Nº 1177 - Libertad y Desarrollo

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ISSN 0717-0416
Nº 1177
6 de Marzo de 2015
• Aborto por peligro para
la madre, por inviabilidad
del feto y por violación
RESEÑA LEGISLATIVA es una publicación de
LIBERTAD Y DESARROLLO
DIRECTOR RESPONSABLE: Luis Larraín A.
EDITOR: Pablo Kangiser G.
DIRECCIÓN: Alcántara 498, Las Condes, Santiago,
Chile.
RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
RESEÑA LEGISLATIVA Nº 1177
6 DE MARZO DE 2015
ÍNDICE
CAUSALES DE INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL
EMBARAZO
BOLETÍN 9895-11..............................................................
La interrupción voluntaria del embarazo no constituirá delito en tres casos, pero siempre requerirá
consentimiento de la madre, que se obtendrá de diversa forma según su edad. Además el médico
podría presentar objeción de consciencia para efectuar un aborto, pero quedará obligado a
practicarlo si no hubiere otro facultativo disponible. El proyecto contiene varios problemas de
interpretación de sus normas, puesto que no viene formulado en forma clara y precisa, en varios
aspectos esenciales.
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CAUSALES DE INTERRUPCIÓN
VOLUNTARIA DEL EMBARAZO BOLETÍN 9895-11
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA
Regula despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres
causales
INICIATIVA
Mensaje presidencial
ORIGEN
Cámara de Diputados
MINISTERIOS
De Hacienda, De Justicia, De Salud, Secretaría General de la Presidencia y
Servicio Nacional de la Mujer
INGRESO
31 de enero de 2015
ARTICULADO
tres artículos, que modifican, respectivamente, el Código Sanitario, el Código
Penal y el Código Procesal Penal
II. OPINIÓN EJECUTIVA DE LYD
Sin entrar en las posturas de fondo sobre la interrupción del embarazo y el juicio sobre el respeto a los bienes
jurídicos en juego, el proyecto es claro y preciso en la despenalización del aborto en tres casos bien acotados:
peligro de vida para la mujer, inviabilidad del feto y violación de la madre.
Sin embargo, la forma como se regula cada una de las hipótesis en que el aborto no es considerado delito,
así como los medios para obtener el consentimiento de la madre (que es indispensable), según su edad,
y la posibilidad de que un médico se niegue a interrumpir el embarazo por una objeción de conciencia,
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RESEÑA LEGISLATIVA 1174 16 de enero de 2015
presenta dudas de interpretación e inconsistencias que producirán el efecto de dejar en manos de órganos
administrativos una materia que, en cuanto modifica el Código Penal, debería quedar zanjada completamente
en la ley.
Del mismo modo, los casos en que se puede prescindir del consentimiento de la madre, también dan lugar a
aspectos oscuros de la iniciativa, que más adelante se comentan.
El proyecto, por otra parte, parece apuntar a que en ocasiones el aborto se refiere al embarazo de una mujer
a la cual se debe otorgar información sobre alternativas a la interrupción del embarazo, como podría ser la
adopción, lo que, siendo pertinente, no queda bien intercalado en un proyecto sobre la despenalización del
aborto, que debería mirar, en lo técnico legislativo, al aspecto meramente penal.
Finalmente, algunas normas del proyecto merecen un examen desde el punto de vista constitucional, pues
deben ponderarse una serie de derechos garantizados por la Constitución Política (CPR), materia en la que
ha habido posturas en distintos sentidos. Recuérdese, por ejemplo, que el artículo 119 del Código Sanitario
(vigente hasta 19891) permitía el aborto terapéutico sobre la base de la opinión documentada de dos médicocirujanos, adicionales al que practicaba la interrupción del embarazo.
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Ley N° 18.826.
III. CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY
Código Sanitario
Se autoriza la interrupción de un embarazo (sin que constituya delito), mediando la voluntad expresa de
la mujer, siempre que se encuentre en alguno de los siguientes casos:
a) que la continuación del embarazo signifique riesgo vital para la madre;
b) que el feto no sea viable, o
c) que el embarazo sea el resultado de una violación, lo que será evaluado e informado por un
equipo de salud; es requisito que el embarazo tenga a lo más 12 semanas de gestación si la
madre es mayor de 14 años.
Si es menor de 14 años, podría tener hasta 18 semanas de gestación, pero deberá contar
con el consentimiento de su representante legal, y a falta de autorización se podrá solicitar la
autorización al tribunal de familia, el que deberá contar con el informe del equipo de salud y fallar
dentro de las 48 horas siguientes a la solicitud.
Si se trata de una mayor de 14 y menor de 18 años, podrá manifestar por sí su decisión de
abortar, pero informando a su representante legal; y si tuviere más de uno, al que ella elija.
