. Tal carga nos quebrará, porque la estamos
llevando solos, sin la gracia de Dios. Al llevar Su yugo conoceremos el maravilloso descanso de Dios.
¡Aleluya!
80
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 12
El Señor del sábado
12:1-8
12:1, 2 - En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron
hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus
discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.
Los discípulos estaban dentro del marco de la Ley, según lo establecido en Deuteronomio 23:25: “Cuando
entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de
tu prójimo”.
La acusación de los escribas y fariseos era que Jesús permitía a Sus discípulos quebrantar el día de
reposo, o que los alentaba a hacerlo. Según la opinión de aquellos líderes religiosos, los discípulos
estaban quebrantando sábado al arrancar algunas espigas de trigo. En realidad, la acusación contra los
discípulos no era acerca de quebrantar la Ley de Dios sino las tradiciones de los hombres, porque los líderes
interpretaban el hecho de arrancar espigas como un trabajo. Jesús respondió con cuatro argumentos:
1. A David y sus hombres se les dio el pan que sólo estaba permitido comer a los sacerdotes (1 S. 21:16). Esto también era contrario a la Ley. Sin embargo, el sumo sacerdote lo dio a David por dirección
de Dios, y David era un tipo de Cristo.
2. Los sacerdotes debían trabajar en el día de reposo para realizar la obra del Templo (comp. Nm.
28:9). Sus discípulos también estaban realizando la obra de Dios en el día de reposo.
3. Jesús mismo era mayor que el Templo. Por lo tanto, tenía derecho a instruir a Sus discípulos que
tomaran comida para satisfacer sus necesidades. Además, estaba poniendo en práctica una Ley
mayor: la Ley de la misericordia (y la Ley del sentido práctico).
4. Jesús es el Señor del día de reposo, y como tal se reserva el derecho de satisfacer las necesidades de
la humanidad en los días de reposo. Este ministerio trasciende toda otra clase de servicio.
12:3, 4 - Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron
hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni
a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? Aquí Jesús cita 1 Samuel 21:1-6.
La Ley a la que Jesús hace referencia se encuentra en Levítico 24:5-9: “Y tomarás flor de harina, y
cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. Y las pondrás en dos hileras, seis en
cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro,
81
EL EVANGELIO DE MATEO
y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová. Cada día de reposo lo pondrá
continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. Y
será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de
las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo”. Por lo tanto, este pan era sólo para Aarón y
sus hijos.
Sin embargo, David y sus hombres estaban hambrientos, por lo que el sumo sacerdote Ahimelec dio a
David los panes que habían sido quitados del altar para cambiarlos por panes del día, recién horneados.
La necesidad de David fue más importante que la Ley ritual.
12:5 -¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día
de reposo, y son sin culpa? El ritual del Templo incluía trabajar el día de reposo: la matanza de los
animales para el sacrificio, su preparación, la leña para el fuego y otros trabajos relacionados con el
Templo. Todo este trabajo manual estaba prohibido para los israelitas comunes, aunque se lo requería a
los sacerdotes.
12:6, 7 - Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. Y si supieseis qué significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes. Luego Jesús dejó claro que Él era mayor que el
Templo, el cual estaba dedicado a Él.
En un sentido muy real Jesús dijo que Sus discípulos eran sin culpa por comer el trigo para saciar sus
necesidades físicas, y que los fariseos hacían mal en condenarlos, porque así no mostraban misericordia.
La misericordia es la cualidad más alta del servicio, ya que el Propiciatorio (llamado también “el trono
de la misericordia) es la séptima pieza del mobiliario del tabernáculo de Moisés. El Propiciatorio es el
lugar donde Dios mora y habla al hombre.
12:8 - Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. Al decir esto, Jesús se refiere a que el
mostrar misericordia y saciar las necesidades de la humanidad trasciende a otras clases de servicio.
Jesús estableció una Ley más importante que la Ley ritual.
Jesús sana en el día de reposo
12:9-13
12:9 - Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. El Señor era cuidadoso de asistir en todo tiempo a
los servicios de la sinagoga. Esto es importante para nosotros, ya que existe la tendencia a dejar de ir a
la casa de Dios a cambio de escuchar o ver programas cristianos.
Pablo advierte en Hebreos 10:25: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Asegurémonos de ser fieles en
nuestra asistencia a la iglesia.
82
EL EVANGELIO DE MATEO
12:10 - Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle:
¿Es lícito sanar en el día de reposo? La maldad de los líderes religiosos era evidente para todo el que
quisiera verla. Su intención era destruir la reputación de Jesús. Los sufrimientos de los enfermos y los
afligidos no los conmovían en absoluto.
12:11 - El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en
día de reposo, no le eche mano, y la levante? Ahora el Señor expone su hipocresía, porque ellos mismos
en el día de reposo auxiliarían a un torpe animal sin considerarlo una violación de la Ley.
12:12, 13 - Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien
en los días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue
restaurada sana como la otra. En otro lugar Jesús destacó que el día de reposo existía para bendecir al
hombre. El día de reposo fue hecho para el hombre, no el hombre para el día de reposo. El día de reposo fue
hecho para nuestra bendición, no para esclavizarnos. Para confirmar Su enseñanza, Jesús sanó al enfermo en
el día de reposo.
Un consejo prepara un plan para matar a Jesús
12:14-21
12:14 - Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle. La seriedad con la que los
judíos tomaban el día de reposo hizo que perdieran Jerusalén a manos de Tolomeo Lagos, uno de los
generales de Alejandro el Grande, fundador de la Dinastía egipcia. El historiador griego Agatárquides de
Cnido escribió una obra titulada Actos de los sucesores de Alejandro, citada por Josefo (Libro XII. I. I).
En este relato histórico, Tolomeo pudo capturar Jerusalén, aun cuando estaba fuertemente fortificada,
debido a que los judíos no quisieron levantar sus brazos para defenderse en el día de reposo. Prefirieron
la dura servidumbre y exilio en Egipto antes que mover sus brazos en el día de reposo. Esta era la razón
del terrible odio que los fariseos tenían a Jesús. Su odio hacia Él les impedía ver el bien que Jesús hizo
al sanar a este hombre afligido. El odio de los fariseos era causado por su intolerancia y falta de
comprensión en cuanto al propósito de la Ley.
Debemos hacer aquí una pausa a fin de recibir la enseñanza de esta porción bíblica. El error doctrinal
produce rigidez, falta de flexibilidad espiritual, orgullo y deseo de destacar ese error al punto de excluir
toda otra verdad. Esto hace que las personas segreguen o critiquen a cualquiera que no esté de acuerdo
con su error. Esto es más que una idea o concepto equivocado: es un espíritu diabólico. Para decirlo
claramente, son doctrinas de demonios (1 Tim. 4:1).
Naturalmente, los demonios desean que sus doctrinas hagan caer en una trampa a muchos con su error,
haciendo que se aparten del camino de la justicia. Pablo habló de este falso fanatismo en Romanos 10:2, 3:
“Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. Porque ignorando la
justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios”.
83
EL EVANGELIO DE MATEO
12:15, 16 - Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos, y les encargaba
rigurosamente que no le descubriesen. Jesús no quiso confrontarse directamente con los fariseos, porque Su
hora aún no había llegado. Por lo tanto, procuró ponerse fuera del alcance de la ira de los líderes religiosos.
12:17-19 - Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: He aquí mi siervo, a
quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles
anunciará juicio. No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. Jesús no luchó, ni se
quejó, ni reclamó justicia para Sí mismo. Al contrario, se encomendó a Su Padre. Jesús cumplió Isaías
30:15, que dice: “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis
salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”.
“No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz”. Este versículo me fue revelado hace
algunos años cuando fui invitado a participar en manifestaciones callejeras y marchas por la justicia en
Washington. El Espíritu Santo me trajo este pasaje para mostrarme que Jesús nunca alzó Su voz en
manifestaciones o actos de rebelión contra las autoridades. Tampoco debiera hacerlo ninguno de nosotros.
Pablo dijo en Romanos 13:1, 2: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.
12:20 - La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el
juicio. En este versículo observamos la bondad de Jesús en Su trato con nuestras vidas. Mi querida
esposa, quien sufrió muchos problemas físicos durante muchos años, sentía que no sería capaz de sobrellevar
el dolor. En una oportunidad, ella preguntó francamente al Señor si tenía la intención de quebrarla.
El Señor respondió con dulzura citando el versículo 20: “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que
humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio”. Dios prometió a mi esposa que no terminaría
con este pequeño destello de vida que aún permanecía dentro de su alma, sino que la haría triunfar en su
prueba, lo que efectivamente sucedió. ¡Alabado sea el Señor!
12:21 - Y en su nombre esperarán los gentiles. Mateo desarrolla la idea que, debido a que Jesús fue
rechazado por los judíos, en última instancia Su ministerio sería “Luz a los gentiles”. Este llamado se
cumplió después de Su muerte y resurrección cuando envió a Sus apóstoles hasta lo último de la tierra.
La blasfemia de los fariseos
12:22-30
12:22 - Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego
y mudo veía y hablaba. El poder de Dios que estaba sobre Jesús era tan grande que ninguna enfermedad
ni demonio se le podía resistir. En estos últimos tiempos, el mismo poder fluirá a través de los siervos
del Señor y absolutamente nada será capaz de resistirlos.
84
EL EVANGELIO DE MATEO
12:23, 24 - Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos,
al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. La
gente nuevamente se preguntaba si Jesús era el gran Hijo del rey David, el Mesías prometido. Mesías
significa “el Ungido”, y ciertamente reconocían la extraordinaria unción de Dios que había sobre Jesús.
Cuán diferente era su actitud a la de los fariseos. Cuando los fariseos oyeron acerca de esto, dijeron que
Jesús echaba fuera los demonios por el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios. Los judíos
usaban “Beelzebú”, que era el dios filisteo de las moscas, para nombrar al diablo. Las irritantes moscas
eran símbolo de los demonios, los cuales atormentaban y hacían ingrata la vida de la humanidad.
12:25 - Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es
asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Aquí el Señor responde con
tres argumentos:
1. Si Satanás se echaba fuera a sí mismo, destruiría su propio reino.
2. Él echaba los demonios por medio de la oración: el mismo método utilizado por los discípulos
de los fariseos.
3. La expulsión de los demonios traía libertad y liberación.
12:26 - Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su
reino? Era inconcebible que Satanás permitiera la rebelión en su reino y que los demonios echaran
fuera a otros demonios. La acusación de los fariseos era ridícula.
12:27 - Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto,
ellos serán vuestros jueces. A continuación Jesús pregunta: “¿Por quién los echan vuestros hijos?” En
tiempos del Antiguo Testamento había otros que echaban demonios. Podemos ver a partir de este versículo
que los hijos de los fariseos echaban fuera demonios por medio de la oración. Indudablemente, algunas
de sus oraciones no eran contestadas. Por lo tanto, los hijos de los fariseos habrían reconocido que
Jesús había echado a los demonios por el poder de Espíritu Santo. De manera que Jesús dijo que los
hijos juzgarían a los fariseos. Esto condenaba los celos de los fariseos, ya que nadie podía negar el
milagro de liberación.
12:28 - Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros
el reino de Dios. Jesús presenta ahora un tercer argumento. Al atribuir todo el poder al Espíritu Santo,
Jesús dejó claro que era por la unción del Espíritu de Dios que Él se constituía en el vehículo por medio
del cual el reino de los cielos se manifestaba a ellos.
12:29 - Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si
primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. Para lograr la liberación primero debemos atar al
demonio principal o más fuerte que está en la persona.
12:30 - El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Quienes no
85
EL EVANGELIO DE MATEO
caminan junto al Señor, en realidad se le oponen. Debe haber unidad en el Cuerpo de Cristo. Sin
unidad, lo que tenemos es un conjunto desordenado de personas y recursos. Muchísimos cristianos y
organizaciones tienden a tener su propia agenda y a construir su propio reino, por lo que son obstáculos
para otros en la cosecha.
El pecado imperdonable
12:31-37
12:31 - Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia
contra el Espíritu no les será perdonada. Uno de los atributos más preciosos del Padre y el Hijo es que
perdonan con liberalidad. Esta es la razón por la que continuamente, en Sus enseñanzas, el Señor
subraya la necesidad de perdonarnos unos a otros. Sólo podemos recibir en la medida que damos, tanto
en las finanzas como en el terreno de la verdad.
La medida en que busquemos la verdad será la medida en que recibiremos verdad fresca. Esto también
se aplica al área del perdón. El Señor nos perdonará a nosotros en la misma medida que nosotros
perdonemos a otros. Sin embargo, no hay perdón para la blasfemia contra el Espíritu Santo. La blasfemia
contra el Espíritu Santo es atribuir a sabiendas las obras del Espíritu Santo a Satanás.
12:32 - A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al
que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. En Su
bondad, el Señor Jesús nos perdonará si hablamos contra Él y nos arrepentimos verdaderamente. Sin
embargo, no hay perdón o gracia por hablar contra el Espíritu Santo. Existe una afecto especial por
parte del Padre y del Hijo hacia el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo estuvo dispuesto a cumplir un rol modesto en las cuestiones de la creación y la
redención. Él es Aquél a quien no vemos y que no se manifiesta corporalmente, aunque posee una
forma similar a la de los hombres. Sólo busca la gloria del Hijo y del Padre. Por lo tanto, ellos protegen
el honor del Espíritu Santo. Esta es, en parte, la explicación del pecado imperdonable. ¡Qué gran insulto
es para Sus obras ser identificado con Satanás, especialmente cuando los hombres saben que no es así!
12:33 - O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el
fruto se conoce el árbol. El Señor, quien ama la justicia, siente un rechazo especial por la hipocresía.
“Sean o una cosa o la otra”, nos insta. No pretendan ser justos cuando no lo son, o, en nuestras palabras:
“Sé una cosa o la otra; no seas una mezcolanza”. Seamos o calientes o fríos (Ap. 3:15, 16), ¡pero no
seamos tibios para el Señor!
12:34 -¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia
del corazón habla la boca. El Señor llama a los fariseos “víboras”, porque quiere que nos demos cuenta
que una criatura disimulada y tramposa ¡no puede hablar cosas buenas! Es el disfraz de los malvados
para aparecer como justos al usar el vocabulario de las personas buenas. Hablamos según lo que hay en
86
EL EVANGELIO DE MATEO
nuestro corazón, y sus corazones estaban envenenados.
12:35 - El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal
tesoro saca malas cosas. Nuestros corazones son un jardín; y según sean nuestros corazones, así será
nuestro fruto. Por lo tanto, guardemos nuestros corazones con toda diligencia, porque de nuestro corazón
mana la vida (Pr. 4:23). Nuestra constante oración debe ser: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”.
12:36 - Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el
día del juicio. La perfección y la santidad están bajo el control de la lengua. Santiago 3:2 confirma
claramente esta verdad: “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste
es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”.
12:37 - Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. El rey David
oró: “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios” (Sal. 141:3). Pidamos al Señor
que nos ayude a no hablar neciamente con nuestros labios, como hizo Moisés, quien perdió su herencia
por ello (comp. Sal. 106:32, 33).
Los fariseos piden una señal
12:38-45
12:38 - Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos
ver de ti señal. ¿Por qué buscaban los líderes religiosos una señal? La nación se había criado en medio
de las señales. Desde los tiempos de Moisés, muchas señales habían sido dadas por Dios para apoyar
las palabras de los profetas. Sin embargo, esta petición fue hecha en sentido despectivo.
12:39 - El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será
dada, sino la señal del profeta Jonás. Los milagros que Jesús había realizado proporcionaban suficiente
evidencia de que Dios estaba con Él. Los escribas y fariseos estaban buscando nuevamente un medio
para contender sobre si era el Mesías prometido. No eran sinceros.
12:40 - Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo
del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Jesús hablaba de Su muerte y resurrección.
Al poner énfasis en las palabras “en el corazón de la tierra tres días y tres noches”, Jesús nos ayuda a
establecer que fue crucificado un miércoles y no un viernes como se cree comúnmente. Discutiremos
este punto más detalladamente en los capítulos que tratan sobre la crucifixión.
12:41 - Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque
ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. Ahora el Señor
vuelve al tema del castigo eterno. Jesús enfatiza repetidamente que nuestra conducta y respuesta al
evangelio determinarán no sólo nuestro destino eterno sino también nuestra posición en el cielo o el
infierno. Los fariseos del tiempo de Jesús recibirían la condenación mayor, porque aunque otros en
87
EL EVANGELIO DE MATEO
tiempos pasados oyeron a los profetas, aquí estaba hablándoles precisamente el Hijo de Dios, y ellos lo
rechazaron. Qué gran privilegio para cualquier hombre el poder ver y oír a Dios hecho carne.
12:42 - La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino
de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Luego, en un estilo de enseñanza puramente hebreo, el Señor repite esta verdad en el versículo 42 con
otro ejemplo. En este pasaje, el Señor habla de la reina de Sabá, quien se maravilló de la sabiduría de
Salomón. Ella dijo: “Pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo
la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído” (1 R. 10:7).
La reina vino a comprobar la sabiduría de Salomón, y creyó. Los fariseos, por otra parte, fueron testigos
constantes del poder de Dios manifestado a través de Jesús, pero no quisieron creer. Por lo tanto, Jesús
advirtió nuevamente que su condenación sería mayor. Seremos juzgados de acuerdo con las oportunidades
que hayamos recibido en esta vida. Aprovechemos al máximo todo lo que en Su gracia Dios nos da.
12:43 - Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo
halla. Ahora el Señor vuelve al tema de los demonios, el cual encierra lecciones muy importantes para
nosotros. Un demonio busca un lugar en el cual habitar, para poder descansar. Busca entrar a toda costa,
preferiblemente en los seres humanos. Este demonio en particular, luego de ser expulsado, regresa al
hombre del cual salió.
12:44 - Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida
y adornada. Aquí encontramos otra lección. No debemos contentarnos sólo con expulsar un espíritu
inmundo de una persona. Debemos asegurarnos que la persona reciba a Cristo, y si es posible, orar para
que sea lleno del Espíritu Santo y hable en otras lenguas.
12:45 - Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el
postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala
generación. Una casa vacía debe llenarse con alguna otra cosa; lo mismo sucede con las personas. Si
después de ser liberada de la presencia de demonios la persona no se llena del Señor, los espíritus
regresarán, y aún en un número mayor. Los demonios son seres gregarios; aman la compañía de otros
demonios. Si el vacío de una persona no es llenado con Dios, el demonio que fue expulsado de ella
regresará trayendo otros demonios consigo.
El peligro que existe en relación con la liberación es que, después que echamos fuera un demonio,
pueden entrar nuevamente otros si no nos aseguramos que la persona nazca de nuevo y sea llena del
Espíritu Santo. Además, la persona liberada debe cerrar la puerta al mal. Necesita un odio santo por el
mal.
La madre y los hermanos de Jesús
12:46-50
88
EL EVANGELIO DE MATEO
12:46, 47 - Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le
querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
Veremos en este episodio la humildad y mansedumbre de la familia de Jesús. No dieron por sentado
que podían interrumpir a Jesús por causa de su relación con Él. En realidad, fue otra persona quien
habló por ellos, como leemos en el versículo 47. Jesús aprovechó esta oportunidad para desarrollar una
importante lección que quisiéramos que millones alrededor del mundo pudieran oír.
12:48, 49 - Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Jesús preguntó a
quienes se hallaban a Su alrededor: “¿Quién es mi madre?” Con esta respuesta, puso a María al mismo
nivel que el de cualquier otro creyente, sin derechos o privilegios especiales. Si fue así mientras estuvo
en la tierra, ¿cómo es posible que en el cielo ella sea diferente de otros santos? ¿Cómo podemos orar a
ella y esperar que interceda por nosotros ante su Hijo, cuando sobre la tierra Jesús expresamente puso
a María al mismo nivel que los demás creyentes?
Dios llevó a un sacerdote a este pasaje de la Biblia después que este predicara con gran elocuencia a una
compungida congregación sobre la relación entre Jesús y Su madre. Fundamentalmente, el sacerdote
había dicho algo como esto: “Cualquier pecado que hayamos cometido contra el Señor, aunque lo
hayamos ofendido grandemente, será quitado y perdonado por medio de las lágrimas de Su madre
derramadas a nuestro favor”. Naturalmente, la congregación quedó muy conmovida por este
razonamiento.
Sin embargo, esa noche Dios habló al sacerdote en voz audible y le dijo: “¡Eres un mentiroso!” Acto
seguido, el Señor ordenó al sacerdote que leyera Mateo 12:48, 49. El Señor corrigió al sacerdote
diciéndole que si Jesús no dio a Su madre un lugar especial sobre la tierra, con toda seguridad tampoco
le daría esos privilegios en el cielo. En consecuencia, cualquier oración a María es vana e inútil.
El amado apóstol Juan, a cuyo cuidado confió Jesús a Su madre mientras estaba aún sobre la cruz, dijo
en 1 Juan 1:7, 9: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado... Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
12:50 - Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano,
y hermana, y madre. Estamos en la familia de Dios. Él, quien ama nuestras almas, es nuestro Hermano
Mayor, y Dios es nuestro Padre Celestial. ¡Alabado sea el Señor!
89
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 13
Las parábolas del reino
13:1-50
Hay en los Evangelios más de treinta parábolas atribuidas a Jesús. Según la definición del griego,
parábola significa “poniendo cosas a la par”1 . Una parábola se puede definir como “una historia natural
que ilustra una verdad celestial o espiritual”. La mayoría de nosotros tiene dificultades a la hora de
entender verdades abstractas, pero una ilustración hace que la verdad sea mucho más comprensible.
Es necesario tener en cuenta que estas parábolas fueron habladas, por lo que se pretendía que fueran
rápida y fácilmente comprendidas por los oyentes. Fueron dirigidas fundamentalmente a las personas
del tiempo de Jesús. Jesús tomaba Sus ilustraciones de la vida diaria y las experiencias de la gente
común, por lo que todos podían entenderlas y comprender lo que estaba tratando de decir. Para entender
el significado de las parábolas, a veces es necesario saber cómo era la vida en Palestina en tiempos de
Jesús. En su mayor parte, cada parábola ilustra una verdad principal. Por esta razón, los detalles no son
necesariamente importantes.
13:1 - Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. En las sinagogas, el Señor tenía que
enfrentar la hostilidad de los fariseos, los escribas y los gobernantes del pueblo. Intentaban acusarlo por
medio Sus dichos. Fuera de las sinagogas, la gente común lo escuchaba con agrado. De modo que en
este día Jesús se sentó a la orilla del mar y enseñó a la gente por medio de parábolas.
13:2 - Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.
Era una escena maravillosa. Todos los que se encontraban en la playa podían oír clara y nítidamente las
palabras de Jesús llevadas por la brisa que soplaba desde el agua.
Este era el método de John Wesley y otros evangelistas usados por Dios durante los avivamientos del
siglo XVIII. Cuando hablaban a decenas de millares de oyentes al aire libre, las multitudes se convertían
por medio de sus palabras mientras la presencia de Dios convencía de pecado a las personas. De esta
manera, se producían conversiones aun en la periferia, donde era difícil oír todo lo que se decía. Tal era
el poder del Espíritu Santo que envolvía a las masas reunidas.
13:3 - Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Esto
constituye el comienzo de lo que se conoce como “Las siete parábolas del reino”. Estas parábolas,
además de ilustrar siete verdades específicas, están relacionadas con otras series de “siete” elementos
en la Biblia. Por ejemplo, las siete iglesias del Apocalipsis, como así también las siete festividades del
Señor en Levítico. En el Apéndice B se incluye una tabla comparativa como ayuda para el lector, para
una mejor comprensión de esta relación.
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EL EVANGELIO DE MATEO
13:4 - Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
De inmediato asociamos al sembrador con el Señor y Sus ministros, lo que es una deducción correcta.
Sin embargo, no debemos dar por sentado que la semilla, que es la Palabra de Dios, será sembrada sólo
desde el púlpito o saldrá únicamente de labios de mensajeros santos. En muchas ocasiones en que yo
necesitaba oír a Dios, Él me habló a través de personas que no eran creyentes, de un artículo en el periódico,
o por algún otro medio. Sin embargo, tuve que ser sensible y estar atento para darme cuenta que Dios me
estaba hablando. Era como si yo iba por el borde del camino y oía la palabra que necesitaba oír.
13:5 - Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra. Los pedregales son sitios desolados. Quizá no estemos en un lugar lleno de la
presencia de Dios cuando Él nos hable. Por el contrario, podemos estar en una iglesia sin unción, o en
una congregación donde la gente vive en rebelión. Aun en lugares como estos Dios puede hablarnos;
por eso, tengamos un oído atento.
13:6 - Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Algunas de las personas con las que
hemos caminado en la vida nunca han valorado o atesorado la Palabra de Dios. Por lo tanto, la Palabra
no ha echado raíces en ellos, y cuando vienen las dificultades se debilitan y mueren. Puedo recordar
haber estado en compañía de tales personas en desiertos espirituales, y, oh, cómo me buscó Dios y me
habló.
13:7 - Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Los espinos representan a las
personas mundanas. Hubo ocasiones en que cristianos mundanos recibieron verdades de Dios muy
hermosas. Sin embargo, no caminaron en la realidad de esas verdades y finalmente se apartaron. Aun
así, mientras estamos entre ellos podemos rescatar verdades especiales que nos beneficiarán enormemente
si tenemos un oído atento. A veces Dios usa a personas que no tienen nada de espirituales para darnos
una palabra profética. Recordemos que Dios usó cuervos para alimentar al profeta Elías.
13:8 - Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por
uno. Es en medio de las congregaciones de los rectos que oiremos las verdades más profundas, que
enriquecerán verdaderamente nuestras vidas.
13:9 - El que tiene oídos para oír, oiga. Quiera Dios concedernos el tener un oído atento para oír
cuando nos habla, sin importar dónde o con quién estemos.
13:10 - Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Los
discípulos formulan ahora una pregunta que revela la actitud de Dios Padre para con la humanidad.
Debiéramos meditar mucho en la respuesta de nuestro Salvador, ya que será para nosotros una continua
lección a lo largo de la vida.
13:11 - El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no les es dado. Para entender lo que Cristo enseña aquí debemos comparar este
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EL EVANGELIO DE MATEO
versículo con otros pasajes bíblicos. En 1 Timoteo 2:4 se nos dice que Dios el Padre quiere “que todos
los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Lamentablemente, no todos los hombres
quieren aceptar este ofrecimiento lleno de gracia, de la salvación por medio de Cristo. No todos quieren
una vida piadosa y santa. Por lo tanto, Dios no echará Sus perlas de verdades a los cerdos, a aquellos
que desprecian el mensaje del reino. La verdad está velada adrede para algunos, mientras que es aclarada
a otros. La comprensión es un regalo de la soberanía de Dios a los justos; no es dada a todos.
13:12 - Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene
le será quitado. Este principio, que el Señor repite en Su parábola de los talentos, no es sólo un hecho
espiritual sino una verdad creativa. Cuanto más tenemos más recibimos. Cuanto más sembramos, más
cosechamos. Este principio es la clave de cualquier negocio exitoso. El dueño debe invertir en las
propiedades que produzcan los mayores ingresos. Del mismo modo, Dios invierte en aquellos de entre
Su pueblo que son más fructíferos. Daniel 2:21 confirma este pensamiento: “El... da la sabiduría a los
sabios, y la ciencia a los entendidos”.
13:13, 14 - Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De
manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; y
viendo veréis, y no percibiréis. Jesús habla ahora de la condición espiritual de los líderes religiosos.
Aunque oían la predicación de la Palabra de Dios, no podían entenderla debido a la condición de sus
corazones.
13:15 - Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han
cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se
conviertan, y yo los sane.
La capacidad de comprender la doctrina radica en la voluntad del hombre. El Señor dijo en Juan 7:17:
“El que quiera [o esté dispuesto a] hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo
hablo por mi propia cuenta”. Si deseamos con todo nuestro corazón hacer la voluntad de Dios, entonces
comprenderemos la verdad. No depende de nuestro intelecto; depende de la gracia. Si Dios no nos da
gracia, no podemos ver. Es así de simple.
Ahora, volviéndose a Sus discípulos, Jesús dice en los versículos 16, 17:
13:16, 17 - Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de
cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y
no lo oyeron. Amigos, nosotros queremos estar entre los que pueden ver y oír las verdades divinas, así
como los once discípulos entendieron la verdad.
“Muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”.
Salomón dijo que hay un tiempo y lugar para cada cosa debajo del sol (Ec. 3.1). Los apóstoles y su
generación oyeron y vieron obras poderosas que otras generaciones no tuvieron el privilegio de presenciar.
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EL EVANGELIO DE MATEO
Dios tiene Su propio calendario divino. La cantidad de milagros poderosos que la gente ve depende de
la generación en la que vive. Quienes vivieron en la dispensación del Antiguo Testamento, obviamente
no vieron los poderosos hechos de Dios manifestados a través de Su amado Hijo. Quienes han vivido a
lo largo de los siglos de la era de la Iglesia no han visto la gloria que será manifestada en y a través de
la Iglesia de los últimos tiempos.
No obstante, debemos vivir de acuerdo con la luz que hemos tenido el privilegio y la dignidad de
recibir. No podemos vivir especulativamente en una era diferente de la que nos ha sido señalada por la
soberana sabiduría de Dios.
13:18 - Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador. El Señor nos da la interpretación de la parábola
del sembrador. Habla de cuatro condiciones del corazón humano.
13:19 - Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue
sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. El borde del camino era un
sendero muy transitado, pisado por muchos pies. Era duro y compacto. Las semillas que caen en esta
tierra no pueden germinar y crecer.
El rey Roboam tenía un corazón como este. No estaba preparado para recibir la Palabra de Dios (2 Cr.
12:14). Debemos romper los terrones de nuestra tierra arada y sin sembrar, para que la semilla de la
palabra caiga en un corazón blando y sensible que sea capaz de entender lo que se le está diciendo (ver
Os. 10:12).
13:20, 21 - Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe
con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución
por causa de la palabra, luego tropieza. Quienes terminan la carrera no son necesariamente los que
más gritan antes de comenzar. A menudo, los que son emocionales tienen en sus vidas muchas áreas
rebeldes que rehúsan rendir a Dios. En consecuencia, tarde o temprano esta clase de personas se ofenden
por una cosa u otra y se van de la iglesia.
13:22 - El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el
engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Los espinos se describen como los
afanes de este mundo. No debemos estar preocupados por las cosas de esta vida. Pablo dijo en Filipenses
4:6, 7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Los espinos también se interpretan como “el engaño de las riquezas”. Estemos libres del amor al dinero,
y (como agrega Lucas 8:14) de los placeres de la vida. No hace mucho tiempo, mientras consideraba la
posibilidad de ministerio en cierta iglesia, el Señor me dijo: “No siembres entre espinos”. Era triste
comprender que el Señor se rehusaba a dar verdades frescas a estas personas debido a su estilo de vida
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EL EVANGELIO DE MATEO
descuidado y licencioso. Dios sabía que no producirían el fruto de esas verdades en sus vidas. Amigos,
que nos hallemos en la categoría de aquellos con respecto a los cuales se dice en el siguiente versículo
que sus corazones son “buena tierra”.
13:23 - Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto;
y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. No nos contentemos simplemente con producir
treinta o sesenta veces más. Por el contrario, seamos como el Isaac de la antigüedad quien trajo fruto a
ciento por uno (Gn. 26:12).
13:24, 25 - Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue. Este es uno de los hechos más tristes de la vida de ministerio. Un buen
pastor buscará siempre sembrar la buena semilla de la Palabra de Dios en los huertos de los corazones
de su congregación, pero muy a menudo aparece el triste escenario que Jesús vuelve a mencionar en el
versículo 25. El enemigo aparece como un mensajero de luz, como una persona muy justa. Se gana a las
personas con su carisma y halagos. Siembra falsas enseñanzas en sus corazones y finalmente se va de la
iglesia.
13:26 - Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Es un hecho de la
vida natural y también de la espiritual que, cuando vienen las lluvias, lo que fue sembrado crece y
madura. Lo malo y lo bueno crecen juntos. Cuando esto ocurre, el pastor descubre con horror que tiene
una mezcla de estas dos clases de personas creciendo juntos en su iglesia.
13:27, 28 - Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los
siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Bien podemos imaginarnos la
consternación de los ancianos de la iglesia cuando contemplan la maldad. La reacción inicial de la junta
de cualquier iglesia es por lo general: “Resolvamos el problema ahora mismo”. Pero el pastor es más
cauteloso y paciente.
13:29 - El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. A
menudo los malos “envuelven” de tal modo a los justos que estos últimos no pueden discernir la diferencia
entre lo bueno y lo malo. Personas buenas, a menudo defenderán aun lo malo. Por lo tanto, el pastor
prudente no permitirá que sean tocados hasta que llegue el tiempo del Señor para tratar con ellos.
13:30 - Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los
segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en
mi granero. Notemos que en el tiempo de la siega los malos serán recogidos primero. No les será
permitido estar cuando venga el avivamiento.
13:31 - Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza,
que un hombre tomó y sembró en su campo. El grano de mostaza es una semilla muy pequeña. En
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EL EVANGELIO DE MATEO
Medio Oriente, a menudo se la utiliza en historias con moraleja. Las cosas muy pequeñas se comparan
con un grano de mostaza. Por lo tanto, la audiencia estaba familiarizada con esta analogía.
13:32 - El cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la
mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en
sus ramas. El grano de mostaza crece hasta hacerse una planta de altura importante, de tal manera que
los pájaros hacen sus nidos en ella. La verdad que el Señor trataba de ilustrar aquí era que la obra de
Dios comienza como algo muy pequeño. Creo que esto es verdad en la vida personal de cada creyente,
como dijo Bildad a Job: “Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande”
(Job 8:7). Quiera Dios concedernos el tener la gracia y paciencia para esperar el crecimiento del reino
dentro de nosotros, el cual vendrá a su debido tiempo.
13:33 - Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y
escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. Aunque en las enseñanzas judía y
bíblica la levadura se asocia siempre con el mal, en este pasaje Jesús lleva nuestra atención al poder
transformador de la levadura. La levadura tiene la característica de diseminarse completamente en
cualquier sustancia en la que sea colocada.
En este caso, fue colocada en tres medidas de harina. Si profundizamos un poco más, podemos decir
que estas tres medidas en las que penetró la levadura representan la vida del reino que penetra y transforma
el espíritu, alma y cuerpo de una persona. Que el efecto “leudante” de la Palabra de Dios pueda
transformarnos completamente a la imagen de nuestro bendito Señor.
13:34 - Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba. Jesús habló a
las multitudes en parábolas para que sólo quienes fueran hallados dignos comprendieran, y que los
otros fueran excluidos de los misterios del reino de Dios.
