CONCERTOS FIN DE CURSO* Paraninfo da Universidade Facultade de Xeografía e Historia CRISTIAN ÁLVAREZ SIEIRO violín EMILIO ALONSO ESPASANDÍN clarinete martes 27 | 05 | 2014 20.00 h CRISTIAN ÁLVAREZ SIEIRO violín WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Concierto para violín nº 4 en re maior K 218 1. Allegro ANTONIN DVORÁK (1841-1904) Concerto para violín en la menor op 53 1. Allegro ma non troppo La música del clasicismo se caracteriza por ser refinada, elegante, objetiva y poco emocional, contraponiéndose a todo lo que caracterizaba la música barroca. En este momento aparecen formas nuevas como la Sonata, Sinfonía, Concierto solista, Cuarteto etc, en las que se pueden apreciar unas melodías de gran claridad, junto con el empleo de frases nítidas y regulares que se abren y cierran con ciertos reposos. De igual forma la armonía es clara y no cromática, y las disonancias se resuelven favorablemente. El ritmo es sencillo y regular, con silencios intercalados, como descansos contrastantes entre temas y melodías. Y en contraposición a los cambios abruptos del barroco, las dinámicas son sosegadas, sin bruscos crescendos ni diminuendos. La música instrumental es más importante que la vocal. Sientan las bases de la orquestación moderna. Como la extensión de los instrumentos es aún reducida, evitan registros extremos. Empieza a desarrollarse el piano. De este periodo el compositor más emblemático podríamos decir que es Wolfgang Amadeus Mozart debido a su gran producción de obras que reúnen las características de la música clásica. Abarca un extensísimo repertorio compositivo en todas las disciplinas, como música de orquesta, música de cámara, conciertos solísticos etc. Entre sus trabajos para instrumento solista destaca el tratamiento del piano y del violín. Para este último instrumento compuso cinco conciertos. Uno de ellos es el Concierto en Re Mayor K.218, compuesto en el año 1773. Éste se divide en tres movimientos: Allegro- Andante- Rondó. El primer movimiento está compuesto en una clara Forma Sonata (exposición, desarrollo, reexposición). Comienza con una introducción orquestal en la cual se puede observar el uso de los temas recurrentes con los que desarrolla la composición del mismo. Seguidamente entra el violín con una introducción de carácter militar pero al mismo tiempo muy melódica, resaltando el timbre cantabile y dulce del instrumento. A lo largo del movimiento va jugando con distintas melodías que hacen ver distintos caracteres. Aparecen momentos nostálgicos, otros burlescos, estilo militar... En la música de Mozart es muy común encontrarse estos contrastes ya que toda su música está inspirada en la ópera y va mostrando y jugando con distintos personajes a manos del mismo instrumento. Realiza un continuo diálogo entre el solista y el acompañamiento. Técnicamente los conciertos de Mozart son del repertorio más complicado para los instrumentistas dada su pureza en la escritura. Es muy transparente para el oyente. Es muy clara e intuitiva. Armónicamente hablando es un concierto que no presenta grandes cambios ni enlaces rebuscados, más propios de otras épocas. Acompañando a esta simplicidad armónica, las melodías no están muy elaboradas, pero precisamente esa es la belleza de lo clásico: a partir de algo simple encontrar toda la expresividad que una música como esta puede ofrecer de una forma quizás un poco más implícita. Los ritmos tampoco son algo rebuscado ni complejo, sino que partiendo de su naturaleza binaria, nos lleva a un estado de tranquilidad y de simetría, sin dejar de ofrecernos una gran variedad de contrastes. En la segunda mitad del siglo XIX se da un fenómeno nuevo en el panorama musical europeo, consistente en la incorporación de generaciones musicales pertenecientes a países que hasta entonces habían estado generalmente al margen de la evolución m usical, no tanto porque no se haya cultivado en ellos la música, como por haberla importado a favor de la producción p ropia. Se trata de países que habían vivido bajo el imperio de la música italiana, como por ejemplo España o bajo la influencia globalizadora de Francia, como por ejemplo