El prestador de salud deberá informar a la mujer sobre las características de la prestación médica;
así como alternativas al aborto, incluyendo programas de apoyo social y económico, si estuvieren
disponibles.
En general, para proceder a interrumpir el embarazo, se requiere de dos informes escritos de médicos
cirujanos, el segundo de los cuales deberá constituir una ratificación del primer diagnóstico. En cambio,
en el caso de violación se requiere un equipo médico conformado especialmente para informar sobre
tal circunstancia.
El médico que sea requerido para practicar un aborto, conforme al proyecto, podrá abstenerse de
hacerlo si hubiere manifestado previamente su objeción de conciencia en forma escrita al Director del
establecimiento. En tal caso se designará otro profesional que no hubiere formalizado dicha objeción.
Es obligación del médico que hubiere manifestado objeción de conciencia, informar de inmediato frente
a un caso que requiera la interrupción del embarazo. En todo caso, cuando no existiere otro cirujano
disponible, la objeción de conciencia no eximirá de realizar la intervención.
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
Código Penal
Se despenaliza el aborto en los tres casos antes mencionados.
Código Procesal Penal
Se hace una excepción al deber de denunciar los delitos de que tomen conocimiento los médicos y
demás profesionales de la medicina; dicha excepción se refiere al delito de aborto, el que no será
denunciado y en cambio quedará amparado por el deber de confidencialidad (la excepción se refiere al
aborto en general y no solamente a los tres casos autorizados por el proyecto de ley).
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IV. COMENTARIOS DE MÉRITO EN GENERAL
El entorno jurídico del proyecto de ley obliga a mencionar algunas normas constitucionales y legales.
Desde luego, es pertinente señalar el artículo 19 N°1 de la Constitución Política (CPR), que garantiza
el derecho a la vida y la integridad física de la persona, y establece en su inciso segundo, que “la ley
protege la vida del que está por nacer”. Por otra parte, también suele invocarse el N°4 del mismo artículo
19, relativo a la protección de la vida privada y honra de las personas.
La norma del Nº 1 también se lee en el artículo 75 del Código Civil, que además, ordena al juez adoptar,
a petición de cualquier persona o incluso de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes
para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra.
Asimismo, y conforme a la mentalidad jurídica del siglo XIX, dicho precepto se prohíbe todo castigo a
la madre que pudiera hacer peligrar la vida o la salud de la criatura que tenga en su seno, castigo que
deberá postergarse hasta después del nacimiento; el Código está pensando en la eventual aplicación de
la pena de muerte, vigente en ese entonces para ciertos delitos de especial gravedad, como el parricidio.
Por otra parte, el artículo 74 del Código Civil declara que “la existencia legal de toda persona principia
al nacer, esto es, al separarse completamente de la madre”. En consecuencia, antes del nacimiento no
existe legalmente una persona (sujeto de derechos y obligaciones), sin perjuicio de la protección que
la ley le otorga al no nacido, en atención a que en todo caso es potencialmente un ser humano y se
consolidará como persona cuando se produzca el nacimiento.
Ahora bien, se ha originado debate entre los que hacen primar el punto de vista civil, en el sentido de
que la existencia legal de la persona comienza al nacer, frente a quienes atienden a la protección de la
vida del que está por nacer, cualquiera fuere su etapa de desarrollo. Esta postura ha tenido el apoyo del
Tribunal Constitución en el comentado fallo sobre “la píldora del día después”.
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
V. COMENTARIOS DE MÉRITO EN ESPECÍFICO
Sin perjuicio de las diversas posturas que, sobre esta materia, puedan adoptarse desde un punto de
vista valórico, filosófico o religioso, el proyecto merece ser comentado en su propio mérito con el objeto
de determinar con la mayor precisión posible su significado y alcance. Para ello se expondrán los
comentarios relativos a los artículos o incisos que constituyen el núcleo del proyecto o podrían generar
alguna duda de interpretación, en las materias que a continuación se señalan.
CAUSALES
La parte más sustantiva de la iniciativa legal está constituida por las tres causales que autorizan la
interrupción del embarazo, sin incurrir en el respectivo tipo penal. Es así que no se despenaliza el aborto
en general, sino solamente los tres casos ya anotados: peligro vital para la madre, inviabilidad del feto
y violación. También queda nítidamente establecido que sin el consentimiento de la madre, el aborto
constituye delito conforme a las normas del Código Penal. Ahora bien, sobre la forma de manifestar ese
consentimiento se efectuará algún comentario más adelante.