13:35 - Para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca;
declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo. Esto fue profetizado por David en Salmos
78:2. Por la sabiduría de Dios, Cristo habló a las multitudes por parábolas. Dios sabía de antemano
cómo reaccionarían los líderes religiosos del tiempo de Cristo. Sabía que sus corazones eran malvados
y que no deseaban conocer la verdad. De manera que Dios les habló en parábolas para que no
comprendieran lo que les estaba diciendo. De este modo, no eran capaces de comprender la verdad que
podría haberlos hecho libres. Cuidémonos de no tener un corazón malo de incredulidad y que nos
perdamos las verdades más preciadas de la maravillosa Palabra de Dios.
13:36 - Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le
dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. Las verdades de esta parábola fueron reveladas
en secreto. Esto sugiere que hay pocos en cada generación que realmente comprenderán la verdad.
13:37-39 - Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo
es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que
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la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. El Señor deja
realmente bien en claro que la parábola se aplica directamente a personas: los hijos del reino y los hijos
del diablo. En la actualidad existen sólo dos categorías de seres humanos en el mundo: los redimidos y
los no redimidos. El diablo es el padre de los malos, y el Señor es el padre de todos aquellos que han
nacido de nuevo.
También debemos recordar que “se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando
mentira desde que nacieron” (Sal. 58:3). Nacen tanto hijos buenos como malos. Cuando Dios abre sus
ojos, usted puede mirar a los hijos y discernir si son buenos o malos.
13:40, 41 - De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este
siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de
tropiezo, y a los que hacen iniquidad. Como vemos en el versículo 41, la Segunda Venida del Señor
será el tiempo del juicio final. Esta verdad se repetirá en la séptima parábola del reino, que habla acerca
de una separación de lo bueno y lo malo cuando Él se manifieste.
13:42, 43 - Y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los
justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. El destino
final de los malos es el lago de fuego que arde eternamente. Recordemos que si hay vida eterna, ¡también
tiene que haber juicio eterno! Los redimidos, en contraste con los malos, serán llenos de la luz y la
gloria del Padre y disfrutarán delicias a Su diestra para siempre.
13:44 - Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un
hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel
campo. Esta es la séptima de las parábolas del reino de Dios que encontramos en Mateo capítulo 13.
Las primeras cuatro fueron dichas a las multitudes, pero las últimas tres Jesús las compartió en privado
con Sus discípulos, con lo que dio a entender que son principalmente para Su círculo íntimo. Veremos
esto en nuestro cuadro en el Apéndice B, al final de este libro.
Las primeras cuatro parábolas coinciden con las doctrinas básicas de Cristo enumeradas en Hebreos
6:1, 2a, como así también con las primeras cuatro fiestas del Señor señaladas en Levítico capítulo 23.
Las primeras cuatro parábolas corresponden a las siguientes experiencias espirituales en la vida de un
creyente:
1.
2.
3.
4.
Salvación: arrepentimiento de obras muertas – Fiesta de la Pascua
Lectura de la Palabra de Dios: fe en Dios – Fiesta de los Panes sin levadura
Bautismo en agua: doctrina de bautismos (bautismo en agua) – Fiesta de las Primicias
Bautismo del Espíritu Santo: doctrina de bautismos (bautismo del Espíritu Santo) – Fiesta de
Pentecostés
El Señor revela estas últimas tres parábolas a quienes quieren ir más allá de los principios elementales
de Cristo.
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EL EVANGELIO DE MATEO
5. Llamado a salir: imposición de manos, dirección profética – Fiesta de las Trompetas
6. Aflicción y limpieza: resurrección de los muertos – Día de la Expiación
7. Gloria, poder, avivamiento y separación: el mensaje del juicio eterno – Fiesta de los Tabernáculos
Los discípulos comprendieron fácilmente la parábola del tesoro escondido. En aquellos tiempos, si
existía la amenaza de invasión por fuerzas hostiles, los ricos buscaban escapar. Enterraban parte de sus
bienes y se llevaban aquellos que eran más fáciles de transportar. Su esperanza era volver cuando la
guerra hubiera pasado y recuperar su tesoro. Sin embargo, algunos nunca regresaban. De modo que
cuando la gente cavaba, a menudo encontraba tesoros escondidos. Entonces compraban el campo y se
apropiaban del tesoro.
Esto ilustra la verdad en cuanto a que al buscar la profundidad de la Palabra encontramos verdades
frescas que van más allá de los principios elementales de Cristo. Por lo tanto, esta quinta parábola
corresponde a la quinta fiesta, denominada de las Trompetas, la cual convocaba al pueblo de Dios a
marchar en el viaje por el desierto. Querido amigo, ¿ha oído usted el llamado de Dios a profundizar su
relación con Él?
13:45 - También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas. Las perlas
son el producto del sufrimiento. Un biólogo marino me explicó una vez la razón por la que algunas
ostras producen perlas y otras no. Las ostras más agresivas, que buscan trasladarse por el lecho marino
revuelven la arena al moverse. Así, se les mete algún grano de arena que luego les irrita las paredes del
estómago. Eso provoca una secreción que envuelve al grano, lo que finalmente se transforma en una
hermosa perla.
Las puertas de la ciudad celestial están hechas de perlas. Esto apoya lo que dijo Pablo en Hechos 14:22:
“Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”. De modo, amigos,
que son aquellos que buscan profundizar su relación con el Señor quienes hallarán la perla de gran
precio.
Esta parábola corresponde a la sexta fiesta, el día de la Expiación, que era el tiempo para afligir el alma.
Además, esto corresponde a la imposición de manos en Hebreos 6:1-3, porque el día de Expiación el
sumo sacerdote ponía sus manos sobre el macho cabrío que llevaría los pecados de Israel. Nosotros,
también, debemos saber lo que significa sufrir vicariamente por otros.
13:46 - Que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. La perla
de gran precio corresponde al clamor de Pablo en Filipenses 3:8: “Para ganar a Cristo”. El más grande
de los tesoros es el Señor mismo (ver Génesis 15:1).
13:47 - Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de
peces. Esta parábola habla del tiempo del avivamiento final. El Espíritu Santo será echado como una red
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EL EVANGELIO DE MATEO
sobre aldeas enteras, pueblos, ciudades y naciones. Toda clase de personas responderán, pero como continúa
diciendo la parábola, también habrá una gran selección de los peces buenos y malos.
13:48 -Y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan
fuera. He estado en avivamientos en el pasado y he visto toda clase de personas que responden al
llamado del Espíritu. Vi a muchas personas que fueron salvas, bautizadas en agua, y aun bautizadas en
el Espíritu. Por desgracia, al cabo de un tiempo ya no caminaban rectamente, y como consecuencia,
regresaron a su anterior vida de pecado.
13:49, 50 - Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y
los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Amado hermano, habrá una
gran selección, aun en el tiempo del último derramamiento que corresponde a la séptima fiesta, la de
los Tabernáculos. Era una fiesta de cosecha, el tiempo de la separación del trigo y la cizaña. Oh, amado,
caminemos rectamente delante de Dios a fin de escapar de la ira venidera, porque los gritos de los
perdidos serán aterradores al caer directamente en el lago de fuego.
La parábola del padre de familia
13:51-53
13:51 - Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. Debemos
orar por el Espíritu de entendimiento para poder comprender estas parábolas, como los discípulos.
13:52 - El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de
familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Aquí tenemos la clave para ser un maestro
de la justicia en el reino de Dios. Debemos producir como fruto las verdades que constituyen los
principios elementales de Cristo, porque nuestro deber es alimentar a los pequeños con la leche no
adulterada de la Palabra. Además, debemos presentar el alimento sólido de la Palabra a los cristianos
más maduros.
Para ser buenos maestros debemos buscar constantemente al Señor para que nos revele verdades mayores.
Uno de los ministerios del Espíritu Santo es mostrarnos cosas nuevas. Hay muchísimo de Dios para
conocer. Nunca agotaremos el conocimiento de Dios en estos pocos años sobre la tierra.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios... Y nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1
Co. 2:9, 10, 12). Debemos llenar continuamente nuestras despensas con experiencias y verdades frescas
de la Palabra de Dios.
13:53 - Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. Luego de descargar Su
alma de estas enseñanzas, el Señor no se quedó allí. Se dirigió rápidamente a Su siguiente misión.
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EL EVANGELIO DE MATEO
Seamos también de aquellos que no se quedan quietos a fin de poder cumplir con todo lo que Dios ha
preparado para nuestras vidas.
Jesús es rechazado en Nazaret
13:54-58
13:54-56 - Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban,
y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No
se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas
con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
Ahora Jesús regresa a Nazaret y a la sinagoga que había conocido toda Su vida. Todos allí estaban
asombrados de la sabiduría de Jesús y de los milagros que realizaba, pero se escandalizaban porque
para ellos no era más que el hijo de un carpintero. Habían crecido con Él y muchos lo habían conocido
como un muchachito. No tuvo educación universitaria, ni se había sentado a los pies de ningún rabino
importante. Jesús vino de una familia muy pobre y ninguno de Sus hermanos se había destacado. En
consecuencia, se escandalizaban de Él.
13:57 - Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia
tierra y en su casa. Esto nos recuerda las palabras del Señor al profeta Ezequiel: “Luego me dijo: Hijo
de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras. Porque no eres enviado a
pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel. No a muchos pueblos de habla
profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oyeran” (Ez. 3:4-6).
Es una tendencia del ser humano aceptar mucho más fácilmente el mensaje del Señor de parte de un
extraño que de alguien que es parte de nuestra propia congregación. La razón es que, así como sucedía
con Israel en el pasado, los cristianos tienden a endurecer sus corazones para no aceptar lo que Dios
está haciendo y diciéndoles. Por eso es que Dios envía misioneros a otros campos en los cuales las
personas los reciben más abiertamente. Debido a que la gente de Nazaret no recibió a Jesús, murieron
por la dureza de sus corazones.
13:58 - Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. La falta de fe en los
corazones de la congregación puede limitar a Dios y afectar también nuestro propio ministerio. Así es
que tengamos fe y creamos en el Señor para poder verlo realizar obras poderosas en y a través de
nuestras vidas.
99
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 14
La muerte de Juan el Bautista
14:1-12
14:1 - En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús. El Herodes al que se refiere aquí es
Herodes Antipas, que gobernó sobre Galilea y Perea. Su padre era Herodes el Grande, quien gobernó en
el tiempo del nacimiento de Jesús. La palabra “tetrarca” quiere decir “gobernador de una cuarta parte”. El
término llegó a utilizarse como el título para un gobernador subordinado que tenía dominio sobre una parte
del país. En ese tiempo, llegaron a Herodes las noticias de los milagros y maravillas que Jesús realizaba.
Herodes sentía remordimiento por haber ejecutado a Juan el Bautista, y ahora creía que Juan había resucitado.
14:2 - Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en
él estos poderes. Pudo haber habido consternación en la corte en ese tiempo. Según Orígenes, uno de
los Padres de la iglesia de los primeros tiempos, esto concuerda con la tradición de que había un gran
parecido entre Juan y Jesús debido a que eran primos de sangre. Herodes sabía que había ejecutado a
Juan injustamente, como veremos en los siguientes versículos.
14:3 - Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa
de Herodías, mujer de Felipe su hermano. Herodes Antipas se había casado originalmente con la hija
de Aretas, rey de Petra, pero en un viaje a Roma conoció a Herodías, la esposa de su hermano Herodes
Felipe, de la que se enamoró. Persuadió a Herodías para que dejara a su hermano y se casara con él, y a
cambio, se comprometió a deshacerse de su esposa.
14:4 - Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. Herodes había quebrantado dos leyes. Herodes
vivía en adulterio, pero también quebrantó otra ley que establece: “La desnudez de la mujer de tu
hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano” (Lv. 18:16). Con denuedo profético, Juan
denunció la conducta inmoral de Herodes.
14:5 - Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. Este es otro
aspecto que el historiador Josefo presenta en cuanto a la actitud de Herodes. Herodes temía al poder
que tenía Juan sobre las multitudes y le preocupaba que se rebelaran contra su autoridad. Esta era otra
razón por la cual Herodes deseaba dar muerte a Juan. Pero por otra parte, no quería incitar al pueblo.
14:6 - Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y
agradó a Herodes. Este era un vil acto de sensualidad por parte de una princesa adolescente en presencia
de todos aquellos capitanes del ejército quienes seguramente se habrán mostrado extremadamente
groseros (ver Marcos 6:21-29). En aquel tiempo, las mujeres permanecían en un área especial de la casa
llamada harén. Cuando aparecían en público, se tapaban con un velo. Tanto Salomé (la hija de Herodías)
como Herodes Felipe, obviamente tenían los mismos principios inmorales y disolutos de su madre.
100
EL EVANGELIO DE MATEO
14:7 - Por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. Este es un acto típico de un
hombre sumamente débil, inmoral, y probablemente en estado de ebriedad. Ningún hombre que tuviera
algo de dignidad habría hecho semejante promesa a una adolescente disipada y sensual como esta.
Obviamente, su madre la había instruido.
14:8 - Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
Es claro que Herodías estaba enfurecida por las acusaciones de Juan en cuanto a que no estaba legalmente
casada con Herodes Antipas. De modo que planeó esta danza sabiendo cómo reaccionaría Herodes.
14:9 - Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa,
mandó que se la diesen. Herodes vacilaba, como relata Marcos 6:20: “Porque Herodes temía a Juan,
sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero
le escuchaba de buena gana”. De modo que por una parte quería matarlo, pero por otra deseaba oírlo.
Así es el carácter vacilante de un hombre débil e inmoral quien es “reducido a un bocado de pan” por
una mujer libertina y manipuladora. (comp. Pr. 6:26).
14:10, 11 - Y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la
muchacha; y ella la presentó a su madre. Fue el temor del hombre lo que hizo que Herodes diera la
orden de ejecutar a Juan (Pr. 29:25). Pero, ¿cuáles fueron las consecuencias de esta maldad? El padre de
la anterior mujer de Herodes, el rey Aretas, se resintió por el trato dado a su hija. De modo que se alzó en
armas contra Herodes Antipas y lo derrotó. Los judíos tomaron esto como una señal del juicio de Dios.
Luego Herodes Felipe, el primer marido de Herodías, murió. El emperador romano Calígula dio el
territorio de Felipe a Herodes Agripa con el título de Rey. Por envidia, Herodías alentó a su esposo
Antipas a ir a Roma para pedir un título similar. Pero Herodes Agripa envió mensajeros para advertir al
emperador que Herodes Antipas intentaba revelarse contra Roma. El emperador le creyó, despojó a
Herodes Antipas de todas sus posesiones y bienes, y lo envió desterrado a Francia. De este modo,
Herodías arruinó completamente a Herodes Antipas. Las ruedas de la justicia de Dios quizá giren
lentamente, pero giran inexorablemente.
14:12 - Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las
nuevas a Jesús. Juan fue sepultado por sus seres queridos, y cuando Jesús lo oyó, supo cuál era el fin
que le aguardaba a Él.
La alimentación de los cinco mil
14:13-21
14:13 - Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la
gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Jesús se dirigió a un lugar seguro en el lado este del mar
de Galilea. Lucas 9:10 nos dice que se llamaba Betsaida. En esta región el país era muy escarpada y se
utilizaba para el pastoreo de ovejas.
101
EL EVANGELIO DE MATEO
14:14 - Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos
estaban enfermos. En realidad, la multitud se había adelantado al barco y le estaban aguardando. Por
favor observe que era la compasión de Jesús lo que motivaba los milagros. Necesitamos estar llenos de
la compasión de Dios para que haya un constante fluir de la provisión de Dios para quienes se hallan en
necesidad.
14:15 - Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya
pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Muchas veces
somos como los discípulos y hacemos un diagnóstico de la situación con nuestras mentes naturales. Me
temo que muy a menudo cometemos errores y dejamos afuera a Dios por no preguntar al Señor qué
debemos hacer en cada circunstancia. Felizmente, Jesús estaba allí y les dio directivas sobre Su voluntad
en este asunto.
14:16 - Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. Jesús casi siempre usa
canales humanos para hacer efectivas Sus bendiciones, y esta es la razón por la que dijo a Sus discípulos
que saciaran ellos las necesidades de la gente.
14:17 - Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. Su respuesta fue que solo tenían
“cinco” panes, lo cual, si nos interesa la numerología bíblica, es el número de la gracia. Había “dos”
peces, siendo el “dos” el número del testimonio y los testigos. En esta ocasión, habría un milagro que
daría testimonio de la gracia de Dios.
14:18 - El les dijo: Traédmelos acá. Qué diferentes resultan las cosas cuando las ponemos en las manos
de Dios. Esto hace que Dios pueda obrar más abundantemente de lo que pedimos o pensamos.
14:19 - Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos
peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos
a la multitud. Aquí estaba la multitud recostándose sobre la hierba del campo esperando recibir el pan
y el pescado que habían sido bendecidos.
Es tremendo lo que una bendición puede hacer. He sabido de situaciones en que llegaron visitantes
inesperados y no había suficiente comida. Para asombro de los anfitriones, después de la oración de
bendición todos los invitados comieron hasta saciarse, y hasta sobró. Yo recomiendo que primeramente
se bendiga toda obra. Luego prepárese para sorprenderse de lo que Dios hará. Su bendición enriquece
y no añade tristeza con ella (Pr. 10:22).
14:20 - Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas.
Aquí encontramos las benditas “sobras”. Hubo doce cestas llenas, y doce es el número del gobierno. En
este episodio tenemos otra señal que nos muestra que Jehová-Jireh, el Gobernador del universo, provee
para Sus amados.
102
EL EVANGELIO DE MATEO
14:21 - Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Los
Evangelios de Marcos y Lucas nos dicen que se sentaron en grupos de cien y de cincuenta. Estas eran
medidas del tabernáculo de Moisés. Aquí tenemos la representación de Aquel a quien glorifica el
tabernáculo: el divino Dador de la Ley, en persona. El efecto del milagro sobre la multitud fue tan
grande que dijeron: “Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo” (Jn. 6:14, 15;
comp. Dt. 18:18). Tenían la intención de tomarlo por la fuerza para hacerlo rey.
El milagro de caminar sobre el agua
14:22-33
14:22 - En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera,
entre tanto que él despedía a la multitud. Uno de los rasgos sobresalientes de la vida de Jesús es Su
preocupación por hacer buen uso del tiempo. Luego de realizar este extraordinario milagro de la
alimentación de los cinco mil, la mayoría de los hombres hubiera querido descansar. En cambio, Jesús
se prepara para otro milagro. Quizá veríamos más de la gracia de Dios si empleáramos nuestro tiempo de
manera más apropiada. Es como si Jesús siempre estuviera en movimiento, pero con dirección y propósito.
14:23 - Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Una vez más, no pierde el tiempo y se entrega a la oración para recibir fortaleza y dirección para Su
siguiente milagro.
14:24 - Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. El
Mar de Galilea puede estar muy embravecido y ser muy peligroso, especialmente para las embarcaciones
del tiempo de Jesús. Juan 6:19 nos dice que habían remado toda la noche y solamente habían avanzado
algo más de cinco kilómetros. Como el Mar de Galilea no es tan ancho en este punto, bien podrían
haber estado en medio del mar.
14:25 - Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. El Señor había
pasado la mayor parte de la noche en oración, y temprano en la mañana se acerca a los discípulos. Los
romanos dividían la noche en cuatro vigilias. Cada una de tres horas de duración:
•
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La primera vigilia era de las 6:00 p.m. a las 9:00 p.m.
La segunda vigilia era de las 9:00 p.m. a las 12:00 de la noche.
La tercera vigilia era de las 12:00 de la noche a las 3:00 a.m.
La cuarta vigilia era de las 3:00 a.m. a las 6:00 a.m.
14:26 - Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces
de miedo. Los judíos eran sumamente supersticiosos y tenían mucho miedo a las manifestaciones de espíritus.
14:27 - Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Es una característica
muy notable de Jesús que a lo largo de Su vida y ministerio se mostró siempre muy entusiasta. Aun
103
EL EVANGELIO DE MATEO
procuró transmitir este buen humor a otros. Yo creo que glorifica y agrada al Señor tener una disposición
gozosa y jovial en todo tiempo. El gozo genera gozo, y a la gente le gusta estar con los entusiastas. El
gozo nos da fortaleza.
14:28 - Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Pedro manifiesta ahora su habitual espíritu vivaz, al querer también él caminar sobre el agua. Siempre
tomaba la iniciativa. Es muy bueno tener esta clase de personas junto a usted en tiempos de prueba,
porque sus arranques de fe y espíritu de optimismo son contagiosos.
14:29 - Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Si
tenemos en cuenta que el mar estaba muy embravecido, que eran entre las tres y las seis de la mañana
y que aún estaba oscuro, este fue un verdadero acto de coraje.
14:30 - Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor,
sálvame! Luego, mirando las olas, Pedro se asustó y el temor reemplazó a la fe de modo que comenzó
a hundirse. He oído a muchos ministros criticar a Pedro con respecto a esto, pero yo preguntaría:
“¿Cuántos encontramos en la Palabra de Dios, aparte de Pedro, que hayan tenido la fe y el coraje de
caminar sobre un mar embravecido?” No olvidemos que este no fue un acto de presunción, sino un acto
de obediencia a la invitación: “ven”, hecha por el Señor.
14:31 - Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
dudaste? El Señor reprendió afectuosamente a Pedro. Después de todo, su fe debe haber agradado lo
suficiente al Señor como para incluirla en la Biblia.
14:32 - Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Tomados de la mano caminaron de
regreso a la barca, y el viento cesó. Sin embargo, el Evangelio de Juan nos da otro dato importante.
“Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban” (Jn.
6:21). Luego de estar en medio del mar, repentina e instantáneamente ¡se encontraron en la playa! Esto
es notable. Hubo en realidad varios milagros esa noche:
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Jesús caminó sobre el agua.
Pedro caminó sobre el agua ante la invitación del Señor.
Cesó el viento cuando ambos entraron en la barca.
La barca arribó inmediatamente al otro lado.
14:33 - Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres
Hijo de Dios. Luego de estos milagros los discípulos estuvieron totalmente convencidos que Él era el
Hijo de Dios, porque los había encontrado en su propio territorio: el mar. Ellos conocían el Mar de
Galilea y podían apreciar como nadie la grandeza de estos milagros. El Señor desea realizar milagros
especiales en su vida, allí donde usted vive, para que conozca Su grandeza.
104
EL EVANGELIO DE MATEO
La sanidad de muchos enfermos en la región de Genesaret
14:34-36
14:34 - Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. Genesaret es el nombre de una hermosa
planicie que se extiende al noroeste del Mar de Galilea. Era sumamente fértil, y a veces los judíos se
referían a ella como el jardín de los príncipes. Tiene un clima casi tropical y es una llanura muy agradable.
Para localizar la llanura de Genesaret vea nuestro mapa.
14:35 - Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra
alrededor, y trajeron a él todos los enfermos. En estos hermosos lugares, Aquel que personificaba la
perfección de la belleza, el Príncipe de los príncipes mismo, manifestó la gracia de Dios al restaurar
cuerpos humanos para que cumplieran el propósito que tenían originalmente.
14:36 - Y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron,
quedaron sanos. Tan solo un toque y eran sanados. Sólo un toque del Maestro y, al igual que ellos,
nosotros seremos sanados. ¡Estírese y tóquelo ahora por fe!
105
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 15
La tradición de los ancianos
15:1-20
15:1 - Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:... La
preocupación de los líderes religiosos acerca de las enseñanzas de Jesús los alentó a enviar una delegación
de sus miembros a encontrarse con Él y hacerle preguntas con respecto a Su ortodoxia.
15:2 -¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos
cuando comen pan. Había, básicamente, dos leyes que los judíos ortodoxos debían respetar:
1. La Ley escrita, dada en las Escrituras.
2. La Ley oral concebida por los ancianos (sus tradiciones).
Ellos citan las tradiciones de los ancianos, quienes habían establecido un complicado sistema de
lavamiento de manos antes de comer, para purificar a una persona de cualquier contaminación. Jesús
no responde directamente su pregunta, sino que responde con otra pregunta.
15:3 - Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por
vuestra tradición? Jesús cita un mandamiento de mayor jerarquía: el quinto de los Diez Mandamientos
entregados a Moisés en las dos tablas de piedra, escritas por el propio dedo de Dios. Los Diez
Mandamientos deben superar en importancia a todo otro mandamiento. Mientras que las leyes ceremoniales
ya no necesitan guardarse, los Diez Mandamientos constituyen la base del Nuevo Testamento, el cual ordena
que estos mandamientos sean escritos sobre las tablas de carne de nuestros corazones (He. 8:10).
15:4 - Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la
madre, muera irremisiblemente. Aquí el Señor combina dos textos bíblicos: Éxodo 20:12 (el quinto
mandamiento) con Éxodo 21:17, que establece el castigo para quienes maldicen a sus padres. Luego
Jesús confronta a los líderes religiosos.
15:5, 6 - Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo
aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado
el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Es necesario entender esta enseñanza de los fariseos
para comprender cuán gravemente habían desviado el quinto mandamiento de la intención original de
Dios. El Evangelio de Marcos también registra este episodio. “Pero vosotros decís: Basta que diga un
hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que
pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre” (Mr. 7:11). Esto significaba que
un judío podía ser eximido de ayudar a sus padres ancianos con sólo decir que él era una ofrenda, es
decir, que se había ofrecido a sí mismo a Dios, y por lo tanto le pertenecía y no era responsable de
106
EL EVANGELIO DE MATEO
proveer para ellos. Este era un típico argumento, que encontraba apoyo en la legislación judía, para
evitar las obligaciones del quinto mandamiento. Con esto, Jesús dijo que los fariseos eran unos hipócritas.
15:7, 8 - Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra;
mas su corazón está lejos de mí. Aquí Jesús cita textualmente Isaías 29:13. Estos judíos sobresalían en
las ordenanzas rituales externas, pero Jesús dijo que su adoración era vana.
15:9 - Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Debemos
tomar en serio estas enseñanzas de Jesús. ¿Qué es la verdadera religión y cómo se la define? Una de las
mejores definiciones que he oído la dio William Temple, Arzobispo de Canterbury. Temple dijo: “Adorar es
despertar la conciencia por acción de la santidad de Dios, alimentar la mente con la verdad de Dios, purgar la
imaginación con la belleza de Dios, abrir el corazón al amor de Dios, y entregar la voluntad a Su propósito”.
El apóstol Santiago, el hermano menor del Señor, escribió en Santiago 1:27: “La religión pura y sin
mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y
guardarse sin mancha del mundo”. En otras palabras, debemos guardar el quinto mandamiento y
extenderlo para que incluya a todos, y también, debemos ser santos en lo personal.
15:10 - Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended. Cuando nuestro Señor dice “oíd, y
entended”, es porque lo que sigue es vital para nuestra vida espiritual. Esta enseñanza en particular es
sumamente importante para entender qué es la verdadera santidad.
15:11 - No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al
hombre. ¡Nuestra boca es lo que nos contamina! De la boca procede toda impureza, porque de la
abundancia del corazón habla la boca. La boca es la que desata todas las obras de la carne: adulterio,
fornicación, enojo e ira. Casi cada pecado es lanzado y activado por la lengua, aunque en realidad
provienen del corazón. Por lo tanto, clamemos a Dios: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”.
15:12 - Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando
oyeron esta palabra? Las enseñanzas de Jesús y las de los fariseos estaban en abierto conflicto unas
con otras. Jesús decía que un hombre es santo si su corazón es santo. Ellos decían que si un hombre
cumple con determinadas observancias externas estas lo hacen santo. No podría haber dos enseñanzas
más opuestas que estas. Aprendamos el verdadero camino de la santidad para que no erremos a la
manera de los líderes religiosos quienes servían a Dios en vano con ideas inútiles, de hombres.
15:13 - Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Es en verdad un tema muy serio el que estos líderes no fueran designados por Dios. Se habían
autodesignado y habían sido reconocidos sólo por los hombres. Dios no los había plantado y serían
arrancados. A Su tiempo Dios los quitaría, y ciertamente no entrarían en Su reino eterno.
15:14 - Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Con eso, el Señor quiso decir: “No malgasten su tiempo peleando con ellos”. Es sabio no perder tiempo
107
EL EVANGELIO DE MATEO
en refutar los argumentos de los líderes religiosos de nuestro tiempo. Es mejor dejarlos y predicar la
leche espiritual no adulterada y el alimento sólido de la Palabra a los que son salvos.
15:15 - Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola. Los discípulos querían estar seguros
de haber entendido realmente la parábola. Cuando estudiamos doctrina es bueno pedir a Dios que
clarifique los conceptos en nuestros propios corazones, de modo que seamos capaces de enseñar y
guiar correctamente a otros en el camino de justicia.
15:16 - Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? Jesús estaba asombrado de que
fueran tan lentos para entender. Sin embargo, con mucha gracia repasó con ellos la verdad de la parábola.
Esta es una buena lección para nosotros debido a que muy a menudo nuestros oyentes son alumnos
lentos y tenemos que repetir las enseñanzas una y otra vez. Tanto si son clases de Biblia, seminarios o
enseñanzas desde el púlpito, debemos repetir y volver a repetir. Debemos desarrollar y presentar la
misma verdad desde muchos ángulos diferentes para asegurarnos que todos los que nos oyen la entiendan
y se haya hecho real para ellos.
15:17 - ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Lo que
comemos pasa a través de nuestros cuerpos, y por lo tanto no nos contamina, porque no afecta nuestro
corazón.
15:18 - Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Nuestros labios
contaminan todo nuestro ser cuando decimos cosas pecaminosas.
15:19 - Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Nuevamente, que nuestro clamor
continuo pueda ser: “Señor , por favor, crea en mí un corazón limpio”. También el apóstol Santiago
dice: “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto,
capaz también de refrenar todo el cuerpo” (Stg. 3:2).
15:20 - Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no
contamina al hombre. Amigos, no descansemos en observancias externas que nunca nos pueden hacer
santos. Pidamos a Dios que obre en nuestros corazones y trate con los verdaderos problemas. Aquí es
donde comienza la santidad.
La sanidad de la hija de la mujer cananea
15:21-28
15:21 - Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Históricamente estas regiones
situadas al norte de Israel habían sido el territorio de Hiram, rey de Tiro, quien fue un gran admirador
del rey David. Hiram contribuyó con parte de los materiales utilizados para la construcción del Templo
de Salomón; por lo tanto, estas personas no eran necesariamente enemigos de los israelitas. De hecho,
108
EL EVANGELIO DE MATEO
Israel comerciaba a menudo en los mercados de Tiro. Sin embargo, eran en esencia una nación pagana
y su rey, en el tiempo de los babilonios, fue comparado con Satanás (comp. Ez. 27–28).
15:22 - Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor,
Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Esta mujer
pagana conocía lo suficiente acerca de los caminos de Dios como para reconocer al Señor como el gran
Hijo de David.
15:23 - Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo:
Despídela, pues da voces tras nosotros. Observe en este pasaje la desesperación y perseverancia del
amor de una madre. En los evangelios, casi todos los milagros son el resultado del amor y la compasión.
La compasión es lo que libera la sanidad y bendición del Espíritu Santo. Pidamos al Señor que haga
más profundo nuestro amor a fin de que, como dice Pablo, estemos “arraigados y cimentados en amor”
(Ef. 3:17). A medida que crezcamos en amor y compasión sin duda veremos más del poder de Dios que
obra milagros al fluir en y a través de nuestras vidas hacia otros.
15:24 - El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Aquí
volvemos a ver que el amor y la fe son puestos a prueba. Lo mismo sucedió en el caso de Elías y Eliseo,
cuando Elías estaba por ser llevado al cielo. Elías buscó permanentemente desalentar a Eliseo para que
no lo siguiera hasta el final, pero lo estaba probando. Eliseo fue tenaz y se mantuvo junto a Elías para
recibir la doble porción. Las verdades y los milagros son para quienes verdaderamente los valoran.
15:25, 26 - Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo:
No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. La insistencia de esta mujer fue
extraordinaria. No aceptaba un “no” como respuesta. Debe haber pocos insultos tan fuertes como el de
llamar a una mujer un perro. Era un término sumamente degradante y despreciativo. Cualquier persona
normal se habría ofendido y retirado inmediatamente, pero esta mujer lo soportó. Sin duda los tormentos
y llantos de su hija la mantenían insistiendo en una respuesta a su desesperante necesidad. Debemos
pasar por experiencias similares con seres queridos que sufren para comprender realmente la
desesperación de esta mujer.
15:27 - Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus
amos. Nuevamente, la mujer no estaba dispuesta a ser rechazada. Nada importaba sino que su hija fuera
liberada de este tormento continuo, de día tras día y noche tras noche. La madre probablemente despertaba
muchas veces durante la noche por causa de los penetrantes gritos de su hija.
15:28 - Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y
su hija fue sanada desde aquella hora. Finalmente su insistencia y tenacidad dieron resultado. Su
continuo clamor y su negación a ser rechazada obtienen como respuesta la alabanza de nuestro Salvador:
“Grande es tu fe”. Que podamos también nosotros tener esa santa determinación que no será desestimada.
109
EL EVANGELIO DE MATEO
La sanidad de las multitudes
15:29-31
15:29 - Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. Jesús
regresó a Galilea, el lugar donde realizó aproximadamente el setenta por ciento de Sus milagros. Podemos
tener la sensación que la breve entrada del Señor en Tiro fue únicamente para beneficio de una mujer
gentil, pero este episodio tenía además el propósito de enseñar a futuras generaciones la lección de la
tenacidad. Es digno de mencionar que las personas que recibieron las palabras de elogio: “Grande es tu
fe”, eran gentiles. Estas personas fueron el centurión romano y la mujer cananea. Aún hoy, a menudo
encontramos más fe fuera de la Iglesia que dentro de ella. Que podamos nosotros ser las excepciones.
15:30 - Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos
enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó. En la Biblia se registran muchas experiencias de una
gloria extraordinaria, en las cuales Dios se reúne con Su pueblo. Quizá podríamos llamar a esta experiencia
cumbre en particular “el monte de la sanidad”. Muy a menudo Dios aparece asociado con las montañas:
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El monte Sinaí: donde fue dada la Ley
El monte de la transfiguración: donde se encontró con Moisés y Elías
El monte Hebrón: el lugar de la segunda y tercera unciones de David
El monte Sion: el monte de descanso y gloria
El monte de las bienaventuranzas
El monte de la sanidad
Isaías 2:3 nos dice que en los últimos tiempos “vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al
monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus
sendas. Porque de Sion saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.
15:31 - De manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados,
a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel. Sobre este monte Dios fue
glorificado ante los ojos del pueblo a través de la sanidad.
La alimentación de los cuatro mil
15:32-39
15:32 - Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días
que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el
camino. Esta experiencia cumbre donde Jesús sanó a los enfermos no duró sólo algunas horas. Habían
estado juntos en la cima del monte por tres días, durmiendo sobre el suelo con esterillas o cualquier otra
cosa que les sirviera para ello. El poder de Dios seguramente fue tan grande que lo único que a la gente
le importaba era estar con Jesús.