Rusia. Son habitualmente naciones de Rusia, lugares en los que empiezan a triunfar las ideas nacionalistas que llevarán a lo largo de esta época al intento de darse una identidad propia, singularmente del imperio austríaco, o de afirmar la voluntad popular frente a regímenes de supervivencia medieval. Antonín Dvorák, nació en Nelahozeves, al norte de Praga, en 1841. En Zlonice recibió las primeras enseñanzas musicales y aprendió a tocar el violín, el piano y el órgano. Estudió en la Escuela de Órgano de la ciudad y trabajó en la orquestina de Karel Komzák como medio de ganarse la vida, adquiriendo cierta reputación como intérprete. En 1886 pasó a la orquesta del Teatro Nacional de Praga que dirigía Bedrich Smetana. En este contexto se encuadra el Concierto para violín y orquesta op.53. Fue compuesto en 1879 en la ciudad de Praga. El estreno del mismo lo llevó a cavo el violinista František Ondříček, quien lo interpretó en Praga, Viena y Londres. El concierto está dividido en tres movimientos: Allegro ma non troppo, Adagio ma non troppo y Finale. El primer movimiento, que interpretaremos, nos muestra fuertes contrastes de dureza rítmica y tensión sonora, con mometos líricos y de dulzura. Comienza con un tutti de orquesta en el cual se muestra claramente un carácter duro y rítimico, seguido por la entrada del violín que se va por un camino distinto. En las primeras apariciones del violín juega con el virtuosismo del instrumento y su carácter lírico. Las primeras notas que interpreta el violinista son de gran dificultad técnica, dado que la orquesta le da paso dejándole un pedal armónico muy suave sobre el cual el solista realiza una serie de terceras complejas en el instrumento. Es uno de los momentos más delicados a la hora de interpretar este concierto. De hecho, la gran violinista Anne Sophie Mutter ha realizado la grabación de este concierto recientemente y en una de las entrevistas que le hicieron, confesaba que el inicio de este concierto siempre le imponía mucho respeto. Decía, que por mucho que estudiase el pasaje de las terceras, siempre estaría preocupada por si algo pudiera fallar. Así como ese inicio conflictivo, aparecen otros momentos de gran dificultad, que llevaron al propio Josef Suk, bisnieto de Antonin Dvorak, en algunos de los conciertos en los que interpretó esta obra, a no tocar exactamente lo que su bisabuelo había escrito, dada su complejidad. A lo largo del movimiento el compositor pone en clara evidencia las posibilidades sonoras del instrumento, de modo que el violinista puede disfrutar ampliamente de temas melódicos fantásticos en los cuales mostrar un sonido aterciopelado, o también de lugares donde hacer notar un fuerte carácter y poderío. EMILIO ALONSO ESPASANDÍN clarinete ADOLF BUSCH (1891-1952) Suite para clarinete baixo op 37 1. Andante tranquilo 2. Adagio 3. Scherzo (molto vivace) 4. Vivace KRZYSZTOF PENDERECKI (n. 1933) Tres miniaturas para clarinete e piano 1. Allegro 2. Andante cantabile 3. Allegro ma non troppo JÖRG WIDMANN (n. 1973) Fantasía para clarinete só JEAN FRANÇAIX (1912-1997) Tema e variacións para clarinete e piano Tema: Largo - Moderato Variación I: Larguetto misterioso Variación II: Presto Variación III: Moderato Variación IV: Adagio Variación V: Tempo di Valzer Cadencia Variación VI: Prestissimo El programa propuesto para este recital de clarinete abarca una buena parte del pasado siglo XX, no sólo cronológicamente sino también en cuanto a los estilos y formas de escribir para el instrumento. Esta diversidad de tendencias, que de un modo u otro tienen muy presente sin embargo el lenguaje tradicional, es el hilo conductor del recital. A la solemnidad y evocación de música de épocas pasadas que presenta Busch sigue la originalidad y búsqueda de nuevas atmósferas de Penderecki, la pasión y energía de Widmann, o la riqueza emocional y el humor de Françaix. Otro elemento de interés para el oyente es la variedad instrumental que presenta el programa. Se podrán ver y escuchar tres clarinetes diferentes: bajo en si bemol, soprano en si bemol y soprano en la, además del piano que aparecerá intercaladamente, en varias