Riesgo vital para la madre
Examinando ahora la primera causal, se establece que el peligro para la madre puede ser presente o
futuro. El peligro presente puede por cierto ser apreciado clínicamente por facultativos; respecto del
peligro futuro, sin que el proyecto dé alguna noción sobre su alcance, parece una extensión de la norma
que podría no asegurar un estándar mínimo de protección al que está por nacer. La distinción entre el
peligro presente o futuro no constituye una mayor precisión para la inteligencia del precepto, de modo
que si la norma se limitara al peligro de vida de la madre, sin calificar la calidad de presente o futuro del
peligro, podría ser mejor aplicada por la ciencia médica. Con todo, se debería escuchar a especialistas
sobre este particular.
Inviabilidad del feto
La segunda causal, inviabilidad del feto, no ofrece reservas desde el punto de vista jurídico. Se trata
de una circunstancia estrictamente médica que deberá ser apreciada clínicamente por los facultativos.
Violación
La tercera causa, que es la violación, es la que merece un mayor análisis, dada su naturaleza, pues en
este caso el feto puede ser viable y no existe necesariamente peligro de vida para la madre; se trata, en
efecto, de un problema social y emocional de la mujer víctima de uno de los delitos que más cruelmente
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niegan la libertad de las personas, como es la libertad sexual. La preocupación del proyecto, en este
caso, se orienta a obtener certeza del consentimiento de la mujer; respecto de la forma de acreditar la
violación, el proyecto no acude a la ley penal sino que exige que se conforme una comisión ad hoc para
tener certeza sobre este hecho, el que, además, no será denunciado a los tribunales, sino que queda
amparado por el deber de confidencialidad.
Para efectos del consentimiento el proyecto distingue entre la mujer mayor de 18 años y la menor
de esa edad. En el caso de la mayor de edad, se le exige, conforme a las reglas generales, una
manifestación de consentimiento expreso y previo a la intervención. Si ello no fuera posible por no estar
la mujer en condiciones de expresar su voluntad, el proyecto de remite a las normas sobre derechos y
deberes de los pacientes, según las cuales (artículo 15 de la ley 20.584) no se requiere manifestación
de voluntad cuando la condición de salud o cuadro clínico de la persona implique riesgo vital o secuela
funcional grave de no mediar atención médica inmediata e impostergable y el paciente no se encuentre
en condiciones de expresar su voluntad ni sea posible obtener el consentimiento de su representante
legal, de su apoderado o de la persona a cuyo cuidado se encuentre, según corresponda.
Será el personal médico tratante quien estará calificado para aplicar esta norma si la mujer no puede
otorgar su consentimiento (por ejemplo, está inconsciente o en coma), y en tal caso, no siendo posible la
opinión de su representante legal, que podría estar ausente, se prescinde del consentimiento de la mujer
y se puede proceder a la interrupción del embarazo.
La otra norma general aplicable (del mismo artículo 15) se refiere al caso cuando la persona se encuentra
en incapacidad de manifestar su voluntad y no es posible obtenerla de su representante legal, por no
existir o por no ser habido. En estos casos se adoptarán las medidas apropiadas en orden a garantizar la
protección de la vida (letra c) del artículo 15 antes aludido). Si se interpreta armónicamente este recepto
con el proyecto de ley, la vida de cuya protección se trata es indudablemente la de la mujer.
Respecto de la mujer menor de 18 años, el proyecto nuevamente distingue: la menor de 14 años, por una
parte, y por otra, la mayor de 14 pero menor de 18 años.
Respecto de la menor de 14 años, además de contar con su voluntad se exige el consentimiento de
su representante legal; no se requiere que esté imposibilitada de manifestar su voluntad, sino que la
intervención del representante legal es una exigencia legal; no obstante, el proyecto permite omitir tal
intervención si la menor, asistida por un miembro del equipo médico solicita autorización al tribunal de
familia para que declare la existencia de la causal (riesgo vital, inviabilidad o violación). El tribunal tendrá
48 horas para resolver, oyendo a la menor y, si lo estima conveniente, a su asistente médico.
También se puede prescindir de la opinión del representante legal cuando a juicio del médico se
pueda presumir que la opinión del representante legal podría generar un caso de violencia intrafamiliar,
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
coacción, amenaza o maltrato. En este caso se puede acudir directamente al tribunal de familia en la
forma y plazos recién indicados.
Respecto de la mujer mayor de 14 y menor de 18 años, basta su consentimiento; pero se debe informar
a su representante legal, y si tuviere más de uno, al que ella elija. Como en el caso anterior, si hubiere
peligro de violencia u otra acción similar, se puede acudir directamente al tribunal de familia.
De paso, cabe señalar que no se ve la razón para autorizar la interrupción del embarazo cuando no
hayan transcurrido 12 semanas de gestación; pero si se trata de una menor de 14 años, se autoriza
hasta las 18 semanas. Es un punto que requiere información y debate, así como información sobre la
viabilidad de un feto normal según los meses de gestación.