110
EL EVANGELIO DE MATEO
15:33 - Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto,
para saciar a una multitud tan grande? Muy poco tiempo antes los discípulos habían presenciado la
alimentación de los cinco mil, pero ahora sus corazones estaban tan endurecidos que nuevamente
aplicaron la razón para resolver el problema.
15:34, 35 - Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. Y
mandó a la multitud que se recostase en tierra. Aplicando la ley de los números, sabemos que el
número “siete” es el número de la perfección o que señala el carácter de completo de algo. Aquí
aparece nuevamente la idea del orden dentro de Su reino.
15:36 - Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los
discípulos a la multitud. Es en las oraciones de bendición y acción de gracias donde encontramos la
provisión para todas nuestras necesidades. Seamos personas agradecidas todo el tiempo y veremos a
Dios suplir todas nuestras necesidades.
15:37 - Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas
llenas. Comenzaron con siete panes, pero ahora tenían siete canastas de sobras. El hecho que comenzaran
y finalizaran con siete es una expresión de las Escrituras: “El que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6). Dios siempre termina lo que empieza. Él es el Alfa
y la Omega, el principio y el fin. Él hace todas las cosas bien, de modo que no estemos ansiosos por
nada.
15:38 - Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Cuatro es
el símbolo de la universalidad: norte, sur, este y oeste. Mil es el número de la abundancia. Aquí
encontramos la marca del Señor, quien es el Dios de la Abundancia. En este milagro vemos el
cumplimiento de la promesa bíblica: “Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de
pan” (Sal. 132:15). Lo que hizo por la multitud, hará también por usted si solamente está dispuesto a
creer en Él.
15:39 - Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y vino a la región de Magdala. En estos relatos
de los Evangelios sobre Su vida y ministerio hay siempre un sentido de movimiento. Jesús avanza
ahora hacia otra etapa en Su ministerio, esta vez en Magdala. En Marcos 8:10 se la llama Dalmanuta,
una ciudad situada sobre la costa oeste del mar de Galilea entre las poblaciones de Genesaret al norte,
y Tiberias al sur. Este era el lugar donde vivía María, de quien Jesús había expulsado siete demonios
(Mr. 16:9).
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EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 16
Otra vez piden a Jesús una señal
16:1-4
16:1 - Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Los fariseos y los saduceos eran dos grupos diametralmente opuestos entre sí. Los fariseos defendían y
guardaban estrictamente la Ley; eran los conservadores. Los saduceos eran los liberales que ni siquiera
creían en la resurrección. Aunque estos dos partidos no simpatizaban el uno con el otro, estaban felices
de unir fuerzas con el solo propósito de destruir a Jesús. Así es que vinieron a tentarlo. Es extraño pero
cierto, que aquellos hacedores de iniquidad que se odian entre sí son capaces de unirse cuando hay un
enemigo en común. Veremos esto más tarde en el momento de la crucifixión, cuando Herodes y Pilato
se hicieron amigos.
16:2, 3 - Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene
arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas!
que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!
Debido a que eran una nación de agricultores, el clima era el principal tema de conversación entre los
israelitas. Se decía comúnmente que cuando el cielo estaba rojo por la tarde habría buen tiempo. Cuando
el cielo estaba rojo por la mañana, el mal tiempo podía presentarse en cualquier momento durante ese
día. De modo que se habrían identificado rápidamente con estas palabras.
El razonamiento del Señor era simplemente que eran capaces de discernir las señales del cielo, pero no
eran capaces de entender los tiempos en que estaban viviendo. No comprendían que estaban viviendo
en el tiempo del cumplimiento de la profecía del profeta Isaías: “Y se manifestará la gloria de Jehová,
y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado” (Is. 40:5).
16:4 - La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del
profeta Jonás. Y dejándolos, se fue. Repetidamente, el Señor llamó “adúltera” a Su generación. El
adulterio parece haber sido el principal pecado de Israel. Los profetas de la antigüedad los denunciaron
por esta causa, como leemos en Isaías 57:3: “Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicera, generación
del adúltero y de la fornicaria”.
Es alarmante que en estos últimos tiempos el adulterio ya no sea considerado algo malo sino algo
aceptable tanto por parte del gobierno como por la sociedad. El adulterio distorsiona los principios de
una persona y provoca un deseo por lo espectacular. Sin embargo, el Señor reitera que no les será dada
señal sino la señal del profeta Jonás, cuya permanencia durante días y tres noches en el vientre del pez
fue un tipo de Su muerte y resurrección.
112
EL EVANGELIO DE MATEO
La levadura de los escribas y fariseos
16:5-12
16:5 - Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer pan. Veremos en este pasaje la
tendencia tan común en el hombre a racionalizar las cosas espirituales. Los discípulos se habían olvidado
de traer pan y dieron por sentado que Jesús se refería a las cosas naturales. Con esta suposición se
alejaron totalmente de la enseñanza de Jesús, quien quiso dejarles una lección espiritual. Cuando el
Señor hable, nunca asumamos que tenemos la interpretación; en cambio, pidámosle que nos haga claro
Su mensaje. Conocí a muchos que naufragaron en esta vida por su inclinación a interpretar sueños,
profecías, o pasajes bíblicos a partir de sus propios razonamientos.
16:6, 7 - Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Ellos
pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan. Es obvio que Jesús no hablaba del
pan natural, sino que el problema es nuestra mente humana, como declara Pablo: “Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Co. 2:14). “Por cuanto los designios de la
carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden” (Ro. 8:7).
De modo que no procuremos discernir las cosas espirituales con nuestra mente natural. La mente humana
natural es uno de los problemas más grandes del hombre. Aun los doce apóstoles sufrieron un gran
bloqueo en sus vidas espirituales por causa de sus mentes naturales.
16:8-10 - Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe,
que no tenéis pan? ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y
cuántas cestas recogisteis? ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? El
Señor cuestiona su fe y reorienta sus pensamientos hacia Su generosa provisión recordándoles los
milagros pasados. Ciertamente no esperaba que los discípulos proveyeran pan. El Señor es el proveedor.
16:11, 12 - ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la
levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen
de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos. El Señor tiene que tener
mucha paciencia al tratar con nosotros Sus criaturas caídas frente a nuestra necedad y nuestra falta de
discernimiento y percepción espiritual.
Es necesario que meditemos sobre este tema de la doctrina de error. El Señor compara la falsa doctrina
con la levadura, la cual se difunde por todo el volumen de harina en el que se la pone. Cuando se
permite que la falsa doctrina entre en las enseñanzas de una congregación, afectará cada área de la vida
de la iglesia y de cada creyente en particular. Jesús dijo que conoceríamos la verdad y la verdad nos
haría libres. Por lo tanto, cuidémonos de la levadura de la falsa doctrina y no permitamos que el espíritu
de error corrompa nuestras iglesias. Que podamos ser buenos pastores del rebaño y alimentemos fielmente
a nuestro pueblo con lo mejor del trigo.
113
EL EVANGELIO DE MATEO
La revelación de que Jesús es el Cristo
16:13-20
16:13 - Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Esta ciudad estaba llena de templos paganos. Anteriormente
llevaba el nombre de Paneas, en honor al dios griego Pan, pero fue rebautizada Cesarea (Ciudad de
César) por Herodes Felipe. Luego se le agregó Filipo para distinguirla de la ciudad de Cesarea que
estaba en la costa del Mar Mediterráneo. Ahora se acortaba el tiempo para el Señor porque estaba por
comenzar la fiesta de los Tabernáculos, que se celebraba en octubre. Esto habría sido poco más de seis meses
antes de Su crucifixión en abril. Su propósito al formular la pregunta: “¿Quién dicen los hombres que es el
Hijo del Hombre?” fue fijar el concepto de Su deidad en la mente y el corazón de Sus discípulos.
16:14 - Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Es claro que la gente tenía a Jesús por un poderoso profeta, pero quién era realmente no lo sabían.
Entonces Jesús insistió en el tema.
16:15 - El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Esto era lo realmente importante. ¿Sabían
realmente Sus discípulos quién era Él? Esta es una pregunta que todos deben responder. Decir que
Jesús fue un buen hombre o aun un gran profeta no es suficiente para nuestra salvación.
16:16 - Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Esta es la misma
declaración de fe que nosotros debemos hacer, porque no hay otro nombre debajo del cielo por el que
podamos ser salvos (Hch. 4:12; Ro. 10:9, 10).
16:17 - Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló
carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Estas palabras de Jesús son muy significativas.
Con ellas dice que nadie puede saber que Él es el Hijo de Dios si no es por la gracia soberana de Dios.
Ningún intelecto humano puede comprender este misterio; se requiere de una revelación del Padre
Celestial.
16:18 - Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella. Jesús dice a Pedro que sobre esta declaración edificará Su Iglesia,
y que Él es el Hijo de Dios. Su Iglesia ciertamente no está edificada sobre Pedro.
16:19 - Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los
cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Esta promesa no es sólo para Pedro,
sino para la Iglesia universal. Dios nos da el poder para atar las fuerzas del maligno sobre la tierra.
16:20 - Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo. El propósito de
esta confesión de fe era inculcar en los corazones de Sus discípulos la verdad en cuanto a que Él era
realmente el Mesías. Esto no debía ser conocido por todos, porque ¿cómo podría Israel crucificar a su
114
EL EVANGELIO DE MATEO
Mesías? Hablando de la sabiduría oculta y el misterio de Dios, el apóstol Pablo dice en 1 Corintios 2:8
que “ninguno de los príncipes de este siglo [la] conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían
crucificado al Señor de gloria”. La ignorancia fue uno de los factores que influyó en la crucifixión,
aunque era una ignorancia deliberada, producto de corazones endurecidos por el pecado.
Jesús revela su misión de ir a la cruz
16:21-26
16:21 - Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén
y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día. El Señor revela ahora a Sus discípulos que Su misión es morir en Jerusalén a
manos de los líderes religiosos. Esto era algo que Israel no podía entender. Era inconcebible que su
Mesías, a quien ellos imaginaban como un líder militar, pudiera morir.
16:22 - Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión
de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pedro sólo estaba haciéndose eco de los sentimientos de
cualquier israelita ortodoxo.
16:23 - Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo,
porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. En realidad, en ese momento
Satanás estaba usando a Pedro como una influencia, para apartar a Jesús de la cruz. Satanás sabía que
la cruz lo destruiría. De modo que aquí vemos uno de los grandes peligros de la vida. En un momento
Pedro fue usado por Dios para recibir una revelación maravillosa, pero ahora en un momento de descuido,
se transformó en un instrumento de Satanás. Cuidemos que esto no nos suceda a nosotros.
16:24 - Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame. La cruz es central en la vida cristiana. Recibimos vida por medio de la cruz de
Cristo. Sin embargo, también debemos tomar otra cruz: la cruz particular que Él elige para nosotros.
Cada uno de nosotros tiene su propia cruz.
16:25 - Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de
mí, la hallará. Debemos estar listos para renunciar a nuestra vida cada día. Pablo dijo a los corintios:
“Cada día muero” (1 Co. 15:31).
16:26 - Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué
recompensa dará el hombre por su alma? Este versículo debe ser nuestra meditación constante. ¿Qué
estamos haciendo y en qué invertimos los días que nos han sido asignados en la tierra? ¿En lo que no
tiene provecho o en lo que tiene recompensa eterna?
115
EL EVANGELIO DE MATEO
La Segunda Venida de Cristo
16:27, 28
16:27 - Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará
a cada uno conforme a sus obras. Nunca debemos olvidar que nuestra situación y recompensas eternas
estarán directamente relacionadas con la forma en que hayamos vivido nuestras vidas sobre la tierra.
Vivamos constantemente conscientes de esto.
16:28 - De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que
hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. Este dicho de Jesús se refiere a lo que viene ahora
en el próximo capítulo: la gloria en el monte de la transfiguración. Esta gloria, que se manifestó seis
días más tarde, prefigura la gloria que se verá cuando Cristo regrese.
116
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 17
La Transfiguración
17:1-13
17:1 - Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un
monte alto. Aquí tenemos al círculo íntimo de creyentes que experimentarían el cumplimiento de Mateo
16:28. Estos verían la gloria de Dios manifestada a través de Jesús. Esta gloria sólo sería vista por el
círculo íntimo. Con frecuencia vemos esto en la vida y también en la Biblia. Sólo a unos pocos
privilegiados se les ha permitido tener un atisbo de las glorias de Dios. A otros no se les permitió verlas.
17:2 - Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol. Esta gloria llegó seis días
después que Jesús profetizara su venida. Los seis días tienen una connotación profética. Es una referencia
al fin de la era de la Iglesia y el comienzo del reino milenario de Cristo sobre la tierra. En ambos casos
la gloria de Cristo será manifestada por medio de Su pueblo. Isaías también lo confirma claramente:
“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he
aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti
será vista su gloria” (Is. 60:1, 2).
Este pensamiento de la gloria de Dios manifestándose en Su pueblo se refiere definitivamente a los
últimos días de la era de la Iglesia, cuando todas las fuerzas de oscuridad se desatarán sobre la tierra.
Entonces el pueblo de Dios resplandecerá como las estrellas en la noche. Cuanto más densas sean las
tinieblas, más resplandecerán. Cristo es la fuente de toda gloria. Sin embargo, Su gloria será vista
también en aquellos que estén con Él cuando venga, como leemos en 2 Tesalonicenses 1:10: “Cuando
venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron”.
17:3 - Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Moisés y Elías son los dos profetas
mencionados en Apocalipsis 11. Son “los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del
Dios de la tierra” (Ap. 11:4). Lucas nos dice solamente que estaban hablando con Jesús acerca de Su
muerte (Lc. 9:31). De modo que podemos concluir que estos dos grandes profetas del pasado estaban
fortaleciendo a Jesús para las pruebas que tenía por delante.
17:4 - Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos
aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. El hecho que Pedro haya sugerido
construir tres tabernáculos relaciona la gloria de Dios con la fiesta de los Tabernáculos. Es sabido que en la
celebración de esta fiesta en la dedicación del Templo de Salomón, la gloria de Dios llenó el Templo.
17:5 - Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía:
Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Esta es la segunda de un total de tres
117
EL EVANGELIO DE MATEO
veces en que está documentado que el Padre habló al Señor con voz audible en presencia de otros.
Primeramente le habló en el Jordán en ocasión de Su bautismo ( Mt. 3:17), ahora en el monte de la
transfiguración, y la tercera vez en Jerusalén (Jn. 12:28). Aquí en el monte vemos que el Padre agrega
una orden para Sus discípulos: les ordena oír a Su Hijo.
17:6 - Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. Al oír la voz del
Padre se pusieron a templar de miedo. Era el mismo temor que experimentó el profeta Daniel “Quedé,
pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento,
y no tuve vigor alguno” (Dn. 10:8).
17:7 - Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Esto mismo le ocurrió a
Daniel. “Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de
mis manos” (Dn. 10:10). En presencia de tal manifestación del poder de Dios, nadie puede permanecer
de pie.
17:8 - Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo. Aunque fuera de contexto, vemos aquí
el clamor de nuestra vida, poder ver a Jesús y sólo a Él.
17:9 - Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el
Hijo del Hombre resucite de los muertos. Pedro esperó hasta escribir su última epístola, inmediatamente
antes de su muerte, para hablar de su experiencia con Jesús en el monte de la Transfiguración.
Pedro dijo en 2 Pedro 1:16-18: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro
Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos Su
majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria
una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz
enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo”.
17:10 - Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es
necesario que Elías venga primero? La razón para esta enseñanza sobre la venida de Elías fue la
profecía de Malaquías: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande
y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los
padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Mal. 4:5, 6).
17:11 - Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.
Jesús confirmó que Elías ha de venir, diciendo: “A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las
cosas”. Esto no ha ocurrido aún. Jesús quiso decir que Elías vendrá en un futuro. Esto está muy claro en
Apocalipsis 11:2, ya que Elías es uno de los dos testigos. Sin embargo, la profecía de Malaquías 4:5 ya
se había cumplido parcialmente con Juan el Bautista, quien había venido con la misma unción y poder
de Elías. En ese sentido, Juan era Elías, pero Elías mismo vendrá “antes que venga el día de Jehová,
grande y terrible”, que es la Segunda Venida de Cristo.
118
EL EVANGELIO DE MATEO
17:12, 13 - Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que
quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron
que les había hablado de Juan el Bautista. Este es el cumplimiento de la profecía de Gabriel a Zacarías,
el padre de Juan: “E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones
de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto” (Lucas 1:17).
La expulsión del espíritu de un lunático
17:14-21
17:14, 15 - Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:
Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en
el fuego, y muchas en el agua. Algo que agrada a Dios sobremanera es cuando asumimos una posición
de verdadera humillación al venir a suplicar ante Su presencia como hizo este hombre. La humildad
precede a la bendición. El hombre apeló a la misericordia del Señor. Este santo reconocimiento de
nuestra dependencia de Él no sólo es correcto sino que agrada a nuestro Dios. Este era un caso muy
severo de posesión demoníaca.
17:16 - Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Existen escalas de poder en el reino y
debemos reconocer que nos es necesario suplicar como los discípulos: “Señor, auméntanos la fe”.
17:17 - Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con
vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. El Señor suspiró en agonía de espíritu. El
camino de la fe había sido una forma de vida que había procurado impartir a Sus discípulos, pero ellos no
estaban cumpliendo Sus expectativas. No lo defraudemos al no cumplir sus expectativas para con nosotros.
17:18 - Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella
hora. Con seguridad veremos sanidades tremendas e instantáneas en estos últimos tiempos. Enfermedades
que la profesión médica consideraba incurables serán sanadas por el poder de nuestro Dios por medio
de Su pueblo.
17:19 - Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo
fuera? Nosotros también debemos hacer al Señor la misma pregunta en privado si es que estamos
orando por otros y no se sanan. “Señor, ¿por qué no se sanan? ¿Es por mi culpa? ¿Es por mi falta de fe,
o por la de ellos?”
17:20, 21 - Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un
grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero
este género no sale sino con oración y ayuno. El Señor les expone la realidad en cuanto a que la fe no
tiene fronteras, aunque al mismo tiempo reconoce que este había sido un demonio muy fuerte y feroz.
Algunos demonios pueden ser expulsados sólo por medio de la oración y el ayuno.
119
EL EVANGELIO DE MATEO
Jesús habla otra vez acerca de su muerte
17:22, 23
17:22 - Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de
hombres. El único pensamiento de Jesús es Su muerte y Su deseo de preparar a Sus discípulos. Sin
embargo, también vemos aquí que por primera vez habla de traición, porque Jesús sabía que Judas los
traicionaría.
17:23 - Y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera. Con el fin
de animarlos habló también de Su resurrección, teniendo la paz interior y la seguridad en cuanto a que
concretaría Su objetivo con excelencia y agradaría al Padre, quien lo resucitaría. Era la misma seguridad
que tuvo Pablo cuando pudo decir, en su última experiencia en la cárcel, que había acabado su carrera
y le aguardaba la corona de justicia (2 Ti. 4:6-8).
El dinero para el impuesto
17:24-27
17:24 - Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le
dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Este era el impuesto que tenía que pagar todo
israelita para el mantenimiento del Templo y los sacrificios que debían ofrecerse de acuerdo con la Ley.
Éxodo 30:13, dice: “Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario.
El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová”. Esto equivalía aproximadamente
al salario de dos días de trabajo. Como respuesta a la pregunta: “¿Vuestro Maestro no paga las dos
dracmas?” Pedro dijo: “Sí”.
17:25, 26 - El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón?
Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?
Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. Por medio de esta
pregunta el Señor simplemente quiso decir que Él, como el Hijo de Dios, estaba en realidad exento del
pago de impuestos.
17:27 - Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques,
tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.
La mayor preocupación aquí no era que los cobradores de impuestos pudieran sentirse insultados, sino
más bien que esto pudiera ser una piedra de tropiezo en su camino y pudiera apartarlos del camino de la
justicia. Jesús quiso decir que en algunos casos, aunque estamos legítimamente exentos de ciertas
formas de servicio, de todos modos debemos obedecer para no ser piedra de tropiezo para otros.
120
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 18
Jesús enseña sobre la humildad
18:1-10
18:1 - En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los
cielos? Al ser tan humanos, los discípulos a menudo comparaban entre sí sus méritos. En algunos casos
se generaban entre ellos tensiones cuando discutían sobre quienes ocuparían los lugares más importantes.
Este fue su tema de conversación aun durante la última cena (Lc. 22:24). En respuesta, Jesús llamó a un
niño.
18:2, 3 - Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os
volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Debemos ser siempre como
infantes, pero no infantiles. Para entrar en el reino, debemos nacer de nuevo. Sin embargo, también
debemos hacernos pobres en espíritu y vivir en una santa dependencia del Señor.
18:4 - Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Esta
actitud de reconocer de corazón que realmente no somos nada (y nada en absoluto) es lo que nos abre
los tesoros del reino. Recuerde que Satanás se rebeló por orgullo y perdió su posición celestial, y que es
a través de la humildad que los hijos de Adán pueden obtener lo que él perdió.
18:5, 6 - Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra
de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. Asimismo, debemos humillarnos y estar
abiertos a recibir a los pequeños como si recibiésemos a Jesús. Tengamos cuidado que nuestras palabras y
acciones no se transformen en piedra de tropiezo para la fe de un niño en Cristo.
18:7 -¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel
hombre por quien viene el tropiezo! Los demás siempre encontrarán razones para ofenderse, pero oremos
para que nosotros no seamos la causa de esas ofensas.
18:8 - Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en
la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Tan serio es el
tema de la vida eterna que el Señor dice literalmente que si uno de nuestros miembros nos hace perder
el cielo, es mejor quitarlo de nosotros que arriesgarnos a ir al infierno por causa de él.
18:9 - Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la
vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego. A la manera de un verdadero maestro
hebreo, Jesús repite Su ilustración y la verdad que esta encierra.
121
EL EVANGELIO DE MATEO
18:10 - Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Este pasaje finaliza recordándonos que
debemos procurar con toda diligencia asegurarnos de no ser la causa por la cual alguno de estos pequeños
no vaya al cielo.
La parábola de la oveja perdida
18:11-14
18:11 - Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. El relato del evangelio
tiene que ver, fundamentalmente, con la salvación de los pecadores perdidos. La palabra “religión”
significa “re ligar” algo que una vez estuvo unido. El hombre que estuvo una vez en comunión con
Dios quedó separado de Él por el pecado. Pero a través de la muerte de Cristo el hombre puede volver
a la presencia de Dios. Aquí el Señor quiere recordarnos el propósito para el cual vino al mundo.
18:12 -¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las
noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Cristo, el Buen Pastor,
cuida amorosamente de Su rebaño contando a sus ovejas una por una para asegurarse que todas están a
salvo en el redil. Pero si una se ha perdido, sale en busca del pequeño cordero extraviado. Del mismo
modo, los pastores de las congregaciones deben buscar a los que se “extraviaron” de la iglesia sin una
buena razón.
18:13, 14 - Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por
las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los
cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Con toda seguridad, aquellos que son restaurados son de
gran estima en medio de rebaño.
El hermano que peca
18:15-20
18:15 - Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has
ganado a tu hermano. Hay ocasiones en que usted es ofendido por otro miembro de la iglesia. El primer
paso es acercarse a él o ella y buscar la reconciliación. Sin embargo, si la persona no quiere escuchar,
hay varios pasos que debemos dar para resolver el problema.
18:16 - Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra. Debe hacerse todo esfuerzo posible para asegurarse que los hechos se aclaren perfectamente.
18:17 - Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
Hay personas que durante muchos años han tenido la oportunidad de conocer el camino de la salvación
y de llegar a ser miembros de la iglesia. Pero lamentablemente, debido a que no tratan con los problemas
122
EL EVANGELIO DE MATEO
en sus vidas con los cuales Dios los confronta, llegará el momento cuando esas cosas saldrán a la luz.
El resultado es que endurecen sus corazones, causan dificultades en la iglesia y luego critican a otros
miembros. Finalmente, se alejan de la iglesia y se pierden.
18:18 - De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis
en la tierra, será desatado en el cielo. No es coincidencia que estos versículos sean la continuación del
tema de los miembros de la iglesia que se alzan contra otros. Aquellos que se van de la iglesia por causa
de una ofensa a menudo hablan contra la iglesia, por lo que sus bocas deben ser silenciadas.
Tito 1:11 dice: “A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por
ganancia deshonesta lo que no conviene”. Debemos atar en el Espíritu a quienes causan problemas y
luego orar para que el Espíritu de Dios se libere y derrame Sus bendiciones sobre nosotros.
18:19 - Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. La repetición del Señor aquí es
para asegurarnos que se nos ha dado el poder de atar a los malos para preservar a los justos.
18:20 - Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. El
Señor confirmará esta acción de atar a los malos viniendo personalmente. Estas son las instrucciones
que dio Pablo en 1 Corintios 5:4, 5: “En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi
espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la
carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”.
La enseñanza sobre el perdón
18:21-35
18:21 - Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Para nuestra manera de pensar, todo tiene que tener un final. Pero Dios,
quien habita en la eternidad, no tiene límites.
18:22 - Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Aunque no deseamos
poner demasiado énfasis en los números, encontramos aquí un pensamiento interesante. Setenta veces
siete es 490. El período de tiempo establecido por Dios para la restauración de Israel fue de 490 años,
como leemos en Daniel 9:24: «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia
perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.
Decir que debemos perdonar “setenta veces siete”, sencillamente significa que no debemos llevar cuenta
de las ofensas. El número 490 (70 veces 7) es también el número del perdón para Israel. Para ilustrar el
perdón el Señor relata ahora la siguiente parábola.
18:23, 24 - Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus
123
EL EVANGELIO DE MATEO
siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Trasladada
a la economía actual, esta suma equivaldría a diez millones de dólares. Es una suma muy grande desde
cualquier punto de vista.
18:25 - A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para
que se le pagase la deuda. Naturalmente, el rey trataría de asegurarse de recuperar algo de su dinero, por lo
que siguiendo la costumbre de ese tiempo, sus planes eran vender a su siervo y su familia.
18:26 - Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo
pagaré todo. Ahora el siervo apela a la misericordia del rey y pide más tiempo para devolverle lo que le debe.
18:27 - El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Sin embargo,
el rey fue mucho más allá de lo que el siervo hubiera creído posible, ya que perdonó totalmente su
deuda. Este fue un extraordinario acto de misericordia.
18:28 - Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo
de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Su consiervo le debía solamente una suma
equivalente a un dólar, algo insignificante a los ojos de cualquier persona. Pero el amor al dinero y un
espíritu codicioso no le permitían perdonar a este hombre.
18:29, 30 - Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo,
y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. A
pesar de recibir las mismas súplicas que él había hecho al rey (cuando recibió tan grande perdón),
endureció su corazón y no quiso perdonar una suma de dinero tan insignificante. Encarcelar a un hombre
por esta cantidad es algo inconcebible.
18:31 - Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor
todo lo que había pasado. Es muy triste que alguien a quien se le ha dado semejante oportunidad en la
vida para empezar de nuevo, falle tan miserablemente.
18:32 - Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque
me rogaste. El señor discernió adecuadamente la condición del corazón de su siervo, la cual era
verdaderamente maligna y maliciosa. Bien dijo el profeta: “Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá
justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová” (Is. 26:10).
18:33 - ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? No
podemos cambiar el corazón de los malos por medio de actitudes bondadosas; estos se volverán contra
los justos porque su corazón está inclinado a transitar por las sendas del mal (Ec. 8:11).
18:34 - Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Por supuesto, toda obra mala tendrá su pago; por lo tanto, este hombre fue entregado a los mismos
124
EL EVANGELIO DE MATEO
verdugos que habría usado para atormentar a su consiervo. La regla divina sobre el juicio se cumple
siempre: el mismo juicio que impongamos a otros nos será impuesto a nosotros. Seremos medidos con
la misma vara con que midamos a otros (Mt. 7:1-5).
18:35 - Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a
su hermano sus ofensas. ¿No es esta una lección para tener muy en cuenta? Dios nos tratará de la
misma manera en que tratemos a otros. Asignemos gran importancia a cultivar un espíritu de perdón y
oremos que el mismo fluya como una poderosa fuente desde nuestros corazones hacia otros. Entonces,
de la misma manera fluirá sobre nosotros un río desde el cielo. ¡Alabado sea el Señor!
125
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 19
La enseñanza sobre el divorcio
19:1-15
19:1 - Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de
Judea al otro lado del Jordán. El relato se refiere al último viaje de Cristo de Galilea a Jerusalén para
celebrar allí la última Pascua, en la que sería crucificado. Los otros escritores de Evangelios, Lucas y
Juan, registran muchos sucesos que Mateo no menciona. Marcos y Mateo retoman la narración y nos
dicen que Jesús, después de abandonar Galilea, se dirigió a Jerusalén pasando a través de Perea, que
estaba próxima a Judea, sobre la margen este del Jordán.
19:2 - Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. La multitud que lo siguió en Su último viaje a
Jerusalén seguramente fue importante. Obviamente, debe haber sido una impresionante demostración
de aceptación por parte de la gente en general.
19:3 - Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su
mujer por cualquier causa? Es fundamental entender la pregunta de los fariseos. Es importante que
sepamos cuál era la enseñanza generalizada en Israel en este tiempo en cuanto al divorcio. Había dos
grandes maestros, Shammai y Hilel, quienes representaban, respectivamente, las interpretaciones
conservadora y liberal en cuanto a las Escrituras. Los fariseos buscaban hacer que Jesús decidiera por
uno u otro. Sin embargo, Su respuesta los tomó por sorpresa.
19:4 - Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los
hizo. El Señor pasó por alto todos los argumentos de ese tiempo y volvió a la ley de la primera mención
con respecto al matrimonio, comenzando en Génesis 5:2. Luego cita Génesis 2:24:
19:5 - Y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne? La fuerza de Su declaración es tal que, literalmente, en el matrimonio dos personas se hacen
una. En Génesis 5:2, Dios llamó a ambos Adán.
19:6 - Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre. Jesús establece que el matrimonio es un acto de Dios, porque es Dios quien une a un hombre
y una mujer. Por lo tanto, no debemos tocar lo que Él ha hecho.
19:7 - Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Los fariseos
citan Deuteronomio 24:1, 2: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por
haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano,
y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre”.
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EL EVANGELIO DE MATEO
19:8 - El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;
mas al principio no fue así. Jesús corrige aquí la interpretación de ellos. Moisés nunca “mandó” dar
carta de divorcio. Jesús dijo que Moisés permitió el divorcio únicamente por la condición del corazón
de ellos. “Por la dureza de sus corazones les permitió repudiar a sus mujeres”. En consecuencia, vemos
que el divorcio surge de un corazón que se ha endurecido, que se ha vuelto frío e indiferente. Ya no es
un corazón lleno de ternura y amor por el otro. El mensaje del nuevo pacto es en su conjunto el de un
nuevo corazón de carne.
19:9 - Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Jesús dejó claro que Dios odia el
divorcio.
Dios dijo en Malaquías 2:14-16: “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la
mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
¿No hizo él uno?... Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de
vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de
iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis
desleales”. El matrimonio es un pacto, y Dios odia el divorcio porque es la ruptura de un pacto. Dios no
bendice los pactos quebrados.
Aquí tenemos lo que se denomina la cláusula de excepción: “salvo por causa de fornicación”. Cualquiera
que repudia a su mujer, [salvo por causa de fornicación,] y se casa con otra, adultera; y el que se casa
con la repudiada, adultera. (Corchetes incluidos por el autor para destacar la cláusula de excepción.)
Esta excepción no aparece en Marcos, ni Lucas, ni en ningún otro pasaje. Sólo Mateo registra esto
porque escribe al mundo judío, el cual tenía costumbres particulares con respecto al matrimonio, como
ya hemos mencionado en Mateo capítulos uno y cinco.
En la comunidad judía, el compromiso propiamente dicho duraba alrededor de un año, tiempo durante
el cual a los integrantes de la pareja se los llamaba marido y mujer. Cristo enseñó al mundo judío que si
había existido fornicación (no adulterio) durante el período del compromiso, uno podía repudiar a la
mujer con la cual estaba comprometido. El Evangelio de Marcos estaba destinado a los romanos. Como
en el mundo romano no existía esta costumbre, Marcos no la incluyó. En la sociedad judía, sólo los
hombres podían repudiar a sus esposas. Las esposas no podían repudiar a sus esposos. En la comunidad
romana las mujeres podían repudiar a sus maridos. Por lo tanto, Marcos incluye la enseñanza de Cristo
de que las esposas tampoco repudien a sus esposos.
Leemos en Marcos 10:11, 12: “Y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”. Dijo Jesús
en Lucas 16:18: “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la
repudiada del marido, adultera”.
127
EL EVANGELIO DE MATEO
Aun el apóstol Pablo lo repite en Romanos 7:2, 3: “Porque la mujer casada está sujeta por la ley al
marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en
vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa
ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”.
La enseñanza global de Jesús es contraria al divorcio. Esta era la posición que sostenía Shammai,
mientras que la escuela liberal de Hillel se burlaba de Deuteronomio 24:1. Exageraban diciendo “y si se
halla en ella algo que sea desagradable ante sus ojos”, dando a entender que cualquier cosa que una
esposa hiciera que desagradara a su marido podía ser causal de divorcio. Sin embargo, Moisés especificó:
“por haber hallado en ella alguna cosa indecente”.
Esto pareciera estar relacionado con alguna enfermedad sexual contraída antes del matrimonio. Mientras
que esto es materia de acalorado debate entre los liberales en todos los tiempos, es claro que el divorcio
está en contra de las enseñanzas de los profetas y ciertamente de las enseñanzas de Jesús. Efectivamente,
la compasión de Dios por una mujer perdida puede observarse en el Antiguo Testamento en la orden de
Dios a Oseas de volver a tomar a su esposa que había cometido adulterio.
19:10 - Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.
Es evidente por la respuesta de los discípulos que entendieron plenamente las palabras de Jesús con
respecto a que el matrimonio es permanente y exige compromiso. En efecto, decían: “Las demandas
son tan altas que es mejor no arriesgarse a casarse”.
19:11, 12 - Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por
los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El
que sea capaz de recibir esto, que lo reciba. A continuación el Señor habla sobre el celibato diciendo
que sólo a quienes les ha sido dado un don especial de Dios pueden evitar el matrimonio. Pablo mencionó
esto en sus escritos a los Corintios.
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios,
uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera
quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse
quemando [por la pasión]” (1 Co. 7:7-9, texto entre corchetes del autor).
Podríamos concluir esta sección diciendo que el matrimonio es honorable y santo y no se debe entrar en
él livianamente, porque es una unión para toda la vida entre marido y mujer. Lo que Dios ha unido no
lo separe el hombre.
128
EL EVANGELIO DE MATEO
Jesús bendice a los niños
19:13-15
19:13-15 - Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los
discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los
tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
No es sino adecuado que esta sección siga a la enseñanza sobre el matrimonio, teniendo en cuenta que
los hijos son la consecuencia de la unión y la comunión entre un hombre y una mujer. Son el fruto del
matrimonio y la señal de la bendición de Dios sobre él. Sin embargo, los hijos son una responsabilidad.