obras. En la actualidad el clarinete destaca por ser uno de los instrumentos más versátiles, tanto por la variedad de tamaños disponibles (desde el contrabajo hasta el piccolo) como por las enormes posibilidades técnicas y recursos tímbricos que ofrece. Todo ello hace que a medida que avanzaba el siglo XX fuesen cada vez más los compositores que le han dedicado parte de su trabajo. “He pasado décadas buscando y descubriendo nuevos sonidos. Al mismo tiempo, he estudiado de cerca las formas, estilos y armonías de las épocas pasadas. He llegado a adherirme a ambos principios... mi producción creativa actual es una síntesis.” Nadie mejor para describir a Krzysztof Penderecki (Dębica, Polonia, 1933), que él mismo. Sin duda una de las figuras más relevantes de la música actual y de la segunda mitad del siglo XX, dentro de su extensa producción se pueden encontrar varias obras dedicadas al clarinete, siendo la más reciente el curioso Concerto Grosso n º2, para cinco clarinetes y orquesta. En 1956, año en el que compuso las Tres Miniaturas para clarinete y piano en si bemol, Penderecki era aún un alumno de composición en la Academia de Música de Cracovia, en la que sólo dos años más tarde ya sería docente. Es por tanto, una obra temprana, en un estilo muy conciso, con una duración de poco más de un minuto por pieza. Denota influencias de la música de Béla Bartók y está dedicada a Wladyslaw Kosieradzki (uno de sus profesores en Cracovia). El allegro inicial se caracteriza por los saltos en el acompañamiento junto a la melodía alegre y muy articulada del clarinete, con la indicación de scherzando. Prosigue un andante cantabile en el que el clarinete presenta un misterioso tema acompañado por acordes del piano, produciendo una sensación etérea. Por último, el allegro ma non troppo, con una escritura muy vertical marcada por los acentos a contratiempo, presenta un final rítmico y enérgico. Probablemente muchos de los presentes en este recital recuerden el concierto de la violinista Carolin Widmann con la Real Filharmonía de Galicia en el pasado mes de febrero. Pues bien, tan destacada intérprete tiene un hermano no menos notable dentro del mundo de la música. Durante las últimas dos décadas Jörg Widmann (Munich, Alemania, 1973) ha conseguido darse a conocer por sus dotes como clarinetista y compositor, hasta el punto de ser uno de los más demandados solistas y de que sus obras sean interpretadas en todo el mundo. Su formación comienza en Munich y prosigue en la Juilliard School de Nueva York. Actualmente enseña clarinete y composición en la Universidad de Friburgo. La Fantasía para clarinete en si bemol (1993) es una de sus obras más populares y en su corta existencia ha conseguido hacerse un hueco entre las obras de referencia en el repertorio para clarinete solo. Es una pieza en un solo movimiento, que combina secciones libres y rapsódicas con otras más rítmicas. La anotación destinada al intérprete que aparece en la propia partitura deja bien claro el fuerte e intenso carácter de la obra: “Los cambios de carácter, especialmente entre frases cortas, deberán ser perfilados de forma abrupta y estricta durante toda la pieza”. Además es una composición de lenguaje atrevido en cuanto a la utilización de los diversos recursos sonoros posibles en el clarinete: multifónicos, “glis- sando”, “flatterzunge”, etc. Al ser un reconocido intérprete del clarinete, Widmann cuenta con una ventaja técnica evidente a la hora de escribir para el mismo. Como resultado, el oyente se encontrará con una pieza apasionada y espectacular. En el año 2012, con motivo del centenario del nacimiento de su padre, Olivier Françaix estrenó un documental sobre su vida y obra. Veintiocho años antes, en 1974, había recibido la dedicatoria del Tema y Variaciones para clarinete en La y piano. Jean Françaix (Mans, 1912–Paris, 1997) pensó en su hijo pequeño a la hora de escribir esta curiosa obra, hoy en día importantísima en el catálogo clarinetístico y con la que cerramos nuestro recital. Muy reconocido como pianista y compositor, Maurice Ravel escribió sobre él en 1923, cuando todavía era un niño: “Entre las