ACREDITACIÓN DE LA VIOLACIÓN
El proyecto contiene un enfoque amplio que tiende a dejar fuera del ministerio público y de los tribunales
del crimen el delito de aborto, en términos generales. Ello se da básicamente en dos aspectos: por
un lado la calificación de la violación como causal para interrumpir el embarazo queda entregada al
personal médico, que ciertamente, tendrá estándares de prueba distintos a los que podrían operar ante
la jurisdicción ordinaria. Puede por ello presumirse que la acreditación del hecho punible en un tribunal
es más estricta o más exigente, en comparación a una apreciación de facultativos que se atendrán a lo
que declare la mujer afectada y a los signos de violencia que puedan existir.
Desde luego, es discutible que pudiera exigirse un proceso penal por violación, si el plazo para practicar
el aborto es de 12 semanas por regla general, salvo el caso de la menor de 14 años, en que la interrupción
del embarazo es admisible si no han transcurrido más de 18 semanas de gestación. Es improbable,
según enseña la práctica, que un juicio penal se tramite en tan breve plazo, sobre todo tratándose de un
delito que es complejo de perseguir y de probar.
Un punto directamente relacionado con esta materia, es la conformación de un “equipo de salud”, cuya
composición no se establece en el proyecto ni se dan criterios al respecto. Este equipo es esencial en
dos aspectos: por una parte está llamado a evaluar e informar los hechos que constituyen la causal de
violación (la que hoy día corresponde a una decisión jurisdiccional), y por otra, uno de sus miembros
actúa como asistente de la menor de 14 años en caso que se deba solicitar autorización al juez, a
falta del representante legal llamado por la ley a prestar su consentimiento o si hubiera peligro de una
reacción violenta en contra de la menor.
Un aspecto digno de consideración, desde el punto de vista meramente jurídico, es que se sustrae de la
facultad de los tribunales de justicia, en el orden criminal, la facultad de determinar si se ha cometido o
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no un delito de violación contra una menor de 14 años, y que constituye un delito especialmente grave,
sancionado con privación de libertad de 5 años y un día a 20 años, conforme al artículo 362 del Código
Penal. La despenalización de este delito, deja la apreciación de estos hechos, ya no constitutivos
de delito, al criterio del “equipo de salud”, cuya integración se desconoce y genera la duda sobre el
rango jurídico de la norma que otorga competencia al equipo para pronunciarse sobre este hecho,
que el proyecto sustrae de la jurisdicción penal, que es donde la ley lo sitúa según el ordenamiento
jurídico vigente. Es un aspecto que merece la mayor atención por la naturaleza de precedente que podría
constituir.
Cabe señalar que la sola despenalización no genera dudas sobre el rango jurídico de la norma
modificatoria, que se trata evidentemente de una ley de rango común u ordinario. Sin embargo, al
entregar la facultad al “equipo de salud” para resolver una cuestión que está actualmente entre las
atribuciones de los tribunales del crimen, surge la duda en el rango normativo.
Dependiendo del examen que se efectúe a esta modificación (inciso segundo del nuevo artículo 119 bis
del Código Sanitario), podría concluirse que se trata de una modificación de una atribución jurisdiccional,
caso en el cual se trataría de una norma de rango orgánico constitucional. En todo caso, dadas las
nuevas atribuciones de los tribunales de familia para conocer de la autorización para interrumpir el
embarazo, el proyecto deberá ser consultado a la Corte Suprema y sometido a control del Tribunal
Constitucional.
DESPENALIZACIÓN INDIRECTA DE LA VIOLACIÓN
El delito de violación se puede perpetrar de tres formas: mediante fuerza (violación propiamente tal);
aprovechándose de la incapacidad de la víctima para oponerse, por estar privada de sentido; y cuando
se abusa de la enajenación o trastorno mental de la víctima (artículo 361 del Código Penal).
Existe además un caso específico de violación directamente relacionado con un aspecto del proyecto de
ley en examen, y es el que se refiere a la violación de una menor de 14 años; en este caso se comete
violación aunque no exista ni fuerza ni ninguna de las otras dos circunstancias que configuran este delito.
Es decir, la relación sexual con una menor de 14 años constituye violación siempre.
Como se ha venido explicando, el proyecto no solo exime al personal médico de la obligación de hacer
una denuncia cuando la víctima examinada presenta signos del delito de violación, sino que además deja
estos hechos cubiertos por la obligación de guardar secreto (“deber de confidencialidad”).
Por otra parte, dado que el aborto se despenaliza, y dado que una de las causales que autoriza el “aborto
legal” es la violación de la madre, se debe tener presente que la violación de una menor de 14 años
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
cuando no exista ni violencia ni los otras dos circunstancias propias del delito, nunca será pesquisado
porque la posibilidad de que la justicia llegare a tener conocimiento de él es tan remota, que proceder
penalmente contra el violador se transforma en una hipótesis inviable.