Deben ser enseñados, como ordena Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere
viejo no se apartará de él”.
Un hijo es una responsabilidad eterna. Debemos dar cuenta a Dios por su bienestar y también por su vida
espiritual. Por lo tanto, constituye una inversión que no debe ser tomada ligeramente. Debemos buscar al
Señor antes de traer una nueva vida al mundo para asegurarnos que sea la voluntad de Dios. Me gustaría
aplicar al respecto Juan 1:13: “Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios”. Oremos que todos nuestros hijos nazcan por la voluntad de Dios.
El joven rico
19:16-26
En cierto sentido, esta historia del joven rico continúa la serie. Primero fue la enseñanza sobre el
matrimonio, luego sobre los niños, y ahora el caso es de un joven. Debemos entender que la manera en
que criemos a nuestros hijos determinará su carácter y destino en los años posteriores. De modo que
observemos ahora detenidamente a este joven que ha llegado a ser un adulto.
19:16 - Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? ¡Qué
búsqueda maravillosa: La vida eterna! Pero, ¿por qué no sabía la respuesta, si había sido criado en un
hogar piadoso?
19:17 - El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres
entrar en la vida, guarda los mandamientos. El Señor refutó cuidadosamente el título de Maestro
bueno y atribuyó toda bondad al Padre. Es importante que no aceptemos el crédito por absolutamente
ninguna gracia que otros puedan ver en nosotros. Después de todo, ¿qué tenemos que no nos haya sido
dado?
19:18, 19 - Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso
testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El Señor es el
ganador de almas por excelencia. Está deseoso no sólo de que seamos salvos sino que podamos alcanzar
129
EL EVANGELIO DE MATEO
también todo lo que la gloria del cielo tiene para nosotros. De manera que Jesús cita primeramente las
leyes que Él sabe que este joven practica. Al considerar las leyes citadas por Señor, advertimos que este
joven poseía un carácter ejemplar. No solamente era sexualmente puro y escrupulosamente honesto,
sino que seguramente también se brindaba a otros en actitudes motivadas por el amor. Marcos 10:21
nos dice que Jesús lo amó cuando lo observó.
19:20, 21 - El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le
dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo;
y ven y sígueme. Jesús reconoció que el joven verdaderamente había guardado los mandamientos
mencionados, lo cual era realmente un maravilloso testimonio. Sin embargo, el amor al dinero, la raíz
de todos los males, estaba en su corazón.
“Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe,
y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Ti. 6:10). Esto es similar al décimo mandamiento: “No
codiciarás”.
19:22, 23 - Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
El dinero puede llegar a ejercer una gran influencia sobre nuestra vida y corazón. ¿Por qué las personas
aman el dinero? No es sólo por lo que el dinero puede comprar, porque existen muchos ricos que no
aprovechan el placer que el dinero puede comprarles.
En algunos casos, hay personas que hasta dejan de comer adecuadamente con tal de no gastar su dinero.
Otros se privan de los bienes de este mundo con el fin de aumentar sus cuentas bancarias. El dinero es
su dios. Lo alaban y adoran cuando en realidad no tiene valor en sí mismo. En la actualidad sólo es
papel. El afán por el dinero es uno de los espíritus más poderosos de todos. El amor al dinero es en
realidad amor al diablo.
19:24 - Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico
en el reino de Dios. El ojo de la aguja era una expresión utilizada para referirse a la pequeña puerta,
dentro de una puerta grande de la ciudad, que se abría para permitir la entrada de personas cuando las
puertas grandes estaban cerradas. Un camello no podría haber entrado por una de ellas. Esta era la
manera de Jesús de decir que los ricos que estaban muy apegados a sus riquezas no podrían atravesar
las puertas del cielo. No estaban dispuestos a cambiar sus riquezas por las glorias del cielo.
19:25 - Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser
salvo? Tan firme era la postura de Jesús en cuanto a que las riquezas de este mundo pueden impedir que
los hombres entren al cielo, que los discípulos reaccionaron de la misma manera en que lo habían hecho
con el divorcio: “¿Quién, pues, podrá ser salvo?” Era como si en ambos casos Jesús estuviera fijando
una norma tan alta que Sus seguidores dijeron: “Absolutamente nadie puede cumplir esta norma”.
19:26 - Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es
130
EL EVANGELIO DE MATEO
posible. Por lo tanto, amigos, llegamos nuevamente a la gracia de Dios que nos capacita para cumplir la
norma. Nunca debemos olvidar lo que dice Filipenses 2:13: “Porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Dios es capaz de obrar poderosamente en nuestros
corazones y cambiar nuestra mente y voluntad. Le recomiendo esta promesa.
En 2 Corintios 9:8 Pablo nos alienta de esta manera: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena
obra”. Por lo tanto, no desfallezcamos ante las demandas de Cristo. Por el contrario, dependamos de la gracia
de Dios, que es totalmente suficiente, la cual puede poner primeramente la disposición y luego darnos la
capacidad para llevar a la práctica esa norma en nuestro corazón y nuestra vida.
La recompensa de los apóstoles
19:27-30
19:27 - Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido; ¿qué, pues, tendremos? Este relato sigue al episodio del joven rico quien perdió todo por no
renunciar a todo. Pero si hemos enseñado a nuestros hijos a renunciar a todo por seguir Jesús, ¿cuál será
lección recompensa de ellos?
19:28 - Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente
en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para
juzgar a las doce tribus de Israel. Los doce apóstoles que siguieron a Jesús desde el comienzo del
nuevo orden (el Nuevo Testamento) tendrían el privilegio singular de juzgar a las doce tribus de Israel.
Pero para los que se entregaron totalmente a seguir a Jesús está reservado el honor de ser hechos reyes
y sacerdotes y reinar en un trono eternamente y para siempre (Ap. 1:6; 5:9, 10; 20:6). Este es el aspecto
eterno de la recompensa.
19:29 - Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o
hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Esta es la recompensa
para nosotros aquí, mientras estamos en la tierra, y no debemos pasarla por alto. Todo lo que hayamos
sacrificado por la causa de Jesús, lo recibiremos en esta vida multiplicado cien veces. Si hemos tenido
que dejar conocidos, familiares y amigos, recibiremos una familia que se extenderá a cualquier lugar de
la tierra al cual vayamos.
Es maravilloso ser parte de la familia de Dios. Experimentamos alegrías y privilegios que el mundo
nunca puede conocer, todo por estar en Cristo. Tenemos hermanos, hermanas, padres y madres en
Cristo en cualquier lugar donde pongamos nuestro pie. ¡Alabado sea Su maravilloso Nombre!
19:30 - Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros. Es una de esas extrañas realidades
de la vida, que muchos primeros a quienes Dios les dio la oportunidad de entrar en Su ministerio o
realizar determinada obra para Él, fracasan o retroceden, o no están dispuestos a obedecer sin reservas.
131
EL EVANGELIO DE MATEO
Vasti era esta clase de persona, pero más tarde vino Ester y tomó su corona. A esta clase de personas
podríamos llamarlas “andamios”. En un momento son usadas por Dios para ayudar a otros a surgir,
pero después el Espíritu Santo las descarta porque no están dispuestas a conformarse a Sus demandas.
Seamos nosotros verdaderas piedras vivas que componen la casa de Dios que permanece para Su gloria.
132
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 20
La parábola de los obreros de la viña
20:1-16
20:1, 2 - Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la
mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día,
los envió a su viña. El tema de esta parábola es la cuestión de la paga o recompensa que recibirán los
que trabajan para el Rey en Su reino sobre esta Tierra.
El primer grupo representa a los que son llamados a una edad temprana y entran en Su servicio. Quizá
se convirtieron cuando eran niños y toda su vida dieron testimonio del Señor. Puede representar también
a los que van al campo misionero desde que tienen alrededor de 20 años de edad y pasan toda su vida
trabajando para el Señor en algún país extranjero, y aun quizá que mueren en su tierra adoptiva.
20:3, 4 - Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y
les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Una de las lecciones
repetidas a menudo en esta parábola es la realidad en cuanto a que había quienes estaban dispuestos a
trabajar y sin embargo no habían sido contratados. Este es un hecho enfatizado tanto en el Antiguo
Testamento como en el Nuevo. Pablo dijo Romanos 10:15: “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?”
Dios tiene Su tiempo soberano para que se cumpla nuestro llamado y debemos esperar humildemente
Su decisión.
Es necesario que aprendamos una lección de la vida de Moisés, quien fue llamado en una edad temprana,
pero pensó prematuramente que estaba cumpliendo el llamado de Dios al matar al egipcio. “Pero él
pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo
habían entendido así” (Hch. 7:25). Moisés tuvo que pasar cuarenta años en el desierto; y fue sólo
cuando se encontró frente a la zarza ardiente que recibió su comisión y comenzó su ministerio activo en
la viña del Señor.
20:5-7 - Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora
undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día
desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña,
y recibiréis lo que sea justo.
Si acaso la hora del día representa el tiempo de vida de un siervo de Dios, vemos que algunos tuvieron
que esperar hasta una edad muy madura antes de ser usados por el Señor. He conocido muchos siervos
escogidos de Dios que fueron comisionados a los cuarenta, cincuenta, sesenta, y aun a los setenta años.
Y a menudo los que son llamados tarde en la vida son más fieles y estiman más el ministerio que
aquellos que entran a una edad temprana.
133
EL EVANGELIO DE MATEO
20:8-12 - Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y
págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido
cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron
que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo,
murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los
has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.
El hombre natural piensa que quienes trabajaron por más tiempo deben recibir más que quienes han
trabajado sólo durante una parte de sus vidas. Sin embargo, el juicio de Dios es conforme a Su sabiduría.
El Señor sabe que si les hubiese sido dada la oportunidad, los que fueron enviados últimos habrían
trabajado con alegría el día completo (es decir, durante toda su vida). Parece ser que Dios tiene
determinado un tiempo cuando nos necesita, aun cuando sea tarde en la vida, lo cual no nos impedirá
recibir la misma recompensa que los que tuvieron el privilegio de haber sido llamados antes. Por lo
tanto, Jesús señala a los murmuradores:
20:13-15 - Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo
en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito
hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Lo justo del juicio de Dios
se ve demostrado cuando pensamos que todos habrían estado dispuestos, pero les faltó oportunidad
porque no era el tiempo de Dios para ser usados. El apóstol Pablo lo describe de esta manera: “¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios,
e inescrutables sus caminos!” (Ro. 11:33).
20:16 - Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas
pocos escogidos. Los que habían trabajado todo el día en los campos se descalificaron a sí mismos por
su queja. Debemos prestar atención a la exhortación de Pablo: “Haced todo sin murmuraciones y
contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Fil. 2:14, 15).
Que la luz de un rostro agradecido alumbre al mundo. Que podamos estar verdaderamente agradecidos
por todo lo que el Señor nos da con tanta gracia—a nosotros Sus siervos tan inútiles.
Jesús enseña nuevamente sobre su muerte
20:17-19
20:17-19 - Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He
aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los
escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten,
y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.
Esta es la tercera vez que Jesús advirtió a Sus discípulos que se dirigía a la cruz (16:21; 17:22, 23). En
ese momento había una multitud alrededor de Él, pero hay una nota de urgencia en la forma en que se
134
EL EVANGELIO DE MATEO
dirige a los doce. Los toma aparte y procura hacerles entender el propósito de Su vida, que es ir a la
cruz. Sabía bien lo que le esperaba en Jerusalén. Su amante Padre Celestial no le había ocultado todas
las vilezas y crueldades que enfrentaría. Mas en obediencia al Padre sufriría la vergüenza y el dolor,
para que nosotros fuésemos redimidos. Luego agrega una nota más feliz: resucitaría después de tres
días.
Las lecciones sobre la humildad
20:20-28
20:20, 21 - Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y
pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos
míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Es muy evidente que a las madres les gusta vivir sus
vidas a través de sus hijos. El éxito de sus hijos significa todo para ellas. En consecuencia, la madre de
Santiago y Juan no estaba pensando sólo en esta vida, sino en la eternidad en el cielo. Ella también
sabía que en el cielo existen diferentes niveles de gloria. Existen diferentes rangos. Pablo declara que
así como las estrellas tienen diferente gloria, también seremos diferentes en la resurrección (1 Co.
15:41, 42).
Efectivamente, ella estaba solicitando los dos lugares más importantes en el cielo para sus dos hijos, los
cual no era precisamente una señal de humildad. Al registrar este mismo incidente, el Evangelio de
Marcos dice que fueron los mismos Santiago y Juan quienes solicitaron a Jesús esta posición tan
importante.
Cuando estudiamos acerca de las mujeres que estuvieron en la escena de la cruz, vemos que la madre
de Santiago y Juan estuvo allí. Mateo 27:56: “Entre las cuales estaban María Magdalena, María la
madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo” (cursiva del autor). Aunque Mateo no
revela su nombre, el Evangelio de Marcos sí. Su nombre es Salomé. Leemos en Marcos 15:40: “También
había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de
Jacobo el menor y de José, y Salomé” (cursiva del autor). Juan 19:25 dice: “Estaban junto a la cruz de
Jesús su madre, y la hermana de su madre [Salomé], María mujer de Cleofas, y María Magdalena”
(cursiva del autor).
Mateo habla de “la madre de los hijos de Zebedeo”. Marcos habla de “Salomé”. Juan dice “la hermana
de su madre” (es decir, la hermana de María, la madre de Jesús). Por lo tanto, la madre de Santiago y
Juan tiene que haberse llamado Salomé, y habría sido la hermana de María, la madre de Jesús. Santiago
y Juan serían primos hermanos de Jesús. Quizá por esta razón pensaron que tenían derecho especial a
estas posiciones debido a su relación familiar. A continuación Jesús da Su respuesta al pedido.
20:22 - Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de
beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Existen
cuatro bautismos en las Biblia relacionados con la vida del creyente.
135
EL EVANGELIO DE MATEO
1.
2.
3.
4.
El bautismo en agua
El bautismo en el Espíritu Santo
El bautismo de fuego
El bautismo de sufrimiento
Es a este último bautismo al que Jesús se refiere aquí. Pablo habla del mismo como “la participación de
sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte” (Fil. 3:10).
20:23 - El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis
bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para
quienes está preparado por mi Padre.
Este “vaso” es la copa de aflicciones que nos es necesario beber como cristianos. Está lleno con las
traiciones de amigos íntimos y personas que han caminado con nosotros quizá por muchos años. Incluye
decepciones en cuanto a proyectos, iglesias y personas. Pero Cristo nunca es una decepción. Mientras
nuestros ojos se mantengan fijos todo el tiempo en Él, nos sustentará por Su amor y Su gracia. El
resultado de todo esto es que le conoceremos de manera más íntima.
Bautismo significa ser sumergido. A veces parece que literalmente nos inundan las aflicciones, pruebas
y sufrimientos. Todo esto sucede en el campo de la economía, las falsas acusaciones y los sufrimientos
físicos, como fue el caso de la prueba de Job. Sin embargo, es nuestro amante Padre Celestial quien
maneja todas las cosas según Su buena voluntad. Cuando salgamos, seremos más puros que el oro,
preparados para que el Señor nos use.
20:24 - Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Los otros no estaban
dispuestos a renunciar a las mejores posiciones para beneficio de Santiago y Juan, y aparentemente
pensaban que tenían las mismas condiciones y posibilidades. Es triste que se diga de nosotros como
cristianos que estamos llenos de celos y envidia contra otros hermanos y ministros del evangelio. La
obra de Satanás prospera sobre la base de las luchas y divisiones dentro de las iglesias. Si nuestros
motivos son puros no habrá celos ni envidia, y no nos compararemos con otros. Cuando nuestros
motivos son puros sólo queremos glorificar a Dios, no exaltarnos a nosotros mismos. ¿Está usted
tratando de exaltarse a usted mismo o al Señor?
20:25, 26 - Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean
de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el
que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor. Los que son de este mundo buscan
honores, títulos y posiciones para elevarse a sí mismos por sobre sus iguales. Aun los líderes religiosos
del tiempo de Cristo amaban ser llamados “Rabí”. Pero el cristiano debe estar satisfecho con su título
de hermano o hermana en Cristo. La palabra clave en cuanto al servicio cristiano es “siervo” o esclavo
de Cristo. Debemos procurar ministrarnos unos a otros y recordar que la medida en que sirvamos
determinará la medida en que reinemos.
136
EL EVANGELIO DE MATEO
20:27 - Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. La motivación para lo que
hacemos por otros también debe ser pura. Debemos servir a otros con un corazón puro y no con afán de
recompensa. Debemos hacer todo por amor al otro. De esta manera nuestro ministerio subirá como olor
fragante delante del Señor.
20:28 - Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos. El Señor debe ser nuestro modelo a seguir en todas las cosas; y Él es el siervo de
todos. De Su vida brotan amor y servicio a otros. Nuestro ferviente deseo debe ser servir y aceptar la
posición más baja de todas. De esta manera seremos verdaderamente efectivos.
Aunque tenemos muchas personas que trabajan con nosotros, encontramos que no todas son igualmente
productivas. Aquellas que nos gusta tener a nuestro lado son las que están dispuestas a hacer lo que se
les pide. Es un gozo trabajar con ellas y las tareas se concretan en tiempo récord. Seamos trabajadores
dispuestos y gozosos para Su reino. Todo lo que logremos será por Su gracia y únicamente por gracia.
La sanidad de dos ciegos
20:29-34
20:29-34 - Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. Y dos ciegos que estaban sentados
junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten
misericordia de nosotros! Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo:
¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué
queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Entonces Jesús,
compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.
En este conocido relato del último viaje de Jesús de Galilea a Jerusalén, lo encontramos saliendo de
Jericó, la cual estaba a unos veintisiete kilómetros de Jerusalén. Había una gran multitud que sin duda
estaba apretujándolo, tratando de acercarse a Él para hacerle preguntas o simplemente para atesorar
cada Palabra que saliera de Sus labios. En medio de todo este bullicio, la multitud oyó los gritos de los
ciegos. La multitud no quería que distrajeran o interrumpieran al Maestro; así que algunos
(indudablemente en forma muy ruda y brusca) indicaron a los ciegos que guardaran silencio. Esto se
convierte ahora en una lección para nosotros.
¿Se darían por vencidos los ciegos ante la oposición de estos hombres con intereses egoístas, o perseverarían
hasta poder tocar a Jesús? Felizmente para ellos, no serían rechazados. Su clamor fue oído por el Maestro por
sobre los gritos de la multitud. En la vida a menudo seremos probados de la misma manera. No dejemos que
ninguna persona o circunstancia nos impida encontrarnos con el Señor. Vemos otra lección en la respuesta de
ellos a Jesús cuando les preguntó qué querían que hiciera por ellos.
Inmediatamente respondieron: “Señor, que sean abiertos nuestros ojos”. Debemos ser bien claros en
nuestros pedidos cuando venimos a Él. Recuerdo bien cuando era joven, que tenía un tremendo deseo
137
EL EVANGELIO DE MATEO
de ser bautizado con el Espíritu Santo. Cuando simplemente le pedí que me bendijera, los cielos
permanecieron como inconmovibles. Pero cuando fui específico, el Señor me bautizó con el Espíritu
Santo.
Cuando Cristo sacia nuestra necesidad debiéramos ser como los ciegos y seguirlo con todo nuestro
corazón. Son muchos los que, después de recibir lo que pidieron, se apartan para seguir su propio
camino. Tengamos una mente, corazón y carácter nobles. Que podamos volver y dar las gracias al
Señor por toda Su bondad para con nosotros. Preguntémosle a Él, y luego hagamos Su voluntad para
nuestras vidas.
138
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 21
La entrada triunfal en la ciudad santa
21:1-11
21:1 - Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos
discípulos. Betfagé era una pequeña población al pie del monte de los Olivos, sobre el lado oeste, poco
antes del cruce del Cedrón y la entrada a Jerusalén.
21:2-5 - Diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un
pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y
luego los enviará. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, sobre un pollino,
hijo de animal de carga.
Hay dos entradas oficiales de Jesús a Su ciudad capital como Rey. Aquí entra sentado sobre un pollino,
la cría de un asna. Esta escena es un símbolo de mansedumbre, humildad y servidumbre. Sin embargo,
en Su Segunda Venida montará un caballo blanco: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea” (Ap. 19:11).
Al entrar en Jerusalén el “domingo de ramos” vino como Salvador, pero en Su Segunda Venida vendrá
para aplastar a Sus enemigos como el Juez de toda la tierra. Amigos, que podamos encontrarnos con Él
como Salvador y no como Juez.
“Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito
que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL
VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en
caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara
de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso” (Ap. 19:12-15).
21:6-8 - Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y
pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus
mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Este día se
celebra como el “domingo de ramos” porque cortaban ramas de palmeras, las cuales son símbolo de la
justicia (Jn. 12:13; Sal. 92:12). Cristo es Jehová-Tsidkenu: El Señor nuestra Justicia.
21:9 - Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Esto es el cumplimiento de
Salmos 118:26, que dice: “Bendito el que viene en el nombre de Jehová; desde la casa de Jehová os
bendecimos”. Uno de los rasgos notables de la vida de Jesús es que era un continuo cumplimiento de
139
EL EVANGELIO DE MATEO
las profecías. De hecho, es difícil encontrar algo en Su vida y ministerio que en alguna medida no esté
cubierto por la profecía. Apocalipsis 19:10 lo explica: “El testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía”.
21:10, 11 - Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la
gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Para dar cumplimiento a la profecía de
Zacarías 9:9, vino a Jerusalén cabalgando ante las aclamaciones de la multitud que también había oído
que había resucitado a Lázaro (Jn. 12:12-18). Fue reconocido por todo el mundo como un profeta. Sin
embargo, en sólo unos días más sería crucificado. Pero esta era la razón por la que había venido a Su
ciudad y la razón por la que había venido al mundo.
Sin embargo, hay una verdad aquí que todos debiéramos aprender: La humanidad es muy inestable. La
gente puede en un momento vivar a alguien y al momento siguiente buscar destruirlo. Nosotros debemos
esperar que a veces se nos trate de la misma manera, pero para no ser vencidos, pongamos siempre
nuestros ojos en Jesús. Que la dulzura de Jesús fluya siempre hacia adentro de nosotros y hacia fuera,
hacia nuestros adversarios. No permitamos que haya pensamientos, palabras o acciones ásperas. Nada
sino Su bondad debe fluir de nuestros corazones hacia los demás.
La purificación del Templo
21:12-17
21:12, 13 - Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el
templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito
está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Esta es la segunda limpieza del Templo, siendo la primera de ellas en la primera Pascua del ministerio
de Jesús, que encontramos en Juan 2:13-17. Aquí descansa otra verdad profética. La iglesia de los
primeros tiempos experimentó purificación, y la de los últimos tiempos también debe experimentar la
misma limpieza profunda para que podamos tener la doble porción de Su poder en estos tiempos finales.
De manera que vemos aquí que hubo una purificación de la casa de Dios al principio y al final del
ministerio de Cristo.
21:14 - Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Luego de la purificación, vino la
manifestación del gran poder de Dios. Interpretemos cuidadosamente el orden encadenado de la Biblia,
porque cada cosa fue escrita con precisión matemática para que podamos ser instruidos en los caminos
de Dios.
21:15 - Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos
aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron. Después de la purificación
vino la manifestación del poder de Dios. Luego vino la oposición. Créame, el diablo no permitirá que
la obra de Dios prospere sin levantar adversarios que, bajo su guía, intentarán lo que sea para desacreditar
140
EL EVANGELIO DE MATEO
el mover de Dios de una u otra manera. La raíz del problema con los líderes religiosos eran sus celos y
envidia, porque veían que Jesús tenía más seguidores que ellos. De modo que le reclamaron a Jesús:
21:16 - Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los
niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza? La respuesta del Señor es muy interesante desde
varios puntos de vista. En primer término cita Salmos 8:2: “De la boca de los niños y de los que maman,
fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo”.
Jesús citó este Salmo con alguna diferencia con respecto a la forma en que está escrito en el Antiguo
Testamento. El Salmo usa la palabra “fortaleza” pero Jesús utiliza alabanza. Por lo tanto, podemos
deducir de aquí que la alabanza al Señor nos da fortaleza y también nos protege del enemigo. Alabémosle
continuamente de modo que seamos investidos con Su fortaleza. Esta alabanza quiebra el poder de
nuestros enemigos de tal modo que tienen que guardar silencio y detener su avance sobre nosotros.
Finalmente, estas alabanzas no provienen de cristianos maduros, sino de bebés espirituales nacidos de
nuevo. Por lo tanto vemos la demostración del poder de la alabanza: que aun aquellos que son nuevos
en la fe pueden vencer perfectamente al enemigo al ser constantes en la alabanza.
21:17 - Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y posó allí. La casa de María, Marta y Lázaro,
en Betania, fue Su lugar de descanso en aquellos últimos días de Su vida. Cada día descendía al Templo
desde aquí.
La maldición de la higuera
21:18-22
21:18-20 - Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino,
vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y
luego se secó la higuera. Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en
seguida la higuera?
En la Biblia, la higuera es un tipo de la nación de Israel. También es un tipo del fruto o virtud de la
dulzura (Jue. 9:11). Por lo tanto, al acercarse Jesús a la higuera, podemos interpretar este evento como
Su venida a Israel para recibir de Su propio pueblo el fruto del Espíritu y los frutos de la justicia.
En cambio, la nación abundaba en iniquidad tras iniquidad en forma de adulterio, robo y la enseñanza
de tradiciones de hombres en lugar de la Ley de Dios. Eran ciegos que guiaban a ciegos. Como señala
Isaías, era una tierra seca, espiritualmente estéril (Is. 53:2). El Señor estaba maldiciendo a la nación al
maldecir la higuera estéril. Israel ya no sería el encargado de hacer conocer la verdad, y los hombres ya
no se alimentarían espiritualmente de él. Debemos tener cuidado que nuestras iglesias no se hagan
como Israel, la higuera.
21:21 - Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo
141
EL EVANGELIO DE MATEO
haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Jesús
hace referencia al milagro producido sobre la naturaleza, de la higuera que se había secado, y dice que
si tan solo creemos, todo lo que digamos con fe también puede cumplirse.
21:22 - Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. A través de toda Su enseñanza, el
Señor enfatiza el poder de orar creyendo; es sabio que los creyentes individualmente y las congregaciones
en conjunto reflexionen sobre la realidad en cuanto a que la oración cambia las cosas. Si nos entregáramos
a la oración, cuán diferentes serían nuestras circunstancias. Podemos hacer retroceder al enemigo a
través de la oración que prevalece sobre todo, y detener sus palabras de crítica.
La autoridad de Jesús es cuestionada
21:23-27
21:23 - Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él
mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?
El Templo estaba bajo la jurisdicción de los sacerdotes; por lo tanto, en cierto sentido estos tenían
derecho de cuestionar a Jesús al enseñar allí. Sin embargo, el Señor respondió a la pregunta de ellos con
otra pregunta, y los hizo caer en su propia hipocresía.
21:24-26 - Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis,
también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del
cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá:
¿Por qué, pues, no le creísteis? Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen
a Juan por profeta.
Al analizar la pregunta con la que el Señor confrontó a los líderes religiosos, observamos que en realidad
estaba pidiéndoles que decidieran a favor o en contra no sólo en cuanto a la persona de Juan el Bautista,
sino de Dios mismo. Juan no era otro que el mensajero del Señor profetizado por Malaquías (Mal. 3:1).
Por lo tanto, rechazar a Juan era rechazar o desechar a Dios mismo.
De modo que los opositores de Jesús se vieron acorralados porque no habían obedecido a Juan. Para
excusarse, hubieran deseado negar su oficio profético, pero el pueblo creía que Juan era un profeta.
Como todos los tiranos, los líderes temían al pueblo, de modo que prefirieron contestar una mentira sin
ninguna convicción. El bautismo de Juan, ¿era de Dios o de los hombres? La respuesta de ellos fue:
“No sabemos”. Esta fue la respuesta de Caín cuando Dios le preguntó acerca del paradero de su hermano
Abel. “No sé” es el mecanismo de defensa de los culpables.
21:27 - Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con
qué autoridad hago estas cosas. Una de las lecciones que aprendemos de este discurso es Proverbios
28:1: “Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león”.
Si en la vida hacemos lo que es correcto, no tenemos nada que temer. Pero cuando nuestros ojos no
142
EL EVANGELIO DE MATEO
están puestos en el Señor Jesús tenemos temor del hombre. “El temor del hombre pondrá lazo; mas el
que confía en Jehová será exaltado” (Pr. 29:25). Que podamos obrar siempre con rectitud en todos
nuestros asuntos y tener así la osadía de los justos.
La parábola de los dos hijos
21:28-32
21:28-30 - Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve
hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y
acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.
Esta parábola describe una situación que se repite a menudo en la vida. Muchos tienden a responder
rápidamente al llamado del Maestro y prometen servirlo y seguirlo donde quiera que los mande. Luego,
cuando después de algunos años sienten que el Espíritu Santo los impulsa a dejarlo todo e ir al Instituto
Bíblico, al campo misionero o al ministerio, lo postergan y se dedican a su empleo secular y sus tareas
habituales, y olvidan el llamado.
Hay otros que al principio rechazan el llamado pero luego de un tiempo en el ámbito secular se dan
cuenta que su vida está vacía, en especial aquellos que han recibido llamados importantes. De modo
que con el tiempo vuelven a Dios, retoman el llamado y alcanzan un profundo sentido de realización.
Sólo tenemos verdadero descanso cuando respondemos al llamado y estamos en el lugar que Dios
eligió para nosotros.
21:31, 32 - ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De
cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino
a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron;
y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
En Su aplicación de esta parábola el Señor compara a los fariseos y líderes religiosos con los publicanos
y las rameras. Muchos de los que habían aceptado el llamado a una vida religiosa rechazaron a Juan el
Bautista y su nuevo mensaje. Los pecadores y las rameras, que en un principio rechazaron andar en
rectitud se arrepintieron y cambiaron como resultado de las enseñanzas de Juan.
En tiempos de despertar espiritual, que era básicamente lo que Israel estaba experimentando con Juan
y luego con Jesús, eran los pecadores quienes respondían. Por haber tenido el privilegio de vivir
numerosos avivamientos, debo decir que a menudo la propia gente de la iglesia rechaza un mover
fresco de Dios, mientras que los pecadores responden.
143
EL EVANGELIO DE MATEO
La parábola de la viña
21:33-46
21:33 - Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de
vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
La misma ilustración se utiliza para la nación de Israel en Isaías 5:1-7: “Ahora cantaré por mi amado el
cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y
despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también
en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y
varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya
hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres? Os mostraré, pues, ahora
lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada.
Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes
mandaré que no derramen lluvia sobre ella. Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de
Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí
clamor”. Podemos concluir correctamente que la parábola de Cristo habla de la nación de Israel.
21:34-36 - Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que
recibiesen sus frutos. Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a
otro apedrearon. Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma
manera. En esta parábola debemos interpretar a los labradores de la manera en que el Señor Jesús los
describe en Mateo 23:34, 35. Eran profetas y hombres sabios enviados por el Padre a Su viña, Israel.
Buscaban frutos de justicia en el pueblo de Dios, pero estos eran pocos o inexistentes. Israel maltrató y
mató a los profetas. Es más, aun la sangre de Abel está relacionada con Israel y su culpabilidad de
homicidio. Finalmente, Dios envió a Su único Hijo a la viña: Israel. Lo trataron del mismo modo que
habían tratado a los profetas y hombres justos en el pasado.
21:37-39 - Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores,
cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su
heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
Jesús profetiza claramente Su propia muerte a manos de los líderes religiosos. Una de las verdades más
importantes de Sus enseñanzas era que Él sabía que había venido al mundo para morir crucificado.
Todo lo concerniente a Su vida había sido preparado de antemano y profetizado en las Sagradas Escrituras,
y Jesús estaba cumpliendo estas declaraciones hasta en el más mínimo detalle.
21:40, 41 - Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? Le dijeron: A
los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a
su tiempo.
Jesús hizo una pregunta a los líderes religiosos: “¿Qué hará el Señor de la viña cuando venga?” La
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EL EVANGELIO DE MATEO
respuesta que le dieron fue profundamente profética en relación con los eventos que habrían de sucederles
pronto a ellos mismos y a su ciudad. El Señor de la viña destruiría a estos hombres malvados y daría la
viña a otros labradores que llevaran fruto. Estos sucedió literalmente en el tiempo de ellos. Jerusalén
fue completamente destruida en el año 70 d.C. a manos de los romanos bajo el general Tito. Luego el
reino fue dado a la Iglesia. Aun desde aquel tiempo ha sido la Iglesia quien posee la autoridad espiritual.
21:42 - Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha
venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos? Jesús
citó Salmos 118:22: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo”.
En toda la Biblia encontramos referencias a Jesús como la piedra principal, la piedra del ángulo o la
cabeza del ángulo del Templo que es la Iglesia. “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien
coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor” (Ef. 2:20, 21).
La piedra del ángulo es la piedra a partir de la cual se toman todas las medidas del edificio. Cristo es
nuestra medida patrón. Debemos alinearnos con Él. Espiritualmente, dependemos de la guía de Jesús
en toda nuestra vida. La cabeza del ángulo es la piedra que completa el edificio, ya que Él es el Alfa y
la Omega, el principio y el fin de nuestra fe. “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6).
21:43 - Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que
produzca los frutos de él. A los ojos de Dios, no sólo los líderes religiosos sino toda la nación de Israel
había sido hallada indigna de propagar el evangelio y las verdades de Dios. En Romanos 9:4, 5 Pablo
enumera algunos de los privilegios que perdieron: “[Los] que son israelitas, de los cuales son la adopción,
la gloria, el pacto, la promulgación de la Ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de
los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
Amén”.
Estas bendiciones han sido otorgadas ahora a la Iglesia. Aun fue profetizado por Moisés en Deuteronomio
32:21: “Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; me provocaron a ira con sus ídolos; yo
también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, los provocaré a ira con una nación insensata”.
Nosotros, la Iglesia, somos esa nación insensata. Estamos conformados por muchas naciones debajo
del sol, y en realidad no somos más sobresalientes que el pueblo de Israel, ni más devotos a Dios que
ellos. Es sólo por la misericordia de Dios que nosotros, como ramas de olivo silvestre, hemos sido
injertados en el olivo santo, Israel, como dice Pablo en Romanos 11:24: “Porque si tú fuiste cortado del
que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más
éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?”
Debemos recordar que Israel se volverá a Dios en la Segunda Venida de Cristo. “Porque no quiero,
hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha
145
EL EVANGELIO DE MATEO
acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Ro.
11:25). De modo que estemos profundamente agradecidos a Dios por Su inefable bondad hacia nosotros,
indignos gentiles.