virtudes de este niño, quiero señalar especialmente la más fructífera que un artista puede tener, la de la curiosidad”. Su obra comprende todo tipo de géneros, desde la música de cámara hasta la ópera y la música para cine. Al clarinete le dedicó entre otras obras, un famoso Concierto (1967) referencia importantísima para cualquier clarinetista. El Tema y variaciones para clarinete y piano comienza con una brevísima introducción del piano, seguida del tema desenfadado del clarinete. Posteriormente, las variaciones se suceden con muy diferentes caracteres, como si de estados de ánimo de un niño se tratasen. Para cada una utiliza además una tonalidad diferente, dentro de un lenguaje tonal aunque bastante enriquecido con otros elementos. La primera variación es un Larghetto misterioso en el que el clarinete expone una melodía muy lineal en pianissimo, con el piano acompañando simplemente con un acorde por cada pulso y el uso del pedal. Prosigue un Presto, con una frenética sucesión de tresillos en el clarinete y de nuevo el acompañamiento vertical del piano, pero esta vez totalmente seco para crear una sensación de agitación. La tercera variación es un cómico Moderato con el tema arpegiado y un accelerando final, que contrasta con el Adagio que continúa y que presenta la melodía en el clarinete, cantada en el registro agudo al tiempo que íntima y acompañada en tresillos por el piano. Sigue un curioso Vals, con el clarinete realizando la melodía de forma irregular y entrecortada mediante saltos y mordentes. Anunciando ya el término de la obra, aparece una virtuosa cadencia para clarinete solo, y por último, el Prestissimo final, como última variación, muy rítmica, con un acompañamiento vertical en corcheas del piano y multitud de elementos melódicos y recursos sonoros combinados en el clarinete. La pieza termina de forma espectacular con un arpegio descendente en fortissimo que conduce a un acorde perfecto mayor de Re, la tonalidad inicial. CONCERTOS FIN DE CURSO* Paraninfo da Universidade Facultade de Xeografía e Historia 20.00h MÉRCORES 21 MAIO DANIEL SOUTO NEIRA óboe ALBA YAGO MORA fagot MILI FERNÁNDEZ violín Bohuslav Martinu, Antonio Vivaldi, Wolfgang Amadeus Mozart, Camille Saint-Saëns, Johannes Brahms, LUNS 26 MAIO CRISTINA DE MINGO SALCEDO viola ANTONIO NAVARRO MOROTE violín MIGUEL ADRÍAN PAZOS ALONSO trompeta Béla Bartók, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Georg Friedrich Haendel, Johann Nepomuk Hummel, Arthur Honneger MARTES 27 MAIO CRISTIAN ÁLVAREZ SIEIRO violín EMILIO ALONSO ESPASANDÍN clarinete Wolfgang Amadeus Mozart, Antonin Dvórak, Krzysztof Penderecki, Adolf Busch, Jörg Widmann, Jean Françaix LUNS 2 XUÑO GERMÁN AGULLÓ ALBORS percusión VIRGINIA DE PABLO HOLGUERA violoncello ALEIX VAQUÉ MUR frauta Françoix-Bernard Maché, Kazunori Miyake, Joseph Haydn, Antonin Dvórak, Johann Sebastian Bach, Gabriel Fauré, Henri Dutilleux MARTES 3 XUÑO SILVIA GARCÍA BERMEJO viola LUCÍA PÉREZ DIEGO violoncello OLAF JIMÉNEZ PÉREZ trompa Franz Schubert, Robert Schumann, Richard Strauss, Wolfgang Amadeus Mozart * entrada libre ata completar aforo ** entrada gratuita previa retirada de invitación na billeteira do Teatro Principal (a partir do venres 16 de maio) Teatro Principal: 18.00-21.00h, de martes a sábado Auditorio Novagalicia Banco (rúa Preguntoiro, 23): o día do concerto a partir das 20.00h CONCERTO EXTRAORDINARIO** Auditorio Novagalicia Banco rúa Preguntoiro 23 XOVES 12 XUÑO 21.00h REAL FILHARMONÍA DE GALICIA MAXIMINO ZUMALAVE director DANIEL SOUTO NEIRA oboe ALEIX VAQUÉ frauta EMILIO ALONSO ESPASANDÍN clarinete OLAF JIMÉNEZ trompa MILI FERNÁNDEZ violín ANTONIO NAVARRO violín Antonio Vivaldi, Carl Philip Emanuel Bach, Jean Françaix, Richard Strauss, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven * Como colofón dos seus estudos, cada un dos alumnos do Curso Avanzado de Especialización Orquestal participa en estos concertos públicos realizando unha interpretación solista destacada. As notas ao programa que lles ofrecemos a continuación foron elaboradas polos propios intérpretes e na súa edición respectamos o idioma orixinal no que foron escritas.