Dicho de otra forma, el “equipo de salud” especialmente convocado en el caso de la menor de 14 años,
no podrá hacer otra que concluir que la menor fue violada aunque no existan huellas de violencia ni de
privación de sentido ni de enajenación mental. Al tenor del citado artículo 362 del Código Penal, las
relaciones sexuales consentidas con una menor de 14 años constituyen siempre un caso de violación,
que autorizará la interrupción del embarazo, pues el “equipo de salud” no tendrá más que concluir que
se trata de una violación al tenor de lo que relate la interesada.
El análisis es distinto tratándose de una mayor de 14 pero menor de 18 años, así como de una mayor
de esta edad, porque en este caso la violación debería dejar alguna huella de la señaladas en el artículo
361 de Código Penal, pero igualmente se aplicará el principio de privacidad y el equipo de salud será el
único que calificará las circunstancias de la violación.
INFORMACIÓN A LA MUJER
El proyecto se asegura que, en cualquiera de las tres hipótesis, se entregue a la mujer información veraz
sobre la interrupción del embarazo. Para ello recurre a las normas generales de la ley sobre derechos y
deberes de los pacientes (N°20.584), lo que parece pertinente.
También se ocupa el proyecto de que se entregue a la mujer información por escrito en cuanto a las
alternativas a la interrupción del embarazo, como podría ser, por ejemplo, la adopción del niño por
terceros, o bien programas de apoyo económico y social disponible, que el proyecto exige expresamente
sean incluidos en la información.
Este aspecto del proyecto, que no es criticable, se relaciona solo con la tercera causal, esto es, la
violación, puesto que no tendría sentido en el caso de que el feto no fuera viable o que peligrara la
vida de la madre. Aquí se deja ver, entre líneas, que también puede estimarse como un elemento
considerado por la iniciativa, la situación socioeconómica de la madre que solicita el aborto, lo que
puede constituir un elemento que no dice relación directa con la despenalización del aborto en los tres
casos ya mencionados. Con todo, es una norma positiva.
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OBJECIÓN DE CONCIENCIA
El otro aspecto central del proyecto de ley muy relacionado con la despenalización de un delito, es la
posibilidad de que un facultativo se niegue a practicar un aborto manifestando que ello va contra su
conciencia ética, filosófica o religiosa. El proyecto, en principio, acepta esta objeción, pero le establece
algunos requisitos, a saber, que se haya manifestado en forma previa y por escrito ante la dirección
del establecimiento. Ello significa que el médico quedará en forma permanente amparado por esta
excepción. Además, cuando atienda un caso que podría dar lugar a la interrupción del embarazo, deberá
dar cuenta de inmediato al director del establecimiento. En tal caso, la mujer deberá ser derivada.
Pero luego el proyecto contiene otra norma que entra en contradicción con la objeción de consciencia.
En efecto, se dispone que en la medida que no exista otro médico cirujano que pueda realizar la
intervención, no regirá la objeción de consciencia y el médico queda obligado a practicar la intervención.
Dos aspectos de esta normativa (nuevo artículo 119 ter del Código Sanitario) quedan en una zona
relativamente oscura. En primer lugar, no se aclara en qué consiste la derivación de la mujer que está en
proceso de abortar. Podría ser derivada a otro médico, que sería la interpretación más natural y obvia,
o también podría ser derivada a otro establecimiento de salud. El proyecto no lo aclara y es un elemento
esencial para determinar la anulación de la objeción de conciencia.
El otro aspecto que tampoco está expresamente reglado, si bien podría deducirse del contexto del
proyecto, es la situación del establecimiento mismo frente a la objeción de conciencia. Debe entenderse
que si la referida objeción solo está establecida a favor del médico, no alcanzaría a un establecimiento
en cuanto tal. Es decir, no podría un establecimiento de salud negarse absolutamente a interrumpir un
embarazo en los casos que el proyecto viene autorizando; por eso es importante, entre otras precisiones,
aclarar qué se entiende por “derivar” a la mujer requirente. ¿Podría tal derivación efectuarse a otro
establecimiento?
En otra hipótesis a examinar, cabe preguntarse qué sucede si en un establecimiento de salud todos los
médicos cirujanos efectúan la declaración escrita de objeción de consciencia. En este caso, ¿qué puede
hacer el director del establecimiento? ¿Podría obligar a cualquier médico a intervenir el embarazo, a
falta de otro? Ello haría inexistente la objeción de conciencia. Este aspecto del proyecto es inductivo a
error, porque en la práctica podría ser inoperante la declaración de uno o varios facultativos en muchos
casos.