21:44 - Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Volviendo ahora al tema de Cristo la piedra del ángulo, el Señor dijo que si nos humillamos y caemos
sobre Él dejándole quebrar nuestro orgullo, rebelión y egoísmo, Él nos recibirá. Pero si no queremos
caer sobre Él y ser quebrantados, caerá sobre nosotros con juicio. Entonces seremos como paja que es
echada fuera y consumida por las llamas eternas del fuego del infierno.
21:45 - Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de
ellos. No era necesaria mucha inteligencia para darse cuenta que esta parábola dicha delante de ellos
hablaba de la condenación de los líderes religiosos. Aunque entendían perfectamente esto, no tenían ni
el deseo ni la voluntad de arrepentirse de sus malvados caminos.
21:46 - Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta. Una vez
más el temor del hombre, que es una trampa, los detuvo. Buscaban la popularidad entre los hombres y
no la honra que viene de Dios. Es sorprendente que las congregaciones de Israel como conjunto aceptaran
al Señor pero que los gobernantes rechazaran al Mesías de quien ellos mismos predicaban. Que Dios
nos conceda un corazón que sólo busque agradarlo. Entonces tendremos la capacidad de aceptar y
reconocer lo que proviene de Él.
146
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 22
La parábola de la fiesta de bodas
22:1-10
22:1, 2 - Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es
semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo. Jesús estaba a sólo dos días de ser juzgado y
crucificado. Este es un hecho que no debemos pasar por alto. En este tiempo enseñó algunas de las
verdades más profundas, y muchas estaban dirigidas al inminente juicio de Israel como nación. La
parábola de la fiesta de bodas es una de estas acusaciones. Para estudiar esta parábola debemos conocer
y entender un poco acerca de las costumbres de aquellos tiempos. Los invitados habrían recibido su
invitación a la fiesta de casamiento con cierta anticipación. Sin embargo, no se les habría dado detalles
precisos en cuanto a la fecha. Cuando fuera el tiempo se les haría llegar la noticia. En este caso, debido a
que era un rey quien hacía el anuncio del matrimonio de su hijo, las noticias fueron traídas por sus siervos.
22:3 - Y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Por
supuesto, esta era una situación excepcional. Obviamente las invitaciones habrían aceptadas, pero pensar
que alguien rechazara ir a la fiesta de bodas del hijo del rey desafiaba toda imaginación. Efectivamente,
era el evento más importante en el reino de este soberano, y sin duda también para el hijo, quien sería el
futuro gobernante. En aquellos tiempos esa acción habría sido casi lo mismo que rebelarse contra la
autoridad del rey.
22:4 - Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi
comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
El hecho que el rey hiciera una segunda invitación es una muestra muy elocuente de su gracia y
misericordia. Teniendo en cuenta que el rey en este caso sólo podría ser Dios el Padre, tenemos un
atisbo de Su amorosa bondad no sólo para con Israel sino también para con nosotros, pobres gentiles.
Verdaderamente, ¡Él es el Dios de las segundas oportunidades!
22:5 - Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios. Burlarse de un rey
ya es bastante malo, pero burlarse de Dios el creador del universo y de la humanidad, es inconcebible.
Pero además de esto, mataron a los que traían la bondadosa invitación.
22:6 - Y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Esto se refiere a Israel, quien mató
a los profetas y a muchos hombres justos. La Iglesia Católica también asesinó a muchos durante la
Inquisición y en el tiempo de la Reforma.
22:7 - Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su
ciudad. Aquí el Señor hace nuevamente referencia a la inminente destrucción de Jerusalén, que se
cumplió en el año 70 d.C.
147
EL EVANGELIO DE MATEO
22:8-10 - Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron
convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos
halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y
buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. En estos versículos finales vemos nuevamente el
rechazo de la nación de Israel, quien fue la primera a quien se le concedió el privilegio de servir a Dios
y ser invitada a la gran cena de las bodas del Cordero (Ap. 19:9). Además vemos que el evangelio va a
los gentiles. Estas parábolas se interrelacionan y tienden a interpretarse mutuamente. Por ejemplo,
considere la breve frase “saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron,
juntamente malos y buenos”.
Mateo 13:47-50 profundizó aún más sobre los “malos y buenos”: “Asimismo el reino de los cielos es
semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la
orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los
ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro
y el crujir de dientes”. Esto se explica de manera más detallada en la siguiente parábola.
El hombre que no estaba vestido para la fiesta
22:11-14
22:11 - Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
El significado literal de esta parábola es simple. En aquellos días, cuando alguien era invitado a una
boda se les entregaba un manto de rey o príncipe que generalmente era una túnica larga y suelta para la
ocasión. Este atuendo se utilizaba cuando se les anunciaba que todo estaba listo para la fiesta. Aparecer
sin el vestido apropiado para el casamiento sería un insulto al rey.
22:12 - Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. No tener
puesto el vestido que el rey había provisto habría sido el más grande de los insultos al rey. Sin embargo,
en esta parábola el vestido tiene un profundo significado porque es otorgado por el mismo Rey de
reyes, y Su fiesta es la cena de las bodas del Cordero.
De esto habla claramente Isaías 61:10: “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en
mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me
atavió, y como a novia adornada con sus joyas”. De modo que no estar vestidos con la vestidura de
salvación y el manto de Su justicia nos descalificaría inmediatamente.
22:13 - Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de
afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. No estar cubiertos por Su gran salvación significa que
estamos perdidos y seremos echados en el lago de fuego para siempre.
22:14 - Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. Este versículo se aplica no sólo al hombre
que no tiene el vestido de bodas sino también a la parábola en su conjunto. Muchos en todo el mundo
148
EL EVANGELIO DE MATEO
tienen la oportunidad de abrazar el mensaje de salvación y ser vestidos con el manto de justicia, pero
muy pocos son los que en última instancia califican para ello, porque cuando el horno de aflicción los
prueba, se alejan y no permanecen hasta el fin.
El tributo al César
22:15-22
22:15 - Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. Es un
hecho asombroso que los fariseos, quienes se enorgullecían de ser justos, pudieran ser tan falsos y
malvados en su trato con Jesús. Eran hipócritas. Con la boca decían una cosa mientras su corazón decía
otra. Observe cómo se aproximaron a Jesús con la intención de destruirlo.
22:16 - Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres
amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque
no miras la apariencia de los hombres.
El hecho que los discípulos de los fariseos se unieran con los herodianos era algo extraordinario. Los
fariseos eran el partido religioso ultra ortodoxo que se oponía tenazmente a la ocupación romana. Los
herodianos eran el partido político de los Herodes, cuya posición era el resultado de su alianza con los
romanos. Estos dos grupos eran diametralmente opuestos entre sí. Sin embargo, estaban unidos en su
oposición a Jesús, ya que lo consideraban un líder religioso no sólo capaz de poner al pueblo en contra
los otros líderes religiosos, sino también alguien que fácilmente podría ser hecho rey por la gente y
rebelarse contra el emperador romano.
22:17 - Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? El dinero del tributo se exigía
a todo varón de entre catorce y sesenta y cinco años, y de toda mujer de entre doce y sesenta y cinco. El
dinero del tributo equivalía a poco más que la paga correspondiente a un día de trabajo. Este impuesto
era resistido, en especial por la gente común. De modo que los fariseos pensaban que si Jesús lo aprobaba,
el pueblo en general se volvería contra Él. Si decía que desde el punto de vista religioso era contra la
Ley pagar tributo a la autoridad secular, entonces podrían denunciarlo ante el gobierno romano.
22:18 - Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Su
hipocresía era evidente. Sabían bien que el único propósito de la pregunta era tenderle una trampa y
desacreditarlo, ya sea delante del pueblo o el gobierno. No lo hacían para sacar a luz la verdad. Eran
absolutamente falsos. Sin embargo, Jesús estuvo a la altura de las circunstancias.
22:19-21 - Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo:
¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que
es de César, y a Dios lo que es de Dios. Esta enseñanza no es sólo para los fariseos, es también para
nosotros. Nosotros también debemos pagar nuestros impuestos a las autoridades seculares, porque al
hacerlo así, en realidad estamos dando a César las cosas de este mundo que le pertenecen. Además
149
EL EVANGELIO DE MATEO
debemos preocuparnos por dar a Dios nuestros diezmos. Pero por sobre todo, debemos darle nuestros
corazones. En Proverbios 23:26 Él dijo: “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”.
22:22 - Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron. Es asombroso cómo la sabiduría de Dios
puede confundir las estratagemas de los malvados. La promesa de tener sabiduría se halla en Santiago
1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente
y sin reproche, y le será dada”. De modo que, pidamos a Dios en todo tiempo sabiduría para enfrentar
la maldad de los hombres y mujeres pecadores.
La pregunta de los saduceos
22:23-33
22:23, 24 - Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y
levantará descendencia a su hermano. Los saduceos tuvieron su origen en las enseñanzas de Sadoc, un
discípulo de Antígono Soco, quien presidió el Sanedrín alrededor de doscientos cincuenta años antes de
Cristo. Enseñó que uno debía servir a Dios sin pensar en recompensa ni temer castigo.
Evidentemente, Sadoc, al no comprender plenamente la doctrina de su maestro, la corrompió al enseñar
que no había resurrección, ni ángeles, ni espíritus. Además, sus seguidores rechazaban todas las
tradiciones y sólo reconocían los libros del Antiguo Testamento. Ellos trataban de entender las enseñanzas
de Jesús sobre la base de este grave error de la “no existencia de la resurrección”.
“Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará
descendencia a su hermano”. Aquí ellos citan Deuteronomio 25:5, 6: “Cuando hermanos habitaren
juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre
extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito
que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea
borrado de Israel”. El propósito de esta ordenanza era mantener la identidad de las familias y tribus de
Israel. De esta manera los hijos eran reconocidos en la genealogía del hermano muerto.
22:25-28 - Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo
descendencia, dejó su mujer a su hermano. De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta
el séptimo. Y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete
será ella mujer, ya que todos la tuvieron? Su ejemplo sugiere que los saduceos estaban citando un caso
concreto que se había suscitado en el seno de su secta. Sujetándose estrictamente la Ley, habían mandado
que la mujer fuera dada sucesivamente a cada hermano. Su pregunta era: Si había resurrección, ¿a qué
hermano pertenecería, ya que se había casado con los siete?
22:29, 30 - Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de
150
EL EVANGELIO DE MATEO
Dios en el cielo. No conocían el poder de Dios ni creían en el mismo. Los saduceos pensaron que si
existía la resurrección, sería como aquí en la tierra, donde se necesitan las relaciones matrimoniales. El
Señor les contestó diciendo que el poder de Dios capacita a las personas para permanecer solteras.
22:31, 32 - Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por
Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de
muertos, sino de vivos. El Señor cita aquí Éxodo 3:6: “Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de
Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de
mirar a Dios”.
Leemos en Éxodo 3:15: “Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es
mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos”. Abraham, Isaac y Jacob no
pasaron al olvido al morir. En ese momento, simplemente dejaron sus cuerpos para que sus espíritus
entraran en un lugar de descanso. Sus espíritus estaban perfectamente vivos y conscientes. Vea la historia
del rico y Lázaro, donde Abraham habla con otros (Lc. 16:19-31). Dios no es el Dios de los muertos,
sino de los vivos.
Siempre debemos recordar que la muerte es sólo una separación del cuerpo y que viviremos para
siempre. Dónde viviremos en la otra vida, es un asunto que se determina aquí, durante esta vida. Si
hemos vivido para el Señor en esta tierra, entonces moraremos en el lugar celestial que Él ha escogido
para nosotros desde antes de la fundación de mundo. Si vivimos para nosotros mismos, viviremos en el
infierno, el lugar preparado para el diablo y sus ángeles, y todos aquellos que le siguen. Tanto sea en el
cielo o en el infierno, estaremos con aquellos con quienes hayamos vivido en esta tierra.
22:33 - Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina. Observamos nuevamente que la sabiduría de
Dios prevaleció cuando sus adversarios lo confrontaron. Que podamos oír la exhortación del rey David
a su amado hijo Salomón: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere
inteligencia” (Pr. 4:7).
Los dos grandes mandamientos
22:34-40
22:34 - Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Aquí
encontramos a Jesús enfrentándose con la tercera secta representativa de Israel, y la más grande, luego
de derrotar categóricamente a los herodianos y saduceos.
22:35-37 - Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el
gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. El deseo final de Dios, como el de cualquier padre, es que Sus hijos lo amen
desde lo profundo de su corazón. Sin embargo, esto es una obra soberana de la gracia de Dios en nuestra
151
EL EVANGELIO DE MATEO
vidas, como dice Deuteronomio 30:6: “Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu
descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas”.
La crueldad, el egoísmo, los celos y toda otra obra de la carne, lo cual heredamos de nacimiento por ser
hijos de Adán, deben ser quitados de nuestros corazones espirituales. Esto sólo puede suceder por obra
del Espíritu Santo. De modo que debemos cooperar con la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas si
hemos de ser capaces de amar a Dios con todo nuestro corazón.
22:38, 39 – Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. Esta es una cita textual de Levítico 19:18: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los
hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”.
El Señor enfatizó continuamente en Sus enseñanzas cuál debía ser nuestra manera de tratar a otros.
Citamos a continuación la regla de oro en Mateo 7:12: “Así que, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la Ley y los profetas”.
Deseo enfatizar esta verdad utilizando las palabras de Pablo en 1 Corintios 13:1-3: “Si yo hablase
lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal
manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar
de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”.
Pablo también recalcó esto en Gálatas 5:14: “Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo” (comp. Ro. 12:8-10).
22:40 - De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Me gustaría referir una pequeña
ilustración que a pesar de los años tiene mucho significado para mí. Cierto líder cristiano iba conduciendo
su automóvil junto a su esposa, quien trataba de compartirle su preocupación por su hija. Sin embargo,
él sólo hablaba acerca de conseguir un nuevo edificio para el ministerio en que trabajaban. Llegó un
momento en que su esposa expresó su desesperación, porque su hija se estaba encaminando a un mal
matrimonio; su joven novio no era cristiano.
Sin embargo, a este líder no le interesaba el asunto y ni siquiera pensaba en ello. Su única preocupación
era su ministerio. En poco tiempo su hija se convirtió en un desastre espiritual, y en lugar de trasmitirle
el amor de Dios, este líder es presa del enojo. ¿Por qué? Porque sus metas eran egoístas en lugar de
estar orientadas al amor de Dios por el alma de su hija. Tomemos conciencia y asegurémonos de estar
“arraigados y cimentados en amor”. De otro modo sufriremos el juicio de ser llenos de otro espíritu,
como el terrible espíritu de celos que se apoderó del rey Saúl.
152
EL EVANGELIO DE MATEO
Una disertación sobre el Hijo de David
22:41-46
22:41, 42 - Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De
quién es hijo? Le dijeron: De David. Jesús interroga a los fariseos en cuanto a la genealogía del Cristo.
Estos dejaron muy en claro que creían, acertadamente, que el Cristo sería un descendiente de David.
Este era un hecho bien conocido por los judíos a partir de la profecía de Jeremías: “He aquí que vienen
días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y
hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su
nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jer. 23:5, 6).
Mesías (o Cristo) significa “el Ungido”. Salmos 132:10, 11, 17 profetiza la venida del gran Hijo de
David. “Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro. En verdad juró Jehová a David,
y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono... Allí haré retoñar el poder de
David; he dispuesto lámpara a mi ungido”.
22:43, 44 - El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi
Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Jesús cita
Salmos 110:1, donde David describe al Padre y al Hijo: “Jehová [Dios el Padre] dijo a mi Señor [Cristo]:
Siéntate a mi diestra”. Esta visión del Padre que entrega toda la autoridad al Hijo es idéntica a lo que
vio Daniel. “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un
hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado
dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es
dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Dn. 7:13, 14).
22:45 - Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? La virgen María era descendiente de David, y Cristo
vino a través de María. De manera que Cristo era el hijo de David según la carne (Ro. 1:3). Recibió Su
cuerpo físico a través del milagro del nacimiento virginal, pero en realidad era el eterno Hijo de Dios; por lo
tanto, David se inclinaría ante Él. Cristo no sólo era el Hijo de David, sino su Señor.
22:46 - Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más. Cristo
manifestó nuevamente la suprema sabiduría de Dios, porque Jesús mismo es la “Sabiduría”, como dice
Proverbios 8:12: “Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos”. Leemos en
Proverbios 8:30, 31: “Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz
delante de él en todo tiempo. Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los
hijos de los hombres”.
Jesús es la sabiduría hecha persona. Pablo dice en 1 Corintios 1:30 que Cristo es nuestra sabiduría,
justificación, santificación y redención. Que podamos conocerle en esta forma. En Él están escondidos
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (Col. 2:3). Si desea ser sabio, conozca a Cristo
íntimamente.
153
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 23
Jesús condena el legalismo de los fariseos
23:1-12
23:1, 2 - Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se
sientan los escribas y los fariseos. En este momento el Señor estaba rodeado por una multitud. Aquí
confirma la autoridad de los fariseos, porque eran verdaderamente los custodios de la Ley. Dijo de los
fariseos: “En la cátedra de Moisés se sientan”. Exhortó al pueblo a honrar su posición pero nos sus
vidas personales. Estos enseñaban las Escrituras, pero también les añadían tradiciones de hombres, lo
cual no producía fruto espiritual en el alma de una persona. De hecho, colocaban sus tradiciones en un
nivel más elevado que la Palabra de Dios.
23:3 - Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus
obras, porque dicen, y no hacen. Al igual que muchos ministros hoy en día, los fariseos enseñaban a los
hombres a vivir una vida de santidad y virtud, pero ellos mismo no la practicaban. Además, en lugar de
enseñar que una vida de santidad sólo era posible por la gracia de Dios, enseñaban que debía lograrse
por la observancia externa de tradiciones de hombres.
El apóstol Pablo advierte contra esto en Colosenses 2:18-23: “Nadie os prive de vuestro premio, afectando
humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su
propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y
uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis muerto
con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis
a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas
de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación
de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno
contra los apetitos de la carne”.
23:4 - Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres;
pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Los fariseos prescribían toda clase de actos externos que
los hombres debían realizar. Estas tradiciones impuestas eran muy difíciles de cumplir. Eran cargas
gravosas y pesadas para llevar. Pero los maestros mismos no las llevaban, declarando y manifestando
así abiertamente su hipocresía. Además de esto, anhelaban publicidad para su religiosidad.
23:5 - Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y
extienden los flecos de sus mantos. Estos hombres tenían un deseo ardiente de que los demás los
consideraran santos y religiosos. De modo que publicitaban su vida supuestamente piadosa decorando
excesivamente sus ropas con símbolos religiosos de aquel tiempo.
154
EL EVANGELIO DE MATEO
En el Antiguo Testamento el Señor ordenó a Su pueblo llevar “filacterias” en sus manos y en su frente.
Estas filacterias contenían cuatro piezas de pergamino sobre las que estaban escritas ciertas porciones
de las Escrituras que recordaban a Israel su liberación de Egipto. También servían como recordatorio
para guardar la Ley de Jehová. Estas piezas de pergamino estaban colocadas sobre un trozo de piel
resistente que formaba un cuadrado. Las piezas se ataban a la frente y las manos con una correa o cinta
y se utilizaban cuando los judíos concurrían a la sinagoga.
Éxodo 13:9 dice: “Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos,
para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto”. Estos
cuatro trozos de pergamino contenían cuatro porciones de las Escrituras como las siguientes: Éxodo
12:2-10; Éxodo 13:11-21; Deuteronomio 6:4-9; y Deuteronomio 11:18-21.
El primer pasaje de las Escrituras
Leemos en Éxodo 12:2-10: “Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero
en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese
cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan
pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno
según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.
El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis
hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos
tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de
comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo
comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus
pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo
quemaréis en el fuego”.
El segundo pasaje de las Escrituras
Éxodo 13:11-21 dice: “Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti
y a tus padres, y cuando te la hubiere dado, dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo
todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. Mas todo primogénito de asno redimirás
con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus
hijos. Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con
mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová
hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito
de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito
de mis hijos. Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos, por
cuanto Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte. Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los
llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se
arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease
155
EL EVANGELIO DE MATEO
por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. Tomó
también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo:
Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. Y partieron de Sucot y
acamparon en Etam, a la entrada del desierto. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de
nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que
anduviesen de día y de noche”.
El tercer pasaje de las Escrituras
Deuteronomio 6:4-9 dice: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios
de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por
el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como
frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.
El cuarto pasaje de las Escrituras
Leemos en Deuteronomio 11:18-21: “Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en
vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las
enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino,
cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; para
que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a
vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra”.
Como ya hemos dicho, estas filacterias se ataban a la frente y manos con una correa o cinta y eran
utilizadas por los judíos cuando concurrían a la sinagoga. Sin embargo, los fariseos agrandaban mucho
estas filacterias y las llevaban constantemente como señal externa de su piedad.
Lo mismo hacían con los bordes de sus ropas, exagerando desmedidamente el mandamiento dado por
Dios en Números 15:38-40: “Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de
sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os
servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para
ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os
prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios”.
Los fariseos usaban flecos y cintas excesivamente largos para mostrar externamente su piedad y obtener
la alabanza de los hombres. Ahora el Señor continúa Sus acusaciones a los fariseos.
23:6 - Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas. Los asientos
durante los días de fiesta estaban escrupulosamente relacionados con la identidad del invitado, debido
a que se sentaban según su rango. El invitado más importante se sentaba a la derecha del funcionario o
156
EL EVANGELIO DE MATEO
anfitrión, y el siguiente en importancia a la izquierda. Los de menor rango, se ubicaban a una distancia
cada vez mayor. Debido a que en algunas fiestas había muchas personas, se colocaban mesas en muchos
salones, aunque los salones de la planta alta eran aquellos en que se sentaban los invitados más
importantes. Los fariseos ansiaban estos sitios de honor, como así también los primeros lugares en las
sinagogas, los cuales eran ocupados por los ancianos mirando hacia la congregación. Ansiaban los
títulos ilustres para poder elevarse por sobre los demás.
23:7 - Y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. En hebreo, rabí
significa “grande”. Este título se daba a los maestros eminentes, y cuando uno se dirigía a ellos de esta
manera los estaba considerando superiores a otros. Este título equivaldría al de “Maestro” en la Edad
Media, el cual se daba a los maestros de renombre.
23:8 - Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos
vosotros sois hermanos. En el cielo somos todos hijos del Dios vivo y Él desea que nos veamos a
nosotros mismos como hermanos y hermanas. En cualquier familia terrenal los miembros tienen
deferentes rangos según su vocación o capacidades. A pesar de ello, cuando nos dirigimos unos a otros
no nos sentimos inhibidos por las capacidades de nuestro hermano o hermana, y nos es fácil relacionarnos
unos con otros.
23:9, 10 - Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en
los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. Obviamente, los
hermanos no se llaman padre el uno al otro, porque sólo tienen un padre. Lo mismo sucede en la familia
de Dios. Hay sólo un Padre, nuestro Padre Celestial. Hay un solo Señor, y es nuestro bendito Señor y
Salvador Jesucristo.
23:11, 12 - El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado,
y el que se humilla será enaltecido. Aunque es cierto que diferimos unos de otros, el mayor es quien
sirve al menor. Debemos pedir al Señor que obre en nosotros Su humildad, porque en Mateo 5:3 dijo:
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”.
Jesús condena el carácter de los fariseos
23:13-36
Quizá sea de ayuda en este punto analizar las siete categorías en las que el Talmud ubicaba a los
fariseos. Podemos aprender mucho de ellas para evitar lo falso y aferrarnos a lo verdadero.
1. El fariseo de hombros anchos. Obedecía la Ley estrictamente pero cargaba sus buenas obras sobre
sus hombros para ser visto por los hombres. Bien podría ser que este escuchara las palabras de Jesús
diciéndole: “En verdad te digo, ya has recibido tu recompensa”. Tengamos esta pureza y bondad para
que el Padre que ve en lo secreto nos recompense o reconozca en el día del juicio final.
157
EL EVANGELIO DE MATEO
2. El fariseo “postergador”. Este siempre profesaba seguir la predicación de los fariseos, pero también
siempre encontraba una excusa válida postergar una buena obra. Predicaba pero no practicaba.
3. El fariseo amoratado. El Talmud llamaba “una maldición” a las detestables acciones de estos fariseos,
que para no mirar accidentalmente a una mujer en público andaban con los ojos cerrados. Como
consecuencia se lastimaban al golpear contra obstáculos y edificios. Se ganaron una reputación especial
por su piedad a causa de sus heridas sangrantes.
4. El fariseo jorobado. Estos deseaban profesar su humildad públicamente; para ello caminaban con
sus ojos continuamente fijos en el suelo. Como consecuencia, sus cuerpos estaban inclinados a la
manera de un jorobado. Lamentablemente, sólo ostentaban su humildad para ser vistos de los hombres.
5. El fariseo calculador. Guardaba cuidadosamente un registro de todas sus buenas obras, pensando
que al hacer así convertía a Dios en su deudor. Era como si llevara un registro contable detallado de
todas sus buenas acciones. Este olvidaba que todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia
(ver Is. 64:6).
6. El fariseo cobarde. Este siempre vivía temiendo el castigo divino y por lo tanto practicaba
constantemente observancias externas de santidad, tales como la limpieza de los vasos y platos en
forma ceremonial. No comprendía la verdad de Apocalipsis 21:8: “Pero los cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. En este pasaje de Apocalipsis
vemos que los “cobardes” están relacionados con los incrédulos y los abominables. Debemos recordar
que el perfecto amor echa fuera el temor (1 Jn. 4:18). Estos no vivían según los primeros dos
mandamientos, de amar a Dios y a su prójimo.
7. El fariseo temeroso de Dios. En este punto el Talmud reconocía que había fariseos que verdaderamente
amaban a Dios. Podríamos decir que vivían la realidad de Salmos 1:1-3: “Bienaventurado el varón que
no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha
sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como
árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que
hace, prosperará”.
Que podamos meditar en esta clasificación de modo que entremos en la séptima categoría, contados
entre aquellos que temen a Dios.
Los ocho ayes pronunciados sobre los fariseos
Este último discurso público de nuestro Señor fue el juicio sobre los fariseos pronunciado en el Templo.
Fue un fuerte anticipo del juicio que está reservado para el día del Señor. Sin embargo, Cristo ya los
estaba juzgando. Su Palabra “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra
158
EL EVANGELIO DE MATEO
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón” (He. 4:12). En este discurso Cristo revela la dualidad e hipocresía de Sus
enemigos, quienes en cuestión de horas lo llevarían ante Pilato para ser crucificado.
Este capítulo ha sido denominado: “El tronar de la ira de Dios”. Cada denuncia está precedida por la
palabra “ay”. Ay es una palabra de difícil traducción porque implica enojo, desesperación e ira, aunque
también conlleva la idea de tristeza porque aquel a quien se aplica va a sufrir. Aquí hay una manifestación
de compasión. Quizá la mejor traducción es la frase: “el enojo afligido” de que alguien ha sido tan
ciego que debe sufrir estos tormentos eternos.
La palabra clave utilizada por Jesús en estas acusaciones es hipócrita, que significa simulación. Un
hipócrita es un simulador, alguien que oculta sus verdaderos sentimientos y finge, de modo que aparenta
ser otra persona. Esta palabra llegó a describir a un actor que pretendía ser alguien que manifiestamente
no era. Esta persona representaba un papel. Por cierto, esto describía a estos fariseos, pero qué terribles
consecuencias recogerían, no sólo para ellos sino también para todos los que los seguían.
23:13 - Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos
delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. En esta
primera denuncia Jesús los culpó de cerrar la puerta al cielo. Lo hacían a través de sus tradiciones,
porque enseñaban cosas contrarias a la Escritura. En lugar de guiar a los hombres a Cristo, lo rechazaban
y hacían que otros se alejaran de Él.
23:14 -¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como
pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. Esto es lo más despreciable
que un hombre puede hacer, porque se supone que debe proteger a las mujeres. La verdadera espiritualidad
incluye el cuidado de las viudas. “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar
a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Stg. 1:27). En
este punto los fariseos fallaban. Su codicia empobrecía y arruinaba precisamente a quienes ellos debían
ayudar. Es casi inconcebible que alguien pudiera hacer semejante cosa, aunque creo que muchos abogados
lo hacen todos los días en nuestra sociedad.
23:15 -¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un
prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Los perversos siempre
tratan de ganar adherentes para su causa. Esta es la estrategia del infierno. Los que se divorcian y se
vuelven a casar procuran hacer que otros sigan el mismo camino de condenación; los bebedores procuran
que otros también beban, lo mismo que los fumadores. Esto sucede especialmente con los errores
doctrinales, que en realidad son doctrinas de demonios. Por medio de estos fariseos, los demonios
hundían a muchas almas más profundamente en el infierno, porque las conducían a mayor error.
23:16-22 -¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si
alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el
159
EL EVANGELIO DE MATEO
templo que santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura
por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el
altar que santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono
de Dios, y por aquel que está sentado en él.
Estos líderes religiosos que tendrían que haber estado guiando a las personas en el camino de la justicia
las habían enredado palabrería y discusiones inútiles. En realidad, eran maestros del escapismo. La
norma de Dios es clara en Salmos 15:4. Nuestra palabra debe ser nuestro compromiso. Una vez que
damos nuestra palabra no debemos ir contra ella. Por otra parte, los fariseos enseñaban a las personas la
manera de evadir responsabilidades y cómo escapar cuando habían hecho un juramento. La norma
cristiana se encuentra en Mateo 5:37: “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de
esto, de mal procede”. Cuando usted diga sí, que sea un verdadero sí. Cuando usted diga no, que
signifique no. Oh, clamemos a Dios que nos limpie de toda falsedad.
23:23, 24 -¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el
comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario
hacer, sin dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! Los
fariseos exageraban lo que no tenía importancia y minimizaban lo importante. Y eran expertos en esto.
El rey David discernía lo que era precioso e importante para Dios. Comprendía el corazón de Dios y le
daba importancia a lo que era importante para Él.
Vemos el corazón de David en Salmos 40:6-8, donde dijo: “Sacrificio y ofrenda no te agrada; has
abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo
del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi
corazón”. No era sacrificio lo que Dios quería, sino un corazón sensible y un oído atento. Recordemos
el punto central de las enseñanzas de Cristo: amar al Señor con todo nuestro corazón. Esto es lo que a
Él le agrada.
23:25, 26 - ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro
del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. La codicia era uno de los graves pecados
de los fariseos. Jesús dijo que estaban llenos de robo e injusticia. El amor al dinero es la raíz de todos
los males. Casi todos los demás delitos tienen su raíz aquí. Los fariseos harían cualquier cosa por
dinero, lo cual los llevaba a sus crueles prácticas.
23:27, 28 -¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados,
que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de
toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. Jesús dijo que los fariseos estaban llenos de toda inmundicia.
Otra acusación contra los fariseos era el adulterio, el cual parecían practicar sin temor ni culpa.
160
EL EVANGELIO DE MATEO
Estos pecados e hipocresías son desarrollados por el apóstol Pablo en Romanos 2:17-23: “He aquí, tú
tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, y conoces su voluntad, e
instruido por la ley apruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en
tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la
verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar,
¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes
sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?”
Lamentablemente, Romanos 2:17-23 ha sido el caso en muchas iglesias en todas las generaciones.
Muchos hipócritas han ocupado los púlpitos, pero después de un tiempo fueron desenmascarados.
Cuando quedaron al descubierto y fueron depuestos, muchos perdieron su fe en Cristo por causa de
ellos. Pablo continúa en Romanos 2:24: “Porque... el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles
[o los no creyentes] por causa de vosotros”.
23:29-35 - ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas,
y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres,
no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros
mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida
de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del
infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis,
y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros
toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de
Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.
Una de las verdades en cuanto al juicio eterno es esta: Los hijos que andan en el camino de sus antepasados
sufrirán los juicios acumulados por sus antepasados una vez que se llene la copa de iniquidad. Esto ha
sido así desde el principio de los tiempos. Piense en el juicio que cayó sobre la generación que crucificó
a Cristo. La sangre inocente de Abel y otros hombres justos de siglos anteriores cayó también sobre esa
generación. “Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra,
desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías”.
El apóstol Judas advirtió: “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro
en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré” (Jud. 1:11). Caín, Balaam y Coré
habían vivido muchos siglos antes. Sin embargo, en el tiempo de Cristo la gente andaba en los caminos
de ellos. Por lo tanto, se hicieron partícipes de los pecados y obras de sus antepasados. La sangre de
hombres y mujeres inocentes derramada por sus malvados antepasados también sería su responsabilidad.
En otro sentido, la generación del tiempo de Cristo era más culpable. Tenían las Sagradas Escrituras
que testificaban de las obras de los malvados y su castigo, pero no las escucharon. Esta generación,
conociendo el destino de los malos, mató al Señor de gloria. La sangre inocente de Abel y otros hombres
justos vendría sobre ellos.
161
EL EVANGELIO DE MATEO
23:36 - De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. A la verdad, la generación de
Cristo fue testigo de uno de los actos más salvajes y crueles alguna vez perpetrados sobre una nación.
El ejército romano literalmente asesinó con odio a una gran parte de la población, y destruyó Jerusalén
y también el Templo. Más de un millón de personas murieron en el sitio de 70 d.C.
Jesús llora por Jerusalén
23:37-39
23:37 - ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas
veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! Los
crímenes de Jerusalén desde la antigüedad eran asombrosos e innumerables. Habían derramado la
sangre de muchos profetas y hombres justos. Se decía que durante el reinado de Manasés la sangre
literalmente corría por las calles. Pero igual que en los días de Jeremías, si la población tan solo se
hubiera arrepentido, la ciudad se habría salvado. Desgraciadamente, su carácter terco y rebelde no se
doblegó.
23:38 - He aquí vuestra casa os es dejada desierta. La idea de “casa” es más que la de una ciudad o aun
el Templo; es la totalidad del sacerdocio y ministerio. Fue dado a la Iglesia tomar los privilegios que
primeramente habían sido dados a la nación de Israel. Estas bendiciones no le serán restauradas a Israel
hasta que Cristo regrese y comience la era del Milenio (Ro. 11:15-29).
23:39 - Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el
nombre del Señor. Esta es una referencia a la Segunda Venida del Señor, la cual se trata en detalle en el
capítulo siguiente.
162
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 24
Jesús profetiza la destrucción del Templo
24:1, 2
24:1 - Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios
del templo. El Templo de Herodes era una construcción de belleza exquisita, construido de mármol
blanco y recubierto con oro. Sólo las piedras de los ángulos medían aproximadamente de seis a doce
metros y pesaban cien toneladas. También había magníficos pórticos llamados “de Salomón” y “Real”.
Estos estaban sostenidos por pilares cortados de sólidos bloques de mármol, tenían aproximadamente
doce metros de altura y eran de gran circunferencia.