La norma que anula la objeción de conciencia está, pues, abierta a circunstancias de hecho que no
parece posible sistematizar al tenor del proyecto, pues no resulta posible determinar a priori cuándo
habrá otro médico disponible (sin objeción de conciencia), para sustituir al que la hubiere formulado.
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
Podría estar de turno y presente en el establecimiento, en su domicilio en horas no laborales, en otra
ciudad, cercana o lejana; no se sabe.
Lo anterior no parece ser posible de solucionar mediante la orden legal de que el Ministerio de Salud
deberá dictar los protocolos necesarios para le ejecución de la objeción de conciencia. Ello es dejar
al órgano administrativo la decisión de una cuestión fundamental de la libertad de conciencia, que
por lo demás, está garantizada constitucionalmente en el artículo 19 N°6 de la CPR. Recuérdese que
las materias comprendidas en las garantías constitucionales no pueden ser objeto de delegación de
facultades legislativas; menos aún podría encomendarse esta materia a un Ministerio.
Es una materia delicada que no puede quedar entregada al órgano administrativo, toda vez que una
norma legal no sólo no debe vulnerar directamente el texto constitucional, sino que tampoco puede dar
lugar a que llegue a ser vulnerado.
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VI.TEXTO DEL PROYECTO DE LEY
Artículo 1º.-
1)
Modifícase el Código Sanitario en la forma que se indica a continuación:
Sustitúyese el artículo 1192 por el siguiente, nuevo:
“Artículo 119. Mediando la voluntad de la mujer, un(a) médico(a) cirujano(a) se encuentra
autorizado(a) para interrumpir un embarazo cuando:
1) La mujer se encuentre en riesgo vital, presente o futuro, de modo que la interrupción del
embarazo evite un peligro para su vida.
2) El embrión o feto padezca una alteración estructural congénita o genética incompatible con
la vida extrauterina.
3) Es resultado de una violación, en los términos del inciso segundo del artículo siguiente,
siempre que no hayan transcurrido más de doce semanas de gestación. Tratándose de una
menor de 14 años, la interrupción del embarazo podrá realizarse siempre que no hayan
transcurrido más de dieciocho semanas de gestación.
En cualquiera de las causales anteriores, la mujer deberá manifestar en forma expresa, previa y por
escrito su voluntad de interrumpir el embarazo. Cuando ello no sea posible, se aplicará el artículo 153 de
la ley Nº 20.584, que regula los derechos y deberes que tienen las personas en relación con acciones
vinculadas a su atención en salud, sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos siguientes.
Tratándose de una menor de 14 años, además de su voluntad, la interrupción del embarazo deberá
contar con la autorización de su representante legal o de uno de ellos, a elección de la menor, si tuviere
2
Artículo 119 vigente:
Art. 119. No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar un aborto.
3 Artículo 15.- No obstante lo establecido en el artículo anterior [derecho a negar u otorgar consentimiento], no se requerirá la manifestación de voluntad en las siguientes situaciones:
a) En el caso de que la falta de aplicación de los procedimientos, tratamientos o intervenciones señalados en el artículo anterior supongan un
riesgo para la salud pública, de conformidad con lo dispuesto en la ley, debiendo dejarse constancia de ello en la ficha clínica de la persona.
b) En aquellos casos en que la condición de salud o cuadro clínico de la persona implique riesgo vital o secuela funcional grave de no mediar
atención médica inmediata e impostergable y el paciente no se encuentre en condiciones de expresar su voluntad ni sea posible obtener el
consentimiento de su representante legal, de su apoderado o de la persona a cuyo cuidado se encuentre, según corresponda.
c) Cuando la persona se encuentra en incapacidad de manifestar su voluntad y no es posible obtenerla de su representante legal, por no existir
o por no ser habido. En estos casos se adoptarán las medidas apropiadas en orden a garantizar la protección de la vida.
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
más de uno. A falta de autorización, la menor, asistida de un integrante del equipo de salud, podrá
solicitar la intervención del Tribunal de Familia competente para que constate la concurrencia de la
causal. El Tribunal autorizará la interrupción del embarazo, sin forma de juicio y verbalmente, a más
tardar dentro de las 48 horas siguientes a la presentación de la solicitud, con los antecedentes que le
proporcione el equipo de salud, oyendo a la menor y, si lo estimare, al integrante de éste que la asista.
Cuando a juicio del médico(a) cirujano(a) existan antecedentes para afirmar que la solicitud de autorización
al representante legal generará para la menor de 14 años un riesgo de violencia intrafamiliar, coacción,
amenaza o maltrato, o una posible situación de desarraigo o de abandono, se prescindirá de ésta y se
solicitará una autorización sustitutiva al Tribunal de Familia competente, el que deberá pronunciarse
conforme al procedimiento establecido en el inciso anterior.
La mayor de 14 y menor de 18 años podrá manifestar por sí su voluntad para la interrupción de su
embarazo. Su representante legal o uno de ellos a su elección, si tuviere más de uno, deberá ser
informado de su decisión. A falta de éste, o si existen antecedentes para afirmar que la información
al representante legal generará para la menor alguno de los riesgos señalados en el inciso anterior, la
menor deberá designar otro adulto que será informado.
El prestador de salud deberá entregarle a la mujer información veraz sobre las características de la
prestación médica según lo establecido en los artículos 8º4 y 105 de la ley N°20.584. En cualquier caso,
4 Artículo 8º.- Toda persona tiene derecho a que el prestador institucional le proporcione información suficiente, oportuna, veraz y comprensible, sea
en forma visual, verbal o por escrito, respecto de los siguientes elementos:
a) Las atenciones de salud o tipos de acciones de salud que el prestador respectivo ofrece o tiene disponibles y los mecanismos a través de
los cuales se puede acceder a dichas prestaciones, así como el valor de las mismas.
b) Las condiciones previsionales de salud requeridas para su atención, los antecedentes o documentos solicitados en cada caso y los trámites
necesarios para obtener la atención de salud.
c) Las condiciones y obligaciones contempladas en sus reglamentos internos que las personas deberán cumplir mientras se encuentren al
interior de los establecimientos asistenciales.
d) Las instancias y formas de efectuar comentarios, agradecimientos, reclamos y sugerencias.
Los prestadores deberán colocar y mantener en un lugar público y visible, una carta de derechos y deberes de las personas en relación con la atención de salud, cuyo contenido será determinado mediante resolución del Ministro de Salud. Los prestadores individuales estarán obligados a proporcionar
la información señalada en las letras a) y b) y en el inciso precedente.
5
Artículo 10.- Toda persona tiene derecho a ser informada, en forma oportuna y comprensible, por parte del médico u otro profesional tratante, acerca
del estado de su salud, del posible diagnóstico de su enfermedad, de las alternativas de tratamiento disponibles para su recuperación y de los riesgos
que ello pueda representar, así como del pronóstico esperado, y del proceso previsible del postoperatorio cuando procediere, de acuerdo con su edad y
condición personal y emocional.
Cuando la condición de la persona, a juicio de su médico tratante, no le permita recibir la información directamente o padezca de dificultades de
entendimiento o se encuentre con alteración de conciencia, la información a que se refiere el inciso anterior será dada a su representante legal, o en su
defecto, a la persona bajo cuyo cuidado se encuentre. Sin perjuicio de lo anterior, una vez que haya recuperado la conciencia y la capacidad de comprender, deberá ser informada en los términos indicados en el inciso precedente.
Tratándose de atenciones médicas de emergencia o urgencia, es decir, de aquellas en que la falta de intervención inmediata e impostergable implique un riesgo vital o secuela funcional grave para la persona y ella no esté en condiciones de recibir y comprender la información, ésta será proporcionada
a su representante o a la persona a cuyo cuidado se encuentre, velando porque se limite a la situación descrita. Sin perjuicio de lo anterior, la persona
deberá ser informada, de acuerdo con lo indicado en los incisos precedentes, cuando a juicio del médico tratante las condiciones en que se encuentre lo
permitan, siempre que ello no ponga en riesgo su vida. La imposibilidad de entregar la información no podrá, en ningún caso, dilatar o posponer la atención
de salud de emergencia o urgencia.
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el prestador de salud deberá entregar a la mujer información por escrito sobre las alternativas a la
interrupción del embarazo, incluyendo la de programas de apoyo social y económico disponible.
En ningún caso esta información estará destinada a influir en la voluntad de la mujer.”.
2)
Introdúcese el siguiente artículo 119 bis, nuevo:
“Artículo 119 bis. Para realizar la intervención en los casos que autorizan los numerales 1) y 2)
del artículo anterior, se deberá contar con el diagnóstico escrito de un(a) médico(a) cirujano(a) y
con la ratificación de ese diagnóstico, dada por otro(a) médico(a) cirujano(a), también en forma
escrita y previa. En caso de que se requiera una intervención médica inmediata e impostergable,
podrá prescindirse de la ratificación. Tratándose del diagnóstico de un embarazo ectópico no se
requerirá la ratificación para interrumpir el embarazo.
En el caso del numeral 3) del artículo 119, un equipo de salud, especialmente conformado para
estos efectos, evaluará e informará la concurrencia de los hechos que la constituyen. En el
cumplimiento de su cometido dicho equipo deberá dar y garantizar a la mujer un trato digno y
respetuoso.”.