24:2 - Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre
piedra, que no sea derribada. Esto ocurrió literalmente en 70 d.C., cuando los ejércitos romanos al
mando de Tito destruyeron no sólo Jerusalén sino también el Templo. Damos a continuación un breve
resumen de este terrible sitio según lo registra el historiador Josefo:
“La ciudad de Jerusalén fue sitiada por el general romano Tito quien después se convirtió en el décimo
emperador a la muerte de Vespaciano. Aunque Tito dio órdenes de que la ciudad fuera demolida deseaba
conservar el Templo. Maimónides, un escritor judío, señala que Turnus Rufus, un oficial del ejército de
Tito, levantó los cimientos del Templo con una reja de arado, para que se cumpliera la profecía: ‘Sion
será arada como campo’ (Mi. 3:12).
“Sin embargo, un soldado romano que no tenía tal orden, arrojó una tea ardiendo por la ventana de oro
y pronto el Templo estuvo en llamas. Tito dio orden de extinguir las llamas pero en el tumulto, sus
órdenes no fueron obedecidas. Los soldados insistieron en completar la obra de destrucción debido a su
intenso odio contra los judíos”.
Así, la profecía de Jesús se cumplió, aunque la destrucción del Templo fue un juicio sobre los judíos,
como leemos en Miqueas 3:9-12: “Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de
Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho; que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén
con injusticia. Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan
por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre
nosotros. Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones
de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque”.
Existe también otra razón para la destrucción del Templo. El Templo representaba la era de la Ley; por
lo tanto, debía desaparecer para dar paso a la era de la fe y la gracia. “Pues la ley por medio de Moisés
fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Jn. 1:17).
163
EL EVANGELIO DE MATEO
Las señales de su Segunda Venida
24:3
24:3 - Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:
Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? El monte de los
Olivos es sumamente sagrado en la historia judía, y está intrínsecamente ligado a la Segunda Venida del
Mesías, el Señor Jesús. Zacarías 14:4 dice: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los
Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia
el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el
norte, y la otra mitad hacia el sur”.
Desde el tiempo de Zacarías en adelante, todo judío piadoso era sepultado en o cerca del monte de los
Olivos. Se los enterraba con los pies apuntando hacia el monte para que en la mañana de la resurrección
pudieran ver al Señor al levantarse. Actualmente, pueden identificarse las tumbas de Zacarías, Hageo y
Malaquías sobre la ladera occidental. Por lo tanto, fue sobre este monte que se sentó Jesús cuando
cuatro de los discípulos (Pedro, Santiago, Juan y Andrés) le hicieron la pregunta que ardía en el corazón
y el alma de cada judío devoto: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”
Los discípulos estaban haciendo a Jesús tres preguntas básicas:
1. ¿Cuándo serán estas cosas? (La destrucción de Jerusalén: siglo I d.C.)
2. ¿Qué señal habrá de tu venida? (Esto apunta hacia el futuro, a nuestro tiempo.)
3. ¿Y del fin del siglo? (La era de la Iglesia finaliza con el regreso de Jesús.)
En consecuencia, algunas cosas dichas por Cristo se cumplieron en el primer siglo. Algunas tendrán
cumplimiento en nuestro tiempo, el tiempo de Su venida. Algunas cosas podrán tener un cumplimiento
tanto en el primer siglo como en nuestro tiempo. Es importante tener en mente estas cosas al leer este
discurso.
La Gran Tribulación
24:4-22
24:4 - Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. La temática principal de los eventos
que conducen a la segunda venida pueden resumirse en una palabra: engaño. Es comprensible, ya que
será la última oportunidad de Satanás de derrotar al pueblo de Dios y, en cierto sentido, de derrotar a
Jesús en la batalla final. Él es el engañador, por lo que, en especial con respecto a la Segunda Venida,
hará todo lo posible por confundir al pueblo de Dios. Los no creyentes son suyos de todos modos.
24:5 - Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. El
último y supremo engaño será la aparición del Anticristo. (Este tema se tratará de manera más detallada
164
EL EVANGELIO DE MATEO
en el versículo 15.) Existía una idea o doctrina errónea en cuanto a que el Mesías podría aparecer en
cualquier momento. Por eso, aun en los días del historiador del primer siglo Josefo, había muchos que
se hacían llamar falsamente el Mesías. Más tarde, entre el tiempo del emperador Adriano y el año 1682,
se registraron veinticuatro falsos Mesías.
24:6 - Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo
esto acontezca; pero aún no es el fin. Si consideramos la profecía de Jesús desde el punto de vista de los
discípulos, antes de la destrucción de Jerusalén ocurrieron violentas guerras debido a que cuatro
Emperadores—Nerón, Galba, Otón y Vitelo—sufrieron muertes violentas en un período de dieciocho
meses. Para sostener a estos emperadores se habían formado partidos. Las consecuencias fueron conflictos
armados y guerras. Así es que hubo guerras y rumores de guerra en el primer siglo, tal como las habrá
en el tiempo de la venida de Cristo. Muchas cosas dichas por Cristo se cumplieron en ese tiempo, como
así también en el nuestro.
24:7 - Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y
terremotos en diferentes lugares. La nación judía se alzó contra Siria por la matanza de veinte mil
judíos en la región de Cesarea. El resultado fue que muchas poblaciones sirias fueron diezmadas. Hubo
también una guerra civil en Italia por las contiendas entre Otón y Vitelo por el trono.
24:8 - Y todo esto será principio de dolores. De esta manera Jesús quería señalar que todos estos
desórdenes precederían a la caída de Jerusalén. Estos acontecimientos también se producirán en nuestro
tiempo.
24:9 –Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por
causa de mi nombre. Los cristianos sufrirían persecución. Ciertamente esto sucedió durante los siguientes
reinados mencionados como “los diez días de tribulación” en Apocalipsis 2:10:
1. Nerón (54-68 d.C.)
2. Domiciano (81-96 d.C.)
3. Trajano (98-117 d.C.)
4. Marco Aurelio (161-180 d.C.)
5. Severo (193-211 d.C.)
6. Maximiano (235-238 d.C.)
7. Decio (249-251 d.C.)
8. Valeriano (253-260 d.C.)
9. Aureliano (270-275 d.C.)
10.Diocleciano (284-305 d.C.)
El siguiente emperador después de Diocleciano fue Costantino, quien declaró al cristianismo religión
de estado luego de su conversión.
165
EL EVANGELIO DE MATEO
24:10 - Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Traición es otra palabra clave para los últimos tiempos, al igual que lo fue en el primer siglo. La
profundidad de la traición se puede ver primeramente en el caso de Judas, quien traicionó al Hijo de
Dios. Miqueas 7:5, 6 nos hace una advertencia que no debemos pasar por alto: “No creáis en amigo, ni
confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre,
la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa”.
En tiempos de persecución, aun aquellos que consideramos que son muy leales pueden llegar a traicionarnos.
24:11 - Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos. En Israel abundaban los falsos
profetas, como vemos en la Biblia misma: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como
habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun
negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” (2 P. 2:1). Esto tuvo
un cumplimiento en el primer siglo, y tendrá su mayor cumplimiento en nuestro tiempo. En realidad, el
primer siglo es un tipo de los últimos días. El siglo I y nuestro tiempo tienen una cosa en común: ambos
son las generaciones de la venida de Cristo.
24:12 - Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Uno de los hechos que
enfatiza la Biblia es que en los últimos tiempos se quebrantarán visiblemente todas las normas morales
(vea 2 Ts. 2:3). En los tiempos más oscuros la luz brilla con mayor intensidad. “Levántate, resplandece;
porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán
la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria” (Is.
60:1, 2). “Tinieblas” nos habla de apostasía espiritual y moral.
24:13 - Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Otra palabra clave que debemos tomar para
nuestros días es “perseverancia”. Una definición de esta virtud es: “resistir bajo la carga, permanecer y
continuar”. Desgraciadamente, muy pocos permanecen firmes cuando las cosas se ponen difíciles.
24:14 - Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendrá el fin. Cada nación debe oír el evangelio del reino. Este no sólo consiste en el
mensaje: “Jesús salva”; significa el evangelio completo. Debemos cumplir la gran comisión de Mateo
28:19, 20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. No sólo debemos predicar; debemos
enseñar a todas las naciones todas las cosas que Jesús nos mandó.
Mientras lleva a cabo esta comisión de predicar a todas las naciones, la Iglesia debe pasar tiempo
buscando ser más y más como su amado Señor. El derramamiento del Espíritu Santo de los últimos días
hará madurar la cosecha. Esto también producirá el más excelente fruto del Espíritu. Concentrémonos
no sólo en ganar una gran cosecha de almas, sino también en permitir que el más excelente fruto del
Espíritu se desarrolle en nuestras vidas. Que podamos nosotros, la Iglesia, ser intensamente deseables
para nuestro Esposo celestial.
166
EL EVANGELIO DE MATEO
24:15 - Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta
Daniel (el que lee, entienda). Al comienzo de Su discurso el Señor habló de las cosas que vendrían
sobre esa generación: la destrucción del Templo y la gran agitación que vendría en aquel tiempo. Ahora
habla sobre las señales relacionadas con Su Segunda Venida. Aquí se enfoca únicamente en los últimos
años previos a Su retorno. Por lo tanto, en el versículo 14 comienza hablando del avivamiento mundial
que debe venir primero. Declaró que primeramente el evangelio del reino debe ser predicado en todas
las naciones. Ahora habla de la “abominación desoladora” mencionada en Daniel 12:11: “Y desde el
tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos
noventa días”. Esto es alrededor de tres años y medio.
En este versículo encontramos dos verdades muy importantes:
1.
El Templo que fue destruido debe reconstruirse en nuestros días, y los sacrificios diarios deben ser
restablecidos.
2. Esos sacrificios diarios deben ser suprimidos por el Anticristo, quien en su lugar erigirá un ídolo,
posiblemente con una puerca sacrificada sobre el altar. Cuando los habitantes de Jerusalén vean
esto, tendrán que huir.
24:16-19 - Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda
para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de
las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! El juicio debe venir con extrema severidad
a la tierra de Judá y la ciudad de Jerusalén. Las áreas fuera de Judá y Jerusalén obviamente serán
preservadas. El Señor no sugeriría que buscaran refugio allí si así no fuera.
24:20 - Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo. El juicio será tan repentino
que deberán huir inmediatamente. La mención del día de reposo establece claramente que Jesús habla
en forma específica a los judíos que viven en los alrededores de Jerusalén y Judá que estarían sujetos a
la prohibición de viajar en el día de reposo.
24:21 - Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá. El tiempo de La Gran Tribulación está claramente establecido por el mismo
Señor Jesucristo. Seguirá inmediatamente a la abominación desoladora que se instalará en el lugar
santo. No existe otro sitio en la Biblia al que se describa como “santo” excepto los montes de Jerusalén
donde fue y será construido el Templo.
24:22 - Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos,
aquellos días serán acortados. La Gran Tribulación comenzará en un lugar determinado: Jerusalén;
luego se extenderá por todo el mundo. Durará aproximadamente tres años y medio, y luego vendrá el
Señor. La Gran Tribulación será extremadamente severa, como confirma el libro de Apocalipsis. Habrá
tres niveles de juicios:
167
EL EVANGELIO DE MATEO
•
•
•
Los siete sellos
Las siete trompetas
Las siete últimas copas
La Segunda Venida
24:23-31
24:23-26 - Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal
manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os
dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Otra vez Jesús advierte sobre el engaño, y en particular el engaño del Anticristo y el falso profeta
mencionados en Apocalipsis 13. Pablo nos advierte del poder de este hombre para engañar, diciendo:
“Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2
Ts. 2:9). También se nos dice muy claramente que el Anticristo subirá del abismo mientras que el Señor
viene de arriba. La venida de Cristo no será una venida secreta. Todo ojo le verá.
24:27 - Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre. Desarrollaremos esto último más adelante, aunque de este
versículo surgen dos realidades con respecto a Su venida. Será repentina, y los hipócritas serán tomados
por sorpresa. Todos le verán.
24:28 - Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. Otra
característica de la Segunda Venida del Señor es que será un tiempo de gran juicio y matanza. Los
ejércitos de muchas naciones rodearán Jerusalén solo para ser destruidos por el Señor en Su regreso.
Esto se ve en Joel 3:2: “Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí
entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre
las naciones, y repartieron mi tierra”.
Una vez atraídas hasta aquí, estas naciones serán aplastadas bajo los pies del Mesías. “Y con mi ira
hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre” (Is. 63:6).
Apocalipsis 19:17, 18 confirma esto: “Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz,
diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes,
y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes”. Todas las aves de rapiña vendrán y harán su
festín de los cuerpos muertos de quienes vinieron contra Jerusalén en estos postreros días.
24:29 - E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no
dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
168
EL EVANGELIO DE MATEO
Ahora el Señor vuelve al tiempo previo a Su venida. Hay un breve período de semanas entre el fin de La
Gran Tribulación y Su venida propiamente dicha, cuando habrá señales en el cielo.
Joel menciona estas señales en Joel 2:29, 30: “Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré
mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de
humo”. Esto es también el cumplimiento de la profecía de Isaías: “Porque haré estremecer los cielos, y
la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su
ira” (Is. 13:13).
La siguiente es una cita de Pablo en Hebreos 12:26, 27: “La voz del cual conmovió entonces la tierra,
pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el
cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que
queden las inconmovibles”. Es después de estos eventos que Cristo aparecerá.
24:30, 31 - Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas
las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. La secuencia de los sucesos es clara a medida que el
Señor los expone. El rapto (que es cuando los santos serán reunidos) sucede luego de La Gran Tribulación.
Por lo tanto, el rapto sucederá en la venida del Señor, que es posterior a cuando los cielos serán
conmovidos.
La parábola de la higuera
24:32-35
24:32-34 - De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas,
sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que
está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
El Señor ha señalado claramente a Su pueblo que ciertas señales deben preceder a Su venida. No
incluiremos todas las señales dadas en la Biblia, pero es suficiente con decir que la señal más llamativa
es la de la “abominación desoladora”. Será una señal clara para todo el pueblo de Dios que haya sido
bien enseñado en las Sagradas Escrituras. Cuando veamos la instalación de la imagen del Anticristo y
el ofrecimiento de la ofrenda abominable en el Templo reconstruido, sabremos que La Gran Tribulación
comenzará. Esto marca el principio del fin.
24:35 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Esta declaración deja establecida la
certeza de la profecía. Todo lo que Dios ha dicho en Su Palabra se cumplirá; no faltará ni una jota ni una
tilde. Tal es la confianza que podemos temer cuando estudiamos la Biblia.
169
EL EVANGELIO DE MATEO
Los días de Noé
24:36-44
24:36 - Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Este
versículo refuerza Hechos 1:7, donde Jesús dijo a Sus discípulos: “No os toca a vosotros saber los
tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”. Es muy claro que absolutamente nadie
excepto el Padre celestial conoce el tiempo de la venida de Cristo. Por lo tanto, tratar de calcular la
fecha es pecado de presunción. Esto podría causar que muchos abandonaran su fe si no sucediera en la
fecha pronosticada.
24:37-39 - Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los
días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en
que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será
también la venida del Hijo del Hombre.
A continuación el Señor desarrolla el tema: “Los que serán tomados por sorpresa en su venida”. Cristo
vendrá repentinamente y sin aviso , tal como vino el diluvio en el tiempo de Noé. Noé fue uno de los
tres hombre más rectos en la historia de la humanidad. Fue un pregonero de justicia. De modo que las
personas en el tiempo de Noé eran claramente conscientes del diluvio inminente, porque Noé les había
predicado.
Sin embargo, hubo básicamente tres respuestas al mensaje del diluvio. Hubo unos pocos que aceptaron
el mensaje de corazón y vivieron vidas piadosas. Estos entraron en el arca y fueron salvos. Hubo
muchos que se burlaron y como resultado perecieron en el diluvio. Pero hubo otro grupo, del que Pedro
habla cuando dice:
“Cristo... fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una
vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas
personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” (1 P. 3:18-20).
Entre las multitudes que se llevó el diluvio hubo muchas personas que oyeron la predicación de Noé y
respondieron positivamente. Creyeron a su mensaje, pero lamentablemente, al final no vivieron lo
suficientemente cerca de Dios ni fueron totalmente obedientes a Su Palabra. Pedro dice que “en otro
tiempo desobedecieron”. En el diluvio, se ahogaron y sus espíritus descendieron a las partes más bajas
de la tierra. Muchos años después, cuando Jesús murió en la cruz, bajó a esta región de la tierra y les
predicó. Estos eran creyentes tibios que pasaron por alto lo que Dios estaba haciendo en su generación,
pero cuyas almas fueron salvas. Hoy volvemos a vivir los días de Noé. El compromiso de muchos
creyentes tiene muy poca profundidad.
En Efesios 4:8-10, el apóstol Pablo describe con mayor detalle la muerte de Cristo y Su descenso a las
partes más bajas de la tierra durante esos tres días y sus noches. En los tiempos del Antiguo Testamento,
170
EL EVANGELIO DE MATEO
cuando los creyentes morían, sus espíritus iban a un lugar de descanso situado en las regiones más bajas
de la tierra. Cuando Cristo murió, Su Espíritu descendió a ellos para abrirles la puerta y liberarlos. Él
tiene las llaves del infierno y la muerte. Cuando Jesús se levantó de la muerte y ascendió al cielo, tomó
a todos estos hombres y mujeres con Él. “Llevó cautiva la cautividad”.
“Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que
subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió,
es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo” (Ef. 4:8-10).
24:40, 41 – Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres
estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. El Señor continúa Su
advertencia con respecto a lo repentino de Su venida mostrando que habrá cierta normalidad en la vida
en ese momento. Las personas estarán ocupadas en sus quehaceres diarios y los que estén preparados
serán arrebatados al cielo sin advertencia, mas los otros quedarán atrás. Esto enfatiza la verdad en
cuanto a que nadie sabe cuándo aparecerá el Señor; de modo que debemos vivir siempre preparados.
24:42-44 –Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si
el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no
pensáis.
Una y otra vez el Señor reitera que debemos estar preparados. Sin embargo, debemos equilibrar esta
verdad con la verdad en cuanto a que Él no vendrá nuevamente hasta que todas las señales de Su venida
se hayan cumplido. Una de estas señales es el advenimiento del Anticristo. Pablo advierte en 2
Tesalonicenses 2:3: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá [la venida de Cristo] sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”.
Por lo tanto, el Anticristo debe venir antes de la venida de Cristo. Pero hay aun otra verdad que debemos
tener presente: nosotros mismos no conocemos el día de nuestra muerte, cuando el Señor venga
personalmente para llevarnos a nuestro hogar de gloria. De modo que debemos prestar atención a estas
advertencias y vivir siempre preparados, aunque sabemos que la venida de Cristo no ocurrirá hasta que
todas las señales se hayan cumplido.
El siervo fiel y el siervo malo
24:45-51
24:45-47 - ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les
dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo
así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. A lo largo de toda la Biblia observamos que
los siervos de Dios se dividen en dos categorías básicas: los fieles y verdaderos, y los que se apartan. Es
en tiempos de apostasía que somos puestos a prueba. En consecuencia, los pasajes de Ezequiel 44 se
aplican especialmente a los últimos días. En este capítulo, se hace la comparación entre los ministros
171
EL EVANGELIO DE MATEO
fieles y los infieles. En Ezequiel 44:10 vemos que los levitas se apartaron, mientras que en 44:15 los
hijos de Sadoc fueron fieles a pesar de la apostasía generalizada de aquel tiempo.
Demas abandonó a Pablo porque amó al mundo (2 Ti. 4:10). Pero por otra parte en Jeremías 35 tenemos
el precioso ejemplo de los recabitas que rechazaron la bebida por causa del mandamiento de su padre.
¡La fidelidad es grandemente recompensada! A lo largo de la historia de la humanidad hay una espléndida
sucesión de siervos fieles que han glorificado a Dios; y Él a su vez los ha glorificado a ellos. Podríamos
citar algunos: Abel, Enoc, Noé, Abraham, Moisés y Daniel. El Nuevo Testamento cuenta con luminarias
como Juan el Bautista y los apóstoles del Cordero, además de Pablo, quienes al igual que este último
podían decir: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia”.
24:48, 49 - Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a
golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos. Lamentablemente, la actitud y las
acciones del hombre a quien se hace referencia en este versículo no son algo fuera de lo común. Quizá
no suceda al extremo que el Señor describe aquí, pero quienes son apóstatas en su corazón tienden a
oprimir a sus hermanos en Cristo. Comienzan a “golpear a sus consiervos”.
También quiero destacar una realidad, y es que aquel siervo que dice: “Mi señor tarda en venir”, no sólo
apostata en su corazón sino también en su vida en general. Fui testigo de esto en más de una ocasión.
Decir: “Mi señor tarda en venir”, significa que la persona estableció una fecha para su venida y que tal
fecha llegó y pasó. Es el orgullo el que pronostica fechas; sin embargo, la Palabra de Dios dice claramente
que no podemos conocerlas ni se nos ha ordenado tratar de hacerlo. Quienes hacen predicciones sobre
la fecha de la Segunda Venida intentan ajustar las fechas una y otra vez, y como resultado tienden a
apostatar horriblemente al comprobarse que estaban equivocados.
24:50, 51 - Vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo
castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
“El lloro y el crujir de dientes” parece no tener mucho que ver con el cielo, ¿verdad? El juicio sobre
estos siervos los coloca en aquella parte del infierno en que serán atormentados los hipócritas. Debemos
enfatizar que así como en el cielo hay muchos niveles de gloria, el infierno también tiene muchos
compartimientos. Uno de los peores lugares en el infierno está reservado para los hipócritas. Quiera
Dios concedernos que guardemos nuestros corazones con toda diligencia, porque de nuestro corazón
mana la vida.
172
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 25
La parábola de las diez vírgenes
25:1-13
25:1-6 - Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,
salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando
sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente
con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó
un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! En realidad, es exactamente así como se desarrolla
una boda judía, aun en nuestro tiempo. Cierto sacerdote viajaba en un taxi cuando vio diez jovencitas
vestidas con ropas muy alegres y ejecutando instrumentos musicales. El conductor del taxi explicó al
sacerdote que iban al encuentro de la novia para ser su cortejo nupcial.
Nadie sabe cuándo viene el novio. Algunas veces llega a la media noche, y debe enviar un hombre por
las calles para anunciar: “Aquí viene el esposo”. Nadie puede salir a la calle sin una lámpara encendida.
Cuando el novio llega se cierra la puerta, y a los que llegan tarde no se les permite entrar a la ceremonia.
Este sencillo relato no es más que la repetición de una escena familiar para los oyentes judíos de Jesús.
25:7-12 - Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas
dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las
prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que
venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las
que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las
otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no
os conozco.
Esta es una declaración asombrosa y angustiante por parte del Hijo de Dios. Las vírgenes representan a
los cristianos. Son puros porque han sido lavados con sangre. En realidad, las vírgenes que no tenían
más aceite en sus lámparas representan a los creyentes que una vez ardieron para el Señor pero ahora
perdieron su unción. El aceite es un tipo de la unción, como vemos en el tabernáculo de Moisés.
El candelero tenía siete lámparas con llamas que ardían con una luz intensa. Estas siete llamas representan
los siete espíritus de Dios. En esta parábola, Cristo desconoce o ya no reconoce a los cristianos tibios,
porque son como los de Laodicea. Como dijo antes: “Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa
será esa oscuridad!” (Mt. 6:23 NVI).
25:13 - Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. Aún otra
vez el Señor nos advierte que debemos estar preparados para Su venida. En consecuencia, parece ser
que en los últimos días antes que Él venga habrá un poderoso avivamiento seguido de un período de
173
EL EVANGELIO DE MATEO
prueba. Muchos que alguna vez fueron salvos se perderán, porque habrá una gran deterioro moral de la
gente en general, a la vez que muchos cristianos se apartarán de la senda de justicia. Los corazones de
estos perderán la Luz del mundo.
La parábola de los talentos
25:14-30
25:14 - Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les
entregó sus bienes. El tema clave aquí es la “rentabilidad”, la que nuevamente está ligada con Sus
enseñanzas sobre la segunda venida. Somos siervos, pero ¿somos siervos fructíferos? Esta es la pregunta
que debemos hacernos personalmente al estudiar esta parábola.
25:15 - A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y
luego se fue lejos. Existe otra parábola que Jesús enseñó también mientras se dirigía a Jerusalén, llamada
“La parábola de las diez minas”, y está relatada en Lucas 19:11-27. Existen semejanzas aparentes entre
estas dos parábolas, pero esta última tiene una importante diferencia.
En la parábola de las diez minas se le dio a cada siervo una mina, lo que interpretamos como igualdad
de oportunidades. Sin embargo, en la parábola de los talentos estos se distribuyen de acuerdo con la
capacidad de cada uno. Por lo tanto, vemos que hemos sido dotados por el Señor de diferente manera.
En Su infinita sabiduría Dios nos ha hecho diferentes. Algunos son muy capaces para ciertas clases de
trabajo mientras que otros se destacan en otras áreas. Algunos tienen muchos dones mientras otros
tienen capacidad para hacer apenas algunas cosas.
Varios años atrás el Señor me visitó personalmente. Se reveló a sí mismo como la encarnación misma
de la sabiduría. Me mostró que la sabiduría era necesaria para que Su reino estuviera bien ordenado y
todo el trabajo que había que hacer pudiera llevarse a cabo por parte de quienes fueron capacitados para
realizar sus tareas específicas asignadas por Dios. Así es que cuando cada uno está en curso que Dios le
ha determinado, hay gozo y santo contentamiento.
25:16-18 - Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó
en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Es digno de notar aquí que el que recibió la mayor
cantidad de talentos fue quien produjo más. Hay un dicho que reza más o menos así: “Si quieres que
algo se haga, encárgaselo a un hombre ocupado”.
Otra verdad que no debemos pasar por alto es que Dios da Sus talentos a quienes Él sabe que los usarán.
Muchísimas personas en la vida desean tener otros dones espirituales, pero no utilizan los que Dios ya les ha
dado. Dios es un buen hombre de negocios. Él quiere buenos dividendos para Sus inversiones. Por esta
razón, Él da más a los que son productivos. Por lo tanto, para agradarle debemos dedicarnos diligentemente
a la obra del reino de Dios. Esto es exactamente lo que hizo el que recibió los cinco talentos.
174
EL EVANGELIO DE MATEO
25:19-21 - Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y
llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos
me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen
siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Otra verdad que no debemos olvidar es que estos siervos produjeron en proporción a lo que se les había
dado. El que recibió cinco talentos produjo otros cinco. Efectivamente, produjo al cien por cien sobre
lo que había recibido, igual que el siervo que recibió dos.
25:22, 23 - Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste;
aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Los que recibieron cinco y dos
talentos respectivamente, ambos fueron productivos “al cien por cien”, reproduciendo al máximo lo
que habían recibido. De modo que lo importante es que fueron productivos de acuerdo con sus
capacidades personales.
25:24-27 - Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres
hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y
fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo
malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías
haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Este siervo que había recibido sólo un talento no fue considerado digno o capaz de tener más. Además,
obviamente no era una persona productiva, sino un hombre temeroso y holgazán. Debemos comprender
por qué en la vida tales hombres son así. Por haber pasado ya un buen tiempo en el ministerio del Señor,
me he convencido que tenemos que ocuparnos cuidadosamente de nuestras virtudes, o de la falta de
ellas. Una de las virtudes más preciosas es la mansedumbre. Al principio puede parecer extraño que
esto tenga que ver con la parábola de los talentos.
Sin embargo, en Salmos 25:9 la mansedumbre es considerada la clave para el aprendizaje: “Y enseñará
a los mansos su carrera”. He observado que los orgullosos se rehusan a aprender o mejorar sus
capacidades, lo que les impide avanzar con los tiempos. En consecuencia, ellos mismos ponen límites
a su utilidad. Estas personas luego se hacen egoístas y tercas, y critican a los demás. Aunque pueden ser
trabajadores diligentes, sólo se desempeñan así en aquellas áreas que disfrutan. Cuando se les asignan
responsabilidades adicionales se vuelven temerosos, porque deben desempeñarse fuera de lo que saben
hacer. También se resienten con otros que se esfuerzan.
De esta parábola surgen tres verdades fundamentales que debemos conocer:
1. Que recibimos dones o talentos de acuerdo con nuestras capacidades.
2. Que debemos utilizar nuestros talentos al máximo, y seremos recompensados de manera
175
EL EVANGELIO DE MATEO
correspondiente.
3. Que los que reciben solo un talento son quienes por orgullo y terquedad se rehusan a aprender y
avanzar en la vida. Son inflexibles y temerosos de Dios y Sus caminos. Por lo tanto, el amor de Dios
no ha sido perfeccionado en sus vidas y continúan siendo siervos improductivos.
El juicio de Dios se manifiesta ahora contra el siervo malvado e improductivo.
25:28-30 - Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será
dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las
tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Su juicio es triple:
1. Pierde todo lo que tenía.
2. Ve enriquecido al diligente con lo que una vez fue suyo. Esto hace que a menudo sea atormentado
por celos y dolor por todo lo que podría haber sido suyo si sólo hubiese sido fiel.
3. Pierde la eternidad en el cielo y es echado en la oscuridad para siempre.
Meditemos mucho sobre nuestras responsabilidades como cristianos. Usemos lo que Dios nos ha dado
para la extensión de Su reino y seamos de los que dan fruto verdaderamente a ciento por uno.
Ahora continuamos con los diversos juicios que ocurren en la Segunda Venida de Cristo. Vimos el
juicio sobre las vírgenes que no tenían aceite, quienes descuidaron su relación con Cristo y se volvieron
tibias. Hubo juicio para los que fueron cobardes y no se dejaron enseñar, negándose a usar su talento.
Ahora veremos el juicio de Cristo sobre las naciones.
El juicio de las naciones
25:31-46
25:31-40 - Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces
se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos
de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los
cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad
el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te
vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel,
176
EL EVANGELIO DE MATEO
y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
En la Segunda Venida del Señor habrá una evaluación individual de cada una de las personas que han
existido en toda la historia. No sólo serán juzgadas las personas individualmente sino también las
naciones. Esto podría parecerse al caso de las siete iglesias del libro de Apocalipsis. Cada iglesia fue
juzgada en forma corporativa (no como personas individuales) en relación con su conducta en general.
Su conducta fue revisada, y aprobada, corregida o condenada, según lo ameritara. En la eternidad, la
nueva Jerusalén estará sobre la nueva tierra (Ap. 21:10-27), y se nos dice específicamente quiénes son
los únicos que entrarán por sus puertas:
1. Solamente las naciones que caminan en la luz del Señor.
2. Solamente los no profanos, aquellos cuyos nombres están escritos en el “libro de la vida del Cordero”.
“Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria
y honor a ella” (Ap. 21:24). Por lo tanto, sólo ciertas naciones estarán calificadas para estar en la nueva
tierra, pero estarán integradas por quienes llenen los requisitos de Apocalipsis 21:27: “No entrará en
ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos
en el libro de la vida del Cordero”. Además de esto, son esenciales las cualidades de Mateo 25:35-40
para entrar en la nueva tierra. Analizaremos a continuación estas cualidades.
Jesús separa a las naciones ovejas de las naciones cabritos. La oveja habla de sumisión y el cabrito de
rebelión. Las naciones serán evaluadas como ovejas o cabritos según el trato que hayan dado a los
pobres y los afligidos. Para quien viaja por el mundo no resulta difícil determinar cuáles son naciones
ovejas y cuáles naciones cabritos, cuando se las compara con lo establecido en esta porción de las
Escrituras. En realidad, el Señor lo dejó muy claro. La manera en que una nación trata a los necesitados
determinará su destino eterno. En lo personal, debemos asegurarnos de tener una actitud misericordiosa
para con quienes tienen hambre, sed y necesidad de vestido y techo. El cuidado de los enfermos y los
que están en la cárcel siempre fue la principal preocupación de la Iglesia desde el tiempo de su nacimiento
en los días del Nuevo Testamento. Pablo expresó este sentir en Gálatas 2:10: “Solamente nos pidieron
que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer”.
La preocupación por el otro es el sello distintivo de los justos, como leemos en Deuteronomio 15:7, 8:
“Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la
tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite”.
Amados amigos, seamos de aquellos que son generosos de corazón y mente, teniendo nuestros ojos
abiertos a las necesidades de los demás. Esta es la actitud para ser bendecidos. “El ojo misericordioso
será bendito, porque dio de su pan al indigente” (Pr. 22:9).
Nunca debemos olvidar que cuando servimos a nuestro semejante, en realidad estamos sirviendo al
177
EL EVANGELIO DE MATEO
Señor. Recordemos uno de los pasajes bíblicos favoritos de Oliver Cromwell, el lord protector de
Inglaterra entre 1649-1658, un versículo que nosotros también debemos practicar: “Así que, según
tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gá. 6:10).
Proverbios 14:21 establece el contraste entre los que no se interesan por las necesidades de los demás
y los que sí lo hacen: “Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los
pobres es bienaventurado”. “El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia
del pobre, lo honra” (Pr. 14:31).
“A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Pr. 19:17). Debemos
darnos cuenta que, en efecto, la forma en que tratemos a los demás es la forma en que tratamos al Señor
mismo. Ahora se declara en los versículos 41-45 la severidad del juicio que recae sobre los malvados.
25:41 - Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles. El infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, y todos los rebeldes
que lo siguieron. En este tiempo, parte de los ángeles caídos se encuentran encadenados eternamente
bajo oscuridad, mientras que a otros, en la sabiduría de Dios, les es permitido moverse a su antojo para
afligir a naciones y personas hasta el juicio del gran día.
Luego se unirán a la bestia y el falso profeta en el lago de fuego, como está escrito en Apocalipsis
20:10: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia
y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. ¿Por qué serán
atormentados? Porque no tuvieron misericordia por quienes se hallaban en necesidad. Los no redimidos
iguales a aquel a quien siguen.
25:42-46 - Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui
forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me
visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo:
De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Otra cuestión que no debemos pasar por alto
en esta enseñanza es la extraordinaria manera en que el Señor se identifica con Su pueblo. Vemos esto
en Isaías 63:9: “En toda angustia de ellos él fue angustiado”.
Y ahora vemos una de las grandes separaciones hechas con la humanidad: los malos que van al lago de
fuego y los justos que entran en el gozo de su Señor porque manifiestan los frutos de la compasión por
los demás en sus vidas.
178
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 26
Dos días antes de la Pascua
26:1-5
26:1, 2 - Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Sabéis que dentro de
dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. Una vez más
debemos llamar la atención de nuestros lectores a la verdad en cuanto a que Jesús tuvo plena conciencia
de todos los detalles relacionados con Su traición y muerte, y el tiempo exacto de estas. La crucifixión
que ahora tenía por delante estaba siempre en Su mente. Era por esta razón que había venido al mundo
para ser el Cordero de Dios “inmolado desde el principio del mundo” (Ap. 13:8).