3)
Introdúcese el siguiente artículo 119 ter, nuevo:
“Artículo 119 ter. El(la) médico(a) cirujano(a) que sea requerido(a) para interrumpir el embarazo
en las causales descritas en el artículo 119, podrá abstenerse de realizarlo cuando hubiera manifestado su objeción de consciencia al(la) Director(a) del establecimiento de salud, en forma
escrita y previa. El establecimiento tendrá la obligación de reasignar otro médico(a) cirujano(a)
a la paciente o de derivarla en forma inmediata para que el procedimiento le sea realizado por
quien no haya manifestado dicha objeción. El Ministerio de Salud deberá dictar los protocolos
necesarios para le ejecución de la objeción de conciencia.
El(la) médico(a) cirujano(a) que ha manifestado objeción en conciencia y es requerido(a) para
interrumpir un embarazo, tiene la obligación de informar de inmediato al Director(a) del establecimiento de salud que la mujer requirente debe ser derivada.
En el caso que la mujer requiera atención médica inmediata e impostergable, quien haya manifestado objeción de conciencia no podrá excusarse de realizar la interrupción del embarazo en la
medida que no exista otro(a) médico(a) cirujano(a) que pueda realizar la intervención.”.
Los prestadores deberán adoptar las medidas necesarias para asegurar la adecuada confidencialidad durante la entrega de esta información, así
como la existencia de lugares apropiados para ello.
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RESEÑA LEGISLATIVA 1177 6 de marzo de 2015
Artículo 2º.-
1)
Modifícase el Código Penal en la forma que se indica a continuación:
Agrégase en el artículo 3446 el siguiente inciso tercero, nuevo:
“No constituye delito de aborto la interrupción voluntaria del embarazo en los casos autorizados
en el artículo 119 del Código Sanitario.”.
2)
Agrégase en el artículo 3457 el siguiente inciso segundo, nuevo:
“No constituye delito de aborto la interrupción voluntaria del embarazo en los casos autorizados
en el artículo 119 del Código Sanitario.”.
Artículo 3°.-
Modifícase el Código Procesal Penal en la forma que se indica a continuación:
1)
Agrégase en el artículo 175, letra d), entre las palabras “delito,” e “y” lo siguiente: “con excepción
del delito establecido en el artículo 344 del Código Penal, respecto del cual prima el deber de
confidencialidad,” 8.
2)
Sustitúyese en el artículo 200, el punto seguido (.) ubicado luego de la palabra “encontrado” por
una coma (,) y agréguese lo siguiente: “con excepción del delito establecido en el artículo 344 del
Código Penal, respecto del cual prima el deber de confidencialidad.”9.
6
Artículo 344 vigente:
Art. 344. La mujer que causare su aborto o consintiere que otra persona se lo cause, será castigada con presidio menor en su grado máximo.
Si lo hiciere por ocultar su deshonra, incurrirá en la pena de presidio menor en su grado medio.
7 Artículo 345 vigente:
Art. 345. El facultativo que, abusando de su oficio, causare el aborto o cooperare a él, incurrirá respectivamente en las penas señaladas en el artículo
342, aumentadas en un grado.
8
A
Artículo 175, letra d) quedaría con la siguiente redacción:
rtículo 175.- Denuncia obligatoria. Estarán obligados a denunciar:
d) Los jefes de establecimientos hospitalarios o de clínicas particulares y, en general, los profesionales en medicina, odontología, química,
farmacia y de otras ramas relacionadas con la conservación o el restablecimiento de la salud, y los que ejercieren prestaciones auxiliares de
ellas, que notaren en una persona o en un cadáver señales de envenenamiento o de otro delito, con excepción del delito establecido en el
artículo 344 del Código Penal, respecto del cual prima el deber de confidencialidad,
9 El artículo 200 quedaría con la siguiente redacción:
Artículo 200.- Lesiones corporales. Toda persona a cuyo cargo se encontrare un hospital u otro establecimiento de salud semejante, fuere público o
privado, dará en el acto cuenta al fiscal de la entrada de cualquier individuo que tuviere lesiones corporales de significación, indicando brevemente el estado del paciente y la exposición que hicieren la o las personas que lo hubieren conducido acerca del origen de dichas lesiones y del lugar y estado en que
se le hubiere encontrado, con excepción del delito establecido en el artículo 344 del Código Penal, respecto del cual prima el deber de confidencialidad.
La denuncia deberá consignar el estado del paciente, describir los signos externos de las lesiones e incluir las exposiciones que hicieren el afectado o las
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personas que lo hubieren conducido.
En ausencia del jefe del establecimiento, dará cuenta el que lo subrogare en el momento del ingreso del lesionado.
El incumplimiento de la obligación prevista en este artículo se castigará con la pena que prevé el artículo 494 del Código Penal.
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