26:3, 4 - Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el
patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y
matarle. Leemos en Juan 11:47-53 que en este tiempo Caifás profetizó que Jesús moriría por la nación.
26:5 - Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo. Los líderes
religiosos sabían bien que la gente en general estaba con Jesús, porque creían que era un profeta. No
querían que se produjera conmoción de ninguna clase. Había en Jerusalén entre dos y tres millones de
personas en ocasión de la fiesta de la Pascua. Roma toleraba muchas cosas tales como permitir a los
judíos practicar muchas de sus costumbres religiosas, pero en ninguna parte del Imperio permitirían
desórdenes civiles.
Caifás había sido sumo sacerdote por largo tiempo porque había apaciguado a los romanos. Sin embargo,
una revuelta contra la detención de Jesús habría sido peligroso para su propia posición. Por lo tanto,
deseaban ser muy cautos con respecto al método que utilizarían para prender a Jesús.
En la casa de Simón
26:6-13
26:6 - Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso. Betania era la pequeña población
situada en la ladera del monte de los Olivos que daba al sudoeste. Fue la aldea a la que Jesús se retiraba
en Sus últimos días luego de ministrar en Jerusalén durante el día. Ahora era la noche de Su más largo
día de ministerio del cual hay registro. El día había comenzado con el episodio de la maldición de la
higuera en Mateo 21:19-22, y se completó con las parábolas y conversaciones con los sumos sacerdotes
y los ancianos, finalizando con las instrucciones en cuanto a Su Segunda Venida. Jesús es recibido
amablemente por Simón el leproso, como también se registra en Marcos 14:3-9 y Juan 12:2-8.
Mateo se concentra ahora en el tema de “la unción para la sepultura”. Algunas veces, al estudiar los
Evangelios, no tenemos necesariamente que consultar los otros tres Evangelios con respecto a un tema,
179
EL EVANGELIO DE MATEO
ya que al hacerlo podemos perder la verdad central que uno de los escritores está tratando de mostrarnos.
De modo que aquí tenemos el tema: “La unción para la sepultura”, por Mateo.
26:7-12 - Vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre
la cabeza de él, estando sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué
este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. Y
entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena
obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque al
derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
Esto plantea un tema doctrinal que Pablo desarrolla en 2 Corintios 2:14-16: “Mas a Dios gracias, el
cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el
olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se
pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas
cosas, ¿quién es suficiente?” Cuando las personas reciben el conocimiento de Dios, están siendo preparadas
o para el cielo o para el infierno. Se están formando para un lugar o para el otro, dependiendo de su respuesta.
Pareciera existir un sellado previo a la muerte para aquellos que han cumplido con su curso asignado,
como así también un sellado paralelo de los condenados mientras aún están vivos, que se aplica a los
que han rechazado el evangelio. En este caso es el Señor de Gloria quien es ungido para vida eterna con
nardo, el símbolo de la paz. Esto significaba que ahora estaba listo para cumplir Su misión en la cruz
como el Príncipe de Paz. Leemos en Efesios 2:13-18: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro
tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que
de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las
enemistades, la Ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un
solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,
matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos,
y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo
Espíritu al Padre”.
26:13 - De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también
se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella. Con el mismo espíritu de generosidad el Señor
recompensa a la mujer, quien al derramar su ungüento sobre Él recibe como retribución el recuerdo
perpetuo de su buena obra. Lo que invirtamos en el Señor siempre nos volverá multiplicado cien veces.
El traidor
26:14-16
26:14-16 - Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,
y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y
desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. Al observar los eventos desde la perspectiva celestial,
180
EL EVANGELIO DE MATEO
comprendemos que Dios prepara todas las cosas de antemano, y en especial en la vida de Jesús, el Hijo de
Dios. Él es el “cordero... ya destinado desde antes de la fundación del mundo” (1 P. 1:19, 20).
En la introducción a su obra Enrique V, William Shakespeare escribe: “El mundo es un escenario, y los
hombres y mujeres son simples actores. Hacen sus entradas y sus salidas, y un hombre, en su tiempo,
desempeña muchos papeles”. Aunque esto puede ser absolutamente discutible, es cierto que Judas cumplió
el rol de apóstol, de ladrón, y luego el papel por el cual será recordado por siempre: el de traidor.
En un sentido, Judas pertenecía al pequeño círculo de los íntimos de Cristo. Sin embargo, fue al encuentro
de aquellos que sólo deseaban una cosa: matar al Cordero de Dios. Fue una de las traiciones más
despreciables de todos los tiempos. Su traición dio cumplimiento a la Escritura: “Aun el hombre de mi
paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar” (Sal. 41:9). También, el
Salmo 109 está dedicado a la vida, muerte y juicio de Judas.
El traidor es revelado
26:17-25
26:17 - El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole:
¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? En este momento debemos considerar el
origen de esta fiesta de la Pascua. La Pascua fue instituida por Dios en el tiempo en que los hijos de
Israel abandonaron Egipto bajo la guía de Moisés. Comencemos con Éxodo 12:3: “Hablad a toda la
congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias
de los padres, un cordero por familia”.
Leemos en Éxodo 12:6: “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la
congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”. Éxodo 12:13 dice: “Y la sangre os será por
señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros
plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto”. Leemos en Éxodo 12:26, 27: “Y cuando os dijeren
vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual
pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras
casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró”.
La interpretación espiritual de esta fiesta se nos ofrece en los escritos de Pablo, quien dijo: “Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua,
que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Co. 5:7). En cuestión de horas el Señor se convertiría en
el Cordero de la Pascua cuya sangre sería derramada no sólo por Israel, sino también por el mundo entero.
26:18 - Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en
tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. Aunque los escritores de los otros Evangelios dan
muchos más detalles en cuanto a la elección del lugar, es importante respetar la verdad de la traición
que destaca Mateo en su relato.
181
EL EVANGELIO DE MATEO
Aquí se nos presenta una verdad que también enfatiza el Evangelio de Juan: la del tiempo. Juan repite una y
otra vez las palabras de Jesús: “Mi tiempo aún no ha llegado”. Ahora, en la culminación de acontecimientos
del aposento alto, Juan repite esta misma frase: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora
había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin” (Jn. 13:1). El elemento tiempo es también lo que Mateo enfatiza aquí.
26:19-21 - Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. Cuando llegó la
noche, se sentó a la mesa con los doce. Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros
me va a entregar. Jesús había advertido a Sus discípulos previamente (17:22; 20:18) y aun ese mismo
día (26:2), que sería traicionado. Sin embargo, esta es la primera vez que esto afectaba realmente sus
espíritus; y además, ahora les dice que precisamente uno de su propio grupo sería el traidor.
26:22 - Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? Que
Jesús haya tratado a Judas de la misma manera que a los otros discípulos es un testimonio del notable
dominio propio del Señor. El Señor Jesús nunca divulgó lo que sabía. Los apóstoles desconocían
completamente la verdadera naturaleza de Judas. Sin embargo, como es característico de los hombres
justos, conscientes de su propia debilidad, cada uno de los once discípulos preguntó: “¿Soy yo, Señor?”
26:23 - Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar.
A veces se ha llamado a este episodio “El último llamado del amor”, ya que Jesús extendió a Judas un
pedazo de pan mojado en vino. Convidarse el pan unos a otros es el acto que demuestra amistad, pero
Judas ignoró la súplica.
26:24 - A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien
el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Judas no sólo
experimentaría un gran remordimiento y luego el suicidio, sino también un tormento eterno en el fuego
que arde perpetuamente.
26:25 - Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has
dicho. Aquí vemos la despreciable hipocresía de Judas. Aunque ya había recibido treinta piezas de plata
por traicionar al Señor, le hacía esta pregunta a Jesús sabiendo que ya había puesto en marcha la traición.
Una cosa es cierta: fue cuidadoso en ocultar sus movimientos de la vista de los otros discípulos, de
modo que estos ignoraban completamente sus designios.
La última cena y la advertencia a Pedro
26:26-35
26:26-28 – Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo:
Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo:
Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados. Aquí Jesús instituyó el Nuevo Testamento (o el nuevo pacto). El Antiguo
182
EL EVANGELIO DE MATEO
Testamento era esencialmente un pacto de simbolismo externo entre Dios y la nación de Israel. Ahora
Jesús hacía realidad el pacto entre Dios y el hombre. Por Su sangre tenemos el perdón de pecados y
acceso al Lugar Santísimo: la presencia misma de Dios el Padre.
Debemos vivir siempre en una actitud de agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho por nosotros en
Cristo. La Cena del Señor es para recordarnos Su supremo sacrificio por nosotros, de modo que todo
aquel que crea en Él no se pierda sino que tenga vida eterna.
26:29, 30 - Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo
beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al
monte de los Olivos. Durante la celebración de la Pascua, los judíos cantaban lo que llamaban el “Hallel”
o los salmos de alabanza (Sal. 113-118). Luego concluían con el Gran Hallel (Sal. 136), que es lo que
cantaron aquí al finalizar la fiesta, mientras se retiraban al monte de los Olivos.
26:31 - Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito
está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Aquí Jesús les advierte sobre la
profecía de Zacarías 13:7: “Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío,
dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano
contra los pequeñitos”.
Fue una tristeza agregada que Jesús debiera perder a Sus seres queridos a la hora de Su mayor necesidad.
Sin embargo, esto era esencial, porque ellos habrían destruido el cumplimiento de los tipos si hubieran
intentado ir a la muerte con Él. Sólo Él podía morir en este momento por los pecados del mundo. Sólo
el perfecto Cordero de Dios era digno de morir en la cruz del Calvario.
26:32 - Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Jesús siempre miraba
hacia el futuro, como también Pablo menciona en Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio,
y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Fue la capacidad del Salvador de mirar más allá de la cruz, al
gozo eterno que le esperaba en el cielo, lo que le permitió afrontar la cruz con tanta decisión y gozosa
serenidad. Al prometer a Sus discípulos que los vería más tarde en Galilea, Jesús procuró darles esperanza
y seguridad al mismo tiempo.
26:33, 34 - Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. La
negación de Pedro le costó muy caro, ya que para siempre sería recordado por negar a Jesús. Pedro no
tuvo la humildad de aceptar que sería parte del cumplimiento de la profecía de Zacarías. Tampoco se
dio cuenta en ese momento que sólo podemos soportar la presión cuando recibimos gracia para ello.
Procuremos caminar humildemente con nuestro Señor, siempre dependiendo de Su gracia para hacerlo
de una manera que le agrade. Nuestro propio esfuerzo siempre nos hará fracasar.
183
EL EVANGELIO DE MATEO
26:35 - Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos
dijeron lo mismo. Aun así, Pedro no quiso aceptar las palabras del Señor, y los otros discípulos no
actuaron de manera muy diferente. Para vergüenza de Pedro, lo que Jesús había dicho sucedió tan solo
unas pocas horas más tarde.
El Getsemaní y la copa
26:36-46
26:36 - Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos:
Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Los profetas también son señales. El lugar donde un profeta
está cuando habla tiene significado. Esto a menudo nos ayuda a entender de forma más conmovedora
algunas de las verdades que expresa con sus palabras o acciones. Ciertamente esto fue lo que sucedió
en este episodio de la vida de nuestro Señor.
Getsemaní significa “lugar donde se prensan las aceitunas”. Actualmente, en este huerto todavía hay
olivos que fueron plantados antes del tiempo de Cristo. Fue aquí en el huerto que el Olivo de Dios
(Jesucristo) fue oprimido y “prensado” por todos los poderes de Satanás para quebrar Su voluntad y
resolución. Gracias a Dios que no tuvieron éxito.
26:37 - Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en
gran manera. En tiempos de grandes manifestaciones espirituales como la experiencia del monte de la
transfiguración y ahora en el tiempo de Su mayor necesidad, fue el amado “círculo íntimo” conformado
por Pedro, Santiago y Juan el que fue apartado de los otros para estar cerca de Él.
Al estar con Él participaron de los momentos sublimes y de las crisis profundas de Sus experiencias
espirituales. Cristo les permitió vivir estas experiencias para que fueran testigos oculares para las
generaciones siguientes, y además para que entendieran algo de las pruebas y tentaciones que tuvo que
sufrir para llegar a ser el Salvador del mundo.
26:38 - Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. El
Señor Jesús no sólo sufrió tremendamente en el cuerpo, sino también en su espíritu. La tristeza fue
indudablemente una parte del sufrimiento que padeció por nosotros mientras soportó el supremo ataque del
maligno. Estos sufrimientos y aflicciones se observan también en las vidas de los profetas.
En Isaías 16:9, 11, Isaías profetizó sobre Moab: “Por lo cual lamentaré con lloro de Jazer por la viña de
Sibma; te regaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale; porque sobre tus cosechas y sobre tu siega caerá el
grito de guerra... Por tanto, mis entrañas vibrarán como arpa por Moab, y mi corazón por Kir-hareset”.
A menudo encontramos en nuestras vidas esta terrible aflicción y peso que viene de participar en las
aflicciones del Señor al lamentarse por las tragedias y castigos que deben venir sobre los que abandonan
el camino de justicia. Precisamente mientras escribo esto, estoy experimentando una gran tristeza a
184
EL EVANGELIO DE MATEO
causa de personas muy queridas para mí, quienes han tomado decisiones malas. Lamentablemente,
sufrirán las consecuencias de sus decisiones. Son como Demas en el tiempo de Pablo.
26:39 - Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible,
pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Nuestro Señor tuvo que tomar la copa
que estaba llena con los pecados de este mundo. Al tomar esta copa, Cristo se hizo pecado. “Al que no
conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
(2 Co. 5:21).
La batalla para tomar esta copa fue enorme. Fue la prueba suprema para el Santo de Dios. Él era
sumamente puro y manso, y tuvo que vencer cada tentación para guardarse sin mancha del mundo, la
carne y el diablo. Ahora la soberana voluntad del Padre requería que se hiciera pecado. Por lo tanto, la
batalla continuó en oración buscando la gracia suficiente para estar dispuesto a tomar esta copa.
26:40, 41 - Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis
podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil. Los discípulos a quienes había buscado para que lo sostuvieran
en oración fueron vencidos por el sueño. Una de las grandes armas que el adversario usa contra nosotros
en la oración es la somnolencia. Sin embargo, debemos recordar que los discípulos habían tenido un día
muy largo y acababan de comer abundantemente del cordero de la Pascua, lo cual obviamente no
cooperaba para que se mantuvieran bien despiertos.
26:42 - Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin
que yo la beba, hágase tu voluntad. Vencer nuestra voluntad es siempre una lucha. Muy a menudo se
requiere que renunciemos a algo terrenal que no es bueno para nosotros. En este caso, el Santo de Dios
tuvo que hacer algo opuesto. Tuvo que llenarse de la corrupción y repugnancia del pecado.
26:43 - Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Los
discípulos habían sido vencidos por la fatiga que producen las horas avanzadas de la noche. Cuántas
veces nosotros también hemos experimentado esta somnolencia extrema mientras buscábamos orar en
la noche, luego de una larga jornada de trabajo.
26:44 - Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Finalmente,
tomó la copa de buen grado. Esto era necesario, porque si no se hacía pecado, no moriría. La muerte
sólo tiene poder donde hay pecado. Cristo también tuvo que cumplir con el tipo de ser el “macho
cabrío” que debía llevar vicariamente los pecados del pueblo de Dios (Lv. 16:7-10).
26:45 - Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora,
y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. El Señor les había permitido dormir de
modo que tuvieran los recursos para enfrentar los nuevos desafíos que les esperaban. Sin embargo, los
despierta a la hora señalada, cuando sabe que el traidor Judas está cerca.
185
EL EVANGELIO DE MATEO
26:46 - Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega. Vemos que Cristo nunca se retrasa y los
acontecimientos que habían de producirse en Su vida jamás lo tomaban por sorpresa. Esto fue
especialmente cierto mientras el tiempo avanzaba inexorablemente hacia Sus horas finales. Jesús siempre
es el Señor de la situación; nunca está a merced de los eventos sino en control de ellos. Esto es también
la voluntad del Señor para nosotros. Al andar nosotros en el Espíritu, en Él señorearemos sobre las
circunstancias de nuestras propias vidas también.
La traición
26:47-56
26:47 - Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y
palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. El número de gente armada
era absolutamente desproporcionado para esta tarea. Que ellos pensaran que era necesaria esa cantidad
quizá podría interpretarse como un tributo al poder del Señor.
26:48 - Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle. Este
es otro de sus actos sumamente despreciables, ya que un beso es señal de afecto e intimidad. Al besarlo,
Judas estaba diciendo que amaba al Señor y también que era uno de los privilegiados que lo conocían
lo suficiente como para saludarlo de esta manera.
26:49, 50 - Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a
qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. Este fue un acto de suma
hipocresía, cuando todos debieran haberse unido para defenderlo. Judas lo traicionó por el amor al
dinero que había en su corazón. Sin embargo, observemos cómo Jesús le responde en forma tan
misericordiosa llamándolo “amigo”.
26:51-54 - Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a
un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar;
porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi
Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las
Escrituras, de que es necesario que así se haga?
En su relato, Mateo destaca la verdad en cuanto a que todas estas cosas debían suceder para que se
cumplieran las Escrituras. Cristo vino a este mundo para morir. Por lo tanto, no podía permitir ningún
tipo de resistencia que impidiera que las autoridades lo apresaran. No necesitaba ayuda humana. Tenía
todo el ejército angelical a Su disposición si lo deseaba. Él puso Su vida como una ofrenda voluntaria
por usted y por mí, y sin Su muerte en el Calvario, todos estaríamos en el infierno.
26:55 - En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y
con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me
prendisteis.
186
EL EVANGELIO DE MATEO
Aquí Jesús censura la multitud de soldados y guardias del palacio, mostrándoles su hipocresía. Si los
cargos contra él hubiesen sido justos debieran haberlo arrestado abiertamente delante de las multitudes
en el Templo, y no durante la noche, de manera tan clandestina.
26:56 - Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los
discípulos, dejándole, huyeron. Todo esto fue necesario para que se cumplieran las Escrituras, las cuales
el Padre celestial había preparado de antemano para que se cumpliera Su voluntad y mostrar abiertamente
Su sabiduría. Para completar la escena todos los discípulos huyeron temerosos, y así se cumplió la
profecía de Zacarías 13:7.
El juicio ante el sumo sacerdote Caifás
26:57-68
26:57 - Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los
escribas y los ancianos. Originalmente, el sumo sacerdote era de la descendencia de Aarón. Era un
cargo que duraba toda la vida. Pero ahora que los romanos gobernaban el mundo, sus funcionarios
habían cubierto los cargos a su antojo. Por lo tanto, Caifás seguramente fue muy complaciente con sus
demandas, ya que había permanecido en el cargo por un período muy largo (18-36 d.C.). Más tarde, se
eligieron veintiocho sumos sacerdotes en el período 37-68 d.C. En 70 d.C., Jerusalén y el Templo
fueron destruidos, y cesó la sucesión de sumos sacerdotes.
26:58 - Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los
alguaciles, para ver el fin. Aquí vemos el amor de Pedro por el Señor Jesucristo. Aunque inicialmente
había huido para dar cumplimiento a las Escrituras, volvió y buscó estar cerca de Él. Esto seguramente
puso en peligro la vida de Pedro, ya que podrían haberlo hecho comparecer también a él como uno de
los perpetradores de lo que el Sanedrín probablemente denominaba “un falso culto”.
26:59 - Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra
Jesús, para entregarle a la muerte. Es evidente que el Sanedrín se había reunido en una sesión
extraordinaria. Sin embargo, no era legal de acuerdo a sus leyes reunirse en otro lugar que no fuera los
edificios del Templo, ni en otro momento que no fuera durante el día. Ambas reglas fueron quebrantadas
en esta oportunidad. Además, ellos, que creían que la Ley era tan importante, no se habían reunido con
una mente abierta para juzgar con verdad, porque ya tenían su veredicto.
26:60 - Y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos
falsos. Su deseo hipócrita de defender y hacer prevalecer su causa para crucificar a Jesús requería dos
testigos para que se cumpliera la Ley. Deuteronomio 17:6 exigía: “Por dicho de dos o de tres testigos
morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo”.
26:61 - Dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. Esta acusación
era en realidad una distorsión de lo que Jesús había dicho. Jesús nunca habló de destruir ningún templo.
187
EL EVANGELIO DE MATEO
En realidad dijo: “Destruid este Templo, y en tres días lo levantaré” (Jn. 2:19). Jesús estaba hablando de
Su propio cuerpo, no de un edificio.
26:62 - Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra
ti? Por ley Jesús tenía pleno derecho a no hablar, porque ningún acusado podía ser obligado a incriminarse
a sí mismo. Sin embargo, Jesús no quería defenderse. Al defenderse habría ofrecido a Satanás una
oportunidad para hacer que el Sanedrín no lo declarara culpable; y de ser así, habría frustrado el plan de
Dios para Él de ser el supremo sacrificio por nuestros pecados.
26:63 - Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos
digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. El sumo sacerdote, dándose cuenta que su evidencia para
condenarlo era débil, trató de hacer que Jesús se incriminara a sí mismo al declarar Su verdadera
identidad. ¿Eres tú el Hijo de Dios?
26:64 -Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre
sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Jesús provee ahora al Sanedrín
la evidencia que necesitaban. Podría haber permanecido en silencio nuevamente, pero en tal caso no
habría sido crucificado. Vemos otra vez que Él es una ofrenda voluntaria.
Jesús responde citando Daniel 7:13, que dice: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las
nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron
acercarse delante de él”. Se identificó a sí mismo con Aquel que vendría a juzgar al mundo y recibiría
todos los reinos de la tierra. Esto fue demasiado para el sumo sacerdote.
26:65-68 - Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más
necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué os parece? Y
respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de
puñetazos, y otros le abofeteaban, diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó. El Sanedrín
estableció que a los ojos de ellos era culpable, y procedieron a burlarse de Él para cumplir la profecía
del Señor de que sería tratado de este modo (Mt. 20:18, 19).
Las negaciones de Pedro
26:69-75
Al considerar las negaciones de Pedro debemos ser benévolos y recordar ciertos hechos. Era bien
pasada la medianoche cuando ocurrió el primero de estos desafíos. De hecho, Pedro había puesto en
peligro su propia seguridad al presentarse en la casa del sumo sacerdote. El único otro discípulo en las
inmediaciones era Juan. Pedro había sido escogido deliberadamente por Satanás para ser probado. Pero
aquí, rodeado de enemigos, su anterior bravura (al afirmar que moriría con el Señor) brillaba por su
ausencia. Más aún, como veremos, Pedro fue confrontado por dos criadas cuyos comentarios habrían
llegado fácilmente a oídos de los soldados que se encontraban cerca.
188
EL EVANGELIO DE MATEO
26:69 - Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas
con Jesús el galileo. La primera confrontación se produjo en el patio del palacio y provino de una de las
criadas que servían al sumo sacerdote. Obviamente, esta sabía del ministerio de Jesús y posiblemente
había visto Sus milagros. De inmediato identificó a Pedro, quien seguramente siempre estuvo muy
cerca de Aquel a quien amaba.
26:70 - Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Las palabras de la criada fueron
oídas por muchas personas. Si Pedro hubiera reconocido que era compañero de Jesús lo habrían arrestado
inmediatamente.
26:71 - Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús
el nazareno. Al salir sigilosamente al patio para evitar más preguntas por parte de esta criada, se encontró
con otra que también debió haber estado entre las multitudes que presenciaron las enseñanzas y milagros
de Jesús durante aquellos últimos días. Pero nuevamente, esta criada no estaba sola, ya que había allí un
buen número de soldados.
26:72 - Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. Con cada confrontación Pedro
parece haberse asustado más, y ahora recurre a un juramento para salvarse.
26:73 - Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente
también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Ahora otros lo acusan de ser
parte del grupo de Jesús, agregando que su acento confirmaba que era de Galilea. Esto ocurre un poco
después, y aun así Pedro ha permanecido cerca de Jesús. Fácilmente podría haberse ido del palacio,
pero el amor lo hizo quedarse para ver lo que sería de su Maestro. Sin embargo, vuelve a negar esta
nueva acusación.
26:74 - Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
Lamentablemente, en este momento Pedro necesitaba convertirse (Lc. 22:32). Era tosco, tanto en su
forma de hablar como en sus modales. Cuando reflexionamos sobre estos primeros doce, vemos que
Jesús no se rodeó necesariamente de lo más selecto de la humanidad. Tanto Judas como Pedro eran
propensos a maldecir, algo que seguramente sería agraviante para el carácter dulce de Jesús.
26:75 - Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el
gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. Ahora el remordimiento se apodera
de Pedro, y finalmente abandona al gentío que se había reunido en el patio del palacio del sumo sacerdote.
189
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 27
Jesús es enviado a Pilato
27:1, 2
27:1 - Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo
contra Jesús, para entregarle a muerte. Un hecho que no debe pasarse por alto es que Jesús había sido
apresado y atado durante la noche y en ningún momento había podido descansar. Por lo tanto, para esta
hora se encontraba muy débil.
27:2 - Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Hemos dicho anteriormente
que ningún escritor de los Evangelios nos aporta todos los hechos, y esto es especialmente cierto en
cuanto a las pruebas de Jesús. Por esa razón hemos decidido seguir a cada escritor de los Evangelios
según su propio relato y no tratar de brindar todos los detalles, reservando esto último para nuestros
otros libros: “La vida de Cristo” y “La cruz y la resurrección de Cristo”.
El suicidio de Judas
27:3-5
27:3 - Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las
treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos. Desde este lado de la eternidad
resulta difícil evaluar el conjunto de los sentimientos y emociones de Judas. Por lo que puede interpretarse
de las palabras de este pasaje, hay quienes creen que Judas no esperaba que Jesús fuera condenado.
De modo que al darse cuenta que había sido responsable de Su crucifixión, Judas se llenó de
remordimiento, por lo que debemos ver su vida con compasión y lástima. Sin embargo, esta no es una
teoría defendible, porque fue por codicia que traicionó al Maestro. El Mesías prometido sólo valía para
Judas treinta piezas de plata. Judas se hallaba en la misma condición de Esaú.
Leemos en Hebreos 12:16, 17: “No sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una
sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición,
fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”. Debe
entenderse claramente que el arrepentimiento es un don de Dios: “Por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan” (2 Ti. 2:25). Si el Señor no da esta gracia, el corazón no puede volverse verdaderamente a
Él. Nunca debe darse por sentado que el don del arrepentimiento se dará indiscriminadamente. Tanto
Judas como Esaú tuvieron gran luz, pero aún así pecaron descaradamente.
Por lo tanto, entran en la categoría de aquellos de quienes habla Pablo en Hebreos 6:4-6: “Porque es
imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes
del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y
190
EL EVANGELIO DE MATEO
recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo
de Dios y exponiéndole a vituperio”. Así que Judas, quien reconoció su culpa, fue rechazado.
27:4 - Diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a
nosotros? ¡Allá tú! Los amigos de Judas dijeron: “Mala suerte para ti”. Uno de los castigos que caen
sobre las personas como Judas es que aquellos que lo recibieron tan amablemente ahora lo rechazan.
No existe el honor entre los malvados. Por otra parte, los líderes religiosos no estuvieron dispuestos a
reconfortarlo, ya que estaban cometiendo el mismo pecado que él.
Esta verdad debe ser examinada en más detalle, ya que el pueblo de Dios puede caer tan bajo como
cayeron los israelitas de la antigüedad: “Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte,
e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos
puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos” (Is. 28:15).
Estos israelitas engañados y malvados pensaron que haciendo un pacto con la muerte y el infierno
serían preservados cuando los enemigos de Dios entraran a la tierra. Por cierto, muchos creyeron que
podían hacer un pacto con Satanás mismo y que recibirían un lugar especial en el infierno, sólo para
hallar que el demonio y archienemigo de la humanidad termina tratándolos con burla y desdén, y los
atormenta aún más.
27:5 - Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. De esta manera Judas entró
directamente en los tormentos de la condenación eterna, siendo conocido por toda la eternidad como el
que traicionó al Mesías prometido, el Señor de gloria.
27:6, 7 - Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el
tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con ellas el
campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Nuevamente vemos el colmo de la hipocresía de
los sacerdotes, porque ellos mismos estaban involucrados en el escándalo. Eran ellos quienes habían
suministrado el dinero y contratado la traición. Pero aun así se negaron a recibir de vuelta el dinero. No
hay hipocresía como la hipocresía religiosa.
Es impresionante entender el propósito que tendría el campo. Fue el lugar destinado a los extranjeros
muertos, y Judas fue el primero en ser sepultado allí. Verdaderamente fue un extraño, un “extranjero”
para las promesas de Dios, aunque estuvo entre los primeros apóstoles. ¡Cómo caen los poderosos!
Asegurémonos de ser siempre fieles al Señor, porque no hay tormento eterno como el del hipócrita.
27:8 - Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. El nombre del campo
es en sí mismo una acusación a los líderes religiosos. Fue a través de su complicidad en la traición y
subsecuente muerte de Jesús que el campo recibió su nombre. Con toda seguridad, sus ojos estaban tan
ciegos que nunca vieron la ironía.
191
EL EVANGELIO DE MATEO
27:9, 10 -Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de
plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del
alfarero, como me ordenó el Señor. Esto también se menciona en Zacarías 11:12, 13: “Y les dije: Si os
parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me
dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de
plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro”.
“Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor”. El campo del alfarero era en
realidad el lugar donde se echaban los recipientes que ya no servían. Qué lugar tristemente apropiado
para que Judas fuera enterrado; una vida que podría haber sido usada de manera tan significativa pero
que, al contrario, se había convertido quizás en la más despreciable de todas. Era una vasija rota y
desechada, solo adecuada para ser arrojada al montón de desperdicios de seres humanos que
desaprovecharon y aun despreciaron las oportunidades que Dios les dio. Esforcémonos por Su gracia
para ser vasos santos y adecuados para el uso eterno por parte del Maestro.
Jesús ante Pilato
27:11-18
Como ya hemos señalado, cada escritor de los Evangelios describe sólo partes de los sucesos en la vida de
Jesús. En realidad, Jesús tuvo que pasar por seis pruebas en total: tres fueron de orden religioso y tres de
orden secular. Mateo lo presenta todo más bien como una sola prueba. Pero nuevamente la veremos desde el
punto de vista de él, para desarrollar los aspectos particulares que obviamente desea resaltar.
27:11 - Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey
de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. En esta acusación y respuesta de Jesús tenemos una afirmación
directa del Señor en cuanto a que verdaderamente Él es el Rey de los judíos.
27:12 - Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. El Señor
no quiso responder a las acusaciones de los líderes religiosos porque, como ya hemos dicho, no debía
dar a Satanás una oportunidad para absolverlo y evitar que fuera a la cruz.
27:13, 14 - Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le
respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho. Sería natural que
cualquier prisionero se defendiera y tratara de evitar que lo condenaran, y en especial a morir crucificado.
Aquí el Señor muestra claramente tanto el dominio propio como la mansedumbre de Dios, aceptando
dispuestamente las injustas acusaciones de los sacerdotes.
27:15-17 - Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el
que quisiesen. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues, ellos, les dijo
Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Encontramos aquí
que al pueblo le son presentados dos prisioneros. Barrabás, un asesino y criminal de la peor clase, y
192
EL EVANGELIO DE MATEO
Jesús el inocente Cordero de Dios. Pilato tendría que haber defendido a Jesús, pero en lugar de eso le dio al
pueblo la posibilidad de elegir entre los dos hombres. Sin embargo, esto fue el cumplimiento de Levítico
16:7-10, 20-22, 26, donde el sumo sacerdote Aarón recibió instrucciones de tomar dos machos cabríos.
Levítico 16:8-10 dice: “Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y
otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y
lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará
vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto”.
Leemos en Levítico 16:21: “Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y
confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados,
poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre
destinado para esto”.
De esta manera Barrabás, ese terrible pecador, fue el macho cabrío que fue liberado, el cual es un tipo
de todos nosotros. En tanto Jesús, el inocente, se hizo ofrenda por el pecado, como leemos en Levítico
16:15, 16: “Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la
sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá
sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. Así purificará el santuario, a causa de las impurezas
de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al
tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas”. Al demandar que Barrabás
fuera liberado y Jesús crucificado, los hijos de Israel estaban en realidad cooperando con el cumplimiento
del tipo bíblico del macho cabrío.
27:18 - Porque sabía que por envidia le habían entregado. Es claro y lo será aún más mientras avanzamos,
que Pilato estaba completamente convencido de la inocencia de Jesús. Pilato comprendió, como lo
haría un buen juez, la verdadera razón por la que los sumos sacerdotes deseaban Su crucifixión. Fue por
envidia que los judíos entregaron a Jesús a Pilato para que fuera crucificado.
La elección de la multitud
27:19-23
27:19 - Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese
justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. La gracia del Señor fue asombrosa,
ofreciéndole a Pilato cada oportunidad y aun alentándolo a liberar a Jesús de modo que Pilato nunca
podría decir que no fue advertido.
En este momento haríamos bien en detenernos y considerar por qué Pilato, que obviamente estaba
deseoso de liberar a Jesús, no lo hizo. Poncio Pilato no era un hombre justo que ciertamente odiaba a
los judíos. Seguramente fue un administrador excelente y confiable, ya que para ser nombrado gobernador
se requería haber tenido éxito en otros cargos menores.
193
EL EVANGELIO DE MATEO
Sin embargo, un estudio del carácter de Pilato realizado por Filón, el erudito de Alejandría, describe a
un hombre corrupto, cruel y conocido por los asesinatos comprobados y no comprobados de muchas
personas. Tales fueron las atrocidades de este hombre que los judíos habían amenazado denunciar ante
el Emperador. Finalmente, Pilato se excedió luego de diez años en su puesto.
En 36 d.C., fue responsable de la masacre de los samaritanos que se habían reunido en el monte Gerizim,
liderados por un impostor que había prometido mostrarles los vasos sagrados que supuestamente Moisés
había ocultado allí. Los samaritanos denunciaron a Pilato ante Vitelo, el legado de Siria, quien era el
superior de Pilato. Este ordenó a Pilato ir a presentarse ante el emperador Tiberio y dar cuenta de sus
acciones. Mientras tanto, según la historia, Tiberio falleció, y el nuevo emperador ordenó a Pilato que
se suicidara, lo cual hizo. Por lo tanto, para el tiempo del juicio de Jesús, Pilato ya se hallaba
comprometido por delitos anteriores, y los principales judíos estaban listos para informar de ello a
Roma. Continuemos ahora con el relato.
27:20-23 - Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a
Barrabás, y que Jesús fuese muerto. Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis
que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el
Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero
ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! Esto de ninguna manera podía denominarse un
juicio, porque el juez estaba convencido de la inocencia del prisionero pero procuraba agradar al
populacho. Roma, a pesar de su corrupción, nunca habría autorizado un acto de esta índole. Pero como
ya hemos dicho, los líderes religiosos tenían a Pilato en su poder por causa de sus delitos anteriores.
Pilato tenía miedo de ellos y no quería que hallaran otra ocasión por la cual pudiera ser convocado ante
el Emperador. En efecto, buscaba apaciguarlos y estaba dispuesto a sacrificar a Jesús para mantener su
posición.
El juicio sobre los hijos de Israel
27:24, 25
27:24 - Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las
manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Lavarse
las manos era una costumbre judía proveniente de la Ley. Dios ordenaba que si un hombre era encontrado
muerto los ancianos y jueces debían determinar qué ciudad se hallaba más cerca del cadáver. Luego, los
ancianos de la ciudad debían matar una becerra y lavar sus manos sobre ella como leemos a continuación
en Deuteronomio 21:6, 7: “Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado
el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protestarán y dirán:
Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto”.
Pero Pilato no podía escapar a la responsabilidad lavándose las manos, porque él era el juez y el que
daría la orden de ejecutar a un hombre inocente. Sin embargo, en esta trágica situación la responsabilidad
era del pueblo de Israel.
194
EL EVANGELIO DE MATEO
27:25 - Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. De
este modo, la sangre de Jesús el Inocente fue directamente sobre las cabezas de los judíos. Esto cumple
el tipo del Cordero de la Pascua, el cual era sacrificado por toda la congregación del pueblo de Israel.
Leemos en Éxodo 12:5, 6: “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de
las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del
pueblo de Israel entre las dos tardes” (resaltado del autor). De modo que fue Israel en conjunto quien
mató al Cordero de la Pascua, el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios.
La orden para la crucifixión
27:26-28
27:26 - Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. El
pecador Barrabás, quien nos representaba a nosotros, fue liberado, mientras que el inocente Cordero de
Dios sufrió en nuestro lugar. Que estemos siempre sumamente agradecidos por todo lo que sufrió por
nosotros. Su sangre fue presentada no en el Propiciatorio terrenal, sino en el cielo mismo.
Leemos en Hebreos 9:23, 24: “Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró
Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse
ahora por nosotros ante Dios”. La crucifixión implicaba mucha tortura previa, y más de uno había
sucumbido a este trato inhumano. Pero nuestro Señor soportó los azotes para cumplir la profecía de
Isaías 53:5: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
27:27, 28 - Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor
de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata. Ahora comienza
el vil escarnio de Jesús por parte de esta despreciable soldadesca romana. En efecto, Jesús no sólo
sufrió a manos de los líderes religiosos, sino también a manos aquellos que representaban a Roma, el
cuarto reino mencionado por Daniel. Por lo tanto, no sólo los judíos sino también los gentiles fueron
responsables de Su muerte. Murió por todo el mundo, tanto judíos como gentiles. Luego de Su muerte
y resurrección, Cristo fue enviado a los gentiles como vemos en Isaías 49:6: “Dice: Poco es para mí que
tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también
te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”.
Los soldados se burlan de Jesús
27:29-33
27:29-31 - Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha;
e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole,
195
EL EVANGELIO DE MATEO
tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le
pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle. De una u otra manera, todos debemos soportar la
burla. La vergüenza es algo que debemos entender, porque al ser humillados seremos bendecidos.
Satanás entendió claramente que Jesús era el Rey de los judíos, y era obviamente él quien estaba
dirigiendo toda esta ridiculización. “Vaya, el Rey de los judíos”. He notado a lo largo de mi vida que lo
que se dice para ridiculizarme y burlarse de mí se transforma en un indicio de lo que Dios intenta hacer
a mi favor.
Satanás conoce cuál es el plan de Dios para usted, y se burla de él. Los hermanos de José lo llamaron “el
soñador”, pero sus sueños se hicieron realidad. Cuando se burlan de nosotros, debemos ser como Jesús
y no decir palabra, sino encomendarnos a Aquel que juzga rectamente. En ocasiones me he enterado lo
que Dios quiere hacer por mí, por la manera en que otros (y a menudo aquellos que están más cerca) se
burlan y se ríen de mí.
27:32 - Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que
llevase la cruz. Esta tarea impuesta a Simón estaba permitida por las leyes del Imperio Romano. Un
soldado romano simplemente podía tocar en el hombro a una persona, y eso significaba que debía
cargar su equipo militar por una milla. Así fue como se le ordenó a Simón cargar la cruz de Jesús.
Aparentemente fue bien recompensado por esta acción por el Padre celestial, porque fue padre de dos hijos,
Alejandro y Rufo, quienes fueron líderes muy conocidos de la Iglesia del Nuevo Testamento (Mr. 15:21).
27:33 - Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera. Debido a
que la colina tenía forma de calavera, era llamada Gólgota, que en hebreo significa calavera. En latín la
palabra es Calvario. Gólgota y Calvario son los nombres de la colina sobre la cual Cristo fue crucificado.
La crucifixión
27:34-38
27:34 - Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso
beberlo. Esta bebida era una mezcla de vino y de posiblemente un grano o dos de incienso. Anestesiaba
en cierta medida a los condenados y era provisto por las mujeres compasivas y ricas de la ciudad. El
Señor no la bebió, a fin de sufrir en la mayor medida posible. Esta acción fue el cumplimiento de
Salmos 69:21: “Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”.
27:35 - Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se
cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. La
crucifixión propiamente dicha fue el cumplimiento de Salmos 22:16: “Porque perros me han rodeado;
me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies”. Efectivamente, fue la
congregación de los malvados líderes religiosos la responsable de Su crucifixión.
Los judíos vestían básicamente cinco prendas. A los cuatro soldados responsables de la ejecución se les
196
EL EVANGELIO DE MATEO
permitía quedarse con estas prendas. Para la prenda externa echaron suertes. Esto cumplió la profecía
de Salmos 22:18: “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”.
27:36 - Y sentados le guardaban allí. Aun en el momento de Su mayor sufrimiento, Cristo fue observado
atentamente por Sus enemigos, los que representaban a Roma. Como veremos más adelante, esto se
convirtió en un testimonio de Su grandeza.
27:37 - Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Era
la práctica habitual colocar sobre la cabeza de los que eran crucificados la causa de su castigo. En el
caso de Jesús fue una declaración extraordinaria, ya que efectivamente no era ningún criminal. En
verdad, Él era y es el Rey que viene.
27:38 - Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. Esto
también cumplió otra profecía que se halla en Isaías 53:12, donde está escrito: “Fue contado con los
pecadores”.
El escarnio por parte de los sacerdotes
27:39-49
27:39 - Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza. Esto es el cumplimiento de Salmos 22:7:
“Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza”.
27:40 - Y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres
Hijo de Dios, desciende de la cruz. La burla, cuando es orquestada por Satanás, en realidad describe a
menudo lo que Dios hará por Su pueblo. Ciertamente, esto también sucedió con Su amado Hijo. “Tú
que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo”. Ellos citaban Juan 2:19-21;
“Mas él hablaba del templo de su cuerpo” (v. 22). Ellos mismos estaban dando cumplimiento a lo que
Él afirmó. Los sacerdotes destruirían Su cuerpo, pero Dios lo levantaría después de tres días. Anímese
cuando Satanás se burla de usted. Él sólo está confirmando lo que Dios está haciendo a su favor.
27:41, 42 - De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los
fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel,
descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Hay dos verdades en este pasaje que necesitamos
comprender. Aunque Jesús podría haber descendido de la cruz, al hacerlo habría destruido precisamente
la razón por la que había venido al mundo, que era dar cumplimiento al tipo del Cordero de la Pascua.
Sin embargo, hay algo más que debemos tener presente. Jesús mismo dijo que si el pueblo no estaba
dispuesto a creer a Moisés y a los profetas (las Escrituras), no creerían aun si alguien resucitara de los
muertos (Lc. 16:31). De modo que, aun si Jesús hubiera descendido de esta cruz de afrenta, tampoco
habrían creído.
27:43 - Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. Nuevamente este
197
EL EVANGELIO DE MATEO
agravio era un cumplimiento de Salmos 22:8: “Se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele, puesto que
en él se complacía”. Cada mínimo detalle de la cruz había sido escrito de antemano en las Sagradas
Escrituras. Prácticamente todo el Salmo 22 es por cierto una descripción de los sufrimientos de Cristo
en la cruz.
27:44 - Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él. La agonía de la
crucifixión de Jesús fue agravada en una medida ningún otro en la historia habría soportado. Fue injuriado
por Sus enemigos, y lo peor de la humanidad lo calumnió y lo maldijo, a pesar de estar ellos mismos
condenados.
27:45 - Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Entre las
experiencias espirituales que se registran en la Biblia, se encuentra la experiencia de “el temor de una
grande oscuridad”. Encontramos esto en la vida de Abraham. El temor de una gran oscuridad cayó sobre
Abraham mientras preparaba una ofrenda (Gn. 15:12-18). Dios el Padre y Dios el Hijo, estaban a punto de
hacer un pacto con Abraham para darle a él y a su descendencia la tierra de Israel como herencia.
Cuando Dios quiere hacer algo muy importante en y a través de nuestras vidas tenemos primero la
experiencia de “el temor de una grande oscuridad”. Aquellos que hemos tenido esa clase de experiencia
conocemos la horrible sensación de desesperanza y desamparo que se siente. El propósito de tal
experiencia es hacernos tomar conciencia de que es Dios quien lleva a cabo Su voluntad,
independientemente de cualquier esfuerzo de nuestra parte. Jesús también experimentó esta sensación
de terrible soledad cuando los poderes de las tinieblas hicieron sentir su presencia de un manera
impresionante y terrorífica.
27:46 - Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Jesús tenía que ser olvidado por Dios por un breve
tiempo, porque se había convertido en pecado por nosotros, y el Padre ya no podía contemplar a Su
Hijo que cargaba con los pecados de todo el mundo.
27:47 - Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Los espectadores no podían
entender Sus palabras y pensaron que estaba llamando a Elías, porque Israel esperaba que Elías los
liberara del yugo opresor de Roma. Malaquías 4:5 dice: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes
que venga el día de Jehová, grande y terrible”. Ahora se produce otro cumplimiento de las Escrituras.
27:48 - Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola
en una caña, le dio a beber. Esto dio cumplimiento a Salmos 69:21, que dice: “Me pusieron además
hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”.
27:49 - Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Una sensación de desconcierto y
asombro dominaba a los espectadores, que habían visto y ciertamente oído de todos los milagros y
maravillas que Jesús había hecho. Todos sabían que no era un hombre común. Por lo tanto, había
198
EL EVANGELIO DE MATEO
margen para creer que todavía algo podría suceder, aun en estos momentos finales. Por supuesto que
nada sucedió, ya que no era posible rescate alguno del cielo; porque en ese caso no se habría cumplido
el derramamiento de Su sangre por nosotros.
La muerte de Jesús
27:50-54
27:50, 51 - Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del
templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron. Para el creyente, el
velo rasgado es uno de los beneficios inmediatos más importantes de la muerte de Jesús. El velo, que
separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo en el Templo, impedía a todos entrar en la presencia de
Dios. Sólo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año en el día de la Expiación. Ahora que el velo
había sido rasgado, el camino a la presencia de Dios estaba abierto.
Pablo explica esto en Hebreos 9:7, 8: “Pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año,
no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; dando el Espíritu
Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto
que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie”.
Pablo continúa su explicación en Hebreos 10:19, 20: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar
en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través
del velo, esto es, de su carne”. El velo representa el cuerpo de Cristo. En el tabernáculo de Moisés, el
Templo de Salomón, el Templo de Zorobabel y el Templo de Herodes, el cuerpo literal de Cristo estaba
representado por el velo que había entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El velo representa Su
carne. Cuando Su carne murió, el camino de entrada al Lugar Santísimo quedó abierto.
Para los creyentes, el velo habla de ser crucificado con Cristo, es decir, la experiencia de Gálatas 2:20,
donde Pablo dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo
por mí”. Gálatas 2:20 es una experiencia. Cuando somos crucificados con Cristo, nosotros mismos
pasamos del Lugar Santo al Lugar Santísimo.
27:52-54 - Y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron
a muchos. El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que
habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. Aquí
vemos un anticipo, un cumplimiento parcial de la profecía de Isaías 26:19: “Tus muertos vivirán; junto
con mi cuerpo muerto resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío, cual
rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos” (RV).
En la muerte de Jesús hubo abundantes señales de que no era un hombre común. Era nada menos que el
199
EL EVANGELIO DE MATEO
Hijo de Dios, como también testificó de Él el oficial romano que estuvo a cargo de la crucifixión.
Jesús es sepultado
27:55-61
27:55, 56 - Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde
Galilea, sirviéndole, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José,
y la madre de los hijos de Zebedeo. En la Biblia se menciona frecuentemente a las mujeres como
seguidoras muy leales y devotas del Señor Jesús. Se ha dicho a menudo que las mujeres tienden a ser
más fieles que los hombres. Por cierto, tienen una ternura y compasión que pocos hombres poseen.
Después de todo, fue la esposa de Pilato quien advirtió a su marido que no tocara a Jesús.
27:57, 58 - Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había
sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le
diese el cuerpo. Este fue en sí mismo un reconocimiento por parte de Pilato en cuanto a que Jesús era
inocente. Porque era verdaderamente extraño que los cuerpos de los crucificados se entregaran; por lo
general permanecían en la cruz hasta que las aves consumían su carne.
27:59, 60 - Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro
nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del
sepulcro, se fue. Aun la sepultura de Jesús fue descripta con anticipación, como leemos ahora en Isaías
53:9: “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo
maldad, ni hubo engaño en su boca”.
Esta tumba se encuentra aún entre nosotros hoy, y puede ser vista y visitada en el lugar llamado “El
sepulcro del jardín”, inmediatamente fuera de las murallas de la ciudad de Jerusalén. No debemos
abandonar este pasaje sin comentar la obvia devoción y valentía de José de Arimatea. Este hombre
devoto hizo frente al posible enojo de Pilato y ciertamente al odio de sus pares judíos, al identificarse
tan claramente con un malhechor condenado y despreciado que era tenido por un impostor. Por este
acto Dios ha hecho que el nombre de José sea honrado por todas las generaciones de los fieles.
27:61 - Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. Marcos 15:47,
identifica a “la otra María” como la madre de José. De este modo, las mujeres fueron fieles hasta el fin.
El sepulcro es sellado
27:62-66
27:62-66 - Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes
y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún:
Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que
200
EL EVANGELIO DE MATEO
vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el
postrer error peor que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como
sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
En los versículos anteriores observamos cuán claramente se certificaría la resurrección de Cristo. Nadie
podría decir que fue porque los discípulos habían robado Su cuerpo, ya que la tumba fue claramente
sellada y custodiada. Ningún ser terrenal habría sido capaz de llevarse Su cuerpo. La resurrección fue
un acto divino de Dios.
201
EL EVANGELIO DE MATEO
Capítulo 28
La resurrección
28:1-8
28:1 - Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena
y la otra María, a ver el sepulcro. Las razones para que ellas vinieran fueron, primero, porque era
domingo y el día de reposo ya había finalizado. Segundo, porque querían hacer los arreglos fúnebres
para el cuerpo de Jesús, debido a que Su cuerpo sólo había sido envuelto en una “sábana de lino limpia”
(Mt. 27:59, DHH), lo que nos habla de Él como el Justo (comp. Ap. 19:8). Aunque estaba envuelto en lino,
Su cuerpo no había sido embalsamado. Por lo tanto, ellas habían venido a realizar estos ritos.
28:2 - Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió
la piedra, y se sentó sobre ella. Ocurrieron terremotos en ocasión de la muerte y resurrección de nuestro
Señor, y volverán a ser una de las señales de Su Segunda Venida. Leemos en Zacarías 14:4, 5: “Y se
afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente;
y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle
muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al
valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis
por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los
santos”.
Habrá un terremoto en el momento de la ascensión de Moisés y Elías en Apocalipsis 11:13: “En aquella hora
hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número
de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo”.
Luego habrá un gran terremoto cuando el séptimo ángel derrame la última copa según Apocalipsis
16:17, 18: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del Templo del cielo, del
trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra,
un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”.
Volviendo a nuestro texto, vemos una descripción del ángel de la resurrección. Independientemente del
hecho de que la tumba fue celosamente guardada, nadie podía impedir Su resurrección.
28:3-8 - Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los
guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No
temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha
resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos
que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os
lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las
nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,
202
EL EVANGELIO DE MATEO
Como hemos dicho antes, la Biblia es generosa con las mujeres, y aquí nos encontramos con el relato
más extraordinario de la historia, contado y confirmado por mujeres.
El encuentro de las mujeres con Jesús
28:9, 10
28:9 - ...he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus
pies, y le adoraron. Aquí tenemos otro ejemplo de la gracia del Señor para con las mujeres, ya que ellas
lo vieron antes que Sus propios discípulos. Por esta razón debemos alentar a las mujeres en todo lugar
a encontrarse con el Señor y ser portadoras de las buenas nuevas.
28:10 - Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a
Galilea, y allí me verán. Estas damas se transformaron luego en los mensajeros de Jesús a Sus discípulos.
¡Qué privilegio! Los hombres deben tomar nota de esto ya que el Señor bien puede hablarnos a través
de nuestras esposas u otros miembros mujeres de nuestra congregación en lugar de hablarnos siempre
en forma directa. No desoigamos la voz de Dios, cualquiera sea el medio que elija para hablarnos.
La falsedad de los principales sacerdotes y los ancianos
28:11-15
28:11, 12 - Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los
principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido
consejo, dieron mucho dinero a los soldados. Es claro que los líderes religiosos no estaban interesados
en la verdad sino en proteger sus propios puestos. A pesar de toda la evidencia de sus propios hombres
de confianza, escogieron engañar nuevamente al pueblo inventando una mentira.
28:13 - Diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros
dormidos. También es evidentemente manifiesto que los mismos líderes religiosos no negaron las
afirmaciones de sus propios testigos. No amaban la verdad sino la mentira.
28:14 - Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Además,
tenían la intención de sobornar a Pilato en cuanto a este asunto. ¡Tan decididos estaban a destruir el
mensaje de Jesús!
28:15 - Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado
entre los judíos hasta el día de hoy. Los soldados tampoco eran de fiar. Por su amor al dinero también
ellos estaban dispuestos a apoyar a los líderes religiosos en la mentira. Quizá muchos habrían creído y
habrían sido salvos si la verdad se hubiera confirmado.
203
EL EVANGELIO DE MATEO
La gran comisión
28:16-20
28:16, 17 - Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y
cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Para esta cita con Sus discípulos, Jesús escogió
Galilea y no Jerusalén porque en Galilea lo habían recibido, mientras que en Jerusalén lo habían
rechazado.
28:18 - Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. El
nombre de Jesús es mayor que cualquier otro en el cielo o en la tierra. Una verdad que debe arder en el
espíritu de los cristianos es el poder del nombre de Jesús. Aún los demonios creen y tiemblan, como nos
dice Santiago 2:19. Debemos utilizar este bendito nombre cuando nos sentimos oprimidos por el enemigo.
Él debe huir ante la sola mención de este poderoso Nombre, el cual está por sobre todo nombre arriba
en el cielo y abajo en la tierra (comp. Fil. 2:9-11).
28:19 - Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Aquí tenemos lo que se denomina la gran comisión. Vemos que tenemos
una responsabilidad para con nuestros semejantes. Debemos predicar las buenas nuevas que Jesús
salva, pero también debemos enseñarles. La predicación de la Palabra de Dios es lo que lleva a las
personas a la salvación, pero es la enseñanza de Su Palabra lo que las hará fuertes y firmes en la fe.
28:20 - Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Debemos hacer discípulos, no solamente convertidos. El
Señor desea a quienes se consagrarán a Él. Desea a quienes andan según el Espíritu de santidad, que
están dispuestos a morir a sí mismos y vivir sólo para Él. ¡Este es el verdadero propósito de la redención!
No es tan solo hacer convertidos que puedan escapar del infierno para ir al cielo.
El verdadero propósito de la fe cristiana es producir reyes y sacerdotes para Dios (Ap. 5:9, 10). Dios
quiere un pueblo que crezca hasta alcanzar plenamente Su estatura, que sea compatible con Él.
Finalmente, desea una Esposa a Su altura. No perdamos el propósito de la vida.
204
EL EVANGELIO DE MATEO
APÉNDICE A
La genealogía de Jesús
A lo largo de toda la Biblia encontramos muchas genealogías de la nación de Israel. Sin embargo, cada
genealogía no contiene a todos los miembros de una familia dada. Parecieran estar incluidas en la
Palabra de Dios con el sólo propósito de probar que determinada persona desciende de los patriarcas.
De modo que al examinar la genealogía que aparece en el capítulo 1 del Evangelio de Mateo, encontramos
varias omisiones. Denominamos a esto “seguir a una genealogía con el telescopio, con el propósito
expreso de ilustrar una verdad”.
La verdad que Mateo desea mostrar es que el número sesenta y dos es el número místico de la venida de
Cristo. La tabla siguiente, la cual debemos al brillante erudito y ministro Dr. Adam Clark, muestra las
sesenta y dos generaciones desde Adán hasta Cristo.
De Abraham a David
De Salomón a Joaquín
De Jeconías a Jesucristo
1. Abraham
2. Isaac
3. Jacob
4. Judá
5. Fares
6. Esrom
7. Aram
8. Aminadab
9. Naasón
10. Salmón
11. Booz
12. Obed
13. Isaí
14. David
1. Salomón
2. Roboam
3. Abías
4. Asa
5. Josafat
6. Joram
7. Uzías
8. Jotam
9. Acaz
10. Ezequías
11. Manasés
12. Amón
13. Josías
14. Joacim
1. Jeconías
2. Salatiel
3. Zorobabel
4. Abiud
5. Eliaquim
6. Azor
7. Sadoc
8. Aquim
9. Eliud
10. Eleazar
11. Matán
12. Jacob
13. José
14. Jesucristo
Muchos manuscritos dicen: “Josías engendró a Joaquín y Joaquín engendró a a Jeconías” en lugar de
“Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos” (Mt. 1:11). Josías fue el padre inmediato de Joacim y sus
hermanos. Joaquín engendró a Jeconías durante el tiempo de la primera cautividad en 607 d.C. Por lo
tanto, el texto coincide perfectamente con las catorce generaciones, como así también los hechos
históricos en cuanto a los reyes aquí mencionados.
En la Biblia, las genealogías no siempre mantienen el mismo orden. Observemos por ejemplo, la lista
205
EL EVANGELIO DE MATEO
de los doce hijos de Israel que ocupan diferentes lugares a lo largo de la Biblia y no guardan su orden de
nacimiento. (Vea Gn. 49 y Dt. 33 con respecto a las profecías sobre ellos). El orden en el que se
mencionan en 1 Crónicas 2:1, 2 no respeta el orden de sus nacimientos. Apocalipsis capítulo 7 también
tiene otro orden.
Aun el apóstol Pablo tampoco cita los diez mandamientos en su orden original al incluirlos en Romanos
2:21, 22. En estos pasajes coloca el octavo delante del séptimo. En Romanos 13:9 coloca el séptimo
delante del sexto. Por lo tanto, debemos comprender que el orden de las genealogías varía para enfatizar
alguna verdad en particular, aunque en sí mismas no tienen necesariamente que ser completas en cada
caso.
206
EL EVANGELIO DE MATEO
APÉNDICE B
Las siete parábolas, fiestas y doctrinas
Al estudiar la Palabra de Dios descubrimos vínculos con otros pasajes bíblicos que aportan mayor
profundidad y riqueza de significado a los textos que leemos. Este es el caso de las siete parábolas del
reino que se encuentran en Mateo capítulo 13. Para ilustrar este punto, unamos y comparemos ahora las
siete parábolas de Jesús con las siete fiestas de Levítico 23 y las siete doctrinas de Hebreos 6:1-3.
Las 7 parábolas del reino
Mateo 13
Las 7 fiestas del Señor
Levítico 23
Las 7 doctrinas
Hebreos 6:1-3
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
La fiesta de la Pascua
La fiesta de los Panes sin levadura
La fiesta de las Primicias
La fiesta de Pentecostés
La fiesta de las Trompetas
El día de la Expiación
La fiesta de los Tabernáculos
Salvación
Fe
Bautismo en agua
Bautismo del Espíritu Santo
Imposición de manos
Resurrección
Juicio eterno
El sembrador
El trigo y la cizaña
La semilla de mostaza
La levadura
El tesoro escondido
La perla de gran precio
La red
A través de estas comparaciones vemos el significado más rico y profundo dado a las verdades
individuales que representa cada columna. Cada grupo refuerza y confirma a los otros. Además, vemos
en cada grupo una progresión.
1. El sembrador es la experiencia inicial del nuevo nacimiento en nuestra vida cristiana. En la salvación,
recibimos la semilla de la Palabra en nuestros corazones. Somos nacidos de nuevo de simiente
incorruptible por la Palabra de Dios. Esto representa la fiesta de la Pascua, porque en la salvación
celebramos espiritualmente la Pascua. Jesús es nuestro Cordero Pascual, quien murió para quitar nuestros
pecados.
2. El trigo y la cizaña. La cizaña nos habla del maligno que sembró malas obras en nuestros corazones,
las cuales destruyen nuestra fe. La fiesta de los Panes sin levadura se cumple en nuestras vidas al
participar de la pura Palabra de Dios, la cual nos inspira fe, porque la fe viene por el oír la Palabra (Ro.
10:17). Debemos leer nuestras Biblias para estar nutridos con la Palabra sin levadura de Dios, la cual
hace crecer nuestra fe.
3. La semilla de mostaza ilustra que la Palabra con la cual nos hemos estado alimentando, aunque
pequeña al principio, crecerá y finalmente se hará poderosa en nuestras vidas, haciéndonos semejantes
al Señor, quien es llamado las “primicias” (1 Co. 15:20). Aunque Cristo es las primicias, la Biblia nos
207
EL EVANGELIO DE MATEO
dice que los creyentes serán las primicias entre los hombres. “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la
palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas” (Stg. 1:18). La ceremonia del bautismo
en agua significa ser sepultado con Cristo y resucitado nuevamente para caminar en vida nueva con Él,
como primicias de Su nueva creación.
4. La levadura – En la Biblia la levadura tiene por lo general una connotación negativa, aunque en esta
parábola se utiliza en sentido positivo. La levadura de la Palabra de Dios se esparce y difunde por todo
nuestro ser: cuerpo, alma y espíritu. La fiesta de Pentecostés tiene su cumplimiento (como vemos en la
columna de doctrinas) en el bautismo del Espíritu Santo, una experiencia que nos sumerge (cuerpo,
alma y espíritu) en la gloriosa tercera Persona de la Trinidad.
5. El tesoro escondido, en el sentido espiritual, es llegar a comprender que Dios tiene más para nosotros
a medida que descubrimos las verdades ocultas en Su bendita Palabra. Esto es análogo a la fiesta de las
Trompetas, las cuales sonaban el primer día del mes séptimo cuando Dios hablaba nuevamente a Su
pueblo que debían continuar su viaje. Josué recibió el espíritu de sabiduría cuando se le impusieron las
manos para asumir sus nuevas responsabilidades. Esto indica que en la ordenanza de la imposición de
manos, a menudo hay una visión fresca impartida por profecía a aquel por quien oramos.
6. La perla de gran precio habla de “ganar a Cristo” el Cordero de Dios sin mancha, como dice Pablo
en Filipenses 3:8. Pero también la perla habla de profundo sufrimiento, y por lo tanto, de ser compañeros
de sufrimiento con Cristo. Esto está tipificado por el día de la Expiación, cuando los israelitas de la
antigüedad afligían su alma y experimentaban una profunda limpieza en ella. El ser profundamente
limpiados nos trae ese sentido de vida nueva, o el poder de Su resurrección.
7. La red – La séptima y última parábola es la de la red. El ministerio de la red habla de la gran cosecha
del último tiempo. Esta es una analogía del mensaje de la fiesta de los Tabernáculos, que es la fiesta de
las Cosechas. Esto asimismo habla (como vemos en muchas de las otras parábolas) del último tiempo.
El juicio eterno se ejecutará cuando el trigo sea juntado en los graneros del Señor (o el cielo) y los peces
malos sean separados de los buenos. Esto es lo que sucederá en los últimos días.
208
EL EVANGELIO DE MATEO
EPÍLOGO
Confiamos que este pequeño estudio del Evangelio de Mateo haya sido de bendición para usted.
Esperamos que por la gracia de Dios usted pueda utilizarlo en su enseñanza y predicación, y estos
pocos pensamientos se hagan más profundos a través de su propio estudio inspirado de estas verdades.
Dios le bendiga y que el gozo del cielo pueda ser suyo al meditar sobre el libro de Mateo.
1Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones
Certeza) 2000, ©1982.
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EL EVANGELIO DE MATEO
210
EL EVANGELIO DE MATEO
Bosquejo de Mateo
La genealogía de Jesucristo
El nacimiento de Jesucristo
La visita de los magos
La huida a Egipto
La matanza de los niños por orden de Herodes
El regreso de Egipto a Nazaret
La persona de Juan el Bautista y su mensaje
El bautismo de Jesús
Las tres tentaciones de Jesús
El comienzo del ministerio de Jesús en Galilea
El llamamiento de los discípulos
Continuación del ministerio en Galilea
Las bienaventuranzas
Las semejanzas
El cumplimiento de la Ley
El homicidio y la ira
El adulterio
El divorcio y el segundo matrimonio
Los juramentos
La santa aceptación de las circunstancias con gozo
El amor
Las limosnas
La oración
El ayuno
Tesoros en el cielo
Buscad primeramente el reino de Dios
El juzgar a los demás
Pedir, buscar y llamar
La regla de oro
El camino ancho y el camino angosto
Los ministros verdaderos y los falsos
Los hacedores de maldad
Los dos constructores
La autoridad
El leproso que fue limpiado
La sanidad del siervo del centurión
La sanidad de la suegra de Pedro
El precio del discipulado
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EL EVANGELIO DE MATEO
Jesús calma la tempestad
La expulsión de los demonios
La sanidad de un paralítico
El llamamiento de Mateo
La pregunta sobre el ayuno
Lo nuevo y lo viejo
La sanidad de una mujer y de la hija de un principal
Dos ciegos reciben la vista
La sanidad de un mudo
La necesidad de obreros
El llamado de los doce
Los doce reciben una comisión
Las persecuciones a los discípulos
Jesús se ocupa de los negocios de Su Padre
Jesús exalta a Juan el Bautista
La justificación de la sabiduría
El juicio eterno que vendría sobre las ciudades de su tiempo
El descanso para nuestra alma
El Señor del sábado
Jesús sana en el día de reposo
Un consejo prepara un plan para matar a Jesús
La blasfemia de los fariseos
El pecado imperdonable
Los fariseos piden una señal
La madre y los hermanos de Jesús
Las parábolas del reino
La parábola del padre de familia
Jesús es rechazado en Nazaret
La muerte de Juan el Bautista
La alimentación de los cinco mil
El milagro de caminar sobre el agua
La sanidad de muchos enfermos en la región de Genesaret
La tradición de los ancianos
La sanidad de la hija de la mujer cananea
La sanidad de las multitudes
La alimentación de los cuatro mil
Otra vez piden a Jesús una señal
La levadura de los escribas y los fariseos
La revelación de que Jesús es el Cristo
Jesús revela Su misión de ir a la cruz
La Segunda Venida de Cristo
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8:23-27
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16:27, 28
EL EVANGELIO DE MATEO
La transfiguración
La expulsión del espíritu de un lunático
Jesús habla otra vez acerca de Su muerte
El dinero para el impuesto
Jesús enseña sobre la humildad
La parábola de la oveja perdida
El hermano que peca
La enseñanza sobre el perdón
La enseñanza sobre el divorcio
Jesús bendice a los niños
El joven rico
La recompensa de los apóstoles
La parábola de los obreros de la viña
Jesús enseña nuevamente sobre Su muerte
Las lecciones sobre la humildad
La sanidad del ciego Bartimeo
La entrada triunfal en la ciudad santa
La purificación del Templo
La maldición de la higuera
La autoridad de Jesús es cuestionada
La parábola de los dos hijos
La parábola de la viña
La parábola de la fiesta de bodas
El hombre que no estaba vestido para la fiesta
El tributo al César
La pregunta de los saduceos
Los dos grandes mandamientos
Una disertación sobre el Hijo de David
Jesús condena el legalismo de los fariseos
Jesús condena el carácter de los fariseos
Jesús llora por Jerusalén
Jesús profetiza la destrucción del Templo
Las señales de Su Segunda Venida
La Gran Tribulación
La Segunda Venida
La parábola de la higuera
Los días de Noé
El siervo fiel y el siervo malo
La parábola de las diez vírgenes
La parábola de los talentos
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25:1-13
25:14-30
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EL EVANGELIO DE MATEO
El juicio de las naciones
Dos días antes de la Pascua
En la casa de Simón
El traidor
El traidor es revelado
La última cena y la advertencia a Pedro
El Getsemaní y la copa
La traición
El juicio ante el sumo sacerdote Caifás
Las negaciones de Pedro
Jesús es enviado a Pilato
El suicidio de Judas
Jesús ante Pilato
La elección de la multitud
El juicio sobre los hijos de Israel
La orden para la crucifixión
Los soldados se burlan de Jesús
La crucifixión
El escarnio por parte de los sacerdotes
La muerte de Jesús
Jesús es sepultado
El sepulcro es sellado
La resurrección
El encuentro de las mujeres con Jesús
La falsedad de los principales sacerdotes y los ancianos
La gran comisión
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25:31-46
26:1-5
26:6-13
26:14-16
26:17-25
26:26-35
26:36-46
26:47-56
26:57-68
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27:1, 2
27:3-5
27:11-18
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27:24, 25
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27:34-38
27:39-49
27:50-54
27:55-61
27:62-66
28:1-8
28:9, 10
28:11-15
28:16-20
EL EVANGELIO DE MATEO
Libros por el Dr. Brian J. Bailey
Comentarios sobre los libros de la Biblia
Génesis: El libro de los orígenes
El Viaje de Israel
El Tabernáculo de Moisés
Rut: La novia gentil de Cristo
Estudios sobre las vidas de David y Salomón
Las tres casas de Esther
Salmos I: Capítulos 1-50
El libro de lamentaciones
El carro del trono de Dios: Una exposición del libro de Ezequiel
Daniel
Profetas Menores I: La restauración de los caídos (Oseas)
El Evangelio de Juan
Romanos: Más que vencedores
Soldados de Cristo: Una exposición de la epístola de Pablo a los Efesios
Dando en el blanco: Una exposición de la epístola a los Filipenses
Colosenses y Filemón: La Senda de la Santidad
Hebreos: Detrás del velo
Las dos Sabidurías: La epístola de Santiago
Las Epístolas de Juan
Apocalipsis
Otros libros
Pilares de la fe
El Espíritu Santo
La vida de Cristo
La Segunda Venida: Una exposición de la segunda venida del Señor
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